Lectura 1
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EL ESTUDIO Y APRENDIZAJE
1.1 ¿QUÉ ES ESTUDIAR?
Estudiar es una actividad personal, consciente y voluntaria, en la que se pone en
funcionamiento todas las capacidades con el fin de conocer, comprender, analizar y sintetizar
aquellos datos conceptos y principios que contribuyen a la formación y desarrollo personal.
Según Clifford y Deese (1967) señalan que "el estudio es un esfuerzo total para aprender, y
sólo es verdaderamente provechoso cuando se aprende".
Estudiar significa poner en actividad nuestras capacidades mentales y físicas para lograr algún
objetivo, no es solamente leer y memorizar, ni tampoco consultar libros de referencia o
utilizar cualquiera otra forma memorística o reflexiva de lectura, se puede decir entonces que
el estudio es el ejercicio de adquisición, asimilación y comprensión para conocer o
comprender algo.
Se estudia teniendo un objetivo previo ya definido, es todo un proceso sistemático y
organizado. Significa relacionar lo nuevo con el conocimiento ya integrado (comprenderlo) y
poder recordarlo (memorizarlo) en el momento oportuno. Como se aprecia el proceso de
aprendizaje y el de estudio están muy vinculados y requieren de algunas condiciones básicas
para que sean desarrollados con el máximo provecho y efectividad.
Hay que tener en cuenta que los factores son los elementos básicos en los que se sustenta el
estudio, entre los cuales tenemos:
El lugar de estudio
El lugar donde se realiza el estudio debe favorecer la concentración y evitar las distracciones.
El espacio físico en el cual se realiza las tareas de estudio no puede contener elementos que
promuevan o que entorpezcan el trabajo intelectual, entre ellos se pueden mencionar, ruido,
luz, temperatura, mobiliario, colores, objetos y equipos de estudio. Es importante que sea un
lugar que favorezca la concentración y esté libre de interrupciones. Si está a su disposición
que sea una habitación de uso exclusivo, sin malos olores, bien aireada y ventilada, ni con
mucho calor ni con frío, sin molestias de ruidos, ni otro tipo de distracciones (televisión, radio,
etc.); que este preferiblemente siempre ordenada. El lugar de estudio debe ser agradable, pero
sin motivos de distracción. También podemos señalar que es recomendable en cuanto al lugar
de estudio lo siguiente:
El ruido y la música
Los ruidos y la música son elementos externos de distracción que dificultan la concentración
y desvían la atención. Muchos alumnos plantean la pregunta de si se puede estudiar con
música. La respuesta la tenemos cada uno de nosotros; de ahí que no exista una respuesta
general correcta. Hay estudiantes que se han acostumbrado a trabajar con música; otros, en
cambio, requieren silencio total para obtener un mejor rendimiento.
Está claro que a más concentración, mas silencio necesitaremos, ya que la atención cuanto
más dispersa y ocupada este con actividades externas, más esfuerzo requiere para lograr la
concentración que muchas tareas exigen. La música puede utilizarse cuando estemos
realizando trabajos que por ser más ligeros permitan una cierta dispersión de la atención.
La iluminación
El estudiante debe de tener en cuenta este otro detalle de suma importancia para que el logro
de la actividad del estudiar sea más productivo, una buena iluminación evitara que la vista se
esfuerce y produzca un cansancio innecesario, es preferible la luz natural sobre la artificial. La
luz debe entrar por el lado contrario de la mano con la que escriba para no hacer sombras. Lo
mismo ocurre con la luz artificial, debe tener las mismas características. Hay que cuidar que
esté bien distribuida, que no sea demasiado intensa ni demasiado débil, y por supuesto, que
no se proyecte directamente sobre los ojos del estudiante. Lo más adecuado es una lámpara
con luz blanca y otra ambiental que ilumine el resto de la habitación, para que no haya
demasiado contraste.
La ventilación
La ventilación debe ser la adecuada en el ambiente de estudio. El aire que respiramos debe
contener una buena cantidad de oxígeno. Un ambiente con una mala oxigenación está cargado
de bióxido de carbono por lo cual genera una mala oxigenación del cerebro produciendo,
malestar general, cansancio y sopor, que disminuyen el rendimiento del trabajo intelectual.
Por lo cual es importante renovar el aire de la habitación con cierta frecuencia.
El mobiliario.
Lo ideal es disponer de una mesa de estudio, una silla y armario-estantería para colocar libros,
carpetas y útiles de escritorio.
Mesa:
Debe ser plana, rígida, amplia para tener a mano todo el material que sea necesario, sin otros
objetos de distracción como revistas, juegos, adornos móviles, etc. Preparar todo aquello que
se puede necesitar: bolígrafos, fichas, agua, libros, diccionarios, para luego no tener excusas
para levantarse.
Silla:
La silla debe ser simple, recta, que facilite una posición erguida. La altura debe estar en
relación con la mesa y la estatura del estudiante. Se debe cuidar mucho la postura. La espalda
apoyada en el respaldo de la silla. A una distancia alrededor de 30 cm. del libro o apuntes y si
es posible que estén inclinados por un atril u otro objeto, esto hace que la vista no se canse tan
pronto y se pueda prevenir la fatiga ocular.
Estantería:
Es el lugar ideal para tener ordenados y a mano los materiales de estudio.Cuando estudies,
conviene que tengas a la vista el horario, calendario y tu plan de trabajo.
El trabajo intelectual es una actividad psíquica y, como tal, está condicionada por la salud física
y el bienestar corporal. El estado físico condiciona nuestra disposición para el estudio,
afectando a nuestra resistencia y a nuestra capacidad de concentración.
El sueño y el descanso
El descanso es imprescindible para recupera las energías, el sueño cumple una función
reparadora. El estudiante debe dormir entre siete y nueve horas, aunque lo importante no es
la cantidad sino la calidad del sueño, ya que dormir lo necesario es la forma más natural de
reponerse y descansar del agotamiento mental y físico, lo realmente importante es establecer
unos hábitos regulares de sueño y relajación. Sacrificar horas de sueño para el estudio no es
eficaz, ya que lo más probable es que al día siguiente estemos decaídos y cansados, rindiendo
menos en el estudio. Un efecto de la falta de sueño es la reducción de la capacidad del individuo
para mantener la atención fija en los contenidos a estudiar.
Los llamados “lapsos”, el no reaccionar ante determinadas lecturas o informaciones, puede
deberse a falta de atención concentrada por fatiga o sueño.
La alimentación.
El estudio y la buena alimentación son dos cosas que deben ir muy unidas. El rendimiento en
el estudio es sensible a una alimentación equilibrada y a unos hábitos alimenticios acordes
con las exigencias del estudio.
Una buena alimentación es garantía de una buena salud y esta influye positivamente en todas
las actividades de la persona entre ellas el estudio, hay necesidad de evitar el estudiar después
de haber ingerido alimentos; por otro lado procure que la alimentación del estudiante sea muy
variada y ligera de no ser así provocara somnolencia; es imprescindible que el joven consuma
cantidades razonables de productor naturales y abundante agua, en general se trata de tener
una buena alimentación, a horas regulares, evitando las comidas pesadas o largas horas con
el estómago vacío. Procurar ingerir diariamente, leche o sus derivados, frutas y verduras en
abundancia.
El ejercicio físico
El ejercicio físico contribuye poderosamente a mantener y mejorar la salud del cuerpo.
Especialmente, el estudiante que se supone que emplea largas horas de vida sedentaria,
sentado en la clase y estudiando, necesita, como compensación, practicar algunos minutos al
día ejercicios físicos o gimnasia.
De esta manera, en su horario diario debe incluir algún tipo de ejercicio físico, deporte o juego
para contribuir a la salud corporal. Cuando se sienta cansado, hacia la mitad del estudio,
convendría que realizara algún tipo de ejercicio o movilización, física: un pequeño paseo o
caminata al aire libre, u otra actividad física, para activar la circulación y predisponer la
reanudación de la labor del estudio con más eficacia.
La posición corporal. La posición corporal es muy importante. Una mala postura causa
fatiga y dificulta el estudio. Estudie en una silla cómoda ante el escritorio. Nunca estudie
acostados ni sentado en una cama, porque sería fácil caer en la asociación de ideas, cama -
pereza - sueño, que son antagónicas a la idea de estudio.
Motivación interna
La primera, surge sin motivo aparente, es la más intensa y duradera. Por ejemplo, la primera
vez que observamos una actividad deportiva y quedamos tan impresionados que sentimos la
necesidad de integrarla en nuestras vidas. A partir de ese instante, todo gira alrededor de
dicha actividad y poniéndola en práctica sentimos un placer que nos empuja a realizarla, hasta
que momentáneamente, queda satisfecha la necesidad de llevarla a cabo.
Existe otro tipo de motivación interna que no surge de forma espontánea, sino, más bien, es
inducida por nosotros mismos. Es aquella que nos auto imponemos por algún motivo y que
exige ser mantenida mediante el logro de resultados. Se trata de una motivación vacía que
difícilmente se sostiene a menos que se consigan resultados apetecibles. Muchos estudiantes
renuncian a cursar una carrera que les gusta porque piensan que una vez convertidos en
profesionales no ganarán el dinero que desean y se plantean cursar otra carrera porque
confían en alcanzar un elevado nivel de vida. Su motivación responde a una necesidad ajena a
los estudios y que se basa en un supuesto imprevisible, por depender del siempre cambiante
mercado laboral.
Motivación externa
Es extrínseca cuando el alumno sólo trata de aprender no tanto porque le gusta la asignatura
o carrera si no por las ventajas que ésta ofrece. La motivación externa se logra por una amplia
variedad de conductas las cuales son los medios para llegar a un fin, y no el fin en sí mismas.
Hay tres tipos de motivación externa:
Regulación externa: La conducta es regulada a través de medios externos tales como
premios y castigos. Por ejemplo: un estudiante puede decir, "estudio la noche antes del
examen porque mis padres me fuerzan a hacerlo".
Regulación introyectada: El individuo comienza a internalizar las razones para sus
acciones pero esta internalización no es verdaderamente autodeterminada, puesto que
está limitada a la internalización de pasadas contingencias externas. Por ejemplo:
"estudiaré para este examen porque el examen anterior lo desaprobé por no estudiar".
Regulación Identificada: Es la medida en que la conducta es juzgada importante para el
individuo, especialmente lo que percibe como escogido por él mismo, entonces la
internalización de motivos extrínsecos se regula a través de identificación. Por ejemplo:
"decidí estudiar anoche porque es algo importante para mí".