Principales Obras de Griego Resumen
Principales Obras de Griego Resumen
Principales Obras de Griego Resumen
La odisea es un poema épico griego compuesto por 24 cantos atribuidos al poeta griego
Homero. Se cree que fue compuesta en el siglo VIII a.C. en los asentamientos que tenía Grecia
en la costa oeste del Asia Menor (actual Turquía asiática). Según otros autores, la odisea se
completa en el siglo VII a.C. a partir de poemas que sólo describen parte de la obra actual.
Fue originalmente escrita en lo que se ha llamado dialecto homérico. Narra la vuelta a
casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Odiseo (al modo latino Ulises). Además de haber
estado diez años fuera luchando, Odiseo tarda otros diez años en regresar a la isla de Ítaca,
donde poseía el título de rey, período durante el cual su hijo Telémaco y su esposa Penelope han
de tolerar en su palacio a los pretendientes que buscan desposarla ( pues ya creían muerto a
Odiseo), al mismo tiempo que consumen los bienes de la familia.
La mejor arma de Odiseo es su metis o astucia. Gracias a su inteligencia, además de la
ayuda provista por Palas Atenea, hija de Zeus Cronida, es capaz de escapar de los continuos
problemas a los que ha de enfrentarse por designio de los dioses. Para esto planea diversas
artimañas, bien sean físicas, como pueden ser disfraces, o con audaces y engañosos discursos de
los que se vale para conseguir sus objetivos.
El poema es, junto a la Ilíada, uno de los primeros textos de la épica grecolatina y por
tanto de la literatura occidental. Se cree que el poema original fue transmitido por vía oral
durante siglos por aedos que recitaban el poema de memoria, alterando consciente o
inconscientemente.
Era transmitido en dialecto de la Antigua Grecia. Ya en el siglo IX a. C. con la reciente
aparición del alfabeto, tanto la Odisea como la Ilíada pudieron ser las primeras obras en ser
transcritas aunque la mayoría de la crítica se inclina por datarse en el siglo VIII a.C. El texto
homérico más antiguo que conocemos es la versión de Aristarco de Samotracia (S. II a.C.).
Estructura y argumento
La obra consta de 24 cantos. Al igual que muchos poemas épicos antiguos, comienza en
mitad de la historia, contando los hechos anteriores a base de recuerdos o narraciones del propio
Odiseo. El poema está dividido en tres partes.
En la telemaquia (cantos del I al IV) se describe la situación de Ítaca con la ausencia de
su rey, el sufrimiento de Telémaco y Penélope debido a los pretendientes y cómo el joven
emprende un viaje en busca de su padre. En el regreso de Odiseo (cantos del V al XII) Odiseo
llega a la corte del rey Alcimoo y narra todas sus vivencias desde que salió de Troya.
Finalmente, en la venganza de Odiseo (cantos del XIII al XXIV) se describe el regreso a la isla,
el reconocimiento por alguno de sus esclavos y su hijo y cómo Odiseo se venga de los
pretendientes matándolos a todos. Tras aquello, Odiseo es reconocido por su esposa Penélope y
recupera su reino. Por último se firma la paz entre todos los itacenses.
Análisis de la obra
Técnica in media res
En La odisea se emplea este procedimiento literario, que consiste en iniciar la narración
a mitad de la historia. Es decir, este poema arranca cuando la mayoría de los acontecimientos ya
han ocurrido o se encuentran en evolución.
Después, el relato retrocede y se pasa a explicar el inicio de la historia, donde aparecen
acontecimientos como la salida de Troya o la isla de los latófagos, entre otros.
Temas que trata La odisea
Personajes de La odisea
Odiseo
Odiseo o Ulises es un personaje que aparece tanto en la Ilíada como en La odisea de
Homero. En el segundo poema aparece como protagonista.
Es el hijo de Leartes y Anticlea. Asimismo, es el rey de Ítaca y el esposo de Penélope,
con la cual tiene un hijo llamado Telémaco.
Entre sus características principales cabe destacar su ingenio y su destreza como buen
guerrero. Su presencia en la guerra de Troya es decisiva, ya que idea el plan del Caballo de
Troya.
Tras marcharse de su patria para participar en la guerra, regresa veinte años después.
Para ello, tiene que hacer un viaje lleno de aventuras. A su vuelta, encuentra a su hijo y a su
mujer Penélope asediados por los pretendientes. Entonces, Ulises decide vengar esta afrenta.
Penélope
Es la esposa de Odiseo. Homero la describe como una mujer hermosa y fiel. Durante
veinte años no pierde la esperanza de volver a ver a su marido con vida.
Tiene innumerables pretendientes que quieren sustituir a Odiseo, aunque ella no está de
acuerdo y teje un sudario con la promesa de que, cuando lo acabe, tomará una decisión. Sin
embargo, durante las noches desteje lo hecho durante el día.
Telémaco
Es el hijo de Odiseo y Penélope. Harto de los pretendientes que consumen y deterioran
el patrimonio de su padre, marcha de Ítaca en su búsqueda, alentado por su madre.
Carece de la valentía y la experiencia de su padre para enfrentar la adversidad al
principio del poema. Sin embargo, hacia el final, cuando Odiseo regresa, Telémaco lo ayuda a
urdir su venganza contra los pretendientes, por lo que demuestra una actitud más fuerte.
Circe
Es una maga, hermosa y sabia. Ofrece hospedaje a Odiseo y a los suyos. Los deleita y
agasaja. Advierte a Odiseo de los peligros en su viaje de regreso a Ítaca.
Poseidón
Es el dios del mar, también conocido como Neptuno. Odiseo deja ciego a su hijo,
Polifemo, por lo cual se desata la ira del dios del océano, que dificulta grandemente el viaje de
regreso a su patria.
Polifemo
Hijo de Poseidón. Es un gigante terrible y muy fuerte que posee un solo ojo. Odiseo y
sus hombres tienen que enfrentarse a él y provocan su ceguera cuando tratan de escapar de la
cueva para evitar ser asesinados. Entonces, Polifemo maldice a Odiseo, lo que desata la ira de su
padre, quien hace del viaje de vuelta a Ítaca una aventura llena de adversidades.
Calipso
Es una ninfa de gran belleza, que hospeda a Odiseo durante un largo tiempo. Le ofrece
la inmortalidad a cambio de que se quede con ella, sin embargo, este extraña a Penélope y
decide seguir su camino a Ítaca.
Atenea
Es la diosa de la sabiduría. En La odisea su papel principal es la de proteger a Odiseo y
ayudarle a volver a su patria.
ILÍADA
La Ilíada es una epopeya griega, atribuida tradicionalmente a Homero, consta de 15.693
versos, divididos en 24 cantos o rapsodias y su trama radica en el cólera de Aquiles. Narra los
acontecimientos ocurridos durante 51 días en el décimo y último año de la guerra de Troya. El
título de la obra deriva del nombre griego de Troya, Ilión.
Tanto la Ilíada como la Odisea fueron consideradas por los griegos de la época clásica y
por las generaciones posteriores como las composiciones más importantes en la literatura de la
Antigua Grecia y fueron utilizadas como fundamentos de la pedagogía griega.
Este poema épico narra la cólera de Aquiles, hijo del rey Peleo y de la nereida Tetis, su
causa, su larga duración, sus consecuencias y su posterior cambio de actitud. La ira del pelida
Aquiles termina junto con el poema, cuando se reconcilia con Priamo, padre del enemigo
Héctor, momentos en que se celebran los funerales de este.
Estructura:
La cólera de Aquiles tiene una causa que se expresa en el canto primero y unas
consecuencias que llevan a la muerte a Héctor y a su posterior sepelio. Las acciones que se
derivan de las diversas decisiones se van encadenando en una relación lógica hasta llegar al
final.
Preparación o anticipación y retardación son palabras clave para explicar la unidad de la
obra.
Análisis de La Ilíada
Estructura
Es un poema dividido en 24 cantos con 15.693 versos hexámetros, forma métrica propia
de la literatura clásica griega y latina.
Narración omnisciente
En La Ilíada el narrador es de tipo omnisciente, pues relata hechos ajenos a él de manera
objetiva, es decir, describe lo que sucede en tercera persona.
Griego homérico
A la variante del griego que utiliza Homero en La Ilíada se le conoce con esta
denominación. En esta epopeya se emplea una lengua artificial, ya que no existe ningún dialecto
de ninguna época o región determinada que se asemeje a la empleada en este poema.
Temas
Es un texto de tipo militar, en que se pone de manifiesto el valor y la fuerza. Asimismo,
presenta una concepción pesimista del hombre, visto como un ser miserable que no puede
escapar de la voluntad de los dioses. El poema se inicia con la cólera de Aquiles y termina con
la muerte de Héctor.
Asimismo, esta epopeya está cargada de temas universales, estos son los principales:
La cólera
Es el asunto en torno al cual se desarrolla el conflicto. La ira de Aquiles se percibe en el
primer canto, sentimiento provocado por los actos de Agamenón, quien toma a su esclava
Briseida. Entonces, Aquiles decide mantenerse al margen de la guerra contra los troyanos.
Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causo infinitos males a
los aqueos (…)
La guerra
Este tópico aparece como telón de fondo a lo largo de la epopeya. En ella no solo los
héroes luchan en el campo de batalla, también los dioses intervienen en el conflicto para
favorecer a un bando u otro.
Asimismo, la Ilíada pone de manifiesto los horrores de la guerra y los efectos
colaterales. Esto se puede ver, por ejemplo, en el sufrimiento de los familiares que ven partir o
morir a sus seres queridos en la guerra, como Andrómaca que se despide junto a su hijo de su
marido Héctor.
Andrómaca, llorosa, se detuvo a su lado (el de Héctor) y asiéndole de la mano le dijo:
Tu valor te perderá. No te apiadas del tierno infante ni de mí, infortunada, que pronto
seré tu viuda.
Honor y orgullo
Aquiles, ejemplo de héroe griego, es la representación del orgullo en el poema. Como
héroe busca conservar su honor y lo pone por encima del interés de los suyos. Cuando
Agamenón rapta a su esclava, Aquiles siente que ha perdido el honor. Entonces su arrogancia lo
hace retirarse de la guerra y, en consecuencia, tienen lugar las muertes de muchos de sus
compañeros en manos del ejército troyano.
La humanidad
La mayor parte de los acontecimientos que se narran en La Ilíada son crueles. Sin
embargo, existe un momento en que aparece la consideración. El final de esta epopeya podría
considerarse un ejemplo de piedad, de tregua, entre dos héroes pertenecientes a dos bandos
rivales.
Aquiles y Príamo dan una pausa al conflicto para llorar la muerte de Patroclo y Héctor.
Este hecho demuestra un pequeño gesto de humanidad en medio del horror.
La voluntad de los dioses y el destino
Este tema está relacionado con el poder que tienen los dioses en el devenir del conflicto
y en el destino de los héroes en el mismo.
En algunas ocasiones, las deidades, lideradas por Zeus, intervienen en la guerra y están
divididas para apoyar a un bando u otro. De alguna forma también intervienen en el azar de los
héroes. Por ejemplo, Atenea se inmiscuye para que Aquiles no asesine a Agamenón y, en otra
ocasión, Afrodita rescata a Eneas cuando está a punto de morir en manos de Diomedes.
La muerte
La muerte está presente a lo largo de toda la epopeya. Los héroes no son inmortales.
Pueden ser invencibles, como Aquiles, pero ninguno se puede librar de la muerte.
En palabras de Glauco, cuando se encuentra frente a Diomedes, la vida de los mortales
se ve equiparada a la de las hojas cuando son arrastradas por el viento:
Cual la generación de hojas, así la de los hombres. Esparce el viento las hojas por el
suelo, y la selva, reverdeciendo, produce otras al llegar la primavera: de igual suerte, una
generación humana nace y otra parece.
Personajes
En la Ilíada aparecen infinidad de personajes carentes de profundidad psicológica, en
medio de una acción que transcurre sin descanso, donde prima la descripción y abundan las
enumeraciones y reiteraciones.
Los personajes de esta epopeya podrían clasificarse en tres grupos: aqueos, troyanos y
dioses.
Aqueos: Es el nombre con el que se conoce a los griegos. De este grupo, los personajes
más destacados son Aquiles, guerrero griego, y Agamenón, el líder del ejército aqueo. Sin
embargo, existen otros nombres relativos a este bando:
Aquiles: es uno de los personajes principales de la Ilíada. Hijo de Peleo y de la ninfa
Tetis, es considerado como uno de los mejores guerreros aqueos y uno de los más rápidos. De
esta forma, es conocido en los poemas homéricos como “el de los pies ligeros”.
Agamenón: es hijo del rey Atreo de Micenas y Aéroe, también el hermano de Menelao.
Es uno de los aqueos más distinguidos, el jefe del ejército griego. A menudo tiene
enfrentamientos con Aquiles.
Patroclo: Es el hijo de Meneceo y el fiel amigo y compañero de Aquiles. Muere
durante la guerra en una disputa con Héctor.
Menelao: es el rey de Esparta y el hermano de Agamenón. Es el punto central por el
que se desencadena la guerra de Troya. Los aqueos pelean por su honor cuando Helena, su
esposa, es raptada por el príncipe troyano Paris.
Helena: es hija de Zeus y Leda, asimismo es la esposa de Menelao. Es descrita como
una mujer muy bella. Su huida con Paris a Troya supone el detonante de la guerra.
Áyax el Grande: también conocido como Ayante, es hijo de Telamón y Peribea. Es uno
de los aqueos más fuertes y temidos de su ejército. Lucha con Héctor, a quien casi mata en una
ocasión.
Diomedes: es uno de los héroes más representativos y poderosos del bando aqueo,
quien consigue enfrentarse con éxito a un buen número de troyanos.
Odiseo o Ulises: es un guerrero aqueo que destaca por su astucia. Su protagonismo
cobra importancia en La Odisea, cuyo argumento se centra en su regreso a Ítaca tras la guerra.
Néstor: es un guerrero del ejército aqueo y proporciona sabiduría, ya que debido a su
avanzada edad no puede luchar en el frente.
Tersites: es un guerrero aqueo, cuyo papel no sobresale en La Ilíada. Homero lo
describe como un griego poco agraciado, vulgar y ridículo.
Idomeneo: es el nieto del rey Minos, uno de los pretendientes de Helena. Asimismo, es
uno de los soldados más valerosos en el ejército aqueo durante la guerra de Troya.
Fénix: es uno de los consejeros de Aquiles durante la guerra. Forma parte de los
mirmidones que apoyan a los aqueos durante la guerra de Troya.
Tetis: es la madre de Aquiles y en La Ilíada tiene la función de proteger a su hijo.
Troyanos Asentados en Troya, este bando lucha para proteger la ciudad bajo el
mandato del rey Príamo. En este grupo destaca el personaje de Héctor, enemigo directo de
Aquiles, después de provocar la muerte de su mejor amigo.
Héctor: es hijo del rey Príamo y la reina Hécuba. Es otro de los personajes principales
del poema. Su misión es la de salvaguardar la seguridad de la ciudad de Troya hasta su muerte
en manos de Aquiles, uno de sus principales enemigos.
Paris: también denominado Alejandro en la mitología, es el hermano de Héctor.
Asimismo, es el causante de la guerra de Troya, ya que rapta a Helena, la esposa del rey
Menelao.
Príamo: es el rey de Troya, padre de Héctor y Paris. Su edad le impide participar en la
guerra, sin embargo, lucha por recuperar el cuerpo de su hijo cuando muere. Para ello, se
adentra en el campo enemigo y habla con Aquiles.
Andrómaca: es hija del rey Etión y la esposa de Héctor. Durante la guerra es testigo de
la muerte de su marido junto a su hijo Astianacte.
Eneas: es uno de los héroes más audaces del ejército troyano. Durante la guerra queda
herido por culpa de Diomedes, aunque Afrodita, su madre, consigue salvarlo.
Casandra: es la hija del rey Príamo y Hécuba. Su papel durante la guerra es el de
vaticinar la destrucción de Troya y otras desgracias del conflicto, aunque nadie la cree.
Hécuba: es la reina de Troya, esposa de Príamo, y la madre de Héctor, Casandra y
Paris.
Astianacte o Escamandro: es el hijo de Héctor y Andrómaca.
Glauco: es un soldado del bando troyano. Lucha junto a Héctor y muere por culpa de
Áyax Telamonio.
Deífobo: es el hermano de Héctor e hijo de Príamo y Hécuba.
Pándaro: es un arquero que participa en la guerra y defiende a los troyanos. Durante el
conflicto hiere a Menelao con una flecha, así rompe la tregua establecida entre bandos.
Dolón: es el hijo de Eumedes y participa en la guerra en el bando troyano. Es el
encargado de llevar a cabo la labor de espionaje en el campamento enemigo pero, finalmente, es
raptado por Odiseo y Diomedes para ser interrogado, lo que le conduce a la muerte.
Antenor: es el consejero del rey Príamo.
Polidamante: es un guerrero troyano encargado de dar consejos a Héctor en varias
ocasiones, aunque este los rechaza.
Euforbo: es un joven guerrero troyano poco experimentado en el campo de batalla. Su
suerte lo conduce a la muerte en manos de Menelao.
Agénor: es el primer troyano que se atreve a enfrentar a Aquiles y después es salvado
por Apolo, quien extiende una espesa niebla para distraer al ejército griego.
Dioses Desde el Olimpo, las deidades controlan la suerte de los hombres que luchan en
la guerra y cambian, incluso, el transcurso de los acontecimientos para ponerse a favor de un
bando u otro.
Zeus: es el dios de los dioses y juega un papel fundamental en la guerra.
Afrodita: es la diosa de la belleza y el amor. Durante la guerra se mantiene a favor del
ejército troyano.
Hefesto: es el dios del fuego y la forja que se encarga de fabricar la armadura de
Aquiles y le salva la vida durante la batalla con el dios del río.
Ares: es el dios de la guerra. Hijo de Zeus y Hera. Pelea para ambos bandos, primero
para los aqueos y después para los troyanos.
Artemisa: es la diosa de la caza, hija de Zeus y Leto, y hermana de Apolo. Actúa a
favor de los troyanos durante la guerra y se enfrenta a Hera.
Hermes: es el dios mensajero del Olimpo. Durante la guerra de Troya se posiciona a
favor del ejército griego.
Eris: es la diosa del caos y la discordia. En La Ilíada es la hermana de Ares y la hija de
Zeus y Hera.
Atenea: es la diosa de la sabiduría y de la guerra que se posiciona con el bando aqueo.
Apolo: es el dios del sol, la lógica y la razón. Hijo de Zeus y Leto. Es el encargado de
extender la peste en el campamento aqueo.
Hera: es la diosa protectora del matrimonio y la familia. También es la esposa de Zeus
y madre de Ares y Hefesto.
“EDIPO REY” POR SÓFOCLES
Es una obra de teatro que narra la historia de Edipo, un desventurado príncipe de Tebas,
hijo de Layo y de Yocasta. Poco antes de que Layo y Yocasta se casaran el oráculo de Delfos
les advirtió de que el hijo que tuvieran llegaría a ser el asesino de su padre y esposo de su
madre.
Layo tuvo miedo y en cuanto nació Edipo, encargó a uno de sus súbditos que matara al
niño, pero dicha persona no cumplio con la orden de matar a Edipo, solo perforó los pies del
bebe y lo colgó con una correa de un árbol situado en el monte Citerón, faltando a su lealtad al
rey Layo y también por el horror que le produce la orden que le había dado.
Por ese lugar pasó Forbas, un pastor de los rebaños del rey Corintio, escuchó los
grandes lamentos y llanto del bebe y lo recogió entregandoselo para su cuidado a Polibio. La
esposa de Polibio, Peribea, se mostró encantada con el bebe y lo cuido con cariño en su casa,
dándole por nombre Edipo, que significa “el de los pies hinchados”. Edipo creció bajo el
cuidado de Polibio y Peribea y al llegar a los catorce años ya era muy ágil en todos los juegos
gimnásticos levantando la admiración de muchos oficiales del ejército que veían en él a un
futuro soldado. Uno de sus compañeros de juegos, con la envidia que le producían las
capacidades de Edipo, lo insultó y le dijo que no era más que un hijo adoptivo y que no tenía
honra. Ante todo lo que había escuchado y atormentado por las dudas, Edipo preguntó a su
madre si era adoptivo o no, pero Peribea, mintiendo, le dijo a Edipo que ella era su auténtica
madre. Edipo, sin embargo, no estaba contento con la respuesta de Peribea y acudió al oráculo
de Delfos, quien le pronosticó que el mataría a su padre y se casaría con su madre y además le
aconsejo que nunca volviera a Corinto, lugar donde nació. Al oír esas palabras Edipo prometió
no volver jamás a Corinto y emprendió camino hacia Fócida.
En su viaje se encontró a un horrible monstruo, la esfinge. La esfinge tenía cabeza, cara
y manos de mujer, voz de hombre, cuerpo de perro, cola de serpiente, alas de pájaro y garras de
león y desde lo alto de una colina detenía a todo aquel que pasara junto a ella y le hacía una
pregunta y si no le contestaban, la esfinge les provocaba la muerte.
Creonte el rey de Tebas tenía una hermana llamada Yocasta. Creonte prometió dar la
mano de su hermana y el trono de Tebas a aquel que consiguiera descifrar el enigma de la
esfinge. Dicho enigma era “¿Cuál es el animal que por la mañana tiene cuatro pies, dos al
mediodía y tres en la tarde?”
Edipo que deseaba la gloria más que nada, dio respuesta al misterio de la esfinge
diciendo que era el hombre, pues en su infancia anda sobre sus manos y sus pies, cuando crece
solamente sobre sus pies y en su vejez ayudándose de un bastón como si fuera un tercer pie. La
esfinge, enormemente furiosa porque alguien hubiera dado la respuesta correcta, se suicidó
abriéndose la cabeza contra una roca.
Entonces Edipo se casó con Yocasta y vivieron felices durante muchos años teniendo
varios hijos cuyos nombres fueron; Eteocles, Polinice, Antigona e Irmene. Un día hubo una gran
peste que arrasó a toda la región sin que tuviera remedio alguno y el oráculo de Delfos informó
que tal calamidad solo desaparecería cuando el asesino de Layo fuese descubierto y echado de
Tebas. Edipo animó concienzudamente las investigaciones como buen rey que era, pero éstas
descubrieron lo que realmente había ocurrido; había matado a Layo, su padre y se había casado
con Yocasta, su madre.
Según otras versiones, el asesinato se descubrio porque Edipo le enseño a Yocasta el
cinturon del anciano al que habia matado y que Edipo robo por su valia. Yocasta después de
este descubrimiento se suicidó y Edipo abrumado por la gran tragedia, creyó no merecer más
ver la luz del día y se sacó los ojos con su espada. Sus dos hijos lo expulsaron de Tebas y Edipo
se fue al Ática donde vivió de la mendicidad y como pordiosero, durmiendo en las piedras. Con
él viajaba Antígona, que le facilitaba la tarea de encontrar alimento y le daba el cariño que
requería. Una vez, cerca de Atenas, llegaron a Colono, santuario y bosque dedicado a las
Erinias, que estaba prohibido a los profanos. Los habitantes de la zona lo identificaron e
intentaron matarlo pero las hermosas palabras de Antígona pudieron salvar su vida. Edipo pasó
el resto de su vida en casa de Teseo, quien lo acogió misericordiosamente. Otra versión afirma
que murió en el propio santuario pero antes de expirar Apolo le prometió que ese lugar sería
sagrado y estaría consagrado a él y sería extremadamente provechoso para todo el pueblo de
Atenas.
La primera parte, los Trabajos, es una relación de las labores que debe efectuar el
agricultor durante el año. A ella sigue un calendario relativo a la navegación y algunos consejos
de administración familiar y conducta social y religiosa. El poeta canta las excelencias del
trabajo como único medio de superación de las dificultades de la vida humana además de la
gloria de Zeus. Es una síntesis de mitos, experiencias personales, tradiciones agrícolas y
sabiduría popular, ligado con los procedimientos más antiguos de composición (la asociación de
ideas y la estructura de anillo), que será primordial para autores posteriores, como los filósofos
presocráticos.
Una situación real parece estar tras el planteamiento del poema: Perses, hermano de
Hesíodo, pretende entablar un juicio contra él para quitarle su herencia, y el poeta decide
disuadir advirtiéndole de la necesidad de trabajar como único medio legítimo para eludir la
pobreza y el hambre.
Algunos críticos niegan que el final, los Días y la parte de contenido mágico que los
precede, sean de la mano de Hesíodo. Sin olvidar que sería excesivo negar cualquier creencia
supersticiosa a un campesino del siglo VII aC, por muy racionalista que lo consideremos, las
evidencias parecen apoyar la creación única del autor.
A continuación, el resumen de la obra. Su contenido es en ocasiones ciertamente
innecesario para un lector contemporáneo, y la calidad literaria es a nuestro entender inferior a
la de la Teogonía; si bien mantiene ese estilo popular que lo caracteriza, al añadirle el tema
tratado la combinación es excesivamente mediocre. Se salva la parte inicial, donde encontramos
varios mitos que serán retomados por otros autores, y donde se introduce una fábula, por
primera vez en la literatura occidental.
Proemio: Dedicado a las musas de la Pieria, región tracia donde se encuentra el Olimpo.
Introducción al tema: Existencia de dos Érides (Discordia), la envidia que hace trabajar
al hombre, y la inquina amarga. Advertencias a Perses, que no conseguirá la herencia
lisonjeando a los jueces.
¡Necios, no saben cuánto más valiosa es la mitad que el todo ni qué gran riqueza se
esconde en la malva y el asfódelo!
Justicia - mitos y fábula: Mito de Prometeo y Pandora (como venganza por el robo del
fuego, que Prometeo entrega a los hombres, Zeus decide crear a la mujer, encargando a Hefesto
crear una figura de doncella semejante a las diosas, a Atenea le ordenó que le enseñara sus
labores, a Afrodita que la rodeara de gracia y sensualidad, y a Hefesto que la dotara de una
mente cínica y un carácter voluble).
Le infundió habla el heraldo de los dioses y puso a esta mujer el nombre de Pandora
porque todos los que poseen las mansiones olímpicas le concedieron un regalo, perdición para
los hombres que se alimentan de pan.
Será este personaje quien abra la tapa de la jarra que contenía los males, obligando así al
hombre a trabajar y a sufrir.
Mito de las Edades, según el cual se sucedieron cinco estirpes de humanos: Una dorada
estirpe de hombres mortales, que existió en tiempos de Cronos; plácidos y felices, no
envejecían, sino que morían como en un sueño; se convirtieron por voluntad de Zeus en
démones benignos, protectores de los hombres. Una segunda estirpe de plata, cuyos niños
crecían durante cien años junto a sus madres, para pasar luego a una breve vida de sufrimientos
debido a su impiedad y violencia; Zeus los hundió, irritado porque no honraban a los dioses.
Una tercera estirpe de aguerridos seres de bronce, nacidos de los fresnos; «víctimas de sus
propias manos, marcharon a la vasta mansión del cruento Hades, en el anonimato». Creó luego
Zeus la estirpe divina de los héroes, los semidioses que precedieron al hombre actual; la guerra
en Tebas y Troya aniquiló a muchos, y otros pasaron a las Islas de los Afortunados, donde reina
Cronos. Por último, ahora existe una estirpe de sufridores de hierro, cuya civilización acabará
por caer, víctima de su propia envidia y falta de justicia.
Es entonces cuando Aidos y Némesis, cubierto su bello cuerpo con blancos mantos, irán
desde la tierra de anchos caminos hasta el Olimpo para vivir entre la tribu de los Inmortales,
abandonando a los hombres; a los hombres mortales sólo les quedarán amargos sufrimientos y
ya no existirá remedio para el mal.
Fábula del halcón y el ruiseñor (como contraposición a la justicia agonal de los
animales, la de la fuerza bruta, el poeta solicita confianza en la justicia de Zeus).
Atiende tú a la justicia y no alimentes soberbia; pues mala es la soberbia para un
hombre de baja condición y ni siquiera puede el noble sobrellevarla con facilidad cuando cae en
la ruina, sino que se ve abrumado por ella.
Introducción al tema del trabajo: Expresa la idea de que la maldad es fácil y muy dura la
virtud; concepto que luego aparecerá en Simónides, Parménides y Empédocles. Explica también
que el trabajo no es deshonroso, sino todo lo contrario: la inactividad es comparada a la actitud
de los zánganos. La areté (valía o virtud) es así un bien que puede conseguirse, no una cualidad
especial de la clase aristocrática (al contrario de lo que vemos en los textos homéricos). Las
acciones injustas son castigadas por la justicia divina, y así se exponen una serie de consejos
para una buena conducta.
Una vergüenza denigrante embarga al necesitado, una vergüenza que hunde
completamente a los hombres o les sirve de gran provecho, una vergüenza que va ligada a la
miseria igual que la arrogancia al bienestar.
Calendario del labrador: Introducción con exhortación a Perses. Trabajos de otoño
(cortar madera y construir el arado, comprar los bueyes, sembrar en el tiempo correcto),
invierno (protegerse de las heladas y el frío Bóreas), primavera (podar las viñas, segar) y verano
(aventar, obtener el vino).
Calendario de la navegación: Aconseja guardar la nave con mal tiempo. Luego, y
aunque se confiesa inexperto en la materia (en este pasaje es donde podemos encontrar más
detalles sobre su vida: el traslado de su padre, empobrecido, desde Cime a Ascra, y el éxito en
un concurso en Calcis), repasa las épocas benignas para los viajes por mar: al acabar el verano,
y al despuntar las hojas en primavera.
Consejos de administración familiar: Sobre la elección de esposa, la fidelidad al amigo,
y la moderación en las relaciones. Algunas prohibiciones de carácter ritual.
Nunca pases a pie el agua de bella corriente de los ríos de flujo continuo antes de orar
mirando a las bellas ondas, con tus manos purificadas en la deliciosa y transparente agua.
Conclusión: Sobre cuidar la reputación.
Los Días: Un repaso a los días del mes, con las tareas para las que son propicios.
“FÁBULAS” DE ESOPO
Poco se sabe de Esopo e, incluso, hay quien pone en duda su existencia. La primera
referencia al escritor fue hecha por Heródoto, quien relata que este contador de fábulas había
sido esclavo.
Nacido supuestamente entre los siglos VII o VI a. de C. en Asia Menor, Esopo fue un
narrador de inmensa cultura, capturado y llevado a Grecia para servir como esclavo.
Su influencia en Grecia llegó a ser tal que el escultor Lisipo erigió una estatua en su
honor. El fabulador tuvo un final trágico al ser condenado a muerte por un crimen que no
cometió.
Heráclides Póntico, sabio de la época alejandrina, relató el proceso de condena y pena
de muerte de Esopo. Se le acusaba de haber robado un objeto sagrado, delito que conllevaba una
pena fatal.
Aristófanes también confirmó esta historia contada por Heráclides y dio más detalles de
lo ocurrido: Esopo, al visitar Delfos, provocó a sus habitantes al declarar que éstos no
trabajaban y vivían sólo de las ofrendas dedicadas al dios Apolo. Furiosos, los habitantes
implantaron en la maleta de Esopo una copa sagrada para incriminarlo. Cuando el "robo" fue
descubierto, Esopo fue condenado fatalmente a ser arrojado desde un despeñadero.
Conocemos el trabajo de Esopo gracias al griego Demetrio de Falero (280 a. de C.),
quien recopiló las historias contadas. El monje bizantino Planudio también recopiló otras
historias atribuidas a él.
¿Qué son las fábulas?
La fábula es un género literario narrativo que deriva del cuento, pero se diferencia de
éste en que el narrador da una lección moral a través de la historia contada.
Las fábulas también poseen frecuentemente animales personificados, a los que se les
atribuyen características humanas.
Las fábulas fueron creadas en el Oriente y se esparcieron alrededor del globo. Se cree
que su curso habrá sido de la India a China, de allí al Tíbet, y finalmente a Persia.
Sin embargo, suele decirse que las fábulas se originaron en Grecia, ya que es allí donde
alcanzaron la forma y las características que hoy conocemos.
Las primeras fábulas registradas datan del siglo VIII a. de C. El primer volumen
encontrado, Pantchatantra, fue escrito en sánscrito y después se tradujo al árabe.
Esopo fue uno de los más famosos fabulistas, a pesar de no haber inventado el género.
Por ello, hoy es recordado como su gran divulgador.
No sabemos a ciencia cierta cuántas historias llegó a crear. Se han encontrado una serie
de manuscritos a lo largo del tiempo, aun cuando sea imposible garantizar su autoría. El mayor
especialista en la producción de Esopo fue el francés Émille Chambry (1864-1938).
“AGAMENÓN” DE ESQUILO.
Agamenón (Ἀγαμέμνων) es la primera obra de la trilogía de la Orestíada, que fue
presentada en el año 458 a. C. por Esquilo.
Esquilo narra el regreso de Agamenón, rey de Micenas (aunque se le llama rey de Argos
cuando Argos se refiere al Peloponeso y no a la ciudad de Argos), de la guerra de Troya solo
para encontrar la muerte. Esperándolo en casa está su esposa, Clitemnestra, quien ha planeado
su muerte en venganza por el sacrificio de su hija, Ifigenia. Más aún, durante los diez años que
ha durado la ausencia de Agamenón, Clitemnestra ha establecido una relación adúltera con
Egisto, primo de Agamenón y descendiente de una rama desheredada de la familia, quien está
decidido a recuperar el trono que cree que legalmente le pertenece.
Resumen de la obra
Tiene lugar en Argos, delante del palacio real.
Como precedente a lo que se narra en esta obra, hay que considerar que Argos y Troya
habían rivalizado desde hacía mucho tiempo y con el que estableció un breve periodo de paz
que quedó arruinado cuando el príncipe troyano Paris raptó a Helena, la esposa de Menelao,
hermano de Agamenón. Para agregar, sería necesario recalcar que también eran intereses
políticos y económicos los que movían al espartano a luchar en contra de los troyanos.
Agamenón, al partir para la guerra no tenía vientos favorables. Para obtener vientos propicios de
los dioses (en particular de Artemisa), hizo matar a su hija, Ifigenia, de belleza excepcional.
En algunas versiones, Ifigenia es sustituida en el último momento por una corza o una
cierva y llevada a tierras lejanas de la diosa Artemisa, pero esto nadie lo sabe salvo ellas.
Soplan vientos favorables, la flota alza las velas. Clitemnestra, dominada por el odio y
el resentimiento, decide llevar a cabo la venganza con la ayuda del primo de su marido: Egisto,
que además es amante de ella.
Después de que los soldados aqueos destruyeran el reino de Príamo, encabezados por
soldados como Odiseo o Aquiles, Agamenón tardó diez años en volver a Esparta.
Prólogo (vv. 1-39): El monólogo del centinela apostado en el techo de la casa de los
atridas espera la señal de la caída de Troya y el retorno de Agamenón. Se lamenta de las fatigas
que soporta. Ha permanecido allí agachado "como un perro" (kunos diken) durante años,
"siguiendo las instrucciones de una mujer con corazón varonil". Lamenta los destinos de la casa,
pero promete mantenerse en silencio: "Un gran buey ha pisado mi lengua". Avista la señal y
sale para avisar a la reina.
Párodos (vv. 40-257): entra el coro, formado por los viejos de Argos, que confía en que
Agamenón regrese verdaderamente de Troya y evoca los antecedentes de la expedición. Se
cuenta el prodigio nefasto de las dos águilas (los Átridas Menelao y Agamenón) que matan a
una liebre preñada (Troya), interpretado correctamente por Calcas, como la guerra contra Troya
y la ira de Artemisa, que siente compasión por la liebre. Le sigue el llamado "himno a Zeus"
(vv. 160-183). Continúa la narración con la descripción de la flota aquea bloqueada en Áulide,
de la lucha interna de Agamenón que después se decide a sacrificar a su hija y del penoso
sacrificio.
Primer episodio (vv. 258-354): Clitemnestra entra en escena, el coro inicia un diálogo
con ella preguntándole si es cierto que Troya ha caído o si es solo un sueño de la reina.
Clitemnestra explica todo el curso de las señales luminosas de Troya a Argos.
Primer Estásimo (vv. 355-488): el coro entona un himno a Zeus que es alabado como
aquel que castiga al que infringe la justicia, se habla del rapto de Helena, del castigo que
golpeará a los troyanos y de los muertos de la guerra, y al final el coro pone en duda si la noticia
del regreso es verdadera.
Segundo episodio (vv. 503-680): entra en escena el heraldo que después de haber
invocado a la tierra patria y a los dioses da la noticia de que Troya ha caído y que Agamenón
está regresando. Es interrogado por el coro y habla de los desastres de la guerra que, sin
embargo, ha acabado con la victoria aquea. Hay una breve intervención de Clitemnestra, que
entra y sale rápidamente (vv. 587-614): afirma haber tenido razón sobre las señales y de querer
esperar al marido al que en este tiempo ha servido con lealtad. El coro quiere entonces noticias
de Menelao y el heraldo afirma que la flota al regreso fue dispersada por una tempestad y que
habían perdido su rastro, pero no desespera sobre su suerte.
Segundo estásimo (vv. 681-781): el coro reflexiona sobre el nombre de Helena (como
"destructora de navíos"), la compara con un león criado en una casa y que crecido causa el
desastre (la llegada de Helena a Troya) y reflexiona sobre la dike y sobre la ate.
Tercer episodio (vv. 782-975): entran en un carro Agamenón y Casandra como esclava
y concubina. Esto, por supuesto, solo sirve para enfurecer más a Clitemnestra. El coro se vuelve
hacia el rey, diciéndole que sabrá reconocer a los súbditos que le han sido leales. Agamenón
agradece a los dioses la feliz empresa. Entra Clitemnestra, que se presenta como una esposa fiel
que ha sufrido duramente la ausencia del marido. La acción principal de la obra es el agón entre
Clitemnestra y Agamenón. Ella intenta convencerle para que pise una alfombra púrpura. Este
ceremonial que ella pretende molesta a Agamenón, porque indicaría hibris por su parte. Al final,
por motivos que aún son objeto de controversia, Clitemnestra convence con palabras ambiguas
a Agamenón que cruce la alfombra púrpura para entrar al oikos.
Cuarto episodio (vv. 1035-1330): Clitemnestra entra para convencer a Casandra de que
entre, pero esta no responde y la deja. Casandra baja del carro y ve la piedra de Apolo;
comienza a lanzar oscuros gritos al dios, lamentando sus desgracias y las de su ciudad. Discute
con el coro si ella debe entrar o no en el palacio, sabiendo que ella también será asesinada.
Casandra es la hija del rey Príamo de Troya. Apolo la ha maldecido, otorgándole el don de la
clarividencia, pero a condición de que nadie que oyera sus profecías las creería. La profetisa
presagia un nuevo dolor que golpeará a la ya delictiva casa de Atreo: Agamenón será asesinado
por Clitemnestra en la bañera. El coro al principio no lo entiende, interviniendo
esporádicamente, después empieza a comprender. En su discurso, describe muchas imágenes
espantosas de la historia de la casa de Atreo, y, además de anunciar el delito que cometerá
Clitemnestra, profetiza la venganza de Orestes. Al final, Casandra elige entrar en el palacio,
sabiendo que no puede evitar su destino. El coro, en esta obra un grupo de ancianos de Argos,
oyen los gritos de muerte de Agamenón, y frenéticamente discuten el curso de la acción.
Toda la muerte de Agamenón ocurre fuera de escena. Se supone que cuando Agamenón
se está bañando en su bañera, Clitemnestra lo enreda con una ropa, tela o red, y mientras él
lucha por liberarse, ella lo apuñala repetidas veces con un pelekus. Esta muerte es muy parecida
a la de un animal sacrificado con tres golpes, acompañando el último con una oración a un dios.
Cuarto estásimo (vv. 1331-1371): el coro siente provenir de dentro de la casa los gritos
de Agamenón golpeado hasta la muerte y varios corifeos se preguntan qué hacer, cuando sale
Clitemnestra junto a los cadáveres de su marido y de Casandra.
Análisis
Al relatar el coro los desastres de la guerra, recuerda que no apoyó esta guerra y la
consideró injusta; a pesar de ello, Agamenón regresa envaneciéndose del saqueo de Troya. Se
trata, en suma, de una inversión del ideal heroico, pudiendo considerarse Agamenón como una
«auténtica proclama anti homérica: lo que allí era gloria aquí es injusticia castigada».
La tragedia se basa en el mito de Prometeo, un Titán que desafía a los dioses y da fuego
a la humanidad, actos por los que es sometido a un castigo perpetuo. Hay pruebas de que era la
primera parte de una trilogía, pero de las otras dos partes, Prometeo liberado y Prometeo
portador del fuego, tan solo quedan fragmentos.
La obra está basada en el mito del titán Prometeo, que había engañado a los dioses
haciendo que recibieran la peor parte de cualquier animal sacrificado y los seres humanos la
mejor. Además, había robado el fuego para entregárselo a los mortales y por eso fue castigado
por el dios Zeus. Asimismo, Prometeo poseía el conocimiento profético de la persona que un día
derrocaría a Zeus, pero rechazaba divulgar esta información.
Encadenamiento
Fuerza y Violencia, junto con Hefesto, llevan preso a Prometeo para que este sea
encadenado en una roca, en la región de Escitia.
Fuerza apremia a Hefesto para que cumpla la orden de Zeus y encadene al titán. Hefesto
tiene sus dudas, porque Prometeo es pariente suyo, pero sabe que no puede desobedecer a Zeus,
así que cumple la orden. Una vez encadenado, Prometeo se lamenta por su destino:
“Por haber proporcionado un privilegio de los mortales me veo unido al yugo de esta
necesidad, desdichado”
Después llega Océano. En primer lugar aconseja a Prometeo que deje de injuriar a Zeus
puesto que podría sufrir por ello peores castigos y además le ofrece su ayuda, diciéndole que
intentará conseguir su liberación. Prometeo, sin embargo, insiste en que se mantenga alejado del
asunto para evitar sufrir castigos como ya sufrieron Atlas o Tifón. Océano se va y Prometeo
sigue explicando cómo benefició a los mortales: les enseñó a predecir el movimiento de las
estrellas, los números, la escritura, el uso de los animales para trabajos agrícolas, las medicinas,
el arte de la adivinación, el modo de interpretar los sueños, el modo de hacer señales con el
fuego y los minerales bajo tierra.
La transformación de Ío
Llega después Ío, que había sido transformada en ternera.
En ese momento aparece Hermes, a quien Zeus ha enviado para instar a Prometeo a que
revele con claridad la profecía. Prometeo se niega e indica a Hermes que prefiere ser
desgraciado a ser un siervo de Zeus como es él. Pero Hermes le amenaza con que si se niega a
hablar primero Zeus provocará una tempestad que hará que la cumbre de la montaña bajo la que
está caiga encima de él y más tarde un buitre acudirá todos los días a devorar su hígado.
Prometeo dice que no piensa ceder y que todo eso que le anuncia ya lo sabía.
Prometheia
Varios textos afirman que la primera parte de esta obra formó en realidad parte de una
trilogía atribuida a Esquilo: La Prometheia, compuesta por dos otras obras cuya línea
argumental sucedería tras los acontecimientos ocurridos en Prometeo Encadenado. Estas dos
obras reciben el nombre de Prometeo Liberado y Prometeo Portador del Fuego. solo una serie
de fragmentos se han podido conservar de ambas obras, y en cierto modo, nos revelan lo
sucedido en los dos componentes de esta supuesta trilogía. Sin embargo, a día de hoy la
existencia de esta serie sigue siendo objeto de debate y es por tanto, incierta, ya que no hay
pruebas suficientes para demostrar que realmente existió. Sin embargo, muchos expertos
argumentan que, al igual que la trilogía de la Oresteia, Prometeo Encadenado formaría la
primera parte de tres obras dedicadas por Esquilo al Titán.
Prometeo Liberado
Aunque solo once fragmentos han sobrevivido de este posible texto teatral, se atribuye a
una continuación de la única obra conservada y es posible deducir la trama: Traducida al Latín
por el orador Cicerón, la obra comenzaría con una reunión entre Prometeo y un coro de Titanes,
supuestamente liberados por Zeus del Tártaro, tras haber pedido clemencia el Titán de Fuego.
En la obra, Prometeo se lamenta de sus penas al resto de los Titanes y cuenta cómo Heracles lo
liberó del Cáucaso tras haberlo ayudado, dándole indicaciones de cómo llegar al Jardín de las
Hespérides en uno de sus Doce Trabajos, según Estrabón.