Equipo 4. Herencia Ligada Al X

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Herencia ligada al X

DRA. EVELIA LEAL UGARTE


GENÉTICA

EQUIPO 4
 GODOY HERNANDEZ HEIDY DANIELA
Subtemas:
 GONZALEZ MUÑOZ CLARISSA YAMILE
 Sexo homogamético y
heterogamético
 HERNANDEZ OTERO LAURA NALLELY
 Hemicigoto
 Herencia recesiva
 ROSALES TORRES ALEJANDRA
 Herencia dominante
 Herencia
seudoautosomica
Herencia ligada al cromosoma X

Los cromosomas X e Y, que son los responsables de la determinación sexual en


el humano, XX para el femenino y XY para el masculino, por lo tanto, el único
cromosoma común en ambos géneros es el X.

Cuando un gen está presente en el cromosoma X, pero no en el cromosoma Y, se


dice que está ligado a X. Los fenotipos que son determinados por los genes que
se localizan en el cromosoma X tienen una distribución sexual y un patrón de
herencia característicos que generalmente permiten su identificación con facilidad.
Se considera que hay aproximadamente 1.100 genes localizados en el
cromosoma X, de los cuales sabemos en la actualidad que alrededor del el 40%
se asocia a fenotipos de enfermedad.

Dado que los individuos de sexo


masculino sólo tienen un cromosoma X,
mientras que los de sexo femenino tienen
dos, sólo hay dos posibles fenotipos en los
hombres y tres posibles fenotipos en las
mujeres, en lo que se refiere a un alelo
mutante en un locus del cromosoma X.

Sexo homogamético y heterogamético

Cuando nos referimos a un sexo heterogamético u homogamético se hace


referencia a la “diferencia” o “igualdad” de los cromosomas que conforman el sexo
en cuestión.

Se denomina sexo homogamético al que produce gametos de un solo tipo que en


la especie humana corresponde a la mujer; el varón puede producir dos tipos de
gametos: X o Y, por lo cual porta el sexo heterogamético y determina el sexo
cromosómico en el momento de la fecundación.
Hemicigoto

Las mujeres tienen dos cromosomas X con posibilidad de presentar diferentes


constituciones genéticas. Pueden ser homocigotas o heterocigotas para un
determinado gen, ya sea dominante o recesivo.

El varón sólo tiene un cromosoma X y por ello una sola constitución genética es
hemicigoto para los genes que localizan en el cromosoma X, porque carece de
los loci correspondientes en el Y, por esto, la conducta del gen en la mujer es
independiente, este siempre se va a expresar en el varón.

Inactivación del cromosoma X

Las mujeres cuentan con dos cromosomas X, así que se condiciona un


desequilibrio en contenido génico con los varones. Para volver justa la expresión
en ambos sexos, este desbalance de la expresión génica se resuelve cuando por
mecanismos regulatorios genéticos y epigenéticos se induce el silencio
transcripcional en uno de los cromosomas X en las células somáticas de las
mujeres.

En 1966, la doctora Mar Lyon estableció una hipótesis en la cual afirmaba que
como compensación de “dosis”, en cada una de las células somáticas de la mujer
y durante etapas embrionarias se inactivaba aleatoriamente un cromosoma X, ya
sea el paterno o el materno. Todas las células descendientes de cada una de
estas células originales mantendrán el mismo patrón de inactivación del
cromosoma X, esto trae como consecuencia, que todas las mujeres normales
constituyen un mosaico en relación a la expresión del cromosoma X ya que
poseen dos poblaciones de células: una con el X paterno inactivo y otra con el X
materno inactivo.

En la inactivación del cromosoma X, un cromosoma X se compacta, para formar


una estructura pequeña y densa llamada corpúsculo de Barr o cromatina
sexual. La mayoría de los genes en el cuerpo de Barr están inactivos, lo que
significa que no se transcriben.
Para que se lleve a cabo la inactivación, el locus que se conoce como centro de
inactivación del cromosoma X que se localiza en Xq13.2, contiene un gen llamado
XIST (inactive X [Xi]-specific transcripts) que se expresa sólo en el cromosoma
inactivo y cuyo producto es un RNA no codificante encargado de silenciar el
cromosoma que lo contiene.

Aunque este proceso es un fenómeno cromosómico, no todos los genes son


sujetos a inactivación. Un análisis extenso de los genes ligados al X mostró que
alrededor de 40 genes escapan al silenciamiento y son expresados en ambos
cromosomas X, tanto en el activo como en el inactivo.

Se considera que la inactivación será aleatoria del X paterno y del materno; sin
embargo, en ocasiones, sucede una inactivación preferencial, la cual puede darse
de forma completamente azarosa y condicionar la presencia o no de enfermedad
en una mujer, así como discordancia en gemelos monocigotos o concordancia en
los dicigóticos. El objetivo principal de esta inactivación sesgada es minimizar,
aunque no siempre eliminar, las consecuencias clínicas de un defecto particular
del cromosoma.

Herencia recesiva ligada a X

Es importante recordar que las mujeres heredan dos copias del cromosoma X, por
lo que el par de alelos permite que puedan ser homocigotas o heterocigotas como
en la herencia autosómica; no obstante, en el caso de ser heterocigota y presentar
mutaciones recesivas, la mitad de sus células expresa el alelo de la enfermedad y
la otra mitad el alelo normal, lo que produce sólo el 50% de los niveles normales
del producto génico, que es suficiente para presentar un fenotipo normal.

En el caso de los varones, esta situación es diferente porque está afectado por ser
hemicigoto y, aunque el gen sea recesivo, el cromosoma Y no proporciona la
contraparte alélica normal que podría compensar para lograr un fenotipo normal.

En las mujeres heterocigotas, los patrones de herencia «dominante» y «recesiva»


ligados al cromosoma X se pueden distinguir en función del fenotipo.
Casi el 40% de los trastornos ligados a X se podría clasificar como recesivo
debido a que muestra una penetrancia escasa o nula.

Características

• Se expresa de manera fenotípica en todos los individuos de sexo masculino que


la reciben, y solamente en los de sexo femenino homocigotos para la mutación.

• La transmisión se realiza a través de heterocigotas, si el producto es varón


tendrá 50% de posibilidades de estar afectado o ser sano; si es mujer, la
posibilidad de ser portadora o sana será de 50%.

• Todos los hijos de un varón afectado serán sanos y sus hijas todas portadoras.

• No hay transmisión de varón a varón.

• Las mujeres heterocigotas no suelen presentar afectación, pero algunas


expresan la enfermedad con una intensidad variable, determinada según el patrón
de inactivación X.

• Cuando un hombre afectado transmite el gen a todas sus hijas. Cada hijo de
cada hija tiene una probabilidad del 50% de heredarlo (salto generacional).

• Una proporción significativa de casos aislados se debe a mutaciones nuevas.

Los riesgos de recurrencia dependen del genotipo de la pareja, dado que cuando
se presenta la unión entre un varón afectado y una mujer sana, todos sus hijos
están sanos, no hay transmisión de varón a varón porque reciben el cromosoma Y
del padre y el cromosoma X normal de la madre sana. Sin embargo, todas sus
hijas reciben el cromosoma X mutado del padre y por consiguiente todas son
portadoras de la enfermedad.

La unión más frecuente es la de una portadora (heterocigota para el gen recesivo)


con un varón sano. Las mujeres heterocigotas transmiten la enfermedad al 50%
de sus hijos, lo que se observa en el árbol genealógico como un salto de
generación abuelo-nieto y, por otro lado, la mitad de las hijas también son
portadoras como ella, con lo cual los afectados están emparentados por vía
materna.

Una forma de unión poco frecuente es la de varón afectado con portadora


heterocigota. La probabilidad de transmitir el gen de la enfermedad a las mujeres
es del 50% para ser portadoras heterocigotas y del 50% para ser homocigotas
afectadas. Y en el caso de los varones existe el 50% de probabilidad de ser sanos
y no transmitir la enfermedad y 50% de riesgo de ser hemicigotos afectados.

La hemofilia A es una enfermedad clásica que se transmite de manera recesiva


ligada al cromosoma X. Por ejemplo, supongamos que Xh representa el alelo
mutante que causa la hemofilia A y que XH representa el alelo normal. Si un
hemofílico se empareja con una mujer normal, todos los hijos reciben el
cromosoma Y del padre y uno de los cromosomas XH maternos, de manera que
no presentan afectación; sin embargo, todas las hijas reciben el cromosoma Xh
paterno con su alelo de hemofilia y, por tanto, son portadoras obligadas (Xh-XH).

Cuando una enfermedad recesiva ligada al cromosoma X se manifiesta en una


mujer con el cuadro clínico que se presenta en el varón, en estos casos se
consideran varios mecanismos:

La afectada puede ser homocigota para el alelo mutado, se observa un gen de un


trastorno ligado al cromosoma X tanto en el padre como en la madre portadora, es
poco habitual que estos casos se presenten, a menos que sus padres sean
consanguíneos.

Que la afectada tenga un cariotipo 45, X por lo cual se considera hemicigota para
el locus del cromosoma.

Otro caso, son las heterocigotas con manifestaciones clínicas, esto depende de
diversos factores. Teniendo en cuenta que la inactivación X es aleatoria y que se
produce en una etapa del desarrollo embrionario en la que el embrión tiene menos
de 100 células. Si el alelo perjudicial se localiza en el cromosoma X activo al
tiempo que el alelo normal se localiza en el cromosoma X inactivo, se produce una
inactivación desequilibrada o sesgada del cromosoma X, si tiene lugar en los
tejidos pertinentes, puede hacer que las portadoras manifiesten signos y síntomas
de la enfermedad, según cuál sea el trastorno en cuestión, las mujeres
heterocigotas pueden presentar grados muy diferentes de penetrancia y expresión
de la enfermedad, incluso aunque su grado de inactivación sesgada sea el mismo.

También se puede observar el patrón contrario de inactivación desequilibrada o


sesgada, es decir, con localización preferencial del alelo mutante en el cromosoma
X inactivo en algunos o todos los tejidos de las mujeres heterocigotas y es
característico de diversos trastornos ligados al cromosoma X pero esta también se
observa en las mujeres heterocigotas asintomáticas, y se considera que refleja
una disminución de la supervivencia o de la capacidad proliferativa de las células
que portaban originalmente el alelo mutante en el cromosoma X activo.

Herencia dominante ligada al cromosoma X

Hay una inexistencia de transmisión entre individuos de sexo masculino. La


característica de un árbol genealógico dominante ligado a X con penetrancia
completa es que presentan afectación por la enfermedad todas las hijas y ninguno
de los hijos.

El patrón de herencia a través de las mujeres no es diferente del patrón


autosómico dominante; dado que las mujeres poseen 2 cromosomas X, cada hijo
de una mujer afectada tiene una probabilidad del 50% de heredar el rasgo, con
independencia de su sexo. Las enfermedades dominantes ligadas a X, su
expresión suele ser más leve en las mujeres.

Son pocas enfermedades genéticas que se clasifican como dominantes ligadas al


cromosoma X. Como es el raquitismo hipofosfatémico ligado al cromosoma X
(raquitismo con resistencia a la vitamina D), se ve alterada la capacidad de los
túbulos renales para reabsorber el fosfato filtrado. El producto del gen alterado
parece pertenecer a una familia de endopeptidasas que activan o degradan
diversas hormonas peptídicas. El mecanismo patogénico es desconocido. Aunque
afecta a ambos sexos, cumple el criterio de un trastorno dominante ligado a X, en
mujeres heterocigotas la concentración sérica de fosfato y el raquitismo son
menos intenso, en comparación con los hombres.

Trastornos dominantes ligados a X con letalidad masculina Algunos de los


infrecuentes defectos genéticos expresados por las mujeres parecen pertenecer al
grupo de cuadros dominantes ligados a X que son letales para los de sexo
masculino antes de su nacimiento. Los árboles genealógicos de estos trastornos
demuestran la transmisión por parte de las mujeres afectadas, que tienen hijas
afectadas, hijas normales e hijos también normales, en proporciones iguales
(1:1:1).
El síndrome de Rett afecta casi exclusivamente a las mujeres y cumple con los
criterios de un trastorno dominante ligado a X, con letalidad de los varones
hemocigotos. Se tiene crecimiento y un desarrollo prenatal y neonatal normales,
seguido de aparición rápida de sintomatología neurológica. Los niños muestran
espasticidad y ataxia, desarrollan rasgos de autismo y un comportamiento irritable
con arrebatos de llanto, y muestran movimientos característicos de retorcimiento o
aleteo no deliberados en las manos y los brazos. Se reduce el crecimiento de la
cabeza y aparece microcefalia. Son frecuentes las convulsiones (aprox. el 50% de
los px).

El progreso del deterioro mental se interrumpe al cabo de unos pocos años y los
pacientes pueden sobrevivir durante muchos decenios con una discapacidad
neurológica grave pero estable. La mayor parte de los casos se debe a
mutaciones espontáneas en un gen del cromosoma X, MECP2, que codifica una
proteína de unión al DNA (proteína de unión a metil-CpG 2). El mecanismo de la
enfermedad es desconocido. La mayor parte de las mujeres heterocigotas sufre un
síndrome de Rett plenamente manifiesto. Los hombres que padecen este
síndrome y que sobreviven presentan generalmente dos cromosomas X o bien
muestran mosaicismo para una mutación que no existe en la mayor parte de sus
células. Se han observado algunos casos de mujeres aparentemente no afectadas
que han dado a luz a más de un hijo con síndrome de Rett. En estos casos, la
madre puede haber sido heterocigota para una mutación MECP2, pero habría
estado protegida de los efectos del alelo mutante porque su patrón de inactivación
del cromosoma X mostró un sesgo y el cromosoma portador del gen mutante
quedó inactivado en la mayor parte de sus células. De manera alternativa, la mujer
fenotípicamente normal con más de un hijo con síndrome de Rett podría haber
presentado un mosaico en la línea de células germinales sin presencia del gen
mutante en sus propios tejidos somáticos.

HERENCIA SEUDOAUTOSÓMICA

Describe el patrón de herencia de los genes localizados en la región


seudoautosómica (secciones de los cromosomas sexuales que pueden
recombinarse entre sí durante la meiosis, están presentes en el cromosoma
X como en el  Y, se sitúan en los extremos de los brazos corto y largo de dichos
cromosomas). Los alelos de los genes de la región seudoautosómica pueden
presentar transmisión entre individuos de sexo masculino (por lo que es una
transmisión similar a la autosómica), debido a que pueden pasar del cromosoma X
al cromosoma Y durante la gametogénesis masculina y, después, pueden ser
transmitidos desde un progenitor a sus descendientes de sexo masculino. La
discondrosteosis es una displasia esquelética de transmisión hereditaria
dominante que cursa con una estatura desproporcionadamente baja y una
deformidad del antebrazo, y es un ejemplo de trastorno hereditario
seudoautosómico dominante. Se ha observado una prevalencia mayor de la
enfermedad en las mujeres, en comparación con los hombres, lo que sugiere que
es un trastorno dominante ligado al cromosoma X; sin embargo, la existencia de
transmisión entre individuos del sexo masculino descarta claramente una herencia
estricta ligada a X Se ha demostrado que las mutaciones en el gen SHOX que
codifican un factor de transcripción que contiene una homeosecuencia son las
responsables de este trastorno. El gen SHOX se localiza en la región
seudoautosómica de on Xp e Yp y escapa a la inactivación X.
Bibliografía

1. Guízar-Vázquez, J. J. (2001). Genética clínica (3.a ed.). México: El Manual


Moderno. Pag225
2. Nussbaum, R., McInnes, R., Willard, H., Hamosh, A. and Thompson, M.,
2007. Thompson & Thompson Genetics In Medicine. 7th ed. Philadelphia:
Saunders/Elsevier. Pag.129
3. Ruiz, D. V. C., Hernández, U. R. D., & Rosa, Z. G. (2012). Genética clínica
(1.a ed.). México, México: Editorial El Manual Moderno. Pag 171

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