El Hombre Primitivo en La Química
El Hombre Primitivo en La Química
El Hombre Primitivo en La Química
El fuego fue el primer descubrimiento que permitió al hombre primitivo realizar reacciones químicas a
gran escala. Este descubrimiento remoto, siempre ha estado asociado con restos que pueden
clasificarse como humanos, y a través de los tiempos, a medida que el hombre prehistórico desarrollaba
sus distintas formas de cultura, el fuego hizo posible de forma gradual, la elaboración de un número
cada vez mayor de armas y utensilios.
El artesano prehistórico no consideraba que el acto de fundir un metal fuese una operación química, ni
lo diferenciaba de cualquier otro acto de su vida. La historia del hierro es un buen ejemplo de ello: el
primer hierro utilizado en Mesopotamia y Egipto, era probablemente de origen meteórico. Este metal, al
que los egipcios llamaban “hierro del cielo”, hizo pensar (quizás en el periodo de los hicsos, entre 1600 y
1500aC) que el cielo de donde caía estaba formado por una gran lámina de hierro.
Como los objetos mejor conservados que han llegado hasta nosotros son metálicos, es costumbre
fechar los periodos de desarrollo humano posteriores a la Edad de Piedra con los nombre de Edad de
Cobre, del Bronce y del Hierro.
Los descubrimientos arqueológicos demuestran que los primeros metales utilizados fueron los que se
encuentran nativos, y así el cobre y el oro, aparecen en las tumbas más antiguas de Mesopotamia y
Egipto. Probablemente, el descubrimiento y la utilización de dichos metales se produjo de forma
independiente en otros lugares, pero las rutas comerciales estaban establecidas aún antes de que
existiesen testimonios escritos, y de ahí que el transporte de los diferentes metales entre las distintas
civilizaciones, desempeñase un importante papel en la difusión de las culturas del mundo antiguo.
El gran avance inmediato a la utilización de los metales, fue el descubrimiento de métodos para obtener
los mismos u otros metales distintos, a partir de sus minerales.
Es probable que fuesen los sumerios, en su patria al sur de Irán, quienes descubriesen la fundición del
cobre por medio del calor producido con leña. A ellos siguió el descubrimiento del bronce mediante la
unción de minerales de cobre y estaño , y la mayor dureza y menor punto de fusión del bronce respecto
al cobre, explican su más amplia utilización una vez descubierto. Se conocen bronces de Egipto de
2500aC y en Ur y Eridu (Mesopotamia) se han datado bronces de unos 3500aC.
Sin embargo, el cobre se siguió usando aún después de descubrir el bronce, como se ha podido
constatar en descubrimientos de la Península del SINAB, donde se comprueba que los egiptos reducían
la malaquita con leña o carbón vegetal para obtener el cobre puro.
La mayor parte del oro que los egipcios utilizaron inicialmente (lo traían de Nubia), contenía cantidades
variables de plata. Cuando este contenido era alto, resultaba un oro blanco, que ellos consideraron un
metal diferente, el “asem”, al que luego los griegos y romanos dieron el nombre de “electrum”. Este oro,
así como el asem, lo exportaban a Mesopotamia donde el metal escaseaba, y en ambos países
desarrollaron procedimientos para fabricar, aquilatar y trabajar el oro y la plata.
El plomo, el estaño y el hierro se usaron con posterioridad al cobre, bronce y oro, siendo los
trabajadores metalúrgicos y los herreros una clase destacada de artesanos. Como la mayor parte de los
trabajos metalúrgicos se hacían en dependencias cercanas a los templos, aunque probablemente no
fueran sacerdotes los que realizaban los trabajos, su influjo acabó por establecer una asociación de los
metales con los dioses. Los primeros sumerios dieron culto a dioses dedicados a la metalurgia, en
Babilonia Marduk fue el “Señor del Oro”; en Eridu, Ea fue el protector de los herreros y al dios de fuego
Gibil se le conocía como “herrero divino”.
Las artes metalúrgicas fueron una parte importantísima de las dos potencias principales del mundo
antiguo Egipto y Asiria-Babilonia, y la relación entre los metales por un lado y los dioses, templos y
sacerdotes por otro, fue la base de la cultura que a partir de estos pueblos se propagó por todos los del
entorno.
El alto grado de habilidad técnica en la metalurgia, así como en la fabricación del vidrio, servía sólo para
utilidad del rey y de los templos, pero el pueblo llano poseían también métodos de química práctica más
simple para prepara alimentos y licores, tejer y teñir telas, y para otras actividades con que satisfacer
sus necesidades cotidianas.
Sin embargo, los artesanos más diestros fueron probablemente los que trabajaban en los templos y la
mayor parte de sus descubrimientos se transmitieron oralmente, aunque hay textos donde se detalla la
fabricación de vidrios. Muy pronto, estos artesanos comenzaron la búsqueda de método y materiales
más baratos para preparar imitaciones de las sustancias preciosas con las que trabajaban. Así los
procedimientos de dorar metales y hacerlos pasar por oro, o para preparar gemas artificiales a partir del
vidrio, llegaron pronto a formar parte de los secretos industriales que se transmitían de padres a hijos a
través de generaciones, y andando el tiempo, estos secretos quedaban integrados en el saber de los
templos.
La influencia mutua entre estas dos grandes civilizaciones, duró cerca de 2000 años, hasta que aparece
un nuevo pueblo cuya curiosidad intelectual y mente especulativa fue creando la base de toda la ciencia
química posterior. Este nuevo pueblo fue el griego
Introducción
Época primitiva.
No hay duda que la Química debía nacer con la conquista del fuego
por el hombre, y que sus orígenes deberán encontrarse en las artes y
oficios técnicos del hombre primitivo, de los que tenemos idea por los
materiales usados por él y encontrados en los restos de las civilizaciones
desaparecidas. Los artículos normalmente encontrados son de metal,
cerámica, vidrio, pigmentos y telas teñidas, por lo que la extracción de los
metales de sus menas, la fabricación de vidrios y cerámica, las artes de
la pintura y del teñido, así como la preparación de perfumes y
cosméticos, práctica de la momificación y otros oficios análogos seguidos
en las civilizaciones primitivas, constituyen los conocimientos sobre los
que está basada la «Química» de aquellos tiempos.
La Alquimia.
Entre sus más notables descubrimientos hay que mencionar la ley que lleva
su nombre de la compresibilidad de los gases, el efecto de la presión sobre el
punto de ebullición de un líquido, la clara distinción entre mezclas y
combinaciones, el empleo de muchos reactivos como el nitrato de plata, el gas
amoníaco -para conocer el gas clorhídrico y el sulfhidrato amónico que con el
nombre de licor de Boyle debía adquirir una gran importancia en química analítica,
la utilización del jarabe de violeta como indicador para distinguir los ácidos y
bases, y la obtención de nuevos e importantes compuestos. Sus ensayos acerca
de la oxidación del cobre le llevan casi al descubrimiento de la composición del
aire, pero estos experimentos están muy anticipados con respecto a las ideas
existentes en su época. No obstante, BOYLE mantiene la idea de la transmutación
de los metales y atribuye al fuego un carácter material.
Cal + Carbón à Metal
A los 30 años
escasos, LAVOISIER, empleando la balanza que
fue siempre su más exacto colaborador, muestra
de un modo indiscutible que toda combustión en el
aire resulta de una Calcina estaño en un vaso
cerrado y comprueba que el peso total del vaso no
ha cambiado con la calcinación, que el metal
transformado en su «cal» (el óxido) ha aumentado
de peso, que el peso del aire contenido en el vaso
ha disminuido y que el aumento de peso del metal
es igual a la disminución de peso del aire. El
flogisto ha recibido el golpe de gracia. Repite el
experimento con otros metales, y en I777 con
mercurio, que le lleva al análisis del aire, estableciendo su composición
que fija en 27 % de aire respirable, que llamó después oxígeno, Y 73 %
de aire no respirable que llamó más tarde «azote» (el nitrógeno). La
composición verdadera es 21% de oxígeno Y 79 % de nitrógeno.
La Química como ciencia. Desde Lavoísíer
hasta nuestros días.