Administracion Publica
Administracion Publica
Administracion Publica
La Administración es una disciplina que aporta en muchas actividades humanas, realiza una
serie de actividades encaminadas al fortalecimiento de las organizaciones públicas y privadas,
para lo cual hace uso de un conjunto de herramientas de la disciplina como el benchmarking,
plan de marketing, actividades de planeamiento, control y dirección, etc. En cambio, La gestión
pública aporta de manera significativa al buen desempeño y fortalecimiento de las
organizaciones del Estado, utiliza herramientas y modelos de gestión de la administración y, en
particular, de la administración pública, por ejemplo, el Sistema Nacional de Inversión Pública
(SNIP), Sistema Integrado de Administración Financiera (SIAF), entre otros. Se puede afirmar
que la importancia de la administración como una disciplina es que contribuye con el buen
desenvolvimiento de las organizaciones públicas mediante la búsqueda de un desempeño
eficiente, eficaz y efectivo de estas organizaciones y con ello busca generar las condiciones
propicias para que la ciudadanía se beneficie de la buena gestión de sus autoridades,
organizaciones e instituciones que representan al Estado peruano.
Los administradores profesionales deben poseer las habilidades que se listan a continuación:
Capacidad para el manejo y dirección global de las empresas, así como para crear,
desarrollar y dirigir grupos humanos altamente eficientes, y para planificar, organizar
y controlar los procesos productivos que permitan optimizar sus recursos
económicos, materiales y humanos; en resumen, para lograr los objetivos y misiones
que constituyen la razón de su existencia con responsabilidad social, es decir, sin
dañar el medio ambiente en que operan.
Capacidad para dirigir las áreas o funciones principales en que se divide el trabajo en
las grandes empresas: producción, comercialización, personal o recursos humanos, y
finanzas o sus equivalentes en las diferentes organizaciones del sector público y
privado.
Habilidad para aplicar el proceso administrativo en cualquier tipo de organización y
área de trabajo y para generar sistemas de información básicos con indicadores de
desempeño acordes al tamaño y recursos de la empresa, y al grado de competitividad
en el que operan, así como para generar mecanismos de control, como, políticas,
normas y acciones correctivas, que garanticen los niveles de eficiencia y eficacia.
DEFINICIONES DE ADMINISTRACIÓN
Para Wilburg Jiménez Castro, la administración es una “Ciencia compuesta de principios,
técnicas y prácticas cuya aplicación a conjuntos humanos permite establecer sistemas
racionales de esfuerzo cooperativo, a través de los cuales se pueden alcanzar propósitos
comunes que no se pueden lograr individualmente en los organismos sociales.”
Fremont E. Kast, por su parte, la define como “La coordinación de individuos y recursos
materiales para el logro de objetivos organizacionales”, lo que se logra por medio de cuatro
elementos:
b) Participación de personas.
c) Empleo de técnicas.
EL ADMINISTRADOR PROFESIONAL
Se basa más en la ciencia que en el conocimiento empírico, porque primero observa
metodológicamente los fenómenos (los hechos) y después los relaciona, para determinar si
son causa y efecto. En una empresa por ejemplo, se observan las ventas y los desempeños de
los vendedores que las realizaron, así como las épocas del año en que ocurrieron y el efecto de
la promoción, publicidad, servicio al cliente, etc., con el fin de conocer y elaborar un plan-
proyecto-estrategia para administrar y dirigir, sin olvidar la relación causa /efecto de esos
elementos.
Es necesario distinguir entre información y datos ,los agrupados con un fin y la información es
la clasificación y ordenación de los datos para conocer tendencias, momentos, fases y etapas
preestablecidas para que el administrador profesional pueda tomar las decisiones de acuerdo
con el proyecto, el administrador profesional necesita convertir los datos de la empresa en
sistemas de información para dirigir los proyectos, estrategias y planes de acción de cada área
de trabajo de las empresas que lo contrataron y cuya gestión le confiaron.
Los principios administrativos no son leyes como en las ciencias exactas, pero sí son
universales, es decir, son útiles en cualquier parte del mundo donde exista una organización
social, una empresa; un ejemplo es el Principio de la unidad de mando: “Un solo jefe para una
persona”, si dos jefes mandan a una misma persona, esta no sabrá a quién obedecer, en la
realidad, los principios administrativos son axiomas, guías, producto de la experiencia humana
milenaria.
LA ADMINISTRACIÓN Y LA TÉCNICA
La técnica es la aplicación práctica de la ciencia, por lo que el administrador profesional
requiere de habilidades técnicas que le permitan realizar operaciones, planes, estrategias,
formas de organización, formas de integración del personal a la organización y controles para
evaluar el desempeño. Según el diccionario, el concepto “técnica” tiene dos acepciones:
• “(De tekhné, arte manual), conjunto de procedimientos en los que se basa un arte o una
ciencia”.
• “Pericia o habilidad para hacer conforme a procedimientos una cosa”. La técnica se relaciona
más con la ciencia que con el arte. La técnica establece reglas comunicables exactas para
realizar un trabajo humano.
La calidad es “hacer bien las cosas; tarea que requiere de disciplina, ciencia, teoría, arte y
técnica.”
• Satisfacer plenamente las expectativas del usuario-cliente. Deming dice que la calidad debe
dirigirse a las necesidades del consumidor, tanto presentes como futuras. Para él, la calidad se
determina por las interrelaciones entre los siguientes factores:
Conviene tener claro desde el principio estos conceptos, pues, igual que la calidad, constituyen
referencias para administrar; son las brújulas que indican el “norte” y su desviación.
Productividad. Tal como la define la Organización Internacional del Trabajo, es: “La relación
entre lo producido y lo consumido”. Se calcula de la siguiente forma:
La rentabilidad y la productividad son unidades de medida interna sobre los que la dirección
de una empresa tiene un mayor nivel de control, y, por tanto, puede medirlas continuamente.
Competitividad. Las empresas tienen que comparar su capacidad con la de sus competidores,
pues solo al ser competitivas estarán a salvo de que las otras las destruyan el mejoramiento de
las condiciones económicas de un país hace que se incremente la inversión productiva y este
se vuelva más competitivo, hoy las inversiones se orientan a los países y regiones con
ambientes propicios.
Amonestación privada.
Amonestación pública.
Multas.
Suspensión temporal de la matrícula profesional.
Cancelación definitiva de la matrícula profesional.
Finalmente, debemos entender que el desarrollo es una tarea difícil de alcanzar, pero nunca
imposible, y el gobierno nacional, regional y local deben establecer los mecanismos de
coordinación apropiados y los niveles de cooperación deseados.
Es por ello que el exacerbado dogmatismo anti Estado de los años 80 comience a dar paso a
un redefinición de su rol en las sociedades latinoamericanas, donde el modelo normativo de
racionalidad organizativa instalado en el viejo paradigma burocrático de funcionamiento del
aparato público viene poco a poco dando paso a una visión más omnicomprensiva, donde el
cambio de un modelo de desarrollo –y del modelo de Estado correspondiente-, no es un mero
mejoramiento de la lógica instrumental con que funciona, al contrario, es un cambio de
actores, de poder, de conocimiento, de habilidades y competencias y de modelos mentales,
valorativos y de significación.
En tal sentido, organizaciones multilaterales como el BID, Banco Mundial y el FMI hicieron de
la prédica pro-mercado –e implícitamente anti-Estado- la piedra angular de su política para el
desarrollo de los países de América Latina ,al cabo de dos décadas y media de este
experimento el mundo ha sacado varias conclusiones al respecto.
Entre sus planteamientos básicos encontramos ciertos principios que debieran orientar el
esfuerzo de transformación del aparato público en dicho contexto, ellos son:
En este marco, la inversión pública debe orientarse a aquellos espacios a los que la inversión
privada no llegue o no le sea rentable llegar, el objetivo del inversionista privado es atender las
necesidades identificadas de los consumidores que serán sus clientes y con ello generar
fuentes de ingreso y de empleo, para sacar adelante un negocio se conjugan desarrollo
económico regional y local, la creatividad, la iniciativa, los conocimientos y los recursos, así
como una gran capacidad de trabajo para convertirse en un agente fundamental del desarrollo
socioeconómico de su localidad.
Ley del Sistema Nacional de Inversión Pública Ley N° 272935 así como su Reglamento de la Ley
del Sistema Nacional de Inversión Pública y las respectivas normas modificatorias o
complementarias.
El Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) se crea con la finalidad de optimizar el uso de
los recursos públicos destinados a la inversión, mediante el establecimiento de principios,
procesos, metodologías y normas técnicas relacionados con las diversas fases de los proyectos
de inversión.
Promotores del desarrollo regional : Los responsables del desarrollo regional son
los gobiernos regionales. De acuerdo al artículo 4° de la Ley N° 28059, Ley Marco de la
Inversión Descentralizada, las funciones principales de los gobiernos regionales para la
promoción de la inversión privada son:
• Concertar con el sector privado la orientación de la inversión pública necesaria
para la promoción de la inversión privada.
• Formular y promover proyectos de ámbito regional para la participación de la
inversión privada.
• Identificación de las trabas y distorsiones legales que afecten los procesos de
promoción y de la inversión privada, proponiendo soluciones para superarlas.
• Formular, ejecutar y supervisar el cumplimiento de las políticas y estrategias de
promoción de la inversión privada.
• Promover la imagen de la región como destino de inversión en relación con
otros mercados.
• Brindar orientación e información a los inversionistas potenciales, a las
empresas establecidas en la región y a los gobiernos locales de su jurisdicción.
• Promover la búsqueda de mercados internos y externos estables para los bienes
y servicios producidos en la región.
• Promover el desarrollo empresarial de los pequeños y medianos productores
organizados en comunidades campesinas y nativas.
LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
La administración pública ha ido transitando por una serie de transformaciones relacionadas a
la forma de realizar actividades de gestión en las empresas del Estado. La discusión académica
se limita a definir el rol o roles del Estado, por un lado existen aquellos que piensan que el
Estado debe ser el ente que dirija el desarrollo, no obstante hay otra postura que dice que el
Estado debe ser un ente que regule la actividad económica de manera no intervencionista, la
evidencia empírica da razones de peso a la segunda postura para salir airosa, de todos modos
los problemas que aquejan al estado están enfocados a temas diversos, burocracia, la nueva
gestión pública, etc.
Por ende, la gestión pública debiera afrontar estos retos del mundo moderno, un ejemplo
concreto es la necesidad de mejorar la infraestructura en el país, para lo cual se requiere el
concurso del sector privado puesto que las inversiones son cuantiosas y, no solo el Estado, es
el único que podría resolver ese reto porque los recursos siempre son escasos, en tal sentido,
una administración pública moderna debe contemplar este conjunto de cambios en el ámbito
del Estado.
Analizar las diversas instancias o unidades administrativas, que configuran las administraciones
públicas, como organizaciones es el objetivo de este libro pero, ¿cómo podemos analizar unas
realidades que ya a simple vista parecen muy complejas? En efecto, las organizaciones son
fenómenos poliédricos que poseen varias dimensiones y, en consecuencia, deben ser
analizadas desde distintos enfoques y con diferentes niveles de tratamiento. Una organización
articula varias dimensiones que requieren enfoques específicos y precisos pero sin perder de
vista una comprensión más global que permita apreciar los puntos de contacto y las sinergias
entre las distintas dimensiones.
Desde entonces se ha utilizado este esquema, con algunas variaciones, para comprender de
forma integrada las dimensiones que configuran las organizaciones con el objetivo de
comprenderlas como “fenómenos integrados”, de todos modos, esta forma de concebir las
organizaciones adolece de un excesivo esquematismo y de una orientación muy técnica que no
permite comprender algunas dimensiones que tienen una relevante influencia en el desarrollo
y en las aportaciones de las organizaciones públicas.
Los organismos públicos no escogen el ámbito de su actuación, sino que les viene definido
estatutariamente, mientras el sector privado se sitúa donde contempla posibilidad de
beneficios.