Construcción Del Individuo y Sociedad Según Filósofos Que Aportan A La Educación.

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Los mayores aportes teóricos de Pierre Bourdieu se ubican en la comprensión de

las formas como los sistemas educativos fungen como mecanismos


institucionalizados para la reproducción de un orden social marcado por la
diferenciación sociocultural, proceso que se basa en la distribución desigual del
capital cultural y simbólico y deriva en la forma en que se identifican y relacionan
los miembros de los diferentes grupos sociales.
El presente trabajo buscará inicialmente identificar algunos factores asociados a
los resultados de aprendizaje, además de esbozar una ruta que explica cómo
opera la exclusión y diferenciación sociocultural para lograr la reproducción de las
desigualdades a través de algunas particularidades de la oferta educativa por
sector y clase. Posteriormente el análisis se centra en la acción pedagógica y el
currículo como arbitrarios culturales que tienden a favorecen a quienes han tenido
contacto con la cultura hegemónica en las formas de socialización primarias.
Finalmente se presentan algunas investigaciones que, con base en los
planteamientos conceptuales o metodológicos de Pierre Bourdieu, hacen una
lectura del papel que cumplen las reformas en las dinámicas educativas para
luego sugerir algunos abordajes investigativos que se pueden hacer de las
reformas curriculares desde esta perspectiva.

APORTES

1. A través del habitus la estructura que lo produce gobierna la práctica, a través


de constricciones y límites originariamente asignados a sus invenciones.
2. El habitus tiene una capacidad infinita y, por tanto, estrictamente limitada, si
se la comprende fuera de las tradicionales disyuntivas: determinismo-
libertad; consciencia-inconsciencia; individuo-sociedad.
3. El habitus es una capacidad infinita de engendrar en total libertad
(controlada) productos - pensamientos, percepciones, expresiones,
acciones- que tiene como límites las condiciones de su producción, histórica
y socialmente situadas.
4. La libertad condicionada y condicional que asegura el habitus está alejada
tanto de la creación de imprevisible novedad como de la simple reproducción
mecánica de los condicionamientos iniciales.
5. El habitus se enfrenta con el acontecimiento, lo arranca de la contingencia y
lo constituye como problema. Así el habitus como “arte de inventar” permite
producir un número infinito de prácticas, relativamente imprevisibles, pero
limitadas en su diversidad. Tiende a engendrar, como producto de una clase
determinada de regularidades, conductas “razonables” o de “sentido común”,
dentro de los límites de las regularidades
6. El “yo” que comprende en la práctica el espacio físico y social, no en tanto
sujeto en el sentido de las filosofías de la conciencia, sino más bien en un
habitus como un sistema de disposiciones. El “yo” inscrito, implicado, en el
espacio en el que ocupa una posición. Está habitualmente asociada a cierta
toma de posición: opiniones, representaciones, juicios, etc. acerca de ese
mundo físico y social. Esta postura permite romper la alternativa escolástica
entre determinismo y libertad.
7. hay que situarse más allá de las alternativas de la cosa y la conciencia, el
materialismo mecanicista y el idealismo constructivista; es decir, con mayor
exactitud hay que despojarse del mentalismo y del intelectualismo que
inducen a concebir la relación práctica con el mundo como una “percepción”
y esta percepción como una “síntesis mental”, y ello sin ignorar, por lo demás,
la labor práctica de la elaboración que (…) nada deben a la intervención del
lenguaje”.(Bourdieu, 1991b, p. 181)
8. Los estudiantes más favorecidos aportan hábitos, modos de comportamiento
y actitudes de su medio social de origen que les son enormemente útiles en
sus tareas escolares. Pero no sólo eso; heredan también saberes y un “savoir
faire”, gustos, un “buen gusto”, cuya rentabilidad escolar, por indirecta, no es
menos real (...) El privilegio cultural se hace patente cuando tratamos de
averiguar el grado de familiaridad con obras artísticas o literarias, que sólo
pueden adquirirse a través de una asistencia regular al teatro, a los museos
y a conciertos... (Los estudiantes y la cultura, p.44).
9. La violencia simbólica, cuya realización por excelencia es sin duda el
derecho, es una violencia que se ejerce, si puede decirse, en las formas,
poniendo formas. Poner formas, es dar a una acción o a un discurso la forma
que es reconocida como conveniente, legítima (...) La fuerza de la forma, esta
vis formae de la que hablaban los antiguos, es esta fuerza simbólica
propiamente simbólica que permite a la fuerza ejercerse plenamente al
hacerse desconocer en tanto que fuerza y al hacerse reconocer, aprobar,
aceptar, por el hecho de presentarse bajo las apariencias de la universalidad
- la de la razón o de la moral -. (Bourdieu 2000, pp. 90-91)
10. El modo de conocimiento que puede llamarse fenomenológico tiene por
objeto reflexionar sobre una experiencia acerca de la cual, por definición, no
se reflexiona: la relación primera de familiaridad con el ambiente familiar, y
echar luz, así, sobre la verdad de esa experiencia que, por muy ilusoria que
pueda parecer desde un punto de esta "objetivo", no deja de ser
perfectamente cierta en calidad de experiencia. P. 44
11. Un cuerpo está comprendido en el mundo, dicha inclusión es irreductible a la
inclusión meramente material y espacial. Esta inclusión supone una nueva
noción que acuña Bourdieu: “La illusio es una manera de estar en el mundo,
de estar ocupado en el mundo, que hace que el agente pueda estar afectado
por una cosa muy alejada, o incluso ausente, pero que forma parte del juego
en el que está implicado” (1991b, p. 189).
12. Todas las distinciones y divisiones del espacio social se expresan real y
simbólicamente, en el espacio físico apropiado como espacio social
codificado. Este espacio se define por una correspondencia entre un orden
determinado de coexistencia (o de distribución) de los agentes y un orden
determinado de coexistencia (o de distribución) de las propiedades (Bourdieu
1991b, p. 179).
13. La violencia y dominación simbólicas entendidas como la manifestación, en
el sentido práctico, del poder simbólico9. Poder que se objetiva, a partir de la
lógica práctica, la incorporación en el cuerpo, del sentido legítimo en la
producción y reproducción cultural. El cuerpo que incorpora los modos y los
gestos, comportamientos automáticos, de la cultura legítima, dominante,
naturalizando los principios básicos o elementales, históricamente
determinados
14. el habitus, incorporado en el cuerpo, como matriz de acciones,
pensamientos, percepciones y comportamientos, que otorgan ciertas
disposiciones, tendencias, para responder de modo práctico, inconsciente e
irreflexivo, ante situaciones dadas11. Sin sujeción a reglas establecidas sino
a estrategias determinadas
15. El lugar que ocupamos como cuerpo en los espacios físico y socia

Bourdieu (1991a) "Lo importante es que cuando hipotetizamos estas relaciones y


las tratamos como realidades ya construidas fuera de las historias individuales y
colectivas, sin caer en un subjetivismo incompetente, el objetivismo es inevitable.
Es para evitar el realismo de la estructura que conduce a.” Considerando los
retornos sociales al escenario dialéctico de prácticas, manipulaciones y métodos de
los productos objetivados e incrustados de prácticas, estructuras y costumbres
históricas. En contraste con el materialismo positivista, la teoría práctica como
práctica sostiene que el objeto del conocimiento es construido y no registrado
pasivamente; este principio de construcción nos recuerda la naturaleza estructurada
y el sistema de estructuración que constituye la práctica. Está dirigido a un propósito
práctico” (p. 91). Señala asimismo que”: Es necesario reconocerle a la práctica una
lógica que no es la de la lógica...Esta lógica práctica –en el doble sentido del
término- puede organizar todos los pensamientos, percepciones y acciones
mediante algunos principios generadores estrechamente ligados entre sí y
constituyen un todo prácticamente integrado, sólo porque toda su economía de la
lógica, supone el sacrificio del rigor en provecho de la simplicidad y de la
generalidad, y porque encuentra en la “politetia” las condiciones del buen uso de la
polisemia. Los sistemas simbólicos deben, pues, su coherencia a la práctica, es
decir su unidad y regularidades pero también su vaguedad y sus irregularidades...”
(Bourdieu 1991a, p.146). Bourdieu (1991a) Señala el concepto de habitus en los
siguientes términos: “Los condicionamientos asociados a una clase particular de
condiciones de existencia producen habitus, sistemas de disposiciones duraderas y
transferibles, estructuras estructuradas predispuestas para funcionar como
estructuras estructurantes, es decir, como principios generadores y organizadores
de prácticas y representaciones que pueden estar objetivamente adaptadas a su fin
sin suponer la búsqueda consciente de fines y el dominio expreso de las
operaciones necesarias para alcanzarlos, objetivamente “reguladas” y “regulares”
sin ser el producto de la obediencia a reglas, y, a la vez que todo esto,
colectivamente orquestadas sin ser producto de la acción organizada de un director
de orquesta” (p.92) . Bourdieu (1991a) La idea de campo, tratada en varias de sus
obras, se puede reflejar en los siguientes términos: “Cuando se trata de juego, el
campo (es decir, el espacio de juego, las reglas de juego(enjuex), etc.) se da
claramente como lo que es, una construcción social arbitraria y artificial, un artefacto
que se repite como tal en todo aquello que define su autonomía, reglas explícitas y
específicas, espacio y tiempo estrictamente delimitados y extraordinarios; y la
entrada en el juego toma la forma de un cuasi-contrato que es, a veces,
explícitamente evocado(juramento olímpico, llamada al fair play y, sobre todo,
presencia de un árbitro) o expresamente recordado a quienes “ se dejan llevar por
el juego” hasta el punto de olvidar que se trata de un juego (“no es más que un
juego”). Por el contrario, en el caso de los campos sociales que, producto de un
largo y lento proceso de autonomización, son, si se puede decir, juego en sí y no
para sí, no se muestra en el juego mediante un acto consciente, se nace en el juego,
con el juego, y la relación de creencia, de illusio, de inversión/inmersión
(investissement) es más total, más incondicional cuanto que se ignora como tal” (p.
114). Bourdieu (1999) "...lo que llamo espacio social, el eje de coexistencia de las
posiciones sociales, el punto mutuamente excluyente que crea la posición de los
habitantes. El "yo" que comprende se entiende en un sentido completamente
diferente . es decir, contenido, impreso e incrustado en este espacio. Tiene una
posición dentro de ese espacio (nuestro espacio lo es). Puede aprenderse a través
del análisis estadístico de correlaciones empíricas generalmente asociadas con
posiciones particulares (opiniones, expresiones, juicios, etc.) sobre el mundo físico
y social. ”(pág. 173). Bourdieu (1991b) En el Punto 4: Dinámica del campo, Bourdieu
señala diferentes formas o estados del capital cultural, a partir del entendimiento de
que el capital incrustado o heredado sirve como medio de dominación en el campo
cultural. (pag. 224 J.)

No es fácil evocar los efectos sociales producidos, en el campo intelectual francés,


por la aparición de la obra de Claude Lévi-Strauss y las mediaciones concretas a
través de las cuales se impuso, a toda una generación, una manera nueva de
concebir la actividad intelectual que se oponía de manera absolutamente dialéctica
a la figura del intelectual "total", decisivamente vuelto hacia la política, que
encarnaba Jean-Paul Sartre. Esta confrontación ejemplar sin duda ha contribuido
no poco a estimular, en muchos de aquellos que se orientaron en ese momento
hacia las ciencias sociales, la ambición de reconciliar las intenciones teóricas y las
intenciones prácticas, la vocación científica y la vocación ética, o política, tan a
menudo desdobladas, en una modalidad más humilde y más responsable de
realizar su tarea de investigadores, suerte de oficio militante, tan alejado de la
ciencia pura como de la profecía ejemplar. Trabajar, en la Argelia en lucha por su
independencia, en un análisis científico de la sociedad argelina, era intentar
comprender y hacer comprender los fundamentos y los objetivos reales de esa
lucha, objetivos que eran, eso estaba claro, socialmente diferenciados, incluso
antagónicos, más allá de la unidad estratégicamente necesaria; e intentar de ese
modo, no orientar su curso desde luego, pero sí volver previsibles, y por ende más
difíciles, las probables desviaciones. Por eso no puedo renegar, ni siquiera en sus
ingenuidades, de esos escritos que, pese a que entonces me pareció que llevaban
a cabo la perseguida reconciliación entre la intención práctica y la intención
científica, le deben mucho al contexto emocional en el que fueron escritos;^ y menos
aiin de las anticipaciones o, más exactamente, de las advertencias en las que
concluían los dos estudios empíricos sobre la sociedad argelina. Travati
ettravailleurs en Algéríey Le déracinement, incluso si esos estudios sirvieron
después (sobre todo el segundo) para justificar algunas de las desviaciones
probables que esas advertencias se esforzaban por anticipado en evitar. Si es obvio
que existe un problema en tales circunstancias El racismo siempre ha sido tratado
como una cuestión de vida o muerte.
Bibliografía:

Bourdieu, P. (1991a). El sentido práctico. Tr.: A. Pazos. Madrid: Taurus Ediciones.

Barrenechea, C. A. (2017). Pierre Bourdieu: el poder en el campo de la educación y la

pedagogía. https://www.redalyc.org/journal/5709/570960868016/html/

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