Materiales de Los Sistemas de Autos
Materiales de Los Sistemas de Autos
Materiales de Los Sistemas de Autos
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Materiales de los Sistemas del Auto
Puesto que los distintos materiales para las carrocerías de los automóviles son susceptibles
de ser unidos, fijados y reparados en el taller, es necesario conocer sus características para
utilizar las herramientas correctas y adecuar los procesos de reparación, de ensamblado y de
unión a cada situación concreta de trabajo.
Aleaciones de hierro
El hierro como tal es un metal blando, pesado y muy sensible a los efectos de la oxidación
y la corrosión. A pesar de ello, es un material fácil de conformar, de reparar y soldar, y es
económico. El hierro empleado como material para las carrocerías de automóviles es aleado
con pequeños porcentajes de carbono (entre 0,1 y 0,3 %). Estos aceros son conocidos como
aceros suaves o de bajo contenido en carbono. Además, también se les añade silicio,
manganeso y fósforo para mejorar sus propiedades mecánicas de forma directa o indirecta.
En otros casos más concretos, los aceros suaves son aleados con determinados porcentajes
de metales como el niobio, el titanio o el boro, o se les aplican tratamientos de mejora
específicos como el temple o el revenido para obtener aceros más resistentes o con
comportamientos concretos ante una colisión.
Materiales para carrocería (aleaciones)
Por otro lado, la resistencia a la oxidación se consigue mediante la adición de pequeños
porcentajes de aluminio o con tratamientos de mejora como el galvanizado, el
electrocincado o el aluminizado.
Por tanto, según los metales de aleación incluidos en su composición, los aceros se
clasifican y subclasifican del siguiente modo:
Aceros convencionales o para la estampación.
Aceros de alta resistencia: aceros IF, microaleados, refosfrados y Bake Hardening.
Aceros de muy alta resistencia: aceros Ferrita Bainita, TRIP, de doble fase y de fase
compleja.
Aceros de ultra alta resistencia: de alta resistencia y ductilidad (Fortiform), al boro y
martensíticos.
Las principales características de estos aceros se describen en el siguiente enlace, mientras
que en este otro se pueden consultar sus niveles de resistencia.
Para determinar con exactitud si un componente del vehículo es de acero, basta con
efectuar una prueba de imantado, mientras que el tipo concreto de aleación puede conocerse
consultando la documentación técnica del fabricante.
Aleaciones de aluminio
El aluminio es un metal blando que presenta unos niveles de resistencia inferiores a muchos
de los aceros y que, además, es más caro y complicado de reparar y soldar. Sin embargo,
reduce el peso respecto al acero hasta en un 35 % y la oxidación que presenta no es visible
ni descompone el material con el paso del tiempo.
Materiales sintéticos
El uso del plástico se ha incrementado gracias a su reducido peso, a las mayores
posibilidades de diseño que ofrece, a su resistencia a la oxidación y a su bajo coste. Por el
contrario, sus principales problemas son que se degrada con el paso del tiempo si no es
recubierto y que requiere de unos procesos de preparación del soporte y reparación muy
escrupulosos.
Cristales
Según la posición que ocupan, los cristales del vehículo se clasifican de esta forma:
Luneta trasera
Luna delantera
Ventanillas laterales
Cristales de custodia
Respecto a la tipología de los cristales, se diferencian las siguientes variantes:
Cristales laminados. Están formados por dos cristales adheridos a una lámina plástica de
Polivinil Butiral (PVB) que queda intercalada entre ambos. La introducción de la lámina
elimina el riesgo de fragmentación del cristal, permite el tintado o ahumado y favorece la
adherencia.
materiales para carrocería cristales
Eléctrico/electrónico
La electrificación del automóvil requiere una serie de componentes específicos que, en
muchas ocasiones, y como ocurre en los vehículos de combustión, llegan a las líneas de
producción de los fabricantes suministrados por terceros. Para abaratar los costes de
fabricación del coche eléctrico, los componentes como el motor, el inversor o el cargador
de a bordo, se utilizan en diferentes modelos de diferentes fabricantes, ya que no necesitan
ser adaptados físicamente al espacio que ocuparán dentro del vehículo. Por otra parte, sí
puede ser necesaria realizar una adaptación de la electrónica y del software que los
gestiona.
El motor de tracción
El motor eléctrico convierte la energía eléctrica almacenada en la batería de alto voltaje en
energía mecánica de rotación. En el caso de LG, la tecnología que utiliza es la de imanes
permanentes. Se trata de un motor síncrono, de corriente alterna, en el que el campo
magnético del rotor se crea utilizando imanes permanentes de neodimio u otras tierras raras.
Este tipo de motores, los más utilizados en la industria, son muy compactos y sencillos,
pero tienen el inconveniente de que necesitan para su fabricación materiales muy caros,
como son las mencionadas tierras raras.
El inversor
Este componente es el encargado de convertir la corriente continua que sale de la batería de
tracción en la corriente alterna que necesita el motor para su funcionamiento. Además, la
electrónica que incorpora, controla, la intensidad y la frecuencia de salida de la energía,
variando la velocidad a la que gira el motor y la potencia, según la demanda del conductor
en cada momento.
Cargador a bordo
En los vehículos eléctricos, este es un componente esencial, puesto que es el encargado de
gobernar el proceso de carga cuando no utilizamos un punto de recarga rápida. En estos, al
realizarse la carga en corriente continua, es la propia estación la que gestiona el proceso.
En los puntos de recarga vinculados –los que se instalan en las viviendas– o en los puntos
de recarga públicos –también llamados de oportunidad– el cargador toma la energía de la
red (en corriente alterna) y la introduce en la batería (en corriente continua), para lo que
necesita hacer uso de un rectificador, que funciona al revés que un inversor. De él y de la
potencia máxima de la instalación depende la velocidad de carga del coche eléctrico.
Alternador de 48 voltios
En la actualidad, la mayoría de marcas están electrificando su catálogo de motores de
combustión con sistemas híbridos de 48 voltios que permiten reducir emisiones y aumentar
la eficiencia de los propulsores a combustible. Los llamados híbridos suaves o ligeros
utilizan un alternador de 48 voltios para recuperar energía en las deceleraciones y
almacenarla en una pequeña batería del mismo voltaje. Este pequeño motor eléctrico va
enlazado a las correas de distribución del motor de combustión para ayudar en la propulsión
y permitir mantener el motor térmico apagado en determinados momentos por cortos
periodos de tiempo.
Suspensión
Los elementos del sistema de suspensión son los que permiten unir las ruedas con el chasis
del vehículo,
Además de la apariencia exterior del vehículo, el interior, es decir, todos los componentes
dentro de un vehículo, es la parte de un automóvil que el conductor y los pasajeros ven y
experimentan más de cerca: el volante, el tablero, los asientos, los paneles de las puertas y
pronto. Los interiores de los vehículos no son solo características de comodidad, también
son un incentivo de compra importante si el diseño es correcto. Debajo de la "piel" visible
del interior hay numerosos componentes que garantizan la seguridad de los pasajeros al
tiempo que proporcionan y garantizan las funciones de los paneles de instrumentos,
asientos, puertas y ventanas. Los materiales ligeros y resistentes están ayudando a la
industria a satisfacer las demandas de seguridad de los clientes y el gobierno, al tiempo que
ayudan a reducir el peso y la producción de CO2. Esta sección proporciona información
sobre innovación y diseño para temas como la cabina del automóvil, sistemas de asientos,
sistemas de puertas, sistemas de techo, pinturas y materiales compuestos, compuestos de
fibra de vidrio, aluminio, magnesio, acero avanzado de alta resistencia, plásticos, pinturas.
y revestimientos. Muchas piezas del interior de automóviles también se fabrican mediante
moldeo por inyección. Incluyen componentes de instrumentación, superficies interiores,
placas frontales del tablero, manijas de las puertas, guanteras, salidas de aire y más. Los
elementos decorativos de plástico también se pueden producir mediante moldeo por
inyección.
Los fabricantes de equipos originales automotrices (OEM) exigen componentes de la más
alta calidad en toda la cadena de suministro. Cada material y componente automotriz debe
someterse a pruebas rigurosas y cumplir con los más altos requisitos legales y de la
industria. Mexpolimeros ayuda a los fabricantes y proveedores con servicios de prueba
independientes asegurados frente a una amplia gama de especificaciones de prueba de
OEM, estándares nacionales (BS, ASTM, DIN, JAS) e internacionales (ISO, EN, SAE).
Los servicios de prueba de SATRA están acreditados según ISO 17025.
Frenos
Es un grupo de piezas que, al trabajar juntas, forman uno de los sistemas de seguridad más
importantes del vehículo. El sistema encargado de controlar la velocidad a la que se
desplaza.
Estos sistemas transforman la energía de movimiento o cinética, en energía calórica
mediante el rozamiento de los componentes del sistema de frenos.
Es considerado el sistema de seguridad más importante en cuanto a movilidad de automóvil
se refiere, razón por la cual en algunos países existen parámetros que deben cumplirse a la
distancia y efectividad del frenado.
Los fabricantes de automóviles dedican bastantes recursos a la elaboración de los sistemas
de frenado debido a su importancia, ya que al final lo que importa es que el conductor y los
pasajeros puedan viajar o trasladarse de la forma más confiable y segura posible.
Frenos hidráulicos
Técnico automotriz revisando el freno hidráulico de un automóvil
Los frenos hidráulicos -que son los más utilizados-, cuentan con los siguientes
componentes:
Depósito o recipiente para el líquido de frenos.
Pedal del freno para accionar el sistema.
Bomba de freno para generar presión en el sistema hidráulico del freno.
Conexiones, mangueras y tuberías, para que fluya el líquido de frenos.
Pastillas o bandas de frenos según el tipo de sistema de freno.
Bombines o pistones, encargados de aplicar presión en las bandas o pastillas.
Discos o tambor que entran en fricción con las zapatas o pastillas para generar el frenado.
Pinza de frenos para alojar los pistones y las pastillas en caso de frenos de disco.
Componentes electrónicos, para mayor eficiencia y asistencia en el sistema de frenado.
Frenos de aire
Existen sistemas de frenos de aire en los cuales se sustituye el líquido hidráulico, por
presión de aire. En estos casos, los componentes son los siguientes:
Compresor de aire.
Regulador de compresión.
Tanque de almacenamiento para el aire.
Desagüe o válvula de escape.
Evaporador de alcohol.
Pedal de freno.
Válvula de seguridad.
Imagen de un freno de aire sobre el fondo de un taller mecánico automotriz
Frenos mecánicos
Técnico colocando el disco en el freno mecánico
Al tratarse de un sistema de frenado mecánico que son los que se usaban en los primeros
automóviles, o los que actualmente se usan como frenos auxiliares o frenos de
estacionamiento, cuentan con los siguientes elementos:
Palanca de freno en lugar de pedal, por lo que se deduce que debe ser accionado con la
mano por el usuario. En algunos casos de vehículos de carga, podemos encontrar un pedal
en el extremo izquierdo del compartimiento de pedales destinado para accionar este sistema
de freno.
Cable de acero o guaya, para liberar o accionar el sistema.
Disco o tambor según sea el caso.
Pastillas o bandas según sea el caso.
¿Cómo funciona?
Los sistemas hidráulicos -bien sean de disco o de tambor-, funcionan cuando el usuario
ejerce presión sobre el pedal, indicándole a la bomba que puede ser mecánica o eléctrica,
que distribuya el líquido hidráulico, hacia los elementos que proporcionan la frenada.
La presión es controlada por el pedal, al igual que la intensidad de la frenada. Cuando el
conductor levanta el pie del pedal, el líquido hidráulico retorna al depósito para ser usado
de nuevo.
En los frenos de discos, el líquido de freno impulsa al pistón o los pistones y estos a su vez,
empujan las pastillas para que entren en contacto con el disco generando la fricción y por
consecuencia, la frenada.
En los frenos de tambor o de zapata, el líquido de frenos acciona los bombines y estos
empujan las bandas para que entren en contacto con el tambor y generar la frenada.
En el caso de los sistemas de freno por aire, el usuario ejerce presión en el pedal de freno
indicándole al controlador de presión, que haga fluir presión de aire hacia los elementos de
frenado para activarlos. Al quitar el pie del pedal, el aire se libera y el vehículo continúa su
marcha.
En los frenos mecánicos, se acciona la palanca o pedal si es el caso y esta mediante un
cable de acero o guaya, activa el sistema de frenos. Para liberarlo, accionamos la palanca o
pedal de forma negativa.