Sist Tecnologico
Sist Tecnologico
Sist Tecnologico
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Asignatura Extensión Rural. FCA-UNC. 2005.
1.- Conceptualización de tecnología y su clasificación
La tecnología surge al enfocar determinados problemas técnico-sociales con una
concepción científica y dentro de un cierto marco económico y sociocultural; está
íntimamente vinculada con la ciencia y la complementariedad entre ambas se acrecienta cada
vez más (Gay y Ferredas 1997).
Gay y Ferredas (1997) definen tecnología como el resultado de relacionar la técnica
con la ciencia y con la estructura económica y sociocultural a fin de solucionar problemas
técnico-sociales concretos. Es decir que la tecnología proviene de analizar determinados
problemas con que se enfrenta una sociedad determinada y buscar la solución relacionando la
técnica, con la ciencia y con la estructura económica y sociocultural del medio.
Para Grau (1995), la tecnología comprende los instrumentos y métodos para alcanzar
objetivos concretos de producción, pero de producción en su sentido más amplio, no sólo
bienes sino también servicios de tipo social, cultural e institucional. Bienes y servicios cuya
producción requiere una combinación de técnicas y organización. Dicha organización (como
secuencia de procedimientos adaptada al cumplimiento de ciertos objetivos) referida tanto a
los seres humanos como a las máquinas, a los recursos a utilizar como a los elementos a
producir, es el elemento esencial de lo tecnológico.
Los métodos de organización constituyen el aspecto “estructural’ de la tecnología que,
a su nivel más concreto, tratan de armonizar los procesos productivos: hombres y máquinas,
afirma Grau (1995); y es el conocimiento quien permite, no sólo diseñar objetos (dispositivos
y máquinas) sino también organizar a los hombres y las máquinas.
Así concebida, la tecnología es una parte central de la estructura economico-social ya
que condiciona el qué y el cómo hacer de los procesos productivos y organizativos de toda
sociedad.
Finalmente, siguiendo a Bunge (1980) diremos que la tecnología constituye hoy un
campo de investigación, diseño y planificación que utiliza conocimientos científicos y
empíricos y dispositivos y procedimientos, con el objetivo de concebir operaciones, diseñar
artefactos o procedimientos y/o transformar o controlar dispositivos o procesos naturales.
Podemos afirmar, entonces, que la tecnología se caracteriza por integrar distintas
clases de conocimiento (empírico, científico), que provienen de diferentes fuentes (inventos,
cambios, descubrimientos), a través de diversos procedimientos (desarrollo, adaptación,
innovación, copia) organizados de alguna manera (diseño, planificación) para cumplir con
objetivos económicos y sociales (valor de uso, valor de intercambio).
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Así vista, podemos afirmar junto a Grau (1995) que la tecnología –como campo de
conocimientos que diseña artefactos y procesos y planifica su realización, operación y
mantenimiento- puede considerarse como un sistema, es decir, una estructura compleja cuyas
partes son interdependientes del tipo naturaleza-personas-procesos-sociedad.
A la vez, no podemos dejar de destacar el carácter interdisciplinario que reviste la tecnología,
dada la variedad de origen y naturaleza de los conocimientos que la integran, el trabajo en
equipo que supone cualquier producto o proceso tecnológico tanto en las etapas de diseño
como de ejecución y las condiciones reales en que se consume el producto tecnológico, ya sea
un bien, un proceso o un servicio.
Clasificación de tecnologías
Existen muchos criterios para clasificar las tecnologías; por ejemplo, considerando el
consumo de energía que implica su implementación podemos dividirlas en duras (alta
demanda de insumos y combustible) y blandas. Carballo (1984) clasifica a la tecnología
agropecuaria en: mecánicas, químicas, biológicas y agronómicas, las que. A su vez, subdivide
en: de manejo y organización. Para nuestros fines, sería conveniente tomar el planteo de
Viglizzo (1994) que diferencia tecnologías de insumo (elementos que se compran) y
tecnologías de proceso (conceptos/conocimientos que originan un determinado manejo), como
vemos en el Cuadro 1.
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2.- La adopción tecnológica
El nivel tecnológico de un país depende, básicamente, de que los productores adopten
la tecnología disponible. Es decir, que existe una demanda de tecnología por parte de los
productores que debe ser atendida por una oferta adecuada. Si existe desacuerdo entre la oferta
y la demanda la adopción no se produce y como consecuencia no hay progreso tecnológico.
Definimos adopción tecnológica, como la incorporación de una idea o producto a un
determinado proceso productivo, por parte de un actor social determinado.
El proceso de adopción es muy complejo de analizar. En la siguiente figura se
diferencia un aspecto interno, que corresponde al productor y su unidad de producción, de otro
externo que se relaciona con variables contextuales que, en forma directa o indirecta, influyen
en dicho proceso.
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Analizando el proceso de generación - difusión de tecnología en el sector
agropecuario, podemos observar:
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Figura 2: Esquema del mercado tecnológico
SOCIEDAD ESTADO
Política científica
Política económica
Organismos Organismos
públicos privados
Empresa
transnacional
Sistema de generación tecnol.
Según esta concepción, el esquema debe retroalimentarse; esto es, que los
extensionistas comuniquen a los investigadores las dificultades que ha tenido la tecnología
propuesta, pero en la práctica difícilmente funciona así.
Al respecto, un estudio realizado por Busch (1983), en EEUU, constituye un buen
ejemplo: analizó el proceso de retroalimentación entre investigadores y extensionistas, para lo
cual preguntó a 1.400 investigadores de las ciencias agropecuarias cuál era el criterio usado en
la selección de problemas prioritarios que deberían ser abordados por los investigadores.
Sobre 21 posibles respuestas, “disfrutar haciendo mi trabajo” ocupó el primer lugar,
“importancia para la sociedad, según el investigador”, fue el segundo y “retroalimentación con
el personal de extensión” estuvo en el lugar número veinte. El estudio concluye que la
percepción de los investigadores sobre la importancia para la sociedad de los temas a
investigar, está basada en lo que cree la comunidad científica que la sociedad necesita y que
los mismos no están formulados a partir de observaciones sistemáticas de la realidad ni del
aporte de los extensionistas.
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Este tipo de esquema de generación/difusión de tecnologías realiza un análisis muy
parcial de la problemática de la producción. Considera, en el mejor de los casos, sólo la
heterogeneidad ambiental por lo cual las tecnologías resultantes son homogéneas desde el
punto de vista social, orientadas, generalmente, a un empresario abstracto que opera según la
teoría económica/administrativa, aumentando la rentabilidad de la empresa agropecuaria.
Decimos que sólo en el mejor de los casos, considera la heterogeneidad ambiental,
porque en muchos casos, tampoco esta heterogeneidad es tenida en cuenta ya que son las
mismas propuestas tecnológicas las que contienen, intrínsecamente una concepción
“uniformizante” del ambiente, como sucede con la actual propuesta de siembra directa
utilizando semilla de soja transgénica: encontramos este cultivo, sin solución de continuidad,
desde Buenos Aires hasta Salta (regiones pampeana, del espinal y chaqueña).
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Complejidad: grado de dificultad percibido en la comprensión y uso de una nueva
idea. En general, cuando el esfuerzo adicional requerido por el receptor es pequeño, las ideas
nuevas pueden adoptarse más rápidamente que las innovaciones, para cuya adopción se deben
formar nuevas habilidades y comprensiones.
Por ejemplo, es mucho más fácil que un productor que maneja el control integrado de
plagas de insectos, incorpore el manejo integrado en malezas, que otro que nunca lo hizo.
Otra forma relacionada de observar el tema de la complejidad es a nivel de sistemas
productivos. En este sentido, un estudio realizado por Viglizzo (1986) compara la demanda
intelectual entre tecnologías agrícolas y ganaderas, la que se sintetiza en la Figura 3.
Una porción importante de la tecnología agrícola puede ser, y de hecho lo es,
comprada o contratada a terceros que se ocupan de las labores más intensivas. La
modernización de maquinarias ha permitido mecanizar, y por lo tanto estandarizar, la
aplicación de técnicas que exigen, ahora, un menor tiempo y esfuerzo intelectual. Como
vemos en la Figura 3 sólo las prácticas relativas a la siembra posee una demanda intelectual
media, las otras son de baja demanda. En general, imponen un control focalizado en
momentos clave de corta duración y luego, una observación de la evolución del cultivo.
En cambio, el grado de esfuerzo y dedicación intelectual que exige un proceso
ganadero es significativamente mayor. La sola conciliación a través del año de las ofertas y
demandas forrajeras, con rodeos generalmente divididos en categorías con distintos
requerimiento, exigen del productor una presupuestación no sólo inmediata de sus recursos
forrajeros, sino también proyectada en el tiempo. El control de los requerimientos
nutricionales, el manejo de las cargas y de las presiones de pastoreo, y la transferencia de
forraje imponen, en sí mismas, una comprensión integrada del problema y un equilibrio en las
decisiones.
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PROCESO AGRÍCOLA PROCESO GANADERO
Manejo reproductivo
Mejora genética
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relacionado , en el Cuadro 2, con los conceptos y temas que es necesario conocer para su
comprensión.
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Las dos variables consideradas se pueden incluir en un único concepto, el de “tipo
social de productor”, ya que cada tipo social tendrá una demanda particular de tecnología.
Considerando las innovaciones necesarias para pequeños productores, las mismas no
pueden restringirse, exclusivamente, a la etapa de producción propiamente dicha.
Coincidiendo con Lacki (1995) consideramos que se requiere introducir innovaciones
tecnológicas, gerenciales y organizativas y, además, hacerlo en todos los eslabones de la
cadena agroalimentaria.
Según Carballo (1997), es posible encontrar solución a gran parte de los problemas
técnico-productivos de los pequeños productores, apelando a conocimientos y tecnologías de
bajo costo, limitados riesgos y a un uso más racional de los recursos que poseen. A medida
que se supera esa primera instancia de adopción tecnológica comienzan a hacerse más
complejas las demandas y a ser necesarios esfuerzos crecientes de investigación,
experimentación, capacitación y organización.
Predisposición a la innovación:.
Rogers (1981) propone que un individuo atraviesa cinco etapas antes de aceptar una innovación:
a) conocimiento de la innovación; b) persuación o formación de opinión; c) decisión de adoptar
o rechazar; d) implementación; e) confirmación. En base a lo expuesto, introduce, como se
observa en la Figura 4, la distribución normal para describir los distintos grupos que resultan,
según los diferentes momentos en que adoptan la innovación. Así resultan 5 categorías. La
primera, los "generadores o innovadores" que porcentualmente representan el 2,5%; luego los
"primeros adoptantes", que incluyen el 13,5%; luego las dos categorías intermedias con un 34%
de los individuos adoptantes c/u y que se denominan la "Mayoría Temprana" y la "Mayoría
Tardía"; por último, los que adoptan más tarde o quienes rechazan la adopción, los "rezagados".
Según este autor, los innovadores se caracterizan por ser personas con más educación, más
recursos, más cosmopolitas y con mayor exposición a las comunicaciones masivas. Como
vemos, características positivas de personalidad son asociadas a los "innovadores" y
características negativas a los "rezagados".
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El seguimiento de este modelo resultó en el empleo de las metodologías de extensión
orientadas a persuadir al productor agropecuario de adoptar una nueva técnica; de aquí, el
empleo de métodos audiovisuales, demostraciones y visitas a estaciones experimentales.
Esta teoría fue muy criticada, porque le da un peso muy exagerado a las variables psicológicas
de cada persona, y no consideraba, en el proceso de generación de tecnología la
heterogeneidad ecológica y socio-económica de las unidades de producción, lo que, en
muchos casos, daba como resultado que la misma no fuera apropiada a los sistemas reales de
producción. La falta de conocimiento y entendimiento de todas las variables que afectan al
sistema, dado que se asumía que la unidad de producción es estática, llevaba a afirmar que si
el productor rechazaba una tecnología lo hacía por ignorancia o tradicionalismo, y que el
único objetivo que guiaba su toma de decisiones era la maximización de los rendimientos.
En definitiva: LA DEMANDA TECNOLÓGICA ES AMBIENTAL Y
SOCIALMENTE HETEROGÉNEA
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El proceso correcto debería comenzar diagnosticando primero la demanda, esto es
estableciendo las características de la tecnología que se necesita, en función de las
posibilidades y problemáticas de la gente, para, luego, buscar entre las tecnologías
disponibles, la/s que cumple/n con las condiciones pre-establecidas (Figura 5).
Amilcar Herrera (1978) llama a este proceso determinar el ESPACIO
TECNOLÓGICO y lo conceptualiza de la siguiente manera: “es el conjunto de condiciones y
restricciones que una tecnología debe satisfacer para responder a una necesidad”.
Problemas socio-
Recursos de los productores
productivos
Tecnología apropiada
El mismo autor propone una serie de pasos para llegar a determinar el espacio
tecnológico y, con éste, las condiciones y restricciones que hacen que una tecnología sea
apropiada o no. En definitiva, concluye que para la generación de tecnología, lo importante es
que el proceso de estudio y la toma de decisiones sea de carácter endógeno. La tecnología
puede ser local o importada, puede aplicarse tal como fue generada o con alguna/s
modificacion/es, pero si se adecua al espacio tecnológico, proveerá una buena solución.
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En nuestro país la influencia Anglo-Sajona se visualiza en las interesantes experiencias
de Experimentación Adaptativa que promueve el INTA, de la cual Fernandez Alsina (1984,
1987) se ha constituido en un entusiasta impulsor.
Experiencias, vinculadas a la escuela Francesa, se desarrollan, por ejemplo, en el
INTA Balcarce, a través del trabajo llevado a cabo por el equipo dirigido por el Dr. Cittadini
(2000), quienes proponen trabajar relevando la demanda tecnológica de los sistemas reales de
producción.
Si bien estos esfuerzos generan importantes experiencias, no han alcanzado a
modificar la general tendencia verticalista del sistema de generación de tecnologías.
Conclusión
Una tecnología resulta exitosa y eficiente en el ambiente sociocultural que fue creado,
y por lo tanto, tenderá a generar estructuras socioeconómicas similares en las sociedades
adoptantes. Si no hacemos el esfuerzo de adaptar la tecnología a la estructura socioeconómica,
es esta la que se debe adaptar al patrón tecnológico impuesto, con el costo social que esto
implica (Herrera, 1978).
El esquema de generación/difusión de tecnologías de nuestro país realiza un análisis
muy parcializado de la problemática de la producción. Considera, en el mejor de los casos,
sólo la heterogeneidad ambiental, por lo cual las tecnologías resultantes son homogéneas
desde el punto de vista social y orientadas, generalmente, a un empresario abstracto que busca
maximizar la rentabilidad. Si bien se reconocen importantes esfuerzos por generar un sistema
más participativo que considere las diferentes condiciones de los productores, no se ha
logrado, aún, cambiar su característica principal.
No existe un único tipo de tecnología apta para atender a una demanda, ya que la
misma es heterogénea. Existen distintas soluciones tecnológicas según la priorización que se
realice de los factores de la producción, de la relación con el ambiente y de las estrategias
productivas, por lo tanto, la selección y/o adaptación de tecnologías debe considerar,
indefectiblemente, tanto la heterogeneidad ambiental como la heterogeneidad social. Para
esto, debe partirse de un análisis de los sistemas productivos que permita agruparlos en
“tipos” o “dominios” con semejantes limitaciones y potencialidades, para los cuales una
determinada tecnología puede resultar adecuada.
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En definitiva, para la generación o adaptación de tecnología, lo importante es que el
proceso de estudio y la toma de decisiones sea endógeno. La tecnología puede ser local o
importada, pero si se adecua bien al espacio tecnológico, proveerá una buena solución.
En el complejo proceso de adopción o innovación tecnológica intervienen factores
internos y externos, pero un elemento que resulta central es que el producto tecnológico, ya
sea un insumo o un proceso, debe ser adecuado al problema y a su entorno. Sólo teniendo en
cuenta esta premisa tendremos oportunidad de desenvolvernos, con éxito, como
extensionistas.
Bibliografía
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