30 Chistes de Discurso Directo e Indirecto

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30 Chistes de Discurso Directo e

Indirecto
Por Alberto Cajal
Al hablar sobre chistes de discurso directo e indirecto se está

haciendo referencia a la forma en que se expresa el locutor al narrar
la historia jocosa que cuenta.
En el discurso directo se expresa la actuación o el diálogo de los

personajes que intervienen a través del uso de guiones, mientras
que en el discurso indirecto el chiste es contado por un narrador, sin
describir de forma textual la interacción entre los personajes.
:
Ejemplo de chiste indirecto
Ambos tipos de discursos son muy usados en la elaboración de

chistes y poseen algunas características particulares al momento de
presentarse.
Por ejemplo, en el discurso directo se usa con énfasis la

identificación de la participación de los personajes; el uso de los
signos de interrogación, exclamación y el uso de comillas ayudan a
lograr esto.
Chistes con discurso directo

María y Luisa
María y Luisa son dos enfermeras que se encuentran en el pasillo de
un hospital
—Luisa, ¿cómo estás? ¿A dónde te diriges con ese termómetro?
—¿Cuál termómetro? No llevo ninguno.
—El que llevas en el moño.
—Si allí tengo el termómetro, ¿dónde habré dejado el lápiz?
No quiero ir a la escuela
—¡Mamá, no insistas, hoy no iré a la escuela!
—Pero tienes que ir, es tu obligación.
—Mamá, dame un motivo de peso por el que debo ir a la escuela

hoy.
:
—Porque eres el director.
Jaimito
La maestra de Jaimito le asigna una tarea para el día siguiente, al
llegar a clases:
—Buenos días, comenzaremos a revisar la tarea. A ver, Juanita, tu

tarea.
—Aquí está, maestra, es un bosque con una pequeña ardilla y unas

aves.
—Muy bien, Juanita, muy bello. A ver tú, Rafael, la tarea.
—Aquí la tengo maestra, es un desierto con cactus y culebras.
—¿Y tú, Jaimito?, ¿tu tarea?
—Aquí la tengo, maestra (entrega una hoja en blanco).
—¿Qué es esto, Jaimito? ¡Está en blanco!
—Mire, maestra, esto es una vaca comiendo pasto.
—¿Y dónde está el pasto Jaimito?
—Se lo comió la vaca.
—¿Y la vaca, dónde está?
—Se comió el pasto, y como se acabó se fue a buscar más.

:
Pepinos y tomates
Dos pepinos se encuentran en el camino y ven a un tomate pasar.
—¿Lo invitamos a tomar café?
—No, él solo toma té.
Agencia de empleo
Un hombre entra a una agencia de empleo.
—¿Tiene algún empleo para mí?
—Podría ser. ¿Le interesa de jardinero?
—¿Cómo dejar dinero? ¡Pero si lo que yo necesito es tener dinero!
Amigos y celular
Llama un amigo a otro por celular y le pregunta:
—¿Dónde andas, Pepe?
—Te lo diré en tres palabras: sol, arena y refresco.
—¿Es que estás en la playa?
—No, estoy en el trabajo: ¡soy albañil!
Ejército
Un capitán a su soldado:
—Soldado Ramírez.
:
—Sí, mi capitán, diga.
—Ayer no lo vi en la prueba de camuflaje.
—Gracias, mi capitán.
Jaimito y los libros

Jaimito va a la biblioteca a pedir un libro:
—Por favor, quiero un libro de intrigas, ¿cuál me recomienda?
—Hay uno muy bueno en el cual hay un hombre que asesina a la

esposa, los hijos y el perro, y la policía no logra saber quién es.
—¿Y cómo se llama el libro?
—El libro se llama El mayordomo asesino.
Pepito en clase
Un profesor pregunta a un alumno en clase:
—A ver, Pepito, ¿cuántos ojos tenemos?
—Ya le digo, déjeme pensar… Cuatro ojos, profesor.
—¿Cómo que cuatro ojos, Pepito?
—Sí, profesor, tenemos cuatro ojos. Usted tiene 2 y yo tengo 2.
Los vampiros
Dos vampiros cruzan el cielo volando:
:
—¿Cómo te llamas?
—Vampi.
—¿Vampi qué?
—Vampi Rito. Y tú, ¿cómo te llamas?
—Otto.
—¿Otto qué?
—Otto Vampirito.
El gato
Un gato caminaba por un tejado maullando:
—Miau, miau.
Otro gato se acerca y le dice:
—¡Guau, guau!
El primer gato extrañado le dice:
—Oye, ¿por qué ladras si tú eres gato?
Y el otro le contesta:
—¿Es que uno no puede aprender idiomas?
Animales en la selva
:
Dos animales se encuentran en la selva y uno dice al otro:
—Fíjate que yo soy un perro-lobo, pues mi padre era perro y mi

madre una loba. ¿Y tú?
—Pues yo soy un oso-hormiguero.
Navidad y tontos
Dos tontos se preparan para Navidad:
—¡Pongamos luces al árbol! Avísame si encienden las luces.
—Sí…no…sí…no
Juez en Navidad
Un juez promete ser indulgente para Navidad y le pregunta al
acusado:
—Dígame, ¿de qué se le acusa?
—De haber hecho las compras navideñas con anticipación.
—Pero hombre, eso no es un delito. ¿Con cuánta anticipación hizo

las compras?
—Antes de que abrieran las tiendas, señor juez.
La niña y la tarea
Una niña está haciendo su tarea y pregunta a su madre:
—Mamá, mamá, ¿cómo se escribe campana?

:
—Campana se escribe como suena.
—¿Entonces escribo “talán-talán”?
Me llaman guacamole
—Mamá, mamá, en el colegio me llaman guacamole
—Que te calles Nacho.
Poca comunicación
—Amor, ya no me escuchas cuando te hablo.
—Cualquier cosa, no tengo mucho apetito.
El ciego
—Buenas, venía porque quiero que me gradúen la vista.
—Pues hace usted bien porque esto es una ferretería.
La heladería
Un hombre entra en una heladería y pregunta al vendedor:
—Buenas, ¿de qué sabores tienen los helados?
—En ese el cartel podrá ver todos los sabores que tenemos.
—Entonces póngame un cucurucho pequeño de cerramos los lunes.
El laberinto
—María, ¿has ido alguna vez a un laberinto?
:
—No.
—Pues no sabes lo que te pierdes.
Chistes con discurso indirecto

El asma
Un médico le pregunta a su paciente si ha seguido el consejo de
dormir con la ventana abierta para mejorar su asma, a lo que
responde el paciente que el asma sigue igual, lo que ha
desaparecido es el reloj, el televisor y el computador.
El reloj
Se encuentran dos amigos en la calle y uno de ellos le comenta al
otro que ha comprado un reloj muy bonito. Con gran curiosidad, el
amigo le pregunta de qué marca, y el hombre le responde que
marca la hora.
El hombre pequeño
Este era un hombre tan pequeño pero tan pequeño, que pasó frente
a una pastelería, se le hizo la boca agua y se ahogó.
El hombre lento
Era un hombre lento pero muy lento, tan lento que cuando quiso
agarrar caracoles se les escaparon de las manos.
La delgada
Era una mujer tan delgada pero tan delgada, que se puso un vestido
de 100 rayas y le sobraron 99.
:
El cine
Dos amigos se encuentran en una fila del cine y uno de ellos
comenta que su esposa se encuentra haciendo una dieta desde hace
4 semanas. El otro amigo pregunta que cuánto ha perdido y el
primero responde que solo 3 semanas.
La quinta sinfonía de Beethoven

Un amigo le comenta a otro que la quinta sinfonía de Beethoven fue
dedicada al padre de este. El otro amigo le pregunta que cómo sabía
eso. El amigo le dice que es obvio porque comienza “para papaa…”.
El adivino
Una mujer va a un adivino y le dice que quiere conocer el futuro, a
lo que al adivinador pregunta que de cuál verbo.
El niño pequeño
Era un niño tan pequeño que una vez se subió a una canica y pensó
que había conquistado el mundo.
El doctor
Un paciente le dice a un doctor que se siente mal. El doctor le
contesta que se siente bien.
APA
Alberto Cajal. (1 de julio de 2020). 30 Chistes de Discurso Directo

e Indirecto. Lifeder. Recuperado de https://www.lifeder.com/chistes-
discurso-directo-indirecto/.Copiar cita
:
Alberto Cajal
Licenciado en Magisterio. Maestro de Instituto. Me encanta leer, la ciencia y
escribir sobre lo que conozco y sobre cosas nuevas que aprender.
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Al hablar sobre chistes de discurso directo e indirecto se está

En el discurso directo se expresa la actuación o el diálogo de los

Ambos tipos de discursos son muy usados en la elaboración de

Por ejemplo, en el discurso directo se usa con énfasis la

Chistes con discurso directo

—Luisa, ¿cómo estás? ¿A dónde te diriges con ese termómetro?

—¿Cuál termómetro? No llevo ninguno.

—El que llevas en el moño.

—Si allí tengo el termómetro, ¿dónde habré dejado el lápiz?

—Pero tienes que ir, es tu obligación.

—Mamá, dame un motivo de peso por el que debo ir a la escuela

—Buenos días, comenzaremos a revisar la tarea. A ver, Juanita, tu

—Aquí está, maestra, es un bosque con una pequeña ardilla y unas

—Muy bien, Juanita, muy bello. A ver tú, Rafael, la tarea.

—Aquí la tengo maestra, es un desierto con cactus y culebras.

—¿Y tú, Jaimito?, ¿tu tarea?

—Aquí la tengo, maestra (entrega una hoja en blanco).

—¿Qué es esto, Jaimito? ¡Está en blanco!

—Mire, maestra, esto es una vaca comiendo pasto.

—¿Y dónde está el pasto Jaimito?

—Se lo comió la vaca.

—¿Y la vaca, dónde está?

—Se comió el pasto, y como se acabó se fue a buscar más.

—¿Lo invitamos a tomar café?

—No, él solo toma té.

—¿Tiene algún empleo para mí?

—Podría ser. ¿Le interesa de jardinero?

—¿Cómo dejar dinero? ¡Pero si lo que yo necesito es tener dinero!

—¿Dónde andas, Pepe?

—Te lo diré en tres palabras: sol, arena y refresco.

—¿Es que estás en la playa?

—No, estoy en el trabajo: ¡soy albañil!

—Ayer no lo vi en la prueba de camuflaje.

Jaimito y los libros

—Por favor, quiero un libro de intrigas, ¿cuál me recomienda?

—Hay uno muy bueno en el cual hay un hombre que asesina a la

—¿Y cómo se llama el libro?

—El libro se llama El mayordomo asesino.

—A ver, Pepito, ¿cuántos ojos tenemos?

—Ya le digo, déjeme pensar… Cuatro ojos, profesor.

—¿Cómo que cuatro ojos, Pepito?

—Sí, profesor, tenemos cuatro ojos. Usted tiene 2 y yo tengo 2.

—Vampi Rito. Y tú, ¿cómo te llamas?

Otro gato se acerca y le dice:

El primer gato extrañado le dice:

—Oye, ¿por qué ladras si tú eres gato?

—¿Es que uno no puede aprender idiomas?

—Fíjate que yo soy un perro-lobo, pues mi padre era perro y mi

—Pues yo soy un oso-hormiguero.

—¡Pongamos luces al árbol! Avísame si encienden las luces.

—Dígame, ¿de qué se le acusa?

—De haber hecho las compras navideñas con anticipación.

—Pero hombre, eso no es un delito. ¿Con cuánta anticipación hizo

—Antes de que abrieran las tiendas, señor juez.

—Mamá, mamá, ¿cómo se escribe campana?

—¿Entonces escribo “talán-talán”?

—Que te calles Nacho.