DORADO Since 1994
DORADO Since 1994
DORADO Since 1994
Hostal Po, Urriola, Valparaíso. Me presento a esta especie de cita a ciegas, para
conocer a Sara Dorado, artista colombiana que acaba de publicar su primer fanzine de
ilustració n junto a Alerce Ediciones.
Me recibe un chico argentino que se refiere a ella como “Dory”. -No ha llegado la Dory-
pronuncia mientras intenta ubicarla por teléfono. Tras un gesto, lo sigo por una
enroscada escalera hasta el piso 3. Allí, un estar con hermosa luz, una cocina
encendida y los Guns n’ Roses sonando pero jevi. No tardo en sentir esa clá sica onda de
hostal, donde todo es combinació n de acentos, mapas, mochilas, sabores, promesas,
adioses y olor a pito. El muchacho me ofrece un café.
Gracias ¿y tú?¿estuviste en el lanzamiento de la publicación?/Y… sí. Estuvo re lindo.
Hubo de todo, hasta polémica.../¿…polémica?
Sostengo fuerte interés con la mirada esperando que suelte alguna otra papita, pero
no.
Llega acelerada, excusá ndose. Saluda a los chicos con cariñ o. Al hablar, mueve las
manos acentuando su expresió n. La envuelve una larga cabellera negra y tiene
hermosas uñ as con diamantes. Parte de la misió n es aproximarme a su experiencia
migrante, lo cual me pone un toque ansiosa. Y es que, conversar sobre lo abusivo que
es este país con la otredad, no es asunto sencillo para una primera cita.
Afortunadamente DORADO no es cualquier chica. Ella acoge la premisa desafiante.
Fue doloroso el lanzamiento. Ver la cara de mi familia migrante ahí -gente de todos
lados: Perú , Bolivia, mucho colombiano, obviamente, como yo-, escuchando lo que
todos teníamos recelo de hablar. Diciendo ¿Saben qué? la hemos pasado mal. Ser una
persona migrante en Chile cuesta ánimo. Requiere todo de ti.
“Todos los días hay que cruzar una frontera invisible. -¡Ah!¿y usted, de dónde es?-
¿Cuánto lleva, ah?- Hay una perpetuació n del estigma social que cargamos las
colombianas de Medellín, “que el reggeteon, que los narcos”. Tengo que estar
defendiéndome constantemente. Y eso que dentro de todo soy “privilegiada”: soy
blanca, he tenido la oportunidad de estudiar, tengo relaciones sociales amplias para
ser migrante.... Imposible no preguntarme ¿có mo lo pasará una haitiana? ¡¡Terrible!!
“Tener la oportunidad de conversar con ella después y decirle: tus comentarios son
súper clasistas, vives en una burbuja- es una sanació n social. Nunca se me va a olvidar.
Ella me escuchaba y se notaba que no estaba de acuerdo con mis ideas, pero su
educació n no le permitía decir nada… Por eso me atreví”.
pero¿có mo conversar?/ayer tuvimos un almuerzo/¿qué?/estuvimos discutiendo 5
hrs/noo/me invitó a hacerme las uñ as, nunca lo había hecho/¿quiere gastar plata?
debería ser tu mecenas/me compró un cuadro original,un fanzine…yo le regalé un
imán con diseño de una mujer negra, gorda, desnuda/polémica/ríe
“Llá menme resentida social, sí. Tengo mucha rabia con los cuicos. No solo por ser
migrante en Chile. En la vida siempre he sido la renegada. Mi familia de sangre es
sú per facha. No les agrada nada de mí (…)”
Clá sico de mi vida, al igual que en el amor, esta cita se termina cuando má s deseo
quedarme… Llega Kika a hacerle retratos y yo debo volar a ensayo. Dory se levanta
frente al espejo a cerciorar sus detalles. Má s hermosa imposible, pienso. Y mientas me
despido, el rostro de un ancestro indígena en su polera grita RESISTE.