v08n02 085

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

AGRONOMÍA MESOAMERICANA 8(2): 85-89.

1997

USO DE RASTROJO DE MAÍZ COMO COBERTURA SUPERFICIAL Y


SUS IMPLICACIONES EN LA ECONOMÍA DEL NITRÓGENO EN
EL CULTIVO DE MAÍZ

José Luis Zea2, M. Osorio2, Jorge Bolaños2

RESUMEN ABSTRACT
Uso de rastrojo de maíz como cobertura superficial y The usage of maize wastes as surface cover and its
sus implicaciones en la economía del nitrógeno en el culti- implications in the economy of nitrogen on maize
vo de maíz. Con base en los resultados obtenidos en los pe- cultivars. Based on results from 89-91,92-95; the Regional
riodos 89-91, de 1992 a 1995, el Programa Regional de Maíz Coro Program established 12 regional trials to evaluate
realizó12 ensayos regionales en los cuales se evaluaron dis- severallevels of humus (0,2.5,5 and 10 t/ha) at varying levels
tintos niveles de mantillo (0, 2,5, 5 y 10 t/ha) a varias dosis of Nitrogen (0.75 and 150 kg/ha). Some of these trials have
de nitrógeno (0, 75 y 150 kg/ha). Algunos de esos ensayos been performed for two or three years at the same site. A
llevan dos o tres añ.os en el mismo sitio. Se encontró una in- negative interaction between net effect of humus and grain
teracción negativa entre efecto neto de mantillo y rendimien- yield was found. Response to N was positive at all localities.
to de grano. La respuesta a N fue positiva en todas las locali- At all humus levels, yield increased from 0 to 75 kg/ha of N;
dades. En todas las localidades hubo ganancia en rendimiento however, no difference was observed between 75 and 150
de grano de maíz con cada kg N/ha que se aplicó. En todos kg/ha of N. Ear rot was more related to low N levels than to
los niveles de mantillo, los rendimientos se incrementaron al high humus levels. Results suggest that in order to avoid
pasar de 0 a 75 kg N/ha, pero no se obtuvo respuesta al pasar negative impact of superficial humus on corn grain yield, N
de 75 a 150 kg N/ha. La pudrición de mazorca estuvo asocia- must be added at a dose ranging between 100 and 150 kg/ha.
da con bajo N, más que con niveles altos de mantillo. Los re-
sultados sugieren que para evitar el impacto negativo que
produce el uso de mantillo superficial sobre el rendimiento de
grano de maíz, se debe considerar la aplicación de una dosis
de N entre 100-150 kg/ha.

INTRODUCCIÓN (rastrojo) de residuos de la cosecha anterior, especial-


mente maíz, sobre el rendimiento de maíz (Sosa, 1992;
Cerca del 60% del maíz que se siembra en Centro Sosa y Bolaños, 1993).
América se hace en laderas, con tecnologías que degra-
dan y erosionan rápidamente los suelos (Sosa, 1993) Violic (1989) manifiesta que las razones expuestas
y/o bajo condiciones de humedad que con frecuencia para justificar la preparación del suelo con implemen-
son limitativas para la producción del cultivo por pre- tos manuales o mecánicos son hoy todas rebatibles. Las
sentarse en el período de floración (INSlVUMEH, malezas se pueden combatir con herbicidas, los resi-
1984). En este contexto, el Programa Regional de Maíz duos vegetales como mantillo reducen la erosión y
(PRM) investiga desde 1989, nuevas tecnologías que mantienen la humedad del suelo, el uso intensivo de
favorezcan la producción sostenida de granos básicos, arado o rastra deteriora la estructura del suelo, crea el
especialmente maíz, en condiciones marginales y para pie de arado y compacta el suelo, etc. También indica
pequeños y medianos productores. Después de conocer que como alternativa al laboreo convencional del suelo
la experiencia de El Salvador, en el área de Metalío- han existido desde siempre prácticas conservacionistas,
Guaymango (Calderón, 1991), se han realizado una se- pero en 1940 surge la labranza cero con bases científi-
rie de ensayos para determinar el efecto de mantillo cas, con el descubrimiento del 2-4 D y otros herbicidas

1 Presentado en la XLII Reunión Anual del PCCMCA en El Salvador., Centroamérica, 1996.


2 CIMMYT-PRM 12 calle 1-25 zona 10, Edificio Géminis 10, Torre Norte, Of. 1606, Guatemala. Tel: (502) (2)353418 - 3534281.
86 AGRONOMÍA MESOAMERICANA

hormonales, a los cuales se suman en 1950-60 las tria- de rastrojo. Estudios en 1991 usando niveles de hasta
zinas (residuales) y más recientemente los desecantes 30 t/ha mostraron que hay efecto negativo sobre rendi-
como el paraquat. miento de grano de maíz y que este es un nivel dema-
siado alto (Sosa, 1992).
Según la Sociedad de Conservación del Suelo de
América (1976), labranza de conservación es cualquier El objetivo principal de estos ensayos fueron enfo-
sistema que reduce la pérdida de suelo o agua, en com- car el efecto e interacción de diferentes niveles de man-
paración con la labranza convencional. Algunos autores tillo y nitrógeno en diferentes ambientes y años en la re-
consideran que para que realmente sea labranza de con- gión, así como examinar las bases fisiológicas y
servación debe dejarse por lo menos un 30% de la su- agronómicas de la posible interacción rastrojo-nitrógeno.
perficie del suelo cubierta con mantillo. Johnson
(1988), por ejemplo, indica que dejando un 20-30% de
mantillo a la siembra, la erosión se reduce entre 50 y MATERIALES Y MÉTODOS
90% comparado con un suelo sin protección, aunque
menciona que otras variables también participan. En total se establecieron 12 ensayos a través de lo-
calidades y años, de la siguiente manera: dos en 1992
Sin embargo, la aplicación de niveles de mantillo (Jutiapa y LaMáquina,Guatemala), seis en 1993 (dos en
al suelo puede alterar profundamente procesos y pro- Guaymango y uno en Texistepeque, El Salvador; Jutia-
piedades físicas y químicas en el suelo (Bolaños, 1989; pa y Cuyuta, Guatemala; San Andrés, El Salvador), tres
Barreto, 1989), debido a cambios que se producen al en 1994 (Jutiapa y Cuyuta, Guatemala; San Cristóbal,
modificar el sistema de laboreo del suelo. Los cambios Nicaragua) y uno en 1995 (Jutiapa, Guatemala). Por
más importantes tienen que ver, en este caso, con la mi- país, siete fueron en Guatemala, cuatro en El Salvador
neralización e inmovilización del nitrógeno motivado y uno en Nicaragua. En algunas localidades (Jutiapa y
por la acumulación de la materia orgánica en el perfil Cuyuta, Guatemala, 93,94 y 95) los ensayos se estable-
del suelo, y principalmente en la capa superficial, bajo cieron en los mismos sitios en busca de observar efec-
labranza cero, cambios ya documentados y que en ge- tos a mediano y largo plazo. Casi todos los ensayos fue-
neral indican que la inmovilización de nitrógeno bajo ron establecidos en campos de agricultores. Se usó un
labranza cero es mayor (Barreto, 1989). En muchos ca- arreglo factorial de tratamientos en el diseño de bloques
sos, más de la mitad del nitrógeno aplicado en el ferti- completos al azar, con tres repeticiones por localidad.
lizante se inmoviliza bajo labranza cero en compara- Los factores evaluados fueron: cantidad de rastrojo
ción con labranza convencional (Barreta, 1989). (mantillo superficial) con 0,5 y 10 tlha y dosis de nitró-
geno con 0, 75 y 150 kg/ha, para un total de nueve tra-
Es necesario resaltar la importancia de la relación tamientos. En algunas localidades se agregó el nivel 2,5
C:N del rastrojo para entender la mineralización de los t/ha (Jutiapa 93, 94 y 95) o se sustituyó este nivel por el
residuos vegetales y la disponibilidad de N bajo labran- de 10 t/ha (Cuyuta 93 y 94). La fertilización fosforada
za cero (Barreto, 1989). La relación C:N del residuo de fue uniforme y consistió de 40 kg P205/ha, usando tri-
maíz-maicillo varía entre 60-80, en comparación con los ple superfosfato (0-46-0) como fuente.
residuos de leguminosas de cobertura, que tienen C:N
entre 15-20. Cuando los residuos tienen C:N altos, la La unidad experimental total fue de seis surcos de
descomposición de éstos tiene una demanda fuerte de N, cinco metros de largo, con distancia entre surcos de 0,75-
10 que puede causar una inmovilización del N disponi- 0,80 m y entre posturas de 0,40-0,50, dependiendo de la
ble en el suelo. Aplicaciones de residuos con C:N infe- localidad, colocándose dos plantas/postura, para una
riores a 20, resultan en una mineralización neta de N du- densidad teórica de 50-53 mil plantas/ha. A la cosecha se
rante la descomposición de estos. Debido a que los tomaron solamente los cuatro surcos centrales. Se usó la
residuos de maíz-maicillo tardan más de seis meses en variedad de maíz recomendada para cada localidad, tra-
descomponerse, esto significa una inmovilización im- tándose la semilla con insecticida para control de plagas
portante del N disponible para el cultivo de maíz. Estu- del suelo. Se mantuvo control sobre malezas e insectos
dios a largo plazo sugieren que la baja disponibilidad del del follaje durante el ciclo de cultivo. A la cosecha se mi-
N causada por la inmovilización es temporal estable- dió: número de plantas cosechadas, número de mazorcas
ciéndose un nuevo equilibrio en las relaciones de mine- totales y podridas, el peso de campo y la humedad del
ralización e inmovilización del suelo (Barreto, 1989). grano. Se tomó también peso de planta (parte aérea) pa-
ra estimar rendimiento de rastrojo y de biomasa total.
Experiencias anteriores en el PRM muestran que al
aumentar la cantidad de rastrojo (mantillo) disminuye Se realizó un análisis de varianza por localidad y al
el rendimiento de maíz. Los primeros trabajos se reali- combinado de las 12 localidades. Se efectuó también
zaron en El Salvador evaluando niveles de hasta 50 t/ha análisis de regresión con niveles de rastrojo y nitrógeno.
ZEA, et al.: USO DE RASTROJO COMO COBERTURA SUPERFICIAL EN EL MAÍZ 87

RESULTADOS Y DISCUSIÓN La respuesta al rastrojo, a diferentes dosis de N


(Cuadro 2) muestra que la pérdida de rendimiento de
El análisis de varianza realizado a las principales grano de maíz, por cada t/ha de rastrojo aplicada, fue de
variables de respuesta, muestra el efecto altamente sig- 16 kg/ha grano, cuando no se pone N (0N) y de 51
nificativo del nitrógeno, mientras que ni rastrojo ni la kg/ha cuando se pusieron 75 kg N/ha. Cuando se adi-
interacción de ambos factores tuvo efecto significativo cionaron 150 kg N/ha parece alcanzarse el equilibrio, e
sobre las variables analizadas. La interacción significa- indica que la relación C:N jugó un papel muy importan-
tiva, localidad por N es esperada, debido al efecto de lo- te en este aspecto (Barreto, 1989), y sólo cuando se po-
calidades. No hubo interacción de los otros factores so- ne suficiente N se logra suplir la demanda de este ele-
bre las variables estudiadas. mento por fijación y uso en el proceso de
descomposición del rastrojo. Sin embargo, se ha encon-
En términos de efectos netos promedio a través de trado que cuando existe limitación de humedad, como
localidades, años y dosis de N (Cuadro 1), el rendi- en los años 93 y 94 en localidades como Jutiapa, Cuyu-
miento de grano tendio a disminuir conforme se au- ta y San Andrés (Cuadro 2), la aplicación de rastrojo tu-
mento el nivel de rastrojo, lo cual fundamentalmente se vo efectos positivos sobre el rendimiento de maíz, hipo-
debe a que también disminuyó el peso de la mazorca. téticamente debido a una mayor retención de humedad
Esta tendencia ,a través de las diferentes dosis de N, se en el suelo (Zea, 1995).
muestra en la Figura 1. Se nota que cuando no se puso
N (0N) el rendimiento de grano fue bajo y decreciente Por el contrario, como ya se discutió anteriormen-
conforme se pasó de 0 a 5 y de 5 a 10 t/ha de rastrojo, te, hubo respuesta positiva a la aplicación de N (prome-
mientras que cuando se adicionaron 75 kg N/ha el ren- dio de localidades, años y niveles de rastrojo) en todas
dimiento de incremento en casi el doble, pero sigue las variables, con excepción de pudrición de mazorca.
siendo decreciente conforme aumento el nivel de ras- En este sentido, los rendimientos de grano y de rastro-
trojo. Cuando se adicionaron 150 kg N/ha, el rendi- jo, la biomasa y el peso de mazorca se incrementaron
miento se incrementó levemente con relación a 75 kg sustancialmente con la aplicación de N. El rendimiento
N/ha, pero tendió a estabilizarse con respecto a los ni- de grano se incrementó en 1731 kg/ha, al pasar de 0 a
veles de rastrojo. Se asume que es hasta esta dosis, o 75 kg N/ha (23 kg grano/ kg N aplicado), en tanto que
cerca de ella, que se cubre la demanda del cultivo y la al pasar de 75 a 150 kg N/ha el incremento fue de 464
de los microorganismos que participan en la descompo- kg/ha (6 kg grano/kg N aplicado). Sin embargo, este
sición del rastrojo. Sin embargo, no hubo un efecto cla- comportamiento fue variable por cada nivel de rastrojo
ro de este factor sobre las variables rendimiento de ras- (Figura 1). Cuando no se puso rastrojo (0 t/ha), hubo un
trojo, biomasa ni pudrición de mazorca. fuerte incremento al pasar de 0 a 75 kg N/ha, pero entre
88 AGRONOMÍA MESOAMERICANA

las dosis 75 y 150 kg N/ha la respuesta fue mínima, importar el nivel de rastrojo. Sin embargo, debe notarse
mientras que en los niveles 5 y 10 t/ha, el incremento que esta ganancia es variable por localidad y año, para
entre las dosis 0 y 75 kg N/ha fue menor. Por lo que hay cada nivel de rastrojo, variando de 4 a 26 en el nivel 0
que cubrir las demandas del cultivo y de los microorga- t/ha, de 1 a 29 en el nivel 5 t/ha, de 4 a 32 en el nivel 10
nismos mineralizadores. Esta misma respuesta se ha ob- t/ha y de 3 a 29 en el combinado de las 12 localidades.
servado en otro tipo de ensayos, por lo menos en Gua- El incremento en rendimiento estuvo relacionado con el
temala (Zea, 1995), en donde aplicaciones mayores de incremento en el número de mazorcas/planta y el peso
75-100 kg N/ha no muestran mayores incrementos de de mazorca, producido por el N aplicado, notándose,
rendimiento. En términos de promedio general (Cuadro como en estudios anteriores (Sosa, 1993), que el rastro-
3) se ganan 15 kg grano por cada kg N/ha aplicado, sin jo no afecta consistentemente a la variable número de
ZEA, et al.: USO DE RASTROJO COMO COBERTURA SUPERFICIAL EN EL MAÍZ 89

mazorcas/planta o prolificidad (Cuadro 1), a diferencia INSIVUMEH. 1984. Análisis de la estación lluviosa de Gua-
de otros estrés (Bolaños y Barreto, 1991) a los cuales temala con fines agrícolas. Departamento de Sistemas
esta variable es muy sensitiva. Atmosféricos. Sección de Climatología-Agrometeoro-
logía. Guatemala. pp 11-12.
Es importante resaltar que la pudrición de mazorca
JOHNSON, RR 1988. Soil engaging tool effects on surface
estuvo más asociada con bajo N (0N) que con niveles residue and roughness with chiseltape implements. Soil
altos de rastrojo (Cuadro 2), situación que puede deber- Sci. Soc. Am. 1. 52:237-243.
se a que el rastrojo utilizado ha estado libre de inóculo
o a que las condiciones de los ambientes donde se han SOIL CONSERVATlON SOCIETY OF AMERICA. 1976 Re-
conducido los ensayos, no tienen condiciones favora- source Conservation Glossary. Ankeny, Iowa.
bles para esta enfermedad.
SOSA, H. 1992. Efecto de la cantidad de mantillo en el ren-
dimiento de los sistemas maíz-sorgo y maíz-frijol, bajo
Labranza cero, El Salvador 1991. Síntesis de Resulta-
dos Experimentales de 1991. Programa Regional de
LITERATURA CITADA Maíz. Guatemala. Vol 3. pp. 105-114.

BARRETO, J. 1989. Cambios en propiedades químicas, pa- SOSA, H. 1993. Respuesta diferencial del maíz a la labranza
trones de fertilización y encalamiento en suelos bajo la- de conservación a distintas dosis de nitrógeno. pp. 119-
branza cero. Documento de trabajo CIMMYT-PRO- 123 en Síntesis de Resultados Experimentales del PRM
CIANDINO. El Batán, México. pp. 43-70. 1992, Guatemala, Vol. 4.

BOLAÑOS, 1. 1989. Suelos en relación a la labranza de con- SOSA, H.; J. BOLAÑOS. 1993. Respuesta del maíz-maicillo
servación: aspectos físicos. Documento de trabajo y maíz-frijol a distintos niveles de mantillo bajo labran-
CIMMYT-PROCIANDINO. El Batán. México. p. 19-42. za de conservación. Síntesis de Resultados Experimen-
tales del PRM 1992. Guatemala. Vol. 4, pp. 114-118.
BOLAÑOS, J.; BARRETO, H. 1991. Análisis de los compo-
nentes de rendimiento de los ensayos regionales de VIOLIC, D. 1989. Breve historia de la labranza de conser-
maíz de 1990. Análisis de los Ensayos Regionales de vación. Documento de trabajo CIMMYT-PROCIAN-
Agronomía, 1990. Programa Regional de Maíz. Guate- DINO. El Batán. México. pp. 1-4.
mala. pp. 9-25.
ZEA, L. 1995. Efecto de dosis de rastrojo y nitrógeno sobre
CALDERON, F. 1991. Aspectos institucionales de la adap- el rendimiento de maíz (Zea mayz L.) en dos localida-
tación y difusión de la labranza de conservación en Me- des de Guatemala. Informe de Resultados 1994, Pro-
talío-Guaymango, El Salvador. Documento de trabajo grama de Maíz, Instituto de Ciencia y Tecnología Agrí-
Programa Regional de Maíz. Guatemala. pp. 73-83. colas. Guatemala, pp. 110-115.