45 Vaetjanán
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LA OBEDIENCIA, UN ACTO DE FE
Oye, Israel: YHWH nuestro Dios, YHWH uno es. (Deuteronomio 6:4)
La palabra shemá (92 veces aparece en este libro) significa oír o percibir un sonido,
escuchar para consentir, prestar atención, obedecer y comprender.
Podríamos describir a shemá simplemente como escuchar cuidadosamente para
obedecer.
Entonces podríamos entender: obedece o guarda la Torá con todos sus mandamientos y
preceptos para llevarla a nuestras vidas, para vivirla.
Y amarás a YHWH tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus
fuerzas. (Deuteronomio 6:5)
Y amarás al Padre!
nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios
es amor. 9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su
Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 10 En esto consiste el amor: no en
que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su
Hijo en propiciación por nuestros pecados. 11 Amados, si Dios nos ha amado así,
debemos también nosotros amarnos unos a otros. 12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos
amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en
nosotros. (1 Juan 4:7-12)
Dios, el Señor uno es. 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro
verdad no está en él; 5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor
de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. (1 Juan 2:4-5)
El que guarda los mandamientos, es recto y anda en el camino del amor de
YHWH/Dios.
¿Pero Yahshúa de dónde saca el tema del prójimo?, del mismo AT del libreo de levítico,
No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo
como a ti mismo. Yo YHWH. (Levítico 19:18)
Firmado por el Creador de Todo.
9 Elque dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. 10 El
que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. (1 Juan 2:9-10)
En síntesis, Yahshúa nos enseña que escuchar a YHWH/Dios, escuchar es estar abierto
al Todopoderoso, que nuestro corazón está susceptible de entregarse al Padre, de
humillarse ante Él.
Obedecer por amor al Padre y trasladarlo al prójimo, es decir, de ese modo guardamos
su Palabra y cumplimos con el mandato.
El mandato de guardar la Palabra, guardar la Torá, guardar los mandamientos,
entendemos que estamos hablando de obedecer todo lo mencionado, de llevarlo por
obras para materializar la Palabra, y esta actitud debemos resumirlo en un acto de amor.
El oír nos transforma al obedecer y el obedecer nos lleva a la expresión misma del
amor, un amor que se plasma en el Padre y en nuestro prójimo.
Otras maneras de utilizar” shemá”, donde en algunos casos puede verse mejor
como “oído u obedecido”,
Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, YHWH tu Dios
guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres. (Deuteronomio 7:12)
Detrás del obedecer hay promesas del Padre Todopoderoso.
Esto nos lleva a obedecer y la obediencia, a través de actos de amor, nos lleva a acceder
a las promesas del Padre.
La fe y la obediencia
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (Romanos 10:17)
La fe es por el oír, es por el obedecer, es por guardar la Palabra y la obediencia viene
por la Palabra, por Yahshúa.
Yahshúa es y nos conduce a la Palabra, nos lleva a la obediencia, nos lleva a guardarla y
consecuentemente nos conduce a la fe.
Es decir, en Yahshúa estamos en el camino de la fe y el “shemá” (oír/obedecer).
El Hijo, es la amalgama entre la fe y la obediencia a los mandatos del Padre.
Si guardamos/obediencia a los mandatos del Padre y los ponemos por obra con actos de
amor, estaremos mostrando nuestro amor a YHWH/Dios y a nuestro prójimo.
oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. 14 Entonces una
mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a
Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo
que Pablo decía. 15 Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis
juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.
(Hechos 16:13-15)
El oír provocó en Lidia, fe, ya que “el Señor abrió su corazón” y el oír “se abrió” por la
Palabra del Padre.
Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis
la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres,
sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. (1
Tesalonisenses 2:13)
Con estos ejemplos, podemos comprender que el oír es determinante para despertar
nuestra fe en YHWH/Dios (que es un don de Él) y actúa de tal modo en nosotros que
transforma nuestro corazón y mente, para tiernizarlos y hacerlos permeables a la
Palabra, para consumar nuestros actos en obediencia a las Escrituras y llevarlos en amor
a la práctica, mostrando nuestro amor al Padre y que actúa en nuestro prójimo.
Shemá Israel, nos introduce al Reino de YHWH/Dios, porque Yahshúa es el nexo que
nos forja interiormente, es nuestra demostración de amor, es la llave para ingresar a la
tierra anhelada, y solo a través del desarrollo de la fe bíblica, emunah, nos
mantendremos en ese territorio espiritual en comunión y servicio.
Reto a la obediencia
1
Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los
ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que YHWH el Dios de vuestros padres os
da. 2 No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que
guardéis los mandamientos de YHWH vuestro Dios que yo os ordeno. 3 Vuestros ojos
vieron lo que hizo YHWH con motivo de Baal-peor; que a todo hombre que fue en pos
de Baal-peor destruyó YHWH tu Dios de en medio de ti. 4 Mas vosotros que seguisteis a
YHWH vuestro Dios, todos estáis vivos hoy. 5 Mirad, yo os he enseñado estatutos y
decretos, como YHWH mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en
la cual entráis para tomar posesión de ella. 6 Guardadlos, pues, y ponedlos por obra;
porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los
cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido,
nación grande es esta. 7 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos
a ellos como lo está YHWH nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? 8 Y ¿qué nación
grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy
delante de vosotros? (Deuteronomio 4:1-8)
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a
vosotros mismos. 23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella,
éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. (Santiago
1:22-23)
7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan
a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden
agradar a Dios. 9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que
el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de
él. (Romanos 8:7-9)
23 Todoaquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene
también al Padre. (1 Juan 2:23)
No añadir ni quitar
18 Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno
añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte
del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
(Apocalipsis 22:18-19)
5Y amarás a YHWH tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus
fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las
repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y
al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán
como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus
puertas. (Deuteronomio 6:5-9)
El mayor tesoro
Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está
YHWH nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay que tenga
estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?
(Deuteronomio 4:7-8)
Moisés señala que Israel tenía a su alcance el mayor tesoro que es estar cercano a Dios.
Exhorta al pueblo a guardar los mandamientos de Dios. Casi todas las naciones de la
tierra mostraron que se habían formado la opinión de que el pueblo de Israel era sabio y
entendido. Esto sucedía tomando de ellos la parte principal de su código civil.
Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la
faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su
habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle,
aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. (Hechos 17:26-27)
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. (Salmo
46:1)
La ley de YHWH es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de YHWH es fiel, que
hace sabio al sencillo. (Salmos 19:7)
Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de YHWH. (Salmo
119:1)
Mas si desde allí buscares a YHWH vuestro Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu
corazón y de toda tu alma. (Deuteronomio 4:29)
Dios advierte que si el pueblo se volcaba a la idolatría iba a ser destruido. Si nos hemos
extraviado Dios es paciente y misericordioso; y aguarda, siempre dispuesto a recibir a
un alma descarriada cuando retorna a Él.
Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó
de Egipto con su presencia y con su gran poder, para echar de delante de tu presencia
naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por
heredad, como hoy. Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que YHWH es Dios
arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro. Y guarda sus estatutos y sus
mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos
después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que YHWH tu Dios te da para
siempre. (Deuteronomio 4:37-40)
El corazón
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las
cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes
bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. (Deuteronomio 4:9)
Para que no te olvides: Dios hace sus obras para que sean tenidas en cuenta; y aquel que
las olvida, olvida la misericordia de Dios.
Ni se aparten de tu corazón: No es suficiente conservar los milagros de Dios en la
memoria, deben ser guardados en el corazón.
En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. (Salmos 119:1)
Sólo la vida de Dios en el alma del hombre puede preservarla para vida eterna; y esta
gracia debe ser retenida todos los días de nuestra vida.
Antes bien las enseñarás a tus hijos: Si uno conoce el valor de su propia alma, sentirá la
importancia de la salvación de las almas de su familia.
Mirad, pues, que hagáis como YHWH vuestro Dios os ha mandado; no os apartéis a
diestra ni a siniestra. Andad en todo el camino que YHWH vuestro Dios os ha
mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis
de poseer. (Deuteronomio 5:32-33)
Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para
temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos; 11 y os
acercasteis y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de
los cielos con tinieblas, nube y oscuridad; 12 y habló YHWH con vosotros de en medio
del fuego; oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura
visteis. 13 Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez
mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra. (Deuteronomio 4:10-13)
¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos. Para guardar tus estatutos! (Salmos 119:5)
11 Yéstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la
palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas
eran así. (Hechos 17:11)