VIDA PÚBLICA DE JESÚS 2do Grado 2023

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INSTITUCIÓN EDUCATIVA PARTICULAR PARROQUIAL “MUNDO MEJOR”

APELLIDOS Y NOMBRES:........................................................................................................
SECCIÓN : “A-R-V” CÓDIGO:........................................................
DOCENTE : Rusbeld Chero Valdiviezo

- Comprende que Jesucristo se hace presente en la historia de la humanidad para dar a conocer el reino de Dios.
- Interioriza la misión de Cristo a partir de su vida pública y los momentos que vivió en nuestro mundo.

LA VIDA PÚBLICA DE JESÚS


Los Evangelios no nos dan fechas exactas acerca de la vida de Jesús, pero si llegamos a algunas
conclusiones: ¿Cuándo inicia su vida pública Jesús? ¿Cuáles son los hechos más saltantes de la
vida pública de Jesús?

Leemos, describimos y reflexionamos:


 Lc 4,14-21; 31-37
 Mc 1,23-28
 Mt 10,1-16
 Lc 4,22-30
¿Cuál es la misión de Jesús? ¿A quiénes llamó Jesús y para qué?
¿Cuál es el mensaje central que nos trae Jesús? ¿Cómo es recibido
el mensaje de Jesús?

La vida pública de Jesús comienza con su Bautismo por Juan en el


Jordán. Los Evangelios hablan de un tiempo de soledad en el desierto inmediatamente después de
su Bautismo. Después que Juan fue preso, marchó Jesús a Galilea; y
proclama la Buena Nueva de Dios.
Después de treinta años de vivir una vida sencilla, de trabajo, de familia,
Jesús emprende el camino. Deja todo atrás y comienza su vida pública.
Tres años dedicados a cumplir su misión, predicando, curando,
enseñando. Ha llegado el momento de anunciar el Reino de Dios, de dar
las pistas necesarias para alcanzar la salvación.

Acompañado por sus seguidores, Jesús recorrió las regiones de Galilea


y Judea predicando el evangelio y realizando numerosos milagros. El
orden de los hechos y dichos de Jesús varía según los diferentes relatos evangélicos.
Gran parte de los hechos de la vida pública de Jesús narrados en los evangelios tienen como
escenario la zona septentrional de Galilea, en las cercanías del mar de Tiberíades, o lago de
Genesaret, especialmente la ciudad de Cafarnaúm, pero también otras, como Corozaín o Betsaida.
También visitó, en el sur de la región, localidades como Caná o Naín, y
la aldea en la que se había criado, Nazaret, donde fue recibido con
hostilidad por sus antiguos convecinos. Su predicación se extendió
también a Judea (según el Evangelio de Juan, visitó Jerusalén en tres
ocasiones desde el comienzo de su vida pública), y estuvo en Jericó y
Betania (donde resucitó a Lázaro).

MISIÓN DE JESÚS
El anuncio de la misión de Jesús había sido ya hecho por los profetas
cuando hablaron del mesías. Con increíble exactitud, estos hombres
escogidos por Dios describen la vida de Jesús varios siglos antes de su
nacimiento. Se había profetizado ya las circunstancias de su
nacimiento, la forma de su muerte, el contenido de su predicación y el
resultado de su misión en la tierra.

La misión del Mesías consistía, según los profetas, en cargar sobre sí los pecados del pueblo para
liberarlo del pecado (Is 53). El Mesías trabajaría por la verdadera justicia y santidad del pueblo

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elegido, haciendo el bien, curando ciegos, leprosos, paralíticos, expulsando demonios y resucitando
muertos.
Jesús se presenta a sí mismo como el Mesías, reconociendo ante todo que su misión es anunciar el
Reino.

Su predicación estaría centrada en el Reino de Dios. Esta noción de Reino de Dios era para los
judíos una promesa de reconciliación a todo nivel. El reino es una realidad que viene de Dios y se
refleja en la actitud interior de las personas. Es también un nuevo orden social exterior que expresa
el cambio del corazón. Es la presencia de Dios que trae la felicidad. Es una nueva vida en la que se
manifiesta el amor de Dios. En el reino de Dios todos los hombres son hermanos y no existe la
desconfianza ni el rencor. El Reino es la verdadera paz que sólo Dios pueda dar. Es como una
semilla que necesita crecer entre los hombres.

JESÚS LLAMA A SUS DISCÍPULOS


Jesús llama a sus discípulos para que vivan con Él y comprendan en
que consiste el Reino y se comprometan con él de manera especial.
Va conformando con ellos una comunidad y los instruye acerca de su
misión.
Escogió a sus principales seguidores (llamados en los evangelios
Apóstoles), en número de doce, de entre el pueblo de Galilea. En los
sinópticos se menciona la lista siguiente: Simón, llamado Pedro y su
hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe
y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y
Tadeo; Simón y Judas Iscariote, el que le posteriormente traicionaría
a Jesús (Mt 10,2-4; Mc 3,16-19; Lc 6, 13-16) 21. Algunos de ellos
eran pescadores, como las dos parejas de hermanos formadas
respectivamente por Pedro y Andrés, y Juan y Santiago. Mateo se
identifica generalmente con Leví el de Alfeo, un publicano de quien en los tres sinópticos se relata
brevemente cómo fue llamado por Jesús (Mt 9,9; Mc 2,14; Lc 5,27-28). 23 lo que acarreó a Jesús
numerosos reproches de los fariseos.

De esta comunidad de discípulos Jesús elige a los doce que son los apóstoles. La palabra apóstol
quiere decir “enviado”, “representante”.
En el proyecto de Jesús, el nuevo pueblo de Dios que formó con su comunidad iba a sustituir a
Israel, el pueblo de Dios en el Antiguo testamento, por eso eligió a los doce apóstoles como
representantes de las doce tribus de Israel.
Los apóstoles eran quienes acompañaban a Jesús más asiduamente y quienes participaban más
íntimamente en sus enseñanzas y en los momentos más especiales.

JESÚS, SIGNO DE CONTRADICCIÓN


No todos aceptaron las enseñanzas de Jesús, unos lo aceptarán gozosos, otros lo rechazarán. Cristo
se convertirá en signo de contradicción en Israel, es decir, en ocasión de que se formen dos grupos
bien diferenciados: los que le siguen y los que se oponen a él. Cristo hablará a las conciencias de los
israelitas para que cumplan la ley de Dios con plenitud, y después les revelará su mensaje de
salvación, que incluye la formación de un nuevo Pueblo de Dios más perfecto y espiritual.

Al éxito del Señor al principio, ya que es aceptado por muchos como


Mesías, sucede un enfrentamiento cada vez mayor con algunos
israelitas, especialmente con los que detentan los poderes en Israel.
La causa está en que Cristo predica la conversión y el
arrepentimiento de los pecados y muchos de los poderosos se han
quedado en prácticas externas y rutinarias de religiosidad, sin una
auténtica fe que lleve a una vida de renuncia. Al ser recriminados
por Jesús, no quieren rectificar.

Este enfrentamiento con el Señor tendrá muchos grados. Algunos


se oponen a él fuertemente y con odio: es el caso de muchos fariseos, sacerdotes y escribas de

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Israel, que constituyen los estamentos más importantes. Otros, en un principio, le siguen, pero le
abandonan cuando ven que los que detentan el poder se oponen a El. Los hay que le siguen en
momentos difíciles, pero que también le abandonarán en el momento de la Pasión y Crucifixión. El
enfrentamiento de los fariseos y escribas con Jesús fue creciendo a medida que Jesús desarrollaba
su predicación pública.

La razón última por la que los escribas y fariseos no reciben a Jesús


como Mesías está en que han desfigurado la religión de Israel. La
Palabra de Dios no ha entrado en su corazón transformándolo y
convirtiéndolo. Por eso, se refugian en el mero cumplimiento externo de
preceptos que han inventado los hombres y descuidan la justicia, la
comprensión y la sinceridad de vida, resultando que dicen y no hacen,
como les reprochará Jesús.

Y lo que es más grave, no sólo no entran en el Reino de los Cielos, sino


que no dejan entrar a quienes verdaderamente quieren hacerlo, "porque
ellos son los representantes oficiales de Dios (Mt. 23)
Se puede decir que ocultan y desfiguran el verdadero «rostro» de Dios, en vez de darlo a conocer.

GRUPOS RELIGIOSOS EN EL TIEMPO DE JESÚS

1. SADUCEOS:
Se puede empezar nombrando los Saduceos, que toman su nombre de Sadoc, sumo sacerdote del
tiempo de Salomón. Las principales familias sacerdotales aseguran que descienden de él y que
mantienen su ideología. Constituyen una especie de partido compuesto por la aristocracia, los grupos
más ricos de los sacerdotes y de los civiles. Eran una "clase aparte", ya que estaban fuertemente
organizados y no todos entraban en este grupo, además no eran muchos en número.

En tiempos de Jesús, pertenecen a este grupo las familias sacerdotales dirigentes y las principales
familias de los grandes comerciantes de la ciudad, además de los hacendados más ricos del campo.
Entre ellos se apoyaban mutuamente, pues coincidían en sus intereses. Los jefes de esa aristocracia
sacerdotal y laica (los ancianos) formaban parte del Sanedrín. El influjo de estos personajes en la
política y en la administración de justicia en Palestina para ese tiempo
era decisivo.

Caifás, el Sumo Sacerdote (18-37 después de Cristo) era saduceo


(Jn.11,49; 18,13-14). Los jefes de los sacerdotes eran, en general,
saduceos. Los Hechos de los Apóstoles designan a los saduceos como
los partidarios del Sumo Sacerdote (Hch.5,17). Algunos de estos
saduceos "seglares" son los arrendatarios de los impuestos, los
procuradores y recaudadores romanos les conceden el monopolio del
cobro de los impuestos al pueblo, con lo que consiguen buenas
ganancias.
Eran "conservadores" en religión, en su "doctrina" (Mt.16,12) sólo
admitían la "Torah" o Ley de Moisés, que está exclusivamente en los
cinco primeros libros de la Biblia o Pentateuco: Génesis, Éxodo,
Levítico, Números y Deuteronomio. Se atienen estrictamente a la letra
de lo que dicen esos libros, son pues fundamentalistas y por eso, rechazan todo desarrollo posterior
de esa doctrina. Según los saduceos, los sacerdotes son los únicos intérpretes de la Ley; no quieren
que los fariseos laicos la interpreten. Además, son fanáticos de la observancia del sábado.

Viendo que en la Torah no se habla de la resurrección de los muertos ni de otra vida, no creen en
ella, por considerarla un concepto novedoso. Para ellos todo termina con la muerte y aseguran que
no hay más salvación que la terrenal. Son hedonistas, les interesa sobre todo acumular riquezas y
disfrutarlas en la vida terrena (Lc.12,15-21).
Ellos están a favor del nacional-judaísmo, son acérrimos defensores del Estado del Templo, son
conservadores en política, les interesa estar a bien con los romanos para mantener sus privilegios.

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Se les acusa de vivir el divorcio entre la fe y la vida: al lado de su actitud religiosa conservadora,
mostraban una licenciosa relajación de costumbres:
• Lujo y aficiones paganas siguiendo el ejemplo de los romanos (dueños del mundo)
• El divorcio era frecuente entre ellos
• Utilizaban el matrimonio entre miembros de la misma familia para conservar riqueza y poder
• poligamia que, en la práctica, sólo era accesible a los ricos por lo costoso que resultaba.

2. SACERDOTES:
Israel, en tiempos de Jesús era una auténtica Teocracia, y en una teocracia son los sacerdotes
quienes, en primer término, constituyen el grupo más poderoso.
Los sacerdotes habían organizado a los judíos después del destierro de Babilonia (538 a.c) y los
habían dirigido en los asuntos espirituales y materiales, en tiempos de Jesús continuaban en
posesión del poder político y social. El sacerdocio no era por vocación de Dios, sino hereditario,
según la Ley, sólo podían ser sacerdotes los descendientes de Aarón, el hermano de Moisés
(Ex.28,1; Nm.17,16-26; Lc.1,5; Heb.9,4). Formaban pues, un círculo cerrado y estrechamente unido.

Los sacerdotes más importantes que llegaban a ser una aristocracia eran: El Sumo Sacerdote, jefe
de todos los judíos de Palestina y del extranjero, responsable principal del templo, administrador,
presidente, por oficio, del Sanedrín o Gran Consejo.
A partir del año 37 antes de Cristo, Herodes primero y luego los procuradores o gobernantes
romanos tenían el derecho de nombrar y deponer a los Sumos Sacerdotes, desde entonces el cargo
no era hereditario ni vitalicio.

3. LOS ANCIANOS:
Eran también llamados "Senadores del
pueblo" y los encontramos con frecuencia en
el Nuevo Testamento, siempre aliados con
los Sumos Sacerdotes (Mt.21,23; 26,3.47),
normalmente unidos bajo una única
expresión "los sumos sacerdotes y los
ancianos" (Lc.22,52).
La palabra anciano no se refiere a persona
de más edad, a viejos de Jerusalén, en sentido estricto los "ancianos" son el grupo del Sanedrín
distinto de los sacerdotes-jefes y de los escribas fariseos. Está compuesto por los jefes de
las familias más ricas e influyentes de Jerusalén. En algún momento Lucas los llama "los notables el
pueblo" (19,47), son la aristocracia seglar, los poderosos, esto por el dinero ya que eran los
propietarios de grandes haciendas y los comerciantes más ricos.

Estos ancianos están relacionados con la fuente principal productora de riqueza que es el Templo de
Jerusalén y con sus dirigentes, los sacerdotes jefes. También están ligados al poder romano que ha
sabido atraérselos entregándoles en arriendo el cobro de impuestos, así los romanos dominan, por
su medio, el Sanedrín. La fortuna de los ancianos es la garantía de que el impuesto de los judíos
ingresará en el tesoro del Imperio Romano. Para estos "ancianos", jefes del sistema de recaudación
de impuestos, las cantidades recolectadas bien administradas, son una buena fuente de ingresos
suplementarios, porque entregan a los romanos los impuestos por ellos exigidos, pero se los cobran
con creces al pueblo por intermedio de los "publicanos".

Están muy interesados en defender el orden establecido, pues en él se


basa la conservación y mejora de su posición, dinero e intereses. Si los
romanos sospechasen que ellos de algún modo se oponen a su poder,
perderían sus privilegios, correrían peligro de ser desterrados y después
sufrirían la confiscación de todos sus bienes.
Son observadores en cuestiones de religión y se atienen estrictamente a
la letra de la Escritura, y tienen por jefes a los "hombres de la religión", a
los jefes de los sacerdotes, a la nobleza sacerdotal. Además, son muy
fieles a la observancia religiosa externa.

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4. Los Fariseos:
El nombre significa "los santos", "los separados", la verdadera
comunidad de Israel, son gente religiosa y piadosa.
Los fariseos se preocupan mucho por cumplir todas las leyes y
tradiciones religiosas, también en que otros las cumplan. Para ellos
lo más importante en su relación con Dios es la Ley religiosa, ella es
el verdadero tesoro de Israel, más importante que el Templo. Ellos
son el "pueblo de la Ley", generalmente son artesanos, pequeños
comerciantes, campesinos, pero, aunque proceden del pueblo,
quieren estar separados de él; les parece demasiado ignorante de la
Ley y, sobre todo, impuro, que no la cumple; "maldito" (Jn.7,45-49).

Son legalistas, pues ellos mismos habían añadido muchas leyes y


tradiciones a la Ley. Formularon 613 leyes complementarias (248 mandatos y 365 prohibiciones),
difíciles de aprender y sobre todo difíciles de cumplir, estas reglamentaban minuciosamente la vida,
especialmente la observancia del sábado y la pureza necesaria para el culto. A estas leyes las
llamaban "tradición oral" (inventada por ellos). Para ellos esta tradición tenía tanto o más valor que la
Ley escrita: "Atan bultos pesados y los cargan en las espaldas de los demás, mientras ellos no
quieren empujarlos ni con un dedo" Mt.23,4.L os fariseos esperaban una intervención divina, la
venida del Mesías que libraría al pueblo del yugo de los romanos, se preparaban para ese "Día" con
la oración, con el ayuno y, sobre todo, con la observancia fiel de todas las leyes, particularmente la
del sábado.
Eran ritualistas, se preocupaban mucho de las acciones obligatorias para acercarse con pureza a
Dios, a la oración, al templo, a los actos de culto. Les importaba más la pureza ritual que la pureza de
corazón y de vida. Se guiaban por un libro entero para esto, el Levítico, sobre todo en los capítulos
11 al 16, que explica las reglas de pureza. Para ellos impuro significaba contagioso, y el roce con lo
impuro les impedía las relaciones con Dios.
Impuros eran:
• La sangre y todo lo que toca porque, según ellos, es la vida
• Todo derrame sexual (ej. menstruación)
• Los utensilios como copas, platos, ollas sucias, pues había que lavarlos varias veces
escrupulosamente (Lc.11,39)
• Ciertos animales que la Ley prohibía comer (Mt.15,10)
• Todo cadáver de animal o persona; no sólo el que los tocaba, aunque fuese por necesidad, también
el que pisaba una tumba, un sepulcro, aún sin saberlo, quedaba "impuro" ante Dios. (Lc.11,24)
• Las personas afectadas por alguna enfermedad repugnante, en especial de la piel, como la lepra,
eran "intocables”, porque el mero rozarles impedía acercarse al Dios Santo. (Mt.8,2-4)
• Los judíos que ejercían determinados oficios u ocupaciones que eran considerados impuros;
publicanos o recaudadores, prostitutas, pastores, médicos. Sentarse con ellos a la mesa u
hospedarse en sus casas "contagiaba". (Mt.9,9-13; Lc.19,1-7)
• El solo entrar en las casas de paganos, quienes no eran judíos, contaminaba. (Jn.18,28).

Estos fariseos piensan que cumpliendo con la Ley y la tradición adquieren los méritos necesarios
para la salvación, y que Dios tiene que "pagar" esa fidelidad, esa recompensa se les debe (Lc.17,7-
10).
Hacían todo tipos de obras, más allá de lo mandado por la Ley, para así
tener más méritos ante Dios; ayunos (Mt.9,14; Lc.18,12), oraciones
(Mt.6,5), pago de diezmos (Mt.23,23). Cumplían minuciosamente las
estrictas reglas sobre la pureza ritual que de por sí eran obligatorias
sólo para los sacerdotes, y las leyes sobre los alimentos (Mt.15,1-
20;23,25.27; Mc.7,1-23; Lc.11,39).

5. Los Escribas:
En tiempos de Jesús, cada comunidad judía tiene su sinagoga. La
sinagoga era el sitio de reunión para la oración y el estudio de la Ley. El
templo era sobre todo para las fiestas y quedaba lejos para la mayoría.

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Los escribas son los "especialistas de la Ley", los que
estudian, conocen, explican e interpretan la Ley. Son al
mismo tiempo, teólogos, profesores, jueces, enseñan lo
que hay que hacer para cumplir con la Ley, resuelven las
dudas que sobre la observancia se presentan. Ejercen
también la justicia, según la Ley.
Los jefes y miembros influyentes de las comunidades de
fariseos son "escribas", es decir doctores que sabían todo
de la religión judía y de sus leyes. Los escribas o "doctores
de la Ley", son la aristocracia intelectual judía, el escriba o
"rabí" llega al poder no desde el dinero como los ancianos
o senadores, ni por la sangre o casta como los sacerdotes,
sino por su saber, y son concientes de eso.

Su saber los colocaba en los puestos más importantes de la enseñanza, de la administración y de la


justicia. Y, sobre todo los escribas que además eran fariseos, tenían un gran poder porque creaban y
trasmitían las "tradiciones" religiosas que estaban en igualdad y aun por encima de la propia Torah o
Ley escrita; tenían el poder de atar (obligar) y desatar (liberar de obligación) para siempre, a los
judíos del mundo entero, en conformidad con lo mandado por la Ley; en su poder estaban los
puestos claves del poder judicial, del poder administrativo, y de la enseñanza: en general, eran
escribas los jueces de todas las ciudades importantes del país.
En las sinagogas, además de ser los jefes, explican e interpretan con autoridad la Escritura, son los
jueces y supervisores de la marcha de la vida diaria; tienen poder en lo judicial, en lo ejecutivo y
hasta pueden imponer castigos de azotes y llegar al destierro.
El partido fariseo del Sanedrín estaba compuesto íntegramente por escribas (en el N.T. el grupo
fariseo del Sanedrín es llamado indistintamente "Los fariseos" Mt.21,45 o los "escribas" Lc.20,19). En
él cada vez tenían más poder, entre otras cosas porque el Sanedrín era la única Corte de Justicia o
Tribunal Supremo para todos los judíos (Mt.26,57-66; Hch.5,34-40).

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE:
1. ¿Qué es el reino de Dios, cómo lo explicarías?
2. ¿Qué características tiene el reino de Dios?
3. ¿Por qué crees que Jesús llamó a sus discípulos?
4. ¿Menciona el nombre de los 12 discípulos que llamó Jesús y describe quiénes eran hermanos?
5. ¿Cuál era la labor de algunos discípulos/apóstol antes de ser llamados por Jesús?
6. Lee el texto de Isaías 53 y describe de quién nos habla y las características del personaje de quien se habla.
7. ¿Qué significa la palabra apóstol?
8. ¿Por qué Jesús fue aceptado por unos y rechazado por otros?
9. ¿Quiénes aceptaron a Jesús y por qué lo aceptaron?
10. ¿Quiénes rechazaron a Jesús y por qué lo rechazaron?

TRABAJO GRUPAL:
- Elabora un cuadro comparativo con las principales características de los grupos religiosos/sociales en
los tiempos de Jesús

PRINCIPALES PASAJES DE LA VIDA PÚBLICA DE JESÚS

Bautismo: Jesús termina su vida oculta y acude a recibir el Bautismo de manos de Juan el
Bautista. Con este Bautismo Jesús inicia su vida pública. Dios Padre presenta a su Hijo a los hombres y
así Él comienza su misión para la que ha venido al mundo: la salvación de los hombres. Aunque no había
en Él pecado alguno, Jesús es “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1, 29), acepta ser
contado entre los pecadores. El Padre lo proclama su “Hijo predilecto” (Mt 3, 17) y el Espíritu viene a
posarse sobre Él.

Las tentaciones: La fidelidad de Jesús a su misión es puesta a prueba por Satanás. En el relato
de las tentaciones intenta desviar al Mesías del camino emprendido: el de la fidelidad a la
voluntad de Dios. Por eso el demonio sugiere al Salvador que tal vez sería mejor utilizar medios “más
eficaces” que la cruz para llevar adelante su misión de salvar a los hombres. Las tentaciones de Jesús
en el desierto recuerdan a la de Adán en el paraíso y las de Israel en el desierto, pero Cristo
permanece enteramente fiel a Dios.

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Jesús llama a los doce: después de manifestarse como el Mesías Salvador, comienza a anunciar
el reino de Dios: habla de la gloria del cielo, de la que disfrutarán todos los que se salven; por otro lado,
muestra su deseo de fundar la Iglesia, un pueblo santo en donde se cumplirían todas las promesas
que había hecho a Abraham y a los profetas. Jesús, para fundar su Iglesia, se va a servir de unos
hombres que, entregando su vida, se dediquen plenamente a trabajar por la salvación de las almas.
Algunos discípulos de Juan Bautista comenzarán a conocerlo y seguirlo.
Un día, a orillas del lago Tiberíades, llamó por primera vez a unos hombres para que lo siguieran de un
modo total y definitivo. No todos los hombres llamados por Jesús eran pescadores, cada uno tenía su
profesión y los llamó mientras realizaban su trabajo. Por ejemplo Mateo era recaudador de impuestos y
hombre rico (Cf. Lc. 5, 27-28). El encuentro con Juan, Andrés, Simón, Felipe y Natanael fue decisivo (Jn
35,51). La fe provoca una reacción en cadena: unos a otros se dan la noticia con entusiasmo: “Hemos
encontrado al Mesías”. Juan Bautista había comprendido y creído, inspirado por Dios, que Jesús es
el Mesías esperado y lo afirma claramente para que sus propios discípulos sigan a Jesús, aun a
costa de dejarle a él porque lo que busca es la gloria de Dios, no la suya. La misión de la
Iglesia es anunciar a Cristo. Nosotros tenemos que hacer como el Bautista: descubrir cada vez más
a Jesús y darlo a conocer a los hombres.

Los Milagros de Jesús: poco después de haber escogido a los apóstoles, acompañó sus palabras
con signos y milagros, como las curaciones de enfermos, la expulsión de demonios y otros hechos
que confirmaban que el reino de Dios había llegado. Los milagros provocaron un gran entusiasmo en
el pueblo sencillo, pero Jesús sólo pretendía poner de manifiesto el poder de Dios, que llegaba a
salvarles. El primer milagro que Jesús realizó fue el de las bodas de Caná. Los evangelios relatan
más de 30 milagros realizados por Jesús. Fueron de varios tipos: unos actuaban directamente
sobre la naturaleza (agua, mar, peces...), otros eran curaciones de personas (leprosos, paralíticos,
ciegos...), en otros libera a personas de la posesión diabólica y los Evangelios narran hasta 4
resurrecciones.

El Anuncio del reino de Dios:


LAS PARÁBOLAS: “Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: Arrepentíos, porque se acerca el
Reino de Dios” (Mt 4, 37)¿Qué anuncia Jesús? Jesús anuncia que el tiempo de la Redención y de la
salvación han llegado, que el Reino está cerca, pero para entrar en ese Reino hay que convertirse
y creer en la Buena Nueva que Él ha venido a traernos. También este Reino pertenece a los
pobres y pequeños, a los que Jesús llama bienaventurados. Jesucristo se identifica con los pobres
desde el pesebre hasta la cruz: pasa hambre, tiene sed, nace y muere pobre.
Dios llama a todos y siempre al Reino. Nos habla del Reino en la parábola del trigo y la cizaña(Mt 13, 24-
30), en la del sembrador(Mt.13, 1-9),el grano de mostaza (Mt.13, 31-32),la levadura (Mt. 13,33-
35),el tesoro escondido (Mt.13, 44),la perla preciosa (Mt. 13,45-46),la del propietario y los jornaleros
(Mt 20, 1-16),los dos hijos enviados a la viña (Mt 21, 28-46),el rey que celebraba la boda de su hijo (Mt 22,
1-14)

El sermón del monte: las bienaventuranzas: El Sermón del Monte presenta de una manera breve,
concreta y directa la vida nueva que trae Jesús. Indica algunos rasgos y ejemplos que el cristiano
debe vivir siempre. El sermón de la montaña señala unas exigencias radicales. Va al fondo del ser
humano: que tu mirada no sea impura, no te irrites contra tu hermano; sé sincero en la oración,
en la limosna y en el ayuno; no juzgues nunca a nadie; ama a tu enemigo.

Elabora un organizador visual de los principales pasajes de la vida pública de Jesús

PARA RECORDAR:
El bautismo de Jesús en el río Jordán y las tentaciones en el desierto, marcan el comienzo
de la vida pública de Jesús.
Con el bautismo, Jesús expresa su deseo de cumplir en toda la voluntad del Padre.
Superando las tentaciones, Jesús elige una forma especial de llevar a cabo su misión.
El tema central de la prédica de Jesús fue el anuncio del Reino de Dios.
El estilo de vida de Jesús estaba de acuerdo con lo que enseñaba a los demás.
Jesús hacía presente y visible el Reino de Dios, perdonando a los pecadores, curando
enfermos y haciendo milagros

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