Garcilaso, El Estado y El Amor Platónico
Garcilaso, El Estado y El Amor Platónico
Garcilaso, El Estado y El Amor Platónico
de Garcilaso
W Í l f red O Ca San OV a 0.
Estos versos, tantas veces citados por la crítica más autorizada, equi-
valen a la afirmación ele un creclo estético y senti mental al mismo
tiempo. El dolor es la temática poética del arti ta, fecunda veta que
el poeta cortesano ha ele explotar - y valga aquí la paradoja- intelec-
tual y emocionalmente, porque nadie podría, en efecto, regatearle a
Garcilaso si nceridad y autenticid ad ele _entimiento ; pero nadie tam-
poco dejaría de sentir cuán consciente e u regodeo e peculatiYo
en tomo a su dolor, cómo lo defiende como suyo ha ta la últirna
ituación límite, la muerte3. Postulamos, pues, que el poeta se crea
un mundo ideal, dominado por el dolor, en el cual halla solaz
espiritual y plenitud de goce e tético. D e él mana la corriente irre -
tañable de su quehacer poético: es u manantial de in-piración.
Pera tanto nos ha penetrado el dolorido sentir garcila iano, que
los mecanismos poéticos -llámense coordenadas o concatenaciones de
su ústema poético- se no han hecho diáfanos, transparentes, invi-
sibles a imple vista. Poco abemos, en realidad, cómo el poeta llega
a concebir una suerte de convicción o fe viva en u propio dolor,
ni de qué medios se va le para alzarlo a la categoría de formante
de su mundo poético 4 •
El propósito que persiguen estas líneas es tratar de atisbar en esos
mecanismos que Garcila o utiliza con cientemente como refinado
ºCito en lo sucesivo por Gai'Cilaso de la Vega Obras Completas. Edición de
Elias L. Rivers, Madrid, Editorial Ca ta lia, 1964) .
ºEl poeta ha de mostrar en otras ocasione esta insaciable apetencia po r ·u
dolor como cuando exclama: "¡ quién pudie e hartarse / de no e perar remedio y
de quexarsel (Canción u, vv. 37-8). O como en el Soneto xxxvn en donde el dolor
de termina lo que la lengua ha de crear, y donde el dolor es el interior hombre
del poeta, inseparable en su extravío: "Mi lengu a va por do el dolor la guía; / ya
yo con mi dolor sin guía camino".
' Margot Arce Blanco, en un intento po r reducir a esquemas los contenidos
de la poesía garcilasiana, eñala como un subtema importante el dolor, a) corno
co nflicto: toma de razón frente a pasión; b) como realidad inmutable: t ma del
hado. el destino, la astrología; c) aceptación del dolor, melancolía: " 'o me
podrán quitar el dolorido sentir", en Ga.-cilaso de la Vega. Contribución al estudio
de la lírica española del siglo xv1. Impren ta ele la li brería y Ca a ed itorial H er-
nando (Madrid, 1930), p. 36. Guü\ndono por la reconocida autoridad de este
crítico, ubicamos nuestro trabajo dentro de este segundo subterna.
El indispensable estudio de R afae l Lapesa, La tmyectoria poética de Garcilaso.
2"' edición corregida. R evista de Occidente (Madrid, 196 ) , no destaca tanto por
ser un estudio acabado de los rnotivos poéticos garcilasianos, cuanto por hace r
evidente la rica trad ición literaria que llega hasta el poeta, y en la que sobresale
la influencia de Pe trarca, Sannazaro y Virgi!io. Cf.: el capítulo IV, pp. 175- 184.
1·:,.;A COORDENADA POETICA EN LA OBRA DE GARCILASO 9
peleando
en mi defensa, mi razón estava
cansada y en mil partes ya herida,
y sin ver yo quién dentro me incitava
ni saber cómo, eslava desseando
que allí quedasse mi razón vencida.
quisiera preguntarte
cómo tu pensamiento
se derribó tan presto en esse suelo,
o se cubrió de un velo.
os i1eo
siempre yr con 1111 dessc"
de perseguir al triste y al nr}do:
yo estoy aquí tendido,
mostrándoos de mi 111 w,,-tc las snia/l's,
y vos biviendo súlo cfr 111is males.
Desde esta perspectiva, estado sin fin del dolor, es que Garcilaso
concibe su trágico mundo poético.
El amor es esencial armonía, según la concepción platónica, y posi
bilita un estado dichoso en la tierra justamente cuando entre los
enamorados se da esa concordia de sentimientos que la hacen posible.
El poeta advierte, con un dejo de melancolía, cómo se presenta esta
fundamental correspondencia en la vida conyugal de dos de sus más
íntimos amigos, el Duque de Alba y Juan Boscánl9.
"'Cf.: Robert Payne. H u bris a study of pride. Foreword by Sir H erbert Read
(Harper & Brothers, New York, 1969) . Véanse especialmente, "The med ieval monu-
ment", pp. 57-84 y "The spanish interlude", pp. 104-116.
UNA COORDENADA POETICA EN LA OBRA DE GARCILASO 25
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presencia de la mujer amada ante sus ojos, sin que uno m otro estén
sujetos a las cambiantes contingencias terren as.
En conclusión, la noción de estado es una clave fundamental para
la comprensión de la obra garcilasiana. Integrada en una coordenada
p oética, la de fortuna aciaga, áspero .c amino y estado desastrado - y
su correspondiente imagen de caída racional, importante cuestión en
u na conciencia humanista y renacentista- informa tocia la obra del
vate toledano. Junto con las nociones afines de subida, esperanza y
muerte se configura un sistema expresivo en que el dolor es la nota
dominante. Este sistema expresivo se funda en un aspecto cultural
finalmente elaborado, la imagen arquetípica de la diosa Fortuna y su
inestable rueda. Conforme esta imagen, el amante se halla situado en
un ,estado de desventura -bajo estado-- desde cuya perspectiva le da
forma a su mundo poético dominado por el dolor y una esencial inar-
monía. Esta desarmonía es reflejo de una caída de la voluntad y de la
facultad razonadora, por obra de su pasión amorosa no correspondida.
El poeta concibe, no obstante, un estado de felicidad terrena, del
qu(1 él se siente marginado, fundado en la armonía conyugal y que
excluye el alcance ominoso de la Fortuna.
Finalmente, supone un estado de bienaventuranza extraterreno
-realidad ideal- cuyo atributo es su eterna inmutabilidad y su plena
armonía, que no está sujeto a los casos de Fortuna desastrada y que,
por tanto, excluye el dolor. Acceder a este supremo estado -el cielo
de Venus o del amor trascendente- en donde reside su amada, es la
más alta esperanza del enamorado.