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SENTENCIA DEL 2 DE MAYO DE 2018, NÚM.

Sentencia impugnada:Cámara Penal de la Corte de Apelación de Santiago, del 1 de julio de 2014.

Materia:Penal.

Recurrente:José Pascual Gutiérrez Hierro.

Abogadas:Licdas. Johanna Encarnación y Ana Teresa Piña.

LAS SALAS REUNIDAS.

RECHAZA.

Audiencia pública del 2 de mayo del 2018.

Preside: Mariano Germán Mejía.

Dios, Patria y Libertad

República Dominicana

En Nombre de la República, Las Salas Reunidas de la Suprema Corte de Justicia, dictan en audiencia pública, la
sentencia siguiente:

Con relación al recurso de casación contra la sentencia dictada por la Cámara Penal de la Corte de Apelación
del Departamento Judicial de Santiago, el 01 de julio de 2014, incoado por:

José Pascual Gutiérrez Hierro, dominicano, mayor de edad, portador de la cédula de identidad y electoral núm.
048-0049711-9, domiciliado y residente en la calle Perpetuo Socorro, núm. 31 de la ciudad de Bonao,
República Dominicana, imputado y civilmente demandado;
OÍDOS:

Al alguacil de turno en la lectura del rol;

El dictamen del Magistrado Procurador General de la República;

La licenciada Johanna Encarnación, por sí y por la licenciada Ana Teresa Piña, Defensoras Públicas, actuando
en representación de José Pascual Gutiérrez, imputado y civilmente demandado;

VISTOS (AS):

El memorial de casación, de casación depositado, el 14 de julio de 2014, en la secretaría de la Corte a qua,


mediante el cual el recurrente José Pascual Gutiérrez, interpone su recurso de casación a través de su abogada,
licenciada Ana Teresa Piña Fernández, Defensora Pública;

La Resolución No. 16-2018 de Las Salas Reunidas de la Suprema Corte de Justicia, del 01 de febrero de 2014,
que declara admisible el recurso de casación interpuesto por: José Pascual Gutiérrez, contra la indicada
sentencia; y fijó audiencia para el día 14 de marzo de 2018; y que se conoció ese mismo día;

La Ley No. 25-91 del 15 de octubre de 1991, Orgánica de la Suprema Corte de Justicia, modificada por la Ley
No. 156 de 1997;

Las Salas Reunidas de la Suprema Corte de Justicia, por tratarse de un segundo recurso de casación, de
conformidad con lo que dispone el Artículo 15 de la Ley No. 25-91, del 15 de octubre de 1991, Orgánica de la
Suprema Corte de Justicia, modificada por la Ley No. 156 de 1997, celebró audiencia pública del día 14 de
marzo de 2018; estando presentes los Jueces de esta Suprema Corte de Justicia: Francisco Antonio Jerez Mena,
en funciones de Presidente, José Alberto Cruceta Almánzar, Manuel Alexis Read Ortiz, Blas Rafael Fernández
Gómez, Pilar Jiménez Ortiz, Esther E. Agelán Casasnovas, Juan Hirohito Reyes Cruz, Alejandro A. Moscoso
Segarra, Fran E. Soto Sánchez, Edgar Hernández Mejía, Robert C. Placencia Álvarez, y Moisés Ferrer Landrón,
asistidos de la Secretaria General de la Suprema Corte de Justicia, y vistos los Artículos 24, 393, 399, 418, 419,
425, 426 y 427 del Código Procesal Penal, y 65 de la Ley No. 3726, del 29 de diciembre de 1953, sobre
Procedimiento de Casación; conocieron del recurso de casación de que se trata, reservándose el fallo para dictar
sentencia en fecha posterior;

Considerando: que en fecha doce (12) de abril de 2018, el Magistrado Mariano Germán Mejía, Presidente de la
Suprema Corte de Justicia, dictó auto por medio del cual se llama a sí mismo, y a los magistrados Manuel R.
Herrera Carbuccia, Miriam C. Germán Brito, Carmen Mancebo Acosta y Justiniano Montero Montero, para
integrar Las Salas Reunidas en la deliberación y fallo del recurso de casación de que se trata, de conformidad
con la Ley No. 684 de 1934;

CONSIDERANDO:

Del examen de la sentencia impugnada y los documentos a que ella refiere resultan como hechos constantes
que:
En fecha 17 de agosto de 2011, el Ministerio Público interpone formal acusación y solicitud de apertura a juicio
en contra de José Pascual Gutiérrez Hierro por presunta violación a los artículos 2-295, 309 del Código Penal
Dominicano, y artículos 39 y 40 de la Ley núm. 36 en perjuicio de Fernando Polanco Mendoza. El 22 de julio
de 2010, este último se constituye en actor civil en contra del imputado y el 1ro. de septiembre de 2011, se
adhiere a la acusación del Ministerio Público;

En fecha 22 de septiembre de 2011, el Juzgado de la Instrucción del Distrito Judicial de Monseñor Nouel dictó
auto de apertura a juicio;

Para el conocimiento del fondo del proceso fue apoderado el Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del
Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de Monseñor Nouel, el cual, en fecha 17 febrero de 2012,
decidió:

“PRIMERO: Declara al imputado José Pascual Gutiérrez Hierro, de generales anotadas, culpable de los
crímenes de golpes y heridas que ocasionaron lesión permanente y porte y tenencia ilegal de arma, en violación
a los artículos 309 del Código Penal Dominicano; y 39 párrafo III de la Ley núm. 36 sobre Comercio, Porte y
Tenencia Ilegal de Armas, en perjuicio del señor Fernando Polanco Vásquez; en consecuencia, se condena a
cinco (5) años de reclusión menor, y al pago de RD$2,000.00 Pesos de multa, por haber cometido los hechos
que se le imputa; SEGUNDO: Declara buena y válida la constitución en actor civil incoado por el señor
Fernando Polanco Vásquez, a través de su abogada constituida y apoderada especial, Licda. Tomasina Núñez
Martínez, en contra del imputado José Pascual Gutiérrez Hierro, y en contra del señor Edwin Bolívar Abreu
Concepción, por haber sido hecha en tiempo hábil y conforme a la ley y al derecho, en cuanto a la forma;
TERCERO: Condena al José Pascual Gutiérrez Hierro, al pago de una indemnización ascendente a la suma de
Un Millón de Pesos (RD$1,000,000.00), a favor del señor Fernando Polanco Vásquez, como justa reparación de
los daños y perjuicios morales y materiales que recibiera como consecuencia del hecho, en cuanto al fondo;
CUARTO: Rechaza la referida constitución en actor civil incoada por el señor Fernando Polanco Vásquez, en
contra del señor Edwin Bolívar Abreu Concepción, en virtud de que el mismo no fue debidamente citado ni
emplazado a comparecer al conocimiento del presente proceso; QUINTO: Ordena la confiscación de la pistola
marca Feg-Candai, calibre 9 milímetro, serie núm. G35801, la cual figura como cuerpo del delito en el presente
proceso; SEXTO: Exime al imputado José Pascual Gutiérrez Hierro, al pago de las costas procesales”;

No conforme con la misma, fue interpuesto recurso de apelación por: el imputado y civilmente demandado, José
Pascual Gutiérrez; siendo apoderada la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de La
Vega, la cual, mediante sentencia, de fecha 28 de junio de 2012, decidió:

“PRIMERO: Rechaza el recurso de apelación interpuesto por la Licda. Ana Teresa Piña Fernández, quien actúa
en representación del imputado José Pascual Gutiérrez Hierro, en contra de la sentencia núm. 0040/2012, de
fecha diecisiete (17) del mes de febrero del año dos mil doce (2012), dictada por el Tribunal Colegiado de la
Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de Monseñor Nouel, en consecuencia
confirma la decisión recurrida, por los motivos expuestos precedentemente; SEGUNDO: Condena al imputado
al pago de las costas del proceso; TERCERO: La lectura en audiencia pública de la presente decisión vale
notificación para las partes debidamente notificadas”;

No conforme con la misma, fue interpuesto recurso de casación por el imputado y civilmente demandado, José
Pascual Gutiérrez, ante la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, la cual, mediante sentencia del 01 de
abril de 2013, casó la decisión ordenando el envío ante la Cámara Penal de la Corte de Apelación del
Departamento Judicial de Santiago, para conocer únicamente del aspecto civil, en razón de la, Omisión de
estatuir por parte de la Corte a qua, con relación a un medio de impugnación sobre la falta de condiciones de
forma y fondo de la constitución en actor civil, conforme a lo establecido por la normativa procesal, con
relación a la indicación de la clase y forma de reparación que demandaba y por no haber definido el lucro
cesante ni daño emergente, entendiendo el recurrente que esto le causó indefensión;

Que estos medios fueron propuestos por ante la Corte de Apelación y la misma no hizo ningún tipo de
pronunciamiento al respecto, vulnerando el debido proceso y el Derecho de Defensa del recurrente;

Apoderada del envío la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de Santiago, dictó su
sentencia, ahora impugnada, en fecha 01 de julio de 2014, cuyo dispositivo señala:

“Primero: En cuanto a la forma declara buena y válida la constitución en actor civil incoada por el señor
Fernando Polanco Vásquez, a través de su abogada constituida y apoderada especial, Licda. Tomasina Núñez
Martínez, en contra del imputado José Pascual Gutiérrez Hierro, y en contra del señor Edwin Bolívar Abreu
Concepción, por haber sido hecha en tiempo hábil y conforme a la ley y al derecho; Segundo: En cuanto al
fondo, condena al imputado José Pascual Gutiérrez Hierro, al pago de una indemnización ascendente a la suma
de Un Millón de Pesos (RD$1,000,000.00), a favor del señor Fernando Polanco Vásquez, como justa reparación
de los daños y perjuicios morales que recibiera como consecuencia del hecho; Tercero: Rechaza la referida
constitución en actor civil incoada por el señor Fernando Polanco Vásquez, en contra del señor Edwin Bolívar
Abreu Concepción, en virtud de que el mismo no fue debidamente citado ni emplazado a comparecer al
conocimiento del presente proceso; Cuarto: Exime de costas el recurso; Quinto: Ordena la notificación de esta
decisión a todas las partes del proceso (Sic)”;

Considerando: que recurrida ahora en casación la referida sentencia por: José Pascual Gutiérrez, imputado y
civilmente demandado; Las Salas Reunidas de la Suprema Corte de Justicia emitió, en fecha 01 de febrero de
2018, la Resolución No. 16-2018, mediante la cual declaró admisible su recurso, y al mismo tiempo se fijó la
audiencia sobre el fondo del recurso para el día 14 de marzo de 2018, fecha esta última en que se celebró dicha
audiencia; reservando esta Suprema Corte de Justicia el fallo a que se contrae esta sentencia;

“Único Medio: Sentencia manifiestamente infundada por inobservancia de una norma jurídica, con relación a la
actoría civil (Artículos 123, 124, 271, 297, 417.4, 426.3 del CPP CPP) (Sic)”;

Haciendo Valer, en síntesis, que:

La Corte a qua ha inobservado las disposiciones contenidas en los artículos citados, con relación a la autoría
civil, en razón de que la misma no concretizó los daños y perjuicios que supuestamente estimó haber sufrido;

El querellante fue debidamente citado a la audiencia y no compareció, por lo que debe pronunciarse el
desistimiento tácito;

No hay cuantificación de los daños y perjuicios cuya reparación se pretende;

Considerando: que la Corte a qua para fallar como lo hizo, estableció en sus motivaciones en síntesis que:

“1. () Sobre el punto tratado, la Corte se suma al razonamiento expuesto por el a-quo para determinar la
responsabilidad civil del imputado, y es que para decidir como lo hizo dijo de manera razonada el juzgador de
instancia “Que de conformidad con el artículo 118 del Código Procesal Penal, quien pretende ser resarcido por
el daño derivado del hecho punible debe constituirse en actor civil mediante demanda motivada, y a través de
un abogado”;

Y “Que de conformidad con el artículo 123 del Código Procesal Penal, el actor civil interviene en el
procedimiento en razón de su interés civil. En la medida que participe en su calidad exclusiva de actor civil,
limita su intervención a acreditar la existencia del hecho, a determinar sus autores y cómplices, la imputación de
ese hecho a quien considere responsable, el vínculo con el tercero civilmente demandado, la existencia,
extensión y cuantificación de los daños y perjuicios cuya reparación pretende y la relación de causalidad entre
el hecho y el daño. El actor civil puede recurrir las resoluciones únicamente en lo concerniente a su acción. La
intervención no le exime de la obligación de declarar como testigo”.

Señaló el a-quo “Que de conformidad con el artículo 297 del Código Procesal Penal, “Cuando se haya ejercido
la acción civil, el ministerio público debe poner la acusación en conocimiento del actor civil para que dentro del
plazo de cinco días concrete sus pretensiones, indique la clase y forma de reparación que demanda y liquide el
monto de los daños y perjuicios que estime haber sufrido hasta ese momento, sin perjuicio de ampliar las
partidas por las consecuencias futuras. En esta misma oportunidad, debe ofrece indemnización a favor del señor
FERNANDO POLANCO VASQUEZ, en su calidad de victima ascendente a la suma de RD$ 1,000.000.00
(UN MILLON DE PESOS ORO DOMINICANO CON 00/100), como justa reparación de los daños y
perjuicios físico, morales y materiales que recibiera como consecuencia del hecho, en cuanto al fondo”.

Y consideró también el juzgador de instancia “Que en la especie, conforme criterio es procedente rechazar la
referida constitución en actor incoada por el señor FERNANDO POLANCO VASQUEZ, en contra del señor
ELDWIN BOLIVAR ABREU CONCEPCIÓN, en virtud de que el mismo no debidamente puesto en causa;

No obstante lo desarrollado anteriormente, luego del examen de los documentos anexos al proceso, comprueba
la Corte que no existe sustento probatorio de los daños materiales reclamados por la victima constituida en
parte, por lo que la Corte procederá a suprimir de la sentencia atacada, la reparación por daños materiales
reclamados por la víctima.

En cuanto al monto de la indemnización, ha verificado la Corte que la víctima Fernando Polanco Vásquez, a
consecuencia del hecho punible cometido por el imputado José Pascual Gutierrez Hierro, ha sufrido heridas que
le han ocasionado lesión permanente, según se desprende del Certificado Médico Legal anexo al proceso, y que
en consideración a las lesiones el a-quo decidió otorgar en su favor una indemnización de un millón de pesos;
suma ésta que la Corte no considera exagerada ni desproporcionada, teniendo en cuenta que el agraviado recibió
“herida de bala con orificio de entrada en flanco izquierdo produciendo lesión del Colon y salida en Fosa Ilíaca
Izquierda”, siendo necesario practicarle una colonoscopía, todo lo cual le produjo, como se ha dicho una lesión
permanente;

En ese orden, es de doctrina y jurisprudencia constante que si bien es cierto que a los jueces de fondo se les
reconoce un poder soberano para establecer los hechos constitutivos del daño reclamado, así como su cuantía,
no es menos cierto que ese poder no será tan absoluto que llegue a constituir una arbitrariedad, sino que por el
contrario las indemnizaciones a imponer por reclamación de daño deben ser debidamente justificadas,
razonables y proporcionales en cuanto a la magnitud de la falta cometida y del daño recibido, que es lo que ha
hecho el a-quo al imponer la ya citada suma indemnizatoria en atención a la lesión permanente sufrida por el
actor civil del proceso.

En este punto la Corte se afilia a la jurisprudencia sentada por la Suprema Corte de Justicia en el sentido de que
si bien “los jueces de fondo son soberanos para fijar en cada caso el monto de la indemnización por los daños y
perjuicios sufridos por las personas constituidas en parte civil a menos que este monto resulte irrazonable.

En definitiva, considerara esta Corte que la suma de un millón de pesos impuesta por el tribunal de primer grado
a favor del la víctima, es una suma razonable y que se ajusta a los daños morales sufridos por éste a
consecuencia del hecho punible cometido en su contra

por el imputado (Sic)”;

Considerando: que contrario a lo alegado por el recurrente, de la lectura de la decisión dictada por la Corte a
qua puede comprobarse que la misma instrumentó su decisión justificando las cuestiones planteadas por éste en
su recurso y ajustada al envío ordenado por Las Salas Reunidas de la Suprema Corte de Justicia, consistente en
el conocimiento del aspecto civil del recurso de apelación interpuesto;

Considerando: que la Corte indica de forma precisa los hechos fijados por el tribunal de primer grado,
consistentes en: a) la existencia del hecho; b) el autor del hecho; c) la extensión y cuantificación de los daños y
perjuicios cuya reparación se pretende, y d) la relación de causalidad entre el hecho y el daño;

Considerando: que con relación al aspecto relativo al desistimiento tácito, la Corte a qua estableció que rechazó
el pedimento por improcedente, ya que, por mandato del Artículo 421 del Código Procesal Penal “la audiencia
se celebra con las partes que comparecen y sus abogados”, es decir, que no es imprescindible que las partes
estén presentes en la audiencia, basta con que sea debidamente citados, como ocurrió en el caso de que se trata,
donde el querellante y actor civil, como su defensa fueron debidamente citados a comparecer a la audiencia;

Considerando: que respecto al envío ordenado por la Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, la Corte se
adhirió al razonamiento de primer grado señalando, que de conformidad con el Artículo 118 del Código
Procesal Penal quien pretende ser resarcido por el daño derivado del hecho punible, debe constituirse en actor
civil mediante demanda motivada, y a través de un abogado;

Considerando: que continúa señalando la Corte a qua que, el querellante y actor civil, cumplió con las
formalidades establecidas en los Artículos 118 y 297 del Código Procesal Penal, en razón de que se han
constituido en actores civiles para reclamar la reparación de los daños y perjuicios derivados del hecho punible,
mediante una demanda motivada a través de sus abogados, concretizando estas debidamente sus pretensiones
civiles en dicha demanda;
Considerando: que el tribunal rechazó la constitución en actor civil interpuesta por el querellante en contra de
Edwin Bolívar Abreu, en razón de que el mismo nunca fue puesto en causa;

Considerando: que la Corte a qua establece en su decisión que, luego del examen de la glosa procesal, ha
comprobado que no existe sustento probatorio que justifiquen los daños materiales reclamados por la víctima
constituida en parte, por lo que la Corte procedió a suprimir la reparación de los daños materiales;

Considerando: que con relación al monto de la indemnización, estableció, que a consecuencia del hecho, la
víctima sufrió heridas que le ocasionaron lesión permanente según consta en el Certificado Médico Legal
contenido en el expediente, por lo que el tribunal de primer grado decidió otorgarle una indemnización
ascendente a Un Millón de Pesos Dominicanos (RD$1,000,000.00); suma que la Corte no consideró exagerada
ni desproporcionada;

Considerando: que ha sido establecido como criterio jurisprudencial y doctrinal constante que los jueces de
fondo son soberanos para establecer y apreciar los hechos constitutivos del daño reclamado, así como su
cuantía, siempre que esto no constituya una arbitrariedad;

Considerando: que la Corte señala en su decisión que considera que la suma de Un Millón de Pesos
(RD$1,000,000.00) es una suma razonable y ajustada a los daños morales sufridos por la víctima.

Considerando: que en las circunstancias descritas en las consideraciones que anteceden, estas Salas Reunidas de
la Suprema Corte de Justicia advierten que no se encuentran en la sentencia impugnada ninguna de las
violaciones invocadas por la recurrente, como tampoco ninguna violación a derechos fundamentales, por lo que
procede rechazar el recurso de casación de que se trata;

Por tales motivos, Las Salas Reunidas de la Suprema Corte de Justicia,

FALLAN:

PRIMERO: Rechazan, en cuanto al fondo, el recurso de casación interpuesto por: José Pascual Gutiérrez, contra
la sentencia dictada por la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de Santiago, el 01
de julio de 2014;

SEGUNDO: Compensan las costas;

TERCERO: Ordenan que la presente decisión sea notificada a las partes.

Así ha sido juzgado por Las Salas Reunidas de la Suprema Corte de Justicia, en la ciudad de Santo Domingo de
Guzmán, Distrito Nacional, Capital de la República, en fecha doce (12) de abril de 2018; y leída en la audiencia
pública celebrada en la fecha que se indica al inicio de esta decisión.

Firmado: Mariano Germán Mejía, Manuel R. Herrera Carbuccia, Miriam C. Germán Brito, Edgar Hernández
Mejía, Manuel Alexis Read Ortiz, José A. Cruceta Almánzar, Fran E. Soto Sánchez, Pilar Jiménez Ortiz,
Alejandro A. Moscoso Segarra, Juan Hirohito Reyes Cruz, Robert C. Placencia Álvarez y Moisés A. Ferrer
Landrón. Cristiana A. Rosario V., Secretaria General.

La presente sentencia ha sido dada y firmada por los señores Jueces que figuran en su encabezamiento, en la
audiencia pública del día, mes y año en él expresados, y fue firmada, leída y publicada por mí, Secretaria
General, que certifico.

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