Trastornos Mentales en - El Cine, ¿Realidad o - Ficción
Trastornos Mentales en - El Cine, ¿Realidad o - Ficción
Trastornos Mentales en - El Cine, ¿Realidad o - Ficción
UNIVERSIDAD DE JAÉN
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Trastornos mentales en
el cine, ¿realidad o
ficción?
Abril, 2021
1
Índice
RESUMEN ............................................................................................................................. 3
1. INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 4
3. DEPRESIÓN....................................................................................................................... 8
4. ESQUIZOFRENIA ........................................................................................................... 13
5.1 TRATAMIENTO........................................................................................................... 17
6. CONCLUSIONES ............................................................................................................ 23
7. REFERENCIAS ................................................................................................................ 24
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RESUMEN
ABSTRACT
In the following paper there is a journey through different stereotypes that surround both
schizophrenia and depression in particular, and mental disorders in general, comparing them
with the representation of those disorders in a filmography specifically selected for this work.
Thus, it will be analyzed if those representations incur the stereotypes described or if they
manage to solve them and in which way they do it. In short, it is analyzed how realistic these
representations are and in which aspects could they improve to get closer to the reality that
people who suffer from these disorders live.
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1. INTRODUCCIÓN
Se estima que, en 2017, 792 millones de personas estaban afectadas por un trastorno de
salud mental (Ritchie y Roser, 2018). Los trastornos mentales son muy complejos y pueden
adoptar muchas formas diferentes. Arnaiz y Uriarte (2006) advierten que las personas que
sufren un trastorno mental tienen que combatir dos problemas, primero tienen que enfrentar a
la enfermedad en sí y después, combatir el estigma de los ciudadanos de a pie. Para poder
eliminar el segundo problema, es necesario que la información que se le proporciona a la
población sea lo más fiable y verídica posible.
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Por esto, la forma en la que se representen estos en las películas es muy importante en
cuanto a cómo la población percibe a las personas con trastornos mentales y cómo debe actuar
a su alrededor (Hanley, 2015). Así, es importante evitar los estereotipos erróneos y negativos a
la hora de crear un personaje con un trastorno mental.
Para este estudio se han seleccionado dos ejemplos pertenecientes a las dos caras de la
moneda de la representación de trastornos mentales en el cine. Estos son la depresión y la
esquizofrenia. Ambos trastornos han sido representados en muchas ocasiones rodeados de
diversos conceptos como violencia, baja inteligencia, personas disfuncionales, etc. Sin
embargo, tienen una notable diferencia. Por un lado, la depresión suele tener representaciones
bastante fiables y acertadas sobre el trastorno en sí (Wedding y Niemiec, 2014). Por el otro, las
representaciones de la esquizofrenia generalmente están rodeadas por una serie de ideas
erróneas y peyorativas (Owen, 2012).
Depresión
Todos sentimos emociones negativas a lo largo de nuestra vida, pero las personas con
depresión se sienten atrapadas en ellas y son incapaces de eliminar utilizando las estrategias
convencionales. Este trastorno se caracteriza por el sometimiento sobre la vida de los afectados
que les produce las emociones tan intensas que sienten (Wedding y Niemiec, 2014). Además,
las personas que sufren de depresión suelen sentirse avergonzadas de buscar ayuda ya que
tienen miedo a que se les tache de locos o neuróticos (Priest et al., 1996).
La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes (Ritchie y Roser, 2018).
El DSM-V (American Psychiatric Association [APA], 2014) establece que algunos de los
posibles síntomas son: estado de ánimo deprimido, pérdida de interés y/o placer, pérdida de
apetito, fatiga, sentimiento de inutilidad o culpabilidad, etc.
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Esquizofrenia
Owen (2012) encontró que cuando en una película aparece un personaje con
esquizofrenia suele estar involucrado en actos violentos hacia los demás, a veces hasta en
asesinatos. También menciona que las películas se centran más en los síntomas positivos
(alucinaciones, delirios, etc.) cuando en las personas esquizofrénicas los síntomas más comunes
son los negativos.
Estereotipos
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En relación con los estereotipos de los trastornos mentales, existe bastante consenso
entre los autores a la hora de confirmar que las personas con trastornos mentales se perciben
como seres peligrosos y violentos (Wahl y Lefkowits, 1989; Akram et al., 2009; Hanley, 2015).
Además, Arboleda-Flórez (2001) añade que existe la creencia de que son una amenaza potencial
a la salud de la sociedad por dos motivos, el miedo que les produce la posibilidad de un ataque
físico y el miedo de que ellos mismos puedan perder su propia salud mental. También enumera
otros estereotipos o creencias que se tienen sobre las personas con trastornos mentales como
que son vagos, incapaces de ayudar y, en definitiva, una carga para la sociedad.
Estos estereotipos que existen en las mentes de los ciudadanos acaban representados de
esa misma forma en la gran pantalla. Al final, los guionistas utilizan la realidad para inspirarse
y basar en ella la ficción que escriben (Galán, 2006). Los medios se decantan por cualquier cosa
que pueda llamar la atención y entretener al espectador (Hanley, 2015).
Para evitar el daño que pueden causar los estereotipos sobre enfermedades mentales
debemos conocerlos, estudiarlos e intentar no alimentarlos proporcionando al público
información errónea y negativa sobre ellos.
2. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA
El propósito de este estudio es examinar qué papel juegan, en cuanto a los estereotipos
que la sociedad tiene sobre los trastornos mentales, las representaciones que el cine refleja sobre
la depresión y la esquizofrenia. Se analizarán los estereotipos más comunes que la sociedad
tiene sobre las enfermedades mentales y se contrastarán con la información que se representa
en las diferentes películas de la filmografía escogida. Esto se hará tanto para los estereotipos
específicos de cada trastorno como para los comunes, tanto a la depresión y la esquizofrenia
como al resto de trastornos mentales.
Además, estos últimos se compararán y se hablará sobre las similitudes y las diferencias
que pueda haber tanto en el estereotipo en sí como en las diferentes representaciones que se
observen.
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Para realizar este estudio se necesitaron dos tipos de información. La búsqueda de
artículos se realizó en varias bases de datos, tanto de carácter general como específicas del área
de psicología (Dialnet, Scopus, Web of Science [WOS] o Psycinfo, entre otras). Primero, se
realizó una búsqueda algunos estudios que relacionaran el cine con los trastornos mentales o,
más específicamente, con la depresión y/o la esquizofrenia. También se realizaron búsquedas
en relación a los estereotipos y a los estereotipos más comunes de las enfermedades mentales,
tanto de las dos en las que se centra este estudio como en general. Para finalizar, se necesitaron
algunos artículos con base clínica para poder definir de forma correcta la depresión y la
esquizofrenia y completar así la información proporcionada por los artículos anteriores.
Por otro lado, se realizó una búsqueda de películas relacionadas con ambos trastornos.
Para esto se utilizó la Internet Movie Database (IMDb). En este caso se realizaron dos
búsquedas, una con la palabra clave “depresión” y otra con la palabra clave “esquizofrenia” y
se acotaron los resultados a películas estrenadas entre 2015 y 2020. Se eliminaron documentales
y biografías. De las películas que aparecían se preseleccionaron las diez con mayor número de
votos. De esta preselección se eliminaron las películas en las que el argumento no hacía ninguna
referencia ni a trastornos mentales, ni a enfermedades mentales, ni a depresión, ni a
esquizofrenia. Se excluyeron también las películas en las que ningún personaje cumplía los
criterios del DSM-V para ninguno de los dos trastornos.
3. DEPRESIÓN
A. Cinco (o más) de los síntomas siguientes han estado presentes durante el mismo
período de dos semanas y representan un cambio del funcionamiento previo; al menos
uno de los síntomas es (1) estado de ánimo deprimido o (2) pérdida de interés o de
placer. Nota: No incluir síntomas que se pueden atribuir claramente a otra afección
médica.
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1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según
se desprende de la información subjetiva (p. ej., se siente triste, vacío, sin
esperanza) o de la observación por parte de otras personas. (p. ej., se le ve
lloroso).
2. Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las
actividades la mayor parte del día, casi todos los días.
3. Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej.,
modificación de más del 5 % del peso corporal en un mes) o disminución o
aumento del apetito casi todos los días.
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Así, la depresión es un trastorno que afecta principalmente al estado de ánimo. Sin
embargo, algunas veces esta depresión se esconde tras otro tipo de síntomas. Hay ocasiones en
las que síntomas somáticos como el dolor enmascaran este trastorno y debido a esto los
pacientes suelen ser diagnosticados, por error, de un trastorno somático y no de depresión (Blair
et al., 2003). En otros casos, los pacientes tienden a experimentar reacciones muy intensas,
frustración e incluso ira, ocultando así los síntomas principales de la depresión (Koukopoulos
y Koukopoulos, 1999).
Una película que consigue reflejar de manera fantástica la apatía que rodea al personaje
de Lee, pero sin incurrir en el error de convertirlo en un personaje inútil y convertirlo en una
carga para su familia. El personaje evita todas las actividades posibles, especialmente si
requieren relaciones sociales, porque ninguna consigue motivarle o interesarle de alguna forma.
También se puede palpar durante todo el largometraje el dolor y la tristeza que, aunque en
ningún momento es verbalizado, se puede observar en la expresión del personaje y en sus
propios actos. Además, en varios momentos de la película se muestra cómo el protagonista se
ve envuelto en varias peleas, con lo cual se deduce que también tiene esos problemas de ira de
los que se habla en los párrafos anteriores.
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Pero no en todas las películas se representa de forma correcta este trastorno y, muchas
veces, incurren a estereotipos que lejos de ayudar crean una imagen errónea que un espejo con
tanto público no se puede permitir.
En cinco de las siete películas visionadas, un incidente que cambia totalmente la vida
de la persona origina una temprana depresión. La pérdida de sus hijas y el sentimiento de culpa
es lo que origina la depresión que sufre Lee Chandler en Manchester by the Sea.
Por culpa de una enfermedad también, el jefe Willoughby termina desarrollando una
depresión y suicidándose en el largometraje de Martin McDonagh (2017) Three Billboards
Outside Ebbing, Missouri. En su caso, un cáncer de páncreas terminal y la gravedad que
presenta a esas alturas hacen que un sentimiento de inutilidad y culpabilidad le rodee.
Las relaciones sociales, en este caso familiares, también son un detonante en la película
de Bradley Cooper (2018), A Star is Born. En ella, el protagonista, Jackson Maine, es un músico
country víctima del alcoholismo, la drogadicción y la depresión. En un determinado momento
del largometraje encontramos a Jackson hablando de su infancia y de cómo la dura convivencia
con su padre le afectó y moldeó su comportamiento.
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Otro ejemplo de cómo las relaciones sociales pueden desembocar en este trastorno lo
tenemos en la obre de Tate Taylor (2016), The Girl on the Train. La protagonista, Rachel
Watson, cae en una depresión después de varios hechos traumáticos ocurridos en un pequeño
periodo de tiempo. Primero, mientras está intentando quedarse embarazada recibe la noticia de
que es estéril. Poco después se entera de que su marido la engaña con una mujer del trabajo y
se divorcian.
Una película que consigue evitar esto de manera adecuada es la obra de Kaufman y
Johnson (2015), Anomalisa. Se trata de una película animada en la que el protagonista es un
orador motivacional que ha perdido el interés por todo y por todos. Los directores consiguen
reflejar esto de una forma brillante mostrando al resto de personajes con la misma cara y la
misma voz. En este largometraje simplemente se presenta un personaje deprimido desde el
principio hasta el final. En ningún momento se habla del origen ni desde cuando está así, incluso
es probable que se fuera desarrollando paulatinamente, por lo que ni el propio personaje sea
capaz de decir en qué momento exacto comenzó. Es más, parece tener todo lo necesario en su
vida para ser feliz, familia, dinero, amigos, etc.
3.2 TRISTEZA
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En este caso, la filmografía seleccionada evita, de manera solvente, incurrir en este error
tan popular. En la mayoría no se muestra a un personaje únicamente triste y decaído, sino que
también se recurre, muy acertadamente, al sentimiento de anhedonia, culpabilidad e inutilidad.
Es más, hay algunas escenas en las que se observa a los personajes divertirse y sonreír. Por
ejemplo, en Anomalisa, Michael conoce a Lisa y la invita al bar y, posteriormente, a su
habitación. Durante esas escenas se ve cómo Michael está distraído e incluso alegre, pero al día
siguiente Michael deja de percibir esa magia que hace tan especial a Lisa y vuelve a esa espiral
de desmotivación en la que estaba sumido antes de conocerla.
4. ESQUIZOFRENIA
Sufrir un trastorno tan grave como es la esquizofrenia supone un reto para la persona a
la hora de integrarse en la sociedad (Wedding y Niemiec 2014). La desinformación sobre este
trastorno es tal que suele confundirse, incluso en el cine, con el trastorno de identidad
disociativo. Es cierto, que al principio pueden parecer similares, pero hay una diferencia básica,
las personas con trastorno de identidad disociativo presentan dos o más identidades diferentes
y que toman el control de la persona de forma variable (National Institute of Mental Health
[NIMH], 2021).
A. Dos (o más) de los síntomas siguientes, cada uno de ellos presente durante una parte
significativa de tiempo durante un período de un mes (o menos si se trató con éxito). Al
menos uno de ellos ha de ser (1), (2) o (3):
1. Delirios.
2. Alucinaciones.
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3. Discurso desorganizado.
5. Síntomas negativos.
B. Durante una parte significativa del tiempo desde el inicio del trastorno, el nivel de
funcionamiento en uno o más ámbitos principales, como el trabajo, las relaciones
interpersonales o el cuidado personal, está muy por debajo del nivel alcanzado antes del
inicio (o cuando comienza en la infancia o la adolescencia, fracasa la consecución del
nivel esperado de funcionamiento interpersonal, académico o laboral).
C. Los signos continuos del trastorno persisten durante un mínimo de seis meses. Este
período de seis meses ha de incluir al menos un mes de síntomas (o menos si se trató
con éxito) que cumplan el Criterio A (es decir, síntomas de fase activa) y puede incluir
períodos de síntomas prodrómicos o residuales. Durante estos períodos prodrómicos o
residuales, los signos del trastorno se pueden manifestar únicamente por síntomas
negativos o por dos o más síntomas enumerados en el Criterio A presentes de forma
atenuada (p. ej., creencias extrañas, experiencias perceptivas inhabituales).
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Una buena representación del trastorno la podemos encontrar en el largometraje dirigido
por Jeff Baena (2020), Horse Girl. Desde el principio se nos presenta a Sarah, una chica normal
a la que le gustan los caballos. Ella cuenta que en su historial familiar tanto su abuela como su
madre han padecido de esquizofrenia. Durante la película se puede observar como la
esquizofrenia se adueña también de ella. Primero comienza con las alucinaciones y los delirios,
afirma que es un clon y que la están abduciendo los extraterrestres. Luego ese delirio va
evolucionando hasta el punto de que cree que es su propia abuela porque, según ella, es
físicamente parecida a ella. Este proceso está magistralmente construido, tanto que el
espectador es capaz de apreciar qué detalles hacen a Sarah creer lo que cree e incluso
encontrarles parte de sentido a esos delirios. Gracias a esta evolución se percibe también la
angustia y la ansiedad que Sarah siente a medida que sus síntomas van empeorando y el resto
de personas de su entorno dejan de creerla y empiezan a tratarla como una loca. Una realidad
reflejada en su mayoría por los síntomas positivos que produce el trastorno, dejando un poco
de lado los síntomas negativos.
Los síntomas positivos se denominan así porque son comportamientos adicionales que
normalmente no se observan en personas sanas (NIMH, 2021). Entre ellos se incluyen las
alucinaciones, delirios, etc. (APA, 2013).
Por otro lado, entre los síntomas negativos destacan la expresión emocional disminuida,
la abstinencia social y, en definitiva, problemas para hacer vida normal (NIMH, 2021). Más
específicamente, se habla de síntomas como anhedonia, alogia o conducta asocial. (APA, 2013).
El cine tiene tendencia a mostrar el lado más oscuro de las personas con esquizofrenia,
mostrando los síntomas más llamativos y bizarros si con ello consiguen ganarse la atención del
público (Akram et al., 2009; Hanley, 2015). Así, en las películas en las que aparece un personaje
esquizofrénico se suele utilizar el recurso de las alucinaciones visuales y de otros síntomas
positivos para representarlo. La realidad es que los síntomas negativos suelen ser más comunes
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que los positivos y que las alucinaciones más comunes en este trastorno son las auditivas (APA,
2013).
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4.2 ACTIVIDADES PARANORMALES
5.1 TRATAMIENTO
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Lee, suele empezar a acudir a un psicólogo o a buscar algún tipo de ayuda para asegurarse de
que son capaces de superar ese trauma. Una situación parecida se da en Three Billboards
Outside Ebbing, Missouri en la que, a parte de la depresión que sufre el jefe Willoughby, varios
personajes sufren también acontecimientos muy traumáticos, como el asesinato de la hija de
Mildred después de ser violada. A pesar de esto, tampoco se menciona que hayan recibido o
vayan a recibir ningún tipo de tratamiento.
En A Star is Born, se ve como Jack acude a una clínica de desintoxicación por sus
problemas con el alcohol y las drogas. Sin embargo, en ningún momento recibe tratamiento
psicológico, ni siquiera cuando afirma que con 13 años intentó suicidarse. Aunque, mucho más
grave es la situación planteada en Me Before You. Cuando Will sufre el accidente y queda
tetrapléjico los padres contratan un fisioterapeuta para que haga ejercicios con él y lo traslade.
También contratan a una cuidadora para que esté con él y le atienda. En este escenario cabe
preguntarse por qué la familia no ha contratado también a un psicólogo u otro tipo de terapeuta
que se encargue de su bienestar psicológico.
Es necesario recalcar que, en las películas sobre esquizofrenia, únicamente una de ellas
menciona que el personaje en cuestión esté siendo tratado con antipsicóticos. Aunque si bien
es cierto que tanto en Horse Girl como en Mercy Black los personajes que sufren del trastorno
pasan o han pasado algún tiempo en un hospital psiquiátrico.
Por otro lado, en las dos películas en las que al personaje se le ha prescrito una
medicación, deja de tomarla por algún motivo. Estas son Lights Out, Joker y Words on
Bathroom Floor. En la primera, Sophie abandona los antidepresivos cuando está en tratamiento
su amiga Diana desaparece. En la segunda, Arthur deja de acudir a su psiquiatra debido a que
hay recortes en los servicios sociales de los que dependía para conseguir su medicación. Poco
después, deja la medicación y se aprecia como sus síntomas positivos aumentan
considerablemente. Por último, Adam decide acabar con los antipsicóticos ya que los efectos
secundarios son muy poderosos en él y le impiden desarrollar con éxito algunas actividades,
entre ellas la cocina que es a lo que quiere dedicarse en un futuro. Con lo cual, decide seguir
lidiando con las alucinaciones para poder seguir dedicándose a lo que más le gusta. La realidad
es que bajo ningún concepto se debe dejar de tomar la medicación por voluntad propia, porque
esto puede ser peligroso (NIMH, 2021).
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También se ha detectado que, en algunas de las películas visualizadas, se menciona que
el personaje que sufre una enfermedad mental ha estado ingresado en un hospital psiquiátrico
con anterioridad o, incluso, acude allí durante el largometraje. Como es el caso de las películas
anteriormente mencionadas, Light Out y Joker. Aunque no son las únicas, también sucede en
Mercy Black y en Horse Girl. Este recurso suele utilizarse para enfatizar la gravedad del
trastorno e incluso generar miedo entre los espectadores, ya que todos recaen poco después de
abandonarlo. Con esto lo único que se consigue es que la sociedad perciba los hospitales
psiquiátricos como lugares terroríficos y peligrosos.
Existe la creencia de que las personas con enfermedades mentales son peligrosas y así
lo refleja el cine. Es cierto que normalmente no se menciona como tal, pero cuando el
espectador detecta que hay un personaje con una enfermedad mental, ya sea porque está siendo
tratado o porque empieza a ser consumido por ella, lo siguiente que ve es a ese mismo personaje
cometiendo un acto violento (Wedding y Niemiec, 2014).
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directo en la televisión, mata de un disparo al presentador. Toda la brutalidad que engloba a
este largometraje y al protagonista se ve asociada al claro trastorno mental que sufre.
También encontramos algo parecido en la película Mercy Black. Durante las escenas
finales, ocurre una trifulca entre varios de los personajes que sufren el trastorno. Por un lado,
Lily, que estaba enfadada con Marina por no haber completado el sacrificio cuando eran niñas,
admite haber matado a varias personas solo para que Marina no dejara de creer en Mercy. En
ese momento, Lily apuñala a Marina dejándola tendida en el suelo. Poco después, cuando
Marina consigue recuperarse y salir fuera, Lily amenaza con matar a Bryce, pero Marina se
abalanza sobre ella golpeándola sin llegar a matarla. Al final, Bryce acaba asesinando a Lily
para completar el sacrificio.
Lo cierto es que esta creencia se encuentra muy lejos de la realidad. La mayoría de las
personas que padecen esquizofrenia no son violentas, es más, las personas esquizofrénicas son
mucho más propensas que el resto a ser víctimas de violencia, ya sea daño causado por parte
de otras personas o daño autoinfligido (NIMH, 2021).
Los datos revelan que las cifras de prevalencia de autolesión para jóvenes de entre 20 y
59 años son 380 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que para las personas de 60 años
o más son de 65 casos por cada 100.000 habitantes (Murphy et al., 2012). Las autolesiones se
utilizan para aliviar dolor emocional intenso, ya que es más fácil lidiar con el dolor físico que
con el emocional (Fleta, 2017).
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envenenamiento. En todo caso, se hace raro no ver ningún indicio claro de autolesiones cuando
es una conducta que ha ido aumentando en los últimos años (Fleta, 2017).
Por otro lado, el suicidio o el intento de suicidio parece ser una creencia más extendida
ya que sí está presente en la mayoría de las películas visualizadas. En Three Billboards Outside
Ebbing, Missouri¸el jefe de policía Willloughby sintiéndose una carga para su familia debido a
su enfermedad, decide dejar varias notas de suicidio para terminar acabando con su vida. En el
caso de Lights Out, Sophie termina por suicidarse al final de la cinta porque su presencia, ligada
a la existencia de Diana, pone en peligro a su familia y es la única solución que es capaz de
encontrar para ponerles a salvo.
Por último, también hay algunas películas en las que ocurren los dos casos, tanto un
suicidio como un intento de hacerlo. En Me Before You los padres de Will le mencionan a
Louisa que Will ya intentó quitarse la vida poco después de su accidente. Al final, él acaba
suicidándose en una clínica debido a que no es capaz de superar el cambio que ha dado su vida.
Otro ejemplo de este estilo lo podemos ubicar en A Star is Born donde Jack cuenta al terapeuta
de la clínica de rehabilitación que intentó suicidarse poco antes de cumplir los 13 años debido
a que no era capaz de lidiar con su padre. Poco después la culpa de casi acabar con la carrera
de su mujer, el sentimiento de ser una carga para ella y la infancia tan dura que nunca consiguió
superar, se suicida ahorcándose en su garaje.
Las personas con trastornos mentales tienen que soportar la carga de muchos
estereotipos, uno de ellos es el de percibirles como personas vagas y una carga tanto para la
sociedad como para las personas que les rodean (Arboleda-Florez, 2001).
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amigos y gente de entorno cerrado, pero su papel en la sociedad no parece estar afectado y
suelen desenvolverse más o menos sin problema alguno.
Esta creencia tiene un reflejo muy claro en A Star is Born. Cuando conoce a Ally, la
vida de Jack cambia por completo y esto le hace sentirse como una carga para su mujer que es
la que toma un poco el control de la relación. Él empieza a perder reputación y Ally empieza a
ganarla por lo que él se oculta un poco en su sombra. Este hecho, acompañado de las diversas
adicciones y la depresión que sufre, le hace sentirse un inútil y un estorbo para ella.
En Lights Out sucede algo parecido. Sophie se da cuenta que la presencia de Diana está
ligada a ella y que realmente es peligrosa y puede hacer daño a su hija. En esta situación, la
realidad golpea a Sophie y comienza a creer que es una carga para su familia y que Diana puede
llegar a hacerles mucho daño, o algo peor, si ella sigue viva.
Lo mencionado anteriormente también se puede observar con más detalle en Horse Girl.
En esta película se ve muy bien la progresión y los cambios en la vida de la protagonista desde
los primeros síntomas hasta la total expresión del trastorno. Por ello, se puede analizar el
deterioro de todos los aspectos de su vida mientras esto ocurre. Así, la vida de Sarah va
cambiando, va perdiendo las pocas amistades que tenía, la capacidad de ser autosuficiente, etc.
En otras palabras, conforme el trastorno va avanzando Sarah pierde la autonomía hasta el punto
en el que tiene que ser ingresada en un hospital psiquiátrico.
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Sin embargo, en Words on Bathroom Floor tenemos una situación completamente
contraria a las anteriores. Se observa como Adam va poco a poco siendo absorbido por la
enfermedad. Aunque esto le causa diversos problemas durante la película, pero es capaz de
superarlos poco a poco y seguir con su vida más o menos de la misma forma que lo hacía antes
de que le diagnosticaran de esquizofrenia.
En relación a esto se encontró un dato bastante curioso y es que seis de las siete películas
visualizadas relacionadas con la temática depresiva eran atribuidas al género dramático.
Además, tres de ellas, Anomalisa, A Star is Born y Me Before You, son calificadas también en
el género romántico. Esto puede deberse a una mezcla de todo lo mencionado con anterioridad.
6. CONCLUSIONES
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Por otra parte, debido a ese afán por la búsqueda de algo llamativo e innovador que
capte la atención del espectador se crean otro tipo de relaciones que poco a poco van ganando
fuerza, como la mecionada por Owen (2012) entre las personas esquizofrénicas y las actividades
paranormales. Algo que en este análisis también se ha encontrado, aunque no con tanta
frecuencia como se menciona en su estudio. En este tipo de casos, el desconocimiento por parte
del público sobre un tema en específico juega un papel fundamental porque cualquier relación
que se establezca un número considerable de veces se terminará dando por verdadera.
En definitiva, creo que en el mundo del cine prefiere olvidarse del gran poder que puede
llegar a tener una cinta de unas pocas horas de duración. Su principal objetivo es entretener,
pero la globalidad y el prestigio que ha alcanzado este medio le ha dotado, sin quererlo, de otras
cualidades como la informativa. Cualidades que se deben empezar a cuidar. Es necesario
encontrar un equilibrio entre la realidad y la ficción para poder seguir entreteniendo, pero sin
descuidar la realidad de la información que se está transmitiendo a los espectadores. Como bien
dijo Ben Parker “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” (Raimi, 2002).
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