Oracion de Renuncia

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

En tu nombre Jesucristo, yo (dí tu nombre completo) de manera personal

y a nombre de mis antepasados, renuncio a satanás, a todas sus


fascinaciones, seducciones y mentiras.
Renuncio a toda práctica de brujería, magia blanca, negra, de cualquier color,
santería, hechicería o vudú. Renuncio a toda limpia con huevo, yerbas, bálsamos,
vino, sangre o fuego. Renuncio a todo pacto, reto, sello, alianza o consagración al
demonio; a conjuros, perjuros, maleficios e invocaciones diabólicas. Renuncio a
toda maldición, mal deseo, envidia, odio, rencor, resentimiento, codicia, avaricia,
soborno, robo, fraude, despojo o enriquecimiento ilícito.

Renuncio a todo acto de orgullo, soberbia, prepotencia, vanidad y egolatría.


Renuncio a todo rito de iniciación chamánica, espiritista, espiritualista, masonería,
filosofía rosacruz, dianética y a toda secta o sociedad secreta.

Renuncio a todo conocimiento de la nueva era, creencia en la re-encarnación,


esoterismo, metafísica, meditación trascendental, yoga, a todo acto de
curanderismo, a las operaciones espirituales, hipnotismo con regresiones, baños
con flores, especies, yerbas, sangre de animales o humana o con otras substancias
con fines mágicos.

Renuncio a toda lujuria, aborto, adulterio, homosexualidad, bisexualidad, incesto,


violación, pornografía, bestialismo, promiscuidad y prostitución. A todo lo que yo u
otras personas hayan hecho ilícitamente para controlar, nulificar o desbordar mi
sexualidad.

En el nombre de Jesucristo, renuncio al culto y veneración a la llamada “santa


muerte” o al vampirismo, a todo encantamiento, invocación y evocación de
muertos, a espíritus custodios, guardianes, cósmicos, protectores, espías,
vigilantes, a seres espirituales nombrados “maestros de sabiduría”, o a cualquier
otro ser maléfico en forma oculta o manifiesta.

Renuncio a todo acto o juego de mediumnidad, a la ouija, al control mental, al


manejo del péndulo, a instrumentos para encontrar “tesoros ocultos” o dinero
enterrado. Renuncio también a toda clase de adivinación, sortilegio, lectura de
cartas, café y caracoles, a toda forma de astrología, horóscopos o cartas astrales.

Renuncio a los amuletos y talismanes, a las herraduras, pirámides, cuarzos,


imanes, agujas, sábilas o ajos con moños rojos, imágenes de santos mezcladas con
tierra de panteón, velas y veladoras de colores “curadas”, fetiches y
representaciones de mi persona de cualquier material y forma que se encuentren
enterrados o sean manipulados por mí mismo u otras personas. Renuncio a toda
forma equivocada de “medicina alternativa” que bajo engaños haya ritualizado mi
ser al demonio.

En el nombre de Jesús, renuncio a toda comida o bebida mezclada con brujería que
haya yo ingerido, y a todo lo que haya sido tirado, rociado o untado en mi cuerpo,
ropa, zapatos, casa, trabajo, negocio o cualquier pertenencia u objeto que esté
cercano a mí, que haya sido maldecido o consagrado al mal.
En el nombre de Jesucristo denuncio, renuncio y echo fuera de mí a todo espíritu
de traición, destrucción, muerte, esclavitud, ausencia de Dios, miseria, mendicidad,
soltería, infelicidad matrimonial, viudez, orfandad, amargura, envejecimiento o
muerte prematura, persecución, problemas con las leyes o la justicia humana,
esterilidad, humillación, rechazo, insomnio, deseos de suicidio, aislamiento, locura,
soledad, neurosis, depresión, obsesión, miedo, angustia, debilidad, enfermedades
crónicas, invalidez, ceguera, sordera, mudez, falta de olfato, imposibilidad de
saborear la comida, insensibilidad, celos, inconformidad, incapacidad para vivir,
conseguir o conservar un trabajo, una pareja, un matrimonio o una familia.

En el nombre de Jesús denuncio, renuncio y echo fuera de mí todo espíritu de


alcoholismo o de cualquier otra adicción, de mal carácter, de falta de memoria, de
falta de control y dominio de mi ser, irrealidad, inconsciencia, envidia, abandono,
gula, suciedad, desorden, malos olores crónicos en mi cuerpo, ropa o casa, de falta
de fe, esperanza y caridad, de falta de interés en la vida, de desprecio a la eucaristía
y de aborrecimiento o flojera para tener vida de oración.

Corto, destruyo y nulifico los medios a través de los cuales fueron hechos los daños
antes mencionados, si fueron veladoras, fotos, ropa, tijeras, agujas, fetiches,
entierros, lo que haya sido.

Renuncio a lo que en forma consciente o inconsciente haya yo hecho o haya sido


hecho por otra persona en mi nombre para obtener poderes, dinero, éxito, buena
suerte o pretender saber el futuro, o bien para conseguir el amor y la salud propios
o ajenos, o tener dominio y control sobre personas, objetos, animales, lugares,
espíritus y fuerzas de la naturaleza.

Nulifico los efectos de cualquier práctica contraria al compromiso adquirido a


través de mi bautismo, de fidelidad y reconocimiento a Jesucristo como mi único
Salvador, a los Sacramentos, a la Virgen María y a la iglesia católica. A lo que
impida el ejercicio de mi sentido común, capacidad de juicio, entendimiento y
voluntad.

Echo fuera de mí todo aquello con lo que haya intentado sustituir el amor y la
confianza de Jesús. Renuncio al rechazo de mis padres desde el instante de mi
concepción y durante mi vida en el seno materno. Renuncio al mal que me
causaron por intentar abortarme: con yerbas, sustancias químicas o con objetos
punzo cortantes. Renuncio a todo el rencor que tengo si fui dado en adopción o
abandonado sin haber conocido a mis padres biológicos o a maldiciones recibidas
durante mi gestación.

Nulifico por las llagas de Jesús todo mandato de fracaso, muerte en vida y suicidio
que hay en mí por estas causas, la incapacidad para aceptar el amor de Dios, para
aceptarme a mí mismo o a las personas, para estudiar, trabajar y ser feliz.

Renuncio a todo lo que sea contrario a la salud, el respeto y la dignidad que como
templo del Espíritu Santo, necesita todo mi ser y que esté impidiendo relacionarme
con Dios, conmigo mismo (a), con mi entorno en una forma sana, tener una familia
unida y un trabajo digno y bien remunerado.

Porque Jesucristo se manifestó para deshacer las obras del diablo: habiendo
denunciado, renunciado y echado fuera de mí todos los espíritus del mal, los envío
atados y amordazados a los pies de la Santa Cruz y les prohíbo regresar.

Habiendo nulificado todos los efectos, causas y consecuencias, tomo autoridad, en


el nombre de Jesús, para que caigan todos los bloqueos, tinieblas y barreras que
satanás construyó a mi alrededor y le ordeno a todo ser demoníaco que despojó a
mi familia o a mí mismo (a), que nos devuelva, lo que nos quitó.

Padre Santo, te lo ruego, sana toda mi vida, toda mi historia personal, perdóname,
ayúdame, libérame, bendíceme.

Padre Dios, acepto que Tú seas mi Padre, Jesucristo mi Hermano, la Virgen María
mi Madre, porque hoy, yo (dí tu nombre completo) les pertenezco para siempre.

A través de Tu Santo Espíritu, guíame para la reparación de todas las faltas que
cometí y enséñame a amar Tu Voluntad. Gracias Padre.

Amén, amén, amén.

También podría gustarte