Contratos Mercantiles
Contratos Mercantiles
Contratos Mercantiles
Depositante:
Depositario:
Es aquel que recibe del depositante los bienes que son objeto del depósito.
Una carta de crédito es un medio de pago que ofrece un alto nivel de seguridad
al vendedor en las operaciones comerciales internacionales, en ella se
mencionan tanto los derechos como las obligaciones de las partes que
intervienen y están reguladas por la Cámara de Comercio Internacional. Las
partes que intervienen en la emisión de una carta de crédito son: ordenante
(comprador/importador), beneficiario (vendedor) y banco emisor (emite la carta
a favor del beneficiario por orden del importador. Adquiere la responsabilidad
frente al ordenante de notificarle al vendedor y pagarle mediante el banco
corresponsal una vez que se hayan cumplido los términos y condiciones
establecidas). Una carta de crédito confiere tanto al comprador como al
vendedor un alto grado de seguridad. El primero confirma que es merecedor de
un crédito por el total de la operación y tiene como garantía que el comprador
no va a retener el pago bajo ninguna circunstancia. Y el segundo está tranquilo
ya que los pagos dentro del marco del crédito se van a efectuar con rapidez. En
una carta de crédito intervienen como mínimo las partes que suscriben el
contrato mercantil objeto de garantía y al menos una entidad financiera que
actúa como garante del pago de la operación.
De esta manera el porteador, salvo pacto en contrario, puede estipular con otra
persona la conducción de las mercancías conservando ese carácter respecto
de la persona con quien haya contratado primero y tomará el de cargador en
relación con la segunda, concluyendo que el último porteador tendrá la
obligación de entregar la carga a quien hizo la encomienda. El contrato de
transporte puede ser verbal; en general, se materializa en la llamada «carta de
porte», cuya emisión no es obligatoria, una vez extendida representa el título
legal del contrato, tiene una utilidad probatoria trascendente. Las partes pueden
exigirse mutuamente la carta de porte.
Arrendatario: pagar un precio periódico (plazos) por concepto de ese uso con
opción de compra.
Es una opción entre las empresas que buscan crecer y que también es habitual
entre los emprendedores que no cuentan con la capacidad para adquirir los
bienes necesarios para sus negocios. Entre los bienes que suelen arrendarse
destacan automóviles para servicios, equipo especializado y oficinas, equipos
de cómputo, almacenes, aviones y otras propiedades.
Esta complejidad puede ser mayor si tenemos en cuenta otras personas que,
sin ser parte del contrato, gravitan alrededor de su órbita, como el mediador de
seguros o el tercero perjudicado del seguro de responsabilidad civil.
El contrato de tiempo compartido es aquél por virtud del cual una de las partes
llamada prestador se obliga a conceder a la otra llamada usuario-turista el
derecho de usar y gozar de una unidad residencial vacacional, los bienes
muebles que en ella se encuentren y en su caso, las instalaciones, áreas y
servicios comunes, limitado el ejercicio de este derecho a un número de días al
año por un periodo determinado de años, quien se obliga a pagar como
contraprestación un precio cierto y las cuotas ordinarias anuales para el
mantenimiento, la operación, administración y los servicios que reciba. El
tiempo compartido se ha convertido, en la actualidad, en una institución
turística que refleja, en la mayoría de los casos, novedosas y diferentes formas
del derecho a la recreación.
Contrato de suministro
El contrato de suministro es aquel por virtud del cual el suministrante se obliga
con el suministrado a proporcionarle una determinada o determinable cantidad
de artículos, objetos, insumos, bienes o servicios durante un lapso o periodo de
tiempo, a cambio de un precio cierto y en dinero. El suministro se clasifica
como un contrato atípico, innominado, consensual por oposición a real,
bilateral, conmutativo, sinalagmático, de tracto sucesivo y que contiene
obligaciones complejas de dar, hacer y no hacer. Por tanto, aun cuando las
obligaciones son complejas, las de mayor relevancia son de dar, ya que el
suministrante tiene que entregar los bienes materia del contrato, aunque
excepcionalmente, si se trata de prestar servicios, puede ser una obligación de
hacer, y el suministrado pagar el precio acordado en el contrato por los bienes
o por la realización de los servicios acordados. De tal suerte, si bien el contrato
de suministro también puede tener por objeto la prestación de algún servicio,
no por ello adquiere la connotación de este último, pues la característica
esencial del contrato de prestación de servicios es que debe ser siempre intuitu
personae, es decir, el obligado debe cumplir las obligaciones que contraiga en
forma personal, pues se toma en cuenta la calidad de la persona a quien se le
encargó el trabajo profesional, lo que no ocurre con el contrato de suministro.
Un contrato de suministros es un acuerdo por el que un proveedor se
compromete a suministrar una serie de bienes o servicios a un cliente con un
precio y condiciones previamente pactados. El contrato de suministro puede ser
definido como el contrato por el que una parte (suministrador o proveedor) se
obliga a entregar a la otra (suministrado), a cambio de precio unitario que
puede pagarse periódicamente o caso por caso, cosas muebles que han de ser
objeto de entregas sucesivas, en el momento y cantidad.
Contrato de agencia
Contrato de cesión
La cesión de contrato implica que se da una situación triangular, de tal forma
que existirá la figura de cedente, cesionario y contratante cedido. En cuanto al
cedente, es la persona que decide ceder su posición en el contrato a una
tercera persona ajena al mismo. El cesionario será la tercera persona que
pasará a ocupar la posición contractual cedida por el cedente. Y el contratante
cedido, es la parte que soporta dicha cesión. En la cesión de contratos, una
parte transmite a otra persona los deberes y derechos establecidos en un
contrato ya firmado con otra persona. Deben mantenerse las características del
contrato original, a diferencia de la novación, de la cual surge un nuevo
contrato. Se requiere el consentimiento del cedido. Pueden ser cedidos
contratos de arrendamiento, contratos de uso temporal de viviendas con fines
turísticos, entre otros. La cesión de contratos de arrendamiento debe
diferenciarse del subarriendo. El cedente mantiene algunas obligaciones, como
por ejemplo garantizar el cumplimiento del contrato. La cesión de contrato de
arriendo es regida por la Ley de Arrendamientos Urbanos, que en su artículo 8
determina que la cesión por el arrendatario requiere el consentimiento del
arrendador. Los partícipes de la cesión de contrato son: Cedente: Es la persona
o entidad que renuncia a sus derechos y obligaciones en favor de otro.
Cesionario: Es quien recibe los facultades y asume los deberes del cedente.
Cedido: Es la contraparte del cedente en el acuerdo original. En la cesión de
contratos, una parte transmite a otra persona los deberes y derechos
establecidos en un contrato ya firmado con otra persona. Deben mantenerse
las características del contrato original, a diferencia de la novación, de la cual
surge un nuevo contrato. Se requiere el consentimiento del cedido. El contrato
en virtud del cual una de las partes asume la obligación contraída por otra,
previa conformidad del acreedor, liberando al antiguo deudor y operándose la
transmisión a título particular de la obligación.
Contrato de concesión
El contrato de concesión, también denominado de distribución en exclusiva, es
aquel contrato concertado entre dos operadores económicos, en el que uno de
ellos se compromete a comercializar (en nombre y cuenta propios), los
productos de la otra parte del contrato. El producto o distribuidor (que será el
conceedente) otorga al concesionario la exclusiva de reventa de sus productos
dentro de una zona geográfica determinada y bajo sus directrices de
supervisión. El contrato de concesión es un contrato de duración e intuitu
personae, y además tiene como notas características, en primer lugar, que la
exclusiva que el concedente da al concesionario para un área geográfica
supone que el concedente no podrá contratar con ningún tercero para distribuir
sus productos en régimen de competencia para el concesionario; y, en
segundo lugar, que el concesionario interviene frente a terceros en nombre
propio, organizando su actividad empresarial por su cuenta y riesgo, y con sus
propios medios. Los contratos de distribución son por naturaleza de duración
porque las prestaciones de las partes se prolongan necesariamente en el
tiempo. La problemática deriva de esto, es doble: de una parte, el límite legal
de la duración de la relación obligatoria con prestaciones duraderas, su
determinación son indeterminación y de otra, la forma en que incide en la
relación, principalmente en su rescisión. Un contrato de concesión es aquel
contrato entre dos personas con el objeto de otorgar a una persona llamada
concesionario, la prestación, operación, explotación, organización y/o gestión,
total o parcial, de un producto, marca o servicio, o la construcción, explotación
o conservación de una obra o bien destinados al servicio o uso público como
en el caso de las concesión que hace el estado para la construcción y
administración de una autopista, puerto, aeropuerto, etc., así como aquellas
actividades necesarias para la adecuada prestación o funcionamiento de la
obra o servicio por cuenta y riesgo del concesionario y bajo la vigilancia y
control de la entidad contratante.
Contrato de transacción
La transacción es un contrato por el cual las partes haciéndose recíprocas
concesiones, terminan una controversia presente o previenen una futura.
Artículo 2945. La transacción que previene controversias futuras, debe constar
por escrito si el interés pasa de doscientos pesos. La transacción es un
contrato por virtud del cual las partes, haciéndose recíprocas concesiones,
previenen una confro- versia futura o determinan una presenfe, con el objeto de
evitar la incertidumbre jurídica en cuanto al alcance de sus prestaciones y
derechos o los resultados aleatorios de un juicio presenfe o futuro. Un contrato
de transacción es un contrato firmado ante un Notario Público por el cual las
partes haciéndose recíprocas concesiones, terminan una controversia presente
o previenen una futura. El objeto jurídico, a su vez, se divide en directo e
indirecto. El primero es la creación, transmisión, modificación o extin- ción de
derechos y obligaciones; el indirecto puede ser un dar, un hacer o una
abstención. El objeto material es la cosa que se obligan a dar, el hecho a
realizar o la abstención. La transacción se clasifica en: judicial, extrajudicial,
pura, compleja, declarativa Ytraslativa.
Contrato de remolque
El contrato de remolque es aquel por el que el naviero de un buque se
compromete, mediante precio determinado a desplazar de un lugar a otro un
buque distinto. Obedece a la necesidad de determinados buques que se ven en
la imposibilidad de maniobrar en puertos, siendo precisa la ayuda de uno o
varios remolcadores. El remolque es un contrato por virtud del cual una de las
partes, naviero-remolcador, se obliga a cambio de la contraprestación
económica pactada, a emplear su propio buque bien para desplazar otro buque
o cuerpo flotante (remolque transporte) bien para proporcionar al buque
remolcado la fuerza motriz necesaria para maniobrar en el área portuaria o en
otras zonas de navegación restringida o dificultosa (remolque maniobra). Se
trata de un contrato que carece de regulación normativa propia en el ámbito del
Derecho español, que se encuentra sometido a los términos de los pactos
habidos entre las partes y, en defecto de tal pacto, al régimen de los contratos
de obra y de servicios. En sentido amplio, el remolque marítimo puede ser
entendido como el desplazamiento de un buque mediante la tracción de otro.
Su evolución en el marco del sector le ha permitido desarrollar tres actividades
diversas, a saber: la maniobra, el transporte y la seguridad. El contrato de
remolque transporte, regula la operación de trasladar por agua una
embarcación u otro objeto de un lugar a otro, bajo la dirección del capitán de la
embarcación remolcadora, mediante el suministro por ésta de toda o parte de
la fuerza de tracción. El Código de Comercio no reguló esta figura contractual,
mientras que la Ley 60/1962, de 24 de diciembre, sobre auxilios, salvamentos,
remolques, hallazgos y extracciones marítimas, sólo se ocupaba, propiamente,
del aspecto remuneratorio de las prestaciones. Posteriormente, el artículo 263
f) del Real Decreto Legislativo 2/2011, de 5 de septiembre, por el que se
aprueba el Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina
Mercante (y que sustituye a la Ley 27/1992, de 24 de noviembre, de Puertos
del Estado y de la Marina Mercante), pasó a disponer que las competencias
sobre remolques pasarían al Ministerio de Fomento, en tanto que el artículo
108.2 de la Ley de Puertos 2/2011 se ocupaba del remolque portuario, a saber,
el ejecutado por la Autoridad Portuaria. Al respecto, existen formularios-tipo,
que son conocidos bajo las expresiones inglesas Towco y Towhire. Por el
contrato de remolque, señala el art. 301 LNM, el armador de un buque se
obliga, a cambio de un precio, a realizar con él la maniobra necesaria para el
desplazamiento de otro buque, embarcación o artefacto naval, o bien a prestar
su colaboración para las maniobras del buque remolcado o, en su caso, el
acompañamiento o puesta a disposición del buque. El contrato estudiado es un
contrato atípico que no obtiene particular regulación normativa, sino que deriva
de su aplicación práctica. Asimismo, son notas características del contrato de
remolque su bilateralidad y su carácter consensua.
Que se haga el pago por una persona capaz. Que se haga a acreedor el cual
en todo caso debe ser capaz recibir, o a su representante. Que haya expirado
el plazo o se haya cumplido la condición de la obligación. Que el pago sea
ofrecido en el lugar debido. Es el mecanismo jurídico que complementa el
ofrecimiento de pago cuando el acreedor no acepta dicha oferta y el deudor
pretende liberarse de la obligación. Consiste en el depósito de la cosa que el
deudor debe, de suerte que quede a disposición del acreedor.