Crónica de Una Bogotá en Silencio
Crónica de Una Bogotá en Silencio
Crónica de Una Bogotá en Silencio
LENGUA CASTELLANA
GRADO NOVENO
Así es la derrota, amarga, indignante, impotente. Pero hay dos formas de asumirla: echarse al abandono y dedicarse a
llorar como todos lo que estaban sentados con sus ojos inyectados de lágrimas puestos en sus flácidas banderitas, o
secarse las lágrimas y volver a levantarse. “No hay que bajar los brazos”, “debemos seguir trabajando”, “esto no significa
que todo está perdido”, “ahora hay que hacer un llamado a la unidad”, decían algunas personas, así como cuando el
equipo de fútbol pierde una final. Pero sinceramente en este caso daban más ganas de irse a la casa a llorar y gritar:
¡País de mierda! hasta perder la voz.
Bogotá se encontraba en silencio. Fría y oscura como las caras de los peatones que recorrían el centro. Por su parte la
séptima vibraba como si nada hubiera pasado. Como si fuera un domingo cualquiera. Los vendedores pregonaban sus
artículos. Un tipo gordo vestido de morada cantaba y un comediante se inventaba una historia de amor entre Álvaro
Uribe y Piedad Córdoba.
Pura indiferencia, a nadie le importaban los cuatro gatos que gritaban por la paz y ondeaban banderas blancas. Solo los
miraban, en silencio, mientras tomaban tintico. Nadie opinaba, nadie hacía mala jeta. Solo miraban. El vivo rostro del
abstencionismo.
Aun así, esos pocos estudiantes de clase media alta y uno que otro extranjero curioso avanzaban con el firme objetivo
de llegar a la Casa de Nariño.
Nunca en toda su historia la Plaza de Bolívar recibió una marcha más triste. No había ni palomas cagando sobre la
estatua del libertador. Solo frío, sombras, los fantasmas de todos los que murieron allí en 52 años de guerra con las Farc
y unas cincuenta personas a las que la policía les bloqueaba el paso a la Casa de Gobierno. Los gritos y el júbilo que tanto
se sintieron en ese lugar durante los días previos al plebiscito, fueron reemplazados por los murmullos de incertidumbre
de unas pocas personas que no sabían si quedarse, irse o comprar una agüita aromática.
En la espera llegó el discurso del Santos. La gente se unió en grupos alrededor de unos cuantos radios. Cuando el
Presidente dijo que se mantenía el cese al fuego bilateral todos aplaudieron con alegría. Hay que agarrarse de algo ¿o
no? El resto del comunicado lo vivieron en silencio, manteniendo la dignidad y aguantando las lágrimas. ¿ Qué más se
podía hacer?
Cuando Santos dijo “buenas noches”, siguieron los intentos
para pasar la barrera de los policías. Un hombre de contextura
gruesa cantaba en voz baja: “Volveremos, volveremos.
Volveremos otra vez. Y la paz perseguiremos, como la primera
vez”. Pero nadie le paraba muchas bolas.
A pesar de la tristeza la gente decía que hay que seguir luchando. Es hora de la unidad, de no expresarse con odio hacia los
simpatizantes del No, decía el hombre de las gafas con voz entrecortada. “Sentimos una tristeza, pero esperanzadora”,
comentó.
Mientras tanto una periodista extranjera le preguntaba a las pocas personas qué opinaban del triunfo del No. Cogió a una
señora narizona, peli negra y vestida con una camiseta con un diseño de flores. “Estoy feliz de este resultado y me lleno la
boca de decir que vote por el No”. Empezó a decir que lo hizo en nombre de la justicia y para que esos criminales paguen
por sus pecados.
Un hombre en bicicleta empezó a gritar: “no a la violencia sí a la reconciliación”, pero la mujer estaba desatada. Peleaba e
insultaba junto otras tres personas que se le unieron. Una señora de unos 68 años que la apoyaba, un joven de 22 años
que decía venir del Tolima y un tipo flaco, que cubría su rostro con una capucha y un tapabocas.
Sobre las trece terminaron las coplas. “Tengo hambre”, “tengo frío”,
“quiero una pepa”, decían los estudiantes. El joven del Tolima
aprovechó y antes de desaparecer gritó por última vez “¡Viva la
guerra!”.
Después, en la noche más importante de la historia reciente de Colombia, el centro de la capital quedó en silencio.
NOMBRES: __________________________________________________________________________________________________GRADO: _______FECHA: ____________________
ACTIVIDADAD
A continuación, encontrarás el gráfico tipo “Back Time Line” en el que debas plasmar algunos elementos de la crónica. Así:
a. En las casillas horizontales vas a resumir en 6 momentos, algunos de los eventos cronológicos relatados en la crónica.
b. En los globos superiores debes escribir cuáles son las opiniones del autor acerca de los eventos cronológicos que representaste en la secuencia.
Recuerda que la opinión del autor frente a los hechos es muy importante en la crónica, puedes empezar identificando opiniones personales en el texto antes que identificar los sucesos como tal.