Álvaro de La Fuente Reflexiones Sobre El Contractualismo Moderno

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Reflexiones sobre

el contractualismo moderno

Álvaro de la Fuente Izrael


21.466.768-1
[email protected]
Fono: +56 9 50046590
17 años
Colegio Almenar del Maipo
Vizcachas, Región Metropolitana

Dentro de la situación de crisis actual en el país, destaca lo que se podría denominar


la caída del sistema político que ha regido a la Nación, lo cual se representa en la
redacción de una nueva constitución1. Debido a lo anterior, toca preguntarse ¿Qué
características debe tener una nueva constitución para que perdure y logre regular
la relación de la sociedad exitosamente? Para responder a este cuestionamiento,
es necesario entender el concepto mismo de aquello.
Para hablar del contrato social será necesario revisar ciertos autores que hayan
escrito sobre el tema, pero es necesario aclarar que, dado que el país es una
sociedad liberal, se tomarán autores que hablen desde esta corriente política.
Para John Locke, el contrato social tiene su fase previa en el estado de naturaleza,
donde los individuos son libres, racionales y, regidos por la ley fundamental, actúan
a favor de la preservación del ser humano y persecución de su propio bien. Para
lograr conformar un poder político legítimo, quienes vayan a formar la sociedad,
deberán decidirlo de forma libre y expresar una fuerte voluntad, y se creará el poder
político para que las personas pierdan sus derechos naturales en función de
derechos políticos. Conformado el estado civil, éste será legítimo en tanto no exista
una autoridad absolutista y todos los seres tengan igual libertad dentro de la
sociedad. Hablaremos cortamente de un tercer estado, el cual será el de guerra,
que ocurre según pasa el quiebre del estado civil y se trata de una guerra de todos
contra todos en busca de poder que, para Locke, sería ilegítimo por lo explicado
anteriormente2.
Habiendo obtenido una primera noción del contrato social, tenemos la primera
condición para que este perdure, la cual sería la voluntad libre de los individuos para
formar parte de él, evitar poderes políticos absolutistas y por último tener todos los
individuos igual libertad. Si bien podríamos creer que con estas condiciones el pacto
debería perdurar, no podríamos estar más equivocados, porque como individuos no

1
Se relaciona la redacción de una nueva constitución como la creación de un nuevo contrato social.
2
Cf. Locke, J. (2006) Capítulos I Y II. En C. Mellizo (Eds.) Segundo tratado sobre el gobierno civil.
Recuperado de https://sociologia1unpsjb.files.wordpress.com/2008/03/locke-segundo-tratado-
sobre-el-gobierno-civil.pdf

1
tenemos ninguna posibilidad de negarnos al cumplimiento del pacto, ya que
nacemos insertos en él, el estado de naturaleza no es mas que una situación
hipotética.
Aterricemos el razonamiento a lo que es Chile. ¿existe alguna persona que haya
aceptado libremente las condiciones de la constitución vigente? Obviando la parte
de que fue redactada durante la dictadura militar, existe un grupo de individuos que
la aprobó en un plebiscito, sin embargo, hay un grupo cada vez más grande que
nació dentro de la constitución que rige y no tuvo la voluntad de aceptarla, más bien
le fue impuesta, y no tiene como modificarla (de manera directa y veloz) como para
poder aceptarla en su totalidad y considerarla legítima.
Continuando la idea recurriremos a un segundo autor más moderno, John Rawls.
Para este pensador, el pacto social debe ser entendido como una ley fundamental
que funcionará como la directriz de la justicia dentro de la sociedad. Estas
limitaciones deben ser condiciones básicas aceptables por todas las personas que
pertenecen a la sociedad. Aunque mejora la idea perteneciente a Locke, el problema
de este razonamiento es que sigue condicionándonos a aceptar ciertas limitaciones,
aunque no sea para nosotros lo ideal, además de que directrices para todos
aceptables serían ideas demasiado generales para representar la complejidad de
las relaciones interpersonales del ser humano en comunidad, por lo que traeremos
a otro autor a solucionar el problema.
Es necesario rescatar, previo a la proposición del nuevo autor, que el concepto de
ley fundamental y general es clave para una constitución, entrar en temas
específicos mediante este documento no representa más que un problema, al ser
un código general, su función no es entrar en la regulación específica de aspectos
de la vida, sino más bien dar las directrices, pero si las directrices son muy generales
no serán útiles, y si son muy puntuales cumplirán un rol que no le pertenece. Se
debe encontrar un punto medio entra la especificidad y la generalidad, lo que se
logrará con la idea del siguiente autor.
Si bien el texto “la ilustración” de Immanuel Kant no es necesariamente
contractualista, trae una reflexión muy importante respecto a la evolución del
pensamiento humano y el dinamismo de este. Kant dice: “Una generación no puede
obligarse y juramentarse a colocar a la siguiente en una situación tal que sea
imposible ampliar sus conocimientos (presuntamente circunstanciales), depurarlos
del error y, en general, avanzar en el estado de su ilustración.” 3 Desde aquí
iniciaremos la reflexión principal del ensayo.
Entendiendo el pensamiento como algo dinámico y variable desde todo punto de
vista, se puede entender que el contenido mismo del pacto social, las regulaciones,
no tienen ninguna relevancia para la durabilidad de una constitución. Por otra parte,
un contrato que sea estático, o medianamente estático, será rápidamente obsoleto.
Pongamos en situación.

3
Kant, E. (2000). ¿Qué es la ilustración? En E. Kant. Filosofía de la historia (pp 249-254). Recuperado de
file:///C:/Users/afi10/OneDrive/Documentos/Colegio/III%20medio/F%C3%ADlosofia%20pol%C3%ADtica/Di
alnet-QueEsLaIlustracion-3171408.pdf

2
Dentro de una sociedad determinaremos dos generaciones, la generación A y B. La
generación A será la mayor, por tanto, la que redactará la constitución. Mientras la
generación B será la menor. Cuando A redacta la constitución determina que la
justicia se dará de la forma: “ojo por ojo, diente por diente” (la ley del talión). Cuando
la generación B crece y pasa a ser la mayoría determina, dentro de su pensamiento,
que la justicia no debe ser de esa forma, sino que debe ser según méritos, y ya no
solo como una forma de castigar, sino también como una forma de retribuir las
acciones que sean moralmente correctas y/o aporten al funcionamiento de la
sociedad. Dado que la generación A no dio formas de cambiar estructuralmente la
forma de justicia, la generación B recurrirá a hacer un cambio total de constitución
para poder instaurar su forma de justicia. Se asume que para llegar esta situación
ocurre una crisis de representación dentro de la sociedad, el sistema no es como el
pensamiento de la sociedad, se disocian y hay una pelea entre ambos, hasta que
alguno de los dos cede y, mediante el cambio de constitución, será el sistema.
¿Es exitoso un pacto social que cambia en su totalidad, generación tras generación?
¿se puede considerar práctico si en la agonía de la constitución se pelea
constantemente con la forma de pensar de la sociedad? ¿es legítimo si no
representa el pensamiento de quienes viven bajo él? La respuesta a todas estas
preguntas es no. Una constitución no es exitosa si debe ser reformulada
permanentemente desde su base y toda su ideología, son ideas momentáneas nada
más. No es práctico ya que no representa para nada el pensamiento de la sociedad
a la que norma, y si no logra este objetivo mucho menos puede ser legítima ya que
no sería aceptada por la mayoría y su poder no radicaría en la soberanía popular.
De aquí nace la siguiente idea: Una constitución debe ser flexible. Más allá de los
contenidos de la misma, debe tener la capacidad de ser modificada con facilidad
para que sea tan moldeable como el pensamiento del grupo social humano que se
rige por él y así nunca quedar obsoleta. Esa condición debe ser inamovible de todo
contrato social exitoso.
Continuando con la idea, es necesario cuestionarse la validez de esta y, para
hacerlo, hablaremos de la sociedad. Los diferentes grupos de individuos que
conforman la totalidad de la sociedad, según el contrato social, se deberán regir por
la misma directriz legal, independiente de su edad, creencia religiosa, sexo o
cualquier otra condición de diferenciación. Dado lo anterior ¿existirá un criterio que
aplicar dentro de la constitución que sea común a todos los seres de la sociedad
permanentemente? La respuesta a la pregunta anterior, aunque compleja no es
imposible, basta con mirar hacia atrás en la historia. Hay épocas donde no se
consideraba reprochable cierto tipo de cosas, desde la aceptación de gobiernos
absolutistas hasta la imposición de la religión de una nación por sobre otras. Por lo
anterior se puede inferir que los consensos no son permanentes, dependerán del
momento y las personas que participen de su creación.
Y, hablando de la evolución de la sociedad, hay dos importantes situaciones a
considerar: la migración y la globalización. Respecto a la primera, podemos hablar
de un fenómeno de carácter mundial en la actualidad que, de a poco, acelera los
cambios de un grupo social e, incluso, los redirecciona. Al existir migraciones

3
masivas, no es solo el individuo quien viaja hacia otro territorio, junto con el grupo
social viaja la cultura, las ideas, las costumbres, todo lo que identifica al conjunto.
Al intervenir una nueva cultura en un territorio ocurren fenómenos de mestizaje
cultural,4 desde la comida que se vende en la calle, hasta la forma de relacionarse
entre individuos y eventualmente la conjunción de ideas. Una sociedad bien
configurada, no aislará a la inmigración, sino que la integrará y la hará parte de su
cultura, se convertirá en un grupo humano reformulado por la migración y no solo
pequeñas comunidades aisladas del grupo principal. Por lo que, entendiendo la
migración como un fenómeno intrínseco del ser humano, la sociedad se verá
modificada por ella, y no permitirá un ideario estático para el ser humano.
Por otra parte, la globalización es un fenómeno que propicia la evolución acelerada
del pensamiento, ya que nos brinda un acceso casi universal y dinámico a la
información. Pueden llegar nuevas ideas sin necesidad de que exista un viaje físico.
Además, la interpretación del mundo también se ve afectada dado que la
información de lo que ocurre en los diversos lugares viaja con mayor velocidad, lo
contribuye a la percepción de que existe un único mundo, que todo lo que ocurre en
los diferentes lugares influencia la sociedad en que uno vive. Por último, este
fenómeno permite que un país no se distancie de lo que ocurre alrededor del mundo
y, de cierta forma, lo unifica.
Los fenómenos de migración y globalización actúan como un agente acelerador de
la evolución del pensamiento. La llegada de nuevas culturas (en masa) hace crecer
la diferencia entre los individuos de una sociedad respecto a su cultura e ideales.
Por otro lado, la globalización, como se dijo antes, permite tener más información y
de manera fácil, por lo que da la sensación de un mundo más unificado. En el caso
de Chile, estas dos situaciones nos han hecho modificar nuestra forma de vida
radicalmente en los últimos años, abriendo nuevos problemas como:
sobrepoblación en ciertos lugares, hacinamiento, abuso laboral hacia inmigrantes.
Y además la globalización fuerza al país a preocupase por los problemas
internacionales.
Las dos situaciones antes mencionadas afectan directamente tanto a la
interpretación del mundo como tal y el dinamismo en el cambio de pensamiento.
Dado las características de estos dos fenómenos y el hecho de que el pensamiento
está en constante cambio es que podemos decir que la sociedad es dinámica, por
lo que su forma de relacionarse también lo debe ser5.
La necesidad de cambio dentro de una constitución gira entorno a evitar lo que John
Locke denomina el derecho de resistencia. Es descrito como el derecho de la
ciudadanía a rebelarse en contra del gobernante, en tanto él rompa contrato social.
Dada esta situación, los ciudadanos deben resistirse a un gobierno que se
transforma en ilegitimo, pero ¿cómo se llega a romper el contrato social? Es de
hecho bastante simple, solo se requiere que el gobernante ponga sus intereses por

4
Cuando dos culturas se juntan para crear un concepto nuevo que surge de ambas.
5
La forma de relacionarse se ve determinada por la constitución y los diferentes códigos y leyes que
se encuentran subordinadas a ésta.

4
sobre los de toda la sociedad. Una segunda forma sería que el pacto no represente
los intereses del grupo social.6
Para entenderlo mejor, hablemos de la situación de Chile. En el año 2019 existe
una ruptura del contrato social. Para el pueblo, el gobierno antepuso sus intereses
a los de la ciudadanía, por lo que el pueblo ejerció su derecho de resistencia,
seguido de esto, el país quedó en una situación de difícil gobernabilidad y exigiendo
un cambio total de la ley fundamental, ya que esta no representa sus intereses.
El derecho a resistencia, si bien es una herramienta clave para la subsistencia de la
comunidad y la protección de los intereses ligados al bien común, es una situación
totalmente necesaria de evitar. Cuando se hace uso de este derecho, la situación
de gobernabilidad cambia drásticamente a una prácticamente imposible de lograr.
Por lo anterior, el uso de este derecho debe ser evitado, pero no mediante represión
o autoritarismos, los cuales no harán más que apresurar la ingobernabilidad, sino
mediante el uso de un contrato social moldeable.
Para continuar con la validación de la idea es necesario preguntarse ¿Cuál es el fin
último de la constitución de un país? Es el Bien7. Este ideal determinará que la
constitución velará por que la sociedad les brinde la posibilidad a los individuos de
ser felices. Una persona no aceptaría las condiciones de un contrato que le coarte
su libertad de una forma que no le beneficie.
Para obtener el ideal del Bien no podremos comprenderlo sin pensarlo desde la
persona individual, ya que no existe bienestar social sin un bienestar personal. ¿Qué
requiere una persona para ser feliz?8Para responder a esta pregunta citaremos a
Schopenhauer, si bien parecería extraño debido a su corriente, hablaremos nada
más de un extracto que refiere al bienestar físico requerido para la felicidad. Dice
Schopenhauer: “Epicuro […] ha dividido […] las necesidades humanas en tres
clases. 1. Las necesidades naturales y necesarias son aquellas que, no satisfechas,
producen el dolor; solo comprenden, pues, el victus y el amictus (alimentación y
vestido).”9
Respecto a esta necesidad, podemos determinar que no es nada elevado ni
controversial para el bienestar, refiere únicamente a lo que necesitamos para
sobrevivir y ser partícipes de una sociedad, pero ¿tenemos las mismas necesidades
básicas de subsistencia que en el 1851? Lo que aquí se plantea es que las
necesidades básicas de subsistencia van evolucionando, porque la sociedad en si
evoluciona, crece la población y los lugares físicos en donde se encuentra. Según
Marcial Echeñique, Doctor en urbanismo y escritor: “La población de Santiago en
30 años (1960-1990) creció desde 2,1 a 4,5 millones, y la densidad se reduce, lo

6
Cf. Cf. Locke, J. (2006) Capítulos I Y II. En C. Mellizo (Eds.) Segundo tratado sobre el gobierno
civil. Recuperado de https://sociologia1unpsjb.files.wordpress.com/2008/03/locke-segundo-tratado-
sobre-el-gobierno-civil.pdf
7
En mayúscula porque se entenderá como el bien común, no individual.
8
La pregunta no referirá a un cuestionamiento profundo respecto a la felicidad y dónde está se
busca, sino que se pensará con relación al bienestar principalmente fisiológico.
9
Schopenhauer, A. (1851). De lo que se tiene. En P. Gómez Carrizo (Eds.), Aforismos sobre la
sabiduría en la vida (1ed, pp 71-87). España: Biblok.

5
que quiere decir que hay una expansión notable del espacio de ciudad 10.Esto
intensifica una necesidad de las ciudades la cual es el transporte público. Lo que
antes no era tema relevante pasa a ser clave para el desarrollo de una ciudad. “La
movilidad es una condición necesaria para el desarrollo económico y social, porque
permite acceder a los mercados para comerciar productos y servicios, incluyendo
trabajo, y los insumos necesarios para la producción y el consumo.” En palabras del
mismo urbanista.
Ante necesidades de subsistencia cada vez más complejas, la sociedad debe
adaptarse, y esto debe ser reflejado en la constitución, ya que, sin ello, la posibilidad
permanencia del bienestar de las personas no estará presente.
Para repasar una última idea antes de concluir el ensayo, hablaremos de Rousseau.
En el contrato social este autor habla de que no todas las sociedades tienen las
mismas necesidades, por lo que sus formas de gobierno pueden cambiar dese
democracias a monarquías según sea la necesidad del país11. Dado que no existen
normas específicas para que una constitución sea exitosa, solo nos debemos atener
a su legitimidad y las necesidades de la sociedad a la que representa.
Además, explica que el contrato social debe representar los intereses generales del
pueblo y no los del soberano. “cuando los intereses particulares comienzan a
hacerse sentir y las pequeñas sociedades a influir sobre la general, alterase el
interés común y la unanimidad desaparece; la voluntad general no sintetiza ya la
voluntad de todos; surgen contradicciones y debates y la opinión más sana
encuentra contendientes.” Dado lo anterior, es necesario que la constitución sea la
representación de lo general, sin embargo, debido a la necesidad de que la
consideremos válida (tratado anteriormente con Locke) es que de una u otra forma
todos debemos participar directa o indirectamente en que nuestros ideales y formas
de comprender el mundo se puedan representar en la redacción del documento
según vayan siendo necesarios en la sociedad.
En conclusión, la constitución no es un documento que autoritariamente debe regir
a la sociedad haciendo valer su contenido, sino que debe ser la sociedad quien
represente su pensamiento, ideales y necesidades en el documento para que estas
se cumplan de la mejor manera posible. Para lograr esto, se requerirá cumplir una
condición por sobre todas, la cual será que el pacto social sea tan moldeable como
lo es el pensamiento, los ideales y las necesidades de la sociedad a la que
representa. De esta forma jamás se quedará atrás de las necesidades e irá mutando
según la sociedad lo haga. Y como segunda gran condición, se encuentra que los
mecanismos de cambio incluyan de una u otra forma posibilidades para que los
individuos participen de esta redacción en forma directa, ya que así se conseguirá
una representación lo más completa posible de la sociedad en ese momento (en
este caso pueden ser instancias como asambleas o similares, por ejemplo). Una

10
Cf. Echeñique. M. (2006). El crecimiento y el desarrollo de las ciudades. En A. Galetovic (Eds.) Santiago Donde
estamos y hacia dónde vamos (1ed, pp 73-96). Chile: Centro de estudios públicos.
11
Cf. Rousseau, J, J. (1999) Del principio que constituye las diversas formas de gobierno. En El
Aleph (Eds.) El contrato social o principios de derecho políticos (pp 57- 60). Recuperado de
https://www.secst.cl/upfiles/documentos/01082016_923am_579f698613e3b.pdf

6
constitución debe ser tan modificable como lo es pensamiento de la sociedad a la
que representa.

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