Trastornos Mentales en - El Cine, ¿Realidad o - Ficción

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 28

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

UNIVERSIDAD DE JAÉN
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación

Trabajo Fin de Grado

Trastornos mentales en
el cine, ¿realidad o
ficción?

Alumno/a: María Martínez Callejón

Tutor/a: Ángel Cagigas Balcaza


Dpto.: Departamento de Psicología

Abril, 2021
1
Índice

RESUMEN ............................................................................................................................. 3

1. INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 4

2. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA ..................................................................................... 7

3. DEPRESIÓN....................................................................................................................... 8

3.1 ACONTECIMIENTO TRAUMÁTICO COMO DETONANTE. ................................... 11

3.2 TRISTEZA .................................................................................................................... 12

4. ESQUIZOFRENIA ........................................................................................................... 13

4.1 TIPOS DE SÍNTOMAS ................................................................................................ 15

4.2 ACTIVIDADES PARANORMALES ............................................................................. 17

5. ESTEREOTIPOS COMUNES A AMBOS TRASTORNOS ........................................... 17

5.1 TRATAMIENTO........................................................................................................... 17

5.2 RIESGO DE VIOLENCIA ........................................................................................... 19

5.3 UNA CARGA PARA LA SOCIEDAD .......................................................................... 21

5.4 GÉNERO CINEMATOGRÁFICO ASOCIADO ........................................................... 23

6. CONCLUSIONES ............................................................................................................ 23

7. REFERENCIAS ................................................................................................................ 24

2
RESUMEN

En el siguiente trabajo se va a hacer un recorrido por diferentes estereotipos que rodean


tanto a la esquizofrenia y a la depresión en particular, como a los trastornos mentales en general,
comparándolos con la representación de dichos trastornos en una filmografía seleccionada
específicamente para este trabajo. Así, se analizará si dichas representaciones incurren a los
estereotipos descritos o si los consiguen solventar y de qué manera. En definitiva, se analiza
como de realistas son estas representaciones y en qué aspectos podrían mejorar para conseguir
acercarse más a la realidad que viven las personas que sufren dichos trastornos.

PALABRAS CLAVE: Estereotipos, cine, esquizofrenia, depresión.

ABSTRACT

In the following paper there is a journey through different stereotypes that surround both
schizophrenia and depression in particular, and mental disorders in general, comparing them
with the representation of those disorders in a filmography specifically selected for this work.
Thus, it will be analyzed if those representations incur the stereotypes described or if they
manage to solve them and in which way they do it. In short, it is analyzed how realistic these
representations are and in which aspects could they improve to get closer to the reality that
people who suffer from these disorders live.

KEY WORDS: Stereotypes, cinema, schizophrenia, depression.

3
1. INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo se habla de la repercusión que tiene la representación de trastornos


mentales, como la esquizofrenia y la depresión, en los estereotipos que la sociedad posee sobre
ellas.

Se estima que, en 2017, 792 millones de personas estaban afectadas por un trastorno de
salud mental (Ritchie y Roser, 2018). Los trastornos mentales son muy complejos y pueden
adoptar muchas formas diferentes. Arnaiz y Uriarte (2006) advierten que las personas que
sufren un trastorno mental tienen que combatir dos problemas, primero tienen que enfrentar a
la enfermedad en sí y después, combatir el estigma de los ciudadanos de a pie. Para poder
eliminar el segundo problema, es necesario que la información que se le proporciona a la
población sea lo más fiable y verídica posible.

El cine es una de las principales formas de entretenimiento de la población debido


principalmente a la gran variedad de estilos y temáticas que esta engloba. Un mundo que ha ido
evolucionando mucho hasta encontrarse en el punto en el que se encuentra ahora mismo y, en
todo ese tiempo, ha ido explorando todas las temáticas posibles y retando cada vez más a la
creatividad de los directores a ir un paso más allá. Desde que una noche de diciembre de 1895
los hermanos Lumière proyectaron las primeras imágenes en movimiento, el cine ha
evolucionado para convertirse, entre otras cosas, en un canal de información. Debido a esto, el
celuloide se ha utilizado para enseñar al público diferentes mundos, a priori, desconocidos para
el espectador medio. Uno de ellos es el mundo de las enfermedades mentales. Al final, las
películas populares son especialmente poderosas a la hora de crear puntos de vista sobre las
enfermedades mentales (Wedding y Niemiec, 2014).

Las películas son increíblemente importantes a la hora de influir en cómo los


espectadores perciben los problemas mentales ya que el público en general no suele tener
demasiada información acerca de ellos (Damjanović et al., 2009). De todos los trastornos que
aparecen en el Manual Estadístico para el Diagnóstico de los Trastornos Mentales (DSM-V) es
difícil encontrar alguno que no tenga su representación, más o menos acertada, en el séptimo
arte (Vera, 2006). Es más, un 10 % de los Premios de la Academia entregados entre 1929 y
2009 fueron para personajes con algún trastorno mental o para películas en las que una de sus
temáticas principales eran las enfermedades mentales (Byrne, 2010).

4
Por esto, la forma en la que se representen estos en las películas es muy importante en
cuanto a cómo la población percibe a las personas con trastornos mentales y cómo debe actuar
a su alrededor (Hanley, 2015). Así, es importante evitar los estereotipos erróneos y negativos a
la hora de crear un personaje con un trastorno mental.

Para este estudio se han seleccionado dos ejemplos pertenecientes a las dos caras de la
moneda de la representación de trastornos mentales en el cine. Estos son la depresión y la
esquizofrenia. Ambos trastornos han sido representados en muchas ocasiones rodeados de
diversos conceptos como violencia, baja inteligencia, personas disfuncionales, etc. Sin
embargo, tienen una notable diferencia. Por un lado, la depresión suele tener representaciones
bastante fiables y acertadas sobre el trastorno en sí (Wedding y Niemiec, 2014). Por el otro, las
representaciones de la esquizofrenia generalmente están rodeadas por una serie de ideas
erróneas y peyorativas (Owen, 2012).

Depresión

Todos sentimos emociones negativas a lo largo de nuestra vida, pero las personas con
depresión se sienten atrapadas en ellas y son incapaces de eliminar utilizando las estrategias
convencionales. Este trastorno se caracteriza por el sometimiento sobre la vida de los afectados
que les produce las emociones tan intensas que sienten (Wedding y Niemiec, 2014). Además,
las personas que sufren de depresión suelen sentirse avergonzadas de buscar ayuda ya que
tienen miedo a que se les tache de locos o neuróticos (Priest et al., 1996).

La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes (Ritchie y Roser, 2018).
El DSM-V (American Psychiatric Association [APA], 2014) establece que algunos de los
posibles síntomas son: estado de ánimo deprimido, pérdida de interés y/o placer, pérdida de
apetito, fatiga, sentimiento de inutilidad o culpabilidad, etc.

Este trastorno suele tener representaciones más ambiguas, normalmente no siendo


relacionado con el daño a los demás sino con las autolesiones (Rowe et al., 2003). En las
películas en las que aparece este trastorno, se da un fenómeno al que Stack y Bowman (2011)
denominan “la paradoja del género”: las mujeres suelen tener una tasa alta de depresión, pero
una tasa baja de suicidio, justo al contrario que los hombres.

5
Esquizofrenia

La esquizofrenia es una patología muy compleja y severa. Algunos de los síntomas


mencionados por el DSM-V (APA, 2014) son: delirios, alucinaciones, abulia, discurso
desorganizado, entre otros.

Owen (2012) encontró que cuando en una película aparece un personaje con
esquizofrenia suele estar involucrado en actos violentos hacia los demás, a veces hasta en
asesinatos. También menciona que las películas se centran más en los síntomas positivos
(alucinaciones, delirios, etc.) cuando en las personas esquizofrénicas los síntomas más comunes
son los negativos.

También se ha encontrado que la gente ve este trastorno como un trastorno que


principalmente ocurre en hombres (Boysen et al., 2014) mientras que, en la realidad, existen
aproximadamente el mismo número de mujeres y hombres que lo padecen (Ritchie y Roser,
2018).

En definitiva, muchas veces las representaciones que se realizan sobre la esquizofrenia


reflejan la confusión que existe sobre ella en la población (Pirkis et al., 2006).

Estereotipos

Los estereotipos son generalizaciones originadas en el proceso cognoscitivo de la


categorización, que tiene como función simplificar la información recibida del medio. Estos
estereotipos tendrían dos funciones sociales, crear diferenciaciones entre diferentes grupos
sociales y ayudar a crear y mantener ideologías para justificar las acciones sociales (Tajfel,
1984).

Debido a estas dos funciones sociales, se puede producir un fenómeno denominado


amenaza del estereotipo. Supongamos que una persona bajita entra en un equipo de baloncesto.
Comúnmente, existe el estereotipo de que la gente bajita no juega bien al baloncesto. Así, según
este fenómeno, el simple conocimiento por parte de la persona bajita de ese estereotipo puede
hacerle jugar peor al baloncesto. Es decir, los estereotipos pueden llegar a afectar al rendimiento
de la persona afectada solo con activarse (Furrer, 2013).

6
En relación con los estereotipos de los trastornos mentales, existe bastante consenso
entre los autores a la hora de confirmar que las personas con trastornos mentales se perciben
como seres peligrosos y violentos (Wahl y Lefkowits, 1989; Akram et al., 2009; Hanley, 2015).
Además, Arboleda-Flórez (2001) añade que existe la creencia de que son una amenaza potencial
a la salud de la sociedad por dos motivos, el miedo que les produce la posibilidad de un ataque
físico y el miedo de que ellos mismos puedan perder su propia salud mental. También enumera
otros estereotipos o creencias que se tienen sobre las personas con trastornos mentales como
que son vagos, incapaces de ayudar y, en definitiva, una carga para la sociedad.

Estos estereotipos que existen en las mentes de los ciudadanos acaban representados de
esa misma forma en la gran pantalla. Al final, los guionistas utilizan la realidad para inspirarse
y basar en ella la ficción que escriben (Galán, 2006). Los medios se decantan por cualquier cosa
que pueda llamar la atención y entretener al espectador (Hanley, 2015).

Para evitar el daño que pueden causar los estereotipos sobre enfermedades mentales
debemos conocerlos, estudiarlos e intentar no alimentarlos proporcionando al público
información errónea y negativa sobre ellos.

2. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA

El propósito de este estudio es examinar qué papel juegan, en cuanto a los estereotipos
que la sociedad tiene sobre los trastornos mentales, las representaciones que el cine refleja sobre
la depresión y la esquizofrenia. Se analizarán los estereotipos más comunes que la sociedad
tiene sobre las enfermedades mentales y se contrastarán con la información que se representa
en las diferentes películas de la filmografía escogida. Esto se hará tanto para los estereotipos
específicos de cada trastorno como para los comunes, tanto a la depresión y la esquizofrenia
como al resto de trastornos mentales.

Además, estos últimos se compararán y se hablará sobre las similitudes y las diferencias
que pueda haber tanto en el estereotipo en sí como en las diferentes representaciones que se
observen.

7
Para realizar este estudio se necesitaron dos tipos de información. La búsqueda de
artículos se realizó en varias bases de datos, tanto de carácter general como específicas del área
de psicología (Dialnet, Scopus, Web of Science [WOS] o Psycinfo, entre otras). Primero, se
realizó una búsqueda algunos estudios que relacionaran el cine con los trastornos mentales o,
más específicamente, con la depresión y/o la esquizofrenia. También se realizaron búsquedas
en relación a los estereotipos y a los estereotipos más comunes de las enfermedades mentales,
tanto de las dos en las que se centra este estudio como en general. Para finalizar, se necesitaron
algunos artículos con base clínica para poder definir de forma correcta la depresión y la
esquizofrenia y completar así la información proporcionada por los artículos anteriores.

Por otro lado, se realizó una búsqueda de películas relacionadas con ambos trastornos.
Para esto se utilizó la Internet Movie Database (IMDb). En este caso se realizaron dos
búsquedas, una con la palabra clave “depresión” y otra con la palabra clave “esquizofrenia” y
se acotaron los resultados a películas estrenadas entre 2015 y 2020. Se eliminaron documentales
y biografías. De las películas que aparecían se preseleccionaron las diez con mayor número de
votos. De esta preselección se eliminaron las películas en las que el argumento no hacía ninguna
referencia ni a trastornos mentales, ni a enfermedades mentales, ni a depresión, ni a
esquizofrenia. Se excluyeron también las películas en las que ningún personaje cumplía los
criterios del DSM-V para ninguno de los dos trastornos.

3. DEPRESIÓN

Decaimiento, tristeza, falta de interés, incapacidad para disfrutar, pérdida de motivación,


etc., son conceptos popularmente relacionados con la depresión. Las personas con depresión
experimentan emociones negativas tan intensas que les devoran y no son capaces de aliviar de
ninguna forma (Wedding y Niemiec 2014). El DSM-V (APA, 2014) establece que los criterios
diagnósticos del trastorno son los siguientes:

A. Cinco (o más) de los síntomas siguientes han estado presentes durante el mismo
período de dos semanas y representan un cambio del funcionamiento previo; al menos
uno de los síntomas es (1) estado de ánimo deprimido o (2) pérdida de interés o de
placer. Nota: No incluir síntomas que se pueden atribuir claramente a otra afección
médica.

8
1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según
se desprende de la información subjetiva (p. ej., se siente triste, vacío, sin
esperanza) o de la observación por parte de otras personas. (p. ej., se le ve
lloroso).

2. Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las
actividades la mayor parte del día, casi todos los días.

3. Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej.,
modificación de más del 5 % del peso corporal en un mes) o disminución o
aumento del apetito casi todos los días.

4. Insomnio o hipersomnia casi todos los días.

5. Agitación o retraso psicomotor casi todos los días.

6. Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.

7. Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada casi todos los


días.

8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar


decisiones, casi todos los días.

9. Pensamientos de muerte recurrentes, ideas suicidas recurrentes sin un plan


determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.

B. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social,


laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

C. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otra


afección médica.

D. El episodio de depresión mayor no se explica mejor por un trastorno esquizoafectivo,


esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, trastorno delirante, u otro trastorno
especificado o no especificado del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos
psicóticos.

E. Nunca ha habido un episodio maníaco o hipomaníaco.

9
Así, la depresión es un trastorno que afecta principalmente al estado de ánimo. Sin
embargo, algunas veces esta depresión se esconde tras otro tipo de síntomas. Hay ocasiones en
las que síntomas somáticos como el dolor enmascaran este trastorno y debido a esto los
pacientes suelen ser diagnosticados, por error, de un trastorno somático y no de depresión (Blair
et al., 2003). En otros casos, los pacientes tienden a experimentar reacciones muy intensas,
frustración e incluso ira, ocultando así los síntomas principales de la depresión (Koukopoulos
y Koukopoulos, 1999).

Una muy buena representación de la depresión ocurre en la película de Kenneth


Lonergan (2016), Manchester by the Sea. En ella podemos observar como el protagonista, Lee
Chandler, se encuentra sumergido en una rutina sin ningún tipo de motivación e interés. Lee se
encuentra refugiado en esta rutina debido a la gran tristeza y culpabilidad que le originaron la
muerte de sus hijos. Debido a esto incluso tuvo que abandonar el pueblo en el que vivían. Una
persona claramente deprimida con rasgos bastante claros de frustración e ira, tiene que enfrentar
la ardua tarea de volver a Mánchester para encargarse de su sobrino debido a la reciente muerte
de su hermano, tarea que intenta delegar durante todo el largometraje, ya que volver a
Mánchester aviva en él recuerdos que le provocan gran dolor. Al final consigue volver a
abandonar el pueblo que tanto dolor le ocasiona. Además, los flashbacks sobre su vida anterior
te dan la oportunidad de observar al personaje antes y después de sufrir aquella tragedia y la
consecuente depresión que se origina.

Una película que consigue reflejar de manera fantástica la apatía que rodea al personaje
de Lee, pero sin incurrir en el error de convertirlo en un personaje inútil y convertirlo en una
carga para su familia. El personaje evita todas las actividades posibles, especialmente si
requieren relaciones sociales, porque ninguna consigue motivarle o interesarle de alguna forma.
También se puede palpar durante todo el largometraje el dolor y la tristeza que, aunque en
ningún momento es verbalizado, se puede observar en la expresión del personaje y en sus
propios actos. Además, en varios momentos de la película se muestra cómo el protagonista se
ve envuelto en varias peleas, con lo cual se deduce que también tiene esos problemas de ira de
los que se habla en los párrafos anteriores.

10
Pero no en todas las películas se representa de forma correcta este trastorno y, muchas
veces, incurren a estereotipos que lejos de ayudar crean una imagen errónea que un espejo con
tanto público no se puede permitir.

3.1 ACONTECIMIENTO TRAUMÁTICO COMO DETONANTE.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2020), la depresión surge de una


compleja interacción entre factores sociales, psicológicos y biológicos. Sin embargo, en la
filmografía escogida podemos observar que se les presta especial atención a los factores
sociales estableciendo, en muchas de ellas, un acontecimiento traumático como origen de la
depresión que sufre el personaje en cuestión.

En cinco de las siete películas visionadas, un incidente que cambia totalmente la vida
de la persona origina una temprana depresión. La pérdida de sus hijas y el sentimiento de culpa
es lo que origina la depresión que sufre Lee Chandler en Manchester by the Sea.

Otro ejemplo lo encontramos en la película de Thea Sharrock (2016), Me Before You.


En ella conocemos a un Will Traynor que debido a un accidente de tráfico que lo deja
tetrapléjico ve como su vida da un giro de 180 grados. A raíz de verse incapacitado y no poder
tener la vida que tenía antes y hacer las cosas que hacía antes, desarrolla una depresión que le
convierte en una persona incapaz de disfrutar de la vida.

Por culpa de una enfermedad también, el jefe Willoughby termina desarrollando una
depresión y suicidándose en el largometraje de Martin McDonagh (2017) Three Billboards
Outside Ebbing, Missouri. En su caso, un cáncer de páncreas terminal y la gravedad que
presenta a esas alturas hacen que un sentimiento de inutilidad y culpabilidad le rodee.

Las relaciones sociales, en este caso familiares, también son un detonante en la película
de Bradley Cooper (2018), A Star is Born. En ella, el protagonista, Jackson Maine, es un músico
country víctima del alcoholismo, la drogadicción y la depresión. En un determinado momento
del largometraje encontramos a Jackson hablando de su infancia y de cómo la dura convivencia
con su padre le afectó y moldeó su comportamiento.

11
Otro ejemplo de cómo las relaciones sociales pueden desembocar en este trastorno lo
tenemos en la obre de Tate Taylor (2016), The Girl on the Train. La protagonista, Rachel
Watson, cae en una depresión después de varios hechos traumáticos ocurridos en un pequeño
periodo de tiempo. Primero, mientras está intentando quedarse embarazada recibe la noticia de
que es estéril. Poco después se entera de que su marido la engaña con una mujer del trabajo y
se divorcian.

Es ya conocido que sufrir este tipo de incidentes es un importante factor de riesgo y


aumenta las posibilidades de sufrir este trastorno (OMS, 2020). Sin embargo, recurrir siempre
a este tipo de enfoques pueden confundir al espectador hasta tal punto de pensar que solo si no
se sufre algún tipo de incidente grave que altere la vida de una forma considerable no se puede
llegar a desarrollar depresión.

Una película que consigue evitar esto de manera adecuada es la obra de Kaufman y
Johnson (2015), Anomalisa. Se trata de una película animada en la que el protagonista es un
orador motivacional que ha perdido el interés por todo y por todos. Los directores consiguen
reflejar esto de una forma brillante mostrando al resto de personajes con la misma cara y la
misma voz. En este largometraje simplemente se presenta un personaje deprimido desde el
principio hasta el final. En ningún momento se habla del origen ni desde cuando está así, incluso
es probable que se fuera desarrollando paulatinamente, por lo que ni el propio personaje sea
capaz de decir en qué momento exacto comenzó. Es más, parece tener todo lo necesario en su
vida para ser feliz, familia, dinero, amigos, etc.

3.2 TRISTEZA

Es cierto que el «estado de ánimo deprimido» es uno de los síntomas de diagnóstico la


depresión (APA, 2014). Por esta razón, existe entre la sociedad, desde hace mucho tiempo, la
falsa creencia de que una persona que sufre de depresión está esencialmente triste durante todo
el día. No obstante, todas las personas con depresión no sienten tristeza, algunas se notan más
nerviosas, otras son incapaces de expresarse emocionalmente, otras tienen síntomas físicos e,
incluso, algunas presentan variaciones notables en su comportamiento (San Molina y Arranz,
2010). La realidad es que la depresión es una enfermedad muy grave que afecta a muchas áreas
del funcionamiento como la alimentación, el sueño la autoestima, la cognición, motivación, etc.
(Wedding y Niemiec 2014).

12
En este caso, la filmografía seleccionada evita, de manera solvente, incurrir en este error
tan popular. En la mayoría no se muestra a un personaje únicamente triste y decaído, sino que
también se recurre, muy acertadamente, al sentimiento de anhedonia, culpabilidad e inutilidad.
Es más, hay algunas escenas en las que se observa a los personajes divertirse y sonreír. Por
ejemplo, en Anomalisa, Michael conoce a Lisa y la invita al bar y, posteriormente, a su
habitación. Durante esas escenas se ve cómo Michael está distraído e incluso alegre, pero al día
siguiente Michael deja de percibir esa magia que hace tan especial a Lisa y vuelve a esa espiral
de desmotivación en la que estaba sumido antes de conocerla.

Algo parecido ocurre en A Star is Born. En algunas escenas se muestra a Jack


disfrutando de alguna fiesta o de la compañía de su esposa como si estuviera todo bien. Sin
embargo, las tomas en las que se encuentra él solo con la cámara son mucho más crudas y
capaces de mostrar lo que realmente está pasando sin apenas recurrir al diálogo.

4. ESQUIZOFRENIA

Sufrir un trastorno tan grave como es la esquizofrenia supone un reto para la persona a
la hora de integrarse en la sociedad (Wedding y Niemiec 2014). La desinformación sobre este
trastorno es tal que suele confundirse, incluso en el cine, con el trastorno de identidad
disociativo. Es cierto, que al principio pueden parecer similares, pero hay una diferencia básica,
las personas con trastorno de identidad disociativo presentan dos o más identidades diferentes
y que toman el control de la persona de forma variable (National Institute of Mental Health
[NIMH], 2021).

El DSM-V (APA, 2014) establece que los criterios diagnósticos correspondientes a la


esquizofrenia son los siguientes:

A. Dos (o más) de los síntomas siguientes, cada uno de ellos presente durante una parte
significativa de tiempo durante un período de un mes (o menos si se trató con éxito). Al
menos uno de ellos ha de ser (1), (2) o (3):

1. Delirios.

2. Alucinaciones.

13
3. Discurso desorganizado.

4. Comportamiento muy desorganizado o catatónico.

5. Síntomas negativos.

B. Durante una parte significativa del tiempo desde el inicio del trastorno, el nivel de
funcionamiento en uno o más ámbitos principales, como el trabajo, las relaciones
interpersonales o el cuidado personal, está muy por debajo del nivel alcanzado antes del
inicio (o cuando comienza en la infancia o la adolescencia, fracasa la consecución del
nivel esperado de funcionamiento interpersonal, académico o laboral).

C. Los signos continuos del trastorno persisten durante un mínimo de seis meses. Este
período de seis meses ha de incluir al menos un mes de síntomas (o menos si se trató
con éxito) que cumplan el Criterio A (es decir, síntomas de fase activa) y puede incluir
períodos de síntomas prodrómicos o residuales. Durante estos períodos prodrómicos o
residuales, los signos del trastorno se pueden manifestar únicamente por síntomas
negativos o por dos o más síntomas enumerados en el Criterio A presentes de forma
atenuada (p. ej., creencias extrañas, experiencias perceptivas inhabituales).

D. Se han descartado el trastorno esquizoafectivo y el trastorno depresivo o bipolar con


características psicóticas porque 1) no se han producido episodios maníacos o
depresivos mayores de forma concurrente con los síntomas de fase activa, o 2) si se han
producido episodios del estado de ánimo durante los síntomas de fase activa, han estado
presentes sólo durante una mínima parte de la duración total de los períodos activo y
residual de la enfermedad.

E. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia


(p. ej., una droga o medicamento) o a otra afección médica.

F. Si existen antecedentes de un trastorno del espectro del autismo o de un trastorno de


la comunicación de inicio en la infancia, el diagnóstico adicional de esquizofrenia sólo
se hace si los delirios no alucinaciones notables, además de los otros síntomas
requeridos para la esquizofrenia, también están presentes durante un mínimo de un mes
(o menos si se trató con éxito).

14
Una buena representación del trastorno la podemos encontrar en el largometraje dirigido
por Jeff Baena (2020), Horse Girl. Desde el principio se nos presenta a Sarah, una chica normal
a la que le gustan los caballos. Ella cuenta que en su historial familiar tanto su abuela como su
madre han padecido de esquizofrenia. Durante la película se puede observar como la
esquizofrenia se adueña también de ella. Primero comienza con las alucinaciones y los delirios,
afirma que es un clon y que la están abduciendo los extraterrestres. Luego ese delirio va
evolucionando hasta el punto de que cree que es su propia abuela porque, según ella, es
físicamente parecida a ella. Este proceso está magistralmente construido, tanto que el
espectador es capaz de apreciar qué detalles hacen a Sarah creer lo que cree e incluso
encontrarles parte de sentido a esos delirios. Gracias a esta evolución se percibe también la
angustia y la ansiedad que Sarah siente a medida que sus síntomas van empeorando y el resto
de personas de su entorno dejan de creerla y empiezan a tratarla como una loca. Una realidad
reflejada en su mayoría por los síntomas positivos que produce el trastorno, dejando un poco
de lado los síntomas negativos.

4.1 TIPOS DE SÍNTOMAS

A la hora de hablar de síntomas se suelen clasificar en dos categorías: síntomas positivos


y síntomas negativos.

Los síntomas positivos se denominan así porque son comportamientos adicionales que
normalmente no se observan en personas sanas (NIMH, 2021). Entre ellos se incluyen las
alucinaciones, delirios, etc. (APA, 2013).

Por otro lado, entre los síntomas negativos destacan la expresión emocional disminuida,
la abstinencia social y, en definitiva, problemas para hacer vida normal (NIMH, 2021). Más
específicamente, se habla de síntomas como anhedonia, alogia o conducta asocial. (APA, 2013).

El cine tiene tendencia a mostrar el lado más oscuro de las personas con esquizofrenia,
mostrando los síntomas más llamativos y bizarros si con ello consiguen ganarse la atención del
público (Akram et al., 2009; Hanley, 2015). Así, en las películas en las que aparece un personaje
esquizofrénico se suele utilizar el recurso de las alucinaciones visuales y de otros síntomas
positivos para representarlo. La realidad es que los síntomas negativos suelen ser más comunes

15
que los positivos y que las alucinaciones más comunes en este trastorno son las auditivas (APA,
2013).

En la filmografía visualizada se encuentra que los síntomas positivos predominan sobre


unos síntomas negativos prácticamente inexistentes. También se observa que las alucinaciones
visuales y auditivas son igual de recurrentes.

Un claro ejemplo se halla en la película anteriormente mencionada Horse Girl. La


historia está construida alrededor de los delirios y las alucinaciones, principalmente visuales
habiendo también presencia de alucinaciones auditivas, y dejan totalmente olvidados los
síntomas negativos. Lo mismo podemos observar en la obra de Owen Egerton (2019), Mercy
Black. En ella todos los personajes involucrados padecen de alucinaciones y delirios
relacionados con la presencia de un ente fantasma llamado Mercy Black, pero en ningún
momento mencionan los síntomas negativos ni los hacen partícipes de la historia.

Un ejemplo parecido se encuentra en el largometraje de Thor Freudenthal (2020), Words


on Bathroom Floor. En ella, Adam es un adolescente común hasta que un día en clase sufre un
brote psicótico. Adam tiene principalmente alucinaciones visuales y auditivas. Ve a tres
personajes diferentes que le hablan. Esto cambia durante los brotes, lo que ve en ellos es una
mancha negra que va creciendo poco a poco. A pesar de esto, Adam intenta hacer vida normal,
salir con una chica y disfrutar de su pasión, que es la cocina.

El caso de la obra de Todd Phillips (2019) es mucho más complejo. En el Joker se ve a


una persona, Arthur, con un comportamiento muy desorganizado en algunos momentos de la
cinta, como cuando se pone a bailar en el baño instantes después de haber asesinado a tres
hombres. También se ve bastante claro que el personaje sufre de alucinaciones y delirios, como
la historia amorosa que se ve que tiene con su vecina que en una escena posterior queda
desmentida porque la propia vecina niega conocerle. Aun así, al ser una película narrada por el
propio Arthur, en muchas ocasiones el espectador llega a perder el límite de la realidad y lo que
es fruto de la mente del propio personaje. Cabe destacar que, aunque los síntomas positivos son
bastante más llamativos, también se pueden apreciar algunos síntomas negativos como
conducta asocial o incluso anhedonia en algunos momentos. En definitiva, en esta película se
pueden entrever algunos síntomas negativos, pero está totalmente dominada por los síntomas
positivos.

16
4.2 ACTIVIDADES PARANORMALES

El mundo de las alucinaciones y los delirios producidos por la esquizofrenia es a la vez


tan fascinante como desconocido e inexplorado. La existencia de estos síntomas puede
utilizarse para explicar algunas cosas que de otra forma serían prácticamente inexplicables. Esta
puede ser una de las razones por las que recientemente se ha relacionado la esquizofrenia con
el mundo paranormal y las experiencias con el más allá (Owen, 2012).

Un ejemplo de esto se encuentra en Mercy Black. En esta película aparecen varios


personajes con esquizofrenia y todos resultan estar relacionados con un ente llamado Mercy
Black que les persuade y obliga a hacer cosas que ellos no quieren hacer. Es bastante llamativo
como en una de las escenas finales la protagonista, Marina, es capaz de sobreponerse a esa
llamada e incluso lograr vencerla, dejando claro la importancia de su creencia de que Mercy
Black no es más que un conjunto de alucinaciones y delirios compartidos.

En el resto de películas visualizadas con personajes esquizofrénicos ninguna otra parecía


haber indicios de que los personajes tuvieran contacto con el más allá o con algún fenómeno
paranormal.

5. ESTEREOTIPOS COMUNES A AMBOS TRASTORNOS

5.1 TRATAMIENTO

Durante la visualización de las diferentes obras se detectó la falta de aparición de


terapeutas, grupos de apoyo u otras formas de tratamiento. En muchos de los casos la persona
que sufre un trastorno no recibe ningún tipo de tratamiento. Esto ocurre en obras como
Anomalisa. En ella, se presentan a persona claramente deprimida e incapaz de interesarse por
nada. No obstante, en ningún momento se menciona que haya acudido o tenga la intención de
acudir en algún momento a un profesional.

Tampoco se habla de ningún tratamiento en Manchester by the Sea. En ella, a pesar de


tener un personaje que lleva claramente deprimido mucho tiempo y que ha pasado por vivencias
horribles, nunca se menciona ni la más mínima intención de recurrir a un terapeuta o grupo de
apoyo. Normalmente, cuando una persona vive alguna situación tan atroz como la que vivió

17
Lee, suele empezar a acudir a un psicólogo o a buscar algún tipo de ayuda para asegurarse de
que son capaces de superar ese trauma. Una situación parecida se da en Three Billboards
Outside Ebbing, Missouri en la que, a parte de la depresión que sufre el jefe Willoughby, varios
personajes sufren también acontecimientos muy traumáticos, como el asesinato de la hija de
Mildred después de ser violada. A pesar de esto, tampoco se menciona que hayan recibido o
vayan a recibir ningún tipo de tratamiento.

En A Star is Born, se ve como Jack acude a una clínica de desintoxicación por sus
problemas con el alcohol y las drogas. Sin embargo, en ningún momento recibe tratamiento
psicológico, ni siquiera cuando afirma que con 13 años intentó suicidarse. Aunque, mucho más
grave es la situación planteada en Me Before You. Cuando Will sufre el accidente y queda
tetrapléjico los padres contratan un fisioterapeuta para que haga ejercicios con él y lo traslade.
También contratan a una cuidadora para que esté con él y le atienda. En este escenario cabe
preguntarse por qué la familia no ha contratado también a un psicólogo u otro tipo de terapeuta
que se encargue de su bienestar psicológico.

Es necesario recalcar que, en las películas sobre esquizofrenia, únicamente una de ellas
menciona que el personaje en cuestión esté siendo tratado con antipsicóticos. Aunque si bien
es cierto que tanto en Horse Girl como en Mercy Black los personajes que sufren del trastorno
pasan o han pasado algún tiempo en un hospital psiquiátrico.

Por otro lado, en las dos películas en las que al personaje se le ha prescrito una
medicación, deja de tomarla por algún motivo. Estas son Lights Out, Joker y Words on
Bathroom Floor. En la primera, Sophie abandona los antidepresivos cuando está en tratamiento
su amiga Diana desaparece. En la segunda, Arthur deja de acudir a su psiquiatra debido a que
hay recortes en los servicios sociales de los que dependía para conseguir su medicación. Poco
después, deja la medicación y se aprecia como sus síntomas positivos aumentan
considerablemente. Por último, Adam decide acabar con los antipsicóticos ya que los efectos
secundarios son muy poderosos en él y le impiden desarrollar con éxito algunas actividades,
entre ellas la cocina que es a lo que quiere dedicarse en un futuro. Con lo cual, decide seguir
lidiando con las alucinaciones para poder seguir dedicándose a lo que más le gusta. La realidad
es que bajo ningún concepto se debe dejar de tomar la medicación por voluntad propia, porque
esto puede ser peligroso (NIMH, 2021).

18
También se ha detectado que, en algunas de las películas visualizadas, se menciona que
el personaje que sufre una enfermedad mental ha estado ingresado en un hospital psiquiátrico
con anterioridad o, incluso, acude allí durante el largometraje. Como es el caso de las películas
anteriormente mencionadas, Light Out y Joker. Aunque no son las únicas, también sucede en
Mercy Black y en Horse Girl. Este recurso suele utilizarse para enfatizar la gravedad del
trastorno e incluso generar miedo entre los espectadores, ya que todos recaen poco después de
abandonarlo. Con esto lo único que se consigue es que la sociedad perciba los hospitales
psiquiátricos como lugares terroríficos y peligrosos.

A pesar de lo dicho anteriormente, hay una película en la que el personaje acude a la


consulta de un psiquiatra. Es el caso de The Girl By the Train. Si bien es verdad que Rachel, la
protagonista, acude para intentar averiguar un poco más sobre el doctor y averiguar si es el
culpable o no del asesinato de Meghan, pero ella consigue abrirse un poco con él y contar algo
que le sucedió cuando estaba con su exmarido en una fiesta.

5.2 RIESGO DE VIOLENCIA

Existe la creencia de que las personas con enfermedades mentales son peligrosas y así
lo refleja el cine. Es cierto que normalmente no se menciona como tal, pero cuando el
espectador detecta que hay un personaje con una enfermedad mental, ya sea porque está siendo
tratado o porque empieza a ser consumido por ella, lo siguiente que ve es a ese mismo personaje
cometiendo un acto violento (Wedding y Niemiec, 2014).

En el caso de la esquizofrenia, el ejemplo más claro lo ofrece Arthur Fleck. El


protagonista de Joker parece tener problemas para controlar sus impulsos a la hora de sentirse
amenazado, y en varias escenas se observa como al sentirse intimidado se desata su violencia.
En una escena en un tren, debido a su risa histriónica incontrolable, unos jóvenes borrachos se
fijan en él y empiezan a incordiarle y a golpearle. Arthur reacciona a esto disparando y matando
a los dos primeros y dando caza al tercero que intentaba escapar, matándolo también.
Posteriormente, al enterarse de que su madre abusaba de él, la asfixia con una almohada. Debido
a esto, dos de sus excompañeros de trabajo van a visitarle para comprobar que esté bien y
termina por asesinar brutalmente a uno de ellos clavándole unas tijeras en repetidas ocasiones
mientras que al otro lo deja escapar. Por último, mientras está en un programa de entrevistas en

19
directo en la televisión, mata de un disparo al presentador. Toda la brutalidad que engloba a
este largometraje y al protagonista se ve asociada al claro trastorno mental que sufre.

También encontramos algo parecido en la película Mercy Black. Durante las escenas
finales, ocurre una trifulca entre varios de los personajes que sufren el trastorno. Por un lado,
Lily, que estaba enfadada con Marina por no haber completado el sacrificio cuando eran niñas,
admite haber matado a varias personas solo para que Marina no dejara de creer en Mercy. En
ese momento, Lily apuñala a Marina dejándola tendida en el suelo. Poco después, cuando
Marina consigue recuperarse y salir fuera, Lily amenaza con matar a Bryce, pero Marina se
abalanza sobre ella golpeándola sin llegar a matarla. Al final, Bryce acaba asesinando a Lily
para completar el sacrificio.

Lo cierto es que esta creencia se encuentra muy lejos de la realidad. La mayoría de las
personas que padecen esquizofrenia no son violentas, es más, las personas esquizofrénicas son
mucho más propensas que el resto a ser víctimas de violencia, ya sea daño causado por parte
de otras personas o daño autoinfligido (NIMH, 2021).

Respecto a la depresión, la cosa cambia un poco. A pesar de que se les sigue


considerando personas peligrosas y violentas, la depresión suele estar más comúnmente ligada
al daño autoinfligido y el suicidio (Rowe et al., 2003).

Los datos revelan que las cifras de prevalencia de autolesión para jóvenes de entre 20 y
59 años son 380 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que para las personas de 60 años
o más son de 65 casos por cada 100.000 habitantes (Murphy et al., 2012). Las autolesiones se
utilizan para aliviar dolor emocional intenso, ya que es más fácil lidiar con el dolor físico que
con el emocional (Fleta, 2017).

En la filmografía visualizada ninguna de las películas mostraba la presencia de


autolesiones típicas (cortes, golpes, arañazos, etc.). Sí que se puede ver como en A Star is Born,
Jack se encuentra en el mundo de las drogas y del alcohol para intentar refugiarse de la apatía
y la tristeza que le rodea e intentar sentir algo. Algo parecido se puede observar también en The
Girl on the Train, en el que se ve a una Rachel enterrada por completo en el alcohol durante
gran parte de la película. Esto quizá pueda ser interpretado como un intento de autolesión por

20
envenenamiento. En todo caso, se hace raro no ver ningún indicio claro de autolesiones cuando
es una conducta que ha ido aumentando en los últimos años (Fleta, 2017).

Por otro lado, el suicidio o el intento de suicidio parece ser una creencia más extendida
ya que sí está presente en la mayoría de las películas visualizadas. En Three Billboards Outside
Ebbing, Missouri¸el jefe de policía Willloughby sintiéndose una carga para su familia debido a
su enfermedad, decide dejar varias notas de suicidio para terminar acabando con su vida. En el
caso de Lights Out, Sophie termina por suicidarse al final de la cinta porque su presencia, ligada
a la existencia de Diana, pone en peligro a su familia y es la única solución que es capaz de
encontrar para ponerles a salvo.

En relación a los intentos de suicidio, tenemos un ejemplo en Manchester by the Sea.


Lee al enterarse de que la caldera fue lo que causó el incendio de su casa y la posterior muerte
de sus hijas, se hundió en un pozo de culpabilidad que lo lleva a apuntarse con una pistola en
las sienes. Por suerte, los policías presentes consiguieron arrebatarle el arma.

Por último, también hay algunas películas en las que ocurren los dos casos, tanto un
suicidio como un intento de hacerlo. En Me Before You los padres de Will le mencionan a
Louisa que Will ya intentó quitarse la vida poco después de su accidente. Al final, él acaba
suicidándose en una clínica debido a que no es capaz de superar el cambio que ha dado su vida.
Otro ejemplo de este estilo lo podemos ubicar en A Star is Born donde Jack cuenta al terapeuta
de la clínica de rehabilitación que intentó suicidarse poco antes de cumplir los 13 años debido
a que no era capaz de lidiar con su padre. Poco después la culpa de casi acabar con la carrera
de su mujer, el sentimiento de ser una carga para ella y la infancia tan dura que nunca consiguió
superar, se suicida ahorcándose en su garaje.

5.3 UNA CARGA PARA LA SOCIEDAD

Las personas con trastornos mentales tienen que soportar la carga de muchos
estereotipos, uno de ellos es el de percibirles como personas vagas y una carga tanto para la
sociedad como para las personas que les rodean (Arboleda-Florez, 2001).

Al revisar la filmografía, se observó que entre la depresión y la esquizofrenia había una


ligera diferencia. La depresión tiende a estar más relacionada con ser una carga para familiares,

21
amigos y gente de entorno cerrado, pero su papel en la sociedad no parece estar afectado y
suelen desenvolverse más o menos sin problema alguno.

Esta creencia tiene un reflejo muy claro en A Star is Born. Cuando conoce a Ally, la
vida de Jack cambia por completo y esto le hace sentirse como una carga para su mujer que es
la que toma un poco el control de la relación. Él empieza a perder reputación y Ally empieza a
ganarla por lo que él se oculta un poco en su sombra. Este hecho, acompañado de las diversas
adicciones y la depresión que sufre, le hace sentirse un inútil y un estorbo para ella.

En Lights Out sucede algo parecido. Sophie se da cuenta que la presencia de Diana está
ligada a ella y que realmente es peligrosa y puede hacer daño a su hija. En esta situación, la
realidad golpea a Sophie y comienza a creer que es una carga para su familia y que Diana puede
llegar a hacerles mucho daño, o algo peor, si ella sigue viva.

Ahora bien, el caso de la esquizofrenia es muy diferente. En muchas de las películas


visualizadas se muestra a las personas esquizofrénicas tener problemas con ambos mundos,
tanto con el entorno cercano como a nivel social. La imagen proyectada es que son incapaces
de valerse por sí mismos en el mundo laboral y a la hora de relacionarse con personas tanto
cercanas como simples conocidos.

Esta imagen se expresa de forma muy radical en Joker. La esquizofrenia interfiere de


manera muy radical en la vida de Arthur que llega a perder su trabajo, apenas tiene amigos y la
relación con su madre también se ve increíblemente afectada. Es conveniente destacar que esto
sucede incluso en los periodos de la película en los que se está medicando.

Lo mencionado anteriormente también se puede observar con más detalle en Horse Girl.
En esta película se ve muy bien la progresión y los cambios en la vida de la protagonista desde
los primeros síntomas hasta la total expresión del trastorno. Por ello, se puede analizar el
deterioro de todos los aspectos de su vida mientras esto ocurre. Así, la vida de Sarah va
cambiando, va perdiendo las pocas amistades que tenía, la capacidad de ser autosuficiente, etc.
En otras palabras, conforme el trastorno va avanzando Sarah pierde la autonomía hasta el punto
en el que tiene que ser ingresada en un hospital psiquiátrico.

22
Sin embargo, en Words on Bathroom Floor tenemos una situación completamente
contraria a las anteriores. Se observa como Adam va poco a poco siendo absorbido por la
enfermedad. Aunque esto le causa diversos problemas durante la película, pero es capaz de
superarlos poco a poco y seguir con su vida más o menos de la misma forma que lo hacía antes
de que le diagnosticaran de esquizofrenia.

5.4 GÉNERO CINEMATOGRÁFICO ASOCIADO

El género de una película es muy importante porque afecta a la manera de transmitir la


información. Así, una película dramática se centrará más en trasmitir los sentimientos de los
personajes en todo momento mientras que una película de terror se enfocará más en crear un
ambiente oscuro y espeluznante para que la sensación de inmersión del espectador sea mayor.

En relación a esto se encontró un dato bastante curioso y es que seis de las siete películas
visualizadas relacionadas con la temática depresiva eran atribuidas al género dramático.
Además, tres de ellas, Anomalisa, A Star is Born y Me Before You, son calificadas también en
el género romántico. Esto puede deberse a una mezcla de todo lo mencionado con anterioridad.

A diferencia de esto, las películas relacionadas con la esquizofrenia son de géneros


bastante variados y no se puede deducir que ninguno predomine sobre otro.

6. CONCLUSIONES

Tras el análisis cinematográfico realizado se han podido observar varias cuestiones.


Primero, destaca que muchos de los estereotipos más populares sobre las personas con
enfermedades mentales, como que son violentas o cargas para la sociedad (Wahl y Lefkowits,
1989; Arboleda-Flórez, 2001; Akram et al., 2009; Hanley, 2015), sigan apareciendo en las
películas más actuales. Estos estereotipos, a pesar de haber sido reflejados múltiples veces en
la bibliografía, siguen siendo inculcados generación tras generación a través de un medio tan
popular y con tanto poder comunicativo como es el cine. Sin embargo, es cierto que algunos de
estos estereotipos, como el creer que una persona deprimida está triste en todo momento, están
siendo eliminados de los guiones actuales para dar paso a una visión mucho más acertada y
basada en la realidad de los trastornos mentales.

23
Por otra parte, debido a ese afán por la búsqueda de algo llamativo e innovador que
capte la atención del espectador se crean otro tipo de relaciones que poco a poco van ganando
fuerza, como la mecionada por Owen (2012) entre las personas esquizofrénicas y las actividades
paranormales. Algo que en este análisis también se ha encontrado, aunque no con tanta
frecuencia como se menciona en su estudio. En este tipo de casos, el desconocimiento por parte
del público sobre un tema en específico juega un papel fundamental porque cualquier relación
que se establezca un número considerable de veces se terminará dando por verdadera.

Un hallazgo totalmente inesperado fue encontrar a la figura del psicólogo, psiquiatra o


cualquier tipo de ayuda psicológica totalmente devaluada. En la mayoría de los casos este tipo
de ayuda ni se menciona y en otros, se refleja de una forma incorrecta. Se le dedica muy poco
tiempo al tratamiento psicológico dentro de las películas, en general. Esto solo aumenta el
estigma que rodea a los terapeutas psicológicos, que se mire de forma negativa y que se tache
de «locas» a las personas que acuden a ellos en busca de ayuda. La realidad es que acudir a un
terapeuta cuando tienes algún problema psicológico debería verse de manera tan natural como
acudir al médico cuando te duele algo.

En definitiva, creo que en el mundo del cine prefiere olvidarse del gran poder que puede
llegar a tener una cinta de unas pocas horas de duración. Su principal objetivo es entretener,
pero la globalidad y el prestigio que ha alcanzado este medio le ha dotado, sin quererlo, de otras
cualidades como la informativa. Cualidades que se deben empezar a cuidar. Es necesario
encontrar un equilibrio entre la realidad y la ficción para poder seguir entreteniendo, pero sin
descuidar la realidad de la información que se está transmitiendo a los espectadores. Como bien
dijo Ben Parker “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” (Raimi, 2002).

7. REFERENCIAS

Akram, A., O’brien, A., O’neill, A., y Latham, R. (2009). Crossing the line–learning psychiatry
at the movies. International Review of Psychiatry, 21(3), 267-268. doi:
10.1080/09540260902746880.

American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental


disorders. (5º Ed.). Washington DC: American Psychiatric Association.

24
American Psychiatric Association. (2014). Guía de consulta de los criterios diagnósticos del
DSM-5: Spanish Edition of the Desk Reference to the Diagnostic Criteria From DSM-
5. Editorial Médica Panamericana.

Arboleda-Flórez, J. (2001). Stigmatization and human rights violations. En World Health


Organization (Ed.), Mental Health. A Call for Action by World Health Ministers (pp.
57-71).

Arnaiz, A., y Uriarte, J. J. (2006). Estigma y enfermedad mental. Norte de salud mental, 6(26),
49-59.

Baena, J. (Director). (2020). Horse Girl. [Película]. Duplass Brothers Productions.

Blair M., Robinson R., Katon W. y Kroenke K. (2003). Depression and Pain Comorbidity: A
Literature Review. Arch Intern Med, 163(20), 2433-2445.
doi:10.1001/archinte.163.20.2433.

Boysen, G., Ebersole, A., Casner, R., & Coston, N. (2014). Gendered mental disorders:
Masculine and feminine stereotypes about mental disorders and their relation to
stigma. The Journal of Social Psychology, 154(6), 546-565. doi:
10.1080/00224545.2014.953028.

Byrne, P. (2010). And The Winner is…the Loser. The British Journal of Psychiatry, 197(4),
304.

Cooper, B. (Director). (2018). A Star is Born [Película]. Jon Peters Entertainment; Gerber
Pictures; Joint Effort; Live Nation Entertainment.

Damjanović, A., Vuković, O., Jovanović, A. A., y Jašović-Gašić, M. (2009). Psychiatry and
movies. Psychiatria Danubina, 21(2), 230-235. https://hrcak.srce.hr/39897

Díaz, M., García, R., de León, V., Pérez, M., Baca, E., y Carballo, J. (2015). Prevalencia y
funciones de los pensamientos y conductas autoagresivas en una muestra de
adolescentes evaluados en consultas externas de salud mental. Revista de Psiquiatría y
Salud Mental, 8(3), 137-145. doi: 10.1016/j.rpsm.2013.09.003.

Egerton, O. (Director). (2019). Mercy Black. [Película]. Blumhouse Productions; Meridian


Entertainment; Symbolic Exchange y Divide/Conquer.

25
Fleta, J. (2017). Autolesiones en la adolescencia: una conducta emergente. Boletín de la
sociedad de pediatría de Aragón, La Rioja y Soria, 47(2), 37-45.

Freudhental, T. (Director). (2019). Words on Bathroom Walls. [Película]. LD Entertainment y


Kick the Habit Productions.

Furrer, S. (2013). Comprendiendo la amenaza del estereotipo: definición, variables mediadoras


y moderadoras, consecuencias y propuestas de intervención. ReiDoCrea: Revista
electrónica de investigación y docencia creativa, (2), 239-260.

Galán, E. (2006). Personajes, estereotipos y representaciones sociales. Una propuesta de estudio


y análisis de la ficción televisiva. Revista ECO-Pós, 9(1).
http://hdl.handle.net/10016/9475

Hanley, E. (2015). Perception of Mental Illness Based Upon its Portrayal in Film. [Tesis de
Maestría, University of Central Florida]. https://stars.library.ucf.edu/honorstheses1990-
2015/609

Kaufman, C. y Johnson, D. (Directores). (2015) Anomalisa [Película]. Starburns Industries.

Koukopoulos, A., y Koukopoulos, A. (1999). Agitated depression as a mixed state and the
problem of melancholia. Psychiatric Clinics of North America, 22(3), 547-564. doi:
10.1016/S0193-953X(05)70095-2.

Lonergan K., (Director). (2016). Manchester by the Sea [Película]. K Period Media; Pearl Street
Films; The Media Farm; The Affleck / Middleton Project; B Story.

McDonagh, M. (Director). (2017). Three Billboards Outside Ebbing, Missouri. [Película].


Film4 Productions; Searchlight Pictures y Blueprint Pictures.

Murphy, E., Kapur, N., Webb, R., Purandare, N., Hawton, K., Bergen, H., Waters, K. y Cooper,
J. (2012). Risk factors for repetition and suicide following self-harm in older adults:
multicentre cohort study. British Journal of Psychiatry, 200(05), 399-404. doi:
10.1192/bjp.bp.111.094177.

National Institute of Mental Health (2021). Schizophrenia. Recuperado de:


https://www.nimh.nih.gov/health/publications/schizophrenia/index.shtml

26
Organización Mundial de la Salud (2020). Depresión. Recuperado de:
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression

Owen, P. R. (2012). Portrayals of schizophrenia by entertainment media: a content analysis of


contemporary movies. Psychiatric Services, 63(7), 655-659. doi:
10.1176/appi.ps.201100371.

Phillips, T. (Director). (2019). Joker. [Película]. DC Films; Village Roadshow Pictures; Bron
Creative; Joint Effort Productions y Sikelia Productions.

Pirkis, J., Blood, W. R. Francis, C. y McCallum, K. (2006). On-Screen Portrayals of Mental


Illness: Extent, Nature, and Impacts, Journal of Health Communication: International
Perspectives, 11(5), 523-541. doi: 10.1080/10810730600755889

Priest, R. G., Vize, C., Roberts, A., et al. (1996). Lay people’s attitudes to treatment of
depression: Results of opinion poll for defeat depression Campaign just before its
launch. British Medical Journal, 313, 858–859. doi: 10.1136/bmj.313.7061.858.

Raimi, S. (Director). (2002). Spider-man [Película]. Columbia Pictures; Marvel Enterprises;


Laura Ziskin Productions.

Ritchie H., y Roser, M. (2018). Mental Health. Our World in Data. Recuperado de:
https://ourworldindata.org/mental-health

Rowe, R., Tilbury, F., Rapley, M., y O’Ferrall, I. (2003). ‘‘About a year before the breakdown
I was having symptoms’’: Sadness, pathology and the Australian newspaper media.
Sociology of Health & Illness, 25(6), 680–696. doi; 10.1111/1467-9566.00365.

San Molina, L. y Arranz, B. (2010). Comprender la depresión. Barcelona: Editorial AMAT.

Sandberg, D. (Director). (2016). Lights Out [Película]. New Line Cinema; Atomic Monster
Productions; Grey Matter Productions.

Sharrock, T. (Directora). (2016). Me Before You [Película]. Warner Bros.

Stack, S., y Bowman, B. (2011). Suicide movies: Social patterns 1900-2009. Hogrefe
Publishing.

Tajfel, H. (1984). Grupos sociales y categorías sociales. Barcelona: Herder Editorial.

27
Taylor, T. (Director). (2016). The Girl on the Train [Película]. Dreamworks.

Vera, B. (2006). Locura y cine: claves para entender una historia de amor reñido. Revista de
Medicina y Cine, 2, 80-88.
http://hdl.handle.net/10366/56183

Wahl, O. F., y Lefkowits, J. Y. (1989). Impact of a television film on attitudes toward mental
illness. American journal of community psychology, 17(4), 521-528. doi:
10.1007/BF00931176.

Wedding, D., y Niemiec, R. M. (2014). Movies and mental illness: Using films to understand
psychopathology. San Francisco: Hogrefe Publishing.

28

También podría gustarte