Montoneros. Relacion de Genero 1
Montoneros. Relacion de Genero 1
Montoneros. Relacion de Genero 1
LICENCIATURA EN HISTORIA
Titulo de la Tesis:
“LAS RELACIONES DE GÉNERO EN LA ORGANIZACIÓN POLÍTICO-
MILITAR MONTONEROS: VIDA DOMÉSTICA Y VIDA PÚBLICA”
Capítulo II
La Participación De Las Mujeres en el Espacio Público.
Concepciones Ambivalentes
donde las mujeres no tenían espacio propio, ni por el Congreso, que por ley sus
bancas eran exclusivamente ocupadas por varones.
Sumada a la sanción del voto femenino, en 1949 el Partido Justicialista crea
dos ramas según el sexo, la rama masculina y la rama femenina, a ésta última
posteriormente se la denominó Partido Peronista Femenino, en adelante PPF.
Si bien hay antecedentes de representación femenina en algunos de los
partidos políticos de la época, -el partido socialista tenia desde hacia mucho mujeres
participando, incluso escribiendo en La Vanguardia3-, algunas investigaciones
demuestran que el peronismo fue la única fuerza que permitió admitir en mayor
número, una formación femenina.
En las Unidades Básicas4, en adelante UB, de la rama femenina, se llevaron a
cabo muchas y variadas actividades: la realización del primer censo femenino, la
asistencia a personas pobres, tareas de refuerzo para los/las niños/as, dictado de
clases para adultos, cursos de dactilografía, taquigrafía y manualidades (corte y
confección, tejido, telar). Dentro de estas Unidades Básicas hubo también un código
moral en el que se prohibía el ingreso de varones, ya que se consideraba que llevaba
a confundir el desempeño de las mujeres, pero además se trataba de evitar las
habladurías de la oposición.5
Por al contrario en las UB masculinas las actividades eran: organizar y
coordinar “campañas” electorales, organizar conferencias y cursos de adoctrinamiento,
hacer publicidad a través de distintos medios de comunicación, y organizar la
publicidad (panfletos, afiches, etc.), realizar la prensa partidaria, administrar pequeñas
bibliotecas, organizar eventos deportivos, control de afiliación, control de las
actividades opositoras, organizar actos programados y "relámpagos", organizar
“agasajos” a dirigentes, coordinar tareas de área o sección (fiscales, transporte),
coordinar campañas informativas estatales, atender los reclamos de afiliados (con
relación al espacio municipal principalmente), articular con otras instituciones
(sindicatos, agrupaciones, asociaciones barriales, etc.).6 Las actividades de las UB
masculinas y femeninas demuestran que hubo una notable división del trabajo político.
3
La Vanguardia es un periódico argentino fundado por Juan B. Justo en 1894, que a partir de
1896 se convirtió en órgano oficial del Partido Socialista de la Argentina.
4
Las Unidades Básicas (UB) constituyen los organismos primarios del Partido. Hubo de dos
tipos: UB Gremiales y Ordinarias, la única diferencia entre ellas, fue que los afiliados inscriptos
en las primeras debían tener la misma profesión, oficio o actividad de trabajo. Las UB
necesitaban como mínimo 50 afiliados para su existencia.
5
Barrancos, Dora Mujeres en la sociedad argentina. Una historia de cinco siglos, Editorial
Sudamericana, Buenos Aires, 2007. Pág. 184
4
Se observa en las actividades internas del PPF que el objetivo de éste era en
gran medida de ayuda social, existiendo una limitada participación de las mujeres en
política pese a estar organizadas dentro de un partido. Además, en sus discursos Eva
Perón, dejaba entrever que su política era de acción social y que no buscaba
posiciones públicas sino aportar valores morales al partido de los varones del
peronismo.7 En este sentido son notables las declaraciones de Eva Perón que decía:
“jamás haré política…quiero que vean (en mí)… al corazón del viejo coronel Perón en
la Secretaría de Trabajo y Previsión”8. El discurso oficial manifestaba claramente el
lugar de la mujer que como madre debía “abnegadamente resolver problemas
concretos como el presupuesto familiar, la alimentación, la educación y el abrigo de
sus hijos”.9
Las mujeres peronistas, comienzan a tener una mayor participación en el
espacio público, aunque esto no significó un descuido del espacio domestico ni de las
tareas tradicionales asignadas por su rol de mujeres, ya que la propuesta de
participación femenina por parte de Eva Perón o de la ideología peronista no fue
revolucionaria con relación al género, ni adherente a las reivindicaciones feministas,
por el contrario reforzó el patriarcado político. Las mujeres que abrazaban al
movimiento, debían responder a su líder masculino; existiendo paradojas en la
posición que Eva Perón tenía con respecto al lugar de las mujeres. Estas paradojas se
evidencian por un lado, en un discurso que siguió apegado al estereotipo femenino
tradicional argumentando como fundamental el lugar de las mujeres en el hogar, pero
por otro y contradictoriamente, se le demandaba a las mujeres mayor disponibilidad
para seguir a su líder, Perón, exigiéndoles abandonar sus deberes domésticos.10
6
Quiroga, Nicolás, “Las Unidades Básicas durante el primer peronismo. Cuatro notas sobre el
Partido Peronista a nivel local”. http://nuevomundo.revues.org/30565#ftn10. marzo de 2011
7
Barry, Carolina, “El Partido Peronista Femenino: la gestación política y legal”en
http://nuevomundo.revues.org/12382, 10 marzo de 2011
8
Perón, Eva, Mensajes y discursos. Tomo II, Buenos Aires: Fundación pro Universidad de la
Producción y del Trabajo- Fundación de Investigaciones Históricas Evita Perón, 1999), 109 en
Barry, Carolina, “El Partido Peronista Femenino: la gestación política y legal” en
http://nuevomundo.revues.org/12382, 30 de Abril de 2011
9
Perón, Eva, Mensajes y discursos. Tomo II, Buenos Aires: Fundación pro Universidad de la
Producción y del Trabajo- Fundación de Investigaciones Históricas Evita Perón, 1999, en
“Mujeres Peronistas: Centinelas de la Austeridad”. Responsabilidad y rol de las mujeres
peronistas y las unidades básicas femeninas en la implementación del Plan Económico de
Austeridad y el Segundo Plan Quinquenal http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/Barry1.pdf,
30 de Abril de 2011.
10
Barranco, Dora, Ob.Cit. Pág. 185
5
de Buenos Aires, que de acuerdo con sus estatutos, tenían el fin de proteger a la
mujer que con o sin hijos, estuviera privada accidentalmente de vivienda. Un ejemplo
es el de aquellas mujeres del interior del país que debían viajar a Buenos Aires y
alojarse allí por diversos motivos (tratamientos médicos, trámites, búsqueda de trabajo
etc.). El alojamiento como la alimentación en los hogares eran gratuitos y las mujeres
recibían ayuda monetaria o en elementos como ropa, pasajes, viviendas, instrumentos
de trabajo, becas, etc.16. Además se crearon guarderías en los lugares de trabajo,
reivindicación de las mujeres obreras.
En este marco, lentamente algunas mujeres peronistas en particular,
comienzan a ocupar lugares significativos en el Congreso, por ejemplo en las
elecciones del 195, por primera vez hubo candidatas femeninas: 6 mujeres del PPF
fueron senadoras nacionales y 23 fueron diputadas, en una época en el que a nivel
mundial tenían una limitada participación, como en Francia, Inglaterra, Alemania, y
ninguna en países latinoamericanos. En 1952, las mujeres (todas ellas provenientes
del Partido Peronista Femenino) ocuparon el 15,4% de las bancas de la Cámara de
Diputados y pasaron a constituir el 20% de los integrantes del Senado de la Nación
Luego de las elecciones de 1954, estas proporciones se ubicaron, respectivamente, en
el 21,7% y 22,2% de cada Cámara.17
Además las mujeres en general van ocupando cada vez más lugares en el
campo laboral, debido a la ampliación de las oportunidades laborales a fines de los
años ’50 producto del crecimiento económico y de una política estatal intervencionista
de desarrollo industrial. La participación se fue acrecentando en el sector de servicios,
en cargos estatales, en empresas telefónicas, en el sector industrial y fabril (textil,
frigorífico, confección, alimentos, gráfico), en el comercio, y también en las labores
agropecuarias, esta contribución en el espacio público de las mujeres se completaba
con la expansión de la educación formal de la enseñanza secundaria y técnica.
Asimismo, luego de Golpe del 55’ en la Resistencia Peronista mencionada en
el capitulo I, hubo una gran participación de mujeres en actividades clandestinas,
encargándose de tareas de identificación de aliados y enemigos, de la coordinación y
distribución de la información, de la manipulación de armas caseras, de hospedar los
Tránsito Nº 2, un lugar que recibía a mujeres del interior del país en su paso por Buenos Aires.
16
Barry, Carolina, “Mujeres en tránsito” en Barry, Carolina; Ramacciotti, Karina y Valobra,
Adriana (Editoras), La fundación Eva Perón y las mujeres: entre la provocación y la inclusión,
Buenos Aires, Biblos, 2008.
17
Marx, Jutta; Borner, Jutta y Caminotti, Mariana, Las legisladoras. Cupos de género y Editora
Iberoamericana, 2007
en http://www.undp.org.ar/docs/Libros_y_Publicaciones/Legisladoras.pdf, 30 de abril de 2011.
7
En los años ’70 el contexto político se iba transformando por las presiones y
fracasos del programa militar. La política autoritaria de los regímenes militares iba
siendo cada vez más crítica y la represión iba en aumento, un ejemplo de esto fue el
fusilamiento de 16 miembros de distintas organizaciones armadas peronistas y de
izquierda, presos políticos que se habían fugado de la cárcel de Trelew el 22 de
agosto de 1972.
Montoneros continuó actuando y presionando, principalmente por el regreso de
Perón a la Argentina19 y por el retorno de la democracia y de las elecciones en el país,
-en septiembre de 1971 Lanusse debió anunciar elecciones generales para el mes de
marzo de 1973-.
En este marco, el 14 de diciembre de 1971, se realizó el Segundo Congreso
Nacional de la Rama Femenina, presidido por la tercer esposa de Perón, Isabel
Martínez, cuya función principal fue reorganizar la Rama Femenina.
El tiempo transcurrido desde el I Congreso, presidido por Eva, fue de 22 años y
la novedad del II Congreso fue la participación de las delegadas de la Juventud
Peronista, que ya había sido admitida formalmente por Perón dentro del movimiento
como la cuarta rama. Karin Grammático, analizando las propuestas de éste Congreso,
considera que hay una continuidad con respecto al Primero, ya que el peronismo no
cambió su forma de pensar las relaciones de género, ni las condiciones que
habilitaban a las mujeres a participar en la política. Al igual que la época de los `40 en
18
Pulido, Nora, “Mujer, obrera y militante política” Universidad de Lomas de Zamora, Facultad
de Ciencias Sociales.
19
El slogan utilizado por los militantes peronistas para convocar el regreso de Perón del exilio
fue el de “Luche y Vuelve”.
8
los ’70 el peronismo seguía considerando a la mujer como sujetos políticos en tanto
madres y esposas. Ni el discurso de Isabel ni el discurso de las jóvenes en el
Congreso apelaban a un análisis político específico de la situación de la mujer.20
A pesar de los significativos cambios en las condiciones de las mujeres, en
materia de participación política, en el mercado de trabajo, en el aumento que significó
su presencia en la matrícula universitaria, en los cambios dentro de la organización
familiar, etc., el peronismo continuó la línea anterior y se vio renuente a considerar y
repensar un nuevo lugar para las mujeres en la política y una transformación en las
relaciones entre los géneros. Por el contrario, el interés del II Congreso estuvo puesto
en la problemática de definición del lugar que ocuparía la Juventud al interior del
Movimiento Peronista.21
Otro elemento significativos a tener en cuenta en el análisis acerca del lugar de
la mujer en el peronismo, son las elecciones de marzo de 1973. Estas elecciones
fueron importantes ya que durante 10 años no hubo instancias democráticas de
participación en la Argentina. Hector Cámpora asume como presidente argentino, el 25
de mayo de 1973, su mandato fue breve ya que renuncia -luego de eliminar la
proscripción para que Perón pueda regresar al país- para dar lugar a nuevas
elecciones presidenciales en septiembre del mismo año, estrategia política pensada
por el líder del Peronismo para poder regresar a la Argentina. De este modo, luego de
este breve gobierno, con el 62% de los votos gana, el Frente Justicialista de Liberación
(FREJULI)22 con la fórmula Perón-Perón.
Así se recuperaba, al menos transitoriamente, - en 1976 se produce el Golpe
de Estado más cruento de la historia Argentina- la constitucionalidad en el país, luego
de un período de casi 20 años de proscripción, permanentes golpes de Estados, y
algunos breves lapsos democráticos.
En Santa Fe en marzo de 1973, es electo Gobernador Carlos Silvestre Begnis,
del FREJULI. Lo acompañaba Eduardo Cuello, vinculado a la Unión Obrera
Metalúrgica, lo que evidencia que las fuerzas político-sindicales se disputaban la
supremacía en el peronismo santafesino.
20
Grammático, Karen “Ortodoxos versus juveniles: disputas en el Movimiento Peronista. El caso
del Segundo Congreso de la Rama Femenina, 1971” en De minifaldas, militancias y
revoluciones. Exploraciones sobre los 70 en la Argentina, Luxemburg, Buenos Aires, 2009.
21
Grammático, Karen, Ob. Cit.
22
Fue una alianza electoral del Partido Justicialista con otros partidos menores como el
Conservador Popular que proveyó al vicepresidente, Vicente Solano Lima, el Movimiento de
Integración y desarrollo Frondizista, democristianos y socialistas, formada en 1972,
9
23
Ferro, Lilian, “Mujeres y participación política. El caso de Santa Fe en los ´70” en Historia,
Género y Política en los ’70, Feminaria, Buenos Aires, 2005, Primera Parte: Lucha y militancia.
24
Perón falleció el 1 de Julio de 1974 lo sucedió la vicepresidenta, su esposa Isabel Martínez de
Perón.
10
25
Bourdieu, Pierre, La dominación masculina, Barcelona, Anagrama, 2007.
11
Universidad Nacional del Litoral para que la carrera, que era muy precaria, tuviera
un desarrollo. Ese eje produjo mucha movilización dentro del estudiantado, era
otra de las reivindicaciones. En 1976 después del Golpe dejo la facultad. Ingreso
en la Universidad del Litoral en la Escuela Universitaria del Profesorado en la
carrera de Letras; era una cuestión absolutamente ingenua, como medio de
protección porque en Edafología era conocida como militante. Esto por supuesto
estaba acordado con la agrupación.”26
26
Entrevista realizada por la autora a Patricia el 11 de Febrero de 2011
27
Entrevista realizada por la autora a Stella V. el 20 de diciembre de 2010.
28
Grammático, Karen, “Las “mujeres políticas” y las feministas en los tempranos setenta: ¿Un
diálogo (im) posible?” en Historia, Género y Política en los ’70, Feminaria, Buenos Aires, 2005,
Primera Parte: Lucha y militancia.
12
“No, ni sabía que existían. Creo que no era una cosa que estaba en boga”. 29
“No, para nada. Sinceramente hasta ignoro si existían.”30
“no soy ni fui feminista. No lo digo mal, pero no me interesó nunca el feminismo.
Entiendo lo que plantean y todo lo demás, pero creo que dentro de la organización
nosotros teníamos el espacio para hacer ese trabajo desde el punto de vista
político-ideológico. Nunca me acerqué al feminismo.”31
“Esa diferenciación a mí, hasta el día de hoy me cuesta, por ahí estaba como
asociado con una cuestión más burguesa.” 33
acompañado por los movimientos feministas sino por las nuevas posibilidades y
accesos a espacios públicos que las jóvenes de clase media alta, tuvieron en los ’70
en Santa Fe (participación a partir del voto, estudios secundarios y terciarios,
ocupación de algunos cargos políticos, militancia en organizaciones y agrupaciones).
Pero el análisis de las fuentes demuestra que el número de hijos no fue muy
numeroso entre las mujeres entrevistadas, ni tampoco entre los varones entrevistados
que tuvieron parejas militantes, el máximo de hijos fue tres. Por tanto se podría
suponer que los y las militantes pudieron haber usado métodos anticonceptivos, o que
quizás el impedimento de haber seguido teniendo hijos se debió a que muchas de
ellas o sus parejas caen presos rápidamente sin dejar margen en la continuidad de la
proyección de hijos. Además se observa que luego de la cárcel, algunos/as de lo/las
34
Entrevista a Lucía (17/02/ 2011)
14
militantes siguen teniendo hijos y otros/as no, pero el número máximo sigue sin
superar los tres hijos.
A pesar de esto, la proyección de tener hijos, desde el discurso, para los y las
entrevistados era importante porque estaban convencidos/as de que la victoria era
inminente y tenían una especial confianza en el futuro. Además la lucha político-militar
por un país más justo sería disfrutado por sus hijos que continuarían el proyecto y la
lucha. En este sentido, Luis L. y Patricia T. comentan:
“Creo que (…) teníamos una gran confianza en el futuro, en el conjunto (…)
Era estar seguros de que estábamos haciendo un mundo para los que venían y
que además necesitábamos muchos que lo continúen. Esa idea existía con un
gran amor por debajo, porque no era “vamos a ser soldados para…”, nosotros
estábamos convencidos que éramos los soldados que en tres años ganábamos la
guerra y se terminaba todo, pero nuestros hijos iban a construir el país justo que
necesitábamos…mi primer hijo nace cuando yo ya estaba en la cárcel. Mi
compañera sigue en libertad un año más y tuvimos a él en esa época. Ella estuvo
en Devoto. Unos meses antes deja a mi hijo con la familia materna, así que
cuando cae, cae ella sola.” 35
“…sé que en la organización el tema de tener hijos tenía que ver con una
proyección revolucionaria, en donde el hijo era la continuidad del proyecto, esta es
la única explicación de la gran paridera que se da entre los años 75-76-77 toda
una etapa donde hay una cantidad de hijos…sí, eso sí fue una consigna dentro de
35
Entrevista realizada a Luis L. el 2 de diciembre de 2010.
36
Entrevista realizada por la autora a Patricia T. el 11 de Febrero de 2011
15
Sin embargo, hubo mujeres que decidieron no tener hijos debido al riesgo que
implicaba para la vida del militante, y los problemas de seguridad que esta decisión
significaba en un momento de persecuciones, desapariciones y secuestros. Incluso
desde el presente algunas se replantean y se juzgan por las dificultades y sufrimientos
que significó asumir la maternidad en un contexto atravesado por el miedo y la
incertidumbre de tener que separarse de sus hijos.
“Algunos decidían tener hijos y otros no, porque no teníamos tampoco una
noción de lo que iba a pasar, no evaluábamos lo que iba a venir, evaluábamos
mal. Realmente el nivel de represión que hubo fue un genocidio. Las
desapariciones, las apropiaciones de bebés, los campos, los centros
clandestinos.” 38
37
Entrevista a Antonio (14/12/09)
38
Entrevista a Stella V. (20/02/10)
39
Entrevista a María Rosa (24/02/11)
16
Capítulo III
La organización:
Entre los espacios Público y Privado.
40
Bourdieu, Pierre, Ob. Cit
17
La Estructura de Montoneros
Integralidad y Compartimentación.
La estructura nacional y federativa de Montoneros, estaba prácticamente
consolidada en el año 1972, y duró con algunas modificaciones hasta
aproximadamente 1977.
Desde el punto de vista organizativo, siguieron el principio de “integralidad”,
este era un principio que establecía los tipos de relaciones que se llevarían a cabo
entre la organización para la lucha armada y los frentes de masas. Esta intentó llevar
adelante la integración del accionar político con la resistencia militar, debido a que sus
miembros venían de los frentes políticos.41
De este modo, se conformaron las Unidades Básicas de Combate, en adelante
UBC; que constituían el núcleo central de la organización, sus miembros eran los
oficiales que tenían a su cargo la jefatura general de la organización en un espacio
geográfico determinado; dependiendo de estas unidades y de un oficial de la UBC
estaban las Unidades Básicas Revolucionarias, en adelante UBR, cuyos miembros
eran denominados “aspirantes”. Estas unidades tenían funciones políticas específicas
-territoriales, sindicales, estudiantiles- o actividades –prensa, logística, etc.- que se
llevaban a cabo a través de las distintas agrupaciones que eran públicas, legales y que
formaban parte de los frentes de masas, a diferencia de las UBC cuyo funcionamiento
era clandestino.42
Las agrupaciones, estaban conformadas por los militantes de base y fueron: la
Juventud Peronista, la Juventud de Trabajadores Peronistas, la Agrupación Evita, el
Movimiento Villero Peronista, la Juventud Universitaria Peronista y la Unión de
Estudiantes Secundarios.
Por encima de la UBC, estaban las Columnas o conducciones de zonas,
integradas por los oficiales de la UBC. A su vez, los jefes de columna constituían una
regional -hubo siete regionales y la Regional II fue la del Litoral- y los jefes de cada
regional conformaban un Consejo Nacional, que era el poder máximo dentro de la
organización.
41
Perdía, Cirilo Roberto. La otra historia. Testimonio de un Jefe Montonero, Argentina, Grupo
Ágora Documentos de la Argentina, 1997.
42
Perdía, Cirilo Roberto Ob.cit.
18
CONSEJO NACIONAL
CONDUCCIÓN NACIONAL
REGIONALES I, II, III, IV, V, VI, VII
COLUMNAS (De 2 a 5 por Regional)
UBC (De 5 a 10 por columna) (Oficiales)
UBR (De 6 a 12 por UBC) Aspirantes
AGUPACIONES (aproximadamente por cada compañero de UBR)
(Militantes de base)
43
Gillespie, Richard, Soldados de Perón, Los Montoneros, Buenos Aires, Grijalbo S.A, 1998
44
Entrevista a Lucia realizada por la autora el 17 de febrero de 2011
45
“Código de Justicia Penal Revolucionario. Montoneros- Consejo Nacional 4 de octubre de
1975”. En Lucha Armada en Argentina, Buenos Aires, Argentina, Año 3, Número 8, 2007.
Documentos, Págs.124 a 127
19
Oficiales Superiores
Oficiales Mayores
Oficiales Primeros
Oficiales Segundos
Oficiales
Aspirantes a Oficiales
Soldados
Milicianos
Militantes de la agrupación
Activistas
Los testimonios demuestran que las cualidades que debían reunir los y las
militantes para ir ascendiendo en responsabilidades eran el compromiso, la claridad
intelectual y la entrega, que debía ser “total” ya que un buen militante debía “poner
todo”.
46
Entrevista realizada por la autora a Francisco 22 de Febrero de 2010.
47
Entrevista realizada por la autora a Dora 16 de Diciembre de 2009.
48
Entrevista realizada por la autora a Patricia 11 de Febrero de 2011
20
“…Lo que sí tenía el liderazgo masculino es que por ahí era más jetón. Si
pensamos en quiénes eran los referentes de las regionales de Juventud Peronista
casi todos estaban encuadrados en la organización; si bien aparecían
públicamente como JP, en general todos eran oficiales Montoneros, eran ellos los
que estaban a cargo, eran varones y eran jetones. Tenían que disertar en los
actos… mujeres no había. El liderazgo de la mujer no era de jetonear, la mujer que
jetoneaba era la de base, no la que estaba en la organización, en cambio en los
varones se daba bastante el tema del discurso. Las diferencias tenían que ver con
que había más varones que mujeres, pero como expliqué había una tendencia a la
protección de la mujer, a preservarla, pero eso no quitaba responsabilidad.” 49
49
Entrevista a Lucia realizada por la autora el 17 de febrero de 2011
50
Esto se analiza en el Capítulo I.
51
A nivel Nacional esto es planteado por Dora Barrancos en una de sus investigaciones. Entre
1975/1977 no hubo dirigentes mujeres en los cuadros de conducción nacional.
21
formó parte de la conducción de la Agrupación Evita Regional Santa Fe, durante los
años 73-74 y que desparece en Mar del Plata el 2 de enero de 1978.
“Visto a la distancia había una diferencia, los cargos de mayor responsabilidad eran
de los compañeros. Pero había una conducción nacional donde había una
compañera o dos, Norma Arrostito y Berger, no me acuerdo del nombre de la
compañera. Norma Arrostito muere en la ESMA y la otra compañera muere en un
enfrentamiento…. había más prevalencia de varones. Como era una estructura que
se iba cerrando producto de la represión que iba creciendo, es como que no
conocíamos toda la red…era todo muy tapado.” 52
“Las mujeres éramos menos en la organización. Al ser más los varones, las
conducciones en general eran varones, pero había también mujeres que conducían:
Raquel Negro, era oficial. Una chica que no voy a nombrar porque está tapada, no
cayó presa ni nada, era una de las conducciones más altas que tuvo la organización
en Santa Fe. Vienen de las FAR53 las dos.” 54
52
Entrevista realizada por la autora a Susana el 20 de febrero de 2011.
53
Las FAR o Fuerzas Armadas Revolucionarias, fue una organización político-militar creada a
fines de los ’60, con una tendencia ideológica marxista-leninista, en un primer momento su
objetivo fue a través de la guerrilla rural y luego se orientaron a la urbana, con el tiempo se
fueron definiendo políticamente más cercanos al Peronismo, fusionándose con Montoneros en
octubre de 1973. Dos de los principales dirigentes de FAR, fueron Roberto Quieto y Julio
Roqué, ambos pasaron a ocupar cargos jerárquicos dentro de la organización Montoneros.
54
Lucia (17/02/2011)
55
Cosse, Isabella, Pareja, sexualidad y familia en los años sesenta, Siglo XXI, Buenos Aires,
2010.
22
“De la gente que era reconocida por ahí sabías si era orgánico o no si habías
participado alguna vez con él de algo orgánico o si habías funcionado con él. Si no
era un compañero de la Tendencia 56, de la JP, de la JTP o de la superficie, ahí
estaban los carismáticos, los jetones o jetonas, eran reconocidos en ese nivel. La
Flaca Manso a nivel de magisterio. Para adentro, creo que los oficiales superiores de
la orga no eran tan conocidos por todos ni eran vistos.”57
“De la organización hacia adentro (porque para afuera no, porque nadie sabía)
no nos conocíamos todos, entre los que nos conocíamos había compañeras que
eran muy reconocidas, con mucho mérito. Recuerdo a María o Raquel Negro.
Varones carismáticos, hacia adentro, había unos cuantos.” 58
puede expresar que aproximadamente de un total de 152, 108 son varones y 44 son
mujeres.
Teniendo en cuenta estos datos, se analiza por un lado, que efectivamente la
participación de mujeres fue menor en la organización y en las agrupaciones de
Montoneros, y por otro, que la intervención en operativos militares de alto riesgo para
la vida del militante, fue consignado principalmente a varones, resguardando la
exposición en los mismos a las mujeres.
Asimismo, surgen referencias de una gran participación de mujeres en
agrupaciones como la Juventud Universitaria Peronista (JUP) que según las
Facultades o estamentos universitarios a lo cuales pertenecían, el número de mujeres
y varones variaba.
61
Entrevista realizada por la autora a Patricio el 30 de noviembre de 2009
24
62
Grammático, Karin “Las “mujeres políticas” y las feministas en los tempranos setenta: ¿Un
diálogo (im)posible?” en Andújar, Andrea, Historia, Género y Política, Buenos Aires, Feminaria,
2005.
63
Entrevista a Lucia (17/02/11)
64
Grammático, Karin Ob.Cit.
25
65
Entrevista realizada por la autora a Luis el 2 de diciembre de 2010.
66
Luis (2/12/10)
67
Idem, Luis.
68
Entrevista realizada por la autora a Dora el16 de Diciembre de 2009.
26
“en esos años una de las cosas que nosotros rescatábamos como bandera era
“Renuncio a los honores pero no a la lucha”. En el renunciamiento, Evita dice eso.
Hoy analizando eso, con perspectiva de género, nuestra forma de levantar esa
bandera es injusta para el género; el General era el líder, el conductor, el que
tomaba las decisiones y Evita… renuncia a los cargos. Creo que Evita está muy
sacralizada como mujer y abanderada de los humildes, la cuidadora, salió del rol
doméstico intrafamiliar pero pasó un rol doméstico más a nivel nacional.”69
“El manejo de la plata era equitativo, las decisiones medio que las tomábamos
en las reuniones de células. Nos organizábamos por células por criterios de
seguridad y había compañeros y compañeras responsables de cada célula.” 72
“No es que te decían “Andá a hacerlo vos”, en ese sentido la organización era
una estructura piramidal pero democrática”.73
Pese a esto, los miembros de cada una de las células debían remitirse siempre
a su responsable cuya función era ser el nexo con las instancias superiores de
mando.74
Las relaciones construidas en cada célula entre los/las responsables y sus
miembros eran percibidas por los y las militantes como igualitarias y respetuosas,
incluso algunos comentan que se conocían de la “vida legal” y eran amigos,
considerando que había vínculos fraternos y que a pesar de que las obligaciones,
compromisos y responsabilidades eran diferentes por el grado de jerarquía, los y las
responsables de cada célula eran considerados/das como “un par, un compañero
más”, ya sea mujer o varón.
72
Entrevista a Stella V. (20/02/ 2011)
73
Entrevista a Lucia (17/02/11)
74
Guglielmucci, Ana, Memorias Desveladas. Prácticas y representaciones colectivas del
encierro por razones políticas, Buenos Aires, Tientos, 2007.
28
75
Entrevista realizada por la autora a María Rosa el 24 de Febrero de 2011.
76
Entrevista a Lucia (17/02/11)
77
Entrevista realizada a Francisco el 22 de Febrero de 2010
78
Entrevista a Stella V. (20/02/ 2011)
29
Sin embargo, dos cuestiones generaron diferencias para los y las militantes con
relación a la asignación de tareas. La primera refiere a las capacidades o destrezas
físicas que cada uno tenía que varía según el sexo, en este sentido Juan y Mario
comentan:
“…las mujeres participaban (…) por ejemplo en la facultad si vos te ibas a pelear,
vos sabías que venía el clima enrarecido y que podía haber trompadas,
normalmente la primera línea eran hombres no vas a poner mujeres…si vos
ibas a un acto político donde estaba la Juventud Sindical Peronista, no ibas a poner
en primera línea a las mujeres, una cuestión protectora machista puede ser, pero
por otra parte la mujer tampoco estaba preparada físicamente no existían los
gimnasios…venían de un colegio donde jugaban pelota al cesto y de ahí no pasaba,
físicamente vos no podes poner a pelearse con un mono del sindicalismo que venían
con unos palos que te partían la cabeza…”82
Y la segunda diferencia, refiere a las pautas culturales de la época que le
asignaban ciertos comportamientos y roles diferentes a varones y a mujeres dentro de
la sociedad y que fueron tenidas en cuenta estratégicamente por la organización o las
agrupaciones al momento de realizar un operativo, principalmente por cuestiones de
seguridad interna.
79
Entrevista a María Rosa (24/02/2011)
80
Entrevista a Stella V. (20/02/ 2011)
81
Entrevista realizada por la autora a Antonio el 14 de diciembre de 2009
82
Entrevista realizada a Patricio el 30 de noviembre de 2009.
30
camuflaje por ejemplo “Andá vos que sos mujer y levantás menos sospecha”. Pero
eran cuestiones de la sociedad no de nosotros, es decir, convenía. Por ejemplo,
si tenías que entrar a un bar convenía que fuera un varón porque en esa época una
chica sola en un bar de noche no correspondía. No era que no correspondía para
nosotros si no para la sociedad. Y si había un lugar donde tenía que entrar la chica
sola el varón se quedaba afuera. “83
“…Para algunas acciones era más conveniente que estuviera una mujer, por
ejemplo para hacer relevamientos, investigaciones, chequeos de operativos, casi
siempre iban mujeres, que después no eran las que actuaban. Si vos ves una
mujer caminando por la calle mirando no te genera la misma sospecha que
un hombre, era como que pasaba más desapercibida. Incluso la idea era,
según el lugar que tenías que chequear, ir vestida de una forma u otra que pasara
más desapercibida o que se notara como un minón, depende de qué cosas eran.
Pero hay cuestiones que sí, hacíamos las mujeres en cuanto al operativo.” 84
“He presenciado discusiones políticas muy fuertes entre mujeres y varones pero por
cuestiones políticas o de concepciones o formas de ver las cosas, no por
cuestiones de poder o tareas asignadas.” 86
83
Entrevista realizada por la autora a Daniel el 25 de Febrero de 2011
84
Entrevista a Lucia (17/02/11)
85
Entrevista a María Rosa (24/02/2011)
86
Entrevista realizada a Daniel el 25 de Febrero de 2011
87
Entrevista realizada a Patricia el 11 de Febrero de 2011
31
“…había una cuestión marcada y te diría satisfactoria…eso que uno la veía con
satisfacción de parte de los compañeros…esa cuestión del cuidado y de la
protección de la mujer…en situaciones de exposición o de riesgos siempre el
varón tenía una tendencia a proteger, nunca a dejar desprovista a la mujer,…..
yo nunca me voy a olvidar las elecciones del 73’ que yo estaba como presidenta de
mesa y entonces eran unas elecciones muy fuertes porque todo el mundo pensaba
que podía haber situaciones de violencia …y yo estaba como presidenta de mesa y
se me apareció un grupo de todos varones de compañeros a cuidarme….a mi me
sorprendió tanto…por qué? cómo puede ser que ellos piensen que no puedo ser
presidenta de mesa en estas circunstancia, eran compañeros de la facultad, era
como una cosa de cuidado… del varón a la mujer…esa cosa de la protección si yo
la sentí”88
Discriminación.
La organización como institución política, inmersa en una sociedad androcéntrica
con “normas” genéricas establecidas, no quedó exenta de reproducir los mandatos
biologistas de división sexual, y de auspiciar tratos de “discriminación simbólica”. En
este sentido, se considera que explicar las relaciones de género al interior de
Montoneros, implica poder reinsertar en la historia a esta organización, devolverle su
acción histórica y no deshistorizarla, como analiza Pierre Bourdieu.89
88
Entrevista realizada por la autora a Stella F. el 24 de noviembre de 2009
89
Bourdieu, Pierre La dominación masculina, Anagrama, Barcelona, 2000. Pag.8
32
“Por ejemplo mi sobrenombre “Mina”. Me parece que había como una valoración
mística de la mujer militante, era la que tenía huevos. Incluso había una consigna
que cantábamos “Mujeres, mujeres, mujeres son las nuestras las demás están de
muestra”91.
90
Entrevista realizada a Patricia (11/02/2011)
91
Entrevista a Lucia (17/02/11)
33
“Las limitaciones las puso la realidad. Nos las puso a todos y todas, no había la
perspectiva de género que hay ahora, había una equidad natural. Con mi
compañero siempre estábamos cubriendo citas, era un control “Llegás, no llegás, a
qué hora”, el que llegaba preparaba la comida y si quedaban los platos sucios se
lavaba. No era que había una separación del trabajo doméstico y la militancia. No
sé cómo habrá sido el caso de las compañeras con hijos porque en el ámbito que
yo estuve no se presentaron esos casos.”92
También aparecen en las fuentes algunos casos que manifiestan que a raíz de la
militancia full time que significaba asumir el compromiso como Oficial Mayor o
Superior –jerarquías ocupadas en su mayoría por varones-, sus parejas encontraban
limitaciones para militar. Y a pesar de que la división de tareas a nivel privado y
público eran discutidas en el ámbito para que sea lo más democrática posible, la
urgencia de las circunstancias políticas hacía que la asignación de tareas terminara
siendo desigual entre varones y mujeres. Esto no significó que el problema de la
igualdad en las relaciones cotidianas de parejas estuvieran ausentes, pese a la
sumisión de las consignas feministas a las lógicas de la lucha política.94
putear contra éste que me deja los chicos y se va”. Pero objetivamente no
había demasiadas posibilidades de armarlo de otra manera. La conciencia estaba
y también los límites….” 95
95
María Rosa (24/02/2011)
96
María Rosa (24/02/2011)
97
Entrevista realizada por la autora a Patricio el Lunes 30 de noviembre de 2009
35
Con relación a los operativos militares se reitera en las fuentes orales, que la
distribución de tareas era igual para mujeres y varones y que las diferencias sólo
dependía de las capacidades físicas que cada uno tenía independientemente del
sexo.
Ser un “buen militante” implicaba tener un total compromiso por la causa y una
entrega incondicional, pero en este marco, las mujeres estaban condicionadas por sus
roles tradicionales atribuidos para poder “poner todo” en la organización.
“El compromiso. El que ponía todo, eso era absolutamente fundamental, por
ejemplo en mi caso yo tenía un tema que era que nunca pude decir “Me voy
de mi casa”, de la casa en la que vivía con mis padres, a mí me implicaba
todo un esfuerzo con respecto a esta cuestión de que cuando yo salía a
pintar una pared a las cuatro o cinco de la mañana me tenía que ir a dormir a la
casa de un compañero porque no podía salir a las cuatro de la mañana de mi
casa. A la vez, donde yo vivía, si alguien venía a mi casa, era un compañero de
estudio y mi familia no sabía que venía y era un militante, era un compañero de
estudio. Mi nivel de compromiso en algunas cuestiones era limitado. El día que me
fueron a buscar yo estaba viviendo en mi casa.” 101
101
Entrevista a Patricia el 11 de Febrero de 2011
102
Entrevista realizada a Stella V. 20 de febrero de 2011.
37
“El tema era evitar las conductas liberales tanto para la mujer como para el
hombre.”105
103
Entrevista realizada por la autora a Victoria el 16 de Diciembre de 2009
104
Guglielmucci, Ana, Ob.Cit, Pág37
105
Entrevista a María Rosa (24/02/2011)
106
Entrevista a Patricio (30/11/2009)
38
Estos atributos se relacionaron también con las modalidades que debía asumir
la pareja de militantes, por ejemplo con relación a la fidelidad.
La vida del militante abarcaba un conjunto de reglas y normas que hacía que
cada uno se sintiera parte de la organización, pero al mismo tiempo invadida por ella.
El “mundo del militante” atravesaba los comportamientos tanto del espacio privado o
doméstico como del espacio público. En este sentido Patricia comenta que: “La
infidelidad a tu pareja era sancionada desde la organización política, porque nuestra vida
era un permanente servicio a la militancia. Si vos no le eras leal a tu compañera o a tu
107
Entrevista a Stella V. (20/02/ 2011)
108
Entrevista a Antonio (14/12/2009)
39
“Cuanto mayor nivel tenían las sanciones eran peores, de más rigor. Sanciones
para los militantes de base no conozco, en mi experiencia no sancionábamos a los
militantes de base, los llamábamos y los cagábamos a puteadas cuando se
equivocaban, se les planteaba desde un lugar de poder, porque el militante de base
sabía con quién estaba hablando. De lo que conozco, las sanciones eran internas.
Iban desde enchufarte dos días en la casa haciendo cartucheras hasta quince
días de encierro con trabajo interno, otras que conozco, documentos que
tenías que leer y elaborar tu posición. Se sancionaba por cualquier tipo de
problema ideológico, por no respetar órdenes internas de la organización, por
llegar tarde a una cita, por no cubrir una actividad que tuvieras que hacer.
Había sanciones, sí; y eran mayores para los miembros de mayor nivel.”113
113
Entrevista a María Rosa (24/02/2011)
114
Entrevista a Lucia (17/02//2011)
115
Guglielmucci, Ana, Ob.Cit,
116
“Código de Justicia Penal Revolucionario. Montoneros- Consejo Nacional 4 de octubre de
1975”. Artículo 16: Deslealtad. Incurren en este delito quienes tengan relaciones sexuales al
margen de la pareja constituida, son responsables los dos términos de esa relación aún cuando
uno solo de ellos tengan pareja constituida. En Lucha Armada en Argentina, Buenos Aires,
Argentina, Año 3, Número 8, 2007. Documentos, Págs.124 a 127
41
“En ese momento cae preso el novio, la pareja de una compañera. Se empezó a
dar que las casas eran refugios de compañeros que venían de distintos lugares.
Cuando Montoneros pasa a la clandestinidad, lo que se podía mantener como una
fachada legal se usaba para que esos compañeros que venían escapando de la
represión estuvieran refugiados hasta que pudieran salir del país. Esta compañera
tenía su novio preso, (noviazgo de tres o cuatro meses porque se cortaban) y
además tenía un compañero encerrado en una pieza las 24 horas del día, no salía
ni a tomar aire al patio. Y se gustan, hay un acercamiento entre los dos, afectivo,
117
Entrevista a Daniel (25/02/2011)
42
sexual y ella queda embarazada. Eso provocó una cuestión interna de mucha
discusión, de cómo puede ser si él está preso que ella tenga sexo con otro, cómo
se considera eso, ¡unas discusiones! Ella participaba, todo era muy frontal y de
mucho debate. Todo el mundo la veía y “¡Ay! Mirá lo que hizo”. Nadie la quería,
nadie la quiso, pobre….Ahora que lo pienso, a él no se le cuestionó. En este
momento me cae que a él no se le cuestionó. Ella decide tener su bebé y le avisa
a su novio que estaba embarazada de otro. No sé cómo lo habrá tomado el preso,
pero fue así. Se mantiene con su embarazo…Estando embarazada se pone en
pareja con un tercero… un compañero espectacular porque entendió todo. Ella,
una transgresora, viéndolo ahora. Se casan, se van a vivir juntos con una panza
brutal. Los tres compañeros eran de la organización.”118
118
Entrevista a Stella V.(20/02/ 2011)
119
Perdía, Roberto Cirilo, La otra historia. Testimonio de un Jefe Montonero, Grupo Ágora,
Buenos Aires, 1997.
120
Guglielmucci, Ana, Ob.Cit.
43
Con relación al cuidado y crianza de los hijos, los/las militantes se remiten a los
valores del “hombre nuevo”, a la moral revolucionaria y cristiana que todos/as
compartían que implicaba entre otras cosas, socializar las tareas dentro del ámbito de
la organización como del ámbito privado, en tanto entendían la opción por la lucha
política como una opción de vida. Se selecciona tres entrevistadas y un entrevistado
para reflexionar acerca de este punto.
“Recuerdo que en la cuestión del cuidado de los hijos era compartido porque
se ponían en un lugar común los hijos. Por ejemplo, pensábamos que en caso
que nos pasara algo queríamos que los hijos los tuvieran los compañeros, la
familia…mucha gente tenía a su cuidado hijos de compañeros que caían. En
ese sentido veo que era un rol compartido el cuidado de los hijos.” 124
“…Lo que sí se hacía era socializar los hijos, los niños se conocían entre ellos, era una
sub-familia, estar con la tía tal, con los primos. En ese sentido sí, era discutir cómo
criarlos, cómo hablar con ellos de lo que estábamos viviendo, porque un niño de cinco
años no podía decir su apellido por ejemplo. Mi hijo mayor, pobre, cargó con toda la
responsabilidad de las dos brujitas a las que les encantaba decir cómo se llamaban, y
por ahí lo veías entrar corriendo con una hermana “¡Esta boluda dijo el apellido en la
panadería!”; y ¿qué haces cuando la criatura tiene cinco años y quiere ser eso?…Eso se
discutía mucho, pero en un tráfago de cosas que estábamos haciendo
permanentemente. No era muy fácil, porque había cosas que teníamos que resolver, la
respuesta a la situación política, la respuesta a lo que significaba vivir solos y aislados en
este marco de lo clandestino…No era fácil, se discutía y se socializaban los hijos, era
común ver a un compañero con nueve chicos, tres suyos, más dos de fulano… Lo que
de pronto también podía generar problemas de seguridad porque ¡tanto pariente tenía
este vago! Había que contemplar todo eso, no era sencillo, había buena intención pero
no era fácil….A los otros (varones) los veía colaborando más, pero también tenían
menos nivel, no lo estoy justificando, pero a lo mejor era porque tenía que hacer
otras cosas. De todos modos él (refiriéndose a su marido) tenía su buen déficit
ideológico, su buena mentalidad machista… Los veía a los otros con los niños,
yendo al barrio, con los chicos arriba del auto haciendo una cita, con ellos, o ibas
a la casa y los veías limpiando con la criatura y ella estaba en el barrio. En ese
aspecto, cubriendo los lugares que normalmente cubríamos las mujeres.” 125
125
Entrevista a María Rosa (24/02/2011)
45
“Mi hija asistía a las reuniones conmigo, muchas veces la cuidaban compañeros
nuestros. Nos hacíamos cargo, el tiempo que la tuve me hice cargo como mi
compañera, los dos nos hacíamos cargo de los chicos y nos tocaban las mismas
tareas. En esa época no había pañales descartables, eran carísimos y se usaban
para ir al médico, entonces era abrir la tapa del horno, poner la silla con los
pañales, a la noche tirar los pañales sucios adentro de bidet…lavarlos con vinagre,
ponerlos al sol. Esto era para cualquiera, hasta compañeros que estaban en casa
los ponías a planchar los pañales. No quiero compararlo con un kibutz o los
126
Entrevista a Lucia (17/02//2011)
46
“…Lo que pasa es que, como en cualquier cosa, uno va construyendo las
parejas en base a la afinidad… En ese momento, donde había un altísimo
nivel de militancia y de política, es normal que el acercamiento se diera ahí.
Porque además estamos hablando de grandes cantidades, imaginate que si la
127
Entrevista a Daniel (25/02/2011)
128
Cosse, Isabella Pareja, sexualidad y familia en los años sesenta, Siglo XXI, Buenos Aires,
2010.
129
Cosse, Isabella Ob. Cit.
130
Entrevista realizada por la autora a Dora el 16 de Diciembre de 2009
47
“era fundamental, era muy difícil sostener otra cosa. En ese sentido…si alguien
tenía una pareja fuera de la organización era un tema que se discutía. No
había un planteo directamente de “o esto se modifica o te vas” pero era un tema
que se trataba básicamente desde el punto de vista de los problemas de
seguridad que acarreaba.”132
“..Era muy difícil. Sobre todo para la mujer, por ahí el hombre podía ser militante
y la mujer no. Sé de hombres que militaban y la mujer no. Te imaginás con el
machismo que había en esa época, que la mujer militara y el hombre
no…”133
Esta mayor libertad de los varones con relación a la elección de sus parejas
podría deberse a que ellos estaban más habilitados por la sociedad y la
organización para priorizar su desarrollo político en el espacio público. Mientras que
las mujeres que compartían la militancia o no con sus compañeros debían alivianar
y fomentar la actividad política de los militantes encargándose de las tareas del
hogar. Incluso las mujeres militantes hacían un doble esfuerzo, el de militar y el de
cubrir las actividades domésticas. Esta situación se intensificaba, como se analizó
con anterioridad, cuanto más alta era la jerarquía asumida por el varón.
Francisco comenta acerca de cómo fue su relación con su primera pareja, que
no era militante de la organización, pero que adhería al compromiso político.
“…mi casa fue una casa operativa, una casa muy usada o sea que mis hijos
estaban permanentemente, ese es el tema de mi esposa en esa época, ella no
militaba pero nosotros veníamos a reunirnos y ella agarraba preparaba los
131
Entrevista realizada por la autora a Luis. 2 de diciembre de 2010
132
Entrevista realizada por la autora a Patricia el 11 de Febrero de 2011
133
Entrevista a Lucia (17/02//2011)
48
mates… por ahí aparecía con alguna torta…colaboraba con compañeros que
venían a dormir o con compañeras que se quedaban, especialmente cuando yo
me fui de la casa porque tomé la otra pareja, que duró muy poco también, ella
siguió colaborando y la casa se siguió usando de hecho la fueron a buscar ahí a
ella, cuando me estaban buscando a mí, entonces era mucho más fácil era
mucho más entendible, eso es lo que te permitía una militancia…entender el
todo y bueno colaborar en todo”.134
Se analiza que en general formar pares en la pareja fue muy costoso, pese a
los nuevos valores que se intentaban fomentar, “debido a toda una cultura impuesta
ancestralmente donde los roles tradicionales de género imponían una división de
esferas –público/privado-, en la cual las mujeres estaban relegadas a la tarea
doméstica y su integración en otro tipo de actividades implicaba un sacrificio
extra”.135
“Primero, cuando uno dice las consignas “Perón o muerte”, todas esas
consignas eran como que de algún modo uno pensaba en los riesgos que
corría. No pensábamos tanto en la tortura si en la cárcel y en la muerte, era una
de las consecuencias que podía traer la militancia; sobre todo después que
empiezan a caer más compañeros, la Triple A.”136
134
Entrevista realizada por la autora a Francisco el 22 de Febrero de 2010
135
Martínez, Paula. Género, política y revolución en los años setenta. Las mujeres del PRT-
ERP, Imago Mundi, Buenos Aires, 2009. Pág. 97
136
Entrevista a Lucia (17/02//2011)
49
“Mi hijo, era una mochila pobre viste, dormía en los sillones del sindicato, porque
mi militancia después del 73 en realidad tiene que ver con algunas actividades
por ahí de logísticas pero era una militancia político gremial,…así que reuniones
gremiales en continuidad y obviamente mi hijo dormía en los sillones del
sindicato, a veces pobre yo llegaba a casa y lo zamarreaba un rato viste vení
que tenemos que comer hijo”.138
“Después, por ejemplo, nos encontrábamos todos en la sala del pediatra con los
chicos. Si alguien no podía llevar el chico al médico lo llevaba el que estaba.”139
“Era un signo de identificación. Había salido una cartilla de la Policía Federal que
decía “¿Cómo identificar un guerrillero?: Fuma Particulares 70, toma yerba Taragüí,
137
Cosse, Isabella, Ob. Cit. Pág. 177
138
Entrevista a Antonio (14/02/2009)
139
Entrevista a Daniel (25/02/2011)
50
normalmente andan con los bebés a cuesta y el bolso para cambiarle los pañales en
el hombro”. Eran cosas para identificarnos.”140
Bibliografía
140
Entrevista a Daniel (25/02/2011)
51