Lucas 8

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LUCAS 8

Lucas 8:1-3, Mujeres que sirven a Jesús

8:1 Aconteció después, que Jesús iba (una por una, FL) por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando
el evangelio del reino de Dios, -- el trabajo principal de Jesús era predicar las buenas nuevas del reino de Dios. . “La oración
describe al Salvador cómo recorría el país con objeto de ponerse en contacto lo más posible con la gente, y se aseguraba
especialmente de que ninguna ciudad o aldea fuese descuidada. Era como si él no quisiera dejar que ningún alma se quedara
sin ser visitada por la luz de la salvación” (GRB).

-- y los doce con él, 8:2 y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: -
- María, que se llamaba Magdalena, --Mar.16:9 “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la
semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios”.

-- de la que habían salido siete demonios, -- esta es la causa especial de su gratitud. Mar. 16:9,

8:3 Juana, mujer de Chuza intendente (mayordomo, LBLA) de Herodes, -- Es mencionada otra vez en Luc. 24:10,
“Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas,… -- y Susana,

-- y otras muchas que le servían de sus bienes. – de lo que poseían, sus recursos, una ayuda muy práctica. Estas mujeres
mostraban de esta manera su gratitud a Jesús por haber echado fuera espíritus malos y por haberles sanado de sus
enfermedades. En el capítulo 7:36-50 leemos de la mujer que mostró su gratitud y gran amor hacia Jesús por haberle
perdonado. Cuando Jesús sanó a la suegra de Pedro, “ella se levantó, y les servía” (Mat. 8:14).

Estas mujeres no estaban organizadas en una “Sociedad Misionera Femenina”. Más bien un grupo de mujeres muy
agradecidas “le servían de sus bienes

Parábola del sembrador

(Mat. 13:1-5, 18-23; Mar. 4:1-20)

¿Qué es una "parábola"? Es el relato de algún evento común que puede servir como comparación con alguna verdad
espiritual. Jesús empleaba muchas parábolas para ilustrar la naturaleza del reino. Las parábolas tratan de nuestras
relaciones con Dios; tienen significado celestial y eterno.

Una parábola es una ilustración basada en eventos comunes, las actividades diarias de la gente. Jesús conoce al
hombre, y conocía a la gente de Palestina, todo aspecto y detalle de su vida diaria.

El propósito de la parábola del sembrador es para enfatizar la necesidad de entender y obedecer la enseñanza de Cristo.
Básicamente la parábola del sembrador describe la obra de Cristo, el Principal Sembrador y las cuatro clases de terreno en las
que cae la semilla sembrada.

Las cuatro clases de terreno son cuatro clases de oyentes. La parábola enseña la responsabilidad de oír la palabra, porque
por el oír viene la fe (Rom. 10:17). Jesús bien sabía que la semilla no puede germinar y producir en toda clase de corazón
humano.

En esta parábola Jesús les presenta un retrato de ellos mismos; pone delante de sus ojos el espejo para que puedan ver
cómo eran (qué clase de oyentes eran). Les cuenta una historia acerca de ellos mismos y de cómo ellos oyen la palabra.
¿Cómo recibirían su enseñanza? De la misma manera en que los varios terrenos de Judea recibían la semilla del sembrador.

8:4 Juntándose una gran multitud, y los que de cada ciudad venían a él, les dijo por parábola: 5 El sembrador
salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la
comieron. 6 Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad. 7 Otra parte cayó entre
espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron. 8 Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y
llevó fruto a ciento por uno.
-- Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga. – es decir, no solamente oír su voz, sino
también entender y aceptar su enseñanza. Sant. 1:21, “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia,
recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”.

8: 9 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola?

8:10 Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; -- los “misterios del reino de Dios” no
eran misterios en el sentido de ser místicos y difíciles de entender. Eran “misterios” simplemente porque no se habían
revelado antes. Sin embargo, para entender los misterios del reino es necesario escudriñar las Escrituras (Jn. 5:39; Hech.
17:11) y usarlas bien (2 Tim. 2:15; 2 Ped. 3:16).0

-- pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan. -- Isa. 6:9-10, -- Mat.
13:14, “De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis,
y no percibiréis. 15 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado
sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los
sane”. Los “otros” de los cuales Jesús habla aquí, habían oído la misma enseñanza que los discípulos habían oído desde el
principio de su ministerio. Habían observado los mismos milagros que los discípulos habían observando. Pero los “otros”
veían y oían con ojos cerrados y oídos tapados; es decir, su corazón estaba lleno de prejuicio debido a su concepto erróneo
del Mesías y su reino.

¿Por qué habló Jesús en parábolas? (1) Para revelar la verdad. Las parábolas son "ventanas" que dejan entrar la luz.
Nos ayudan mucho en nuestro entendimiento de verdades celestiales. Jesús dice varias veces, "El reino de los cielos es
semejante a" y luego sigue la comparación.

(2) Para conservar la verdad. Las parábolas nos ayudan mucho para recordar la enseñanza. ¿Quién no se acuerda del
"Hijo Pródigo" y del “Buen Samaritano”?

(3) Para dejar que sus enemigos se juzgaran solos. De esta manera Jesús despertó la conciencia de la gente para que
pudiera ver su propia rebeldía.

(4) Para esconder la verdad, para que los insinceros no la entendieran.

-- Viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. --. Uno de los propósitos principales era para esconder la verdad de
los insinceros. Muchos de los judíos de aquel tiempo abusaron de su privilegio de aprender la verdad de Dios. Jesús "a lo
suyo vino, y los suyos (los judíos) no le recibieron" (Jn. 1:11). A consecuencia de esto quedaron aun más confirmados en su
desobediencia a pesar de haber escuchado estas enseñanzas divinas. Compárese 2 Cor. 3:15, tenían velo puesto sobre su
corazón. . 2 Tim. 4:3, 4, algunos tienen comezón de oír solamente las cosas que les agraden. Compárese Isa. 30:9,10.

Los judíos vieron los milagros y oyeron la enseñanza, pero su corazón era perverso. Debido a esto los milagros no
produjeron en ellos la fe (Jn. 20:30,31).

Mateo 13:16, “Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. 17 Porque de cierto os
digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron”.

8:11 Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. --Mar. 4:14. Es la única semilla que producirá la
planta que nuestro Padre celestial plantó.

8:12 Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que
no crean y se salven. -- Estos oyentes son los que permiten que sus corazones sean "pavimentados" (endurecidos) por todos
los sucesos y actividades de esta vida. Su vida ha sido fuertemente afectada e influenciada por los asuntos de la vida diaria: el
empleo, la familia, los planes, las bodas, los funerales, los crímenes y docenas de otras cosas. Estos tienen corazones
desatentos, insensibles, preocupados e indiferentes en cuanto a los asuntos espirituales.

satanás arrebata la palabra con miles de distracciones. No quiere que la gente oiga. Si oye, no quiere que crea. Si cree,
no quiere que obedezca. Siempre le anima a posponer la obediencia. A veces la tribulación prepara el "terreno" para
recibir la semilla.
8:13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces;
creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. – La semilla cae sobre una capa delgada de tierra sobre
la roca sólida, donde no hay humedad. Brota pronto pero no puede echar raíces. Hay vida pero muy momentánea..
Este es el oyente superficial, emocional, impresionable, impulsivo. Tiene interés pero es pasajero. No obedece por
convicción. Oye un sermón conmovedor y obedece.. Tal vez obedece durante una "campaña emocionante" (le gustaron
los himnos y los hermanos fueron muy amables, etc.),. No considera la cruz que debe llevar. No toma en cuenta la oposición
que encontrará. no se acerca a Dios en oración ni con lectura bíblica, no es debidamente activo en la iglesia, no se fortifica.

Vienen persecuciones, tribulaciones, críticas, burlas, pruebas, las cuales deben fortalecerle (Rom. 5:3-5) y acercarlo a
Dios, pero más bien le alejan de Dios y le hacen tropezar.

8:14 La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y
los placeres de la vida, y no llevan fruto.. "El afán de este siglo". La ansiedad indica falta de fe en Dios. Indica una
preocupación excesiva por los asuntos de esta vida, y una falta de interés en cosas espirituales..

"El engaño de las riquezas" es muy peligroso. 1 Tim. 6:9,10; Mar. 10:24. La prosperidad es más peligrosa que la pobreza.
Muchos hermanos abusan de la "tarjeta plástica", haciendo compras y así comprometiéndose más allá de sus posibilidades, y
luego viene un afán abrumador. Muchos se entrampan con deudas que nunca pueden pagar.

8:15 Pero la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y
dan fruto con perseverancia. -- Esta es tierra fértil, limpia (preparada), húmeda, buena, Estos oyen la palabra con toda
solicitud, la entienden, la obedecen y llevan fruto. .. Oye la palabra atentamente, la estudia, la entiende y la obedece no
importa quién la predique, ni con qué motivos la predique, ni quién más la obedezca, ni cuántas ofensas vengan. La
lección es que cada quien debe examinar cuidadosamente su corazón.

Las tres clases de terreno que no producen buena cosecha se pueden clasificar como el terreno de indiferencia, el terreno
de la superficialidad y el terreno del doble ánimo.

Nada oculto que no haya de ser manifestado

(Mar. 4:21-25)

8:16 Nadie que enciende una luz la cubre con una vasija, ni la pone debajo de la cama, sino que la pone en un
candelero para que los que entran vean la luz. – Los discípulos de Jesús son bien conocidos por los familiares,
vecinos, compañeros de trabajo o de escuela, clientes y patrones, mayordomos y empresarios, etcétera. La gente se fija en
la buena conducta, actitud, y buena voluntad del cristiano. Es algo obvio y sobresaliente. El cristiano es diferente. No se
conforma a las actitudes mundanas (Rom. 12:1,2), sino que es transformado a la semejanza de Cristo.

8:17 Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir
a luz. – 12:2, “Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse. 3 Por tanto, todo
lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las
azoteas”.

8:18 Mirad, pues, cómo oís; -- Los apóstoles serían los embajadores de Cristo (2 Cor. 5:20), sus testigos, sus
mensajeros. Por eso, era indispensable que oyeran con cuidado la enseñanza de Cristo.

Debemos oír para ser bendecidos (Mat. 13:16, 17). Oír para tener fe salvadora (Rom. 10:17; Sant. 1:22). Oír para no
desviarnos (Heb. 2:1). Oír para no ser rechazados (Mat 10:14). Oír para llevar fruto (Luc. 8:15).

-- porque a todo el que tiene, se le dará; y a todo el que no tiene, aun lo que piensa tener se le quitará. – Es
necesario aprender la enseñanza de Jesús pero también es necesaria ponerla en práctica y enseñarla a otros, pues solamente
de esta manera podremos retener lo que hemos aprendido. “En lo espiritual, el permanecer inmóvil es imposible.

Si aprovechas las bendiciones (salud, fuerza física y mental, dinero, talentos, empleo o negocio, etc.) todo irá en aumento.
Tendrá aun más bendiciones. Por el otro lado, si descuida su salud, su dinero, su empleo o negocio, perderá lo que tenía.
. Si perdemos la salud física por descuidarla, ¿qué pasará si descuidamos el alma?

La madre y los hermanos de Jesús

(Mat. 12:46-50; Mar. 3:31-35)

8:19 Entonces su madre y sus hermanos vinieron a él; pero no podían llegar hasta él por causa de la
multitud. 20 Y se le avisó, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte. 21 El entonces
respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen. --

En este texto hay lecciones prácticas para nosotros. Siempre existe la tentación de dar preferencia a los de la familia
física, pero recuérdese Mat. 10:34-39. Gál. 6:10, "hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe". ¿A
quiénes debemos dar preferencia? ¿Cuántos hermanos débiles descuidan alguna reunión de la iglesia por atender a los
familiares que llegan de visita? Hemos ganado una familia grande en Cristo. Mar. 10:29,30. Somos parientes de Jesús.
¡Somos su familia! Jesús no se avergüenza de llamarnos hermanos (Heb. 2:11).

Jesús calma la tempestad

(Mat. 8:23-27; Mar. 4:35-41)

8:22 Aconteció un día, que entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y
partieron. -- “Y había con él otras barcas” (Mar. 4:36); por eso, había otros testigos del milagro que iba a hacer.

8:23 Pero mientras navegaban, él se durmió. –No dejó de ser Dios, pero llegó a ser verdadero hombre también. Tuvo
hambre (Mat. 4:2) y sed (Jn. 19:28), se cansó (Jn. 4:9), lloró (Jn. 11:35), y aquí vemos que El durmió. (Este es el único texto
que habla del dormir de Jesús.)

-- Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se anegaban y peligraban.—; Mar. 4:37, Peligraban
porque la barca se llenaba de agua, y el viento la sacudía y azotaba violentamente.

8: 24 Y vinieron a él y le despertaron, -- ¿Cómo pudo Jesús dormir durante la tempestad? Hubiera sido muy difícil
dormir con tanto ruido (el viento, las olas, los gritos de los discípulos) y por estar mojándose tanto. En primer lugar, estaba
cansado.. Durmió en medio de la tormenta porque tenía perfecta paz en su corazón. ¡Qué cuadro tan sublime! ¡Qué contraste
entre la violencia de la tormenta y la serenidad del sueño de Jesús! Además, ¡qué buen ejemplo para nosotros! Esta es la
paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento (Fil. 4:7). Es la paz que Cristo mismo nos ha dejado (Jn. 14:27). “Tu
guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová
perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos” (Isa. 26:3, 4).

-- diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! --. La única esperanza de la salvación de este peligro era Jesús. Y así
es siempre. Cuando las tormentas de la vida nos sacuden y azotan, no hay otra ayuda. Sin Cristo las tempestades de la vida
nos dejarían desesperados. Esta experiencia sirvió para fortalecer la fe de ellos..

Algunos de los apóstoles eran pescadores con mucha experiencia, y estaban acostumbrados a las tormentas, pero
parece que esta tempestad era excepcional en su violencia. De todas maneras, estaban atemorizados y desesperados.

Ellos tenían fe en Jesús. ¿No indica su lenguaje que ellos creían que El podía hacer algo? Si para ellos El era
simplemente un carpintero, ¿Para qué despertar a un carpintero?.

-- Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza. – Jesús es el Creador. No era difícil
controlar lo que había creado. Con su palabra El creó los elementos naturales, y con su palabra los controló.

8:25 Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es
éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen? -- “El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?
(Mat. 8:26). Tenían fe, pero era “poca” fe (Mat. 6:30; 14:31; 16:8). Eso fue el problema que Jesús quería solucionar. Es el
mismo problema que tenemos nosotros. Muchos tienen fe pero es “poca fe” y es “débil fe”. Por eso cuando se desencadenan
las tormentas de la vida, nos dejan desesperados.

El endemoniado gadareno

(Mat. 8:28-34; Mar. 5:1-20)

8:26 Y arribaron a la tierra de los gadarenos, que está en la ribera opuesta a Galilea. 27 Al llegar él a tierra, vino
a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa,
sino en los sepulcros. – Después de calmar la tempestad, ahora se encuentra con algo más terrible, pero como había
reprendido al viento y a las olas, también mandaba al espíritu inmundo que saliese del pobre

8:28 Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo,
Jesús, Hijo del Dios Altísimo? – Este tenía la respuesta a la pregunta de los apóstoles, No leemos de demonios que huyeran
de Jesús, pues lo conocían y entendían que eso no sería posible; más bien, se acercaban a El para arrodillarse delante de El.

-- Te ruego que no me atormentes. – Los demonios, enviados por Satanás, sabían lo que les esperaba, pues Satanás
y los suyos serán echados al infierno, al fuego eterno, Mat. 25:41; 2 Ped. 2:4; Judas 6.

8:29 (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había
apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los
desiertos.) -- 8:30 Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? –

-- Y él dijo: Legión (respuesta de los demonios,; literalmente, una legión romana completa estaba compuesta de unos
6.000 soldados). Porque muchos demonios habían entrado en él. –Entonces no estaba poseído de un demonio, sino por un
ejército de demonios. ¡Imagínese la profunda miseria de este hombre desdichado!

8:31 Y le rogaban que no los mandase ir al abismo. – Satanás bien sabía que cuando Dios manda, tiene que obedecer
y también sabía qué le esperaba, el abismo de tormento eterno. Compárense Apoc. 9:1; 11:7; 17:8; 20:1-3.

8:32 Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les
dio permiso. – Los demonios querían tomar posesión de cuerpos vivos, aunque fueran cuerpos de animales.

8:33 Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago,
y se ahogó. – Esto mostró claramente que Jesús había echado fuera los demonios. La petición de los demonios les fue
concedida, pero ¿les gustó el resultado? Tengamos cuidado en cuanto a lo que queramos o pidamos.

8:34 Y los que apacentaban los cerdos, cuando vieron lo que había acontecido, huyeron, (nunca en su vida habían
visto cosa semejante) y yendo dieron aviso en la ciudad y por los campos. – Eran responsables de los cerdos. Tenían que
convencer a sus dueños que ellos no habían descuidado su trabajo y que no habían causado esta pérdida.

8:35 Y salieron a ver lo que había sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los
demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su cabal juicio; y tuvieron miedo. – 8:25; 8:37; 8:47.

He aquí el contraste entre el daño hecho por Satanás a la vida humana y la bendición obrada por Jesús. He aquí el hombre
tranquilizado por Jesús. He aquí el hombre civilizado por Jesús (ya lleva ropa). He aquí la obra de Jesús de hacer que la
mente humana funcione correctamente (recuerde al hijo pródigo que al arrepentirse “volvió en sí”). He aquí el hombre
agradecido, sentado a los pies de Jesús (recuerde el caso de María, Luc. 10:39).

8:36 Y los que lo habían visto, les contaron cómo había sido salvado el endemoniado. – ¡ 8:37 Entonces toda la
multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. – ¿

¿Pueden los hombres despedir a Cristo quien es Dios? Sí, lo pueden hacer, y millones lo hacen todos los días. Apoc. 3:20,
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”.
-- Y Jesús, entrando en la barca, se volvió. 38 Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le
dejase estar con él; – En lugar de querer despedirle, éste quería acompañarle. En esto mostraba su gratitud, confianza y
amor. También es posible que tuviera temor de que los demonios volvieran (Mat. 12:43-45).

-- pero Jesús le despidió, diciendo: 39 Vuélvete a tu casa, -- Este hombre tenía hogar. Tenía familia. ¡Imagínese el
gozo de la familia al verle restaurado a ellos! Entonces allí mismo, en “tu casa” debía empezar su obra de evangelización.

-- y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. – -- Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán
grandes cosas había hecho Jesús con él. – Despidieron a Jesús, pero este hombre se encargó de proclamar la buenas
nuevas. Jesús le dijo, “cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo, y él se fue publicando “cuán grandes cosas había
hecho Jesús con él”.

8:40 Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban. –

La hija de Jairo y la mujer que tocó el manto de Jesús

(Mat. 9:18-26; Mar. 5:21-43)

8:41 Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal (oficial) de la sinagoga, -- uno de los oficiales o
principales, pertenecía a la clase más alta de la sociedad.

-- y postrándose a los pies de Jesús, --). Esto fue un acto de gran humildad para un oficial de la sinagoga del rango más
alto de la sociedad. Indica mucha fe en Cristo.

-- le rogaba que entrase en su casa; 42 porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. -
- Y mientras iba, la multitud le oprimía. “

8:43 Pero – No solamente fue detenido por la multitud, sino que ahora hay otra interrupción. Jesús estaba muy
acostumbrado a las interrupciones y siempre mostraba mucha paciencia

-- una mujer que padecía de flujo de sangre (hemorragias) desde hacía doce años, y que había gastado en
médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, -- 8:44 se le acercó – -- por detrás-- Se
acercó a Jesús con mucha timidez porque su enfermedad le hizo inmunda (Lev. 15:26). Esta pobre mujer había perdido su
salud, su dinero y su vida social y religiosa. Verdaderamente Jesús era su “última esperanza” (GH).

-- y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. – Otro milagro hecho instantáneamente.

8:45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? –Algunos leen esta pregunta como si en realidad Jesús
ignorara quién le había tocado, Tales preguntas no significan que la persona que pregunta ignoraba la respuesta; más bien
había otro propósito.

Jesús conocía a esta mujer y también su fe. Quería sanarla, pero era indispensable (1) que ella entendiera que no fue el
manto sino Jesús que le sanaba porque El quería hacerlo; (2) que ella diera su testimonio de haber sanado; (3) que la
gente se diera cuenta que ella ya no era inmunda y podría ser restaurada a su vida social y religiosa (ya podría entrar
libremente en el templo); y (4) recuérdese que los milagros de Jesús eran señales para producir fe (Jn. 20:30, 31), pero
no podían hacerlo si eran secretos. Tenían que ser públicos.

-- Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime y dices: ¿Quién
es el que me ha tocado? – Jesús no hace esta pregunta para obtener información, sino para dar información (JWM). Hizo
esta pregunta para que la mujer ya sanada no saliera pensando que el manto de Jesús tuviera poder para sanar. Ella no fue
sanada simplemente por haber tocado el manto de Jesús, sino porque era la voluntad de Jesús sanarla. Jesús sabía de
la fe de esta mujer y quería que ella la expresara, . Además, de esta forma, otros verían el resultado de tal demostración de fe.
8:46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí. – Pero el poder que
salio de Jesús (6:19) de acuerdo a su voluntad. No salió involuntariamente, ni de manera mágica.

8:47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, -- Cualquier otro rabí la hubiera
reprendido por haberle tocado.

-- y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante
había sido sanada. – Dio su testimonio. Esto era mucho mejor para ella, porque de esa manera todos se darían cuenta que ya
no era inmunda. También confirmaría el milagro hecho por Jesús.

8:48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; vé en paz. – Obsérvese que la fe de esta mujer no era una “fe sola” (fe
muerta), sino que le motivaba a hacer algo. Jesús conoce el corazón de todos; por eso, sabía que esta mujer tenía fe. Sin
embargo, cuando ella solamente tenía fe, no sanó. Más bien, fue sanada cuando su fe fue manifestada en acercarse y tocar el
manto de Jesús.

8:49 Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no
molestes más al Maestro –Cuando Jairo salió de su casa su hija no estaba muerta. La persona que trajo el mensaje no tenía
fe en Jesús. Y deja la impresión que Jairo estaba “molestando” a Jesús. Como si dijeran, “ No puede hacer nada”.

8:50 Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva. – es decir, seguir creyendo no deje de
creer. La actitud negativa de los que trajeron el mensaje triste pudiera haber desanimado a Jairo. Hay que tener mucho
cuidado de lo que otros digan cuando estamos en medio de alguna aflicción semejante. El mundo está lleno de incredulidad.

8:51 Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y a la
madre de la niña. – Seguramente la gente pensaba (y tal vez decía), “Y éste, ¿por qué vino ahora? ¿Qué piensa hacer? ¿No
sabe que la niña está muerta?” Pero Jesús sí llegó y entró con el propósito de devolver la hijita de Jairo a su familia.

8:52 Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. – Dice Mat. 9:23 que tocaban flautas, y la gente hacía alboroto.
Aun la gente más pobre ocupaba a mujeres (lloronas profesionales llamadas plañideras) para acompañar llorando en los
entierros. Jer. 9:17, “Así dice Jehová de los ejércitos: Considerad, y llamad plañideras que vengan; buscad a las hábiles en
su oficio; 18 y dense prisa, y levanten llanto por nosotros, y desháganse nuestros ojos en lágrimas, y nuestros párpados se
destilen en aguas” (véase también Amós 5:16).

-- Pero él dijo: No lloréis (1 Tes. 4:13); no está muerta, sino que duerme. -- Al decir que la niña no estaba muerta
sino dormida Jesús dio hincapié a la naturaleza verdadera de la muerte; es decir, no es el fin, Dan. 12:2, “Y muchos de los
que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”;
1 Tes. 5:10, “quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él”; véanse
también Jn. 11:11, 14; Hech. 7:60; 1 Cor. 15:6; 1 Tes. 4:13-15.

8:53 Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta. – Se burlaban de El y confirmaban fuertemente que la niña
estaba muerta, porque si no estaba muerta ellos no podrían cobrar por sus servicios de lamentación (JWM).

8:54 Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate. – Las palabras de Jesús fueron las que el
padre o madre usan para despertar a su niña por la mañana.

8:55 Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; – De la misma manera así será la resurrección general
de los muertos en el Día Final; es decir, el espíritu se unirá con el cuerpo resucitado e incorruptible (1 Cor. 15:50-57).

-- y él mandó que se le diese de comer. 8:56 Y sus padres estaban atónitos (asombrados); pero Jesús les mandó
que a nadie dijesen lo que había sucedido. –

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