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Rafael Monasterio

Rafael Monasterios nació en 1884 en Barquisimeto, Venezuela. Recibió sus primeras lecciones de dibujo y pintura en 1891 de Eliécer Ugel. En 1901 se unió al ejército que combatía al gobierno de Cipriano Castro. En 1908 obtuvo una beca para estudiar en la Academia de Bellas Artes de Caracas luego de que un cuadro suyo impresionara a Castro. En 1909 aprobó su primer año en la Academia con la más alta calificación.

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Rafael Monasterio

Rafael Monasterios nació en 1884 en Barquisimeto, Venezuela. Recibió sus primeras lecciones de dibujo y pintura en 1891 de Eliécer Ugel. En 1901 se unió al ejército que combatía al gobierno de Cipriano Castro. En 1908 obtuvo una beca para estudiar en la Academia de Bellas Artes de Caracas luego de que un cuadro suyo impresionara a Castro. En 1909 aprobó su primer año en la Academia con la más alta calificación.

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RAFAEL MONASTERIO

Nació en Barquisimeto (Edo. Lara) el 22 de noviembre de


1884 y murió en su misma ciudad natal, el 2 de noviembre
de 1961. Félix Rafael Monasterios

Hijo de Pedro Monasterios Herize, descendiente de antigua


familia caraquena, de oficio calfgrafo y dibujante muy
reconocido de la época y de doña Amalia Ramos, originaria
de Yaritagua, fue el tercero de cinco hermanos: Margarita,
Mercedes, Rafael, Concepción y Amalia Rosa, en el mismo
orden. Y solo sobrevivientes: Concepción y Rafael.

Asistencia poco regular a una escuela de primeras le-tras.


Monasterios es el típico muchacho aventurero y sonador, cuya ninez transcurre entre las
obligaciones del hogar y la libertad que proporciona el juego. En 1943 va a referir a Juan Liscano
que su primer in-tento de autoexploracion vocacional ocurrio de pe-queno, cuando se subio a una
silla para dibujar en el zaguan de la casa paterna el paisaje de un pueblo invernal, "con sus torres y
sus iglesias" ( premonición de sus obsesivas vistas de Barquisimeto?). La gracia le costo una
reprimenda de su madre.

En 1891, A edad relativamente temprana, fallece Pedro Monasterios. La familia queda en la


indigencia y, necesitada de recursos, solicita la protección de una tia paterna, de nombre Matilde
Monasterios de Marquez a cuya casa de Barquisimeto se mudan la madre y los cuatro huerfanos.
Amalia Rosa ya había muerto.

En este mismo año, El Pbro. Juan Pablo Wohnsiedler le brinda protección, haciéndose cargo de su
instruccion en el colegio privado que regenta en Barquisimeto un hermano suyo. Oficia de
monaguillo en la parroquia de este sacerdote que no tardo en descubrir la vocación artística de su
protegido: encomienda a Eliecer Ugel, joven pintor de la ciudad, darle clases de dibujo y colorido.

1901

En 1891, Monasterios recibió las primeras lecciones de dibujo y pintura a cargo de Eliécer Ugel.

En 1901, a sus 17 años cuando decide alistarse en el ejército de "La libertadora", que combate al
gobierno de Cipriano Castro. Sirve al mando del coronel Eleazar Segovia, en la Sección Lara, 4°.
Cuerpo del Batallón de Tiradores, el cual fracasa en la misión de poner sitio a Barquisimeto, y se
dirige al centro del país para unirse al grueso del ejercito del general Manuel Antonio Matos,
principal opositor de Castro.
En el trayecto, luego de algunas escaramuzas sin mayor importancia, Monasterios se encuentra
ahora sirviendo en el batallon que dirige Amabilis Solagnie.

• Según la versión dada más tarde por Monasterios, este se vio obligado a abandonar la
montonera a causa de que contrajo el paludismo en los valles de Aroa, cuando el batallón
marchaba hacia San Felipe. • En conocimiento de la enfermedad del adolescente, doña

Amalia, su madre, va en busca de este y lo lleva a Barquisimeto, poniendo así fin, un tanto
quijotescamente, a la única aventura militar de nuestro pintor.

se alistó bajo las órdenes del coronel Eleazar Segovia en apoyo a la Revolución Libertadora
dirigida contra el gobierno de Cipriano Castro.

Monasterios, a quien el publico hizo una manifestacion pidiéndole subiera a la escena, lo que le
servird de estimulo en la prosecucion del artedecor at ivo a que se dedica, pudiendo ser mas tarde
un buen escenografo, ya que tiene vocacion y sobre todo herencia, por ser hi jo del inolvidable y
nunca bien ponderado Pedro Monasterios.

Monasterios oye el consejo del cronistaporque, sin parar en las consecuencias, como en sus
tiempos de guerrillero, se enrola en una "Compania de comicos" Qla de Saavedra?) que este
mismo ano se instala en La Guaira. Hace de dibujante de cartelones y de decora-dor. La compania
tiene perdidas y Monasterios se ve obligado a abandonarla. En Caracas consigue empleo como
embalador en la fabrica de cigarrillos de Agus-tin Valarino. • Resuelve entonces regresar a
Barquisimeto, ha-ciendo el camino a pie. Juan Liscano relata en una en-trevista el suceso tal como
se lo conto el artista en 1943. En el camino hace amis tadcon un individuo licen-ciado de la
Penitenciaria y por su indkacion pinto postales y asi ganan para hospedarse y para comer, no sin
sufrir decep-ciones y humillaciones y hasta el calificativo de aventureros y picaros".

Para sobrevivir, Monasterios se ocupaba durante el trayecto de vender le a la gente dibujos de


palomas con ramos, flores, 0 bander it as en elpico. "Era un sinverguenza y me estaba explotando:
en Ortiz me separe del Licenciado". Sin embargo, la decision mas importante que Monasterios
toma por entonces nada tiene que ver con la re-comendacion de consagrarse al oficio de
escenografo, del que, por otra parte, habia salido descalabrado. Sino con la pintura, a la que
retorna tras atender a los consejos que el ano anterior le había dado su maestro Eliecer Ugel. Es
asi como realiza varios paisajes en "El Campamento", zona situada al occidente de Barquisimeto.
Estas obras y el trfptico con los retratos de Juana y Panchita Teppa y Carlos Lucena y otras obras
integran un conjunto de piezas que se muestran en la que habra de ser la primera exposicion
individual de Monasterios, efectuada en el Centro "Artes y Letras de Barquisimeto", este mismo
año.
Uno de los cuadros pintados en 1907 tiene por tema "Una pareja de Caballos". Esta obra le sera
mostrada a Cipriano Castro en la oportunidad en que el primer mandatario visita a Barquisimeto
en viaje de inspección.

La obra impresiona gratamente a Castro ante quien el general Carlos Liscano, abogando en
nombre del pintor, gestiona la consecución de una beca para que este pueda seguir estudios en la
Academia de Be llas Artes de Caracas

1908, En el transcurso de este año, se formaliza el ofrecimiento de beca iniciado el año anterior.

Diego Bautista Ferrer, Presidente del Estado Lara, ha recabado del Jefe Civil de Barquisimeto, Jose"
Garbi, credenciales de buen comportamiento por parte del aspirante Rafael Monasterios y,
cumplidos todos los requisitos, se envió el expediente al Ministerio de Instrucción Pública, el cual
acordó conceder la pensión por un monto mensual de 120 bolívares.

• En agosto se encuentra en Caracas para presentarse en la Academia, donde aparece


inscrito el 16 de octubre de este ano. Tenía entonces 24 años. Guido Rent, algun vie jo
busto de Homero y yesos de apolos y afroditas se presentaban ante el joven estudiante.
Alii estaba también Antonio Herrera Toro, el nuevo director del plantel. Sus compañeros
fueron entonces Tony Manrique, de 13 anos de edad, Fernando Pimentel de Baños,
Edgar Anzola, Rafael Antonio Romer, Raul Santana, de 15 años de Eduardo Palacios Coll,
Armando Reveron, de 19 años y Tancredo Pimentel.

En'los cursos superiores figuraban Marcelo Vidal, Pablo W. Hernandez, Enrique


Soublette, Julio Rafael Aguin, Leoncio Martinez, Carlos Lugo, Carlos Otero, Antonio
Edmundo Monsanto, Manuel Cabrey otros".

ALFREDO B0ULT0N (La Obra de Rafael Monasterios, Graficas Armitano Caracas, 1969).

El comienzo de Monasterios en la pintura fue tardio si se toma en cuenta que solo a los 24 años de
edad figura inscrito en la Academia de Bellas Artes. Lo frecuente era que los estudiantes de
pintura ingresaran a este plantel a una edad que oscilaba entre los 12 y los 16 años.

Para los cursantes allegados de provincia este promedio aumentaba considerablemente, a 20 o 25


anos, y en este caso estaban Reveron, Prieto, Rafael Ramon Gonzalez y Monasterios. Vivir en
Caracas proporcionaba la ventaja de la precocidad. Por ejemplo, Cabre era a los 14 años un
estudiante aventajado.

1909, El 22 de julio se lleva a cabo el examen de fin de curso. La Junta de Inspección, que
examinara el rendimiento de los alumnos en base a la exposición de trabajos que estos presentan
en una exposición, la forman Antonio Herrera Toro, director de la Academia, Cruz Álvarez García,
profesor de la clase de Dibujo de Yeso, y Federico Brandt, en calidad de "jurado extraño al
plantel". Monasterios presenta su lienzo "Caín y Abel". Aprueba el examen con la más alta
calificación del curso: "Bueno".
• La alegria del triunfo dura poco. Monasterios es notificado de la suspensión de la beca de
estudios que recibia del Ministerio de Instrucción. En tales circunstancias, viaja a Barquisimeto
para entrevistarse con el Presidente del Estado, el Gral. Manuel S. Araujo. Este intercede en favor
del artista, asignándole una pensión fija de 120 bolívares mensuales, a fin de que pueda concluir
sus estudios en Caracas.

• A raiz de la muerte de Emilio Mauri, ocurrida el año anterior, es designado Herrera Toro Director
de la Academia. Un grupo de alumnos, encabezado por Carlos Otero, aduciendo su carácter severo
e intransigente, solicito del Ministerio de Instrucción la destitución de Herrera Toro y, como punto
previo, la reorganización del instituto Ante la negativa de las autoridades a oír las peticiones de
los estudiantes, estos fueron a una huelga y abandonaron las aulas de la Academia. El Ministerio
cerró momentáneamente el plantel y la huelga termino en fracaso. El alumnado, con excepción de
los firmantes del documento que fuera elevado ante la Junta de Inspección y el Ministerio el 31 de
agosto, retornaron a las aulas y Antonio Herrera Toro, reivindicado póstumamente por algunos de
los protestatarios, continuo al frente de la Academia hasta el año de su muerte.

• Monasterios y Reveron, solidarios de los huelguistas carecían de peso de opinión, y de alli que
sus nombres no aparecieron al pie del documento: apenas estaban saliendo del primer año y los
problemas de la Academia escapaban a su escasa experiencia.

En 1910 Exámenes de fin de curso en la Academia, en donde Monasterios ha tenido como


principales profesores a Herrera Toro y a Cruz Alvarez Garcia. En la asigna-tura de "Dibujo de Yeso"
obtiene la nota de "Bueno", en tanto que es aplazado en el examen de "Pintura".

• Entre sus compañeros de la Academia circula la versión de que, a la larga, resulta más ventajoso
para los becarios del Estado hacer estudios de pintura en España, donde no solo la vida es mas
económica, sino que las escuelas de arte son superiores. Salustio González Rincones, estudiante
universitario, Pedro Castrellon Nino, Armando Reveron y Monasterios, comparten el mismo
criterio y resuelven poner en practica la decisión de viajar.

• Salustio y Castrellon Nino se marcharan antes que Monasterios, en 1910. Reveron solo lo hard
en 1911.

• Monasterios no quiere irse sin antes obtener garantías de que la beca de estudios que recibe del
Gobierno del Estado Lara se le continuara suministrando durante su permanencia en España. Con
este propósito viaja a Barquisimeto, y su empresa tiene éxito.

• "Cain y Abel", el cuadro que había presentado en la exposición de fin de curso, es la típica
elaboración retorica con la que los alumnos de la Academia pagaban la exigencia de "dominar el
asunto de un cuadro resolviéndolo adecuadamente por medio del dibujo y el colorido". Todos
nuestros pintores, para aprobar la clase de pintura, debían someterse a esta prueba que,
contradiciendo el curso de los nuevos conceptos artísticos, había sido repudiada por los disidentes
de 1909 y artistas del Circulo de Bellas Artes.
• El cuadro "Cain y Abel" ha tenido, al menos, un fin afortunado. Traído a Barquisimeto, es objeto
de una curiosa rifa que nuestro artista promueve en beneficio propio, logrando con ello algun
dinero adicional.

• El 8 de octubre de 1910, pocos dias antes de partir hacia España, se despide de sus coterráneos
mediante una graciosa "Tarjeta", insertada en un diario de la localidad:

Próximo ya a partir para Barcelona de España, a donde me lleva la noble aspiración de


perfeccionar mis estudios de pintura y dibujo, cumplo con el triste deber de despedirme
de esta amada ciudad donde tengo los afectos más puros, y aprovecho esta
oportunidad para expresar mi mas profunda gratitud al Sr. Gral. Manuel S. Araujo,
digno Presidente de este Estado, quien ha tenido para mí el alto estimulo de su
protección.

De igual manera expreso mi reconocimiento a todas las personas que han tenido para
mi manifestación de cariño y aprecio. RAFAEL MONASTERIOS

En 1911 al Primer año del curso de Pintura y Dibujo de la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona.
Estudia "Dibujo Natural" y Perspectiva", asignaturas dictadas por Vicente Climent y Jose Calvo. En
el examen de fin de curso resulta aprobado en las dos materias.

En 1912 Materializando una idea expuesta por Leoncio Martínez en artículo publicado en "El
Universal" del 2 de agosto, se crea en Caracas, a fines de mes, El Circulo de Bellas Artes,

"asociaci6n fundada para combatir la ensenanza extremadamente pobre de la Academia", segiin


frase del poeta Fernando Paz

Castillo. El pro-grama aparece en el mismo diario, en la edicion del 28 de agosto. Entre los

miembros constituyentes del Circulo no estan los nombres de Monasterios y Reve-ron,

quienes se hallan en Barcelona, Espana, razon por la cual son declarados "miembros

sentimentales" de la nueva agrupacion.

• Durante el curso correspondiente a 1912-1913, en la Escuela de Artes y Oficios,

Monasterios figura como alumno regular de las clases de "Colorido y Composicion" y

"Dibujo del Natural", regentadas por Vicente Borras Avella y Vicente Climent, respectivamente.

En los examenes finales obtendra en ambas asignaturas la califlcacion de

"Bueno".

• Monasterios, Castrellon Nino y Salustio Gonzalez Rincones intervienen en las violentas


manifestaciones que ocurren con motivo de cumplirse el tercer ani-versario de la llamada

Semana Sangrienta de Barcelona. En aquella oportunidad, las masas obreras, di-rigidas

por el Lider anarquista Alejandro Lerroux, tomaron las calles para protestar la

intervencion colo-nialista de Espana en Marruecos. Se enfrentaron asi al ejercito y la

Guardia Civil de la monarquia borbonica que justificaba con el derramamiento de sangre

su po-litica en Africa. Monasterios va a la carcel, Salustio Gonzalez Rincones resulta

expulsado de Espana.

1914/

El regreso es inminente. A mediados de afio se inician las hostilidades de la I Guerra

Mundial, cuya causa inmediata habia sido el asesinato, en Sarajevo, del Archiduque

Francisco Fernando de Austria y su es-posa, el 28 de junio.

• El conflicto afecta a los latinoamericanos que viven en Europa. Monasterios esta

dispuesto a continuar en la Escuela de Lonja, en Barcelona, hasta terminar su carrera,

p e r o los hechos le contradicen . La presión del pánico ante una posible extensión del conflicto
a Hispanoamerica y, probablemente, la suspension de su beca,

junto con la recomendacion de regresar, le traen de vuelta a

Venezuela, en un barco de la com-pania italiana de vapores.

• Mas tarde, Monasterios explico que la verdadera razon de

su retorno fue la inseguridad economica en que se hallaba

por haberle sido interrumpidos los pagos de la pension de

estudio.

• De paso en Caracas, donde permanece algunos dias, sigue

viaje a Barquisimeto; aqui fija residencia.

• En Caracas fallece Antonio Herrera Toro, su profe-sor de

Paisaje en la Academia de Bellas Artes.

1915-1916/_ ____________________________________
Duros tiempos en Barquisimeto, donde se instalo el ano

anterior. Enfrentado a la estrechez economica, recurre a toda

clase de oficios: pintor de brocha gorda, constructor de

viviendas, laqueador de automoviles (ocupacion obtenida a

traves de su amigo Edgar An-zola, antiguo companero de la

Academia de Bellas Artes, realizador de un filme sobre

Reveron, en 1930, y ahora concecionario Ford en

Barquisimeto), profesor de pintura a domicilio.

• Realiza el retrato de Enma Silveira, famosa pianista de la

region.

• Decora la cupula del templo de Cabudare con ima-genes

biblicas.

• Entra en contacto con Pio Tamayo, quien lo pre-senta a su

senora madre, Sofia de Tamayo Perez. En la casa de esta,

en El Tocuyo, Monasterios efectua tra-bajos de decoracion

mural.

1917/_ _________________________________________

Momento muy significativo. Retorna a Caracas, tras

dos afios de infructifera labor en Barquisimeto.

Un epigrama compuesto por el poeta larense Roberto

Montesinos nos lo describe

Todo desmanado Reniega de Pio IV y del

misterio Y con lo mdsferoz de su dieter to

Insult a al mas devoto, extramontano.

• De acuerdo con lo que conto mas tarde, Monasterios se

veia obligado, para sobrevivir, a dormir en el local de la


Academia de Bellas Artes, en la esquina de Santa Capilla.

• Sin embargo, el encuentro con los companeros del Circulo

de Bellas Artes fue positivo y, en cierto modo, Salvador. La

agrupacion se habia reducido a su minima expresion, a

costa de ganar en combatividad y espfritu grupal. Habia

sido mudada de sede y ocupaba ahora un poco confortable

local en el barrio de Paguita (sede que Leoncio Martinez

bautizo con el nombre de "El cajon de monos"), donde se

llevaban a cabo las se-siones nocturnas de pintura con

modelo vivo, dentro de cierto ambiente extravagante,

detras del cual su-byacia una actitud investigativa seria,

mantenida con fe por Cab re, Brandt, Monsanto, Reveron,

Prospero Martinez y, en ultimo momento, Rafael

Monasterios, quien desde su llegada de Barquisimeto sera

uno de los mas puntuales concurrentes a las sesiones del

Circulo.

• Monasterios vive de dar clases particulares de pintura. Uno

de sus alumnos a domicilio es Arturo Otengo, por quien

Boulton obtuvo la informacion de que nuestro artista

realizo en la casa de la familia de aquel, en Caracas, varios

murales. Monasterios decoro la capilla de la hacienda

Pacheco en Capaya, Estado Miranda, de la que era

propietaria la madre del infor-mante.

Luis Alfredo Lopez Mendez en su libro El Circulo de Bellas

Artes (Editora El Nacional, Caracas, 1978) ha hecho una

vivida recreacion de esta epoca, a proposito de la pintoresca 1918/


Una serie de sucesos importantes influye en el curso de la pintura venezolana de

los proximos anos. El establecimiento de Nicolas Ferdinandov y Samys Mtitzner

y la ulterior actividad que estos artistas, re-zagados de las vanguardias europeas y

disidentes de la gran guerra, despliegan en la isla de Margarita y en Caracas,

fortalece los objetivos del Cfrculo de Bellas Artes.

Ferdinandov se convierte, por decirlo asf, en el des-cubridor de Reveron y suscita,

con su espiritu des-pierto, un clima intensamente creativo, en torno a si. Ningiin

ejemplo mejor que el de Mutzner para mos-trar a los jovenes las consecuencias del

Impresionismo adaptadas a una formula airelibrista, segura y personal, tal como las

que estos probaban encontrar a partir de la observacion de la naturaleza. La obra de

Miitzner tendra repercusion en el trabajo de Brandt y de Monasterios, luego de la

exitosa exposicion que el pintor rumano lleva a cabo en el Club Venezuela en

agosto de este mismo ano. Factor de estimulo para desarrollar en nuestros artistas

lo que en ellos estaba en ciernes.

• Ferdinandov observa una obra de Monasterios que se, exhibe en la vitrina de la

Fotograffa Manrique y decide adquirirla, solicitando ser presentado al joven artista,

a quien encuentra en la Pensi6n Inglesa. Es el comienzo de una amistad que

tendra al ano siguiente un resultado concluyente: los paisajes de la isla de

y disparada ocurrencia de organizar un espectaculo taurino,

con el fin de obtener fondos para socorrer la maltrecha

economia del Circulo: La becerrada se programo para un

jueves en la noche, en las arenas del hoy desaparecido Circo

Metropolitano. Se hizo animada propaganda y se anunciaron algunos numeros ex-travagantes, a


cargo del pintor Bdez Seijas, Reveron y Monasterios quienes hariande diestros. Apesar de

tan atractivo cartel, la plaza no se I lend. La re-caudacion en las taquillas fue

escudlida, pero la becerrada resulto divertida. A Bdez no le dio tiempo el becerrillo


para cumplir nada de lo prometido en los programas. Caballete, pintor y, tela juguetes

del enfurecido "astado", rodaron por tierra, sin consecuencias, a dios gracias; Reveron

dio sus ca-potazos, es verdad. En cuanto a Monasterios, no se arrimo en absolute y

la lidia termino sinpena ni gloria"

LUIS ALFREDO LOPEZ MENDEZ

Margarita: Primer esfuerzo sostenido y coherente de

Monasterios para dar forma a un estilo paisajistico. La

obra adquirida por Ferdinandov es "Corral detras del

Teatro Caracas", actualmente en la coieccion del Concejo

Municipal, D.F., Caracas.

• Por otra parte la extension de la influenza, llamada gripe

espanola, a Venezuela ha sido nefasta, sin contar las

vfctimas que, en otras latitudes, cobra entre nues-tros

pintores: Castrellon Nino, en Barcelona; Francisco

Sanchez, en Costa Rica. En Caracas fallecen Francisco

Valdes y, cuando ya parecia conjurado el peligro, Abdon

Pinto, companero de Monasterios en la Academia y

quien, como este, reside en la Pension Dorotea. La caja

de pintura tenia en la parte de aden-tro de la tapa el

retrato de Herrera Toro, hecho por ese ultimo.

• Para afrontar los gastos de entierro de este, Monasterios

haCe una colecta entre amigos y antiguos com-paneros

de la Academia.

1919/

El primer encuentro de Ferdinandov y Monasterios data


de fines del ano anterior. Los dos artistas coinci-den mas

por su espiritu activo y fantasioso, listo para la aventura,

que en el metodo de trabajo y en la tec-nica. Si bien es

cierto que nunca como en este mo-mento Monasterios se

aparto con igual fuerza de la observacion natural en

provecho de un estilo imagi-nativo que enfatizaba el

aspecto decorativo de la lfnea.

• Ferdinandov abrigaba un proposito obstinado y estrambotico,

en cuyos preparativos no tardaria en verse

envuelto Monasterios, quien le acompana a la isla de

Margarita, deslumbrado por la empresa. Se trata de

construir una academia flotante, eje de una odisea

fantastica a traves de los mares, materializacion perfecta

del ideal artistico buscado por Ferdinandov: la

autonomia en la soledad total. Fallo, sin embargo,

como es frecuente en estos casos, la plataforma economica

y los dos artistas que han pintado freneticamente

durante nueve meses para ayudar el financiamiento

de la expedicion, deben contentarse con re-gresar a

Caracas:

Teniamos un project o de viajar bast a Rusia, pintando. Pero

vino la baja del franco y seperdieron los reales. 'Despues me

case y cuando por fin iba a salir de aba jo, con un trabajo

pagado que tenia que efectuar en Espana, para la Gran

Exposicion, se me murio mi mujer. Mefui de todos modos.

RAFAEL-
MO N A S T E R I O S

(DichoaJuan

Liscano, El National,

de 1943).

• La estada en la isla de Margarita, fue, a todas luces,

fructifera: un grupo de cuadros que resumen el mayor

esfuerzo que de modo continuo le ha consagrado hasta

ahora a la pintura. Unidad y coherencia.

• Un poco antes, habia conocido a Emilio Boggio, ar-tista

franco y expansivo, a quien ayuda a montar la

exposicion que de este maestro —53 lienzos— se

inaugura el 6 de agosto en la sala de la Escuela de

Musica y Declamacion, en la esquina de Santa Capi-11a.

• Boggio va a ver los cuadros que Monasterios guarda en

la Pension Inglesa para su exposicion del ano proximo

"Sea mas prudente en el uso de los colores, lim-pie la

paleta y restrinja la gama a los valores esencia-les".

Consejo dificil de seguir por quien, desde sus primeros

tiempos, cultiva la riqueza de tonalidades, los toques

sorpresivos, la variacion en la direction de la pincelada,

su aplicacion y su grosor. Cuando interna seguir su

consejo quizas permanece demasiado apegado a la

formula del maestro, tal como se aprecia en su "Paisaje

de Porlamar", de este ano. Cierta-mente, habia poco en

comun entre estos dos pintores.

• En cuanto a Ferdinandov, la influencia que la pintura de


este ejerce sobre la obra de Monasterios, debil en

principio, se manifestara un poco mas tarde, hacia 1922,

cuando nuestro artista, un tanto contraido al hogar, pinta

varias figuras con fondos de paisaje en arabescos

lineales que evocan, tambien, un temprano y pronto

desechado acercamiento al simbolismo, del que habia

partido el propio Ferdinandov.

1920/_ __________________________________________

El 4 de enero se efectiia en la Escuela de Miisica, en Caracas, una exposicion de

pinturas de Monasterios y de Reveron. El espiritu de aventura reune de nuevo a

estas dos individualidades. Suceso imbuido del clima magico que sabe suscitar en

torno a si Nicolas Ferdi-nandov, organizador de la exposicion. Atmosfefas li-ricas,

gusto de la linea decorativa, intensidad subje-tiva de la vision: Rasgos comunes

que identifican a los tres artistas.

• Monasterios ha logrado reunir un conjunto elo-cuente: paisajes pintados en la

Isla de Margarita ("Paisaje de Porlamar", "Rancho al borde del mar", Deposito de

Nacar en Porlamar") y obras anteriores realizadas en Caracas, entre 1918 y 1919:

"Tejeria en Caracas", "Un corral", Arrabal del Buen Consejo", "La Fuente" y

varias naturalezas muertas.

• Aunque sin exito economico, la exposicion dejaba en el ambiente una impresion

favorable. En "El Nuevo Diario", una cronica reseriando el aconteci-miento dice:

Los senores Monasterios y Reveron ban sabido expresarnos en sus cuadros el alma del

paisaje nacional, todo luz, color y maravillosa poesia. Los rincones de Caracas,

los paisajes avilenos, el azul adorable que cine nuestras costas, los patios y tejados
familiares, se destacan en las telas con gran ver-dad.

Y Juan F. Pestico comenta en "El Universal" del 20 de enero:

"'Monasterios y Reveron son dos exponentes de esa clase de voluntariosos que

apartdndose de escuelas y normas solo atienden a la emocion interior, al

subjetivismo poderoso y dominativo que les obliga a profundizar los detalles aun en

menoscabn de la armonia general'...

• El 3 de noviembre, Monasterios contrae matrimonio

con Isabel Teresa Linares Carvajal.

Siempre apremiado por una economia precaria, Monasterios ha acudido a la

ilustracion y el dibujo de carteles y portadas. Para la revista "La Bisona", de su amigo Diego Martin
del Campo, realiza una serie de

dibujos de tema taurine

1921/

Desde este ano, hasta 1924, la produccion de Monasteries

es escasa, al menos en obra conservada hoy. Por otra parte,

el ambiente artistico de Caracas ha perdido el impulso del

ano anterior. Decrece la actividad ex-positiva, no obstante

que este ano Ferdinandov ofrece una exhibicion de obras

suyas y de Brandt, Reveron, Monsanto, en los altos de la

Universidad Central.

• La atmosfera sombria y opresiva creada por la poli-tica

del regimen se refleja en la apatia e indiferencia del

medio cultural. Tardara mucho para que se pro-duzcaun

cambio.

• Ello obligaba a algunos pintores, como Monasterios y

Reverdn, a aislarse.
• Contraido al hogar, Monasterios desarrolla una pintura

interior: retratos familiares dentro de cierta manera

expresionista en la que se hace patente su co-nocimiento

del arte moderno, de forma directa a tra-ves de su

experiencia espanola, que le familiarizo con el estilo de

Zuloaga, Regoyos y Sorolla; indirecta-mente, a traves de

la informacion de libros y revistas ilustrados. Los

terminos de comparacion son los nabis yfauves, Gauguin

y Van Gogh, los simbolistas.

1923/

Un autorretrato, de factura un tanto expresionista, pintado

el ano anterior, un paisaje alegorico de Caracas y un

nuevo retrato de Isabel, estos dos ultimos de 1923,

representan parte de la obra producida por Monasterios

durante un penodo poco activo en que el artista parece

contagiarse de la apatia irrefrenable que genera el

despotismo de Gomez y que se manifiesta en el

decaimiento de la vida artistica de Caracas.

Esta atmosfera empobrecida regira a la actividad socia en

los proximos anos, lo que unido al clima de perse-cucion

politica que pesa sobre los intelectuales, habri de

conducir al inevitable aislamiento de estos.

• Para este penodo, en fecha no precisada, se cita ur

episodio de Monasterios poco conocido: da con su:

huesos en la prision de la Rotunda, en donde permanece

encarcelado a rafz de una accion de protesta con


tra Gomez, episodio en el que estuvo comprometid(

con Tancredo Pimentel y que pone en evidencia e

caracter rebelde de nuestro artista.

Perez Soto, jerarca del gomecismo y amigo de

Monasterios intercede para conseguir su libertad.

• Para un artista los tiempos son heroicos si quierc

conservarse independiente. Eventualmente, enfrentado

a la imposible prueba de vivir de su pintura, hi

de desempenarse en otra cosa: cobrador del servicio d<

agua del Acueducto de Caracas.

1924/

Viaja en companfa de su esposa a Barquisimeto. En e

periodico "Notas', de esta localidad, se registra eJ hecho

como un acontecimiento social, ilustrado cor

reproducciones de la obra del pintor. Este no habit vuelto

al lar nativo desde 1917. De entonces a aca, laj cosas

habian cambiado mucho para Monasterios. Go-zaba de

cierto prestigio y habia triunfado en Caracas, hecho que

no desconocian sus paisanos.

• El artista aprovecho su tiempo para pintar "Calle de

Barquisimeto" y "Paisaje de Santa Rosa", este ultimc en

la coleccion de la GAN. El motivo de Santa Rosa sera

imagen muy frecuente a lo largo de la produccior de

Monasterios. Volvemos a encontrarlo en 1937. EJ

tambien el tema de los ultimos paisajes que pintara.

• A su regreso, realiza "Paisaje de Los Caobos", tambien


en la coleccion de la GAN, notable trabajo que puede

situarse en el punto de partida de un cambio estilistico

sustancial. La pincelada se torna mucho mas suelta y dividida, la composicion mas amplia y la
factura

luminosa y atmosferica. El exito de este cuadro I lo induce

a comprometerse en adelante a emplear for-I matos de

mayor tamano para el tratamiento del pai-I saje, perdiendo

todo resto de timidez. Por otra parte, I Monasterios ha

superado los resabios expresionistas de I su etapa anterior.

I •Contrariamente, se muestra torpe en el retrato, sobre

todo si son encargos que deben cenirse a la reto-I rica del

rito oficial: los retratos del Mariscal Sucre y de I Lord

Byron poco agregan a sus buenos logros de los I dos anos

anteriores, en el mismo genero. Intuyendo su I fracaso, de

persistir en esta biisqueda, se consagra de-I finitivamente

al paisaje, incursionando eventualmente I en el bodegon y

la figura desnuda.

1925/

I Excursion a Canoabo, en compania de su esposa. En

I esta bella poblacion selvatica del Estado Carabobo

I viven unos familiares de Isabel, los Carvajal, en cuya

casa de hacienda se aloja el matrimonio Monasterios

por espacio de un mes. Tiempo que nuestro pintor

aprovecha para, ya compenetrado con el paisaje, rea-

I lizar varios cuadros sobre motivos del pueblo, lugar

I originario del poeta Vicente Gerbasi.


• La colorida atmosfera del invierno, con su clima

I hiimedo, se reviste de una calidad tierna, opaca y

I transparente a la vez, desconocida del pintor, a traves

de armonias jugosas y delicadas en las que sabe com-binar

la riqueza de tonos subyacentes con el animado I

contrapunto creado por vibrantes toques de color puro.

tEl convencimiento de que la experiencia andariega

I es mas productiva e inspirada que la vida sedentaria,

i pudo haber nacido entonces, propiciando la intensa

aventura de los proximos anos, tras los pasos de la belleza

inedita de los apartados pueblitos venezolanos.

• Participa en la Segunda Exposicion de Pintura Espanola,

auspiciada por la galena Lador que se lleva a

cabo en Ginebra y al ano siguiente en Zurich.

1927/

Tarea siempre diffcil para un pintor: organizar sus

propias exposiciones. Monasterios la enfrenta con valor y

el 15 de mayo se lleva a cabo la inauguracion de la

muestra que reune en los jardines del Club Venezuela 40

obras que resumen su produccion de los ultimos anos. No

exponia individualmente desde 1920.

• Pero si los cuadros exhibidos suscitan el interes del

publico, no asi el de los escasos periodicos que se

ocupan de resenarla. Apenas Enrique Planchart, en

medio de la apatfa de los tiempos, se da cuenta del

cambio experimentado por Monasterios. Versatilidad


tecnica pero, en todo caso, estilo decantado que sabe

explorar nuevas vias para el paisaje venezolano. Los

paisajes de Caracas y de Canoabo cifran su mejor logro

en cuanto a su decision de explotar al maximo el color,

mediante la libertad que proclama el arte mo-demo.

Experiencia bien formulada a la que no escapa cierto

gusto, poco justificado en esta epoca, de la experimentacion:

tal como se aprecia en esa extrana tela

titulada "Alrededores de Caracas", en cuya armonfa

pareciera repercutir la aventurafauve de un Kan-dinsky.

• Permutacion constante de los rasgos de su escritura.

Monasterios afirma en este momento el logro mas

importante alcanzado hasta ahora por un colorista

venezolano. Un paso mas adelante y hubiera llegado a

la abstraccion. Aunque esta nunca fue su objetivo.

1928/

La Caribbean Petroleum Corporation le habia hecho

encargo de varias maquetas de los campos petroleros que

esta empresa poseia en el Estado Zulia, en Mene Grande, San Lorenzo, etc. Estan destinadas al F
116n de Venezuela en la Feria

Internacional de Se\ que tendra lugar a fines de ano. Monasterios comj tambien la

responsabilidad de servir como comi: de la participaci6n venezolana en este evento, ei

lidad de decorador.

• A mediados de ano fija residencia en Maracai

inicia su trabajo. A punto de concluirlo, recibe el

octubre la noticia de la muerte de Isabel, ocurrid


Caracas. Afligido por el dolor, se siente en un pn

momento sin animo para dar fin al encargo de la

ribbean.

No obstante, a ultimo momento, emprende vii Sevilla, pocos dfas antes de inaugurarse

la Feria.

• En Espana permanecera por espacio de nueve m< ocupado en el montaje de las obras

del Pabellor nezolano. Terminada esta obligaci6n, marcha a drid y vive aqui de sus

propios ahorros. Permane provechosa que le permite reflexionar sobre su pr« trabajo,

refrescando el contacto con obras d( maestros que mas ama: Goya, Velazquez y el Gr

Entre los modernos: Zuloaga y Sorolla.

• En fecha incierta de 1929, Monasterios habria lizado, segiin lo que el mismo cont6

mas tarde, pequena exposition individual de su obra, en el h madrileno donde estaba

residenciado.

• Sin embargo, como ocurri6 en su anterior per nencia en Espana, carecemos de obras

que testimoi ffsicamente este hecho. Ninguno de sus cuadros tados en Espana parece

haber llegado a Venezuela.

1930/_ ______________________________________

Este ano es escasamente incidental, pero rico en p teamientos pictoricos que quedan, a

su vez, cc biisquedas sugestivas de las variables t^cnicas, todas esbozadas a partir de

aqui, que Monaste empleara en adelante.

• En 1930 tuvo el primer cargo docente de impon


1932/

Este ano, viviendo aiin en la Pension Inglesa,

Monasterios recibe del Pbro. Mariano Vega el encargo

de dos pinturas murales para la iglesia de San Jose, en

Cagua, de la que aquel era parroco.

• Se trata de "El Sermon del Monte" y "Entrada Triunfal

a JerusaleV, que realizo este mismo ano con la ayuda de Rafael Ram6n Gonzalez. En propiedad no
son

murales sino pinturas ejecutadas al 61eo sobre el friso de las

dos paredes laterales de la capilla izquierda de dicha iglesia.

Aqui fueron identificadas por el profesor Rene Croes

Michelena, quien en 1968 comunic6 el hallazgo a Alfredo

Boulton, ocupandose tambien del estudio tec-nico de las obras.

Es t a s cubr en un a r e a de 30 me t ros cuadr ados

aproximadamente.

• El monto de la paga recibida fue de 500 bolfvares, incluidos

aqui los honorarios de Gonzalez, su asis-tente, quien se

encargo de hacer la decoraci6n con angelitos que cubren la

b6veda de la misma capilla. Es posible que algunos trozos de

las pinturas murales pertenezcan a la mano de Gonzalez.

• Fue el ultimo encargo de tipo religioso que pinto

Monasterios quien ya en una oportunidad habia de-corado la

iglesia de Cabudare. Genero en el que no fue muy

afortunado nuestro pintor, a juzgar por la debi-lidad de estas

obras, tal como lo comprendio el profesor Croes cuando al

referir su descubrimiento apunto:


En "El Sermon del Monte" llaman vivamente la atencion dos

cabezas de hombres con el atuendo de las figuras biblicas, y se nos

antoja que bien pudieron ser tomadas de tipos popu-lares de

Cagua. Las considero lo mejor de la obrapor su gran

expresividad, lograda con el color. En est a misma es-cena, el

paisaje es timido y no recuerda la manera del pintor, como si el

ambiente de penumbra de la iglesia le hubiera apagado los

colores de su paleta.

RENE CROES MICHELENA

Rei'isia "Silaba",

N° 2, mayo de 1968, Maracay

El 25 de julio, dia de Caracas, fallece en esta ciudad

el pintor Federico Brandt.

1936/

La generacion del Circulo de Bellas Artes se aprestaba

zuela, lo es tambien en el arte. La educaci6n moderna, por

la via del arte, penetra la vieja estructura del pen-samiento

feudal. No tardara en surgir, de esta aper-tura

contemporanea, una generacion revolucionaria.

• Pero el trabajo pict6rico de Monasterios, por la magnitud

del compromiso asumido, teniendo como ejemplo y

precedente la reforma de la Escuela de Caracas, le impide


consagrar mas tiempo a su verdadera obra.

En Barquisimeto, para el ano de 1936, se tenia la pintura

como pueril recreo de senoritas aburridas que en los colegios

monjiles pintaban motivos para biombos y parabanes de alcoba,

o una garza o cualquier otra ave zancuda parada en

una pata en la or ilia de un lago con su Castillo europeo. Era

la ingenua concepcion provinciana que le tocaba a

Monasterios sustituir".

HERMANN GARMENDIA

("El Informador",

Barquisimeto, 11 de mayode 1981).

1937/_ ____________________________________

Ha continuado sus labores al frente de la Escuela de

Artes Plasticas, en Barquisimeto. Retoma el ritmo de su

trabajo pict6rico, pero se limita a plasmar motivos de la

ciudad y los alrededores. Por ejemplo, su paisaje "Calle

de Santa Rosa", de este mismo ano, es un buen logro.

Adquirido por el Ministerio de Educacion, este lienzo

pasara a formar parte de la coleccion de pintores

venezolanos que se esta constituyendo con destino al

Museo de Bellas Artes, cuya inauguracion se preve para

el ano entrante.

• En Barquisimeto, el 4 de julio, los alumnos de la

Escuela rinden la prueba final. Una seleccion de obras


entre las exhibidas en la muestra de fin de curso es

enviada al Ateneo de Caracas, en donde Elisa Elvira

Zuloaga, Directora de Cultura del Ministerio de

Educacion, organiza una exposicion de pintura.

• Monasterios asume la catedra de Dibujo en el Liceo "Lisandro Alvarado", y la cual dictara hasta
1940. Arturo

Uslar Pietri, Ministro de Educacion, firma el oficio del

nombramiento.

• Talleres artesanales, ensenanza de diseno y cursos

practicos de arte infantil, son modalidades de la educaci6n

moderna introducidas con buenos resultados en la

Escuela de Artes Plasticas de Caracas. Monasterios tuvo

en cuenta este precedente para crear asignaturas similares,

dirigidas sobre todo a los artesahos larenses, en la Escuela

que el dirige.

• En la Exposicion Internacional de Paris, en la cual esta

participando con su obra por invitacion del Mi-nisterio de

Educacion de Venezuela, obtiene Diploma y Medalla de

Plata.

1938/

La labor desplegada por Monasterios en Barquisimeto fue,

quizas, mas positiva para el desarrollo de la acti-vidad

cultural en el medio que para su propia obra de pintor.

Exposiciones, constante intercambio con la capital. Fomento

de un programa becario que permi-tira a algunos alumnos

avanzados, como Argenis Madriz y Domingo Morillo,


perfeccionarse en el exterior. La tarea de Monasterios

excede todo provin-cianismo en favor de una amplia

insercion del arte en el contexto nacional.

• Temas locales, vision universal. Asf puede definirse su

trabajo de este momento. Busqueda de una iden-tidad

cuyos sfmbolos principales no se encuentran en las

ciudades, si no en el medio rural. Prosigue su insa-ciable

persecution de lo inedito en la vivencia del tema

interiorano.

• El 20 de febrero de 1938, se Ueva a cabo la inauguration

del Museo de Bellas Artes de Caracas. El general Lopez

Contreras, Presidente de la Repiiblica, en-cabeza la

ceremonia. El director de la instituci6n es Carlos Otero.

Una obra de Monasterios, "Calle de Santa Rosa", se exhibe

en la sala consagrada a los artistas venezolanos.

38

1939/

Fortalecidas las bases de la Escuela de Artes Plasticas, cuyos

alumnos continuan exponiendo sus trabajos en poblaciones

del interior del Estado Lara, Monasterios se ve

recompensado ahora por un tiempo mas libre para

consagrarlo a su propia pintura. Las giras al interior t6rnanse

mas frecuentes: Sanare, Guarico, Quibor: esfuerzo pausado y

persistente, sin apremio economico, traducido en obra

espaciada y abundante en sugerencias nativistas, madura en

calidad que rea-firma anteriores logros.


• En la Escuela se crean dos premios donados por el

Ejecutivo del Estado para los alumnos que mas se hayan

destacado en los concursos de fin de ano: Jesus Maria

Jimenez gana el Primer Premio, que tiene un monto de 100

bolfvares, mientras que Lyda Daza se hace merecedora de

una recompensa de 50 bolfvares. Leon Levyi Aristides Arena

y Ram6n Diaz, obtienen las menciones honorificas. Ya se

habfa creado para esta mismafecha una Section de Escultura,

en la que estan exponiendo sus trabajos Antonio Barberan,

Benjamin Osal, Saul Mogollon, Felix Hernandez, Carlos

Car-vajal, Ram6n Vasquez, Sebastian Pigotti, Olga Ber-mejo,

Pastora Daza y Mercedes Mendoza.

1940/_ __________________________________________

Renuncia a la direction de la Escuela de Artes Plasticas de

Barquisimeto. La causa es una desavenencia que tiene con el

Presidente del Estado Lara, quien pre-tende que los

funcionarios subalternos deben adherir a la campana electoral

del gobierno de turno. Sempi-terno rebelde a todo sistema

coercitivo, Monasterios regresa a Caracas y la Escuela pasa a

manos de Francisco R.eyes Garcia. Le acompana en su

decisi6n Luis Ordaz.

• El domingo 24 de enero se lieva a cabo en el Museo de

Bellas Artes la apertura del I Sal6n Oficial de Arte

Venezolano, que patrocina el Ministerio de Educacion. La

importancia del hecho, verdadero acontecimiento social, no escapa al interns de Monasterios


divulgar
su trabajo de los ultimos anos. Sin em bar viviendo todavia

en Barquisimeto, sus obras no canzan a llegar a tiempo

para figurar en la exposici que ocupa dos salas del Museo.

• El Salon, el Museo de Bellas Artes y la Escuela Artes

Plasticas de Caracas son las grandes instituc nes sobre las

que descansa el desarrollo del arte c temporaneo. La

implementacion y puesta en mar de estos centros estuvo

a cargo, en un principio, de antiguos miembros del

Circulo y de sus inmedia seguidores. Consolidada la

estructura docente y p mocional, era factible esperar los

cambios de lengi que esta misma plataforma encauz6. Es

justo, ] consiguiente, que enfrentados a la tarea de

reivindi a los artistas, el Museo y el Sal6n favorecieran a

maestros del Circulo de Bellas Artes, reservando p estos

sitio en las salas de exposiciones y las prime

recompensas de alguna significacion: Marcos Cast

obtiene el Premio Oficial de Pintura en 1940.

• Monasterios lo recibe en el Salon de 1941. De este ano,

con excepcion de 1942, 1945, 1953 y 19 interviene en

todas las ediciones del certamen, ha I960, y ademas en

retrospectivas del paisaje y d< pintura venezolana que se

llevan a cabo en el Musec Bellas Artes durante la vida del

artista. Reconc miento parco aunque significativo: Cuatro

reco pensas particulates: los premios "Armando Reveroi

"Federico Brandt" "Aristides Rojas", "Antonio! teban

Frfas" y el Premio Oficial de Pintura, obten este mismo


ano.

Regresa a Caracas al conduit el ano lectivo. Para j narse la

vida recurre al dibujo publicitario, a la a catura, a la

ilustracion de revista, en tanto espera reubicado en el area

docente del Ministerio de Edu ci5h.

• Este mismo ano, en Barquisimeto, habia hecho

primeros cuadros en el genero de desnudos femenii

en un ambiente interior. Estilo saludable y candido

el que puede hallarse, quizas, una referencia a Mati


comenzar el ultimo trimestre del ano, coincidiend con la iniciacion del ano lectivo.

• El trabajo de reorganizacion de la Escuela absorfc

gran parte de su tiempo. Durante los 9 meses que n

sidira en Maracaibo, pintara muy poco. Dos natur.

lezas muertas y varios paisajes. Plantea insistent*

quejas al Ministerio de Educacion acerca de los pre

blemas de la Escuela:
Pinta muy poco. Paisajes y naturalezas muertas. I cuesta adaptarse a la luz del nuevo

paisaje y, por oti lado, el trabajo de reorganizacion de la Escuela at sorbe todas sus fuerzas.

Constantes quejas y solicits des de recursos ante el Ministerio de Educacion par tratar de

reformat el inadecuado local donde aquell funciona.

El 31 de diciembre dirige a Nucete Sardi un inform planteando los requerimientos minimos

del plantel entre estos el nombramiento de una secretaria, w profesor para paisaje y la

adquisicion de yesos anatb micos de los que se empleaban en la clase de dibujo. Sabia que

era poco lo que podia hacerse en aquella condiciones. Preparaba el regreso a Caracas.

Queri consagrarle a la pintura la mayor parte del tiempo d vida que le quedaba.

• El 27 de diciembre, fallece en Barquisimeto si

madre, Amalia Ramos. El pintor asiste al sepelio d"

este ser querido.

1942/_ _________________________________________

En el mes de septiembre esta de nuevo en Caracas instalado en su taller del barrio Los

Totumos, er cuyos alrededores incursiona para retomar su trabajc de paisajista. Pero la

docencia es el unico recurso que permite a un pintor de aquella epoca sobrevivir cor

menguada holgura.

• Ha comenzado a regentar las clases de Dibujo Aplicado

en las escuelas de artes y oficios para mujeres, er

Caracas y en Maiquetia, adscritas al M.E.N., y que

dictarahasta 1956.
1943/

• En Caracas, encuentra al poeta Juan Liscano, quien

escribe sobre el artista un reportaje publicado en "El

Nacional", diario que comienza a editarse a partir de

este ano.

• Estimulado por Alfredo Boulton, sale en gira hacia Los

Andes, donde permanecera alrededor de dos meses.

Pinta en Bocono y en Santa Cruz de Mora pai-sajes que

destinara a su exposici6n de 1945.

1944/

Efectua un segundo viaje a Los Andes. En esta ocasion

trabaja en poblaciones del Estado Trujillo, en San Lazaro,

La Plazuela y Timotes, centrando sus puntos de vistas en

calles y parajes abruptos. Las calles tienen aspecto

colonial, levantadas en pendientes de colinas, enfoque

que permite al pintor jugar con el dinamismo constructivo

de pianos sugerido por las variaciones de altura en muros

y aleros. Motivation un tanto inedita para Monasterios,

quien tratara con mas frecuencia, en adelante, aspectos de

calles aledanas observadas desde un punto de vista central

respecto a las lfneas de fuga de la arquitectura.

• Tambien son de este ano varios paisajes caraquenos de

buena factura y pintados con espontaneidad y vigor. Se

ha limitado, por ahora, a la imagen del Avila, interesado

en masas y volumenes vistos a distancia, con


primeros pianos formando bandas de gran movimiento

cromatico.

• Monasterios viaj6 a Los Andes donde pinto una serie de

obras.

A. Junyent publico un reportaje sobre nuestro pintor: "Mi

principal preocupacion —decia alii Monasterios— es

lograr el equilibrio en la luz y el color del paisaje, y estos

defalks los he estudiado afondo. En lasfiguras lo

primordial son las formas".

Revista Elite, 22 de junio

de 1944

Monasterios cultiva una pintura de tipo esencial, fundamentalmentepictdrica.

Sus mejores cualidades son las de un agudo

y sutil sentimiento del cromatismo enfuncion de la luz y de

los accidentes atmosfericos, y los de un rico, opulento sentido

de las calidades de la materia.

A. JUNYENT

Revista Elite

22 de junio de 1944.

1945/ 1946-1947/

Concluye su gira por Los Andes venezolanos, iniciada el ano

anterior. Monasterios da los ultimos toques a la exposicion que

de su obra ha programado el Museo de Bellas Artes, por

iniciativa de Alfredo Boulton, quien se ocupa en su


organizaci6n.

• Habia pintado en el Estado Merida, en Tovar, Bai-ladores,

Zea y Santa Cruz, dando termino a un con-junto de 20

paisajes (entre 1943 y 1945), los cuales se anadiran a otras

15 telas sobre motivos caraquenos para integrar la

exposici6n abierta el domingo 13 de mayo en una sala del

Museo, con asistencia de numeroso publico.

• Produccion abundante y pareja en calidad. Ha pintado en Los

Guayabitos y en El Hatillo, y vuelve a apoyarse en una luz

blanca y resplandeciente. Pero tambien diversifica sus

recursos, alcanzando en sus paisajes del Avila, que bana una

luz dorada, una ma-nera vigorosa y solida. Cierta tendencia a

lo monumental, a la construccion volumetrica y a lo panoramico

lo aproxima, por una via mas exaltada y barroca, al

planteamiento de Manuel Cabre. Podria pensarse que el

artista ha alcanzado la plenitud de sus facultades. El triunfo

alcanzado por Rafael Monasterios ha sido resul-tado de larga

lucha sostenida contra la adversidad. Por ello, su victoria, est

a victoria de la luz, es mas digna de alabanza. Los que nos

preciamos de ser sus amigos, conocemos su vida austera, pobre,

dolorosa, dura, iluminada siempre por la fe en el arte. A lo

largo de todas sus luchas con la realidad, Monasterios supo

salvar la ternura de su corazon. Por ello, porque no hubo

amargura, fracaso, golpe, injusticia que pudiera mellar la

gracia y la bondad de su alma, por ello, cuando otros artistas

ya son leno que carcome el desencanto, cuando otros hombres


son hombres ya sin esperanzas, Rafael Monasterios le entrega a

Venezuela, en un gesto de ilimitada belleza interior, una obra

llena defrescura, de juventud, de alegria, de maravillosa

agilidad, de lirismo integral...

JUAN LISCANO (El

National de 1945.

Temas de alfarerias y viejos trapiches, resitiendos< afan

urbanista que despierta en Caracas, son imagins frecuente

en la obra de Monasterios realizada ha ahora. Este aspecto

pintoresco va desapareciendo Caracas. Como Brandt,

Prieto, Gonzalez y Cat Monasterios es un cronista del

paisaje arquitectonicc trance de desaparicion.

• Cada cuadro es como el testimonio que, tras anun( la

belleza del motivo, acusa su desmoronamiento p

quedarse con la nostalgia que exaltan las formas dt

fugitive Mas que el deseo de transmitir un do mento, lo

que parece animar a estas obras es una sect melancolia.

Monasterios es un poeta.

• Porque sobrevienen anos de transformation incesa del

paisaje y ante el desafuero, el paisajista que ate gua la

marcha del tiempo sobre los muros y colum no tiene

mas remedio que replegarse, huir hacia apartado, tras lo

que ama y la ciudad comienz erradicar en su crecimiento

monstruoso.

• Monasterios lleva a su tela la imagen de uno de ultimos

trapiches que se resisten a caer: el de Baru captado en


memorable lienzo.

• Poco despues vendra el repliegue a la provincia religi6n

de los pueblos, el ansioso viaje rural, had; orilla de otro

arraigo en que el paisajista podra ha mas prdxima la

imagen del paraiso natural que sol tan sus colores, y que

Caracas ha desbaratado a cam de confiarle el exilio en

que, despues de todo, el pin siempre vivio.

• En 1947: una geografia lejanamente abrupta e i dita: el

paisaje de Bocono, que no deja de recordarle mejores

momentos de su transitar por el valle de Ca cas. Y

testimonia el nuevo paraje reflejando su bell en

cincocuadros.

1948/_ ____________________________________

j)e 1947 datan sus ultimos paisajes andinos, pintados

lurante un viaje a Bocono. Ellos conforman su envfo al

■alon Oficial, inaugurado el 25 de enero. Aquf obtiene el

premio "Cristobal Rojas", que se otorga por unica Rz e

instituido por el Instituto Venezolano-Sovietico.

wPinta en Valencia y sus alrededores. Obras muy sig-

Rificativas son las dos que tienen por tema la capilla de

■Jaguanagua. Sugieren el punto de partida de un cam-

Ibio tecnico que se definira a partir de sus paisajes de

jBaruta, dos anos despues.

[•El 14 de febrero es electo Presidente de la Republica el

novelista Romulo Gallegos, co-fundador del Ci'rculo He


Bellas Artes y quien en 1936, siendo Ministro de

■ducacion, dispuso la reforma de la Academia de Bellas

Rrtes de Caracas, confiando la conduction de esta a sus

antiguos companeros Cabre y Monsanto.

mEn julio de este mismo ano, con una exposition de

mateo Manaure, quedo oficialmente inaugurado el ■aller

Libre de Arte, centro que habra de proyectar su Bctividad

al cambio que operan las vanguardias que se ■estaban

desde 1945 en la Escuela de Artes Plasticas, y que

conducirian al arte abstracto, en poco tiempo.

■ El 24 de noviembre, el Gobierno de Gallegos es

depuesto por un golpe militar que encabezan, Carlos

Celgado Chalbaud, Marcos Perez Jimenez y Luis Felipe

Llovera Paez. El clima que se avecina, incluso para la

cultura, es de persecucion poh'tica y de censura.

1949/

Durante todo el ano trabaja en Caracas, aunque su

■production no es en este momento abundante.

PSin embargo, su intervention en el X Salon Oficial es

pialitativamente importante: cuatro paisajes recientes,

I'Torreon", "Trapiche viejo", "Paisaje del Avila",

I'Paisaje desde el Club Verde". El certamen abre sus

puertas el 13 de febrero. Monasterios se hace merecedor

al premio "Aristides Rojas", dotado de 1.000 boliva-res.

• En la prensa de Caracas se habla de su obra. Y ante la


expectativa, se da por entero a la obra que presentara en el

proximo Salon Planchart, que en 1949 se celebra por

segunda vez.

• Monasterios obtiene aqui el Segundo Premio, con un paisaje

de Caracas.

1950/

A partir de este ano, se observa en su trabajo un gradual

distanciamiento tematico de la capital, aunque conti-nua

residiendo en Caracas. Pero las giras al interior del pais se

tornan mas y mas frecuentes, siempre con el proposito de

pintar.

• Tambien hay una variable estilistica: la pincelada tiende al

efecto de tinta, mas extendida, menos pas-tosa; el clima de la

composiciOn es mas ordenado y tranquilo, como si se

impusiera en este momento la nostalgia de la reflexion.

Comienza a desaparecer la pigmentation dividida en las

masas de los follajes y los toques de color no siguen variadas

direcciones sino que buscan lograr homogeneidad y unidad.

• El 26 de marzo abre sus puertas el Sal6n Oficial.

Monasterios presenta: "Desnudo", "Composition", "Paisaje"

y "Rio de Bocono", obras casi todas de la decada anterior.

• A fines de ano, el 12 de noviembre, se celebra la cuarta

edition del Salon Planchart. En el Jurado de Calificacion

estan: Manuel Cabre, Enrique Planchart, Miguel Otero Silva,

Gaston Diehl y Ana Luisa de Planchart, quienes no vacilan


en concederle el Primer Premio a Monasterios, por un paisaje de Baruta,

tado en 1948. Pinta en San Casimiro dos paisajes. Por otra parte, estas caracteristicas esenciales y,
por u universale* son logradas a traves de un sello racial y inconfundible.

ALBERTO JUN1 (Revista ", 22 de junio de

1951/
En Barquisimeto; luego en Caracas, paisajes de Ba y de

La Vega.

• Inaugurado el XII Salon Oficial, el 4 de ma

Monasterios presenta cuatro obras: "Paisaje de El I

teon", "Calle el Mamon", "Desnudo" y "Calle ruta".

• En Valencia, se celebra el IX Salon "Arturo Mi< lena",

en el cual Monasterios obtiene el Premio " tonio

Edmundo Monsanto", con el "Paisaje d< Vela", en la

coleccion Violeta Monasterios.

1952/

Pinta en Naiguata. Dos obras con este tema son t sentadas

por Monasterios en el Sal6n Oficial, qu< inaugura en el

M.B.A. el 15 de marzo.

• En setiembre de este ano se celebra el Cuatricente rio de

la Fundacion de Barquisimeto. Monasterios comisionado

para organizar una exposition de pint venezolanaofrecida

con tal ocasion en la capital laren Tambien en el Museo de

Bellas Artes de Caracas se 11 a cabo una restrospectiva del

paisaje venezolano, er que esta representado nuestro

artista.
1953/_ _____________________________________

La marina: un genero poco cultivado por Monaste quien

es un pintor que se desenvuelve mejor en el i suburbano y

tambien, por supuesto, en el paisaj valles y montanas. En

1952 visita Choronf, an paisaje marino, sin embargo, opta

por el formate queno y el enfoque limitado.

• Vuelve a trabajar en Catia y reaparece el motivo c

alfarerfas, tan grato a Monasterios. De La Pastors varios

paisajes sobre patios y jardines de casas cole les. Color

y vegetacion exhuberantes.

• Gaston Diehl, quien le tenia en gran estima, ti cribid en

un articulo publicado en "El Nacio (3-9-53) una

respuesta de Monasterios segun la < "lo que busco es la

luz, la vtda de los color es, el aa conmigo mismo, y no un

aspect o pur anient e descriptivo. vie jo muro, un humilde

rincon me atraen mas por que p lograr mejor las

variaciones de los tonos, combinar la gc los verdes; donde,

finalmente, introduzco los colons diversos por su

luminosidad"'.

RAFAEL MONASTE

1954/_ _____________________________________

Tres de sus paisajes recientes: "Patio de La Paste "Playa"

y "Casas", integran su envfo al XV S Oficial, que abre sus

puertas el 7 de marzo en el M de Bellas Artes.

• Al margen de la tensa lucha de opiniones en ton

abstraccionismo y el realismo, la participacion de


nezuela en eventos y bienales internacionales obed<

una polftica gris y mediocre. Hasta 1954 no exi

todavia criterios claros para conformar el envio v

zolano a la Bienal de Venecia y la posicion mante

por el Museo de Bellas Artes, favorece al arte tradi

nal. Sin embargo, la decision de enviar a la prox

edicion de la Bienal de Venecia a un grupo de pint

del Circulo de Bellas Aftes, Reveron, Monasteri

Castillo, entre otros, es justamente aplaudida

interpreta como el inicio de una apertura de la tradi<

hacia las corrientes con tern poraneas. "Paisaje de

Avila", con la que Monasterios obtuvo este mismo ano el

Primer Premio del Salon "Julio T. Arze", en Barquisimeto,

es la obra seleccionada para integrar el envfo

venezolano a dicha Bienal.

• Este ano pinta en Caracas y en Barquisimeto. Dibujos y

acuarelas costumbristas, obras adquiridas luego por el

Dr. Rafael Pizani, en cuya coleccion figuran actualmente.

• Haciendose eco del creciente interes que la obra de

Monasterios ha despertado en los ultimos salones,

Armando Lira publica un artfculo donde apunta:

Monasterios posee un temperamento vibrante y

disciplinado. Se nos present a a lo largo de su production

como pin tor dueno no solo de sus medios de expresion,

dentro de una tecnica firme y simple, sino que clararnente


orientado a un sentido depurado de influencias extranas.

ARMANDO LIRA

("Revisla de Cultura"'. N

° 16, Caracas. 1954.)

1955/

De este ano data su ultimo cuadro de tema caraqueno.

No localizaremos mas paisajes sobre el valle de Caracas,

lla montana y los alrededores de Caracas.

Gambia de domicilio. Deja su apartamento del Silencio

y se muda al N° 55 del piso 8, Superbloque de El

Paraiso.

• Pero, basicamente, su pintura se centra en adelante en la

tematica larense, salvo en 1959, cuando se esta-blece

por algun tiempo en Guatire. Barquisimeto, Duaca,

Curarigua y Quibor, pondran fin a su ansiedad de

viajero.

• No deja de concurrir a las exposiciones colectivas. Por

ejemplo, en 1955 participa con su obra en la II Bienal de

Arte Hispanoamericano. Ha concursado con dos obras

en el XVI Sal6n Oficial y en el Salon "Julio T. Arze",

correspondiente a este ano obtiene el Premio "Jose Gil

Fortoul".

JUAN LISCANO (El

National de 1945.

1956/

Por iniciativa de Genaro Moreno y Juan Calzadilla se lleva


a cabo en la Galena Lauro, en la esquina de Santa Capilla,

Caracas, una exposicion-homenaje a Monasterios, en la

que se reunen 250 obras del pintor.

• Recibe la jubilacion del Ministerio de Educacion por

su labor docente en la Escuela de Artes y Oficios y en

la Escuela de Artes Plasticas y Artes Aplicadas de Ca

racas, en la cual continuaba regentando una catedra

para esta fecha.

1957/

En Barquisimeto, en donde sus permanencias son cada vez

mas prolongadas. Instalado aquf, incursiona en los pueblos

vecinos para trabajar en nuevas obras. Paisajes de Quibor,

El Eneal, Curarigua, Sanare, Duaca y Santa Rosa. Este ano

y el siguiente, previendo el compromiso de exponer que

tiene pendiente para el ano proximo, su produccion es

abundante y alcanza un nivel cualitativo exigente.

• Al Sal6n "Julio T. Arze", que se celebra anualmente en

Barquisimeto, ha enviado un paisaje de 1945: "El Avila",

solida y bien estructurada composici6n que le vale el

otorgamiento del Primer Premio.

• No es el unico reconocimiento. En el XVIII Salon

Oficial, que se inaugura en marzo en el Museo de Bellas

Artes, en Caracas, se hace merecedor del Premio para

Pintura "Federico Brandt". Habia expuesto "Barrio de

Duaca" y "Calle de Carrizales".

1958/ m
Duaca, Barquisimeto y Santa Rosa sugieren los momentos

mas inspirados de este ultimo periodo al que

Monasterios se consagra entusiastamente, teniendo a la

vista la proxima exposicion, programada en la Sala

Mendoza de Caracas, para fines de ano.

• En el barrio Santa Elena, en Barquisimeto, el Go- bierno regional ha destinado una parcela de
1.500 mts.2 para

construir la casa que habra de ser donada al pintor. Este mismo

ha elegido el terreno sobre una pequena colina con amplia linea

de horizonte hacia Santa Rosa y su expresiva iglesia. Su obra

terminada es siempre objeto de su propia insatisfaccion.

Necesita confrontarla, someterla a la pruebade los salones. Asi

que esta participando con dos paisajes larenses en el 4° Salon

"Julio T. Arze", en Barquisimeto.

• Los salones son los vehiculos de actualidad que dan vigencia

a la obra. Monasterios concur re a ellos mas para sentirse al

dfa que para competir por los premios. Cuando se inaugura el

XIX Salon Oficial, en Caracas, el publico puede ver en la

Sala 1 dos paisajes de nuestro pintor: "Calle de Quibor" y

"Calle de Duaca". El jurado calificador no vacila en otorgarle

a estas obras el premio "Armando Reveron", uno de los mas

impor-tantes del certamen, y dotado por la Creole Petroleum

Co.

• Monasterios no exponfa individualmente desde 1945. Su

pintura, parsimoniosa y solicitada de conti-nuo por toda clase

de exposiciones eventuales, nunca me tan prodiga en numero


como para constituir el conjunto requerido por una exhibici6n

individual. Tras mucho esfuerzo, pintando en el Estado Lara,

pudo reunir el grupo de paisajes que forman parte de la bien

comentada muestra individual abierta el 12 de no-viembre en

la Sala de Exposiciones de la Fundacion Eugenio Mendoza.

A. Boulton refiri6 mas tarde este hecho:

Fueron 21 lienzos recien ejecutados, principalmente de motivos

larenses. Se exbibieron tambien 34 telas deperiodos antertores,

pertenecientes a coleccionistas particulares, con lo que se obtuvo un

panorama de tipo retrospectivo bastante amplio. Eranpinturas de

1917, 1919, 1923, 1924, 1926 y de fecha mas reciente. Se

vendieron 15 obras por un valor de 32.000 bolivar es, lo cual

dio al artist a un poco de holgura.

ALFREDO BOULTON

(La Obra de Rafael Monasterios, Graficas

Armitano, C.A. 1969).

Anfmicamente hablando, Monasterios arravesaba por un

momento oprimista. Se explica asi que, bajo tal escado,

haya declarado al periodista: | Hay que pintar por placer

interior. Pintar bien, sinpensar en hcuelas ni publico ni

clientes. Pintar y no estar satis/echo mmds. Pintar y

analizar lo realizado como si fuera la obra de un extrano.

RAFAEL MONASTERIOS (Dicho a Efrain Subero,

Indice Literario de "El Universal",

12 de noviembre de 1958.
1959/

Tras la exposicion en la Sala Mendoza, permanecio por

jalgiin tiempo en Caracas, hasta fines de 1959, sin volver

a Barquisimeto. El trabajo resulta ahora labo-rioso y

meditado, el cuadro le consume mas tiempo. En los

ultimos meses del ano se instalo en Guatire, [donde

alquilo una modesta casa para emplearia como pller.

Pintarfa aqui, sin darse tregua, como si presin-kiese el

fin, sus ultimos paisajes basados en motivos de la region

central del pais.

Guatire viaja Angel Hurtado con el proposito de jmar

apuntes para el filme que sobre el pintor hara en

colaboracion con Clara Diament de Sujo. Su estado de

nlud es deplorable, tal como lo deja ver la serie de

ptografi'as que documentan esta primera y unica en-ista

entre el cineasta y el artista plastico. El corto-raje no

llego a filmarse.

en cuanto a su actividad expositiva, se senala un

idente al abrirse la XXa version del Salon Oficial.

nasterios se suma a la protesta que un grupo de 53 stas

hace publica por la designacion como miem-s del

jurado de calificacidn de dos personas considas

incompetentes para actuar en el mismo. Moiterios

declara al periodista de "El Nacional": mrado

era disparejo y no contemplaba el equilibrio necesa-entre

las distintas tendencias.


■Espiritu rebelde, que no rehuye el compromiso ni la

luch.i: Tambien esta confrontando su obra en el mismo

Salon Oficial. Expone dos paisajes, en calidad de artista

fuera de concurso.

• El mismo ano, el 12 de setiembre, la Escuela de Artes

Plasticas de Maracay, que dirige Rafael Perez, es bautizada

con el nombre de Rafael Monasterios.

1960/_ ___________________________________ '

A comienzos de ano, tras exhibir por ultima vez en el

Salon Oficial, parte para Barquisimeto. Se aloja en el

Hotel La Francia, aguardando a que la construction de la

casa que le ha ofrecido el Ejecutivo regional llegue a

termino. No ha dejado de pintar, aunque sin la continuidad

del ano anterior.

• Paisajes de Barquisimeto y unas naturalezas muertas,

que se dispone a traer a Caracas, para ofrecerlos en

venta, con la mala suerte de que las obras le son

sustraidas en el momento de embarcar en el vehiculo por

puesto que le llevaria a Caracas. Los cuadros nunca

aparecieron.

• A fines de ano presenta serios quebrantos de salud, por

lo que es internado en el Hospital Central, donde le

hacen un diagnostico clinico.

Retorna al Hotel La Francia y pasa las navidades de I960

en Barquisimeto.

1961/
El 6 de enero, repuesto de la crisis anterior, Monasterios

viaja por ultima vez a Caracas. Aqui es puesto al corriente

de un compromiso includible: pintar las obras que

integraran su envio a la Bienal "Armando Reveron",

evento instituido este mismo ano en el Museo de Bellas

Artes con el auspicio economico del sefior Virgilio Corao.

• Al fin, en mayo, recibe de las autoridades regionales,

la casa donada por el gobierno del Dr. Eligio Anzola

Anzola, y cuyas Haves Ie entrega, en acto especial, el

periodista y biografo del pintor, Rafael Montes de Oca

Martinez. "Mi estudio", tal es el nombre escogido por

Monasterios para bautizar su casa.

• Su salud vence y, sin embargo, el tiempo apremia. Ya

instalado en la residencia, comienza su trabajo: pintar cinco

obras.

• Paradoja: la casa dispone de confortable taller por cuyo

ventanal pueden verse las colinas de Santa Rosa. Es el

paisaje de toda la vida. Tema de sus ultimos paisajes. Aun

le quedan fuerzas para pintar del natural el primero de

ellos. Una vista de costado de la iglesia de Santa Rosa.

• Desde el taller el punto de vista solo le permite transcribir

los datos distantes. jCuanto ama el contacto directo del

paisaje y la naturaleza! Son paisajes de colinas envueltas en

atmosferas blanquecinas que ca-balgan los ondulantes

verdes dejados por la reciente lluvia. Sentado en el corredor

donde pinta, avizora el "claro resplandor" de la muerte.


• La gozosa materia de las cosas ya no ocupa el primer

piano. Quizas en un bodegon puede llegar a sentir mas

proxima la verdad del color. Es el ultimo cuadro que pinta.

• Son las cinco obras que lo representan en la "Bienal

Armando Reveron", abierta un domingo de mayo de 1961.

Entre los asistentes, recien llegado de Barquisimeto en una

ambulancia, acompanado por su hija Violeta, camina

dificultosamente Rafael Monasteries. Sus pasos recorren

por ultima vez esta sala del Museo de Bellas Artes donde

tantas veces ha expuesto sus obras.

• Desde las paginas de "El Nacional", Guillermo Me-neses

insinua que el premio debe ser para Monasteries; dejando

de lado consideraciones humanicarias, opina que de los

cuatro expositores concursantes, Pedro Angel Gonzalez,

Marcos Castillo, Francisco Narvaez y Monasterios, s6Io

este ultimo "es el unico en mantener la calidad de epocas

anteriores".

• En junio tiene lugar, en este mismo Museo, otro

acontecimiento: la gran retrospectiva ambientada "Pintura

Venezolana 1661-1961". Dentro de su iti-nerario, hay dos

salas consagradas a los maestros de la escuela de Caracas.

Aqui se exhiben las obras de Monasterios

que la instituci6n viene adquiriendo desd 1938. El

mas antiguoesun "Paisaje de Los Caobos", d 1924,

comprado recientemente.

• Postrado en cama, desde Santa Elena escribe a ui amigo


de Caracas quejandose de su dificil situacioi economica;

no recibe la mensualidad de su pensi6n d jubilado desde

hace mes y medio; como si fuera poco del monto del

Premio ganado en el reciente Saloi "Julio T. Arze", ha

recibido apenas la mitad, o sea 500 bolivares.

• Ha dejado de pintar.

Fallece el 2 de noviembre, en su lecho de enfermo. L

acompanan hasta el ultimo momento, su hija Violeta su

prima Felicia de Gallardo y Conception, la herman menor.

• Poco antes habia trazado para un diario de la region

de puno y letra, esta breve semblanza biografica:

Naci en Barquisimeto el 20 de noviembre de 1884 ■ En 1901

viene a Caracas pensionado por el Ministerio de Instrucciot

Publica para estudiar en la Academia de Bellas Artes

dirigida por don Antonio H err era Toro. Esta pension me dur

un ano. Varios meses despues logre que el ejecutivo del Est ad

Lara me pensionara con treinta pesos (Bs. 120). En vista d

la poca seguridad que teniamos los pensionados de esa epoca

resolvi irme a Barcelona de Espana, donde habia magnifies

Escuela de Artes y Oficios y ademds la vida era muy econo

mica: ingrese en dicha escuela donde estudie hasta el an>

1914- Me vi obligado a volver a Venezuela por falta d

recursos economicos. Llegue a Caracas y de aqui pase t

Barquisimeto, de donde regrese a Caracas a los tres anos e hie

y concurri a varias exposiciones.

RAFAEL MONASTERIC
Y Luis Alfredo Lopez Mendez, quien le conocio de tod la

vida, le recordara mas tarde como un hombre de elevada est

atura, canijo, escuchimizado. Pas casi toda su vida en Caracas,

pero nunca dejo de hablar con s< cantarino acento larense.

Andaba a grandes pasos, aunqu lentamente, un poco

encorvado, aguzado el rostro fino, alertt

la mirada punzante y astura. Se expresaba con dificultad y

acudia con frecuencia a anecdota o parabolas confusas que

nadie entendia. Remataba sus frases en voz baja, como

susurrando un ensalmo.

LUIS ALFREDO LOPEZ MENDEZ

El Circulo de Bellas Aries

Editora El National, 1978.

1970

22 obras de Rafael Monasterios integran una exposi-ci6n

retrospectiva que se lleva a cabo en la Biblioteca Nacional

con el auspicio del "Plan Cultural Caracas", que dirige el Dr.

Jose Luis Alvarenga, Director de Polftica de la Gobernacion

del Distrito Federal. Son obras de la colecci6n de Violeta

Monasterios. Texto de presentation de Alfredo Boulton.

1968

"40 Obras de Rafael Monasterios", retrospectiva or-ganizada

por Alfredo Boulton y presentada por estos en el Museo de

Bellas Artes. Son obras de varios perfodos, de 1917 a 1958.


"Serafdcil advertir en estos cuadros de Monasterios que es de el

de dondeproviene precisamente toda una tradicion del mejor

paisaje venezolano. Paisaje que no obstante haber tenido su

origen en ciertas fuentes impresionistas filtradas a traves de

artist as europeos, como Dario Regoyos, posee una luz, una

vibracion, una fuerza y un poder de significacion absolutamente

propios.

MANUEL QUINTANA CASTILLO

(Revisia Imagen,

Caracas, 3 de agosto de 1968).

1981

Dos exposiciones retrospectivas de su obra, coinci-diendo

con el 20° aniversario de la muerte del pintor. La mas

importante se celebra en el Museo de Arte contemporaneo,

en Caracas: "Obras maestras de Rafael Monasterios",

seleccionadas y presentadas por A. Boulton en un catalogo

razonado. 62 pinturas que resumen, a juicio del antologador,

el nucleo principal de su trabajo.

• Mas modesto homenaje se llevaba a cabo en Barquisimeto,

en el auditorio de la Universidad Centro Occidental

"Lisandro Alvarado", donde se han mostrado 24 lienzos de

Monasterios, la mayorfa provenientes de la colecci6n de la

hija del artista.

Es la de Monasterios pintura pldcida, poetica en modo alguno

literaria. Una pintura de comprension mas que de inquietud, de

oracion mas que de angustia; y de recogimiento mas que de


exaltacion. En fin, de soledad replegada en si misma: de

soledad aha y profunda como la de sus cielos sobre las torres

terrosas de sus capillas es la copa de sus drboles

FERNANDO PAZ CASTILLO

(El National, 17 de octubre

de 1968).

ETAPAS DE LA OBRA DE MONASTERIOS

No es tarea facil establecer en la obra de Monasterios etapas tecnicamente definidas que

posibiliten, como en la de A. Reveron, una periodizacion cronologica valida para el analisis de

su production.

Etapa y periodo, cuando los empleamos son terminos que aluden mas a la situation temporal y

geograflca en que nace la obra, que a rasgos diferen-ciadores, tecnicamente hablando, de un

momento a otro de su trayectoria.

En su obra no encontramos rupturas ni cambios bruscos, tampoco abandono de procedimientos

o tecnicas empleados anteriormente. Ella evoluciona siguiendo un trazado regular donde

altibajos y variaciones son de grado cualitativo y afectan la solution de continuidad que, en lo

formal y en lo tematico, con las variables topologicas de cada caso, se observa de principio a

fin, a lo largo de su carrera.

Monasterios no fue un innovador, en el sentido formal del termino. Tampoco se propuso

quebrar el codigo naturalista que interpreta libremente y en el cual se sustenta desde un

comienzo. Aunque por su autonomia en la expresion del color pueda dar la impresion de

bastarse a si mismo para hablar a la sensibilidad, el no se apartara de las leyes del naturalismo;

por su formation, rechaza el abstraccionismo y el piano, en favor de una pintura atmosferica,

como corresponde a una filiation impresionista que supera, sin embargo, como tenia que ser,
toda ortodoxia.

Hablamos, asi pues, de etapas como de situaciones, fronteras temporal es o momentos de

transition.

PRIMERAS OBRAS CONSERVADAS

Una sola obra anterior a 1917 se reproduce en este libro: El Paisaje titulado ElPapeloncito de

Duaca, el cual debe datar de 1909. No hemos podido ubicar en esta secuencia trabajos

correspondientes a la etapa espanola del artista para llenar otra laguna, durante el lapso de

1910 a 1914. Muy escaso en realizaciones es tambien el tiempo que va de 1914 a 1916, cuando
Monasteries

sobrevive duramente en Barquisimeto, obligado por las circunstancias a efectuar trabajos

de escasa trascendencia artfstica.

Su regreso a Caracas, a comienzos de 1917, cambio imprevistamente su destine Aqui iba

a reencontrar a sus amigos del Cfrculo de Bellas Artes que comenzaban a reunirse ahora

en un local del barrio de Pagiiita; la existencia del grupo habfa quedado reducida a un

taller donde se pintaba con modelo vivo; Monasterios comenzo a asistir regularmente al

taller de Pagiiita hasta que el cierre de este dio al traste con el estrecho companerismo

que mantu-vieron hasta entonces Cabre, Monsanto, Leoncio Martinez, Lopez Mendez y

Monasterios mismo. Tambien frecuento por esta epoca la amistad de Fede-rico Brandt,

de quien recibfa oportunos consejos.

El Papeloncito de Duaca ha sido ubicado por Boulton, con improbabilidad, en el ano de

1906. Sin embargo, en esta obra se aprecian rasgos tecnicos propios de quien ha recibido

cierta formacion academica. EI delicado empaste de la parte del cielo, el tratamiento de

los primeros pianos del camino, con tonos marrones, nos situan frente a un alumno de

Herrera Toro, por lo que es facil deducir que Monasterios pinto esta obra cuando era

estudiante de la Acade-mia. Es logico suponer, por otra parte, que es un cuadro pintado

del natural, como corresponde a su conception del trabajo pictorico para esta epoca.
Debio realizarlo en 1909 6 1910 antes que Monasterios regresara a Barquisimeto con el

proposito de reunir algiin dinero para su inminente viaje a Espana. Le resultarfa facil, en

ese momento, demostrarle a sus amigos que habfa alcanzado conocimientos que

justificaban, con creces, su viaje a Espana.

MONASTERIOS Y EL CIRCULO DE BELLAS ARTES

No es necesario repetir que Monasterios estaba ausente de Venezuela para el momento de

la fundacion del Cfrculo de Bellas Artes, hecho resenado por la prensa de Caracas y que

tuvo lugar en agosto de 1912. Desde 1910 residfa en Barcelona, figurando como alumno

inscrito en la Academfa de Artes y Oficios y Bellas Artes de esta ciudad. Su regreso s61o

se produce en 1914, un ano antes que el de Reveron, su companero en aquella escuela.

Pero Monas-trios fue considerado desde entonces como un miembro sentimental de aquella
asociacion; aunque no figuro entre los estudiantes que en 1909 pedian la destitucion de Herrera
Toro,

compartia apasionadamente las ideas renovadoras del grupo de Monsanto y Cabre, y tenia,
ademas, buenaamistad con

Carlos Otero. Habia sido presentado a estos por Cesar Prieto, el primer artista con quien se
relaciono al llegar a

Caracas. Las afinidades no eran s61o producto del companerismo. Habia identification en
proposito estetico, puntos

comunes respecto a la manera de encarar los problemas tecnicos de la pintura, es decir, en el


metodo de pintar al aire

libre, sin ejecutar bocetos previos para concluir el cuadro en el taller, metodo nada ortodoxo que,
al margen de la

ensenanza recibida en la Academia, Monasterios podia practi-car con sus companeros. Se


comprende que no fue muy

apegado a la preceptiva academica porque en el concurso de pintura (pruebas finales) de 1910 fue
aplazado por el

severo Herrera Toro.


En cambio, en 1909, en el curso de un examen en el cual intervenia Federico Brandt como jurado
obtuvo la maxima

nota de "bueno". Pudo haberse originado desde entonces una estimulante relation entre Brandt y
Monasterios, que se

interrumpi6 con el viaje de 1910 a Espana, pero proseguida despues de 1917, cuando Monasterios
y Brandt, quien

acababa de salir de una crisis, llegan, cada uno por su lado, a conclusiones importantes en la
interpretation del paisaje.

Al concluir 1909, tomo la decision individual de continuar sus estudios en Barcelona, Espana. El
pintor se hacfa eco

de una opinion generalizada entre los estudiantes y que arrastraria tambien a Armando Reveron:
En Espana se podia

vivir con poco dinero y la ensenanza era, por anadidura, mas ventajosa. Ya se encontraban en
Barcelona Pedro

Castrellon Nino, companero de Monasterios en la Academia, lo mismo que el poeta Salustio


Gonzalez Rincones,

quien lo empujo practicamente a embarcarse rumbo a Espana. Monasterios contan'a mas tarde
que su decision de

marcharse se debio al temor de que la pension de 120 pesos que le pasaba el Gobierno del Estado
Lara pudiera serle

suprimida, tal como ya habia ocurrido con la beca anterior del Ministerio de Instruction. Espana
representaba una

garantia de estabilidad.

Al regresar de Espana, cuatro arios despues no se incorporo inmediatamente a la actividad del


Circulo de Bellas Artes,

como hubiera resultado previsible, sino que, movido por una actitud sentimentalista se marcho a
Barquisimeto, lo que

fue un error.

Por lo dicho, se deduce que la intervencion militante de Monasteries en el Circulo de


Bellas Artes fue muy limitada, como la del mismo Reveron; ambos manifestaron
muy
pronto, a su arribo a Venezuela, ser espiritus muy independientes. Es cierto que
obras de
ambos artistas fueron incluidas en el Primer Salon del Circulo, pero esto
no'comprueba,
mas alia del sentido solidario, una militancia transformadora. No deja de ser una
paradoja el hecho de que comience a hablarse del Circulo como de un movimiento
importante, como de un nuevo camino del arte venezolano, precisamente cuando ya
la
asociacion se habia desintegrado y muy pocos de sus numerosos integrantes de 1912
habian logrado sobrevivir. Son estos sobrevivientes, entre ellos, Monasterios, los
que le
han dado vigencia historica, curiosa-mente no a traves de la accion programatica de
signo grupal, sino por lo que cada uno de ellos, a partir de 1918, pudo hacer con su
propia libertad para alcanzar un desarrollo personal.
PR1MEROS RETRATOS FAMILIARES
Entre 1920 y 1924 Monasterios realizo un buen grupo de retratos familiares,
incluidos el
suyo propio y los que le consagrara a Isabel, con quien habia contraido nupcias en
1920.
Es probable que haya sido sensible en estas obras a la influencia indirecta, aunque
diluida, de Ignacio Zuloaga, sobre todo por la firmeza del modelado que imprime a
sus
estudios de Isabel, y notoria-mente en el retrato que le hiciera a esta en 1920, obra
fundamental en la produccion de nuestro artista.
Incluso, en la atmosfera densa de la habitation, en el decorado de la sala y en el
atuendo
de la muchacha, se observa en esta obra cierto aire de la pintura espahola. Aunque
eventualmente, a lo largo de su carrera, Monasterios ensayo nuevamente el retrato,
ya
no volveria a conseguir el grado de penetracion psicologica que alcanzo en los
retratos
de Isabel, algunos de los cuales no se sustraen a ciertos acentos expresionistas que
podrian venirle de su conocimiento de la escuela catalana, de Ramon Casas e Isidro
Nonell, tambien. Quizas pensaba el artista barquisimetano que la figuration podia
ser,
aun con mas propiedad que el paisaje, un camino para su obra, como tambien lo
penso
en cierto momento el Reveron de la epoca azul; y de alii que la obra paisajistica de
Monasterios sea muy escasa entre 1920 y 1924, cuando todavia vivia en la Pension
Inglesa, residencia de la familia de su esposa, en donde se habia instalado en 1918.
RJNRETRATO EN 1920
En el "Retrato de la esposa del pintor", de 1920, Monasterios creo inteli-gentemente
dos focos
de interes que se reparten la atencion del espectador. De una parte, esta la naturaleza
muerta que
se levanta sobre el eje vertical del gueridon, con el florero recortado en el borde
superior (a fin
de no hacerse tan llamativo que peligre el equilibrio de la composicion); y por otro
lado, a la
izquiy^kr, el rostro incisivo, o mejor, los grandes ojos con que, Candida y
desronfiada, Isabel
mira hacia un observador imaginario ubicado en la misma posicion que tomo el
pintor al
realizar el cuadro. El espario repre-senta un rincon de habitacion, muy f i n de siglo;
pero notese
que Monasterios suprimio la raya donde deben'an encontrarse las dos paredes que
forman
angulo en el rincon; luego pinto una banda marron encima del zocalo, corriendola de
lado a
lado, en linea recta para suprimir asi el angulo que tendria que formar. De esta
manera deforma
voluntariamente la linea del horizonte, trastoca la perspectiva para enfatizar los
primeros pianos
y logra, en fin, un desequilibrio de la perspectiva parecido al que derivaba, para
Monasterios
mismo, de la ensenanza de Cezanne.
REMINISCENCIAS SIMBOL1STAS
No fueron ajenos algunos de nuestros pintores de cominzos de siglo a ensayar tin
simbolismo
elemental que tuvo, si bien es verdad, un aire rezagado y como otorial frente a las
creaciones del
Modern Style y de la Secesion en qLie se inspiraban.
Los mejores que se desenvolvieron en este genero fueron el espanol Victo-riano de
Vicente Gil
y los venezolanos J.M. Vera Leon y Pedro Zerpa. Este ultimo era profesor de paisaje
en los
tiempos en que Monasterios estudiaba en la Academia de Caracas. Aquellos
maestros ctiltivaron
a ratos un tipo de paisaje alegorico, muy decorativo, a semejanza del que, con
factura gruesa,
realizo Boggio hacia fines de siglo, en Pan's. Los campos arados por bueyes, por
otra parte un
motivo facil de topar a diario en el valle de Caracas, se veian usualmente en
ejercicios retoricos
hechos por profesores y alumnos de la academia, obras pintadas en el taller pero que
les
permitian a estos emplearse a fondo en un tratamiento en espesor de la factura, con
un colorido
proximo a la gama impresionista. Estas composiciones cumplian funcion decorativa
y nunca
fueron tomadas bastante en serio.
Fue mucho mas tarde, en 1923, teniendo como pretexto hacer un retrato su esposa,
cuando Monasterios evoco ese genero de composicion que usu: mente se pintaba
sobre
lienzos de gran formato; utilizo un bastidor regular tamano para plasmar su Paisaje
de
Petare, en la coleccion Violc Monasterios, en el que el lector advertiria la intencion
simbolista. La imag femenina ocupa un primer gran piano enmarcante para hacer
elocuente asociacion que hay entre la belleza mestiza, saludable y energica, y el cam
de
labranza, simbolo del trabajo creador. He aquf, pues, una metafora de nacionaUdad.
A
despacho de su tono discursivo, el paisaje aparece lleno vida yapunta hacia la
caracteristica principal de la obra madura de Monast rios: la biisqueda de la luz por
medio de la iluminacion natural q proporciona el color.
EVOLUCION IMPRESIONISTA. CONSEJOS DE EMILIO BOGGIO
Monasterios conocio a Boggio cuando este vino a Venezuela, por bre tiempo, en
1919.
Entonces el Impresionismo no era nada nuevo para < Mientras estudiaba en Espana
recibio cierta influencia de este movimient de forma indirecta, a traves de pintores
espanoles como Regoyos, Echevan y, sobre todo, Sorolla. En 1918 ejecuto su obra
Rancheria en Catia, pais< resuelto con una factura de colores vivos y gran libertad
de
ejecucion, q puede situarse en el comienzo de su evolucion impresionista. Se ha
sugeri<
la influencia de Samys Mutzner sobre Monasterios y aunque esta suposici< es
discutible
—no fue reconocida por este ultimo artista—, es obvio que h rasgos comunes entre
los
dos pintores por el gusto de la policromfa. Pe Mutzner muestra un estilo preciosista,
en
tanto que Monasterios es impi sivo, desenfadado, desigual, poco ortodoxo. Poco
antes de
partir para la is de Margarita acompariando a Ferdinandov, presencio la exposicion
de !
lienzos que Boggio abrio en la Escuela de Musica y Declamacion, en Caraca pero su
manera estaba ya suficientemente definida para sentir la influenc del maestro
francovenezolano,
quien le aconsejo que pintura con una gan mas limitada de colores. Consejo
dificil de seguir por un pintor tan reacic formulas. Es posible que un cuadro como
Paisaje
de Por/awar, pintado mediados de 1919, recuerde de un modo deliberado ciertos
acentos
< Boggio, aunque no se tratara, por otro lado, de una obra importante. menudo la
critica
olvida que los artistas venezolanos de comienzos de sig recibieron conocimientos
solidos
en la Academia de Bellas Artes de Caraca
e opta por acudir al prejuicio de suponer que cualquier adelanto alcanzado
cempranamente en
sus obras es resultado de la influencia o la education europeas. Es asi que el exito en
el
tratamiento de los cielos en los paisajes de Monasterios, suele arribuirse
erroneamente a la
influencia de Zuloaga, cuando en verdad procede de la ensenanza de Herrera Toro,
maestro que
merecio ser reconocido por nuestro paisajista como "un profesor generoso y sin
reservas con sus
alumnos".
ACERCAMIENTO A LOS FAUVES
Solicitar del artista una mayor libertad ante la naturaleza suponia romper con la
perspectiva<tradicional, en beneficio de una pintura plana eri donde el
significado^estuviese
ahora atribui'do, no a la representation, sino a la organizacion, a las tensiones, fuerza
expresiva y
el equilibrio interno de los colores.
Hacia 1927 Monasterios arriba a una formula de mayor autonomfa y exaltation del
color,
teniendo a la vista el ejemplo de los pintores fauvistas. El cuadro alcanza a ser una
estructura
parecida a un mosaico multicolor, compuesto con los primarios y secundarios,
yuxtapuestos sin
proponerse representar la perspectiva o profundidad. Es el momento de mayor
acerca-miento al
arte contemporaneo, tal como se desprende de ciertas obras de 1927; exploration y
no
experimentation, que le permitfa profundizar en el misterio del color.

EL PERIODO BLANCO

En el tropico, por efecto de la luminosidad intensa, cuando los colores locale son vistos

de cerca, resultan vivos, intensos y contrastados; pero esos mismo colores, observados a
distancia en el paisaje abierto, aparecen a nuestros ojo absorbidos por una tonalidad

blanca e iridiscente en la que se halla resumid toda la gama cromatica. *^y

Fue este el fenomeno que advirtio Reveron, por una via contraria a 1 tendencia colorista

de sus companeros de generacion. Y es que la mayoria d nuestros paisajistas actuaban de

manera subjetiva cuando empleaban lc colores vivos para pintar los pianos alejados en

un cuadro; subjetivismo qu era de signo expresionista.

Pasado el fervor por el cromatismo exaltado, a partir de los anos 30, esc mismos

paisajistas, con Reveron a la cabeza, comprenderian que se ajust mas a la verdad de la

naturaleza una armonfa que tiende a la uniformidad d tonos que al contraste de colores.

Por otra parte, la iluminacion regular intensa, tal como aparecera en el paisaje desde

entonces, hace ver que 1 representacion de la realidad es mas efectiva cuando se usa el

color e extension, por pianos, y no cuando se le emplea en forma dividida y pastoss a

causa de que la luz de nuestra atmosfera elimina las sombras acusadas interpondiendo

entre las formas de la naturaleza y nuestra vision un pantalla cristalina y transparente.

Desde luego, pintores como Monasterios constituyen excepcion dentro d este codigo

preceptivo adoptado en adelante por la Escuela de Caracas, pel su obra no hace sino

confirmar la regla.

No obstante, comprendio el misterio que se ocultaba detras de la luz blanra De hecho, su

metodo de pintar implicaba ya un analisis del color bajo 1 accion de la luz del tropico.

Pinceladas cortas y nerviosas yuxtapuestas pianos de tonos extendidos. Fue asi como

hacia 1930 llega a componer su paisajes dentro de una gama tendiente al bianco. Obra

que no negaba e modo alguno sus dotes de colorista, sino que mas bien las sintetizaba,

com en el caso de Reveron, en su grado absoluto. Mas tarde, o casi de seguid; volvio a

su colorido habitual, como correspondia a quien tenia en este un manifestation de su

vitalidad.
ENTRE EL INSTINTO Y LA RAZON: FEDERICO BRANDT

Cierro acercamiento a Reveron y a Brandt esta presente en buena parte de la production de este

fertil y vigoroso periodo que ubicamos entre 1927 y 1931. Sobre todo hacia 1930, ano en que la

obra de Monasterios, coinci-diendo en tiempo con la de Brandt, alcanza un altisimo desarrollo,

com-probable no solo en numero sino, lo que es mas importante, en la calidad de su pintura.

Dijimos que el primer contacto entre Brandt y Monasterios data de 1909, cuando aquel actuo

co^^nrado en el Concurso Anual de la Academia, donde estudiaba Monasterios; Brandt era ya un

pintor hecho y derecho aunque su obra no alcanzo una via personal sino bastante mas tarde, a

partir de 1916, momentos en que Monasterios efectuaba sus primeras tentativas satisfactorias. La

diferencia de caracteres y de education obstaculizaba la comunicacion entre uno y otro, amen de

que Brandt era retraido y solitario. Monasterios, por su lado, representa al tipo de artista llano y

activo, espontaneo y de suyo poco entregado al orden que impone un hogar adusto, sedentario,

sencillo pero refinado, como era el de Brandt.

Esta diferencia de caracter no obsto para que los dos artistas mantuvieran una admiration mutua,

que nacia de lo que en cada uno parecia ser un don instranferible y codiciado de una esfera a otra

de la experiencia practica. Lo que en uno habia de inteligencia conceptual, en el otro abundaba en

impulsos frescos y en clarividencia. Brandt descubrio en el otro la esponta-neidad grata que

facilita una expresion franca y saludable, nacida de una sensibilidad cromatica natural, que se

ejerce sin mayor reflexion ni autocri-tica, por via intuitiva, de un modo maravilloso. Brandt busca

afanosamente esta pureza mas alia de la cultura plastica, como quien trata de entender y de

apropiarse de la sabiduria de un nino.

Mas libertad, mas imagination.

Por su parte, Monasterios necesita aprender en el rigor compositivo de Brandt, en su voluntad

ordenadora y en su capacidad para el analisis.


La forma construida por oposicion a la forma librada al proceso de pintar frente al motivo.
Pensamiento frente a sensorialidad. El resulrado de est; compenetracion,

surgidade las limitaciones mismas del talento, fue positive en alto grado para Monasterios,

tal como lo demuestran las peculiaridade tecnicas que se observaran, entre 1927 y 1931, en

su produccion.

Incidencia en el tema del bodegon y la naturaleza muerta, que en Monaste rios deriva de la

influencia de Brandt. La disposicion abreviadament cezanniana, adoptada por aquel al

realizar estas pinturas insolitas en si trayectoria, es tambien un vinculo estilistico. El

caracter preciso y esponta neo de la construccion formal mediante el color a partir de un

trazi estructural que acusaf^Tescorzo de la forma. El empleo de pigmentos poo diluidos

sobre la tela cuyos poros se sienten animados por la respiracion de soporte.

MONASTERIOS Y REVERON

Resulta diffcil acceder a un parangon entre estos pintores como no sea par advertir mayor

niimero de diferencias que de afinidades. Reveron fue basi camente un dibujante, en tanto

que Monasterios es un colorista. Mientra aquel despoja su paleta en procura de una

sintesis en la cual la presencia de color quedara reducida a la luz pura, en tanto que

deslumbramiento resplandor sustancial, Monasterios tiende por temperamento a exaltar vo

luntariamente la realidad del color, sin abstraer de este la riqueza de 1 pigmentacion.

Ciertamente, ambos han partido de una fuente comiin, e Impresionismo y han

desarrollado, en sus comienzos, entre 1914 y 1920 obra parecida en su planteamiento

cromatico.

Monasterios, enamorado de la visi6n sensual de las cosas y de la ubicuida personal, es un

viajero impenitente de la geografia fisica que, de lugar e lugar, atestigua en su obra. En

tanto, Reveron apenas necesita oir detras de s el sonido clamoroso del mar y el viento en

los uveros; en contadas ocasiones s ha alejado del castillete donde ha vivido y sonado

durante 30 anos seguidc para encotrar un paisaje distinto al que le resulta familiar. Se diria
que es u pintor monotematico. Reveron y Monasterios, empero, son artistas qu

representan el sentimiento del color. La diferencia consiste en que el primer trata de captar

el fenomeno fisico en la naturaleza profunda de su vivencis Monasterios ve el cambio en

las apariencias y su ojo queda fascinado por s don propio de descubrir el color en todas partes, alii
donde Reveron, por exceso de misticismo y

no de vision, termina por anularlo.

COINCIDENCIAS GENERACIONALES

Monasterios hizo varias versiones de la fachada de la Casa del Paraiso de Gamboa, en donde,

segiin Boulton, residia hacia 1930. La pincelada divi-dida, vibrante y gestual, tiene por esta

misma epoca algo en comun con la de Reveron, palael trazado de las enramadas, enmarcantes en

un primer piano y tratadas por suspension, con gran autonomfa cromatka respecto a los pianos

alejados; el mismo punto en comun con Reveron se aprecia en el grafismo de las sinteticas notas

de la empalizada. Monasterios, cosa frecuente en el, utilizo en esta obra varios conceptos

tecnicos: el empaste corrido y liso en los espacios arquitectonicos, ricos en trasparencias y

matices; el color local en texturas y primeros pianos terrosos; y finalmente el toque fraccionado,

yuxtapuesto y/o superpuesto, formando parcelas o lunares de gran dina-mismo en las areas de

vegetacion, arboles, plantas, en donde juega libre-mente con los complementarios. El empleo de

tonos o colores frios para animar las sombras en las partes iluminadas de la composicion y,

viceversa, el empleo de una gama de calidos en las partes sombrias de esta, es un principio

aplicado por los impresionistas al que los pintores del Ci'rculo de Bellas Artes sacaron el mayor

provecho a traves de la observacion de estos efectos en la naturaleza.

REFLEXION SOBRE LO ARQUITECTONICO EN CESAR PRIETO Y

RAFAEL MONASTERIOS

Comparado con Cesar Prieto, Rafael Monasterios es un pintor barroco. En este la arquitectura es

incidental, motivante, no constituye, como en Prieto, el tema central y unico del cuadro, sino mas

bien es la apoyatura del color, su pretexto. El dibujo no es fundamental para la construccion


interna de la obra y a menudo esta yuxtapuesto para delimitar los contornos de las masas y

accidentes del terreno y para subrayar el ritmo siempre dinamico de las formas, denunciando el

escorzo de estas a traves de una lfnea valorizada; en Prieto el color es constructive y las formas

se orientan hacia lo estatico y solido, tanto como es clasico su gusto por la estereometria y por la

ordena-cion equilibrada de la forma en el espacio. Aunque pinte observando la constantemente


alterado por los cambios que va produciendo durantt el proceso de pintar,

cambios que convienen a su inclinacion al movimiento a la fragmentacion y expansion

del color que se originan en una sensibilidac mas atenta a la atmosfera de las cosas que a

la realidad de estas.

Tal tendencia al fraccionamiento y al movimiento expansivo y excentrico s aprecia mejor

en sus cuadros con motivos de calles en donde el dinamismo d la pincelada coincide con

la irregularidad y quiebre de pianos y volumenes como cuando pinta aleros desiguales,

escalonados y masas tambien irregu lares en la disposicion de muros y fachadas.

Preferencia del motivo riistico y pobre, en detrimento de los conjuntc suntuosos,

palacios y mansiones de los centros capitalinos; alejamiento haci lo suburbano y

aledafio, hacia el barrio montaraz donde el callejon de tiert irrumpe de improviso en el

rincon agreste. Todo lo que le permite un imagen directa, familiar y simple en su

enunciado, evitando lo que, por s complejidad, desconoce o podria parecer afectado,

contrario a su verda interior y a su alma rebelde, ajeno a su mundo sincero y diafano y a

si costumbres pueblerinas. R.R. Gonzalez, Monasterios, Prieto y, en algur medida,

Brandt, son los poetas de una epica arquitectonica de espirit popular.

1936 - 1940: EL PAISAJE LARENSE

De 1936 a 1940 Monasterios vivio en Barquisimeto, en donde alterno 1; clases en la

Escuela de Artes Plasticas, de la que era flamante director, con s trabajo de paisajista. No

obstante, su produccion de este periodo, no fue ta continua ni indagadora como en la

etapa precedente, de 1930 a 193' periodo muy fertil en planteamientos de estructura y


color. Durante < permanencia en Barquisimeto se limito aplicar conocimientos ya adquir

dos, sin que esto quiera decir que la calidad de su obra hubiese venido menos. Al

contrario, Monasterios ha Uegado a su madurez y puede pint ahora sin sentirse

apremiado por la falta de recursos economicos que le haa depender, para sobrevivir, de

la siempre dificil demanda de su obra. Aho puede pintar con mas libertad de

movimientos y darse el lujo, incluso, i reservar algunas piezas para las exposiciones

colectivas en Caracas.

En esta ultima ciudad comienza a perfilarse una expectativa interesante, que capitalizan Enrique

Planchart, Cabre y Monsanto, en torno a los preparati-vos para inaugurar el Museo de Bellas

Artes, cuya apertiira tiene lugar en 1938. Una obrade Monasterios, unPaisaje de Santa Rosa,

pintado en 1937, y adquirido por el Ministerio de Educacion, figurara en la exposicion inaugural

del nuevo instituto.

Monasterios se ocupo en animar el movimiento artistico en Lara y pueblos circunvecinos y

desplego intensa actividad para difundir las artes plasticas en la region, con un resultado que no

volveria a verse despues de el. Se mantuvo en estrecho contacto con la Escuela de Artes Plasticas

de Caracas, cuyas pautas docentes siguio al introducir, en 1937, materias de artes decorativas,

oficios artesanales y cursos de arte libre. Monasterios, ademas, presento en Barquisimeto

exposiciones de maestros y estudiantes de la Escuela de Artes de Caracas y asimismo organizo

muestras del trabajo de sus alumnos en otras ciudades del pais. Esta actividad mermo el

rendimiento de su propia labor pictorica, aunque quizas fue en esta epoca cuando llevo a una

relacion espiritual profunda su contacto con la region donde habia nacido, datando de entonces,

tambien, su inclinacion a viajar constante, amorosamente, por poblados y caserios interioranos

en busca de motivos para su pintura.

Viviendo en Barquisimeto, realizo varios paisajes de Santa Rosa, el motivo mas abundante en

toda su obra, pero tambien dejo buenas muestras de su pintura en Sanare, Guarico, Duaca y
Quibor, talvez con intencion mas anecdotista que en el perfodo caraqueiio anterior. Sin embargo,

su produc-cion nos ofrece altibajos en este momento de madurez en que disfruto de sosiego y

alegria, tal como lo revela la vivacidad y el encanto bucolico de sus paisajes larenses.

EN MARACAIBO

Monasterios vivio en el Zulia en e! rranscurso de 1941 a 1942. Paso aqui nueve meses. Por

insinuacion de Jose Nucete Sardi, encargado para aquel momento de la Direccion de Cultura del

Ministerio de Educacion, acepto dirigir la Escuela de Artes Plasticas de Maracaibo. Fue el mismo

ano en que obtenia el Premio de Pintura, en el II Salon Oficial.

Esta experiencia docente no fue tan afortunada como la de los cuatro anos que estuvo al

frente de la Escuela de Arte de Barquisimeto, entre 193 1940. El pintor encontro una

serie de dificultades y de carencias que ven afectando a la marcha del plantel desde su

creacion. Monasterios habia s designado para efectuar su reforma. Pero gran parte de su

gestion la per en diligencias administrativas con el fin de obtener del Ministerio

Educacion la dotacion minima que, a su juicio, requerfa una escuela de e tipo. Todavia

en diciembre de 1941 Monasterios se quejaba de que la escu siguiera careciendo de

secretaria y de profesor de paisaje. El local sumamente inadecuado y su "patio de

recreo" era compartido por alumnos de la Escuela de Derecho de la Universidad del

Zulia, los cu* "producian aglomeraciones que obstruian el buen funcionamiento de

Academia". Monasterios tuvo problemas para adaptarse al clima de Ma caibo y se le

presentaron trastornos de salud que influeyeron en su decision regresar a Caracas,

renunciando a la direccion del plantel al concluir el { lectivo.

Pinto muy poco durante este lapso. Se conservan varios paisajes, uno ellos, con el tema

del antiguo convento de San Francisco, que le adquiri Juan Liscano, y dos naturalezas

muertas, realizadas en un estilo mas descr tivo que el de las que ya conociamos, de 1930.

En sustitucion suya se nombrado M. A. Puchi Fonseca, por cuya iniciativa se le dio a la

Escuela Maracaibo el nombre del paisajista Julio Arraga. En 1950, fallecido Pu Fonseca,
se encarga de la direccion de esta un alumno de Monasterios: Je Soto.

AIRES DE RENOVACION

Poco despues de regresar a Caracas, procedente de Maracaibo, Monaster ingresaria

como profesor de paisaje en la Escuela de Artes Plastica; Aplicadas de Caracas, llamado

por A.E. Monsanto y Manuel Cabre (194 Nuestro pintor iba a desenvolverse en este

centro de ensenanza al margen los conflictos generacionales que desencadenarian, a

partir de 1944, i serie de huelgas y acciones protestarias por parte del alumnado. Hay

pruel de que el trabajo pedagogico cumplido por Monasterios, como convenia a

solvencia, fue satisfactorio y productivo, a lo que contribuyo su carac afable y

preocupado y el respeto que los estudiantes sentian por una obra qi como la suya, podia

ser mostrada como ejemplo que escapaba a las formu naturalistas atacadas por la nueva
promotion. Alejandro Otero, quien ya lideralizaba, desde los tiempos de la escuela,

el movimiento de vanguardia, exclufa a Monasterios del grupo de profesores cuestionados, dentro


y fuera del plantel,

por los jovenes que luego constituirian el grupo deLos Disidentes.

Monasterios continuo en su labor docente hasta 1956, ano en que fue jubilado por el M.E. Muchos
artistas de las

generaciones que pasaroh por la antigua Academia, donde Monasterios enseno de 1930 a 1936,
como tambien por la

Escuela de Artes Plasticas de Caracas, donde estuvo desde 1942, reconocieron que tuvieron
influencia temprana del

pintor barquisi-metano, notoriamente, para citar solo algunos, Hector Poleo, Mendez Osuna,
Fabbiani, Armando

Barrios, Mateo Manaure.

El perfodo que ubicamos entre 1942 y 1945, ano este ultimo que resulta consagratorio para
Monasterios, fue uno de

los mas productivos y logrados. Su signification es tanto o mayor que el que le damos al periodo
transcurrido entre
1927 y 1936. Aparece en este momento un mayor equilibrio entre colorido, estructura formal y
dibujo. El rasgo suelto

y fragmentario de su pincelada se hace mas homogeneo y se extiende al tratamiento general de la


composicion,

uniformado por una entonacion calida reflejada por prados y pastos que ocupan primeros pianos
de gran dinamismo

cromatico. El punto de vista esta mas alejado. Se aprecia marcada tendencia al paisaje abierto,
teniendo como tema el

valle de Caracas, la serrania del Avila o aspectos muy pintorescos de Los Andes, en tanto que la
estructura formal,

como ocurria al mismo tiempo con la obra de Cabre, enfatiza la monumentalidad del motivo.
Abundan los paisajes del

Paraiso, La Vega, San Jose, con vista hacia la montana. 1945 marca un momento muy alto en la
calidad de su

production, tal vez el mas alto. Es el mismo ano en que concluye un segundo viaje por Los Andes
venezolanos, a

continuation del cual pinto en El Hatillo y Los Guayabitos un con junto de paisajes que
completarian, junto con los

paisajes avilenos y andinos, la mas importante de sus exposiciones individuals que realizara hasta
ahora

LOS INICIOS DE LOS 40

Entre su arribo a Caracas, tras renunciar a la Escuela de Artes de Barquisi-meto, y su

nombramiento para dirigir la de Maracaibo, transcurre ano y medio, lapso durante el cual

Monasterios trabajo en Caracas, intensamente. Retorna a su casa en Prado de Maria, en

cuyos alrededores abundaba el tipo de paisaje sin organizacion central, disperso y

entreverando casas y vegeta-cion, que habia preferido pintar. Pocas de sus obras estan,

hasta ahora, basadas en el tema del Avila. El paisaje con este motivo, en que se centro la

obra de Cabre, suele exigir un tratamiento de las distancias alejadas, antes que de los
primeros pianos, lo cual estaba renido con esa inclinacion a la tactilidad que ama

Monasterios, siempre interesado, como veremos, en ia materia y la textura de las cosas.

La heterogeneidad del asunto conviene a su gusto por la composicion detenida en pianos

ricos en matices, tanto en los volumenes como en las sombras, dadas con color. La

factura de este perfodo, en el cual no hay elementos de innovacion, nos retrotrae a la

epoca en que dividia el color para lograr un estilo policromo, vivido y nervioso. Quizas

es en esta linea de trabajo, mas que en los cuadros de composicion estatica y colorido

sobrio, donde encontramos sus mayores logros. Puesto que todo lo que se asocia al color

sera siempre el aspecto mas inspirado de su trabajo. En tanto que no asf el relacionado

con el dibujo y los valores.

EL PAISAJE DE LOS ANDES

Para Monasterios, ya lo hemos dicho, la belleza o singularidad del motivo era

secundaria, puesto que su obra no dependia tanto de la imagen vista en la realidad como

de la emocion que experimentaba al pintar frente al natural. Se explica asf que el

constante cambio de motivos en su trabajo era mas consecuencia de su sed de viajero y,

por lo tanto, de una necesidad de desplazamiento que le permitia renovarse con cada

nueva incursion, que de su gusto de las imagenes ineditas.

Los paisajes de Los Andes ofrecian mucho parecido con los de Caracas. Frente a estos

valles siempre verdes y cambiantes, con sus volumenes rotundos y planicies coutrastadas,

Monasterios se sentia a sus anchas. EI paisaje rnonu-, mental, avasallante de verdes,

obviaba asf toda referencia arquitectonica y humana en la que el artista buscaba apoyo

cuando se trataba de un paisaje agreste, como el de Lara.

De hecho, la obra andina de Monasterios, por la fuerza que deriva de una mas estrecha

vivencia de la energfa telurica, de la vitalidad de la naturaleza, se situa entre sus

producciones de mayor lirismo y fuerza.

DOS PAISAJES ANDINOS


Como Manuel Cabre, y quien sabe si estimulado por este, Monasterios efectuo en el

curso de 1943, 1944 y 1945 tres viajes a la region andina con el proposito de pintar.

Aplicaba su metodo trashumante, que tan buenos resultados le habia dado hasta ahora.

Por primera vez se apartaba, para pintar, de la ruta que conducia de Caracas a

Barquisimeto. En 1944 trabajo en San Lazaro y en La Plazuela, en el Estado Trujillo. De

estas poblaciones son dos paisajes que brindan, a diferencia de sus vistas urbanas

realizadas con anterioridad, un planteamiento novedoso dentro de su obra. La calle esta

facetada siguiendo el escalonamiento indicado por la curva de la pendiente del cerro. Los

distintos niveles de altura en las paredes, aleros y zocalos, imprimen un alegre aunque

reposado dinamismo a toda la composicion, contribuyendo a realzar, con su descripcion,

la belleza colonial del motivo asf como la agradable disposicion plastica del con junto,

en una y otra obra. Por el contrario, en la mayor parte de sus paisajes urbanos,

Monasterios hacia referenda a un punto de vista ubicado en posicion lateral o elevado

sobre casas y edificaciones. Sus temas principales fueron, en tal sentido, caserfos,

ranchos o vegas en torno a los cuales se extendfan campos cultivados, rastrojos o

terrenos baldfos, donde se levantan, aqui alia, un arbol o un seto. Los grupos de casas

aparecen entremezclados con el refrescante panorama de verdes.

EL DESNUDO FEMENINO

Monasterios sentia admiracion por la pintura de Henri Matisse, con la que tenia, por

supuesto, afinidades en cuanto a vivacidad y candor del color, si no en conceptos. La

vision de Monasterios esta mas proxima al naturalismo y de alii que represente el objeto

y su organizacion espacial en una medida en que ya no se trata, en su obra, de crear un

equivalente emotivo de la naturaleza, como se proponfa Matisse, sino de ajustarse a esta

conforme a una interpre-tacion poetica de los datos objetivos.

Es presumible que la obra de Matisse (tanto como la de Pierre Bonnard) le haya

estimulado a pintar a lo largo de su carrera un tipo de interior con desnudos femeninos


empleando modelos vivos. Se ha considerado, general-mente, que estos cuadros,

aislados dentro de su gran obra paisajistica, constituyen la parte mas floja de su

produccion y Boulton no les ha dado mayor importancia al punto de que los omite en

su libro sobre el pintor, y tampoco selecciono ninguno de ellos para integrar la

retrospectiva de 1981 en el Museo de Arte Contemporaneo. Lo que consideramos un

error. Los desnudos y retratos de muchachas en una ambientacion interior, tanto como

las naturalezas muertas, representan dentro de su carrera una faceta esclare-cedora sin

la que no se explica la tendencia sensorialista a plasmar la calidad tactil de objetos,

formas y carnaciones. Esta tendencia, muy actualizada hoy por los artistas venezolanos

de la decada del 70, se aprecia en el gusto de Monasterios por las patinas de los muros

y por toda serial de envejecimiento de la materia. Sin el refinamiento de un Matisse,

Monasterios supo expresar la sensualidad opulenta y simple de sus modelos

femeninos, a tiempo que ensayaba crear, en armonia con estos, una ambientacion

amable y sencilla, distendida y rica en pianos modulados con las variables de color y

textura que le ofrecian objetos, mobiliario, telas y elementos del decorado. Poco

importa frente a esta exhuberancia amable de las cosas, que el dibujo sea torpe y la

vision ingenua. Poco importan las incorrecciones involuntarias en que incurre el

artista. Monasterios, como lo reconocio Enrique Planchart en 1945, sabia plantar sus

figuras en el espacio, tratese de paisaje o escenogra-fia, como referenda humana y sin

proposito anecdotista. En los interiores con desnudos, este proposito tampoco existe y

lo que importa subrayar en ellos no es su parecido con la realidad de la pose academica

elegida, sino el clima poetico que, fundamentandose siempre en la verdad del color y

en su capacidad de despertar emociones saludables, nos lleva aqui a entender la pintura

como una realidad en si misma.

LA TECNICA

Del mismo modo, el rito de pintar excluye toda intencion magica, a diferencia de
Reveron, quien ponia gran enfasis en la estetica del acto de pintar. Espiritu practico,

para Monasterios la tecnica es un medio que le permite materializar una vision

objetiva. Su metodo es, a este respecto, eficaz y simple:

Monasterios deja secar sus lienzos, generalmente comienza a manchar el viernes y hasta el

lunes no vuelve sobre el cuadro. Lapureza de los distintos tonos y la limpiezas de la paleta son

exigencias a las que el somete de manera tal su ritmo de trabajo. Su pincelada es breve y fir me

y la (cap a) de pintura, delgada. Los efectos no se Iogran a base de modelacion con masas de

pigmento, sino por contrastes, a veces violentos, de colores, en una desnudez tan dificil como

sincera"

JOSE ANTONIO RIAL

Estan/pas de EI Universal, 25.22.58

UN PINTOR DEL TIEMPO

Monasterios es, por excelencia, un pintor del tiempo, del tiempo en cuanto este acusa su

transito en las texturas, en la patina de objetos y masas expuestos a la intemperie, a la accion

del viento, la atmosfera, la lluvia, en una palabra a la transformacion poetica de las superficies,

muros y fachadas lavados por lahumedad.

El tiempo sigue aqui su inelectable curso, en un marco pobre y precario, donde todo esta dejado

a un abandono consustancial, inherente a los cambios que la naturaleza va produciendo, por via

de envejecimiento, en el color, en la vida. Convertido en un poeta atento a los detalles, al

reverdecer y al morir, a la belleza y a la finitud de las cosas, en un poeta que ama lo natural

preferiblemente a lo artificial, Monasterios ha perseguido la textura de las paredes de

bahareque, del muro de mamposteria, con devocion obsesiva, originaria, y de alii tambien su

amor a lo rustico, a lo precario, a lo antiguo y perecedero, a lo primitivo que alcanza su estado

de gracia en el abandono con que cantan estas superficies dejadas a ellas mismas, a sus efectos,

mas frecuentes de apreciar en la arquitectura pueblerina que en la mansion o en la calle

principal (salvo que estas presenten estado de ruina), efectos cuya apariencia satisfacen la
exigencia de este artista solitario, acostumbrado a la pobreza, enemigo de la retorica y de la

ostentacion.

CALLE DE UN CUADRO

El Circulo de Bellas Artes fue una agrupacion intelectual que reunio en principio a escritores y

pintores, y aunque el peso de estos ultimos fue determinante para definir la accion con la cual

paso a la posteridad, no debe perderse de vista la relacion que, gracias a esta alianza de arte y
literatura, llevo a los

poetas a ocuparse de la pintura, bien ensayando la critica artistica, bien escribiendo textos

inspirados en cuadros.

Uno de nuestros poetas contemporaneos del Circulo fue Rodolfo Moleiro, autor de una

obra cuya brevedad esta compensada por su sintesis, rigor y densidad en la expresion de

imagenes visuales de gran fuerza evocativa. Moleiro se baso en un cuadro de Monasterios

para escribir en 1950 el poema que dice:

CALLE DE UN CUADRO

Es su dia tan puro,

su torre tan callada,

Tan elusivo el aire de su mundo

como una clara infancia.

Yo se lo que me digo: Infancia en esa luz del

encalado. En los primores del por ton antiguo. En

los copos que llueve el ceibo anciano, Calle con

brisas de alma. Hecha para pasear en el

recuerdo. De otro modo no explicas la fragancia

En que trasciende su escondido huerto. Todo es

alma en el tiempo.

El farol y los prodigos aleros Como para una


noche de lloviznas.

AI go se espera, algo

0 serranas canciones

0 un hombre que detiene su caballo

0 el pregon de las flores.

RODOLFO MOLEIRO

("Reiteraciones del bos que y otros poentas". A.E.V., 1951.

El tiempo o quizas la imagen de su transcurso visible

sobre un muro donde la mancha atestigua

el lento desmoronamiento de la hora.

La calle es como una escritura

urdida por los pasos sobre el barro

que de tarde en tarde un viajero impasible

intenta leer para sentir mas proximo su destino

ignorando que el misterio

es la unica respuesta que, en si misma,

da la pintura. J.C.

EL TRAPICHE DE LAS ADJUNTAS

El viejo trapiche de la Hacienda La Majada, en Las Adjuntas, fue uno de los temas mas

felizmente tratados por Monasterios. Aunque por temperamento se resistfa a pintar mas de una

vez un mismo motivo, accedio en 1947 a hacer para su hija Violeta, una segunda version del

cuadro que con aquel tema se encontraba en la coleccion de Jose Rafael Iribarren, pintura que

formo parte del envio que le valiera ganar el premio de Pintura, en el Salon Oficial, en 1941.

Monasterios trato aqui de repetir el encanto de aquel primer cuadro, su cromatismo calido y

sonoro, cargando de expresividad el dinamico ritmo de la composicion, pero dado que no se

baso para este nuevo cuadro en la obra de 1930, sino en el paisaje real, ya algo cambiado en su
aspecto, el resultado no pudo ser, afortunadamente, una replica sino otra pintura, de valor

autonomo. Monasterios hizo otra version mas de la fachada del antiguo trapiche, esta tambien

en 1947.

LA INVENCION DE LA LUZ

Al pintar del natural Monasterios no se proponfa, al contrario de Pedro Angel Gonzalez, obtener

una imagen convincente por su grado de verosimi-litud respecto a la naturaleza. Ya hemos dicho

que concebia la pintura como realizacion autonoma. Pero siendo la luz un elemento

fundamental del que derivan la definicion de los colores locales de las casas y los efectos de

tiempo y de profundidad espacial y atmosferica de la composicion, la luz tenia que ser una de

sus preocupaciones fundamentales, aunque no condicionara su realidad a la exactitud de la

representacion del paisaje. Podemos decir, perderse de vista la relacion que, gracias a esta alianza
de arte y literatura, llevo a

los poetas a ocuparse de la pintura, bien ensayando la critica artistica, bien

escribiendo textos inspirados en cuadros.

Uno de nuestros poetas contemporaneos del Circulo fue Rodolfo Moleiro, autor de

una obra cuya brevedad esta compensada por su sfntesis, rigor y densidad en la

expresion de imagenes visuales de gran fuerza evocativa. Moleiro se baso en un

cuadro de Monasterios para escribir en 1950 el poema que dice:

CALLE DE UN CUADRO

Es su dia tan puro,

su torre tan callada,

Tan elusivo el aire de su mundo

como una clara infancia.

Yo se lo que me digo: Infancia en esa luz del

encalado. En los pri mores del por ton

anttguo. En los copos que llueve el ceibo


anciano Calle con brisas de alma. Hecha

para pasear en el recuerdo. De otro modo no

explicas la fragancia En que trasciende su

escondido huerto. Todo es alma en el tiempo.

FJ. fftroi My los. hfodipgs. aleros, Como para una

noche de lloviznas.

AI go se espera, algo

0 serranas canciones

0 un hombre que detiene su caballo

0 el pregon de las flores.

RODOLFO iMOLEIRO

("Reiteraciones del bos que y otros poemas". A.E.V.,

1951.

El tiempo o quizas la imagen de su transcurso visible

sobre un muro donde la mancha atestigua

el lento desmoronamiento de la hora.

La calle es como una escritura

urdida por los pasos sobre el barro

que de tarde en tarde un viajero impasible

intenta leer para sentir mas proximo su destino

ignorando que el misterio

es la unica respuesta que, en si misma,

da la pintura. J.C.

EL TRAPICHE DE LAS ADJUNTAS

El viejo trapiche de la Hacienda La Majada, en Las Adjuntas, fue uno de los temas mas

felizmente tratados por Monasterios. Aunque por temperamento se resistia a pintar mas de una
vez un mismo motivo, accedio en 1947 a hacer para su hija Violeta, una segunda version del

cuadro que con aquel tema se encontraba en la coleccion de Jose Rafael Iribarren, pintura que

formo parte del envio que le valiera ganar el premio de Pintura, en el Salon Oficial, en 1941.

Monasterios trato aqui de repetir el encanto de aquel primer cuadro, su cromatismo calido y

sonoro, cargando de expresividad el dinamico ritmo de la composicion, pero dado que no se

baso para este nuevo cuadro en la obra de 1930, sino en el paisaje real, ya algo cambiado en su

aspecto, el resultado no pudo ser, afortunadamente, una replica sino otra pintura, de valor

autonomo. Monasterios hizo otra version mas de la fachada del antiguo trapiche, esta tambien en

1947.

LA INVENCION DE LA LUZ

Al pintar del natural Monasterios no se proponfa, al contrario de Pedro Angel Gonzalez, obtener

una imagen convincente por su grado de verosimi-litud respecto a la naturaleza. Ya hemos dicho

que concebia la pintura como realizacion autonoma. Pero siendo la luz un elemento fundamental

del que derivan la definicion de los colores locales de las casas y los efectos de tiempo y de

profundidad espacial y atmosferica de la composicion, la luz tenia que ser una de sus

preocupaciones fundamentales, aunque no condicionara su realidad a la exactitud de la

representacion del paisaje. Podemos decir,

incluso, que Monasterios es un pintor de la luz del color, de la misma medida en que P. A.
Gonzalez es, por

oposicion, un pintor de la luz de la realidad.

En tal sentido, conviene distinguir entre dos tipos de iluminacion: una por la cual se imita el
comportamiento

de la luz en la realidad, cuando ella pasa al cuadro como elemento integrado a las leyes de la
organizacion

espacial y a los valores plasticos; y otra, con la cual se plasma en el cuadro una realidad similar al
motivo en
que este se ha basado. En el primer caso, hablamos de iluminacion autonoma o luz de taller; en el
segundo, se

trata de ilumincion natural.

En la pintura de Monasterios la luz dimana del color, se integra a las formas durante el proceso de
pintarlas;

no es, pues, un valor de representacion, sino un valor expresivo. Constituye a las cosas y a la
atmosfera para

indicar la intensidad con que percibimos las formas del cuadro y para registrar la temporalidad del
tema a

traves de la direccion y extension de las sombras, directa o indirectamente producidas por la


fuente solar. La

luz de Monasterios no es demasiado intensa. Sentimos en su obra una iluminacion natural, incluso
en cuadros

de taller: naturalezas muertas o interior.

Tampoco es una luz acusada ni contrastada, tendiendo mas a la uniformidad en la notacion de


tiempo, a una

cierta atemporalidad que impide reconocer con facilidad la hora representada en el motivo. El
tema de la

pintura de Pedro Angel Gonzalez, en cambio, es el tiempo. Por oposicion, el tiempo de


Monasterios es el

color. Porque, con relacion a la verosimilitud del fenomeno natural, Monasterios no opera
cientificamente.

La hora a que mejor se presta una analogfa con el tiempo real en un cuadro de Monasterios es la
del

atardecer, lo que, por otra parte, confirma la experien-cia: es el momento que el pintor preferia
para trabajar.

La luz de invierno antes que la luz de la estacion seca. No la luz reverberante del mediodia, que
amaba

Reveron. De haber sido asi, Monasterios hubiera tenido que emplear una gama fundada en el
bianco, lo que

no parecia ser de su gusto.


EL DIBUJO

El dibujo no siempre es estructural, sino elemento de apoyo del color para reforzar ciertos

datos de la topografia: accidentes del terreno, quiebres, ondulaciones, salientes y

entrantes que sirven para sugerir el relieve sobre una superficie que, de otro modo,

parecena un gran piano, pues Monasterios no emplea sombras ni degradaciones acusadas

para obtener la impresion de volumen. Dibujo que es como una escritura de signos al

servicio de la factura de color y que, como esta, contribuye a dotar a la obra de

autonomia, ya que este dibujo tiende tambien a ser mas expresivo que representative

dentro de la unidad del conjunto.

RIGOR CRITICO ANTE SU PROPIA OBRA

La critica no es un razonamiento que depende exclusivamente de las palabras con que se

es capaz de explicar la obra concluida. Es tambien comporta-miento, intuicion profunda

que ahonda, desde el ser, en la naturaleza del trabajo creador: La obra le sirve de

expediente. Hay pruebas de que Monasterios fue un critico riguroso de su propio trabajo.

Insatisfecho siempre con lo logrado, exclamara una y otra vez: "Un cuadro mio nunca

esta termi-nado"! Esta impresion le obsede hasta el final de sus dias. Pero tambien le

vuelve mas exigente con su obra, de la que espera cada vez mas convencido de que la

perfeccion consiste en el deseo de alcanzarla. Un cuadro es mas un camino que un punto

de llegada.

Monasterios no desespera. Su conciencia critica es un acto de fe, cree en su verdad y la

persigue, como un mistico. De alli una humildad de artesano que le permite encarar el

trabajo de pintar un cuadro como un desaffo a sus limitaciones.

<;Cuanto tiempo invertira en realizarlo? Lo imprevisible domina aquf. Dias, semanas y

hasta meses. No hay plazo frente a la insatisfaccion que cobra su cuota en tiempo. A

despecho de los efectos de impronta de su obra, que parecieran inspirarse en la

gestualidad de sus movimientos rapidos y ner-viosos, Monasterios concibe el cuadro


como un proceso laborioso, en medio de intervalos de espera e intensas acometidas a la

tela: amorosa expresion de la vida y la muerte.

LA PINTURA COMO REALIZACION

CON INDEPENDENCIA DE LA NATURALEZA

Monasterios puede ser considerado como postimpresionista, en la tradicion del

paisaje moderno. Pero la filiacion respecto a su obra madura, pareciera inclinarse

mas hacia la Escuela de Paris que hacia la Espanola, tan ifluyente en sus inicios,

cuando estudiaba en Barcelona. El pintor postimpresionista consideraba la

verosimilitud frente al modelo natural como cuestion secundaria. Lo que le

importaba realmente era el nuevo resultado conseguido con el cuadro. La

representacion estaba subordinada a la idea de que una pintura, antes de ser

cualquier otra cosa, era basicamente una realidad, yuxtapuesta o paralela a la

naturaleza, y valida en si misma. Monasterios, por su lado, considero siempre el

motivo como punto de apoyo y como pretexto de la obra cuyo valor surgia desde el

momento en que podia ser vista con independencia de la naturaleza, en sus

elementos intrinsecos. Es cierto que no podia pintar sino del natural pero esto,

lejos de ser argumento en favor de lo verosfmil, confirma solo el hecho de que ser

un pintor de la naturaleza no quiere decir sometimiento a esta en terminos de

copia. El paisaje natural es para este tipo de artista lo que las palabras para el

poeta: fuente de inspiracion solidificada en el proceso de transformar los valores

en imagenes de las cosas. El resultado siempre sera independiente y lo que

importara en este no sera la fidelidad a la naturaleza sino la intensidad del

sentimiento con que ella es aprehendida.

EL INTUITIVO

Es un gran error considerar a Monasterios, como se ha hecho, un pintor intuitive


Lo intuitivo, en el sentido naif que se le da a este termino, no involucra a la

conciencia como facultad calificadora del hecho creative El artista naif se

caracteriza porque no es autocritico frente a su trabajo ni mantiene respecto a este

una exigencia de grado evolutivo; su formacion es autodidacta y sin relacion con

el aprendizaje metodico de las escuelas de arte, y esto le impide establecer puntns

de vista claros sobre la historia de los movimientos, sobre su propia ubicacion en

estos o en la tradicion inmediata de su propia obra y en el marco de un desarrollo

artistico local o general. Porque el intuitivo opera a partir de los datos de su

experiencia existencial, o sea, sobre el tiempo de la memoria y de su vivencia

personal, no sobre los datos esteticos.

Monasterios trataba de expresar la pureza que solo puede plasmarse cuando se prescinde

de la razon y se deja actuar el impulso inconsciente. De este modo, evolucionando en su

obra hacia una decantacion y sintesis de sus medios expresivos, logro en la ultima epoca

un efecto que, comparado con el dibujo de los nifios y el arte de los pintores ingenuos,

ofrece un resultado de parecida inocencia y candor. Pero su metodo de trabajo, hasta el

fin de su carrera, continuaba implicando la puesta en juego de la conciencia que posibilita

la autocrftica y la superacion, el analisis y la confrontacion de su obra en el marco de un

desenvolvimiento culto, como correspondia a un artista que se habia formado

academicamente y que se ubicaba en una tradicion dialectica que procedia del

Impresionismo.

UNA TOPOLOGIA VENEZOLANA

Tematicamente mucho mas variado que el de Cabre y Reveron, el paisaje de Monasterios

es, dentro de la obra de su generacion, el que mejor refleja, en la verdad del sentimiento,

la naturaleza de la provincia venezolana, tanto por la calidad como por la cantidad de sus

testimonios. Rafael Ramon Gonzalez y Cesar Prieto son los que mas se aproximan al

polifacetismo geografico de nuestro pintor. Pero quizas no le igualen en limismo para


exaltar la belleza del paisaje interioriano.

Ciertamente, Monasterios podia pintar frente a cualquier motivo, depen-diendo todo de la

eleccion del sitio y del estado de inspiracion y no siempre de las condiciones ofrecidas

por el paisaje natural que llevaria a la tela. En cambio, Cabre, Pedro Angel Gonzalez y

Francisco Fernandez solo podian pintar bien el paisaje que por su conformacion

tipografica podia adaptarse a su particular concepcion compositiva; el paisaje es para

estos un cuadro ideal; la organizacion de elementos en la naturaleza es mas o menos

similar a la que tendra en la obra pintada y no variara en lo esencial durante el trabajo. En

Monasterios, la percepcion de lo real estuvo condicionada por la subjetividad y por la

fuerza del sentimiento engendrado en el acto de asumir la pintura del paisaje como una

experiencia vital. Cualquier tema, siendo en esencia mas pretexto que objetividad, podia

servirle a sus fines. De alii que le importe mas la eleccion del lugar y el momento en que

el tema elegido es sin dificultad. La vivencia del lugar le es tan fundamental como su

perpetua inquietud viajera, que lo lleva de un sitio a otro: no para descubrir un paisaje

distinto o ideal, sino por necesidad organica. La diversidad de su obra se origina asi pues

en el hecho de que Monasterios no sabe atenerse a una formula mental ni ha creado un

modelo arquetfpico para pintar.

Una obra suya consiste en la aventura de crearla como si se tratara de la primera vez. El

hubiera podido hacer suyo el famoso verso que da comienzo al segundo Fausto de

Goethe:

"Las altas obras de la naturaleza son hoy esplendidas como el primer dia". Pocas

repeticiones, escaso amor a lo serial, ni enmendaduras, ni arrepenti-mientos. Ineptitud

para la replica, en que Cabre es un maestro, caracterizan su trabajo, y es de este continuo

replantearse el paisaje bajo una optica siempre renovada, que a menudo le exige borrar

los trazos de la obra anterior, de donde brota con fuerza la calidad excepcional de su

pintura, en sus mejores ejemplares.


PERCIBIA LOS COLORES CON UN GRADO DE MAYOR VIVACIDAD

QUE LA MIRADA CORRIENTE

Se ha dicho que Monasterios pinto exclusivamente el paisaje de invierno, cuando la

naturaleza aparece revestida de brotes alegres y la luz es atenuada por una atmosfera

densa que apaga los colores lejanos y exalta los proximos; se ha dicho que es un pintor de

paisajes nubados, en donde la luz emana del color local de las cosas, y que no tuvo ojos

para ver con suficiente objetividad la naturaleza tropical; se ha dicho que fue excentrico

en su manera de tratar el problema de la perspectiva y que su perception de la realidad

responde mas al sentimiento con que la captaria que a la verdadera representation que se

proponfa alcanzar un pintor airelibrista; se ha dicho que empleo los grises de la paleta

para los aspectos orograficos del paisaje y que reservo los colores puros y sus matices

para el tratamiento de la naturaleza vegetal; se ha hablado del aspecto brumoso que le

proporciona a sus cuadros una cobertura espesa, opaca y desenfocada, gracias a la cual la

atmosfera adquiere realidad sensorial, tangible.

Estas apreciaciones, en efecto, determinan la peculiaridad del estilo de Monasterios, lo

que lo hace diferente al del resto de los paisajistas de su generation. Pero que sus cuadros

no guarden correspondencia con los datos de la realidad vista, no le quita verdad a su

intention, ni hace menos

verosfmil, en con junto, a su obra. Tambien el sentimiento con que se capta una

determinada vivencia de lo real es en si mismo verosfmil, tal como lo ha comprobado el

arte abstracto. Monasterios actuaba consciente de que no se proponia lograr con su

pintura un simil de la realidad; y en general puede decirse que pintaba sin otro fin que

hacer un cuadro, mas interesado en el proceso mismo que en el resultado; que este se

pareciera al original no era tan urgente como el hecho de considerar al motivo como al

punto de partida afectivo de la obra. Por ello, puede hablarse de una vision anterior, asi

como hay una vision apariencial. La primera no es descriptiva, pero tampoco no objetiva.
Por la vision interior descubrimos en las cosas mas de lo que a simple vista ellas nos

revelan, destacamos detalles o los omitimos. Trans-formamos. La exuberancia y la

agudeza de esta vision postulan, a traves de la observacion directa, el embellecimiento de

la realidad contemplada y su transposicion a un mundo metaforico y autonomo: el

cuadro. No es que Monasterios subjetivice a la naturaleza transformandola en una vision

idilica de ella, donde los datos tornados de la realidad han sido modificados al punto de

que lo que expresa el cuadro sea un sentimiento parecido al que nos transmite una pintura

abstracta, sino que su ojo es capaz de percibir con un grado de mayor esplendor y

vivacidad los colores contenidos por la realidad natural. Los colores que solo perciben

los misticos y los visionarios.

EL PAISAJE ENCANTATORIO DE LOS ULTIMOS ANOS

La vision de las cosas es como un rememorar; por eso, la pintura se torna mas bucolica,

impregnada de ingenuidad y de nostalgia por el tiempo ido. La composicion, mas

centrada y ordenada, con predominio del tema de aldeas aledanas cuyas iglesias, al final

de la calle, se vuelven mas ingravidas y transparentes en la atmosfera cristalina. Lo real

se situa en el limite de la levedad, pareciera transfigurarse para envolver las cosas en los

colores del invierno. Monasterios seguira viendo en la pintura, hasta el final de su vida,

una fiesta de colores.

El tema citadino casi ha desaparecido de sus imagenes apacibles y el pintor emprende

ahora constante exodo hacia su region nativa.

Su permanencia en Caracas, si bien continua teniendo caracter permanente, esta

abreviada por el eterno deambular y contrasta con su rechazo del paisaje

distinto o ideal, sino por necesidad organica. La diversidad de su obra se origina asi pues

en el hecho de que Monasterios no sabe atenerse a una formula mental ni ha creado un

modelo arquetipico para pintar.

Una obra suya consiste en la aventura de crearla como si se tratara de la primera vez. El
hubiera podido hacer suyo el famoso verso que da comienzo al segundo Fausto de

Goethe:

"Las altas obras de la naturaleza son hoy esplendidas como el primer dfa". Pocas

repeticiones, escaso amor a lo serial, ni enmendaduras, ni arrepenti-mientos. Ineptitud

para la replica, en que Cabre es un maestro, caracterizan su trabajo, y es de este continuo

replantearse el paisaje bajo una optica siempre renovada, que a menudo le exige borrar

los trazos de la obra anterior, de donde brota con fuerza la calidad excepcional de su

pintura, en sus mejores ejemplares.

PERCIBIA LOS COLORES CON UN GRADO DE MAYOR VIVACIDAD

QUE LA MIRADA CORRIENTE

Se ha dicho que Monasterios pinto exclusivamente el paisaje de invierno, cuando la

naturaleza aparece revestida de brotes alegres y la luz es atenuada por una atmosfera

densa que apaga los colores lejanos y exalta los proximos; se ha dicho que es un pintor de

paisajes nubados, en donde la luz emana del color local de las cosas, y que no tuvo ojos

para ver con suficiente objetividad la naturaleza tropical; se ha dicho que fue excentrico

en su manera de tratar el problema de la perspectiva y que su percepcion de la realidad

responde mas al sentimiento con que la captarfa que a la verdadera representacion que se

proponia alcanzar un pintor airelibrista; se ha dicho que empleo los grises de la paleta

para los aspectos orograficos del paisaje y que reservo los colores puros y sus matices

para el tratamiento de la naturaleza vegetal; se ha hablado del aspecto brumoso que le

proporciona a sus cuadros una cobertura espesa, opaca y desenfocada, gracias a la cual la

atmosfera adquiere realidad sensorial, tangible.

Estas apreciaciones, en efecto, determinan la peculiaridad del estilo de Monasterios, lo

que lo hace diferente al del resto de los paisajistas de su generacion. Pero que sus cuadros

no guarden correspondencia con los datos de la realidad vista, no le quita verdad a su

intencion, ni hace menos


verosfmil, en con junto, a su obra. Tambien el sentimiento con que se capta una

determinada vivencia de lo real es en si mismo verosfmil, tal como lo ha comprobado el

arte abstracto. Monasterios actuaba consciente de que no se proponia lograr con su

pintura un simil de la realidad; y en general puede decirse que pintaba sin otro fin que

hacer un cuadro, mas interesado en el proceso mismo que en el resultado; que este se

pareciera al original no era tan urgente como el hecho de considerar al motivo como al

punto de partida afectivo de la obra. Por ello, puede hablarse de una vision anterior, asi

como hay una vision apariencial. La primera no es descriptiva, pero tampoco no objetiva.

Por la vision interior descubrimos en las cosas mas de lo que a simple vista ellas nos

revelan, destacamos detalles o los omitimos. Trans-formamos. La exuberancia y la

agudeza de esta vision postulan, a traves de la observacion directa, el embellecimiento de

la realidad contemplada y su transposicion a un mundo metaforico y autonomo: el

cuadro. No es que Monasterios subjetivice a la naturaleza transformandola en una vision

idilica de ella, donde los datos tornados de la realidad han sido modificados al punto de

que lo que expresa el cuadro sea un sentimiento parecido al que nos transmite una pintura

abstracta, sino que su ojo es capaz de percibir con un grado de mayor esplendor y

vivacidad los colores contenidos por la realidad natural. Los colores que solo perciben

los misticos y los visionarios.

EL PAISAJE ENCANTATORIO DE LOS ULTIMOS ANOS

La vision de las cosas es como un rememorar; por eso, la pintura se torna mas bucolica,

impregnada de ingenuidad y de nostalgia por el tiempo ido. La composicion, mas

centrada y ordenada, con predominio del tenia de aldeas aledanas cuyas iglesias, al final

de la calle, se vuelven mas ingravidas y transparentes en la atmosfera cristalina. Lo real

se situa en el limite de la levedad, pareciera transfigurarse para envolver las cosas en los

colores del invierno. Monasterios seguira viendo en la pintura, hasta el final de su vida,

una fiesta de colores.


El tema citadino casi ha desaparecido de sus imagenes apacibles y el pintor emprende

ahora constante exodo hacia su region nativa.

Su permanencia en Caracas, si bien continua teniendo caracter permanente, esta

abreviada por el eterno deambular y contrasta con su rechazo del paisaje

avileno, en el que su ojo, demasido memorioso ahora, ya no

parece confiarse. En cuanto abandona la ciudad, revive en el la

vision encantatoria del paisaje rural que le retrotrae a su infancia:

es el encuentro de los pasos perdidos. Y mientras pinta en el

Estado Lara puede justificar su sed de viajero a tiempo que

conserva para Caracas la imagen del linico y no siempre seguro

mercado de su obra.

La decantacion formal, que adviene con los anos, se corresponde

con una mayor exaltacion cromatica de los colores,

particularmente de rosas, blan-cos, lilas, verdes, rojos, y en esta

medida, tornandose mas plana y esquema-tica, la composicion se

reviste de un aire ingenuo que, en su ultima etapa, condujo al

error de clasificar al pintor como a un intuitivo o naif, suposicion

absolutamente fuera de logica.

LA SINTESIS FINAL: COLORIDO, NO FORMAS

El colorido se torna en su ultima etapa, que podemos ubicar desde

1950 en adelante, vivo e intenso, pero el empate es mas liso y

corrido y la factura mas homogenea, sin acusar el dinamismo y la

division de la pincelada, como ocurria antes. A la fragmentacion

sucede ahora la extension y continuidad uniforme del color.

Cuando trata las masas, estas aparecen mas resumidas y menos dibujadas. Pero una mayor
sfntesis cromatica no quire decir mayor sfntesis formal por cuanto la
estructura compositiva, lejos de abreviarse, es ahora mas compleja, abarrocada, aunque, en lineas
generates,

la escritura del pintor tiende a la espontaneidad y la espiritualizacion en la misma medida en que


decrece su

interes en la observation de los tonos locales. La falta de datos humanos, de figuras


complementando la

escala paisajfstica, de obligada referencia en su obra anterior, hace patente en muchos paisajes de
su ultima

epoca la intencion de prescindir de la anecdota, tal vez contagiado el pintor por la tendencia
purista del arte

abstracto, que domina en la vanguardia de los anos cincuenta.

Monasterios, al igual que Reveron y Castillo, no fue bianco directo de la colera de los
abstraccionistas que

veian en el paisajismo una sumision a la preceptiva del siglo XIX. Por lo demas, hubo un
movimiento

desprendido del abstraccionismo que quiso reivindicarlo, tal corno se hizo, en justicia, a traves del
homenaje

que le tributo la Galena Lauro, una de las primeras salas consagradas al arte nuevo que existieron
en Caracas,

y en donde se verified en 1956 una emotiva exposition de cuadros recientes de Monasterios. sin
duda, se

reivindicaba en este lo que en su obra habia de moderno, los dones de su colorido expresivo, tanto
como lo

que aportaba a la historia del paisajismo venezolano.

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Salvo en los casos en que se hace referenda al lugar, todas las publicaciones

fueron hechas en Caracas.

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CALZADILLAJuan

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LOPEZ MENDEZ Luis Alfredo

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"Rafael Monasterios. Un hombre y un Pintor de la Tierra" Revista Shell Marzo

de 1959

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Monasterios: Muestrario de Exposiciones". Papel Literario. El Nacional

6deoctubrede 1968

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28demayode 1955

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CANIZALEZ VERDE Francisco "Homenaje

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y Rafael Monasterios".

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16 de diciembre de 1981

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de 1958

RATTOCIARLOJose

"La muerte hizo ayer polvo y luz del pintor Rafael

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VESTRINI Miyo

"De excepcional importancia es la obra paisajista de Rafael

Monasterios"

El Nacional, 28 de febrero de 1968


perteneció a la llamada Escuela de Caracas y fue uno de los principales paisajistas que ha tenido la
plástica venezolana del siglo XX.

Entre 1908 y 1910 Rafael Monasterios estudió en la Academia de Bellas Artes de Caracas. En 1911
se inscribió en la Escuela de Artes y Oficios de Bellas Artes en Barcelona (España) donde compartió
con Armando Reverón y Pedro Castrellón.

Monasterios retornó a Venezuela en 1914 y se estableció en su tierra natal. En 1917 viajó a


Caracas y se dedicó a dar clases de dibujo y pintura. Dos años más tarde, viajó con Nicolás
Ferdinandov a Margarita y, a su regreso a Caracas, realizó una exposición de sus obras en la
Escuela de Música y Declamación, junto a Armando Reverón.

La primera exposición individual de Rafael Monasterios se llevó a efecto en 1927, en el Club


Venezuela de Caracas y en 1928 la empresa petrolera "Caribbean" le encomienda un grupo de
maquetas de grandes vistas de Mene Grande, San Lorenzo y otras localidades, para decorar el
Pabellón de Venezuela en la Gran Feria Internacional de Sevilla.

Entre 1930 y 1936 Monasterios ejerció como profesor de las Cátedras de Pintura y Paisaje en la
Academia de Bellas Artes de Caracas. En 1937 fundó la Escuela de Artes Plásticas de Barquisimeto
y un año después, fue designado Director de la misma.

En 1941, Monasterios viajó a Maracaibo para dirigir la Escuela de Artes Plásticas del Zulia y en ese
mismo año obtuvo el Premio Nacional de Pintura en el II Salón Oficial Anual de Arte Venezolano,
celebrado en el Museo de Bellas Artes de Caracas.

En 1957 se celebró el XVIII Salón Oficial Anual de Arte Venezolano y Rafael Monasterios se hace
acreedor del premio para pintura Federico Brandt por su cuadro Barrio de Duaca. Dos años más
tarde Monasterios gana el Premio Armando Reverón, Salón Oficial.

Otras de sus obras son: Calle de Naiguatá (1951), Paisaje de Caracas (1953), Eneal (1957), Paisaje
de Catia (1932).

Hoy un premio artístico -otorgado por la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado" - y


muchas escuelas primarias y secundarias portan orgullosas el nombre de este ilustre artista
larense.

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