Consagracion

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CONSAGRACIÓN HOSANNA

"El Señor escogió a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y
sitios a donde él había de ir." Lucas 10,1

Consagrarse es separarse para el servicio de Dios. Nuestra primera y principal consagración es el


Sacramento del Bautismo; las realizadas posteriormente son, principalmente, una renovación
de esta o una manera de llevarla a cabo.
Así, al consagrarnos al final del retiro espiritual “Sal de la Tierra”, reiteramos nuestro SÍ y nuestra
entrega al Señor, iluminada por lo que en el retiro hemos aprendido.
Nuestra consagración, pues, no busca otra implicación que el compromiso personal de dejar lo
malo y hasta lo bueno para optar por lo esencial, nuestro Señor y Salvador.
Es decirle al Señor que, en cuanto a nosotros respecta, lo entregamos todo para que Él nos ayude
a vivirlo como nuestro centro, como lo esencial; y que determinamos buscarle y anunciarle en
todas las circunstancias de la vida, y hacer discípulos para Él mediante la oración, el testimonio
y la entrega de nuestra vida.
No implica necesariamente la participación en ministerios de la familia espiritual, más bien es un SÍ
para vivirlo en libertad, según las posibilidades y carismas, dentro de la Iglesia, en el lugar que
Dios nos pone y asumiendo ante Él nuestra fidelidad o infidelidad.
La Familia Hosanna y lo que nos ofrece, no pretende ser la última palabra en el camino a la
santidad, la Iglesia ofrece muchos caminos y posibilidades, sólo queremos ser un aporte en
medio de todas las bendiciones que de la Iglesia recibimos, un aporte pequeño pero fiel al Señor
y a la misma Iglesia, para volver a lo esencial.
La exigencia para pertenecer a la Familia Hosanna es asumirse pecador y necesitado del Señor;
una vez hecha la consagración, la exigencia sigue siendo la misma, pues ésta no implica haber
llegado a la santidad o a la perfección, sino que, asumiéndonos pecadores, confiamos
plenamente en la gracia del Señor y le ofrecemos nuestra dependencia a su voluntad, para
amarle, seguirle y servirle desde el carisma de cada uno.
Si has tenido una consagración previa, no es necesario que hagas una nueva, puedes evaluar el
cumplimiento de la anterior o actualizarla.
Asumo como obvio que tu consagración implica una vivencia sacramental, de manera especial la
Santa Eucaristía y la Confesión.
El compromiso de consagración puede ser por un año renovable.

A continuación, les ofrecemos información importante, para ayudar a realizar nuestro plan de vida
y consagración.
Algunas sugerencias básicas para realizar un plan de vida:

El plan de vida es un documento que contiene tus objetivos vitales y las acciones que vas a realizar
para conseguirlos.

Para elaborar un plan de vida debes tener claros varios elementos esenciales:
1. ¿Con qué cuentas?: Lo primero son las ganas, la fe, pero también debes tener en cuenta
el tiempo que puedes dedicar, salud, espacio, dones y carismas, una hoguera o personas
que te apoyan, facilidades de salud, facilidad económica…
No olvides que desde la realidad en que estés el Señor te puede usar para su gloria.
2. El objetivo que deseas alcanzar: Debe ser un objetivo realista y que a la vez suponga un
desafío para ti. Debe ser medible, evaluable, para comprobar tus avances.
3. Las acciones que vas a realizar para lograr ese objetivo: Imagina que deseas crear una
hoguera. Necesitas: Tiempo para lograrlo, un lugar, convocar a 3 o 4 personas, saber a lo
que te comprometes… pero, en definitiva, no olvides que es el Señor quien hace la obra y
no depende de ti, tú pon lo que de ti dependa, lo demás lo hará Él.
4. El plazo que llevará cada acción: Cada una de las acciones que debas realizar supone
una inversión de tiempo y tendrás que establecer cuánto, en lo que depende de ti.
5. Dones, carismas y necesidades: Debes reconocer lo que ya el Señor te ha dado para
lograr tus propósitos; por ejemplo, si tienes el don para aconsejar, debes tenerlo en cuenta
a la hora de hacer tus planes, pero también, debes tener presente la necesidad que hay en
el lugar, en caso de que quieras realizar una misión, y ponerlo todo a los pies del Señor para
que te muestre cómo lo quiere usar.
6. Las barreras que te vas a encontrar: La vida no es un camino recto, sino que aparecen
baches y curvas que hay que sortear. Plantéate los posibles obstáculos que te puedas
encontrar, un ejemplo: Quieres dedicar tiempo a ayuno y oración, pero tienes problemas de
salud. Sé realista en tus propósitos: no puedes ayunar de alimentos, pero sí de otras cosas.
7. Oración revisión: Revisar el cumplimiento de los propósitos es fundamental, así como de
las cosas que hemos aprendido en el retiro, por ejemplo, de las cosas que hacemos según
la Palabra de Dios o según nuestro capricho y voluntad. Se debe estipular esa evaluación
a nivel personal, familiar o de hogueras. Debe hacerse sin falta, tanto cada día en la oración
de la noche, como por períodos establecidos (semanalmente, mensualmente), en el día y
hora planeado.

Ejemplo de un cuadro de plan de vida:


DIA HORA ACTIVIDAD EVALUACION
lunes 5:00 am oración Al finalizar
3er domingo 7:00 pm hoguera Ultimo día de mes

Puedes agregar los cuadros que quieras según tus actividades y la información que desees de
cada actividad.
Recuerda que es solo una herramienta, no te compliques demasiado.
PREVIO A LA CONSAGRACIÓN:

Esta es solo una propuesta, en libertad y con confianza de hijo, puedes expresarlo a tu manera.
Te aconsejo, antes de la consagración, tener un tiempo de desierto para entregar al Señor lo
que vendrá y ofrecerte en dependencia a Él.
En cuanto te sea posible, acércate al Sacramento de la Reconciliación.
Te sugiero tener el Crucifico que has elaborado, rustico, que tenga facilidad para colgarlo, pero,
sobre todo, que no te de vergüenza mostrar, servirá de signo que te recuerde cada día, en
la mañana y en la noche, el compromiso tuyo y el amor del Señor por ti (Jn 3,16).
Puedes preparar el lugar de manera especial: flores, un traje especial, preparar una comida
especial para celebrar tu entrega.
Es prudente que tengas también a la mano tu plan de vida.
Debes escoger un texto bíblico que uses como lema.
Revisa las herramientas Hosanna y el uso que les das:
- Centenario: para estar en oración constante (Jn 15,5).
- Rincón de oración: es el lugar de tu casa donde tienes la cita con el Señor día a día.
- Frase de contacto: palabra o frase que repetirás continuamente al ritmo de la respiración y
que te une directamente con el Señor.
- Diario espiritual: cuaderno en el que, en oración, tomas nota de lo que vives en los
momentos de oración.
- Tono de presencia: un tono en tu celular que, cada hora te recuerda que el Señor está
cerca de ti.
- H: es una herramienta de emergencias, es la H de Hosanna y que traduce: “sálvame ahora”,
y se usa como grito de auxilio en momentos de emergencia.
- Desiertos: en tu plan de vida debes programar espacios de silencio y soledad para la
escucha atenta de Dios.
- Audios Hosanna: los recibes cada día, mañana y noche, son parte de tu alimento diario
para tu camino.
- Hoguera: es quizás la herramienta principal, debes formar, en cuanto te sea posible, esta
pequeña fraternidad, con quienes oras, compartes la vida, evalúas tu proyecto, vives la vida
de fe, creces, celebras, sirves… son tus más cercanos compañeros de camino.
- Plataformas de formación: de las cuales recibirás información a futuro. Serán espacios
formativos según tu opción de vida.

FORMULA DE CONSAGRACION
Debe estar encabezada por tu texto bíblico.
La fórmula es una oración dirigida al Padre, en nombre del Señor Jesucristo, por el Espíritu Santo,
en la que expresas el compromiso que haces ante Él.
En esta fórmula expresarás tu opción fundamental de oración o servicio que has elegido.
Te lo explico con dos ejemplos, uno de alguien que ha optado por la vida misionera y otro de alguien
que ha optado por la vida de oración. Sólo son ejemplos, tú puedes agregar o cambiar todo lo que
quieras, con los compromisos y palabras que desees:
Compromiso en la vida misionera:
“Y percibí la voz del Señor que decía: ‘¿A quién enviaré?’...
Dije: ‘Heme aquí: envíame.’” (Is 6,8)

Yo------------------------------------- consciente de mi debilidad y limitación, quiero Padre amado,


consagrarme a Ti y renovar mis compromisos bautismales para servirte, de manera especial en la
MISIÓN, y dedicar mi vida por completo a Ti, sometiéndome a tu voluntad, por lo que me
comprometo por el próximo año a:
- Tener una relación continua contigo mediante los encuentros personales de oración en la
mañana y en la noche.
- Asumir las herramientas propuestas por la Familia Hosanna como instrumento de oración.
- Vivir los Sacramentos como alimento constante de mi vida espiritual.
- Buscar siempre los últimos puestos en la vivencia de la humildad.
- Tener sólo lo necesario y dar a los pobres lo demás.
- Hacer desierto una vez al mes.
- Estar siempre disponible para servir.
- Promover la creación de hogueras y crear yo una.
- Ir a otros contextos donde se me requiera para anunciar tu nombre.
- Servir en mi Parroquia.
Todo para tu gloria, en nombre de mi Señor Jesucristo, por la gracia y unción de mi Espíritu Santo
y con el Auxilio de mi Madre, la Santísima Virgen María, Madre del Silencio. Amén.

Compromiso en la vida de oración:


“¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” (Lc 18,13)
Yo------------------------------------- consciente de mi debilidad y limitación, quiero Padre amado,
consagrarme a Ti y renovar mis compromisos bautismales para servirte, de manera especial en la
ORACIÓN, y dedicar mi vida por completo a Ti, sometiéndome a tu voluntad, por lo que me
comprometo por el próximo año a:
- Tener una relación continua contigo mediante los encuentros personales de oración en la
mañana y en la noche.
- Asumir las herramientas propuestas por la Familia Hosanna como instrumento de oración.
- Vivir los Sacramentos como alimento constante de mi vida espiritual.
- Buscar siempre los últimos puestos en la vivencia de la humildad.
- Buscar espacios diarios de silencio y de escucha.
- Apartarme en desierto una vez a la semana.
- Interceder a las 3:00 pm.
- Reducir mis conversaciones y relaciones innecesarias para dedicarme a la oración continua.
- Tener sólo lo necesario y dar a los pobres lo demás.
Todo para tu gloria, en nombre de mi Señor Jesucristo, por la gracia y unción de mi Espíritu Santo
y con el Auxilio de mi Madre, la Santísima Virgen María, Madre del Silencio. Amén.

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