ENAMORAMIENTO
ENAMORAMIENTO
ENAMORAMIENTO
CONCEPTOS BIBLICOS:
La biblia presenta el amor no como una emoción, sino como un acto de la voluntad.
Elegimos amar, es decir, nos comprometemos a actuar en el mejor interés de la otra
persona.
El punto de vista bíblico del amor, es que el amor puede existir aparte de los
sentimientos; no se necesitan hormonas para obedecer el mandamiento de "ama a tu
prójimo como a ti mismo" (Santiago 2:8).
El amor es "el camino más excelente" (1 Corintios 12:31). "El amor es sufrido,
benigno" (1 Corintios 13:4), y nosotros no "clasificamos" en la paciencia o la
amabilidad. Cuanto más crecemos en amor, vamos a estar más centrados en dar y en
los demás (ver Juan 3:16 y 1 Juan 4:10).
Aunque entiendo por qué lo dicen, aún no me quita cómo me siento o cómo se siente
alguien. Cuando uno ve a alguien que realmente le gusta, es difícil resistirse a querer
comenzar una relación cuando esa persona también siente lo mismo. Sin embargo, esto
se puede resistir.
Dios ha señalado un tiempo especial para cada cosa, y cada cosa para
darse en su respectivo tiempo. (Eclesiastés 3:1,11)
La etapa de la juventud es un tiempo para buscar especialmente a
Dios. (Eclesiastés 12:1)
-Él tiene un plan para todos, solo tenemos que ser paciente. En vez de buscar por
esa persona, primero tenemos que fortalecer nuestra relación con Dios. Tal
vez ya sea fuerte, pero siempre hay espacio para fortalecerlo. La razón de por qué
esto es lo primero es porque si nuestra relación con Dios es débil, lo más probable
es que uno se olvide de Dios y ponga a esa persona en primer lugar. En lugar de
apoyarse en Dios, uno se apoyará en esa persona y acudirá a ella en todas las
situaciones. Sin darse cuenta, esto es idolatrar a esa persona. Dios ya no será una
prioridad. Uno necesita ser firme en su fe y saber dónde están parados. Dios
proveerá, pero nuevamente debemos ser pacientes especialmente durante
pruebas y tribulaciones. Soy alguien que ha pasado por esto. Sé lo difícil que es la
espera. Sé lo que es para mis amigos no creyentes no entender lo que estoy
pasando. Creen que esta parte “religiosa” de mí es tonta. Pero no es tonto, es una
batalla que yo y muchos otros pasamos. Pasamos por esto por varias razones, y
dos de esas son para ver si podemos confiar en Dios al esperar y para ver si
nuestra relación con Dios viene primero. Antes de empezar en una relación
Caso 1
Durante mis años de secundaria he sido amiga de dos o tres muchachos con los que me
han gustados. El tipo de infatuación el que los latidos de mi corazón se apresuraban y
obtenía mariposas en mi estómago cuando recibía un mensaje de texto de ellos. Sin
embargo, siempre les hacía saber acerca de los límites de los que estaba hablando y
nunca los haría ver cómo me sentía. Puede parecer que es algo terrible de hacer, pero
créanme cuando digo “no hay absolutamente ninguna razón para admitir nada, los
sentimientos desaparecen eventualmente”. Sí, duele, pero es temporal. Durante esos
momentos, Dios siempre estuvo allí escuchándome en mis luchas y respondió mis
oraciones. Él ha protegido mi corazón. Él hace esto por todos Sus hijos. Eso es
el amor que debemos buscar. En cuando menos se lo espera una, Dios nos dirige a esa
persona. Cuando sentimos que encontramos esa persona, primero debemos orar a Dios y
decirle que si es Su voluntad que sea cumpla, si no, que Él que descarta cualquiera de
esos pensamientos y sentidos.
Caso 2
He visto a la mayoría de mis amigas cristianos entablar una relación con los no creyentes.
La única lección que aprendí es que 1 Corintios 6:14 es puramente verdadero. Pasarían
por dificultades al sacar su fe porque su pareja no creería lo mismo. Mis amigos también
tuvieron un cambio de carácter; su relación con Dios se vio afectada. Estaban dando a esa
otra persona su tiempo y tenían una relación separada con Dios y su pareja. Este es un
gran problema. Para que florezca la relación de un creyente, Dios tiene que estar en el
centro. Lo mismo es cierto en una relación; tiene que ir en un triángulo. Cuanto más cerca
de Dios, más se acerca uno a otro. Por muy tentador que pueda ser decir “sí” a esa
persona o permanecer en esa relación, no funcionará. Otro error que es muy común es:
“Tendré una relación con él / ella y llevaré a esa persona a Dios”. Esto no es tan fácil o
piadoso como uno pueda pensar. Dios no quiere que pequemos (porque estas en una
relación con uno/una de otra creencia) para atraer a otros hacia Él. Lo único que uno
puede hacer es plantar la semilla y orar por esa persona. Si se piensa de la otra manera,
en realidad, el objetivo no es realmente hacer que esa persona se salve, es más para que
el deseo del creyente sea alcanzado: estar con la persona que le gusta. Lo que no se nota
en el momento es que todo eso es temporario. La persona puede ser el/la con quien
sueña, pero mientras el tiempo pasa se va a notar que Dios no mando esa persona para
ser con cual vas a pasar el resto de la vida. Y eso solo va a seguir de crear problemas un
cual una no va a estar feliz o va a perder lo que tenían con Dios. Hebreos 10: 35-38
dice: “Así que no pierdan la confianza, porque esta será grandemente
recompensada. Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la
voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Pues dentro de muy poco tiempo, el
que ha de venir vendrá, y no tardará. Pero mi justo vivirá por la fe. Y, si se vuelve
atrás, no será de mi agrado.” Esta es una promesa para los quienes son pacientes.
Aunque se pone difícil, será gratificante. Espera en El plan perfecto que Dios tiene.
4. La Biblia nos enseña que el fin en toda relación amorosa debe apuntar
al matrimonio como Dios lo establece. (Marcos 10:7; Efesios 5:31; 1
Corintios 7:1). Los enamoramientos no cumplen con esto, sólo apuntan a una
relación de placer temporal.
5. Durante esta etapa, los jóvenes deberán estar sujetos a sus propios
padres (Prov.6:20) quienes a su vez, si son miembros de la iglesia, deberán
estar de acuerdo con los principios que practica la Iglesia en este asunto y
sumisos con toda humildad al consejo de la Iglesia (1Pedro 5:5). De otro modo
perderán muchas bendiciones.
CONCLUSION
La idea de "enamoramiento" se basa en cálidas emociones y (más que seguro) en
el bombeo de las hormonas.
Pero si eso es todo lo que hay para el "enamoramiento", entonces estamos en
problemas. ¿Qué sucede cuando los sentimientos desaparecen? ¿Qué sucede
cuando las hormonas ya no están surgiendo? ¿Hemos "dejado" de amar?
El amor nunca se debe ver como dependiente de los sentimientos, la conveniencia
o la atracción romántica. El concepto del "enamoramiento" pone un énfasis
indebido en el estado emocional de las personas involucradas. La redacción de la
frase casi hace parecer como si el amor fuera un accidente: "No puedo evitar
enamorarme de ti" suena como una bonita letra de una canción, pero, en la vida
real, somos responsables de controlar nuestras emociones. Muchos matrimonios
han terminado (y muchos neciamente han iniciado) porque alguien se "enamoró"
de la persona equivocada. Dios odia el divorcio (Malaquías 2:16), no importa qué
alguien se haya "enamorado" con otro hombre u otra mujer.
B. EL NOVIAZGO:
Es la relación amorosa entre dos personas (hombre/mujer) que se saben y
se sienten preparados para dar el gran paso hacia el matrimonio.