TEOLOGIA Resumen Final

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UNIDAD I:

INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA

La teología dogmática tiene el punto de partida y desemboca en la revelación. Esta revelación puede ser:
- natural: creación, la obra de dios, el mundo temporal. El cristianismo introduce la noción de que el creador es alguien
y no algo tiene personalidad. A partir de la creación, con una vía racional, puedo acceder a Dios.
- sobrenatural: es la manifestación de Dios en la historia. La revelación comienza con Abraham (Gn 12), sigue con
Jesucristo y termina con la muerte de San Juan, hasta la muerte del último apóstol. Abraham es considerado el padre
del pueblo de Israel. A partir de él comienza la historia del judaísmo. Esta revelación es pública, histórica y social.

Fuentes de la teología: Sagrada escritura, Sagrada tradición y Magisterio


Fuentes de la revelación: Sagrada escritura y Sagrada tradición

Encontramos la revelación sobrenatural en sus fuentes, en los lugares teológicos donde se manifiesta. Estas fuentes
son dos: la biblia o sagrada escritura y la tradición o sagrada tradición o ST apostólica. La ST es anterior ya que la SE
comienza después.
La biblia es la palabra de Dios escrita, pero la tradición es palabra de Dios que se transmitió distinto, fue oralmente, de
boca en boca, con los hechos, con la oración, con la misa (liturgia), los sacramentos, con la iglesia como institución.
El magisterio es la institución que se encarga de esto y está conformado por los obispos y el papa. Los obispos son los
sucesores de los apóstoles. El magisterio es ordinario y extraordinario. Los obispos se reúnen en el concilio ecumentico
(la expresión del magisterio extraordinario de los obispos), los últimos son Nicea, Éfeso, Caliclionia, etc.

Magsterio extraordinario: concilio ecumentico y cuando el papa hbala excatedra

Cuando el papa habla ex cathedra define un dogma, que no sucede todo el tiempo seguido. El último fue en 1950, del
papa Pio 12. Un dogma define cuales son los contenidos esenciales de la fe.
Un documento programático del papa francisco de la fe es evangelii gaudium, el gozo del evangelio.

dogma: verdad revelada, está contenida en la revelación , por lo tanto está en la sagrada escritura y en la tradición.
Procede de Dios y es absoluta. Es definida de modo infalible (que no se equivoca) por el magisterio. Hay definiciones
solemnes que el magisterio hace de esa verdad. Debe ser aceptada mediante la fe.

Doble acepción de la palabra Teología: Por Teología se entiende la ciencia de Dios, pero al mismo tiempo esta palabra
puede tener dos sentidos, uno objetivo y otro subjetivo. En sentido objetivo significa la ciencia que tiene a Dios por
objeto, y en sentido subjetivo es la ciencia que Dios mismo posee y que comunica a los hombres por su gracia.
Precisemos un poco más estos dos sentidos.

1- En sentido subjetivo, la Teología es la ciencia que tiene Dios de sí mismo y del mundo creado. Dios tiene como
objeto propio de su ciencia a sí mismo; se conoce intuitivamente y conoce a los demás objetos como participaciones
suyas, y este conocimiento lo comunica de una forma gratuita a los hombres, de una manera perfecta en la visión
beatífica de los santos, de manera imperfecta, pero no por eso menos maravillosa, en la revelación y en la fe.

La revelación es a la vez manifestación y comunicación de Dios; es realidad que lleva a cabo los designios de Dios en la
historia humana, y es mensaje que se traduce a términos humanos en labios de los profetas, o de Cristo, para iluminar
el mundo misterioso de los acontecimientos salvíficos; porque la Palabra de Dios no se contenta con decir e informar,
obra además lo que significa, cambia la situación de la humanidad, procura la vida que anuncia.

La fe realiza el encuentro entre Dios revelador y el hombre. Por medio de la revelación, Dios se abre al hombre en una
confidencia amorosa y lo invita a un trato amistoso; y por medio de la fe el hombre responde a la llamada de Dios, se
entrega a él y se deja dirigir por su Palabra. Pero cuando Dios se revela al hombre lo hace de una manera
proporcionada a su condición, por consiguiente, la revelación debe tener unos rasgos específicos:

a) Tiene un destino universal, pues se dirige a todo el género humano: “Id y haced discípulos a todas las gentes”, dice
Jesús en Mt 28,19.

b) La revelación es pública y es social. No es un secreto que les confía a cada uno para que lo guarde en el fondo de su
corazón, sino una buena nueva destinada a ser transmitida y proclamada en la plaza pública. Pedro, el día de
Pentecostés, grita en alta voz delante de la multitud la buena nueva de la salvación, a fin de hacerla pública, notoria,
oficial (He 2,14)
c) La revelación es jerárquica. No se le comunica inmediatamente a cada uno, sino por medio de testigos privilegiados
escogidos por Dios, que son los profetas y los apóstoles (He 10,41).

d) La revelación es progresiva, el hombre no posee en bloque toda su perfección. Dios se comunica con el hombre por
los caminos de la carne y de la historia, pues tras haber comenzado en el origen del mundo, la revelación se fue
desarrollando en cualidad y en cantidad a través de los siglos, madurando poco a poco y haciendo madurar al hombre
para prepararlo a la plenitud de los tiempos en Jesucristo: “De una manera fragmentaria y de muchos modos habló
Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del
Hijo a quien instituyó heredero de todo” (Heb 1,1.2).

e) Finalmente, para ser recibida por una inteligencia humana, la revelación tiene que acomodarse a las condiciones del
conocimiento humano. Nuestro cerebro percibe su objeto por medio de los sentidos, por eso la revelación se nos
comunica por medio de imágenes, de símbolos, parábolas, de alegorías, etc.

Este es el primer sentido que tiene la palabra “Teología”: Es el conocimiento que Dios tiene de sí mismo en su Verbo,
en quien lo conoce todo, y que comunica a los hombres por medio de la revelación; así, mientras que por la creación la
sabiduría de Dios se ve como aprisionada en las cosas creadas, por la revelación esa sabiduría se humaniza en la
palabra de los profetas, y después se encarna en Cristo Jesús.

2- En sentido objetivo, la Teología es la ciencia que tiene como objeto a Dios, y esta ciencia a su vez puede considerarse
como la suma de los conocimientos humanos sobre Dios.

La Teología es ciencia sobre Dios en ambos sentidos, pero sobre Dios existe una triple ciencia: la que se obtiene por
reflexión sobre el mundo creado, la que procede de la palabra de Dios a los hombres, y finalmente la que se deriva de
la visión misma de Dios; por tanto habrá también una triple Teología: la Teología natural o Teodicea, la Teología del
homo viator o Teología propiamente dicha, y la Teología de la patria, o el conocimiento de los elegidos. Cada una de
ellas es ciencia de Dios, pero difiere de las otras dos por su manera de alcanzar a Dios: La Teología natural alcanza a
Dios por medio de las obras de la creación y por la luz natural de la razón. La Teología propiamente dicha alcanza a Dios
por la palabra y el testimonio de Dios sobre sí mismo, y por la luz de la razón iluminada por la fe. La Teología de la
Patria conoce a Dios en su esencia y por la luz de la gloria.

A cada una de estas formas de Teología le corresponde un conocimiento de Dios cada vez más profundo: Por la
Teología natural conocemos a Dios como principio y fin del universo; por la Teología propiamente dicha conocemos los
misterios de su vida íntima a través de su Palabra; y por la Teología de la patria veremos finalmente el Misterio al
descubierto, en una visión cara a cara.

Santo Tomás describió así este proceso: “Existe un triple conocimiento de las cosas divinas. En el primero, el hombre,
gracias a la luz natural de la razón, se eleva al conocimiento de Dios por las criaturas; en el segundo, la verdad divina,
que desborda los límites de nuestra inteligencia, baja hasta nosotros por medio de la revelación, no ya como una
demostración que tengamos que comprender, sino como una Palabra que hemos de creer; en el tercero, el espíritu
será elevado a ver perfectamente lo que Dios le reveló” (Suma contra los gentiles, 1.4, c).

Teología en sentido estricto: La Teología propiamente dicha es la ciencia de Dios, pero de Dios tal como se nos ha dado
conocer por la revelación, y en la medida en que esta revelación puede introducirnos en un conocimiento más
profundo de su misterio íntimo. El punto de partida de la Teología es, por consiguiente, el Dios en su libro testimonio
sobre sí mismo. Por otra parte, se puede decir también que la Teología es la ciencia del objeto de fe, o sea la ciencia de
lo que es revelado por Dios y creído por el hombre; y en esto difiere por completo de las demás ciencias, pues mientras
que las ciencias naturales se apoyan en los datos de la experiencia, la Teología se basa en los datos de la revelación que
han sido acogidos por la fe.

El teólogo se esfuerza, por medio de la reflexión, en llegar a una inteligencia más profunda de los misterios que ya ha
aceptado por su fe; pero lo que para un simple fiel es objeto de asentimiento, para el teólogo se convierte en objeto de
reflexión, y lo que el simple fiel afirma como verdadero, el teólogo lo considera como objeto de inteligibilidad.

En todo cristiano existe una reflexión inherente a la fe, una reflexión espontánea nacida bajo la impresión de los
acontecimientos o la presión del ambiente; esta reflexión es una Teología elemental accesible a todos, en la que la fe
se esfuerza en comprender el por qué y el cómo de lo que cree. La Teología científica es la prolongación de esa
reflexión espontánea: se hace reflexión consciente de sus principios, de su método, de su categoría de ciencia, de sus
conclusiones, e intenta penetrar en el objeto de la fe de una manera metódica.
La Teología como ciencia es obra del creyente, que se sirve de su razón para comprender mejor lo que ya posee por la
fe. La Teología es la fe vivida por un espíritu que piensa, y que ha sido científicamente elaborada por él. La Teología es
la fe “en estado de ciencia”; con San Anselmo podríamos definirla como “fides quaerens intellectum”, lo que significa:
la fe aplicada a la inteligencia de su propio objeto; por ello la Teología demuestra fidelidad a su misión cuando no
solamente se pone a recoger los datos de la fe, sino cuando procura comprenderlos y penetrar en ellos cada vez más.
Decía sobre esto San Anselmo: “Señor, yo no pretendo penetrar en tu profundidad, ¿cómo iba a comparar mi
inteligencia con tu misterio? Pero deseo comprender de algún modo esa verdad que creo y que mi corazón ama. No
busco comprender para creer, esto es, no busco comprender de antemano, por la razón, lo que haya de creer después,
sino que creo primero, para esforzarme luego en comprender. Porque creo una cosa: si no empiezo a creer, no
comprenderé jamás” (Proslogion 1: PL 158,227).

Fe y Teología: La religión cristiana se apoya en hechos realizados por Dios en la historia:

1) el hecho de la Creación 4) el de la Resurrección de Cristo


2) el autor de la Revelación de Dios en la historia de Israel 5) el de la Iglesia.
3) el de la Encarnación

Se añade en la línea de la Encarnación, la Eucaristía. Son misterios que han de ser creídos y aceptados por la fe. Forman
la historia de la salvación. La religión cristiana es y se comprende a sí misma como una religión revelada. Debe su existencia a
una actuación libre de Dios.

Dei Verbum 2: “Dispuso Dios en su sabiduría revelarse a Sí mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad. Por esa
revelación, Dios invisible habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor, y mora con ellos para invitarlos a la
comunión consigo y recibirlos en su compañía”.

Revelación natural (Dios se revela a través de sus criaturas y esa presencia divina es captada por la razón natural; se revela
también en la conciencia y en los “signos de los tiempos”): se ordena a la revelación sobrenatural y la prepara de algún
modo.

Aspectos de la Revelación: Es automanifestación de la vida íntima, trinitaria, de Dios. Se revela a sí mismo de manera
soberana, libre y gratuita. Hace que el hombre conozca los misterios pero éstos continúan siendo incomprensibles para él.
Recibe en el NT el nombre de Palabra de Dios. La fe viene ex auditu, es decir, mediante la escucha de la Palabra divina. La
Palabra implica un ser personal infinito que habla a otro ser personal finito. Engendra una libre relación entre ambos, que
adquiere la forma de pacto o Alianza.

Es histórica: ocurre en el seno de la historia humana. La historia no tiene por sí misma carácter revelatorio, pero Dios actúa
en la historia, cuando lo desea. Dios se revela no sólo con la Palabra, sino también con acciones, obras y gestos que tienen
lugar en la historia. La Revelación se despliega gradualmente hasta culminar en Jesucristo.
Es salvadora: no busca aumentar la ciencia humana y los conocimientos profanos de la humanidad. Entrega a los hombres la
conversión del corazón, el triunfo sobre el pecado, las virtudes y la unión con Dios.

Es un don inestimable, al que Jesús se refiere como algo precioso y único. En el Cristianismo, el cauce fundamental de la
Revelación no es una doctrina, una escritura, un código de leyes o un culto litúrgico, sino una persona concreta, Jesús de
Nazaret, Hijo de Dios. Y el contenido más importante es la creación de una nueva comunión de vida con Dios, que produce
santidad y triunfó sobre la muerte. Cristo es el Mediador insustituible entre Dios y los hombres, y es “plenitud de toda la
Revelación” (Dei Verbum 2).

En Jesús, Dios ha dicho todo lo que quería decir a los hombres, y no tiene más cosas que añadir.

La plenitud de la Revelación en Jesucristo se nos hace presente en la Iglesia y a través de ella. Su mediación es la única vía
posible para comunicar con Jesús. La presencia de Jesús en la Iglesia lo llena todo: culto, sacramentos, Escritura, predicación,
catequesis, Pastores, todos los hermanos en la fe, todos los hombres.

Lumen gentium 10: “la Iglesia es en Cristo como un sacramento o señal e instrumento de la íntima unión con Dios y de
la unidad de todo el género humano”.
Teología = ciencia en la que la razón del creyente, guiada por la fe teologal, se esfuerza en comprender mejor los misterios
revelados en sí mismos y en sus consecuencias para la existencia humana.
Es fe que busca entender, impulsada no por simple curiosidad, sino por amor y veneración hacia el misterio.

San Agustín, Sermón 48, 7: “intellige ut credas, crede ut intelligas”.


San Anselmo: “si no creéis no entenderéis”.

La teología comparte la búsqueda del conocimiento de Dios con la vía mística o contemplativa. Esta no depende tanto como
la teológica del esfuerzo humano, sino que es fruto muy directo de la gracia y el favor divinos.

Estas dos vías de acceso a Dios no se oponen. La teología sin medida alguna de contemplación degenera en una ciencia de
puros conceptos, y la mística sin ninguna teología, podría convertirse en autoengaño y fantasía espiritual.

La teología no es una tarea puramente individual del teólogo: sirve a la Iglesia. Es un aspecto de la función doctrinal de la
Iglesia, que engloba el Magisterio, la teología y la catequesis.

El lenguaje humano es, junto a la razón y la fe, el tercer presupuesto de la teología. La Revelación no trae su propio lenguaje.
El lenguaje ordinario de los hombres es el modo normal de expresar la revelación de Dios.

La vía de la analogía permite superar los límites del lenguaje humano para hablar de Dios y de los misterios cristianos. Se
aplica según tres momentos: positivo, negativo y de eminencia.

Se puede distinguir en el terreno de la fe:


1) el lenguaje bíblico (lo usan también por lo general los credos y confesiones de fe)
2) el lenguaje teológico (los teólogos de los primeros siglos usaron el lenguaje de la filosofía griega)
3) El lenguaje litúrgico (se basa en el bíblico).

Los lenguajes de palabras no son los únicos modos de expresar lo religioso. Es también importante el lenguaje de las
imágenes (habitual en la Iglesia: una imagen vale más que mil palabras), de los gestos (genuflexión, manos extendidas,
inclinaciones de cabeza, signos de la cruz...), del silencio (en la liturgia como “clima natural de adoración”).

El objeto de la teología: La teología trata de Dios y le considera:


- ya en sí mismo (esencia, atributos y Personas divinas)
- ya como principio y fin de todas las cosas (estudia entonces las criaturas, los actos humanos, las normas que rigen la
conducta humana, la gracia divina y las virtudes).
La teología depende por entero de la Revelación. Pero puede y debe ocuparse además de cualquier realidad terrenal,
siempre que lo haga
a) para explicar su sentido último a la luz del Evangelio
b) para determinar su repercusión espiritual y moral en el hombre.

La teología es imperfecta y susceptible de un progreso que nunca termina. Debe ser consciente de que reflexiona sobre el
misterio de Dios, que nunca puede ser abordado por la razón humana, ni siquiera guiada por la luz de la fe.
La teología está también condicionada por los límites de la razón y del lenguaje. El teólogo sabe que está en presencia de
misterios insondables. “Si has comprendido del todo es que no es Dios lo que has encontrado” (San Agustín).

La teología cristiana es sabiduría. Su mirada a la realidad es más profunda que la mirada filosófica o científica, que
consideran las cosas sólo por lo que son en sus apariencias externas.

Los Padres de la Iglesia consideraban la teología como sabiduría. Cuando se convierte en ciencia (escolástica, s. XIII), no deja
de ser comprendida y cultivada también como sabiduría.

MÉTODO DE LA TEOLOGÍA DOGMÁTICA

El método de la teología dogmática tiene una función positiva o histórica (hechos históricos o datos) y una función
especulativa o sistemática. La teología es la ciencia de la revelación.
Función positiva: “tomar posesión del dato revelado”. Se subdivide en tres fuentes de abordaje:

1. elementos eucarísticos:
- Tradición judía: rabinos
- tradicion catolica cristiana
- tradición cristiana ortodoxa: ooriental. Aparece por medio de un signo. Constantinopla
- La tradición cristiana prtestante: luteranismo. Nace de un signo. Siglo XVI con el concilio de centro
occidente

¿Qué determina el estatus de la iglesia? la sucesión apostólica: Lutero alentó a la “libre interpretación” de la biblia,
apoyando la creación de sectas. Así se formaron las propias iglesias llamadas sectas, como la evangelista o pentecostales.

Desde el concilio vaticano II (1960) las tres iglesias cristianas participan del diálogo ecumenico con el objetivo de restablecer
la unidad de la iglesia (prioridad para el papa francisco). El diálogo con la tradición judía es otra, denominada “diálogo
interreligioso”, ya que el judaísmo no es iglesia sino que religión. El objetivo es fortalecer las cosas que nos une, por ejemplo
la creencia de un Dios único. Valores sostenidos por todos.

2. testimonios de la tradición: formas de tradición


- padres de la iglesia: evangelizaron la iglesia tal cual es. Del siglo I al siglo V
- doctores de la iglesia: supone los representantes de padres (con menos antigüedad), y excelencia de su doctrina
- teólogos: tradición teológica
- liturgia
- vida actual del pueblo critiano

3. enseñanzas del magisterio:


- ordinario: el papa y/o los obispos. Se da directamente (audiencias, documentos catequesis) o indirectamente
(sagradas congregaciones*, colegialmente como en el colegio episcopal o en el conjunto de obispos, conferencia
episcopal)

* organismo administrativo que tiene poder sobre la iglesia del mundo. Al frente está el cardenal,. Por ejemplo, la sagrada
congregación para la educación católica. Puede emitir documentos o enseñanzas.

HISTORIA DE LA BIBLIA

Biblia: Es interpretada por los exegetas. Exégesis significa interpretación.


- sagrada escritura: un libro, la palabra de Dios, por ende es un autor
- sagradas escrituras: muchos libros. Hagiógrafos, hagio significa santo o sagrado y grados significa escritura (escritores
sagrados). Tiene muchos autores.

Se divide en:
- Antiguo testamento: tiene 39 libros de la biblia hebrea y 7 libros más, los deuterocanónicos (46 libros en total). Está escrita
en hebreo y arameo. El pentateuco más el deuterocanónico forman el AT. (canon: norma)
- Nuevo testamento: tiene 27 libros (7 son de los doce apóstoles). Escrito en Griego y en Arameo.

Vulgata: biblia escrita en Latin. Traducida por San Jerónimo en el siglo V a su vez también cae el imperio tomano y termina la
edad medieval, comenzando la edad media junto con el feudalismo.

La biblia Hebrea: tiene 39 libros


1. Tora: la ley, los 5 libros que la expresan, pentateuco, los 5 primeros libros del AT. Son el génesis (gn), éxodo (ex),
levítico (lv), deuteronomio (dt) y numeros (num).
2. Nebin
3. Ketubot
CATECISMO
Prólogo:
"Padre, esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a tu enviado Jesucristo" (Jn 17,3).
"Dios, nuestro Salvador... quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad" (1 Tim 2,3-
4).
"No hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos" (Hch 4,12), sino el nombre de
JESÚS.

El catecismo de la iglesia católica: El Sínodo de los Obispos de 1985 pidió "que sea redactado un catecismo o compendio de
toda la doctrina católica tanto sobre la fe como sobre la moral". Juan Pablo II, hizo suyo este deseo del Sínodo de los Obispos
reconociendo que "responde totalmente a una verdadera necesidad de la Iglesia universal y delas Iglesias particulares". El
Papa dispuso todo lo necesario para que se realizará la petición de los padres sinodales.

Los propósitos del Magisterio de la iglesia católica: El Magisterio de la Iglesia ha querido ofrecer un servicio eclesial para
nuestro tiempo, reconociendo al Catecismo como:

□ Instrumento válido y autorizado al servicio de la comunión eclesial


□ Norma segura para la enseñanza de la fe
□ Punto de referencia para los catecismos o compendios que se redacten en las diversas regiones

Instrumento válido y autorizado al servicio de la comunión eclesial: Desea fomentar el vínculo de unidad al facilitar en los
discípulos de Jesucristo "la profesión de una misma fe recibida de los apóstoles"

Norma segura para la enseñanza de la Fe: Ante el legítimo derecho de todo bautizado de conocer lo que la Iglesia ha
recibido y cree, el Catecismo de la Iglesia Católica ofrece una respuesta clara.
Es, por ello, referente fundamental para la catequesis y para las demás formas del ministerio de la Palabra.

Puntos de referencia para los catecismos o compendios que se redacten en las diversas regiones: El Catecismo de la Iglesia
Católica, en efecto, no está destinado a sustituir a los catecismos locales, sino a alentar y facilitar la redacción de nuevos
catecismos locales que tengan en cuenta las diversas situaciones y culturas, pero que guarden cuidadosamente la unidad de
la fe y la fidelidad a la doctrina católica.

I - LA VIDA DEL HOMBRE: CONOCER Y AMAR A DIOS: Dios, en un designio de pura bondad ha creado al hombre para que
tenga parte en su vida bienaventurada. Por eso está cerca del hombre. Le llama y le ayuda a buscarlo, a conocerle y a amarle
con todas sus fuerzas.

Convoca a todos los hombres, que el pecado dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Lo hace mediante su Hijo que
envió como Redentor y Salvador. En él y por él, llama a los hombres a ser sus hijos de adopción, y por tanto los herederos de
su vida bienaventurada.

Para que esta llamada resuene en toda la tierra, Cristo envió a los apóstoles, dándoles el mandato de anunciar el evangelio:
"Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y
enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del
mundo" (Mt 28,19-20).

Quienes han acogido el llamamiento de Cristo, se sienten urgidos a anunciar la Buena Nueva. Este tesoro recibido de los
apóstoles ha sido guardado fielmente por sus sucesores. Todos los fieles de Cristo son llamados a transmitirlo, anunciando la
fe, viviéndola en la comunión fraterna y celebrándose en la liturgia y en la oración (Cf. Hch 2,42).

II - TRANSMITIR LA FE: LA CATEQUESIS: Se llama Catequesis al conjunto de los esfuerzos realizados en la Iglesia para hacer
discípulos, para ayudar a los hombres a creer que Jesús es el Hijo de Dios a fin de que, por la fe, tengan la vida en su nombre,
y para educarlos e instruirlos en esta vida y construir así el Cuerpo de Cristo (Cf. Juan Pablo II, CT 1,2).
Importancia de la Catequesis: "Es una educación en la fe de los niños, de los jóvenes y adultos que comprende una
enseñanza de la doctrina cristiana, dada de modo orgánico y sistemático con miras a iniciarlos en la plenitud de la vida
cristiana" (CT 18).

Se articula dentro de la misión pastoral de la Iglesia: primer anuncio del Evangelio o predicación misionera para suscitar la
fe; búsqueda de razones para creer; experiencia de vida cristiana: celebración de los sacramentos; integración en la
comunidad eclesial; sacramentos; integración en la comunidad eclesial; testimonio apostólico y misionero (Cf. CT 18).

"Está unida íntimamente a toda la vida de la Iglesia. No sólo la extensión geográfica y el aumento numérico de la Iglesia, sino
también y más aún su crecimiento interior, su correspondencia con el designio de Dios dependen esencialmente de ella" (CT
13).

III - FIN Y DESTINATARIOS DE ESTE CATECISMO: Fin del catecismo: presentar una exposición orgánica y sintética de los
contenidos esenciales y fundamentales de la doctrina católica, tanto sobre la fe como sobre la moral, a la luz del Concilio
Vaticano II y del conjunto de la Tradición de la Iglesia. Sus fuentes principales son:

• la Sagrada Escritura, los Santos Padres,


• la Liturgia
• y el Magisterio de la Iglesia.

Destinatarios del Catecismo: Está destinado principalmente a los responsables de la catequesis:


- en primer lugar a los Obispos, en cuanto doctores de la fe y pastores de la Iglesia. Les es ofrecido como instrumento en la
realización de su tarea de enseñar al Pueblo de Dios.
- a través de los obispos se dirige a los redactores de catecismos, a los sacerdotes y a los catequistas.
- será también de útil lectura para todos los demás fieles cristianos.

ESTRUCTURA DEL CATECISMO: estructurado en torno a cuatro dimensiones fundamentales de la vida cristiana:
- La profesión de la Fe: EL CREDO
- La celebración del misterio critiano: LOS SACRAMENTOS
- La moral cristiana: LA VIDA DE CRISTO
- La ORACIÓN CRISTIANA

Se trata de vivir el amor de Dios con nosotros, por eso estas cuatro partes del Catecismo tienen las mismas características
que tiene la vivencia de la relación afectiva:

1. Un conocimiento de la persona amada (fe)


2. Una identificación con ella (sacramentos)
3. Un deseo de agradarla (mandamientos)
4. Un diálogo continuo con ella, como causa y fruto del amor (oración)
Aspectos esenciales de la Fe:
1. Creer en Dios creador, Uno y Trino, y en su designio salvífico.
2. Ser santificado por Él en la vida sacramental.
3. Amarlo con todo el corazón y al prójimo como a sí mismo.
4. Orar esperando la venida de su Reino y el encuentro cara a cara con El.

Primera parte: La profesión de la Fe: EL CREDO

Los que por la fe y el bautismo pertenecen a Cristo deben confesar su fe bautismal delante de los hombres (Mt 10,32; Rom
10, 9). Para esto, el catecismo expone en primer lugar en qué consiste la Revelación por la que Dios se dirige y se da al
hombre, y la fe, por la cual el hombre responde a Dios (primera sección).

El símbolo de la fe resume los dones que Dios hace al hombre como Autor de todo bien, como Redentor, como Santificador y
los articula en torno a los "tres capítulos" de nuestro bautismo -la fe en un solo Dios: el Padre Todo poderoso, el Creador; y
Jesucristo, su Hijo, nuestro Señor y Salvador; y el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia.
PRIMERA SECCIÓN
"Creo" - "Creemos" 1. El hombre es capaz de Dios
2. Dios al encuentro del hombre Los símbolos de la fe
3. La respuesta del hombre a Dios
1. Creo en Dios Padre
SEGUNDA SECCIÓN 2. Creo en Jesucristo, Hijo único de Dios
La profesión de la fe cristiana 3. Creo en el Espíritu Santo

Segunda parte: La celebración del misterio critiano: LOS SACRAMENTOS

La segunda parte del catecismo expone cómo la salvación de Dios, realizada una vez por todas por Cristo Jesús y por el
Espíritu Santo, se hace presente en las acciones sagradas de la liturgia de la Iglesia (primera sección), particularmente en los
siete sacramentos (segunda sección).

PRIMERA SECCIÓN Los siete Sacramentos de la Iglesia


La Economía Sacramental
1. Los sacramentos de la iniciación cristiana
1. El Misterio Pascual en el tiempo de la Iglesia 2. Los sacramentos de curación
2. La celebración sacramental del Misterio Pascual 3. Los sacramentos al servicio de la comunidad
4. Otras celebraciones litúrgicas
SEGUNDA SECCIÓN

Tercer parte: La moral cristiana: LA VIDA DE CRISTO

La tercera parte del catecismo presenta el fin último del hombre, creado a imagen de Dios: la bienaventuranza, y los caminos
para llegar a ella: mediante un obrar recto y libre, con la ayuda de la ley y de la gracia de Dios (primera sección); mediante un
obrar que realiza el doble mandamiento de la caridad, desarrollado en los diez Mandamientos de Dios (segunda sección).
PRIMERA SECCIÓN SEGUNDA SECCIÓN
La vocación del hombre: la vida en el espíritu Los Diez Mandamientos

1. La dignidad de la persona humana 1. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda
2. La comunidad humana tu alma y con todas tus fuerzas
3. La salvación de Dios: la Ley y la Gracia 2. Amarás a tu prójimo como a ti mismo

Cuarta parte: LA ORACIÓN CRISTIANA


La última parte del Catecismo trata del sentido y la importancia de la oración en la vida de los creyentes (primera sección).
Se cierra con un breve comentario de las siete peticiones de la oración del Señor (segunda sección). En ellas, en efecto,
encontramos la suma de los bienes que debemos esperar y que nuestro Padre celestial quiere concedernos.

PRIMERA SECCIÓN
La oración en la vida cristiana
¿Qué es la oración?

1. La revelación de la oración. La llamada universal a la oración


2. La tradición de la oración

SEGUNDA SECCIÓN
Padre nuestro

El Catecismo de la Iglesia Católica y los catecismos locales, por su unidad profunda y su rica diversidad, están llamados a ser
fermento renovador en la catequesis en la Iglesia. Al contemplarlos con una mirada católica y universal, la Iglesia, es decir, la
entera comunidad de discípulos de Cristo puede decir en verdad: “Esta es nuestra Fe, esta es la Fe de la iglesia”.

UNIDAD II:

LA REVELACIÓN DE DIOS
Significado de la revelación: El cristianismo no es una religión que solo transmite verdades, ante todo es una experiencia
vivida en la historia; de la manifestación de Dios, por medio de hechos y palabras.
Revelación: Latín “revelare” “revelatio” quitar el velo que oculta algo a la vista. Griego “apokaliktein”→ Apocalipsis es
revelación. Manifestación de Dios y sus secretos que estaban ocultos a la razón humana. (1 Jn 1, 2-3)
Dios por su libre iniciativa se da a conocer como gesto de amor por medio del cual viene a encontrarnos para dialogar y
llamarnos a la obediencia de la fe, en una comunión de vida. La revelación hace de la historia humana una Historia de
Salvación. Esta comunicación de la vida de Dios se da por Jesucristo. (Dei Verbum 2)

Aspecto antropológico:
• La revelación parte de Dios pero se dirige a los seres humanos y ellos la transmiten, además colaboran con su formulación
e interpretación. Vive con ellos en la Iglesia.
• Busca elevar a la humanidad caída.
• La Biblia en su aspecto humano (Unidad temática 7).
• La fe respuesta del hombre a la Revelación (Unidad temática 9, DV 5).

Aspecto cristocéntrico:
• Jesús es el culmen y plenitud de la Revelación (DV 2). Él adquiere carácter personal. Él mismo es la Revelación → Palabra
Encarnada (Jn 1,1ss).
• El es la verdad de la Revelación que se ofrece como Vida.
• Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, es la Palabra única, perfecta, insuperable del Padre. En Él lo dice todo, no habrá otra
palabra más que está: Después de hablar Dios muchas veces y de diversos modos antiguamente a nuestros mayores por
medio de los profetas en estos días últimos nos ha hablado por medio del Hijo" (Hb 1,1-2).

Hecho y objeto de la revelación: Nace de la libre iniciativa de Dios. Él mismo se manifiesta (objeto) para salvarnos a los seres
humanos. Jesucristo principio único de salvación.

Naturaleza de la revelación:
- Dios le habla a los seres humanos.
- Por su Palabra hecha carne se da a conocer.
- Habla a los patriarcas, a los profetas, a Israel. Por medio de Jesucristo a los Apóstoles y a la Iglesia → Nosotros.
- Dios quiere que los seres humanos nos introducimos en la comunión de amor que hay entre el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo.

Economía de la revelación: ECONOMÍA = PROCESO


• Plan que Dios busca y va realizando a través de los siglos por caminos que solo él conoce.
• Se manifiesta por hechos y palabras (Encarnación e historia) AT: éxodo, formación del reino, destierro, cautividad,
restauración. NT: acciones y vida de Jesucristo, sus signos, sus milagros, su muerte y resurrección. Palabras de Moisés y los
profetas, de Jesucristo y los Apóstoles.
• No habrá otra Revelación – "La economía cristiana, por ser alianza nueva y definitiva, nunca pasará; ni hay que esperar otra
revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo" (DV 4).
- Sin embargo, aunque la Revelación está acabada, no está completamente explicitada; corresponderá a la fe cristiana
comprender gradualmente todo su contenido en el transcurso de los siglos.
- A lo largo de los siglos ha habido revelaciones llamadas "privadas", algunas de las cuales han sido reconocidas por la
autoridad de la Iglesia. Estas, no pertenecen al depósito de la fe. Su función no es la de "mejorar" o "completar" la
Revelación definitiva de Cristo, sino la de ayudar a vivirla más plenamente en una cierta época de la historia. Guiado
por el Magisterio de la Iglesia, el sentir de los fieles (sensus fidelium) sabe discernir y acoger lo que en estas
revelaciones constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia.
- La fe cristiana no puede aceptar "revelaciones" que pretenden superar o corregir la revelación de la que Cristo es la
plenitud. CONTENIDO DE LA REVELACIÓN.

Contenido de la revelación: Manifiesta la verdad de Dios. En Cristo sabemos ¿quién es Dios? Padre que nos crea y nos ama
como hijos; Hijo Palabra que llama e invita a la comunión de vida con la Trinidad; Espíritu Santo que vivifica y santifica
continuamente a la Iglesia.
Da a conocer la verdad del ser humano: llamado y elegido por Dios desde la creación para ser su hijo adoptivo; redimido por
el sacrificio redentor de Cristo; asistido con la gracia del Espíritu Santo camina hacia la salvación eterna.

La Revelación: diálogo entre amigos: Dios, al revelarse, reconoce al hombre como un ser con capacidad para escucharle,
acogerlo y responderle.

La Palabra cauce de relación personal


- Las palabras son instrumentos que transmiten, desvelan, implican, transforman, y comprometen. Mediante su
utilización las personas se comunican y establecen diferentes tipos de relaciones. Entre todas ellas, la más profunda
es la relación de amistad y de amor.
- En el diálogo de Dios con el hombre los gestos y las palabras expresan la identidad única de esta relación, que se
renueva permanentemente.

La Palabra soporte de testimonio


- Testigo de un acontecimiento es quien, habiéndolo visto y oído, reconoce haberlo presenciado. El testigo
compromete su persona con lo que dice, y solicita de quienes le escuchan su confianza: confianza en su persona,
confianza en sus palabras. (Lc 10,22).
- En la cruz, Jesucristo manifiesta de forma suprema quien es Dios; por la Resurrección, el Padre proclama su
identificación con el Hijo. De estos hechos son constituidos testigos algunas personas que, mediante la Palabra, van
a ser enviados a congregar al nuevo Pueblo de Dios, la Iglesia.

La Palabra vehículo de comunión


- Cuando las palabras que proceden del corazón humano, son acogidas y correspondidas, provocan la comunión
entre las personas.
- La Palabra posibilita la comunión con Quien es la fuente de la Vida. (invitación hecha en Jesucristo).

La Palabra de Dios, palabra encarnada


- La Palabra salvadora de Dios es para el hombre, y para todos los hombres.
- Como Palabra encarnada, es preciso que afronte lo real humano y no se quede en la superficie. Ocupándose así, de
algo que afecta a los hombres de cualquier raza, cultura y momento histórico, exigiendo del que la escucha situarse
en ese nivel de comunicación y experiencia
- Cuando el hombre ilumina su realidad profunda con la Palabra, la vida aparece desde una perspectiva nueva, donde
los hechos cotidianos pueden ser interpretados desde la acción salvadora de Dios.

La Revelación acontece en la historia: El gran descubrimiento de Israel es que Dios se manifiesta en la historia de los
hombres, hablando y actuando; lo descubren desde la fe.
La historia tiene un sujeto activo; el ser humano, que actúa para ir llenando el tiempo de acontecimientos que se suceden
con una continuidad y un sentido; en ella Dios actúa y se hace presente.
Cuando afirmamos que la historia es historia de salvación, estamos diciendo que:
- en la historia se descubre la acción de Dios;
- toda la historia lo es de salvación, aun cuando esta salvación esté oculta;
- la salvación no se dará en plenitud en la historia.

La Palabra y los hechos


- En la Revelación cristiana, la Palabra va unida a las intervenciones de Dios en la historia de la Salvación. Estas
actuaciones divinas hacen eficaz y constatable el mensaje que proclama la Palabra, al tiempo que la Palabra
interpreta, esclarece y profundiza el sentido que encierran los acontecimientos.
- Cuando la Palabra precede a los hechos, toma la forma de:
• profecía, que anuncia la salvación;
• mandato, que ordena una actuación;
• exhortación, que llama a la conversión.
- Si son los acontecimientos los que preceden a la Palabra, ésta:
• proclama el hecho, insertándose en la Historia de la Salvación;
• narra el acontecimiento, recordando e invitando a descubrir su actualidad permanente;
• explica lo ocurrido hasta convertirlo en enseñanza, y modelo de actuación.
- Como en todo diálogo, Palabra y hechos, palabra y gestos, se complementan y enriquecen, dinamizando la relación
dialogal.

En definitiva, la historia humana se transforma en historia de salvación cuando es interpretada a la luz de la Palabra de Dios.

La Revelación se realiza mediante signos: Dios quiere comunicarse con el hombre para salvarlo. Lo hace por su palabra o
por los hechos con los que interviene en la historia. La comunicación divina puede revestir dos formas diferentes de
realización que se necesitan y complementan:
- La comunicación individual como experiencia interior, difícil de expresar, misteriosa, que no es para quien la recibe
en exclusiva, sino que tiene una repercusión en favor de los demás. Esta comunicación gratuita debe de ser
discernida en el seno del Pueblo de Dios.
- La comunicación exterior, a través de acontecimientos - signos de Dios, en los que su autor se refleja y se revela.

La acción salvadora de Dios va a realizarse en el testimonio y la vida concreta de personas y comunidades, dentro del Pueblo
de Dios. El Signo de Dios (la vida concreta de un creyente o una comunidad de creyentes) afecta a lo profundo de la
experiencia humana, a lo que consideramos como "lo real"; por ello puede iluminar a otros creyentes que viven en
circunstancias distintas por la similitud entre sus experiencias profundas. Todos los Signos de Dios a lo largo de la historia
convergen en Jesucristo, Palabra definitiva de Dios, culmen de la Revelación.

La transmisión de la Revelación: Al servicio de la transmisión de la Revelación acontecida en Cristo está la Tradición. La


palabra "tradición" designa, en general, la acción de entregar o transmitir algo a alguien. Cuando hoy hablamos de tradición
pensamos, normalmente, en costumbres de antaño que se valoran por su antigüedad o se desechan por su falta de ajuste
con el tiempo actual. La transmisión de la Revelación

La Tradición apostólica: todo aquello que los Apóstoles recibieron de Jesucristo y aprendieron por la acción del Espíritu Santo
y ellos, a su vez, transmitieron mediante la predicación, el testimonio de su vida y diversas instituciones.

Ella es origen y norma de toda la Tradición posterior de la Iglesia. Está integrada por palabras orales y escritas, formas de
vida comunitaria y litúrgica, modelos y estilos de vida cristiana, instituciones y tradiciones eclesiales. Son parte viva de esta
tradición las enseñanzas de antiguos escritores que llamamos Padres y Doctores de la Iglesia, las liturgias antiguas, la vida de
los grandes santos, el arte cristiano, ciertas formas de servicio al prójimo, y diversas manifestaciones del estilo de vivir de la
comunidad cristiana.
Esta Tradición eclesial no es un tesoro muerto, que las generaciones cristianas reciben o dan sin más. La Tradición, en la
Iglesia, progresa bajo la asistencia del Espíritu Santo.
La Iglesia comprende con mayor profundidad todo lo que, desde Jesús y los Apóstoles, ha ido transmitiendo en su seno. A
ello han contribuido y contribuyen la meditación y reflexión de los creyentes, la inteligencia de la experiencia cristiana;
también la predicación de sus pastores.

Contribuye, además, a este mayor conocimiento y expresión de la Tradición, la implantación de la Iglesia en tantos pueblos
de tan diversas culturas: tal implantación obliga a la Iglesia a investigar y comprender más profundamente el misterio de
Cristo ya expresarlo mejor en la celebración litúrgica y en la vida de la comunidad (GS 58).

Otras manifestaciones de Dios: La Iglesia consciente de que Dios busca siempre el encuentro con los seres humanos, es
clara en proclamar que aun para quienes no conocen a Cristo se ha manifestado Dios, sea en la creación o en las
experiencias religiosas de otros pueblos (Semillas del Verbo, San Justino)

TRADICIÓN Y MAGISTERIO

La Tradición: (es importante que vaya con mayúscula). Revelación desde el comienzo de la historia hasta la era apostólica.
Revelación que no está presente en la Sagrada Escritura.
El depósito de la fe está compuesto por las Sagradas Escrituras (Biblia) y Tradición Apostólica. Esta fue revelada por Jesus a
los Apóstoles y confiada a la Iglesia.
¿Qué dice la Biblia?
- 1ra Lectura: Colosenses 2,8
- 2da Lectura: 1 Corintios 11,2
- 3ra Lectura: 2 Tesalonicenses 2,15

¿Qué dice el concilio vaticano segundo?


Los Obispos, sucesores de los Apóstoles, han sido instituidos para conservar y transmitir fielmente la predicación apostólica
(nº 7).
La función conservadora de la Tradición no se realiza solamente por medio de los Obispos, corresponde también a toda la
iglesia, por lo que los Apóstoles amonestan a los fieles que conserven las tradiciones que han recibido de palabra o por
escrito (nº 8).
El Concilio afirma así que la Tradición no es otra cosa que la misma Iglesia, que en su doctrina, en su vida y en su culto
perpetúa y transmite a todas las generaciones todo lo que ella es y todo lo que ella cree (III 8).

Escritura, Tradición y Magisterio: Deja constancia de que es la Tradición quien nos da a conocer el Canon íntegro de los
libros sagrados. Pone de manifiesto cómo la Tradición hace comprender más profundamente la Palabra de Dios, en cuanto
que Dios, presente en la Iglesia, hace que en ella resuena siempre la voz de Cristo.
Hace incesantemente operativa a la Escritura, pues la palabra escrita necesita ser aplicada a la realidad concreta de los
hombres y esto le corresponde a la Tradición y especialmente al Magisterio de los sucesores de los Apóstoles.

Criterios de la Tradición:

1. Santos padres: Doctrina ortodoxa, Santidad de vida, Antigüedad y Aprobación de la iglesia. Que propongan una
doctrina como perteneciente a la fe o a las costumbres, no sólo Objetivamente, sino también subjetivamente
considerada. Que la propongan como testigos de la fe o como doctores auténticos de una manera cierta y segura.
Que exista un consentimiento moralmente unánime entre los Padres acerca de una materia
2. El Sentir unánime de los fieles : Acción asistencial del Espíritu Santo y La Subordinación del Magisterio. El Espíritu
Santo está presente en toda la Iglesia y la Instruye en todo (1 lo 2,20. 27). El Concilio Vaticano II declara que si los
fieles no pueden engañarse en su creencia cuando manifiestan un asentimiento universal en las cosas de fe y
costumbres, ello es debido a la unción del Espíritu Santo (Lumen gentium, 12). Pero no queda desvinculado de la
autoridad docente de la Iglesia, a la que corresponde proponer autoritativamente la palabra de Dios (Lumen gentium,
12 y 25).
3. La Liturgia: Ritos y Símbolos, Veneración a Imágenes y Administración de Sacramentos. La Liturgia, siendo ritual, tiene
gran poder de conservación, porque el rito es fijo, se transmite y práctica como tal. La Liturgia se desarrolla a partir de
un fondo común que se remonta hasta los Apóstoles. Los mismos ritos y fórmulas, aunque nazcan de una iniciativa
particular, para que penetren en la Liturgia han de ser aceptados por la Iglesia y aprobados por la autoridad guardiana
de la Tradición apostólica.

Características de la Tradición:
a. Por razón del autor la Sagrada Tradición puede ser: Divina o divino-apostólica y eclesiástica.
b. Por razón del “contenido u objeto” que es transmitido la tradición puede ser: Dogmática y Moral.
c. Con relación a la Sagrada Escritura la Tradición puede ser: Constitutiva e interpretativa.

¿Por qué escribieron los Apóstoles?


Mateo: Para dejar un recuerdo a los hebreos antes de partir a otras tierras a evangelizar.
Marcos: Para dejar por escrito la predicación de Pedro.
Lucas: Para dejarnos la predicción de Pablo y para corregir errores de unos autores mal informados.
Juan: Para combatir las primeras herejías. Presuponiendo la predicción, en sus cartas sólo esclarecer algún punto, tapa
alguna laguna, o inculca alguna doctrina particular.

Documentos de la Iglesia:

1. Documentos primarios: Las definiciones solemnes de los concilios ecuménicos y Definiciones de los Sumos Pontífices.
- Divinidad de Cristo, Concilio de Nicea (325).
- Maternidad divina de María, Concilio de Éfeso (431).
- Infalibilidad del Papa, Vaticano I (1870).
- Asunción de la Virgen al delo, Noviembre 1, 1950.
- Las profesiones de fe impuestas por la Iglesia a los fieles como regordeón a determinados errores.
Actos del magisterio ordinario como encíclicas, alocuciones, cartas, bulas pontificias, escritos de los obispos, etc.

2. Documentos secundarios: Los escritos de los padres de la iglesia. Para que un argumento patrístico se considere de
tradición divino-apostólica debe poseer las siguientes peculiaridades:
- Unanimidad de pensamiento de los Padres en materia de fe y moral único objeto de la Tradición.
- Presentación de las enseñanzas como reveladas y no como opiniones particulares.
- Aprobación de la Iglesia, quien da autoridad a los Padres

Nuevo testamento y Traición:


En el Nuevo Testamento no se encuentra ni un sólo versículo donde se afirma que lo que dijo JESÚS se encuentra solamente
en los Evangelios. Muy al contrario, en San Juan 21,25 dice (...) Por lo tanto, todo lo dicho por JESÚS no está en los
Evangelios.

Certezas: JESÚS no ordenó escribir nada, ningún libro, ningún discurso. El Señor manda a sus Apóstoles a predicar (San
Marcos 16,15).
De los 12 Apóstoles sólo 2 escribieron Evangelios, los diez restantes no escribieron Evangelios, si hubiera sido tan Importante
el escribir todo, lo hubieran hecho. Sin embargo todos predicaron.
El Evangelio antes de ser escrito fue Tradición. El primer Evangelio se cree fue el de Marcos y se escribió alrededor del año
60 de nuestra era, por esto Pablo en Corintios 11,2 dice: "os alabo porque en todas las cosas os acordáis de mí que
conserváis la Tradiciones que les he transmitido.
No se tiene Tradición cuando no hay Sucesión, pues no exhibe la transmisión de los datos. La Iglesia Católica Si tiene
sucesión y transmisión, pues su existencia sé remonta al mismo JESÚS. El resto de las Iglesias surgen en el siglo XVI por lo
tanto no tiene tradición alguna y si la tuvieran sería la tradición de la Iglesia Católica y éste es el motivo de su rechazo pues
aceptar la Tradición de la Iglesia sería aceptar su autoridad.

MAGISTERIO DEL PAPA FRANCISCO

Hablar del magisterio de la iglesia es hablar de los pastores o jerarquía de la iglesia. “No eligió a cualquiera sino a los que él
quiso” (Mc 1, 10-17); “los preparo de forma especial” (Mc 9, 30-31); “los envió dándoles dones especiales” (Lc 4, 10-11).
Estos pastores de la iglesia, reconocidos por el señor como apóstoles, tienen la responsabilidad de extender, orientar, guiar y
cuidar a toda la iglesia y a sus fieles.

Tiene la función de enseñar con autoridad a los fieles y a todos los pueblos a guardar todo lo que Cristo mandó. La iglesia
desde su inicio establece normas y reglas que responden a diversas situaciones religiosas, morales y sociales.

Los católicos obedecen al magisterio porque es la auténtica interpretación de la palabra de Dios encomendada por Jesucristo,
el Papa y los obispos en común con él.

Jesús instituyó su Iglesia sobre los Apóstoles, quienes, para cumplir este cometido en el tiempo, eligieron sucesores. Los
sucesores de los Apóstoles son los obispos presididos por el Papa, sucesor de San Pedro en la sede romana. Sus enseñanzas
son el magisterio de la iglesia católica. Este entonces enseña la verdad sobre la Sagrada Escritura y la Tradición a todos los
fieles de la Iglesia a través de los tiempos, pues tiene la misión de interpretarlas de modo auténtico.

«La Iglesia con su enseñanza, su vida, su culto, conserva y transmite a todas las edades lo que ella es, todo lo que cree" ( DV
8). (CIC #98)

Dentro del Magisterio se distinguen las formas de: Magisterio Solemne o Extraordinario (primer nivel), el Magisterio
Ordinario Universal (segundo nivel) y el Magisterio Ordinario (tercer nivel).
El Magisterio Solemne o Extraordinario no puede contener errores. Incluye, además de los dogmas de la Iglesia, las
enseñanzas infalibles de los Papas y de los Concilios, como pastor y maestro supremo de todos los fieles que confirman en su
fe a sus hermanos. Lo contenido en el Magisterio Extraordinario es irrevocable, es decir, no puede contradecirse ni siquiera
por el Papa o los concilios, quedando fijado para siempre. "El romano pontífice, cabeza del colegio episcopal, goza de esa
infalibilidad en virtud de su misterio cuando, como pastor y maestro supremo de todos los fieles que confirma en la fe a sus
hermanos, proclama por un acto definitivo la doctrina en cuestiones de fe y moral" (catecismo 891)

El Magisterio Ordinario y Universal se considera infalible también cuando se relaciona con una enseñanza concerniente a
materia de fe y moral y que todos los Obispos de la Iglesia, incluyendo el Papa, mantienen universalmente como definitiva.
Así, debe ser aceptada por todos los fieles. Se refiere a materias de fe y moral y no a costumbres y prácticas. La enseñanza
del magisterio ordinario y universal nunca puede contradecir, por supuesto, el Magisterio Solemne o Extraordinario, puesto
que ambos son infalibles. Ocurre cuando los obispos enseñan verdades definitivas de la fe y moral en comunión con el Papa,
y cuando reúnen con el concilio ."La infalibilidad prometida a la iglesia reside también en el cuerpo episcopal cuando ejerce
el magisterio supremo con el sucesor de Pedro, sobre todo en un concilio ecomenico" (catecismo 891). Para saber si la iglesia
tiene la intención de enseñar infaliblemente en este segundo nivel, se debe observar el lenguaje y la intención. Si hace ver
que es una verdad definitiva y ven consecuencia de lo que el santo padre nos dice y con revelación de la palabra de Dios,
entonces es infalible.

El Magisterio Ordinario consiste en las enseñanzas no infalibles de los Papas y los Concilios, las de los Obispos y las
Conferencias Episcopales. Y, aunque el católico debe creerlo y proclamarlo, decisiones ulteriores del Magisterio podrían
alterar o contradecir su contenido anterior. A esta enseñanza ordinaria los fieles deben "adherirse con espíritu de obediencia
religiosa" que, aunque distinto del asentamiento de la fe, es una prolongación de él (catecismo 892). Con el pretexto que no
han sido promulgados ex cathedra, no deben rechazar los decretos disciplinares emitidos por el Papa. La auténtica enseñanza
de la iglesia no se limita a lo proclamado como infalible. El espíritu santo siempre guía a todo el magisterio de la iglesia
aunque en distinto grado.

La obligación del católico es creer y defender activamente todo lo que enseña el Magisterio Eclesiástico Solemne o
Extraordinario y el Magisterio Ordinario Universal, «con la plenitud de su fe».

Los documentos publicados por el Papa Francisco se consideran dentro de los documentos primarios de la Iglesia. Estos
documentos primarios abarcan las definiciones solemnes de los concilios ecuménicos. Los documentos Pontificios son todos
importantes ya que su autor es el Papa, esta importancia no radica en su clasificación (Encíclica, Constitución Apostólica, etc)
sino en su contenido. Generalmente tratan cuestiones sociales, económicas y políticas específicas con el propósito de
derramar sobre las mismas la luz del Evangelio.

Los documentos posibles son: Cartas Encíclicas, Epístolas Encíclicas, Constitución Apostólica, Exhortación Apostólica, Carta
Apostólica, Bula y Motu Proprio.

Las cartas encíclicas tienen el valor de enseñanza dirigida a la iglesia universal. Estas proponen enseñar sobre algún tema
doctrinal o moral, avivar la devoción, condenar errores e informar a los fieles sobre peligros para la de procedentes de
corrientes culturales, amenazas del gobierno, etc. Pueden ser Doctrinales (desarrollan una doctrina específica), Exhortatorias
(temas más espirituales) y Disciplinares (cuestiones particulares disciplinarias o prácticas). Por ejemplo, una publicada por el
Papa Francisco es: Fratelli tutti (3 de octubre de 2020).

Las Epístolas Encíclicas son poco frecuentes y se dirigen primariamente a dar instrucciones en referencia a alguna devoción o
necesidad especial de la Santa Sede. Como por ejemplo el Año Santo. Además, el 8 de diciembre del 2020, el Papa Francisco
convocó a vivir el Año de San José, hasta el 8 de diciembre del 2021.

La Bula tiene una inscripción en la cual el Papa utiliza el título Episcopus Servus Servorum Dei (El Siervo de los Siervos de
Dios). Por ejemplo, una publicada por el Papa Francisco es la Bula Misericordiae Vultus - Bula de convocatoria del Jubileo de
la Misericordia (11 de abril de 2015).

El Motu Proprio "te corta scientia" significa que son escritos por la iniciativa personal del Santo Padre y con su propia
autoridad. Por ejemplo, una publicada por el Papa Francisco es: Carta Apostólica en forma de «Motu Proprio» Antiquum
ministerium con la que se instituye el Ministerio de Catequista (10 de mayo 2021)
Con la Constitución Apostólica el Papa ejerce su autoridad "Petrina". Trata de la mayoría de los asuntos doctrinales,
disciplinares y administrativos, leyes concernientes a los fieles. Por ejemplo, una publicada por el Papa Francisco es:
Episcopalis communio, sobre el Sínodo de los Obispos (15 de septiembre de 2018)

La Exhortación Apostólica generalmente se promulga después de la reunión de un Sínodo de Obispos. Son parte del
magisterio de la Iglesia. Por ejemplo, una publicada por el Papa Francisco es: Querida Amazonia: Exhortación apostólica
postsinodal al pueblo de Dios y a todas las personas de buena voluntad (2 de febrero de 2020)

La Carta Apostólica son las cartas dirigidas a grupos específicos de personas. Estas también pertenecen al Magisterio
Ordinario. Por ejemplo, una publicada por el Papa Francisco es: Carta apostólica Patris corde con motivo del 150 aniversario
de la declaraciçon de San José como Patrono de la Iglesia universal (8 de diciembre de 2020)

El documento programático del Papa Francisco es la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, en la que el Papa recoge la
riqueza de los trabajos del Sínodo dedicado a “La nueva evangelización para la transmisión de la fe".
“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús”. El objetivo del Papa Francisco
se refleja en la siguiente cita: “Quiero dirigirme a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora
marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años”.
En ella, el Papa invita a toda la Iglesia a “salir” a evangelizar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

Una de las últimas cartas apostólicas publicadas por el Papa Francisco es de gran importancia; la Carta apostólica en forma de
Motu proprio Spiritus Domini, sobre la modificación del can. 230 § 1 del Código de Derecho Canónico acerca del acceso de las
personas de sexo femenino al ministerio instituido del Lectorado y del Acolitado (10 de enero de 2021). Es importante el
hecho de considerar al grupo femenino de los fieles católicos para la participación más activa en la iglesia, en este caso al
ministerio instituido del Lectorado y del Acolitado.

En esta carta se cita: "El Espíritu del Señor Jesús, distribuye a los miembros del Pueblo de Dios los dones que permiten a cada
uno, de manera diferente, contribuir a la edificación de la Iglesia y al anuncio del Evangelio".

Se puede destacar que aquí el Sumo Pontífice sostiene lo siguiente: "he decidido proceder a la modificación del canon 230 §
1 del Código de Derecho Canónico. Por lo tanto, decreto que el canón 230 § 1 del Código de Derecho Canónico tenga en el
futuro la siguiente redacción:

"Los laicos que tengan la edad y condiciones determinadas por decreto de la Conferencia Episcopal, pueden ser llamados para
el ministerio estable de lector y acólito, mediante el rito litúrgico prescrito; sin embargo, la colación de esos ministerios no les
da derecho a ser sustentados o remunerados por la Iglesia".

Un dogma es una verdad que pertenece al campo de la fe o de la moral, que ha sido revelada por Dios, transmitida desde los
Apóstoles ya a través de la Escritura, ya de la Tradición, y propuesta por la Iglesia para su aceptación por parte de los fieles.
Por tanto, un dogma es una verdad absoluta, y absolutamente segura sobre la cual no se cierne ninguna duda.

Una vez proclamado solemnemente, ningún dogma puede ser derogado o negado, ni por el Papa ni por decisión conciliar. Es
por esto que los dogmas constituyen la base inalterable de toda la Doctrina católica y cualquier católico está obligado a
adherir, aceptar y creer en los dogmas de una manera irrevocable.
Estos pueden ser sobre distintos temas de interés, como los Dogmas sobre Dios, Dogmas sobre Jesucristo, Dogmas sobre la
creación del mundo, Dogmas sobre el ser humano, Dogmas marianos, Dogmas sobre el Papa y la Iglesia, Dogmas sobre los
sacramentos y los Dogmas sobre las últimas cosas

La Teología Dogmática es la exposición y el estudio científico de la Palabra de Dios tal como se predica y se enseña en la
Iglesia. La intención de la Teología Dogmática consiste en interpretar cada uno de los misterios de la salvación, y en mostrar
cómo la predicación actual es homogénea con los datos de la Escritura y de la Tradición. Esta toma cuestiones conocidas por
la revelación, desde un punto de vista de la fe.

UNIDAD III:
SAGRADA ESCRITURA

Dios habla al hombre: El hombre puede conocer a Dios por medio de sus obras, pero existe otro conocimiento de Dios que
el hombre sólo puede encontrar por medio de la Revelación Divina. Dios, desde el origen, se da a conocer y se revela a los
hombres en palabras humanas. En los libros sagrados, Dios sale al encuentro con sus hijos para conversar con ellos. En la
Sagrada Escritura encontramos alimento y fuerza, pues en ella está lo que realmente es "Palabra de Dios".

La Tradición y la Sagrada Escritura: La Tradición y la Sagrada Escritura van de la mano, ambas surgen de la misma fuente. La
Tradición Apostólica transmite las enseñanzas y el ejemplo de Jesús y lo que aprendieron por el Espíritu Santo. La Iglesia
Católica no saca exclusivamente de la Sagrada Escritura todo lo revelado y conserva la Tradición Apostólica como parte del
misterio de salvación.

La Biblia se escribió en un tiempo y espacio muy diferente al nuestro. La cultura, maneras de pensar, vivir, etc. eran muy
diferentes a nuestros tiempos. Para entender la Biblia es necesario tener una visión global de la gente, el ambiente y los
géneros literarios en los que fue escrita. Entender la Biblia es un constante aprendizaje. La Biblia es la interminable historia
de amor entre Dios y la humanidad.

La Biblia es un libro de fe: Cada persona de fe debe orientar su vida a partir de la Palabra de Dios. Se trata no solo de leerla,
sino de meditar y asimilar el sentido espiritual de su contenido. No se vale la libre interpretación, no debemos adaptar la
Biblia a lo que se nos convenga. Es necesario estudiar la Biblia no solo de manera individual sino también aprovechando
cursos y talleres. Hay que conocer la Palabra de Dios para poder vivirla.

¿Qué es la Biblia? Biblia. Del Griego; ta Bißaia, (ta biblia) que significa "los libros". Es un libro compuesto por muchos libros.
Es un conjunto de obras que se consideran inspiradas por Dios y que constituyen el canon de las Escrituras. Dios es el autor
de la Sagrada Escritura. Reveló sus verdades a los escritores humanos por inspiración del Espíritu Santo.
En la Biblia hay muchos géneros literarios, o sea, maneras especiales de decir las cosas y de narrar los acontecimientos.

¿Cuándo se escribió la Biblia? La Biblia fue escrita en un período aproximado de 1300 años y contiene memorias de 4000
años de la cultura Judeo-Cristiana.
Contiene relatos tan antiguos que comenzaron mucho antes que cualquier material para escribir fuera inventado.
Tradición oral: historias o relatos que fueron pasando de generación en generación de boca en boca.
La mayoría de las historias del Antiguo Testamento se escribieron entre el siglo V y el III a.C.
Escrituras Antiguas: Existen miles de libros que los hombres han escrito acerca de Dios a lo largo de la historia. Cuando
murió Jesús, sus seguidores escribieron cientos de libros acerca de su vida. Algunos eran creíbles y verdaderos. Otros
inventan cosas con el propósito de ganar seguidores. Estos últimos, por ejemplo, le atribuían a Jesús niño actos
extraordinarios como hablar con animales, dar vida a juguetes, etc.
A estos libros se les llama "Apócrifos".

A través de la historia: La Iglesia recopiló todos estos libros, los analizó y, a la luz del Espíritu Santo, seleccionó 73 de ellos,
declarándose Palabra de Dios. Estos 73 libros se reunieron en uno solo, llamado Biblia o Canon de las Escrituras. Por ser el
Espíritu Santo el que iluminó a la Iglesia a escoger estos libros, podemos estar seguros que en ellos está escrita la Verdad de
manera fiel y sin errores.

¿Es verdad lo que está en la Biblia? La mayoría sabemos que 2 + 2 = 4, que el principio filosófico "nadie da lo que no tiene"
también es verdad, que "el atardecer de una vida" se refiere a una verdad poética o metafórica, que señala la última parte
de la vida de una persona, su vejez, etc.
En la Biblia encontramos una serie de VERDADES, o mejor dicho, diferentes modos de expresar la verdad o verdades bajo
varios aspectos de la realidad.
La Biblia es primordialmente una verdad religiosa, es decir, una verdad conectada directamente con la historia de la relación
que Dios tiene con el ser humano.
EN LA BIBLIA ENCONTRAMOS LA VERDAD SOBRE NUESTRA SALVACIÓN

Canon Bíblico: Canon viene de la palabra griega xa vov (canon) que significa "medida".
Para nosotros, es como una regla de fe para determinar si una cosa es verdadera o falsa; es el criterio de la verdad, es la
norma o regla de algo. Elaborar un canon bíblico fue una prioridad para la Iglesia. Era necesario hacerlo para mantener una
misma regla de fe en todas las iglesias esparcidas por el mundo.

Canon Bíblico: Hay cuatro cánones o listas oficiales de libros de la Biblia:

El canon Judío: El canon protestante:


Aceptan 39 libros del Aceptan 39 libros del Antiguo Testamento.
Antiguo Testamento. No aceptan ningún libro del Nuevo Aceptan 27 del Nuevo
Testamento. Testamento. Total: 66 libros.

El canon católico: El canon ortodoxo:


Aceptamos 46 libros del Aceptan 46 libros del Antiguo
Antiguo Testamento Testamento
Aceptamos 27 libros del Nuevo Aceptan 27 libros del Nuevo
Testamento. Testamento.
Total: 73 libros. Total: 73 libros.
¿Y qué de los 7 libros extras? - Los judíos tenían dos cánones:

El canon de Palestina: Canon Breve, escrito en Hebreo, 39 libros


El canon de Alejandría: Canon Largo, escrito en Griego, 46 libros

La comunidad judía de Palestina rechaza estos libros porque estaban escritos originalmente en griego.
Jesús mismo era judío y no rechazaba los libros sagrados de su pueblo. Los apóstoles oyeron decir a Jesús que Él no había
venido a deshacer el A.T. sino a completarlo. (Mt. 5, 17)

Los Deuterocanónicos: "Deutero" (griego) significa segundo.

Estos libros cubren mas o menos 300 años de historia del pueblo judío.
Fueron escritos en griego, que era el idioma que hablaban los judíos que vivían en Egipto. Son un enlace preciso entre el A.T.
y el N.T.
Los libros Deuterocanónicos son: Baruc, Eclesiastico, 1 y 2 Macabeos, Tobias, Judith y Sabiduría. Partes de los libros de Ester
y Daniel tienen textos en griego que fueron añadidos.
¿Por qué estos 7 libros? Los primeros cristianos reconocieron también como libros inspirados los textos del canon de
Alejandría. El cristianismo se extendió por el mundo griego y romano. Cuando se citaban textos del THE OTHER A.T. se
citaban en griego, según el Canon largo de Alejandría. Los primeros cristianos tomaron este canon porque la mayoría de las
personas a quienes debían llevar la palabra de Dios hablaban griego.

Protestantismo: En 1517, Martin Lutero se separó de la Iglesia Católica, dando inicio al Protestantismo. Uno de los muchos
cambios que hizo al fundar su nueva iglesia fue el de tomar el canon breve de Palestina. Rechazó los deuterocanónicos
porque contradecían sus nuevas doctrinas. Lutero no solo eliminó libros del A.T. sino que quiso eliminar algunos del N.T. e
hizo cambios en el N.T. para adaptarlo a su doctrina.

Concilio de Trento: En 1545, los obispos católicos de todo el mundo se reunieron en concilio en la ciudad de Trento, Italia
para fijar definitivamente el canon de las Escrituras. Ahí fijaron 46 libros del A.T. y 27 para el N.T. Los libros tenían que:
- Ser de origen Apostólico
- Estar correctos en la doctrina Tener uso litúrgico antiguo y generalizado
- De aquí salieron los libros que ahora conocemos como Biblia.

Los lenguajes de la Biblia: Las versiones más antiguas del Antiguo Testamento estaban escritas en hebreo, pero muchos
judíos hablaban griego y querían leer las Escrituras en su propia lengua. Un par de siglos antes de Cristo, los "Santos Rollos"
fueron traducidos al griego.
De esta tradición se hizo una leyenda que decía que 70 ancianos estudiosos de las Escrituras fueron de Jerusalén a Alejandría
y en 70 meses tradujeron los textos.
El resultado de esta versión en griego es llamada "Septuaginta" que significa, Setenta. Los libros del Nuevo Testamento
fueron escritos en griego. A mediados del siglo III, el latín reemplazó al griego como la lengua más común en el Imperio
Romano.
En el siglo IV, el Papa le pidió a San Jerónimo que tradujera las Escrituras al Latín. Después de 25 años de trabajo, San
Jerónimo creó la versión en Latín de la Biblia conocida como VULGATA (lengua del pueblo).
Como la cristiandad se extendió por todo el mundo, cada vez menos y menos personas entendían el Latín y la Iglesia se vio
en la necesidad de traducir la Biblia de la Vulgata a la lengua de las personas a su alrededor.
Hoy en día vas a una librería y encontrarás muchas traducciones en un idioma y otro, la mayoría son traducciones de los
textos originales.
La Biblia es el libro más conocido del mundo entero. Ha sido traducido en 1685 lenguas. Los textos originales de los libros de
la Biblia fueron escritos en hebreo, arameo y griego.

El idioma Hebreo: El hebreo es una lengua con casi 30 siglos de historia escrita. El hebreo antiguo y el hebreo actual tienen
diferencias en pronunciación y gramática. Casi todo el Antiguo Testamento fue escrito en Hebreo. Lo comenzaron a hablar
los cananeos y después lo adoptaron los israelitas.

El idioma Arameo: Es una lengua más antigua que el hebreo. Los arameos comenzaron a establecerse en un territorio que
corresponde a los actuales Siria, Irak y Turquía. Pocos libros de la Biblia están escritos en Arameo. Es posible que Jesús
hablaba con la gente en algunos dialectos arameos.

El idioma griego: cuenta con más de 34 siglos de evidencia escrita.


Es la lengua originaria de los griegos, una de las civilizaciones más influyentes en la humanidad. Casi todo el Nuevo
Testamento fue escrito en Griego. No era un griego clásico, sino un griego popular.

División y Manejo de la Biblia:


- Las Siglas: Abreviaturas de los nombres de los libros. Gen Génesis, Mt Mateo, etc.
- El número del libro: En caso de que haya varios libros bajo el mismo título. 2 Cor = Segunda Carta a los Corintios
- Capitulos: Son trozos largos en los que se divide cada libro. 1214, Stephen Langton, Arzobispo de Canterbury Es
indicado con un número que va después de la sigla. Jn 5 = Evangelio de Juan, capítulo cinco.
- Versículos: Son subdivisiones de los capítulos. 1528, Sanctes Paginus y Robert Estienne se representan con un
número que va después del capítulo. 1 Jn 1, 4 Primera carta de Juan, capítulo uno, versículo cuatro.

¿Cómo entender la Biblia? Para entender la Biblia es importante considerar:


La ciencia: La Biblia es palabra humana. Hay que entender la intención del autor, el género literario, geografía, etc. Esto nos
irá dando lo que llamamos contexto.
La fe: La Biblia es Palabra de Dios. Hay que poner atención al contenido y unidad de toda la Escritura. Hay que leerla bajo la
iluminación del Espíritu Santo, conociendo la predicación de la Iglesia.
La vida: La Biblia es palabra viva. No es una letra muerta u obra de museo. Es siempre nueva y actual que ilumina y cuestiona
toda nuestra vida.

La Biblia, valiosa en la vida de la Iglesia:


La Sagrada Escritura, junto con la Eucaristía, es lo que da sustento y vigor a la vida de la Iglesia. Es alimento del alma y fuente
de vida espiritual. La Sagrada Escritura debe ser el alma de todo grupo: de su predicación, de su catequesis, de sus acciones.
La Iglesia recomienda la lectura frecuente de la Sagrada Escritura. Desconocer la Sagrada Escritura es desconocer a Cristo.

Para leer las sagradas escrituras: Dios no está obligado a revelarse a los hombres. Lo hizo por amor.
- En Jesucristo, el Dios invisible se hace visible.
- Dios quiso darse a conocer gradualmente.
- En la Biblia, el Espíritu Santo ─inspirando a los autores de cada libro─, revela lo que Dios quiere decirnos.
- La transmisión del Evangelio se hizo de dos maneras: oralmente y por escrito.

Escritura y Tradición, compenetradas y unidas, hacen presente el misterio de Cristo en su Iglesia. La interpretación auténtica
de la Palabra de Dios la ejerce el Magisterio en nombre de Cristo.
¿Cómo se revela Dios en la Biblia? Las Sagradas Escrituras contienen escritos inspirados por el Espíritu Santo, en el Antiguo y
el Nuevo Testamentos. La palabra ‘testamento’ alude a la Alianza de Dios con los hombres, que culmina en Jesucristo. Los
autores de la Biblia escribieron inspirados por Dios.
- La autoría de la Biblia es humana y divina.
- Dios se sirve de los autores humanos de la Biblia, con sus peculiaridades, para comunicarnos su mensaje.
- Por eso, los libros de la Biblia no presentan contradicciones entre sí.
- Como Dios, la Biblia es una, santa y verdadera.

¿la biblia es un libro histórico? La realidad histórica de las narraciones bíblicas se apoya tanto en aspectos visibles como en
lo que se acepta por la fe. Esto no significa que el contenido de la Biblia sea falso
- Transmite verdades que permiten entender la realidad en sentido pleno.
- El historiador de la Antigüedad no pretendía dejar un documento para la posteridad, sino enseñar el pasado a sus
contemporáneos.
- Los autores de la Biblia escribían desde la perspectiva de su fe, centrándose en hechos a menudo marginales para la
historia como ciencia.

La Biblia no es histórica en el sentido actual del término


- No emplea documentación contrastable.
- Recurre a alegorías para facilitar la transmisión del mensaje de Salvación. La Biblia no es histórica en el sentido actual del
término

La Biblia es como una carta de Dios dirigida a su criatura → Para comprender la Revelación divina no basta con centrarse en
la literalidad de las palabras. La Biblia cuenta la verdad profunda de las cosas, pero no es un texto literalmente histórico. En
ella coexisten narraciones de sucesos reales con imágenes simbólicas.
Lo esencial del mensaje bíblico radica en el valor de su contenido salvífico.

Para comprender la Biblia necesitamos familiarizarnos con el contexto histórico y cultural en el que fueron escritos sus
libros. Vivir en sintonía con Dios, que es quien inspiró a los autores de estos libros.

UNIDAD IV:

FE

El deseo de Dios se encuentra en todo ser humano, a pesar de que una persona se aleje de Él o lo rechace. Podemos
alcanzar, gracias a la razón, la existencia de Dios, aunque sea un Dios que todavía no es el de la fe cristiana, este excede las
fuerzas naturales del conocimiento humano.
Si nos fijamos en nuestra vida, descubrimos que, en lo cotidiano, vivimos de fe. Si estamos ejercitando una actividad de
riesgo con un instructor, por ejemplo el descenso de cañones en un río, y este nos dice que saltemos, nos fiamos de él y nos
lanzamos.

¿Significa todo esto que somos irracionales?. “creer es un acto auténticamente humano. No es contrario ni a la libertad ni a
la inteligencia del hombre depositar la confianza en Dios y adherirse a las verdades por Él reveladas.
Ya en las relaciones humanas no es contrario a nuestra propia dignidad creer lo que otras personas nos dicen ... .y prestar
confianza a sus promesas.

«Creer es un acto humano, consciente y libre, que corresponde a la dignidad de la persona humana». (CEC, nº 180)

Definición de fe: La fe se puede definir como el acto del entendimiento que asiente a la verdad por decisión de la voluntad.
Es un acto de entendimiento porque supone aceptar que el conocimiento es verdadero. Se relaciona con la decisión de la
voluntad, pues necesita un asentimiento del sujeto
Es un acto de entendimiento porque supone aceptar que el conocimiento es verdadero. Se relaciona con la decisión de la
voluntad, pues necesita un asentimiento del sujeto

Creer es aceptar algo convencido de su verdad, como si lo hubiéramos conocido por nosotros mismos. Cuando quien revela
es Dios, nos encontramos ante la fe sobrenatural. Esta no se obtiene con las únicas fuerzas naturales del ser humano, sino
por la gracia que Dios proporciona a la persona para creer. Por medio de ella se produce una adhesión del hombre a Dios y
se dice libremente sí a la verdad que Él ha revelado.

“El motivo de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan como verdaderas e inteligibles a la luz de
nuestra razón natural”.

Creemos “a causa de la autoridad de Dios mismo que revela y que no puede engañarse ni engañarnos” (CEC, nº 156). Dios
nos presenta razones para creer: los milagros de Cristo y de los santos, las profecías, la propagación y la santidad de la
Iglesia, su fecundidad y su estabilidad” (CEC, nº 156)

Características de la fe cristiana: La fe trata de comprender: el hombre de fe no renuncia al conocimiento racional (CEC, nº


158). La fe no huye del mismo, lo aprueban el nacimiento de la Teología y las universidades: Profundiza en las verdades que
se creen. Fueron impulsadas por las autoridades eclesiásticas que promovieron la discusión racional. (Oxford, Sorbona,
Salamanca, Bolonia, etc.,.)

La fe implica un asentamiento firme: creer no supone un sentimiento débil. Algunos están dispuestos a morir por su fe,
porque los persiguen o porque realizan actos heroicos de caridad.

La fe es un sentimiento seguro: la fe no es algo subjetivo ni fruto de una situación emotiva o de un sentimiento pasajero. Se
puede creer intensamente sin sentir nada a cambio.

La fe es razonable: la Revelación cristiana no puede repudiar a la razón ni a la moral. Otra cosa es que la fe incluya misterios
que supone la comprensión de la razón humana. Superar significa ser supranacional (tener más realidad de lo que la razón
puede alcanzar).

La fe y la ciencia no pueden contradecirse: el cristiano no tiene miedo a la ciencia, pues tanto la fe como la razón vienen de
Dios (Compendio del CEC nº 29).

Los límites de la fe: Creemos que los contenidos de nuestra fe son verdaderos, pues ella supone confiar en quien revela. Si
se demuestra la existencia de Dios por vías estrictamente racionales, no es necesario creer que Dios exista: sabemos que
existe. En cambio, sí es objeto de la fe la Encarnación de la segunda Persona de la Santísima Trinidad.

El hombre y la ciencia: “la idea de un mundo sin desarrollo expresa desconfianza en el hombre y en Dios. Por tanto, es un
grave error despreciar las capacidades humanas de controlar las desviaciones del desarrollo o ignorar incluso que el
hombre tiende constructivamente a “ser más”. (Benedicto XVI, Caritas in veritate, nº 14)
La fe ayuda a la razón: La fe ayuda a la razón de manera análoga. Sin la fe, dejada la razón a su solo esfuerzo, muy pocos
hombres conocerán a Dios. ¿Por qué?.

1. No resulta sencillo alcanzar la verdad. No se está en condiciones de realizar una tarea intelectual, como conocer a Dios.
Afrontar el camino de conocer la existencia de Dios es un trabajo, que requiere conocimientos previos. ¿Podría la mayoría de
la gente adquirir los conocimientos metafísicos necesarios?.

2. Se trata de profundidad intelectual que difícilmente se tiene en la juventud, cuando el alma debe ocuparse en ordenar los
sentimientos y las pasiones (la pasión, el amor, el dolor, etc.,.)

3. Nuestro entendimiento se equivoca en sus razonamientos y no es raro que la falsedad se mezcle con la investigación
racional

El credo y la conversión: A los seres humanos nos gusta el dominio: conocer los límites de la realidad, saber cual es el
mecanismo de las cosas y hacerlas funcionar. Decimos “creo” acerca de una realidad, Dios, que no aparece ni aparecerá
nunca en el campo visual humano.
Ser creyente: Supone aceptar que no se ve, no se oye, no se comprende la totalidad de lo que a uno le concierne. Significa
que se acepta como real algo más de lo que se domina.

La palabra “credo”: Significa una forma primaria de proceder ante el ser, la existencia, lo propio y todo lo real.
Es una opción por la que lo que no se ve (…) no se considera como irreal, sino como lo auténticamente real, como lo que
sostiene y posibilita toda la realidad restante.
La fe es una decisión por la que el creyente afirma que, en lo íntimo de la existencia humana, hay un punto clave que no se
fundamenta en lo que se comprende. Cuando Jesús resucitado se aparece ante el apóstol Tomás, deja claro este principio.
Tomás confiaba todo a poder ver y tocar. La fe pide más: una apuesta fuerte, un salto, una decisión auténtica por aceptar la
Palabra de Dios y fiarse de ella.

¿Y cómo se llega a esto? → Por medio de lo que la Biblia llama conversión.


La fe es indemostrable y supone salir de nuestras seguridades: solo quien se atreve la recibe. Hay mucha gente que se llama
cristiana y que no tiene una experiencia real de lo que significa “yo creo”, porque no ha sido capaz de dar un salto que la
conduzca al trato y abandono en Dios. Todavía no se ha convertido ni cree en el Evangelio: lo cumple, pero no lo ha hecho
vida propia. La fe siempre ha sido y será una osadía.

La iglesia habla de la fe: En la carta Porta Fidei (octubre de 2011), el papa Benedicto XVI convoca al pueblo cristiano a vivir el
Año de la Fe. Afirma:
“La puerta de la fe (Hch, 14, 27) que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está
siempre abierta para nosotros. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida. Éste empieza con
el Bautismo, y se concluye con el paso de la muerte a la vida eterna, fruto de la Resurrección del Señor Jesús” (Jn 17, 22).
(Porta Fide, nº 1).

“Es necesario un compromiso eclesial más convencido en favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría y
volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe.

La fe crece cuando se vive como una experiencia de amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo.

San Agustín: los creyentes se fortalecen creyendo”. (…). No hay otra posibilidad para poseer la certeza sobre la propia vida
que abandonarse, en un “in crescendo” continuo, en las manos de un amor que se experimenta siempre como más grande
porque tiene su origen en Dios”. (Porta Fidei nº7).

“San Lucas enseña que el conocimiento de los contenidos que se han de creer no es suficiente si después el corazón de la
persona, no está abierto por la gracia que permite tener ojos para mirar en profundidad y comprender que lo que se ha
anunciado es la Palabra de Dios”.

“El cristianismo no puede pensar nunca que creer es un hecho privado. La fe es decidirse a estar con el Señor. Y este “estar
con Él” nos lleva a comprender las razones por las que se cree. Es un acto de libertad, exige la responsabilidad social de lo
que se cree”. (Porte Fide nº 10)
“La fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento a merced de la duda. La fe y el amor se necesitan, de
modo que una permite a la otra seguir su camino”. (Porta Fide nº 14)

LA FE, RESPUESTA DEL HOMBRE A LA REVELACIÓN:


La fe es un don que Dios concede, mediante su gracia, al hombre que está dispuesto a fiarse de Él y a cumplir su voluntad. El
modelo de esta respuesta generosa fue Abraham, que obedeció a Dios y se fió de Él en aquellas circunstancias tan difíciles
por la fe. Pero el modelo más perfecto de fe es la santísima trinidad, pues respondió generosamente la propuesta de Dios.

La fe en Jesucristo: La fe es una virtud sobrenatural por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha revelado, no ha
causa de la evidencia de esas verdades, sino por la autoridad de Dios, que no puede ni engañarse ni engañarnos.
Jesús hizo aquellos grandes milagros para manifestar que era el Mesías que habían anunciado los profetas del antiguo
testamento y para anunciar que el reino de Dios había llegado al mundo. Cada persona respondió de manera diferente a la
predicación de Jesús:
- Unas le creyeron y otras prefirieron seguir como hasta entonces
- Ahora cada cristiano sigue recibiendo la llamada de Jesucristo a creer en Él y seguirle.

Las verdades del cristiano:


1. Creer en un solo Dios y en las verdades que Él nos ha revelado: La verdadera fe consiste en una adhesión personal plena a
las verdades reveladas por Él.
2. Creer en Dios que es inseparablemente creer en Jesucristo, su hijo amado.Él es el verbo de Dios hecho carne y es el
camino para llegar al Padre.
3. Creer en Dios Padre y Dios Hijo es creer también en el Espíritu Santo.
4. Todas las verdades que contiene el Credo.la fe cristiana implica nuestra plena adhesión al símbolo de la fe con todas la
verdades reveladas que contiene.
5. También se debe creer con fe católica y divina todo lo que contiene la palabra de Dios escrita o transmitida por tradición.

Credo: Conjunto de las verdades fundamentales que integran la fe del cristiano


Dogma de fe: Doctrina revelada y propuesta por la iglesia como verdad de fe que debe ser creída por todos los católicos.

Deberes del cristiano para con la fe: El cristiano debe creer en la fe del bautismo:
a) Responda a la llamada de Dios
b) Ilustre la fe
c) Defienda la fe
d) Comunique la fe
e) Viva de acuerdo con la fe

La fe es un acto de la inteligencia: La razón debe ayudar a profundizar en el significado de los misterios de la fe. Cuando el
hombre recibe la fe ha de esforzarse por entender mejor lo que cree. Para ello debe emplear su inteligencia para ilustrar las
verdades de la fe.

La fe en Dios es perfectamente razonable: Las razones para creer no son por sí misma evidentes, pues Dios quiere que el
Hombre las acepte libremente confiando en él y a la fuerza. Pero si son razonables y ciertas.
Así mismo es razonable creer en Jesucristo como el hijo de Dios que ha venido al mundo para nuestra salvación. Tenemos
muchos motivos para creer en él.

Vivir la fe cristiana es seguir a cristo: El cristiano ha de vivir conforme a las enseñanzas morales de Jesucristo es decir los
Mandamientos de la ley de Dios y las Bienaventuranzas ( significa felicidad plena).
El cristiano cuenta con una ayuda muy poderosa gracias a Jesucristo. La fuerza transformadora de la gracia hace que el
bautizado se convierta en otro cristiano llamado a actuar como tal.
La moral cristiana es esa altura que solo puede alcanzarse por la acción del ESPÍRITU SANTO que actúa en el cristiano a
través de la Gracia.

Cuando San Pedro confiesa que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, Jesús le declara que esta revelación no le ha venido
"de la carne y de la sangre, sino de mi Padre que está en los cielos" (Mt 16,17; Cf. Ga 1,15; Mt 11,25).
La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por él, "Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de
Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con el auxilio interior del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre
los ojos del espíritu y concede a todos gusto en aceptar y creer la verdad"" (DV 5).

Sólo es posible creer por la gracia y los auxilios interiores del Espíritu Santo. Pero no es menos cierto que creer es un acto
auténticamente humano. No es contrario ni a la libertad ni a la inteligencia del hombre depositar la confianza en Dios y
adherirse a las verdades por él reveladas.

El motivo de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan como verdaderas e inteligibles a la luz de
nuestra razón natural. Creemos "a causa de la autoridad de Dios mismo que revela y que no puede engañarse ni
engañarnos".
"Sin embargo, para que el homenaje de nuestra fe fuese conforme a la razón, Dios ha querido que los auxilios interiores del
Espíritu Santo vayan acompañados de las pruebas exteriores de su revelación".
Los milagros de Cristo y de los santos, las Profecías, la propagación y la santidad de la Iglesia, su fecundidad y su estabilidad
"son signos ciertos de la revelación,

La fe es cierta, más cierta que todo conocimiento humano, porque se funda en la Palabra misma de Dios, que no puede
mentir. Ciertamente las verdades reveladas pueden parecer oscuras a la razón y a la experiencia humanas, pero "la certeza
que da la luz divina es mayor que la que da la luz de la razón natural", "para que la inteligencia de la Revelación sea más
profunda, el mismo Espíritu Santo perfecciona constantemente la fe por medio de sus dones" (DV 5).

Fe y ciencia. "A pesar de que la fe esté por encima de la razón, jamás puede haber desacuerdo entre ellas. Puesto que el
mismo Dios que revela los misterios y comunica la fe ha hecho descender en el espíritu humano la luz de la razón, Dios no
podría negarse a sí mismo ni lo verdadero contradecir jamás a lo verdadero"

La libertad de la fe: "El hombre, al creer, debe responder voluntariamente a Dios; nadie debe estar obligado contra su
voluntad a abrazar la fe. En efecto, el acto de fe es voluntario por su propia naturaleza"

La necesidad de la fe: Creer en Cristo Jesús y en aquél que lo envió para salvarnos es necesario para obtener esa salvación.
"Puesto que sin la fe... es imposible agradar a Dios"
La perseverancia en la fe: La fe es un don gratuito que Dios hace al hombre. Este don inestimable podemos perderlo; S.
Pablo advierte de ello a Timoteo: "Combate el buen combate, conservando la fe y la conciencia recta; algunos, por haberla
rechazado, naufragaron en la fe". Para vivir, crecer y perseverar hasta el fin en la fe debemos alimentarla con la Palabra de
Dios; debemos pedir al Señor que la aumente debemos "actuar por la caridad", ser sostenida por la esperanza y estar
enraizada en la fe de la Iglesia.

La fe, comienzo de la vida eterna: La fe nos hace gustar de antemano el gozo y la luz de la visión beatífica, fin de nuestro
caminar aquí abajo. Entonces veremos a Dios "cara a cara", "tal cual es". La fe es pues ya el comienzo de la vida eterna.

La FE es fiarse de Dios: la FE es un don que Dios concede, mediante su gracia, al hombre que está dispuesto a fiarse de Él y a
cumplir su voluntad. El modelo de esta respuesta generosa fue Abraham, que obedeció a Dios y se fió de Él en aquellas
circunstancias tan difíciles por la fe. Pero el modelo más perfecto de fe es la santísima trinidad, pues respondió
generosamente la propuesta de Dios.

La fe se puede definir como el acto del entendimiento que asiente a la verdad por decisión de la voluntad. Es un acto de
entendimiento porque supone aceptar que el conocimiento es verdadero. Se relaciona con la decisión de la voluntad, pues
necesita un asentimiento del sujeto.

La fe en Jesucristo: La fe es una virtud sobrenatural por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha revelado, no ha
causa de la evidencia de esas verdades, sino por la autoridad de Dios, que no puede ni engañarse ni engañarnos. Jesús hizo
aquellos grandes milagros para manifestar que era el Mesías que habían anunciado los profetas del antiguo testamento y
para anunciar que el reino de Dios había llegado al mundo. Cada persona respondió de manera diferente a la predicación de
Jesús: Unas le creyeron y otras prefirieron seguir como hasta entonces. Ahora cada cristiano sigue recibiendo la llamada de
Jesucristo a creer en Él y seguirle.
Creer: Es aceptar algo convencido de su verdad, como si lo hubiéramos conocido por nosotros mismos. Cuando quien revela
es Dios, nos encontramos ante la fe sobrenatural. No se obtiene con las únicas fuerzas naturales del ser humano, sino por la
gracia que Dios proporciona a la persona para creer. Por medio de ella se produce una adhesión del hombre a Dios y se dice
libremente sí a la verdad que Él ha revelado.

“El motivo de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan como verdaderas e inteligibles a la luz de
nuestra razón natural”.

Creemos “a causa de la autoridad de Dios mismo que revela y que no puede engañarse ni engañarnos” (CEC, nº 156). Dios
nos presenta razones para creer: los milagros de Cristo y de los santos, las profecías, la propagación y la santidad de la
Iglesia, su fecundidad y su estabilidad” (CEC, nº 156)

Verdades que debe creer el cristianismo:


1. Creer en un solo Dios y en las verdades que Él nos ha revelado: La verdadera fe consiste en una adhesión personal plena a
las verdades reveladas por Él.
2. Creer en Dios que es inseparablemente creer en Jesucristo, su hijo amado.Él es el verbo de Dios hecho carne y es el
camino para llegar al Padre.
3. Creer en Dios Padre y Dios Hijo es creer también en el Espíritu Santo.
4. Todas las verdades que contiene el Credo.la fe cristiana implica nuestra plena adhesión al símbolo de la fe con todas la
verdades reveladas que contiene.
5. También se debe creer con fe católica y divina todo lo que contiene la palabra de Dios escrita o transmitida por tradición.

Credo: Conjunto de las verdades fundamentales que integran la fe del cristiano


Dogma de fe: Doctrina revelada y propuesta por la iglesia como verdad de fe que debe ser creída por todos los católicos.

Deberes del crstinano para con la Fe: El cristiano debe creer en la fe del bautismo
a) Responda a la llamada de Dios c) Defienda la fe e) Viva de acuerdo con la fe
b) Ilustre la fe d) Comunique la fe

Características de la fe cristiana:

La fe trata de comprender: el hombre de fe no renuncia al conocimiento racional (CEC, nº 158). La fe no huye del mismo, lo
aprueban el nacimiento de la Teología (profundiza en las verdades que se creen) y las universidades (Fueron impulsadas por
las autoridades eclesiásticas que promovía la discusión racional. Cómo Oxford, Sorbona, Salamanca, Bolonia, etc.

La fe implica un asentamiento firme: creer no supone un sentimiento débil. Algunos están dispuestos a morir por su fe,
porque los persiguen o porque realizan actos heroicos de caridad.

la fe es un sentimiento seguro: la fe no es algo subjetivo ni fruto de una situación emotiva o de un sentimiento pasajero. Se
puede creer intensamente sin sentir nada a cambio.

La fe es razonable: la Revelación cristiana no puede repudiar a la razón ni a la moral. Otra cosa es que la fe incluya misterios
que supone la comprensión de la razón humana. Superar significa ser supranacional (tener más realidad de lo que la razón
puede alcanzar).

La fe y la ciencia no pueden contradecirse: el cristiano no tiene miedo a la ciencia, pues tanto la fe como la razón vienen de
Dios (Compendio del CEC nº 29).

Creer es razonable: El deseo de Dios se encuentra en todo ser humano, a pesar de que una persona se aleje de Él o lo
rechace. Podemos alcanzar, gracias a la razón, la existencia de Dios, aunque sea un Dios que todavía no es el de la fe
cristiana, este excede las fuerzas naturales del conocimiento humano. Si nos fijamos en nuestra vida, descubrimos que, en lo
cotidiano, vivimos de fe. Si estamos ejercitando una actividad de riesgo con un instructor, por ejemplo el descenso de
cañones en un río, y este nos dice que saltemos, nos fiamos de él y nos lanzamos.
La fe es un acto de la inteligencia: La razón debe ayudar a profundizar en el significado de los misterios de la fe. Cuando el
Hombre recibe la fe ha de esforzarse por entender mejor lo que cree. Para ello debe emplear su inteligencia para ilustrar las
verdades de la fe.

La fe en Dios es perfectamente razonable: Las razones para creer no son por sí misma evidentes, pues Dios quiere que el
Hombre las acepte libremente confiando en él y a la fuerza. Pero si son razonables y ciertas. Así mismo es razonable creer en
Jesucristo como el hijo de Dios que ha venido al mundo para nuestra salvación. Tenemos muchos motivos para creer en él.

¿Significa todo esto que somos irracionales? “creer es un acto auténticamente humano. No es contrario ni a la libertad ni a
la inteligencia del hombre depositar la confianza en Dios y adherirse a las verdades por Él reveladas.
Ya en las relaciones humanas no es contrario a nuestra propia dignidad creer lo que otras personas nos dicen y prestar
confianza a sus promesas.
«Creer es un acto humano, consciente y libre, que corresponde a la dignidad de la persona humana». (CEC, nº 180)

Vivir la Fe cristiana es seguir a cristo: El cristiano ha de vivir conforme a las enseñanzas morales de Jesucristo es decir los
Mandamientos de la ley de Dios y las Bienaventuranzas ( significa felicidad plena). El cristiano cuenta con una ayuda muy
poderosa, la gracia de Jesucristo. La fuerza transformadora de la gracia hace que el bautizado se convierta en otro cristiano
llamado a actuar como tal. La moral cristiana es esa altura que solo puede alcanzarse por la acción del ESPÍRITU SANTO que
actúa en el cristiano a través de la Gracia.

Los límites de la fe: Creemos que los contenidos de nuestra fe son verdaderos, pues ella supone confiar en quien revela. Si
se demuestra la existencia de Dios por vías estrictamente racionales, no es necesario creer que Dios exista: sabemos que
existe. En cambio, sí es objeto de la fe la Encarnación de la segunda Persona de la Santísima Trinidad.

El hombre y la ciencia: “la idea de un mundo sin desarrollo expresa desconfianza en el hombre y en Dios. Por tanto, es un
grave error despreciar las capacidades humanas de controlar las desviaciones del desarrollo o ignorar incluso que el hombre
tiende constructivamente a “ser más”. (Benedicto XVI, Caritas in veritate, nº 14)

La fe ayuda a la razón: La fe ayuda a la razón de manera análoga. Sin la fe, dejada la razón a su solo esfuerzo, muy pocos
hombres conocerán a Dios. ¿Por qué?.

1. No resulta sencillo alcanzar la verdad. No se está en condiciones de realizar una tarea intelectual, como conocer a Dios.
Afrontar el camino de conocer la existencia de Dios es un trabajo, que requiere conocimientos previos. ¿Podría la mayoría de
la gente adquirir los conocimientos metafísicos necesarios?.

2. Se trata de profundidad intelectual que difícilmente se tiene en la juventud, cuando el alma debe ocuparse en ordenar los
sentimientos y las pasiones (la pasión, el amor, el dolor, etc.,.)

3. Nuestro entendimiento se equivoca en sus razonamientos y no es raro que la falsedad se mezcle con la investigación
racional

El credo y la conversión: A los seres humanos nos gusta el dominio: conocer los límites de la realidad, saber cual es el
mecanismo de las cosas y hacerlas funcionar. Decimos “creo” acerca de una realidad, Dios, que no aparece ni aparecerá
nunca en el campo visual humano.
Ser creyente: Supone aceptar que no se ve, no se oye, no se comprende la totalidad de lo que a uno le concierne. Significa
que se acepta como real algo más de lo que se domina.

La palabra “credo”: Significa una forma primaria de proceder ante el ser, la existencia, lo propio y todo lo real. Es una opción
por la que lo que no se ve (…) no se considera como irreal, sino como lo auténticamente real, como lo que sostiene y
posibilita toda la realidad restante

La fe es una decisión por la que el creyente afirma que, en lo íntimo de la existencia humana, hay un punto clave que no se
fundamenta en lo que se comprende. Cuando Jesús resucitado se aparece ante el apóstol Tomás, deja claro este principio.
Tomás confiaba todo a poder ver y tocar. La fe pide más: una apuesta fuerte, un salto, una decisión auténtica por aceptar la
Palabra de Dios y fiarse de ella.

¿Y cómo se llega a esto? Por medio de lo que la Biblia llama conversión. La fe es indemostrable y supone salir de nuestras
seguridades: solo quien se atreve la recibe. Hay mucha gente que se llama cristiana y que no tiene una experiencia real de lo
que significa “yo creo”, porque no ha sido capaz de dar un salto que la conducta al trato y abandono en Dios. Todavía no se
ha convertido ni cree en el Evangelio: lo cumple, pero no lo ha hecho vida propia. La fe siempre ha sido y será una osadía.

La iglesia habla de la Fe: En la carta Porta Fidei (octubre de 2011), el papa Benedicto XVI convoca al pueblo cristiano a vivir el
Año de la Fe. Afirma:
“La puerta de la fe (Hch, 14, 27) que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está
siempre abierta para nosotros. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida. Éste empieza con
el Bautismo, y se concluye con el paso de la muerte a la vida eterna, fruto de la Resurrección del Señor Jesús” (Jn 17, 22).
(Porta Fide, nº 1).

“San Lucas enseña que el conocimiento de los contenidos que se han de creer no es suficiente si después el corazón de la
persona, no está abierto por la gracia que permite tener ojos para mirar en profundidad y comprender que lo que se ha
anunciado el la Palabra de Dios”.
“El cristianismo no puede pensar nunca que creer es un hecho privado. La fe es un decidirse a estar con el Señor. Y este
“estar con Él” nos lleva a comprender las razones por las que se cree. Es un acto de libertad, exige la responsabilidad social
de lo que se cree”. (Porte Fide nº 10)

“La fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento a merced de la duda. La fe y el amor se necesitan, de
modo que una permite a la otra seguir su camino”. (Porta Fide nº 14)

UNIDAD V:

NOMBRES DE DIOS

AT NT

Nombres de Dios Yave, Adonai. Ci-Homi Abba. Se habla de dioses: padre, hijo y
espíritu santo

principales ideas de Dios uno y único: monoteísmo uno y trino: santísima trinidad

rito de iniciación circuncisión bautismo

Yahvé: Dios se revela a Moisés, ex 3,14. La historia de la zarza ardiente (ardía pero no se consumía). “Yo soy el Dios de tus
padres”. Padres del pueblo de dios: Abraham, Isaaz, Jacob. Este nombre es utilizado por la tradición católica.
Los judios sustituyen a Judá por Adonai: señor.

Dios es remitente. Designa a… No tiene significado. La forma más antigua de nombrar a Dios es el-ahim. El se refiere a dios y
ahim a plural. “Es todo lo divino”. Jave es el único dios y fuera de él no hay otros.

DOGMA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD


Siguiendo al Catecismo de la Iglesia Católica se puede afirmar que la iglesia utiliza el término substancia (por esencia o
naturaleza), para designar el ser divino en su unidad. Además, utiliza el término de persona o hipóstasis para designar al
Padre, al Hijo y al Espíritu Santo en su distinción entre sí. Otro término utilizado es el de relación para designar el hecho de
que su distinción reside en la referencia de cada uno a los otros.

Los conceptos de Naturaleza, esencia o sustancia, de persona o Hipóstasis y de relación del dogma puede explicarse a partir
de la siguientes citas del Catecismo de la Iglesia Católica: “El padre es lo mismo que el Hijo, el Hijo lo mismo que es el Padre,
el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios por naturaleza”. “Cada una de las tres personas es
esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina”. Los tres son de la misma naturaleza. Son la misma
naturaleza porque los tres son lo que es el otro, son lo mismo.

Además, estas personas divinas son distintas entre sí; “El que es el hijo no es el Padre y el que es el Padre no es el hijo, ni el
Espíritu Santo el que es el Padre o el Hijo”. Son diferentes entre sí por sus relaciones de origen: “El Padre es quien engendra,
el Hijo es quien es engendrado y el Espíritu Santo es quien procede”. Entonces, son la misma naturaleza y a su vez la misma
persona; pero se habla de tres personas divinas, el Padre es la primera persona divina (ni creado ni engendrado), el Hijo es la
segunda persona divina (engendrado, no creado) y el Espíritu Santo es la tercera persona divina (procede del Padre y del
Hijo).

“En los nombres relativos de las personas, el Padre es referido al hijo, el Hijo lo es al Padre, el Espíritu Santo lo es a los dos;
sin embargo, cuando se habla de estas tres personas considerando las relaciones se cree en una sola naturaleza o
substancia”. Son una divinidad, sin distinción de naturaleza o substancia. Cada uno es Dios.

Estos tres conceptos dan lugar tres afirmaciones dogmáticas centrales, las cuales son: “La trinidad es una” (naturaleza,
esencia o sustancia), “Las personas divinas son realmente distintas entre sí” (persona o hipóstasis) y “Las personas divinas
son relativas unas a otras” (relación).

SANTÍSIMA TRINIDAD:

Dios es padre, hijo y espíritu santo. En el evangelio aparecen claramente las tres personas. En un sentido entre las tres
personas hay igualdad de importancia: unidad de un Dios.

Monoteísmo heredado del AT: perdura por medio de un solo Dios las tres personas, las ubica Jesús en el mismo nivel.

¿A qué concepto se refiere la igualdad de las tres personas? (concepto filosófico)


- Physis: naturaleza
- Sustancia: hipóstasis
- Esencia: vacias = ideas

Teología:Ddios tiene una misma sustancia, esencia y naturaleza. Dios es uno

1º afirmación: la trinidad es una. Una naturaleza, tres personas distintas


Ideas:
- iguales: concepto de la filosofía
- distintas personas: concepto de la teología (hipostatis)

2º afirmación: la unidad divina es trina. ¿Cómo se distinguen las personas divinas? Estas están expresadas en los nombres.
Relaciones de origen: el padre engendra al hijo y el espíritu santo procede del padre y el hijo.
Relación:
- engendra: paternidad
- engendrado: filiación
- procede: espiración

Catecismo, 232 a 267:


- Todo acto o acción católica comienza con la señal de la cruz y las palabras “en el nombre del padre, del hijo y del espíritu
santo” esta es la santísima trinidad.

- La trinidad es la creencia de tres seres en uno. Los cristianos NO adoran a 3 dioses distintos, sino a un único ser que es trino
(padre, hijo y espíritu santo) que sin embargo es uno.
- Trinidad de personas que se relacionan en un amor perfecto y total y son distintas teniendo cada una su propia actividad en
la historia de la salvación.

- Porque el entendimiento humano no es capaz de comprender la esencia divina, no puede penetrar en el misterio de la vida
íntima de Dios, sólo puede conocer lo que dios revela y asumirlo con la fe; se puede aplicar aquí la frase de san Agustín “si lo
comprendes, no es Dios”.

- Padre, hijo y espíritu santo tienen la misma naturaleza, la misma divinidad, la misma eternidad, el mismo poder, la misma
perfección, son un solo Dios

-El misterio de la santísima trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Solo Dios puede dárnoslo a conocer
revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo.

- El misterio de la santísima trinidad nos ha sido revelado por la persona, palabras y acciones de Jesucristo.

- La encarnación del Hijo en Dios revela que Dios es el padre eterno y que el Hijo es consubstancial al Padre, es decir, que es
en Él y con El mismo y único Dios.

- La santísima trinidad se manifestó primero en el bautismo y en la transfiguración de Jesús

PADRE: Primera persona divina, “principio sin principio”; no fue creado ni engendrado; es por sí solo el Principio de Vida;
que posee en absoluta comunión con el Hijo y con el Espíritu Santo. Los apóstoles confiesan a Jesús como “el verbo que en
el principio estaba junto a dios y que era dios” como “la imagen del Dios invisible”, como “el resplandor de su gloria y la
impronta de su esencia”

HIJO: La segunda persona divina, Engendrado -no creado- por el Padre; Jesús es hijo eterno y consustancial (de la misma
naturaleza o sustancia); Dios es al mismo tiempo Padre, como el que engendra, e Hijo como el que es engendrado.
Mediante los signos y los milagros, pero especialmente a través de la resurrección, los discípulos se dieron cuenta de quién
era Jesús y lo adoraron como el señor. Esta es la fe de la iglesia. Juan 10, 30 “el padre y yo somos uno”
ESPÍRITU SANTO: Tercera persona divina, Procede del padre y del hijo; es como una “espiración”, soplo del amor
consustancial entre el padre y el hijo, se puede decir que Dios en su vida íntima es amor, que se personaliza en el Espíritu
Santo. En el espíritu santo el cristiano encuentra una alegría profunda, la paz interior y la libertad. Cuando descubrimos la
realidad de Dios en nosotros, entramos en contacto con la acción del espíritu santo. No se trata de que queramos entender
el misterio de la santísima trinidad, esto es imposible. Jesus nos reveló este misterio para mostrarnos el modelo de lo que
deben ser las relaciones humanas de los cristianos. La iglesia universal nos invita a “glorificar a la santísima trinidad y no hay
mejor forma de hacerlo que revisando las relaciones con nuestros hermanos, para mejorarlas y así vivir la unidad querida
por Jesús “que todos sean uno”

UNIDAD VI:

EL MISTERIO DE CRISTO: CRISTOLOGÍA

La cristología es el estudio sobre Cristo, es un estudio serio y sistemático, con carga epistemológica. Es el estudio teológico
de cristo que parte del dato revelado. Se estudia un objeto, en este caso es un sujeto, con características únicas e
irrepetibles. Se basa en la pregunta ¿quién es cristo?

Monograma de cristo, parte del dato revelado. “Todo fue creado por y para el”, carácter central de cristo.
El primer gran crisólogo fue Pablo, también el evangelio de Juan.

Catecismo: 422 en adelante. Cat 422/CEC/CIC


Se habla del credo, “creo en Jesucristo, hijo único de dios”. La palabra hijo es el título que revela de la mejor manera quien es
jesus. Cuando se habla del credo proviene del credo: símbolo de la fe o profesión de la fe trinitaria. Cada frase del credo es
un tratado de la teología.

Titulos cristológicos: hijo, señor, mesías. Son reveladores de su divinidad y se su condición humano histórica:
- Jesús: ¿Qué significa Jesús? en hebreo significa Yahvé salva. Revela la misión de Jesús que queda explícita en la
encarnación. “Se llamará Jesús”, todo está orientado a salvar, Jesus es el título critologico con mayor imposición e
importancia de anclaje histórico.
Jesus de Nazareth, la salvación es del mao, tiene como artífice al hombre. Formas malignas del hombre: pecado. Relacionado
con nuestra naturaleza caída.
El principio originario daño la nat humana (Jesús asume la nat humana perfecta), pero no la corrompe, este es uno de los
fundamentos de la esperanza cristiana. Contemplar a Jesús es contemplar al hombre perfecto.

¿Por qué Dios se hizo hombre? la contemplación del hombre como lo creó Dios. La misericordia es esa puerta siempre
abierta. Es el padre que mira al horizonte esperando que vuelva el hijo prodigo.

- Cristo: en griego significa ungido. La unción es el gran signo de Jesús. Reyes, sacerdotes y profetas estaban unidos en el AT
por su misión y autoridad.
Jesucristo suma las tres: rey, salvador y profeta. La unción en él la da el espíritu. Mesías:el ungido es el Mesías.

- Hijo de Dios: revela el ser de Cristo, la persona. Es alguien de naturaleza divina. Este es el título que Jesús se apropia.
Cuando hay autorrevelación, lo hace diciendo que es el hijo de dios.

- Señor: significa Adonai. Decir Jesús es el señor es decir que Jesús es Dios.

Hay dos títulos que se le dan a Dios en su sentido de ser (ontológico) y otros revelan su misión (soteriológicos). Los
ontológicos son señor (adonai) e hijos de dios (onto es ente). Los soteriológicos tienen que ver con la relación, soter es
salvación y los títulos sin Jesús o Cristo.

¿Quién es Cristo? Concilio de Calcedonia: año 451. Se habla de esto también en el catecismo de la iglesia católica (464).

Dogma de la unión hipostática: (467) habla de que Dios tiene dos naturalezas;la humana y la divina. La palabra persona
proviene de la máscara, de un rol que la persona toma ante los demás. En la teología se habla de una sola persona con día de
naturaleza. Una persona es alguien que se manifiesta a partir del diálogo (se relaciona); este término se lo asignaron a la
Trinidad, donde el padre es un prosopon, el hijo otro prosopon y el espíritu santo otro.

Persona:
- Filosofía: "sustancia individual de naturaleza racional" - Boecio. En esta definición se olvida la noción de la
afectividad, no lo valoro. Para Aristoteles la afectividad era irracional, siendo una dimensión casi ignorada.
- Teología: la persona es relación, otra forma de decir que la persona es diálogo. La persona es una realidad que
dialoga y se relaciona. Hipóstasis significa persona.

Cristo tiene dos naturalezas y una sola persona: Sus dos naturalezas sin la divina perfecta y la humana perfecta. Esta última
"compuesto de alma racional y cuerpo", tiene una composición de cuerpo y alma, una hilemórfica (hileo materia, morfa
forma). También es una humana perfecta porque "es semejante a nosotros, excepto en el pecado" (por esto es perfecto).
Estas dos naturalezas no se confunden, no se separan, no están divididas. Las naturalezas se unen y luego de esa unión
ambas siguen siendo perfectas, sin ser una superior. "confluyen en un solo sujeto y en una sola persona", en una unión
hipostática, esa persona es el hijo de Dios.

Entonces ¿quién es cristo? Es el hijo de dios, la segunda persona de la Santísima Trinidad, quien fue engendrado y se
encarnó, logrando la unión de las dos naturalezas en una sola persona.

¿QUIÉN ES JESÚS?

Lo que dijo Jesus de sí mismo:

1. Yo soy el mesías, el cristo: Juan 4:25-26 “Le dijo la mujer: sé que ha de venir el mesías, llamado el
Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: yo soy el que habla contigo”.

2. Yo soy el pan de vida: Juan 6:48 “yo soy el pan de vida”

3. Yo soy el pan vivo: Juan 6:51 “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el
pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo”

4. Yo soy la luz del mundo: Juan 8:12 “Otra vez Jesús les habló, diciendo: yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará
en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.

5. Yo soy el hijo de Dios: Juan 9:35-37: “oyó Jesús que le habían expulsado; y hablándole, le dijo: ¿crees tú en el hijo de dios?
respondió él y dijo: ¿quién es, señor, para que crea en él? le dijo Jesús: pues le has visto, y el que habla contigo, él es”.

6. Yo soy la puerta: Juan 10:9 “yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”.

7. Yo soy el buen pastor: Juan 10:11 “yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”.

8. Yo soy la resurrección y la vida: Juan 11:25 “le dijo Jesús:yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté
muerto, vivirá.”

9. Yo soy maestro y señor: Juan 13:13 “vosotros me llamáis maestro, y señor; y decís bien, porque lo soy”.

10. Yo el camino, laverdad, y la vida: Juan 14:6 “Jesús le dijo: yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al padre,
sino por mí”

11. Yo soy el padre: Juan 14:8-11 Felipe le dijo: señor, muéstranos el padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿hace tanto tiempo
que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? el que me ha visto a mí, ha visto al padre; ¿cómo, pues, dices tú:
muéstranos el padre? ¿no crees que yo soy el padre, y el padre de mí? las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi
propia cuenta, sino que el padre que mora en mí, él hace las obras. creedme que yo soy el padre, y el padre en mí; de otra
manera, creedme por las mismas obras.”

12. Yo soy la vid verdadera: Juan 15:1 “yo soy la vid verdadera, y mi padre es el labrador”.

Lo que dijeron otros de él:

1. Juan el bautista: Juan 1:29 “el siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: he aquí el cordero de dios, que quita el
pecado del mundo.”

2. Andrés: Juan 1:40-41 “Andrés, hermano de simón pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a
Jesús. este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: hemos hallado al mesías (que traducido es, el cristo).”

3. Felipe: Juan 1:45 “Felipe halló a natanael, y le dijo: hemos hallado a aquel de quien escribió moisés en la ley, así como los
profetas: a jesús, el hijo de josé, de nazaret.”

4. Natanael: Juan 1:49 “respondió natanael y le dijo: rabí, tú eres el hijo de dios; tú eres el rey de israel.”

5. Marta: Juan 11:27 “le dijo: sí, señor; yo he creído que tú eres el cristo, el hijo de dios, que has venido al mundo.”

6. Tomás: Juan 20:28 “entonces Tomás respondió y le dijo: ¡señor mío, y dios mío!”

7. Sus enemigos: juan 10:33 “le respondieron los judíos, diciendo: por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia;
porque tú, siendo hombre, te haces dios”.

8. La historia y hombres famosos lo han reconocido.

JESUCRISTO, DIOS Y HOMBRE VERDADERO:


La venida de cristo: “al llegar la plenitud de los tiempos, envió dios a su hijo, nacido de mujer” “el verbo se hizo carne y
habitó entre nosotros”. Esta verdad es el punto esencial por el que el cristianismo se diferencia de otras religiones. En el
cristianismo no es solamente el hombre quien busca a Dios, sino que es Dios en Persona quien viene al hombre. La existencia
histórica de Jesucristo es una verdad de fe y es también un hecho que se puede probar fácilmente. Nació, vivió y murió en un
tiempo histórico preciso.
Es hombre verdadero: “trabajo con manos de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre” no es un
mito, ni creación de los hombres. Declaró que era Dios, hijo unigénito de dios, de la misma naturaleza que el Padre y
manifestó su divinidad con su doctrina y sus milagros, sobre todo con su gloriosa resurrección. El padre y yo somos una sola
cosa. Antes de que Abraham existiera, yo soy. Nadie conoce al hijo, sino el padre; ni el padre sino el Hijo.

La unión hipostática: La segunda persona de la santísima trinidad (el hijo) unió a su propia naturaleza divina una verdadera
naturaleza humana, con un cuerpo y un alma como los nuestros.
No es un ser con dos personalidades (la de dios y la de hombre), sino una Persona con dos naturalezas (unión hipostática,
divina y humana, en una única persona: la del VERBO). No es un hombre extraordinario, ni un dios con apariencia de
hombre, ni un mítico semidios, sino perfecto Dios y hombre.
El verbo se hizo carne no por transformación de la divinidad en humanidad, sino mediante la asunción de la naturaleza
humana – cuerpo y alma – por la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.
No es en parte dios y en parte hombre, ni el resultado de una mezcla confusa entre lo divino y lo humano. Se hizo
verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios. La unión de la naturaleza humana con la naturaleza divina
en la persona del hijo unión hipostática.
La iglesia debió defender esta verdad durante los primeros siglos frente a las herejías que la falseaban:
- Docetismo: negaban que la humanidad de cristo fuera verdadera (sería sólo aparente); fue rechazada por los
Apóstoles.
- Arrianismo: sostiene que el hijo de dios es “de una substancia distinta de la del padre”. Condenada por el concilio
de Nicea, que enseñó que el hijo es “de la misma sustancia que el padre”
- Nestorianismo: decía que en Cristo había dos personas, una humana y una divina. En concilio de Éfeso enseña que
en Cristo hay una sola persona, la divina, que asume la naturaleza humana. Proclama que maría es “madre de Dios”
- Monofisismo: decía que en Cristo había una sola naturaleza. El concilio de calcedonia enseña que en cristo hay dos
naturalezas, la divina y la humana “sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación”

Contra otros errores, el concilio de Constantinopla confesó “no hay más que una sola hipóstasis (o persona) que es nuestro
señor Jesucristo, uno de la trinidad”. Por tanto, todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona divina
como a su propio sujeto, no solamente los milagros sino también los sufrimientos y la misma muerte: “el que ha sido
crucificado en la carne, nuestro señor Jesucristo, es verdadero Dios, señor de la gloria y uno de la santísima trinidad”

La humanidad santísima de Jesucristo: En la encarnación “la naturaleza humana ha sido asumida, no absorbida” por la
persona del verbo. (¿?) Por eso la iglesia enseña “la plena realidad del alma humana, con sus operaciones de inteligencia y
de voluntad, y del cuerpo humano de cristo”. Por haber sido asumida, la naturaleza humana de cristo pertenece
propiamente a la persona divina del hijo de dios que la ha asumido. (¿?) Por eso la más pequeña de las acciones de Cristo por
medio de su Humanidad tiene un valor infinito en orden a nuestra salvación.
El señor asumió la naturaleza humana sin manifestar en su Humanidad la gloria sobrenatural que le correspondía por ser la
humanidad del verbo: “se anonadó a sí mismo” Por su unión con la divina, su alma humana tuvo desde el primer momento
la plenitud de la gracia “y de su plenitud recibimos todos, gracia sobre gracia”

El conocimiento humano de cristo:

- Ciencia humana: el alma humana que el hijo de dios asumió está dotada de un verdadero conocimiento humano. Como tal,
este no podía ser de por sí limitado. Por eso el hijo de Dios, al hacerse hombre, quiso progresar en sabiduría, en estatura y
en gracia” e igualmente adquirir lo que en la condición humana se adquiere de manera experimental”

- Ciencia infusa: en su conocimiento humano, Jesús demuestra también la penetración divina que tenía de los pensamientos
secretos del corazón de los hombres.

- Ciencia beata: el conocimiento humano del Hijo de Dios expresaba la vida divina de su persona... ante todo en lo que se
refiere al conocimiento íntimo e inmediato que tiene de su Padre. Debido a su unión con la Sabiduría divina en la persona del
verbo encarnado, el conocimiento humano de cristo gozaba en plenitud de la ciencia de los designios eternos que había
venido a revelar.

La voluntad humana de cristo: Cristo posee dos voluntades y dos operaciones naturales, divinas y humanas, no opuestas
sino cooperantes, de forma que el Verbo hecho carne, en su obediencia al Padre, ha querido humanamente todo lo que ha
decidido divinamente con el Padre y el Espíritu santo para nuestra salvación.

El poder de cristo: Jesús ha manifestado tener en cuanto hombre un poder que sobrepasa las fuerzas naturales del hombre,
especialmente al realizar milagros. Aparte de la capacidad humana natural, su Humanidad es como un instrumento unido de
su divinidad.

El corazón del verbo encarnado: Jesús, durante su vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno
de nosotros y se ha entregado por cada uno de nosotros “me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Nos ha amado a todos
con su corazón humano… que es como el símbolo del amor con que el Redentor ama continuamente al eterno padre y a
todos los hombres. A cristo se le debe culto de adoración, también en su humanidad, porque es la humanidad de dios: “al
hombre de Jesús, doble toda rodilla”

En él se manifiesta y revela la divinidad a través de su humanidad. Este es el camino para llegar a la divinidad. Contemplar y
escuchar a Jesús es tratar a Dios. La santidad es imitar a Cristo, el mismo cristo, por la acción del espíritu santo.

El motivo de la encarnación:
- Por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo (credo):
- Para salvarnos, reconciliándonos con Dios
- Para que conociéramos el amor de Dios
- Para ser nuestro modelo de santidad
- Para que llegáramos a ser hijos de Dios.

La encarnación es un inmenso don completamente gratuito que:


- Robustece nuestra fe
- Aumenta nuestra esperanza: enciende en nosotros el deseo de ver a Dios
- Inflama nuestra caridad
- Nos lleva a obrar mejor
- Nos aparta del mal y nos mueve a obrar el bien

UNIÓN HIPOSTÁTICA

El Dogma que se refiere a Cristo es conocido como “Unión Hipostática”. La definición central del Dogma fue hecha por el
Concilio de Calcedonia del año 451. En este se afirma:

“Siguiendo, pues, a los Santos Padres, todos a una voz enseñamos que ha de confesarse a uno solo y el mismo Hijo, nuestro Señor
Jesucristo, el mismo perfecto en la divinidad y el mismo perfecto en la humanidad, Dios verdaderamente, y el mismo
verdaderamente hombre de alma racional y de cuerpo, consustancial con el Padre en cuanto a la divinidad, y el mismo
consustancial con nosotros en cuanto a la humanidad, semejante en todo a nosotros, menos en el pecado [Hebr. 4, 15];
engendrado del Padre antes de los siglos en cuanto a la divinidad, y el mismo, en los últimos días, por nosotros y por nuestra
salvación, engendrado de María Virgen, madre de Dios, en cuanto a la humanidad; que se ha de reconocer a uno solo y el mismo
Cristo Hijo Señor unigénito en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación, en modo alguno borrada la
diferencia de naturalezas por causa de la unión, sino conservando, más bien, cada naturaleza su propiedad y concurriendo en una
sola persona y en una sola hipóstasis, no partido o dividido en dos personas, sino uno solo y el mismo Hijo unigénito, Dios Verbo
Señor Jesucristo, como de antiguo acerca de Él nos enseñaron los profetas, y el mismo Jesucristo, y nos lo ha trasmitido el Símbolo
de los Padres. Así, pues, después de que con toda exactitud y cuidado en todos sus aspectos fue por nosotros redactada esta
fórmula, definió el santo y ecuménico Concilio que a nadie será lícito profesar otra fe, ni siquiera escribirla o componerla, ni
sentirla, ni enseñarla a los demás”. (Concilio de Calcedonia, 451)
En esta definición dada por el Concilio de Calcedonia se explica la noción de naturaleza, persona y Unión Hipostática. La
unión hipostática es un término técnico de la teología para designar la unión de dos naturalezas, la divina y la humana, en la
persona de Jesús. A partir de este se puede afirmar que Jesucristo tiene la humanidad y divinidad completas, en dos
naturalezas, unidas en una sola persona. El concilio anunció que Jesucristo fue siempre enteramente Dios y enteramente
hombre, siendo perfecto.

Por tanto, la naturaleza divina y la humana forman una sola persona, y esta persona corresponde a Jesús. Esta unión de dos
naturalezas compone una hipóstasis, no se superponen, ni se adjuntan, ni se confunden; en realidad, cada una mantiene sus
propias características, naturaleza y esencia en la Persona de Jesucristo.
Cristo entonces tiene dos naturalezas y una sola persona. Es "perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad;
verdaderamente Dios y verdaderamente hombre" (CC 451)

Naturaleza humana: refiere a las propiedades del ser humano. Con ella se define la esencia constitutiva del ser humano, el
concilio de calcedonia la define (definición filosófica, ni teológica) como "cuerpo animado por un alma racional", como bien
sostiene Aristoteles. Esto fue así hasta la modernidad, en donde se le objeta su definición ya que le falta lo emocional al
hablar de un alma racional, se habla de inteligencia emocional, inteligencia múltiples e incluso inteligencia espiritual.
Además, no podemos reducir a la psique o alma a un único concepto como lo es la racionalidad. Unidad sustancial (como se
concibe ahora).
El concepto de naturaleza quiere dar cuenta de la unidad, lo igual, todo lo que tenemos en común, la esencia, lo universal, lo
que nos da derechos e igualdad. Cuando se habla de esencia se habla de valor o de dignidad; lo cual el humano tiene por ser
humano, no porque se le de.

Persona humana: supone la naturaleza pero agrega un elemento que la esencia ni abarca, el ser único, irrepetible,
incomunicable, libre, la subjetividad, la individualidad y la singularidad.
Aristoteles no tuvo en cuenta por una razón epistemológica, debido a su episteme (ciencia). Distingue la episteme de la
Doxa, siendo la primera ciencia y la segunda la opinión, del cual la mayoría se maneja, ya que se pierde el pasaje de la
opinión a la ciencia (un profesional debería basarse en una ciencia).

Lo común entre padre, hijo y espíritu santo es que son lo mismo, la misma naturaleza y esencia. Pero también son tres
personas diferentes, cada uno con su subjetividad.

Momento donde se llevó a cabo la unión hipoststiva: la anunciación. Se celebra la Santísima trinidad: el E.S desciende, el
poder del altísimo te cubrirá donde su sombra y le digan hijo de dios.

Es el acontecimiento histórico que no tiene fin: "subió a los cielos". En el seno de la Trinidad también está la humanidad (y
por eso la esperanza de nuestra participación en el seno de la trinidad, nuestra salvación).
La unión hipostática inauguró un modo de relación eterno y dio una explicación teológica de la naturaleza de Cristo.

CARACTERÍSTICAS DE JESUS

La conciencia de Jesús es divina, no es como la de los hombres. Además, es filial, porque él es el hijo de dios.
¿Que es Jesús? dios, cc divina
¿Quién es Jesús? el hijo de dios, cc filial

La inteligencia de Jesús es humana y divina, es natural y persona. Tiene dos inteligencias.

La voluntad de Jesús es humana y divina, tiene dos voluntades

La libertad de Jesús es humana, que surge de su inteligencia y voluntad que son humanas.

Hay una crisis en jesús: donde se ge latentemente las dos naturalezas, humana y divina:

1. En el huerto de los olivos: luego de la última cena Jesús fue a rezar y le pidió a dios que no lo deje morir. Esta escena se
define como su agonía, estaba angustiado como humano porque sabía lo que le esperaba, su pasión, como Dios. "Padre, si
es posible, baje pase este cáliz", muestra su voluntad humana, su inteligencia y libertad; entonces luego dice "que se haga
tu voluntad y no la mía"
2. En el calvario: cuando lo crucificaron exclama: "dios mío, dios mío, porqué me has abandonado", en donde, a pesar de ser
uno de la trinidad y el mismo dios, se siente abandonado, humano.
Por último dice "padre, en tus manos encomiendonmi esporitu", entregándose como espiritual, experimentó la obediencia
hasta la muerte.

UNIDAD VII:

DIOS TRINO

Dios trino tiene manifestaciones:


Manifestación ad intra (para adentro): las personas se distinguen por las relaciones. Las personas son las relaciones

Manifestación ad extra (para afuerza):


- la creación, que a su vez tiene dos vías, la filosofía y la ciencia, ambas con un acceso racional.
- revelacion y fe a través de cristo: acceso racional, iluminado por la fe
- se puede hacer otra distinción ya que hay tres misiones (las más imp) o acciones u obras (propias de la nat*). Estas
tres misiones son la creación, atribuida al Dios padre; la redención, atribuida al Dios hijo; y la santificación, atribuida
al Dios espíritu santo.

*Como esa naturaleza es común o son consustanciales, las tres misiones son de la misma persona trina, de la misma
naturaleza. Se le pueden atribuir a los tres como uno (a dios trino) o a cada uno por separado (dios padre, dios hijo y dios
espíritu santo)

UNIDAD VIII:

LA CREACIÓN DE DIOS

Parte positiva = relatos:


Primero: gn 1,1 a gn 2,4a. Traducción sacerdotal
Segundo: gn 2,4b a gn 3,15. Tradicionalmente yavista. Narra el pecado original y la caída
Ambos sin una explicación que el judaísmo le dio a la pregunta de la creación. Son dos porque se dan en dos generaciones
distintas.

Cuando los exégetas analizaron la biblia hebrea detectaron cuatro tradiciones del pentateuco (torá): la yavista (llamada a
dios yahvé), la hedonista (llamaba a dios ecoin) la sacerdotal y la deuteronomista (deuteronomio. Deute: segundo o último,
nuestra: ley). Dos de estas tradiciones fueron más allá, la filosofía se plantea la duda de la creación planteando dos relatos:

El relato uno es el más conocido, la creación en una semana. Corresponde a la tradición sacerdotal, con la revelación a
Abraham en la que comienza y se gesta esta tradición oral.
En la semana son seis días de trabajo y un día de descanso (culto: tiempo para dedicarlo a dios), que para los judíos es el
sábado (sabat) y para el cristianismo es el domingo (ya que celebran la resurrección de Jesucristo, que es mencionado como
"recicito el primer día de la semana (somjngo)". "El primer día de la semana Jesús se presentó a sus discípulos". Se empezó a
nombrar como el día del señor el dies domini, traducido al español como domingo.

El relato dos es de la tradición yahvista que parte del desierto, en el que pone en el centro al hombre. Comienza con el
relato de la creación del hombre formado con la arcilla que recibe el soplo de dios. En este se menciona a Dios como el señor
dios, quien plantea el jardín del Edén, con el árbol de la cosa y el del bien y del mal.
Se habla de los elementos que introducen al tema del pecado, por lo que se cree que también se interesan por este, además
de la creación.
"El hombre le pone nombre a todo lo creado", se ve reflejado el señorío del hombre sobre la creación. Como este no conoce
la ayuda adecuada Dios creó a la mujer. Dice "esta si que es huesos de los huesos y carne de mi carne", donde se ve reflejada
la igualdad entre ambos. Hombre: is - Mujer: Issa, porque es creada del Is
En el capítulo 3 se comienza hablando de la serpiente y del pecado original. Dios castigó a cada uno; primero a la serpiente
(3.15); luego a la mujer (parto y dominación del hombre) y al hombre (trabajo).

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