La Integración Social
La Integración Social
La Integración Social
La teoría marxista, que constituye el centro del cual dimanan la mayor parte de las
teorías del conflicto en la sociología contemporánea, brinda una idea de la
integración diferente, que no niega la unidad de lo social, sino que la concibe de
otra manera y se aparta tanto de la concepción que brindan los teóricos de la
2
integración como de la del resto de los teóricos del conflicto. Por ello, aun cuando
el marxismo precede históricamente las teorías del conflicto antes mencionadas, el
desarrollo lógico del término integración social no puede delinearse sin tener en
cuenta ideas centrales desarrolladas al interior de esta perspectiva, a las cuales
aludiremos brevemente.
Así, categorías como formación económico social o sociedad civil dan cuenta de la
necesaria cohesión entre las diversas esferas que conforman lo social, y ello se
refleja en la correspondencia de sus elementos constitutivos (digamos por ej. entre
fuerzas productivas y relaciones de producción, o entre base y superestructura)
Debido a los reclamos del desarrollo económico la burguesía suprime cada vez
más el fraccionamiento de los medios de producción, concentra la propiedad e
3
Aún así esta interdependencia no consigue ser una integración real, pues cada
progreso de la producción es al mismo tiempo un retroceso en la situación de los
oprimidos, es decir, de la mayoría, e implica una generación constante de
alienación.
Después del amplio debate que suscitó el término integración en los años 50 y
principios de los 60, los intentos por perfilar la categoría desde el punto de vista
teórico se debilitaron durante un largo período, y este problema se enfrentó a partir
de conceptos de nivel más concreto (como la marginalidad) hasta que a inicios de
los 80 comienza a resurgir en algunos ámbitos, y las dificultades cada vez
mayores que se presentan para la integración social de distintos grupos sociales
orientan el debate hacia su contrario: la exclusión.
Hay que señalar que si desde sus primeros momentos el debate teórico había
tratado de presentarse como relativamente distante de los problemas sociales que
le daban origen, a la altura de los años 80 comienza a ser el devenir de los proble -
mas concretos y la reflexión en torno a ellos el que marca el paso del desarrollo
teórico del tema.
5
Es por eso que a partir de aquí el hilo conductor de este desarrollo se hace más
nítido en la realidad social que precede y configura el discurso académico. Por ello
nos detendremos brevemente en la trayectoria que siguen las corrientes de
integración en América Latina, uno de los escenarios donde renace la categoría.
En los años 70 sin embargo se evidenció la incapacidad de tal proceso para lograr
mayores niveles de integración, pues determinados grupos sólo lograban
insertarse parcialmente, mientras para otros sectores no existía posibilidad alguna,
lo que en el plano teórico se refleja en una enérgica preocupación por la proble-
mática de la marginalidad, que hace énfasis en la situación de los sectores
desposeídos y la capacidad o no del sistema para integrarlos. A este cuadro se
añadió la problemática étnica, que complejiza la situación a nivel de la realidad del
continente, pero también su comprensión teórica, por cuanto la integración de las
comunidades indígenas a las realidades nacionales no podía significar la pérdida
de sus identidades propias.
muchos de los que habían logrado insertarse en las diferentes esferas son
desalojados de ellas y comienza un fuerte proceso de exclusión.
Por su parte, el derrumbe del socialismo en los países de Europa del Este,
sumergió a esta región del planeta en una situación de fuerte inestabilidad
económica y política y ha dado lugar a numerosos conflictos bélicos.
Según datos del PNUD, en 1994, el 20% más rico de la población mundial
controlaba el 84,7% del PNB, el 84,2% del comercio internacional y percibía
ingresos 60 veces superiores a los del 20% más pobre, que sólo controlaba el
1,4% del PNB y el 0,4% del comercio mundial.(19) Pero, incluso en los países
ricos, para esa fecha se estimaban 20 millones de desempleados, 40 millones de
pobres y 3 millones de personas sin hogar.(20)
En ese mundo altamente competitivo no todos los grupos sociales cuentan con
iguales oportunidades y los más desfavorecidos son excluidos de las distintas
áreas de la vida social y compulsados cada vez más a la anomia: conductas
delictivas, prostitución, drogadicción, suicidio, entre otras.
Existe consenso acerca del peso que hoy tienen las tendencias desintegradoras a
nivel mundial y el riesgo que ello significa para la paz, la seguridad y la estabilidad
internacional, incluido el primer mundo. Por eso, son los países industrializados y
las instituciones internacionales, desde el Vaticano hasta las Naciones Unidas, los
más preocupados por contrarrestarlas. Quiere decir que, en última instancia,
detrás del interés por garantizar la integración social sigue estando el objetivo de
evitar las disfunciones al sistema capitalista.
10
Sin embargo, la naturaleza de los problemas es tal que hoy resulta necesario
apoyar, por parte de las fuerzas progresistas, los esfuerzos para garantizar la
integración social, sobre todo, si se tiene en cuenta que las actuales tendencias
desintegradoras no contribuyen a un cambio social transformador sino a un dete-
rioro objetivo y espiritual que limita cualquier posibilidad de cambio constructivo.
La droga, la violencia, el suicidio, solo contribuyen al deterioro progresivo de la
humanidad. Eso no excluye que dentro de la tendencia a la integración social se
defienda el derecho a la existencia de tendencias de otro orden, entre ellas el
derecho a hacer la revolución o a una integración en condiciones de mayor igual -
dad.
Por eso la cuestión medular radica en qué se va a entender por integración social.
Cada vez con mayor fuerza se ha abierto paso un enfoque de la integración como
polo opuesto no al conflicto, sino a la exclusión y marginación y que se concibe
como condición imprescindible para cualquier proceso de desarrollo. Entre los
criterios que guiaron el tratamiento del tema en la Cumbre Mundial sobre
Desarrollo Social se consideró que para definir las capacidades de una sociedad
para la integración social era necesario tener en cuenta (23):
Por supuesto que esto no implica posponer todo paso de integración regional
hasta tanto no se haya consolidado la integración nacional de los diferentes
países, pues incluso la primera puede apoyar y acelerar las segundas o demostrar
su imposibilidad por no constituir verdaderas naciones. Se trata de que se requiere
al menos un mínimo de integración nacional para que los intentos de integración
regional se hagan por y para esas mayorías.
12
“...una sociedad estará más o menos integrada según sus miembros participen de
sus bienes efectivamente o tengan al menos oportunidades de hacerlo. No existirá
tal I. en la medida que ciertos sectores no tengan dicha posibilidad”. “...una nación
estará más o menos integrada, según la vida nacional en sus distintos aspectos
sea la resultante de las decisiones en todos los niveles de todos sus miembros. No
existirá tal I. en la medida que - en los distintos niveles de la vida nacional - la
gestación de las decisiones deje al margen a sectores importantes”. (24)
Por eso, nuestro enfoque de I., que parte de una perspectiva de análisis marxista,
considera que no hay verdaderas posibilidades de I. mientras no se eliminen las
diferencias clasistas antagónicas, y, aun después, es necesario eliminar las
principales desigualdades socioeconómicas por concepto de raza, etnia, género,
generaciones, ubicación territorial y otras, y construir una comunidad de valores
que se apoye en la diversidad de los grupos y la respete.
En este sentido vale la pena aclarar que, aun cuando se trata de un fenómeno
medible y cuantificable en cierta medida, la I.S. es un proceso esencialmente
cualitativo, por ello la precisión de la estrategia metodológica para su estudio
requiere de aproximaciones sucesivas.
la emigracion
la prostitucion
la violencia y el delito
el alcoholismo
la drogadicción
la infeccion por vih
el suicidio
CITAS Y NOTAS
1) Ver: Schudson, M. “La cultura y la integración de las sociedades nacionales”.
En: Revista Internacional de Ciencias Sociales, # 139 UNESCO, París/1994.
pp.79-100.
2) Ver: Durkheim,E. “El Suicidio”, Nuestros Clásicos, UNAM, México/1983.
3) Landecker,W. “Types of integration and their measurement”, American Journal
of Sociology # 56, U.S.A./1951. pp. 332-340, citado en la definición del término
integración social en: Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales, Edit.
Aguilar. 1975.
4) Merton,R. “Teoría y Estructuras Sociales”. Fondo de Cultura Económica,
México/1972. p.
16
22) Naciones Unidas. Informe sobre Población. Citado por Milagros Martínez en
sus palabras de presentación al Taller Internacional “Tendencias actuales del
proceso migratorio cubano”, CEAP-UH, La Habana/1995.
23) Naciones Unidas. Proyecto de Declaración Final, presentado en la Cumbre
Mundial para el Desarrollo Social, Copenhague/1995.
24) Ver: Espina,M. “La integración social en la Cumbre Mundial para el
Desarrollo”. Ponencia presentada al Seminario “Estrategias para el Desarrollo
Social”, Ministerio de Relaciones Exteriores, La Habana/1994.