Romanticismo
Romanticismo
Romanticismo
Los románticos glorificaron la belleza y los ideales y dieron rienda suelta a las
emociones, de hecho en algunos casos el artista se encerraba en sí mismo y se aíslaba
de la sociedad. El espíritu creativo era más importante que la estricta observancia de
las reglas de la sociedad, pues el artista romántico quería escapar de la realidad
inmediata que le oprimía y preocupaba. Por esta razón, sus obras suelen representar
épocas pasadas o lugares lejanos.
Se educó en el Stift de Tubinga, donde entabló amistad con el futuro filósofo Friedrich
Schelling y el poeta Friedrich Hölderlin. Admiraba las obras de Platón, Aristóteles,
Descartes, Spinoza, Kant y Rousseau, así como la Revolución Francesa, que acabó
rechazando cuando cayó en manos del Terror jacobino. Aunque se ha supuesto que
fue víctima de una epidemia de cólera que asoló su país durante el verano y el otoño
de 1831, estudios recientes indican que la causa de su muerte es desconocida y no el
cólera, lo que descarta esta última posibilidad. Fue el padre del historiador Karl von
Hegel (1813-1901).
Además de la Fenomenología del espíritu, se considera que las obras más importantes
de Hegel son la Ciencia de la lógica (1812-1816), la Enciclopedia de las ciencias
filosóficas (1817, con varias reimpresiones posteriores) y la Filosofía del derecho
(Grundlinien der Philosophie des Rechts, 1821). Además, hay otras obras que son
recopilaciones de sus conferencias sobre diversos temas, publicadas póstumamente
como volúmenes temáticos, que también pueden ser muy relevantes para estudios
más específicos.
La filosofía de Hegel afirmaba que todo lo que es real es también racional y que todo lo
que es racional es real y que el fin de la historia es la parusía del espíritu y el
desarrollo histórico puede compararse al desarrollo de un organismo, en el que cada
componente actúa sobre el resto y tiene determinadas funciones.
Hegel afirma que es una norma divina, que en todo está la voluntad de Dios que debe
conducir al hombre a la libertad; por eso se le considera panteísta. Justifica así las
desgracias históricas: toda la sangre y el dolor, la pobreza y las guerras son "el precio"
que hay que pagar por la libertad de la humanidad.
En el campo de la estética o filosofía del arte, Hegel distingue el arte libre del arte
servil, que tiene una finalidad ajena a él, como la decoración. Es el arte libre el que
será estudiado, porque tiene una finalidad propia, es libre y verdadero, porque es una
posibilidad de expresar lo divino de forma sensible. De este modo, el arte se aproxima
al modo de manifestación de la naturaleza, que es necesario y serio y obedece a leyes.
Puesto que el arte tiene como esencia el espíritu, se deduce que su esencia es el
pensamiento, de modo que los productos del arte bello, aparte de la libertad y
discreción que puedan tener como partícipes del espíritu, son esencialmente para la
propia forma artística son limitados. Hay un momento en que el arte satisface las
necesidades de la mente, pero debido a su carácter limitado, ya no lo hará.
Por eso los productos de las bellas artes son una alienación del espíritu en lo sensible.
La verdadera misión del arte es dar a conocer los verdaderos intereses del espíritu, y
por eso el arte, pensado por la ciencia, logra su propósito.
Hegel distingue tres formas de arte: la forma de arte simbólico, la forma de arte
clásico y la forma de arte romántico. Éstas marcan el camino de la idea en el arte; son
relaciones diferentes entre contenido y forma.
El arte simbólico es una simple búsqueda de una forma para un contenido aún
indeterminado. La figura es deficiente, no expresa la idea, porque el hombre parte del
material sensual de la naturaleza y construye una forma a la que atribuye un
significado por medio de símbolos, y esto en su carácter ambiguo llena todo arte
simbólico de un misterio que sitúa la forma por encima del contenido. Hegel compara
esta forma de arte con el arte de la construcción, que no muestra lo divino, sino su
exterior, su morada, y se refiere a la arquitectura de culto, más concretamente a la
arquitectura egipcia, india y judía.
La forma artística clásica crea un equilibrio entre forma y contenido, la idea no sólo
se determina sino que se agota en su manifestación, el arte y la escultura griegos son
el arte de la forma clásica. Para los griegos, las esculturas griegas no eran imágenes
del dios, sino el dios mismo que expresaba su espíritu absoluto y su religión en el
arte. El arte, por su propia naturaleza, pertenece siempre al pasado porque se realiza
a sí mismo en el pasado; en el arte griego alcanza su fin último, la representación
total de la idea, Esto es lo que Hegel quiere decir cuando habla del carácter pasado del
arte.
Pero es precisamente debido al carácter limitado del arte que este equilibrio debe
romperse, y aquí es donde entra en juego la forma artística romántica. También aquí
hay un desequilibrio entre forma y contenido, ya no encajan perfectamente, pero es la
forma la que no representa el espíritu porque el contenido supera a la forma. Las
artes de esta forma son la pintura, la música y la poesía.