Leyenda de El Lobizon Borrador
Leyenda de El Lobizon Borrador
Leyenda de El Lobizon Borrador
Entidad Binacional Yacyretá
Programa por la Senda de los Sabios
Proyecto: La Leyenda de El Lobizón
María Silvia Monteros
Posadas, Misiones
11 de marzo de 2021
Género: Leyenda narrativa y novelada
Leyenda de El Lobizón en versión borrador
…La diferencia entre la realidad y la ficción, es que ésta última, tiene que ser creíble”
(Mark Twain)
Marco teórico
La memoria cultural dice que…
El lobizón es un equivalente al hombre lobo europeo y Werewolf, en Estados Unidos.
El lobizón es el séptimo y último hijo de Tau y Kerana, en quien sobre cayó la mayor maldición
que pesaba sobre sus progenitores. Según la Mitología Guaraní,…”en las noches de luna llena de
los Viernes; y/o Martes se transforma en un “animal” que mezcla las características de un perro
muy grande y un hombre (otras veces, también mezcla las características de un cerdo, entre varias
otras versiones).
Para la transformación, el hombre marcado por esta característica, de séptimo hijo varón, inicia
sintiéndose mal; es decir, comienza sintiendo dolores y malestares de panza, luego percibe un
fortísimo dolor de columna que necesita tirarse hacia atrás, pero…no lo hace en ése preciso
momento, ya presiente lo que se viene, entonces busca la soledad de un lugar apartado, como las
partes frondosas del monte, pozos, cuevas, lugares alejados de las personas y tirándose al suelo,
procede a un extraño ritual de metamorfosis, rueda tres veces de izquierda a derecha, haciendo
una Oración Cristiana Católico, el Credo al revés.
Esto, claramente nos indica que fue introducido en épocas post Conquista, Colonización y
Evangelización española por parte de los Jesuitas que habitaron en estas zonas, y que le dieron
como armas imbatibles para pelear contra las maldiciones, la Oración. Así los aborígenes,
mezclaron sus saberes, creencias y fuerzas para poder combatir el mal, que había propuesto la
diosa Arasy.
Se lo reconoce, porque….
El hombre‐lobizón se levanta con la forma de un perro inmenso, de color oscuro que va del negro
al marrón bayo‐ rojizo‐cobrizo‐ (dependiendo del color de piel del hombre portador de “la
maldición”), ojos rojos refulgentes como dos brasas encendidas, patas muy grandes que son una
mezcla de manos humanas y patas de perro, aunque otras veces, también tienen forma de
pezuñas y que despide un olor fétido, como a podrido. Luego se levanta para vagar hasta que
Página 1 | 20
caiga el día. Estas características se repiten en todas las Culturas que tienen como personaje a
este ser, sobrenatural.
Cuando los perros notan su presencia, aúllan y ladran pero sin atacarlo, y lo siguen por donde
vaya, aun cuando sea invisible para los humanos, puesto que los animales, tienen otro tipo de
sensibilidad y sensaciones.
Otra de sus características sobresaliente, es que se alimenta de las de heces de gallinas (por eso
se dice que cuando el granjero ve que el gallinero está limpio, es porque el lobizón anda
acechando por el lugar), cadáveres desenterrados de tumbas y de vez en cuando come algún
bebé recién nacido que no haya sido bautizado.
Otra forma de contarla
La leyenda El Lobizón (del portugués Luisaõ) o lobisman, (hombre lobo, en EEUU) o lobizón,
Juicho, Luisón, hace referencia a un personaje conocido en todo el planisferio. Obviamente, con
un trazado sobre su perfil cultural, que lo hace único y exclusivo en cada parte que se lo cuenta.
Propio de la mitología guaraní, la cual concuerda con la leyenda europea y estadounidense, del
hombre lobo. El origen esta maldición, proviene por la relación de amantes, entre el Guerrero Tau
y la Princesa Kerana, según cuenta la mitología guaraní. Antes de la transformación, es decir
mientras se lo ve como hombre, él es de apariencia pálido, flaco, alto, poco pelo y muy velludo.
La eterna maldición, es que se terminará transformando en un animal extraño, mitad perro mitad
cerdo, con enormes patas y grandes orejas. De un pelaje tan oscuro como la noche, que despide
fuego de sus ojos y emana un hedor horripilante. Que algunas lunas llenas, quizás no lo haga,
porque tal vez, alguien rezó por él, o esas noches estuvieron nubladas y no se le vio a la luna, en
su máximo esplendor, o pudo encontrarse con una 7ma hija, Hada, es decir que ya esté bautizada,
sino sería Bruja. Es decir, para que no se transformen en lo que la maldición ordena, uno de los
dos, cuando se encuentren, debe estar bautizado, sino, en el proceso de luna llena, los dos se
convierten en lo que manda el castigo…él, en hombre lobo y ella, en bruja.
Esta transformación no ocurre en cualquier momento, sino que a la medianoche de los días
martes y viernes, de luna llena.
Luego de realizada la metamorfosis, el lobizón sale de cacería toda la noche, hasta que el canto
del gallo, anunciando la madrugada, lo devuelve a su condición humana. Durante su cacería se
dice que se pasa la noche recorriendo cementerios y revolviendo tumbas en busca de carroña.
También recorre los corrales y chiqueros en busca de excremento, su comida preferida. Su
aparición es alertada por perros, quienes detectan su presencia y alertan a la gente aullando toda
la noche.
La única forma de devolver la forma humana al lobizón, es disparando con un arma bendecida.
Cuando está en presencia de su propia sangre, recupera su forma humana, pero se convierte en
enemigo mortal de quien lo haya herido, y no para hasta eliminarlo. Para romper el hechizo desde
su nacimiento, debe ser bautizado en siete (7) iglesias y apadrinado por el Presidente de la
Nación.
En Argentina, en el año 1973, el presidente Juan Domingo Perón dio formato legal a esta
costumbre a través del Decreto Nº 848, conocido como ley de Padrinazgo Presidencial.
Antes de eso se solía apedrear al séptimo hijo varón, para evitar que su transformación
progresara, si acaso comenzaba a sentirse mal, o la familia suponía que su proceso comenzaba;
esto es, se actuaba únicamente sobre la duda.
En otros países se lo conoce como hombre lobo, y se dice que aparece en noches de luna llena y
gusta merodear por las casas en busca de niños no bautizados. Una vez en sus garras, los destroza
y les chupa la sangre.
Historiadores de todo el mundo cuentan que las raíces de esta leyenda surgen de varios países en
diversas partes del mundo.
Página 2 | 20
La Leyenda de El Lobizón
Memoria Social: El lobizón
Así como se le atribuye a los Vampiros el deseo de beber sangre, también ésta característica le
alcanza al hombre Lobo, o en nuestra región, a “El Lobizón”.
Así llamado en la mitología guaraní, por otras regiones sudamericanas recibe también los
nombres de lobisón, lubisonte, luisón, Luis Rufino el malo o Yagué bicho. Es lo que en Europa se
conoce como hombre –lobo.
Dice la leyenda que el séptimo hijo varón del mismo padre y de la misma madre, todos los martes
y viernes de luna llena, o, noches muy claras, se transforma en un animal parecido al perro o al
cerdo y va por los gallineros comiendo excrementos y por los cementerios, desenterrando restos.
A este hombre que sufre el maleficio, se le reconoce porque es flaco, alto, de gran palidez y
despide un olor desagradable. Suele guardar cama los sábados por el dolor de estómago que le
producen las inmundicias que come los viernes.
El modo de alejar al lobizón es rezar de rodillas un padre nuestro o arrojarle agua bendita, un
tizón encendido y hacer la señal de la cruz. Si el lobizón pasa por debajo de las piernas de otro
hombre, él quedará curado y este otro hombre se convertirá en lobizón, ya que cuentan, que es la
manera de llevarse la maldición.
Se dice también que la séptima hija del mismo padre y de la misma madre, se convierte en bruja y
que quedará soltera. Pero que, si esta nena es bautizada, se transformará en Hada, pudiendo
tener una vida totalmente normal, casarse, tener hijos, y también, en su adolescencia comenzará
a manifestarse con una serie de dones.
Nace la Leyenda
Me contaba Susana del Carmen que le contó su mamá, Ramona Salvadora, que cuando era chica,
continuamente en la Estancia Rincón del Rosario, donde vivía, que queda entre Sangará e
Ituzaingó, se escuchaban historias acerca de El Lobizón o Luisao, como también suele
denominárselo. La mamá de Susana, era guaynita cuando quedaba en la Estancia, porque su papá
trabajaba en el campo y la mamá, doña Eulogia, era cocinera en la Estancia; así que ella, jugaba en
el patio y a veces, jugaba con Cabito.
En un momento de la charla, Susana recordaba que su mamá hablaba de él, cuando ya
comenzaba a entrar a la adolescencia, y que sólo lo llamaba por su apodo “Cabito”, porqué de
hecho, nunca supo el nombre. Lo describía como un señor alto, muy delgado, considerablemente
velludo, pálido y con una boina, que jamás se sacaba.
Dicen que la madre de Cabito, cuando él nació, lo dejó que se criara en la Estancia, junto con
todos los peones, pero ella nunca dijo que ése hijo, era el séptimo varón. Ella, hasta que el
comenzó a caminar, lo dejaba con los hombres y se iba a hacer la limpieza en una casa de
Ituzaingó, así que Cabito, siempre comía, se bañaba y, hasta a veces dormía en la casa grande, de
los patrones, por eso es una práctica muy común en el campo, así que no llamaba la atención de
nadie.
Pregunté, ¿por qué Cabito? Nadie me supo responder, pero…si vamos al significado del
Diccionario, dice: (Del lat. Caput cabeza.)
1. Cualquier faltante de los extremos de las cosas.
2. Resto o parte pequeña que queda de alguna cosa.
Página 3 | 20
3. Dícese de ser grotesco, glotón, obeso y virgen, que habita zonas cercanas a bañados, barrio
de zonas donde no hay tratamiento de residuos cloacales.
4. Dícese de un ser tímido con las mujeres.
Entonces Susana recordó que su mamá, le contaba que doña Adalgusia, la mamá de Cabito,
cuando lo dejaba en la Estancia, le pedía que no le sacaran la boina, porque el sufría mucho el
calor y eso le protegía del sol, y también porque le hacía salir ronchas muy grandes que después le
picaban toda la noche y no podía dormir.
Supusieron también, que le dejaba el pelito medio largo que, aparte era abundante y lleno de
rulos, para que lo guardara del intenso calor correntino. Aparte, doña Adalgusia dijo, que hizo una
promesa de no cortarle el pelo, y que, por eso había que dejarle siempre…medio larguito.
Cuando Cabito cumplió los 6 años, en un día frio de Julio…doña Adalgusia, como todos los días lo
llevó a la Estancia, pero en esa oportunidad con una torta, que ella misma había preparado la
noche anterior.
Cuando iban para la Estancia, Cabito iba montado en el caballo, llevando con mucho cuidado la
torta de su cumpleaños. Ese caballo, Camba‐Kate, don Nicolás dueño de la casa grande le había
dado a doña Adalgusia, para que no viniera desde el rancho todos los días con el hijo a cuestas y
cargando bultos.
Cuando llegaron a la casa grande, doña Adalgusia estaba blanca por la charla que había
mantenido con el pequeño Cabito, y se lo comentó a Doña Eulogia, la cocinera de la Estancia…
Cabito: “mamá, yo soy buritiaado?
Mamá: quéee?
Cabito: eso de la Iglesia?
Mamá: aaaaaaa, bautizado
Cabito: eso mami…
Mamá: ¿Porqué preguntás eso?
Cabito: porque vino Zoilo, el primo de Odovico, que le dicen señor pantera, ese grandoooote
Mamá: eeee, si, si ¿y?
Cabito: y me preguntó eso, porque me dijo que yo soy el menor de nosotros que somos 7, por eso
pregunto
Mamá: No. No te bauticé todavía. Aparte, nosotros creemos en Dios y nada nos va a pasar.
Cabito: pero…¿me podes butiziar?
Mamá: Bautizar. Es un lío bautizarte. Hay que ir con el Obispo, hay que pasar por 7 Iglesias y yo no
tengo tiempo para eso. Creemos en Dios y listo.
Cabito: y si yo no creo
Mamá: cuando seas mayor, lo vas a hacer.
Le contó doña Adalgusia a Eulogia, que Cabito se agarró del pescuezo del caballo, y miraba hacia
abajo, como quedaban dibujadas las herraduras en la escarcha de aquel campo, blanco, cubierto
por la helada.
Ese día, cuando se iba a despedir, que normalmente sólo levantaba el brazo estando cerca de la
tranquera… se agachó, lo abrazó muy fuerte, y sacó de entre su corpiño, un regalito para él, por
su cumpleaños.
Estaba envuelto en papel madera, ésos de almacén, bien común y reforzado con una bolsita de
polietileno, varias vueltas, que también sujetaba un sobre, chiquito, tipo de ésas tarjetitas de
cumpleaños, o de salutaciones y le dijo… “Cabito, amor de mamá, ahora sos muy chiquito, pero sé
que me vas a entender…cuando cumplas 16 años, recién ahí te pido, te ruego, que abras este
regalo…antes no…” Le dio un beso en la frente, sin sacarle la boina, y se fue a trabajar.
Página 4 | 20
El tema es que, desde ése día, jamás volvió a buscarlo y nadie, nunca más supo algo de ella.
Jamás.
Desde ésa fecha, Cabito corría todos los días a la misma hora, en que ella, normalmente volvía a
buscarlo para ir al rancho, e iba hasta la tranquera, subía al murito y esperaba ver a su mamá, que
ya seguro estaba por llegar. Nunca llegó.
Con los años, Cabito fue creciendo en ésa Estancia y se fue haciendo un muchacho muy
trabajador y muy responsable, por lo que los dueños, lo dejaron como encargado de la caballeriza.
Tenían más de 150 caballos para el campo, y 12 de carreras. Todos a cargo de él, y un entrenador,
que venía de Ituzaingó, Don Rogelio.
Después de escuchar éste relato, día tras día me preguntaba, ¿por qué Cabito?, será que Doña
Adalgusia, ¿premonitoriamente le puso ése apodo?, porque recordemos que significa con la
falta o sobra de un miembro, también significa un hombre lento con las mujeres, reprimido,
solitario, tímido, sin amigos, ni novia y, de hecho, Cabito no tuvo amigos, ni novia…menos
familia.
¿Qué pasó por su mente para que abandonara a su hijo?, ¿cuál era su miedo para semejante
actitud?
Pasó el tiempo, y volví para otra entrevista. Esta vez, Susana me contó que según fueron pasando
los años, Cabito se hacía un hombrecito, siguió siendo tal y cual como era de gurí, nada más que
ahora, comenzaba a ser, extremadamente velludo.
Siempre estaba solo, trabajando.
Muy temprano preparaba a los caballos para llevarlos al otro campo. Los llevaban junto con un
perro perdiguero con manchas marrones, llamado Boby, y al rato regresaba sólo…el perro
quedaba en el campo a cuidar a los caballos.
Sobre que llegaba, se ponía a atender a los caballos de carreras que eso sí, le significaba mucho
compromiso, sobre todo su caballo favorito, Camba Porá, que había ganado varias carreras.
Cuando sonaba la campana, que los dueños de la casa tenían en la galería, era para que todos
fueran a almorzar, puesto que ya estaba puesta la mesa, bajo la higuera, y de ahí, toda la peonada
paraba su faena e iban a descansar y alimentarse. Cabito, casi nunca iba, porque siempre estaba
ocupado, muy pocas veces, compartió la mesa con el resto de los empleados. Llevaba su plato de
comida al corral, y ahí quedaba.
Muchos de los empleados de ahí, sospechaban que algo no estaba bien con él, porque era muy
gurí, tenía 15 años para no tener amigos, o salir al baile, o ir al pueblo en carnaval…él no hacía
nada de eso.
Una noche muy fría del mes de Julio, y de luna llena tremendamente clara…Cabito estaba dando
vueltas alrededor de la caballeriza y fumando muchísimo, un cigarrillo tras otro…sin parar. Se lo
notaba extremadamente nervioso.
Desde la cocina de la casa grande, con el candil apagado, doña Eulogia lo veía desde la ventana,
que tenía unas cortinas de hilo velero al crochet, dar vueltas y vueltas y de pronto recordó…
“mañana viernes, es su cumpleaños 16”, ¿será que se acordará el regalo que su mamá le dejó
hace diez años?, ¿será que está nervioso por eso?, ¡¡¡Dios mío!!!… ¿Qué pensará, pobre gurí?
Él, puso un pie con su alpargata negra sobre una de las hiladas del alambre de púa, que marcaba
el comienzo de la Hacienda, una mano en el bolsillo, y en la otra un cigarrillo…y ahí quedó, hasta
que el alba comenzó a despuntar.
Al otro día…
Doña Eulogia le preparó un almuerzo especial por su día, y se lo llevó a la caballeriza.
Página 5 | 20
Eulogia: Hola Cabito…¡¡¡feliz cumpleaños gurí!!!
Cabito: Gracias
Eulogia: ¿ya viste el regalo que te dejó tu mamá, te acordás? Eras chiquito todavía…y
Cabito: sí, me acuerdo
Eulogia: mmm…bueno, espero que te guste la comida de hoy. Chau
Cabito: chau
Y Cabito siguió de pie, cepillando al caballo que correría ese domingo. Al rato, le dio a uno de los
caballos la comida que le había llevado doña Eulogia, porque no se sentía bien. Se fue hasta la
casa grande y le pidió a don Nicolás, si le daba permiso para irse, porque se sentía descompuesto.
Por supuesto que Don Nicolás le dijo que sí y le ofreció algunos medicamentos y le propuso
llevarlo en el tractor, pero Cabito no quiso. Todos quedaron muy preocupados, porque hasta ése
día, él nunca se había retirado, o faltado, o haya pedido algo…nunca.
Cabito montó en su viejo Camba‐Kate, y se fue a al rancho, que no visitaba hacía tiempo. Cuando
llegó, claramente se notaba que nadie vivía en ese lugar.
Sacudió un poco la tierra, limpió la mesa, una silla, prendió un candil, y armó una fogata en el
braserito, que solía usar su mamá. Hacía mucho frío.
Después, levantó una deshilachada cortina color marrón, que enganchó en un clavito que se
encontraba en el vértice superior del marco de madera, y, se dirigió donde estaba su catre, dejó el
candil, y ahí nomás, movió el roperito, se acostó en el piso, panza arriba y ahí estaba...pegado en
la madera terciada, debajo del piso de ése roperito, y con una cinta adhesiva el sobre que su
mamá le había regalado y le había pedido que, por favor lo abriera ese día.
Se sentó en el catre por un momento, se dirigió hasta esa especie de cocina y prendió un
cigarrillo, con una chala en el mismo braserito y salió al patio… pensaba…tenía miedo, intrigas,
quería saber…pero a la vez, no quería. Terminó el cigarrillo y dijo bueno…hasta acá llegué. Entro a
la su pequeñísima pieza, y despegó el sobre que estuvo ahí, por 10 largos años.
Nuevamente en su catre, abrió con mucho cuidado el sobre, pues el tiempo había hecho estragos
en aquel viejo papel. Cuando logró abrir, pensó… ¿Qué hago primero, leo o veo que me regaló?...
dijo, veo el regalo.
Con mucho cuidado fue desarmando el paquetito que doña Adalgusia con mucho cuidado lo había
preparado para él. Cuando terminó de sacar todo el papel y las bolsitas, ve una pequeña cruz
tallada en Roble, una madera maciza envejecida, que tenía los contornos y la superficie muy
desgastada, notándose que era viejísima y denotaba ése desgaste debido a una larga exposición al
clima exterior, era en forma de horqueta, chiquita, cabía en su mano. Una artesanía bellísima.
Entonces abrió el pequeño sobre, y con mucho cuidado para no romper esa hoja quebradiza y
amarillenta del cuaderno anillado, de ese mismo cuaderno que él dibujaba y pintaba cuando lo
dejaban en la casa grande…pero por los nervios y la emoción, no dejaba de temblar y llorar.
Hasta que se animó a leer.
Comenzaba diciendo…
Perdón, sólo te pido perdón, hijo querido. Quiero que sepas, que nunca te conté lo del Lobizón,
porque no quería que te críes con miedo; pero vas a llegar a tus 16 años y, por las dudas, ya te
preparé todo lo que vas a necesitar, por si te convertís en Lobizón.
Yo me voy a Buenos Aires a trabajar de doméstica en una casa, que puedo llevar a tus hermanitos.
Sé que vas a ser un hombre bueno, te crie lo mejor que pude. Seguí paso a paso las instrucciones.
Con amor, mamá.
1) Esa crucecita era de mi abuela, Apolonia, ustedes no la conocieron porque falleció muy
joven. Ella nació en abril de 1918. Cuando tenía 12 años, en 1930 su mamá la llevó con el
Página 6 | 20
Primer Obispo de Corrientes, Sacerdote Católico Luis María Niella, porque ella era
séptima hija mujer, angaú Bruja, entonces el Obispo talló él mismo, esa crucecita que hoy
tenés en tus manos, y nunca, hasta su muerte se sacó. El Obispo la bautizó y el mismo
asumió la responsabilidad de ser su padrino, porque no podíamos hacer que el Presidente
de aquella época nos atienda; entonces él siempre le rezaba el Credo y el Padre Nuestro
para que los males no se le acercaran. Ese Obispo murió en 1933, al poco tiempo
Apolonia, mi abuela, también.
2) Cuando vos naciste, y eras mi séptimo hijo varón, yo me asusté muchísimo y tu padre nos
abandonó, porque dijo que el sufrió mucho la persecución de El Lobizón, allá en el campo
donde vivió de chico, él decía que El Lobizón le perseguía porque el siempre limpiaba el
gallinero y no le dejaba nada para él. Entonces yo me fui, donde vivió mi abuela, y le
expliqué a su hermano, Evanildo, o sea, mi tío abuelo, que me había nacido un Lobizón y
que, por favor, me diera la crucecita de Apolonia porque quería dejarle a mi hijo Cabito,
para que estuviera amparado. Mi tío abuelo Evanildo, me dio, pero me dijo que te avisara
que, por ahí, no da resultado porque tenés que bautizarte en las 7 Iglesias, y eso no se
hizo con Apolonia, ni con vos.
3) Quiero que sepas, que te hice una marca con un cuchillo bendecido, bien filoso en tu
cuero cabelludo, una cruz y dos iniciales, una S y una B, de San Benito, porque ése Santo,
aleja a todos los demonios, por eso es, que nunca dejé que te saquen la boina, ni que te
corten el pelo, para que no lo descubran y sepan que sos séptimo hijo. Igual, yo misma
cuando te lavaba el pelo ya casi no veía la marca, porque quedó chiquita la cicatriz, pero
cuando levantás el pelo, se ve bien clarito hijo…estás protegido.
4) Por último hijo querido, si podes, tratá de bautizarte en las 7 Iglesias, o como se haga ese
trámite y pedí ayuda para conseguir tu padrino Presidente, así no sos un solitario y triste
Lobizón.
Después de leer esta carta, y de tener la cruz en sus manos, Cabito sintió una terrible angustia,
con una mezcla de miedo y bronca…todo junto. Comenzó a sentir sensaciones que hasta ése
momento no había experimentado en su vida, como ganas de vomitar, retorcijones muy fuertes,
empezó de saltar haciendo vuelta carnero…arrugó y tiró la carta y la cruz al catre, y salió
corriendo como alma que lleva el diablo.
¿Pero dónde voy? Se preguntó mientras corría…
Era casi la una de la madrugada, y se dirigió a la caballeriza. Pero él, no tenía conciencia de “su
forma”, sólo corría rapidísimo, sin un plan, un objetivo. Llegó a la caballeriza y comió cuanto
excremento encontró y quiso hablarle a uno de sus caballos de carrera preferido, “oreja negra”, y
éste se puso en dos patas como para defenderse mientras relinchaba tan fuerte, que despertó a
toda la hacienda.
Enseguida nomás, todas las gallinas en el gallinero comenzaron a hacer alboroto, los perros
quedaron como locos y toda la peonada se levantó con armas, porque pensaron que eran
cuatreros.
El primero que vio al perro gigante, como lobizón, fue Adalberto quién sin dudar por un solo
segundo, le disparó una y otra vez, pero seguían viendo la sombra de la bestia a través de la luz
que daba la gigantesca y panzona luna llena. Los 15 peones le persiguieron, junto con los perros,
mientras tiraban tiros al aire, para ver si uno le acertaba. Nada, no pasó nada. No lo encontraron,
sólo había rastros de sangre, que se perdían cuando entraban a los pajonales.
Todos quedaron asustadísimos. No había forma de calmar a los perros, ni a las gallinas.
Al otro día, sábado, salieron a rastrear la zona, junto con Don Nicolás, el dueño de la Estancia, y
no había nada más que gallinas desplumadas, los gallineros limpitos, sin nada de excrementos, un
Página 7 | 20
par de huesos tirados y todos los animales en shock. Las vacas no dieron leche, los caballos
estaban indomables, entonces Don Nicolás dijo, que iban a celebrar la Misa en su Estancia el
domingo.
Así que llamó al Sacerdote de Ituzaingó, que era muy amigo de la familia y le explicó la situación.
El Sacerdote aceptó gustoso dar la Misa en la Estancia con toda la familia y con todos los
trabajadores.
Doña Eulogia, corrió al rancho de Cabito, para avisarle que fuera a la casa grande, porque iba a
venir el Sacerdote a bendecir la Estancia, porque anduvo el Lobizón.
Cuando Cabito sale para recibirla, Eulogia ve que tiene la mano y el pie atado con trapos,
ensangrentados, envueltos tipo vendas y le pregunta;
Doña Eulogia: ¿Qué te pasó Cabito?
Cabito: No sé doña Eulogia, ayer yo estaba muy descompuesto, y cuando fui a buscar carqueja en
la huerta, ahí atrás, y caí en el alambrado
Doña Eulogia: ¡Dios mío Cabito!!! ¿Pero también caíste en el chiquero? Tenés un olor inmundo!!!
Cabito: Sí, sí doña Eulogia…caí en el bañado, fíjese ahí…está toda podrida esa agua
Doña Eulogia: ¡Ay Cabito!!! Bañate mi hijo porque va ir el Sacerdote a la casa grande y no podés ir
así a la Misa que va hacer allá.
Cabito: Sí, si doña Eulogia, me voy a bañar…pero sigo muy descompuesto. Me duele mucho la
panza…no creo que pueda ir…
Doña Eulogia: Y, ¿qué comiste hoy?
Cabito: ¿Sabe que no me acuerdo doña?
Doña Eulogia: Ufaaa!!!…vas a tener que hablar con don Nicolás, para mí que estás enfermo
Cabito.
Cabito: Después nomás doñita. Gracias. Ya me baño y voy para la casa grande, entonces…
Doña Eulogia: Andá…bañate rápido y anda.
Lo que sí se sabe, porque contaron los peones, es que nunca más lo volvieron a ver así de cerca y
rondando por la caballeriza y el gallinero, porque según dijo Zoilo, fue por el arma con la que
Adalberto le disparó, pues tenía las balas bendecidas y marcadas con la cruz, como siempre hay
que tener en el campo, por las dudas te cruces con él. Por esas y muchas razones más, es que
siempre desconfiaron que el sería el Lobizón.
Siguiendo con mí recorrido...
Una tarde en Apipé, en San Antonio lo fui a visitar a don “hipo”, quién tuvo una infancia,
típicamente correntina viviendo con mamá, papá, abuelos y 12 hermanos.
Sirvió en el Servicio Militar, Regimiento 5 de Infantería de Paso de los Libres, también trabajó
en la Empresa Eriday en 1979, y en 1982 se estableció definitivamente en San Antonio.
Él nos narró el hecho en primera persona, y que fueron en dos oportunidades que se encontró
personalmente con El Lobizón, y en una, con la Bruja.
Recuerda don Hipo…
…”una noche yo estaba acá, sentado en este mismo patio, hermosa noche de luna llena,
clariiiiita…yo había vuelto del campo, me bañé y saqué la silla para descansar un rato…, cuando de
pronto, y de la nada pasó al lado mío ése bicho…enorme, negro…bien negro, feo…feo…feísimo
Página 8 | 20
con las costillas muy, muy marcadas, así para afuera… y la cola cortita. Las dos veces que yo le vi,
fue exactamente a la media noche…
Caminaba despacito con sus dos patas cortas adelante, y las otras dos bien altas atrás, y todavía
parece más alta, porque el camina en punta de pie, y con pasos largos…yo me quedé helado en el
lugar, quieto, cerré los ojos y empecé a rezar el Padrenuestro…él siguió ahí, con la cabeza entre
las patas…¡¡¡era enorme señora!!! Ahí él giró, yo seguía rezando, ya estaba por el Credo, él nunca
levantó la cabeza, pero se podía ver el brillo rojo, saliendo de sus ojos…y un ruido, como si fuera
que rumiaba…hacía glup..glup…glup, daba vuelta la cabeza y miraba sobre su lomo, con las orejas
para atrás…
De pronto, giró para mí lado y empezó a mover la pata, yo me tiré contra la pared, así, con la cara
mirando la pared, y el salió para el lado del alambrado, ¿vio ése que está ahí?, bueno, el pasó por
debajo de ése alambre…y yo siempre me pregunté, ¿cómo es posible que algo tan enorme, pero
bien grande, ¿pueda pasar por debajo de ese alambradito? Nunca entendí.
Y dicen, que esa es su maldición, andar así…caminando, caminando leguas y leguas, ‐como decían
antes, ¿vio?‐ durante toda la noche, sin rumbo, sin un lugar donde ir…solo vagabundear, y si por
ahí…dicen…te encontrás con él, cerrá rápido tus piernas para que no pase entremedio y te deje la
maldición, que es eso lo que él quiere, pasar la maldición a otra persona, así él ya puede liberarse
de eso, ¿vio?, igual, igualito que la séptima hermana, que hasta que no se bautice es Bruja,
después que se bautiza ya es un Hada, y dicen que comienza a tener muchos poderes y dones
para poder curar.
Yo a ella la vi acá, en el patio, era como las 12 o 1 de la noche…y de repente escucho el
ruido…aaaafffffuuuu…aaaafffffuuuu…aaaafffffuuuu, el ruido de las alas, me doy la vuelta y la veo
salir de atrás del mango aquel…pero enormes, larguísimas, más larga que ése tronco que está ahí,
yo en mi vida he visto una cosa así. Pero ella pasó volando, y se notaba como un tronco con alas,
que sería su cuerpo, ¿no?, y era justo lo que contaba mi abuela, ella pasa sobrevolando bajo, y
remonta altísima, y tiene que volar toda la noche, porque donde para de aletear, ella cae y puede
matarse, si ella está transformada nomás, no deja de ser una persona. Así que su maldición,
termina al amanecer, cuando sale el sol, ella vuelve a convertirse en mujer, y recién ahí, puede
descansar.
Me contaba mi abuela, que ella cuando está despuntando el amanecer, empieza a sobrevolar
cerquita del río, por si en ése momento se transforma en humana y cae al agua, no se lastima
tanto, ni se quiebra algún hueso…pero pasa, en vuelo rasaaaante.
También nos contaba, que tenía una conocida en el campo y que era 7ma hija, vivía toda
lastimada, llena de moretones.
Un día el huesero del campo, don Tiburcio, ¿usted lo conoce? bueno, él le entablilló con
tacuarillas la pierna a la señorita, porque esa niña ya tendría sus quiiiiince por ahí…y la mamá dijo
que cayó de la guayubira, y se rompió la pierna. Pero nosotros sabíamos, comentó la abuela, que
eso no era cierto, que ella seguro dejó de aletear por eso cayó y se rompió la pierna…”
Entusiasmada por los relatos acerca de las Brujas, algunas convertidas en Hadas, me fui a visitarla
a doña Estanislada, oriunda de Apipé. Ella nació cerca de la Colonia Puerto Tala, donde pasó su
infancia, luego, al casarse con Nonocho, se quedaron a vivir en San Antonio, tuvieron sus hijos y
siempre vivieron en la Isla.
Ella me conto…
…”Que cerca de dónde hoy está el Municipio, había una casa muy linda, con una familia muy bien,
tenían siete hijas; la menor de ellas, se llamaba Sara, bien enfrente a su casa, había un árbol
enorme de Pumarrosa…
Página 9 | 20
…recuerdo, cuando nosotros llegamos acá (San Antonio), imagínese aquellos años, no había luz, ni
agua, nosotros hicimos nuestra casita con barro ñaú y tacuaras, éramos bien poquitos acá.
Todos sabíamos de todos, pero no hablábamos mucho, sólo así…el buen día, buenas tardes, ¿vio?,
pero después de tantos años de estar siempre en el mismo lugar, uno se va conociendo más, los
chicos jugaban a la pelota, nos ayudaban con las vacas…a veces, en época de lluvia, todos los
vecinos nos teníamos que ayudar entre todos, porque antes las lluvias parecen que duraban más
y las inundaciones eran horribles…
Bueno…la familia de Sara, era muy linda. Esas nenas siempre estaban trabajando en el campo con
su papá y un tío, hermano de su papá. Al atardecer, todas estaban bañaditas y cambiaditas
sentadas en la galería, porque la mamá les enseñaba a tejer el espartillo y el yatay. Todas
preparaban unas canastitas hermosas, que llegando Pascuas, regalaban a los vecinos con maní
tostados y unas galletitas.
Sara era hermosa, muy, muy linda. Fueron creciendo, la mayor y la tercera, no recuerdo bien,
pero parece que se fueron a Buenos Aires, las otras se casaron; una de ella Raquel, se casó con
uno de Ituzaingó y después se fueron a otro país…la cuestión que Sara quedó acá, con su papá y
mamá, porque el tío, se casó y se fue de acá.
Pasaron los años y la mamá de Sara se enfermó y murió al poco tiempo, por suerte no sufrió
mucho, y el papá, vivió unos años más. Él no era viejo, pero estaba siempre muy decaído, triste,
parecía un ancianito. Después de la muerte de su esposa…ahí se dedicó a tomar….sí…quedó
alcohólico. Un día vino Pedro, un muchacho que era amigo de mi hijo, jugaban a la pelota cuando
eran chicos, y nos avisó, que el papá de Sara, cayó del tractor, y éste le pasó por encima. Fue una
tragedia.
Y ahí, Sara quedó solita viviendo en semejante casa y a cargo del campo. Ya era solterona para la
época.
Pienso que no habrá sido fácil para ella, si bien tenía algunos peones, ella se hacía cargo de todo.
Sabía de campo, de ganado, artesanías, curaba varias cosas, como curavichera, mal de ojo, fuego
de San Antonio, o culebrilla…tenía muchos dones.
A veces nosotros íbamos a la Iglesia y cuando pasábamos por enfrente, ella estaba sentada
adentro de la casa, apoyada en la ventana, y de ahí nos saludaba. Era muy buenita, y ¡¡ tan linda!!.
Dicen…que después de un tiempo que murió su papá, ella empezó a hacer cosas bien raras…como
subirse al techo, y tirarse a la mata de espartillo que siempre estaba secándose al sol, para hacer
sus artesanías…o, barría la galería con una escoba que se preparó con hojas de palmera, pero no
barría normalmente, ella se sentaba en las hojas, y movía la cola para todas partes….cosas así,
extrañas.
Un día, el vecino que vivía atrás de unos cardales bien altos, porque ésos no se cortaban, servían
para que no haya ratas…vio que ella salía de su casa, vestida con una especie de bata blanca larga
y trepaba el Pumarrosa como gato, rapidísimo. Él casi muere de un infarto y le llamó a su esposa
para que vea eso; así que los dos, quedaron agachados bajo esos cardales mirando que pasaba.
Contaron que ella, cuando estaba arriba, se sacó la bata, y la dejó colgada en una de las ramas, y
se paró encima de esa rama...la luna llena, estaba clarísima y ellos la veían desnuda; en eso, ella
se agacha hacia sus pies, y queda como un arco en forma de “U“ invertida…después, se tiró hacia
atrás, con los brazos en alto y se agarró de sus tobillos, quedoooo así, un rato. Después enderezó
el cuerpo, extendió los brazos a los costados y empezó a cubrirse de plumas u hojas…ya no
pudieron distinguir porque estaban bastante lejos, como 30 o 50 mts., pero ahí, no se parecía a un
cuerpo, parecía un tubo, como sin forma.
Ahí ella, empezó a aletear con mucha fuerza, el viento era como una tormenta de fuerte, levantó,
dobló sus piernas y salió volando de ése árbol. Fue una cosa, impresionante.
Página 10 | 20
Después de esa experiencia, ellos quedaron con tanto miedo y con tantas preguntas que contaron
a unos cuantos vecinos y de ahí en más, todos lo que sabíamos, comenzamos a verla con más
detalle, y sí…realmente tenía costumbres tétricas. Yo sólo una vez la vi pasar por este patio, acá,
donde estamos, pero bien bajo pasó…las alas ocupaban todo ése espacio entre los árboles, ésas
alas eran gigantes.
Después la vi sobrevolar allá, donde hoy está esa plaza…ahí antes, no había nada y parecía que
ocupaba todo ese lugar. Inmensa…”
De esa entrevista, salí totalmente perturbada. Me pregunté, una y otra vez, ¿de qué manera?,
¿cómo y porqué les llega la maldición a las séptimas hijas, si la maldición, según Arazy,
alcanzaba solamente a los hijos varones?
Entonces recordé la charla que tuve con todos mis narradores acerca del traspaso de la
maldición. Aparentemente, cuando Arazy castiga a Tau y Keraná, a través de sus hijos, no
advirtió, adivinó, imaginó, supuso nada, acerca de las reacciones de estos hijos, con respecto a
la maldición con las que tendrían que acostumbrarse a sobrevivir.
El único hijo, que reaccionó de una forma totalmente diferente, en cuanto a indisciplina contra
la voluntad de la diosa, fue el menor… el séptimo hijo varón, El Lobizón.
¿Cuál fue su comportamiento inoportuno, contra la maldición de la diosa? ¿Cómo trató de
revelarse contra esta condena?
Cuentan que…
…si el Lobizón pasa entre tus piernas, o salta sobre tu cuerpo, aún sin tocarte, te pasa la maldición
e inmediatamente el queda liberado de esa pena. Así que, teniendo en cuenta este aspecto de la
Leyenda, le pregunté a Hipo y Pirula, que pensaban al respecto…
Hipo me dijo que…
…” la abuela, le había dicho que le contó una paraguaya, de nombre Hildora que tenía un
hermano Lobizón, que…según dicen él le contagió a la séptima hija, que nació en la Colonia, a 5
leguas de su casa. Pero eso nunca se supo con certeza, porque ésos vecinos se mudaron a
Neuquén, nunca se supo nada de ésa última nena, que nació en la casa de la Colonia.
Entonces la abuela de Hipo, le preguntó a Hildora, ¿cómo fue eso?
Y ella le dijo, que la mamá, cuando nació Melitón, le pidió a ella, que era la mayor (porque los 7
eran seguidos, pero después de ella), que siempre se fijara y lo cuidara que nadie supiera que él
era el séptimo, porque antes, se los perseguía hasta matarlos.
Contaba la mamá de esta mujer paraguaya, Hildora que un día, cuando Melitón era chiquito,
tendría 5 o 6 años más o menos, lo encontró comiendo las cacas de las gallinas, entonces lo retó y
le dijo…eso no se come…puerco viejo, y el nenito, se dio vuelta, la miró y siguió saboreando las
cacas que encontraba a su paso.
Otro día, lo vio gateando, cerca de donde ataban a los caballos y hacía un ruido con la nariz, pero
fuerte, como hociqueando, cómo tratando de oler a lo lejos.
Ahí, dice Hildora que la mamá se dio cuenta que él, su último hijo, iba a ser Lobizón. Quedó
desbastada, porque sabía lo que le esperaba y no podía hacer nada. Vivían lejos de todo, no
tenían forma de movilizarse, no tenían dinero y tampoco contactos como para pedir al Señor
Presidente de la República que fuera su Padrino, tampoco recorrer 7 Iglesias, apenas si había una
cada 20 leguas, en aquellos tiempos.
Página 11 | 20
En una oportunidad, llegó un vecino hasta su casa para pedir ayuda, pues su mujer no podía dar a
luz a su bebé, y estaba muy delicada. El vecino, llegó muy impotente y asustado.
Entonces mamá fue con él, recuerda Hildora.
Cuando mamá se sube al tractor del vecino y se van, ahí, Melitón sale corriendo detrás…ya iban
lejos, y yo le llamaba que viniera, no me hizo caso…siguió corriendo, hasta que lo perdí en el
horizonte…yo ya no le iba a seguir, estaban todos los demás en la casa y yo tenía que hacer las
cosas.
Pasó todo el día, y Melitón no volvió a casa.
Cuando yo vi, que el vecino le traía a mamá, salí corriendo para abrir la tranquera y mamá bajó
antes del tractor… cuando se acercó a la tranquera, pude notar que la cara de ella era blanca
como una cala, y se venía agarrando el cuello del batón, con el puño cerrado y se notaba que
estaba muy nerviosa…
….le pregunté… ¿mamá, que pasó? ¿Murió el bebé o la bebé? ¿Qué, que te pasa?... ella me pidió
que la dejara un rato sola y que después hablaríamos…
Pasaron unos días….
Y me dijo vamos al galpón, quiero hablar con vos. Yo pensé mil cosas a la vez, un millón de ideas
corrían por mi cabeza y le dije…bueno mamá, ya voy.
Hija…está confirmado que tu hermanito, Melitón es Lobizón…
Y sí mamá, me imaginaba…, el séptimo, no está bautizado, come caca…cuando de pronto me
interrumpió y dijo…
¡¡¡¿Sabés que hizo cuando nos siguió?!!!
No mamá…no sé, yo traté de seguirlo, pero corría muy rápido, ya no le iba a alcanzar… ¿qué hizo?
…”Cuando llegamos a la casa de doña Harnilda, ella estaba tratando de parir, a los gritos, y
haciendo toda la fuerza que podía. Yo ya veía que la cosa era complicada. La criatura venía de
cola, y así nació, imagínate pobre mujer.
Ella ya tenía el balde con agua, por si era nena, para ahogarla, porque no quería una bruja en la
familia y sabía que no iba a ser Hada, porque no la podrían bautizar con la Primera Dama, o con
quién determinara el Presidente, ni menos buscar 7 Iglesias…el mismo problema que tuvimos
nosotros con Melitón.
…¡¡¡¿o sea mamá…le nació otra nena!!!?
Sí…la séptima…Escuchá…
Así que, mientras yo le estaba tratando de ayudar, le puse una pierna encima de su panza y
mientras presionaba un poco, tenía las dos manos debajo de la cola para recibir al bebé…cuando
comienza a salir, primero la cola…ella se desmaya del dolor, así que toda la fuerza tuve que hacer
yo…mientras estaba saliendo.
¡Dios mío, mamá!!!!
Melitón estaba mirando desde afuera, en el patio, ni bien se dio cuenta que era una nena, salto
por la ventana y cruzó arriba de la panza de Harnilda, yo no pude sacarlo porque ya tenía mis dos
manos ocupada con la criatura, y una pierna arriba…era imposible porque, además nadie entró a
ayudarme, yo estaba sola. Afuera estaba su esposo, pero el no quiso entrar porque me dijo que le
impresionaba demasiado. Y los hijos mayores estaban trabajando en el campo…
¿Y entonces mamá, que paso?
Y ahí yo me di cuenta, que él, muy adentro suyo sabía que no era bien, que algo no funcionaba. Yo
pienso que él sabía algo…
Página 12 | 20
¿Por qué mamá?
Porque él, seguro pensó que le pasó la maldición a la nena…pero él no se va a curar, porque le
pasó a un bebé que ni siquiera terminó de nacer…o sea, eso no cuenta. Tiene que pasar por entre
las piernas, y la nena apenas estaba saliendo…
¿Entonces, que dijo doña Harnilda?
Nada. Estaba desmayada, pero para eso el marido vio todo desde la ventana, porque tu
hermanito, saltó por ahí, y eso le llamó la atención. Después me preguntó ¿por qué hizo eso?… y
yo le respondí que no sabía, que cosa de gurisada nomás.
¿Y qué va a pasar ahora? ¿Será que se dieron cuenta que es Lobizón?
No sé.
Lo que sí sé, porque vi antes de venir a casa, es que el balde con agua quedó ahí, quizás la hayan
ahogado, como siempre se hace en estos casos. Pero tal vez no, si no saben que tu hermanito es
Lobizón, puede que la dejen vivir. Aparte tienen la posibilidad de bautizarla con Aguas de Socorro,
hasta tanto puedan llevarla a distintas Iglesias y quizás, en la ciudad que es más grande y las
personas tienen más oportunidades, le puedan escribir al Presidente, para que les ayuden.
Una calurosa y húmeda mañana de verano, de ésas plomizas, pesadas, agobiantes, esas que te
falta el aire, que te das cuenta que durante la noche llovió porque dejó algunos charcos como
vestigio de su paso por ahí, porqué a parte de esos charquitos, también se multiplicaron de a
cientos de miles los mosquitos que a esas alturas parecen tener el tamaño de abejas…y porqué
ves a los horneros cantar felices, pues van a tener mucho trabajo para construir sus casitas…y
porque todo el paisaje cambia completamente, cuando entras a la Isla.
Miraba ese escenario natural, mientras ya el lanchero Pancracio, acomodaba la lancha al llegar
al Puerto de Pasajeros de Apipé.
Esperé mi turno para el descenso y comencé a recorrer el lugar para conseguir testimonios,
acerca de esta mágica Leyenda de El Lobizón con los que poder trabajar, e iba paralelamente
repasando en mi memoria la conversación de Liliana, con su mamá y su hijo, que en el
momento que esta historia ocurrió, el muchachito ya llegaba a sus 15 años, y hasta ese
entonces, vivían en Buenos Aires.
Liliana, relataba que una de sus grandes discusiones con su mamá, Pedra, era que ésta le
insistía que bautizara a Bruno, porque el Lobizón busca comerse a los niños que llegada cierta
edad, todavía no le bautizaron; pero que, si Bruno ya era adolescente y nunca pasó nada, es
porque no era cierto.
Liliana me dijo
…”si bien yo me fui de la Isla a trabajar a Buenos Aires a los 17 años, yo siempre escuché esas
historias, pero acá nomás, en Buenos Aires, esto no se escucha, así que yo a mis hijos nunca le dije
nada, porque no quería que ellos creyeran en eso. Pero después, yo me tuve que volver de
Buenos Aires a la Isla y ahí, muchas cosas y costumbres cambiaron.
Pero llego la hora de ir a la Escuela Primaria y después la Secundaria y ahí, todos hablan de todo,
como ellos entienden nomás…son gurisada, escuchan una cosa y repiten otra, pero un día vino el
Bruno en1 casa y me pegó una apretada, que yo apenas pude explicarle algunas cosas…
Bruno: mamá, de onda nomás pregunto…
Liliana: mmm
1
Giros idiomáticos utilizando “en” en lugar de “a”, dan cuenta de que van a la casa.
Página 13 | 20
Bruno: si el Lobizón, es hijo de esos semidioses, ¿qué tiene que ver el bautismo?
Liliana: ¿cómo?
Bruno: sí, la seño de catequesis nos dijo que el bautizo, que también se dice así, es un Sacramento
Cristiano Católico y…
Liliana: y muchas religiones también lo practican…
Bruno: sí, sí...sí... pero, nos dijo el Profesor de Bilingüismo que, los dioses y semidioses de la
Cosmogonía Guaraní, es decir, del origen mismo de lo Guaraní, es muuuuuucho antes de que
vinieran los conquistadores, colonizadores y evangelizadores españoles y todo eso…
Liliana: sí, ¿y? ¿qué es lo que querés saber?
Bruno: eso…si un séptimo hijo o una séptima hija no está bautizado/a, ¿qué tiene que ver si no es
cristiano?, eso tiene que ver con otras religiones y otras creencias
Liliana: mmm cierto, entiendo a lo que apuntas; pero no es el acto del bautismo en sí, se trata de
otra cosa, se trata del “agua”
Bruno: ¿¿¿del agua??? ¿qué ticó tiene que ver el agua en esto?
Liliana: mucho
Bruno: aaaaa… sí…sí…ese jarrito con agua que el Sacerdote le tira al bebé, y cae en una
palangana, ¿esa agua?
Liliana: bueno, sí. Más bien es un símbolo, es como una iniciación. Bautismo por ablución o
derramamiento: consiste en el derramamiento de agua sobre la cabeza; es la forma generalizada
en el catolicismo. Eso que decís que el Sacerdote le tira con un jarrito.
Bruno: mmm…pero el tío de Anselmo ¿viste?, ¿sabes quién es, ¿no?
Liliana: No…
Bruno: Anselmo, mi amigo de fútbol
Liliana: aaaa, a Anselmo sí lo conozco…al tío no
Bruno: aaaa….bueno es un tío de él, que vino de Buenos Aires, algo de Pastor, parece que se
llama, bueno… él le hizo un bautismo a un señor, que le tiro y le hundió en una pileta, como una
pelopincho…y dijo que también podía hacerse en la playita, frente al camping municipal
Liliana: Noooooo
Bruno: sí má…tengo las fotos en el celu, te voy a mostrar…pará, pará
Liliana: nnnoooo, para un poquito, te voy a explicar…ya sé que es cierto. Eso significa sumergir, no
es que le tiró a la pileta, y es el rito de entrada o iniciación en la religión cristiana, no Católica.
Consiste en una ceremonia en que la persona es purificada mediante el agua. El acto de
realización del bautismo se denomina "bautizo".
Bruno: ‐Aaaaja…
En ese momento, que realizaba la entrevista, en un patio cubierto de mangos, ya que la
producción de ése año, 2021, fue extraordinaria en todo el Litoral, mientras me abanicaba y
tomaba notas de los detalles de la narración, pasa un vecino, a quién atentamente lo
saludamos y, la tía de Liliana, que se encontraba de vacaciones en la Isla, lo llamó a este
vecino, Felipe, para que participara de la reunión, y me dijo….él es de Paraguay, pero vino a la
Isla con sus padres desde que tenía 5 años…y él le va a poder contar historias de El Lobizón.
Así que encantada de la vida, lo invitamos a participar de la Ronda de Narradores.
Página 14 | 20
Continuaba Liliana con la explicación que le diera a su hijo….
‐En muchas religiones las purificaciones y los baños sagrados han sido frecuentes a lo largo de la
historia. Como símbolo de purificación o de nacimiento a una nueva vida. Los ritos de agua se
usaron en Egipto, en Babilonia y en otras religiones. El rito de inmersión en los ríos significa borrar
impurezas morales o rituales.
‐¿y entonces?
‐Entonces, ¿qué?
‐Porqué dicen que el Lobizón (séptimo hijo), tiene que estar bautizado, si éstas formas fueron de
muchisisisimos años antes de todas las religiones que conocemos hoy…¿por qué?
‐Aaaaaa, bien ahora me gusta tu pregunta
‐¡Hasta que entendiste, Má!!!…
‐El tema hijo, es que antes los dioses andaban solitos por todos estos lugares, subían al Edén y
bajaban como en un sube y baja, o usaban un arco Iris como puentes entre los ríos, o entre las
montañas, hacían canoas con palmeras y jugaban carreras agarrándose de las colas de los
monos…todo este paraíso, les pertenecía, hasta que…
‐Sí si ya se… vinieron los de la caza furtiva y mataron carpinchos, escuche en la tele Má…
‐Noooooo, antes, mucho antes. Bueno, no importa. El tema es que, en ese tiempo los dioses
mandaban con todo lo creado, personas, ríos, arboles, ellos decidían quién y cómo vivirían…
‐Wwwwwwooooooowwwwww….como en la peli de……
‐Noooo, nooo, nooo, ninguna peli. ¿Querés que te cuente, o no?
‐Sí, Má..
‐Bueno, entonces no interrumpas a cada rato. Cuentan, que el Lobizón, es otro castigo que hizo la
diosa Arazy, con Tau y Keraná, enton…
‐Ahora…pesadita la diosa, ¿no Má?
‐Ya que era el último de sus hijos. Lo que la diosa nunca pensó, es que alguna vez, vendrían otras
personas a su Imperio, y que traerían sus creencias, sus rituales y a sus dioses poderosos consigo,
y que eran, tan o más poderoso que los de ella y eso, no le gustó para nada…
‐Y se enojó…
‐Obvio que se enojó. Cuentan que una vez, se convirtió en mariposa de la noche, de ésas
grandotas que solemos ver cuando se prende un candil, o la petromax, y siempre están contra el
techo, o en el vértice de las paredes, son bien oscuras, con dibujitos bien marcado en todo su
cuerpito, y tienen las alas como murciélagos…pero son mariposas.
Bueno…llegó a un galpón, donde estaba un grupo de personas sentadas en unos tronquitos de
árboles, con una tirita llena de pelotitas; y repetían y repetían una y otra vez, lo mismo…con ellos
estaba un señor, que tenía un vestido negro, largo….y una abuela, que todos le hacían caso a ella.
¡¿Un señor de vestido en la Colonia?!!!
‐Qué eran esas pelotitas Má?
Vos estás inventando eso Ma….
‐Ésas pelotitas, eran las cuentas del Rosario. Y el Señor que tenía vestido, era un Sacerdote… tiene
un nombre eso…mmm, pará, ya me voy a acordar…
Bueno, te sigo contando...
La abuela del grupo, estaba enseñando a varias familias a rezar el Rosario, una de las mujeres,
estaba embarazada, ya le faltaba poquito para tener a su bebé, cuando Arazy, sobrevoló cerca de
Página 15 | 20
la abuela que dirigía el Santo Rosario, y por primera vez en toda la eternidad de su existencia,
sintió algo extrañísimo en su cuerpo…
‐Qué? Qué era Má?, se descompuso?
‐Sí… se descompuso. Sintió pánico, miedo, terror…el mismo que ella provocaba a todo el mundo,
y….
‐Me alegro Má, me encanta por mal…
‐Shhht, no sigas
‐Y ahí qué pasó?
Sotana!!! ¡El vestido se llama Sotana!!!
‐Ahí se fue de ése galpón, y cuando llega a la morada de su reino, le dice a Tupá…”hay un poder
más fuerte que el mío, pude sentirlo” y Tupá le dice “cuidado, hay poderes con los que no te
podes meter sin antes conocerlos” Sí, contestó Arazy, y continuó…voy a ver de qué se trata esto,
no va a quedar así.
‐Y? ¿y?
‐Y dicen… que cuando la señora que rezaba el Rosario, se fue hasta la orilla del río, para tener a su
bebé, la acompañaron la abuela del grupo, con su Rosario, y la mamá de la chica que estaba por
dar a luz. La mujer embarazada se sentó en el agua, y comenzó su trabajo de parto…venía con
problemas, con mucho dolor, y pedía a gritos que la ayudaran a sacarlo…no aguantaba los dolores
‐Pobrecita Má…¿Qué hicieron?
‐En ésos momentos de dolor, Arazy escucha su llanto y el pedido de ayuda y…
‐La muy malvada fue al río…
‐Sí, pero estaba la abuela (Eusebia), de rodillas pidiendo al Dios Todopoderoso, que la ayude a
parir a su hijo sin tanto dolor…cuando de pronto, una luz, como un rayo de sol, penetra la copa de
los árboles y se escucha el llanto, fortísimo de un bebé, ¡¡¡ era un varón!!!, el séptimo de ésa
pareja….
‐Y Arazy??
‐Ella, nuevamente convertida en mariposa, quiere acercarse para tocarlo, y transmitirle la
maldición, cuando siente un ala, mucho más grande que el de ella, aleteándole en su cara y le
dice… “aléjate del hijo de Dios” … Ella se da vuelta y le contesta, “no te atrevas a desafiarme, soy
Arazy, la diosa de este Reino” y la voz le contesta…
‐Ma, ¿de quién era la voz?
‐Le dice…” a partir de hoy, no vas a maldecir más a ningún séptimo o séptima hijo o hija!!!, nunca
más, porque mi Dios, que también es el tuyo, te va a mostrar su poder…y Arazy siguió …¿quién te
crees que sos, para hablarme en ese tono??
‐Quién era Má?
‐Y entonces se escuchó decir… “soy su ángel de la guarda”, mi Dios, Todopoderoso me dio esta
criatura para que lo cuide el resto de su vida, y tendrá como Padrino, al Presidente de ésta
Nación, o alguien que lo represente, y, ni vos, ni nadie a partir de ahora, se meterán a destruir sus
vidas, por capricho…¿entendiste?
‐Y entonces, ¿qué pasó?
‐Arazy, llena de fastidio, se convirtió en una imagen horrible que pensó, ahuyentaría al ángel de la
guarda, quien la quedó mirándola, mientras aleteaba su enorme y blanca ala alrededor del recién
nacido
‐Y se fue?
Página 16 | 20
‐No, no, muy por el contrario. Desafió al Ángel diciéndole…”en algún momento bajarás tus alas, y
ése será el momento en que toque y maldiga a quienes yo quiera…” ‐ No te equivoques diosa, le
contestó el Ángel... “yo puedo bajar mis alas, pero hay un Dios Todopoderoso, que todo lo ve, que
jamás se duerme, ni descansa, cuidando a cada uno de sus hijos…y te digo ¡¡vos!! no te atrevas a
desafiarlo, sino, conocerás su poder y no te va a gustar, por lo que deberás pasar…
‐Wwwweeeeee, y?
‐Y entonces Arazy se fue. Dicen, que está esperando que algunos de los séptimos hijos nazcan, y
que nadie ore o rece por ésos hijos de Dios y que tampoco tenga un bautismo, ni un Padrino
poderoso, para que ella pueda aprovecharse y llevarse ésas almas a su reino, como siempre fue.
Ella extraña su poder, y no puede soportar que haya otro más poderoso que ella. Pero está atenta
a encontrar a una madre descuidada, que se olvide de hacer una oración para proteger a sus
hijos. La diosa, siempre está atenta a todo.
‐Pero con un bebé? Hay que ser bruja, no diosa Má…
‐Al contrario, son precisamente las almas más sanas y nobles, ya que no conocieron la maldad del
mundo y de la gente adulta
‐ ¿Entonces, hace bien o mal, pelear por esas almas? ¿O ella quiere para que esas almitas sean
lobizón y bruja? ¿O solo quiere pelear con nuestro Dios Todopoderoso?
‐Me gustaría contestarte eso hijo. Es la pregunta que nos hacemos todos.
‐Pero Má, según cuentan…en esa transformación sufren muchísimo, ¿por qué alguien permitiría
el sufrimiento de esa manera?
‐No sé. Por vanidad, para que todos sepan que tienen el poder para hacerlo, y que lo van a hacer.
Por orgullo, por egos, hay tantos motivos…
‐ ¿Qué clase de diosa hace eso?
‐Ella, Arazy. Pero no lo hace de mala, lo hace para que sepan que los que infringen las leyes, son
castigados. Tampoco está mal.
‐ ¿Pero así? ¿Qué liguen otros el castigo, encima bebés? no me parece bueno Má…
‐Y no es para que a vos te guste. Dicen que el peor castigo que puede haber para un padre, es que
se venguen en sus hijos. Así cuenta esta Leyenda.
En ése momento, Felipe cuenta su experiencia de haber visto a El Lobizón frente a él y no
una…sino varias veces. Éste Lobizón, era un señor de la Isla, que todos sabían, pero nadie decía
nada, era paraguayo y su hermano, Policía, conocido por ser un hombre extremadamente
estricto.
Una noche de luna llena, clarísima...imagínese en aquellos tiempos, ni una luz se veía y más, a ésa
hora que yo venía de la casa de mi compadre, estábamos jugando al truco…bueno…se veía clarito
el trillo.
No es lejos la casa de él, pero a unos kilómetros queda. Esa noche, era tan clara, que decidí salir
sin la linterna, así que venía pensando en que tenía que curar un caballo y una de mis vacas, que
le habían agarrado las uras. Tranquilo, ¿vio?
y…póngale a unos 300 metros, yo veo como un gente está paraaaado frente al cardal de una
familia, bien conocida mía…y yo entonces, empecé a caminar despacio, me entró como un miedo,
o no sé cómo explicarle, entonces, salí del trillo y me metí en los matorrales, no era muy alto,
pero me tapaba un poco…yo miraaaaaaba, y el gente no se movía…ahí me empecé a asustar, ya
estaba a un 50 metros por ahí…y me agaché, me arrodillé en ésos matorrales, me saque la
alpargata para no hacer ruido y lo vi a él, al Redenio, completamente desnudo.
Página 17 | 20
Él seguía parado, así…como una estatua…yo no sé qué pasó en ese momento…si al arrodillarme
toqué las hojas y se movieron, o si hice algún ruido sin querer…no se…lo que sí, nunca en mi vida
me voy a olvidar… es que giró su cabeza como una lechuza…para todos lados, y miró para donde
estaba yo…le juro Señora que yo sólo cerré mis ojos y empecé a rezar…no pasaba nada…abrí los
ojos, y seguía ahí…parado…de pronto, de un de repente, yo veo que él comienza a quedar todo
peludo…peo yo nunca vi algo así, parecía un oso.
Aquel gente empezó a crecer, y crecer, alcanzó como 2 metros de alto y grandote…bien
grandote…y angá Redenio, es bien flacuchento, peladito, blaaaaanca la cara de él…y yo, se ve que
me quedé tan impresionado que hice como un….yymmmm… ése de susto… y él, vuelve a mirar
hacia el matorral, se dio vuelta, y como un viento desapareció de ahí.
Yo me levanté de ése matorral, como si me hubiera sentado en un resorte…salté al trillo y quise
ver para dónde iba…y salí corriendo tras de él, pero claro…iba como un avión de rápido. Llegué,
hasta donde terminó su pisada, bien frente al Kurupikay, un árbol gigante, que ni entre 4 personas
con los brazos abiertos, podemos rodearlo…imagínese…y miro hacia arriba, altísimo...allá en la
punta del árbol, veo la ropa colgada del Redenio. Quedé helado.
Pero si usted ve ese árbol, nadie, nunca podría subirlo…es gigante y tiene puntas que parecen
clavos en algunas de sus ramas.
Después de ése día, nos enteramos de varias cosas que hizo el Redenio, y su hermano mayor, el
Policía, ya estaba cansado de tener problemas por ese tema del hermano Lobizón.
Entonces nos contó una tía de ellos, doña Davelina, que el hermano Policía, un día se fue a
Asunción, porque ellos tenían parientes muy importantes allá. Uno de ésos tíos, o primo ya no me
acuerdo, era uno de los Jefes de los Militares del Presidente Alfredo Stroessner, así que se fue
para allá.
A los pocos días que el Policía volvió, notamos que lo llevó a Redenio, le sacó de la Isla…y…
Pregunté interrumpiéndolo ya que, a esa altura del relato estaba muy ansiosa…¿A dónde se lo
llevó? ¿para qué lo sacaron de la Isla?
Y para Asunción Señora…lo llevó su hermano el Policía
Pero, ¿para qué? Insistí con la repregunta… ¿para curarlo?
No…no, eso no tiene cura…lo llevaron, le subieron al avión de Stroessner, y lo tiraron al río…ahí
terminó todo…
Péina Katu…
Estaba la vecina Angelina que agregó a la charla que, para ese entonces, ya había varios
vecinos nutriendo esta Leyenda con sus propias anécdotas…decía que por eso que El Lobizón,
busca lugares que no se los vea, cuando comienza su proceso de transformación y que, en la
Isla, hay un lugar, que decían los antiguos pobladores, ellos eligen para ir…
Pregunté intrigadísima…¿cuál? ¿Qué lugar?
Laguna Hermosa…contestaron
¿Porqué? Pregunté…
Felipe, contestó… porque tienen que ser lugares oscuros, para que nadie los vea…
Y Julio, agregó que…
…” dicen que necesita de ésas características ya que, para ése momento busca lugares solitarios y
profundos como cuevas, pozos, aljibes. Es decir, lugares donde sabe que es imposible estén seres
humanos y que los puedan ver, horrorizarse y salir huyendo del lugar.
Página 18 | 20
Cuando ya está convertido en esa especie de lobo, trepa cualquier pared, altura, escombros,
muros y sale al aire libre, transformándose casi siempre, en caballo. Algunas veces, en un perro
muy grande, carpincho o en otros animales. Pero por lo general, en un perro, gigantesco.
Muchas veces, sea de día o de noche, vamos a ver que hay caballos que, sin razón aparente,
corren felices y solitos por el campo, dicen, que es El Lobizón, que recién dejó atrás su terrible y
dolorosísima transformación y por las noches, disfruta corriendo a las estrellas fugaces, pensando
que las va a agarrar, ya que confía mucho en su extraordinaria velocidad y así se divierte, solito en
el campo.
Durante el día, sus desafíos son más cuidadosos, ya que suelen andar paisanos recorriendo el
campo, entonces se convierte en rata o conejo de campo, más chiquito, pero con la misma
velocidad.
Me fui de la casa, antes que oscureciera, por las dudas. Al otro día, retomé mis entrevistas
testimoniales y hablé con Iván, acerca de la captura de la bruja, ya que, hasta ése momento
ignoraba completamente ése ritual…y esto fue lo que me contó…
…” sólo pueden realizarlo los hombres, durante los días martes, miércoles o viernes,
(preferentemente de luna clara o llena), permanecer despiertos hasta que den las 00 horas.
Ubicarse debajo de una arboleda y esperar a escuchar el aleteo de las brujas volando. El aleteo se
asemeja a muchas lechuzas en vuelo.
En ese preciso momento, arrojar una prenda íntima masculina al aire y la bruja caerá enredada al
suelo, allí recobrará su imagen humana, en forma de bella mujer.
En ése instante…él o los que la capturan, le deben realizar, el pedido de un deseo.
No preguntarle nada, no inclinarse a ayudarla, no ofrecerle ningún tipo de auxilio, cautivados por
su belleza. Habiendo hecho el pedido, retirarse sin voltear a verla, ya que inmediatamente,
retomará su forma animal, que en la mayoría de las veces es un sapo gigante, y seguirá su
camino…”
Posadas, 11 de marzo de 2021
Página 19 | 20
Anexo I
PODER EJECUTIVO NACIONAL (P.E.N.)
1974‐01‐18
PADRINAZGO PRESIDENCIAL
DECRETO Nº: 848
Instituyese.
Bs. As., 24/12/1973
VISTO el pedido formulado por el Gobierno de la Provincia de Tucumán, para que se incluya al
sexo femenino en el padrinazgo que en la actualidad efectúa el Presidente de la Nación al
séptimo hijo varón, y
CONSIDERANDO:
Que, en el año 1907 el entonces Presidente de la Nación, doctor José Figueroa Alcorta, accedió al
primer pedido de padrinazgo solicitado por un residente en el país, de nacionalidad rusa.
Que, desde entonces, invariablemente, todos los Primeros Magistrados otorgaron el padrinazgo, a
pedido de parte, hasta convertirse este acto en costumbre tradicional.
Que, resulta oportuno darle forma jurídica, extendiendo dicho beneficio a las mujeres, en iguales
condiciones que a los varones.
Por ello,
EL PRESIDENTE DE LA NACION ARGENTINA
DECRETA:
Artículo 1º — Instituyese el 'Padrinazgo Presidencial' para los séptimos hijos a los que
corresponda, de acuerdo con las leyes vigentes, la condición de argentinos nativos.
Art. 2º — Los cónyuges que deseen obtener el padrinazgo presidencial deberán reunir los
siguientes requisitos:
a) Tener siete (7) hijos varones o siete (7) hijas mujeres, todos vivos a la fecha del bautismo del
séptimo, sin que sea impedimento que, intercalado entre los siete varones, haya nacido algún
otro ser del sexo femenino, o entre las mujeres, alguno del sexo masculino;
b) El padrinazgo se concede al séptimo hijo varón y/o a la séptima hija mujer, por orden
cronológico de nacimiento;
c) Los siete hijos deberán ser habidos en legítimo matrimonio o legitimados los existentes por
enlace de sus progenitores de acuerdo con las leyes vigentes, antes del bautismo del séptimo:
d) Los padres deberán acreditar buena conducta y buen concepto moral;
e) De reunir estas condiciones, el interesado deberá remitir a la Presidencia de la Nación
(Dirección General de Ceremonial y Audiencias) una solicitud redactada en papel simple, a fin de
darle el trámite correspondiente y firmada por ambos cónyuges.
Art. 3º — El Padrinazgo Presidencial consiste en el otorgamiento de una medalla de oro
recordatoria, cuyas características serán establecidas, con carácter general, por la Dirección
General de Ceremonial y Audiencias de la Presidencia de la Nación.
Art. 4º — El Presidente de la Nación determinará el funcionario o persona que lo representará en
el acto religioso del bautismo.
Art. 5º — Déjase establecido que el Padrinazgo Presidencial no crea derechos ni beneficios de
naturaleza alguna a favor del ahijado ni de sus parientes.
Art. 6º — El gasto que demande lo dispuesto en el presente, se imputará a la partida específica
del presupuesto de la Presidencia de la Nación.
Art. 7º — El presente decreto será refrendado por los señores Ministros del Interior y de
Relaciones Exteriores y Culto.
Art. 8º — Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese.
PERON.‐
Página 20 | 20