Fernandez Fernandez Krause. 2020. Comprensión Del Cambio Psicoterapéutico

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PSICOLOGÍA

Comprensión del cambio psicoterapéutico


en adolescentes: voces de pacientes y
terapeutas
Understanding the psychotherapeutic change in adolescents:
Voices of patients and therapists
Olga María Fernández1 ORCID
, Sofía Fernández2 ORCID
, Mariane Krause3 ORCID

1
Universidad de Chile
23
Pontificia Universidad Católica de Chile

Resumen
Fecha correspondencia: Este estudio tuvo como objetivo comprender el proceso de cambio psicote-
Recibido: diciembre 2 de 2019. rapéutico desde las perspectivas subjetivas de adolescentes y terapeutas
Aceptado: septiembre 3 de 2020. que participaron en una terapia. Método: se utilizó un enfoque cualitativo;
la recolección de información se realizó a través de entrevistas semies-
Forma de citar: tructuradas audiograbadas, luego de finalizar la terapia. Participaron 17
Fernández, O., Fernández, S., & díadas terapéuticas (adolescentes: edad promedio 15,8 años; 64,7% género
Krause, M. (2020). Comprensión
femenino; terapeutas: edad promedio 30,3 años; 55,5 % género femenino),
del cambio psicoterapéutico en
adolescentes: voces de pacientes que realizaron sus terapias en contextos naturales y con diferentes enfo-
y terapeutas. Rev. CES Psico, 13(3), ques teóricos. Codificadores entrenados analizaron los datos a través de
107-123. los procedimientos propuestos por la Teoría Fundamentada, codificación
abierta y axial, y procesos de reorganizaciones y triangulaciones perma-
Open access nentes. Resultados: se identificaron dos fenómenos comprensivos rela-
© Copyright cionados con los procesos de cambio psicoterapéutico: (a) El encuentro
Licencia creative commons con “otro” como plataforma segura y sustrato relacional generador del
Ética de publicaciones cambio y, (b) El cambio como empoderamiento y desarrollo. Discusión:
Revisión por pares se examina el rol central que ocupan la relación terapéutica y el logro de
Gestión por Open Journal System
las tareas del desarrollo (identidad, autonomía y autodeterminación) en el
DOI: http://dx.doi.org/10.21615/
cesp.13.3.7 cambio psicoterapéutico. Además, se reflexiona acerca de las habilidades
ISSN: 2011-3080 y acciones de los terapeutas.

Palabras claves: Psicoterapia con Adolescentes, Procesos de Cambio Psi-


coterapéutico, Alianza Terapéutica, Metodología Cualitativa.

Abstract
This study aimed to understand the process of psychotherapeutic change
from the subjective perspectives of adolescents and therapists who par-
ticipated in therapy. Method: A qualitative approach was used; information
Comparte was collected through a semi-structured audio-recorded interview, which
occurred at the end of therapy. The participants were 17 therapeutic dyads
(adolescents: average age 15.8 years; 64.7% female gender; therapists:
average age 30.3 years; 55.5% female gender), who performed their thera-
pies in natural contexts and with different theoretical approaches. Trained
Fernández, O., Fernández, S., & Krause, M. PSICOLOGÍA
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coders analyzed the data through the procedures proposed by the Grounded Theory,
Sobre los autores: with open and axial coding, performing processes of permanent reorganizations and
triangulations. Results: The results show two major phenomena related to the pro-
1. Doctora en Psicoterapia. cesses of change: (a) The encounter with “the other” as a safe platform and relational
Psicóloga Clínica. Profesora substrate to generate change and (b) Change as empowerment and development.
Asistente Departamento Discussion: The central role of the therapeutic relationship and the achievement of
Psiquiatría y Salud Mental developmental tasks (identity, autonomy and self-determination) in psychotherapeutic
Facultad de Medicina change is discussed. In addition, it also reflects on the skills and actions of the the-
Universidad de Chile.
Investigadora Adjunta rapists.
Instituto Milenio para
la Investigación de la Keywords: Psychotherapy with Adolescents, Adolescent Therapy, Change Processes,
Depresión y la Personalidad Therapeutic Alliance, Qualitative Methods.
(MIDAP).
Introducción
2. Magíster en Psicología La salud mental de la población adolescente constituye un desafío de alta relevancia
Clínica. Psicóloga Clínica.
Estudiante de Doctorado en el ámbito de la salud pública mundial (Midgley et al., 2018). Se estima que entre
en Psicoterapia Pontificia 10% y 20% de los adolescentes en el mundo experimentan trastornos mentales,
Universidad Católica de pero no en todos los casos se diagnostican ni se tratan adecuadamente (Kessler, et
Chile. Estudiante en Instituto al., 2007); y en poblaciones vulnerables estas cifras pueden ser más altas. Se calcula
Milenio para la Investigación que en América Latina y el Caribe por lo menos 53 millones de niños, niñas, ado-
de la Depresión y la lescentes y jóvenes requieren atención en salud mental (Benjet, 2009). A su vez, la
Personalidad (MIDAP). mayoría de los problemas de salud mental de la infancia y la adolescencia conllevan
problemas en la vida adulta (Benjet, 2009; Kessler et al., 2005; Russel, 2008), con
3. Doctora en Psicología. alto impacto en la calidad de vida de las personas y consecuencias que se traducen
Psicóloga. Profesora en costos económicos y productivos para la sociedad (Benjet, 2009; Russell, 2008).
Titular, Escuela de
Psicología Pontificia
Universidad Católica La psicoterapia se ha constituido en una estrategia para responder a las necesidades
de Chile. Investigadora de salud mental y contribuir al bienestar socioemocional de los jóvenes y de la po-
Asociada Instituto Milenio blación en general (Garcia, 2019; Weisz & Kazdin, 2010). Cabe señalar que, la psi-
para la Investigación de la coterapia con adolescentes presenta características y complejidades específicas
Depresión y la Personalidad que la diferencian de la psicoterapia con adultos, por lo que no es recomendable la
(MIDAP). extrapolación del acervo teórico, las técnicas y los resultados de investigaciones en
psicoterapia de un grupo etario a otro (DiGiuseppe, Linscott, & Jilton, 1996; Russell,
2008). Existe evidencia de que los/as adolescentes presentan dificultad en el esta-
blecimiento de la relación de ayuda, se muestran reacios a la atención, manifies-
tan oposición activa o pasiva a consultar, tienen inconsistencias en su motivación,
o simplemente desertan en las primeras sesiones de sus tratamientos (Fernández,
Herrera, & Escobar, 2016; Kazdin, 2004; Manríquez, Molina, & Zubarew, 2003). Tam-
bién, se ha observado que, por lo general, los adolescentes asisten a tratamiento
por motivación externa (padres, familia o escuela) y, con frecuencia, no perciben la
disfuncionalidad de su conducta (Kazdin, 2004), por lo que llegan a la terapia sin mo-
tivación propia y sin un motivo de consulta personal. Además, en la terapia con ado-
lescentes es común la participación directa o indirecta de los padres u otros miembros
del grupo familiar, o de instancias educativas o judiciales; lo que disminuye la priva-
cidad y fomenta la desconfianza de los adolescentes, así como su reticencia a recibir
ayuda (Everall & Paulson, 2002; Kazdin, 2004).

Las características de desarrollo propias de la edad adolescente parecen mediar


parte de las singularidades descritas. La búsqueda de la identidad, junto con la ne-
cesidad de autonomía y autodeterminación, así como el proceso de separación-indi-
viduación en relación con los padres y figuras de autoridad, se relacionan con la des-
confianza y rechazo a recibir ayuda de otros adultos (Levisky, 1999; Russell, Shirk,
Comprensión del cambio psicoterapéutico en adolescentes: voces de pacientes y terapeutas PSICOLOGÍA
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& Jungbluth, 2008). Así mismo, el surgimiento del pensamiento hipotético deductivo
propio de la edad (Marchesi, Palacios, & Coll, 2017), los encamina a relativizar la
opinión de otros y a desidealizar o desvalorizar su aporte y apoyo. Además, se ha
señalado que la dimensión narcisista, acentuada en la adolescencia, potencia que
el/la adolescente se considere único/a, y esté convencido/a de que nadie puede
comprenderlo y contenerlo: lo que puede interferir en el vínculo inicial con el tra-
tamiento y provocar resistencia e interrupción de la terapia (Levisky, 1999). En este
sentido, diversos autores (Everall & Paulson, 2002; Páramo, 2011) plantean que la
adolescencia requiere modelos de abordaje terapéutico diferentes a los de la niñez
y adultez.

Investigaciones en psicoterapia con adolescentes


Existe evidencia consistente sobre la efectividad de la psicoterapia con adolescentes,
tanto en la disminución de la sintomatología de diferentes trastornos, el aumento del
nivel de adaptación y bienestar como en la recuperación del curso normal del desa-
rrollo (Kazdin, 2004; Goodyer et al., 2011; Weisz & Kazdin, 2010; Weisz, Sandler, Dur-
lak, & Anton, 2005). Sin embargo, muchas de estas investigaciones se han realizado
en culturas anglosajonas y en contextos artificiales (experimentales), a través de
estudios clínicos randomizados, con pacientes y procedimientos muy depurados
(cuadros clínicos sin comorbilidades e intervenciones manualizadas) (Goodyer, et
Existe evidencia consistente al., 2011; Weisz & Kazdin, 2010); lo que dificulta la adaptación y aplicación de sus
sobre la efectividad de la hallazgos a la práctica clínica en contextos naturales, y en otros entornos, por ejem-
psicoterapia con adolescen- plo, en Latinoamérica, donde la realidad sociocultural y sanitaria es diferente a la
tes, tanto en la disminución de los países anglosajones. Otra limitación de los estudios de efectividad es que se
de la sintomatología de dife- han centrado preferentemente en la evaluación de resultados finales, más que de
rentes trastornos, el aumen- los procesos generadores de los cambios; y la metodología de investigación em-
to del nivel de adaptación y pleada en la comprobación de la efectividad no muestra con claridad qué es aquello
bienestar como en la recu- que efectivamente provoca el cambio. A su vez, la información de los resultados es
peración del curso normal
reportada casi siempre por terceros (terapeutas, padres, profesores u otro adulto
del desa­rrollo (Kazdin, 2004;
responsable), lo que invisibiliza las percepciones de los niños y adolescentes.
Goodyer et al., 2011; Weisz &
Kazdin, 2010; Weisz, Sandler,
Dur­lak, & Anton, 2005). Un desafío aún pendiente es conocer los procesos o mecanismos que generan los
cambios en psicoterapia con adolescentes (Kazdin, 2007, 2009). Los estudios que
buscan responder cómo se produce el cambio, se han orientado especialmente al
análisis de la Alianza Terapéutica o la relación terapéutica y, en menor proporción al
lenguaje y las actividades realizadas durante la sesión terapéutica.

La relación terapéutica es un factor, directo o indirecto, que actúa sobre los resulta-
dos (Hoffat, Borge, Sexton, Clark, & Wampold, 2012) y ha sido estudiada con prioridad,
a partir del concepto Alianza Terapéutica (AT) (Bordin, 1976; Corbella, & Botella, 2003;
Horvath, 2001). Estudios con niños, adolescentes y adultos muestran alta correla-
ción de la AT con los resultados de la psicoterapia (Martin, Garske & Davies, 2000;
Russell et al., 2008; Shirk & Karver, 2003). El nivel de AT evaluada en las primeras
sesiones, desde la perspectiva de los adolescentes, es el que presenta mayor rela-
ción con los resultados de la psicoterapia (Diamond, Siqueland, & Diamond, 2003;
Fernández, Krause, & Pérez, 2016), y esta relación es moderada por la involucración
del adolescente en su tratamiento (Karver, et al., 2008).

La AT también ha sido estudiada a partir de los conceptos de ruptura y reparación


(Safran & Muran, 2006). De manera particular, se ha encontrado que los adolescentes
tienden a presentar eventos de ruptura en la psicoterapia, especialmente en los mo-
mentos iniciales y finales (Schenk et al., 2019); estos eventos se asocian a momentos
Fernández, O., Fernández, S., & Krause, M. PSICOLOGÍA
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en los que el adolescente siente distanciamiento atencional y emocional de parte


de los terapeutas (Morán, Díaz, Martínez, Varas, & Sepúlveda, 2019), y su manejo es
clave para el proceso terapéutico, en términos de adherencia y de resultados (Daly,
Llewelyn, McDougall, & Chanen, 2010).

Los adolescentes consideran la relación terapéutica como una experiencia central


de la psicoterapia (Fernández et al., 2016; Everal & Paulson, 2002; Páramo, 2011);
tienden a iniciarla con escepticismo y reticencia, y luego la perciben muy diferente a
otras relaciones con adultos: más igualitaria, confiable, respetuosa y comprensiva,
con un alto componente afectivo positivo, homologada a una relación con un “amigo
especial” (Everall & Paulson, 2002; Fernández et al., 2016; Páramo, 2011).

Los estudios acerca de lenguaje o acciones comunicacionales en psicoterapia con


adolescentes han mostrado que un lenguaje colaborativo (centrado en el “nosotros”)
es predictor de una AT positiva y de mejores resultados; mientras la presión para
que el adolescente hable se relaciona negativamente con la AT y con los logros en la
Los adolescentes consideran
terapia (Creed & Kendall, 2005). Por su parte, Krause, Fernández y Bräutigam (2015)
la relación terapéutica como
una experiencia central de la señalan que la fase inicial de las terapias exitosas se caracteriza por interacciones
psicoterapia (Fernández et verbales con mayor proporción de aseveraciones, intenciones de sintonizar con el
al., 2016; Everal & Paulson, otro y referencias a sí mismo y a la relación terapéutica, en comparación con las te-
2002; Páramo, 2011); tien- rapias sin cambios significativos. Este diálogo favorecedor del cambio es promovido
den a iniciarla con escepti- por preguntas del terapeuta, que el/la adolescente percibe diferentes a las que se
cismo y reticencia, y luego presentan en sus interacciones cotidianas (Everall & Paulson, 2002). Otro estudio
la perciben muy diferente a realizado por Fernández, Pérez y Krause (2019) indicó que, cuando los adolescentes
otras relaciones con adultos: perciben un vínculo fuerte se incrementan las probabilidades de que la conversa-
más igualitaria, confiable,
ción se centre en la construcción de nuevos significados; mientras que si perciben el
respetuosa y comprensiva,
énfasis en la dimensión “metas” se presenta mayor probabilidad de que el diálogo
con un alto componente
afectivo positivo, homolo- se dirija a buscar la sintonía entre terapeuta y paciente.
gada a una relación con un
“amigo especial” (Everall & Existe evidencia de que la problemática adolescente se puede trabajar con éxito
Paulson, 2002; Fernández et desde distintas orientaciones teóricas y técnicas (Páramo, 2011). Un metaanálisis
al., 2016; Páramo, 2011). realizado por Shirk y Karver (2003) confirma estos hallazgos al demostrar que la
orientación teórica de la terapia, su modalidad (individual, familiar o solo a padres) y
su nivel de estructuración (manualizada versus no manualizada) no son moderadores
significativos en la asociación de la AT con los resultados; y del mismo modo se
comportan la edad del paciente y el contexto de la terapia (servicio de atención en
salud y contexto de investigación). En relación con la duración de las terapias, Páramo
(2011) plantea que presentan mayor viabilidad y eficacia los procesos terapéuticos
de corta duración, orientados a objetivos concretos, alcanzables y consensuados
desde un inicio entre el adolescente y el terapeuta. Y algunos reportes mencionan
que el espacio físico cómodo y relajado, que los adolescentes sienten como propio,
es valorado en sus experiencias terapéuticas (Everall, & Paulson, 2002; Fernández
et al., 2016; Páramo, 2011).

Las actitudes y habilidades de los terapeutas, que los jóvenes valoran de manera
positiva son la aceptación e interés genuino del terapeuta por el paciente, su flexibi-
lidad y creatividad, su capacidad directiva, de negociación y de ofrecer apoyo (Everall
& Paulson, 2002; Fernández et al., 2016; Páramo, 2011).

También se ha planteado que en las intervenciones con adolescentes se debe con-


siderar la colaboración comprometida de los padres, para que el proceso de cambio
ocurra (Binder, Holgersen, & Nielsen, 2008; Fernández, 2019; Páramo, 2011).
Comprensión del cambio psicoterapéutico en adolescentes: voces de pacientes y terapeutas PSICOLOGÍA
Pág 111

Dadas las características particulares de la psicoterapia con adolescentes y consi-


derando que la perspectiva de los adolescentes sobre su proceso psicoterapéutico
ha sido poco investigada, este estudio busca responder al desafío de comprender el
cambio terapéutico en adolescentes desde la experiencia subjetiva de los actores
del proceso, en terapias realizadas en sus contextos naturales, pacientes con distintos
diagnósticos y terapeutas con distintos enfoques teóricos.

El objetivo del estudio es, entonces, generar un modelo comprensivo del proceso de
cambio en psicoterapia con adolescentes, que enfatice las relaciones y los mecanis-
mos atribuidos subjetivamente por adolescentes y terapeutas como generadores de
los cambios.

Método
Este estudio utilizó un diseño cualitativo exploratorio descriptivo, de corte transversal,
con entrevistas de seguimiento post terapia, para explorar en profundidad las expe-
riencias subjetivas de adolescentes y terapeutas acerca de la generación del cambio
en procesos terapéuticos.

Participantes
Participaron 17 díadas (adolescentes – terapeutas) que habían realizado procesos
terapéuticos en contextos naturales; 64,7% de los adolescentes de género femenino,
Este estudio utilizó un diseño con una media aproximada de edad de 16 años y diferentes diagnósticos; y 55,5% de
cualitativo exploratorio des- los terapeutas de género femenino y con una media de edad aproximada de 30 años.
criptivo, de corte transversal, Se utilizó un muestreo teórico para la conformación de la muestra (Glaser & Strauss,
con entrevistas de segui- 2017/1967; Flick, 2012), con la intención de buscar variabilidad en el número de sesio-
miento post terapia, para
nes asistidas, enfoques teóricos y condición de finalización de la terapia (finalizada,
explorar en profundidad las
experiencias subjetivas de
abandono y en proceso), para explorar la percepción del proceso de cambio terapéu-
adolescentes y terapeutas tico de distintas experiencias y, así, dar profundidad conceptual al mismo (Tabla1).
acerca de la generación del
cambio en procesos terapéu- Recolección de información
ticos. Se contactaron centros de atención en salud mental con atención a adolescentes y
amplia cobertura social (centros universitarios de atención en salud mental abiertos
a la comunidad, consultorios de atención primaria de salud gratuitos y un centro de
salud privado). Todas las díadas terapeuta-adolescente que iniciaron terapia durante
el proceso de recolección de información fueron invitadas a participar en el estudio.
Los terapeutas, adolescentes y padres (en caso de minoría de edad del paciente) que
consintieron y asintieron participar fueron contactados con un intervalo de tiempo,
entre 2 y 11 meses luego de haber finalizado la terapia, según la disponibilidad de
los pacientes y terapeutas.

Con cada participante de la diada se realizó una entrevista semiestructurada basada


en un guion temático (Kvale, 2011; Larsen, Flesaker, & Stege, 2008), que contiene
una o dos preguntas introductorias amplias que propician la expresión espontánea
de sus experiencias respecto al fenómeno investigado. Luego, se realizaron pre-
guntas aclaratorias o más específicas para enriquecer la descripción de los relatos
y profundizar las experiencias relatadas por cada sujeto (Flick, 2012) (Tabla 2). Los
guiones se sometieron a una prueba piloto y, luego de las dos primeras entrevistas,
se ajustaron de acuerdo con los resultados emergentes. Las entrevistas (audiogra-
badas y transcritas) fueron realizadas por asistentes de investigación ajenos a los
centros de atención, con modalidad presencial, una duración aproximada de 60 mi-
nutos y de forma independiente con cada participante de la diada.
Fernández, O., Fernández, S., & Krause, M. PSICOLOGÍA
Pág 112

Tabla 1. Descripción díadas participantes

Paciente Terapeuta N° Condición


Diagnóstico Enfoque
ID Edad Género Edad Género Sesiones Término
DSM* teórico**
1 15 F TDP 25 F Ecléctico 6 Abandona
Consumo de
2 17 M 26 M CE 4 Finaliza
sustancias
Psicodi-
3 19 F - 24 M 130 Continúa
námico
4 12 M TDAH 26 M CE 64 Finaliza
5 13 F TCA 24 F Sistémico 36 Finaliza
6 14 M - 24 M Sistémico 20 Finaliza
7 16 F TDM Moderado 56 F CC 8 Finaliza
8 17 M TDM Leve 26 F Ecléctico 21 Finaliza
9 13 F TDM Leve 26 F Ecléctico 10 Finaliza
10 17 F TDM Moderado 56 F CC 11 Finaliza
11 18 F TDM Moderado 56 F CC 6 Abandona
12 18 M TDM Moderado 37 M Ecléctico 9 Finaliza
13 16 F TDM Severo 31 F CCAC 8 Finaliza
14 15 F TDM Moderado 31 F CCAC 8 Finaliza
15 15 M TDM Moderado 31 F CCAC 8 Finaliza
16 17 F TDM Moderado 31 F CCAC 6 Abandona
17 16 F TDM Moderado 31 F CCAC 5 Abandona

* TDP=Trastorno del desarrollo de la personalidad; TDAH= Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad; TCA= Trastorno de la conducta alimen-
taria, TDM= Trastorno de Depresión Mayor
** CC= Cognitivo-Conductual, CCAC= Cognitivo-Conductual asistida por Computador, CE= Constructivista Evolutivo.

Tabla 2. Guion temático

Ejes temáticos Preguntas Adolescentes Preguntas Terapeutas


“Cuéntame sobre cómo fue para ti “Cuéntame tu experiencia
Pregunta inicial
venir al psicólogo/a” respecto a la terapia con…”
¿Por qué vino el/la adolescente?
¿Por qué fuiste a terapia? ¿qué
a. Noción de problema ¿tenía alguna expectativa?
expectativas tenías? ¿te gustaba o no
y expectativas ¿pensabas que le podrías ayudar
asistir?
en algo?
¿Cómo era la relación con tu
¿Qué actitud tenía al venir? ¿cómo
b. Relación psicólogo? ¿cómo te sentías con
te sentías con él/ella? ¿Cómo se
terapéutica él/ella al principio de la terapia y
fue dando la relación?
después?
c. Caracterización ¿Qué hacían en las sesiones? ¿cómo
del proceso y te sentías? ¿Hubo algún momento ¿Cómo eran las sesiones, qué
atribuciones del significativo positivo o negativo que hacían? ¿tenían alguna rutina?
cambio recuerdes?
¿Notaste algún cambio en él/
¿Te ayudó en algo ir a terapia?
d. Cambio /no cambio: ella? ¿cómo te diste cuenta de
¿notaste algún cambio en ti? ¿por qué
atribuciones ese cambio? ¿en qué crees que le
y cómo crees que la terapia te sirvió?
sirvió la terapia?
Comprensión del cambio psicoterapéutico en adolescentes: voces de pacientes y terapeutas PSICOLOGÍA
Pág 113

La presente investigación se enmarca en el proyecto FONDECYT Nº1141179, “Ex-


periencias de Éxito y Fracaso en Psicoterapia – Construcción de un Modelo Com-
prehensivo Multidimensional”. Este proyecto fue aprobado por el Comité de Ética
de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile. La par-
ticipación en el estudio fue voluntaria e informada, los participantes firmaron los
respectivos consentimiento y asentimiento; y la información recolectada fue ma-
nejada confidencialmente.

Análisis de la información 
La información obtenida mediante las entrevistas fue analizada según los proce-
dimientos de la Teoría Fundamentada (Charmaz, 2006; Corbin & Strauss, 1990). En
primer lugar, codificadores expertos realizaron una codificación abierta de los datos.
Este proceso consiste en fragmentar, examinar y comparar los datos, para desarrollar
conceptos y categorías de carácter emergente, los cuales fueron organizados en
esquemas de clasificación jerárquicos para el desarrollo de categorías descriptivas.
Posteriormente, se realizó la codificación axial, es decir, un análisis relacional e in-
terpretativo entre las categorías descriptivas (Corbin & Strauss, 1990; Flick, 2012),
El fenómeno central que
cruza toda la experiencia
que dio como resultado una organización de esquemas relacionales. Los procesos
terapéutica es el encuentro de recolección y análisis de datos estuvieron articulados, lo que aseguró una pro-
con otro (Figura 1). A este ducción de datos guiada por los criterios de saturación del campo de estudio y de
encuentro los adolescentes las categorías emergentes.
llegan sin expectativas y mo-
tivaciones específicas, más El análisis de la información fue asistido por el programa computacional ATLAS.
bien de forma pasiva, resig- TI v7, diseñado para el manejo y procesamiento de datos textuales. Para asegurar
nados por el mandato de los la calidad de los resultados, se empleó la estrategia de triangulación entre codifi-
padres, colegios o médicos. cadores (Krause, 1995), y todos los investigadores participaron en los procesos de
Existe cierta curiosidad res-
análisis cualitativo de los datos, de manera que la identificación e interpretación de
pecto a la experiencia, pero
no se manifiestan expectati-
las categorías generadas se validara a través del acuerdo intersubjetivo. Asimismo,
vas explícitas de resultados se aplicó el criterio de descripción densa (Ponterotto, 2006), es decir, se buscó com-
o logros. Ellos solo tienen prender e interpretar de manera contextualizada cada una de las entrevistas, para
expectativas acerca de la describir plausiblemente cada uno de los elementos que configuran los relatos.
persona del terapeuta y de la
relación, en cuanto a que sea Resultados
agradable y no sea hostil ni
La presentación de los resultados se organizó en torno a dos fenómenos relacio-
enjuiciadora.
nales emanados del discurso de los actores del proceso terapéutico; el primero se
denominó “Encuentro con otro: plataforma segura y sustrato relacional del cambio”
y se refiere a aspectos de la interacción establecida en el espacio terapéutico, y, el
segundo “Cambio: empoderamiento y Valoración de sí”, se refiere a la comprensión
de los procesos o mecanismos asociados a la generación del cambio terapéutico.

Encuentro con otro: plataforma segura y sustrato relacional del cambio


El fenómeno central que cruza toda la experiencia terapéutica es el encuentro con
otro (Figura 1). A este encuentro los adolescentes llegan sin expectativas y moti-
vaciones específicas, más bien de forma pasiva, resignados por el mandato de los
padres, colegios o médicos. Existe cierta curiosidad respecto a la experiencia, pero
no se manifiestan expectativas explícitas de resultados o logros. Ellos solo tienen
expectativas acerca de la persona del terapeuta y de la relación, en cuanto a que sea
agradable y no sea hostil ni enjuiciadora. Así lo expresa uno de los participantes en
el estudio:
Fernández, O., Fernández, S., & Krause, M. PSICOLOGÍA
Pág 114

La verdad es que no me gusta conversar con la gente que no conozco, no me


gusta. Entonces como que fui porque tenía que ir, porque tenía que conversarle
a esa vieja […] y yo me decía: ‘ay! ¿por qué tengo que ir?’ y ‘¿quién es ella? ¿y
si es pesada [desagradable]?’, yo tenía mucha lata [pereza]. Y yo como que
me imaginaba a mis profes, así, como a mi profe [profesora] de filosofía que
era súper pesada [desagradable], yo me la imaginaba como a ella, así. Y no, y
como que fui y en realidad la psicóloga es como súper simpática, entonces, yo
iba como con el presupuesto [prejuicio] de que ella iba a ser muy pesada [de-
sagradable] y, pero no, tal vez fue como una grata sorpresa. (Adolescente 10).

El género del terapeuta parece tener incidencia en la disposición de los adolescentes


y en el establecimiento del clima de confianza, especialmente para los adolescentes
de género femenino, quienes prefieren terapeutas de su mismo género, según lo
dice una de ellas: “Para mi suerte [la terapeuta] era una mujer, porque yo me siento
muy incómoda con los hombres, psicólogos y doctores, me siento muy incómoda,
pero que fuera una mujer me ayudó bastante a poder confiar en la persona” (Adolescente
14). Asimismo, tener intereses en común, facilita el establecimiento paulatino de la
Si el/la joven se siente confianza del adolescente en la terapia, como dice este terapeuta:
cómodo y en sintonía con
el terapeuta permanece en Yo igual tenía cosas en común con [el adolescente], y yo creo que eso fue la
el proceso terapéutico, así clave (…) yo también me conectaba mucho más con él, y yo creo que esa fue la
lo manifiesta uno ellos: “Es clave para que él pudiese como, por ejemplo, ser bastante receptivo con, con
que no me costó llegar a la psicoterapia. (Terapeuta 5)
ella como persona, no, no
fue como que yo tuviera que Los terapeutas, según la percepción de los adolescentes, tienen disposición y moti-
trabajar una, o sea, traspa-
vación para cumplir su rol de ayuda y están comprometidos con hacer un buen tra-
sar una barrera profesio-
bajo, así lo expresa uno de ellos: “Estaba dispuesto a ayudarme, no como, ejemplo,
nal-paciente (…) no sentía
distante la relación, a eso los doctores que te dicen ‘ya, esto tómate’…no, él tenía la disposición de, de ayudar,
me refiero” (Adolescente 14). y pensaba y pensaba para ver cómo me ayudaba” (Adolescente 8). A su vez, la expe-
Luego, paulatinamente, se riencia relacional de los padres con el terapeuta, sus actitudes y opiniones acerca de
irá abriendo a la relación y a este, son aspectos que afectan tanto a los adolescentes como al terapeuta, según lo
la conexión con el/la tera- manifiesta uno de los profesionales: “Esta mamá era bien empática y la acompañó,
peuta. y validó el espacio terapéutico” (Terapeuta 13).

Si el/la joven se siente cómodo y en sintonía con el terapeuta permanece en el pro-


ceso terapéutico, así lo manifiesta uno ellos: “Es que no me costó llegar a ella como
persona, no, no fue como que yo tuviera que trabajar una, o sea, traspasar una barrera
profesional-paciente (…) no sentía distante la relación, a eso me refiero” (Adolescente
14). Luego, paulatinamente, se irá abriendo a la relación y a la conexión con el/la
terapeuta, como señala un terapeuta:

Al principio a mí me costó harto establecer una relación terapéutica de con-


fianza. Porque ella siempre estaba a la defensiva, pensaba que todo lo que yo
le hacía era como que le iba a decir al papá. Hasta que se dio cuenta que no, y
al final ella pudo sentirse cómoda conmigo y ahí empezamos a trabajar harto
(Terapeuta 4).

En el mismo sentido, si el adolescente no se siente cómodo y tranquilo, ni en sintonía


con el terapeuta, no continua con el proceso, tal como lo reportó una de las jóvenes
que no concluyó su terapia: “[Mi mamá] Me dijo que no le vio [a la terapeuta] mucho
interés, que era solamente por el proyecto que estaban haciendo no más, como que
no le vio mucho interés en mí, entonces… eso es lo que yo sentí” (Adolescente 16).
Comprensión del cambio psicoterapéutico en adolescentes: voces de pacientes y terapeutas PSICOLOGÍA
Pág 115

Así, la psicoterapia se irá construyendo como un espacio propio y protegido, donde


el/la adolescente puede conversar libremente sin ser juzgado y en confidencialidad,
como lo afirman dos de ellos: “Era cariñosa, da confianza, uno le decía algo y era por
seguro que no le iba a decir a nadie” (Adolescente 13); “Como que alguien me escuchara
y alguien que yo no conociera que yo pudiera como confiar en él” (Adolescente 6).

En este espacio, el/la adolescente plantea que se siente en una relación diferente a
las que sostiene habitualmente con otros adultos y que el/la terapeuta, aunque es
un adulto, se percibe como un igual que valida sus experiencias, opiniones y senti-
mientos, con genuino interés de conocerlo/a. A su vez, el/la adolescente es capaz de
reconocer y sentir que el/la terapeuta está en un rol profesional, tiene experiencia y
conocimiento ,y valida la asimetría en lo profesional, pero en una relación de cercanía
afectiva que genera sentimientos reales y que permite el proceso de cambio, así lo
afirma uno de los terapeutas:

“Creo que ella sintió que esto es un espacio para ella y que ella podía hablar
de sus cosas, y que no se le juzgaba, en que además las cosas que ella decía
quedaban dentro de ese vínculo, y estableció una buena confianza. También,
cuando fue necesario abrirle el espacio terapéutico hacia el resto de la familia
[incorporar familiares a las sesiones], se hizo y que ella vio resultados, y yo
creo que eso la ayudó mucho” (Terapeuta 6).

Figura 1. Encuentro con otro: plataforma segura y sustrato


relacional del cambio. Fuente propia

En síntesis, este encuentro especial con el otro empieza incluso antes de iniciar la psi-
coterapia, con las expectativas del adolescente enfocadas en la persona del terapeuta
y en la relación con este; que son indicios de la importancia de este encuentro para el/
Fernández, O., Fernández, S., & Krause, M. PSICOLOGÍA
Pág 116

la adolescente. Al encontrarse con un terapeuta dispuesto a ayudar y escuchar, que


expresa un interés genuino hacia él, su reticencia inicial se va transformando en una
disposición de apertura hacia la relación y el espacio terapéutico, y se crea un clima
de confianza. En este momento, el adolescente se siente en sintonía con el terapeuta
y, gracias a sentirse protegido por la confidencialidad y actitud comprensiva de este/
esta, siente que puede hablar libremente y construir un espacio protegido especial
para él/ella. Esto, más la construcción de una cercanía afectiva, permiten el encuentro
con el otro, el desarrollo de una relación diferente a cualquier otra que tiene en su
vida (con padres o pares), en un espacio único. Esta relación, más la validación y
confianza en el terapeuta, brindan el sustrato relacional para hacer posible la cons-
trucción del cambio terapéutico.

Cambio: Empoderamiento y validación de sí


El trabajo y el cambio terapéutico se presentan de forma imbricada e inseparable
de la relación terapéutica (Figura 2). Las experiencias surgidas en la interacción
psicoterapéutica activan o desactivan la disposición a trabajar en la construcción de
cambios.

Desde el inicio, el terapeuta comunica a través de acciones simples, pero intencio-


nadas, que el espacio psicoterapéutico es personalizado y co-construido según las
El trabajo y el cambio te- características y necesidades del/la paciente. Esto se traduce en una estructura de
rapéutico se presentan de sesión flexible, que considera y valora la opinión del adolescente, y se adapta a sus
forma imbricada e insepara- necesidades (horarios, temáticas a tratar, actividades). De forma contraria, cuando
ble de la relación terapéutica los adolescentes perciben que las sesiones están organizadas sólo en función de
(Figura 2). Las experiencias criterios del terapeuta (temáticas y actividades prefijadas), sienten que estas inter-
surgidas en la interacción venciones no respetan su individualidad y dejan sus necesidades en segundo plano.
psicoterapéutica activan o Esto se percibe en el testimonio de una adolescente que abandona la terapia:
desactivan la disposición a
trabajar en la construcción
Ella era simpática, pero el problema era que solamente me decía ‘completa
de cambios.
esto, completa esto’ y no me preguntaba ‘oye, ¿cómo estás? ¿Cómo te ha ido?
nada, solamente los programas y ‘nos vemos hasta la otra sesión y chao’. En-
tonces no, siento que no aportó casi nada (Adolescente 16).

En esta interacción el/la terapeuta muestra completa disposición a escuchar, con-


signar y registrar las experiencias del otro presente, el/la adolescente aumenta su
involucración y participación en el proceso: reconoce que debe hablar de sí y de sus
relaciones familiares y sociales, preguntar y opinar. Así lo expresa uno de los profe-
sionales entrevistados:

De hecho, había momentos en que nos tomaba más tiempo [las sesiones], tra-
tábamos de resolver cosas como más contingentes para ella, que no eran pro-
piamente de este plan cognitivo-conductual de depresión, sino que cosas más
en relación con…. me contaba algo de sus temas amorosos (Terapeuta 15).

Cuando el/la adolescente tiene dificultades para comunicar sus experiencias, el tera-
peuta toma un rol más directivo, busca áreas y actividades específicas de su interés,
aunque parezcan irrelevantes al motivo de consulta (tocar guitarra, dibujar, juegos
de video, libros, entre otros). Tal como se expresa en el siguiente testimonio:
Comprensión del cambio psicoterapéutico en adolescentes: voces de pacientes y terapeutas PSICOLOGÍA
Pág 117

Le pedí que trajera cosas que le gustan, y me trajo la guitarra, estuvimos como
dibujando y poniendo cosas que iban saliendo, y ahí iba intentando que eso lo
fuera aplicando [reflexionando] con un poquito de criterio de realidad [yo le
decía] ‘oye mira esto, ¿qué piensas tú de esto? (Terapeuta 3).

Los/as adolescentes destacan la capacidad del terapeuta de recordar sus experiencias


y emociones de sesiones anteriores, lo que es interpretado por ellos/as como una
expresión de interés genuino y valoración por su persona. Así se ve expresado en
esta respuesta:

Lo que cambió [mi percepción] de ella [la terapeuta], era que igual se acordaba
de las cosas que yo le decía y yo no. Yo me imaginaba que ella tiene lleno de
pacientes, que anda pendiente de miles de personas, entonces me sorprendía
que se acordara de cosas que uno le decía, siendo que ella atiende a pacientes
casi toda la semana (Adolescente 7).

Así, el/la adolescente registra que el/la terapeuta lo tiene en mente, lo que estimula
aún más su proceso de apertura y compromiso con la psicoterapia. Ahora es capaz
de aceptar nuevas miradas de problemas o situaciones ofrecidas por el terapeuta,
y cuestionar y flexibilizar opiniones y actitudes, a través de la reflexión y análisis de
Los/as adolescentes des- nuevas perspectivas de sí, los otros (padres, amigos, hermanos) y de los problemas,
tacan la capacidad del
según se expresa en este testimonio:
terapeuta de recordar sus
experiencias y emociones de
sesiones anteriores, lo que Lo que hizo [el terapeuta] era algo que necesitaba, o sea, a mí me sorprendió,
es interpretado por ellos/ yo creí que me iba como a escuchar y decir como ‘todo va a estar bien’. Pero
as como una expresión de en realidad me dijo como ‘no, tienes que hacer esto’, me dio como alternativas,
interés genuino y valoración cosas que a mí no se me ocurren (Adolescente 9).
por su persona.
La capacidad de tomar perspectiva se complementa con acciones del terapeuta des-
tinadas a empoderar al adolescente; se le desafía y estimula a buscar sus propias
alternativas, tomar decisiones y desarrollar habilidades para abordar sus problemas.
Así lo expresa esta adolescente:

[la terapeuta] siempre me generó como harta confianza, y siempre fue súper
sincera, pero, en comparación a otras personas, nunca me dijo: ‘no, es que tú
estás mal en esto, en esto, en esto’. Yo misma me di cuenta de las cosas en que
yo estaba mal, yo (…) nunca me dijo lo que yo tenía mal, pero me hizo darme
cuenta a mí (Adolescente 1).

Por su parte, la terapeuta dice:

Estimulé mucho el sistema del self en él, lo más que pude, en la lógica de que
él era muy, muy lento [pasivo]. Entonces creo yo que el tratamiento, ¿en qué le
aportó? en la posibilidad de que él pudiera empoderarse, que él pudiera tomar
las riendas de su vida y pudiera tomar algunas decisiones que podían resul-
tarle mejor (Terapeuta 12).
Fernández, O., Fernández, S., & Krause, M. PSICOLOGÍA
Pág 118

Figura 2: Cambio: empoderamiento y valoración sí mismo.


Fuente: propia

Una psicoterapia con


De esta forma, el adolescente va descubriendo y desarrollando nuevas capacidades
adolescentes generadora
para elaborar y responder a las situaciones que se le presentan; gana agencia sobre
de cambios proporciona
una experiencia diferente, sí mismo, al tiempo que percibe cambios y mejoras, y refuerza su sentimiento de po-
de seguridad, validación y der sobre sí mismo y sus circunstancias (empoderamiento), lo que aporta a su propia
empoderamiento, a través valoración. Por esto, el cambio no es consignado solo como la resolución específica de
de un profesional calificado, los problemas que lo llevaron al psicólogo, sino también como la revalidación de su
que construye un encuen- persona, la adquisición de herramientas, confianza y mayor valoración de sí mismo,
tro relacional que ofrece así como la toma de conciencia sobre sus particularidades y su manera de ser.
protección y aceptación y,
al mismo tiempo, realiza in-
tervenciones que estimulan Discusión
y desafían las estructuras Los resultados de este estudio muestran dos grandes mecanismos en el proceso de
de pensamiento y modos de cambio psicoterapéutico en los adolescentes desde la perspectiva de ellos mismos
relacionarse del adolescente y sus terapeutas. Primero, el adolescente vive una experiencia relacional de con-
consigo y con los demás, fianza, aceptación y validación de sí como sujeto de interés y valor para otro. Esta
en busca de configurar una experiencia relacional es el sustrato esencial para que se presente el segundo me-
identidad positiva. canismo de cambio, que consiste en lograr el empoderamiento y la valoración de sí
mismo en el espacio psicoterapéutico. Esta experiencia de sí le facilita al adolescente
poder mirarse y mirar a otros desde nuevas perspectivas, al igual que redescubrir
potencialidades y nuevas formas de enfrentarse a las dificultades, lo cual refuerza
su identidad.

En un sentido genérico, los resultados del estudio indican que el cambio en psico-
terapia con adolescentes se relaciona íntimamente con el logro de las tareas del
desarrollo propias de la edad, tales como el fortalecimiento de su identidad. Esto es
coherente con otros trabajos, provenientes de distintos países y contextos culturales
(Almonte, 2019; Capella et al., 2017; Kazdin, 2004), en los que se plantea que el prin-
cipal objetivo de la psicoterapia con niños y adolescentes es reinstalarlos en el curso
normal del desarrollo; dado que, según la psicopatología evolutiva las desviaciones
de este curso son el principal factor de desajuste o disfunción. En este sentido, una
psicoterapia con adolescentes generadora de cambios proporciona una experiencia
diferente, de seguridad, validación y empoderamiento, a través de un profesional
calificado, que construye un encuentro relacional que ofrece protección y aceptación
y, al mismo tiempo, realiza intervenciones que estimulan y desafían las estructuras
de pensamiento y modos de relacionarse del adolescente consigo y con los demás,
en busca de configurar una identidad positiva.
Comprensión del cambio psicoterapéutico en adolescentes: voces de pacientes y terapeutas PSICOLOGÍA
Pág 119

En el modelo de cambio en psicoterapia con adolescentes, que resultó del presente


estudio, la figura del terapeuta toma diversas posiciones: de un lado, asume un rol
activo en la gestación y mantenimiento del espacio relacional seguro; en este proceso
pone en juego sus habilidades y destrezas técnicas específicas para lograr instalar
y mantener un espacio de estas características. De otro lado, asume un rol pasivo
-se deja guiar- por el/la adolescente, que es el protagonista activo y guionista de la
psicoterapia, que propone temas, sus necesidades e intereses; presenta sus relatos
y sus silencios; sus ritmos y sus objetivos terapéuticos. En este papel, el terapeuta
ajusta el trabajo a las características del adolescente, a su contexto familiar y social.

Según Altimir, Capella, Núñez, Abarzua y Krause (2017) una relación psicoterapéutica
tiene una dimensión asimétrica en lo profesional (técnica y de función), y simétrica
en lo relacional, referida al intercambio afectivo existencial, similar al concepto de
relación real (Gelso, & Kline, 2019). Esta dimensión relacional está presente en todos
los procesos psicoterapéuticos, sin embargo, dadas las particularidades de los ado-
lescentes (Bhola & Kapur, 2013; Everall & Paulson, 2002; Fernández et al.2016), es
de vital importancia como factor de cambio en la psicoterapia con este grupo etario.
Es posible pensar que, dada la necesidad de configuración de la identidad y los pro-
cesos que eso conlleva, los adolescentes son más sensibles que los adultos a los
estilos relacionales seguros o inseguros. Esto permite entender la hipersensibilidad
Esta interacción-interven- de los adolescentes a los menores signos de distanciamiento por parte de los te-
ción del adolescente con el/ rapeutas, lo que les genera desconfianza en el espacio terapéutico. En esta línea,
la terapeuta evoca la interre- Morán et al. (2019), en un estudio con terapeutas de adolescentes acerca de rupturas
lación función materna/pater- de la alianza terapéutica (Safran & Muran, 2006), plantean que éstas se relacionan
na y construcción de la mente con la baja consideración del terapeuta de la experiencia inmediata del adolescente
infantil (Fonagy, Gergely, &
(el terapeuta llega con su propia agenda a la sesión) y con una alta reactividad y
Jurist, 2018) en la que, a
través de una función de
sensibilidad a los errores del terapeuta por parte del adolescente. Así, los terapeutas
contención y sintonía afec- deben estar en constante alerta a los efectos interaccionales de sus intervenciones.
tiva, el otro va reconociendo Lo anterior, valida una vez más, que la relación terapéutica es el factor crítico que
su self y el de los otros, se permite anidar o abortar cualquier intervención con adolescentes.
podría decir, desarrolla su
capacidad de mentalización Ahora bien, en cuanto al cambio psicoterapéutico en los adolescentes, los resultados
o función reflexiva. destacan que el desarrollo de nuevas perspectivas de sí, de los otros (padres, amigos,
hermanos) y de los problemas es facilitado por la interacción confiada y las inter-
venciones terapéuticas. De manera progresiva, durante la psicoterapia el/la joven
participa, conversa y se va mostrando; el terapeuta a su vez, se interesa en descu-
brir la esencia del adolescente y su forma de ver las cosas, para luego invitarlo a
entender y analizar la opinión o actitud de los otros. Esta interacción-intervención
del adolescente con el/la terapeuta evoca la interrelación función materna/paterna y
construcción de la mente infantil (Fonagy, Gergely, & Jurist, 2018) en la que, a través
de una función de contención y sintonía afectiva, el otro va reconociendo su self y
el de los otros, se podría decir, desarrolla su capacidad de mentalización o función
reflexiva. Este desarrollo de la función reflexiva se relaciona con el sentimiento de
propiedad de las acciones que uno lleva a cabo, lo que es básico para lograr el sen-
tido de agencia de sí mismo (Stern, 1985).

También, los resultados del estudio destacan ciertas intervenciones a través del
diálogo en sesión: conversación abierta, narrativa de vida cotidiana por parte del
adolescente, en un contexto de ausencia de crítica. Estos hallazgos son concor-
dantes con un estudio sobre acciones comunicativas en las sesiones terapéuticas
de terapias exitosas con adolescentes, donde las formas verbales orientadas a
explorar y el preguntar son las de mayor proporción (Krause et al., 2015).
Fernández, O., Fernández, S., & Krause, M. PSICOLOGÍA
Pág 120

La identificación de los fenómenos comprensivos relacionados con los procesos de


cambio psicoterapéutico representa un gran desafío para los terapeutas, ya que le
demandan una identificación y empatía con el/la adolescente, que les permitan en-
tenderlo y hacer de espejo y, a la vez, cumplir la función de cuidado, contención y
responsabilidad técnica profesional. Sin duda esta doble función requiere de forma-
ción especializada y supervisión con pares.

El modelo relacional comprensivo del cambio psicoterapéutico en adolescentes


presentado aquí, es genérico, vale decir, transversal a diferentes enfoques psi-
coterapéuticos, pero los mecanismos de cambio observados son específicos a la
psicoterapia con adolescentes, y tienen relación con su etapa evolutiva particular.

Este estudio presenta en su mayoría díadas terapéuticas que lograron terminar el


proceso, por lo que sería relevante enriquecer estos hallazgos con díadas que lo
hayan interrumpido, o que explícitamente se hayan sentido insatisfechos con la te-
rapia. Así mismo, explorar los cambios y mecanismos de cambio en relación con
motivos de consulta o psicopatologías específicas, por ejemplo, trastornos externali-
zantes versus internalizantes, o trastornos del desarrollo, constituyen desafíos para
futuras investigaciones.

Este trabajo fue financiado por ANID - Iniciativa Científica Milenio / Instituto Milenio
para la Investigación en Depresión y Personalidad-MIDAP ICS13_005.

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