El Hombre Devorado, Poesía

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

Urrutia, María Eugenia

El hombre devorado: La poesía del hacer deshaciéndose.

EL HOMBRE DEVORADO: LA
POESÍA DEL HACER
DESHACIÉNDOSE.
Urrutia, María Eugenia*
Universidad de Los Andes- Trujillo
Venezuela

RESUMEN ABSTRACT

La poética de Rosamel del Valle ha sido The poetics of Rosamel del Valle has been praise
comentada elogiosamente por los principales worthily mentioned by the main critics of her
críticos literarios de su época. Estos comentarios time. These commente were appearing in
fueron apareciendo en diarios, revistas y journals, magazines, and publications which are
publicaciones difíciles de conseguir en la not easy to find nowadays. In this paper shows
actualidad. Este trabajo nos presenta un us the valuable contribution for the criticism and
valiosísimo aporte para la crítica y el knowledge of thay great chilean poetess, due to
conocimiento del gran poeta chileno, por la of the semantic axes is concerned. It is suggested
importancia del poema en cuanto al tratamiento thay the essence of the poetic man is in
que hace de los ejes semánticos. En él manifiesta continuous destruction, therefore writing has the
que la esencia del hombre poético está en mission of constantly rebuild it. The perennial
perpetua destrucción, y por ello, esta escritura anguish and the constant exploration in the
tiene la misión de reconstruirse constantemente. vacuum have become to constitute the being, the
La perenne angustia y la constante exploración permanent dwelling of this writing.
en el vacío han llegado a constituir el ser, la Key Words: Rosamel del Valle, poetics, writing,
morada permanente de esta escritura. criticism.
Palabras Clave: Rosamel del Valle, poética,
escritura,críticos.

*Magister. Investigadora y profesora del Núcleo Universitario «Rafael Rangel» de la Universidad


de los Andes. E-mail: [email protected]
Finalizado: Trujillo Septiembre-2005 / Revisado: Enero 2006 / Aceptado: Marzo 2006

Revista Cifra Nueva


Enero-Junio 2008. Nº 17, (pp. 65-71) 65
Nueva Etapa
Urrutia, María Eugenia
El hombre devorado: La poesía del hacer deshaciéndose.

“El hombre devorado” es un poema contradictorios y la inmersión en un tiempo


esencial desde el punto de vista de los ejes mítico (Eliade, 1972:9) o tiempo magno,
semánticos del libro Poesía, publicado por diverso del tiempo histórico lineal.
Rosamel Del Valle en 1939. Este libro Largo y obscuro paso sometido al rigor
representa un momento significativo en la /de un oleaje
producción del poeta del Valle, quien había De irresistible sangre vestida de gala y
publicado País blanco y negro, libro donde siempre dispuesta
despliega su especial visión estética, y A recibir a los invitados del sueño y que
Mirador (1926). Poesía se instala /surgen
Del inmenso vapor terrestre cada noche
definitivamente en los cánones estéticos de /y a cada sonido
la vanguardia latinoamericana, mostrando a Donde la piel oye crecer sus plumas de
Rosamel Del Valle como uno de los poetas terror. (Pág. 93)
más originales y genuinos de ese momento
poético en Chile y en el ámbito Todo este enunciado señala la vertiente
latinoamericano. subconsciente y onírica en la que el hablante
recoge este universo lírico, sostenido entre
Los ejes semánticos a través de los el gozo creativo (gala) y el temor de lo
que hemos leído el libro Poesía y el poema desconocido. La marca esencial señalada por
“El hombre devorado” son la dimensión el hablante es la característica humana y
metapoética, presente en el despliegue total terrestre de esta poesía, y el sobrecogimiento
de los poemas que integran el libro y muy de experimentar una búsqueda de realidad
especialmente en el texto que nos ocupa. El llevada hasta el límite en la persecución de
otro eje que complementa esta visión es la otros niveles de experiencia.
mirada órfica, sostenida a través del
descenso a las profundidades del En el discurso se despliega un clima
subconsiente, desentrañando las imágenes de soledad, constituido por una voz que se
que pueblan el mundo onírico; comenzamos levanta aislada, diferente, en un diálogo
nuestro análisis desvelando el sentido del constante consigo mismo y en un repetido
título. Como es sabido, el título es un lugar hacer y deshacer del tejido poético. El
estratégico que nos abre un comienzo de hablante sugiere una reflexión sobre lo que
exégesis. Se trata del poema del hombre ha sido una constante de su escritura: la
sumergido por entero en la tarea poética. En búsqueda interna, la fidelidad a la poética
este proceso se privilegia el sentido del discurso fundado sólo en la palabra.
omniabarcante de la poesía, la que posee por No en vano, y las voces del invierno
completo el hablante, hasta el extremo de Sin pies
especificar la actividad creadora con rasgos nacían en mi espalda en humareda de
semejantes a la experiencia iniciática. En /humo solo
Inconfundible y solo y oyéndose a sí
ambos casos se trata de la compenetración /mismo y a lo lejos
con una realidad velada al hombre común, Envuelto y devuelto en un eco de trueno
realidad original, primigenia y /caído en el agua
transformadora a la que se accede mediante Desecha también por sí misma (Pág.
la mirada órfica. 93)
La experiencia es inédita y para La poética del hacer deshaciéndose se
aproximarse a ella se instalan metáforas instaura a través de este discurso en la
extrañas, disonantes, pero llenas de atractivo escritura de Del Valle; más adelante se
enigmático y alucinante. La poesía es un señala con la imagen de:
viaje, un paso extenso por vertientes oscuras. II
La mezcla de emociones antitéticas
constituye esta experiencia creativa, lograda Lo dice mi garganta tan hecha para el
a través de la unión de elementos /hielo y mi oído

Revista Cifra Nueva


66 Enero-Junio 2008. Nº 17, (pp. 65-71)
Nueva Etapa
Urrutia, María Eugenia
El hombre devorado: La poesía del hacer deshaciéndose.

Tan fijo en mi punto inalcanzable pero La fidelidad a determinada orientación


/de esencia poética, la persistencia en una visión original
Desesperadamente humana y no más y genuina, alientan en esta estrofa en la que
/dura que el aire
ni más que el sonido, ni más que el paso a su vez, se refleja la inquietud metafísica y
/del hombre despierto. la sed de infinito.
Y no ha sido en vano de tinieblas Como destruir mi sed, mi fuerza, mi
/detenidas en el eco /humor
De mi corazón sumergido por su propio Sin su verdadera e infinita proximidad?
/fuego (Pág: 94).
Y por sus rigores atentos siempre a la
/memoria En medio de sus interrogantes
Impacable y tenaz para abrirse a los existenciales y de su reflexión sobre el ser
/mensajes de la poesía, el hablante dialoga con otros
De mi sangre pesada de llamas, De poetas de su grupo generacional.
/indescriptibles
celebraciones y muertes (Pág. 94) Habéis visto el cielo con grandes
/árboles de nubes
El hablante privilegia la imagen del Estremecido y lejano, sin memoria y tan
poeta como el hombre despierto y angustiado /semejante
por su transitar humano, íntimamente unido A la idea del hombre sintiéndose pasar
a la poesía. Hay una referencia textual en la /a sí mismo
que este poema dialoga con “El corazón Enredado entre uñas y nubes y fuegos
sumergido”, poema mayor del libro Poesía. /destruidos
Y ecos suyos o de esencia mil veces
El sujeto lírico se muestra sumergido /destruida
en su propio fuego creativo, intentando Y creada mil veces en pruebas terribles
siempre el camino de la intuición visionaria. /y vacíos
En cuyo estremecimiento ha debido
La sangre se reitera en el enunciado, /quedarse para siempre.
remarcando la esencia humana y la He tenido las manos en esas puertas
dimensión de angustia que subyacen en la Oh, amigos.... que un día os vi
Unidos en lengua y olvido removiendo
tarea del artista. Tal reiteración se establece mi sueño (Pág: 94-95)
en oposición con la poética proyectada fuera
de la realidad, en la que el hombre, en un Hay una clave importante en el
tremendo vuelo, se escapa de lo humano poema: la poesía es semejante a “la idea del
terrestre. En este poema, Del Valle asume la hombre sintiéndose pasar a sí mismo”. La
estética de la modernidad tanto en la esencia del hombre poético está en perpetua
novedad del lenguaje poético, como en la destrucción, y por ello, esta escritura tiene
cualidad novísima y original de su escritura, la misión de reconstruirse constantemente.
puesto que vive la pérdida del absoluto Este proceso es arduo y doloroso, de tal
trascendente y la caída del hombre en el modo que la poesía es destruida y creada mil
vacío, pero se sostiene, precisamente, en el veces en medio de pruebas terribles.La
nivel esencialmente humano de su escritura. perenne angustia y la constante exploración
Por ello el hablante dice “mi sangre está en el vacío han llegado a constituir el ser, la
pesada de sombras y llamas”. morada permanente de esta escritura. Se
manifiesta de este modo, un aspecto esencial
La antítesis reúne, entre la oscuridad y ontológico de esta poesía: la escritura
y el resplandor, la realidad viva y quemante fraguada entre las pruebas y el vacío, lugar
de “indescriptibles celebraciones y muertes”. poético en que el hablante ha elegido
Se refiere en este verso a la celebración ritual quedarse para siempre.
de la experiencia onírica y a la indagación
persistente en otros niveles del ser. A través del desarrollo del poema,
desde los cantos I al V queda establecida la

Revista Cifra Nueva


Enero-Junio 2008. Nº 17, (pp. 65-71) 67
Nueva Etapa
Urrutia, María Eugenia
El hombre devorado: La poesía del hacer deshaciéndose.

poética de la destrucción y la atracción de viva, cambiante y en perpetua metarmorfosis


la nada. El hablante, en devoradora lucha de la creación poética. El lenguaje es
con el vacío, anuncia que la nada está a punto hermoso, resplandeciente y en él, las llamas
de “dejarse abrir en tempestad y resplandor”. y luces espejean alumbrando la oscuridad
del no ser anterior al advenimiento de la
Se estructuran estas secuencias
poesía, en cuyo trance el hablante lírico es
alrededor del tema de la muerte, y del paso habitado por visiones.
agobiante de la temporalidad, cuya presencia
se reitera en el poema. Se trata de la muerte Tiempo de hechizo crepitante y
cotidiana, del constante deshacerse de las /tempestades, un día
cosas, de la no persistencia de los elementos, He crecido en tus redes de vidrio
/profundo
del continuo movimiento y transformación donde las
de todo, y de la experiencia de sentirse un manos
ser para la muerte. tocan el fuego desbordado de las olas
/crecientes (Pág: 96)
Alguien
Salía de mí paso a paso hacia la La oposición de las imágenes del fuego
/muerte.... y del agua se complementan para desentrañar
a semejanza de la ola de cien pies (Pág:
96) la naturaleza tumultuosa y violenta del trance
creativo, nacido de las profundidades del
El ser se desvanece con la ingravidez subconsciente.
y banalidad de la ola que va desintegrándose
Solo, conducido por luces extraviadas
en la espuma de la playa, del mismo modo /y tallos de oro
que se desvanece el mundo poético en Con grandes ojos fijos en las llamas y
constante metamorfosis. Ante esta /en el paso
demolición constante, la memoria es factor Lejano de las sombras relampagueantes
importante en el encuentro del universo /que cruzan por
subterráneo de la poesía. La memoria Hilos
alegórica es el depósito de experiencias e De complacida eternidad desbordada en
/una estrella
imágenes almacenadas en el subconsciente, Abierta
en cuyos estratos indaga el hablante. Para el tiempo de la gracia infeliz (Pág:
(...) Memoria mía... De qué cielo 97)
/regresas Los grandes ojos remiten a la
de qué agua despiertas? capacidad visionaria de la mirada poética.
Me alejo de tu bosque o te mueves
/perdiéndote La conciencia del hablante es presa de
Lentamente en la arena de mi olvido visiones alucinantes. Este cosmos de
/seguro. (Pag: 96) imágenes está sugerido con un lenguaje de
gran belleza y remite a una realidad creada:
La dimensión temporal se mide en un tallos de oro, sombras relampagueantes,
tiempo arquetípico (Eliade, 1993) en la eternidad desbordada en una estrella.
experiencia de las visiones oníricas. El
discurso remite al proceso de creación en el Abatida ciencia y sumisión a un aire de
que el ser del poeta está sumergido. Este /fuego y pavor
cosmos se exterioriza en un mundo de Donde una estatua viva enciende su
/ritual de óleo
imágenes y oposiciones, las que se Derramado en el movimiento terrestre
despliegan en un tiempo presente idéntico /que ciega
al momento de la escritura. Las metáforas La imagen antigua donde un ángel
del fuego, las llamas, la tempestad, en /cubierto de llamas
simultaneidad con el mar, las olas crecientes, Destruye las grandes puertas de mi
las sombras relampagueantes, son evocadas /corazón habituado
en el discurso para mostrar la naturaleza Al sol del árbol sin uñas y a la noche
/del agua

Revista Cifra Nueva


68 Enero-Junio 2008. Nº 17, (pp. 65-71)
Nueva Etapa
Urrutia, María Eugenia
El hombre devorado: La poesía del hacer deshaciéndose.

Eternamente renovada en fervor y brillo el tránsito


/y sombra (Pág: 98)
La poesía se menciona como una De mi sed viene de esas puertas, del
ciencia a la cual el poeta se somete, unido al /oculto regocijo
sentimiento arrebatador del fuego de la De la raíz encantada, del color solo, de
/la llave sin
inspiración y el pavor del descenso a ese dueño.
territorio sagrado. El poeta es “estatua viva
que enciende el ritual del óleo”, como en Qué gran lumbre debiera salir de mi
los tiempos prestigiados del pasado helénico, /lengua construida
Golpe a golpe entre la tierra y el
en un descenso que evoca el viaje a los /hombre, entre la copa desbordada
infiernos del poeta Orfeo. Y transparente de las estaciones vestidas
El ángel de llamas es imagen visionaria /de oro....
Pero infelices colmenas sueltan abejas
en la que se superponen la nostalgia del solas, de melodioso
paraíso perdido, en la figura del ángel de la frío
espada flamígera, y el símbolo del fuego Y el aire las enciende al par de la tiniebla
creativo. En el lenguaje del hablante, lo /y el rayo (Pag: 101)
ígneo posee y destruye las “puertas del El sentimiento cálido de la tierra penetra
corazón”, centro que señala el ser el discurso. En una perspectiva global, el
estremecido del poeta. El vate retorna poema crea un mundo autosuficiente, cuya
transformado de esta búsqueda profunda, legalidad se sostiene en el lenguaje. Sin
evocando el mito de Orfeo, el que desciende embargo, en esta estrofa el hablante remite
a los infiernos en busca de Eurídice, la poesía a elementos reales del extratexto. La
de lo nocturno. evocación de la tierra natal, del lugar de
El hablante señala un mundo de sonido origen, ilumina el discurso con rasgos de
sutil, traspasado de lo intangible e alegría, de plenitud y belleza. La oposición
incorpóreo, como el aire y el sueño. Es una con esta evocación se establece por la
realidad poética evanescente, que crece en tonalidad de un verbo poético de matices
el umbral de la irrealidad. oscuros, de metáforas disonantes que
disuelven el esplendor del recuerdo en una
Y éste es mi aire, mi sueño edificado,
/mi larga imagen onírica de oscuridad y luz.
raíz melodiosa... Hacia la culminación del poema, la
Esta es mi paciencia y el tormento ciego, penetración de la textualidad clásica se
/la piedra
brillante adherida a la memoria sin inserta a través de la alusión al mito de
/puertas Prometeo, al identificarse al poeta con el
Titán que ha robado el fuego a los dioses. A
*** su vez, el poeta ha usurpado o ha recibido el
imagen y sonido mío, que brillante fuego de la poesía. En un movimiento
/corona de sangre dialéctico constante, las imágenes referidas
para mi aire, para un sueño, para una a la poesía se superponen en el texto, en
/construida muerte. (Pág: 99) escritura vertiginosa. Todas ellas con
La vida se construye con la poesía y visiones de palpitante hermosura y de
esta morada es, a la vez, la red de tejido que notable originalidad estética.
llena el vacío del ser, entre la vida y la Venid ahora, de tembloroso fuego
muerte. De este modo, el quehacer poético /robado por mí, venid
sustituye el vacío que deja la pérdida del Ahora que la sangre inunda la noche y
absoluto buscado. /la aterra
donde la estrella pavorosa crece en mí
La luz terrestre.... tierra mía y pueblo rodeada de visiones y tijeras
/mío, Lo oscuro palpita y vive, mi piel se

Revista Cifra Nueva


Enero-Junio 2008. Nº 17, (pp. 65-71) 69
Nueva Etapa
Urrutia, María Eugenia
El hombre devorado: La poesía del hacer deshaciéndose.

/cubre de y vive una experiencia de plenitud. Alcanza


hojas y chispas, mis ojos se hacen la visión de una realidad enigmática,
/maravillosa diferente, experiencia de la que emerge con
debilidad, mi boca cría árboles.
Mío es por fin el calor. Mía es la un sentimiento contradictorio de gozo y
/cabellera que horror, límite y plenitud, asumidos a través
se corre de la mirada órfica.
Noche adentro en el sonido de un
/caballo Las categorías estéticas de la poesía
de fuego. (Pág: 102) de la modernidad son relevantes en este
poema. La dimensión metapoética es
El canto XVI cierra este extenso constante, puesto que la totalidad del
poema. El hablante ha cumplido un proceso, discurso se orienta a la mostración de la
guiado por la vertiente visionaria en la experiencia creadora. La disonancia se
búsqueda poética y en el proceso creativo. muestra en la contraposición de un lenguaje
Se ha visto invadido por visiones y por enigmático, el despliegue de hermosas
imágenes nocturnas. Ha integrado elementos imágenes y la preocupación por la rigurosidad
oníricos, recogiendo una experiencia poética formal de los versos. El hablante mantiene el
rica, única, asumida con la mayor tono de objetividad y despersonalización en el
profundidad, en sus dimensiones ontológica discurso. La irrealidad sensible es notable en
y metafísica. Todo este proceso lo lleva a un la unión de elementos dispares y
clima de plenitud, en el que se siente fragmentarios que apuntan a un mundo
colmado por la actividad creadora, que autosuficiente, creado solamente por el
desborda en exultantes versos. lenguaje. La apertura a la realidad
Toda mi sed, oh tránsito terrestre! extratextual es breve y solamente sugerida.
todo mi gozo, alcanza la dicha de A través de la alusión a Orfeo y Promoteo
perecer en su propio espacio, en su se establece la intertextualidad con la poesía
esencia. clásica, figuras míticas con las que el poeta
Un día ha sido el movimiento nocturno se identifica en la dimensión creadora. La
el lenguaje sonámbulo
mi propia imagen vestida de rigores y búsqueda del absoluto perdido se sustituye
ávida de invadir. por la constante indagación poética y
ontológica. Lo más notable en este poema
Las imágenes remiten a la presencia es la instauración de la poética del hacer
abarcadora de la actividad onírica y creativa deshaciéndose de la poesía. La figura del
y al poeta conducido en ese mar de imágenes, poeta se sostiene en un nivel de elevación,
como en una débil barca, guiado por la cuya búsqueda en las capas profundas del
conciencia del hilo creativo. El tiempo ser lo asemejan a las figuras de Orfeo, el
externo está abolido, sólo tiene existencia cantor que tiene la osadía de descender a las
el tiempo interno, el tiempo poético, que profundidades y “regresar de donde nadie
parece apuntar a un eterno presente. regresa”: y Prometeo, el titán que ha robado
He ahí el melodioso relámpago de a los dioses el fuego de la inspiración
brazos cortados y la sutil voz desnuda creadora.
entre el infierno y yo, entre
el fastidioso esplendor.
Mi sombra, mi sombra oh ausencia
viviente! siempre mi sombra BIBLIOGRAFÍA
El sentido totalizador del poema es AZCUY, Eduardo. (1982). El Ocultismo y
mostrar la experiencia del vuelo poético en la creación poética. Caracas, Monte
que el hablante se entrega a las visiones en Ávila.
una inmersión en el mundo del
subconsciente. El poeta hace un recorrido
por las capas profundas del mundo nocturno

Revista Cifra Nueva


70 Enero-Junio 2008. Nº 17, (pp. 65-71)
Nueva Etapa
Urrutia, María Eugenia
El hombre devorado: La poesía del hacer deshaciéndose.

BACIU, Stefan.(1974). Antología de la


poesía surrealista latinoamericana.
México, Joaquín Moritz.
BRETON, Andrés.(1974). Manifiestos de
surrealismo. Madrid, Guadarrama.
CARRASCO, Iván. (1984). “Los títulos en
el texto poético”. Estudios
Filológicos Nº 19.
DEL VALLE, Rosamel. (1983). Elina,
aroma terrestre. Caracas. Ed.
Monte Avila.
DEL VALLE, Rosamel. (1939). Poesía.
Santiago. Ediciones Intemperie.
FRIEDRICH, Hugo. (1974). Estructura de
la lírica moderna. Barcelona, Seix
Barral.
GIL, Luis. (1975). Transmisión Mítica.
Barcelona. Editorial Planeta.
GOIC, Cedomil. (1977). El surrealismo y
la literatura iberoamericana.
Santiago, Revista Chilena de
Literatura, Nº 8, abril.
GUTHRIE, W.K.C. (1970). Órfeo y la
religión griega. Buenos Aires.
Eudeba.
PAZ, Octavio. (1982). El arco y la lira.
México, Fondo de Cultura
Económica.
URRUTIA, María Eugenia. (1996).
Rosamel del Valle, Poeta órfico.
Centro de Investigaciones Diego
Barros Arane, Dirección de
Bibliotecas, archivos y M u s e o s ,
Red Internacional del Libro.
Santiago de Chile.

Revista Cifra Nueva


Enero-Junio 2008. Nº 17, (pp. 65-71) 71
Nueva Etapa

También podría gustarte