CRISTOLOGIA

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CRISTOLOGIA

Es esa parte de la doctrina cristiana que tiene que ver con la revelación de Dios
en Cristo. Se trata del estudio de la naturaleza de Jesucristo, y en particular la
relación entre lo divino y humano en él.

NATURALEZAS

Bíblicamente se puede sustentar que Cristo posee dos naturalezas: una


humana y una divina. Veamos cada una de ellas.

NATURALEZA HUMANA

Jesús poseyó los tres elementos de la naturaleza humana, esto es: un cuerpo
material, un alma y un espíritu; tuvo gestación y un nacimiento humano; la
Biblia dice que Jesús fue manifestado en carne (Jn 1: 14; 1 Tim 3: 16; 1 Jn 4:
2); Jesús poseía intelecto, sentimientos, emociones, razón y al morir entregó el
espíritu (Mt 27: 50). Jesús tuvo necesidades humanas, tuvo sed, hambre; sufrió
penalidades, lloró, se entristeció, sufrió el dolor y la muerte.

Pero esta naturaleza humana de Cristo fue sin pecado. La Epístola a los
hebreos 4, 15 dice que en Cristo tenemos un Sumo Sacerdote que fue tentado
en todo, pero sin pecado; el Evangelio según Lucas 1: 35 dice que nacerá un
santo ser que será llamado Hijo de Dios; el mismo Jesús decía que nadie podía
acusarlo de pecado (Jn 8: 46); en la Segunda Epístola a los Corintios se afirma
que Jesús no conoció pecado, pero que Dios lo hizo pecado para que nosotros
fuéramos justicia de Dios en Él.

Quien pagara el precio del pecado por la humanidad no podía tener pecado,
debía ser un hombre sin mancha (como el cordero sin mancha ni defecto
ofrecido en el Antiguo Testamento), porque de lo contrario no podría haber
hecho la expiación por otros; La epístola a los hebreos 7: 26 dice: “Porque tal
sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los
pecadores, y hecho más sublime que los cielos”.

Hay varias razones por la que era necesaria la completa humanidad de Jesús:

1. Para obediencia representativa: Jesús demostró que como hombre se


puede tener obediencia total a Dios. Mientras Adán y Eva sucumbieron
ante las tres tentaciones de Satanás: los deseos de los ojos, los deseos
de la carne y la vanagloria de la vida, Cristo venció estas tentaciones
(Gn 3: 6-7; 1 Jn 2: 16; Lc 4: 1-13). Jesús es el postrer Adán que fue
obediente en todo (1 Co 15: 45). Jesús es nuestro modelo de
obediencia.
2. . Ser Un Sacrificio Vicario: la única manera de que Jesús pudiera
tomar nuestro lugar, muriendo en la cruz y así ser sacrificio vicario, es
siendo hombre. En la Epístola a los Hebreos 2: 16-18 dice: “Porque
ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la
descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a
sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en
lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. Pues en
cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a
los que son tentados”
3. Para ser el único mediador entre Dios y los hombres: en la Primera
Epístola a Timoteo 2: 5 dice: “Porque hay un solo Dios, y un solo
mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. El apóstol Pablo
se refiere aquí a Jesús como hombre, por cuanto vino en representación
del Padre. A causa de nuestro pecado, necesitábamos que Jesús como
hombre se pusiera entre Dios y Nosotros.
4. Para ser nuestro ejemplo y modelo de vida: Jesús es nuestro modelo
en todo; así lo expresa la Palabra; en la Primera Epístola de Juan 2: 6
leemos: “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”;
en la Primera Epístola de Pedro 2: 21 se dice: “Pues para esto fuisteis
llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos
ejemplo, para que sigáis sus pisadas”. LLEGARA LA ESTATURA DE
CRISTO (Ef 4: 13).
5. Para compadecerse como Sumo Sacerdote: Jesús fue tentado en su
humanidad, pero nunca pecó y por cuanto fue tentado en todo, puede
compadecerse de nosotros y socorrernos: “Pues en cuanto él mismo
padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son
tentados” (Heb 2: 18); “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no
pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado
en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Heb 4: 15).
NATURALEZA DIVINA

Hechos Que Confirman La Deidad De Cristo

 Cristo Es Adorado

La Biblia nos enseña que solo Dios debe ser adorado (Ap 19: 10; 22: 8).

En el Evangelio según Mateo 2: 2, 11 se expresa: “y venimos a adorarle”, “y


postrándose, lo adoraron” (RV, 1960). En Apocalipsis 5: 8 (RV, 1960) se dice
explícitamente: “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro sere
s viviente y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero”; se
postraron en señal de adoración; enseguida el versículo 9 dice que los
ancianos cantaron un cántico de alabanza: “digno eres de tomar el libro y de
abrir sus sellos”; en los versículos 11 y 12 se dice que los millones de millones
de ángeles decían a gran voz: “El Cordero que fue inmolado es digno de tomar
el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la
alabanza”, y más adelante en el versículo 13 dice: “Al que está sentado en el
trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos
de los siglos” (RV, 1960). Aquí se especifica que la alabanza es para el Padre,
el que está sentado en el trono y para Jesús, el Cordero.

 Cristo es Dios

Citaremos varios versículos en los que se dice explícitamente que Jesús es


Dios. Veamos.

1. Juan 1: 1. RV, 1960: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con
Dios, y el Verbo era Dios”.
2. Epístola a los Romanos 9: 5. RV 1960: de quienes son los patriarcas, y
de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las
cosas, bendito por los siglos.
3. Primera Epístola de Juan 5: 20. RV, 1960: “Pero sabemos que el Hijo de
Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es
verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo.
4. Tito 2: 13. RV, 1960: aguardando la esperanza bienaventurada y la
manifestación de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.

 Cristo Y El Padre Comparten Situaciones

Además de compartir adoración como se estableció en páginas anteriores,


Dios Padre y Dios Hijo son ubicados en la Biblia en varias situaciones en las
que comparten hechos. Veamos:

1. En varios apartes se habla del Evangelio de Dios y en otros del


Evangelio de Cristo. También se habla del Espíritu de Dios y del Espíritu
de Cristo (1 Co 9: 12; 1 P 1: 11).
2. Nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo (1 Jn 1: 3).
3. 11. El Hijo debe ser honrado como al Padre: “para que todos honren al
Hijo como honran al padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre
que le envió” (Jn 5: 23; RV, 1960).
4. 12. La vida eterna es que conozcan al Padre y al Hijo: “Y esta es la vida
eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a
quien has enviado” (Jn 17: 3).
5. En la Nueva Jerusalén estará el trono de Dios y del Cordero, “y el trono
de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán” (Ap 22:
3).|

 Cristo tiene los atributos de Dios

Eternidad: Este atributo solo le pertenece a Dios. Los ángeles fueron creados
y han presenciado múltiples edades, pero estas no se equiparan a la eternidad
que solo Dios posee. Jesús tiene este atributo, en los nombres de Cristo
veíamos que Isaías lo denomina Padre eterno (Is 9: 6).

Inmutabilidad: Dios no cambia. Este atributo de la inmutabilidad se le aplica


también a Cristo; un ejemplo que sustenta esto se encuentra en el Salmo 102:
25-27 en el que se habla de Jehová; este mismo salmo se cita en la Epístola a
los Hebreos (1: 10-12) pero aplicado a Cristo. El mismo autor de Hebreos dice
de Jesús que es el mismo de ayer, hoy y por los siglos (Heb 13: 8).

Omnipotencia: Isaías 9: 6 dice de Jesús que es Dios fuerte, aludiendo a su


poder; el mismo nombre de “el todopoderoso” se le asigna a Jesús (véase
capítulo 2).

Omnisciencia: En Juan 6: 64 se afirma que Cristo sabía quiénes eran las


personas que habrían de creer en Él. También dice: “Ahora entendemos que
sabes todas las cosas” (Jn 16: 30). Pedro dijo “Señor, tú lo sabes todo” (Jn 21:
17).

Omnipresencia: En Efesios 1: 23 dice que Jesús “es la plenitud de Aquel que


todo lo llena en todo”. Él también dijo que vendría a hacer morada en los
creyentes cristianos (cf. Jn 14: 23) y prometió que donde hubiera dos o tres
congregados en su nombre allí estaría (cf. Mt 18: 20); también dijo “he aquí yo
estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28: 20).

DIGNIDADES

El Señor Jesucristo desempeña varios oficios desde la eternidad, antes de su


encarnación, durante su encarnación (ministerio terrenal), después de su
ascensión antes de su segunda venida, después de su segunda venida durante
el Reino Milenial y en el Reino Eterno. En este capítulo analizaremos estos
oficios; iniciaremos por los tres que más se han estudiado:

El oficio profético de Jesucristo.

1. En el Antiguo Testamento se anunció que el Mesías sería profeta:


Deuteronomio 18:15 y 18. con Hechos 3:22: Deuteronomio:18:15..Profeta de
en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él
oiréis;M Deuteronomio18:18...Profeta les levantaré de en medio de sus
hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo
que yo le mandare.

Hechos:3:22...Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os


levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas
las cosas que os hable.
2. Cristo mismo dijo que era un profeta. Lucas 13:33…Sin embargo, es
necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es
posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.

3. El pueblo le reconoció como profeta.

Mateo: 21:11…Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de


Galilea. Lucas:7:16…Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo:
Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo.

Lucas:24:19 Entonces él les dijo: Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús


Nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de
Dios y de todo el pueblo;

Cristo no es solamente un Profeta, sino El Profeta. El único que conoce todo


acerca de Dios, porque es Dios el Hijo. Es la persona de la Trinidad que
siempre ha revelado a Dios a los hombres. Nadie puede conocer a Dios tal
como es, aparte de Jesucristo.

Cristo como sacerdote

1. Se ofreció a si mismo (Efesios 5:2). Y andad en amor, como también Cristo


nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en
olor fragante.

2. Obtuvo eterna redención para los creyentes (Hebreos 9:12). Y no por sangre
de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez
para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.

3. Su ofrenda nos permite una conciencia limpia (Hebreos 9:13-14).

Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la


becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,
¿cuánto más la
sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin
mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que
sirváis al Dios vivo?

4. Su ofrenda quitó el pecado que separa al hombre de Dios (Hebreos 9:26).

De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el


principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó
una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el
pecado.

5. Su ofrenda hizo perfecto a los que creen en Él (Hebreos 10:14). Porque con
una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

6. Su ofrenda fue solo una, no muchas. (Hebreos 10:11-12).

Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo


muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;
pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los
pecados, se ha sentado a la diestra de Dios.

Cristo Como Rey

1. Isaías 9:6–7: Su origen real profetizado.

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su


hombro; y se llamará su nombre Admirable, consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite,
sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en
juicio y en justicia desde ahora y para siempre.

Es cabeza (Rey) sobre todas las cosas ahora. Efesios 1:20-23.

la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra


en los lugares celestiales sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y
sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el
venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre
todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo
lo llena en todo.
2. Reinará literalmente en su segunda venida. Hechos 1:6-7; 1a Timoteo 6:14-
15; Mateo

25:31-32; Filipenses 2:9-11; Apocalipsis 17:14, 19:16.

LA OBRA DE CRISTO

 Expiación: El término en el Antiguo Testamento aparece como la


traducción de palabras derivadas de la raíz kpr que significa “cubrir”.
Aparece el verbo kafar que significa “hacer expiación”. En general se
refiere a la obra de Cristo mediante la cual nos lavó de todos los
pecados para presentarnos santos, limpios delante del Padre.

En Levítico 16 se describe el día de la expiación y un análisis de los detalles


nos lleva a encontrar relaciones claras con la obra redentora de Cristo.

a. El sumo sacerdote Aarón portaba dos tipos de vestiduras (Lv 16: 3, 23):
las sagradas que usaba cuando ministraba en el lugar santísimo y que
consistía en túnicas de lino blanco puro sin ornamentación, que indicaba
la santidad y la humildad; y las de “gloria y esplendor” que usaba cuando
terminaba los sacrificios por el pecado (Éx 28: 2). La relación de esto
con Jesús es la siguiente: Jesús se despojó a sí mismo (Fil 2: 6-8), por
cuanto dejó el cielo donde tenía la gloria con el Padre, y se vistió de
siervo, del cuerpo de humillación humana para hacer expiación por la
humanidad; pero luego ascendió al cielo, glorificado, y vendrá por
segunda vez con gran poder y gloria (Mt 24: 30; Ap 19: 11); de la misma
manera que Aarón se vestía con las ropas de humildad y luego se
ataviaba con las de gloria y esplendor.

b. Aarón tomaba dos machos cabríos sin mancha para el sacrificio por el
pecado y los presentaba delante de Jehová, a la entrada del tabernáculo
de reunión; echaba suertes sobre ellos, una para Jehová y otra para
Azazel (Lv 16: 5-8); el primero era ofrecido en sacrificio por el pecado y
el segundo para hacer expiación y ser enviado a Azazel en el desierto
(Lv 16: 9-10). El macho cabrío muerto representa a Cristo cuando muere
por los pecados o la propiciación de los pecados; el chivo expiatorio
simboliza que Cristo llevó sobre sí mismo los pecados, los expió.

 Justificación: Una definición breve de justificación es “la acción de


hacer a alguien justo ante Dios.” La justificación sucede cuando Dios
declara que quien ponga su fe en Cristo es justo. 2 Corintios 5:21 dice,
“Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como
pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.” Es decir, Jesús
se convirtió en nuestro sustituto en la cruz para que nosotros
pudiéramos ser hechos “justos” ante Dios. Éramos culpables, pero Dios
nos ha declarado justos.

Romanos 3:22-24 enseña que “Esta justicia de Dios llega, mediante la fe


en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción, pues
todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su
gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo
Jesús efectuó.” Nuestra justificación nos llega sin reservas, por el precio
que pagó Jesús en nuestro lugar. Dios ofrece esta gracia a pecadores y
es “justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús”
(Versículo 26).
 La Reconciliación: El pecado separó a los seres humanos de Dios, por
lo que era necesaria la reconciliación. En Cristo somos reconciliados con
Dios. En la segunda Epístola a los Corintios 5: 18-20, el apóstol Pablo
usa cinco veces el término: “quien nos reconcilió consigo mismo por
Cristo” (18), lo cual indica que Dios no se reconcilió con nosotros,
porque Él no cambia, sino que nosotros somos reconciliados con Él por
Cristo; “y nos dio el ministerio de la reconciliación” (18), que se refiere a
la predicación y enseñanza del Evangelio mediante el cual se lleva la
buena nueva de salvación en Cristo Jesús; “que Dios estaba en Cristo
reconciliando al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus
pecados” (19); aquí se expresa más claramente que el mundo es el
reconciliado por el sacrificio de Cristo y esto consistía en que Dios no
consideraba los pecados, por cuanto el Señor pagó el precio del rescate,
nos redimió y presentó justos y limpios delante de Dios Padre.
 La Salvación: es la gracia de Dios. Es el don de la libertad de nuestros
pecados que Jesús hizo posible al asumir el castigo por nuestros
pecados en la cruz. Mediante este don, 1 Juan 1:9 promete que "Si
confesamos nuestros pecados, el que es fiel y justo nos los perdonará y
nos limpiará de toda maldad". Esta es una de las promesas más
importantes de la Escritura; nos da libertad y esperanza para el futuro.
Dios es fiel y nos invita cada día a encontrar una vida nueva en
respuesta a esa fidelidad.

Asambleas de Dios de Venezuela

Ministerio Nacional de Educación Cristiana

Instituto Biblico Guayana

El Callao-Edo-Bolivar

CRISTOLOGIA

*Docente: *Alumno:

Deivi Víctor Bastidas

German Natera
03/06/2023

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