Contratos Mercantiles

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Los contratos mercantiles en general

Los contratos mercantiles son aquellos acuerdos de voluntades entre dos o


más personas para producir o transferir derechos y obligaciones. Y esta
definición es tomada del Derecho Civil, ya que en materia Mercantil no existe
una definición propia para los contratos ni en la doctrina ni en la legislación. Los
contratos mercantiles pueden ser celebrados por aquellas personas físicas y
morales que tienen capacidad legal y que no estén impedidas expresamente
por la ley para ejercer el comercio, esto es, por comerciantes. Además los
contratos mercantiles son aquellos que se celebren respecto de objetos de
naturaleza mercantil. Los contratos mercantiles se encuentran regulados por el
Código de Comercio y demás leyes mercantiles, y a falta de disposición
expresa, será aplicable el Código Civil en Materia Federal. De acuerdo con el
Código de Comercio a los actos mercantiles, les serán aplicables las
disposiciones del derecho civil respecto a la capacidad de los contratantes y de
las excepciones y causas que rescinden o invalidan los contratos. Es un
acuerdo, generalmente escrito, aunque también puede ser de palabra, por el
que dos o más partes se comprometen recíprocamente a respetar y cumplir
una serie de condiciones. Frente a la contratación laboral, la mercantil
representa una forma más económica de operar. El empresario se ahorra las
cotizaciones a la Seguridad Social, así como el IRPF. Además, se evita estar
pendiente de otras obligaciones laborales, como las bajas, las indemnizaciones
o las vacaciones. Un contrato mercantil ha de contener los siguientes
elementos:

 La identificación completa de las dos partes: nombre o razón social,


dirección y NIF.
 El objeto del contrato: los servicios que se van a prestar.
 Ha de indicar las obligaciones de las partes, también las consecuencias
de incumplir el contrato.

Toda obligación consiste en dar o no hacer alguna cosa y es mercantil


cuando nazca de un acto mercantil de un acto de comercio. Características:
Prohibición de los términos o plazos de gracia o cortesía.

El Cumplimiento de los Contratos Mercantiles

Las partes contratantes deberán cumplir con las obligaciones a que se


hayan comprometido en el tiempo, lugar y forma convenidos. El Código de
Comercio dispone que las obligaciones en las cuales no se hubiere fijado un
término por las partes o por el mismo código, serán exigibles a los 10 días
después de contraídas si producen acción ordinaria y al día inmediato si
llevaren aparejada ejecución.
Apertura de crédito

La apertura de crédito es el contrato a través del cual una entidad de crédito


se obliga a conceder en el futuro un crédito a favor de un cliente, fijando la
modalidad, importe, intereses y plazos, sujeto a la condición de que el
cliente devolverá el importe del crédito (más intereses) o lo dejará sin
efecto. Sin la existencia de éste, una economía no podría desarrollarse y
tendría problemas importantes, es por eso que el crédito debe fluir, y debe
haber un balance equilibrado entre la oferta y demanda de crédito.
Históricamente, recientemente hemos podido ver situaciones de restricción
de crédito entre los años 2008 y 2012, esta crisis de liquidez ha sacudido a
muchos países en materia económica, como el desempleo y destrucción de
negocios. Su expansión (concesión de crédito) supone un desahogo para
cualquier economía o país, dado que permite obtener financiación que se
inyecta a través de los bancos principalmente, y habilita el desarrollo de
inversiones en sectores productivos así como la creación de empleo,
además de incentivar el consumo.

Elementos de la apertura de crédito

Típico: Acto jurídico regulado por la ley.

Principal: No requiere de otro contrato para su existencia.

Formal: Se debe realizar por escrito.

Adhesión: Las cláusulas son establecidas por el acreditante.

Tracto sucesivo: Las prestaciones pactadas serán otorgadas en distintos


momentos.

El prestamista es quien presta el dinero, es decir, el acreedor o una entidad


financiera. El prestatario es quien recibe el préstamo, dicho de otra forma, el
deudor. En virtud de la apertura de crédito, el acreditante se obliga a poner
una suma de dinero a disposición del acreditado, o a contraer por cuenta de
éste una obligación, para que el mismo haga uso del crédito concedido en
la forma y en los términos y condiciones convenidos, quedando obligado el
acreditado a restituir al acreditante las sumas de que disponga, o a cubrirlo
oportunamente por el importe de la obligación que contrajo, y en todo caso
a pagarle los intereses, prestaciones, gastos y comisiones que se estipulen.
El acreditado asume normalmente tres obligaciones: Satisfacer a la entidad
de crédito las comisiones pactadas que, como regla general, son la de
apertura y la de no disposición que remunera la puesta a disposición y no
utilización por el acreditado de la suma o cuantía pactada.
El deposito mercantil

El contrato de depósito mercantil es un negocio jurídico que se regula tanto


en el Código Civil y el Código de Comercio. En estos contratos, por lo
general una parte (depositario) recibe de otra (depositante) un bien mueble
concreto. Por tanto, nos encontramos con un contrato de carácter real ya
que con la entrega de la cosa éste ya queda perfeccionado. No es precisa
ninguna formalidad específica para que éste quede válidamente constituido.

Como ya hemos indicado, en el contrato de depósito interviene aquel que


entrega el objeto de depósito (depositante) y aquel que lo recibe y custodia
(depositario).

Depositante:

Es aquel que entrega los bienes que se van a depositar.

Al ser un contrato de naturaleza real, las obligaciones del depositante son 2:

 entregar la cosa que va a ser objeto de depósito


 pagar un precio al depositario por la guarda y custodia del bien
depositado

En el caso que el depósito haya generado unos gastos de conservación al


depositario o le hubiera producido algún tipo de perjuicio a éste, el
depositante tendrá la obligación de indemnizárselos.

Depositario:

Es aquel que recibe del depositante los bienes que son objeto del depósito.

Sus obligaciones serían las siguientes:

 conservar la cosa objeto del depósito según la reciba


 devolver el objeto del depósito en el momento en que el depositante
se lo solicite.

En contrato de depósito mercantil, el depositario percibe una remuneración


del depositante, estipulada en el contrato o, en su defecto, basada en la
costumbre del lugar del depósito.

El depositario deberá indemnizar al depositante en el caso que el


depositario haya causado menoscabos, daños y perjuicios a los bienes
depositados, motivado por su malicia o negligencia, sin que hubiera hecho
lo necesario para evitarlos o remediarlos o no hubiera dado inmediato aviso
al depositante.
Descuento

Un descuento es una disminución del precio de un bien o un servicio. Es


una herramienta utilizada en multitud de estrategias comerciales con el
objetivo de incrementar el número de ventas de un determinado producto.
En el día a día, es común encontrarse con ofertas y promociones que
incluyen la reducción en el precio de un determinado producto. Estos
descuentos vienen en forma de porcentaje, cantidad fija de unidades
monetarias o acumulativas, entre otras muchas opciones. Las empresas
utilizan esta herramienta con objetivos totalmente diferentes en función de
la situación de la compañía. Entre ellos, podemos destacar el interés de
acabar con el stock de un producto que va a ser descatalogado, por dar a
conocer un nuevo producto, por captar clientes de la competencia o por una
imposición del propio mercado debido al comportamiento del resto de
empresas. DESCUENTO es una función financiera. Se usa para calcular el
precio de $100 por valor descontado. Liquidación es la fecha de compra del
valor. Vencimiento es la fecha de vencimiento del valor.

Los partícipes del contrato de descuento son los siguientes:

 Descontante: Banco o entidad financiera que paga por adelantado el


crédito.
 Cedente o descontatario: Acreedor que cede el préstamo a cambio
de liquidez.

La principal obligación de las entidades de crédito en el contrato de descuento


es la de entregar o poner a disposición del cliente el importe de los créditos
descontados, con la deducción correspondiente al interés pactado o convenido.
El cumplimiento de la obligación de pago a cargo del Banco, puede efectuarse
a través de un abono en la cuenta del cliente.

Tipos de Descuentos que se Aplican con Mayor Frecuencia:

 Descuentos por Volumen


 No acumulativos
 Acumulativos
 Descuentos por Temporada
 Descuentos Comerciales

El descuento a clientes supone una fuerte herramienta comercial y una de las


más usadas por las empresas. El principal objetivo es provocar un aumento
mayor de las ventas que compense la reducción del precio, para así obtener un
beneficio superior.
Carta de crédito

Una carta de crédito es un medio de pago que ofrece un alto nivel de seguridad
al vendedor en las operaciones comerciales internacionales, en ella se
mencionan tanto los derechos como las obligaciones de las partes que
intervienen y están reguladas por la Cámara de Comercio Internacional. Las
partes que intervienen en la emisión de una carta de crédito son: ordenante
(comprador/importador), beneficiario (vendedor) y banco emisor (emite la carta
a favor del beneficiario por orden del importador. Adquiere la responsabilidad
frente al ordenante de notificarle al vendedor y pagarle mediante el banco
corresponsal una vez que se hayan cumplido los términos y condiciones
establecidas). Una carta de crédito confiere tanto al comprador como al
vendedor un alto grado de seguridad. El primero confirma que es merecedor de
un crédito por el total de la operación y tiene como garantía que el comprador
no va a retener el pago bajo ninguna circunstancia. Y el segundo está tranquilo
ya que los pagos dentro del marco del crédito se van a efectuar con rapidez. En
una carta de crédito intervienen como mínimo las partes que suscriben el
contrato mercantil objeto de garantía y al menos una entidad financiera que
actúa como garante del pago de la operación.

Proceso para emitir una carta de crédito:

 El exportador y el comprador cierran el contrato de Compra y Venta.


 El comprador solicita al banco emisor abrir un crédito a favor del
exportador.
 El banco emisor solicita a un banco intermediario confirmar el crédito.
 Este segundo banco remite el crédito al beneficiario.
 El exportador envía la mercancía al comprador.
 El exportador presenta los documentos de embarque solicitados al
banco que confirmó el crédito.
 Este banco revisa los documentos para posteriormente pagar, aceptar o
negociar bajo los términos del crédito.
 El banco que confirma remite los documentos al banco emisor, éste
revisa los documentos y reembolsa al banco intermediario.
 El banco emisor adeuda al comprador con base en el acuerdo.
 El banco emisor entrega los documentos al comprador.
 El comprador presenta los documentos para poder retirar la mercancía.

En una carta de crédito se puede asegurar una obligación de pago, una


entrega de mercancía o una prestación de servicio, la ejecución de una obra, la
devolución de un pago anticipado, una deuda ante la aduana o cualquier otra
obligación derivada de un contrato suscrito entre las partes.
Créditos de destino, habilitación o avió y refaccionario

Debido a la situación económica, por la que atraviesa en la actualidad el país,


en varias empresas se ha disminuido el flujo de efectivo, por lo que ha sido
necesario recurrir a la obtención de financiamiento externo, con el fin de
cumplir el proceso productivo. Así, dependiendo del giro y las necesidades
particulares de la empresa, existen distintas fuentes de financiamiento
externas, entre las cuales se encuentran los créditos de habilitación o avío y
refaccionarios, cuyos aspectos principales se presentan a continuación. Tanto
los créditos de habilitación o avío como los refaccionarios se otorgan sobre
todo en zonas rurales en apoyo a campesinos o ganaderos para favorecer su
desarrollo y crecimiento, lo cual permite otorgar mayores fuentes de empleo
entre la población, así como lograr mayor captación de recursos. De acuerdo
con el artículo 321 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito
(LGTOC) al celebrar un contrato de crédito de habilitación o avío, el acreditado
queda obligado a invertir el importe total del crédito en la adquisición de las
materias primas y materiales, así como en el pago de los jornales, salarios y
gastos directos de explotación indispensables para los fines de su empresa.
Los créditos de habilitación o avío estarán garantizados con las materias
primas y materiales adquiridos, y con los frutos, productos o artefactos que se
obtengan con el crédito, aun cuando éstos sean futuros o pendientes, de
acuerdo con el artículo 322 de la LGTOC. Cabe destacar que estos créditos
tienen como objetivo dotar de los elementos indispensables para una
producción normal a las empresas, por lo que se pueden conceder para la
producción agrícola, la industria o incluso para empresas comerciales ligadas a
los sectores rural y pesquero. Tanto los créditos de habilitación o avío como los
refaccionarios se otorgan sobre todo en zonas rurales en apoyo a campesinos
o ganaderos para favorecer su desarrollo y crecimiento, lo cual permite otorgar
mayores fuentes de empleo entre la población, así como lograr mayor
captación de recursos. En tanto, tratándose de contratos de crédito
refaccionario, el artículo 323 de la LGTOC señala que el acreditado queda
obligado a invertir el importe del crédito en la adquisición de aperos,
instrumentos, útiles de labranza, abonos, ganado o animales de cría; en la
realización de plantaciones o cultivos cíclicos o permanentes; en la apertura de
tierras para el cultivo; en la compra o instalación de maquinarias.
Contrato de préstamo mercantil (mutuo)

El mutuo es un contrato por el cual el mutante se obliga a transferir la


propiedad de una suma de dinero o de otras cosas fungibles al mutuario, quien
se obliga a devolver otro tanto de la misma especie y calidad. Para que este
contrato reglamentado por el Código Civil se considere préstamo mercantil en
general, se debe contraer en el concepto y con la expresión de que las cosas
prestadas se destinen a actos de comercio y no entre comerciantes, según lo
establece el artículo 358 del Código de Comercio. Si es un préstamo de dinero,
pagará el deudor con la devolución una cantidad igual a la recibida a la ley
monetaria vigente al tiempo de hacerse el pago, sin que esta prescripción sea
renunciable. Si se pacta la especie de moneda extranjera, el pago debe
verificarse en moneda nacional pero al tipo de cambio del día de pago, por
tanto la alteración que experimente en valor se hará en daño o beneficio del
prestador. En el caso de préstamos de títulos o valores, el mutuario cumplirá su
obligación con la devolución de otros tantos de la misma clase o idénticas
condiciones, o sus equivalentes si aquellos se hubiesen extinguido, salvo pacto
contrario. Si fueren los préstamos en especie, el deudor deberá devolver a no
mediar pacto en distinto sentido, igual cantidad en la misma especie y calidad o
su equivalente en dinero si hubiese extinguido la especie debida. La cosa
prestada deberá cubrirse en el tiempo convenido en el contrato y en los
préstamos por tiempo indeterminado no podrá exigirse al deudor el pago, sino
después de los 30 días siguientes a la interpelación que se haga judicialmente,
o en lo extrajudicial ante un notario o dos testigos. Prestador, prestamista o
acreedor: quien se obliga a transferir la propiedad de dinero o de otras cosas
fungibles. Prestatario o deudor: quien las recibe, con el concepto de destinarlas
a actos de comercio, con la obligación de devolver otro tanto de la misma
especie y calidad, así como pactar los intereses pactados. La obligación de las
partes es entregar los bienes fungibles, objeto del préstamo, dinero, títulos o
mercancías. En materia fiscal, un punto importante a considerar es que, bajo
ciertas condiciones específicas, la deducción de intereses durante un ejercicio
a partir del año 2020 estará limitada, permitiendo que la parte no deducida en
el ejercicio se deduzca en ejercicios posteriores durante un máximo de 10
años. Prestador, prestamista o acreedor: quien se obliga a transferir la
propiedad de dinero o de otras cosas fungibles. Prestatario o deudor: quien las
recibe, con el concepto de destinarlas a actos de comercio, con la obligación de
devolver otro tanto de la misma especie y calidad, así como pactar los
intereses pactados.

Según un concepto jurídico amplio hay cinco elementos o vertientes donde se


evidencian tales elementos: Capacidad plena, Consentimiento, Objeto, Forma,
Promesa de mutuo; además cada uno de estos elementos viene con una breve
explicación.
La compraventa mercantil

El contrato de compraventa mercantil es aquel por el cual el vendedor se obliga


a transferir la propiedad de un bien y el comprador se obliga a pagar por ese
bien un precio cierto y en dinero. La compraventa mercantil puede tener por
objeto artículos, muebles, mercaderías en estado natural o trabajado,
inmuebles, porciones, acciones y obligaciones de sociedades mercantiles, los
productos de la finca o cultivo y otros de naturaleza análoga a los que se refiere
la ley. Son compraventas mercantiles a las que el Código de Comercio les de
ese carácter y todas las que se hagan con el objeto directo y preferente de
traficar, esto es, con el propósito de especulación comercial, de obtener una
ganancia. Un ejemplo de compraventa mercantil es la que realiza una persona
que se dedica a la compraventa de autos, compra un auto para después
venderlo en un precio más alto al precio que lo compró y obtener una ganancia.
Los contratos mercantiles, permiten definir las responsabilidades que cada una
de las partes tiene durante la negociación ya que por medio de ellos se
establece los términos de entrega y de riesgos en el traspaso de las
mercancías, así como los costos, plazos para el pago y el método que se va a
emplear para ejecutar el mismo. Por otra parte, permite determinar entre el
comprador y vendedor el momento y lugar en el que se puede producir un
riesgo en la mercancía objeto de compraventa y la forma en que cada uno
responderá, el transporte, seguro, y demás trámites que permitan la
materialización del contrato con la entrega del bien y el pago de la misma. De
esta manera, los contratos de compraventa de mercancía permiten a las partes
conocer sus obligaciones y respectivas consecuencias jurídicas ante el
incumplimiento del mismo. En especial, porque los bienes a comercializar
pueden pasar por distintas personas que intervienen en la industria y el
comercio, tales como: intermediarios, comisionistas, agentes, almacenistas,
mayoristas, entre otros; y que no necesariamente adquieren la mercancía como
dueños de la misma. Ahora bien, tal y como comentan Forcam Abogados, ante
la falta de una regulación específica de cada una de las actividades que se
llevan a cabo durante el traslado de la propiedad (mercancía) y el pago de la
misma, cobra mayor importancia la existencia del contrato de compraventa por
cuanto lo allí pactado se aplica de forma subsidiaria ante una eventual
demanda judicial. En los contratos mercantiles los plazos suelen ser más cortos
con el fin de agilizar el tráfico jurídico. A todo esto, hay que indicar que la
forma de celebrar estos contratos se encuentra regulada en nuestro
ordenamiento jurídico en los artículos 325, 326 en adelante del Código de
Comercio. Asimismo, la legislación en el orden internacional del contrato de
compraventa de mercancías, se concreta en el Acuerdo de Viena de 1980, el
cual suscribió España el 24 de julio de 1990 y que se complementa por el
acuerdo de La Haya el 30 de octubre de 1985.
Contrato de comisión mercantil

El contrato de comisión mercantil es aquel por el cual una de las partes


(comitente) confiere o delega un encargo a la otra parte (comisionista) quien se
obliga a desempeñarlo y recibe por ello el pago de una comisión. Por ejemplo,
una empresa fabricante de muebles (comitente) celebra un contrato de
comisión mercantil con una persona física o moral para que esta promocione y
venda los muebles. El contrato de comisión mercantil es un típico contrato de
colaboración entre dos comerciantes, o entre un comerciante y otra persona,
por el que una de las partes (comisionista) se obliga a realizar, por encargo y
cuenta de la otra (comitente) una o varias operaciones mercantiles a cambio de
una comisión pactada previamente. Su regulación general viene establecida en
los artículos 244 a 280 del Código de Comercio. En lo no previsto en el contrato
o en la legislación mercantil, se aplicarán las normas generales del mandato
civil recogidas en los artículos 1709 a 1739 del Código Civil. También hay que
tener en cuenta según la materia de que se trate, la eventual normativa
especial existente para banca, seguros, mercado de valores y otras. Dos son
las partes en este contrato: el comisionista y el comitente; el primero es aquel
que se encarga de obrar en su propio nombre a cuenta del segundo frente a
terceros; el segundo es el que confiere el encargo a un auxiliar del comercio
(general, pero no necesariamente un comerciante).

Teniendo esto en cuenta, al plantearse el contrato de comisión como


posibilidad para expandir la red comercial en un territorio concreto, hay que
saber que:

En el momento de realizar acciones comerciales, el comisionista no actuará por


cuenta propia, sino en representación del comitente.

Su actividad no está sujeta a continuidad, por lo que no existe ningún requisito


de permanencia asociado al contrato.

Todos los gastos asociados al ejercicio de la actividad del comisionista correrán


a su cargo.

El comisionista es independiente, lo son sus instalaciones, su personal, su


organización del trabajo y su plan comercial y en ninguno de estos aspectos
puede intervenir el comitente.

El comisionista no está obligado a prestar servicios en exclusiva al comitente,


por lo que no habrá de recogerse una cláusula similar en el contrato de
comisión.

El comisionista no asume los riesgos derivados de la acción comercial en la


que participa, ya que la responsabilidad sobre ellos corresponde al comitente.
Contrato de transporte mercantil

El contrato de transporte terrestre es un acto mercantil por el que una persona


denominada transportista o porteador, se obliga a trasladar por tierra a
personas o bienes de un lugar a otro por cuenta de un cargador a cambio del
pago de una remuneración. Este se encuentra reglamentado en el Código de
Comercio (CCom) y menciona que se reputará como mercantil cuando:

 tenga por objeto mercaderías o cualesquiera efectos del comercio, o


 siendo cualquiera su objeto, sea comerciante el porteador o se dedique
habitualmente a verificar transportes para el público

De esta manera el porteador, salvo pacto en contrario, puede estipular con otra
persona la conducción de las mercancías conservando ese carácter respecto
de la persona con quien haya contratado primero y tomará el de cargador en
relación con la segunda, concluyendo que el último porteador tendrá la
obligación de entregar la carga a quien hizo la encomienda. El contrato de
transporte puede ser verbal; en general, se materializa en la llamada «carta de
porte», cuya emisión no es obligatoria, una vez extendida representa el título
legal del contrato, tiene una utilidad probatoria trascendente. Las partes pueden
exigirse mutuamente la carta de porte.

Porteador, transportador, transportista (tierra y aire) / Patrón, barquero (agua):


Es el que contrae la obligación del traslado.

Cargador, expedidor, remitente o consignante: Es el que por cuenta propia o


ajena encarga el traslado de personas o mercadería a un porteador.

Consignatario o destinatario: es la persona a quien se envían las mercaderías.


Una misma persona puede ser a la vez cargador y consignatario.

Obligaciones del cargador

 Entregar las mercaderías al porteador.


 Suministrar documentos necesarios para el transporte de la mercancía o
las personas.
 Pagar el porte o flete convenido, si se ha contratado a «portes
pagados».
 Seguro por parte del contratista.

Derechos del cargador

 Derecho a la ejecución de la prestación convenida.


 Derecho a dejar sin efecto el contrato.
 Derecho de preferencia.
 A variar la consignación de las mercancías mientras estuvieren en
camino.
Contrato de asociación en participación

La asociación en participación es “un contrato por el cual una persona


concede a otras que le aportan bienes o servicios una participación en
las utilidades y en las pérdidas en una negociación mercantil o de una o
varias operaciones de comercio” (artículo 252 lgsm). Las partes en el
contrato de “Asociación en Participación”, son el Asociante que es la
persona que se le transmite la propiedad de los bienes, o la prestación
de los servicios por parte del asociado a cambio de una participación en
las guanacias o en su caso en las pérdidas de la actividad económica
desarrollada. Y por otra parte el Asociado, quien es la persona que
transmite la propiedad de bienes o aporta servicios al asociante.
Conforme al artículo 256 de la LGSM, el asociante, obra en nombre
propio frente a terceros y el asociado no tiene relación con los terceros
(acreedores o deudores del asociante). Lo anterior es una marcada
diferencia a las prerrogativas que establece a las partes de las
sociedades mercantiles, como lo son sociedades en “nombre colectivo”,
“comandita simple”, “responsabilidad limitada”, “anónima”, “comandita
por acción”, “cooperativa”, o “acciones simplificada”. El objeto del
contrato consiste en distribuir las ganancias y en su caso las pérdidas,
que genere el asociante; es de vital importancia resaltar que, las
pérdidas para el asociado no pueden ser superiores al valor de los
bienes o servicios aportados conforme los establece el arábigo 258
LGSM. En cuanto a la forma, el artículo 254 de la LGSM, solo establece
que el contrato debe constar por escrito, sin que medie la obligación de
inscribir en el Registro Público del Comercio (exceptuando cuando en
las aportaciones en la A. en P. medien bienes inmuebles, las cual
deberán ser inscritas en el RPPC), situación contraria a las exigencia de
la ley que se establece para las “Sociedades Mercantiles”, obligando a
estas a constituirse frente a fedatarios públicos (notarios o corredores) y
que estas sean inscritas en el Registro Público del Comercio.
Las obligaciones del asociante en el contrato de Asociación en
Participación son:

 Debe entregar al asociado las utilidades y reintegrarle sus aportaciones


cuando no se haya pactado la transmisión de propiedad.
 Debe desempeñar sus actividades sin la intervención directa del
asociado.
 Es el responsable de actuar como el representante legal y el encargado
de la administración del negocio.
 El asociante debe obrar en nombre propio y no habrá relación jurídica
entre los terceros y los asociados.
Contrato de leasing (arrendamiento financiero)

También, puede denominarse arrendamiento financiero, leasing financiero o


leasing operativo, y es un contrato entre dos partes por la cual una pone a
disposición de otra un determinado bien a cambio de unas cuotas (rentas)
pactadas de antemano durante un tiempo determinado.

En este sentido, el arrendatario tiene los siguientes derechos:

 Adquirir la propiedad del bien a un precio establecido a la finalización del


contrato.
 Devolver el bien y rescindir el contrato.
 Renovarlo negociando las nuevas condiciones.

Por su parte, el arrendador pone a disposición del arrendatario un bien de su


propiedad por el cual recibirá rentas por el uso y disfrute del mismo. Teniendo,
por ello, la obligación de vender el bien a final del contrato si el arrendatario
ejerciera su derecho.

Arrendador: conceder el uso o goce temporal de un bien mueble o inmueble en


el caso de esta plantilla es un bien mueble.

Arrendatario: pagar un precio periódico (plazos) por concepto de ese uso con
opción de compra.

Es una opción entre las empresas que buscan crecer y que también es habitual
entre los emprendedores que no cuentan con la capacidad para adquirir los
bienes necesarios para sus negocios. Entre los bienes que suelen arrendarse
destacan automóviles para servicios, equipo especializado y oficinas, equipos
de cómputo, almacenes, aviones y otras propiedades.

Se pueden producir los siguientes efectos para las partes

El arrendador Leasing transmite al arrendatario el uso y disfrute de un bien,


contraprestación de un pago periódico, por un tiempo determinado, al término
del cual el usuario puede o devolver el bien o prorrogar el plazo del contrato de
leasing o ejercitar, en su caso, la opción de compra del bien por el precio
residual o, en su caso, solicitar que la arrendadora sustituya el bien, ya
obsoleto, por otro de tecnología más avanzada. Un ejemplo el contrato de
leasing de los automóviles.

a) Entregar el bien objeto en arrendamiento financiero al arrendatario cuando el


arrendador lo autorice;

b) Asegurar que los bienes por arrendar se encuentren libres de todo


gravamen, en buen funcionamiento y sin vicios ocultos.

c) Cumplir con las leyes de protección al consumidor.


Contrato seguro

Un contrato de seguro es aquél por el que el asegurador se obliga, mediante el


cobro de una prima y en el caso de que se produzca el evento cuyo riesgo es
objeto de cobertura, a indemnizar, dentro de los límites pactados, el daño
producido al asegurado o a satisfacer un capital, una renta u otras prestaciones
convenidas. El objetivo del seguro o interés asegurable es la prevención de un
riesgo o de sus consecuencias, cubiertas mediante su resarcimiento o
indemnización (normalmente, económica) por parte de las entidades
aseguradoras cuando ocurre un hecho o siniestro estipulado en el contrato
(coberturas del seguro) a cambio de una prima. En el seguro confluyen tres
elementos principales: el interés, el daño y el riesgo. El interés asegurable, que
es el objetivo, se basa en la relación económica entre el tomador del seguro y
un bien amenazado por un riesgo (que puede ser su propia vida o la de su
familia, su integridad, o cosas materiales). El daño es la lesión total o parcial de
ese interés que se produce en el siniestro, que ocurre cuando se realiza el
riesgo. Y el riesgo es la posibilidad aleatoria de que ese siniestro se produzca.

En el contrato de seguro, sin embargo, y si bien sigue siendo un contrato


bilateral, generador de derechos y obligaciones para las partes, el elenco de
elementos personales no se ciñe a estas dos figuras. Junto a éstos, aparecen
otras personas que, sin haber sido parte en el contrato, adquieren derechos y
obligaciones derivados del mismo. Se trata del asegurado y del beneficiario.

Esta complejidad puede ser mayor si tenemos en cuenta otras personas que,
sin ser parte del contrato, gravitan alrededor de su órbita, como el mediador de
seguros o el tercero perjudicado del seguro de responsabilidad civil.

 EL ASEGURADOR: La obligación principal del asegurador, a cambio


de recibir la prima convenida, es la de pagar la indemnización o
prestación pactada. Esta obligación, de carácter genérico o abstracto,
en el momento de suscribir el contrato, se convierte en una obligación
cierta y concreta cuando se produce el siniestro.
 EL TOMADOR: La principal obligación del tomador de un seguro
consiste en pagar la prima de dicho seguro, además, cuando se hace
presente un siniestro (una enfermedad en un seguro de salud), está
obligado a informar sobre la misma a efectos de que las consecuencias
sean lo menos graves posible.
 EL BENEFICIARIO: En desarrollo de la obligación de evitar la
extensión y propagación del siniestro, el Asegurado tiene la obligación
de suspender los pagos al Contratista, derivados del contrato
garantizado hasta tanto defina la responsabilidad del mismo.
 EL MEDIADOR: formular propuestas de conciliación, respetando las
políticas públicas y las normas imperativas.
Contrato de garantía

En un sentido lato, el contrato de garantía es todo negocio o acto


jurídico que asegure el cumplimiento de una obligación principal
mediante la constitución de una seguridad de carácter personal o real,
creada a favor del acreedor, ya sea en forma bilateral o unilateral.
Como se observa, la materia cuadra dentro del ordenamiento del
derecho privado, tratándose de un contenido contractual y
concretamente de las seguridades que dicho ordenamiento ofrece al
interés del acreedor. Los ordenamientos legales organizan el sistema
de garantía del cumplimiento de las obligaciones teniendo en cuenta la
distinción romana en garantías personales y garantías reales. El
contrato de garantía en general es aquel que se conviene entre las
partes interesadas, en forma contemporánea o sucesiva (deudor,
acreedor y fiador o garante), que fuera de las figuras típicas señaladas
puede ser un contrato accesorio, innominado o unilateral que asegure
por medio de un compromiso real -aunque implícito o eventual- el
cumplimiento de una obligación contraída por el deudor de parte de
una tercera persona obligada. Actualmente la figura típica del contrato
de garantía personal lo constituye la fianza y como garantías reales
están la prenda, la hipoteca y la anticresis.
La fianza, es un contrato tripartito, pues intervienen tres elementos
personales, el fiado, el acreedor y la afianzadora. Por su parte el
seguro es un contrato bipartito y cuenta sólo con dos elementos
personales, la aseguradora y el asegurado.
Para que una obligación esté dotada de plena validez, es necesario
que los sujetos (acreedor y deudor) sean capaces legalmente, es decir,
puedan disponer de su patrimonio, independientemente de que realicen
una actividad comercial u otra distinta. De lo anterior se pueden
destacar como elementos de la obligación, los siguientes:
 El acreedor.
 El deudor.
 El objeto (dar, hacer o no hacer).

No obstante, los contratos pueden estar afectados de invalidez, por las


causas establecidas en el artículo 1795 del Código Civil Federal (CCF).

Debido a que en el ámbito empresarial es frecuente que se formalicen


diversas relaciones jurídicas al contratar un servicio, adquirir materias
primas o diversos bienes, es importante conocer las formas en que se
pueden adquirir, transmitir y extinguir las obligaciones.
Contrato de fianza

El contrato de fianza es una convención que dice de garantía personal


en virtud de la cual un tercero, ajeno al negocio principal garantizado,
se compromete a responder, subsidiaria o solidariamente, del
cumplimiento ante el acreedor, en lugar del deudor, que es el obligado
principal, para el caso en que este no cumpla. El contrato de fianza es
básicamente gratuito y consensual, pues se perfecciona por la simple
manifestación de voluntad del fiador aceptada por el acreedor, ya lo
quiera y lo conozca el deudor, o incluso aunque lo ignore.
Su función principal consiste en garantizar el cumplimiento de
obligaciones, mediante el establecimiento de la fianza como
instrumento de garantía. · Al obligarse a cumplir las obligaciones
afianzadas, si sus fiados no lo hacen, prestan a estos su propia
solvencia.
 el fiador: El fiador se obliga a responder de una deuda ajena, con el
propio crédito, asegura el cumplimiento de una obligación contraída por
otra persona distinta. Sabido es que nadie puede ser fiador de sí
mismo. En los términos de este artículo, la fianza se perfecciona por el
acuerdo de voluntades de fiador y acreedor
 el acreedor: El acreedor está obligado a aceptar el pago hecho por un
tercero; pero no está obligado a subrogarle en sus derechos, fuera de
los casos previstos en los artículos 2058 y 2059. Artículo 2073. El pago
debe hacerse al mismo acreedor o a su representante legítimo. Artículo
2074.
 la afianzadora: Otorgar fianzas a título oneroso. Garantizar obligaciones
licitas, asegurables en un contrato. una obligación legal inconformidad
fiscal, convenio de pago de Impuestos.

. Por su parte el seguro es un contrato bipartito y cuenta sólo con dos


elementos personales, la aseguradora y el asegurado.
El fideicomiso

Es un contrato mediante el cual una persona física o moral, nacional o


extranjera; afecta ciertos bienes o derechos para un fin lícito y
determinado, en beneficio propio o de un tercero, encomendando la
realización de dicho fin a una institución fiduciaria. Los bienes podrán ser
bienes inmuebles, recursos en efectivo, valores, derechos de pólizas de
seguro, acciones, entre otros. Fue una figura creada dentro del derecho de
sucesión, bajo la cobertura de la relación de confianza entre semejantes.
De esta forma una persona encargaba a otra la entrega de alguna riqueza
hereditaria, para un tercer individuo. Antiguamente, para llevar a cabo un
fideicomiso no era obligatorio ningún requisito, ya que solo bastaba con la
voluntad de las partes. Así mismo, para finiquitarlo sólo era necesaria la
buena voluntad entre las partes. Con el paso de los años, el imperio
romano creó una jurisdicción de pretores para fideicomisos.

 Fiduciante: Establecer un fin lícito, sin contravenir la moral y el


orden público; Remunerar al Fiduciario; Asumir los gastos del
Fideicomiso; y, Cumplir con la presentación de la información para
su debida diligencia.

 Fiduciario: “De acuerdo con el artículo 644 del Código de Comercio,


las obligaciones y atribuciones del fiduciario son las siguientes:
llevar a cabo todos los actos necesarios para la realización del
fideicomiso; identificar los bienes fideicometidos y mantenerlos
separados de sus propios bienes; rendir cuenta de su gestión.

 Fideicomisario: Exigir el cumplimiento de las disposiciones


contempladas en el fideicomiso. Impugnar aquellos actos cometidos
por parte del usuario en calidad de mala fe o en extralimitación de
sus funciones o facultades. Exigir al fiduciario la rendición de
cuentas siempre y cuando esta facultad no sea exclusiva del
fideicomitente.

Contrato de cajas de seguridad


El contrato de alquiler de cajas de seguridad es un contrato mixto, que integra
elementos propios del arrendamiento y del depósito. Es un contrato sui generis
caracterizado por la cesión del uso de un espacio y una prestación de custodia
o vigilancia. Es un contrato atípico con causa única, resultado de la fusión de la
causa de cesión del uso propia del arrendamiento y de la causa de custodia
propia del depósito. La terminología tradicional sugiere que se trata de un
arrendamiento de cosas (art. 1.543 C.c). Pero la naturaleza de la operación no
se corresponde con el arrendamiento del Derecho común. No constituye un
arrendamiento de cosas, dado que el titular no posee la cosa arrendada, sólo la
utiliza, y cuando la utiliza, lo hace bajo la vigilancia de la banca. Pero tampoco
es un depósito, pues la custodia no recae directamente sobre los objetos que
se hayan introducido en la caja. La prestación de custodia tiene lugar sobre la
caja de seguridad y los locales donde ésta se encuentra. No es un contrato real
que se perfeccione con la entrega de la cosa al depositario. La banca
desconoce los objetos que se introducen en la caja. Ni recibe la cosa ajena ni
asume, por tanto, la obligación de restituirla. La doctrina francesa propone
encuadrar este tipo de depósitos en la categoría de contrat de garde (contrato
de vigilancia), en la que también se incluirían aquellas categorías de depósito
en las que el depositario tampoco llega a detentar los objetos depositados,
como sucede en el depósito de los «efectos introducidos por los viajeros en las
fondas y mesones» (art. 1.783 C.c). Esta posición doctrinal destaca la
característica esencial del contrato de alquiler de cajas de seguridad, a saber,
la obligación de la entidad de crédito de vigilar la caja y los objetos que
contenga. El banquero queda obligado a ceder el uso de la caja de seguridad al
titular. Debe mantener, durante la vigencia del contrato, la caja en estado de
servir para el uso pactado. También debe mantener al titular en el uso pacífico
y exclusivo de la caja. La existencia del contrato no se condiciona a que el
cliente haga un uso efectivo de la caja. El contrato mantiene su vigencia
aunque el cliente no utilice la caja. El uso de la caja por el titular debe contar
con la colaboración del banquero, que a través de un empleado facilita el uso
cada vez que lo requiera el titular, quien debe respetar el horario y demás
condiciones de uso de la caja pactadas en el contrato. El uso es personal, pero
se admiten las autorizaciones y apoderamientos. En relación con la obligación
de custodia, el banquero debe procurar la seguridad de la caja y de su
contenido. La obligación de custodia tiene una doble vertiente. La entidad de
crédito debe velar tanto por la seguridad de los locales y de las cajas como por
la seguridad y secreto de los objetos depositados en el interior de las cajas. La
entidad de crédito asegura la integridad de la caja como medio para conservar
el contenido. La banca debe respetar el secreto del uso de la caja. El titular
tiene derecho a que el banquero realice su labor de vigilancia respetando el
secreto del que goza en el uso de la caja.

Contrato de tiempo compartido


La prestación del servicio de tiempo compartido, independientemente del
nombre o de la forma que se dé al acto jurídico correspondiente, consiste en
poner a disposición de una persona o grupo de personas, el uso, goce y demás
derechos que se convengan sobre un bien o parte del mismo, en una unidad
variable dentro de una clase determinada, por períodos previamente
convenidos, mediante el pago de alguna cantidad, sin que, en el caso de
inmuebles, se transmita el dominio de éstos (de acuerdo a lo estipulado en el
ARTÍCULO 64 de la Federal de Protección al Consumidor, publicada en el
Diario Oficial de la Federación el 9 de abril del 2012). Es el derecho a usar
semanas o intervalos de un Desarrollo Turístico durante un periodo específico.
Es la compra anticipada de una vacación por determinado número de años. Es
importante entender que propiedad vacacional es una comodidad que es
comprada para ser disfrutada y utilizada a través de los años. Uno nunca debe
comprar un tiempo compartido con la intención de revenderlo para sacar
provecho económico. Las vacaciones son un tiempo de esparcimiento por el
que pagamos dinero para relajarnos y rejuvenecernos; no son inversiones. La
propiedad de un tiempo compartido es muy similar a la propiedad de un
condominio excepto que tus derechos de uso están limitados a cierta semana o
intervalos durante el año. El concepto básico consiste en dividir la unidad de
hospedaje en 52 intervalos de uso para ser vendidos individualmente. La
industria del tiempo compartido ha cambiado bastante desde su comienzo a
mediados de los 60s. Si bien el concepto básico se mantiene igual (múltiples
familias compartiendo el uso de una unidad de hospedaje de vacaciones
durante diferentes semanas en el año) su valor, utilidad, imagen y popularidad
han provocado que los observadores de la industria predigan que está a punto
de convertirse en la opción Número Uno de los vacacionistas en el mundo en el
transcurso de los próximos 10 años.

El contrato de tiempo compartido es aquél por virtud del cual una de las partes
llamada prestador se obliga a conceder a la otra llamada usuario-turista el
derecho de usar y gozar de una unidad residencial vacacional, los bienes
muebles que en ella se encuentren y en su caso, las instalaciones, áreas y
servicios comunes, limitado el ejercicio de este derecho a un número de días al
año por un periodo determinado de años, quien se obliga a pagar como
contraprestación un precio cierto y las cuotas ordinarias anuales para el
mantenimiento, la operación, administración y los servicios que reciba. El
tiempo compartido se ha convertido, en la actualidad, en una institución
turística que refleja, en la mayoría de los casos, novedosas y diferentes formas
del derecho a la recreación.

Contrato de suministro
El contrato de suministro es aquel por virtud del cual el suministrante se obliga
con el suministrado a proporcionarle una determinada o determinable cantidad
de artículos, objetos, insumos, bienes o servicios durante un lapso o periodo de
tiempo, a cambio de un precio cierto y en dinero. El suministro se clasifica
como un contrato atípico, innominado, consensual por oposición a real,
bilateral, conmutativo, sinalagmático, de tracto sucesivo y que contiene
obligaciones complejas de dar, hacer y no hacer. Por tanto, aun cuando las
obligaciones son complejas, las de mayor relevancia son de dar, ya que el
suministrante tiene que entregar los bienes materia del contrato, aunque
excepcionalmente, si se trata de prestar servicios, puede ser una obligación de
hacer, y el suministrado pagar el precio acordado en el contrato por los bienes
o por la realización de los servicios acordados. De tal suerte, si bien el contrato
de suministro también puede tener por objeto la prestación de algún servicio,
no por ello adquiere la connotación de este último, pues la característica
esencial del contrato de prestación de servicios es que debe ser siempre intuitu
personae, es decir, el obligado debe cumplir las obligaciones que contraiga en
forma personal, pues se toma en cuenta la calidad de la persona a quien se le
encargó el trabajo profesional, lo que no ocurre con el contrato de suministro.
Un contrato de suministros es un acuerdo por el que un proveedor se
compromete a suministrar una serie de bienes o servicios a un cliente con un
precio y condiciones previamente pactados. El contrato de suministro puede ser
definido como el contrato por el que una parte (suministrador o proveedor) se
obliga a entregar a la otra (suministrado), a cambio de precio unitario que
puede pagarse periódicamente o caso por caso, cosas muebles que han de ser
objeto de entregas sucesivas, en el momento y cantidad.

a) La primera y prácticamente única obligación, es pagar el precio pactado. EI


precio, no es necesariamente en dinero: puede ser en especie, o parte en
dinero y parte en especie.

b) Otra obligación del suministrado es recibir la cosa objeto del suministro.

Ejemplos típicos de obligaciones principales en el contrato de suministro, son el


pago del precio completo o la entrega de mercancía no defectuosa. El
incumplimiento también puede venir referido sobre la cantidad de pedidos
mínimos. El contrato de suministro es un tipo particular contrato mediante el
cual el proveedor (o suministrador) se compromete a realizar en el tiempo una
serie de prestaciones periódicas, determinadas o indeterminadas, a cambio del
pago de un precio, que puede ser unitario o por cada prestación periódica.

Contrato de agencia

En el artículo 2 de este cuerpo legal se define el Contrato de Agencia como


aquel mediante el cual “una persona natural o jurídica, denominada Agente, se
obliga frente a otra, de manera continuada o estable y a cambio de una
remuneración, a promover actos u operaciones de comercio por cuenta ajena,
o a promoverlos y concluirlos por cuenta y en nombre ajenos, como
intermediario independiente, sin asumir, salvo pacto en contrario, el riesgo y
ventura de tales operaciones”. Ante esta definición, podemos concluir que la
norma es aplicable a cualquier modalidad del contrato de agencia. Sin
embargo, ha de tenerse en cuenta que quedan expresamente excluidas todas
aquellas figuras que cuenten con una normativa específica (ej. agentes de
seguros), por imperativo del artículo 3, primer párrafo. Igualmente, debe
resaltarse que la Ley de Agencia tiene carácter obligatorio, lo que supone que
los pactos de las partes deberán adaptarse a todas sus disposiciones, salvo
que expresamente se establezca en la misma Ley la no obligatoriedad de
alguna de sus cláusulas. Un contrato de agencia es aquel que se lleva a cabo
entre una parte, el agente y otra, la empresa, en el que el primero se
compromete a realizar una serie de servicios comerciales de forma
independiente y a cambio de una retribución.

En un contrato de agencia pactan dos partes que habitualmente se denominan


de la siguiente forma:

 El empresario o comitente: El comitente está obligado a satisfacer al


contado al comisionista, mediante cuenta justificada, el importe de todos
sus gastos y desembolsos, con el interés comercial desde el día en que
los hubiere hecho.

 El agente o comisionista: Artículo 290. El comisionista estará obligado a


dar oportunamente noticia a su comitente, de todos los hechos o
circunstancias que puedan determinarle a revocar o modificar el
encargo. Asimismo debe dársela sin demora, de la ejecución de dicho
encargo.

 Indemnización por clientela: En todo caso la indemnización por clientela


debe respetar un límite máximo, según dice la Ley, correspondiente al
importe medio anual de las remuneraciones percibidas por el agente
durante los últimos cinco años o, durante todo el período de duración del
contrato, si éste fuese inferior.
 Indemnización de daños y perjuicios: Cuando un hecho u omisión ilícitos
produzcan un daño moral, el responsable del mismo tendrá la obligación
de repararlo mediante una indemnización en dinero, con independencia
de que se haya causado daño material, tanto en responsabilidad
contractual como extracontractual.

Contrato de cesión
La cesión de contrato implica que se da una situación triangular, de tal forma
que existirá la figura de cedente, cesionario y contratante cedido. En cuanto al
cedente, es la persona que decide ceder su posición en el contrato a una
tercera persona ajena al mismo. El cesionario será la tercera persona que
pasará a ocupar la posición contractual cedida por el cedente. Y el contratante
cedido, es la parte que soporta dicha cesión. En la cesión de contratos, una
parte transmite a otra persona los deberes y derechos establecidos en un
contrato ya firmado con otra persona. Deben mantenerse las características del
contrato original, a diferencia de la novación, de la cual surge un nuevo
contrato. Se requiere el consentimiento del cedido. Pueden ser cedidos
contratos de arrendamiento, contratos de uso temporal de viviendas con fines
turísticos, entre otros. La cesión de contratos de arrendamiento debe
diferenciarse del subarriendo. El cedente mantiene algunas obligaciones, como
por ejemplo garantizar el cumplimiento del contrato. La cesión de contrato de
arriendo es regida por la Ley de Arrendamientos Urbanos, que en su artículo 8
determina que la cesión por el arrendatario requiere el consentimiento del
arrendador. Los partícipes de la cesión de contrato son: Cedente: Es la persona
o entidad que renuncia a sus derechos y obligaciones en favor de otro.
Cesionario: Es quien recibe los facultades y asume los deberes del cedente.
Cedido: Es la contraparte del cedente en el acuerdo original. En la cesión de
contratos, una parte transmite a otra persona los deberes y derechos
establecidos en un contrato ya firmado con otra persona. Deben mantenerse
las características del contrato original, a diferencia de la novación, de la cual
surge un nuevo contrato. Se requiere el consentimiento del cedido. El contrato
en virtud del cual una de las partes asume la obligación contraída por otra,
previa conformidad del acreedor, liberando al antiguo deudor y operándose la
transmisión a título particular de la obligación.

 Cedente: Es la persona o entidad que renuncia a sus derechos y


obligaciones en favor de otro, El cedente está obligado a garantizar la
existencia o legitimidad del crédito al tiempo de hacerse la cesión, a no
ser que aquél se haya cedido con el carácter de dudoso.

 Cesionario: Es quien recibe los facultades y asume los deberes del


cedente, ARTÍCULO 2049. El cesionario debe, por su parte, satisfacer al
cedente todo lo que haya pagado por las deudas o cargas de la herencia
y sus propios créditos contra ella, salvo si hubiere pactado lo contrario.

 Cedido: Es la contraparte del cedente en el acuerdo original.

Contrato de concesión
El contrato de concesión, también denominado de distribución en exclusiva, es
aquel contrato concertado entre dos operadores económicos, en el que uno de
ellos se compromete a comercializar (en nombre y cuenta propios), los
productos de la otra parte del contrato. El producto o distribuidor (que será el
conceedente) otorga al concesionario la exclusiva de reventa de sus productos
dentro de una zona geográfica determinada y bajo sus directrices de
supervisión. El contrato de concesión es un contrato de duración e intuitu
personae, y además tiene como notas características, en primer lugar, que la
exclusiva que el concedente da al concesionario para un área geográfica
supone que el concedente no podrá contratar con ningún tercero para distribuir
sus productos en régimen de competencia para el concesionario; y, en
segundo lugar, que el concesionario interviene frente a terceros en nombre
propio, organizando su actividad empresarial por su cuenta y riesgo, y con sus
propios medios. Los contratos de distribución son por naturaleza de duración
porque las prestaciones de las partes se prolongan necesariamente en el
tiempo. La problemática deriva de esto, es doble: de una parte, el límite legal
de la duración de la relación obligatoria con prestaciones duraderas, su
determinación son indeterminación y de otra, la forma en que incide en la
relación, principalmente en su rescisión. Un contrato de concesión es aquel
contrato entre dos personas con el objeto de otorgar a una persona llamada
concesionario, la prestación, operación, explotación, organización y/o gestión,
total o parcial, de un producto, marca o servicio, o la construcción, explotación
o conservación de una obra o bien destinados al servicio o uso público como
en el caso de las concesión que hace el estado para la construcción y
administración de una autopista, puerto, aeropuerto, etc., así como aquellas
actividades necesarias para la adecuada prestación o funcionamiento de la
obra o servicio por cuenta y riesgo del concesionario y bajo la vigilancia y
control de la entidad contratante.

 Concedente. La persona, entidad o empresa dueña, propietaria del


producto, servicio marca, patente, La obligación principal es el
suministro al concesionario de la mercancía acordada. Si existe pacto de
exclusiva, no puede suministrárselos a otros revendedores que actúen
en la misma zona.
 Concesionario. La persona, entidad o empresa que explota por su
cuenta el producto, servicio, marca, patente, El concesionario estará
obligado a mantener en buen estado los bienes a transferirse a favor del
gobierno federal, al término de la concesión; el gobierno federal durante
la décima parte de tiempo que proceda a la fecha de reversión, vigilará
que el concesionario cumpla con esta obligación.

Contrato de transacción
La transacción es un contrato por el cual las partes haciéndose recíprocas
concesiones, terminan una controversia presente o previenen una futura.
Artículo 2945. La transacción que previene controversias futuras, debe constar
por escrito si el interés pasa de doscientos pesos. La transacción es un
contrato por virtud del cual las partes, haciéndose recíprocas concesiones,
previenen una confro- versia futura o determinan una presenfe, con el objeto de
evitar la incertidumbre jurídica en cuanto al alcance de sus prestaciones y
derechos o los resultados aleatorios de un juicio presenfe o futuro. Un contrato
de transacción es un contrato firmado ante un Notario Público por el cual las
partes haciéndose recíprocas concesiones, terminan una controversia presente
o previenen una futura. El objeto jurídico, a su vez, se divide en directo e
indirecto. El primero es la creación, transmisión, modificación o extin- ción de
derechos y obligaciones; el indirecto puede ser un dar, un hacer o una
abstención. El objeto material es la cosa que se obligan a dar, el hecho a
realizar o la abstención. La transacción se clasifica en: judicial, extrajudicial,
pura, compleja, declarativa Ytraslativa.

La transacción es: Un contrato consensual, pues la mera promesa de alguna


cosa es susceptible de poner fin a la controversia. Un contrato bilateral o
sinalagmático y recíproco, en cuanto las cesiones o concesiones de cualquiera
de las partes encuentran correspondencia en la propia contemporización de la
otra parte.

Formarían parte de este contrato el Arrendador, el Arrendatario, y el Fiador,


siempre y cuando consienta la transacción. En otras palabras, un contrato es
un pacto de obligaciones y derechos entre dos personas (jurídicas y/o
naturales) que se comprometen a respetar los términos acordados por escrito,
y se someten a las leyes del país para resolver cualquier disputa surgida en
torno a los términos del acuerdo. La transacción es un contrato por el cual las
partes haciéndose recíprocas concesiones, terminan una controversia presente
o previenen una futura. Artículo 2945. La transacción que previene
controversias futuras, debe constar por escrito si el interés pasa de doscientos
pesos. Artículo 2946.

Contrato de remolque
El contrato de remolque es aquel por el que el naviero de un buque se
compromete, mediante precio determinado a desplazar de un lugar a otro un
buque distinto. Obedece a la necesidad de determinados buques que se ven en
la imposibilidad de maniobrar en puertos, siendo precisa la ayuda de uno o
varios remolcadores. El remolque es un contrato por virtud del cual una de las
partes, naviero-remolcador, se obliga a cambio de la contraprestación
económica pactada, a emplear su propio buque bien para desplazar otro buque
o cuerpo flotante (remolque transporte) bien para proporcionar al buque
remolcado la fuerza motriz necesaria para maniobrar en el área portuaria o en
otras zonas de navegación restringida o dificultosa (remolque maniobra). Se
trata de un contrato que carece de regulación normativa propia en el ámbito del
Derecho español, que se encuentra sometido a los términos de los pactos
habidos entre las partes y, en defecto de tal pacto, al régimen de los contratos
de obra y de servicios. En sentido amplio, el remolque marítimo puede ser
entendido como el desplazamiento de un buque mediante la tracción de otro.
Su evolución en el marco del sector le ha permitido desarrollar tres actividades
diversas, a saber: la maniobra, el transporte y la seguridad. El contrato de
remolque transporte, regula la operación de trasladar por agua una
embarcación u otro objeto de un lugar a otro, bajo la dirección del capitán de la
embarcación remolcadora, mediante el suministro por ésta de toda o parte de
la fuerza de tracción. El Código de Comercio no reguló esta figura contractual,
mientras que la Ley 60/1962, de 24 de diciembre, sobre auxilios, salvamentos,
remolques, hallazgos y extracciones marítimas, sólo se ocupaba, propiamente,
del aspecto remuneratorio de las prestaciones. Posteriormente, el artículo 263
f) del Real Decreto Legislativo 2/2011, de 5 de septiembre, por el que se
aprueba el Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina
Mercante (y que sustituye a la Ley 27/1992, de 24 de noviembre, de Puertos
del Estado y de la Marina Mercante), pasó a disponer que las competencias
sobre remolques pasarían al Ministerio de Fomento, en tanto que el artículo
108.2 de la Ley de Puertos 2/2011 se ocupaba del remolque portuario, a saber,
el ejecutado por la Autoridad Portuaria. Al respecto, existen formularios-tipo,
que son conocidos bajo las expresiones inglesas Towco y Towhire. Por el
contrato de remolque, señala el art. 301 LNM, el armador de un buque se
obliga, a cambio de un precio, a realizar con él la maniobra necesaria para el
desplazamiento de otro buque, embarcación o artefacto naval, o bien a prestar
su colaboración para las maniobras del buque remolcado o, en su caso, el
acompañamiento o puesta a disposición del buque. El contrato estudiado es un
contrato atípico que no obtiene particular regulación normativa, sino que deriva
de su aplicación práctica. Asimismo, son notas características del contrato de
remolque su bilateralidad y su carácter consensua.

Contrato estimatorio o a consignación


El contrato estimatorio es un tipo de contrato mercantil que suelen celebrar los
fabricantes o los mayoristas, con minoristas, y consiste en que una de las
partes, denominada "tradens", entrega a la otra, denominada "accipiens"
bienes para que los venda en un periodo de tiempo determinado. Una vez que
se haya cumplido el plazo, deberá pagar los bienes que haya vendido y
devolver los que no haya vendido, o bien quedárselos hasta su venta. El
comerciante minorista asume el riesgo de daños o desperfectos que puedan
sufrir las mercancías, y si éstas sufriesen deterioros o daños, tendría que
pagárselas al mayorista. Hay que tener en cuenta que recibirá una contra
prestación denominada comisión por el servicio prestado. Este contrato posee
gran incidencia práctica pues constituye la forma habitual de operar de muchos
sectores, pero sigue suponiendo una alternativa a la compraventa sin
integrarse como un contrato de distribución en sentido estricto. La principal
diferencia con un contrato de compraventa ordinario, estriba en que la entrega
de los bienes que realiza el fabricante o el mayorista no transmite la propiedad
al minorista, pero sí la plena disposición de los mismos. La principal ventaja de
este tipo de contrato para los minoristas, es que no tienen que hacer
desembolso de dinero hasta que no vendan la mercancía. Y la principal ventaja
para los mayoristas y fabricantes, que pueden ser utilizados como un medio
para introducirse en el mercado.

Que se haga el pago por una persona capaz. Que se haga a acreedor el cual
en todo caso debe ser capaz recibir, o a su representante. Que haya expirado
el plazo o se haya cumplido la condición de la obligación. Que el pago sea
ofrecido en el lugar debido. Es el mecanismo jurídico que complementa el
ofrecimiento de pago cuando el acreedor no acepta dicha oferta y el deudor
pretende liberarse de la obligación. Consiste en el depósito de la cosa que el
deudor debe, de suerte que quede a disposición del acreedor.

 Nombre de las partes, que venderán y comprarán los bienes muebles.


 Descripción de los bienes muebles que se venderán.
 Monto del precio al que se deberán vender los bienes

El consignante transmitirá la posesión de los bienes al consignatario, y en su


momento, la propiedad de los mismos al adquirente; en caso contrario, estará
obligado a responder por los daños y perjuicios causados, así como por el
saneamiento en caso de evicción de los bienes dados en consignación o por
los vicios.

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