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JUICIO: “GLADYS GRACIELA

MACHUCA DE SEGOVIA S/ ACCIÓN


AUTÓNOMA DE NULIDAD DE
SENTENCIAS Y ACTOS
PROCESALES”.-------------------
--

ACUERDO Y SENTENCIA NÚMERO mil


cuatrocientos treinta y siete.-
En la Ciudad de Asunción, Capital de la
República del Paraguay, a los nueve días, del mes de
octubre, del año dos mil doce, estando reunidos en Sala
de Acuerdos los señores Ministros de la Excelentísima
Corte Suprema de Justicia MIGUEL OSCAR BAJAC, JOSÉ RAÚL
TORRES KIRMSER y CÉSAR ANTONIO GARAY, bajo la presidencia
del segundo de los nombrados, por Ante mí el Secretario
autorizante, se trajo a estudio el expediente intitulado:
“GLADYS GRACIELA MACHUCA DE SEGOVIA S/ ACCIÓN AUTÓNOMA DE
NULIDAD DE SENTENCIAS Y ACTOS PROCESALES”, a fin de
resolver los Recursos de Apelación y Nulidad interpuestos
por la Parte actora y por el codemandado
Pedro AlioBrizuela Sanabria, bajo la representación del
Abg. Oscar Osvaldo Ocampos A., contra el Acuerdo y
Sentencia Número 160, de fecha 14 de Diciembre del 2.009,
dictado por el Tribunal de Apelación en lo Civil y
Comercial de la Capital, Quinta Sala.--
Previo estudio de los antecedentes del caso, la
Excelentísima Corte Suprema de Justicia, Sala Civil y
Comercial, resolvió plantear las siguientes -------------
-----
CUESTIONES:
¿Han sido correctamente concedidos los Recursos?----
-----
¿Es nula la Sentencia apelada?-----------------------
-----
En caso contrario, se halla ajustada a Derecho?-----
-----
Practicado el sorteo de Ley, para determinar el
orden de votación, dio el siguiente resultado: TORRES
KIRMSER, GARAY Y BAJAC ALBERTINI.------------------------
-----------------------
A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA, EL SEÑOR MINISTRO
TORRES KIRMSER DIJO: A los efectos de determinar si los
recursos fueron correctamente concedidos, en la
particular especie de autos resulta oportuno delimitar,
ya en este estadio del acuerdo, el exacto tenor de las
decisiones recaídas en las instancias inferiores.--------
--------------------------------
De este modo, conviene reseñar el contenido de las
sentencias en juego. Por S.D. Nº 55, de fecha 26 de
febrero de 2007, el Juzgado de Primera Instancia en lo
Civil y Comercial de la Capital, Undécimo Turno,
resolvió: “1) HACER LUGAR parcialmente a la demanda de
Acción Autónoma de Nulidad promovida por la Sra. Gladys
Graciela Machuca contra el Sr. Pedro Alio Brizuela y
Hiram Osvaldo Segovia Mazacote, y en consecuencia
declarar la nulidad parcial en cuanto al segundo punto de
la S.D. Nº 580 de fecha 20 de Julio de 1995 dictada por
el Juzgado de igual Clase y Jurisdicción del Sexto Turno
y la cancelación de la inscripción a favor del Sr.
Pedro Alio Brizuela en los Registros Públicos, del 50% de
la Finca No 8192 del Distrito de San Roque, por los
fundamentos expuestos en el exordio de la presente
resolución. 2) IMPONER las costas a la parte demandada.
3) ANOTAR...” (sic., f. 165 vlto.).-----------
Recurrida dicha sentencia, el Tribunal de Apelación
en lo Civil y Comercial de la Capital, Quinta Sala, por
S.D. Nº 160, de fecha 14 de diciembre de 2009, resolvió:
“1.- DESESTIMAR el recurso de nulidad interpuesto en
autos. 2.- REVOCAR, en forma parcial, la S.D. Nº 55 de
fecha 26 de febrero de 2007, dictada por el Juzgado de
Primera Instancia en lo Civil y Comercial del Undécimo
Turno, de esta Capital, en la parte que hace lugar
parcialmente a la demanda promovida por Acción Autónoma
de Nulidad la Sra. Gladys Graciela Machuca contra los
señores Pedro Alio Brizuela e Hiram Osvaldo
Segovia Mazzacotte, y en consecuencia declara la nulidad
parcial en cuanto al segundo punto de la S.D. Nº 580 de
fecha 20 de Julio de 1.995, dictada por el Juzgado de
Primera Instancia en lo Civil y Comercial del Sexto Turno
de esta Capital, y la cancelación de la inscripción en
los Registros Públicos, del 50% de la Finca No 5.182, del
Distrito de San Roque, por los fundamentos expuestos en
el Considerando de la presente resolución. 3.-IMPONER las
costas en el presente juicio, a la parte actora. 4.-
ANÓTESE... (sic., f. 190).-------------------------------
----------------------
Pese a la redacción un tanto confusa de dicha
sentencia, el sentido final de la decisión es claro, ya
que la resolución de primera instancia queda revocada en
cuanto a la decisión sobre el mérito, y la demanda
rechazada. En efecto, el apartado segundo de la sentencia
del Tribunal de Apelación, revoca la sentencia y luego
transcribe literalmente la decisión del juzgador de
primera instancia, remitiéndose a los considerandos (f.
190). Ahora bien, dichos considerandos son claros en el
sentido de indicar la improcedencia de la pretensión (f.
189 vlto.), con lo que la demanda queda totalmente
rechazada, sin que a ello obste la utilización del
vocablo “parcial” que, por lo dicho, parece guardar
relación con el hecho de que en primera instancia la
demanda fue acogida en forma parcial. En pocas palabras,
la pretensión resulta rechazada en su totalidad por parte
del Tribunal de Apelación.---------------------------
Se concluye, así, que la demanda quedó rechazada en
mérito a la decisión del Tribunal de Apelación. No
obstante ello, uno de los demandados, el Sr.
Pedro Alio Brizuela, apeló dicha decisión a través de la
labor de su representante convencional, Abg. Oscar
Osvaldo Ocampos (f. 200), concediéndosele los recursos
por A.I. Nº 464 de fecha 5 de julio de 2010 (f. 201).-
Ahora bien, dicha parte, siendo demandada,
obviamente está por el rechazo de la pretensión, tal como
lo solicitó en primera instancia (f. 65); y tal rechazo
fue exactamente lo decidido por el Tribunal de Apelación,
con costas a la actora; exactamente la misma pretensión
que se formula ante esta Sala Civil (f. 204 vlto.). Ahora
bien, el Tribunal de Apelación decidió, conforme a lo
expuesto, exactamente el rechazo de la demanda,
favoreciendo por completo los intereses del Sr.
Pedro Alio Brizuela; no obstante lo cual este apeló
igualmente. Este entendimiento, por lo demás, es común a
la actora, quien inequívocamente indica, a f. 208, que
los considerandos de la resolución recurrida “se halla
llena de argumentos en contra de la posición asumida por
mi parte” (sic.).---------------------
Aquí está claro que la sentencia en recurso no causa
gravamen a dicha parte, sino, muy por el contrario, la
beneficia. En estos términos, es claro que no concurre
mínimamente el requisito establecido por el art. 395 del
Cód. Proc. Civ., que requiere la existencia de gravamen
irreparable a los efectos de la procedencia de la
apelación. Aquí no hay gravamen sino beneficio para el
Sr. Pedro Alio Brizuela, por lo que los recursos
interpuestos por su parte deben irremediablemente ser
declarados mal concedidos, de acuerdo al art. 417 del
Cód. Proc. Civ. La instancia se abre solamente para la
actora, quien obtuvo en primera instancia el
reconocimiento de su pretensión y en segunda instancia
vio rechazado su reclamo. En estos términos propongo mi
voto a acuerdo respecto de la primera cuestión.----------
----------
A LA PRIMERA CUESTIÓN EL SEÑOR MINISTRO CÉSAR
ANTONIO GARAY DIJO: Adhiero opinión a la del Ministro
preopinante por idénticos fundamentos. Así voto.---------
--------------------
A SU TURNO, EL SEÑOR MINISTRO MIGUEL OSCAR BAJAC
ALBERTINI DIJO: Adherirse al voto del Ministro
preopinante, por compartir sus mismos fundamentos.-------
---------------------------------
A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA, EL SEÑOR MINISTRO
TORRES KIRMSER PROSIGUIÓ DICIENDO: Establecido que los
únicos recursos a tratar son los de la parte actora, la
misma funda la nulidad arguyendo que el Sr. Hirán Osvaldo
Segovia Mazzacotte, codemandado, no fue debidamente
notificado de la apertura de la causa a prueba en primera
instancia, ni de las sentencias definitivas dictadas en
primera y segunda instancias (fs. 209/210).--------------
--------------------------------------
Contesta el traslado el Abg. Oscar Osvaldo Ocampos
A., en representación del codemandado
Pedro Alio Brizuela, negando que corresponda la nulidad
de todo el presente proceso. A su vez, por A.I. Nº 1257,
de fecha 1 de junio de 2012, se dio por decaído el
derecho que dejó de usar el Sr. Hirán Osvaldo
Segovia Mazzacottepara contestar el
traslado corrídole (f. 232).-----------------------------
--------------------------
En torno a la posición procesal del
Sr. Hirán Osvaldo SegoviaMazzacotte, que es la que funda
en lo medular el presente recurso de nulidad, cabe
advertir que la misma no es motivo suficiente para anular
la sentencia recurrida. En efecto, se advierte que el
mismo fue notificado de la promoción de la demanda por
cédula de fecha 20 de mayo (fs. 13/14) al domicilio de la
calle Alberdi 454, correspondiente al domicilio real
denunciado en los autos respecto de los cuales se
promueve acción autónoma, que corren por cuerda (f. 14),
el que motivara la contestación de la demanda obrante a
f. 38 de dichos autos.-
Al no contestar la demanda el Sr.
Segovia Mazzacotte, se declaró su rebeldía por A.I. Nº
1127, de fecha 26 de junio de 1999 (f. 26).
Posteriormente, la sentencia de primera instancia le fue
notificada por cédula de fecha 19 de abril de 2007 (f.
168).----------------------------------------------------
----
En cuanto a la sentencia de segunda instancia, que
como vimos rechaza la demanda y por ende es favorable a
los intereses de los demandados, entre quienes se
encuentra el Sr. Segovia Mazzacotte, la misma, en virtud
de la medida de mejor proveer de fecha 13 de abril de
2011, dictada por esta Sala Civil (f. 217), le fue
notificadacedularmente el 25 de mayo de 2011 (f. 218); y
lo mismo sucedió con los traslados en esta instancia,
notificados por cédula de fecha 14 de febrero de 2012 (f.
229 y vlto.). En estas condiciones, existe noticia de las
actuaciones realizadas y de las sentencias recaídas, por
lo que el codemandado tuvo la plena posibilidad de
ejercer sus derechos procesales, ya que no fue omitido en
ninguna de las etapas procesales de referencia.----------
-------------------
Esta conclusión se mantiene incluso considerando el
informe del ujier notificador rendido a la hora de dar
noticia de la sentencia de primera instancia (f. 168).
Allí, el portero del edificio informó al ujier que
presuntamente el Sr. Hirán Osvaldo
Segovia Mazzacottehabría fallecido. En esta instancia,
sin embargo, la persona que recibió la notificación
indica que el Sr. Segovia Mazzacotte “se mudó hace más de
cinco años” (sic., f. 229 vlto.).------------------------
----------------
Hemos visto ya, líneas arriba, que el domicilio en
el cual se diligenciaron las cédulas de referencia en el
presente juicio ha sido el mismo que en su momento
resultó el domicilio real del Sr. Segovia Mazzacotte, sin
que haya prueba alguna de su muerte –la que solo puede
ser probada por los testimonios de las partidas y los
certificados auténticos emanados del Registro del Estado
Civil, conforme con el art. 35 del Cód. Civ.- o de su
mudanza. Empero, aun queriendo considerar como acaecidos
estos acontecimientos, el resultado final del juicio en
segunda instancia es favorable al Sr. Segovia Mazzacotte,
codemandado por la nulidad del proceso que corre por
cuerda; por lo que en el peor de los casos –que,
reiteramos, no es el supuesto de autos, por cuanto aquí
hubo efectivoanoticiamiento al demandado, quien tuvo
sobradas oportunidades de ejercer sus derechos en juicio-
la nulidad queda subsanada por la decisión favorable al
Sr. Segovia Mazzacotte, en los términos del art. 114 inc.
a) del Cód. Proc. Civ. En consecuencia, resulta aplicable
incluso la norma del art. 407 del Cód. Proc. Civ.----
Desestimada la alegación de nulidad hecha por la
recurrente; y convenientemente aclarado, a la hora de
estudiar la admisibilidad de los recursos, el alcance del
pronunciamiento hecho por el Tribunal de Alzada, con lo
que se advierte la ausencia de vicios de incongruencia en
los términos de los arts. 15 inc. d) y 159 inc. e) del
Cód. Proc. Civ., se advierte que no existen vicios o
defectos que autoricen a declarar la nulidad de la
sentencia en recurso de conformidad con los arts. 113 y
404 del Cód. Proc. Civ., por lo que el presente recurso
debe ser rechazado. Así voto.-----------------
A LA SEGUNDA CUESTIÓN EL SEÑOR MINISTRO CÉSAR
ANTONIO GARAY DIJO: Adhiero juzgamiento al del Ministro
preopinante por iguales razones. Así voto.---------------
--------------------
A SU TURNO, EL SEÑOR MINISTRO MIGUEL OSCAR BAJAC
ALBERTINI DIJO: Adherir al voto del Ministro preopinante
por compartir sus mismos fundamentos.--------------------
-------------------
A LA TERCERA CUESTIÓN PLANTEADA EL SEÑOR MINISTRO
TORRES KIRMSER DIJO: Al tiempo de estudiar la
admisibilidad de los recursos interpuestos ante esta Sala
Civil, y de decidir por la declaración de mala concesión
de los recursos interpuestos por el Sr.
Pedro AlioBrizuela, en razón de que la demanda fue
completamente rechazada por parte del Tribunal de
Apelación, hemos ya reseñado los términos de las
decisiones recaídas en primera y segunda instancia, con
lo que cabe pasar directamente al estudio de los agravios
pertinentes en esta sede.----------
La parte actora, en su memorial de agravios de fs.
210/212, niega que su parte haya obtenido beneficio
económico alguno de la venta del inmueble que
correspondía a la sociedad conyugal, y por el contrario
indica que no tuvo intervención en las negociaciones
llevadas a cabo por su esposo. En estos términos solicita
la revocación de la sentencia apelada.-------
Contesta el memorial el Abog. Oscar Osvaldo Ocampos
A., por la representación del Sr. Pedro Alio Sanabria
Brizuela, compartiendo el voto emitido por el Conjuez
Carmelo Castiglioni, del cual se desprende que la actora
podría tener acción, en todo caso, contra el vendedor, y
no contra su mandante. Por ello, al tiempo de remitirse a
sus alegatos, solicita el rechazo de la presente
demanda.-----------------
Por A.I. Nº 1257, de fecha 1 de junio de 2012, se
dio por decaído el derecho que dejó de usar el
Sr. Hirán Osvaldo SegoviaMazzacotte para contestar el
traslado corrídole (f. 232).-----------------------------
----------------------------
Así las cosas, conviene reseñar los argumentos
principales de la presente demanda. Aquí se promueve una
acción autónoma de nulidad en función de lo decidido en
los autos: “PEDRO ALIO BRIZUELA C/ HIRAM O. SEGOVIA
MAZZACOTTE S/ OBLIGACIÓN DE HACER ESCRITURA PÚBLICA Y
OTROS”, en el cual se condenó al Sr. Segovia Mazzacotte a
pagar una indemnización de daños y perjuicios al actor, y
además a suscribir la escritura pública de transferencia
del inmueble individualizado como Finca Nº 8192 del
Distrito de San Roque. Tal decisión se tomó por S.D. Nº
580, de fecha 20 de julio de 1995 (f. 126 y vlto. de los
autos que corren por cuerda), y quedó firme en
virtud de la caducidad de la instancia recursiva,
dispuesta por A.I. Nº 416, de fecha 26 de septiembre de
1996 (f. 145).------------------
La acción autónoma de nulidad, contra el proceso así
concluido, se basa en que el inmueble de referencia
pertenece a la sociedad conyugal constituida por la
actora, esto es, la Sra. Gladys Graciela Machuca de
Segovia, quien postula que debió ser parte en dicho
juicio, ya que el compromiso de venta suscripto por el
Sr. SegoviaMazzacotte solo lo comprometía personalmente,
y no a la comunidad (fs. 7/10). Estos son los términos de
la demanda.--------------------------------------
Ahora bien, aquí debe discriminarse cuidadosamente
la nulidad del acto impugnado, cuya escrituración se
dispuso por la sentencia definitiva a la que aludimos
líneas arriba; y la nulidad del proceso así llevado,
puesto que son dos aristas distintas que el estudio del
presente caso suscita.------------
En una primera aproximación, se trata únicamente de
la nulidad del proceso en sí mismo, esto es, de la
aplicación del art. 409 del Cód. Proc. Civ., es decir, la
acción autónoma de nulidad como modo de reparar la
omisión de terceros perjudicados por la decisión tomada
en el proceso de referencia. Ya no puede volverse sobre
el mérito de lo decidido en el juicio que corre por
cuerda, ni decidir sobre la validez o nulidad del
contrato que motivó dicha controversia. En la acción
autónoma de nulidad corresponde pronunciarse,
exclusivamente, sobre la necesidad de que el tercero que
alega perjuicio, en este caso, la esposa, haya tenido
intervención en dicho juicio.----------------------------
---------------------
Es decir, la nulidad que se alega en el marco de una
acción autónoma ex art. 409 del Cód. Proc. Civ. tiene
relación única y exclusivamente con la necesidad de
intervención de la esposa en el juicio de obligación de
escriturar promovido por el marido. Empero, el estudio de
esta cuestión requiere una incursión en el fondo de lo
debatido en el juicio cuya nulidad se reclama, a los
efectos de determinar la legitimación procesal y la
intervención de quienes hayan de verse afectados por la
sentencia. A este respecto, debe indicarse que la
escrituración definitiva, en ejecución de la sentencia,
se produjo por escritura de fecha 31 de agosto de 2000;
año en el cual se encontraba en vigencia la Ley 1/1992.
Allí se dispone, claramente, que cuando el acto de
disposición constituyere un fraude a los derechos del
consorte, el afectado podrá demandar su nulidad, siempre
que el tercero adquirente hubiere procedido de mala fe.
Esto es, se requiere, para el pronunciamiento de la
nulidad, la mala fe del tercer adquirente, de acuerdo al
mandato del art. 49 de la Ley 1/92. Aquí no solo hay
carencia completa de tal prueba, sino que incluso se
llevó todo un juicio a los efectos de que el adquirente
pueda hacerse con el bien, que registralmente era
solamente del Sr. Segovia Mazzacotte, conforme consta a
f. 203 de autos, con oposición de este último.-----------
--------------------------------------
En este sentido, la sanción de nulidad del acto de
disposición hecha por uno solo de los cónyuges queda
expresamente excluida por el art. 47 de la Ley 1/92, que
dispone: “Si como consecuencia de un acto de
administración o de disposición de bienes comunes,
llevado a cabo por uno solo de los cónyuges, hubiere
obtenido el mismo un lucro excesivo y ocasionado un
perjuicio a la comunidad, será deudor de la misma por el
importe del perjuicio causado, aunque el otro no lo
impugnase”. Esto es, la norma excluye expresamente la
nulidad del acto de disposición hecho por uno solo de los
cónyuges, limitándola solamente al caso de fraude al
consorte y mala fe del tercero en los términos del art.
49 de la Ley 1/92.-------
Al disponer expresamente el art. 47 de la Ley 1/92
una consecuencia distinta de la nulidad, en concordancia
con el art. 49 de la Ley 1/92, es claro que se prevé
expresamente una consecuencia distinta, de tinte
puramente resarcitorio, dejando a salvo la validez del
acto. En efecto, las únicas nulidades que pueden
declararse son las que se establecen de modo expreso o
implícito en la ley, de acuerdo al art. 355 del
Cód. Civ., y en este caso se establece expresamente una
sanción distinta de la nulidad para el acto de
disposición hecho por uno solo de los cónyuges,
procediendo la nulidad solo en el supuesto del art. 49 de
la Ley 1/92.---------------------------------------
Esto se ve confirmado, inequívocamente, por la
disposición del art. 27 del Cód. Civ., que dispone: “Los
actos prohibidos por las leyes son de ningún valor, si la
ley no establece otro efecto para el caso de
contravención”. En nuestro caso, el art. 47 de la Ley
1/92 impone expresamente el efecto resarcitorio a cargo
del cónyuge disponente, con lo que queda plenamente
excluido el remedio de la nulidad. Así lo entiende, por
lo demás, la doctrina que se ocupa del tema, que enseña:
“La invalidez concurre solamente cuando la misma esté
legalmente dispuesta. En otros términos, no basta que una
norma discipline el negocio, fijando, por ejemplo, un
determinado requisito: es necesario que la norma conmine
dicha sanción. Esta exigencia puede discutirse solamente
sobre la base de la errónea presuposición que la
invalidez sea una consecuencia lógica del vicio del
supuesto legal; pero contra dicha opinión, ya criticada
en general, debe repetirse, precisamente, que la
invalidez no es la sola consecuencia de la disconformidad
del negocio con la ley, que puede dar lugar a sanciones
distintas o incluso a la simple ineficacia (de donde
viene la necesidad de remitirse a las disposiciones
legales). Por otro lado, la exactitud de esta opinión,
expuesta abstractamente, puede apreciarse precisamente
partiendo de la actitud del código: se entiende que la
misma se encontrará plenamente probada donde pueda
determinarse que las mismas normasdisciplinadoras, o las
que las completan, a este respecto disponen expresamente
la invalidez (u otra sanción) para el caso en el que
vengan violadas (caso en el cual la cuestión perderá todo
interés práctico)” (Scognamiglio,
Renato. Contributo alla teoria del negoziogiuridico. Napo
li, Jovene, 2008 (reimpresión), 2ª ed., pp. 382-383).----
---------------------------------------------
Con más ajuste a nuestro caso concreto, se ha dicho,
en idéntico sentido que el aquí sostenido, lo siguiente:
“Las hipótesis para las cuales la ley dispone otra cosa
pueden ser: (...) b) hipótesis en las cuales la ley
asegura la efectividad de la norma imperativa con la
previsión de remedios distintos a la invalidez del
contrato, como por ejemplo la sujeción de las partes a
una específica sanción administrativa, o la obligación de
remover la situación creada con la violación de la norma
imperativa” (Galgano, Francesco. Il negozio giuridico,
en Trattato di Diritto Civile eCommerciale, dirigido
por Cicu, Antonio; Messineo, Francesco yMengoni, Luigi, y
continuado por Schlesinger, Piero. Milano,Giuffrè, 2002,
2ª ed., p. 268). Jurisprudencialmente, de modo análogo:
“La violación de una norma imperativa no da lugar
necesariamente a la nulidad del contrato, ya que el art.
1418 c.c., con el inciso 'salvo que la ley disponga otra
cosa', impone al intérprete verificar si el legislador,
incluso en el caso de inobservancia del precepto, haya
consentido la validez, predisponiendo un mecanismo idóneo
para realizar los efectos queridos por la norma” (Cass.
12 de octubre de 1982, n. 5270, enMass. Foro It., 1982).-
-----------
De este modo, la transferencia realizada por uno
solo de los cónyuges, de modo coactivo, como resultado de
la ejecución, no encierra, en cuanto al acto en sí mismo,
mérito para una nulidad, por la diversa consecuencia
legalmente prevista en el art. 47 de la Ley 1/92, con lo
que la ejecución de la sentencia recaída en los autos de
referencia no es, por sí sola, suficiente para el
acogimiento favorable de la acción autónoma de nulidad.--
--------------------------------------------------
Hecha esta necesaria digresión, en cuanto al
contenido puntual de lo debatido en los autos de
referencia, queda por establecer su consecuencia
procesal, que es lo que técnicamente aquí corresponde
discutir, en el marco de la acción autónoma de nulidad.
En otras palabras, ¿hay en el juicio por obligación de
hacer escritura pública un litisconsorcio necesario del
cónyuge que no intervino en el acto? De ser afirmativa la
respuesta, naturalmente correspondería la aplicación del
art. 409 del Cód. Proc. Civ., precisamente porque allí
hay un tercero perjudicado que no tuvo la oportunidad de
defenderse en juicio.----------
Empero –y aquí se advierte la necesidad del examen
del fondo del asunto hecho antecedentemente- la cuestión
así suscitada debe resolverse por la negativa. En efecto,
el contrato de f. 10 de los autos atacados de nulidad, de
fecha 11 de mayo de 1992, es un contrato privado. Como
tal, dicho contrato no transfiere el dominio y carece de
la virtualidad de hacerlo por expresa disposición de los
arts. 700 inc. a) y 701 del Cód. Civ., en cuya virtud
dicho convenio no transfiere la propiedad sino que tiene
exclusivamente un efecto obligatorio. Por ende, vale como
una obligación de escriturar, que no transfiere derechos
reales y por ende no se sujeta al art. 197inc. a) del
Cód. Civ., hoy derogado pero vigente al tiempo de la
celebración del contrato. Es decir, como el contrato
privado no transfiere el dominio, no es todavía, en
puridad, una enajenación del bien que requiera
conformidad expresa de la esposa en los términos de la
norma mencionada, con lo que encuentra aplicación,
siempre a la fecha de dicho contrato, el art. 195 del
Cód. Civ., según el cual el marido es el administrador de
los bienes de la comunidad. Cabe recordar aquí que la Ley
1/92 fue promulgada el 15 de julio de 1992, por lo que su
vigencia no se puede extender a actos anteriores, de
conformidad con el art. 1º del Cód. Civ.-----------------
------
En esta tesitura, entonces, el solo contrato privado
no transfiere la propiedad. Sí lo hace, como es obvio, la
escrituración; ahora bien, dicha escrituración se produjo
como consecuencia de un juicio iniciado el 5 de octubre
de 1992 (f. 22 de los autos atacados de nulidad) bajo la
vigencia de la Ley 1/92, y la escritura de referencia se
suscribió, en ejecución de sentencia, el 31 de agosto de
2000 (f. 186 de los autos recientemente mencionados); es
decir, todo bajo la vigencia de la Ley 1/92.-------------
------------------------------------
Esta escrituración, entonces, pretendida y celebrada
bajo el imperio de la nueva ley, vuelve a recaer bajo el
imperio del art. 47 de la Ley 1/92, al cual ya nos hemos
referido ampliamente, permitiendo el acto de disposición
hecho por uno solo de los cónyuges. Esto es, la norma del
art. 42 de la Ley 1/92, que dispone que la disposición a
título oneroso de los bienes de la comunidad debe hacerse
conjuntamente, encuentra sanción distinta de la nulidad
en los claros términos del art. 47 del mismo cuerpo
legal, según el cual el remedio que queda al cónyuge
perjudicado es únicamente el resarcitorio contra el
cónyuge disponente, excluyendo la sanción de nulidad,
como ya se explicitara ampliamente.----------------------
--------------
De este modo, el comprador legítimamente demanda en
juicio a un solo cónyuge, puesto que la norma permite
obtener el efecto final –la transferencia del bien- con
la intervención en el acto de uno solo de ellos. No se
produce, entonces, como reflejo procesal de la situación,
la hipótesis de litisconsorcio necesario –que es lo que
en definitiva lamenta la actora- puesto que para dicha
figura se requiere que el efecto pretendido requiera la
intervención de la parte omitida. “Como principio de
carácter general, sin embargo, puede decirse que el
litisconsorcio necesario procede siempre que, por
hallarse en tela de juicio una relación o estado jurídico
que es común e indivisible con respecto a una pluralidad
de sujetos, su modificación, constitución o extinción no
tolera un tratamiento procesal por separado y solo puede
lograrse a través de un pronunciamiento judicial único
para todos los litisconsortes” (Palacio, Lino E. Derecho
Procesal Civil. Buenos Aires, AbeledoPerrot, 2ª ed., tomo
III, 2011, p. 181).-
Esto es lo que manda el art. 101 del
Cód. Proc. Civ., que se refiere a la hipótesis de que la
sentencia no pueda ser pronunciada útilmente más que con
relación a varias personas. Empero, hemos visto que la
normativa de fondo expresamente excluye esa necesidad,
puesto que permite el acto de disposición hecho por un
cónyuge solo, al no sancionar de nulidad la hipótesis
sino brindar un remedio puramente resarcitorio –dejando
de lado el supuesto de fraude al consorte y mala fe del
tercer adquirente, que aquí, como ya se expusiera, no fue
mínimamente demostrado- que deja a salvo la validez del
acto. En estas consecuencias, la sentencia fue
pronunciada útilmente respecto del partícipe del contrato
privado que se pretendió escriturar, y su sola
intervención fue suficiente para obtener el efecto
traslativo; quedando a disposición del otro cónyuge el
remedio resarcitorio contra el esposo.-------------------
-----------------------------------
Por lo demás, tampoco puede sostenerse que la
comunidad de gananciales pueda ser “representada” o
“parte” en juicio, ya que la misma carece de personalidad
jurídica, al no estar comprendida en el art. 91 del
Cód. Civ., en su redacción modificada por la Ley 388/94.
Así lo entiende la mejor doctrina nacional, que afirma:
“La comunidad, como tal, no es un ente independiente, no
es una persona jurídica a la cual pueda representarse.
Representar no es sino ocupar el lugar de otro sujeto, y
la comunidad no es un sujeto. La comunidad es un
patrimonio sobre el cual dos sujetos, esposa y esposo,
tienen eventuales expectativas particionarias,
correspondiendo su gestión a ambos, si el régimen es
conjunto, o a uno de ellos, si es indistinto -debe, o
debería, serlo para actos de administración, lo cual, se
dijo, no está claro en la ley-. En consecuencia, los
cónyuges no representan a la comunidad conyugal”
(Moreno Ruffinelli, José Antonio. Derecho de Familia.
Asunción, Intercontinental, 2005, 1ª ed., tomo II, p.
739).----
De esta manera, no se versa en hipótesis de
litisconsorcio necesario, puesto que la propia normativa
de fondo permite la disposición de bienes por parte de
uno sólo de los cónyuges, aplicando la nulidad sólo para
la disposición a título gratuito (art. 42, Ley 1/92) y
para el supuesto del art. 49 del mismo cuerpo legal,
ninguno de los cuales se verifica en autos. Por ende, la
sentencia en recurso, que como lo viéramos rechaza la
pretensión de la actora, debe ser confirmada, en cuanto
no existe mérito para la procedencia de la acción
autónoma de nulidad.-------------------------------------
-----------------
Las costas deben ser impuestas a la perdidosa, de
conformidad con los arts. 192, 203 y 205 del
Cód. Proc. Civ. Así voto.--------------------------------
----------------------
A LA TERCERA CUESTIÓN, EL SEÑOR MINISTRO CÉSAR
ANTONIO GARAY DIJO: El Artículo 409 del Código Procesal
Civil dispone que las Resoluciones Judiciales no hacen
Cosa Juzgada respecto de terceros a quienes perjudiquen.
En caso de indefensión, ellos dispondrán de la acción
autónoma de nulidad, para reparar los agravios que esos
Fallos pudiesen haberles ocasionado.-----
La acción referida tiene por objeto y derivación
dejar sin efecto Sentencia pasada en autoridad de Cosa
Juzgada, por lo que, si se sacrifica el valor seguridad
jurídica que inspira al Instituto de la Cosa Juzgada sólo
puede ser por razones y en casos muy puntuales. La
extensión a otros supuestos pondría en crisis la
seguridad jurídica y, por ello, de todo el sistema que
reposa en ella. Tellechea Solís explicita: “Es un
verdadero recurso extraordinario de nulidad que debe ser
administrado dentro de un marco restrictivo y de extrema
prudencia” (Nulidades en el Proceso Civil, pág. 58).-----
-----------------
En efecto, “el principio de inmutabilidad de la Cosa
Juzgada, sólo cede en ciertos y determinados casos en
que, sea por el obrar fraudulento de terceros ajenos al
proceso, de la contraparte, o del propio juez; sea por no
haberse dado intervención en el proceso al interesado –a
quien por ende no puede oponérsele la sentencia-; sea por
algún vicio de la voluntad que impidió a la parte
expresarse con discernimiento intención y libertad, debe
sacrificarse la autoridad de la cosa juzgada, para evitar
el desorden y el mayor daño que se derivaría de la
conservación de una sentencia intolerablemente injusta”
(cfr. Chiovenda, “Principios de Derecho Procesal Civil”,
V. II, p. 564).----------------------------------------
En el sub examine se discute la procedencia de la
Acción autónoma de nulidad intentada por la cónyuge del
demandado, por supuesta indefensión de ella en Juicio
intitulado: “PEDRO ALIO BRIZUELA SANABRIA C/ HIRAM
OSVALDO SEGOVIA MAZACOTTE S/ CUMPLIMIENTO DE CONTRATO,
OBLIG. DE HACER … PÚBLICA, FIJACIÓN DE PRECIO E INDEM. DE
DAÑOS Y PERJUICIOS”, y si tal situación le causó
perjuicio.--------------------------------------------
De constancias procesales se advierte que el
referido Juicio se inició para reclamar cumplimiento de
contrato privado de compraventa de inmueble,
individualizado como Finca No 8.192, del Distrito San
Roque (fs. 10), cuya propiedad pertenece a la recurrente
50%, conforme surge de documentos obrantes a fs. 162/3,
por ser bien de la comunidad conyugal. La accionante
pretendió la invalidación de todo el Juicio de
cumplimiento de contrato esgrimiendo que al ser el
inmueble -objeto de litis- parte de su propiedad, debió
ser incluida en la demanda, que según expuso fue
tramitada sin su intervención, produciéndole estado de
indefensión.---------------------------
De la revisión del contrato privado de compraventa
de inmueble (fs. 10), se constata que fue celebrado -
únicamente- entre el esposo de la accionante y
Pedro Alio Brizuela Sanabria. Si bien dicho contrato
afectaba al inmueble de la accionante, no es menos cierto
que la integración de litis –con aquella- no era
necesaria ni procedente, como tampoco la declaración de
la nulidad parcial de la transferencia Judicial del 50%
del referido inmueble. Ello así, pues según los Artículos
42 y 47 de la Ley No 1/92 (De la Reforma Parcial del
Código Civil), el acto de disposición de un bien común,
llevado a cabo por uno sólo de los cónyuges –sin el
consentimiento del otro- no conlleva la nulidad de dicho
acto. En efecto, el Artículo 47 de dicha normativa
dispone: “Si como consecuencia de un acto de
administración o de disposiciones de bienes comunes,
llevado a cabo por uno solo de los cónyuges, hubiere
obtenido el mismo un lucro excesivo, ocasionando un
perjuicio a la comunidad, será deudora a la misma por el
importe del perjuicio causado, aunque el otro no lo
impugnase”.------------
Se aprecia, entonces, que no existen razones legales
para hacer lugar a la Acción autónoma de nulidad, pues
con el Juicio de referencia no se vio afectado el Derecho
Constitucional de la defensa en Juicio de la accionante,
quien deberá –en su caso- accionar contra su cónyuge en
la proporción correspondiente, de conformidad a la
normativa señalada, si conviniere a sus Derechos y decide
hacerlo.--------------------
En estas condiciones, en Derecho corresponde
confirmar el Fallo impugnado, con imposición de Costas
por su orden al haber razón probable para litigar, de
conformidad a lo dispuesto en los Artículos 193 y 205 del
Código Procesal Civil. Así voto.---
A SU TURNO, EL SEÑOR MINISTRO MIGUEL OSCAR BAJAC
ALBERTINI DIJO: Adherir al voto del Ministro preopinante
por compartir sus mismos fundamentos.--------------------
-------------------
Con lo que se dio por terminado el acto firmando
SS.EE., todo por Ante mí que lo certifico, quedando
acordada la Sentencia que inmediatamente sigue:

BAJAC, TORRES Y GARAY – MINISTROS -

Ante mí: ALEJANDRINO CUEVAS – SECRETARIO JUDICIAL -


SENTENCIA NÚMERO 1437.-

Asunción, 9 de octubre del 2.012.-


Y VISTOS: los méritos del Acuerdo que antecede, la
Excelentísima;

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA CIVIL Y COMERCIAL
R E S U E L V E:

DECLARAR MAL CONCEDIDOS los Recursos de Apelación y


Nulidad interpuestos por Pedro Alio Brizuela.------------
-----
RECHAZAR el Recurso de Nulidad interpuesto por la
Parte actora.--------------------------------------------
------------
CONFIRMAR la Sentencia apelada, de acuerdo a lo
expuesto en el considerando de la presente decisión.-----
---------------
COSTAS a la perdidosa.-------------------------------
-----
ANOTAR, notificar y registrar.-----------------------
-----

BAJAC, TORRES Y GARAY – MINISTROS -

Ante mí: ALEJANDRINO CUEVAS – SECRETARIO JUDICIAL -

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