La Iliada Guion

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 9

La ILIADA

Del Origen de la ira de Aquiles y el sueño de Agamenón. Cuadro 1 La tienda de Aquiles.


Narrador: Aquiles se encuentra este con Briseida, que es arrebatada, contra su voluntad del
lado de Aquiles; por lo que este suplica a su madre, la Diosa Tetis, que sea honrado como tal.

Agamenón: Llévensela y devuelvan a la rehén al Rey de Troya. Briseida (aferrada a Aquiles):


¡No, por misericordia, no me lleven, no quiero ir!

. Aquiles: ¡No la lleven!, ¿por qué la arrebatan de mi lado?

 Argamenón: ¡Es una orden!

Aquiles: Codicioso, no seguiré luchando a tu lado, la parte más dura de las batallas, siempre la
he llevado yo.¡Algún día, te arrepentirás de no haber honrado al mejor de los aqueos, me
quedaré en mi tienda y no volveré al combate!.

Narrador:

Y los soldados tomaron a Briseida y se la llevaron hacia Troya.

Cuadro 2 Narrador:

Aquiles, en su aflicción, invoca a su Madre, la Diosa Tetis, para que ore a su favor a Zeus, padre
de los dioses.

Aquiles:¡Madre, Argamenón me ha deshonrado, me arrebató la recompensa que tuve cuando


nos apoderamos de la ciudad de Etión!, El átrida me quitó a mi Briseida. ¡Madre, si puedes,
honra a tu hijo!, ¡habla con Zeus! 8

Narrador: En el Olimpo, la Diosa Tetis, accede a hablar con Zeus para pedirle el favor de su hijo
Aquiles, para que el Atrida le diera toda clase de honores a éste.

Cuadro 3 En la tienda de Agamenón.

Narrador: Zeus, padre de los dioses, se presenta en sueño al Atrida Agamenón, este recibe la
orden del dios para atacar Troya.

Zeus: Agamenón, es momento de atacar Troya y apoderarse de ella, no pierdas más el tiempo.


Agamenón (despertándose bruscamente): Tengo que tomar Troya ¡ya! Este es el momento.

Cuadro 4 En la playa, lugar del combate

. Narrador: Habiendo manifestado su sueño con Zeus a sus soldados, Agamenon ordena dar
comienzo a la toma de Troya y pide consejos a Nèstro y Ulises quienes sabiamente
aconsejaron al Atrida.

 Néstor: Hay que reclutar y ver a los más valientes que tenemos disponibles.

 Ulises: (mientras ve que muchos arrancan en sus naves): Solo los cobardes huyen ante el
primer obstáculo, ustedes deben ser valientes y volver a la lucha. ¿Cómo volveremos a la
patria derrotados?

 Narrador: Todos se devuelven hacia el lugar donde se encuentra Agamenon. Néstor


(aconsejando a Agamenon): Agrupa por tribus y familias así tendremos un ejército organizado
 Narrador: Los soldados fueron a comer y celebraron los sacrificios en honor a los dioses para
que los libraran de morir en la lid. Atenea (mirando a los guerreros): ¡luchad sin descanso hijos
míos la batalla es vuestra!.

Narrador: Y se abrieron las puertas de Troya donde salio el ejercito comandado por el valeroso
Héctor, para enfrentarse al bravo ejercito de esparta.

ACTO II Cuadro 1 Narrador:

 Los Troyanos comenzaron a avanzar dando feroces gritos en cambio los Aqueos marchaban
silenciosos, Paris iba en primera fila desafiando a los Aqueos.

Menelao: Ha llegado el momento del castigo. -Menelao se baja de su caballo presentándose


ante Paris. Paris: Tengo miedo. -Paris retrocede y se confunde entre sus amigos.

Héctor: ¡Miserable seductor irresponsable y cobarde! ¡Los dioses te brindaron belleza pero te


negaron valor! Te atreviste a raptar a la bella Helena y no pensaste en la furia de su marido.
Eres el hazme reír de los Aqueos al ver como tiemblas y te escondes entre tus huestes. ¡Para
nada te sirve la belleza sin valor!

 Paris: Héctor no me reprendas por los dones que me brindó afrodita. Te haré una singular
proposición. Detén a los Aqueos y a los troyanos. Lucharemos Menelao y yo por Helena aquel
que gane se llevara las riquezas y a Helena. Luego jugaran paz y amistad y los griegos volverán
a su patria.

 Narrador: y habiendo hecho esto Héctor Menelao accedió. Los soldados dejaron sus armas en
el suelo y se sentaron alrededor para contemplar el duelo. Un soldado corrió a Troya para
avisar al rey Príamo para que presenciara la lid y se cumpliera la promesa.

Príamo (retirándose): No me atrevo a ver a mi hijo luchando con Menéalo. Zeus sabe quien
muere o quien vive.

Narrador: Menelao lucho con entereza y habiendo arrebatado la pelea a Paris este último fue
protegido por Afrodita quien lo conduce al palacio. - Aparece en la habitación de Helena Paris.

 Helena: Te creías superior a Menelao en fuerza y valentía pero estas equivocado, te aconsejo
que no vuelvas a pelear con el si es que en algo aprecias tu vida.

Paris: No me retes he sido protegido por Afrodita, otro día venceré yo, por ahora a vencido
Menelao.

Narrador: Mientras decía esto Paris a Helena los griegos festejaban a Menelao como
triunfador cobrando la promesa a los troyanos.

Cuadro 2 En el Olimpo. Narrador:

Los Dioses se reúnen, para conversar y discutir el tema de la guerra de Troya.

Zeus: Hera y Atenea son las protectoras de Menelao solo se contentan con contemplarlo y no
lo defienden ni protegen. En cambio, Afrodita ha protegido a Paris salvándole incluso su vida.
Hay que acordar si conviene que la guerra continué o finalice.

Hera (Irritada): Haz lo que quieras pero no estamos todos de acuerdo. Propongo que se envíes
a Atenea a la batalla para hacer que los troyanos rompan su juramento y así se ofenderán los
Aqueos y seguirá la contienda. Atenea (Apareciendo entre los soldados): Ahora que tengo el
aspecto de un soldado yo misma haré que este soldado mate a Menelao. - Atenea se pone al
oído del soldado y persuade a este de matar a Menelao.

Soldado: ¿Qué me dices?

 Atenea: ¡Sí! Fama y gloria tendrás si matas a este hombre. Solo tira tu flecha en silencio y
poderoso serás.

Narrador: Habiendo herido gravemente a Menelao todos acudieron en su ayuda. Agamenon


exclamó.

Agamenon: ¡Los troyanos han violado su juramento Zeus los castigara, todos serán
derrotados!

ACTO III Cuadro 1 Narrador:

 La sangre corría como rió por el suelo, muchos Aqueos y troyanos vieron la luz del mundo por
última vez. Héctor y su gente causaron grandes estragos entre las huestes griegas y decidió
Hera ir a solicitar ayuda a su esposo.

 Hera: Es indignante el cómo Ares ocasiona los cruentos hechos sangrientos de Héctor. Zeus,
permite que aleje a Ares del campo de batalla.

 Zeus: Azuza a Atenea para que vaya contra él, es la única que puede herirlo en la guerra.

 Narrador: Hera logro herir a Ares. Este subió al Olimpo quejándose de su dolor mientras Zeus
lo reprendió por ser tan pendenciero.

Cuadro 2

 Héctor: ¡Madre ruega a Atenea que se apiade de nosotros y que aparte de Ilion al feroz
Diomedes!

Hècuba: ¿Quién es Diomedes?

Héctor: Es aquel que ocasiona nuestra derrota. Narrador: De hecho Diomedes fue quien, por
persuasión de Atenea hirió a Ares. Héctor (Encontrándose con Paris): ¡Desgraciado, deja tu
casa y ven conmigo al campo de batalla!

 Paris: Permanezco en mi morada porque mi corazón esta apesadumbrado. Helena me


convenció de que volviera a la batalla. Espérame, que voy a armarme convenientemente y
salgo a combatir. - Entra Helena llorando.

 Helena: Héctor, cuñado os he traído grandes males y he ocasionado vuestra infelicidad y la


ruina de Troya.

Héctor: Helena anima a Paris a que salga a combatir, los troyanos están impacientes, ahora
voy a mi casa a ver a mi esposa y a mi hijo, pues, ¡tal vez los dioses hayan decretado mi
muerte!

Narrador: Héctor se dirige a su casa, esta con su esposa y su hijo, al salir de su casa toma en
Brazo a su pequeño hijo y lo beso en su frente en sigo de darle su coraje y valor. - Paris ya
armado sale al encuentro de Héctor.
Héctor: Hermano eres valiente pero te domina la cobardía, vamos juntos al combate a ver si
podemos echar a los Aqueos de Troya.

Cuadro 3 Narrador:

Héctor y Paris llegaron al campo de batalla, lucharon con gran ardor y ocasionaron muchas
pérdidas. Mientras tanto al darse cuenta la diosa Atenea de que estaba muriendo muchos
Aqueos salio a apoyarlos. Apolo obstaculizo sus designios, él quería que ganaran la batalla los
troyanos.

Apolo: ¿No tienes piedad de los troyanos Atenea? Lo único que quieres es que ganen los
Aqueos, mejor has que Héctor enfrenté a Ayax, el más valiente después de Aquiles, así habrá
una pequeña tregua.

Atenea: Tienes razón, así lo haré.

Narrador: Y aceptando la contienda Ayax acepto. - Ayax dice a su gente con voz suplicante.
Ayax: Oren por mí al divino Zeus para derrotar a Héctor. Narrador (mientras combaten Héctor
y Ayax): Ambos contrincantes se enfrentaron y, mirándose con fiereza se acometieron como
hambrientos y salvajes leones. Cuando el fragor del combate llegaba a su punto álgido:

 Zeus: Ya cae la noche y es necesario que se interrumpa la lucha.

 Héctor: Dios padre de los dioses, accedo a vuestra petición.

Ayax: Otro día volveremos a paliar hasta que vos otorguéis la victoria a quien os plazca, ahora
es necesario ir a descansar.

ACTO IV Cuadro 1 En el Olimpo.

 Narrador: Zeus convoca a una reunión urgente de los dioses.

Zeus: ¡Ninguno de ustedes volverá a intervenir en la guerra de Troya, aquel que lo intente será
castigado severamente! Yo decretare como seguirá la contienda de ahora en adelante.

Cuadro 2 En el campo de batalla, en la tiende de Nestor. Diomedes:

Anciano los guerreros te acosan. Enfrentamos ambos al fiero Héctor para que conozca el peso
de mi lanza.

Nestor: Diomedes no hables necedades. Zeus protege a los troyanos hoy y mañana no, puede
conceder la victoria a nuestros hombres hoy y mañana no, nosotros los mortales no podemos
oponernos a los designios de los dioses, mejor volvamos con los nuestros.

Cuadro 3 En el campo de batalla.

- Agamenon suplica a Zeus en el campo de batalla.

Agamenon: ¡Zeus escúchame y apiádate de nosotros! Permite que salgamos con vida.

Cuadro 4 En el Olimpo.

Hera y Atenea: Tenemos que ayudar a los Aqueos, Héctor ocasiona grandes estragos entre
ellos.

Atenea: Me armo y bajo a luchar contra el impetuoso Héctor.


Zeus: Veo que ambas salen a luchar contra mis órdenes. ¡Iris anda y dile que si no regresan al
momento las castigare a las dos por igual!

 Narrador: Iris cumple con su misión y entrega el recado a ambas diosas, ellas vuelven al
olimpo y al sentarse entre los dioses:

 Zeus (En tono imponente): Les aviso que el valiente Héctor deberá luchar contra Aquiles por
la muerte de Patroclo.

Cuadro 5 En la tienda de Agamenon.

Agamenon: Creo que lo mejor es huir de inmediato, presiento que no tomaremos Ilion.

Diomedes: Si tú quieres irte, ándate, pero nosotros nos quedamos aquí hasta apoderarnos de
Troya, acuérdate que los dioses nos protegen.

Nestor: Hay que convencer a Aquiles para que regrese al combate, su presencia es


indispensable y urgente.

Agamenon: Reconozco que he actuado mal con Aquiles enviare una embajada para él con
regalos fastuosos incluyendo a Briseida. ¡Ayax, Ulises, yo los envío a hablar con Aquiles!, sean
cautos.

 Ayax y Ulises: Así será.

Cuadro 6 En la tienda de Aquiles

Aquiles: Amigos, pasen, coman y beban conmigo, que tal vez mañana moriréis. Debo hacer
mucha falta frente a las filas enemigas, porque ustedes han venido personalmente a
buscarme.

Ulises: Tememos que los troyanos nos causen estragos. Héctor está protegido por Zeus, nos
causa graves daños. Tememos morir. Ven, ayúdanos. Te causará pesar y morirás si no nos
ayudas. Agamenon te hará grandes regalos, e incluso a Briseida si accedéis a ir a pelear.

 Aquiles: Ni con eso iré al campo de batalla. Bastantes victorias he conseguido para los aqueos
y nunca he sido bien recompensado y me arrebató hasta a Briseida. ¡No iré de ninguna
manera!.

 Narrador: Ulises y Ayax comunican el mensaje al Atrida Agamenón, Agamenón se dio cuenta


de que el ultraje hizo que, sin Aquiles, ellos tenían que enfrentarse solos con Héctor y el
ejército troyano.

ACTO V Cuadro 1 Campo de Batalla.

- Todos combatiendo. Aquiles observa desde un lugar lejano. En un alto está Zeus mirando lo
que sucede haciendo gestos de ayuda para Héctor.

Narrador: Los Aqueos espiaron a los troyanos para saber qué se veía venir en las siguientes
contiendas. Los troyanos lo intentaron, pero no consiguieron tal efecto, pues el espía troyano
Dolón fue asesinado mientras realizaba tal peligrosa misión, mientras que Héctor sigue siendo
favorecido por Zeus, Padre de todos los Dioses. Durante la contienda siguiente, Zeus hizo que
Agamenón fuese herido, sin embargo, con altruosa valentía Ulises Salió del campo de batalla
airoso, sin embargo, al ver al Atrida herido los griegos huían despavoridos, la presencia de
Aquiles era necesaria.
Aquiles: ¡No intervendré!, de ninguna manera.

Patroclo: Entonces, déjame ponerme tu armadura, así los troyanos huirán y los aqueos se
animarán, y tendremos momentos gloriosos por un momento.

 Aquiles: Ahí tienes mi armadura, pero no vayas a Ilión. Ahora, anda amigo mío y ármate. -Sale
Patroclo de la tienda de Aquiles. Este último se arrodilla y reza a Zeus. Aquiles (en tono de
súplica): Padre de todos los dioses, oíste mis palabras cuando te pedí que derrotaras a los
aqueos y dieras victoria a los troyanos. Yo me quedo en mi nave y mando a mi amigo y a los
mirmidones a la contienda. Haz que Patroclo eche a los enemigos de las naves y regrese sano y
salvo a mi lado.

Cuadro 3 En el campo de batalla.

 Patroclo (dirigiéndose a los mirmidones): ¡Mirmidones, mostrad vuestro inigualable


valor! .Vosotros sois los mejores guerreros, como lo es también vuestro jefe Aquiles. Ahora,
Agamenon comprenderá el error que cometió no honrando al más valiente aqueo.
Mirmidones: ¡Es Aquiles!, ¡ataquemos!, ¡a pelear!, ¡por Grecia! La batalla se da, mientras se
encuentran Héctor y Patroclo disfrazado de Aquiles y comienzan a combatir.

Narrador: Héctor, protegido por Apolo y aconsejado por él embiste a Patroclo.

Apolo: ¡Héctor!, ¡embiste a ese soldado!, ¡no es Aquiles, sino su amigo Patroclo!. Héctor
(habiendo matado a Patroclo y dirigiéndose a él): ¡Pensabas destruirme a mí y a mi ciudad,
pero en tal empresa se te ha ido la vida!

-Héctor quita la armadura a Patroclo y se la lleva como trofeo a Troya.

 Cuadro 4 En una nave está Aquiles observando la contienda.

En un alto está Tetis, madre de Aquiles, observando la escena.

 Mensajero: ¡Aquiles, Aquiles! .Tu amigo yace muerto en el campo de batalla. Héctor acabó
con él. Además el Hijo de Príamo se llevó tu armadura como trofeo a la ciudad de Troya.

 -Mientras Tetis se acerca al lado de Aquiles, éste llora. Aquiles (dirigiéndose a Tetis): ¡Madre!,
mi amigo ha muerto y por mi culpa, ¡tengo pena, tengo rabia!, ¡yo lo envié a la contienda y me
quedé aquí sin hacer nada! . Iré a buscar a Héctor, causante de la muerte de Patroclo. Madre,
no intentes detenerme, porque no podrás convencerme.

Tetis (mirando con cariño a su hijo fijo a los ojos): Por ahora Héctor se vanagloria de tener tu
armadura, pero su jactancia no durará mucho. La muerte lo ronda. Mañana te traeré nuevas
armas fabricadas por Hefestos, espera mi regreso y las lucirás en el combate.

 Cuadro 5 En el campo de batalla Narrador:

La noche inundaba el campo de batalla, mientras Héctor instaba a sus hombres:

 Héctor: Guerreros míos, vigilad toda la noche. Mañana tendremos un reñido combate junto a
las naves aqueas. Si Aquiles se propone embestirme, lo enfrentaré hasta matarlo.

Cuadro 6 En el campamento griego. - Los soldados acompañan a Aquiles, depositan el cuerpo


de Patroclo. Mientras el Narrador comenta el hecho. Narrador (mientras sucede la escena): Los
soldados aqueos habían traído el cadáver de Patroclo, mientras acompañaban a Aquiles, que
se lamentaba ante el difunto y juraba que le haría honrosas exequias sólo cuando consiguiera
la cabeza de Héctor, permaneciendo hasta entonces insepulto. Los soldados lavaron el
cadáver, le quitaron las manchas de sangre y lo ungieron con aceite. Luego, lo envolvieron con
un blanco velo y lo depositaron en el lecho.

 ACTO VI Cuadro 1 De madrugada en la tienda de Aquiles.

-Llega Tetis con la armadura que Hefestos le hizo.

Aquiles: ¡Madre!, nunca vi nada tan hermoso como la armadura que me hizo Hefestos. Al
momento vestiré con ella… - Tetis interrumpe las palabras de Aquiles. Tetis (Alzando un poco
la voz y luego suaviza su tono mientras le entrega la armadura): Antes convoca a reunión a los
jefes aqueos, harás las paces con Agamenón y luego ármate y ve a luchar contra los troyanos.

Cuadro 2 En las afueras de la tienda de Aquiles.

 Narrador: Aquiles convoca a los aqueos y cuando todos estuvieron reunidos... Aquiles


(dirigiéndose a

Agamenón): Atrida, nunca debimos haber llegado a esta pugna. Todo esto ha sido prejudicial
para nosotros y beneficiosa para Héctor. Hago en este momento, las paces contigo, vuelvo a la
contienda. Incita a los aqueos a que me luchen conmigo…No perdamos más tiempo y
volvamos a la lucha, para que el enemigo me vea entre tus combatientes. - Mientras los
aqueos se retiran, Aquiles entra a su tienda y se pone su armadura.

Narrador: Y vistió Aquiles su armadura, se puso coraza, Elmo y grebas, colgó de su hombro la
gran espada, embrazó el escudo y cogió su potente lanza. Una vez que estuvo listo, se fue a
dirigir a las primeras filas del ejército.

 Cuadro 3 En el campo de batalla. Escena 1

- En esta escena están los dioses, troyanos y aqueos. En un alto está Zeus. Zeus hace gestos de
convocar a los dioses, los dioses van a su presencia.

 Zeus: ¡Tenéis toda libertad de ayudar y proteger a quienes queráis, yo por mi parte, observaré
la contienda desde mi trono!

 Hera: Atenea y yo protegeremos a los aqueos.

Hefestos: Yo también me uno por causa de Aquiles.

 Ares: Y vos Bello Apolo, ¿a quién defendéis?

Apolo: Sabes poderoso Ares, que mi lucha va a favor de los buenos y románticos troyanos,
ellos nos oran y dan ofrendas agradables. Yo protejo a Héctor. Afrodita (dirigiéndose hacia
Ares y Apolo): Yo sigo la causa de Troya junto a vosotros.

Escena 2

- Bajan del alto los dioses y se colocan junto a sus protegidos mientras Aquiles en acción
valerosa increpa a sus hombres paseándose entre ellos. En frente están los troyanos Héctor
alienta a sus soldados todos listos para el combate.

Aquiles: ¡Aqueos!, ¡no permanezcan lejos del enemigo! .¡Cada hombre debe atacar a otro y
sentir placer en lidiar, en pelear y matar! . -Mientras Héctor habla a los suyos.
 Héctor: No temáis a Aquiles. Yo saldré a su encuentro y lo mataré. Troyanos: ¡Siii!, ¡muerte a
Aquiles! . - se enfrentan los ejércitos, los dioses gritan y alientan a sus protegidos.

Atenea: Vamos hijos de Esparta, luchen, luchen.

Apolo: ¡peleen hijos míos, peleen! -Se encuentran Héctor y Aquiles. Se ponen a luchar. Aquiles
(al momento de encontrar a Héctor): ¡Tú eres el hombre que mató a mi amigo! ¡Tu hora final
ha llegado! Héctor: Seré menos mejor guerrero que tú Aquiles, pero nuestras vidas dependen
de la decisión de los dioses.

 Aquiles: Apolo te protege, por eso no puedo matarte, pero ya acabaré contigo. Acabaré con
cualquiera que se ponga a mi alcance.

Escena 3

- En otro alto, más bajo que el de Zeus está en una torre Príamo observando la contienda.

 Príamo: Centinelas, abran las puertas de la ciudad, para que entren los espantados troyanos
temerosos de Aquiles.

 Centinelas: Si majestad.

Príamo: ¡Ah!, tan pronto como vean que los troyanos estén refugiados, cierren las puertas,
pues temo que Aquiles entre.

Centinelas: Sí Señor. Narrador (mientras ocurre la lid): Y así, los troyanos y aqueos lucharon
apoyados por sus dioses y diosas favorables a ellos…La guerra se hizo más cruenta y terrible,
entretanto, Aquiles seguía luchando, poseído de una furia incontenible.

ACTO VII Cuadro 1 Los dioses están en combate junto con troyanos y aquileos.

 Narrador: El combate seguía reñido y alborotado. Los dioses habían decidido intervenir en
forma cada vez más diecta. - (mientras ocurre la pelea de fondo, los dioses salen delante).

Atenea: ¡Ea que este lo cuido yo!, ¡fuera esta flecha! (con la mano hace desviar una flecha).

Apolo: ¡No te metas conmigo, que a los troyanos los defiendo yo! Ares: ¡Te daré tu merecido
Atenea! (golpea el escudo de Atenea). Atenea (cogiendo una piedra): ¡Toma esto necio! (y tira
la piedra en el pecho de Ares). Ares (cayendo al suelo): ¡ahhh, maldita eres Atenea!

 Atenea: Para que veas, que soy más poderosa y fuerte que tu. - Viene corriendo afrodita al
lado de Ares.

Afrodita: ¡Ares, te ayudare! Atenea (se lanza sobre Afrodita): A mí nadie me vence, menos tú. -
Afrodita y Ares caen al suelo. Zeus (mirando desde el alto y riendo): Jajajajaja que inicuo sois,
parecéis niños riñendo como idiotas. -Se van los dioses con paso cansado hacia el lugar donde
esta Zeus. Cuadro 2 En las puertas de Troya

Narrador: Habiendo vuelto los dioses donde su padre Zeus, quien reía de sus infantilismos los
aqueos estaba cada vez más cerca de la ciudad. Pero todos los troyanos alcanzaron a entrar a
la ciudad, quedando solo Héctor fuera de Ilion. Príamo: Héctor hijo por favor entra a la ciudad.
-Héctor se queda inmóvil.
 Príamo: Hijo mió no esperes solo a ese hombre que es mucho más peligroso que tu. Tu
imprudencia te costara la vida, compadécete de mí, de tu madre y de tu esposa. - Se acerca
Aquiles hacia Héctor con gesto de ira y furia.

 Héctor (en forma pensativa): Será mejor comenzar esta lucha cuanto antes. -Aquiles persigue
a Héctor, este arranca de Aquiles. -Héctor para.

Héctor: ¡No huiré mas, quiero combatir contigo. Lleguemos a un acuerdo, si los dioses
permiten que uno de los dos muera el que queda vivo le hará las exequias. Aquiles (con gesto
de furia): De ninguna manera, tu muerte está cercana. Atenea me protege, ella te ara
sucumbir, por el dolos que me has dado. -Y le entierra la espada Aquiles a Héctor.
Héctor (Habiendo caído al suelo y con voz agónica): Te suplico no dejes que me coman los
animales si no que entrega mi cuerpo para que me honren e incineren

. Aquiles: Tú no te acordaste de mí y te llevaste mi armadura, dejare tu cadáver insepulto.

Narrador: Príamo, Hecuba y los troyanos vieron con dolor cómo moría y era ultrajado el
cuerpo de su hijo. Aquiles arrastró el cuerpo de Héctor por el polvoriento suelo bajo los
lamentos de Andrómana, su esposa.

Cuadro 3 Narrador (mientras sucede la escena):

 Y Aquiles pudo cumplir su promesa y dar honrosas exequias a Patroclo. Apolo intervino ante
Zeus para dar esquía al cadáver de Héctor a lo que este envió a Iris a pedir el cadáver e Héctor.
Fue dada la recompensa por el cuerpo de este a Aquiles. Príamo pudo dar los honores
correspondientes a su hijo gracias a Aquiles quien obedeció los designios de Zeus. La muerte
de Héctor tajo románticos lamentos de su esposa y del pueblo de Troya quemando su cuerpo
sepultándolo honrosamente y el rey dio un gran banquete fúnebre. Y estas fueron las exequias
realizadas en honor de Héctor, el más valeroso de los defensores de Troya. Fin

También podría gustarte