Tema 20 (Hematopoyesis)

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 19

Tema 20: 

  Hematopoyesis.

I. Ciclo Vital de las Células Sanguíneas


Debido a la corta vida de las células sanguíneas, es necesaria la constante producción de nuevas células para
mantener la cantidad original. La hemopoyesis o hematopoyesis es la formación de las células sanguíneas y tiene
lugar en los tejidos u órganos hemopoyeticos, de los cuales el más importante es la medula ósea, después del
nacimiento. Allí se forman todos los eritrocitos, trombocitos, leucocitos granulares y monocitos. Parte de los linfocitos
b (células no comprometidas) también se forman en la medula ósea, pero el resto se origina en los tejidos y órganos
linfoides (timo, nódulos linfáticos y bazo). La formación de células sanguíneas en la medula ósea se denomina
mielopoyesis.

II. Hematopoyesis
La hematopoyesis se define como la serie de fenómenos concatenados (entrelazados) que se inician a nivel
unicelular con la autoduplicación, seguidos de diferenciación y maduración, culminando con la producción de elementos
formes sanguíneos funcionales. Proviene del latín “hemo” que significa sangre y “poyesis” que significa creación. Tiene
lugar en los tejidos y órganos hematopoyéticos de los cuales el más importante es la médula ósea. Allí se forman los
eritrocitos, trombocitos, leucocitos granulares y monocitos. Parte de los linfocitos (células B no comprometidas) también
se forman en la médula ósea, pero el resto se origina en los tejidos linfoides. La formación de las células sanguíneas
en la médula ósea se denomina mielopoyesis.

Los órganos hematopoyéticos están constituidos por un estroma de tejido conjuntivo reticular (una red de células y
fibras reticulares). Convergen allí adipositos, fibroblastos, macrófagos y células endoteliales; y las células sanguíneas
libres.
Los eritrocitos y granulocitos tiene grandes modificación citológicas, pero los linfocitos y monocitos son menos
notables. Algunos componentes (HIERRO) celulares son reutilizados en la producción de nuevas células, en el momento
de la degradación de las células sanguíneas (la degradación la hace los mismos órganos hematopoyéticos).

III. Ontogenia De La Hematopoyesis.


1. Etapa Del Periodo Pre-Natal:
Se inicia hacia la segunda semana de vida en los islotes de Wolf y Pander en la pared del saco vitelino
donde aparecen en el mesenquima pequeñas agrupaciones de células hematopoyéticas llamadas islotes sanguíneos,
descendientes de una célula madre pluripotencial. La circulación sanguínea del feto que permite la llegada de las
células hematopoyéticas a este, se realiza mediante los vasos sanguíneos del saco vitelino. Aquí se produce con
exclusividad eritroblastos primitivos que dan origen a eritrocitos nucleados que se observan en el feto temprano.
Hacia el tercer mes de vida fetal, el hígado constituye el sitio principal de producción sanguínea de forma
extravascular entre los hepatocitos y se inicia además la producción de megacariocitos y granulocitos, así como la
producción de eritroblastos maduros que dan origen a eritrocitos anucleados. Durante el proceso de maduración
de los eritroblastos, se modifica la estructura de la cadena peptídica de la hemoglobina del tipo fetal al adulto. También se
producen eritrocitos en el bazo. Hacia el quinto mes disminuye la hematopoyesis en el bazo y el hígado (se detiene antes
del nacimiento) y las células madres pluripotenciales llegan a la médula ósea que pasa a ser el órgano
hematopoyético central a partir de los últimos meses de vida fetal y vida posnatal; sin embargo en la primeras semanas
extrauterinas se puede detectar eritropoyesis en el hígado.

En la medula ósea, las células madre y sus descendientes se multiplican y se diferencian en respuesta a diversos
factores de crecimiento, que son sustancias inductoras. Algunos de estos factores son locales (inducción paracrina) y
otros se elaboran en órganos distantes y llegan a la medula ósea a través de la sangre (inducción endocrina). Se cree
que algunos factores de crecimientos locales se producen en las células reticulares de la medula ósea.

Cuando un factor de crecimiento interactúa con un receptor especifico de la membrana plasmática de la célula
hematopoyética pluripotencial, esta se multiplica y da origen a dos células hijas, donde una que continua como célula
pluripotencial, (constituyen un porcentaje muy bajo en relación en las células nucleadas de la médula (menos de 1 cada
100.000) y solo entre el 5 y 10% se dividen permaneciendo el resto en G 0, pero es suficiente para mantener el
equilibrio), y otra que se diferencia en uno de los siguientes tipos celulares: la célula multipotencial linfoide o la célula
multipotencial mieloide.

Las células multipotenciales y sus descendientes más próximos se identifican con las siglas CFU (por colony- forming
unit, unidad formadora de colonias). Así, la célula multipotencial linfoide lleva la sigla CFU-L y la célula multipotencial
mieloide se denomina CFU-GEMM.

Existen otras CFU. Las que derivan de la CFU-L se llaman CFU-LT (linfocitos T) y CFU-LB (linfocitos B). Las que
derivan de las CFU-GEMM, se identifican con las siglas BFU-E (eritrocitos). CFU-NM (neutrofilo-monocitos), CFU-N
(neutrofilo), CFU-B (BASOFILO), BFU-Meg (megacariocito), CFU-Eo (EOSINOFILOS).

Como se ve de la célula multipotencial linfoide (o CFU-L) surgen colonias que producen linfocitos B y linfocitos T,
mientras que de la célula multipotencial mieloide (o CFU-GEMM) se originan las colonias que producen eritrocitos, los
granulocitos, los monocitos y los megacariocitos. Estas colonias son unipotenciales, e excepción de la CFU-NM, que es
bipotencial.
2. Periodo Post-Natal:

LINFOCITOPOYESIS
Como se dijo, cuando la CFU-L se multiplica, sus células hijas se diferencian es dos tipos celulares
unipotenciales, la CFU-LY y la CFU-LB, que dan origen a los linfocitos T y a los linfocitos B, respectivamente. Es posible
que también se diferencien en un tercer tipo, precursor de los linfocitos NK. Veamos cómo evolucionan los dos
primeros.

Cuando la CFU-LT se multiplica, sus células hijas se diferencian en linfocitos pre-T, los cuales dejan la medula
ósea y son transportados por la sangre hasta el timo, donde, inducidos por un factor de crecimiento local llamado
timosina, proliferan y se convierten en linfocitos T maduros. Luego, estos linfocitos T abandonan el timo y llegan de
nuevo a la sangre a los órganos linfáticos secundarios (tejido linfático difuso, ganglios linfáticos, bazo), donde colonizan y
ejercen parte de su función inmunológica.

En los órganos linfáticos secundarios, los linfocitos T se multiplican, para lo cual deben convertirse previamente en
linfoblastos T, cuyos descendientes recuperan su condición de linfocitos maduros.

Cuando la CFU-LB se multiplica, sus células hijas se diferencian en linfocitos pre-B, los cuales se convierten en
linfocitos B maduros en la misma medula ósea.

Luego los linfocitos B abandonan la medula ósea y llegan de nuevo a la sangre a los órganos linfáticos secundarios,
donde colonizan y se multiplican. Para ello deben convertirse previamente en linfoblastos B, cuyos descendientes
recuperan su condición de linfocitos B. Además, si la respuesta inmunológica requiere una mayor cantidad de
anticuerpos, los linfocitos B se diferencian en plasmocitos.

En cambio, de las células madre mieloides (CFU-GEMM) se diferencian células madre


específicas de las líneas de eritrocitos, de megacariocitos, de granulocitos y de monocitos.
ERITROPOYESIS
La célula madre de eritrocitos unipotente, especifica de la línea, se denomina BFU-E (unidad formadora de
estallido), que prolifera con extraordinaria fuerza, que es continuada por la CFU-E es inducida por la eritropoyetina
EPO, que es un factor de crecimiento que se elaborada por la células intersticiales del riñón y llega a la medula ósea por
la sangre, se diferencia en proeritroblasto.

Nota: Cada destacar que la EPO también participa en la formación de eritoblastos basofilos, entonces CFU-E los
proeritroblastos y los eritoblastos basofilos son sensibles a esta glucoproteína (la cual reacciona ante un estado
de hipoxia [disminución de la presión de oxigeno])

La CFU-E es la célula madre unipotencial a partir de la cual se forman los eritrocitos. La CFU-E da origen a una
célula mas diferenciada, llamada proeritroblasto, que mide 12 a 15 µm de diámetro, posee un núcleo esférico con
varios nucléolos y un citoplasma basofilo debido a los ribosomas libres que contiene el citosol.

El proeritroblasto se divide (mitosis) y sus descendientes se convierten en eritoblastos basofilos, que son células
más pequeñas que las anteriores y posee un núcleo esférico con cromatina condensada. El citoplasma es muy basofilo
porque contiene gran cantidad de ribosomas libres, los cuales producen la fracción proteica de la hemoglobina, cuyo color
rosado es eclipsado por la basofilia de los ribosomas.

Cuando el eritroblasto basofilo se divide, sus descendientes se diferencian en eritroblastos policromatofilos,


llamados así porque sus citoplasmas revelan no solo la basofilia de los ribosomas sino también la eosinofilia de la
hemoglobina. El eritroblasto policromatofilo es más pequeño que el basofilo y posee un núcleo muy oscuro debido a su
cromatina muy compacta.

El eritroblasto policromatofilo se divide y sus células hijas se transforman en eritroblastos ortocromáticos o


normoblastos, que son más pequeños y poseen un núcleo más denso que los anteriores. En el normoblasto predomina
la eosinofilia de la hemoglobina sobre la basofilia de los ribosomas. Pronto la cromatina del normoblasto se fragmenta
(cariorrexis) y su núcleo se expulsa y es fagocitado por un macrófago del nido eritropoyetico. La célula resultante se llama
reticulocito, mide entre 7 y 8 µm de diámetro, posee solo citoplasma y está repleta de hemoglobina.
Finalmente el reticulocito deja de fabricar hemoglobina, pierde sus últimos ribosomas y se convierte en eritrocito.
Los eritrocitos no pueden permanecer en la medula ósea por mucho tiempo y pasan a la sangre de las sinusoides a
medida que se forman. Atraviesan la pared endotelial de estos capilares al ser empujados por las células más jóvenes en
continua formación.

La maduración de eritoblasto a eritrocito maduro dura unos 5 días. Proceso completo 14 días, se produce
hemoglobina en los últimos 7. La eritropoyesis requiere hierro y vitamina del complejo B ambos suministrados por la
dieta, aunque el organismo recicla el hierro de los eritrocitos muertos para volverlo a utilizar.
Aproximadamente el 1% de estos eritrocitos presentan aún muchos ribosomas libres (por que sintetizan la
hemoglobina, proteína propia de la célula y no de secreción) y se continúan llamando reticulocitos que sirven de reserva y
se convierten rápidamente (5 días) en eritrocitos en caso de necesidad por acción de la EPO. Esta es una glucoproteína
producida por células intersticiales renales con sensores para O 2 que reaccionan ante un estado de hipoxia (disminución
de la presión de oxigeno) y aumentan su producción y liberación que aumenta la eritropoyesis hasta 10 veces la
producción normal.

Luego de 120 días los eritrocitos son eliminado en el hígado, bazo y médula ósea, son fagocitados y la
hemoglobina degradada, EL HIERRO SE UNE A LA GLOBULINA PLASMÁTICA TRANSFERRINA y
llevada a la médula ósea, la parte NO FÉRRICA DEL HEMO es transformada en el PIGMENTO BILIAR
BILIRRUBINA y la porción GLOBINA SE DEGRADA EN AMINOÁCIDOS LIBRES.
GRANULOPOYESIS
Inducida por ciertos factores de crecimiento locales que actúan de manera conjunta, la CFU-GEMM prolifera y sus
descendientes se convierten en tres tipos celulares uno bipotencial, la CFU-GM (o CFU.NM), y dos unipotenciales, la
CFU-Eo y la CFU-B. La división de la primera genera otras dos células unipotenciales, la CFU-N (o CFU-G) y la CFU-M.
Como estas CFU se dividen, sus células hijas se convierten en mieloblastos. Los mieloblastos N, Eo y B son
morfológicamente iguales. Miden 12 µm de diámetro, poseen un núcleo esférico grande y su citoplasma basofilo carece
de gránulos, para formar los granulocitos maduros, los tres tipos de mieloblastos se dividen e incursionan en sendas
líneas evolutivas. Así pasan por estadios sucesivos, representados por células cada vez mas diferenciadas, llamadas
promielocitos, mielocitos, metamielocitos y granulocitos en cayado, los cuales se diferencian finalmente en granulocitos
maduros.

Tras la división de los respectivos promielocitos, los tres tipos de mielocitos que resultan se distinguen entre sí
por la presencia de gránulos específicos en sus citoplasmas, por lo cual se los llama mielocitos neutrofilos, mielocitos
basofilos, y mielocitos eosinofilos. Son células más pequeñas que los promielocitos y su cromatina es más compacta.
Los mielocitos se reproducen y sus descendientes se transforman en metamielocitos, cuyos gránulos específicos
son más grandes y más numerosos que los de las células predecesoras. Además poseen una escotadura en uno de los
lados del núcleo.

Los metamielocitos no se dividen. Cuando se diferencian, dan origen a los granulocitos en cayado, cuyo nombre
se debe a la forma curvada de sus núcleos. Finalmente, los granulocitos en cayado se convierten en granulocitos
maduros, es decir, en neutrofilos, eosinofilos y basofilos.

Durante la granulopoyesis, la etapa de proliferación (que como se acaba de ver se extiende hasta la formación de los
mielocitos) dura aproximadamente 7 días, mientras que la etapa de maduración dura entre 8 y 10 días. Así los
granulocitos tardan menos de 20 días en desarrollarse. Se calcula que por día se forman unos 820.000 neutrofilos,
160.000 eosinofilos y 65.000 basofilos.

En el torrente sanguíneo solo duran 10 hora aproximadamente, alguno mueren en los vasos pero no se conoce el
destino de los demás. Salvo cuando abandonan el lecho vascular por alguna inflamación.

Los granulocitos se dividen en dos pool aproximadamente iguales: el pool circundante y un pool marginal (que se
adhiere temporalmente al endotelio). La leucocitosis aguda, es un aumento de los leucocitos (neutrofilos) en el torrente
sanguíneo debido a una infección.

MONOCITOPOYESIS
En la sección anterior se señalo que la CFU-M deriva de la célula bipotencial CFU-NM. Ante determinados
estímulos locales, la CFU-M se multiplica y sus células hijas se convierten en promonocitos, que miden entre 10 y 15
µm de diámetro y poseen un núcleo grande arriñonado y un citoplasma con gránulos azurofilos. Sin dividirse, en una
etapa ulterior el promonocito se transforma en monocito.

A pesar de que la medula ósea produce una enorme cantidad de monocitos por día y los transfiere a la sangre, en
esta son pocos numerosos porque circulan uno o dos días solamente, al cabo de los cuales pasan a los tejidos y se
convierte en macrófagos.
MEGACARIOCITOPOYESIS Y FORMACION DE LAS PLAQUETAS:
Las plaquetas derivan de una célula muy voluminosa que reside en la medula ósea, llamada megacariocito. Este se
forma a partir BFU-Meg (la primera célula madre unipotente especifica de esta línea) que frente a ciertos factores de
crecimiento locales se multiplica y sus descendientes se convierten en CFU-Meg.

La proliferación de la CFU-Meg da origen a una célula más diferenciada, el megacarioblasto, que mide alrededor
de 30µm de diámetro y posee un núcleo esférico. Debido a que su ADN se replica varias veces sin que se produzcan las
correspondientes mitosis, este fenómeno se denomina endomitosis, el número de cromosomas aumenta
geométricamente. Por consiguiente, el megacarioblasto diploide se hace poliploide y se convierte en megacariocito.

Hay 2 a 7 megacariocitos por mm³ de medula ósea, y sus nidos se localizan cerca de las sinusoides. Se trata de
una célula muy grande, puede medir hasta 100 µm de diámetro, de cuya superficie nacen varias prolongaciones
citoplasmáticas que ingresan en las sinusoides de la medula ósea.

Poseen un núcleo multilobulado, también muy grande, adaptado para dar cabida a sus numerosos cromosomas.
Debido a que los puentes que conectan los lóbulos son muy delgados, es difícil descubrirlos en los preparados de rutina.
El citoplasma cortical del megacariocito contiene, entre otros, algunos componentes de las plaquetas, que como se dijo
son fragmentos del citoplasma del megacariocito.

Las plaquetas tardan unos 10 días en desarrollarse y se originan miles a partir de cada megacariocito. Para
formarlas, la corteza celular de las prolongaciones citoplasmáticas del megacariocito se parcela debido a la aparición de
invaginaciones en su superficie, llamadas canales de demarcación, que circundan pequeños fragmentos de citoplasma.

A continuación al fusionarse los canales de demarcación entre sí, permiten que los fragmentos se desprendan
convertidos en plaquetas.

El mecanismo de pasaje de las plaquetas a las sinusoides es complejo. Para ello, las prolongaciones de los
megacariocitos chocan contra la pared de las sinusoides y la empujan, lo cual comprime el citoplasma de las células
endoteliales y hace que sus membranas plasmáticas externa e interna tomen contacto y se fusionen entre sí. A raíz de
ello, se forman poros transcelulares a través de los cuales las prolongaciones ingresan a las sinusoides. Finalmente,
debido a que la fuerza de la corriente sanguínea desprende a las plaquetas, estas se vuelcan en la sangre.

Cuando se agotan sus citoplasmas, las prolongaciones se retraen y los macrófagos fagocitan el cuerpo residual de
los megacariocitos. Además, de inmediato los poros transcelulares de la pared de las sinusoides desaparecen, pues las
células endoteliales reparas sus membranas plasmáticas.
CELULA MADRE PLURIPOTENCIAL

CFU-GEMM CFU-L

BFU-E BFU-Meg CFU-GM

CFU-E CFU-Meg CFU-M CFU-N CFU-Eo CFU-B CFU-LT CFU-LB

Proeritoblasto Megacarioblasto Mieloblastos Mieloblastos Mieloblastos Linfocito Linfocito

Pre-T Pre-B

Eritroblasto Promonocito Promielocitos Promielocitos Promielocitos

Basofilo

Eritoblasto Mielocito Mielocito Mielocito Linfoblasto

Policromatofilo Neutrofilo Eosinofilo Basofilo Linfoblasto

Normoblasto Metamielocito Metamielocito Metamielocito

Neutrofilo Eosinofilo Basofilo

Reticulocito Megacariocito Neutrofilo Eosinofilo Basofilo

MONOCITO en Cayado en Cayado en Cayado LINFOCITO B

ERITROCITO PLAQUETAS (Macrófago) NEUTROFILO EOSINOFILO BASOFILO LINFOCITO T


IV. Regulación De La Hematopoyesis:
La médula ósea constituye un medio inductor para la hematopoyesis ya que a pesar de que hay una pequeña
cantidad de células madres en el torrente sanguíneo, estas inician la hematopoyesis en la médula ósea y no en otros
órganos. Se cree es debido a que el estroma está compuesto por células reticulares, adipocitos, macrófagos, matriz
extracelular y células endoteliales capilares es necesario para el crecimiento y la diferenciación de células
hematopoyéticas. Es posible que tenga importancia el contacto físico entre el estroma y las células
hematopoyéticas pero también diversas citoquinas son factores de crecimiento necesarios en distintos estadios
de la hematopoyesis. Algunos de estos factores son sintetizados y secretados por células del estroma y se cree que el
equilibrio es mantenido por citoquinas secretadas por el estroma mientras que una fuerte estimulación de la médula
ósea se debe a citoquinas secretadas por linfocitos T helper y macrófagos activados.

Se ha identificado un factor de crecimiento hematopoyético denominado factor de células madre (ligando c-Kit) que
estimula las células madres en un estadio temprano de la hematopoyesis y es secretado probablemente por activación de
la célula madre pluripotente. También se has identificado cuatro factores estimulantes de colonias: CSF multilínea
(multi-CSF), también llamado interleuquina 3 (IL-3), CSF de granulocitos macrófagos (GM-CSF), CSF de
granulocitos (G-CSF) y CSF de macrófagos (M-CSF). El multi-CSF es producido por linfocitos T helper y tal vez por
células del estroma y estimula la células madre mieloides y quizá las madre pluripotentes. Los demás factores
estimulan las respectivas CFU nombradas y actúan posteriormente en la hematopoyesis. Se forman en el
estroma de la médula ósea (GM-CSF, M-CSF y G-CSF), pero el GM-CSF también se forma en los linfocitos T
helper activados. En los últimos estadios influye también al eritropoyetina (EPO) que actúa sobre CFU-E. Otro factor es
la trombopoyetina que estimula la proliferación y la maduración de los megacariocitos.

La condición para que estos factores actúen es que hallan los receptores específicos correspondientes en el
plásmamela de las células blanco. Cuando las células de la hematopoyesis comienzan a diferenciarse (por los factores)
le sigue la expresión de receptores específicos para las citoquinas dirijan a la célula en esa dirección. Es posible que
hayan distintos microambientes en el estroma de la médula, cada uno con una combinación diferente y apropiada para
cada tipo de célula a desarrollar y con partículas de adhesión que la retienen durante su formación, cuya modificación de
su expresión relacionada con la diferenciación puede causar la liberación de la célula al torrente sanguíneo donde se
dirige a ambientes con estroma secundarios para seguir la proliferación y diferenciación en los siguientes estadios de la
hematopoyesis. Posiblemente este microambiente exista para cada tipo de células, desde las madres pluripotentes hasta
para las unipotentes específicas de línea. El equilibrio también se da por la vida limitada de cada célula que
constantemente mueren por apoptosis y son renovadas.

V. Los Factores De Crecimiento Hemolinfopoyéticos:

Son indispensables en el proceso de formación de células sanguíneas y se dividen en interleucinas (IL) y factores
estimulantes de colonias (FEC). Las características generales de estas citocinas incluyen: estructura glucoproteica,
actividad in vitro e in vivo a bajas concentraciones, que son producidas por diferentes tipos de células, generalmente
regulan más de una línea celular y muestran efecto aditivo o sinérgico con otros factores de crecimiento, modulan la
expresión de genes reguladores productores de citocinas y con frecuencia actúan en la contraparte neoplásica de las
células normales. De todos los factores de crecimiento hemolinfopoyéticos reconocidos, es quizá la IL-3 la más
investigada hoy en día por la capacidad que posee de estimular múltiples líneas celulares, así como la síntesis de
inmunoglubulinas (Igs). Es posible que la complejidad en el conocimiento de la regulación de la hematopoyesis disminuya
con el estudio de los receptores para las diferentes hemolinfopoyetinas. Se ha propuesto la existencia de una familia de
receptores para diferentes factores de crecimiento entre los que se encuentran la hormona del crecimiento, prolactina,
eritropoyetina (EPO), trombopoyetina (TPO), factor estimulador de colonias de granulocitos (FEC-G), factor estimulador
de colonias de granulocitos y monocitos (FEC- GM), y las interleucinas IL-2, IL-3, IL-4 e IL-6.

Las citoquinas y las Interleuquinas con glucoproteinas que influyen sobre un elemento para que continúe su
reproducción. Se contiene en el estroma de la médula ósea lo que constituye las características específicas para que se
produzca la hematopoyesis. La interleuquina 2 es un factor estimulante y a la vez inhibidor, ya que inhibe la producción
de granulocitos y megacariocitos. Entre los factores inhibidores tenemos las prostaglandinas que restringe la función de
las plaquetas, la isoferritina, la eritropoyetinas (factor principal que estimula la eritropoyesis), la trombopoyetina (que se
forman en las células intersticiales del riñón).
VI. Factores De Transcripción:
Está formado por péptidos unidos a segmentos de ADN que restringe la función de determinados genes que
transcriben la expresión de otros genes. Se usa para la formación de las células sanguíneas específicas. Los ligandos C-
kit estimulan a las células madres. Los linfocitos T-helper y los macrófagos activados segregan citoquinas en caso de
necesidad, mientras que la médula ósea lo segrega normalmente.

VII. Concepto Morfo-Funcional De Células Progenitoras Hematopoyéticas:


 Indiferenciada o pluripotencial: célula capaz de dar origen a cualquiera de las células sanguíneas y de mantener
su propia existencia por divisiones mitóticas.
 Comprometida o comisionada: célula que ha llegado a su límite de diferenciación y que se ha fijado a su
destino.
VIII. Clasificación De Los Órganos Hematopoyéticos:
1. Primarios:
a) Medula ósea
b) Timo
2. Secundarios:
a) Bazo
b) Hígado
c) Ganglios linfáticos
d) Tejido linfoide asociado a mucosas
MEDULA ÓSEA
La medula ósea es un órgano muy extenso y disperso, pues se aloja en los huesos, más precisamente en los
espacios entre las trabeculas del tejido óseo esponjoso y en las cavidades diafisarias. Se halla separada del tejido óseo
por el endostio.

La medula ósea produce las células de la sangre a partir de células precursoras indiferenciadas, mediante un
proceso denominado hemopoyesis. De ello deriva el nombre tejido de tejido hemopoyetico que se le da a la medula
ósea, que como se verá consiste en un tejido conectivo especial, muy rico en células y vasos.

Debe señalarse que durante la vida prenatal la hemopoyesis comienza en la pared del saco vitelino, prosigue en el
hígado y en el bazo y finalmente se establece en la medula ósea y en los órganos linfáticos.

En la medula ósea y en la mayoría de los órganos linfáticos la hemopoyesis persiste durante toda la vida, pues el
organismo necesita producir células sanguíneas nuevas para reemplazar a las que envejecen y mueren. Ambos
procesos la muerte de las células sanguíneas envejecidas y su reemplazo por células nuevas se registran en forma
ininterrumpida hasta que cesa la vida.

El reemplazo se produce a partir de células precursoras primitivas que se diferencian a medida que se dividen.
Además, conforme se dividen, esas células incursionan es distintas vías de diferenciación, cada una de las cuales lleva a
la formación de uno de los tipos de células maduras de la sangre. Debido a ello, la hemopoyesis se divide en cinco áreas
llamadas; linfocitopoyesis, eritropoyesis, granulocitopoyesis, monocitopoyesisi y megacariocitopoyesis. Las
cuatro últimas comienzan y concluyen en la medula ósea, por lo que se las agrupa bajo el nombre de mielopoyesis. En
cambio, la linfocitopoyesisi, si bien comienza en la medula ósea, concluye en los órganos linfáticos.

Una vez, formadas las células sanguíneas abandonan los tejidos hemopoyeticos y se vuelcan en la sangre.

Los demás órganos se verán más adelante, en los próximos temas.


IX. CARACTERISTICAS HISTOLOGICAS DE LA MEDULA OSEA
 Compartimiento Vascular: forma un esqueleto estructural en la médula. En un hueso largo típico, la médula está
irrigada por un vaso grande, la arteria nutricia, que recorre el hueso compacto en la mitad de la diáfisis. Dentro de
la médula la arteria se divide en dos ramas, cada una de estas arterias longitudinales se dirige a su lado de la
diáfisis en el centro de la médula. Desde estas se emiten ramas radiales que transcurren hacia la periferia de la
médula donde forman capilares que se vacían en sinusoides (40-85 micras y hasta 150 micras) que son vasos
grandes de paredes delgadas que se anastomosan intensamente entre sí en la periferia de la médula ósea y
envían prolongaciones hacia el centro. A su vez esta se vacía en una vena longitudinal central que sigue el
sistema arterial hacia el exterior de la médula ósea. El intercambio de componentes se realiza mediante las
paredes de los sinusoides compuestas por tres capas:

1. Endotelio: delgado formando un epitelio simple plano como casi en todo el sistema vascular, donde las
células están interconectadas mediante complejos de contacto, aunque sin zonulae ocludentes.
2. Capa inconstante de material semejante a la sustancia basal: separa el endotelio de las células
reticulares adventicias circundantes, rara vez tienen caracteres de verdadera capa basal.
3. Células reticulares adventicias: cubre la mitad de la superficie externa de la pared de la sinusoide. Sus
prolongaciones citoplasmáticas delgadas se pueden extender hacia la profundidad del compartimiento
hemopoyético, donde forman un reticulado anastomosado, suplido con finas fibras reticulares producidas
por las células reticulares. Se creen contráctiles dado que cuando aumenta la liberación de células
sanguíneas cubren una parte menor de la pared lo que aumenta la posibilidad del pasaje transendotelial a
través de poros de migración menor a 4 micras de diámetro que se forman entre las céluasl endoteliales y
desaparecen luego de pasado la célula sanguínea que ha alcanzado cierto grado de diferenciación. Las
células reticulares adventicias se pueden transformar en células adiposas típicas lo que convierte la médula
ósea roja en amarilla.
 El Compartimiento hematopoyético: en la medula roja este ocupa el espacio entre las sinusoides y está formado
por células hematopoyéticas, células del estroma y matriz extracelular. Las células del estroma incluyen células
reticulares, que forman fibras reticulares, macrófagos y adipocitos (estos dos últimos conforman la medula
amarilla). Las células reticulares son claras y de forma estrellada, y a menudo de su superficie nacen numerosas
prolongaciones citoplasmáticas que corren entre las células hematopoyéticas y se conectan con células vecinas
formando una red tridimensional. La matriz extracelular se compone de fibras reticulares, de proteoglucanos y
glicoproteínas de adhesión, entre ellas fibronectina y laminina, las cuales contribuyen a mantener los
microambientes celulares del estroma. Las células del estroma también producen factores de crecimiento para
las células eritropoyeticas y se cree que estos factores son fijados, concentrados y presentados a las células
madre por la matriz extracelular de los distintos microambientes celulares del estroma. La relación por la cual las
células se ubican en determinados puntos del estroma se denomina homing y se cree que debido a la presencia
de moléculas de adhesión específicas reaccionan con los receptores en la superficie de las células madre.

De esta forma las células hematopoyéticas no se localizan en la médula ósea por casualidad por ejemplo,
los megacariocitos siempre se encuentran en la pared del sinusoide por sobre una abertura por la cual
largas prolongaciones de citoplasma del megacariocito se extienden hasta la luz, sus prolongaciones se
fragmentan o el megacariocito pasa entero a las luz del sinusoide y de allí al torrente sanguíneo y libera la
plaqueta.

Los eritrocitos son inmóviles y se forman cerca de la sinusoide. En las zonas eritropoyéticas adoptan una
disposición característica formando los islotes eritroblásticos compuestos por eritroblastos que rodean un
macrófago e inciden en su citoplasma, el macrófago tiene como función fagocitar los núcleos eliminados por los
eritroblastos, ellos poseen fagosomas que contiene eritrocitos.
Los granulocitos se caracterizan por ser producidos en cúmulos ubicados a cierta distancia de la
pared del sinusoide, solo cuando las células alcanzan el estadio de mielocito adquieren movilidad propia y
están capacitados para desplazarse hasta el sinusoide y pasar a la sangre.

La hematopoyesis en la médula ósea es exclusivamente extravascular.

 Parénquima: Entre los espacios de la red tridimensional se agrupan células hematopoyéticas formando islotes o
nidos hematopoyéticos que contiene toda clase de células precursoras de la sangre, desde la más primitiva hasta
la más madura incluidas los estadios intermedios de diferenciación. Cada nido contiene células de una línea
hematopoyética dada. Los nidos eritropoyéticos y megacariocitopoyéticos se localizan cerca de las sinusoides,
mientras que los granulocitopoyéticos se hallan lejos de los vasos. Los nidos contienen también células conectivas
migratorias como plasmocitos, mastocitos y macrófagos. Estos fagocitan a las células que se desarrollan
defectuosamente y partes celulares que se eliminan durante la hematopoyesis.
X. CARACTERISTICAS MORFOLOGICAS DE LA MEDULA ÓSEA
Debido a la gran cantidad de eritrocitos que produce, la medula ósea activa denomina medula ósea roja. Cuando
se interrumpe su actividad hemopoyetica lo cual, por ejemplo, ocurre en la diáfisis de los huesos largos a partir de los 20
años de edad, la medula ósea roja es reemplazada progresivamente por tejido adiposo y adquieren el nombre de medula
ósea amarilla. No obstante, si el organismo es afectado por un cuadro de anemia, la medula amarilla se reconvierte en
medula roja.

 Roja: tiene actividad hematopoyética y el color se debe al número de eritrocitos y lo estadíos previos ricos en
hemoglobina.
 Amarilla: casi no hay actividad hematopoyética y hay predominio de adipocitos, que le confieren la tonalidad
amarilla. La grasa de la medula ósea amarilla no constituye una reserva de energía, de modo que su volumen no
varía con la actividad física ni con los cambios de peso corporal. Sin embargo, en casos de desnutrición extrema
(caquexia), tuberculosis y cáncer avanzado, la grasa de la medula ósea se consume y es reemplazada por un
material gelatinoso.

También podría gustarte