Las actitudes se aprenden a través de la experiencia y definen nuestra predisposición hacia ciertos objetos y situaciones. Las actitudes influyen en el comportamiento del consumidor junto con factores psicológicos, personales y sociales/culturales. Las actitudes son importantes para el marketing ya que predicen el comportamiento de compra y se pueden medir a través de encuestas, grupos focales u observación de redes sociales.
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Las actitudes se aprenden a través de la experiencia y definen nuestra predisposición hacia ciertos objetos y situaciones. Las actitudes influyen en el comportamiento del consumidor junto con factores psicológicos, personales y sociales/culturales. Las actitudes son importantes para el marketing ya que predicen el comportamiento de compra y se pueden medir a través de encuestas, grupos focales u observación de redes sociales.
Las actitudes se aprenden a través de la experiencia y definen nuestra predisposición hacia ciertos objetos y situaciones. Las actitudes influyen en el comportamiento del consumidor junto con factores psicológicos, personales y sociales/culturales. Las actitudes son importantes para el marketing ya que predicen el comportamiento de compra y se pueden medir a través de encuestas, grupos focales u observación de redes sociales.
Las actitudes se aprenden a través de la experiencia y definen nuestra predisposición hacia ciertos objetos y situaciones. Las actitudes influyen en el comportamiento del consumidor junto con factores psicológicos, personales y sociales/culturales. Las actitudes son importantes para el marketing ya que predicen el comportamiento de compra y se pueden medir a través de encuestas, grupos focales u observación de redes sociales.
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Las actitudes se aprenden, definen nuestra predisposición hacia
determinados aspectos del mundo, nos proporcionan las bases
emocionales y de interpersonales y de identificación con los demás. Las actitudes son un sentimiento positivo o negativo o estado mental de alerta, aprendido y organizado mediante la experiencia, que ejerce influencia específica en la respuesta de una persona a la gente, objetos y situaciones. De acuerdo con ello las actitudes: a) Se aprenden b) Definen predisposiciones hacia aspectos c) Proveen los prejuicios emocionales de relaciones interpersonales y de relaciones interpersonales y de identificación otros.
Factores que influyen en el comportamiento del consumidor
Un conjunto complejo de factores influye en el comportamiento de los
consumidores. Estos factores, impulsados por los pensamientos, las emociones o los hábitos arraigados, suelen tener su origen en las siguientes categorías:
Psicológicos: los factores psicológicos surgen de las experiencias
internas de un individuo que dan forma a los principales impulsores de los comportamientos, como la motivación, la percepción, el aprendizaje, las creencias y las actitudes.
Personales: los factores personales que influyen en el comportamiento
están relacionados, en gran medida, con las circunstancias y la situación de vida de la persona. Entre ellos se encuentran la etapa vital del individuo, su ocupación, su estatus socioeconómico, su estilo de vida y su personalidad. Algunos de estos factores pueden cambiar a medida que cambian las circunstancias de vida de un individuo.
Sociales y culturales: las personas no son islas y sus comportamientos
y actitudes pueden verse influidos por las normas y tendencias sociales y culturales. Estos factores pueden incluir a la familia, los amigos, los grupos organizados, así como influencias culturales más amplias relacionadas con la clase social, el estatus y el origen étnico.
Las actitudes son un excelente predictor del comportamiento de
compra del consumidor. Por eso son tan importantes en marketing y en investigación de mercados, se pueden detectar y comprender en cuestionarios, en Focus Group y también con las menciones a una marca o producto en redes sociales y foros digitales. Es decir, se pueden utilizar encuestas, investigación cualitativa, minería de texto en redes sociales o “netnografía”, un estudio etnográfico de una comunidad virtual (por ejemplo, grupos de Facebook). Podemos definir las actitudes como “predisposiciones aprendidas para responder de forma favorable o desfavorable a un objeto o clase de objetos”. Aquí es muy importante que la actitud es aprendida: se forman a través de la experiencia, las opiniones recabadas y las comunicaciones de marketing recibidas. También influye la personalidad del individuo. Pero no sólo, los factores situacionales son muy importantes. La actitud no siempre es congruente con el comportamiento del consumidor porque la situación se lo impide. Por ejemplo, su actitud ante determinado objeto es negativa, pero en ese momento está rodeado de personas que le importan y tienen una actitud distinta.
La actitud tiene una dimensión evaluativa (me gusta o no, estoy a
favor o en contra) y otra temporal (¿Esa actitud es permanente?). La intensidad de la actitud es más inamovible e importante en la elección del consumidor cuando sus valores y el auto concepto son consistentes, el objeto tiene relación con parte de esos valores o auto concepto y el consumidor ha dedicado más tiempo a formar esa actitud. Hay varios modelos de las actitudes, pero nos vamos a centrar en los más interesantes para el Marketing.
Podemos considerar que las actitudes se conforman a partir de una
información, la evaluación de esa información y la conducta que el individuo afronta como consecuencia de la información recibida, la valoración de esa información, y la situación concreta en la que está el consumidor. Las creencias son las características (atributos) que el consumidor atribuye a una marca o servicio. Un mal posicionamiento puede provocar creencias erróneas y la marca se resiente.
La evaluación considera positivos o negativos los atributos
establecidos en las creencias. La importancia supone el grado en que esos atributos influyen en el comportamiento de compra del consumidor. Los beneficios buscados por el consumidor y la unión de éstos con la marca, producto o servicio son un primer paso hacia la actitud positiva. Vincular creencias (qué atributos tiene según el consumidor) y beneficios buscados ya crea actitud positiva hacia la marca o producto. Pero buscamos actitudes hacia la compra del producto. ¿Puedo o no puedo afrontar ese gasto? ¿Es una prioridad en mis gastos o no lo es? La realidad que los profesionales del marketing deben atacar más esa actitud hacia la compra que centrarse en la de la actitud hacia el producto. Este es un paso necesario, pero no suficiente para que un consumidor compre.
La actitud de compra hacia el producto tiene una influencia añadida a
la de las actitudes y sus componentes: la norma social subjetiva. Además de los factores señalados antes, debemos tener en cuenta que el consumidor tiene una creencia sobre lo que se espera de él en su entorno y una motivación para satisfacer lo que se espera de él o para acomodarse a las opiniones de su entorno (familia, pareja, amigos, grupos de aspiración…). Suponen la unión de la influencia de grupo y de los factores internos.