Ficha de Cátedra Neoliberalismo y Educación
Ficha de Cátedra Neoliberalismo y Educación
Ficha de Cátedra Neoliberalismo y Educación
FICHA DE CÁTEDRA
NEOLIBERALISMO Y EDUCACIÓN
El neoliberalismo no es sólo
un conjunto de políticas económicas.
Es una racionalidad que interviene
y afecta a todos los órdenes de la vida,
desde la educación hasta la cultura,
pasando por los lugares de trabajo y el hogar;
transformando a la ciudadanía en
simples homo economicus y
poniendo en peligro la democracia.
¿Estamos aún a tiempo de echar el freno
antes de que el neoliberalismo acabe con todo?
Wendy Brown (2015)
PRESENTACIÓN
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La presente ficha de cátedra ha sido elaborada a partir de la recuperación de párrafos textuales
de diversos especialistas en el tema.
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instituciones. El neoliberalismo no es sólo destructor de reglas, de instituciones, de
derechos, es también productor de cierto tipo de relaciones sociales, de ciertas
maneras de vivir, de ciertas subjetividades. Dicho de otro modo, con el neoliberalismo
lo que está en juego es, nada más y nada menos, la forma de nuestra existencia, o
sea, el modo en que nos vemos llevados a comportarnos, a relacionarnos con los
demás y con nosotros mismos. El neoliberalismo define cierta norma de vida en las
sociedades occidentales y, más allá de ellas. [...], Esta norma obliga a cada uno a vivir
en un universo de competición generalizada; impone tanto a los asalariados como a las
poblaciones, a que entren en una lucha económica unos con otros, sujeta las
relaciones sociales al modelo del mercado, empuja a justificar desigualdades cada vez
mayores, transforma también al individuo, que en adelante es llamado a concebirse y a
conducirse como una empresa.
Desde hace más de treinta años, esta norma de existencia preside las políticas
públicas, rige las relaciones económicas mundiales, remodela la subjetividad. Las
circunstancias de este éxito normativo han sido descritas a menudo: ya sea en su
aspecto político (conquista del poder por las fuerzas neoliberales), ya sea en su
aspecto económico (auge del capitalismo financiero mundializado), ya sea en su
aspecto social (individualización de las relaciones sociales a expensas de las
solidaridades colectivas, con la polarización extrema entre ricos y pobres), ya sea en su
aspecto subjetivo (aparición de un nuevo sujeto y desarrollo de nuevas patologías
psíquicas); todo ello son dimensiones complementarias de la nueva razón del mundo.
Esto da a entender que se trata de una razón global, en los dos sentidos que puede
revestir el término: porque es válida a escala “mundial” y además porque, lejos de
limitarse a la esfera económica, tiende a totalizar, o sea, a “hacer mundo” mediante su
poder de integración de todas las dimensiones de la existencia humana. Razón del
mundo, es al mismo tiempo una “razón mundo”.
[…] el neoliberalismo, antes que una ideología o una política económica es, de entrada
y ante todo, una racionalidad; y en consecuencia, tiende a estructurar y a organizar, no
sólo la acción de los gobernantes, sino también la conducta de los propios gobernados.
La racionalidad neoliberal tiene como característica principal la generalización de la
competencia como norma de conducta y de la empresa como modelo de subjetivación.
El término “racionalidad” no se emplea aquí como un eufemismo que permite evitar la
palabra capitalismo. El neoliberalismo es la razón del capitalismo contemporáneo, un
capitalismo sin el lastre de sus referencias arcaizantes y, plenamente asumido como
construcción histórica y norma general de la vida. El neoliberalismo se puede definir
como el conjunto de los discursos, de las prácticas, de los dispositivos que determinan
un nuevo modo de gobierno de los hombres según el principio universal de la
competencia.
[…] Abordar la cuestión del neoliberalismo por la vía de una reflexión política sobre el
modo de gobierno modifica, inevitablemente, la forma de entenderlo. En primer lugar,
permite refutar los análisis simplistas en términos de “retirada del estado” frente al
mercado, ya que lo que revela es que esta oposición entre el mercado y el estado es
uno de los principales obstáculos para caracterizar con exactitud el neoliberalismo. En
contra de lo que se ve en una percepción inmediata y de la idea, demasiado simplista,
de que son los mercados los que, desde el exterior han conquistado los estados y les
dictan las políticas a seguir son ciertamente los estados –empezando por los más
poderosos entre ellos los que han introducido y universalizado en la economía, en la
sociedad y hasta en su propio seno, la lógica de la competencia y el modelo de la
empresa. No hay que olvidar nunca que la expansión de las finanzas de mercado, así
como la financiación de la deuda pública en los mercados de bonos son fruto de
políticas deliberadas. Como se ve incluso en la crisis actual en Europa, los estados
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llevan a cabo políticas muy “intervencionistas” con el objetivo de modificar
profundamente las relaciones sociales, así como el papel de las instituciones de
protección y educación, orientando los comportamientos mediante la introducción de
una competencia generalizada entre los sujetos; y ello es así porque los mismos
estados están inmersos en un campo de competencia regional y mundial que los
conduce a actuar como lo hacen.
En cuanto al estado, con el que algunos todavía cuentan ingenuamente para que
“controle” los mercados, la crisis ha mostrado hasta qué punto se erigía en co-productor
muy voluntario de las normas de competitividad, a expensas de todas las
consideraciones de salvaguarda de las condiciones mínimas de bienestar, de salud y
educación de la población; pero también ha mostrado que, mediante su defensa
incondicional del sistema financiero, estaba implicado en las nuevas formas de
sometimiento de los asalariados al endeudamiento de masas característico del
funcionamiento del capitalismo contemporáneo. En consecuencia, el estado neoliberal
no es un “instrumento” que se pueda someter indiferentemente a finalidades contrarias.
Como estado estratega que interviene en la decisión de las inversiones y mediante
normas, es una pieza de la máquina que es preciso combatir.
Fuente: LAVAL, C y DARDOT, P. (2013) La nueva razón del mundo. Ensayo sobre la
sociedad neoliberal. Gedisa. Barcelona.
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“El año 2016 estuvo signado por grandes luchas que, como en el caso de la resistencia
a las subas de las tarifas de los servicios públicos, el aumento de los salarios de los
docentes universitarios y el ingreso de los investigadores del Conicet, alcanzaron logros
parciales. En 2017, las enormes marchas y manifestaciones de marzo, y el masivo paro
general del 6 de abril elevaron el nivel de resistencia a las medidas antipopulares. En el
campo de la educación, también los planes del neoliberalismo encontraron una fuerte
oposición que se manifestó en toda su magnitud en el inicio del año lectivo.
Las principales características del proyecto impulsado por el presidente Macri al asumir
el gobierno han estado vinculadas a restaurar el modelo aplicado en la década de los
90. Ello implica promover una amplia liberalización de los mercados a través de una
apertura al libre comercio que profundiza la estructura primaria exportadora de la
economía y la desindustrialización del país. Al mismo tiempo, estas medidas tienden a
restringir la participación del estado a favor del sector privado, que asume
competencias que anteriormente estaban en el ámbito oficial. El modelo se
complementa con la tendencia a la reducción drástica del gasto público y la
flexibilización y precarización creciente de las condiciones de trabajo.
¿Cuáles son las políticas educativas que se requieren para que la función social del
sistema educativo aporte a la construcción del orden neoliberal? Sintéticamente
enunciadas, las estrategias llevadas adelante por el gobierno de Macri han estado
dirigidas a:
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realizar a partir de normativas de rango menor que puede decretar o impulsar el propio
Ministerio de Educación. Como señala Roger Dale, estas estrategias más sutiles no
implican un desplazamiento directo de lo público hacia lo privado sino “un conjunto
mucho más complejo de cambios en los mecanismos institucionales a través de los
cuales se regula a aquellos que continúan siendo esencialmente sistemas educativos
estatales” (Dale, 1994)
Fuente: FILMUS, D. (2017) Educar para el mercado. Ed. Octubre. Bs. As.
Referencias
-LAVAL, C y DARDOT, P. (2013) La nueva razón del mundo. Ensayo sobre la sociedad
neoliberal. Gedisa. Barcelona.