Haberly Helen J - Reiki - La Historia de Hawayo Takata
Haberly Helen J - Reiki - La Historia de Hawayo Takata
Haberly Helen J - Reiki - La Historia de Hawayo Takata
POR
HELEN J. HABERLY
Este libro fue pasado a formato Word para facilitar la difusión, y con el propósito de
que así como usted lo recibió lo pueda hacer llegar a alguien más. HERNÁN
Rosario - Argentina
FWD: www.promineo.gq.nu
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Dedicado a la memoria de HAWAYO K. TAKATA. Mi Maestra. Mi Amiga
AGRADECIMIENTOS
Este es un relato tal como lo contó Hawayo Takata, no una historia formal; y como sucede
con cualquier historia de vida, hay innumerables individuos que han aportado capítulos y
párrafos, muchos de los cuales permanecerán en el anonimato. Les doy mis "gracias" de
todo corazón a aquellos con cuyas entrevistas han sustentado los hechos que aquí se
relatan. Vuestra generosidad al compartir las experiencias con la Sra. Takata y con Reiki ha
sido de gran enriquecimiento.
Quiero agradecer especialmente a todos los que en mi vida me han ayudado para que esta
tarea sea posible:
Mis hijas e hijos, sus compañeros/as y sus hijos/as, quienes han sido mi mayor apoyo y
quienes compartieron su Reiki conmigo.
El La Maestro Maestra Lani Kaito, cuya especial perspicacia ayudó a enfocar y dar forma a
la escritura.
El Dr. Carroll F. Raum, por su crítica literaria y su apoyo constante a lo largo del recorrido
de mi vida.
La Gran Maestra Phyllis Lei Furumoto, por haber podido utilizar fotos familiares.
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INTRODUCCIÓN
Por cuarenta y cinco años Hawayo Takata llevó literalmente en sus manos, una de las artes
de curación mas grande del mundo al cual llamaba Reiki. Ella compartió este
conocimiento con cientos de estudiantes y trató a miles de sufrientes durante su larga
carrera como maestra y practicante de Reiki.
Su camino y el mío convergieron a comienzos del otoño de 1973, cuando ella viajó desde
su hogar en una isla de Hawai para dar una clase en otra isla situada al noroeste de la
costa del estado de Washington; yo era una de los treinta estudiantes de aquella clase, y
cuando esta pequeña mujer oriental se paró frente a nosotros diciendo categóricamente:
"Reiki significa Energía Vital Universal y todos nosotros estamos constituidos por ella.
¡Todos pueden usar esta energía para curar, y yo les puedo enseñar cómo!", supe que ella
tenía las respuestas a lo que yo había estado buscando.
Ésta había sido una larga y esforzada búsqueda por más de 17 años, motivada por mi
necesidad de entender más plenamente qué había ocurrido en mi vida a través de una
experiencia espiritual profunda, un hecho transformador que aún ahora sólo puedo
describir inadecuadamente como "místico".
En sus visitas al Noroeste del Pacífico pude conocer a Hawayo Takata tanto maestra como
amiga, y cuando en 1980 me pidió que escribiera la historia de su vida con Reiki me sentí
honrada con esta tarea. Antes de terminar con el manuscrito ella hizo su transición y el
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proyecto fue dejado de lado temporariamente, aunque yo sabía que en el momento
apropiado cumpliría mi promesa.
Además de aquellos Maestros iniciados por la Sra. Takata, en los últimos ocho años
muchos más han sido entrenados para llevar adelante esta tarea y yo me siento
privilegiada de estar entre ellos. A los Maestros y los miles de estudiantes que ahora llevan
Reiki al mundo les ofrezco este regalo de la Gran Maestra Hawayo K. Takata.
Helen J. Haberly
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CAPÍTULO UNO
Había una vez, porque toda historia debe comenzar con "había una vez", un don de gran
valor que les fue dado a los Niños de la Tierra. No toda la gente lo reconoció como un gran
don ni lo honró como tal, pero fue, de todos modos, una maravillosa ofrenda para aquellos
que pudieron comprender y aceptar lo que les había sido dado.
A través de las diferentes épocas ha habido historias sobre este mágico don que fue
llamado "curación". Se habló de él en diferentes tiempos y lugares (en tierras tan antiguas
como Egipto, Tíbet y China) y en el pasado de otros países. Algunos dijeron que era un
mito insubstancial, y otros declararon lo contrario. Muchas historias crecieron alrededor
de las actividades de los grandes Maestros que vinieron a la Tierra, los Avatares, ya que
fue dicho que cada uno de ellos había traído este don de la curación cuando vinieron a
compartir su mensaje de Verdad con los Niños de la Tierra; sin embargo, aquella magia no
fue conocida ni practicada nunca más, y hubo muy pocos, si hubo alguno, que pudiera
decir realmente que tal cosa alguna vez, existió.
Hubo muchas leyendas acerca de los milagros de curación obrados por estos grandes
Maestros, pero tales historias fueron fácilmente descartadas al no haber demostración
cabal de ellas en cientos de años- si en verdad estos hechos ocurrieron alguna vez.
Aquellos que insistieron en la "prueba" no encontraron ninguna, por lo tanto los que
creyeron en la posibilidad de hechos semejantes mantuvieron esta creencia por sí mismos,
sabiendo que no había manera de probar lo que creían.
En este mundo de escepticismo del siglo XIX nació en Japón un bebé de nombre Mikao
Usui, un niño destinado a convertirse en un erudito y filósofo así como también en un
profundo curador. Educado por misioneros, se convirtió en cristiano y ascendió a una
posición de eminencia como director de una escuela cristiana para niños en Kyoto. En su
doble papel de Ministro y Director trabajó entre sus estudiantes hasta que una mañana fue
consultado amablemente durante el servicio parroquial por varios estudiantes avanzados,
quienes le preguntaron si creía en la Biblia, si creía literalmente. Cuando el Dr. Usui les
respondió que sí, los estudiantes desearon que les demostrara su creencia ejecutando un
milagro, como aquellos que había obrado Jesús. Como el Dr. Usui fue incapaz de realizar
esto, sus estudiantes declararon que su fe era ciega e insuficiente para reforzar la de ellos
mismos, ya que necesitaban algo más que una fe ciega para poder creer.
El Dr. Usui se sintió golpeado por la enormidad de este cuestionamiento y les pidió a los
jóvenes que no perdieran su fe. Declaró su intención de renunciar inmediatamente a su
posición y viajar a un país cristiano occidental donde pudiera aprender cómo realizar estos
milagros de Jesús, y retornar a Kyoto para dar una prueba literal de sus creencias.
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Su destino fue Norteamérica donde se inscribió en una universidad de Chicago para
estudiar más profundamente las escrituras cristianas. Su interés se centró en los milagros
curativos, y cuando se evidenció que no podría aprender de sus estudios cómo curó Jesús,
comenzó a explorar en las sagradas escrituras de otras grandes religiones del mundo.
Finalmente se concentró en las escrituras budistas, habiendo aprendido que Buda y sus
primeros discípulos habían practicado la curación. Intuitivamente sintió que la respuesta
que buscaba la encontraría en esta tradición.
Luego de siete años en América, el Dr. Usui regresó a Kyoto donde podría estudiar más a
fondo los Sutras budistas. Allí visitó muchos templos y monasterios, hablando con los
monjes sobre la curación. Estaban de acuerdo en que Buda había curado: sin embargo, esta
práctica se había dejado de usar en el budismo, dedicándose los monjes a la salud
espiritual y dejando a los doctores la curación física.
Sin querer aceptar ésta como una respuesta final, decidió retirarse a una montanña
considerada sagrada por los monjes en las afueras de Kyoto, para ayunar y meditar
durante tres semanas con la expectativa de que le sería mostrado el significado de lo que
había hallado. Discutió su Iniciativa con el abate, y le pidió que si no regresaba al día
veintiuno enviara unos monjes a recoger sus huesos. Su intención era no regresar sin una
respuesta.
El Dr. Usui caminó hasta esta montaña, unos diez kilómetros fuera de la ciudad, y
encontró un lugar tranquilo cerca de una corriente de agua donde se sentó a meditar,
permitiéndose únicamente beber agua durante su prolongado ayuno. Para llevar cuenta
de los días depositó a su lado veintiún piedrecitas, las que fue descartando hasta quedar
una sola.
De este modo, en la mañana del último día se sentó en la oscuridad que precede al
amanecer, mirando hacia el firmamento donde vio una luz distante en el cielo negro.
Mientras observaba, la luz comenzó a ser más brillante y a acercarse rápidamente. A gran
velocidad, cada vez más cerca, más cerca y se dio cuenta de que si continuaba sentado allí
la luz lo golpearía. Su primer impulso fue apartarse, luego pensó en todos esos años en los
que había estado investigando; entonces se sentó inmóvil, dispuesto a permitirse esta
experiencia. La luz lo golpeó en la frente y perdió la conciencia.
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Cuando volvió en sí el sol estaba alto, brillando en todo su esplendor, y supo que habían
pasado varias horas; sin embargo, tenía un recuerdo completo de lo que había pasado
durante ese período de tiempo. Cuando la luz lo golpeó, reconoció colores bellísimos,
todos los matices del arco iris: seguidamente apareció una intensa luz blanca, después de
la cual grandes burbujas transparentes aparecieron ante sus ojos. Cada una de ellas
contenía uno de Ios símbolos que él había encontrado en las escrituras sánscritas. A
medida que cada burbuja entraba en su campo visual se le daba la instrucción para utilizar
el símbolo correspondiente. Tan pronto como fijaba la información en la memoria, la
burbuja se desplazaba y otra la reemplazaba con un símbolo diferente. De este modo se
entregó al Dr. Usui la enseñanza completa sobre los significados de los símbolos. Ahora
poseía los secretos que tanto había buscado, supo que ésta era la Energía Vital Universal
que él llamó "Reiki", y de esta forma nació el Sistema Usui de Curación Natural.
Lleno de energía y ansioso de regresar a Kyoto, el Dr. Usui salió de su larga meditación y
bajó de la montaña: al caminar rápidamente se lastimó el talón por lo que inmediatamente
puso en práctica lo que había aprendido. Mientras se tomaba el pie sintió una curación
instantánea y recibió la primera comprobación de que las visiones que había tenido eran
verdaderas.
Mientras seguía bajando de la montaña se dio cuenta de que estaba muy hambriento, así
que al pasar por una taberna al costado del camino, se sentó a la mesa cubierta con un
mantel rojo (señal de que el local estaba abierto). Un hombre viejo llegó de la cocina a
retirar su pedido, al ver al Dr. Usui con la barba crecida y sus ropas llenas de polvo,
dedujo que había estado en una larga meditación arriba en la montaña, y por esto no
quería brindar a su cliente el menú común: deseaba, en cambio, cocinarle una papilla de
arroz, sabiendo que después de un prolongado ayuno el estómago necesita recibir un
alimento ligero antes del alimento sólido, el Dr. Usui no deseaba esperar, así que insistió
en comer lo que había disponible, unos vegetales en vinagre y arroz, los que no le
causaron ninguna molestia.
La nieta del anciano le llevó la comida, tenía la cara hinchada cubierta con un pañuelo a
causa de un flemón. Al ver esto, el Dr. Usui le pidió permiso para tocarle la mejilla: el
dolor cesó inmediatamente y la inflamación disminuyó. Ante este hecho la muchacha y su
abuelo estuvieron de acuerdo en que este monje era de lo más extraño: esta nueva
comprobación de la verdad de la enseñanza recibida colmó de regocijo al Dr. Usui, quien
siguió su camino a Kyoto.
Los monjes lo recibieron con alegría, contentos de su regreso, sano y salvo luego de
veintiún días. Al preguntar por la salud del director del monasterio, le informaron que el
abate se encontraba en sus aposentos porque estaba sufriendo un ataque de artritis. Tan
pronto como se higienizó y cambió, el Dr. Usui fue a rendirle informe sobre su
experiencia; el abate se alegró mucho al oír que la búsqueda de tantos años había sido
recompensada y que habían sido revelados los secretos de la curación, y le pidió una
demostración que alivió su dolor inmediatamente.
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Los dos hombres discutieron sobre lo que se podría hacer con este conocimiento tan
grande, y el Dr. Usui decidió ir a los barrios bajos de Kyoto donde podría ofrecer la
curación a los mendigos. Luego enviaría a los más jóvenes al monasterio para que los
monjes les enseñen oficios con los que podrían ganarse la vida.
En aquellos días era muy peligroso para un extraño entrar en los suburbios, porque los
mendigos se agrupaban en bandas lideradas por un cabecilla y no daban la bienvenida a
extraños entre ellos. El Dr. Usui buscó al jefe de los mendigos y le pidió permiso para
poder vivir allí y curar a la gente, necesitando solamente de un lugar donde poder dormir
y realizar su trabajo, junto con tres tazas de arroz por día. Aceptaron su pedido, así que se
mudó a su zona y comenzó su tarea de curación entre estos pobres, una labor que le
demandó todo su tiempo durante muchos años.
Al escuchar ésto, el Dr. Usui sintió que había fracasado, por lo que dejó los suburbios
inmediatamente. Al meditar sobre lo ocurrido, recordó las primeras discusiones con los
monjes, en las que ellos hablaban de su profundo interés por la curación espiritual de sus
seguidores. Se dio cuenta de que aunque él había tenido mucho éxito en equilibrar el
cuerpo físico de los mendigos, no se había interesado por su salud espiritual. En este
momento añadió a Reiki sus Cinco Preceptos Espirituales:
El Dr. Usui se dio cuenta también de que al dar Reiki tan libremente, los mendigos no
habían desarrollado una apreciación para la energía; no sentían gratitud por el don
maravilloso que habían recibido a través de él. Decidió que nunca más daría Reiki a nadie
que no lo apreciara.
Comenzó a viajar a lo largo de Japón de ciudad en ciudad, enseñando Reiki a otros. Fue
un maestro inteligente y sabio, al llegar a una ciudad donde no conocía a nadie caminaba
en el mercado durante el día llevando una lámpara encendida. La gente se reía y se
burlaba de un hombre tan tonto que llevaba una lámpara encendida mientras el sol
brillaba, de esta forma llamaba su atención y los invitaba a encontrarse con él por la tarde,
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si realmente querían aprender sobre la luz... Así reunía a la gente para escuchar la historia
de Reiki, después de lo cual muchos deseaban saber cómo realizar esta curación.
Llegó a tener una gran cantidad de estudiantes que lo seguían y a mediados de 1920
conoció a un hombre que se convertiría en su discípulo más dedicado: el Dr. Chujiro
Hayashi, un oficial naval de reserva de cuarenta y siete años. Con la transición del Dr.
Usui, el Dr. Hayashl se convirtió en el Gran Maestro de Reiki, llevando adelante esta
tradición de enseñanza y curación desde su clínica de Tokio.
El Dr. Hayashi provenía de una familia ilustre de Atami, cuando decidió abrir una clínica,
eligió a Tokio para su sede lo que le permitió ofrecer Reiki a un mayor grupo de personas,
y educó y atrajo la afluencia de un segmento muy alto de la sociedad Japonesa, la nobleza.
En una generación, Reiki saltó de los suburbios de Kyoto a los palacios de Tokio.
Adquirió una propiedad lo suficientemente amplia como para albergar tanto la clínica
como el hogar para su familia, con un hermoso jardín, dividiendo el terreno para brindar
privacidad. La Sra. Hayashi también trabajaba en la clínica, recibiendo a los pacientes y
asistiendo al Dr. Hayashi mientras supervisaba esta floreciente actividad, en la que
dieciséis practicantes daban tratamientos de Reiki diariamente.
Fue a esta clínica, en el otoño de 1935 adonde una mujer llamada Hawayo Takata llegó
buscando alivio a sus múltiples malestares, y nadie reconoció en ella a la futura Gran
Maestra de Reiki.
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CAPÍTULO DOS
Cuando tenía doce años fue con los otros estudiantes a las plantaciones a cortar cañas
durante el verano. Los trabajadores se internaban en los cañaverales para cortar los tallos
altos con machetes, luego los niños despuntaban y llenaban las bolsas de arpillera con
estos pedazos de caña. Hawayo trabajó diligentemente junto con los demás, pero era algo
muy difícil para ella al ser bastante menuda y delicada.
Hizo lo mejor que pudo para llenar la bolsa, pero cuando el supervisor la sacudió sólo
estaba llena en sus tres cuartas partes, por lo que tuvo que terminar de llenarla. Veía que
sus compañeros avanzaban más y más, y temiendo quedarse sola comenzó a llorar. Dos
amigos que estaban trabajando cerca la vieron y le ofrecieron ayudarla, utilizando parte de
su tiempo para almorzar en llenar completamente sus bolsas. Así fue durante todo el
verano, con la ayuda de sus amigos fue capaz de mantenerse junto a sus compañeros de
escuela.
El último día al terminar el trabajo, los otros niños treparon al vagón cañero detrás de la
locomotora a esperar que los llevara a casa, pero Hawayo se sentó en el suelo y elevó sus
manos al cielo implorando que nunca más tuviera que realizar aquel trabajo, diciendo:
"Dios, por favor permíteme realizar mejores trabajos con mis manos y no me envíes
nuevamente al cañaveral, nunca jamás." Su pedido sería concedido completamente
veinticinco años más tarde, con Reiki, casi sin darse cuenta; y año tras año cuando sus
amigos volvían a los campos a ganarse el dinero del verano, de alguna forma o de otra ella
tenía otros trabajos y nunca regresó al cañaveral.
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El ingeniero de la locomotora observó y retuvo en su memoria esta escena en el campo, y
un día llegó hasta la casa del padre de Hawayo para hablar de esto. Le contó las
dificultades que había tenido y cómo sus amigos la habían ayudado a llenar las bolsas. Su
padre no sabía que había tenido tantos problemas en la plantación, pero entendió que no
llegaría a ser una buena trabajadora allí debido a su pequeña contextura; fue por esto que
tomó en cuenta el pedido del director de la escuela primaria de la Iglesia para que ella
viviera en su casa y ayudara en la enseñanza del primer grado. Cuando aseguró que
podría completar su educación haciendo la tarea para su graduación por la noche, le
dieron permiso para ir. Cada viernes cuando regresaba a su casa, le daba a sus padres su
salario (cinco dólares en piezas de oro y una de plata) que era de gran ayuda para su
familia.
Continuó viviendo en la escuela primaria asistiendo a las clases de Japonés de seis a ocho
de la mañana, y luego caminaba cuatro kilómetros hasta su trabajo en la tienda. Después
de un tiempo el gerente le pidió que trabajara en la oficina y en los archivos durante el
tiempo que le quedaba libre cuando no trabajaba en el bar. Así que con dos trabajos nunca
había un momento de aburrimiento, y muy pocos para relajarse.
Un día llegó a la tienda una señora muy elegante, la hija del dueño de una plantación muy
grande, quien quedó muy contenta con el servicio que se le brindó y prestó atención en la
chica; al poco tiempo le ofreció a Hawayo un trabajo, prometiéndole casa, comida, ropa y
el doble de salario de lo que ganaba en la tienda. Como ya tenía un buen trabajo y esto
significaba un traslado de envergadura, era una decisión difícil de tomar. Finalmente
aceptó la invitación de la señora para visitarla durante las vacaciones.
Nunca había visto un lugar semejante, una mansión hermosa, cinco cabañas, un gran
establo, así como también otros edificios apartados que eran utilizados por la plantación.
Le presentaron al cocinero quien la instó a quedarse ya que el trabajo no era duro, la paga
era buena y la vestirían bellamente con kimono y obi. También sus padres estuvieron de
acuerdo, porque no seguiría viviendo tan lejos en la escuela y podría visitarlos los fines de
semana. Le pidió al gerente de la tienda que la dejara libre con una recomendación, de
modo tal que si fracasaba en su nuevo trabajo, podría volver al anterior.
Así comenzó su relación con esta señora, la cual continuaría durante veinticuatro años. De
mucama fue ascendida a ama de llaves, y como tenía experiencia en contabilidad en la
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tienda, comenzó a manejar los pagos con cheques y también a supervisar a los veintiún
empleados.
Aunque estaba ocupado con su empleo y su familia, Saichi aún disponía de tiempo para
trabajar en la Oficina de Bienestar del Distrito, siendo la primera persona de ascendencia
oriental designada por el Gobernador Territorial para ocupar ese puesto, por lo que tomó
esta designación con orgullo. Ayudó en actividades recreativas y deportivas, siendo él
mismo un fanático del béisbol y además jugaba como lanzador. Su vida era plena y nadie
se dio cuenta de lo corta que sería.
Una mañana de octubre de 1930, aún sentados a la mesa del desayuno, le contó a Hawayo
su postura frente a la vida y la muerte, comprendía que para todo lo que había nacido
llegaba un momento de cambio que él llamaba transición: que todas las cosas pasan por
este gran cambio, pero que en verdad no hay muerte; y que en la vida humana cuando
este cambio llega nadie puede detenerlo. Le hizo comprender que ya que él pasaría por la
transición antes que ella, que no se sintiera confundida o apenada, que en cambio, se
alegrara y sonriera porque entonces él sabría que ella también había comprendido las
leyes de la naturaleza. Le explicó cómo quería que fuese preparada su comida
recordatoria, dejando una silla vacía porque él estaría allí. También le pidió que no lo
enterrara en Hawai. No quería una tumba, porque ella se sentiría atada a ese lugar.
Hawayo no deseaba aceptar lo que él le había dicho y le confesó que necesitaba que
estuviera a su lado, ayudándola y guiándola, dándole coraje. Él le aseguró que sería
posible en cualquier caso, ya que nada es imposible, y sabía que ella lo intentaría
duramente aunque él no estuviera con ella. Era difícil de creer que esto sucedería, pero
tres días después de esta conversación, Saichi hizo su transición repentinamente a la edad
de treinta y cuatro años. Este fue un duro golpe y una gran pérdida no sólo para Hawayo
y su familia sino también para la comunidad; y aunque todo se hizo de acuerdo a sus
deseos, ella se sintió muy triste y lo extrañó enormemente.
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CAPÍTULO TRES
Después de la muerte de su esposo mantuvo su palabra y trabajó muy duro para mantener
a su familia y proveer sus necesidades. De 1930 a 1935 no tuvo prácticamente descanso, y
finalmente sufrió un colapso nervioso por exceso de trabajo. Además tenía graves
problemas físicos (una afección abdominal dolorosa que requería cirugía y problemas
respiratorios que impedían el uso de la anestesia). El médico le informó que debía
operarse para salvar su vida, pero como parecía que no podría sobrevivir a la
Intervención, sentía que no podía tomar semejante responsabilidad.
Estaba en una situación desesperada y sentía que estaba perdiendo seguridad, así que de
noche, cuando ya había concluido sus tareas, se sentaba bajo un árbol de alcanfor, donde
buscaba la paz para su mente en la meditación. Aún no tenía treinta y cinco años y se
sentía como si tuviera sesenta, al no poder caminar erguida a causa del dolor en su
abdomen. Por momentos tenía grandes dificultades para respirar, elevaba su mirada al
cielo y rezaba por una guía, una señal, al no saber qué camino tomar.
Una de esas noches cuando estaba muy oscuro, escuchó una voz claramente que desde
arriba le decía que tendría todavía más problemas, y que lo primero que debía hacer era
recuperar su salud, y que sólo entonces sería capaz de trabajar y ganarse la vida, y podría
proveerse de seguridad y una larga vida. Bajó su cabeza en señal de agradecimiento y
aceptó este mensaje, rogando que le fuese mostrado el camino para poder cumplir con
todo.
En tres semanas murió una de sus hermanas después de una enfermedad de cuatro días.
Fue un momento muy penoso en la vida de Hawayo, ya que era su deber enviar esta triste
noticia a sus padres, quienes estaban en Japón en una estadía de un año en la casa familiar
de Yamaguchi, la primera visita de su padre en cuarenta años, después de su emigración a
Hawai.
Seria un golpe muy fuerte enviar esta noticia por carta, de modo que decidió Ir a Japón y
verlos personalmente, y también buscar un alivio para su pobre estado de salud. Comenzó
su travesía en un barco de vapor en compañía de su cuñada.
Había esperado durante cinco años una manera de llevar las cenizas de su esposo a Kyoto
para ofrendarles en servicio en el Templo Ohtani, por lo que las llevó con ella. A bordo del
barco conoció a un ministro budista que viajaba desde Kona, Hawai, para residir en aquel
enorme templo, y que se ofreció para ayudarla haciéndose cargo de la urna funeraria para
llevarla a Kyoto mientras ella viajaba hasta Yamaguchi, con el compromiso de encontrarse
en el Templo Ohtani seis meses más tarde, es decir en marzo de 1936. Esto le permitiría
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visitar a sus padres y asistir a un hospital de Tokio para comenzar un tratamiento para
mejorar su salud.
El médico la derivó a su hermana, quien era también la dietista del hospital, ella
acompañó a la señora Takata y fueron en tranvía hasta otro sector de la ciudad, a un
estudio en donde se brindaba tratamiento sin medicamentos. Fueron recibidas por la
señora Hayashi, la esposa del director, quien también trabajaba como recepcionista.
Cuando le tocó el turno a la señora Takata, ingresó en la habitación donde se daba el
tratamiento y allí vio ocho camillas donde dieciséis hombres profesionales estaban dando
tratamiento bajo la supervisión del doctor Chujiro Hayashi.
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Totalmente vestida se tendió en una camilla donde dos profesionales comenzaron con el
tratamiento, un hombre trabajando en su cabeza y el otro en su abdomen. Mientras sus
manos apenas la tocaban, comentaban sobre lo que estaban sintiendo: "Oh, sí su vesícula
biliar no está muy bien; debe sentir mucho dolor aquí", y "hay un bulto aquí, podría ser un
tumor", y así sucesivamente. Mientras hacían estas observaciones, podía sentir el calor que
salía de sus manos, pero no comprendía cómo sabían estas cosas y se preguntaba si los
habrían informado del hospital. ¿Cómo sabían? Sentía mucha curiosidad pero decidió
reservarse las preguntas para el día siguiente, llegaría más temprano para tener tiempo de
averiguar las respuestas.
Al comenzar el tratamiento, se irguió y tocó la manga del hombre que estaba tratando su
lado derecho. Sorprendido por esto, tomó un papel de su kimono y se lo ofreció, pero ella
lo rechazó amablemente, diciendo que estaba interesada en su bolsillo porque pensaba que
tendría algún tipo de máquina allí. El se echó a reír y sacudió sus mangas para que ella
pudiera comprobar que estaban vacías, mientras el Dr. Hayashi venía a ver qué estaba
ocurriendo. Ella le expresó su curiosidad, preguntándose cómo el profesional podía decir
dónde sentía dolor y qué estaba mal, diciendo: "Yo sé que sus manos le están dando un
mensaje, porque están calientes y puedo sentir la vibración. No son manos comunes, por
eso deben tener alguna conexión con algún tipo de Fuerza."
"Sí", replicó el Dr. Hayashl "Él la tiene, pero no es electricidad. Esto es Reiki". Le pidió que
le explicara más claramente, ya que no estaba familiarizada con la lengua. "Reiki es la
palabra japonesa para Energía Vital Universal. Viene del espacio, del universo. La única
diferencia entre usted y nosotros, es que nosotros tenemos contacto con la Fuerza Vital
Universal y usted no. Todos mis profesionales tienen esta conexión y pueden usarla. La
están utilizando ahora para llenar su cuerpo con esta Energía Vital. Esto es tan grande que
no podemos medirlo, tan profundo que no podemos desentrañarlo; de allí que en japonés
lo denominamos Reiki."
Ella le agradeció, aunque comprendió muy poco de lo que le había dicho. Él prosiguió
"¿Tiene usted radio en Hawai? Cuando la emisora de radio transmite no hay conexiones
entre la emisora y su casa, sin embargo, cuando enciende el receptor y sintoniza la
emisora, usted recibe lo que están emitiendo. Como no somos técnicos de radio no
sabemos cómo. Los principios son los mismos con Reiki. Esta energía viaja a través del
espacio sin cables, y sabemos que podemos contactarnos con esta gran fuerza. Una vez
que hacemos contacto, la energía fluye automáticamente. Es universal e ilimitada. Cuando
el interruptor está en "sí", el poder es ilimitado. Cuando quiere parar, sólo retira las manos,
es muy simple."
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En el camino de regreso al hospital, la acompañante de la señora Takata, la hermana del
doctor del hospital, le dijo que las mujeres en Japón son calladas y rehusan expresarse y
demostrar sus emociones en público. Sin embargo, el Dr. Hayashi les explicó a sus
profesionales que aunque la señora Takata parecía japonesa y tenía un nombre Japonés,
ella era americana y sus preguntas eran propias de una mujer occidental, no eran ni raras
ni groseras. Luego le pidió a la señora Takata que no formulara más preguntas en la
clínica, sino que las reservara para cuando regresaran y ella se las respondería. Le ofreció
ir a la habitación de la Sra. Takata después de su día de trabajo y darle un tratamiento, y
mientras podrían discutir acerca de Reiki. La Sra. Takata se sorprendió al saber que esta
mujer había tomado lecciones de Reiki y podía dar este tratamiento.
Esa tarde le dio un tratamiento completo y le confirmó lo que los profesionales le habían
dicho, diciéndole "sí, lo que le dijeron es correcto. Siento las mismas vibraciones. Todos
diagnostican lo mismo porque las vibraciones son las mismas. Usted envía estas
vibraciones y nosotros las sentimos en nuestras manos." La Sra. Takata deseaba saber por
qué ella había tomado este aprendizaje siendo que trabajaba en el hospital, entonces la
mujer le contó su propia historia. Había sufrido un cuadro de disentería muy grave, y
estuvo en coma cerca de la muerte. Su hija, que estaba lejos en la escuela, estaba a punto
de salir para el hospital, cuando una compañera le pidió que primero fuera a ver al Dr.
Hayashi y le pidiera su ayuda. Al escuchar lo que le sucedía a su madre, estuvo de
acuerdo en ir al hospital a darle el tratamiento, con lo que pudo recuperar el conocimiento.
Continuó tratándola hasta que salió del cuadro grave. Cuando recuperó sus fuerzas, tomó
el curso, y ofreció su ayuda en el hospital de su hermano para cuando los pacientes no
querían usar drogas o analgésicos. Como dietista también utilizó Reiki para ayudar en la
preparación de la comida, ya que podía tocar el alimento y vitalizarlo, colmándolo de
Energía Vital para beneficiar a los pacientes.
Después de escuchar esta historia la Sra. Takata se sintió muy interesada en aprender
Reiki también, pero la hermana del médico no la alentó, porque Japón ya había dado al
mundo muchos conocimientos como el kendo, el Judo, el karate, la ceremonia del té, el
arreglo floral, pero no daría Reiki. Estaba cuidadosamente guardado y no abandonaría el
Japón. Ésto era muy difícil de aceptar por la Sra. Takata, después de sentir que había
descubierto la esperanza de vida con Reiki; pero si ésta era la regla, no diría nada más. Sin
embargo, estaba decidida a buscar una salida.
Aunque seguía concurriendo diariamente a la clínica del Dr. Hayashi, aún permanecía en
el hospital. Entonces comenzó sus meditaciones, rogando que la guiaran para poder entrar
en esas clases de Reiki. Habia llegado tan lejos para encontrar una respuesta a su problema
de salud, y habiéndola encontrado no podía creer que la puerta estuviera cerrada para
ella. Finalmente se le ocurrió pedirle ayuda al cirujano.
Después de tres semanas de tratamiento con Reiki, el médico la encontró un día en el hall
y le preguntó sobre su progreso. Le comentó que estaba en camino de su recuperación y
de perseverar en el buen trabajo y él estaba muy complacido por lo bien que se veía. Sintió
que ésta era su oportunidad, así que tomó coraje y le pidió ayuda para poder tomar el
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curso. Él le respondió que había reglas y normas profesionales, y que no podría hacer
nada, porque esta asociación no deseaba aceptar extranjeros.
Le escribió al Dr. Hayashi poniendo por delante el pedido de la señora Takata. que era una
carta nada común; en su lugar, el médico tomó un largo rollo de papel y la escribió él
mismo con su pluma y tinta. Instruyó a su hermana para que entregara la carta en manos
de la Sra. Hayashi. Cuando el Dr. Hayashi la recibió de manos de su esposa, se impresionó
mucho, y se sintió muy honrado de recibir semejante carta, de puño y letra de tan
importante cirujano. El Dr. Hayashi llamó a una reunión de directores de la asociación
donde se leería este pedido. Allí se decidió permitir a la Sra. Takata convertirse en
miembro honorario, un privilegio especial que le permitiría tomar las clases de Reiki. Y
cuando se dio la clase siguiente, se le permitió asistir.
Junto con los otros alumnos, fue habilitada por el Dr. Hayashi para recibir la Energía Vital
Universal, y hacer contacto con esta fuerza ilimitada. Él les explicó que este contacto se
daría en cuatro pequeños pasos llamados "iniciaciones", y que serían necesarios cuatro
días para completar el Primer Grado de Reiki.
Durante las clases explicó el tratamiento, el primer día abarcaba la parte del cuerpo por
encima del cuello: la cabeza, los ojos, los oídos, la nariz, y la garganta; y las condiciones y
dolencias que se podrían encontrar en estas zonas. El segundo día les enseñaba cómo
tratar la parte frontal del cuerpo, el pecho y el abdomen, con todos los órganos que se
encuentran allí. El tercer día, la clase correspondía a la espalda, que Incluía la columna, el
sistema nervioso, y los órganos Internos. Se les mostraba dónde y cómo colocar sus manos
para permitir que la Energía Vital fluyera hacia el cuerpo del paciente, y Reiki pudiera
equilibrar el estado de salud o el malestar y se pudiera dar la curación.
En el cuarto día el Dr. Hayashi explicaba cómo curar en casos agudos, como por ejemplo
accidentes. También hablaba del lado espiritual de Reiki, para lo cual se daban los Cinco
Ideales:
La Sra. Takata sabía por propia experiencia que Reiki era una poderosa energía curativa.
Después de tres semanas de tratamiento diario, se encontraba mucho mejor. Su cuerpo se
había liberado de todas las toxinas, todas las molestias y dolores habían desaparecido, su
color era el mejor que había tenido, y estaba recuperando su fuerza. Se sentía liviana como
una pluma y podía moverse con facilidad. Al término de cuatro meses sus problemas
respiratorios habían desaparecido y los cálculos biliares se habían disuelto. Estaba tan bien
que sentía que debía practicar lo que había aprendido en las clases de Reiki.
Al cabo de seis meses, viajó a Kyoto, donde tendrían lugar los servicios religiosos de su
esposo, también era tiempo de que sus padres regresaran a Hawai, así que luego de
despedirlos en el vapor se mudó al hogar de los Hayashi, aceptando la invitación de vivir
con ellos mientras aprendía la tarea del practicante de Reiki.
Cuando comenzaban a llegar los pacientes a primera hora de la mañana, la Sra. Takata se
encontraba en la clínica junto con los otros dieciséis practicantes, donde durante cinco
horas no había ningún momento libre. Las tardes eran utilizadas para visitas domiciliarias,
lo que a veces requería viajar en tren de dos o tres horas al campo, fuera de la ciudad, y
luego del tratamiento regresar. Después de su cena daba un informe de sus actividades de
la tarde al Dr. Hayashi y a su familia. Esta fue su rutina diaria durante un año, dedicando
cada día a la práctica de Reiki.
A veces el Dr. Hayashi la llevaba con él a visitas a casas particulares muy bonitas,
pertenecientes algunas a gente de la nobleza. Una de sus experiencias memorables fue una
visita junto con el Dr. Hayashi a un arzobispo de la secta de la Misión Jodo (budista) en
Kamakura, quien sufría una laringitis aguda y había perdido la voz hacía muchos años. Al
estar incapacitado de realizar las tareas de su oficio, se vio obligado a retirarse
tempranamente. Después del cuarto tratamiento con Reiki experimentó una reacción en la
que su garganta se liberó de ese estado tóxico, y comenzó a recuperarse rápidamente. El
Dr. Hayashi estaba satisfecho, y dijo que podía esperar una recuperación total en veintiún
díasy y le derivó el caso a la Sra. Takata. Con la recuperación de su voz, el arzobispo fue
reincorporado y enviado a Hawai para presidir el trabajo de aquella misión en la Isla, así
también como en el continente americano. Luego lo encontró en Honolulú, donde la
invitaba a menudo a tomar el té al finalizar los servicios matinales.
Durante ese año trabajó muchas horas, sin tiempo para hacer compras o visitar amigos, ya
que todo el tiempo estaba dedicado a Reiki. Observó qué tipo de pacientes llegaban, qué
tan bien respondían, cuánto tiempo demandaban sus tratamientos. Aprendió muy pronto
que en cualquier estado de salud, era como el Dr. Hayashi había dicho: "Elimina la causa y
el efecto desaparecerá".
Al final de su enseñanza se sorprendió al saber que todos los movimientos que había
hecho durante el año se habían tenido en cuenta, y se puso feliz de haber hecho lo correcto
20
y que ahora tendría el privilegio de recibir el Segundo Grado de Reiki, el Nivel
Profesional.
Antes de abandonar Tokio le preguntó al Dr. Hayashi algo que le molestaba. En todos
estos meses en la clínica, nunca había encontrado a una persona pobre: ni pacientes
andrajosos, ni obreros, de modo que le preguntó si rehusaba tratar a este tipo de gente. Él
se sonrió y le replicó que ya que era una muy buena pregunta se la respondería. Le dijo
que todos los que atravesaban la puerta de la clínica eran de clase alta, incluso de la
nobleza, gente de dinero, educada e inteligente. Cuando estaban enfermos podían pagar
los mejores médicos y hospitales, pero buscaban algo más que cirujanos o medicamentos.
Tenían la conciencia de Reiki, y por eso venían hasta él. Los otros no tenían esta
comprensión, y cuando estaban enfermos pensaban que necesitaban hospitales, médicos y
enfermeras. Si lo llamaban, él iba. sin importar cuán pobres fueran, pero sus creencias eran
diferentes, por eso no lo aceptaban y tampoco aceptaban su tratamiento sin
medicamentos. También le aseguró que cuando fuese una profesional experimentada, ella
también consideraría esto de esa manera.
21
CAPÍTULO CUATRO
Al completar su período de enseñanza con el Dr. Hayashi, la Sra. Takata regresó a Kauai
en el verano de 1937. Unas semanas después, el Dr. Hayashi y su hija llegaron para pasear
durante un mes y medio, y ayudar a establecer Reiki en Hawai. Decidieron que Honolulú
sería el mejor lugar para dictar clases, de modo que alquilaron dos bungalows y
comenzaron a ofrecer conferencias gratuitas y demostraciones de este arte de curar. El
editor del diario japonés fue de mucha ayuda al publicar fotografías y artículos para
apoyar a Reiki. De este modo en un corto período de tiempo fue muy bien recibido por la
gente, y rentaron un salón más grande, donde el Dr. Hayashi daba clases y conferencias
asistido por la Sra. Takata.
En febrero de 1938, cuando ya era tiempo de que el Dr. Hayashi regresara a Japón, sus
amigos dieron un banquete en su honor, obsequiándolo con presentes y recuerdos de
Hawai, en agradecimiento por permitir que Reiki fuese llevado afuera de Japón. Él
aprovechó esta ocasión para anunciar públicamente que la Sra. Takata era ya una maestra
de Reiki, elegida para esta tarea después de haber pasado por muchas pruebas y haber
vivido bajo los Principios e Ideales de Reiki, reconociéndose que estaba capacitada para
continuar la práctica de Reiki y dar clases en Hawai. Por ese tiempo el arzobispo de la
Misión Jodo planeaba su primer viaje al continente americano, para visitar las iglesias y
encontrarse con los ministros en California. Ninguno de los doce miembros de su comitiva
hablaba inglés, por eso le pidió a la Sra. Takata que los acompañara como intérprete. Se
sintió halagada por este pedido, y como también necesitaba unas vacaciones, aceptó.
Viajó intensamente con estos ministros por la Costa Oeste y cuando terminaron su
recorrido, ella siguió hasta Chicago, donde ingresó a la Facultad de Médicos Homeópatas
para estudiar diversas terapias, y también anatomía. Cuando completó sus estudios en
Julio de 1938, regreso a Honolulú con la confianza que le daba el haber aprendido mucho
más acerca de la parte física y técnica del cuerpo humano. Recordó aquella mañana de
octubre, casi tres años atrás, cuando había ingresado en la clínica del Dr. Hayashi para su
primer tratamiento, y le pareció un milagro que ahora ella estuviese lista para comenzar
su propia práctica de Reiki.
A fines de diciembre de ese año, fue invitada para hacer una presentación de Reiki en
Kamuela (Walmea), su primera visita a la Gran Isla de Hawai, Kamuela era una de las
ciudades más grandes de la isla, y algunos de los ciudadanos de la comunidad estaban
esperando las instrucciones en la casa de sus anfitriones. No estaban convencidos del valor
de lo que ella les enseñaba, por eso le informaron que Reiki debía ser probado allí, y que
tendría dos semanas para trabajar con dos pacientes. El primero tenía una enfermedad
crónica del corazón, que le imposibilitaba cualquier actividad tísica; y el otro sufría de una
amigdalitis aguda, y tenía planeada una intervención quirúrgica para cuando estuviese
22
más fortalecido. Era un gran desafío, pero esta gente decía que querrían aprender Reiki si
los dos mostraban un buen resultado con el tratamiento.
Mucha de la gente de esta parte de la isla eran granjeros, y también esta era una tierra de
cría de ganado, con un gran rancho en las cercanías; de modo que las clases que ella dio
tuvieron un largo alcance. Los granjeros energizaron sus semillas y plantas con Reiki,
produciendo una abundante cosecha. Los granjeros avícolas lo usaban para incrementar
su productividad, colocando sus manos en las incubadoras con los pollitos todos los días
durante quince minutos; de modo que las crías eran sanas, con pérdidas mínimas. Incluso
creció la producción de huevos de gallina. Los ganaderos también experimentaron
beneficios al trabajar con el ganado. Casi no sufrieron pérdidas de terneros, ya que
comenzaron a tratar a los animales recién nacidos y vitalizarlos con Reiki; y también
trabajaron con éxito con las vacas menos productivas, dándoles tratamiento para que
hubiera más terneros en el rancho.
En 1939 viajó nuevamente desde Honolulú a la Gran Isla, primero para enseñar en Kona, y
en una visita posterior, en Pahoa... Su primer año como practicante había sido muy activo,
por eso cuando recibió el pedido de dos maestras de escuela de la Gran Isla de Hawai,
pidiéndole que se tomara unas cortas vacaciones y las visitara, recibió la invitación con
alegría. Habían leído los artículos en el diario de Honolulú y estaban interesadas en
aprender más sobre Reiki.
Llegó en barco y fue recibida en Hilo por una de las maestras, y mientras viajaban a su
casa le preguntó muchas cosas sobre Reiki. En el camino se detuvo en una residencia
adonde llevaba un recado, y al ingresar en el jardín, la Sra. Takata observó que la casa
tenía un cartel de venta.
El hombre mayor que vivía sólo allí estaba jugando a las cartas, y cuando le presentó a la
Sra. Takata y le dijo que venía de Honolulú, él creyó que estaba interesada en la
propiedad. Arrojó sus cartas al aire, alegrándose de que ella le comprara la casa. La
maestra se sintió incómoda y no supo qué decir, por eso la Sra. Takata le dijo al hombre
que no había traído el dinero para hacer el pago inicial porque no había planeado comprar
bienes raíces. Su réplica fue "¿Quién está hablando de un pago inicial?" Todo lo que él
necesitaba era una suma mensual que lo ayudara a vivir.
23
Era una hermosa propiedad, con un acre de terreno, cuatro dormitorios y sótano. Había
un amplio garaje y cuartos de servicio para una mucama. Mientras recorría la casa, se dio
cuenta de que con algunas reparaciones y modificaciones ésta sería suficientemente amplia
para funcionar como centro de Reiki y albergar a la familia. Se decidió rápidamente,
aceptando sus condiciones, ya que podía pagar lo que él le pedía. Esto le permitiría traer á
sus padres desde Kauai a vivir con ella y sus hijas en este hermoso lugar, así parecía
apropiado mudarse desde Honolulú hasta Hilo.
Sintiéndose como si fuese dueña de un palacio, buscó a los carpinteros para que
comenzaran con las modificaciones, creando no sólo un hogar sino también un centro de
curación para todo el que necesitase ayuda. Antes de que el trabajo de carpintería
estuviese terminado, e incluso de que estuviese instalada con los muebles, las dos
maestras de escuela fueron cada día para un tratamiento. Cuando se sintieron mejor le
pidieron asistir a su próxima clase de Reiki, y de este modo fue aceptada en Hilo
inmediatamente.
Ya la gente de toda la isla llegó hasta ella por tratamientos, y también daba clases. Casi de
un día para otro se volvió popular, debido en gran parte al capataz de una de las
plantaciones de azúcar. Se cayó del caballo lastimándose y ocasionándole problemas con
sus piernas y su espalda, así que le pidió que lo fuera a ver e intentara aliviarle su dolor.
Le pidió treinta días para trabajar con él, con lo que estuvo de acuerdo, y a los veintinueve
días ya estaba completamente recuperado.
Al ser capataz de una plantación que incluía varias villas, su influencia fue muy grande.
Estaba tan complacido con su recuperación que le ofreció enviarla a estas villas para dar
conferencias y demostraciones, después de lo cual podría dar clases: de modo que se unió
a su staff para ayudarla a organizar estas visitas. Alquilaron el pequeño sampán para
llevarla hasta los distintos clubes en donde se reunía la gente, y así Reiki se difundió en
toda la zona, con mucho por aprender para toda la gente.
24
Cuando llegó a otra villa para dar clases, el ministro de la iglesia se le acercó,
comentándole que un hombre hacía años que estaba postrado en cama, sin poder caminar,
a causa de un accidente en el que se había dañado la espalda. Había leído los artículos
sobre Reikl en el periódico, y tenía muchas ganas de conocer a la Sra. Takata. El ministro le
explicó que había un problema. Este hombre vivía muy lejos arriba en las montañas, y el
camino sólo llegaba hasta una corta distancia; el resto del viaje debía realizarse a caballo.
Ella no era muy buena jinete, pero quiso intentarlo: de modo que viajaron media hora en
auto, y luego siguieron por la senda durante dos horas más a caballo.
La familia se puso muy feliz de que hubiesen ido, y luego del almuerzo comenzó el
tratamiento con el hombre enfermo. Con tanto tiempo libre, leía muchas revistas y diarios,
así que estaba bien informado sobre Reiki por los artículos del diario de Honolulú, de
modo que hizo muchas preguntas. Ella le dijo que no era ella la que curaba. El verdadero
curador es Reiki, y Reiki es Energía Divina; y ésta determinaría cuán bien podría
responder al tratamiento. Hablaron del accidente que lo había dejado paralizado de la
cintura para abajo. La parte superior de su cuerpo estaba bien, pero no tenía sensibilidad
en sus miembros inferiores. Ya que su mujer hacía de enfermera y ayudante, ella también
estaba confinada en su casa y a su condición: de modo que le sugirió que éste sería un
buen momento para tomar clases de Reiki y aprender a dar un tratamiento. La Sra. Takata
permaneció cinco días con ellos, mientras la esposa le ayudaba y aprendía el arte de curar
con Reiki. El cuerpo del hombre comenzó a recuperar la sensibilidad, y así supieron que
estaba respondiendo bien y había esperanza de recuperación. Otros miembros de la
familia tomaron luego las clases así podrían ayudar cada vez que los visitaran, y con
tratamiento diario de sus familiares, en menos de un año el hombre fue capaz de caminar
por su casa y su jardín sosteniéndose solamente con un bastón.
Naturalmente muchas personas escucharon sobre estos casos y querían saber más. Incluso
el personal del hospital de la plantación se interesó y abrió sus puertas a Reiki, ofreciendo
un lugar para dar clases.
La clínica de la Sra. Takata en Hilo prosperó, y ella estalla muy ocupada dando
tratamientos allí, y también viajando por las islas dando clases. En todas partes donde iba
obtenía partes de agradecimiento, demostrando muchas veces que Reiki verdaderamente
trabaja sobre todo lo que tiene vida — plantas, aves y animales, así como en los seres
humanos.
A comienzos de 1940 tuvo un vivido sueño en el cual ella veía al Dr. Hayashi en kimono
de ceremonia de seda blanca. Caminaba hacia adelante y hacia atrás tres veces, y ella
podía oír el siseo de la seda sobre las esterillas de tatami. Parecía real, no un sueño. Esto la
intranquilizó, y escribió preguntando por él, y esto se confirmó cuando supo todo.
Unas semanas después sintió urgencia de ir a Japón, y cuando llegó en abril, los Hayashi
se sorprendieron mucho de verla. La bienvenida del Gran Maestro la desconcertó cuando
le dijo que aunque la esperaba en algún momento del año, había llegado muy temprano.
Le sugirió que fuera a Kyoto para estudiar hidroterapia, lo que le ayudaría en su práctica
de Reiki. La Sra. Hayashi le habló en privado y le explicó que su marido había decidido
25
pasar a transición por su propia elección. Aún no había fijado la fecha, por eso cuando la
Sra. Takata recibiera el cable, debería ir inmediatamente a Atami donde estarían
residiendo.
La Sra. Takata fue a Kyoto para las clases de hidroterapia, y cuando el 9 de mayo recibió el
telegrama, tomó el tren nocturno para Atami, adonde arribó a las cinco de la mañana.
Cuando llegó a la casa de los Hayashi le preguntó a una de las mucamas por la salud del
gran Maestro y al saber que se encontraba bien, sintió que no estaba segura de
comprender el sentido de la palabra "transición" en Japonés.
Ella se preguntaba cómo alguien podía estar sentado y hablar con tanta calma, pero el Dr.
Hayashl dijo que ya había fijado el tiempo entre la una, y la una y veinte de la tarde, y en
ese período él entraría en la transición. Aún más, la familia había decidido que la Sra.
Takata sería la persona adecuada para llevar adelante su tarea con Reiki. Su hija estaba
casada y no deseaba trabajar; su hijo deseaba entrar en los negocios y no deseaba
continuar con la clínica, y la Sra. Hayashi retirarse a su casa en el campo. De este modo,
todos acordaron elegir a la Sra. Takata para convertirse en la Gran Maestra de Reiki. Esto
era más que una posición honoraria, ya que se le daría la propiedad de Tokio junto con la
clínica y la casa; además él había escrito un documento a la asociación de Reiki de modo
que el pueblo de Japón entendería que él había elegido a Hawayo Takata como su
sucesora.
A la Sra. Takata le explicaron todo lo planeado, pero encontraba muy difícil de creer que
una persona pudiera pasar a transición de esta manera, y pensaba que había un
malentendido. Nadie de la familia expresaba pena o derramaba lágrimas, y se sentía
abrumada por todo esto.
A la una en punto el Dr. Havashi entró en la habitación donde estaban reunidos los
invitados y la familia. Estaba vestido con el mismo kimono blanco que la Sra. Takata había
soñado, y cuando caminó sobre las esterillas, pudo escuchar el siseo de la seda y sintió el
aire frío. Justo como lo había soñado. Los saludó y les explicó por qué había tomado esta
decisión.
Sabía que era inevitable la guerra entre Japón y Estados Unidos, y siendo un ciudadano
patriota tanto como un oficial de reserva de la Marina, sería llamado para actuar en un
buque de guerra y tendría que matar muchas personas. Como un devoto budista y Gran
Maestro de Reiki no podría atentar contra la vida. Habló de haber vivido una vida de paz
y comprensión, de trabajo para ayudar a la gente; entonces antes que matar a otros, había
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elegido hacer una transición pacífica en este momento, aunque sólo tuviera sesenta y dos
años, y estuviera en perfecta salud.
Les agradeció haber ido, diciendo que no era la muerte, sino la vida la que seguía; por lo
tanto, la transición significa «gran cambio» no muerte; y que no debería haber lágrimas o
pena, ya que hasta su familia comprendía. El Dr. Hayashi les dijo que el primer signo
había llegado, pero que no sentía ningún dolor. Diez minutos después hubo otra señal,
nuevamente sin dolor. Le pidió a la Sra. Hayashi que se colocara detrás de él, y con la
tercera señal el Gran Maestro entró en transición pacíficamente con gran dignidad, una
sonrisa en su rostro al caer de espaldas en los brazos de su esposa.
El Dr. Hayashl fue llevado a Tokio donde permaneció de cuerpo presente y fue visitado
por mucha gente de todo Japón que llegaron a expresar su respeto a este gran hombre.
Durante una semana entera continuó esto y su cuerpo no mostró signos de deterioro.
Luego de siete días después de que la cremación y el funeral zen fue completado, la Sra.
Hayashi comenzó a empacar sus pertenencias para mudarse a su casa del campo. La Sra.
Takata estuvo meditando sobre su propio dilema, al encontrarse entre sus deberes de
madre y los de Relki. Le pidió a la Sra. Hayashl ayuda, proponiéndole que ella
permaneciera en Tokio para supervisar la clínica y continuar con el trabajo mientras la Sra.
Takata regresaba a Hawai para completar la crianza de sus hijas y verlas establecerse en
sus propias casas, después de lo cual ella volvería a Japón para dedicar su vida a Reiki.
La Sra. Hayashi fue muy comprensiva y estuvo de acuerdo en cuidar del centro de Reiki,
de modo que la Sra. Takata regresara a Hawai sabiendo que dejaba esta tarea en buenas
manos. Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, su comunicación se cortó, y no
fue hasta varios años después de finalizada la guerra, que la Sra. Takata regresó a Tokio de
visita.
Encontró a la Sra. Hayashi en el mismo lugar, pero grandes cambios habían ocurrido. Este
era el único edificio en la zona que había permanecido intacto luego de la devastación,
permaneciendo en perfectas condiciones mientras alrededor lo único que la vista podía
distinguir eran escombros y ruinas. Las heridas por la guerra en la ciudad fueron muy
profundas, y durante la ocupación todos los espacios posibles fueron tomados para
utilizarlos como refugio, de modo que la parte privada de la casa de la Sra. Hayashi fue
dada para albergar a varias familias. Se había mudado hacia parte de la clínica,
convirtiéndola en lugares habitables para más refugiados, particularmente a adolescentes
huérfanas a quienes les enseñó manualidades como la costura, lo que les permitiría
ganarse la vida honestamente.
La Sra. Hayashi se disculpó por no haber continuado con la tarea de Reiki y le expresó su
preocupación por lo que pensó que la Gran Maestra desaprobaría: pero la Sra. Takata
sabía que ella había hecho todo lo posible simplemente para sobrevivir y sólo sintió
admiración por su coraje. Le devolvió formalmente la propiedad a la Sra. Hayashi,
diciéndole que no derramara más lágrimas sobre ella. La Sra. Takata volvería a Hawai
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desde donde difundiría Reiki hacia el mundo. De este modo, por la intervención de una
guerra, el Sistema Usui de Curación Natural, Reiki, ya no tendría más su sede en Japón.
Después de casi una década de éxito con su centro de curación en Hilo, la Sra. Takata
regresó a Honolulú donde vivió los próximos treinta años, y allí continuó su tarea con
Reiki. Manteniendo un centro de tratamiento en esta ciudad, también viajó a través de las
Islas, dando clases como siempre y viajando ocasionalmente al continente americano; pero
el mayor énfasis estaba en Hawai donde tenía cientos de estudiantes de Reiki.
En el otoño de 1973 fue invitada a enseñar a un gran grupo en una isla en la costa del
estado de Washington, y este fue el comienzo de varios años muy activos. Al comenzar los
pedidos de clases a llenar su calendario, viajó a la costa del Pacífico, el Medio Oeste, el
Este, el Sur, el Sudoeste y Canadá; y con estas demandas, había menos y menos tiempo
para el trabajo en la clínica. La enseñanza se convirtió en una ocupación de tiempo
completo.
Al continuar los grupos creciendo en número y en tamaño, era incapaz de continuar con el
pedido de clases. La necesidad de más maestros era obvia, por lo que comenzó a entrenar
a algunos de sus estudiantes y había iniciado a veintidós de ellos a Maestros de Reiki para
el momento en que entró en transición en diciembre de 1980.
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29
CAPÍTULO CINCO
Aún a los ochenta años de edad, la Sra. Takata era una mujer muy atractiva, menuda, con
un metro cincuenta de estatura, y un poco más de cuarenta y cinco kilos de peso. Sus
movimientos eran rápidos y decididos, y se desenvolvía con la facilidad de una persona
joven, erguida y graciosamente. En estos últimos años todavía conservaba una piel fresca,
como la de una criatura, con muy pocas líneas y arrugas en su rostro. Su cabello gris era la
única seña delatora de su edad.
Su apariencia no correspondía con sus años y muy poca gente, al conocerla por primera
vez, podía sospechar que ella era una octogenaria. Una de esas personas era un oficial que
vendía boletos y estaba a cargo de los descuentos a personas mayores, quien aceptó su
palabra de que podía acceder a este beneficio, pero rehusó halagadoramente creer que ella
tenía prácticamente ochenta años —sesenta y cinco años tal vez, pero ochenta no!
No sólo enseñaba Reiki; sino que lo vivía. Su vida fue una demostración excepcional de
dedicación a los Ideales y Principios de Reiki enseñados por los Grandes Maestros que la
precedieron. Se preocupaba verdaderamente por las personas, a menudo anteponiendo el
bienestar y la comodidad de los otros, al suyo propio; y ofrecía tratamiento gratuito a
aquellos que encontraba en su camino, a veces durante pocos minutos. «¡Mejor un poco de
Reiki que nada!». solía decir.
Le prestaba mucha atención a las manos, siendo las suyas bastante pequeñas, y en una
ocasión comentó sobre las grandes manos de uno de sus alumnos “¡Oh, qué hermosas
manos para Reiki! ¡Puedes cubrir una gran superficie al mismo tiempo!”. Sus manos
podrían no haber sido grandes, pero eran poderosas. Fue un transparente canal de
transmisión de esta energía curativa, brindando cuarenta y cinco años de experiencia
diaria a su trabajo.
Vivía muy simplemente, llevando una dieta con muchos vegetales y frutas frescas, granos
enteros, pescado y pollo, y aunque comía carnes rojas, lo hacía muy de vez en cuando. Su
"remedio casero" era una mezcla de vegetales frescos —berro, remolacha, zanahoria y apio
—los que mezclaba en la licuadora y que llevaba con ella en sus viajes. A menudo
recomendaba este jugo a otros, diciéndoles que era un excelente reconstituyente de la
sangre, lo que energizaba el cuerpo entero.
Jugar al golf, en lo que era muy hábil, era su ejercicio favorito, y cuando estaba en
Honolulú caminaba hasta el campo de golf para jugar todas las mañanas. Le gustaba viajar
y especialmente le agradaba pasear por nuevos lugares que no conocía, buscando a
menudo los campos de golf locales.
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A la manera de los que han conocido la pobreza y los tiempos difíciles, la Sra. Takata era
muy conservadora en materia de dinero. Había trabajado muy duro para ganarse la vida,
y al mejorar su posición económica, sus hábitos de economía se mantuvieron
profundamente arraigados. Invertía muy poco en su ropa, y aunque se vestía prolijamente,
a menudo con muchos colores, no lo hacía con ninguna opulencia.
Tenía una vivaz personalidad con la simpleza y curiosidad de una criatura, formulando
preguntas y explorando nuevas ideas, siempre investigando y aprendiendo. Combinó esta
simplicidad con una introspección que se encuentra sólo en la sabiduría, de modo que a
aquellos a los que sentía cercanos, los aconsejaba. Un estudiante de sus primeras clases la
recuerda no sólo como su maestra de Reiki sino también como una mujer que le daba
sermones, lo aconsejaba durante lloras cuando había sido degradado y deseaba abandonar
su trabajo, «No puedes permitir que las cosas te desanimen... Eres más valioso como un
hombre libre; un trabajo urbano no es para ti... Siempre ten en mente realizar buenas
cosas... incluso en la comunidad: luego avanzarás y serás respetado.»
Su charla personal estaba llena de advertencias, y aconsejó a una estudiante, «Si te vuelves
a casar, hazlo con un hombre joven. Si lo haces con un viejo, se enfermará y luego tendrás
que atenderlo.»
A menudo recordaba a sus alumnos que agradecieran y expresaran gratitud por todo lo
que recibían. Un estudiante se lo tomó a pecho, diciendo que uno siempre debía tener en
cuenta que Reiki era un don divino y que cada vez que ocurriera la curación, el practicante
no debería atribuírselo. La Sra. Takata sonrió, con las palmas juntas, y replicó suavemente,
«Dios no se enfada si alardeas—un poquito.»
Como maestra hablaba simplemente y con energía, «¡Esta es la manera como deben hacer
Reiki!» Sin embargo, los que participaron en más de una clase vieron que adaptaba su
instrucción a cada grupo, y nunca daba la información dos veces del mismo modo. A
veces les decía a sus estudiantes que empezaran el tratamiento por la cabeza; otras les
decía que comenzaran por el abdomen; o les decía que no se preocuparan por donde
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empezaban siempre y cuando dieran un tratamiento completo. Los incitaba a que
desarrollaran su "sentimiento" intuitivo para Reiki y hacer lo que les parecía correcto
individualmente, mientras observaran las posturas de manos básicas que ella les había
enseñado.
Tenía una sonrisa dispuesta y un humor calmo, encontrando mucho para alegrarse en su
vida. Al ser muy despierta y de rápida inteligencia, muy poco escapaba a su atención. Un
excelente juez de las personas, sus afirmaciones eran a veces incómodamente ajustadas,
aunque muy pocas veces hacía públicas sus críticas personales. En cambio, se centraba en
lo positivo y expresaba cumplidos siempre que era posible.
Junto a su fortaleza se unió una cualidad implacable cuando Reiki estaba en juego.
Permitía que las debilidades humanas fluyeran sin hacer ningún comentario, pero no
aceptaba ninguna discusión tonta sobre Reiki. Se tomaba su trabajo muy seriamente,
clarificando sin dudar todos los conceptos erróneos que tenían los demás. Cuando decía
que no con el dedo a alguien, enfatizaba sus convicciones ganadas durante años de
experiencia, y no había discusión con ella en este tema— ella era la autoridad y era
inconfundible.
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CAPÍTULO SEIS
Llamaba a esta energía con diversos nombres: Poder Divino, Energía Cósmica, Fuerza
Vital Universal, Ondas Radiónicas, Ondas Etéricas, Prana, Maná. La comparaba con la
emisión de un transmisor de radio, invisible, sordo, hasta que un receptor lo capta y lo
convierte en sonido. Del mismo modo, Reiki está siempre presente y nosotros lo
ignoramos hasta que se logra el contacto a través de una instrucción, después de lo cual
puede ser recibida y transformada en energía curativa.
Reiki no es una técnica o un método o un proceso, sólo es. En un sentido intelectual, Reiki
no puede ser "enseñado", ya que el papel del Maestro es el de habilitar al estudiante, con la
energía transferida en cuatro ceremonias llamadas "Iniciaciones". Estas Iniciaciones abren
algunos centros del cuerpo para que la energía sea canalizada fácil y seguramente. Una
vez hecho el contacto y la energía transferida por intermedio del toque del Maestro, el
flujo se siente en las manos, usualmente se siente como calor, a veces como vibración u
hormigueo, ocasionalmente de otra forma. Cada persona es única, y hay infinitas
expresiones de Fuerza Vital Universal.
La Instrucción se da con el uso de esta energía. Las posiciones para las manos se enseñan
por convei.léñela, ya fine la experiencia lia demostrado su eficiencia; sin embargo, no hay
un modo "erróneo" de hacer Reiki—y. de esta manera, no hay un modo "correcto".
Cuando la enseñanza termina, la energía está siempre "encendida", de modo que la única
decisión que debe tomar el estudiante es si realiza o no el tratamiento. El practicante no
tiene control de lo que ocurrirá, ya que la responsabilidad de cualquier cosa que ocurra
recae sobre la persona a la que se le da el tratamiento. No es ésta una decisión mental
consciente, pero reside muy en lo profundo e involucra elecciones que están más allá de la
estructura intelectual. Es la sabiduría propia del cuerpo la que determina si aceptará a la
energía curativa, la cantidad y la duración de la transmisión, y qué es lo que hará con ésta.
El practicante no crea esta energía, es simplemente el canal por el cual es transferida; y
aceptando este papel de transporte, no hay un apego a los resultados. Uno no se convierte
en curador, porque Reiki es el curador.
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La Sra. Takata enseñaba que Reiki es inocuo y no puede lastimar a nadie; no destruye, sino
que, al contrario, construye .y protege. Vivifica todas las formas de vida —plantas,
animales, peces, aves de corral, y a los seres humanos desde la niñez hasta la vejez—y sólo
puede hacer bien.
Puede trabajar a través de todas las fibras, por eso no es necesario desvestirse para recibir
un tratamiento. Al posarse las manos sobre las zonas necesitadas, la energía de Reiki
puede pasar cualquier manto de ropa. También puede atravesar madera, metal, cueros,
incluso goma. Con el Segundo Grado de enseñanza, no hace falta tocar a la persona a la
que se le da el tratamiento, porque esta energía puede dirigirse a cualquier lugar alejado.
Las condiciones y los malestares se clasifican como crónicos o agudos. Los casos crónicos
son de larga data y es probable que requieran un tratamiento prolongado. No se han
desarrollado de la noche a la mañana y es necesario mucho Reiki para devolver equilibrio
al cuerpo. Muchos adultos tienen casos tóxicos que necesitan liberar de su cuerpo antes de
que la curación se pueda completar, y así tienen lugar diversas reacciones. Esta limpieza, a
menudo acarrea incomodidades, tales como dolores de cabeza, náuseas, o diarreas, al
liberarse el cuerpo de ese material tóxico; todos estos son signos positivos que indican que
la curación está avanzando. Los casos agudos como accidentes o dolencias repentinas, se
recuperan más rápidamente, a veces con un tratamiento solamente, y las reacciones no son
tan serias.
Hay varias condiciones necesarias para proveer de un canal efectivo a esta energía. La más
Importante es creer en ella, ya que dudar y no aceptar Reiki disminuye las posibilidades
de trabajar con ella. No es necesario que las personas tratadas tengan esta creencia, porque
esta no es una prueba de su fe; pero el practicante debe creer. Segundo, debe ser usada.
Así como un músculo que no se usa puede atrofiarse, del mismo modo Reiki puede
debilitarse y desaparecer si no se la utiliza. El hecho de utilizarla debe corresponder con el
propósito de ayudar y de curar. Existe una sabiduría intrínseca en Reiki que no permitirá
ser utilizada equívocamente, y puede desaparecer por sí misma si se da algún abuso.
Ya que Reiki significa «Energía Vital Universal», es la misma esencia de la vida y todos
nacemos con ella. En el Sistema Usui de Curación Natural (Usul System of Natural
Healing), se hace contacto con esta fuerza universal, la que luego trabaja automáticamente
para curar a la persona en todos los niveles; y aquellos que toman esta enseñanza muy
pronto se dan cuenta de que es una inversión invalorable, ya que durará por siempre, se
puede usar instantáneamente, y ayuda a elevar el nivel vital de salud mental y física de
uno mismo, y también realzar la conciencia espiritual. La Sra. Takata solía hablar de
convertirse en «un ser íntegro», porque no debemos estar bien sólo físicamente, sino tener
también un equilibrio mental y espiritual. Sólo entonces podremos decir que estamos
enteros—esto es lo que recibimos de Reiki, a la que ella llamaba Poder Divino.
La Sra. Takata recalcaba muchas características que eran distintivas de Reiki, y les decía a
sus estudiantes:
—Todo el mundo tiene este potencial. Todos estamos hechos de esta Energía Universal y
la podemos utilizar para curar. Es una cuestión de elección.
La Sra. Takata enseñaba que no es necesario saber anatomía para tratar con Reiki, ya que
las manos responderán en cuanto localicen la fuente del problema y el estudiante no tiene
que analizar lo que debe hacer. Alentaba el desarrollo de éste como un arte intuitivo, no
un sistema rígido, y decía «Reikl los guiará. Dejen que las manos de Reiki la encuentren.
Ellas sabrán qué hacer.»
Aunque ella sabía anatomía, a veces usaba nombres que ella inventaba para algunas
zonas, como el plexo solar, al que ella nombraba como el "Gran Motor", diciendo que era
el centro principal desde donde la energía fluye hacia otras partes del cuerpo. Hacía
hincapié en el tratamiento del abdomen, el Tratamiento Base, enseñando que la mayoría
de los malestares y desarmonías en el cuerpo se originan aquí por el mal funcionamiento
de órganos con poca vitalidad.
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Hablaba a menudo de la necesidad de hallar la causa del malestar, porque no es suficiente
tratar el efecto: «Encuentra la causa y eliminarás la consecuencia.» Mucha gente solicita
ayuda porque tienen un síntoma, y está bien colocar las manos en la zona específica para
aliviar el dolor; sin embargo, es mejor dar el tratamiento completo y dejar que Reiki
descubra la causa del problema, el que puede estar situado o no en el mismo lugar. Sólo
cuando se quita la causa el tratamiento podrá durar. Si existen hábitos poco saludables
como pobre nutrición y falta de ejercicio, será necesario cambiarlos para que haya algún
progreso, ya que Reiki sólo dará un alivio temporario en estos casos.
En sus clases enseñaba las posiciones correctas de las manos para un tratamiento
completo, y hacía notar que hay tres zonas principales que deben considerarse: la parte
delantera, especialmente el abdomen; la cabeza: y la espalda. Aquí se encuentran todos los
órganos y glándulas, como así también los sistemas más importantes, de modo que un
tratamiento revitalizará todo el cuerpo. El orden en que se da Reiki no importa, si se da un
tratamiento completo, pero usualmente comienza con la cabeza o el abdomen. Si es
necesario trabajar en brazos, piernas, u otras partes del cuerpo, las manos se colocan
directamente sobre esa zona.
Solía decir a sus estudiantes «Salvo en caso de conmoción o accidente, usen el tratamiento
completo, y esto es lo mismo para todo. No intenten tratar sólo por partes. El cuerpo es
una unidad completa, entonces cuando sea posible, trátenlo en forma completa.
Comiencen con el abdomen o con la cabeza—no importa—y luego continúen con el
tratamiento completo. Es lo mismo para todo, sea mental o físico. No hay diferencia en el
tratamiento.» A veces esto no es posible y ella advertía «hagan lo que puedan. Un poco de
Reiki es mejor que nada.»
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CAPÍTULO SIETE
Todos los grandes maestros usan un modelo similar—cuentan historias—y la Sra. Takata
era de este tipo de maestros, dejando un rico legado de sus cuarenta y cinco años de
experiencia con Reiki. Compartía estas con cada clase, y al comienzo los estudiantes
escuchaban, algunos las consideraban pretenciosas... sin embargo... algo de esta pequeña
mujer era tan genuino, tan sincero, que estas historias no podrían considerarse como
meras fantasías, ni siquiera como versiones ampulosas de los hechos reales. Tenían el
timbre de la verdad, aún cuando rezumaba la misma calidad de confianza.
Los valores básicos de la vida que llevaba la Sra. Takata eran bastante tradicionales, y era
una persona con substancia—sólida, equilibrada, fundada; así al comenzar los estudiantes
a trabajar con Reiki, muchos descubrieron a través de sus propias experiencias que ella no
había contado sólo la verdad, ni la mitad. Sus historias eran entretenidas, pero no eran ni
falsas ni mentirosas. Había contado las cosas tal como eran.
Para poder sentir la esencia de esta gran maestra, dejemos que las historias se cuenten con
sus propias palabras, utilizando sus expresiones y sus modelos de lenguaje.
ASMA / ENFISEMA
Fui llamada a una casa porque la invitada tenía dificultad para respirar a causa del asma.
Le di dos lloras de tratamiento, desde las diez de la noche hasta la medianoche, y comenzó
a sentirse mejor, su tensión y su tos se redujeron. Cuando me fui respiraba bien y me dijo,
"Me siento la misma de siempre." En conjunto le di a esta mujer cuatro tratamientos, pero
tuve éxito con muchos casos de asma y también de enfisema.
LEPRA
Después de que esta mujer regresó a su casa comencé a trabajar con el dueño de esta casa.
Parecía un hombre fuerte, grande y saludable, y con buenos modos, siempre agradable y
amable. Noté que siempre llevaba puesta una chaqueta y un pañuelo al cuello, totalmente
vestido cualquiera fuese el tiempo, caliente o frío, soleado o húmedo. Aún sus manos
estaban siempre cubiertas porque siempre llevaba guantes.
Cuando algunos amigos me vieron ir y venir de esa casa, me advirtieron que no era seguro
ir allí; entonces les dije "¿Es así?"; y supe que en esta familia había una enfermedad que
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afectaba a la madre del hombre y a sus hermanos y hermanas. Incluso en este momento el
hermano más joven estaba en una colonia para leprosos en Molokai. Esta era una nueva
experiencia para mí y quería ayudar a estas personas. Le pedí que cambiara su dieta—que
no comiera carnes rojas ni cerdo, sólo pescado liviano, algas, té en hebras, y un litro de
jugo de vegetales por día—una mezcla de berro, zanahoria, apio, y remolacha para
purificar su sangre. Junto con esto le hice Reiki diariamente. ¡Y qué cambio en tres meses!
Este tratamiento le devolvió su salud. Ahora usaba camisas de mangas cortas con el cuello
abierto, sin pañuelos ni chaquetas. Se sacó los guantes y sus uñas estaban en excelente
estado. Sus cejas volvieron a crecer y se fue la flaccidez de su cuerpo. Estaba en perfectas
condiciones físicas, sin lepra.
ACCIDENTES
Había un chico Joven que parecía tener siempre problemas. No era su falta, pero parecía
empujar los problemas hacia él. Sus padres estaban preocupados y me contaron, "Todo lo
que él hace parece traerle mala suerte." Era un buen chico y un buen estudiante, y no
deseaba ser negativo, simplemente no podía consigo mismo. Se ofreció para ayudar al
muchacho que repartía los diarios, y le enseñaron cómo tenía que arrojarlos en el porche
de la casa. Cuando lo hizo, el diario rebotó en un escalón y rompió un vidrio del frente.
Cuando quería practicar béisbol en la escuela y balanceaba el bate, le pegó a otro niño en
la cara. Ese tipo de cosas le ocurrían todo el tiempo. Ninguna era intencional, todas eran
accidentales, pero les daba lástima y querían saber si Reiki lo podría ayudar. Les aseguré
que esto podría ocurrir porque Reiki le daría altas vibraciones, y la calidad de esta energía
detendría los accidentes, de manera que habría que intentarlo. Cuando me enfrentaba con
nuevas experiencias, algo que nunca había visto antes, siempre he dicho que es mejor
intentar y luego descubriremos si Reiki sirve. Este muchacho respondió muy bien con
Reiki, por lo que se revitalizó y los accidentes se detuvieron. Todas las experiencias
negativas se diluyeron y se convirtió en un correcto estudiante.
TUMORES
Había una mujer que tuvo que dejar de enseñar en la escuela por su condición física. Por
tres años fue incapaz de trabajar a causa de un gran tumor. Comenzó un tratamiento con
Reiki, y durante las próximas tres semanas no sintió dolores ni tuvo fiebre, pero sintió que
algo se agitaba adentro y comenzó a pasarse trozos de gasa. Yo dije, "¡Reiki está
funcionando! Esto es lo que hace, quita todo cuerpo extraño." Se sintió normal y con buena
salud, y cuando después de veintiún días terminó la actividad de su abdomen y todo se
disipó, se pesó y descubrió que había perdido diecisiete kilos. Cuando el doctor la revisó,
pudo ver que el tumor había desaparecido, y ella se sintió feliz de no necesitar una
operación. Tuve mucho éxito con tumores, pero ninguno de los otros fue tan grande como
ése. Hay muchos tipos de tumores, y a veces, si es sólido, es bueno operar para quitarlo.
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CALVICIE
Cuando comenzó la guerra el 7 de diciembre de 1941, recibí un llamado de una familia que
vivía cerca de PearI Harbor. Deseaban que fuera para ayudar a su hijo de veintiún años. El
ejército le había pedido que ayudara en la limpieza después del ataque de aviones
enemigos. Muchos soldados fueron sorprendidos y el ejército necesitaba voluntarios para
recoger los cadáveres. Este Joven era uno de los colaboradores y lo que vio lo afectó
emocionalmente. Al final del día regresó a su casa, subió para lavarse las manos antes de
la cena, y como tardaba mucho en bajar, su padre fue a ver qué lo demoraba. Encontró a
su hijo frente al espejo con su cepillo y su peine. Cuando se peinó, el peine se llenó con
cabello; cuando lo cepilló, el cepillo también se llenó de cabello. Cuanto más se peinaba,
más se desprendía. Finalmente quedó completamente calvo y en semejante shock no sabía
qué hacer. Sus padres trataron de consolarlo, y su madre le hizo un gorro. Se sentían muy
apenados por él y decidieron llamarme para que los ayudara.
Llegué lo más pronto que pude desde Hilo y fui hasta su casa preparada para quedarme
un tiempo, ya que el cabello no se puede hacer crecer de la noche a la mañana. Primero, se
debía aliviar el choque emocional; luego el cuerpo necesitaría recibir tratamientos de Reiki
todos los días, entonces sugerí que éste sería un buen momento para que toda la familia
tomara clases, de manera que esto podría continuar cuando yo me fuera. La familia se
sintió muy feliz de hacerlo y al día siguiente los padres me ayudaron con los tratamientos.
Al cabo de aproximadamente dos meses el cabello del joven volvió a crecer, y en seis
meses su cabeza estaba cubierta totalmente, muy normal, excepto que su cabello negro
tenía algunos pequeños parches blancos, porque el shock fue muy grande.
***
En otro caso concerniente al cabello, una señora llegó a Honolulú desde el continente y me
llamó para un tratamiento. Dijo que había probado todos los remedios para el cabello,
tónicos y masajes pero nada dio resultado, y tenía que usar una pequeña gorra para cubrir
su cabeza pelada. Había tomado clases conmigo seis años antes, y ahora sentía que sólo
Reiki la podría ayudar. Antes de aceptarla, quise saber alguna cosa sobre ella. Supe que se
había separado de su esposo antes de dejar Hawai, y también supe que Reiki no daría
resultado si antes no quitábamos la causa, entonces pregunté, "¿Has regresado para
solucionar el problema del cabello o sólo has regresado para obtener más dinero de él? Si
es esto último, ¡Nada de Reiki!" Después de reflexionar unos días me dijo que aceptaba
Reiki completamente y que no tenía sentimientos negativos para su esposo. La tomé en
tratamiento ya que se había purificado y clarificado su aspecto mental; apenas en una
semana su cuerpo tuvo una reacción de limpieza. Y en sólo dos meses su cabello comenzó
a crecer, y en seis meses estaba normal.
39
***
Había otro hombre joven—un hermoso pianista— con un precioso cabello lacio negro que
se le caía cada vez que se peinaba. Vino para un tratamiento y descubrí que sus riñones
eran la causa. Recibió un tratamiento completo y después de un mes, cuando sus riñones
comenzaron a funcionar correctamente, el cabello dejó de caerse. Fue estudiante de Reiki y
tomó la responsabilidad de curarse a sí mismo, así que esta historia tuvo también un final
feliz.
***
Hubo otro caso sorprendente de un hombre completamente calvo, como una bola de
billar, decía él. Él bromeaba sobre esto, pero pensaba que estaba lejos de que algo lo
pudiera ayudar, su esposa lo alentó, y los dos tomaron clases de Reiki, así que le di unos
pocos tratamientos y les dejé el resto a ellos. Ya que no había sufrido ningún accidente ni
shock, le recomendé que se concentrara más en sus órganos vitales, así como en la cabeza.
Después de casi cuatro meses, estaba muy contento de ver una pelusa rubia, como la de un
pollito, en toda su cabeza, y muy pronto tuvo la cabeza completamente cubierta de
cabello, lo que lo hizo sentir muy felíz.
NIÑOS
Hubo muchos matrimonios sin hijos que deseaban tener una familia, de modo que era
bueno para ambos que acudieran para tratamiento. Era aún mejor que tomaran las clases,
y así podrían mantener el contacto con la energía y energizarse. Muchas veces esto era lo
único que necesitaban para tener un bebé, y hubo una mujer, que cuando su marido quiso
hacerle un regalo para el nacimiento de su primer bebé, ella pidió a cambio tratamientos
de Reiki para poder fortalecerse después de la maternidad. Incluso me pidieron que fuera
la segunda madrina de su hijita, cosa que me llenó de honor.
Estos bebés que han tenido Reiki en su gestación nacen muy sanos, y sus madres tienen
partos con poco trabajo. Algunas de ellas me han dicho que no han sentido dolor en sus
trabajos de parto, y parece que también les resultaba más fácil después de recibir Reiki en
este período. Durante las clases he explicado lo beneficioso para los órganos y lo fácil que
es el parto si se ha recibido Reiki durante el embarazo. He dicho muchas veces que si han
usado Reiki y si su cuerpo está en buen estado, tendrán partos sin dolor.
Hay veces en que la madre tuvo dificultades en llevar adelante el embarazo, y abortó. Por
eso lo mejor es empezar con Reiki antes de quedar embarazada, y luego tener tratamientos
para fortalecerla durante la gestación; y si entonces aparecen síntomas se puede aplicar
Reiki inmediatamente.
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Una mujer que abortó cinco veces, y en su sexto embarazo me vino a ver, así que la traté y
le cambié su dieta. Le pedí que evitara los alimentos ácidos y luego Reiki volvería a
equilibrar su metabolismo. Trabajé con ella y cuando llegó el momento, tuvo un saludable
niño. Se sintió bien durante todo el período, sin descomposturas matinales ni inestabilidad
como había sufrido anteriormente.
Le enseñé Reiki a una enfermera que era especialista en alumbramientos y trabajaba con
un ginecólogo. Era capaz de decir con los dedos de Reiki cuándo ocurriría el nacimiento,
porque sus manos recibían una pequeña señal cuando la criatura estaba por llegar.
Disfrutaba muchisimo de su trabajo y decía que era una bendición que existiera algo como
Reiki.
EPILEPSIA
Había una familia cuya hija sufría de epilepsia desde los nueve años, con varios ataques
por día. El conductor del ómnibus escolar no quería hacerse responsable de la niña y no
dejaba que subiera al vehículo sin la compañía de un familiar; de no ser así debían llevarla
a la escuela en su propio automóvil. Como la madre debía trabajar en la tienda y también
cuidar a una familia numerosa, no podía llevarla todos los días a la escuela. De modo que
la niña se quedaba en su casa, allí era muy feliz y sus compañeros de juego tenían cuatro o
cinco años.
Esto siguió durante diez años y la niña tenía diecinueve años cuando su madre decidió
que si había algo que pudiera ayudar a su hija debía hacerlo, por lo que viajó a Honolulú
para ver si los doctores podrían brindar alguna ayuda. No le pudieron ofrecer ninguna,
alegando que era demasiado tarde. Incluso llevó a un "Kahuna", el brujo hawaiano, con
sus ayudantes para una ceremonia, pero esto tampoco la ayudó.
Durante una semana trajeron a la niña todas las mañanas y comenzó a reaccionar.
Habitualmente sufría dos o tres ataques con pérdida de conocimiento durante la noche,
pero después del tratamiento fueron siete u ocho, por lo que la familia podía dormir muy
poco. Yo les dije: "Es muy malo que sufra más, pero es necesario para poder eliminar las
toxinas de su cuerpo. Reiki trabaja de este modo, y después de esta desintoxicación
comenzará a sentirse mejor."
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La madre deseaba hacer algo para ayudarla, entonces eliminó de su dieta los helados, las
tortas y las galletitas: y después de que la desintoxicación terminó, la niña comenzó a
experimentar una mejoría y sus accesos eran cada vez más escasos. Comenzamos los
tratamientos en octubre y para la primavera le dije que ya no necesitaba seguir viniendo.
Continuó mejorando, y de este modo se curó completamente de epilepsia. Sin ataques, fue
capaz de llevar una vida normal y ayudar en las tareas del hogar, a cocinar y a coser, cosas
que nunca había podido hacer antes; con lo que la familia entera se sintió agradecida.
***
En un caso de epilepsia, la mujer sufría ataques tan severos que era incapaz de salir sola.
Se temía que sufriera un accidente y se lastimara, así que quiso probar con Reiki.
Vino diariamente para tratamiento durante un mes y su marido tomó clases para poder
continuar con el tratamiento en su casa. Comenzó a mejorar bastante rápido y después de
que la reacción liberó su cuerpo de toxinas, y al seguir progresando, los ataques fueron
cada vez más suaves, y en tres meses dejó de sufrir por este motivo.
Vino a mí durante un mes y el resto fue hecho por ella y su marido. Se curó
completamente y nunca más tuvo otro ataque.
ACCIDENTES
Esta era una familia numerosa y uno de sus hijos sufrió un accidente una mañana en el
camino al cañaveral cuando cargaba un fumigador de veinte litros con herbicida. Se
resbaló y cayó, y con la caída se abrió el fumigador y el líquido le alcanzó los ojos. Trató de
quitárselo, pero era demasiado tarde, así que corrió hasta la enfermería de la plantación. El
médico estaba muy preocupado, porque dijo que apenas una gota de este veneno podía
dañar sus ojos, de modo que lo curó y vendó, y lo mandó a su casa con analgésicos y con
los mejores deseos.
Tan pronto como la familia lo recibió, me llamaron: "Esta es una emergencia. Sra. Takata.
¿Puede venir ahora mismo?" Yo estaba muy ocupada esa mañana con mucha gente
esperando para recibir tratamientos de Reiki, por lo que les dije que iría en cuanto me
fuese posible, pero que mientras tanto la familia comenzara a tratarlo poniéndole las
manos suavemente sobre el vendaje para darle Reiki. "Pueden darle el mismo tratamiento
que yo porque Reiki es el mismo, así sean ustedes o yo."
Su madre, su hermana y los vecinos habían tomado clases de Reiki, y se turnaron para
darle tratamiento, de modo que estuvo recibiendo Reiki cada minuto inmediatamente
después del accidente. Cuando llegué, por la tarde, aún estaba profundamente dormido,
había estado durmiendo todo el día, y cuando se despertó a las cuatro tenía mucho
apetito. Recordaba el accidente, pero no sentía ni dolor ni incomodidad, sólo quería comer.
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La mañana siguiente volvió a ver al médico quien encontró difícil de creer que el
muchacho no había tomado analgésicos ni había sentido ningún dolor. Él no sabía cómo
explicarle al médico sobre el tratamiento de Reiki. Cuando le quitaron el vendaje sus ojos
aún estaban colorados, pero no había pérdida de visión. Ése fue el último día que tuvo que
llevar el vendaje puesto y todos los días recibió varias horas de Reiki, así que se recuperó
completamente.
***
Un día me llamó una señora que acababa de tener un accidente de tránsito y recibió un
golpe muy fuerte. Alguien la embistió desde atrás y deseaba recibir un tratamiento
inmediato. Trabajé con ella durante dos horas en la parte afectada, la cabeza, la nuca y los
hombros, y luego le di un tratamiento completo para relajarla y aliviar el shock. Esto llevó
mucho tiempo pero se fue a casa contenta, sabiendo que podría volver al otro día si sentía
algún dolor: pero me llamó por teléfono comentándome que estaba bien y que no
necesitaba otro tratamiento. Siempre que trabajes inmediatamente después de un
accidente, el alivio y la recuperación son rápidos.
***
Otra mujer vino por ayuda después de un accidente, pero éste había ocurrido un año y
medio antes. Sufrió un golpe y tuvo que llevar un collar ortopédico durante dos meses.
Pensaba que estaba bien, pero cuando conducía sentía mucho miedo y temía conducir.
Como había pasado mucho tiempo, era un caso crónico y demandaría varios tratamientos.
Ella deseaba venir todas las veces que fuera necesario, y pudimos aliviar la tensión y el
shock, por lo que se recuperó completamente.
ARTRITIS / REUMATISMO
Algunas personas venían con artritis; otros decían que tenían reuma. Las palabras pueden
ser diferentes, pero el tratamiento es el mismo. Se da el tratamiento completo, pero en
estos casos empezamos con el abdomen. Cuando todos estos órganos han sido
equilibrados y vitalizados, la mayor parte de la causa se elimina. Luego trabajamos
directamente en la zona donde hay dolor. También es necesario un cambio de dieta,
porque lo que comemos es muy importante.
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No importa cuán severo sea el dolor, la persona comenzará a sentirse mejor después de
unos pocos tratamientos, yo diría que ocho días, cuatro de tratamiento y cuatro de
recuperación, seguidos de los tratamientos adicionales necesarios.
Algunas veces los accidentes pueden provocar el comienzo del dolor. Cuando se es Joven
y se sufre un pequeño golpe, uno lo ignora y no tiene paciencia para permitir que se cure
totalmente; pero tal vez veinticinco años después cuando las toxinas comienzan a
depositarse en esta zona débil, entonces comienza a doler. Cuando la molestia empieza y
uno se siente incómodo, ya es algo crónico.
Con Reiki siempre hay esperanza. Mientras haya vida y deseo de invertir el tiempo en los
tratamientos, habrá ayuda. La recuperación se hará centímetro a centímetro, como cuando
se remueve una capa de pintura, pero no importa cuán profundamente se encuentre la
causa, Reiki la alcanzará y la quitará.
***
Cuando tenía mi estudio en Hilo. vino una mujer que vivía a doscientos kilómetros y que
sufría de fuertes dolores reumáticos de día y de noche, apenas podía caminar del dolor.
Cuando le di Reiki, encontré que todos los órganos estaban agotados, y el primer
tratamiento llevó dos horas. Estaba muy preocupada por sus pies porque le dolían mucho
para caminar, por lo que trabajé en ellos y le dije que la hinchazón y la tumefacción
cederían, pero que tendría que cambiar un poco su dieta y suprimir todos los dulces.
Necesitaba algo que la ayudara a eliminar todo este líquido de su cuerpo, por lo que le
indiqué que exprimiera limas, que tenía en su casa, en agua tibia y que bebiera
aproximadamente seis vasos por día.
Vino en ómnibus diariamente durante quince días y fue perdiendo un poco de peso y se
sentía mejor con todo el Reiki. Como doscientos kilómetros eran una gran distancia para
recorrer todos los días, la impulsé a que aprendiera este arte para sí misma con lo que
podría darse un tratamiento diario y viajaría sólo una vez por semana. Después de dos
meses tomó las clases y cuando llegaron las vacaciones, me trajo un pan especial, que era
la primera vez en muchos años que pudo volver a amasar y por eso lo quería compartir.
***
Hubo un hombre que estaba tan enfermo de artritis que estuvo en el hospital durante
cinco meses, pero como no pudieron hacer nada por él finalmente lo mandaron de vuelta a
su casa. Era un hombre muy grande, pesaba ciento veinte kilos, y cuando vino para
tratarse lo acompañó un chofer que lo ayudó a caminar hasta mi casa. Cuando llegaron
hasta los escalones, el hombre no podía levantar sus pies ni quince centímetros, entonces
lo detuve y le dije: "Esto es imposible. Es muy difícil para usted siquiera levantar los pies
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quince centímetros, de modo que ¿cómo voy a subirlo a la camilla de tratamiento? Debe ir
a su casa..." y cuando dije "casa", este gran hombre comenzó a llorar, entonces continué:
"No he terminado mi oración. Yo voy a ir con usted para darle tratamiento en su propia
casa y de ese modo no tendremos que subirlo y bajarlo de las escaleras." A lo que él
respondió: "Es usted muy amable, yo pensé que me había desahuciado."
Entonces fui a su casa y le di un tratamiento completo de Reiki. Me dijo que había estado
sufriendo durante siete años y que estaba muy agradecido por tener nuevas esperanzas.
Su esposa tenía lagrimas en los ojos también, porque quería ayudar y se mostraba muy
cooperativa. Les prometí que iría diariamente durante un mes entero, y le aseguré a ella
que si todo salía bien podría caminar sin dolor.
Ella era una muy buena ayudante por ser muy religiosa. No perdía ningún domingo de
asistir a la iglesia, y yo le pregunté si su esposo también Iba, a lo que respondió: "No todas
las veces, sólo si lo convenzo para alguna ocasión especial."
Después de una semana de trabajo con los tralamienlos empezó a cambiar. Comenzó su
reacción y todo en él se avivó, incluso su circulación. Le dije que tomara jugo de limón con
agua y que cambiara un poco su dieta. Podría comer pescado, pero menos carnes rojas;
necesitaba más verduras frescas, especialmente apio y berro licuados. Me prometió que
probaría todo lo que le sugería y esto hizo la tarea más fácil.
En la segunda semana había mejorado tanto que podía ponerse de pie y caminar por la
casa. Continué con los tratamientos y en la tercera semana, apareció una mancha roja en su
codo derecho. Esta mancha creció y creció y en cuatro días alcanzó la forma de un globo
con líquido adentro. Estaba preocupado y me preguntó qué podía suceder, y yo le
respondí que iba a tratarlo y a dejarlo en manos de Reiki.
Pocos días después mientras estaba tratando esta zona se reventó y comenzó a supurar. Yo
había estado esperando que esto pasara, entonces tomé una sábana vieja que tenía cerca y
cubrí el orificio mientras el líquido drenaba y drenaba. Junto con terrones blancos que
parecían ricotta. Le expliqué que esto era el calcio que le causaba el dolor en sus
articulaciones. Fue llevado a ese lugar para eliminarlo de su cuerpo, y era realmente un
gran alivio poder estar libre de todas estas toxinas. Llevó unos pocos días para que el
orificio se curara completamente, sin que el hombre sintiera ningún dolor.
Ahora podía caminar sin dificultades, por eso le pedí que fuera a ver al médico mientras el
orificio estaba aún abierto para que le mostrara lo que había pasado. El médico se mostró
muy complacido de ver esto y oír los progresos del paciente.
A fin de mes había perdido peso y caminaba sin absolutamente ningún dolor, entonces le
dije: "Por favor, vístase usted mismo y camine, no cabalgue, con su esposa hasta la iglesia,
y vaya directamente hasta el altar, y arrodíllese y ofrezca su gratitud a Dios por poder
caminar nuevamente sin dolores." Él estuvo de acuerdo, y cuando comenzó a vestirse se
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encontró con que el traje le quedaba demasiado holgado, entonces buscó el que había
llevado para su casamiento muchos años atrás y este le quedaba perfectamente.
No tuve que volver a ir a su casa para darle más tratamientos porque dijo que él iría hasta
mi oficina una vez por semana. Pensé que vendría durante el resto del año, pero no lo hizo
porque estaba muy ocupado jugando a la pelota, trepando cocoteros y pescando con sus
hijos. No necesitó más Reiki.
REACCIÓN
Muchas enfermedades crónicas cuando son tratadas tienen una reacción. El cuerpo
experimenta una limpieza y en algunos casos la reacción es tan fuerte que la gente se queja
de que en lugar de mejorar, su malestar empeora. Esto significa que su cuerpo a aceptado
a Reiki y está trabajando muy bien, de modo que seguimos con el tratamiento
agradeciendo por esta limpieza interna. Yo les digo que acepten el dolor porque un gran
cambio está sucediendo y deben continuar para poder eliminar todo lo que molesta en su
cuerpo. Esto es muy importante en Reiki, por lo que cada vez que hay una reacción se
debería decir:
"¡Gracias a Dios está funcionando!". Es necesario tener paciencia y aceptarlo porque este es
el modo en el que actúa Reiki para limpiar el cuerpo entero.
DOLORES DE CABEZA
Había un hombre que sufría dolores de cabeza después de cada cena, y no deseaba
acostumbrarse a tomar píldoras, por lo que salía a manejar antes de ir a dormir, tratando
de encontrar alivio en el aire fresco. Una noche al manejar pasó por mi casa, y decidió
detenerse porque había oído a otros hablar de la Sra. Takata. Me contó que tenía este dolor
de cabeza cada noche y que no sabía el porqué. Comencé por tratar su abdomen y él objetó
que tenía un dolor de cabeza no de estómago; entonces le expliqué que estaba buscando la
causa antes de tratar la zona afectada. Cuando llegué a la zona de la vesícula hubo mucha
vibración en mis manos, entonces le dije que tal vez habíamos encontrado la causa y que
continuaría trabajando en esa zona. Luego trabajé en su cabeza y luego en su espalda,
haciendo el tratamiento completo. Cuando terminé él dijo que todo esto era muy extraño
porque me había concentrado en su estómago y cuando llegué a la cabeza todo el dolor se
había ido. Cuando se fue estaba aliviado. Hablé con su esposa y le expliqué que era
probable que los postres fuesen la causa de los dolores de cabeza, entonces desde ese
momento no tuvo más postres y no sufrió más dolores de cabeza.
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QUEMADURAS
He tratado muchas quemaduras, pero la peor fue la de un hombre, un hombre muy fuerte,
que era electricista. Una mañana temprano recibió la llamada de un panadero quien le
contó que su horno no funcionaba y que necesitaba cocinar el pan, por lo que le pidió que
fuera rápidamente a repararlo. Sin revisar que la llave estuviera en la posición de apagado
el electricista se introdujo en el horno para buscar la falla y cuando llegó hasta donde
estaban los cables, de pronto hubo una explosión y se quemó. El panadero lo sacó y apagó
el fuego de sus ropas, pero el hombre se había quemado gravemente y lo llevaron
enseguida hasta un médico. Cuando su cuñada y sus amigos (cuatro de ellos con
entrenamiento de Reiki) llegaron al hospital se encontraba en una situación muy
comprometida e inconsciente, por lo que inmediatamente comenzaron a trabajar sobre él.
Le dieron tratamiento en todo el cuerpo a excepción de una pequeña parte que tenía una
quemadura leve. De esa manera pudo apreciar cuánto lo ayudó Reiki. Recibió tratamiento
hasta las cinco de esa tarde, cuando se despertó. No tenía dolores, a pesar de que el
médico dijo que había sufrido quemaduras de tercer grado. Pudo regresar a su casa donde
sus amigos continuaron dándole tratamientos diarios hasta que le quitaron los vendajes.
No le quedaron cicatrices salvo en la zona en que no le dieron tratamiento, y pudo
comprobar por sí mismo la diferencia que hizo Reiki. Luego quiso tomar clases para poder
ayudar a otros como él había sido ayudado.
***
Un hombre en una de las villas tomó clases y ofreció Reiki a todos sus vecinos. Deseaba
ayudar a todos con esto, pero un vecino no lo aceptaba y criticaba a aquel que trataba de
hacer buenas cosas con Reiki. Este hombre solamente recordaba los ideales y rechazó la
posibilidad de que esta crítica lo enojara o preocupara.
En esta villa los niños estaban lanzando petardos para celebrar el Año Nuevo y el hijo del
hombre que estaba en contra de Reiki se quemó accidentalmente cuando un petardo se
metió en su bolsillo. Fue llevado al hospital y en vez de mejorar fue empeorando más y
más. La quemadura no se curaba.
Cuando el estudiante de Reiki fue al hospital a ver a sus amigos, también visitó al
muchacho. Puso sus manos por encima de la manta y mientras daba Reiki oraba
silenciosamente para que el muchacho mejorara. Al terminar el dolor era menor, por lo
que el niño le pidió que regresara. El hombre volvió muchas veces y pronto se completó la
curación. Recién después de que el muchacho regresó a su casa, se enteró su padre de los
tratamientos: sin el menor orgullo, se sintió muy agradecido de que su hijo estuviese bien,
y fue hasta lo de su vecino para disculparse por haber hablado en contra de Reiki.
***
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En otro caso un obrero estaba terminando un tejado, utilizando brea caliente, en vez
de utilizar un utensilio para remover la brea, introdujo su mano en el líquido y sufrió una
terrible quemadura. Luego de esto puso su mano en una lata de kerosene que había cerca
para limpiarse la brea y comenzó a gritar de dolor. Estaba trabajando en la casa de mi
vecino y lo escuché gritar, de modo que corrí hasta allí para ver lo que estaba ocurriendo.
Tomé su mano y comencé a tratarlo con Reiki. Nos sentamos en mi umbral durante casi
media hora hasta que el dolor cesó, y luego los otros obreros lo llevaron hasta un médico
para vendarle la mano, después de lo cual lo trajeron de regreso, a través del vendaje
trabajé en él durante otra hora más, y cuando volvió a su casa dijo que no sentía dolor. Lo
traté diariamente hasta que le quitaron el vendaje, y su mano estaba curada
completamente sin cicatriz.
TUBERCULOSIS
Mucha gente sufría de tuberculosis y he tenido mucha experiencia con estos casos. Esto
era muy contagioso y no deseaban estar cerca de familiares o amigos por lo que se
internaban en un sanatorio. Un hombre que había pasado muchos años en un sanatorio
leyó sobre Reiki y mandó su esposa a verme. Ella deseaba tomar las clases para poder
trabajar con él todos los días durante el horario de visita, por lo que acordamos ir con ella
a ver al hombre y tratarlo, y podríamos ver si Reiki lo ayudaría a recuperarse. Se sintió
beneficiado, y por eso me pidió que le enseñara a su esposa. Ella se unió a la clase
siguiente, y cuando concurrió al hospital para darle su tratamiento diario comenzó a
sentirse mejor.
Al mejorarse el hombre deseó aprender él también Reiki. Yo le dije que no podía dar la
clase en el sanatorio, pero él dijo que deseaba la energía, eso era todo lo que necesitaba de
mí. Su esposa Iba todos los días para trabajar con él y le podría mostrar qué hacer y darle
la información correcta. Él ya sabía dónde poner sus manos al verla dándole los
tratamientos, por lo que deseaba que fuera los cuatro días para contactarlo con la Energía
Universal. Eso fue lo que hice, y estuvieron muy contentos de poder trabajar con Reiki.
Al mismo tiempo tuve otro caso: la esposa de este hombre era mi ama de llaves, y deseaba
tomar las clases para tratar a su esposo. Después de tres meses de tratamiento pudo dejar
el sanatorio.
Había una mujer joven con un avanzado estado tuberculoso; sus padres vinieron a verme
y me pidieron que la tratara. Estaba comprometida para casarse y no sabían si debería
casarse o cancelar el compromiso. Fui a su casa diariamente durante una semana y
supimos que se beneficiaría con Reiki, de modo que ella, su madre y sus vecinos tomaron
las clases para que mucha gente la pudiera ayudar. En seis meses se recuperó
completamente y pudo seguir adelante con el matrimonio.
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APOPLEJÍA
Para la apoplejía lo mejor es prevenirla, habitualmente es causada por alta presión arterial,
por lo que Reiki ayuda a disminuir la presión y el ataque no se produce. Sin embargo, si el
ataque ha ocurrido, el tratamiento no comienza hasta pasados los veintiún días, para darle
oportunidad a la sangre para estabilizarse. Luego de tres semanas comienza el
tratamiento, no hay que ir a la parte afectada, hay que ir a la causa. Se da el tratamiento
básico (delante, espalda y luego la cabeza). Siempre hay que tratar la cabeza,
especialmente abajo de los costados de la nuca, para ayudar a bajar la presión. Si se le da
un tratamiento diario la persona puede ser ayudada y podrá volver a caminar.
En uno de mis casos, un hombre estuvo postrado en cama durante dieciséis años después
de un ataque. Su hija estaba muy angustiada y cuando escuchó hablar de Reiki quiso
intentarlo. Trabajé con él aproximadamente tres semanas y pude decir que había
esperanzas, entonces su hija tomó las lecciones y trató a su padre diariamente. Lo hizo
muy bien y en un año su padre podía caminar por la casa con la única ayuda de un bastón.
***
Hubo otro hombre que estaba en una silla de ruedas desde hacía tres años después de un
ataque. Estaba muy deprimido, asi que trabajé con él y su esposa, porque ella estaba muy
cansada de tener que atenderlo. La actitud de ella era muy negativa y lo afectaba también.
La actitud es muy importante, si la persona se. lia rendido y piensa que no hay más
esperanzas, esto crea la dificultad para mejorarse. Después de que ella cambió a una
actitud más positiva, de agradecimiento y reconocimiento, él reconoció que se repondría
pronto, y en siete días se levantó de su silla de ruedas y pudo caminar.
ESCLEROSIS MÚLTIPLE
Hubo un caso, el de M. S., con múltiple esclerosis, quien estuvo en una silla de ruedas
durante varios años, y deseaba saber si podría caminar de nuevo, entonces le dije "¡Dios lo
quiera, y si tiene Sus bendiciones, Reiki lo puede hacer!"
Su ama de llaves lo trajo y estuvo interesada en curar, por lo que se unió a la clase y fue
maestra de este arte. Le di sólo dos semanas de tratamiento, después de lo cual ella se hizo
cargo de Reiki. También cambió su dieta, dándole más vegetales frescos, le quitó su tabaco
y el licor, y se concentró en una forma de vida más sana. Para ejercicio, él mismo se
sumergía en su pileta de natación para mover sus brazos y piernas.
En un corto período de tiempo pudo caminar por su casa con un bastón, y luego llamó
para decir que tenía para una clase con amigos y vecinos. Veinte personas tomaron las
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lecciones. Demostró cuán fuerte estaba sentándome en su silla de ruedas y empujándome
alrededor de la piscina. Estaba haciendo un gran progreso, y yo le dije que con ese ritmo
podría ir a bailar en seis meses. Incluso hizo un pequeño jardín en el que podía plantar sus
propios vegetales y al mismo tiempo hacer sus ejercicios. Estaba muy entusiasmado con
una actitud positiva, e hizo todo lo que le sugerí para ayudarlo en su recuperación.
Un día recibí una visita de su ama de llaves. Estaba muy deprimida y me dijo que se iría.
Algunos de los viejos amigos del hombre se habían mudado y él se les había unido con los
antiguos hábitos: fumando, bebiendo, comiendo los alimentos perjudiciales. Sin más
tratamientos, en una semana perdió todo lo que había ganado. No podía caminar y tuvo
que volver a su cama y a la silla de ruedas.
ENFERMEDADES INFANTILES
Con las enfermedades infantiles Reiki ayuda en las molestias y también previene los
peligrosos efectos colaterales. Dar el tratamiento completo, y especialmente en la viruela,
tratar las partes afectadas de manera que no queden cicatrices. Es hermoso cuando los
padres aprenden Reiki porque así todos tienen la ayuda al alcance de la mano y pueden
ocuparse de esta enfermedad inmediatamente.
Tuve un caso agudo de viruela y que no era un niño, sino un hombre joven que estaba
fuera de la universidad. Su madre me llamó para ver si yo podía ayudar a prevenir las
cicatrices. Este joven era muy cortés y deseaba convertirse en músico profesional, estaba
interesado en proteger la música hawaiana, y tenía un pequeño grupo que animaba los
night clubs tocando este tipo de música. Nos hicimos amigos durante el tratamiento, y le
hablé de Reiki, diciéndole que podía hacer una excelente inversión ya que viajaba con su
trabajo y podría tratar su voz y mantenerla en estado, así como también reanimarse a sí
mismo cuando estuviera cansado. Cuando se recuperó apreció mucho no tener picaduras
de viruela en su rostro. Tomó las clases y se convirtió en un muy buen practicante,
usándolo para él mismo y para su grupo. Su talento creció como él lo quería, y tuvo
mucho éxito creando una hermosa música que mucha gente iba a escuchar.
CORAZÓN
Naturalmente podemos mantener con Reiki la presión sanguínea para prevenir los
ataques al corazón. Tuve un llamado de mi vecina que me pedía que fuera pronto porque
parecía que iba a sufrir un ataque al corazón. Le pedí que se acostara en el suelo boca
arriba y que tratara de permanecer muy calma mientras yo llegaba hasta allá. Cuando
llegué comencé a tratar el plexo solar, no el corazón. Esto es para primero aliviar la
presión. Luego trabajé en el resto del abdomen durante aproximadamente media hora
antes de tratar su pecho. Alrededor del corazón estaba muy tensa y era verdad que estaba
a punto de sufrir un ataque. Luego trabajé en su cabeza y las arterias del costado de su
cuello se sentían muy duras, como fideos crudos, entonces trabajé allí y las relajé. Cuando
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comenzaron a ablandarse, el ritmo cardíaco comenzó a normalizarse, y pudo respirar
correctamente otra vez.
Le dije que se hiciera llevar por alguien a ver al médico para que le revisara el corazón, y
que cuando regresara a su casa yo le daría más Reiki. Esa tarde le di un tratamiento
completo (delante, cabeza y espalda) y se recuperó rápidamente de este episodio.
TÉTANO
Los médicos me permitieron ir al hospital a dar tratamiento a los pacientes que desearan
Reiki, y mi primer caso fue tétano (trismo). Me llamó la enfermera, y el paciente era su
padre. Parecía que los médicos ya no podían hacer nada más por él. Estaba en coma con
sus maxilares firmemente apretados, y cuando toqué el plexo solar, estaba muy duro,
como una tabla, así que fue muy duro darle el tratamiento básico. Trabajé y trabajé
durante casi dos horas y finalmente el abdomen comenzó a entibiarse. Tenía leves
vibraciones en mis manos por lo que comprobé que Reiki estaba actuando. Salió del coma,
y entonces trabajé en su cabeza y sostuve sus maxilares tiesos; y luego de quince minutos
el maxilar se cayó. Abrió su boca y pidió agua.
Le di dos tratamientos ese mismo día. y cuando regresé al día siguiente pudo tomar sopa y
un alimento liviano. Se mejoró muy rápido. Fue admirable y ésa fue una de mis primeras
experiencias con tétano agudo.
ADICCIONES
Trabajé con muchas personas que tenían malos hábitos como el alcoholismo o el fumar.
No había maldad en ellos, sólo tomaron una mala costumbre. Y esto puede ajustarse a
Reiki porque va mas allá de la superficie. Con el Segundo Grado o Grado Intermedio de
Reiki, se puede llegar hasta el inconsciente y al trabajar con ese nivel se aplica la Fuerza
Vital Universal.
Mi maestro decía que todas estas cosas: el licor, el alcohol, el tabaco, incluso las drogas
como la cocaína y la morfina, estaban en el mundo para un buen propósito. Cuando el
médico las prescribe funcionan como remedio y ayudan. Cuando las usamos por nuestro
lado estamos propensos a sobredosificarnos y luego es como un veneno.
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PESO
Muchas personas tienen sobrepeso por comer de más, y otras tienen desórdenes en la
tiroides y otras glándulas, por lo que todas estas glándulas deben ser tratadas. Nada es
imposible, por eso si se desea bajar de peso hay que tratarse diariamente con Reiki y
ajustar las glándulas. Toma las clases y hazlo tú mismo, y cuando se hace esto, entonces
aparta la mesa. Una gran fuerza de voluntad es necesaria para tomar sólo un plato de
comida y nada de postres abundantes, pero es imprescindible. Cuando esto se hizo, sigue
el ejercicio. Hay que caminar. Caminar es el mejor ejercicio, pero hay que hacerlo
diariamente, con constancia.
Mucha gente me ha dicho que esta obesidad es hereditaria, que todos en su familia eran
gordos, pero yo les digo que no es así, uno se puede mantener con una buena dieta, con
ejercicio, y lo más importante con los tratamientos de Reiki.
***
Tuve un caso de una mujer que pesaba más de ciento veinte kilos, una mujer muy
hermosa que era animadora. Estaba débil por estar a dieta, entonces le sugerí que ganara
vitalidad comiendo vegetales crudos y que hiciera ejercicio practicando natación. Con el
primer tratamiento encontré que su tiroides estaba en pobres condiciones, y retenía mucho
líquido porque sus riñones no funcionaban correctamente. Nunca faltó a su tratamiento
diario, y para la época que la dejé de tratar había perdido casi la mitad de su sobrepeso, su
energía había aumentado y sus glándulas funcionaban correctamente. Había tomado las
clases por lo que pudo continuar tratándose ella misma, y su única queja fue que sus
vestidos ya no le quedaban bien y los tuvo que hacer achicar.
RETENCIÓN DE LÍQUIDO
Muchas personas tienen demasiado líquido en sus organismos, y cuando Reiki trabaja en
los riñones, comienzan a funcionar mejor y el líquido empieza a dejar el cuerpo. Los
tobillos y las piernas se adelgazan y la cintura vuelve a su línea.
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PROBLEMAS RESPIRATORIOS
Con todos los problemas respiratorios: enfisema, fiebre del heno, asma, neumonía, gripe,
resfrío, en todos los casos la mucosidad proviene de los bronquios, por eso hay que tratar
la zona afectada, y si el conducto nasal se despeja hasta la garganta y no hay inflamación,
no habrá fiebre del heno ni asma.
***
Traté a un hombre que vino a pedir ayuda por un drenaje de su oído. Había sido un
luchador y había resultado herido en una pelea. Éste era el comienzo de la supuración, y
también un poco de asma. Nunca había trabajado en un problema crónico de oído y le
ofrecí tomar el caso por un mes.
Encontré que la causa del problema estaba en el área de los bronquios e insumió mucho
Reiki pero corregimos su efecto. Vino todos los días y para el final del mes el problema
había desaparecido completamente. Tomó el curso para prevenir cualquier problema
posterior, y ésa fue la última vez que lo vi.
***
Trabajé con un hombre de Maui que debía jubilarse a causa de su enfisema. Había
ocasionado tal desgaste sobre su corazón que el médico lo envió a un cardiólogo en
Honolulú y éste último lo envió al hospital.
Después de un mes su marido no experimentaba ningún progreso, por lo que tuvo que
dejar el hospital y regresar a su casa. Su esposa lo llevó directamente a mi oficina y lo vi
por primera vez. Comenzamos el tratamiento y encontré que la zona bronquial necesitaba
mucho Reiki. Al cuarto día de tratamiento empezó a sufrir una reacción, expectorando una
mucosidad espesa de sus pulmones. Su esposa participó en la clase siguiente y pudo
unirse a mí para darle Reiki, y progresó rápidamente. Un día me contó que no expulsaba
más mucosidad y que su respiración había mejorado mucho sin afectar más su corazón.
Estaba en el camino de la completa recuperación, así que este fue un final feliz para este
enfisema.
***
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Tuve un caso de neumonía en el que llevaron al paciente al hospital para darle oxígeno y
ayudarlo en su respiración, y luego pidieron por Reiki. Trabajé en el tórax, la pleura y los
pulmones, tratándolo hasta que pasó la crisis. La fiebre bajó y el cuerpo entero transpiraba.
Cuando se trabaja con una persona tan enferma, hay que tener mucho cuidado para no
lastimarlo. No se puede darlo vuelta para trabajar sobre la espalda, de modo que hay que
deslizar las manos por debajo y mantenerlas debajo del cuerpo, moviéndolas desde los
hombros hasta la cadera, primero de un costado y luego del otro. Esto puede llevar dos
lloras, pero habitualmente la fiebre desciende y la crisis termina. Tuve dos veces casos
como éste y la persona recupera su salud.
Reiki trabaja muy bien en casos de fiebre, por eso no hay que dejar pasar ni siquiera un
resfrío cuando esta energía puede ayudar. Necesita uno o dos tratamientos pero si se deja
pasar, el resfrío puede transformarse en algo más serio. Trabajé con muchos casos de
neumonía y no perdí ninguno.
Cuando las piedras del riñón se forman con las toxinas que existen en las paredes del
riñón, se convierten en cristales muy, muy duros. Con Reiki a veces se disuelven y otras se
despiden enteras. Reiki puede hacer esto, pero requiere de tratamiento diario y paciencia.
Lleva mucho tiempo para que se formen estas piedras, y por eso insume también su
tiempo para revertir la situación, pero esto es mejor que la operación.
Con los cálculos biliares sucede lo mismo. Las piedras se disuelven, pero lleva su tiempo.
HUESOS
Cuando se quiebra un hueso, suelda muy rápido con Reiki. No hay que empezar el
tratamiento hasta que el hueso no está encajado y en su escayola. Mientras tanto hay que
tratar el plexo solar para trabajar sobre la tensión y las glándulas suprarrenales para aliviar
el choque causado por el accidente. Cuando la escayola está lista, hay que tratar la zona
afectada y dar Reiki a la quebradura desde la parte exterior del yeso, y así dará excelentes
resultados. Reiki atraviesa yesos, madera e incluso goma, o cualquier cosa que se use para
ayudar a la herida. Penetra estos materiales, y la curación se dará muy rápido.
***
Una muy buena amiga mía se cayó en un piso resbaladizo y se quebró la muñeca en tres
partes, y tenía mucho dolor. Comenzamos el tratamiento al día siguiente, pero después de
dos tratamientos me dijo que como esto iba a demandar varias semanas para curarse y ella
no quería sentarse y pensar en su muñeca quebrada, me preguntó si yo no querría
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acompañarla a un viaje de compras. Yo me sorprendí y le pregunté adónde iríamos. Tenía
planeado Ir a las Filipinas, luego a Hong Kong y Tailandia. Ceilán (Sri Lanka) y finalmente
la India. No sabía realmente cuánto tiempo estaríamos afuera, pero yo podría darle
tratamiento todos los días y su muñeca se soldaría mientras viajábamos.
Yo acepté acompañarla y disfruté mucho del viaje. Mientras íbamos sentadas una al lado
de la otra en el avión, yo le sostenía la muñeca enyesada, y así recibía Reiki diariamente al
mismo tiempo que visitábamos todos esos lugares. Cada día que pasaba el dolor
disminuía y se sentía más cómoda.
Cuando regresábamos por Japón le pedí una extra: que se detuviera en el hospital de
Tokio para que los médicos la revisaran. Si estaba soldada yo me quedaría en Japón y
visitaría a la familia de mi maestro. La radiografía salió muy bien, y le quitaron la
escayola, y no tuvo problemas para mover la mano y la muñeca, de modo que me quedé
en Japón durante un mes, y ésa fue la extra que me había ganado.
HERPES ZOSTER
El herpes es una de las enfermedades más dolorosas porque afecta los nervios. A una
señora con herpes, el médico le dijo que se instala durante mucho tiempo, a veces años.
Ella decidió hacerse tratamientos de Reiki todos los días, y luego de un mes el dolor había
disminuido a la mitad. Ya no era como el punzante dolor del principio y se sentía mucho
más cómoda. Después de dos meses el dolor había desaparecido y para ese entonces ella
había tomado las clases y podía darse Reiki ella misma. Continuó tratándose todos los días
porque el entumecimiento aún persistía, y con Reiki esto también desapareció
gradualmente y se recuperó completamente. Con esta experiencia puedo decir que el
herpes puede aliviarse y que no hay necesidad de paralizarse.
Por el tiempo y el dinero que son necesarios en estos casos es mucho mejor para el
paciente e incluso para la familia, tomar las clases para poder hacerlo por sí mismos. Reiki
es la mejor inversión que una persona puede hacer para su salud, porque dura para
siempre y porque puede ser utilizado para la salud de cualquiera alrededor de uno.
HECHICERÍA
Un día encontré a un Jefe Indio que provenía de la Costa Este de los Estados Unidos y que
deseaba unos pocos tratamientos. Estaba muy interesado en lo que yo hacía y me preguntó
sobre mi aprendizaje, y dijo que lo aceptaría porque yo había estudiado en Oriente y que
algún día le gustaría probarme. Me contó de los sanadores Indios llamados Hechiceros, y
quería saber si yo tenía esa misma energía o no. Yo estaba deseosa de pasar por esta
prueba, así que planificó un viaje a Los Angeles y un encuentro con un hechicero que
llegaría de la Costa Este donde ellos vivían.
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Cuando el momento llegó estuve allí. Llegaron cinco de ellos, y el Jefe dijo que ellos se
sentarían en su habitación mientras que yo volvería a mi habitación, en un piso diferente
de aquel gran hotel, y les enviaría la energía. De esa manera ellos podrían decir si yo tenía
ese poder o no. Para esta prueba usé el Segundo Grado de Reiki del Sistema Usui, y les
envié la energía a distancia como yo lo había aprendido a hacer. Después de esto dijeron:
"Sí, ha pasado la prueba." Me contaron que era maravilloso saber que había otros que
conocían este método de curación, y estaban complacidos. Me dieron un nombre Indio,
Na-do-ne, que significa "Flor Silvestre", y me enviaron un certificado que decía que yo era
una Hechicera.
Luego de esta prueba traté al Jefe durante treinta días y todas sus molestias
desaparecieron, así que volvió a su hogar completamente sano. Después de ello lo visité
cada vez que iba a Nueva York o a Nueva Jersey. Apreciaba Reiki y lo usaba con
excelentes resultados.
SORDERA
Reiki puede ayudar a curar la sordera si es causada por un daño nervioso. Rclkl puede
ayudar a regenerar el (ejido nervioso y a recuperar la audición. En una clase una señora
deseaba ayudar a su marido sordo. No escuchaba nada desde liacía años, y creía tanto que
quería darle un tratamiento diario. Él no creía que lo ayudaría pero dejó que lo hiciera
para hacerla sentir bien. Aproximadamente (.res meses después mientras ella cortaba una
tela y él estaba en la mi?ma habitación leyendo el diario, de pronto se sintió muy excitado
porque podía escuchar el siseo de las tijeras al corlar el género. Podía escuchar
nuevamente, ella continuó tratándolo y recuperó su audición completamente.
CREATIVIDAD
Reiki brinda beneficios cualquiera sea el talento que una persona tenga. Muchos
estudiantes descubrieron que podían hacer muchas más actividades creativas después de
haber trabajado con esta energía.
Una señora que era costurera tomó las clases, y después de eso dijo que sus tijeras
parecían moverse por sí mismas, y antes de que se diera cuenta había creado un nuevo
modelo. En vez de ser sólo una costurera decidió abrir una academia para jóvenes que
desearan tomar clases de costura. Puso un aviso en el diario, y para el momento de abrir
su escuela tenía cincuenta estudiantes.
Una chica deseaba aprender música, pero no tenía suficiente dinero para las lecciones.
Trabajaba como cajista en un diario y usaba sus dedos todos los días. Se compró un piano
usado y comenzó a practicar. Incluso aprendió a leer las notas, sin lecciones, y se convirtió
en una muy buena artista.
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Otras dos personas que aprendieron Reiki se convirtieron en excelentes pintores, y
muchos chicos que tomaron las clases fueron estudiantes ejemplares.
ÚLCERAS
Un caso que traté fue el de un hombre con úlceras estomacales. Sufría de náuseas y
vomitaba sólo mucosidad, pero sin sangre. Cada vez que intentaba comer sufría dolores a
causa de la debilidad del interior de su estómago.
Había estado comiendo una dieta muy liviana, pero después de veintiún días de
tratamientos de Reiki, pudo comer cualquier cosa sin sentir dolor y se puso muy contento
por no tener que someterse a una cirugía.
CÁNCER
Mucha gente con cáncer venía por tratamiento, con diferentes tipos de cáncer: cáncer de
mama, de estómago, hasta de lengua. Para todos los casos se utiliza el mismo
procedimiento, se da el tratamiento completo. Se comienza por la cabeza, y luego se tratan
las glándulas de la parte frontal del cuerpo. Luego se da vuelta el paciente y se completa la
espalda. Finalmente se trata la zona afectada. Si el cáncer tiene el tamaño de una nuez
grande, mi experiencia indica que insume aproximadamente tres semanas para disolverse.
En un caso el médico encontró el nódulo y acordó con la señora practicarle una cirugía en
cinco días para extirparlo. Esa misma noche me visitó buscando ayuda porque estaba muy
preocupada y tenía miedo a la operación. Al tratarla encontré el nódulo del tamaño de una
pequeña nuez, así que me concentré en sus ovarios. Vino todos los días y al quinto día fue
a la cita con el médico, pero el profesional no encontró el nódulo. Este fue un suceso muy
feliz para la señora y su esposo, y los dos participaron de la próxima clase de Reiki y
dijeron que deseaban proteger siempre su salud con este método preventivo.
Hubo casos en los que la mujer ya había sufrido una extracción del útero, y luego cáncer
de mama. Esto demandaba una curación más lenta porque ya había sufrido la extirpación
de sus órganos más importantes, por lo que todo el cuerpo necesitaba ser tratado antes
que se pudieran ver los primeros resultados.
En cualquier problema que tenga que ver con las mamas, la primera causa se encontrará
primero en los órganos femeninos. Hay que tratar los ovarios y el útero, y también la
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tiroides y las glándulas mamarias. Siempre hay que revitalizar los órganos de la mujer,
porque ése es siempre el principal causante de los problemas en las mamas.
***
Un hombre de sesenta años estaba en grave condición con un cáncer en el esófago. Estaba
tan mal que necesitaba inyecciones todos los días para aliviar sus molestias y sedarlo, así
que dormía la mayor parte del tiempo. El tumor en su esófago era tan grande que no
podía tragar, y ya había perdido peso y siempre tenía hambre. No podía mantener nada,
ni siquiera líquido, así que el médico le pronosticó dos semanas de vida.
Su esposa había aprendido Reiki, y decidió tratarlo y darle el tiempo máximo posible al
contrario de lo que el médico le diagnosticó. Después de tres días comenzó a sentirse
mejor, más despierto, y le dijo a su mujer que no sentía dolor cuando le trataba la
garganta. Cada vez que ella lo dejaba, aunque fueran sólo unos pocos minutos, él volvía a
sentir dolor; así que le pidió que sus tres hijos tomaran las clases para que le pudieran dar
tratamiento las veinticuatro horas. Con cuatro practicantes en la familia, el padre continuó
progresando sin dolor.
Al sentirse mejor, quería aliviar su apetito, y comenzó con caldo, el cual podía tragar. La
semana siguiente empezó con una papilla, luego arroz liviano. Al final del mes había
mostrado tal progreso que el médico decidió suspenderle las inyecciones diarias. El
hombre siguió mejorando sin dolor, y el médico le tomó una radiografía y comprobó que
el tumor se había achicado.
Al final del segundo mes, se había mejorado tanto que le pidió a su esposa que cortara
todas las orquídeas de su jardín, casi cuarenta, y se las llevara a la señora Takata en
agradecimiento: y para pedir permiso para agregar una ración de sashiml (pescado crudo)
y una botella de saque a su dieta. Ya que ésta había sido parte de su dieta durante
cuarenta años; estuve de acuerdo con el sashimi, pero sólo en una pequeña taza de saque,
no la botella entera.
En otros sesenta días comenzó a engordar, y en seis meses volvió a su trabajo, el hombre al
que le habían dado sólo dos semanas de vida.
Este caso demostró nuevamente lo que mi maestro me había enseñado: No nos demos por
vencidos. Mientras haya respiración, debemos intentarlo; y si hay recuperación, debemos
agradecer a Reiki.
LEUCEMIA
El 7 de Diciembre de 1941 tuve una visita de Honolulú. Esta joven mujer había venido a
visitar a una amiga de Hawai, y al escuchar sobre Reiki, vino a pedir una entrevista. Los
médicos le habían diagnosticado leucemia, y necesitaba una transfusión semanal. Llegó a
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mi estudio muy temprano esa mañana para su primer tratamiento, pero a causa del ataque
a Pearl Harbor no podía regresar a su casa por dos semanas. Tuvo tratamientos diarios
durante ese tiempo y comenzó a mejorar, aunque no recibió transfusiones. Tenía color en
su rostro, estaba mucho más vital, con mucha energía. Esta joven señora respondió muy
bien, aceptando Reiki, por lo que mejoró rápidamente. Estaba muy contenta de poder
hacer muchas más cosas sin cansarse, y deseaba tomar las clases para poder tratarse ella
misma.
Cuando regresó a Honolulú sus amigos se sorprendieron tanto de verla tan mejorada que
cuando llegué para dar las clases había cuarenta y dos estudiantes esperando. Cuando
terminó la clase sus amigos la trataron diariamente durante seis semanas, después de lo
cual estaba completamente bien.
***
Con la leucemia, como con todos los casos, hay que dar el tratamiento completo, y con este
problema se sentirá calor y vibración en la zona del bazo. Tuve el caso de un hombre con
un estado muy avanzado. Tuvo que ser tratado durante meses, y su familia tomó las clases
para poder ayudarlo en la casa. Después de un año fue a ver a un especialista en el
continente, y cuando lo revisó, dijo que este hombre había conquistado la leucemia. Ahora
estaba sano y pudo retomar su trabajo.
HEMORRAGIAS NASALES
En un distrito donde había dado conferencias y estaba por dar una clase, una mujer vino a
preguntarme si podía aprender Reiki para poder ayudar a su hijo de catorce años que
sufría de graves hemorragias nasales. Éstas eran tan alarmantes que las autoridades
escolares no dejaban que el muchacho participara en ninguna actividad deportiva, porque
su condición era muy peligrosa.
Cuando la clase terminó, me estaba preparando para partir cuando llegó el padre a
decirme que la hemorragia de su hijo había comenzado esa mañana y que su madre no
podía detenerla, por lo que me pedía que fuera hasta su casa para darle un tratamiento.
Cuando llegamos el muchacho sangraba muchisimo por la nariz. Pude ver que ésta no era
una hemorragia común, así que lo sostuvimos erguido y le aplicamos compresas frías. Su
madre puso sus manos en el plexo solar mientras yo trabajaba en su nariz y su nuca. Me di
cuenta de que esta hemorragia provenía de una arteria, porque cada vez que el corazón
bombeaba, brotaba la sangre. Daba mucho miedo. Lo tratamos durante cuarenta y cinco
minutos en esta posición hasta que la hemorragia cesó completamente.
Los padres se sintieron muy aliviados, porque ésta era la primera vez que habían sido
capaces de detenerla. Me quedé un día mas, trabajando con la madre para darle al
muchacho un tratamiento completo. Tenía una arteria débil en la cabeza y esto le
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provocaba la hemorragia, entonces fortalecimos este vaso sanguíneo. Como la presión
venía de abajo, tratamos el cuerpo entero para aliviar la tensión. Con este sólo tratamiento
no sufrió más hemorragias nasales y pudo llevar una vida normal.
ORZUELOS
En una de mis clases hubo una joven madre que tenía un bebé de un año que había nacido
con un orzuelo en un ojito. El médico pensó que esto pronto se iría, pero, en cambio, a la
segunda semana de nacer se trasladó al otro ojito. Esto continuó, de modo tal que durante
el primer año el pequeño tuvo cincuenta y dos orzuelos. Era un bebé muy desdichado,
llorando y molestando todo el día.
La madre necesitaba que ayudaran a su bebé y me pidió que lo tratara. Ya que aún era un
bebé, pensé que Reiki trabajaría muy rápidamente, así que a la tarde cuando estaba
haciendo su siesta, me acerqué hasta su cuna lo más cerca posible sin molestarlo. Trabajé
en sus ojos muy suavemente durante diez minutos, luego alrededor de la frente y las
orejas, continuando con el abdomen donde traté los órganos internos.
Al otro día su madre me contó que el orzuelo había comenzado a achicarse, y al tercer
tratamiento había desaparecido. Le expliqué cómo continuar los tratamientos,
especialmente su hígado y sus riñones, para prevenir algún futuro orzuelo, pero aquel fue
el último que tuvo.
MALESTARES DE VIAJE
En una ocasión, cuando viajaba en bote hacia otra isla para dictar clases, me encontré con
que mi compañera de camarote ya estaba a bordo, recostada en su litera. Éramos
desconocidas, y me pidió que por favor buscara otra cabina porque estaba tan mareada
que sus quejidos y refunfuños me iban a molestar durante la noche. Me acerqué a su litera
y le dije: "Señora, el barco está amarrado, aún estarnos en el puerto ¿y usted dice que está
mareada?"; "Sí, el sólo pensar en tomar el barco me marea, pero es necesario porque voy a
mi casa, así que no tengo elección."
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Ella usaba ropas tradicionales japonesas, un kimono con obi (faja) y un saco japonés,
tendida allí totalmente vestida. Le dije "No se preocupe", pero tontamente no le expliqué
que podía ayudarla. Tenía tanta confianza en mis manos que simplemente las coloqué
entre su obi y su kimono, en la zona del plexo solar. Cuando sintió mis manos allí,
comenzó a gritar "¡Auxilio! ¡Auxilio!" Yo estaba ruborizada hasta las orejas, porque había
sentido su billetera entre su foja, por eso no era extraño que estuviera asustada, recostada
allí tan indefensa, pensando que una extraña intentaba robarle. Yo ni siquiera saqué mis
manos, pero dije "¡Reiki, si tú estás allí. apúrate y haz tu tarea!"
Se calmó un poco tratando de entender qué era lo que yo estaba diciendo, entonces me
concentré, cerré mis ojos y dije "¡Reiki, apúrate, apúrate!" En unos pocos minutos la
tensión en el plexo solar comenzó a disminuir, y después de otros minutos dijo "Mi
querida señora, usted ha hecho magia." "¿Se siente mejor?", le pregunté; "Sí, el dolor de
cabeza y la nausea se fueron." Deseaba que yo continuara, así que le di el tratamiento
completo, incluso en las plantas de los pies. Al final de la hora era una mujer
completamente diferente.
El bote comenzó su viaje saliendo de la bahía, pero el movimiento no tuvo efecto sobre
ella. Cuando llegó la hora de la cena, tomó una comida liviana y luego durmió
profundamente toda la noche, completamente relajada, sin ningún otro malestar.
DOLOR DE ESPALDA
Había un apicultor que vivía a cierta distancia de mi estudio. Con una granja tan grande
que había muchas colmenas que cargar, por lo que sufrió un dolor muy fuerte de espalda
agravado por todo lo que tenía que acarrear. Fue a una clínica muy grande en Honolulú, y
cuando el médico lo examinó y vio sus placas radiográficas, le dijo que necesitaría una
operación en los discos de su columna vertebral. Como el médico no podía garantizar una
total mejoría con la operación, el apicultor no vio la urgencia de someterse a la
intervención, y cuando regresó de Honolulú me buscó.
En ese momento había comenzado una nueva clase y sólo tenía tiempo para darle un
único tratamiento antes de volver a su casa. Estuvo muy conforme con este tratamiento,
regresó a su casa, y comenzó a organizar una clase. Cuando llegué me encontré con la gran
sorpresa de que había treinta personas listas para aprender Reiki.
Unos meses después me invitó a su granja. Estuve allí cinco días, una experiencia muy
agradable. Le di tratamientos diarios, con su mujer acompañándome en estas sesiones, y lo
encontramos muy bien. Podía trabajar todo el día sin sentir ningún dolor. Me contó que
desde que recuperó su salud, podía trabajar y esto le daba una seguridad económica.
Tanto su esposa como él siguieron los ideales de Reiki que aprendieron en la clase, y
fueron felices y tuvieron éxito.
61
MUERTE
Hacia finales de la década de 1930, cuando comenzaba mi práctica con Reiki, me levanté
temprano una mañana y mientras barría la vereda preparándome para recibir las visitas
del día, el hermano de mi vecina llegó a su casa, y al acercarse ella para recibirlo, se detuvo
para hablarme, con lágrimas en sus ojos: "Sra. Takata", me dijo, " vengo a pedirle una gran
favor. Me enteré de que mi madre falleció hoy a las cinco de la mañana, y mi hermano ha
venido a buscarme para llevarme a casa. Este ha sido un gran golpe para mí porque yo no
pensaba que estuviera tan enferma. Tenía una gripe y fiebre, pero no parecía tan serio, por
eso me siento culpable de haber sido negligente. Si usted viene conmigo como apoyo
moral, tal vez tenga la fuerza de enfrentar esta pena." "Por supuesto, iré con usted si eso la
hará sentir mejor."
En la hora que llevó llegar hasta la casa de sus padres, esta señora lloró, sintiéndose muy
mal por no haber hecho más por su madre, lamentando su falta de preocupación. Su
hermano estaba de acuerdo en que él también había descuidado a sus padres. Estas me
parecieron sinceras confesiones y deseé que Dios tuviera oídos, porque sólo él podía hacer
algo.
Cuando llegamos a la casa, había mucha gente allí, ocupadas en preparar el funeral, cuatro
hombres llevaban el ataúd al salón. Entramos al dormitorio donde la madre aún estaba en
su lecho. Como no había conocido a esta familia antes me sentía fuera de lugar y decidí
que lo mejor sería apartarme de ellos, así que me senté en una banqueta baja al lado del
cuerpo de la madre. Mientras la hija, mi vecina, se arrodillaba, llorando y lamentándose,
yo puse mis dos manos en el plexo solar del cuerpo sin saber qué otra cosa hacer. Mientras
la hija lloraba, su voz era cada vez más fuerte, confesando sus faltas y pidiendo a Dios su
perdón.
Ya eran las nueve de la mañana y la madre había sido declarada muerta cuatro horas
atrás. Mantenía mis manos sobre el cuerpo, y con los ojos cerrados comencé a orar, siendo
muy sincera respecto del tratamiento con Reiki. El pedido de ir hasta una persona que ha
fallecido y no tiene vida era una nueva experiencia, pero esa era mi tarea y sentí que lo
mejor era continuar con Reiki ya que no había otra cosa mejor que yo pudiera hacer para
consolarlos.
62
Vio que su madre estaba efectivamente despierta y se sintió muy contenta. Suavemente, le
dije "Vaya a buscar a su padre", fue hasta la habitación contigua donde seguían los
preparativos para el funeral. Cuando el padre se enteró de lo que había sucedido, les dijo a
las personas que se llevaran el ataúd lentamente, para que no hubiera ningún alboroto.
Entró al dormitorio para ver a su esposa, quien ya estaba pidiendo un gran cuenco de sopa
de fideos, porque sentía mucho apetito. Cuando le trajeron la sopa, insistió en sentarse y
comer por sí misma, por lo que nos convencimos de que estaba bien.
Antes de finalizar mis visitas, y no queriendo decir "mientras estuvo muerta", le pregunté
a la madre "Cuando estuvo en el sueño profundo, ¿adónde estaba?, ¿Recuerda lo que
experimentó?"
Esta señora vivió diez años más después de esta experiencia, y lo maravilloso de su
recuperación es que fue total y perfecta. Tenía la mente clara, no estaba senil; su cerebro no
había sufrido daño alguno. Reiki la revitalizó de tal modo que no tuvo fiebre, ni dolores, ni
pena. Fue capaz de llevar una vida activa y completa.
63
CAPÍTULO OCHO
Phyllls Lei Furumoto está asociada con la Alianza de Reiki (The Reiki Alliance), un
grupo de Maestros que declararon su intención de enseñar bajo la tradición del
Sistema de Reiki de Mikao Usui, atrayendo hacia ellos a los estudiantes que
también usan este arte para el crecimiento de su conciencia espiritual. Esto parece
ser una mezcla del Este y el Oeste, dando cuerpo al espíritu con el que la Sra.
Takata enseñaba y con el cual muchos de sus Maestros continuaron.
Si recordamos que Reiki sólo puede hacer bien, que solamente puede curar y dar
equilibrio, que es Energía Vital Universal, entonces podemos ver que Reiki no está
dividido, sino solamente que trabaja de diferentes modos para llegar al mundo.
Reiki puede usar varios canales para llevar esta energía, y atraerá para sí a todos
los que estén abiertos para recibirlo, a aquellos que desean ayudar a crear el
equilibrio y el crecimiento para sí mismos y para otros. De esta manera, cada
estudiante será atraído hacia el Maestro o la Maestra de quien recibirá el contacto
con esta Energía Universal.
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Reiki es Uno. Cada uno es parte de esa Unicidad. Sean abiertos a esta posibilidad y
Reiki los guiará hacia su Maestro.
POSICIÓN DE ESPALDA 1
La persona se acuesta boca abajo. Las manos están ubicadas en forma de T sobre el
coxis.
Influencia positiva para la columna vertebral, los huesos, los dientes y las uñas;
además para el recto, los intestinos, la sangre, la constitución de las células y el
nervio ciático.
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GLÁNDULA
Glándulas suprarrenales.
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POSICIÓN DE ESPALDA 2
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POSICIÓN DE ESPALDA 3
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TRATAMIENTO DE TRASTORNOS FÍSICOS
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POSICIÓN DE ESPALDA 4
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POSICIÓN DE ESPALDA 5
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POSICIÓN ESPECIAL 5
La persona está acostada boca abajo. Las manos se posan en las corvas (detrás de
las rodillas).
En este caso se obtiene una influencia positiva sobre toda la zona de la rodilla.
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POSICIÓN ESPECIAL 6
En este caso se tratan los daños en las articulaciones así como las enfermedades de
toda la zona pelviana.
La persona puede estar boca abajo o boca arriba. Las manos se posan en la planta
del pie.
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POSICIÓN ESPECIAL 8
Nervio ciático.
Esta es una posición especial para el tratamiento del nervio ciático. El tratamiento
tiene que prolongarse por lo menos durante 10 minutos.
75
La iniciación
Con la práctica de estos ejercicios pasó el segundo día y una parte del tercero.
Cada uno de los participantes tuvo la oportunidad de ejercitar en su cuerpo y en el
de los demás, y todos están muy motivados. Ahora
Para forjar una atmósfera distendida y receptiva después del trabajo teórico y de la
agitación que acompañó a los ejercicios prácticos, invito a todos los participantes a
un viaje de chakras. Oscurezco el ambiente, lo ilumino solo con luz de velas y
pongo música suave de meditación. Con aceites aromáticos se aumenta la
atmósfera relajada del ambiente. Son los mismos preparativos que realizo para un
tratamiento de Reiki. Con este viaje de chakras vuelven la calma y la armonía y se
expande una sensación de solemnidad.
Durante esta meditación se establece contacto con los diferentes chakras. Preparo a
los alumnos para este viaje de chakras indicándoles que probablemente ahora
ellos mismos percibirán sus chakras. El efecto puede ser distinto en cada uno.
Algunos sienten un calor agradable o tienen la sensación de que están girando.
Algunos discípulos ya presienten los colores de cada chakra. Es una experiencia
muy emocional, se liberan sentimientos y muchos concluyen el viaje llorando.
Después de este viaje sienten grandes deseos de hablar sobre lo vivido y sobre
estas nuevas experiencias. La confianza que reina ahora dentro del grupo permite
a sus integrantes hablar sobre los sentimientos liberados y sobre las vivencias.
Recién ahora mis discípulos comprenden claramente lo que son las chakras y
cuánta fuerza tienen en sus manos cuando pueden trabajar con Reiki.
Luego les ofrezco un tratamiento de chakras. Cada uno puede indicar el chakra
que debe ser tratado con Reiki. A causa de las experiencias adquiridas en el viaje
de chakras, estos deseos tienen un carácter muy personal. La mayoría tiende a
pedir que se abra el chakra del corazón, es decir, el chakra a través del cual
pueden alcanzarse los sentimientos. Los demás pueden presenciar el tratamiento,
que es seguido por una conversación grupal. Las experiencias son variadas y en
este momento no es posible dar una descripción detallada de las mismas.
76
Reiki Grado II
• La relajación profunda
77
Poderes mentales
Preparación e iniciación
Para el seminario para el Grado II, también realizo preparativos con dos a tres días
de anticipación. Mis discípulos ya disponen de amplios conocimientos teóricos y
han utilizado en la práctica sus conocimientos del Grado I. Entre la iniciación del
Grado I y la del Grado II tiene que haber por lo menos un intervalo de ocho a doce
semanas.
En el Grado II no deben iniciarse personas que ven al Reiki como una causa de
prestigio. Para poner una barrera natural, el honorario es considerablemente más
elevado que para la iniciación en el Grado I.
Los iniciados en el Grado II aprenden los símbolos secretos que permiten esta
forma de tratamiento. Estos signos se ejercitan durante el seminario y tienen que
fijarse en forma permanente. Se transmiten solamente del maestro a sus
discípulos.
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Los chakras
Los chakras son centros de energía de materia liviana en nuestro cuerpo, a través
de los cuales estamos especialmente dispuestos a absorber Reiki.
Los videntes pueden ver los chakras como círculos de diferentes colores que van
girando. La visión de estos colores es algo individual y subjetivo. Los colores
reconocidos por mí corresponden a los colores del espectro del arco iris y los voy
clasificando al describir los distintos chakras.
Los chakras son el espejo de nuestro alma. Todas las experiencias, buenas o malas,
que hemos obtenido en el transcurso de nuestra vida, influyen sobre la conducta
de los chakras. Las vivencias y experiencias negativas producen bloqueos, que
interfieren en la circulación de la energía. De acuerdo con su predisposición, el ser
humano reacciona ante su entorno en forma agresiva o introvertida.
Cada chakra tiene una clasificación espiritual y una física. Allí dónde se lastiman
nuestros sentimientos, no tardan en aparecer las dolencias físicas, y de esta forma
se cierra el círculo.
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Así como cada chakra pertenece a una zona emocional definida, los trastornos en
esta zona pueden transformarse en molestias en los órganos, partes del cuerpo y
procesos de metabolismo correspondientes. Con frecuencia, un chakra está
bloqueado de tal forma que el ser humano se siente impotente, sin energía y
carente de estímulos para la acción.
Como casi ningún otro método de tratamiento, Reiki nos ofrece la posibilidad de
disolver estos bloqueos. A través de los chakras se introduce la energía positiva
dada por el Reiki y la energía negativa sale. Cuando aplico Reiki siento en mis
manos la corriente de energía.
Por la intensidad de la energía que fluye, reconozco los trastornos en los chakras.
Cuanto más energía fluye, tanto más obstruido está el chakra. No es posible
aplicar una "sobredosis" de Reiki. El cuerpo únicamente acepta la cantidad de esta
energía vital positiva que necesita o que en este momento está dispuesto a
elaborar. Este tratamiento abre chakras, libera bloqueos e influye positivamente
sobre eventuales síntomas de enfermedad.
La circulación de energía que une los chakras entre sí y a su vez con los órganos
permite tratar cada enfermedad a través de su correspondiente chakra.
Los procesos de sanación impulsados por Reiki pueden ser complementados con
otros métodos terapéuticos. Según mis experiencias, se consiguieron muy buenos
resultados con las terapias con colores, con aceites aromáticos, con música, con
piedras preciosas y con las flores de Bach. En mi consultorio prefiero el
tratamiento con las flores de Bach.
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Los chakras
1. chakra de la raíz,
82
1er. chakra
Estos pueden reconocerse por las siguientes actitudes: la persona tiene temores
extremos a sufrir heridas físicas o psíquicas. Para evitar ser lastimada prefiere
lastimar a otros. Un egoísmo extremo caracteriza a estas personas. Los bloqueos de
la chakra de la raíz se identifican con un pensamiento y una conducta
marcadamente materialistas. La sensualidad se aumenta hacia la impulsividad
extrema, y se rechazan los sentimientos. Las personas con un chakra de la raíz
perturbado o bloqueado tienden a huir de la realidad, y en parte también son
proclives a las adicciones (alcohol, nicotina, y en el peor de los casos, las drogas).
83
capaces de agotar sus habilidades espirituales y de perfeccionar sus aptitudes.
Esto incluye la capacidad de abandonar el cuerpo, de percibir visiones sin sentir
miedo y la clarividencia.
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2do. chakra
El chakra del sacro se encuentra a la altura del pubis y se abre hacia adelante.
La imagen de la meditación es la flor de loto de seis pétalos. El color del chakra del
sacro es naranja. El elemento que le corresponde es el agua.
Estos pueden reconocerse por las siguientes actitudes: la persona tiene una
conducta irracional y tiene perturbaciones de su autoestima. Tiene miedo a
relacionarse, miedo a crear una familia. Tiende a la frigidez, a la mojigatería, a la
sobreexcitación sexual o a disfunciones sexuales compulsivas. Con sus celos
infundados, aterroriza a su pareja o a otras personas cercanas.
85
Genera una concordancia físico-psíquica en la vida de pareja. El individuo confía
en sus instintos y el entorno percibe su vitalidad. Descansa en sí mismo y tiene un
marcado sentido familiar. Cuando el chakra de la raíz y el chakra del sacro, se
armonizan, un ser con predisposición sensitiva tiene la posibilidad de perfeccionar
sus aptitudes.
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3er. chakra
El chakra del plexo solar se encuentra a la altura del ombligo y se abre hacia
adelante.
El chakra del plexo solar es el centro de todas las emociones. Aquí se elaboran la
rabia y el odio, la aflicción y la alegría.
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Un ser humano de este tipo reposa en su centro y da a su entorno una sensación
de estabilidad. Es una persona activa, que toma decisiones y que asume
responsabilidades. Reacciona con sensibilidad y toma sus decisiones dejándose
guiar por sus intuiciones. Los seres humanos con un chakra del plexo solar
equilibrado son muy sensibles y abiertos a los problemas de los demás. En este
caso, los seres con aptitudes mediales pueden fortalecer sus habilidades
telepáticas. Tienen la así denominada visión de rayos X.
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4to. chakra
• Cómo partes del cuerpo, se tratan el corazón, la zona inferior del pulmón, la
circulación sanguínea y la sangre. El órgano sensitivo es la piel, el sentido del
tacto.
Esta clase de ser humano se destaca por el amor que profesa a sus semejantes, es
compasivo y armonioso. Su cualidad más destacada es un sano optimismo. Está
dispuesto a aceptar y a transmitir amor. El chakra del corazón es el asiento del
amor puro. Este chakra es el centro que nos habilita a hacer fluir de las manos la
Energía Vital Universal -Reiki- para sanar a otros.
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El chakra del corazón activo
Capacita para influir mentalmente sobre las cosas. Por ejemplo, la transmisión del
pensamiento y la sanación a distancia. "La voluntad puede mover montañas".
Todo lo que seriamente se desea alcanzar, se cumplirá.
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5to. chakra
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Capacita al ser humano para escuchar. Le gusta discutir y es capaz de hablar sobre
sus sentimientos. Los seres con un chakra del cuello equilibrado son muy creativos
y abiertos a las inspiraciones.
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6to. chakra
• Es el chakra para los ojos, los senos paranasales, los senos frontales y los nervios
craneales.
Nos permite percibir oscilaciones y cosas que no se expresan. Nos dejamos guiar
por nuestra inspiración. Aquí se desarrolla el sexto sentido, una buena capacidad
de discernimiento y sensibilidad. Y aquí también se encuentra el centro del
pensamiento lógico y de la concentración. La meta máxima a alcanzar es la
93
sabiduría. Este chakra le da a la persona la capacidad de autoevaluarse. Puede ser
clarividente, y percibir y comprender visiones. También es capaz de recibir y de
enviar mensajes telepáticos. Este es el asiento de la fuerza inspiradora y de la
energía de la meditación y de la profecía.
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7mo. chakra
Estos pueden reconocerse por las siguientes actitudes: la persona tiende a las
perturbaciones emocionales, que se expresan como autocompasión y martirio.
Dramatiza y por todos los medios trata de llamar la atención sobre su persona.
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Armonización de los chakras
Alineación del Chakra del plexo solar con el Chakra del corazón.
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EXPERIENCIAS CON REIKI
Tratamiento directo
Los tratamientos Reiki pueden estar unidos a reacciones emocionales muy fuertes.
No debe interrumpirse el tratamiento aun si la persona tratada comienza a llorar o
a reirse. Para no transmitir solamente conocimientos teóricos, describo a
continuación algunas de mis experiencias y las de mis alumnos.
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Mi primer autotratamiento
Cuando mi hija llegó a la pubertad, como muchas otras niñas de su edad, sufría
intensos dolores en el bajo vientre y frecuentes migrañas. Le ofrecí un tratamiento
con Reiki, pero como era algo nuevo para ella y nos separaba el conflicto normal
entre madre e hija, primero mostró cierto escepticismo. Siempre se quejaba de que
yo tenía poco tiempo para ella y que prefería a sus hermanos.
La motivación para ella de aceptar el Reiki fue en primer lugar, la necesidad "mi
mamá se dedica sólo a mí". En el primer tratamiento me limité al Chakra del sacro.
A ella le causó una impresión muy agradable y relajante, y sintió el calor como un
gran bienestar. La sensación de calor perduró durante toda la noche. El día
siguiente me pidió otro tratamiento. A partir de este momento traté con
regularidad su bajo vientre y la migraña con las correspondientes posiciones de
cabeza. Después de una cantidad de tratamientos periódicos, los dolores
menstruales habían perdido su intensidad, hasta alcanzar una medida normal, y
los dolores de migraña no aparecieron más.
Esta relación más profunda y la ayuda que pude darle, permitió el desarrollo de
una nueva relación madre e hija. Se había reinstalado la base de confianza y ella
comenzó a interesarse cada vez más en Reiki. Cuando cumplió 18 años, me pidió
la iniciación en Reiki Grado I. Mientras tanto aplica Reiki regularmente y con
buenos resultados.
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Tratamiento del dolor ciático
Mi amiga, Úrsula Vogt, con quien escribí este libro, fue iniciada como maestra de
Reiki por mi marido. Fue consultada por una señora con trastornos ciáticos, que
hacía varias semanas que estaba en tratamiento médico y tenía parte de enferma.
El médico le había dado el alta con la advertencia de que tendría que seguir
viviendo con los dolores que todavía la aquejaban. A pesar de las inyecciones y de
las infusiones aún sentía con mucho dolor su nervio ciático derecho. La señora
Vogt la trató en el lado derecho con la posición especial para el dolor ciático.
Durante el tratamiento, tuvo la idea de tratar también la pierna izquierda. Para su
asombro, notó que la pierna izquierda reaccionaba notablemente con más fuerza
que la derecha enferma.
Después del tratamiento, la paciente estuvo totalmente relajada y contó con lujo de
detalles cómo la energía fluía con suaves impulsos a través de su pierna. La pierna
izquierda estaba realmente caliente. El tratamiento continuó a diario. Durante la
segunda visita, la señora contó que el calor se mantuvo durante toda la noche. Los
tratamientos subsiguientes tuvieron siempre los mismos resultados: la pierna
izquierda necesitaba considerablemente más energía que la derecha. La señora
Vogt pensó que un daño en la cadera izquierda conducía a una mala posición y a
una carga desequilibrada de la pierna derecha. Este fue el factor desencadenante
para el dolor ciático en la pierna derecha, pero no su origen. Ante una
recomendación de la señora Vogt, la paciente consultó a un quiropráctico, quien
después de una exhaustiva revisación y con la advertencia de que la cadera
izquierda estaba dañada, diagnosticó que la pierna izquierda era dos centímetros
más corta que la derecha. Para aliviar la pierna derecha y la columna vertebral, la
paciente recibió plantillas que equipararon la diferencia de largo entre las dos
piernas. Actualmente la paciente no tiene más molestias.
Me visitó una persona conocida. Hacía mucho que no nos veíamos y entre otras
cosas conversamos sobre el trabajo en este libro y sobre mis actividades como
maestra de Reiki. En este contexto me confesó que tenía un gran acceso al Reiki y
que ella misma había vivido una asombrosa experiencia con Reiki. Me contó la
siguiente historia: en cierta ocasión tenía un compromiso como actriz en un
importante teatro de Alemania. Al salir del primer acto, se cayó por una escalera y
se lastimó la rodilla derecha. Un agudo dolor traspasó su rodilla y las lágrimas se
agolparon en sus ojos. Cuando trató de levantarse, la pierna se dobló debajo de
99
ella. Le trajeron una silla y pudo sentarse con ayuda ajena. Quedó presa del pánico
y se produjo gran agitación, pues en pocos minutos comenzaba su siguiente
actuación. En este momento, se le aproximó un hombre que trabajaba detrás del
escenario. Ella repetía que tenía que acudir al escenario y que era incapaz de
actuar, porque los dolores eran demasiado intensos. Él le habló calmándola: le dijo
que se quedara muy tranquila y que ahora le "haría algo". La calma que irradiaba
este hombre alejó el sentido de pánico que la embargaba. El hombre apoyó sus
manos unos cinco minutos sobre su rodilla. El dolor agudo se redujo, pero ella
seguía teniendo miedo de levantarse. El hombre la instó a pararse. Llena de miedo
se levantó de la silla y para su gran sorpresa comprobó que ya no tenía dolores.
Para gran alivio de todos pudo subir al escenario e interpretar su rol hasta el final.
Más tarde se enteró que este hombre le había aplicado Reiki.
durante el tratamiento del chakra del plexo solar percibió una calma interior y se
aflojó la tensión que sentía en el estómago. Al comienzo del tratamiento de la
espalda, sintió un relajamiento beneficioso, pero cuando mi esposo posó sus
manos sobre sus hombros, tuvo la impresión de que estas manos se introducían en
ella. Quería aceptar esta sensación como positiva, cuando escuchó una voz: "Todo
esto no te sirve, tu espalda es lo suficientemente grande, aún hay lugar para más".
Entonces gritó "no, no" y comenzó a rechazar esta sensación. Pero, al continuar el
100
tratamiento, estos pensamientos cesaron y la invadió una gran tristeza. Cuando
finalmente mi marido retiró sus manos de su espalda, sintió como si le hubiese
sacado de encima un peso abrumador. Mi esposo percibió lo mismo. Cuando
terminó el tratamiento, también sintió como si hubiese quitado un peso enorme de
los hombros de la señora. Después de la conversación, la señora se sintió muy
aliviada. Ya no sentía tensiones y daba la impresión de haber sido despojada de
una gran carga. Con mucha confianza volvió a su casa. Al día siguiente, el juicio se
resolvió a su favor. Ella irradiaba calma y serenidad y convenció tanto al jurado
como a la Oficina de Protección de Menores. Mientras tanto, el divorcio se hizo
efectivo y los hijos están con la madre.
101
Tratamiento mental
En la época en que fue iniciada en el Grado II, cuidaba, entre otros, a un paciente
gravemente enfermo en el hospital. Este hombre había sufrido una amputación de
ambas piernas y tenía una grave infección en un muslo. Además, a causa de su
estadía de cinco semanas en el hospital, siempre acostado, había contraído una
pulmonía. No colaboraba en ninguna forma y no permitía que nadie se le acercara.
Tampoco lo quería hacer físicamente, pues no permitía que lo dieran vuelta. Los
antibióticos ya no surtían efecto y tenía fiebre muy elevada (40 a 41 grados). La
pulmonía lo había debilitado de tal forma que el personal contaba con su pronto
deceso.
Epilepsia
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La misma discípula trata actualmente el siguiente caso: una mujer sufre desde los
ocho años ataques epilépticos. Actualmente tiene poco más de treinta años y los
ataques se han reducido a uno por mes, durante su menstruación. Los médicos no
conocen el motivo. La mujer siempre rechazó su enfermedad y no estaba dispuesta
a tomar los medicamentos en el momento indicado. No dormía lo suficiente y no
colaboraba en absoluto con los médicos que la trataban.
Una vecina me visitó y se quejó de su mal estado físico. Tenía una inflamación de
los senos paranasales y me comentaba que ningún remedio surtía efecto. Se sentía
muy mal y físicamente exhausta. Como yo en este momento no tenía tiempo, le
ofrecí brindarle un tratamiento mental de Reiki por la noche. Aceptó mi
ofrecimiento con cierto escepticismo, pero se sentía demasiado mal como para
rechazarlo. Convenimos que en un determinado momento tendría que acostarse,
tranquila y relajada, para esperar su efecto.
103
En el momento convenido envié mi energía Reiki mental y traté su cabeza y
especialmente sus senos paranasales. Al día siguiente, mi vecina me llamó por
teléfono para decirme que percibió mi tratamiento. Notó crujidos y latidos en los
senos paranasales a medida que el pus se iba aflojando. La presión desapareció y
el pus comenzó a fluir. Continué con el tratamiento las tres noches siguientes y,
cuando concluí, mi vecina se encontró libre de molestias.
104
Madre e hijo
En mi consultorio se presentó una joven mujer de unos treinta y cinco años. Estaba
felizmente casada desde hacía siete años y ambos integrantes de la pareja tenían
muchos deseos de tener un hijo. Su aspecto era nervioso y disperso, y se quejaba
de que no se encontraba satisfecha. Hacía tres años que había dejado de tomar
anticonceptivos, pero a pesar de grandes esfuerzos, que ya se volvían estresantes,
no quedaba embarazada. Temía tener demasiada edad para un embarazo, pero
rechazaba una inseminación artificial. Ambos esposos habían superado extensas
revisaciones médicas y en ambos se había comprobado que, desde el punto de
vista clínico, eran sanos. No había explicación para la esterilidad.
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Las influencias positivas de Reiki durante el embarazo tienen su efecto en la futura
madre. Sufrirá menos las molestias típicas del embarazo y las náuseas matinales
incluso pueden desaparecer completamente. La tensión en los pechos es más débil,
se estimula la función de los riñones y se evita un excesivo aumento de peso.
El niño sin nacer nota la energía Reiki lo mismo que su madre y vive una fase de
desarrollo serena y armoniosa. Se optimiza su alimentación a través de la placenta,
y en esta etapa ya se desarrolla una relación muy intensa entre la madre y el hijo.
El contacto con esta joven mujer no se interrumpió. Cada vez que la veo me alegra
ver la estrecha relación entre madre e hijo. Además de los normales controles
médicos, la madre a menudo le aplica Reiki a su hijo, por ejemplo para las
molestias comunes de los lactantes, como gases e hipos. Actualmente, el pequeño
pasa por la dentición y también en este caso, la madre le brinda Reiki para
calmarlo.
Deseamos que este informe motive a todas las parejas jóvenes que tengan el deseo
de tener un hijo a no perder la esperanza. Además, debe mostrar a los padres
jóvenes la forma de ayudarse y de ayudar a sus hijos en el camino hacia la
madurez. El Reiki puede ayudar también en el caso de enfermedades infantiles, tal
como se describe en el anexo. Alivia y descomprime las situaciones de estrés que
pueden presentarse durante la crianza.
El Reiki no sólo despliega sus efectos en los seres humanos. También pueden
tratarse plantas y animales.
Una noche, varios pacientes me visitaron para compartir un viaje de Chakras. Hice
los correspondientes preparativos y durante una hora los guié por el viaje de
106
fantasía. Este viaje concluye con la exhortación a concentrarse nuevamente en el
cuerpo y a abrir los ojos. En este momento escuché un sonido que no desconocía.
Para mi gran asombro, mi Mäxchen se sacudió y lentamente y con mucha
precaución salió de debajo de la mesa. Se sentó tranquilamente a mi lado y
observó a los personas que aún estaban acostadas. Recién cuando todos se habían
sentado, se despabiló y corriendo se acercó a ellos.
Aunque mi perro no entiende el texto que le leo, siente la energía del ambiente y
es influenciado a su manera. A partir de esta experiencia, y con el permiso de los
pacientes, Mäxchen puede participar de los viajes de chakra.
Una de mis discípulas, que había recibido la iniciación en el Grado I de Reiki, hizo
su primera experiencia con el tratamiento directo de una gata.
107
El Reiki y las plantas
Aunque siempre estuve convencida del poder del Reiki y conocía todas las
posibilidades para su aplicación, al principio tenía mis dudas respecto de las cosas
que escuchaba o que leía.
Me resultó difícil creer que también podía transmitir Reiki a las plantas. En este
momento tenía un poco abandonado mi jardín y mi huerto de hierbas necesitaba
un cuidado urgente.
Esta fue una buena oportunidad para comprobar el efecto sobre las plantas. Dividí
un almácigo en dos partes y brindé Reiki a las plantas de una parte. Por supuesto,
ambas partes del almacigo recibieron los mismos cuidados de siempre.
Después de una semana pude comprobar una evidente diferencia entre las dos
partes. Las hierbas tratadas con Reiki eran considerablemente más fuertes, estaban
más avanzadas en su desarrollo y tenían colores más intensos. Incluso tenían
diferencias en los sabores, pues el sabor de las hierbas tratadas era mucho más
aromático.
Desde entonces es lógico para mí aplicar Reiki a todas mis plantas, ya sean de
exterior o de interior. Las plantas de interior que se encuentran en mi consultorio
presentan un crecimiento exuberante.
En mi consultorio no solo trabajo con Reiki, pues entre mis actividades principales
se incluyen también el asesoramiento para la calidad de vida y mi función como
terapeuta de flores de Bach. La terapia de las flores de Bach se convirtió en los
últimos años en un método con amplio reconocimiento facultativo y hace muchos
años que obtengo experiencias positivas con la misma. La experiencia me permite
una visión muy profunda de la psiquis del ser humano, ya que en muy breve
tiempo reconozco los problemas reprimidos, por lo que puedo establecer
diagnósticos prudentes y certeros. Mis pacientes se asombran cada vez que
comprueban cómo en breve tiempo los analizo y los comprendo.
En todos los años que aplico las flores de Bach aún no he recibido respuestas
negativas. Los resultados positivos de mi trabajo se han difundido también entre
médicos y terapeutas, ya me han recomendado a sus pacientes.
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Desde que trabajo intensivamente con Reiki, combino las terapias de las flores de
Bach con la de Reiki. Así como los seres humanos, los animales y las plantas están
en condiciones de recibir Reiki, también las flores de Bach pueden recibir las
vibraciones positivas del Reiki y así se potencian sus resultados. Las flores de Bach
y el Reiki se compensan y armonizan entre sí.
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Viaje de Chakras
A las personas que me consultan porque necesitan ayuda, les ofrezco un viaje de
Chakras. Para tener tiempo suficiente para cada paciente y para poder dedicarme
a sus problemas específicos, sólo acepto como máximo a tres personas, en casos
muy especiales a cuatro. Con casos muy problemáticos hago un viaje y un
tratamiento individuales, que puede abarcar toda una noche.
Como se apela a los diferentes Chakras esta meditación ayuda a aflojar bloqueos,
lo que puede conducir a procesos de sanación. Pueden aparecer reacciones muy
emocionales, por ejemplo un llanto liberador. Después de este viaje todos los
pacientes están tranquilos y relajados. Ahora sienten la necesidad de hablar sobre
su experiencia personal.
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Tratamiento de Chakras
Durante el trabajo en este libro tuve una experiencia muy interesante. Una noche
estuvimos reunidos por casualidad tres maestros de Reiki, mi marido, una amiga
y yo. Tres mujeres de Dortmund se habían unido en un grupo para participar de
un viaje de Chakras seguido de un tratamiento de Chakras. Tenían los más
diversos motivos para su visita.
Era un grupo muy alegre, que aún no había tomado conciencia de la seriedad que
revestía el hecho que acontecería esa noche. Ellas esperaban más bien un juego de
sociedad. Cuando les indiqué que tenían que acostarse, surgieron los primeros
problemas. Una de las mujeres quiso quedarse sentada, pues ella igual no se podía
"dejar caer"; así quería mantener el control de la situación. Contó también que
hasta el momento ninguna meditación había surtido efecto en ella. Pero pude
tranquilizarla y convencerla para que se acostara.
Durante el viaje, esta mujer fue la primera que se dormía a ratos. Al final del viaje,
cuando todos volvieron a la realidad, quedaron inmersos en sus pensamientos.
Una participante lloraba eh silencio. Todas las mujeres sintieron la necesidad de
hablar sobre las experiencias obtenidas durante el viaje. El estado de ánimo había
cambiado completamente y los sentimientos reprimidos salieron a la superficie.
111
Con este tratamiento tuvo reacciones muy fuertes, su respiración se tornó pesada,
pero no se opuso al contacto. Sintió que el tratamiento le hacía bien y a pesar del
contacto no sintió sensación de pánico, lo que la sorprendió. Sin embargo, aun
después de este tratamiento, siguió sintiendo una presión en la garganta y tenía
dificultades al tragar.
Este fue el primer motivo para criticar su estilo. Poco antes de subir a la autopista,
ocurrió un segundo incidente y mi paciente se enojó en serio. Se originó un fuerte
cambio de palabras, y mi paciente pidió que detuviera el coche para bajarse, ya
que no estaba dispuesta a seguir el viaje en estas condiciones. La conductora
detuvo el vehículo y se produjo otro cambio de palabras en la calle. Trataron de
convencer a mi paciente para que subiera de nuevo, pero ella estaba tan enojada
que se negó categóricamente. Las dos mujeres siguieron sin ella.
112
La paciente volvió a mi casa recorriendo a pie todo el camino de unos cuatro
kilómetros. Le pregunté si no había tenido miedo, pues el trayecto en partes es
muy oscuro y solitario. Ella contestó: "Ningún hombre hubiera sobrevivido a esto".
Nosotros tres nos miramos sin comprender y comenzamos a reír. Esta lauchita
gris, siempre subordinada y que no podía decir que no, como nunca en su vida,
había logrado conmocionar algo y había asumido su propia responsabilidad y
dado rienda suelta a sus agresiones. Fue una larga noche con muchas experiencias
positivas para esta mujer. A la mañana siguiente volvió a su casa en tren.
Una noche me visitó un hombre joven de unos treinta años. Había oído hablar de
mis tratamientos con Reiki y me confió algo. Desde su infancia había pasado por
todas las formas de terapias y de análisis. Por cierto, ahora conocía las falencias en
sus conductas y los motivos que lo habían llevado a ellas, pero no estaba en
condiciones de elaborar estos conocimientos y de aprender de ellos.
Antes del tratamiento de Chakras llamé su atención sobre las posibles reacciones.
Era probable una nueva y fuerte reacción emocional, pero yo no interrumpiría el
tratamiento. Hice fluir Reiki unos 10 minutos cada vez en el Chakra del sacro, del
plexo solar y del corazón. Cuando coloqué mis manos sobre el chakra del corazón,
comenzó a llorar nuevamente sin consuelo. Después del tratamiento, sollozaba:
113
"Perdoné a mi padre, realmente pude perdonarlo, y creo que encontré mi paz".
Conversamos todavía mucho tiempo y él siempre reiteró lo feliz que se sentía al
poder llorar. Pleno de esperanza y de confianza regresó a casa.
Unos días después el joven me llamó por teléfono. Junto con conocidos había
hecho por primera vez un recorrido por los bares de la ciudad. Uno de los
hombres que lo acompañaban le pasó amigablemente un brazo sobre los hombros.
Fuera de sí, me contó que no sintió sentimientos de pánico.
114
Sanar con Reiki
Enfermedades somáticas
Al aplicar Reiki siempre tiene que tenerse conciencia de las propias limitaciones.
Las enfermedades graves y agudas siempre pertenecen al control médico. En
muchos casos, el Reiki sólo puede ser aplicado como apoyo y acompañamiento.
Absceso
¡En ningún caso debe ser tocado con las manos! Tiene que brindarse Reiki sobre el
absceso, sin tocarlo. Para la desintoxicación y purificación de la sangre debe tratar-
se el Chakra de la raíz con: posición de espalda 1, posición especial 3.
Acidez
Acné
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Aftas
Las manos rodean las mejillas y las puntas de los dedos están apoyadas al lado de
los ojos, además posición básica 1.
Agresiones
Alergias
Amenorrea
Amigdalitis
espalda 2.
Anemia
Angina
(inflamación de la garganta)
116
Angina de pecho
Chakra del cuello: posición básica 1, posición básica 2, posición básica 3, así como
también las manos a la izquierda debajo del pecho y a la misma altura estando
acostado boca arriba. ¡ Si se trata de un ataque, acostar al paciente en lugar seguro
y llamar inmediatamente a la emergencia médica!
Anorexia
Anuria
Aparato digestivo
Apendicitís
Arteriosclerosis
Artritis
117
Artrosis
Asma
Ataque cardíaco
Hasta que llegue el médico, tratar el vientre y el bajo vientre con Reiki: posición
básica 3, posición de espalda 2 y posición de espalda 3, así como posición especial
2.
Ataque cerebral
posición en la cabeza 2.
Ataque de apoplejía
Bazo
espalda 2.
Bronquitis
Bulimia
Calambre
Tratamiento local.
Cáncer
Cistitis
Colapso circulatorio
Colapso nervioso
Cólicos de ombligo
Columna vertebral
Constipación
119
Contusiones
Ver hematomas.
Corazón
Nunca deben aplicarse los tratamientos directamente en la zona del corazón. ¡La
mayoría de las enfermedades cardíacas agudas tienen que ser tratadas
inmediatamente por el médico o por el terapeuta! En el caso de enfermedades
cardíacas, solo puede aplicarse Reiki como apoyo del tratamiento.
Debilidad inmunológica
Desintoxicación
Desmayo
Diabetes
Diafragma
Diarrea
Disnea (sofocación)
Dolor de ciático
Posición especial 8.
120
Dolores de cabeza
Dolores de garganta
Posición básica 1.
Dolores de muelas
Dolores de vientre
Posición básica 3
Dolores neurálgicos
Eczema
Edema (hidropesía)
Embarazo
Enfermedad celíaca
Enfermedad de Basedow
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Posición en la cabeza 2, posición básica 1, posición de espalda 1 así como posición
especial 2 y posición especial 4.
Enfermedad de Bechterew
(reumatismo de columna)
Enfermedad de Scheuermann
Enfermedades de la piel
Enfermedades de la rodilla
Enfermedad de Crohn
¡Estas enfermedades solo pueden ser tratadas por un médico! Como apoyo, puede
brindarse Reiki con la posición básica 4, posición especial 3 y posición especial 4.
122
Enfisema
Enteritis
Enuresis nocturna
Epilepsia
Erisipela traumática
Escalofríos
Escarlatina
Estómago
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Faringitis
(inflamación de la faringe)
Fiebre de heno
Fiebre
Flatulencia
Fracturas
Fracturas óseas
Ganglios linfáticos
posición básica 4.
Gastroenteritis
124
Glándula tiroides
Glándulas genitales
Glándulas salivales
Glándulas suprarrenales
Gota
espalda 2.
Gripe
Ver influenza.
Hematoma
Hemorragia nasal
Hemorragias
Hemorroides
Ver várices.
125
Hepatitis
Hernia de disco
Herpes
Hipertonía
Hipo
Hipotonía
Impotencia
posición especial 2.
126
Inflamación de los senos paranasales
Posición en la cabeza 2.
Inflamación de testículos
Influenza (gripe)
Insolación
Insomnio
Krupp
Laringe
Posición básica 1.
Laringitis
Leucemia
Linfas
Posición básica 4.
127
Lumbago
Tratamiento local.
Magulladuras
Tratamiento local.
Mastitis
Meningitis
Meteorismo
Ver flatulencia.
Migraña
Náuseas
Nefritis
(inflamación del tejido renal) Posición básica 4 así como posición de espalda 1,
posición de espalda 2, posición especial 3.
Neumonía
(infección pulmonar)
128
Neurodermitis
Nicturia
Obesidad
Oídos
Ojos
Opresión cardíaca
especial 2.
Osteoporosis
Otitis media
Ovarios
Páncreas
129
Paperas
Pericarditis
Peritonitis
Posición en la cabeza 4.
Picadura de insectos
posición especial 3.
Pleuritis
(inflamación de la pleura)
Las manos en las costillas, a la derecha y a la izquierda, arriba y abajo del pecho,
posición básica 2, posición de espalda 3, posición especial 3.
Poliartritis
(fiebre reumática)
Poliomielitis
Próstata
130
Prurito
Pulmón
Quemaduras
¡Bajo ningún concepto tocar la zona afectada! Sostener las manos acierta distancia
sobre la zona. Tratamiento local, posición básica 1, posición básica 2, posición
básica 4.
Quistes
Tratamiento local.
Raquitismo
Reuma
Rinitis
Riñones
Ronquera
Posición básica 1.
Rubeola
Tratamiento local.
Secreciones
Seno maxilar
Shock
Sida
En este caso, se trata de una debilidad inmunológica que ataca todo el cuerpo, por
consiguiente se tiene que tratar todo el cuerpo. Además del tratamiento del cuerpo
entero, tiene que utilizarse: posición en la cabeza 3, posición básica 3, posición de
espalda 3 y posición especial 3.
Síndrome de Roemheld
Atención: pueden confundirse los síntomas con los del infarto de miocardio.
Tratamiento: posición en la cabeza 1, posición básica 3, posición de espalda 3.
Sinusitis
Posición básica 3
Sobrepeso
Sordera
Posición en la cabeza 4.
132
Struma
(agrandamiento de la tiroides)
Tendovaginitis
Tensiones
Tonsilectomía
(operación de amígdalas)
Torceduras
Tos convulsa
Trastornos circulatorios
Trastornos de la menstruación
Trastornos de la menopausia
Trastornos de la vista
133
Tratamiento de heridas
Tratamiento local.
Trauma de derrape
Posición de espalda 4.
Trombosis
Tumores
Ulcera estomacal
Uñas
Varicela
Várices
134
Vesícula biliar
Zoster
Actividad excesiva
Agresiones
Al comienzo, tratamientos diarios del Chakra del corazón, posición básica 2, luego
alineación de los Chakras.
Angustias
Anorexia
Autismo
Bulimia
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Posición básica 1, posición básica 4, posición especial 4, alineación de Chakras,
posición de espalda 2, posición de espalda 3.
Celos
Colapso nervioso
Complejo de inferioridad
Depresiones
Dolores neurálgicos
Estrés
Falta de apetito
136
Frigidez
Impotencia
Insomnio
Intolerancia
Migraña
Molestias de la menopausia
Nerviosismo
Neurodermitis
Neurosis
Ninfomanía
137
Obesidad
Pánico
Perfeccionismo
Pesadillas
Pesimismo
Problemas sexuales
Resignación
Shock
Sobrepeso
138
Sueños diurnos
(divagar)
Tartamudez
Uñas
Enfermedades infantiles
Cólicos de ombligo
Suele ser una reacción psíquica que sugiere problemas familiares. Alineación de
Chakras y posición básica 3.
Dentición
Colocar las manos en las mejillas y en la zona maxilar, las puntas de los dedos
orientadas hacia la mandíbula, posición de espalda 1.
Dolores de vientre
Enfermedad celíaca
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Engrosamiento de la mucosa intestinal
Enuresis
Etapa de obstinación
Krupp
Leucemia
Paperas
Poliartritis
Poliomielitis
Raquitismo
Rubeola
Sarampión
Tos convulsa
Varicela
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Agradecimientos
Agradezco muy especialmente a las personas que me han ayudado a redactar este libro y
que me han apoyado.
Brigitte Glaser
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