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Unidad Nº 14

El documento describe las principales atribuciones del Poder Ejecutivo en Argentina según la Constitución. El presidente asume cuatro jefaturas: de Estado, de Gobierno, de la Administración y de las Fuerzas Armadas. También participa en el proceso legislativo pudiendo presentar proyectos de ley y promulgar o vetar las leyes sancionadas. El poder ejecutivo puede emitir decretos por razones de necesidad y urgencia. Además, el presidente puede indultar o conmutar penas por delitos federales

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Unidad Nº 14

El documento describe las principales atribuciones del Poder Ejecutivo en Argentina según la Constitución. El presidente asume cuatro jefaturas: de Estado, de Gobierno, de la Administración y de las Fuerzas Armadas. También participa en el proceso legislativo pudiendo presentar proyectos de ley y promulgar o vetar las leyes sancionadas. El poder ejecutivo puede emitir decretos por razones de necesidad y urgencia. Además, el presidente puede indultar o conmutar penas por delitos federales

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Unidad nº 14: atribuciones del poder ejecutivo.

.- Atribuciones del Poder Ejecutivo.

Jefaturas. Según el art 99 (inc. 1 y 12) el presidente de la nación asume cuatro jefaturas

-Jefe de Estado: la “jefatura del estado” coincide, en nuestro régimen presidencialista, con la
jefatura del Poder Ejecutivo.
El jefe de estado representa interna e internacionalmente la unidad del estado como persona
jurídica. Que la constitución diga que es el jefe “supremo” no quiere significar erigirlo en gobernante
omnipotente, ni colocarlo por encima de los otros órganos del poder como dominador o árbitro, ni
despojar a los demás órganos de su independencia. La supremacía, en este caso, no es
superioridad sino exclusivamente expresión de la calidad de “único” jefe del estado.
En lo internacional, el presidente como jefe de estado representa al estado, aun cuando el
congreso ejerza también facultades referentes a las relaciones internacionales.

-Jefe del Gobierno: la reforma de 1994 ha especificado como nueva jefatura del presidente
a la jefatura “del gobierno”, bien que a nuestro criterio hay que afirmar: a) ya existía implícitamente
involucrada en la jefatura del estado y en la jefatura de la administración; b) la mención explícita de
la norma actual no equivale a separar la jefatura del estado y la jefatura del gobierno en dos
órganos distintos, ni a implantar un sistema similar al parlamentario, sino b’) sirve para considerar
como la mejor interpretación posible a la que postula que la jefatura del gobierno a cargo del
presidente significa que, como tal, es la cabeza de la administración, y su responsable político,
aunque el “ejercicio” de tal administración le incumbe directamente al jefe de gabinete.

Jefe de administración: el art 99 inc 1. Establece que el presidente es el responsable político de


la administración del país. “ sin embargo el art 100 inc 1. Establece que el jefe de gabinete le
corresponde ejercer la administración general del país.
Esto significa que el presidente es el jefe de la administración publica , mientras que jefe de
gabinete es quien lo ejerce y lo lleva a cabo. .
La administración publica es la actividad permanente y concreta que el estado lleva a cabo para
satisfacer de forma inmediata de las necesidades de la sociedad y los individuos quien la integra.

Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas: la jefatura de las fuerzas armadas implica
subordinarlas al poder ejecutivo de quien dependen, pero no excluye los poderes militares del
congreso.
El Presidente es Comandante en Jefe de las FFAA (inc. 12 del art. 99). Dispone de ellas y corre
con su organización y distribución según las necesidades de la nación, dice el inc. 14. Declara la
guerra y ordena represalias con autorización y aprobación del Congreso (art. 99 inc. 15).
Además del uso de la fuerza armada como auxiliar del poder civil, conviene resaltar la facultad que
como comandante en jefe asiste al presidente para ejercer el poder disciplinario en el ámbito del
órgano castrense. Las sanciones aplicadas disciplinariamente no deben eximirse de revisión
judicial, pero sólo han de “descalificarse” judicialmente cuando exhiben arbitrariedad manifiesta.

Colegislador.

-Participación en las distintas etapas del proceso legislativo: el art. 99 inc. 3º primer párrafo
consigna que el presidente “participa de la formación de las leyes con arreglo a la constitución, las
promulga y hace publicar”.
En primer lugar, el art. 77 le reconoce la facultad de presentar proyectos en cualquiera de las
cámaras, salvo las excepciones que establece la constitución. Aquí hay que hacer un
desdoblamiento:

-El presidente no puede presentar proyectos cuando se trata de la iniciativa popular,


porque son los ciudadanos quienes lo hacen en la cámara de diputados (art. 39); se trata de
someter a consulta popular vinculante un proyecto, porque si es el congreso el que debe decidir
hacerlo a iniciativa de la cámara de diputados (art. 40), parece claro que el presidente no puede
impulsar dicho proyecto.
-El presidente no puede presentar un proyecto en cualquiera de las cámaras en
materias privativas de cada una, por lo cual deberá presentarlos en la que sea cámara de origen.

La fase de eficacia se desglosa en varios aspectos:

-El presidente examina el proyecto sancionado, conforme al art. 78; este examen
puede recaer en diversos puntos: si el procedimiento de sanción legislativa fue correcto, si se la
considera constitucional o no, etc. Según sea el criterio presidencial, el proyecto sancionado será
promulgado o vetado.
-Si el presidente aprueba el proyecto, puede hacer dos cosas: promulgarlo
expresamente, o dejar transcurrir el plazo de diez días útiles para que se opere la promulgación
tácita. Aquí el proyecto se convierte en “ley”.
-El presidente dispone la publicación del texto de la ley. La publicación integra en
nuestro sistema la etapa de eficacia para dar vigencia normológica y obligatoriedad a la ley.

2) Legislativas.

-Actividad reglamentaria. Reglamentos autónomos y delegados: los reglamentos


autónomos no son reglamentos de ejecución de la ley, sino reglamentos sobre materias no
reguladas por ley, y reservadas a la administración. Recaen sobre materias propias de la “zona de
reserva” de la administración, que no pueden regularse por ley. Por necesidad e implicancia de sus
facultades, el poder ejecutivo aplica e interpreta la constitución por sí mismo cuando ejercita dichas
facultades (lo cual no significa liberarlo de control judicial suficiente). Una materia propia de
reglamento autónomo es, por ejemplo, la regulación de los recursos administrativos y la
organización administrativa en el área de la administración dependiente del poder ejecutivo.
El reglamento delegado, a diferencia del decreto reglamentario que ejecuta la ley, y del autónomo
que surge de la esfera de reserva de la administración, se dicta en mérito a una habilitación
conferida por el poder legislativo. La reforma de 1994 ha previsto la delegación por el congreso al
poder ejecutivo en el marco de excepción que traza el art. 76. No hay que perder de vista la
rotunda prohibición genérica que encabeza a esa norma –“se prohíbe la delegación legislativa ene l
Poder Ejecutivo, salvo en materias determinadas de administración o de emergencia pública, con
plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que el congreso establezca”-,
ni la que en el art. 99 inc. 3º impide al presidente emitir disposiciones de carácter legislativo. La
delegación legislativa permitida sólo puede ser efectuada por el congreso a favor del presidente.

-Decretos por razones de necesidad y urgencia. Requisitos, límites y trámite de aprobación


parlamentaria: los reglamentos de necesidad y urgencia son los que se dictan sobre materias
propias de la competencia legislativa, cuando una urgencia súbita exige emitir las normas que el
congreso no ha dictado, o suplirlas lisa y llanamente. La necesidad y la urgencia son las razones
justificantes para consentir que se margine la división de poderes, y que el ejecutivo ejerza una
función del congreso.
El actual art. 99 inc. 3º establece la siguiente atribución del presidente de la república: “participa de
la formación de las leyes con arreglo a la Constitución, las promulga y hace publicar.
“El poder ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir
disposiciones de carácter legislativo.
“Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios
previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes, y no se trate de normas que regulen
materia penal, tributaria, electoral o el régimen de los partidos políticos, podrá dictar decretos por
razones de necesidad y urgencia, los que serán decididos en acuerdo general de ministros que
deberán refrendarlos, conjuntamente con el jefe de gabinete de ministros.
“El jefe de gabinete de ministros personalmente y dentro de los diez días someterá la medida a
consideración de la Comisión Bicameral Permanente, cuya composición deberá respetar la
proporción de las representaciones políticas de cada Cámara. Esta comisión elevará su despacho
en un plazo de diez días al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento, el que de
inmediato considerarán las Cámaras. Una ley especial sancionada con la mayoría absoluta de la
totalidad de los miembros de cada Cámara regulará el trámite y los alcances de la intervención del
Congreso”.

D) Judiciales.

-Indultos y conmutación de penas: el inc. 5º del art. 99 contiene la facultad del indulto y
de la conmutación. Dice la norma que el presidente puede indultar o conmutar penas por delitos
sujetos a la jurisdicción federal, previo informe del tribunal correspondiente, excepto en los casos
de acusación por la cámara de diputados. El indulto es conceptuado como el perdón absoluto de la
pena ya impuesta; y la conmutación, como el cambio de una pena mayor por otra menor.
Enrolándonos en el criterio de Bidart Campos, interpretamos que es menester no sólo la existencia
de un proceso, sino la sentencia firme imponiendo una pena, porque la pena que se indulta no es la
que con carácter general atribuye la norma penal a un hecho tipificado como delito, sino la que un
juez ha individualizado en una sentencia, aplicándola a un reo.
Por otra parte, el indulto anticipado viola el derecho de toda persona –aun procesada- a la
presunción de su inocencia hasta ser convicto de delito por sentencia firme del juez. Además, la
paralización del proceso penal por el indulto anticipado es claramente violatoria de la tajante
prohibición que el art. 109 dirige al presidente de la república impidiéndole ejercer facultades
judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas.
El informe previo del tribunal correspondiente no es vinculatorio para el poder ejecutivo. Aunque el
tribunal opine que no procede el indulto, el presidente puede concederlo.
El indulto es un acto de neta y clara naturaleza política, y no jurisdiccional. El poder ejecutivo no
cumple función de administrar justicia (que ya ejercitó el tribunal que condenó), sino que concede
una “gracia”, y esta prerrogativa presidencial es propia de su actividad política.
Al igual que el congreso al disponer una amnistía, el poder ejecutivo debe actuar éticamente y por
notorias razones de equidad cuando dispensa un indulto. Éste es facultad privativa del presidente,
cuyo ejercicio no puede transferir (“imputar”) a ningún funcionario.
El indulto no procede en caso de juicio político. Pero si por e hecho que sirvió de causa al juicio
político y motivó la destitución, se aplica luego una condena de derecho común en sede judicial,
esa pena sí puede ser indultada.
Aunque la constitución guarde silencio, creemos que tampoco pueden indultarse las penas
aplicadas judicialmente por delitos que define la misma constitución en los arts. 15, 22, 29, 36 y
119. De evidente lógica parece, asimismo, que el presidente no podría indultarse a sí mismo.

8.- La administración pública. Principios constitucionales que rigen su organización y


funcionamiento: entre los recursos que lo rigen cabe destacar:

1) El de oficialidad, mediante el cual el procedimiento es impulsado de oficio por los


órganos de la administración (bien que pueda iniciarse a instancia del particular en
ejercicio del derecho de petición). Ello no impide que el administrado disponga en cierta
medida del procedimiento, ni que la administración deje a l interesado un margen de
actividad privada para ofrecer y obtener las pruebas.
2) El principio de la verdad material, en virtud del cual la administración no queda
vinculada por las pruebas que aporta el particular, sino que puede y debe ajustarse a los
hechos, procurándose las pruebas aun con independencia de la actividad y voluntad del
administrado.
3) El principio de informalismo, mediante el cual el particular puede invocar la elasticidad
del procedimiento en beneficio propio, sin el rigorismo ni el formalismo del proceso
judicial; pero el informalismo no rige a favor de la administración.
4) El principio del debido proceso, que traslada al procedimiento administrativo la
garantía de la defensa en juicio. Ello presupone tener noticia y conocimiento de las
actuaciones; oportunidad de participar en el procedimiento; y obtener decisión fundada.
Actos administrativos:
Los actos administrativos son las declaraciones unilaterales realizada en el ejercicio de la función
administrativa que produce efectos jurídicos individuales en forma inmediata. Son actos concreto y
singulares, realizado en respeto a la ley, que poseer regulación pueden ser revisados en sede
administrativa o singular.
Actos de gobiernos:
Los actos de gobuerno son los acto políticos discrecionales no judiciable. Por ej. La declaracion del
estado de sitio, el indulto y la conmutación de la pena, iniciativ de leyes, su veto, etc. Estos actos
no se encuentra reglados y no son susceptible de ser revisado por el poder judicial.
Actos políticos e instituciones.
Revisión:
Es la posibilidad que se le da a los particulares de impugnar actos administrativos que lesionen su
derecho subjetivo. Procede solo a actos reglados de la administración. Primero se deberá agotar
las vías administrativa, el curso se interpone ante el mismo órgano que dicto la resolución. Si es un
órgano inferior al ejecutivo, primero se debe interponer revocatoria, si la repuesta es desfavorable
se debe interponer el recurso de apelación ante el poder ejecutivo. Si es el mismo poder ejecutivo
se interpone directamente revocatoria porque su decisión agota las vías administrativas, si su
repuesta es desfavorable se debe recurrir ante la corte suprema de justicia provincial.
Recursos contencioso administrativo ante la corte de justicia provincial:
Se puede interponer dos recursos diferentes, el de legistimidad o el de plena jurisdicción, la corte
en ambos casos puede ratificar modificar o anular la decisión del poder ejecutivo.
La revisión quee es la posibilidad controlar actos de la administración publica. Se le otorga primero
al congreso (art 85) y luego los particulares en u primer momento en sede administrativa ante al
mismo órgano que dicto la resolución y por ultimo en sede judicial a través del recurso contencioso
administrativo, solo respecto a los actos administrativos porque los actos políticos son no judiciable.

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