El Paradigma Sociocritico en La Investigación

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EL PARADIGMA SOCIOCRITICO EN LA

INVESTIGACIÓN SOCIAL
noviembre 11, 2013 10:20 pm / Deja un comentario

La UBV en la búsqueda de la emancipación

Por Alice Socorro Peña Maldonado

En la Investigación socio-política encontramos cuatro


paradigmas, los tres primeros ampliamente conocidos
(Paradigma Positivista, Paradigma Histórico Hermenéutico y
Paradigma Socio-crítico) y el último incorporado para la
comprensión de ámbitos más complejos y que inciden y afecta
la realidad social y comunitaria (Paradigma Cuántico) los cuales
cada uno en sus fines últimos buscan alcanzar el cambio del
individuo y la transformación del espacio histórico desde un
modelo dogmático y dominante. De allí que por ser paradigmas
asumen una mirada total en los campos de lo filosófico-
ideológico,ontológico-antropológico y epistemológico-
metodológico.

Un investigador socio-político en su tarea de dar aportes


significativos y producir información y conocimiento verdadero,
útil y necesario para nutrir procesos revolucionarios y generar
nuevas realidades no puede tomar una postura única respecto a
los paradigmas en cuanto a no pensar fuera del paradigma
elegido (como lo ha establecido la tradición académica) que por
una libre decisión frente a una realidad que exige la diversidad
de miradas para la formulación de alternativas y concreción de
acciones validas en el campo de estudio. Entonces, no resulta
extraño que el investigador asuma una sola postura y muere
con ella, como si se tratase de una creencia religiosa que exige
fidelidad y sacrificio independientemente de la realidad.

En el mundo complejo que vivimos es necesario abrirse sin


miedo a las posibilidades del conocimiento aún cuando no
comulguemos con esas miras, pero que tenemos que conocerlas
para identificarlas en el espectro de la realidad. Si se trata de
asumir una esta no debe negar las otras pues en otros espacios
del conocimiento se están utilizando los otros paradigmas o son
productos de los mismos y no podemos ser ajenos e indiferentes
porque no responden al paradigma que he usado. Tampoco se le
puede negar al otro paradigma su aporte pues al ser paradigma
construido en un momento histórico revela que fue útil para un
sujeto o actor sociopolítico.

Y no podemos deconstruir (que es otro paradigma) si no


conocemos el paradigma en que se diseño una realidad.

Ahora bien desde la Universidad Bolivariana de Venezuela


desde sus objetivos y fines que la fundaron busca y orienta toda
su acción académica y de investigación en contribuir con
conocimiento para el país, para sus realidades concretas para la
construcción de una nueva ciudadanía y transformación del
País y sus instituciones lo que la obliga a considerar todas las
posibilidades del conocimientos y ponerla al servicio de los
intereses del pueblo.

Ahora bien cuando la investigación sociopolítica comprende este


requisito: “estar al servicio del Pueblo” del colectivo venezolano
no le permite descentrarse en el ámbito investigativo. Su telos
se consolida en la medida que responda a la realidad como un
todo (condiciones históricas) y a las partes que la conforman
(sistema y factores) que afectan a favor o en desmedro del ser
humano como sujeto sociopolítico en situación y proyección.

De allí que los productos reflexivos de las diversas miradas


permiten una aproximación de la realidad. Veamos a
continuación un breve esquema comparativo de los paradigmas
de la Investigación.
PARADIGMA DE POSITIVISMO INTERPRETATIVO CRITICO O CUANTICO U
LA O HISTORICO SOCIOCRITICO HOLISTICO
INVESTIGACIÓN HERMENEUTICO

FINES Controlar Comprender e Buscar la Comprender e


variables, interpretar un emancipación y interpretar un
situaciones y contexto desde liberación de contexto desde
personas sus los colectivos las redes, y
condicionamientos para el cambio factores que la
histórico y la constituyen
trasformación

Aspectos Objeto Procesos socio- Procesos socio- Sistemas


ontológicos económicos políticos
Las partes El todo

Aspectos Investigador: Investigador: Investigador: Investigador:


antropológicos Interventor Militante Consultor
sujeto histórico
participativo Asesor

Investigado: Investigado: Investigado: Investigado:


Objeto Sujeto
sujeto histórico Actor socio-
organizado
político

Aspectos Objetividad Subjetividad Subjetividad Complejidad e


epistemológicos individual colectiva incertidumbre
Deductivo
Inductivo Consensos Visión
Visión
transdiciplinaria
disciplinaria

Aspectos Método Método cualitativo Método Método


metodológicos cuantitativo cuantitativo cuantitativo y
Reflexión y acción
cualitativo
Uso de datos individual Reflexión
e información Acción  
Uso de historias y
colectiva
relatos de las
causas y efectos Uso de
historias y
relatos con un
fin de
liberación

Aspectos Pensamiento Pensamiento de la Pensamiento de Pensamiento de


ideológicos de Derecha izquierda la izquierda Derecha
Capitalismo Comunismo Socialismo Globalización
mundial del mercado o
neoliberalismo

Aspectos MODERNIDAD EUROPEA MODERNIDAD DE LAS


filosóficos AMERICAS

Alice Peña, 2012


 

Ahora bien la Universidad Bolivariana en su afán de la


emancipación y transformación de nosotros como
individuos/ciudadanos y de las instituciones/País al apostar al
tercer paradigma no necesariamente con ello niega o excluye a
las otras.

No obstante, la elige porque está vinculada a la convocatoria


constitucional de la Democracia participativa y como
universidad revolucionaria apoya este proceso en la producción
de teoría, metodología, métodos, técnicas y acciones que
coadyuven en este propósito de la carta magna.

Con el fin de hacer aportes en este sentido se presenta a


continuación la Metodología Dialógica que permite visualizar la
potencialidad de la reflexión acción individual y colectiva en
miras al cambio permanente desde la conciencia y acción
sociopolítica.

La metodología dialógica desde la cotidianidad y la


institucionalidad

La participación protagónica, corresponsable y revolucionaria


planteada desde el proceso bolivariano definitivamente no se
puede dar sin método. Y menos cuando la institución educativa
asume la participación como un espacio ciudadano y colectivo
donde lo político como acción humana para resolver problemas
y transformar el entorno a favor de un colectivo, la
concienciación como proceso de conciencia sociopolítica y el
diálogo como fluido de información y conocimiento en forma de
saberes populares resultan aliados en la construcción del Poder
Constituyente y Constituido.

La Democracia Participativa es la posibilidad que se dan los


actores sociopolíticos de reconocer la realidad (condiciones y
condicionamientos históricos, sistemas y factores que la
constituyen, actores e instituciones), desde un proceso de
concienciación donde la dinámica dialógica produce y recrea los
saberes populares y las prácticas sociales  que hace los cambios
y las transformaciones del entorno o al contrario lo perturban o
lo bloquea.

Conceptualización de la metodología

La metodología dialógica para la acción contralora constituye un


ejercicio que implica nuevos aprendizajes y acciones tanto en lo
público como en lo privado. De allí la importancia del diálogo
como factor de cambio y producción de conocimiento. No
estamos hablando del simple intercambio de palabras como
diariamente lo hacemos de modo trivial, sino de un diálogo
hecho desde la conciencia misma de sí mismo y los otros, las
cosas y las situaciones que vivimos.

Diálogo que implica el flujo de saberes originarios, hegemónicos,


contra hegemónicos y emergentes, para su reflexión crítica y
acción liberadora. (el valor de la Palabra) La construcción de
una metodología dialógica en materia sociopolítica caracterizada
por integrar dos procesos que se complementan (comunicación
y concienciación), es un reto y un desafío que implica subvertir
un orden establecido y construir otro. Su fin último es la
construcción de una ciudadanía e institucionalidad a partir del
espacio, la instancia y el mecanismo de participación.

Esta metodología pasa por los conversatorios reales del mundo


de la vida y del Poder Constituyente quienes con su mirada y
sus voces están en capacidad de generar palabra ante el
sistema establecido y el Poder Constituido que reproduce
permanentemente practicas desde los saberes que son
aplicados en realidades concretas. Estos saberes no son
siempre visibilizados y reconocidos debido al flujo de
información y conocimiento, a la saturación de mensajes y
ruidos que nos expone el sistema de comunicación de masas.

La metodología dialógica al asumir las voces y miradas que


pertenecen al colectivo histórico que las crea, busca
primordialmente sistematizar y visibilizar sus contenidos,
hechos saberes originarios; hegemónicos; contra hegemónicos y
emergentes.

La metodología dialógica se caracteriza por ser un espacio de


participación protagónica que permite a los sujetos históricos en
situación y en proyección, sean actores de sus propias historias,
de participación corresponsable. Porque no es responsabilidad
del ciudadano frente a otros y las instituciones, sino que cada
cual asume su responsabilidad, tanto el Poder Constituyente
como el Constituido, y es de participación revolucionaria porque
invoca al poder fundante a realizar los cambios y
transformaciones que se necesitan y esperan.

La metodología dialógica implica un diálogo intersubjetivo entre


iguales, mostrando la reflexión de los participantes como
agentes (entrevistados o de una comunidad interpretativa), sus
motivaciones y sus interpretaciones, aportando un mayor grado
de implicación y consiguiendo unas relaciones lo más simétricas
posibles, sin negar su condición histórica.

Está orientada a la conexión real entre la teoría y la práctica,


incluso visualiza la desconexión o disfunción entre la palabra y
la acción. Si bien podemos llevar a la conciencia nuestra
situación y condición histórica, no basta hasta tanto nuestra
práctica asuma nuevas formas que deslegitimen las
hegemónicas y produzca aquellas que sean realmente
emancipadoras y por tanto, transformadoras. Esto conlleva a un
tiempo (corto, mediano y largo plazo) para ir desentrañando
nuestras actitudes individuales y sociales e ir configurando
nuevas realidades.

Objetivos que se pretende alcanzar con la metodología

La metodología dialógica tiene como fines últimos, el desarrollo


de una ciudadanía que como Poder Constituyente es potencia
creadora, liberadora y transformadora. Generar la construcción
de instituciones que como Poder Constituido respondan a las
necesidades, intereses y expectativas del Poder Constituyente.

Ambos poderes deben actuar de modo dialectico, reduciendo los


niveles de antagonismos y las contradicciones propias de los
sistemas construidos por el ser humano.

En este sentido la metodología dialógica tiene como objetivos:

 Sensibilizar en las capacidades dialógicas de los sujetos


históricos para la construcción de saberes populares y su
sistematización, caracterizando las potencialidades,
debilidades individuales y sociales producidas en su
contexto cultural.

 Reconocer las voces y miradas de los ciudadanos y/o


colectivos que hacen críticas y aportes pertinentes y
validos a la realidad institucional y al servidor público
presente en ellas.

 Generar espacios de debate para la discusión permanente


de los temas y problemas que favorecen y/o afectan a los
ciudadanos y/o colectivos.

 Monitorear espacios cotidianos y virtuales donde se


debaten temas de interés social en función de las
instituciones estadales o privadas.

 Sistematizar las voces y miradas de los actores


sociopolíticos que participan en los debates con temas
específicos y vinculados con las instituciones garantes de
los derechos, conforme a lo establecido en la CRBV.
 Visibilizar las voces y miradas, luego de su sistematización
y categorización para ser socializadas a los ciudadanos
interesados por el tema en estudio.

Fundamentación

La base ontológica de la que parte la metodología es una


concepción de la realidad social como producto construido por
las personas a través de sus interrelaciones e interacciones,
donde el diálogo cumple un rol relevante. Es así que la inclusión
de las voces y miradas de personas que tradicionalmente son
excluidas del ámbito político, académico y mediático son
asumidas con el debido respeto y valoradas por si mismas.

La metodología incorpora las voces de todas las personas


involucradas en la investigación desde el inicio hasta el final de
la misma.

Desde la perspectiva de la metodología, el conocimiento creado


es resultado de un diálogo que incorpora los saberes y puntos
de vista del colectivo a lo largo de todo el proceso de
investigación, rompiendo con la habitual división sujeto-objeto
de estudio.

La metodología se centra en el aspecto intersubjetivo de la


creación de conocimiento: todo lo que forma parte de nuestro
saber es resultado del diálogo, la discusión, la reflexión, el
intercambio de ideas.

Es una metodología práctica y transformadora, ya que como


resultado de su aplicación se propone acciones para superar las
insuficiencias en las prácticas, siempre a partir del diálogo y la
convivencia, y no desde la exclusión.

La metodología es coherente con las dinámicas dialógicas que se


están dando en la sociedad de la información, con las teorías de
los autores más relevantes en ciencias sociales, y con las
políticas de investigación, que privilegian la utilidad social de
los resultados de las investigaciones.

Principios y valores básicos de la metodología

De principios y valores tenemos el respeto a la persona como


sujeto histórico no acabado, sino en situación y proyección, la
concepción del ser humano como agente y productor de
cambios, transformaciones culturales, políticas, económicas y
sociales. La comunicación como diálogo para la acción que
permite el debate de ideas, el consenso y la toma de decisiones
para acciones concretas en función del bien común, la realidad
entendida como el mundo de la vida y el sistema como espacio
de participación, solidaridad, cooperación, organización y
producción cultural, la sensibilidad y el compromiso social
como elemento ético primordial para el ejercicio ciudadano, la
emancipación como proceso para subvertir el orden establecido
que oprime y deshumaniza al hombre y mujer en situación
histórica y la reflexión crítica y propositiva de la realidad para
acción protagónica, corresponsable y revolucionaria de los
sujetos históricos.

En consecuencia: a) Toda voz y toda mirada debe ser asumida


como válida. No puede ser comparada con otro (subestimada o
sobreevaluada) porque responde a un sujeto histórico único. b)
Todo ciudadano y colectivo es elegible para que con su voz y
mirada exprese su opinión y conocimientos sobre temas de
interés colectivo. c) Los saberes populares se encuentran donde
está la gente, donde conviven, participan e interactúan. d) La
diversidad y riqueza de los saberes populares en un grupo de
ciudadanos no puede estar capitalizada por manos
inescrupulosas y sin sentido ético. e) Valorar y respetar al otro
en sus saberes populares comienza con el valorar y respetar los
saberes de sí mismo como constructo individual y social. f) Así
como toda norma tiene su excepción, igual son las víctimas del
sistema quienes mejor pueden con su voz y su mirada
manifestar abiertamente, las deficiencias, los atropellos y las
incoherencias de las instituciones, al no garantizar por igual los
derechos y las oportunidades a partir de su condición social, de
allí que su participación sea primordial. g) Importante es
respetar los aportes desde la identidad femenina y masculina,
debido a las necesidades, intereses y expectativas diferenciadas
por ciclo de vida. Lo que comporta un enriquecimiento y
complementariedad de voces y miradas desde el género.

Método, procedimientos, medios y técnicas

Es notorio observar que aquel refrán popular “de la palabra al


hecho hay mucho trecho” es un indicativo proverbial que no se
puede descartar en el proceso dialógico. Pues no se trata de la
toma de conciencia crítica de la realidad sino de ser capaces de
producir las posibles acciones y prácticas concretas, que los
participantes, como actores sociopolíticos lo perciban y sientan
realizable, posible de ejecutar.

Esto requiere de reflexión-acción-reflexión como método


transformador y donde el ensayo-error resulta una condición
sine qua non por tratarse de seres reales quienes con sus
propias contradicciones (no siempre conscientes de ellas) las
proyectan en los demás. El error, no es bien visto dentro del
mundo social (político, académico y mediático) debido al riesgo y
consecuencias que supone. Una equivocación es señalada,
sancionada y castigada, no tanto por el defecto que supone sino
por la intencionalidad que pudo haber existido ¿Cómo tratar el
error para que sea fuente de aprendizaje y no causa de castigo?
(Maturana, 2011). No obstante, aclarado este punto, el ensayo y
error permite obtener saber popular propositivo y procedimental
que con aciertos o desaciertos hace camino al andar con los
riesgos que comporta y que desde los objetivos bien claros y
definidos se evaluará si contribuyen a la emancipación y
transformación. La capacidad de reflexión-acción permite
producir prácticas propias y originales, a la vez que influye y
modifica las estructuras sociales considerando la posibilidad de
elaborar interpretaciones reflexivas y crear conocimiento.

Es así que la reflexión-acción-reflexión, el ensayo y error, desde


una relación dialéctica permiten el encuentro de lo total y lo
focal para producir transformación y resolución de
problemas/temas de interés colectivo.

1.    El ensayo y error señala soluciones, la reflexión-acción-


reflexión indica si la solución es emancipadora.

2.    El ensayo y error busca resolver algo, la reflexión-acción-


reflexión lo comprende desde la totalidad a transformar.

3.    El ensayo y error busca una solución, la reflexión-acción-


reflexión presenta alternativas y opciones a considerar entre
las mejores y pertinentes.

4.    El ensayo y error asume los saberes del individuo, la


reflexión-acción-reflexión promueve y asume los saberes
colectivos.

5.    El ensayo y error, así como la reflexión-acción-reflexión


requiere del dialogo, consenso y acción.

Como se puede observar la reflexión-acción-reflexión como


método, al incorporar el ensayo y error asume la
imperfectibilidad humana siempre y cuando se busque la
perfectibilidad del sistema en el corto, mediano y largo plazo. No
asumir la imperfectibilidad humana es pretender y convertir la
acción dialógica en una panacea. Tarde o temprano se genera
un proceso de desilusión y desencantamiento del método,
precisamente porque se busca la eficacia y la eficiencia en los
resultados con una óptica positivista, dejando de lado la
diferencia en las características que tiene este método
(reflexión-acción-reflexión) con el segundo: se trata de aprender
haciendo.

La metodología dialógica se desarrolla en 5 procedimientos


basados en las premisas anteriores:

         La interacción basada en la acción comunicativa,


permitiendo orientar y construir el diálogo hacia el
entendimiento, sin la imposición de puntos de vista. En el
diálogo que se genera a partir de la acción comunicativa no
existe el desnivel metodológico entre persona investigadora y
persona investigada. También se sensibiliza hacia los saberes
populares quienes serán el objetivo a lograr dentro de un
proceso dialógico para acciones emancipadoras.

         Puesta en marcha de un proceso dialógico partiendo del


diálogo y la acción comunicativa. Éstos son el germen de la
transformación social. Se trata de encontrar un proceso
dialógico que comprenda, además de las interpretaciones de
las demás personas, aquellas que se dan entre las personas,
obligando a buscar argumentos para refutar nuestra visión,
reafirmarla o replantear la situación con argumentos de
validez fundamentada.

         Consenso y toma de decisiones para la acción que permite


el acuerdo individual y colectivo.

         La actitud transformadora que hace referencia al


procedimiento que siguen quienes investigan para explicar
un fenómeno, sistematizarlo y visibilizarlo.

         La acción transformadora puesta en ejecución para ser


monitoreada en el tiempo y evaluar si cumplió su fin último.

En su condición, el proceso metodológico comprende una serie


de requerimientos en el desarrollo del proceso y los pasos que
se siguen para alcanzar el objetivo propuesto:

         Crear una sensibilidad al fenómeno comunicacional dentro


de la experiencia propia y del entorno. Así como desarrollar
las capacidades de observación de la realidad estudiada y de
la escucha por parte de los actores sociopolíticos
participantes y comprometidos con el objetivo investigador.
Se hace necesario educar para ello, pues muchas veces nos
limitamos a ver y oír, sin profundizar.

         Partir de la acción dialógica que se produce en la calle, en


la comunidad, en el trabajo, en las redes y espacios virtuales
donde se dan discusiones que se circunscriben al tema u
objetivo estudiado y enriquecen el debate. El espacio
cotidiano y el virtual ofrecen la posibilidad de aprendizajes
significativos que permiten sensibilizarnos y orientarnos en la
forma como las personas conciben la realidad. Puede ser
visto como un primer acercamiento al tema desde lo que
opina la gente común, o sus percepciones ante un evento
vinculado al objetivo investigado. Aunque no se trata de un
juego al azar, cuando se está investigando surgen
coincidencias que permiten a la gente hablar del tema sin
necesariamente preguntársele. De allí la observación y la
escucha como acciones vitales del investigador.
         Promover una cultura del diálogo y debate, aceptando
incluso el conflicto como un momento necesario para llegar al
entendimiento y producir consensos.

         Educar a través de talleres formativos y técnicas


apropiadas para acompañar el proceso dialógico donde la
coherencia del método y los objetivos a alcanzar estén muy
claros.

         Conocer y manejar las herramientas y técnicas a utilizar


desde el sentido final de la metodología, puesto que su uso va
a depender de lo que se busca y hay un cambio significativo
en las actitudes evitando mecanizar el proceso.

El aparato instrumental de la metodología está conformado por


las técnicas vinculadas para la recolección de información y
obtención de los conocimientos, para la toma de decisiones y
consensos, la actuación ciudadana en la práctica social y la
trasformar el objeto de estudio.

El uso de los cuestionarios, las entrevistas, los registros orales,


escritos, fotográficos y audiovisuales, debates, conversatorios,
coloquios, grupos focales, las consultas, los estudios de
percepciones, análisis críticos basados en estudio de escenarios,
el estudio de bibliografía sobre el tema, pueden ser utilizados
desde los diversos paradigmas de las ciencias sociales como el
positivismo, hermenéutico, socio-critico y socio-
construccionista, con el objetivo de obtener información para
sus propios fines. Lo importante es que los investigadores y/o
los participantes de la metodología dialógica se reconozcan en
un proceso concienciador y emancipador de largo alcance. Pues
se trata de colectivos y no la opinión de grupos que bien podrían
denominarse élites, aspecto que cuestionaría los resultados, ya
no como saberes populares dentro de una producción cultural
especifica.

El flujo de saberes que concurren y se producen a partir del uso


de estas técnicas debe ser sistematizado de modo tal que
permita su construcción, validación y posterior visualización.

 Paradigma Sociocrítico

http://gerenciacarlos.zoomblog.com/archivo/2010/07/24/
paradigma-Sociocritico.html

Paradigma Sociocrítico Esta perspectiva surge como respuesta a


las tradiciones positivistas e interpretativas y pretenden superar
el reduccionismo de la primera y el conservadurismo de la
segunda, admitiendo la posibilidad de una ciencia social que no
sea ni puramente empírica ni solo interpretativa. El paradigma
critico introduce la ideología de forma explicita y la
autorreflexión critica en los procesos del conocimiento. Tiene
como finalidad la transformación de la estructura de las
relaciones sociales y dar respuesta a determinados problemas
generados por éstas. Sus principios son: • Conocer y
comprender la realidad como praxis • Unir teoría y practica
(conocimiento, acción y valores) • Orientar el conocimiento a
emancipar y liberar al hombre • Implicar al docente a partir de
la autorreflexion El paradigma socio-crítico de acuerdo con
Arnal (1992) adopta la idea de que la teoría crítica es una
ciencia social que no es puramente empírica ni sólo
interpretativa; sus contribuciones, se originan, “de los estudios
comunitarios y de la investigación participante” (p.98). Tiene
como objetivo promover las transformaciones sociales, dando
respuestas a problemas específicos presentes en el seno de las
comunidades, pero con la participación de sus miembros. El
paradigma socio-crítico se fundamenta en la crítica social con
un marcado carácter autorrelexivo; considera que el
conocimiento se construye siempre por intereses que parten de
las necesidades de los grupos; pretende la autonomía racional y
liberadora del ser humano; y se consigue mediante la
capacitación de los sujetos para la participación y
transformación social. Utiliza la autorrelexión y el conocimiento
interno y personalizado para que cada quien tome conciencia
del rol que le corresponde dentro del grupo; para ello se propone
la crítica ideológica y la aplicación de procedimientos del
psicoanálisis que posibilitan la comprensión de la situación de
cada individuo, descubriendo sus intereses a través de la
crítica. El conocimiento se desarrolla mediante un proceso de
construcción y reconstrucción sucesiva de la teoría y la
práctica. Popkewitz (1988) afirma que algunos de los principios
del paradigma son: conocer y comprender la realidad como
praxis; unir teoría y práctica, integrando conocimiento, acción y
valores; orientar el conocimiento hacia la emancipación y
liberación del ser humano; y proponer la integración de todos
los participantes, incluyendo al investigador, en procesos de
autorrelexión y de toma de decisiones consensuadas, las cuales
se asumen de manera corresponsable. Entre las características
más importantes del paradigma socio-crítico aplicado al ámbito
de la educación se encuentran: la adopción de una visión global
y dialéctica de la realidad educativa; la aceptación compartida
de una visión democrática del conocimiento así como de los
procesos implicados en su elaboración; y la asunción de una
visión particular de la teoría del conocimiento y de sus
relaciones con la realidad y con la práctica. Toda comunidad se
puede considerar como escenario importante para el trabajo
social asumiendo que es en ella donde se dinamizan los
procesos de participación. Se sostiene que la respuesta más
concreta a la búsqueda de soluciones está en establecer
acciones a nivel de la comunidad con una incidencia
plurifactorial y multidisciplinaria, es decir, de todas las
organizaciones políticas y de masas, además de todos los
representantes de las instituciones de cada esfera de
conocimiento, no sólo para resolver problemas, sino para
construir la visión de futuro que contribuirá a elevar la calidad
de vida de esas personas o la calidad del desempeño de ellas en
el ámbito de su acción particular, ya sea el educativo, el
político, social, el general u otro. Para Habermas (1986) el
conocimiento nunca es producto de individuos o grupos
humanos con preocupaciones alejadas de la cotidianidad; por el
contrario, se constituye siempre en base a intereses que han ido
desarrollándose a partir de las necesidades naturales de la
especie humana y que han sido configurados por las
condiciones históricas y sociales. Sociocrítico: Fundamentos:
Teoría crítica Naturaleza de la realidad: Compartida, Holística,
Construida, Dinámica, Divergente Finalidad de la investigación:
Identificar potencial de cambio, emancipación delos sujetos.
Analizar la realidad Relación sujeto – objeto: Relación influida
por el compromiso. El investigador es un sujeto más. Valores:
Compartidos. Ideología compartida Teoría – Práctica:
Indisociables. Relación dialéctica. La práctica es teoría en
acción Criterios de calidad: Intersubjetividad, validez
consensuada. Técnicas, instrumentos y estrategias: Estudio de
casos. Técnicas dialéctica Análisis de datos: Intersubjetivo.
Dialectico Teoría Crítica Según Boladeras (1996) el
conocimiento, entendido por Habermas, es el conjunto de
saberes que acompañan y hacen posible la acción humana.
Para Habermas el positivismo ha desplazado al sujeto
cognoscente de toda intervención creativa en el proceso de
conocimiento y ha puesto en su lugar al método de
investigación. Habermas (1988) sostiene que una ciencia social
empírico-analítica sólo puede proporcionarnos un control
técnico de ciertas magnitudes sociales, pero la misma es
insuficiente cuando nuestro interés cognoscitivo apunta más
allá de la dominación de la naturaleza; el mundo social es un
mundo de significados y sentidos y la ciencia social positivista
se anula a sí misma al pretender excluirlos de su análisis. Es de
este rechazo al positivismo es donde nace el interés por
desarrollar su propia teoría del conocimiento, la cual será, una
teoría de la sociedad. Habermas (op.cit.) parte de un esquema
de dos dimensiones para entender la sociedad en su desarrollo
histórico: una dimensión técnica que comprende las relaciones
de los seres humanos con la naturaleza, centradas en el trabajo
productivo y reproductivo; y una dimensión social que
comprende las relaciones entre los seres humanos, centrada en
la cultura y en las normas sociales. La crítica del precitado
autor estuvo dirigida a denunciar en la sociedad contemporánea
la hegemonía desmedida de la dimensión técnica, producto del
desarrollo del capitalismo industrial y del positivismo. El
esfuerzo plantea una relación más equilibrada entre ambas
dimensiones para liberar a los seres humanos del tecnicismo.
Habermas estableció los parámetros de esa interrelación más
equilibrada a partir de su concepto de intereses del
conocimiento (Ureña, 1998). Para él los intereses son las
orientaciones básicas de la sociedad humana en torno al
proceso de reproducción y autoconstitución del género humano,
es decir, las orientaciones básicas que rigen dentro de la
dimensión técnica y la dimensión social en el desarrollo
histórico de la sociedad. Considera el autor citado que la
sociedad humana se transforma a sí misma a través de la
historia, mediante el desarrollo en torno a esas dos
dimensiones. Desde una perspectiva histórica el conocimiento
del ser humano sobre la naturaleza lo condujo a lograr el
conocimiento técnico sobre ella, lo cual dio origen a las ciencias
naturales. Habermas lo denominó orientación básica de interés
técnico. El estudio y la comprensión de las relaciones entre los
seres humanos y de su entendimiento mutuo dio paso al
desarrollo de las ciencias hermenéuticas partiendo de la
orientación básica que el precitado autor llama interés práctico.
Habermas (1994) demostró que los objetos de conocimiento se
constituyen a partir del interés que rija la investigación. El
sujeto construye a su objeto de estudio a partir de los
parámetros definidos por un interés técnico o un interés
práctico; además, de la experiencia que se tenga de él, el
lenguaje en que esa experiencia se exprese y el ámbito en que se
aplique la acción derivada de dicho conocimiento. El concepto
de interés del conocimiento nos muestra la relación que existe
entre Teoría del Conocimiento y Teoría de la Sociedad; ambas
teorías se necesitan una a la otra para su conformación. La
Teoría del Conocimiento es al mismo tiempo una Teoría de la
Sociedad, porque los intereses por el conocimiento sólo pueden
fundamentarse desde una teoría social que conciba la historia
como un proceso en donde el ser humano se auto constituye y
genera esos conocimientos en ese mismo proceso. La Teoría de
la Sociedad, por su parte, necesita de la Teoría del
Conocimiento, porque el desarrollo histórico de la sociedad sólo
puede comprenderse a partir de los conocimientos generados
por ella en las dimensiones técnicas y sociales. Según
Habermas (op.cit.) con la opresión causada por parte de una
naturaleza externa al ser humano no dominada y de una
naturaleza propia deficientemente socializada, aparece una
tercera “orientación básica” que él denomina interés
emancipatorio, que se identifica con el proceso mismo de
autoconstitución histórica de la sociedad humana. La
emancipación es un interés primario que impulsa al ser
humano a liberarse de las condiciones opresoras tanto de la
naturaleza externa como de los factores internos de carácter
intersubjetivo e intrasubjetivo (temores, aspiraciones, creencias,
entre otros) aunque encuentre obstáculos para lograrlo. En
síntesis, según Habermas (1994) el saber es el resultado de la
actividad del ser humano motivada por necesidades naturales e
intereses. Se constituye desde tres intereses de saberes
llamados por él como técnico, práctico y emancipatorio. Cada
uno de esos intereses constitutivos de saberes asume forma en
un modo particular de organización social o medio, y el saber
que cada interés genera da lugar a ciencias diferentes. La
ciencia social crítica es, por tanto, la que sirve al interés
emancipatorio hacia la libertad y la autonomía racional. Una
ciencia social crítica procura ofrecer a los individuos un medio
para concienciarse de cómo sus objetivos y propósitos pueden
haber resultado distorsionados o reprimidos y especificar cómo
erradicarlos de manera que posibilite la búsqueda de sus metas
verdaderas. En este sentido, la ciencia social crítica facilita el
tipo de entendimiento autorrelexivo mediante el cual los
individuos explican por qué les frustran las condiciones bajo las
cuales actúan, y se sugiere la clase de acción necesaria para
eliminar, si procede, las fuentes de tal frustración. Así como,
plantear y adoptar opciones para superar las limitaciones que
experimente el grupo social. La teoría crítica no sólo es crítica
en el sentido de manifestar un público desacuerdo con las
disposiciones sociales contemporáneas, sino también en el
sentido de desenmascarar o descifrar los procesos históricos
que han distorsionado sistemáticamente los significados
subjetivos. Además, propicia la comunicación horizontal para
que los sujetos integrantes del grupo puedan prever y aplicar
posibles opciones para superar las dificultades que les afectan,
dominan u oprimen. Habermas (op.cit.) postuló que los
fundamentos normativos que justifican la ciencia social crítica
pueden derivarse del análisis del lenguaje y del discurso
ordinario. Por tanto para asumir roles de diálogo los
participantes deben estar libres de limitaciones; debe existir
una distribución simétrica de oportunidades para la selección y
empleo actos de habla que puedan generar igualdad efectiva de
oportunidades para todos los participantes de un determinado
grupo. En particular, todos los participantes deben tener la
misma posibilidad de iniciar y perpetuar un discurso, de
proponer, de cuestionar, de exponer razones a favor o en contra
de cualesquier juicio, explicaciones, interpretaciones y
justificaciones, sin que alguno de los integrantes se erija en
director o líder del grupo. Una teoría crítica es producto de un
proceso de crítica; es el resultado de un proceso llevado a cabo
por un grupo cuya preocupación sea la de denunciar
contradicciones en la racionalidad o en la justicia de los actores
sociales a in implementar las acciones para transformarse hacia
el bien común de la organización social. Carr y Kemmis (1988)
sostienen que: “…la ciencia social crítica intenta analizar los
procesos sociales e históricos que influyen sobre la formación de
nuestras ideas sobre el mundo social (por ejemplo, el papel del
lenguaje en el modelado de nuestro pensamiento, o el de los
factores económicos o culturales en el modelado de nuestras
circunstancias)” (p. 368). Habermas (1994) distingue las
funciones mediadoras de la relación entre lo teórico y lo práctico
en la ciencia social crítica, a través de dos dimensiones: una
instrumental y una comunicativa. La primera comprende lo
teleológico–estratégico y promueve un tipo de interacción social
basado en intereses comunes y en un adecuado cálculo de las
posibilidades de éxito. La segunda promueve una interacción
basada en procesos cooperativos de interpretación para que los
individuos afectados por una situación común realicen una
comprensión compartida de la misma y generen el consenso
entre ellos con el in de alcanzar soluciones satisfactorias para el
grupo. La primera dimensión de interacción requiere de pocos
puntos en común entre los participantes, sentados en torno a
los medios para lograr el objetivo deseado; la segunda
dimensión requiere compartir significados y valoraciones para
que el entendimiento sea posible, ello presupone un cierto grado
de comunidad en el mundo de la vida. Habermas parte del
concepto de acción comunicativa porque él cree que es
centralmente constitutivo de la sociedad humana; por ello trata,
a partir de dicho concepto, de reconstruir una filosofía de la
racionalidad. Para este autor la razón es una trama discursiva
que articula las acciones de los individuos. Éstos pueden
comprenderse porque comparten un mismo mundo simbólico
que garantiza el que se otorgue validez al proceso dialógico. Es
el mundo de la vida el que garantiza que los individuos de una
misma sociedad compartan esos elementos simbólicos que
hacen posible la cooperación y el entendimiento (Boladeras,
1996). Pero el concepto de acción comunicativa es, además,
eminentemente crítico, pues las posibilidades ideales que el
concepto plantea desenmascaran el carácter mutilado de la
comunicación vigente en la sociedad contemporánea. Es aquí
donde Habermas aplica a un nivel social general la concepción
autorelexiva del psicoanálisis, como el proceso crítico que
permite tomar conciencia de la represión y mutilación que
llevan adelante las instituciones de las sociedades
industrializadas avanzadas, represión análoga a la
experimentada por el paciente neurótico.

LA SISTEMATIZACIÓN DE LAS
EXPERIENCIAS EDUCATIVAS
enero 2, 2013 3:39 am / Deja un comentario
La necesidad de sistematizar las experiencias de los
aprendizajes significativos tanto del estudiante como del
facilitador me ha permitido elaborar los siguientes
presentaciones de tres semestres donde a través de
planificaciones semestrales (flexibles y estratégicas) que
contribuyeran a un caminar como investigador, como
ciudadano y como futuro profesional.

Este esfuerzo se hace de modo permanente en la medida de los


hechos realizados, lo que significa un trabajo extra para el
facilitador, pues requiere de mucha atención no sólo de lo que
se hace en concreto sino de lo que se dice.

A continuación comparto con ustedes estos tres trabajos


elaborados en semestres anteriores, culminándose al final con
la tesis de los estudiantes y que cada uno eligió un tema a
partir de la realidad concreta que se vivia entonces, y que a mi
parecer este aprendizaje le permitió asumir inteligentemente el
reto y desafio que significo elegir un tema vinculado con las
comunidades

PROYECTO I -1 2009 2010

PROYECTO I -2 2009 2010

PROYECTO II -1 2010

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