Judengloben-Gardyn
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Introducción
Breve reseña
3 Gallart, 2003.
4 Actualmente, el nivel medio técnico atiende a cerca de 480.000 alumnos, es decir, casi un 23% más que en 1985. Cabe señalar que, en el mismo período, la matrícula total del
nivel secundario creció más del 100%.
En este nuevo período, se formula una política educativa que se presenta diferenciada
con respecto a la etapa anterior a través de nuevas leyes de educación, entre las que se desta-
can: la Ley de Financiamiento Educativo Nº 26.075, la Ley de Educación Técnico Profesional
Nº 26.058 y la Ley de Educación Nacional Nº 26.206.
La sanción de la nueva Ley de Educación Técnica –en septiembre de 2005– fue recibida
con una mezcla de expectativas y “cautela” en el sector. Después de más de una década de
vigencia de la Ley Federal de Educación, una nueva norma nacional se presentaba para re-
parar esa grave “omisión” que había tenido la LFE para con la educación técnica y que había
llevado a su casi disolución en muchas jurisdicciones.7 Sin embargo, más allá del discurso, los
instrumentos prescriptos por la ley se apoyan en concepciones que tienen más continuidades
que rupturas respecto del período de los 90, por lo que se mantiene la anterior lógica “frag-
mentadora” en cuanto al diseño y modelo de implementación de política pública, en parti-
cular, con relación a los roles y funciones que se asignan a los actores de los niveles nacional,
jurisdiccional e institucional. En ese sentido:
• Los Estados provinciales son los responsables del sostenimiento principal de las es-
cuelas, en los aspectos de infraestructura y personal.
• La Nación, a través del INET, concentra recursos “adicionales”8 que asigna a través
de proyectos institucionales y jurisdiccionales, reservándose la función evaluadora.
• Los criterios de evaluación se basan en supuestos muchas veces implícitos o que no
han sido consensuados suficientemente. El INET continúa ubicándose en el lugar del
saber “experto”.
• La gestión descansa y se sustenta en las desiguales capacidades de gestión de las ju-
risdicciones e instituciones.
• El modelo de gestión “autónoma” de las escuelas se sustenta en el “voluntarismo” de
directivos y docentes, en tanto no se crean las condiciones materiales necesarias para
el tipo de trabajo que se plantea.9
• La Nación conserva la función de homologación/acreditación de títulos.
7 En algunas jurisdicciones esto involucró su desaparición, ya que su subsistencia quedó librada a la definición política, las posibilidades y las condiciones jurisdiccionales e
institucionales, dado que la nueva estructura académica la reducía a trayectos u orientaciones específicas del ciclo Polimodal.
8 Se trata de recursos provenientes del “Fondo para el mejoramiento de la educación técnico profesional”, creado por la nueva ley, o de fuentes externas.
9 Aquí se hace referencia, por ejemplo, a la inexistencia de espacios y tiempos para el trabajo institucional de planificación de proyectos.
Aquí, buscan mecanismos por los cuales la culpa de que las escuelas no reciban equipa-
miento la tienen ellas mismas. Más allá de las buenas intenciones –y sabemos de la gente
valiosa que en regiones como la nuestra está involucrada en el “Plan de Mejoras”–, el me-
canismo es inaceptable: “¿Presentaste el proyecto para que tengamos un torno? ¡Cómo no
lo presentaste!” Y si lo presentaste y no vino: “¡será porque lo hiciste mal!, formulaste mal
su fundamento, o su desarrollo, o excediste los objetivos educativos…”. En la Argentina de
Tinelli sería: “bailaste mal, patinaste mal, entonces no se cumple tu sueño. (Vicedirector y
docente de ET, provincia de Buenos Aires)
10 En este sentido, el análisis permitió establecer que el Programa funciona como un mecanismo de control por incentivos (premios y castigos) y como modalidad de asignación
de recursos. Es decir, se trata de un dispositivo que genera competencia entre las escuelas por el acceso a los recursos públicos, dando continuidad así a la lógica de las políticas
neoliberales de la época reformista, principales causantes de la profundización de la segmentación del sistema educativo.
¿Desde cuándo las escuelas tienen que presentar un proyecto para demostrar que necesitan
tizas? Pues bien, parece que nosotros tenemos que hacer proyectos para demostrar que
necesitamos un torno, una agujereadora, algún voltímetro o amperímetro, herramientas,
materiales, etc. (Vicedirector de ET, provincia de Buenos Aires)
Las críticas centrales señalan que este modelo de gestión, basado en la escuela, impide
la construcción de una necesaria visión integral del sistema de educación técnica, ni siquiera
a nivel local, que se trata de recursos adicionales que no resuelven los problemas de fondo o
más estructurales, como infraestructura, equipamiento integral, capacitación docente, etc.,
y que se profundizan las desigualdades entre instituciones.
En vistas a esos problemas, el INET ha incorporado, recientemente, líneas de finan-
ciamiento a nivel jurisdiccional. Es decir, para disponer de un cupo de esos recursos, cada
jurisdicción debe formular un Plan Jurisdiccional de Mejora, en el marco de líneas especí-
ficas que establece la Nación. Estos planes pueden constituir un avance en el sentido de la
necesaria orientación y articulación de los dispares proyectos institucionales que se están
implementando (a través del Plan de Mejora).
Sin embargo, si pensamos en un enfoque de planificación integral, que conciba la edu-
cación media técnica como uno de los componentes fundamentales de un proyecto nacional
de desarrollo productivo, se advierte que resulta imprescindible la real participación de otros
actores, tanto del sistema educativo y científico como de la producción y el trabajo, en parti-
cular de la pequeña y mediana empresa, que puede ser la mayor generadora de trabajo, y es
la que más sufre la falta de personal calificado. En este esquema, se señala la necesidad de
abrir un debate profundo para la reformulación de los planes de estudio.
En síntesis, aún no existe una planificación integral para la reconstrucción del sistema
de enseñanza técnica y la disponibilidad de los recursos necesarios.
11 El INET, con el acuerdo del Consejo Federal de Educación, recientemente, ha establecido “Marcos referenciales” para iniciar el proceso de homologación de títulos.
12 Los testimonios a los que se alude corresponden a entrevistas realizadas en el marco del Proyecto de investigación UBACyT: “La articulación político-administrativa del sistema
educativo. Estudio de casos: el Instituto Nacional de Educación Técnica –INET– y el Instituto Nacional de Formación Docente –INFD–“, (sub-equipo que estudia la educación
técnica). Cátedra Administración de la Educación, FFyL, UBA.
13 Ver Testa, 1988, y Gallart, 2006.
Esto significa, por ejemplo, recuperar ese modelo que llevó a la Escuela Técnica del Asti-
llero Río Santiago a mantener ciertas rotaciones de taller con los experimentados artesanos
especializados en soldadura, en ajuste mecánico, en tornería, en montaje, y que han dado
muestras suficientes de sus conocimientos y habilidades por el solo hecho de que han sido
parte de la construcción de decenas de barcos. Maestros de Taller como esos van desapare-
ciendo de las escuelas técnicas y, en varios aspectos, no tienen reemplazo.
Muchos docentes a cargo de materias prácticas y específicas son egresados de profeso-
rados que no tienen laboratorios, que no tienen talleres, que no tienen prácticas, si bien se
trata de profesorados que se avalan desde las autoridades educativas. Pareciera un trabajo
de “pinza”: el sistema pone en duda la importancia del conocimiento científico y manual y,
al mismo tiempo, no prepara en profundidad a los docentes para el saber y el saber hacer.
Es difícil recuperarse, y el cambio debe ser muy profundo, y no solo en la escuela técnica
propiamente dicha, sino también en aquellas instituciones que están directamente vinculadas,
como los profesorados técnicos, y que todo esto se refleje en las habilitaciones de los títulos.
Estos cambios profundos, que recuperen una escuela para aprender, implican, ineludi-
blemente, otros planes de estudio, y no enmendar los que se tienen, poniendo en práctica el
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