Actividad de Practica-Acuicultura
Actividad de Practica-Acuicultura
Actividad de Practica-Acuicultura
Acuicultura I
Estudiantes NOTA
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Fecha: ___________________________________
En tiempos de peligro
En tiempos de peligro Tendemos a pensar que los grandes inventos de la humanidad son los de nuestra
época; por eso está bien que alguien nos recuerde que las edades de los grandes inventos fueron
aquellas en que inventamos el lenguaje, domesticamos el fuego y las semillas, convertimos en
compañeros de aventura al caballo y al perro, la vaca y la oveja, inventamos el amor y la amistad, el
hogar y la cocción de los alimentos, en que adivinamos o presentimos a los dioses y alzamos nuestros
primeros templos, cuando descubrimos el consuelo y la felicidad del arte tallando gruesas Venus de
piedra, pintando bisontes y toros y nuestras propias manos en las entrañas de las grutas.
Los grandes inventos no son los artefactos, ni las cosas que nos hacen más eficaces, más veloces, más
capaces de destrucción y de intimidación, de acumulación y de egoísmo.
Los grandes inventos son los que nos hicieron humanos en el sentido más silvestre del término: el que
utilizamos para decir que alguien es generoso, compasivo, cordial, capaz de inteligencia serena y de
solidaridad. Todos advertimos que hay en el proceso de humanización, no como una conquista plena
sino como una tendencia, la búsqueda de la lucidez, de la cordialidad, de la responsabilidad, de la
gratitud, de la generosidad, de la celebración de los dones del mundo. Es inquietante saber que no es
tanto la ignorancia sino el conocimiento lo que nos va volviendo tan peligrosos.
“Allí donde crece el peligro crece también la salvación”, dijo Hölderlin. Entonces estos tiempos, los de
ahora, son los mejores: porque llaman a la renovación de la historia. Y si es en la cultura donde surge el
peligro, es allí donde tenemos que buscar la salvación.
Adaptado de: Ospina, W. (15 de julio de 2012). En tiempos de peligro. Recuperado el 04 de agosto, de periódico El Espectador: http://www.elespectador.com/opinion/columna-
359788-tiempos-de-peligro
El tema
La tipología textual
Redacte la conclusión
1
¿Cuál de los siguientes no es un texto continuo?
Un cuento
Una fábula
Un mapa
Un artículo de opinión
2
¿ Cuál es el propósito de este texto?
Invitar a leer
Enseñar a leer
Texto continuo
Texto discontinuo
Texto Visual
Adornar un texto
Entretener al lector
3
De acuerdo a los valores expresados ¿ En qué país se podría dar esto?
Chile
En un país europeo
No se puede saber
En Enero
En Febrero
En Marzo
En Abril
4
8 ¿A quiénes está dirigido el afiche?
A los padres.
A los escolares.
A los profesores.
A las autoridades.
9 ¿Qué sección informa específicamente sobre cómo protegerse en las redes sociales?
“Pide ayuda”
“Habla con alguien”
“Bloquea a la persona”
“Guarda la publicación o foto”
10 ¿Qué tienen en común las secciones “Habla con alguien” y “Pide ayuda”?
El autocuidado.
La responsabilidad.
La conciencia cívica.
El apoyo entre pares.
12. COMPLETA:
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Datos
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6
Lee el siguiente texto discontinuo y luego responde las preguntas 13 a 18.
7
13 ¿En qué país se festeja el día de la amistad en una menor proporción?
Venezuela.
Colombia.
México.
Chile.
17
21
38
64
Ir a bailar.
Salir a comer.
Salir a beber.
Ver un espectáculo.
Entretener.
Persuadir.
Informar.
Enseñar.
18. COMPLETA
Título
Origen de esta
información.
Datos objetivos
expresados en
Elementos gráficos
usados
Ambos somos feos. Ni siquiera vulgarmente feos. Ella tiene un pómulo hundido. Desde los ocho años, cuando le hicieron la
operación. Mi asquerosa marca junto a la boca viene de una quemadura feroz, ocurrida a comienzos de mi adolescencia.
Tampoco puede decirse que tengamos ojos tiernos, esa suerte de faros de justificación por los que a veces los 8 horribles
consiguen arrimarse a la belleza. No, de ningún modo. Tanto los de ella como los míos son ojos de resentimiento, que sólo
reflejan la poca o ninguna resignación con que enfrentamos nuestro infortunio. Quizá eso nos haya unido. Tal vez unido
no sea la palabra más apropiada. Me refiero al odio implacable que cada uno de nosotros siente por su propio rostro.
Nos conocimos a la entrada del cine […]
Durante una hora y cuarenta minutos admiramos las respectivas bellezas del rudo héroe y la suave heroína. Por lo menos yo
he sido siempre capaz de admirar lo lindo. Mi animadversión la reservo para mi rostro y a veces para Dios. También para
el rostro de otros feos, de otros espantajos. Quizá debería sentir piedad, pero no puedo. La verdad es que son algo así
como espejos. A veces me pregunto qué suerte habría corrido el mito si Narciso hubiera tenido un pómulo hundido, o el
ácido le hubiera quemado la mejilla, o le faltara media nariz, o tuviera una costura en la frente.
La esperé a la salida. Caminé unos metros junto a ella, y luego le hablé. Cuando se detuvo y me miró, tuve la impresión de que
vacilaba. La invité a que charláramos un rato en un café o una confitería. De pronto aceptó.
[…]
Nos sentamos, pedimos dos helados, y ella tuvo coraje (eso también me gustó) para sacar del bolso su espejito y arreglarse el
pelo. Su lindo pelo.
“¿Qué está pensando?”, pregunté.
Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma. “Un
lugar común”, dijo. “Tal para cual”.
Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia. De pronto me
di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba traspasar la
sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía. Decidí tirarme a fondo.
“Usted se siente excluida del mundo, ¿verdad?” “Sí”,
dijo, todavía mirándome.
“Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a
su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida.”
“Sí.”
Por primera vez no pudo sostener mi mirada.
“Yo también quisiera eso. Pero hay una posibilidad, ¿sabe?, de que usted y yo lleguemos a algo.” “¿Algo cómo
qué?”
“Como querernos, caramba […]”.
Tomado y adaptado de: Benedetti, M. (1968). La noche de los feos.
Recuperado de https://ciudadseva.com/texto/la-noche-de-los-feos/
19. Cuando el narrador afirma que en ocasiones siente “animadversión” por su rostro y por Dios, hace
alusión a un sentimiento de
A. repulsión.
B. fobia.
C. afecto.
D. asombro.
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