1931 PB
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100
0
RIE 1er semestre 2020
9
Editorial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307
Javier Vidal
Involucramiento docente y condiciones del aula: una díada para mejorar la con-
vivencia escolar en bachillerato. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 397
Diana Carolina Treviño Villarreal y Mario Alberto González Medina
La relación entre las competencias TIC, el uso de las TIC y los enfoques de
aprendizaje en alumnado universitario de educación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 549
Isabel Díaz-García, Gonzalo Almerich, Jesús Suárez-Rodríguez y Natividad
Orellana
Editorial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307
Javier Vidal
Effects of the Promociona program against school failure in Spanish Roma stu-
dents. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 345
Miguel Ángel Aguilar Jurado, Pedro Gil Madrona y Juan Francisco Ortega Dato
The relationship between ICT competences, ICT use and learning approaches in
university students of education. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 549
Isabel Díaz-García, Gonzalo Almerich, Jesús Suárez-Rodríguez y Natividad
Orellana
Desde que RIE existe, nunca se ha publicado un número en el que se pueda apre-
ciar una distancia tan grande entre el contenido de lo que publicamos y la realidad
educativa del momento. Y no es culpa nuestra. Este es un número para reflexionar.
No solo podemos aprender de lo que los 15 artículos que se publican aportan al cono-
cimiento de la educación, sino que podemos reflexionar sobre el equilibrio entre los
temas importantes y los urgentes, sobre la necesidad de tener cierta perspectiva para
analizar los fenómenos y la obligación de tomar decisiones inmediatas. Una revista
científica debe contribuir a mejorar los sistemas que analiza. Pero ¿cómo gestionan las
ciencias de la educación la inmediatez?
Para aquellos que lean ahora este editorial (junio de 2020) no hacen falta más expli-
caciones; para los que lo lean dentro de algunos años, quizás necesiten algunos ele-
mentos de contexto. Hace un par de meses, toda la población escolar de España recibió
la instrucción de no salir de casa, sin plazo claro de vuelta. La causa fue la pandemia
provocada por el virus COVID-19. Eso sucedió un fin de semana. El lunes los profe-
sores de todos los niveles recibieron la instrucción de que debía mantenerse la activi-
dad docente. Es decir, no se suspendían las clases, y había que mantener la actividad
docente desde ese mismo día y de una forma diferente, que nunca nadie había pre-
visto, ni por el formato ni por la extensión. Esto sucedió en mayor o menor medida, un
poco antes o después, en todos los niveles educativos, en todo el mundo.
De un día para otro (es literal, del domingo al lunes), las prioridades en la educa-
ción se modificaron. El debate sobre las reformas de las leyes quedaron sin sentido; el
aumento de recursos para la educación, inviable; los sistemas de acceso a la función
pública para profesionales en educación infantil, primaria, secundaria y terciaria, apla-
zados; las investigaciones con trabajo de campo en centros escolares, pospuestas; las
TIC pasaron de ser algo en lo que había que formarse para una docencia del futuro, a
una herramienta que había que usar ya, supiéramos o no, todos los días; los proyectos
internacionales, suspendidos o aplazados; … y así podríamos seguir. Nada de esto
superó la prueba de lo urgente.
Sin embargo, los temas importantes seguían estando ahí. Valgan los artículos de
este número como ejemplo: la eficacia en el aprendizaje, el fracaso escolar, las disca-
pacidades y las altas capacidades, la educación emocional, la resiliencia, la formación
en STEM, el papel de las familias, la convivencia o la desigualdad. Una buena lista de
temas, sobre los que nos gustaría tener más respuestas que preguntas y por eso segui-
mos investigando. Pero esta investigación pausada, de pequeños avances, de acumu-
lación lenta de conocimiento, se verá afectada por la urgencia de la situación actual. Ya
necesidad, y los medios técnicos para conectarse (quién debe pagar todo esto)? ¿Qué
debemos evaluar: conocimientos o la capacidad de los estudiantes para utilizarlos en
problemas reales y cómo se hace eso? ¿Los exámenes seguirán siendo sin calculadora,
sin consultar documentación? ¿Son todas las competencias igual de importantes? ¿Pre-
pararemos a nuestros estudiantes solo para que conozcan el mundo en el que vivimos
o también para que contribuyan a solucionar los problemas del mundo que vendrá?
Entenderá el lector en la forma de redactar las preguntas mi posición sobre las posibles
respuestas. Pero no es este editorial el momento de justificarlas.
Nos gustaría que una revista como RIE contribuya tanto a encontrar soluciones
como a identificar las preguntas más importantes. Ambas cosas son esenciales para
el conocimiento científico, ese que tan manifiestamente se ha convertido en la única
fuente de respuestas a la pandemia. Creo que podemos aprovechar la oportunidad
que nos ofrece la ruptura de la inercia en tantas actividades docentes e investigadoras
para preguntarnos si tiene sentido lo que hacemos y cómo podríamos mejorarlo, eli-
minando la justificación de nuestros actos en la tradición (siempre ha sido así). Poco
sabemos del futuro, pero parece muy probable que no siga siendo así.
Por último, me gustaría enfatizar que esta revista responde a la necesidad de
publicar los resultados de investigaciones, fase final imprescindible del proceso de
investigación científica. Quizás las revistas científicas como esta estén dejando pasar
demasiado tiempo desde la investigación a la publicación, teniendo en cuenta los rit-
mos en los que se mueve ahora la sociedad. Sin embargo, la inmediatez, la publicación
de resultados preliminares, puede contribuir más a la confusión que al conocimiento.
El equilibrio entre las respuestas rápidas y las respuestas fundamentadas es difícil de
encontrar para todas las ciencias.
Javier Vidal
Editor Adjunto de la Revista de Investigación Educativa
Resumen
Abstract
The aim of this paper is to present the statistical criteria and models used in a school
effectiveness research carried out in the Basque Country Autonomous Community using the
mathematics, Spanish language and Basque language scores as outcome variables. These scores
are collected from the Diagnosis Assessments applied for five years. Four school effectiveness
criteria are defined: extreme scores, extreme residuals, scores growth and residuals growth.
Multilevel regression techniques have been applied using hierarchical linear models (HLM).
Results allow a selection of both high- and low-effectiveness schools based on four different and
complementary school effectiveness approaches.
Keywords: Effective school research; Best practices; Educational assessment; Hierar-
chical linear modeling.
Dedicatoria
Introducción
El objetivo de este trabajo es presentar, discutir y analizar los diversos criterios y las
técnicas estadísticas que se han empleado en distintos proyectos de eficacia escolar y
mejora escolar. Los mismos se han llevado a cabo –o están en curso- en España, en las
Comunidades Autónomas del País Vasco (CAPV), Andalucía, La Rioja y las Islas Baleares;
y en los estados de Baja California y Aguascalientes en México, en las provincias de Loja
y Zamora-Chinchipe en Ecuador, y en el departamento de Cundinamarca en Colombia.
Aunque con las lógicas diferencias inherentes a sociedades a veces muy diversas y a
sistemas educativos distintos, el enfoque adoptado en todos ellos es similar, empleán-
dose como variable criterio el rendimiento académico del alumnado medido mediante
una prueba estandarizada aplicada a toda la población estudiantil perteneciente a uno
o varios cursos académicos.
En las publicaciones que siguen (presentadas por orden descendente de fecha de
publicación), se presentan las características comunes y las específicas de este conjunto
de estudios: Azkarate, Bartau y Lizasoain, (2019a; 2019b); Angulo y Lizasoain (2019);
Azkarate, Bartau, Aierbe, y Oregui, (2018); Oregui, Aierbe, Bartau y Azkarate (2018);
Padilla, Guzmán, Lizasoain y García-Medina (2018); Pedroza, Peniche y Lizasoain
(2018); Bartau, Azpillaga y Joaristi (2017); Etxeberria, Intxausti y Azpillaga (2017); Mar-
tinez Abad, Lizasoain Hernández, Castro Morera y Joaristi Olariaga (2017); Intxausti,
Etxeberria y Bartau (2016); Intxausti, Joaristi, y Lizasoain (2016); Lizasoain, Bereziartua
y Bartau (2016); Azpillaga, Intxausti, y Joaristi, (2014); Joaristi, Lizasoain y Azpillaga,
(2014); Martínez-Abad, Chaparroy Lizasoain (2014) y Lizasoain y Angulo (2014).
Este trabajo se centra en el primer estudio realizado que se inició en 2012 en el País
Vasco y que se ha desarrollado vinculado a los tres proyectos I+D que se referencian
a pie de página1. El último de ellos está actualmente en curso siendo dirigido por
1 El estudio de eficacia y mejora escolar en la Comunidad Autónoma del País Vasco se ha llevado a
cabo en el contexto de los proyectos siguientes:
Método
Reynolds y colaboradores en el trabajo antes citado afirman que las dos preguntas
básicas de la investigación sobre eficacia escolar son las siguientes: “What makes a “good”
school?” y “How do we make more schools good?” (Reynolds, Sammons, De Fraine, Van
Damme, Townsend, Teddlie y Stringfield, 2014, p. 197).
“Caracterización y buenas prácticas de los centros escolares de alto valor añadido”. Proyecto I+D+i
del Ministerio de Ciencia e Innovación. Referencia EDU2011-24366. Investigador Principal: Luis Lizasoain
Hernández. Período 2012-2014.
“Estudio longitudinal y contextualizado de centros escolares de muy alta y muy baja eficacia: diseño de
acciones de mejora escolar”. Proyecto I+D del Ministerio de Economía e Innovación. Referencia EDU2014-
53511-P. Investigador Principal: Luis Lizasoain Hernández. Período 2015-2018.
“Mejora escolar desde la perspectiva de género en la Comunidad Autónoma Vasca”. de Proyecto I+D
del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Referencia PGC2018-094124-B-100. Investigadoras
Principales: Verónica Azpillaga Larrea e Isabel Bartau Rojas. Período 2019-2022.
Dar una adecuada respuesta a qué se entiende por un buen centro educativo, por
un colegio de alta eficacia, es una cuestión crucial porque de la misma va a depender
en gran medida el tipo de resultados que se obtengan. Uno de los primeros trabajos
en abordar esta cuestión fue el de Aitkin y Longford que ya en 1986 analizaban y
discutían cuestiones relativas a la modelización estadística en este tipo de estudios.
Posteriormente Goldstein (1997) en su trabajo sobre los métodos de la investigación en
eficacia escolar, y De Maeyer, Van den Bergh, Rymenans, Van Petegem y Rijlaarsdam
(2010) en el suyo sobre los criterios de eficacia usados en modelos multivariados,
abordaron también detalladamente esta cuestión.
En el caso que aquí se describe, la variable dependiente son los resultados de las
Evaluaciones de Diagnóstico (ED) que el ISEI/IVEI2 aplicó con carácter censal a todos
los estudiantes de 4º de Educación Primaria (EP) y 2º de Educación Secundaria Obli-
gatoria (ESO) de los centros sostenidos con fondos públicos de la CAPV en los años
2009, 2010, 2011, 2013 y 2015. En dichas EDs se evalúan siempre las tres competencias
instrumentales básicas (matemáticas y comprensión lectora en lengua vasca y en
lengua castellana). Las puntuaciones son estimadas mediante modelos de TRI que se
distribuyen con una media de 250 y una desviación típica de 50.
La variable de resultado empleada en los análisis es, a nivel individual del estu-
diante (nivel 1, N1), la puntuación obtenida en cada una de las tres competencias
instrumentales básicas; y al nivel del centro (N2), el promedio de las mismas. En las
líneas anteriores está explícitamente formulado un enfoque multinivel (estudiantes
y centros). Esta perspectiva multinivel es una característica reseñable de los análi-
sis efectuados y se basa en la consideración de que los datos educativos presentan
muy frecuentemente una estructura anidada, una jerarquía. Desde el punto de vista
estadístico, este enfoque multinivel se lleva a cabo mediante modelos jerárquicos
lineales (HLM).
El hecho de emplear como variable criterio los resultados de las EDs tiene impli-
caciones importantes. La primera de ellas es que el foco de atención se pone exclusi-
vamente en el componente instructivo del proceso educativo. Y además, únicamente,
en lo relativo a las tres competencias instrumentales básicas. Por tanto, el enfoque
es forzosa e inevitablemente parcial puesto que la actividad educativa de un centro
escolar va mucho más allá de lo meramente instructivo. Y los aspectos emocionales
y afectivos son cada vez más frecuentemente incorporados en este tipo de estudios.
Véase un ejemplo en el trabajo realizado por Murillo y Hernández (2011).
Pero, una vez dicho esto y asumiendo como variable criterio básica las puntuaciones
de las EDs, volvamos sobre la pregunta inicial: ¿qué se entiende por un buen centro?,
¿cuándo se considera que un centro es de alta eficacia?
2 Aunque en la dedicatoria ya se ha hecho referencia, estos proyectos no hubieran podido salir adelante
sin el apoyo y las facilidades prestadas por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISEI/
IVEI), por lo que expreso públicamente el agradecimiento.
en etnicidad, género, pobreza y rendimiento previo. Palardy (2008), analiza los efectos
diferenciales por centro relativos a la clase social empleando análisis multinivel de
curva latente de crecimiento.
Por tanto, cobra aquí especial importancia el parámetro u0j de la primera ecuación
del nivel 2. Es el residuo de cada centro asociado a la intersección, una vez controla-
dos todos los factores individuales y de centro incluidos en el modelo. Se trata de la
diferencia entre la media observada en cada centro y la gran media de todos. Es el
indicador de eficacia para cada centro en la medida en que representa cuánto se aparta
la puntuación media de cada centro de la estimada por el modelo una vez que se ha
tenido en cuenta el efecto de todas las covariables a ambos niveles. (Raudenbush y
Bryk, 2002, capítulo 5, páginas 152 y siguientes).
En el caso de las investigaciones realizadas en la CAPV, y en función de la infor-
mación disponible en los cuestionarios de contexto del ISEI/IVEI, las covariables con-
sideradas han sido las siguientes:
Este enfoque es lo que durante algún tiempo se denominó como modelos de valor
añadido. Pero en 2011 la OCDE recomendó que dicha expresión se emplease solo para
estudios de corte longitudinal cuyo objetivo fuese el estudio y modelización del cam-
bio y el crecimiento (OCDE, 2011). De cualquier forma, independientemente de la
denominación de los diferentes tipos de estudio, el concepto de valor añadido resulta
de utilidad. En palabras de Gaviria y Castro, “…de alguna forma estos residuos son
indicadores de valor añadido” (Gaviria y Castro, 2005, p. 106). Este valor añadido es, en
definitiva, lo que el modelo estadístico no explica, el límite hasta donde la estadística
llega.
El siguiente texto de Martínez Arias (2009) ilustra muy bien el enfoque y plantea-
miento global del enfoque mixto al que antes se hacía referencia:
Los modelos de valor añadido pueden resultar muy útiles en los procesos de
diagnóstico y mejora de las escuelas….Combinados con otras metodologías
de naturaleza más cualitativa como observaciones, entrevistas, portafolios,
etc., ayudan a la identificación de buenas prácticas que se pueden potenciar
en las reformas educativas. (Martínez Arias, 2009, p. 239).
Pero, así formulado, este diseño de la investigación conllevaba un riesgo que ame-
nazaba seriamente la validez interna de las conclusiones a las que se pudiese llegar
después de realizado dicho estudio cualitativo. Supongamos que, una vez realizado
el estudio cualitativo de todos los centros de alta eficacia, identificados y realizados
los análisis pertinentes, se obtiene una relación de prácticas y factores asociados más
o menos comunes a todos estos centros. Cabría pensar que dichos factores serían los
explicativos de la alta eficacia. Pero, ¿qué ocurriría si se realizase el mismo tipo de
estudio cualitativo en los centros de baja eficacia y los resultados fuesen los mismos
o muy similares?, ¿si se observase que sus prácticas son más o menos las mismas?
Evidentemente, la validez de las conclusiones se vería muy seriamente comprometida
por no decir que casi anulada.
Si en los centros eficaces se piensa en buenas prácticas como factores explicativos
de sus buenos resultados, en estos cabe pensar en situaciones de gran dificultad, en
problemas serios no resueltos, y también en malas prácticas. Por tanto, para evitar el
riesgo de formular conclusiones erróneas, es imprescindible estudiar tanto los centros
de alta eficacia (en adelante CAEF) como los de baja eficacia (CBEF) y contrastar las
evidencias que ambos conjuntos proporcionan. En palabras de Reynolds y colab-
oradores (2014, p. 214): “In any science, it is important – if not always popular – to
make the implicit explicit. A few studies have been conducted that have formally
addressed the topics of school ineffectiveness, school decline, and processes that
kill school improvement efforts”. Algunos de esos pocos estudios son los siguientes:
Hernández-Castilla, Murillo y Martínez-Garrido (2013); Van De Grift, y Houtveen,
(2006; 2007).
La aproximación a estos centros debe realizarse con la máxima delicadeza y extre-
mando los estándares y normas deontológicas. No hay que olvidar nunca que una cosa
es que, con respecto a las puntuaciones de las EDs, su nivel de eficacia sea bajo, y otra
muy distinta considerarlos como centros de baja eficacia en general. En este texto, y
por razones de economía expresiva, se emplea esta notación, pero ha de quedar claro
(y además se dispone de abundante evidencia al respecto) que un centro escolar puede
ser muy eficaz en estas competencias y hacerlo muy mal en otras o en otros aspectos
de la labor formativa (por ejemplo, el cuidado y mejora de la convivencia dentro del
centro). Y de la misma manera pero al revés, un centro puede tener una eficacia baja
en matemáticas o lengua y trabajar excelentemente las competencias artísticas, por
citar dos ejemplos reales.
Dicho lo cual, y volviendo sobre el modelo estadístico, el procedimiento concreto
seguido fue el siguiente:
En primer lugar, para cada curso, competencia y año se obtiene un modelo HLM
que incorpora como covariables, las variables contextuales de N1 y N2 que en cada caso
hayan resultado estadísticamente significativas. En dichos modelos se dejan variar solo
las intersecciones. Y posteriormente, para cada centro se calcula su residuo de nivel 2
(u0j) en cada competencia y año.
De esta forma se dispone para cada centro de 15 medidas (3 residuos en cada uno
de los 5 años). A continuación se promedian primero los 3 residuos de cada año, y
luego los 5 promedios. Luego se ordena la lista de centros y se seleccionan los casos
extremos de forma que los centros de mayor residuo promedio serán considerados los
más eficaces (CAEFs) y los de menor serán los más ineficaces (CBEFs).
El factor tiempo suele conllevar el hecho de que este tipo de puntuaciones de valor
añadido, estos residuos, en ocasiones adolecen de una cierta inestabilidad (Newton,
Darling-Hammond, Haertel y Thomas, 2010). Por tanto, son relativamente frecuentes
situaciones en las que el residuo de un centro un año es muy alto y positivo, pero al
siguiente pasa a ser simplemente medio. Por ello, para contrarrestar esta inestabilidad,
se procedió a promediar para cada centro su conjunto de residuos.
Esto supone que el foco de atención se pone en aquellos centros cuyos resultados
son muy notables en todos los años y en todas las competencias. Esto incrementa la robustez
de los resultados y, por ende, del modelo pero conlleva que los valores promedio no
sean exageradamente grandes.
Considerando este procedimiento de detección de centros tanto de alta como de baja
eficacia, conviene renombrar los dos criterios hasta ahora abordados de forma que el
criterio 1 es el de las puntuaciones extremas y el segundo el de los residuos extremos.
Dos párrafos más arriba se ha introducido una cuestión de gran relevancia como es
el factor tiempo. Se ha dispuesto de los datos de 5 aplicaciones de la ED (2009, 2010,
2011, 2013 y 2015). Por tanto, cabe plantearse un enfoque centrado en el cambio, en el
crecimiento. No se trata obviamente de un estudio longitudinal stricto sensu a nivel de
los estudiantes porque las EDs, al aplicarse en 4º de EP y 2º de ESO, suponen diferentes
cohortes. Pero sí es posible pensar en un enfoque temporal al nivel de los centros ya
que se dispone de 5 puntos temporales. Estas comparaciones temporales son posibles
de manera directa en la medida en que todas las EDs tienen la misma métrica (media
%
Figura 1. Ejemplos de crecimiento (o decrecimiento) de puntuaciones.
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> > serie %>acaba con>
> > los 276,34
> puntos de
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2015. >>1/049> >>">>"%>!
Pero lo que hace muy interesante a este centro !>> !>!>
es la línea roja>>)>>>
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se mantiene >!>'!!>>>>>
prácticamente paralela al eje de las abscisas con
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5 años en>torno
> alos
> 4>245
+puntos.
> > !>
Esto >hade> interpretarse
134> "! 9> en!> el > >
sentido
de que el contexto de este centro se mantiene estable. Pero lo importante emerge al
comparar ambas líneas ya que lo que se detecta es que al crecer las puntuaciones obte-
nidas manteniéndose más o menos constante el contexto (las puntuaciones estimadas),
!%!%"#!%$%
los residuos muestran una acusada tendencia creciente.
En 2009 el residuo era negativo (alrededor de -27 puntos). En 2010 sigue siendo
negativo pero su magnitud es mucho menor (alrededor de -8). Y ya en la ED de 2011
la tendencia se invierte y el residuo pasa a ser positivo (+6). En 2013 alcanza un valor
de +24 y la serie finaliza en 2015 con un residuo de +32 puntos.
Figura 2. Ejemplo 1 de crecimiento de residuos.
#066&6
6 6
6
06
Por tanto, este centro sí puede ser considerado de alta eficacia desde los dos crite-
6rios:
16 6
crecen las 6 !6
6
puntuaciones 6crecen
y también
6
los residuos
6 6
(cuarto 6
criterio).
6
Es un centro 6
6
26
con 6
una clara6 6
tendencia 6
#
a la mejora.
#del
Pero el ejemplo #centro
#
de la #
figura 2
!06
no es la 6 6
única posibilidad.
6 66 6
666066666
6 6
66
6'6
En la figura 3 aparece representado un centro cuyas puntuaciones obtenidas se
666$ 6
06
mantienen más o menos constantes a lo largo de las 5 EDs. Si solo se tuvieran en
6 6
6
cuenta (6 6
6
sus puntuaciones 6no
brutas, este centro 6
entraría 6 6
en ninguna
6 6
de las selecciones
6
de alta6 6 6
eficacia. Pero si, 6
como siempre, 6 6
se
6
comparan
6 las
6puntuaciones
*6 06 6 6 6 6
obtenidas con 6
66 6166 66!66
6
66 6
las estimadas, la cosa cambia.
La línea roja de las puntuaciones estimadas muestra una clara tendencia decreciente,
66 06616 6166 66 6
6 6
es decir el contexto de este centro ha ido empeorando con el paso del tiempo (debido
6
166 6 06
muy probablemente a los efectos de la crisis). Lo que esto supone es que los residuos
6 se
!6 6
6 6año
van incrementando 6
a año: el de 2009
6
es de casi 0,6
de 9 puntos 6 6
en 2010, 16
6
en
16
2011, 6
6
35 en 2013 6
y 36 6
en 2015.
6 6 6 6
6
6 6 6 6
6
63
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RIE, 2020, 38(2), 311-327
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Figura 3. Ejemplo 2 de crecimiento de residuos.
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Es decir, este centro consigue mantener un nivel bastante aceptable en lo que a las
puntuaciones se refiere, a pesar de que el contexto en el que desarrolla su labor se va
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haciendo cada vez más complicado y difícil. En este caso nos encontramos también
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con un caso claro de crecimiento de residuos (flechas azules), aunque el mismo refleja
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una situación socioeconómica bien distinta. Se trata, por tanto, también de un centro
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de alta eficacia según el criterio 4 de crecimiento de residuos.
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En conclusión, el enfoque longitudinal permite definir dos nuevos criterios de
eficacia escolar:
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• Crecimiento
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medio de sus puntuaciones muestra a lo largo de los 5 años una clara tendencia
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creciente y si además sus residuos crecen también (y se considera de baja eficacia
•
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si la tendencia
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es decreciente).
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Crecimiento de residuos: un centro se considera de alta eficacia si el promedio
de sus residuos muestra a lo largo de los 5 años una clara tendencia creciente
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(y se considera de baja eficacia si la tendencia es decreciente).
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• El procedimiento estadístico empleado tiene como objetivo detectar los centros
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que más crecen (y decrecen) bien en puntuaciones, bien en residuos, y para ello
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de datos de forma que los estudiantes (N1) se anidaban en centros (N2), ahora
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RIE, 2020, 38(2), 311-327 +0 0
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Criterios y modelos estadísticos de eficacia escolar 323
de datos en la que ahora sean los tiempos (años de aplicación de las EDs) los
que conformen el nivel 1 (N1), y a su vez, estos se aniden en centros (N2). En
el capítulo 6 de la obra de Raudenbush y Bryk (2002), y en los capítulos 5 y 6
de la de Heck y colaboradores (2014), se puede encontrar información detallada
al respecto.
Tabla 1
N1
(tiempos) RSDtj = p0j + p1j AÑOtj + etj PUNTtj = p0j + p1j AÑOtj + etj
Discusión y conclusiones
Pero aunque como ha sido dicho, estos cuatro criterios representan cuatro maneras
o enfoques de considerar la eficacia de un centro, no es menos cierto que no son todos
igualmente relevantes. Desde el punto de vista empleado en estos proyectos, los modelos
contextualizados son más interesantes porque implican una selección de centros más
equitativa. Por ello, los centros seleccionados según estos criterios son más variados
en lo que a sus tipologías y características se refiere.
Hasta aquí es donde llega la estadística. Para tratar de conocer en profundidad los
factores explicativos de tales resultados se requiere una aproximación a la realidad y
praxis cotidiana de estos centros, y para ello se emplearon técnicas cualitativas. Del
contraste entre las buenas prácticas de los centros de alta eficacia (CAEF) y los pro-
blemas, dificultades y eventuales malas prácticas de los de baja (CBEF) emerge una
relación comprensiva de factores asociados a la eficacia y la mejora escolar que facilita
el diseño y puesta en marcha de programas e intervenciones de mejora escolar más
precisos y focalizados.
Para ello, se ha llevado a cabo un proceso muy robusto y fiable de detección de
centros, realizado a partir de un estudio censal y atendiendo a diversidad de facetas
y perspectivas de lo que se considera alta (o baja) eficacia escolar tomando en cuenta
tanto la equidad como la excelencia, asumiendo que en un sistema educativo de cali-
dad éstas no deben ser categorías contrapuestas, sino que se puede y se debe tratar de
incrementarlas simultáneamente mediante procesos de mejora continua.
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Resumen
Durante las últimas décadas se han encontrado importantes diferencias por sexo en la ense-
ñanza y el aprendizaje de las disciplinas científicas. Por otro lado, la autoevaluación por parte
de los estudiantes supone un aspecto fundamental en el ciclo de autorregulación del aprendizaje
y, por tanto, en su rendimiento. El objetivo de este trabajo es analizar la metacognición de los
estudiantes de secundaria y, en particular, el efecto del sexo en las mismas. Para ello se ha
medido la calibración del resultado en una prueba escrita de 487 estudiantes. Nuestros análi-
sis muestran que las chicas calibran mejor su nota que los chicos a pesar de que estos últimos
muestran más seguridad en sus juicios. Se ha encontrado una tendencia de ambos sexos a la
sobreestimación de sus calificaciones en una prueba escrita. Por otro lado, los estudiantes con
rendimiento alto son más precisos y tienden a subestimar sus actuaciones. En cambio, los de
rendimiento bajo son más imprecisos y tienden a sobreestimar sus calificaciones en la prueba.
Aunque este efecto se observa en ambos sexos, su tamaño es superior en el caso de las chicas.
En vista de los resultados, los estudiantes de rendimiento alto utilizan con más eficacia la
retroalimentación que generan durante la prueba que los de rendimiento bajo. Las diferencias
por sexo podrían tener su origen en las diferentes actitudes y motivaciones de los chicos y las
chicas hacia la ciencia.
Palabras clave: educación secundaria; metacognición; calibración; sexo.
Correspondencia: Diego Ardura, [email protected], Juan del Rosal, 14, D-2.48, 28040 Madrid (España).
Abstract
During the last decades, important sex differences have been found in the context of
science education. Besides, self-assessment is crucial to the cycle of self-regulated learning
and, consequently, to students’ performance. The main goal of the present investigation is to
analyze secondary school students’ metacognition and, in particular, the effect of gender. To
this aim, a sample of 487 students took part in our study. Our analyses show that girls are
more accurate than boys in their predictions, despite the latter being more confident. A general
tendency towards overestimations has been found for both sexes. Moreover, high-achieving
students tend to be more precise and underestimate their performance, while low-achieving
students tend to be less precise and overestimate their grade in the test. Although this effect
was found in both sexes, the effect size was larger in the case of girls. In light of the results,
high-achieving students make a better use of self-generated feedback than low-achievers. Sex
differences in calibration could be explained by the different attitudes and motivations of
boys and girls towards science.
Keywords: secondary education; metacognition; calibration; sex.
Introducción
En las últimas décadas ha habido un creciente interés por el estudio de las diferen-
cias por sexo en el contexto de la enseñanza de las ciencias, tanto a nivel universitario
(Pirmohamed, Debowska y Boduszek, 2017) como en enseñanza secundaria (Abraham
y Barker, 2015). La principal razón para esta proliferación de estudios diferenciales por
sexo en el ámbito de la educación científica se debe a que se ha observado un porcentaje
bajo de mujeres especialmente en las áreas de las matemáticas, la física o la ingeniería
(Vázquez y Mannasero, 2015). Por este motivo, diversos estudios recientes han abordado
investigaciones por sexo sobre aspectos como las actitudes e interés hacia la ciencia (Potvin
y Hasni, 2014), las diferencias en la motivación (Fischer, Schult y Hell, 2013), el abandono
de las opciones científicas (Jacobs, 2005) o el rendimiento académico en el contexto de
estas disciplinas (Eddy y Bronwell, 2016). Tal y como han demostrado estudios anteriores
(Palmer, Burke y Aubusson, 2017), este último podría ser uno de los aspectos clave para
equilibrar la presencia de ambos sexos en estudios de ciencia, tecnología, ingeniería y
matemáticas (Science, Technology, Engineering and Mathematics, STEM).
El rendimiento académico está íntimamente relacionado con la autorregulación
del aprendizaje de los estudiantes1 (Dent y Koenka, 2016) y esta con sus capacidades
de metacognición. Estas dos últimas facetas facilitan en gran medida la monitoriza-
ción de las tareas que los aprendices abordan cuando estudian (Follmer y Sperling,
2016). A la precisión en los juicios que los estudiantes hacen sobre sus actuaciones
en situaciones concretas se la denomina calibración (de Bruin, Kok, Lobbestael y de
Grip, 2017). Así, un alumno calibrará mejor su desempeño en una tarea cuanto más
se acerque su valoración personal al resultado real que alcanza en la misma. Por
1 Aquellas palabras que, por facilidad en la lectura, no se han podido sustituir por términos genéricos,
se entenderá que se refieren indistintamente al sexo femenino o masculino.
Método
Objetivo
Población y Muestra
Instrumento
Los estudiantes emitieron los juicios sobre su desempeño en una prueba escrita que
se diseñó ad hoc para esta investigación para cada uno de los niveles educativos impli-
cados en la muestra y que se valoró en una escala de 0 a 10. Para ganar validez ecoló-
gica, estas pruebas incluyeron diferentes tipos de preguntas que se usan comúnmente
en los exámenes de esta asignatura: dos preguntas de verdadero y falso en las que el
estudiante debía razonar su respuesta, una pregunta corta abierta como por ejemplo el
enunciado de una ley o la definición de un concepto, tres preguntas de elección múltiple
tanto teóricas como aplicadas y un problema de aplicación numérica (ver Anexo I). Para
realizar la corrección de la prueba se planteó un guion de evaluación que aplicaron,
de manera independiente, dos expertos: un profesor y un investigador (ver Anexo I).
Después de la corrección individual, los correctores discutieron las discrepancias en la
calificación otorgada basándose en el guion de evaluación hasta llegar a un acuerdo.
Durante la recogida de datos se utilizó además un formulario diseñado ad hoc
para esta investigación, en el que los estudiantes pudieron registrar las estimaciones
de sus notas en cada uno de los dos momentos investigados y la confianza que en
esos momentos tenían en sus propios juicios de calibración (juicios de calibración de
segundo orden).
Por tanto, a partir de esta fórmula se definen los errores de calibración para las
estimaciones que realiza el estudiante de su nota antes (EC_1) y después de resolver el
examen (EC_2). Los estudiantes, como se indicó anteriormente, valoraron la confianza
en la certeza de sus estimaciones (juicios de calibración de segundo orden, CSO) en
ambos momentos (CSO_1 y CSO_2). Finalmente, a partir de las diferencias entre los
errores de calibración antes y después de resolver el examen se define una variable
para comparar ambos errores (DEC). Conviene tener en cuenta que un signo menos en
los errores de calibración implica una subestimación y un signo más se correspondería
con una sobreestimación.
Una primera exploración de los datos ha permitido observar la dificultad de que
los estudiantes calibren su nota de manera totalmente precisa. Así, en cualquiera de
los dos momentos investigados, el porcentaje de estudiantes cuya estimación coincide
con la nota otorgada por el docente no ha superado el 4% de los sujetos. Por esta
razón, se consideró que los sujetos con un error de calibración menor que un 5% en
valor absoluto, fueron lo suficientemente precisos como para considerar correcta la
estimación. Por tanto, un error de más del 5% y de menos del -5% se consideraron,
respectivamente, una sobreestimación y una subestimación.
Se han llevado a cabo análisis descriptivos y correlacionales. Para los análisis de
diferencia de medias entre dos grupos se ha utilizado la prueba t de Student para
muestras independientes o relacionadas en función de su objetivo. Para las compara-
ciones entre más de dos grupos se ha utilizado el análisis de la varianza (ANOVA) y
de la covarianza (ANCOVA). Los tamaños del efecto se miden mediante el estadístico
Resultados
Tabla 1
Chicas Chicos
Momento Calibración
N % M DT N % M DT
Antes EC_1 > 5 110 45.1 22.2 13.7 123 51.0 24.9 13.4
-5 ≤ EC_1 ≤ 5 57 23.2 .5 3.1 58 24.1 1.1 3.0
EC_1 < -5 79 31.7 -16.0 6.8 60 24.9 -16.5 9.1
Después EC_2 > 5 128 52.0 21.3 11.5 153 63.5 21.5 13.1
-5 ≤ EC_2 ≤ 5 75 30.5 -.2 3.3 46 19.1 .11 3.4
EC_2 < -5 43 17.5 -13.6 6.0 42 17.4 -12.1 5.9
EC_1: Error de calibración antes de contestar; EC_2: Error de calibración después de contestar.
Tabla 2
Chicas Chicos
p d1
M DT M DT
Rend_FQ 6.51 2.11 6.13 2.22 .039 .18
EC_1 4.91 19.45 8.89 20.53 .028 .20
CSO_1 3.42 .61 3.60 .60 .002 .30
EC_2 8.66 16.49 11.75 15.53 .045 .19
CSO_2 3.53 .70 3.77 .63 <.001 .36
DEC 3.75 12.73 2.86 12.73 .441 .07
Rend_FQ: rendimiento en física y química; EC_1: Error de calibración antes de contestar; EC_2: Error de calibración
después de contestar; CSO_1: juicio de calibración de segundo orden antes de contestar; CSO_2: juicio de calibración de
segundo orden después de contestar; DEC: variación en el error de calibración entre la primera y la segunda estimación.
1
El tamaño del efecto se reporta mediante el estadístico d de Cohen
Tabla 3
Análisis de correlación
Tabla 4
Chicas Chicos
Rendimiento
M DT M DT
EC_1 Alto -10.41 10.15 -10.02 12.15
Medio 1.86 16.61 7.19 13.84
Bajo 22.86 14.50 24.97 18.93
Chicas Chicos
Rendimiento
M DT M DT
CSO_1 Alto 3.62 .64 3.74 .52
Medio 3.32 .61 3.66 .60
Bajo 3.36 .56 3.41 .63
EC_2 Alto -4.26 9.94 -3.35 11.01
Medio 6.47 12.34 11.10 12.90
Bajo 23.15 14.59 23.80 17.05
CSO_2 Alto 3.77 .64 3.93 .73
Medio 3.50 .65 3.86 .60
Bajo 3.34 .74 3.56 .51
DEC Alto 6.15 8.70 6.67 10.07
Medio 4.79 14.72 3.90 9.96
Bajo .28 12.56 -1.16 15.93
Rend_FQ: rendimiento en física y química; EC_1: Error de calibración antes de contestar; EC_2: Error de calibración
después de contestar; CSO_1: juicio de calibración de segundo orden antes de contestar; CSO_2: juicio de calibración de
segundo orden después de contestar; DEC: variación en el error de calibración entre la primera y la segunda estimación.
Discusión y conclusiones
El objetivo de este trabajo fue investigar las diferencias por sexo en la capacidad de
los estudiantes de la asignatura de física y química de secundaria para predecir sus
calificaciones en una prueba escrita. Dado que el momento en el que se solicitan las
estimaciones puede resultar importante, se recogieron datos antes y después de que
los estudiantes realizasen la prueba.
El análisis de las calificaciones de los estudiantes en la asignatura confirmó la pre-
sencia de diferencias por sexo en el rendimiento en favor de las chicas. Este resultado
apunta en la línea de algunas investigaciones recientes que demuestran que a nivel de
enseñanza secundaria las chicas rinden mejor que los chicos (Fischer et al., 2013). Las
razones que se han esgrimido para racionalizar estas diferencias pasan por una multitud
de factores como, por ejemplo, una mayor motivación hacia el logro en el caso de las
chicas (Fischer et al., 2013) o su mayor percepción de la utilidad de la ciencia (Acar,
Türkmen y Bilgin, 2015). Es interesante destacar que las investigaciones anteriores
con estudiantes universitarios plantean la tendencia opuesta, siendo generalmente los
hombres los que muestran un mejor rendimiento (Eddy y Bronwell, 2016).
En lo referente a la calibración de los estudiantes, una primera cuestión a subra-
yar es la dificultad que entraña la tarea que se ha planteado a los estudiantes. En
efecto, el porcentaje de los mismos con una buena calibración es bajo. En el caso de
las chicas se incrementa ligeramente después de resolver la prueba y en el de los
chicos, disminuye. En comparación con estudios anteriores, se observa una peor
calibración. Las mayores desviaciones que hemos encontrado en este trabajo eran
previsibles dado que, en primer lugar, nuestra investigación se he llevado a cabo en
un aula y, por tanto, no se trata de una situación tan controlada como la mayoría de
los estudios anteriores que se desarrollaron en condiciones de laboratorio (Hacker,
Bol, Horgan y Rakow, 2000). En segundo lugar, el tipo de prueba que hemos utilizado,
precisamente por aumentar la validez ecológica de nuestra investigación, contiene
preguntas abiertas que posiblemente sean más difíciles de calibrar por parte de los
estudiantes que las utilizadas habitualmente en este campo que suelen ser preguntas
de elección múltiple (Hacker, et al., 2008).
Nuestros análisis apuntan a una tendencia de ambos sexos a la sobreestimación de
sus calificaciones en comparación con la otorgada con el profesor a nivel de enseñanza
secundaria. Estos resultados confirman los anteriormente publicados, principalmente
en el contexto de la enseñanza de las disciplinas científicas en la universidad (Dunning,
2005; Hacker, et al., 2008). Esta tendencia a la sobreestimación se debe, no solo a que el
porcentaje de estudiantes que se muestran excesivamente optimistas sobre su calificación
es mayor que los que aciertan y los que son pesimistas, sino también a que los errores de
calibración en el caso de los estudiantes que sobreestiman son de mayor magnitud que
los de los que subestiman su nota. Nuestra investigación ha revelado que las chicas son
más precisas que los chicos en los dos momentos investigados. Diversos estudios por
sexo anteriores en el contexto de la enseñanza de la ciencia han demostrado diferencias
de actitud y motivación hacia la ciencia entre hombres y mujeres que podrían explicar
este hecho (Abraham y Barker, 2015; Mutjaba y Reiss, 2013). Otros trabajos han encon-
trado niveles de autoeficacia más altos en hombres que en mujeres (Glynn, Brickman,
Armstrong y Taasoobshirazi, 2013; Schumm y Bogner, 2016). En vista de los resultados
que se presentan en este trabajo, esta tendencia podría llevar a los chicos a juicios exce-
sivamente optimistas sobre su desempeño.
De acuerdo con el análisis de correlaciones y los ANOVA que se presentan en
este trabajo, existe una relación entre el rendimiento académico y la precisión de los
juicios de los estudiantes. Así, aquellos alumnos con un rendimiento académico alto
calibran mejor su actuación que los de rendimiento medio y bajo; además, estos últimos
tienden a cometer un error de calibración mayor que los primeros. Estos resultados
respaldan la presencia, en nuestra muestra de estudiantes, del efecto Dunning-Kruger
presentado en la introducción. Este efecto se ha observado previamente tanto en el
dominio de la enseñanza de la ciencia (Karatjas, 2013; Linsey y Nagel, 2015) como en
general (Hacker, et al., 2008; Kruger y Dunning, 1999). Además, se ha manifestado
para ambos sexos, si bien cabe destacar que el tamaño del efecto es el doble para los
chicos que para las chicas.
Como se indicó en la introducción, el momento en el que se solicita la estimación
al estudiante podría ser relevante en su precisión. En la presente investigación se ha
encontrado que los estudiantes de ambos sexos son más optimistas en sus juicios una
vez concluida la prueba que al principio de la misma, lo que provoca una calibración
peor. Esto parece indicar que la retroalimentación autogenerada por los estudiantes
durante el transcurso de la prueba les lleva a empeorar el juicio sobre el desempeño
en la prueba. Este hecho contrasta con estudios previos que demuestran que la retroa-
limentación interna mejora la calibración (Brannick, Miles y Kisamor, 2005) o que no
influye en ella (Guitérrez y Price, 2016; Schraw, Potenza y Nebelsick-Gullet, 1993).
Una posible explicación del comportamiento observado en este estudio, podría ser
que en la primera estimación los estudiantes se mostraran más conservadores ante la
posibilidad de que, una vez abordada la tarea, se pudieran presentar complicaciones.
Es interesante destacar, en esta línea de razonamiento, que las chicas muestran una
menor seguridad en sus predicciones que los chicos, pero son estos últimos los que
peor calibran su desempeño en la prueba. Alternativamente, conviene tener en cuenta
que, en algunos estudios anteriores, se ha comprobado la dificultad de los estudiantes
de secundaria para localizar y caracterizar sus propios errores (Zamora y Ardura,
2014; Zamora, Suárez y Ardura, 2018). Por lo tanto, el hecho de que los estudiantes
lleven a cabo la prueba no parece una garantía para generar una información de
suficiente calidad como para que la estimación que hacen de su nota al finalizar la
prueba mejore significativamente.
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Anexo I
PREGUNTA 03 (3 puntos). Rodea con un círculo la respuesta correcta de entre las que se dan
en cada pregunta.
El valor verdadero de una medida es 4,00 cm. ¿Cuál será el error relativo cometido si una
balanza mide 4,50 cm?
(a) 1,25% (b) 0,125% (c) 25,0% (d) 12,5%
PREGUNTA 04 (4 puntos). El cobre tiene una densidad de 9 g/cm3. Sabiendo que el volumen
de un trozo de cobre es de 2L, ¿cuál será su masa?
Toma los datos y asocia las variables correspondientes a los mismos 0.5p
Lleva a cabo los cambios de unidades oportunos. Lo más sencillo sería para los 2L a
1p
cm3. Alternativamente, se podrían pasar todas al Sistema Internacional
Escribe correctamente la fórmula de la densidad 0.5p
Despeja adecuadamente la masa 1p
Sustituye correctamente los datos y obtiene la solución (m=18000 g ó m=18kg),
1p
indicando correctamente sus unidades.
Miguel Ángel Aguilar Jurado*, Pedro Gil Madrona** y Juan Francisco Ortega Dato*
* Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Albacete. Universidad de Castilla-La Mancha (España)
** Facultad de Educación de Albacete. Universidad de Castilla-La Mancha (España)
Resumen
Uno de los colectivos más afectados por el fracaso escolar, en España, se corresponde con
el pueblo gitano. En este estudio, se realizó una investigación sobre el programa Promociona,
diseñado como herramienta para el éxito escolar y normalización educativa de la población gitana.
Se planteó un estudio de casos y controles, apareado en proporción 1:1, para analizar los efectos
educativos y económicos de Promociona. Para ello, se observaron 223 alumnos gitanos, perte-
necientes al grado 4º ESO y participantes en Promociona, durante el curso académico 2017/18,
como grupo de casos. Para constituir el grupo control, se tomó una muestra aleatoria simple de
223 alumnos gitanos con las mismas características que el grupo de casos pero no participantes
en Promociona, durante el mismo periodo de estudio. Como métodos estadísticos, se utilizaron
técnicas descriptivas (frecuencias) e inferenciales (regresión logística binaria, test de Wald, y
odds-ratio). Como principales resultados, se obtuvieron que la participación en Promociona
se evidenció significativa, al 95% de confianza, en el éxito escolar (p < 0,05). La probabilidad
de obtener éxito escolar resultó 3,22 veces mayor en Promociona que en el grupo control. Los
factores significativos, al 95% de confianza, del éxito escolar del programa Promociona fueron
el Personal (p = 0,028), la Ayuda Extraescolar (p = 0,021) y las Tutorías (p = 0,042). El coste
del fracaso escolar en Promociona fue 2,25 veces menor que para el grupo control. Se concluyó
que Promociona colabora en el éxito escolar de alumnos de etnia gitana; y genera unos menores
costes económicos educativos para este colectivo poblacional.
Palabras clave: fracaso escolar; educación secundaria; gitano; coste educativo.
Abstract
One of the groups most affected by school failure, in Spain, is the Spanish Roma population.
The current study was developed to investigate the Promociona program, which was designed
as a tool for school success and educational standardization of the Spanish Roma population. A
matched case-control study (1:1 ratio) was proposed to analyze the educational and economic
effects of Promociona. For this purpose, as the case group, 223 gypsy students belonging to
the 4th year of secondary education and participating in Promociona, were analyzed during
the 2017-18 academic year. To create the control group, a simple random sample of 223 gypsy
students was taken, with the same characteristics as the case group, but not participating in
Promociona during the same study period. Statistical methods used were descriptive (frequencies)
and inferential techniques (binary logistic regression, Wald test and odds-ratio). The main results
were that participation in Promociona was significantly related to school success, at the 95%
confidence level. The probability of obtaining school success was 3.22 times higher in Promociona
than in the control group. The significant factors of school success in the Promociona program,
at 95% confidence, were the Staff (p = 0.028), Extracurricular Help (p = 0.021) and Tutoring
(p = 0.042). The cost of school failure in Promociona was 2.25 times lower than in the control
group. We concluded that Promociona facilitates the school success of Spanish Roma students
and generates lower economic educational costs for this population group.
Keywords: school failure; secondary education; Spanish Roma; educational cost.
Introducción
y Sánchez, 2001). La repetición escolar hace alusión a los casos en los que el estudiante
no es promovido al grado académico siguiente y tiene que volver a cursar aquel que no
superó. Por su parte, el abandono escolar se refiere a aquellas situaciones en las que el
alumno cesa su actividad educativa obligatoria, haciéndolo con anterioridad a la edad
establecida por el sistema educativo (Martínez y Álvarez, 2005). Diferenciar estos con-
ceptos resulta clave; no obstante, entre los mismos existe una cierta vinculación, pues, el
absentismo puede conducir a la repetición, la repetición al fracaso (Jimerson, Anderson &
Whipple, 2002; Benito, 2007) y el fracaso al abandono escolar (Martínez y Álvarez, 2005).
En relación con esta temática, España es un país que destaca por presentar altas
tasas de fracaso y abandono escolar; especialmente, en este último caso, en su modali-
dad temprana (jóvenes de 18-24 años que tienen como máximo el título de enseñanza
secundaria y no continúan estudiando). Así, en el curso 2016/17, la tasa bruta de no
graduación en ESO fue del 24,4% (Ministerio de Educación y Formación Profesional,
2018). Considerando el criterio OCDE para el fracaso escolar, España presentó, en 2015,
una tasa de 10,3% de alumnos con una nota inferior a 2 en la pruebas PISA, ocupando
la posición 20º de 70 países evaluados, siendo la media OCDE del 13% (OCDE, 2016).
En cuanto al abandono escolar temprano, España tuvo, en el año 2016, una tasa del 19%;
en la que la media para los países de la Unión Europea se situó en el 10,7% (Ministerio
de Educación, Cultura y Deporte, 2017a).
Uno de los colectivos más afectados por los altos índices de fracaso y abandono
escolar, en España, se corresponde con la población gitana. La tasa de fracaso escolar
para este estrato poblacional se sitúa en el 64,4% y la de abandono escolar en el 63,7%
(Fundación Secretariado Gitano, 2013). Los factores que explican estos malos resultados
son diversos. Entre estos, sobresale el hecho de que los gitanos son un pueblo con graves
problemas de pobreza y bajo nivel educativo en el seno familiar (Pérez-Herrero, Antúnez
y Burguera-Condon, 2017). También son destacables los problemas de discriminación,
estigmatización, segregación y exclusión social que sufre la etnia gitana (Parra, Álvarez,
Bautista y Gamella, 2018). Así, el 72% de los gitanos de España se encuentran en situa-
ción de exclusión social y un 54% de estos sufren exclusión severa (Fundación Foessa,
2014). Además, hay que tener en cuenta los aspectos culturales y tradiciones gitanas,
donde estudiar no resulta tan prioritario para esta colectividad. Los niños suelen dejar
sus estudios por tener que colaborar con las obligaciones laborales familiares; y las
niñas, al contraer matrimonio a edades tempranas, abandonan su formación y pasan a
encargarse del cuidado de hijos y tareas domésticas (Pérez-Herrero et al., 2017).
Las consecuencias del fracaso escolar son bastantes graves. Cuando un alumno
fracasa, este no adquiere los conocimientos y valores educativos necesarios para su
edad y nivel de desarrollo. En algunos casos, van a poder presentarse problemas psi-
cológicos como depresión, ansiedad, frustración, baja autoestima, escasa motivación,
baja concentración, problemas de integración, retraimiento, inseguridad; etc. (Ferrel,
Vélez y Ferrel, 2014). Además, por si esto no fuera suficiente, estas repercusiones no
solo afectan al ámbito educativo, personal y familiar del alumno; sino también a otros
planos más generales como el económico y social de un país (Calero et al., 2010).
El coste del fracaso escolar en España representa, aproximadamente, el 60% del gasto
directo que dedica el sector público al sistema educativo (BBVA Research, 2012). En el
año 2016, el gasto público en educación fue de 47.578,9 millones de euros, un 4,2% del
En cuanto a los resultados empíricos mostrados por PROA, la evaluación realizada por
Manzanares y Ulla (2012) reveló que, para la modalidad PAE, el 89,86% de los alumnos
de Educación Primaria y el 64,7% de Educación Secundaria lograban promocionar de
curso. Por su parte, para la modalidad PAR, el 80,15% de los alumnos participantes
conseguían promocionar. Otros estudios como el de García e Hidalgo (2014) se centró
en analizar los efectos de PROA con respecto a los datos de rendimiento académico del
programa PISA para el año 2012. Según dicha investigación, PROA mostraba un efecto
positivo pero moderado en el rendimiento académico de los estudiantes. La materia de
PISA en la que más se observó dicho efecto fue en Lectura, resultando más relevante,
en el corto plazo, para la modalidad PAE y más, en el largo plazo, para PAR. PROA en
la modalidad PAE también presentó un impacto positivo en Matemáticas, y progresos
en Ciencias en la modalidad PAR. Además, el efecto de PROA se evidenció acumulativo:
los alumnos de centros, donde se prolongó PAE durante un curso más, tenían mejores
resultados que el resto, y aquellos, donde se empleó PAR durante dos cursos más, tam-
bién presentaron mejores resultados.
En el presente artículo se realiza una investigación, desde una perspectiva educativa
y económica, sobre el programa Promociona, creado en España, en el año 2008, por la
Fundación Secretariado Gitano (FSG), como herramienta especializada para aumentar
las tasas de éxito escolar entre la población gitana durante el último ciclo de Educación
Primaria y Educación Secundaria Obligatoria; así como, para promover la continuidad
en estudios medios y/o superiores, que permitan la normalización educativa del pueblo
gitano. El programa Promociona se desarrolla a 3 niveles: individual, grupal y socio-
comunitario. A tal efecto, se definen 7 fases. La 1ª fase consiste en la etapa de difusión
y captación, donde se presenta el programa (objetivos, desarrollo, duración, alcance,
ventajas e inconvenientes; etc.) a los distintos sujetos que pudiesen estar interesados:
alumnos, familiares, centros educativos y otros agentes sociales. La 2ª fase es la de
selección del alumnado, donde, a propuesta del correspondiente departamento de orien-
tación educativa del centro escolar, se escogen a los alumnos idóneos para participar
en el programa. La 3ª fase se corresponde con la de acogida y diagnóstico, donde los
alumnos seleccionados y sus familiares son recibidos para realizar, a partir de entre-
vistas individuales, una primera evaluación de la situación del alumno y su entorno.
La 4ª fase consiste en la fase de diseño del plan individualizado de intervención, donde
se elabora un plan específico, acorde a las necesidades de cada alumno, que permita
alcanzar los objetivos educativos planteados para estos. La 5ª fase es la de intervención,
que consiste en aplicar las acciones definidas en el plan individual del alumno como:
tutorías individualizadas, entrevistas con familiares, apoyo extraescolar en grupo en
Aulas Promociona, participación en campañas de sensibilización y orientación profesio-
nal, encuentros sociales con otros alumnos y familiares, tareas de coordinación con los
centros educativos y otros agentes participantes; etc. La 6ª fase es la de evaluación, en la
que se comprueba si se han alcanzado los objetivos planteados en los planes individua-
lizados del alumno. En caso negativo, se modifica el plan individual de intervención
y se vuelve a la fase de intervención. En el supuesto de que el alumno cumpla con los
objetivos definidos, entonces, se inicia la 7ª fase, la de seguimiento, donde se realiza
un acompañamiento del alumno para su adecuada inserción en la vida educativa del
centro escolar, con ayudas puntuales posteriores, en los casos en que así se precisase.
Para el estudio de este programa, los objetivos que se plantean en esta investiga-
ción son los siguientes: 1) comprobar si Promociona influye, significativamente, en el
éxito escolar; 2) determinar los factores significativos de éxito escolar de Promociona;
3) estudiar si Promociona genera menores costes económicos educativos.
Método
Diseño de estudio
Participantes
Variables
Tabla 1
Variables de análisis
En el año 2018, se contactó con la FSG para informar del interés sobre Promociona.
En las reuniones iniciales, se planteó la posibilidad de poder llevar a cabo una inves-
tigación sobre el programa, correspondiente al curso académico 2017/18. Para ello, se
expusieron los objetivos del estudio, la metodología a utilizar y los beneficios que se
podrían obtener con su difusión científica. Lograda la colaboración con la FSG, esta
proporcionó la información técnica sobre el funcionamiento de Promociona; así como,
los datos relativos a las variables de resultados educativos y de clasificación. Para
poder evaluar los factores educativos de Promociona, se pasó un cuestionario ad hoc a
una muestra representativa de alumnos del programa. A tal efecto, la FSG se encargó
de contactar con los padres/tutores de los alumnos; explicándoles la investigación a
realizar, solicitando colaboración y obteniendo los correspondientes permisos. Los
estudiantes fueron informados de los objetivos del estudio, confidencialidad y ano-
nimato de los datos; siendo la participación voluntaria. Esta evaluación se realizó en
sesiones de, aproximadamente, 50 minutos, bajo la supervisión de profesores/tutores
de los alumnos. La información referente a la variable económica, Coste fracaso escolar,
se obtuvo considerando un valor de referencia de 5.653 €/alumno para los casos en que
no se supera un curso de la ESO (Ministerio de Educación Cultura y Deporte, 2017b).
En cuanto al análisis de los datos, se aplicaron técnicas estadísticas de naturaleza
descriptiva, basadas en frecuencias (absolutas y porcentajes). También se utilizaron
técnicas inferenciales como el modelo logístico binario, con test de significación de
Wald (estadístico, grados de libertad [gl] y p-valor [p]) y estadístico odds-ratio (en
estimación puntual y en intervalo de confianza [IC]). Para las diferentes pruebas
estadísticas, se consideró un nivel de significación del 5% (p < 0,05). Los análisis se
practicaron con los programas estadísticos SPSS (Statistical Package for the Social
Sciences) y R.
Instrumento
Como instrumento, se utilizó cuestionario ad hoc para las variables de factores edu-
cativos de Promociona, que fue definido según revisión teórica de la literatura (Pérez,
2000) y orientaciones de la FSG. Dicho cuestionario estaba conformado por 9 ítems,
donde se pidió al alumnado de Promociona que valorase con una puntuación de 1 a
10 puntos (1 = peor puntuación y 10 = mejor puntuación) cada una de estas variables.
Tabla 2
Resultados
Resultados educativos
alumnos Promociona y 126 del grupo control, siendo la tasa de éxito escolar del 80,72%
y del 56,50%, respectivamente.
Tabla 3
Promociona
Éxito Escolar Sí No Total
Sí 180 126 306
No 43 97 140
Total 223 223 446
Tabla 4
Test de Wald y estimación de odds-ratio del éxito escolar, según participación en el programa Promociona
Tabla 5
Test de Wald y estimación de odds-ratio del éxito escolar, según factores educativos del programa Promociona
Resultados económicos
Durante el periodo de estudio, el coste del fracaso escolar en los alumnos Promociona
se estimó en un total de 243.079 €, 2,25 veces menor que para el grupo control, que se
valoró en un total de 548.341 €.
Discusión y conclusiones
se adapta a las necesidades del alumno gitano, mostrando una mayor sensibilidad
intercultural, necesaria en la educación actual (González, Berríos y Buxarrais, 2013).
En lo que respecta a las tutorías, este factor juega un papel destacado en la Educa-
ción Secundaria (Álvarez, 2017) y, en particular, para Promociona, pues proporcionan
información significativa sobre el proceso de aprendizaje y otras cuestiones personales
del estudiante, que permiten modificar, en su caso, los planes individuales de inter-
vención del alumnado. Por su parte, también las tutorías de Promociona se caracterizan
por suministrar información global sobre el adecuado funcionamiento del programa,
útil para poder realizar los ajustes pertinentes para su mayor eficacia.
Uno de los factores que se había considerado clave en la configuración de Promociona,
pero que no ha resultado como factor de éxito escolar del programa, ha sido el apoyo
familiar. Los alumnos no se han sentido tan respaldados por sus familiares, como lo
que cabría esperar. Esta debilidad puede venir explicada, en cierto modo, por la falta
de tiempo y la insuficiencia de conocimientos de los padres para poder ayudar a sus
hijos (Manavella y Martín, 2017). Por el contrario, resulta necesario potenciar la parti-
cipación de las familias con los estudiantes, pues las discontinuidades entre la escuela
y el hogar son un obstáculo para el aprendizaje del alumno (Martínez y Pérez, 2004).
Además, la participación familiar en la educación es un factor básico para prevenir el
fracaso escolar (Larocque, Kleiman & Darling, 2011).
Otro de los factores que no ha sido tan valorado por los alumnos de Promociona ha
resultado ser la Colaboración escolar. El que Promociona sea un programa externo a la
organización de los centros educativos y los gitanos un colectivo minoritario, puede
que esté dificultando la implicación de los colegios. No obstante, la innovación y mejora
educativa requiere de la colaboración de los centros educativos (Hernández y Medina,
2014). Así pues, se debería intentar transmitir a los centros docentes la importancia de
Promociona para sus estudiantes gitanos y la necesidad de colaboración para la mayor
eficacia del programa.
Continuando con los inconvenientes de Promociona, aunque también debe enten-
derse como una ventaja, tenemos la especialización del programa en alumnos de
raza gitana. Esto limita la posibilidad de su aplicación a cualquier tipo de estudiante.
No obstante, ello no debe ser un obstáculo para que otros programas puedan fijarse
en Promociona y aprovechar sus fortalezas, adaptándolas convenientemente. En este
sentido, quizás sea más fácil su adaptación a otros colectivos étnicos minoritarios o
grupos marginales con dificultades educativas en España, como pueden ser los estu-
diantes rumanos, marroquíes; etc.
Los resultados de Promociona, a nivel educativo, son favorables pero también es
conveniente para la literatura considerar otros ámbitos en los que la educación tiene
influencia como es el plano económico. En este sentido, esta investigación aporta una
estimación de los efectos económicos de un programa educativo. Concretamente,
Promociona demuestra ser capaz de originar un menor coste por fracaso escolar entre
alumnos de raza gitana.
En conclusión, dado el grave problema de fracaso escolar del sistema educativo
español, especialmente en minorías como la gitana, y los elevados costes económicos
que este genera, resulta necesario tener en cuenta innovaciones pedagógicas con
resultados positivos como Promociona, pues la evidencia científica puede colaborar,
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Resumen
El DSM-5 enmarca el trastorno del espectro autista (TEA) dentro de los trastornos del
desarrollo neurológico, cuyo rasgo más característico son las alteraciones de la conducta social,
que incluyen afectaciones en prosocialidad y empatía. El objetivo del presente trabajo es deter-
minar la efectividad de las diferentes intervenciones dirigidas a mejorar la prosocialidad y la
empatía en personas con TEA e identificar factores determinantes. Para ello, se ha llevado a
cabo una revisión sistemática según las directrices PRISMA de los artículos encontrados en
las bases de datos Web of Science, PubMed, ScienceDirect y Dialnet. Los resultados indican
un incremento en las puntuaciones en prosocialidad y empática para las personas con TEA
mediante diferentes técnicas de intervención, aunque parece ser que los factores determinantes
son el grado de lenguaje receptivo y expresivo, las habilidades de comunicación no verbal, el
razonamiento fluido, el CI y la frecuencia en la implementación.
Palabras clave: intervención; autismo; empatía; prosocial.
Abstract
The DSM-5 frames the autism spectrum disorder (ASD) within the neurodevelopmental
disorders, whose most characteristic features are the alterations of social behavior. These include
affectations in prosociality and empathy. The objective of this study is to determine the effective-
ness of the different interventions aimed at improving prosociality and empathy in people with
ASD and identifying determining factors for it. To this end, a systematic review of the articles
found in the Web of Science, PubMed, ScienceDirect and Dialnet databases has been carried
out following the PRISMA guidelines. The results indicate that an increase in prosociality
and empathy scores for people with ASD is possible through different intervention techniques,
and it seems that the determining factors are the degree of receptive and expressive language,
nonverbal communication skills, fluid reasoning, IQ and the frequency of implementation.
Keywords: intervention; autism; empathy; prosocial.
Introducción
Metodología
– prosocial* AND intervention AND autism* y empathy* AND intervention AND autism*
en el campo de tema para la WOS.
– prosocial* AND intervention AND autism* y empathy* AND intervention AND autism*
en los campos de título/abstract para PubMed.
– prosocial* AND intervention AND autism* y empathy* AND intervention AND autism*
en los campos de título, abstract y palabras clave con artículos de investigación
para ScienceDirect.
– prosocial* Y intervención Y autismo* y empatía* Y intervención Y autismo* para
Dialnet.
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$
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$ Figura 1. Diagrama de flujo según PRISMA.
Resultados
RIE, 2020, 38(2), 359-377
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Revisión sistemática de intervenciones en prosocialidad y empatía en personas con TEA 363
Resultados
Tabla 1
Frecuencia sesión/
semana Muestra:
Tipo de
Autores y año Duración sujetos con Resultados
intervención
Presencia grupo TEA
control
Incremento de la empatía
Disminución de los
comportamientos
1
Anderson y Actividad asistida adaptativos negativos
5 semanas 15 (5-16 años)
Meints (2016) con caballos Mantenimiento
No
en habilidades de
comunicación y
socialización
Mayor afecto apropiado
Intervención 1
Andrews et al. hacia otros Diferencias
cognitivo- 5 semanas 58 (7-12 años)
(2013) significativas entre grupos
conductual Sí
experimental y control
Programa de 3
Argott et al. Aumento de declaraciones
desvanecimiento 8 semanas 3 (11-14 años)
(2007) verbales de empatía
de guiones No
Mantenimiento
1 reconocimiento facial y
Baghdadli et Intervenciones
20 semanas 13 (8-12 años) razonamiento social en
al. (2010) prosociales
Sí ambos grupos
No diferencias intergrupo
Menor presencia de
síntomas depresivos
1
Becker et al. Terapia asistida Mayores habilidades de
12 semanas 31 (8-14 años)
(2017) con animales teoría de la mente
Sí
Mantenimiento en
habilidades sociales
Aumento en habilidades de
1 teoría de la mente
Begeer et al. Entrenamiento en
16 semanas 36 (8-13 años) Mantenimiento del
(2010) teoría de la mente
Sí comportamiento social y
habilidades empáticas
Vídeo -modelado 2 Mayor atención en relación
Chen (2015) basado en realidad Un mes 6 (11-13 años) con las expresiones faciales
aumentada No y las emociones
Mayor comunicación
3
Chung et al. Juego prosocial en social, respuesta correcta
6 semanas 20 (13-18 años)
(2016) línea de palabras emocionales y
Sí
emociones faciales
Frecuencia sesión/
semana Muestra:
Tipo de
Autores y año Duración sujetos con Resultados
intervención
Presencia grupo TEA
control
Aumento en prosocialidad,
1 49 normotípicos
Cook et al. Contacto musical simpatía, tendencia a abusar
11 semanas y 10 con TEA
(2018) en la escuela Se mantiene la tendencia a
No (10-11 años)
ser una víctima
Disminución del
comportamiento social
3
Crozier y inadecuado
Historias sociales 3 semanas 3 (3-5 años)
Tincani (2006) Aumento del
No
comportamiento social
adecuado
Mayor cociente intelectual,
Programa a largo 10 horas/semana
Di Renzo et al. razonamiento fluido
plazo basado en la 4 años 90 (2-16 años)
(2015) Disminución de los síntomas
relación No
del TEA
Mayores habilidades
sociales
Programa de 1
Gantman et al. Disminución del sentimiento
habilidades 14 semanas 17 (18-23 años)
(2011) de soledad
sociales PEERS Sí
Grupo experimental obtuvo
mejores resultados
Mayor autorregulación,
empatía
1 Disminución de la
Goldingay et Juego de 5 (media de 13
8 semanas hiperactividad
al. (2013) simulación años)
No Mantenimiento en
pensamiento
flexible
Mayor adaptación general y
Entrenamiento 1
Guivarch et al. habilidades sociales
de habilidades 22 semanas 6 (9-10 años)
(2017) Disminución de los síntomas
sociales implícitas No
del TEA
Incremento en la frecuencia
Modelado en 2 de respuesta de saludo
Halle et al.
vídeo de historias 6 semanas 4 (8 años) apropiadas
(2016)
sociales No Generalización a otros
contextos
5 TEA y 5
Henning et al. Intervención 9 semanas
normotípicos Resultados contradictorios
(2016) basada en el juego No
(4-11 años)
Mediación entre 2 Aumento del lenguaje,
Kamps et al.
compañeros e 6 meses 95 (5-6 años) comunicación adaptativa,
(2014)
instrucción directa Sí prosocialidad
Aumento en bienestar,
conciencia corporal,
Terapia de 1 conciencia del otro,
Koch et al.
movimientos de 7 semanas 31 (16-47 años) habilidades sociales
(2014)
baile Sí Mantenimiento en empatía
Mejores resultados en grupo
experimental
Frecuencia sesión/
semana Muestra:
Tipo de
Autores y año Duración sujetos con Resultados
intervención
Presencia grupo TEA
control
Mayor expresión verbal,
1 frecuencia de preguntas
Koegel et al.
Vídeo-feedback 5, 9 y 6 semanas 3 (19-26 años) empáticas, empatía,
(2015)
No seguridad en las habilidades
comunicativas
Mayor inferencia de
emociones
Imitación y
Mantenimiento de los
sincronización 1
Koehne et al. sentimientos de empatía
basado en la danza 10 semanas 55 (18-55 años)
(2015) Mejores resultados en grupo
y el movimiento Sí
SI-DMI en comparación con
(SI-DMI)
grupo CMI (intervención de
control de movimiento)
Enseñanza
3 Aumento en prosocialidad
Kroeger et al. directa en juegos
5 semanas 25 (4-6 años) Grupo de enseñanza directa
(2006) vs. juegos no
Sí logró mayores avances
estructurados
Programa 1
LaCava et al. Incremento en interacciones
informático Mind 10 semanas 4 (7-10 años)
(2010) sociales positivas
Reading No
Movimientos de 1
Mastrominico No diferencias significativas
danza reflejados 10 semanas 56 (14-52 años)
et al. (2018) entre grupos
en el espejo Sí
Aumento de la capacidad
Programa de
1 de respuesta social, empatía,
McVey et al. habilidades
16 semanas 56 (18-28 años) interacciones directas
(2016) sociales
Sí Disminución de la ansiedad
PEERS
social
Mayor prosocialidad y
afecto positivo
2 33 con TEA y 66
O’Haire et al. Actividad asistida Disminución de
1 año normotípicos
(2013) con animales comportamientos centrados
Sí (5-12 años)
en sí mismos, afectos
negativos
Aumento en empatía y
Programa de 1
Rabin et al. habilidades sociales
habilidades 14 semanas 41 (12-17 años)
(2018) Disminución síntomas del
sociales PEERS Sí
TEA
Aumento del tiempo de
tarea
Aplicación 2-3
Rosenbloom et Disminución de
I-Connect para el 9 semanas 1 (9 años)
al. (2016) la frecuencia de
autocontrol No
comportamientos
desafiantes
Mayor conducta social,
Entrenamiento 1 comunicación no verbal,
Soorya et al.
en habilidades 12 semanas 69 (8-11 años) empatía, relaciones sociales
(2015)
sociales Sí Mantenimiento de la
cognición social
Frecuencia sesión/
semana Muestra:
Tipo de
Autores y año Duración sujetos con Resultados
intervención
Presencia grupo TEA
control
Aumento en conocimiento
Programa de 1
Sung et al. de habilidades sociales,
habilidades 8 semanas 17 (18-25 años)
(2018) funcionamiento social y
sociales No
autoeficacia social/empática
Disminución de la tendencia
a invadir el espacio
Tsui y 3
Automodelado en personal, temblores al
Rutherford 4 semanas 1 (30 años)
vídeo interactuar con otros
(2014) No
Aumento de saludos
verbales, contacto visual
6
Tsunemi et al. Narrativa en libros Aumento en la capacidad de
1 semana 16 (9 años)
(2014) de cuentos toma de roles
Sí
Incremento en habilidades
de comunicación en
Análisis de 20 sesiones en 6
Vesperini et al. grupo, hogar y escuela,
secuencias de meses 16 (8-15 años)
(2014) comportamiento
vídeo No
socioadaptativo, autonomía
social, actividades de ocio
Incremento en cooperación
Intervención 1 y autocontrol
Yoo y Kim 8 (10 años de
mediada por el 8 semanas Disminuciónde la asincronía
(2018) media)
ritmo No Mantenimiento en
asertividad
Disminución síntomas del
TEA
1
Zlomke et al. PCIT (Parent-Child Mayores habilidades
19 semanas 17 (2-8 años)
(2017) Interaction Therapy sociales
No
No diferencias en
comunicación funcional
Becker, Rogers y Burrows, 2017). Los resultados obtenidos en el primer y tercer caso
fueron positivos para los grupos experimentales en comparación con el grupo control
en la mayoría de las áreas prosociales trabajadas; en el segundo artículo, no obstante,
las mejoras fueron limitadas.
Cinco artículos emplearon diferentes técnicas artísticas en sus intervenciones (Koch,
Mehl, Sobanski, Sieber y Fuchs, 2014; Koehne, Behrends, Fairhurst y Dziobek, 2015;
Mastrominico et al., 2018; Cook, Ogden y Winstone, 2018; Yoo y Kim, 2018). Estas
técnicas incluían terapia de danza basada en el movimiento reflejado en el espejo
para el primer y tercer artículo, e imitación y sincronización basados en la danza y
el movimiento, terapia basada en el contacto musical y terapia mediada por el ritmo
respectivamente para los restantes. En ningún caso se obtuvieron resultados positivos
para todas las áreas trabajadas, aunque en el caso de aquellos artículos que contaban
con la presencia de grupo control, se pudieron apreciar diferencias significativas
positivas para los grupos experimentales (excepto en el caso de Mastrominico et al.,
(2018), que no existieron diferencias). Además, en la intervención de Cook et al. (2018),
pudieron apreciarse mejora en los niños normotípicos que tuvieron contacto con los
niños con TEA.
Cuatro de los artículos se valían de soportes informáticos para la puesta en marcha
de sus intervenciones (LaCava, Rankin, Mahlios, Cook y Simpson, 2010; Goldingay et
al., 2013; Chung, Han, Shin y Renshaw, 2016; Rosenbloom, Mason, Wills y Mason, 2016).
Estos grupos emplearon una guía interactiva informática denominada Mind Reading,
un juego de simulación, un juego en línea y una aplicación de autocontrol de entrega
de mensajes personalizables respectivamente. Los resultados fueron favorables para
todos los estudios en prácticamente todas las áreas trabajadas, y en el caso de Chung et
al. (2016), no se apreciaron diferencias entre el grupo experimental y el grupo control
(que empleaba el mismo juego fuera de línea).
Siete de los artículos utilizaron programas de habilidades sociales como método
de intervención (Baghdadli, Brisot-Dubois, Picot y Michelon, 2010; Gantman, Kapp,
Orenski y Laugeson, 2011; Soorya et al., 2015; McVey et al., 2016; Guivarch et al., 2017;
Rabin, Israel-Yaacov, Laugeson, Mor-Snir y Golan, 2018; Sung et al., 2018). Gantman
et al. (2011, McVey et al. (2016) y Rabin et al. (2018) emplearon un programa conocido
como PEERS for Young Adults, mostrando resultados favorables en todas las áreas
trabajadas en las tres intervenciones. En cuanto al resto, utilizaron diversos programas,
que en el primero de los casos no produjo diferencias entre grupo experimental y
control y las mejoras fueron limitadas. En los artículos restantes, los resultados fueron
positivos en la mayoría de las áreas trabajadas.
Dos artículos se valieron de intervenciones mediante exposiciones a historias socia-
les (Tsunemi, Tamura, Ogawa, Isomura y Masataka, 2014; Crozier y Tincani, 2016).
En ambos casos los resultados fueron favorables en las áreas trabajadas y, además,
se apreciaron diferencias significativas positivas entre grupo experimental y grupo
control para el primero de ellos.
Dos artículos emplearon técnicas de instrucción directa como lecciones programadas
de habilidades de comunicación específicas y pautas de texto escritas (Kroeger et al.,
2006; Kamps et al., 2014). Los resultados fueron positivos en todas las áreas trabajadas
y, además, el grupo experimental del grupo de Kroeger et al. (2006) obtuvo mejores
calificaciones académicas en comparación con el grupo control.
El resto de los artículos empleaban técnicas diversas. Argott, Townsend, Sturney
y Poulson (2007) implementaron un programa de desvanecimiento de guiones para
mejorar la respuesta empática, obteniendo resultados favorables. Beeger et al. (2010)
realizaron una intervención mediante un entrenamiento en teoría de la mente, cuyos
resultados fueron positivos únicamente en esta área para el grupo experimental en
comparación con el control. Andrews, Attwood y Sofronoff (2013) llevaron a cabo una
intervención-cognitivo conductual que se tradujo en resultados satisfactorios y, en con-
creto, para el grupo experimental. Di Renzo, Di Castelbianco, Petrillo, Racinaro y Rea
(2015) llevaron a cabo un programa de cuatro años que incluía trabajo en casa, terapia
con animales, asesoramiento para los padres, apoyo en la escuela, terapia ambulatoria
que comprendía sesiones individuales y grupales, musicoterapia, psicomotricidad,
psicoterapia y trabajo pedagógico entre otros. Los resultados mostraron una mejora
en el cociente intelectual, razonamiento fluido y síntomas del TEA en toda la muestra.
Henning, Cordier, Wilkes-Gillan y Falkmer (2016) llevaron a cabo una intervención
basada en el juego. Los resultados indican contradicción, pues la terapia fue efectiva
para 2 niños con TEA y 3 de sus compañeros de juego, tuvo un efecto negativo en 3 de
los niños con TEA, y ningún efecto observable en los otros 2 compañeros de juego. Por
último, Zlomke, Jeter y Murphy (2017) llevaron a cabo una intervención mediante una
terapia de interacción padres-hijos denominada PICT (Parent-Child Interaction Therapy)
basada en el comportamiento y que se enfocaba en la relación entre padres e hijos a
través del entrenamiento en vivo de las interacciones del juego y la implementación de
técnicas de disciplina consistentes, aunque los resultados fueron positivos únicamente
en dos de las tres áreas trabajadas.
Discusión y conclusiones
A la vista de los resultados se puede observar que en 31 de los artículos en los que
se ha aplicado un programa para mejorar la prosocialidad y la empatía se producen
mejoras. Sólo en dos trabajos no se producen diferencias (Mastrominico et al., 2008;
Baghdadlii et al., 2010), y en uno de ellos los resultados son contradictorios (Henning
et al. 2016).
Sin dudar acerca de la importancia de trabajar estas habilidades en sujetos con
TEA, cabe tomar con precaución los resultados obtenidos por razones metodológicas
principalmente. Con respecto a la intensidad del tratamiento sólo 12 trabajos incluyen
dos o más sesiones de trabajo por semana, y son también 12 los que han aplicado una
intervención mayor de doce o más semanas. Frecuencia muy por debajo a lo recomen-
dado con sujetos TEA, la cual es de 20 horas de terapia a la semana (Weinmann et al.,
2009). Así, la intervención que más se acerca a esta frecuencia mínima recomendada es
la llevada a cabo por Di Renzo et al. (2015), que cuenta con unas 10 horas semanales.
En 16 trabajos se ha empleado un grupo control y en 14 la muestra estaba formada
por 20 o más sujetos. En 4 trabajos la muestra presenta una diferencia de más de 10
años entre los sujetos que participaron en el estudio.
Gresham, Sugai y Horner (2001) concluyen que para que una intervención sea
efectiva debe cumplir los siguientes requisitos: 1) mayor frecuencia e intensidad en la
implementación, 2) generalización y mantenimiento mediante su aplicación en entor-
nos menos restringidos y descontextualizados, 3) individualización y adaptación de
las intervenciones a las necesidades individuales y 4) fidelidad a la hora de efectuar
las intervenciones para concluir su eficacia.
Atendiendo a estos criterios metodológicos solo tres trabajos los cumplirían: los
llevados a cabo por O’Haire et al. (2013) empleando una actividad asistida con anima-
les, el de Kamps et al. (2014) de mediación entre compañeros e instrucción directa y el
de Di Renzo et al. (2015) que aplica un programa a largo plazo basado en la relación.
Algunas de estas limitaciones metodológicas son recogidas por los autores, además de
otras como la no generalización a otros contextos o, como apunta Corbett (2003) en el
caso del modelado en vídeo en este tipo de colectivos, los comportamientos pueden
ser retenidos mediante la memoria y empleados con total carencia de espontaneidad
y flexibilidad en situaciones sociales complejas. Koch et al. (2014) señalan como limi-
taciones una muestra demasiado pequeña, la falta de aleatorización, un posible efecto
de Hawthorne (mejora en el grupo de intervención debida a una mayor atención) y la
falta de método de doble ciego. Begeer et al. (2010) señalan como posibles limitaciones
los efectos de la edad, el CI o la severidad del trastorno.
Tras la integración de los resultados, se puede afirmar que existen multitud de
técnicas efectivas para mejorar las conductas prosociales y empáticas en las personas
con TEA. Los resultados fueron positivos en la mayoría de los estudios, pero se hace
imposible una comparación de la efectividad de cada una de las intervenciones debido
a las diferencias metodológicas existentes entre ellas, principalmente derivadas de
la muestra, tamaño y características, y del número de sesiones de intervención. Sin
embargo, parece que las variables responsables de la efectividad en las intervenciones
no es tanto el tipo de terapia empleado, sino más bien el grado de lenguaje receptivo
y expresivo (relacionado con el nivel cognitivo), las habilidades de comunicación no
verbal (relacionadas con la severidad de los síntomas del TEA y el funcionamiento
adaptativo), el razonamiento fluido (relacionado con los síntomas del TEA) y el CI,
algo que se manifiesta en una mayor efectividad de las intervenciones con muestras
compuestas por personas con TEA de alto funcionamiento.
Esta revisión deja entrever, en el caso del TEA, las diferencias metodológicas exis-
tentes entre unos trabajos y otros con respecto a la aplicación de programas de inter-
vención. Muchos de estos trabajos adolecen de la falta de un grupo control y doble
ciego, existen diferencias con respecto a las características de la muestra de los grupos
TEA, como por ejemplo la edad de los participantes, lo que dificulta la generalización
de los resultados. En todos ellos se puede observar, acorde a la propuesta de Smith et
al. (2007), que todos los trabajos analizados se encontrarían en la fase de la evaluación
inicial del programa, si bien cabe destacar la aplicación del programa PEERS en tres
estudios, el cual puede ser un claro candidato sobre el cual aplicar las siguientes fases
recogidas en dicho protocolo, si se tiene en cuenta las recomendaciones metodológicas
de Chambless et al. (1996). En este sentido, y dado los resultados prometedores encon-
trados con respecto a mejoras en la prosocialidad y en las habilidades empáticas sería
interesante continuar con dichos estudios evaluando la efectividad y eficacia a largo
plazo, en diferentes contextos y en contextos comunitarios, controlando variables tan
importantes en el caso del TEA como el CI, el sexo, la tenencia o no de lenguaje o el
nivel de afectación del trastorno.
También cabe mencionar que este trabajo no queda exento de limitaciones, que en
futuras investigaciones podrían solventarse mediante la utilización de un repertorio
de palabras más amplio que recogiera una mayor cantidad de artículos a analizar, así
como de más bases de datos que en la presente revisión. A su vez, sería relevante poder
analizar las características particulares de cada programa de intervención en cuanto a
metodología, objetivos, actividades, con vistas a conocer qué papel juegan en cuanto
a los cambios en prosocialidad y empatía en sujetos TEA.
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Resumen
El diferente ritmo de aprendizaje entre el alumnado es, y ha sido, un problema tanto para
el profesor como para la comunidad educativa y académica en su conjunto. Entre las políticas
públicas dirigidas a corregir esta problemática destacan dos: el agrupamiento del alumnado con
base en sus capacidades-tracking- y, más recientemente, los programas de refuerzo extraescolares.
En este trabajo se evalúa el impacto que, sobre la desigualdad educativa, tuvo un programa
de refuerzo implantado de manera voluntaria en los institutos españoles entre 2005 y 2012:
el plan PROA. Como medida de aproximación a la desigualdad educativa se ha empleado la
brecha en términos de resultados existente entre los alumnos de un mismo centro, así como el
índice de desigualdad de Gini. Los resultados obtenidos, a partir de la técnica de Propensity
Score Matching, señalan que la aplicación del programa no redujo las diferencias en términos
de puntuación entre el alumnado, de igual modo que no aumentaron las calificaciones medias
en lectura en aquellos centros que decidieron participar en el programa.
Palabras clave: PROA; Propensity Score Matching; Desigualdad; Evaluación de
impacto.
Abstract
The need to cater to the different learning pace of students still remains a frequent problem
for both teachers and the academic community. Among the public policies aimed to solve this
problem, two stand out: the grouping of students based on their abilities -tracking- and, more
recently, the extracurricular reinforcement programs. This paper evaluates the impact that the
PROA, a reinforcement program implemented on a voluntary basis by different High Schools
in Spain between 2005 and 2012, had on educational inequality. To measure educational
inequality, the gap in terms of results between the students of the same school has been used,
as well as the Gini inequality index. The results obtained, which are based on the Propensity
Score Matching technique, indicate that the implementation of this program did not bridge the
gap in terms of marks between students. They also suggest that average reading scores did not
increase in those schools that decided to participate in the program.
Keywords: PROA; Propensity Score Matching; Inequality; Impact evaluation
Introducción
Uno de los criterios básicos que conforman un sistema económico ideal, tal y como
establecieron los representantes de la Economía del Bienestar en los años 30 del siglo
pasado, es el principio de equidad social. La escuela, en su papel como férrea defensora
de este precepto, ha tratado de minimizar el negativo impacto que las desigualdades
asociadas al nivel de partida del individuo ejercen sobre su posterior logro académico.
En este sentido, la Economía de la Educación ha centrado su interés en identificar los
determinantes del fracaso escolar. La condición de inmigrante, un bajo nivel de estu-
dios de los progenitores, el status socioeconómico, son, entre otras, causas señaladas
por la literatura como responsables de los malos resultados obtenidos por los alumnos
(Calero, Choi & Waisgrais, 2010; Gamoran, 2001; González-Rodríguez, Vieira & Vidal,
2019). Sin embargo, y pese a los esfuerzos dirigidos a comprender y remediar este tipo
de desventajas, la presencia de “buenos” y “malos” alumnos dentro del aula continúa
siendo una problemática común en todo sistema educativo.
El agrupamiento del alumnado, entendido como la agrupación del mismo en dife-
rentes aulas o centros en función de sus capacidades, ha sido una práctica común por
considerar que los grupos homogéneos permiten un mayor nivel de adaptabilidad
de las técnicas de instrucción e incentivan la participación entre los estudiantes más
rezagados, entre otros aspectos. Sin embargo, esta práctica ha demostrado no ser la
solución. Slavin (1990), tras una revisión de literatura en la que comparó un total de 29
estudios previos, concluye que el impacto neto del agrupamiento es nulo, y es que, la
mejora en los resultados experimentada entre los alumnos que partían de una situación
de ventaja inicial, es decir, buenos alumnos, se ve compensada por el empeoramiento
entre los malos, ampliando por tanto la brecha entre unos y otros.
Más adelante, en 2006, Hanushek evaluó los efectos del agrupamiento temprano
mediante la comparación de los resultados obtenidos en la escuela primaria, recogidos
en PIRLS 2001- Progress in International Reading Literacy Study (PIRLS, por sus siglas
en inglés), y la secundaria, PISA 2003- Programme for International Student Assessment
(PISA, por sus siglas en ingles). “Para ello empleó una muestra de más de 15 países,
demostrando que aquellos que apostaron por los programas de agrupamiento en lugar
de una educación integral (no hay segmentación) vieron aumentada la desigualdad
educativa. A diferencia de Slavin (1990), Hanushek (2006) señala que el empeoramiento
tiene lugar entre todos los grupos afectados, siendo especialmente perjudicial entre
aquellos que presentan mayores dificultades en el aprendizaje” (Villar-Aldonza &
Gambau-Suelves, 2018, p.2)
Con relación a la segunda alternativa de política planteada, los programas de
refuerzo, los estudios realizados hasta la fecha coinciden en señalar el positivo
impacto de este tipo de prácticas sobre los resultados académicos de sus participan-
tes (véase Briggs, 2001; De Paola & Scoppa, 2014). A modo de ejemplo, citaremos
algunos de estos trabajos: Lavy y Schlosser (2005) determinaron, para el caso de
Israel, que un programa de refuerzo escolar mejora la media, a nivel de centro, entre
un 3-4 %; siendo la mejora para los estudiantes asistentes entre un 11-12% en sus
resultados; si bien, como concluyen Banerjee, Cole, Duflo y Linden (2007), la mejora
a largo plazo sobre los resultados tiende a disminuir. En otro estudio más reciente
realizado en Italia, Battistin y Meroni (2016) analizan el impacto de un aumento en
las horas de clase en los centros con peores resultados; evidenciándose un impacto
positivo y significativo sobre las matemáticas y no significativo sobre lenguaje. En
el panorama nacional destaca la publicación de García-Pérez e Hidalgo-Hidalgo
(2017), donde se analiza el impacto del Plan de Acompañamiento Escolar (PAE de
ahora en adelante). Las conclusiones del estudio señalan que la asistencia a clases
de refuerzo contribuye a mejorar las calificaciones entre el alumnado, un 17,4% en
términos de desviación estándar, a la par que reduce la probabilidad de estar en el
cuartil inferior entre un 3,5% y 6,4%. Con todo, y como señalan los propios autores
en su trabajo, la imposibilidad de conocer a partir de la base de datos original qué
individuos asistieron al programa de refuerzo hace que sus resultados hayan de ser
interpretados con cautela.
Sin embargo, no encontramos a fecha de hoy ningún trabajo que analice, de manera
empírica, el efecto de los programas de refuerzo extraescolares sobre la desigualdad.
Es por ello que la realización de estudios sobre este tema resulta de gran interés. Dar
una respuesta racional a si los programas de refuerzo son la solución a la desigualdad
entre buenos y malos alumnos requiere de la realización de estudios cuantitativos.
En este trabajo se ha evaluado el impacto que las clases de refuerzo educativo
tuvieron sobre aquellos centros que decidieron participar en un programa de refuerzo
implantado en España entre 2005 y 2012, el Plan de Refuerzo y Orientación Académica
(PROA de ahora en adelante). En particular, se ha analizado una vertiente del mismo
implantada en la secundaria como es el Plan de Acompañamiento Escolar. Para ello
se ha hecho uso de la base de datos PISA 2012, ampliada por el Ministerio de Educa-
ción, Cultura y Deporte (MECD a partir de ahora) del gobierno español añadiéndole
el número de años que los centros habían participado en dicho programa.
El trabajo realizado constituye una novedosa aportación, ya que se enfoca en la
evaluación del impacto de un programa de refuerzo en términos de desigualdad frente
a la aproximación más común centrada en la mejora de los resultados. Para ello se ha
seguido el trabajo de Hanushek (2006), en el que evaluó, a nivel de país, el impacto
que la agrupación del alumnado tuvo sobre la desigualdad. Como aproximación de
Con base en estas propuestas, y en consonancia con los objetivos definidos para
2010, los países miembros pusieron en práctica una serie de planes dirigidos a reducir
la tasa de abandono escolar. En Bélgica, por ejemplo, se puso en marcha el programa
Tutorat, en el que estudiantes universitarios dan apoyo educativo extraescolar a grupos
reducidos de alumnos inmigrantes o desfavorecidos de la enseñanza secundaria supe-
rior. Irlanda, en 2005, desarrolló el DEIS (Delivering Equality of Opportunity in Schools),
el cual pretende cubrir las necesidades educativas de los niños pertenecientes a entor-
nos más desfavorecidos, dotando para ello a los centros participantes de una serie de
recursos adicionales que incluyen más personal y financiación. Alemania y Francia,
pese a no seguir las recomendaciones propuestas en el marco europeo, también cuentan
con programas dirigidos a corregir las desigualdades sociales entre el alumnado: la
Estrategia de apoyo específico a los alumnos con peor rendimiento, en el primero de
ellos y, las zonas de Educación Prioritaria en el segundo. The Youth Guidance Centre en
Dinamarca o The Tanoda Centres en Hungría.
En esta línea, en 2005 se puso en marcha en España un ambicioso proyecto, el Plan
de Refuerzo Orientación y Apoyo. Este proyecto, fruto de la cooperación territorial
entre el Ministerio de Educación y Ciencia y las Comunidades Autónomas, ha tratado
de unificar esfuerzos entre Administración, centro, claustro directivo y profesorado,
además de la propia familia, para reducir el negativo impacto de los factores genera-
Tabla1
Total
2008/2009 2009/2010 2010/2011
centros
PISA
PAE PISA PAE PISA PAE PISA
2012
Andalucía 52 200 11 320 16 350 16
Aragón 51 19 3 28 6 31 8
Asturias 56 11 5 11 6 11 6
Islas Baleares 54 10 6 15 10 15 14
Total
2008/2009 2009/2010 2010/2011
centros
PISA
PAE PISA PAE PISA PAE PISA
2012
Cantabria 54 10 9 10 5 18 6
Castilla León 55 36 6 36 7 36 7
Cataluña 51 71 5 92 4 92 4
Extremadura 53 23 4 37 8 50 11
Galicia 56 40 8 45 4 45 8
La Rioja 54 13 10 12 15 15 19
Madrid 51 100 9 109 11 114 11
Murcia 52 28 10 39 14 51 19
Navarra 51 6 3 7 2 8 2
País Vasco 174 13 3 30 13 42 20
TOTAL 902 692 97 908 130 984 154
Método
Muestra
Variables e instrumentos
sugiere, por tanto, que la variable empleada como output tome en consideración las
diferencias en las calificaciones obtenidas por los alumnos como aproximación de la
desigualdad, siendo esta mayor cuantas mayores diferencias se encuentren.
Para ello se han tenido en cuenta las pautas seguidas por Hanushek (2006), en el
que evaluó, para más de 15 países, el efecto que el agrupamiento del alumnado tuvo
sobre la desigualdad educativa. Como medidas de aproximación a la desigualdad
empleó tanto la diferencia en términos de resultado entre percentiles (95 versus 5;
75 versus 25) como la desviación estándar sobre los mismos. En nuestro caso en
particular la unidad muestral considerada ha sido el propio centro, por lo que la pri-
mera aproximación (95-5) precisa de un rango mayor a fin de garantizar un mínimo
de individuos en cada nivel. En esta línea, se ha empleado como aproximación a la
desigualdad la diferencia entre percentiles (90-10 y 75-25) para cada uno de los 518
centros que componen la muestra.
(3)
Dado que los centros que participaron en el programa decidieron hacerlo volun-
tariamente por los beneficios que éste les ofrecía, nos encontramos ante un caso de
autoselección (véase Scott, 2019). Esta situación provoca que los centros evaluados
no sean iguales en sus características observables (véase tabla 1 Apéndice). Esta con-
sideración daría lugar a errores en la interpretación de los resultados, no pudiendo
concluir si las diferencias que se van a observar después del tratamiento se deben
sólo a éste o a otro tipo de tendencia que los grupos arrastrarían desde el momento
previo a la aplicación del programa. Este problema, comúnmente conocido como
sesgo de selección, se deriva de la endogeneidad del predictor (véase Heckman, 1979).
“Como solución a esta problemática se han propuesto múltiples estrategias meto-
dológicas tales como: el método bietápico (Heckman, 1979), el diseño de regresión
discontinua (Thistlewaite & Campbell, 1960), el método de diferencias en diferencias
(Card & Krueger, 1995) y el método de variables instrumentales (Wright, 1928), entre
otros” (Villar-Aldonza & Gambau-Suelves, 2018). En nuestro caso se ha empleado
el Propensity Score Matching, en adelante PSM, propuesto por Rosenbaum y Rubin
(1983). Esta técnica bietápica tiene el potencial de medir las diferencias entre dos
grupos teniendo en cuenta sus características observables, de tal modo que la única
diferencia que puede atribuirse en sus resultados es el número de años de partici-
pación en el programa.
A continuación, y siguiendo las pautas definidas por Caliendo y Kopeinig (2008), se
exponen las fases seguidas en la implementación del PSM. En primer lugar, para tratar
Resultados
Tabla 2.
-1.536 -0.1164
Madres_estudios_medios(%) -0.277 (0.934) -3.313 (0.354)
(0.678) (0.972)
-5.544* -3.764 -6.589**
Madres_estudios_superiores(%) -3.517 (0.321)
(0.141) (0.272) (0.077)
-3.502*** -2.673***
Alumnado_nativo(%) -0.868 (0.430) -1.292 (0.230)
(0.039) (0.027)
-0.074 0.0081
Cursos_profesorado 0.149 (0.575) 0.0754 (0.781)
(0.796) (0.976)
-2.317* -2.329*
Perseverancia -2.348* (0.130) -2.351* (0.140)
(0.150) (0.134)
0.1738
Autocontrol 0.229 (0.878) 0.004 (0.998) 1.042 (0.483)
(0.906)
-0.347 -0.5089** -0.549** -0.474**
Localización (urbano)
(0.237) (0.077) (0.056) (0.100)
0.0416
Índice_diversidad 0.078 (0.550) 0.110 (0.387) 0.100(0.434)
(0.747)
0.0638
Índice_absentismo 0.086 (0.548) 0.048 (0.730) 0.103 (0.455)
(0.649)
(1) Los modelos probit incluyen la interacción independiente entre todas las variables para ajustar un score
más representativo de las características particulares de cada centro. En total se especificaron 12 modelos
con el objetivo de estimar el efecto aislado del tratamiento en función del número de años que el centro
participó en el programa
(2) La variable PIRLS se configura en cada modelo probit en relación a su variable resultado en la que se
va a medir el impacto. Por ejemplo, en el modelo probit para PISA, se utiliza la puntuación predicha en
PIRLS. Para la BRECHA (90-10), se utiliza la diferencia entre el percentil 90 y 10 de PIRLS. De manera
análoga para las otras variables.
Nota. Entre paréntesis se encuentran los p-valores. *significatividad estadística al 15%;** significatividad
estadística al 10%; ***significatividad estadística al 1%
En este punto, resulta conveniente destacar que todos los modelos cumplen una
serie de características deseables para garantizar el buen emparejamiento. En concreto,
todos los modelos presentan una bondad de ajuste elevada, significatividad conjunta
de los parámetros, zonas de soporte común amplias (entre el 0.1X y el 0.93X en media).
Una vez estimado el ps, el siguiente paso será realizar el emparejamiento (matching)
entre los centros tratados y no tratados. Los estimadores empleados, como ya se ha
señalado en el epígrafe anterior, fueron: el vecino más cercano simple, el modificado
por Abadie et al.(2004) y el Kernel.
Los resultados obtenidos, ofrecidos en la tabla 3, pese a no presentar un efecto
estadísticamente significativo, muestran una clara evolución en función del número
de años de aplicación del programa. En efecto, para el primer año se observa cómo
disminuye la nota media -desde los 9.3 puntos calculados con el estimador de kernel
hasta los 60.2 puntos obtenidos con Abadie, a la par que la desigualdad educativa no
presenta un comportamiento claro. Para la brecha entre el percentil 90-10 se reduce
en dos de las tres estimaciones realizadas, incrementándose para el percentil 75-25 y
el índice de Gini en dos de sus tres estimaciones.
A los dos años de aplicación, sin embargo, la nota media aumenta tanto por el método
del vecino más cercano simple como por el modificado por Abadie et al., disminuyendo
por el algoritmo de Kernel. La desigualdad, por su parte, se incrementa si se consideran
las diferencias entre las puntuaciones obtenidas por los peores y los mejores alumnos
(brecha 90-10), mientras que se reducen si se amplía la muestra al 25% (brecha 75-25).
Finalmente, el tercer año de aplicación del programa presenta unos resultados mucho
más esperanzadores. En efecto, a los tres años no sólo aumenta la nota media -desde
1.6 con Abadie et al. a 14.1 con el vecino más cercano-, sino que también se reducen las
diferencias entre grupos (brecha 90-10 y brecha 75-25), resultando significativa la esti-
mación mediante el vecino más cercano para la brecha 75-25. El índice de Gini, de igual
modo que para el segundo año de aplicación del programa, presenta un signo negativo
en dos de sus tres estimaciones.
Tabla 3
Estimación del impacto sobre los resultados en lectura y la desigualdad del programa de refuerzo educativo
PAE para aquellos centros que lo impartieron 1, 2 o 3 años (ATT).
Discusión y conclusiones
dono y fracaso escolar. Sin embargo, el novedoso carácter de este tipo de programas
hace que, en la actualidad, sean necesarios más estudios que contribuyan a conocer y
comprender mejor los efectos derivados de este tipo de prácticas sobre el alumnado. La
novedad de este estudio, frente a otros trabajos presentados anteriormente, radica en
la consideración de la desigualdad como variable resultado. Para ello se han seguido
las pautas establecidas por Hanushek en su trabajo de 2006, donde evaluaba el impacto
del agrupamiento tracking- sobre la desigualdad tomando como muestra un conjunto
de más de 15 países. En este caso en particular, la naturaleza de los datos ha permitido
desarrollar el análisis tomando como conjunto muestral el propio centro. Como medi-
das de aproximación a la desigualdad se han empleado las brechas existentes entre
el alumnado de un mismo centro (percentil 75-25; percentil 90-10) y, como novedad,
se ha utilizado el índice de Gini. Estas alternativas en la medición de la desigualdad
permiten capturar no sólo la brecha educativa entre los buenos y malos alumnos, sino
que también recogen los cambios en la distribución de las notas del alumnado dentro
de cada centro; calculada ésta última a partir del índice de Gini.
Los resultados obtenidos, a partir de la técnica PSM, estarían señalando que el pro-
grama de refuerzo no tuvo un impacto significativo en la reducción de la desigualdad,
de igual modo que tampoco mejoraron las calificaciones medias entre aquellos centros
que hubieron participado. Por otro lado, si se distingue en función del número de años
de aplicación, nuestra recomendación en materia de política educativa sugiere, pese a
no obtenerse unos resultados estadísticamente significativos, que la implementación de
este tipo de programas se imponga con carácter obligatorio durante los tres primeros
cursos de la secundaria. En efecto, la puesta en marcha del programa por un único
año ha mostrado una reducción en la nota media en lectura así como un efecto nada
claro sobre la desigualdad.
En su segundo año de aplicación, sin embargo, la nota media a nivel de centro
aumenta para dos de las tres estimaciones empleadas, a la par que la desigualdad se
ve reducida si se consideran las diferencias entre los peores y los mejores alumnos
(brecha 90-10) y aumenta si se atiende a la brecha 75-25. Finalmente, en su tercer año
de aplicación, la nota media a nivel de centro mejora para las tres estimaciones reali-
zadas, reduciéndose las diferencias entre grupos (brecha 90-10 y brecha 75-25) hasta el
punto de resultar significativa la estimación por el vecino más cercano simple para la
brecha 75-25. Estos resultados estarían sugiriendo, por tanto, que una vez superado el
coste de entrada asociado a su primer año de aplicación se obtendrían unos resultados
más esperanzadores.
Estos resultados deben, en todo caso, ser interpretados con cautela. En efecto,
aunque en el estudio no se han escatimado los esfuerzos por reducir al mínimo el
sesgo de selección que potencialmente afecta a nuestros datos, no es posible asegurar
que las estimaciones estén totalmente libres de este problema, que, por otra parte, se
encuentra intrínseco en los estudios que evalúan las intervenciones educativas (Murnane
& Willett, 2010). Por otro lado, se ha de señalar la necesidad de evaluaciones de este
tipo en España que permitan conocer que alumnos asistieron a dicho programa, de
tal modo que seamos capaces de evaluar su impacto en función de las características
del propio alumnado. En este sentido, conocer al propio estudiante será la clave para
que este tipo de prácticas alcancen con éxito sus objetivos.
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Apéndice
Tabla 1
Prueba t- de igualdad de medias entre aquellos centros que participaron en el programa y aquellos otros
que no lo hicieron.
Prueba t de
Descripción variable PAE NO PAE Diferencia igualdad de
medias
Madres_estudios_primarios(%) 0.409 0.343 -0.067 0.00
Tabla 2
Desv.
Descripción variable N Media Mínimo Máximo
Estándar
Padres_estudios_medios(%) 518 0.26 0.10 0.03 0.57
Padres_estudios_superiores(%) 518 0.33 0.16 0.00 0.76
Madres_estudios_primarios(%) 518 0.37 0.17 0.00 0.92
Madres_estudios_medios(%) 518 0.29 0.10 0.00 0.61
Madres_estudios_superiores(%) 518 0.34 0.16 0.04 0.81
Alumnado_nativo(%) 518 0.86 0.14 0.14 1.00
Familias_status_socioec._alto(%) 518 0.34 0.17 0.00 0.84
Repetidores_secundaria(%) 518 0.29 0.13 0.00 0.75
Género (hombres)(%) 518 0.50 0.09 0.07 0.83
Hogares_con_menos_de_100_libros(%) 518 0.56 0.16 0.09 1.00
Entre_101_y_200_libros(%) 518 0.20 0.09 0.00 0.46
Más_de_200_libros(%) 518 0.24 0.13 0.00 0.64
Alumnos_asistieron_ISCED0_más_de_un_
518 0.84 0.11 0.29 1.00
año(%)
Desv.
Descripción variable N Media Mínimo Máximo
Estándar
Hogares_posesiones_culturales_altas(%) 518 0.35 0.13 0.00 0.77
Madres_trabajan_tiempo_completo(%) 518 0.45 0.15 0.03 0.84
Madres_trabajan_tiempo_parcial(%) 518 0.21 0.10 0.00 0.83
Mes_denacimiento_primer_semestre(%) 518 0.50 0.10 0.08 0.77
Familia_monoparental(%) 518 0.09 0.06 0.00 0.43
Moral_profesor_alta 518 0.68 0.47 0.00 1.00
Cursos_profesorado 518 0.23 0.42 0.00 1.00
Comportamiento_alumnado(%) 518 0.46 0.11 0.07 0.67
Perseverancia(%) 518 0.12 0.08 0.00 0.45
Autocontrol(%) 518 0.81 0.08 0.52 1.00
Localización (urbano) 518 0.27 0.44 0.00 1.00
Índice_diversidad 503 0.25 0.97 -2.02 2.11
Índice_comportamiento 500 0.29 0.95 -1.59 4.10
Índic_ absentismo 500 0.32 0.96 -1.48 3.39
Profesor_valora_resultados 518 0.90 0.30 0.00 1.00
Problemas_conducta 518 0.90 0.30 0.00 1.00
Tabla 3
Test de diferencia de medias para las variables objeto de estudio antes y después del PSM.
Resumen
Una mejora en la convivencia escolar resulta ser un baluarte que viene a influir en las rela-
ciones que se dan al interior de las escuelas, no obstante, para alcanzar dicha mejora, es necesario
conocer aquellos elementos que la favorecen. Derivado de esto, el objetivo del presente trabajo es
determinar la relación entre los factores Atención, Participación, Sanciones y Condiciones del
Aula con la Convivencia escolar en alumnos de bachillerato. La muestra estuvo conformada por
47397estudiantes de la República Mexicana; fue utilizado un cuestionario que forma parte de la
Evaluación de Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje (ECEA) realizado por el
Instituto Nacional para la Evaluación en México. Después de una revisión de la literatura, se
propuso un modelo teórico con los factores mencionados. Posteriormente, fue aplicada la técnica
de modelaje con ecuaciones estructurales y se obtuvo un modelo empírico. Se hizo evidente la
relación entre los factores citados con la convivencia escolar, esto es, la atención que proporcio-
nan los maestros, la participación que promueven, las sanciones que aplican y las condiciones
del aula son cruciales para mejorar la convivencia. Se concluye que tanto el involucramiento
de los docentes como de las autoridades educativas es transcendental en este tema.
Palabras clave: educación para la paz; enseñanza secundaria; profesión docente; aula.
Abstract
Introducción
La convivencia es entendida como la capacidad que tienen las personas para vivir
con otras (Arredondo Reyes, 2019; Ministerio de Educación, s.f.) y, en un sentido
amplio, como la edificación de una paz perdurable (Fierro Evans & Carbajal Padilla,
2019) que debe estar sustentada en el diálogo y tener principios democráticos, respe-
tando siempre las diferencias. Aprender a convivir es un ejercicio elemental que no
anula la presencia de conflictos (Landeros & Chávez, 2015), ya que estos forman parte
de la naturaleza de las personas (Alegría Rivas, 2016; Dopico Rodríguez, 2011; Pérez
Archundia & Gutiérrez Méndez, 2016) pero que debe permitir relaciones de calidad
(Landeros & Chávez, 2015).
En la escuela, los alumnos aprenden a convivir entre ellos y con los adultos (Centro
de Estudio y Acción Social Panameño, 2012), y es precisamente en este espacio en
donde acontecen hechos que se constituyen como elementos pedagógicos de gran
alcance y que convierten a los maestros en agentes de cambio y transformación
(Alvarado Juárez, 2019; Arias Vinasco, 2018; Arredondo Reyes, 2019; Cruz Hernández
& Reyes Ruiz, 2016; Penalva López, 2018), por tanto, la convivencia y las relaciones
en las aulas son inseparables de las estrategias metodológicas (Pineda Alfonso &
García Pérez, 2016).
Así pues, debido a que el estudio de la convivencia escolar implica un profundo
análisis y la consideración de su interrelación con diferentes factores, destacando
aquello que sobreviene al interior de los planteles (Chavez Romo, Gómez Nashiky,
Ochoa Cervantes & Zurita Rivera, 2016; Díaz Better & Sime Poma, 2016), a con-
tinuación, serán abordadas algunas de estas relaciones con base en un riguroso
sustento teórico.
La práctica educativa es una acción reflexiva y ágil (García Cabrero, Loredo Enríquez
& Carranza Peña, 2008), por ello, la educación no debe limitarse solo a la transmisión
de conocimientos, sino que debe dar también atención a la formación integral del
estudiante (Hernández Prados & Sánchez Romero, s.f.), por tanto, a los docentes les
compete establecer las dinámicas de las relaciones en el aula, aquellas que permitirán
crear ambientes enriquecedores y de participación. Asimismo, para que se creen espacios
adecuados, resulta fundamental que se establezcan reglas y sanciones (Cámere, 2009).
En otras palabras, son valiosas la implementación de prácticas y medidas concretas
(Caballero Grande, 2010).
Acerca de la participación de los alumnos promovida por los docentes durante las
clases, se ha manifestado que es trascendental crear en el aula un clima propicio en el
que sea posible dicha participación, esto es, que el docente haga propuestas educativas
basadas en la relación mutua, lo cual forjaría un proceso de comunicación bidireccional y
favorecería los niveles de convivencia (Departamento de Educación, Cultura y Deporte,
2007). Aunado a esto, también se ha discutido que una educación para la convivencia
debiera asumir un análisis al currículo, en el cual sería imprescindible que sobresalieran
acciones como la participación, la comunicación y el buen trato (Vidanes Díez, 2007).
Al respecto, Murillo Pacheco (2010) señaló criterios para seleccionar actividades de
aprendizaje, más concretamente puntualiza que se deben propiciar las interacciones y
la participación de los alumnos en el aula; un ejercicio que permitiría la confrontación
sobre las diferentes formas de pensar ante cierta situación, y algo que, por consiguiente,
les enseñaría a ser tolerantes, reconocer errores y aprender a escuchar; y así se podría
dar paso a una mejora en la convivencia. En cuanto a este tema se ha llegado a expre-
sar que los maestros deberían ser intermediarios durante su práctica de una manera
más comprometida, en donde lo esencial sea que en cada ejercicio propuesto se cuente
con la participación y contribución de todos los integrantes, esto a pesar de que las
necesidades de los escolares pudieran ser muchas y fuera difícil solucionarlas en un
mismo momento. Por ello, los docentes debieran priorizar las necesidades, ya que con
esto se estaría fomentando un desarrollo reflexivo en los alumnos bajo una convivencia
armónica (Escobar Medina, 2015; García, Olvera & Flores, 2006).
Por otro lado, Artavia Granados (2005) llevó a cabo un estudio referente a las
interacciones entre alumnos y maestros en el proceso de enseñanza y aprendizaje, y
fue utilizado el término “tacto pedagógico”, para hacer referencia al tipo de relaciones
personales que se dan entre los involucrados en el aula, y donde se incluye el nivel
de participación fomentado. La conclusión sería que el tacto pedagógico permite el
establecimiento de relaciones empáticas que coadyuvan a la generación de ambientes
escolares positivos.
En virtud de que las personas requieren ejercer a diario una adecuada convivencia
(Luna Rivera, 2015), en el contexto educativo se pueden llevar a cabo tareas, como dar
atención a las conductas de riesgo y ejercer sanciones dirigidas a subsanar daños y a
reintegrar a quienes vulneran las normas, con la finalidad de que dicha convivencia
sea más provechosa (Secretaría de Educación Pública del estado de Puebla, 2016). De
acuerdo con Landeros y Chávez (2015) el criterio correctivo y autoritario viene a ser
un recurso en materia de convivencia, ya que tiene alcance en el reconocimiento de
los límites; asimismo, para Colom et al. (2010), una de las respuestas a los problemas
de convivencia en la escuela implica mantener acciones, entre ellas, el propiciar una
total coordinación con la familia, citando frecuentemente a los padres y favoreciendo
el diálogo.
En torno al tema, en ciertas investigaciones se ha señalado que los reglamentos
escolares (en los cuales están inmersas las medidas disciplinarias o sanciones) pudie-
ran llegar a ser una herramienta de formación para educar en la convivencia (Ochoa
Cervantes & Diez Martínez, 2013). Además, se ha afirmado que los docentes deberían
focalizar su atención en las normas de disciplina, ya que con esto se estaría coadyu-
vando a conseguir un buen clima escolar (Barreda Gómez, 2012).
Concretamente, en el Reglamento de disciplina escolar de las escuelas de educación
públicas y particulares de Educación Básica y Media Superior del estado de Nuevo
León, se han dado a conocer medidas como el diálogo entre alumnos, padres y docentes
sobre las faltas cometidas, así como los exhortos por escrito (Gobierno del estado de
Nuevo León, 2016).
Con esto, resulta sensato suponer que cuando las escuelas poseen métodos de dis-
ciplina constante, se aplican sanciones racionales y se afrontan los asuntos que alteran
el orden de forma directa y reflexiva, se está favoreciendo la convivencia armónica
(Ruiz Cuéllar, s.f.).
Método
Objetivo
Población y Muestra
Instrumento
Tabla 1
Valores de la
Factor Variable (Pregunta)
variable
¿Con qué frecuencia me llevo bien con:
1. Compañeros?
2. Hombres y mujeres?
Convivencia
¿Con qué frecuencia:
escolar
3. Puedo confiar en mis profesores?
4. Mis profesores aceptan mi forma de ser?
5. Mis profesores son amables?
Todas
¿En cuántas de las aulas donde tomas clase es adecuada:
La mitad o más
Condiciones La ventilación?
Menos de la
del aula 1. La temperatura?
mitad
2. La iluminación?
Ninguna
& && & &"&&&& && & & &
&
Figura 1. Modelo teórico
&
&
&
Figura 2. Análisis factorial confirmatorio
!&!&#$!& % &
RIE, 2020, 38(2), 397-414
!&!&#$!& % &
406 Diana Carolina Treviño Villarreal y Mario Alberto González Medina
Resultados
temperatura e iluminación
0.''12 2
.2 adecuadas
2
2 se relaciona
2
/2
2 con una disminución
2 2 en
$/2
2
2 2 la cantidad
de veces que se amonesta de forma verbal y escrita y en citar a los padres.
2
2 $2
2
2
22 2$2
2 2 2
Con respecto a las variables medibles de mayor peso de regresión estandarizado
2
2
2
2
2
2 2
22
22
2 2 22
.2
en cada factor, se obtuvo que, cuando la Convivencia escolar aumenta en una desvia-
2
2 2 2
2
2
2 2
2
2
$2
2
2
ción estándar, la amabilidad, aceptación y confianza crecen .70, .67 y .64 desviaciones
2 /2
2
2
/2 2 2
2
2
2
2 2
$2
estándar,
/2 respectivamente. Lo anterior
2
/2
$2 significa que
2 2 la Convivencia
2 .,&/2 .+,2 2 .+*2escolar mejora
2
cuando
/2los
.2
profesores son amables, aceptan
2
2 la forma
2
2 2de
2
ser de sus estudiantes
2
2y los
escolares
2 2 tienen confianza
2 2 en sus maestros.
/2
2Asimismo,
2 2
2por
2cada desviación
2 2
2 estándar
2 2
que se incremente
2 las Condiciones
2 2 del aula,/2
2 2
.2 la ventilación y temperatura
2 2
$2aumentan
2
.76 y .73 desviaciones estándar, respectivamente. Es decir, las Condiciones en el aula
2
2
2 2
2
2 /2 2
$22
2
2.,+2
se ven
2
2 .,)2 favorecidas
mientras que mejoren la ventilación
/2
.2 2
/2 2y
2
temperatura.
2 Para el caso
2 2
2
del
2factor Sanciones,
2 por
2
2 cada
2
desviación estándar que
2
$2 este aumente,
2
.2 2la
2amonesta-
2
2
ción escrita
2 y el citar
/2 2a 2
los padres de familia
$2
2crecen
2 .87
2y
/2
.62 desviaciones estándar,
2
$2
2 2
2 2 2 2
2
2 2
2 .-,2 2 .+(2
2
/2
respectivamente.
.22
Para la Atención, por cada desviación estándar que se incremente, las variables
2y 2
atentos
$/2 crecen
sugerencias 2 2
.64
$2
2
2
y .60, respectivamente. En
2otras
/2
palabras, 2
2
mientras los
22
2
2.+*22.+&/2
.22 2
/2
22
docentes estén atentos y hagan sugerencias hacia los alumnos, mejorará la Atención.
2
Por último,
!2
por
2 2 2
2
cada desviación estándar que 2 2 /2
aumente
2 2la
$.2
la Participación, inclusión
2 %/2 2 2
$2
2
2
2
crece .67 desviaciones estándar. Esto es, cuando los profesores organizan 2 $/2 2 $2
sus clases
2promover
para .+,2
2
.2
la inclusión 2
/2 2
y participación de los2
2en
estudiantes 2 2
2
las actividades del
2
2 2 $2
aula, la Participación crece. 2 $2
2 2
2
2 2
2
2
/2 2 $2
.2
& &
2
"2
Figura 2. Modelo empírico
!&!&#$!&%&
RIE, 2020, 38(2), 397-414
408 Diana Carolina Treviño Villarreal y Mario Alberto González Medina
Discusión y Conclusiones
En este trabajo se ha puesto en evidencia que, existe una relación entre los factores
Atención, Participación, Sanciones y Condiciones del aula con la Convivencia escolar
en estudiantes de bachillerato. A continuación, se discuten dichas relaciones.
De forma particular, la Atención que brindan los docentes a sus alumnos es crucial
para mejorar la Convivencia escolar, tal como fue expresado desde la Secretaría de
Educación del Gobierno del estado de México (2013) y por Arón et al. (2017). Dichas
evidencias también coinciden con otros trabajos, en los cuales se abordaba que los
maestros deberían orientar sus prácticas hacia la comunicación, el fomento del trabajo
en equipo y el compromiso (Peña Figueroa et al., 2017), ser mediadores en los procesos
de enseñanza y aprendizaje a través de sugerencias, razonamiento y persuasión (Parra,
2014), y favorecer la interacción con confianza y respeto (Castañeda Millán, 2014), esto
con el fin de promover la convivencia, las relaciones positivas y los mejores ambientes.
Derivado de lo anterior, los maestros debieran: aclarar dudas durante las clases,
mantenerse atentos en los ejercicios que se lleven a cabo y brindar consejos o suge-
rencias. Para ello, resulta relevante que el profesorado reflexione sobre los ajustes que
tiene que hacer durante su labor (Artavia Granados, 2005) y que, además, reciba cierta
capacitación para impulsar los ambientes de convivencia (Reyes Angona et al., 2018).
En el caso de la Participación se encontró que esta también favorece una sana
Convivencia, información coincidente con Artavia Granados (2005), López de Mesa
Melo et al. (2013), Muñoz Quezada et al. (2014), Red de Apoyo a la Gestión Educativa
(2014) y Sandoval Manríquez (2014). Por tanto, los maestros debieran brindar a los
alumnos la confianza para participar durante las clases e introducir ejercicios que
favorezcan la participación de todos, así como se hizo saber desde el Departamento
de Educación, Cultura y Deporte (2007), y por Escobar Medina (2015), García et al.
(2006) y Murillo Pacheco (2010). Al respecto, este último autor señaló que dicho acto
iría concibiendo aprendizajes como la tolerancia, el reconocimiento de los errores y la
escucha asertiva. Asimismo, la idea de analizar el currículo escolar, con el propósito de
que en este sobresalga la misma participación (Vidanes Díez, 2007) cobra importancia,
siendo esta una forma de irla incorporando en el proyecto didáctico de las escuelas
(Muñoz Quezada et al., 2014).
En lo que corresponde a las Sanciones (amonestación verbal, escrita y citar a los
padres de familia), al ser aplicadas en la escuela, se está contribuyendo a alcanzar una
mejor convivencia, un hallazgo coincidente hasta cierto punto con lo abordado desde la
Secretaría de Educación Pública del estado de Puebla (2016), y por Ruiz Cuéllar (s.f.),
Landeros y Chávez (2015) y Colom et al. (2010).
Cabría analizar la idea direccionada a la importancia que tienen los reglamentos
escolares (en los cuales están incluidas las sanciones) para educar en la convivencia
(Ochoa Cervantes & Diez Martínez, 2013), siendo que dichas sanciones pudieran
ser los exhortos por escrito y el entablar diálogos entre docentes, alumnos y padres
(Gobierno del estado de Nuevo León, 2016). Además, los factores Atención, Participa-
ción y Sanciones se relacionan entre sí. Por ello, cuando se estimula la participación y
se implementan las sanciones en los aspectos ya abordados, se está contribuyendo a
contar con una mejor atención en el aula.
Con respecto a las Condiciones del aula, mientras este espacio cuente con ventila-
ción, temperatura e iluminación adecuadas, se estará mejorando la Convivencia escolar.
Tal hallazgo coincide con otros reportes que han dado a conocer el valor de cumplir
con estos criterios porque vienen a promover los procesos comunicativos (INIFED,
2013; SEP, s.f.a.) y el progreso armónico de las acciones (influyendo en las conductas
del estudiantado) (Rodríguez Vite, s.f.), actos que están asociados con una adecuada
convivencia.
Por otra parte, Condiciones del aula y Sanciones se relacionaron, razón por la cual
es primordial que los salones de clases cuenten con una adecuada ventilación, tempe-
ratura e iluminación, una gestión que, de llevarse a cabo, podría estar disminuyendo
la cantidad de amonestaciones verbales y escritas que reciben los alumnos y de cita-
torios para padres. Dicha manifestación ya había sido descrita de manera semejante
por Morales Rivas et al. (2014); por ello, la propuesta de Quintero Corzo et al. (2015)
cobra relevancia ya que va orientada a incluir en los planes de desarrollo, estrategias
de mejora en las condiciones citadas para regular las interacciones en las escuelas.
En definitiva, se puede concluir que algunas acciones, tanto de los docentes (invo-
lucramiento) como de las autoridades educativas (condiciones del aula), pudieran dar
paso a mejorar la convivencia escolar. Es un hecho que los maestros poseen en su actuar
una herramienta muy valiosa. Por tanto, pequeñas modificaciones en sus labores esta-
rían generando cambios positivos, de ahí la relevancia que tienen los docentes y todas
las personas que de alguna u otra manera están involucradas en el mantenimiento y
equipamiento de las aulas.
Finalmente, se debe resaltar que, tras el desarrollo del presente trabajo, se abren
nuevas perspectivas para el abordaje de la convivencia escolar, esto es, la generación
de un modelo teórico, examinado a través de una técnica multivariada avanzada
y verificado empíricamente, brinda las pautas para realizar este tipo de análisis en
investigaciones posteriores, un acto que permitirá establecer líneas claras de acción en
la práctica educativa para beneficio de los alumnos de bachillerato.
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Resumen
Abstract
The purpose of this study is to monitor twenty-two students diagnosed as having high
mathematical ability in the 2011/2012 academic year, when they were studying 5th year of
Primary Education. They form the group positioned at the highest level of the Mathematical
Competence Assessment Battery (BECOMA, García-Perales, 2014), an instrument used to
decide the degree of mathematical ability of the students evaluated. In the 2017/2018 acade-
mic year, new data about the twenty-two students were collected in order to analyze their
personal and academic trajectories and verify the degree of stability of the diagnosis made.
It is an ex post facto, descriptive and quantitative study. The results indicate that the group
maintains the high mathematical capacity six years later, which confirms the diagnostic
validity of the BECOMA although the observed empirical trend is a slight decline in the
results in 2017/2018. There are no statistically significant differences between male and female
students. The school trajectory is also important in these students, and their educational
attention should be more visible.
Keywords: educational diagnosis; academic performance; high capacity; mathematical
competence; indicators of high mathematical competence.
Introducción
Los procesos educativos incluyen retos sociales que generan un debate alrededor
de la definición de cuáles deberían de ser los aprendizajes fundamentales a adquirir
por el alumnado a lo largo de la escolarización obligatoria, haciendo indispensa-
ble la integración del trabajo por competencias en las programaciones didácticas
(Méndez, Méndez, & Fernández-Río, 2015) y considerando la formación docente
un pilar básico, decisivo incluso, de la calidad del proceso (Escudero, González, &
Rodríguez, 2018).
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) comenzó
en 1997 el proyecto PISA (Program for International Student Assessment). En él, la
competencia matemática se constituye como área de evaluación, siendo valorada de
manera prioritaria en las ediciones de 2003 y 2012. En la edición de 2012 se define como
(Instituto Nacional de Evaluación Educativa -INEE-, 2013, pp. 12-13):
Como todos los estudiantes, los que tienen potencialidades superiores deben parti-
cipar de una educación inclusiva de calidad. Algunas investigaciones afirman que en
las escuelas españolas apenas existen escolares con rendimiento bueno o strong perfo-
mers, nivel 5 de PISA, y muy bueno o top performers, nivel 6 de PISA (García-Perales &
Jiménez, 2016; INEE, 2013; OCDE, 2009, 2013, 2016), extremo del que sería principal
responsable el sistema en sí que no logra desarrollar la capacidad y el talento (mate-
mático) allí donde existe.
Todo proceso educativo deberá estar guiado por los ejes calidad-equidad-educa-
ción (Torres & Castillo, 2016), donde además de las aptitudes cobren importancia
las actitudes. En el caso de la competencia matemática existen investigaciones que
señalan que el interés y la motivación de los alumnos y alumnas por las Matemáti-
cas es bajo y que disfrutan poco con su aprendizaje (Cerda et al., 2016; De La Rosa,
2007; Cleary & Chen, 2009; OCDE, 2013), existiendo un componente afectivo en su
adquisición que el profesorado debería considerar (Cerda, Pérez, Romera, & Casas,
2017; Mato, Espiñeira, & Chao, 2014). Es decir, el profesorado deberá de hacer uso de
métodos de enseñanza que contemplen las actitudes del alumnado (García-Perales,
2017; Gasco, 2016; Gutiérrez-Gutiérrez, Gómez, & Rico, 2016; Muñoz & Mato, 2008;
Nortes & Nortes, 2016), y las expectativas hacia los estudiantes que en ocasiones
existen y que pueden incidir en su rendimiento en la área de Matemáticas (Tourón,
Lizasoaín, Castro, & Navarro, 2012). La trascendencia de esta área es obvia y su gene-
Método
Objetivos
Población y Muestra
La muestra la componen los 22 escolares diagnosticados con alta capacidad
matemática en 2011/2012. En el momento del diagnóstico estaban escolarizados en
5º de Educación Primaria y fueron seleccionados de una muestra estratificada de
712 escolares representativa de la población de ese nivel para la provincia de Alba-
cete, equivalía al 17,94% de la población escolar. Son el 3,1% de los 712 estudiantes
que respondieron a la BECOMA y sus puntuaciones en ella oscilaron entre 59 y 68,
siendo 68 la puntuación techo. Las características distintivas de estos escolares se
resumen en la tabla 1.
De forma resumida, estas características fueron: sexo, 14 alumnos (63.64%) y 8
(36.36%) alumnas; entorno, 18 escolares (81.81%) en centros urbanos y 4 (18.19%) en
rurales; titularidad del centro, 20 escolares (91.91%) en centros públicos y 2 (9.09%) en
privados-concertados; no existencia de repetidores de curso; rendimiento académico
en el área de Matemáticas, 18 escolares tenían sobresaliente, 3 notable y 1 bien; interés
y motivación hacia el área de Matemáticas según el punto de vista del docente, con
mucho interés 19 escolares, 2 bastante y 1 regular; interés y motivación hacia el área
de Matemáticas según el punto de vista del propio escolar, 16 escolares tenían mucho
interés y 6 bastante; elevada aptitud matemática a juicio del tutor, 8 escolares (36%)
no tenían elevada aptitud matemática y 14 sí; BADyG-E3, puntuación centil media de
92 y un CI promedio de 141; alta capacidad detectada, de los 22 escolares, 2 contaban
con un diagnóstico de altas capacidades intelectuales realizado por los Servicios de
Orientación de sus centros educativos.
Variables e Instrumentos
Características de la muestra del nivel superior de rendimiento en la BECOMA. Curso académico 2011/2012
Resultados
Escala
Rendimiento Interés Interés Elevada
Nº BADyG-S Wechsler Alta
Sexo Entorno Titularidad Repetición académico según según aptitud
escolar (centil/CI) (centil/ capacidad
Matemáticas docente escolar matemática
CI)
1 Mujer Urbano Público No Notable 4 3 No 88/125 95/124 No
2 Hombre Rural Público No Sobresaliente 5 5 No 93/131 No No
3 Hombre Urbano Público No Sobresaliente 5 5 No 99/145 No No
4 Hombre Urbano Público Sí Suficiente 2 1 No 99/145 No No
5 Hombre Urbano Público No Sobresaliente 5 5 Si 97/139 99/145 Si
6 Hombre Urbano Público No Sobresaliente 5 5 Si 94/133 99/136 Si
7 Hombre Urbano Público No Notable 3 2 No 87/124 No No
8 Mujer Urbano Público Sí Bien 2 1 No 93/131 No No
9 Mujer Urbano Público No Notable 4 3 No 88/125 No No
10 Mujer Urbano Público No Sobresaliente 5 5 No 96/137 No No
11 Mujer Urbano Público No Sobresaliente 5 5 No 99/145 No No
12 Hombre Urbano Público No Sobresaliente 5 5 No 92/130 No No
13 Hombre Urbano Público No Sobresaliente 5 5 Si 95/135 No No
La tabla 3 recoge los estadísticos descriptivos de las variables medidas en los dos
momentos.
Tabla 3
2011/2012 2017/2018
Variables
Mín Máx M DT Asim Curt Mín Máx M DT Asim Curt
Rendimiento
académico 3 5 4.77 .53 -2.39 5.46 2 5 4.50 .80 -1.83 3.48
Matemáticas
Interés
3 5 4.82 .50 -2.91 8.43 2 5 4.41 .96 -1.67 2.00
docente
Interés
4 5 4.73 .46 -1.10 -.89 1 5 4.09 1.34 -1.35 .72
escolar
Elevada
aptitud 1 2 1.36 .49 .61 -1.80 1 2 1.77 .43 -1.40 -.06
matemática
Entorno 1 2 1.18 .39 1.77 1.25 1 2 1.09 .29 3.06 8.08
Repetición 2 2 2 --- --- --- 1 2 1.91 .29 -3.06 8.08
Alta
capacidad 1 2 1.91 .29 -3.06 8.09 1 2 1.86 .35 -2.28 3.50
detectada
Sexo 1 2 1.36 .49 .61 -1.80 1 2 1.36 .49 .61 -1.80
Titularidad 1 2 1.09 .29 3.06 8.09 1 2 1.09 .29 3.06 8.08
Fuente: Elaboración propia
Tabla 4
cluyen que las actitudes de los estudiantes hacia esta área son importantes, inciden
en el rendimiento y el autoconcepto y deben de tenerse presente en la planificación
y desarrollo de las programaciones didácticas del área de Matemáticas (Cueli, Gar-
cía, & González-Castro, 2013; INEE, 2013; Mato, Espiñeira, & Chao, 2014; Tourón,
Lizasoaín, Castro, & Navarro, 2012).
Para las variables dicotómicas aparece lo siguiente:
Tabla 5
La variable entorno, tal y como se refleja en la tabla 6, es la única que arroja diferen-
cias estadísticamente significativas. Ello es debido a que en 2011/2012 había 4 escolares
en centros rurales y 18 en urbanos; en 2017/2018 había 2 estudiantes en centros rurales
y 20 en urbanos.
En elevada aptitud matemática a juicio del docente, en 2011/2012, 14 estudiantes
fueron considerados de elevada aptitud matemática (2 de ellos habían sido diagnos-
ticados con altas capacidades intelectuales por el Servicio de Orientación escolar) y
8 no; en 2017/2018 solo 5 estudiantes fueron valorados positivamente (tres de ellos
habían sido diagnosticados con altas capacidades por los Servicios de Orientación) y
17 no. La precisión de los juicios evaluativos del profesor en este campo es una cues-
tión lábil y compleja y, en todo caso, es visible la necesidad de mejorar su formación
(Escudero, González, & Rodríguez, 2013, 2018; Zeichner, Payne, & Brayko, 2015) tanto
en el campo de la matemática (Gutiérrez-Gutiérrez, Gómez, & Rico, 2016; INEE, 2013;
Nortes & Nortes, 2013, 2016; Rico, Gómez, & Cañadas, 2014) como en el de los más
capaces (García-Perales, 2017).
En cuanto a la repetición de curso, en 2011/2012 ningún escolar había repetido. En
2017/2018 aparecen dos repetidores, los escolares número 4 en 2º de la ESO (CI 155 en
el BADYG E-3) y la número 8 en 1º de la ESO (CI 150 en el BADYG-E3).
Respecto a la alta capacidad detectada, en el 2011/2012 la muestra tenía dos
escolares que habían sido diagnosticados con altas capacidades intelectuales por
los Servicios de Orientación; en 2017/2018 había aumentado a tres. Los estudiantes
diagnosticados por la BECOMA con alta capacidad matemática no han sido consi-
derados como tales por los Servicios de Orientación escolar. En los seis años que
median entre ambas evaluaciones, solo el escolar número 5 que en 2011/2012 obtuvo
" ""
" "
""
""""
"
rendimiento académico de bien y la mayor puntuación del curso en la BECOMA, ha
sido diagnosticado como tal, lo que unido a los dos identificados con anterioridad a
esa fecha, sitúa la prevalencia delFdiagnóstico
FFF9FF oficial en tres casos o el 13.64% de los
FFFFFFFFF
22 escolares
9F +F Fubicados en elF
!F nivel 7 o nivel superior
*F deF
F F competencia
F F Fmatemática. Nin-
-/8206F F F ..F
guno de losFFF!F3FF!F
F 22 estudiantes participa en programas de enriquecimiento, flexibilización
FFF%8F F
curricular
F F ..Fosimilar. EstaF
F escasez de Festudiantes
Fdiagnosticados con alta"$*F
F 9F capacidad es
un
aspecto
F Fsensible
8FaF
revisar en laF
$F praxis educativa
F (Almeida & Oliveira,
F 2010; Gagné,
F F F F
2015; Muñoz & Espiñeira, 2010; Sastre, 2014).!F>F7F
!9F.,-,;F&9F
FFFF!FFF"F Por otra parte, la “congruencia entre el
sistema
.,-1;F de )$Fidentificación
7F )9Fy.,-,;F
la intervención posterior
9F .,-0?8F F Fes tan F
9F importante,
B FqueF
podríaF
ser considerada la ‘regla de oro’ de la educación del alumnado con altaF'FF
FF*F#FF!*FFFF9F capacidad
intelectual” (Renzulli
F F BF &FGaesser,
CF F2015,
F p. *F
104) ¿NoFtenemos
F alumnos capaces
F F o se
F
los tragaCF
el >$
sistema?F 7F 9F .,-19F 8F -,0?F = F F F F F F F
FF<F
b) Congruencia de los resultados de 2017/2018 en el BADyG-S en comparación
b) con los obtenidos
Congruencia de los enresultados
2011/2012 de en 2017/2018
el BADyG-E3 en yelen la BECOMA
BADyG-S en comparación
con los obtenidos en 2011/2012 en el BADyG-E3 y en la BECOMA
FEn el BADyG-S aplicado en 2017/2018, la muestra obtiene resultados similares
a los alcanzados en el BADyG-E3 en 2011/2012,
FF#E
FFF.,-3D.,-49FF tal y como puede
FF observarse en la
FFFF
Figura 1:
$FFF#E/FF.,--D.,-.9FF#FF F!FFF F-:F
F
-2,F
-0,F
-.,F
-,,F
4,F
2,F
0,F
.,F
,F
-F .F /F 0F 1F 2F 3F 4F 5F -,F --F -.F -/F -0F -1F -2F -3F -4F -5F .,F .-F ..F
#E/F #E F
"FF FF
Figura 1. Cociente intelectual FFF#E/F#FFF#E
F
del alumnado en el BADyG-E3 y en el BADyG-S
Fuente:
:F*FF
Elaboración propia
F
F
F
F
F
RIE, 2020, 38(2), 415-434
"" "!"
+
+
'+
++
++ +
+
Seguimiento de un grupo de alumnos y alumnas con alta capacidad matemática 427
B1B
Tabla 6
B
+
+
+
+
Estadísticos
+
para ambas pruebas psicopedagógicas
B
Prueba
Prueba Mín
Mín MáxMáx M M DT Asim
DT Curt
Asim Curt
BADyG-E3
BADyG-E3
121
121
155155 140.55 140.55
11.85 -.21
11.85
-1.39
-.21 -1.39
BADyG-S 122 145 133.68 8.01 .20 -1.23
BADyG-S 122 145 133.68 8.01 .20 -1.23
"!9B*BB
Fuente: Elaboración propia
BB!B1B B #B B B$B !" BB B "! BB B
En la tabla 6 se
!"! B$Bobservan las diferencias y similitudes en los resultados
BBB!B'BB"BB paraB
BB ambos
"! B
instrumentos y se aprecia la tendencia empírica a un ligero descenso de los resultados
B B B " B -+,2@-+,3B !B B -+,,@-+,-8B " B "B B B B
medios en el curso 2017/2018
BBB> respecto a 2011/2012, incluso cuando
?B"B:B'BB!B*;B se mide la capa-
B"B!BB"B
cidad
"BB$B7BB8B B B B!B B para
con la misma prueba (de ahí la alta correlación) solo que adaptada un BB
"!
grupo de mayor edad. Sin embargo, las diferencias habidas entre ambos resultados
B !# B !' !!B B " !B B "B !8B !:,8-,;B 5B /74,B :67++,;8B
no son significativas estadísticamente como muestra la prueba t, t(1,21) = 4.91 (p<.001),
*B730B:67++,;7BB
correlación .85 (p<.001).
B "B -B " !B B "! B ! B B B
B B -+,,@,-B $B B
La Figura 2 muestra
! B B los resultados
B $AB B ) B obtenidos enB
"& 7B B la BECOMA en 2011/12 By!
" B B "!" los 7B
obtenidos en el BADyG-S seis años después. Se hace uso de puntuaciones
B"B B" BBB!B!%!B$B"BB$A.B centiles.
Recordemos que B!
"B"BB ambas pruebas miden la competencia matemática y que el BADyG-
B" BB#BB
7B
E3 fue Buno de los criterios usados para validar la BECOMA.
,++B
40B
4+B
30B
3+B
20B
,B -B .B /B 0B 1B 2B 3B 4B ,+B ,,B ,-B ,.B ,/B ,0B ,1B ,2B ,3B ,4B -+B -,B --B
B
B B$AB
+"&+
Figura "!
2. Resultados en BBB
B$BBB$A+
la BECOMA y en el BADyG-S
"!9B*BB
Fuente: Elaboración propia
Tabla 7
Tabla 8
Discusión y conclusiones
BADYG-E3 fueron de 92 como media de centil y 141 de CI. De ellos, solo dos estaban
diagnosticados con altas capacidades.
En el curso 2017/2018 dicho grupo ha sido nuevamente evaluado en las mismas
características que en 2011/2012. La consistencia de los resultados entre las medidas
repetidas es alta y las diferencias observadas en ellas entre ambos periodos no alcan-
zan la significación estadística. Es decir, seis años después el grupo mantiene el alto
rendimiento en Matemáticas y vuelve a ser descrito nuevamente por su profesorado
y por ellos mismos con alto interés y motivación hacia las Matemáticas y con un buen
promedio en el BADYG-S (centil promedio 93.32, CI medio 133.68). Estos resultados
cabe interpretarlos como un aval a la validez diagnóstica de la BECOMA. De los 22
estudiantes, tres estaban diagnosticados con altas capacidades lo que vendría a sig-
nificar una praxis restrictiva y un tanto rígida de la evaluación psicopedagógica que
llevan a cabo.
Aunque las diferencias encontradas entre ambos periodos no alcanzan la signifi-
cación estadística, los datos originales indican que, respecto a 2011/2012, en 2017/2018
los cambios producidos apuntan a un ligero descenso de los resultados de los estu-
diantes en las características consideradas, tanto en la prueba psicopedagógica BADyG
(BADyG-E3 y BADyG-S) como en el rendimiento académico en Matemáticas y en el
interés y motivación hacia el área de Matemáticas según el punto de vista del docente
y del propio escolar. El leve descenso afecta más a las chicas que a los chicos. Así, el
rendimiento en Matemáticas ha descendido en la mitad de la muestra femenina y
también parecen afectarle más los leves descensos motivacionales y de confianza en
sí mismas, si bien el sexo no arroja diferencias significativas entre los dos periodos en
las características medidas. Sería interesante observar si ambos sexos optan a medio
plazo por carreras del ámbito STEM.
Por otro lado, los juicios y estimaciones del profesorado sobre la capacidad
matemática de los estudiantes y sobre su motivación e interés hacia esta área de
conocimientos y hacia la alta capacidad de los estudiantes, fluctúan de un periodo
a otro, lo que parece indicar dificultades en el profesorado para la identificación de
las potencialidades del alumnado más capaz. No sería de extrañar dado que estos
estudiantes vienen siendo invisibles en la escuela y, particularmente, las niñas. Un
estudio reciente (Pérez & Jiménez, 2018) señala que estos estudiantes no se mencionan
explícitamente en el Plan de Atención a la Diversidad de los centros educativos pese
a ser el instrumento básico para planificar, implementar y evaluar las medidas de
atención a la diversidad; que un alto porcentaje de profesores dice que en sus centros
no existen escolares con alta capacidad y que caso de existir, no sabrían reconocerlos.
Por otra parte, la baja prevalencia de estudiantes diagnosticados con alta capacidad a
nivel nacional, el 0,33% en el curso 2016/2017 (Ministerio de Educación y Formación
Profesional, 2019), nos lleva a proponer la revisión de estas prácticas en la escola-
ridad obligatoria a fin de que el punto de corte sea más amplio y la escuela pueda
fomentar tempranamente la alta capacidad, particularmente, la de los estudiantes
procedentes de los entornos sociales más precarios. Gagné (2015) considera que sobre
el 10% sería un punto de corte razonable. Remover las malas prácticas equivale a
reconocer que la alta capacidad no está reñida con repetir curso (práctica que debería
ser sumamente excepcional), con tener descenso del rendimiento o rendimiento nor-
mal o con evaluarse con excesiva autocrítica como suele ser el caso de la población
femenina. Como todos los estudiantes están sometidos a los vaivenes de la vida y
tienen que afrontar, además, algunos retos sociales y emocionales específicos debido
a su capacidad (Neihart, Pfeiffer, & Cross, 2015).
También cabe concluir sobre la importancia de la trayectoria escolar. Se ha
constatado que los escolares con mayor rendimiento no siempre se muestran más
motivados intrínsecamente por la materia. En el caso de la competencia matemática,
profundizar en el dominio afectivo matemático debería ser un objetivo educacional
por sí mismo (Palacios, Arias, & Arias, 2014). El docente tendrá que atender a los
intereses y motivaciones cara a prevenir y reducir el rechazo y el fracaso escolar
que esta área genera (Choi & Calero, 2013; Guven & Cabakcor, 2013). Su formación
competencial (Méndez, Méndez, & Fernández-Río, 2015) y matemática (Cleary &
Chen, 2009; Gutiérrez-Gutiérrez, Gómez, & Rico, 2016; Nortes & Nortes, 2016; Rico,
Gómez, & Cañadas, 2014). será también importante en la consecución de estos fines.
Y deberá de ser consciente de que la prioridad de los procesos educativos recae
sobre el estudiante y su aprendizaje y no sobre el propio docente y su metodología
de enseñanza.
El contenido de este artículo tiene relevancia escolar y social y parece obligado
replantearse, por un lado, la importancia del diagnóstico y la delimitación de caracte-
rísticas distintivas de los escolares con altas capacidades y, por otro, la generalización
de innovaciones y mejoras escolares y sociales que el trabajo con ellos puede acarrear
a corto, medio y largo plazo. Los criterios e indicadores utilizados en esta investigación
son tradicionalmente usados para detectar las potencialidades del alumnado y, por
ende, criterios a tener presentes en estudios de índole pedagógica. La generalización
de investigaciones de este tipo es imprescindibles ante la invisibilidad y el ostracismo
de estos escolares en las aulas, problema más agudizado si cabe tras observar nueva-
mente, con un intervalo de seis años, las dificultades de los docentes para diagnosticar
las capacidades superiores y dar apoyo desde la práctica escolar. Hay que hacer todo
lo posible en educación por sacar a la luz sus potenciales.
Por último, otorgar aliento al profesorado por su participación en esta investi-
gación y por su papel trascendente en los procesos educativos de los escolares más
capaces. Su capacitación y su rol en el aumento del bienestar personal, académico
y emocional de todo el alumnado, incluyendo los de rendimiento y capacidades
superiores, es fundamental, más si cabe cuando hay desajustes entre lo que un
estudiante hace o es capaz de hacer y lo que realmente ejecuta o transmite con su
desempeño habitual.
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Jessica Nájera Saucedo*, Martha Leticia Salazar Garza*, Ma. de los Ángeles Vacio Muro* y Silvia
Morales Chainé**
*Departamento de Psicología. Centro de Ciencias Sociales y Humanidades. Universidad Autónoma de Aguascalientes
(México)
**Departamento de Psicología. Facultad de Psicología. Universidad Nacional Autónoma de México (México)
Resumen
El objetivo del presente trabajo fue comprobar el modelo de rendimiento académico que pro-
pone la teoría Social-Cognitiva del desarrollo de Carrera, para dicho propósito se construyeron
tres escalas que evalúan la autoeficacia, expectativas de resultado y establecimiento de metas
en relación con el rendimiento académico en general en población mexicana. La validez de
constructo de cada escala se realizó por medio de jueceo, piloteo y aplicación definitiva a una
muestra de 300 estudiantes de bachilleratos de Aguascalientes. Se realizaron pruebas t de student,
análisis factoriales exploratorios y confirmatorios, y finalmente se obtuvo el coeficiente Alpha de
Cronbach para establecer la confiabilidad. La escala de autoeficacia se conformó por 15 reactivos
y cuatro dimensiones: estrategias de aprendizaje, cumplimiento de normas, enfrentamiento
de situaciones adversas y estrategias de organización. La escala de expectativas de resultado
se conformó de 10 reactivos y tres dimensiones: continuación de los estudios, reconocimiento
académico y reconocimiento familiar. La escala de establecimiento de metas estuvo conformada
por 9 reactivos y dos dimensiones: metas académicas a corto plazo y metas académicas a largo
plazo. Los resultados de la presente investigación permitieron concluir que las tres escalas
obtuvieron una consistencia interna, validez factorial y concurrente adecuadas. El análisis de
Correspondencia: Jessica Nájera Saucedo, [email protected], Av. Universidad, 940, Ciudad Univer-
sitaria, 20131, Aguascalientes (México).
regresión múltiple mostró que el mejor modelo de rendimiento académico es aquel que incluye
a las variables de rendimiento anterior, autoeficacia y expectativas de resultado. En conclusión,
se obtuvieron tres escalas que evalúan tres variables cognitivas, con sustento empírico para el
empleo del modelo de rendimiento académico en adolescentes mexicanos.
Palabras clave: modelo de rendimiento académico; escalas de evaluación; validez;
bachillerato.
Abstract
The aim of the present study was to verify the model of academic performance proposed in
the Social Cognitive Career theory. For this purpose, three scales were constructed to evaluate
self-efficacy, outcome expectations and goals setting in relation to general academic performance
in the Mexican population. The construct validity of each scale was obtained through expert
judgement, piloting and final application to a sample of 300 high school students of Aguasca-
lientes. Thus, student t tests, exploratory and confirmatory factorial analyses were performed,
and finally the Cronbach’s Alpha coefficient was obtained to establish reliability. The scale of
self-efficacy was composed of 15 items and four dimensions: learning strategies, compliance
with standards, confronting adverse situations and organizing strategies. The scale of outcome
expectations was composed of 10 items and three dimensions: continuation of studies, acade-
mic recognition and family recognition. The goals setting scale was composed of 9 items and
two dimensions: short-term academic goals and long-term academic goals. The results of the
present investigation allowed us to conclude that the three scales obtained adequate internal
consistency, factorial and concurrent validity. The multiple regression analysis showed that the
best academic performance model is one that includes the variables of previous performance,
self-efficacy and outcome expectations. In conclusion, we obtained three scales that evaluate
three cognitive variables, with empirical support for the use of the academic performance model
in Mexican adolescents.
Key words: Academic performance model; Scale evaluation; Validity; high school.
Introducción
kett (1994) postula una serie de modelos para comprender el desarrollo de intereses
vocacionales, elección de carrera y rendimiento académico. En particular, el Modelo de
Rendimiento Académico (MRA) se explica a través de la relación de cuatro variables:
el rendimiento académico anterior, las creencias de autoeficacia, las expectativas de
resultado y el establecimiento de metas.
Tanto el rendimiento académico actual como el rendimiento anterior, se evalúan
a partir de las calificaciones (Lent et al., 1994). La variable de autoeficacia se refiere
a las creencias sobre las propias capacidades para organizar y llevar a cabo determi-
nadas acciones (Bandura, 1999). Las expectativas de resultado son definidas como las
posibles consecuencias imaginadas si se llevan a cabo determinadas conductas (Lent
et al., 1994). Mientras que las metas, Bandura (1986) las define como la determinación
que tiene una persona de involucrarse en cierta actividad o de conseguir un resultado
determinado en el futuro.
Cada una de estas variables influyen de manera diferencial sobre el rendimiento
académico. Las creencias de autoeficacia tienen una influencia directa sobre el ren-
dimiento académico, las expectativas de resultado y el establecimiento de metas, y
una influencia indirecta sobre el rendimiento académico a través del establecimiento
de metas. Es decir que, las altas creencias de autoeficacia propiciarán un buen
rendimiento académico, expectativas de resultado positivas y que los estudiantes
establezcan metas académicas. Por su parte, el establecimiento de metas también
mantiene una influencia directa sobre el rendimiento académico, mientras que las
expectativas de resultados influyen solo indirectamente en el rendimiento acadé-
mico por medio del establecimiento de metas, es decir que, si el estudiante tiene
expectativas de resultado positivas de su rendimiento, esto influirá en que establezca
metas académicas, lo que favorecerá entonces para obtener un buen rendimiento
académico (Lent et al., 1994).
Para evaluar los postulados de la SCCT es necesario contar con instrumentos váli-
dos y confiables que permitan la medición de los constructos de esta teoría. Cupani
y Gnavi (2007) realizaron la adaptación de las escalas de autoeficacia, expectativas
de resultado y establecimiento de metas para el rendimiento académico en mate-
mática con adolescentes argentinos. La escala de autoeficacia se adaptó de la escala
original de Pajares (1996), mientras que las escalas de expectativas de resultado y
metas de rendimiento en matemática se adaptaron de la escala original de Fouad
y Smith (1997).
Las escalas de autoeficacia y de metas de rendimiento académico en matemática
resultaron tener propiedades psicométricas aceptables. Sin embargo, la escala de
metas en matemática no evidenció el poder predictivo del rendimiento académico y
la escala de expectativas de resultado obtuvo valores de consistencia interna debajo
de lo recomendable (.70). Los autores señalaron que sus hallazgos podrían deberse al
medio cultural dónde fue aplicada la prueba y por cuestiones como la operacionaliza-
ción de la variable (Cupani & Gnavi, 2007). Por lo que decidieron realizar los ajustes
pertinentes en un segundo estudio.
Cupani (2010) llevó a cabo un segundo estudio en el que se crearon nuevos reactivos,
mediante la técnica de grupos focales con adolescentes argentinos y una aplicación
piloto. Después, se realizó la aplicación de las nuevas escalas y la escala de autoeficacia
Método
Participantes
Materiales
Guía de entrevista semiestructurada de grupo focal: tuvo por objetivo guiar la sesión
del grupo focal. Incluye la descripción de las actividades a realizar, instrucciones y
preguntas clave. Explora las actividades que los estudiantes realizan para lograr un
buen rendimiento académico, las consecuencias de mantener un alto o bajo rendimiento
académico en la escuela con los profesores, en casa, con la familia e individualmente
y las metas académicas a corto y largo plazo. Esta guía se elaboró exprofeso para este
estudio.
Consentimiento informado: tuvo como objetivo dar a conocer al adolescente el propó-
sito de la investigación, las condiciones éticas, procedimentales y la confidencialidad
de los datos.
Escala de autoeficacia: mide las creencias sobre las propias capacidades para realizar
acciones con el objetivo de obtener un alto rendimiento académico, compuesta por
22 preguntas con escala de respuesta tipo Likert, con cuatro opciones de respuesta:
nada, poco, mucho y totalmente. Se construyó con la información obtenida a partir
de grupos focales.
La construcción de las escalas se realizó con base en las Normas para el desarrollo
y revisión de estudios instrumentales de Carretero-Dios y Pérez (2005). La creación de
reactivos para las escalas de autoeficacia, expectativas de resultado y establecimiento
de metas académicas se obtuvieron a partir de grupos focales. La muestra total de los
grupos focales fue de 32 adolescentes de tercero y quinto semestre, inscritos en bachi-
lleratos de Aguascalientes, de los cuales 59.4% eran hombres y 40.6% eran mujeres con
edades que oscilaban entre los 15 y 19 años con un promedio de 16.4 años. Todos con
promedio de calificaciones entre 8 y 10.
En total, se realizaron cuatro grupos focales, uno correspondió al grupo piloto. Las
sesiones se realizaron bajo la guía de entrevista previamente descrita. La duración de
cada sesión fue de aproximadamente 1 hora y fueron videograbadas. Con base en el
código ético del psicólogo (Sociedad Mexicana de Psicología, 2010) a cada grupo se le
explicó el objetivo del estudio y se le garantizó la confidencialidad de los datos. Final-
mente, se les entregó un consentimiento informado por escrito con dicha información
que debían firmar.
La información que se obtuvo con los grupos focales se transcribió, se analizaron
las respuestas de los asistentes, y se redactaron los reactivos en concordancia con los
objetivos del estudio. Una vez generado el banco de reactivos, se establecieron cate-
gorías para las variables de expectativas de resultado y establecimiento de metas, en
correspondencia a la manera en cómo se exploró la información en los grupos foca-
les. Mientras que para la variable de autoeficacia no se definieron categorías, pues la
exploración de dicha variable se realizó de manera general.
Una vez que se elaboraron los reactivos, se definieron las opciones de respuesta
y se diseñó el formato de las escalas, se solicitó la evaluación de tres jueces exper-
tos, quienes revisaron las instrucciones, las opciones de respuesta, la redacción de
los reactivos y la concordancia que tenían éstos con las dimensiones propuestas y
las definiciones operacionales de las variables. Se atendieron las observaciones que
realizaron los jueces considerando el 80% de concordancia entre estos. Los jueces
sugirieron algunos cambios, los cuales se realizaron para una segunda revisión por
parte de los jueces, a fin de asegurar la validez de constructo.
Se realizó una prueba piloto de las tres escalas con estudiantes de bachillerato a
fin de verificar que tanto las instrucciones como la redacción de los reactivos fueran
comprensibles. Después de dicha aplicación, las escalas no requirieron de adecuaciones.
La muestra piloto estuvo conformada por 64 estudiantes que cursaban el 4°semestre
de una preparatoria pública, en el turno vespertino. El 53.1% eran hombres y 46.9%
mujeres, con una edad promedio de 16.39 (DE= .581). Esta aplicación permitió estimar
el tiempo promedio para responder el instrumento.
Una vez garantizada la validez de constructo de las escalas se realizó una aplica-
ción de las mismas con una muestra (descrita en la sección de participantes) de 300
estudiantes de dos bachilleratos públicos de la ciudad de Aguascalientes. Con los
datos obtenidos se realizaron análisis estadísticos mediante el paquete estadístico
SPSS en la versión 20.0. Como primer paso se ejecutó un análisis de discriminación
de reactivos utilizando la prueba t de Student para muestras independientes y se
obtuvo la correlación ítem-calificación-total. Después los reactivos fueron sometidos
a pruebas de esfericidad de Barlett y el coeficiente Kaiser-Meyer-Olkin para justificar
o no el análisis factorial. En seguida, se llevó a cabo el análisis factorial exploratorio
de componentes principales a través de una rotación ortogonal mediante el método
Varimax. Posteriormente, con la finalidad de probar la estructura factorial obtenida,
se realizó un análisis factorial confirmatorio a través del modelo de ecuaciones
estructurales, utilizando el paquete estadístico AMOS versión 20. A continuación, se
obutvo el índice de confiabilidad mediante el Alpha de Cronbach, para cada escala
en general y para sus diferentes dimensiones. La validez concurrente del instrumento
se obtuvo mediante correlaciones de Pearson entre las tres escalas construidas y la
información académica solicitada.
Por último, con el objetivo de realizar la comprobación del modelo de rendimiento
académico, se realizaron análisis estadísticos de predicción a través del modelo de
regresión lineal múltiple de modo jerárquico.
Resultados
Validez de constructo
Los análisis estadísticos realizados con la prueba t de Student para muestras inde-
pendientes para los 22 reactivos de la escala de autoeficacia, 16 reactivos de la escala
de expectativas de resultados y 17 reactivos de la escala de establecimiento de metas
con la muestra final de 300 estudiantes, mostraron que todos los reactivos discriminaron
entre el grupo con las calificaciones más altas y el grupo con las calificaciones más
bajas, al obtener una significancia estadística menor al .05. Además de que todos los
reactivos tuvieron correlaciones ítem- calificación-total mayores a 0.20, mediante el
Alpha de Cronbach.
Tabla 1
Definición de categorías
X,2++-3+/+77270.77 23*+17
2=113.161 gl= 84 Sig=.019
7
%
Figura %#7
7
777
77
3777
7
1. Análisis factorial confirmatorio de la escala de Autoeficacia. Muestra los cuatro factores y
7!77
77
7
47+2777"75
7777
los reactivos de cada factor, F1= Estrategias de aprendizaje (Incluso si tengo que crear mis propias
técnicas o estrategias de estudio, Incluso si tengo que entender y comprender los temas de las dife-
777$
777747
77777!7
rentes materias, Incluso si tengo que estudiar para mis exámenes, Incluso si tengo que investigar
77777747
7777777
información adicional por mi cuenta, Incluso si tengo que repasar los temas vistos en clase), F2=
#47
77777
(7
777
47
77
Cumplimiento de normas (Incluso si tengo que esforzarme en mis actividades escolares, Incluso
7777777
647,277775
777
si tengo que ser puntual en todas mis clases, Incluso si tengo que realizar y entregar a tiempo las
7"777
7
47
777777777
tareas, trabajos y proyectos), F3= Enfrentamiento de situaciones adversas (Incluso cuando no hay
47
7777"7!77777477!7!
647-27
un ambiente agradable en mi grupo, Incluso si las actividades son estresantes, Incluso si me siento
77
775
7
77!777777
con poca energía, Incluso si mis compañeros me critican por tener un buen rendimiento académico),
F4= 47
777
7747
7777
7
7%47
Estrategias de organización (Incluso si tengo que ser organizado en mis actividades académicas,
777
'77
777777
$
647.27
apuntes y útiles escolares, Incluso si tengo que tomar notas o hacer apuntes, Incluso si tengo que
trabajar en equipo).
77"
(75
77777"777
7
$
477!7)7
47
7777777
747
Para la escala de expectativas de resultado, el análisis factorial exploratorio mostró
777777637
7 la presencia de tres factores, conservándose 14 reactivos. De acuerdo con los criterios
para7
conservar reactivos,
7
7 7 considerados en 47
7 7 la escala anterior, se eliminaron
7 #7
7dos reactivos,
7
uno de ellos cargó en dos factores y otro reactivo no tuvo carga factorial igual o mayor
(77
777
47
#7+.7
377
7
77
a
7
.40. La escala obtuvo un
47
7
7 índice general de confiabilidad
7 de.896.
7 7
7 47 7 7
!%!%"#!%$
RIE, 7
2020, 38(2), 435-452
4
%4!04 4 4$4$04 /4444
4 !4#4"4 4&4
= !# 8= "= = = += = = ! = %= != !#= = !"#= =
444 J. Nájera Saucedo, M.L. Salazar Garza, Mª. Á. Vacio Muro y S. Morales Chainé
!= "= = %= = 70,7= = = !"#= "= )= = = =
74527=
!!8===!#====
Posteriormente, con el objetivo de probar la estructura !"!"=!=!8=
factorial obtenida, se llevó =#+=
a
cabo el análisis factorial confirmatorio mediante ecuaciones estructurales, empleando el8=
= = = ' = != != != " = !"!"
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paquete estadístico AMOS!) != =#
versión +=.,7=
20. Los resultados = "!
mostraron que= !="==
el mejor modelo
==" !="==9=,-2-704-=-/.8=-/,,-8=6=7,128=6=750-8=
propuesto fue el de: X²=61.481 gl=32, p=.001, RMSEA= .056, NFI= .941, RFI= .918, IFI=
6=TLI=
.971, 75-48=.959,
6=CFI=
753-8=.971.
6=
Con 75158=
este6=
análisis753-7=
se= != '
eliminaron = reactivos,
cuatro = = "!=
quedando
!# 8= "= &= !# = # = = ! = !
diez reactivos divididos en tres factores. El primer factor se le denominó Continuación7= = = != = =
+= !'4 4 4 !4 :7-,74,1;= = ! = !#
de los estudios (α=0.805) con tres reactivos, el segundo factor Reconocimiento académico 8= = "= !=
(α=0.779) 4&4:7-,7335;===!#
con cinco reactivos y el tercer factor Reconocimiento familiar (α=0.774) con dos4
=%==!=!=
4
reactivos. La escala obtuvo una confiabilidad general de .844 =
:7-,7330;= = = !# 7= = = !"#= "= (ver figura 2).= =
7400=:#="=.;7=
X.262-704-==6/.==67,,-=
=61.481 gl=32 Sig=.001
=
!4)7='
Figura 2. Análisis factorial
=!=!===
confirmatorio de la escala==$!!# == "!"
de Expectativas de resultado. !=
Muestra los tres
factores
=! y=!
los reactivos
=%= de cada factor,
=!# F1= Continuación de los estudios (Podré
===!8=-6=!"+== = entrar
!" a=:
(=!=
la universidad
de=="#
mi preferencia, Podré estudiar una maestría y/o
===8=
(= doctorado, Terminaré
!"="= una carrera universitaria),
!)=%<=!8=
(=
F2= Reconocimiento académico (Exentaré exámenes, Los profesores tendrán
"=="# !;8=.6=!=(=:$!(=$' expectativas positivas
8= = de
mí, Mis profesores me reconocerán y ubicarán por ser aplicado, Podré obtener puntos
=!'=$!!# = !# ==)8= = =='=%="'= extras en mis
materias, Tendré más comunicación con mis profesores), F3= Reconocimiento familiar (Mis padres o
= =8=
(=!="! =$! == =! 8=
(=' ="+==
tutores me darán permisos, confianza, libertad o apoyo, Mis padres o tutores, hermanos o familia esta-
= ;8=/6=!==: = ==!"! =='= 8=
rán orgullosos de mí).
&8=!==%8= = ==!"! 8= === !'=" ==
Finalmente, para la escala de establecimiento de metas, el análisis factorial explora-
torio mostró la presencia de tres factores, conservándose 17 reactivos. De acuerdo con
los criterios para conservar reactivos, se encontró =que dos reactivos cargaron en dos
04)()(04*+1)204.3.
5
5 X =43.553 gl=26 Sig=.017
2
)0+*1,,*50)-501'(.5
5 Figura 3. Análisis factorial confirmatorio de la escala de Establecimiento de metas. Muestra los dos
factores y los reactivos de cada factor, F1= Metas académicas a corto plazo (Entender los temas que se
$$!5
5
555
55
55155
imparten en mis materias, Subir mi promedio o calificaciones actuales, Tener un promedio 535
55
555
55
5
25(055
"
55
5 alto, Tener
una buena calificación en las materias que se me dificultan, Exentar algún examen en mis estudios
5555555255555
5
25 5
actuales, Aprender temas académicos por mi propia cuenta), F2= Metas académicas a largo plazo
5525 555
%5555555
255
(Entrar a la universidad, Terminar la preparatoria, Graduarme de la universidad).
&55555
2555
"
5555
425
Posteriormente, con el objetivo
)055
"
555 de probar la estructura factorial obtenida para la
5355525 5525
escala, se llevó a cabo el555415
análisis factorial confirmatorio mediante ecuaciones estruc-
turales, empleando el paquete estadístico AMOS versión 20. Los resultados mostraron
5 que el mejor modelo propuesto fue el de: X²=43.543 gl=26, p=.017, RMSEA= .048, NFI=
.963, RFI= .949, IFI= .985, TLI= .979, CFI= .985. Con este análisis se eliminaron cuatro
reactivos, quedando nueve reactivos en total y sólo se conservaron dos factores. Al
primer factor se le denominó Metas académicas a corto plazo (α=0.805) con seis reactivos
y al segundo se le denominó Metas académicas a largo plazo (α=0.798) con tres reactivos.
La escala obtuvo una confiabilidad general de .840 (ver figura 3).
Se calculó el índice de correlación de Pearson entre las tres escalas: autoeficacia (=
47.09, DE= 6.49), expectativas de resultado ( = 32.31, DE= 5.04) y establecimiento de
metas ( = 31.45, DE= 3.80) y se obtuvo una correlación positiva moderada estadística-
mente significativa entre los puntajes de las tres escalas: Autoeficacia y Expectativas de
resultado (r= .428, p=0.000), Autoeficacia y Establecimiento de metas (r= .499, p=0.000),
Expectativas de resultado y Establecimiento de metas (rp= .538, p=0.000).
A su vez, se calculó el índice de correlación de Pearson entre la variable de Promedio
del semestre anterior con las variables cognitivas. Se encontró una correlación negativa
baja significativa con la variable de establecimiento de metas (rp= -.118 p=.040). Mientras
que con las variables de Materias reprobadas en total se observaron correlaciones negativas
bajas, aunque significativas, con la variable de autoeficacia (rp=-.297 p=.000), expectativas
de resultado (rp=-.150 p=.010) y establecimiento de metas (rp=-.233 p=.000). Finalmente,
el análisis con la variable Calificaciones más frecuentes se tuvieron correlaciones signifi-
cativas positivas moderadas y bajas, con las variables de autoeficacia (rp=.535 p=.000),
expectativas de resultado (r=.258 p=.020) y establecimiento de metas (rp=.223 p=.048).
Tabla 2
Modelo R R2
1 .507 .257
2 .615 .378
3 .632 .400
4 .633 .400
A partir de los resultados que arrojaron los análisis anteriores puede decirse que
el modelo que mejor predice las variables relacionas con el rendimiento académico,
es el modelo número 3, dicho modelo incluye las variables de materias reprobadas
(rendimiento anterior), autoeficacia y expectativas de resultado. En la Tabla 3 se repor-
tan los valores Beta, el intervalo de confianza, t y P, demostrando que, después del
Rendimiento anterior (Materias reprobadas en total), las variables de Enfrentamiento de
situaciones adversas, correspondiente a la variable de Autoeficacia, y Continuación de los
estudios, correspondiente a la variable de expectativas de resultado, son las que mejor
predicen el Rendimiento académico.
Tabla 3
IC95%
Estrategias de aprendizaje
.028 -.004 .061 1.716 .087
(Autoeficacia)
Cumplimiento de normas
.020 -.040 .080 .647 .518
(Autoeficacia)
Enfrentamiento de
.092 .055 .128 4.951 .000
situaciones
adversas
(Autoeficacia)
Estrategias de organización
-.020 -.069 .030 -.778 .437
(Autoeficacia)
IC95%
Enfrentamiento de situaciones
.285 .056 .128 5.019 .000
adversas (Autoeficacia)
Estrategias de organización
-.029 -.062 .037 -.492 .623
(Autoeficacia)
Continuación de los estudios
.143 .014 .100 2.603 .010
(Expectativas de resultado)
Reconocimiento académico -.083 -.046 .007 -1.424 .156
(Expectativas de
resultado)
Reconocimiento
(Expectativas de familiar -.095 -.094 .005 -1.775 .077
resultado)
Materias reprobadas
4 -.398 -.391 -.234 -7.819 .000
en total
Estrategias de aprendizaje
.097 -.008 .059 1.505 .133
(Autoeficacia)
Cumplimiento de normas
.046 -.040 .081 .664 .507
(Autoeficacia)
Enfrentamiento de situaciones .284 .055 .128 4.974 .000
adversas (Autoeficacia)
Estrategias de organización
-.031 -.063 .037 -.512 .609
(Autoeficacia)
Continuación de los estudios
.136 .008 .100 2.310 .022
(Expectativas de resultado)
Reconocimiento académico
-.082 -.048 .009 -1.333 .183
(Expectativas de resultado)
Reconocimiento familiar
-.097 -.095 .004 -1.793 .074
(Expectativas de resultado)
Metas académicas a corto plazo .003 -.028 .030 .052 .958
Metas académicas a largo plazo .017 -.052 .070 .280 .780
Discusión
Por otra parte, llama la atención que solo la escala de establecimiento de metas
correlacionó negativamente con la variable de promedio del semestre anterior. Lo
que indicaría que a menor promedio mayor establecimiento de metas. Una posible
interpretación a este resultado es que cuando los estudiantes tienen un promedio bajo
se proponen mayores metas, para subsanar sus bajos resultados. Aunque también
puede ser que la variable promedio del semestre anterior tenga un sesgo de cálculo,
ya que esta fue obtenida mediante el auto-reporte de los estudiantes, y no mediante
bases oficiales de los bachilleratos, por políticas de confidencialidad. Además de que,
a diferencia de las variables materias reprobadas en total y calificaciones más frecuentes,
esta solo tuvo una correlación con una de las escalas.
Por su parte, la evaluación del modelo mostró que el mejor grupo de variables para
comprobarlo fue aquel que incluía a las variables de rendimiento anterior (materias repro-
badas), autoeficacia y expectativas de resultado, con un porcentaje explicativo moderado
(40%). Identificándose que la variable que presenta un mayor peso explicativo con la
muestra evaluada es la de rendimiento anterior, seguido por la variable de autoeficacia
y por último la variable de expectativas de resultado. Resultado diferente al reportado
por Cupani (2010) en su evaluación con adolescentes argentinos, ya que en su estudio la
inclusión de las tres variables aportó mayor porcentaje de explicación a su modelo. Lo
que no significa que la variable de establecimiento de metas sea irrelevante, solo que,
al ser agregada en el análisis de este estudio, la varianza de porcentaje explicativo no
aumentó, por lo cual se decidió optar por el modelo dónde no se incluía dicha variable.
Un hallazgo adicional del estudio es el que muestra que, las dimensiones de enfren-
tamiento de situaciones adversas (escala de autoeficacia) y continuación de los estudios
(escala de expectativas de resultados) fueron las que presentaron un mayor porcentaje
predictivo en el modelo, lo que hace suponer que las creencias sobre las capacidades
de realizar determinadas acciones académicas en situaciones adversas y el interés
por continuar estudiando, representa una mayor probabilidad de alcanzar un buen
rendimiento académico en los estudiantes evaluados. Este resultado representa una
posibilidad de estrategia de intervención con los estudiantes, ya que se podría entre-
nar a los jóvenes en el enfrentamiento de las situaciones que para ellos presenten un
obstáculo en el desarrollo de sus estudios y en establecer metas para la continuación
de los mismos.
Dentro de las limitaciones del presente estudio, debe considerarse que el dato del
promedio del semestre anterior fue proporcionado por los alumnos, generando un
posible sesgo en el cálculo de dicha información. Se sugiere que para estudios poste-
riores este dato sea solicitado a las escuelas para tener una mayor certeza en el mismo.
Por otro lado, y con el fin de mejorar el análisis del modelo, se podría aplicar un
análisis por medio del modelo de ecuaciones estructurales en lugar del análisis de
regresión lineal múltiple, ya que posiblemente con este tipo de análisis obtendríamos
una mayor flexibilidad y menos restricción, pues se pueden incluir errores de medida
en las variables dependientes y las independientes. Además de que, se puede establecer
el tipo y dirección de las relaciones que se esperan encontrar.
Una tercera limitación es que el estudio solo se realizó con una muestra de adoles-
centes de nivel bachillerato, por lo que en un futuro sería deseable adaptar las escalas
para población de niveles académicos inferiores (secundaria) y superiores (licenciatura).
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Resumen
Introducción: conocer las diferencias en los procesos de autorregulación del aprendizaje del
alumnado actual es clave para la mejora de la formación en nuestras universidades. El objetivo de
este estudio es analizar la variabilidad en dichos procesos en función del género, la especialidad,
las notas (de acceso y de grado) y otras variables de desempeño académico. Método: participaron
en el estudio 456 estudiantes (335 mujeres y 119 hombres) de los Grados en Educación Infantil
y Primaria que completaron la versión en español del Motivated Strategies for Learning Ques-
tionnaire (Ramírez, Canto, Bueno & Echezarreta, 2013) junto a datos relativos al desempeño
académico. Resultados: Se mostró la existencia de diferencias en aprendizaje autorregulado en
función del género, pero no de la especialidad ni de la interacción entre género*especialidad.
También se reveló que las alumnas poseían mayor autorregulación que los alumnos tanto en
variables motivacionales como en estrategias de aprendizaje. A continuación, se hallaron diferen-
cias en aprendizaje autorregulado en función de la nota de acceso, de grado y de la interacción
género*nota de grado. Aunque de manera general estos datos confirman que “a mayor nota de
acceso, mejor autorregulación”, los resultados desvelaron un declive del alumnado con mejores
notas de grado en varias subescalas exceptuando en aprendizaje entre iguales. Finalmente, se
mostró que las alumnas perciben la carrera con mayor dificultad, dedican más horas y presentan
un mejor rendimiento académico de lo esperado. Discusión: Estas diferencias entre el alumnado
deberían ser consideradas para potenciar la autorregulación en las aulas.
Palabras clave: estrategias de aprendizaje; motivación; diferencias de género; rendi-
miento académico; formación de docentes.
Abstract
Introducción
Método
Objetivos
En base a los objetivos, este estudio plantea las siguientes hipótesis: 1. Se espera
encontrar diferencias a favor de las mujeres en la mayoría de componentes del
aprendizaje autorregulado; y 2. Se espera obtener que el alumnado con mejores
habilidades de autorregulación presente un mayor rendimiento académico. No es
posible plantear hipótesis con respecto a las diferencias de género en las notas de
acceso, grado ni en variables de desempeño académico dado que no se han hallado
estudios previos en las que sean abordadas.
Población y Muestra
Instrumento
Está formado por 81 ítems divididos en dos secciones: una referente a la motiva-
ción y otra dedicada al aprendizaje. La sección de motivación consta de 31 ítems que
evalúan la orientación a objetivos intrínsecos del alumnado (el grado en el que el/la
estudiante percibe que participa en una tarea académica por razones como curiosidad,
dominio de la materia, el hecho de que suponga un reto; 4 ítems, α=.71); orientación
a objetivos extrínsecos (el grado en el que el/la estudiante percibe que toma parte en
una tarea por razones como las notas, posibles recompensas, la evaluación por parte
de otras personas o la competencia; 4 ítems, α=.70); valor concedido a la tarea (cómo
de importante o útil es la tarea para el/la estudiante; 6 ítems, α=.84); control de creen-
cias de aprendizaje (el/la estudiante cree que sus esfuerzos por aprender le traerán
buenos resultados; 4 ítems, α=.59); autoeficacia para el aprendizaje y el desempeño
(expectativas de éxito y autoeficacia; 8 ítems, α=.83); ansiedad de test (preocupación y
ansiedad por el desempeño; 5 ítems, α=.75).
La sección de estrategias de aprendizaje consta de 50 ítems que evalúan el uso
de estrategias de repetición (recitar o nombrar puntos en una tarea simple; 4 ítems,
α=.67); elaboración (estrategias como parafrasear, resumir, contrastar información,
tomar notas; 6 ítems; α=.76); organización (agrupación, subrayado y selección de la
idea principal en fragmentos de lectura; 4 ítems, α=.74); pensamiento crítico (aplicar
conocimiento previo a nuevas situaciones o hacer evaluaciones críticas; 5 ítems,
α=.77); regulación metacognitiva (conciencia, conocimiento y control de la cogni-
ción; 12 ítems, α=.79); tiempo de estudio y entorno (gestionar y regular el tiempo y
el entorno/espacio; 8 ítems, α=.49); regulación del esfuerzo (control del esfuerzo y
atención frente a distracciones o una tarea poco interesante/aburrida; 4 ítems, α=.64);
aprendizaje entre iguales (colaboración entre iguales; 3 ítems, α=.63) y búsqueda
de ayuda (gestión de la ayuda de sus pares; 4 ítems, α=.40). Las respuestas fueron
obtenidas en una escala Likert de 7 puntos donde 1 correspondía a “totalmente en
desacuerdo” y 7 “totalmente de acuerdo”. Las puntuaciones de los ítems negativos
fueron revertidas para que las puntuaciones más altas reflejasen una mayor orien-
tación positiva y un uso más efectivo de las estrategias de aprendizaje. Las alphas
obtenidas fueron similares a las de la versión original (Pintrich et al., 1991), aunque
ligeramente inferiores en algunas de las subescalas.
Tabla 1
Resultados
Tabla 1
Chicas Chicos
Escalas G. L. T p d-Cohen
M (DT) M (DT)
Motivación
21.1 20.18
Orientación a objetivos intrínsecos 452 -2.40 .017 0.24
(3.44) (3.92)
17.33 16.6
Orientación a objetivos extrínsecos 452 -1.41 .157 0.14
(4.75) (4.99)
31.41 29.23
Valor concedido a la tarea 447 -3.56 .000 0.36
(5.33) (6.59)
19.65 20.58
Creencias de control 448 2.38 .018 0.25
(3.58) (3.81)
42.65 41.42
Creencias de autoeficacia 450 .055 .067 0.19
(6.09) (6.78)
22.49 20.16
Ansiedad de test 450 .349 .001 0.36
(6.42) (6.23)
Estrategias de aprendizaje
20.96 18.5
Repetición 450 5.14 .000 .53
(4.27) (4.98)
30.19 27.33
Elaboración 448 -4.45 .000 .47
(5.89) (6.24)
22.04 17.80
Organización 452 -8.9 .000 .91
(4.11) (5.13)
23.45 23.12
Pensamiento crítico 452 -.61 .541 .06
(4.78) (5.71)
58.38 51.96
Autorregulación metacognitiva 266 -512 .000 .59
(8.65) (12.75)
41.45 35.45
Tiempo y entorno 448 -6.55 .000 .85
(7.04) (7.01)
20.22 17.58
Regulación del esfuerzo 450 -5.68 .000 .59
(4.19) (4.71)
13.81 11.88
Aprendizaje entre iguales 452 -4.99 .000 .53
(3.63) (3.52)
19.56 18.45
Búsqueda de ayuda 448 -2.75 .006 .29
(3.68) (3.89)
Nota: La diferencia de medias es significativa en el nivel .05
0
'+0
0 0
0 000 0
Figura 1. Diferencias en función de la nota de acceso 0
0
Diferencias en las notas de grado. Los análisis univariados mostraron la existencia
0 000 0+000000 0
de diferencias entre el alumnado según las notas de grado y las subescalas de motiva-
0
0 0
ción intrínseca 0 0
F(3.384) 0
=2.70 p=.045), 0 0
creencias 0 0
de autoeficacia 0 0
F(3.384) 0
=5.73; p=.001); 0
0 0.#+#($/0*"+' 0*+ $%/,0 0 0
0.#+#($/0*%+'#-0
pensamiento crítico F(3.384)=2.70; p=.045); regulación del esfuerzo F(3.384)=6.04; p=.001
*+ !/-0y aprendizaje
0entre iguales
0F(3.384) =4.95; p=.002.
.#+#($/*"+' -0 *+Estos se presentan
$%/-0 en la Figura
0 2.
0
0
.#+#($/*&+ $-0 *+ !0 0
0 0 0 .#+#($/0 *$+)%-0 *+ "+0 0 0
0 000"+0
RIE, 2020, 38(2), 453-473
0
0
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
0 0.#+#($/0*"+' 0*+ $%/,0 0 0
0.#+#($/0*%+'#-0
*+ !/-0 0 0 .#+#($/*"+' -0 *+ $%/-0 0 0
0
.#+#($/*&+ $-0 *+ !0 0
0 0 0 .#+#($/0 *$+)%-0 *+ "+0 0 0
Diferencias individuales en aprendizaje autorregulado de estudiantes de los Grados de Educación: género… 463
0 000"+0
0
Tabla 2
Prueba de Tukey de comparaciones post hoc por parejas de las subescalas de motivación en la nota de grado
95% de intervalo de
Error confianza para modelo
Escala Nota Diferencia de medias p
estándar Límite Límite
inferior superior
Motivación
intrínseca
5-7 9-10 4.482* 1.897 .019 .752 8.211
7-9 9-10 4.691 1.825 .011 1.102 8.279
5-7 -4.482 1.897 .019 -8.211 -.752
9-10
7-9 -4.691 1.825 .011 -8.279 -1.102
95% de intervalo de
Error confianza para modelo
Escala Nota Diferencia de medias p
estándar Límite Límite
inferior superior
Creencias
autoeficacia
<5 7-9 -7.885 3.814 .039 -15.383 -.386
5-7 7-9 -3.665* 1.062 .001 -5.753 -1.577
7-9 <5 7.885* 3.814 .039 .386 15.383
5-7 3.665* 1.062 .001 1.577 5.753
Tabla 3
Prueba Tukey de comparaciones post hoc por parejas de las subescalas de estrategias de aprendizaje en
la nota de grado
95% de intervalo de
Error confianza para modelo
Escala Nota Diferencia de medias Sig.
estándar Límite Límite
inferior superior
Pensamiento crítico
5-7 7-9 -1.961 .863 .024 -3.659 -.263
7-9 5-7 1.961 .863 .024 .263 3.659
Regulación esfuerzo
5-7 7-9 -2.229 .718 .002 -3.641 -.817
5-7 2.229 .718 .002 .817 3.641
7-9
9-10 6.424 2.151 .003 2.195 10.654
9-10 7-9 -6.424 2.151 .003 -10.654 -2.195
Aprendizaje entre iguales
5-7 7-9 -2.365 .619 .000 -3.582 -1.149
7-9 5-7 2.365 .619 .000 1.149 3.582
A
(
continuación ( (
( ( ( ( ( ( ( ( $( #(
se muestran los resultados significativos hallados en los diferentes
#((( ((
componentes referentes al desempeño académico:
Tiempo de dedicación semanal. La prueba de Ji Cuadrado reveló que el género y
el0tiempo
0de
0dedicación
0semanal
0guardaban
0 0 -0
relación (Ji
0
cuadrado -$.)$!*'(,0
(3)=30.89;)*!!!,0
p=.000;
)*#&.*000
00
0
0
0 000 0
0
VCramer=.26). El análisis de los residuos tipificados corregidos señaló que más chicos de
0
los
0
esperados 0
invierten 0
pocas horas0
0
de dedicación 0 0chicas
y más 0 de
0
0 0
0
lo esperado invierten
000
0
más horas de dedicación. *00
0
0 0
0
0
Figura 3. Efectos de la interacción género*nota de grado.
("0 0
00 0
/0
0
*00
Dificultad percibida de la carrera. La prueba 0 de Ji Cuadrado mostró que el género
y la
0
0
00 *000
00
0
dificultad percibida también estaban relacionados (Ji cuadrado (5)=19.83; p=.001;
000
0
00
0
000
0-0
0-%.)"(*'$,0)*!!",0
)*#".*000 +000
00
0 00 0 00
RIE, 2020,
0
0
0 0 0 0 38(2), 453-473
0 +0 0 0 0 0
0 0
#(#( %&#(!'!(
466 Nerea Larruzea-Urkixo y Olga Cardeñoso Ramírez
VCramer=.21). En este caso, más alumnos de los esperados perciben la carrera con unos
niveles de dificultad entre muy baja y normal, mientras que más alumnas de las espe-
radas la valoran como normal o incluso difícil.
Nota de acceso. La prueba de Ji Cuadrado manifestó que el género y la nota de acceso
estaban relacionadas (Ji cuadrado(4)=10.169; p=.038; VCramer=.15). Los datos indican que
más alumnos de los esperados obtienen notas bajas y menos de los esperados notas
altas. Exactamente lo contrario que en el caso de las alumnas, ya que menor número
de ellas obtienen notas bajas y mayor número notas altas.
Nota de grado. La prueba de Ji Cuadrado mostró que el género y la nota de grado
están relacionadas (Ji cuadrado(3)=17.67; p=.001; VCramer=.21). Nuevamente, más alum-
nos de los esperados obtienen notas bajas y menos de los esperados notas altas. Al
contrario que con las alumnas, ya que menos chicas de las esperadas obtienen notas
bajas y más de las esperadas notas altas.
Finalmente, se constató que no existían relaciones significativas entre el género y la
asistencia a clase (Ji cuadrado(2)=5.64; p=.059), ni entre el género y estar o no trabajando
(Ji cuadrado(3)=6.87; p=.076).
Tabla 4
Tabla de contingencia género*dedicación semanal, dificultad percibida, nota de acceso y nota de grado
Género
Desempeño Hombre Mujer
académico
Frecuencia Frecuencia p(z)
Recuento Recuento
esperada esperada
Dedicación
< 2h 36 30.5% 18.8 36 10.7% 53.2 <.05
2h-5h 66 55.9% 68.8 198 59.1% 195.2 <.05
6h-10h 14 11.9% 26.6 88 26.3% 75.4 <.05
>10h 2 1.7% 3.9 13 3.9% 11.1 >.05
Dificultad
Muy fácil 8 6.7% 3.9 7 2.1% 11.1 <.05
Fácil 37 31.1% 24.1 55 16.4% 67.9 <.05
Normal 70 58.8% 85.7 257 76.7% 241.3 <.05
Difícil 3 2.5% 4.2 13 3.9% 11.8 >.05
Muy difícil 1 0.8% .8 2 0.6% 2.2 >.05
Nota acceso
5-7 4 3.4% 2.4 5 1.5% 6.6 >.05
7-9 28 23.9% 31.8 93 28.4% 89.2 >.05
9-10 61 52.1% 48.9 125 38.1% 137.1 <.05
10-12 22 18.8% 30.8 95 29% 86.2 <.05
12-14 2 1.7% 3.2 10 3% 8.8 >.05
Nota grado
Género
Desempeño Hombre Mujer
académico
Frecuencia Frecuencia p(z)
Recuento Recuento
esperada esperada
<5 2 1.9% .8 1 0.3% 2.2 >.05
5-7 20 18.5% 11.4 24 7.8% 32.6 <.05
7-9 84 77.8% 87.8 254 82.5% 250.3 >.05
9-10 2 1.9% 8 29 9.4% 23 <.05
Discusión y conclusiones
Discusión
una mayor responsabilidad en la gestión del tiempo, espacio y esfuerzo. Los chicos,
por su parte, muestran una motivación orientada a objetivos de carácter extrínseco.
Por lo tanto, todos los análisis desarrollados hasta el momento conducen a una
imagen de las alumnas como más implicadas y comprometidas en los procesos de
aprendizaje. Una posible explicación sería que las características autorregulatorias de
las alumnas y los alumnos distan entre sí, lo que resulta de gran transcendencia a la
hora de comprender los diferentes perfiles existentes en las aulas de los Grados de
Educación Infantil y Primaria.
Conclusiones
Los resultados de este estudio constituyen una notable contribución al análisis del
género, las notas, la especialidad y el desempeño académico al analizar las diferencias
individuales del alumnado.
En primer lugar, los hallazgos obtenidos sugieren que las mujeres poseen mejores
habilidades de autorregulación tanto en las variables motivacionales como en las
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Resumen
Correspondencia: Mercè Jariot Garcia, [email protected], Pl. del Coneixement, Campus de la UAB, 08193
Bellaterra (Cerdanyola del Vallès)
Abstract
Labour integration has a positive impact on people with Intellectual Disability (ID), being
employment a key element in their process of social integration and community participation.
The aim of this research is to optimize the labour integration and professional development of
people with mild and moderate ID in order to facilitate their social inclusion. A non-probabi-
listic incidental sampling was carried out, with the participation of 16 occupational centres of
Barcelona’s metropolitan area. A questionnaire was created and administered to 100 people with
mild and moderate ID. A non-experimental research design was used, in which the professio-
nal skills of the participants in their natural professional context (occupational centres) were
analysed. Results show a statistically significant relationship (positive and moderate) between
all the competences. People with ID have a similar development in the analysed competences;
those with a low degree of ID show higher levels of competence than those with moderate ID.
It is noteworthy that, regardless of the degree, all the evaluated competences exceed the ave-
rage score. The fact that the participants in the research are located in occupational centres is
certainly a variable that facilitates their competence development.
Keywords: intellectual disability; inclusion; professional development; professional
training.
Introducción
es donde entran en juego las competencias que necesitan las personas para adaptarse
al entorno y poder obtener y conservar un trabajo (Martínez-Clares, Martínez-Juárez
y Muñoz-Cantero, 2008), y el dominio de otras competencias laborales para actuar
con eficacia en situaciones profesionales de desarrollo personal (Alonso-Marín, 2010).
Especificando en el colectivo de personas con discapacidad de tipo intelectual, la
importancia de la inserción laboral repercute positivamente en el entorno en el que
se desenvuelve (Pegalajar y Xandri, 2015), siendo el empleo un elemento decisivo en
el proceso de integración social y participación en la comunidad (Ali, Schur y Blanck,
2011). En esta línea, Flores, Jenaro, Garcia-Calvo y González-Gil (2017) introducen la
calidad de vida laboral como nuevo elemento de la calidad de vida de la persona,
aunque tradicionalmente ambos conceptos se hayan utilizado como similares.
Autores como Roselló y Verger (2008) afirman que existe una relación directa
entre las capacidades de cada persona y el grado de discapacidad intelectual (DI) y
las posibilidades de obtener un empleo, por lo que es necesario conocer cuáles son las
competencias laborales que poseen dichas personas para facilitar su inserción laboral.
Por otro lado, González y Laborda (2017) establecen una relación significativa entre las
competencias laborales, el nivel de DI y la calidad de vida en dicho colectivo.
El actual mercado laboral demanda historiales profesionales brillantes, expe-
riencia laboral y competencias profesionales a todos los trabajadores; no obstante,
si el candidato es una persona con una DI, el proceso se complica puesto que existe
un conjunto de dificultades específicas para formarse laboralmente, y encontrar y
mantener un puesto de trabajo (Pallisera, Vila y Valls, 2003). De hecho, las personas
con DI requieren, en la mayoría de las ocasiones, de adaptaciones y cambios en
su entorno laboral y sus puestos de trabajo adquieren características diferenciales
(Laborda y González, 2017).
Autores como Castro, Casas, Sánchez, Vallejos, y Zúñiga (2016), consideran que este
colectivo necesita de modelos que promuevan la adquisición de competencias clave que
favorezcan su inserción laboral desde una visión inclusiva de la sociedad y de la persona,
y que promuevan la vida independiente.
Método
Objetivos
Población y Muestra
Instrumento
Tabla 1
ESCALA
Atención selectiva 1 2 3 4
COMPETENCIAS
APRENDIZAJE
COGNITIVAS
Atención sostenida 1 2 3 4
Y DE
Detección de errores 1 2 3 4
Potencial de aprendizaje 1 2 3 4
Planificación y organización 1 2 3 4
COMPETENCIAS
FUNCIONALES
Resolución de problemas 1 2 3 4
Habilidades manipulativas 1 2 3 4
Relación con los profesionales 1 2 3 4
Relación con los compañeros 1 2 3 4
COMPETENCIAS SOCIALES Y
Nivel de responsabilidad 1 2 3 4
Nivel de iniciativa 1 2 3 4
Aceptación de les críticas 1 2 3 4
Nivel de autonomía 1 2 3 4
Aceptación de la autoridad 1 2 3 4
Nivel de flexibilidad y de adaptación a los cambios 1 2 3 4
Capacidad de motivación 1 2 3 4
COMUNICATIVAS ESCALA
Expresión oral 1 2 3 4
Expresión escrita 1 2 3 4
Tabla 2
Funcionales 6 .718
Comunicativas 4 .729
Resultados
• Las personas con DI leve tienen un desarrollo superior que las de grado mode-
rado en todas las competencias analizadas.
• Las personas con DI moderada muestran un desarrollo similar en todas ellas.
#%
# &
"(" "'' "("
#
"% "$# "$" "#(
"%
"
!%
!
%
A continuación, se entra
en
el análisis
específico de
los resultados de los 4 bloques
de competencias.
')))
)#))))')
Resultados según el nivel de competencias cognitivas y de aprendizaje
)
"())))))
))))))&) )
)
')
En la figura 2 se observa que, si tenemos en cuenta que la puntuación máxima de
la escala es deResultados
4, todassegún las puntuaciones relacionadas
el nivel de competencias con
cognitivas y de las competencias cognitivas
aprendizaje
y de aprendizaje de ambos grupos están por encima de la media. La atención selec-
))
)$)) )())))
)))
"))))
tiva es la competencia más
) ) ) &() )alta entre todos
)
) los participantes
) mientras
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)
)que
) las menos
desarrolladas ))) ))))
)))'))
")
))
son la detección de errores para las personas con DI leve y el potencial
)
) ) ) ) ) )
) ) ) ) )
de aprendizaje)))
"
"
En la figura 3 se observa que todas las puntuaciones relacionadas con las compe-
tencias funcionales están por encima de la media, que las competencias más altas para
&&
"&&& &&&&&
el grupo de usuarios con DI leve es la capacidad de solicitar ayuda cuando se necesita,
mientras que en el caso de los de DI moderado son las relacionadas con habilidades
manipulativas. Las más*
'* * bajas son
* * la resistencia
* * * * *frente
*tareas repetitivas
* y la capacidad
*
*
*
*&*** ***
*
*****
de solucionar problemas respectivamente. Tal y como puede observarse las personas
con un
**
* *
&***
** **
grado de discapacidad leve muestran en todos los casos un nivel ligeramente
*
* * * *
* * * * * *
* * *
superior.
*&*
*
("*
("&(
'"-' '"-) '". '"-,
( '",'
'"+& '"*& '"*)
'"). '")+
'"* '"((
'
&"*
&
%"*
%
Figura 4.Competencias
sociales
y actitudinales.
Resultados según el nivel de competencias comunicativas
Resultados según el nivel de competencias comunicativas
En la figura 5 se observa
que
todas las
puntuaciones
relacionadas
con las compe-
tencias comunicativas están
por encima
de la media.
Las
personas
con un grado de
discapacidad intelectual leve tienen un nivel superior en
todas las competencias. Por
último, destacar que en ambos casos, los participantes muestran los niveles más ele-
vados en las competencias en lenguaje oral, mientras que las más bajas tienen relación
en ambos casos con la compresión de instrucciones escritas.
''
#''' '''''
!
!
Tabla 3
Competencias
Competencias Estadísticos Sociales y
Funcionales Comunicativas
actitudinales
Correlación de
,667(**) ,571(**) ,670(**)
Cognitivas y de Pearson
aprendizaje Sig. (bilateral) ,000 ,000 ,000
N 99 99 99
Correlación de
,666(**) ,541(**)
Pearson
Funcionales
Sig. (bilateral) ,000 ,000
N 100 100
Correlación de
,452(**)
Sociales y Pearson
actitudinales Sig. (bilateral) ,000
N 100
"
!(#
!($ !(!
!( !'%
!'$
!&(
!' !&&
!&$
!&
!&
!%$
!%"
!%$
!%
!$$
!$
!#$
#'#'!$%#'"&"
El perfil competencial laboral de personas con discapacidad intelectual en centros ocupacionales
487
&
% )
%
$ )
$
2999
99
$99!999992
Figura 7. Nivel de competencias en función del género y el grado de DI.
9
9 $9 9 9 !
9 9
$9 9 9 9 9 9 9
Se empleó la prueba paramétrica de comparación de medias para más de dos grupos
99
99
99
9"
9
99
para comprobar la existencia de diferencias estadísticamente significativas entre hombres
999%9999
2999999 9
y59
mujeres según su grado de discapacidad.
9
639 Si se analizan
9 9 9 los datos
9 globales (sumatorio
"
9
de
99929"3999
9999999entre las
competencias), solo se observan diferencias estadísticamente significativas
mujeres. Así, las mujeres
9
9 con9
9 un9
grado de DI
9 leve
9 9demuestran
9 9 9más competencias
9 50(2,-+49laborales
que las9
12&+49 mujeres9
con un 9grado de0'(2),49
9 79 DI moderado
0'2/-849(F=2.675; p>.05; 9
9 9 mujeres grado
9 79DI leve [
0'&2-,490'2)/8629
=12.36; SD=1.97]; mujeres grado DI moderado [ =10.76; SD=1.39]).
99
9 99
399999
99
Al analizar cada bloque de subcompetencias, los resultados apuntan la existencia de
9"
9
99999
9
99
diferencias estadísticamente significativas en el apartado de competencias cognitivas y
9 9 9 9 29 9 9 39 9 9
9 9 9 9 9 9
de aprendizaje entre las mujeres. De este modo, las mujeres con un grado de DI leve
9 9 9 9 9 9 9
9 9 9 9 9 9 50(2-/*49
poseen un nivel más alto de estas competencias que las de DI moderado (F=2.794; p>.05;
12&+499999790)2()4902/(8499999790(2*.49
mujeres grado DI leve [ =3.23; SD=.92]; mujeres grado DI moderado [ =2.48; SD=1.02]).
0'2&(86299
Asimismo, se observan diferencias estadísticamente significativas entre las mujeres
399 9
9"
9
9999
en el bloque de competencias sociales y actitudinales. Así, las mujeres con un grado de
99 99
9
99
29"3999
9999
DI99999
leve demuestran un nivel más 9999
99
alto de estas competencias 9999
que las de DI moderado
50(3/*&49912&+499999790)2'490'2'-8499999
(F=2,940; p >.05; mujeres grado DI leve [ =3.1; SD=1.17]; mujeres grado DI moderado
[ 790(2'.490'2',8629
=2.18; SD=1.16]).
!99 9
9"
9
999
9
También se observan diferencias estadísticamente significativas en las competen-
9 9 9 9
9 9 9 9 9 9 9 9 9
9
cias comunicativas entre los hombres con un grado de DI moderado y las mujeres
con grado de DI leve, siendo las mujeres las que demuestran mayores competencias
comunicativas (F=2.854; p>.05; mujeres grado DI leve [ =12.14; SD=1.83]; hombres grado
DI moderado [ =10.26; SD=2.08]).
Discusión y conclusiones
Referencias
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Resumen
Correspondencia: Núria Pérez-Escoda, [email protected], Pg. de la Vall d’Hebron, 171, 08035 Barcelona
(España).
de todos los recursos empleados que interactúan de forma sinérgica en torno al logro de los
objetivos, temas recogidos ampliamente en la literatura científica.
Palabras clave: educación no formal; educación y ocio; innovación educacional;
desarrollo emocional.
Abstract
This paper presents an innovative methodology in the emotional education field, La Granja,
which was developed during a summer camp celebrated in 2017 in Santa María de Palautor-
dera (Barcelona-Spain). It is a non-formal education experience proposed to promote learning
from the emotions and experiences. The main goal is to assess the effect of this method on 127
children, between 8 and 14 years of age, in terms of improving their emotional competencies,
as well as their perception of the usefulness of what they have learned. It follows a pragmatic
paradigm that combines data collected by different approaches. It includes the application of
the Emotional Development Questionnaire (CDE-9-13 and CDE-SEC, of the GROP) before
and at the end of the summer camp, plus the ad hoc survey with open questions as post-test.
In the global emotional competence, as well as its five dimensions: awareness, emotional regu-
lation, emotional autonomy, social competencies, and life and wellbeing competencies, the scores
increase, after their participation in the summer camp. These differences were significant in all
cases except in the last dimension. According to the lexicometric analysis and the content of the
open questions, there are coincidences between both quantitative observations and the meaning
given to the experience in terms of emotional competencies. The most relevant discussion and
conclusions are based on the importance of reflection as a learning enhancer, the duration and
intensity of the interventions and the alignment of all the resources used that interact synergisti-
cally around the achievement of the objectives, topics broadly included in the scientific literature.
Keywords: non-formal education; leisure and education; educational innovations;
emotional development.
Introducción
juego como capacitador para la vida real, valoró la educación artística y estética, la
coeducación entre familia y escuela, y potenció la formación activa e integral, así
como la educación física y moral, siendo uno de los pilares básicos de la renovación
educativa en España (Calderón, Gustems y Calderón, 2016, Otero, Navarro, y Basanta,
2013, Rodríguez, 2016).
En 1882, se celebró en España el primer Congreso Nacional Pedagógico impulsado
por la ILE, en él se difundió el valor de las excursiones educativas y la importancia de
determinadas prácticas físicas e higiénicas, que hasta el momento habían sido exclu-
sivas de la clase burguesa. Poco después, en el año 1887, llegó la primera colonia o
campamento escolar de la mano del Museo Pedagógico Nacional liderado por Manuel
Bartolomé Cossío, cuyo objetivo era realizar “una acción reparadora sobre los niños
necesitados, fortaleciendo su salud física y moral mediante la estancia en plena natu-
raleza” (Jiménez-Landi, 2005, p. 583). En 1936, como consecuencia de la guerra civil y
la posterior dictadura se organizó la última de estas colonias. Tras un paréntesis de 43
años, en 1979, las colonias de verano de la ILE pudieron reanudarse.
Durante la dictadura, es la Iglesia Católica la que se implica en la organización de
las colonias o campamentos, ejerciendo una clara misión apostólica. Se crea el Secre-
tariado de Colonias de Cáritas que, en 1960, impartió el primer curso de Monitores
de Tiempo Libre y que dio un gran impulso a las parroquias para la organización de
sus propias colonias y excursiones (Granero y Lesmes, 2009). Paralelamente, surge
la Organización Juvenil Española que contribuye a flexibilizar la organización de las
colonias y a la especialización en esta temática (Calderón, Gustems y Calderón, 2016).
En un tercer período, con la instauración de la democracia, las competencias
relacionadas con las colonias escolares y de verano, se traspasaron al Departamento
de Juventud de cada Comunidad Autónoma. En Cataluña, la Generalitat regula las
actividades de ocio infantil y juvenil con la ley de 1981. Conviene tener en cuenta que
en esta etapa se fue generalizando el bienestar social, de manera que las colonias vaca-
cionales y escolares perdieron su objetivo higienista, sustituyéndolo por el propósito
de mejorar la socialización y disminuir el “ocio pasivo”.
A partir de los años 90, la oferta de campamentos y casales de verano es muy
amplia y, según Mellado y Mellado (2006, p. 28), los hay educativos y los hay “apar-
cadero de niños/as más o menos divertidos o estelares donde el reclamo de una serie
de actividades o personajes pareciera ser el objetivo”. A nuestro entender, para que los
campamentos o casales de verano sean educativos, han de perseguir, como mínimo, un
objetivo pedagógico, es decir, promover el aprendizaje, como continuación del proceso
de desarrollo tanto afectivo como intelectual y motórico de los niños y jóvenes. Estos
no dejan de aprender en verano, de hecho, contrariamente, es justo durante estos meses
cuando están más despiertos, pues la rutina del curso y la aceleración del día a día
desaparecen. Están más abiertos a adquirir aprendizajes que no suelen contemplarse
en la enseñanza reglada, en la que todo el tiempo disponible se destina a la adquisición
de conocimientos curriculares (Mellado y Mellado, 2006).
Tanto el casal como las colonias se caracterizan por ser una actividad limitada en
un corto período, sin seguimiento posterior, aislada de experiencias similares, con
talleres inusuales que favorecen el contacto y el intercambio entre los niños y jóvenes,
fomentando de manera clara la creatividad, la autonomía, la responsabilidad y la
diversidad. Asimismo, incorporan todos los recursos didácticos que puedan favorecer
una mayor eficacia en la adquisición de los objetivos propuestos (desde el material
pedagógico hasta el bosque o los animales, actividades como recoger la mesa, hacerse
la cama o ir a la piscina).
Actualmente las colonias o campamentos conforman la base del ocio educativo de
la educación no-formal. De acuerdo con Macias (2001, p.604) “su papel fundamental
es contribuir a aprender a vivir, a conocer y experimentar a través del medio para que
sean útiles para comprender e integrase de manera satisfactoria en la sociedad”. En
realidad, la educación formal y la educación no formalcomparten la misma finalidad
que no es otra que contribuir al desarrollo integral de los niños y jóvenes.
La Granja, granja escuela de Sta. Maria de Palautodera fue fundada en 1984 por la
familia Gutiérrez-Lestón, como un espacio pedagógico que ofrecía un servicio que las
escuelas empezaban a necesitar: un lugar seguro, adecuado y moderno para aproximar
a los escolares a la naturaleza, al medio ambiente y a los animales de granja desde la
vivencia y la experimentación directa. Coincidió con una nueva corriente educativa tras
el franquismo, que volvía a dar valor al aprendizaje vivencial, base del ocio educativo
y de la formación no-reglada que, como se ha expuesto anteriormente, ya tenía una
historia que respaldaba sus beneficios.
La Granja se convirtió en un centro de referencia que contaba con una programa-
ción pedagógica adaptada a todas las etapas educativas (de 3 a 17 años). El hecho de
que la familia Gutiérrez-Lestón hubiera vivido durante 12 años en Hamburgo (Ale-
mania), fue determinante para ofrecer un servicio avanzado en la España de la época,
muy profesionalizado y totalmente orientado a dar respuesta a las necesidades del
profesorado y sus alumnos. Prueba de ello fue la alta ocupación de sus instalaciones
desde el primer momento, llegando a atender anualmente a más de 12.000 alumnos
de escuelas públicas y privadas, con actividades como colonias y excursiones escolares
durante el curso, los tradicionales campamentos de verano desde 1987, o el casal de
verano, a partir de 1998.
Sin embargo, entre los años 2002 y 2004 se detectó que todo aquello que les había
funcionado durante 20 años perdía consistencia. Los alumnos ya no escuchaban como
antes y ante un conflicto no conseguían modular actitudes ni comportamientos. La
sorpresa primero, el desencanto y la frustración después, aparecieron en el equipo de
educadores. La reflexión sobre esta nueva situación permitió llegar a la conclusión de
que era necesario hacer algo diferente, ya que los niños y jóvenes habían cambiado;
presentaban fuertes carencias emocionales tales como miedos, baja autoestima, acele-
ración, dependencia, inseguridad y desconfianza, así como actitudes egoístas, ansiedad
y baja tolerancia a la frustración, como si se hubiera sustituido la cultura del ser por
la cultura del tener (Gutiérrez-Lestón, 2014).
Como respuesta a esta situación, el equipo de educadores empezó a investigar y
formarse en nuevos métodos y maneras de educar, descubriendo, en la educación
emocional, la herramienta con la que mejores resultados se obtenían (Keefer, Parker y
Saklofske, 2018). Los frutos empezaron a aparecer tímidamente durante el año 2008,
con una mejora en la escucha y en las actitudes de los chicos. A partir de los avances
observados, se formó tanto al equipo de educadores como al staff, reorientando las
actividades y diseñando nuevos talleres con el objetivo de fomentar el desarrollo de
competencias emocionales. Así, se reinventó el concepto de La Granja, con una nueva
mirada que permitió en 2011 que el casal de verano, se transformase en casal emocional.
Este casal utiliza su propia metodología, “El Método La Granja”, el cual se ha
desarrollado para tal fin (Figura 1), y que tiene el propósito de educar mediante el
desarrollo de las competencias emocionales a niños y adultos. Se basa en el marco
teórico de Bisquerra y Pérez (2007) y utiliza la metodología Outdoor Training (Silva,
Franco, Nobrega, y Porto, 2014).
El casal emocional trata de fomentar un ocio educativo procurando que los niños
se olviden de sus televisores, consolas y ordenadores, y se acerquen a la naturaleza
para realizar actividades lúdico-educativas en las que prevalece el desarrollo de valores
como la convivencia, la tolerancia, la flexibilidad y el respeto, además de divertirse
aprendiendo, mientras fomentan la autonomía y las habilidades sociales y personales.
Añadir a estos objetivos la creciente demanda durante los últimos años, de estimular la
espontaneidad de los alumnos como respuesta a la curiosidad y a la necesidad de mejo-
rar la creatividad y automotivación de los chicos, junto con la necesidad de relajación
para aumentar el sentimiento de felicidad. Paralelamente la oferta del casal permite a
muchas familias conciliar la vida laboral, ya que empieza la semana siguiente de fina-
lizar el curso escolar, en horario de 9h a 17,30h de lunes a viernes durante 5 semanas
en verano. Se distingue así de las colonias vacacionales en que los participantes no son
aislados de sus familias más que unas horas al día, ya que pernoctan en sus hogares,
donde pasan también el fin de semana.
De acuerdo con el marco teórico de referencia, se entiende la competencia emocional
como “el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias
para comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales”
(Bisquerra y Pérez, 2007, p. 69). Para desarrollar la competencia emocional será necesario
atender las cinco dimensiones del modelo: consciencia emocional, regulación emocional,
autonomía emocional, competencias sociales y competencias para la vida y el bienestar.
El casal emocional se centra en el desarrollo de estas competencias, entendiendo,
al igual que Durlak, Domitrovich, Weissberg y Gullotta,(2015), que ello favorece el
afrontamiento de las circunstancias de vida con mayores probabilidades de éxito, y
que su dominio mejora los procesos de aprendizaje, las relaciones interpersonales, la
solución de problemas y el bienestar personal. Todo ello en un marco potenciador, el
de la educación no formal y concretamente el ocio formativo (Baker, 2018), donde se
acelera el aprendizaje vital de una manera difícil de conseguir en el contexto del sis-
tema educativo actual (tal y como hoy en día se orienta en la mayoría de los centros
educativos de España).
“El Método La Granja” se basa en el lanzamiento de retos a los participantes con
la intención de emocionarlos, ya que la emoción es necesaria para la interiorización
de los aprendizajes. Además, se utilizan estímulos positivos de manera continua para
provocar la alegría, la cual ayuda a activar a los chicos, incluso a los más apáticos. De
hecho, sentirse optimista y potente para afrontar los desafíos diarios es una compe-
tencia socioemocional reconocida por Payton, et al. (2000). En este sentido, hacemos
Tabla 1
Casal emocional
Propósito Fomentar el desarrollo de las competencias emocionales de los
participantes.
Objetivos -Afianzar la confianza personal en base al descubrimiento de sus
específicos talentos y habilidades.
-Comprender el valor del otro estableciendo relaciones interpersonales
sanas, basadas en el respeto y la solidaridad.
-Experimentar la autonomía personal en la ejecución de distintas
rutinas y actividades.
-Descubrir en la naturaleza y las actividades en equipo una fuente de
disfrute y aprendizaje.
Casal emocional
Contenidos Los contenidos, aunque generalmente están presentes en todos los
a trabajar niveles. se trabajan con diferente intensidad en función de las edades:
-Autoconocimiento
-Empatía
-Autoestima
-Trabajo en equipo
-Confianza
-Responsabilidad
-Creatividad
-Respeto
-Solidaridad
Tipo de -Actividades diseñadas explícitamente para el desarrollo de la
actividades competencia emocional como: navegar en equipo, liderazgo con el
caballo, el puente de la comunicación positiva, guiar y ser guiado o el
camino de la vida, por ejemplo.
-Actividades de componente más lúdico; piscina, paseo por el bosque,
los animales de granja etc.
-Actividades para el desarrollo de hábitos y de conciencia de
vida saludable, como: talleres de trasformación de alimentos, ser
responsables de sus cosas o hacer los deberes de verano.
Método
Objetivos
Población y Muestra
Presentamos aquí los resultados de los 127 niños y niñas de la muestra que se
corresponden con los participantes de las cinco semanas en el casal emocional y que
cumplimentaron todos los cuestionarios. De estos, el 53.5% son niños y el 46.5% niñas.
Los participantes no fueron escogidos al azar, sino que son los inscritos en el casal
del verano del 2017.
Todos los datos son tratados con confidencialidad y sujetos a los estándares éticos
requeridos en el trabajo con seres humanos. Todas las familias han sido informadas y
han tenido derecho a ejercer la oposición a la participación de sus hijos o hijas en la
investigación. Todos los datos cuantitativos se han tratado utilizando el procesador
estadístico SPSS v.21. Por su parte, los datos cualitativos han sido trabajados a nivel
lexicométrico, mediante el programa informático Iramuteq y además se ha hecho un
análisis clásico del discurso basado en el significado manifiesto de las respuestas,
utilizando el modelo de Miles y Huberman (1984).
Al principio del casal emocional se aplicó a los niños el CDE para evaluar la com-
petencia emocional. Participaron durante cinco semanas en el casal emocional, y tras
ese período, los niños respondieron de nuevo a esta prueba junto a los cuestionarios
cualitativos elaborados ad hoc para esta investigación.
Instrumentos
Análisis de datos
Resultados
Tabla 2
Como resultado del análisis lexicométrico, el gráfico de la Figura 2 ofrece una visión
general del discurso y muestra los resultados obtenidos, que resultan especialmente
resonantes. Como puede apreciarse, los términos utilizados con mayor frecuencia por
el grupo en su totalidad y que se representan como nodos de significado, son: hacer,
aprender y amigo, seguidos de otros enlaces en cuyo centro se hallan las palabras:
bueno, diversión, persona, cosa, útil, gente, respetar y conocer.
En el análisis particular de cada uno de estos nodos, se observan interesantes
coincidencias o coocurrencias que resultan significativas en el análisis que nos ocupa,
incluso en las más alejadas del centro del gráfico. Encontramos, por ejemplo: gente,
asociado a convivir, conocer. Otra cadena de palabras, asociadas en este caso a “miedo”
son: enfrentar, superar, dar, opinión;“útil“ que aparece al lado de empatia, considerar
y alegría. Todas ellas con un alto contenido emocional y relacionado con el programa
ofrecido.
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Figura 2. Gráfico del análisis de similitudes de las respuestas a las preguntas abiertas
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Hay otro gran nodo en la palabra “aprender ” rodeada de otras como: vida, diver-
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tido, granja, emoción, respetar, trabajar y compañero. Todas ellas parece que aluden a
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la forma propuesta para lograr el aprendizaje, aspectos que se trabajan intencionada-
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mente en el método del casal emocional de la Granja.
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Otro nodo central surge alrededor del término “amigo”, esta palabra se vincula
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principalmente con bueno, fácilmente, diversión y hablar y es que, frecuentemente, se
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alude a conocer nuevas personas, hacer amigos, ampliar las relaciones afectivas. No
"'"'$%"' &
RIE, 2020, 38(2), 495-513
508 Cristina Gutiérrez-Lestón, Nuria Pérez-Escoda, Mercedes Reguant y Marta Eroles
27.16
16.67
9.26
1.23
80%
70%
60%
50%
40%
.
. ...
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. .
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. . . .
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Innovación de educación
#. emocional en el .
. *. ocio educativo: el Método . . .
. . 509
.La.Granja .
(.
100%
90%
Porcentaje de respuestas
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20% Chica
10%
0%
Chico
70%
60%
Porcentaje de respuestas
50%
40%
30%
20%
10%
0% Ciclo Medio
Conciencia
Regulación
Autonomía
Competencia
para la vida y el
emocional
emocional
emocional
Competencias
Ciclo Superior
bienestar
social
ESO
“He aprendido muchas cosas, pero la que me será útil es que los miedos se tienen
que superar poco a poco”. (Chica, 11)
“He aprendido a saber las emociones que siento y escoger los amigos de verdad”.
(Chico, 13)
“He aprendido a confiar en los demás y en mi misma, a hacer las cosas en grupo
cooperando, también a compartir y a expresar mis sentimientos”. (Chica, 8)
“He aprendido a perdonarme a mi mismo”. (Chico, 9)
“En La Granja he aprendido muchas cosas como ser autónoma, perder el miedo a la
hora de hacer cosas nuevas y con gente nueva. Pero sobre todo he aprendido a dar
una oportunidad a la gente que no conozco”. (Chica, 12)
“También he aprendido que siempre tienes que dar tu opinión, porque yo, a veces, no
doy mi opinión cuando tenemos que decidir alguna cosa por miedo de que los otros
piensen mal de mí, pero me han enseñado que todas las personas en un grupo son
muy importantes y que sus opiniones también lo son” (Chica, 12).
“A respetar a los demás, a no molestar a los demás cuando están enfadados”. (Chico, 10)
“He aprendido a relacionarme mejor con personas que no conocía antes, también he
aprendido a hacer más cosas en grupo […], así que he vivido experiencias nuevas”.
(Chico, 13)
“He aprendido a vivir la vida con más optimismo, menos perfeccionismo y también
a disfrutarla más”. (Chico, 9)
Discusión y conclusiones
Referencias
Karla Cristina Avendaño Rodríguez*, Deneb Elí Magaña Medina** y Pedro Flores Crespo***
*Sin afiliación institucional
**División de Ciencias Económico Administrativas DACEA. Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. (México)
***Facultad de Ciencias Sociales y Políticas. Universidad Autónoma de Querétaro. (México)
Resumen
familias deben realizar actividades no formales que ayuden a despertar el interés en la ciencia
y aumentar su capital cultural desde edades tempranas.
Palabras clave: influencia familiar; elección de carreras; estudiantes de bachillerato;
educación STEM.
Abstract
Society experiences scientific and technological changes that are forcing economies to focus
their attention on the development of human capital with a profile in science, technology,
engineering and mathematics (STEM). This article aims to demonstrate the influence of the
family (mother or guardian father or guardian and siblings) on the choice of STEM careers
in high school students during their second and sixth semester, since choosing a career is an
individual and family decision. A total of 1,759 students from six different high schools were
interviewed, through a non-probabilistic sampling, by quotas. The results show that the mother
or guardian is the figure that most influences the choice of a STEM career compared to the
father or guardian. It was thought that siblings could have a greater effect on students, however,
the results show that it is not significant that they have siblings or that siblings can influence
their choice. However, it is necessary to go deeper into the study of older brothers who graduate
from STEM degrees and the effect this has on the younger brother’s election, an aspect that was
not addressed in the investigation. The study did not delve into variables such as the type of
career and the labor role played by parents and whether or not it is related to STEM areas. In
conclusion, families must carry out non-formal activities that help awaken interest in science
and increase their cultural capital from an early age.
Keywords: family influence; career choice; high school students; education STEM.
Introducción
El término “educación STEM1 por sus siglas en inglés (Science, Technology, Engi-
neering & Mathematics), corresponden en el idioma español a los términos de Ciencia,
Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (National Academy of Sciences, 2014). En los
últimos años ha crecido la demanda de profesionales en estas disciplinas. En 2010, había
7.6 millones de trabajadores STEM en Estados Unidos, representando aproximadamente
1 de cada 18 empleos. Se proyectó que las ocupaciones STEM crecerían en un 17.0 por
ciento de 2008 a 2018, en comparación con un crecimiento de 9.8 por ciento para las
ocupaciones no STEM (Langdon, McKittrick, Beede, Khan, & Doms, 2011).
La National Science Foundation (NSF) en Estados Unidos, incluye las categorías
comunes de matemáticas, ciencias naturales, ingeniería, ciencias de la computación e
informática, también incluye algunas disciplinas asociadas a las ciencias sociales y de
la conducta, tales como: psicología, economía, sociología y política (National Science
Board, 2016). Es indispensable aumentar el aprendizaje de los estudiantes de las mate-
car hijos. Las jóvenes tendrían mayor interés en estas disciplinas. Aquí, los profesores
adquieren un papel importante como fuentes de motivación para despertar el interés
de los estudiantes en carreras STEM sobre todo en las mujeres. Holmes, Gore, Smith
y Lloyd (2017), concluyeron en su estudio a 6 mil 492 estudiantes con aspiración de
estudiar una carrera STEM que tener un padre en una ocupación STEM resultó signi-
ficativo para el proceso de elección de los mismos.
A pesar de existir una gran cantidad de investigaciones que muestran que el
contexto familiar juega un papel importante en el desarrollo infantil (por ejemplo,
Bronfenbrenner, 1986; Jant et al., 2014; Maloney et al., 2015; McCarthy et al., 2015), se
han realizado pocas investigaciones sobre como se relacionan los factores familiares
en torno al aprendizaje informal, antes que comience la escuela.
En el siguiente apartado se profundiza en la figura de la imagen materna y su
influencia en los procesos de elección de los hijos.
estudio de los padres, pero no en la formación profesional de los mismos. Este fac-
tor intergeneracional es necesario estudiarlo más a detalle. Dado que la decisión de
elegir una carrera rebasa la escala individual del joven, es necesario, considerar los
antecedentes familiares, la formación, profesión e intereses de los padres tendrán un
impacto significativo en el proceso de elección de carrera. Aunque parece una decisión
autónoma, la mayoría de los estudiantes consideran los antecedentes familiares y la
formación para su proceso de elección.
Método
Objetivo
Población y Muestra
Instrumento
Tabla 1
Dimensión Alfa
Influencia familiar (IF) .752
Influencia del par académico (IPA) .805
Aprendizaje no formal (ANF) .851
Actitudes STEM (ACSTEM) .899
Profesor/a motivador (PM) .870
Nota: Elaboración propia
Para la obtención de los resultados se cuidó cumplir con los criterios éticos esta-
blecidos en la investigación. Se solicitó la autorización por escrito de los directores
escolares para realizar la administración del cuestionario. Se informó a los estu-
diantes sobre la importancia de su participación y se garantizó la confidencialidad
de los datos.
En la fase de campo, se entregó a cada uno de los participantes un cuestionario
impreso, previó al llenado se les proporcionaron las instrucciones correspondientes para
cada sección del instrumento, con el objetivo de evitar errores. El tiempo aproximado
de respuesta fue de 15 minutos. La administración del cuestionario se realizó en un
período de 4 meses de marzo a julio del año 2017.
Para el análisis estadístico, se utilizó el software SPSS versión 21. Se realizó análisis
descriptivos, análisis de varianza y pruebas T.
Para llevar a cabo la validez del constructo, se realizó un análisis factorial confirma-
torio (AFC) con el método de máxima verosimilitud y Oblimín directo. Se consideraron
como índices de ajuste los propuestos por Manzano, Zamora y Salvador (2010) χ2, p
(ji-cuadrada y probabilidad asociada), TLI (índice de Tucker-Lewis), SRMR (raíz cua-
drada de residual estandarizada), CFI (índice de ajuste comparativo), RMSEA IC 90
(error de la raíz cuadrada de la media de aproximación con su intervalo de confianza).
Para el caso de los datos de la dimensión (IF), los índices de ajuste fueron aceptables
(χ2 = 7.06, gl = 3, p = .07; TLI = .97; SRMR= .01; CFI=.99; RMSEA= .02, IC 90 [.00 - .05]
(Cea, 2005) (ver Figura 1).
Tabla 2
Género
Variables
Hombre Mujer
Fr % Fr %
Vive con papá o tutor 697 71.2 509 65.3
No vive con papá o tutor 282 28.8 271 34.7
Vive con mamá o tutora 863 88.2 717 91.9
No vive con mamá o tutora 116 11.8 63 8.1
Vive con abuelos 166 17 96 12.3
No vive con abuelos 813 83 684 87.7
Vive con hermanos 575 58.7 518 66.4
No vive con hermanos 404 41.3 262 33.6
Vive con otras personas 70 7.2 60 7.7
La tabla 2 muestra que más del 60 por ciento de los estudiantes que participaron en
la investigación viven con sus padres, lo cual En las conclusiones se profundiza sobre la
importancia de vivir con ambos padres y su impacto en la elección de carreras STEM.
Un aspecto de suma importancia para la investigación fue identificar el nivel edu-
cativo de los padres o tutores con los que se relaciona de forma cotidiana el estudiante.
Los padres con mejor nivel educativo pueden orientar de mejor forma a sus hijos y
transmitir un capital cultural mayor (Bourdieu, 1987). Los resultados muestran lo
siguiente: el 39 por ciento (599), de los padres o tutores de los estudiantes de bachille-
rato tiene educación preparatoria, el 25 por ciento (418), estudios universitarios, el 22
por ciento (380), estudios de secundaria, el 10 por ciento (179), estudios de maestría,
el 8 por ciento (142), estudios de primaria, el 1 por ciento (20), estudios de doctorado
y el 1 por ciento (20) no curso la primaria, pero, sabe leer y escribir.
En la Tabla 3. Se muestra el análisis de varianza para la dimensión de influencia
familiar con respecto al tipo de bachillerato. Al analizar las medias, se puede obser-
var que los estudiantes del CONALEP tienen una media mayor con respecto a otras
instituciones educativas. Los estudiantes de este subsistema técnico tienen una mayor
influencia familiar en la elección de carrera. El tamaño del efecto señala que si puede
considerarse un factor que explique las diferencias estadísticas.
Tabla 3
Análisis de varianza de una vía para la dimensión Influencia Familiar por plantel educativo
Tabla 4
Análisis de Varianza de una vía de la influencia familiar y el nivel de estudios del padre o tutor
Análisis de Varianza de una vía de la influencia familiar y el nivel de estudios de la madre o tutora
Tabla 6
Tabla de Análisis de Varianza de una vía de la influencia familiar y el rango promedio de calificación
Promedio de
Variable Media DE F P η2
calificaciones
Influencia familiar 4.73 0.01 .02
6.0-6.9 4.27 1.12
7.0-7.5 4.23 1.03
7.6-8.1 4.36 1.03
8.2-8.7 4.53 0.97
8.8-9.3 4.69 0.98
9.4-10 4.63 0.80
Nota: N=1759, p < 0.05*, p < 0.01**
Tabla 7
Diferencias entre los grupos que viven con su padre o tutor y los que no, con relación a la influencia familiar
Tabla 8
Diferencias entre los grupos que viven con su madre o tutora y los que no, con relación a la influencia
familiar
Discusión y conclusiones
En segundo lugar, habrá que conducir investigaciones en zonas rurales y urbanas que
permitan identificar y comparar los niveles de interés en las disciplinas STEM entre
los estudiantes y sus antecedentes familiares.
La sociedad se encuentra en un momento de transformación intelectual, cultural,
tecnológica, científica y social que ha impactado fuertemente la composición y fun-
cionamiento familiar. Es necesario que se profundice en los estudios de género y en la
concepción moderna de la mujer, sus nuevos roles dentro de la familia, sus intereses,
motivaciones y aspiraciones de vida (Barnett & Hyde, 2001). Hoy, la mujer ocupa
posiciones de poder, es protagonista en los negocios, arte, política, deportes, cultura y
ciencia. Aunque el porcentaje de mujeres científicas sigue siendo bajo comparado con
el de los hombres (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (UNESCO), 2019) . El involucramiento de la mujer es cada vez mayor.
Los roles socialmente establecidos están siendo desafiados por nuevas generaciones
que buscan mayor igualdad y realización profesional, pero¿qué tan interesadas están
las mujeres en las disciplinas STEM? ellas se interesan en carreras relacionadas con la
ciencia. Beede, Julian, Langdon, McKittrick, Khan y Doms (2011), en su investigación
hacen notar que las mujeres están mas interesadas en ciencias de la salud (e.g. medicina
y enfermería). Los resultados coinciden con los obtenidos en la investigación, el 57 por
ciento de las estudiantes encuestadas mencionaron ciencia como su primera opción de
estudio. Las mujeres evitan elegir carreras que limitan su desarrollo como madres o
que representan largas horas de trabajo (Guillaume & Pochic, 2009). Quizá si el sistema
permitiera a las mujeres su desarrollo como madres y horarios laborales más flexibles
se pudiera beneficiar de su talento y conocimientos (Gregory & Milner, 2009; Emslie &
Hunt, 2009). Aunque la presencia femenina en el mercado laboral masculino va en
aumento, sigue siendo minoría (Kier, Blanchard, Osborne, y Albert, 2014). Es necesario
cambiar la visión y contribuir en la contrucción de un sistema educativo que garantice
las mismas oportunidades entre hombres y mujeres y propicie el involucramiento de
las mujeres en áreas consideradas socialmente como masculinas. La familia moderna
esta frente a la gran responsabilidad de formar mujeres y hombres empoderados, con
valores, conocimientos y nuevas concepciones de vida.
En general el tema de la elección de carreras STEM y los factores asociados al
proceso deben ser estudiados a profundidad. Comprender en su totalidad desde
diversos enfoques metodológicos lo que ocurre con la familia, el impacto que tienen
las relaciones psicosociales en la elección de los jóvenes, son temas pendientes. Por
otro lado, se recomienda realizar investigaciones más profundas con las madres e hijas
con el objetivo de identificar los factores y comportamientos que motivan o restringen
el acceso de las mujeres en áreas STEM.
La investigación deja abierta la pregunta ¿cómo elegirán su carrera profesional los
nacidos en la generación Z? ¿qué tan importante será la familia en la elección? Bien
o mal los millenials han realizado sus procesos de elección, influenciados por factores
tradicionales, como la familia, algunos por vocación, profesores, contexto, etc., Pero,
esta nueva generación llena de jóvenes irreverentes, nativos digitales, fuertemente
influenciados por las redes sociales, influencers juveniles ¿cómo realizarán sus procesos
de elección profesional? Es necesario plantearnos nuevas preguntas en torno a una
nueva generación, que nos obliga a comprender sus nuevas formas de pensamiento,
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Resumen
ubicación geográfica de donde viven los estudiantes, fenómeno que se repite en la motivación
(P<0.05). Los niños de las escuelas de difícil acceso presentan un nivel de Resiliencia (Media)
asociado a niveles positivos en la dimensión identidad-autoestima. Además, los docentes tienen
la percepción que el rendimiento escolar está influenciado por factores externos, dando mayor
importancia a las calificaciones. Para aprender son importantes las capacidades, conocimientos
y estrategias cognitivas, requiriendo de la intención y motivación suficiente para lograrlo.
Palabras clave: Autoestima; Motivación; Resiliencia; Rendimiento Académico.
Abstract
Education in recent decades has moved from a traditional context to a context reflective of
individual competence, in order to create healthy and inclusive schools that develop professional-
social-personal skills. However, it has focused on quantitative aspects, leaving aside other factors
that can influence performance, such as motivation, self-esteem, and resilience. The main objective
of this study is to analyze the factors involved in academic performance, such as self-esteem,
motivation and school resilience in the results obtained in the TERCE test. The sample consists
of 568 students aged 10-12 years and 11 teachers from (8) schools of the Republic of Panama
chosen from the arithmetic mean (best performance = 5; low performance = 3, in TERCE). The
School Self-Esteem Test, the Questionnaire to Assess School Motivation, School Resilience
Scale and Test Expectations and Motivational Attitudes of Teachers Test have been used. This
study has found that the self-esteem variable correlates with gender, academic performance and
school type (P <0.05); it is also affected by the geographical location of students, which also
the case for the motivation variable (P <0.05). Children from hard-to-reach schools have an
average level of resilience associated with positive levels in the identity-self-esteem dimension.
In addition, teachers perceive that school performance is influenced by external factors, giving
more importance to grades. In order to learn, cognitive skills, knowledge and strategies are
important, which require intention and motivation to be gained.
Keywords: Self-esteem; Motivation; Resilience; Academic Performance.
Introducción
Método
Objetivo
El objetivo de este trabajo fue analizar los factores que intervienen en el rendimiento
académico como: la autoestima, motivación y resiliencia escolar en los resultados
obtenidos en las pruebas TERCE. Como objetivos específicos fueron: 1. Identificar
las escuelas que presentan los puntajes altos y bajos en las pruebas TERCE, a nivel
oficial/particular y de zonas urbanas/rurales. 2. Evaluar el nivel de autoestima y
motivación escolar de los estudiantes de sexto grado, en las escuelas seleccionadas.
3. Describir la motivación del personal docente en la escuela seleccionada como caso
paradigmático. 4. Identificar los factores que intervienen en la resiliencia educativa
en el caso paradigmático.
Población y Muestra
Tabla 1
Instrumento
los factores externos como los padres o los compañeros desempeñan en la motivación
del alumno, creencias que pueden influir en las expectativas y el grado que el docente
está dispuesto a esforzarse; el segundo aspecto está relacionada a las creencias, actitudes
y comportamientos relativos a formas concretas de actuar en clase que pueden influir
en la motivación de los alumnos.
El AMOP-A se divide por escalas las cuales son llamadas por Tapia (1992) como: a)
(AMOP1) la escala de optimismo motivacional y de orientación al proceso, b) (AMOP2)
Escala de tendencia al pesimismo motivacional y de orientación al resultado, c) (AMOP3)
Escala de rechazo del trabajo en grupo y la libertad de opción, d) (AMOP4) Escala de
rechazo de estrategias de comparación y disposición a esforzarse para motivar, aunque
con pocas esperanzas, e) Actitud de rechazo de los Alumnos Especiales frente a actitud
de aceptación y f) Preferencia por estrategias centradas en el control ante Alumnos
Especiales que por estrategias centradas en la comprensión.
Por otra parte, los instrumentos cuentan con validez y confiabilidad. No obstante,
al ser test de origen chileno, se tomaron en cuenta los aspectos culturales. Se evaluó el
índice de validez de contenido por expertos propuesto por Lawshe (1975) utilizando
diez (10) expertos, obteniendo un (ICV=0.80) para cada ítem, y el Nivel de Confiabli-
dad medido a través del Coeficiente de Cronbach obtuvo una puntuación de (=0.90).
Además, la Validez de Criterio fue de tipo predictiva siendo consistentes los resultados.
Asimismo, se empleó el análisis factorial KMO y la prueba esférica de Barlett de
(P<0.01), donde se obtuvo un (KMO=0.945) y todos los ítems se encontraron en el rango
de moderado/óptimo, permitiendo utilizar la prueba en Panamá.
Resultados
%)%)!&'%)#(#
RIE,
2020, 38(2), 533-548
',
y Resiliencia en escuelas panameñas con puntajes diferenciados en la Prueba…
,,
,,
,,
,,
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Autoestima, Motivación 541
A
Figura 2. Motivación Escolar (Estudiantes), ubicación geográfica.
,"&,!#,A A= !"! >;A",A':
A 2
Tabla
A!A!;AAA
A/;A A!,A"A,A !#A!AAA
"! !A
Correlación ;A
entre A (A
Autoestima =8-:.0.;A
9-:-2?>;A
y Motivación "!A
y las variables
A =8-:.-.;A
9-:-2?>;A
A
estudiadas.
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9-:-2?>A %A "A ,A !#A A A
,A 'A
Género =;A
TERCE";ATipo)A >A =8@-:.30;A
Ubicación
9-:-2?>:A Motivación
Autoestima A !!;A
A!#,A!A"A,A!#AAA,A'AAA "A
Género 1
=8@-:..2;A
9-:-2?>:A ! A "! A A !# A "A A "! !A A
TERCE
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1 A !"! ;A A;AA!#,A
#)A
Tipo A "A-0.045A A !)
-0.183* 1 A %A $!) A A A A #" A
Ubicación
AA
0.021 0.021
A!!A! AA$!
-0.23** 1 :A
A
Autoestima 0.131* 0.101* 0.102* -0.163* 1
A/A
Motivación
0.028 -0.029 0.015 -0.115* 0.000 1
,,,,
Nota: Correlación ,,,,&,,
de Pearson, **P<0.01 y *P<0.05.
A
Motivación
Escolar
(Docentes).
(A .A A A A A A
Se utilizó el @-:--4A
A Cuestionario .A AMOP-A A para evaluar
A las expectativas
A y actitudes
A moti-
vacionales
A del @-:-12A
profesorado, el cual.Afue respondido
@-:.50?A A por A 11 docentes. LosA grupos se
analizaron
,A de acuerdo
-:-/.A a -:-/.A
la experiencia docente:
@-:/0??A .A a) 64% A tienen entre 0A a 20 años de
experiencia, b)
"! !A -:.0.?A18% tienen entre
-:.-.?A 21 a 25 años de
-:.-/?A @-:.30?A experiencia
.A y c) 18% tienenA entre 26
a 34 años de experiencia. Los datos están expresados en promedios ± error estándar
!#,A -:-/5A @-:-/6A -:-.2A @-:..2?A -:---A .A
de la media (SEM) para las escalas: AMOP1 Escala de optimismo motivacional y de
(A,AA
;A??
9-:-.A%A?
9-:-2:
orientación al proceso, AMOP2 Escala de tendencia al pesimismo motivacional y de
A
orientación al resultado, AMOP3 Escala de rechazo del trabajo en grupo y la libertad
Motivación Escolar Rechazo
de opción, AMOP4 (Docentes). de estrategias de comparación y disposición a esforzarse
para motivar, aunque con pocas esperanzas y por último, Actitud al rechazo y actitud
al A "!&,A
control anteAalumnos
" !A
@A A #"A A $!!# A %A !!" A
especiales.
!#
Por otra parte, en el estudioAse"A
A A ;A "A a A
observó través delA ..A !
t-test utilizado:Apara
A "
evaluar A A
el
&A A "A A A $A !<A >A 317A !A !A
factor años de experiencia, diferencias en la escala de rechazo del trabajo en grupo-A A /-A + A A
$;A>A.57A!A!A/.AA/2A+ AA$A%A>A.57A!A!A/3AA01A
H
Figura 3. Promedio del Cuestionario
&;& HH! AMOP-A en función de los años de experiencias.
H GHH!+HHH*HH#;&
H
Además,
&<Hno HseHencontraron
Hdiferencias
H significativas
"H Hen H
las "H
variable actitud de
!H H
%HHH!HH@
rechazo a los alumnos especiales [t(7) =1.294, P=0.237, n.s.], y preferencia por estrategias
>4?H9.;/61<H 9-;/04<H!!A<H$HHH H
HHH
centradas en el controlH@ [t(7)
>4?H9.;..0<H 9-;0-0<H!!A;H
=1.113, P=0.303, n.s.].
<HseH
Asimismo, %+H
analizó H
el coeficiente deHcorrelación
H +H H !H
de acuerdo H H
a los “años deD*H HH
experien-
#EH
cia” comparando H H "H
las variables H
del test (Ver H >
H
Tabla 3),H
donde 0?<HseH
observó H "+H !H H
que la variable
"H /H
AMOP2 está relacionada &HHHH"H 0HH!H> :-;-.FF?HH
con la variable AMOP3 con una (P<0.01**) en sentido positivo, H
"<HHH
colocando de manifiesto que el docente H!HH
tiene laHpercepción
HH+H!HH
que el rendimiento escolar H
H
está &H !H
influenciado H
por factores H #
externos H ><H
(padres, compañeros,*<H
utilidad !deH H H
la materia,
<HHHH!<H
edad de los alumnos, etc.), por ende, ;?<HH<HHH"HHHH$HH
les da valor a las calificaciones y al trabajoH indi-
vidual. No obstante, se observó que la variable AMOP4 está&HHHH"H
"!;HH <HH"+H!HH"H 1H relacionada a la variable
H por
preferencia H estrategias
H H H
centradas en H
el H
control anteH !H
Alumnos H
Especiales Hcon !H
una
(P<0.05*) en sentido negativo, indicando una tendencia que el estudiante tieneHdificul-
> :-;-2F?H H H "<H H !H H !H H ! H
!en
tades H H H ! (H
la autonomía $H ! <H
y autoeficacia, pero alH
mismoH H
tiempoH H H
se reconoce que es !H
muyH
!$H (H !H !H H H +H H
difícil conseguirlo porque no depende sólo del docente. Asimismo, no se encontraron ;H <H H H
H H "H H H *H H #<H
diferencias significativas en los años de experiencia, es decir, el tiempo no interviene H<H H H H
"HHH"H
en las variables estudiadas. !;HH
H
H0H
Tabla 3
La Escala Escolar de Resiliencia (E.R.E.) para niños entre 9 a 14 años de edad, fue
respondido por 150 escolares, cursantes del sexto grado de primaria en una escuela oficial
de difícil acceso, donde el 62.9% son niños y el 37.1% son niñas. La edad promedio fue
de 12.07 ± 0.09. Donde los estudiantes obtuvieron un promedio general de 111.15 ± 01.21,
ubicando el resultado en el percentil 39.50 ± 2.59, nivel de resiliencia MEDIA. Asimismo,
ambos géneros obtuvieron un nivel de resiliencia Media (niños, percentil 40.10 ± 3.39 y
niñas, percentil 44.55 ± 4.27). (Figura 4).
Del mismo modo, al analizar el test de acuerdo a sus cinco (5) dimensiones, clasifi-
cadas en: D1 Identidad-Autoestima, D2 Redes-Modelos, D3 Aprendizaje-Generatividad,
D4 Recursos Internos y D5 Recursos Externos, se observó que las puntuaciones más altas
se encontraron en la dimensión D1 Identidad-Autoestima con un promedio (percentil)
de 56.62 ± 2.58, seguida de la dimensión D4 Recursos Internos con un promedio (per-
centil) 48.70 ± 2.55, situando al grupo en un nivel MEDIO. Además, el factor ´género’,
presenta resultados similares, es decir, las dimensiones con puntaje más altos son la
D1 Identidad-Autoestima con un promedio (percentil) de (54.0 ± 3.25 para los niños
y para las niñas 61.07 ± 4.19) y la dimensión D4 Recursos Internos con un promedio
(percentil) (46.21 ± 3.33 para los niños y para las niñas 52.94 ± 3.90), situando a ambos
&
"&&
&
"&
&&&
&%
géneros en un nivel MEDIO. (Figura 4).
Discusión y conclusiones
Los resultados del estudio muestran que, en áreas de difícil acceso, como la Comarca
Ngäbe Buglé (territorio donde habitan pueblos indígenas, en condiciones de desigualdad
social y pobreza, cuya autonomía y autoridades tradicionales, son reconocidas a nivel
constitucional). Donde los valores de la familia y un buen docente, son capaces de lograr
que las niñas y niños superen las adversidades diarias que deben enfrentar, como son
caminar largas horas para llegar a la escuela, muchas veces sin tomar sus alimentos,
dependiendo de la merienda escolar, con pies descalzos, entre otras condiciones, sin
embargo, no fue obstáculo para su mejor rendimiento en sus resultados en las pruebas
TERCE, contrario a lo esperado, los coloca en mayor nivel que los que están en centros
urbanos, con todas las facilidades y recursos, pero en estas familias por lo general, no
cuentan con la adecuada supervisión, comunicación, entorno y condiciones familiares
y educativas favorables para desarrollar resiliencia.
De igual forma, se encontraron diferencias de género en la variable autoestima, en
donde las niñas presentan tener un nivel más alto que los niños. Según Padilla, García
y Suárez, (2010), las niñas antes de los 12 años presentan un mejor autoconcepto y una
mejor autopercepción del ambiente escolar con respecto a los niños. (Padilla, García
& Suárez, 2010). Sin embargo, en la variable de motivación no se observaron diferen-
cias significativas con respecto al género, se considera que es una moduladora que
cambia de acuerdo con la edad y el nivel escolar (Delgado, Inglés, García-Fernández
& Valle, 2010).
Asimismo, se encontró que la autoestima escolar interviene en el desempeño acadé-
mico de los estudiantes, donde las dificultades académicas contribuyen en la baja autoes-
tima de los estudiantes, colocándolos en riesgo de problemas socioemocionales desde
depresión hasta el bullying. Por tanto, se debe fomentar la autoestima positiva mediante
la evaluación formativa, retroalimentación continua, apoyo en el desarrollo además la
compresión del conocimiento, (Metsäpelto, et al., 2020; Torres-Lista, et al., 2018) lo cual
permite al estudiante ser parte de su propio aprendizaje y poder colocarlo en práctica
en sus hábitos de vida diaria (Torres-Lista, et al, 2019). Sin embargo, se encontró que la
Motivación varía de acuerdo a procesos intrínsecos y extrínsecos en donde los individuos
responden a recompensas tanto internas como externas (Renta, Aubert, Tierno García,
2019). Es por esto, que se busca que los estudiantes estén intrínsecamente motivados,
para ser capaces de buscar novedades y desafíos, con el fin de explorar y aprender (Di
Domenico y Ryan, 2017).
La investigación proporciona información valiosa de cómo se refuerza la resiliencia
cuando existe una relación afectiva y comunicación permanente con sus hijos e hijas,
es decir, esto permite reforzar la autoestima, motivación y resiliencia, porque se les
transmiten, los deseos de superación.
En las familias rurales y de áreas de difícil acceso ponderan el valor de la educa-
ción como prioridad dentro del hogar, ocupa un lugar de primer orden como llave
para concretar sus sueños; como por ejemplo, la culminación exitosa de estudios, está
vinculada a la capacidad de adquirir conocimientos y cumplir los distintos niveles en
el Sistema Escolar, no obstante, los Centros Educativos y los programas de Escuela
para Padres, no incluyen orientación de la importancia del desarrollo de habilidades
para la vida, y otros factores que potencian su resiliencia, como tener autonomía,
creatividad, capacidad de resolver conflictos, ser feliz, y aprovechar las oportunidades
Agradecimiento
Referencias
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Resumen
Abstract
Introducción
Respecto al uso de las TIC por parte del alumnado se refiere a la frecuencia temporal
de uso de los distintos recursos tecnológicos para la realización de distintas tareas que
adquieren complejidad, ya sea para propósitos personales y/o académicos y que tienen
lugar tanto en el aula como fuera de la misma. A partir de Díaz-García et al. (2019), el
uso del alumnado se puede enmarcar en tres ámbitos:
de variabilidad como de estabilidad. De esta forma, Biggs y Tang (2011) indican que el
alumnado muestra una predisposición o preferencia por un determinado enfoque de
aprendizaje, si bien el enfoque que pone en práctica el alumnado para una determinada
tarea depende del contexto de la enseñanza.
La relación entre competencias TIC, uso de las TIC y los enfoques de aprendizaje
Método
Objetivos
El objetivo general del estudio es conocer la relación entre los conjuntos competen-
cias TIC –competencias tecnológicas, competencias pedagógicas y competencias éticas-,
uso de las TIC - personal, académico no escolar y académico en el aula- y enfoques
de aprendizaje –profundo y superficial- en alumnado universitario del ámbito de la
Educación. En concreto se tratan dos objetivos específicos:
Población y Muestra
Instrumento
recursos tecnológicos en el aula, evaluados mediante una escala tipo Likert que
consta de 39 ítems, y con cinco opciones de respuesta. La fiabilidad de la escala
obtenida en este estudio es α de Cronbach= .93.
Resultados
Estadísticos descriptivos
Respecto a los enfoques de aprendizaje –ver tabla 1-, el alumnado presenta mayores
puntuaciones en el enfoque profundo que en el enfoque superficial. Consideran a menudo
el enfoque profundo en las tareas académicas a realizar, mientras que algunas veces en
Tabla 1
Estadísticos descriptivos
Desviación
Dimensiones Media Asimetría Curtosis
estándar
Enfoque superficial 2.22 .72 .76 .46
Referente a las relaciones entre las dimensiones de un mismo conjunto –ver tabla
2, las correlaciones entre los tres componentes de las competencias TIC son positivas.
La intensidad de la relación oscila de .198 a .487, con un tamaño del efecto pequeño
(competencias tecnológicas-competencias éticas) y mediano (competencias pedagógicas
con las tecnológicas y las éticas). En cuanto al uso de las TIC, las correlaciones entre
las tres dimensiones son positivas, con una intensidad de la relación que oscila de
.653 a .791, y con un tamaño del efecto grande en las tres vinculaciones. Finalmente,
el enfoque profundo y el enfoque superficial muestran una correlación negativa, con
una intensidad de .198, que supone un tamaño del efecto pequeño.
Respecto a las correlaciones entre las dimensiones de las competencias TIC y las
del uso de las TIC, en todos los casos son positivas. Consiguientemente, a mayor
competencia TIC mayor uso de las TIC, y viceversa. Las competencias tecnológicas
muestran mayor intensidad de la relación con los tres usos de las TIC, y en menor
medida las competencias éticas. En cuanto al uso de las TIC, el personal es el que
presenta mayor intensidad de la relación con las competencias tecnológicas, mientras
que el académico no escolar con las competencias pedagógicas y tecnológicas. El uso
académico en el aula es el que muestra menor intensidad de la relación con los tres
componentes competenciales. La intensidad de las relaciones oscila en un rango que va
desde .123 a .607. El tamaño del efecto es grande entre las competencias tecnológicas
con el uso personal y con el uso académico no escolar; mediano entre las competen-
cias tecnológicas y el uso académico en el aula y en todos los casos de relación de las
competencias pedagógicas con los tres usos; y pequeño en el caso de la relación de las
competencias éticas con los tres usos de las TIC.
Considerando el enfoque profundo, su relación con las dimensiones de las compe-
tencias TIC y las de uso de las TIC en todos los casos son positivas. Por ello, a mayor
puntuación en el enfoque profundo mayor puntuación en las competencias TIC y
viceversa, y mayor puntuación en los usos de las TIC y viceversa. La intensidad de
las relaciones oscila entre .144 y .345. El tamaño del efecto es mediano en la relación
competencias pedagógicas y enfoque profundo, mientras que en las restantes el tamaño
del efecto es pequeño.
Finalmente, el enfoque superficial se relaciona negativamente con las competencias
pedagógicas y las éticas, con un tamaño del efecto pequeño. Por lo tanto, a mayor
puntuación en el enfoque superficial menor puntuación en las competencias pedagó-
gicas y éticas, y viceversa. También se ha de destacar la relación positiva con el uso
personal, si bien con un tamaño del efecto pequeño. Las restantes vinculaciones son
insignificantes en su intensidad.
Tabla 2
Correlación de Pearson entre las dimensiones de enfoques de aprendizaje, competencias TIC y uso TIC
1 2 3 4 5 6 7 8
1. Enfoque superficial 1
r -.153** 1
2. Enfoque profundo
r 2
.023
r .068 .191** 1
3. Competencia tecnológica
r 2
.005 .036
r -.150** .345** .487** 1
4. Competencia pedagógica
r 2
.023 .119 .237
r -.182** .199** .198** .409** 1
5. Competencia ética
r 2
.033 .040 .039 .167
r .129** .205** .607** .445** .173** 1
6. Uso personal
r2 .017 .042 .368 .198 .030
r .073 .265** .504** .473** .178** .759** 1
7. Uso académico no escolar
r 2
.005 .070 .254 .224 .032 .576
r .093* .144** .407** .360** .123** .653** .791** 1
8. Uso académico en el aula
r 2
.009 .021 .166 .130 .015 .426 .626
** La correlación es significativa en el nivel .01.
* La correlación es significativa en el nivel .05.
Relación entre las competencias TIC, el uso de las TIC y los enfoques de aprendizaje
En este apartado se pretende conocer la relación entre el conjunto formado por las
dimensiones de las competencias TIC –competencias tecnológicas, competencias peda-
gógicas y competencias éticas-, los tres usos de las TIC – uso personal, uso académico
no escolar y uso académico en el aula- y los enfoques de aprendizaje –enfoque profundo
y enfoque superficial-. Para ello, se ha realizado un análisis de correlación canónica
no lineal, pues permite abordar las relaciones entre los tres conjuntos dimensionales.
A partir del ajuste–ver tabla 3- se ha optado por dos dimensiones, pues es la solu-
ción más parsimoniosa y consistente que explica adecuadamente la relación entre los
tres conjuntos.
En este caso, como se puede ver en la tabla 4, la primera función explica un 14.48%
(tamaño de efecto mediano) de la varianza compartida y la segunda función un 3.61%
(tamaño de efecto pequeño). Consiguientemente, la primera función es la que determina
prácticamente la relación entre los tres conjuntos de dimensiones, siendo la segunda
función una matización de la vinculación entre los tres conjuntos.
Tabla 3
Dimensión
Suma
1 2
Pérdida Enfoques de .580 .429 1.008
aprendizaje
Competencias TIC .367 .637 1.004
Uso TIC .292 .554 .846
Media .413 .540 .953
Autovalor .587 .460
Ajuste 1.047
)$)
Figura 1. Diagrama bidimensional de las dos primeras dimensiones del análisis canónico.
Función 1 Función 2
Coeficientes Coeficientes
Coeficientes Coeficientes
función Coeficientes función Coeficientes
estructura estructura
canónica estructura canónica estructura
cuadrados cuadrados
estandarizados estandarizados
Enfoque superficial -.222 -.299 .089 .740 .700 .490
Enfoque profundo -.591 -.620 .384 -.309 -.213 .045
Discusión y conclusiones
mayor y mejor uso de las TIC en el aula, dado que el aprendizaje más significativo
se produce cuando el alumnado usa las TIC para realizar tareas académicas en casa,
pues el uso de las TIC en el aula presencial conlleva un aprendizaje más superficial
(Díaz-García et al., 2019). Es necesario, por tanto, que se realice un esfuerzo por crear
entornos de aprendizaje que favorezcan las competencias pedagógicas y éticas y el
aprendizaje profundo cuando el alumnado usa las TIC en el aula.
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Resumen
La mayoría de los estudios sobre violencia escolar centran sus análisis en las etapas de la
educación primaria y secundaria, siendo escasas las investigaciones de esta temática en el ámbito
universitario. Partiendo de esta realidad y apoyándose en una metodología de tipo encuesta, se
presenta un trabajo que indaga en la percepción del alumnado universitario en lo referente a la
frecuencia con la que consideran que aparecen diferentes tipos de violencia escolar, protagoni-
zada por los estudiantes o por el profesorado universitario. En concreto, los resultados tienen
como punto de partida la adaptación del CUVE3-ESO al contexto universitario y su aplicación
a una muestra constituida por 337 alumnos y alumnas de la Universidad de Huelva. Se han
analizado sus propiedades psicométricas y se han efectuado análisis descriptivos de las variables
estudiadas. A modo de discusión y conclusiones, por una parte cabe resaltar la identificación
de determinadas conductas de tipo disruptivo en el aula, así como la violencia verbal entre el
alumnado y la violencia del profesorado de tipo excluyente hacia el alumnado, en cuanto a tener
preferencia por ciertos alumnos/as (M=2.56), manía a algunos alumnos/as (M=2.25) e ignorar
a ciertos alumnos/as (M=2.06). Estas conductas se presentan como las formas más habituales
de violencia en la universidad (factores igualmente detectados en otros niveles educativos). Por
otra parte, se corrobora que la adaptación del instrumento utilizado también es fiable y válida
para evaluar la violencia en el contexto universitario.
Palabras clave: validación de instrumentos; violencia escolar; educación superior;
análisis factorial; evaluación; estudiante universitario.
Abstract
Most studies about school violence focus their analysis on the stages of primary and sec-
ondary education with little research being available on this subject at the university level.
Taking this reality as a point of departure and making use of a survey-type methodology, this
study investigates the perception of students at the University of Huelva (Spain). This study
is concerned with the frequency with which they consider that different types of school violence
appear, whether carried out by other students or by professors of the University. Specifically, this
study is based on the adaptation of the CUVE3-ESO to a university context and its application
to a sample made up of 337 students at the University of Huelva. Their psychometric properties
have been analyzed. Descriptive analyses of the studied variables have also been carried out. By
way of discussion and conclusions, on the one hand, it is worth highlighting the identification
of certain disruptive behaviors in the classroom, as well as verbal violence between students and
exclusionary teacher violence towards certain students, in terms of having a preference for some
students (M=2.56), disliking some (M=2.25) and ignoring others (M=2.06). These behaviors are
presented as the most common forms of violence at the University (and have also been detected
at other educational levels). On the other hand, this study corroborates that the adaptation of
the instrument used is reliable and valid for evaluating violence in a university context.
Keywords: test validity; bullying; higher education; assessment; undergraduate
student.
Introducción
La violencia escolar es uno de los fenómenos más estudiados en los últimos años
siendo abundantes los trabajos publicados, tanto a nivel nacional como internacional,
que tratan de analizar diferentes características (tipos de violencia, agentes implicados,
medidas preventivas, etc.) desde distintas perspectivas (docentes, estudiantes, familias)
(Barcaccia, Howard, Pallini y Baiocco, 2017; Herrera-López, Romera y Ortega-Ruíz,
2017; Machimbarrena y Garaigordobil, 2017; Martínez-Otero, 2017; Ortega-Ruíz, Del
Rey y Casas, 2016; Pacheco-Salazar, 2018). La mayoría de estos trabajos centran el foco
de interés en los últimos cursos de la educación primaria y sobretodo en la educación
secundaria obligatoria. Sin embargo, pocas investigaciones abordan el tema de la vio-
lencia en la Universidad (López, 2017; Montesinos y Carrillo, 2011).
En este sentido cabe hacer la siguiente pregunta ¿existe violencia en el contexto
universitario? En las Instituciones de Educación Superior existen diferentes formas
de violencia (Tlalolin, 2017) y, tradicionalmente, se ha investigado sobre todo el acoso
sexual (Navarro-Guzmán, Ferrer-Pérez y Bosch-Fiol, 2016) y la violencia de género
(Zamudio-Sánchez, Andrade-Barrera, Arana-Ovalle, Alvarado-Segura, 2017) como
principales tipologías dentro del fenómeno de la violencia en este contexto.
Método
Objetivos
Población y Muestra
Instrumento
acuerdo (tabla 1). La reducción de los ítems se debió a dos cuestiones fundamentales,
por un lado se identificó una serie de ítems muy específicos de otros niveles educativos
que se decidieron eliminar, y por otro lado, se hicieron adaptaciones en el contenido de
varios factores, unificando ítems que resultaba redundantes e incluyendo nuevos ítems
más adecuados al contexto que se pretendía estudiar. La adaptación se llevó a cabo a
través de las valoraciones y opiniones de los estudiantes de tercer curso de Educación
Social de la Universidad de Huelva (España), en las que valoraron la pertinencia de
los ítems al contexto universitario. En este sentido, se describe a continuación, las
principales modificaciones realizadas atendiendo a cada uno de los factores:
Respecto a los factores “Violencia verbal del alumnado hacia el alumnado” y “Vio-
lencia verbal del alumnado hacia profesorado” se mantienen igual. Respecto al factor
“Violencia física directa y amenazas entre estudiantes” originalmente conformado por 5
ítems en la versión adaptada se mantiene tan sólo el ítems “Los estudiantes amenazan a
otros de palabra para meterles miedo u obligarles a hacer cosas” quedando integrado éste
en el factor “Violencia física indirecta por parte del alumnado” y eliminándose todos los
demás: - El alumnado protagoniza peleas dentro del recinto escolar; - Determinados estu-
diantes pegan a compañeros o compañeras dentro del recinto escolar; - Algunos alumnos
o alumnas protagonizan agresiones físicas en las cercanías del recinto escolar; - Algunos
alumnos amenazan a otros con navajas u otros objetos para intimidarles u obligarles a algo.
El factor “Violencia física indirecta por parte del alumnado” conformado en su
versión original por 5 ítems queda conformado en la versión creada por 3 ítems. Se
elimina el ítem “Algunos alumnos esconden pertenencias o material del profesorado
para molestarle deliberadamente” y se unifican los ítems “Algunos estudiantes roban
cosas del profesorado” y “Determinados estudiantes causan desperfectos intenciona-
damente en pertenencias del profesorado”.
Por lo tanto, quedan unificados los factores “Violencia física directa y amenazas
entre estudiantes” y “Violencia física indirecta por parte del alumnado”. Dando lugar
al factor “Violencia física directa e indirecta entre estudiantes” conformado éste por
4 ítems.
El factor “Exclusión social”, en su versión original estaba constituido por 4 ítems y
en la versión adaptada lo componen un total de 6 ítems. Los ajustes realizados en este
factor fueron los siguientes: se unificaron los ítems “Hay estudiantes que son discri-
minados por compañeros por diferencias culturales, étnicas o religiosas” y “Algunos
estudiantes son discriminados por sus compañeros o compañeras por su nacionalidad”y
se añadieron tres ítems más a los ya existentes que hacen referencia a discriminaciones
por diferencias religiosas, sexuales y por discapacidad.
El factor “Violencia a través de las tecnologías de la información y de la comunica-
ción”, en su versión original, estaba compuesto por 10 ítems, se realizó un ajuste en su
contenido ya que la mayoría de estos ítems hacían referencia a términos y herramien-
tas digitales que actualmente están en desuso, y por otro lado muchos de esos ítems
incidían en valorar los mismos aspectos, en este sentido se simplificó el contenido de
esta dimensión a un total de 3 ítems agrupados, muchos de ellos, en la utilidad de las
redes sociales para insultar, amenazar, etc.
El factor “Disrupción en el aula”, en su versión original, estaba formado por 3 ítems
y en la versión adaptada se incluyen 3 ítems nuevos relacionados con actos disrupti-
vos más actuales al contexto de estudio, como es la puntualidad en clase y el uso del
teléfono móvil durante la clase.
Por último, el factor “Violencia del profesorado hacia el alumnado” cuya versión
original lo conformaban 10 ítems, en la versión adaptada, se eliminaron los ítems “El
profesorado castiga injustamente” y “El profesorado baja la nota a algún alumno o
alumna como castigo”, quedando constituido finalmente por 8 ítems.
Resultados
En la Tabla 1 se muestran los ítems que conforman cada una de las escalas propues-
tas en el CUVE3-UNIVERSIDAD, la media y desviaciones típicas así como el índice de
homogeneidad y los porcentajes de respuestas a niveles bajos (1 ó 2), medios (3) y altos
(4 ó 5)de cada uno de los ítems.
Tabla 1
acerca de compañeros/as.
el alumnado
2. Los estudiantes hablan mal unos de otros. 2.93 1.26 .546 42.1% 24% 33.8%
3. El alumnado pone motes molestos a sus
2.27 1.28 .634 62.7% 16.9% 21.4%
compañeros/as.
4. El alumnado insulta a sus compañeros/as. 1.80 1.06 .630 77.2% 13.4% 9.5%
5. El alumnado habla con malos modales al
1.78 1.02 .460 79.5% 11.9% 8.6%
profesorado
profesorado.
alumnado
verbal del
Violencia
hacia
14. Hay estudiantes que son discriminados por 1.64 1.03 .677 81.6% 11.3% 7.1%
compañeros/as por su orientación sexual.
15. Hay estudiantes que son discriminados por
compañeros/as por presentar algún tipo de 1.50 .89 .653 86.1% 9.5% 4.5%
discapacidad
16. Determinados estudiantes son discriminados por 1.77 1.05 .623 79.2% 10.4% 10.4%
sus compañeros/as por sus bajas notas.
17. Algunos estudiantes son discriminados por sus 2.28 1.26 .571 62% 18.7% 19.3%
compañeros/as por competitividad.
18. Los estudiantes utilizan las redes sociales para
insultar y publicar fotos, vídeos, etc. del profesorado. 2.66 1.31 .356 78.9% 11.9% 9.2%
información y de
tecnologías de la
la comunicación
través de las
Violencia a
22. El alumnado dificulta las explicaciones del 2.66 1.31 .641 52.5% 19.9% 27.6%
profesor/a con su comportamiento durante la clase.
23. Hay alumnado que ni trabaja ni deja trabajar al 2.64 1.37 .629 51.3% 20.2% 28.5%
resto.
24. Hay alumnado que dificulta las explicaciones del 2.94 1.30 .503 38.9% 26.7% 34.4%
profesorado por falta de puntualidad en las clases.
25. El alumnado no atiende a las explicaciones del
profesorado por el uso del teléfono móvil, tablet, PC. 3.64 1.25 .430 20.2% 21.1% 58.8%
alumnos/as.
27. El profesorado tiene manía a algunos alumnos/as. 2.25 1.25 .527 61.7% 20.2% 18.1%
28. El profesorado ignora a ciertos alumnos/as. 2.06 1.24 .502 96.4% 15.4% 15.1%
alumnado
29. El profesorado no escucha a su alumnado. 1.96 1.07 .467 70.6% 19.6% 9.8
30. El profesorado ridiculiza al alumnado. 1.67 .96 .457 83.1% 9.8% 7.1%
31. Hay profesores/as que insultan al alumnado. 1.32 .71 .545 92.6% 5.3% 2.1%
32. Ciertos profesores/as intimidan o atemorizan a
1.57 .97 .513 81.9% 11.9% 6.2%
algún alumno/a.
33. El profesorado amenaza a algún alumno/a. 1.26 .64 .467 93.2% 5.6% 1.2%
Nota: La N es igual para todos (337) y todos los ítems alcanzan el valor mínimo (1) y máximo (5). = Media;
D.T.= Desviación Típica; Cr-IT= Correlación ítem- total corregido.
Para todos los ítems existe suficiente variabilidad ya que en todos se ha alcanzado
los valores mínimo y máximo disponible. A continuación se describen los resultados
obtenidos (Tabla 1) atendiendo a los objetivos planteados en esta investigación.
Respeto a la violencia verbal del alumnado hacia el alumnado se percibe como tipo
de violencia el poner motes (21.4%), hablar mal de los compañeros (33.8%) y extender
rumores (35.6%).
En relación a la violencia verbal del alumnado hacia el profesorado, la violencia
física directa e indirecta entre estudiantes y la exclusión social no se observa presencia
de estos tipos de violencia en el contexto universitario, los ítems que conforman estas
dimensiones alcanzan todos puntuaciones muy bajas.
La violencia a través de las tecnologías de la información y de la comunicación se
manifiesta por medio del uso de redes sociales para insultar al profesorado (9.2%).
La disrupción en el aula, el alumnado percibe, que dificulta las explicaciones del
profesorado hablando en clase (38.3%), con su comportamiento (27.6%) o con la falta
de puntualidad (34.4%), y por otro lado el alumnado no trabaja ni deja trabajar en clase
(28.5%) o no atiende por el uso del teléfono móvil u otro dispositivo digital (58.8%).
Estos actos de disrupción en el aula, según los porcentajes obtenidos, son los que mayor
presencia tienen en el contexto universitario.
Por último, en cuanto a la violencia del profesorado hacia el alumnado, ésta se dis-
tingue, sobre todo, por un tipo de violencia más relacionada con la exclusión, puesto
que se percibe la preferencia por ciertos alumnos (27.7%), manías hacia algunos alumnos
(18.1%) e ignorar a ciertos alumnos (15.1%).
En cuanto al índice de homogeneidad, se observan correlación elemento-total corre-
gida, positivas en todos los ítems con valores entre .356 y .677, lo que indica que todos
los ítems contribuyen en el mismo sentido a una medición por parte del cuestionario.
No se encontraron valores <0.3.
Tabla 2
FACTOR
ÍTEMS
1 2 3 4 5
12 .892
13 .826
14 .771
15 .718
16 .479
21 .879
22 .819
23 .778
24 .664
25 .484
2 .755
1 .750
3 .746
4 .704
27 .852
26 .778
28 .682
33 .813
31 .745
32 .647
Método de extracción: Máxima verosimilitud.
Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser.
a. La rotación ha convergido en 6 iteraciones.
Tabla 3
Discusión y conclusiones
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