Norma Oficial Mexicana Nom
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0.Introducción El artículo 4o., de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece
los derechos humanos de toda persona a la salud y a decidir de manera libre, responsable e informada
sobre el número y el espaciamiento de sus hijos. La Ley General de Salud en su artículo 3o., fracción IV,
define la atención materno-infantil como materia de salubridad general, y el artículo 61, del mismo
ordenamiento jurídico, reconoce su carácter prioritario mediante acciones específicas para la atención
de la mujer durante su embarazo, parto y puerperio, así como de la persona recién nacida y etapas
posteriores, vigilando su crecimiento y desarrollo.
La salud materno-infantil constituye un objetivo básico de los pueblos porque en ella descansa la
reproducción biológica y social del ser humano; es condición esencial del bienestar de las familias, y
constituye un elemento clave para reducir las desigualdades y la pobreza. Por ello se busca contribuir
al cumplimiento de dos de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio que el Gobierno de México
hizo suyos, junto con 189 países más, al adoptar la Declaración del Milenio en el año 2000, hasta el
2015 la atención materna y perinatal basada en el objetivo 4, que corresponde a disminuir la
mortalidad de los niños menores de cinco años, en dos terceras partes entre 1990 y 2015, y el 5 que es
"Mejorar la Salud Materna", con el 5.A, que se refiere a reducir la mortalidad materna en tres cuartas
partes entre 1990 y 2015, y lograr la cobertura universal de asistencia al parto, actualmente
orientamos las acciones a la nueva Estrategia Mundial para la salud de la Mujer, la Niñez y la
adolescencia 2016-2030, que tiene como objetivo lograr el más alto nivel de salud para todas la
mujeres, los niños y adolescentes transformar el futuro y garantizar que cada recién nacido, la madre y
el niño no sólo sobreviva, sino que prospere. La estrategia se basa en el éxito de la estrategia 2010, lo
que ayudó a acelerar el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud. El
Programa Sectorial de Salud 2013-2018, en concordancia con el Plan Nacional de Desarrollo 2013-
2018, establece seis objetivos asociados a las Metas Nacionales: México en Paz, México Incluyente,
México con Educación de Calidad, México Próspero y México con Responsabilidad Global y a las tres
estrategias transversales: Democratizar la Productividad, Gobierno Cercano y Moderno, así como
Perspectiva de Género. Estos seis objetivos se refieren a: 1. Consolidar las acciones de protección,
promoción de la salud y prevención de enfermedades; 2. Asegurar el acceso efectivo a servicios de
salud con calidad; 3. Reducir los riesgos que afectan la salud de la población en cualquier actividad de
su vida; 4. Cerrar las brechas existentes en salud entre diferentes grupos sociales y regiones del país; 5.
Asegurar la generación y el uso efectivo de los recursos en salud, y 6. Avanzar en la construcción del
Sistema Nacional de Salud Universal bajo la rectoría de la Secretaría de Salud. El Plan Sectorial de Salud
2013-2018, destaca los logros sustantivos en diversos indicadores, como el aumento en la esperanza
de vida y la disminución de la mortalidad infantil en el país. Sin embargo, queda pendiente avanzar en
algunos indicadores clave de salud. Por ejemplo, la mortalidad materna que se redujo a menos de la
mitad entre 1990 y 2011 (al pasar de 89 a 43 defunciones de mujeres por cada 100,000 nacidos vivos).
No obstante, este indicador se encuentra lejos de alcanzar la meta de 22 defunciones propuesta para
2015, como parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que fueron pactados con los países
miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para alcanzar una mejor calidad de vida de
la población, razón por la cual el Plan Sectorial de Salud 2013-2018, contempla estrategias y líneas de
acción específicas para atender esta situación prioritaria.
El 30 de agosto de 2013, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el Programa Nacional para la
Igualdad de Oportunidades y No Discriminación contra las Mujeres 2013-2018 (PROIGUALDAD),
que da respuesta a la obligación señalada en el PND, de contar con una estrategia transversal de
perspectiva de género en todos los programas, acciones y políticas de gobierno; esto significa que en
los programas sectoriales, especiales, institucionales y regionales que elaboren las dependencias de la
Administración Pública Federal estarán explícitas la perspectiva de género y las acciones afirmativas
(concebidas como
medidas efectivas, caracterizadas por su dimensión temporal que inciden en la reducción de las
desigualdades) que permitan reducir las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres. En este
Programa se incorpora el objetivo 4 Fortalecer las capacidades de las mujeres para participar
activamente en el desarrollo social y alcanzar el bienestar; que en su estrategia 4.2 contempla Impulsar
el acceso de las mujeres a los servicios de cuidado a la salud en todo el ciclo de vida y explícitamente
incluye la línea de acción 4.2.8 Reducir la mortalidad materna y fortalecer la atención perinatal con
enfoque de interculturalidad.
Ante este escenario, es vital incrementar esfuerzos y dar un renovado impulso al fortalecimiento de los
servicios de salud, mejorando su regulación, organización, cobertura y calidad, a fin de avanzar más
rápidamente en el logro de las metas establecidas, satisfacer de manera más equitativa las necesidades
de salud materno-infantil de la población de México y reducir los contrastes sociales que persisten en
esta materia. En este contexto, se incorporan a esta Norma aspectos relevantes enfocados a la salud
materna y a la prevención de la morbimortalidad materna y perinatal, mediante intervenciones previas
a que una mujer decida embarazarse, así como durante su embarazo, parto y puerperio y establecer el
manejo del autocuidado como una acción de corresponsabilidad para enlazar con el personal de salud,
por lo que adquiere importancia el mejorar la calidad de la atención prenatal desde el periodo
preconcepcional, es decir, que se realice una valoración correcta del riesgo reproductivo en mujeres
con enfermedades concomitantes y en adolescentes; promover la planificación familiar, la detección
temprana de diabetes gestacional mediante la realización de tamiz de glucosa, con base en la evidencia
científica, sabiendo que su diagnóstico y tratamiento oportunos impactarán en la salud materno-fetal y
mejorará además el pronóstico de la mujer una vez finalizado su embarazo.
En ese mismo sentido, se busca impedir la transmisión perinatal de sífilis y VIH, mediante su detección
y tratamiento oportunos. Se promueve, además, la adecuada nutrición, la prescripción de hierro y
ácido fólico, y multivitamínicos, así como, evitar el uso y abuso de sustancias tóxicas y adictivas para
prevenir bajo peso y daños en el feto.
Así mismo, se enfatiza sobre las ventajas de la lactancia materna y el espaciamiento de los embarazos a
través de la adopción de un método anticonceptivo posparto, con pleno respeto a la decisión de la
mujer. Se busca en definitiva que la mujer y su pareja, se corresponsabilicen junto con la institución
que provee el servicio y su personal, en el cuidado de su salud.
En este mismo sentido, se afirma que el derecho universal a la salud sexual y reproductiva, la opción
libre e informada, el respeto a la integridad física y el derecho a no sufrir discriminación ni coerción en
todos los asuntos relacionados con la vida sexual y reproductiva de las personas, y a su vez recibir un
trato digno y respetuoso bajo los derechos humanos y la perspectiva de género, llevando un embarazo
más seguro y protegido.
Esta norma respeta los derechos reproductivos que se basan en el reconocimiento del derecho básico
de todas las personas a decidir, libre y responsablemente, la cantidad de hijos que desean tener, el
momento oportuno para tenerlos y el tiempo entre embarazos, así como la de tener la información y
los medios para concretar sus deseos, y el derecho de obtener el mayor estándar de salud sexual y
reproductiva.
Las intervenciones que se desarrollan para alcanzar la maternidad segura son: planificación familiar,
atención preconcepcional, prenatal, parto limpio y seguro, puerperio y los cuidados obstétricos
esenciales. Por lo anterior, es necesario puntualizar las acciones a cumplir en cada consulta, con
sentido ético, respetuoso y humanitario, y que éstas deban realizarse cuidadosamente, con un análisis
e interpretación correcta de los resultados que se obtengan de pruebas rápidas, de laboratorio y, en su
caso, de gabinete. Al mejorar la consulta pregestacional y prenatal, se contribuirá a la identificación
oportuna de posibles riesgos en una fase temprana y por lo tanto establecer medidas preventivas, o
bien, el tratamiento correspondiente con mínimas secuelas y evolución satisfactoria.
La mayoría de los daños obstétricos y los riesgos para la salud de la madre y la persona recién nacida
pueden ser prevenidos, detectados y tratados con éxito mediante la aplicación de procedimientos para
la atención, entre los que destacan, el uso del enfoque de riesgo, la realización de actividades
eminentemente preventivas y la eliminación o racionalización de algunas prácticas generalizadas que
llevadas a cabo en forma rutinaria y sin indicaciones generan riesgos innecesarios. Por lo tanto, las
acciones incluidas en esta Norma, tienden a favorecer el desarrollo fisiológico de cada una de las
etapas del embarazo y a prevenir la aparición de complicaciones.
En caso de una complicación no diagnosticada de manera oportuna y que ésta evolucione a una forma
severa, se establece, al igual que en otras normas internacionales vigentes, que la atención de
urgencias obstétricas es una prioridad todos los días del año y que el personal de salud debe informar
con oportunidad a la mujer embarazada y a sus familiares desde la primera consulta prenatal, y
refiriéndola a los establecimientos para la atención médica de las instituciones públicas del Sistema
Nacional de Salud que atienden urgencias obstétricas, sea o no derechohabiente de alguna de ellas.
Considerando el incremento de maltrato reportado en estudios nacionales e internacionales hacia la
mujer en todas sus formas, y en razón al estado vulnerabilidad que se presenta durante el embarazo,
esta debe ser identificada y atendida con oportunidad. Otros factores de riesgo que pueden incidir en
el incremento de la mortalidad materna es la violencia que, en sus diferentes formas, tiene efectos
negativos en la salud emocional y física de la mujer embarazada y complicaciones graves en su salud
sexual y reproductiva. La violencia sexual y la violencia a la mujer pueden ocasionar embarazos no
deseados, problemas ginecológicos, abortos provocados e infecciones de transmisión sexual, entre
ellas, la infección por sífilis y/o VIH. La violencia o maltrato hacia la mujer durante el embarazo
aumenta la probabilidad de sufrir abortos espontáneos, muerte fetal, parto prematuro y bajo peso al
nacer, para lo cual es necesario realizar acciones de prevención primaria de la violencia familiar y de
género, así como canalizar a servicios especializados a las mujeres que la viven, sobre todo si se
encuentran en etapa gestacional. Por lo mencionado, es necesario efectuar cambios en los
procedimientos de la atención materno-infantil que deben ser normados, a fin de garantizar su
cumplimiento en todo el país. De esta manera la presente Norma contribuirá a corregir desviaciones
actualmente en uso, que afectan la calidad de la atención en salud y señalar pautas específicas a seguir
para disminuir la mortalidad y la morbilidad materna y perinatal.
1. Objetivo y campo de aplicación
1.1 Esta Norma tiene por objeto establecer los criterios mínimos para la atención médica a la mujer
durante el embarazo, parto y puerperio normal y a la persona recién nacida.
1.2 Esta Norma es de observancia obligatoria en todo el territorio nacional, para el personal de salud
de los establecimientos para la atención médica de los sectores público, social y privado del Sistema
Nacional de Salud, que brindan atención a mujeres embarazadas, durante el parto, puerperio y de las
personas recién nacidas.
3. Definiciones
Para los fines de esta Norma se entiende por:
3.1 Aborto, a la expulsión o extracción de su madre de un embrión o de un feto de menos de 500 g de
peso (peso que se alcanza aproximadamente a las 22 semanas completas de embarazo) o de otro
producto de la gestación de cualquier peso o edad gestacional pero que sea absolutamente no viable.
3.2 Alojamiento conjunto, a la ubicación y convivencia de la persona recién nacida y su madre en la
misma habitación para favorecer el contacto inmediato y permanente, así como la práctica de la
lactancia materna exclusiva.
3.3 Atención de la urgencia obstétrica, a la prestación que debe brindar el personal médico
especializado del establecimiento para la atención médica, garantizando la atención inmediata y
correcta de cualquier complicación obstétrica de manera continua las 24 horas, todos los días del año.
3.4 Atención prenatal, a la serie de contactos, entrevistas o visitas programadas de la embarazada con
personal de salud, a efecto de vigilar la evolución del embarazo y obtener una adecuada preparación
para el parto, el puerperio y el manejo de la persona recién nacida. La atención prenatal, incluye la
promoción de información sobre la evolución normal del embarazo y parto, así como, sobre los
síntomas de urgencia obstétrica; el derecho de las mujeres a recibir atención digna, de calidad, con
pertinencia cultural y respetuosa de su autonomía; además de elaborar un plan de seguridad para que
las mujeres identifiquen el establecimiento para la atención médica resolutivo donde deben recibir
atención inmediata. Todas estas acciones se deben registrar en el expediente clínico.
3.5 Calidad de la atención en salud, al grado en el que se obtienen los mayores beneficios de la
atención médica, acorde con las disposiciones jurídicas aplicables, con los menores riesgos para los
pacientes y al trato respetuoso y de los derechos de las usuarias, considerando los recursos con los que
se cuenta y los valores sociales imperantes. Incluye oportunidad de la atención, accesibilidad a los
servicios, tiempo de espera, información adecuada, así como los resultados.
3.6 Certificado de nacimiento, al formato único nacional establecido por la Secretaría de Salud, de
expedición gratuita y obligatoria, con carácter individual e intransferible, que hace constar el
nacimiento de un nacido vivo y las circunstancias que acompañaron el hecho.
3.7 Certificado de muerte fetal y perinatal, al formato único nacional establecido por la Secretaría de
Salud, de expedición gratuita y obligatoria, con carácter individual e intransferible, que hace constar la
ocurrencia de una defunción fetal y las circunstancias que acompañaron el hecho.
3.8 Cesárea, a la intervención quirúrgica que tiene por objeto, extraer el feto, vivo o muerto, de 22
semanas cumplidas o más, así como la placenta y sus anexos, a través de una incisión en la pared
abdominal y uterina.
3.9 Conceptos, al producto de la concepción en cualquier etapa de desarrollo desde la fertilización al
nacimiento. Incluye el embrión o el feto y las membranas embrionarias.
3.10 Consentimiento informado, al proceso continuo y gradual que se da entre el personal de salud y el
paciente y que se consolida en un documento escrito signado por el paciente o su representante legal
o familiar más cercano en vínculo, mediante los cuales se acepta un procedimiento médico o
quirúrgico con fines de diagnósticos, rehabilitatorios, paliativos o de investigación una vez que sea
recibido información de los riesgos y beneficios esperados.
3.11 Defunción, fallecimiento o muerte fetal, a la pérdida de la vida de un producto de la gestación
antes de la expulsión o extracción completa del cuerpo de su madre, independientemente de la
duración del embarazo. La muerte está indicada por el hecho de que después de la separación de la
madre, el feto no presenta signos vitales, como respiración, latidos del corazón, pulsaciones del cordón
umbilical o movimientos efectivos de los músculos de contracción voluntaria.
3.12 Diabetes gestacional (DG), a la alteración en el metabolismo de los carbohidratos que se detecta
por primera vez durante el embarazo y se traduce en una insuficiente adaptación a la insulina.
3.13 Distocia, a las complicaciones en el mecanismo del trabajo de parto que interfieren con la
evolución fisiológica del mismo y requieren maniobras especiales.
3.14 Edad gestacional, al periodo transcurrido desde el primer día de la última menstruación normal en
una mujer con ciclos menstruales regulares, sin uso de anticonceptivos hormonales; con fecha de
última menstruación confiable, hasta el nacimiento o hasta el evento gestacional en estudio. Se
expresa en semanas y días completos.
3.15 Embarazo, a la parte del proceso de la reproducción humana que comienza con la implantación
del "conceptus" en el endometrio y termina con el nacimiento.
3.16 Eutocia, a la presentación del feto en vértice, cuyo progreso del trabajo de parto es normal,
termina sin complicación y no requiere de maniobras especiales.
3.17 Feto, al producto de la fecundación desde el fin del desarrollo embrionario, a las 8 semanas
después de la fecundación, hasta el aborto o el nacimiento.
3.18 Hipotiroidismo congénito, a la enfermedad que se presenta desde el nacimiento y se caracteriza
por disminución permanente o transitoria del funcionamiento de la glándula tiroides.
3.19 Identificación oficial, a los documentos con los que una persona física puede acreditar su
identidad; como son credencial para votar, pasaporte vigente o cédula profesional.
3.20 Lactancia materna, a la proporcionada a la persona recién nacida, con leche humana, sin la
adición de otros líquidos o alimentos.
3.21 Muerte materna, a la ocurrida a una mujer mientras está embarazada o dentro de los 42 días
siguientes a la terminación del embarazo, independientemente de la duración y el sitio del mismo,
debida a cualquier causa relacionada con o agravada por el embarazo o su atención, pero no por
causas accidentales o incidentales. 3.21.1 Muerte Materna Directa, a la relacionada con las
complicaciones propias del embarazo.
3.21.2 Muerte Materna Indirecta, a la causada por una enfermedad de fondo agravada por el
embarazo
3.22 Nacido vivo, al producto de la concepción expulsado o extraído de forma completa del cuerpo de
su madre, independientemente de la duración del embarazo, que después de dicha separación respire
y presente signos vitales como frecuencia cardiaca, pulsaciones del cordón umbilical o movimientos
efectivos de los músculos de contracción voluntaria, tanto si se ha cortado o no el cordón umbilical y
esté o no desprendida la placenta.
3.23 Nacido muerto, a la expulsión completa o extracción del producto de la concepción del organismo
materno, cuando después de dicha separación no respire ni lata el corazón, se haya o no cortado el
cordón umbilical y esté o no desprendida la placenta.
3.24 Nacimiento, a la expulsión completa o extracción del organismo materno del producto de la
concepción. Término empleado tanto para nacidos vivos o defunciones fetales.
3.25 Nacimiento con producto pretérmino, al que ocurre antes de las 37 semanas completas (menos
de 259 días) de gestación.
3.26 Nacimiento con producto a término, al que ocurre entre las 37 semanas y menos de 42 semanas
completas (259 a 293 días) de gestación.
3.27 Nacimiento con producto postérmino, al que ocurre a las 42 semanas completas o más (294 días o
más) de gestación.
3.28 Oportunidad de la atención, a la prestación de los servicios en el momento en que se requieran,
comprendiendo accesibilidad al establecimiento para la atención médica y tiempo de respuesta del
personal de salud.
3.29 Partera técnica, a la persona egresada de las escuelas de formación de partería, cuyo título es
reconocido por las autoridades educativas competentes y que corresponde al nivel técnico.
3.30 Partera tradicional, a la persona que pertenece a comunidades indígenas y rurales y que ha sido
formada y practica el modelo tradicional de atención del embarazo, parto, puerperio y la persona
recién nacida, la cual se considera como personal no profesional autorizado para la prestación de los
servicios de atención médica.
3.31 Parto, al conjunto de fenómenos activos y pasivos que permiten la expulsión del feto de 22
semanas o más por vía vaginal, incluyendo la placenta y sus anexos.
3.32 Partograma, a la herramienta fundamental durante el trabajo de parto que se debe llenar en
forma rutinaria y debe analizarse detalladamente en todas las gestantes con la finalidad de evitar
distocias y cesáreas de urgencia que conllevan a una alta morbilidad y mortalidad.
3.33 Parto vertical, a la atención del parto de la mujer embarazada colocada en posición vertical: de
pie, sentada, semidecúbito, o en cuclillas.
3.34 Periodo neonatal, a la etapa que inicia al nacimiento y termina 28 días después del mismo.
3.35 Periodo perinatal, a la etapa que inicia a las 22 semanas de gestación y termina 7 días después del
nacimiento.
3.36 Pertinencia cultural, al modo de convivencia en el que las personas, grupos e instituciones con
características culturales y posiciones diversas, conviven y se relacionan de manera abierta, horizontal,
incluyente, respetuosa y sinérgica en un contexto compartido.
3.37 Producto de la concepción, al embrión post-implantatorio o feto, de acuerdo a la etapa del
embarazo.
3.38 Promoción de la salud, a la estrategia fundamental para proteger y mejorar la salud de la
población. Acción política, educativa y social que incrementa la conciencia pública sobre la salud.
Promueve estilos de vida saludables y acciones comunitarias a favor de la salud para que la gente
ejerza sus derechos y responsabilidades y participe en la creación de ambientes, sistemas y políticas
favorables al bienestar.
3.39 Prueba de antiglobulina humana (prueba de Coombs): al ensayo de aglutinación en el que se
emplean anticuerpos contra la gamaglobulina humana, que permite demostrar la presencia o ausencia
de anticuerpos adheridos a un antígeno de la membrana del eritrocito.
3.40 Puerperio normal, al periodo que sigue a la expulsión del producto de la concepción, en el cual los
cambios anatomo-fisiológicos propios del embarazo se revierten al estado pregestacional. Tiene una
duración de 6 semanas o 42 días.
3.41 Puerperio inmediato, al periodo que comprende las primeras 24 horas después del parto.
3.42 Puerperio mediato, al periodo que abarca del segundo al séptimo día después del parto.
3.43 Puerperio tardío, al periodo que comprende desde el octavo día hasta los 42 días después del
parto
3.44 Recién nacido (persona recién nacida), al producto de la concepción desde el nacimiento hasta los
28 días de edad.
3.45 Recién nacido (persona recién nacida) pretérmino, a aquél cuya gestación haya sido de 22 a
menos de 37 semanas. Cuando no se conoce la edad gestacional, se considerará así a un producto que
pese menos de 2,500 gramos. Cuando no se conoce la edad gestacional se valora con métodos clínicos
como el Capurro y Ballard modificado.
3.46 Recién nacida/o inmaduro, a aquél cuya gestación haya sido de 22 semanas a menos de 28
semanas, o que su peso al nacer sea de 501 a 1,000 g. Cuando no se conoce la edad gestacional se
valora con métodos clínicos como el Capurro y Ballard modificado.
3.47 Recién nacida/o a término, a aquél cuya gestación haya sido de 37 semanas a menos de 42
semanas. Se considerará así a un producto que pese más de 2,500g. Cuando no se conoce la edad
gestacional se valora con métodos clínicos como el Capurro y Ballard modificado.
3.48 Recién nacida/o postérmino, al producto de la concepción con 42 o más semanas completas de
gestación o más (294 días o más).
3.49 Restricción en el crecimiento intrauterino, a la incapacidad del feto para alcanzar un potencial
genético de crecimiento de acuerdo a las condiciones propias de la gestación y del entorno.
3.50 Sucedáneo de la leche materna o humana, a las fórmulas comercializadas presentadas como
sustituto parciales o totales de la leche materna o humana.
3.51 Tamiz metabólico neonatal, al examen de laboratorio practicado a la persona recién nacida, para
detectar padecimientos de tipo metabólico.
3.52 Urgencia obstétrica, a la complicación médica o quirúrgica que se presenta durante la gestación,
parto o el puerperio, que condiciona un riesgo inminente de morbilidad o mortalidad materna y
perinatal y que requiere una acción inmediata por parte del personal de salud encargado de su
atención.
3.53 Obstetricia, a la parte de la medicina que trata de la gestación, el parto y el puerperio.
3.54 Valoración de Apgar, a la valoración de la persona recién nacida al minuto y a los cinco minutos
de: frecuencia cardiaca, respiración, tono muscular, irritabilidad refleja y la coloración de tegumentos.
4. Símbolos y abreviaturas
4.1 ABO: Sistema de grupos sanguíneos
4.2 CTG: Curva de tolerancia a la glucosa
4.3 CONAVE: Comité Nacional de Vigilancia Epidemiológica
4.4 dl: Decilitros
4.5 DM: Diabetes mellitus
4.6 Du: Antígeno D expresado débilmente
4.7 E²: Estatura al cuadrado
4.8 FUM Fecha de última menstruación
4.9 g: Gramo
4.10 IM: Vía intramuscular
4.11 IV: Vía intravenosa
4.12 IMC: Indice de masa corporal
4.13 Kg/m²: Kilogramo sobre metro al cuadrado
4.14 m: Metro
4.15 mg: Miligramos
4.16 mmol/L: Milimolas por litro
4.17 OMS: Organización Mundial de la Salud
4.18 Rho: Antígeno eritrocítico D
4.19 SIDA: Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida
4.20 SINAVE: Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica
4.21 UI: Unidades internacionales
4.22 VIH: Virus de la Inmunodeficiencia Humana
4.23 µg: Microgramos
5. Disposiciones generales
5.1 La atención médica que reciban las mujeres en edad reproductiva en los establecimientos para la
atención médica públicos, privados y sociales del país, debe ser con un enfoque preventivo, educativo,
de orientación y consejería.
5.1.2 La consulta preconcepcional debe fomentarse para promover la salud de la mujer y de su
descendencia, evaluar la salud de la mujer en esta etapa permite identificar condiciones de riesgo
reproductivo, en el embarazo y, sobre todo, llevar a cabo medidas preventivas. La asistencia del
personal de salud debe estar dirigida a identificar y aconsejar sobre los problemas existentes, situar a
la mujer en las mejores condiciones de salud posible para embarazarse y planear de forma objetiva el
momento más adecuado para el embarazo. Ver Apéndices C y D Normativos, de esta Norma.
5.1.3 En las consultas preconcepcional y prenatal, se debe incluir valoración por el servicio de
estomatología. 5.1.4 El examen de valoración debe incluir, una historia clínica completa, realizar
exámenes de laboratorio básicos para detectar alteraciones que puedan incrementar el riesgo
obstétrico y otorgar elementos educativos para un adecuado control prenatal, embarazo saludable,
parto fisiológico y puerperio sin complicaciones, además de los factores educativos que le permitan
lograr exitosamente una lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses postparto.
5.1.5 La atención debe ser integral y enfocada a considerar la reproducción humana como una
expresión de los derechos reproductivos, para que sea libremente escogida y segura; fomentando la
corresponsabilidad en el cuidado de la salud de la mujer, su pareja, la comunidad y el personal de salud
e informar sistemáticamente de las ventajas de lograr un periodo intergenésico mínimo de 2 años,
para reducir los riesgos a largo plazo y planificar adecuadamente la familia.
5.1.6 En la visita preconcepcional, se debe brindar información sobre los cuidados de la persona recién
nacida, lactancia, tamiz metabólico neonatal, estimulación temprana y aplicación de vacunas,
prevención de enfermedades diarreicas y respiratorias.
5.1.7 En los establecimientos para la atención médica de los sectores público, social y privado, que no
cuenten con el servicio de atención de urgencias obstétricas, se debe procurar en la medida de su
capacidad resolutiva, auxiliar a las mujeres embarazadas en situación de urgencia, y una vez resuelto el
problema inmediato y estabilizado y que no esté en peligro la vida de la madre y la persona recién
nacida, se debe proceder a su referencia a un establecimiento para la atención médica que cuente con
los recursos humanos y el equipamiento necesario para la atención de la madre y de la persona recién
nacida.
5.1.8 Los establecimientos para la atención médica que brinden atención de urgencias obstétricas
deben contar con espacios habilitados, personal especializado, calificado y/o debidamente capacitado
para atender dichas urgencias, equipo e instalaciones adecuadas, así como los insumos y
medicamentos necesarios para su manejo, además de contar con servicio de transfusión sanguínea o
banco de sangre con hemocomponentes y laboratorio para procesamiento de muestras; 24 horas del
día, todos los días del año.
5.1.9 Toda mujer en edad reproductiva que desee embarazarse, debe acudir de preferencia
acompañada de su pareja al establecimiento para la atención médica, para recibir asesoría médica
sobre el riesgo reproductivo, idealmente tres meses antes de intentar el embarazo. En este periodo es
importante iniciar la suplementación de ácido fólico para la prevención de defectos del tubo neural y
continuarla durante el embarazo.
5.1.10 Todo el tiempo y en especial durante el embarazo y la lactancia, se debe promover que la mujer
se abstenga de utilizar sustancias adictivas como tabaco (aun como fumadora pasiva), bebidas
alcohólicas y sustancias psicoactivas (Ver Apéndice D Normativo, de esta Norma).
5.1.11 La atención a la mujer durante el embarazo, parto y puerperio y a la persona recién nacida debe
ser proporcionada con calidad y respeto de sus derechos humanos, principalmente a su dignidad y
cultura, facilitando, en la medida de lo posible, apoyo psicológico durante su evolución. Todas las
instituciones de salud deben capacitar a las licenciadas en enfermería obstétrica, parteras técnicas y
parteras tradicionales para identificar complicaciones del embarazo, parto y puerperio; así como,
proveer facilidades para la referencia y acompañamiento oportuno de la embarazada a los
establecimientos para la atención médica, en su caso. Los partos de bajo riesgo de término, pueden ser
atendidos por enfermeras obstetras, parteras técnicas y parteras tradicionales capacitadas.
5.1.12 Las mujeres y las personas recién nacidas referidas a los establecimientos para la atención
médica por las parteras tradicionales u otro prestador de servicio de salud de la comunidad, deben ser
atendidos con oportunidad. La mujer debe tener la opción de parir en forma vertical, siempre y cuando
se cuente con personal capacitado y con la infraestructura suficiente para tal fin, preservando en todo
momento su autonomía y la seguridad del binomio.
5.1.13 En los establecimientos para la atención médica, se debe disponer de la capacidad para
detectar, registrar, asignar y manejar oportunamente el riesgo reproductivo, obstétrico y perinatal
para cada embarazo, el cual debe servir para planear y aplicar un plan de vigilancia y manejo de forma
individual y con la intervención de los especialistas acordes a cada situación.
5.1.14 Los establecimientos para la atención médica, deben garantizar la prestación de servicios de
salud oportunos, con calidad y seguridad durante el embarazo, parto y puerperio, así como durante la
atención de urgencias obstétricas.
5.2 Atención del embarazo.
5.2.1 Las actividades a realizar por parte del personal de salud en la primera consulta de atención
prenatal deben ser:
5.2.1.1 Elaborar y registrar la historia clínica en un expediente, carnet perinatal o la guía básica para la
mujer embarazada (ver Apéndice J Normativo, de esta Norma), debiendo tener los siguientes
apartados:
5.2.1.1.1 Identificación de la embarazada, su nombre completo que acredite con una identificación
oficial edad, escolaridad, estado civil, empleo, lugar de residencia habitual, teléfono y los datos de
algún familiar o amistad para establecer contacto en caso necesario;
5.2.1.1.2 Identificar antecedentes heredo familiares, personales patológicos y personales no
patológicos; 5.2.1.1.3 Identificar antecedentes de embarazos previos y su resolución mediante
interrogatorio intencionado para datos de: cesárea, preeclampsia, hemorragia obstétrica, parto
pretérmino, restricción en el crecimiento intrauterino, óbito, pérdida repetida de la gestación, DG y
malformaciones fetales.
5.2.1.2 Realizar el diagnóstico del embarazo por el método clínico, de laboratorio (prueba
inmunológica de embarazo en orina o suero) o ultrasonográfico; con este fin, no se deben emplear
estudios radiográficos ionizantes ni prescribir medicamentos hormonales.
5.2.1.3 Calcular la edad gestacional y fecha probable de parto, mediante el uso de los siguientes
métodos: 5.2.1.3.1 Wahl y Naegele: Al primer día de la FUM agregar 7-10 días y al mes se le restan 3;
5.2.1.3.2 A partir del primer día de la FUM se contarán 280 días, esa será la fecha probable de parto, y
5.2.1.3.3 En algunos casos, cuando hay dudas o se desconoce la FUM, el ultrasonido es un auxiliar para
la estimación de la edad gestacional.
5.2.1.4 Realizar búsqueda de factores de riesgo en el interrogatorio en forma dirigida.
5.2.1.5 Identificar los siguientes factores de riesgo para DG: Padres con DM o familiares en primer
grado; antecedente de DG; edad mayor de 25 años; peso al nacer de la paciente igual o mayor que 4
Kg; obesidad igual o mayor que 90Kg, IMC Kg/E² igual o mayor que 30Kg/E² antes del embarazo;
pacientes con tamiz alterado, a la hora igual o mayor que 130mg/dl; hijos/as con peso al nacer igual o
mayor que 4,000g; antecedente de óbito; aborto recurrente; hijos con malformaciones congénitas e
hipertensión arterial crónica.
5.2.1.6 Identificar e informar a la mujer embarazada, sobre el alto riesgo que representan las
adicciones a sustancias químicas, la automedicación, la exposición de fármacos, tabaco, marihuana,
alcohol o sustancias psicoactivas o psicotrópicas y otras drogas con efectos potencialmente agresivos
para la madre y el producto, que puedan tener repercusiones en la evolución del embarazo, y daño
embrio–fetal, independientemente del periodo gestacional (Ver Apéndice D Normativo, de esta
Norma).
5.2.1.7 En la atención a la madre durante el embarazo y el parto, vigilar estrechamente la prescripción
y uso de medicamentos, valorando el riesgo-beneficio de su administración (Véase Apéndice D
Normativo, de esta Norma).
5.2.1.8 Identificar datos de depresión o cualquier otro trastorno en relación a la salud mental durante
el embarazo, parto y puerperio.
5.2.1.9 Cuando se atienda a una mujer embarazada, de manera particular si es adolescente menor a 15
años, realizar la búsqueda intencionada de ejercicio de violencia sexual, familiar o de género. En caso
de encontrarse datos sugestivos, proceder conforme a las disposiciones jurídicas aplicables.
5.2.1.10 Exploración física completa que incluya: signos vitales, peso, talla y evaluación del estado
nutricional (Ver Apéndice C Normativo, de esta Norma). Exploración bucodental, mamaria,
auscultación cardiaca materna, medición del fondo uterino y de la frecuencia cardiaca fetal en su caso,
así como toma de citología cérvico-vaginal, si procede, como lo dispone la Norma Oficial Mexicana
citada en el punto 2.8, del Capítulo de Referencias, de esta Norma. Todas estas actividades deben ser
anotadas en el expediente clínico para cada consulta otorgada.
5.2.1.11 Prescripción de medidas generales higiénico dietéticas con el fin de promover la salud.
5.2.1.12 Aplicar la primera dosis de toxoide antitetánico preferentemente antes de la semana 14 y la
segunda, entre 4 y 8 semanas después de la primera aplicación.
5.2.1.13 Para prevenir defectos del tubo neural, es importante prescribir 0.4 mg de ácido fólico y
micronutrientes desde el periodo, mínimo tres meses previos a la primera consulta y durante todo el
embarazo. 5.2.1.14 Solicitar los siguientes exámenes de laboratorio:
5.2.1.14.1 Biometría hemática completa;
5.2.1.14.2 Grupo sanguíneo y factor Rh. En Paciente Rh negativo (coombs indirecto);
5.2.1.14.3 Glucosa en ayuno y a la hora (poscarga de 50 g);
5.2.1.14.4 Creatinina;
5.2.1.14.5 Ácido úrico;
5.2.1.14.6 Examen general de orina; se recomienda realizar prueba rápida con tira reactiva en cada
consulta prenatal e indicar urocultivo para que en caso positivo se inicie tratamiento antibacteriano.
5.2.1.14.7 Prueba de laboratorio para detectar sífilis en la embarazada y prevenir sífilis congénita;
5.2.1.14.8 La detección de VIH y sífilis debe ser ofertada sistemáticamente de acuerdo con la Norma
Oficial Mexicana citada en el punto 2.7, del Capítulo de Referencias, de esta Norma. La prueba de
tamizaje para VIH y sífilis se debe realizar en las primeras 12 semanas previa orientación y aceptación
de la embarazada, a través de su consentimiento informado, enfatizando la consejería y orientación
acerca de los beneficios de una prueba en etapas tempranas del embarazo para evitar transmisión
vertical hacia el feto. Se debe asentar en el expediente clínico que se ofertaron ambas pruebas y la
mujer debe firmar la decisión que tomó acerca de su realización. En aquellas mujeres que no se
sometieron a tamizaje durante las etapas tempranas del embarazo debe ofrecerse la realización del
mismo, antes del parto o en el postparto inmediato, para las medidas profilácticas o terapéuticas que
apliquen. Toda mujer que resulte positiva a VIH o sífilis, debe ser enviada inmediatamente al segundo
nivel de atención, o establecimientos para la atención médica especializados, y
5.2.1.14.9 Exámenes de gabinete pertinentes. De acuerdo a valoración clínica y evolución del
embarazo, se podrá solicitar estudio ultrasonográfico.
5.2.1.15 Promover que la embarazada de bajo riesgo reciba como mínimo cinco consultas prenatales,
iniciando preferentemente en las primeras 8 semanas de gestación y/o prueba positiva de embarazo
atendiendo al siguiente calendario: 1ª consulta: entre las 6 - 8 semanas; 2ª consulta: entre 10 - 13.6
semanas; 3ª consulta: entre 16 - 18 semanas; 4ª consulta: 22 semanas; 5ª consulta: 28 semanas; 6ª
consulta: 32 semanas; 7ª consulta: 36 semanas; y 8ª consulta: entre 38 - 41semanas. La importancia de
la atención prenatal con intervenciones integrales y preventivas permite detectar riesgos fetales y
maternos pudiendo aplicar el tamizaje prenatal oportuno entre 11 y 13.6 semanas, y segundo
trimestre de 16 a 22 semanas, donde el ultrasonido es un medio fundamental de vigilancia.
5.2.1.16 Promover que se realice un ultrasonido obstétrico en cada trimestre del embarazo por
personal capacitado, para determinar el bienestar materno y fetal de manera intencionada. El primero
entre las semanas 11 a 13.6, mediante el cual se establezca la vitalidad, edad gestacional y número de
fetos que se están gestando; el segundo entre las 18 y 22 semanas y el tercero, entre las 29 y 30
semanas o más de gestación.
5.2.1.17 Por el alto riesgo de la morbilidad y la mortalidad perinatales, toda mujer embarazada con 41
semanas o más, debe ser trasladada al segundo nivel de atención, para su valoración y atención.
5.2.1.18 En la consulta prenatal efectiva y periódica, los prestadores de servicios de salud deben
brindar a la embarazada, información clara, veraz y basada en evidencia científica, sobre diferentes
aspectos de salud en el embarazo, con el fin de que conozca sobre los factores de riesgo, estilos de
vida saludable, aspectos nutricionales que la mejoren, lactancia materna exclusiva y planificación
familiar. Resaltar la atención ante posibles complicaciones que pueden poner en riesgo su vida y la de
la persona recién nacida y que debe estar alerta ante los primeros signos y síntomas para buscar
atención médica inmediata. La consulta prenatal debe ofrecer la oportunidad de aclarar dudas a la
embarazada, especialmente para aquéllas que cursan su primer embarazo; durante todo el embarazo
se deben efectuar acciones para prevenir o detectar la presencia de enfermedades preexistentes o
subclínicas, diabetes gestacional, infecciones de vías urinarias, infecciones periodontales y
preeclampsia; además de promover el autocuidado y la preparación para el nacimiento, quedando
registrado en el expediente clínico.
5.3 Consultas subsecuentes.
5.3.1 Las actividades a realizar por parte del personal de salud en las consultas subsecuentes deben
ser:
5.3.1.1 Permitir a la embarazada exponer sus dudas y síntomas. Aclararle las dudas con lenguaje
comprensible y tomar en cuenta todos los signos y síntomas que manifieste.
5.3.1.2 Hacer interrogatorio dirigido buscando datos de alarma en el embarazo.
5.3.1.3 Identificar signos y síntomas de urgencia obstétrica: hipertensión arterial, pérdida de la
conciencia, convulsiones, epigastralgia, cefalea intensa, hemorragia transvaginal, palidez intensa, dolor
abdominal, fiebre, pérdida transvaginal de líquido o sangre. Consultar la Guía de Práctica Cínica de
Detección y Tratamiento Inicial de las Emergencias Obstétricas, en la página de internet:
http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/442_GPC_Emergencias__obstetric
as/GER _Emergencias_obstxtricas.pdf
5.3.1.4 Realizar medición, registro e interpretación de peso, talla, presión arterial, temperatura,
frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, crecimiento de fondo uterino, movimientos del feto y
frecuencia cardiaca fetal, ultrasonido.
5.3.1.5 Realizar interpretación y valoración de los resultados de exámenes de laboratorio y estudios de
gabinete solicitados en la entrevista previa. En caso de cualquier anormalidad en los estudios, se debe
referir a la paciente con el médico especialista de forma inmediata y en su caso, trasladar al servicio de
atención obstétrica de urgencia.
5.3.1.6 A todas las mujeres embarazadas se debe realizar la prueba de detección para DG entre la
semana 24 y 28 del embarazo, aunque las mujeres con mayor riesgo pueden ser estudiadas desde
antes.
5.3.1.7 Las mujeres con diagnóstico de DG deben ser referidas a un establecimiento para la atención
médica de 2o. o 3er. nivel de atención en donde puedan recibir un manejo inmediato especializado.
Entre las 6 y 12 semanas posteriores al término de la gestación a toda mujer con diagnóstico de
diabetes gestacional se le debe realizar una CTG a fin de identificar a las mujeres con diabetes mellitus;
así como para proporcionar el seguimiento especializado a su hija/o.
5.3.1.8 Promover que la mujer embarazada acuda a consulta, de preferencia con su pareja, para que se
integre y se corresponsabilice del control y vigilancia del embarazo; o bien, con algún familiar, para
garantizar que alguien de su confianza la apoye en el proceso.
5.3.1.9 Promover la lactancia materna exclusiva, excepto en los casos medicamente justificados, entre
ellos, el de madre VIH positiva, en los cuales, se recomendará sucedáneos de la leche materna o
humana, conforme a la Norma Oficial Mexicana citada en el punto 2.7, del Capítulo de Referencias, de
esta Norma.
5.3.1.10 Proveer información completa sobre los métodos anticonceptivos, así como proporcionar la
oferta sistemática de éstos conforme a lo establecido en la Norma Oficial Mexicana, citada en el punto
2.2, del Capítulo de Referencias, de esta Norma, así como establecer mecanismos efectivos para la
referencia y atención de la anticoncepción post-evento obstétrico, de preferencia en el post-parto o
post-aborto inmediato y antes del alta hospitalaria, para aquellas mujeres que durante su control
prenatal y su atención del parto expresen su deseo de usar algún método anticonceptivo.
5.3.1.11 Vacunar a la embarazada conforme a lo establecido en la Norma Oficial Mexicana citada en el
punto 2.21, del Capítulo de Referencias, de esta Norma;
5.3.1.12 Proporcionar información completa a la embarazada y a sus familiares, sobre signos y
síntomas de alarma que ameriten una atención inmediata en el establecimiento para la atención
médica, la elaboración de un plan de seguridad para la atención del parto o ante una urgencia
obstétrica, en el que se identifique el establecimiento que prestará la atención, el vehículo a utilizar en
el traslado y la persona acompañante, considerando planes alternativos en caso de urgencia,
debiéndose registrar dicha información en los formatos institucionales de traslado, el carnet perinatal
o la guía básica para la mujer embarazada (ver Apéndice J Normativo, de esta Norma).
5.3.1.13 Trasladar oportunamente a las pacientes en situación de urgencia obstétrica a los
establecimientos para la atención médica con la capacidad resolutiva adecuada, para tal efecto el
personal de salud debe: 5.3.1.13.1 Conocer e informar a la mujer embarazada y a sus familiares, la
ubicación del establecimiento para la atención médica de atención de urgencias obstétricas que le
corresponda.
5.3.1.13.2 Definir el traslado, de acuerdo con los criterios establecidos, para atención de las gestantes a
los establecimientos para la atención médica de primer, segundo y tercer nivel, empleando para ello
los formatos que se establezcan con ese fin, como pueden ser formatos institucionales de traslado, el
carnet perinatal o la guía básica para la mujer embarazada (ver Apéndice J Normativo, de esta Norma).
5.3.1.13.3 En todos los casos de urgencia obstétrica, tales como hemorragia obstétrica, trastornos
hipertensivos del embarazo, amenaza de parto pretérmino, sepsis o con enfermedades concomitantes
graves, se debe brindar atención médica integral con oportunidad y calidad.
5.3.1.14 Proporcionar a la gestante, un carnet perinatal, cartilla o la guía básica para la mujer
embarazada, que contenga los siguientes datos: ficha de identificación; antecedentes heredo
familiares; antecedentes personales patológicos; antecedentes ginecoobstétricos; factores de riesgo
obstétrico; evolución del embarazo en cada consulta incluyendo; fecha; edad gestacional; peso;
presión arterial; fondo uterino; frecuencia cardiaca fetal; resultados de exámenes de laboratorio;
observaciones; resultado de la atención obstétrica; factores de riesgo para embarazos posteriores.
5.3.1.15 Proporcionar información que destaque la importancia de la lactancia materna exclusiva,
planificación familiar y signos de alarma durante el embarazo.
5.3.1.16 El control prenatal debe ser realizado por personal calificado para la atención prenatal, con
pertinencia cultural, considerando las diversas cosmovisiones en salud, especialmente de los pueblos
indígenas, estar dirigido a la promoción de estilos de vida saludables, a la prevención, detección y
control de factores de riesgo obstétrico como anemia, preeclampsia, complicaciones hemorrágicas del
embarazo, infecciones cérvico vaginales, urinarias y de transmisión sexual, restricción del crecimiento
intrauterino y detección y control de otras patologías preexistentes e intercurrentes con el embarazo, y
aplicar las medidas de atención oportuna, Guía de Práctica Clínica Reducción de la Frecuencia de
Operación Cesárea. México; 2014. Disponible en:
http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/048_GPC_Cesarea/
IMSS_048_08_EyR.pdf
5.3.1.17 Realizar en cada consulta subsecuente, la búsqueda intencionada de los factores de riesgo y
posibles complicaciones de acuerdo con los lineamientos y guías de práctica clínica vigentes.
5.4 Prevención del peso bajo al nacimiento.
5.4.1 El prestador de los servicios de salud que proporciona atención obstétrica debe seguir los
criterios y procedimientos básicos para la prevención, detección oportuna de los factores de riesgo y
manejo adecuado ante la amenaza de parto pretérmino, restricción en el crecimiento intrauterino y
peso bajo al nacimiento. Ver el Apéndice E Normativo, de esta Norma.
5.4.2 La detección oportuna se debe realizar 3 meses antes del embarazo y durante la gestación.
5.4.3 Los procedimientos preventivos deben incluir la orientación a la mujer para el autocuidado, la
identificación de los signos de alarma y la búsqueda de atención médica oportuna. Esta orientación
también debe ser proporcionada a su pareja o a algún familiar.
5.4.4 Para detectar la restricción del crecimiento intrauterino se debe realizar periódica y
sistemáticamente el seguimiento del incremento del peso materno, altura del fondo uterino (Apéndice
A Normativo, de esta Norma), y del estudio ultrasonográfico, realizado preferentemente en etapas
tempranas del embarazo (antes de las 20 semanas de gestación). En caso de sospechar restricción del
crecimiento del feto, se debe confirmar el diagnóstico, clasificar, establecer el manejo y el seguimiento
en el segundo o tercer nivel de atención.
5.4.5 En todos los establecimientos para la atención médica que manejan partos pretérminos,
preferentemente se debe establecer la estrategia de madre canguro, para facilitar e incrementar el
contacto de la persona recién nacida con la mamá. Además de propiciar la alimentación del recién
nacido pretérmino con leche materna, en cuanto sea posible, a través de valoración clínica del médico.
5.5 Atención del parto.
5.5.1 En todo establecimiento para la atención médica se deben aplicar las normas y procedimientos
para la atención del parto y favorecer la seguridad emocional de la mujer, así como su bienestar
durante todo el proceso, siendo prioritario facilitar el parto. En especial, en mujeres primigestas, se
debe propiciar la conducción no medicalizada del trabajo de parto y el parto fisiológico, siempre que
no exista contraindicación médica u obstétrica. Estas medidas procuran la atención de calidad y
respeto al derecho de la mujer a un parto espontáneo, así como reducir el índice de cesáreas,
morbimortalidad y el riesgo de complicaciones a largo plazo.
5.5.2 Al ingreso de toda mujer para la atención obstétrica, se deberá abrir el expediente clínico, de
acuerdo con la Norma Oficial Mexicana citada en el punto 2.1, del Capítulo de Referencias, de esta
Norma y se integrará la partograma correspondiente que se señala en el Apéndice B Normativo, de
esta Norma. En caso de necesitar traslado a un establecimiento para la atención médica con mayor
capacidad resolutiva, se deberá valorar el traslado oportuno y seguro.
5.5.3 Ninguna persona que preste servicios de ginecología y obstetricia, discriminará o ejercerá algún
tipo de violencia hacia la mujer en trabajo de parto.
5.5.4 En la valoración de inicio del trabajo de parto verdadero, se debe interrogar sobre la percepción
de contracciones uterinas dolorosas, su intensidad y frecuencia, así como sobre la expulsión de
mucosidad, liquido o sangre a través de los genitales, se deben tomar signos vitales, presión arterial,
temperatura, efectuar palpación abdominal, medición de la altura uterina, presentación fetal, así como
tacto vaginal para evaluar: presentación, variedad de posición, grado de encajamiento y proporción
céfalo-pélvica, dilatación, borramiento y posición del cuello uterino, además de evaluar características
de membranas amnióticas, para decidir la conducta a seguir conforme a la Guía de Práctica Clínica
Reducción de la Frecuencia de Operación Cesárea. México; 2014. Disponible en:
http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/048_GPC_Cesarea/
IMSS_048_08_EyR.pdf y en el caso de pérdida de sangre transvaginal, deben descartarse
complicaciones como placenta previa, desprendimiento prematuro de placenta normo inserta, u otras
causas de hemorragia.
5.5.5 Durante el trabajo de parto se puede permitir la ingesta de líquidos a la paciente, de acuerdo a
sus necesidades; se propiciará la deambulación alternada con reposo en posición sentada o de pie,
siempre y cuando el establecimiento para la atención médica cuente con el espacio suficiente y seguro,
respetando la posición en que la embarazada se sienta más cómoda, en tanto no exista
contraindicación médica. Si la madre escoge recostarse deberá recomendarse el decúbito lateral
izquierdo para prevenir hipotensión materna y riesgo de hipoxia fetal.
5.5.6 La prescripción de analgésicos, sedantes y anestesia durante el trabajo de parto se realizará
según el criterio médico, basado en evidencias y con atención personalizada previa información y
autorización de la paciente de conformidad con la Norma Oficial Mexicana citada en el punto 2.4 del
Capítulo de Referencias, de la Norma.
5.5.7 La inducción y conducción del trabajo de parto, así como la ruptura artificial de las membranas,
se debe realizar según el criterio médico, basado en evidencias y con atención personalizada previa
información y autorización de la paciente, mediante el consentimiento informado.
5.5.8 La utilización de auxiliares de diagnóstico de laboratorio y gabinete como la cardiotocografía y el
ultrasonido, debe obedecer a indicaciones específicas. Los procedimientos invasivos requieren del
consentimiento informado de la paciente por escrito.
5.5.9 A la recepción de la embarazada en trabajo de parto, la tricotomía vulvo perineal y la aplicación
de enema evacuante, no serán de aplicación obligatoria, excepto en los casos que por indicación
médica así se requiera. Asimismo, se debe reducir el número de tactos vaginales. En todo caso, la
mujer debe ser informada previamente y debe existir nota médica en el expediente clínico. Se
recomienda realizar episiotomía de manera selectiva dependiendo de la valoración clínica.
5.5.10 Las contracciones uterinas se deben monitorear cada 30 a 60 minutos por periodos de 10
minutos con la mano extendida sobre el abdomen materno, sin presionar. La frecuencia cardiaca fetal
debe auscultarse antes, durante y después de las contracciones y se sugiere un control cada 30 a 45
minutos. La basal se tomará entre contracciones, son valores normales 120 a 160 latidos por minuto.
Valores entre 100 a 119 latidos por minuto señalan bradicardia y valores por arriba de 160 latidos por
minuto indican taquicardia, ambos signos de hipoxia leve.
5.5.11 El registro e interpretación del progreso de las modificaciones cervicales, variedad y descenso
de la presentación, se debe realizar mediante tacto vaginal por lo menos cada hora para identificar
oportunamente eutocias o distocias. La mujer debe ser informada antes y después de la exploración.
5.5.12 El registro e interpretación de los signos vitales (pulso, presión arterial, temperatura y
frecuencia respiratoria) deben hacerse cada dos horas, de acuerdo a las condiciones clínicas de la
paciente.
5.5.13 Las indicaciones, prescripciones y procedimientos deben ser registrados en el expediente
clínico, conforme a lo que establece la Norma Oficial Mexicana citada en el punto 2.1, del Capítulo de
Referencias, de esta Norma.
5.5.14 Durante el periodo expulsivo, no debe realizarse la maniobra de Kristeller ya que los riesgos
para la madre y el feto son elevados.
5.5.15 La atención del parto respetuoso con pertinencia cultural se debe promover en los
establecimientos para la atención médica de segundo nivel de atención, mediante la adecuación de
espacios físicos, procedimientos de atención, implementos utilizados y permitiendo la elección de la
posición por parte de la mujer. Esto se debe efectuar de acuerdo a las condiciones clínicas de la
embarazada y del producto, así como de la adecuación de la infraestructura hospitalaria y la
capacitación del personal para este tipo de atención. Dicha capacitación debe ser promovida por las
instituciones que forman parte del Sistema Nacional de Salud, en los lugares donde es culturalmente
utilizado y aceptado.
5.5.16 El pinzamiento y corte del cordón umbilical se debe realizar de 30 a 60 segundos después del
nacimiento, aun siendo prematuros, manteniendo a la persona recién nacida por abajo del nivel de la
placenta. En caso de madre Rh negativo no isoinmunizada, circular de cordón al cuello y sufrimiento
fetal agudo, el pinzamiento y corte debe ser inmediato.
5.5.17 Para el manejo activo del periodo del parto se recomienda la aplicación de 10 UI de oxitocina
por vía IM o IV, posterior al nacimiento del hombro anterior. Realizar pinzamiento del cordón
umbilical, tracción suave y sostenida del mismo y finalmente masaje uterino a través de la pared
abdominal. Revisar que la placenta y sus membranas estén completas, verificar la integridad del canal
del parto. Asimismo, comprobar que el útero esté contraído, el sangrado transvaginal sea escaso y los
signos vitales sean normales. La aplicación de otros uterotónicos será de acuerdo al criterio médico
basado en evidencia con atención personalizada y bajo vigilancia.
5.5.18 La revisión manual o instrumental de la cavidad uterina no debe realizarse de manera rutinaria;
no es una maniobra sustitutiva de la comprobación de la integridad de la placenta. Sólo ante la
sospecha de retención de restos placentarios, previa información a la paciente, bajo estricta técnica de
antisepsia y analgesia, se debe realizar la revisión de la cavidad uterina por personal calificado.
5.5.19 En todas las puérperas Rho (D) negativas se debe pinzar el cordón umbilical únicamente en el
extremo que corresponde a la persona recién nacida, dejando sin pinzar su extremo placentario y se
debe evitar, en lo posible, la revisión de la cavidad uterina.
5.5.20 Los datos correspondientes al resultado del parto deben consignarse en el expediente clínico
incluyendo los siguientes datos:
5.5.20.1 Tipo y atención del parto;
5.5.20.2 Fecha y hora de nacimiento;
5.5.20.3 Condiciones de la persona recién nacida al nacimiento: valoración Silverman Anderson, Apgar,
sexo, edad gestacional, examen antropométrico completo, estado de salud, pronóstico, aplicación de
medicamentos o vacunas, de conformidad con los Apéndices E, F, G y H Normativos, de esta Norma, y
5.5.20.4 Anotar si existen anomalías congénitas, enfermedades, o lesiones;
5.5.20.5 En caso de realizar la operación cesárea, es necesario registrar con detalle en el expediente
clínico los diagnósticos que condujeron a dicho procedimiento quirúrgico, y el o los profesionales de la
salud responsables de la decisión;
5.5.20.6 Debe informarse oportunamente a la mujer de esta decisión y sus fundamentos, lo que
también debe registrarse en el expediente clínico, incluyendo los riesgos y beneficios asociados y las
consideraciones en futuros embarazos y partos después de la operación cesárea, y
5.5.20.7 Al final de este periodo, se debe valorar las condiciones clínicas para la aplicación de algún
método anticonceptivo indicado en el postparto inmediato, como es el dispositivo intrauterino,
siempre y cuando se haya cumplido con el proceso de consejería y de consentimiento informado.
5.6 Atención del puerperio.
5.6.1 En todo establecimiento para la médica en el que se proporcione atención obstétrica, el personal
de salud aplicará los procedimientos para la vigilancia del puerperio inmediato, que deben incluir:
5.6.1.1 En caso de haberse realizado episiotomía, revisar la episiorrafia ante la posibilidad de
hemorragia o hematoma, dentro de la primera hora posparto.
5.6.1.2 En la primera hora del puerperio, revisar a la paciente cada 15 minutos, vigilando el
comportamiento de la frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, presión arterial, temperatura,
llenado capilar, hemorragia transvaginal, el tono y altura del útero y el reinicio de la micción
espontánea. Posteriormente, se revisará cada 30 minutos hasta completar las 2 primeras horas del
puerperio y luego entre 4 y 8 horas de acuerdo a su evolución hasta su egreso.
5.6.1.3 Inicio de la lactancia materna exclusiva a libre demanda dentro de los primeros 30 minutos de
vida de la persona recién nacida, en mujeres y recién nacidas/os cuyas condiciones de salud lo
permitan;
5.6.1.4 En las primeras ocho horas, favorecer la deambulación, alimentación normal e hidratación;
5.6.1.5 Informar a la paciente y a su pareja, para que identifiquen oportunamente signos y síntomas de
alarma, incluidos aquellos que afecten la salud mental;
5.6.1.6 El egreso de la paciente podrá efectuarse hasta que hayan transcurrido las 24 horas del
posparto en caso de no existir complicaciones.
5.6.1.7 A las madres Rho (D) negativas, con persona recién nacida Rho positivo y con prueba de
Coombs indirecta negativa, se les aplicarán 300 µg de globulina inmune anti Rho, dentro de las
primeras 72 horas posparto o cuando se realice otro evento obstétrico o procedimiento invasivo capaz
de ocasionar hemorragia feto-materna y que pueda condicionar en la madre inmunización al antígeno
"D". La atención preferentemente debe ser realizada por personal calificado.
5.6.1.8 Se debe promover desde la atención prenatal hasta el puerperio inmediato, que la vigilancia del
puerperio fisiológico sea llevada a cabo con un mínimo de 2 controles médicos.
5.6.1.9 Durante el internamiento y antes del alta médica, orientar a la madre y a su pareja o familiar,
sobre los cuidados de la persona recién nacida, sobre la técnica de la lactancia materna exclusiva,
signos y síntomas de alarma de la persona recién nacida (succión e ingesta adecuada, micción y
evacuación presente, estado de alerta, fiebre, ictericia, apnea, cianosis, dificultad respiratoria, llanto
inconsolable, crisis convulsivas, vómito, distensión abdominal e hipotermia) o de la madre (fiebre,
hemorragia, cefalea persistente), que ameritan atención médica urgente.
5.6.2 Para la atención del puerperio mediato y tardío, el personal de salud debe:
5.6.2.1 Proporcionar 2 consultas, la inicial dentro de los primeros 15 días y la segunda al final del
puerperio. 5.6.2.2 Vigilar la involución uterina, los loquios, la presión arterial, frecuencia cardiaca y la
temperatura tan frecuente como sea necesario para prevenir y detectar complicaciones.
5.6.2.3 Proporcionar información completa a la madre y a su pareja, sobre los cuidados de la persona
recién nacida, cuadro de inmunizaciones, lactancia materna exclusiva, nutrición de la madre y los
cambios emocionales que ocurren durante este periodo.
5.7 Atención a la persona recién nacida.
5.7.1 La atención de la persona recién nacida viva implica asistencia en el momento del nacimiento, así
como la primera consulta de revisión entre los 3 y 5 días posteriores al nacimiento, y la segunda a los
28 días posteriores al nacimiento.
5.7.2 Todo establecimiento para la atención médica que proporcione atención obstétrica debe tener
reglamentados procedimientos para la atención de la persona recién nacida que incluyan:
5.7.2.1 Reanimación neonatal; de ser necesaria;
5.7.2.2 Manejo del cordón umbilical;
5.7.2.3 Valoración de Apgar, conforme al Apéndice F Normativo, de esta Norma;
5.7.2.4 Valoración de Silverman Anderson. Apéndice G Normativo, de esta Norma;
5.7.2.5 Prevención de cuadros hemorrágicos con vitamina K 1 mg IM;
5.7.2.6 Prevención de oftalmopatía purulenta con antibiótico local;
5.7.2.7 Exámenes físico y antropométrico completos;
5.7.2.8 Valoración de la edad gestacional o madurez física y neuromuscular de acuerdo al Apéndice H
Normativo, de esta Norma;
5.7.2.9 Vacunación de la persona recién nacida conforme a lo establecido en la Norma Oficial Mexicana
citada en el punto 2.21, en el Capítulo de Referencias, de esta Norma;
5.7.2.10 Alojamiento conjunto;
5.7.2.11 Alimentación exclusiva al seno materno y/o leche humana, y
5.7.2.12 Realización de toma de muestra para el tamiz neonatal a partir de las 72 horas de vida.
5.7.3 Para valorar la edad gestacional y la maduración neurológica, se emplearán el método de
Capurro o el de Ballard modificado conforme a lo establecido en los Apéndices H e I Normativos, de
esta Norma.
5.7.4 Se debe realizar el examen físico de la persona recién nacida, valorando los siguientes elementos:
5.7.4.1 Aspecto General: estado de maduración, estado de alerta, de nutrición, actividad, llanto,
coloración, presencia de edema, evidencia de dificultad respiratoria, postura, examen antropométrico
y otros elementos que permitan considerar sano o no a la persona recién nacida.
5.7.4.2 Piel: color, consistencia, hidratación, evidencia de tumores, lesiones, erupciones, presencia de
vérmix caseosa y valorar si está teñida de meconio, uñas.
5.7.4.3 Cabeza y Cara: tamaño, forma, fontanelas, líneas de suturas, implantación de cabello, simetría
facial y dismorfia facial.
5.7.4.4 Ojos: presencia y tamaño del globo ocular, fijación visual, nistagmus, presencia/ausencia de
infecciones, edema conjuntival, hemorragia, opacidades de córnea y cristalino, reflejos pupilares,
retina, distancia entre ambos ojos y lagrimeo.
5.7.4.5 Oídos: tamaño, forma, simetría e implantación, presencia/ausencia de apéndice preauricular,
fístulas, permeabilidad de conducto auditivo externo y reflejo cocleopalpebral por palmada.
5.7.4.6 Nariz: permeabilidad de fosas nasales, presencia/ausencia de secreciones anormales y
depresión del puente nasal.
5.7.4.7 Boca: Presencia de fisuras de labio y/o paladar, quistes de inclusión, brotes dentarios y
sialorrea, forma y tamaño de la lengua.
5.7.4.8 Cuello: movilidad y presencia de masas tumorales, permeabilidad esofágica, presencia y
tamaño de tiroides y presencia/ausencia de fístulas.
5.7.4.9 Tórax: forma, simetría de areolas mamarias, evidencia de dificultad respiratoria, frecuencia y
tipo de respiración, percusión y auscultación con entrada bilateral de aire en campos pulmonares.
5.7.4.10 Cardiovascular: frecuencia y ritmo cardiaco, presencia y/o ausencia de soplos, cianosis,
frémito palpación de los pulsos en las cuatro extremidades y, en su caso, medición de presión arterial.
5.7.4.11 Abdomen: forma, volumen, concavidad, masas palpables, megalias, presencia de hernia o
eventración, presencia/ausencia de peristaltismo y características del cordón umbilical (presencia de
dos arterias y una vena).
5.7.4.12 Genitales: anomalías y características de los órganos genitales masculinos o femeninos. En los
hombres: implantación del meato urinario, presencia, tamaño y localización testicular, coloración. En
las mujeres: presencia de secreción vaginal y tamaño del clítoris.
5.7.4.13 Ano: permeabilidad y localización.
5.7.4.14 Tronco y columna vertebral: Integridad, continuidad y presencia/ausencia de masas.
5.7.4.15 Extremidades: integridad, movilidad, deformaciones, posiciones anormales, fracturas, parálisis
y luxación congénita de cadera, pulsos periféricos, llenado capilar.
5.7.4.16 Estado neuromuscular: reflejo de Moro, glabela, búsqueda, succión, deglución, prensión
palmar y plantar, marcha automática, tono, reflejos osteotendinosos y movimientos anormales.
5.7.5 Para la evaluación y registro de examen antropométrico deben utilizarse las tablas de la OMS
vigentes. 5.7.6 En caso de identificar alteraciones y/o defectos al nacimiento, se debe aplicar lo
establecido en la Norma Oficial Mexicana citada en el punto 2.19, en el Capítulo de Referencias, de
esta Norma.
5.7.7 Se recomienda investigar rutinariamente en la persona recién nacida de madre Rh negativa que
se sospeche riesgo de isoinmunización, el grupo ABO, el factor Rho (D), su variante débil Du y la prueba
de antiglobulina directa o prueba de Coombs, así como Biometría hemática completa y bilirrubinas.
5.7.8 Se eliminarán como prácticas de rutina y serán realizadas sólo por indicación médica: la
aspiración de secreciones con sonda, el lavado gástrico, el ayuno, la administración de soluciones
glucosadas por vía oral, agua y/o fórmula láctea, el uso de biberón y la separación madre-hija/o.
5.7.9 Evitar el ayuno por más de 4 horas en la persona recién nacida a menos de que exista indicación
médica y siempre con aporte de soluciones parenterales según los requerimientos, conforme a la Guía
de Práctica Clínica Nutrición Parenteral en Pediatría, que se encuentra en la página de internet:
http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/121_GPC_NUTRICION_PARENTER
AL_P ED/Ssa_121_08_grr.pdf.
5.7.10 En el alojamiento conjunto, se debe vigilar y tomar signos vitales a la persona recién nacida por
lo menos una vez por turno (cada 8 horas) y evitar que la persona recién nacida esté en decúbito
ventral (boca abajo), para reducir el riesgo de muerte súbita.
5.7.11 Se debe vigilar estrechamente por lo menos durante 24 horas a toda persona recién nacida que
haya recibido maniobras de reanimación neonatal o a aquellos productos pretérmino o postérmino.
5.7.12 En todo establecimiento para la atención médica en el que se atiendan partos y a personas
recién nacidas, se debe tomar muestra para el tamiz metabólico neonatal, tomando muestra del talón,
a partir de las 72 horas del nacimiento hasta los 5 días de vida, asegurando el envío en menos de 5 días
y la entrega de resultados en menos de 15 días. Para casos especiales, consultar el Lineamiento
Técnico para la Detección y Tratamiento Oportuno e Integral del Hipotiroidismo Congénito, que se
encuentra en la página de internet:
http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/Tamiz_Neonatal_lin_2007.pdf
5.7.13 Evitar como práctica rutinaria la circuncisión, toda vez que no existe evidencia científica que
compruebe un beneficio directo a la persona recién nacida.
5.8 Protección y fomento de la lactancia materna exclusiva
5.8.1 En todo establecimiento para la atención médica en el que se proporcione atención obstétrica, el
personal de salud debe aplicar los criterios y procedimientos para favorecer la práctica de la lactancia
materna exclusiva, así como el alojamiento conjunto, atendiendo a las condiciones sociales, culturales
y laborales de la mujer lactante.
5.8.2 Se debe promover la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de la persona
recién nacida y promover continuarla de manera complementaria hasta el segundo año de vida.
5.8.3 Durante la lactancia, se debe vigilar estrechamente la prescripción y el uso de medicamentos
administrados a la madre, conforme al Apéndice D Normativo, de esta Norma.
5.8.4 En los establecimientos para la atención médica no se permitirá promover fórmulas para
lactantes o alimentos que sustituyan la leche materna.
5.8.5 La indicación de sucedáneos de leche materna o humana a menores de seis meses, únicamente
se hará bajo prescripción médica y así se debe registrar en el expediente clínico.
5.8.6 Los establecimientos para la atención médica deben ofrecer las condiciones para que las madres
puedan practicar la lactancia materna exclusiva, excepto en casos médicamente justificados. Se debe
informar diariamente a las embarazadas y puérperas acerca de los beneficios de la lactancia materna
exclusiva y de las implicaciones derivadas del uso del biberón y de los sucedáneos de la leche materna
o humana.
5.9 Manejo de la niña o el niño, con peso bajo al nacimiento.
5.9.1 En las instituciones de salud se debe promover que la atención a la embarazada con amenaza o
con trabajo de parto pretérmino, restricción del crecimiento intrauterino de la persona recién nacida
pretérmino o con peso bajo se lleve a cabo en establecimientos para la atención médica de segundo o
tercer nivel de atención o por personal especializado.
5.9.2 Al nacimiento, se debe utilizar la curva de crecimiento intrauterino para clasificar a la persona
recién nacida y tomar las medidas pertinentes en su manejo, de conformidad con el Apéndice E
Normativo, de esta Norma. Se recomienda utilizar la clasificación mexicana de Jurado García o la
clasificación internacional adaptada de Battaglia y Lubchenco.
5.9.3 Se debe promover que la persona recién nacida de bajo peso sea alimentada con leche de su
propia madre.
5.9.4 La madre y el padre deben ser instruidos sobre los cuidados domiciliarios de la persona recién
nacida de peso bajo, para su integración a programas específicos.
5.10 Prevención del retraso mental y otros daños producidos por errores congénitos del metabolismo
como el hipotiroidismo congénito, la galactosemia, la fenilcetonuria y la hiperplasia de glándulas
suprarrenales.
5.10.1 En caso de existir la mínima sospecha de enfermedad metabólica congénita, el personal de
salud, debe promover la atención del recién nacido pretérmino, se lleve a cabo en establecimientos
para la atención médica de segundo o tercer nivel de atención o por personal especializado.
5.10.2 En todo establecimiento para la atención médica en el que se atiendan partos y personas recién
nacidas, se debe tomar muestra para el tamiz neonatal, tomando muestra del talón, idealmente, y a
partir de las 72 horas del nacimiento hasta los 5 días de vida. Para casos especiales, consultar el
Lineamiento Técnico, Tamiz Neonatal. Detección y Tratamiento Oportuno e Integral del Hipotiroidismo
Congénito, que se encuentra en la página de internet
http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/Tamiz_Neonatal_lin_2007.pdf
5.11 Promoción de la salud materna y perinatal.
5.11.1 En todo establecimiento para la atención médica, el personal de salud debe:
5.11.1.1 Desarrollar acciones de educación para la salud orientadas a favorecer la decisión libre e
informada que estimule en las madres y padres actitudes y aptitudes de autocuidado de la salud y
responsabilidad compartida a favor de la salud perinatal y de la maternidad, paternidad, familias y
ambientes de trabajo saludables.
5.11.1.2 Promover, impulsar y fortalecer la participación de autoridades comunitarias, municipales y de
la sociedad civil organizada, para la elaboración y ejecución de acciones que disminuyan los factores de
riesgos que afectan la salud materna y perinatal, incluyendo la violencia familiar y de género y los
factores ambientales negativos.
5.11.1.3 Proporcionar información completa acerca de:
5.11.1.3.1 La calidad alimentaria, nutricional e higiene de los alimentos.
5.11.1.3.2 El uso de medicamentos durante el embarazo y la lactancia con efectos indeseables en el
feto o en el niño/a.
5.11.1.3.3 Las ventajas de la lactancia materna exclusiva, la técnica de amamantamiento y la atención
de los problemas más frecuentes.
5.11.1.3.4 Los cuidados durante el embarazo y el puerperio y signos de alarma que requieren atención
médica urgente, así como el lugar donde se podrá acudir para recibir la atención médica.
5.11.1.3.5 Los signos del inicio del parto y conducta ante los mismos.
5.11.1.3.6 Los cuidados de la persona recién nacida y signos de alarma que requieren atención médica
urgente. 5.11.1.3.7 La importancia de la vigilancia nutricional del crecimiento y desarrollo en las
diferentes etapas de la niñez.
5.11.1.3.8 La prevención y control de enfermedades diarreicas y manejo del sobre vida suero oral.
5.11.1.3.9 Los esquemas de vacunación.
5.11.1.3.10 La planificación familiar desde el control prenatal la anticoncepción postevento obstétrico
(APEO). 5.11.1.3.11 La detección oportuna de los defectos al nacimiento.
5.11.1.3.12 La prevención del retraso mental por hipotiroidismo congénito y otros errores del
metabolismo. 5.11.1.3.13 Los cambios físicos y emocionales de la embarazada.
5.11.1.3.14 La importancia de la participación de la pareja y/o la familia durante el proceso
grávidopuerperal. 5.11.1.3.15 En los establecimientos para la atención médica de segundo nivel de
atención localizadas en regiones indígenas, se debe promover la presencia de facilitadoras
interculturales (traductoras indígenas) que apoyen en el proceso de traducción a las gestantes,
respecto a los procedimientos a ser realizados, asegurando la total comprensión de los mismos, como
un elemento indispensable para señalar su conformidad con la realización de éstos. Todas estas
acciones deben realizarse con pertinencia cultural, en contextos donde sea requerido.
5.12 Registro e información.
5.12.1 Las personas responsables de obstetricia y de pediatría de los establecimientos para la atención
médica deben efectuar el registro de las atenciones obstétricas y a las personas recién nacidas,
mediante formatos específicos que serán llenados por el personal de salud que preste el servicio y
concentrados por las personas responsables del área de estadística correspondiente.
5.12.2 Para la certificación del nacimiento en el territorio nacional de toda persona nacida viva debe
utilizarse el formato vigente del Certificado de Nacimiento y observarse la normativa aplicable a la
expedición, uso y manejo de este Certificado.
5.12.3 Los Certificados de Nacimiento, Defunción y Muerte Fetal deben ser expedidos de conformidad
con lo establecido en la Norma Oficial Mexicana citada en el punto 2.20, del Capítulo de Referencias,
de esta Norma y en las disposiciones jurídicas aplicables.
5.12.4 Toda defunción y muerte fetal ocurrida en territorio nacional será certificada mediante los
formatos vigentes de los certificados de defunción y muerte fetal, de conformidad con la normativa
aplicable a la expedición, uso y manejo de ambos certificados.
6. Vigilancia epidemiológica
6.1 La vigilancia epidemiológica de la mortalidad materna se deriva al SINAVE que cumple con las
disposiciones del CONAVE y cuenta con el consenso de las instituciones que lo conforman.
6.2 Requieren ser objeto de estudio epidemiológico los casos reportados como probables y
confirmados de muerte materna.
6.3 El estudio epidemiológico de la muerte materna implica el llenado de formatos relacionados. Las
fuentes de información parten de los sistemas ordinarios y de los formatos específicos.
6.4 Son motivo de registro nominal los casos nuevos, probables y confirmados de muerte materna.
6.5 La vigilancia epidemiológica de la mortalidad materna se debe realizar conforme a la Norma Oficial
Mexicana citada en el punto 2.13, del Capítulo de Referencias, de esta Norma.
7. Concordancia con normas internacionales y mexicanas
7.1 Esta Norma concuerda parcialmente con la siguiente Guía Internacional de la OMS, Manejo de las
Complicaciones del Embarazo y el Parto. 2002, la cual puede ser consultada en el link electrónico:
whqlibdoc.who.int/hq/2002/WHO_RHR_00.7_spa.pdf