Diabetes Mellitus Protocolo
Diabetes Mellitus Protocolo
Diabetes Mellitus Protocolo
CONCEPTO
Las manifestaciones metabólicas suelen ser las que motivan la consulta urgente y las
que orientan al diagnóstico de la enfermedad. Se caracterizan básicamente por
poliuria, polidipsia, polifagia, pérdida de peso, hiperglucemia y glucosuria.
Las manifestaciones vasculares aparecen en enfermos con DM de larga evolución y,
por tanto y en general, ya diagnosticados. Puede afectarse cualquier órgano y sistema,
tanto por alteración macrovascular, como el corazón (cardiopatía isquémica), el
sistema nervioso central (accidente cerebrovascular) y los miembros inferiores
(arteriopatía periférica y pie diabético), como por afectación de la microcirculación,
como los ojos (retinopatía), el riñón (nefropatía) y el sistema nervioso periférico
(neuropatía y disautonomía).
DIABETES TIPO 2
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
DIABETES MELLITUS
Glucemia plasmática al azar, es decir, en cualquier momento del día y por tanto
independientemente de la ingestión de alimento, igual o superior a 200 mg/dl,
siempre que se acompañe de síntomas de diabetes, como poliuria, polidipsia, polifagia
y pérdida inexplicable de peso. No necesita confirmación posterior.
Glucemia plasmática basal (en ayunas) igual o superior a 126 mg/dl. Se considera
ayuno cuando no se ha producido ningún aporte calórico en las 8 horas anteriores a la
determinación sanguínea.
Glucemia plasmática igual o superior a 200 mg/dl a las 2 horas de una prueba de
tolerancia oral realizada con 75 g de glucosa.
HbA1c igual o superior al 6,5%.
Cuando el cribado es positivo (glucemia a los 60 min ≥140 mg/dl) está indicada la realización
de una prueba de tolerancia con 100 g de glucosa oral para determinar la glucemia basal y a
los 60, 120 y 180 minutos. Los límites normales máximos de la glucemia en estas
determinaciones son 105, 190, 165 y 140 mg/dl, respectivamente (tabla 2). Si al menos dos de
estas cuatro determinaciones están alteradas, puede establecerse el diagnóstico de DMG. Si la
glucemia basal es igual o superior a 126 mg/dl en dos determinaciones, o mayor de 200 mg/dl
en cualquier momento del día, se realiza el diagnóstico de DMG sin necesidad de hacer la
sobrecarga con 100g de glucosa.
Si la glucemia basal es igual o superior a 126 mg/dl en dos determinaciones, o mayor de 200
mg/dl en cualquier momento del día, se realiza el diagnóstico de DMG sin necesidad de hacer
la sobrecarga con 100 g de glucosa.
Para realizar el diagnóstico de tolerancia anormal a la glucosa, el paciente debe tener, a las 2
horas de una prueba de tolerancia oral a la glucosa, una glucemia igual o superior a 140 mg/dl
e inferior a 200 mg/dl.
Identifica a los pacientes con una glucemia basal igual o superior a 100 mg/dl e inferior a 126
mg/dl.
TRATAMIENTO
Los pilares en los que se basa el tratamiento de la DM son las modificaciones en el estilo de
vida (fundamentalmente alimentación saludable y ejercicio físico), la insulina y otras terapias
no insulínicas (antidiabéticos orales [ADO] y subcutáneos) adaptadas a las características
individuales de cada paciente y a su entorno. En este apartado solo se mencionan brevemente
aquellos aspectos que pueden ser útiles al valorar a un paciente diabético en urgencias.
ALIMENTACIÓN
El contenido de la dieta de una persona con DM no difiere actualmente del que se recomienda
para la población general, con la única limitación de la ingesta de azúcares refinados, por su
rápida absorción, y la necesidad de administrar una dieta hipocalórica en la DM2 asociada a
obesidad (aproximadamente 1500 kcal/día) o sobrepeso (1500-1800 kcal/día en el varón y
1200-1500 kcal/día en la mujer). No obstante, el aporte calórico diario debe individualizarse de
acuerdo con las características personales de cada paciente, determinadas por el metabolismo
basal (edad, sexo, talla y peso), el estado nutricional previo, el horario laboral, los hábitos
dietéticos y las actividades física y profesional.
EJERCICIO FÍSICO
INSULINA
Indicaciones
DM1.
DMG, si fracasa la dieta, y durante la lactancia.
Cetoacidosis diabética, descompensación diabética hiperosmolar no cetósica e
hiperglucemia aislada.
Diabetes secundaria a patología pancreática.
DM2, siempre que concurra alguna de las siguientes circunstancias:
Mal control de la glucemia con dosis máximas de ADO o antidiabéticos
subcutáneos. Se considera mal control metabólico cuando la HbA1c es
superior al 7%, aunque los objetivos de control deben ser individualizados. De
esta forma, se puede admitir un control menos estricto (HbA1c < 8%) en
pacientes de edad avanzada o con una esperanza de vida corta, comorbilidad o
antecedentes de hipoglucemias graves; y más estricto (HbA1c < 6,5%) en
pacientes jóvenes, con expectativas de vida larga y con un riesgo vascular no
elevado, siempre que este objetivo pueda conseguirse sin producir
hipoglucemias significativas.
Factores potencialmente desencadenantes de una descompensación
metabólica: traumatismos, intervenciones quirúrgicas, infecciones,
tratamiento corticoideo, etc.
Alergia o contraindicación a las terapias no insulínicas (insuficiencia hepática o
renal graves).
Tipos
La clasificación de los tipos de insulina puede hacerse según su procedencia u origen (humanas
y análogos de insulina) o su acción (rápidas, intermedias, mezclas o bifásicas, lentas o
retardadas). En la tabla 3 se describen los principios activos de las insulinas, su forma de
presentación, los dispositivos, el tipo de acción, el tiempo hasta el inicio del efecto y la
duración total del mismo.
Vías de administración
Vía subcutánea. Se utiliza por lo general para el tratamiento de base del paciente
diabético, independientemente de que se realice con insulinas de acción rápida,
intermedia, mezcla o retardada.
Vía intravenosa. Se reserva para el tratamiento de las complicaciones agudas
hiperglucémicas de la diabetes, por lo que solo se utiliza la insulina de acción rápida.
En los servicios de urgencias, ante estas situaciones, la insulina se administra
inicialmente en bolo o mediante bomba de infusión continua, y cuando la glucemia sea
inferior a 300 mg/dl, diluida en la sueroterapia seleccionada.
Efectos secundarios
El efecto secundario más frecuente y grave del tratamiento insulínico es la hipoglucemia. Otras
manifestaciones menos frecuentes son:
Tratamiento inicial
La distribución y las dosis de insulina recomendadas en este capítulo son orientativas y, por
tanto, aplicables a la mayoría de los pacientes, lo que no es óbice para que el tratamiento de la
DM sea individualizado, ya que hay enfermos que necesitan una pauta terapéutica distinta de
la que se ha expuesto.
Indicaciones y contraindicaciones
Las asociaciones de los distintos grupos de fármacos entre sí, y de estos con insulina, en el
tratamiento del paciente con DM2, están universalmente aceptadas, y se considera que la
metformina es el fármaco de elección en la mayoría de los casos.
Tratamiento inicial
Dada la evolución natural de la DM2, lo habitual es que con el tiempo sea necesaria la
asociación de varios fármacos para conseguir los objetivos de HbA1c deseados según el perfil
del paciente. Además, se ha demostrado que la combinación de fármacos que actúen por
diferentes mecanismos logra un mejor control metabólico. Aunque existen numerosos
consensos y guías de práctica clínica para el tratamiento de la DM2, la mayoría de ellos
recomiendan los siguientes pasos:
BIBLIOGRAFÍA