Oracion de Renuncia
Oracion de Renuncia
Oracion de Renuncia
En el nombre de Jesús, renuncio a toda comida o bebida mezclada con brujería que
haya yo ingerido, y a todo lo que haya sido tirado, rociado o untado en mi cuerpo,
ropa, zapatos, casa, trabajo, negocio o cualquier pertenencia u objeto que esté
cercano a mí, que haya sido maldecido o consagrado al mal.
En el nombre de Jesucristo denuncio, renuncio y echo fuera de mí a todo espíritu
de traición, destrucción, muerte, esclavitud, ausencia de Dios, miseria, mendicidad,
soltería, infelicidad matrimonial, viudez, orfandad, amargura, envejecimiento o
muerte prematura, persecución, problemas con las leyes o la justicia humana,
esterilidad, humillación, rechazo, insomnio, deseos de suicidio, aislamiento, locura,
soledad, neurosis, depresión, obsesión, miedo, angustia, debilidad, enfermedades
crónicas, invalidez, ceguera, sordera, mudez, falta de olfato, imposibilidad de
saborear la comida, insensibilidad, celos, inconformidad, incapacidad para vivir,
conseguir o conservar un trabajo, una pareja, un matrimonio o una familia.
Corto, destruyo y nulifico los medios a través de los cuales fueron hechos los daños
antes mencionados, si fueron veladoras, fotos, ropa, tijeras, agujas, fetiches,
entierros, lo que haya sido.
Echo fuera de mí todo aquello con lo que haya intentado sustituir el amor y la
confianza de Jesús. Renuncio al rechazo de mis padres desde el instante de mi
concepción y durante mi vida en el seno materno. Renuncio al mal que me
causaron por intentar abortarme: con yerbas, sustancias químicas o con objetos
punzo cortantes. Renuncio a todo el rencor que tengo si fui dado en adopción o
abandonado sin haber conocido a mis padres biológicos o a maldiciones recibidas
durante mi gestación.
Nulifico por las llagas de Jesús todo mandato de fracaso, muerte en vida y suicidio
que hay en mí por estas causas, la incapacidad para aceptar el amor de Dios, para
aceptarme a mí mismo o a las personas, para estudiar, trabajar y ser feliz.
Renuncio a todo lo que sea contrario a la salud, el respeto y la dignidad que como
templo del Espíritu Santo, necesita todo mi ser y que esté impidiendo relacionarme
con Dios, conmigo mismo (a), con mi entorno en una forma sana, tener una familia
unida y un trabajo digno y bien remunerado.
Porque Jesucristo se manifestó para deshacer las obras del diablo: habiendo
denunciado, renunciado y echado fuera de mí todos los espíritus del mal, los envío
atados y amordazados a los pies de la Santa Cruz y les prohíbo regresar.
Padre Santo, te lo ruego, sana toda mi vida, toda mi historia personal, perdóname,
ayúdame, libérame, bendíceme.
Padre Dios, acepto que Tú seas mi Padre, Jesucristo mi Hermano, la Virgen María
mi Madre, porque hoy, yo (dí tu nombre completo) les pertenezco para siempre.
A través de Tu Santo Espíritu, guíame para la reparación de todas las faltas que
cometí y enséñame a amar Tu Voluntad. Gracias Padre.