Etapas Del Proceso Administrativo
Etapas Del Proceso Administrativo
Etapas Del Proceso Administrativo
Las etapas del proceso administrativo son el conjunto de funciones que, ejecutadas de
manera coordinada y continua al interior de una organización, propician el uso eficiente de
sus recursos, favorecen una acertada toma de decisiones, impulsan la adaptación al
cambio y facilitan el logro de los objetivos institucionales, entre otros beneficios.
A continuación, se responde cuáles son las etapas del proceso administrativo, de qué se
trata cada una y en qué se diferencian de las fases de este proceso.
Aprende más acerca del proceso administrativo, qué es, cómo se originó, cuáles son sus
principales características, los principios que lo fundamentan y los beneficios que trae su
correcta implementación
Las etapas del proceso administrativo son: planeación, organización, dirección y control.
La planeación responde a la pregunta ¿qué hacer?; la organización dilucida ¿cómo
hacerlo?, la dirección se encarga de ¡que se haga!, y el control resuelve ¿cómo se hizo?
Todas las etapas del proceso administrativo están interrelacionadas, la ejecución de cada
una incide sobre las demás y, si bien, constituyen un ciclo, no son precisamente una
sucesión ordenada de pasos. Por ejemplo, no es necesario que cese la dirección para que
inicie el control, ni que este se detenga para que se ponga en marcha la planeación. Se
puede decir que, en una organización bien administrada, todas las etapas del proceso se
están ejecutando continuamente.
Cada una de las etapas del proceso administrativo tiene una relevancia particular, aunadas
constituyen el mecanismo por el cual la organización alcanza sus objetivos haciendo un uso
eficiente de sus recursos.
Planeación
La organización es la etapa del proceso administrativo que tiene como finalidad proveer la
estructura necesaria para que sea factible alcanzar los objetivos planteados en la etapa de
planeación.
Se refiere a disponer y estructurar el trabajo que realizan los empleados para el logro de
los objetivos organizacionales. En la etapa de organización se determinan las tareas a
ejecutar, quiénes deben llevarlas a cabo, cómo se agrupan las actividades, quién le reporta
a quién y en dónde se toman las decisiones. En otras palabras, es dentro de esta etapa que
se identifican, clasifican, agrupan y asignan el trabajo, los recursos para adelantarlo y las
responsabilidades, de tal manera que cada integrante sepa qué se espera de su labor y
cómo está contribuyendo a la consecución del objetivo grupal.
Para Bateman y Snell (p. 20), la organización de las actividades incluye atraer a las
personas a la organización, especificar las responsabilidades de trabajo, agrupar las tareas
en unidades de trabajo, discernir y asignar los recursos y crear las condiciones para que las
personas y las cosas funcionen juntas con el objeto de alcanzar el máximo éxito.
Dirección
La etapa de dirección implica trabajar con y a través de las personas para lograr los
objetivos. Además, entraña la motivación de los empleados, ayudar a resolver los
conflictos de los grupos de trabajo, influir en los individuos o en los equipos durante la
ejecución de las tareas, seleccionar los canales de comunicación más efectivos o afrontar
de cualquier manera problemas relacionados con el comportamiento del personal.
Los elementos del concepto, de acuerdo con Stoner, Freeman y Gilbert Jr., se pueden
definir como:
Münch (p. 105), conjuga estos elementos indicando que la dirección consiste en la
ejecución de los planes de acuerdo con la estructura organizacional, mediante la guía de
los esfuerzos del grupo social a través de la motivación, la comunicación y el ejercicio del
liderazgo.
Control
El control es la etapa del proceso administrativo que permite garantizar que las actividades
reales se ajusten a las actividades proyectadas. Aunque una empresa cuente con
magníficos planes, una estructura organizacional adecuada y una dirección eficiente, el
ejecutivo no podrá verificar cuál es la situación real de la organización a menos de que
exista un mecanismo por el cual cerciorarse de que lo efectuado va de acuerdo con los
objetivos.
El objetivo de esta etapa consiste en ver que todo se haga conforme fue planeado y
organizado, según las órdenes dadas, para identificar los errores o desvíos con el fin de
plantear correctivos, rectificarlos y evitar su repetición.
Se ilustra el caso de una papelería que quiere obtener mayores beneficios durante la
próxima temporada de regreso a clases:
Se observa, entonces, que las etapas del proceso administrativo fluyen y se emplean
continuamente en la medida en que se van desarrollando las actividades propias del
negocio. También, que cada una aporta para que se alcancen los objetivos y se optimicen
los recursos de la organización.
Resulta relevante diferenciar entre las etapas del proceso administrativo y las fases de
este. En primer término, como se ha mencionado, las etapas son cuatro: planeación,
organización, dirección y control. Por su parte, las fases del proceso administrativo son
dos, a saber: mecánica o estructural y dinámica u operacional.