Los Mayas. Una Civilizacion Milenaria - Nikolai Grübe

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LOS MAYAS
UNA CIVILIZAC IÚN M ILENAR IA
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UNA CIVILIZACIÓN MILENARIA

Editado por N ikolai G rube


con la colaboración de Eva Eggebrecht y Matthias Seidel

KÓNEMANN
• •
CONTENIDO •

Los primeros horizontes Nacimiento de ciudades

10 Mapa geom o rfológico 20 Volcanes y selva: 86 D e los cacicazgos a los estad os en las
un variad o espacio vital tierras altas de G uatem ala
Nikolai Grube Federico Fahsen
11 Prólogo
Nikolai Gmbe
32 El cacao: 96 Los d istintivos d el poder
la bebida de los dioses Nikolai Grube
Nikolai Grube
98 La gran potencia occidental:
34 Los orígenes de la cultura maya y la los mayas y Teotih uacán
formación de comunidades rurales Simon Martín
Norman Hammond

48 La obsidiana: el metal de los mayas


Nikolai Grube

50 Primeras ciudades. Urbanización


incipiente y formación de estados
en las tierras bajas m ayas
Richard D. Hansen

66 El jade:~ oro verde de los mayas


Elisabeth w:;t,.
70 La agriculri , m aya
Peter D. Harrison

80 Tortillas y tamales:
el alimento de los hombres
de maíz y de sus d ioses
Marta Grube

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Logros y conquistas Política y dinastía Arquitectura y arte

114 La escritura jeroglífica: 148 La historia dinástica 194 Unidad de espacio y tiempo:
la puerta de la historia d e los mayas la arquitectura maya
Nikolai Grube Nikolai Grube y Simon Martín A1111egrete Hohm,11m-llogrin

128 Li bros de papel de amate 172 Matrimonios diplomáticos: 216 Historia de un asentamiento maya:
Nikolai Grube mujeres en la corte resultados de las investigaciones en
Stefanie Teufel el sitio arqueológico de Xkipché
130 Astronomía y matemáticas Michael Vallo
Alexander W Vojj 174 Bajo el signo de una estrella fatal:
la guerra en la época clásica maya 218 La arquitectura maya en Tikal,
144 Eclipses solares: Simon Martín Guatemala
la angustia del final Peter D. Harrison

Nikolai Grube 186 Un juego a vida o muerte:


el juego d e pelota maya 232 Procesiones, peregrinos y porteadores:
Pierre R. Colas y Alexander W Voji las calzadas ceremoniales
Markus F.berl

234 Para comprender las pinturas


murales de Bonampak
Mmy Milla

244 Saqueadores de tumbas en la selva


Nikolai Grube

246 El arte de la pintura clásica


sobre cerámica
Dorie f<.eent.s-Budet ·
·1 :1
Representaciones religiosas Del clásico al posclásico Época hispánica

262 Los dioses de los mayas clásicos 322 ¿Lento declive o nuevo comienzo ? 372 L a conqu ista española d e Yucatán y
Kar/Taube El cambio de la civilización maya Guatemala en los siglos XVI y XVII
clásica en la región del Puuc Christian Prager
278 Enanos d e la corte: Nicho/as P. Dumiing
acompa ñantes de los señores 382 Kanek': el último rey maya itzaj
y mensajeros del inframundo 338 ... y luego fue esculpida la preciosa Temis Vayhinger-Scheer
Christian Prager piedra; canteros y escultores mayas
Elisabeth Wllgner 384 Entre la adaptación y la rebelión :
280 Mitos de la creación y la sociedad maya en la época coloniaJ
cosmografía de los mayas 340 La dinámica del proceso de (1546~1811)
Elisabeth Wllgner maduración de la organización del A11tj e Gunsenheimer
Estado en la sociedad posclásica
294 Embriaguez y éxtasis Mari/y,, Masso11
Nikolai Grube
354 El arte d e tejer
296 Las oscuros secretos de los mayas: Stefa11ie Teufel
la ex ploración arqueológica
de las cuevas 356 Las dinastías guerreras:
Jame_; E. Brady el posclásico en las tierras altas mayas
Frauke Sachse

308 Jaina:
la isla necrópolis
Chrútia11 Prager

310 La muerte y las concepciones del alma


Markus Eberl
II 11
Investigación Los mayas en la actualidad Anexo

396 En busca de vestigios: 416 Los m ayas de hoy: d e la privación de 428 G losario
el descubrimiento de los mayas derechos al m ovimiento indígena
a través de la cie ncia Nikolai Gmbe 442 Resumen d e los centros históricos
Eva Eggebrecht
450 U na selección de colecciones y m useos
412 Ciudades mayas:
hundidas, excavadas, conservad as 456 Dinastías reales
Markus Eberl

460 Cuadro cronológico sinóptico

466 Consejos para la escritura y


pronunciación de la lengua maya

467 Autores

468 Bibliog rafía

474 Índice

478 Créditos fotográficos

480 Página de créditos


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PRÓLOGO
Nikolai Grube

"< Quién será el profeta, quién el sacerdote que interpretará la lengua de los jero- y a cultivar maíz exclusivamente, hoy se sabe que desarrollaron for m:1~ ele agricul-
g líficos ?" Con esta pregunta finaliza e l lihro Chilam /Jalam de Chumayel (1782), tura intensi va ya desde el periodo precl:ísico, que con struyeron bancales elevados y
escrito en la época del dominio colonial español por un maya q ue evidentemente ya canales en los terrenos pantanosos, que impulsaron una horticultura a gran escala
no c: ra capaz de descifrar los enigmáticos sig nos de sus ante~asados. Ya nadie sabía y que concibieron sistemas complejos de regadío. Hasta no hace muchos años no se
nada de las grandes ciudades, nadie conocía los nombres de los viejos reyes, estaba sabía nada de las grandes ciudades preclásicas del norte de Guatemala, donde las últi -
prohibido hon rar a los antiguos dioses y sus estatuas de arcill a yacían destrozadas en m ~s excavaciones datan de unos 500 años antes del com ienzo el e la civilización urba-
el suelo. Pocas veces ha sido tan exacto el cli ché de la cultu ra hundida como en el caso na en las tierras bajas. Y sólo desde hace dos o t res años estamos seguros de la leng ua
de los mayas. Cuando en el año 1840 el viajero y explorado r John Lloyd Stephens en que los escritores mayas redactaban sus mensajes. Los descubrim ientos continúan.
encqntró entre la bruma de la selva virgen los res~s, completamente cubiertos, de Las sorpresas son inevitables cada vez que los arqueólogos deciden utiliza r sus palas.
la ciudad de Copán, recu rrió a la metáfora del naufragio: "La ciudad se extendía ¿Qu ién iba a pensar antes del año 1997 que bajo las ruinas de b acrópolis de Ek
fre nte a nosotros como un barco partido en medio del océano con los mástiles rotos, Balam se ocultaba una fachada de estuco magníficamente conservada y, adem ás, con-
,;I nom bre bor rado y la tripulación muerta. No había ningún superviviente que cebida en el estilo de la arquitectura de Chcncs, sin correspondencia alguna rn una
pudiese ind icar a quién pertenecía la nave, ni el tiempo que lle vaba de ruta ni, en
defini tiva, las causas de su naufragio. Un enigma absolutamente único, un oscuro e
impenetra ble enigma ... " (fotografía V).
No fueron ni sacerdotes ni profetas quienes descifraron los jeroglíficos, sino cien-
tíficos, viajeros y aventureros. Caminando a pie por la jungla, con un machete como
ún ica a rma, fueron descubriendo prog resivamente nuevas ciudades inmersas en el
océano verde de la vegetación tropical (fotografía 11). En su mesa de trabajo, entre
pilas de libros e impresos de ordenadores, analizaron los conocimientos astronóm i-
cos de este pueblo. Arrodi llados bajo un sol abrasador sobre el pavimento de una casa
puesto a l desrnhicrto, co piaro n milímetro a milímetro las huellas del aplastado hueso
ma xila r de un maya enterrado hacía 3.000 años. Pero al fin y al cabo no sabemos nada
de la t ripulac ió n y desconocem os los nombres de l ba rco y del capitán que lo dirigía.
Siglos después de la pregunta retórica del libro Chilam Balam de Chumayel, los cien-
tíficos continúan t ratando de descifrar los jeroglífi cos.

Nueva imagen de los mayas

En ningún ot ro ámbito de la a rqueología han sufrido las icb1s y los conceptos un


cambio La n profu ndo y radical como en el de los estudios sobre la cultura maya. En
este caso se habla desde todos los puntos de vista de un cambio de paradig ma. Si hace
todavía algunas décad as se creía que los ma yas se dedicaban pacífica mente a rnltivar
maíz, a observar las estrellas y a ho nrar el tiempo ba jo la d irecció n de los sace rdotes,
hoy se sabe q ue estaban gobe rnados por reyes y príncipes tan aferrados al poder y tan
vacuos como los soberanos de cualquier otra civilización. Aunque todav ía muchos
libros insisten en que los m ayas se limitaban a rotura r los campos m ediante el fu ego

Doblr p:igina anterior: l\:'oble.c con lllzos iagrudos y cesta;; de lI ,.Jlfr,d Pcmv,i/ Ma11ds/11y m Chiché11 lrzá. Fotogmf,11
tabaro. Palenque, Chiapas, México, banco del templo XIX, de placa de vidrio de H.N. Sweet, /¿,J89
ludo o,c,drn1t1. Clá.rico tal'dío, 736 d.C. El cit'ntífico y explorador brit:lnico ¡\\frcd Pncival
Mau<lslay (1 851l-19JI) fue un pionero de los estudios
mayas. A los .m:iños de cdaJ oy6 h.1hlt1r de las ruinas Je
Cop:ln y de Quirigu,í y drciJió visir:ir :1qucllos lugares.
( Mapa ge<Jnw,fo/6giw del rerrirorio maya Su breve estancia se convirtió en un:i p:1sión de por ,..¡Ja.
La región centroamericana con la impronla de l:i cultura En sm largos viaje~ Maudslay ... isitó y cswdió la::. ciuda-
maya comprende un /ire::i de 500.000 km: y se divide t'n des de Palenque, Cop:.ln, Quirigu~, Chichén ltzá, Tikal y
Cl!lCr, e~rndo~ moderno~. Y.ixchilán.
extensa zon<1 :' (fotogr:dí,1 111). Cada año aparecen datos que n os obligan a rev isar de raigambre institucio na l, no sólo quedan por resolver problemas de gran interés
. , e1e los may.,s y a;c
nuestra v1s1on I nu nc1a
. r a enrrana
- 11
J es concepciones. científico e h istórico, sino que además los estudios tienen que afrontar el desafío <le
Pero es 1ust,1mrnte este din, m1sn10 y esta increíble evolución lo que tanto incita la destrucción de la herencia cultural maya. Hace ya tiempo q ue las obras de arte
al estud io de la nvili z:ición ma)ª· ¿E n qué otra parte del mundo permanecen aún mayas han alcanzado cifras exorbitantes en el mercado; se trata de objetos proceden -
ocultos en la selva centros entcr~(~ de una cult ura an tigua cuyo m apa arqueológico tes en su totalidad d e excavaciones fu rtivas llevadas a cabo po r ladrones de arte que
p resema incluso comarcas e nte ras1en blanco ? ¿F.n qué ot ro lugar d el mundo son tan se introduje ro n sin ni ngún miramiento en las p irá mides para saquear las tumbas.
escasos nuestros conocimientos de las bases económ icas d e una civ ilización antigua?
¿En qué otra parte del mundo desapa recieron todas las graneles ciudades de una cul -
tu ra, aban donadas por sus habita ntes sin que se cono7.ca n las causas determina ntes de
[[I Fachada de estuco de la ac,.ópolis. 1:·k Balam, Yucarán, de conservación y con una riquc7.a ele c!etalles únicos en d
dicho abando no? .. mundo maya. Junto a la calirforl rle la escultura, lla,n6 la
México. Piedra revestida de estuco y pi11tt1do
Los estud ios mayas se encuent ra n todavía en mantillas. Constituyen una discipli- Los ary_ucólugos del Instituto l'i.1cional Je Antropología e atención d re\'l'stimicnto de b puerta en forma de fauces
Historia (INJ\H) cfcctu:iron excavaciones entre los años abiertas de s,:rpicntc; se rr:ira ele una decoración que sólo
na tan rec iente q ue pr,ícticamen tc no existen instituciones ni cá ted ras uni versita rias 1998 y 2000 en la zona arqueológic, <le Ek Babm, en cuya aparece en el lejano estilo arquitcctbnic:o de Chcncs,
dedicadas a la investigación científica de esta cu ltura. Como consecuencia d e la falta acrópolis descubrieron un friso Ji: t'.Scayok1, en un est:i.do
Los arqueólogos han perdido desde hace ya mucho tiempo la batalla contra ellos;
los centros mayas han sido saqueados en su gran mayoría y alg unos incl uso ha n su-
frido una total destrucción para llenar las vitrinas de coleccionistas de Hoston y de
Ginebra. El estudio, la protección y la conservación fut ura de los centros que subsis-
ten requerirán enormes esfue rzos. Pero el problema no sólo reside en la falta de
recursos; está, por otro lado, la división política del viejo país de los mayas en cinco
estados modernos (México, G uatema la, Belice, Honduras y El Sal vado r) q ue hace de
cualquier proyecto o iniciativa una avent ura burocdtica. Es cie rto que los cinco csta -
dos se han propuesto crear una " ruta maya" con el objeti vo de desarrollar la integra -
ción turística del mundo maya m anteniendo las fronteras abiertas aJ viajero, pero en
cualquier caso la investigación científica de esta cu ltura no ha obtenido las mismas
ventajas de este proyecto.
A pesar de todos estos inconvenientes, actualmente estamos en cond iciones de
perfilar una imagcn del progreso y la evolución de la cultura maya frente a la cual las
anteriores representaciones globales resultan me ros esbozos. Si éstas últim as destaca-
ban el exotismo de la civilización, su diversidad y su singularidad, las modernas
publicaciones, como las recogidas en este libro, presentan a los mayas como un pue-
blo cuyos problemas, intenciones y motivos no diferían mucho de los de cualquier
otro (fotografía [V) . Aun con las connotaciones de exotismo y dc romanticismo pre -
sentes en la palabra "maya", su s representantes se alinean con las grandes civilizacio-
nes antig uas de Egipto, Mesopotamia, 1ndia y C hina.
L a presente obra tiene por objetivo intentar comprender a los mayas y refleja r la
lógica interna de la historia de este pueblo. De este modo también esta cultura entra -
rá en la escena ele la historia unive rsal; todavía hoy la ciencia espera descubri r nuevos
datos que perfilen con mayor nitidez la imagen de esta antigua civili zació n y den
lugar a que sus mo numentos no continúen siendo testigos mudos de una cultura hace
tiempo desaparecida.

IV Re1raro en estuco. Alrededores de Polenqu~. Chiapas,


México; clásico tardío, 600-900 d.C; altura 24,4 cm,
anchura /8,9 cm; Ciudad dr A1bico1 Museo iVacio11ol
de Antropología

En el arte maya la rcprcscmación de cabezas suelt" estar


1dcaltz.ada y no prcsc·nta rasgos individuales. Sólo los artis-
cas de P::i.lenquc parecen haber intentado perpetuar los
r:1sgos reales de los retratados. fa.te: retrato en csruco Je un
maya desconocido - ral vez un príncipe o uno de los reyes
d1: Palenque- es un:l verdadera obra macSl r:l que ofrece b
expn:s1va im.:igen de un personaje <lesta~ado.

V Grun Plaza de Copán. L,tagrafia m color de Fredaic:k


Carherwood, hac,a l 84U
.. No pretenderé interpretar b imagen <lt': lo~ sobrecogc-
<lorc~ efectos dt' los monumentos mismos, tal como ~
encuentran en el corazón de una selva tropical, silenciosos
)' M.>lemnn. con su extrafia y marav illosa planta, soberbia-
mente cincelados.. .'', escribfo John Lloy<l Stcpben!i, quien,
en compañb del dibujante Fre<lenck Cathcrwood, redes-
cubrió para la cienna en el año 1840 las olvidadas ruinas
dl' Cop.ín.
Los a rqueólogos califican de preclásico el periodo en que fue desarrollándose
lentamente la cultura maya y lo subdividen en temprano (2000-900 a.C.), medio
(900-300 a.C.) y tardío (300 a.C.-250 d.C.). Si en el preclásico temprano se formaron las
primeras com unidades rurales, el preclásico medio destaca por la aparición de las pri-
meras muestras de una arqui tectura ~onumental en piedra. E n esta época surgieron
en los poblados jerarquías sociales, como se desprende de las diferencias en la riqueza
de ornam entación de las tumbas y de los antiguos monumentos de piedra q ue repre-
sentan a dignatarios. Las excavaciones de los últimos diez años han modificado pro-
fundamente nuestra visión de este periodo. Al norte de G uatemala, no lejos de la fron-
1 tera mexicana, se han descubierto enormes emplazamientos urbanos que datan del
preclásico medio y que, por tanto, fueron contemporáneos de las ciudades de la cultu ra
olmeca de la costa del golfo de México, q ue en épocas pasadas fue considerada como la
1
cultura matriz de Centroamérica.
En el preclásico tardío la d ife renciación social fue haciéndose cada vez más com-
1 pleja. Este hecho determinó probablemente la aparición de Estados o de entes políticos
con una jerarquía claramen te perceptible de sujetos con capacidad de decidir y con un
1
poder centra l asentado en una capital. El preclásico tardío se caracteriza por sus obras
mo nume ntales, básicamente templos y palacios, decorados todos ellos con sobredimen-
sionadas máscaras de dioses en estuco. Las excavaciones de Calakmul han alumhrado
incluso una obra arquitectónica única. E n efecto, allí se encontró un edificio preclásico
dotado de una verdadera bóveda, es decir, autosustentante y con su propia clave, en
tanto que los mayas del periodo clásico recurrían exclusivamente a la bóveda falsa,
fo rma de construcción que sólo ellos utili zaron en toda la América precolombina y que
constituyó la base de su arquitectura monumental y de su urbanismo.

1
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lt VI /i¡¡c/a 50. /zapa, Chiapas, México, pla,a pr111cipal; pre- y de altares ele piedra reflejan las actividades rituales de
1 clú!lco tardío, J(J() a.C.-/0() d.C.; piedra arrnisca; Ciudad de sus habitantes. La estela 50 repreS<:nta a un dios de la
1 Mforo, Mmro Nacional dr Antmpologfa muerte en posici()n sedente; de su esqueleto p:trtcn líneas,
El momento Je mayor c,plendor de la ciudaJ Je lz,ra, cspirnlc:, y :1caso la figura de una rfivini<larl o de un :mi-
situada cerca Je b cosca Jd Pacífico en una zona de cul- ma!. imagen tal vez de un acompañante <le alma~.
ri\·Odel c3cao, fue el prcdáMco tardío. Ciento) <le: estdas

VII Ser fabuloso en mi trono. Palc11que, Chiapas, Mtx1ca, fut cncontr:i.rf:i en una tumba situacln fuera del ct.•ntrn de
grupo B. edific,o J, trunba /; dáJ1co tardío, 600-900 rl.C.; Palenque. Su ronscrvaci6n es magnífica e incluso mues-
arcillo modelada, pmtada;fig11ra: altura 17 cm, anchura tra restos Je su pintura primitiva. Toda\•Ía se desconoce
8,3 cm, trono: ullura 6,6 cm1 anchura 13,ó cm; Palent¡ttt', la iJenridaJ ne la figura sentada en el trono. Po<lría tra-
Museo de Sitio "Albnto R,rz Lh,ril/ir1·• tarse de un ser fabuloso mirad Pª"º mitad hombre, o tal
Los C)tudiosos de la cultura maya St" enfrentan una y otra vez simplemente <le un hombre con máscara.
ve1. a los límite) Je sus po:.ibilidadcs de inrcrprctac1ón,
corno )Ucerle con est3 e.xtraor<l11¡aria. figura de arcill:1gue

Periodos y lugares
Los antecesores de los mayas llegaron a l contine nte americano a través del estre-
cho de Be ring durante la última glaciación. En calidad d e cazadores y recol ectores,
estos po bladores ocuparon las tres regiones en que geológ ica y cl imáticamente se sub-
divide el territorio de los mayas: costa del Pacífico, tierras altas y tierras bajas. Se sabe
muy poco de la primera fase de la cultura maya, la época arcaica, aunque consta que
en el segundo mile nio anterior a la era cristiana la ge nte ya residía en aldeas, como
consecuencia de la aparición de la agricul tura y de los com ienzos dd culti vo del
maíz. A este periodo se remontan los primeros objetos de alfarería que nos han lega-
do los mayas. Este proceso no se llevó a cabo de um1 fo rma general ni tampoco simul-
tánea; es probable que el sedentarismo comenzara antes en la costa del Pacífico que
en las tierras bajas.
Fina lmen te, en el preclásico tardío aparecieron los primeros monumentos de pie- VUT ]eruglífico ,n m11ro. Pal,nqu,, Chiaf<Js, México, al hecho Je encontrarse en plena selva. lejos del centro
templo Olvidado, intradós d, la puma d, acceso: 647 d.C.; urbano propiamente dicho. El rey Pakal lo construyó en
dra con jeroglíficos. En los textos más antiguos la escritura presenta tal grado de sim-
estuco modelado, pintado; altura 17 cm, anchura 21 cm,· daño 647 d.C., como se desprende de los jeroglíficos en
plificación y al mismo t iempo de complejidad para ser d escifrada que se presupone Palenque, 1\ilu.seo Je Sitin "Alberto Nuz Lhuillier" estuco que antíguamcmc adornaban el edificio. En la
El primer edificio construido pnr el gran rey K'inich fotografía aparece uno de ellos, que forma parte de los no
la existencia de otras fases previas; el hecho d e que no existan muestras d e las m ismas
lanaab l'akal (615- 683 d.C.) fue el templo llamado descifrados todavía.
puede d eberse a que se escribieron en un mate rial perecedero o simplemente a que OlvidaJo. Se trata Je un edificio que debe ,u nombre
aún no se ha dado con ellas.
A finales del precl;ísico tardío se registraron en todo el dominio maya diversos
acontecimientos decisivos, conflictos bélicos y desplazamientos demográfi cos. En más que una de las muchas manifestaciones a través de las que se ha expresado el arte
El Sal\'ador, la erupción del volcán llopango sepultó parcia lmente las tierras altas maya a lo largo de su larga histori a.
ba jo cenizas y lava . En las ti erras ba jas se produjeron probablemente cambios climá - ·El periodo clásico se subdi vide en dos fases, en tres segú n algunos estudiosos.
ticos, pero también debieron d e estallar conflictos armados. Fueron m uchas, aunque Son el cl:ísico tempra110 (250-550 d.C.) y el clásico ta rdío (550-900 d.C.). El concepto
no todas, las ciudades preclásicas abandonadas. La m ayo r ciudad maya d e las tie rras de chísico fi nal utilizad o por algunos historiadores se refie re a los últimos 100 años del
,ilta\, Ka minaljuyú, fu e conquistada por los amecesores de los actuales k'iche'. clásico tardío, cuando la cultura maya de las tierras bajas presentaba ya todos los signos
d e su inminente desmorona miento. Du rante el periodo clásico en las tier ras bajas ha-
bía d iversas ciudades-estado enfrentad as ent re sí. Al fren te de cada una de ellas había
El periodo clásico un rey, que legitimaba su pode r en el o rigen divino de sus a ntecesores y actuaba de
intermediario e ntre el mundo de los dioses y el de los hombres. Los suntuosos palacios,
Sc.:1ialar el año 250 d.C. como frontera entre los periodos preclásico y clásico no el lujo material y las obras de arte destinadas a la representación de u nos soberanos ple-
de ja de ser u na convención, una fijac ió n de naturaleza arbitraria para establecer un namente conscientes de su cond ición son otros tantos testimonios de una sociedad cor-
marco cronológico gene ra l. E n real idad, el paso del p recl ásico al clásico fue paulati- tesana muy desarrollada. También la escritura jeroglífica fo rmaba parte de la cultura
no )' no se produjo simultáne,1 mcnte en todas las reg iones bajo e l dominio maya . d e la aristoc r,1cia; son miles d e textos que, consignados en columnas conmemo rati-
La periodización en vigor plantea el problema adicional de haber sido establecida en vas d e piedra que los estudiosos designan con el nombre de "estelas", en alta res, mura-
un mome nto en el q ue b civilización m aya se asociaba exclusivamente al periodo clá - les, cerámicas y joyas, registran las biografías y hazañas de los reyes e informan de g ue-
sico Ya sus logros. E l periodo preclásico cumplía la función d e precedente inmad u ro rras y alianzas, aunque también simplem ente del artista q ue ha creado la obra en cues-
Y el cl,isico tardío se concebía como la fase de decadencia subsiguiente al colapso de tión (fotografía VI 11). El descifram iento de la escritura m:1ya es, sin duda a lg una, uno
las ciudades de las t ierras ba jas, dado q ue sus legados materiales resultaba n menos de los logros más importantes d e la a rqueología y nos ha permi tido reconst ruir la situa -
espectaculares q ue los del chísico. E n la actualidad, la mayoría de los in vestigadores ción política del periodo clásico y también la cultura intelectual, la astronomía y la
adopta una perspectiva mucho más amplia y conside ra q ue el pniodo clásico no es m itología de este pueblo.
El periodo posclásico
Durante mucho tiempo el periodo posclásico fue considerado como u na fase de
decadencia, pues las m uestras de su cultura descubiertas por los arqueólogos e ran menos
espectaculares y valiosas que las del periodo clásico precedente. Hoy, sin embargo, se
parte de la base de que tras él se oculta la nueva conciencia q ue de sí mismos tienen sus
representantes. Si el periodo clásico fue la época d e los reyes di vinos despóticos, las
menores dimensiones de los palacios y la menor suntuosidad de la a rquitectura o ficial
indican que se redujo la importancia de las elites d irigentes trad icionales. Como contra-
partida se formó, según pa rece, una especie de clase media que tomaba parte en el co-
mercio a larga d istancia y obtenía beneficios del mismo. En el periodo posclásico, el
comercio se increm entó en términos generales, según se desprende d e las mercancías
exóticas tales como el oro importado del sur de Centroamérica, las turquesas del sudo-
este de Estados U nidos y el cobre ele la costa occidental mexicana.
También el periodo posclásico se subdivid e en distintas fases. Se considera posclásico
temprano (900-1200 d.C.) la época en que Chichén ltzá, metrópol i que mantenía estre-
chos contactos con el sur de Centroamérica, dom inaba el norte d e la península de
Yucatán. El auge de la ciudad de Mayapán y la influencia que ejerció en todo Yucatán
de finen el posclásico medio (1200- 1450 d.C:.). Fue también la época en que los mayas k'i-
che' dominaban e imponían su sello en las tierras altas de Guatemala y en toda u na serie
de pueblos extranjeros. El periodo posclásico tardío es la fase inmed iatamente anterior a
la conquista española. En la península d e Yucatán, el territorio controlado por Mayapán
se desintegró en diversos estados rivales, algunos de los cuales pactaron con los españoles
a principios del siglo XVI con el ún ico objetivo de contar con unos aliados en sus luchas
contra sus hostiles vecinos. En las tierras altas de Guatemala el posclásico tardío significa
la pu janza de los kaqchikcl y de su capital, Iximché, en tanto q ue d ecayó la importancia
de los k'iche'. N o obstante, en las tierras bajas centrales, donde anteriormente había flo-
recido la cultura maya, surgió un estado poderoso en el posclásico tardío y los mayas itzaj
pudieron hacer frente a la conquista española hasta el año 1697 desde la capital insular de
Noj Petén. Cabe señalar que el fi nal del posclásico tardío y el comienzo de la era colonial
no fueron simultáneos en todo el territorio maya.

Época colonial y época actual

TX Arco dt puerta en la estmcwra nnnc dt la acrópolís, uqucológicos en la actual Guaremala y en México t:s La mayoría de las representaciones de la cultura maya concluyen definitivam en te
//zimti, Campeche, Mixico;Jorogmfía de Teobert Maler, 1887 fruro de su incansable actividad. En 1880 y 1890 llevó a
con la conquista española, corno si con ella se hubiera cerrado la historia de este pueblo.
Al igual que Alfrcd Pcrcival Maudslay, el arquirwo, caho numerosas expe<liciones en b penínsul:1 de Yucalán
avenmrcro y viajero gcrmano-:mstríaco Tcobert Male:r rlonrle .se encontró, en la ciud::ui <le Iximché. con grupus Sin embargo, a pesar de las crueldades de la conqu ista m ili ta r, de la esclavización y de
(1842- 1917) fue uno de los pioneros de lo, estudio, mayas. de edificios consLruiJus en el primer estilo Puuc, entre
las enfer medades transm itidas, q ue redujero n d rásticamente la población nativa, los
El rlescubrimicnto de un elevado número de yacimientos dios d arco de punta a4uí reproducido.
mayas sobrevivieron y conser varon mú ltiples aspectos de su cultura. También h icieron
historia bajo el coloniali smo, como lo d emuestran sobre todo sus insurrecciones frente al
régimen colonial. Tampoco el proceso de independencia de España de los países latino-
americanos, q ue tuvo luga r de 1821 en adelan te, mejoró las condicio nes de vid a de los
El clásico tem prano se ca racteriza en buena parte por los contactos con la metró- mayas y de los restantes pueblos ind ios d el continente. Los primeros habitantes de
poli d e Teo tihuacán, situada en el centro d e México, la mayo r ciudad del á mbito cul - América fo rmaron durante mucho tiempo grupos marginales situados en el extremo
tural mesoamericano. Ahora sabem os que estas relacio nes ejercieron un a in fluencia m ás bajo de la jerarquía social, aun en los casos en que constituían mayoría. En este sen-
di recta en la política y en la historia dinástica d e la civilización maya. En esta fase se tido ni siquiera introd ujo cambio alg uno la mayor y más afortunada insurrecció n maya,
fue desa rrollando el antagonismo entre las dos s uperpote ncias de los mayas de la la llamada guerra de Castas (1847-1901), en el curso de la cual los mayas de Yucatán
época clásica, Tikal y Calakmul, un antagonismo que term inó dando lugar a d os conquistaron prácticamente la totalidad de la pen ínsula.
g randes sistem as de alianzas. Ambos defi nieron la política y la estrategia a principios La violencia represiva y el desprecio de su cultura han sido las características de las
d el pe riodo clásico tardío, pero terminaron queb rando para iniciar un proceso de des- relaciones con los mayas hasta la época actual, en la que ya no aceptan resignadamente el
composición y de desintegración que fue acelerado por las catástrofes naturales y la tutelaje y el paternalismo. En México y en G uatemala han surgido fuertes movim ientos
St1perpoblación. Duran te los siglos IX y X d .C ., las ciudades fueron abandonadas una mayas cuyo objetivo es la conquista de sus derechos políticos y culturales. El futuro mos-
tras otra por rns habitantes; sólo unas pocas familias pe rmanecieron en las d esmante- trará si tendremos que añadi r a la histo ria de este pueblo nuevos capítulos en los que acaso
ladas ruinas de sus antiguos palacios. haya que hablar de igualdad d e derechos y de autodescubrimiento cultural.
X Tapa de bóveda de la tumba con incisiones. Camcul,
Tiempo de descubrimientos Belice. Grupo Conchita;finales del clásico temprano o princi-
pios del clásico tardín, 500-650 d.C.; piedra caliw ton inci'sio-
''Esta ndo de caza he yisto una estela en la selva", dijo Andrés, un joven maya que m•.s; t1ltura 88 cm, anchura 22 cm; Caracol, sitio arqueológico
La figura, ricamente vestula, lleva en la cabeza como
intervino e n el d(Scubrimiento de las ruinas de C aracol. Nadie acababa de creerle; adorno b m:íscnra del dios ltzamnaaj. La cadena Oc: per-
con demasiad a frecuenc ia se presentaban como su puestas estelas pied ra s que, con sus las ele jadei los grnn<les pemJicntts y los adornos de enea;
je de las extremidades reflejan la elevada posición <ld
grier:is y fo rmas d ebidas a un cap richo de la naturaleza, sólo haciendo uso de gran- personaje represenra<lu. Sobre la cabeza hay dos jeroglí-
des dosis de fa ntasía podían pasar por representaciones de reyes. ¿H abía que con fi a r ficos parcialmente conserv~1dos que con toda probabiJJ.
dad indir:rn el nomhrt' drl retratado o dd {lifunro. En la
en la, palabras de l muchacho y emp render un difícil cam ino entre plantas trepa- p:1rte inferior aparece una fecha rnmhién incompleta; t:s
doras. cit: nagas y lianas ún icamente para termina r ·s ufriend o un nuevo desengaño? posible que ,;;e trate <ld Jía en que se ccrr6 la bóveda.

Finalmente, se impuso la fue rza pe rsuasiva de And rés y a la mañana siguiente parti6
una expedi ción para adentrarse, kilómetro a kilómetro, en un territorio no hollado
probablemente en los últimos 1.000 ai'i.os por ningún pie humano, exceptuando los d e
And rés en su excursión venatoria . El sonido metálico del machete cortando la espe-
,ur:1 no cesaba ni un momento mientras los mosquitos se arremolinaban atraídos por
el sudor. Fina lmente se oyó la voz del g uía: "Es aquí", pero no aparecía ninguna este-
la por ni ng una pa rte ni se divisaba edificio alguno. Eso sí, al fo ndo se encontraba el
pozo que, abi erto por los excavado res fu rtivos en su búsqueda de tesoros, conducía a
una pir:ímide in fe rior. Los resLos d e ce rámica y d e huesos indicaban que los ladrones
habían encontrado en ese lugar una tumba. Andrés seña ló con gesto triunfal una pie-
dra si tuada en las cercanías de la tumba; se traraba, en realidad, de una piedra con
inscripciones (fotografía XI). No era una estela, sino una de las tapas de bóveda q ue
en otros tiempos cumplía la función ele sellar la tumba. S in embargo, una como aqué-
lla no se había d escubierto todavía en las tierras bajas me ridio nales. En ella un artis-
ta maya trazó con líneas seguras y finas una figura humana, probablemente el difun- XI Andrés j unto o lo tumba y ceno de la tapa de bóveda
Tras una larga marcha St' alcanzó la meta: un grupo de
to vestido ele ceremonia, y consignó su nombre y la fecha ele su mue rte (fotogra fía X). construcciones irrdt'vante~. difícilmente visible en el en-
Jam.ís se ha bría im aginado que alguien, ni siquiera uno de sus descendientes mayas, torno ondulado y totalmente cubirrtu por la selva. Los
sayuea<lores se habían ,,dd anta<lo una vez míls, pero no
fuera a contempla r esta piedra destinada a los d ifuntos. Acababa de iniciarse la época S< habían llevado J e la tumba la tapa decorada. Pro-
de los d escubrimientos en el te rritorio maya y aún en la actual idad son innumerables bablementt.: les frt·nó el peso <le la pictlra, por suerte para
los estuJiosm. pues 110 se habían dc~ubicrw tapas ele
los testimonios ele esta antig ua civili zación, tan floreciente e n otros tiempos, que espe- bóveda similares en ninguna otra parte de las tierras
ran ser descubiertos. baja~ mayas mc::ridionalcs.
LOS PRIMEROS
• HORIZONTES
VOLCANES Y SELVA:
UN VARIADO ESPACIO VITAL
N iko la i Grube

El :ímbito geográfico en el que tod avía viven los mayas es prácticam ente idéntico al Aparte de las oscilaciones estacionales, las precipitaciones meteorológicas va rían tam-
de b región en que se establecieron sus pred ecesores hace tres o cuat ro mil años. El bién en función de la geog rafía. Las menores ca ntidades d e lluvia caída se registran en el
"mundo maya" comp rende los actuales estad os mexican os m eridio nales de C hiapas, noroeste de la península (con 475 mm Je promed io anual de p recipitaciones); cuanto más
Taba,co, Campeche, Yucatán y Q uintana Roo, el pequeño estado d e Belice (antigua- al sur, más intensas son las lluvias, y alcanzan los 3.000 ó 4.000 m m en el d istrito de
mente I londu ras Británica), independizado d e Gran Bretaña en 198 1, la totalidad de Toledo, al sur de Belice, hasta superar los 4.000 mm en la región de Palenque, en Chiapas.
Guatemala. F.I Salvado r y H ondu ras occidental. N o obstante, las precipitaciones meteorológicas efecti vas pueden sufrir g randes va riacio- .
La civilización maya se extendía por la región septen trional de Centroamérica, en el nes. H ay años realmente secos y años de lluvias excesivas, con repercusiones desoladoras
istmo que.: une el norte con el sur del continente. Mientras el límite.: meridional del terri- para la agricultura en am bos casos. También puede varia r el com ienzo de la temporada
torio "'' el nd-a no Pacíf1co, la pen ínsula de Yucatán se extiende entre el golfo de México
y el Caribe (fotografía 1). Toda la región se encuentra al sur del trópico d e Cáncer y es, l Mapa gtoflsico del rerrirorio maya paisajbtic::is. El paisaje, el clima)' l:i vegetación subdividen
por tanto. tropical. F.sre territorio. en el que acrnalmcnk st' encuentran los la rcgiún m:1y::i en tres grnn<ln zonas: la llanuf..i litoral del
est:ufos de Mfxicu, (;u:ircmala, Belice, HunJuras y El Sal- Pacífico, las tierras altas, 4ue son vold niras, )' las tierrjs
Los grandes desniveles existentes en el interior del territorio habitad o por los mayas, \·a<lor, se caracteriza por 13 gran diversidad de sus form::is bajas. sUa\'emente ondub.da), <ld norrc.
la g ran difni:nc1:1 de precipitaciones geográficamen te con d icionada y la d iversidad de
suelos han induciJo a los científicos a subdividir el espacio vital maya en tres grnndes
regionc.:,: h1 llanura litoral del Pacífico, las tierras altas, de formación volcánica, y las tie-
rras ba j.is. suavemente onJubda,. Como el foco Je la evolució n cultural maya se hallaba
Selva tropical
en las tierras bajas y fue allí donde florecieron en el period o clásico las grandes ciudades-
estado, es preciso d edicar especial atención a este á mbito cultural. Bosque de montafta y lluvioso
Chichén ltzá
Heibazaltropic.al

Bosque seco perenne


Clima tropical
Zona pantanosa inundada
en la temporada de lluvias
El clim~l de la totalidad J e la América tropical situaJa al norte del Ecuador se
car:1ctcriza por las estaciones lluviosa y seca. Como sucede en todos los países tropica-
b, la ternporad:i de lluvias coincide con la posición alta del Sol en verano. Las primeras
precipitaciones aparecen a finales del mes d e m ayo y aic.l!lzan su pu nto cu lm inante en
junio. A principios d e agosto, la temporada d e lluvias se interrumpe durante un breve
------
"'comalcalco

periodo seco, conocido con ti nombre de "canícula", para recupe rar su intensidad en
se¡mc.:mbre, cuando el Sol vuelve a situarse rn posición alta (fotog rafía 2). En las tierras
altas la temporada de lluvias concluye en octubre, en tan ro que en las tier ras bajas con-
tinúa con frecuencia hasta diciembre. ! ,os meses comprendidos entre la canícula y el fi -
nal d el año const ituyen la temporada de los huracanes tropicales, que se forman en el
Caribe.: en torno a zona, de d epresión barométrica extrema. Cuando se acercan al con-
tint nl(' pueden provocar enormes catástrofes, como suceclió con el huracán M itch, q ue
en octubre de 1998 sepultó bajo grandes masas de agua y lodo vastas extensiones de
H ondura, y del \:Ste de Guatemala.

Kaminaljuyú
Dohlc p.igrna .tnH.:nor: l Visto de laJ· 1terra.; altaf de Crtutemalo
Lago d,: A111/á11, Cuatc:mala
"'E~ una reg1ém t.lfl hnmosa qut' duele", escribió Oliver l ,::t
Los VfJlranc\ pMcialmi.:nte activo::,, de San Pl~dru (izquif'r- Í'.arg~ en b década Je 1920 rcfi rif ndose a la!!! uerras airas
da), Tolun.in y A1itljn (~,I fondo) Jomrnan d pmtme~rn <ll· Guatem:ila y a ::,u ¡x,hbción. Los pcqucfius pobbrlos
¡Y.US;\ jt:.
mayas, los vnlc:rne-.s y sus humos, los pin.ircs y los c.1,mpos o 300km
de maíz. ésmeradamtnte rultivm.los, compontn tocbvía
hoy la imagen de las uerr:11; altas.
temperaturas superiores a los 35ºC. Las noches son frescas (14-20ºC) y en diciem-
Progreso Ciudad de Belice Rores
Tempealllf• nwdi.l tllOil 25,2 º( 26,5 'C 25,7 °C bre y enero las temperaturas pueden descender en ocasiones hasta el punto de congela-
Pr~aoo.Jtt~ 472,7mm 1866 mm 1940mm
ción. La tierra fría, es decir, las tierras altas propiamente dichas situadas a más de
lOO
2.000 metros de altura, registra temperaturas diurnas agradables (20-27ºC) y noches
100 frías (por Jebajo de los ISºC). Entre noviembre y febrero suelen producirse heladas
medja ~ ---------- ~ ~
14' 40
~ nocturnas en la región.
,. JO

tpoca seca r 20

INTlpO".dt i ridl/
humed.t
Pt~prt¡ciona
m,¡,I\SI.Wlit!i t11 n1m La llanura litoral del Pacífico
Palenque Sepacuite Copán
26,4 'C 20,4 'C 20 '(
3186,7 mm 4059 mm 1620 mm
En el extremo meridional del territorio m aya, entre el océano Pacífico y las escar-
padas tierras altas volcán ica s, existe una fértil franja costera de una anchura que oscila
entre los 40 y los 100 km (fotografía 4). Unos suelos de calidad y unas precipitaciones·

~
elevadas facil itan el cultivo del algodón y del cacao. Actualmente las plantaciones de
1 plátanos y de caña Je azúcar se extienden por las vastas llanuras; toJavía siguen culti-

- vándose el algodón y el cacao, pero ya oo cumplen la importante función económica


q ue les correspondía en la época prehispánica y que tan atractiva hacía esta franja
costera para los mayas y para los pueblos vecinos, que una y otra vez intentaban apo-
derarse de ella (fotografía 5). Los ríos procedentes J e las tierras altas y el terreno de alu-
3 Diagrama dimdth·o de ¡/ísúnto.r lugares de las tierras bajas Flores y Palenque, la époc:1 sin precipitaciones se vión que depositaban acentuaban su fertil idad. Los suelos, ricos en sustancias nu-
También el clima úe las tierras bajas depende de limita a u no o dos ffit'!'>es a l afio, e n tanto que en
diversos factores. No obstante, en gcnrral se obser- Scpac.uire, que se crn.· uentra situado mucho más al tritivas, soo oscuros como consecuencia de las cenizas volcánicas y en esta zona las
va que el n(11ncro de m eses de llt1via se elev:J según sur, llueve por término medio rodos los meses. playas del Pacífico llegan incluso a ser negras. Las precipitaciones anuales se sitúan
se baja hacia el sur en el mapa. En lug;-¡res como
entre los 3.000 y los 4.000 m m, pues en los meses comprendidos entre junio y septiem-
bre las nubes procedentes del Pacífico descarga n en la llanura antes de que el viento las
empuje contra las escarpadas tierras altas.
de lluvias. La inseguridad sobre el comienzo de las precipitaciones y sobre la intensi-
dad de las mismas representa u n g rave factor de riesgo para los agricultores mayas.
A lo largo del año las temperaturas presentan oscilacio nes mínim as (fotografía 3). Las tierras altas volcánicas
Los meses más cálidos son marzo, abril y mayo; son secos, con cielos despejados y un
sol radiante. Durante la temporada estival en que el Sol ocupa una posición alta, es Desde México hasta Costa Rica, las cadenas de montañas de las cordilleras forman
decir, en los meses de junio y julio, la lluvia refresca la atmósfera y las nubes cubren el un puente de tierra ent re América del Norte y Centroamérica. Eo su paso por el terri-
cielo. En las tierras bajas tropicales las tempera turas diurnas osci lan entre los 29 y los torio maya, la cordillera alcanza los 4.420 m de alt itud. No obstante, las cimas más
32ºC y las nocturnas, ent re los 20 y los 24ºC. Por tanto, las diferencias de temperatura altas ele la Sierra Madre - nombre que recibe la cord ille ra a su paso por México y
entre el día y la noche son mayores que las estacionales, por lo que suele decirse que la
noche es el invierno de los trópicos.
En la zona de transición entre las tierras bajas y las tierras altas, llamada "zona tem- 4 Estructura geológica j' mamo vegetal en una lfnea jóYcnes, en cuya porosa mesera caldrca se acumubba
norte-mr del territorio moya rápidamente el agua Je lluvia. Sólo donde- se Jesmorn-
plada", situada entre los 1.000 y los 2.000 metros de altitud, las temperaturas diurnas sue-
El espacio vit;1l mara se caracrerizah:i por unas tierras naban las cavida<lcs cársricas existía la posibili<la<l <le
len ser suaves (24-27º C), pero en la temporada seca no son infrecuentes las tardes con ;ihas voldnicas y por unas rierr.1s ha jas geológicamente acceso a las corrientes suhrerr:íncas.

Tierras altas

Orificios cársticos y cavidades

.. . . - .. ·. Placa calcárea de Yucatán


. .
Guatemala-, concretamente los volcanes Tajumulco y Tacaná, de 4.420 y 4.093 m de
altura respectivamente, no alcanzan el límite de las nieves perpetuas.
Buena parte de las escabrosas tierras altas es todavía tectúnicamente activa; nueve
de los doce grandes volcanes de Guatemala siguen amenazando a las poblaciones cer-
canas con erupciones ocasionales, lluv ias de ceniza y n ubes ele gases (fotografía 6).
Asimismo, en el estado mexicano limítrofe de C hiapas y en El Salvador se registran
repetidamente erupciones volcánicas que han desplazado de sus tierras a mi les de
personas (fotografía 7). Los a rqueólogos creen gue la e rupción del volcán Ilopango,
situado en El Salvador, q ue se produjo hacia el año ISO d.C. desencadenó una catás-
trofe nat ural de tales proporciones que tuvieron que abandonarse casi todos los asen-
tamientos de las t ier ras a ltas. El florecimiento cultural ele las tierras bajas entonces
iniciado está en relación directa con los movimientos demográficos condicionados
por las erupciones del volcán . Asim ismo, el gran terremoto que sacudió Guatemala
en el año 1976 provocó en el país cambios demográficos y políticos q ue todavía hoy
pe rsi~ten. A pesa r de la amenaza latente y constante que representan los terremo-
tos y las erupciones volcán icas, la mayor parte de la población maya de México y
G uatemala habita en las regiones montañosas, lo cual se explica por razones de carác-
ter histórico. Cuando los espa ñoles desembarcaron en el siglo XVI, en las tierras altas
ílórecían varios estados m ayas grandes y recientes; adem ás, los españoles preferían el
clima de estas t ie rras a ltas, mucho más agradable pa ra un eu ropeo g ue el ele las
húmedas y cálidas regiones del llano. Adem ás, para pode r controla r mejo r a los
m ayas vencidos, muchos ele ellos se desplazaron a las tie rras altas desde las regiones
sometidas de las tierras bajas.

5 Las rsrulturas dt' Sa nta Lucía Co:::.uma/huapa en una


finca de coña de oztícar de la llanura litoral del Pacifico.
Santa Luda de Cozunwlhuapa, E~-crúntla, Guatema{u;
c/ds,co, 6()(}..900 d.C., ba,a/to
Actualmente en la llanurn litoral del Pacífico la caña de
azúcar, el algodón y el plátano, sobre todo. se cultivan
en grande:> fincas con destino a la cxponación. Los
excelentes sudo~ de la región hacen posible este tipo de
agricultura. Ames de la llegada de los españoles, d.lver~
sos pueblos 1n1entaron repetidamente ;1podcrnrse de la
zona costera para controlar d cultivo del cacao y el
comercio a <l1!>tanna. Uno <le a9udlm. pueblos --en esk
caso eran oriun<lus del cénlro de México- fueron los
creadores <le la cultura de Cozumalhu:ip.:1. en cuyas rui-
nas se encontr:iron estelas y aha re;:s de piee1rd de un esti-
ln ,1¡eno a lus m:.1yas.

6 1¡·sra del lago .1111/Jn ron los volames Santiago


Y Tofimtin
Encajado emre- lm volcanes Samiago v Tolimán, <le 3.525
}' 3.150 m lit J!iur:1 respectivamente, ~¡ lago Atitlán, for-
mado en un cr.lter y. seglln l-lurnbuldr, el "más ht'fmoso
del munJ1i", se cncuenw1 :i l.300 m de altura subre el
imd <lcl mar. En las IJdnas dt." los volcanes actualmtnte
se cult1\',I c,1ft'. m1t'ntrJ'i que lus habitantes de l:.1s orillas
cid lago \ n·en funJamem,ilmcnte cid cultivo del maíz y
Jc la rc~ca. F.n las c1rill,1s rnerítlional y occidental se esta-
blcc1tmn 10 ,. , ¡ ·¡
ma)a~ rzutu 11 )' en el norte y en el este
~ cncurntr,in 1,, JIJcas <le los kaqchikel. M,ls abajo se
halla
I
Pan,¡ ,ch .¡ I ,
' • t • <..Jlle acrua mente constituye el c('ntro
l el runsn--.n de la región.
Los suelos volcánicos de las tierras altas se formaron en el terciario y en el pleistoce- Las tierras bajas
no como consecuencia de las violentas erupciones de piedra pómez y ceniza. Así surgie-
ron unos sed imentos de varios centenares de metros de espesor que quedaron recubier- La selva tropical de montaña de la región de Verapaz da paso paulatinamente en
tos por una fina capa de suelo fértil. A lo largo Je miles de años, la llu via y la e rosión el norte a las tierras bajas, geológica mente recientes, que constituyen la región cen-
config uraron un pa isaje muy escabroso con profundas quiebras erosivas entre las sierras, tral de la cultura maya clásica (fotografía 4). Las tierras bajas meridionales compren-
aunque también existen extensos valles de suelo fértil (fotografía 7). den la región de la selva lacandona de Chiapas, el estado federal mexicano de Tabasco
En la tra nsición de las tierras altas a las bajas hay una zona de calizas te rciarias y cre- y e l sur de los estados fede rales de Campeche y Quintana Roo, los departamentos de
tácicas que en los luga res más húmedos de los límites de las tierras bajas han adoptado Petén e Izaba! al norte y este de Guatemala, e l noroeste de Hondura s y la totalidad
formas fantásticas debido a la erosió n. Como consecuencia de las intensas precipitaciones de Belice, en tanto que las tierras hajas septentrionales abarcan la península de
meteorológicas, que superan por término medio los 4.000 mm al año, y ele una tempo- Yucatán propia mente dicha, es decir, la zona norte de los estados federales
rada de lluvias especialmente larga, ha podido formarse en esta zona un bosque tropica l, de Campeche y Quintana Roo y el estado federa l de Yucatán. Las tierras bajas, que
cuyas especies más destacauas son los polipodios, los musgos y los líquenes empapados de ocupan en total una superficie de 250.000 km' , son una meseta calcárea sedi mentaria
agua. E s ésta la patria del quetzal (Pharomachrus mocino), un pájaro muy apreciado por casi llana y cá rstica. Sólo unas pocas sierras interrumpen el ondulado paisaje y única-
los mayas por las verdeclorauas plumas de su cola, de hasta 40 cm de longitud, que actual- mente el poco estudiado macizo de granito y cuarzo de las Montañas Mayas en el sur
mente aparece corno ave nacional en el escudo de G uatemala (fotog rafía 23). alcanza en el Victoria Peak de Belice una altura de 1.023 m.
El hecho de que, inicial mente, amplias extensiones de las tie rras bajas estuviesen
cubiertas por una selva cerrada d a una falsa idea sohre la calidad del suelo. La capa
de tierra es extremadam ente delgada y decrece progresivamen te según se avanza
hacia e l no rte de la penínsu la de Yucatán, donde en ocasiones llega a tener menos ele
7 Fotografía nfrea del volcá11 Santa , foa, El Salvador volcán Iz:ilco, que se encuentr;-i dc·trás, es más hajo, pero
Con sus 2381 m rle :ilrur:-i, el volcán Santa Ana es d m{1~ continúa acri \!o; se form6 en d :iñu 1770 y Jesde enronccs 50 cm de espeso r. Además, los sucios de las tierras bajas son pob res en sustancias
:1\to Jd p.aís, aunque perm:m ece in::icrivo <lesJc d año no ha dejarlo de desprender cenizas. lava y gases c::ilienres. nutritivas; si bien no dejan de caer hojas que forman material orgánico, la capa su per-
1880. Unas enormes explosiones originaron cuatro cr{llc- Su última gran erupción tuvo lugar en 1966.
rcs conct'ntricos. El más reciente .1:lherga en su inte.rior un ficial no crece, pues dicho material orgánico se descompone y las sustancias nutriti-
lago, del que salt·n nubts de azufre . Por d contrario, el vas se pierden de forma inmediata. No obstante, en las tierras bajas septentrionales
existen depresiones en las que, gracias a las precipitaciones, se acumula suelo fértil.
La región de Puuc del noroeste de la península cuenta con muchas de estas d epresio-
nes, que durante el pe riodo de esplendor de la región pudieron mantener a una
población muy numerosa.
Uno Je los g randes problemas de las tierras bajas es el d e la permeabil idad <lel
~uclo calc:íreo, q ue da lugar a que el agua de la superficie se fi ltre rápidamente al
subsuelo poroso. Mientras al sur d e las tierras bajas hay ríos con mucha agua que dre-
nan las tierras a ltas (fotografía 9) y que han formado amplios terrenos de a luvión
(Pasión, C hixoy. Usumacinta, San Pedro Mártir, Candelaria, Beli ze River, Hondo),
su número decrece según se avanza hacia el norte. Lo mismo cabe decir de los lagos
y de las lagunas. En las tierras bajas meridionales hay muchos lagos grandes, que se
alimentan de corrientes subterráneas; el mayor de todos es el Petén ft zá. Po r el con-
trario, al norte de la península de Yucatán las aguas superficiales no existen. La fa lta
Je agua constituye un problema g rave para la colon ización de las tierras bajas. En
Petén, al norte d e Guatemala, existen extensas depresiones pantanosas, los llamados
"bajos•·, que se llenan de agua en la época lluviosa, pero que suelen secarse cuando no
hay precipitaciones. El agua de los pantanosos bajos no es potable, pero en el periodo
precolombino se utilizó intensamente pa ra la agricu ltu ra.

9 El U.mm,u1ma m las llerrus baJt1J de Taba;co largo y caudaloso rlc Ccntroaméric:i y en buena parte Uc su 8 E/ annte de Chicltén lrzd española "crnute". Hasta la llegada de los cspaiiolcs, el
Lu ::igu:ts del río Usumacint::i, roji1..1s por el barro, scrpcn- recorrido constituye fo frontera entre México y Guatemala. Cuando se hunde la placa calcárea, en la península de cenote Je Chichén ltz::í fue un ímportantc centro de pere-
teJn pcra.osamt'nte por las cicrr:is h:ij:is de Tabasco anrc.s de Un:i de las rutas comerciales mayas m:ís importantes unía d Yucat::ín se forman accesos naturales i.l las aguas subterrá- grinación. A principios del síglo XX, los arqueólogos reti-
unirse con d ~1~tema íluvial tld Grij:ilva y terminar dc.sem- golfo de México a rravés del Usurnacinta con el interior dt neas. Los mayas designaron estas dolinas de hundimiento raron una parte Je las valios:1s ofrendns tras descender ni
hocando en t·I golfo rlc México. El Usum:icinta l:S el río m:ís la península Je Yucará n. con d nombre de 1z n110'01, que dio origen a la palabra
1
fondo del mismo.
En ampl ias extensiones de las tierras bajas m eridionales hay bolsas <le agua lla- palabra deriva en última instancia el nombre del pueblo k'iche' , que actualmente
madas "aguadas". Se forman cada vez que el suelo de a rcilla impide de un modo constituye el mayor grupo maya de Guatemala.
natural en una depresión la filtración del agua de lluvia. L os mayas por su parte cons- La flora de las tierras altas depende de la naturaleza del suelo y de la topografía;
truyeron impresio nantes aguadas artificiales excava ndo grandes depósitos, q ue revo- e n los ni veles superiores de las montañas y de las crestas rocosas predominan las
caban con cal calcinada para impermeabilizarlos. Muchas de estas aguadas construi- coníferas y las gramíneas, en tanto que en los inferiores, es decir, en los valles y en
das por los mayas son todavía hoy los únicos manantiales de que disponen los las depresiones, crecen también los robles (fotografía I O). En las fért il es laderas de
habitantes de las tierras ba jas meridionales. Más al norte, las dolinas de hundimien- los volcanes y en las zonas profundas y protegidas del viento de las tierras altas se
to de origen natural constituyen la principal fuente de agua potable y de baño (foto- cultiva en la actualidad el café, princi pal producción del estado m ex icano de Chiapas
grafía 8). Se de nominan "cenotes", palabra derivada de la voz m aya tz'ono'ot . Se trata y de Guatemala. Sin embargo, el cafeto, or iginario de Etiopía, no se introdujo en la
de pozos casi circulares, de paredes escarpadas y con un diámetro de entre 10 y 80 m, zona hasta el siglo XIX; los mayas prehispánicos lo desconocían. En las tierras altas,
formados a partir <le cavidades subterrán eas de la planicie calcárea, cuya pa rte supe- los mayas vivían y todavía viven de la m ilpa (palabra azteca que designa la econo-
rior terminó hundiéndose. Constituyeron otros ta ntos puntos de atracción de la mía <le] m aizal; véase H arrison, pág. 71 y s.), basada en el desbroce por el fuego. Con
población desde la primera ocupación del país, pues están siempre ll enos del agua sus escarpadas pendientes, el escabroso paisaje obliga a los campesinos de las tie rras
suministrada por las corrientes subte rrán eas. altas a disponer sus campos en terrazas. Ya en la época precolombina se conocía n las
ventajas de los cultivos escalonados en las pend ientes; de este modo se lograba no
sólo am plia r la super ficie cultivable para una población en c recimiento, sino también
La flora proteger las laderas de la erosión. Sin embargo, los recursos foresta les, antiguamen-
te muy ricos, de las tierras altas han <lesa parecido en buena parte y la fauna ha que-
A pesar de la densidad demográfica, en el periodo precolombino buena parte del dado profundamente diezmada.
territorio maya estaba cubierta por una espesa selva, como se despre nde del mismo Dados el elevado índice de precipitaciones, la curta du ración de la estación seca
nombre del país, Guatemala, derivado de la voz nahuatl quauhtimala-tlan, que a su y la irrelevancia de las variaciones estacionales de la tem per atura, tanto en el litoral
vez es una traducción directa de la palabra maya k'i' -chee', "muchos árboles". D e esta del Pacífico como en las tierras bajas meridiona les, centro de la cultura maya clásica,

de coníferas. Una densa vegetación de helechos cubre el 11 Selva tropical del Pcté11, Guatemala cerca del sitio arqueológico de Arroyo de Píedra, muestra
10 Bosque en l,u tierras altas dt: Chiapas
En l.-1s 1.onas de Lransición paulatin:1 de las tierras :.1ltas a suelo, mientras que en los árboles crecen líquenes y Las tierras bajas cemr::iles y meridionales, exceptuada la las impresionantes raíces tablonadas de los gigantes de la
las tierras bajas, como consecuencía d:d elevadísimo índi- tillanJsias, que los mayas llaman "barba de los árboles". costa, se caracterizan por poseer una densa selva tropical. sdva virgen que los sostienen. El árbol de la derecha es
Por su espesura, la vegetación, escalonada en varios nive- una « iba (Ceiba penta11dra), d árbol sagrado de los mayas,
ce de precipitaciones se forma una vegetación de bosque
húmedo que se caracteriza por la presencia de robles de les, impide casi totalmente que la luz dd Sol llegue al y_ue simboliza para este pueblo el centro del universo.
hasta 50 m <le altura, de laureles y de una gran variedad sudo. La fotografía , tomada en la rcgi6n <le Pctcxbatún,
predomina una selva tropical d e una diversidad fascinante (fotografía 11 ). Ésta se
caracteriza por poseer una extraordinaria riqueza de especies, au n cuando de muchas
de ellas sólo queden ya unos pocos ejernpla res. En el espacio ele una hectárea pueden
encontrarse h ~s~a 150 especies a rbóreas distintas, cuyas diferentes alturas escalonan
la , egetació n en hasta tres y cinco niveles (fotografía 12). F.I techo ele la selva co rres-
ponde a los á rboles g igantes, q ue llegan a alcanzar los 60 m d e altura. En un estrato
inferior, los á rboles de unos 30 m unen sus copas fo rmando una bóveda cerrada, en
tanto que los e jempla res más jóvenes constituyen el estrato inferior ele la selva. Entre
los má, altos se encue nt ra la ceiba (Ceiba pemandra), e l árbol sagrado ele los mayas.
Alguno, ejempla res pueden alcanzar los 70 111 ele altura. Para los mayas, su esbelto
tronco y su a mplia copa representan el eje del universo y d el cielo. M ientras la ceiba
puede desarrollarse tam bién en las t ie rras altas, la caoba (Swietenia macrophylla), el
cedro hispánico (Cedrela mexicana) y el zapote (Manilkara zapota) únicamente crecen
en las tierras ba jas. El óltimo proporciona la materia prima de la producción del chi-
cl e; para obtenerla, durante la temporada ele lluvias se practica una incisión e n su cor-
teza, que segrega un jugo lácteo que coagula rápidamente (fotografías 13-15). Los
árboles citados son muy apreciados por su madera, que es muy dura; el número de
caobas se ha reducido d rásticamente en las últimas décadas como consecuencia de las
talas indisc riminadas.
El denso fo llaje ele la selva dete rmina que no llegue a l suelo m ás que el 1% ele la
luz solar; de ahí que prácticamente no exista vegetación baja ni gramíneas en el suelo,
que se encuentra perma nentem ente cubierto por una gruesa capa d e ho jas en putre-
facci ón (fotografía 11). Solamente los helechos, cuyo crecimiento es extraordinaria -
mente lento, pueden llevar a cabo la fotos íntesis en el sombrío suelo de la selva. Sin
embargo, no es posible moverse si n probl emas entre los árboles g igantes debido a las
extensas raíces tablonaclas con las que se su jeta n firm emente al escaso suelo y también
a las lianas que cuelgan d e los árboles, algunas ele las cuales están revestidas de espi-
nas. Para los mayas, la selva tropical no era un hosti l infierno verde, como pensaron
muchos viajeros europeos, sino un recurso natu ral que podía aprovecharse de las for -
mas más diversas. D e la madera del tinto (Haematoxilum campechianum) se obtenía
un colorante adecuado para teñir tejidos; los fr u tos del ramón (Brosimum alicastrum)
se molían y, en épocas de escasez, se m ezclaban con la masa d el maíz para p re parar
tamales y torti ll as; las semillas del corozo (Scheelea Lundelli) proporcionan todavía
hoy un va lioso y aromático aceite y, com o hace miles de afias, las hoj as del g uano
(Saba/ mexicana) se u tili zan para cubrir los tejados ele las casas mayas (véase
Ham moncl, pág. 37).
En las copas ele los árboles crecen plantas pa rásitas q ue absorben la savia d e sus
huéspedes, así como plantas epífitas, q ue, tra tando ele recibir ele manera más di recta
la tan deseada luz solar, viven ad heridas a los árboles aunque sin sustraerles la savia.
Algunos pa rás iLOs, como la hig ue ra asfi xiante, el "matapalos" (Ficus lapathifolium),
llegan inclw.o a acabar con la vida de su huésped ; viven en las ramas d el á rbol d el que
se alimenta n, pero dejan cae r sus ra íces aéreas que, en contacto con el suelo, desarro-
llan brotes laterales y roe.lean e l tronco del árbol huésped, del que ya no dependen
para nutrirse; en consecuenc ia, el á rbol terminará muriendo . Alg unas plantas resuel -
ven la falta ele sustancias nutritivas del suelo g racias a fantásticos mecan ismos de cap-
tura. Planta~ epífitas como el aro captan directamente ele la atmósfera las precipita-
ciones Y las sustanc ias nutritivas e n eJlas conten idas mediante raíces especiales; las
bromdias, por el contrario, acumu lan materi al orgánico en sus rosetas folia res. Las
vistosas flores de las bromelias y de las orquídeas pasan clesaperci hidas pa ra el o¡o
humano en el denso follaje de las copas ele los árbo les.

12 El techo ímpenetmhle drl bosque Je los templos y de los muros Jerrumbados. Por esa razón,
Las copas de los gigantes de lo selva. de hasta 60 rn de altu- mdaví:i siguen sin descubrirse muchos de los asentamien-
ra. form:rn un techo cerrado que impide la visión de los tos mayas. Desde d ciclo sólo se rlivis;1 un océano verde,
niveles inferiores, y por lo ramo mucho m,ís la Je las ruinas aparentcmtnte interminable y sin perfiles rcconocihl~s.
14 F./ ZJJpotr destilad chicle 15 Colettor dcchicle ...
13 Chiclem trabajando. Campamento /_,a Toronja, Petén, Guatemala;
F.n b época lluviosa los zapotes producen una gr:rn cantitlad de una savia blan- El chicle se recoge en una bolsa de cuero sujeta en el árbol y se cuece en vasijas
fotografía de 1998
Los chicleros recorren la selv.1 t.n la tcmporilcl.1 de llU\ ias huscan<lo zapotes. En
1 quecina 9ue constitu ye la principal materia prima <lel chicle. Se practica una ele gr<lll tamaño denominadas "pailas" sohre un fuego de leña. A continuación,
incisí6n con d machete en b corteza Je! árbol e inmediatamente fluye la savia la ck ns.i rnasa se vintc en marquetas y. un:i vez solidificada, se vende en el
cunnro cbn con uno de dios, rrc:pan v:1\iénJose de unns espuelas y <le una cuer-
dn arrollada alrededor del árbol y de b s rnderas, y practican una incisión en la del tronco rojo. Un chiclero pue<le trabajM unos tres árboles al día; la c:rnri- comercio. F.n la dfrada <l,· (9;0, el chicle sintético sustituyó al "chicle de selva"
corteza dd ,í.rbol desde b copa hasta d tocón utilizando un machete estrecho. d,d de chicle que puede ohtrnerse de un ;írbol oscila entre I y 3 kg. El árbol hasta el punrn 4ue la profesión de chiclero llt'gú casi a dcs:1p:1recer; nu obstanre,
El irabajo de los chicleros es mu y peligroso; si lkgan :i cort.Jr la cuerda con el sangrado se deja descansar varios allos. rt:cícntemente la <lcma11da de productos naturales ha reani mado el mercado del
machett: se enfrentan a una muerte segura. chicle n:itural.

La selva espinosa del norte


C uanto más se avanza en dirección norte, menos frecuentes son las precipitaciones.
E l bosque se convierte en una jungla baja y espinosa, en la que ya no hay árboles a ltos
como la caoba o el zapote. La temporada seca, muy larga en esta zona, determina que
la ma yor parte de los árboles se desprendan de sus hojas. En definitiva, a lo largo de las
costas de la península de Yucatán el bosque se convierte en un matorral impenetrable
(fotografía 16). H asta la aparición de los tejidos sintéticos, la producción m ás impor-
tan te de la zona era la del sisal.
N i la jungla espinosa del norte ni la selva t ropical perenne del sur son realmente
bosques primarios. En la época de esplendor de la cultura maya clásica, el bosque
había sido rot urado en buena parte y había q uedado reducido a u nas pocas islas,
según se desprende de los estudios paleoecológicos y de los análisis del polen. Pri vad o
de su bosque, el suelo tropical perdió rápidamente fertilidad y no ta rdó en resultar
inapropiado para el cultivo, pues se fo rmó en su superficie una capa de lateritas, sucio
de disgregación rojo característico de los trópicos. L as lluvias t ropicales y la intensa
radiación solar descompusieron el suelo en un espacio de tiempo asombrosamente
breve, lo cual tuvo unas consecuencias catastróficas para todo el ecosistema y dio
lugar a que la población se quedara sin su base de alimentación. La catástrofe ecoló-
gica fue sin duda uno de los factores determinantes de la decadencia de la cultura
maya en los siglos IX y X. Cuando los mayas abandonaron las grandes ciudades, la
selva reconquistó las tierras bajas.

16 7,arzalr:s del norte en los alrededores de Chichb, ltzá; norte de la pcnín~ula de Yucatán. En la rempora<la seca~
fotografía dt 1989 e.le noviembre a abril, los árbole~ y los arbustos se <lespr('ll-
La tsG1~z de precipiraciont:s y un:1 capa <le tierra cxtremap clcn de sus hojas y el paisaje ofrece un:1 imagen ári<la y
damente delgada d:in lugar a los zarzales que cuhren d ¡x,lvoricnra.
EL PAR CREADOR ALOM Y Q'AJOLOM
DECIDE CREAR LOS ANIMALES
/..11, mtf()/ngír1• de la a elláón cumplen una imporran - Y, tomando cada uno su habitación y morada con- todo se desmadejaba. Hablaba. pe ro no tenía entendi-
tr¡u,,orin rn tod,u /1Jj <"t1lruras mesoamericanas y plantean form e les habfa rt partidn el C reador, habitaron Ulew, miento y se deshacía en el agua.
un rm1a que tamhién se abo1da en el Popo/ Wuj. Una vez la Tierra . Y viendo esto lm Creadores, lo dr!:ihtcieron y con-
errado.e (Í CmrtuJJ ,V /u Tierra. t:I par creador decidió ,:rtar sultaron a los viejos adi vinO!:i Xpiyacoc e Xmucané,
Y habiendo creado to<los los pájaros y animales, les abuelos dd Sol y de la Luna, cómo había de hacerse al
los .immules.
dijo el Creador: hom bre.
IJ1·~¡mt''.\ d1,: c!,to dispu:'.ie.ron cre¡1r a los animales, "H abl ad, y gritad según vuestra especie y di feren-
gu.1rJa, de lm nw ntes: al ven3do, al pá jaro, al puma, al cia: decid y al abad nuestro nombre; decid que somos
ja}::ua,, J b cu lt· bra. a la víbora, y al cant il. vuestras Madres y Padres, pues lo somos. ¡Hablad,
Y lv, fut'rn n repartida!> sus casns y hab itaciones. in vocadnos y saludadnos!"
Pero aunq ue les fu e ma ndado esto no pud ieron
.. T ú. vt·n;u lo", d ijeron, "habicarás y dormirás en las habbr como los hom brei. si no que chillaron , caca rea-
hJrram ;t'- ,. rn los c:11n inos del agua, andarás entre la ron y g ritaron,
paj;1 y l.ts ,·crhas, y c: n el monte te mu ltiplica rás¡ anda-
d ,) ll' p;1rar;i~ en Cll illTO pies." Probaron a juntar las pa labras y sa ludar al C reador,
pero no pud ie ron; po r lo que fueron ultrajados y dese- 17 M4Jmblu tkd10H1 y u,,,m,,ik¡, lnwgn, Wrtwlldda dt- uNt PrUIJ'I 11l111d11,o,
chadas sus ca rnes, y de esta suerte son comicios y muer- lugttr dd ltol/J:go daromxidr,, r/dJK't) t,i.,Jit,, 61JtJ--9(J{l d.(.'., ami!., cocido)" f'/tl ·
Y ;1 lu" ¡-ü1,-.ros le" fue dic ho:
roda; oltimi ll,1 (711. ditimttra 1-f.J mt;.:ok«i6n p,1volW (Km- HII)
"\ ·,,~01ms. pá 1;1ros, estnréis y habitaréi~ sobre los ws todos los anima les que ha·y aquí sobre la tierra. Un gran nllmcro dl' d1~ ron forma., hum;m~t y .1mm;1le<, pud,b d <t»m1~
Y así trataron otra vez de hacer otras criaturas. Los miiy.i. Mucho!. declloJ ~~recen :ac¡ui <'ll una c)(;:tlcra r,oi la que prcih:ihlc:mcmc
,irholc!> ,, ht'111,n!ii, allí hnréis casa y habitació n y allí os
..c ;itw k .i un mnplo. F.n b, p:mc ccnual ¡zq111enb !ic:' ul'ntan dt» d,~ ,on
m11h 1pl1c1tC:1~; m , arndiréis y espulga réis sobre las dos Formadores hicieron un cuerpo de barro, pero era fotmli 1k mono.,_En unm q~ ~ d1\·mr,bOO 1k los cscribt,nlC$, hablan am •
r.1m,b de lm .1rhok·-s." pesa do, sin mov imient o, y como el lodo estaba blando mail.1mc11tc ~.obre el c.óc.hcc qlli' hay enlrt cllo,s.
La fauna
La variedad de la ílora se corresponde con la riqueza de especies del mundo ani -
mal. La fauna de las tierras altas se distingue muy poco de la de las tierras bajas; sólo
el hecho de que las primeras estén más pobladas y deforestadas ha dado luga r a q ue
actualmen te la mayoría de la especies a nimales se encuent re en las segundas. Aun
cuando, exceptuados el pavo y el perro, los mayas no domesticaron los animales, la
fauna fue para ellos un recurso que su pieron aprovechar de muchas maneras.
Los mayas cazaban por su vistoso plumaje aves como el tucán o el guacam ayo uti-
lizando cerbatanas, con las que d isparaban bolitas de arcilla, y mataban con flechas
aves de mayor tamaño, como el faisán y el pavo silvestre, para comple mentar su dieta
con un plato exqu isito. Dos especies de monos se columpian en las copas de los árbo-
les de estas tier ras: el pequefio y divertido mono arafia (Ate/es geoffroyi) y el mono
au llador (Alouatta pigra), de gran tama ño, cuyos desgarradores aullidos hacen ho nor
a su nombre (fotografía 22). Ambos desempeñan una función muy importante en la
mitología maya como d ioses de los escr itores y de los artistas.
El mayor animal del mundo maya e ra el tapir (Tapirus bairdii). Aunque empa-
rentado a distancia con nuestro caba lln, este an imal torpe y t ímido no se prestaba a
la domesticación (fotografía 18). L a fauna regional no incluía los grandes mamíferos
que en la época precolombina hubie ran pod ido ut ilizarse como an imales de t iro. Por
esta razón, para los mayas la rueda no tuvo una función económica, sino exclusiva-
18 Tapir de la .<e/va tropical, Rel,a pisadas se oyen :i distancia. Cuan<lu lus mayas vieron por
mente lúdica. Además del tapir, existían dos especies de cérvidos: el ciervo de V ir- El tímido tapir dr- Baird es d mayur mamífero terresrre primera vez los caballos de los t'spa1l.olcs, los confundic~
g in ia (Odocoileus virginianus), de gran tamafio y abundante cornamenta, y la corzuela de Ccmroaméric.1. Pesa m:.ís <lt 200 kg >' sus ruidrn,:is ron con tapires y los llamaron tzmnrn.

19 l g110110 20 Serpiente de coral


L1 ign:rna vi\'c cerca de las poblaciunes y suele Tomar el ~ol La serpiente ele coral no mi<le más de 85 cm, pero ~u
en las cálidas rocas de las ruinas, Son muy apreci:ul.os sus veneno es ne urotóxico y <lt:' efi~ctus rápi<los.
huevos y su carne.

ame ricana (Mazam a americana), peq ueña y con cuernos ahorqu illados. Ambos fue-
ron muy apreciados y cazados tanto por su exquisita carne como por su piel y sus
cue rnos. Había también un g ran número d e animales pequefi os que se cazaban
med iante trampas y cepos. Entre ellos se encontraba n el saíno o pccarí, que siempre
aparece en manadas y constitu ye una especie de jabalí cuyas g lándulas dorsales pro-
ducen una secreción tan nauseabunda que su pe netran te olor pe rmite localizarlo a
distancia, el agutí (Dasyprocta punctata) y el tepescuintle o paca (Agouti paca), afín a l
anterior - dos roedores, parecitÍos a l cone jo, que ún ica mente aba nd onan sus guari-
das subterrá neas cuando cae la noche- , el armad illo y el oso lavador. La blanca carne
d e la boa constri ctor o divina (Boa constrictor), que p uede llegar a m ed ir dos o tres
metros, es también apta para el consumo . O tras ser pien tes, com o la serpiente de
coral (Micrurus diastema; fotografía 20), dive rsas especies d e víbo ra s y el cróta lo t ro-
pical (Crotalus durissus) pueden ocasionar graves da fios a las personas con su ve nrno
e incluso matarlas . En el arte maya las se rpientes d esem peña n un a funció n muy des-
tacada como símbolos de la transformación y de la uni ón con los dioses. Entre los
reptiles, que los mayas apreciaban más que las serpie ntes, hay d iversas espec ies de
ig uanas (fotogra fía 19) y tortugas. Todas ellas son terrestres y se cazan tanto por su
carne como por sus huevos. En los lagos interiores, en los ríos y rn las regiones cos-
te ras se encuentran dos especies de cocodrilos y una d e ca imán que pueden llegar ;1

m edir de dos a cuatro metros d e longitud y que son pe ligrosos para la especie huma-
na . En las aguas interiores y en las costas se practica la pesca. Los tiburones, las rayas
y las torpes vacas ma rinas garantizan grandes ca ntidad es d e ca rne e n roda la costa
del C a ribe. Las espinas d e manta r raya se util izaban como ú t iles e n los sacrificios
ri tuales. L os d ientes d el tibu rón servía n d e adorno y con las espinas del pescado se
fabr ica ban agujas de coser. Las valvas de los moluscos, con las que se hacían joyas,
eran un artículo muy solicitado. Las gra ndes concha s del estrombo gigante Por el contrario no pasan desapercibid as las vistosas mariposas, como la morpho,
(Strombus gigas), que vive en l;is aguas costeras, se agu jereaban y se utilizaban como que puede alcanzar los 20 cm y vuela entre los árboles mostrando su rad iante color
una especic de trompeta. azul. Al arnan'ecer y al atardecer las cigarras y otros insectos producen u n ruido ensor-
No obstante, los m:b apreciados y temidos d e todos los animales eran los g randes decedor. Los mayas aprovechaban los casi inagotables recursos de ciertos an imales pe-
felinos, sobre todo el jaguar (fotografía 24), muy codiciado por su va liosa y brillante q ueños y de los insectos, como por ejemplo de las abejas autóctonas, que carecen de
piel; el puma, de tamaño similar al anterior; el ocelote, q ue vive en los árboles y otros aguijón y p roducen grandes cantidades d e u na miel muy dulce y de cera. Aún h9y la
felin os más pequeños, como el delgado margay (Leopardus wiedii) y el jaguarundí producción d e miel constituye un facto r económico básico para los campesinos indios.
(l-lerpailuros yaguarondi; fotog rafía 2 1). Estos tímidos a nimales solamente cazan de En la actualidad, esta rica fa una ve a m enazada su existencia en la med ida en q ue
noche y se mantienen alejados de las concentraciones humanas, por lo que resulta el ho mbre inter viene cada vez más en su espacio vita l natural, tala bosqu es, construye
muy difícil divisarlo,. La espesura de la vegetació n los protege de tal manera que sólo carreteras y urba niza costas. Incurrire mos e n los m ismos errores que hace mil años
el ojo experto del cazad or puede inLUir su cerca nía gracias a un pa r de ramas q ue- d eterm inaron el hundimiento de la civiJ ización maya si no nos decid imos oportu na -
bradas o al h.irro hocicado de una aguada. mente a proteger el rico tesoro d e este mundo tropical.

ZI /•gu•ru11di
1:.1 E:;Ho montt, m.1~ J)l.:4uc.:ñ1t de l:i ,clvá ccntro:11nn1cana
n d dd.1,::ado 1a~11Mundi. A cl1ftrc11c1.1 Je.: lm rC!il:rnrcs
R•ll•~ rnnntt'\t:\ \ 1, 1. } cJz:1 ,úl11 cxccpcion.almtntc- 1.·n la~
r:im,h ele' fu~ .1rhulC',

ll \ fnr,o ,mlladm nl'g,-o rn un drbul


fj mono .1ull.1d1,r f. lfoudttt1 p,grJJ t:~ una de la~ dos es-

p«ir, 1lc mnmJ\ 4tu: , l\.'ell .11 nortt: Oc Centroamérica.


En l;1 mnoloi1,1 m.1~·.1 cl.í)1c.1lo .. m<mm cr~in lo) pJrronos
de ltt\ t\C"íllort, \ de ln'i .1rt1)tJ,.

lJ {)ur,;a/ hrmh,11 er,11 rma prua


l..os m.i)·as 3pn:ci.,h;in ti t¡rn.:r1,il por l.1, 1í1rguísinrn:,
pluma, \"c:cclc, dt: ,u cola. E~t.1 lÍmid.1 ave viH en lo)
bcnqut'\ tic 1•" rn,,m,iña'lo ,ll' l,1 n.:g16n tk \'erapaz. en
<,u,tom,1, •\c1 u.1 1mtntc 1a tJ 1,1 de ln:i ho~4uc~ cumpro-
mc1r iU t"Xl"ilt:11(1,l

z: /1Jg14ar~ti ,r, dr /,J )e/t·,J


~J m,-.,,
,
Je lo, r 1 11
cmco 1C" mus le terrnorin rn:1y,1 es c:I ja•
~UJr (Fd11 o11cu)
1 I · <.JUt J1Ut<l t mcr1tr 11asta 2 111. A pesar Je
*
11\ t. e-ere-tus mtnn.1C11J1t,1les en C'imtr:l, to,JJví:l sigue.:
Ctt1n~rc1al11.anJ,, 1 J .
\ Ira 1a1an u <.U hnllanu.· p,d. por lo que
'\C hJ re-elucido 1 .
< r.i,i1C,m1t:nrr- d numero Je cjcmpl;m~s.
EL CACAO: LA BEBIDA DE LOS DIOSES
Nikolai Grube

Los europeos descu brieron el cacao en el ario 1502, Li nncu desig nó el árbol con el nombre científico de
cuando, Juran te su cuarto viaje por el golfo de T heobroma cacao, desig nación cuya primera parte sig-
H ond u ras, Cristóbal Colón se e ncontró d e repente con ni fica en g riego "alimento de los d ioses". E n Europa el
una enorme canoa mercan te maya que, d e cbr crédito árbol, sus fnn os, sus semillas y la bebida e laborada a
a un in forme de Pernando Colón, hijo d el almirante, pa rtir de las sem illas pul verizadas y desaceitadas se
med ía más de 40 m d e longitud. Además de piedras conocen con el nombre d e "cacao''.
d e moler, objews ele cobre, tej id os y vasi jas, la ca noa Los mayas lo cul tivaban ya desde mediado, Jcl
transportaba raíces y g ran os y una especie ele vino ela- pe riodo preclásico (600~300 a.C.), si no antes, en las
borado con maíz. Segú n pa rece, los mayas apr,·c i,1ban costas del Pacífico, al none de Belice y en las tierras
much ís imo los· granos transpo rtad os, pues Fernando ba jas de Tabasco, zonas todas ellas en las q ue las llu -
observó que todos se agach aban para recoger los que vias, el suelo y e-1 cli ma ofrecen cond iciones favorables
habían caído al suelo, como si se trata ra de sus propios para su delicado crec imienlO.
ojos. Las extraña, "alme ndras" que vio Colón eran las Los frutos del cacao se desarrollan directamente en
semillas ele un ár bol que para d esa r rollarse neces ita el tallo (fotografía 26). En su d ulce y aromática p ulp:1
mucho calor y humed ad y a l m ismo tiempo la sombra se alojan entre 30 y ·lü sem illas con forma de almen-
d e la selva virgen. E n el año 1753 c:I botii nico Carl os ele dr:1 (foiogra f'ía 25). Los mayas utilizaban no sólo las

25 Fmw de CllúIO abierto


L1:, :,Cmi!b:, de cac.10 ~ :iloj::rn en una
pulpa blanra. Mienrr:i,; en la dabura-
rión ac.mal del chocolate úmcarnl'JllC
se utilizan las semillas, los pueblos
rcntroamcricanos, como lm mayas,
aprovcchahan 1:1mh1t"n b pulpa. que
es cxquisiramente dulce.

26 Cac"o arca de Tapachula,


Cliiap,u, Mé:r11.:n
A <liferenc1a de In que ,;ucedc con
lm, ~'irboles frul:lles europeos. bs flo-
rl:':, Jd cc1c10 broun en h::ices <l irec-
!Jmcmr Jl'-.dt: trunco o dcsdi: la:,
r:rnws m:i)10rcs. Sun pulimz,1J:..1:> t':\-
clusiv:11nenrr pnr mosquito:,, Jr ahí
que el c::i.c:io cre7.Gl prcferrntcmcnrr
a la sombra de los graneles Jrbole~.
Los frutos m1drn <Je 1H J 20 cm, tie-
nen forma Je pcprnu y necem,u1
apn1x1m,1d.1mt·ntr m('1l10 ,,{10 p,1ra
des:i.rrollarsl' y marlurar. Fn clfla
fruto put:Je h.1ix~r h,1'-l,1 óO '-<:'m11!.1~.
que hJn ch: f('rmcnr:1.r. ,ec:1rSt" v ti 1~-
{M'i<' :1me~ dr que ¡med.m moll'í-
~<· p;1rJ obtener L1 paMJ dt: cac1n. ,-
Adcm1s dt: la~ ~cmilla1:, In~ m:na, , /¿✓(,.,Ár~wllf f✓,~tN:.,/
rnn~11mÍJn L1 aroin;ltir:1 pulp:1 L'll
4uc tsrn ~r :11111,111.
la elabo ració n d el texto en un vaso para refresca nte cacao

,cmill.1,. , 1no r:1111bién la p ul pa para pre para r exq ui sitas 28 lnsaipdrJ,i en un va,iO dt.· a:ní-
mica. Luga, del hallazgo descono-
r<llll 1Ja, y bebidas. cido; cM.<ico wrdío, 600- 900 d.C.;
l'r:írticamente todo lo q ue se sabe d e los usos y d e la arcillll coo·da pimada; altura
21,J cm, diámetro 18,5 cm;
cL,hor:Ki<lll del cc1c.10 entre los m ayas proced e de las ins- colección privada (Kerr 1837)
cr ipciom·, ¡eroglificas de las cerámicas mayas (fotogra- Las vasijas de tcrárn1ca cilíndricas y
rolorcadas del periodo clásico eran
fí.1 28). Concrc:ramcnte las copas d e gra n valor llevan en ~u gran mayoría recip ientes de
ha¡o ,u l.1b10 una inscripción q ue recuerd a su utili za- lujo utiliz:irlo, p.ua toinar c:icao.
Dcha¡o del hordc solía haber una
nún como "taza de cacao" (fotogra fía 29). El je rog lífico inscripción relacionada a la \ ez con
1

que imlica la bebida aparece en ú ltima posición y está el Jeto Je pintar el vaso y con su uti-
lización. La segumb parte <le la im-
form.ido por los tres signos silábicos ku-ka-wa. Los je ro- cnpción nu Jesignaba únicamente el
glíticos prcccdentes indican. en t re otras cosas, los dife- contr m<lu, yue era d cacao. sino
tambit'n las di\•crsas maneras de
rente, ,aborc~: cacao ama rgo y d ulce, cacao a fru tado, prepararlo y las <lifertntcs tcnckn-
cacao mezclado con masa de maíz y hasta cacao sazo - cias <ld gusto; en este caso se trataba
de cacao '"fresco''.
nado rnn chile. Como su cede todavía en bue na parte d e
México v de C entroamérica, el cacao com o bebida se
preparaba con agua. Para da rle m ás con sisten cia se le 29 ReCJp;eme dt•f cltistco rempm,w
afiadía en ocasiones maíz molido o u na masa d e maíz . ron ;~millas de cacao. 1.\ tvrlt' dr
Uaxactltn, Petén, Guatm10/a;fmalc-.J
L1 espuma de cacao te n ia much a aceptación; para con - dd cláúco tempm,10 (T-:::akol 3), haáa
scguir!J ,, batía el cacao líquido o bien, como se obser- 500 590 d, C.; arcilla nrgm cocid" c:on
jerogl{ficos incisos; altura 13,2 cm,
va en algunas cer~m icas p intadas, se pasaba repetida- düimetro 16,5 cm; Uaxattún, Museo
menee dc un recipiente a otro. Juan Ammuo Valdh.
Las \'<lsiia~ para d cacao Je! clásico
El cacao era t,rn apreciado q ue ha n llegado a perpe- krnpranu t'rjn rná~ baja:, que las
tuarse en monumentos de piedra banquetes en los que ,1lta~ )' t'Strl'chas dd rl,ísicu pleno.
Los jeroglífico:, incÍ:,o:, hacen refe-
se ofrecía. l'rohablememe las gra ndes copas cilíndricas rencia ;,l propicurio del objeto y
y lujosamente pintadas pasaban d e boca en boca rebo- co11crc1amentc el jeroglífico ka-ka-
wü hace refcrenci:c al conrcnido. No
~antes de c1cao espumoso en las recepcion es o fi ciales, obstante. bs semillas de rncao sec.1s
en las hod,;s y cn las celebracion es rituales (fotogra- son de una época moderna.

fía 30). También tenbn g ran val or las semillas de cacao


seca,; lo, comercian tes las t ransportaban al centro d e
MéxtCo, donde. aunque la bebí.da e ra también muy
apreciada, no existía un clima a decuado pa ra el culti vo 30 Jarra dr cacao e.1tuaul11
y pi11tada. Rfo Azul, Pnén, Gualt'-
de la planta. Por otra parte, en el periodo posclásico
mala, c:difiáo Cl B, tumba JI);
(')O'>- l 'íOll d.C.) las semi llas se utili zaron corno una dáúto trmpra,,o, h,1áu 500 d.C.;
urálltt wáda, estucad")' pmtada:
espcc1L de moned a con la q ue se podían paga r prod uc-
altura 13 rm, dUímetru 15,2 on:
tos y ,erv1cim. Guatemala, Al weu ,Vacwnal
de :lrqueología y Etnología
En l 984 St' dtscubr tó en Rín Azul
la tumba 19 Je un príncipt'; entrt'
sus muchos objetos cstaha esta
exlraor<linari,1 jarra ele cerámica. St'
27 ftJHlU lroma rnnjlores y fru to); hacia 1820: litografía a la pluma. coloreada
ciura con una tapa Oc rosca. Tanto
hit' rn 1:-!] X rn.rnJo u n químico holandés, lbmado Cocnraa<l !oh:in nes van la tapa como la ¡arra tenían St'IS
Hnuicn. 'htu,·o el cacao pulverizado, 4ue suplantó las viejas formas <le pre-
1
jeroglíficos inscritos en d estuco.
!'ªf.H d U (au •1 PJrllr <le: la!I semillas fermentada,; v rríruradas. Van H outen Los ele la tapa !"lignifican: "Este es el
idc-ú un -I pn: n)a hH 1f J. \ l 11ca gue permitía
. ob tener ,un cacao en polvo fino y
I vaso para el c::irno wfr1k, para el
'ur,1dni, (on un Qrqís imo índir<- <le ~rasa. La s1mplificación e.Id procnli- cacao kox", t'v1dentemcnte witJk y
m1emo >· la ,n
' ,iyor cun~crva b1luL1ti
. '
I :1bar:1taron el coste de este producto v kox scñabn dos gustos d iferentes.
º .PU\lcr11n al alcance de todo:, los bolsillo:,. Todavía hoy Üt'nt mucha acepta·- Los :málisis químicos de los restos
(lon cunio lx.:h,cfo e.ntre niños y .1dultos.
<lel rn terior de esta jarra indican
q ue efccrivamente son de cacao.
LOS ORÍGENES DE LA CULTURA MAYA Y
LA FORMACIÓN DE COM'UNIDADES RURALES
Norman Hammond

Los primeros indicios de una colon izac ió n del territo rio maya datan de poco des-
pués del final de la última época g lacial (24000- 8000 a.C.), varios milenios después de
que los primeros hombres hubieran llegado al continente americano, A pesa r de su dis-
persión, lo, pocos hallazgos existentes indican q ue el ser h um ano se había establec ido
ya tanro en las tierras altas como en las tierras bajas hace 10.000 años.
El lugar mejor docu mentado de las tierras <!Itas es el campamento de cazadores de
Los Tapiales, en G uatemala, en la d ivisoria hid rográ fica continen tal. Allí aparecieron
útiles de obsidiana y de basalto, entre ellos una punta de lan za, buriles y raspadores, q ue
proceden del pe riodo comprend ido entre los a ños 9600 y 8800 a.C. El frag mento de
punta de lanza de Los Tapiales llevaba acanalad uras planas para su encaje en el asta,
Punla Clovis, Ladyville, Belice Punta Lowe, Ladyville, Belice
al igual que sucede en Norteamérica con las puntas de lanza de la cultura clovis del
periodo comprendido entre los a ños 10200 y 9500 a.C. E n las tier ras bajas, concreta- o 15 cm

mente en Ladyv ille, cerca de la ciudad de Belice, se encontró una punta de lan za de pie-
dra córnea (canto rodado, en el que también se incluye el pederna l), simi lar a las del
tipo C lovis (fotografía 32).
En la prehistoria centroame ricana, estas tumbas se adscribie ron provisionalm ente
al periodo paleoindio, 8.000 a ños anterior a la era crist iana. Sin embargo, la fal ta de
contextos y de fechas obl iga a mantener ciertas dudas sobre esta adscripción, Punta Lowe,
Ladyville, Belice
Se trataba muy probablemente de una población de cazadores y recolectores. E n la Hacha de Colha, Belice
Punta de Colha, Belice
g ru ta de Loltún, a l norte de Yucatán, en Petén y en H uehuetenango, en las tierras altas
de Guatemala, se encontraron, junto a los útiles de pied ra, h uesos de anim ales hoy
extinguidos, en parte con signos de una matanza. De todos modos, la naturaleza de los 32 Útiles de sílex del norte de He/ice. Periodo precerámico, agaira r, zona de Sand 1-lill, 2500- 1900 a.C., 8,5 cm y 13,5
hallazgos no permite una datación exacta con el método del rad ioca rbono; se encua- 9000-1400a.C; Belmopá11, Belize Depamne111 of cm: inferior iz9uierda: punta Lowe, Pulltrouser Swamp,
Archaw logy 2500-2000 a.C., 4.5 cm; inferior centro: hacha c,llada por un
dran posiblemente en el period o palcoindio o bien en el a rcaico, inmed iata mente pos- Superior izquierda: turrialba :1c::rnalada (puma de lanza bdo. Polltrouser Swamp, 1300 a.C., 1l cm. Estos útiles son
terior (arcaico, 8000-2000 a.C.), en el que se registró en Centroamé rica un calenta- Clovis); Ladyville; 9000---8000 a,C., longitud 9 cm; superior las únicas muestras rk la cxiMencia de coloni<lS <le c1zadore5
centro y <lerech:1: puntas de l::mza Lowe con muescas parn y :igricu\wn::~ tn bs tierras bajas en el prcccrámico.
miento del clima .

L,s puntas de flecha de la costa de Belice son una prueba de q ue las tierras bajas
Hacia el sedentarismo mayas estaban ya colo rrizadas en el periodo precerámico (hacia 9000-1400 a.C.). El tipo
Lowe, de mango ancho, se ha encuad rado provisionalmente en el periodo com prendi-
En el transcurso del arca ico los cazad ores y recolectores, que levantaban sus campa- do entre los afios 2500 y 1900 a.C. , en tan to que los tipos A llspice y Sawm ill son ligera-
mentos varias veces al año, abandonaron su existencia nómada y se decidieron por una mente posterio res (fotografía 32), En los mismos yacimientos y en Colha, al norte de
fo rma de vida sedentaria. Partían del campamento base para busca r alimentos y en oca- Belice, q ue fu e uno de los centros más importantes de tratam iento del sílex en los perio-
siones podían detenerse algún tiem po en otros lugares pa ra cazar, pescar crustáceos o dos preclásico y clásico, se ha encontrado otro tipo de útiles; se t rata de los sílex tallados
fabricar herramientas. Las mejores pruebas de que se d ispone en estos momentos pro- por un solo lado, utilizados p robablemente como azada o como hacha (fotografía 32).
ceden de los valles ele Oaxaca y de Teh uacán, en la altiplanicie mexicana. E n la cueva de E n Pu ll trouser Swam p, extensa región pantanosa situad a al norte de Colha, se ha n
Sama Marta de C hiapas, en las tierras altas mayas, es evidente la existencia de cinco fases encontrad o un hacha de piedra y una punta Lowe.
sucesivas de asentam iento entre los años 7600 y 4000 a.C. aproxim adamente; La P ie- La datación mediante rad iocarbono de este yacimiento y una sección del suelo de
dra cid Coyote, en Los Tapiales, data del periodo comprendido entre los años 8700 y Colha, que muestra huellas de una colonización y de un incipiente aprovechamiento
12
00 a.C. Ytambién existen yacimientos arcaicos en las cercanas tierras altas del Q uiché. agrícola del terreno, perm iten deducir q ue aq uellos luga res estaban )'ª habitados en el
periodo precerá rnico, entre los a ños 2500 y 1400 a.C. Los restos de polen encontrados
31 Figura srdent• l; , n , G , , en una muestra de perforación de Cobweh Swamp, cerca de Colha, indican que el
Al8 ... ~xoc/fm, r eten, uatemalll, ~di.fino Esta figura, pulirla con esmero. ful' depositada como ofrenda
d '_ C'IU'Va de sarrtjioo.r 31: prl'clástco tard(o, 400 a.C.-250
.C.,fudu11u· alruru >5 J G , ,
dt rnnsagrnci6n de un l"<lificio junto con diversos perlernalcs maíz se cultivaba hacia el año 2800 a.C. y el algodón y el chile hacia el año 1700 a.C.
d ' .. • cm: uatcmala, Museo 1\acmnal excéntricos )' pie1....1s de obsidiana. L1s mejillas están adorna-
r A.rq"rolagía y t.'1rmlogía H acia el año 1000 a.C. se incor poró la mandioca o yuca como tubérculo comestible.
das con d jeroglífico fin (Sol). que en el clásico tardío se con-
sidcraO;i, entre otras cusas, como un atributo <ld dios solar. Mucho más al norte, en Cob Swam p, las muestras de polen ind ican q ue los bosques se
33 Diagrama del polen de Cob Swamp, 11/ norte de /Je/ice
El di:igrama dd polc:n ofrece indicios J e una agricultura
rudimtntaria entre los años 2'i00 y 2000 ,1.C. ~ aJ\'iCnc
~ ¡g un rápido aumento de bs cantidades <le cnrhbn vcgct:il
t6
:e ~ }', al m1!.llllfl riempo, una reducción dd bosque y un
:, .r:.
uv incremento del polen de las plant3s hc:rbárc.as y también,
r ,-,---.--,---r ~ por pnrncra vez, de las plant:is culttvad:is. Puc:dcn com-
probarse las mism.is fa!.les de r>cupación rlc la tierra en

¡
100 ' l.t!I prime.ras culrnr::is agraria~ <le Europ:i.

150

200

250

300

350
1
400 't
~L-iLl........L.... 1 LL...J.J L..Jl, L...l
o 100 O 50 100 150 O 50 90 5 o1 50 90 O 20 O

desbrozaban ya hac ia el a ño 2500 a.C. (fotog rafía 33). En consecuencia, la interven- Las casas se alzaba n e n plataformas de g uijarros y tierra, de unos 30 cm de altu-
ción del hombre en el medio ambiente, q ue se refleja en una fl ora y una fauna dis- ra y redondeadas en los latera les, y tenían u n suelo de e ncalado. En la sigu iente fase,
tintas de las típicas de la selva tropical, debió de comenzar a mediados del tercer mile- la lla mada Bladen (900-650 a.C.), estas plataformas se ampliaron, siempre mante-
nio a.C. No obstante, es posible que la agricultura tu viera menos im portanc ia q ue la niendo como núcleo los edi fic ios ya existentes. Se.: derribaron los lados de la plata-
recolección de alim entos en la selva. Muchos lugares de la llanura costera, aún sin forma a nterior, de mod o que únicamente q uedó una simple explanada que terminó
datar, en los q ue el a rq ueólogo norteame ri cano Richa rd S. MacNeish ha realizado da ndo lugar a una plataforma de m ayor rn maño. Las perlas de jade d ispersas en estos
excavaciones de prueba, pueden aportar indicios de una colonización en el periodo niveles de rotu ra indican que la demolición no era u n senci llo proceso práctico,
a rcaico, ya q ue útiles allí encontrad os, com o las pi edras de moler, sugie re n la im por- sino q ue te nía un ca rácte r ritual. La reconstrucción de estos edificios, tanto de los pri-
ta ncia creciente de los alimentos vegetales recolectados y elaborad os. meros, los de la íase Swasey, como de los posteriores, es d ifíc il en muchos casos, pues

3◄ Cimientos de•zma casa. Cuello, Brlicr; exca11ac1onts preclásico tarJio (200 a.C.) y al oeste una pirámide J e fina-
Las fases del asentamiento en el preclásico ,11 rnrso.Jurografia de /980 les del preclásico (200-300 a.C.). Sohre los edificio,, más
En csrn t"Xcavaci6n de 30 X 10 m aparecen a 1:1 izquierda y antiguos se comtruyQ la pb.wform:i 34, cuyos pisos de csru-
en d ccnuo restos <le casas de principios del predási• co y m:uf'ri:1I de relleno son pcrfect::imcmc ,1 isiblcs en el
E n las tierras bajas de Belice y del Petén no se han descubierto hasta la fec ha luga- co medio (1100-700 a.C.). al fondo, restos de ecl,focios del perfil occiJental.
res de asenta miento urbano ni del pe riodo del desb roce de los bosques hacia el año
2500 a.C. ni del m ilenio sig uiente. El asentam iento m;ís antiguo que se conoce es
C uello, habi tad o del 1200 a.C. en adelante. Se t ra ta de la pr imera aldea maya p recl;í-
sica estud iada a fondo, pues los estratos de esa época con que hasta entonces se contaba
siem pre estaban se pul tados bajo construcciones m ayores del periodo clásico. Au nque
la parte principa l de este yaci miento corresponde a un centro ceremonia l del per iodo
clásico, de 1,6 km 1 de superficie, las investigaciones se centra ro n funda mentalmente
en la plataforma 34, gran colina de cima plana, que, aunq ue prácticamen te deshabita-
d a después del a ño 400 d.C., contenía en sentido vertical varios estratos preclásicos con
restos arq uitectónicos y o rgánicos perfecta mente conse rvados (fotografía 34).
La evolución a rquitectónica a lo largo de 1.600 años (de 1200 a.C. a 400 d.C.) pe r-
m ite clasifica r los ha llazgos en varias fases. Los pobladores más antiguos de la fase
Swasey ( 1200- 900 a.C.) const ruían sus viviendas exclusivamente con madera y paja,
materiales de descom posición rápid a, y el suelo era de tierra a rcillosa. Posteriormente,
las casas tenían paredes de estacas revocadas y su suelo consistía en una fina capa de
yeso o de encalado con piedra picada. H acia el año 900 a.C. las viviendas se construían
ya en to rno a un patio encalado de unos 15 m de ancho. Las casas con paredes entra-
madas y con rejados de pa lma se parecían mucho a las const rucciones de ábside, redon-
deadas en sus lados estrechos, de los mayas modernos de Yucatán (fotografía 35).
36 Casa absidtal. C11el/o, Rcftcc, edifioo J26, platafurmu; 35 Casa moderna de Yucatá11
prec/á;JCo medio. 900- 800 a.C.; IJ X 4 m Fotografía Je una casa maya moderna <le cntramat.lo
Se reconocen perfect::1mente los agu¡erns <le las t:Stacas (aproximadamente 8 5 x 3.5 m). con parc<lt.'l Je t.'ltac,ts
1

en el entramado dt m:idcra. Los fragmentos dl' la!l pan:- revocad.is de barro y l'~tuco y con lrjado de palrna.'l t.lt:
Jes revocadas con esruco de harro indican ljUC la cons- gu:rno. La planta en forma J e ábside y el tipo Jt> cun.\#
truccilrn Jc esta c:1sa er:1 si mibr J la tle lw. e<lificÍO.'l trucción son similar<'!, .:1 los de t,,s c-a!i;h pn:dá~ica~
mayas c.Jd penodo histórico (fotografía 34). La rnvidad excavadas en Cuello (véanse fotogr.1fía, 36 y 37).
m!1s hornla de b derech:i e~ un:i rumb~1 m:ís rccit:ntc. Al
fundo se reconocen perfecr.1mente en b sección del terre-
no lo~ suelo~ de: (o¡; e11ificios posteriores.
para ello sólo se cuenta con las explanadas formadas por los materiales de relleno y los
Las tumbas facilitan información sobre la sociedad maya primitiva
suelos, y con los aguj eros de las estacas de las paredes en el sucio del patio.
No obstante, se puede afirmar que en Cuello uno al menos de los edificios de la fase El patio se configuraba de acuerdo con un plano determinado. A partir del año
Bladen (construcción 323) superaba los 11 m de longitud y los 5 m de anchura y que su 800 a.C. los "hoyos de fuego" (uti lizados para cocinar y también pa ra otra~ activida-
plataforma se encontraba a un metro sobre el nivel del patio. Otro edificio más antiguo des domésticas), que antes se dispersahan indiscriminadamente por el patio, se empe-
(construcción 326) esrnba sepultado y prácticamente se mantenía intacto (fotografía 36) zaron a coloca r a los lados del mismo. Un muro divisorio a lzado entre dos casas deli-
por haberse construido sobre él. Es la const rucción mejor conse rvada de la transición m itó la parte pav imentada del patio, de modo que éste q uedó cerrado al ex te rior
del periodo preclásico temprano al medio. (fotografía 37). Una tumba situada en el centro de un patio de Cuello, en la que fue
Los edificios rectangulares, que aparecieron por vez primera entre los años 650 y in humado un anciano (fotografía 38). data aproximadamente del año 600 a.C. Podría
-100 a.C., eran mayores que todos los anteriores existentes al oeste y al norte del patio. tratarse del cabeza de la familia allí residente que a su muerte centró en sí el culto de
No se sabe si desempeñaron una función ritual, sobre todo porque su demnlición los antepasados.
borró todos los indicios de actividad en ellos. Sin embargo, los templos construidos Las tumbas son unas de las mejores fuentes de conocimiento de la sociedad maya
inmediatamente después sobre el edific io occidental permiten pensar en q ue hacia el primitiva. Los 27 cuerpos encontrados procedentes de las fases Swasey y Rladen de
año 4DO a.C. empezó a desa rrollarse una arquitectura religiosa a partir de la construc- Cuello (cinco de ellos corresponden a la fase Swasey, 900 a.C.) son, con mayor o menor
ción de viviendas tradicional. seguridad, siete varones adultos, d iez mujeres adultas, dos jóvenes y ocho niños.

37 Fase de ocupaaá11 I m Cuello, Rdicr, 900- 800 u.C.


Los planos ele las cxc:av:iciuncs de Cuello, Belice. pcr•
miten establecer Jos fases Je colonización c.n d preclá-
sico medio. En el periodo más antiguo había hogares en
ti patio. que entonces desempeñaba una funció n t:xclu•
sivamcntc doméstica. Entre bs viviendas ~C' construye-
ron muros. que delimitaban hacia el exterior la parre
pavimcnrada del p:itío. •

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e Agujeros Suelo ( lo' Hallazgos (cerámica)
de las estacas de estuco

38 Fase de ucupaci611 2 en Curllo, Brlice, 650- 550 a.C.


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~
En la segunJa fase'"' amplió y se rodeó de nuc,·os eJifi-
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cios el pat1u existentt alrcderlor ele los hogarc:~. El hogar
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se encontraba en el eJificio 319 Je la parte superior Jerc- < (

cha del plano. En el sudo de estuco del pario se cavó una


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tumba destinada a la 111humación de un antepa~ado 1lus-
1re (tumba F4?). F.n conjunrn el grupo Jcl pauu tenía un
c3dcter más íntimo y privado.
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Suelo de estuco
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Hallazgos (cerámica)
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Al principio las tumbas se cavaban probablemente sin más en el suelo de arcilla 39 F:,uerramic1110 de una mujer adulta. Cuello, Belice, la pelvis (diámetro 50 cm). Bajo sus pit'rnas hay una
p,·cclá:;icn medio, hacia (1)0 o.C. sepultura de niño antnior. Bajo el fémur <lt' la mujer si::
de la planta baja ele una casa, pero después se pasó a coloca rlas en la pla taforma de
La sepultura es 8() cm más larga y más ancha que d observa la fue nte Je ct'rárn1ca coloca<la en la cabtza <le!
yeso (fotografía 39). L1 posición del cuerpo del difunto en la sepultura era proba- esquelero femenino, tendido con la caheza hacia d cx:stc; niño. Ambas sepulturas aparecieron t"n el sudo cerca <le
.sohre su rnMrn hay una fuente de cerámica y otras más rn la pared norte <le una vivit'nda.
blemente independ iente de la edad y del sexo; los cuerpos apa recen mayoritaria-
mente tendidos d e espalda s, aunque se han encon trado alg unos cuerpos d e cuclillas,
Yª veces incluso atados pa ra co nservar esta post ura. D el año 600 a.C. e n adelante los
muertos se cnterra ban con frecuencia sentados con las piernas extend idas. Entre
los objetos funerarios encontrados hay vasij as de cerámica, reclam os de aves, joyas D e fina les del preclásico medio, entre el 650 y el 400 a.C. (fase L ópez-Mamom},
de jade Y de valvas y ú tiles de hueso y de síl ex. En muchos casos se colocaba una p roceden 30 tumbas en las q ue se encontra ron los cuerpos de 20 adultos y 10 jóve-
fuente sobre la cabeza de l difunto. nes. De los adultos, 16 eran varones y sólo tres m ujeres, des proporción d e sexos que
La naturaleza y disposición d e los o bjetos fu nerarios entre I 200 y 650 a .C. indi- se ma ntendrá hasta periodos posterio res. Todas las tum bas, excepto dos de ellas, se
c~ n que la elecc ió n de los mismos no depend ía ún icame nte d e la edad y del sexo del encontraban en casas o en edificios anexos. Como ya se ha mencionado anterior-
difunto. Dete rmin adas tumbas infantiles tenían centenares de a balorios de valvas, mente, solía haber una e n med io del patio. Los objetos fu nerarios existen tes e ran
algunas incluso el val ioso náca r rojo del Spo11dylus, lo cual sug iere que la prosperi- más numerosos que antes. En las tumbas m ás ricas había ob jetos exóticos y d e alto
dad
. Yla posició n soc ia
· 1 d e una persona se d e b'1an norma 1mente a su nac1m1en
. . to y no
valor, como sucede con el varón de la tumba 169, que se adornaba con perl as de jade,
~•empre se adqu irían en la vida ad ulta. Algu nos objetos d e las tumbas infantiles e ran huesos huecos tallados y un colga nte en forma de máscara hecho con un hueso cra-
incluso de , , , .
mas va1or y mas exottcos que los de las tumbas d e los adultos, concreta- neal humano (fotografía 40). Seguram en te, los objetos d e este tipo t rataba n de des-
mente
. los colgantes · e1e ·Jat1e azu 1 tra1'el os con toda segu n'd a d a Cuello desde vanos
· tacar la elevada posición social del d ifunto.
cientos e.le k 1·¡ , . el
I . ometros, 6 1en esde el territorio olmeca, bien desde unos yacim ientos El análi sis de los esqueletos de los mayas prim itivos permite o btener interesan-
le Jade azul no identificados de las tierras altas. tes conclusiones sobre las enfermedades que padecieron, a unque las investigaciones
arqueológicas no puedan ofrecer pruebas de muchas patologías, únicamente certifi-
cables mediante e l análi sis <le las alteraciones de los tejidos blandos o a través d e la
superficie de los huesos bien conservada. E l dato más interesante podría ser tal vez
la constatación de treponematosis, es deci r, de sífilis o de framboesia (fotografía 41 ).
La ex istencia de la sífilis antes de la ll egada de los conqu istadores españoles estaba
ya confirmada en otros lugares del continente americano. En muchos esqueletos de
las tumbas de Cuello, por ejemplo, en una de las más an tiguas -datada hacia el año
1000 a.C.-, son evidentes las típicas "piernas estevadas" con engrosamiento interno
de la tibia. Los restos de sangre en las superficies óseas y las caries degenerativas de
las mandíbulas son síntomas evidentes de la falta de vitamina C. La tardanza en la
aparición del esmalte de los dientes indica que los niños no eran destetados hasta los
tres o cuatro afias de edad, sin que la leche m aterna fuera entonces sustituida por
otras fuentes de proteínas simi lares. No obsta nte, hacia el a ño 400 a.C. la salud de la
población maya e ra en con junto mejor que la de los siglos poster io res, como lo indi-
can los restos humanos preclásicos de Altar de Sac ri ficios. Además, en la primera
fase la a ltura media de los mayas e ra mayor que en el preclásico tard ío, ya que la
oferta alimenticia, progresivamente decreciente com o consecuencia del incremento
demográfico, dio lugar a que la población tuviera una estatura menor.

40 Colgu11u de hurm humo11u. Curllo, Rrliu, 11,mba /6(); El colgante presenta los ragos de un monsrruo. /\p.1rec1ú
prrclám:o medro, 500-400 a.C.; hucsu de crúnt'Q humano; tn el cuello de un adulto ,·arón entcrrnclo en la tumha 160.
diJmrtro 7,5 cm; Bdmu¡,ó11, JJ,liu Vtpart111t11t n/ Ülro.._ objetos funcrnrios encontrados fueron las ~ria~
Archaelogy cilínclrica) de hueso con d motivo de b esrcra, símholo de
la dignidad real. En la. misma stpulrura csr:ib;1 cnrnr;:ido
bajo el adulto un acomp.,ñanrc.

La evolución de la cerámica y sus fases

Desde 1975 se sabe que en Cuello se elaboraba la cerámica más antigua de las tierras
bajas. Aun cuando, debido a las impurezas, la~ primeras datacio nes de esta cerámica
basadas en el método del radiocarbono resultaron excesivamente tempranas (hacia el
41 Tibias humanas. Cut/In, lJel,ce, pr«lds,co medJO; doJ Aunque muchm de dio~ sufrieron e--.t:a mfccc1ón. los h3bi- año 2000 a.C.), se ha comprob;1tlo con toda certeza que en Cuello se fabricaba cerámica
11buu humana; dr Jtpultura.s; lo11g1tud aproximada JO cm L:llllcs clt: Cuello solí.in alcan~ar la edad nclulw. Tras los
M1cmr:u el huc::!IO superior prc~ntJ una forma normal, d Jt.:!,,CUhnmu:nl~ de Frank )' Julic SJul. (311¡ muc--.tras de
ya hacia el año 1200 a.C. Teniendo en cuenta las rormas y la decoración de las vasija~,
inferior o lo que se !huna u11,1 rib1;.1 estt'V:Hl,l. F.st.1 ;1lter,1- Cu<"llo sun la~ ¡,rutba~ m;ís antigu:1"' de: h1 cx1stc.:ncia Je trr- entre los años 1200 y 400 a.C. se distinguen tres clases diforentes: Swasey, Bhtden y
c1ón 0--.e.1, así lbmacla por su forma rípira, c)tá pn,,·oc~1Ja ponc.matm1s en d tcrrimrio ma)'ª·
por rreponcmatosis tales como b sífilis n l,1 fr..1mlx->t'sia.
Lúpez-Mamom (fotogntfía 43). Aunque las cedmicas Swascy son de la~ má~ antiguas
y ue 5C conocen en las tierras bajas mayas, no tienen en absoluto carácter experimental,
sino que retlcj,rn una madurez total c;n su fa bricación y en su ornamentación, por lo que
es posible que hubiese habido una fase evolutiva anterior. Además, por su forma, por su
coloración y por su ornamentación lo~ hallazgo~ son típicos de las tierras bajas mayas y
no presentan ningún tipo de afinidad con la cc;d.mic:i de la costa del Pacífiw, en el cora-
zón del territorio olmcca en el li tor;il del golfo, ni con la de las tierras altas mayas.
La cer;ímica Swasey es relativamente sencilla (fotografía 43.1 ). Se trata fundamen-
talmente: de fuentes, d e escudillas planas y d e jarras, en parte hechas con engobe o arci-
lla cocida de color rojo o na ranja. Las vasijas sin engobe se decoraban con incisiones
practicadas con un palo o un hueso puntiagudo~ y a veces incluso con lujosos modelo~
ajedrezados. Los alfareros obtenían otros ornamentos acanalando, punteando o mode-
lando plásticamente la arcilla antes de cocerla. Dos de las formas más llamativass que se
han encomrado son una jarra con un borde grueso y angulado unido a la panza median-
te un a~a de dos cilindros de arcilla paralelos y una botella de cuello estrecho. En gene-
ral e,tas vasija~ se utilizaban para almacenar líquidos, tal vez también cereales, y para
distribuir en porciones los alimento,. Lo~ vaso~ de calabaza venían utilizándose proba-
blemente desde mucho antes de descubrirse la cer,ímica.
La ce rámica <le la fose Bladen (fotografía 43..3), que sucedió a la foe Swasey hacia
el año 900 a.C., es por una parte muy parecida a la preccdente, de la que: indudable-
mente provic.:ne, pero por uLra resulta radicalmente autónoma por ;us detalles formales
a,i como l,llnh ién por su repertorio decorativo, mucho más am -
plio qur r l dt' l.1 fo,e ,i nterior. .
C t:ner,111m:n1e el cngobe rojo se aplica inte rcalado sob re un
fondo de rnlor rr•:m,t, lo q ue da lugar a la aparición de modelos
de franja, o ajedrez:1dos. Adem,ís hay engobes de color crema,
p.irdo O n,1r; 1n1,1 pard uzco. parcialmente dotados de complej os
modelo, 1nci,o, caracterís11cos. En el siglo VII a.C. se util izaba un
proccdim1t:nto consi,tt'nle en aplicar masas de recubrim ie nto or-
gánic.i,. En"''º' casos se pin1aba el modelo en la superficie de];¡
, asija utiliz,tndo 11na susta ncia org:ínica, por eje m plo miel, y a
conti nu.ici(m se rocía en un fuego abierto hasta log rar un color
gri, mcurn. L1, 111:1,a, orgánicas de recubrim ie nto se combina-
ban con otro, ornamentos y da han lugar a un modelo tricolor.
S1Cuello des1aca sobre tocio por la cer;ímica ele la f'ase Swa-
,cy. en el cercano Colh:1, cuyo complejo de cerám ic:1 Bolay data
del periodo comprendido entre los años 900 y 500 a.C., se ha e11 -
cnntr:1do mhrl· todo ce rámica Bbden. Lo mismo cabe decir de
una mcdi.1 doc<"n.l dl' y,1ci111icntos situados en el norte de Belice,
romo Nohmul y Santa Ri1:t Coroza!. Pueden se ñalarse relaciones
más lejana, y lk car:ícter más ge neral con la cerá mica Xe ele
Alta r de S:1crilicios y con Seib.d. en el \'allc del río de la P:-lsi ún,
:il sur de l Pctc:n, a l igual l]Ue la de los primeros pobladores de Ti-
kal, a l nordc,tc del Petén. Estas tradiciones regionales y estas
imcrrclaciunt::o de la cerámica son típicas de todos los periodos
postcriorc, r n la, 1icrras bajas mayas.
La n·r5mica L<'>pl'z de Cuello se enctH: nlrn en el ca mpo
de difus ión de la cerá mica Mamom, que se extiende desde Se i-
hal, al rnr. hasta Komchén, a l nordeste de Yucatán y presenta
,orprcndente, coi ncidencia s desde el punto de vista de las for-
mas de l.1, 1::isij:1 ,. del e ngobe y de la decr.m1ción. El incre mento
dc111ogr:ífico dct('rmi nó una mayor densidad de población, lo
cual ,1 ,u 1·c1. ,1ctidl el intercambio cultural y comercia l ent re las
d iversas reginnc,. Por prime ra vez varios g ruµos d e población
compartían en tnd:1s las tie rras b;1jas b misma concepción del
,1spccto exterior ele las 1·:1sijas; lo mismo sucedía en el norte,
donde en l.1 fo,c Ma 111om e111pe:dl ;1 íahricarse cerá mica e n mu-
cho, lugarn. :\11nquc la ex te nsa difusión de l,1 obsidi:1na de los
yacimirn tm dt: las tic rr,ts altas volcánicas de Guatemala refleja
Li cxi,tcnc1;1 dt: una red de comunicación en func iun;1mie nto, las
dift:rcncia, dc la, cer,í mica, desde el punto de vista de la masa
rlt- ucilla. de Lis rnezcla, y del tnitamicntu de la \Upc rficie indi-
can que e,to, .1rteL1ctm no er;1n artículos comerciales, sin n que,
,,ih·o poca, excepciones, se destinab,in al consumo local.
Entre la, pcculiaridades técnicas de la ce rám ica Mamorn cst;í
la int roducci6n de un e ngobe blando, ce ráccu, quc daba luga r
,lla, in numcnhl
, es r 1 ¡a 11p1ca
. 1suras cap1·¡a res (e e · c¡e c ra-
, · supe r,1c1e
quclaclo· 'Se 'anl1·c·
1· .1 an 1·a nas capas 1nas t e arc1 a, 1a u'1 tllna
b · f' 1 ·¡¡ ·
dt· las cu·ilc,
· · ,e contra1a ' el urant c 1a cocc1·on
' y esta 11a 11a ong1-
· ·
nando cstt: c·f.cc10 ornamenta.1 E l color predominante
. era, como

~ugit.:r('n ml'J ianll' t av icbcle,; o v:ik, \' :,U-


ptrfiri,1k:-., ron un orifici o circulu ~-o d
ce nrro CJlla una. En la caha...:i y t'. n ti turso,
de conformación sencill.1. se: roloc;1ro11 la
n:m1_, b hoc:1, la diadema y los p<"nrlicnll'S,
FASES CERÁMICA OBJETOS FUNERARIOS Y PIEZAS PEQUEÑAS

SWASEY
1200-900 a.c.

BLADEN
900-650 a.c.

LÓPEZ-MAMOM
650- 400 a.c.

COCOS- CH ICAN EL
400 a.C.-250 d.C.
en época,,- anterio res· • el rojo monocromo (fotografía 44). Las fo r mas de las fuentes y habrían esta blecido ya e n Col ha gentes cuyas casas, artículos de cerá mica y estilo d e vida
d e los platos era n muy rnriadas, au nq ue ahunda han más las piezas con bo rdes sa - se asemejaban a los de C uello. C abe pensar en q ue también allí fue tem p rana la pro-
lientes V wn picos. Se m odelaban también con a rc ill a fig uritas h umanas y d e a ni ma- ducción d e útiles de sílex y es posible que los artículos ya term inados se exportasen a
les. a v~ce, en fe rrna de ocarinas, q ue sei'iala n el comien zo d el arte fig ura ti vo m aya Cuello y a otros asen ta mientos del norte de Bel ice.
(fotografías 31 y -12). Se cree incluso q ue a lgunas de esta s fi guras humanas e ran re- Entre el instrumental de Cuello se encuentran los útiles ligeros <le uso doméstico,
tratos d e determinad as persona lidades, tal vez de los soberanos Je C uello. los útiles pesados, corno l;is cuchillas t rabajadas por los dos lados, su jetas a u na vara de
madera y utilizadas como h achas, y otros <lestinados probablemente ;i fin es rituales.
Los pri meros se: uti lizaban pa ra cortar, agujerea r, raspar, d esollar y picar, en tanto que
útiles de piedra y valvas los úti les pesados servía n para talar á rboles y para cava r. Con frecuencia se reacondi-
cionaban los fragmentos viejos y rotos, que se destinaban a otros fines, hasta q ue los res-
Después de las piezas de ce rámica, el segu ndo g rupo más numeroso es el d e los ar- tos eran demasiado peq ue1ios o estaban excesivamente d eterio rados.
tefactos encontrados en C uello, fo rmado por frag men tos y trozos de útiles de piedra, Para fa bricar otros útiles cotidianos los mayas recurrían a variedades más du ras de
funda mentalmente de pedernal y de calcedon ia ; ésta última es una variante transpa- p iedra cali za. C ua nd o hacían meta tes (piedras d e moler) y "m anos" (rodillos d e ma no),
rente y blanda del cuarzo. La calcedon ia y a lg unos sílex g rises y blan cos bastos apare- u tili zaban habitualmente pied ra caliza, aunque ya en la fase Swasey había pied ras de
cen en el mismo Iugar, pe ro los preciados sílex pa rdos con bandas proced ían de una moler de piedra aren isca rosa im po rtadas de los Montes Mayas, simados a l sur a 160 km
"mi na de ílex'" ,imada a l este del N cw River, a l norte d e Belice, q ue se prolo ngaba ha- de di stancia.
cia el sur hasta cerca de A lmn- H a. D en tro de esta zona se enco ntraba Colha, q ue, so- Las manos de mortero aca naladas, dotadas de u n asa de madera de mimbre y
b re todo en el preclúsico ta rdío y en el clásico, contaba con d ocenas de talleres en los que utilizadas en la fabr icación de te jidos o de papel de corteza de higue ra, no apa recieron
~e fa bric.iba n útiles de sílex J e fo rmas estandarizadas. A más tardar en el afio 900 a.C. se hasta la fase Bladen . Es cierto que el preclásico ta rd ío no ofrece indicios de u na escrit u ra,

~3 l.kJúm,;/to de' ob1nr,,; fimrranos, ct nlmia1 y piezas


pn¡ut>fia, rnrl pra/J., ,m C'IJ t'I _\'lit m11e1110 de Cuello, llcltn:.
L.1 ccrám1c.1 m.i, Jnt1g.u.1 dt· IJs Licrras haja~ mayas
e, l., pcrtcnecit'nk ,1 ]J l1J1nJd.1 ··ra ..c- Sw;isey'' t1200-
91)0 :1.C.). Lo, oh¡rlm ,k r1tro~ m:Heriales, como hu c-
~o~ ~ \,1lva,. ,1pcn,1,; , e: h.rn consen ·ado. En la fase Bla-
,lt-n (9011 h)O a,C.). b existenci::i en aumento de los
ob¡ctu, de \'ahJs de molusco indica el creomicn to de
corH.tcto.s comern.1le,. En Lt r,hC s1gu irme, 11.'.lmatfa
"l.11pcz-~bmom·· (h>ll-41111 a. C.). los ubjctos de jade.
'lllC lJmb1én ,;e lun t ncnnrr:1d11 c-n las tumbas de ni-
llo<, muestran que probablemenn.• l:u riqucz,1:- y b
po~tcu'm c.oc1,1I ,e hercd,tb.an. En 1:, fao¡c Cocm-Chic.1-
ntl (400 a.C.-2511 d.C..) l.1 \ Jrit'lhd de form:i~ de b ce-
r.1m1ca :iumcn1{1 c1msider.1hl L·mcnte y los ohJeros fu-
ncnrn1, p muc,tr.111 un , imholbmu que se <l ife renciJ
mU) poco del tld cl,h1c1) temprdnu.

~ Jarra con pico. lº11r¡¡o, ¡frita· pra/ustcrJ


-'• , tardío
~11)..J(JIJa C- . • '
lh · ·• ,i,nl/a, diumnm 12, 5 cm; Belmopcin,
'J\lrtmmt o[.lrcha(n/og1
t~t.h \'~s11:is se- <l
• L csi~n:111 hJh1tu,1lmcmc con el nombn: Je
rnocol.1tc-rn~ ..
J'T ',\ Unt.¡l1(.' no h.1,· prueba.~ t.le C'JU<: en dla:i. ~l'
<"[\,lr~'C' u ~ tnm ht .. J · ¡
fotr r fj . . rt"J mcntr e l'.Jcau. I.J p1ez.:1 de la
, igr,1 i,1 ap,ireciú en un,i tumh:i cnlcc nvJ. en la que ruL··
"" rntrrr;ad,1, 3') , .
t'•'<" - 1c:r-.un,h. prl'Jo111111Jntt:mentt.- hombres
ne), '-1CrtficaJa-. . l I I
•tur 1 , ' tn t rn,1rro e l' o~ rno-. ,:1grJJos con
dl4 se et- thro b cn11qrucc16n de la pbt,1forinu .H. Cnn
\e Ct'Uhtruvú en d . ¡·
tk-1 prcrU · prt"c .1sico wrJío d grupo dt" p:1tÍ(1S
• 51co mcd111 de t/UO--lí!íl ,1.C. (fuwgrafí.1 J.O.
pero el papel podía utili zarse no sólo para confecciona r libros plegables, sino tambié n
para otras muchas finalidades prácticas, por ejemplo para la con fección de p iezas de
ropa y de tocados.
Las valvas llegaban a C uello desde la costa del Caribe, situada a escasos 50 km
d e d istanc ia río ab;1jo . Durante la fase Swasey hubo 11 especies distintas; después
hubo más. Los restos de val vas indican que en C uello se fabric aba con este m ate ri al
una amp lia se rie de objetos; los más frecuen tes e ran las perlas redondas o irregulares
que, enhebradas c.:n largas cadenas, se utilizaba n como colla rc.:s o como adornos
de otras partes del cue rpo. En su gra n mayoría las perlas procedían d e especies bla n-
cas, com o el est rom bo g igante (Strombu.i gigas), aunque e n la rase Blad en aparecie-
ron ocasiona lmente perlas talladas del valioso n:ic.1r rojo del Spondylus. En una sc-
pulrnra se encontró media valva completa d e Spondylus con la parte interior roja
raspad:1; estaba agujerea d a pa ra poder ser uti lizacl;1 como colga nte (fotografía 43.4).
T ambién se hacían pe rlas y colgantes con los huesos de los a nimales sacrificados,
como corzos y per ros.

La aldea y su entorno
El entorno inmediato de Cuello ofrecía todo lo ncces,irin para vi vir. Tras lava r y
cribar escr upu losamente m:is de diez to neladas de tierra d e todos los pe riodos y con-
tando con los restos en contrados ele vegetales, moluscos, caracoles y otros ,1n ima les
se ha podido reconstru ir c.:I entorno de la aldea e n el prectísico m edio .
A l in ic i;1rse la fase: Sw asey, hacia el a i'io 1200 a.C. , el bosque n atural cst,1ha p rác-
tica mente virge n, pues :1proxim,1Ja mente la te rcera parte del carbó n vegetal proce-
día de los ~rbo les de la selv,1. De aquí se deduce q ue en e l cultivo d el maíz se ma n-
te nía n periodos de barbecho relati vamente la rgos o que los ca m pos e ran muy
pequeños o estaban muy dispersos. En las m il pas u plantaciones. que permanecía n

45 Tubéfcu/Oi d" mamlioca (Mflnihnr esculmta)


Los tuhérculos de b rnandiora ~un rico~ en hi<lralfü ele c.tr-
bono. pero en crudo tu.:nrn un jugo rtix1co yul' rnnt1c:lll'
;in<lo ci:rnhi<lrico. Par~t yuc la mnnd1oc1 sea come.mbk.
Matorrales Recursos forestales Recursos forestales Frutos de árboles Fases Existencia de maíz un:, vez pelados)' r~1sp:1dos l(i, tuhérrnlos hay yuc extr;1er-
Coníferas
secundarios de cerámica les d jugo róxicu. A continu,1riún $e b,·:i y se lUC"ltl la m:1~.1
¡ur:i c11nvenirl.1 en harina. i\hor:l hten, los w lll'.·rculus tl-
IX- XII hroso~ dc:: l:1 m;mdioc.1 duln:. qur no"ºº túxico~. se: pel,tn ~.
tr;1s v:1n:1s hor:1:, dt' remojo. :,C c11t'cen y St' comumen C()ílW
VIII b pat:1r.1.

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16 ! lútoria medioambh•m~,1 dr C11tlfo. Cti/,-:aruio rf.iffJ•
veP,ewle_~marmscñp1cfü (;;cm,llm, .fi"uto:;, rnrbórr 1.:eg,·n1/),
Ch,trlr'i H. :\liknctk rt'comtmvú J.300 orlo., de' hisrori11
mt'dufiw1hil'lltal de Cut"l!o, Hl'lia
La fo,c 1 ~b,,rr, de 1cOll, 1IJ11(1 :i.C. y las foses IX- XII de 1/j\
,1.C. ;1 100 d.C. En d 9(1<,f de l.1!) prut..·0.1:, ~p.Hen· el m.m. ,·11
l:1 Lbc l. rn t:rnrn qm· e,¡ ,;en.,,ihlr:mtntc nd'i h:1jo el porccn-
t..1}c dr c~1rbón vegrr:1I ()()(ji) <le .:irboln. dt.." l:t "-t'iv;1: f)(ff ,nn 1
lado, d pürcc:nrnie de .1rhm1m (](\<'{) t ':- ;1)10. Pur u,do dio
~e dnlurc qur rn ;¡quelbs fechas d ¡xm:1jc dc::bb i::,ur de.;
Índice de carbón vegetal Indice de restos de maiz Lrozado ~r di.·:-rinadc, .ll :1provcch,11nit:mo :1~ricob tk 9 k
en tanto por ciento en tanto por ciento murho 11cmpo ;irr:í..- (t·éa;;e fnrografí:t 33). A fin.do dt· l.i
o 60 O 75 fa~t lf l s,: r('g1~1r6 un rermct'so dd cultiu, dd maíz unuh•
.1 un ;1\ ,111ri.: df"l hn¡¡q11c. Posrenom1t·ntt..· voh 1(1 :1 tk,hrn·
Lar,1.· t l :-.udo, q1w indmo fue .1pron:ch,iclo de un 1m11.lii
m~b inl1.·nsc,.
'47 Fru.lOJ drl ZJ.tff)lr (.\/amlkura :upot1.1) blanda. de color sa!rn6n rírnndo a rojo. Los fruros, 48 Frwo del tmacartlu (Anaam.limn ocudentalc) ~emilla:i !.t' tom3n 1!cncralmc-ntt· lu~tadas o ~e utilizan
FJ.,.1,1po1c- des1gn,1 , Jr1.1s e,;;pectc::> de ,írbole~ <le Ccntroa- de sabor clulrc. pueden :ilcan7,:1r un pt'.::>O de emre: 0,5 y La ~cmilla dd Jrbol <ld mmno numbre st llama t~unbit'n para d abor;n ~ceire romcstiblc. Lo.::> fru tos llenen un
mérse':\ ~• .::>U5 írurns. FsLus son m·,1l.1du~ u lu:nt·n forma tk 1 kg o más. S('mi/1,1 ele maraüún: es ~,rriñonaJa y ~t' t.· ntuentra t n sua \'t' s:ibor clulce y son muy ricos C'n vitam ina C y t'n )lll!,~
ptr2. con un;i lon_1.?1tud ,1prnx11n.1d.1 de 8 a 20 cm. Su pid. el e: xrn:rno inícriur <ld fruto en fr,rm.1 <lt' pl'ra Jd tanci:.i~ mintrales.
•le colur pardo l11\tJd11, e, g rues.1 y lcii1>s,t. Su carne es :war,1rdo, qu(' pucdt: .::>t'í rojo. blanco ü amarilll'ntu. La~

improduc tiva, entre dos y cinco aí\os, se desa rrollaba ge neralmente la maleza. L os de cac;w (véase Grube, pág. 32 y ss.), que poste rio rme nte se usaría pa ra preparar una
hallazgos d e restos de mol uscos, muy sensibles a las alteraciones medioarn bie nralcs, bebida muy apreciada y como m o neda.
in<lican que en el paisaje p redominaba el bosque. La p lanta útil más cultivada era el L1 s semillas y los restos d_e carbón vegetal excavados y el polen contenido .en las
maíz. cuya presencia es e1·idenre en más d el 90% de las pruebas analizadas co rres- . muestras de los sedimentos de los lagos del territo ri o m aya permite n establecer
pondientes a la, fa,cs Swasey y Bladen (fotografía 46). las variaciones de la vegetación y los cambios climáticos. La se lva tropical se formó
En la s fa,e, Swascy y Bladen los frijoles, el segundo grupo d e al imentos básicos al final del último pe riodo g laciar, e n la fase hú meda y cál ida com pre ndida entre los
de lu\ mayas. eran más pequeños que e n los periodos siguien tes. Es posible q u e los a11os 30000 y 8800 a.C. E l incremento d el carbón vegetal de coníferas demuest ra que
prirnnos frijult: s y los prime ros c hiles se recolectasen e n tierras no culti vadas. Los entre los aiíos 900 y --100 a.C. se registró en Cuello un enfriamiento ge ne ral del clim,1.
~ayas c ulti1 aron la calabna común a partir de espec ies sil vestres. /\demás, desde la El preclásico m edio fue frío y húmedo. Los restos d e ca rbón vegetal d e C uello y el
fase Hlade n ,e c ulti,·aron dos especies de tubérculos: la mandioca (fotografí'.1 45) y polen de las muestras de perforación ind ica n asimismo que en el prechísico tardío
l.i rnalang:i, planta arácea cuyos tubérculos, tóxicos en c rudo, con stituye n, una vez el clima vo lvió a calentarse. Tamb ié n varió ostensiblem e nte e n Cuello el ni vel d e las
cocidos, una importa nte l"uentc de fécu las. La dieta incl uía probablemente también aguas suhterníneas, lo cual coincid e con las g randes variaciones del nivel d el mar
el boniato , a unque h a~ta ¡a ,ec
e ha no Jrnya pod1do
· compro barse este hecho. L os ma- y de los ríos en la época comprend i<la e ntre los ;1 í\os 1500 y 500 a.C. No se sabe si
ya, recolectaban lo, fru tos de los á rboles <le los bosques, com o el aguacate, b gua- todos estos ca mbi os afreta ron a la sociedad precl ásica. En cualquier c.1so, es cie rto
yaba {Psidium guayava), e l anacardo (fotografía --18), h1 ciruela balsám ica , la anona, el que a finale s de la fase Bladen, en el siglo VII a.C. , existió un claro abanclo no·del c ul-
7,a potc (fot
h
r- ,
ogra 'ª --r 7) y la cereza de las Antillas (Byrsonima) . Es imposible saber t ivo de los campos con el consigu ie n1e avance de la selva, aunque esta regresión tran-
a~ta qué punto los frutos procedían de á rboles sil vestres o d e hue rtos (á rboles sitoria d e la población debió de estar condicio nada po r factores económ icos o soc ia-
\;llvados du . 11 b
rantc e e e, roC<.: o brotados casualmente de los desperd icios domésti- les de carácter local. Del año 600 a.C. e n adelante la soc iedad re flejaba el mi sm o
co,). Fn el ¡· -
• prec a,1co me<l10 d e C uello no hay constancia de la util ización del gra no dinamismo q ue a ntes basado en el crecimiento demog ráfico.
49 Arquitt<llffll ,.mtigud. Komchét1, Yucatán, .\Jéxiro; .ilz.::1ba una gran cons1rucc1ón, yuc en el pn:clás,co tardío 50 Pmímide F:-1'/l-sub. UaxllfltÍn, Pe1lr1, Guatemala; mlacta hasta nucsLros <lím. En c:i.da uno de los cuatro l:.1-
a partir dd Olio 4/IO a.e 4ucdñ umcla con "el complejo mc<l1ante una cJlz..ufa predáJl(Otardío, 400 a.C.- 100 d.C.: muro mod,Iado sobr, <lo, de la pirámide hay un., escalera hasta la plataforma
Las primera.~ con!)trucctunc~ monumentales de las tierras (.wk/Je). Parad total rle b s st'i:> phu:1form.1:> se mane1.1ron muros dr predro (l,/i:a .supcrínr1 donde se alza un.1 plataforma m:i~ peyucña. Ca-
bajJs ml)'as scptcntrionale...<. .1parcc1non en Komchén. alrededor de 61J.0OO m3 de material de rdlrno. E-~ra pidmidc <ld prcchls1co tan.lío fue rcpc:ticlamcn- da escalera e:>t{l flanqueatla por cuatro máscara!, Je e~ruco.
cerca dt: 07ih1khaltún, .il nonl' tic ~lrricb. A 2'lU m ,e rc ampliada en frchac; posu:riores ) se ha manrcmdo casi

Indicios de una complejidad creciente en la cultura maya muy rápida. Entre otras cosas se construye ron cinco graneles platafo rmas d e piedra
a lrededor d e una plaza cen tral (fotografía 49). En Yaxuná, cerca d e la ci udad ele
Se han excavado otros lugares, como los yacim ientos de Col ha y de Kaxob, en la Chichén Itzá , se construyó entre los años 600 y 400 a.C. una pirá mide d e 11 m
misma zona d e Cuello, correspondientes a los principios del preclásico med io, al pe- de altura con silla res labra dos por canteros especia lizados. E l vertiginoso crec i-
riod o comprendid o entre los años 900 y 650 a.C . Aunque no se han publicado e n su miento y la densidad en a u men to d e construcciones en el Sci hal preclásico d e los
tota lidad, los resultad os de estas excavaciones demuestran que allí se había estable- años 600- 400 a.C., con varios centros cerem onia les m ás pequeños ale jados d el nú-
cido una soc iedad co n unas fo rmas de vida equ iparables. Más al oeste, en los niveles cleo y los pequeños ed ificios públicos con st ruidos en e l ce rcano Altar de Sacrificios,
m:í~ antiguos d e Seibal, los investigadores encontraron ofrendas de jade del aifo 900 entre otros, dem uestran la creciente complejidad de la cultura maya. En T ikal, en el
a.C., que tanto por su contenido como po r su estructura podrían estar en relación llamado g rupo del Mundo Pe rd ido situado al sudoeste de la G ran Pl aza, bajo las
con las ol mecas. Los jades de esti lo o lm eca d e Yucatán y la cerám ica maya del yaci- construcciones del preclásico tardío y del clásico temprano han aparecido ed ifi cios
miento olmeca el e La Venta de muestran clarame nte la existe ncia ele con tactos entre más an tig uos del preclásico m edio.
ambas regiones. Lo m ismo cabe deci r d e las esculturas de Xoc, al este d e C hiapas -el Así, por ejemplo, el edificio 5C-54, una pirámide de grand es dim ensio nes, se
saq ueo de los ladrones ha sido total- y d e los a lreded ores d e Palenque. construyó haci a el 600 a.C. com o una plataforma baja co n esca lo nes (fotografía 5 1)
Komché n, a l norte d e Yucatá n, esta ba pohlada desde el año 600 a.C. Si hasta el fren te a una subconstrucción alarg ada del lado este ele la plaza. En ese lug ar se edi-
año 450 a.C. la aldea sólo contaha con ed ifi cios d e un a sola plan ta y construidos con fica ron más ta rde una se rie ele templos fun erarios reales preclás icos. En conjunto los
m ateria les perecederos, :.i pa rtir de entonces se registró una evol ución arquitectónica dos g rupos constitu ían seguramente una muestra temprana de un obscn·atorio
20m
O 20m

,olar. como el representado ,obre todo por el g rupo E de Ua xactún, y demuestran 51 Comienzoi predií::ioh de la ,uqutlffflnJ. monwnefJtal ob\C:rY;Horios astrnnómicús o co111u munuml°ntO-.. F.1
del Pcrén. Tikal, A·rén, Cuatenwla. t'dific1os 5C 5-1-} di.l_g.r;1m..1. de In izquierda rdh.·j:1 lJ rcconstrurr16n di: 1 P.
que ya L'nton,c, exi,tía una relación formal e ntre los es pacios públicos y los centros 50-84; pl'ccldúai, 81/() a. C-1 d.C 1..1portc del estado Je\ edilicio en la fose F.b (~011-
ccrcmo111ak,. Fl impreqnn:in tt edificio )C-54, p1dm1<le J t! grupo del 6011 a .<..), el rld renrro en b fose Tuc (600- l5tl a.C.) y el
Ylundo Perduln ,;Jtuadn :il •mdot'S tt' de la Gran Plaz;L } rle b derec ha en la fosr Chuen ( l51l :1.C:.-I d.C.); lo, ed1-
el .,'3rg.ulo ed1fic10 )l).8--L Ji este' de l.1 1111~1na . l'(11l')t1tn- fiC1m fuernn :rn1pl1:1do, ,;,in que <.e rnt11l itica~tn ni su
yen el núcleo m:i.;; Jnt1guo Jd cumplejo dl' t:di firiM pú- pl:tnr:t ni ,;u disrrihución,
hlico.s de T1k.1I y pudic:-ron haber sc:f\ ido . •1dc.má:i., como
LA OBSIDIANA: EL METAL DE LOS MAYAS
1' iko lai Grubc

C u:1ndo se adent ra ron en el territorio de los maya,,


lo, e,pañole, q uedaron L1sc inaclo, por , u ci, ilizaciún ,
apa re ntement e 111:b refi nada )' en m ucho, a,pecrm
Fuerza de tracción
m :i, en>lu cionacl.1 q ue l,1 s uya propia, .\Unque no de-
jaba de re,ulta r a trasada en dete r minad o, sentidos.
H.1birnados a mane ja r el du ro ,1cero de Toledo. a I°'
espa11oles les ,orp rend ió el hecho d e que los ma\',1s y
1eza e obsidiant
otro, pueblo, mesoam ericanos hubieran alcanzado ex-
tr.wrdinarro, logros .1rtístirn, y cultur,de, sin ut ilizar
her ramientas met:ílic.is. ,\ unque t:n la ,ocieclncl m aya
el m et,11 práctic1 m ente no clnempl'ñaha ninguna fun - \ Presión contra
el suelo
ción (hu bo q ue llegar a l period o po,cl,í,ico p:1 ra crea r
joya, de oro). ,ería un er ro r califica r a lm 111,1yas de
" p ueblo de la ed ad d e pi edra" drsck un punto d e, isra con un ,d to índice de sili cio . Las vetas de ohsid ia n a ,e 53 Júp16rnt.1nim e.•,¡mm.Í/1"1 dr lu_fj,blll"illUjn dt' (lllh1/111s df nb.,1dw1w
P.1r.1 J.1hnc.1r CUl h,ll.1, 11t1l11;1n.l11 un ~.•ndw ,le tr,1cnón dt. m:H.kr:i.. pnmc. r11
tecnológico. L:1 tec nología de e,ta antig ua civili1.a ció n l'ncue n tran en determ inados pu n tos de Li, tinra, altas
-.~· ,u1c.r.1h,1 l.1 p1..-1,1 d( 11h~1d1.1n.1 l1rmc.1Ht'nt1: en d \lle.In p.1r.1 c,11:ir ~u 1ie!il1-
estaba concl icion ad:1e n b ue na pa rte po r el u so de In ob- volcánicas; cua ndo :dlora n a la superficie e,t,í n ex¡.iuc:s- t,1minun. FI ¡.'.Jlh ho ,t· c11h•c1bJ. c.·n d lionk de l.1 p1ez.1, "~ d('~pl:i1.1b:i r on Ull
'1:n- t1ron \ dl'"'1'11e, ,v ll'\.1nuh,1; .1~1 ,c.· dnprc.-111.Jt.1 un,1 clll'h1ll,1 .1larg.1da }'
sid ia na. que es u na roca vítrea ,·olc:i ni ct form:1da por tas ;1 la erosión, por lo que existen yacimiento, en lo,
.d1l.ul.1
el en l'riarnic n to y e l e nd urrcim1en to r.í piclos de b,a q ue es posih le recoger din·cta m ente d e l suelo bloques

51 I'1r-:,1 dr ob.111Í,.u111. U Mnu. y frag m ento, de esta 'roca. La obsid i;rna tien e un alto
(J111nfd11a Rt,o, ,\lnrm, pu.,d1i.,:flo 1.11-
dw. l-150- l55fld<., oh;rd,'111,1 l,1bn1 índice ck sil icio. pero los a n:ílisi, h an m o,trado q ur
d,1: alnm, JO, 1J <111, diámt'/rr1 8,5 rm: ade más tie ne en proporciones 1,triahle, oligoelcm<.:nto\
(Jm111,w11 R<H>, \lu,r11 11qumlUJ!ICO
dr C1111,m1 tales rom o cesio . ura ni o, h afn io y cobalto. Los di\'crsu,
Lo(, hl1,qucs lfl(.Cm ,h~ llh-,n han,1 ~1•
yaci m iento, se caracterizan por la, combinac1orn:s es
(011\t'r{l,ln C..11 fllC:l.l<i 1111.:d1.11J{(" :-,!Hl -
pl, cc:rtl·rn, Fr,m l.1 form;1 bruu de pccíficas de los mism os en diferrnte, proporciones. de
l.1 q ue w ,ihll'Ol,11 1 .ifiL1d.1,
tuch11la, m odo q u¡:: e, po,ib lc asign;1r con preci,ión la ohsidian.1
PENÍNSULA DE YUCATÁN
ut1li1.111dn ~.1ncho., dt tr.tú11',n dt·
111,Hln,1
encontr.tda .1 rq ueolúgicam<.:nte a los di,cr,o, yan
Edzná m iento, dt: 1.is ti erras a ltas.

~✓_rt-:
Los mayas de la, tierra, baja, recurrieron inici,d
mente ,ob re tocio a do, yacimiento, dt: obsidiana: el de
F.I Chay,d. 25 km al norte de la ciudad de (;u,1temab.
L~ I 1
~ . i .N~ I
y el de San r\1:irtín J ilotepcquc. al oeste. En esto, luga
r.,,~~4,,d
'-Cf.
Kic1v.
___ ••1.a•(:uello
·w~w
res ,e extraía oh,idi,111a ya a principios de l preclú,irn
medio y probablemente se acarre,1ha por tierra hasta
Palenque • .
.._. Tikal • Barton Ram1e los ríos Pasiún y Chixoy. D c,de a ll í los bloque, de roc.1
(&,;. se tr,rnsportaban hacia el nortt primero e n ca noas ,
.,,,,,0--
'>1,¡ '¡ Seibal
después por \'Ía terrestre . Lm in d icios más an t1gum d,
MÉXICO l:1 ut il ización de la ob,icl iana cn las tier ra, ba ja, pron:-
den ele Cuello y d atan tk lo, comie n zos de la fa,e Swa
scy. ;1u nque t:I e1c:1so número ele ohjt·ios d e obsid 1an.1
GUATEMALA cnc11ntr:1do, in d ica q ue el tra n, porte era toda, ía mu)
San Martin caro y req ue ría g ra nd es esfuerzo,. El comercio de l.1
Tajumulco Jilotepeque t.101aiu•
ll 54 .\/,ira de fa; p1111ap,ilc.; l lltt/S (O. obsid iana florec ió a p rincipios de l clás ico temprano.
s:;:i • oEIChayal
~
HONDURAS 11u'/'C111!r., lÍl' l,1 nh.,1d1,m,1
o 100 km Los com erc ia ntes u ti lizab:1n dos , í.1s par.1 traslada r el
FI .m.1li,;;1, '-llllllmn dc: In,;; \,tflmKn

tus flt:rmlh. c<;1,1l,lcn.'r <"'I t1r1ge11 de cod iciado elemento hast:1 los cunsu1111dore, de las tic
• Yacimientos de obsidiana l.1 ob,1d1Jn.1 ,. li1,1r ,u, rut.1, rnmcr
o Sitios en los que la obsidiana ha sido analizada químicamente
rras b,1ja, (fotografía '54). La obsid ia na de El Chay.il 1
n1lc.·}. f,¡tc. m.1taul prnn-Ji,1 fund.1-
Rutas comeroales de la obsidiana
ment;1lmenk de.- 111<. tn.·, y.1nm11:11to\ d e S:i n Martín Jilotepeq u e se tr,1 n sport,1b,1 por ticrr:t
dr l.,.. ttnr.1, .11!.t'.'I \ S<.' tr.1mpl)rt,1b.1 .1
b, t1c.rr.1'i h;i¡;l\ por \Í,1 tlU\ 1.11 y .1 ln
y la de l xtepequc. lug,tr sit uado en la fron ter.t de El
l,11g:t1 tic- b, (mt.1, tld C:inl,4.;, Salvador, se lle, aba por el \'allc flu, i.tl drl \ lot.1g-i1,1
h.i,u \., L<»t.1 L':tribeña de;de donde se tr;1nsporta ba y consti tuía. por tanto, u na alrcrnati1·a a cual quier
hacia d norte. manipulación de l metal, que además de car:1 req uer ía
por lll .lf en nnl,J,
·
f n el pcri nclu cl:ísico hubo u na clara compete1K1a m ucho tiempo.
cntr< qut<'lll' co ncrcia li1.aban la ob,idia na y q uienes Sin embargo. el grnn 1·alor que.: los mayas conce-
nplot.ih.in lm yacimi,ntos, por lo que la obsid ia n:i dían a los artículos de obsid iana no residía fund amcn-
de 1· I l " ·" .il pudo dc,pl.11.ar a la de San \ 1a rtín de tal mcnt t en el t rab:1jo en ellos material izado, sino en
¡ilotqlL'ljllL. Jl.1rece qm· había contr:ll ns comcrci:des su or igen cxóticn. L:i obsid ian:1 era u n artíc ulo de lujo
li¡m. qu, 111L-uLiban .ti cl it: ntc con u n pro1·eed or sobre todo por el hec ho de q ue hahía que adqu irirl,1en
dctt·rirnn.i.!11 S(llo a,í '" explic1 que luga res que com- mt:rc:H.los lejanos. E l estudio de las vivie ndas exca-
pr.i h.in J.1 11bsid1.1n.1 de l xtcpeq uc no :,clq uiri escn los 1·ad,1s dem uestra que sólo una pequeiia elite de Li so-
bloque, dL El Ch.1ya l y l'ice1-crsa. Sin emba rgo, en las ciedad m;1y:1 utili zabd útile, ele obsid ian;1. Los m rno,
,,la, S1tua.!.1, Frenre a la costa de Be lice se ha encnn- pud ientes te nía n que contcnt:1rsc con útiles de sílex,
tr.idn nh,id1,111a de le,- du, regiones en ca ntidades sim i- material más frágil, pero que se encontrab,1 t,11nbién en
l.1rl',. ¡: 11 111 >1111"11 de lm a rquccilogos, los in tcrmed ia- las tierras ha j,1,.
r,m 11 cutr,1!t, urdiz.1han aquell a, islas como base y Con la 1·aliosa ob, icli ana ,e fabricaban asim ismo
joyas y obje tos r ituales (fotogra fía 56). Eran t:spec ial -
.dt11.lt'l'll.
l.a 111 tlu<'ll(1.1 de la met rópol i de Teorih uadn en rncn le espectacul:tre, y excén tricos los objetos en Íor-
todo el t, r111, ,ri11 may:i (váue Martín, pág. 99 y ss. ) se ma de.: cuch ill as, pero también los an tropomórficos y
C\ pl1c.1 t.1mh1cn por su control del comerc io de b ohsi- los zoomúorficos, fabricados exclusiva mente para las
di.111.1. L., .:n1d.1d ,e encontraba 55 k m al su r de los ya- ceremon ias de los s;1cri '1cios. Se han encontrado m11-
rnnicnto, dt Pach uc:1, donde podía n recogerse en la chos de ellos como ofr endas a los diose\ dt:liajo de es-
,upcrli cll gr.in.le, bloqu,·, de color 1·ercl c oscu ro b-r i- telas, altares y pisos (ínwgra lfa 57). En l:i inhumación
llanll'. l-.1 nplrnd,)r económ ico de la ciudad se f"undaba de un prínc ipe se enter raban en el accc,o a su sepultt r
e n huc11.1 parte en el monopolio del comercio de miles ele peq ueñas esquirlas de obsidia na. Aunque to-
l:1 nh,id1,rn:1 ,le 1':tchuca. Al acentua rse la influ enc ia davía no puede interpretarse este ri tual , es indudable
,ohrc- el ter11tnrio m:1ya ta mbié n q ueda ron bajo el q ue la obsidi;1na tenía gran importanci:i simhólic:i en
control dt· Ti:otihu.1c:í11 los y,Ki mientos dt: El C ha- la cultura maya.
pi. En ,u l.1,e 1-.,ptrnnza (400-WO d.C:. ). la cimL1cl ele

55 l'tmttJ, d, l,u; ,·IJ 1 :uilo tlt· obsuha,w 56 F,~un.1 antro¡,umu,fa d(' (Jb.,idiar1a 57 H(tch.r dr siltx
L, oh'!dwu 'l u11!1 1.1b,1..ohr(.· tudo p.1r;1 l,1h11c1r .1 r111a , y ú11les. ~bm:i,rndo f.o,; m~•~ ,¡, no :-1'1lo u1ili2;1b,111 la 11h,;icli:1n:1 r:ir~1 falmcu ol,jl·tu,; ch· mu, ,;1110 P,1r,1 fobricJr útik ,. ,1rnu,. ,l7J cl,1,;, y h.Kh:1°' In-.; m.l),1' util1z:1lun 111;i, d , ílt ·
lühilmrntc uttln 11 111.1,J. r,1 ln~ 111.t~ ,¡, pn1h,111 fahncar l'll poci• tiempo f ll ch1- rnmh1l'n fr.igiks objeto,; dt arre ,;i n 111M utiliclad rn:onuribk. F.\fa~ ··"hs1di;1- t:X i,rnHt: t:n la~ Linr,1~ haj.1,, qu,· l.1 ,·:1lim,1 oh$1di~1n.1. '.\lo ub~t .Ulll' t·stc· b.1
IIJ\. pum.1, , ll l.1111.1 \ ¡ 11. 111!10, 1.,,, mik-. tll't'r\'lhk.., ,r 11r.1h.i n y , e ,u,ti llli:tn 1u~ <..·\rt'·ntric1,". romn 'l' dt·,ignnn rfrnic.unente. prc~l'ntr1 11 norm :1lmtnte !.1 cha t·s un objeto tk u:.o 1:~dt1~n ;mwnre cerenlt)n ial, put::-. a d 1Íl'fl"IKi;1 dt: l.h
por 11111,,. nuc· ~.,, lnrrn,1 ,li- Clll'rpo;;. hu111:1nrn o ;1n11n:1lc-~ t·stdtzJdm. Sobr<..· ,u !unn ún. ir;lt\t, ca- ··.n11énr1rns.. hachas. , uc; hoj;1~ y su mangn c;on dt un:1 -,ola pin•,1, F., pm1hl~
hl'n <._· ,pt·r uL1cion<..·, : proh:1hkmrntl' er:111 ofrend:1:-. tk alt11 v;ilor y w depm 1t;.1 - qut· ,1dc1rn.1r~1 la 11H,lj!cll del din,; Ch:1:1k. qm: so li.1 fL'\Jfl'St'lll,m~t: ron u n h:1ch .1

han í'll l1i, lug,1n.·, , .,gr,11..\0-. t'tl d rur~o (h: L1~ Clfl'IIHJHi,1, th: c11n;;.:1¡?raciOn. rn Li mano para l.rnzar r;1~os

K,1 m in:tljuyú, situa da m 11y ce rca de El Chay:11. quedó


a lllerced de Teotih uacán , q ue la convirtió en u n puesto
comercia l. Mientras Tcotih uadn controló la red co-
mercial de la obsid iana, a las tiur:1s bajas llegaba no
sólo la de F.I Ch,1yal, sino 1:1 111bién la obsid ia n:1 verde
del le jano yacilll iento de Pachuca.
l ,a roca l'Ítrca l'oldn ic:1 era muy im portante pa ra
los mayas, pues con ell a pod ía prep;ua rsc una amplia
g:i ma de útile,. En la, tin ras b,1jas hubo talleres espe-
ciali zad os en los que los tosco~ bl oqu e, de obsidianas<·
con1·crtían e n " piezas" casi redondas (fotografía 52).
Bastaba presionar hábilmen te con un g;111cho de ma-
dera para a rranca r de };1 pio:a :1 filadísimas cuchil la, de
afeita r (fotogrnl'í:1 5.3). Medi a nte golpes ce n eros se fa-
bric:1ba en poco ticlllpo un gr:rn nú mero de út iles tales
co mo punta, de lanza, pu i'iales y gra ndes cuchil los (fo-
tog ra fía 55). La herra mie nta estropeada o rota ,e ti-
raba y sin g r,1 11des esfuerzos se fab ricaba una nun ·a.
L1 tecnología de l,i obsid iana e r:1 económ ica y rápid.1 .
PRIMERAS CIUDADES. URBANIZACIÓN INCIPIENTE Y
FORMACIÓN DE ESTADOS EN LAS TIERRAS BAJAS MAYAS
Richard D. H ansen

Durante m 11cho ue111po no hubo ninguna prueba de que el te r ritorio maya h ubie ra La acumulación de g randes con strucc iones, de ent re 40 y 72 m de altura, indica
c,tado pohl.uln dur:mte el periodo precl:ísico. Se suponía, en consecuenci:1, que las r:1í- q ue e n l,1 región de E l :vti rador la e\'olución empezó a princi p ios del p reclásico.
n:s de 1.1 cultura ,n,1ya ,e encontraban forzosamente fuera de: las tierras bajas y se apun- L1 conexión e ntre estos g randes edific ios dio lugar a un,1 complicada red de calza-
taba .1 j,1 alnplanicie del centro de México, donde el clima e ra su pu est:1 111ente más das que se extendían en el in te ri o r de cada ciudad-estado y entre ésta y las dem:ís.
t~i rnrablc. y ,1 Li rnsta del golfri, patri:i de los o lmecas. H asta no hace m uc has déc:1das, Así, po r ejemplo, es1,1ba n comun icadas E l M irndor, Nakbé y Tin ta ! y, posiblemente,
para Jo, 1111·t·,t ig-,1dore~ lo, o lmec:i~ habrían desarrollado la cultura matr iz de tod:is las también Wak n:\, Uxu l y Ca lakmul, en l:1 zona de E l M irador/Nakhé. Estas calzada~
ri\ iliz.1cionc, centroamerica nas, incluida l:i maya . te r ra plenadas, llamadas sakbe, con d u cían asim ismo desde T inta! a varios luga res
En l.1 détad,1 de 1')20, las primeras excavaciones llevadas a cabo en Uaxactún, G ua- desco nocidos del sur y del este de la región.
temala, cn::mm un.i autc:n tica conmoción arqueológica . D escubrieron vestig ios mayas
tempr,1110,. 1n1ci.d111ente calificados de enigmáticos y "primitivos". Pero en las décadas
de lm años J9W y 1')70 los estudios real izados po r la un iversidad de Pensi lva nia en T i- 59 f,n.l' ÚÚO.i ¡,redds1ws mJs importantes dr:l nmndo mara los p,111ta11os penb<liros fa,,ihtab:tn un.1 :1grirultura in ten
k.11 )' la, exca\'anonc, de Norman H a mmond en C uello (véa.,e H ammond , pág. 38 H:1sra no hace muc has déc.1d:is la cxiMcm:ia de asenra- siv:1. r;,.i:,tt·n muchm y.1ru11lcntos precl.isirrh. Dt· Wt!t>~
mienro.,;; prc-chbicus en ti mnndo maya •.:ra tot;ilmente modos, e:, posible <1ue d mapa ofrezc.1 11n:1 1magt11 t:4ui-
)' ,,.) tlemostraron que: l;i coloni1/.i1Ción y el desar rollo a rq uitectón ico de las tierras bajas desconocid:1. La~ excav;1c1ones a rqucológ1ca1'> llevadas ,·oc:1d:1 c..k la distrih11rítin dt lu:, rni!>mm, put.::, tuda\ fa
mayas habían comenzado ya en el p ri mer mi lenio antes de la era c risti,ina. L as excava - ;1 caho en numerosa:, ruin:1-. dcsr11brirro11 \rC:,tigius ~u • puede lub1.:r rc::,tos prrrl:i:,ifu:, omito, h:1j0s 1:i~ wmtruc-
}'OS rnnrn C" l1 1:'ls tit:rra,; ..1lt:1<. rnmn en l;i:, titrra:, baja:,. ciones pa:,tniore:-i..
cione, llc,ad:ts a cabo pmleriormente en los cercanos yacimientos de Colha y Cahal Pech Concret:imentc al nurtt' de Gu:i.remala y en Bdin·, t..lontiL
confirmaron la temprana coloniz,ici<'in u n iLa ria maya d e las c ue ncas d e los ríos, d e l:1s
rutas comerciak, y de las llanu ras fé rtiles. L os estud ios realizados e n las tie rras bajas
docume ntan la exi,tencia de consLrucciones del p recl;ísico m edio en Tib l, Altar de Sa-
crificios, La Lagunita, Río Azul, región de Yaxhá-Sacn,1h, Kom ché n, D zibilc halrú n,
Yaxun~, Nohoch Ek, Colha, C uello, Cahal Pech y Blac kman Eddy (fotogra fía 59).
Las tierras baj;\~ mayas se prestan :1 un fasc inante estudio casuístico de un capítu lo
,' ,pccial en la evol11ción de las soc iedades humanas, ya que en la selva t ropical, d onde Loltún • Yaxuná
los ríos son relatil'amcnre escasos, la civilización se clesa rnl]ó de u n m od o tota lme nte •
d istinto al de por ejemplo el :intiguo E gipto, Mesopotam ia, la cuenca del Indo o Chi na, Edzná
donde las di\'er,as culturns se formaro n en regiones secas pero mu y cercanas a fértiles • • Dzibilnocac
meneas ílu\'ialcs.

Becán

Los ricos yacimientos de la cuenca de El Mirador Calakmul Cuell~ cprr
MÉXICO • ~panht • ri,nl
""ErMirador • • Lam ai
La cuenca ele ¡;:¡ Mirador está geogrM,carnen te bie n deíinida y cla ramente ddimi- •
Palenque
• • • Nakbé
Tintal Wakná BELICE
tada. Situad,, en el ex tremo no rte de Guate m ala y al sur de Campeche (Méx ico), en ell a • Tikal
s sta
c c bkció una gnn población maya mucho antes d e que surgiese la mayor parte de rTayasal f
• Chiapa
la, re stantes ciudades antiguas de Lis tierras bajas d e Cent roam é rica. L os yaci mie ntos

~ ~
• Seibal
de l.i cucnc:1 d~ El l\1iraclor datan del p reclásico medio (1 000- 350 a.C .) y del preclásico

~ Perseveranci;
t:irdío (350 a.C.-150 cl.C.) y algu nos del pe riod o clás ico ta rdío (<i00-800 d .C.). C uat ro
de lus mayores pcin,ientos se encuentran e n El Mi rador, N a kbé, W akná y Ti nta l. GUATEMALA

• El Portón
• Copán l1
• Kaminaljuyú
HONDURAS
orn:imcntarión :1n.¡ui tect611icJ <le 1:-t l·poca. Uno de cllo.s
reprcscm:l a un dios de n:tri z br~J y gr,tndc..: njos. üu~
•El Baúl
~
g-randes orql'ras. de l.1s qul' sJlen garra~ de j:iguar. cn-
m:irc:in la rab<.'za. Ant iguamt'nre ln m,hc1r.1 e,i;;rab:t íntt:·
• Chalchuapa
gr:imcntt pi11t:1d.1 y dch1ó dl' t'jerrcr ,.:11 4 u1en l., rontt111- EL SALVADOR
o
pl.1r.1 un:l imprn1ún dr.1111át1c.1 p1"1r su culoritlo r por su -----100km
monumcnl/llis1111). fronteras nacionales

---~-~-~-------
Primeras-formas de colonización a principios de >lakhé y comparó los resultados con la compos1c1on química de las esratuillas de
Uaxactún del preclásico medio. De la compa ración se deduce que, a pesar de las g randes
del preclásico medio :,imilimdes de form.1, perfil y decoración, la mayor parte de las figuritas de ambos grupo,
había sido fabricada en el mismo yacimiento donde rueron encontradas. Sin emba rgo, se
La e1·oluciún de la arquiLectura preclá,ic:1 de la wenca de El Mirador es especialmen- comprobú que tres de las figuritas encontrad:is en Uaxactún fueron reali7.adas en Nakbé
te clara en Nakbé (fotografía 60). Los análisis de las capas sedimentaria, y de las esc:1sas y l!Ue ya en esta fase tan temprana exi,1ía u n intercambio, aunque de pequeño , _o lumen.
muestras de cerámica de la é poca por un lado y las rechas establecidas a través del radio- entre las diferentt's poblaciones.
carbono para los estraLos más anLiguos por otro fijan d comienzo de la primera coloniza- Las cer:\ micas lJUC el arqueólogo Donald Forsyth. de la univer,idad Brigham Young
ción en el periodo com prendido entre los a1'ios 1000 y 800 a.C. J\I igual que en Cuello, la ele Prorn, U tah, estudió entre 1978 y 1989, reflejan una asomhrosa l'aricdad en las forma,
arquiLectura se limiLaba a unas sencillas viviendas consuuidas con ma1eri,1les perecederos y en el tratamiento de b s su perficies. Las muestras halladas prest:nt.an uno o dos colore,.
(fotografía, 61 y 62). En N akbé, las prueba:, de este t ipo de colonizaciones ~e encuentran d ibujos inci,os, acanaladura:, -estrías verticales- o masas de recubrimiento y e,rán pima-
en las capas sedimenta rias m ás antiguas hajo las pbtaformas de escombros y de tierra de das o llevan estuco pintado (fotografías 63 y 64). Coinciden plcrn1mente con las cerámicas
un complejo de edificios que los arqueólogos designan con el nombre de "grupo e:,tc". del precl:ísirn medio, que se habían generalizado en las tierras baja, m ayas durame aque-
La construcción de plataformas formales de piedra comenzó poco después, entre los 11:i f:1se tan temprana, lo cual demuestra que existía una comunicación intensa entre los di-
años 800 y 600 a.C. Las plataforma:, en cuestión se alzaban sobre m uros verticalt:s de dos versos poblados.
a Lres metros de altura, construidas con piedras planas labradas (fotografía 65), y recu- E.n l\'akl'lé, Uaxactún, Tikal. Colha, Cabal Pcch y región del río de la Pasión d pre-
biertas con una sencilla arg:11nas:1 de cal y barro o con un encalado. Los suelos eran bá- clásico m edio temprano se caracteriza por la diversidad de los objetos fabricados con val-
sicam enle de adobe, de marga calcá rea (saskab) o de una delgada capa de encalado. En vas. Entrc los tipos más frecuentes e~dn las valvas perforadas del crustáceo caribeño
, akhé aparecen plat:1formas con este ripo de suelos en los grupos cste y oeste. Indepen- Strombu.sgigas. Los fr:1g m entos ele valvas en cuestión (fotografía(,(¡) prescnL:Jn una perfo-
dientemente de sus dimensiones, éstas constituyen los primeros complcÍos arqui1ectó- ración y es1~n recort ados en piezas cuadrada, o rectangulares, aunque sin ningú n otro tipo
nicos impo n antes de este yacimiento. de manipulaci6n: las puntas y los salicn1es espiniformes perm:1necen int:1ctos. Como estos
En cierta:, regiones los mayas se especializaron en la fabric.1ción de figuras peque- objetos ornamentales han aparecido exclu:,ivamente en contextos rilllales o solemnes de
ñ:1s. El arqueólogo Kon Rishop, de la Smithsnnian l nstitution , en W ashingLOn, estud ió, estratos del preclásico medio tcmprano, es prob:1ble q ue se utilizaran p:1rn reflejar la po~i -
recurriendo a la activación de los neutrones, los elementos químicos de las es1:nuillas ción política o econ6mica de determinado:, individuos. Llama b atención el hecho de que.:

60 .\li1fd del ce11m1 tlr Nt1kbé, Grwrt'mula


L1 ,Ar,1n riucbd prnlí-.1c-:, rie :--J.1klx: Se.· encuentrJ rn un,1
:w11;1 dr \Ch·a virgt·n dr t!1Hc1I .1cn·~o. Se conocía ,u ex1~-
lc11ci,1 desde 19.!H n t r,l\'é~ clt: Íolugr.1fí.1:-. .u:n.--,1,;, pnn

o 200 m

._~.::,::/ Campos de cultivo


~. ,. -pr
,:. ¡;::, =~ ~ .r
hubo que c:!<-pt>rJr lt,l\1.1 1961 pJrJ 9111· d Jryul'blngu n-
roc...~ lan (;r.1hJ111 la vi~uase y l.1 c.irtografi.1~. Dm e11ut-
111cs pbr.1forrnas n.u1fiJ!nran d ct.:nrro de l,1 n11d.1d. LJ
pi.na forma t'Stt' den(' n m rlt' alturn y b 1>c.-.tc. ron MI\ 4'5
m t.k :1lrur:1. t'.'. una dl" l.1~ m.1yon:s ronstruccione\ (.k la~
Campos de cultivo
de explotación intensiva
o ~!.:r
~'-./, -: ~ .,._ 'b
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..,.. ri
~ o
·• e
o arr{1¡,oli~ 1naya). L.:n.1 r:ilz,Hb tt.· rr.1plenJd.t une '.\',1ktx·
ron la ci111t ul Jl· FI \.1ir:1d1 ►r. a Ij kn-1 dt' d1st.1nc1J ln ch-
rcn·ión norol'st1.·. F.,r.1, ví:1,; atr,t\it.:,,l n 1unt.1nt1~ pcri11tlt-
ro~. (]lit' h.1cí:111 ¡m~ihl,• un.1 Jgricultur:1 inlt.ll)l\',l con \,I·
n:i~ co-.echa) J1.· nuí1 .11 año.

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61 t Xrnmción al pie del edificio 5l de l'./ukbé, Guatemala 62 .·lrquirecrura del preddsico mediu. /\.l" khl, Guau-mala;
Las t'Xc:1vaciones pr.1cric1rl:1s al pi(' del edificio 51 de. precMstco mtdio, liaciu 600 11.C.
Nakb.' (dcr«ha) aportaron numernsos hallazgos. El hoyo F.I murn verric:11 rld precl:ísico medio Sl ' r11cuc:ntra l>aju
(inferior Ll•.:n:d1a) muestr:1 los agujeros de los postes. c-fcr- un pii.o dc- yeso rú~tico. Entre los dos pavinu:nto> apan>
ruados dircctamc.:nlt' l'n b mm, ele un <'dificio construido cen los resrns de un edificio de rnrnicnZú:-. dd ¡m:d t1sirn
con matrri;1le~ ¡xrl'ce<lero~ sim:ido h:1jo 11n piso de yeso !e- merlio )' de un:i ;1cumubción ele re:sirlnos de: ,tlrt dl'<lor <ld
charlo cntr1' lo, a11us 800 y 6011 a.C. F.I gran altar plano año 800 ;i,C.
<le IJ dercch:l de la fotografía e~ contemporáneo :11 piso. En
la parre superior derecha Sl' rt'cornKe un muro inr:lcro ele
plataforma rld preclásico medio y en d centro izquierda
aparece la eMeb 1.

63
J()(
Cu ámira• ,m Jr1,u111
. • •yukbl',. eut1te11uwt;
, pral,wco,
.. 64 Cerdmi,·a temprana, Nakbé, Guatrmalü; precMsiro,
'.H>-800a.C ; u,, 1/lú U>t u/a /()/i0-8U0 a.C.; urcilla cocida
La ctrim1c.1 ln,l\ ,1nugu.1 de ' bkhé no tenia engohe v pre- F.sce fragmento <le jarra data Je IOülh'l\10 a.C.
"(Otab., un.i Jecnr.1c1,·1n ',,tl)cill,1 t'. 1mpre~:1. En b foto~rafía.
'°'"ª ,kl 1111" "R«.i,.1 lmprrncd", h,icia ll)l0- 800 a.('..

65 Exravaáones al pie de lo escalera del nl~'fiáá 51 dtl


grupo este de Nakbé
Se aprecian daramt'nte lo~ bloques compactos de b esca-
lera en l.'1 p;1rt(' ~uperior dd cnrtc- de la excav:1ción. L:1 e.'--
c..lkra y la plmafurma se construyeron simult:íne:11nenrc.
Para construir l:1 pbt;1form:1. ~e ;icumularon gr;rnrles G ln-
tidaclcs de pic<lra.\l y escomhros sobrt· lus restos ele :ise.n-
lamicntos arat riure.s. Al pie del corte dt: b excavación.
delante del obrero arrodillarlo. el ~,gujc:ru de un posre en
b roca indica la existencia ele un cdif1no anre.-rior dt
madcrJ y palma.
En ~\1kbé apa rec~n únic:1mentl' 1.:n el contexto de 67 DiemeJ· con incrnJtaáones dr jade. Nakbi, G11atc:mala; enwnlraJo~ en :---.l:ikhé demUl'Str:111 que b práctica dl' l.1
66 Cllpal'l1:;ón dl' {.mvmbo g1ga11,~ de yacimiemm dd
1

lo:!> hallnzgos del precHsico mtdio. Los caparazonc-:, se prel hfoco medio incrw.tación (c)n d iscos fino:!> tic iude se venfa rcaliz:rnd11
preddsico mtdio
rra.1,;mcnrahan y se perforab:m y, una ,·e z engarzados en A lu largQ de: mda la histor~:1 maya. el Jdorno dt' los dien- <les<lc ti prcdásko medio.
Lu::i capa razone~ Jd C!.rrombo gigante (Stmmhus Riga;)
eran cnrrc los may,1s ohjetos c;;peci:dmente valiosos y hilos. se llevahan como joyas tle prestigio. tes con incrusrnc1uncs (le piedra:,, preciosas estaba conside-
exóticos, pues lCnían que rtcorrtr un largo , amino raJ o romo un di:i.untivo de belleza que, al mismo tiempo,
<lt~dc l:t~ co~La:!> del Caribe hasta d interior del país. rt'íltjrtba una pu~iciún soc1:il devada. l .o:- re.!ltus de \lienres

68 Fragmento ron moÚtJO de esraa.


Nakbi, Guaremala; predlislcn medio;
arcilla ,¡uemada
69 Fmgmemo dr ccrdmica con lo repre.cemariún dd adorno "dios hurón ... nombre que nada tiene que ver con su fon,
Entre lus mayas L1 cster:1 (f<JP tn m:iya) era
símbolo dd po<lcr real. El motivo podrí,, de la Cübeza del duJs /Ju'unal. Prec/dJico medio; artilla cocida ción \'erdadcra de dios <le las Jin~1stías rcalc:s. E.l fragmento
En d arte c:l,1sico d dios Hu'un.11 aparece rtprcscnt;-ido de cerámica dt la forognffa pod ría rc.presenrnr <le hecho su
ser un indicio de la form:ición de cl:is~ di-
con un tocado ele tres punras. üadn su semejanza con un UKado: lk ser así, se rr:itarb dt" la rcprcscnt::1ción m:í1; ,1nti-
rigentes antes de la aparición e.le b rtalcz;1
Jivina. gorro de bufón. en l.1 liternrura. t'Spcri:ilizat.b se le llama gua Je estt: motivo.
.
ni en
¡a cuenc·i• de Fl " Mirador n i e n ningún otro de los extensos yacim ientos del preclásico
, c"n ,--ti vas de Strombus gigas, por lo que su existe ncia únicamente puede en-
tard m :1parez " • ·
cuadrarse en el preclásico medio te mprano.

Lo s ..1na, ¡·1, 1·s qt1ímicos de las cuch illas y esquirlas de obsidiana de los hallazgos seguros
de Nakbé i~idican que iljlfOXimadamente dos terceras partes de la obsidiana del preclásico
med 1.o ¡m lCCtl'i·in
• {le las
• reservas de San Martín de Jilote peque, e n las tierras altas guate-
,\! ero meno, de la tercera parte se obtenía en El C haya l (Guatemala) y sólo una
ma tecas.. ,-,
1
, · ·irte en Ixtepeque (e n la fronte ra entre Guatemala y El Salvador).
mm1ma P· • •
También ,e e nmarcan en el preclásico med io los símbolos corporales indicadores de la
condición de la elite maya, como las deformaciones craneales provocadas por la aplicación
de una tabla en b fren te rn los días inmediatamente posteriores al nacimiento o los dien- o 4m
Preclásico medio tardío, hacia 500-400 a.c.
tes adornados cun piedras preciosas (fotografía 67). L1s estatuillas del dios Hu'unal, ~ue
m:ís atlebnte se con,·irrió en el dios de los reyes (fotogra fía 69), y el motivo de las ester as
70 El campo de juego dt: priora de Nakbi en el predds1w me<lio tardío. F.n rnnsccm·nc1a, d campo rle juego de
trenzada, (fotografía 68) de los estratos sedimentarios del preclásico medio tem p rano in - medio tardío. 500-400 a.C. pdot;.1 de Nak hé e:s el m.is antiguo <le los de Centroamt'-
dic:in q ue lo, símbolos del pode r político, cuya existencia está demostrada en los olmecas El campo de jut:go J e pelota <ll' >Jakbé se encuemra al sur nca. Ya en su primc:r::i fose dC" con:;trucciún presentaba
Ud grupo C!ill". La~ e.xcavaciunes ill'va<l.as a cabu durante la íorm:.1 característ,c.'.l de: dos con~lruccion~ paralda~ )'
de 13 costa dd golfo de México, existían entre los mayas desde antes dd año 600 a.C. la década de 1990 pur d an¡ucólugu guatemalttco Juan de poca ahur<t. entre l:is que se: c:nrontrab.1 d campo pro-
Luis Vclasqucz dcrnoslraron que. ful' c.un.struido tn tres piamcntt' J ichu.
foses, la más aniigua de la::. cunks se rt'monw :il prccHsico

Aparición de la arquitectura monumental en el


preclásico medio tardío
A finab cid preábico medio, en tre los años 600 y 400 a.C., se erigieron en Nak bé
pirámides de hasta 18 m de altura. Se trata de formas construidas con largas series li nea-
b de piedra, sobre plataformas y revestidas con sillares de lad rillo silicocalcáreo esme-
radamente colocados. Los restos de h1 aldea existen te en este lugar e n el preclásico m e-
dio temprano tlesaparecicron bajo el m aterial de relleno de piedra. l\o obstante, la
distribución de lo, estratos m ás antiguos del yacimiento indica que el núcleo del asenta-
miento de Nakbé no alcanzaba las 50 hectáreas.
La orientación de este recinto es claramente d istinta de la de los centros contem po- 4m
Principios del preclásico tardío, hacia el 300 a.c.
ráneos de la costa del golfo y de las tie rras altas. Mientras los poblados olmecas se orga-
ni:wban predominante mente e n to rno al eje norte-sur, :',Jakbé, como los restantes cen-
71 /i.l campo a principios del preclásico tardío y por ramo se redu)o d campo ck juego n.:al. ;\Jo obstante:,
tros mayas primitivos de Tinrnl, El Mirador y posiblemente Naachtún, se orientaba por
A principios del preclásico tardío se Jmplió la superficie se mantuvo la forma del :rntcrior.
deje este-oeste. E ste hecho se corresponde con la orientación de los centros mayas pos- Je las <lus plataformas q ue <ld im itahJn esta construcción
teriores e ind uce a pensar en un desarrollo a utónomo, sin influencias exteriores, de la ar-
quitecwrn monumental de las tierras bajas.
Las enormes plataformas, que podían llegar a medir 40.000 m 1, constituían la base
de la construcción de un complejo a rqui tectónico riguroso y unitario, de un tipo de for-
maci(m que, d escubierto por vez primera en Uaxactún , fue clasificado por los arqueólo-
go, como "grupo E". La creación de estos grupos del preclásico medio en Nakbé y en
Otros lugares rnpuso la a pa rición de un importante elemento a rquitectónico ritual que
\C m antuvo duramc siglos en centenares de centros mayas. El g rupo E siempre estaba
formado al menos por do, ed ificios p rincipales, cada uno de ellos alzado sobre u na pla-
t.lfonna. La construcción del lado este, con frecue ncia un único edificio central , se en-
c<,ntraba sobre una plataforma alargada, situada en el eje no rte-sur, en tanto que la del
· , ·c¡e con escaleras en todos sus lados.
l.1do lléSte sol'1a ser una p1ram1
. Además, en el preclásico medio tardío se construyó en >lak bé el primer campo d e
1ucgo de 1nrlot
·~ a, que en cuanto a Ias ,echas
r
se corresponde con otro del preclásico medio
dt Aba'j Takalik y tiesd e e ¡ punto (1e vista
· arqu1tectomco
· , · a nt1c1pa
· · 1os poste riores
· cam- o 4m
Preclásico tardío, 100 a.c.
pe,\ de juego de pelota precl a~1cos
' . el e 1as tierras
. . L as excavaciones
ba¡as. . llevadas a cabo
tn Nakbé en 1. d, d 1
.I ª eca a ( e 1990 por el arqueólogo guatemalteco Juan Luis Vclasquez re- 72 f:/ campo de juego de pe/ora en el preclásico /ardío un:i plrrc: de: las anteriores plataforma.s y se construyeron
\c aron con toe! 0 1 11 1 ., H:i.cia el año 100 a.C.1 cuando h:ibía pasado ya la época plataformas bnjas con l'Srnlera~ por los dos lados. Tam-
e e ta e a suceswn de las tres fases d e la construcción del campo de
1ucgo de pelota h 1 ., . de esplendor de Nakbé, el campo de juego de pelota fue bié:n esr:1 reconstrucción refle ja tn su orientación el plano
_ asta su conc us1on en el prechís1Co tardío (fotografías 70 y 72). H ay q ue reconstruido por segunda vez. En esta ocasión se derrihb del primer campo.
\c:n,1lar que e d
on to a certeza la población del clásico tardío volvió a utili zar la cancha de
1uego, ya que se h· 1 b' d
1
l .i e e,cu 1erto que urante este pe riodo el recinto fue al zado en alguno
e \U~ puntos con . . 1 . .
una nucv,1 grat a hecha de sen cillos bloques de piedra .
Primeras esculturas de piedra

Las primeras estela~ y los primeros altares de piedra tallada de la cue nca <le El
Mirador ~e alzaron en el preclási co medio ta rdío en T inca!. Nakbé, Isla, Pedernal y
posiblemente en F.l J\lirador. Estos monumentos se parecen en m ú ltiples aspectos a los
d e la costa centroa mer icana del golfo y del Pacífico del periodo comprend i<lo entre
el 500 y el .350 a.C. Emre las características específicas <le los monumentos d e Tinta! y
l\ akbé está n las grandes piedras en forma d e hach:1. desconocidas en la zon.i, con re-
presentaciones de personas en actitud de marcha (estela I de Tinta!. estela I d e Nakhé;
fotografía 75), los lados estrechos de los monumentos esculpidos con símbolos abstrae-
ros (monumentos 2 y 3 de Na kbé; fotograría 74), los grandes :ilta rc~ de losas si tuad os en
el eje central de los ed ificios (altar -f de N akbé). los bloques naturales de pied ra con

7.l .\lu11umr,11u 8. Xakbl, Gut1temula; prrdáilro mrdio borcl~ exterior c~tJ. p:1rciJlmcn1e recorm{u por la llam<.1t.l.1
rardw, harn, 500--400 <1.C. b,rnda ccle,;;rial. t¡uc se dnarrolbba <l derecha e 11.quierdJ
F~te .,h:u nrcubr l'~ulpidu eii un monumentu JXK:O en cJlx-zas de !K'fCS p., rt'rn.lm :1 caimanc~. pursfl) qut, ,1\
habuu.11. 4ur Vllo )C corre)poncil!' con la:!! csc:ulrnr:1~ ,lc- p.1rcct.·r. <lur:mtc el prcd:hico meJ10 el ndo ,;c- rcprelicn•
1mpiraóún vlmcca <le 1:-is utrras altas <lt' Gu:uema\:l. E.\ r:1h.1Je.· una forma ;,n1mJtla.

N .,\/ont1mt'ntO !. Nakbt!, G111.1tem11/o: pudá;,ro mrdw c,;piraln y por un horrm· t'dCIÚ u "terror al v:icío" q ue im- ¡; F_;rr/11 J. Xakbi, G11atr11111/a, p/a:;,, p1i11aj,al drl gmpa narm·nre grJ11dcs. I.J e~tda I aparcci6 en la pbza prinl'1p,1I
llmlio, hacw 500-400 a.f.. , piedn1 wliw; u/mra 48 cm, un- pulsah,1al e~cultur .1 rcllen:ir todn la ,;upcrficic lfüpon1hl~. rstt'frr11ft: al edificw 5l;fina/e; del predásu-o mediu / pnnn• dd grupo C)tc.·. En liU cara antcnor presc:nt.a drn. figura) l'í•
rhun.1 41 cm F.n la 1ni1;1d ,;uptrior cid monumento se ,1preci:1 la reprc- pifü del prtc/d,ico htrdín, hacia 500-100 a.C.: pirdrr, tali:::;a, grntl.lli en e'\ 1dcnte comunicac1ú11 rcdproc,1 y con tudO) ~th
El monumcnm 2 de f\'.:ikb.: fS el fragmcnro de unJ c,;te~ ,;em.1n6n, m:JrcaJ.imeme -.1lmr:1ct.1. de un árbol dd ofllild J-J.0011 orn,llnt'nm), Delante Jd roc:1do de- l::r. figur.:i de l.1. clerrch,l
!J pl:1n:1, tsculp1<l,1 tí1nto en su p:lrtt' a!lferiur corno en mundo ('ll form:, dr cruz. )1111ihir :1l 4uc ap:i recn.i muchv Mientra~ las e,tdas del prccM~1co tardío cr.,n sunples mv- h..iy una m:hc.1r:1 CU)'l>!I ta'igos olmcca,; 11Jnz pl.ma y :rnch.1
uno ele )U) brlt)) estrechos. l....1!1 c,;cuhura~ lid prccüs1- tlespués t-o lu!I f..uno,o, murJlc~ efe Palenque. numcntID, dr I m Je :1ltura. l:1 cstt.:la 1 cit.: '.'J:i.kbl- c.lcmue~trn y boc:1 muy ;ibicrr.1 1 cun fCroct.:) colmillur- h:ict.:n pc-nsar en
co se c:1r,1c1r riz.111 pM 1-ímhnlo) .1hqr:1cto~. lineas curv;-is. que !t)) monumentO< de l'.pucas Jnteriorn cr.m otraorclma- un conracto con las pol,larionl:) olmeca) vc:ci nJ).

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representaciones incisas de los dioses (estela 1 de Isla) y los altares circulares esculpid os
con reptiles J e dos cabezas q ue miran hacia abajo y van unidos por una franj a de sím-
bolos del cielo y del agua (monumento 8 de Nakhé; fotogn1fía 73).
En el clásico tardío (600- 800 d.C.), en la cuenca de El Mirado r se veneraron n -
tua lmente est.ituas a ntiguas, como lo d emuestran b estela 1 de Tinta!, los monu-
mentos 2 y 3 de Nakbé, las estelas 1 y 3 y el altar 2 Je Isla y los seis mon umentos co-
nocidos d e Pede rnal (estela 1, altar 5 y monumentos 2- 5). En las prox im id ades d e
estos monumentos se quemaron con fines ritu;il es piezas de resin;1 de copa! en in -
censarios y se inhumaron persona lidades d e alta posición. T ambién tendría carácter
ritual la dc;strucción de centenares de objetos d e cerámica del clásico tardío, en espe-
cial los que contenían líquidos.
Es posible q ue los monumentos del preclásico medio y tard ío rueran desplazados
de su contexto o riginal para ser co locados de nuevo en ed ificios del cl;ísico tardío, pues
en los gra ndes yacimient0s de este periodo aparecen casi exclusivamente esculturas
que inicialme nte ocupaban otro lugar, corno es el caso de la estela I de Tinta!, tallada :t
partir d e una losa d e piedra arenisca roja de 6,42 toneladas d e peso como mínimo. Ba-
sándose en sus análisis q uímicos, los geólogos Paul Wallace y Thomas Schrciner, de la
universidad de Cal ifornia, en Berkeley, d emostraron que el monumento procedía
de la región ele Altar de Sacri ficios, en el curso inferior del río de la Pasión y en el su-
perior del Usumacinta, y que fue Lransportado hasta la cuenca de El Mirador, a 11 O k m
de d istancia. Con tod;1 probabilidad el transporte tuvo lugar en el preclásico medio tar-
dío (500- 350 a .C.), pues la población establecida en Tinta! a finales del precl{isico no
disponía de una organizació n centra li zada capaz d e efect ua r el traslado del monu-
mento a u na distancia tan considerable.

Una sociedad compleja


Durante el p reclásico medio tardío la sociedad maya ganó en complej)dad y e n
articulación jerárquica. Esta evolución resulta evidente, entre otras cosas, en la arqui -
tectura . Las dimensiones y la forma de los bloques de p iedra arenisca utili zados
en las construcciones sufrieron cambios no tables, pues se uti lizaron piedras d e sille-
ría esme r,1damente labrad as de hasta 90 cm (fotografías 76 y 77). Se recurría con fre-
cuencia a la ca l cocida y al estuco para revocar y decorar los ed ifi cios. La introducción
de métodos de ag riculmra in te nsiva, concretamente la creación de terrazas elevad as,

16 \ f;,1mptJsterít1 drl t'di{itin H. .Vukbé, Guarrmala,


,dific,q 15; prr( ldúrn m~d1(J tardío; ¡11t'dra oili:.i
...n d prttl;h1rn mnlm l.trJio la mampostería sufnú un
cJmb1t1tn :'\akhc:. F.n lugilr dt" los muru~ toscos de lusas su-
p:rficiJlmcnre tJll.id;h. ~lrrdtJor dl·l ;.1ño 5~ ~1.C. se empt·-
u,un •1 tallJr lo-. blo<111l', dt~ ¡utdra l'll sillares regub rc:) de
CJ,i I m de lonµuud. La-. p,in·JL·, ex11,~riurt's Je los edificios
'C rttubr1crn11 rnn r,tun,. Pnr ,1quel\a (:poca b ) EKhada)

rmpt7..1run as11ni-.m11 J .1r11rubr<;e pnr primer;1 \'t'Z t'n una


I ..Of'U \Uptnur h1-.dJd,1 y ni r1tr.1 inmr:diat.11nente ínft.:rior
fl'lr-anqucad:i: "' tr.n., dt un perfil 4ue st dn,1~n:i con la cx-
prC\iún mgli:'i.l d,.- t1prrm m,,ldr'ng.

n Mump,o11rri11 drl p1('('/d,1r1.J n1t,dm. Nakbé, Guatemala;


P,tt.ldttro mrdl{)

Aun~uc la, p1tdr" 1. 111 . 1 ..


un 1I • 'L ' <:na <. r t.'Ste c-d1f1c10 presentan
-:t\ 1tnc:n~10nn . 1 , •
,u e r, un1t,ir1.i,, :\ ,:idud;¡ ~l' distingue por
on 1iurac11·m l· n , . . -1 . .
n., \tilf'I , · - t ,t< c.1", t rcve,;1,mu:nro de t'Stun,
"<"n.•rn dt orn 1nH:nt 1 . ¡ #

gu l'I inuro d I .' . •,Ll/J.11 , 'i11rn qur ,1t ema~ prntc:-


<' ,I Ptnllf.1l I011 dtl <1 {,!U:J.
78 Plano del g111po eite de I::I 1\lm1dor. P~rén, Cuarmwla
En el éXlrc:mo sc:ptl'lltrinnal de: Gu:1rem:1b y J sólo í km
de rlist.wcia de l:i Jctu:t.l frontera mex1can.t e.e: encuentra
la g:1ganresca ciu<l:u..l m::iya preclásica de El Mirador. F.I
(entro ocupa unJ )t1perficic ij!u,11 .1 L1 dd c1:ntro rlc: Ti
kal. Su~ enormes pirá1n11..ks y pbt.d'nn n:1s dcsplawn a
segundo t~rmino t04.l:l, bs construcciones píiqcriorl·s. LJ
plataforma m.1yor, El T1~rc:. M." alz3 solm~ l lna hase que
es seis YC:CC) ~upc:nor 3 l.1 del edificio m:h :,hu rlc Tikal.
el templo IV. \'anJs cal,ada) rerrapknaJa~ unen el Ct'l'I·
rrn de El M1ntrlor con lo~ grupm de l'dtficim. exteriores y
con otra~ nucbc.k~. como :-,.J:iklx' r Tinta!. Un terrapltn,
D
que. (Omo la mayoría dt l,H consrrurciunes, data del pre•
cláJKO tan.lío, rode;,t d grupo oc~ pnr ti c:su.· y pür d sur.

No cartografiado

LEÓN ·~

Aguada Bolocante

Calzada
Puerta oeste d e,,¡ 1 rap/enada

~
<J on

lc:trr 'l¡,
i!Jj¡'::::i
"'
No cartografiado

79 l?rc{Hbll'IIL'CtÓ11 K"[fica ,le la VIS/a de /11 plt11,ifnnm1


dr El TÍJ;l'C drsd,· 111 gran atrópolu dr El Mirador
Las grJnd:e!lo pl:trafurm.t) piramicb.k..s, guc soponab.1n líC!lo
l'dificios. constÍtU)Cn una c:iractc:rístic:1 arguuectónica del
µrecl:hico. ~1 pbtaformn ele El Tigre: es b. m:1yor de este
tiPo e11 todo el tc-rriroriu m:iy,1. Las rxcav:ic1ones h:rn des•
ruh1crto uníl seril· de .supcre)tructur:1s que <.l.n.111 cid pre•
clásico tarJio. La plataforma H, sirnnda al '-Uf -:1 la iz•
qu1erd;1 de la plaza en el dibu¡o- también S(>Stcnía trt'.'~
crlifici~. Ademá.s rie rcflc1.1r las Jimc11sionc< :1111iguas t.k-
l:1 ciu1.l:id 1 In rtcOniitrucci(m gdfica facilir:i un:.i ns1ón de Aguada: depósito de agua potable
Grupo oeste O 100m
\11 coloridu. pue.s prJcticnmcnre todos lo.s eJificios t'.')taban = camino
revo<'itdo) con e.!:ilucu y pmtados de rujo.

que se rellenaban con cieno d e pantano y se utilizaban en los cen tros urbanos como
ja rdines y huertos, fue prohablemente determinante para el desarrollo general de la
complejidad social y económ ica.
Numerosas exca\'aciones y muestras recogidas arestig uan que los pantanos co-
linda ntes fu eron par:i los mayas la verd;1dera razón de establece rse en ese te rritorio.
Los resultados de los diversos métodos de investigac ión, como los a nálisi~ del polen)
del suelo, los estudios geológicos y geográficos, la botánica y la paleobot.ínica. indican
que las zonas que en la actualidad son pantanos (los llamados "bajos") de escaso \'a-
lor y de aparición periód ica eran fért iles en el precl{isico medio y tardío. Los restos fó-
si les de estas antiqu ísimas zonas h ú m edas faci lita n el seguimiento de los cambios no-
luti vos del paisaje. Los bajos no sólo pro porcionaban agua, plan tas y animales, sino
también, y sobre todo, una tierra vegetal fé rtil con ca pacidad de autorregcnerarsc
que, una \'eZ trasladada a las pohlaciones, se utilizaba en los ja rd ines p(1blicos y pri-
l'ados (véase H arrison, pág. 76 y ss.).
Estos recursos naturales posibil itaba n un e firnz aprovechamiento del suelo)' un
alto n;ndimiento; a su vez, la f,l\·o rablc situación al imenticia consti tuía la base de las
inn01·aciones cul t u rales, que facil itaban el acceso socialmente legi timado a la ri-
queza y a la posic ión social. Esta base impu lsó la exploración organ izada de nucrns
1tunk, la introducc ió n de m é tod os de culti vo sistem;íticos, la intcn sifi-
rcc ur-.;o" º" r • , una fre11te a ot ra, y constituye la organ iza ción a rqui tectó ni ca pred ominante en e l
., rc,,m,,i,·a d el traba jo y la espec ia li zación d e los sistemas de p roducción. precl:ís ico tardío. Bas,í ndose en las a firm ac io nes d e los ch a m an es mayas sobre d iver-
caCIOll p ¡-, '

Como consccucnci:1 d e este cam bi o radical se consolid ó el poder econ ómico y soc ial sas constel ac io nes, los e tnólogos Barba ra y Denni s Tedlock fa cilit:1 ron en 1992 los
<le l:i~ n uei as eli1 ~s y se acentuó la comple jidad de las estruc turas sociales, políticas primeros datos sobre la signi fica ción y la posible finalid ad d e los grupos tri ádicos.
y cconúmicas. C onsta taron que, según la concepción de los m od e rnos m ayas k 'ic he ·, la s tres estre-
llas d e la conste lació n d e O ri ó n (Aln itak, S:1i p h y Rige!), con stituían los tres h oga res
d e la coc ina m aya e n los q ue se avi vaba e l fu ego de la c reació n. Pa ra los k'ichc ', la
Urbanización y formación de estados en el preclásico tardío ne bulosa M42 e xi stente en el centro de la con ste lación re prese ntaba el fuego mi sm o.
E sta form a tri:íd ica e ra considerada com o especialmente sagrada, pues se man tu vo
El dt:,arrollo económico y político registrad o en e l preclásico m edio d e te rminó hasta el clásico tardío. Entre los mayas la cand ones d e l eswdo fed eral m exica no de
que en el prccl:is ico ta rdío se a lca nzara una d e las cimas culturales de la histo ri.1 Chiapas existen tod av ía "casas co munitarias" d ispuestas triádicameme.
maya. En e,ta fase (hac ia 350 <LC.~250 d.C.), tanto en la c ue nca de El Mirad o r como
en todo d 1erritorio m a y~1 se produ jo un c:1mbio e xtraord inariame nte dra mático,
cuya expresión quiz,í m ás llamati va fu e la creac ión de un:1 arquitectura m o nume n-
ra l de un a, dimensiones d esco nocidas ha sta e nto nces. En esta é poca , que podría ca-
lific:¡r,e de "era de la monumenta!i(bd" , se e rigie ron en El :vlirady r (fotogra fía 78), 80 i'lrmu dr la rmdad de l.amanai, Belirr: dt· la rl'gión. pur lo 9ue el lug:1r se- w rnxe también con ti
El y<tcim icnto :m.¡ueológ1rn de- I.:1111:1n:-i1 se cnrnentr:1 :l ori- numlm: <ll' ''lnJi:m Church'', El >lcw Rivn fue un~ vía
Na khé, Tint:1L W,1k n,í y, posi hlem en te también e n La M,Ínteca y :'-J aach tún, enor-
lla!> <ld Ne\\ H.ivcr, 9ue <lesemhoc:1 en el C1rihc y fnrm:1 en comrrcial irnportantt'. de ahí 911c L..'lm:11t1i i:011t.:1M:' con un
me, pirámide, de e ntre 40 y 72 m d e altura. La construcción o rcco~strucci ó n <le las la Lona una laguna :rnchJ. La cimbel estuvo pcrm:1nente- purrlu C'll d qw.: ,1tracJb.:m bs Gmo;:is de \c,~co11 1crc1;111tes. La
munc habitad~•. desde: d prcd ísico h:151;1 bs época:; hi~híri- mí\yoria dL: los restos prechís1cos se halbn al nonc <ld n:rin•
pbtaform as requirió m ill o nes de m etros cúbicos d e re ll e no (fotogra fía 79). D e aquí
cas in,b rcrit·ntcs. En d siglo XV III los esp:iñoles co11srm ye- to. exceptuada la piránmle dd precHsico tardío, tk: .B m Je
se ckducc que l:1 aristocrac ia g o bernante e jercía u n control e no rme, único hasta la ron aquí una pt'l}ut'1l :1 iglesia pa.r=i ev:ingeliz:1r :i los m.,y:i:- :1\rura, que se..· dc~ig11a cun d nomhrr técrnro de '"N IO-U".
fech a, sobrT la mano de obra y sobre los recursos económicos. Ad em ,ís, los métodos
inte nsivos de cante ría y de construcción ma ximiza ron las dime nsio nes y la cantidad
o \·}I, - ·-~
de los bl oquc, lab rados y su perfil m ás regular permitía enca ja r las piedrns d e s ille- ~ PS-12 ";¡
rfa en los m uro, rnn mayo r p rec isió n (fotogra fía 76). Entonces se acentuó la necesi-
dad de mano de obra y d e mate ria les y consecue n tem e nte se dispa raron los costes d e
construcción.
... t?-)~ i
·11~~
Sorpre ndentem e nte, e n los lug ares bie n situad os de las cue ncas fl u via les, d e los ~

lagos o de las co,tas, d o ndt· e n el pe riodo clásico surgieron las pote ncias d omina ntes, ?!,
P9-25 t ' -
no huho empbz:1m ie ntos e n el pr eclásico ta rdío. D e a hí qu e los facto res d e la pre-
~ión de mog ráfica. de la gue rra o d e b lucha po r los recursos <leci-ecie n tcs no s_ean a r-
g umentos a favor de la progr esiva complejid ad soc i:d y política d e l p reclásico ta rd ío,
pues a unquc b tier ra y los recu rsos natura les hubie ran est,1d o limitados, estas regio-
nes hahrían sido ocupadas. Es c ie rto que hubo poblaciones preclásicas bien situa d as
Junto a lo, grandes lagos, ríos o lagunas, como po r e je m plo Yaxhá (G u atem ala) o
Lamana i (Be lice; fotog rafí:, 80), pero so rpre nden1emente e n e l precl:ísico m edio no
C~tahan ha bitadas de u n m odo pe rm a ne nte, aunque es de suponer q ue a q uellos lu-
¡¡a rcs, con tanto, recursos , a t ra jeran a m uc hos pioneros . Por e l con t ra_rio, e l n úme ro
de habitante, se clel'ó cla r:r m e nte e n L a m a n a i dura nte e l prec l:b ico ta rdío, por e je m-
ple, cua ndo ,e comtruyé, la p irá m ide p ri nc ipal, d e .B m <le a ltura y situad a en el cen-
tro, que los arqueólogos d c,ig na n con el n om bre técnico d e" :'-) 10-43". O tras cons-
trucci,rne~ importan tes (e,tructu ras l\''J-5ú, P9-2, P9-25 y P8-12) d el preclásico ta rdío
a pa recen sobre todo a l none d e l po blado y ce rc:1 de un hipo té tico p ue n o a n tig uo.
Laguna del New River
Tampoco l:i poblac ión d e C e r ros, situada e n la m ism a cosw de la ba hía d e C h etuma l,
c reció hasta cl precl:ísico tardío, po r lo q ue debe conclui rse q ue du rante el preclásico
rncdio
. los centrm <Je 1 ·rnte rror
· n o c rea ro n en 10111·as cerca t 1e 1os yac ·,m ·,entos de m a te-
rtas prima\ marinas, aunqu e l:1 importac ió n d e valvas d e m o luscos represe n taba un
ca pítulo . 1· · 1a <"1e1e C,e rros y 01ras po bl aciones

C( 11
nerc1a impo rta nte. L a c1ul . coste ras a p,1-
recrc ron e xclu' ¡ ¡,· !' h 1 · ·
,11·amente e n e prec as1co tart 10 y asta su e csapa nc1o n conoCJe, · ron
l'a rioss· ¡ el
· ,g os e esplen do r c ul tu ra l.
o 200 m
locle pendientemente de las m o n u m e ntales dimensiones d e los ed ific ios, que se
' · 1amentt: po r 1as t ier ras h ajas, so 1)re LO<"1o p or e 1co razón d e l no rte d el
propag·1• ron rap1(
p ' 1
cten, a arquitt·ctu ra reg istró cambios estructura les radica les, com o las g ra ndes
plnta
I for mas· de 1a~ p1ram1
· ' ·c1 es qu e sopo rta h an tres e el·1r·,c,os.
· E sre trpo
· ..........
e nomhre de "forma a rqu1tecto· ' n1·ca t n·'at¡·,ca " . E l tnp
· 1e con¡unto
·
se co noce con
·1nc 1uye una co n s-
.... Zona pantanosa

trucción cent 1 1 . . . , .
ra e o m,na nte y dos co nstrucc,o nes secunda n as mas peque ñ as, situadas
Estuco: el medio artístico del preclásico tardío con los edificios e n los qu e se encontraban, ún icamen te p intados con hcmatita roja.
Los p rimeros m asc1rones de estuco de es1c t ipo apareciero n e n Uaxactún en la dé-
Además de la pe rsis1c nte a lte ració n del pa isaje a rc¡uiteCLóni co p rovocad a po r la cada d e 1920. Posterior mente se lrnn e ncontrado en g ran n ú mero :idornos a rquitec-
mon ume n ta lidad de las construcc iones y po r la introd ucció n de la form a t ri ádica, las tón icos sim ilares en Cerros y L amana i (llel icc), Tikal. Uaxactú n , El M irador y
p rime ra s ciudad es mayas registra ro n otra novedad : los m o num c n t,d cs o rname ntos Nakbé ((;ualcma la) y en Cala km ul, Edzn;Í, Ch iapa de Co rzo y al pa recer tamb ién
a rquitec1 émicos de las esca leras pri ncipales de los ed ificios. Los baj o rrelieves :1pa re- e n E l T igre (México).
cieron sin duda e n el p n:cl:ísico m edio t,1rdío, pero Fue e n el p reclásico ta rdío c uand o
];¡ escultura a rq uitectó ni ca m on umen ta l se convirtió e n el m ed io pre fe re nte par;1
e xpresar el pode r y la auto ridad . Las escultu ras en c uesti(>n era n e no rm es m asca-
ro nes de dioses, d e d os y hast:1 c uatro metros d e a ltura, y apan:cí,111 much as veces 81 Mtiscara de' ,-stttca de• la ¡11rá111idl' pnnojJ¡1/, . lamceh, princip,d, preclisir:'l, cuyas (Utllrü c.1rJs se adornan con t:lli,r
Yutatdn, Mi:t:iw. pirdmidt principal; pretláúcu furdío, /w. me-~ 111::1sc1rones di: cstuw yuc argue6!ogos mrxic.inos d e,
fl a nq uead as por re presen tacio nes e n perfil d e la mism a d ivi n id ad con un :1 la rga se-
cia ?00 a.C.-25() d.C.; fftuco, pmtadn: ,tlttm.1 285 011 rubrirron a fi n.1les de b d~c:1<.la Je 1990. Presentan rnbez.1,
ri e de atribuLOs sirnbó licns (fotog ra fí:1 81). Para pintar el estuco de los m asca rones y Aranrch Íu<.: una importJntt colon i;1 del pn.:d ás1rn tardío h11man~1:, t'nmarcu las por numt·ro:,os atnhurrn :i1mhólir1~.
de las ta blas se e xte nd ía p r ime ro una ca pa de color c rem a y sobre ell a se trna ba n en d noroeste de l.. penínsub de Yurnrfo . Sohrt: lus restos cnm,1 lujos;.1~ oreier.1s1 1m gr~n toradu }' l'~ptrale,; qul' s:tll'n t !t
del :rnriguo rccinw st alza actualmente t:I purhlu mlXler- la hoca dt' ](h monstruos.
como acen tos líneas rojas y negras. E sta s esculturas ofrecía n un contraste m uy vivo no del mi.:;rno no111bre. En d centro ,;e enrnenrr:1 l., p1r.í1111dt'
Edificio Sub-3

Edificio Sub-4

l._ .

U /,uerrr(llltUÚ1 dt {(1/d Je lds , ,wtru nuiietl/'ai del t'difir:10


;e-!" tfr Crrrw. Ud,t,
C:<'r,os, .:i111.1do n1 \;i hJhí.1 Lk Clw111m.il, .11 nortt; de Re•
f l _
l1\r, ,e fnrmi'1 .1 p.1rnr ,k 1111.1 pc'qucñ:1 poblaciún prcrl:i-
4 ~~
, 1<J. aunqut" pi,r :,,u prl\ ill·¡.?1,ld,1._iruaciñn t' ll l~1!l rutas rn- . , ,_'je
mC"rc1.11l'!rl M' r 1un·in11i en un centro important~ en d \\(.J
, --~ /
~ 1::
prrcl.i1;1rn 1.mlío. H.1c1.1 d año 5U :i.C. p:irn.· Jd pohlaclo
1m1~uú qm·dt1 -.cpuh.1J:1 h:qu lo~ llUt.'\'O:) edificios. entre con cinta real hu'unal
cllm d 1C-2' ' l j \lL' l'f~I Ull;t pb laromia pir:11nid;1\ en te-
rr,.ai'.I{,, 1::n c11y.1 r.1r:l c;,nr luhía rn,Hro nl.l!,Gtf<lnec;, de t'.S-
IU('('). Dv~ dl.' dio,, rt·prt',rnrnh,i n :1 In" dioc;.r,; rle Venus
~11mot\trcll.1 m.mmn.t , v~,pt>rrmn y los nrrn,; <los al Sol EMicio Sub-7
c-n l.1 Ticrr.1, r11nfr.1mundo El ma sc:H ón dr b fmogr:1-
U,1 t:orrr..¡-xmdl' ,al dim dd Sol en el mundo !iiuperior.

Manifestación
del dios del Sol Tocado del dios del Sol

Fauce de serpiente abierta Cabeza estilizada de serpiente

o l m
Aumento de la población y diferenciación social . prnh,1blemcntc cn un ejé rcito p rofesion:1 1 y en a m biciosos proyectos d e obras. Y no en
ú ltima instancia prccisarnen tc, la riqueza sentó las bases de una posición social here-
E n el preclásico tardío los poblados ele la cuenca de El Mirador y otros centros <le las dita r ia, atestiguada por las tumbas reales y los sepulcros eliti stas, como los ele W akná
tierras lx1jas :1lcanz:1ron su máxima clensiclacl de edificación y el índice más alto ele n ue- y Ti ka l, que apa rec ieron po r primera ve:1, en aquclh1 época.
va~ construccion es públicas y pr ivadas como consecuencia de un aumento drástico de El mejor parámetro de la complejidad social y política de una sociedad es su ar -
la población (fotografía 84 ). La super ficie poblada estaba delim itada, de forma que las quitectura m on ume ntal, aunque no sea m,ís que por los recu rsos y la mano de obra
zonas de viviendas se extendían alrededor de los cent ros principales hasta los pantanos que ha n de m ovi lizarse y n rga ni z,1rse mas allá de las necesidades ele la vida cotidiana.
que se formaban pcrié>d icarnente. El auge económico y político de la época exig ió la rc- O tro pa rámetro son los avances sociopolíticos y económicos imprescind ibles para
mod elación o la construcción de poderosos terra plenes en las depresiones pantanosas proyecta r, co nstruir y man tener ta les obras monumentales. Por ejemplo, se ha calcu -
para abr ir vías d irectas ele tra nsport e y pe~1 ton:iles entre los d iversos lugares y pobbcio- lado q ue para el co m plejo de El Tigre, en E l M irador (fotografías 78 y 79), se ncce~
nes. Los terraplenes tenía n entre 18 y 24 m de a nchu rn y de 1 a 4 rn de alt ura. Estas cal- sitaron unos 428.680 m ' ele relleno, q ue sólo p,1 ra su transporte exigieron las presta -
zadas, algu nas de las cuales alcanzaban los 20 k m de longitud, son unas de las construc- ciones cor respo nd ie n tes a cin co mill ones de jornadas de t rabajo. El análisis detenido
ciones m onu m e ntales m ás im presionantes de Centroam érica y desempeñaron una de los métodos aplicados por los mayas en las labores de c:1nter ía y en el labrado de
func ión m uy im portante en la consolidación de los estados que empezaban a formarse los sill ares refleja la enor me can Lidad de dí:1s de trabajo y de ma no de obra requerida
en la cuenc:i d e El Mirador (véase F.bcrl, pág. 232 y ss.). para partir, lab r:1r y ckj,1r a punto la p iedra. Las in vestigaciones, no concluidas toda-
E n el pr eclásico tardío se intensificaron cla ramente el aprovechamiento agrario ex- vía, sobre la im portante produ cción de cal en el territor io maya indica n las cantid:i-
tensivo y la utilización del lodo corno abono en los jardines públicos. Los campos se cul- des y varied ades de lcñ:1 y de p iedra caliza uti lizadas y refle jan tanto e l volumen de
tiv:1ba n en tcrr;1zas su perpuestas y yuxtapuestas; se trata ba de colinas que se h abí:in he- p roducción com o los procedimientos y estrategias ,1plic:1dos para obtener la cal en la,
cho cultivables med iante muros de contención, terrazas naturales ele tierra a rcillosa t ierras bajas mayas. Según estas investigaciones, en esa región había ya desde épnca,
rcllen:icb s co11 Ind o y terrazas de huerto muy cerca de los complejos arqu itectón icos. L is muy tempranas sistem:1s de prod ucció n especializados q ue no existían, o sólo en un:1
capas sucesivas d e ludo y un sistem a de cul tivo escilonado, descubierto por un golpe ele medida mucho me nor, en otros grupos centroamerican os complejos. E n c11alqu1cr
rorlllna, con pequeiias colinas y depósitos de agua, hacen pensar en una in tensilicación de c.1so, los refi nados m étod os y tecnologías m ayas a pa rec ie ron ya en la antigua fase de
la ;1gricultura. Los depósitos se reconocen por una d elgada capa de cal extend ida de u n fo rmación de los est ados.
modo característico. La superfic ie del campo estaba llena ele este tipo ele elevaciones arti- F I prcchísico ta rdío se c:m1crcrizó, entre otras cosas. por la sorprendente homoge-
fici,iles pl;mas y redonclas, así como de cavidades de entre 80 cm y I m de d i:írnctro que neidad de su cer árn ica. Los a rtícu los conocidos con ti nom bre de chicane/ se fabrica-
recogían y encau zaba n el agua de llu via. Los estud ios de fósiles vegeta les realizados por ron en gra n núm ero en tocbs las tie rras bajas. Para el tratamiento de la super fici e sr
el biólogo Stevcn Boza rth, de la un iversidad de Kansas, demost raron que entre las pla n- ut ilizaba p redominantemen te engobe, lodo ele a rcilla ceroso ele color rojo, negro o
tas cultivadas estaban d maíz, la calabaza, la palmera y ciertos árboles frutales. crema. La coin cidencia en engobes y rorm as, incluso tratándose ele cerám icas ele uso
La prosperidad alcan zada a t ravés de la agricultura se t radu jo e n nuevas ta- doméstico, sugiere una con cepción un itaria y estandari;r,ada de la,ce rámica y un índice
reas para la m a no d e obra, en a rtículos ele importac ió n de di fícil y cara adq uisición, relativa m ente ba jo de exp resión ind ivid ual.

84 Vivienda. Nakbé, Gmuem11lt1, t'd,jlou 84:


¡,r('ddúcu ta1dío
En las c1t1Lbde~ pred~sic:is d(' Nakbé, El Mir,Hlur. L1
lll.1nai. Cerros v C:ilakmul no ii'i!o -.e h:rn enconrr~ulu
grandes pbt:1fo~m:1~, ,;ohre l;is qur prob:ihlemrnh: st. ,11-
l alian u:mplos, ,;ino r:imhién viviendas, Cnn,;tn11dJ~ \O·
brt zóralos lxljos, ;1 los 911t' ~e acfrdfa por e,;c1kra,. l.1~
vivi1,:ndas l·r:in de m:neri:ilt~ prrcccrkro"-. corno m.11kr.1
y p.ilma!). aunque t:1111hién había t.:dilirim dt'. picdr,1 c011
bó\Tda de s:1l~dizo.
La enigmática función de las ciudades preclásicas
1.as primeras ciudades de la s tierras bajas tuvieron que hacer fre nte a una fuerza
milita r e n plena fase de prosperidad, de progreso intelectual y de esplendor artísti-
co y a rquitectónico. Las excavaciones realizadas en Becán entre _1969 y 197 1 por los
arqueólogos E. Wyllys J\n<l rcws IV (Tulane University, Nueva Orleans) y David
\Ve bster (uni versidad de Pensilvania) descubrie ron una acequia artificial del preclá-
sico tardío alrededor del recinto (véase H ohmann-Vogrin, pág. 208). Un canal o ace-
quia de las mismas características rodeaba tambié n el centro de Cerros. En Ed z ná ha-
bía una "fortaleza" rodeada por una fosa y t;imbién existían fortificaciones de este
tipo e n El Mirador.
Aunque es evidente que diversas poblaciones importantes de las tierras bajas se
prepararon para defende rse, <lesconocemos el tipo de amenaza que provocó la cons-
trucción de unas fortificaciones tan sólidas. Incluso en centros de las tierras altas como
Chia pa de Corzo hay signos de incendios y de estragos en la é poca de tra nsición del
p reclásico tardío (350 a.C.- 250 d.C.) al clásico temprano (250- 500 d.C.). El hecho de
que las poblaciones preclásicas de Chiapas estuviesen situadas en luga res que facilita-
ban la defensa g uarda cierta semejanza con las estrategias de los habitantes de las
tierras bajas. En las excavacio nes prac ticadas e n la cim a de la pirámide de El Tigre de
El Mira<lor aparecieron num e rosas puntas de proyectiles y c uchil las de asta y ohsi-
<liana con forma de prisma. Como las piezas d e obsidiana procedían generalme nte de
d iversos yacimientos mexicanos, l;i batalla pudo haber tenido lugar en el clásico tem- ·
prano (más o m enos e n los siglos 111 o IV d.C:.), c ua ndo ya se mantenían contactos con
el in terio r de México.
Uno de los d escubrimie ntos m ás sorprenden tes efectuados en los centros mayas pri -
mitivos fue el hecho de que estaban prácticam e nte vacíos a finales del preclásico tardío.
Se ,1bandonaron las viviendas y los ed ificios ceremonia les; aparecieron intactos objetos
de piedra y cerámicas chicanel (fotografía 87), que simplemente habían queda<lo sobre
el pavimento· de estuco. A finales del preclásico tardío (hacia 150- 250 d.C.) \lº sólo en
la cuenca de El Mirador, sino también e n muc has otras zonas se registró el abandono

~ tluút 'l. l:J \/,rudm; Guruemala; ¡,ucMsiw tardfo en esa. cuenc:1 la escritura se utilizaba y:1 en el prt'cl:ísico 86 Este/u J. El Chiquero, Pnln, Guatemala; pr~ddsicu l de F.l C:hiqm:ru sólu se conserva la mita<l inferior; d rno+
Tod.l\'ÍJ 01) \e' ha r\:,ut'lro l·l prr,hlr111;.\ dt· ~¡ l;,i t'scritura tardío. Aunque todavía no se h:1 dcsrlfrado la LOt.1li<.bd del rardfo; hacia 0-25() d.C.; pil'dra caJi,::a: altura 50 cm numenro compkLO nu meclirfo m,ís tk I m Je altur:i. F.n el
n1.1t-1 ,urgió en l.1.?> t1c:rr.i"' Jiu, Jt' Gu:1tc1nab o en las tiep texto, J!gunos ele sui. signos indican gue trata Je aconteci- ¡\ finales dd prcd:ís,co rnrrHo se tallaron estelas Je. pe, fr:igmenro apnrcrc un par de picrncl!i en pose Jin:'imicn
ru, b.aµ.. del Pct~n. Ko nb..untr. con ~U '\ jeroglíficos. fina- mientos de la vid;) dt.: un príncipe:. quc,1o formaw gue, al igu:il que b s rcprcs1.~ntnriones figu• y un::1 ~upertici1.· n:ctangular en la que se han gr::1b::1do lo~
mtnte ~rah.idu~. l., t·,ttLi 2 dt F.I M1r:idor dcmuestrJ qut r:irivas, muestran superficies con jc:rog\Hicos. Dt.: la c::i.tela jeroglíficos.

En b cuenc,1 de El Mirador las esculturas del preclásico tardío e ran de un menor


lamaño que las de los periodos anteriores y posteriores (fotografía 86). Esta intere -
,antc paradoja contr;1dice aparentemente la norma de que los soberanos más desta -
rados orde nasen la construcción de impresionantes estelas y a ltares con ocasión d e de-
terminada, fecha, de in terés dinástico e histórico. En su lugar eran los m o numentos
de pequeño formato (aproximadamente de 1 m de altura) los que presentaban ta blas
con textos jcroglíf1cos esm e radamente esculpidos (fotografía 85). Los textos escritos
Íucron apa reciendo cada vez más en los objetos pequelios portátiles, lo cual in<lica
que fueron an1pli:índose los estratos de población que dominahan la escritura al me-
llo~. <le un mod< l pasivo.
· Junto con j a tup1t· 1a rctl v1,1ria,
· · que eravorec ·6 , 1a mtegrac10n
· · ' y,
()<füblen1cme• ta, un1t· ¡ao.1 pol'111ca
· y econom1ca,
, · 1os es ¡·ue r ✓.os rea ¡1zauos
· .1 e n ¡a arquitec-
·
tura monu,nent,d del preclá,ico ta rdío de El Mirador, Nakhé, Tinta!, Wakná y de los
grande!> cent ¡· , e •
ros 11111tro1es como C:1lakmul son una prueba concluyente de que em -
!X"?.ahan ª form ,Irse
· · estac1os en 1a c uenca re j FI . M'1rat1or. (~
, a be pensar que e l 1mpu
· 1so
p.1ra la fon11 ·. l . . . .,
. acion e e estado, e n las tie rras ba¡as pudo haber parudo de una reg1on de-
terminada
I ¡ construcc1on
• ¡1ero lo> proyectos te ·' b a¡o
· una d'1recc1on ·, estata 1, como 1os ca-
n;1 C!> del prcclá,ic · se rea ¡·izaron srn
· l'10 ej e E <l z na,
· · o tdí< · d u d a sunu
· 1táneame nte en va-
ri .., regiones.
casi simu ltáneo de numerosas poblaciones, entre ellas Uaxactún, Seibal, Cerros, Colha E n el clás ico tardío (550-800 d.C.) se mu ltiplicaron en la cuenca de El Mirador
y Bedn en el Yucatán central, Dzihilcha lu'.m y Komchfo en la costa norte de Yucat:ín, los poblad os pequ e1ios, diseminados ent re las rui nas d e los g randes centros antiguos.
Isla Ca ncún , Edzn:í, Sa nt,1 Rosa Xtampak y m uchas otras m,b. Por las misma~ fechas Cerca de ellos se con struían indiscriminadamente viviendas ron piedras y materia-
en muchos asentamientos de las tie rras alws se registraron asimismo fuertes dismi nu- les obtenidos en las ruinas preclásicas. En muchos casos los edificios d el clásico tar-
ciones d e población. Aunq ue todavía se desconocen las causas, es indudable.: que los dío se a lzaban directamente sobre las ru in as de plataformas y terraplenes del pre-
problemas fu eron sin duda muy complejos y que, además <le la intervención mili tar sc- clásico, evide ntemen te sin q ue sus constructo res h u bie ran tenido en cuenta su
iialada, desempeiiaron un papel importa nte foctores tanto ele ín<lole climá tica como func ió n in icia l. Según parece en aquella época no había prácticamente relaciones en-
ecológica y cu ltura l. tre las diferentes poblaciones, pues los modelos arquitectónicos, los tipos de cerámica
y la arq uitectura y objetos funerarios variaban muchísimo den tro de la misma re-
gión c incluso en el m ismo luga r. L os ed ificios er:111 relativam ente pequeños y pre-
El protoclásico en la cuenca de El Mirador: la vida en las ruinas sentaban exqu isitos adorn os de cal p in tados, pi nturas m urales, decoracion c~ de e~-
tuco, bóvedas <le saled izo y sun tuosas cámaras funerarias. Así, las pa redes de varios
del antiguo esplendor ed ificios pcqueiios de akbé y d e E l Mirador estaban decoradas con murales. En la,
Durante la b reve fase d el llamado "protoclásico", que se sitúa entre los años 150 fachadas y buhardillas de edificios pequeiios y ele 1amaño m edio aparecen valio-
y 250 cl.C. aproximadamente y que para m uchos invesligadores no es más que la fose · sas escultu ras de estuco con representaciones de hom bres y de seres mitológicos. La
final del precl;ísico, se registró según parece en muchas partes del ter ritorio maya u na im portación acercó a la cuenca de El Mirador artículos exóticos de va lvas, obsi<l iana,
drástica regresión demográíica, como se deduce de la inte r rupción d e la con strucción jade y gr;111 ito. Todo esto ind ica que las zon as co n gran de nsid,1<l de població n e n el
y d e o tra~ actividades. La cerámica de esta época presenta d eterminadas caracterís- cl:ísico tard ío e~taban d eshabi tadas en el precl.ísico, con l:-1 única excepción q uizás del
ticas típicas, como los engobes cerosos (fundamenta lm ente de un solo color: rojo, ne- g ran cen tro de Na~chtún, al nordeste <le la cue nca d e El Mirador, que fue mu y im-
gro o crema). Este estilo se extendió en el precl,bico tardío, pero tenía un tono mu- portante en el preclásico y donde han aparecido adem<\s muchas estelas y g ran des
cho m ás mate y se exfoliaba. Las vasijas con pi ntura de gotas y m odelos inc isos edificios d el clásico tardío.
imir:.iban el estilo Us ulután de las tier ras altas o ri ental es, que se caracterizaba por sus En algunas poblaciones del clás ico tardío aisladas y diseminadas entre los centro,
engohes d e colo r n aran ja decorados con ban da~ rojas y negras. Se utilizaron por p ri - precl:bicos de la cuenca de El Mirado r los m ayas p roduje ron cedm icas policroma,,
mna vcz arcillas ele color naran ja y adornos geométricos policromos y se crearon nu - decoradas con dibujos de rayas finas sobre un fondo de color crema. Esta, piezas de
merosas for mas n uevas, como las v:isijas con una especie de gancho insinuado en la difere ntes formas ~e clasifican <lentro del estilo códicc po rque presentan escenas
parte superior del borde o las fuentes con cuatro apoyos redondos. denominados claves m itológica s repetidas, q ue evidentemente fueron copiadas d e dichas fuente,.
"mamiformes"', es decir, con forma de mama. Las escenas rep resentadas se acompaiian de textos jeroglíficos y reflejan viva y deta-
L as im portaciones de obsid iana se red u jeron drásticame n te en com paración con lladamente la mit0logía, la arqu itectura, las armas, la cerám ica, los animales, las di\i-
el activo comercio del preclásico tardío y además no se llevó a caho ningún proyecto nidades y las activi<ladcs cotidianas d e los m ayas. l lan ,1pa recido cerámicas de estilo
de construcción mon u mental. Es posible q ue a com ienzos del periodo clásico tem- códice en Nakbé, E l Mirador, Zacatal, La Mue rta, L a Mura lla y Porven ir, aunque su
p r_ano (250- 550 d .C.) las poblaciones más importantes de la cuenca d e El M irador es- composición química va rí,1 en cada caso (fotog rafü 88). En una tumba importante ele
1u vieran totalmente aban donadas, con la única excepción de un peq ueño número de u n sobe rano de la estructura 2 d e Ca lakmul apa reció u na de estas va,ijas, con los mis-
personas que hab ría seguido viv iendo en la ciudad de El Mirador y en varios com- mos rasgos artísticos y la misma com posición química que las cer:ím icas d1: e~lilo
p lejos residenciales de Na khé y Zacatal. Se inter rum pió cualquier ti po de actividad códice de Nakbé. Dado que las cerámicas de cste t ipo son muy apreciada s por los la-
constructora d e gra ndes p roporciones y a la cuenca d e El M irador dejaron d e llega r drones y los saq uead ores. innumerables recin tos mayas d e la cuenca de El Mirador
artículos imporr::idos del exterior. Lo~ poblados eran mucho más d ispersos y la selva han quedado devastados. Actua lm ente m uchas de las vasi jas m ás he rmosas ele estilo
tropical se exte ndió sobre las grand es poblac io nes soberanas de otros tiem pos . códice se encuentran d isem inadas por todo el mundo en colecciones p rivadas.

87 Cerdmu:tJ dr 11/JU uunbfl lilqm:11da. Wr1k11á, r~rrn,


Guatemala; prtdtísico 1m-dío: aro/la cocula
E11 el empl.1zam1enlo de \Vnkn:í, ,11uado al .\ urde :--J.1kbé,
lu:. arqueóloj!,O'i enconrr:m,n una tumb.1 real ~~1qucaJ:1 rn
u11~1dmara runt'rari:1 abovc,bd,1. Los L.1Jroncs no ~t· lk-
varon b ccrám1cJ, que no kc; intt:rr-c;ab:i por no t)t:H pin-
L.1Ja. l.~l) vasijas <le c~tilo rhicand del prccl:bico t~11'llÍl1 ~e
c.1r,1c1cnz.1n por :.us cngobcc; munocromos u1 blanco \'
nLgro. por la retluc(i(m progrt's1v.1 dd di:imc1ro dl' q¡,
p:tr('dec; h.1c-ia 1:1 00S4: y por el hunk salu.:nte de.: ,r¡u h.11:it•

88 [d.Jljd c,/i11dr,ca 1/t n11l0 ,ódict. X11kW. Petén.


Gu111rm11/a; d ,LuYJ taidío, liaua 6()() 9()() d.C.: arc,/"1 wadú,
pwtud11;al1uru 19,5,m. diámr1ro 12.~nu
Ab~111Jon:ida r:l'i1 Wl;1lmenll ,1 prmnpio!- del pt·riodo cl.1-
1

sico. la cuenca <le El :\l1rador \'oh 1ó a publ:uM:· dur.inu·


d clásico t=:mJío y SL Chrwirtió en un centro producrur de
ccr:unic:1, CU)'ª pimur,1 negr,1 '°hrt' fondo de culor crc:n1J
~ pJrtC<" a l.1 dr los códicell 111ny:1~. En c:,ll' fragmrntn de
ccr.imK:t .1parcrt un dios de lm '-')(riron:); rnn un libro
!'lhil'rtO en .!im m.1noll,
EL JADE: EL ORO VERDE DE LOS MAYAS
Elisabeth Wagner

Lo, objetos de jade son una s de las obras de arte productos residualc, con indicios d e corte, de pe rfor:i.
más fabulosas que nos han dejado los mayas. La ma- ción o de otro tipo de m;inipulación.
yoría de los h al lazgos procede del periodo clásico, aun- Ahora bien. la materia pri ma no se trabajaba
que se van descuhrienclo ca da vez más objeto, de únicamente cerca del yacim iento, sino que también
jade del preclásico. Entre los hallazgos más antiguos e ra transportada a larga d istancia como artículo
de este género están las perlas, sencillas y sin d eco- comerc ial. Así lo demuestra, por ejemplo. un
ración. procedentes de las tumbas de Cuello (Beli- bloque de unos 100 kg encontrado en Kami nal-
ce), que datan aproximadamente de los años com- juyú, del que se extrajeron fragmen tos para ,u
prendidos entre 1200 y 900 a.C. Por aquellas fechas, posterior tratamiento. El jad e de lo, yacimien-
el arte de grabar en pied ra estaba muy d esarrollado to, de la cuenca del río Motagua llegaba ha,-
entre los olmccas, que e mpezaron a trabajar el ta H o nd uras e incl uso hasta Costa Rica. E n la
jade mucho an tes que los m:1yas. pro\'incia de Guanacaste, en este último fXlÍ6. ,e
En Centroamérica el jade se encuentra ex- encontraron jades que, trabajados primero por
clusivamente en forma ele jadeíta y no existe la artistas mayas, fueron sometidos a nuevos reto-
nefrita, pied ra que algunos también designan ques. Lo, habitantes ele la región de Cuanaca,-
con el nombre d e jade. Sin e mbargo, en el ámbito te, q ue no eran mayas, no entendían ni sus ins-
centroamericano la palabra "jade" incluye toda nipciom:, ni sus motivos, ;1sí que cortaron los
una serie ele piedras ele tonos verdosos o azulados, objetos originales en varias partes, dcstrnyend,,
como el diópsiclo, el c risopac io, la albita, la serpentina así obr:1s d e arte maya. Corno ~e dedu ce obser-
y la piedra mixta ele jadeíta y diópsido. Lo, aná lisis va ndo su estilo, los jades mayas encon tr,1dm en Cos-
han d emostrado que a lg uno, objetos no eran d e jadeíta, ta Rica pertenecen al periodo clás ico temprano.
como venía suponiéndose, sino que estaban hechos con En el tratamien to del jade se empleaban medio,
las piedras verdes seifaladas, aparen temente iguales. sencillos. Se cortaba con cuerdas, con un trozo plano de
Durante largo tiempo se desconoció la existencia madera d u ra o incluso con piza r ra, herra mientas q ue,
de yacimientos de jade c n Centroamérica. Su re- impregnad as ele un material ab rasi\'O como la arena, la
descubrimiento se produjo en la década· de 1970, obsid iana molida e incluso el polvo de jade, se frota b;1 11
concretamente en el valle d el río Motag ua, en Gua- repet idamente contra la piedra. Una vez cortad:1
temala , y desde entonces las minas ~011 explotadas hasta la mitad, se le ciaba la vuelta y se traba jaba l.1
por la industr ia joyera autóctona. De los estud ios otra cara d el mismo modo. Cuando los dos corte,
mineralógicos se desprende que toda la jadeíta eran suficientemen te p rofundos, se pa rtía la pieza
trabajada en el territorio maya y en el resto de golpeándola con fue rza contra otra piedr,1 que h.1-
Centroamé rica procedía <le este val le. La materia cía la, veces de martillo.
prima aparece, tanto en forma de pequeños gui- También se utiliza b:i un trozo de obsidiana ter-
jarros como en bloques de hast:l 100 kg d e peso, minado en punta para rayar unas líne:1s que despuó
ent re los sedimentos d epositados por el río Mo ta- se profundizaban o se ensanchaban con la ayud:1 de
gua . En Guatemala, los centros en que se labraban un pa lito puntiagudo y de material abrasi\'(). Par:1
la jadeíta y otras pied ras ve rdes clurante el periodo conseguir una línea curva, .,e efectuaba una st:rie ,k
clásico se encuentran a amhos lados del río Mota- perforaciones superficiales biseladas y después se
gua y cerca de los yaci mientos de jade. En estos eliminaban las irregularidades.
luga res, los hal lazgos de supe rficie aportaron, ade- H ,1bía dos tipos de harrenas. El p rimero cons1,-
más ele herramientas, a rtículos semifacturados y tía e n un palito con arena u obs idi ana pulverizada en

89 A/dscarafimerana. Calakmrd, Cum¡,rrhc•, México, edifláo VII, tumbll 1, 90 ,·\Mscara fimaorio . Nía Azul, l'eth1, Guattma/u; clásico tempuum,
dám:o wrdío, 600--900 d.C: mos,urn dr jt1de co11 mcmstaáonn dr schulp 300-6()0 d,C.;fucma; olrura 19,8 cm, (In< hura 15, 7 on; Rarcelmw, .Musro
y obsidiana; altrmJ 15 cm, anchum /] 011. profundidad 5 cm; Cdmpeche, Mu.>tu Burbier-:\furller de J rtt Preco/umbwu
Histó11rn,fualc' dr Sa/J Miguel E:slil m,1Sr:1r:1 procede con tu<la probabi!i<l,1<l dt una tumha rle Río Azul. ¡nie...
En varias tumb,1!) rc;ilc~ de C.da1'.mul se han cnronrrado máscaras funer:-iria-; de una imc ripción de b carJ posterior in<lic-a la 1mu:nC' (le un .antiguo ,;ohrr.11111
mos:iicode j:ide. L:1 de la fotograffa, hallada rn una rumba Je! e<l1ficio i. es la m:Í'i de t·ste empbz:imiento. La m:'tscara reproduce el rostro del dio~ de l.1 llu\' i;t,
expresiva y n~alistn Uc 1od.1s ella, y ,;m Uud;1 reíle¡a lo:s r;.1.~gu:1- fanall·:s dd J 1funto. Chaak, y tení:i. proh.1blemente c.uácter funt:r:1riu.
F rn harrcn.i se utiliz;iba p,1ra practicar orifi- mucho a la i"urma dt:scada. Para alcanzar el allo ni, el
1.1 pu11t.1. ' · · _
(IO'
. . 1i (,
peque 1 •
¡¡or qemplo los de las perlas. l·.1 segundo Je pulimento que muestran mucho, objetos se utiliza-
• . 1 ¡ íl rrcna hueca. que probablemente se hacía ban exclusi\'amente matcrialn firws, como hematita
!fJl(l (f,l ,1 1 • . . _
.
(00 1lllt:'0' l
1t l\·e, o cu n ca,ias. Utd1,:111do un abras11"0
<-
puh·cri,..1da o jade en pol\'o con agua.
. . lit
\<.: tOrt.l • 1111 ~1 ¡)1~.1 ci líndrica, que se pulía y redondea- Los objetos <le jade se cmplcab.111 como ofrendas
,tc·ner unh perla. En muchos casos las perlas funerarias. como objetos rituales y obviamente como
1),1 l1.1, t .l O l
" l,l 1,H 1r.11 }•111 1,or lo, d o~ lado,, hasta que ambos orif1- joyas. El jade senía no sólo para fabricar perlas, que
"°' ,e· c·ncon1 wban en l'l cu11ro. Para lograr pcrl ;1s cs - con frecuencia se montaban en pend ientes y cadenas
frric.,, 111,1, f.íci lmente se n;cu rría a los guijarros ele complejas, sino t;unbién orejcr;1s (fotografías'}(¡ y 97).
¡.idt' rnlo ndeadm por ti agua, que sólo requcrL1n un li- braz::llt:tcs, cintas para bs piernas y LObillcras. cinturo-
¡.ulo) 1111 pu limrnt,1do superl1ciales. Los discos de las nes, pectorales y adornos para ropa y tocados. Corno se
on:¡c·r.1, ,e 1°,1hricaha n también con la mejor de las dos desprende de determinadas represenracinnes de dig-
m,t,1<k, de u n gu ijarro de jade de forma e~férica. Con natarios mayas. muchas veces los pectoralt:s (:Staban
I," lr<>Z<1' tn form,1 de media luna ob1cnidos se fabrica- hechos de pegueiias l:íminas de j;Hh: en relieve. Los
h.tn pn!.1, o figuri tas (fotografía 91). Los fragmentos orificios que aparecen e n este tipo de ub¡etos incl iqn
rc'ldu.dc, 111,h peqm:i'ios Sl' milizaban para hacer finí- que formaban parle de un ata vío más complejo.
,1111,1, pl.1quita, dL· mosa ico, que se ajusta han con preci- Las inscripciones existentes en los objetos de jade
"º11 .,b,nluta a su suport<.: material - por ejemplo, una facilitan el nombre de los mismos y también i:I de ~u
, .1 h·a dl' molu~co- se ad herían a la madera o se enc,1ja- propietar io. ;\sí. ,ilgunas orejeras lleva n grabado el je-
han en l." henclidur.1s ya realizadas (fotografía 9-1). A la roglífico u tup, ("su orejera"). ~cguiclo del nombre y de
hor.1 de utilizar los fragme ntos "e aprovechaba su los títulos de su dueño. Otras inscripciones contienen
forma origin:1 ri :1 o se elegía n piezas que se acercaban referencias históricas o genealógicas.

9l 1:·.stt1twl!,1 deJtnlf. l'alou¡uc:,


Chiap11.s, ,\lit·irn; temrto dct la..- hu-
cnpoOnc:i; c/J.,1<:r> wrdfq, 683 d.C.;
.1adl'íflr: Ctudad de· ;\léx,m, ;\/useo
Nnnonal de .-l11tmpolr>gí11
E~ta t'statui!b ,;,,edc-ntc tic- fo tumba
Jd !i,Oberano l,1n,1h Pakal rcprc,;cn-
t.:t a una d1v1mcbd qnr :lp<HCf.t.' en rl
,Htl' como formn personit'ic:1da dr un
árbol. concret3menre del Jrhol ,Id
111um.lo.

92 P~ctuml. Captin. Ho11dnr1H;


t·dificir, JOL-2fi; dcínco ll'mpru110,
lwr'ia 400 d.C.:¡udrita: 11/turo 22 011,
,mduov 7,3 ,:m, gm:ior ~.7 cm: Copan,
\luft'O RC'g101111/ de- Arqumlogia
hre- clcpósitu, cun:,truillu c:n d Jño
75'1 d.C. por K'ak' Yipr:.11 K'~1wiil,
snh('r,mo 15 de Copán. contt'nÍ3 en
tre otras ro.sa~ d pt'ctor JI de una fi
gur:1 masculma trgmJ,1. Su rostro
con 1)rc,a, dt ¡aguar y con l.1mandí-
hub c;mfituida µor rJÍrt')I estilizadas
corrrspondL' ..1 la \ ariJntc de c.1htz:1
de! wroglffico ,,, lJUt' ◄:,Ígnifica "'ár
hnl" n "madera".

93 IOsn de mosaico d~ pult: de


la rnmba dtl .i(Jbera110 }'1k'ln Ch,w
K'awid. Tikol. Petéff. Gu11tnn11/a.
nlificm 5n-7?, rumba /96; dúSll·o
tardío, d~spuis de 73-1- d.C.; musa/cu
de Jode sobre mudau; altura 24,] un,
didmctm TO cm; Cimlad tit' Guutema
la, :\lusm .Vacional de Arqueología )1
/:rnología (Kerr 4.887)
El \ :1so prcscnca un mosaico dt' lámi-
1

nas de jade yuxrapuc~ta~. La cal>tz.:1


que hay en la t<tpa rl'µrest'nta JI so-
lx:>rann (OlllO dirn Jd m.liz, al que
t:1111h1én hace.: rtÍnl'llcia b cabeza
Jd 11:imado "monstruo dt' Xook ...
Esr::i. cahcza t~tilizada de tiburón
consrimyr el adorno de cinturón tí-
pico dd dios.
11po de objeto,. que h.1 aparecido t:n 1111116:1, o en depc,
,itos sag rados, no se fohricó necesariamente en este lug,ir
ni tampoco poco ,111tes de depositarse.: (fotografía 'J~). E11
un n:ci piente sagrado situado al pie de la c,calera e, 111
jeroglíf1co, del edilicio 2(, de Cop:in se (' ncnntró un pt:,
tor:il que, por su c,tilo. pertenece includahlemcnte .11
clásico temprano. en tanto r¡ue el depú~ito ,agrado en
cuanto tal no fue colocado ha,rn el d:ísico tardío con o-.,
Guijarro esférico de jade, Pieza de Corte de la pieza bruta Fragmentos residuales
perforado en el centro perforación para la orejera de media luna sión ele b inauguraciún de la esc:ilera. Es po,ibk qut· d
y cortado en dos mitades
pectoral en cuestión hubit'ra pertenecido a un antiguo
sobera no o incluso a Yax K'uk' \ilo', fundador d e la ch
nastí,1, y que se.: trammitie,e por herencia de gcnnanc¡n
en generacii'm. No obstante, existe la posibilidad de que
Cuera retirado al abrir una tumba en el marco de un ri-

tual funerario. ,i se tiene rn cuenta que en Copán la


Disco de orejera pulido Perla cilíndrica con Cabecitas de jade y perlas fabricadas con
perforación longitudinal los fragmentos residuales de media luna abe rtura de tumba, está docu mcntada tanto por inscrip-
cione, como por la arqueología.
Prohablcmentc los objetos de jade entraban t'n la
Pa ra los mayas y par.i el resto d e los pueblos cen- antepasados. En ocasiones los mayas realizaron imcrip- elote de las mujeres de la noble1.a que pas;1ban ,l !Í)r
t roamer icanos. el \'erde d el jade tenía una importanc ia cione, incluso en piezas del periodo olmeca, que proba- m a r pa rte de otra, dinastías por \'Ía matrimonial. .\ .,1 st·
ca pital por ser e l color d e la, pla n tas y e l símbolo del blemente ,e lle, aban o se guardaban como objeto, ~agr,1- podría explicar hasta cierto punto el ha llazgo en Cop,in
maíz en proce,o de.: crccimienro. Tanto en la comagra- clos. Un ejemplo notable en c:ste ~emido es un pector:11 ele un,1 cabeza ck jade cnrre,pond iente al cnlga ntt· de un
ción como en la demo lición ritual de los edificios se dc- olmeca con inscripciones may:1, (fotografía 100). Este ci111urón, cuya inscripción cita lm nombres de difncntn
pmitaban objeto, ele este mineral en lo, recipientes
destinadm a la, ofrcnda,. Lm rico, hallazgo, de jade
del cenote de Chiché n ltz:í son l,1 muestra má, impre- 94 Fulmcacrán dr 111111 ort;t'w \'
1Jfrnz·nh11mU·mv de /ns ,rsw,. Pumre-
siona nte. En él se dcpusit:1ron jadcs de todas las partes
Adrúm D,gby, .\lc1)'ll J,u.lrJ: Ruwh
del tcrntorio m:1ya, ,¡ue de este modo clan fe de la sig- .\lwt'um. l..011d1t'.r. l972;fi¡r -1
~ !i-Upone <-¡ur.. l.l'i partes rcdond:t'i
nificación supra rrcgional de es te santuari<>. 1 :imbién
t'n form.1 de d1scm st obrenían de
en los reci pientes de la, ofrendas .1parccen con frc- un guq.uro dt. 1,1dc lo m.-is c~ft:r1ro
pusiblt- que !ti..: divid1;1 1:11 do~ 111it:1-
cucncia pequcfias l1gura, de c,te material. Esta, repre-
dn. .\ cont1nu,1nón K dC",;pru11l1an
sentaciones put:den ser d esd e ,imples g uij arros, en los dr c1d,1 mir.id rn:Hro fr,1g.memu, en
form;1 dr mtJ1,1 lun.1. <1 11e e-r.111 ,i;;o-
que unos cortes o unos orificios elementales sugiere n
Hll' lHln., .1 un 1r.11.1m1uirc, ptJ,h.'nor.
miembro, del cuerpo o ro,tros, hasta relie\·cs o peque- Lh p1u,1" tu,1drangulJre" ,t'-Í oh
ttrnd.1, '-t' puli:tn h.1~1.1 reclondt-.irst'
fias esculturas pcrlectamcntc modeladas.
\' '-t 1x-rforah;in mul1anre u11;1 h;1
Los objetos de jade se transmitían como herencia rren.1 hueca; lo,; fragmt"ntu~ H"\UI
tanrc\ dt.: la pnfor.1c1t111 cr.m oh¡cro Perla
de generación en generación y a \'ece, se honraban y ,e Cuerda de sujeción de
de un nunn ,1prmu.-h,1m1c1Ho.
enterra ban ritualmen te en calidad d e patrimonio de los las partes de la orejera
la orejera

95 Cull,11. Cf1pt111, HomlunJ.i, L,.u Srpu/111111.1, g mf'ü tlr t'difu w., 'í.\' ,'$, tumb,1 96 Pur de or(/t'WJ. l.ugur ,le/ hallt1:f(O drJC011ncido; rld.-1rn turdío. 600-9()0 d.C.; 97 I'm dr ore¡rr,1r. Lugt1r del /1111/azgo drsconoodtJ; eld.úm tm1¡mmo. ](}(J f',00 d.C..
I '/// 27; p1nl,útco nudw, 'J(J() ..¡()Oa.C.. 11uldru; lun[!1l11d ~U cm, Copún l\lmw•, ¡ildeila; ditimnru 8. 5 e m: Dcm·r1; Tht /)nu·a lrt .\lu.1n1m p1drítt1: d1timrtm 5,i cm, ![m-•01 :! cm; P,m,rlon..·frt ,\ltueum Pmurton l ,mrr~·:/\
.\/wrtJ dr A,,¡urülvgill L:n.1 ure jcr.1 tll ('<;J.1, cnar1eri~tir:1, c:1mbuli1.:1 un~ J1 r,r: d tl1,co dl· b orr:jrr.1 F'ita~ orqna~ ,c)n di: ¡;1dc n:rck claro} l''-lán rr.1h;1jad,1, cumo llore:~ c ,t1h1.,ul.i,
l:.)lc- uillar ap.Ht'rn). Jtmtn ,1 JOO 1Jb¡eto:> dt' 1,11.I<-, (;"IJ un.1 ,u111uo,,1 tumbJ 1..k r1..:¡.,rt''i<"nt.1 ll c\111) l.1-. ¡lt~rl.1, nlíndnca:, ,11.uga<l.1,. lo., p1-.11los. dC" <l1~.:m Jnul.1rC''i :,enullo,. ( ',1d,1 flor t:~t,í f11rm.1J,1 por cu,urn \'olur.t., ol.i,l.4'
uno ,k h, lurrio:-. pnifc.'.·rirm de (\1p.ín. d1,punt.t'i ~, la rnntra.
. (' dt:rw11, . D os inscripciones d e Cop~n sc- 98 f'i.1ta dr la l11mba de Ja_;,w, C/wn
¡l<:r,on.1, , 1t • ·1 • . •
f.:'t1{tl11/ df' 7i'kal. Til(al, Pnen. Gua
. 11 1111 Jre de Yax Pasa¡, sohera no 16 de Co-
ñal,1n qu, • · . tema/a; lt'lnplv /, Um1ba I }fJ; d1fom
. 1 P·ilc 11 (1uc . Auné]Ue desgrac1adame ntc tardío. 7f!~n I d.C.:_fotugn~/la dt·I
p,111, prt1(l'I1J,I l l • . ~

•. ·1 u•• 1r l' reCISO en que tuc e ncontrada ª''º 1%1


\ ( t e,conou. t
1 ...,. - En l.1 focogr.1fí.l ,1p:1 rnt· el .ir1..1utt',-
( 'la C1 1
.
)L'Z.1 l l
( 11

,1, • P"d n,1 for1nar pa rte ele la elote ele logr1 Auhn:'.}' Trik rc::.r,H<111d11 lo!>
h.dbzgw.. de:- IJ mrnha l lú. dc'!lt U +
J<¡udl.1 111 11 ¡n. hiena ~n ·19h~. El ,~p:K11 • c~t:i ¡1r;ic-
. ; , 1de, q ue representan la cabeza del t1c1.mtntc oc11p;1do en _,.11 r11u!tJad
1,o, pcq l 1, 1 0 1'
por un e'\tL1d1 1 t·n el que <;t· t·nron-
C1'º' 11 · 1 fonff)hrn pa rte de las insignias reales,
U U 11,1 ~ ~
' ._ trMon lu'i 1nr,i, rnorr,1k, ,k J;isa\\

( 01110 "it' o 11 "i(·n ' 1 1•1) 111ud1as reprcsentac ioncs d e l arte Ch.in K ·.1w11! e, ,n ,u,; n c.1,. pcrtt·-
nt nc1:1s. El c.1d:h tr nuh,i dr" t·sp;.11-
1

,.. ¡¡,., ,1b,1n ,·11 l:1 frc me" incluso a lrededor de la


lll,I\ ;l. :>l d~b y port.1h;1 f.1,;mm:1 :-. j11yas el,~
,·J l~z;t 1 , 111 1holi z.1han l.1s flores de la ceiba en el centro jade Aclc:m,Í~ 1lt orqa,1,, hr;17.;1lr-
Tt·, )Lubilltr:-is llev:1lx1 11n rnll.u ;in-
l , h~ ~ tn
e1("1 Ulll·,· t:·r,, • ,lil(lt
• ma fl,,ral era en la totalidad de
rhn de JKTLis dt pdr :1br~:1d:1.<. \' t'n
Ct·ntro.nn(· r1,.1 el sig no rn,is importante de la sobe ranía l:1 n·g1Ún ,1bdom1n.d 11tr+1 cnlg;1ntt-
rnn 111 pnl.,, rtil,md,1, 1lr t''it( ·
dl',de d pc n ll(l" 1Jlmcca. Dicha diadema e quipa ra ba
rn1smn rn,Hn1a l. Ent rt' lm 11hwr1h
1 ¡0 , ,ohcr.111"' c1111 e l ,i r bol del mundo del centro del fontr,irin', hahía l.1111h1én un \',\\n
.k mos.11c11 dt· J;h.k. con u11.1 lll'i
unin: r,o. \I coloc.ir el.1 t·n Li cabeza, e l monarca rc.: pe -
aipción t."ll ,11 1:1p,1 con d nomhrt:
1¡,1 un ,1r ontcc11n1cilto da\'c de la cn:;1ción: el nac imien- dt· la~aw Chan K'.1 wi1I.

to de dicho .1rhc,I, L, no de (e,, objetos 111:ís impresionan -


' " ' que ,imholiz.111 ,·st< hecho y q 11e incl uso presentan al
,uhc.:rano mucllo ,11 ,u rumba com o eje centra l del cos-
mos n un,1ca h, 1.1 de 1ade de -+ kg de peso e ncon trada en
b tumh.1 IH/7 d, \ ltu n-1 fa (Bel ice).
L1, d1acle111,1, ,le 1,1,k ,e guardaban t:1mbié n e n los
dcpúsum ,ag rado, pa r,1 ,cñalar c l centro. En uno ele es-
to, recipiente, l1.1ll.1do e n C e rros (Belice) ,e e ncontra-
ron 1x·qu,·11a, c1ht:z.1, llr,ra lc, d e jade dispuestas e n e l
nmmo orckn en d L(lll n t;1 h:1n e ng:1rz;1clas en una dia -
dema, ,1unque ést.1 v.1 se había descompu esto mucho
,lntt's. E,te 1111,nw , 1mbolismo n:lacionado con el ce n -
tro ,e repite e11 L1 decoració n <le ot ros o bjetos de jade
1·ncontraclm e n di:pfon o, sag rados. Representa n en El hecho de d e positar ob jetos de j:1de simbol izaba (fotografí,1 89) que se colon1h:111 sobre e l rost rr, d e l di -
muchos Lh<" 1111;1 11gura a ntropom orfo e rg uida y per- asimismo la colocación de la s tres piedras del hogar funto o incluso sustituían a los crá neos retirado~ e n los
\Ontfica el .írhol Je! mu ndo. Se cree que las piezas d e míticas del día de l:1 creac ió n. C reando un d e pósito sa- ritos d e :1 per1ur:1 de tumbas . Inh umado con ricas pie-
J.uk d1,pt1nt.1, e 11 grupo, ele c inco, sobre IC)(lo si no es- grado se re pe tía ig ual m e nt e e l acto J e la c reación. zas de jade (fotogra !h, ')9 y 9'i ), el snbcr:i no difunto ,e
1.rn pcrf,,r.1d,h . eran pied r,i, 11tilizaclas en los ritos adi - Ningún otro materi al e ra tan duradero y resiste nte eq uiparah:1 a l dios del maíz, (f l.l<', co m o e l g rano ,cm-
1 lll,Honm. Con ella, lo, hec hiceros y los c harnanes dc- com o el jade. Así se explica que se utili zase tan to en brado e n la ti e rra, espé raha su resurrccc iiin y s u re no-
lmut.ihan el e,p,1c11> ,acro c n el c¡ue ll evaban a cabo sus el rnlto funerario como ajuar su munsn de lo, sobe ra- 1·ación e n la, :1guas subterd nca,, en el in terior dt'I
H·rt·mon1a,.
nm muertos, sobre todo e n las m:íscaras de mos:1ico monte m ístico. e n e l cent ro del cosmos .

100 Awrmil olmt'ü.l nJ11 m R ÚfCl<Ín muw dd p1( ddi!rn rardú1. Lugar del halla~!!º
1
101 (,,1/1t"W 1/t· ,oprtnt,· rn1¡,lumt1da. C/úrhl rr ft.w. rucaltÍn, A//nrn; gran cenote:
dt:J-awwrdo; ¡,rn/mÚYJ malio, /()() 6/)()a.r:.: rnauúa vade: altum 9 lm, andmr,1 fiualtJ dd dd,iw, 900--1()()() d. C.;jadcíw; Írmg1tut! l-1, Ion, ttnrhum 5, 7 <m; Alén
16,7 uu: íVid,mgton U C. /Jumbanrm (klk, Rowrd1 Libmr,v und Collt•ainn• da, Atwm rt~Klfnwl ,k Yumtt.Í11 ''PalauO (,'anuíu"
En d Cl·nlrn dt: b cu;¡ anterior del pecrurnl ap.a rccc d ro:,tr11 de una di\ mu lad Est(' J)l'Cloral prorn lc de fina!t·, dt:l pnindu d .birn y, c11m11 mucha, iitrJ ~ ¡c1
nlmt:ca. qm: romhm.1 r:1,gm Linale~ h11rn,111os con ra~gm, <le ¡.tgu:lr. ya,, ill(: d(:¡H•.sitad•1 e11 ralul,1cl 1lt· ,lrcn<l,1 c11 d rcn11tt: (lt' ( :hidu::11 ILzJ.
LA AGRICULTURA MAYA
Pctcr D. Harrison

_,
,\ntn de Ileg.ir a ser una civilización difen:nciada haci,1 el afio 2000 a.C., los m a-
·111 . h •wriculrura. El proceso de cultivo se desarrolló o hicn en la altipla- ', ,, 1
1,1s com)cl• 1,•1 · '"
'• · ". 1·c 1111 n bien en Sudámerica, desde dondt: esta práctica se extendió a
lltCIC lnt, • '
la región orupail,1 por los mayas (fotografía 103). El maíz, el frijol y la calabaza
- !(i' ¡irnncros ¡1roductos cul tivados sistem ;íticarnente por los hahitantes de
1ucron ,
Ccntroamcri c1 (fotogr:iífa 107). El maíz se sembraba en lo que es actualmente Mé- ' .._
'
;-
1

,ico ya <:n el aiio 'illlH) a.C. Posteriormente se cultiv;1ron también el chik, distintas va- /

'
ricd;dc, ,k cil.1h,11.a y pla ntas no comestibles, como el algodón. Se desconoce la re- - - ,,<.'
du ,1 parur de la cual los maya~ empezaron a cultiva r una p lanta tan importante para
dlt1s como el :í rbol dcl cacao. o~
:-,: c<t.ín documL·ntados arqueológicamente los campo, en que, como dicen los
0
Ch'a~ .__ -~~
mayas. '\e luda milpa'', e, d ec ir, se practicaba la agricultura itinera nte. Por t:\te mo- UATEMALA ;,,-.
HONDURAS
tiio rcsult.1 1111pos1ble determ inar su situ:.1ción exacta. Sin embargo, existen indicios Primeras evidencias del cultivo de maíz
R
de w cxi,rt:nci:1. S(' han rncontrado residuos ele los alimentos ingerido, en los restos Fronteras estatales
hum:rnos del periodo ,1rca ico (cunas de Tehuacán, México) y de la época de esplrn- o 400 km
Fronteras de estados federados
dor de los 111.1p,.
fata cil'ilizaric'in se dcs:1rrol1{, ,l partir de una socit:dad anLerior de recolectort:s y ca-
z.1<lorcs que ,t: nutrían fundamen talm ente con proteínas ani m ales, complementadas 103 Exrcnsión d~ la ugru u/tura l'n Centrmm,énrn hacia d )'"ifl!l ,1.C. Üt:;,.dt aquí l.1 .lg-ricuilur.1 'il txtnuliú
Lt, llHll',rr.1\ m;Í\ ,lllll¡!U,),;, 1le l:u, di\ l' r,:'!s c~pt:c10 culriva- po~Lcriorrnentt' .1 b CUl'\ ,1 ck l..1 Perra, tn Tamaulip:h. \té#
wn alimento, 1egetalc, com o r;1íces. bayas y tubérculos. El desarrollo de la agricultura d~,.., prr>redt:'n dr l1h c,1r:nos '-t'dimcnt.1nn, dt 1~1, LUC\a:;. tlt x1ro,;1l m1smo\·:11\c de: ~léxiroy ;1 b C'Ut'\'íl tk Sant;1 :\ bn.1.
como b;1sc c,r.1ble de la producci(m de alimentos alteró lógicamrnte los hábitos de nu- Ti.:hu:1c;ín. en d u.·111ro de: b altipl..1nine mexicana. donde n1 \.h1:1pas, L.t l iltnn<.1 ton;1 111\'1) 11na 1111Jl0rlancia deci!-l\',1
1:.~t;\ demo!-rrJdo qui.: d primtr n .· rc;,il rnlm·.ulo fm: t·l m:iíz, par,1 l.1 d1fus1(m dl· \.1 agric11hur;1 c:n l.1s t1t..'rr.h b:ij:1'\ may.1~.
1n.iím de lo, may;1,. aunqtK 1:i caza sigu ió desempciianclo una función importante en
el ~uministro de prn1d11as.
nutritivas y la cosecha sed pobre. Por el contrario, si esto sucede demasiado tarde,
la humedad ya t:xiste nte o riginará mucho humo pero poca ceniza, por lo que tam-
La economía rural de la milpa bién en este caso se alteraría el de licado eq uilibrio. Dad:1 la necesidad d e tt:ner un co-
nocim iento ex;1cto de las estaciones del a1io, St: hizo inevitabk el desarrollo d e
F.I métod o de rnlti1·0 más ant iguo que se conoce, el desbroce por el fuego, seco- 1111 calendario, que fue concebido acaso comu nitariamentc por anteriores civiliza-
noce en CentrnamériG1 con el nombre de ''agricultura de la milpa''. El término ciont:s centroamnicanas mucho antes de q ue ap:1reciesen los m:1yas como grupo lin-
"milp:i" es de or igen azteca, signific:.1 "pa rcela" y designa un trozo de ticrra desbro- güístico y cultural inde pendiente.
t.1<la Yquemada para la siembra, St: trata del procedim iento más antiguo y más se n- El conocimit:nto de los datos esp:1ciales, reflejado en la misma disposición de la
cillo tk prod ucci(m , istcm{itica de al imentos. parcela, p:1ra la cual se te n ía n en cuenta puntos de vista de carácte r r itu:.11, tenía una
Pero la agrirnltura dr la milp:1 es sencilla sólo en apariencia. Se empiez:1 dcs- importa ncia similar a la del conocimie n to del ca lenda rio. La p:1rcela no dd1í,1 ser ni
hrnzando una parcela, es decir, quemando toda la vegetación t:x istentc. También se demasiado grande ni demasiado pequeña; en ambos c:isos da ría resultados negati-
t.ila.n lo, gr;mdcs ürbob, cercanos p,ua qu e el suelo rec iba directamente.la luz solar vos. Además sólo podía cultiva rse por térm ino medio durante tres a1ios; después las
(foiografb 10.+). A con tinuación se lkva a cabo la siembra y, si st: cuid:1 l.1 parcela cosechas se reducirían considerablemente, p ues se h:1brían agotado las sales y los m i-
\ los factores naturales acompañan, al fina l se obtirne la cosecha. No obstante, el nerales aportados a l su elo por las cenizas del desbroce quemado. El suc io 1·olvía a re-
·•¡tricult0r ha de ser capaz de "leer" l:1s estaciones del ;uio y conoce r bien q ué d i- cuperarse tras cinco a1ios de barbecho. En este pniodo de tiempo había que acondi-
mensiones y características d t:bt: tener la su¡.ierficie ;1 cu lti va r. El desbroce y la qut:m;1 cion;1r una milpa t:n otra pa rte. Como una fo se de cul tivo de tres a1ios de duración y
que preceden a la sic:mh ra deben efectuarse con la su fi cient~- antelación respecto ele un barbecho de cinco años h acía n imposible un abastecimiento permanente, se im-
IJ llcgad •·1 de 1as pnmeras
· 11 uv1;1s
· mo11zo111cas,
· · pues I:1s ce rn· zas cump1en una ¡·unc1on
·, ponía constantemente el dnhroce de nuevas parcelas. De ahí que incl uso una pobla-
dtcLsi1··'1 de •,1 b uno. E' stas deben quecbr necesanmnente
. .
en la supcrfictc y penetrar en ción reclucid:1 necesitase un árt:,l extt:nsa para este tipo de agricultura. Estt: aprove-
el ~uclo con la, primera, lluvias (fotografía 105). Si t:I desbroce y la quema se efect úan charnit:nto extensivo del c:1mpo no tardarí:1 en t ropezar con sus límites natu rales y,
•il·rnasiat 1O pronto, d viento
• . , . . , .
esparc1ra b~ cernzas, el terreno no d 1spo ndra tk ,usta nnas sobre tod o, en épocas de :.1urn ento de la población , hubo que pensar en otros méto-
dos agrarios, concretamen te en u na agricu ltura m,1s intens iva, q ue aumentase la
producción de al imen tos en superficies limit:idas.
El nníz, d írijvl. la c1\abaz:1 y el chile ,;;e cultiv.,n in-
du~o tn pe11dic1Hl·~ ...:,carpad.H. Prore~icb ... po r muro~. En el caso de la agricultura ele la m ilp:.1, el sucio í'értil se repartía entre \'arios
las rerra.z~1~ pnmitnl un rit:_go uniforme rle las supnfi - agr icultores, que acondicionaban una nueva milpa en ot ro lugar hasta que el suelo
cic,; cult1v:1bln y al mismo ucmro fren:rn b erm,1ún de
l.1" bdaas. ex hausto se recuperast: y pud i<:sen volv<:r a la primna parcela.
101 Qumurndo w1u milpa h1) ccn1z:t!t1pt"rO sí .;e wrda dtmJ)ia<I<>. 1.a llm·1:i im¡,c<l1d. 105 UJ nulpa drspu(¡ de /u qurmd F.st:1 forografí::i fue LOm.1rb en d mt"~ <ll' m:,yu <ld .1ñ1
El momento de b quema <lé unJ milpa tiene un:i 1mpor~ b rombU!ttlt'ln total dt.· lo) tronco) y ele la maleza. F.n am- Dcspué(; dr la yutma. d !ludo se cubrt con uru cap:, de 19i-1.tl sur lk: ()uintanJ K<M,. ccrcJ cid Sitio ;1r4m~ol11¡.!ta
tanc1:1 capit.11 y exige un conoc11n1cn ro exacto <ld ndo <lt' bu:, c:u,o:, !J crnbnuenria es 11n,1 cusech,1 ¡wLre. rcnlza rir,1 en frn,foro.1;,. Lo!» troncos Arnnde~ no 4uem:1clr1.) rlc Di1h:1nché, .ilgo m:l::i .ti nMlc que c:l lug,1r que apJrH;C
lluvia4-. Si se quema Jcm,t)tado pronro, el \ it.:nto e~p¡1rn· '('° 4utdan Ju n<lc: t'-fñn ) !tt' siembra alreclc<lor Jt cllm. en la fotogr,,fíJ IIH.

106 V,w 1111/pa ,111tt." dr. lu ;1embm 1111 l.ldo, v,1rir:dad J~ :1limenro1;, con un solo cleshn11.·t.: por l07 Mi/pu ames dr la c"OJ"rdw .!tt1per:rn los do~llll'tros tll' altur:1, )' rcíuerz:in l,1::i l',1.1h1h·
Lis milpas M'. ,;1emhra11 í unJ.trnt'nralmrntl' lk maí1.. :'Hm- ful'go }', pur d otro. dercrmin.ul,1::i pbnr.1s !»Ummilitra11 !»US s~g1'in :>l°J b v.1nnlaU e.Id m:iíz M·mhr:iclo. bs mazorcJ:. JaJ dt· lo!» rallo) fre nrc ,1 l,,!t tormenta).
qut l.1., roscch,1, -.on nrnyort'!t nuncio 'tC" cu111Uín:1 el m.1ít. t,111ciJs nutr1t1\·:1s JI ,;urlo. que dl' C"Sf~ modo m:11uu:11l su pueden tOM.'ch:ir,,: l·ntre trr:~ y '"-' l !t mr:4-rS <lnpu¿.., ck IJ
con otro~ producros ,1grícob~. El rnlri\•q mi.'l'.lO ofrect", por fortili,b<l, :,iemhr;-i. Los fr ijok.!t trep:1n por b s pl.inr:l~ lk 111:1í1 . t¡llt'

Todo ello dio lug,1r al desarrollo d e un:1 deter mi nada con c<.:pció n d el espacio )' Petén, en las tierr:is bajas centrales de Guatem al:1, esta proporció n llega al 50%, lo cu:il
a la aparición d e derech os de propiedad sobre la tie rra. Otras ideas re lacionada~ con significa que, sobre todo durante la época de lluvias, se in unda una g ran parte del p.ií,.
la di visiún del te r reno c r:111 de o rigen re ligioso, por e jemplo, l:1 forma rec tangular En el cl.ísico tardío (550-900 d .C.) estos bajos constituían únicamente un pai,aje de l.1-
de la parcela)' su o rientación acorde con los pun to~ cardi nale,, que no tiene n una ex- gos, por lo que e ran inapropiados como supe rficies habitables y culti vables. En conse-
plicación pr:íctic:,1, au nqu<.: evidentemente eran obligadas. Todavía hoy los m ayas. cue ncia, solamenle las tierras altas, acciden tadas y permanen tem ente secas. perrnitbn
que conti núan con la práctica del desbroce por fuego, se atienen a estas normas mi- la agricultura de la milp:1. >lo e,, por tanto, casual la habilidad de lo, actuales mJ )"l 5
lenarias (fotografía I H). Así. por ejemplo, la p,1 rcel:1 ha d e hrncleci rse antes de h1 para culii va r en pendientes. A pesar d e l:1 folra ele pantanos, o tal vez com o conse·
primera sie mbra con conjuros y quemando incien ,o en sus cuatro lacio,. Esta, cos- cuencia ele la misma, en la, tierra, altas no se des:1rrolbron la, grandes poblaciones ni
tumbres persisten e n algunas zonas d e Yurntfo y d e l,1s ti c.:rras a ltas de G uate m a la, las complejas vinculaciones políticas de las ciudades-estado ddas tierras b ajas.
donde bajo el nombre del cris tianis m o , e han mante nido muchas concepciones reli- La agricultura itinerante fue la clave de la producció n alimen1:1ria de los maya,.
g iosas prehi spáni cas. que heredaron los co nocimientos d e socied ades anterio res y siguieron util iza ndo ,us
El 30% de la pcnímula d e Yucatfo est;í fo rmado por los denominados "baj os" métodos. El , istema de la mi lpa contribuyó, en1re otras cosas, a que la ci vilización
(terrenos húmedos) en los que no se practica el d esbroce por ruego. En la regi(,n de m,1ya m;mtu viera su esple ndo r a lo largo de 2.000 a ños.
EL MAfZ CRECE ENTRE LAS PIEDRAS

,111,;,J fS\~, "'111 a11<1kenMtJl ü l1uwtlnf,,u,dlalllll, producen taftta éallfidad en la provioaa q~ se exporta Junto al matz crecen en abundanc1a muchas judías,
[',m , po, }ltl"atJ,i ptllW Jor-,:,e .,,. i'4o
, 1,)
y se ttansporta en baiws hasta lfabam y Florida [...) pimientos chiks. calabazas, boniatos, rafees de jkama
nu..ton,, J '"' co11·rlig101Hmos }' k li, lglail, ofi-
111 /""''1,11 " t ,, , , / 1•1a¡,1b11 un f r o - 1k Jlllñol, Parece 1mpos1bk que el mafz: dd (IUC liaijamos y otras verduras y hierbas para alimento y dtsfnne de
Jr Cmtl,11 k< f qw dom11111ba lt, lmgu ~ • & ,,,__ pueda GesatroJlane 'CD esta pr.ovtDCta, pues les 1nd1os los espaftolcs y de los mdios•.
-.,,,ormem, ntc 111111 '"'" gran simptlllt, por el nnm lo siembran cnnc piedras en que aparentemtftte no
q14r h,1b,11 "1m1b11f,. .,¡ poda nptniol tlllUffltll tlllos hay humedad, pero ta tictta es tan r,rtil y fecunda que
J,, m,s,, 11 ,,,, , , ,, ,.,,,,.,. otras COSIIS, nr re"""'6r 111tir-
i·,111r , 111/'' 11ú1do por disposid6n rrkJi4slka 1111 ¡,,_
se cultiva sin J.lin¡una otra labor; sin ararla ni layarla,
._, to, f, ,.,, ,,.,,, J m trabajo. UIS llp,Bll#I HlntlO-- scSlo quemando en su momcnio debido la vegctaéi6n, y
._,,.. d c1,lr11·, ,M mt11: a principios de III lpoc,, co/o,,ill/ de este modo se prepara tan bien para la sittnbra que,
una vez sembfada. produce tallos muy alros y robustos
fray '\.l,11i-1 l'onn en Yucatán, 1588. Traduc- y en cada uno de dJ05 crecen dos o tres mazorcas, y
Dc>ta\ ,I< r rnor ;,-:oyes, Departmcnt of Middlc cuanto m4s y mejor se quema la milpa, mejor maiz
l'ul.me Univcrsity, Nueva Or- produce, pues d fuego y las cenizas de la quema sirven
de abono, que consume los insectos y las ralees de las
malas hierbas, y cuando la milpa csd quemada. y d
CStJ tirr- •10 ~\ h:111 encontrado minas de 81'0, maíz ctt4 lCfflbrado y- llegan las lluvias Pos indios lo
.ode cu lq111, r otn• 111e1al, ni parecehabcr.lat, m • Rlf,,w.1111Cüo4e, , , . _ ~ . , , ,,,,,_ 15blldCUitrJe ,..__
apuntan manuciosamente:I, btota rápidamente -y crece .,,.__,_;,.t,lswwllo.
tri~c• o , . d.1 en pa rte alguna. La harina de con los chubascos, y cuando empteu a cr~r la hierba • ...,_.,.,.,_,_.,_._,.,...,_,,,,._,,,,_lllt111,_._Jl.l
l.Jplld lJ1f-lSIJOt(;.;1-,,u,_

l.1 ,¡m ', ircn v \ enden habitualmente el pan mala, se cncuentta el mm ya crecido; no puede crecer ,-..;,..__MuoJe.WW
Esla f161i11a-' Clt/J«tlt "'1J,ii ~ dos llpOI. pluua ITqledoru-qae
ad,~ e• , ~ , ,p.1fiolc~, se trae por mar. desde hw.a que no $C c:ene y &e entJcrre la hkrba mala, y en- bniun dd JnOSllfKO nem • Lu plamu ele tallo dasv - írij,Jlts que rrr-
• el p.111, 11< ~e tn111a en todo el país son las tor- tonces d man crea, y 1e desar~ r4p1duncnre hasra J'III pe!!' 1111 p0111e.Seobaeff1Ad..-w.--,pcroaoapattt,ea laslm-
Jd, 1.1 •ra panm fl ~ - c:alum m,¡aclora a acaa un alg<,
maíz, qu< 1, 1 trigo de los indios, y del q~ 41JCalcanza toda su altura. dancroCD11úpsulasdtRfflilla,que-l.$flhru dtalgod6n.

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..... ••e· ~----

....... · ... .
109 El pochot,· un colM rüjO inh:n:,o; d :irb()I se llena 1,k ílort:,, Lm 111<1vas 110 Fmro.s y hoja; del ramó11 1urc1,1lmt11ll' .11 maíz en bs ríp1c:1s tomlbs. Actuallllcntt'.
Lo:, m;iyas cultivaban en ~us ciuJ;1tk:, t:1 pochote (P.,eudu - recn¡!fon la s:wia dd pochote: y b fcrmcnrnban p:ir~1 obtl·- Los frutos cid ramón son muy import:rnre,;; para los los chickrus buscan sistem1uc.1rnente este Jrbol en sm rr-
bomb,,x el,'pricum) y el r.1món (JJrw,,,wm alico,-1rum). En ner una hcbicb .1kuhúlica destinacb :l las ccn::monias ritua- mayas. Son comcsriblcs, :llmque rn~nen muy poc:1 c::irne. rorridos por lus bos4 ut'S dd Petén, pue~ :1limcman con
mol}'O, poco antes de 1nici:1r,;e d pcrioclo de 1lu\'i:is y, por les. Esr:1 forografía fuc: tomacfa en 19(,5 junlO al tl'mplo 1 Son riw,;; en ,'itarnin.1s y h:111 sido muy aprec1:1dos pnr SU'- hoj;1s ,1 lus animales de carga .
canto. ántcs dr quc:mnrsc: b milpa. q1.:; hoj:1,;; se tiñen de deT,bl. el pueblo maye\ dc,;dc siempre. >-folirlo~, m~tiruyen

Silvicultura Otro ,\r bol muy frec uente en los antiguos yac imien tos mayas es el pochote (Pseu-
dobombax clipticum; fotog rafía 109). Fste árbol indica q ue los m ayas estaban e,table-
La sih·icultura consiste en culti,·ar y recolectar determinadas rnriedacles ele plan- cidos con ca rácter permanente en el lugar donde se encuen t ra. En prima,·e r:1 no pro--
tas silvestres q ue no pueden Lransplantarse a r tificialmente a una parcela. Entre los duce flores, sino unos fr u tos cuya característica fundamental es el colo r intensamcnLe
mayas la sil vicultu ra cmí documentada por la acum ul ación puntual de ciertas espe- rojo. Para los mayas, el rojo no era sólo el color sagr,1do as ignado al este y el del Sol
cies vcgetalcs a lrededor de los yacim ientos. De todas ellas, la especie más cultivada nac iente venerado como dios, sino también el color de la vicia , debido ta l vez a su aso-
e ra el ramón (Brosimum alicastrnm), cuyos fr utos, comestibles, se encuentran d entro ciación con la sa ng re. Sin embargo, no era éste el motivo principal por el que los ma-
de u n folículo también comestible (fotografía J 10). Los mayas actuales aprecia n esta yas cultivaban el pochote. La savia ele esta planta se extrae con fac il icl,1 d y su fern1cn-
plan ta por va rios motivos. Sus hojas, por ejemplo, se u ti li zan pa ra al imenta r a bs tación da luga r a una bebida alcohólica. En muchas cerámicas pintadas aparecen
besti as de carga, como el bu r ro y el caballo. Aunque estos a ni ma les se Jcscunucía n imágenes Je urgías, !u cual ind ica que estas celebraciones tenían carácter ritua l y que
antes de la llegada J e los espa 11ulcs, los maya s utili zaban las hojas de la pl an ta para en determinadas ocasiones solemnes, por ejemplo en actos espi rituales y rituale,. se
al imentar a los a n imales sem idomesticados, como el venad o y el pécari, q ue se m an- llegaba a la embriaguez co n esta bcbi cfa . En definitiva, el pocbote ''sagrado" consLÍ-
tenían en cautividad hasta el mom e nto Je ser sacri ficados y d is po ner d e ellos com o tuía una de tan tas posibilidades de obtener una bebida alcohólica para ciertas cere-
reserva alim entaria . En vasos d e cerá mica pi ntados apa recen numerosas re presen ta- monias que así lo requerían.
ciones de venad os con t rabas e n los pies. En la actual idad, se aprovechan sobre todo Los antiguos mayas ten ía n asim ismo unos conoci mien tos de farmaco logía mu-
los fr utos del ra mó n, ricos en proteínas, que, co nvertidos en u na pasta, sust ituye n cho más am plios de lo q ue se ven ía suponie ndo. C u!t ivab,rn nu me rosas hie rbas Y
o compleme ntan al m aíz en la preparac ió n de las tortillas. Esre fruto probablemen te plan tas medici nales en el marco de la silvicul tu ra. !\"o obstante, el huerto era el lu-
debió de ser m u y apreciado en la coci na maya inclu so e n tiempos de abundan cia ga r m ás importante por estar destinado al cul tivo de espec ies Je aprovechamiento
de maíz. espec ial men te valioso.
Horticultura
con¡ 1 tgricu ltura itinerante, es bastante d ifícil loca li zar y excava r
Como ,uced e ' ·
., . •, uerto de aqu ella é poca. L a razón d e ser del c ultivo de un huerto,
lo, rc-,to, uc un . . .
. . <lo horricultur:1. e, poder dispone r de p la ntas para ser u til izadas como
t,11nb1C'n 11Jm~ . . . . .
·ngrcdienre, de coci na y como med icin a. Son plantas que las fam il ias
c,pc:cia\, com o 1 , ~ .
·van · un1o a ,u ca,a (fotografia 111 ). Como consecuencia de la superfi-
CUII1JO\ CU lt 1 1
' ·t1a ¡ior un huerto este tipo de culti vo sólo es posible en un :ím bito rural.
c., rec.¡utri · .
"CILJ·didad e, posible encontrar este tipo de huerto, que en la mayoría d e
\un en 1a " • ·
~n cuenrn cerc:1 de la vi1·ic ncla cor respondiente. Los pequeños edificios
()(.l\JOJl C\ >C ~ '
· CJ' suelen utili zarse para a lmacena r los productos y como taller pa ra fabrica r
conu¡:u , .
, ~u.trJ Ir el instrumental :wrícola. En las gra ndes poblaciones mayas, el modelo de
4 ,.,

c.lifi<·,inón m ás extendido) generalizado consistía en d isponer las vivien das en cír-


cul,i, concéntrico; alrededor del monu m ental cen tro cerem o ni al, fo rm ado habitual-
inrntc- por te mpl o, y palac1m de dimensiones g iga ntescas. A med id a que se alejaban
,lcl centro, los edificio, c,taban más distantes los un os de los otros y sus p ropo_rcio-
llC' rran mc:norcs. También se cu lti va ban hu ertos en lugares próximos al centro u r-
h.lnn: ¿por qué iban a renunciar los reyes a las exqui siteces de un huerto' Sin em-
h.iq¡u, d denominado .. jardín sagrado" , de ca rácter m ás noble y destinado a fines
ceremoniales. e ra totalmente d istinto. Se cultivaba específica m e nte para las clases
,u¡lC'norcs cerca de lm edificios sagrados. E stas construcciones se util izaban princi-
1~i1111cn1e para observar los movimientos del Sol y los fen ómen os estacionales, como
In, wbuciM )' lo, equi noccios. Existe con stancia d e un jardín sagrado en el g rupo
f ,le Uax:ictún , posiblemente en un lugar próximo al gra n g rupo del Mundo Per-
,l1J<1 Je Tikal. En la parte no rte del g rupo y e n una parcela perfecta m e nte del imi-
1,ull h,1), adem:ís de árboles fruta les, una sorprendente variedad de hi e rbas útiles y
.1rorná1ic,1,. A pesar de q ue las nuevas investigaciones tendrá n q ue evalua r su im-
port.rncia, no hay ninguna duda de que es tos h u e rtos sagrados constituyen la ve rsión
nohlc del huerto popular.

111 /-lor11rnlrura
Los hucrws son una parre: irrenunciable t.k las ca~a~ dd
pueblo llano. En dios se cultivan desde ~icrnpre fun<la•
mentalmente plantas :irom:lcicas }' mcdicinale!,, pt:ru
también alimt·ntos b:ísirns. :\lrc:dcclor de las ca=,a~ ami•
guas siempre se han encontrado zonas dcspcjad;1s con in-
dicios de hc1ber sitio utiliz:td:is rr:idicion:ilmcmt como
huerto. Actualmentt' se alcanza tal rcndimiemo dt éstt:
que, como seguramente ya sucedía en époc1s anteriores,
los :1\imentos 110 só lo se destinan a l consumo familiar,
sino que t:unbién St' ventlen en los mcrcarlos.

112 En el mercado de Clnchicasremmgo


Los pro<lucros agrario~ no necesarios para el :tutoahasteci-
miento se pon<'n a la vent:1 com.o ya se ha.cía en b ¿poca
prehispánica. Cuncrernmen1c en el altiplano Je Guate-
m.1la se trkbran perió<lic.1mcnté mercados en los que se
venden flor~, especi:1s, frutas, \'t rduras y animales do-
rnéstico~. El merc:tdo ciominic,11 Je Chichicastenango es
uno de los mayores de b s 1icrra!> ah.is.
Agricultura intensiva
L1 agrirnltura itinerante era la forma más sencilla y más antigua de producir ali-
mentos y estaba al alcance de cualquier g rupo unifamilia r. La responsabilidad recaía en
el jefe varón, que aspir~1ba a producir más de lo que su fa milia pod ría necesitar durante
un año, hast,1 l,1 siguien te cosecha. Sin em bargo, el c;1mpesino no traba jaba únicamente
para los suyos; estaba sometido al sobe rano bajo cuya jurisdicción vivía , quien le prote-
gía en caso de guerra, le asesoraba sobre la temporada adecuada para cada planta e in-
tercedía ante los dioses por el buen resultado de las cosechas. Como contrapresrnci ón,
el campesino debía pagar tributos a la corte en forma d e alimentos, es decir, tenía que
cubrir las necesidades de una clase social q ue no tomaba parte en la producción agra-
ria. Adcm;\s, fuera de temporada su tributo podía consistir en colabora r en la cons-
trucción de obras públicas.
Se han señalado ya las limitaciones con que tropieza la agricultura de la milpa. Es-
tán en relación con el aprovecham iento extensivo de grandes extensiones de ter ren o,
que hay que traba j;1r pa rcela a parcela de fo rma alternati\·a para garan ti zar una pro-
ducción continuada. Además, el cultivo depende de las estaciones del a ño; el trabajo es
pesado, desde luego, pero tiene una duración limitada, de modo que en los meses res-
tantes el agricu ltor puede dedicarse a otras tareas. Por el contrario , los diversos y múl-
tiples métodos de agriculturn intensiva requie ren menores superficies, pero reclaman
una dedicación laboral continua . En el sistema de la milpa todo queda a merced ele la
naturaleza, cuyns procesos se siguen atentamente, pero si n poder infl uir en ellos.
Se designa con el nombre de agricultura intensiva cualquier técnica d e cultivo que 113 Úli fhi,wmpa.; de l.rrapa/apa :l!)egura<lo, se pro<lucían ha:,ta dos y trts co::iechas ::i l ,1fw.
En los alrededores ele Ciucbd Je .\1~xicu hay ~mtiyuhimo~ El aprnvtcharniento y cultivo inintnrumpi<lu drsclt IJ
in tervenga en las condiciones naturales para aumentar la producción. U no de los mé-
rcrrcnos clcv;1do:;. rle cre:iciún aztc:ca; son la:, llarn3.Ja-'> éptx-a azteca reflt:j:i b importanci.1 th: lu:, ltm.·no~ th:\·J-
todos más sencillos de increme nto del p roducto es el d el abono . En el desbroce po r el "chin:1mpa<:'1. Crenrb,; h:ice 400 ú 500 años en rl fundo dd Jo~ rnmo mt'to<lo <lt" pnxlucción de <lliml'.lllo~. Tod,1\ i.1
:rnrig110 bgo Texcoco. ::ictualmentt: n:riOCn el agua del río hú)' lkgan SU) pr0tlucto::. a los muca<lO!i de vc-rdur.1:- Jc-
fu ego, para mejorar el suelo sólo se u tili zaba n las sustancias nutritivas liberadas al q ue-
c¡ne quecb del Ligo. Mientras d sumi11islro Je agua estaba Ciudatl de México.
mar la vegetación, que incluso penetraban en él por vías naturales, con cretamente a tra-
vés de la llu via. Po r el contrario, el simple hecho de suministrar sustancias nu t ritivas en
forma de estiércol constituye un m étodo intensivo . Los excrementos humanos y :rni-
males se extendí,111 por los campos creados a rtificialm ente. Por otra parte, la ori na se Dispositivos hidráulicos
util izaba para curtir la:, pieles.
El siguie nte paso, ya más complejo, de la agricultura intensiva consistió en d con-
trol del agua sum inistrad a a los campos. La canali zación sistemática sign ificó u n gran
1ó IX año
de cultivo avance que no sólo hizo posible el sum inistro de agua a la pobl::tción, sino también
el riego d e campos cada vez más extensos. Se proyectaron con todo esmero grupo~ de
ed ificios <le g randes dimensiones, como la acrópolis central de Ti kal, para d irigir d
11 ó X año
de cultivo etc. agua de lluv ia hacia u n colector o a los cam pos y huertos sirviéndose y aprovechando
5Uelos escarpados, corrien tes subte rráneas y orificios practicados en las paredes latera-
les. De este modo, se contrar restaba al mi smo tiem po la pérdida natura l provocada por
la eva poració n y la o riginada por el goteo.
Se construyeron asi mismo cana les en las orillas de los ríos para lleva r el agua a su-

, ,~,]] ¡
perficies m{is al tas. Los mayas crearon campos artificiales con tierra mezclada con lodo
del mismo cauce del río. F.stas técnicas de cu ltivo sólo podían real iza rse en aguas de
111 año
poco fondo, de fl ujo lento o estancadas. Como ya se ha dicho, m,ís del 50% de l:1s tie-
rras bajas del Petén era n "bajos". No obstan te, los sondeos rea lizados en niveles inle-
riores indican, ten iendo en cuenta el espesor de los sedimentos e n varios puntos clave,
que antiguamente, mucho antes d e la época maya, hubo allí lagos profu nd os. En el mo-
mento de establecerse el pueblo maya, los lagos estaban ya d esecados hasta el punto de
q ue eran aprovechables ¡x1ra una agricultura intensiva.
VI ano

114 Repre.semaciór1 ac¡uemática dt'I ciclo dr !t1 milpa dejad c;impo en harhecho para que la Licrra se rt'cupt're.,
L1 agricultur,1 de la milpa necesita grandes c:xtensiónt:s La parceb sobmenre pndr:í culriv:irse Je nue\'O de~pul'S,
1

-
Milpa en el J• año de cultivo Vaño
de Lcrrcno. Gcncralrnenre c.1da cJmpt'sinu chsponc de va- Je seis ~1ños de lx¡rbecho. l.os periodos reales ch: cuhiH"
CJ Milpa en el 2º año de cultivo ri:ts parcelas. :wnqut en re·did:1d s6lo trab.1ij dos de ellas. ~-<le regeneración varían según b región, el tipo dL' \ t'_\!e--l
Barbecho El primer aiio se explora una nueva parrda. el !!CgunJo taci{in y el ~uelo.
:11)0 1oc:hwía se puC'dC' hacer un:i milpa, peru ti tcrn.:ro se
. ¡ . terreno elevado todavía existente, mantenido <le forma continua organización social pa ra reali zar tales obras d e ingen iería, lo cua l, a su vez, implica-
FI protottp<> l t ,. .
.· los ,e encuentra en los alrededo res de C iudad de Méx ico, en el ba una instancia central de control , sim ilar a la que se des prende de los sistemas
1 1oss1g . .
al11l.1rgo te .
.. 1 ¡n (fotografía I U). El an tiguo fondo del lago se ha secado, pero de suministro ele agua de las civil izaciones del Viejo Mund o. La im roducción de
,lt,tnto de 1xt,1pa a • . . .
,· . . el distrito proporc10na ;igua suficiente para regar los terrenos que los métodos de la agricul tura in tensiva repercutió en la densidad de población. O r-
ti no que a1ra,1ci,1 . . . .
ganizando con rigor el trabajo y ma nten iendo un control estricto, la p rod ucción de
lo, ,¡;¡;Jec.1s prepar,·i rnn en el siglo XVI. . ,
Desde entonces, las parcelas han sufrido varios
.
. i¡,erficie ¡1no en 111ng un momen to han de¡ado de ser aprovechadas. alimentos podía ser tres y hasta cuatro veces superior a la obtenida con el sencillo sis-
r:unbw, en su st • . , .
,uhción de nue va tierra fe rttl ha h echo que :1ctualrnente los cam- tema de la milpa y, por tanto, podía cubrir las necesidades de una población mucho
1_1 1nccsarne an111 · .
. . rr n .1 mucha m:ís altura con respecto ,11 nivel del agua que antes, hasta mayor. C onsecuentemente, en una ciudad de h1s dimensiones de Tikal podían viv ir
11
,l, )C ene ucn e • . . .

ti pimwu: 1 qu e ho,. se uulizan bombas modernas para, pode r regarlos. Es algo -


que ya
.
cientos de miles de habitantes. Las gran des exten siones con terrenos elevados ejercían

,e h.1c1,1 en 1•1
. é¡mca
• 111 ,n·a
. •
sólo que entonces se recu rria a la fuerza de hombres y a111- la función de "d espensas", e n las q ue centen ares de campesinos trabajaban todo el año
~ ,0 e·¡em¡1lo del enorme esfuerzo que suponía la agricultura intensiva. p ara producir al imentos que ya no iban a consum ir ún icamente ellos y sus familias,
rna e,. nu~,
1
E,isicn huellas de canales ahiertos en va rios lagos, como e n los situados al norte sino que se destinarían a cubrir las necesidad es de los sectores d e población que no
del a,entarniento de Yaxhá. en Petén, al este d e Tika l y cerca de Río Azul, al no r- trabajaban en el cam po.
lc,ic dd Petén, que n.:llejan las técnicas de canalizac ión de los an t iguos m ayas. Aun• Ah ora bien, desde el punto de vista sociológico este h ech o contradice el co n-
"
Cll,111(1U Ull " 1110cJificici{¡n
'
artificial de la corriente de agua no puede ca li fi carse de cepto tradicional del caciquismo centroamericano, basado fu ndamentalmente en la
riq¡o r n ~cntido propio, obliga ¡¡ pensa r en un aprovechamiento intt:nsivo del suelo supre ma cía d e unos pocos clanes familiares. Una comarca sit uada al su r de Qui ntana
,¡ut excede con creces la capac id :1 d de prod ucció n de una sola familia. Su finalidad Roo proporciona una muestra en este sentido. L as fotog rafías aéreas d el bajo Mo ro-
rr.i clr,;ir la producci{¡n de ali mentos a un ni vel im posible de alcanzar con el sistema coy, que es u na exte nsa región pant:rnosa, d escubren un área de c;l mpos y cana les d e
1rJ1ht'ional de la milpa. 246 km' . El g ran yacimiento ele D zibanché se encue¡ura en una elevación linda nte
El desa rrollo )' la aplicación de métodos propios de la agr icultura intensiva con - con el bajo, lo cual sign ifica que los ,di me n tos producidos en aq uell os ca mpos se des-
rah.1 con una base impnrrnntc. Era imprescind ible una fo rma muy evolucionad a de tinaban a al imentar a los habitan tes de la ciu dad situada en las in m ed iaciones, que

115 Represe,u"áón eSl¡1m míllca de la aeaáón 116 'J'rrrrnw t:lewdos rn P11//tmuser Srvamp, Bel,cc-
de terrmos elevad<J.: f,otografía del l'Xlrl'I11i.,1 ~l'pten tnon:tl rlel brazo t:.lt' dd
La r rt:ación y la orit:ntaci6n de los tnn~nos dc:vadus )' de PulltrOUS('r Swamp. al nurte dt' Belice. Sr distingut·n cl.1-
su::. cnnalc~ punkn sufrir funtes vari.:1ciones. En el tnri- ramente- !ns terrenos dl'vadus creados por Ju::, m:1ya:. c:n
turill m~1ya, los cam¡.>0s regulares y de tamaño uniforme es.te. h11med;il. 1.os campm y G1n:1\es. roir1parabk:. con b-,
son m eno:-. frccutntt'll gue los orit'ntJ.dos scgt'm d rurso rhin:1mp:1s ;11.rcc.1-: (fotografb l l ~). fueron utilizados in-
de lus ríos y las radc:nas dt m onta ñas. En e.:l norte de Be- rensiv:i mentc por los campesmm locales. Los campos de
,..._______,./ lice hay tamLié11 campos t!ev:1Jos crt·adus mcdiantC' di-
q m:s c:onstruiJos en d .1gua. L:1 :mchura de lus ranalcs y
este hume<lal rucrou devado!- :trti/J cialml"ntt' y produ-
cfan nna rantidaJ Lit· :dimrntos trl·:. Vt'Ct'S superior :1 b
15-60 cm
la ,1ltura tlt' los tt'rrt"nos q ue sobresalen Jd agua son muy que \m rnmpcsmus necesirab;1n para M I consum (l directo.
di ÍL"rt.:ntc.s. Los excedtntl~ se tran'iportaban ,t la::. ciuJ:1des del oe,:;re.

e 15-120 cm

15- 30 cm
estaba ya clemasia<lo poblada como pa ra :1bastecerse exclu sivam ente med iante el sis- 117 Alfómbra dr campo~· ,·n liu tierras ult,u de- Guatenwlt1 campo de trigo hnsrn d ,,olc:in sicmprl' •ti.ti\ o d1· S.rntJ
La,;, ricrr,h alta!'I de Cu:uc111al,1 !it' culnv:rn en !,u totJli. .\ brfo, próximo :1 Qu<.:tt.alten:rngri. la scg:u1u.l.1 nmLul ti<'
tema ele la milpa. L os estudios rea lizados al norte de Belice, con crcta mentc e n el hu- JJd; 13 gr.In nt:ct'sicbri de tu.:rr.i:. hJ supue~w una fucrrt Gua-rcm.1la, pJs::indu por una alfombra ck ~r.1n1 lc, ,. pt·
meda l conocido co n el nombre de "Pulltrouser Swamp'º, d emuestran que las formas ít"<lucctón 1..h: lo~ recursos for6l..1les. muy importantt'~ en 4ut'ñ,1~ parcelas Jgricola,.
otrn1; riempos. 1:.n este r:1~0 b vista se exr1enck de~dé un
<le los campos varían según los d iferentes tipos el e orillas y las di\'ersas alturas d el
suelo sobre el ni vel del agua (fotografía 116). Pueden formarse campos de culti vo
arrebatado, a rtifi cial m ente a la natur:ilcza en zonas abien :1s a la o rill a del río por
med io d e canales q ue conduce n e l agua al reded o r de las pa rcelas y q ue d eslindan para ada ptar el terreno a o tra~ funciones. En alguna parce la a pa recen diq ue, cons-
ést;is de la tie rra firm e (fotografía 11 5). Estos campos ~e ampliaban con frecuencia truidos en fec has posteriores para delimitar los vil"eros ele peces. Como e, n,in1r.il..
re ll enand o de m anera artificial el pantano con tie rra que procedía d e o t ros lugares los canales const ruid os alrededo r de los ca mpos pod ían aprovech arse t:unbien para
o bien d el fondo del m ismo. El segundo tipo consistía en la creació n ele: una isla arti- c,ta función (fotografía 116).
ficial, alred edor de la cual se ab rían c:inales d e mucha profundidad. Finalmente, la Tod ada quedan por resoh-cr va rio~ problemas sobre la importancia de la
te rcera forma d e los ca mpos d e Pulltrouser Swamp d eri vaba d e u na combinacié>n ele agriculrnra intensiva. ¿Est:1ban ex tendid os por todas las tier ras bajas el apro1·echa-
los tipos a nteriores. En este caso, se desli ndaba, mediante la ayuda de cana les, una mienro de te rreno~ elevados y los dispositil'os hidrfolico~ o había sólo deter111111,1das
parcela d e la ori ll a firme y ~e ampl iaba la isla así fo rm ada :icu mubndo ele manera ciudades a las que fa,orecía su entorno nat u ra l inmed ia to? ¿Cuál era la rcl.inón
artific ial el lodo excavado. existe nte ent re la agricultura y I;-¡ densidad de población? Y fina lmente. la pregunl:I
Probablemente e l aprU\·echamiento de cada humed:il era ligeramente disti nto en decisiva: ¿q ué repercusione~ tu,·o el sistema de los terrenos ele\'aclos en l:1 dcc.1-
función de factores tales como la p rocedencia d el agua, el <l ren ajc natura l a través dencia de la civilización maya rl e las tierras bajas centrale,~ Fue ,ufi cientc un hre,c
de clol in as. las osci laciones estacio nales d el ni Yel d e la c;1pa frcática y cl desni, el del periodo de obser\'ac ión para registrar cnormes oscilaciones en las precipitacion~s nic-
terrc.: no circunda nte. teorológicas y en e l ni ,·cl del agua tanto en las antiguas ci~ternas como en el c~tenso
Es evidcnte, en cualquie r caso, que el sistem~1 de la milpa no huhicr;1 podid o por humedal limítrofe del Bajo d e Santa Fe. Las sequías prolongadas habría n producido
sí solo garantizar la al imentación de una población que t u vo q ue .~cr muy numero-a, efecto~ catastrófico, en el rendi m iento de: los ter renos elevados, que dependí.In par
como ,e ded uce d el nú mero de casas habitadas en las g ra ndes ciudades. La va riedad completo del sum ini1t ro constante del agua. H abría bastado que la población eini-
d e forma~ que presema n los ca mpos cn Pulltrouscr Swamp cs im p resiona n te; junLo viese peor abastecida de aliment os durantt: algún tiempo p:1ra que ~e exacerba,c l,i lu·
a las parcelas ovalada, en forma de: "L" y de " Y.'º ha y muchos ca mpos rcctang ulares cha por el ,ustento y ,e d ese ncadenasen g uerra~ y enfcrmerlades, con la consiguicnce
(fotografía 115). Algunas zonas acusan los cambios que sufr ieron posteriormen te y más que probable regresi6n de la pohbción. J\io obst:1nte, tan aceptable como e,c,i
/

. . , k ¡ 1 ,ks¡mhlación de las tier ras ba jas centra les en e l siglo X es la teoría


csplic:1c1on t • . . .,
. , ·l lr btico desce nso d e la población maya en la 1ntervc ncwn huma na en el
que , 11ua e t •
rnedio amhien1e.

Cultivos en terrazas
L,i construcciún de can:\le, y terrazas artificiales estaba muy extendida. En mu-
e h0 , 1uga rc.,, de I,1, tierra, bajas centrales, donde el des ni vel natural las permitía, ha-
, .. s r" lkn '1, de tierra con un muro de contención de piedra en su parte in fc-
h1,1 1crraz.1. -
nur. Este ,iqern, 1 focil itaba el contro l y la distribución regu la r del agua de llu via en
,ar1;1, tcrr.iza, stipcrptH.:sta,, que a la vez capta ban el agua y frenaban la erosión.
Como suffdí:1 rn11 lo, terrenos elrvados artificiales, tambi én en este caso había va-
ri,inw, que iban d esde cul!ivos e-ralonados sencillos, adaptados al desnivel ele una co-
lin,i. hasta terraza, ,1tuadas al pie de pend iemes muy escarpadas, q u e capta h:1n y :il-
nucenaban d agu,1 que bajaba de las m ismas, pasando por bancales formados en
c.unpos naturak, prm isro, ele ca nales (fotografías 11 8 y 120). Aunq ue se han d esc u-
hieno estas 1err.1zas rn wdas las tie rras bajas, es ev idente q ue ex istieron en mayor nú -
nwro en wrno :1 la, ruinas d e Ca racol y en la región ele Mountain Cow, ambas al su r
dt Belice. al sur dc (Juintana Ron, donde apa recen en las colinas exisLcntes entre 118 ,Haiz.ah.·J a rra de 1IJJ1if!JU1. Guarenwlu pendiente::. m:b c-scarpaJas. Actualmente !:is p:irrela '\ se
F.n l.1s rnonr:1ñ ns;1s y dens;1rncmc pobl;idas ricrra~ alt:-is cultivan varios af10s scgrndus sin tiempo intermedio para
Xpuhil }' Franci~cu Br,1,·o. y al este del Petén, cerca de las poblaciones de los al rede- de Gwnf"m:1b, hoy y:1 no rs posible b economía basacb en rr:g-c:nr.rarse. Estr ti po dr agncultura intensiv:i sóln puede
dorc, del lago Petobau'.111 . la milp,1, l..u rerra z:is permilcn el aproverh:rn1ienro rle la1- pracricar1;e urilizan<lo abonos artificiales muy caro'\.

Importancia del sistema de la milpa en la cultura maya Mientras el sistema de la milpa se pract ica todavía en la actualidad, ya no se recu-
rre a ninguno de los m étodos de agr icul tura intensiva, es decir, ni a los terrenos ele-
Sin embargo. el método m ás importante d e la producción d e alimentos fue el cul - vados ni a las terrazas. Es posible que estos sistem as, ele desa'rrol lo posterio r, hayan
ll\o de: la milpa, iniciado hace 5.000 años. En ningún m omento se a bandonó este mé- desapMccidn precisamente a causa de rnndernns sistemas d e prod ucción. En la socie-
111do agrario, el m:ís sencillo y extensivo, que toda vía se sigue practic;1ndo hoy. dad actual es impensable contar con una mano de obra, permanemcmcn te disponible
Lo, resultados de e~te sistem a d e cultivo no se resintieron por los c;1mbios ecológicos, y más o m enos cscl:-i v:-i . Una m ilpa d e explotación fam il iar ofrece po r el contrario la·
,mu ~ol:i mcnte por su rendimiento, limitado en sí m ismo. Por el contrario, los méto- posibil idad ele pre parar en cualquier momento campos nuevos e n zona s distintas
do\ Jgrarim intcmi, °', ,obre tocio el aprovecham iento d e terren os elevad os artificia - siempre que se disponga de su fi ciente ter reno para lleva rlo :1 cabo. Inde pen diente-
lr,, di:pcndían d e una, condicione, amb ie ntales estables muy concretas. Una pequeña m ente de los im perceptibles cambios ambientales, la g ran cantidad de mano ele ohra
1hcr.1ción de la ,iiuacic'tn ecológica tenía efectos d e vast:1dores para est:1 forma ele agr i- reque ri da explica por q ué la mayoría ele los métodos de producció n d e alimentos fra -
, uhura. sobre todo en lo, humedales. casó en la economía maya.

Nivel de paso ,
Muro de protección / ,,,'

1
-:--.:;____
. ., __.,..¡'

~ - / de protección

C a /en la pendiente
120 Sea:ión t!rl nmm dt protección de ww terra:11 ill(raria
Lu~ muro) de prorecr ión ck la) tnraza!i <lesrin;icbs .:1 b
agricultur;.1. como b~ encontradas en los :ilre:dedorc-s dt'
l.1 ciuJat.l de CJracol1 Rdkc. tit"rn:n hasr;1 1 m d e- allllrn.
Conswn generalmente. de simplts piedras, no lilbraLla~,
que n:cogida,; en la,; prndicntni, ~t' :1111onmn,,n sin arg.:1-
masa. Lus muros de protC'cción St:' .:ipoy:rn en unn dr :,u~ Acumulación de piedras calizas
ladu, en un mont6n de C'\rombro:,, lo cu:il repr<:!)Cnta un
r('ÍUt' r .lU :ulicion:il. o 2m
TORTILLAS YTAMALES: EL ALIMENTO
DE LOS HOMBRES DE MAÍZ Y DE SUS DIOSES
Marta Gruhc

¡\ p rimeras horas de la mañ;rna, al medi odía y por medio ingiere el 60% d e sm caloría, diarias en forma 121 Hw11h1c'; dt' Tt.rcacal Gwml,a prcpan111dr, tanwlt:.•
la tarde en todas las casas mayas se puede escucha r lo de tortillas, que vienen a ser la esencia ele su alimema- El r:m1,1l o pan dt ofrend~.11~1111adli "º) rmaJ, r'i cl,1bur,1do L'xdus1,·am1,:ntepor
los hrnnhn:.-.. ~lit.11tr:1s l.1'i mujrrn dan for111;1 :i Lis tunill:t:i de c:ub dia (,1 11
mismo: el son ido rítmico que se produce cuando se ción (fotografía 122). un:1 m~ nn en ll11~1 1rn:11.1 de rrabaju, lü!) varonr:s prcpar.111 t.:Vll h, du::i man,h d
prepara la masa ele maíz para convertirl,1 en tortillas, f)Jll de lo~ ritmes.
La preparación de este a lim ento es muy la boriosa.
el al imento de los " hnrnhrcs de m aíz", que es como los Se comienza clesgr:rnando l:1s m a:z;orcas . L m granos.
mayas ,e llaman a sí mism os. Las tortillas de m,1íz, que que son duros, se mantienen duran te tod:1 la noche en
así se lla m a n en México y en el resto de Centroamé ri ca, agua, a la que pre,·iamente ,e ha inco rporado ca l o ce- 122 Tmnt1lr..- ,011 ur,a cru:: de .,mulla, de t"a/nha::,<f wmula.•
1.us J!rlll"\OS t:11n:1l e~ lltv:rn llll,I cruz de Sl·rrnll.t!! 10..;ud.1:-. y tntur,1d .1 , J.-
se toman a todas horas y en gr:in cantidad; d maya ni za del h ogar, con l:i consiguiente apa ri ción de una c1.bh:l?.:1 (,iki/J parJ. md1c.1r MI c.1dcter ~:1grad1).
,olución alc:1lin.1 que rnn tribuy\: :l la formació n en 123 Plato de u ralla con l a muJf[f fl dt' ur,a mujrr mol1mdu nw f;; , Prmrdrncw 124 Preparaáún dr ttnnab·, Ti:rcacal Guardia, (Juillfana Ruo. Mfúco
dcJConorúla, d ásirn !ilrdío, 600- 900 d.C.: an illa ({Joda. pmtuda: diúmrtro Entre lo:!! mayas yuk<llt'k, l.t!:i fie~t~s rdigioli.l~ im pnrta ntL'S llcvan ..1parep da L1
d maí, de aminnácidm qu ím icam ente ligados y al lll -
) / ou; / ausalin, lm1rl Mwrnm prt'p:tración dt' g randt'~ t.unale~ o pant's de ofrr nda, qul" ~L· CUtTt:n durJntt'
crt ml"n!O de su I al or nurr1Li1 o. En b s ccr.ímira!, maya!i pinradas poc~ts \TCcs :1parl.'cen csc1..·11a') J<.., Linda cou- v~líl.l:!i hora!:! e n horno~ Jl' lierr.1. LJ prep:ir.1 nó n dt esto~ panc~ t·~ y.1 un,1
d,an;i. F.,;ta 1111agl'n Jt' un:1 muicr molicnJ v maí..:. yuc .1pan:n· t n un pbto de finta c: n sí 1111sma. En trt· lo\ 111,1 yas cruzouh rlt" Quint.111.1 Roo, c..¡ut· \ ' J\t'/1 .11:-~
\ hor.1s muy tl·mpra na,, m ucho ;1ntcs de que a pa-
cer:imi rn (ksun.u..111 ul Ye? ;t g1.1ardar tamah:!). l'S una 1.:xn:pnón. L.1 mu ja l'~t;.Í l.1dm. es un ,1 Larc:a L·xd u~1\',1m t:n tt' nusculin.1. ptll''- ~úl11 el \';,H(m t · ~ rJtual •
rezcan en el hori zon te Li, prim eras luces del alba, la :irr11dill.-11J;1 ;intl' b plt'llra clt> mukr }'trabajaron d rndilh, 111a11u.d l.1 ITIJ !,~I dl' mt· n tl' puro. En Lt l~ 1togr.tfí.1 ,1Jgunos dignau nos rdigio:-,u~ dd pubbdu dt"
maÍ7 ron h1 qm· !)t h:icen In~ tJm:1lc:,. Prcnll' a dla L'\lá un h om b re fum.rnJo: T ixc.1c 1I GuarJi,1, ~agr,1do p .1rJ lo, n1.1 y:i.s crn7nc ih. !)L' n.:ú rn: u dd.mtt dd

0
lución )' lo, grane,,. y.1 abl::i nd:idm, se t rituran en un
prohahkmrnlt' ~t l r.1tt' de q 1 h.unbrirnto npu!:in . ~:mtu,iriu tk la "cruz. p,1rl:.111tc:" ¡ura 1ntrnduc1r rn r l hornu de llLTí ~ lo~ t:1~
tnct.itc: utili zando un rodil lo man ual o "ma no'' hasta maks n wud tu) c:n hoja~ tk pl:ít,rnl,.
coml"guir una p.1,t.1 1111,1. A conLinuación se da fo rma
tn.1n11.1lmcntc .1 l..1, 111rtillas. rnnme nto en q ue se esc u-
cha el sonitlo rítm1rn ca racteríst ico. Las to rtill as, del hojas de pl áta no, el ta mal es actua lmente sobre todo la
tam.iño de la m,111n. ''" tuesta n h:i;r:i dora rse e n una comida d <.: los dioses; no puede faltar en ninguna cere-
placa tic: arcil l.i, q ue ,e l,ilicn u con fu ego de leii a y mo nia sag rada de los may,1s de Yuca tá n. En las ce-
~ Jpoya entre, pi n l1·as. E,Lc pLuo se toma pre- rcmon iasch'a chaak (i nvocación a la llu via), que ,e
fc:nhlcmcntc de 111mediar,,. En cie rto sentido, celebran a l com ienzo de la tem po rada de llu vias
la, tortilla, son t.11nh1cn los cubien m de los o bien dura nte la misma, todos los hom bres de
°'·1)'J ~; partid a, en t rnzr¡, pcq ueiios, se urili-
una aldea se re{rnen en un cam po. Las m u je res
un como cuch.ira p.ir,1 tomar sopas pican- sólo puede n as ist ir a estas cerem on ias e n ca-
te.\, fri joles ) · 1 . . · I ¡· ,•
·, ,1 a c.1z.1 11a " lo ruct¡te ra, lidad de espectadoras. Aunq ue recae sobre
plato, de ca rne, . to, 1ne 11P se rvicio
. e n fu en te,
\:llas la responsabilidad de la fam ilia, para los
~ c;1lahaza .
m ayas de Yucatá n las muje res son ritual men-
. S, l)le n es 111,
· 1U t •l ,1)
11
e q ue el maíz co nst i- te impuras, por In q ue los varones son los úni-
tui J d ali111 , b·
rn to a,icu e n la época prehispá- cos q ue pueden preparar los tamales para las
ntc:1, existe11 · .
intcrrogantn acerca de la fo rm a ofrendas (fotografías 121 y 12-1 ).
tic prc1>a rarl, p 1 . l 1 . .
>. ro ,.1 J c1nt ntc en el peri odo cla- El hmi:en, " hacedor", como se llama a l ,acer-
'1
ll ''' niaya no se 10 111,d ),1 el maí~. en for ma de to rti - d ote ma ya . y su ayuda nte esta blece n las ca racter ís-
~~. \ tn,, en rur .1 1 . . .
n1, < e u np.1nad a (ta mal· del maya 110; ticas y el número de tamales sagrados y controla n el
""'"J), 4 uc se rdl .11 .11. · _' ..
ti' ' • 1,1 con chd e, co n fr1Jnles v, en los proceso de elabo ración. Alg un os de estos tamales se
'ª'de fiesta co 11 •.
·
'
c,1rnl. Relle no de pavo y envuelto en pre paran supe rpon ie ndo varias tortillas, pero otros, e n
115 . ldon/lJ.• dr-/ /M11 rl,· f~/i·uuld c11nhiu, st· preparan directa m e nte a part ir de un,1 b,,1; 1
~l."l k< 11·1,111 ron lm lkdo, 11nm h, ,y1h

en t'] ¡un de nlrrnda qul· rqm::,t:n


de masa de maíz.
,.in \lll1holm ,:1~r:1tlo~ y ,e rdlt.'n,111 Si st: tr;1ta de tortillas superpu esta~, los lwmbres in-
ri,n ,en11ll.1-; de c:11.lh;17,1. !Jc-,put:, l.1,
p1oa, 1;.<:: tnl'l1dn·n t·n µundn hop, troducen entre el las semillas de calahaz;1 mulid:1 s (si-
y ,e .lt.111 lim li.m.1,. l(i/) )' las distrihuyrn rllrm:111do llll:t rruz U otro, ,nn-
bolos sagr,1d us (fotografías 122 v 12'5). Ex1s1rn tam b 1¡: 11
empanadas endulzada, con miel ; los m ayas y1Jk.1 ttk
la, llam a n oxdia_;, palabr;i dcri,·ada de "hostia·· . E,tL
prtstamo no es 111:ís que una muestra de J;¡ mczcl ,1 dt
la antigua tradiciún 1nay:1 y de la simbología cristi,111 ,1
que ,e o h,nv:i e n las ceremonias agrarias. Otra ren, 1.
n1scenrn1 de la e ucaristía católic:1 es In daboracÍón ,
consumo d e l li:d cht'., bebida lige rame nte :drnhúlic1
y fcr mcnr:1da que se prepara con hi corte za d el fi rbol
del mismo no mbre (l,011drnu11pu,- /011gys.tifus). Actual"
m ente d balché únicamente se elabora con ocasi6 n de
celebraciones religiosas y, reco rdando la euc:1risrí,1 c,1-
tó l ica, se d esigna también ron e l nombre de '\ ino''.
Para be ndecirlos, el sacerdote principal rocía con bal-
126 .4do1111tndo d aftiJ,.
~L constru)t: un .dur dr 111a,kr.1 en ché los tama les y:1 preparados. A continuación )t ~·n-
milp,t. rtmfi-
l.1 PrL'\'l,Httlllll ,¡,: li.1

c 1do d lu.i.:,tr 4uc o<.:up,t u ,n 11K ltnsc ,


n1cl\'c n un o por uno en grande, hoj,1, ele plátano. ,e
dt: rt',Íll;1 dd .írbol /)(""· FI ,dr,H e, atan con lianas o con co rteza, fibrosa s y se amontona n
un.1 rq1rl':-it::11l;1n,·m dtl n1.~m1,,; ,u
bajo l:1 ,umbra de los :í rbole,.
f1,m w (u,1Jrad.1 ~imboli/a lm cu.uri1
l.1dm tic! U!ll\n, 11. Entret,rnto los hombres r;1,·an un horno ele ticrr.1
en t:I rn mpo ccrca del a ira r. Sobre la le1i:.1 apilada en el
hueco depositan gra neles pinlras ca li zas, q u e con e l c 1-
lor q uu l:in rn t i suelo a l arder la leña. Tras retirar b,
brasas, po ne n los tam:ik, c n n1e ltos ('ntrc la, piedra,
ca lie nte, y l11, cu bren con hojas. Finalmente acun111b11
la tie rra excavada sobre b , hojas y dcj:1n los alime ntos
tre, hor:1, e n el horno de tierra. Durante este ti e mpo.
los sacerdote, y sus ayuda ntes, en presencia el\ lm
hombn:s. adornan la m esa del a ltar con llo res. vda, de
cera de abejas sa lva je, ,in aguijón, p ues sólo su ctr;l ,.,
ri1 ualmente pur:1. con im ágenes d e ,anros crts tia no,
- ,·estidus. eso sí con 1rajt:s mayas-, con cruces y con un
b:ddaq11i no construido con !:is hoja, de un árb<II ,1I q ue
127 f yre11d:1 dt bukht' se atr ibuye un pode r s:1gr;1dn c,pec ial (fotografía !~(,).
P.lf.1 yu( punl.1 cmpo..ir l.i p.1rh.
principal dd dr'r, t'hau/2:, l.1 cc·rcm1 i Se le rtn ina hrndiciendo el ::iltar Clin un:i libación dr
4ut: , t ¡ndl' ,IJ..: LJ ,J. rl <,;lfl'rd n
111,1 t: 11 balché y el ,acerdnte in\'lxa con largas o rarionc.:) t.11110
lt: fL'\11,11,,tblt tlm1(,,11J ,e .irriidill.1
.llllt el .ilt.1r e i11vnr.1 ~·un Lt n!J'
al di,¡, dt· la ll u\' ia Chaak y a , 11 ,éq11i1 0 como al l)io,
nr;1unnc, .d din., 1k l.1 ll1n 1.1( ·h.1.1J.. crisri,rno ,, a lm s:1ntos catúlirns (forogr::iffo 127).
1 .i ,u, ayud,uitc,. ;1 l.1 u..· / 1.,pu..· lc,

111\'\l:l ,11 hanq llt l('. 1- 11 L1 mt'nt.lli


Un:1 ,·cz tra nscu rrido el tiem po de cocción, , e :ihre
dad nuy.1 ( 'h,uk 11r(·,t•nt:1 nlllch.1, e l horno de ucrra y se quitan las envoltura, a la, hu-
1n.1nifc>,t.1c111nn. ~·;h l,1 lllU de Li,
cualc".;, C1trrnpontll' .1 lo, , !nTr,11, ti
rnc:llltcs pieza, de pa n, que. tras ser pa,ada, por el
¡1m ,k ll u\ u . pom, e l incienso de los mayas, se d epositan en el .d1.1r.
Algunas d e la s piezas ,e p,1rten en trozos peque1H''
pa ra prepar:1r una sopa espesa con caldo ck ,,1rnc.
Después se colornn p:1m·, en el alta r. Se acercad ,aJdo
e n cubos hasta el altar y ,e n1elc:1 enc ima de cacla 1"1º
d e ofrenda un,1 Cuente de calabaza llena de sop,1 \' tro·
z <1s de c:1rnc (fotografía 128).
1
También ,e vicrtc balrhé en fue ntes de cal.1b:t 7 •
qu e :1parece n cuidadm:irncn tc d isp ues tas e n el ,d i.ir.
La d isposición d e las ofrendas ti t:nc una import,inci~
iri:1 1 ,obre wdo se tiene en cuenta el nú- 128 Fucnlc..- dr: ca/abd:cl /'(JI/ •nr11
• ,11.1or< 1in, . - , . 1 tFozo; de f1Jrl1t
. . 1 de las fu entes rle sopa ) heb,ch, Tr.1, "LI cocción en d hornu di.'. rit.'-
cíl' de 1"' p,1111.:, , .
m . . t , en corres pondcnc1;1 con el cuatro, el rr.1. ,dgt1n1 l\lWJ mw; (p.mc\ de nfrc:n-
que ,u:mprc "' ., 11 . d,1J. ~1.: p,1rlr11. :-t· de.-;mcnuz.m ,. ,e
¡ , . . ,números c,ms1dcrados sagradm por
,111c\C I e ir<.:ct. . , ,9 1nc,,rpw,1n ;1 un ..:a!llo cilic:nct tic
,rchi~¡xínicos (rotogra íia ¡_ ). pollo, p,n ,1. l:._..,t.1 ,np.i. dcnomlllJ
" " t11J\ .1, 1 d,1 f,,/. -.1.: \líH rn Íu<."ntn dl c.il.1
l'n.t \"l'Z lfl. lor·id·1s
e • -
la,

ofre nda s en el a lta r, los con - bu ;1 y ,t proclll,1 l'J1 ._..¡ ,tl t.1 r 1unto
-an ,1 la d1\'in iclacl cristian:i y maya que rr111 1.t" ntr;t, , ,fn:ml.i,
grt!!•"1'" ,up11e, ,.
--¡11,-·Jdo, s;wra dos v los dunes del aluir,
ilCC¡>l<:11 1'" 1 " " • , • .
_ · - lll bcnn olenc1~ las ofrenda, libremente
i.¡ur ,1u1¡.1n <• . _,
. _
1 q ue escuchen su pet1C ll)ll de llul' 1a (foto-
dcr"'11·" .,, 1 . . , .
~~lw
~ 1rn) \ continuación ~é i; ntre>gar1 s1mbolicamen-
·· ·
te fa, ohbcion<'S a los dio,es, para In cual los varonc, se
11c,•rc.1n ,l ¡·1 m cs·t· del airar. Cada un o de ellos le,·anta
·Lic:ntl' de ca labaza , los ofrece a los dio-
un pJn " • t
llll l
·
.,e-en lo, ,uatri puntos cardi11a les. \'uelw· a incemarse
el .,h,ir: 1.1 1111 ,,ible c,encia sagr,\d, de 1:-is ofrendas as-
rn·nd<· h.1>ta 1(1!> diosc, en el denso humo. De este modo
condU)t' l.1 rncmoni;1 propiamente dicha. J\ continua-
<wn In, pane,, la \opa y las calabazas de balc-hi· se rc-
129 f~{r,11daJ..-,1b}'(:t:/alh11
p.rncn prnncro entre los hom bres, después entre )as F.! nÚllll'rfl d<.' fw.:ntc.\ de cd.1h.1z.1
ff:in.lcs \' pi:9ud1.ts c•in 11fn:mbs .•11
mu¡crc,. que han ,qruiclo !;1 ccre ry10nia ,1 distancia. y
,gual qui: t.:! lil \'l'bs y t.1111.de,, t:>
íin.1l111tntt entre los niño,. También se invita a la co- fiin y olwdtTl· al ,1111bnl1~mo irnmt'-
rtrn, muy i111pnrtantc l'll d r>t'nodo
tntilJ ,1 lm lugare1ins q ue cst:ín de paso y ,1 lé,~ cxtra n-
prrh1,;,pfo1c(l E11 c, tc c.l,o, l.1 cruz
JCC<I\. La ceremm\ ia de las ufrend:1, es una g ran fi esta dd Jh,n n11 n,:pn..·'l-nll,1 l,t P,t,1ó11 de

pJr.1 cuantm tom;¡n pa rl e e n la misma: cs un:1 comicb Cn,.ro, ,ino qm.: C) t:I punto u1 4uc
,e C1ingrr"gan lo, d10,o 111\ i:)1bln lk
C'Jllrt amigo, y la, ofrcnd,1s prcsentadas garantizan l.1 IJU \'l;l ,

que no tardad en ll cJ1·er.


F.I maíz ,e utili z,1 c:n 11111chas otras comidas, ade-
m,1, ele lm tamak, y di! las tortill as. As í. por ejem plo.
se mezcla la 111.1,a de maíz con :1g ua y espec ias pa ra
d.1horar el atok (en maya: 11/) y con los granos de maíz
10,tJtlo, y molidns ,e prepara una especie de c:1tc, que
ln, maya, llaman "pi nole" (e n maya: k'a_i).
\ un cuando las tmtil las y los tama les connnuan
·<upando l.1 primera posició n en la dina maya, lama-
nir~ de prepar:irlo, h,1 sufrido cambios sobre todo en
b\ zona, prcíxima, a la, ciudades. Ah1m1 no es sólo el
l1 1lmot1:n rítmi co el que anu ncia la proximidad de la 130 ( )rat'lim y prncntacilm
dr ofit"uda.,
C<nn1ela, sino también el zumbid o de l molini llo eléc-
El mc,nwnto rn lmin,rntc de l.1 tl'rc -
trico, t¡ue ha ,usriru1do en muchas parres a la piedra de mon i;i t '.\ 1:1 prl·\t'llUC1on cl r ofru1 -
das. El hmi:tn, y ('Oíl (·l 1rnlm lo~ dt-
moler.)' L11 rt11clo,a.~ sacudidas de las máquinas de wr-
mis part1cipanrrs, "t" :1rrod1 ll:1n pa r.1
ull,l\ implantadas en las plazas y mercados públicos, 1,r.1r y d~spues eln:in Lh , il"rcncL1..,
par~, pn:sendr,;el.l, y 1,lr<:d:r,t'l.1, .1
qul' realizan el trabaj<> de la elaboración y cocción de
lt,s d 1ose~. L'n.1 ,·r:1 ,1n·pl.11L1 p11r 11"
la\ tortilla, . .\hora birn , los mayas están COlll'cncidos d10..,n l.1L·senci.1 tic Li \ nmul.1. d rci. -
tic oue lo1 1 , . . . ln c1,n, tituyL' un gr:rn ll.1114ut:tL p:1r;1
, pan<:, e e ma ,z, 1:i comida de los d,oses, no
tn(lns 10~ ;1~1..,1c-nrn .
puede daborar~,· · con 1111,1qu1nas;
· su e ¡a 1)o rac1on
· ' h a é1e
"r ncce,·1· 11 an1ente ¡cntn y deben cocerse du ra nte ho-
r~, cn1cr·1 ¡
·' en iorno, de tierra.
• NACIMIENTO
• DE CIUDADES
DE LOS CACICAZGOS A LOS ESTADOS
EN LAS TIERRAS ALTAS DE GUATEMALA
Federico F a hsen

L, aparición de poblados habitados de un modo permane nte en el sur <le Cen-


iro.unérica data ck pr incipios del preclásico temprano, alrededor del año 2000 a.C . MÉXICO -" Salinas de los Nueve Cerros
:,.:
0
obstante, la, ..:xca,·aciones practicad as en distintos yacimientos arqueológicos de la
alliplanicie )'dela, regiones costeras d e México y en la costa del Pacífico d e Guatemala
) Costa Rica ind1c.1n que grupos de cazadores y recolectores se habían establecido mu-
cho antes en l,1 región. hace ap roximadamente 10.000 ai1os, si bien d e modo temporal.
~ét,t.~V-
GúP.:
La Lagunita
San André_s
Semetaba¡
Río Blanco
-"
Chichún-"

Chirramos
!
Los Encuentros
Chama .il

"'"' San.Pedro CarcM


Saka¡ut
~
-"
1
Mure: ag

En muchos caso, e, d ifícil dar con ind icios de estos asentamie ntos, debido, por una Cambote• j -" -" Sulin Pataxté
Totonicapiln -" • -"-" El Jocote
parte, a que tales grupos permanecían muy poco tiempo en el mismo lug ar y, por otra, "' Santo Domingo\ -" ~ Laguna Ch~ ·1,,., -" El Portón •
tzapa.il -" -" Chiche . . "'."..,., -" San Augustin Ar.a
a que en muchas zonas se ciaban unas condiciones climatológicas adversas de hume- -" -" El Sitio Salcaja-" Lemoa Kam1nal¡uyu -" Tulamje
Toros "' El Jobo San Andrés A Chimaltenango\ Chinautla
,1.id atmosférica cxcrerna que favo recía la pu trefacción, acompañada con frecuencia de
"' La Victoña Semetabaj ,r.J 1zta }. ¡acat\"' "' El Chayal
llm·ias torrencialc, y de tormentas que lo arrastraban todo. Además, desde el punto -" -" -" Pª"'-" -" . ·i1a
/ \ lo d / F tal=tA- -" C1enegu1
Je ,•isrn geológico esta zona es insegu ra; en ella son frecuentes los terremotos y las Salinas la El Mesak Pa Ch~~~uk "' El Baúl~ "'_eanchón Asunción
Blanca Abaj Takalik "' Santa Lucía Amatitliln -"
erupciones \'Olcá111c.1s. Por todo ello, es muy di fícil encontra r huellas de los primeros El Bálsanto-" Monte Alto
colonizadores.

-" Cara Sucia


EL SALVADOR
Primeras aldeas costeras y ribereñas
132 Suios precláiico, dr Guatemala aunque- toda b zona e~r.aba ocupa<la, dctermin:Hl:ii. agru•
Al final de este periodo, q ue los a rqueólogos d esignan con el nombre de "arcaico" Este mapa de los centros preclá::.irm <le Gu:Jtcmala in- paciones regionales. posibles células d(' futuros c-~u<los. ~e
cluye :ilguno,;; de los sitios arqueulój!icm más importantes fueron fundicn<lú pocn a poco entre sí. En la fase final del
( 000-2000 a.C.). cerca de la costa y d e las ori llas d e los ríos del golfo de México, del estudia<lus h:ina la fecha del [)t'riodo cumprcndido enur prcclái.1co, 3lgunas cie c::.tas suhrt'gionc,;; constituían csra~
PacíÍlco y del Caribe fueron surgiend o poco a poco pequ eñas aldeas en lugares en d precl5sico medio (600--300 a.C.) y d preclét,ico wJío dos cit' pleno t..lercrho, con su sistema :1dministr:1ti\'O, -.u
(300 a.C.-2'i0 d.C.). Las referencias se fundan en los J;1. rdij!ión y ~u monarquía.
que los colon,zadore, podían aprovec ha r los recursos d el ma r y d e los ríos y desa- tos focili t::tdo~ por cil\' l'fSOS autores y dcmut'str:in tJ_UC.
rrollar una agricultura rudimenta ria, en tanto que los bosques y la jungla cerca nos
gJrantizaban la caza. unitaria y, sobre todo, aceptada po r todos los in tegran tes <le la comunidad para dar
Inicialmente, la, comunidades rurales respondían a u na orga ni zación iguali- se ntido a las actividades cotidianas.
caria Y probahltmcntc estahan fo rmadas sólo po r unas pocas familias nume rosas. La organización social de la producción de los elementos básicos requeriría en pri-
1..i estructuración social paula tina no empe7.Ó a perfilarse hasta el p reclásico tem- mer lugar u n cacique y p osteriormente unas clases a ltas que coordinaran las activi-
prano. Las distintas tribus porfiaban por imponer cada una su jefe, cuya autorid ad dades de la aldea d uran te la siembra y la recolección. El cacique se encargaba además
era probablememe hered itaria. d e la d istribució n de los excedentes agra rios y de adopta r las medidas oportunas en el
Esta d iferen ciación social y la crec iente complejidad a que di o lugar la seden- caso de que las cosech as se malograsen .
lJnzación de la, tribus se explica n a tra\'éS d e dos factores re lacionados en tre sí. El El desarrollo de un sistema ideológico d e interpretación d el m undo ohedecía a la
primero es la situación de dependencia en q ue esta socieda d paleolítica se encontraba necesidad ele explicar las ca tástrofes nanirales, tan frecuentes en esta zona, pero tam -
rtspccto ele su entorno inmediato, y q ue en su mental idad no podía cambiar: ni la bién a la de conocer con anterioridad las condiciones farnrahles para la agricultura y
.1gricultura ni la domesticación el e los an ima les respondían a unos pla nes sistemáti- la vida en general, con la consig u iente aparición de grupos d e intermed iarios, aislados
ros. <le modo que el hombre dependía por completo de lo que en cada caso le o fre- prime ro y específicos después, entre el mund o sobrenatural y los hom b res. El presti -
<tc-.c la nan1ralez,1. Otro factor pudo ser tal vez la necesidad ele encontrar una ex- gio y la influencia ele la casta sacerdotal tu\'ieron su o rigen en un sistem a que en defi-
plicación 'a los ~enome
' nos natu ra 1es en e 1 marco d e una construccton
·' I'd eoIog1ca
' · niti \'a situaba en el vértice d e una pirámide social jerárquica a un cacique investido d e
poder divino.
1~ - Existen muy pocos hallazgos arqueológicos procedentes de poblaciones de la primera
1 J>Jgina anterior: ·frM1huac:Jn, Até.neo Ul Figura sedente de Villa l\lurvu. Valle dr Grcutemala;
.i ,,tz.1J; de 1 \I mitad del preclásico temprano, dehido, po r un lacio, a la precaria consistencia de los ma-
dtid,. I • lK • ucno,. t.le I km de lonJ?,irud. ..,js10 prrdás,ro medio, 700-500 a.C.; piedra dura de gra110 fino;
rtrrn, ' P•ram,de
I de Iil t un,1. en J1rcccion
4
. sur. En primer
. u/tura 26,5 cm; Cmdlld dr Guatemalu, MuJl'o .Vuoona/ dr teriales empleados en la construcción)', por otro, al hecho <le que todavía no existían for-
no, >plnad •I · 1J
'Un. • e J p1rJ1111C e t.' la Luna: en b p.mc ,lrq11ealogía y E//lnlogía
rU•}r 1zqu1trJ mas firm emente establecidas de un culto religioso que hubieran hecho im presci ndible
~ .ahur,t a ,lp.Ucn: l., p1dm1el~ del Sol. de 6C, m Esta fi~ura <lL· piedra forma panc <le un J?íUf'U olmcc3 tar-
dío o posolmeca rle escullUr:is :.rntrupomorÍJs u zoomorfa~ una arquitecn,ra sacra de pied ra. No obstante, en Ch iapas y en otros lugares de la costa
de pedestal <le bs tiaras altas c~ntrale,;; de Guaremala.
del Pacífico se han encontrado colinas <le tierra de altura considerable que, según los in-
AparcC<"n senrndas en un trono o en un hanco y rcpreSt"n-
t:ln proh:ihlemcnrc a un soberano <livini1.ado. vestigadores, podrían haber sido construidas artificialmente con fines culturales.
constitufa un a importante ruta comerci:d para las gentes Jcl istmo d e Teh uantepec
y para los olmecas, que se habían establecido en la vertiente atlántica Jel estrecho
centroamericano y q ue rían m antener relacio nes con los mayas de las tierras altas.
Los intercambios económ icos y culturales sentaron las bases de u na prosperidad que
duraría rres siglos, en um1 é poca en que el yacimiento arq ueológico ele Abaj Takalik y
otros yac imientos del este estaban conv irtiéndose en pequeños cacicazgos locales.
Las excavacio nes de los yacimientos del preclásico med io (800- 500 a.C.) y tardío
(500- 200 a.C.) demuestran que en aquella época había poblaciones rurales y relati\a-
mente complejas en la total idad d e Gua temala y en buena parre d e Chiapas, Belice y
E l Sa lvador. Muchas de ellas dieron lugar a estados germi nales o se in tegraron en la e, -
fera de influencia de poblacio nes m ayores (fotografí:1 132).

Las rutas comerciales de la costa del Pacífico


Los alreded ores de los centros de La Blanca y de !zapa, en la costa occidental del Pa-
cífico, habitados desde m ucho tiempo atrás, fueron u na de las regiones que experimen-
taron un rápido desarrollo. A La Bb nca suced ió el centro de Ujuxte, situado mucho 111:ís
al este, cuya ocupación tuvo luga r hacia el aiio 600 a.C. Se supone q ue hubo una segunda
zona de asentamien tos h umanos tempranos rn la part!'. central de la llan ura costera gua-
temalteca del Pacífico en torno a los yacimientos de El Baúl , Balberta y 1\fontc Alto. Es-
tas ciud ades, que se encontraban a lo largo de im portantes rutas de comercio a distancia,
frecuentadas tanto por los olmecas com o por los com erciantes locales, estuvieron habita-
das entre los aüos 800 y 100 a.C:. y aun después. La in fluencia olmeca se refleja en los res-
tos de numerosas escu lturas y cerá micas (fotografías 135 y 136). La llan ura costera del Pa-
133 Figum ft'mmma. Kammal_juyti, Guaftnwla; precltinco en su ruerpo excepto un:1~ urtjeras de grnn t:mw ño; e~ po- cífico y la subida a las tierras altas son dos de las com arcas más fé rtiles de Guatemala, lo
medio, 900-60011.C.; ará/la ptdimtnfada de rolor crema; sible que, como una muñt·ca. estuviese ve..,;tirb con ropa~
cual contribuyó sin d uda ninguna a que los g rupos inicialm ente establecidos en el golfo
altum 2-1 cm, arithunJ 18 on, Ciudad de Guatemala, Must"o cortad;:i~ par:1 cll:l. Las ftgura~ panzudas esuban muy di~
:Vaáu11al d~ . lrqueología y F.rrwlogía fundicbs en el prcchísico 111t·tlio: :u.lemás de los cJempbrt"s de México se interesasen por aq uellos territorios. La ruta comercial fue una vía impor-
Esta 1.:sn1ltura de arcilla recnhierta de •.:ngohe hbnco 1enía de arc illa, en b~ ticrr,1:> :1lws han aparecido también escul-
tante hasta la llegada de los españoles y todavía hoy constituye un importante lazo de
iHKialn1cntc brnzos articularlos. Presenta un ombligo muy turas de piedr.1 con vicmrcs hinchados: se trata de lo 4ue se
marrndu. pechos pcqueiím y sonrisa jovial y no llev::i nada conoce ron el nombre de .. c::.cult ur;.1s panz udas''. u nión entre México, G uatemala y los países situ ados más al sur.

Lo poco q ue ,aben los a rq ueólogos sobre la primera mi tad Jel preclásico tempra no
de la costa del Pacífico y de las tier ras altas se basa fundamentalmente en sus a nálisis d e
los hallazgos de cerámica. L as ce rámicas m ás antiguas de esta época son las C ha ntuno
y datan probablem ente del periodo comprendido entre los años 2000 y l 700 a.C. L os
arqueólogos d istinguen otros dos tipos más recientes de cer:ím ica, Ba rra y Locona, fa-
br icados hacia el año 1500 a.C. H acia el año 1200 a.C., estas fases enlaz:-1ron con una tra-
d ició n cn{lmica más t rabajad a y com pleja, q ue se designa con el nombre de "Ocos".

Los primeros cacicazgos del preclásico medio


F.l paso del preclásico temprano al medio tuvo lugar alrededor del año 1000 a.C. y
se m anifestó, emre otras cosas, en la fo rmación del pr imer cac icazgo regional impor-
tante de la costa del Pacífico de G uatem ala. La ciudad de La Bla nca, relacion ada con
los estilos de cerámica costeros de C uadros y Jocotal, dominaba en el territor io com-
prendido entre la costa del P acífico y las tier ras altas. En esta región existían contactos
ini nterru m pidos entre los mayas y otros grupos, pues la llanura costera del Pacífi co

134 Cabew fOlosal o/mera. Lt1 ['o,w, "fohmro, ;\fix,ro; di.' La \'enr:1. situada t'n b costa mexicana del golfo. en el
precldiic:u medio, l(J00-50() a.C.; bt1:i11'to; altura ] /~ cm; cst:1do federal <le T;'lba~co. Lar;; cahez:i.s rnlm:1les son proba-
t"illahermOiil, 'foba.•co, Parqut :\lu~·e<J La l't'nta bknknte retratos de ::.olx:ranü::. y d1gn~n:irins. F..s indudttbk
L.1s cnhez,t) hum:1n:h •mbredimenswnaUas ''JII \111,1 l'Mac-- que ('ll d precl.:ísiro rempran,, y mt"din lm olmec:i~ ejercie-
tt.:rístir:, di)tintiv;t del :-irte olmtGt. Sl' h;in c::nwnirarlo en ron gr:rn i11flt1t"nci:i sobre los mayas, 9uienes incorp0r:iron
tt,do:- \m cc:ntru) de l:i. cultur:.i o lmL'C.l. l:, cultura urh:m,1 muchos ele su:. a\' Jncc:s.
m:t:. antigu.1 de Ccntro:1méric..1, por c.:jcmpl(I en l.:l ciud.1d
BS FtR1m1 tolosal. Mrmumrmo -J, Mm1tc> , lit(), F.srnintla, reprcs(·!lt;"ttiv:-i prcdninin:-intl.' t·n la l'O~ta Ud l'acífin,. La ca- 136 Cabt-:.ü tolrw1/. Mo,111mt1110 1, Alonu, Alto, Eu:ullu la, que coinci1le rnn el llanudo pcricxlo pt•s1,lmeca. E:- e,·itlt:nte
(j,,,.,rmJ/a. Puc/J11w nudm. 6/J(J JU() J.C.: b,Halro; {l/tt1ra lX'za no c.st,l sq1:-ir;"tda cid cucqx, y aparcct'll en b :,. mejilla.!! Guatm mlu; predtí;,cn,6()()_f0() a.C.; bamlto: alturu 147 (W, b influenciJ de l:1s cahez:1s colosale"i olmecas (fomgr:1ÍÍ.l
151 "'· undwm 180cm, gr<mJr 17U <111; actualmente tn el surcos profundos :i :-imbos l;id1,s de la nnriz. Lo~ ojos cura- unchuw 200 cm, gm.mr 180 cm; actualmmlt' C'll d parque LH). Est:i c:.11-kza humana con orejas, con ojos rmornadlli o
,-,-.¡ut fot¡¡/ dr LJ/ Drn1oc1,,, w, ~rnimla tlo) con los p:lrp:1dos hinrh:idos se rl'pitrn dt: form~l )Ími b r lucal dr Lil Dnnorracio, F.scuintla cerrados. con una n:1riz <lt' marcado perfil y con lo~ bbios
b,t¡ r,,c-ultur:t. qur pn,h.1hlt·nwntt· precede en urtos pocos en olrns esculrnras de- piedra. lndqx·ndKntt·mt'lllt' dl' lo!> Esta t:srulrnra de h:1s:llto forma p:Hlt' de una tradición cx- ahultados lípicos del estilo ol mec1 produce \.1impre:,iún dt:
.d monumc'íllu 1 con11grn,, pres<'nu c;:i r:Ktt'rÍ~tic,is cid Lrazus y de Lis piern.1s, l.,,; orejas son los ÚJIICO) atribuws l1.:11dida en b cost:1 del P:icífico y contnnpor;.inca de las "e~- un trofeo. Sus párpados cerrado.!! sugieren 4ut' la i111:1g1.:n
N1I•• l1Jrn¡fm" 1le IJ n:¡::11\n, m1entr:i.-; que d .1coplam1c.nro lwmanos por Iris que la rsrnltura dt~piedra st dislingue de rnl lllr.:is barrig:on:1.~.. de las rierr.1s airas. El estilo nh,1rr:i d corresponde J. un difunto o~• un ¡ms1onero.
Jt "hrJ 7JI'\ )' de 1,,, p,un,t') .11 rnerpo rcílrj.1una traciin{m un bloque de roc.1 n.m1r:ll. periodo comprend ido entre los años iUO y 201) a.C .. por lo

La Lagunita y El Portón: estados pequeños del preclásico medio sit uad a muc ho m :ís al no rte, lo cua l d e m uestra que a m bos luga res co n taban con una
t rad ició n artísti ca e ideológica comú n . L os dos m o nume n tos datan aproxi m ada-
En el prccl~sirn medio hubo otras dos com a rcas e n las ti erras ,d tas d e G ua te ma la me nte d el :úio 400 a.C. El Po rtón y todo el valle de Salamá con stitu ía n el ext rem o
,¡uc alcanzaron la condi,ión de estados d e alcance regio nal. La p r im e ra se e xt iende me ridio nal d e una ru ta com e rcial que com e n zaba en la regió n d e A lt:1 Vc r,1 paz. pa-
por la cuenca centra l del Quiché a ambos lad os del valle d el río C h ixoy. L os resu l- sa ba po r S:-ikajut y Chisec y llegaba a las tie r ras ba jas m a yas o bie n, río aba jo . hasta
t.iJo~ de las exc:1,·aciones llevad as a cabo en Santa Cruz d el Q u ich é, así com o los a rn - C hama y Sal inas d e los N ueve Cer ros, a o rillas d el C h ixoy.
plm~ estudios topográilcos reali,.ados a l oest e d e los d istr itos admi ni stra ti vos de Baja
\'crapaz Y El Quiché. e n los q ue ha n a pa recido nu m e rosos restos d e g ran valo r a r -
qu~olúgico. demueslran la existe nci,1 de u na es pecia lizació n a rtesa na l y el d esa rrollo Kaminaljuyú: la población preclásica más importante
,le estilos aní ·t·
' '1cos ·
regiona · ¡·icios
1es, 1nc · c1,iros d e una d·c · ·6n socia
11 e re nc1ac1 · 1 cata1 vez
niis acentuada. A,imis mo la riq ueza con q ue están d otadas a lgu nas tumbas re fl e ja
de las tierras altas de Guatemala
'3 formación d ~' un:i sone· d at1 com p 1e¡a
· y 1a apa r1c1
· ·on
' d e 1a m onarquia , . .1,as cc ra-
' Otra región no m e nos importa nte fu e el va lle central de Kami nalju yú y sus alre-
nuca\ de La• I..agun1ta ~ 1tanea
· n <l e eio r m a stmu
. t 1e muest ran q ue estos procesos set¡icro , d edo res, que actualm e nte fo rm an pa rte de l extrarradio de la capital guatema lteca.
en pumos de la co,ta del Pac ífico, en la gran ciud ad d e K amina l ju yú y e n otras ciu - En el preclásico esta població n e ra el ce n tro cu ltu ral m ,ís importa nte de Gua tem :1 la.
d~1b de 1as tierras
· alta~. co n e no rm es complejos ce re m oni ales, nume rosas escul tu ras, tumbas, m onume n tos
En ti vall e de Salamá, al no rte d e K a min al juyú, tu vo lu ga r u na e vo lució n tan funerarios e ingeniosas instalaciones de riego (fotografía U ?). Sus h abitan tes practi-
"mpra,1'1 •
' como 11nportante. L os ,1rqueólogos excava ro n u nos 15 vacim ientos d el caban la agricultu ra in te n siva~A ntig uamente la esfera d e la influe ncia polít ica de K a-
preclásico 111 d · , ' . . _
e ro que conten 1an pla ta form as de te m plos, tum has y v1v11.:nd as seno- m in:1ljuyú a ba rca ha la actua l Ciud ad de Gu~nernala y sus al rcd i.:d ores, incluía al oeste
trJle\. El p , . . . ,
a , . Orton luc p robahlem ente ca pna l regronal d el vall e d e Sala m a hasta el a t'i o los actua les ~list ri tos ad m inistratirns de C hi m alte na ngo y Sacate péq ucz y se e xte ndía
500
.C., su monumi.:nro 1 es una m uest ra nota b le de docu m e nto esc ri to antigu o (fo- hasta la cost,1 del Pacífico. Los cerca nos yacimie ntos de obsid ia na de E l C hayal e ran de
lci¡;rafía 139)
· En la estela apa recen el re trato de un sobe ra no o cac ique con lo q ue e nor m e va lo r e,on ómico; tenía n tanta importa ncia pa ra todas b s ciud:1dcs-estado
P.lrecc ser u . . , . .
li . na Si.:gunda persona, y un texto ¡eroglifico. D esd e el pu n to de vista estr- de las t ier r,1s a!t,1s q ue ni los inte rm ina bles conflictos polít icos impidieron el libre ac -
\lrco, el t ratamiento di.: la pied ra es sim ilar a l d e la <:stcla I d e Nakbé, po bl ac ión ceso a los mi sm os (véase Gruhe, pág. 48 y s.).
federales n1exicanos lin.1ítrofes d e Chiapas y de Tabasco . La s inscripc iones <le K an1i -
n a líuyú u1dica n que allí se hablaba y se esc rib ía una varian te an t igua de escas len-
6,uas. A.sí, po r ejernpl o, el texto d e la estela 10 (foLografía 142) incluye palabras con1o
iuinal (n1 es ) y ch 'ok (n1uchacho). así con, o la con1binacibn <le los sig n o s c/ú y chan -tal
vez con el significado de chi[kJchan (serpien te ele la llu via)- , pal a bras rodas ellas qu(:
se conse rvan ina lteradas e n l a lengua c h 'o l actu a l. El n1onun1ent o presenta ac.len'lás
dos sig n o s de día.s que pueden interpretarse como i nuduk y 8 ok. Todas las piedras
co n1n en1orativas con in scripciones jcroglíticas de K.anúnaljuyú perrenecen a l periodo
preclásico tardío .
Otros 1nonun1e ntos con s ignos escritos, corno la es tela l d e El Baúl, los monu-
1nentos 11 y L?. la estela 2 y el a ltar 13 d e Abaj T :,k:.}.lik, y el n1onu1nento 1 de Chal -
chuapa reflejan un,1 difusión de inscripcio nes e n las que.: los sobera n os aparecen ejer-
cie nd o su función de chaoianes o sacerd otes. L :1 es tela l l d e IZam in a ljuyú es un
1nnnurnento sin texto, au n que rep r esenta ÍJ1equívocamcnte a un soberano (f otogra-
fía I -1-5). Prese nta una figura enrn:-i sca r ada: probablcn1ente se t r ata ele un soberano
e n un ritu al co n un a rn1 a de sílex e n su n1ano iz quierda. Aunqu e c.:i rece de un tex-
to je r oglífico prop ia 1n ente dicho, hi in1ag~n lleva ~l lgunos sign os, e ntre e ll os el de
ak'bal (n oche) y e l pronon1inal u. así con,o ta mbién ban cbs cruzadas, c.1ue se r epiten
en textos completos , de fecha posterior, e ncontrad os e n l(a1n in a ljuyú y en otros lu-
gares. El signo ajau1 (re y, príncipe ) de la parte pos terior de su chaqu eta indica clar~1-
n1enLe l ~~ condición Je soberano de la p e rsona r e presentada. Muchos de esto s sign os

137 l ',sta d,. l\camin,r[¡uy ú L.,~ prim era.< excavaciones de Karninal juyú , n o mbre q ut· U8 Cronología dt· K11mi11t1/j11yli El pr1:cl;ís1co tardío .ih:lrC,l las fase< \ 'cr bcn:1 y A rcn:il,
De l:i q ue a mjguame nte fue l.:i ma yo r ciudau ue l::is ri c - ~igniflca ··colin:1 de los mueren~•·. fueron n:a l12.1dr1s ,·n F-~ r.i croaulo g í.t, estabkcíd~, por lo:- ,1 rc¡u n ílo¡10, tvlari,,n que ha n sido perfecrnmtntc cstmliad:1s, y co ncluye c11n l.,
rr:1s alcas d,:- Gua tnna l.1 , e n la acm:1lidatl sülo quecbn JtiYi por b C,1mcgic lnsnrurio n •)f\·V.is hington. En ]<J (,(I H atch y E..hv in Shook, n ac:tu.ilm<:ntc: ac<."p t.1d,1 por b fase Sanra C la ra , que hl<: rr,rt.i y prnh.1blnnenre rnrhu
unu,- rt·., 10~ tk c:scasa t:n tidad. Ubicados c;n d extrarradio la unil' Crs1J;al de Pcns1h·an1J 11,·vt> a c:iho unas oper:1ci1,.
.,ccidcnr;rl de C iu d,td Je Guatemala. cloap,1rt-cen :1nr,' nes d c- rcsc1 te y dC$lk J'}')3 ex i,-ct· un pf()y,,10 gu :,rcm:d-
111:iynr ía d e los cíenrífico, <¡lle t r:1h,1jan <' 11 b 7.ona. T ras h:11ta. L:i , k cadcncia p:1ulatina ue
los cenrw:. ,c inicia cun
l:i r:i~c: Arév::t l() cJel prcd:ísico tempr:lllO (1 JOO 11,no a. (:.1 las. foses Amade r r .1mplo11a; la, fa~c, rl·, Lantn consrn11-
t:I e mpuj, · crecin,tt: d .: la co n strucc1ón en una n1ctrr1- ceco ck <:~tu tli u ~isrnn.ítico tk- la ciuJ:id y dd :írea pv- llegó el periodo del p r t·cl:ís1co med io, que se: .< ubdjv i yen d peri1>d1_1 poscl!is icn.
pol 1 e n ex p:1nsrl,n qut· cu enta co n m ill,,ne.« d i.' habitante.,. bl.1cla circunJ.11m.:. de e n lrcs fase< (L as C harcas. M:qad:1~ y Pr1w ,di:11ci.1).

Hacia el no r te, hubo relaciones h ~sta e l final del pe r iodo precl:'ísico (0- 200 el.e :.) con ·-= ;;::::;, r l
r
□ 1
1
L_ 1 - 7

el valle de S:-ll:-in1á, q ue en el n10111 e n to en q u e cayó bajo la influ encia de K.an,inaljuyú □ Periodo (


Ano Fase
. -
tenía u na categoría si rnil ,H. Al este, Kan1inal'¡ uvú
, con t rolaba lo s ,vacirn icntos d e obsi-
diana de El (~hayal. que aportaron a la ci udad una notahk: prosperidad. l)e::sd e este
luga r, la obsidiana en hinques se exportaba ya en el preclásico tc n1prano a la cuenca
"

I ~==--
-
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-
íl ., =
J

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- -
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1500
¡;¡
I!
11

¡
n

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-~ .. ~-,=--
1400
inferior de C h iapas, a las tier r as b.~ jas al norte y a la cos ta del P acífico. E l hecho d e que 1 Tardio 1
Chinautla
1300
las rutas d el co1ne r cio a la rgn distancia entre E l (:hayal y las costas del mar Caribe y del Posclásico - 200 - _c....,
-"'f-,
océano Pacífi co :Hravesasen el valle <le K.arninaljuyú fue n'luy irnpo rtante para la pobla- 1 1100
Temprano 1
Ayampuc
ción , pues las intensas rel:-i ciones cornerciales entre las r icas z o n as productoras de cacao 1000
900 -- - _r
d el litor a l y los y:1cin1ientos de jade del valle del río ~1otagu~1 redund:1ron en beneficio
Pamplona
800
de la ciudad. El desarrollo de Ka1ninaljuyú alcanzó su ap(.)geo durante el periodo co1n- Tardío 700
pre nclido entre el a ño 400 a .C. (fase Verbena ) y los años 100- 200 cl.C. (fase S;,1nta Cl:.i r,1; Amatle
600
Clásico
fotografía 138). i 500 =a
Esperanza
:
Sólo tras las inte n sas investigaciones de los ú lt irnos años se ha recopilado suficiente Temprano 400
infon11ación corno pa ra e.st:iblecer conclusiones acerca d e facto r es tales ~01no la identi - 300 Aurora ~

dad étn ica, b1 s ituación política. las relaciones con1c rciales y los intercan1bios e n tre las 200
Final Santa Clara
100 '
diversas ciudades-estado.
o u
Arenal
100
Tardío
200
Lengua y sistema de escritura de Kaminaljuyú 300 Verbena
Preclásico ~ ·- ·- ·- ·- -- ·- ·"' - . - . - 400 - -- -- . - . -·- · - · -· - -- ·-
Según u n est udi o realizado e n el año 1996, las esculturas e inscripciones íero- 500
Providencia
600
glíficas hal ladas en Ka 111ina lj uyú const itu ye n un o d e los s istemas d e escr itu ra n'lás Medio
700 Majadas
antiguos de todo ?vlesoan1érica. En var ios 1nonu1nentos <le Kaminalj u yú aparecen
800
inscri pciones cuyos auto res hablaban u n idion'la con bastante p r obabilidad e 111pa- 900 Las Charcas
rent:1do con bs lenguas mayas ele la rama c h ·01 (fotografía 146). En la actualidad es- -. 1000
tas lenguas se hahlan únicarnentc en las tierras bajas <le Guatc n1a la y en los estados Temprano 1100 Arévalo
~

-
U9 \ fonu,m-nm J. El JJtJ11tir1, Ruja { 'n apa-.;;, Guau-mala: c:mpiez:1n por un:.1 nuno di rigida h:1C'i.:1 la derecha scguida
fttcLul(U 1urdín, Jwc ,u ·IOfl ,,.l'., rJquúto r1t'T(/r grísdao; al- de un:i lincn (k sep:1r:1ción. Viene :1 rontinu~1ci6n un jero-
'"''ll Uflrm, unthum l lO,m. xrosnr -/()cm; aaut1/mn1re t·n glífico 911r. probablemenrr rL'present.'l 1.i pabhra chum il
,. f'tJi,¡ur h>r11I de Sun Jr-,ñmmo. 1Ji1¡a [ 'entfJfl ':, Gu111cmala (entron1nción). T ras un rc::xto ilegihlc .-iparece 1111:1 rabez:1
t i m,,ni,m<"nto prt:,t·nt.1 unn 4.lt lm tn to:-. 111:ís .1nt1guos de huirre y ral vez un ~ig-no aj(lltl, t:on d yuc conduyt b
Jirl lt rntc,rn, ma".1. ,\p.tren·n \',lrlm it:roglífirns. 4ue inscripción.

Ht fattlu 7 )' 11lt111 ?. l:apa, Chi11¡,a;f, Aflnm; hacia sobre las c;1he1.as tk un:1serpit·11tt.' bicéfala. Sr,hrc d in!'.> 3.p~1-
" inu C.: gtan11,1: t"ltda· 11/twll / 7¡,j cm, 1mrhura 127 rtce una representarn'1n ~i111Lúlic:1 dt...l firm:1mcnw t:n
' "" x,mo, IS 0 11: altar dramnro N6 rn,. llltum -1() lm form :.i de un:i scrplt ntt· cd esrc. Como es habitual en las tíc-
I.J t ,td,1 i ~ t.í tot:1lmernl' dl'tcn11rmla en ~11 p.in c c1: ntral. rras baj:ts du r:rntc d pniodo d:bico, drl:mtt· ele:: la t'std:1
p-r,, C'I fr.1}?mc-nt•1 con!tt:r\·;1tl1, ¡1resenta <111~ JX' rso11~1s tic pit· hay un :dt:1r.

f1a114ut'ada po r dos figuras ricamcntc decoradas, con dvs f\:-


ch:1s Jl' la cuent:i 1.-irga. Amlx1s se leen de ;1rriba .-ihajn. L1
4uc apartce en b izquicnb corrc:oponde :1I 8.4.5. 17.11 ((> dl'
junio dd 126 d.C. dd calrnrbrio juli,mo) y la de b dcrcd,a
es pru6ablemcnre d 8.3.2.10.5 (1 2 de mayo del 1()3), Por de>:
g raci:1, los jeroglífico~ que siguen :i l:1s fech:ls cst:ín ran c.k tc-
riur3tlu:o yue ya nn 1kjan leer lo q ue :munciahan anr:iño.

l(.lpa recer:í n e n e I eI'as1co


· temprano y en e 1e Ias1
' ·co en 1as mscnpc1oncs
· · · ·
¡erng l'1fi1cas e1e
la\ llc.-rras ha jas.

Todo esto dem uestra sin ningún género de dudas q ue las lenguas habladas y es-
critas en t
ª zona del va ll e Je Kaminaljuyú y en las coma rcas de los al rededo res eran
rnuy parecidas al id ioma de las tierras bajas, si es que no se identificaban del todo
C11n 'I S
e · on muestra, evide ntes en este sentido el altar I de Kam inalj uyú o la estela 5
1
te Ab .
a¡ Taka lik , en los que apa recen colum nas dobles con jeroglíficos entre dos f'í-
Rura~ hu1n
11 1 . anas. La m isma disposición se repite en monumentos contcm porúneos
e as t
t icrras bajas, por e jemplo en e l a ltar I de Polol y e n e l marcador "Mormot", de
!~Jea mu ,
} posterior, de Copán.
La cultura ch'ol de Kaminaljuyú
La patria originaria de la comunid ad lingüística ch'ol se encon traba ta1nbién en
Kaminaljuyú. La repe ntina <::rnigración hacia el este de los grupo~ lingüí<.ti cos del vall e
Je Ka1nina ljuyú que hablaban esta lengua, que se prod ujo a finales de la fase Sarna
Clara ( l00-200 d.C. ), expl ica ta l vez el rcfortalecin1i<:nto d e ( :opán y d e otras ciudades
del 1nismo ,1n1bito lingüístico. El hecho de q ue los ch 'ol abandonasen Kaminalju yú
estaba relacionado prohablen,en te con la expa nsión dd grupo k 'iche'. que desplazó
del norte y del este d e las tier ra,; altas <le Guaten1a la a qu ienes hablab:.u1 ch'ol. Así pudo
allanarse el cami no d e la expans ión por estas t ier ras a nuevos grupos ét nicos, con10 lns
poqon1, los poqon1chi'. q'eqcbi' y los man1. Estos g rupos reen1plazaron a los anteriores
hab itantes, que hablaban ch'ol, y posterionn ente se divid ieron e n n uevos subgrupos
( fo tografías 146 y l 4 7).
L as clases altas d e K ~u11inaljuyú no sólo hablaban el n1isn10 idion1a que los 111ayas
de las tier ras bajas, sino q ue poseían la 1nis1na estructura social, con un sobenino divi -
nizado en su centro. A finales de la fase \ 7c:rhena (250- 200 a.C.), durante toda la fase
Are nal (200 a.( :.-1 00 d .C.) y en la prin, era n1itad e.le la fase Santa Cla ra (100-150 <l.C.)
se crc::i ron esculturas representa nd o a soberanos con ropa y atributos prupius de los po-
deres divi nos. Por d contrario, salvo las n1áscaras de diose!:i, destinadas probablemente
142 E.uc!a 10. Kami11ufjuy1í, Guutcmalu; preclásico tardío, Tr:i~ él se c.ierne una máscarn Je p.ljaro - pro hable refere n-
hacia 200 o.C.; basa/ro negro de ~ano fmo; alt111v /07 rm. ~1 cerernonias públicas <le <lanza, con,o las de la estela 11 (fotografía 145), no hay estat ua~
cia al dios de lus pájaros - , y h.,jo él aparece un prision,.ro
longirrrd 122 cm, ,111cl111ra 100 cm; Ciudad de (;1111ten11Jlo, arrodil lado. l lay clos texws g r,, b,1dos e n l::i superficie. Es de divi ni<ladcs. El g ran tan1aJ10 de las tu n1 ba~ y la enorn1c ca n tidad <le objetos funera-
A·lusco Nucional de An¡ucología v Etnología un je roglífico <le e mro niz..1ción d:iramentc reconoc1blc, en
1.a c,tcb I O fu., pro babfem <'nt.: un altar con motivos de e:.- cuya parte na rrariva se cita el numhrc di"ino del persoH:ije: rios d en, uestran la apa ri ci ón de estructuras jerárquicas en l::i transició n de una sociedad
re ras e n las superficie< bteraks. .--\J)arece rcprt::scrnado un se trnta J e un jeroglífico de hu1t re, tal vez. un lugogram:i Je primitiva a otra estatalmente organizada. U n a tumba de Kan1in~1ljuyú (tun,ba 1) con-
soberano en funciont>;, de un dins ..antiguo•·; el hach,1 rk sí- .. príncipe.., y del signo rv,rz (cerro).
lex d e su mano rzquierd:i lo e4uapar:i con el dios rle la fluvi:i. tenía un tota l d e 345 objetos y la tum ba 2, <le construcción más ta rdía, Lenía 200.

143 Soporre de inct:n,.;irw. K11m111aljuyrí. Gua rema/u,


edificio D -1I 1-6; predd.;,co 1,miíolprorodás1co.
./()0 a.C.- 250 d.C; piedn1 <11-e111sca; <1Íl111ri 79 cm. wu lww
82,6 cm ; C111dt1tl de Guatemala, M115c'o Nacio11ul de . lrqf(<'f>
logia y E111olog111
&ta c~ulrura <"n forma de C,Lbc7..i de un dios desconocido
Lt·n ía tres pivotes vcnic,,lc~. actualm ente roto,, ~•)hn.: lo~
4uc se culncJban la) Fuentes con incienso. Fs uno de lo) tre.t
,,oportt) de incemJrro t'l\contr:'ldos c>n un grnn terraplén
Jd s u<locm: d e- h acr6polis principal de Kamina ljuyú.

14.¡ E-re/11 9. Kumi11uljuy1í, Guotemula. piním,de


C~lll -6;j,ut: La, Cliarat.,, haría 1000- 700 u.C.; bo;alro;
ufturu !5-1 cm, uncl111rn 22 cm; Ciudad de Guarem11/11,
,\!use-o 1\ 'uao1111l de Arqueología .\' Emología
F-~tll csrel:i , co nsisrcntc <' n una estrecha columna d e ba)altn
,on el h:i jurrel,cve dc una figura ma!>CUlina dcsnud.,, e:.
uno de lo, m,,numento< esculpidos más Jntiguo.5 Je K..>t-
mmaljuyú. l ..:i pcr~una represemada se mucstrn .:n un.1
pose rnhabirualm c nce dinámi~.1, prohablementt' dan-
-z.1ndu y cam:indo c-n pleno ó n:a)is. 1\ür.1 haci:1 arrib:i y de
su lxx:a abren.:¡ )ak-n c:)piralcs qu<" e n todo d ~rtc Ct'ntrua-
m e rir;inn )1.1n ~ignos de hablo o de c:into.

145 l:", 1e/a { J. Kan11nulp,y.ri. G11utem11la; ¡,rulásim rard1ú,


hacia 200 u.C.; gmnrto; altum 18] cm, amhum 70 cm.
g10;01. JO c-111; Ciudt1d de Guntemt1/o, .Hweu ,\ 't1cio1wl
de .lrqueologú, y Etnofogía
E ~ta notable cs rd.1 rle re-lit'\'(' clarnmC'me esculpido
mues rra a una per~on:i m1r:inJo h::ina la rzquicr<l;i entre:
clos rn censan11,. El sohcrano aparen: ej..:rc icuclo la fon -
cic'>11 de un pá1aro. Lleva f:1 m :\~car,1 ,k un pfij,,ro-s~·r-
))11.'nre qui' cuure c.1~, tuta lmcntc ~u ro~ tro. Su Jeshor-
d:111tc toGldn indu) e un t:lc-mc:nro vegetal y su ro p::1 C'~ l:i
adurnaJa cnn ,ari,,, signo., de uk'ba! (o~cunJ:'.lcl). En su
raparrJb.~, se "bscn·:i un Ar.111 jeroglífico d.- tljall' (revl.
En 5 11 brazo izq\1Íerdo llev:1 un h:-.cha rl.: ~ílex y e11 d t.lc-
rcclw un,1 es pecie de c-11c hilla o de \Jr:l.

E.l número de ohjcro, funera rios e ra m uy superior al de algunas
s po,tenore, de las tierras bajas. L 1im portancia y la r i-
tun1 b.1s rc:1 Ie · .
crs<>na, allí enterrada, rdle¡a n un verdadero puder
t!UCz.1 el e I3 S l) • . , . . . .
,, c.l'ierenci: Je los cacicazgos mas bien 1g ualitan os y poco
po1111co. a 1 . . . .,
· . dos Hubo un sistema muy orga nizado ele d1stnbuc1on de
cr,1rqu 1za
1
•• .
. e forma de tributos, que en fases poste riores de la evolu-
1u, h1ents 11
< · ¡ e redi,trihuían en (Trandes fiestas públicas.
c111n socia , o
s indicio, dt l;i ex1stenci;1 de unas institucio nes adm ini st ra-
1.o
.alcs de segundo o rden hacen pensa r que en la ciudad de
ll\'35 o ficl • · •
Kaminaljuyú existía un:\ o rganización fuertemente central izada.
11.,bí:1 instituciones de control y adm inistrac ión de los recu rsos hí-
dricn, y de las instalaciones de riego (por ejemplo el can al del lago
\liraílores. al ,ur del \'alle). así como cen tros secundarios ded i-
,.,t!os a la o rga ni zación del comercio co n las llanura s p róxi mas a la
co,ta. Kaminaljuyú exploraba las m inas de o bsid iana de El C hayal
~ t.1 rt~cn·as de jack ele la cuenca fl uvial del Motagua. En la fase
rinal <le! periodo precl:ísico, Kam inaljuyú dominaba todas las tie-
rras :1ltas centra le~. La ciudad colonizó y hasta fu ndó ciudad es sa-
1éh1c, que durante algún tiempo con t rola ron parcia lme nte la ve r-
ucntc dd Pacífico y Baja Yerapaz a l no rte.
En los y:1cimientos si tuados sobre todo en las antiguas rutas co-
merciales olmecas (A haj Takalik , C hocoLí, E l Ba úl, Chalchuapa,
cte.) se han encontrado monumentos con textos jeroglíficos que,
~unquc no han sido descifrados todavía, se pa recen po r su form a y
por su sintax is a lo, textos e n lengua ch'ol hallados e n Kaminal-
1uyú. De esto se desp rende que en las tierras altas de G uatemal a
hubo durante el periodo preclásico ta rdío una cult ura flo rec iente
que no se distinguía en sus ma nifestaciones, sobre todo ling üísti-
us, de la de las tierras bajas. Resulta evidente que poco tiempo
de~pués de esta fase de esple nd o r se registró un rápido desrnoro-
1umiento de la cultura en las tie rras altas .

El colapso del estado en Kaminaljuyú


En un momento determinado. q ue los investigadores no han
logrildo precisa r todavía, las relaciones ent re los k 'iche', los habi-
lJntcs de la costa del Pací fi co y los del valle de Kaminaljuyú expe-
rimentaron un cambio profu ndo, tal como se deduce de las carac-
tcrí ticas de los objetos de cerám ic;1 q ue nos ha n legado. El estilo ele
la, c~r.imicas del ,·alle mantenía hasta entonces estrechas vincu -
lac1ones co 11 e1d<' I O<.'ste de El Sa . 1vador, y a m bos const1t . u1,an, lo que
'IC ha llamado
' "•·sr
- 1cra le 1 !'vi'ira fl ores " , q ue en cierto
· sentl'do ·111c1ma

tJmbién el valle de Salam:í.
Del hecho de que la llamada cerám ica de Solano, al noroeste,
~p.1rezca sin so • 1uc1on·,
e1e con t111
.
u1. dacl en zon as cad a vez m ás pró-
,1ma~ a Ka . ¡· ,
mina 1uyu se deduce q ue hu bo un des plazamiento ele la
población
f
s ,
· ' u a rea le
. .
1 e11fus1ón se extend ía hasta la costa del Pací-
tco pasando
. por h, reg1on . , de 11ago Alit. 1an· . De a h'I que pa ra Ka-
mtnal¡uyú la .,
penetrac1on de la cultura de Solano com porrnsc u na
' 11 1laci6n el
J e n·esgo, pue~ le cerraba el acceso a las reservas de obsi-
1.tna de S·in 1M , .
ll\ ' art111 Jilotepequc. Sobre tocio la q uiebra del lucra-
cia() comercio
E . ¡·1ana con Chia pas t uvo g raves consecuen-
el e Ia o h Sil
~- 11 el '
lJ\J area occidenta l la obsid iana ele El C haya l desapa reció
total mem 1 1
et e as supe rficies plásticas.
La decadencia del estado ch'ol de Kaminaljuyú est uvo condicionada tanto por la En los 200 años que duró la fo se Au rora de im pronta k'iche' d e Kaminalju yú se
ll egada de grupos lingüísticos k'iche' al valle de Kaminaljuyú como por la fu ndación registraron cambios profund os en todo el territorio maya. En las ti er ras bajas, las f1 0 _
del pueblo d e Solano en el paso, estratégicame nte favorable, ent re Escu inrla, en la recientes ciudades d e Ti ka l y Uaxactún y ot ros muchos estad os comple jos reempla -
costa del Pacífico, y el va lle de Guatemala (fotografía 147). De este modo se inte- zaron en su funció n d e metrópolis dominantes a las poblacio nes d e E l M irad or y
rrumpieron para Kam inaljuyú, o al menos se reduje ron drásti camente, las relacio- Nakbé, que ha bían con t rolado el no rte d e las tierras bajas central es (véase Sachse,
nes de inte rca mbio comercia l entre las dos zonas eco nó m icas. Los k'ichc' conquis- pág. 356 y ss.). El apogeo clásico d e la cultura maya (250- 909 d .C.) se situó en las tie-
taron finalmente Kaminaljuyú hacia el año 200 d.C. Sus habita ntes abandonaron la rras bajas y fue provocado y acelerado por la llegada de g rupos lingüísticos ch'ol
ci udad, probablemente tras largos años de intensa presión, llev,íntlose consigo una d esde las tier ras altas d e Guatemal a.
tradición mi lena ria . Du rante la fase Aurora, Kam inaljuyú fue un centro provincial sin g ran relieve
supra rregional. Dej aron de explotarse las relaciones comerciales, tan importantes en
épocas anterio res. Los k'iche' llegados a Kam inal juyú no pudieron acced er a las fér-
La fase Aurora de Kaminaljuyú tiles comarcas de Escuintl a, en la costa del Pacífico, pues nuevos pueblos, probable-
mente los xinb y los pipí! d e lengua nah uatl , habían ocupado el litoral. La conse-
La fase Aurora siguiente (200- 400 d.C.) ilustra la regresión de la población d e cuencia fue el desmoronam ien to de la ciudad -estado d e Kaminaljuyú, h und imiento
Kaminalj uyú con un cambio drástico en el estilo de los objetos d<.: c<.: rá m ica; llegó in- acelerado posiblemente por la pérdida d e las mi nas de jade d el valle d el Motagua q ue
cluso a d esa parecer por completo la cerámica de uso corriente. Por las m ismas fechas pasaron a manos d e G uayarán, un cacicazgo independ ie nte aunque aliad o de Copá n.
se destrozaron o se destruyeron todos los monumc nros con inscripciones jeroglíficas.
Otros hechos menos espectacula res demuestran asimismo q ue se prod ujeron cambios
importantes. Po r ejemplo, pudo surgir un nuevo estilo en las cerám icas utilizadas por Influencia de Teotihuacán en las tierras altas de Guatemala
las clases altas debido a que este grupo acusó la influencia extranjera o fue vencido y
em igró. Ahora bi en, los cambios registrados en la cerámica de uso corriente indican Por las mismas fechas en que los k'iche' se establecían en Kami nalj uyú y trataban
q ue también emig raron las clases bajas de la població n local llevá ndose consigo los d e consolidar su sup remacía en las tierras al tas, e n Escuintla , en la costa
objetos de uso cotidiano. del Pacífico, y en Amatitlán , al sur del valle, se impuso la influencia ajena d e T eo-
L a destrucció n ge neralizada de las historias redactadas en fo rm a de jeroglíficos tihuacán, probablemente como consecuencia de una conquista militar efectiva o de
debe atribuirse, con basta nte proba bilidad, a los in vasores k' iche', que carecían de un un monopolio del comercio a gran esca la. Las relaciones con esta ciudad respondían
sistema de escrit u ra propio. L a mayoría d e los g rupos mayas q ue habitaban las tie- a un poderoso sustrato ideológico, que justificaba q ue los ext ran jeros se hiciesen con
rras a ltas de Guatema la no utilizó n unca una escritura d e jeroglíficos, por m ás que el come rcio y con los recursos y que, en tre otras cosas, tuvo su refl ejo e n el arte, donde
el libro Popo! Wuj aluda a la existencia de una escri tu ra k'iche' en esa región. S i bien se utilizaban los símbolos y los elementos estilísticos propios habituales e n T eotihua-
es cierto que los k' iche' desempeñaron en Centroamé rica una func ión m uy dn (fotografía 148; véase Martín, p,íg. I 09).
importante desd e el punto de vista económico com o productores y comerciantes, hay L a conquista de Kam inal juyú por Teotihuacá n aceleró la implantación d e un
que tener en cuenta que hasta el periodo posclásico no estuvieron en condiciones de nuevo orden, pues las ciudades satélite de Solano y F rutal, situadas al su r de Kam i-
senta r las bases de un estado sól ido y realmente efectivo, debido, tal vez, a la fa lta naljuyú, form aban con ésta última un tri ángulo que controlaba el com e rcio entre las
de una escritura. zo nas de cultivo del cacao y las tie rras altas k'iche'.

146 Expansi611 del grnpo lingüútico k'iche' y de la., lmguas


mayas orientab· had a el a,10 200 d.C.
Lo,;. grupos lingüísticos ch'ol ocuparon en d pt.:rioJo cU·
siro una amplia faja rle tierra entre la coMa rld g:olín
de México, en Tabasco, y el oeste de Honduras. F.st0s gru~
pos r h'ol vivían al este de las tierras balas de Chi.ap3S Y
por el sur llegaban hasr::i Copán. De lo:, te ).'. tuS e 111:,cn p-
rioncs de F.! Pnrtón, Karninaljuyú, El Baúl, Chalchu,pa.
Chocolá y Aba j Tablik se desprende que los pueblos
ch'ol. o al menos sus di rigentes, ocuparon un tcrr1rnrw
que desbordaba ampliamente las fronteras de: !tll acni 3 !
área lingüística.

,t

147 Cuila de h · gmpos lingüísticos k'iche' hada el J(){J d.C.

Golfo de Honduras ·Lv ~~


l;::' de Honduras
l.os prim("ros inrlicios arqueológicos ,Je la existencia Je un
grupo lingüístico proto-k 'iche dat,n del· año &00 J.C.
aproximarlamenre y proceden cid corazón del dbrnto ad-

~--
miniMr:n ivo de Quiché, de los valles J t: Sajc.iha ja y J,;t W·
gunit:1. !.os complejos t~e cedmica y, ¡:>Of ranro, b ~gcntd-
~an sc desplazaron desde aquí a la p:i.rte oriental de Gu:ii,-
mala, a Solol:J (San Andrés Semetabaj) y Chimaltcn,ingo
Yukatebn Yukatekan
(Sumpango). Finalmcnre en la fose Sama Clara ( !l)l--)IJII
Ch'olan-tzeltalan d.C.l conquistaron el valle ele Kaminaljuyú y al mi!.1110
Xinka tiempo se exp.,ndieron hacia d no rte v el oeste. Así rt,n~-
- l(riche'an y maya oriental • K'iche' an y maya oriental tirnyeron un:1 rniia ror l:i que los gru~s ling:iií~tico< rh'ol
No documentado No documentado avanz.aron progresivamente hacia el norte.
148 'lr1pll de ina:n;auu. Tiqmmre, ¡:;_ffumtla, Cuuuma/11;
fiur Espu,wza, -100-600 d.C.; arcilla pinruda¡ alturt1
-1-8 on. an(hura 51 rm; wlrc á ún priL'nda
La inílucncü1 Je la metrópoli mexic:rn:i ccntr:11 flc Teo-
tihuacán c11 las tierra~ alta~ d<.' Gu:ltemab y en su ver-
titntl.' Jcl Pacífico es ~,mu lt,ínea t.lt· la ejercirb sobre b~
tierras bajas. L!.t arquitl'Ctura (lt: Kamrna liu}·ú reprorluce
muchas caractníst1cas dt· Tt'otihuadn, aunque tamhién
L1 cer:ímica permite apreciar lu~ cuntJctos existentes.
En Tit¡uisate, pubbción ~itua<l.1 c:<n la ru tJ 4ue unía KJ-
minaljuyl1 con lJ cusu Jd Pacífico, St" han encontradn
numen.has tapa.s de incens:irios de arcilla con decoración
figurativa como !Js que únicamente hahfa en Teotihua-
dn. Rqm..'sen tan a dioses rlel p:rnreón de Teouhuadn
o;11n1Uo.:, nmt·nte engalnnadm. Las ricas aplic;monés se fa-
hnc3ron en moddus y .se sujet3ron rr.'l<; 13 cocción. Dada
su gr3n fr;1gilitlad. l':i.tos incens:mos ren inn 9 ue ser de fa-
bric:tci6n local.

Existen divnsas teorías - que en cualquier caso no acaban de resolver de fo rm a ciudad se despoblase ele m an era definiti va h acia el a1io 800 d.C. y posteriormen te se
~,ltisfoctoria la cuestión-, sobre los contactos existentes ent re Teotihuacán, Kaminal- formasen pequeñas comunidades d isemi nadas por el centro del valle.
juyú y las tierras alta-s. Las bases de las pirámides A y B y la a rq uitectura de talud y E ste resurgimiento está documentado por los mon um entos esculpidos en un es-
tablero, tan carJcterística de Teotihu acán, d e la acrópolis Pal:inga na de Kaminaljuyú , tilo nuevo, por el traslado d e los monumentos antiguos a los nuevos santua rios de la
hacen pensar rn una fuerte presenc ia en la zon a d e extranjeros, que fueron alcan- acrópolis Palangana y por la con strucción de n uevos campos d e juego de pelota.
7.ando po,iciones dominantes grac ias a habe rse casado con o riundos o que sometie- Es posible que la desa parición de las influencias extran jeras hacia el siglo VII y el hun-
ron la ciuda d por la vía mil itar. d im iento ele Teotihuacán pocos años después favoreciesen el reforzam iento ele los ca-
cicazgos mayas independientes d e las tierras altas, proceso en que los k 'iche' clesem -
pe11aron un papel importante (véase Sac hse, pág. 356 y ss.) . El ascenso de los k 'ic he' y
Las fases Esperanza y Amatle de Kaminaljuyú su d espliegue a través de las tierras altas son los p rincipales acon tecimien tos que se-
iialan el comienzo del posclásico, periodo caracterizado por las di sensiones internas y
La fa~e Esperanza de K am inaljuyú (400- 550 d .C.) se ca racteriza p rincipalm ente por los estrechos contactos, mantenidos ele manera libre o forzada, con los extranje-
por la arquitectura de talud y tabl ero, por un estilo especia l de cerámica, con vasi jas ros del centro de México.
cilind riCnrmes J e tres pies
· vistosamente
· · d as y estuca d as, po r 1os campos e1e ¡ue-
pinta · Sólo cuando K am inalj uyú impuso su supremacía en el preclásico conta ron las tie-
go de pelota y por las esculturas de nuevo cuño. En lugar de retratos de soberanos, rras altas d e Guatemala con un estado ca paz de conserva r los recursos hídricos, de
las esculturas representaban marcadores d el campo de juego de pelota en forma d e controlar las rutas comerciales, de d esarrolla r un sistema ele escritura, el e constru ir
~abezas de serpientes espigadas. Evidentemente, a los mayas de aquella época no les obras monumentales y d e extender su área de influencia por buena parte del litoral y
Interesaba tanto retratar a sus soberanos como dar a conoce r su pertenen cia a una fa - el e la vertiente del Pacífico, po r el oeste ele El Salvad o r y por las tierras altas ce ntra-
rnilia o •a un a d etcrnmia · y segu' n parece cad a c1a n eJ'1spoma
· t 1a 1'mea genea 1'og1ca, ' d e su les d e Guatemala. Kaminalj uyú fue el p rimer estad o preclásico del territorio maya.
propio campo de juego de pelota. Su organización pudo ha ber serv ido de modelo en el periodo clásico a los reinos ma -
Como consecuencia de la estabi lidad política a que dio lugar la influ e ncia yas d e las tierras bajas.
!e Tcotihuacán y del restablecim ie nto de las relaciones comerciales con la costa del
acífico, la evol ución demográfi ca del va lle a lcanzó un n uevo punto culminante.
A rnecl iaclo, de la fase Amatlc, los habitantes podrían ser unos 15.000, antes de q ue la
LOS DISTINTIVOS DEL PODER
N ikolai Grube

La monarquía teocrática maya, así como todo el sis- dios d e la transformación y ele las v isiones, K.'awii l e r:i
tema político que la rodeaba, se fundaba en la exhi- al mismo tiem po el dios de la s dinastías reales, pues
bición del poder, cuyo afianzamiento, basado e n la uti - era n funda m entalmen te los reyes los q ue estaban cap;1-
lización de la violencia física, costó nume rosas vidas, citados para tener revelaciones visionarias.
un sinfín d e recursos y gran cantidad de energía hu - F.n muchas estelas apa recen reyes portando t:l cetro
mana. Pero si un rey sabía demostrar fehacien temente de K'aw iil en su mano d erecha. En estas representacio-
que t,nía el poder, que era el sucesor legít imo de l fun- nes, una d e las piernas del dios ter mina en el cuerpo de
dador de la d in ast ía y que los dio,es estaban de su pa rt,, una serpiente y si r ve al mismo tiempo para aga rrar el
entonces le bastaba un gesto de amenaza para conse- cetro. Desgraciad ame nte no se conserva ninguno d e es-
guir sus propósitos y no tenía po r q u é correr el riesgo tos cetros de K 'awi il , pues probablemente estaba n he-
de un a cam pafia militar. De ahí que cl arte cortesano chos de madera. No obstante, en el cenote d e los Sacri-
cumpliese la importante funci ó n de visibili zar y esce- fici os ele Chicbén Itzá los arq ueólogos han encontrado
nografiar el poder real. En su entronizac ión los reyes cetros de madera en el lodo, que en estos casos h a ser-
recibían disti n ti vos q ue simbolizaban su estatuto espe- Yido ele con servan te. Aunque en ellos no aparece el dios
cial. Se trataba ele objetos de g ran valor mate rial y sim- K'aw iil , son una buena muest ra de la con figuración ele
bólico, transmitidos en muchos casos de gene ración en este tipo de disti ntivos.
generación y cargados ele energía cspirirual, de for ma En su en tron izaci(rn los reyes se colocaban el to-
que conferían fuerza s espec ia les a su portador. cado del dios H u'unal (fotografía 150), que o rigi naria-
En el marco d e estas ce remonias d e e ntroni zación , mente e ra una cin ta para ceñ ir la frente ad ornada con
que probablemen te tenían un a du ración de va rios días, fl ores. La ci nta como ta l e ra J e corteza fi b rosa o de pa-
al joven m onarca se le hacía entrega d e un cetro que pel fabricado con este mater ial , hu 'un en maya . Ya e n
representaba a l dios K ·awiil (fotog ra fía 152). Como el periodo p reclásico las fl ores fueron sust ituid as por

151 Tablero ovalada del Palacw. Pale,,que, ca_;a E de{ puillc,n; rld.úm tardw, l1JtbJ
650-fJfi.J d.C.; piedra ca/i:;a; altura l 17 rm, anrhum 95 rm; en .•u luga, dt on¡.:(11
El IL:mud(1 "tablrrn nvaladn .. drl Pa/ac,o <-.sraba cmpotr;1do en la r:ued J, l.1 r.1-
-;:1 E Mihre el trono del rey ele Palenqu1,~. F.n ti ap.uccc K'inich f.10:1Jb Pa~-,1. dé
1~ ::ifü,~ dt: cd.id. senradoen un trono tn form;1 dt un ja,guar h1rtfol11; rcnh1/1 el
tocado re:il en el ::iño h15 rLC. de m:rnos dC" \U míldrc, Sak K'uk ·. 4t1\ munú
el año (>10 d.C., trali haher delie:mpeñado prolx1blcmcmc la rqre:nc 1:i dur:in1r l.1
minoría de td:1d de su hijo.

fi g u r;1s de jade, que las pe rsonificaban (fotografía 149).


E l conjunto d e la cinta de la frente y Lis figuras de los
dioses se llamaba hu'unal y la d ivinidad del mi,m(1
nombre se con l'i rt ió en el dio, de la rcakza. Las reprc-
sen taciones d e e,te dios se reconocen por las tres pun-
tas q ue, como si se lrnt a,c del gorro J e un bufón, ,.1 kn
de su frente y simbol izan probablemen te brotes \"cgc-
tales o bien péta lo,.
Aunqu e e l vestuario ele los reyes se distinguía del
de la gente sencilla y del d e la nobleza por su riquo,1 Y
por la variedad d e sus atr ibu tos. en rea lidad el ven!J-
dero distintivo d el soberano era el tocado. Los había de
d istintos t ipos. pero en ningún caso podían fa ltar l,1s
1-19 Mtiscum . Tikal, /-'r1<!n, Gua/emala, 111mb,1 85 dr la acrópulis nnfle; 1;0 Cabe-::a d~jade del d10J· Hu'unal. tugar del liallazgo deswrmodo; ddsu u larga, plumNs doradas y verdes del quetzal. a,e que
preclds1u; 111rd/o,finales dd .,iglo I d.C.;fur.;,a, 11alva; a/Jura l],5 cm; wrdfo, 600 900 d.C.:_1addta; altura I ?, 5 cm. anchura 9 cm; Salt I..A1ke Cay.
,· il'e en los bosq ues monLafiosos del norte de la, tirrr,11
"J'ikal, ;\Jusro Sylva11u~ 1-\lorley Cru/J ;\luseum of F111,· Arts
. La m:'i~c;:irn pruccdc probnhlemenre de l.i tumba de! fund:JClor de l,1 J111a,Hia re::11 Hu'unjl fue.- ti dws dt' b realeza. Se <lisringue por su roc:ido, cuyas tres pun- altas (Pharomachrus mocinno; fotografía 23). Sus plu1na 1
lk Tik:il. Ya:\ Ed.> Xook. Ue,·:1 b di:iJema r..:al: l'l dementü rricú~pidc dt! cen- ltbrccut'rdan el gorro de un hutf1n. Fn la forogr:ifía ~{1lo :ip:irece una de elL1~.
tro hace- rclC:renn.t a l..1 rcprcsrnuc1ún nuhzad.1 dr una flor y fue ,ust1ll11du en
con stituyen con frecuencia el fondo de las máscar:ts
En rc.t!id.1d "ion representJctone~ esrtl1 z:ui.1 'i rfe floree¡ con l:Jc¡ que los sobn~1-
fe:ch.1~ posrcrime, por l.1 imagt"n dd dio'.:! Hu'unal. nn~ aJurn..1ban :,,u c::ihez:1. de dioses y de anima les así como de otros objetos de l;1
• n inc 1,1 s1rnbólica, concebidos para expresar la dignidad real, el objeto tenía vida. Según la
m,1xin1a impo . . ., . . .
1 , . no ,e· cnronLraba ba¡o protecc1on d1v111a. Son misma inscripción, el tocado de K'an Joy Chi-
que r.:1 ,01cr,1 . . ._
,· ll>s r tsn, en los que se conoce el s1gn1hcado tam nació en el año 598.
,t,nlJ(1,suno, . , . .-
1·1 roe td<> , en los qw: estan 1dent1hcados los Nadie ocupó el trono ele Palenque
cpncreto ( e
c,ent.1d11s por las máscaras de los reyes. En hasta el ;1ño 721. Las últimas exc:1,·aciu-
,)ime, rep r
. ¡)<"ihl, ,¡uc dctrá, de dichas máscaras se nes, lle1·adas a cabo bajo la dirección
11,.1,1011.:, e,
ltmc, 1)rntccrores de la ciudad o de la di- del arqueólogo Alfonso Morales,
1,cu 1ten 1º' <
, . !· h , 111 1",tr.is de anima les representan a
, han descubierto un templo con
0 ,1,u,1 rc,1 • , -
. ,r<>lnhlen1tlllc ,1 los dobles del rey o de su una especie de trono en su inte-
,u \°el 1 '
famili., ,·i nculado, é,>n d destino (véase Ebcrl, rior, que esd decorado con un

r •i:• .H 2) ,.1. . largo texto jeroglífico y con <los


Sobre tndo en la, rnscnpc1ones halladas escenas de varias figuras entre las
en Palenque ,c pr,·,t.1 mucha atención a que se encuentra el nuevo sobe-
l.,, 1n,ign1as de l.t reale2a. Las inscripciones rano, K'inich Ahkal Mu' l\'aab.
¡aogHtica, y lo, rcltnes hacen n:lerencia En el relieve del lado sur del trono
,
1
di\tinto, objeto, 1 .ilio,os que sus predece- aparece el rey rodeado por seis
,urc- o rn, padre, entregaban a los sobera- dignatarios y vuelto hacia uno ele
nos locales cnn ucas11í11 de ~u en tronización. ellos que le ofrece la máscara del
,\p.1r1c de la n nta p.Ha cet'iir la frente los dios Hu\1nal; a sus espaldas se en-
... ,heranos renhían un e~cudo y un,1 punta cuentra el tocado de perlas ele jade
de lanLa. , ímhnlm bélicos que los arompa- con forma de casco. En esta escena
ñanJn en l:i b.,Lalla ..\demás en Palenque poco frecuente, no era n ni sus pa-
hJb1a un tocado re,11 ~,pccial, consistente dres ni sus antecesores quienes le
en un casro for mado po r discos de jade y alcanzaban los Ji,tintivos del po-
,icl11rnado con l.1 im.1gen del dios Hu 'unal der, sino miem bros ele la aristo-
ltutografía I51 ). Scgt'm parece, todos los cracia de Palenque, que Fueron los
monarcas de Palenque recibieron de sus que rn el interregno mantuvieron
predecesores este c"co como distintivo del la vigilancia sobre el tocado real y
poder real. como ,uccdió con el rey K 'an sobre la másc.1ra del dios Hu\mal.
Jo~ Chitam. el hi10 menor del gran mo- En cuanto objetos anirn:1dos, el to-
narca K'inich J:ina:ib P,1kal. Sin embargo, cado y los restantes atributos del
el t<11:ado no lo libró de l infortunio y en el poder rea l debían ser atendidos y
atin 711 K'an )O\ C'hi ta rn fue hecho prisio- protegiclos como seres vi vos, y so-
nero por su l' ne1n1gn jurado de Tonimí. bre todo debían recibir al im entos
Dc\Conoccmo~ , 1t ,unte en Tnnin,í, pero es en forma de ofrendas tales como
pruhahlc que ntJ funa inmediatamente eje- sangre e incienso. El recién exca-
tUtado \ino quL , e1, m.rntm·iera con ,·ida y vado templo 19 e ra probablemente
lnna reducido .1 la humillante condición b casa en la que se custodiaban los
de "rehén imp, ,n an ie... distintivos del poder durante el rei-
Pasaron mis de diez afio, ;1ntes de que nado del monarca Ahkal Mu· l\'aab.
PJltnquc contara ,011 un nue\'o monarca. El trono descubierto por los arc¡ucú-
;\o ileja de ll amar la atrnción el hecho de lugos no correspondía al del sobera-
que en aquel inttrregno el palacio de Pa- no, sino al lugar en el que se guard~-
lenque Sc ampl1,t,t C<~n un ed ificio notable. han y protegían los distintirns bajo
:,,_o cstab·•1 J e,u· n,1do ,1 una persona, smo,
un baldaquino.
como se declt1 ce (1e un,1 lllSCíl(lClOJl
· · ·, so 1cmne,
al tucado re-¡! E '!
• · n t ,e guart a ban Ios d 1stm-
1 ..
livo\ rea l. 1
'es Y e tocado que K'an Juy Chi tam
,lc1(1 en p. 1 . 1;2 F•.u e/11 4, Muchaqui/J, Petiu, Guatemala.
a enqul' T ra, el apresamiento del Pla:::o .Hayo,; dtis1co tardío, 28 de diciembre del ali()
\l)ll<:rano 1 · • 820 d.C.; ¡ne,lro caliza: altura /tjj cm, anchura 82 cm:
, a Jo ya de¡aba de ~cr un simple re-
lUtr<lo rn • Ciudad de- Gut1/emal,1, Mwco Nuuonal de .-lrq11cnlo-
aten a 1 ele su anterior portador para gía y Etnulogía
conveniVie .. . . .- ., El rey divi011,a<lo <ll' Mach.tquiLi~ Siy:1i K"in rh.1,1k
en su pcr,oniltcac1on. Para los ma-
).i,, durante h · - ("El Ch:1:1k 11Jl'idu del Sol") aparece aquí rnn rodrn.
mue n tu:mpo aquel tocado no tue sus nrn:11nr nto3 cckbrandu los dm t'inales de cicln del
u111carnentc . . . ca lt'.nd.uio maya. Sostiene en su mano derc-rh:1 un rr-
un a 101 a tamiliar heredada; estaban
111 trn ron la forma Jcl J10s K'Jwiil como ._ímhnlo de (,lJ
'" encielo
s d e quL·, al igua
. .
l que otros signos de rc,1lcz.1: un pie del J1os dt,;c.1ns.1 -.ohre un:1 "ierpirn1e.
LA GRAN POTENCIA OCCIDENTAL:
LOS MAYAS YTEOTIHUACÁN
S imo n Martin

de gobierno pacífico, colectivo y de inspirac ió n teocrática. Según esta concepción, la


1· rnrc 1 °' •l'J'L'cro, 111·ts !'1,cinantes
· de l:1 ci\' ilización maya est:ín sus relaciones con
.¡ centro d,· •\(ó:ico, sobre todo con la impo rtanlc: ciudad ele Tcotih uac:ín. religión e ra una fuer z:i de u n ión q ue conducía al p ueblo hac ia un paraíso en 1:1 tierra,
M;;\ \l"C l ll<>' <1L

1-:•tJ podcrcl\,I mctri"ipoli, cuya, ruina, ,e encuentran a 50 km escaws al 11orde<;1c d e la donde el rc~peto re\'e rencial al cosmos sobera no no sólo presidía l:1 ordenación urbana.
•· ucl •itl lk ,\ lé,1co. fue el núdeo de una civilizacic'in que e je rció una infl uencia i11-
,1 111,1 1( . 1
sino también el orden soci:1I. Las intens:is actividades com erciak, de Teotih u:1cán fue-

Ir ihle en todo el e,,lano centroamericano. Su arte y ,u arquitectura, inconfun- ron el motor de su in flu rnc ia rnltural y el componente militar no tcnd rfa relevancia
co1111~ •
d,hl , ..ip.irecui ¡· 11 tocia, ta, gr:tndes cultura, ele la zona y em ergen en todo el territorio hasta lechas posteriores.
m.i\J. elnde el nortt' ele Yucadn h,1sra las zonas fro nteri zas de H o nduras y de la co,ta
d 11'.,dlirn en (;11,1temala, pasando por la rc:giún central mexic:in:1 (fotografía 154).
\unquc lo, i1n e,11gadores están en condiciones de ca rtografiar el :í rea de di fusi ú n Teotihuacán: la Roma mesoamericana
tic lm .trtcfoctm y de l.1s tr<1diciones arq ui tect6nicas de Tcotih 11:1cá n, no acaban d e
Jcl ir.ir ,u ,ignilicaciún. Se desconoce h:1sta qué pu nto d legado artístico y a rquitec- Trntihuac:ín entró en la h istoria de ~lcsoamérica corno una ciudad importante en el
t<"'"º era expn:"c'in ,k contactos políticos, cultur:tlc, o económicos. Tampoco es f:ícil año 100 cl.C. y desd e entonces dominó la parte scptentrion:il de la cuenca de la m ontaña
d, terminar dímdc est11,·iernn pn:scn te, l:1, gentes de T rntihuadn ni dónde hubo un m exicana. Cuando alcanzó su mo mento de mayor apogeo hacia d 500 d .C., podía ufa-
imple procc,n ele ,1,imil.1cicín de sus logros y avances rnlturales. La inteprctación d e nar,e ele tene r c.:ntre 115.000 y 200.000 habitantes. Su urbanización respondía a un es-
b, 11hr.1\ de :irte de Teouhu:tdn llevó a algunm investigadores :1 pensar c:n un sistem:1 tricto modelo de tablero de ajedrez; hasta el río San Ju:1 n, que antig uamente atraves:1ba

l\J Trmrl,dr{Jur,~/, ,,..u/. fro11/wtJflÍII, Jláuo;


• <11J.I.'.
t tr ,-Ju t1c (Jur11.1ll11,1tL t¡ur 't' .,In c·n c.:\ 4.'llllíO dd
mplc10 de: IJ C1t1dJcld.1. 1u,o llllt' '4.'r 1k >,:r,111 nn-
,.iftmet Jl-lr.1 l1r- ,ohc.:r,11111, clt ·1tot1!m,1dn. Co111111..vi-
n ,1i,. ,.1h.h, l.1 f.1ch,1d.1. ,H lt\l!Lllllt'nt ~ t·,ndp1<L1 l'
nh pm1.1d.1 l II hrdl.unc:, 101111, rn1m. \ trdu, }
.,._ nílc-tJ un m1111du 1ll· .,gu.1 dd t¡uc: fnrm,,n p.iru:
"lft1tf.1ilo 1<rpttnh, ,.-,pn 1,110 l ..1prnntr,1 t·, (Juct-
d. l" l.1mo,,1 •·,t rp1rntc: t·n1pl11111.nl.1"', L, \q,:uml,1
tn turm.1 tll lol ,Hlu ., lom1" dt: l.1 ¡mm~r.1, rl·pro-
~ uru Jnt1,:.u.1 1m.1;t:n dt \111h(o.ul. l.1 "St.:rpll'llll'
b 1uu1~... d foJ,!11,u d,u., ti( l.1 ~11nr.1.
Palacio de Quetzalpapalotl

Pirámide de la Luna

Plaza de la Luna

1
1

1
1
¡ Pirámide del Sol

: ;
o
....-W o
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:' :' o •

Templo de Quetzalcoatl
. fri ó una rectificación y hubo de d esli zarse por un canal con re-
l ,erpcntcan cJo, ,u
d u,::Jr m1la rcs (futografü1 155).
lo rc<tJn,-- · d
. . • 1 1 1 ciudad se: mantenía casi· con exactttu 1 1 c.1· .•
rota en a 1recc1on no rtc-
f.l c¡c princip,t e e a
, I· . Izad I de lo~ Muertos, que era u na ma jestuosa vía procesional tlan-
ur co111c1d1a cor .1 c.1 ., • . . •
> I ., do número de plarníormas de tem plos y com ple10s de pa lacios. U!lla
UC".ul., por un e e, •1 . . . • .
q _.. lcst ,cadas de la c1uda<l, concretamente las fo rm idables pir;11rndes
" 11H•llllll1Cnto~ 111,lS l • . • .
do, mont:tñas constnudas por la mano del hombre que unICamente
kl >l \ J<" 1J I, una, . •
. 1· ·<>11 ,lidad del trazado urbano en la medida en que establecwn b
1
Jol\.1 IJO 1.1 bl t 1mem ' .
. ·, n Jirecciún al oelo. En el ext remo sur de la calzada de los Muertos
tcfC'C'íJ ,June11s1on e . • .
• ~ , .1Cim cercados. F.I pri mero podna haber sido la plaza del m ercado
lul!b "'"enormes-> 1,. · . . . . .
- ,I I 1, Jc> ccinondo con el nornbn.: de C 1ucladela . , mclu1a un compleio rcs1-
J"•"'•i=: e ~egu1 e • • • • •

dt1icia 1. que pm1o Jnbcr . ,ido h se<le del gobierno <le Teot1h uaca n. E n el cen tro de la Crn-
. .
·th·t el templo de Quetzalcoatl o templo de la Serpiente E mpl u m ada,
,la,I 1J 1t: cncun tr, • . . . . .
· le suntuosamente decorada con d 1v1111clacles de se rpientes esculpid as. U nos
Un.l plí,lllll< . . ,
lW¡ 1 ·,os de vil'iemhs
· • que ocupaban un;i superficie supe n o r a los 22 km·, rodea-
l ""' rompe .
h,m lm l"tiificio, ccntrab de la ci udad. Las viviendas, de una sola planta, estaban cons-
rrunl." con piedras o adohes toscamente encajados, llevaban un revoque de yeso y esta-
han \t:l~lr,idas unas tk otr.1~ por una., calles estrechas. En su interior todos los com plejos
,h,rc•mJn J e habitaciones y patios unidos entre sí y ha bilitados com o cocinas, dormito-
m~c>JlrnJccnes; en dios se guartbban además los cofres comu nitarios o fa milia res. Uno
k lo, cnmplejos excavados tenía 176 salas.
J..i principal ca racterística de la arquitectura ceremonial era el estilo <le fachada " ta-
111,I, 1ahlcro'' (fotografía 156). Au nque no se trata ba de una creación propia (posible-
mente 1t: desarrolló en l.1 cerca na zona de Puebla), fue uno de los prod uctos de exporta-
(ÍÓO ,nJ, cvnocido <le Teotihuacán (véase F ahsen, pág. 95). Los edificios d e este ti po
prorntJn .1hernati v:11nente taludes oblicuos y tableros salientes en form a de cajas; esta-
b;an cvnmuidos por bloques de pied ra dispuestos sobre u n núcleo de adobe, llevaban un
rc,••fUt' de )'tSO y estaban pint:1dos con motivos fig urativos ele seres fabulosos, por e jem-
1""· v con ornamentos acufocos y flora les, todos ellos con una paleta de colores en la q ue
Jlrc:doniinaban el rojo y d l'ercle, Esta tradición de pintura mura l vigorosa, aplicada con
\"flJ.,dcra técnica de fresco, a parecía con m últiples m oti vos en toda la ciudad y, sobre
tocio, en el interior de los complejos de viv iendas. En el arte de Teotihuacán la abstrac-
ctl,n ~ IJ\ formas geométrica, alcanzan u nas proporciones más relacionadas con Suda-
mcn,a que con la tradición centroamericana, en la que tanta importancia tuvieron. Los
Ofnlmcnto, floral es y la afición al detalle minucioso compensaron y suavizaron esta base
tslfocJ, Los dioses y los príncipes retratados dan la impresión de perderse en la m agn ifi-
cr:rn:tJ <le m ropaje (fotografía 157); las capas, los m anto nes y las borlas porfían con las
plum.,~. b s pieles y las perlas por ca utivar la atención <lcl espectador. El adorno más lla-
ftUll\o e~ el tocado con plumeros de altos vuelos, generalmente asentados en la cabeza de
un huho, un puma, un coyote o una serpiente, a través de cuyas fauces mira el portador
dd ••oeado. Los redondos "'ojos saltones" y h1 s belemnitas del dios de la llu via, a quien los
au«a~ IIJmaban Tlaloc, aparecen en muchas obras. Los guerreros representados están
arm.i.l~ con ese u d o, fl ec has y 1anzac1ar<los de ma d era, que postcnorrnente
. . '
se designaran
C•>n c:I nombre 1 , ¡ 1 b
e e at,ar; a gunos !anden espacias de pedernal con corazones hum anos
arr,.,c'-l<los en s E . . .
us puntas. n otras representaciones aparecen com o ammales d e rapiña
ron d búho t n p · , · (e
n m cr termmo 1otografías 158 y 159) y con m a riposas y le pidóp teros
nocturnos, deseo . l 1 .
hui nocic ns en estas at1tucles, que en esta cultura eran probablemente sírn-
'" de la fugac 1·dad de Ia v1.<la d e un guerrero o tal vez de su alma reencarnad a. En
.
las

"5 lf,,-,1. I
Le, aia ~I rnuro urba110 de Tror,huacJn constituían sus extremos n orte y sur. El río Sa n Ju:in 1 ya ra- 156 Fachada "talud y u,bha". Mundo Perdido, Tikal, y Kaminaljuyú, c:n bs tierras altas de Gu~aemala. L.1 pirá-
Ptt
PI <tnirn urbano
d -k '
• e unos 1 · m- de su1X'rficic
•t
•P<«•Jr el pi · nalizaJu en la época pre.hispánica, arrnvl'saba la ciudad en Guatemala, pirámidt! del Mundo Perdido (5C, 54); dásico mide principal riel grupo cid Mu ndo l'mlirlo de T ibl, del
<ie l'<lllt I ano 3 ¡ed rcz:1Jo ·
de ll·ntihu::id n. F.I
•r,, tnrr<spond 3 11 • 1 dirección t'ste-oescc. Hasta la fecha sólo ~e ha exc:wado una temprana, 250- 500 d.C. clásico remprano, perrnitc n.:runocer b altern:rncia de los
~ tc\lrrr J.. e • 1.:a z.acb Je lns .\fotrtos. que pa rte de lus edificios Ud centro. Las fachadas realizadas en estilo "ta lud y t.3hlero" son c1• taludes, cortados oblirnamcntc. y Je los tahlcros, cornisas
n,,nt a sur· 10 J .1
raa. ,a ,fe ª argo ue 25 km y sirvl' de ractcrísticas <le la an..¡uitectura de Tentihuadn. Aparecen dobles s:ilientes en forma de cajJ!.. En T ik::il, las fachadas
unil u ()lra m J
~ ~ I . ' ancra a to ,1'> L.li grandes cons- en m uchas poblaciones con las que la ciudad tnJntm•o ''talud y t.1blero" son anteriores al año ,J78 d.C., lo cual in-
~ I; (1!1,lnt
3
Ciudadela Y el C:r;in Merc,du <lel sur rda<.'iones comerciales o a las que extendió su :ímbito J e in# <lirn q ue existían relaciones entre bs dos ciudades antes de
5
<>e.u pir midcs del Sol v de la Luna que
fluencia, como por ejemplo Oxkintok, al norte de Yuc:itán, la llegarla de Siyaj Kºakº.
pinturas rnurales se r epi ten los grupos de ho1nbrc:, que ca ntan o salm odian; d esde sus 157 Príncipe de Tc-otilum<'IÍ11 . ºfrurihua cán, árm residencial la mané> dnl'ch.i lln ;1 u na buba ,c,,n l:1s '>frenJas qul' e,-
d,· Tc-d1i,uwrirlá; hacia 650- 750 d.C.; <1/rura 70 cm, p,LíCC con hi i~quinda. Dl' ,u b,,ca s:1 li.' una "rirn··. gue ,.,
labios se despliega n "ti-ras" con decoració n fl o ra l. anchura 97 cm¡" Son Fmncúco, Tlu· F ,"11c .-lrt.i A.fru,·um un t·anw v uua n111rió11; ~u ck ,(,rnrión de íl<lres y :1m 11k-
R esulLa extraño que u na soc ied ad tan con1plcja dispusiese únic.11nente d e una esc ri- of Son Fr<1ncisc-o los ,imboli:ca 1:1 ·'sanLidad'". El prín,ipc :1p:1rece :1d11rnado
F.sre fr::igmen to de un a pintura 1nur:il ~e encontr ab:i o n g1 - co11 los or naml'n tos dt' "ojos ,.altunt:s" }' con 1111 toc1 dt• c,,n
t ura rudirnentaria. E s c ie rto que en las pa redes y en los paneles delas plazas públicas apa- n:i ri:imente en un C(>mpleio de viv icnd.1s ~1ruado cerca dd burlas. EsLc úllirno podría rndicar su posicion surial ,· ,e
recen antropónün os y topúni 1110s e n fo nna de jeroglífi cos, pero hast:-1 la fech ,1 no se ha en- ce nr ro urb:ino y represent;1 a un , vlwrn rm de Teotihuadn. rq.>ilc en la parle iníc riur dcrcc.h.1 dd glifo de su nombn,.
Las h11elbs de los pies indic:m d rnmi nn que recorre. Ea
contrado ningún indicio de un siste ma de esc r i[ura sin1ilar al desarrollado por los n1ayas
y por ouos p u eblos n1csoarnericanos. E sto signi fic,1 que cu n to d a p robabilidad está defi-
niti van1ente cerrada la vía Je la con1 pre n sión real d e la extraordinaria historia de esta ciu- abrió paso n todas las region es d e M esonm é rica. L'l amplia d ifusión de la cerán1ica de
d ad. Sabe n10s 1nuy poco d e la población de T eotihuacán como ta l, d e su p rocedencia, de esti lo "naranja suave'' es un nuevo ind icio e.l e los contactos m antenidos con Teo tihunc5n:
su lengua , d e su estruct ura social y polític:1 y de rnuchos o tros aspectos d e su vida . L a fa lta lo s productos d e este estilo se exportab:~ n y se in1itaban con frecuencia.
de n1o nun1entos dinásticos confirió rasgos in1pc rsonaks y colectivos :1 su e ntidad est::i.rnL El a lto n ún1 e ro d e representacion es n1ilitares lleva a pe n sa r que ta n1 hién el oficio Je
No obstante, las íasruosas tum bas exc,1vadas, corno las del te rnplo de Q u etz,.-tlcoatl, indi- las a rn1as d escn1pcfió una función da vc e n la p rospe ridad de la ciudad. L a potenc ia bé-
can que existía u na c nor n1e distan cia e ntre las difcrt:ntes c apas sociah:~. li ca garanlizaba la seguridad J e las r utas con1e rciales d e Teotihuacán. En la época azteca
La gran riqueza d e l,1 c iudad se basaba, e n tre otr as cosas, e n 1a fabr icación de artíe1J- - varios siglos d espués- exist ía u na c1st¡1 d e co ,ne rcian tes soldados,poc!tteca, que cun1plía
los d e artesan ía y e n el cont rol d e Jos recursos cla ve ta les como la obsid ian a, la roca víLrea una Funci ón esp ecial en el con1ercio a brga distancia, d e n1.odo que tan1bién ca he su pone r
volcánica con la que se p reparaban afiL1dísin1as h ojas de tocio tipo. Con su típica tonalidad la existencia d e un sistcrna sinlilar d e d ispos iti vos de segurida d ,n ilitar en T eotihtw cán .
ven .Josa, la obsidiana, explotada e n los yaci n1 ic ntos ce rc~1nos d e T cpc:-i pulco y P::ic huc:~. se ()e h ec h o, ln.s pochteca aztecas e ran sólo u no d e los distintos instrun1e ntos ·d e un r eino

. , ·¡ ". e, de rnpone r, por tanto. que buena parte de la riquez,1 .icu rnulada
lJllf ex1g1a tri ,11 1l.. . . . .
.h : '°ucr obtenida ¡ior la fuerza. En cualquier caso, es posible qu¡- se requt-
,or Tcott u,tc,111 , •I . . . . ,
1 . J ,, inrrrcsos par:1 sattsfan :r la, necesidades de los habitantes ele Teouhu:ic:m,
nc-..:n gr.m e ¡-, .
, . i·id,» como ¡iarn que el cultivo de los campos ele los alredcclorc, les pro-
1
lJll<" eran l 1cl1 •" •
. , sulicit:nre, .1!tmenws.
puroon,1,c . . , , .
. ·¡ . c'ii, fuc una n udad cosmopolita; acog1a a un numero considerabl e d e ex-
l c:ou 1u.1 •
, ¡ rrrup<» lk- la, colonias dt: los territorios mayas y ele las n:gioncs de Oaxaca
(r,lll)Crm) °' ,-,
• , ¡·orm 1b·tn barrios independien tes, e n los t ¡uc se conservaban muchos elc-
1 \ c r,1rru z · ·
" su cultur.1 o1utí,crona, como, por ejemplo, las técnicas ele construcción, los ri-
rncntns J,
· littnnciírn , los cstilos dc cer:ímica. Scguramente algu nos extra njeros eran co-
to-.,1e 1n • .
"' c,t ibkcidos allí ¡1o r motivos profesionales y por su libre elección, pero es
mt•rc1an t" ·
ue lo, dcnns ,e e ncontrar.in en T cotihuacán desplazados cont ra su voluntad.
¡x1,1ble q · . _
rn iodod mund<1 Li, grandes potenci.1s han obl1g,1do :1 los representa ntes ele un pueblo
... imctido. gcncr.1ltrn:11tc :1 los hijo, de sus soberanos, a residir en la capital de los vc nce-
ilore,, donde .1ctu.1ha11 ele em h,,jadorcs y a la vez de re henes par:1 fo rzar el buen com-
1,.1n.11niento tk ,u fami li:1.
Por tan to, .:n conj unto la ciud,td de Teotihuacán y la cultura de sus habitantes cons-
lltll) Cll un fcní11nrn11 incomp:1rable; fue el centro urbano rn;ís complejo y m ás poblado
,Id periodo cl:ís1co. a,í como un:1 inigual:ihk su perpotencia cultural y econí,mica. Su es-
plendor duró más de 500 :11ios, pero e n el sig lo \'11 sufrió una decadencia devastadora.

ts, FrJxmr1110 dr ruwm.J mwtd m u ('/ búho de la guerra. guerreros o incluso de un nombre o Lítulo pcrson:11. Las
Tt011ltu.1uín, Jre,J u·.,u/c-,u1,t! de Trdrlnanlitld: hacw 1..~~p1r:1b, que s:.ilen del pico :mn un motivo frt·cuence en d
6.JIJ i'StJd.C.,frrsco; ,tlrw.1 ~(1, iwclmm J0,5 cm; Ciudad :1rre e-le TcmihuJdn y represrnrnn p,1lahr:t:i. h:1bbdas o
ú ~l,.nrn, lnmruw \"a( u,na! ti,-. ln¡um/()¡:ia e Historia c:rnros. El búho <le b guerra :1p:irerc uunhil'n en d arte
(n I ff<" lu, mrnin,., h~ l1co~ 111.i, 1111port.1nres ,le Teutihua- maya, donde ;tcompa1i;1 :d dio~ 1., qur cr,1 Unto un .._Jios de::
ffl l"\ d huhu con (:seudo ,·1rc11b r y arm:1do con lanzn - l., ~uerra comu del rnmercio. dm ,1~penos i11ti111~11rn.·r1te
lu ~l'I (lltl,u/J. St-~ún l.1~ dilerenri:<: mterpret,lounc~. Sf• rebc1011:u..lo~ co11 la i11íluenc1~1 ejerc1rb por T<'otilHl,tdn t:n
tut.s unil d1\'11111bd, dt· 11n emhlcm;t de un:i cast:1 u ch11 dl'.' el tc::rriwrio rn:1ya.

Los edificios públicos del corazón ele la ciudad fueron sistem:íticamente incendiados y
destruidos, saq ueados por los invasores o ar rasados e n el rnrso de una revolución in-
terna. H acia el aiio 750 d.C. la población Je Tcoti hw1eán era sólo una m ínima parte de
la que fue e n 01rns tiem pos.
En su época, Teotihuacá n fue e l cen tro del mundo m esoa111cricano e n l,1 mism:1 m e -
dida e n que !forna lo fue del med ite rráneo. Es ev idente, sin emba rgo, que el im-
pe rialism o de cuiio m esoamerica no se dife renciaba de su eq ui valente occiden tal y q ue
posiblemente sólo dejó débi les hue llas a rqueológicas. Dada la falta de pruebas conclu-
yentes, son pocos los q ue se atreven a h~hla r d e un " re ino de T eotihuacán". En luga r
de establecer un control rígido sobre los territorios conquistados -algo q ue sí hacía el
maduro Imperio Romano y que dio luga r a las enormes obras públicas distribuidas por
toda Europa-, los mesoamericanos pensaron más en 111cca nismos ele control de carác-
ter "hegemónico", pero con estructuras flexibles que accn t1.1ah~1n las vi nculaci ones pe r-
sonales con las e lites sometidas.
E s importante destacar que, en cuanto tern:i s del a rte de l e otih11:1dn, el militarismo
y el orden po lítico hablan su lenguaje m:ís claro fuera de sus fro nteras y, sobre tocio, en el
territorio maya. L a información fac il itada por los mayas ofrece literalmenle una visión
singul}1r d e la influyente potenc ia de su tiempo y a la vez proporciona datos fu ndamen-
tales sobre el concepto que los mJyas ten ían de sí mismos.

159 UtÍ/w dt' la gm:nu rh· Teotihuauín. Lugar del ht1!111:::go dc:: ccdmica y reprod11c1..· d motivo. c~lili:¿;_ufo 1i~lM:1 cun-
deiconoctdo; /moa 650-i5() t!.C.: d1Jmt1m 26. ./ cm; Cmdad \'erdrse en emblern:-i. rnn 1•1 ("Seudo c11 posinún n:ntr,d y
de Mlx1ro, ~\fruto Naúonal d(' .-t,111upologiu con d:irdú:. cruz:ulos de a1lt1tl. F.I mi:-.mo motivo aparl'ct di..'
E~t.1 mar.tv1ll0~.1 rt.'prt'"~l'nl,lC1ll11 dd búho dt' b guc rr:1 fnrm:1 s11nilar e n l:u; pi1nur;1<; muraks. e n las t:tT,Í1111c1.~ y en
de Tmtihu:id n ap.1rcct· c:n la tapadna di..' una v~\sija ncgr:i l:i~ esculrur;1s de p1edr.1 dr T('\1tihuad11.
Búho Corazones
✓-~~;,fü\J> . .]:·' ;{ :/ ¡) ~ ·,· no
Plumas de quetzal

,.• .
---:-<. K'uh (dios, sagrado)

Mano repartiendo
cosas sagradas y
de valor

Teotihuacán y los mayas 160 Lo "sustancia jagrada" de Teotilrnaaí11. faqzduda: bs divinidades. Por otra p~1rte lm símbolo~ carar1N1zab;in
dl'talle de la pimura mural de Pórtico 1J; Teotilmacán, las distint.is formas tlt exprtsiún ural. como CJlllo, c.innón
México, Trtitla: drrec/111: dewllr de la esrrla 316 de lírica y poesÍJ (véase íowgrafía 157). En el perio<lorb~ic11lus
La influencia de Teotihuacán sobre los may;1s :,parece docu111<.:ntada arqueológica- Yuxchildn; ~'axl·hildn, Méxllv may::is incor¡xiraron progresi\'artl("ntC los concq1tm \ d len-
El río Je los dont's que distnbuía la Gr:1n Diosa dt' Tt'oti- guaje sirnhólico dt Ttolihuadn. L:1 ··sust:rnci<l ~:i~r.1L!J"" Je
mente en su arte y, desde hace algunos arios, en sus inscripciones jeroglíficas. Ambas áreas
huad n tenía cadnn Jivino y valioso tn virtud dt· los cm- Teouhu:idn accedió a los jeroglíficos may~,~ k'uh td 1oi) l
ofrecen sus propios puntos de partida, aunque lo que más llama la atención sea la función bkm;\s en l'l txi::ill'Ott'::., como curazonc::. c.:stilizad~. va lvas, k'u/111/ (s:ig-r,1do;superior clrrccha). Asimi'\muap;ucc1,m •111 ""
ojos. m;.1110~ y ílort:::.. L1 mi::.rna sustancia ap:m.:cía l'n !u::. ritú::. tivos propios de Tcotihuadn (inferior derecha) en Li, ri:prt~
que la representación alegórica al estilo de Tcotihuacin desempeña en el arre maya.
<le la ::.icmbr~1. rcalizaJos por prínci~ 4uc pcr~nificalxm ,1 sent:iciones de los ritos dl' la siembra de los rtye~111:1ya~.
Importa su brayar que nunca hubo una fusión real de los dos estilos; indiscutiblemente
los motivos de Teotihuacán aparecen siempre como "ajenos" y "extranjeros". En el regla-
mento ele la moda maya los elementos ele Teotihuacán forman un capítulo aparte. En de- El uniforme de gala mexicano se completa con un escudo cuadrangular, d iferente del cir-
term inadas representaciones sólo se incorpora un motivo mexicano aislado a la, ro pas de cu lar de los mayas, adornado con la serpiente de la guerra, y con el lanzadardos o arlatl.
estilo maya, mientras que en otros casos la influencia de Teotihuacán se extiende de la ca- Todos estos aditamentos aparecen en un contexto bélico y simbolizan caractere, espe-
beza a los pies. cíficos que los reyes mayas u tilizaban para dar a conocer sus victorias, en clara referencia
El tocado siempre ha siclo, en tocia el área centroamericana, un soporte ele pri mera a la temible fama de Teotihuacán como potencia militar. Había un segundo tipo de roca-
clase de informaciones simbólicas y en mucho casos debe "leerse" como un texto. En el do que podrfa ca li ficarse de "corona". La posesión y exhibición de tocados ele prestigio
mayor y más voluminoso tocado con que se presenta un rey maya aparece una serpiente desempeñaban un papel fundamental en las ceremonias de ent ronización. El estilo de ta-
monstruosa y acorazada (fotografía 162). Como predecesora del dios azteca Xiuhcoatl, esta les distintivos refl eja en muchos casos relaciones con Teotih uacán.
divinidad constituía el centro de un "culto de la guerra" en Teotihuacán. Los mayas la co- Un ritual maya especialmente vinculado con Teot ihuacán fue la "ceremonia de l3
nocían bajo la m isterios:, denominación de waxaklajuun ubaah chan, "serpiente de 18 ca- siembr:1 ··, durante la cual los soberanos esparcían gotitas o bo litas sobre un alr:1r. pre·
bez;is" (fotografía 161). Las realizaciones afines de tocados mexicanos eran u n casco re- viamente atado y anudado con cuerdas por razones desconocidas, o sobre el fuego de
dondo de plaquitas de valva, que los mayas llamaban kojaw, y un "globo" deforme de piel un brasero. La bolsa de la que extraían las esencias pendía de un asidero y estaba inv3 •
de ciervo, al que se incorporaban plumas de búhn de punta negra. En estos contextos se riablemente decorada con motivos mexicanos.
repite el motivo de los "ojos saltones", como máscaras o como simples círcu los fij ados en En realidad en las pintur,1s m urales de Teotihuacán se representa exactamente d
la frente. En ocasiones se observa incluso la trompa estilizada del d ios Guem1 Mariposa. mism o ritual; en este caso las ofrendas del ''cuerno d ivino de la abundanciJ" consistfon en
1111

•1 a amuletos: yalvas, corazones, ojos, flores y m anos. No se sabe qué es lo


oh¡etos paren ( os , • . . .
e es¡,a rcí,1, aunqu e es posible que la sangre y el 1nc1enso fueran las ofren-
que rea1111entc s " . ,, , .
·-idas para la esencia sagrada . Segun parece, las dos culturas asoaaron
,!J, ,n.ls .1prop1, . . , .
• ·¡. re< a esta sustancia q ue los mayas denommaban k uhul. La palabra den va
,ooceptos s1m1 •1 · • . • . . . " . ,,
• ente de k 11/1 (Jws) y, por tanto, significa simplemente sustancia sagrada .
ctunu16gicam
, - ni" )'ª corres¡,ondiente a estos conceptos presenta algunos de estos amuletos
( ( ¡crog1I 1ICO " • ., . , • , . '
la media v,1ha que tam b1en aparece en T eottbuacan. Segun esto, el nto de
pPí CJClllPlo. ' . '
.cm: ron tod,1 ¡mibahiliJ ad un o rigen m exica no (fotografía 1(,0).
1J ,1tlllb r.1ti
FI iguiente ejemplo muest ra cóm o los textos jeroglíficos reflejan con clarídad el
.·cano con el que ma ntienen relaciones de reciprocidad. Un signo que aparece
.inc 111cx1 ,
con frecuencia en la, representaciones alegóricas de Teotihuacán ha sido descifrado
corno pu O
como puli, rncJhlo maya equivalente a "panoja d e caña" (fotograffa 164).
\ i~ntlicmi,•amente lo, textos cen troa mericanos de la época colo nial hablan de Tullan o
luj!,H del cañar cral''. Esta. ciudad legendaria era la imagen misma del orden social y
Tocado con
rdi~w,o. ¡--;0 ob, tante, el conc<:pto se a plicó a toda una serie d e centros del poder polí-
11m ) mundano.
Cuando se planteaban problem as de leg itimación, por ejemplo, los reyes insistían
en pmccdcr de una din,1stía real dc Ta llan o peregrinaban hasta allí para legitimar su

serpie te
t•I Pmu-,¡,t nl.ll'J tbttdo ul molo 1/t- 'frouhuauín. Teorihuadn, los cuales, según los casos, le confe rían el de gu ra
NtntJ ,k uru1 ,·.,1/tJ pmradú en(/ r·,,11/0 ,rid,cr, rnngo ele fundador, ele cnnciuisrndor o <lt. rey supremo. El
Jd /w/1,:go Je,((lll<>mlo, haá11 7/JO d.C. prí ncipe cab:ilga sohre un:-i scrpicnli.: Ut: guerra con gran-
f-!.r.1 l"-11{º h.almual yue d prín('ipc m.w.1 J t h1 escena in- rles "ojos sJ.ltones'' y ll ev:1 roc:ido dt· borbs y cerro dc-
kflOf !i(' nwle;uc clr 1.rnto!:I 5imholm...111.:nu, nrigin:irio::. de g;mc ho.

Tocado de borlas
de Teotihuacán

om)

Prisionero
desconocido

162 U , sl'J'pie11tr dr lll guam entre Íói nW}as. Bo,wmpak,


1 este monumento maya t3rdío :tp;1rccc Yajaw Chan IV1u-
Mfxit o, dib19·0 de ii, estela J; 785 d.C. w.1:rn {príncipe <ld h~ildm celeste). rey dr Bonampak. con
Lvs rep:s mayas dd periuJu cl;b ico .1Jt,ptarun con fn:- una scrpicnl(' de grn:rra corno tocado y 1.:011 un arlar/ o b n-
Serpiente de guerra de r uencia elementos Jd pott=-ncial btlirn Je Teotihuad n zadardo:; con el m i:;mo motivo,
tstilo de Teotihuacán Adorno posterior de plumas para com pa rti r d po<ler <le los dioses de esta ciudad v la
Ojo saltón de búho con puntas negras fama <ll' sus habita me~ como cun4 t11staJores y jefrs., En
163 Cvnjmd, wn de Ulld 1·1s1ó 11 dr Tev11h1td(ut1.
)'axd11ftí11, .\l(x1m. d1111d 25; ht1c,a 7](; d.C. ; f'lrd,,,
atliz11: 11/rrou / ilJ, I cm, ,mduml 8f>.3 nn; L,md,0
IJnt1>h .\Juscum
K':1h:·d .\uok. rcm.1 t.k Yaxch1l.ín. ritnt.· un.1 \1, 11111
tr,111 una t·xtrarnún rnuJI ele )JílJ,:fC. HJ cr.n ur 1
1 14
un mon,tru o nu-Jin corrompido. un \t.·r ,t nh ¡111
c;1111mo entre 1:1 :,erpic:nre } 1.u mortal c·ncm 1..,110 d
C1<'mp1~'i. 4ue lln.1 r l pt'nar ho Je la )trpll ,1, ,Ir
guerra O, Ttmihu.1d n. De fi.m, foucc, ,.,le un 'lit
rr<'rv .1rm,1dn con tot:aJu dr borb~ y mJ,cJ :,,. ,lt,-
"010, sJlton1.)", :11 que f l texto .uljunto ,t:1hb ,, 1111.,

d "rx·tlern:11y d rscudo" dd dio~ prokr wr lll.J\ llll-


ponantt' de \.1xchiLín. St.· tr;11,1t:on cud.1 ¡lr,,h.11,,i.
Jad de un:1 n.·p re'icnt.1c1ón Jel rey ltzamn;i,11 H.d.un
(J.tgu.l r escudo II ) rumo protector tle l,1 cmJ.1d

\· · ,:
r!- '.,'

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:~ ,,;y,.
.i
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., . ,._~ t,.,
164 jcroglíjiros maya; , 011 rema; de TrollhuJü111
;, En l.1,;; msrn pciont"s m;1yas ap.irccen nombrt-<i l "pt:,ifi
•,r mentt' rel acionados con lug:1 r1.:) comunt\ y cnnnptc)(i
;- TeotiliuJcán. A~i, por t jcmplo. )abemo) qu<' In-. m.1,,1, 1
m:ih,111 1fü.raklajm111 11bt1al1 clum ( 18 .:.ir:1, t.11:nt· l,1
píenu:) a b omnipre~nu: serpiente ele µu err.1. ti ,1m
<le nn.i pano1,1 ele cañ:1, q ue !.1gn1fica puh (cJ ñ,1), rdlt'j~
cunccpcic)n dt· TC"otihuac:ín como Toll,111. t \ ,h ·ir. e
un "lugar del cañaHrJI... Con mtnos fnrtun.1 ,t' h.1 el
fr;_1do el signu de l.1s ~antorcha, cru7~1d:1t . t¡Ut ,ug1
una ('Spt>cie dl." 1oedc primiti\':1, luí!;ar de ori,-!t:11 , lOn
·9- 111or.11h u de un:i clin.m ia vincula.da con b p.r.111 \ 111d.1d
,,, Tco1d1u.1dn. Unn dt· lo,;; tínilc1'i real<.·) 111,1\ Jite,~t'f,1 d
kdlomu', q ue )1gniíica m:b o meno) ..gran pnn..::qv" u
du~o "emperador''. Unirlo., onchk'm <l,1 lug.u .1 l.1n p
siún "gr:rn príncipe <le occu.lt:ntc", rd,1cio11,1J.i. cun rd
nJIH.b <k-.!> llegadas tlt· TcQtihu:ic.ín o qtll" li,lli,111 \ Jlcr
hecho ck· que ) US nrígenc~ t)luvier.111 en C', l,l t 111tl.1i.L

165 l..lrg11da de los mcflcanos. Tikal, Gu111rmu"1. h:uiil


400 d.C.; arcil/11 mcitlu; drp6sito 1lesco11()('ido: d;b1yo dt /,¡
U11wer1idad dr PemilMnia, EE. l li.
La t scc na rcpr0<luc-ilb en esta cer.imica nqrra pndri,I rt
prl'scntar en forma 1tlc:1liza<la IJ llcg.adJ de lo, fllt\lc;a
no:. :1 las cierr~1s hajas mayas. A b de:rech.1 J¡tirt'"' un
templo de estilo .. rnluJ y rabkru... 4uc pm ihlenu:n" , inl·
bo!Jz3 la cmdatl mi~,n3 rl(" Tc:-ouhuadn. J e J r,nd~ ..,ik UD
_grupo ck person:1~ con indumcnt:1 ri.1 nu.:Xtt"aJlJ. F.n pw
, l ,1¡1,na·
mc.:r lu~ar cstJn los guerreros, ,1rm,1dm con 111 .1 Jo
cl.lrdos) y ~ardos; le~ siguen rc r.!>Oll311d,uk'i C"tlll ro(J
11
dr borl.1) y va)ijas con r:1p:1dcr:1 ) tre!li p•1r.,, Sc- il,ri~t:n
otrJ t:iuJad, h;ibu:1d.1 por gcmcs que prc~enc.111 I,¡, cJrJC
tcrísric:1) cípiG1) de- lus m:1y:1s,
- · 1 .1, lornn ban parte d e u na concepción jerá rquica del u ni ve rso,
•n1<l,,tl real". 1-:.St;t > lt "· · • . . . . .
d i); é • . -r 1 11111 ,ho 111:ís amplia y no se lim,taba al mundo mortal, sino
Ut <n ('enrroarn •ne., e . . , .. ,
q I ¿· . fl hecho de q ue Teot1huacan ocupase la posrc,on de Tollan por
tillllbrcn ,1I tk o~ ,mo. . . . , . .
. ¡ ·I a' m hiro centroamerrcano duran te el penodo clas,co refle¡ a ha sta
,~ia en to< o e
:an10 1111m ,
• ¡ 1 penetra ron en las. concepc,ones
.. .
po !'1t1c,ls
·-. y re 11·g10s,1s
. ". e1e 1os. ma)aS.
'
lit runto ~II S 1( ea CS . . .
q b ~r,· i perfectam ente en la ci udad de Yaxch1lán. En el d mtel 25
1oJo esto se o 'º · . .. . .
• e ·,t1nl Xnok. conju rando la v1s10n de una serpiente de g uerra mexica na
a i.in-<c." ~u reina, r-. • • . .,
1
• ·letiz,.id ··, el día de la cntromzac1on de su esposo Jaguar
r,,alnll'ntc c,que . Escudo
p;i • ) D ¡ fauces de Lt serpiente sale un g uerrero totalmente vestido al m odo de Waxaklajuun Ubaah Chan Símbolo de la panoja
((}. 1d.C. . e as • . .
de caña
, . , tr·Jta ,robablem ente del mismo rey, represen tado como protoltpo del
1Cl•II11uac.tn, se • · 1 • . . . .
, instrnmcnro de u11;1d1v1rndad local, cuyo nombre se cita en el texto ad-
,:u, rrcm ) com 0 . . . . . .
• procedimiento la rema se convierte en la d1v1111dad personificada, q ue
e
1un10. on es1e " . . .
lle,., en d glifu de su nombre b "antorcha cruzada , motivo mexica no espec1almcnte re-
1,1(1011;\J0 Co,1 lo·s don11nenws JlOlíticos fu nd acionales.

Teotihuacán y Tikal
Antorchas cruzadas Ochk'in Kalomle'

Tik:tl es la ciud.ul centroam ericana que mejores pruebas ofrece d e la influencia


11111 ,cr-...il de Teotih uacán en d arte y en los textos jeroglíficos. Las excavaciones de la
dtc.nla de 1960 documentaron la intensificación súbita d e la influencia mexicana a fi - K'ak' no fue el ún ico acontecim iento del día; en esa misma fec ha murió "G ran Gar ra
n~ln Jd !>iglo I\' d .C . Los m onu mentos de Ti kal, población situada a m ás de 1.000 k m de Jagua r", uno de los soberanos más importantes de T ikal. Obviamente n1 vo que ha -
de cli,t,incia de Tcotihuacá n, p resenta n directam ente fig uras vestidas al modo ele los ber u na toma de posesión de carácte r político o una conqu ista. Con toda seguridad
luh11.111tc, de esta úlrim a, y en m uchos sepulcros y lugares conm emorativos aparecen esto significa ba el final de una vieja dinastía d e Tikal y su rel evo por u na línea dinás-
,~,,¡a, con ta padera y trc, patas en el esti lo propio de la misma ciudad (véase tica q ue hacía valer su ascendencia mexicana.
Gruhc/'.\1artin, pág. 159). En una vasija con relieves se observan gue rreros mexica nos y Siyaj K 'a k', cuyo título estaba asociado al concepto de "occ idente", constituÍil e l eje
¡mnnpc; con tocarlo de borlas; llevan vasijas y sa len de una ciudad de estilo "talud y ta- del nuevo o rden político. En el a,i.o 379 d.C. im puso a Yax N uun Ayiin 1 ("Cocodrilo
hlt·to" en direcci(m a un lugar habi tado por m ayas. E s posible que la escena refleje la verde" o "Cocod rilo primero") com o p rimer soberano de Ti kal y colocó a otros prín-
crn1gr.1ci6n de los habitantes de Teotihuacá n a Tikal , que es justam en te lo q ue sugie- cipes al frente de las ciudades de Uaxactún, Bejucal y Río Azul. Todavía no está re-
rrn la~ últim as interpret,1cioncs de las inscripciones de esta ciudad (fotografía 165). suelto el p roblema de si se trataba de líneas dinásticas extran jeras, es decir, mexicanas,
Se !rata de un acontecim iem o vinculado a una fecha con creta del año 378 d.C, que o de líneas dinásticas locales capacitadas para d esem peñar sus fun ciones.
-ci11JJ la llegada ele un ta l Siya k K'ak ' ("Nacido en el fu ego"). Apa reció por primera El mi sm o Nuun Yax Ayii n aparece con un a indumenta ria propia de Teotih uacá n
\ flocho días antes, pero no en Tikal, si no en El P erú. Ahora bien, la llegada de Siyaj y e l no mbre de su padre, " Bú ho con lan zadardos", alu de al m otivo del " búh o d e la

Maya Maya Lanzadardos Dardos

t.
Plumas de quetzal

Tocado de borlas
,.J. _
-~ ..., •·
::i ·~
1 I
' ,.J_,,.J"

Dos Cerjmius con


~a
-., -

Dos emisarios de Teotihuacán Templo en el estilo de Teotihuacán


Habitantes de Teotihuacán
ja

Siyaj
Siyaj K'ak'
(Nacido del fuego)

K'ak'

fue terminado

El 'k'awiil del oeste'


llegó (título)

Siyaj K'ak' Ka/omte'


(título)

entró en
al mismo tiempo el inframundo
(murió)

Chak Tok lch'aak


(rey de Tíkal)

166 El marcador de T1kal. 11kal, G1111rem11/a; 4/(¡ d.C.; como saludo militar o w mo propiet.bc.l <le! ''bl1ho ron lan- 167 Llegada de Siyaj K'ak', Tikal, G11a/m,a/11, melt1 31 el l 5 de enero del año 3i8 rl.C. Ese mismo día murtú d
¡,iedr,1 caliza de grano fmu; altura JO{) cm: Ciudad de zadardos". De hecho, en d meJ~1llún Ct'ntral aparece un (rcvcrn,), 445 d.C.; piedra caliza; altura 230 cm; 'l,kal, rey Chak Tok lch'aak, por lo que cabe pensar qut ex1~t 11l
Guatem11ll11 Afosco l'Vaciunal de Arqueología y F.1110/ugía búho junto a un ar/mi o lanzadardos. Por lo <lcrná-, 1 el texto ·Museo Sy/1,,anuf Morley una relación corre la llegarla de Siyaj K'ak', as:<K"IJ 11° .il
E-,ta sobcrhin escultura :.1p<m.:ció en un complejo de vivien- h;1bla de la cntroniz;.1ci6n Je! "búho con lanzadardos.. En el año +!5 J .C. Si)·aj Chan K',wiíl, soberano X\'I de punro rnrrlinal oesrc, y la muerte cid ~oberano. El afnntc-
das cncundr;t<Ío en b traJición :uquitectónica mexican,1 y como sobcrnno Je 5-? Monte. Cabe: pt'nSar yuc: S4.' tr,na dl' Tik::i.1, ordt'nÚ la ercc.ción de In espléndida t.:!itcla 31 para cimienro fue r:1.n import:rnrc que qul.'dó rq! istr,tJu rn d
reprcsenra una bandera ac.lornnd:1 con plumas del mismo 1111 sinónimo de la ciudaJ misma tle Ttotihuacán. celehrar el término Lle un periodo de diez aiios. Los lados marc;1dor conriguo y en dos monumt.:nto~ dt: IJ crrc,iflJ
tÍ\"Xl que puede encontrarn: en Teorihuacln. Según d texto e~trechrn. y el rtvtrso de este monumenru informan de ciudad rle Uaxacr(rn, cuya dinastía real prolx1bkn1tntr
gr.1ba<lo en su pie, este hallazgo. conocido con el nombre acontecimientos muy lejanos de la historia ck b ciudad. fue reemplnzada por vas:1ll0s :1.m1gos de TC'Otihu:1c:ín.
de "marcador". fue entrl'gaUo solemnemcme en d 416 J.C. pero también J e la llegada <le Siyaj 1'.'ak', que tuvo lugar

g ue rra", tan frecuen te en Teotih uacán (fotografía 168), 'E n otros d os lugares el bú ho El hecho de que T ika l ter minara con virtiénd ose en el cent ro de l.1 región se debió, Y
con lan zadardos aparece citad o como el soberan o supremo de tocios los reyes mayas; se- n o en última instancia precisamente, a aquellas lucrativas relaciones comerciales, En
g ún parece, pe rsonificaba como autoridad sup rema la presencia mexicana en las tierras T ikal se con struyeron al rededor del año 250 d .C . grandes complejos ceremoniales de
bajas (fotografía 166). estilo "ta lud y tablero", lo cual podría incluso apu ntar a posibles lazos dinásticos ante-
O t ros hallazgos acreditan q ue las relaciones ent re Tikal y Teotih u acán son muy an - rio res al año 378 d.C.
terio res al año 378 d .C . Desde mucho antes, T ikal y sus al rededores d isponían en g ran- E n el reinado de Siyaj C h an K'awii l I (dios K 'awiil, nacido en el cielo; reinó de ..¡ 11
d es cantidades de l;1 obsidiana de reflejos verd osos obtenida cerca de Teoti huacán , a 456 cl.C.), hi jo de Nuun Yax Ayiin , desaparecieron prácticamente rodas las referen-
prueba evidente d e una larga trad ición comercial en virtud de la cual llegaban al cen- cias a Teotih uacán, pues la dinastía mexicana, ligada por vínculos matrimoniales, se
tro de México prod uctos de las tierras bajas tales como plumas exóticas, pieles y tejidos, presentaba como legítima dinastía maya .
La influencia de Teotihuacán en las ciudades
mayas de Kaminaljuyú y Copán
., c • ne, ¡ir.icticadas en otra gra n m etrópoli maya, Kaminaljuyú, al
1~I\ CXC" •1 10 '1
,ur Je l.,, tierr,I\ h.lJ•"· rn dan la existe ncia d e un contacto in tenso con T eotihua-
cin .i íinalcs del ,iglo 111 y principios del siglo!\' d.C. Kaminaljuyú , que h:ibí:1 siclo
rin , ,oderu,.i sufrió una decadencia que dio lugar a que estuviera
una c111c1ac1 • • 1 ,
1cl11 c des¡iohl.1da hacia el a1io 100 d.C. Su importante arquitectura de
,.1,1 tnta ln
t,ilml ,. tJblcro rdkj.1 ,u n:,urgi rniento. Las tumbas correspondientes incluían her-
mos.J, ,.i,ija, en d e,c,lo de Teoti huadn y objetos indicadores de prestigio procc-
,)(Jllt:\ de lugares c.111 .1lejados como la costa del golfo d e Méx ico. Un grupo de ha-
h,r.rnrc, de Teouhu.,c.in, que, teniend o en cuenta el contenido de sus tumbas,
r·rti:necía a la nobleza. sr hizo con el poder en Kami naljuyú pa ra poder controlar
IJ\ rn-1ucz,1 , n.1111r;ilc, de Li región, como el jade y otros tesoros del subsuelo, in-
d,mlo, lo, an<iad\1' ) ,1rnnien1ns de obsidia na, y los artículos d e lu jo perecederos,
eumn 1.1' pluma, d'-' q11c1 Lal y los granos <le cacao de la costa del Pacífico, en el sur.
\ ,,mismo, el h.1llazgo dl "i ncensarios" de Teotihuacán (cerá micas decorativas con

1
pltc.1cionc< de modelos en n:lieve) apunta a una influencia mexica na.
1-.n Cop:ín se encuentra tal ve7. la prueba m;ís concluyente de la función activa
,¡uc Teotihuac.ín o ,u, aliados mayas desempeifaron en la implantació n rle nuevas
dm.1s1ias y en l.i difu~1ó11 dd ideal clásico en nuevos territorios. El altar Q (foto-
~r.,fía 169), b proclam.1ción del porler dinástico más grand iosa d e toda la historia
mJ)a, es un bloque cu,1drangul ar ele piedra, en el que los soberanos de Copfo apa-
rccrn en suce,ión cronol<'>gica: cada uno de ellos se sienta sob re el jeroglífico de su
nomhrc. Al cerrarse d círculo, el "fundador" de Copán , Yax K'uk' Mo' (Primer
,\ra Quetzal; reinó dc,de el año -126 hasta el -B7 d.C. aproximad amente) habla con
,u ,11cesor, el soberano XV I, promotor del monumento. Yax K'uk' Mo' está ador-
ru,lu con los ,ignificatirn, orname ntos <le los "ojos sal tones" y lleva el escudo cua-
.Jr.,ngul:ir de Tcmihuacán.

w r,. ltU('LVJ 't')' dr T1kul. T1k,1I, c;w,tt'IIUt/11, prl'su.lida pur qu1t"n M.' h,1Jlah:1 al frente dt' la nli-::ibn
-1-15 J.C., rirdr, <üb:.,_ahun, !111 ,111; Tikal,
t;:t/1 ,, anu·riormenlc descrilJ. Siyaj K'ak'. El pJdn.: lk Y:1 x
llaw S,/,-,•., .l/or/<1 ~uun Ayim fue ""Búho con lan7..'lrbrdos... .,_.J )llJ)UCSfo
El r,n r rrv que urnpo d ¡)l ...ltr trJ, l.1 llt·~.1d.1 de: h,1- )olx·r:1no de Teorihu.1c.án. En estt retrato d rey ap:l·
iiu.a.n, ',le TN1t1hu.1Lin h1t.- Nuun
YJx Ayiin 1 ("Co- n:cr vc<:tidu tor:tlmcntc de g:uerrero dt' Tcotihu;idn,
r.:hal., -ct"udnlo pr11111.·ro''). Li Ct'ít'monia
('filc-M O con tocado apl:madu; lln·a 11 0 collar tle \';.1l v,1s a rricu.
IIH lUo<uunún 1u,u lug.1r rn d .uio 379 d.C. y fue bdas, dist111tivo dt lo) prínciprs de Teouliu:1dn.

169 Yc,x K·uf .\fa'¡ ) ~x P""'J ,Ir Cnp,i11. C"/•ÍII.


Ho11dmr11: alltlr Q; p,rdru robt1; 77h d.C, l'o(llÍn. Mu,m
de lus 1:'srnlturas
El alt.1r Q tic Co¡ú11. t"fl t'l qlll' .1p:1recen ít"f1íl..)l"rtl.l(l11, 1(1
reyes de In riucl.u.l. 1·s uno de fo,;; llocumc.:11to) d,tH::-. p;1r.1
comprtnder la ,un·11it'm din:hrira. En c:1d:1 uno dt.· )U:,. b•
dn11 h,1)' cu:ttro n·yc) con 1011 jeroglífico.., de ,;m nornbn·s.
Al fi,ul clel círr11lu ',l' tHl'llL'Olr;1 Yax P,1:,.JJ. que o rtlern\ Ll
ro11stf'uccic'1n cid monu,nc.:nio t'O daño 77(l d.C .. frcnu: ,1
Kinich Y.1, K'11k' Mo'. d fu1H.l:ulm d1· b tlina,;;rfa real J<.'
Cop.in. quien lle~t·l .1 l.1 ciud.td L'll d ailu 426 d.C. Se: ik~-
CflllOCt' :,.u patri:1 de ungc:n, ~,unt¡uL· d t·~ud.-, cu:1clr~ingu-

lar ~· los "ujo:- (,;ilront:s" hact'n pt·ns~1r t.:n uno~ contarlo~


n lrr-rho;; con ll·otihuadn.
lil Un molll'ú dt> Tc:Dtdwaaín rn t'I wtr ma,,a . 'fimm¡j
Méxrco; h11áll 700 d.C.; t',+:/uw ·
En .19')2 :.t.' dc-:-rnhruí ,_m.c~~X:rt~1c~tb r friso dl 1 , tll{u en
la nud.id m,1y:1 <lr T onm:1, en l.1:. lltrra~ .1h.1, dl' l ·ha,ipJ,
En ti .,p:in·cen !:is m.í.s diver,;;1:,. figuras n1 11 1c, 1,, 1,1 m,i\u~
r~a d(' la,; nt:iles 'ion ~upuesr.1m('nte wt1vo/, l1l11l1}1 , ,lt· ilt,.
uno). Todos lo~ prínnpes m:Iy:1.; len í,tn un .ihn t.:,\!" ,
1
mibr en form:1 dt :mnnal f.inr:íst1ro. El m,Irro .i~ plun,,I\
o dt' hOJJ.'- lll\'t'flid:i:-. t..·n cad:i :ingulo r , un orn.imtni"
orig:rnario <le Tl'utilwadn, dundt· ,1part-rt.: lr1.:1 llt"nh:•
menr~ ~n b, pintura:, 111ur:llrs. por l'jrmpl11, 1..·u 1,1, dd
conjunto dl' Att' tc:lro (ínwgr,lÍ Í.l 1/]), S, b , 1gnifit,icinn
en ambo~ ca~o, Í Ul'r:I romp:iral,k .11inque ,úlo ¡t. ir ,ipro.
ximaciún. nn) t·nro1Hr;irí:11nc)~ run un;I h:i~t' p.Ir.1 intu-
prt'l.lí \o:, ~ímbolos. mi.,r<::rioso, con frL"Clll'nn.1. tk 1,1\
cuadro, de Tc-01 ih11adn.

170 l'iJS~/tl "U{l;;::;/a". Copán, Hrmdww. 11rrárolú; h1Ui1I


450 ,I.C,; uro/111 moda, t'.•lttr'11tliJ, r imadd; t1l1111,1 !11, ) ( m,
dUín1C'lro 27 rm; C1Jp1fo, lnsllltl!O J-/011durúm dt' . !mm-
rología r JIÍJ"IUl'iu: (/.:nr fi7t:15)
Aut1t¡ UL' proft111d.11nl'ntr lt n1ih11:1c:m.1 por , u rrprL,e!l!,1-
c ión y ¡,i)r ~u lfrnir:1, r-.t :1 v:1.;ij:1 lit: rrt•:,. ¡,;11:1:-.. p1m.11l.1 f 11n
rukin:s vivm, f"ui: i.:nro111r:lch en 11n;I d111,1r.1 funn.m,1,k
la arrUpoli,; tk Cop:ln. Su motivo princip;1! rrl.1c1n11,1 •111
trmplu dt· o lilo "wlud y tahll'ro" y u1w figur.1~ wn lo,
Ur:i¿w, l'Xlt.'!lllidos. cuyo, "ojo:-. ,;:1lrom·-.·· y .1durn11:. dl' l.i
nariz l'llll' í_:.\:l'll Lk la osruri,bd de l.1 l'Illrada ¡11 111i1p.il.
Podría trat,H:••.: dl· u n;1 ima,l!rn de \'ax K'ul,." l\lo'. Jun-
dador de l:11..li11:t;)tÍ.1. f\Ul' t'n t·src c.1s(I :-.l' reprt·,;ent,1 crn ilP
::.u propii I ataúd.

Según u na interpretación rnode rn:1 del texto de la m esa del a ltar, Yax K'uk' Mo' ac- com o sucedía en Temihuacán, estah:i decorado con p intu ras murales d e colores I il'm-
ccdiú al poder y entró en la "c:1sa cie las ;intorchas cru zadas" en el a1io 426 d .C., entre En el pav imento había u na tu m ba d e varón con g ran cant idad de objetos funerario,.
otras causas menos importantes, por el apoyo que le prestó Q uirigu á, población si tuad a La situación de la tumba y su superestructu ra, consistente en un mínimo de siete tem-
ce rca d e Cop.ín. A l igtd q ue Siyaj K 'ak ·, Yax K 'uk · Mo' se asocia por su título con plos en mcm o ria d el fu nd;1dor de la d inast ía, constituyen urrn base sólid a p:1r;1 suponer
el concepto de "occide nte". l ,as "antorchas cru zad as" seliala n cla ram e nte su origen o el q ue se trata del cad:íver de Yax K 'uk ' Mn' . Del análisis q uímico de sus huesos s_e des-
lug:1r en que se ru11dó la d inasth; se tra t:1 del luga r d el ''pr imer fuego" en q uc se en - prende q ue no se crió en el valle d e Copfo y que, rnmo lo selia l:111 los textos escri to,, cr:i
cendió la pri rm: ra llama de una fornilia rea l. u n "extranjero". Asimismo es importame el hecho de que una tumba cercan;1 g11a rd:i
Las excav:K io ncs re:ili z,1<las en los estratos infcrinn:s de Cup[111, q ue corn:spo nd en u n cad áver con dardos d e atfatl y con d os ''ojos saltones" d e v:il v:i en su frentc.
al nivel de la const rucción de la época del tundador de la dinast ía, il uminan el pro- Cnmn suced ió en la ciud ad d e T ik:11, también en Cop:ín se regist ró en fech as p05-
blema, no resuello todavía, del o rigen d e Yax K 'uk · Mo· (ír,togratí:1 17 1). L:1s ohr:1s m ás teriort's un resu rgimiento del estilo de Teotih uadn; también en este caso se tratab:i
antiguas de C:op;Ín :1cusa n la influencia de T ikal. El úni co ed ificio de Copfo de arq ui- sobre todo d e u na respuesta :i cie rtos ,1contecimientos políticos, concretam ente a l;i
tectura de talud y tablero apareció en b hase del templo 16. A ntigua m ente su in terior, ca ptura y e jecución d el sobera no d e Copán a m:1nus d e un vir rey rebelde de Qu irigt1:í.
El 1nnplo 2(>, del q ut forma ba parte la soberbia escale r:1 de jeroglíficos con 1:, in scrip- 172 Pintu ra.> mrmlÍl'f dt' .·lretrltr, (dnal lt·J. :irrtelcu, y motivo~ d,: Tc·ot1h11adn. El encuadramiento tk la, fi -
Teoir'lwatdn: haoa -1-UU d.C.: pi111tt1"/l sobre rsmto ~ma~ mnlianll' fr:1nj:1, ílnr:1lcs cntrel:t'ZJtb!I putl,) h,1hrr
CIÚll m:1y:1 111:í, !:irga que se conoce, esr;í dedicado a este acontecimiento. En la escale ra Co1110 rn 1odas l.1s v1vil·nJ:1s d~ g:r:indes d mu.:nsione-s del srrvido dt.: ¡11nddo :1! fri~o de e~tuco tk Tonini En todo
Jparcccn ,ei, ,obcr.1nos de Copán, vestidos con ropas propias de los guerreros de Teo- cTnlro de TetHilrnac;'111. también much:is dl' b~ !1:lh s inre- el arlt· Ct:n1ro.1mt:rira no esus ccnda:'I h:1ct n rduc:ncia a
nm.·, del complc¡o ;1111urall.trlo lit Atetdrn l'Staban t!cco- dctcrn1in:1dos lugares mitol6g1cus r t;1111bu:11 históricos.
uhuac:\n, en medio de una descripción detallada de la historia dinástica de la ciudad. rad:h c11n mur:tll's polic-rQlnos. E~ pos1bk qur p:1r:1 rnm-
1_1 caraclcrbtica m:í, ,orprendente es la inscripción del santuario superior de la pirá- pn·nder mejo r los dill:n..: ntcs oh¡erm, gdficos y l.1,;; escenas
h:1y;i (lllt' p.t!-.ar por d arrt· m:1ya. 9 ue inrurporó ,;;fmholos
mide. Data del .u10 7'i l d.C. y está rcd,ictada en un texto "bilingüe" único, con jeroglí-
l1cn< de Teotihuadn acomp:ui:1dos ele una "traducción maya".

Un modelo del "imperialismo" maya


L1 influrnci:1 que Trntihuac:'ln ejerció sobre los ma yas era compleja, prescn1alx1
múhiplcs facetas y rnnstituía una combinación de interacción efec tiva y de resonancia
rultur,11que ,e m.1nturn hasta mucho después ele la caída de aquel la g ran ciud ad (fo-
tografía 171). l::.n un pbnn est ricta meme ide:11 y religioso, Tcotihu:tdn era Tullan, el
lllillco "lugar dd ca ii,1veral", y constituía, por tanto, una fuente lejana de prestigio y
tic auwridad. No nh,tante, su capacidad de influir directamente en la historia may:1
ti,í, por ejem pin, l.1 ci udad ejerció temporalme nte la soberanía sobre determ inados te-
rrnurio5 cunqui~t.1dns probablemen te mediante campa11as bélicas) indic:1 q ue su posi-
c1ón 5c 'a5c n ti
a 1a l·n 11n potlcr po 1-meo
· y en oc;1s1ones
· tarn 1·,
11en 1111·1·Itar.
Las proporciones de la ptnctr;1ción de las tr:ieliciones artísticas de Tcotihuac:ín en
1 las e1·1tes mayas supera n 1a s1mp
tc11.lo, los· ··íml11· 1m cu 1tura 1este · 1e aprop1anon
· · ,· y reve-
lan un proce,o m:ís profundo. Para los reyes may:is del pe riodo cLbico, Tcotihuadn
cnn~iituh• un mo, 1e 1o natura 1 y un:i 1nsp1r:1c1on.
· · . ·, T oclo esto resu lta parac¡opco
-·· cuanc1o,
" .
gun se ha ciialacln anteriormenlc, Teotihuacán se entiende como la enca rnación del
poder
I sin rostr
· <>. e1·111:1st1co.
' · t',n· nertos
· casos 1os natura 1es el e 1"eot11uacan
·¡ ' 1nterv1111eron
· · ·
• 1n•ctamcn1e n po r 1ntcrmn
· · en 1a f un J ac10n
1·1anos ·, te1 1as t ¡·1n:ist1:1s
' rea 1es mayas. Est;i
, r,l la ca ract . , . . 1 '. . . ., ·1 ,
' en stica 5111gu a r ele su ·1mpen a lismo ; Teott 1uacan no actuaba como una
l"'llcncia e, · I · . . , . . .
>nquistat ora, s1110 que 1mpon1a sus ob1et1vos. proh:1blcmentc concebidos en
lunc16n el • 1 . I . .
e " s.1 vaguarda ele sus recursos y ele sus rutas comernales. 1ncorporando y
-l(lr<ivcch:1n I0 l· · · . . .
< ,1, tr;1d1 c1oncs e 1nst1tucwnes locales.
r,, t., ' l.
1:jl·-¡,J., •
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• LOGROS Y CONQUISTAS

LA ESCRITURA JEROGLÍFICA: LA PUERTA DE LA HISTORIA
Ni k o lai Grube

El desciframiento de los je roglíficos m:1yas constituye una de las grandes aventu - prohihió la utilización de la \'ieja esc ritura bajo l:1 amenaza de grave, sanciones. D e
·tlt." Je nue,tr:1 é poca. H ace m edio siglo era inimaginable que algún día
ra, 111Ic1ce ru, este modo, el u so y el conoc imiento d e la escritura jeroglífica se exti nguieron en pci-
r~e lm rcxros mayas como cualquier otro sistema antiguo ele escritura. El cos años. Si hi en es cierto q ue los mayas continuaron consignando por escrito su pro-
pm1,er.tn lcc · - _ . . .
· 0 •·r·in ta n crrancl e (¡ue l:t m ayona de los estud10sos de mediados del siglo
P("lr,Jffil'IITI .... • < ~ • H • ~, •
pia litcr;1tura d espués de la invasión española, entonces utilizaban caracteres latinos.
con re,i gnación la escntura maya de problema insoluble . Aunque los 111 - La escritura jerogl ífica se mantuvo hasta el aiio 1697 sólo en las regiones ai sladas de
••• 1l fiIC,l b••
A
,
,
\ e,tt~,ll ¡ le re, no <:st-ín
'
todavía en condiciones de d escif"rar todos los signos escritos y la sel va d el sur y del centro de la peníns ula. El franciscano fray Andrés de A\·endaiio
inuchJ~ inscripciones , iguen planteando grandes enigmas, lo cierto es que los textos de Loyola, que en el ai'io 1696 visitó a los mayas itza j tic aquellas zonas para eva nge-
.¡,¡periodo cl:ís irn m aya empieza n a hablarnos (fotog rafía 176). El desciframiento de lizarlos, hahló con asom bro de la enorme importan cia que la escritura y los libros te-
l.1 e\critura jeroglífi ca ha modificado en las úl timas décadas la im agen de los mayas nían para los m ayas de l\'oj Perén, su capita l.
, 11 lllil)'Or m edid,1 que las restantes disciplinas científicas.
Cu.tndo llegaron a los terri torios 111:1y;1s, los conquistad ores españoles se encon-
1r.irun con una escri tu ra ¡eroglífi ca en pleno u so. Convencidos de que los li bros y los
t ntllS mayas eran un oh~t:ículo para l:1 conquista y la evangelización, los españoles
" propusieron dc,truir todos los testimonios d e la cultura indi:1. El obispo Diego de 174 Dibuio d,· Waldcck de la 111/J/11 del tm,plu de la Cmo ejemplo. en su dibujo \V:1ldeck rcproduct· dt" un modo in-
Linda e~cribió: ··Encontra mos entre ellos un g ran número <le libros con estas letras, dr Pulmquc complero c-1 hirgo tt.:xto jaoglífic:o de a rubo!, lattrales de 1:1
El t'xcéncrico conde \Valdeck fue uno de lo::. mucho!, \'i:1- c:~cen:t cenrr:1\ y la~ du!) culumn:is sim pk) de lo~ bordes iz-
\ ,umo no contenían n ada que estuviera libre de la superstición y de los engai'ios d el jcrm que vi!,itnron bs ruinas de Pnlcnq ur :1 principios del yuierclo y derecho son este: caso un .1rlitana:nto decor:uivo
::.iglo XIX y reJ! izJron dihuj()s rle las esculturas. Sin nn- h.l tJlmenre fuera de contexto.
1liahlo, los quemamos todos, con g ra ndes la mentos y pesar d e los indios''. Los miem -
b.argv. ;.1yud las primeras documc:ncacioncs no µodian sn•
bro, <le la noblez.1 maya que sabían cscrihir fueron reeducados e n monasterios y se vi r tk base para un descifr:imienro c;isrcm5tico. Así, püf

l~I /ltt.Jlle dt lu msa1paó11 en la panr />Oiter;o,- de la


llftl., H J, T,~"'•Gm11emulu . .J-15 d.C.; piedra cal,za;
TibL " """ S¡./,.amu C. ,\lmlrv
ut,, I• lid, T,bl íut eng,J,, t n el , ñn 44) cl.C. por
l ChJn K·.awul ) rt·sume- m.í~ dt ~00 r11ios de la hj,;;.
Tt.k.11. La l'\"tel,1 ' l encm:ntra en excclcnrc cswdo
tor • t,.
Jr n .1n lm. pues c..·n ,1lgün lllumcnro ciel siglo \'I
f h.~ lras!Jdacla ,le ,u lu~.1r oriµm;.11 J una primera
frl lrmplu 3)) J(.'\puc\ quedó sepulracb hJ jO un
1

p!u r ~1cnor. El dc1,1lle dd tex rn dt· la forografí:i ,;-e


lt"Url en d rncrsu ele. b e,ltli \' e~ un~1 ex trao rd ina-
u,1 "'-IU de la c,1l1grafi.1 Jtl rL1s;rn tt·mp r~ino.
Redescubrimiento de los textos escritos Las escasas muestras de textos jeroglíficos minuciosa mente recogida, por Ste-
phens y Carherwood no constituía n un punto de partida sólido pa ra el desciframie nto
Solamente cuatro manuscritos mayas escaparon al fuego o se lih raron de la des- sistemático (fotografía 184). !\o obsrnnre, pronto se comprobó que las inscri pciones
composición natural debida al clima húmedo y cálid o ele las tierras bajas. Tres de en pied ra de los yacimientos de Copfo, Quiriguá y Palenq ue, entre otros, respondían
ellos eludieron el destino de los restantes libros únicamente porque, en el momento al mismo tipo de escritura q ue los libros de corteza fibrosa conservados.
de establecerse los primeros contactos entre los mayas y los conqui stadores españoles,
llegaron a la corte de los Austrias como regalos exóti cos pa ra perderse inmediata -
mente y cubrirse de polvo en las salas de objetos curiosos sin que nadie se interesase Desciframiento del calendario
por ellos. Uno de los manuscritos viajó ;1 la ca pital austriaca por vías mi steriosas y
desde allí a la ciudad alemana de Dresde, donde despertó el interés de Alexander von El Códice de Dresde ocupó durante mucho tiempo el interés de los im·ewg;idores
Humboldt, quien en su famoso Viaje a las cordilleras reprodujo cinco páginas del (fotografía 213). Era el documento escrito más largo y más accesible de que d1,ponía
llamado Códice de Dresde, impulsando así el redescubrimiento de la escritu ra maya la incipiente investigación de los temas mayas. Apoyándose en las tablas de calenda -
(véase Eggebret ht, pág. 395 y ss.). rio y astronómicas del manuscrito, Ernst Fiirstemann (1 822- 1906), bibliotecanu de 1;i
Trein ta años después de la publicac ión del rel;1to de viajes de Humboldt, los li- co rte real de Sajonia. consiguió descifr.1r en las dos úl timas décadas del siglo XIX el
bros de los ex ploradores John Ll oyd Stephens (1805- 1852) y 1-'rederick Catherwood sistema aritmético y el calendario de los ma yas (fotografía 177). Fiirstemann Lbcu-
( 1799-1854) desataron un verdadero entusiasmo por las misteriosas ruinas del pue- brió que el sistema aritmético se basaba en la unidad 20 (era. po~ tanto, vigc,1mal))
blo desaparecido en la selva \' irgen. Los brillantes y minuciosos dibujos de las ins- q ue los mayas disponían de una "cuenta larga" en la que se comaban todm lo, días
cripciones jeroglíficas de las estelas (fotografía 184), los dinteles, los altares, la s pa- transcurridos desde el punto cero en el I\' milenio a.C. Comprobó asimismo q ue co-
red es de las casas y las esca leras no ofrecían ni nguna d uda de la impo rtancia del nocían el concepto del cero y su importancia.
pueblo que había dejado tales testim onios de pied ra. Muchos contemporáneos, sin Además, se adv irtió que la escritu ra jeroglífi ca que aparecía en los mon11n1en1os
embargo, no acaba ban de creer q ue los pobres y ;inalfabetos indios de las aldeas cer- de piedra coincidía con la de los manuscritos encontrados y que en ambos sopon es los
canas a las ciudades en ruin as fueran los hered eros de :1ljuella civilización. En con- textos jeroglíficos debían leerse en columnas dobles. Es deci r, había que em pezar por
secuencia, se fo rmul aron las m:ís diversas teorías para expli car la existenc ia de una el jeroglífico situado en la parte superior izquierda , continua r con el inmediato de la
cultura esc rita en Centroamfrica. La escritu ra precolom bina del continente ameri- derecha y proseguir una línea más abajo con el de la izquierda y, a contin u:1C1<'in, con
cano respo ndería a estímulos extern os provocados por los contac tos con el Viejo el de la derecha hasta llegar hasta el fina l del texto. En tonces había que con1inuar,
Mundo. :'-Ji Stephem ni Catherwood esta ban de acuerdo con aquellas teorías. Ellos aplicando el mismo principio, por la siguiente columna doble si tuad a a la derecha de
fueron los prim eros en utiliza r la palabra "maya" para referirse a los constructores la que se acababa de leer.
de las viejas ciudades y en considerar que la población india proced ía d irectamen te En un estadio inicial, el estudio de las inscripciones jeroglíficas de los monumen-
de sus antiguos habitantes. tos de piedra apenas si registraba avances significativos, pue~ hasta finales del ,iglo XIX

175 ¡;lt'hada j tlf del palatw de las ln.Krircto,u,


Xc"lumkm, Camft'rhe. Méx,co;fnrogrufio dr Tt"bo1
Mala del a,Jn I887
Nin~ún otro cxploradur encontró t:into, yJnm1c:ntv~
ma).I> como Tcoh.:rt .\1,iltr ( )812 11/ 17). Y'" 11<~1·, ., ~11-
),.icu forma mio partt' Jd !oéqu1ro del t.:mpt:r,1d1,r ~b,11n1 4

hJnú p;1r:t descubrir t' ll cstr p:iís >U 1ntcrt':. pur l,t .1rquco-
logfo. Rccorri6 c:n difkilci) viaJt~ l.1s sl'l \' .l) \ l í)!t: flt"S ll('
tO<fas la,; tierr:H bJJ>lS y fotogr:1fi6 t dificio) \' t ~11ltur.i1\
con una pc!iiada c.ÍmJra de pb ca:.. Xcalum~1n r, unJ Jt
las CS<':lS.:l., pohbc1unt:i ele la~uerr.1) ha1.1s !tt.:pttntnonJI('!,
qlli,: <'lU"nt:r n con un devacio número <le 1n,cripount\
bit.'n ..·01,-;crvacbs y p..:rfr:rtamentt' k j!iblc~.

4
176 Detalle del 1wu jrroglífico del d1111rl l dd 1,mplo ·
·¡¡ka/, Guaumalu..\ladnu de ::arotr (.\/amlknra ,.,,.,,,,i;
u/11m1 l, 69 m. tmchttro J,90 m; /Jt11d,·11, \l,arum Jer
Ku/1ttren dcr Welt
Los dinrdes de madcr.;.1 de Joc¡ templos tk Tik.il "1)n Ufh"°
de lo~ documentos más 11n porrantcs 4ut' p.,\C't·nw , ,k lt.t<
hc-cho'i h1c;r6nrn:, acJ..:ciJos en l.1s ru:rra~ bJJJ" in~nclit►
n:1ks. F.I rlinrel 3 ~e l't1conrr:1h3 sobre unJ de 1,,, pui.:rt~~
Ud templo 4, d m:1yor de rodm lm templo, rn.\\.,s. ll
lllM'ripción cnnsl.1 Je Jus p.1rtc.s (b forngrJfi.1 ,nlo rcpr()-
<lurc:, una de elb:,) ,. h.1bl.1de unJ c:1mp:1ñJ 1nil11.ir ten.in·
fal dl"I rev Yik'ín é h,rn K'awiil Jcl .,ün 74; w11t1.I l,i (IU·
dad dr F.I Perú, ,lia<l.1 de Cabkmul. L1 -rgund,i P-""
Jd ll'~tO, :iquí rt:pro<lucidJ. h30l:i de un ,,Knhc 111 : ~
g rn:nto y cie una danla Je crlebracibn Je J.1 nct 1111•1 ) t
m1n.1 nomhr:rndo .1 lo~ paJrc-~ dd re}· ,•1ctonm 11·
1·es años después Naabnal K'inich Emperador 4 k'atun
(titulo) (el emperador que
se encuentra en el
cuarto periodo de
veinte años de su vida)

1 ch'en baila vestido como (?)


136113 otbol
(ll dr ~ ~ 746 d.C)

(1) can t, !.tlplente Tzab Chan, el dios Akan. Construye

Akan Haabnal (en el) primer lugar


(nombre de un templo originario (auténtico)
tltobeuno de... fue su primer o de una plataforma) de Tikal
saaif,cio sangriento (?)

él (Yik'in Chan K'awiil) el protegido


al dios de la guerra mismo es (el hijo de)

quien es el dios del la señora (?)-nal princesa de Yokman

La primera vez (la señora) Doce Plumas él es el regalo,


de la Cola del Papagayo,
(nombre de la madre)

la (?) serpiente, el hijo del padre Jasaw Chan K'awiil


(nombre del padre)

rey divino de rey divino de mutal Emperador 4 k'atun


mutal (Tikal) (Tikal) (el emperador que
se encuentra en el
cuarto periodo de
20 años de su vida)
177 l:mst Für.;/('111'/JJJ/ { 1.82!-/f/(J{}) 178 'J,1111111<1 Pruskounakr,Jf(l9119- l 985¡ 179 Ht1111·1',-h Rcrli11 (19/j_/').17}
1' El filólogo Emsl Forsrem:inn. t¡ue por ,11 rond1nú11 dl' bihliott·- L:1 arquitt.: n u y dibu¡.inre nnrttamcnc:10;1 TJtiana Prokouri:1koff, or111nda de Tomsk, t.:11 Hc-inrirh Rerl1n, ;1rqueólogo e hi<;toriad11r de :trre ¡!trm.tno-ml'Xlc:1m,.
c~iriu dr la Libliorc-rn re:11 de ~::i.jonÍ,t guarcb ha d m:h lt('rrnoso ma- Si\x~ria. introdu jo un c.1mbio de p::ir;idigma en los estudio;; nuyas rnn su artículo subrl' t:l demmrrñ cine en lo" rexros Jeroglífirn~ de ln'i rierr:1, baj;1~ :tp.traen
nusnito n1ar:1. fue nn pionero dt' los csmdio~ <le lo:, jeroglífico~. l':lr!ictcr histúriro di..' L1!io imcripcione:,, de l'iet..lr:i~ >J'cgr;1s. InrnrifiLó muchos verbos rd:1- jl~roglífico~ específic~11nenre lr.1r:ile1; rp1e denf1minú "1L'rogl1'iu 1, tm·
1 Ücsciíró ímcgr:ui1enre: el sistema dd c-~1lcnd:irio y kh whl:1-: :l"-fro- cir,nados c-on ,1ro11teri111ientm <le b vid:1 Je los ~obcr;rnos r.,lcs como su nacimíc:nt~t. su hlem;1". Fne un:t prirner:1 .1proxim:tfión :1 l:1 romprt' nsiún h1,lOr1c.1 dr
11!)1111cb dd [ódia dt:· /)rf_•de. 1m1crrc. ::.U unrvnizaciún y ~u captura. L,,; in,;rripri,,nes.

c ra11 muy pocas las insc ripciones cn pied ra conocidas. Con el fin de :1mpli ar la ba,e de sigue aplica ndo en la actua li dad con ligeras modificaciones y sir ve de base pa ra Lt da-
datos con vist:1s a ulteriores descifram icn tos, el in vcstigador británico Alfred P. tac ión mantenida en este libro. Además emí apoyada pnr distintos cálculos astronó-
Maudslay (1850-1931) y el arquitecto germano-austriaco Teobert Maler (1842- 1<) ]7) micos, como los eclipses consignados por los m ayas, y también por otros métodos
- que llcgó a México formando parte del séquiw del e mperador Maximilia no- em- cicntííícns de datación.
prendieron unas du ras expediciones a lomo d e mulas a través de las selvas vírgenes A pesa r d e todos los esfuerzos por descifrar las in sc ripcio nes que aparecen en las
del su r de México y del no rte de Centroamérica. Buscaban insc ripciones en las ciu - estelas, en los altares y e n los din teles, en aq uel en tonces no fue posible ir m(is ali~ de
dades maya s en ruinas y las fotografiaban con sus pesad as cámaras (íorogrnfía 175). la interpretación de los pasajes corres pondien tes al calend ario. Y como tod o lo que
Aquellos dos pio neros de la in vestigación descubrieron un gr;rn número de yaci - podía ''leerse" eran fechas d e calenda rio y dlculos astronómi cos, en la primera mitad
mientos, entre ellos alg unos t,111 importantes como los de Yaxchilán, Piedras Negras, del sig lo XX se tenía l:1 impresión de que los restantes pasajes del texto, no desci fr,ul o5
Seibal, Altar de Sacrificios, Naranjo y Yaxhá. Las fotografías que tomaron, reprodu- todavía, se ocupaba n del dlculo de los ciclos de los cuerpos celestes. Est;1 idea. foc il i-
cidas e n remos b rillantes. provocaron a su regreso un;1 auténtica avalancha d e estudios tada po r las insc ripciones, se compl etaba con l:1 concepción entonces dominante de l.i
cientííícos que se proponían llega r al fondo de aq uellos misteriosos signos escritos. civilización maya como una sociedad de agric ul tores pacíficos, gobernados por ,.iccr·
No obstante, sólo se lograron resultados en el :ímhito de los pasajes correspondiemes dotes y dedicados a obser var el cielo y a pens;1r en el fe nó meno del tiempo. C omo nn
al ca lendario, que d aban la impresió n de tene r un peso important e. Así, po r e jemplo, hahía g uerras ni reyes áv idos de poder, no interpretaron que las inscri pciones regis-
Joseph Goodmann, editor de periód icos norteame ricano, consiguió situar e n nuestro traran ningún tipo de historia. Para algunos estud iosos de la talla del brit{inico Eric
calenda rio la ··rccha cero .. dc:I ca lendario maya. Su cálculo se fundamenta ba básica- Thompson (1898- 1975; véase Crube/Martin, pág. 149 y ss.), las inscripcion es conte-
mente en b compa ración d e las fec has mayas de la época colonial con acontecimien- nían himnos esoté ricos al tiempo; para él y sus con temporáneos, las rcprcscnracionc5
tos cuyo equiva le nte ju liano er:1 conocido. 1.a corre lac ión de Gdcndarios por él pro- q11e acrnalmente interpretamos como testimonios irrefutables de agresione, bélical
puesta permitió situar con bastante precisión en nuestro calendario las fechas d el eran enfre ntami entos entre dioses.
calendario maya. Aunque algunos estudiosos no han d ejado de form 1.1l;1r sus dudas so-
bre b constant e de correlacií1 n establecida po r Goodman, lo cierto es que la misma se
181 Alntu·u de la emruni:atir;,,. Pied,,u Neam..-,
C.r111/C'malu, t'SU'!a f.l, J,-mtr: al lt'mplo () 1 !:
758 d.C.; ¡,lt'(/m (a/ha: C,mbridge. J;rahvd i1
AIIU('UJJJ, l 'nr'vc:riidad de- lí11rl'ard
L:i t·:.trb l-1 rs ti na he rmosa muc~lra Jel 111or1-
\'n ck b enrro11iz:1cí6 n, tk:..cuh1crtn por Ta t1:rn.1
Prosk vu n:1koff e n di.; 11nlo'- monurnrntos de
Piedra, :\1egr;1.;. l::,n esre c;1~0 t·l !ioherrino 5 Ut: l.1
ciudad ..IJMrecr !it.:nt.1dc1 d día de' su cn1ru11iza-
nún, 1fl dt.: marzo dd :1ño i58 d.C .• c:n un lrnnn
ckvadu bajo un lukbgu1n11 ck: )Ímholo,; rt.·k~t<:s
)Olm.- el cu.ti t'Xtit·ndc sus ;d as d p:ij:iro dr1 ciclo.
Su c~pos;1t.·stá t'íl frtntc y nrncsrra un puñ:1 I :idur-
n:H.lo con phun:is p:-ira ~u :1uro.1"iacrifino.

182 Javgl[/irn.r de '',urc1mit'11f0" r "cnt rrun~·aáón"


TatÍJn,1 Pro<.:kouri:1koff dc~n1lm6 qw· toda.., b !.
n td.1s dl' Piedra, '.\'t'gras <"ll las <.JllC :1p:1rccc.; una
figur;i Sl~llt :id:i t·n un nicho lil'nc n un jeroglífico
que se .1.:.t111t'j,i ,1 u n.i cahe1.;1 \ l'nJad:1 p:ir:l lr<H<tr
d dolor dl' mm:l:ls. En esre m 1111umt'nro h.1y Olro
inog!ifiru l'll form,1 de un.1 ran:i <.jlll.' mir:i h,1f i~1
arriba. incluye fr-(' ha) <.jUe rr miLl"II :1 ve inrc .1ño~
:11 r:ís. I..1 invt:.stig;idnra llq{Ó .1 la conclusi ón Lk
que d "in oglifirn dt: b r~rn:, vudta" designa l,1
p:1t1bra t•quivalenri: a .. n~Klm icnw" y 4ut: el .. j~--
roglfficn dd dolor ck rnuebs" ~ignifica "enrrnn1-
1.:1rió11". ,\ nu.1lmenH· podemm len los dos jero-
glíficos en la lcng11:1 ch'ul.

111 l lUU Am,m,01• (1921-1 1199/


p~ Ú< t1('11 Jntropl,logo. cxpcrw t·n t,crr 111ra y lingiiisr:1 rnsp Yurii Knnrozuv dio pa-
k ~Jntt" rn d ckllofr.1nm·nt111k L1 t''-criwr,t 111.1ya. Fue d primero t:n demo~ trar 9th: Siyoj (nació)
fml\ 111Jy.1, C"Ontll'fll' II ,1gno, ,d,ih1rn~ y t¡Ut' l.1 escrirnr:l no n:producc ~ólo ideas
"'· ''"" un.1 n-rd,ult:r,1 ltng11,1. siiy
1
j
El descubrimiento de la historia
l..1 hi1toriauora de .1 ne ruso-america na Tatiana Proskou-
,1..,ff (1 909- J98'i ) ;¡chirrió que d1:tcr111inacbs estelas de Pie-
lr.i, \;t:¡:ras rtaparedan co n el interva lo de una gene r,1ción (fo-
1 ::r,tfía 181). Encontró 1111 jeroglífico de "n acimiento" y ot ro ele
tntrun1z.1ción .. (t<,tograíh 182) e identi ficó como jeroglíí1co
de: lnlltrtc" el úl timo ~igno d1: una serie ele fec h~s. En los dos
"J: 1111·111<', s·ignc,, reconoc10
· , en caeta caso los ¡c.:rog
· 11·t··1cos de 1os lay Ajow (fue entronizado)
1
~hrc, de Jl tr,Dn.1¡e,
• - 111stori
· ' ·cos. (',on su d escu 1i r11111en
· · l0 d e-
~lri, incqu'11·oca mente que 1as rnscripc1
· · ¡·o rma 1i,rn
· ·onc.:s m
le: '..t I ida .y d e 1a 111,tuna
· · de prmc1pes
, · tempora 1es y que r·:1c1·¡·1-
tal, , 0 un·1 • . ,
' l't~Hln de la política y del poder de !:is g randes cimb-

k •le la~ tierras ba¡as. A conclusiones sim ilares h:ibía ll egado


~l\1t·r1orrn1: ·I , . . .
I _ nte e arqueologo gcrrnano-mex1canu H ernri ch Ber-
m llotogra f·1 11- <))
iL ' ª . Desc ubrió jeroglí ficos cu yas p;lítes fun-
lllcnta lcs siempre eran l:is mismas, aunque conte nían un
d~1n,•n10
01 1ftco1 t¡ue presenuha variaciones locales. Entre tales jcro-
,. J. b.
tn \1) •
tscu
'
rió los que él lla mó "gli fos emblema", quc.:,
<•pinión, h,tcían refe rencia a ciudades o a c1sas re,des
h '";:r,tlia 183).
º:___ __ 100m

Fronteras nacionales

'-Chantiha'
Caracteres que indican la palabra ·a;aw• (rey) Dzibilchallún

Tal?
Ek Balam

■ Caracteres que ' nc1·Kan lapalabra "k'uhul' (divino)

ri
• Kan
Calakmul


Popa'

.
m·?

Toniná
~
~
R Aok?
Bonampa
e Muto/ ~
Dos Pilas
• ?-su
Machaquilá
~, ··w-..' •
@® Yak?
Cancuén
;--: .. . . ..
La clave del desciframiento de los jeroglíficos ~

r;
,\ pes:ir de este revolucionario ca mbio de pa radigma, que con-
, lp rei1entc una sociedad " pre histó r ica '' en un pueblo con una
verua e e
. ·. escrita no siempre se estaba en condicio nes d e leer correcta-
h1ston ,1 · · ~
• e~crirur I maya. La "lectura ·• de un texto sig nifica e n defi-
n,cnrc 1•1 •

(

nitiva su recomposición ling üística. En este sentido, se conocía la es- .,


" tic la e,critura 1113)' ª V se articul:1ban los sig nos tal como lo
trucn1 r,, · ·
~
hacían ¡0 , m:1ya, del period o clásico. Pe ro, ¿e rnn los je rog líficos mayas ,'
una cscriwr:i en la q ue los signos correspond ía n a sonid os lingü ísticos !P:'
. ,- ·t 'f\

'~
. ~l
conc reros? Lo, investigadores d efend ían h:1sta h ace pocas d écadas la ·E..,J p:..
~~
tesis de que los caracteres re mitían a ideas d e un modo p oco preciso.
~:Hf
·cgún esta, teorías, no había necesidad d e conocer la lengua maya,
pues. como ,ucede en la acttwlidad con los símbolos d e los aernpuer-
.~r{
f •!'\...' . .
~-~
,,
ros y de las e,raciones de tre nes, todo el mundo podría comp re nde r los
, ignos. independientem e nte de la leng ua q ue se habb sc.
r:·
El arqueólogo y especialista e n escritura Yurii K nozorov (1922- "
1999: fotogrnría 180) m a nte nía una op inión totalm ente d istinta. E n el
año 1945 entró en u n Be rlín en lla m as con el Ejé rcito Ro jo e n calidad
J e jol'en solJado el<: a rtille ría. En las calles p róximas a la biblio teca
Jcl Reich , Knozoro\' e ncontró ca jas de libros que lo s alemanes no
pud ieron poner a salvo de la ocupació n rusa. Á vid o de e je mplares
escri tos, rebu,có ent re las ca jas y encontró un a ed ició n d el informe de
};
Diego de Landa sobre b situación de Yucatán y u na reprod ucción d e l. t·

{
los tres manuscritos mayas ento nces conocidos. Knozo rov regresó ~~i.
a Le ni ng rado con este valioso botín d e gu e rra pa ra finali zar en esrn :..>
"J . . .

~...
ciudad sus csLL1d10s. Su tesis doctoral consistió e n u na traducción
comentad a del manuscrito d e Land a, la fu en te m ,í s im po rta nte sob re
la vida de los mayas d e la pe nínsuh de Yuca tá n a ntes d e la conq uis-
ta espa ñola . En uno d e su s capítulos, el manusc rito ele L a nda ha bb -
ha de los caracteres m ayas. L a nda , q ue no conocía o tros siste m as ele
escri tura que los alfa bé ticos, estaba co n ve ncido d e q ue ·los sig nos
mayas corn:sponclían a una escritura alfa bét ica. De hecho su libro
cnntenía u n alf:ibeto en el q ue se establecía una correspondencia
entre los jeroglíficos y cada le tra d el alfabe to latino (fotografía 187).
Fa cinaclo por la descr ipció n de la escrit ura q ue La nda ofrecía, K no -
7orov se dedicó a estud ia r los jerog lífi cos d e una m ane ra siste mát ica.
Tenía y:1 experiencia e n el tratamien to de otros siste m as d e esc ri t u ra
antig uos y sabía t¡ue, con sus a p roximad a m ente 800 ca racte res, la
c~critura 111:iya no podía se r alfa bét ica , es decir, no podía haber un a
correspondencia u nívoca e ntre le tra y son ido. P o r otro lacio, ta mpo-
co pod ían ser lo, jeroglífi cos m ayas una esc ri t ura puramente id eo-
gráfica . pue, ningu na le ng ua dispone únicame nte d e 800 pa labras.
::--o obstante, este n úme ro d e ca racte res e ra simila r al d e otros sis-
' s 'antig uos eJe escritura,
tcm•1 · q ue no eran 111· pura m en te I'deogra' fiicos n1·
puramente alfabéticos, pe ro ta mpoco pura m e nte silábicos. Así, por
ejtmplo, la cscri1ura cuneiforme surneria utilizaba más ele 600 carac-
18.~ /_J E g!ifos emhlrma de las ciudades mayas nuís importantes 184 Copón, nttfa A scg:ín un dibujo ,Ir Carlu:rwood
teres Yla escritura jerog lífica h itita sólo d isponía de 497. Estos dos sis- Loe¡ glifos emhltrn:.i cle)i,cubicrtos ("n el añu 1958 por Heinrich Bcr- iohn l.loyd Sl(:phens y Frt'tlcnck CJtherwood llegJron a Copán en
tema de escritura, compara bles e ntre sí po r su est ructu ra, combinaban lin son tírulm con los 4ul' lo~ soberanos se prcstntaban como "reyes d año 1840 y queci.:iron foscin::Jdtt, pc>r los 1nonu1ncmos en ruin:u; de
clivinm" de una nuc.b<l i..ktnrninada o Je un territorio. Lo:, sign()~ una gran l'i,·ili7.:1.ri(m. Srcphem crría )1.l entonces que en las este-
los caractc
' re' s1·¡ a, b·1cos y 1os 1ogogramas.
marcidos en ro jo ~ignifican ªUi\'ino·•. los 4 ut· lo están en naranja h1s ele piedra de b ciudad estab:1 csrrita la hiswria de sus reyes.
De todos modos, para la mayoría d e los estudiosos d e los te xtos represenr.:rn d título dt' 11ja11,, "rey"·. F.I significado rscncial Jt' los gli- H:1hrían tlt' pasM 110 año~antes de que su intulrión quedase contir-
fos emblema (aquí en amarillo) scii:1.l:i d nombre de c:1d.1(iudJd o marla. Hoy , abemos qul' la l'Stda A dibujada por Cathcrwood fue
mayas, cun Eric Thom pson a l fren te, e ra inimaginab le q ue la esc ri - cri~irla en daño 731 J .C. por Waxaklajun Ubaah K'awiit y contie-
del :ilcance <le dominio. Lus nombres que ya se h,rn descifrado .ip:1-
tura maya funciona ra d e u n m odo similar a las d el a ntiguo O rie nte. recen en cursiva 1umo a las dcnominacione:,. anuales de b!-1 ciuJ~1dcs. nt·. t ntre otra~ C03J3. un.t lista Lll' lu 3 jcruglíficos t 1nbbna de la~ c1u~
Jac.k3 más importantes dd mundo maya J lo~ ojos Je Copiln: Tika l.
Sin embargo. a u na g ran distancia e inde pe nd iente men te d e los (:J.i:.ikmul. Palenque y, obviamc:ntt. Cop~ín.
gra n cles centros de estud io situados al ot ro lado d el telón ele acero, el

jo\'en K nozorov consiguió demostrar la existencia de carac teres silábicos. Estaba con -
venc ido de que se había e ntendido ma l el discutidísimo alfabeto de La nd a y que en
real idad la combinac ión J e consonantes y vocales era un silaba rio. Partió d e la base de
q ue L,111d;1 rn:.> entendió el p rincipio de las escr it uras silábicas y sólo po r esta ra,.ún
interpretó, por ejemplo, el signo si l:íbico be como el signo fonét ico b.
Knozorov pudo demos trar la exactitud d e m s refl exiones apoyándose en los
m a nuscri tos en los q ue h,1bí:1 b reves textos jerog líficos jun to a la mayo ría ele las re-
prese ntaciones. El investigador alcmfo Paul Schcll has había descubierto a principios
del sig lo ·que, en las acotaciones, determinados jeroglífi cos aparecían invariablemen- buluk (once)

te junto ;1 las mismas re presentaciones d e los dioses y que los animales e ran desig na-
dos con su s propios jeroglíficos. Kn07.o rn,· com probó q ue el jeroglífico cor respo n- ~
\ I
diente al pavo cons;aba d e dos caracteres, el p rimero d e los cuales se relaciona en el
ku-tzu tzu-lu
a lfobno de Land a con la letra q (fotografía 185). Según Knozorov este signo corres-
pondía a la s ílaba ku. De hecho la palabra q ue d esignaba el pavo sa lvaje e rn k11tz. kufz {pavo) tzul (perro)
Kno zo rov dedujo que el segun do signo transcribía el inexistem e -tz. Volvió a encon -
tra r este mism o signo como primera p,1rte de l jeroglífico co rrespond ien te ;1 la pala-
185 Sig,wJ iltdhico,, del C6dic<' de Dreslit· sign1fir;1do 1lt pavi, ~~dva¡t' y pr>r cnmbinariún dt"du¡,, qut:
b ra "perro". En la pe nín su la d e Yucatán, a ntes de la conq u ista espa110la h a bía una Desde pr inc1pim dd .-.i.u,lo XX ~l· :! oaLr ljlH: t:l buitre. :d el "egundo :-.ignu tr;tmcribb l.1síbha tz11. L, pn:~trlt:Í.1 dd
igual que el p<:rro. "i(~ n·prt;;l·ntaba con una foi11binaritln ~egurnlu :-igno rn d ¡i.:rnglífico t:,11/, que s1gnific.1 perro.
rna ca nina que se llama ba tz ul. De esta fo r ma q uedó d em os tr;1do q ue e l primer sig-
de dn~ c:1r;1cteres. Sin c:mh;1rgo, no h:1bía11 podido dnn- rnnfirmr'i ~ll in1uirir'1n inicial. Apny.1nclnst· t·n t:,k múodo
no del nombre ele perro ten fa q ue ser tzu; del segu ndo signo supuso que correspon- frarse lingüí,ric:1mtnte los tlm siµnm. Ftk Yurii Knuzo- comhinarono consiguió dt::,cifrar v;1rin,; signo" m:í ....
día a la síl a b;1 /u . Finalmente en un pasaje del Códice de Dresde Knozorov encon tró rov d prin1t·ro t'O ,1trih111r d v~ilnr ~,n('tirn ku tkl :tlfohc-
tu dt.' LinJ., .1! primer signo rld icroglílico qut· si~nifi-
una fecha en la q ue, en luga r del número 11 calcu lado, h,1hía un jeroglífi co con t res c1 p<1vo. Encuntrb en dicciun:1rin., la p,1bbr:l kw: fOn el

elementos: un sig no d ete rio r:1do y ba jo él los sig nos que interpretó com o fo y ku. J ,;1
p,dabra maya correspo ndiente a "o nce" es b11luk. Así conseguía una prueh;1 m ás ele D avid K elley y Mich acl Coe a postaron por Knozorov y dem ostraron con sus nuevo,
su s descifra mien tos y d e la exactitud ele su cálculo m et6dico d esc ifr.11ni cntos q ue la escritu ra may:i era rc:ilmcnte u n sistem:1 formado por logo-
Apoyúndose en esta combinatoria, Knozorov descubrió un elevado núme ro d e gramas por un lado y por ca racteres silábicos po r otro, por lo cual los especial istas
caracteres silábicos y demostró que éstos siem pre se combina ban entre sí del mismo hablan d e escritura logosilábica o el e "escr itu ra mixta".
m odo para transcribir p,il a b rn s m ayas. Como pr.íctica m cnte tocias las pala bras m ay:1s
tenían la misma estructura y const:1ban de consonante-vocal-con sonante, una palabra
podía tra nscribi rse con dos c1racteres silábicos presci ndi cndo d e la vocal del segundo Estructura de la escritura maya
sig no sil ábirn.
P or lógicas que parezcan ahora las refl exiones ele Knozorov y convincentes sus P osterior mente un pequeño g r upo de estudiosos de los jeroglíficos, qu e trabaja-
d csc ifr:1mientos, sus propuestas encontra ro n inicialmente un rechazo fro ntal. Aparte ban en estrecb:1 colaborac ió n, t rató ele a plicar el métod o ele Knorozov, que hasta
d e la retó rica m a rxista que se veía obligado a in troduc ir en sus textos, había algunos entonces estaba lim itado a los ma n uscri tos, ,11 co1pus m ucho rn{is extenso ele las ins-
errores d e detal le que facilitaban a sus críti cos la tarea de atacar sus hipó tesis. No obs - cripciones q ue ,1parccía n en los monumentos del periodo cbhico. De este modo con-
tante, en la década ele 1960 invest igadores nortea m ericanos com o F loyd Lou nsbury, siguie ron descifra r buena parte de los aproximadamente 800 c;1 racteres y clasificar los
en un cuadro sihíbico (fotografía 189). En la escritur,1 maya los signos silfibicos prc-
sen t;1n siemp re la m ism a estr uctu ra y const,111 invariablemenl"c de una consonante y
ele un a vocal. l la y po r lo men os un sign o para cada cnm binaci6n posible de conso-
nan te y vocal. Como el ch'ol -la lengua de los jeroglíficos- tiene 5 voca les y 22 con -
sonantes, tiene que habe r un míni m o d e 110 sig nos sil:ibicos. P o r n1r;i parte, existe
una serie de signos vocálicos pu ros. !\o obstante, de hecho el nú m e ro de signos rnd-
licos era como mínimo el doble, pues había dos o m:\s sig nos para la m ayoría de las
sílabas. Así. la sílaba bi podía escribi rse con un sig no bás icamente formado por cinco
pun tos, pero también con u n signo que r epresentaba u na pisada humana y que en
ch 'ol se lla maba bi.
La existencia d e u no o d e varios signos para la m isma sílaba obedecía fundamen -
t;il mcnte :1 m oti vos a rtísticos y ortográfi cos. Los escr ibientes m ayas aspiraban al n ivel
más al to de ostentación visual y de variación óptica (fotografía 18ú). La impresión de

186 Juvgl(flc.'üS de figwu rnmplrtu de ropún. Dc/dlJlent d c.:n10,tr,1c i,·m .irtí:>TIC'il d e.: l.1 fontJ~Í.i c.1ligrMic:1 dr ltl!- i.'5-
tallada de'! "banco dr H11n111rd''; clristm tardío, 6()0-900 d.C.: niba:ntl'!i m:1yns. F.n (:Sll' GtM, ;1p.1rcre d nomhr~ dd
¡,it·dra /ubu )ob1.:ra111JXV de Cnpfo. K'ak' Yipiy;-ij K'a w,il ("El fut·g 11
Todo:, lo!:- caractt're~ podían ser reproducido~ romo seres n b ful'rZ~l dd dios K'awiil"l. 9ue r('in6 desde el ,1ño í-1 9
vivos. E:ttos Lt' Xtos tr:mscriros con figuras complrr.1s prt:- hasta d 76.) aproxim:1du111Cntt'.
St'.lltan muchas diticulr.,des ele lecrnr:1, pero son rod.1 unn
LAS LETRAS DE ESTAS GENTES

c1rr11n J¡; lo1 " iru,., _l' l01 lc'XI01 b.1h1tndok!l 110,otrm hecho r-ntrndtr q ue ,on ,lrn T 1111h1cn !o csnihcn por p<H tn. pc.·r11 de l.1 11r1,1 y
-~•n.¡ur n .;J '>f'''t
,,b,-u
•• ¡,.,U/.l('J h 11:11c'rt1• r,·.:11
lc-t r;,¡,;, lo <."wr ihi:in d lc,s cu n tres po111cndo .1 l.1 .1,p1r.1 -
llf,1. m, •1'" " •,:do o tra m;rn l"r.1 ¡_¡111: no pud1 <.· r:i tqui ,mo por d.1r cw.:n1,1
J,/iJo D,rgo Je I •· :,~ ,,, to,·,,{,,,ul111iuwte im¡1,c;11m,ulo c..·ión el~ b /, IJ \ ocal r. qut· alll('s JC" y en es1c1 nu
!,j I r;1e, t·n tna d r la, co,a, de es1.1 gC"n!t: \/,, 111 f... dlt c.. ¡t1 ien·
, ul1un1 m,n 11. l. :.i rrfli7d rl m/r11lll -Íc' /.J11

4Cu, n/'1r )' d f'l;J ,m 111 r,-:c1·11tmJ mt1ru ~Trran aun q u1 u,cn (otr;t)t", ,1 q111 ercn dl1,,, por cu n o- 1le. 1r ,w qmno \· dios lo I kribc-n por pJrtcs dt..· C)l<t
sid ad Ejempl o: m anera:

1, 1 J.'l"ll l' de ( H· r!n, c 1r,1 t lt·n·, 11


..a 1,. 11 en ,u, lihro'.i ~U'i cosJ!lo
tigu.u )" -.u, "·,c1\c.1 ,, \ e .. ·,t,1, hgu rJ s y 1lguna~
(e'.'! ele IJ, ;·n "11J,''· • .:1t•n, Jian ,u, rrn,1, )" l.l, <Llhan
l.u .í111mle, gran número de-
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, p11rque no 1t·n í.1 11 Colóól en
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n l L ,d M1H1cron ~l ma r,1\'i ll a y
Lk, pués• .1I c.iho, k· pcg;111 l.1 pa rl e 111111 ;1. Sí~Uc.."><;.C su .1~CC .

I ' "• q ue c.. ¡mt·rc <le~·i r l>c la!i lc..-t r.a, q ue fal u n carert· t·,t~ kn~u.1 y m· nt
sus k trl\ pon i r 11 u 11 .,l!t·t·r, ,¡ue no pcrrn1rr agua. poH¡uc h1 h rirne a 01ras 1ñ;1dulas .: le la nue~1r,1 pHa otra, cma!I i:¡ uc Li , ha
umhrr m.:i ... p r 11 11 ,~,n p;_ir~1 l1H. l..1s Li,; asplr J· antes ti c.- 'ií, t1 p<•ncn rl los ml" nc:stn )" n no usan pólí;J 11aJ.1 <k cst<1s )U\ ,.arJctcr~.
,Ir b, Id ; ,1, ,. 11 cJ r.ú tn. v dnpu(•s, jüntanl <' al ¡mnc1p10 con a, y al cs pcna hrn.- n k l.1 ge nte moza q ue h.1 ;1pn· nd1tlo \o,;
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Logograma de ajaw (rey)

ch'ok (niño, joven príncipe)


-ja

-wa

Grafía silábica

- ajaw

■ Cacofonía vocal: ye-bu = y-eeb (su escalera) H glotal - hamliiy (fue abierto)

wi

Combinación de logograma y signo silábico

yi
188 Vimarues logogrdftrn..- y sddbiau tle la palabra frecuente er.:t la comhin:ición de loF:ogram::is y de signos
1~¡11w (rry) siláhicos. En el primer ejemplo la voc:il a aparece debnte
Había tres logogramas para la palahr., tyaw (rt.".y): la ca,bc- de la variante de b cabeza de buitre correspond ie nte a
za di: un rey con un:1 cinta éll la frente. una cabeza de hui• a;aw; c:n d )c:gundo e íemplo el logograma :ihsu acrn ajaw
tre y un signo ab)trncro. Tjmbitn se podía l'Scrihir b pab- aparece jumo a la sílaba u }a, que indic:i que b palahra (lebe Armonía vocal: wi-tzi (}vitz • montaña) J velar - jatz'ay (golpeó)
bra ,¡{ilo con signo~ siLíhicos: 117LHt1a. Ahora hieni lo más a,aha r con la consonante w.
19' f:.S,r,bitnlf (n.,, 11,1b,110. Pmcedenrnt deJt01modt1; r!tísic() wrdío,
iJXJ-'ltllJd( iJrullu ,o(td.i, mÍt'(OÚtJ pru·adu _
f.a L, pmlurJ de c,1111, ''"li,c ,lt·I fundo de t:_5(3 tucntc apJr,ecc un c<Cn •
btcnlC' C'n pleno trJh.i¡o T1rn1.. en ,u m,lno 1zquu:rd:1 un cod1ct' ah,cnu
1
tn t., JcrtfhJ un p11H d linti. Lo" ei.crih1c11te;; g:uanbb,tn el p111ct.:I y d
"\'" d(' lo~ utemilim en ,u hKJilt1. FI nficin J1..· C'-Crtbie-nte guzah:1 <le
Jf.ln J'fC'SUj,!ICI ,.,_xul; e, l"'~1hlt.: que mucho'- de ellos formasen plrte Je
I,¡ an'°'«r.1ciJ, qm:," 1c,t·n \ rrJÜ,lJ,hc.:n en IJ corte real.

ltl LAl pr((IJJÚn dt la n, ,aura mcl\'t.l


L, e -cmurJ mJya ptrm111:1 reproducir con preci)ión mdm lo~ ~unido'-
dr U lcn$:U.1 .\~,. M° d1'-ttni.!UÍ;,10 comonantes )tmplcs ) con'-onantcs
¡:; !t.1l11JdJi ~ por t:¡C'mplo, ,hnk qgmficab:1 '"t1r:1r" y clr'ok, ··niño, prín•
Clpe f('l\cn'". T:1mb1t'n ,e p4nlía mJrc¡ir la d1f~rentc longitud de lai. VOCJ·
In:; ol. l~ pll3bra \'ee'b, ",11 e,calt'r<t'', tenfo una vocal brga, por lo que:
lt 1r1in"r1bfa con 13 \il,1h.1 lin.11 bu {nn con he). Por d contrario la \OCal
dta r:, ..monr.1ñ.1 ... rr.1 brc\t:. D, ,1hi que b vocal no kída con1unta•
rnnue Jd \C'gundo '-1µ11 11 )1L.ib1co dehia cnrre)pondc:t a l.1 del prunrro,
tJ &'tu, u 1-t;1. Fmalm,:nt,· lm e" nhic: ntt ) JisTinjtUÍJn c:ntrt' una h
ptkt..omtntr 1mpcrC'qmhk (como en hamluv. Hfuc abicrrn") y una J
.hpn,. de w,n1clo s1m1l.u .11 ele la J castdlana de m10 (como t.'O 1u1:ay,
ºp,l¡,t<,"I

plenitud barroc.1 que se impone al espectador e ra algo buscado por los escribientes Po r último, había muchos signos su;ceptibles de p resentarse en una \ ariante ple na o
11u~a1 Y se lograba a tra \'és d e la posibil idad de esc ribir la misma palabra con dife- en su for m a a hreviada. Cuando u n esc rib iente caligráficamente a mbicioso quería
r,·ntcs l'aria nte, (fotografía 188). hacer del texto una \·erdade ra obra de arre, confor m a ba los signos como cabezas o
L11 grafía1 de la palabra a1aw ("sobe rano, rey") r eflejan la com plejidad de la incluso como figu ras completas (fotogratía 186). l .a calidad estética de la escritura era
'\Cntu ra maya con su combinación de logogramas, sílabas y rncales . H abía tres logo- muy importante para su braya r su ca rácte r sagrado. A dife rencia de la m ayo ría de los
,:ramas diferente~ para transcrib ir ajaw: u n sign o en el que apa rece una cabeza con restan tes sistem as d e escritura, la esc r itura maya no fue producto <le la necesid ad de
una cinta en la frente, la cabeza de un b uitre real y fi nalme nte u n signo abstracto. asegu ra r las transaccion es comerciales, s ino q u e desde el primer mom e nto fue un
PcrCJ existía también la posibilidad d e com binar el signo Yocálico a con los silábicos medio utilizado para d irigirse a los dio;es o para legitimar el pode r de los reyes, que
1" l t<'a. l\o ob~tante, las más frecu entes era n las grafías en q ue aparecían ju ntos los se eq uipa raban a los dioses. Los escribientes, que operaban con la c;critura jeroglí-
<10<. tipos de signos. Por ejemplo, se tomaba el signo vocá lico a y se colocaba dela n te fica, ocupaban u na posición socia l elevad a (fotografía 190) y ge ne ra lme nte vi\"ían y
rl, la cabeza• d e•1 bu1tre,
· que ya s1·g n1' fi,ca ba a1a111
· por s1' mismo.
· E n una va nante
· ·
gra- actu aban en las cortes reales. Segú n pa rece, al igua l que ~ucedía e n otros pueblos cen -
l,c de e stas ca racterística;, la a cu mpli ría ú nicamente la funció n de fac ilitar la lcctu- t roamericanos, e n tre los mayas el do minio d e la escr itu ra, y lógica m ente de la lectura,
r¡ 'de destacar que la lectura de la cabeza de b u itre e mpezaba exactamente por a.
aunq ue solamente fue ra pasivo, formaba pa rte de la educac ión ele la aristocrac ia. No
1 nd0
u¡ los signos ,ilábicos de esta fo rma se combinan con logogramas, los estudio- se sabe a ciencia cierta si la escr itu ra había arraigado también en ];1 senci lla población
SO\ hahlan d ..
• e complementos fo néticos". r ural ; es muy poco proba ble que así fue ra, pues no existen docume mos escrito; ;obre
l'I
•• hecho de que determinados signos puedan leerse de diversos modos complica la ,·ida cotidiana de las clases sociales inferiores. No obstante, posiblememe todo el
1
{(l. a\ la rn. 1 1
t as a cctura de los te xtos jeroglíficos mayas. Así, por ejem plo, una cabeza mundo podía reconocer el nom bre del sobera no reinante en la inscripc ión de una pie-
:lllcn,na pued e significa r ta nto ixik (mu jer) como na (madre) y, según el contexto, dra. E l carácte r gráfico de muchos je roglíficos faci lita ba seg u ra m e nte el reconoci -
n rn,~m O .
'S h signo representa o bien la sílaba ku o bien el logogram a tuun (pied ra). Los m iento d e los diversos signos.
ri 1Cntes · ·
cu I mas\ 1nuo,os acrecen taban la com plejidad visua l de la escritu ra, para lo
a no se )' ·
lnf) tn)itahan a colocar los signos uno tras o t ro, sino que los sob reponía n o
u,o enea· b
¡a an uno dentro de otro sin in troducir n ing ún cambio en la lectu ra.
192 l.afam1t11.1 lmgiiütiü1 IYl{l~II
E,;1;¡ repr6t'ntaoún <le la frngmcnt.m {m prntoni:l\ el
0
2000 a.c. 1000 a.c. O 1000 d.C. Presente "lengua pnm,uva·· en \a.-. ~ 1 lengua!:! m.1ya!i (Onocid.,,,
rod.1" í:i h.1bh,t1.,~ en .:;u marnr parre, !il' h .h.1 c-n l.i rc.:ron 5•
Waxtek rrncc1bn elabor,1Ja por los lingiiiq,1:, norti:,m1~ricinu,
I.ylt c ~,mpbdl y Tc-rrence K.,ufnun. LJ u ,cmur,1 wr"-
Waxtekan Chikomuseltek
glifica ful Ut!,arrolbda por lo:-. h~1hL10tr!I dd grJ n ( h 1,l.m
Yukatek ,mtt~ de qu<' se pro<lujest l:i :,,cp:ir.1c1lln Jd r1-dt,il.m
Lakandon aprox1111ad:1 mrnre J comienzos de l:i era C'n,tiJru. 1.,1;
leng-ua, de- la r:rn1a yub.tek.m {yuk:itck) :u..lopt.1r,,11 IJ
Yukatekan ltzaj t·scrnur,1 en fechai; pmtt rtort'll. El sombrt'adu rndi~.1 b,
Mopan kugu.1,;- que util1z::ih:10 b ncntura >· l:1 épof,1 en yuc l"
Ch'ol h icieron.

Chontal
Ch'orti'
Protomaya Gran
Cholti
Ch'olan 193 hlicripción de imtu{ltO'IJciñn. fk Rt1/am. ruc,lt,/1/,
Tzeltalan ,-- - - -- -- - -- Tzotzil ,\/é.nm, balusmulu oe.~te de la l'iClilem f1 lt1 ac,y)poí b,
Tzeltal dJ~xo umlíu, harn1 830 d.f..; pu·drn rnh::a
En b ~t xcavacioncs de- F.kh:llarn, al nom: dt l:1 ptnrn,u l.i
Motozintlek de Yuc.ll.in, se cnconrr:-irnn entre 1Q98 y 1()(10 numrn,,.h
Popti' 1nscri¡xiu11c::. en buen esr:-ido dt con.st"rv.1c1Un. l.11, Jt r11•
Akatek glífico::. tic b fotog,rnfí:1 dehen leer~e d(' 17quiad,1,1 d1.rt:-
Gran cha. St trata de un:i inscripción tlt in:rng.11racinn. ; l·ntrn
Q'anjob'al litr ranu panirubrrne nte frtcutntt en Yuc:-itfo: "~L cc..· r·
Q'anjob'alan
Tojolab'al m inó{;) el rd ieve el ?-Uh. tstt n ti nomhn: tk l.1 nc:t-
ler,1 del sober:rno Kit Kan Leek Tok'. rey d1n n11dc E.k'-
Chuj Hnb111··. Prob:-ihlementt la culucac1ón Je u na 1n,rrip<"1on

Mamean
Mam
Teko
1. d(; c·sus caracterí~r1ca.'i era en sí mi::.ma un acrn rd1¡;11,,11
guc- se :-icomp:1ñ:ih.1 con largas ctrt·monia:,.

Awakatek
lxil
Q'eqchi'
Uspantek 194 "Rocad,1/o" maya (detall, de la fotogmfia 1%).
Lug11r del hallazgo de_;ronocidu; dtlsit'O ttzrdío, T:,(I i ) I)
Poqomchi' d.C.; arcilla canda; culn( iún /H'imula
Poqoman F.n muchas cerámicas may,1s ~e cirnn cexto:, hahl.ufos;
como en las ac tuales viúct;b. las p.11:.lhr:b ~í.. rl'LicmnJn
med1:rnre líneas con b boca de los hahl:rnt e::.. El "hoc1di-
K'iche'
llo'· rlc b focogr~1fí:1 n:producc las que1as 4uc el J1n, L
K'iche'an Sipakapense rrcscnra ante el dio:, dd Sol dr la cedmic1 Jr la forngr.1 -
fia 195. El dios L se l.1mr nta: "Seilor, l::i lidJre. ( <: llc\',1 m1
Sakapultek
:-irlnrnn (? ). mi ropa, mi ra rg:1". l.os tn.tús de' l ·,tC' tipo
Kaqchikel son poco frc.· cut'ntt'::. y contienen form J:) lingi.ihttc.1, qur
Tz'utujil pdcuramt'nte nu :1parcn:n t:Il las inscripcinm·" ü clm,
\'amente narrall\'as.

Desciframiento de la literatura maya


D e los cerca de 800 sig nos de la esc ritura maya, ;1 ctualmente están descifrados
unos 300 y se tiene una ide,1 m ás o menos precisa de la significación d e otros tantos.
Aunque el desciframiento se encu entra en una fose muy avanzada, lo cierto es que
q ueda n por resolve r var ias cuestiones, como por e jemplo el problema de si los m aya,
marcaba n en la escritura la diferente lo ngitud d e bs ,·oca les y cómo lo hacían. Más
importante es el estudio lingüístico d el idioma de la escritu ra jeroglífica. Sin d ud ;1
alg una 6,rn ú ltima fue desarrollada en el preclásico tardío por un grupo lingüístico
ch'ol, una de las numerosas lenguas mayas estrech:imente emparentadas entre sí
(fotografía 192). A unque poste rio rmen te otros grupos lingüísticos mayas, sobre tod o
lo~ yukatek del no rte de la penínw la de Yucatán, adoptaron la escritu ra, el ch'ol con -
tinuó siendo l::i lengua predominante en las inscripciones. Era h1 li11g11afra11ca, es dec ir,
h1 lengua de relación de la aristocracia m ay,1 del pe rio do clásico, y disfrutaba de g ran
prestigio como lengua esc rita. En rea lidad la escritu ra je roglífica disponía de muchas
posibilidades esti lísticas y estaba en condiciones de reproducir todos los matices de la
lengua (fotografí,1 1e¡ 1). >lo ob~tante, con sus giros formalistas y s us incesantes re peti-
ciones lo~ textos ncritos consen·adns producen una impresión de monotonía. Son
comunicados oficiales, propagand;1 real y cró ni cas prolijas. Las form as expresi vas
narrativas y poéticas estaban ;1usentes, a l menos en los monumentos públicos.
. b r·iiite en las 1·asijas de cerámica pintadas aparecen indicios ele amcriores
:--.o o ' . .
•. ,. J'rerari.1, perd idas y del amplio espertro de tem as consign ados po r escrito
(fC.lCIOllCS 1 • _ •• •
. inreriure, (fotogratía 19)). Tales vasq as esu1han co ncebidas para un :ímbi-
<'n epocas. . . _. . . .
· lo)' 11 ri ,ado. de forma que los artistas su tnan m enos lirrn tan ones. E n ellas
IU ret1uca
. r·is en t.1, ,¡uc a ¡1arecen hombres m an teniendo un:1 con ve rsac ión; los jero-
h.11 p1nlll · ·
.fi r ·co"cn ,u s 11alabras. D e un modo muy sim il ar a las l'iñct:1s de los c6mics
~l 1 l((l!> t.: ,... u . ,, . ;

) - un:i, lineas unen los hocacl dlos d e los ¡erogli firns con las bocas ele los
Oltll1tríll ' •

h.1hlantes.
;--:odebe oh id.irse que sólo se conserrn u na peq ueña parte de la r iquísim:1 litera-
")'"l
tllí,l 111" • · _,1
1 humedad y el calor del cl ima tropical provoc.1ron la pérdida de tocios
, ,opones de la 1:,uitura elaborados co n m:ne rial perecedero, como las inscripcio-
111
rws en madera o te¡ido y, sobre todo, la la rga seri e ele l ibros de papel de am ate.
\ crualmentr ,ólo contamos con lo que los esc ribie ntes red acta ron en p ied ra o en
ntrn\ materiales resiste ntes al paso de l tiempo (fotografía 193). La m ayor pa rte de las
lll\Cripcione, aparee<: en la, column as conmem orativas de p ied ra, llamadas estelas,
en ,titares. en p.1ncles, en tronos y en dinteles. Se ll enaban d e inscripciones los cd ifi-
00~ y i: decnrahan con ellas escale ras enteras, como po r e jempl o la famos:1 escalera
irroglíf1ca de Cop.ín. co n sus m,ü d e 2.000 jeroglíficos. Los jeroglíficos se real izaban
rn l'Stuco y se colocaban tanto e n el interior como en el exterio r d e los edific ios; las
p.,rcdcs estaban pintadas y las rep resentaciones escé ni n1s se acompal'i;1ban de acota-
(ltme~ cxplicati1 ,1s. Los textos se g rababa n en objetos de jade, h ueso y valva ; nor-
malmente contenían b re1·es notas sob re el p ropietario de un a joya valiosa: "É sta es L1
nrc:¡cra J e ... ". Las mejor<:S creaciones de la ca ligra fía maya se encuen tran en b s cita-
,l.1~ 1,isijas de ccdmirn y en los cuatro manuscr itos conser vados.
El descifr.1111irn to de la escr itura ha revolucio nad o los estudios mayas en mayor
nmlida que rnalqui cr otrn discipl ina científica. A ho ra b ien, las últimas conclusiones
., que se ha ll egado a parti r del estudio de los jeroglíficos no sólo tie nen interés pa ra
un círculo reducido de espec ialistas. L os m is m os m ayas reconocen que la esc r itu ra de
I"' ,inteccsores es un demento clave para com prende r su pasado. Los mayas de Cu:i-
tcmala y Je México hacen suya la esc ritura jeroglífica pa ra recupera r u na pa rte de su
11lcnridaJ a tral'C:s de ella y procl:1marse así herederos legítimos de una cu ltu ra escrita
milcn.1ria.

01
195 El "vafü de lo., co11,}0J • Lugar dt! ha/lu:go
da,wu)odu; tl1foa, wrdío, 710 7i/J d.C. , 11rcilla cnoda;
c()/noó,, pnt•ada
El llamatl,1 '\•a~o de lm cont"ju;)•· l'S u11:1 obrJ 111,1 (:.:,lr.1 dt:
Lt pintura dt' v,tsíia> Jd pniudo d;.bic1J. Fue crc;1do t"n
lu.:, aln:dedore:S <k Naranjo ¡.mra '-U .:,uLuano Kº:ik · Tiliw
Clian Cha:ik. F.sr~ pinr.ido coi1 <lo.:, t':,{"t"nas miwlúgicas
aparentemenre rel:tcionada" enrrc sí. rnn el viqo d;os l..
cumo proragonist.1. L:i escen:1 ck ti dertrh.1 rtpre~em:i
prob;1blt·mente el prtmt'r .epi-.od1u: un.1 liehrr !-O':i! Jen e en
:,\1 mauu b rup;t y el trJCado dd dio.:, L. F.n l.1 l'.:,Crn.1 Je 1:-i

i29u11:rda 1.:I d1u:- L p:1rect' qut j.tr~e .inri'.' d Jio:i. dd Sol.


quien )t' ) 1t·n t;1 t· n un t n11111 ric1mentt" .tdornaLlo. A :i.u:- t'S-
palda~ )L 01.:uh.1 IJ liebre- qlll' )t' h:1 apodn,1du de lrn. dts-
tinlivo:i. J d Jirn. L. d nwl c~tí pr.ícric1mc-11tc desnud o.
LIBROS DE PAPEL DE AMATE
N ikola i C rube

El día 12 de jul io del aiio l'iú l Diego de L inda. croni,ra, e,pañolc,. t~st1gm de la utilización de In, 1111 ,_
ohi,po d(' Yucat,ín. c nccndi<'l 11na g ran hog uera en la mos, ha blaban de un for m;1to en octal'Ci. L1, pág111a, ,k
pi.iza del comento franci,cano de .\lan1. Se alzarnn los libros aparecen con frecuenC'ia di, 1dida. med 1.1111 t
cruces, "' d1,pu, ieron hancm p:1ra los espectadores y ,e linas líne,1s roja, en tres o cuatro secciones horizont,tln.
l.1n,aron a la hogue r,1 y fueron pasto de las ll,1 1nas Sucede muchas vece, q ue el "capítulo" ,..: prólonga ,1lo
todo, los .. ídolm'· y todos lo, ob1etos de culto al diablo largo ele la franja horizontal que ocupa vana~ p:íg,n.,,.
rnn q ue p11cl ic ron hacnse él y su- herm,111os de reli- ( )1ras páginas están concebida, de lorm.1 qut' deben kn-
gión .. \ 1 fi nal de la mi,a . se rnmunicó :1 los 1106l0 se de,de l:i p,1ne supcrio1 izquierda :1 b infr rior der1;ch.1.
m.1ya, no di,puestos a .1bjurar de ,us antigu.1, creencias L ibro, de un , ,dur inc,u mable ,e cimtrttnon
ti c:isttgo pre1·istu para l:1iclol.11 ría: 2110 la tigazos a cacb 1:nt<J11ces en p,1sto de las llamas. De Lodm modo,, ,11111 _
unn proprn.idm en l.1 mism:1 pi.iza. que no hubu:ra tcmdo lugar e,1.1 quem:1 de libro,. 11<> ".
Entre los tesoros quen)adm por Land.1 había libros, hubiesen conservado muchos 111:ís libros m.1ya, prtc, _
1egún un in forme cid a ño l 'i')I) del jesuita José de lombinos que los cuatro con q ue actualnwnte rntnt., n
.\costa: .. En la pro1·incia de Yucatán había ,11111gua- lm i1westig:1dores, debido fundamemal1111:nte al cl11n,1
mrnte libros de hoj:1,, en los q ue los ,:1 h1os indios reco- tropical. q ut· concede una vida muy corta al papd .1 no
gían la ,ucesiún de ,u tiempo, como tambié n su, cono- 196 Cudmua t'II /áimu dt n1fr11 mn 111cHw11t, Tikal, Prtrn. (;1wtrm11/a, cdffi ,cr q ue ,e cnnsen-c con total c,mero. L1 may<.¡r pan<' de
ur, 5/J 7i, 111mb,1 /')f,; dtú1, o tú,dfo: ,1101/11, '" ,da. r11111uid. lrmp11ul /8, m.
cim iento, de las planta,, de lm amm:ile, y dl l.ts T1k,t!. .\/w:ro S~fr1urn_¡ .\/o,/n·
lo, libros m.iyas. concrctamentl· lo, manu,critt,, drl
costum bres, de una 1na nera mu y he rmo,a y c u1 dad:1. l.(J\ ncnh1l'lllt·, m,1y.1'- ut 1!11.,1b,1n \.'nmu unrt•rt¡\ \;tl\,t, ron rnc1~1onr.,, cuy;1~ pe riodo cl:ístco, se habían de,in ttgrado mucho ante, de
le., pt·rm111,\ll m.1m1,1r un.L t!Jlll,l ,Ir (11lorc.:,. Un .11tl\l~I
1!1ic.-rtlll1.'J 'Jt·rc1,1nc,;;
Un mae,tro de b doctrina pensó que tocio aquello ,ólo que llega r,111 los esp.11ioles. De e,tc modo se perd1,·ron
d,.: T1h..1I uno l.1 1dc.-.1 de:- rtpr11ducir c::n nr.11111c.1 un.1 ,k 1.1ln ,,1k1, 1.1 ¡<.ru-
sen·ía pa ra desa rroll:1r l.1 magia y l.i, arte, mág1c.1s y ~lif,co dd tondu ,1gnific:i (dMk (llnt.\). bibliotecas entera,.
por esw razón se quemaron todo, los lihrm. Posterior- Los c11:11ro manu,criLOs m.iyas precolombinm que
me nte l.1111<:ntarían ,u .1cc1ón no súlo lm indios, ,1110 ,e han comenadn hasta huy proceden. probahlernrntc
r,11nbié11 muchus esp.1iioles ,incnos que querían cono- fi na capa de ca l. ,obre la cual se e,crihía con m111úscul os e n su tor:ilidad, lk la época inmed iat.llllLnte an1n1or
cer los mi'1erio, de aquel país ... pinceles y con pluma, fi nas (fotografía, 196 y 198). L is a l:1 invasión española. In cl usu es posible que d 111,1-
Lo que :\costa ll.11na ..libros de ho jas" eran en rea li- tira, de papel de un ma nu,cnto podían medir ,·arios nu,crito conocido con el nombre de Cót!,u- d,· \/,11/nd
da d libro, de un pa pel obtenido con las fi bras ele la cone- metros v ,e plegab.tn como un acorddm o como un por el lugar ,·n el q ue se gua rda aparenne en el ,1-
z,1 de una higuera, conncida rnn el nom bre de "amate" en .'ilhu m plegable; de e,te modo se podía abrir a rnlu ntad glo x1· 11 rn la última ciudad may:1 in deprndienrc T.11 .1 -
l\k,oaménca ( Firn., ut111folw J ( fotogr.dfa 19')). La, y Juntar ,·;lfla, págin:1,. Los ma nuscritm tenían tapas de ,;.d (fotogrnfía 1<J<J).
li bras del árbol se mczd ah,111 con almidón y ,e trabajaban 111:\dera y en ocasiones de piel de jagua r (fotografía 197),
198 Prrndcdrn dt· l111e.•o con la 11n11grn dr la mano de u,1 r•l nlnrnlr '/1kw1.
h,1\la obtener unas tiras plana, de papel. P,1ra ello ,e uti- y se guardaban en caja, de madera. La, páginas de los Pnin. Guiutw,1/,J, umplo I tumba 116; d,forn r11rdio, hiffl.l ... H d l .. hu, ,.
lizaban mazm de piedra con c,trías en su p.irtc infenor. ma nuscrito, tienen gener:ilmente entre 20 y 25 cm de g111b11do mlnrnulo um hc>m,l/lld, f1k11l..\/u,m S1l1·um,.- ,\/o,ln
C,in di..:lic;1d,1, y dq!<IIHCS linc.i, un <trll\t,l de...C'onon dn h.1,cr:ib;1du e,r :iunto,
que han :1parecido en gran crntidad en las exca1·acio11cs altura y su :1nchurn viene a ser la mi tad. Posiblemente qu<. ...osticne un p11Kd ,;im d.1r ,1 lo~ u11l1ndo~ pur lo\ C\tnh1cmc~1ft !Jhrn\.
arqueológica,. El papel de amate se blanqueaba con una fue éste el fo rmato estándar ele lo, libros mayas, puc, los \du11~h de pinctk" ,r ut1l1 1.1hJn plum,b rrcortJda'.!I.

.• ..
(///)
l9i l:l;oogl(fiw hu'un (/ihm)
Ll ('4.·ruur.1 1er11~liht,1 nfrc.:e
dl\cr,.1,;
cn¡X"11·,n
po,;ib1liJ,1tln dt·
di: iui'un
L1 p.1Lihr,1
!11hrn, ¡xtpdl. Un,1 tk db, e-,
e-,te l11g11t!rJmJ, <.ll d que- un
tr,ln'i·

m,\011\Crltll pl1:g.1Jt, ,1p,lrrce en-


1rc do, t.'.lpa~ forr.iJ,1-. l'On p1rl
de J,l,l?.U,H.

hu'un (libro)
Lo, trc, m a nu st'ritos g ua rd ados en bi bliotecas 199 Cód,u· de .\larlnd, página., 18- 11. Lugar,/('/ lialla~go dnmnondo; ffüdd,1- cual es huena prueba de que dur,inte el pe riodo poscl:í-
ro 1t1rdío. J.15IJ-165fJ d.l.; f'Llpel dt·jilm1 dr h1gm:1a, urb1nto wn una a1pt1 de r,d,
('11ro¡x-.1, llcg.iron .1 Europa e n los primeros ti e m pos de sicu las ideas religiosas respondían a dno nes muy mar-
¡,i,aadu; págma: tdt1m1 ;u, m. 11nrht1h1 / l cm; Aladrú/, Musl'U de /a; .1mérir11s
IJ culunit:aci(,n; d cu~ rto se encontró e n el año 1971 en ,\unqul· :,u~ Lscrihu:ntn nimer tnon niurlrn~ falta~ di:' ortugrafí.1, d Cñd,ct· de cados. En cw1lquier caso, los escribientes del Códice de
·\lt1d11d n un d t){"llllH:nto t:)lcná1l dt· la culrnrn c~nlt.1 dd f)(Jscb.sico t :1rdío.
un.1 rnc, .t ncc.:¡inon:1 lmc:n1 c seca del sur de México Madrid no dominaban riel rodo su o ficio; los nro res,
(fotogr,1fía 200). las omisiones y los cambios de je roglíficos ad1·ertid os
200 [ád1,-e Groltc-1, f'<ig11w fi. Lugar dc-l lw/k1::,go dt:,rnnorido; posdá.r,ro malio,
El C6d,ce d,· l>resde tiene un rotal de 74 páginas; no I JIJ(J..,.J15() d.C.: papel de film, dt· lugunu, cub1c110 con una cupa de t·swco, pmwdu: han llevado a algunos estudiosos a calificarlos de mayas
altum /9 cm. longrtud tot.d 125 ('11." Ciudad dr :\lcxim, ,,\ fu..,m Naoo,m/ dr Antropolugia
é• dndc luego d m:ís cxte1 so, pero sí el más bello de los d isléxicos.
t' 1-hstrma, St'CCIÜIJ de .11qumloJ!Ía
•11.llm libro, ma),I~. De conte nido e xclu,i,·ame nte reli - Un coleccionis.t:1 mex1c::in1) Je ,trll..' wmprú el r/>f11re c-n el añ11 l9ú5 .1 t·xc1va- El Códice de París ti e ne 22 páginas y se conserv;1 en
g10,o) ritual, la ohm t rnra d e los periodos de Venus, de l dure.~ fom w,-.. Fue npur~w pur pnmcr.1 vr z en t·l :1ñt1 19il en d Grnlicr
la Biblioteca N aciona l de Par ís. No alcan za la calidad
Cluh de Ntit\ ,1 ) ,,rk. 11 1111 galcria de ;lrte qut· le ,lic, liU nombrt.:.
•.1kulo de ,m Ei,l.,. ,k l,1 predicciún de lm ecl ipses sola - del m :muscrito de D resde en cuanto a la e legancia de
rt, \ lunares y ele los , Jtualcs cor.respondientes al cam- sus líneas, pero supe ra al de Madrid en p recisión y e n
bio de año. 1ncluyc.: :1d emá, un capít ulo que se ocup;1 de ric¡ ucz:i de d e tall es (fotogra fía 199). Desgraci:1damente
la clima Je l.1 Luna I d e su influrncia sobre las e nfer- la finísima capa d e estuco que recubría c.:I ¡x1pcl de cor-
mccl,1Jc:, y lo, n.1ci111 1c ntm, así como otros capítulos te7,a d e higuera se e ncue ntr:1 e n tan m a l estado que se
clcdtcado\ al d1m ele L, llu1 ,a, Cha:tk, y a su poder sobre ha perdido aproxim acb mcnte e l 70% de la pintura ori-
la, kmpcqadc, y Las wsc:r has. F I Códice de Uresde da la ginar i,1. No obstante, de los textos<: irn;igcnes conser-
11
nprc~1ón de ser u n.1 copia pmcL:ís ic1 de un manuscri- vados se deduce q ue el Códice de Parí,- se ocupa sobre
to del periodo cl.í ,1co. l.os distintos estilos de esc riwra todo d e tres temas, a saber, de las predicciones para los
} e.le pintura oh1e r1 :i bl ts rn sus páginas indican q u e e n ciclos l(atun d e l calendario maya, que dura n ,]3 veces
iu clahorac1ú11 111tc.:r vin1c ron al menos c inco maestro~ 20 años, de la descripción y creació n del uni verso y del
,Id arte de ,, v ·¡ N l . .
,_n ) Ir. 11 c,1 Jcn mayores prcc1s1ones acer- zodíaco maya con sus 13 constelaciones (fotograífo 217).
ca del l11< •·1r li L. 11 r1gL n te
,,. 1 1 m:1nuscnto; · 1o max11110
, · que E l cu ano códice , encontrado en Méxi co hace tan
flucdc al1rm ª·•r se. e, . que p r(.>n:oJ e J e a g un
, ugar le l l n or-
1 1 sólo tres décad as, se conoce con e l nombre d e Códice
lr tic- Y11ca1.ín. -
Gro/ier en atención a la ga lería en que se ex¡rnso por
1~H 11 2 p,íg in.1, del ma nusc rito de Madrid el Códi-
p rimera vez (Íotografía 200). Estilísticamente se distin -
,.., 'fro Cone,,a,10
· · , no p 11et1e n competir . con e1 C,,o'd.,ce te
/
l),.,,¿., en . . • g ue de los otros códices por el hecho de que sus únicos
cu,int o .1 ,u ca lul ad artística. Ade m ás sus te - caracteres son ciíras. En un prim e r m o me nto se pe nsó
rn,I\ \on mu 110 ·
r rna, prngm:íticos y a barcan desde los que las once páginas del manuscrito podrían ser una
llhi<. para cn t, •
n, gu,r un,1 buena c:1za hast,1 los la rgos fa lsi fi cación , pe ro no tardó en comprobarse q ue el papel
C:lpit ulo~ \ohre ··l I d 1 11 . . 'l . 1
• ' t '"' · t a u1·1a y su 1111 ue nc1a en e d el manuscr ito e ra precolombino y q ue, com o el Códice
11n11 ,l)!ricola , 1 .
· 1 .i sa nt 11 ¡mr temas como la apic ultura v la de Dresde, conte nía u n ca lendar io de Ve nus, por In q ue
~m~1 ~ 0 0
¡ _ ·
ta I '· · ht.int t . rn e l Crídice de Madrid hay ap:1 r- ya no voll" iú a pone rse e n duda la a utent ic id ad d e este
' fl\ ron corrt', ¡1 J .
un <:nc1a, p recisa~ en e l de Dresde, lo fragmento d e libro.
ASTRONOMÍA Y MATEMÁTICAS
Alexancler W. VoB

. ' <>n el úniw ¡1uehlo cen troamericano que nos ha transm itido extensos
Lu~ may.1s 0
Bases matemáticas
c11nuc11nicnw, d.e nrnem~tica,
, • •
y de astronomí:i. Todos esros saberes de b época preco-
kg·1<lo
lorn h1n;1 han l • a IJ ¡)osteridad a t ravés de una la rga serie de inscripciones en En sus cálcu los, los mayas utilizaban excl usivamente los núm eros enteros positivos
de ¡1 icdn y de cuatro libros Je pliegues de amate llamados "códices". De y recurrían a un sistema de adición y multiplicación que viene a coincid ir con nuestro
11m1111mcn tos ·
loni ·il h J<d11rió11 de las cosas de Yucatán, compuesta con los apuntes del fran - sistema de numeraciún decima l.
1.1 rpoc:i co • •
<f-.:.ino D.te·go de Linda
. • ( 151-1-1579), y los libros de Chilam Balam (libros del sacerdo- En este sistema el valor de una cifra depende de su posición dentro del número.
u 1 )
l< • n,1 ,1m.
q tic son
· coleccione, de textos transcritos con c:1rarteres latinos, pero redac- A sí, por ejemplo, nuestro d ato numérico "2001" se descompone de de recha a izquier-
tJ<lo, ,·n maya yukatek, no, pruporcion:rn importantes informaciones y perspectivas de da e n va lores crecientes de unidades, d ecenas, centenas y millares. En este caso la base
• Jc h' ciencia 111:11':1.
t,IJ r,1n1 ,11 , N umerosos estudios etnológicos realizad os en las tierras está constituida por el sistema d ecimal fund:,d o en el número IO. El valor propio de
:ilt.,, Je Guatem ala, donde rod :ll'Ía se tienen en cuen ta ciertos elementos del calend:1rio cada posición viene dado po r las cifras d e O a 9; concret:1mcnte en el e jemplo propues-
precolombino, nos :1yud.1n ..1 comprender las ideas m ayas relacionadas con el tiempo y ta I para las unidades, O pa ra las decenas, O pa ra b s centenas y 2 p:1ra los milla res. Los
el c.1lendario. mayas, por el contrario, utilizaban como base de cálcu lo la u nidad 20, por lo que su sis-
Lu~ mayas util izaron sus conocimientos matem áticos y astronómicos para con - tema d e numeración se conoce con el nombre de sistema vigesimal. Sus valores ele posi-
lnric>n:\r su calendario. G racias a éste estaban en condiciones de calcular con antici- ción son 1, 20, -tO0, 8.000, 160.000, 3.200.000, 64.000.000 etc.
p.acit'ln acontccimicn1os impo rtantes y también de concretar q ué omnipresente ser El va lo r propio de cada posición en el sistem a vigesirnal se expresa por !ns números del
\<ITTrcnatural J om in:1rí:1 una fecha determinada con sus atributos positi vos o negati- 1 al 19. Para su representación escrita los mayas necesitaban generalm ente dos signos: pun-
w,. Lm pronósti cos permitían a los sacerdotes del calenda rio, los aj k'inob (lite ral- to y ba rra. El pu nto equivale a I y la barra a 5. Combinando estos signos los may:1s estaban
mente: '\cñores de los días"), preparar las ce remonias con las que p retendían influ ir en cond iciones de transcribir las ci fras del I al 19. l ,os puntos y las barras no estaban mez -
P''"tivamcnte en la acción ele las fue rzas sohre naturales sobre los individuos y sobre clados, sino que aparecían en grupos separados. Los puntos fo rmaban una serie y estaban
la \'Ida comunitaria. en paralelo con las barras, q ue también se colocaban 1.1 m1s junto a otras (fotografía 202).

• ''"'I" dtl dJsi<o trmpr11nu nm ,·,•nó· de .,,gnrJ.I' de dit1.i. ofrencbs funer:Hi:is de u11a mujer ele ln nobleza. Al :igir:irla, 202 ~ignos rmméricor dd f) 11/ 20 nllmcru 10. El U, c.¡ue p:ua noso1ros rt'prestntJ un:1 posición
Tí+,1 p,.,rn, Guutrmola, rnmpl,p1 t!tf .\tundo Pcrd,dn; los pies ele s:u:-.tent:ición. que eran hueco,; y <ontenbn 11f)fitas 11.1ra transcribir los números. los may:is rlisponfan de unn vada , !it'" r<.'present:1 rnedianr(' un raparazón de c:1r:icol csri-
, ~ ... trmpr11no. J1gltJ lJI d.C.; 11r0/111 wrrda, pintada; de :ircilb, :tcru:1h:m de c 1rrac 1s. El :1.s::i dt la tapader.1 rení:l nuLlciún Je puntos y b:uras o r:1.mhién <le signos de cabeza lizado o mnliante un:1 c:ihcz,1 con una mano humana por
111,,,._ ! l.5 rm, duimnro JU on, r.wdml dt Gut1tt''1Wla, forma de :ive acu:íric:1. En la pared exterior aparecen pinrn - individuales. P:1r~1form:1r los signos numfricos cid 13 ni 19, mandíbula. El 20 se represr-n1a con d signo de b Luna, en
M.,.,.., .\uoo110/ dr. lrqueoliwi11 v F.wología (Kerr 561 Sj. dos con tonos negros sobn.· un fondo claro los signos ele los st.· rumbinaban bs cabez:is cnrrt~pondientes :l los núme- la qm· sólu la forma de l:1 c:1hez.1 dcst:Ka como perfil hum:i-
tJiU O'JQ c1Hndrk.1y ,._ 1licrnm.1form,1h.1 parte de bs <lbs del olencbrio rin1,1l tzolk'm, de 260 dfos lll' <lurJción. ros dd J al lJ con la forma de b mandíhula descarnacfo del no en b rnnfigurJnón del conrnrnu.

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Z03 /:'/ Carr1rol. Ch1ché11 /r:á, \'11ca1J11. Mlx1ro; ji11a/e, del
pmodo d,ísiro. 85/J-J/)()() d.C.; piedra wli:a; a/111m 11,5 m,
diámrrru JJ m
El C:1r,1col es unu Je los poco<, eciilic1os circulares de loi.
que ha!,l,l la fecha cxi(ite constanciJ rn los territorios rn:.i-
yai. Dd.>e su n<>m brC' a b c~calcrn dt: r~1mn,l di! ~u interiur.
que comluce J: IJ planr:i :i.u¡x-rior. t ~ta s.:,la tll·\•,1Ja cont:i-
Puesta de Sol
b:l con \'Cnr:rn:1) adcc.:uad.1) p:ira b nb:i,C"rv~nún a:i.rront'uni-
ca. En consccuc:ncb. d C'.ir,1col erad ob(¡erv:itorio de Ch1-
chén hz.á: <lesdc C:I podÍJn obsen·arst· las pmic1oncs <lel ol
y tle l.1 Luna tn el csp:ic10. Lm textos jeroglífico,; cid c.:J1-
ticio d,nan dt: la scguna m1t:ul dd si~lo !X.

Caracol
(torre)

204 l'/<1110 del Ca raen/ 205 l'emcmC1; dt' oh;av11a6n drl Caracol
E.;;re cJifinn c1rculnr, conn.:bido c,m10 ohser,·,itorio ~1 ri ,- Súlu '-C cun)L'f\'an 1re~ \t'nl.ln,1" dt este tt.!tfic111 c1rrnlJr.
nóm1co. ~ alz,1bJ :i.obre un,1 plarnform;1 rectan~ular y dC'- 4uc permuí.111 ob"en·.1r t.ll·)(((" d mtenor d1,unl 11' tcno-
varh Al c-xc:n'.ir la~ eo;calt ras de l,1 plat;1for111a ap:irec1L'- mcnos 3Strunúmico... Lm borde" de- b) \'l'nt.1IIJ" ,l·r, iJn
ron 1mcripcionn rcl:lcion~u.las con :1conreci1mcntos <ll' la <lL· lineas dt mira.
~gnnt.l.t mir;ul lid sij!lo IX. époc:i en que prub,1blemcntc
tcrn-unú l:1 lllt,ma fose dt la comrrucrión dd nlific10.

o
. ., le una posición vacía consLimye un caso especial. E l sistem a a r,íhigo rew-
1~' ,ntlicac1on < . . . . . ,
1 m·iyls uul1zaban caparazones de caracol estili zados. Ademas del Oy de
rrc ,11 O. pero m ' ··· . . . .
, 1 1 ¡ -11 19 también el 20 tema su propio signo, que presentaba semc¡anzas
lo, numero, te , , .
. ,dficc correspondiente a la Luna.
con e1signo g . . . • .
,. s recurrían también a otras represen tanoncs g ra fi cas p;ira reprod u ci r
!,os ma},1-
¡0 , numero,. Con lo, denominados "signos de cabeza'' se podía n representar los
,
del () al 20. Así. por ejem plo, e l número 9, "bo/011" en maya yu katek,
11urnc:ros . . . .
'<' nl·,bi mediante una cabeza co n la m n ad inferior del rostro cub ierta
represe: • ' . ". ..
·et de i·wu·1r ¡1Ues el vocablo m aya correspo nd ien te ,1 ¡aguar era balam
1,ur una P 1 ·" • '

lfuwgrafía 202).
,\hora bien, e,ta 111,rnera de escribir los nú m e ros era basta nte m,ís que u n d iverti-
mento gdlico y fonéuco. Apuntaba a un aspecto funda me ntal de la concepción maya
J,·I mundo: los números y el tiem po no era n magnitud es a bstractas, si no \·ivas. Eran
Jio-e,. que mantenían entre sí las relaciones más d ive rsas y que influ ían en la vida del
hombre con sus atributos buenos o malos.

Las bases astronómicas


Los mayas dc,arrollaron su calenda r io basá ndose en sus observaciones ast ro-
nnmicas, que eran excl usivamente visu ales. Esc rutaban el ho rizonte desde posi-
cu,nt5 fijas, ,obre todo al aman ecer y a l ata rdecer, para obser va r la apar ición y la
.Ic-.1parición de lo5 a,tros. Construyeron edificios específicamen te diseñados para
IJ obsen·ación :lstronómica (fotogra fía 206). La m u estra más impresio nante de la
ljllt' se tiene constancia es e l ed ific io circu la r llam ad o "Caracol", q u e se encuen-
trJ en la ciudad de Chic hén l tzá, Yucatán , Méx ico (fotog r:1fías 203 y 204). La plan-
Id ~uperior, con su, ,emanas, era u n observatori o de la ó r bita d e los ast ros (fotogra-
h.1 205): del Sol (k'in), de la Luna (uh), de las estrellas (el( ob) y del pla neta Venus, la
J?ran estrella (chal( ek'J (fotogra fía 208).

M Hrprrunranó11 e;qurmúlica dt /,u l!nras de nura drl vnano, mit'ntrai. que desde l'i borde derecho dtl edificio 207 Astms yfcmímt·nos asmmómicos en una fhmja celestr. 208 Los a,,;rros y ms s(~nos grdfiros
,,...tto Edr l'urac11in dd )Ur cun ~tru id o sohrc la plataforma .se po<.lía fijar su Qwriguá, /r;abal, Guatemala, oí j ttr dt lo Gran I'lt1z,1, Los mayas tenían un signo gráfico para cada :i:-.tru. El Sul
t ,cnpl,w de ed1finu1, dd d~sico temprano conocido salida en d solsticio <le invierno. Por el fOntrarm en IM (stda 1; clásico tardíu, 15 dt agn;m del dilo 8()() d.C.; piedra St' rt'prc~enrab:i como una flor <le cuJrro hojas y la Lllna,
en M b1blio~r.tffo t'SJ'>CC1Jlizad;1 con el nombre Je "gru- t'q umoccios <lt' primavern y <ll· otoño d Sol aparecía en kt armisca dr miar pordfJ rojizo; altura -1/0 cm (con pedeual) como un:i superfi,ic ovalada con líne:is C'ruzadas p.1íi\ )m
po t trJ prnb.,blemrnte una c~trucrur.a lll'ncilla conn'.'- dirección dd ec.lificw central. St' hrrn descubierto cons- El conjunto existente a b. esp.1 kb del soberano rcprc~cnta manchas. El signo de la e)trelb se parecía a la lcrr.., "\V''.
bed.t JQr.i obscn·ar b órbitJ ,inuJI cld Sol. .\.11rando por truccione~ sm11lares en muchas otrJs c111dadc) m:iyas. al cido. t"n d 9ue apa recen suspendidos símbolm celestes El símholo de Venus ro11st:1ba de dos signos de cstrdb
d !n;:ulo 1zqu1c:rdo del rcldicm norte <:e \/c,:Ía d punto dtl y )l'rt's míticos y d pájaro del cielo impone Sl1 prc)cncia uni dos cnrre si.
horriuntt í'"JT el que .1parc.:cfa el ,1stro en d .!>Obticio e.le con ms alas extendidas.

Solsticio de verano Equinoccios Solsticio de invierno

...._' \ 1 1 / / /,/ \ 11/ /

' /

~ =ri=.._ r.

Edificio 11 Edificio 111

K'in (Sol) Uh (Luna)

Linea isual

/jj ~--=--L.,.-
Ek' (estrella) Chak Ek' (Venus)
~'ª ~Q~e ~M
~ ~ ~ ~
~G7i)(l@~~~ f!!J
imix kimi chuwen kib

~00 ~80 ~ ES ~f2


wo yaxk'in keh k'ayab ik' manik' eb kaban

sip mol mak kumk'u ak'ba/ /omot ben etz'nab

k'an muluk hix kawak


sotz' ch'en k'ank'in wayeb

sek yax muwan


!]~ ~©I)~~@,
chikchon ok men ajaw
1

209 IJJs tnl':iCJ del caln1dt1rio luwb, dt J6j días del ::iño un mes corto de.: rinco di::is de iníormnio. C:u-b 210 Días del rnlendano twlk'm, de ]6() días cu:itro columnas, <1ue dehcn leerse d ...~ arriba h.1c1J :iha¡o \'
El año ordin:mn nuy,l comprc..:nJia los acon tecimientos mes se represent:lhn mediante.: un ¡eroglífico nominal. que El cjlendano ntu:il t~ulfiu utllizab:i 20 s,g:nus <le Jías <lt 1z9u1erd:i 3 dererha. F.n c.1da r,uo se- rqirvduc~n tl1~
ele un nclo agrícola complt:tu. Se dividía en 18 wmal o dc.:signaba. la caracterist1c:1 m:ís 1mportanre dd periodo di~LrnlUs. c.¡ue se cumbmab;m nrn lus números <ld I al U . signos de db. une, procedente de las insn1pn11nt:, rn p1r-
wm;k ele 20 db!I, los lbmaJo:1. "lllcses'", y añadía al final corn.:~pund1ente. En l.1 fotograrí:1 lo~ signos dl' Jí:.t aparecen Jispuc~tos L'n Jra r otro de los códices.

El calendario ritual tzolk'in y sus componentes escriw a p;1rec ió en las inscripciones en pied ra del Mon te Albán, cerca ele Oax:1ca, y
data del siglo\' a.C. Los mayas se hicieron con este calend,irio probablemente a tra·
Las observacion es astronóm icas permitieron a los mayas establecer sc:ric:s de d ías vés de los p ueblos m ixc-1/,oq ue, sus vecinos occide ntales y me rid ioniles en el i,tmo
y ciclos que se repc:tían y se ensam blaban en t re sí. El calendario ritual, el ciclo de de Tehuantepec.
clí:1s más impo rta nte del pueblo maya, duraba 260 días, resu ltantes de multiplic;1r el Li im portancia del calend ario ritual rad ica ha en las caracter ísticas de cada día.
número 20 po r e l 13. Es indudable que el Íac_tor 20 corresponde al rotal de dedos que que determinaban el destino. Así, a cada signo de día del rzolk'in le cor respondía un
el ser huma no tiene en su s manos y pies. Todavía no están claros los otros elemen tos ser sobrenatural, q ue cond icionaba el destino de las personas desde el día de ,u n,1ci-
añad idos. No existe ningún vocablo precolombino que designe este ciclo de 260 días . m ie nto e influía persistentemente en él. La signi ficació n del número modific.1ba el
Los investigadores ha n adm it ido el término rzolk'in adoptado por el no rtea m er icano poder sobrenatural de l sig no del día y había una serie de 260 posibilidade, de e,ta-
W illiam Cates (1863- 1940), q ue lo acuñó par tiendo de l concepto k 'iche' <le c/1'0/ q'iij blece r los pronósticos de la comun idad social.
("el o rden ele los días"). El signo del día de la fecha ele nacimiento condicionaba el carácter y el destino
Un nombre de día del tzolk'in se compon e de d os partes: un númc:ro y un signo del recién nacido. Las característ icas e.le los signos del día se consignaban en listas de
de día (fotografías 204 y 21O). En total hay 20 signos de día, que se unen con las cifras pronósticos, llamadas "mensaje y arte de los días" (11 murif u c/111we11il k'in). :\sí. por
del 1 a l 13 e.le u na ma nera continuada y en el m ismo orden de sucesión. La combi- ejemplo, en el libro Chilam Balam de Kaua del sig no ele día muluk se dice lo s1guicn·
nación de los dos elem entos es el nombre del día. Pero como súlo hay 13 cif'ras par:i te: "El tiburón es su mensaje. Devora descendientes y es posas. Hijos y esposas 111tié·

los 20 signos de día, e l l 4 re pite el número I y rec ibe el signo del día H. E l día 21 ren con tin uamente. Son r icos. Es uno que mata y dest ruye , también los alimentos··.
retoma la ser ie de signos de día desde el prin cipio, mientras que la serie numérica en F rente a este pronóstico negativo, está e l pos itivo del signo de e.lía c/111 11 •en:
su segundo recorr ido llega al número 8. Po r lo ta nto, la serie de los 20 primeros días "Es el carpintero. Es el tal lista. L1 hormiga m igradora es el mensaje de los artis-
es la siguiente: 1 imix, 2 ik', 3 ak'bal, 4 k'an, 5 chikchan, 6 kimi, 7 manik', 8 /amar, 1as. Es aca udalado. Todo el camino (de su vida) es muy b ueno . Lo conseguirá wdo.
9 mu/u, l Ook, 11 chuwcn, l2 eb, 13 ben, 1 ix, 2 men, 3 k/b, 4 kab,111, 5 etz'nab, 6 !(atuak, ., un senor
Es tam b1en - p rut1e nte .,. So bre e 1 signo
· d e el'1a etz 'na~L se nos d.1cc: ··Fs
•· '.\h
7 ajaw. Tok'Ch'akwil , el seño r del pedernal para cortar. Es Etz'nabil Tok', pedernal afil,i·
L a siguiente unidad de 20 días emp ieza con 8 imix, 9 ik' y así sucesivamente. do. El pájaro Toches su mensaje. Es Ah Toh O lal. el señor de corazón ímegro. C.iu·
Re;ilizanclo toda~ las combinaciones posibles se obtiene un ciclo completo d e sa dolo r y lo reparte. Es tamhién un gue r rero" .
260 días. Entonces la serie se repite y el día 261 empieza de nuevo con 1 imix y una Cada uno de los 260 n ombres de día influiría a su vez en la convivencia Yen l~s
nueva serie. anivicl,1des de la comunidad. También aquí prc,e ntaba una lista el libro de Chi/am
Este cal endario tu,·o su origen probablemente en la cultura olmeca, que lo pro- Balam de Kaua. El día 3chuwen, por ejem plo . era nefast o para semhra r, en 1antt19ue
p,1gó durnnte el preclásico por toda el úea centroam erica na. La primera relcrenci;1 el 8 kih prometía un bue n año, con abundantes ll uvias y con una C'-'' t cha
. ¡ 1 St: recurría asimismo a los nombres d e los días para fijar el comienzo y mediante el sistema habitual de puntos y ba rras o bien con los correspondi en tes sig-
c:splé n J 1t •. • _ _ _ _
la celcbraciún dt: fesriv 1dades rehg10sas. nos de cabeza.
Lo, ma ya, de Yucatán continuaron registrando y consignando en los libros Chi- En su relació n sobre Yucatfo, fray Diego de Landa ofrece una descripciún com-
/am Balam sm ideas sobre la importancia que los signos y los nombres de los días pleta del afio haab. En su obra cita los nombres de los meses y enum era tocios y cad a
rcní:i n en relación con el d estino hasta principios del siglo XIX. En las tierras altas uno de los días, que acompaña con los correspondientes nombres del tzolk'in. El
de Gu:nemal .,, el ch 'ol t¡'i1j de 260 días se sigue utili zando aún en la actualidad como haab empieza con el mes maya pop y termin a con el kumk'u, seguido d e los cinco día s
·ir·, •1di,·in:norio y en los últimos años ha adquirido en la cultura maya una del wayeb.
ca1enJ • 0 ·
H aci,1 1550, el ;1ño ordinar io maya comenzaba a mecli,1dos del mes d e julio.
nue \ ..1 •, ,-crnificación
.. r-, '
de carácter identifícante, en el marco de la revitalización de las
uadi cionc, ant 1guas. Resulta práct icamente irnposibl e ave rigua r si sucedía lo mismo en la época preco-
lombina, pues no se sabe si en el ajuste de su calendario los mayas equ iparaban su
afio ordinario de 365 días a l año solar tropical, que es unas se is horas más la rgo,
El año ordinario haab intercalando algunos días. Aunque, según Diego de Landa, los sace rdotes del calen-
dario yukatek e ran conscientes de esta diferencia de tiempo y en consecuencia inter-
:\dem:ís del calend:1rio ritual, los mayas disponían de un a110 ordinario, similar calaban un día cada cuatro afios, lo cierto es q ue no se sabe cómo conseguían ;1copl:1r
al snb r: constaba de 365 días y se llamaba "haab". Se dividí:1 en 18 periodos de sin más cambios el a ño ordina rio y e l ca lendario rirnal.
20 día, cad:i uno (forografí:1 209), designados en idioma yuk atek con la ex presión
"wiual ¡un c{eh" y compa rables con los meses del calendario cristiano. Cada uno
de estos perio dos del haab est:1ba bajo la protección de un pat rono, que influía con Fiestas religiosas
sus poderes sobrena turales en cada uno de los 20 días del winal. Al térmÍJ10 de
los 360 clb,, los cinco días sobrantes constituían un resto independiente q ue estable- El afio maya, como el a 11 0 litúrgico cristiano, incluía festividades religiosas,
cb el final del año. Dado q ue incluir t:stos cinco d ías en el sistema vigesimal repre- distribuidas homogéneamente a lo la rgo de los meses del año haab. U na vez más,
sentaba un problema , se los dcsginaba con el nomb re de "los d u rmientes del año" la única exposición completa de las mismas procede del franciscano Diego d e Lin-
(u wayeb u haab) o de "los días sin nombre" (ma k'aba' k'in) y se les atribuían pro- da. Según éste, la fiesta de Afio N u evo era la m:1yor d e todo el afio, pues era una cele-
nósticos tlc, f"a rnra bles. bración comunitaria. F.n ta l recha se acicalaban las casas, se sust ituían los viejos
A diferen cia de lo que sucedía con el calendario rit ual, el tzolk'in, en el cóm- mensilios por nuevos y se renovaban los paños de los haces de reliquias y de
puto de los días del ;1ño haab se u tilizaba también el valor O. Según la concepción las estatuas de los d ioses. Todo ello se hacía para dejar simbólicamente ;i un lado
maya, el día O era la fecha en que se presentaba un nuevo patrón protector, cu- los desechos y el peso del aiio v iejo y recibir res petuosamente al que se in iciaba.
ya influencia se extendería a los 19 días siguientes, los cuales, a su vez, se escribían Los cazad o res y los pescadores celebraban su fiesta en demanda de una buena
caza y de una buena pesca respect ivamen te en el mes sip, que e n la é poca de la
conq u ista española coincidía con los meses de agosto y septiembre, en tanto que los
211 l'um.1Jtum1 1mpart1eudo ''clase, de matcmóttrns". dos :rnc1anos er:m c:tr::i.cre:rísti('OS de. lo:> pa11 u11tmn, q 11r
1 propietarios de colmenas la celc:braban en sol icitud d e u n;1 gran cosecha de m iel en
/.(()1/o dr n-rilm1ru. Lugar del hul!iJ-:.go de;cnnocido; diiúto reni:rn el c:1rác ter de rlinse,;; rld viento)" Je portadores ele
tdrdio, (){J(J-!JO(}d,C., ,r1Ullu a1cida, pimada; altura 9,7 ou, los cuatro puntos cardinales, Llevaban ~u pincel de esrri-
el mes tzek (octubre). El mes mol (diciembre) pasaba por ser especialmente favorable
d,Jmr:tm 19,.2 l m,· rnlec,10n pnt·ada (Kerr I 196) hiemes en los !Jzos de sus rorados. Pvr sus ''hoc::idillos" para tallar estarnas ele dioses con dest ino a los a ltares fam ili;1res y domésticos. E n
En cst,t fucm<: poltcru111~1d:1 ap:-ircccn represent<H.lo!> dos s:ihemos t¡ue instruían :-a sus Jlumno.s ni d arte de b escri-
el mes yax (enero) se celebraba solemnemente la renovación de las estatua s de los
adulto, imp,1 rt1enclo cla?>c ,1 cuatro jóvenes. frente a cíld:t rur:i y en matt'máucas.
fflJC)trn h ,1\ do~ J1,;npulo). Lm toc:-idos reticubdos de los dioses, que eran de arcilla, y de los templos. En el mes sak (febrero) los cazadores
celebraban una fi esta para dar gracias por el resu ltado feliz de su campaña. En Rueda calendárica y portadores del año
el mes rnak (marzo y abril) se pedía agua suficiente para cultivar los campos y se rea-
lizaba la ceremonia del fuego denominada "tup k'ak'" ("apagar el fuego"). Los cul- Aunque el tzolk'in ritua l y el haab profano eran ca lendarios in d epend ientes
tivadores de cacao celebraban su fiesta de rogativas en el mes muwan (abri l y mayo). ent re sí, los mayas los fundieron en un ciclo su perior q ue se conoce técnicamente con
Para obtener triun fos militares, los mayas celebraban en el mespax (m ayo) una fies- el n ombre de " rueda calenclárica '' (fotografía 212). Entonces, sólo cada 18.981) días
ta en la que bailaban la danza guerrera llamada "holkan ok'ot". Finalmente, en coincide uno de los 260 días del tzolk'in con ot ro de los 365 días del haab. La razón
el lapso de tiempo que quedaba hasta los cinco días de infortunio o "días sin nom- aritmética está en el mínimo común múltiplo d e ambos ciclos, pa ra cuyo cálcu lo ,ólo
bre" (hacia mediados de julio) se celebraban grandes y d iversas fiestas conocidas se tienen en cuenta una sola vez todos los factores de los dos números: 260 se rei uel-
como "sabakil t'an" (literalmente "habla tiznada"). Durante los días d e infortunio ve e n 13 X 5 X 4 y 365 en 73 X 5 días. El mínimo común múltiplo se obtiene mu lti-
del wayeb, el pueblo se preparaba para la llegad a del nuevo año; no se realizaban plicando 73 X 13 X 5 X 4. Así, un día 5 imix del tzolk'i11 y el día 9 kumk'u cid haab
trabajos físicos importantes ni se cu id aba d cuerpo por temor a que sobrev iniese sólo volverán a coincidi r tras la sucesión de las 18.980 uniones distintas de los cuatro
alguna desgracia. elementos - número y nombre de día del tzolk'in y número y nombre de mes del
haab- , lo cual equi vale a 52 años ordinar ios del haab. Este ciclo de la rueda ca lcn-
dárica estaba extendido en tocia el área centroam ericana y constituía una nueva base
para los pronósticos de calenda rio . Según los mayas, el día d e la creación del
mundo coincidía con la combinación d e la rueda calcndárica 4 ajaw 8 kumk'u (véase
Wagner, pág. 283).
·/JJ@ La rueda calendárica ciaba lugar a los po rtadores del año, bakab en el maya
K'an, nombre de día con
yukatek. Se trata d e los cuatro signos de día del tzolk'in que podían coincid ir con el
cuatro días de vigencía
/IJ ~ día de año nuevo del haab, por lo q ue podían condiciona r los j)ronósticos del m ismo

i/1@ año. Cada signo d e día con carácter de cargador del año se asociaba con un punto
cardinal, con un color y con determinadas profecías. Los mayas creían que el día en

Número con cuatro ://@ cuestión tenía la máxima importancia para todo el año. L a sucesión de los port,ido-
días de vigencia res del año se calc ulaba aritméticamente. Dado que un mes haab contenía invaria-
Fecha haab
:11@ con cuatro días blemente un múltiplo entero de 5 días, lo mismo que el ciclo de los 20 signos de dí.is,

.,, ~
de vigencia
en cada número d e día del haab sólo podían coincid ir 4 signos de días clistinLos del
tzolk' in, que mantenían entre sí una distancia d e 5 días. Por tanto, en la época de
Diego de Landa los signos k'an, muluk, ix y kawak sólo podían coincidir con el pri-
@ mer clía del mes pop con que empezaba el año. El año ordinario maya del que habla-

~ ba Landa era un año k'an, p ues todos los meses haab empezaban con el signo d e día
k'an del tzolk'in. Por el contrario, en el posclásico eran los signos de día ak'bal, lama!, ben
4 ajaw a kumk'u,
rueda calendárica y etz'nab los que condicionaban el aiio (fotografía 220).
del inicio del mundo;
se repite cada 52 años Según la concepción maya, los po rtadores d el año e ran seres sobrenatu rales,
~ colocados en los cuatro puntos cardinales del universo cuando se creó el mundo para
suste ntar el cielo. A cada bakab se le asignaba un punto cardinal, un color y fuerzas
Rueda
~ sobrenatura les, con las q ue influían en el haab que empezaba con su signo d e día.

~ Muluk se asociaba con el este (el k'i11) y con el color rojo e Ix con el no rte (na/
o xaman) y con el blanco. Kawak se relacionaba con el oeste (oochk'in o clzik'in) )'
• ffi Haab,
: ~ año de 365 días con el color negro mientras que K 'an e ntraba en combinación con el sur (nojol)
y con el amarillo. Los sacerdotes mayas trataban de armon izar sus concepciones del
;~ espacio y del t iempo combi nando los portadores d el año con los p untos carclinale; Y
Los 20 signos de días y
los 13 números del tzolk'in @ los colores.
E l cambio an ual de los portadores del año tenía lugar en una ceremonia solem·
@ ne. Para ello, se amontonaban pied ras en los accesos de las poblaciones mayas, que
se encontraban en los cuatro p untos card inal es, y sobre las piedras se colocaban esta-
~ Okumk'u,
~ el último día tuas de los portadores del a ño. Por ejemplo, al término de un año k'an, se fabri caba
del k'ayab una estatua ritual de a rcilla del bakab en curso, llamada k'an way u haab ("durmien-
Rueda e
te amarillo del año"), que se colocaba sobre el montón de piedras d el acceso su r,
y a continuación se trasladaba en procesión al centro de la población. El día de

212 Acoplamiento de lo; ciclos temporalrs Para mayor cbricfo(l. no se reproduce b rueda com- 21.l Códia de Dmdr, pdgmas 25 y 26 del tapíudo de a,ío El capítulo del año nuevo está concebido de forma que en
Es te di:igrama refle ja el acopbm ienlu i. .lcl calendario pleta, ~ino sólo el mes keli, Je 20 días de duración (rue- nueva. Lugar del hallazgo desconocido; posdásico tardío, carla página se representa el desarrollo completo de la ccrc-
ritual r:mlk'in con el año ordinario haub, de 365 días. Ja C). La conjunción de las tres ruedas indica h, fech;1. En /200- 1500 d.C.; papel de corteza.fibrosa d, higue,·a, rccr,- moni:i de uno de los cuatro portadores del añú rosible~·
El primero consta de los números del I al 13 (rueda A) y total, para yue una f"erha concreta se rep1ra han de pasar bieno con una capa de mi, p111tado; página: a!Wrll 20,4 cm, Ak'hal. l.amar. Ren y Erz·nab. El texto y la imagen d c !.CW
dt los 10 signo~ Je <lía (rueda B); d segundo riene 18 me~ 18.980 <lías u 52 años haab. anchura 9 cm; Dresde, Siichsischr Lamlcsbibliothek hen los ritos fu nrlamenralcs y las ofrendas pert inente:,,
~s J e 20 Oías y un apéndice <le 5 días al fin::11 rlel año.
afio nuevo se llevaba el mismo portador del afio al acceso este de la aldea , donde logr:ir u na aproximac ión aritmética al aiio urJim1rio de 365 días. Todas las unicl,idc,
per manecería a lo la rgo de un ai'io o rdi na ri o. A l afio siguiente se colocaba el siguien - sig uien tes de la cuenta larga volvían ;1 multiplicarse pnr el facto r 20. Así, 20 lu11, con
te portador del a fi o en el norte (fotografía 213). sus 7.200 días en total, for m aban un l(atun, es deci r, un periodo de 1icmpo de ,iprn-
ximadamen te 20 a ños. Luego, 20 k'atun, con su~ IH.000 días en total (aproximada-
La cuenta larga: división del tiempo mente 395 ,1 ños) constituían un bal(1u11; 20 bak'11111, con sus 2.880.000 días u 8.000 11111
en total, o rigi n;1ban un pil(ll/11 (unos 7.890 a ños), el cual, a su vez, multiplicado por
Los m ayas asociaron los ciclos de d ías que se repetían constantem en te compu- 20. daba lugar a un kalabtun de 57.600.000 d ías (unos 157.810 a11os). L os mayas redu-
tando los días sucesi\'os en línea recta; así lograban una fijación cron ológica prec isa. jeron esta seri e ma temá tica a la m agn itud 2021 11111. Co n esros dlc ul os trataban de
La creación del m undo en su fo rm a :,cw al comtituye el pu nto de partida de la cucn- fijar con prec isión en su ca le nda rio el primer día de la creación d el mundo y de inte-
t:1 la rga . En p rincipi o e ra simi la r al calenda rio cristiano, cuyas fechas indica n los grarse e n el orden cósm ico.
días, los m eses y los a 11os tra nscurridos desd e e l nacim iento de C ri sto. Los nom bres en uso de los d iferentes pe ri odos te mporales corresponden a
P a ra calcular y representa r e l tiempo tra nscurrid o, los mayas, basá ndose en sus designaciones de la época colon i:il y proceden de fuentes yucatecas (fotografía 2H).
observaciones ~lstronóm icas. desarrollaron un sistema de datación independiente H asta la fecha única me nte han pod ido descifra rse en inscripciones los términu,
con sus propios va lu res d e posic ió n, que dividía su c:dcndariu en pe riodos tem po ra- cor respondientes a las des ig naciones de los tres valores de posición m ás bajos: día.
les cada vez más largos . mes y afio(!(i11, winaf o winik y haab o tun). Al escribi r u na fec ha en la cuenta larg:1 . ,e
El d ía, k'in, cm el periodo m ás con o . Tras esta u nidad básica venía el siguiente colocaba· al pr in cipio el llam ado "glifo introductor", con un elem ento intercambiable
pe riodo. de 20 días de d u ració n, que se denom ina ba "wi11al" o •'winik''- En el tercer en s u inter ior q ue hacía referencia ;1 los meses haab. Este sím bolo representaba al
nivel su per io r se prod ucfo un desvío hacia el siStt:1m 1 vigcsim:d puro . F.n lugar de la patró n protector del m es lwab e n cu rso y ca m biaba al término de los 20 días o, en su
espera da u n idad 400 aparec ía, m ulti plica ndo el winal po r el factor 18, un a u nidad ele caso, de los 5 días del wayeb.
sólo 360 d ías, que según las d iversas regiones, se co nocía con el nombre de "haab" o Venían a continuació n, en sucesión decrec iente, los periodos bak'tun, k'atun, 11111,
"tun", es d ecir, ''.,ño" o "pied ra". E ste d esvío res pon día evidentemen te al intcnto de winik y k'in. Segú n esto, la fecha annLad a en la estela 11 de Yaxcbilá n in d ica que des-
de la creación d el mu ndo ha b ía n transcurrido exactamente 9 bak'tun de 144.000 dí:is
cada u n o, 16 k'atun d e 7.200 d ías y I tun de 360 días, con un lota! de 1.4 11.600 días:
la rued a c:d endárica co rrespondiente ah íccha era l l aj aw 8 tzek (fotogr,1fh 216).
La relación sobre Yu cat:í n de D iego d e L anda y los textos mayas d e Oxkutzcab
Bak'run y Yaxkuk ul, esc ritos con caracteres latin os dura nte la é poca colo nial. f"acilitan la
20 K'atun/400 tun
(144.000 días) :,rmonizac ión de la cronología europea con el calenda rio maya. Así, por ejemplo.
el dfr, d e la creación , que para los m ayas era el -l ajaw 8 !(umk'u, co rrespondía al 8 de
sep tiem bre de l aiio 3113 a.C. d e l calen da rio juliano, u tili zad o en E uropa haMa
la refo rma d el cal en d a rio que el papa Cregorio XIII (1502-1585) ll evó a cabu en el
a ño 1582. P or tanto, la fecha de la estela 11 d e Y:1xc hil án co rrespond e al 29 ele abril

K'atun
d el :1i'io 752 d .C .
20 tun Los m ay:,s adoptaron t:l prin cipio de la cuenta la rga de los pue blos mi xe-zoque.
{7.200 dias)
L as p rime ras referencias a la ex iste ncia de este calendari o d atan d e la é poca com-
prend ida en tre los a11os 50 a.C . y 200 d .C . D e esta for ma, pues, la cue nt a larg:1 es
el sistem a m ás antig uo del mu nd o con la cifra O, muy a nterior al sistema aritmé-
tico indi o .

Tun
(año de 3.60 dias) Los nueve señores de la noche

F.n la t ranscr ipció n de u na fecha , tras la cue nta la rga y el d ía de l tzofk'in, apare-
cía el jeroglífi co de uno de los se res sob rena tur,1lcs que d o m inaban un día deter-
minado y que va riaba n d e un m od o consec utivo. Erró neamente se design aban con
la expresió n d e "sefi o res d e la noche", po r m ás q ue sus no mbres no incl uía n refe-
Winal
rencia alguna a la noche. La fec ha inicia l del cal end a rio m aya 4 aj aw 8 kumk' 11
{20 días)
se asociaba con el jeroglífico d el noveno sefiur, tras el cual venía otro qu e probable-
m ente in d icaba que el "sefior d e la noche'' par a un periodo d e u n día colocaba un
tocado com o signo d e su pod er. En la época de la fec ha cit,1da e n la estela 11 de Yax-
chil:ín, también d ominaba el no veno se fio r. Desgraciadamen te no se sabe mucho

K'in 214 ÚH paiodt,.• dt! la cucnw l.n-ga inforinr. El k'atw1 (i.20() t.lb!i} :1parecÍJ como una IL·chu7.i
(día) Al igual 4uc 1,,s números, lo::t periodos 1rmporalt's St= n:µrc- mítica . Un húho con s(1ltl me.Jit.1 pico y un o jn en fornu dd
.senta han m ino unidades ;1h!itrartas o mecli:rnte una forma signft de día Hlx inciic1ba d tun u hiwh ()6ll dí;i,;) .
1
de cabeza. El buk'ru11 (1 H OikJ días) se representa mcJiamc Fl tt'inal o w1111'k (21) dí:1!!) se represent<1l>a ccJmo o'Kodrill
un búho. con una mann humana c.·n lug:-ir del 1nl'dio pico P:n:i "<lb.. se urilíz:1ha el dio!!. del Sol.
más de las caracte rísticas d e los "señores d e la noche" ni de su importancia ni o rigen
(fotografía 2 16).

El ciclo de 819 días

Los m ayas recurrieron a los números 7, 9 y 13 para es tablece r, por multiplicación


de los mi smos, un nuevo ciclo sobre la base d e 819 dias. El tran scurso de los 819 días
correspond e est ructuralníc nte al ciclo ele los portad ores del afio con el ca mbio inin -
te rrum pido de los cuatro puntos cardin :iles y sus colores cor respondientes. Este ciclo
influía, s in lugar a dudas, en la p rosperidad de ciud ades-estado ente ra s. Aparece
con fre cue ncia en relación con la fecha d e nacimiento y con la entronizac ión de
:il gún soherano, segú n se desprende d e numerosas inscripcion es de Palen que.
La fec ha cero del cale ndari o de la cuenta larga era el tercer día del ciclo d e los 819
iniciado con anterioridad , que coincidía con el este y con el color rojo asociado a este
p un to cardinal. Como el este si mbolizaba el or igen d e la vida por ser el p unto ele
sa lida d e l Sol, era aq uel un mome nto favo rable para la creaci ó n del mundo. Es t:vi-
dcnte asi mismo que los mayas no concebían la creación del mundo como origen del
tiempo, sino como un acontec im ie nto encuadrado en periodos 111:ís la rgos.

Zl~ f:S,t/J II dt \'u:uh;/J,, , 011 w111 wrf1111 lmgtt. Ya.rchildn, ;1lnd:1 t:n forma Je una sene Inicial que csrnblco: d 11(1- 216 Tmmrnj,áón de la fi·clw dt· la l'stdtJ // de Yuxchi/Jn l run, Owinik y Ok'in, es decir, el día 21J de abril del aúo
(A J/V,4 .\llxrf'O, u/ mrd<' /u aori¡,o/i;, rstl'l11 // (mm este}: dd- mern de días transcurridos t.lesde b creación dd mundu Cv1flo succ·dc hahit11;1lmenre en l.1 cuent~1 b rga, \:1 fcd1a 752 d.C. A r1>111in11arión ;1p;1rccc la serie rompkmt nt;1ria.
lJ(Q1,mltt1, lt)d.eu/11·1/ del t1iío 7j! d.C., ¡,iedl{/ cutí~, de gmno que, St'g(m los mayas. tuvo lugar d 13 rle septicmhri:- dd Lk la cstd.-. 11 comienza con un jernglífirn de gr~m tamaüu; con d:iros del r:1lcndarin lunar y de (ltros cirios ritu:llcs.
fo- 11/turu -HXJ cm (sm :1k¡1/11), !in<hwil 115 011, gm5or 17 rn1 :iño .31 u a.c. La fotogrnfía repnxl~1ce únir:lmenH: llll ~l.'. trata del ll:1111:tdo "glifo inmxluctur". Ap:m.'n· ;i runti- Fin:ilmcntc- ~ incluyen rl vcrl}I-• rnrn.'spondic:ntc ::tl :irlO
1:.n ,ti1 t:ltcl.\ ap.m.:ct d lºH"II :,nbc r.1110 Yaxuun lblam detalle <ld h::<tú. ~u(' tr;111srrilx la Ít:'.ch:i en l:i rnent,1 brg¡_l. nuarión la fcrh:i propi:imcnte dicha, rl'gi~tr;.itb en L1oblcs de :il7,:ir 11n.1 estel.1 (no rranscriro) y rl nombrr del nuevo
f l'•1-1m Ja¡;u,or I\'-) de \';l\rhil:in 1· l.1 fecho en la que fu,• column:is qut' se leen de arriba alx1jo: 1) baf/1111, 16/(atun, snbcr:1 110.

Glifo introductor con el


protector del mes tsek
Jeroglífico C:
señor de la Jeroglíficos
noche G9, 6Y y Z
jerogllfico F: (significado
"toma confuso)
el tocado"

9 bok'tun 16 k'atun
Jeroglífico D:
"han llegado,
es decir, Jeroglífico 5C:
han pasado, diosa de la Luna
12 (días)"

t tun con
O winik
el dasificador te· ,
Jeroglífico B:
"el nombre de la
luna incompleta',
jeroglífico A:
lunación
Okín de 29 días
día tzolk'in
11 ajaw
~-
•••....• • • • •
e, ~ - e - 1

,-_

r.
"ií..·"

.~ .-

...

117 /!/ zodíucu tn el Códia d,· 1'11,í;, p,íg. 23. L1t[<<1r del El 1011i,1co con,t,1 de un m io Je 3M día,. div1d1<lo en 13 IX'· ·' , cor respont11ente
d urac10n · a 1 ti·em po transcurnºd o entre una 1una nu cl',1 1. h' ,iguicn·
hallazgo dm11//1X1du; ¡x¡¡c/,frim tardío, /20il-1500 d.C.; riodm tic 18 dí.b. C.,da línea indica un lranscurltU compkro te. La edad de la Luna se calculaba teniendo en cue nta su visibilidad tr,1, el int( r·
p.1prl de mrtr:a fibruítl d(' 1,;¡:urnt, rccubterto ron una Ctlfü y el primer clia de v1~1hil1d;-hl dt' un -.1gnu dd 7.odíaco ~ con~
tft- rnL p1111adr,; f"'ig111a: olruru lJ,5 cm, anchura 12,5 a11: Mj.?0.1 mcdi:tnte d símholu Ot dí.1. Los U , i.[nos <lcl 71i<líaco Junio y lo~ días transcurridos se rdle j,1ban igualmen te m ediante un jeroglífico e<pc
Pt1rís, Rih/ir)lhi:que Natuma!t· )(; rcprt::..cnran como anim,1lts y )(.'f<'' míticos.
c1' fí1co, consistente
· e n e 1 ver bo corrcspon d'1ente a "11egar ·· precedºd 1· tin nt'unero.
I o le
Je·
La exprc;ión venía a decir que ha bía llegad o, es d ecir, que había n pasado. un
La serie lunar ·1- 1 L n-1 !Je,,
terminado núme ro de días. En el caso d e la estela 11 d e Ya xch1 a n. ,\ ,u '
Adem ,í s de los dos c.1lencla rios tzolk'in y haab y de la cu enta larga, lo, ma yas , le
ba ya d oce d 1as 1 v1;1
· ·b 1·1·1(1a d . El ier
· ogl'fí
1 1co s1·g uu::n
· te 111c ' 1os m e;e, lu nare<, en
- 1uia
I ,-en1,1 J
prestaba n una atenció n especial a la se rie lunar, como as í lo atestig ua la estela 11 d e tres g randes ciclos d e cinco o d e ;eis m escs lunare;, en tanto que c que . ón
051 1
Yaxchilán (fotog rafía 216). Basaban sm cálculos en el m es lunar, de 29 ó 30 días de continuación indicaba el nombre d e la luna en curso, É; te respo nd ía • l.i P ' 1
de dicho :1stro d entro de uno de los tres gra nd es ciclos. los cuales a su vez estaban
bajo la vigilancia d e uno de los tre~ dioses: el dios Jaguar del infram undo, el dios de
la muerte y la diosa de la Luna. En la inscripción de la estela 11 de Yaxchilán, la
blanc;1 esfera se encont rab:1 justamente rn e l mes quinto y bajo la tutcl:1 <le la dios~1
de la Luna.

El ciclo de los eclipses y los signos del zodíaco


En el capítulo que trata de los ecli pses del Códict' dt' Dl'<'sde, los ciclos establ ecidos
mediante los seis meses lunares constituyen la base del cálculo de los eclipses solares
y lunares pos ibles (véase Cruhe, pág. 144 y ss.) En él, el eclipse aparece representado
como una superficie en blanco y negro con cl signo d el Sol o el de la Luml dentro
(fotografía 218). Los signos del zodíaco se acoplan apa rentemcnre con los ciclos
de los ecl ipses. Así, en una rep resentación del CódiCt' dt' Pal'Í.i los diversos signos
d e l zodíaco penden de una franja celeste y se aferran al símbolo del ecl ipse solar
(fotografía 217). P o r lo visto, los mayas pensaban que en los i:cl ipses solares el
Sol cles:iparecía engullido, pues, a propósito de uno de ellos, en el libro ele Chilam
Ralam d e Churnayel se decía que "entonces fo e mordida la carn d el Sol". El zodíaco
m aya co nstaba ele 13 signos: un ave (Librn), un:1 to rtug:1 (estrellas del cinturón de
Orió n), un escorpión (Esco rpión), una lechu za (Gé m inis), una se rpiente (Sagitario),
un papagayo (Ca pricorni o), un a r:rna (p:1rte oeste de Leo), un mu rciélago (Acuario),
un cerdo (parte este ele Leo), un signo no conservado (Virgo), un esqueleto (Piscis),
un jaguar (Aries), así como un signo todavía no identificado. Esta sucesión de signos
d e l zodí:ico no se correspon de con su posición real en el firmamento. L os aj k'inob o
sace rdotes del ca lenda rio ag rupaban los signos del zodíaco por pa res. El igi eron esta
d istri bución para que aparec iesen emparejados el sig no q ue em ergía al amanecer
po r el este y el que simultánea m ente se ocultaba por el oeste. D e este mod o poclí,1n
averigua r exactamente cu:il cm la posición d e los signos del zodíaco en el firma-
m ento si n te ner que recurrir a m edios técnicos.

El planeta Venus
Uno d e los capítu los m:i s destacables del Códice de Dresde es el consag rado a chak
ek', Venus (fotografía 2 19). Como para los mayas este planeta era un ser portador de
malas nuevas, de presagios fu nestos y d e guerras (fotograCía 22 1), los aj k'i11ob clctn-
minaban con p recisión sus posiciones para conjurar anticipadamente sus desgracias
mediante Li s ce rem o nias cor respondientes. Para ello, dividían los casi 584 días del
periodo ele rotación de Venus en cuatro partes: 236 días de vis ib ili dad en el este como
estrella m atutina, 90 clí:1s de paso tras el Sol o conjunció n supe ri or, 250 días ele ap,1-
rición en el oeste como estrella vespertina y 8 días para el p,1so no visi ble cn t re la Tie-
rra y el Sol o conjunción inferior. El hecho de que las revoluciones se estableciesen
a parti r del momento en que se hacía visible por prim era vez en el este indica que
los mayas prcst:iban una atención especia l a la estre lla d e la mañana. Se tratab:1, sin
lb tlJd,,,d,tJ,, _1 . _ duda, de la parte m ás crít ica de todo el ciclo rn relación con las repercusiones nega-
f"''- lto • «u, P•K- 5¡ dd cu¡,i111/o drlos ecli¡,.,es. Lu- 219 Códice de Dresdt', pdgi11a 49 del rapítrdu de Venw.
lll.,,g,, dl'<rowJ<1d11, f'<•dú.<ti·o tardío, /200- /;00 d.C.; Pl'ocedencw desw11oc1da; posckfrico r,mHo, 110() 1500 d.C.; tivas. Por esta razón, la p,1 rtc este se asociaba con cinco di vinid:1dcs de la guerra. Sólo
1"/'<
,¡, ik""''"-"fibro-' 11 d,. h1·guc,·c1, 1nub1erro
· con ww tapa papel de cone:::JJ Jibl'()sa de higrura, pínt,,do; pdgina: altura
•1,p,.,,,¡,,., r"'...'gmu:."Itura 2f),.J. cm, andmm () cm. Dres-
11, S.-•:
dos d e ellas, concr etamente e l llamado dios L y Laju n Chan ("diez cielos"), proce-
10, 4 cm, anclmm 'J cm; Dr6dc, SiirhJ/Khe l.andesbib/fr,rhek
FJ ·"'•' U111d,;/,,b/m1h, k F.I capítulo <lt' Venus servía para calcular bs esr:-icioncs dían de la cosmologfo m ay,1. Las tres resta ntes fueron incorporadas del panteón d e
Clpitulo ti, lo, < I' ,
~1 \ c~y I (' ip~·s µer rnnu r.1lcular los eclipses del qut" rt'rnrrt: d planetJ Venm dur,HHr los 584 días dr su
ftM),, .una. l.,'.h columnJ, w n rrt~ ,;;1g11os ele día dcsig- los aztecas o de sus predecesores para quedar alineadas junto :1 los propios dioses
rot::icit'>n. & wnsic.ler::ih:1 especialm1.:nlt: funesto el riempo
,-• .a im.1na.blt:int:ntc lo,; rn.·los «le Lres días en los que en que Vtnus es \'Ísihle como cslrdla mJturin:i. cuyos de Venus. Se trataba de T lahui?,calpan tecu htli ("señor del amanecer"), Xiuhtecuhtli
P,octuc1r.S(' un . ¡1 ('
lu Íf.ltti ce P\c, ,umu lo:i, maya:, no urilizaban señores se represent:in con MIS cualidades negativas en l:1
iat1 ..baJ '>110S,.los l'<ri,,I, 1 -. <.1t- t 1ur;1cion
· · ·m1c
e ·
rior :i un rifa se mitad derecha <.le b ¡xígin:i. En d ctntro. d dim <le In
(" hermoso seño r del año") y Kaktona l ("día d e las sandak-1s") o Ce Acatonal ("uno-
1
~,:.r r rl y lit inte rc:ibhJn en i.:l lug:1r correspondiente p:ua estrelb matutina aparece como guerrero con bnzadardo,; cai'ía"). Todas aquellas de idades era n portadoras d e muerte y destrucción . Atrave-
ilJU5te arnmt t . l 1·
rtp,,•~nub., _ l\n. •º" c.:c 1pscs solares o lunares se y fü·chas, En b parte: inferior. se n.:produce la inrngcn de
'ltlrtncu.,it1 I
ll rncJ1ant . r, -
e: UIIJ ~u¡x-r 1nr en bl.mco y nel!m su enemigo m ort~1\mente herido, qut• :,t' rl'tuerce en el suc-
saba n a todos los seres cósm icos con sus dardos y privaban a la humanidad de las
r:¡ la Ir~ ,igno, corrl's¡xmJ1<"ntec; al Sul y ];i Lun:i. io con un Jardu t'n su cuerpo. cu al id ades positi vas de los ascs in:1dos:
año nuevo segundo dia tercer día día 259 dia 260 dia 261 dia 363 día 364 día 365

1 pop 2pop 3 pop


mw m
19 mak k'ank'in se establece l k'onk'in 3 wayeb
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4 woyeb pop se establece 1 pop


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J. ~u ' - ¡ fJJ.J//Ud w1al .•upenw· a lo.)· 120 cm
_J.~ dt ¡:r.1110_1um. º ~
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¡ ·hw,, r)J 011, gro_.nr JOrm; Londres,
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lmt•·4 \J11,rm11 .• -1 wl1<;rJr1u Y,,xuun R:lbm ("'Pti j;iro-
1 l.1. imJ~t"O ,1p.irtri.: l -
ff
UJí I\'
") ¡ c:"r ncntC" d1.: g uerrn c,. con :-iu
\(''11\ 11 111 1 !-- •11 ,
1• 11' , 1111111 Ch.in .\ ¡Jw. F.I tl'.\to ,¡u¡;en or
,.n, ub10.J .u. · · . -
< I l i led1.1 7 m,,.r 14 t:tk (1 Je m:iyo Jd
ti utcr, u con,11,!ll.l • .. .:
-" --- 1e) \'1t:1\t·n ., cnnt111ll;J.Cltlll d ll,11n:1tln Vt'r bo
,ano '' l · " ·I. 1 ,. urll 1... -•. rnm1 \fe lllt' l'll u n ,igno dl'
dt ,.. j!ll(ff.l I l .,, ' '
(-\AtdlJ dt'met.li,ido , 1.·n ;ou~ dt agu.1 cayendo. y.un_a
ir FI tn:tu d1cr, pt,r t:rnro, que Yaxcb1-
1n-h,;,c1on, l(·l lti"
¡,..• • .•
tancmrrrndiú un;l gu1.:rr.1 contr'.l un,1 pohbc~on ca~.:rna.
1 ( • 1,·,11 1n ¡, i.;xri:nd 1d.1. l.1 pm1cion de\ CJHf,;
\cj!VO J ('llll r 1.._ · _ , , ~ , , ..
Jt:ns1i.1
('ufUO ;a~tru lllJ.llll lOo dnt.·n~¡,i,;n:rn;1 un:¡ fu nc1un
en IJ lil,mt·,n tk hi\ d¡,1, t.1rnr.16ks p.1r:1 lh:var il c;iho
coont, hdif.h. \hora h1L·n. mJ,1ví:1 no M.' conoce cnn
, .icrnud IJ rd.1n11n t·x1"!.Le11tc cntrr. \'enm y los rlb,; en
~lK' 'I<: cmpr<'ilili.in ..:,11np.11l.1s 1111\it;Ue.!,.

Pa ra eswhlecer unos c.ílcul os pn:cisos, el pe riodo d e Venus estaba regist rado se manifestaba en los e ntes sobren a tura les más a llá del mundo h umano. Eran se res
65 veces, lo cual eq ui va lía exa ctamen te a 104 a ñ os o rd ina r ios, a 146 pe riodos tznlk'in q ue viv ían, arn:1ba n, se alim enta ban, dom inaban y mataban. Nacían, desplegaba n s u
11 a d os rueda, calendá ricas . A hora b ien, el hecho d e q ue tras los 65 pe riodos d e pod er y moría n e n un m ov im ien to c ircu lar consta nte pa ra volver a nacer en un
\'cnus apa reciese un erro r ele cá lculo ele 5 d ía s con stituía un problema, C o m o e l mom e n to pe r fecta m e nte predecible e ina ugu ra r un n ue vo ci cl o,
cale ndario se adela ntaba a l movimie n to rea l d e los p la netas, había q ue retr;1sa rlo Para los maya s, los se res so b re na tura les re p rese ntaban el t iemp o y mante n ían e l
mediante el oportuno acopla miento, El proced im ie nto d e co rrección in verso se a p li- o rde n cósmi co. Sus pecu liaridades y su s :ict ividades determ in;1ban el cu rsn d e l mun-
có e n el zodíaco, que, con u na lo ng it ud de sólo 364 d ías, acum ulab:1 tras ci nco reco- d o _· Los aj k'inob o sacerdotes del ca len da rio creían reconocer la actu ac ió n de los
rridos 6 d ías de ret raso. A pesar ele estas ine xactit udes m a te m á ticas, e l ca pít ul o de seres cós micos en los fe nó m e nos astronóm icos. El con ocimie nto el e su regu larid ad,
\'cnus de l Códice de Dresde se ña la ha pa ra la prim era a pa r ic ió n d e Ve nus com o estre- que se im ponía a l ser h uma no, les per m itía esta blecer pronósticos con los que inte n-
lla rnatutin :1 el dí.1 20 de novie mbre d e l a ño 934 d .C . (10.5.6.4.0. según la rne n ta lar- taba n antic ipa rse a la acción de las fue r zas sobrena tu rales y as í logra r que la hum a-
ga , 1 ajaw IH l(ayab d e la rueda calendárica); se t rata d e un a con tecimie nto re al- nidad se preparase para a fron ta r los a con tec im ie ntos fu turos,
mente obsen·aclo, que pe rm itió con firm a r los d lcu los prece d e ntes del ca lendario C o n la llegada de los espa iío les y la subsig ui ente con versió n al cristian ismo, el
maya y de l cr istia no . viejo te soro d e la cie ncia ma ya pa só paulatin a m ente a segund o té rm ino . Sin e mbar-
go, la s conce pciones occ identales del orden cósm ico y de la salvació n no se impu-
sie ron en las r egiones maya s de u n modo h omogéneo . M ientras la pod erosa pre se n-
Los mayas y su concepción del tiempo c ia de la ig lesia ca tó lica a l no rte ele Yucatán co nt r ib uyó perti naz mente a b dest ru c-
ción d e l ord e n social t radiciona l y a celeró la desa parició n el e las antiguas creencias y
Este resume n ele m ate má t icas y ast ro no m ía maya s ofr ece u n pano ra ma mu y d e las id eas relacion;1d as con el calend a r io, en las tie rra s a lta s d e G uate mala sob re
limitad o de los rnmplejos sabe res apo rtados a t ravés de va ria s g e nera ciones por la todo los d ioses su frieron d ive rsos ca m bios pa ra seg u ir ocupand o su posición d e siem-
ca sta sacerdotal pa ra d esa rro llar su comple jo cale nda ri o. U na exposición pormeno- pre con ropa je s occid e ntales y con nue vos n o mbres ju nto a las fig uras de Jesú s, de
rizada de este ,iste ma d e calendarios requer ir ía va rios libros . E l cal~nd a ri o surg ió de María y d e o tros santos cató licos . L os con ce pws rc l:icionad os con la ast ron o m ía y el
la obse rvación de dive rsos fe nó menos ;1stro nó m icos, pero también del inte ré s por ca le nda r io se ma n tienen funda men tal m ente e n lugares de di fíci l acceso.
encontrar fó rmulas q ue rela cionase n o a barcase n los distin tos c iclos tempo rales, D esde el siglo XX, la ciencia occidenta l ha com r ibuid o a la rec uperació n parcia l -d e
Otro rnot·1\0 . a 1os mayas a 1t. 1.car constan tem e nte nuevos ca 1en J anos
. d UJO
. q ue 111 . ,eue
la cosmología m aya con su redescu brimie nto y desci fram iento d el legado escrito d e la
el deseo d e adiv ina r e l fu tu ro y de conocer y pre c isar con an ticipació n la s fue rz a s y c ultura maya precolo mbina ,
los mov·1 ·
.
¡
1111entos < e los astros.
El calendario jamás fue un objetivo en sí mism o ni sirvió únicame nte para articu -
la r el ticn, po_ Las represenrac,o
· nes y d esc n· pc,nnes,
· q ue e ra n p Iasn · c¡·1-
' · ca s y rea 11·sta s, 111
·, maya e ¡ tiempo
can q ue e n 1a concepc1on · e no' m e no f'1s1Co
no e ra u n ,e · a 11stracto, s1n
· n q ue
ECLIPSES SOLARES: LA ANGUSTIA DEL FINAL
Nikolai Grube

eran el preludio de gue rras o de grandes catástrofes sus \'iejos rifles y en el inte-rior las mu jeres rezaban el
para toda la comunidad. rosario de rodillas y al mismo tiempo in vocaban a ,u,
Cuando hay un ecl ipse, las muje res y los niños se vie jos diose~.
refugian en la iglesia y los hombres disparan su s esco- E n la época precolombina no era m enor él te rror
petas para alejar a las grandes hormigas que, según los a nte los eclipses, aunque los sacerdotes e ran capares de
mayas, se d ispon en a e ng ullir al Sol o a la Luna. De ah í señalar con anticipación los días peligrosos en los LJUe
q ue el término correspondiente a "eclipse sola r" sea u podría haber un eclipse de Sol o <le Luna (véase \ 7 º"·
chiba/ k'in, "tragar el sol" (fotografía 224). En Seiior el pág. 141). Siete páginas <lel Códice de Dresde comienen
sacn<lote maya hacía sonar incluso las campan as ele una tabla que permitía a los sace rdotes del calcnda rn,
la iglesia mientras los niiios golpeaban ollas con su s establecer con precisión los <lías en los que la órbita de
cucharas. Un ruido infernal salía del templo en p lena la L una en el fir m amento se cruzaría con la a parente
noche. Delante ele la ig lesia los hombres disparaban del Sol (fotografía 225). Sabía n que los eclipses solares
y lunares tendrían lugar dentro de los 18 días an terio-
En el pueblo maya de Señor, e n el remoto centro 222 Eclipse tutal de Sol res o posteriores a dicho "paso de nodos", que es la
I ,OS tdipsC'!) lUtalcs Je Sol, en los que b luna oculta totalmente al astro son visi-
de Quintana Roo -donde me refugié para apren d er la expresión técnica con q ue se designa en astron(Hl1 1a d
bles sólo en rnntadísimas oc::isiones. En todo d munJo auguran d terror y la
lengua maya yukatek- había un a g ran excitación. Los <le5~r3cia. pun cunvienen el día en noche, hasta el punto Je que. en el momen- cruce ele las órbitas del Sol y de la Luna. H a bían obser-
to de máxim;1 oscuridad, puede verse incluso d CJdo t·strdla<lo.
periódicos habh1ban de que durante la noche se produ- vado que entre los dife rentes ecl ipses, tanto solare,
ciría un eclipse lunar total. Si bien es cierto q ue muy como lunares, transcurrían de hecho entre 148 (n nco
pocos mayas yukatek del pueblo sabía n lee r, la noticia meses lunares) y 177 días (seis meses lunares). A unq ue
se d ifund ió ráp id amente gracias a los jóvenes, que muchos <le los eclipses, la mayo ría incluso, no podían
habían estudiado en la escuela de la ciudad más cercana. 7> rL :S•t ·> observarse por no se r visi bles en el territorio m aya , los
También la emisora de radio de habla maya hizo refe- k,·» astrónomos mayas recurrían a los datos obsen ado, a
rencia al inminente suceso. La n oticia del in m ediato través de var ios siglos y recopi lados en lib ros pa r,1
eclipse luna r hubiera podido pasar fácilmente d esaper- ' conocer y predecir los ciclos de los eclipses.
cibida ent re las noticias de todo el mundo transm it i- P or tanto, los dos inte rvalos de 148 y 177 días .:om-
das con voz sere na y los pronósticos sob re las próximas ~ .. 1' ?-;.r tituyen el punto centra l de la tabla de eclipses de la1
elecciones al cargo de gobernador del es tad o federal páginas 51- 58 del Códice de Dresde (fotografía 225).
- ' ~
de Quintana Roo. Pero en Seiior el fenóm eno natural La parte principal empieza en la mitad superio r d e la
l:iir~"f~&-r.."._,,...p;_,.z...,, s... .... ,,_~-t:-1-
que estaba a p un to de wced er ocupaba y preocupaba a ,-_~¡~¡1..~ K,-"h,·.-~ •--~"'-nG~ página 52 con las fechas a partir de las cuale-s ha de cal-
todos. "¿ Volverá alguna vez la seiiora Luna ? ¿Por qué ~*~~~-"t.i~w"t..Z~
tLcJ hi .,.,,..,,,,,_• .,._. n.oh,~
t.,_-,,u·- l ' ,.
cularse la tabla. En la parte inferior ele b m itad , upe-
nos deja, " , m e pregu ntó angustiada un a anciana, que .,ga..-u la,.,,:v~;¡-,z,~ Jr.>t~;t,,_• • - - ~ · ,, . ...- rio r <le la página 53 aparece el número 177 1.r;1n, crito
se disponía a protegerse en una iglesia cercana. =;.rt:-:.•~1~~;:/~#~~ezr
:l,(•UL - . - ,: • :~ con cifras mayas; se escribe <:on un 8 rojo ,obre un
Para los mayas, la Luna no es un cuerpo celeste que
'tldJS:t.-~· . V.e.(.l.¿/~,1.,4 17 n egro, lo cual equivale a 8 X 20 + 17 X 1 = 177. Éste
,·aga sin vida por e l universo, si no una mujer, concre- Z,~~,,. -"ffffl:"...... . • -~ 1:'~J¡~s-., es el número de días q ue habrán de tran scu rr ir entre
tam ente l:1 vieja diosa de la Luna. D e ahí q ue un eclip- ' lf-yc1t ', ! • CA-'1.,': un ec li pse y el siguiente. De todos modos, no se espe-
se solar o lunar no sea otra cosil que una gran desgra-
.'-!-..'c.Jf
. 1/.~/;$;,p __,--,,_
.- ~....
yGA1aJ raba un eclipse realmente visible al té rmi no dt los
cia sobreven ida a la diosa de la Luna o al dios del Sol.
-1:a,., '
,I , ~ .
1-"'•'"·" ..
ki;,,~ , ,' 177 días. A la derecha vuelve a aparecer el núm ero 1í i
Cuando el Sol se oscu rece en p leno día hasta el punto - ., ' ·"'U,:ac. ·<' y en la tercera colum na el 148, detrás d el cual Ja,
~¡Oc. '' J
de que sobrev ie ne la noche o cuando en una noche de ttn · .. col um nas d e números se interrumpen por la pr~senc ia
lun:1 llena <le repente aparece un disco negro d elante
-----, '
de la imagen de un dios de la Muerte sentad o en un
trk_~(U,, :!',
de ésta, los m ayas no dudan de la inminencia de un a h.-.c :: ,':,l,,
trono de huesos, que indica que ,e había obse n ,ido
gran desgracia. En consecuencia, todavía hoy los ecl ip- /~c.. ·=.., c~-~"_.;,i:f¡;;I rea lmente un eclipse o que se esperaba que hubier,i
ses solares y lunares se viven con angustia y terro r. uno visi ble. Los investigadores no han podido resolrer
Y como la diosa de la Luna es la encargada d e velar h asta la fech a el problema ele si esta tabla scn•1,1 ¡iar.i
223 Exphttmún del ortgm de lo.r erlipses Je!(IÍ!I el libro de [hi/am Balam.
sobre los embarazos y los nacimientos, de ac uerdo con predecir los eclipses sola res y lun :1res o <le si en rc-,di-
Manuscrito, pdgina 27; segundtJ miMd del l rglo '<Flll: Filade{fia, Umver..ity
las creencias mayas las mujeres emba razadas cor ren Alu:::eum dad se limitaba a registrar los obse rvados en Yuc.it,ín.
Los rni,;i1JfKTOS t:sp;iñoles rr.uarnn (k o.plicar ,l Jo,; m:1y;i,; dur:rn tf l:1 époc,1
un peligro especial durante un eclipse lunar. Además, Las siete páginas que compo nen la tabla abarc,1 n un
co!nn1:1l el punto J e \•iq:1 e11mpe-n del urigcn de los eclipses. En este tn lú ~e r.1!1-
en la época precolombina se creía que los eclipses firJ <le errónc.1 L1idea de qtit' la luna c·s c·ngullida. total de 405 meses lu nares u l 1.960 día,, u n npac ,n de
tiempo significativo para los mayas, pues correspondía con las ideas tradicionales mayas n i en Sefior 111 en
a 46 ciclos de 260 días cada uno. muchas otras partes.
A pesar de que los conocimientos astronómicos Cuando a primera hora de la mañana la luz de la
mayas se perdieron a raíz d e la invasión es pañol a, media luna, pálida al p rincipio y cada vez más inte nsa ,
todav ía hoy conti núa extendida la idea d e que los demostró la supervivencia de la diosa ele la T,una, Sefior
eclipses significan el fin del m undo y acarrean d esgra- estalló de júbilo. Una vez m ás ,e había cvttado que una
cias y enferm ed ades. Se trata d e algo real m ente sor- g ran desgracia se abatiese sobre el mundo.
prendente, ya que desde el primer momento de la
colonizac ión los mis ioneros y los maestros españoles 224 U11,1 strp,eme con las fa11cCJ" abierta( protJOca un eclipse. Códice de Par/,,
pdguw 23; lugur del hallazgo dcsconoc1do: pt1prl dr corteza Jih,wa de higutr11,
trataron de explica r a los m ayas que los ecl ipses se
l't'rnburtu con una capa de cal, pintado; po_.c/,h ico tardío, l >50- 15UU d.C;
debían a la sombra que la Tierra proyectaba en la ulruru 24,8 cm. longitud total 145 cm; Parf;, Rih!ivt/J(quc Nt11IOnlllt'
L1 strpicntt' L'S uno dt' los IJ signm del 7,odíacu. En este caso señab d lugar
Luna o a que la Luna ocu ltaba el disco solar (fotogra-
del ciclo tn qu1.: ~e vt'rá un eclipse. Sus fauces abiertas rdlejan 1:, idG1 de que d Sol
fía 223). A sim ismo el periódico en el que algunos jóve- o la Luna son t:ngulliJos t'n los edip'-t"s.
nes de Señor h abían leído la notic ia explicaba pa cien-
teme nte al lector todo cuanto acontecería con ocasión 225 Pnmcra pdgúw dt' !ti rahl,1 de los eclipsn (n:prescmacilm e,,qutmá1tca y fotngm -
fía ). Códice de Drc,;dc, página 5 ?; lugar de'! h11/la2go dr~·am0<'1tlo: pfJSdds,co rardlo,
del inminente eclipse lu nar. Pero las viejas creencias
1200 1500 d.C., p11pt·I de mrtcui fibro.:.r1 de higuem, recub1cl'ln crm una capa de rnl,
siemp re termin a ban imponiéndose a las ex plicacion es p,mado; pdg1110: olrum ](},.¡ cm, 1111chmu 9 ,m; Dresde, Siich.11sc·he f..,4,uult·shibliotht·k
L1 tabla <le los eclipses ocup:i seis página~ y rnmicn7..a en l:i p,Htc..' superior de b
científicas expuestas con total claridad . Quinie.iuos aiios
página 'i3 ::i.4uí reproducida. Para pasar a las infenores, deben kcrsc previa-
ele contacto con la m entalidad europ ea no han acabado mente las mitades !iuperiores de las página.i. 51- 58.

Texto aclaratorio Texto aclaratorio


lfllffialomedio de la tabla de la tabla
entte dos eclipses

348 502 679 856 1033 502 + 177 = 679


679 + 177 = 856
856 + 177 = 1033
••• 8x20=160
Fechas del calendario Fechas del calendario Estos dias puede
e • 17 X 1 = 17
de 260 días alcanzadas de 260 días alcanzadas haber eclipses,
!b 177 tras el intervalo tras el intervalo pero no son visibles
•6 luoaoones
de 5 ó 6 lunaciones de 5 ó 6 lunaciones

~ 8x 20= 160
177 148 177 177 17 X 1 = 17
de 5 6 6 lu aciones) (lote alos de 6 lun dones) 177
= 6 lunaciones

Texto aclaratorio ~ -e0 Texto aclaratorio

_ _ d_e_l_a-ta-bl_ª_ ___,· r~ i,~ . ____ d_e-


la-ta_b_lª_ _ ___.

-
~

a•
19x360 =
6840
13 X 20 =
260
16 X 1 = 16
711 6
Fechas del calendario
7264 88~
r.·E:J
L ll ~ .
f[-;,(.71 _
,:~f:J!jJJ
7441 7618
• 1
...
·-

e
1
X 7200 = 7200
X 360 = 360

11x 20=220
15 X 1 = 15
7795

fCJ!I@
Fechas del calendario
de 260 días alcanzadas de 260 dias alcanzadas
,._ .
tras el intervalo
de 5 ó 6 lunaciones
tras el intervalo
·l@HQ
'
de 5 ó 6 lunaciones
a
-•f1--~-~---1
,,--.........
_ií6l·H0Ii
.
•- - -,,,--~~
177 148
(Intervalos de ó 6 lunaciooes)
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(lnte alos de 6 lu ,ones)
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: POLITICA
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*
LA HISTORIA DINÁSTICA DE LOS MAYAS
Nikolai Gru hc y Simon Martín

El u~o de u11a escritu ra jeroglífica es el rasgo cultura l más importante que Xnok, e l p rimer sobera no de esa fami lia rea l, :1 partir de la n ume rac ió n de sus
disting ue el periodo clásico de los mayas (250- 909 d.C.) del prec lásico inm ed ia- sucesores es posihlc; reconstruir que vivió y re inó d urante la segunch1 m itad del
t:ime nte anterior. FI nacimie nto de la escritura je roglífi ca e n las llanuras de sig lo l. Proba blemente se encuent re ente rrado en el se pu lc ro real más a ntiguo,
Yucadn fue consecuencia de los profundos cambios sociales ac:1ecidos tra s la descubie r to e n la acrópol is norte de T ika l. E n él se encon traron ya a lgunos o b je-
ruina de Ll, gr.1ndcs ciud ;1Jcs prccUsica s (véase Hanse n, pág. 51 y ss.). F.I proce- tos funerari os, como por ejem plo una máscara de tam a ño na tu ral con la d iad ema
so que finalmente cond ujo al ocaso de la mayoría de las poblaciones aú n no está real /111'1111, ad ornada co n tres flo res estil iz:1 d :1s. E n la época chísica, el tocad o
claro. Sin emba rgo, está d emostrado q ue algunas ci udades sobrevivieron a esa hu'un adquirió u n ca rácter d ivino y protector para las d in astí,1s m o nárq uicas
viole nta tra n,íormación y se convirtie ron e n peq u e ños núcleos que ib,111 a o rigi- (véase Crube, pág. 96 y ss.)
nar la cul tura m a ya clás ica. E specia lmente en la zo na central de las tierras bajas
J cl sur, algun:1s localidades como Tik:1 1, Uaxactún, Yaxhá y Xu ltún incluso
salieron reforzadas de esas revoluciones. Reinos divinos en competencia
Al m ismo tiempo q ue la escritura jeroglíf-1c:1, durante la primera época cl ási-
c:1 se desarrolló una nueva institución políti ca: la monarqu ía heredi taria. En tan - T anto los fundadores de las d inastías monárquicas como sus sucesores recibía n
ro que el arte p reclásico aún e ra imperso nal y se ex presa ba ante todo en Í<>rma de tras su entronizació n el título de ajaw (soberano, príncipe, rey). Después del ario
m:íscara, ele d ioses y símbolos cósmicos, al inic iarse la época clásica pa só a un pri - 400 d .C. los soberanos supremos eran nombrados {uhul ajaw (rey divino), pa ra
mer pl a no la re presentac ión de personajes histó ricos configurados indi vidual- d iferenciarlos de la clase noble, cada vez m:ís nu merosa, y resaltar su origen su pe-
mente. L a ta rc:1 de los esc ritos jeroglíficos y d e l;1s obras de arte del periodo clá- rior. Si bien el título de k'uhul C(jaw se rese rvó al principio a las monarq uías más
sico consistió e n reafir mar las reivindicaciones de poder d e reye.s equiparn bles a impo rta ntes, como la de Tikal o la de Calakmul, muy pronto también se adorna-
dioses en su función de centro del cosmos y d e mediadores entre la humanidad y ron con é l otros m uchos soberanos que querían procl:1mar así su legitimación d iv i-
las di vinid:1 dc,. na. H acia el ario 450 d.C ., e n las tie rras bajas había varias doce nas de reyes q ue
reclamaban su derecho a ese título, invocaban a u n fundad or d inástico y se consi-
deraban ce ntro de un pequeño estado.
La fundación de las dinastias monárquicas Duran te toda la época clásica no cambió nada en e.~e conju nto de pequefios rei-
nos. Las tierras bajas no esn1vicron unidas políticamente en ningún momen to y
l.os prime ros textos escritos fijan la fecha de la fundac ión de las primeras jamás hubo un reino maya común a todas ellas como se creyó durame mucho tiem-
dinastía, m o nárquicas e n el siglo I d.C. y narran r etrospecti vamente esos hechos po. El Íracciona rniento político de estos te rri torios se puede com pro bar en el g r:1n
históricos. l .a ca re ncia de insc ripc iones contemporáneas a los propios fundadores número de los llamados jeroglíficos em blemas existentes (véase Gru be, p:íg. 120).
de las dinastías puede estar relacionada, por un lado, con el hecho ele que ellos no Estas in scripciones son títu los reales q ue acredi ta h:1 n a sus portado res co mo k'uhul
se vieran a sí mismos como tales, sino que ese pa pel se lo atribuyeran las genera- ajaw (rey divino) de un territorio cletermin::ido. Cada jerogl ífico se com pone d e tres
ciones posterio res. Por otro lado, quiz:-ís se deba :1 que los acontecimie ntos de la partes b;Ísieas, d os de las cua les in d ican el títu lo de k'ul1ll! ajaw, en t;mto que la ter-
época se escribían ~obre materiales perecederos, por e je mplo made ra o papel de cera y más la rga cita el nom bre del estado correspondien te. Los reyes ele Tik:il. q ue
corteza, o se ilustraban en pinturas sobre muros estucados. en la ~poc:-1clásica se llam aba Muta 1, tenían el título de k'u/wl muta/ ajaw (dios di vi -
A los Cu ndadores dinásticos les correspo nde una g ra n impo rtancia en la histo- no de Mutal/Tikal), en ta nto que, por eje mplo, los soberanos de l:1 ciudad de Pie-
ria de las estirpes ele soberanos. l .os reyes poste riores se referían a ell os con títul os dras N egras llevaban el ele k'uhul yokib ajaw (rey d ivino de la tierra de los dest1la-
que a men udo reza ban "soberano número X en la sucesión del fundador", lo cual dcros) (fotografía 183).
significa que llevaban un cómputo exacto d e los sobe ra nos. La recopilació n ele todos esos títu los m uestra que en el transcurso de la h isto ria
Un a de las primeras d inastías m o nárquicas pe rtenecie nte a las tierras bajas hubo unos cincuenta pequeños estados, cada uno con s11 pro pio ajaw a la cabe za
mayas fue la ele Tikal. /\ pesa r de que no se tienen ciatos sobre la vida ele Yax Eeb que reivindicaba su origen d ivino. F.I hecho de que jamás se llegara a la coalició n
política ele esos rei nos indepen dientes podría estar rel:1cion ;1do con la form a espe-
cial d e soberan ía hegem ó nica que se había extendido po r toda Mesoam érica , por la
que los territorios conquistados no se a nexio naban al territorio de los vencedores,
sino que segu ía n existiendo como estados autónomos, si bie n los reyes ve ncidos
ll.-ible p:lg1n.1 ,lnt<:rior: 226 Fmwnemo de un r'1u-t·11~ww. Copón, l londmus, ttm¡,lo
lmagr,, dt•t·nrnl/ada dC' mw ct.nimica n1ay11, prvadt'11C1c1 16 ame ltt tumb" XXXVII-./; ddfüo tardío, siglo nr d.C.; estaban obligados a re nd ir lcalt:1d y a pagar tributos. Un;1 red de estrechas relacio-
dtim,1<>t:1da, dd.fu'u rardlo, 700-850 ,J.C.: arallu ¡ir'ntcula: arcz/111 pintada; altura 58 cm, diúmrtm 26,5 cm; CopJr,, nes pe rsonales y familiares entre las Luni lias reales (por e jemplo, el matr imonio de
ulll1ra /() <m, d1Jmetm 16,-1 cm (Kerr 59./Jj /,utit11to 1-/omlureiw de A111rupolugía e Histuriu
Un llublt St- .trmdilla rnn lo!i hrazu~ a uzaJo~ y hacit·n<lo En b cr1lr;1da de b tumh;i cid n:y 12 dr Cop:ín, dclx1jo dt"l
los hijos) creaba vínculos e ntre los est:1dos sometidos y sus conq uistadores y co n-
rr-,·t rt'llfia<. roInn ~ímbnln de respeto, antt' un ~ubcrano 1cmplo 16, Sl" k1lbron 11 inccns:1rios cilí11<lrico:1". rntm. Lt~ vertía a los vencidos en leales vasallos.
rna}'a -..cntad11 en un trnno-j:1guar. Üdrús dd subna110, tapns el(' lo:, 111ismos tienen furm:1 clr figuras sentndas en
,¡,,,.
, <irvotnt('~ f on 11 11 ah:lOH'n
· y u,ia tua 11a aguart1an 1as un lrí111u y prubablemenrr. rcpre~enr:rn :i los l l :in tCú'sf,.
Entre los tri bu tos debidos se contaban plumas de quetzal, cac:10, valiosos nh je-
11rd
t l\<:<, dd prínrip<·. res del dirunlu. Los d e cerám ic:1 o pafios tejidos con delicadeza.
Jerarquía entre los estados mayas cuyos reyes ta mbién ent roni zaron a snbe ra nm vasallos, pero ninguno di, ) d
1 u,o e
t:111tu pode r y habi l idad diplom ática como Cab knrnl y T ibl.
L a idea, pru lomina nte du ra nte mucho tiempo , de qu e esos peque i'íos esta dos Tikal y Ca lakm ul fuero n superpo te ncias en tocia regla en las tierr is ht. I
· , J,ts ( e
e ran totalmente autóno mos e indepc ncl ie nt<.:s unos d e o t ros se d e muestra in fun- los m ayas, que d is po nía n de un;1 red p ropia d e estados vasallos (fotogr.ifi.i 2-13).
da da con , ólo comparar la a rquitectura d e sus capita ks. D e ser así, u na ciudad A unq ue las relaciones entre los di fe rentes estad m cam hiarnn ocasi 1111 ilni
' Clllt
de l tama ño ele Ti kal hubie ra d ebido dispone r del mism o poder político q ue la y con fr ecuencia se produ jcron rev uelta s e n las que un rein o vasallo inr<.:n tah,,
pequefia loca lidad de D os Pilas, que tambi é n e r;i la reside ncia cit.: un k'uhul r(iaw. s,tcuclirse dc encim:i su condició n de depe ndencia y sus o bligaciones trihu1.iria,
D e hccho, las insc ripciones jeroglífica s tamb ién muestran un siste ma político en e l siste m a d c las dos su pe rpotencias se ma ntu vo sorp rcnden1 cmentt t·,t.ihl;
el que el pode r y la riqueza se dist ribuía n de form:1 desigual entre los estados y dura nte la m ayor parte d e la época cl ásica, pues descansab:i sobre tocio en, íncu-
en el que unos pocos reinos domina ba n a l re~to. Las di fe rencias de poder e los pe rsona k s y familiares.
influe ncia se re fl e jan tambié n e n inscr ipc iones je roglíficas que d esc ribe n cóm o
algunos es1ados intervenían e n asuntos inte rnos de 01ros y manipulab:1n su polí-
ti ca , las g ue rras y e l orden de , ucesión <lin:1stica . En la s inscripcion es se puede n La cultura de las cortes reales
c nco111rar relatos que hablan d e la ex iste nc ia ele sobc ranm que tomaban posesió n
d e su cargo bajo e l control del rey d e o tro lug ar (fotog ra fía 228). Estas declara- /\un siendo di fe re nte el poder d e las dinastías d e los pequeños cswdo, y el J e
c io nes son testimonios conrre tos d e subord ina ció n. El tíllllo de yajaw, d e ri,·ado las dos su perpo tencias, una cultura co r1esana com ún unió a los noble, 111:iya, de
d e la pal abra ajaw (rey, sobe rano), también ofrece sig nos ev ide ntes de la ex isten- todos los rcinos. Lo, reyes de la época cl:ísica y sus all egados d isfrutaron d<.: una
c ia d e jera rqu ías e nt re re inos. La tradu cció n lite ral del título reza " ... es el rey c xistc ncia pri vilegiada, rode:idos de riq ueza y lujos pe rsonales (fotogra fía 227).
dc ... ", lo que hace supone r que el portador d e ese tÍlulo c m súbdito a su vez de Los príncipes jóvenes - qui zás tambié n toda la no bl ez:1- q ue no ten,.111 un,1
otro monarca, es decir, se conside ra que ern d e su propiedad , ya que al título le condició n regia, po rtaba n el título simbóli co de ch 'ok (ni i'i o). A l fu turo sur<.:,or al
sigue e l nombre d e un segundo rey, que in variablem e nte e ra e l m ás pod e roso d e t rono se le llamaba bah ch'ok (primer nifio) y d ebía demostra r su apti t ud pa ra
los d os y para quie n e l portador de l título de yajaw no reprcsentaba más que un el cargo que ocuparía poste rio rmente en m ú ltiples actos ritua les, c ntr<.: di o, por
va sallo del que podía dispone r a su antojo . Si se con sideran estos ind icios de lo gene ra l un pr im e r sac rifi cio d e sang re, q ue se cele braba cuando l'i hc r<.:dcrn
subordinación y vínculos je r;írqu icos en el contexto d e otros acontecimientos polí - a lcanz aba la edad d e cinco años (fotogra fía 229). La sucesión a l trono ,olía con-
ticos, campañas mi litares y actos diplom;í ticos, resulta un cuadro sorprende nte de sum a rse d e ntro de la línea pate rna y gene ralm e nte se design:1 ba suce,or al pri-
las rel aciones de subordinac ión entre los numn osos estados mayas. Fu eron sobre m ogé nito. N o obsta nte, éste e ra el caso ideal , q ue no siempr<.: se daba; con la~
todo dos reyes, los soberanos d e Tikal y Cala kmul , quienes entroni zaron regentes muerte te mprana e n el campo tle batalla d e un suceso r a l trono desig nado, un
d e 01 ros estados y qui enes fucron nombrados señores de los príncipes vasallos. hcrm ano ocupaba su lugar y, si no había más her<.:de ros va ro nes, también la~
Es cie rto que en !:is tie rras bajas hubo a lgunos estados poderosos e influyentes, muje res podía n alcanz ar el pode r. Dentro de las di nastía~ m onárquicas, pero


11
f¡.. , ··/'. ..
Naran¡o
(5 de mayo
-
del 546 d c.)
f.:~ por la autoridad de Tun K'ab Hix de Calakmul
Aj Wosal se convirtió en rey el día 6 k'an 3 sip

Caracol
(16 de abril
del 553 d.C.)
por la autoridad de Yax Eeb Xook, rey divino de Tikal
accedió al poder, Yajaw Te K'inich de Caracol

Cancuén
(12 de diciembre
del 656 d.(.)

se ciñó la cinta real a la cabeza K'ib Ajaw, rey divino de Cancuén, por la autoridad de Yuknoom Ch'een de Oxte Tuun (Calakmul)

Cancuén
(17 de enero
del 677 d.c.)

accedió al poder por la autoridad de Yuknoom Ch'een, rey divino de Calakmul

Quirigu.l
(29 de diciembre
del 724 d.c.)

tomó el cetro real, K'ak' Tiliw Chan por la autoridad de Waxaklajuun Ubaah K'awiil, rey de Copán

El Perú
(fecha incierta)

asumió el poder por la autoridad del rey divino de Calakmul

1
Bonampak 1
(6 de mayo
del 747 d.C) 1

se ciñó la cinta real a la frente por la autoridad de Yaxuun Balam [de Yaxchil.ln] 1

Piedras Negras
(lecha incierta)
■ ■


■ por la autoridad de (Piedras Negras]
se convirtió en rey, Yaxuun Balam (de Yaxchilán)

l1i
,l,¡ t.kNiudd, - lt'fl
1 wlfr- . ¡. 1~ugar del hallazgo drs<vuoado;
· m:rnos y su corpulencia d.,n :i enrende:r que no re nÍJ que 228 Entron ización bajo el t ontrol de rm soberano sus propias decisiones políticas. Lo~ grabado~ compilan
!fl;mJ 1ªrdio. f>fHJ .,JfJ() d.C., imagen desenrollada tlr u11,1 de!itmpriwr ningún trah ajo físico y que goz:iha d e un .a extranjero escena~ de cntroniz,1ciones Jt' J ivnsos lugar<-'~ }' (·pocas.
~ ro
'}Udrurnl/"P""11 JtJ éll ¡·l(TOll/11.l; • cnlecnon
· .. pnv11oa
, existencia privilegiarla. Algunos hufones enanos y unos Ent rr los lCxtos jeroglíficvs m:ís imp0rtamcs que relatan en las que un rey subt- 31 trono al ser fa\·urecidu por un
ti I\h.b tn 1·1
· \rirrl· fl'J 1S<-' c,1racte nz:1h:-1
· por la pomp:1 y jorob:1dos cst:in postr:iclos ante él y un t nJno sentado en ;icontrcimicntos se encucnlr,'l b entruniz:ición dt los soheranu m~s po<ltroso. En b mitad iz<..¡uierJa J e los gra-
,lhtu,,,. .,
Los rurrt:!.,tllU'-
. 6 . d~ b :is1stc
~e ocu pa .'m
, nri•:1 y Ia el rrono sostiene: un espejo de uhsiciian:1. F.n la im:igen re)'n mayas. !\"o ohsta11tt.·. mu chm Je dios no rnnse rv,1- ludos se reproducen bs entronizacionts y en la parte
'tr ,,icc,,in <le la foni1'1a rr;1I. En esr:1 cedmica pued<.' sobresalen dos trompetas de .,rcilla y un tritó n. pero los ban la Jignid:id re;il gracias a su c:iri~ma u :l su rosiciún dcrcrh:1 1 los nomhres de los p rottctores. sit' mpre con el
't rt prtstnt·1 1
C'f'I ti · • l '' r-1 íl')' 11e Morul de San
• •
Josl' S('llt:lllo músicos de la c:1.p illa re~d perm:rnecen ocultos detr:is rle co mo sut:i..:sorcs al tronu de un:i rl in:istí:1 r(·:-iL ~inn porque jnoglífiro u kobjiiy (h, jo d control de). Parece ser que los
f'Or lrn_no) rt·rl111:id1• ,ohrc- un co jín que est:'1 sostenido una culumn;i o un cortina je. otros soberanos m:ís poderosos que ellos los apoy:ib:in y n.:yc~ dr Tikal y C alakm ul controlaron entruniz:ir iones
un si r\'lt:ntc. Lis br¡;uísimas uñ:is d e los tltdú!- d e sus fa vorecían. É!.tOS exigían :11 agrnri:1do le:ilud y :-ipoyo en for,,íncas con C\peci:il frecuenci:i.
229 Table,n / Y. Dos Pll11J, P,·tén, Guaum,J/"· <IIIJ"c-d
72i l' 735 d.C., p1cdn1 t"Uh~.u; t1lum1 64 º"· C111 ¡J,1,¡ tlr
Guatemala, M,t.~o Nacimwl de Arqru'Q/rJ,~í,1 r F:,,,"ft,,::i"
F.I pmne:r s.1rrif1c1u dt c.;rngre íi.líJmtntc d1,;;p11ru- de- n
11
to t)JXIC'i11 como en el r:ihlero 19 de f>us P1h, ¡ · -
, . . • . _,1 rc:prc-
o;;e ntM1~n. nar:iorJinari::i.~entc expltntJ. d ·1 prtrnn
sacrdirio tk <¡:lngrc.'_J e un mi1u, llamadoc/1'0~· nuuu/ iJJ,Jt,·
(príncipe Je Oo) Pibe.) en el texto ,mcw,. !,.t' 1r.11J ,uput,.
tamtntt' Jl.'l del jc,ven K'Jwiil Ch,tn K',nirlt rn t·ll.i ~
ob)l.'r\.J clar;1mt'11tr- 4ut: >U anrcccv,r, d o;;ubcr,1n11 f, qur
fut q11it1~rnc_:ir¡;:,1\ C'I tabk·ro. e'irnh:1 muy prtonip,id11 por
su c;11ces1on. En d ccnuu dr b c'iccn:i ,lpJrc(t u11 111 \ 1 n le
pie. luios:.HnenlL' \estidn. cuyo ¡1tne t~ pt.:rfor.uln p,,r un
saanJot<' arrodill.ulo ame él. La ~,ngrt i:::utt-.1 , ,hrr un.a
b:rndeja. l .a t !)C('O:t e~oh~rrvJd.t alt'nt,,mf'nlt: pi ►r d ,ol\(.
r:tnn .3 ~• 1.u cspou, narnral de IJ lorJlidJd ,lt' { .mcurn,
ambu!) 1.iruaJtJs a l.1 1zq11icrda, 111u.: ntr;h 9111 .1 1., drrn:hJ
:tplrc.:ccn erguirlos e.lo~ :tiros J1g,11atano!t. un,, ,1, I," CU.a-
le~ t.::.. un em iatlo de.: Calakrnul.

130 !.d.> du; nmu tlt un, etro. l .ugar dt'I hutl.J;g(I
deJ(0110Clllo: d d;uu rardin, {j){}-<J()(J d.C.; r,~ll td, ,1/ru,,1
]-1,..J rm, anchura 8.75 cm; culercrán p11t'tldi1
Estr retro l,lll:Hlo t'n piz~1rra t'r:1 un v;llH1\11 -.iµnu d, di).!
mJ,10 y pc.x.ltr. Tttnr- form;l de hld1J \' t·n I.H p.tnn 111,1\
:1nrh:1s nrnc-~tra rr prest:11tationc!) fig11r:1m a,. En un.,
c,1r:1 S( pu...·de rt'C1Jnocer .1 Hun A¡.m. nno el~ lm _i::rnu..lo~
divinm, q ur .u.¡uí :lp.Hl'LC reprL'~cnt.ulo crn11u r.11.11lor.
En b otrn í:lrl Jpar~ce un mbcrJI\O ~nt~1d11 t n un 1rono
b:1jo. <.JUicn prol.Mhlcmc1Hc.· fue t:I ,int1guo prop1c1.1ri1, llr
csr:t suntuo~a pien. Un tC-'.to j'-roglíficu ,1~r.1lud11 ~ 11 IJ
pan e ntrrchJ dcliigna ,il prnp1d,1rio .. prc,.1 dt:! "'lk"r,mo
de Pmilhf'. Pucqo <.JU<.: dich:i ciudad~· t·nrn1:111r.1 ,uu.1•
d:i al !!!Uf dc Bcl,ce, t:n 11na n:p,1ón dondt tk hnh11 ,t
cncentr:t 1.1 p1zMra, M' supone q ue el (Cfro )(. L1brin', en
l:i n::g-ión frontc-ri1..1entrr (i u.llcmab) Rd1n-

tambié n entre estados, surg ie ron muchos conflicto~ J. causa de la sucesión legal al
trono. Por lo tanto, un sucesor al trono des ignado h:1cía bi en e n pon e r a pru eba
sus aptitudes de Sl:11or de la gue rra a ntl:S de ser cntroniz:1do. A~í, es posible que
algunas campañas mi litares sirviera n sólo para esbo7,ar el pe rfil del futuro sobe-
rano. Si un n :y había hecho cautivo :1 alguien importantc antes de tomar posesió n
de su cargo, en muchos casos se adornaba de por vida con el títu lo de "propie ta-
rio d e ... " y el nombre de su prisionero.
Llegado el momento de subi r al trono (ge nera lmente entre diez días y vanos
meses despu6s d e la mue rt e del predecesor). se iniciab:rn pomposas ce remoni as de
entroni zación, cuyo cu rso raramente aparece reprcscntado cn el art.e. Asim ismo.
los textos jeroglíficos relaran algu nos episod ios cla ve medi:rnte fórm ulas estanda ri-
zadas. como clwmlaj ti ajawlel (se sentó en el trono rea l), u ch'amaw l(awiil (tomó
el ct:tro rn forma del dios K'awiil ) y k'alaj lw'u11 tu ·baah (se ci iió el tocado real a la
cabeza; fotngr:dfa 228).
Al subir al trono, los reyes se ca mbiaban el nombre. En ocasiones conse rvaban
tambié n su nombre d e juventud, pero la adopción de un k'uhul !(aba, un nombre
divino, era la expresión dc su nuevo papel y su nucva ide ntidad. Los nombres csco-
gidos solían aludir a diose~ y a sus acti vicbdes, a objctos con un c~pec ial sig nifica-
do sag rado o a animales que clesempeñab:rn un papel importan te como manifesta-
ción o asistc ntes de algun os dioses. Siguie ndo el deseo dc conti nuar una larga
tradició n. los sucesores al trono tambié n solía n elcgir el nombre de un abuelo o d e
otro antepasado célebre. Con la adopció n de un nombre di vino, el nuevo ~ohe rano
, ~e con ve rtía fin almente en un k '11/111I ajaw (rey di"ino), y :1sí se cl el' aba a otra esfe-
ra de la existencia.
236 S,eÍ.il E. Qui,·iguá, -Cu,11emola, Pl1¡w Grande;
20 de cnem de 777 d. C.; p iedt-o <1re11i.rca; altura 7,Z5 ern
La estela E. con sus 7.25 metros. es la más alta de todo
el territo rio maya. La conscrucci6n de este monol it,, de
3U toneladas de peso debi6 de ser una obra macstr a d., téc-
nica y urg-.rnizaciún. Las gigantc~ca..~ dimensione;; del
monumento c.lcl clásico tardío <le Qu1riguá reflejan la 3 ]¡1_
vez de la ciudad después de yu-, su rey K 'ak' TiJi w Ch.in
Yoaac hubie r:1 qí<lo sobre Cup:.ín en el año 738 d.C, 1,
h11h ier:i decapirndo :\1 rey local \.V,urnklajuw1 Ubaah ¡:.;_•,;_
wiil. F.s curioso d hecho de que e.se soberano rlc: Cupán
fuera precisamcncc quien H ai'ios atrás había ayucl:tJ,. a
K'ak· Tiliw a acceder al poder. Por canco, el acto bélic,, Je:
Qu1riguá supuso una traición a un antiguo rrotector. La
estela E, aquí en una fowgrafía histórica t le Alfred
.'-1audslay, e~ el retrar.o monumental de K.'ak' Tiliw curno
triunfado r o rgulloso con rod:is l:is enseñas de su poJc:r.

237 Dunw dl' Pd1aro-Jagu01: Yaxchild.11 Chiapll.f, ,\/é.nco,


1

dintel 1, estructura 33; l,acia 7fi() d.C.; piedra cali:::u; altum


94 cm, t1ncl111ra 83 cm, grosor 40 cm; in Útu
Enrn.: las act ivida.Jes de los reyes rnmhíén se enconr.r.1h:111
his danz.1~. actividad que ejecutaban vesi:idos suncunsa-
mcncc con ocasión d e fiestas significarivas y aniversarios
de acometimientos his tóricos imrorrantes. Es sohre tor..lo
en la ciudad Je Yaxch il:ín donde muchos dinreles mut's-
rrnn danzas rc:ale, en las que apaPeccn lr,zamnaa.j l3<1lam
y Sll sucesor Pájaro-Jaguar JV vestidos de dioses ) ,·nn
nume rosos, atri.buto,; que dan n ombre. :i eso, baile, rinci-
les. En este <lintel, se ve a P:íj::iro-J:iguar IV en d dfa de
su e nt ronización, el 29 de abri l del 752 cl.C. Un:1 de su,,
esposas, Chak Jnloom . le alcanza un hatillo s:1gradu.
rnie ru ras él se prepara para la danza con el cetro K ·awiil.

238 Comercia111es y rraductóre; en la torre. Procedencili


desconocida; cldsicn tardío, 700- 750 d.C.; arc1//a pi111adü;
11/r11ra 17,1 ro,, diánn·rro 14,3 cm; colecáón privada
(Kcrr 1728)
Entre los temas reprcscnrndos en las va·,iias de cerámica.
a m enudo pintadas en poljcrumía. se encttencrnn .,,c.:-
nas palac ieg:is. El cor tinaje en rollado sobre b escena. :15!
como el rrono dan a entender que nos ha llamos en el ia[e-
n o r ele u n palacin. Acaban de llega r dos comerciantes que
ofrecen ;;us mercancías. Dela nte tle los me rcaderes vent·
dos de lejos, un escriba y un chilam o intérprc-ce csr6n
sentados en el suelo. E l rev K'inich Laman Ek · 1.k Morul
d e: San íosé aparece se nca~lu en el crono y detrá, de él s"
encuc ncr;i un cortc~anu t:n una postura relajada, con Lln
cigarro en la boca y una tea para encenderlo en la 01:ino
derech::i. Del texto se infiere 9ue los reunidos J1egoó an el
p recio d e las mercancías ofrecidas.

Las ocasiones en las que los reyes aparecí'an como dioses, ofrecían sangre y
organizaban rituales eran de diversa índole. Así, el final de los grandes periodos de
tiempo, como los veinte a ñ os de k'atun, pero trunbién de periodos de cinco o diez
años , se celebraban con grandes festejos. En la mayoría de las ciudades, los reyes
erigían a l final de un k'atun una estela con un altar delante (fotografía 236). La ins-
talación de la estela tz'apaj u takamtuunil, un ritual que se describe con1.o "unir pie-
clras" o k'a/ iuun (fotografía 234), así como el vertido de sangre o la quen~a de
incienso en e l altar cliok1,,va_j ch'aaj e ran actos rituales que evocaban episodios 1níti-
cos en los que los dioses ponian en movuniento el unjvcrso.

La vida en la corte

La vida de los reyes transcurría sobre todo en palacio. Aunque es difícil atri-
bui r func iones concretas a las ruinas de las ed ificac iones, las pintu.ra5 policrornas
de los objetos de cerámica nos ofrecen una v isión de la vida palaciega (fotogra-
fías 22 7 y 238). l\lluchas de ellas se elaboraron en talleres de palacio para cubrir
las n ecesidades in te rnas e ilus tran escenas como la e ntrega de tributos, 1a llegada
J e vasallos y los preparativos de danzas, a unque ta1nbién actividades de los cor-
tesa no s, entr e los que tan-ib-ién se encontraban algunos enanos y jorobados (véase
P rager, pág. 278 y ss.) cuya tarea consistía en distraer al rey y a sus cmin.e ntes
i nvi tados. Las escenas de pago de tributos muestran al rey en un soberbio trono pago regular de tributos (fotografía 239). Una forn1a sutil de la toma de r ehenes
cubi erto con pieles de jaguar; ante él se arrodillan unos vasallos que le entregan era la construcción de residencia5 en la capital del vencedor, destinadas a los hijos
un hatillo con telas nobles, plumas y saquitos d e granos de cacao (fotografía 238): y otros familiares de los príncipes son1etidos. Oficialmente, los nobles extran-
E nt re los empleados d e la corte también se encontraban los aj tz'iib (escribanos), jeros eran embajadores y emisarios de las ciudades-estado son,etidas, pero en
que cotej aban los bienes ofrecidos con sus listas de tributos. E ste t ipo de escenas realidad garantizaban con sus v idas la renuncia a la rebelión y el pago regu la r d e
n os t ransmi te una singular visió n de la economía de los es·tados mayas y explican tributos. i\ lgunos de los grandes palacios de ciud ades como Tikal y Calak1nul
que una de las acti vidades más importantes de los reyes era e l incremento ele la debieron de ser residencias para farni lias <le príncipes sornetidos. Es posible que
p ropia riqueza, pero tan,bién <le la de toda la comunidad. Con ese objetivo se los vás t agos de los nobles extr:-anjcros incluso se e ducaran en la co r te del vence-
hicieron guerras y se invadieron estados vec inos. A los soberanos de los reinos dor, de manera que, cuando se necesitaba un sucesor al trono en el estado vasa-
vencidos se les hacía prisioneros y en algunos casos se les retenía co1no reh en es. llo, regresában al lugar donde nacieron, pero mantenía n s u s vínc1.t los con el rei-
No o bstante, a veces se les dejaba r egresar a su lugar d e origen y se les obligaba al n o en e l que se habían criado.
231 1-:Sa-ml dr rruro,,r:noon. Lu¡:ur drl h,,l/,r:go
dt',rtuwcidn; ddnco tardlo, 600-(J(}() d.C.; huao
gn1bmlo; t1!tum 6,1 cm, /Jullu~~ D11/la; .\Juuum
ofArt
En un hueso Je un tarn,uio de 11610 puco,; C'tnt1~
mc:trv~ se rl'prc:scma con lr,1zo 'it'guro un:i csce
n.1 Je: cntro11innbn. J:.I candicbw ,al p<,dcr 'tl'
,;;1e11l,'l en un trono situ,1do cieh.qo Jr un h.1ld.1-
qu1110 (con,t>n·:1do mcomplero), quC" ec;r.í coro-
n.u.lu por l.l m:1nifr~t.1c16n en fornu de p,ÍJ.trO
Jd dim lti':-imn.1aj. El :1nt1guo Jiu(; hguar. una
Jl· l.1,; po,ihlcs t:nc,1rn:1cmnn 4..ld dios Jd Sol.
)OStlenl· en In .iltu el l1 )CJdo rc,11. prcpJr:ulu p.Ir.1
colnc,rlo en la t-.lbe7a dd ~u..-csnr ni trunu.

231 Pt{iuro-Jaguar veltidn de Clwak en la captum


dt' prúw11rmJ. )'u:;.-chiMn, Ch1ap<1s, ,\ /i x,rn,
drlante del ttmplu 40; dds,co tartlí'o, 19 dr abnl
d, 751 d.C,; pu·dro t"alic,1
1\ I pona,c m,bcar;H con form.1 de dm~n. los
rC)'C:S adopr.1h.111 :.u 1dtntlllall. 1:11 y cornu ~e
.1prcci,1 rn b t!>lcl:1 11 tk Y:o:ch1l:in 1 donde
P:iJ:Hu•laguJr I\" .1p:Irt'Ct' cun un,1 m.hcJr,t dd
cho,¡; Cha:1k <.¡uc le cuhrt' d ro:irro. Sin t'mb,1rgo,
Jo-. Jrtisr:u mayas se prl'ocup:-iron Je que se
pml1aa recono<"fr b Jublr icicnrnliJ de los
reyc.:~. Por t::io. bajo b má:ir:1r:1 "'C ,1guc rC'C'Ono-
cit'nJo el semblnnre humano clel rc::gt'ntl'.

Mediadores entre la humanidad y los dioses


Como sere, np1iparables a dioses, los reyes se situaban fu era de la sociedad ,
,,vían en un mundo dife rente al de sus súbd itos. Esa posición se expresa en toda la
cultura conesana, pero también en las esperanzas que los hombres de una ciudad-
r\tado depositaban en , u rey. Su posición cercana a los dioses obligaba a l sobe rano
3
prcscnra r,e como mediador e inte rcesor de la com unid ad a nte e llos y, a la \'ez, a
transmitir los rnemajes divinos a los hombres.
El papd dd rey como eslabón que u nía ambos mundos también se expresa en su
ltSlimenra. Muchas representaciones muestran a monarcas con atributos Je dioses
!fotografía 232). En esto, casos, el observador tenía bien cla ro que los reyes no se dis-
fra,~,ban, ,ino que adoptaban la iden tidad del dios representado. Como divinidades,
'" reyes efectuaban mt'.tl tiples rituales públicos, que debían servir para influir fovora-
hlcmcntc en el destino de toda la comunidad (fotografía 233). En su papel de dioses
· Jccut:iban danzas dramáticas en las que algunos episodios centrales del mito de la
· repre~enta b an v escen1·fi1ca ban pu' 11.
tr<"ación n0 so' Io se.: · que se repenan
1 1camente. sino ,
m , ,
ctódica111cme en In conciencia del espectador y así se consumaban de nue,·o. Estas
d.inz..'IS reales son el objeto de muchas representaciones artísticas (fotografía 23.3).
r Uno de los anos rituales más imponanrcs era el s:1crific io de sang re ele los reyes
llfitograf'1 , 3 ,
ª - -'l. Lo, sobera nos varones se extraían sangre con ag uijones de man-
L1rr-iya .
• 'agu¡as de.: hueso o puntas de obsid iana de los lóbulos de las orejas, de la len-
1:Ua <, de .
su in 1e111hro viril. y ésta era la sangre más sagrada. Sin embargo. las esce-
na, de sac "fj1 1
r n c os de sa ngre de mujeres muestran como éstas se pasan una cucrcla
rt,urzad-1 .
, ' con espinas por un agujero abierto en la lengua. La valiosa sa ngre real
.senta<lu l'II un tn 1111 • dc:n)rJ<lo, rodeadn ele .'.! Iros dignatJrio~ y 240 Tato del whlem dt lm 961eroglifirni dt' Pttf{'lu¡ue épuc:i Je K.'in ich Ja n:1ah Pakal I y la cntrrn111..1non (le iro
239 Tablnr, 3. Piedrfü 1Vcgraf, }'etén, Guatt'111t1la t'dt}lnu
1

O-/J: 782 d.C.: p,edm cah:a; Cmdad de Cw11011<1'a, Mu_;:c-o \·isit,ullt~. Enire fqos se rncontrJl1J d rey Yo--.-\::i t lfobm 11 l.os conocirnic·nros que se tit·n,·n ~ohre la h11i-turia d1nh- dt' !>US ~UCC)Of<'~ en un m•no eng1Jo en es(.' .11:i. I .J IO~·
de Ya.xthiUn. qnien <;e_g--i1r:m1ente e.r::i un VJs::illo Je Pit'Jras tirn dt lm may:i,;. el n:icimicnlo y b entronización dr (o<; cnpn(m fin ali1.;1. como .sudt' :.Lict·Jt•r en JJ, 11N·11¡x1CH1C,
:.\'anona/ de: .-fotropnlogía }' t "tru>logía
reyes !un :;ido ohrcnidos de- l.1 inrerpretaciún de l:i~ in.s- cu11m('11lUr.H1v:1,:;1 menoon.imlu t·l nnmhrc dd .1ru .. 1.1 que
Emp,1rr:1do en d mi1 n1 del lr1npl11 ()-13 Lk Pie:dr.'.ls I\.°cjlrn.S, N,.:gras, motivo por el cu:11 su nomhre se silenci.1 pudor1ha-
rsrc- rnhltro fue..: t nrreg:icJo co111n rrihuto pur el ,;oha,u,v í :11 111t..:11tc. t"'n !:is rnscnpc1o nes pmtcríores de su rt'rno. En d suc- cri pc1om:.~ jcroglific.1s. Sin nllb:1rgo. no to<lus los rexrns t:'.!iculp1ú el ta hiero en el :..1ñu 783 d.C:. p()f r11c,H~º dd rn
io. r.kl:inrr <lel rey, e~t:1.n 'it'nt~ufos algunos gnbt.•rnadurc11 J,· son tan (umpr~nsihles como el del citado tabltro de los 96 K'iníl.'h K'uk" R:11:un.
sobcr:rno 4. La inscripción Lk- la r:-ihb acáb~ con L1 ck,;cnp-
nbn ele un ritual de fuegu cjccur:ido en d ,nln 781 jumn ,1 t><-.1 pro\'inci:is. escnb:rnos y s.1b10:.. La:. v.1sij.1:. Jt' cer-.ím1rn s1lt1a- 1ernglífico-:, que :'\e hallú ,1 los pies de l.1 torrt· del palacio
tumh:i. L, e:,ecna muestra líl celehración 1ld k',11u11 de l.1 d ,1 .; e ntre dlm debían de cuntn 1t'r c.1cao. producto ljlll' S1.,' rle P:dt:114uc. El texto rdat;J. l;i cons:1grnn ún d(' un :ib
cnrrnmzación del (Obtr:mo 1, en el :1.ño í19. El rt:y np:Htce ,,frecÍ:1 en la) cdt'braciom:~ detall'~ ,rnivcr~.1riu11. del palacio de P,lenquc (la ""r,s:1 de la piel l,la nca "") en b

afj
el día 12 ajaw/ K'inich Janaab Pakal 1/

. ' ·-¡.
14 días, 15 winal/
8 keh [el día 9.11 .O.O.O en la cuenta
larga y el día 11 de octubre del
652 en el calendario juliano]

se completó/
í ' el rey, que cumplió 5 periodos
de 20 años.

Y entonces/
y 19 tun después

esto fue el/


el periodo 11 k'atun (20 años] 17 días, 4 winal día 9 ik'

- ~ jJJ 5 k'ayab (el día 9. 14. 10.4.2 en la


bajo el control de/ Btun/ cuenta larga y el 30 de diciembre
K'inich Janaab Pakal 1 y 2 k'atun después del 721 en el calendario juliano)/
'.)) ocupó el cargo de rey,

esto fue el/ el jefe de la familia (!)/


que (tiene] 5 pirámides/
rey divino de Palenque. dla 5 /amat K'inich Ahkal

6 xul [el día 9.13.10.6.8 en la cuenta Mo Naab 111,/


11 días, 1 winal/ larga y el 30 de mayo del 702 en el rey divino de Palenque.
y 2 tun después calendario juliano]/
1
ocupó
=-,
esto fue el/ el cargo de rey, Ox-?/ Ocupó el trono/
K'inich K'an Joy Chitam 11 Ien laj casa de la piel blanca.
día 9 chuwen
'
9 mak [el día 9.11.2.1.11 en la
rey divino de Palenque./ Yluego/

JI
cuenta larga y el I de noviembre
del 654 en el calendario juliano]/ Ocupó el trono 5 días, 14 winal,
hubo un incendio

[enj la casa de la piel blanca


@ . : ' -~~ [en laj casa de la piel blanca./ 2 tun/

"=
(casa E del palacio]/ Yluego, y 2 k'atun después,
en el edificio de
• lo, p·ihc1os reales ram hién era n los lugares donde se celebraban 8.H.0.0.0 los o rganizó una m u jer que, con el nomhre d e Une Balam (bebé ja-
F,n,1 1111<:n 1e. • • . . ..
. . \' fic, 1,1, .• \llí se ce r raban cont ratos maLnrnoma lcs entre los h 1JoS de las g uar), se identificaba con una diosa loca l. El soberano 13 ele Ti kal fu e K' inich
rcun1oncs , . . , . .
. . ,s reales v se ofic,ahan bodas, se rec161a a las v1s1tas d e estado. se Muw:ia n Jol. Se sabe poco ele su reinado, sólo q ue fu e el padre del sig uiente rey
11 fcrcn te> c.1,, . ,
' h· h· . lu, 1,eticiona rios y se real izaban las asambleas de los caudillos d e de Tikal y que probabl emente murió e n el a1io 359 d.C. Su h ijo y sucesor Cha k
·uc .1 .1 ,1

¡.,, 111,untos J,n ,,1·e, nobles


'"" . •
.
. Corno cent ros adm inistrativos, los palacio, ta m bién
. . .. .
T o k !c h 'aak I es el m:i s fa m oso de los pr ime ros soberanos de este rein o. T ras
, . er ,e.le de func1onanos, comandantes m tl ttares. a lmacenistas y otros accede r al t rono e n el 360 cl.C., mandó ejecuta r di versos proyec tos a rquitectón i-
.lcbiJO t 1c s
cos impo rtantes. Bajo sus a uspicios no sólo se amplió el complejo de Mundo P er-
,ub,1 1tcrnos.
d ido, uno de los dos cen t ros rituales d el lug:ir, si no que tamb ién se inic ió la cons-
t ru cción de un g ran pa lac io (véase H a r rison, pág. 222 y ss.), a parti r del cual se
El ascenso de Tikal desarrolló poste riorm e nte la acrópoli s central. Las este las con rel ieves el e L1 épo-
ca d e C hak Tok lch'aak I son obras maest ras de la escultu ra. As im ismo, las vasi -
l\tr,t obtener una ,· isic'in de la histo ria de las tierras bajas no es necesa rio esbo- jas d e ce rámica de su ti empo na rran el saber hacer d e los arti stas y la riqueza d e
i,ir d destino de cada uno de los más de 50 peq uerios estados que en LOnces exts- Ti ka l bajo su regenc ia. C ha k Tok lch'aak I gobernó sobre las ciud ad es m a ya,
Es suficien1c con dirigir la mirada hac ia las dos su pe rpotencias de T ika l y más gra neles y :iv:rnzaclas. Una parte d e l gran éxito de T ika l se debió segu ra -
11.111.
( .,l.ikmul. cuy,1 política e intereses m a rca ron el destino de l:=is tie rras bajas con m:ís mente a sus bue nas re l:iciones come rcia les ta nto con la s tierra s alta s ele Guate-
hil·rz.1 que cu,1k¡uier otro rei no. ma la com o ron el centro de Méxi co.
¡_1 hisrori.1 din:ís11c.1 de Tibl se ha investigad o especia lmente a fondo y certi-
lir.i que estt: reino fu e una de las potencias líde res d e las tierras ba jas de,d e final es
Je l.i época prccLísica. El Íundador de la d inastía m o n:írquica de Tikal, Y:1x E eh La conquista de Teotihuacán
Xoc,k., ivió en l., ,egunda mitad del siglo I y fue e nte rrado en un sepulcro lujosa-
mente .1dorn.1do en b acrópolis norte. Se desconoce quié nes fueron sus sucesores Las relaciones entre T ikal y México central cambiaron b ruscamente en el año
directos. que no tkjaron ningún texto escrito. L a estela m ,b antigua de T ika l, la 378 d.C., cu:indo un grupo de teotihu:1canos "llegó" a Tika l ba jo e l m ando militar
t',td.1 29, comen a la fecha ele 292 cl.C. y muestra en la cara frontal a un soherano de un noble de Teotihuacán, nombrado sie mpre en las inscripc iones ele los mayas
,.-qido con orn:11ne ntos sace rdot:il es (fotografía 241 ). Si bien la inscripc ió n q ul' com o Siyaj K 'ak ' (el nacid o en el fuego). En la estela 3 1 de Tikal, esa llegada se
l<):UÍa ,1 la fech a t:n la estela no se ha conservad o, se puede identificar al rey repre- menciona junto a la mue rte de l rey C hak Tok lch'aak 1, ele modo que cabe pensar
!Cntado como el ,obe ra no Siyaj Chan K 'awii l J. Se ha conservad o una segunda q ue se trató de un suceso violento. A consecuencia de ese trastorno dinástico, e n
c,td,1 de este monarca e n la cercana localidad d e E l E nca nto, q ue m uestra una T ika l se instauró una nueva d inastía inspi rada en Teotihuacán. El nuevo soberano,
11:(h,1 ,6lo uno, años pmte rio r. E n una vasija d e ce rá m ica, e lahorada a l m enos d os Yax Nuun Ayiin, era supuestamente el hi jo ele un alto dignatario de Teotihuacán
,1¡:los después. Siyaj Chan K 'awiil I recibe el apelativo de "sucesor 11 " d e Yak Eeb y de una mujer de la nobleza ele Tikal. E l arte de esos años en T ikal, sobre tocio en
X,x1k, de lo qu e se ded uce que entre el pri m e r rey y Siya j C han K 'awiil debió de la producción de cerám ica y e n la a rquitectura. re fle ja la enorme infl uenci,1 de
h.1!x-r ot ros nUl'\ e ,oberc111os, cuyos nombres y biografías no conocem os. T cotihuacán en esa socied ad. E n los años poste riores a la conquis1.;1 de T ibil, la ciu -
P,1rece se r que en el aiio 317 d .C. se p rodujo una interr upc ió n en el orden d e dad se convirtió en el moto r de profundas trnnsformaciones que tam bién afecLaron
'IIC t"\I ÍHl masculina de esta dinastía, puesto que los festejos del final del k'atu11 a m uchos otros lugares de las tierras bajas, como por ejemplo a Uaxactún, situada

esto fue el/


día 9 monik'

15 wo !el día 9.16.13.0.7 en la


cuenta larga y el 4 de marzo del
764 en el calendario juliano)/
ocupó el cargo de soberano,

aquél con la sombra del destino


·••~-
m--
su primer k'atun/
en el cargo de rey,

aquél con la sosia del destino


de los huesos./
el jugador de pelota
la señora Saj Hu./ esto lue 7 días

después del día 13 ojow/


13 muwcn !el día 9.17.13.0.0 de la
cuenta larga y el 13 de noviembre
de 783 en el calendario juliano)

de los huesos./ ··º o • ~ jele de la familia (!)/ [cuando ell 13 tun fse completó!/
(i' K'inich K'uk' Balam 11 entonces se completó
él, que es un jugador de pelota, \);. .-··.

K'inich K'uk' Balam 11/ o . ··· · • · ~ señor de un k'otun,/ su primer k'otun en el cargo de rey./
rey divino de Palenque. primero del mundo Esculpió la piedra más preciosa,
e (©
,,..__,..
I•• • . 1
~~

UutAjow/
Se sentó en el trono/
(en la) casa de la piel blanca.
1
1
es el hijo de/
(?) ... k'uhu/-(!)-(1)-ton finombre
del artista?)

Yluego./ K'inich Ahkal/ ella !la tabla del jeroglífico] se erigió


1 k'otun después, bajo el control de/
Mo' Naab 111 el que se encontraba en el S k'otun

esto fue el/ rey divino de Palenque;/ K'inich Janaab Pakal./


día 7 monik' él mismo es Éste fel rey K'inich K'uk' Balam IIJ

cuando ya había llegado el mes


pax fel día 9.17.13.0.7 de la cuenta el niño procurado/ comrleió un k'otun/
larga y el 20 de noviembre de 783 de la señora (?)-la en e cargo de rey.
en el calendario juliano[/
se cumplió
sólo 20 km a l norte de Tika l. Sus sobe ranos locales fueron susrituidos po r una
Tiempos turbulentos: guerras y crisis dinásticas en Tikal
dinastía afín a T eorihuacá n e l mismo día q ue los de Tik:1I. Pero incluso algunas
localidades mucho más leja nas, como Río Azul. Be jucal y quiz<ís también Cop:ín S iyaj Chan K 'awi il II reinó en Tik:-il cbde el año -ti I hasta el -t57 d ( .
. ·, ,lO tt,
registran la entron ización de nuevos soberanos bajo el control de l teotihuacano de que su hijo K'an Chitam asumiera la sucesión en e l :1ño -t58 d.C. Poco ¡1 .11.
·. que
Siyaj K'ak '. relata r del reinado de K'an Chiram. excepto que bajo sus auspicio~ prolxihlc.
Las dos estela s que Ya x Nuun Ayiin mandó e rigi r en vid:1 se aparran clara- m e nte se produjo una de las primeras campañas mil itares que se rclat.111 t:n la~
m ente d e rodas la s representaciones de w he ra nos a nteriores d e Tikal. Muestran al inscripciones. Es cierto que antes también hubo con fli cto, bél ico,. pero en ªl!U<:I
rey de frente y sentado, vestido con una toga y un tocado que aluden a la metró- mome nto los.cnrrentamie ntos m ilitares m ostraron clara m e nte una m,t)or int1:n-
poli del oeste. ! lasta su mue rte en el año -110 d.C .. Yax :--:uun Ayiin fue el repre- sidacl y trascendencia política, de m odo que se co1wirtieron en objct11 de .in,na-
sentante d e una influycme Tcmihuacán. 1ncluso su cáma ra fune raria, extraordin:.i- ciones. Es po~ible que esa cam paña mil itar también fue ra una reacción ,1 la, pm.
riamc nre gra nde incluso para un sobe ran o, refleja en su configura ció n un o rigen fund as transfo rmacio nes sufrid,ts e n l:Js relaciones d e pod er -y en su, principio,
externo a las tier ras bajas. económicos- . a la~ que Tik:11 y gran pa rte ele las tierras bajas se vieron ,oml'tidas
Esta forma de autorrcpresentación varió en la é poca de su hijo Siyaj Chan e n la segu nda m itad del siglo V. De b reducción del t:1maiío y la calidad de la, 1:,tl'-
K'aw ii l 11, que inte ntó vincularse d e nuevo a la tradición maya de los antiguos las d e Ti kal se puede deducir que, después ele erig irse el último monumento que
soberanos. Dado que sólo estaba ernparcn t:.ido con el fundador de esa d inastía a se conserva de la tradición preclásica , la estela 40 de l año 468 cl.C. (fotografía 242).
tra vés de su mad re, e n sus esculturas otorgó un puesto especial a esa línea d e ante- ya no había recu rsos p:ira e jecutar g randes proyectos ambiciosos de autorrc-
pasados. Entre otras cosas, mandó e rigir la este la 3 1, que resume tocia la hi storia d e prescntación. Ta m bién el hi jo ele K 'a n Chitam, Chaak T ok lch'aak 11. erig 1ú ,<ilo
Tikal y que e n la cara fronta l lo retrata con sus ornamentos sacerdotales. en tanto que este las más pequeíias y de una calidad inferior. Su reinado concluyó cun b \l'th l
las ca ras más <.:.~trechas muestra n a su p;idre vestido de guerrero de Teotihuacán . certera ele que Tikal ya no poseía la hegemonía indiscutible en las tierra, haj"~-

1~1 &relt, ]Y, '" es1t·lc1 datadu mJ.- 111111Ku11 ,lt lus 1/c-o¡JJ
drl templo I1/, Trkul. Ptt/11, Cu.llrm.,/.J,
huj'1S.• 11 IIOrlt'
8 dr ¡u/in del 191; picdm cahw; altt1rt1 105 cm, t1m·Jwri1
6../ tm, grosor 32 cm; T1k11l, ,\'111.<c'f) Svl11t1mo G. \/mir,
L1 ('5t~b 1.9 lll'\'~ b fecha rná::. an11gu.l de todJ, I,¡,., in~
cn¡x·ione!tl Lk 1:)1; t1err.1) b,tja<- h:1ll.1t!J, (n , ,,.I\Jcto-
m·) cnntrnbtfo,. F." cierto l¡ur exi'ite!ll tmrrq,(11111n con
frcha~ m:ís ,lllllj!ll:li, pero pr()(cden 1.k ub1rr11... d1.· 11,, 4ur
)C dr'{onoct: )U origen tx:1no }" su coJllt•\ffl jr4u,11lt1j.!l·
co. por haber ~1<lo ,;:iym:adns.. La p.irlt: front,il nlllc)trJ
al rry Siyaj Chan K'awiil [ mirando ,1 \U d1.nrh.1. (on
un lujoso hxado }' l:i 111,hcara de un dms c.:11 ,u uunn
i1q111enb. En b pJrtt' ¡>0s1t:'rinr, de .1rrih.1 .1b;1111. \t m:o-
ll(K"<" La fcd1a Shafru11, 11 k'ar1111, 1.f tun, Hwowl v l)fin,
que- corrnpondr- al Hde 1ulio del 11)2 d.L f,; pm1hl1 que
\(' tr:itt' dt.: la lecha <lt' c11tron1z:ición tld :.ollC'Lllln.

2~2 l!.ste-lu -10. Tikal, Pnén, Cuotcnu1/o, di Ul!ih' dd ,'11,/i(lu


5D-29. /9 dtJI""ª dd ~68 d.C.: pirdm c•b::,i; 1ilJI.
1\/tijco dr las F..,1e/as
La eud a 10 de Tik:il. Jc)rubierra t'll :igo<.t1.Hlt' Jt)flti,cscl
último monumento Je c~lC reino en d t:)cil,> lurrocd '
dcr.1ll1sta del cl~sico tt:m¡.mino. En la p.Htt" frnnfJI <e
putclt' vt'r a1 rrv Ií tlt' Tikal K":rn Ch1t:11n....t1Hcnu:ntlo
una vara ccrcm~m:il. ~ímbol~ d~ su :1uror1dJJ r,JI. en la
mano 1zyu1l' r<ln. Las du!> cara,; m:ís c,;trcchas ~k l.i t"'tclJ
3
rcprnductn a sus padrt'!>i en l:i izquierdn se pucdt ,er
su paclr~ Siyaj Chan K'<rn iil y. en la dercch.1 . .1 '.'ll nl,lllrt.
Ayun. La pane posterior, qur :lquí no ,;e mut~rrJ. rrc--
scnt:i un largo rcxto jnugliíico que <lc\cribe el nJ1.uni1;nj
to rle K'an Chit:'lm en el .illu -115, su entroniz:moll t·n e
año -158 y la con,;rrucción lk la esteben 16S J.(
l:n el año 508 d.C., uno de los sobera nos d el nuevo re in o fl o reciente de Ya xc hi- una campaña contra el soberano d e Maasal (probablemente el reino situado en el
1.in, a Orillas del río Usumacinta, e m p rendió u na g ue rra contra Tika l e n la que actual yacimiento a rqueológico de Naachrún). Ka lo m te Balam, cuyo origen fa-
~un s · · ·
•gu ,o apresar a un miembro de la casa real ene miga. El rey d e Tika l murió miliar no está claro, se designa rn la estela 12 del año 527 cl.C. como "d escendien-
P<ICos días después de ser capturado prisionero, tal y como se narra en un altar te 19" y " rey di vino ele Muta! ", señal de que ha bía arrebatado e l poder sobre Tikal
ilc Toniná.
y había apa rtado a un segundo plano a la sobe rana, que e n aquel entonces conta -
La muene del monarca supuso un g iro dramático para Tikal. Era evid ente ba con 22 años de edad.
' eJe nrngun
ljuc no se el isponia · • sucesor va ron
• a 1 trono. A s1,' en e I ano
- 51 l d .C.
' se
;r~~•~ en regente una niña de sólo seis años de edad, prohablemente u na hija de
Sin emba rgo, Chak Tok lch 'aak también tenía un hijo. Wak C ha n K'awiil.
Nació e n el 508 d.C., es d ec ir, el año en el que murió su padre, pero debido a su
k Tok lch'aak II. El hecho de que la casa rea l se decidie ra a dar ese paso inu- tierna edad a l principio no se le tuvo en cuenta como sucesor a l trono. No obstante,
\U,1 l llluestr· , . , . , .
1~lltc ªconque desespero se intentaba conservar la linea dmastlca. No obs- mucho después se convertiría en rey de Tikal, aunque no siguiendo el camino habi-
í">d 'ª espaldas dt: la niña e ran a lg unos nobles quienes en realidad tenían el tual. Wak Chan K'awiil viv ió en el exi lio durante la regencia de su hermana m ayor
n er en sus manos, e ntre ellos un jefe mi li tar con el nombre de Kalomte Balam, y no regresó a su lugar de nacimiento hasta el a ño 537 para hacerse con el poder
,ue en el 486 •
d.C. y, por tanto, e n vida del rey anter io r, ya se había destacado en que le correspondía com o d escendiente varón.
El conflicto con Caracol El ascenso de Calakmul
A pesar d e ese desor<len d inástico, Tikal continuó siendo un jugador poderoso La derrota ele Tikal marca d in ieto de un nuevo periodo en las tier ras h·i¡as, en l. l l

en la escena pol ítica. E n el año 553 d .C., W ak C han K'aw iil entronizó a un nuevo el q ue Calak mul se convirtió e n el centro de una nueva red de estados dependientes
rey que debía goberna r sobre la ciud ad de Ca racol, situada unos 60 km al sudeste, (fotog rafía 243). Situada sólo a unos pocos kilóm etros de El Mirador, Calakinul ~
en el Belice actual (fotografía 244). Ca racol estaba poblada d esde finales del pre- veía a sí m ism a dentro d e la tra<lición y com o heredera de las grandes ciudades pre-
clásico y tenía una dinastía monárquica propia, cuyo fund ad or, Te K'ab Chaak , clásicas. Calakmul fu e un centro preclásico de considerable tam año, una ciudad que
ha hía subido al trono e n el año 331 d.C. Situada e n un pá ramo delante de las m on- como Tikal había sobrevivido a las convulsiones políticas surgidas en el trfosito de
tañas mayas, C a racol te nía importantes recursos naturales, como el g ranito, la la época preclásica a la clásica (fotogra fía 246). Desde un punto de vista estructural
pizarra y la hematites, y tambic:n pinedas, lo cual la converúa en un importa nte Ca la kmul se distinguió de los <lemás reinos de las tierras bajas por controlar un tcrri:
centro estratégico y económico. Yaja w Te K' inich, el nuevo rey, era hijo d e su pre- torio mucho m ayor y es posihle que incluso llegara a ser una especie de estado regio-
decesor K'an I. C uando en la estela 6 y en el altar 21 se declara su ascenso al trono nal dividido en provincias. La gra n zona actual de las ruinas de Calakmul no debió
como obra de W a k C han K'awiil de Tikal, se presenta un indicio de la fu erte de ser la única ca pital ni la más grande del reino. Los primeros indicios de los reyes
influe ncia política que este estado eje rcía en los asuntos internos d e Caracol. Sin divinos d e Cala kmul conocidos no se encuentran <.: n ese mismo ter ritorio, ,ino en
embargo, la vinculación de Caracol a Tikal no duró mucho tiempo. aran jo, otro el yacimiento recién excavado de D zibanché, situado 150 km al nordeste de Calak-
reino situado entre Tikal y Ca racol, cayó e n la esfe rn de influencia de la g ran mul, donde una escalinata jeroglífica na rra las expediciones de conquista del rey
potencia floreciente de C ala kmul , situada unos l 00 km al noroeste de Tikal. Pa re- Yuknoom C h'een I hacia final es del siglo V (fotografía 245).
ce ser que Caracol tampoco pudo re huir du rante mucho tiempo la presión de los El ascenso ve rtiginoso de Cala k mul como contri nca nte de Tikal se puede ob-
poderosos reyes de Calakmul. Así, e n el año 556 d.C . estalló un conflicto e ntre servar e n las numerosas me nciones q ue en otras ciudades se h icieron de ,m sobe.
Tikal y su vasalla Caracol, cuando Wak C ha n K 'a wiil mandó d ecapita r a un noble ranos, que aluden a su intromisión en los asuntos inte rnos d e ésta~. La ,eñal má,
de esta ciudad. Sólo unos años d espués, Wak C han K'awiil se vio abocado a un d es- antig ua de la expansión d e Calakmul es una inscripción de la ciudad de Na ranjo
tino similar. La inscripción del altar 21 d e Caracol relata una gue rra contra Tikal q ue relata la entronización d el sobe rano local Aj Wosal en el 546 d.C. ba10 el con-
en el año 562. Aunque la inscripció n se halla en mu y mal estado, a ún se pueden trol de Tuun K 'ab Hix de Calak mul. Esta injerencia en la sucesión al trono de un
reconocer suficie ntes detalles que indican que esa gue rra comenzó por inicia tiva de estado veci no a Tikal debió d e ser una provocación pa ra éste y el primer eslabón
Calakmul , la nue va superpotencia de las tie rras bajas. L a guerra contra Tikal en una caden a de enfrentamientos por la supremacía política en las tierra, bajas.
debió d e se r una reacción frente al conflicto entre Tikal y Caracol, en el que Bajo sobera nía del rey "Observador del ciclo", la localidad d e Los A!Jcranes
Ca lakmul hahría interve nido com o nueva potencia protectora de Caracol. C o n la ta mbién e ntró en el centro de g ravedad política de Cala krnul, pues el soberano de
de rrota militar, el papel preemine nte de Tikal e n las tie rras bajas centrales quedó este último estado ta mbién se encargó de nombrar a un rey local e n el 561 d.C. La
en suspen so al m enos durante 130 ai'ios y comenzaron tiempos oscuros para la ciu- exitosa campafü1 hélica de Calakmul contra Tikal dura nte el año sigu iente tamhién
dad, durante los que no se erigie ron ni estelas ni obras a rquitectónicas. fue obra de "Ohser vador del cielo" y condujo a que este último reino quedara fuera

243 La wjlutnc,a de la sup,r{'<>tenna Culekm11/


J<Jhrc- 01ra1 t:rudades
relaciones vasallas f_qJ gráfica muestra que: Calakmul Ji,.pc,ni.1 tk unJ red
contactos diplomáticos 1lc: n.:lacionl's pcnunalc:!i y políucac;. con ,1\'ud.1 de: l.1, CW·
referencias a conflictos armados le) m~rn rc:nía su 1nílucncia sohre l:is tierr.1~ lu1,1~. 'IOJ?U•
relaciones vasallas (inciertas) na utra ciudad <le: Jac; ru:rr:t'i bajas c1c:rc1u un.1 P"hucl
contactos diplomáticos (inciertos) suprarrc:g,onal 1.m activJ como CJlakmul >l1rnHJ\ IJs
referencias a conflictos armados ~nciertos) relaciones de l:1 rnayorÍJ Je l.1) c1ud.ulcs ítlll CJ(Jlmul
fut'ron ele naruralcza amistosa y <lipluinJl\l.l. wr_¡:1cron
la:. rcl:1c1uncs antagónica) con P:1kn9uC" )' T1J..JI. que~
manifestaron en tlivcr,;as g:ucrr;.1s. En d CJ'll ,Ir J,15 dtnl.l'
ciudades yuc c:ntr.1ron en coníl1cto arm,1docon (JlaJ..mul.
segurame11tc <.e trató de .1cciuncs de ca~li!!n ron l.1s qot
Calakmul Cal.1kmul qu,~n t,itar ~lle esas localidadt~ 'C' JpJrtJran
<lt:" )U :ireJ de inílucnc1a.

~ ~
¡JJ:iV ~
Piedras Negras El Perú

Naranjo

Tíkal

Caracol
Palenque Yaxchilán Dos Pilas

Cancuén
2+4 l'ista de las rJ.·cawnonts de la pirámide Caanu 12 km de longitud. Las secciones alargadas de los dife-
n, Cimrol, Hrl,ce rentes nivdes de la pirámide eran supuestamrnte los
I..J ciudad ele Car.w>I esr.í ~iruaJa en una meset:l de piedra lugares de rts1<lencb <le la fornilia real y de los mil:'rnbrns
u l1za .ti sur dd d1,tnto tiC" C:iyo, en Relice, l.:i pirámi- de la curte. Las construcciones situada.~ sobre la platafor.
rft ll.1mad:i Ca,rn.t, rk 43 metros de Jltur:i, domina un:, de ma superior estaban recubiertas con ornamento) Je estu-
lb dos pl:11.as crmrllo Uel lugar, a parrir rle b cu::il se co, entre los q ue tamhién se hallaban unos rextos jeroglí-
Ull(nd( n radialmentr una_ ,; c:,lzac.las elevadas de h:ist;1 fico~ 9ue relatan una guerrn cntrt' Caracol y !\aran jo.

lt) Villa del "rempfo dr lrH Rúhos" (enrul'tum 1) principal rle f)zibanrh~. <lingidas por el arqueólogo mexi-
I< D:ihanchi, (Ju111tum1 N.on Aláicn cano Enrique 1\alda. sacaron a la luz una tscalin:1ta jero-
1 . - . '
....U r,nmeras refuC"nc1:i~ a los reyes de K,rnn. tal y como glífica en l:i que se rcbtan !a~ conquistas realiZJdas por el
'<' llutodrnom111ahan los ~,,berano)I. ele Cah1kmul. no proce- soberano Yuknoom Ch'ern I entre el 479 y el 490 d.C.
den de es1.1 cmdad, ,inn t.lc b localicbd de Dzibanché. si- F.s posible que Dzibanché fuera la sede principal de la
tu.ida bast:rntt' nih al nnrtt:. !.as exc,waciones en el grupo dinastía sohr.r:rna de Calakmul en el dásico temprano.

de juego durante los 130 años posteriores. Parece ser que con el ataque a otros al ia-
dos de Tikal, Calakmul extendi6 su área de poder en la é poca posterior (fotografía
:?~?). En el año 599 d.C., la ciudad de Pale nque, estrecham e nte un ida a Tikal y
Situada en la orilla oeste del territorio maya , sufri6 un ataque ele Ca lakm ul que
tuvo como consecue ncia su comple ta destrucci6n. En el a!'io 6 11 d.C. se produjo
un segund o ataque contra Palenque, dirigido por el sohe;,rno "Serpiente emplu-
~lacla" ele Calakmul. Los reyes de la ci udad fu eron asesinados y, de ese modo, se
•ntcrrump·- ¡ ., I' s· .d 1 1· ..
Hl a suces10n por mea pa terna. 1 se cons1 e ra a gra n e 1stanc1a existen-
te e
ntre Palenque y Calakmul, más de 200 km, la ambici6n política y los anhelos de
e alak 111 ¡
u por su supremacía en las tierras bajas se hacen ev identes.
246 Fotografía t1fret1 de la atmrtura 2 de Calukmu/
México ·
Calakmul. con más de 6.000 edificios de~cuh .
, . . lt rt1¡s ha,l.l
ahora por los arq ueologos y n-.g1s1rados cartogr;_¡fir.imtn♦
te, Íuc seguramente la mayor de todas las ciud·i J.
~ , ' • f t:S m.1r~
En el centro de esta Se c~cuemra 1~ c~tructur" ~. una enor~
1

me plat:iforma prcch1s1G1 que miele- m:ís d-.: 1211 mc:,r,~


en cad:i un~) dt' sus l~ldus y q~c: :ilcant::i uiu .iltura ck
-t5 metros. E~ cxc:wanont's ~e.:i.l1zada~ entre lo-, añi>, IIJl.rt
y 2000 s~ pus1l'ron ,ª ] dcsc_ub,nto los restos t.!d intui,,r Je.
un p:ilanu c.k la prnncra e-poca del prcd:í-:i1Co 1¡rJ'10
fachada <le c~tuco. lujosamc.:nte ~ulornadJ 'tt h', e • CU)~
. . • . ' llt\S(n;.
el~ por comp~clO. A pnnc1~1os <le b époc.:i. dj,ira. Li ptra-
m1de precl:ís1ca se completo con un;1 gran c11n,trucc,ón tn
la que s:· cmpl_a7:a~~n tres re.mplus. En el cl.i::i.ir11 lJrdiu \f
proyecto )' se 1ntc10 orra construcción qut, ,in cmhargo
no se concluyó j;1 más. ·

247 !...JJs guerra,· máf importames rn las tierrni b"jas del sur rn larnó el poder sohre estJ. ciu<l,1d. Así, lm ~"lxranos
Una alianza contra Naranjo duranre el d án'co tardío de Oos Pilas urili?::iron los mismos símbolos p.:roglificos
En el cl{1!)iro ,arcHo, Tik.il fue pror:ignnista Je enfrenta- y ut lus de Tikal. Después dt' que cst:i últun;1 vencicr~ l
mientos bélicos con algunas localid:ides, to<las cll.1s v:i.s::i- Calakmul en el año 695 J .C.. la red <le est,,do, que cSIJ·
Mientras Calakmul a fianza ba su influ encia en el oeste de las tierras bajas
llas de Calakmul. F.n d atiu 558 d.C., Tikal atacó Ca racol b•m :1liados rnn Cab km ul st fue desmorunanJo \', p;ua
mediante campañas bélicas y una diplomacia hábil, en e l este perdía un fiel alia- y como consecuencia de l'\la acción sufrió las iras de cumolidar su supre:m:icía, Yik"in Ch.in K';1w11l ,le T1bl
C;ib.kmul, que arac6 este estado en el 562 J .C. Dos Pilas, atacó en el i43 y 744 b s ciudades <le El Peru \' N.1r.rnjo,
do rnn la m uerte de l rey Aj V/osa!, al que su monarca había puesto en el cargo.
cuya J inastfo goherna.nte :,e h.1hfa separado de T ikal. antiguas vasallas de Calakmul.
J\l morir Aj Wosa l, un n uevo sobera no se hizo con el po<lcr e n N a ran jo, que ev i-
dentemente quiso d esligarse ele sus compromisos con C a lakmul y esca par d e su
hegemonía. D e a hí que Caracol, que se había convertido en un socio seguro de
7
Calakhrnl en las tierras bajas del este, inte rviniera e n el 626 d.C. con una acción
de castigo. El soberano de Ca racol, K 'an II , esrnba estrechame nte unido a la
familia rea l de Calakmul por nacimiento: era hijo del soberano Yajaw Te K ' i-
í!lJ) Calakmul
GUERRAS ENTRE
LOS GRANDES E51
nich, baj o c_uyos ,1uspicios Ca racol se había sepa rado de Tikal y se había a liad o
con C:1 lakmu l. y de un a princesa que a los 18 a ños, en el año 584, se había casa-
do con Yajaw Te K ' inich. Aunque no conocemos el luga r donde ésta nació, exis-
te n numerosos indicios de que pro,edía d e la familia real d e Calakmul o de un a
famil ia muy a llega da a la misma. E n e l año 626 d.C., K'an 11 atacó dos localida-
des del territori o de Naranjo. Estos ataques eran ta n sólo preparativos pa ra el
ataque defi niti vo, que se produj o c inco años después, pero esta vez bajo la direc-
ció n el e Cal akmul. A consecuencia del mismo, el rey rebelde fue llevado a la fuer-
za hacia C a lakmul, donde reci bió tortura.

"r11
Durante unos años, Na ra njo se hund ió en la insig nificancia política. La falta o

de estelas o de otros mo nume ntos ele esa época es un indicio de que el trono per-
manecía vaca nte o de que el sobe rano no disponía d e suficiente poder o recursos
pa ra hacerse inmo rta liza r en m on ume ntos. Aú n así, las ambiciones políticas de
N aranjo no quedaron tota lmente diluidas. Una in sc ripción e n estuco ele Ca racol
Caracol
relata que un sobe rano de Naranjo, cu yo nombre no se menc iona, se vengó en el
año 680 d.C:. Cayó sob re Caracol y mandó a l exilio al rey d e esta ciudad, que era
Dos Pilas
un sucesor de K'an II. Esta inscripc ión es una prueba d e que durante el d ecenio
El dia 4 ok'bol 11 muwon (8.12.672), Nuun U Jool Chaak de Tíkal
inició una guerra contra Balaj Chan K'awiil.

El día 9 imix 4 pox (20.12.677), Yuknoom Ch'een (rey de Calakmul)


inició una guerra contra Pulul {una localidad ocupada por las tropas
de Tikal). Nuun U Jool Chaak fue desterrado.

El dia 11 kobon 10 sotz'


(30.4.679) fueron derribados
(o destruidos) la piedra de vidrio
y el escudo de Nuun U Jool
Chaak por Balaj Chan K'awiil, el
propietario {del cautivo) Taj Mo'.

precedente Naranjo había conseguido volver a libe ra rse del yugo de Ca lakmul. 248 La de1cripáó11 de lo gurrra mtrr Calakmul, Tikul nónic:1 de b g11errn tin:ilin con b victoría de Rabj C.h:rn
y Dos I'i/aJ en la escalinata jeroglífica J dt· Dus Pi/a; K'awiil <le Dn, Pilas ,nhre Nuun U lool Chaak de Tikal
Cuando una ciudad re lataba que había sido atacada por los enemigos, solía
Los cinro escalones llenos de lnscripciunes jc.:'ruglíficas de en el año 6i9. F.s cierro cp1e :ilgunos relatos hélirm rrrn-
hacerlo con e l objetivo de justificar un golpe milita r propio. El texto en estuco la escalera 3 de no., Pibs ~e excavaron en 1990 y rdatan los g.cn derror:is, pero sólo con el ohjerivo de que. :11 fin:il. el
diferentes episodios del enfrentamu:nto entre las ciudades (riunfo p:irezcl :nin ma yor y p:lrn jusrifir:lr d :miqnlb-
citado no ~e ha puesto al descubierto por completo, pero es de supo ne r que al
de Dos Pilas, Tibl y Cabkmul. Como era de esperar, la micnro clel enemigo.
fina l acaba, como e ra habitual e n estos casos, con la victori a de Caracol sobre
aran jo. El hecho de que Naranjo no consigu iera una victoria du radera tambi én
se pued e observa r e n la falta d e insc ripciones o d e indic ios de acti vidad arquitec-
tónica en ese reino.

desconte nta o expulsada de Tikal , se establ eció e n Dos Pilas y convirtió esta loca-
Dos Pilas: un segundo Tikal lidad en la capital de un nuevo esrndo. Los nuevos reyes ele D os Pilas ll evaron e l
título d e " rey di vino de Muta!", igual que los de Ti kal. Los ex iliados, q ue compe-
El destino de Tikal durante los 130 años poste riores a su d e rrota frente a tían po r el poder sobre el estad o de Muta! , buscaron entonces la protección de
Calakmul sigue perma neciendo e n la oscuridad . L o que sabemos de T ikal e n esa Calakmul, que e n aquel m omento había perdido cl ara mente el control sobre
época se basa en insc ripciones de vasijas de cerámica y platos, e ncont radas en Tikal, conquistada 86 a rios antes. Probablem e nte también espera ba n de Ca lakmu l
algunas sepulturas y e n las q ue se me nciona a algunos reyes posterio res. Un so- el a poyo para recupera r e l poder sobre T ik a l.
berano de nombre "C ráneo ele animal" fue el suceso r del vencido Wak C han A mediados del siglo V II, e n Tikal había subido al trono Nuun U Jol Chaak,
K'awiil. Sin embargo, existen indicios de que "Cráneo ele animal" no te nía nin- un soberano que anhe laba inde pendiza rse de Ca lak mul. En aquella época, T ika l
guna vinculación con la a ntigua dinastía de Tikal, sino que e ra una marioneta en se convirtió en el obj eti vo de una nueva ofensiva por pa rte de Calakm ul (foto-
rnanos de los conquistadores. Puede ser que incluso fue ra un m iembro d e la fam i- g rafía 248) con el resul tado de que Nuun U Jol C haak fu e dester rado de Tikal.
lia real de Calakmul, que hubiera sido enviad o a Tikal. Aunque las particulari- Algunos textos jeroglíficos del lejano Pa lenq ue lo m e ncionan en el aí'10 659 d.C.
dades de la soberanía de Ca lakmul sobr e Tikal n o se conocen , cabe su poner que como acom pañante del g ran sobera no K 'inich Janaab Pakal. Se desconoce cuán-
el reino vencedor consiguió d ividir a los miembros que quedaban de la an tig ua to ti empo pe rmaneció Nuun U Jol C haa k asilado en Palenque, pero es ev ide nte
fa rni·1·1a soberana ele su vasallo. Así, se fo rmaron dos grupos dentro de la nobleza que consiguió reconquistar Tikal e inclu so e mprende r una Cll mpaña de vengan-
de Tikal·. uno que coopero, con 1a nueva potencia
. h egemo' nica
. y otro que se m an- za co ntra D os Pilas e n el 672 d.C. Por un breve la pso de tiempo, e l destin o ca m bió
tuvo fid a la antigua dinastía real. Al parecer, a mediados del siglo VII , la fracción y, durante los ci nco a ños en que Nuun U )ni C haak mantu vo la ocupación de Dos
que invocaba a los a ntiguos reyes de Tikal consiguió ventaja e n las lu chas in- Pilas, su regente Balaj Cha n K 'a wiil fue ex pul sado del luga r. En el año 677 d.C.,
ternas por el poder, pues en el a ño 648 d.C . una rama de la familia sobe rana, C alakmul llegó en ayuda de l huido Balaj C han K 'awiil y libe ró D os Pilas .
Dos años después se produjo la última batalla decisiva, en la que Nuun U Jol hijo K 'ak ' Tiliw Chan Cha ak cumplió seis años de ed ad , lo ascend ieron ti t
• rono.
Chaak fu e vencido po r Dos Pilas y su protectora Ca lakmul. No está claro cuál Así se estableció un suc eso r varón que, a t ra vés de su madre, estaba empa
• renta-
fue el destino del rey de Tika l, pe ro la falta de indicios poste rio res en fo rm a de do con Naranjo, un estado leal a C alakrnul. D e hec ho, el nuevo sobcr.1no se lla-
m o numentos triunfales o de o tros soportes d e imáge nes o textos pe rmite suponer m ó "va sallo d e Cala kmul" y sus campa ña s mi litares posteriores se <l irioierc>n
,.. con-
que o bien mmió e n el r ampo de batalla o regresó como vencido sin glo ria a la tra numerosas a ntig uas posesio nes d e Tikal. e ntre ellas la gran ciudad de Yaxhá
aba tida Tikal. y la localidad de Ucanal, que mantenía vínc ulos con Tikal de sde lo, priin Cr()S
años de la é poca clásica .
El poder de Calakmul se puede o bservar cla rame nte en los lugares ( IU<: la ,accp.
Calakmul en la cúspide de su poder taron com o potenc ia reguladora. Yuknoom el Gra nde su pe rvisó la entroniz,1ción
del sobe rano d e la ciudad de El Perú, situad a al oeste de Tikal. E n C a ncuén, ~itu,1_
Con la reno vada victoria sobre Tikal, Calakmul había alca nzado la cúspide de da unos 250 km a l sur de C alakmul, tres gene racio nes seguidas d e reye, St' llama-
su poder. Bajo la soberanía del rey Yuknoom el Grande, que ascendió al trono en ron también "vasallos de C aJakmul". En Mo ral , situada unos 250 k111 al non c
el año 636 d.C., Calakmul e xtendió su pode r por todo el territor io de las tierras de Palenque, Yuknoom el Gra nde tamhién controló la subida al trono cid ~obe-
bajas. En todo caso, la victoria sobre Tikal fue útil para ello. Por un lado, así se rano local, e incluso en P iedras N egr¡s, la localidad más g rande a orill a, del río
puso fu e ra de juego al co mpetido r m ás impo rtante para conseguir la supremacía U sumacinta , se puede n observar signos del reconocimiento d e Calak11111l como
e n las tierras ba jas y, por o tro, la g ue rra ganada contra Tikal fue un sig no eviden- superpote ncia (fotog ra fía 249). Cuando Yuk noom el Gra nde m urió en el .ui o (,8(1
te de la pote ncia bé lica de Calakmul, que no necesitó volve r a empicar la fue rza d.C., Tikal se ha lla ha casi com pletame nte cercada por vasallos y aliados de Calak -
militar par:.i conseguir su objetivo: la simple amenaza bastaba para d oblegar a los mu l. Sin emba rgo, es evidente que C alakmul no consig uió subyugar a Tikal
estados y con vertirlos e n leales vasall os. durante de masiad o tie m po.
Uno d e los pocos estados que se atre vió a libe rarse d el yugo de la hegemonía
d e Calakmul fue Naranj o, situado unos 129 km al sudeste. Sin e mbar go , la fal -
ta d e indicios sobre la existe ncia d e una dinastía so berana propia indica que el
intento d e N aranjo de cae r sobre Caracol en el 680 d .C . fra casó y se vio seguido
d e una a cción de castigo. El obj eti vo <le Yukn oom , el sobe rano d e Ca lakm ul , 249 Tablero 2. Pic·dras Negros, Perb1, Guatemala; detrás de t:1se \T al joven ,; ucnor y. c.ldJmt'. J '-l'.I\ \·3~JIM
Z5 dt pdio dtl 667; piedra ca/1:a; a/111ra 9/,5 cm, 011ch11ru ele rodillas con uniformes mili1are~. Se rr.11.1 de JÚ-.C:nt1
fu e ento nces crear una nueva dinastía dependiente en Naranjo, <le la que no hu-
122 cm: Cambridge, Ptabody Museum, Harvard llflit1ersi1y a1aws ele las localidades de Yaxchilán, BonJmpak y Licw•
bie ra que temer nue vas rebeliones. Así, en el año 682 d.C. Balaj Chan K 'a wiil , Piedra!! >legras fue durante mucho ticmp<> b ciu<lad m:ís h.í. Sin emh3rgo. l.:1 inscripción jerv~líficJ 't(" rtfic:rc ~ un
poderosa :1: orilb!i dd río Usum:icinta. una import.lnlc ru .:1conrccimicnw ocurrido en el año ) JOJ.C.. n tltc1r1 150
el re y de Dos Pilas y vasallo de C alakmul , envió a su hija " Seis Cielos" a 1aranjo,
ta comcrci~,I entre el golfo Óc México y las tierras baj:1!i ccn~ años antes que la csct na rcprt ~mada. cu,1ndo uno Je kJ\
d o nde emparentó po r matrimonio con una de las fomi li:.is no bles del lugar tralcs. Hacia finales del cl:í~ico t~mprano y a principios del primero>rcyc:> de Piedra\ N egra> rcc1b1ó d c1~c,. Jt" gut.-
cl:h ico r:m.Jío. l'ícdr:i!i :",Jcgr¡1s dominaba m<la la rcgi6n rrcro kuhaw <le la, manos <ld re) de Cabkmul. 1eñ,I ,k
(fotografía 250). ¡\ pesa r de su o rigen noble, el esposo no te nía ning ún ca rgo po-
<lcl U,umacinra. El tablero 2. una escuhura ele la <poca cid c.¡uc Piedra, Negras 1ambi<'n se ha!IJha ro el jre• <l<
lítico. "Seis Ciclos" re inó e n aran jo e inc luso d irig ió a lgunas gue rras. Cuando su reinado dd soberano 2 {639-ó8ó d.C.), mucsJra al rey; iníluencia de t:SlCúltimo rt:ino.
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250 E.<tefa 24. t1,laranjo, Peté11, Cuaremala, de/ame 251 Croqrtis de la mela 5. Tikal, Petf11, C11111nnala,
del edificio C- 7; 22 de enero del 702: piedm caliza; pl01ofomw norte de la Plaza Grande; JO de junio
altura 192 cm, a11clum1 87 cm; Ciudad de Guatemala, del 744; piet!m caliza
Museo Nt1citmal de Arqueología y Etnología Con la viCLuria sobre Calakrnul en el 695 J.C., se imció un
Esto estela de b ciudad de Naranjo es unu de los pocos nuevo :1sccnso de Tikal hacia el po<ler. El rey Yik 'in Chan
monumentos en los que se muestra a una mu jer en la K·awiil (734- hacia 746 d.C.) consolidó con éxito el ú ca
pose de una guerrera victoriosa, sobre la esp:ild::i. de un de inílucncia de Tikal al ~nt.ablar guerras comra los esta-
prisionero. La soberana ''Seis Cielos·• nació en Dos Pilas. do~ vasallos rk Calakmul, emrt' los que se cncontr:1ba !a
Era hila Jel monarca Balaj Ch:m K ',1wiil y fue enviad,1 n riurlad Je /\aran jo, <Jtuada al oste. El 4 de fcbrrn> del 744
Naranjo en el a1'10 682 para contraer matrimonio con un venció a Naranjo e hizo prisionero a ~u rey Yax ~foyuy
nohlc local y esrablecer una nueva dinastía vasalb, fiel a Chan Ch:¡ak. El sobcra.no vencido apa rece aquí como un
Cal.1kmul. T1J\'Oun hijo <-¡ue :iccerlió al trono siendo aún prisionero atado a los pies cid rey dr Tibl. Éste se mues-
niño, aunque en rcaliJad t'lb siguió dirigiendo los as:un• tra vestido lujosamente y porta una grJn coraza con l:t
tos políticos. representaci6n de un dio~ protector o <lt' la guerra.
La recuperación de Tikal
Ni Tikal ni Calakmul estaban en posición de conservar las conquistas reali·z,adas
en su esfera de influencia política de forma estable. Si bien ambas superpotencias
podían movilizar cuantiosas tropas, no disponían de una infraestructura suficiente
que permitiera el sometimiento completo de una ciudad vencida ni la suspensión O el
cambio de sus soheranos y de su aparato administrativo. En lugar de esto, los e,tados
vencedores intentaban que los costes de las conquistas fueran lo más bajos pmiblcs
adoptando las estructuras de poder locales e induciendo a sus representa ntes a coop,:-
rar por la fuerza o con una háhil diplomacia. Pero en el caso de Tika l esa estrategia
fue un error fatal de Calakrnul. Jasaw Chan K'awiil, hijo de Nuun U Jol Chaak, ven-
cido por Calakmul en el 679 cl.C., subió al trono de Tikal en mayo del 682 d.C., obvia-
mente sin ser importunado por Calakmul. Este soberano logró vencer al hi jo de Yuk-
noom el Grande, el rey Yich'aak K'ak' de Calakmul. L1 batalla, descrita \Obre el
dintel de madera del templo I de Tikal con un lacón ico "Perforación del pedernal y
<lel escudo de Yich'aak K'ak'", resultó ser el punto de inflexión en la historia de las
tierras bajas.
En los años poste riores, Jasaw Chan K'awiil puso e n marcha un a m bicio,0 pro-
grama arquitectónico e n Tikal con el objetivo de mostrar claramente la nueva
grandeza de la ciudad. Algunas de las obras arquitectónicas hicieron suym. en la
decoración , elementos de la arquitectura y del arte de Teotihuacán. D urante su
mandato y en sus obras, Jasaw C han K'awiil quiso hacer referencia a la primera
edad ele oro, marcada por Teotihuacán.

La consolidación del poder de Tikal


No esr;í claro qué fue lo que sucedió en Calakmul después de la victoria de
Tikal. Se supone que durante algunos años gobernó en la ciudad un nuevo rey, esta
vez instituido por el poderoso enemigo. La victoria de Tikal no fu e la causa de la
decadencia total de Calakmul, pero sí la debilitó notablemente. Un signo al res-
pecto es el hecho ele que cada vez fueran más escasas las menciones de Calakmul
en los textos jeroglíficos de otras ciudades.
Jasaw Chan K'awiil había liberado definitivamente a Tikal de la supremacía de
Calakmul; pero fue su hijo Yik'in Chan K'awiil, el sobe ra no 27 de Tikal, quien con-
dujo hasta su pu nto álgido la política expansiva de la ciudad. Durante su reinado,
Calakmul volvió a ser objetivo de una ofensiva hacia el año 736 cl.C. Sin embargo, su
propósito real no pareció ser sólo la represión de Calakmul, sino también la de sus
aliados. D os grandes campañas militares en los años siguientes se dirigieron contra los
antiguos aliados m:ís importantes de Calakmul, El Perú y Naranjo: el rey "Trono de
Jagua r" de El Perú cayó prisionero y su lujosa litera con la estatua del dios protector
de la ciudad se trasladó a Tikal (fotografía 252). Seis meses después, Yik 'in C:han K'a-
wiil se dirigió a l este y asaltó Naranjo. El soberano de Naranjo, Yax Mayuy Ch;in
3
Chaak, también fu e llevado a la fuerza hacia Tikal. En una de las cstd as de b é¡io<:
del reinado de Yik'in Chan K'awiil, el rey se halla de pie por encima de su pri~ionero.
de cuclillas en el sud o, símbolo de la máxima humillación (fotografía 251).
Con estas dos victorias, Tikal logró romper el cerco de los aliados de Cal:ikmul.
En las ciudades-estado sometidas no se erigieron más estelas durante v:1rias décadas.
seña l de que este re ino las mantenia efectivamente bajo su control. La nueva supre-
macía de Tikal sobre las tierras b:1jas también se obse rva en su riqueza y en un auge
de la construcción sin precedentes. Muchos de sus grandes templos y palacios se cons-
truyeron o completaron d urante la soberanía de Yik'in Chan K'awiil, entre dios el
templo IV que, con una altura de 65 m, es la construcción más alta de la época cl~si-
ca. La fase de expansión continuó durante los reinados de los dos reyes posteriores. el
768
soberano 28, cuyo nomhre se desconoce, y Nuun Yax Ayijn 11, entronizado en d ·
¡ T,f J Pero,, 1 ~uatemalu:
, D,nul J drI 1" 111f'I0 • 11 ' .
is. 1715 de.: maae.. , "',J,• th1<<1 •·apore (Mamlkara
,.,,,.,, · J"J d1tchwt1126cm; HflJilra, Musc:um
#pr,lt1, alu,N º m,.
,_ K,,h11rm der ll'elt . .
~ cnto~ clwt:~ en la historia de l:Js
Un,1 de lo\ acuntcc1 m1 ' ....
. f la \'ICti n.i dl' Tibl )Ohre Calakmul en
"""' b;,¡,,., (' u< q ue s1110dicú d hna • 1 ,le Ia hegcrnonia
•. Chichén ltzá,
'
l .lll0 695 " · , .
J
~ n .
, lomo r,t,ulo v l,t merma de su m uenna 10.8.10.1 1.0 (998)
nuhor et''~ u c.,ll. drntd de m:.1dera cid tt'mplo I dt·
.hrt ~us ,·ccin1h. i.·...
Oxkintok,
10.1.10.0.0 (859) •
~1UI mueltr:t a Jas;1\\ Ch.in K':n~id ~l'~rado c:n_un tro-
~nlUV.Jlorn.1
;
l J ,, ) íorr.ulo ron piel de Jaguar. El trono
c<tru rru r,t dt· madera tra n~portabk, una
• e Uxmal, 10.3.18.9.12 (907)
~.t "K>re un,1
, J,· uts rlnJc:-i
. , ,
thme11s1onrs. A b t:spalcfo e Kabah, 10.2.7.0.0 (876)
tt,fl('Cte" (1é 1I1t f ,1 ~ '
ue n,Jntiellt' un,1 pose orgullosa, !,l' puede e Sayil, 10.3.0.0.0 (889)
4tcl mon:uc:1, q
,r, l.1 figura de un w:in JJgt1Jr. Proh:1blcmentr se rrnra
J< uni rcpresenurn'm del rc:y protrctor de Cal;lkmul, e ltzimté, 10.4. 1.O.O (910)
J,~,la y moddac.l.i t'J\ ~.'Hl:r,1 y ~'.t'I. _Toda la csrru~tu-
u Jd truntl pcrtcncn.i 3 ) 1d 1 ,1;1k K. ak : el monarca \.en-
udu dc C..,lakmul. v c:r,1 un \.·,1liosu hotm de guerra que
e Edmá,
9.19.0.0.0 (810)
,e e1h1bl.1 <n líkal.

• Oxpemul, 10.0.0.0.0 (830)

• Comalcalco, 9.19.4.0.0 (814)


Calakmul, • • La Muñeca, 10.3.0.0.0 (889)
10.4.0.0.0 (909)

.
• Xultún, 10.3.0.0.0 (889)
• Pomoná, 9.18.0.0.0 (780)
Palenque, •
9.18.9.4.4 (799) Uaxactún, 10.3.0.0.0 (889)
Piedras Negras,
Toniná,
.
e J1mbal, 10.3.0.0.0 (889)
10.4.0.0.0 (909) 9.i¡o.o.o (81 0) Tíkal,e Naranjo, 9.19.0.0.0 (849)

• LaMar,•
Yaxchtlan,
9,J8.17.13.J4 (808) l0.2.0.0.0 ~

lxlu, 10.2.10.0.0 (879)
e


. _ Yalihá, 9.18.3.0.0 (793}
• Xunantunich, JO.LO.O.O (
• Mountain C
9.17.15.0.0 (985) U J 10 ¡ OOo (849),;,- •
• • cana, · · · · • Caracol, 10.1.1
Altar de Saaificios,__.e ltzán, 9.19.19.16.0 (830} lxkún, 9.18.0.0.0 (800)
10.l.O.O.O (879) • e Seibal, e • . .
ta Amelía, 10.3.o.o.o (889) Sacul, Ntm Li
9.18.17.1.13 (807) • • 9.18.10.0.0(800)
Comitán !'guateca,
) nkultic.• •10.2.5.0.0 (874) 9.18.0.0.0 (790) Machaquilá, 10.0.10.17.5
(810) • Quen Santo, 10.2.10.0.0 (879)
?SJ .\/tira de las 1U1m111J fe, ha,- rcgw,adas m los cwdadcs
I.J, úhunas Írchas que ~e \c:ii.JL.1ron en las inscripciones
!, 1,,,. c1udadcs rll'. i,1~ uerr,h baj::is :1barc:1n el bpso de
Ucmpo tn que se prndup1d ,Jr:,morona micnto de l::i cul•
tu,., m;ay3 clás1ca. El final de la instal:u:ión Je monu•
mcn1r))dJt:a<l1h e:~ un sigrn..1 de b dt.'cadencia de los reinos • Quiriguá, 9.19.0.0.0 (810)
lnin1Ji y dt b1; institucinnt·~ que los susrcntaban. Tras la
1
• • Los Higos, 9.17.10.7.~ (781)
¡,.,.p.1r1ci(m de los reyes. :1un qucJb población en las
1
< Uc.L,dc11. pero M: trataba sólo <le unas pocas fam ilias que Copán, 9.19.11.14.15 (822)
•cupimn lt,s <lccack·nrn edtficios, Las fechas permiten
rrl'.'nonccr clarammrc t¡uc ti culapso sr.: inició en d oeste y
qtk' IJ, ciudad~ ele l;i,¡ lH.·rrJs bajas rrntr3les o Je la peri-
fnQ mh lejana eximc.:mn <lumnte más tiempo. La últi-
t. ,,¡ Íccha c.scnr.1 c;n n tilo db irn se encuentra en el

rn.inumcmn I04 Je b l11caliJ;ul <le TomnJ en Chi:ip:is


••t1J.C.). ,

El abandono de las ciudades en la fase final de la época clásica vieron alcanzadas por ese mismo destino en los siglos VIII y IX (fotografía 253). La
última inscripción de Palenque data del año 799 d.C. y, diez afios después, Yaxchilán
h . A pesar del crédito recuperado y del poder fortalecido, a pesar de una fase de esta- erigió su último dintel. Dos Pilas quedó destruida ya en el 76 1J.C. y el último monu-
ilidad interna y de un orden de sucesión regula r entre los soberanos, a principios del mento de Caracol es una estela del año 859 d.C., ejecutada toscame nte. En Copán, un
\iglo IX Tikal sufrió una crisis que finalmente conduciría al abandono de la ciudad. escultor incluso dejó incompleto un a ltar encargado hacia el aiio 822 d.C. (fotogra-
l..os cuatro últimos soberanos de Tikal fueron príncipes insignificantes que no encar- fía 255). El ocaso de la cultura maya clásica duró más de dos siglos. En el afio 909 d.C.
gJrcm ningún . . , . d. d ., 'I ..
proyecto arquitectonico 1gno e menc1011 y que so o eng,eron unas se esculpió la última inscripción para un rey maya clásico en la ciudad de Tonin:í,
st
Jl(>cas e elas. En tanto que los reyes anteriores celebraron los finales de cada k'atun situada en el extremo sudoeste del territorio maya. Así, el sistema político de la época
~n"a.lando una estela, a finales del bak'tun 10, uno de los ciclos temporales más signi- clásica, eficaz durante siglos, se hundió definitivamente. Las teorías sobre ese espec-
tcauvos del cale n<1ano
1ik
1
· maya, no se eng,o
· ·' ningun
· ' monumento. L a u' 1t11na · este1a Je tacular desmoronamiento fascinan tanto a los investigadores como a los legos en la
al es la estela 11 , del año 869 d.C. Ésta es la última inscripción de la ciudad y supo- materia, pero aún no existe una explicación definitiva sobre qué sucedió en las tierras
ne tan,b·,
icn el final de su dinastía real. Casi todas las ciudades de las tierras bajas se bajas del territorio maya durante los últimos 200 afios de la época clásica.
2;4 E.rc/11 12 ron la reprumraoá11 dr: un mmi:1t;H:lo$ se acuclillan a los pies del soberano
trirwf,, nnbtar. P1edr11.J 1\lcgnli, Petfn, 7 de Picdr.:is Negrn!I. 4uc está scnr:tdo en un tro-
Guatemala; // de sepllembre del 795 d.C.; no, y de: su gennal dr La Yi:1r. siiuado en la
piedra caliza; altura 404 cm, anthura 103 nu, parte izquierda de la esren:1. Unos jeroglíficos
grosor 42 cm; Ciudad de Guaumala; Aluseo con nombn.:s iUcntific:1n a cada une>de los pri-
Nacional de ,Jntropología y h'tnulugía sione ros maniawdos y b s imignias 4ue les fue-
L, estela 12 es un;i ohr:1 m;iestra tic l:i t'SCLiitura ron arrcbnrndas. El caudillo <le los vennJo~, d
tardfrt Uc Pi('clra.s >legras. E~uí tr;1b.1jada en rres príncipe J e Pomnn3, est!1 Je cuclillas j1blU por
de sus c:1rn,;;: l;,1.c;. partes má!i estrechas presentan debajo del trono dd rey Je Picclrn!i Negra~ y :>e
una larga 1nscnpclón jno_glífica q ue narra roca el homhro derecho con la mano izquierda,
Uivcn...1:> gucrr:is <lt' Pitdr:,,; :\legr:1s contra la señal de sometimientu y respeto. Éste fue el úlli-
lvralidad ele Pomonó, aún de!icúnoci<b. y tam- 1110 triunfo del soberano de Piedras-Negras: en

bit~n siru:icfa J orill:ts del río Usum:1cinta; en dallo 808 d.C. la ciudad fue vkrim:1 de un ar:1-
unro que la cara frnnrnl muc>tr.'l :1 los pri!iionc- quc del ,obnanó de Yaxchilán. K'inich T,rhu
ros de la vcncirb Pumun,l. Los pri~iuneros Joloom 111, Jd que jamás se recuperó.

255 Altor L, lado Jro111al, Copá11, Honduras, 2;6 Altar L, ludo posterior. Copd11, /-1011d11ras
extremo norte del campo de pelota 11-111; La parte postnior del altar demuestra que l:1
6 de febrero dd 822 d.C.; Tujfit obra jam3s se concluyó. La autoridad del nue-
E.I altar L de Copón es un9 de los últunos vo soberano fue tan breve que duró menos
monumentos, si no el último, que 1,e erigió en que el corto pt'riodo de tiempo que hubiera
Cop{rn y. ;il mismo tiempo, es un documento ocupado esculpir el altar. Sólo se concluyó el
sobre el súhiro desmoronamicnio de la ciu- trazado de las líocas que perfilan las figu ras
Jad. La c:ua frontal muestra ;i la derecha al y de .,lguoos jeroglíficos. Después, el anista
último sober:mo de Copán, Uki1 Took'. fren- dejó caer sus herramientas y desapareció. En
te a ,;u antecesor Yax Pasaj, cada unu sent:ido un lugar como Copán, tan apasionado por las
!.Obre el icroglífico ele .su nombre. El rexrn esculturas en piedra, este hecho supone real-
!iilu:tdo entre lo~ dos rqes Ua a cntcn<ler que menrc: una St'1lal de ocaso.
la fecha Je entronización de Ukir Took' fue
d 6 de frbrern dd 822. La eombioaciún Jcl
retrato de un sohaano )1 el de su antecesor C'i
un morivo frec.uente en el arte de Cop;Jn.
Durante el pe riodo clásico, las cifras de población muestran una curva per ma-
nenre de crecim iento y en su fase final incluso una auténtica explosión demográfica.
Durante cierto tiempo se pudo asegurar d sustento para una población que había
doblado su número, pero en alg ún mom ento las transgresion es m edioambien tales
debieron de se r tan ddsticas q ue los años de sequía condujeron irremisiblemente
a hambrunas. La crecien te erosión de los fl ojos suelos trop ica les, la rala de los últi-
mos recursos fo restales, los ca mbios climáticos que la acompañ aron y la dismürn-
ción del nivel de la capa freá tica fueron facrores de riesgo q ue pasaron cuen ta a
toda la sociedad maya. Los reyes di vinos no pudieron superar los nuevos proble-
mas ecológicos y logísticos. Basán dose en hallazgos de esqueletos se pued e mostrar
que las enfermedades carenciales aumentaron en la fase fin al de la época clásica,
igual 4ue la mortalidad infantil.

El desmoronamiento del orden político

To obs tan te, algu nas investigaciones recien tes sig uen anteponiendo factores
políticos para explicar la decadencia. El desmoronam iento de los dos bloques hege-
mónicos antagónicos condujo a la d isolución de la estructura política y social de la
sociedad maya clásica. Mientras los dos g randes bloques de poder estuvieron polí-
ticamente equilibrados, las g uerras se restringiero n y fueron calculadas por ellos.
Sin embargo, con la ruptura d el equil ibrio entre las dos potencias también dismi-
nuyó la interacción entre los estados. La época fina l d el clásico fu e un periodo en
el que lo~ reinos mayas poseyeron un a m ayor independen cia, aunque simultánea-
mente también estuvieron m ás aislad os entre sí. A esto se une el fen ómen o de que
cada vez más ciudades, que antes habían sido sede d e príncipes subalternos, se
constituyeron en ca pitales de pequeños estados nuevos. La excesiva parcelación
política de las tier ras bajas se puede obser va r ta mbién en el arte, donde los reyes
suelen apa recer en un segundo plano, en fa vor de otros príncipes y funcio narios.
El monopolio de los reyes d e hacerse inmortali zar en la piedra se q uebró y algunos
investigadores incluso hablan del surgimiento de una clase m ed ia que in tentó
hacerse con los pr iv ilegios reales.
Au nque algunos estados como Caracol y la ciudad de Seibal, a orillas del río d e
la Pasión, se aprovecha ron durante algú n tiempo de los trastornos de fi nales de la
época clásica (fotografía 260), la sociedad maya había cam biado tanto que ya no era
posible regresar a las formas d e organización de la época clásica. La tenden cia
hacia la parcelación excesiva y, al fi nal, hacia una d isolución cada vez mayor se h izo
insostenible.
Uno ele los factores desencadenantes d e la desintegración del sistema político
pudo ser la victoria de T ik al sobre Calakmul en el añ o 695 d .C. Aunque apa ren te-
mente sólo se trató de una g uerra entre tantas otras, esa victoria logró socavar el sis-
tema del poder hegemónico, q ue se basaba en la declaración y observancia de la
soberanía. Los estados d ependientes y aliados quizás interpretaron esa batalla com o
señal de la vulnerabilidad de sus potencias dom inantes y saca ron provecho de ello.
De hecho, esa fecha se puede considerar como punto de inflexión en la estructura
Política de las tierras bajas, pues con ella se inicia la pérd ida de relevancia política
de Calakm ul y, simultáneamente, d e un periodo de escalada bélica. Probablem ente
la victoriosa T ikal no con siguió establecer una nueva infraestructura q ue pudiera
sustituir la de Calakmul. Así se creó un vacío político que una plu ralidad de esta-
dos en competencia intentó llenar. No es de extrañar que en muchos lugares los últi-
257 Esrela /0. Seibal, Perb,, Guatemak,, plazt1,w; al norte y los ob jetos de cerámica, .~ino también en los rasgos de los
mos episodios fi jados por escrito relataran guerras en tre vecinos que antes eran ami- de/ame del edificio A-3; 26 de abril dd 849 d.C.; pi, dm a1li211 de roslros de los príncipes representados en las estelas. No
gmnofino; altura 217cm, anchura 129 cm, grosor 35 cm; in situ obstante, los soberanos de SciLal se ven en la tradición del
gos. El desmoronamiento del sistem a hegemónico se aceleró probablemente aún
Enrre los años 830 y 889 d.C., mientras en las tierras bajas clásico y p('.rsiguen un:1 resl:-iuración política. Así, la este-
más a causa de la presión demográfica, de las crisis ecológicas y de la inestabilidad se: abandonaban las ciuda<lcs1 Seibal se t:rigía en un centro la 10 relata el intento del soberano Wat'ul K'atel en el 849
de import:rncia supmrregional. Diversos investigadon:s por con~olidar un.1 liga política suprarrcgional 1 in\'Üando
climatológica, de modo q ue a finales del siglo IX amplias zonas d e las tierras ba jas
remiten d breve auge de este rt"ino a una influencia ajena a los reyes rle Tikal, Calakmul y Mocul ele San José con
quedaron despobladas. Pocos años después de q ue los ú ltimos reyes hubieran aban- que en esa época no se percibió únicamente en la forma <le moti vo de la celebración de.! final de un periodo.
donado sus palacios, la selva virgen reconquistó las ciudades.
MATRIMONIOS DIPLOMÁTICOS: MUJERES EN LA CORTE
Stcfanie Teufe l

La contribución más importante hasta ahora a la in- 258 Dmtrl ron la rcprrscmac1ó11 del
subrra110 Yaxtm11 Halom. Ya.rdrildn,
vestigación del papel desempeñado por la mujer en la Chiapas, México, t'dtjicio 21, dintel
culrura maya la aportó hacia 1960 Tatiana Proskouria- 17: clás,co tardío. 770 d.C.; p,edrn
caliza, antiguamente pi11tada; andmm
koff (1909- 1985), una rusa que vivió en EE.UU. y que 69,2 tm, u.11chura 76,2 cm, grmor
fue la primera en dedicarse a estudiar las representacio- 5 cm; Lomlres, The Brimh Museum
Para lcgiwnar ~ti poJcr, l'ápro-
nes de la mujer en las inscripciones mayas. En los tex- Jaguar mand6 4ul.' lu reprt'sentaran
tos jeroglíficos descubrió un signo en fo rma de cabeza c:n una escena de automoruficación,
:1just,índosc al programa alcµóricu
fr:menina y lo identificó como referencia a un nombre <le su padre. A la <lcrL·cha de la im:1-
de mujer, que anteriorme nte se había asociado con una gen :1p.-irccc Páj,,rn-Jaguar Jurante
el sacrificio sentado en un sici:11
señal de identidad o de parentesco (fotografía 259). :1dorn:1rlo con plum:ls, en tanto que
Este trabajo fundamental y los subsiguientes des- :t la ízquicrcfa de la imagen ~e arro-
Jílla la sohcrnna Murul-Jagu,r de la
ciframientos d e los jeroglíficos contribuyeron final- ciudJcl cie H1x Wirz, que se acrav1e-
me nte a que se pudiera apreciar la importancia y la .'>3 la lengua con un cordel. E! moti-
vo <le la mortificaci6n aparece en
posición de la mujer en la corte d e los mayas. el tnto c.¡ue acompaña a b imag~n.
En esta cultura, el papel de la mujer se correspon- En ~I M" relatad narnmento <ld hijo
Esrndo-laguar el 18 Je febrero de
de con la imagen tradicional de una sociedad domi- 752 ,I.C. Aunyue Mutul, b mujer J e
nada por los hombres. En las representaciones plásticas la imag('n, no cs l..1 madre natural del
niño, como su rc¡m.:scntantc, apoya
suele aparecer subordinada como regente y actúa sobre el derecho suctwrio de- i:.u esposo.
todo desempeñando sus tareas de madre del sucesor al
trono. Las únicas mujeres en la historia de los mayas
consideradas regentes proceden de Pale nque y Tikal.
E l hecho de que su posición fuera inusual y problem,í-
tica se hace patente en las dificultades de legitima- la novia provenía de una localidad más poderosa que el unión, ltzamnaaj Balam II , la región experimentó un
ción de sus sucesores, que debieron realizar muchos novio. L1s inscripciones que relatan los esponsales son fuerte auge que se reflejó sobre todo en un am pl io pro-
esfuerzos para acceder al trono heredado de sus ma- muy escasas. De un enlace matrimonial sólo se hallan grama plástico con las representaciones de sus actos vic-
dres. No obstante, no se puede subestimar la posición refere ncias en el jeroglífico "esposa de" o en los nombres toriosos. Este regente tuvo varias mujeres, entre las que
de las mujeres en esa sociedad patriarcal. A menudo se que indican la ascendencia de los hijos gobernantes. también se encontraba una noble de la antiguamente
les ded icaron monumentos propios, reci bieron altos Algunas inscripciones bien conservadas de Yax- influyente ciudad de Calakmul. De ese enlace nació su
títulos, ocuparon incluso cargos y, en los calificativos chilán, a orillas del río Usumacinta, y de Naranjo, al hijo Yaxuun Balarn IV, quien, sin embargo, no subió al
que identifican la ascendencia de sus hijos gobernan- este del Peté n, ofrecen una visión ejemplar sobre la trono hasta"d año 751, once años después de la muerte
tes, los nombres de las madres se e ncuentran en las política de matrimonios, planeada estratégicamente, de su padre. Se supone que las causas de esa ta rdía toma
mismas condiciones que los de los padres. del clásico tardío. de poder fueron diversas, entre ellas los desórfknes de
Las mujeres de la capa socia l dominante desempe- Antes de mediados del siglo VII, una boda condujo la guerra contra Dos Pilas y las rencillas en políuc.i inte-
ñaron un papel importante sobre todo e n la política de a la coalición de dos potencias hasta entonces autóno- rior. Es probable que su procedencia obstacul izara una
las alianzas por matrimonios. No sólo e ran garantes mas, situadas a orillas del Usumacinta. Los investiga- entronización más temprana, pues su madre no se
de los pactos familiares más allá de las fronteras, sino dores conocen este territorio con el nombre genérico de mencionó en vida ele su padre y, además, el lugar de n:1-
que también conferían prestigio, especialmente cuando Yaxchilán. Durante el reinado del hijo nacido de esa cimiento de aquélla estaba estrechamente rdac,onado

259 Jeroglífico del nombre de la soberana LJh.(h,n,I. º''.""'


de la estela JO de YaxchiMn, Chiapas, M(x1co: cl1J..1i·o {i}ld,o,
766 d.C.
El piCLogram,1 aquí rcprcscnraclo mueslra un:1 c;,ba.i ícmc·
nina qut sirve para aludir a un nombre de mu¡t'r ' Jebe
ln:rst como 1x1k (mujt.:r). El segundo jeroj!líficn mcnl· 111":1 s~
nombre pt~rsunal que, a raíz de la~ in'ICStlí?ac1ono k \:lho.,
t:ntrl' otro~, d apodo Jt.: soberana Cránco;lk. aunque probJ·
blcm<:nt(' n.:z.ar•l lxik Uh -Clw11il. A éste lt si_grnann IÍIUlo,
como. por cp.:rnplo. a; fujul hu'un (propiel,líl,I de- l.i onca
n:al uuc ~l' cifü.· en la frcntd \' b mención rk !>U e,ur¡x:, que
, . . . C 1¡,k·
la presentaba corno mtqcr ajaw (n.:in:1 o prmn:s,i) dl ·
mu!. En los anales de Yaxrhilán. la sobtr:in;1 ( 'r,1n10 lk ¡l:t.52
primera reina divina soberana Uh-Chanil soberana del tocado divino princesa de Calakmul princesa de la guerra del este por !>t..'r la ma<lrL· <ld n:kbrc soberano P::'qaru f:1~l1,1r
para rev italizar la dinastía en
con r)os P1·¡•1,_ l'nr e,o Yaxuun Balam IV
aquella localidad. Ésta fue una
iu,o que ..1cruir

h,íbdme nte para alcanzar
.
~ iSe c,so con una mu1er e.le estrategia interesante, pues así
e1 1~er. , .
pudo consegu ir un segundo
Yaxchilán y noin ,ró sucesor a l hijo
punto de apoyo y demostrar su
,urg1c. le, de c,t m.,rrnnonio. Si n em-
..,_ n<I ·súlo n 1•g 1o , u poder con la poder frente a Tikal, su gran
,,.,rgo,
,, ¡Kr,1111a, influyentes den- enem iga. El nombre de su hija
• c.l '
,1\'mla
; de su cst,id11. s11H> que también lo no sólo determinaba su ascen-
1 0
· - •1 otí<" lugares mediante dencia noble, sino que también
c;,.tend 10
manten ía el título de soberana
guc , victorin,.is ,y uniones matri-
·rra·
moniales con utra, mujeres. Yaxuun de D os Pilas, su lugar de origen.
Ralam J\' ,e .1,egu,ó la ratificación C uando el hijo de ésta cum-

como sucesor seguidor legítimo <le la plió cinco años, se convirtió en el


I

línea din:ísrica 1nd11su fuera de su esta- soberano de Naranjo. El niño no


do al hacer reprn cnt.tr .1 una mujer de gobernaba, si no q ue confiaba a su
la localidad ele H ix Wirz en un sacrifi- madre los asuntos políticos. Parece
cio de sangre con motivo del naci- ser que el padre era un noble sin
miento ele su hqo. Con ello se hizo evi- impo rta ncia, al q ue apenas se men -
dente. también ,·n el exterior, que ciona en las inserípciones. Los an-
Y.1xuun R:ilam !\' d isponía de muje- tepasados de los soberanos de D os
rc, de otras din,1Stía, 111on5rquicas que Pilas, y con ello también la sobera-
lo asistían en los acontecimientos na Wak Chan A jaw, procedían de
fami liares y reli~1oso, importantes Calakmul y, al final, fu e ella quien
(fotografía 258). .\~imismo, se procuró llevó a Nara njo a la zona de influen-
un socio tambii:n mediante el matrimo- cia de esa g ran potencia, siempre ene-
1110 con una noble dt la localidad de Mo- mistada con Tikal. Por lo tanto, es
tu! de San )os(. l.1 capital de un pequeño lógico que su hijo se conociera como
C\t.1do que se halla ha en las inmediaciones "vas;illo del rey de Calakmul". En los
de la g ran potenci.1 de Tikal y que anti- años cuarenta del siglo VIII, Tikal pre-
guamente también se había embarcado en paró un contraataque e inició una g ue-
una guerra contra Dos Pilas. A su mue rte, rra contra Calakmul y Naranjo. Esta
'lt hijo l tzamna.11 Ral:1m J[[ continuó la última, que había vivido una época de
política de m,nrimonios para ganar aliados. esplendor con la sobera na Wak Chan
.·\ sí, se casó con una noble en Bonampak Ajaw y después con su hijo, que reinó
para fijar allí la .mtigua amistad y asegurarse durante varias décadas, perdió poder y
d apo)•o en su, numerosas guerras. prestigio en los años posteriores. Tal
Naranjo er;i la capital de un pequeño esta- y como muestran los ejemplos, la di-
do influyente, , 1ruado al norte d el Petén. En el plomacia de los matrimonios -como
año 642, la ciudad ,e granjeó la enem istad d e en la Europa ele la Edad Moderna-
<aracol )' ,e I io c111 udta en una guerra con ese fue una estrategia importante ele la
poderoso estado .. \ lg-uno~ in vestigadores supo- aristocracia para perseguir fines políti-
nen que fue por el m,nrimonio entre una noble cos. Así se alcan,,aha, por un lacio, la
deNaran10 · \' una perso nalidad de alto rango de estabil idad en el interior y, por otro,
Tk
1
al, la enem,g,, mortal de Caracol, pues con también aliados en política exterior.
dio Naranjo se C<>n1 irtió finalmente en a liada de 260 L, llamada rítrla \ onwp. Prou:dcm:10 drscnnocida;
1

1ikal• Per<) e,a guL:rrn ensom b recto


. , 1a h.1ston.a clúúco tardío, hana t:I 700 J.C.; pu·dm caliza; altum 178
ik Nar . d . cm, auchun.1 82 cm, g10J"or :1,5 cm; pr<Jp1edad particular
ª111°, e modo que en esa época apenas se A menudo es difícil Jcreditar alianzns y m.·nrimonios entre
c1,n~truye ron munumentos. La CIUC. IaJ no logro, <linastías. ya qut' ~ <lt'sconoc:e b procedencia CX<il't;t de una
estela o <le una inscnpciún. F~~{<l estda en bul'n estado ti(·
recuperar st1 antigua
. . hasta 40 anos
.11nportanc1a .-
conscrv:ic16n muestra una mujer vestida cun h1 imJu1m:nta-
Jl"'.pués' ' cuaneIo e l so1JCrano de Dos Pilas
. aprove- ria de la d1m:i de b Cre:ición o tk la Luna. yue se cncut·ntr.:i.
chó L1 opo .1 , . en un infierno acuoso, nxkaJ;.1 Jt' nt'núfart"). St-gún !J im-
\ . rtun1e ad que le ofrec1a la <lecaclenc1a de criprión. se 1rat.1 Je- una noble Je Yomup, unJ luc.1lidaJ
~ ~ran¡o. Este rey ,e casó con una mujer de los alre- snuada probablcmc11tr rnlíl' Turtuguero y Toninú. El artis-
•~dores , d w qur corn.Lruyó d monumento ts de Oxte K'uh, yul' tam-
• ) e estt' modo consolidó su soberanía en la bit'n es mtnciona<lo en bs mscri¡xiones de P.1len4ue. ESú
región.Ene] 111
- (º) IC ., N . h.. confirma b h1p(1tes1.s de 4ue la estela )' b mu1er r n dla
''V ª ' envio a aran¡o a su 1¡a
"'~ < . .,
'ak Ch rcpresent:ub, lx Ook Ayiin (''sober.m3 Pie de C;1im.in..),
an A p1t, fruto de su segundo m atrimo nio, provienen de l:t\ rierras baps may::i.s (X:ciJentales.
BAJO EL SIGNO DE UNA ESTRELLA FATAL:
LA GUERRA EN LA ÉPOCA CLÁSICA MAYA
Simon Martín

De todas las ideas falsas que marcaron persistentemente la imagen de los mayas de " rey suprem o" pa ra ampliar su área de poder y, en ocasio nes, convertir a los
en la primera mirad del siglo XX, la más difícil de erradica r en la actualidad es la monarcas de algunos reinos le janos en su s vasallos. Ti k al y Calakrnul, aunque
de la armonía de la convivencia y el carácter pacífico de este pueblo. Sus monu- eran los estados más influ yentes, n o fueron d e n ingún modo los ún icos que pa r-
mentos representan siempre motivos bél icos, empezando por las armas q ue esgri- ticiparon en ese juego sobre un escenario geopolítico mayor. El en riquecim ien-
men sus reyes, hasta los cuerpos encadenados de los prisioneros que se ven aplas- to material fu e uno d e los objetivos principales ele esos estados hegemó nicos
tados bajo ~us pies. Numerosas pi nturas murales y vasijas pintadas muestran dinámicos, pero a la vez estables. El pago de tributos desempeñó un papel cen-
e~cenas de batallas y ajustes de cuentas sangrientos en forma el e tortura y ejecucio- tral en toda la histo ria documentada de los mayas. De esta manera, por ejemplo,
nes de los enemigos derrotados (fotografía 272). La teoría de que se trataba de las escenas repr esentad as en num erosas vasijas se ocupan de la recepción y asien-
"agresiom:s" menores en las que se d ebía hacer prisioneros para los sac rificios to d el pago de impuestos (véase Reents-Budet, pág. 252). Jun to a causas políti-
humanos rirnales queda desmentida por los recientes conocim ientos sobre las bata- cas, las motivaciones pa ra una guerra solían basa rse también en las emociones
llas en las que ~e disputaban enconadas luchas entre los reinos rivales para adqu i- provocadas por ofensas, envid ias o desavenencias, que probablemente perdura-
rir o mantener el poder. ban d urante generaciones.
Si bien las ilustraciones de los obj etos de cerámica y de los murales propor- Es probable que los mayas de la época clásica (250-900 d.C.) se atuvieran a cier-
cionan una visión sign ificativa de los con fli ctos bélicos ele los mayas, únicamen- to código de honor en las g uer ras. Un principio ético reconocido en general impe-
te las inscripciones transmite n el fo ndo histórico y el contexto políti co y econó- día la aniquilación total de otros pueblos y de su patrimonio. Sin embargo, t:n los
mico de las luchas por el poder, los cam bios d e alianzas, las intrigas y las in icios del siglo IX esos p rincipios morales perdieron su ca rácter obligatorio y
tragedias. En un paisaje político compuesto po r un sinnúmero de reinos limita- los mayas se precipitaron al caos incesante d e numerosas guerras. La fase de des-
dos territorialmente, contiguos y cada uno de el los gobernado por un k'uhul moronamien to ele la sociedad maya con el drástico cambio en sus condiciones de
ajuw o "rey divino", no es de extrañar que surgiera n conflictos con frecuencia . vida, que se manifestó en una mezcla de decadencia ecológica, descenso demográ-
Sin embargo, m;ís allá de las desavenencias entre vecinos se desarrollaron pro- fico intenso y di sm in ución de la autoridad de los reyes, se ca racterizó realmente
cesos muy complejos en la región. Los soberanos poderosos an helaban el rango por una violencia desenfrenada.

Z61 Dmttl con la 1mage11 de una prescntaoón de priJloner0:,·.


l.11i;1rdrl liallu:go de.<,onoadt,. probablemente Lüxtunich,
u.,pus, Mlxico. v u, Pm11Ji111, Pettn, Guatemala; 781 d.C.;
ftldra calrw con l't'f/Qi de pintura¡ altura 115,3 cm,
J,,d,ura 88,9cm; Fort IVi1rtl1, Kimbe/11lrt JHu.seum
~mado <"n un Lrono gr:1b.tJo con su nombre:. el rey
h 7Jmnaaj III de Yaxchil.ín (769-hacia 800 J.C.) recibe a
un~ta1t'ral llamado Aj Ch:1k Maax,quc le presenta a tres
rncadtn:idos sobre los escalones qur conducen a la sala
•kl lmno. P:tra hurnillarlm, se..· les quitaban los adornos
•ir l,h nrtjas, yuc se ~usutufan por tiras de papel. A eso se
tcÍK'rt posiblcmenu.: d lt.'Xto .1! (.lec ir qul' a lo:, prisionc-
f•-. 1iC lts ..adorn:1ba como \'a salios'"tres días Jespués ele
"c.1pc.ura.

1'I Elr,yd,t ,.
'4dt ª guen-a. u'Cam1/, Pt'tfll, Gwuemalu, e.uela 4;
• ,,,,,,,,mbr, d,i 849 1C · d · ·
~~U'mu"1· r1
. .,. ., p,c ra cahw; Cmdud de
e ''i'l I ', fu.seo ¡'\ uc:cmul de Arqueologí<1 y Ernología
'>\ Pnmero~ mo ¡· • .
'" L.i, numento!t e masticos, que ap.1rcccn
'flC• tierras ba1a!t mayas hacia el año 300 el.C. también
-n1r~moS sobe '
~{, 1 I
1
ranos qut S(' veían en rl püpcl de re-
c: J guerra S , •
u, 111 de u .· · u rasgl, c1ractcnst1co es la rcprcscnt:1-
~1.1r.1nt n pnMoncro o vanos tnc,,Jen:ielos a su~ pir.s. Si
I
•~ , e: os pnmuos añm tlel cl5sico aún se puede ver al
C'llcrdor realiz ti . . ..
'°"'IM) I· an o acciones rnu:ilcs. en el clas1co
1 as arrnasycl . . .. . .
t;, Pfunc:r Pkino. e4u,p,tm1cmo m1l1tar cstan siempre
Representación de escenas bélicas en el arte maya
Las primeras representaciones de prisioneros d e guerra proceden de finales de
la época preclásica y acompaiiaron el surgimiento de los pode rosos centros polí-
ticos de esa época, como fueron E l Mirador o Na k hé. Con las primeras plasma-
ciones g ráficas de confl ictos hacia el a ño 300 d.C., también se impuso un nuevo
esque ma de representación en las tierras bajas. F.n tanto que el arte público del
preclásico se ded icó a la representa ción impe rsonal de d ivinidades y temas cósm i-
cos, e n la época clásica se reprodujeron individuos, genera lmente el soberano en
el papel idealizado de "rey de la guerra". F.ste aparecía siempre por encim a de su
enem igo cauLi vo, al que solía n identifi car glifos con nombres sobre el tocauo o,
posteriormente, también algunos textos grá ficos (fotografía 263).
En el siglo VI, la temática bélica se hizo cotidiana en las insc ripciones jeroglí-
fi cas. Este hecho marca u n impo rtante d esa rroll o de la propaganda de los reye~ y
e videnteme nte tuvo una nueva fu nción política. Ese tipo de re latos sirvió para
dejar constancia de cuándo se había prod ucido un e nfrentamiento bélico deLcr-
minad o y para d ivul gar todos los detalles sobre la identidad del enem igo. La gran
mayoría de las inscripciones al ud en a campañas m ilitares dirigid as con exito
(fowgrafía 269) y sólo ocasionalmente men cionan d e rrotas humilla nles. Estos
pasajes, menos gloriosos, aparecen en relatos más la rgos y constituye n un recu r-
so estil ístico para an ticipar una victoria sobre el info rtun io o la justifi cacic'in de
hostilidad es y, así, a labarlas, o forman parte d e prolijas aclaraciones históricas
que explican una perturbación d inástica.

. chi aj chiik el hombre


01
ku de Chiik Naab
(Calakmul )
na-bi naab
es el
ye-te y-et prisionero de

K'inich K'inich-?-K'ak'
K'ak' (rey de
Toniná)

263 J-/umillaci6n de u,r prúirmeru. 11/redcdores de Puerto 264 Jdeutifict1ció11 de prúioneraJ. l~sbo::o: Tonimi, CJ,,apai,
Barrios, /-::;aba/, Guatemala; 1i de sep1iembrc <Id 320 d.C.; Mtricu, monumenw 15?; clásiro tardío, 71 6-723 d.t.'.,
jade; altura 21, 7 cm; Leiden, R1/kmmsrum wor Volkenkrmde piedra caliw : altura 81 cm, anchura 55 cm, d,"ámerro Í 5 cm:
El :i.r9ucllpo m:iya Je la pose Je un vencedor consistía en Trminá, lvluseo del Sitio
representarle pisoteando al contrario someudu. cid mis- F.n cualquier caso, p:ir:i los mav~1s era imfXJrtantt.: dctt'rn,,-
mo moJo en que los faraones egipcios derrib~1bnn a sus nar b iJtntidad de los prisio1~eros. A~í. las mscn¡x iont'S
enemigos. Esrn célebre "pbc:1 tk Leiden" mu('Stra :1 un regi.stran habitualmenre los nomhrcs, d origi.:n, la posición
príncipe triunfante y a un prisionero desconocido . .Sm y b fecha Je la ,.1prur:i de sus víctimas. Este tipo 1k dc.,íU'
miembros cstfi n dislocados y él casi desnudo. ment::ición ~ cncuenrra incluso en esculturas públic,is
EL GRAN SEÑOR DE LA GUERRA KIQ'AB'
VENCE A LAS TRIBUS ENEMIGAS
tJ olo am11r11e fi,1gmentos suhrc m ,tologia cortadas como con d filo ,le un hacha. F.stá all.i en (... ) March:1irome entonces los flec heros y los hon-
1, .11/, in sl' oc:ttf4J d, aronl<ámienrvs his-
la costa ll am ada de Peratay uh. y pued e n ve rlo clara- d c rm. así llamados. Entonces se repa rtieron los abue-
k h, Su ccp,mú6n ,mlitar y sus pr-etm
o, l temu Ja Sij.!Uit"nfl' texto. mente hoy rl ía las gemes que pasan. como testi mo- los y pad res de toda la nación k'iche'. Estaban en ca<la
n io del valor d < Kiq'ab'. uno de los montes y eran como guardias <le los m on-
No pud ieron matarlo ni ve ncerlo. porque verd a• tes, como guardianes de las flechas y de las hondas
( •.. ) f.;¡f• lp1 thln,J ~tho rrccían a K iq 'ah'. Él les dcramente era un hombre valiente, y todos los pue - y centinelas de la guerra. N o eran de d isti nto origen
Ja guur., v nen;1mcnte conq uu,t6 y Jestruyú blos le rend ían rrihu ro. ni tenían dife rente: dios, cuando se fueron , Sola mente
campm ~ ,J. dr-:. dl' los rabinalcros, los cakch i- Y habiendo celebrado consejo todos los Señores, iban a fortificar las ciudades, ( ... ) Fuéronsc c n seguida
). 10 ., , k / h 11ln1, ll egó y vendó a t0<.los los se fueron a fortifica r las barr ancas y las ciudades, y tra jeron cauti vos,, trajeron prisioneros a pr~ncia
5, y Jq 1 ~ \t lln.1rnn su~ armas los solJados de habiendo conquistado las ci ud ades de todas las tri- d< K iq 'ab ', Qa wisima j, el Galel y d Ahtzic-Vinac.
:ah'· U 11 ,1 1, o· , nhu-. no trajeron el tributo, y hus. Luego salieron los vigias pa ra observar al ene- H icieron la guerra con los flec heros y los honderos,
es c.1yo ,,,li, w,L1,; la!<ó ó uJades y tuv it·ro n que migo y fu ndaron a manera de pueblos los luga res haciendo cautivos y prisioneros. F ueron u nos héroes
t i trihut , 11 1tr Ki1.¡'Jh' y Qa wisima j. Los hicie- ocu pad os: - Pur si acaso vuelven las tribus. o ocupar 106 defensores de 10$ pUe5tOS 1 y los Señores les d ieron
la\·o,, t• 1uon ht:ri dos y aseceaclos contra lw la ciudad , d ijeron cuando se reunieron en consejo y prodigaron SU5 p re m ios cuando aq uéllos vinieron a
1\ u. mu glona, no tuvieron pode r, todos los Señores. entregar todos sus cautivos y prisioneros."

la dc:str· r .. 1on <le las ci uJadc:s que fueron al F..n seguid a salie ron a sus puestos. - Éstos se rá n
arr.-~.1 ,h h;l\t a lns cimientos. Seme jante
1
como nuestros forti nes y nuestros pueblos, nuestras 165 Encuntro cMu Jo, tryN, l,n¡¡,grn ÜSC,ro/A,d,, #114 * ""'JII
J, ardm,ai
que h tl \' 1k,troza la roca. así se lle nó J e r inllll4, r11 polim,,r,ia; IMp, d,/ Jw/'4qo ~ ; dJ.s«n "'11f1Nno,
murallas y defensas; aquí se probará n nuestro valor
5:!l>-SSO J.C.; •mil. r,,itllllu. col«nóir pr11,,11"1
un 111° m 1 do a los pueblos vencidos. Frente y nuestra humbrfa, d ijeron tod os los Sc ñorei. cuan - 1~ JeltJllt'Wfl<'' k' h..n tncunrra1lo y 11dibtn n El prin<1~ 1itwdo :a la
'como ~ 11.1I de una ciudad ldenruida l por 1~merd:a r11i 1tnt:ado tn una li1rr11 y ,lrui1 Je ti :apar«r una M"¡rundJ 1ill.i
do se d irij ieron a l puesto se ñalado a cad a parciali -
,Ir m:atlf'K .tdorn:alb con fi,:.uras de d101n. b11" obtctos 1;11mhttn se llc-waban a
ahora ll ll \ ,ld n dt! piedras, que casi fu eron dad pa ra pelea r con los enem igos. la ~tall:a para 1mprn1C111.u )" a1c-mon:ur al ~fk"mi,tO
Relatos bélicos en textos jeroglíficos
Como en la mayoría de los textos mayas, el estilo de los escritos bélicos presen-
ta un estereotipo formal; carece de un colorido vivo y de detalles descriptivos. Sin
emba rgo, reproduce con exactitud la manera en que se realiza el ataque, identifi-
cando al enem igo por su nombre o citando un lugar.
Uno de los jeroglíficos que resu lta más enigmá tico con tin úa siendo la "gue-
r ra de las estrellas" (fotog rafía 2ú7). En las inscri pciones clásicas, las batallas,
que se vinculab:1n a un fenómeno astronóm ico, se simbolizaban mediante un
jeroglífico especial que todavía no ha sido descifrado y que muestra una estrella
de la que brota un líquido, agua o sangre, que cae sob re la T ierra (fotografía
267). E stas representaciones tratan siempre de los enfrentamientos más d ramá-
ticos, que fina lizan con la muerte ele un rey o la ca ída de una dinastía. En todas
las culturas mesoame rica nas, el señor celestial de la guer ra no era Marte sino
Venus, a quien los mayas llamaban Chak Ek' (gran estrella). E l Códice de Dre.,-
de proporciona una idea clara de su crue ldad. E n él se reproducen las salidas del
lucero del alba como person ificaciones diferentes de Ven us, cada una ele las cua-
les at raviesa con una lanza a u na víctima que yace en el sucio (fotografía 266;
véase Vol3, pág. 141 y ss.).
Otro g lifo bél ico, el verbo ch'ak, que liter almen te significa "despedazar", se
refiere en algunos textos a decap itaciones: ch'ak u baah (le cortaron la cabeza).
F.n otro contexto, el co ncepto ch'af( designa una acción contra una locali dad y
debe entenderse en un sentido amplio como "asalto" o "destrucción". En el rela-
to de u no de esos ataques contra Palenque se cue nta que se derrocó a los d ioses
protecto res de la ciudad (yalej), aludiendo así a la profa nación de sus estatuas en
d centro d e la misma.

266 Venus cnmn dios de la gue,.,-a. C6du:e de Drcsde; podfa significar muerte:: y Jcstrucción. En d Códut tlt' T>rtJ·
.fragmento de la página 49; lugar del hallazgo 1/em111nc1do; de de b tpoca posclásJCa se cncuc.ntra una tabl..i cun r.í.lculi.r..
pusc/1ísi,-v tardía, 1200-1500 d.C; papel d, corteza cub1crto de bs apariciones <le Venus al am~rnecer. En ella. el lucero
con una capa de cal y pimado; pági11a: altrmt 20,4 cm, dd alha ap:irece repn:'.stnla<lo romo una divmida<l que. wn
anchum 9 cm; /)rrsdt, Siich.J'ische Landesbibliorhek ayucb cie un lanz:u..larJo::,. (obsérvese el objeto en forma de
l'.rn.l tocios lo~ pueblos mcso3mericanos, Venus er.1 un fenó- gancho que sujew con la mano izquierda). carav1es.:1 ((in ílc-
meno que GJ.uSJba pavor y cuya aparición en el firrn~mento chas a su enemigo tendido en el suelo.

Una forma relativa me nte extral'ia es ooch ch'ee11 (penetrando en la cueva; foto-
gra fía 267). Ch'een (cueva), un signo descifrado recienteme nte, pa rece significar rn
"guerra de las estrellas" ch'akaj sentido figurado ta mbién "ciudad ", q uizá porque las poblacion es se instalaban
simból ica o realmente jun to a cuevas (véase Brady, pág. 297 y ss.). Se consideraba
q ue las cuevas eran el centro espi ritual de un rei no y, probableme nte, el lugar de
nacimiento o reside ncia d e los d ioses p rotectores.
U n a de las des ig naciones más expresivas para un ataque la aporta el rad ical
pul (a rder ; fotografía 267). En la iconografía de las culturas mexicanas, una con-
quista se represe nta con u n templo en lla mas. La expresión que suele aparece r
con más frecue ncia en el vocabulario bélico es chukaJ (que sign ifica: fue apresa-
d o; fotografía 267). Jubuy (derri bar, hacer caer) pa rece ser el en unciado princi-
ooch ch'een' pal u ti lizado e n las ba tallas cam pales celeb rad as fue ra d e los centros donde se
conce ntraba n los guerre ros (fo tografía 267). E l concep to a parece a me nudo jun-
to a took' pakal (pedernal y escu do) que, po r un lad o, parece ser u na especie de
estandarte de cam pañ a de gra n sig ni ficación sim bólica y, por otro, esa expresión

267 Jeroglífico; de guerras glifo utihz:ido parn "estrelb", cld que surge un líquido
Las imcripcione~ m:iyas 4uc se centran en d tcm:i de b que íluyc sohre el dibujo dt' IJ Tierra o, en algunos c.1'iOS1
guerra no fijan sólo :icontccimicnros, escenarios y la ideo• también sohre el nombre de la localiJad :itacad:i. Un ver·
riciarl de lu::i. participantes, ::i.ino que incluyen adcm,ls otras bu todavía más ilustrativo es ch 1ak (Jcspccfo 1,.:1.r). En ~ll'
expresíoncs. El m:ís decisivo de csro..:; vocablos es el rér1111• caso se trar:1 ele una designación común para la mm:l de
jubuy u took' pakal chukaj 110 "guerra de las estrellas", aunque este símbolo maya ciudades m:1yores y menores.
aún no ::,.e ha descifrado realmente. Se repn::scnta con d
. ,. en Mesoamérica los <los objetos más importantes en la gue rra: una
des1gnan,1
., lan z·i de pedernal y un escudo protector. La rendición del took' pakaL,
punta ue < • • • , , • , •

Jd soberano enemigo, tamb1en podna se r una alus10n directa a la derrota de su


e¡ército.

El destino de los prisioneros


Como la mayoría de las sociedades prehispánicas, los mayas conced ían va lor
.il hecho ele apresar con vida a sus enem igos, exhibirlos en la capital de los ven-
cedores (fotografía 275) y humillarlos; en muchas ocasiones, torturarlos y, final-
mente, darles mU<:rte (fotog rafías 268 y 269). Se podría decir que el sacrificio de
lns prisioneros de guerra tenía su propio templo: el campo empedrado para el
juego de pelota (véase Colas/VoB, pág. 186 y ss.), que se encontraba situado en
d corazón ele las ciudades mayas más importantes y que siempre fue algo más
que una simple arena de combate. Ese escenario simbolizaba el campo ele pelota
clcl infierno, donde según la mitología maya se disputaba la lucha decisiva entre
t:i vida y la muerte. El eq uipo derrotado simbolizaba el enemigo vencido, <lel
mismo modo que aún en la actualidad la mayoría de los deportes de eq uipo pue-
de recordar vagamente a una guerra. En una forma extremadamente macabra de
sac rificios hum:1nos se podía ver algunos prisioneros que eran arrojados por las
escaleras (incluso a tados a una gra n pelota) y ele esta manera morían o quedah<in
grnvcmentc heridos.
El destino de los vencidos era otras veces el llamado k'uxaj, ser "torturado" y
en ocasiones también ''devorado". E l ca nibalismo ritual no era desconocido en

268 La mitología de lus sacrificios. Toniná, Chu1pas,


Relato de la captura México, m01111~1ento 155; 6(~8-715 ,J.C.; piedra caliza
del rey de Toniná En 1>c:1sioncs se alude a l()S vencido:, com11 nowa1 (adúr1rn-
Jus). Prohahlcmcnll', cun dio se han· referencia a lo!) jiro-
nes dt rop:1 y tira~ Jt' papel 9uc st les ponía en el lóbulo
Je la oreja en lugar Jt' sus v:diosa:, joyas. Sin embargo, L:11
Llnza con punta
aliunos c,1,;;os. d término parece designar un :navío m1.ís
dt pedernal (took?
Hremonia.l. Esta víctima ele Ana)'H\ cerca del Usun1a-
"Serpiente de la gue- cinta, fue capturada supuestamente por K 'inich Raknal
rra" de Teotihuacán
Chaak, quien fue rey de Toniná hncia el año 700. A¡xm:-
Cc cnc.:idcnaclo por los brazos y muc·stra el ''amasijn". el
cerco Je los ojos y bs urej::i.s en llamas Je una conocid:,
El rey K'inich Kan diviniLlad jaguar. Si se: tiene en cuenta qut:'. los príncipes
Balam de Palenque mayas solían ir a la lucha car::icreri zados como un derer-
mina<lu dios, enronccs la acen1u:1ción de un rmto que cul-
miníl con el s.1crificio de b divinidad permite suponer
qul' al vencicfo se le preparaba de forma cspcnal p::ir:i re-
prcst:ntar d corrcspom.iit:nte aconrecimicntu m1toltlg1co
del dios al 9ue personificaba.

Tiras de papel en
lugar de joyas
de jade: símbolo 269 Rey y prisianrru. Crnquis de un tablero en rcliae;
de humillación
Palenque, Chiapas, Mi.rico, templo X VII; hacia el 687
d.C.; piedra calizu; Palenqut·, Museo del Sitw de Paltru¡"e
El motivo del prisionero aplastaJo ~e limita gencrnlmc:n-
ce a las e.srelas monolíticas de formato t'.Strecho; t'n los
Escudo flexible de tableros más .1nchos se encuentran (ambién escenas m:ís
algodón (pakal) natur:ilist:is y re.Lratm más crnotivos de la miseria <le los
c:1utivos. En este tablero aparece representado un rey de
Palenque que :,O:,tiene una lanza drntadJ en una m:rno
y un escudo íl,·xible (probablemente de algodón) en la
otra. En q1 tocado se encuentrJ la serpiente ml:'jican:1 de
la guerrat una :llusión ;¡J dest;icadu rn lenlo militar de l:i
gr:in potcnna de Tcotthuac:ín. El breve rexto !!Ítuaflo en
b parte supermr dtrl'cha p:ircct reft:rirsc J una derrnr:1
cid gr,rn riv.11 fle Pakn4uet el rcinu J e Tonin,í, en el :iño
687 J.C.
Mesoamérica, aunque probablemente se reservaba para los d elitos más abomina- En el an e d e los mayas, el atlatl suele encon trarse en relación con vestirncnta~
bles, entre los q ue evidentemente se encontraba la rebelión contra el " rey su pre- mexicanas no autóctonas y parece que se le consideraba un artícul o espccial im por-
mo". En un texto de Yaxchil fo se d ice de los prisione ros q ue e ra n la "comida" de tado. Los mayas reprodujeron un g ra n número de hachas y mazas, y, aunque
los dioses loca les. Visto d esde esa perspectiva, los prisi onero~ de guerra se con- apenas aparecen vestigios de cuchillas de pieclra sujetas a mangos de madera, e,tá
ve rtían en el alimenro necesario para las divinidades, que sin las provisiones claro que tam bién se utilizaron en la lucha. Algunas imágenes permiten obsen ar
regulares de los sacrificios de sangre se d ebilitaban y podían perder sus poderes que los mayas ll evaban "cspaclas" que, a semejanza de los aztecas, se guarnl'rí.in
protccrores. A partir d e los textos jeroglíficos no se puede dedu ci r si rea lmente se con astillas de pedernal o d e obsidiana.
dcvo raba a los prisioneros o si sólo se ofrecían a los dioses de forma simbólica Para protegerse, los gue rreros llevaban siempre un escudo redondo o ren;in-
como com ida. g ular, evidentemente hecho de madera y, en ocasiones, recubierto con piele, de ,ini -
mal. La cara froma l solía adornarse con motivos heráldicos o retratos de d io,cs.
Los g uerreros mayas también llevaba n a rmaduras, si bien su abundante decora-
Armas y protección ción dificulta a menudo reconocerlas como tales. Unos pesados pectorales de cuer-
da, probablemente hechos con algod ón trenzado o fibra ele pal ma, les protegían e(

Se tienen muy pocos datos sobre las tácticas militares de los m ayas clásicos, ya pecho. Asimismo, llevaban corazas de algodón o de pieles de animal muy aju,ta-
que las representaciones d e la época o algunas fuentes posteriores apenas permiten das. Por lo que se puede observar en las obras de arte, el tocado no tenía ningun,1
reconocer indicios de tropas en formación (fotografías 270 y 271). El arma princi- fun ción protectora en especial y en él se conce ntraba el impresionante a larcl c ele
pa l en la lucha cuerpo a cuerpo era evidentem ente la lanza, compuesta por una elem entos preciosos dc adorno, entre los que se encontraban las reproduccionc,
pesada asta que raramente superaba los dos m etros de longitud, y que estaba equi- de animales o incluso animales di secados, a menudo gatos sa lvajes, venados o ser-
pada con una gran punta dc pedernal (fotografía 271). En ocasiones, el asta supe- pientes, así como los omnipresentes aba nicos de plumas abiertas (fotografía 2i(, ).
rior aparece representada con bordes dentados que debían de abrir desgarradoras Los guerreros m ayas vestían, al igual que los aztecas, este tipo de atuendo mole,to
heridas, semejantes a las producidas por una sierra. Elatlatl, el lanzadardos, era un en la lucha, tal y como indican las re presen taciones d e escenas bélicas.
arma de tiro de g ran alcance, que funcionaba más o menos como una honda. Ten ía En muchos retratos se pued e ve r a los soberanos mayas con vestid os y armas
dos aberturas para introducir los dedos y lograr así una mejor sujeción, y u n hueco mexicanos, especia lmente al antiguo estilo de Teotih uacá n (fotografía 269), ya lllle
pa ra monta r las largas flechas. Su alcance y precisión im presionantes h,1n quedado se es forzaban por cubrirse con los sím bolos d e una potencia extranjera, cuya glo-
d em ostraclos por mod ernos exá menes. ria militar impresionaba profundamente a toda la región. Sin embargo, los n:yes

•1

Botín de guerra

Pared este Pared sur Pared oeste


mayas deseaban sobre todo implorar la ayuda de los dioses de Teotihuacán como, 271 /:Sccna hélim. /m"Jten desenrollada de w1 recipiente magníficiencia dr las plumas exhibidas y <le los refi nados
por cjc.:mplo, l:i serpic.:nte de la g uerra waxaklajuun ubaah chan, un dios protector cilíndrico pimado; rtgióu dt Neba/ Guatemala; clásico tar- tejidos, pero también los accesorios funcionales como los
dío, 600-800 J.C.; arcilla pi111ada; altura 19 cm, perímetro arneses de pid o Je algodón. F.n la imagen, numerosos
<¡uc se fue asoci:1ndo catl:1 vez más con los objetivos de la conquista y hegemonía 58cm luchadores hunden sus lanzas con ,11nL:t.S mano!- p;ua
Algunas de las ~~cenas de bau1lbs mayas m3s impre- rumplír su ohjctivo con la m:iyor energía posihle. l.l:1-
pa nmesoamencanas.
sionantes se encuenrr:in en recipientes cilíndricos d el man la atención los tres trofeos ele cabezas t¡Ut" uno cie los
En la histo ria de la huma_nidad, las ligas armadas siempre han utilizado símbo- departamento guarcm:drcco de Ncbaj. Simholizan la soberanos llcv:i :1lrcdctlur dd cuello.
los sonoros o visualc.:s para fortalece r la moral de sus luchadores y amedren tar al con-
1rincante. A partir de informes de la invasión española sabemos que los ejércitos de

lil Pint"'ª mural de In batalla de Bonampak.


Rq,rod1'<t'l6n de los muros este, .mr y oeste de /a
,Jrtt.Jni 1, /Jonampak, Chiapas, Mirico; dásito tardto,
Jwu, ,/ 790 d.C.
LA• guerreros caen uno~ subn.· otros en la batalla cul'fpo
.a cuerpo, de la qul' se informa en tres m uros de una ol>ra
uquJtccr6n1ca de Bonampak. El enfrenr:1mil'lllO dcLió
1.k suceder h:acia el ;1110 790, ~ ro no se h:1 podido ~1scgu-
rar b í«ha r xana. F.n d cxtremo izquierdo, tres solda-
1lt" ,,.Ktitnc:.n rstandartt:s ··sombrillas" y, :, b derecha,
••UnJ dos hombrcs cun frompcr:is y m a1 r:1c::1s se ocupan
tk J,or a b escena Jd mido necesario. En el centro se
Nk"Uc:ntra Y:ijaw Chan M11w~1:111, el rey de Ronampak,
JU\lo rn el momcmo dt: cJp1ur.1r :i un prisionero. micn -
lru \"tU .1mepasados lo nbserv:m <les<k l'I cielo junto a los
f'n(:nl1gos que d ios derrotaron en vida. En d extremo
•krctho .se pul"tk ver .:il bando perrlcdor con un rcslo
.1..-ntk posiblemente "'l" h;dla b imagen de un dios,

172 F.l tr,un'ado


( 'JO
,.
r. ,.roqmJ deI muro sur de la camara
• l
, ;:ruido digualmrrite), Ronampak, Chiapas, México;
tardío, hacia el 790 d C
fl brochr de <l · ..
oro e una ~uerr.:i nrnya era la c.1µtura de
un «>n,ri,io de !,
a o rango, escena 411c se rcproducfa en
itlonumcmos, \';a~ijas pinra<las o, como en este caso, en
Pntur.u mural \ .
ton . es. 1 qu, vemos a Y:ijaw Chak Mu wa:m
un Jubón d . 1d .
frk~ c pie e 1agua r, lrofeos en la caba ,J y un
1(() d«or:11ivo J d •
111<udl E e 13 C, que en esta ocasrón adorna
"" o. I perfil poco reconocible qu~ se ve a11te su ros-
es una rt pre ·•
d,it'u ))Cntac1on en dt t:ille de su máscara, que
"1<nta d he 110 1
la figu d e e e quc había t:ntraJo en batalla con
r:i e un dios o d . .
llJ.1 des . · e un antepas:ido. l..:a V1Cl1m:1 h:i
hn1lm po¡:.1da de sus ropas y su bnz:a ha sido J..:st ru ida.
<nte,
fntnlc 3¡ I
« asid-,
' por e ca o y a rm1ada ru ta1-
1 bel! . b
suc o.
los mayas entrahan en hatalla acornpañacjos por e\ estruendo de trompetas de capa- Protección divina
razón de caracol, tambores de madera y caparazones de tortuga (fotografías 271
y 272). Las pinturas en el cuerpo, los atuendos bélicos y los estandartes procuraban Los mayas llevaban consigo ,1 la hacalla a sus patrones en forma de imágenes de
un aspecto marcial a la tropa. De ello sólo nos han llegado unas pocas imágenes, en dioses sobre artísticos portes. En la mane ra de entender la guerra de los mayas. los
las que sin emhargo se pueden observar con claridad algunas banderas, gue segu- seres divinos, igual que los mortales, se enfrentaban en el campo de batalla. La ron.
ramente estaban pintadas con emblemas y colores vistosos. En ocasiones aparecen quista de una im.1gen divina enemiga tenía tanto valor como un prisionero de alto
representados guerreros que no sostienen el pendón en la mano, sino que lo apo- rango y, del mismo modo, se exhibía por toda la capital de los vencedores en un des-
yan en unas var illas sujetas en la parte trasera del cinturón, como los em inentes file militar (fotografías 273 y 274). De manera parecida ohraban los aztecas, que man-
samuráis del Japón medieva l. Muy importantes eran los esta ndartes de plumas, tenían las imágenes de dioses conquistadas cautivas en templos erigidos expresamen-
una evol ución ev idente de las sombrillas. Sujetar las sombrillas más pequeñas vuel- te para ese fin, donde se las veneraba como seres glorificados, gue por supuesto
tas hacia abajo solía ser un símbolo d e sumisión o derrota. quedaban sujetos a los poderosos dioses de los aztecas. Los fenómenos cosmol6gicos
275 Exhibición de prisioneros. Imagen desmrollada de Algunos eran sacrificados dircctamt'IHe, pero muchos se
una vasija ci/fodrico pintada; lugar del hallazgo desconoci- convt'rtbn en esclavos o simplemente en vasallos. En .ilgu-
do; ardllo pimada; altura 28, J cm, cirumferencia 45 cm; nas t'Scenas rcprcsenr:uivas de la ceremonia rle su sOmt'ti~
colección privada miento, como en ésta, se pueden ver a menudo mont~11las
Después dr l:i batalla se.: conducía a los prisioneros a la capi- de ubjems preciosos, que podrían provenir de !iaqucos o de
r:1J Je los vt·ncetlores, <londc k s esperaban distintos destinos. exigencias tributarias brutales.

276 Estaruilla de un guerrero en e5fi/u Jain11. Lugar del Este guerrero llt'va un a1ucndo <le pluma!. azules con un
hallazgo desco11ocidn; clásico tardía, 6110-800 d.C.; arcilla amplio cuello prutt'.cror y un casco adornado con plumas
r,ocida; altura 26 cm; Cli'vcland, Clevr.land Museum ofAn, ancha.'i. La lanza y el escudo se han per<licio.
James Albert a11d Mat)i Gurdiner Ford Memorial Fund

sobre las víctimas y las circunstancias de su muerte. Se han hallado también algunos
indicios de incendios, pero su causa no suele estar clara, y sabemos q ue la mayoría de
los destrozos de las guerras se repararon. Por regla general, la_s fortificaciones ofrecen
la me jor información, aunque en el territorio maya sólo se hallan en contadas ocasio-
nes. En los últimos ticm pos de esta cultura, las ciudades del norte estaban cercadas por
muros dobles o por empalizadas de madera, pero sólo se han podido identificar algu-
nas de estas insta-laciones de la época clásica en las tierras bajas (fotografías 278 y 277).
En la década de 1960 se puso al descubierto u n profundo foso, 4,5 km al nor-
te de T ikal, de 9,5 km de longitud y con un terraplén. Las ruinas de u na barrera
similar al sur de la ciudad indica n que form ó parte d e una imponente fo rtifica -
ción, sobre la que probablemente transcu rría u n parapeto que unía entre sí los
pantanos colindantes del este y el oeste. E n ese sentido, Tikal es única. Sin embar-
go, se conocen muy pocos datos sobre el interior de las ciudades m ayas como para
poder descartar la existencia de otros bastiones sem ejantes, especialm ente cuando
en su mayoría habrían sido erig idos con empalizadas d e m adera y modestos fosos.
En Becán se encuentra un foso impresionante, q ue aparentemente se construyú
m uy pronto. Asimismo, en el clásico tardío, cuando el gran colapso de la socie-
dad maya ya se había iniciado en la zona sur de las tierras bajas, se levantaron
a toda prisa las insta laciones defensivas de poca altura del territorio de Petexbatún.
Una g ran abundancia de hall azgos muestra que estos obstáculos se sa lvaban
con facilidad y por ello las poblaciones q ue se intentaban proteger con ellos, sobre
todo la ciudad de Aguateca, fu eron abandonadas precipitadamente y quedaron
reducidas a cenizas.
Lo cierto es que sólo una ínfima parte de esas instalaciones defensivas podían
resistir un asalto sin la participación de una defensa activa. Hubiera sido necesaria
una gran cantidad de personas para equipar fo rtificaciones como la de Tikal o para
concentrar las defensas en la parte atacada. La extensa superficie que cercaban, unos
- )

125 km' , muestra que el objetivo primero de la d efensa era el territorio central rural
y no su núcleo urbano. Esta suposición insta a aceptar el hecho de que las instala-
ciones sólo funcionaban temporalmente, cuando determinadas cosechas estaban
especialmente amenazadas por los incendios, la devastación o el robo, o entre sep-
tiembre y enero, cuando las mazorcas de maíz ya habían madurado y la mano de
obra sólo era necesaria de vez en cuando, d e manera que los hombres podían estar
libres de trabajo para defender sus propios campos o atacar cultivos ajenos.

Envergadura y significado de las guerras

Es difícil deducir en la actualidad si la sociedad maya disponía de una casta


,.
guerrera y, con ello, de una especie de ejército permanente. Las fuentes de la épo-
ca colonial mencionan a una elite militar que, en cualquier caso, capita neaba tro-
pas de campesinos separados de sus labores agrícolas. Los investigadores que se
han ocupado estadísticamente de la frecuencia de las guerras a lo largo del año
encontraron indicios de un aumento de los confl ictos bélicos en las temporadas
secas. Esto no sólo habría facili tado el transporte de las tropas, sino que también
refuerza la tesis de que la mayoría de las guerras se disputaron cuando la cosecha in Ataque a una ciudad ron fortificaci6n dable. Chichén derecha vemos unos templos rodeados por un muro guar-
ftzá, Yucató11, Mfx-iw, ca.sa de las Monjas; cámaro 22; necido con una urla de rombos y cercado por un segundo
ya se había recogido y el máximo número de hombres estaba disponible para la
f,110/e,· del clási,·o o inicios del pmclásico, 800-1200 d.C.; muro pintado tle rojo. Una wrmenm de ílcchas encendidas
lucha. Hasta ahora, éste es también el punto de partida más sólido para la hipóte- pimura mural (topia) azota los templos. Seguramente provienen de los arlati (lan-
Aunque sólo se han conservado algunos fragmentos, esta zadardos) de los asaltantes. En esa zona. otros guerreros
sis de que el número de efectivos militares de los ejércitos mayas podía llegar a ser
pintura mural ilustra de manera úníca la fortificaci6n clohle parecen formar parte de los defensores. Los de su Jcrecha
muy alto si las circunstancias lo requerían. Es difícil d e imaginar que los violentos de un:1 ciuda<l en estatlo defensivo. En b parte superior podrían ser perfectamenrc prisioneros.
choques, que acababan con la ocupación de ciudades extranjeras y el cautiverio o
la muerte de los reyes, fuera n llevados a cabo por unas minorías profesionales.
Segura mente se mov ilizaba también a un gran número de súbditos reales para que esencial en la creación de las complejas sociedades preclásicas y de sus capita-
defend ieran sus ciudades y a los soberanos "divinos" (fotografía 272). les. Con la irrupción de la época clásica, es decir, como muy tarde a partir del año
El alcance de los enfrentamientos bélicos en los inicios de la civilización maya 300 d.C., los temas militares ocuparon una posición clave en el arte de las tierras ba-
sigue sin conocerse, pero se puede deducir que las guerras desempeñaron un papel jas y el ideal del "rey guerrero" entre los mayas se hizo perceptible como un compo-
nente decisivo en la fo rma de gobernar. A partir del siglo VI, el desarrollo de una
estructura de poder político, surgida a partir de numerosos reinos rivales, condujo a
nuevas reivindicaciones de dominio y a nuevas alian zas. En las inscripciones del clá-
sico tardío, las acciones militares se fueron plasmando cada vez según su alcance
sakbé dinástico y no como retrato genérico de actos militares heroicos.
(calzada en terraplén) _
Estas relaciones siguieron existiendo en las tierras bajas del sur floreciente has-
ta la profunda decadencia de la sociedad clásica en el siglo IX. El hundimiento de
la soberanía de las dinastías reales condujo aparentemente a una nueva fragmen-
Muro exterior tación d el paisaje político, que pasó a ser dominado por pequeiios príncipes que
lucharon por conseguir el control de los recursos, que habían disminuido. En las
Paso zonas donde siguieron existiendo grandes poblaciones mayas, unidas en ligas,
como por ejemplo en las tierras bajas del norte y en las tierras altas, los confl ictos
políticos se siguieron solventando como hasta entonces.
Muro interiorQ La sociedad maya prehispánica no se asemejaba en modo alguno a la utopía
idílica que una vez marcó nuestra forma de concebirla. Pero sus campaiias milita-
res, no más brutales que las de civilizaciones similares, al menos nos permiten
conocer hoy en día una imagen más detallada y convincente de una cultura que se
encuentra entre las más destacadas del mundo.

278 Una fortificación doble en Yucmán. Plano del cemro anLiguamente pudo haber estado equipado con empali-
arqueol6gico de Cuca, Yucatár,, México zadas o una protección de seto~ rle zarzas. El muro inte-
Planta incierta
Este plano de Cuca muestra murallas concéntricas, muy rior. macizo. tiene un grosor de entre IOy 12 mclrOs y en
de edificios
semejantes a 1.is de Chichén ltzá. El anillo exterior no algunos primos airan za los 3 m de altura.
es muy alto, pero Licnc más de 4 metros <le g rosor y

UN JUEGO AVIDA O MUERTE: EL JUEGO DE PELOTA MAYA


Pierre R. Colas y Alexander VoB

E l juego <le pelota era parte integrante de la vida


social de los mayas prehispánicos. Se han encontrado
El mito del juego de pelota
rastros de campos de juego de pelota y representaciones La clave para entender el juego de pelota en la cul-
de jugadores no sólo en la región maya, sino también tura maya se encuentra en los relatos del Popo/ Wuj, el
en los territorios de todos los demás pueblos <le Mesoa- "libro d el consejo", que describe el mito d el nacimien-
mérica. Además, el juego de pelota se extendió incluso to del pueblo k'iche'. Si birn se trata de un documento
a la zona sudoeste de lo que la actualidad es EE.UU., de la época colonial, las coincidencias entre sus relatos
de modo que realmente se puede hablar de un fenóme - y las transmisiones jeroglíficas o las representaciones
no cultural muy expandido. alegóricas son tan grandes que los mitos del Popo/ Wuj
No obstante, este juego no sólo se propagó en una pasan por ser una versión poscl:ísica del m ito de la crea -
amplia zona geográfica, sino que también tuvo una ción del periodo clásico.
continuidad sorprendente en el tiem po. Sus huellas En la primera parte de la obra se habla <le dos
arqueológicas se remontan al siglo V a.C. Las canchas hermanos, Jun Junajpu (uno-cerbatana) y Wuqub'
de pelota más antiguas se descubrieron en el estado Junajpu (siete-cerbatana), que jugaban a pelota delante
mexicano de Chiapas, junto al río Grijalva. El yaci- del portal del inframundo. A los seíiores del averno les
miento olrneca de San Lorenzo probablemente tam- molestó el ruido y ordenaron a los jugadores que des-
bién es Je esa época. La mayor parte de los campos 179 Marcadnr de piedra cmtral dt'I Gran fuego de Prlnta. Coptín, l-lundrmzs, cendieran a su reino para poder competir con ellos. Se
,ampo de juego de pelota A-11; clásico tardío, drspufs de 650 d.C.; tuba verde;
de juego de pelota en territorio maya se trazaron en trataba de una trampa y los dos hermanos fueron aco-
duiml'lm 74 cm; Copdn Rui,ias, Attt.ffO de .-lrqurologia
el perio<lo clásico, entre los siglos lll y IX d.C. Sin En d Ct'ntro y en lo,; cxtrcrnu~ del terreno de juego se hundfon tr<.·) marcadores. rralados y asesinados. Después, colgaron de un árbol la
Esta piedra ccntrnl procc<lt <lt' una rnnstrucrión anterior a la actual. El rdieve
embargo, poco antes de la llegada de los colonizadores cabeza d e Jun Junajpu. Una doncella llamada Xkik '
muestra al rey jug:mdo y rrpre!ientando el papd de un dios del lnframun<lo. Otra
españoles, en la región maya sólo se podían encontrar rdnenci:i al averno romo lugar donde se está Jcsarrnllando el juégu C:!i la rc-pro- (mujer de la sangre) vio el curioso árbol y se acercó a
ducciún estiliz.1rl:1 en el lx>rde Je un po.so que rnnduce h:ici:1 allí.
campos de juego en las tierras a ltas de Gu;Jtemala, en él, momento en el que la cabeza dejó caer saliva en la
zonas habitadas por los k'iche' y los kaqchikel, como palma de su mano. Xkik' quedó encinta como por arte
280 Juego de ¡,e/otd. Lugar del hallazgo desamoc,do; dásico tardio, 61/{!- ')()() d.C;
las ciudades de Utatlán o I ximché. En la actualidad, a,ál/a toada; alhou 2.J cm, diámetro 17, 7 cm; Saint Louis. Smnt Louú Art Atu.,cum de magia. La joven temió las iras de su padre, uno d e
L1 escena parece una msr:mr:ínea Je un momento del lance entre dos partiri-
aún se practican algunas variantes del juego d e pelota los señores del infierno y huyó a casa de la m adre
panrc~ en d jui:gu Je pdor:i. Todos los jugadores llcv,Ln cinturones <le protec-
en los estados federales mexicanos de Sinaloa y Micho- ción y rodillera), a~i como un ~cxaJu qut:: muestra darJmtnte d equipo al que de los hermanos muertos, situada en el mundo exte-
pertenecen. Lu~ Jos competidores !.ituaJm a l.1 izquierda de b pelota llevan un
acán. La conservación de este juego a lo largo de rior. Allí dio a luz a los gemelos Junajpu (cerbatana) y
rocado en forma dL· cabe1,a de p~jaro y los <Je la dcn.:cha, <le c:ihez:i de venado.
muchos sig los y de muchas rupturas hist<'i ri cas es una En una escakr¡1 extt'rior que sirve de tnbun.i para los especta<lore~. dos hom- Xb'alanke (joven-jaguar). Los muchachos encontraron
bres .se distral·n animados, mientra~ un tercero. con una c:1.racob en b mano.
prueba de la gran importancia cultural que tuvo en el equipo de jugar a pe lota d e sus padres, comenzaron
parece jalear a los jug~ulorcs. L...1s líne,b onduladas m:gras y los jeroglíficos cid
Mesoamérica. fondo describen la forna <le los partic.~pantes. a practicar el deporte y, tal y como les había sucedido a

~(i
~<~, ~ -
-.,.:.'.:'4·--'
.-,
.' .

4. ~
ésro, . fu eron citados al inframundo, donde debieron a menudo al suelo, dehían protegerse para evitar rasgu-
supaar todo tipo de pruebas. iios, contusiones y magulladuras. La pi eza más impor-
En una de ellas, un murciélago le a rra ncó la ca be- tante de su traje de protección de cuero era u n cinturón,
za a f u najpu. Los señores del inframundo creyeron lla mado "yugo", que tenía forma ele herradura y se
segura la victoria, pero Xb'alanke sustituyó la caheza ceñ ía alred edor del abdomen (fotografía 281). Se han
ele su he rma no por una calabaza. Fue el propio Junaj- i/ hallado nu merosos yugos de piedra, pero aún no está
pu quien anim ó a los señores a jugar a la pelota con su r.°;' :;:z:-~';,I,{,, claro cuál era la fina lidad de esa pesada pieza. Según
cabeza. Después de tramar un ardid, un conejo saltó ,.
• zmde~•
u na teoría, servía n de molde. Sobre éstos se colocaba
sobre la plaza como si fue ra la pe lota y d espistó a los u n pedazo de cuero h úmedo para imprimir los moti vos
señorc,, de modo que Xb'alanke consiguió recuperar del patrón. Una vez ~eco, el cuero se ret iraba y se seguía
];i cabeza de su hermano y devolverle la vida. D espués curtiendo. Los jugadores también llevaban protecc iones
de s11pe rar todas las pruébas, los seiiores del infra- en las rodillas, las manos y los antebrazos, así como, oca-
mu ndo manda ron q ue los mata ran. Sus restos fue- sionalme n te, ca lzado (fotografía 281). Las rodi lleras
ron esparcidos por el río del averno, pe ro cinco d ías tenían forma de peq ueños escudos y se fi jaban por de-
después regresaron y consumaron una serie de mila- bajo de las rodillas. Las nalgas y los muslo~ se protegían
gros, q ue consistieron e n matar un g ran número de con una falda d e cuero y un ta pa rrabos. Los jugadores
criaLUras y resuci ta rlas d espués. Cuando los señores de pelota casi nunca llevaban sand alias, pues solían
del ,nfram undo les pidieron q ue hicie ran lo mismo juga r descal?.Os. La mayor variedad de formas se en-
con ellos, los gem elos los mataron, pero no les d evol- cuentra en los tocados de los jugadores. L as representa-
vieron la vida, con lo cual los venc ieron. Después, los cio nes muestran cabezas d e venado (fotogra fía 280).
hermanos ascendieron al cielo convertidos en el Sol sombreros de ala a ncha y redecillas como las que lleva-
y la Luna. ha el antiguo dios N . Un da to interesa nte es que esos
Este mito es especialme nte impresionante en los adornos los llevaban tanto los jugadores de pelota com o
relieves del G ra n Juego de Pelota d e Ch ic hén ltzá los cazadores. Este paralel ismo, conocido d esde hace
(fotog rafía 283), donde aparece un jugad or de rodillas ya mucho tiempo, todav ía no ha podido ser suficiente-
y sin cabeza, con la sa ng re brot:i ndole en forma d e mente imerpretado.
serpiente desde el cuello. El jugador situado frente a
él ,o,tiene la cabeza cortada en su mano izquierd a y
un cu ch illo d e pedernal en la derecha. Estas escenas
son representaciones gráficas del mito d e los héroes 281 Jugador de peloto ron cit11uró11 de protnaó11. Lugar del halla?.go dcJco- 282 Snbcranns jugando a pelota. Probablemente de!~ Corona, Peté11, Guatemala;
11oodo; clásico tardfo, 6()0-90() d,C.; ará/1,1wcida; co/ccciófl prhrado dá~·iro tardío, 600--900 d.C.; piedra rnliza; alturu 18, I cm, anchura 27,6 cm, gmHJr
gemdos y no ofrecen ning ún indicio de que se sacri-
Esta pegueñ::J cc;cultura de a.rri)l;¡ muestra claramente los rlisrinros elementos 2 cm; Nueva Ynrk, Nario,w/ Al 1L•rtm1 ufthe Amc1·ica11 /11dit111
1

fi cara a los jugadores al final de un juego. Los relatos 4ue componí:rn el equipo de un jugc1Jor. AlreJeJor <le bs c:1dcras. con las que F.ste relieve: pertenece a un grupo de monumenros, L.1 coincidenci:i en matcri.11 y
~t· golpeaba b pelo1:i, se coloc::J d grnn cimurón protector. l.as rodilleras debían estilo inciic:rn que rodos proccdrn <ld mismo lug.1r. F.n la im:1gen. nn jugador ve1;-
de este esti lo son narrac iones fant:is ti cas que, a pesar
protegerlo p.1r.1 evir.1r que se produjera h1..:riJas si tenía que hinz::irse al sudo rido lu josamente, arrodillado p.1ra gul~::ir b pdnr:1 con la cadera. Delante <le su
de , u gran exotism o se siguen aceptando de manera duro par.'.I pas.'.lr d lx1.l6n. rostro, los jeroglíficos mcncioiun su nombre y un titulo: pitz/1 (jugador de ptlora).
poco crítica.
puede form ular la conjetura de que se jug aba tanto indi-
vidualmente - un participante contra otro- , como en
Las reglas del juego parejas o en grupos de d iferen tes dimensiones (foto-
grafía 280). Las representaciones del juego de pelota
1.as reglas del juego de pelota en la época clásica sólo muestran casi exclusivam ente participantes masculinos.
se han podido reconstruir parc ialmente a partir d e Sólo en la esca li nata jeroglífica 2 ele Yaxchilán aparecen
rcpn:sentaciones en pinturas de vasijas, objetos de ce rá- dos mujeres disputando un partido. L a mayor parte de
m1e;1 r, monumentos de piedra. Alg unos relatos testimo- los jugadores apa rece de rodillas o casi yace ladeada en el
male, d e europeos d el sig lo XVI también hacen posible suelo, a veces apoyá ndose sobre un brazo (fotografía
fo rma rse <1lguna idea de cómo se desa rrollaba el juego de 282). Otros pa rticipantes aparecen de pie sujetan do la
pduta maya. De todos m odos, lo único q ue en verdad se pelota con la mano. Las dife rentes posturas de los juga-
sahe es q ue al iniciarse el juego, la pelota se lanzaba a la dores muestran claramente distintos momentos del jue-
cancha con la mano, pero d espués sólo se podía tocar con go y se pued en entend er como representación d e deter-
las caderas o los muslos; todo lo demás era u na infrac- minadas jugadas.
ción de las reglas. No se conoce ni cómo se realizaban
las puntuaciones ni cómo se determinaba quién era el
ganador, y se supone que existían di versas varia ntes El equipo de los jugadores
reg1unalcs. Tampoco se ha aclarado la cuestión de si
hal,fa equi pos ni de cuántos jugadores forma ban cada Puesto que los jugadores solían recibir im p;rctus
uno. En base a los datos oírecidos por el Popo/ Wuj se directos d e la pelota d e caucho maciza y se lanzaban muy
283 Relieve del Gran fuego de Prlotú. Chichéll ltzá, Yucatá11, México;¡;,,a/es aparecen desde pelotas q ue caben en un a mano
del clásico, 90()...1000 d.C.; ¡,i,dm caliza
En este rclicvl' del Gran Juego de Pclorn se puede ver la procesión de H juga• hasta algunas del tamaño de un haló n de baloncesto
dores que se agrupan en una escena ccmral que :-isoci:i clos episodios narrados actual.
en d Popo/ Wiu. La cabeza representada en la pelota simboliza el crám:u 1fr
Jun Junajpu escupiendo y transmitiendo así su energía vita l a la ~cncranún
siguiente. Simult{1m~amenté alude a In dec.lpitación y mucrrc del hC'rmano
gemelo. Por lo tanto. c:ste motivo supone una :ilcgorb cid ciclo eterno del
nacimiento y la munk. El juego de pelota como drama religioso
Pitzíl (jugador de pelota) Jeroglífico de ·campo de juego
de pelota• Remo ntándose al mítico episodio del juego de pe-
La pelota lota narrado en el Popo/ Wuj, algunos artistas ma yas
d ibujaron en los esféricos el cráneo de Jun -Ju n japu o
Los balones se elaboraban con el látex líquido que el conejo de la leyenda, y a veces algún prisionero
se extraía de los árboles de caucho au tóctonos. La resi- encadenado (fotog rafía 285). Por lo visto, a estos cauti-
na se ponía a ca lentar y así fo rmaba hilos que primero vos desamparados se les lanzaba po r el talud de la can-
se enroll aban y finalmente se amasaban con las manos cha o po r una escalinata con la intención de m atarlos
o se prensaban en un molde. Una pelota solía pesar 9-Nab (jeroglífico en los balones) /k'(?)-Nal (agujero negro) (fotog rafía 285).
entre 3 y 8 kg. Este peso provocaba que la pelota se
deformara rápidamente y que h ubiera que extenderla 284 Jeroglífico, de a) jugador de pelota. b),ampo de juego de pdota, r) pelota y 285 Venudor y vencido en el j uego de pelota. Yaxchiláfl, Chiupas, :\ ffxuv,
d) i,ifranwndo edijino 33: cldstco tardío, ames dt'I 771 d. C.; piedra coli~u: tmchura 165 cm
para volver a da rle fo rma. Ev id entem ente, cada juga-
a) El primer ¡eroglííico se Ice pirzi/. En las tnscr1pci0nec¡. suele ,1 parcrcr cumu El rdicvl' 1nuestra al rey Pájaro-J,1guar IV com0 jugador ame una esc~1kr.1 p11r
dor tenía su propio baló n, pues éste formaba parte de su título que acompafü.1 al nombre de los sol:x:ranos. b) El segu ndo es un picwgra~ la 4uc cae ro<lando una pelota con la n:prcsenración <le un prisionero. L.! ('S{t·n.1
1na y muestra d alzado de un:1 cancha. cun una pelota situ:ida en d centro t·ntr<: aluJ(' ;.d ):.tcrificio de un c:m1ivo dl' guerra de In loc.11id:td ele L1kamtu un ym:,
equipamiento personal. Una escena del Popo! Wuj des-
los taludes. e) En lo::. halones suele aparecer un jeroglífico que se Ice ,wb y lh.·, a (•ncc1tknaJu, es bnz:::ido por la escalera como si se trata ra de una pclotJ. Lo~ dn\
cribe cómo los señores del inframundo y los gemelos antcpul'sto un número. H:isra :1hor:1 se han document:1do las cifras 7. Q, 12. 13 y cnanm !IÍtu,u.los a b derecha de P.:.íjaro-Jagu.,r son emisarios del infrarnunilu.
1-1. No obstante, d significado cfi:I jeroglífico aún no ec¡.rá demasiado claro. d) En El texto jeroglífico de la dertch;:1 rd aciona el :1contcdmicnto con un 1ueg(I t!t·
disrnten sobre la pelota con la que van a jugar antes de
algunas inscripciom:s se narran juegos de pclota mirnlógiros que se cd cbrarun ¡>t'luta mitolllgico 4ue sr. celebró en un pasado lejano. El tcxlO de b 1zq111rrd.1
iniciar el juego (fotografía 280). En las representaciones en cl inframundu. cuyo nombre maya se Lrnduce por "agujero negro". narra tn~~ <lt'npuaciones q ue se t.:fectuarnn en una cancha Jd averno.
Las representacio nes de este tipo manifiestan el 286 Dibt'}O que reeamtruye el Juego
de Pdow de Copón
aspecto cruel del juego de pelota: el soberano se presen-
F.n este dibujo <le la arquitecta e his-
taba como vencedor inflexible en la lucha po r el poder, roriaclora del arte Tatiana Prnskou-
riakoff se plasma la .1r4uitecrurn
pues exponía a su atlversario sometido a las miradas
cid Jucgo de Pelota <le Copán en su
púhltcas y lo humillaba. Natura lmente, este escenario fose definitiva. L.t cancha se enterrb
y ,1,c volvió <l comtru1r tncima en
tam h1i:11 tenía una correspondencia mitológica, de la
divcrsa5 ocasiones. L;.1 pn mtra vt'r-
que sólo nos han llegado a lgunos fragme ntos a través de sión fue trnzaJa a principios del
siglo V por Yax K'uk' Mo', d fun-
las inscripciones clásicas, pero que coincide con el Popo/
dador de la dinastía monán.¡uica, en
Wu¡ en pa rtes esenciales. Así, el texto de la escalinata tanto que la última se debe a Waxa-
klajuu n Ub;iah K'awiil. quien poco
jeroglífica 2 de Yaxchilán (fotografía 285) habla del sui-
después c:ier13 prisionero de Qu,ri-
citlio (c-h'ak baah) de tres dioses del pasado mitológico. guá y sería decapitado.
Cada uno de los tres suicid ios se presenta como una vic-
toria (alial). Puesto que tuvie ron lugar en un campo de
juego de pelota, la cancha en la que se desarrolló el dra-
ma recibió el nombre de "Ox Ahal Eeb" ("escalinata d e
las tres victorias"). La inscripción continúa narrando
que. después de morir, los tres seres mitológicos salie-
ron de la cancha y se adentraron en el inframundo Templo Norte
(ooch bih). E l lugar donde ésta se halla recibe el no mbre
de "agujero negro", lo que demuestra que se encuentra
en la entrada al averno. L as tres divinidades decapitadas
consmuyen distintos aspectos del dios del maíz. Preci-
sa1ncntc es esa muerte en el inframundo lo que posibi-
litad n uevo nacimiento del maíz, ya que así se com ple-
ta el ciclo de la vida según las creencias mayas.

Los campos de juego de pelota Relieves del Templo del


Jaguar inferior
287 E/ Gran juego dr Pd ora. Chi-
chén lrzá, Yurn1á11, México;finales
campo de pelota
del c/,ísu·o, 900--/000 d. C.; /011g1111d
Las ca nchas de juego de pelota mantuvieron una I J8 m, unchttra 40 m, altura 8 m
Terreno de juego El ma)'Or campo de ju\:gO Jl' pelota
fo rm.1 característica en todas las épocas. Los lados lon- de la región m., ya y dr toda Mcsoa-
gitudinales del te rreno de juego rectangular miden rnüica S<! h.1ll:1 en Chichén ltz:í. Su
cxrcmión y 'iU forma lo J istmgucn
entre 20 y 30 m y están bordeados por taludes de 3 a d aramcntc de otras canc has. I ,a
4 n, de.: altura (fotografía 287). En las plataformas aña- pla11t;1 se :l5<" mc ja ta m bién a una
"H"' long1tudin ..d, pero ap:trcn
didas suelen hallarse edificios q ue podrían haberse uti- l1m11adn por mun,s vem calcs altos.
lizado como salas tic descanso para espectadores ele:: Asimismo. lus taludc!i <le los brc-
ralcs son t·xtrcmada mcntf' dd g:i-
honor. En los extremos de la pista se encuentran unos doc; y muv mclmados en com r1ara-
tcrn,nos de juego adicionales q ue confieren al campo la c16n con la anch ura del terreno de
¡ucgo. St: .tclornan con ha1orrc·ltcv1·s
fo1111a de una "I" lati na. Un buen ejemplo al respecto es Templo Sur (fotografía 283).
el Juego de Pelota de Copán (fotogra fías 286 y 292), 288 . lm de p,rdrf.l del G1·¡¡11 Jurgu de Pelota. Ch,chén lrzd. Yueiitdn, ,\l ix,w; del terreno de juego sobresalen 8 m en línea vertical.
f,11,de.< del rld!lrn. 900--/0110 d.C.
consicleraJo uno ele los más hermosos ele Mesoamérica. En el noroeste de Méx ico se encuentran posibles ante-
1:.n hi p:urt ,upl'nOr del muro yuc ccrc:l d rerrtno c.h.- 1ucg·o :i¡xm:n·n ms-
En el eje longitudinal del terre no de juego suele haber, t,1bdos uno-. .iru) Je piedra v1.:rucak°'. a rravés dt lo) t.¡UC' se dehi.1 p,1).1r b ced entes de este tipo de construcción. Lns arm ele pie-
pclora. L.,,;; .rndl.1:, están dccor,1J,1s con un relte\'t qut. rcprc,;;eniJ .1 «los )Cr-
por lo gcnnal, t res marcadores a inte rvalos regu l:1rcs. d ra con aberturas de 'iO cm de diámet ro están colocado,
p1cn1cs entrd,1.l,u.fas. El umañu Jcl c:nnpo y lm Jrm vbjcti,o dt b pd1)t.1
Alg unas veces, aparece uno solo situado en el centro d el drmuco;;rrJ.n cL1rJmcnre qut' en Chichén ftzj st fugab,1 )1guicndo un;1 t<..:cnica en el centro de los murns a 7 m de alt u ra (fotografía
\' un:i,;; regl.1, d1frrcme,;; :i b) de..: la reg1ún ,ur «le lm ma)',1:..
campo. F.n Cop:í n, los bordes extcriore~ de los raludes 288). Para poder jugar a pelota a través de los aro,, los
presentan unos marcadores adicionales en forma de jugadores empleaban un u tensilio auxi liar con mango,
289 Vista dd rxln:mo HU drl Gm11 Juego dt· Pc-lotu. Cluchln ltzá, Yrm udn,
c:1bcza d e papagayo (fotografía 290). En el centro de los A/éxico;f,1111/e.< del cláúw. 901.1-/(1(}0 d.C que en el extremo superior se adornaba con una cabeza
Fn el extremo 'iUr (igual 4t1t.' en el nnm:. no vnibk en b imagen) <ld Gran
lados lo ngitudinaks ele algunas canchas también suele de reptil. El equipamien to de los jugadores de Chichén
Ju('go c..le Pdol;i ~r :ilz::rn pcc..¡ucilos tt:mplo,. cuyo~ 11Hcriorc" ::iboYe<l,1dos c~m-
haber esculturas o, en su lugar, anillos d e piedra. l lasta v1cron dccor,11.l11'i orig1nalnwnlc ron e,¡;cen.1!> mnológicas. ltzá t,11nbié n di fcrí:-l del de o tros lugares.
a hora no se conocen escullllra, o vasijas mayas pintadas
q ue rep roduzcan completamente un campo d e juego
d e pelota. Generalmente sólo muestran una vista fron -
tal y casi nunca una ,ección transversa l. Los latera les
suelen apa recer como escaleras por 1:1, que la pelota
baja rodando. En las inscripciones se hallan los símbo-
los correspondientes: t'eb para "escalcra",pitz para "j u-
gar a pelota'' y aj pitz para "jugador". E.ste último era
también un título que ostent;ihan muchos soberanos
(fotogra fía 284).

Continuidad y cambios: el Gran Juego


de Pelota de Chichén ltzá
F.I cam po de juego de pelota más impresionante de
todo e l territorio maya se halla en Chichén ftzá. Con
una longitud total d e 180 m y una anch ura de 40 m, es
el mayor de los que se construyeron en Mesoarné rica
(fotografía 289). Sin embargo, no se distingue del resto
de las canchas de pelota mayas sólo por sus dimen-
sio nes, sino también por su I razado. Los taluJcs son
d elgados; dc~de ell os no se podía lanza r a ningún pri-
sionero para ca usarle la muerte. En ca mbio, los muros
Para protegerse d e las pelotas lanz;1das altas, llevaban 291 jum9p11 comu Jugador de pelota. Na1 ~fumd,, fnén, Guauma/1.1, dibujo 21;
dd11co tardíu, 600-900 d.C.; curbún sobre wblrru ,Je piedra calizu; iJ!Wra 21 cm,
una pieza adiciona l en el cinturón que les resguardaba el anl·huru 19 cm
ped10 y la c:1ra. Este objeto, en fo rma de cuchara, se El Jibu1u mural Je- L1 cueva de '.'Jaj Tunich mur::itra a un ¡ugador dt pelota
dclanle Jt una csraler:1 con tres pcklallos. Se observa cl.uJmt:ntt d equipo Jd
,,
deswna con el nom b re de "pa lma" o "palmeta" y sólo jugador, compuesto ror una ro<lilkra en la pierna iL.t¡uitrJa y un cintur6n de
se encuentra en C h ichén I tzá, en Veracruz, en Puebla y prOlccrión en el 1orsn del que pende un m:mdil. En el c!tealón centr.d ,1pmci."c
una pelota. El signific3cio del número que se lec en el balún. no c~t;í dd todo cla-
en las tic:r ras altas de: G uatemala. Dc: la mo numentalidad ro, :nrnq11c sup11esr:1mente relacion:1 e<;.te deporrr con los juegos <le pdOla mito-
del campo se pued e ded ucir q ue seguramentc: se: forma- lógico<;. qu<": se celchrarnn en el inframundo. E~ posihle que d rc:prc,;cn1adc:> sc,1
el equivalenre cl:i,;ico <le !una¡pu, uno <le los héroe,;; mirnlóg1cos del Popo! Wuj.
ban equipos g rand es, q ue se disting uían entre sí por los
adornos de la cabeza y del pech o.

a la d ivina. All í, los soberanos pod ían actuar como


El ciclo de la vida y el juego de pelota héroes q ue bajaban al infrarnundo pa ra vencer a la
muerte. El hecho de q ue al jugar a la pelota los reyes sc
E l carácter deportivo del juego de pelota ya se cono- adentraban simbólicamentc en el averno para medirse
cfa a partir de los relatos españoles sobre los aztecas, con los sei'lores que a llí moraban, se m uestra también e n
pero su d imensión rel igiosa permaneció durante mucho los tres marcadores del Juego de Pelota de Copán .
tiempo sin ser ex pl icada. Lo que sí es seguro es q ue exis- Tocias las escenas encajan en u n ma rco q ue represen ta la
te un vínculo d ir~cto entre el significado del juego y los entrada a l inframundo. Cada uno de los tres marca-
gemelos q ue jugaban a pelota en el Popo! Wuj y vencie- dores de piedra de la cancha muestra a dos jugadores
ron .1 los sc:ñores del infram undo. El hecho de que este situados a los lados d e u na pelota. En la pied ra scptcn-
depo rte estuviera estrechamente asociad o a la toma de trion al se puede ve r a los gemelos Juna jpu y Xb'alanke,
contacto con el averno se aprecia asim ismo en u na pi n- y en la meridional, a su padre y a su tío an tes dc comen- movimiento cíclico de la vida y la muerte en una de las
tura donde aparece Junajpu com o jugad or d e pelota en zar el juego. E l marcador central reproduce al cons- n ar raciones m itológicas q ue fo rman parte de la historia
la cue va de Na j T u nich (fotografía 29 1). Se tenía lacre- tructor de la ca ncha, el soberano Waxaklajuu n Ubaah de la human idad.
encia de q ue las cuevas eran accesos naturales a l infra- K'aw iil (672- 738) de Copán, com pitien do con un señor
292 fuego de Pe/ora. Copd11, l lcmd11ras, ,ampo de;11ega de pe/uro A-/ I/, «/,ji, ,o
mundo y se utilizaban corno lugares sagrados para cele- del averno. Por tanto, los cam pos de juego de pelota no
/OL-9/10; c//ÍsÍ<o '"rdío, 738 d.C.; lúng1111d 36111, anchura JO 111
brar algunos rituales. Por su trazado, las canchas e ran era n solamente entradas simbólicas a ese mu ndo in fe - EMc c,1mpo de juego de pelota, unu de lm. más bellos <.le b rcgi6n m,1ya. C$
raractcrístico ele las tierras bajas nKridionaks: t'I tl'm.:nu <lt' jul'go en forma de
como abismos artificiales y simbolizaban, como las cue- rior, sino también lugares donde se pod ía vencer a la "(" alar_gadil o de "H" se limita con dos rnluJcs. A lo largo <lel eje longirndinJI
\ as, los portales del inframundo. E ra n un escena rio m uerte. L a concepción de este juego en el universo de dd campo se clavan en el sucio tres marcaJures Je p1l'Üra, uno en el centro y
uno en cada exrremo. Frente a éstü~. en d bordt' nu:rwr Je los taludes, ;¡pa-
do nde se representaba uno d e los mi tos centrales en los las tierras a ltas mayas de los k 'iche' está estrechamente
recen otros jalones de piedra que en Cup.'m suden l'Star nculpiJos como calw-
que se basaba la sobe ranía de los príncipes, equi parable unida a la muerte y a la resu rrección. Así se explica el zas de p.1pagayo. l ..1 c.1~ch¡1 csl,i rcx.kaJa a arnbu5 l,u.Jus por edificios.

2')(1 F.rrn/11m1 de lafathad,i del /ur-


ge, de: Pr/010. Copdr,, Hondurt1.i; edi-
fic,,, IOL-10: r/ds,ca 1ardíu, 738 d.C.
Al igual que en to<lus los edificios
tkl c:emro tic Cop,ín, la ~uqui1cc1ma
que ro<le.1 el I ut.:gu dr Pclot,1 tam-
h,itn presenta un,1 abundante drco~
ración en la p:Hli: superior de l::i
fachada. Por regla general. la dcc,,_
r;,\c1ón escultórica sintoniz.1 con d
lugar miwlógico <..¡uc !iirnboliz,1 la
"bra arquitcctúmca. E!,rn t.:~c.ulrur.1
mucMra un M:r vola<lur cun la cabe-
za <le un p;.1p~1gayo ara, cumbinMb
con n-u>tivos 4ur aluden a un.1 rnon-
tail;l ~igr:-icla. El Juego de Pelota ,;;e
cqu1p.1ra así a un cquivalentt" .suyo
l'n ti i11fr;imunJo, situado en d inte-
riQr dt' la mítica montaña tic Mo'
Wnz ("montaña cld papagayo ara"'),
nonihrarla con frecuencia en las im-
cripc1ones dl' Copán.
ARQUITECTURA
Y ARTE
UNIDAD DE ESPACIO YTIEMPO:
LA ARQUITECTURA MAYA
A nnegre te H o hmann-Vogrin

De todos los testimonios d e la antigua civiLzación maya, los más im presionantes y


conocidos son los a rquitectónicos. Los edificios se presentan com o aglom eraciones d e
terrazas, plataformas, patios y plazas formad os con m u ros de contención, escaleras, esca-
Edificio lOL-26 ( 1)
lonamientos y edificios con recin tos interiores pequeños y poco num erosos en compara-
ción con los espacios exteriores. La interpretación de la arquitectura maya tiene aún
muchos ternas pendientes. Los investigadores se atreven a hablar de "ciudades mayas" sin
rodeos n i limitaciones desde hace bien poco. Desig nar a los altos edificios escalonados y
algo aislados del resto con el nombre de "pirámides" es, ya en relación a la fo rma, u na b ur-
da simplificación; asimismo, la d istinción de la mayor parte del resto de los ed ificios en
"templos" y "palacios" es a men udo a rbitraria, puesto q ue hoy en día aún no se ha aclara- Edificio
'Papagayo·
do del todo cuáles eran su función y su significado. Sólo se pueden identificar con claridad
los campos d e juego de pelota por los característicos m uros paralelos que los limitan. Tumba del soberano 12
El material ele construcción disponible en cada región, sobre tod o los diferen tes tipos
ele piedra, era u no de los fac tores de los q ue dependía el estilo. Si bien en amplias zonas o 10m

predominaba la pied ra cal iza, en algunas áreas también había otros materiales aptos pa ra
la construcción. E n Copán, por e jem plo, cl ispo nían de toba, un mineral fáci l ele trabajar 294 Sección del templo 26 de Copá11. Honduras A principios <ld siglo \'Ji, d sober:ino 11 mandó erigir
La acrópolis Je Copán es un ejemplo J e cómo pueden encima una obra conocida por los :irqueúlogos como
y en Q uiriguá abundaba la pied ra a renisca. E n la a rquitectura de Comalcalco se util iza-
crecer y cambiar lo!, compkju~ arquitcctóniros con "Chorcha'·, tn la 9ue d monarca está enterrado. Üt·s-
ban principalmente ladrillos planos cocidos (focogr;ifía 295). el p.1s0 del tiempo. El tdificioJn;b antiguo situado rlcb:1- pués, su d mara mortuoria 4uedú cuhierta por d edificio
jo del 1cmplo 26 es el llamado "Papagayo". Este 1emplo, Esmeralda. En la t:poc1 <le los reyes posteriores, el tem-
Los cambios que se pueden observar en la técnica y en el estilo de la construcción a lo
probablemente encargado por d !!OlJcrnno 2 de la ciudad, plo 26 de Cnp,ín ~ufri6 nut'vJs reformas y ampliaciunc:s,
largo de los sig los en u na m isma región insi núan que también debió de variar la cantidad se demolió pan:ialmcntc y fue sustituido por una con~- entre ellas la instalación de b escalinata jeroglífic., por la
rrucción nueva y mayor durante t·l rcin,,do del soberano 4. que es célebre en l.1 actualidad.
d isponible de herramientas de pedernal y obsidiana, aptas para trabajar la piedr:1, o de
m,1dera para q uemar cal. Q uizás los yacim ientos d e obsid iana y pedernal dejaron de se r
accesibles o se agotaron, o ya se habían talado los busques que sumi nistraban combusti-
ble. Así, el uso de otros materiales y de orras herramicnras en la construcción tuvo como y escalinatas. A veces, por suerte para la arqueología actua l, la superposición de cons-
efecto una transformación del esrilo a rq uitectónico. No obstante, las d ife rencias estilísri- trucciones se realizó conservando cuidad osamente lo ya existente y la decoración de las
cas en la arquitectura se dehen en primer luga r a los cambios producidos en la esfera d e fachadas se ocultó con delicadeza antes de iniciarse los trabajos para erigir encima la nue-
las infl uencias culturales. va cubierta. Estas actividades arq uitectónicas suelen estar relacionadas con entierros de
Mientras u na localiclad estaba poblada y prosperaba, se veía sometida a constantes nobles y con la consiguiente insta lación de cámaras monuurias en esos edificios.
transformaciones. No sólo se ejecutaban nuevos proyectos de construcción después de
clemoler vastamente lo que ya exist ía, algo también típico ele nuestra cultura, sino 4 ue a
menudo éstos consistían en superponer construcciones reiteradamente. Los edificios Edificios de materiales perecederos
anteriores se integraban generalmente en las nuevas construcciones y se u tilizaban corno
fundamento para obras arquitectónicas d e mayor altura (fotografía 294). Así, en locali- En todas las épocas, gran parte ele las edificaciones estaba realizada con materiales
dades con una larga historia, los imponentes sistemas de platafor ma incl uyen en su últi- perecederos. Existen n umerosos ind icios de la existencia d e casas sencillas situadas sobre
ma versión numerosas capas ele suelos de estuco, terrazas, plataformas, grandes escalones plataformas de base, tal y como aún es habitual en el territorio maya, 4ue contribu ían a
forma r la imagen de un poblado (fotografía 296). En el suelo de una plataforma cuida-
closamente instalada se hu ndían algunos postes que d espués suportarían el tejado. Éste se
fa bricaba entrelazando los materiales con lianas y se unía a los postes (fotografía 297). El
tejado se hacía con hojas de palma u otros materiales natura les (fotografía 298). La cons-
29.l li/ Cas!illo. Chichén lt2/Í, Yucatd11. 1\léxico
trucción ele los m uros d ependía del g rosor deseado. Así, o bien se levantaban con palos
Doblr p{1gina <HHnior: Con sus YI peld:1ños en cada uno de sus lalt>rnles, la pirá-
Amanecer en'" acrópolis cemral de Tikal, Guatemala mide de El Castillo, situada en la Gran Plaza ck Chicht'.n entrelazados, con un entramado de madera cmbadurnaclu de barro o bien con un tren-
Vist:i tic la :1crópulis cenLral, situad.:i :11sur de la Gran Pi:l- lrz:í, =isocia espacio y tiempo: si se ;.ulatlt: la Uast' tk ,1cccso
zado de m imbre asimismo cubierto de barro y enl ucido. A veces, la parte inferior de los
Z.'l de Tikal. Ltb casas abrgaJas. si1u:Hl:1s sobre tcrr:1z.1s al templo, la sum:1 fot:11de escalone!, cuinc-idl' con d númc-
l"SC.ilonaL.bs, con n:cinto!> comiguus o superpunws )' cu- rn de clí:is ele un :1ño sol.ir. Al igual 4ut' otra!, muchas ubra!> m u ros estaba farmacia por alg unas capas de mampostería de piedra, tal y como se puede
bitrrh con bóvedas fa lsas for;n;ln parios interiores. La ::irquitect()nic:1s m;1y:1s, El Castillú rt'.cibió ~u nombre 1:quí-
voco en b époc:1 de la colonización. Para los mayas era una
observar aún en las zonas habitaclas de Co¡xí n y como se pudo comprobar en las ruinas
:lcrópulis central L'ra probablcmrntc l::1 residtncia princip:il
de los nobles do Tíkal. im:ij!en de la monraih donde surgió el maíz. de la antig u,1 ciudad . Las casas con mu ros hasta el te jado tampoco son inusuales.
295 Comrmcdón con ladrillos cól'idos. Comakalco, 299 Pi,ámide N/0-43 de wmanui, Rdict
Tabasco, México A ~• r de las numerosas reformas, las primeras consiruc-
En tanto que rn la arquitectura de casi to<las las ciudades cioncs preservaron su forma, que se caracteriza por bs
mayas se utilizalx1principalmt'nte piedra local, en esta zona escalinmas ílanqucadas por m:íscaras de estuco de \'.'.lrius
el material de construcción l'ran los h1J rillos planos cocidos. metros de alrura. Esta <mlplia plarnforma en terrazas del
Con ellos se erigían incluso bóvedas. tal y como muestra la clásico t.1rdio alcanzaba Ull<l altura de 33 rn. Sobre ella se
imagen de esta edificación, aunque esté casi en ruinas. P:1ra alzah::rn tres edificios de madera y paja de palm;1, cons-
protegerlos de la erosión, los muros de ladrillo se recubrfan truidos siguiendo d típico orden tríádico dd prcclJ~iro.
con una c:1p:1 de estuco de cal.

296 P/arafonna dt· ttna cusa. Uaxacttín, Peté11 1 <le una piara forma oval de la época del clásico temprano.
Guatemala, grupo A-5 Los cuatro agujeros del sucio marcan las :intiguas posi-
En las excavaciones realizadas por la Carnegie lnstitu~ ciones de los postes de m:idcra que soportaban un tejaJo
tion of Washington en el grupo ,\ de Uaxactún, se en~ Je madera y paja de palma.
contr.:iron deba jo de un gran palacio clásico los restos

297 Construcción del tejado de una vivienda mayo a las que se incorpora el anillo. Éste mantiene juntos los 298 Casa moderna sobre una plataforma d~ ha.se mamposteado con varill:1s entrelazadas, y como en este
La fotografía muestra un detallt' Je la consrrucci6n del cabrios en los que se fijan unas varillas largas, en las que Las casas sencillas sobre distintos tipos de basamento caso emhadurnado de \:1rro, y c.ubicno con un tejado de
tejado de una casa maya. Los nudos unen los postes verti- después se entreteje el techado J e hojas Je palma. siguen siendo ha bituales en la región maya. En la imagen palmas de guano (Sabal mexicana).
cales con las vigas ele m:1dera 1 horizontales y re<londas, aparece un ripo de C'onstrucción de maderos redond os
Grupo de patios típico 300 Reprejel1faci611 esquemática de una pirámide
Por rt'gb gener:11, los templos se tncuentrnn sobre basa-
pieJ ra <le mampostería. y den1ro se vertían piedras y
mortt'ro. Al final, estas pidm ides se recuhrí:.m de piedra
mentos erigidos a menurlo encima de cámaras mortuo- pirada )' se tr::1.z aha un:1 escalera de acceso. El último
L 'I casa, la plataforma y la plaza delantera conforma n los elementos fundamen ta-
rias y con esca leras exteriores antepuestas. Para dar csta - paso era la construcc ión rld te mplo e n sí, que podía ser
les del típico grupo d e patios, que consta de varias casas o plataformas instaladas en tor- biliJad al conjunto se levan tahan celdas con muros de dt piedra o Je madera y p:1 ja.
no a un patio común. Esta ordenación espacial no sólo marca la arquitectura sencilla,
sino que también fue el principio básico d e la a rquitectura monumental (fotogra-
fía 299). La construcción de plataformas de d imensiones extraordinarias, que rodeaban
fam plias plazas y patios, caracterizó los proyectos arquitectónicos colectivos más anti-
guos de Mesoamérica y también de la región maya. En las tierras altas d e Guatemala,
por ejemplo en Kaminaljuyú, estas plataformas se levantaban formando terraplenes de
hasta 20 m de altura y se recubrían de barro mezclado con ceniza volcán ica. Al igual
que en la zona maya, el uso de la piedra en la costa del Pacífico aún era muy limitado.
Sólo en las tierras bajas centrales, de composición ca liza, en la selva tropical, d onde
muchas localidades debían componérselas sin agua en la superficie, se construyeron, ya
en el milenio I a.C., plataformas d e piedra y mortero macizas y resistentes a la gran
humedad que provocaban las lluvias tropicales, como por e jemplo en Nakbé y poste-
riormente en El Mirador. En ese primer momento, algunas de las plataformas se uni.s:J
ron superando las irregularidades del terreno mediante calzadas anchas que, igual que
las superficies de las plazas, se fijaba n con una g ruesa capa de mo rtero. En las plazas se
alzaban plataformas escalonadas, cuya parte superior formaba una terraza que, en la
for , ·
ma t1p1ea de aquella época, podía estar a su vez rodeada en tres de sus laterales po r
Otros zócalos escalonados (fotografía 300). En este caso, el central, situado frente a la
escalera principal, era claramente más gra nde y m ás alto que los dos latera les. La cons-
trucción de cada uno de los diferen tes niveles se realizaba con muros que los ce rcaban
e incl uían un núcleo de material tosco de ripio prohahlementc distribuido en cámaras
por cuestiones de estática. La superficie exterior se cubría con capas gruesas d e morte ro,
que se pulimentaban, pintaban o incluso se ado rnaban con bajorrelieves del mismo
material (véase Hansen, pág. 51 y ss.).
30 l Relieve rn esturo del palacio de Palenque. (fragmt'JJ~ <ll' piedra. En algunas ocasiones, incluso se elahorahan for... 302 Relieve o, eswco de Balamkú (Ji·al/memo). Ralamkri, Instituto Nacional <le Antropología e Historia de Mrxml
10).Pa lenque, Cl11apas, !vféxico, subterráneos del palacio mas wsras en piedra. que <lespués se recuhrían con estuco. Campeche, ,\léxico (IN Al-1) sacaron a b luz todo e! friso, se comprobó que
í .vs tr.i ba¡¡,~ en eswco se rcalizah:rn con maestría sohre L:i rcprcscntaciún ~n rd1t've del monstruo del cielo {en b F.I asentamiento de Balamkú, al sur del csrarto ferteral tste <lt"coraba b p:ure superior de una foc.h:JJ.a y que mu\•
todo t n Palenque. Los relieves en ese m:itt'riál, muy utili- 1mJgl·n S('. vr una dt' sus Jos cabezas) está colocada sohre b mc::xic:inodc Campeche. no se descubrió hasta el año l~O. traba tres ranas de cuyas fauces abicm1s surgfon fig-ur.is
zado l'n la ciudad, decoraban tanto bs fachadas comn el entrada 3 una estancia de la acrópolis. l .os: ladrones de nimbas toparon con pan es de un friso <le humanas. Los: anim:iles están sentados sohre tres másc1r,1s
interior Jt" los edificios, y se fijaban en d muro con pernos estuco de la é~)l)(:a prcclásirn. Cuando los arqueólogos del que represen un :1 \ ,V ir1., el dios de bs montafias.

Trabajos en estuco gran urbe que se encontraba entre los centros mayas más importantes del clásico tardío.
Muchos de los edificios decorados con máscaras de estuco, como los de Kohunlich o
En el preclásico medio y tardío, d estuco era el principal material con el que se for- Balamkú (fotografía 302), se remontan al clásico temprano (siglo Vl d.C. o antes). No obs-
mab:.rn y modelahan relieves en la parte exterior de los edificios (fotografía 301). De esos tante, los trabajos en estuco menos antiguos son más delicados, los temas son mucho 111:ís
primeros años son características las máscaras de estuco de hasta 4 m de altura que repre- va riados y su ejecución, más diferenciada. Este material se siguió utilizando en el clásico
sentaban a diferentes divinidades y adornaban las fachadas de las platafo rmas. Sólo se han tardío, pero sólo muy ocasionalmente y con la intención de crear en los edificios de piedra
conservado unos pocos ejem plos de esculturas preclásicas en estuco. Los únicos lugares en una capa protectora que también podía servir de base para pinturas.
los que las decoraciones en este material han resistido el paso del tiempo son las solitarias
pirámides de los complejos arquitectónicos del clásico tardío que encierran un núcleo pre-
clásico. Un ejemplo al respecto es el grupo del Mundo Perdido d e Tikal, con una pirám i- Técnicas de construcción de puentes y arquitectura de bóvedas
de principal que, construida sohre diversas estructuras superpuestas, alcanza u nos 30 111 de
altura. H asta que Ca racol cayó en el ocaso, una obra simi lar de esta ciudad se mantuvo Los ca mbios que se produjeron entre el preclásico y el clásico tcn~prano se muestran
como la ed ificación más imponente, tanto como la pirámide principal d e Calakm ul, una también en el perfeccionamiento de las técnicas de const rucción. La mampostería se fue
elahorando con piedras talladas con mayor precisión, de manera que la capa de mortero ,
podía ser más fina. Esto es válido tanto para los m uros visibles de las obras a rquitectónicas
en forma de basamento como para las pared es d e los edificios.
¡_1 mayoría d e las cámaras mortuorias, situadas en los estratos infe riores, se cerraban
ya en el clásico tempra no con una bóveda voladiza. construcción que inició el desarrollo
de las más diversas técnicas de cubiertas realizadas en piedra y mortero (fotog rafía 305).
Una gran parte de los edificios de los centros del clásico tardío presenta bóved as falsas,
es decir, embovedados que no se basan en el principio del arco de descarga. Se trata o bien
de bóvedas voladizas (fotografía 304), que tienden un puente sobre el abismo creado enrre
dos muro~ maestros, agrupando unas piedras que van sobresaliendo sobre las anteriores, o
bien de bóvedas enripiadas, en las que el anclaje necesa rio de las piedras saledizas se insta-
la en In mampostería aplicando una mezcla de mortero y piedras, de manera que las pie-
d ras visibles de la bóveda a veces son sólo mampostería cegada dispuesta con esmero.
Entre unas y otras existen numerosas formas intermedias. Las paredes que soportan
las bóvedas se construyen ele manera similar a éstas. c;eneralmente se realizan con dos
capas de mampostería y un núcleo ele ripio ele piedra y mortero. La cantidad d e material
de unión varía . En algunas bóvedas se han conservado vigas transversales de madera dura
o en d muro aún se aprecian aberturas que dem uestran su antigua existencia. Puesto que
tales vigas no eran necesa rias para mantener la estática, se supone que sólo formaba n par-
te de un andamiaje que se tenía instalado durante la construcción. L, razón ele que ha~·an
permanecido en algunas bóvedas concluidas es que ofrecían la posibilidad de colgar cosas
de ellas (fotografía 303), una costumbre que aún hoy se observa en las casas mayas.
Con el desarrollo y la implantación, rápidamente extendida, de la bóveda fa lsa se com-
pletó el Lr.ínsito entre las casas sencillas de material perecedero y las resistentes viviendas
de piedra. Las nuevas técnicas d e construcción h icieron posible la variedad d e nuevas for-
1ms de los edificios. Con ello se hizo factible la construcción de secciones longitudinales
con varios ejes de entrada y entre dos y tres hileras sucesivas d e recintos cubiertos con una
bóveda, ele cá maras transversales en los extremos y de d ive rsos ti pos de ed ificación d e
varios pisos con sus correspondientes escalinatas. Los espacios interiores abovedados se 303 lu bóveda del Caracol. Chichén ltzá, Yurntán, Méxicu pesadas húved:1s de cañón están dispuestos en form:l de cír-
El llamado Caracol de Chichén ltzá, un templo circular culo. Los písos se comunican a tr;n1és dr una escalera de
alternaban o bien se superponían directamente. Las fachadas de estos edificios se estruc-
de dos pisos levant:1do sohre un fundamento macizo. carncol :mgosr:1 .
turaban horizontalmente en una pared y en una zona abovedada, debajo de la cual solía era scgu r,1rnente un ohservarorio. Los corredores con sus

situarse aún un basamento entre el nivel de la terraza y el borde superior del sudo del inte-
rior de la casa. Generalmente estas zonas se separaban u nas de otras med iante cornisas. .J04 N.eprese111ació11 esquemdtirn dr una b6veda vo/ad;zu van unirndo paubtinamenre la disrancia ex istente i::ntre
La hóvecla voladiz.:1 L:s una bóveda falsa. Unas piedras dis- dos paredes \'!Stas. El rem:ue de b 1-x)ved:i est5 formado
En algunas regiones y edifi cios sig nificativos aparecen suntuosas cresterías en los teja- puesr:is horizontalmcmc sobresalen estraLO a cstraco y así por un,1 losa plana de p1edr:1.
dos que se ocupan de elevarlos (fotogra fía 3 17c). Las aberturas de entrada interrumpen el
muro casi hasta la zona de la bóveda y se rematan con un dintel d e losas de piedra o de 305 E1quema de una cubierta de vigoJ estucado Sin emh:u go, también eran meno~ c~tabll·s y gruesas. de
En b época enrrc el clásico final y el ¡x,sd:islco, las cuhiert:is modo que para cvit~1r !:is filtrncionn ".k agua, sobre todo en
vigas de madera, ele las que se conservan algunos e jemplares. Los elementos de esta a rqui-
e.le vig:1s estuG1d:1s se extendieron por las tierras h.1jas m:i.yas. la époc:1 efe las lluvias. se tenían que imi:x-'nncabiliz.ar rnns-
tectura eran ciertamente simples, pero dieron lugar a una g ran varied ad de formas. Tenían b venr:1ja de que podían cubrir csrancias grandes. r:intemenre con nuevas capas dt: estuco.
Las múltiples funciones de la arquitectura maya El significado simbólico de la arquitectura maya
En la civili zació n maya, la construcció n estaba dete rminada sobre todo por la nece- La arquitectura d e los g rupos simples d e patios se repi te en los palacios con una
sidad de d esviar rápidamente el ag ua de las fuertes llu vias t ropicales y de tomar las e jecució n mo num ental. E n cua nto a la estructu ra, ambos presentan simili tudes con el
medidas neces:irias para acum ularla d urante a lgún tiempo. Las agrupaciones de patios paisaje natural que los rod ea (montañas que se elevan por encima d e los llanos h úme-
con casas a menudo situadas sobre plataformas d e va rios pisos y en ocasiones rodead as d os) y tambié n con la idea mítica d e los pueblos mesoame ricanos, d ocumentada en
por jard ines eran especialmente adecuadas pa ra ello. El ag ua pod ía cor rer en tod as las numerosas fu entes, de que la Tierra e ra una masa bañad a por agua. Con esto, b
direcciones o se podía encauza r hacia sistemas de acum ulac ión, cisternas fa miliares o a rquitectura maya se pued e ver com o simbo lización de esa im agen d el mundo. Esta
grandes d epósitos. E sto mismo es ta mbién válido en la arquitectllra monumental de interpretació n se apoya también en la d esig nación jeroglífi ca que reciben las obras
templos y palacios. Los patios y las grandes plazas afirmados con estuco y, en parte, tam- a rquitectónicas elevad as, como witz (montaña). En la actualidad , numerosos pueblos
bién las calzadas pa recían estar hechos a p ropósito para conducir y recoger el agua. d e Centroa mérica relac io nan el pa isaje con id eas simbólicas y mi tológicas que tam-
El clima tropical es el moti vo más impo rtante de que en esas zonas haya relati va- bién se aplican a las const rucci ones, lo cual demuestra que la concepción tradicional
mente pocos espacios cerrados y techad os. La mayo r parte de la vida pri vad a, pero de arquitectura y pa isaje ha te nido continuidad hasta las épocas más recientes. Sin
sobre todo d e la pública, se podía d esarrollar al aire libre o bajo tejados ligeros. Esto embargo, en la com p rensión maya del mundo, éste no consta únicamente de una
sug iere cie rtas reflexio nes sobre: la fun ción de la arquitectura maya en cuanto a los espa- superficie superio r, si no ta mbién d e un mundo subterráneo oscuro y d e u na bóveda
cios abie rtos. celeste estrellada (fotografía 30(i). D espués d e ocultarse: por el oeste, el Sol recorre el
A partir del grado de accesibilidad y centralismo de los complejos arquitectónicos inframundo hasta que al ama necer vue lve a a pa rece r po r el este. Los puntos de la sali-
y de su rc:lación entre ellos, se pued e concluir el carácter público o privado d e una zona da y de la puesta d el astro en el horizonte natu ra l avanzan a lo la rgo del año entre las
d eterminad a. Seg ún esto, la fun ción de culto acompaña a los edificios de d ifícil acceso, posiciones d e los dos solsticios que marcan el ini cio d el verano y d el invierno. Duran-
pero muy visibles, si tuados en un lugar central. La visibilidad limitada de los comple- te los equinocc ios, a principios d e prima vera y otofi o, cuand o la noche: ig uala al día,
jos d e: patios, anejos a las grandes plazas abiertas y gene ralmente extendidos en diver- el Sol se pone c:n el cen tro de esos dos pun tos. Los tramos que unen estas cuatro posi-
sas superficies, los acredita como palacios. Según su situació n c:n la estructura global se ciones del astro rey constitu yen para los mayas las cuatro partes del mundo: este, nor-
pued<.:n estipular zonas d estinadas a las funciones d e representación d e los príncipes y te, oeste y sur, que incluso se acompaiian de di fe re ntes colores y características. En el
al abastecimiento con los correspondientes almacenes, así como las reser vadas a fun - centro del universo se encuentra el á rbol d el mundo, que une el cenit y el nadir (véa -
cio nes administrati vas. En muchos asentamie ntos d e las tierras bajas centra les, po r se Wag ne r, pág. 288). F,n la arquitectura, las plazas y los patios también se limitan de
d elante de los g randes complejos de palacios se extienden campos de juego d e pelota. maneras distintas, pe ro las construccio nes sig uen esta ndo relacio nadas d e múltiples
En la 11ctualidad , éstas son las únicas instalaciones con una función clara, si exceptua- formas a pesar de las constantes modificaciones sufridas. Integradas en el paisaje: que
mos los baños de vapor o las plazas habitadas, donde algunos indicios, como hogares y las rod ea , en muchos casos las obras :1rquitectón icas creadas po r la civilización maya
pozos con materias primas a medio trabajar, d emuestran que allí se llevaban a cabo pa recen esta r asimismo orientadas hacia los puntos po r do nde los cuerpos celestes
acti vidades dete rminadas. Parece ser que en las tie rras bajas del norte las distintas fun- salen o se po nen en dete rminados días del a ño. De: este mod o, la id ea d e la unidad de
ciones d e un palacio (residencia, representación y administración) se d esa rrollaban en espacio y tiempo encontraba una forma de expresión con vincente: d entro d e la estruc-
comple jos arquitectónicos separados. tura d el mundo construido.

306 Portal de edificio en estilo Chtn,s. f.hicamzu,


Campechr, Mfx,co, edificio //, portal ,:emral
La l:nlraJa a este edificio dt" dos pisos, que prcscnl:1 11n.1
fachalb con ahuncb nre rlecor:irión similar a un mos.11cu,
está rnníigur:ub pnr bs fouces ;1hicrras rle una m:í~c.:i.r.1
que alcanza la almr:1 de nn piso y que, prul,ablernentt',
reprt·stnta :i una divinicbrl, quízás a \Virz. el din~ de l.1~
monwñas. Los porr.ales de esrc estilo son caraC[a Íc;tifo~
de la arquitecturJ Chenes1 qne se puede enconrrar sohrt'
todo en la zona central del rst,1<lo feder,tl moic.ino
Je Camptche. De mrlos mf)dos. las alas la.ter.:1ks del t:ch-
íiciu II sólo presenr:rn nrcc$OS sencillos y sin adornm.
307 Vista de lo, templos l y II de Tikal, Peté11, G11atemala
El templo 1, situado en b panc oeste de la Gran Plaza,
descansa sobre un fundamento ind inado con cuatro ni-
vdc.s y mide en total unos 47 m de altura. La obra se
erigió en una sección silU::i.<la sobre la grand.mara mor-
moria del rey Jasaw Chan K'awiil (682- 734 d.C.). cuya
figurn en piedra y estuco de cal embellece la caractcris1i-
ca rrcstería en la parte posterior. En el extremo opucsrn
de b Gran Plaza se alza el tcmpl<> 11, que en la fotogrn-
fía sólo puede verse desde.: la parte posterior. F.src edificio
dehía de ser el templo sepulcral de b soberana Kab¡uun
Une' Mo', c.spos:i de J:1sa\\l Chan K'awul, aunque hasta
ahora no se han hallarlo pruebas Je l.i tx1stc nc1:i Je una
dmara mortuoria.

308 Excavación de lo; templos 11, 111 y IV de Tikal.


Fotografía de Alfred P. Maud,lay dd a,ío /882
Alfree! P. Maudslay cmpren<lió los prime rus estudios cien-
tíficos de Tíkal entre lo, años 1881 y 1882. Para poo<r
mostrar un plano del centro del complejo )' de su arqui-
tectura, Maudslay mandó liberar las pirámides de la vege-
tación que las cubría por completo. Li fotografía muestra
In, templos JI (en primer plano), 111 (a la izquierda) y IV
(en el fondo. a la derecha) en d estauo en que se cncontra-
h.:rn antes de ser rcaline.me excavados)' restaurados.

Tikal: modelo de la arquitectura de las tierras bajas principales no coinciden. Sobre las terrazas y plataformas inferiores se levantaron por
regla general edificios longitudinales dispuestos alrededor de patios, normalmente de va-
E n las tierras bajas centrales, la gran ciudad maya de Tikal marcó un estilo propio rios pisos y que, en la zona correspondiente se abrían por medio de galerías representativas
(fotografía 307). Poblada desde aproximadamente el año 600 a.C., su desarrollo alcanzó el y escalinatas a plazas públicas, como por ejemplo al pequeño campo de juego de pelota del
punto álgido hacia el año 700 d.C. (véase Harrison, pág. 2 19 y ss.). En esa época quizás vi- templo l. Los escalonados y la formación de los ángulos de terrazas y basamentos son obras
vían en ella entre 70.000 y 80.000 personas, en una superficie de unos 120 km '. Los impo- de arte muy bien proporcionadas. De las decoraciones de las fachadas apenas se ha con-
nentes g rupos principales se alzan en una topografía abrupta. La extracción de piedra, la servado nada, salvo las cresterías típicas de la zona, que se repiten constantemente.
instalación de los depósitos de agua necesarios en la zona y el trazado de las plazas amplias
y de las calzadas de comunicación se realizaron al unísono. Seis obras arquitectónicas del
clásico tardío, escarpadas, aisladas y escalonadas, que miden hasta 65 m de altura y son ac-
cesibles a través de una escalera simple, continúan marcando actualmente la imagen de ese
complejo. Estas construcciones aparecen coronadas por edificios de un solo eje, general-
mente con tres recintos y con imponentes cresterías, antiguamente muy decoradas. Las es-
tancias eran minúsculas en comparación con la formidable masa a rquitectónica de los edi -
ficios. Los antecedentes de este tipo de construcción, renovados constantemente a través de
los siglos, se concentran de forma atípica, casi simétrica, en una plataforma común llama-
da "acrópolis norte", donde se pudieron identificar innumerables sepulturas de personas
pertenecientes a la nobleza. El templo I (fotografía 307), la primera construcción escalo-
nada erigida en la zona sur de la acrópolis norte por el rey Yik'in C han K'awiil hacia el
año 735 d.C., en el lateral este de la G ran Plaza, contenía un sepulcro real. El templo 11,
situado enfrente, es simétrico a aquél sólo en apariencia, pues los ejes de las escaleras
Palenque: la sencillez y elegancia del clásico
Completa mrnte d iferente se p resenta Palenque, ciudad situada más allá de la llanura
del río Usumacinta y atravesad a por n umerosas corrien tes de agua, una de las cuales, el
arroyo Otolum, incluso se camilizó durante 110 tramo determinado mediante 1111 canal que
contaba con una bóveda volad iza rústica. Las terrazas artificiales imitan el terreno natu-
ral. Ju nto a otros edificios exentos situados sohre basamentos escalonados, el templo de las
Inscripciones (fotografías 314 y .315) do~na este cent ro aún hoy (fotogr,1fía 310). Esta
construcción contiene la cámara mortuoria del rey K'inich Janaab Pakal, decorada con
magníficos estucos y situada en el extremo de una salida cubierta artísticamente con u na
bóveda en el interior del basamento escalonado. Es muy probable que el mon arca, falleci-
1
do en el año 683 d .C., proyectara su propio monumento fúnebre, aunque éste no se co111-
pletó hasta aproximadamente el año 690 d.C., durante el reinado de su hijo Kan Balam 11.
L a obra se apoya en la montaí'ta que se alza a sus espaldas. Delante se encuentra un com-
plejo d e palacios q ue fue mod ificado constantemente y que presenta una superposición de
construcciones. Asimismo, consta de varios patios muy d iferenciados, situados sobre una

309 Vista de Palenque. Litugrufíu coloret1da de Frederitk di:: los avt'ntureros. Esta n:prtscntacíón romántica de 310 El crntm de Pal<'nque, Chiap,u, Méx,w. Vista de.,·de d encima de las .implias ll,rnurns de b costa mexic.1n,1 dd
Cathmuood, 1844 Catherwoo<l emplaza el pahicio en un esplénJiJo paisa je. templo de la Cmz hacia templo del Sol, lo, templos 14 y 15 golfo, antiguamt'ntt muy pobb cbs de bosgues. Su :1r4u1-
Entre los muchos y:icirnit'ntos arqueológicos que visir:i- montañoso que se corrCSpúndc 1nás con d gusto de la y el tt.'mplo de las foscripáu11es (en el cemm dc- la imagen) y tcctura maravilla a los visirnntes 1 )' no s6lu por ~m di
ron ti diplom:í1ico estadounidense Juhn Lloyrl Stcphcns y época que con la realidad. :--Jo obstante, sus láminas, que del palacio de Palenque (en el borde derecho) mensionl'S, ~ino también por su ciegan te e11G1nto y por ,u
su dihuj:intc británico Frt'tkrick C.ithcrwnod tamhién se plasman la arquitl'ctura y los relieves, se carane.ri:tan por L1 ciudacl de Paleny_ut' t~t<Í sobre una ttrra:ta situada en st'ncillt'z. Originalmente, toda.s las obra:, arquitectémira,
cucnt;i Palenque, que :mtn )'ª hahía Jcspcrt:tdo ti imcr¿s su exactitud y objetividad. lil falda m ás septentrional del alripbno de Chiapas, por estaban dt:cura<las ron esturo y coloreadas.
o 10m

311 1inzado de la torre del palacio di: Palenque 312 J!I complejo del palacio de Palenque, vúto desde el palacio pre.senca escalin.:i.ras imponentes y galerías colum- 313 Pla11ta del palacio de Pale11q11e
En el patio sudoeste del palacio de Palenque se alza una rcmplo de lai /mcripcio11eJ nadas. Las zonas abovedadas se orientan hacia atrás y, El palacio, situado en el centro de la ciudad, es el m.:tyor
turre de cuatro pisos, cuy.1 fase final se erigió probable- Sobre una pl:w1forma común, accesible tam bién a través como muchas otr,1s partes Oc la construcción, estaban de~ complejo arquitectónico de Palenque. Los edificios se
mente en la época de K'inich K'uk' Balam 11 (764-hacia ele escaleras interiores, se agrupan alrededor de varios pa- coradas con clelicados relieves en estuco. al1..an sohrc: una plataforma de unos 10 m de altura y una
el 783 d.C.). Un jeroglífico en el interior, que significa tios interiores unos edificios que se extienden longitudi- superficie de 80 X 100 rn. Dos escalinatas, situaJas en las
"Venus'' o '·estrella", quizás alu<la al hecho de que el edi- n:1lmente1 por regl:l general con dos b6vedas. La torre de car:is norte y oeste, facilitan el acccSQ a los re.cintos que se
ficio también fuera un observatorio astronúrnico. cuatro pisos era un observatorio. En la parte exterior, el agrupan alrededor de tres grandes patios interiores.

plataforma común con escaleras interiores. Durante el reinado del penúltimo rey conoci-
do de esta ciudad, K'uk' Balam II, y como último apéndice dd palacio (fotografías 312
y 313), se añadió una obra arquitectónica casi cuadrada y semejante a una torre que reci-
be el nombre de "Observatorio" (fotografía 311 ). Los arqueólogos también han encont ra-
do en el palacio un peque110 recinto interior con agua corriente que demuestra la función
profa na de esos patios.
Las fachadas de numerosos edificios, así como las rampas que acompañan a las distin-
tas escaleras, estaban ricamente adornadas. Las bóvedas, aquí siempre retranqueadas, aún
presentan algunos restos de elegantes relieves en estuco. Las cresterías, con muchas fili -
granas (fotografías 316 y 317), confieren a los edificios una singular ligereza. Algunas de
las bóvedas, así como los nichos típicos de Palenque y las aberturas en las zonas aboveda-
das, muestran obstinadar;nente una sección transversal similar a una hoja de trébol. En las
fachadas, aunque también en el interior de los ed ificios, hay relieves de estuco que anti-
guamente estuvieron pintados, pinturas m urales con inscripciones y moti vos ornamentales
o figurativos. En algunas construcciones se han conservado grandes tableros sobre caliza
con artísticos relieves, a veces relacionados con complejas representaciones escénicas. Hoy,
puesto que las inscripciones se han descifrado en gran parte, los relieves contribuyen a una 20m

mejor comprensión de 1;1 historia de algunos edificios, así como de su signifi cado ritual.
314 F.I templo de las Inscripciones de Palenque año 683 d.C., su hijo Kan Balam (684-702 d.C.) erigió la 316 El templo de la Cmz de Palenque, 692 d.C. Bah1m sobre una gran plaza elevada, siruada en el sector estt
El templo de las Inscripciones es un adoratorio de 25 m ohra sobre d sepulcro de su padre. La escalera exterior, que El templo de la Cruz pertenece a un grupü de tres templos de la ciudad. Los otros dos templos (el templo del Sol y el
de altura en memoria del gran rey de Palenque K'inich Ja- conduce a la plataforma de la pirámide, se reformó en di- ubicados sobre una b.1se en forma de pirámide, 4ue se cons- templo de la Cruz Foliada) son más bajos y pequeños que
naab Pakal. Tras la muerte de este soberano, acaecida en d versas ocasione:!t con el objetivo Je ampliarla. truyó en el año 692 <l.C. por orden del rey de Palenque Kan d templo de la Cruz, que domina todo el complejo.

315a l'lanra del templo de las lmcripciones de Palenque 317 a Secá6n lo11git11di11al del templo de la Cruz de
Escalera y pasadizo de las almas El acceso a l:1 escalinata que conduce a la cámara mor- Palenque
luoriu dd rey K'inich Janaab Pakal fue descubierto en Al igual que otros muchos edificios Je Palenque, el tem-
~ I Pozosde
1949 por d arqueólogo mexicano Alberto Ruz Lhuillier,
después de que éste se percatase de que en d suelo del
plo de la Cru,. concluido en el año 692 d.C., seduce por
sus proporciones equilibradas. En d centro t..lel tejat..lo pre-
I :r ~ ~ lación templo h.:ihía unas grandes losas de piedra con orificios senta una estructura decorativa con filigranas, conocida
para levantarlas. Debajo apareció una rnja Je escalera por el nombre de "crestería", que t:St<1ba <lecora<la con es-
alx)\1edada, repleta por completo de ripio. La excavación Bóveda tuco y coloreada.

~ I de hl pieza duró Lres años.

~ "--- ~ - ·~,_ _l ~
;; u fr\ 9 Cámaras
laterales
Cámara
mortuoria ~
Adoratorio
-~~
O 20 m

Jambas Cámaras laterales Adoratorio Cámaras laterales


(decoradas con
escenas en estuco) , 317 b Planta dd templo de la Cruz de Palenque

~,..,~.=r~
~ ~ rester1a Igual que en los otros dos templos del !lomado "gru pa
1 '1 1I
315b Alzado dd zemplo de las lmcripcio11es de Palenque de la Cruz", en la parte posterior de este edificio se en~
En el año 1952, Alberto Ruz Lhuillier a]c.,nzó el final 11 cuentra un recinto que a su vez rodea un santuario. En
de la escalera y el acceso a la mayor de las criptas halla-
das hasta entonces en la regi6n maya. Mide 4 X 10 m y la
Antesala-.+++-++-- ~J ~ la pared dd fondo de este adoratorio se halla una tabla
con relieves 4ue narra la creación del universo y el naci-
bóveda tiene 7 m de altura. La cámara mortuori:1 con - \ --'-,'---,<--~ 11 miano de los rl ioscs protectores de Palenque. Los mayas
ll
1

el gran sarcófago se enrnrg6 y ejecutó probablemente 1 llamaban al adoratorio pib naah (casa del nacimiento t.lc
Cámara m~oria Descenso a la cá- mientras el rey aún vivfa. los dioses).
mara mortuoria Intradoses de las puertas
o , 15 m
o 20 m

4 1~
c()c:1
Cresterfa
(originalmente adorna-
4
K ¡ 11 da con figuras y decora-
~ . i;,r ciones en estuco)

i /"•,
Bóveda escalona- Adoratorio
da por encima de propiamente dicho ~ le(~'. Mamposterfa
la escalinata que Olamado p,b naoh ~ , •· !Q____ enripiada 317e Sección rransversal del templo de la Cruz de
conduce a la cá- par los mayas)
mara mortuoria Palenque
7 1r-" es--..
c;,se= ' Dintel de

r~-~,~
rc
315c Sección transversal del templo de la.J lmcripcior,t's d':. La st:cciún transversal del templo de la Cruz permite ob-
Palenque
~, u,,;, 1
3
- dera
servar la estructura de un tejado, formado por dos muros
La sección trnn.sversal muestra el tamaño de la cámara
mortuoria en comparación con el templo, situado sobre
una pirámid(' <lt' hase. L1 escalinata desciende desde d re- ,_
·r 1·1
J. J~_ -
1

~ ¡¡,-
~~
y que reposa sobre las dos bóvedas. La pared del fondo
del adoratorio, en la parte posterior del templo, y los dos
tramos situados a ambos lados de la puerta e.st;fo decor~l-
o 20 m cinto posterior del templo hasta la cripta, que en parte se
halla por debajo del nivel de la plaza delantera.
ª ~
Escalera hacia la plaza del grupo de la Cruz
dus con unos relieves tn piedra, que se cuentan entre las
obras maestras de b escultura maya.
Copán: el esplendor de la escultura base a la superposición de numerosas estructuras. Al rededor del basamento escalonado
(I0L-16) se agrupan dos patios con características diferentes que se unen al mismo nivel a
En la parte sudeste del territorio maya, en la cuenca del río Motagua y de sus afluen- través de una galería. El acceso a los patios situados en el extremo, unos 20 m por encima
tes, la topografía es muy diferente a la del resto de las tierras bajas .. Allí, la localidad más de la plaza, se fue reduciendo a lo largo de los siglos debido a la superposición de grandes
importante es Copán, cuyo complejo principal se eleva en medio de un valle a orillas del peldaños en las anchas escaleras. En el año 1989, el arqueólogo hondurefio Ricardo
río (fotografía 319). Dado que en ese lugar el Motagua forma un marcado meandro y ya Agurcia descubrió que debajo de la obra arquitectónica central había un edificio cuidado-
hace tiempo que arrastró consigo una parte de los edificios, es imposible fijar la relación samente "enterrado" bajo numerosos estratos. La construcción era de dos pisos y contaba
que mantenía la ciudad con el río. Por la zona noroeste de este centro, que antiguamente con una crestería. La abundante decoración de la fachada de esta obra, bautizada por los
presen taba una gran densidad de edificaciones con grupos de patios de distintos tamaños, arqueólogos con el nombre de "Rosalila", aún contenía estuco de cal pintado. Sin embar-
hoy pasa un camino, ya trazado en la antigua estructura arquitectónica, que cruza el río go, en la siguiente fase de construcción, la arquitectura se caracterizó por el usn de una
por un puente colgante. En la región maya, es difícil acreditar arqueológicamente la exis- nueva pied ra, especialmente adecuada para ser labrada: la toba.
tencia de puentes de pied ra, aunque se puede ver uno en Pusilhá, no muy lejos de la zona. Se erigieron nuevos edificios y escaleras, entre ellas la célebre escalinata jeroglífica de
La parte norte del grupo principal está form ada por una amplia plaza (fotografía 318) la construcción 26, que mide 21 m de altura y contiene 2.200 jeroglíficos (fotografía 322),
que se divide en varias zonas g racias a la inclusión precisa del coil1plejo del campo de y se decoraron con esculturas integ radas en la arquitectura corno si formaran un m osaico,
juego de pelota (fotografía 320). Esta parte, trazada en d año 676 d.C. durante el reinado que antiguamente estuvieron cubiertas de pasta fina de cal y coloreadas (fotografía 321).
de Humo-Imix y donde se exhibe la mayo r pa rte de los grandes monumentos repletos de
figuras, aparece rodeada en tres de sus lados po r hileras de escalones que permiten acce-
der a las plataformas adyacentes. Una calzada conduce desde la zona central de la plaza Copán, Humo-[mix (628---<fü d.C.), quien también mandó
318 Vi.;ra del edificio 4 en la Gran Plaza de Co¡xín, Ho11dwus
hacia otros grupos im portantes del valle que reflejan el esplendor del grupo principal en La Gran Plaza de Copán esrá dominada por el edificio 4, erigir una parte de los edificios situados alrededor de 1:-i
una plaraforma escalonada de basamento con una escalera pla7.a. No obstante, la mayoría de las estelas de la Gran
sus fo rmas arquitectónicas y escultu ras. Vista desde el sur, la plaza aparece dominada exterior a carla lado. Od:rnte se encuentra la estela 3, un Pina, por las que Copán es tan célebre, se instalaron en la
por un macizo de plataformas y terrazas que se desarrolló desde el clásico temprano eÍ, monumento de la época en que rcin6 d soberano 12 de época de su sucesor.
319 RtpreJh11'u:iú11 e11 penptetit'tl de una reconstruaui,,
de /11 rílrima fase edificatoria del grup<> principal d, Corán
La plataforma escalonada y el Juego de Pdota C!ltruccu-
ran en varias zonas la tspaciosa pla1..1 nbcteada por hile-
ras de escalones y muros. Visra desde el sur, éMa aparece
dominada por un macizo de plataformas y tcrra1.ai;; yut
anrigunmente ~aportaban imponenrcs edificios. Este
conjunto conforma la auténrica acrópnli!I de Copan, ini-
Templo 22 ciada en el clásico tardío y en la que continuamem1..: ~
supcrpusit:ron nuevas construcciones y se real1:rnrun Jm-
Templo 21 plia~ioncs. Una c:ilzacla une el centro con d grup<, dt '>e-
Templo 26 puhuras situado .11 oeste. un gran habitáculo en d quc-
Templo 16
tamhién tenía su sede el escriba.

322 Lo uro/no ;eruglífica del templo 16 de Cop,in


Copán t.'S célebre por sus este.las casi rtdondas, pero t.1m-
~ bién por la escalera jeroglífica dd templo 26, el documen-
Plaza de la escalera to escrito más largo <le la época prthispánica junto a lo~
jeroglífica códices. Unos 2.200 bloques jeroglífico, dimibu,clos en 55
escalonl's narran la historia de Cop,ín <lcsd.: que Yax
K'uk' Mu' fund~ua la dinastía moiuírquica hast.i la muer-
le de W.ixaklajuun Ubaah K'awiil en el año 738 d.C. L,
construcc16n de la c.:~alera se inició c:n la época Je e~1c úl-
timo soberano, aunque no se concluyó hasta el año i55
d.C., durante el remado del sob<:rano 15, K'ak' Yipyai
Ch:1n K'awiil. Él mi)mo se inmortalizó en la estela M, eri-
gida en el año 756 d.C. a los pies Je la escalera.

320 Virra d,I fuego d, Pdoro d, Copá11 la localidaJ. La cancha en su forma actual (debajo se ha- 321 Edificio 9 dt Cupón (695--738 d.C.). La fachada del edificio que da al Juego de
La imagen abarca desde d templo 11 hasta la Gran Plaza llan numerosos edificios antcrlures) fue trazada por F.I edificio (10-L9), una de las dos obras arquitectónicas Pelota enaba decorada en la mitad superior por grand~
de Copán, p.isMdo por el Juego de Pelota. En d extremo Waxaklajuun Ubaah K'awiil (695-738 d.C.) y constituyó que flanquean el Juego de Pelota de Copán, se encuentra esculturas en mosaico que represcnran papagayo~, lo cual
frontal de c,.;tc último se encuentran la estela 2 )' el al- d último proyecw de este soberano. en el lateral oeste tld campo. Forma el límite lati:ral acredita a la obra erigida .sobre una plataforma Ut: 4 m de
tar L, el último monumento esculpido en b. h istoria de del terreno de juego. Se construyó en varias foses, de las altura como mo ,vit:, la mítica "momaña del papagayo-.
cuales la más reciente data del último año de reinado que tiene mucha importáncia en las inscripciones de
del célebre rey Waxaklajuun Ubaah K'awiil de Copón Copán.
Becán: las torres falsas al estilo Río Bec
Petén linda al norte con una región cuyos límites son borrosos y que recibió el nom-
bre de Río Bec de una ciudad antigua. Allí también se encuentran vestigios antiguos por
doquier, pero las estructuras superiores, las últimas versiones de la mayor parte de las
construcciones, son del clásico tardío o de finales de este periodo. E sto afecta tanto a -:_ ~;,,..,.-1~-~.,.;.- ~l
Kohunlich, con sus m áscaras de estuco preclásicas, como a Bccán, que presenta un muro
,e_- 4 h )-" "~ ~/ ' -~;,"'---'i:í' ~
-.;..,., ,AY --~ , 1! .u }'. _-:i
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de circunvalació n con un foso que ha llegado a datarse en el preclásico tardío. En esta ~-,~,!!:-~ 1~-~-
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zona, los palacios con varios recintos y los edificios aislados sobre altos fundamentos esca- ..,,~-41 rti !n ,,---- ·{~ _:'-~ ~ ,1
~il l;..Jt::•º"
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lonados se unen en una simbiosis única. Estos basamentos se integran e n el trazado de los ¿,_ lf :1 ' '. •• . :: • ;_ ;;

complejos de los palacios, siempre simétricos. como si fueran torres cuyas fachadas mues- /J.! ~;~ ~..- ·"' _,,-, .~ :! -~' r
t-..... t:.':-. ..........: . .. . ;L :_,.i--,..
--......._"'- . . •.' ---- ,: ._;¡-:...;z
tran aún más el relieve de la escalera y los templos superiores. Sin embargo, junto a estos
edificios también se encuentran numerosas va riantes de otras construcciones de uno o va- ~ ~~
-o:-.
rios pisos. Hacia el sur, el ed ificio IV de Becán presenta, en su última versión, un basa-
; >~e
~ 1
\,,¡. "
!¡ ·. •'

mento escalonado alto, con una ancha escalera y un remate formado por un edificio muy ' ~-~
',,~
decorado que cerca un patio (fotografías 323 y 326). En los laterales hay unas escaleras fal -
sas y la cara oeste oculta una escalinata estrecha. Hacia el norte, en cambio, el conjunto se
presenta como un palacio escalonado en cuatro niveles. La técnica y la decoración mues-
tran mayor consistencia que en otras regiones: los muros, las paredes y las bóvedas están
' ·-

,
.-..

hechos de mampostería cegada con un relleno de piedra y mortero. El motivo principal de


las fac hadas, confeccionadas como si fueran un mosaico, son las máscaras, algunas'tlc las
cuales están aisladas en la zona vertical de la bóveda de la fachada, mientras que otras se
amontonan como elemento decorativo plano en el muro o sobresalen en relieve en las es-
quinas del edificio. P ero las m;iscaras m;is espectaculares se hallan en las entradas, que a
veces presentan la forma de fauces m onstruosas de serpiente. El mosaico de piedras se solía
cubrir con mortero fino d e cal y se pintaba. Posteriormente, las decoraciones de algunas
fachadas de esta zona tan1bién se trabajaron, principalmente en estuco.

323 Dibujo en peHpectiva de la reconstrucción del


edificio fV de Recó11, Campeche, Mixico
La ancha csc:iler.:i situ::ida en la cara norte conduce a un
complejo arquitectónico qut t ncicrra un pario famil i:tr
y a la vez forma la superficie Jc: un p:1l.1cio trazado en
cuatro niveles y orientado al norte. En la cara c:~tc se
puede ver el comienzo de una falsa escalera. caracre~
rística del estilo Río Rec. Lis entradas principales al
edificio presentan la for ma dt fauces abicrt:is.

324 Vista de la plauiforma Jituad1J 1Jme el ed{ficio IV


dr llectÍn
El edificio 1V se alza sobre una plataforma escalonada
monumen«J , dcba¡o de la cual se halla una acrópolis an-
terior, inicia1.fa a mediados de la época preclásica. En la
meseta se encuentran diversas obr:1s arquitectónic.1s,
entre las gue también hay una plataforma cilíndrica de
finales <ld periodo clásico que, en la cara sur, limita con
un edificio <le <los torres al estilo Río Bec.
325 Vista del edificio IV de &cá11
H:icia el sur, el rd ificio IV se. presenta como un basamen-
to esc:ilonado y muestra una escalera ancha. Est{1 coro-
nadc, pnr un edificio ricamente <lecora<lo, gue <le nuevo
rodea un pario interior. Bcdn fue Jescubieno en d ailo
1934 por :uqueólogos de la Carntgie lnstitutwn de
EE.UU., .'.lunque no se rc:1lizaron excavaciones hasta los
años 1969- 1971. F.sras dieron como resultado que la ciu-
dad había sido un imporrnntc centro t'n la época preclási-
ca, pero perdió su significación 1.:n el d:bico tcmpr:rno.
Durante el chísico ta rdío, la ciudad volvió,\ poner en mar-
cha proyectos ar9uitect6nicos. F.I edificio IV data de esa
época.

Esquinas redondeadas

Escalera principal

326::i Dibujo en prr.<pectiva dt la recon;trucáón de la cara 326 b Sección del edificio 1 de Becán
O(Jtedel edificio l de Becán Observando las torres del templo, que siguen el estilo Río
El edificio I es un claro ejemplo del estilo Río Bec, que se Bec, vemos que. a pequcüa escala, reproducían las grandes
había extendido por todo el centro de la península de Yu- pirámides de la zona central del Petén, especialmente las de
c;uán. Se al1,.1 sobre una plataforma 3 la que conduce una Tikal. En la parte frontal hay escaleras con peldaños y almas
escalera ancha; tiene una única entrada y está flanqueado que son muy empin:ldas para poder subirlas Asimism0, los
por dos torres fols.as. L1.s empinadas escaleras tampoco son templos situados en las plataformas superiores, con los nichos
transita bles. ele las puertas cerrados, son tan .sólo arquitecturas ilusionist.1s.
Uxmal: clásico final en la región del Puuc
En la parte norte de la península de Yucat,ín, especialm ente en los sitios ubicados
en la meseta de la región del Puuc, la decoración de las fachadas suele presentar mo-
tivos más austeros. L a zona in ferior de los mu ros situados en tre las entrad as, que a
veces se ampliaban añadiendo columnas o p ilares, m uestra superficies bastante lisas.
El basamento y sobre todo las bóvedas de los edificios suelen estar muy decorados
(fotografía 329). Algunas fachadas van más a llá y casi form a n una crestería frontal.
Las máscaras, serpientes y otros motivos del mundo animal se sig uen presentand o e n
fo rma geométrica. Utiliza ndo las más diversas cornisas y diferentes motivos en relie-
ves y colum nas se forman fachadas de una va riedad ex traord inaria (fotografía 327;
véase Dunning, pág. 325 y ss.).
En Uxmal, quizá el centro de ruinas más importante de la región, imperan unos im-
presionantes complejos de edificios. La !Jamada "pirám ide del Adivino", una obra re-
formada en diversas ocasio nes, dispone de una amplia escalera tanto en la cara este como
en el lado oeste. En relación con esta obra, se encuentra el cuadrángulo de las Monjas,
un patio cercad o por edificios longitudinales y situado sobre una plata forma imponen-
te. El rey Chan Chaak K'ak'nal A jaw, que guió a Uxmal hacia su. época de esplendor, algunas plataformas de bases altas y escalonadas. -Aquí también existen pruebas de la
fue quien completó la obra entre los años 906 y 909 d.C. Cada una de las cuat ro caras del antigua existencia de una modesta obra de circunvalación q ue limitaba el núcleo de
cuadrá ng ulo de las Monjas está configurada de forma individual (fotogra fía 328). Una la ciudad. Una calzada comun icaba Uxmal y Kabah, a donde llegaba pasando por
terraza, con un campo de juego de pelota también erigido por ese monarca, separa cite una puerta exenta con una bóveda que m ide casi 4 rn de anchura y 8 de altura.
complejo de una plataforma aú n más extensa, donde se alza el palacio del Gobernador, En Uxmal, al igual que en Labná, Sayil y Oxkintok, la est ructura del luga r se ve de-
un edificio que mide casi 100 m de longitud. L a construcción , situada sobre un basa- terminada po r varios grupos de palacios, entre los que se encuentra un edificio cuya
mento propio, contiene dos hileras de recintos consecutivos de bóvedas altas y se abre en fachada oeste está decorada con un mosaico de máscaras.
dos puntos a unas "naves transve rsales". Su situación destacada y el esplendor de codos En m uchos puntos aparecen rastros de calzadas (sakbe), que comunicaban distintos
sus laterales dife rencian esta obra de los demás palacios. g rupos de edificios o incluso poblaciones. U na de las más largas es la que enlaza Cobá
Las espectaculares obras centrales apa recen rodeadas por otros complejos, que y Yaxuná, que recorre unos 100 km en línea recta. En Cobá, ciudad situada entre va-
también merecen esta de nominación, así como por patios y plazas colindantes y por rios lagos de la costa este de Yucatán, existen varias calzadas de este tipo.

327 /Jeta/le de la decomción de la facháda del rnadrángulo


de las Monjas de Uxmal, Yucatán, México
Los adornos <le las fach;:idas en la región del Puuc. la zuna
monta ñosa del norte de Yucarán, sud en ser m,~s sohrios
y menos decorativos que los d e b arquitectura de Chencs

'' , .... o e.le Río Bec, sitios más meridionales. Sin embargo, los
m:iestros ele obras de Uxrnal su pieron combina r muro,;
lisos con tra mos muy ornamentado~. Como si de un mo-
saico se tratara, esra <lecoraci6n se componía con elemen-
tos de piedra previamente trabajados. A la derecha de la
imagen se ohsen'J una sencilb casa rur:i.l con tejado dé
paja que encaja perfc:ctamcnrc en la gran arguitccmra del
cuadrá ngulo de las Monjas de Uxmal.

328 Vi.,ta del 11/11 este del c,111dl'ling11/o dt /11s Monjas de


Uxnwl. Futugm/fll histórrrn de Augmtus Le Plongron,
hacia I 857 6 I 859
Esta instantánea <le los primeros tiempos de la fotografía
,1rqueológic.1 muestra el ala este <ld cua<l r.\ngulo de las
Monjas antes de ser sometido a trab:1jo~ tk cxc,wación y
consolidación. La decoración <le la fachada se limita :i la
parte superior. L.1 zona inferior <ld muro ts lisa, ;lfmonio-
sa, carece Je adornos y se estructura única.men te mediante
d ritmo que le confieren de las aherturas Je las puertas.
El friso, enmarcado entre enérgicas cornisas, debe su en-
canto visual a unos sencillos d ibujos geométricos consecu-
ti vos y a las represenracione.s de casas .sohre las pucrr:is.

329 &lificio f de Xlabpak, Y11catdn, México;Jinales


del clásico
En la región del Puuc, las bóvedas muy decoradas son
habitu:1lcs en la arquitectura de finales del clásico. Pre-
dominan los dibu jos geométricos, en los que se incluyen
grupos abstractos <le m~\sca ras. En cambio. exceptuando
las columna~colocada~en la~ t'Squina~. los muros siguen
sin presentar <lccoraci6n alguna.
LAS CONSTRUCCIONES DE YUCATÁN

e--. ,..,.,,., 111 ,;g1o _ xv,


»-ifn.qw,J,J,son,Jm,,io,J,,.,.,,,,, *
[J;q¡o _ IJtr6 •_
úmi,,_ modo. que espanta, y porque esta tierra no es tal al pre- llt V-.., ,k 1,f,,dw,, <R<dd ,¡, ,-,;, 1,,,... d, lu 1,1..,.,_ C4ódw /iú.
Y-!lin<o. F...,.,¡¡,_,i,...,._1..,n..,.,.;""' 1&574 18!9
sente, aunque es buena tierra, como parece haber sido F.sta IDIWltinta de los pnn'lfflll ucmpot dt b f~atla arqueol~ mun t, J
lo,-,kj,,,p,um4os,<iMMtles.q,,,~conRUtnr,p/o,y
RUoblw ~ Esa ,u/mi,wci6n f.,,¡,, ref/,jd,, m ti fiog• en el riempo pr6spcro en que en ella ningún gtnero de la íacbada anca de ,er mfaurada. EJ pnrul dt las íaucei ck ctrapl y Lt ,lrC, ..
ración •rqu1tutónica r«\lfflbn nbru rcaliiada$ al ~ lo Chmes.
metal con que labrarlos, pondrt aqul las razones que
_ , , , . , <ÍIIIIIIOI • - -:
he visto dar a los que dichos edificios han mirado. Las ellos; o la tierra tiene algún secreto q ue si hasta ahora
~ fray Diego de Landa, Rdll06n 1k los CllSllS 1k cuales son que estas gentes debieron estar sujetas a al• no se le ha alcanzado ni la gente natural de ella. en
Yuau4n, Editorial Dante, S.A., Mbico, 1986. gunos señores amigos de ocuparlos mucho y que los estos ricmpos tam poco ha alcanzado."
ocuparon de <Sto y que como ellos han sido tan buenos
"Si Yucatán hubiere de cobrar nombre y reputa- honradorcs de sus ldolos, se señalaban de comunidad
ción con muchedumbre, grandeza y hermosura de edi- hacerles templos; y (dcsputs), por algunas causas, se
ficios como lo han alcanzado otras panes de las Iodias, mudaban las poblacioncs y asl donde poblaban edifica-
con oro, plata y riqueaas, ella hubiera extendldose ban siempre de nuevo sus templos, santuarios y casas a
tanto como el Perú y la Nueva España, porque es all su usanza para los scño,cs, que ellos siempre las han
en esto de edificios y muchedumbre de ell01, la mú usado de madera cubierta de paja; o que d grande apa•
scllalada cosa de cuantas hasta ho,, en las ladias se rqo que hay de piedra, ..1y cierta tierra blanca csc<-
haa descubierto, porque ,on tantoo y tantas laa parta leate para edificiol.lcs ha Uevado • hacer tantos, que si
donde 101 hay y tan bien edificados de canterla, a su 1111 es• quienes lot han yilto, parcccn\ l,w-Ja hablar de
Arquitectura posclásica en Chichén ltzá
En Chichén l tzá, el desarrollo Je la arquitectura maya volv ió a experimentar un cam -
bio esencial. H asta finales del clásico, en la ciuda<l también se crearon imponentes com-
plejos de edificios en estilo Puuc, entre los que se encuentra una construcción circular con
una escalera en espi ral llamada "Caracol" y que se tiene por un observatorio astronóm ico
(fotografía 331). En la época posterior, se trazaron plazas y terrazas enormes, y se erigie-
ron obras arquitectónicas monumentales, aunque sobre todo se construyeron extensos
pórticos (fotografías 332 y 333), algo que nunca había existi<lo en esa cultura si se exceptúa
una caprichosa construcción preclásica en Ake. Los templos más recientes rccuer<lan a
otros de las tierras altas centrales de México, por lo que se recurre a ellos como argumen-
to para señalar las estrechas relaciones que existieron entre México central y Chichén ltz,í.
Por lo demás, fueron sobre todo las esculturas arqui tectónicas las que señalaron
un fuerte cambio, tanto por lo que respecta a los motivos como a las representaciones.
En el centro de la parte "nueva" de Chichén Itzá se alza una pidmidc esca lonada, con
varias construcciones superpuestas y escalinatas, que se conoce por el nombre de "El
Castil lo" (fotografías 293, 334 y 335). Las bóvedas enripiadas también siguieron siendo usuales. En la cosr., c~tc de Yucatá n
En el sig lo Xlll, el desarrollo se paralizó también en esta ciu<lad. A partir de entonces, hay numerosos asentamientos con e~lificios de menor tamaño y con bóvedas realizadas
la imagen d e la época quedó marcada por localida<lcs más pequet'ías, con más densidad aplicando la técnica del enripiado, como en las ciudades de El Meco, San c;ervasio, en la
de población y a menudo rodeadas po r mu rallas. Pero, aunque la apariencia global de las isla Coz umel, Tancah, Xelhá, T ulum y Santa Rita Coroza!. ( ,;1s zonas abo\·edadas de las
poblaciones parezca m ás sencilla y menos decorada, se siguen reconociendo los antig(10s fac hadas suelen mostrar una inclinación hacia c:l exterior. L a mam postería es m;Ís ruda y
conceptos arquitectónicos tradicionales. la capa de mortero, más gruesa. Así, la decoración de los ediÍlcios volvió a adopta r el estu -
En la forma de construir del posclásico se produjeron algunos cambios. Así, se multi- co y la pintura mural policroma, a menudo con motivos mitológicos complejos. También
plicó el uso de los tejados planos con una base de m adera cubierta de piedra y mortero, en las tierras bajas del sur hay localid ades marcadas por el posclásico (por ejemplo, en
como probablemente también se hizo en la construcción de las cubiertas de los pórticos Topoxté y Lama11a i) y en las tierras altas de (;uatcma la, en lugares como Q'umarkaj,
con numerosas h ileras de columnas de Chichén Itzá. Iximché o Mixco Viejo, capitales de estados d e las t ier ras altas en la época posclásica.

331 f:/ Cumcol de Chichén ltzd. Litografía en/oreada a


parflr de un d1bz'Jo de Fredcnck Cathrrnmod; /844
F.! Carneo! de Cliichén ltz;Í es una rotonda mnnumen-
r:il ~ittwda en lo alto Jt una gran plar.aforma rectangu-
b r, a la que se lltg.a por una ;rncha e.~c:ilera exterior.
Puc:sro que en Yucatán hay muy pocos edificios redon-
dos. el Caracol llamú dpidamence la atención de inves-
rig:idores y tun~tas. Esta ohra no se comenzó a poner al
descubierto hasta 1920, en unas excavaciones científicas
realizadas por la Carne-g 1e lnstir-ution of Washington.
Las inscripciones tbtan la última fase ele su construc-
ción, aproxima<lamente en el año 906 d.C.

332 El templo dr IOJ" Guerreros de Chichéfl !t::.tÍ, YuCtllfÍn,


i\iJfxim
Los cxtcmos pónico~ columnarios y arquerías ~un d
rasgo característico <le la arquirectura híbrida de Chichén
ltzá. que combina elementos de la arquitecturn maya con
formas típicas de b zona central de México y ele orra.o; re-
giones de Mcsoaméric:-i. En su traz:.tdo, el templo de los
Guerreros halla corrco;ponJC'nna en el remplo de la Es-
trella del Alba riel pequeño yacimiento prehispánico r!e
Tula, en el estado federal mexic.rno de Hidalgo. Cr~cias
al uso <.le columnas y pilares como .'i:oportes, se pudieron
crear grandes pórticos diáfanos. Las :ilws columnas se
componen de lo!ias de piedras y sus. capiteles presentan un
ábaco cuadrado.
,.

333 Vista d,I templo de los Guerrero;- de Chichi!n ltzá 334 Vista de El Ca;-tíl/o de Chichfn ltzá desde el templo
Delante de la entrada del tt:mplo de los (iuerreros ace- de los Guen-eros
cha una figura de piedra 4ue yace de espaldas. Sostiene Unas enormes plazas comunican las construcciones
una bandej:1 redonda sobre el abdomen )1 vuelve. la cabeza monumentales del posclásic.o, que se distinguen de la ar-
de lado1 como si mirará la Gran Plaza de Chichén ltzá. quitectura anterior también en d lenguaje plástico.
Las esculturas de este tipo rcrilx-n el nombre de "chak En la parte izquierda e.le la im:igen se puede ver el gru-
mool" y se extendieron ampliamente durante toda la po de las Mil Columnas, situado en el centro de la pirá-
época posclásica. Sin c:: mbargo, en ninguna localidad son mide de El Castillo, y~ su izquierda, el Gran Juego de
tJn frecuentes como e::n Chichén ltzá. Antiguamente, las Pelota, uno de los 13 con 4ue cuenta esta metrópoli. To-
dos serpienres erguidas soportaban un tejado del templo dos los edificios de <.:'.Sta zona presentan un estilo híhrido
d(' los Guerreros. En el muro dd fondo se encuentra un con muchos préstamos tomados <le México central.
ah.ir apoyarlo en pequeños atlantes.

33; Pla111a de El Castillo de Chich/11 ltzá


El Castillo es un templo situado sohrc un has:imento pi-
ramicbl con nueve nivelt"s. Se asciende a él por cuatro es-
c:llcr:ts, cada una de las cuales cuenra con 91 peldaños, rle
modo que la suma de éstos, incluida b plataforma, coin-
cide con el número <le Jías que tiene un año. En el inte-
rior de El Castillo. los arqueólogos de la Carncgic
lnstitution se toparon con un edificio m;.15 antiguo, en
cuyo templo bien consc:rvacfo se halló una figura chak
mool y un trono pintado en rojo con la forma de un ja-
guar. Los ojos y las manchas de la piel del animal son J e o 15m
cristal de jadeíta.
HISTORIA DE UN ASENTAMIENTO MAYA:
RESULTADOS DE LAS INVESTIGACIONES EN EL
SITIO ARQUEOLÓGICO DE XKIPCHÉ
Michael Vallo

emprendió entre los años 1991 y 1997 seis campañas de pudo haber tenido entre 2.000 y 3.000 habitantes en su
excavaciones de va rios meses de duración. época <le esplendor. Al red edor de los palacios y los com -
En el pun to central de las in vestigaciones arq ueoló- plej os ceremoniales, q ue aparentemente formaban el
gicas de las ruinas de Xkipché surgieron sobre todo pre- centro del lugar, se pueden señalar, d ispuestos en forma
guntas sobre la extensión, estructura y abastecim iento d e cruz hacia los cuatro puntos ca rdinales, otros gru-
de las ciudades en la región del Puuc, además de cues- pos de construcciones separados del núcleo d e la pobla-
tio nes sob re la datación de algunos fragmentos y estilos ción por supe rfi cies edificadas menos densamente.
~
arquitectónicos. Por consiguiente, el primer paso en L as excavaciones se concentraron ante todo en el ed i-
los trabajos fue documentar con g ran precisión las rui- ficio designado actualmente como "A 1" (fotografía 337).
nas del yacimiento que se hallaban en la superficie. que ya había sido documentado por Teobert Maler, y en
Basándose en los resultados de los trabajos cartográfi- las const rucciones más cercanas a éste. Teniendo en cuen-
cos, los edificios d e Xkipché se d istribuían en un área de ta el volumen de la obra, el edificio A l, el llamado "pala-
casi 0,7 km'. En total se registraron en el mapa 278 edi- cio", es la mayor construcción de Xkipché y, con sus 45 es-
ficios, divididos en ocho grupo,. Por tanto, la localidad tancias, la tercera más grande de la región del Puuc.

Hace unos 1.200 años, la región d el Puuc, poblada 336 Edificw A 1 ,le Xkipchl. Jaclwda
neíte del ala sur. Xk1jJCht, Yucatán,
por mayas y situada al sur de la Sierrita de Ticul, en el Mixico; 750-900 d.C.
sudoeste del estado fed eral mex icano de Yucatán , con- El edificio A I de Xkipché es un pa-
lacio de dos pisos, .il que en el trans-
figuraba un espacio cultural relativam ente homogé- curso de los a1los se afia<l iernn nue-
vas co nstrucc10 ncs ;;uperpuestas.
neo. Entre los legados arquitectónicos de esa zona, an -
siendo tamb1tn completado y am-
tiguamente muy poblada, se encuentran ed ificios de pliado. El ubjetivo del proyecto de
pi ed ra d ecorad os y muy elaborados. El arquitecto y fo- las excavanoncs c-ra investig::i.r el
proceso Je crtación de este gran
tógrafo alemán T eobert Maler suministró un tra bajo complejo y <lalar las distintas fases
pionero importante para la in vestigación y documen- de construcción.

tación de esas poblaciones prehispánicas a través de es-


bozos detallados d e edificios, descripciones y fotogra-
fías. En una de sus exped iciones, en diciembre de 1883, 337 Zona a nll'al del grupo A, w n el
visitó las ruinas de Xkipché, situadas unos 9 km al palaao Al y patios. Xkipché
El edificio A 1. con 10 recrntm pro-
sur de U xmal, en compañía de dos ayudantes indíge-
yectado~. se ubica en d centro Jd
nas. Su importante legado, que actualmente se halla e n mayor complejo arquitectónico <lt'.'
Xkipché. Para comunicar lo!t dos
el Ibero-A merikanisches I nstitut de Berlín, incluye pisos se crt'aron numerosas escalina- 6
una breve descripción y un esbozo a lápiz d el m ayor tas y corredores entre la monumen- ll'r--.Jr.
tal construcción y otros edific10s. Tal ~ ---'- ,
edificio conservado d e Xkipché, así como una fotogra- y cumu sucede en casi rodas las po-
L ··---
fía (fotografía 336). blaoone~ Je la región riel Puuc, los
edificios <le piedra más grandes cer-
La cuestión sobre las causas d e la densidad demo- can comtruccioncs menores hechas
gráfica en la región del Puuc, así como su ubicació n en en materiales perecederos y que
seguramente servían para prep::i.r::i.r • Edificio de piedra
el tiempo, siguen permaneciendo sin respuesta, puesto
los alimentos y, ton las numeros::i.s • Edificio de materiales
que hasta ahora la arquitectura y la cerámica no se ha- cisternas subterráneas. para asegu- perecederos
rar el abastecimiento de los habitan- Plataforma
bían investigado científica mente. Para obtener una base Corredor amurallado
tel> del palacio. Las foses de cons-
d e datos sólida sobre la región del Puuc, el Institut für trucción dd grupo de ed ificios A se Madido posterior

Altamerikanistik und Ethnologie de la Universidad


señalan en el gráfico con los núme- O ústerna o 20m
ros del Oal 6, indicando el Ola fase
" Piedra de altar
de Bonn, en colaboración con instituciones mexicanas, más antigua y el 6, la m,ls reciente.
.!31! Reco11str11cció11 en C W dd edificio , lJ de Xkipché ohscn·a la rcconslrucnún de dos f,1scs del edificio A1. L.:i 339 Recon.<1mm6r1 "' CAD del edificio Al de Xkiprhé que rellenar con ripio algunos de los recintos inferiores.
drJptü•.,- de erigme la planta ha1U ti< /a¡ 11/m este y sur mJyor p:irtc de las r.:Jificac1onc.'i de lc1 región del Puuc al- dt:.puis de trig1r:.e la plama superior en el ala sur Al final. l:i.s escalcrás erigidas en las CJras este y oeste del
Lr;;. rernnstrucc1onc:s realizadas en CAD pueden transm1- canz:uon m 1,?r,1n tamaño final porque durante las grande!'> En i:l tercera fase de- comtrucción. el ala sur se elevó un ,da :,ur hicieron posible d acceso a b planra superior.
ur b hl',turia Je una obra .uquitrctónica. En l:1 imagen St' épocas se les añadieron otras secciones. piso. Pero antes, por cuesríones de estab1lidnd. se ruvicrnn

3-lO Rnom1ma·161, en C. ID del edificio A I de Xkipché algunos de los recintos de la zona inferior parJ que pu- 341 Reconstmcciór1 en CAD del edificw Al de Xkipcht L.1. i,rn,gcn muestra el edificio inacabado Al. El hecho Je
dcjpués dr erigirse la planta supetim· en l'i ala este dieran soportar el peso :1dicional. A la planta superior se con edifictos de piedra circundflntes y co11strnccioneJ rn que existan Olrlli edificios que tambiCn han pt'ímaneci<lu in-
hnalmeme, también se añadió otro piso en el ala este. accedía por una c:scalcr:1 que se ankpuso al ala este. materiales perecedero! conclusos permite suponer que el asi.::ntamientu fue abando--
En cs1a ocasión, también se tuvieron que rdlt:nar con ripio n:i.cio inesperadamente por razones aún desconocidas.

E l palacio se estructura en dos secc10nes de dos 650 y 700 d .C. En su lugar apareció una construcción la planta superior, for mada por diez recintos. Los traba-
pisos: el ala este, que se extiende de oeste a este, y el ala orientada de este a oeste y con 12 recintos, que se puede jos prosiguieron hasta que el muro alcanzó 1,8 m de
~ur. que presenta forma de "L". Según las valoraciones considerar un buen ejem plo del estilo arquitectónico alt ura (fotografía 340) y después se interrumpieron sú-
realizadas hasta la fec ha, el com plejo se e rigió en va rias Puuc por las jambas de sus puertas, realizadas con gran- bi tamente. En la ampliación de la zona norte del ed ifi-
fases entre los años 650 y 1050 d.C . sobre una plata for- des piedras labradas, los dinteles de madera y piedra, la cio A l se refleja tam bién un proceso similar. En este
ma artific ial (fotografía 337). di visión en dos y tres pa rtes de sus fac hadas y la ca rac- caso, el fi na l abrupto de los trabajos en este periodo se
Algunos fragmentos de cerámica, que se pudie ron terística mampostería enripiada. Poco después se creó puede certificar en base al hecho de que no se acabaran
data r enseguida, del área de las excavaciones de los edi- la planta baja de la actual ala sur. E n el periodo de tiem- de construir los intradoses de p ied ra de las puertas.
ficios A4 y A6, situados por debajo de la g ran platafo r- po transcurrido a proximadamente entre los años 800 y Las razones de esta brusca interru pción en la acti vi-
ma, su ponen huellas extraordinarias de una intensa po- 900 d .C., el trazado en fo rma de "L " del edificio A 1 se dad constructora siguen sin explicación. E n las zonas de
blac ión humana en la región del Puuc. Entre las ruinas amplió hasta converti rse en una obra a rquitectónica población exam inadas no se encuentra ningún tipo
arquitectónicas pe rtenecientes a esta fase, apenas accesi- monumental (fotografía 339). En la zona oeste de la ac- de indicios de un enfrentamiento bélico ni signos de una
bles, se cuentan sobre todo algunos tramos de muro del tual ala sur se añadió una enorme escalera exterior que rebelión repentina que hubiera podido llevar al derro-
edificio A4 que fo rmaban parte de una obra ante rior. facilitaba el acceso a los recintos de la planta supen or, cam iento de la clase noble superior de la localidad. No
Hacia el año 500 d.C., esa construcción precedente se construida poco después. obstante, los resultados más recientes de a lgunas inves-
derribó casi por completo y se cubrió con un edificio en' Las últimas iniciativas aplicadas en la construcción tigaciones centradas en el análisis del polen en el norte
forma de "L" que se caracteriza por un friso en estuco del edificio Al ilustran la elegancia y la concepción glo- de la península de Yucatán advierten un empeoramien-
profusamente decorado (fotog rafía 338). bal que poseían los señores de la época que encargaron la to climatológico general hacia finales del siglo X. Unas
Debajo del ala sur del edificio A I también se en- realización de las obras. Entre 950 y 1050 d.C. aproxi- lluvias menos intensas junto a una explotación excesiva
contra ron restos de un muro de una construcción ante- madamente, en el a la este de la construcción se levantó del suelo, que podrían haber cond ucido a una dram ática
rior, más pequeña y con restos coloreados, q ue se des- una plata forma que al p rincipio apenas med ía 1,5 m de disminución del abastecim iento de alimen tos, son pro-
truyó casi por entero aproximadamente entre los años altura y que se había concebido como fundamento para bablemente las responsables del ocaso de esta región.
LA ARQUITECTURA MAYA EN TIKAL, GUATEMALA
Peter D. H arrison

Tikal fue una de las ciudades más grandes tk las tierras bajas centrales mayas En primer lugar se disponía u na platafo rma de piedra, en la qut: se p racticaban
(fotografía 342). En la época prcchísica ya había alcanzado una enorme significación hu ecos para colocar los postes ele sostén. Las paredes se formaba n con palos vertica-
política y, con ello, una influeacia extrao rdinaria no sólo en la política, sino también en les y se les confería estabilidad med iante cimbras hor izontales. E ste enrejado se recu-
el arre y en la arquitectura de muchos otros estados mayas de la región. ! ,a situación geo- bría con estuco basto, semejante al revoque áspero de alg u nas antiguas viviendas
gr.ífica de Tikal favorec ió que se d esarrollara hasta convertirse en una metrópoli maya europeas. Las cimbras horizontales sob resalían y d ividían la pared en dos zonas.
de form idable extensión y arquitectura sobresaliente (fotografía 344). La ciudad está si- El techado se man ten ía fir me con un solo aguilón fo rmado por vigas de soporte uni-
tuada en una meseta de la zona hidrográfica de la península de Yucatán. Con la cons- das. E l tejado se cubría con palmas. La versión más sencilla de ca baña maya ha per -
trucción de Tikal en ese emplazamiento, por el q ue transcurría u na de las calzadas in- du rado hasta nuestros d ías siguiendo el m ism o proceder ele los primeros agricul tores.
terurbanas yuc unía la red de afluentes del Usumacinta, al oeste, con el Caribe, al este, D e esta fo rma d e construcción si mple de rivan todos los elementos d e los "palacios"
los habitantes de la ciudad se hicieron con el control del come rcio de larga distancia. más recie ntes, cubiertos con bóvedas, y ele los templos superiores entronizad os en la
La ciudad estuvo poblada desde el 800 a.C. basta el 950 cl.C., un periodo ele tiem po cumbre de las pirám id es escalonadas (fotogra fía 343).
bastante menor que el de otros muchos estados mayas. Sin embargo, en ese breve lapso tem- Además de estos ed ificios monumentales, basados en la arq ui tectura rural, tam-
poral se produjeron importantes desarrollos culturales que se reflejan tanto en la arquitec- bién existen otras fo rmas básicas d e pi rámide, q ue adoptan la forma de una monta-
tura como en las cifras demográficas. En el transcurso de los años, estas últimas prácticl- ña. En las tierras alta s de Guatemala y México, algunos grupos ma yas corno los tzot-
mente motivaron un auge en la construcción que se acompañó de una gran varied ad de zi l de Z inacantán y Chamula aún veneran a dioses que tienen su morada e n las
tipos arquitectónicos. Por este motivo se tiene más información ele las fases finales de la po- cim as ele d eterminadas m onta ñas. El hecho de que las pi rám ides ~scalonad as se
blación de Tikal que de las más tempranas: los investigadores sólo pueden hacerse una ima- tuv ie ran por residenc ia de las divinidades se demuestra e n num erosas inscripciones
gen poco definida de la arquitectura preclásica en la ciudad, en tanto que conocen m ucho a los pies de esas obras a rq uitectón icas, desig nadas como witz (m ontaña sag rada).
más del cl:\sico tardío y d el estilo individual que en esa época se estableció en la localidad. No se sabe si en el ni vel su perior de las antiguas pirámides, q ue eran veneradas
En los primeros estad ios de la historia de la ciudad, la arquitectura de Tikal aún era muy como símbolo pétreo ele las montañas sagradas, había ed ificios duraderos que fueran
similar a la de otros estados y el desarrollo de un estilo local se demoró hasta que llegó el el eq uivalente en pied ra de las trad icionales cabañas cubiertas de palma. Pu esto que
momento álgido del clásico tardío, en los siglos vm y rx d.C. (fotografía 343). los mayas tenían la costumbre de construir sobre ed ificios ya existentes, elim inando
de esta manera partes ele las obras más antiguas, apenas si se pueden encontrar hoy
en día sus vestig ios.
Las raíces de la arquitectura maya La arquitectura maya del clásico tardío en Tikal se caracteriza esencia lmente por
dos elementos: la reproducción también en pied ra de una montafia sagrada y la re-
Pdctica mente tocia la a rquitectura maya proviene ele la fo rma d e las casas de campo producción en piedra de la cabaña cubierta de paja. Gráficame nte, un tem plo gran-
tradicionales, en su mayoría constru idas con materiales perecederos, pero erigidas d esde de es una casa sobre una montaña, lo cual supone una simplificación tosca el e la enor-
los tiem pos más antiguos sobre un basamento resistente (fotografía 343). me va riedad potencial y conocida de las simbolizaciones.

342 l'ista de los templo; I y 11 de 11k11l, I'etén,


Guu,emala¡ 734 d.C.
Lo~ templos I y II sobresalen en un ma r de vegetación
como si fueran torres. Los edificio) se alzan sohre un :,6-
liclo h.1~amemo pirnmidJ I y están roron:idos por un tt:ja-
clo que no rcnía funcíbn alguna, excepto l;1 <le adornar la
obrJ y conferirle un:i. im:igen imPoncnrc. O riginalmt'ntC,
Edificio 50-33
c~r;1::;. crc.:srcrfas estah:rn clecurn.J:.is con estuco y culorea-
cbs. F.I templu l, ti posterior en b imagen, se construyó
hacia el año 734 d.C. cnmo monuml'llto fúnebre p:1 ra d
rey Ja~aw Ch:111 K·awiil.

343 Sección tle la acrópoli.1 norte de Tik1,I


En b!t excav:1Ciones realiz.1d:1s enrre 1956 y 1969 por la Tumba 48
Un1vl'rs1dad Je Pensilv:rni:i se documentaron divcrs3s Construcción preclásica (Siyaj Chan K'awiil)
L1(,,e,; Je creación de 1:1 acrópolis norte, corazón de la ciu- - Construcción del clásico temprano
dad y sepukru de numerosos reyes :mriguos. La im:igc:n - Construcción del clásico tardío
mue"-tra dt; forma simplific,lda la hisroria i..k la obr.1 :ir- - Tumbas
quite-ct6niC'a desde el preclásico h:1sr:1el cl,ísiro tardío.
Pirámide este del complejo de pirámides gemelas Q Templo 1

.. r ,._
e .... D
l

r J
,.

Gran Plaza

...

Edificio 5D-46 Juego de Pelota


344 Plat1a de Tikal
Este plano (4 km') muestra el núcleo de Tikal. La pobla-
ción y la activirbd conslfuctora ele 1.500 años se rdlc::jan
en las obras arquitectónicas marcadas en negro. CualrO
calzadas (sakbe) comunican l'ntre sí los edificios imJXJr-
tantcs. Lus templos si tu:1dos a amhos lados de la Gran
Plaza se consagraron en el año 734 <l.C. A lo largo <le lus
años, se construyeron difercmcs cumple jus <l1spueslos cus-
mogr:íficamcntr, Je: los cuales los mayores son d grupo H
y los templos IV y VI, de finales del sii;lo Vll .

345 VisJa del templo I y de la acrópolis mitra! d«de la


acr6polis norte. Tikal~ Perén, Guatemala
L1 fotografía muestra algunos de los c<lificius más impor-
tantes del núclw de la ciudad: partiendo <le b acrópolis
norte y pasando por la Gran Plaza1 que limita al t:St t" con
el templo 1, el objetivo se dirige a la acrópolis central, ex-
cavada por el amor de la instantánea. La Gran Plaza cons-
tiruía el centro de Tikal, en tanto que la acrópolis central
debía de ser un extenso palacio donde vivían los nobles y
b famil ia real.

La Gran Plaza: el centro de la ciudad y del universo también se inició en la época del preclásico tardío (150-250 d.C.) y vivió sus años de es-
plendor durante el clásico temprano. Sin embargo, la activ idad constructora no experi-
La orientación cosmológica hacia los cuatro puntos cardinales con sus correspondien- mentó una pujanza completa hasta el clásico tardío, cuando T ikal alcanzó su punto cul-
tes asociaciones específicas se encuentra también en la Gran Plaza de Tikal, el centro físi- minante en riqueza y éxito bajo los auspicios de tres soberanos sucesivos.
co y de culto de la ciudad. En todas las ciudades mayas, el centro de la vida social y reli - El rey Jasaw Chan K 'awiil mandó trazar la Gran Plaza de la fo rma en que la
giosa está formado por grandes plazas accesibles al público. Alrededor de ellas se agrupan conocemos actualmente. Esta obra incl uyó también la construcción del edificio 50 -
las pi rámides-templo más altas, pero también las residencias de los nobles. En la historia 33-1, el primero de los templos altos en el estilo típico de Tikal para este tipo de edi-
de una ciudad, muy a menudo se abandonaban ciertas plazas y se trazaban otras en un ficaciones. Bajo la égida de su hi jo Yik'in Chan K'awiil (734- 746 d.C .) se constru-
lugar diferente. No obstante, la superposición de numerosas capas de estuco blanco gene- yeron los templos I y II , situados uno frente a otro en las ca ras este y oeste de la plaza
ralmente demuestra que una plaw constituyó el centro de una colectividad durante mu- (fotografía 346). Con la construcción de estos dos templos imponentes, Yik'in Chan
chas décadas o, a menudo, incluso durante siglos, siendo constantemente reformada. K'awiil brindó a la ciudad un nuevo espacio cósmico. E n la época p reclásica, mien-
Los elementos arquitectónicos dispuestos en torno a la G ran Plaza de Tikal son los tras la acrópolis norte fue una de los dos áreas cósm icas de T ikal, junto con el grupo
edificios de la ciudad que se utilizaron durante más tiempo (fotografía 345). Algunos de de la pirámide de Mundo Perdido, todo el complejo situado en torno a la G ran Plaza
los edificios más antiguos se crearon en la llamada "acrópolis norte", que forma el cie- se convirtió en una nueva zona cósmica que, en varios sentidos, recuperó la confi-
rre septentrional de la plaza. No se ha conservado ninguna construcción preclásica en el guración de los complejos formados por pirám ides gemelas (fotografía 359). Los tem -
exterior, puesto que o bien fueron completamente derruidas o bien se edificó encima de plos I y II no son idénticos, pero sí dos edificios ceremonia les en forma de pirámide
ellas. E n el clásico temprano (250-550 d.C.), la mayor parte de los edificios que aún per- que rematan las caras este y oeste de una plataform a. La acrópolis norte, que ante-
duran ya existían. Generalmente se trataba de templos que, aunque aún no se han exca- riormente también había hecho las veces de grupo cósmico, representó entonces al
vado todos, suministran suficientes puntos de partida arqueológicos como para deducir cielo, el lugar de reposo de los reyes. El símbolo del in fierno, en el sur, es un palacio
que pod ría tratarse de una necrópolis con sepulturas de reyes. Durante el preclásico, los con nueve puertas (5D - 120), trazado oste ntosamente como las construcciones de los
habitantes de Tikal prefirieron construir en el eje norte-sur de la acrópolis, pero éste se grupos formados por pi rámides gemelas. Esta obra se alza sobre varias plataformas y
pobló enseguida tan densamente que no se pudo erigir ningún otro edificio fúnebre originalmente poseía dos galerías consecutivas. No obstante, el edi fi cio no está situa-
en la zona. Por este motivo, los nuevos templos se crearon en la terraza norte, situada en do en el eje central norte-sur de la plaza de la acrópolis norte, porque la construcción
la cara frontal de la acrópolis. 5D-71 , más antigua, probablemente se tenía por demasiado im portante como para
Al sur de la G ran Plaza se alza la acrópolis centra l, que era la sede de la corte y, en poder derribarla. Es más, este edificio de t res puertas se alza precisamente en el eje
parte, también la residencia del mona rca. La construcción de este grupo de edificios sagrado norte-sur.
Las fu nciones de los grandes grupos <le edificios, como la acrópolis central, eran di-
Palacios: viviendas de los reyes y su corte
versas y complejas. Entre otras cosas, en ellos residía seguramente la corte. Sin embar-
En el concepto de "palacio" los investiga<lores de la culn1ra maya incluyen e<lificios go, no está claro si todos los palacios se utilizaban como residencia o sólo algunos. D e
con una gran variedad de form as y funciones. Los palacios se inspiraban, más que otras hec ho, existen muchos indi cios de que a lgunas ele las mayores o bras arquitectónicas de
construcciones de g randes dimensiones, en la forma de las casas <le la gente más humilde, la acrópolis central servían de viv ienda a los reyes de Tika l. Así, por ejemplo, se consi-
ed ifica<las con materiales perece<leros. El término "palacio de dmaras" demuestra vaga- dera que el edificio 5D-46 (fotografía .348) era el domicilio permanente del soberano
mente el hecho de que la mayoría <le estos edificios reunieran varios recintos. No obstan- Gran Garra de Jaguar (359-378 d.C.).
te, un examen atcnro de los distintos grupos de la acrópolis central de Tikal mostró que la En Tika l ex isten otros grupos de palacios del cl ásico tardío, como el grupo G, el
gama abarca desde las formas más sencillas hasta las más complejas: <lesde recintos indi- grupo F y el palacio d e los Murciélagos. En base al estudio d el ensamblaje de los muros
viduales (no conectados) hasta cualquier combinación imaginable de cámaras contiguas y de los recintos inte riores, así como de todas las excavaciones, estos palacios se pueden
(fotografías 349 y 351 ). En los estudios sobre los mayas, el concepto de "acrópolis" se ha clasificar claramente en la época del clásico ta rdío (730-830 d .C.), con excepción del
aplicado a las grandes plataformas en las que se ubican diversos complejos <le edificios. grupo F. Estos complejos pod rían haber tenido diversas funciones bajo soberanos suce-
Esto no implica que se les designe una función, pero en el caso de la acrópolis central se sivos, siendo tanto residencias como sede de <livc rsos servicios administrativos de
parte de la suposición de que n:almente se trataba de un palacio (fotografía 347). Los pa- la corte. La ubicación de la acrópolis central, situada junto a la Gran P laza, perm ite
lacios suelen presentar varios pisos, siendo cada uno de ellos un añadido posterior (foto- pensar que, desde que se concl uyó la obra en el preclásico tardío (350 a.C.) hasta el
grafía 35 1), al que se acced e por una escalinata exterior, si bien en contadas ocasiones tam- abandono de T ikal (hacia el 950 d .C.), en ella se desempeñaron al menos determinadas
bién podían contar con una escalera interior (fotografías 346 y 347). funciones <le la corte real.
Jl6 V,sta aéreo d,i centro dr 11kal
Esta imagen :lérea tomada por I\ichola.s Hdlmuth
in ucstr~l el núcl eo de la ciudad maya de Tika.l en su esta-
do actual. En pri mer plano se: observa el palacio <le varios
pisos con,;uuido entre los siglos IV y IX c-LC_. Los grandes
lcmplo!, 1 y II aparecen en el centro de la imagen y, por
dcids, se aprecian p.utes de la acrópolis norte, que en la
épOCª prl'clásica fue la necrópolis de los reyes de Tikal y
el adurat0rio cie los :rnn·stros de la dinastía. Con el tiem-
Po· d boo;quc fue recu~rando terreno a esta gran ciuda<l
del Prtén central, en Guatemala.

Acrópolis norte

Centro de Tíkal, Guatemala

o 40 m

D él Estela
Gran Plaza li) Altar
Templo 1

Plaza este
Juego de pelotrn ID

347 FI míd eu ;agmdo de la ciudad de 'IIkal


El centro de Tikal .se formó hacia d ai\o 800 a.C. con la
construcción <le la acrópolis norte. El ,írcJ conocida en
la actualidad como "Gran Pla1.a'' se construyó entre 695 )'
7.H J.C., época en que el rey Jasaw Chan K'awiil mandó
trigir un "lugar con eres piedras". Esta imagen de las pic-
<lras del hogar, que en la cosmogonía maya son el ct:lllro
del u111verso, está compuesra por los templos 5D-33- 1, 1 y
11. Hana el sur se hallaba la acr6polis central que, al con- Acrópolis central
rrario que los templos situados al norte, sirvió de residen-
cia a la dinastía de los monarcas de Tikal.

348 F.dificio 5D-46, una residencia real del clásico


temprano. Tikal, Perén, Guatemala; clásico temprano,
mediados del siglo IV d.C.
En algunos edificios de la acrópolis central se instalaron
los aposentos rea les. El edificio SD-46 se construyó a
mediJdos <le\ siglo IV por encargo cid rt)' Gran Garr!l ele
Jagua r. Varios siglos después se amplió d pri!Jcio origi-
n:11, que siempre fue respetaJo t·n lo~ rei lna<los at:19ues
que .sufrió la ciu<la<l. La inscripción J1: un incensario rle
un depúsito sagrado situado Jc.::bajo Je la esrnler:1 oe1;tr
designa el ed ificio como yoroot {residencia) cid monarr:1
Gran Garra de Jaguar. Duramc me<lio milenio, entre los
años 350 y 850 d.C., el pab ciu s1n·iú de residencia y pcr-
manaió h:1bitado incluso en la época de rlecaclrncia de la
ciudad (850- 950 d.C.).
349 Interior d,I edificio 5D-52. Tikal, Petro, 350 Un recinto de la acr6polis central
CU11umala; 741 J.C. La bóveda semidcrruida de un recinto de la acrópolis
La imagen del interior de esta obra arquitectónica eri- central permite observar tanto el aspecto típico de las bó-
gida en el año 74 1 d.C. por el soberano 27, Yik 'in Chan vedas altas de Tikal como el banco instalado en el lateral
K'awiil, muestra la bóveda con la viga original, de ma- más estrecho del recinto. Otro rasgo característico de la
dera de Campeche (Hoemotoxi/um campechianum) de los arquitectura de la ciudad es la desproporción entre la
pantanos cercanos. Asimismo pueden verse bancos de masa arquitectónica y el espacio disixmible.
muro pulidos, que debían de utilizarse para descansar o
para recibimientos. El edificio consta de tres pisos, confi-
gurados de distinta forma, de diversos periodos. Esta
construcción está fisicarncntc relacionada con los edifi-
cios más antiguos erigidos por los antecesores de) rey
Yik 'in Chao K'awiil, entre los que se encuentra la resi-
dencia familiar del soberano Chak Tok Yich'aak, mos-
~""'""-'"""Z:.-&,,:,-.......,..r,, trada en la fotografía 348.
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351 Secci6n del palacio d, los Cinco Pisos de Tikal. 353 El juego d, Pdota. Tikal, Petln, Guatemala,
Dibujo de Trobm Maler, 1904 edificio 5D-74; clásico tardío, 600-900 d.C.
T I K A L Teobert Malcr viajó a Tibl en los años 1895 y 1904 para
tomar medidas de IQ arquitectura de la ciudad y dibujarla,
Los tres campos de juego de pelota conocidos de Tikal
presentan dimensiones modestas en comparación con los
así como para fijar con su rudimentaria cámara las ins- de otras localidades. Aún así. el que aquí se muestra dis-
cripciones jeroglíficas. El artista quedó especialmente ma- ponía de una posición especialmente destacada entre d
ravillado ante el palacio de los Cinco Pisas, un edificio templo 1 (al fondo) y la acrópolis central, desde donde se
compuesto por <los elementos: las tres plantas superiores y tomó esta fotografía.
una construcción de dos plantas, añadida posteriormente
!J-t-- :0.,...1.., _ _ #:'..4(, __..........
#
y que completaba la obra. Un complicado sistema de esca-
linatas hacía püSible la ascensión hasta la superficie superior.
Los juegos de pelota:
donde se unen deporte y religión

Los mayas utilizaron los campos de juego de pelota hasta la llegada de los españoles,
que aún pudieron verlos compeúr. El juego unía aspectos ceremoniales y deportivos y
tenía una gran importancia en la formación ritual de los hombres jóvenes, que probable-
mente así se ejercitaban en el combate y en la confrontación física. Las canchas se reco-
nocen siempre por su característica forma, un terreno de juego en forma de 'T' o de "H "
y rodeado en dos de sus lados por un muro en talud (véase Colas/Vof3, pág. 186 y ss.).
En Tikal se encuentran pocos campos de juego de pelota. El situado en la plaza este,
por detrás del templo 1, tiene un lujoso trazado, con un edificio cubierto en la parte su-
perior de cada uno de los dos taludes que limitan el campo de juego. La obra se debe pro-
bablemente al rey Jasaw Chan K'awiil (682-734 cl.C.).
Una segunda cancha, mucho más pequeña, se halla en un lugar destacado de la Gran
Plaza, lindando con la cara sur del templo I (fotografías 352 y 353). Desde determinados
palacios de la acrópolis central, colindantes y elevados, y desde el templo I se tiene una
buena vista del terreno de juego. Asimismo, unas escaleras conducen hacia pequeñas pla-
taformas situadas sobre los taludes.
El tercer ejemplo es el complejo de edificios, aún no excavado, situado al es,.e del 352 Dibujo de lo recnnstrucción del campo d, j uego de supcrput:stas, bajo las cuales se conservó la arquitectura de
pelota y de la acrópoli; central de Tikal los edificios que albergaban t:'n su ince:rior. Una estancia en
grupo del Mundo Perdido, en una zona conocida como la "plaza de los Siete Templos". El dibujo muestra la cancha de pe.Jota, situada en la cara el extremo norte del edificio 50-62, situado en el centro del
El trazado permite adivinar tres terrenos de juego contiguos. Los montículos de ripio son sur del templo I <le la Gran Plaza. Una mirada a la acr6po- grupo superior, presenta una gran abertura que da direcia-
lis central situada detrás ilustra la complejidad Je las mente al eje central de la Gran Pla1.a y que, cQn toda proba-
bastante grandes y podrían ocultar amplios edificios. instalaciones de este grupo y las distintas construcciones bilidad, servía de palco real para seguir el juego de pelota. -
355 Templo I de Tikal, plano y sección. Dibujo de Teobm de la pirámide está recubierta d e: piedras lahra<la:i. El au-
Templos: los hogares de los dioses y de los ancestros Malei; /904 téntico edificio del lcmplo 1enfo rres recintos t'Sfrt'chos \'
El pbnn del templo 1, que mide 47 m de altura, pero alargados. Encim:i de cada puerta :1parccía un dintel d~
Un templo es una obra arguitectónica que, en primer lugar, cumple una función ce- mejor aún la sección del edificio, mu~strnn la extraordi- madera dura de zapote, tambié n llamado ''chicozapotch.
naria Jesproporci()n existente c::ntre el espacio útil y la La cuhierra posterior eraran sólo un adorno, no lt'nía nm-
remonial. Está dedicado a una o a varias divinidades, entre las que también puede haber masa ar4uitectón ica, caractnística de los templos ele Ti- guna función pdc[ica. Contaba con dos cámaras vacía~
antepasados humanos. Las cerem onias celebradas entonces se pueden certificar hoy en kal, así como <le utr.is muchas ciudades de las tierras bajas para reducir el peso que soportaba la bbveda,
mcriJionalcs. El basamento con nueve niveles está com-
base a restos de sacrificios de fuego hallados en el suelo, a la presencia de ofrendas votivas puesto pür guij;:trros y mortero, y sólo la fachada exterior
y, a veces, a pilas de fragmentos de cerámica que se utilizaban en tales cerem onias (incen-
sarios, figuras, instrumentos musicales). También se construyero n templos como monu-
mentos fúnebres sobre la tumba de un rey (fotografía 343). En Tikal se alzan seis g randes
templos erigidos sobre pirámides. Todos ellos se construyeron en el clásico tardío, posible-
mente en el siglo VIII, durante los reinados de Jasaw Chan K'awiil y sus hijos. El tem plo 1
354 La pirámide de M11>1do Perdido. Tikal, Petén, po!iteriormente construccione~ ::.uperpuestas y ampliacin-
se edificó hacia el año 735 d.C. como sepulcro para el citado monarca (fotografías 355
Guatemala; clásico temprano ne~. La~ 1.fotintas fo!it'S <le consLrucción abarcan <lc:sdc el ini-
y 356). Aún no se sabe si las demás pirámides-templo también contienen sepulturas. Con ¡_, pirámide de Mundo Perdido (edificin SC-54) fue exca- cio de la obra en el precMsico tardío hast.1 una versión de la
v:id:i en la décad:i de 1980 por arqueólogos guatt'rnaltccos época del clásico temprano, que aún se conserva y que ja-
sus 65 m de altura, el templo IV, erigido hacia el año 745 d.C. en la parte oeste del centro
diri~idos por Juan Pedro L1porte. Esta obra, la edificación m,ís llegó a tt:m:r cunstruccionn: superpuestas. El tr:izac.lo y
de la ciudad, es la obra arquitectónica más alta creada por los mayas. Este edificio y lacres- más alta de: Tik:il durante el clásico temprano, certifica una la orientación Je la úbra son comparables a los del edificio
larga historia arquitecrónica en su trazado raJial simétrico. E-Vll~sub, situ;.\<lo en las cercanías de Uaxactún. Igual que
tería del templo 6, llamado "templo de las Inscripciones", aparecen enteramente cubiertos
Una escalera asciende por cada uno de los cuatro laterales, en este último caso, la pirámiJe de Mundo Perdido JX><lría
por una inscripción jeroglífica que narra la historia completa de Tikal. forma arquitectónica que: se: mantuvo también al añadirse haber sido una especie de observatorio solar.
.-.,.;,i___ TJKAL .

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3% Templo l. Tikal, Peté11, G1111tc111ala; hacia el 732 d.C.
Esrc edificio, erigido como monumento sepulcral para
J::i.s.1w Chan K'.1wiil siguiendo destilo típico de Tik~tl, St:'
h:1 conven ido en el símbolo de la nuc.bd y de su sobcra~
no 26. Éste falleció probablemente en el año 732 d .C.,
y su templo sepulcral se creó en los dos años posteriores.
El templo ll, situado cnfrcnrc y dc.stle Jonde se tomó esta
fotografía, se consagró a la esposa de Jasaw Chan K 'nwiil
, ...-;..........,._.._ y comcn7.Ó a constru irse anrcs de su mut:'rte, au nque sc-
' T J KA L guramenrc se concluyó :.i l:i par que el Lemplo L El sobera-
no y su espos.1. reprtsenrndos en relieve en los <linteles de
sus templos sepulcrales, se miran ctcrnamt'ntt' por encima
de la Gran Plaz.1.
357 IA pirtimide este del complejo Q de p1rúmides gemelas.
7¡·kal, Pe1é11, Guatemala; 771 d.C.
Yax Ayiin 11, el soberano 29 de Tikal, mandó erigir el
complejo Q al este de b Gran Plaza en el alio 771 d.C.,
c,on ocasión del final del fotun 17. Una pirámide de si-
mctrí::i radial forma la parte oric-ntal de llll grupo com-
pul'sto por dos obras idénticas. Este- complejo Q se re-
construyó parcialmente como una soh, pidmidc gemela
para poder prcsl'ntar :rnre el observador ese tipo de cons-
trucci6n. Varias ~stdns lisas se- alinean delante de la pirá-
mitle este, en tanto que las 9ue muestran el rcrrato rle los
reyes que mandaron constrmrlas se alzan en un conjun-
ro similar dentro <lt un cercado situado en l:i car:i norte.

358 Estela 16 y llitar 5. 1i'kal. Complejo N de pinimides


gtmela.c; 711 d.C.; estela 16: altura 352 cm, anchura 128 cm;
afwr 5: ditimetro 167 cm
L.a csteln 16 se instaló en el año 711 d.C., a la par yuc el
:-tirar 5, en la calzada Tozzer del complejo N de pirámi-
des gt·rnelas. con el objetivo de celehrar el final Je un k'a-
run. En tanro que la estela 16 present:1 al rey J::i.saw Chan
K"awiil vestido tle gala, el :-titar 5 reproduce una tSc('na
histórica cuya intcrprer:ición sigLil' sienJo problc-m{1tic,1.
Dos personajes (probablemenre el rey de Tíkal y un pa-
riente lejano) exhuman los restos morrales de un~1 noble,
que podría ser incluso la espos:i de J:isaw Ch:in K'awiil.
Originalmente, el alta r ~e alzaba delante de la estela 16.
359 Repustntariñn esquemática de un complejo de
pmímit!es gemelas
Los complqos ele pirámides gemelas eran grandes plata-
forin,1~ con Lcmplos, que se erigían caJa 20 años pam cc-
k br:1r d final dt' un ciclo k'atun. La fecha que marca el
acomcrimi<·nm aprirece fi jada en la csLcla siru::ida dentro
de un cercado en el extremo nortt' de la pla1.a. Las gr:m- Pirámide con 4 escalinatas de 91 pelda-
des p1dmides se alzan en d cjt: Cstc-ocstc y señalan d re- ños cada una (más la plataforma= 365)
corrulo dd Sol. en tanto 9uc el edificio situado al sur re- Estela que marca
pre)Cnl,l el 111fr:1.mundo. el final de un cido

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Edificio con 9 entradas


Terraza estucada

Las pirámides gemelas: celebración de los ciclos de 20 años un recinto descubierto y con estelas de pied ra labradas, que reproducía al soberano
como triun fa do r. Delante se instalaba un altar de piedra de forma circular, general-
Las pirámides gemelas se consideran complejos arqu itectón icos típicos de Tikal, men te con la representación del monarca enemigo de otra ci udad-estado, vencido y
aunque paulatinamente se ha ido hacie ndo evidente que en los a lrededores de esta sometido.
ciudad ese mismo trazado se repite en " localidades sa télite" dependientes de ella, Muy cerca del templo IV se encuentran el grupo N con la estela 16 del año 711 d.C.
mucho menores, como por ejemplo en Ixlu, Sakpetén y Yaxhá. Este tipo de comple- y el al tar 5, construido hacia la misma época (fotografía 358). Este último n o repro-
jos se compone de dos pirámides similares situadas e n las caras oeste y este de una duce a un enemigo vencido, sino que m uest ra a dos príncipes llevando a cabo algún
plataforma elevada (fotografía 359). tipo de negociaciones por unos huesos y un cráneo. La larga inscripción narra que el
Las pirámides siguen una simetría radial, es deci r, presentan una escale ra en rey de Tikal, Jasaw Chan K'aw ii l, se encontró con un pariente lejano para recupe-
cada uno de sus cuatro laterales (fotografía 357). El g rupo completo aparece clara- rar los restos mortales de su d ifu nta esposa, enterrada en otra ciudad, y así prevenir
mente orientado hacia los puntos cósmicos y representa la imagen del uni verso que que dañaran su tumba en una invasión inmine nte. Esto nos sitúa frente a u n acto de
tenían los mayas: el este y el oeste son los puntos cardinales que cada día señala n di plomacia ta n sorprendente como ejemplar y también fre nte a un acto de amor que
la salida y la puesta del Sol. Los peldaños de las escalinatas de todos los ed ificios que raramente se encue ntra en los textos jeroglíficos.
conforman el complejo suman en total 365, exactamente igual que un año solar. La construcción de pirámides gemelas corno marcas temporales rituales se inició
Las construcciones situadas al norte y al sur de la plaza representa n el cielo y el in- en T ikal durante el preclásico y siguió hasta q ue se edificó el último grupo, en el año
fram undo. Delante del edificio ubicado al este se alza una serie de nueve estelas no 790 d.C . Es muy probable que en las cumbres romas de las pirámides se celebraran
esculpidas. El significado de estos monumentos aún no ha sido estudiado. ceremon ias con danzas, quizás cada año nuevo, para establecer el tiempo transcu-
Estos grupos arquitectónicos eran construidos al final de cada k'atun (ciclo de rrido hasta la construcción de un nuevo grupo.
20 años en el calendario maya) por orden del soberano reinante, que así hacía saber En la cara sur del com plejo de ed ificios se levanta un " pórtico de palacio" longi-
a sus súbditos que él había completado en el trono ese periodo, aunque éste hubie ra tudina l con nueve puertas que señala n hacia el norte. Esta obra arquitectónica re-
comenzado antes. En la ceremonia, el complejo debía, por un lado, destacar el ven- presentaba con bastante probabilidad el averno: las nueve puerta s simbolizan a los
cimien to de un periodo sin catástrofes ni rupturas y, por otro, tambié n g lori fica r nueve señores del inframundo, q ue aparecen de fo rma muy frecue nte en la mitolo-
a l propio monarca. Po r lo tanto, en la ca ra norte que representaba el cielo, se alzaba gía de la civilización maya .
La geometría arquitectónica y los tres grandes reyes de Tikal Acrópolis central.¡ L ,. ,,.,,_
, p-ernp,o r¡-
1 emplo 1 • - - - ' · • --
Durante algo más de un siglo (692-800 d.C.), fueron t res los reyes que se ocupa-
ron de la transformaci6n constante Je la ciudad de Tikal. Era11 pad re, hijo y nieto,
que se sucedieron e n el tro no. Prácticamen te todos los templos de grandes dimen-
siones se crearon en ese perioJo J e tiempo, a unque es im posible adscri birlos a ca da
uno de ellos (fotografía 360). La o bra 5D-33- 1 se construyó e n la época de Jasaw
Chan K'awiil. Los templos I, 11 y IV, y probablernente también el templo VI se c rea-
ron durante el reinado de su hijo Yik 'in C ha n K'awiil , que también erigi6 otros m u-
chos palacios y un g rupo de pirámides gemelas. Finalmente, el ni eto de Jasaw, Yax Edificio 5D-23
Nuun Ayiin 11, J ebió ser q uie n, además de grandes palacios y pirám ides gemelas,
construyó el templo V. El templo III es posterior (8 10 J .C.) y supone la última obra
arquitectónica m o numenta l que se completó en Tikal. Otras grandes construcciones
como las ruinas de la acrópolis este podrían haber sido el intento frustrado de un rey
cas i en bancarrota de construir un templo imponente. Edificio 5D-22
Ningun o de los tres grand es reyes for jó un trazado geométrico específico, pero
su actividaJ a rquitectónica ofreció e l punto de partida para crear una urbanización

360 P/0110 de la ciudad Al erigirse el grupo N y el altar V en el aüo 711 d.C. >< debió 361 Dibujo de la recumrruccián de la acrópolis norrc y observa el edificio m,ís alto de b acrópolis norte, d rt·mpln
En Tikal se introducían con frecuencia triángulos rcct,lngu- de tener en cuenta esta configuración triangular. El mismb,. de la Gran Plaza 22. L1 mirada vaga por b Gran Pina, pasa anre el tt:mplo I
los para vincular los t'dificios nuevos con los ya cxisrcnrcs. whcra no consrruyó los templos I y I I justo en d eje de unión: La acrópo!ís norte, crigiJ a a lo largo de varios siglos, es d y se dirige hacicl d templo V, que se <llza en el fonJo, y la
En la combinación que se muestra en la imagt:n. el templo 43 de manera que en el umbral <ld templo I se forma un ángu- lugar donde se cntcrrak1 a los reyes de 1ikal. La recons- gig:rnresca acrópolis sur, aún sin excavar, rnnst11uiJ;1 por
del complejo norte (grupo H) se relaciona con el altar V dd lo recto perfecto. trucción del dibujo muc:stra una imagen dd estado en un:1 pl:n:1formc1 maciza sobre b que se alza otro t("mplo.
grupo N Je pirámides gemdas y con el templo l. El primtro 4ue se encontr:ib.1 en d aito SUO J.C. En primer término. se
proccdt" dd d~sirn temprano y es el dt'mtnto más anriguo.

encauzada que prefería las fo rmas t riang ul a res que incluía n ed ificios ya existentes.
En T ikal se encuen tran docenas de ejemplos de que el triángu lo rectá ngulo se
aplicaba como esquema bás ico a los nuevos com plejos de edificios. Los más im pre-
sionantes son de la é poca de los reinados de Yik'in Chan K 'awiil y de Nuun Yax
Ayi in 11. Ellos fueron quienes crearon e l g rupo N, un con junto de pirámides geme-
las situad as junto a l templo IV, entonces a ún no construido, y los templos I y II, si-
tuados u no frente al otro.
El eje central de ambos tem plos conduce directam en te al altar V m encionado,
situado m ás arriba, en el vallado norte del g rupo N. E l templo [I estaba dedicado a
la J ifunta es posa de Jasaw, m ientras que el templo I e ra su propia tumba. El cul to
a los restos de su es posa se celebraba en el a ltar V. Por encima de éste, una línea con-
duce en ángulo recto desde la pue rta de entrada del tem plo 1, el punto m ás oriental
de la línea de fuga señalada, hasta el portal del templo 3D-43, situado en la acrópo-
lis norte. Este último es una sepultura preclásica y no se sabe para q uién se constru-
yó. En cualq uie r caso, el rey Yik ' in C han K'a w iil le daba tanta im portancia que lo
utilizó como pun to de referencia pa ra la construcci6n tria ng ula r dest inada a vene-
ra r a sus a ncestros. Los vértices del triá ngulo mencionado son la entrada al templo
1, el altar V y el acceso al templo 3D -43, que forman un triángulo rectáng ulo com-
pleto (fotografía 361).
Otro ejemplo es la unión de los grand es tem plos 1, V y IV. En este caso, también
se da un triángulo rectáng ulo perfecto, cuya línea de unión pasa por una ventana del
palacio 5D -65. Este es pacio se integra de manera asi métrica en el edificio y señala di-
rectam ente a la entrada del templo V. Puesto que éste es el último templo construi-
do de los t res q ue conforman el g rupo, se puede supone r que el templo V y el pala-
cio 5D-65 se construyeron Je forma simultánea como proyecto unitar io. Con estas
formacio nes triangulares precisas, los reyes pretendía n referirse a uno o a varios de
sus antepasados directos. Este principio urbanístico ta mbién se conoce a pa rtir de la
observació n de otros g randes yacimie ntos arqueológicos (por ejemplo, Pal enque),
pero es precisame nte en Tikal donde se a precia m e jo r. Las excavacio nes realizadas
en esta zona pe rmiten con tota l fidelidad establecer una clasificac ión temporal, así
como supone r que cada nuevo grupo arquitectónico monumental rendía tributo a permite concl uir, finalme nte, que el estilo de esta gran urbe infl uyó enormemente
dos e,tructu ras más antiguas a tra vés de una relación espacial proyectada con sumo durante un largo periodo de ti em po en la rnayorí:1 del territori o que conforman las

cuidado. tierras bajas mayas.


La influencia de la arquitectu ra tambié n se puede observar más al norte, en las
construcciones de la ciudad de Oxk intok. L a pirámide principal presenta una deco-
La influencia de la arquitectura de Tikal en otras ciudades ración de fachadas, do nde la cara frontal de un ni vel de la pirámide presenta una
zona superior biselada e intercalada con un á rea ve rtical situada debajo. Este per fil
La a rqu itectura de Tikal se asemeja en muchos sentidos a la arquitectura de las se designa con el término técnico inglés de apron mo{ding y es una '·marca" caracte-
regiones vec inas, sobre todo en su prim era época, pero la ciudad desarrolló un esti- rística de la arquitectura de Tikal, así como un ejemplo ve rdaderamente impresio-
lo propio en el cl:ísico tardío, su é poca de esplendor. El soberano Jasaw Chan K 'awiil nante de lo mucho que la ciudad marcó el estilo arquitectón ico ele la culrnra maya
fu e quien lo implantó y sus sucesores lo adoptaron plenamente y lo completaron. El en general.
templo con una sola entrada que destaca en lo alto, elevándose en el cielo gracias a
la ayuda de una montaña artificial, caracteriza un estil o que tuvo sus comienzos en 362 El palacio de Río Ber en Campeche, México; hacia de c:s;1 ciudad. Es posibll' 4t1l' l'Slt' "monumento culrur:il"
600- 900 d.C. <lc:sfos;1Jo aluda :1 ti~ rdacionc~ políticas rcanuda<i:1.s t.'n
Tika l y que se adoptó también en la región vec ina. Se le conoce por el nombre de En Río Bcc. bastante m~s al norte que Tikal, se erigió un a4ud til'lllpo, des-puC.:~ de un larg:o periodo de enemistad
"estilo de Peté n cent ral". Va rias décadas después, se crearon palacios (de cámara) palacio con fochadas fo Isas que parecen copiadas ciel tem# entrl.: Tikal y Csla rq,:ión septentrional.
plo [ de Tikal. Se supone que este edificio se creó después
mucho más al norte, cuyas fachadas, que contaban con dos frontales falsos a los de la cnída de l.1 gran urhe, aunque presenta influencias
lados, imitaban el estilo del templo I de Tikal (fotografía 362). Esta relación nos csti lísric.1s de la arquirecrur:i de la t'porn del soherano 26
PROCESIONES, -PEREGRINOS Y PORTEADORES:
LAS CALZADAS CEREMONIALES
Markus Ebcrl

Las tierras bajas pobladas por los mayas suponen un como po r ejemplo Caracol, presentan una autén tica rnl
• El Chaquistero
espacio cultura l muy diverso. Los bancales altos, las te- viaria de varios kilómetros que une las diferentes sakbe.
La Rejolla?
r razas de cultiYo y, sobre todo, las calzadas ceremoniales La red Je calzadas más extensa es la q ue cubre los al r,-_
Ceiba
fueron los elementos con los q uc este pueblo intervino en dedores de Cobá, al norc~tc de la península d e Yuca1;1n.
el medio natural, disponiéndolo según sus creencias. Las que con sus casi 50 sakbe alcanza una longitud total de
calzadas se designan con el término sakbe, palabra del más de 150 km (fotografía 3M).
maya yu katck que sign ifica "calle (be) blanca (sal?)", por Los mayas construyeron las calzadas siguiendo un
la capa Je cal de color claro que las cubre. Se trata de cal- principio común: sobre el suelo liberado de vegetanon
zadas y redes de calzadas construidas para ser resisten tes colocaban primero unos muros laterales de sepa ración }
al clima y a la erosión. Se <:ncuentran en los centros Je las después rellenaban con guijar ros el espacio intermedio
ciudades mayas o parten rad ialmente desde ellos hacia creado. Una capa de color claro de cemento o mortero de
Retiro
los alrededores. No obsta nte, no existen pruebas a rqueo- o 3 km
cal !.is remataba y las hacía resistentes a las condicione,
lógicas de redes de carrete ras q ue unieran entre sí los climáticas y al uso./\. veces, el recub rimiento estaba lige-
grandes centros. ram ente curvado y de esta m anera el agua, que caía en
Con una anch ura de entre 5 y I O m, la longitud de 363 La red l'loria dr Curacol g randes cantidades en las épocas de lluvia, se escurría
Con una longitud tutal <le 70 km. la red viaria regional de Caracol (Belice) e,
estas calles era sólo de entre un pa r d e decenas de m etros suavemente.
una de l.a~ m;_h granJc:i- que st~ con(lccn en bs tierras hajas mayas. Panc ra-
hasta poco m enos de 100. Estas calzadas se terraplenaba n Jialrncntc Je hi ciu<lad y une pequeñas localirbdes de los alrcdc:dnrc:s con el E n luga r de ad aptarse a las características del pai -
centro. Esta!i calzadas cubren un territorio de m~ls de 300 km, que probahle-
en forma de plataforma o de talud (no rmalmente de tan saje, lassakbe solían t raza rse en línea recta. La presencia
mcntc era controlado directamente por Caracol.
sólo 50 cm de altura) y así destacaban en el paisaje cir- en ellas de bi furcaciones o curvas es m uy extraña, y los
cundante (fotografía 363). Ú nicamente algunas ciudades, cambios de di rección se prod ucen más bien mediante

364 /.a calzada art'mo11ial del


cemro del Labná, Yucatán, Mér,co
Esta calzada comunica b purtt' des-
tinada a las ceremonias <ld sitio
Puuc rlc Labná cún d exlt'nsu pala-
cio que formaba la zona rc:sidcm:ial
<le la cap:1 social dominante. La ele-
vación en forma de talud y el rccu-
hrimíento de estuco claro son carac-
terísticas de estas vías, conocidas
por lm mayas de Yucatán como
''calzadas blancas•·.
a pesa r de su edad, la mayoría de su!(be que se conocen comiti vas de pereg rinos que recorrieron estas calzadas
. en la r.:n la actualidad se han conse rvado en un buen estado hace más ele 1.000 años.
Él esta m~ -
.., calzada
sorprendente. Estas calzadas, que sólo en casos concretos E l uso ceremonial de las sakbe no excluye otras fun-

~
(trae) lo se construían entre poblaciones lejanas, son sobre todo ciones. Es muy probable que las calzadas mayas también
(el dios)
Chaak bueno un rasgo característico de b, propias ciudades, donde tuvieran un aprovechamiento económico, aun cua ndo no

i son su unían entre sí distintos barrios o, dentro de éstos, comu- formaran una red extensa. La nobleza reinante d ependía
las tortillas
secas ~- «)
o ofrenda nicaban templos y palacios. del pago de tributos. Ante todo, en las vasijas pintadas de
Además de estas vías de comunicación internas, colores aparecen representaciones que muestran cómo se
también existían calzadas regionales, que tienen su satisfoccn im puestos a un señor, en forma de alimentos.
punto de partida, ,1 veces marcado con una puerta o un por ejemplo frijoles, de telas y de bienes lujosos como
edificio especial, en el cen tro de una ciudad. Los ejem- pueden ser pieles de jaguar y códices. Los tributos recau-
plares más hermosos se encuentran en el norte de dados entre los súbditos se podría n haber llevado a la
Yucatán: en Kabah se erigió una plataforma cuadrada corte del soberano divino, en el centro, pasando por las
en el punto donde la calzada ele Uxmal alca nza el centro calzada, ceremoniales. El contenido sim bólico-político
de la ciudad. Dos rampas conducen hasta la platafor111a no parece haber desempeñado un papel poco importante
y, sobre ella, un arco aislado señala el tránsito entre el cen- en el uso de estas calles. Las sakbe urbanas unía n las áreas
tro de la ciudad y los alreded ores. Las ;akbe no se traza- de los templos con los complejos residenciales ele la alta
ron para las caravanas ni para el transporte. D e hecho, la sociedad, pero también ponían en relieve, y acentuaban,
fauna de Yucatán carecía ele animales de tiro. Además, los alrededo res. De este modo, la elite gobernante hacía
aunque ya conocían lat rueda (las calzadas se aplanaban patente su rango especial ante los sencillos campesinos de
con grandes rodillos de piedra), los mayas jamás cons- maíz y, con ello, el orden d ivino presente por doquier.
truyeron vehículos rodados. Desde e l preclásico y hasta
la llegada ele los españoles, el transporte de mercancías
se efectuó en gran 111edida a hombros (fotografías 365
J66 Cammo del mercado
y 366). Asimismo, una parte considerable del comercio F.n Cu:1terna!J, lo:, biene~ se: siguen tr:1.nsportJndo a hombros. LJ rarg,1 . bien
se podía realizar a través del agua. A diferencia de lo q ue :1marra<l:1 J un arrnazún J1: madera, ~t' 3t>~tient con una cint:1 Ct'1liJa a l,l frtn-
te 11:ima<la ''mecapa!"'. Tt·niendo en cuenta L.t tsc.ihrosidad del terreno y b
sucedía en el Impe rio Romano, en la civilización 111aya fo Ita de animales <.k Célrga u Lll' llro, é~ta era b única posibil1<lad de transpor-
los aspectos militares y administrativos no tenían impor- tar tambu:n objetos pesado~. cubm:ndo tramos l.irgos. E-:,ta fotografía. tom.'.1 -
cb en el aluplanu Je Guatemala luua 1930, mul'!itra ,1 un maya camino dd
tancia en el análisis del sistema de comunicaciones, pues- mercaJu con v,tsijas Je barro. En la Jctu;1!1JaJ. lo!i comerciantes cargados de
to que no contaban ni con un ejército permanente ni con estJ manl'ra aún recorren <l pit· <lisl.tncias <ll' ha~ta _{ú km.

una milicia extensa.


L os misioneros que llegaron a la zona cu ando los
365 F/ dwi dr fu llut11a cammando pm una, alzada. Copia de- un ddt1/le del españoles conquistaron Yucatán certificaron r.:n sus in-
((w.l,a t/(' Dresde, pág. 65: lugar del halla::.gu desconncido: po,dtisi(u tardío,
formes la existenc ia de calzadas fijas. En el a110 1688,
l~fJO 15(1() d.C.; papel de curtezu cubierto ¡}()1 una capa de cal _V pimado; pá¡:lna:
altma !O,./ cm, unchum QO cm; Dresde, Sih:hsúrlie Rlbliothek rrny Diego Lópcz de Cogolludo d escribió el sign ifica-
Con un t.a~tbn nudoso t.:11 l.t m;rno izquinda y un h:itillu .1 hombros, d dios Je
do religioso de la isla Cozumel, e n el noroeste ele la pe-
l.t llu,·1;1 Chaak ,wanz.a por un:1 c:1fz;1t.L1, que en este ca.so se n:prC'.'>Cnt:1 median-
il un,1 h:mJ.1 con hucllai!i de pies. L:i in:.cnpción del margl'n :,upcrior, rompucs- nínsula, y una ro111ería en toda regla que acomp,1ñaba
L1 por st:i-s glifos, ,1ludc ,l la imagen: Cha~1k. ilim dt' l.1 llu via. csr;l en c.1rnmu.
al culto:
Adc111.1,, los alimcrum :sencillos y sin cumluncnr:1r, r:1I )'corno ~ llevaban en lm
n1¡e\ 1lé ,H.¡uelb époc~1, se mencionan mino ofrendas J l.1 <l1 vinid:id. "Esta, cal~adas eran, como ca minos reak;,, que guia-
ban sin rezelo ele perderse en ellos, para que llegassen a
Coz u111cl al cumplimiento de sus pro111essas, a las ofren-
das de sus sacrificios, a pedir el remedio de sus necesida-
des, y a la errada adoración de sus Dioses fingidos."
1igeros acodamientos. Las irregularidades del terreno se En éste y en otros inform es se habla ele la utiliza-
1g11Jla ron mediante fundamentos elevados y rellen os, ción de las ;akbe por peregrinos y para p rocesiones. La s
pno a penas se construyeron puentes. pruebas sobre su func ión ceremonial no se apoyan úni-
Las calzadas, algunas d e ellas de va n os kilómetros camen te en los clocu111entos de la época colonial que
tk longitud , revelan una gran dosis de habilidad org:rni- transmitieron por escrito el verdad ero uso d e estas cal-
zati1a y de perfección técnica. El esfuerzo que req ue ría zadas o, al menos, su recuerdo, sino también en la es-
construirlas se puede eval uar en base al hecho de que tructura y características propias de esos cam inos . En
para concluir algunas de estas vías se necesitaba bastan- las ciudades se concentraba n e n los centros marcados
te inás tierra y guijarros que para erigir una pirámide de por la existencia d e pirámides-templo y de grupos resi-
va rias decenas de metros de altura. Sólo la dirección denciales de la nobleza, que e ra donde se celebraban los
Je la mano de obra necesaria ya d ebió de ser considera- rituales m ás importantes. Con un poco de imaginación,
ble. Una prueba de la calidad d e su construcción es que, en la mente aparecen las procesiones solemnes y las
PARA COMPRENDER LAS PINTURAS MURALES DE BONAMPAK
Mary Miller

Desde finales del primer milenio a.C. hasta la época de la conquista española, los alg unos, en especial el maestro de los muros norte de las cáma ras I y 2, con una ex-
mayas decoraron a menudo los muros de sus obras arquitectónicas con pinturas en traordinaria habilidad artística para marcar los contornos y los movimientos del
color (fotografía 367). La mayor parte de estos murales ha perdurado en tumbas. Hacia cuerpo humano (fotografía 368). La cám a ra 2, la central y la mayor de las tres, era sin
finales del clásico tardío, en una época en la que también se pintaron esculturas, los ar- duda la sala del trono, y el banco de muro que se halla en su interior, el trono presi-
tistas mayas, sobre todo de la región oeste, cubrieron paredes enteras con artísticas imá- dido por el príncipe supremo. Las tres cámaras suponen una secuencia de imágenes:
genes siguiendo la técnica de la pintura al secco. en la sala del trono se representan la guerra y la lucha; y en los dos restantes, otros su-
El e jem plo más notable de este tipo de pintura salió a la luz en el año 1946, cuando cesos de la historia de la dinastía. Por tanto, las pinturas d-a n como resultado una re -
unos mayas lakandon condujeron al realizador cinematográfico estadounidense Giles presentación coherente y unitaria de un mundo que se caracte ri zaba por la g uerra,
H ealey a un sitio que ellos conocían desde hacía mucho tiempo, pero que nunca habían los sacrificios humanos, los actos rituales y los conflictos políticos.
mostrado a un extraño (fotografía 369). Algunos rumores sobre la existencia de tal H acia finales del siglo Vlll, época en la q ue se crearon estas obras de arte, los so-
lugar ya habían alcanzado al viajero e investigador Teobert Maler mientras recorría la beranos de Bonampak, ciudad si tuada a 26 km de Yaxchilán, se habían al iado con
región ·a finales del siglo XlX, pe ro éste tomó una dirección equivocada y lleg~ a esta última y también con Lacanhá, una población cercana de menor tamaño. Las
Budsilha, situada a orillas del Usumacinta. Healey, que quería rodar una película sobre rel aciones con estas dos urbes y sus victorias comunes también se rememoran en las
las ruinas y sobre la vida de los mayas de su época, reconoció de inmediato la impor- representaciones.
tancia <le las obras arquitectónicas pintadas. Pocos día después ya había notificado su Los monarcas de Bonampak habían adoptado la costumbre, p rop ia de Tikal en
descubrimiento a los in vestigadores más destacados. Sylvanus Morley, el mejor espe- la época preclásica, de disponer las construcciones ceremoniales esenciales en una
cialista en cultura maya de la Carnegie lnstitution, bautizó el sitio con el nombre de sola acrópolis (véase Harrison, pág. 22 1) con adoratorios m enores y alas indi viduales
Bonampak, que en maya yukatek significa "muros pintados". Los científicos recurrie- en los edificios. La plaza central y las áreas infe riores de la acrópolis aparecían
ron enseguida a las pinturas de Bonampak para ilustrar y apoyar las más diversas ribeteadas por estelas, y unos frisos en los muros adornaban las fachadas situadas
creencias sobre la civili zación maya. Existen otras pinturas murales q ue también han más atrás. Es posible que las residencias de los nobles y los alojam ientos comunita-
sobrevivido al paso del tiempo, pero las de Bonampak se caracterizan por una serie de rios de los g uerreros y de los sacerdotes se alzaran en un lateral de la plaza, en el
rasgos especiales, además de por estar casi intactas. grupo de unos templos que quedaron reducidos a ceniza y en el grupo Frey, un com-
plejo de edificios que lleva el nombre de la primera persona que visitó las ruinas
(fotografía 370).
La cotidianidad en la corte y la historia dinástica en imágenes La estructura 1, erigida hacia el año 790, era la obra a rquitectónica más lujosa de las
que se levantaron en el lugar por aquel entonces. El motivo de que se construyera podría
Las pinturas se presentan como ilustraciones comprensibles de la vida de los
mayas prehispánicos, que rep rodujeron temas como la jerarquía socia l, la guerra y la
vida en la corte. En el edificio con tres recintos que recibió el nombre de "estructura l "
(fotografía 371) se puede ver a cientos de príncipes. Los personajes pintados presen-
tan un tamaño que va desde la mitad hasta las dos terceras partes de una figura hu-
mana, de modo que el observador tiene la sensac ión de forma r parte de la re prese n-
tación. Además, estas pinturas murales plasman de una mane ra impresionante los
senti mien tos de los representados, especialmente en la reproducción de los prisione-
ros de la cámara 2. Las imágenes de figuras humanas de muchas vasijas de cerámi-
ca también recuerdan alguna s emoc iones, penas o alegrías, pero ninguna otra obra
monumental de la antigua América capta un sufrimiento y un triunfo tan conmo-
vedores como estas pinturas. Entre los artistas que trabajaron en ellas se encuentran

367 Vista del murn oestr de la cámara l. Borum1pak, 368 Procei/611 de músicos. Copio de una pintura mural
Chiapas, Mixiw, estructura /; cM,im tardlo, (detalle); Honampak, Chiapas, Mbico, rstmaura l.
hacia el 700 d.C.; pimura mural cámara/, murn oeste; clásico tardío, hacia el 790 d.C.
Lo~ m u ros interiores dt' las tres cámaras de la cst ruclu- En esta imagen puede verse un fr3gmento de la procc-
r.1 1 Üt" Bonampak t"stfm t:n tl'r.l me nte pintadas con esce- si(m <le músicos que ap3 rece en la zona inferior J d muro
nas bélicas y, t'n cierto modu, forman un códice en pie- oeste (fotografía 367). Mirntros golpea el gran bombo, l.1
c.lr::i. Por circunstancias afortunadas, estas pinturas figura c.¡ue ucu¡u d cen tro Je b escenJ mira hacia dos
murales Sl' han conservado mucho mejor que en cual - hombres 4ul' tocan unJ concha de tonuga. con unos cuer -
quítr otro e<lificio nrny<1. nos <le n n,l<lo. Otros do.~ person3 jes sostienen en :,u...,
manos g ranJe.s matracas de calah::iz-a.
muchos casos, la sutil manipulación de las superficies de color, q ue finalmente se conver-
tirían en formas al ser perfiladas en negro, indican que los artistas que se ocupaban de
marcar los contornos eran los mismos q ue aplicaban los colores.
En la cámara I se encuentra la introducción típica de un texto maya, una fecha <:s-
crita com o serie inicia l, que indica el comienzo de la lectura en esta sala. Algunos cálcu-
los basados en el calendario luna r siguen a esta primera fecha (9.18.0.3.4., en el año 790
d.C.), que probablemente señala el día en que se produjo el acontecim iento representa-
do, puesto que se pintó sobre el m ismo fondo rojo. Por encima del texto se acercan unos
nobles con capas blancas, algunos de los cuales se señalan expresamente con el título de
ajaw (príncipe), miembros de una familia real q ue se ha reunido en un gran trono común.
Entre ellos también se encuentra un niño pequeño, que es ofrecido al príncipe por un sir-
viente. A la derecha del trono aparece un hatillo con 5 X 8.000 granos de cacao, según se
desprende de la leyenda jeroglífica (fotog rafía 374). En una sociedad en la que el cacao
era un preciado medio de canje, una cantidad tan grande da a entender un pago de tri-
butos o impuestos. Así pues, esta representación muestra claramente a los príncipes pa-
gando sus contribuciones. El texto situado debajo de la escena señala q ue en la focha de
la serie inicial se produjo una ordenación de un cargo, que probablemente afecta al niño
y se celebra en presencia de la fa milia real de Yaxchilán. Desgraciadamente el nombre se
ha borrado con el t iempo. No se sabe si quien se sienta en el trono es el rey de Bonampak
o el de Yaxchilán: los paneles destinados al texto, situados sobre la escena, no se comple-
taron jamás. Por la posición destacada q ue ocupa el príncipe en el trono y por la riq ueza
que éste exhibe podría tratarse de Yajaw Chan Muwaan.
En esta escena, los 14 príncipes que lo agasajan visten unas capas blancas que rara-
mente aparecen en el arte maya. No obstante, estas vestimentas también se conocen a par-
ti r de algunas piezas de cerámica de Tikal, un trono de Palenq ue y de la llamada "pied ra
esculpida l '' de Bonampak. Los altos dignatarios mayas se las ponían cuando ofrecían tri-
butos y regalos a su rey, y q uerían manifestarle su lealtad. Aunq ue la capa muestra q ue
quien la lleva ornpa un rango inferior en relación al rey gobernante, los ajaw dominan
visualmente la escena de la cámara 1, lo rnal podría ser expresión de q ue su poder au-
mentaba (fotografía 371). De hecho, cabría preguntarse si no fueron ellos quienes encar-
369 l..A acrópolis de Bonampak en la cipesura de la selva que enseguida informó a los científicos. En esta imagen, garon la escena: tanto los príncipes como la fam ilia real a parecen reproducidos con el
Durante mucho tiempo, Bonampak permaneció oculta sólo la acrópolis sobresale en la espesura. Otros muchos mismo realismo detallado y cada personaje dispone del mismo espacio, pero lo primero
en l:i selva y únicamente la conocía un grupo de ma)•as complejos de edificios siguen aún enterrados hajo una
lak:rndon. Fueron ellos quienes en 1946 condujeron al espesa capa de vegetación. que captan las miradas es el g rupo. Además, los rasgos faciales y la ropa de los ajaw reci-
cineasta americ:rno Giles Heoley hasta las ruinas. de las bieron mucha atención por parte de un maestro calígrafo, en tanto que, comparativa-
mente, la reproducción de la fam ilia real resulta bastante tosca. Esto también se hace pa-
tente en la torpe agrupación de la fam ilia real en el trono o en la poca g racia con que se
trabajaron las manos y los pies del n iño presentado. Es probable que esta parte de la pin-
haber sido la necesidad de conseguir una representación simbó lica de la integración en la tura fuera completada po r un a rtista con menos talento.
elite de numerosas capas sociales. Quizá fuera éste el objetivo político declarado del rey de
Bonampak, Yajaw Chan Muwaan, que llegó al poder en el año 776 d.C. (el texto presen-
te en la cámara 1 señala explícitamente que la obra era propiedad suya). La danza del quetzal en la representación narrativa
La estructura 1 estaba pintada por dentro y por fuera, aunque se ha conservado poco
de la ornamentación exterior. Justo por debajo de la comisa aparece un filete de texto, que L a zona del muro norte situada por encima de la puerta sólo se puede observa r
en otro tiempo probablemente consistía en casi 100 jeroglíficos y que flanqueaba la parte desde un banco empotrado en la pa red. Esta parte muestra a tres altos dignatarios ves-
exterior del edificio como las inscripciones de los recipientes cerámicos. La extraordinaria tidos con pieles de jaguar, plumas de q uetzal y pellejos de boa, prepa rándose pa ra la
arquitectura del edificio resalta las escenas bélicas de las pinturas, intensamente coloreadas. danza solemne q ue ejecutarán en el muro sur opuesto. De esta manera, esta sucesión
de escenas se relaciona con un único acontecim ie nto, que incluso se llega a mencionar
Una obra maestra de la pintura en el pi ctograma 42 con las palabras "ésta es la dan za del quetzal". En la imagen si-
tuada en la cara norte, u n sirviente situado a la derecha del príncipe aplica unos toques
D espués de aplicar el fondo de estuco blanco, el artista esbozó las imágenes proba- de colo r rojo a su señor; el artista le ha puesto en la mano varias bolitas de pigmento.
blemente con ag uad a o tiza roja. Otros pintores rellenaban luego las superficies mayores Los personajes situados m ás a la de recha probablemente esperan su tu rno para
q ue habían de colorear, sobre todo los fondos azules y rojos, y pintaban encima los per- engala na r al príncipe (fotografías 372 y 373). U n servidor situado de pie a la iz-
sonajes. D espués de apl icar todos los pigmentos, los maestros calígrafos seguram ente tra- quierda se ocupa de asegurar el penacho de plumas del p ríncipe en el fi jado r pre-
zaban las líneas de perfil negro definitivas (aunq ue en la cám ara 3 también utilizaron visto para ello. Con la ayuda de sus criados, los altos d ignatarios se coloca n vesti-
el rojo), trabajaban los rostros y las manos y completaban los detalles del proyecto. En mentas sem ejantes a las de su príncipe. L os ar mazones de sus plu meros están
Viht1JO en perspectiva de lo re,·onstrucci6n de
370
la arrópa/i; de B011amp•k , , ,
Sobre los cscalvncs de b acrópúlis se alzan vanos edifi-
cios, dd<le lo~ que :,C ve l::i Gran Plaza, ~ituada ~elante
del complejo arqmlcccúnico. Algunos tenian sencillos te-
j:1dos ele- p:qa <le palma, en wnto que otros prc~entaban
b6veda1: de piedra muy a<lorna<las y estaban coronados
por una lujosa crcsterfa decorativa. El gran edificio si-
w.:iclo en el I ramo ccncrnl es la estructura 1, que cuenta
con pinturas murales.

371 Sución lo11gi1Udi11al dr la tstructura 1 de Bonampak


La secci(m lungiLUdinal de la estructurn I muestra las
tres cámaras pintadas. En catfa una de ellas se encuentra
un banco e.Je piedra. siendo el del recinto ccmral algo m;.ls
:iho que los dos restantes.

Cámara 2 Cámara 3

Banco
372 La indumentaria del príncipe. PillTtll'o mural; La foto muestra el estado actual <ll' la pintura mural 373 L, indrcmemaria del príncipe. Copia de una pintura El asco Je un príncipe conforma la escena central. A su
Bonampak, Chiapas, México, estructura /, cámara l, y deja entrever el pésimo cswdo de conscn•ación del resto mural (de ;!111011io 1'ejedt1J; Bonampak, Chiapa,-, Mixlco, lado aparecen dos sirvientes1 uno de los cuales csrá pren ,a•
muro nnrte; clásico tardío. hacia rl i90 d.C. de la obra, En concreto, el color en la parte inferior está estructura l, cámam 1, muro r1or1e; clá;ico tardin, hacia rncmc para d¡1r algunos toqut's de color al cuerpo dt' su
desgastado y deteriorado a causa dt" la acción de la hume- el 790d.C. señor.
dad y el moho. LJ pintura del muro norte situada sobre la puerta de en~
Lrada de la címara 1 se puede estudiar desrle el banco.

introducidos en unos soportes dorsales que parecen riI'íone ras de cuero. Las cintas son superiores a cualquier otra obra de a rte de la época preh ispán ica. Trasladándolo
ceñidas a la frente, te jidas con primor, parecer estar hechas de hebras finas de palma, al te rreno ling üístico, se podría decir q ue supo nen un auténtico relato y esto las d is-
a sem e janza de los actuales somb reros panamá. En el segmento infe rior, los emplea- ting ue de las típicas estelas y de la ma yor parte de las demás obras m ayas prehispá-
dos de serv icio, situados junto a unos fardos de pelajes de jaguar, extienden las pie- nicas. E s posible incluso que los m uros pintados de la ciudad de Bonampak, una
les ente ras de esos animales. Qu izás las acaban de desenvolver de esos bultos o q ui- obra maya úni ca po r su cla rid ad ex posi tiva, supe ren el pode r narrativo del legado
zás sólo se trata de hacer alarde de los luj osos bie nes. escrito de los mayas. En la zona infe rior pintada de la cámara 1, algunos músicos
Algunos exám enes recie ntes realizados media nte la téc nica de los infrar rojos re- y pequeños príncipes fl a nquean a los d a nzan tes que se encuentran en el centro.
velaro n el dominio de los pintores, q ue había perma necido oculto durante m ucho funto al texto sobresalen algunos pa rasoles y, u na iconografía en sentido opuesto, a
tiem po, en el arte de per filar las supe rfici es de color con líneas vivas, especial me nte izq uierda y derecha de éste, pa rece un e mblema moderno que enma rca ra la escena
e n la pared norte. Los contornos de los cuerpos y de los ángulos demuestra un co- ce ntral. Trece príncipes de prov incias, tam bién llam ados "saja!", q ue es como se les
nocim iento profundo de la figura y de la perspectiva. L as m anos están trabajadas denom ina en los pictogramas que acompa ñan a la escena, ava nzan hacia los dan-
con el máximo esmero y los detalles plásticos sugieren más una afinidad con la tra- za ntes po r la derecha. El número de dignatarios tiene con total seguridad tanta im-
dición escu ltórica de Yaxchilán que con las características propias d e las m inia turas portancia como sus vestimentas y sus atributos. El prim ero, situado a l lado del
de las ce rám icas mayas. menor de los danzantes, lleva un parasol de mango corto, que bie n pod ría ser una
Los altos dignatar ios de la escena de los atavíos de la pared norte, que se ve al en- sombrill a rota como la que aparece en la imagen de los prisio neros de Yaxc hi lán (un
trar en el recin to, apare.c en representados por segun da vez en la pa red, en esta oca- signo muy evid ente de sumisión política que, no obstante, en este caso podría tener
sión, bai lando. El proceso es claro: el acto de vestirse de los da n7.,l ntes precede a la un carácter puramente sim bó lico, pues da la impresión de que los representados en
entrada en escena. Acentuando el orden d e sucesión, los artist as m ayas supieron la escena son personal idades con a lg un os pr ivilegios). U no de estos persona jes, como
hacer reco nocible el hi lo de la t rama que se desarrolla a lo largo de los m u ros. Los m ín imo, se acredita como canta nte (k'ayoorn), en tanto que las fi g uras situadas en el
personajes principa les se repiten en cada escena y esto produce la sensación de que la do opuesto tocan alg unos instrumentos. Al me nos ~no de los saja! fuma un delga-
la hi sto ria se desarrolla cronológicamente. Como narración pictóri ca, estas pintu ras do cigarro puro y exhala el hu mo.
Músicos y actores
Si se observa el desfile de los saja! y de los músicos representado en las paredes
desde: la perspectiva de los danzantes o del personaje, sin duda importante, q ue apa-
rece representado en el banco situado frente a ellos, d a la impresión de que los prín-
cipes y los intérpretes musicales hubiera n entrado po r p,1re jas y después se hubiera n
separado. Los músicos encabezan la procesión, al frente las matracas rítmicas, se-
guidas por un hombre con un bombo (huehuetl) y los percusionistas que tocan unos
instrumentos hechos de caparadm de tortuga (fotografía 368). Unas figuras con
máscaras descansa n en la esquina nordeste y al fi nal apa recen los trom petistas y un
músico que toca un tambor (fotografía .375). Aunque el desfi le parece avanzar en el
sentido de las agujas del reloj, bien pod ría ser que los músicos se movieran realmen-
te .:n círculo, al rededor del bombo o quizás de los enmascarados, tal y como era ha-
bitual en la cultu ra azteca .
Lo, músicos mayas son u n tema frecuente e n las vas ijas de cerám ica, don de ine-
vitablemente avanzan en círculo. Tanto en estas piezas como en las paredes de
Bonampa k, los instrumenti stas aparecen en escena siempre sig uiendo un o rden fijo.
En la sociedad mesoamericana, las pe rsonas q ue se dedicaba n a la música eran pro-
fesi onales con una formación sól ida. D e la misma manera en q ue los vio lines tieiyn Escenas de batallas
asignado un lugar fij o en las orqu estas actuales, en las orq uestas mayas los trompe-
tas y los percusionistas q ue tocan e l caparazón de tortuga siempre se encuentran en La cámara 2 se diferencia de la cámara I sobre todo por la fuerza de sus imágenes:
la misma posición. La belleza de la música se expresaba en la hermosura de los mú- una sola escena bélica ocupa las t res paredes, env uelve al observador que penetra en la
sicos, pu<.:s en las represe ntaciones se ponía especial esmero e n traza r con elegancia sala y parece incluirlo en el tumulto de la bataJla (fotografía 376). Desde la pared este,
su s perfiles. decenas de g uerreros de dos band os enemigos (uno de ellos de Bonampak), armados y
Entre los músicos aparece u n g rupo de actores apilados. El único qu e no lleva alzando los estandartes, se abalan zan en la bata ll a. Caen unos sobre otros por debajo
másc;1ra se iden t ifi ca con e l dios de l maíz. Cabe suponer q ue los actores con másca- de un gran texto jeroglífico dispuesto en un ángulo de la pared sur. Unos guerreros
ras, entre los q ue se encuentran un caimá n y un cangre jo gigante, preparan una re- con pieles de jaguar, entre los q ue se encuentra d rey Yajaw Chan Mu waan, se lanzan
presentación escé nica del re nacimiento de aq uella divinid ad. Al fondo, dos figuras cont ra el enemigo con tanta vehemencia que el cuerpo del monarca parece sali r vo-
emhozadas que visten un sen ci llo tra je de jugador de pelo ta examinan una mazorca lando de la imagen.
de maíz 1icrna. Según el Popo! Wii,i, el renac imiento del dios del maíz tuvo lugar en La inscripción jeroglífi ca ofrece una fecha enigmática, q ue en el calenda rio maya
un campo de juego de pelota. probablem ente desig na un m omento concreto, algunos años anter ior al 790 d.C., el año

374 Fotogrufia por infivrrojo; de un muw1exro, Rnnampak,


Chiápas, 1\1éx1co, e.urucrura 1, cámara 3, muro norte
Gracias a la fotografía fX)í infrarrojos S(' hicieron \'isible)
nun11..·ruSO) detalles de la pintur::i <.¡UI.' habfan permaneciJu
uculws ::il ojo humano a caus:i <le l.t gran erosión Je algu-
na~ zonas. Entre estos fr;igmentu!:I !>C encuentran tambiC:n
los Jo~ jeroglíficos situa<lns t'n un hatillo emplazaJo en-
m: los ahos clignacarins que aparecen sentados. E!>tu!> gli-
fos informan del valioso conteniJo: pik kakaw (40.000 gra-
nos <k cacao).

37; A/tisico~· y dm!zantt:s. N.ew11struc.-ció11 digital de una


pimum mural; lJ011ampak, Chwpas, México, estrncttO"a /,
cámara l. hmro orstc; clásico tardío, h11cia el 7?0 d.C.
El ciem::~ rle la g ran procesión de danwntes y músicos
que sc repre,;e.nra en el muro oeste lo forman un hom-
bre con m:itr:icas y dos Lrompctista) que sostienen en
alto sus insuumcnros. probablemente hechos de made-
ra o arcilla. Delante de dios, bailan cuatro actores en-
mascarados, a cuyos pies se sientan Jos hombre~ equi-
paJos como jugadores de pelnt:i. Uno <le los actores va
vestido de cangrejo giganre (en d simhulismo m.iya, los
~nimalcs acuáticos están considerados como h:ibirantcs
del inframundo).
en que se fijaron los acontecimientos de la cámara l. En la parte superior de la bó- Prisioneros y sacrificios humanos
veda oeste, algunos luchadores parecen defender una caja de madera, que quizás sea
la misma que se puede ver debajo del trono de la cámara 3. Las zonas deterioradas En la pared norte se puede ver cómo unos prisioneros preceden, en una escalera de
de las pinturas, e ntre las paredes y los bancos, podrían haber sido escenas con la cap- siete peldaños, al rey Yajaw Chan Muwaan acompañado por guerreros y damas de la
tura de prisioneros y la mutilación de guerreros enemigos. Los tonos oscuros del corte, incluida su esposa de Yaxchilán {fotografías 376 y 377). Una escalinata era el
fondo, inusuales, perm iten suponer que el enfrentamiento tuvo lugar en la selva. lugar preferido para este tipo de escenificaciones. Sus escalones imponentes son proba-
La vegetación bosquejada demuestra que el escena rio bélico se hallaba a cie rta d is- blemente los mismos que se hallan en la cara norte de la plaza mayor de Bonampak,
tancia del centro de una ciudad, lo cua l era frecuen te en los en frentamientos bélicos que conducen a la acrópolis. Algunas constelaciones importantes se alzan por encima
de los mayas. de la escena de sacrificio, como la tortuga (Orión) a la derecha y los pecaríes copulan-
La totalidad de la pintura transmite al obse rvador la sensación de ver el trans- do (Géminis?). Esto hace suponer que el sacrificio debía iniciarse al romper el alba. La
curso del tiempo. En la pared este supe rior, se representa el inicio de la batalla y, reproducción de los cautivos, dibujados con líneas marcadas y elegantes en el perfilado
aunque algunos guerreros ya sostienen en alto sus armas, aún se pueden apreciar de sus cuerpos, ojos, manos y cabellos, constituye una de las representaciones de figu-
charangas ruidosas como prólogo pa ra la escena que ocupa la pared sur, en la que ras humanas más bellas del arte maya. Los prisioneros que apa recen en el lado derecho
Yajaw Chan Muwaan da muerte a su enemigo. La sensación d e estar siguiendo la extienden sus manos como si quisieran protestar contra el trato recibido del guerrero
batalla, provocada de forma especial por la representación, se refuerza aún más e n situado en el margen izquierdo, cuyo cuerpo sólo se observa parcialmente a t ravés de
la pared oeste y en las zonas inferiores. En estas superficies, a lgunos prisioneros son los agujeros de las traviesas. Éste se inclina hacia delante agarrando a un cautivo por la
capturados por grupos de dos o tres guerreros vencedores y, ya en la última escena, muñeca para arra ncarle las uñas o seccionarle la última fa lange. La sangre mana a bor-
son a rrancados del campo de batall a casi desnudos. Solamente uno de los vencidos botones de las manos de los prisioneros, que están sentados en fila, uno detrás de otro.
en la batalla presenta heridas de elevada g ravedad, aunque la escena de lucha tra ns- La mayoría de ellos parece haber perdido también los dientes, y uno de los cautivos da
mite todo el tumul to y el caos de un campo de batalla: la representación, por tanto, gri tos de dolor.
esconde ligeramente la realidad del derramamie nto de sangre y del tormento del en- D elante de Yajaw Chan Muwaan, un oficial extiende su brazo, probablemente ha-
cuentro bélico. ciendo entrega de los prisioneros a su poderoso príncipe. En una mano gua rda algo,
La exposición de los acon tecimientos parece acaba r en la pared este in fe rior, en que bien podría se r una pe rla de jade, y con la otra sostiene un haz de plumas de quet-
la que podemos observar la captura de prisioneros. Lo ocu rrido discu rre ante los zal. En la antigua Mesoamérica, estos dos productos eran cosiderados el paradigma ab-
ojos de l espectador sigu ie ndo un orden temporal: a los preparativos pa ra la batalla soluto del lujo. Durante la época de la conquista española, los poetas de la civilización
les sigue el punto álgido del enfrentamiento y, finalmente, la reunión de los solda- azteca los utilizaban como metáfora, sobre todo para describi r aquello que considera-
dos vencidos. Algunos personajes aparecen más de una vez, hecho que demuestra ban especialmente valioso.
que los mayas eran capaces de narra r en imágenes sucesos con secutivos siguiendo Salir victorioso de una batalla podía significa r para Bonampak hacerse con un pre-
una línea cronológica. cioso botín de adornos de jade y plumas de quetzal. Asimism o, podía suponer que la
cosecha de maíz del perdedor recayera en la ciuJad, 4ll(: se secuestrara mano de obra
formada y que se hicieran prisioneros para los sacrificios humanos.
U n prisionero situado en el pelda ño superior implora a Yajaw Chao Muwaan, que
ni siquiera se digna en mirarlo. A sus pies yace tend ido un m uerto, en cuyo cuerpo se
aprecian heridas. Su pie se inclina sobre una cabeza cortada, y la masa encefálica sale
del cráneo abierto.
Ninguna otra figura dd arte maya se pintó con una certeza anatómica mayor m
con una conciencia tan intensa cid efecto de la carne viva como la de este p risionero de
la cámara 2. La expresiva línea de fuga d e su cuerpo conduce hacia la reproducción en

376 Lo presentación de /ns prisioneros. Dibu,j o de la ,\ penas cxistrn orras representaciones que c:ombínen con
reconstrucción de una pintura mural (de Amonio Ttjeda}; la mism:1 intensid:-1d el realismo de los ceremoniales de la
Ronampak, Chiapas. México, estmchtra /, cámara 2, corre, bs emociones profundas y la ex presión del rlolor
mum nonc; clásico tardío, haaa el 790 d.C. m3s :nroz. Al en rr:ir po r l:i pnerr:l, los visiunres p:utic1-
La presenta.ci6n de los prisioneros <le la cámara 2 es una p:in en b escena.
Je la~ obras maestr:is de la pintu ra <le la l:pvca clásica.

377 !....a pre1e111acilm de lfh· pr¿•ioncms (detalle) humillación más profunda . Desposeídos de sus ornamen-
Yajaw Ch.m Muwaan, rey de Ronampak y triu nfador, tos, sohrc rodo de meados y pendientes, \os nobles y:i no se
mira orgulloso por encima de sus enemigos y pur encima distinguen de los sencillos campesinos. Una cabeza cortada
de un prisionero que esr:í senurlo en el escalón superior, y caída delante del pie del hombre extendido parece aludir
implor~rndo. La sangre gote:1 de sus deJos y lo mismo su- al destino que les espera.
cede con los demás c:iutivos, cuya desnml~z significa l;i
madera del rey y así socava su vanidosa pose, pues para el observador el centro del En la representación que apa rece en la cámara 3, los soberanos de Bonarnpak st·
cam po visual es claramente el cadáver. Con esta manifestación artística, los pintore~ de pre paran, ataviándose con grandes "alas de danzante", para una orgía final, que con-
Bonampak alcanzaron una inmensa maestría e ilustraron la voluptuosidad del sacri- siste en b automortificación y mutilación de prisioneros (fotografía 379). Todo esto se
ficio y la muerte: el cuerpo erutizado y como tenditlo del prisionero muerto de la cá- despliega en forma de una gran pirámide en los muros este, sur y oeste. Como si fue-
mara 2 domina completamente la escena y ofrece una nueva tlimcnsión en la forma de ran de rviches, unos príncipes danzantes que giran en torno a un mismo eje se ha n per-
manifestar la victoria (fotografía 377). forado el pene. La sa ngre se concen tra en las telas blancas que rodean sus caderas, se-
En la parte inferior, unos guerreros avanzan como una tormenta hacia la entratla mejantes a un pañal. Los prisioneros son introducidos por un lateral y se les degolla cn
abie rta o hacia el vacío, según se quiera interpreta r la escena. Pero si en nuestra m ente el centro de la pared sur. A pesar de la g rave descomposición sufrida en el tramo de bó-
cubrimos ese claro con personajes y nos imaginamos, por ejemplo, a un prisionero sien- veda donde aparecen los cautivos muertos, aún se pueden observar pieles de jaguar en
do introducido por esa entrada, entonces sería como si los guerreros lo atraparan. Por sus pies y manos. Según esto, su sacrificio podría remitirse a un episodio mitológico,
tanto, la pintura de esta pared sólo funciona cuando algu ien completa en su mente lo c:i uizás a un suceso conocido a partir de pinturas en cerámicas, en el q ue el dios Chaak
que se dejó vacío en la imagen. sacrificó a una d ivinidad jaguar.
En algunos puntos pueden verse pequeñas líneas con texto, de unos 2 cm de altu-
ra, es decir, del tamaño de n umerosas inscripciones sobre cerámicas. U na de ellas, ejt:-
Significado ritual y simbólico de los recintos pintados cutada con especial delicadeza y si tuada en el cent ro del m uro sur, nombra a Itzamnaaj
Balam III, el soberano que en aquella época (finales del siglo VIII) reinaba en Yaxchilán.
Una de las preguntas q ue se siguen planteando respecto a las pinturas murales de Lo inusual de este pequeño renglón es que apa rece escrito en un emblema que se ex-
Bonampak se refiere a la utjlídad que se daba a los recintos donde éstas se encuentran. tiende en tre dos príncipes con "alas de danzante". En el caso de que realmente se tra-
Es evidente que podrían habe r se rvido J e almacenes: son especialmente seguros y bas- tara de un gran pedazo de paño desenrollado, sería una obra única en el a rte maya, ba-
tante ignífugus,.de manera que en ellos se pudría n haber conservado bienes valíosoS\ sada en la pintura sobre tela que se realizaba en México central en la época de la
desde jade hasta plumas, pasando por simientes para la siguiente cosecha de maíz. conquista española y que se conoce corno "lienzo".
Además, hay que remarcar q ue el banco de la cámara 2 tiene 10 cm de a ltura y es algo Gracias a la ayuda que nos han aportado las inscripciones se sabe que los tres bai-
más ancho q ue los bancos de las salas contiguas. Aunque el em plazamiento de la serie larines principales que aparecen en la cumbre de la pirámide son exactamente los mis-
inicial también determina q ue la pintura comienza en la cámara 1, la cámara 2, como mos que se ven en la cámara l. Sorprendentemente, la figura supe rio r es la que lleva el
recinto cen tral, parece ser la estancia m,\s importante. d istinguido t ocado del J ius del Sol. En la serie inicial de la cámara I se nombra, como
Cuando los príncipes entraban en estas salas, los que se detenían en la cámara 2 do- segund o acontecimiento, una ceremonia de consagración que o bien fue di rigida por el
mi naban la escena , así q ue bien podrían haber dominado también a sus congéneres. El propio Yajaw C han Muwaan, a l que se menciona com o dios del Sol, o bien se realizó
realce de la entrada lleva a la conclusión de que los prisioneros eran exhibidos para su en su honor.
mortificación y que las vejaciones y abusos sexuales fo rmaban parte de la humillación. Es muy probable que este acto se relacione con la segunda fec ha del año 791 d.C.
Es posible que la belleza de los cautivos aumentara el deseo de los vencedores y podría y concie rna a los fes tejos por la inauguración del edificio o de tocio el complejo arqui -
ser que los mayas consideraran que ultrajarla suponía aprehenderla de algún mudo. tectónico. No obstante, el nombre que aparece en la vol uta añadida a esa figura no
>

378 AutomnruJ;caaórt dr mujeres ,,oh/es. R~t.·onsrrucd{m


d, i,al dt una puuum mural; Bonampak, Chiapas,
¡\i.rrc"O, rHruauro / 1 cámara J, muro este; dásico tardío,
haria ,t 7')(/ d. C.
En l:i ima.gen '-t" puede ohscrv.:ir un acro de automortifica-
ri6n con Jlgunas rnnesan:is vestidas de hlanco y sentadas
en un 1ron\.1 11 delante t.lc él. Se pcrfor:i~ la lengua con
;iguijon.:s ) rcrngcn la sangre en u~a vasija situad.l en el
trono, a b dt'recha. Ddanre se arrod11\a un hombre con un
aguijón t·n l:i m,rno, pro~bl~mcnte un servidor que asis-
te a la~ mu¡eres en el s.1cr1fic10 de SJngrc.

.)79 Dun:a rn la pirámide. Dibujo de la rrcomtrucció11


dr 1mu pm1t,ru muml (de Antonio 'l'ejeda); Ronampok,
Chiari.11, ,\Jéxicn, eitruc/tira 1, cámara 3, muros sur y este;
c/Júro turdío, hacra rl 790 J.C.
Un grupo elegantt'mt·ntc vestido danz.1 delantt: <le una
c.:sc:ill'rJ que 9uiz;h, reproduce la escalinata de asccn:.o
a la ;Krópoli:i.. Un diminuto rexro jeroglifíco i<lt:ntifica a
uno dt: ello:, rnmo ltz~llnnaaj Ral::im 11 1. rey Je la vecina
cmda<l dt Y,n:chil;fo en b é:poc.1 en 9ue se crearon las
pmlUrM. !.os tres cbnzantes principales, situados en el
pddarlo ~uperior, ~on idénticos a los príncipes que aparc-
ct:n en d muro sur ele la dmara 1.

menciona a Yajaw Chan Muwaan, sino a uno de los tres danzantes. Seguramente el situada en la parte superior este de la bóveda (fotografía 378). Estas mu jm(s se perfo-
monarca murió antes de que se finalizara el proyecto. ran la lengua e instruyen a un ni ño pequeño, probablemente el mismo que aparece en
Con las escenas de la zona superior de la bóveda, q ue flanquean la danza desde la la cáma ra 1, que estira una mano para asir el puñal utilizado para el sacrificio de san-
pirámide, los artistas mayas ofrecieron una visión bastante más íntima de la vida en pa- g re. Es muy posible que el pequeño sucesor al trono, al que sólo se ve en la primera es-
lacio. En la parte oeste de la bóveda, se puede ver un g rupo de músicos deformes que, cena y en la última, sea el pretexto q ue hace avanza r la serie completa de sucesos, cuya
igual que en la cámara 1, provocan la sensación de que se mueven en círculo. En una_ razón última podría haber sido un ejercicio de autor representación de Yajaw Chan
em:na bellamente ejecutada, las damas de la corte se reúnen dentro de la sala del trono Muwaan. Debajo del trono hay una caja cubierta con una es.tera, segu ramente la misma
por la que se luchaba en la batalla . Esta urna debía de contener objetos sagrados roba-
dos a otra ciudad. Como si quisieran ser testigos del acontecimiento definitivo, en la
pared norte de la cámara 3 vuelven a aparecer, ordenados en fi la, los señores vestidos
de blanco de la dmara l.
Sin duda a lgu na, los m·uros pintados de Bonampak son la obra de arte maya más
espléndida y, a la vez, las pinturas más destacadas del Nuevo Mundo indígena. Además,
también proporcionan la visión m,ís profunda de la vida de los mayas de finales del
siglo VIII, cuando este pueblo luchaba por sobrevivir ante la amenaza de catástrofes me-
dioambientales y de guerras con tinuas. La envergadura de los enfrentamientos bélicos
parece mostrar que el mundo de la eli te estaba revuelto: si esta batalla fue tan sólo una
de tan tas, declarada por Bonampak para alcanzar objetivos propios y ta mbi én para el
provecho de Yaxchilán, las pinturas murales revela rían un mundo sacudido por la gue-
rra y el caos, en el que el orden y el con trol, que debían reconstruirse median te los sa-
crificios humanos, e ran inalcanzables.
Desde que en 1946 se descubrieron los muros pintados, el tiempo ha ex igido su tri-
buto. Puesto que, desde que fueron concluidas, las pinturas perm,inccieron en su lugar
sin protección alguna, en la actualid:id son tan sólo una sombra tenue de lo que fue ron.
Afortunadamente, los avances técnicos, sobre todo la fotografía digital con infrarrojos,
han permitido a los investigadores hacer un seguimiento de las pinturas murales de
Bonampak y segui r descubriendo nuevos detalles y secretos.
SAQUEADORES DE TUMBAS EN LA SELVA
Ni k olai Grube

En la tarde del tercer día de nuestra marcha por la 380 St1q11eadares l'n acc1ún
Equipados únicamente con máChl
selva alcanzarnos, agotados, nuestro campamento, uno Les. piros y pala:i, lo:i saquqdore:'>. L'X-
de los pocos lugares con agua potable de esta zona im- Ci\\/.lll una gakría dt varios nicw,~
de profundidad en d inrerwr de una
practicable y despoblada, situada en el norte del depar- obra :uquitectónira cubiena dr vt'-
tamento del Petén, en Guatema la. Mientras trabajaba, getación, con la esperanza dr hillbr
una rumha. F.sros ladrones han
un grupo de recolectores de chicle se había topado con abierto un.1 que sólo cun11u1e los
unas ruinas en las que descubrieron estelas con escri- huew:;; descompuestos dd mut:rtc, )
un:i~ poc.1s v:isijas de ccdm1c.1.
t ura. Para nuestra sorpresa, en la o rilla cenagosa de la
aguada no encontrarnos solamente huellas recientes de
animales, sino también humanas. Antonio, nuestro
guía, nos advirtió de q ue tuviéramos mucho cuidado, le
q uitó el seguro a la escopeta y sa lió con los chicleros a
acompañarnos en busca de los desconocidos. Los q ue
nos quedamos nos preguntábamos si, antes que noso-
tros, en aquel paraje abandonado habían estado des-
cansando soldados, guerrilleros, bandidos o ilega les
que querían cru zar la frontera con México. El grupo 381 Saqueadores de tumbas con
sm herramientas. iVorte del Pttb1,
regresó enseguida: en la espesura situada justo detrás
Guatemala;fotogmfía dd uño J99li
de la aguada había encontrado dos saqueadores de Por regla general. lw. laJrom:s <.k
rumhas se equipan con hcrrnmit.n-
tumbas q ue, afortunadamente, no iban armados. Se ha-
ras sencillas y suelen trabajar en pe-
bían percatado de nuestra llegada y se habían escondi - q ue ños g rupos. Mientras uno prac-
tica la galería, los <lemás :1parr:.1n
do. C uando se dieron cuenta de que no éramos solda-
los escombros. A m(:nudo sucede
dos se atrev ieron a sa li r. De la espesura sal ieron dos q ue los pasos subterráneos se hun·
den y uno o varios inJividuos que-
figuras andrajosas, que vivían desde hacía meses en un
rla n enterrados.
cobertizo hech o con materiales plásticos. Se les había
acabado la comida y el agua de la zona se estaba ago-
tando porque las lluvias no llegaban. Después de que
les ofreciéramos arroz y frijoles, se volvieron parlan-
chines: ambos vivían en la ciudad de San Benito, situa-
da 120 km a l sur, y allí tenían a sus mujeres y a sus
hijos. Nunca habían ido a la escuela, no habían apren -
dido ningún oficio y no tenían trabajo. Así es que vie-
ron la única posibilidad de mantener a sus familias en
382 Botín de los saqueadores de
el saqueo de los sitios de ruinas situados en la zona tumbas. Ct1mpamento el Aguacate,
fronteri za entre México y G uatemala. D esde hacía me- Pt:tin, Guattmala;fotograffa del
año 1997
ses, se adentraban cada día en las ru inas cubiertas de ve-
Uno <le los sa4ueadorcs alcanza a
getación con sus manos desolladas, machetes y palas, y :--Jikolai Grubt' un plato pintado.
En el mercado <lt' arte, el precio de
cavaban profundas ga lerías con la esperanza de encon-
estas piezas es menor que el de la'i
trar una tumba rica (fotografías 380 y 381), siemp re con \'asijas cilíndricas. Por ese motivo.
los ladrones no suden llevárselas.
el temor de que la galería se de rrumbase sobre ellos y los En este caso, se <leclarnron d ispu~s-
ente rrara vivos, como ya había pasado antes con m uchos tos a e ntregar la pit'la del botín
a un museo privado Jd pueblo de
saqueadores. Su botín era escaso: un plato pintado
Uaxactú n.
(fotografía 382) y un par de vasijas rotas y sin pi ntar,
objetos que nunca hubiera comprado el tratante de
F lores, la capital del departamento. El saqueo de los
asentamientos arqueológicos es ilegal en todos los esta-
dos modernos del antiguo territorio maya. Sin emba r-
go, un país como Guatemala, que se encuentra entre las
38.$ /,,,, pminndc- demwda de El Ma11a11tial, Pné1J, Guatemala; fotografía
Jd ,, ,Jo l 9Yh
~ cúudes que.: C3\.'3n los saqueadores poné'n t:n peligro b esdtica Je las obras ar•
yu.1tef1 1'm1c:1s. La lluvia penetra en lm edificiili, el rnorrern y la p1c:Jra caliza St J¡.
sudvtn. li1~ muro, pia<lt.:n Sil consistencia y se hunden. La ruma dt.: la.s olm.1s ar·
qutt<:cro1¡icJs 110 impurt..i ni a lo<- ladrones ni a los coleccionistas de piezas robadas.

naciones más pobres del mundo, no está en condiciones


de proteger con eficacia sus miles de yacimiento,. En la
soledad de la selva, los saqueadores pueden operar sin
impedi mentos; sólo una pequeña fracción Je los sitios
arqueológicos existentes todavía no ha sido atacada por
lo~ saqueadores, pero es de esperar que los últimos yaci-
miento, ilesos sean víctimas de excavaciones degales en
los próximos años. A veces, los ladrones trabajan por su
cuenta, pero generalmen te son bandas las que saquean
determ inadas ciudades de la época clásica por encargo
de hombres de la capital que permanecen en la sombra.
En la búsqueda de tumbas con jades y ce rámicas pin-
tadas, q ue se pueden vender en el mercado de arte in-
ternacional por un importe en dólares de cinco o seis
cifras, llegan a utilizar máquinas y bulldozers. El trans-
porce pa ra evacuar los objetos expoliados se efectúa en
col:1horación con los narcotraficantes que operan en la
región. Éstos disponen de sus propios aviones y pistas de
aterrizaje para enviar marihuana y cocaína desde
Colombia hasta EE.UU. Para accede r a las tumbas, los
saq ueadores destruyen edificios enteros (fotog rafía 383)
o rncluso yacimientos. Así, por ejemplo, la ciudad de
Naranjo, una de los urbes mayas más importantes de la
época clásica, ha sido casi arrasada.
El ~aqueo de los tesoros arqueológicos seguirá pro-
duciéndose m ientras en EE.UU . y en Europa exista un
mercado de arte maya y los coleccionistas estén dispues-
tos a paga r cifras astronómicas por los bienes expolia-
dos. Además, la gran pobreza de la población acarrea
consigo un aumento del número de personas que bus-
can riqueza y fortuna en la selva. La construcción de
nuc\"as carreteras en las regiones protegidas como la
'"biosfera maya" que impulsan las empresas madereras y
las sociedades petroleras contribuye a que los saqueado-
res tenga n cada vez un acceso má~ fácil a las ruinas,
anll:s distantes, del norte de Guatemala.
El saqueo y la venta en Estados Unidos y en Europa
tit:ne consecuencias neíastas para la arqueología, pero
ta1nbién para la propia región. Una ce rámica robada ha
,ido a rrancada de su contexto arqueológico y ya no es
po,ible saber ni en qué ciudad ni en qué tumba se en-
contró. De esta manera, se pierden para la eternidad in-
for maciones muy valiosas sobre la civilización maya.
Otra consecuencia es la disolución del legado cultural
de un pueblo. En la actualidad , por e jemplo, apenas si
queda n cerámicas pintadas de valor en Guatemala y
Mé xico. Quienes deseen admirar las obras maestras de
la pintura sobre vasijas tendrán que viajar para verlas
tll colecciones privadas y museos de Nueva York,
C1 nd1ra y Bruselas.
ELARTE DE LA PINTURA CLÁSICA SOBRE CERÁMICA
Dorie Rccnts-Rudet

El arte de los mayas prehispánicos es célebre por su belleza elegante y por sus re-
presentaciones narrativas. Un medio artístico en e l q ue los mayas destacaron es la
pintura sobre cerámica, rea lizada con una perfección técnica y una elegancia estética
sin para ngón. Acompañadas por textos jeroglíficos, las complejas escenas gráficas
t ratan siempre sobre temas relacionados con acontecimientos históricos de la época
clásica y con la visión rel igiosa del mundo, sobre cuya base los mayas crearon una
magnífica civil ización. Durante el periodo clásico, los objetos de ce rámica se destina-
ban a usos muy diversos. Así, po r ejemplo, se utilizaban como cuencos para comer, se
intercambiaban como presen tes ent re la capa social alta y se depositaban en la tumba
de los muertos venerados. Sus representaciones alegóricas y jeroglíficas narran episo-
dios importantes de la histo ria y <le la religión maya, y ofrecen imágenes de la vida
cortesana (fotografía 384), del esplendor estético de la época clásica y de una sacraN-
zación profundamente filosófica, que se hace patente en estas piezas. L as cerámicas
~e crearon especialmente como modelos y metáforas para expresa r las principales creen-
cias religiosas y la m itología (fotografía 385), sobre todo en lo referente al acto cós -
mico de la creación. En este m edio artístico se aprecia la capacidad técn ica, la creati-
vid ad estética, los logros intelectua les y la poesía de las im ágenes creadas por los
a rtistas mayas clásicos, cuyo dominio del arte de la alfarería aún no ha sido superado
en toda la historia universal.

La técnica de la cerámica de engobe


Las cerám icas policromas de la época clásica, cocidas a baja temperatura si-
guie ndo la técn ica del e ngobe, pasan por ser u no de los t ra bajos <le alfarería de más
alw grado de desa rrollo del m undo. Supera n incl uso a las célebres cerám icas de la
G recia clásica en refina m iento técnico y artístico. L os a rtistas mayas trabajaban una
su perficie de engobe dura y muy br illa nte, que se correspondería con 1~ q ue noso-
tros conocemos por terra sigillata. La técn ica se basa en cortar partículas d im inutas
de arcill a y elaborar con ellas una pasta de barro moli do muy fi no, q ue se mezcla con
agua abunda nte en un tanq ue de decan tación. L as piezas de alfarería actuales agre-
gan a este fango composiciones alca linas, como pod rían ser silicato de sodio o ceni-
zas de sosa, con lo q ue las partículas <le a rci lla se granul an y se separan. D urante este
proceso, las partículas de mayor tamaño q uedan depositad as en el fo ndo y las pe-
queñas se d isuelven e n el agua. Med ia nte la evaporació n, la tena sigillata creada se
puede concentrar más o menos, según la plasticidad deseada. E sto hace posible q ue
los fluidos de engobe cubran un espectro q ue va desde la opac idad absol uta hasta la
máx ima t ransparencia.

38~ Vaúja cilf11drica po/;croma. Proa:dcnáa de1c01wcida; 38; Bandeja con la represenraáón de uno de los héroes
dáitco tardío, si'glo V/JI d.C.; arcilla cucú/a pi111ada gemelos. Lugar del hallazgo desconocido; clásico tardío,
L, representación de la 1. ida cortesana es uno de los te-
1 hacia 700- 750 d.C.; arcilla cocida pintada; altura 13 cm,
ma.) más frecuentes en la pintura sobre cerámica de los diámetro 15 cm; Rosro11, Museum of Fine Arrs
mayas clá!.icos. Probablemente, b mayoría de esas prc- (MS/8?7)
ciQsas vasijas también se elaboraron como objetos de uso F.ste fragmento muestra a uno de los héroes gemelos
para b corte. Los reyes y los nohles obsequiaban con va- sosreniendo e n airo una bandeja con las alhajas de su
liosas piezas cilíndricas como ésta a los príncipes subal- padre, el dios del maí7..
terno~ para ascg\lrarsc su lc.1ha<l.
Antes de coce rlas, los alfa reros mayas sometían las piezas a un baiio de inmersión El proceso de cocción
en a rcill a líquida. Ésta contenía un suplem ento considerable ele hierro y alca linos
libres y difícilmente se podía trabajar para con vertirla en una masa d e arcilla de En la época clásica, los mayas cocían la cerámica a unas temperaturas bajas de entre
gra no tan fino como la terra sigillata. Si el barro contie ne mineral ele litio, como 500 y 700 "C, que se podía alcanzar fáci lmente con fuego al aire libre o en una fosa.
sucede con muchas tie rras arcillosas de la región maya, las partículas de a rcilla Existen muy pocos indicios del uso de hornos para elabo rar ce rámica en la cul tura
se disuelven e n d líquido en luga r de fl o tar. Durante el proceso de cocción, esas maya y en otras suciedades coetáneas de Mesoamérica. En los yacimien tos mayas d t: la
pequeñas partículas de terra sigillata se di stribuyen de m anera homogénea por época clásica no se ha encontrado todavía n ing uno. Sin embargo, los recientes hallaz-
e ncima de la superficie de la pieza . Se forma una película esca mosa y de ese modo gos de la arqueóloga estadounidense Heather McK illop en la zona no rte de Belice po-
se crea una superficie du ra y brillante, impune a la acción de los productos quí- drían ser construcciones de ese tipo. Aun así, el hecho de que la cocción a tem pe ratu-
micos e impermeable. E sta última propiedad es esencial también en la cerá m ica ras elevadas merma el lustre de los colores del engobe habla en contra de la posibi lidad
de uso, lo que e ra n propiamente la s vasijas mayas . de q ue en la época clásica los mayas utilizaran hornos para cocer los objetos de cerá-
Otra ca racterística de la pintura en engobe, aplicada profusamente por los a r- mica policrom os. En los alrededores de la reg ión m aya sólo se han encontrado hornos
tistas mayas, es que co n este pigmento se pueden trazar líneas de perfil, a l contra- antiguos en el altiplano de México.
rio de lo que sucede con el vidriado, puesto que ni se funden ni se corren durante Los ladrillos de adobe, usados por la mayor parte de los alfa reros para construi r
el proceso de cocción (fotografías 384 y 385). ho rnos, se descomponen poco a poco en peq ueñas pa rtículas de a rcilla cocida. Si los
mayas hubieran utilizado unos ladrillos semejantes en la construcción de hornos pa ra
cocer cerámica, los a rqueólogos ya no podrían identifica rlos fácilmente. Los alfareros
La elaboración del color mayas contemporáneos cuecen sus trabajos e n fogatas o en hoyos excavados en la tierra
y, por ello, se supone que éstas son las dos técnicas de cocción primitivas. En los ha-
Para elaborar los colores más distintos se aiiaden pequeñas cantidades de óxidos\ llazgos arqueológicos apenas se encuentran rastros de hogares al aire libre, pero, por
a la terra sigillata. Los pigmentos usados cQn m ás frecuencia por los mayas del pe- ejemplo, el "grupo de los Doce", que se encuentra en los alrededores de Emal, un yaci-
riodo clásico eran los óxidos de hierro, especialmente el rojo y el negro. A partir de miento clásico de Yucatán, podría identificarse como hoyos destinados a la cocción.
ellos se podían. o btene r variantes que abarcan desde el amarillo hasta el negro,
386 FJcer,a de palacio en /u cortt de m1 soberano de .Waan. la banda jeroglífica con la .~ecuencia primaria estándar y la
pasando por el rojo y el marrón. Este espectro se puede ampliar, por un lado,
Imagen desenrollada forogníjicammte de una cerámica; mención al propittario de la vasija aparece el príncipe sen-
añad iendo o tros óx id os de metal (por ejemplo mangan eso y cobalto), con lo que procedencia desconocida; cláúco tardfo, haáu el siglo 11111 J.C.; tado en el trono y rodeado de sirvientes, funcionarios y no-
arcilla cocida pimada; a/Jura 20,2 cm ditímetro 16,5 cm; bles. El nombre y d título de los presentes se e.ncueniran a
se crean tonalidades como el rosa y el marrón castaiio (fotografía 387).
WaJhington, Dumbarton Oaks, Harvard Ut1iversity la izquierda o por encima ele cada figura, y el artista se h:t
Por otro lado, los óxidos de hie rro se pueden mezclar con calcio antes de la coc- (Km 2784/MS0445) inmortalizado estampando su firma en el margen derecho
La esctna muesrra una asamblea del siglo VIII en un pa- de la obra. Los muros dt" la sala son rojos y esre fondo se ve
ción, con lo que las sustancias líquidas se evaporan y se consigue un tono más oscu-
lacio del soberano de Maan. un yacimiento de las tierras interrumpido por cabezas de jaguar engalJnadas y otras
ro del óxido e n cuestión. bajas que hasta ahora nosc había localizado. Por debajo de pinturas de diversos colores.
387 Vasiia c1/í11drica ron efecto de aguas. ProccdcnCJa
desconocida, clásico tatdío, 6()0-900 d.C.; arcilla roada
piutadu: ahtll"ll 21 cm, d1áme1ro 8,4 cm; roleaU'm privada
(Kerr 5850/MS/688!
Los pin1orcs de cc:rám1c:1s cl~siros dc(,;.i rrolbmn un,1
grnn variedad de colon:~ tJiftrenres, como el negro, d
m:1rrón, el rojo y el amarillo, denrro del especrro típ1cu
de los tintes minerales y ampliaron sus paletas con infi-
nitos matices en rlcgradados claros y oscuros. El 1mólito
tono ros:1 con que se coloreaban los jeroglíficos t:~ d1íícil
<le obtener, no s1)lo desde el punto de vista de la dabor.t-
nún <ld pigmento, sino también rlr lo,; cfcct<J'i tipo acua-
rd<t que produce.

388 IIJamblea en /(I turre del rey. Imagen desenrallrulu


farogníficam~r1u 1ft: uníl jarra; pro,:tdencia de.•cunocida;
cláúco wrdfo, 600-900 d.C.; artilla cocitla pintadt1:
altura I8,2 cm, diámetro 13 cm; colecció,1 pnvada
(Km J59WMS0651)
l ..1 represenración corresponde ,1 11n ''banquc1c dr F.srarlo"
o a un ágape rinrnl, cclC"hrado en el marco rle una asam-
hle:1 en p:i.lacio. F.I rnráctrr solemne rle l:i comirb ~e ;::ipre-
cia en b v:1jilln. Junro :11 trono se h:111:in un:1 , :1sija L1lín~
1

drica que posihlemenre con1 iene un:i hehirl:1 de chocobre,


una bandej:1 Oe conrenirlo incierto y un pl:irn repleto ele ta~
males con sals:1 roja.

Valiosos servicios de mesa más recientes, éstas se componen de cinco elementos, siendo el tercero y el cua rto los
Los objetos de alfa rería pintados artísticamente eran utilizados sobre todo por la que certifican que son usadas como vasos. A las jarras cilínd ricas se las designa como
alta sociedad como servicios de m esa. Algunas escenas representadas en este tipo de "vasos" para bebidas basadas en el kakaw, que podían estar prepa radas con cacao tosta-
piezas muestran su uso en "banquetes de Estad o" (fotografías 386 y 388), que eran un do o en polvo, o con la carne dulce del fruto que rodea el g rano. Los platos hondos tam-
componente esencial de la ostentación cortesana. En los bordes superiores de muchas bién se utilizaban como "vasos". En ellos se tomaba ú1 (atole), un líquido cuya base era
vasijas se pintaron inscripciones jeroglíficas (fotografía 397). Según los dcsciframicntos el maíz y que habitualmente se bebía, aunque cuando era más espeso también se comía
con cuchara. En platos se servía noj waaj (tamales o panes g rande,),
un alimento hecho con masa de maíz cocida, que se comía sa7.0nado
con especias y acompañado de salsas y carne.
Los dos primeros fragmentos y el último de esta secuencia jero-
glífica se ocupan de la función social de las vasijas pintadas. Los je-
roglíficos reproducen una inscripción solemne, por la cual la pieza ~e
hace "digna" del uso previsto. Muy interesante es la aÍ!rmaciú n de la
parte dividida en dos, que insinúa que una vasija recibe la bendición
y la dignidad a través del acto de pintarla. El último fragmento men-
ciona al propietario o a quien encargó la obra y a veces fin ali?.a con el
nombre o el título del artista que la pintó (fotografías 395, 396 y 39i).

Vajillas para los muertos

Además d e ser utilizadas como servicios de mesa, muchas \'as1-


jas fueron a parar a cámaras mortuorias y tumbas de la nobleza y
d e unos pocos grupos sociales bien sit!Jados. Probablemente conte -
nían alimentos para las almas de los muertos. Poco antes de lle\'ar-
las a la tumba, en el centro de algunas piezas se p racticaba un pe-
queño agujero (fotografía 389). Es muy posible que se tratara d e un
ritual por el q ue el espíritu de la vasija quedaba libre antes del t:n-

terramiento. Esta práctica también se encuentra en otros pueblos


de América como, por ejemplo, en los antepasados de los hopi , en
el sudoeste de EE.UU.
389 Plato trípode- pintado. Uaxacuín, Petén, Con cuatro pincebdas r{1piJas, el .1rtista maya ha rcprrsen• 391 Prúioneros e11 la cnrre de un noble. Imagen dese11to~ En esra v~sija cilíndrica alta se rcproduct· la t·xhib1nón de
Guuremalu, rumba A/; clásico tardío, 600-900 d.C.; tado a un danzante. La escudilla con 13 elegante pintura era liada fotogrdfil'amellle de una vasij'a cilíndrica; procedencia prisioneros de guerra y la tnrrcga dr tributos. El soberano
arcilla cucida pintada; Cíudad de Guatemala. Aiuseo una ofrenda sepulcral y. como mue~trn el agujero del centro, desconocida; clásico tardío, 600-900 d.C.; arcilla cocida victori0$0 se sienta en el trono, al que s.c lkga por una esca-
Naámwl de Arqueología y F:.t11ologla se le d io una muerte ritual. pimada: altura 28,.5 cm, diámetro J3,8 c:m; Prina:nton, lera, tal y como era habitual en la arquitectura del perioJo
Pri11ce111011 Art Mmrnm (Kerr 767/MSJ406) cl{isico.

390 El vaso de Buenavwa del Cayo, /3eliu. Clásico tardío, que se cla00r6 en Naranjo, un poderoso cenrro dd este dr 392 Emrega de pusentl's a un noble de Tikol. Imagen Un emisario de la ciudad de Cabkmul, la grnn rival de
úgln 1'111 d.C.. ora'fla coCJtÍa pimada; altura 29 7 cm,
1 Guatemala. A partir del texto jeroglífico se deduce qur desenrollada fowgrdfiaunente de un vaso; procedencia Tikal, st :urodill;.1 con su :1comp:1ñ.1nte anre d nohle
diámetro 12,J cm ; Belice, lJepartmmt of1frchaeology; (Kerr se trataba del vaso del rey K'ak" Tiliw Chan Chaak de deJconocida: clásico tardío, 700--720 d.C.; arcillo cocida Je esta última gran urbe, en cuyo trono st encuentra un
4464/MS/4/6); ubicaáú11 actual: ToronlV, Gardintr Mu.;eum Nar:rnjo. El hecho de que finalmente se <leposirara en la pintada; a/Juro 21,3 cm, diámetro JJ,5 on; colecd 6n hatillo que quizá St:a un tributo.
Esta pieza se Jlhcrgó en la tumba Je un Ju ven noble en el pe- tumh:l de un princípe de Bucnavi.-.ta alude a los vínculos po- privada (Kerr 5453/MS007/)
queño yar11nienro ary_ueoll>gico de Hucnavista del Cayo. en líticos que los dos estados mantenían en d siglo VIII d.C.
Bchce. Los análisis químicos de la masa c-cdmica inciic:rn

Presentes valiosos a príncipes subalternos


Ig ualmente im portante era el papel de las cerámicas de la época clásica como
"moneda social", es decir, eran presentes que se intercambiaban entre los mi embros
de las casas monárquicas y así contribuían a formar y consolidar las alianzas socia-
les y políticas. Así, por ejemplo, un sobe rano poderoso encargaba a un artista de
la co rte un magnífico vaso pintado para beber cacao y después se lo entregaba a otro
mona rca del mismo rango o inferior. Éste, a su vez, utilizaba el regalo en algunas
celebraciones, en las que la pieza señalaba los vínculos entre su propietario y el rey
"extranjero".
El vaso de Buenavista (fotografía 390) ilustra la importancia social y política propia
de las cerámicas preciosas. Esta artística pieza pintada se encontró en la tumba de un
joven noble situada en la mayor pirámide de Buenavista del Cayo, un pequeño yaci-
miento maya de la zona oeste de Belice. El texto jeroglífico de la vasija no mbra com o
propietario o mandante a K'ak' Tiliw Chan Chaak (reinado 693- hacia 728 d.C.), un
rey célebre de la poderosa ciudad de Naranjo, situada en la zona oeste de Petén
(Guatemala) y unos 35 km al oeste de Ruenavista del Cayo.
Los análisis q uímicos de la cerámica indican que la vasija se elaboró en un taller
cercano a aquella g ran urbe. E l vaso debió de ser encargarlo por K'ak Tili w Chan
Chaak de Naranjo, q uien lo regaló al soherano de Buenavista del Cayo para expresarle
su deseo de mantener buenas relaciones con esta ciudad que, aun siendo pequeña,
estaba situada en una zona extraord ina riamente fértil.
La entrega d e presen tes y el pago de t ributos son el tema de numerosa~ escenas pin-
tadas en objetos de cerámica (fotografías 391 y 392). Estos eventos se celebraban en pa-
lacio, en uno de sus edific ios o en uno de los patios interio res tan típicos de la arquitec-
tura de palacios maya. En el las aparecen retratados muchos d e los cortesanos que
estaban presentes en estas importantes ocasiones y que oficiaban tan to de anfitriones
como de testigos de b entrega de objetos de uso corriente y regalos. Puesto que estas es-
cenas también muestran piezas pintadas cubiertas de comida, se puede concluir qu~ los
convites gozaban de mucha relevancia en b vida de la corre.
Siendo como eran objetos que cubría n necesidades de representación del rey,
las vasijas debían satisfacer unos estrictos requisitos estéticos y, a la vez, poseer un
g ran valor simbólico. Ta nto las pinturas rea lizadas sohn: las piezas como los textos
jeroglíficos d ebían transmiti r contenidos históricos y religiosos. L as cerám icas espe-
cialmente valiosas er;rn las pintadas y firmadas por artistas célc.:bres con un estilo
personal.

Estilos y talleres: la cerámica lk'


Las obrns de alfare ría policrom as de la época clásica se ca racterizan por una gran
va riedad de est ilos pictóricos personales. Combinando los estud ios a rq ueológicos,
epigráficos, químicos y ele historia d el a rte, las recientes labores de investigación han
hecho posible q ue se pueda n diferencia r clarame nte los d istin tos estil os y q ue se p ue-
da n clasifica r por regiones y yacim ientos arq ueológicos. Cada estilo represen ta la ex-
presión estética típica d e un reino y d e los tal le res q ue manten ía la fam il ia real en la
corte. En alg unos casos concretos, se p uede id entifi car el trazo arústico de u n artis-
ta magistra l. Un e jem plo d e un estilo a rtístico céleb re es el del estado de I k', cuyos
traba jos se conocen como ce rá m icas con je roglífi cos rosad os (fotografías 393 y 394).

393 Vaso del Ncaciquc gurdo H. Procedencia desconocida;


clásico tardío, 600-900 d.C.: arcilla w,ida pintada;
altura 10.5 cm, diáme/ro /(J cm; coletnón privado
{Kerr /463/MS/4/8)
Esr.1 vasija fue: pintada por un arti!tta :il que -;e conucr
como .. maestro efe los glifos rosas'\ Muc~ar:i a un s.oht:r:1·
no corpulento <le Motul Je San Jo!té, que prohahlemclltt"
erad monarca meccna) del pintor.

394 Va.sjja (On la represtntació11 dt actos rituales.


Procedencia desconocida; dáricn tardfo, 6()()-900 d.C.;
arcilla cocid" pintada; altura 22 cm, diámetro 13,3 cm;
colrcción privada /Km 1399/MS/419)
E.sra \'asija prtSt"nta los glifos en tonos rojizos y un pro-
grama de imágenes tip1cos del "ma.:stro de los glifos
rosas''. Sin t:mbargo, su menor calidarl :1rtística inrlica
que es el trabajo ele un aprcnrhz o la ohra de un epígono
con talento yut tr:100 jaba a b sombra del citado maesrro.
Muchos investiga<lores las reconocieron y estud iaron como estilo autónomo y, en la signatura u-tz 'iib tuba! ajaw "ésta es la pintu ra/el escrito del prínci pe de Tuba!''.
base a las inscripciones jeroglíficas, se las relacionó con los sitios arqueológicos de Motu! F.ste rey gobernó durante la primera mitad <lcl siglo VIII y la última fecha que le alude
de San José y Bejucal. Estas vasijas mencionan siempre a u n k'uhu/ ik' ajaw, el dios corresponde al año 749 d.C. (el día 9.15.18.0.10 del calendario maya). F.ste gran nrnes-
<l i,ino de Ik'. Este título también se conoce a partir de las inscripciones sobre piedra tro probablemente lenía discípulos que copiaban sus trabajos, pues se h,1 encontrado
aparecidas en diversas localida<les ele los alrededores de Motu! de San José. Por tanto, u na serie de vasijas pintadas de fo rma similar. Sin embargo, estas piezas carecen de la
se puede formu lar la hipótesis de que los talleres de cerámica en estilo lk' se encontra- capacidad técnica y del n ivel estético q ue presentan las vasijas <lel príncipe de Tub;il
ban en Motu! de San José. (fotografía 394).
Este estilo se puede dividi r como míni mo en cinco cor rientes a rtíst icas d ife rentes, El segundo a rtista y su rey mecenas podrfan representar la siguiente generación del
d os de las cuales están constitu idas por las creaciones de dos pintores ext raord inarios estado de fk', pues las fechas que aparecen en las cerámicas abarcan desde el año 751
de la época clásica, entre los que se cuen ta el pintor de los jerogl íficos rosas. Uno de hasla el 798 d.C. (correspondiente 9.16.0.0.0.- 9.17.8.0.0. en el calendario maya). F.ste ar-
los d os maest ros firmó sus obras, que muest ran a un soberano entrado en carnes, con tista tam bién rub ricó sus oh ras, aunque su fi rma sigue sin haber sido descifrada. Quien

u-
tz'i

...... mo r)
I ~
buluk

~
-
-
\
i~
t: ..,
la

na
u tz'iib moon buluk /aj (la escritura de Moon Buluk laj)

395/396 ú, firma del artista. Fotografia y rtíhrica firmadas de este gran maestro. El descifrado del jeroglífi- 397 Vas~j'a ci/fndrica con la rtprcre111aci6n de figuras Su mecenas fue el soberano de Motu! de San José. Esta re-
Muy pocas obra> de arte prehispánicas aparecen firmadas cotz'iih (escritura) por el jov,n descifrador de jeroglíficos compañeras dt las almas. Proctdencia dtsronoáda; cldsico presentación muestra una asamblea en d inframundo de
con nombres y títulos. Esta firma en una u rámica se re- David Stuart en el año 1986 causó gran sensación, pues tardío, 600-900 d.C.; arcilla cocida pintada; altura 20 cm, nueve cspfritui. compañeros asociados a las dinastías rea-
fiere a un destacado artisra clásico, que también ejecutó la demuestra que los textos jeroglíficos que aparecen en las diámetru 16 cm; Princenton, Prina nton Art Museum lts de las rierras bajas. E.n las creencias mayas, tocias las
p1n1ura de una vasija cilíndrica (fotografía 397). El pri- cerámicas no sun himnos a los muertos, como se supuso (Kcrr 79/IMSl769) personas tcnfan uno o varios espíritus compañeros, se.res
mer J(:roglífico, u tz'iib, ~ignifica "'(ésta es) la escritura durante mucho tiempo, sino gue atienden al uso y a la &ta vasija cilíndrica fue pinrada por uno Je los 3rtistas que comhinaban rasgo, humanos y animales y que se
d<''', miemras que el segundo, aún no descifrado, mt:.ncio- manufactura Ue la pieza. de cerámicas m~s destacados Oc: la época clásica, que: esta- "heredah, n" por línea palcrna.
na d nombre. Dcsgraci:1clamentc, además <le que no ~ ba familiarizado con los aspectos formales, estéticos y téc-
consigue dcsdfrar el nombre, no se conocen otras obras nic~ del trabajo c:n cerámica con dccoract6n figurativa.
398 Vasija que imita las vetas de la madera. Pro1..·edt:ncia El cngobc marrón de csra vasija imita las vetas naruralc~
desco11ocida; clásico tardío, 600-900 d.C.; arcilla cocida de la madera. Los mayas también r.bhoraron vasijas de
pimada; altura /4,5 cm, diámetro I 3 cm; Toronlo, madera, pero dcsgraciadnmente ninguna ha escapado in-
Curdiner Museum ofCeranúc Art cólume al húmedo clin1a tropical.

399 Cerámica en forma de cesto. Procedencia desconoáda,· La forma y d color hact'n qut'. ('SlC t rabajo de alfart'rÍ3
clásico tardío, 600-900 d.C.; arcilla cocida pintada; altura parezca la tran5forrnaciún en n rámica de un cesto rren-
12, 7 cm, didmetro 13,2 cm; Durham, Mmeum ufArr, Duke zado. La decoraci6n en negro subrt fondo blanco de e~t:i
Univmity (MS0/65) vasija Je poca :iltura imita la estructura de u na cesta.

enca rgó las obras fue el soberano Laman Ek', el ajaw divino de lk', hi jo del monarca
anterio r. U na de las ob ras del a rtista se d epositó en la tu m ba de una dama de alto
rango, hall ada en Altar de Sacrificios, un yacimiento situado 90 km a l suroeste
d e Motu! de San José. Las vasijas "extran jeras" en las tu mbas de m u jeres de la alta
socied ad también han a pareci<lo en otros yacimientos, com o por ejemplo en Copán y
T ikal. E ste hecho certifica el impo rtan te papel q ue, mediante el matrimonio, desem-
pe ñaban las m u jeres en las relaciones sociopolíticas <l e la socie<la<l maya clásica (véase
Teufel, pág. 172 y s.).

400 Bandeja con glifns en el fondo imerior y exteri01: Los glifos que se pinrnron en estilo có<licc en los fondos
Procedencia de;co11ocida; clá,icn tardío, 600-900 d.C; iptcrior y exterior de esta bandej:i, l., convierten en sím-
arcilla cocida pintada; altura !O cm, diámttro 19,5 cm; bolo de un lugar. mencionado literalmente, del M:ís Allá,
Dmve,; Denver Arr Aluseum probablemente drJ inframunclo.
401 Vc1sija con tapa, en formo de corte principesca. Esta vasija n:producc en miniatura un palacio de b época 402 Escena de palacio ,n;to/6gica. Pruct:dencía drsconocida; jarrón alude al tejado cubierto de paja de un edificio,
Procrdencia de.;wnocída; clásico tardío, 600-900 d.C.; clásica, en el 4ue se encucnu~rn príncipes y cortesanos. y dúiico tardío, 600---900 d.C.; arcilla codda pintada; altura siendo por ello la reproducción de una obra arquitectÓ·
ardlla cocida pimada; altura 22,5 cm, diámetto 17 cm; que supone un modelo de la corte de un príncipe. l ..a tapa 30 cm, diámetm/2 cm; colecá6n privada (Km· 63/) nica. La escena muestra una asamblea <le animales y figu•
colección privada (Kcrr 5943/MS/7/9) representa d tejado. Lt1 parte modelada y pintada de la parte superior Je este ras mitológicas junto a la escalinata de un palacio.

El vaso de Ik' halJado en el inte rior de la tumba de una mujer pod ría ser indicio de En este caso; la representación y la pieza con stituyen un modelo cilíndrico y abs-
vínculos familiares con la ciudad de Motu! de San José y de la entrada por vía matri- tracto de un edificio de palacio de la época clásica (fotografía 401). Las pocas vasijas
mon ial en una famil ia de la eli te de Altar de Sacrificios. rectangulares existentes recuerda n especialmente a la arquitectura del clásico y re-
producen edificios cortesanos y g rupos de palacios. Las escenas representad as nrnes-
t ran a príncipes sen tados en un ban co del interior de un ed ificio. El asa de la tapa se
Cerámicas como modelos del cosmos configura de ta l modo que evoca las típicas crester ías decoradas de las const ruccio-
nes pa laciegas. Muy pocos son los ejemplares que prese ntan una banda modelada y
Las cerámicas pintadas del periodo clásico son m ás q ue simples símbolos de pintada justo por debajo del borde de la vasi ja, reproduciendo así te jados cubiertos
rango en fo rma de piezas de vaji lla, ofrendas sepulcrales o m oneda socia l. Algunas de paja de palma (fotografías 402 y 406).
está n pintadas o modeladas de tal manera que constitu yeron copias de objetos con- Otras piezas representan escenarios del averno y los portales de ent rada. Así, por
cretos o de lugares naturales o sobrenatu rales. Algu nas vasijas cilíndricas de poca al- ejemplo, en una bandeja aparece un fondo negro en el que nadan siluros y flotan
tura, realizadas en Yucatá n, se pintaron a rayas diagonales sobre engobe marrón os- lirios acuáticos. E stos elementos se agrupan en el centro del plato, alrededor de un
curo para conseguir un efecto de veteado similar al de los cuencos tallados en orificio rojo en forma de trébol de cuatro hojas. La representación hace pensar en el
madera (fotografía 398). La madera era el material pre ferido de los esculto res clási- portal cuadrilobular situado entre la tierra y el inframundo, con sus aguas negras. La
cos, pero so n muy pocas las obras que han sobrev ivido al clima tropica l húmedo y a perspectiva habitual del hombre, que desde la supe rfi cie de la T ie rra mira hacia el in-
la acción del ser humano. Otras vasijas imitan la forma y el colo r de calabacinos, ca- framu ndo, se transforma en este caso en una m irada inversa: cruzando una bóveda
labazas y cestos (fotografía 399). M uchas de las vasijas cilín dricas a ltas están pinta- de ag ua negra, la vista pasa por la abertura de la cueva del inframundo y cae sobre el
das con escenas de la vida cortesana, y algunas tienen tapa con e l asa decorada. mundo terrenal (rojo).
4-03 Plato con la representación del dioJ del maíz Este plato es un modelo del ·'Jugar de las lrc!i pie<lralí"
dan-zando. Procedencia dcsconncida; clásico tardío, Je la crl'ación cósmirn. Los tres pies sobre los que.: reposa
60()...900 d.C.; arcilla cocida pintada; altura 14 cm, simboliian d hogar compuesto por rres pie<lrJ, que
diámetro 33 cm (Km 572J/MS06//5) representa el centro <le una casa maya. Scgirn b m11r,lo-
gía, los dioses crearon el hogar el día Je la crcanón dtl
universo.

Esta plaza es el lugar donde los d ioses crearon el uni verso y elevaron el árbol del mundo
que soporta la bóveda del universo. L1 representación sobre fondo color crema que apa-
rece en un cuenco con tres pies del Petén central alude al lugar de las tres piedras. En este
caso, las piedras se reproducen como súnbolo cruciforme en forma del signo del día k'an
y se disponen según el esquema del triángulo equilátero del hogar cósmico. La cruzk'an
Los jeroglíficos que citan escenarios del averno se encuentran a veces tanto en la su- se relaciona con la región celeste, la creación y el lugar de nacimiento del dios del maíz,
perficie interior como en la exte rio r de un cuenco o de un plato y, <le este modo, las vaji- y también se encuentra como motivo principal en las vasijas con tapa del clásico tempra-
llas se convierten en modelos en ce rámica de lugares sagrados. no, llamadas lip to lip. El cuenco en cuestión contenía material orgánico dispuesto de una
El sitio más mencionado en los jeroglíficos es wuk-ha-nal o "lugar de las siete aguas'' manera que adoptaba los temas de la estructura y de la creación cósmicas. Asimismo, esta
(fotogra fía 400). Los cuencos y bandejas con bordes bajos que simbolizan esta parte del pieza tiene tres pies que forma n un triángulo equ ilátero. Toda la superficie de la base ex-
otro inundo suden estar pintados en el llamado "estilo códice de la cuenca <le El Mirador", terior está pintada en rojo, cosa muy extraña en los cuencos del clásico, pues esta parte no
en el norte de Guatemala. Aunque todavía no se conoce el significado de este lugar m ito- \e solía engobar. Los tres pies y el cngobe rojo acentúan el d iseño de la pieza, convirtién-
lógico, parece ser que se asocia tanto a determinados estratos celestes como al inframun<lo. dola en metáfora del lugar de las tres piedras, el sitio donde se creó el m undo.
Uno <le los sitios mitológicos más importantes es la plaza de las tres piedras, que se Así como el plato hondo mencionado muestra una pigmentación exterior roja, los
describe .en las inscripciones sobre piedra de la época clásica y también en el Popo! Wuj. fondos de otras bandejas con tres pies muestran una línea circular roja. Una explicación

404 Plaw rn,¡ /11 repn:smtación del dios del maíz danzando. nombre de su propicrnrio. L:i cara interior riel plato 405 Lo, pie; del plato como la, tm predra, del hogar 406 Escena de palacio. Procedenáa desconocida; c/ás1cu
Pmcedenáa desro11ocída; clásico tardío, 600-900 d. C.; representa al dios Jcl maíz como elemenro rirual de la Los pies rcprc~cntan las tres piedras del hogar <le una casa tardío, 600-900 d.C.; arcilla cocida pintada; altr,ra 30 cm,
arcilla rocida pi111ada; u/tura 14 cm, d;ámetru 33 rm crc;1eión del mundo. La dt"iJad luce un cnqrme :idorno en mayil. El singular color <le esta vasija tiene un significaJo diámetro 14 cm; colecáó11 privada
/Kerr 5723/MS0605) la espalda. que lo oculta casi por completo. Las tres escu- especial. El fun<lu <le la pieza muestrJ b insólita forma de Esta vasija mucslra la cnlrtga dt.' un Lributo o de un pre-
l .os tcxms jeroglíficos circulart'.S están cornpucsws par lo dillas modeladas en el plaw, así como los pies. simbolizan la bandeja. En la cara exterior dd horde ~e encu~ntran scmc en una csc;1lc:ra situada delante de un edificio. En d
que se ha dado en lb mar secuencia primari,1 cscánd:u, una supuestamente el lugar de la creación. tres gran<lcs superficies con imágenes en las que se repi- pcldaüo superior aparece sema<lo un sobe.rano, a quien
fórmula de consagración que nombrad tipo de vasija y el ten motivos pintados. un súbdito ofrece una tira <le tela blanca. La pin'tura de b
parte superior del vaso imita el bor<le rnferior de un teja-
do cubierto de paja.
posible sobre este elemento decorativo inusual se encuentra nuevamente en el contexto
del hogar cósmico, de manera que habría que considerar a esas piezas como maqueta en
cerámica de ese lugar mitológico.
Un cuenco con tres pies del clásico tard ío, hallado en la región de H olmul
(Guatemala), aúna todos los rasgos característicos fundament;1lcs del hogar cósm ico (fo-
tografías 403, 404 y 405). Los pies, altos, están pi ntados a rayas blancas y negras, y dis-
puestos en forma de triángulo equilátero, como en el ejemplo a nterior. El colorido blan-
co y negro de estos elementos podría significar "piedras", igual que en la lengua simbólica
de México central. Los tres puntales se hallan alreded or de un círculo rojo que rodea el
centro del fondo de esta pieza. La form a y el colo rido evocan el lugar de las tres piedra,,
desde donde los dioses crearon el mundo.

407 /.:.'/ vaso dt' lus siete ,/;oses. Procedwcra d<·srnnoc:idu; Este vaso, pintado por d destacado anist::i. t\ j ~•faxam.
clásico tardío, 600-900 d.C.; urcilla cocida pintada; altura muestra :i loll diusc:s creadores, que St' han reunido en la-.
27,3 cm, diámetro 11,5 cm; Chicago, Chicago Art /nstirute rinieblas para proytctar d universo. Sentado en un trí>no
(Km 2796/MSJ 763) de jaguar, lm guía el dios L, el scllor dd inframundu.

408 Danza del dios del maíz. Procedencia de..sco,wcida; Se han conservado tres pinruras sohre cerámica de A)
'(dsiro tardío, 6f)0- 9fX) d. C.; arcilla cocida pintada; oltmv Maxam. f.sr:i representa la d:rnza del dios ele! maíz.. un
24 cm, diámetro 16 cm; coletáó11 priv111la /Kerr 63l!MSJ774) d crncnto riru::i l en la creación riel mundo.
Tre, vasijas ci líndricas (fotografías 407,408 y 409), que fueron pinta-
das por el artista Aj Maxam de la ciudad de Naranjo ya men cionada, se
acomodan a un mensaje metafórico imp resio nante. Cada una d e ellas des-
cribe un a::on tecimiento clave en la historia de la creación y, juntas, fo r-
man un modelo tridimensional en cer,ímica del luga r <le las tres piedras
Je la cre,ición. En cada pieza domina un color distinto. La primera de la
<cric, la v,1sija con fo ndo negro, describe una reun ión de los dioses crea-
dores, celehrada en la oscuridad cósm ica el día de la creación, el 4 ajaw
8 kmnk'u (fotografía 407). ltzamnaaj, la principal d ivinidad creadora y el
primer sacerdote, se une a la asamblea de seis deidades, entre las que se
encuentra el dios d el maíz.
L1segunda vasija, bl anca casi en su totalidad, está apenas pintada con
dibujos de flores negras (fotografía 409). Las plantas y las flo res eran
1!n símbolo maya clás ico de la fuerza vital y del hálito que exhalaban los
cn.:aclores del mundo.
Las representaciones centrales de la tercera pieza, una ja rra pintada
en rojo, transmiten tres versiones de un dios del maíz que baila vestido d e
) un Junajpu, el pad re de los héroes gemelos del Popo[ Wuj (fotografía 408).
La deidad dam:a en el luga r de las tres piedras durante el :icto d e crea-
ción del m undo. En la vasija, los t res danzantes cargan a hombros u n mo-
delo del cosmos maya. En el cosmograma se en cuentran tres animales di-
vino,, espíritus compañeros: un jaguar, que sostiene la máscara del dios
K ·awiil, un reptil de hocico largo y un mo no aullador con forma humana,
que era el patrón de los artistas y, en esta ocasión, sostiene un pincel o una
herramienta para esculpir.
El episodio cósmico representado en la vasija también se reprod uce e n
la estela C de Q uiriguá, q ue informa sobre la ubicac ión de las tres piedras
del hogar cósmico. El reme ro jag uar ocupa la piedra d el tro no de jaguar,
la d ivinidad d e: la casa negra ocupa la piedra del trono de se rpiente e
ltzanrnaaj ocupa la piedra del trono de lirio acuático. El dios del maí;,,
----<JUe como todas las deidades mayas puede aparece r bajo distintas for-
mas- observa la escena encarnando a Jun Ye Na!. En la vasija roja, las pie-
dras se simbolizan mediante espíritus compañeros (way) cargados a hom-
bros ele J un Ye Nal. En la estela, el artista sustituyó la piedra del trono de
lirio acuático por Jun C huwen, una de las deidades-mono protectoras d el
gremio. Este cambio sub raya la igualdad de categoría entre los artistas
mayas y los d ioses creadores. Así pues, cada una de estas tres vasijas d es-
cribe un frag mento d el m ito de la creación y, unidas, forman una metáfo-
ra tridi mension al de la historia clásica del origen del un iverso.
Especialmente interesantes son los t res colores {rojo, negro y blanco)
que: el artista escog ió como tonos predominantes para cada una d e las va-
,-
sijas. La jarra negra representa el cosm os en el inicio de los tiempos, cuan-
do reinaba en él la oscuridad más absoluta. La pieza de color rojo conju-
ra la danza y el ritual de sacrificios de los dioses creadores, cuya sangre
roja confiere vida y há lito divino al mu ndo recién creado. La jarra blanca
representa la luz que llegó al mundo cuando estos dioses le insuflaron la
fu erza vital.
E l segu ndo motivo en el que se basa la elecció n de los colores es la
equiparación entre los artistas mayas y las divinidades creadoras. E n toda
Mesoamérica, la expresión "rojo y n egro" designaba los libros, a los artis-
tas q ue los creaban y el saber misterioso, a menudo cosmológico, q ue esos
409 Vaso con la firma del artista Aj Maxam. Procedencia La tercera vasij;i de las cre:1das por Aj Maxam t:st:1 decoraJa con
libros contenían. El artista maya Aj Maxam escogió con sumo cuidado los
desconocida; clásico tardfo, 600- 9()0 d.C; arcilla cocida pintada; motivos de flores d(' lis, que simboliz:rn el háliw Jivino que los
tre, colores del con ocimiento glorificado para componer la a legoría de la (lltum 23,5 cm, diámetro 14,5 cm: Chicago, Chicago ..-In l,wicure clioses de la creación insuflaron al mundo. Estt: v;1so es b úni~:i
(Km 6J5!.\ISIJ75) obro firmada Je Aj Maxam (tercer jeroglífico J la derecha de 1,
creación en sus cerámicas.
hilera de jeroglíficos inferior).
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RE PRESENTACIONES
RELIGIOSAS
LOS DIOSES DE LOS MAYAS CLÁSICOS
Karl Taube

Uno de los distintivos más llamativos de la religión maya es el panteón poblado por sum inistra información inestimable sobre las deidades y los mitos de la creación (véase
numerosos dioses y seres sobrenaturales. Uno de los primeros europeos en ocuparse del Eberl, pág. 315 y ss.), sino también sobre el modo en que los mayas se relacionaban con
tema fue el monje franciscano fray_Diego de Landa (1524~1579) que, en su obra enci- sus dioses y ancestros.
clopédica Relación de las cosas de Yucatá11, dedicada a los mayas que habitaban la zona
en el siglo XVI, describió los nombres y atributos de algunas divinidades, así como su
im portancia en determinados rituales fijados por el calendario. Sin embargo, Landa Primeras investigaciones sobre el panteón de los mayas
apenas se interesó po r la mitología de los mayas o por las múltiples relaciones que se
dan entre los dioses y que se relatan en las escri turas sagradas, puesto que más bien tra- H acia finales del siglo XIX, los científi cos comenzaron a estudiar el antig uo mundo
taba de establecer paralelismos entre la religión maya y el cristianismo. de los dioses a partir de los manuscritos y del arte de los mayas. Entre los pioneros se
Con todo, la fuente documental más importante de la mitología maya es el libro encon traba el asesor jurídico berlinés Paul Schellhas (1854-1945), que fue el primero en
Popo! Wu1; elaborado por mayas de las tierras airas. Este documento de los k 'iche' de conseguir identificar y distinguir sistemáticamente la gran multipl icidad de d ivinida-
los primeros ai'ios de la época colonial fue traducido por d fraile dominico Francisco des que aparecían en los manuscritos mayas que habían llegado a Europa, los llamados
Ximéne7. hacia finales del siglo XVII y escrito en caracteres romanos. El texto no sólo fódices de Dresde, París y Mad rid (fotografía 411 ). Además de describi r la vest imenta,

Doble p:ígin:i :rntcrior: Cueva en /us cerca11ías de Dzitnup 410 focemm·ia. Tikal, Petén, G11atemala, edificio 5D-34, 411 Lo lista de las dioses de Ami Schellhas reconoció los glifus con sm nombres. Sin cmha rgo, no con-
(Vallada/id), Y11catá11, México rumba JO; clásico temprano, 300-600 d.C.; arci/fu cnáda Paul Schellhas Ílll' el primer im•cs1igador 9ue i<lcntificó a siguió dt'scifrarlo~ y lk signú a caJa di \'inidacl con un,:i lt'tra
Según las creencias mayas, los ~istcnrns <le cueva:,; calizas pintada; altura 35 c:m; Tikal, Mu.sru Sylvmu# G. Morley lns dioses 4ut' se representan rn bs inscripciom:s maya~ del ,lfal,eto.
eran la enu;i<la al inframun<lo y garantizaban In exisu.· n~ Cuando stqucm,,ba inciL"nso en este inccns.1rio en formarle posdfocas. En los a,ios 1886 y 1887 p11hlic6 lus rcsuharlos
ci3 <lé agua t'n la superficie sc.:ca del norte J e la península <lios e.Id inframunJu, el hurnu escapaba por la boca y por los de sus estuJius. En total ¡nido clasifica r a 15 Jl'iJadcs dis•
y d :1l>:istl'.'c1mit'nto <Je b población. conductos !!Íluados en el centro de la frente. tintas, y no sólo por sus rn r:1rrerístir:1s, sino que: rnmhién

~
! 1 1 ' 1
Dios A. el dios
f@Fl;ll rea
Dios Akan, el dios
j:~
Dios A"
1i@
Dios Q
~
Dios K'in Ajaw,
el dios def Sol
·U@
Dios R
,ID
Dios K' uh • Dios"
ii
DiosM
M
Diosa lx Sak Un, la
joven diosa de la luna
&§~
Diosa lx Chak Chel,
la diosa anciana
de las bebidas
de la muerte alcohólicas

j i :!
-~:
~
.

Dios Hun Ajaw uno


i 1 Dios P
:¡~
..
Dios Wuk Siip, el
dios del venado
Dios z
~
Dios U DiosW D~sX
-

de los dioses gémelos

i i 1 1• 1 ~
1513 le'
'
Dios N, uno de los
lfi§
Dios N', uno de los
~
Dios N", uno de
los cuatro soportes
fil
Dios L. el señor
del inframundo
~
Dios ltzamnaaj,
el dios creador
:
:· ~,.

Chan chijnal winik


(venado)
ffl)
Tzul (perro)
~~
K'uch
(zopilote)
:11~
Oxlajun Kuy
(búho)
• J:)
Mo'
(papagayo)

, •
cuatro soportes del cuatro soportes del
cielo cielo del cielo

1 t 1
'!!

- ~
fe
'
Dios K'awiil, dios de las
~
Dios Chaak.
dinastías monárquicas (?) el dios de la lluvia
&a
Dios B'
6
Dios E. el dios
del maíz
~
Dios H
~
Chak Balam
Gaguar)
~
(?)
~
Kutz {pavo)
n;~"
Yoxuun (pájaro
cotinga)
t3:?5'
K'uk' (quetzal)
los atributos físicos y los poderes mágicos <le casi 15 divinidades, consiguió además cla-
sificar los jeroglíficos con sus nombres. PuestO que en aquella época tod avía no se po-
dían lee r y en muchos casos su significado no estaba del todo cla ro, Schellhas el igió <le
forma arbitraria una letra del a lfabeto para cada dios. A lgunas designaciones, por
ejemplo "dios L" o "dios K ", todavía se mantienen en uso entre los científicos. En sus
estudios, Schellhas se concentró en las divinidades de los tres códices conocidos, que
también aparecen en represen taciones del posclásico tardío, como por ejemplo en ce rá-
micas, pinturas murales y monumentos. Además, los seres di vinos aparecen casi sin ex-
cepción en el arte y en los textos de la época clásica maya, pues uno de los rasgos más
impresionantes del mundo de los dioses y de la religión de los mayas es su extraordi-
naria continuidad cultural.

Temas en el estudio de la religión maya


Gracias a la in vestigación iconográfica sistemática sabemos que la mitología maya
clásica, sus deidades y episodios se incluyen en el Popol Wu;; compuesto siglos después
en lengua k'iche'. Esto manifiesta que seres como el enorme pájaro Wuqub' Kaqix o
los gemelos divinos y sus a rrogantes hermanastros Jun B'atz' y Jun Chuwen ya ocupa-
ban un lugar importante en la religión maya clásica y e n sus representaciones alegóri-
cas. Estos seres mitológicos aparecen represe'ntados sobre todo en escenas narrativas
pintadas sobre cerámica . Uno de los personajes destacados en la pintura sobre cerám i-
ca es el joven d ios del maíz, la versión clásica del padre de los gemelos di vinos, llama-
do J un Junaj pu por los k' iche' (fotografía 41 2). La historiadora del arte tejana Linda
Schele (1942-1998) identificó en unos importantes estudios a algunas de las grandes
divinidades y efemérides que concurrieron el día 13.0.0.0.0. 4 ajaw 8 kumk'u (13 de sep-
tiembre de 311 3 a.C. en el cale ndario juliano), fecha en la que según la mitología maya
se creó el mundo.
L os textos jeroglíficos suministran a los in vestigadores numerosos datos sobre los
dioses y sus características más importantes. Un jeroglífico especial, que muestra la ca-
beza de una deidad, ha sido descifrado como el signo para k'uh, la palabra maya que
designa el concepto "dios" (fotografía 413). Este jeroglífico suele introduci r los nombres
de los dioses en las inscripciones, incluidos los de la pareja de divinidades del cielo y la
tie rra (fotografía 414).

413 El glifo k'uh 412 l'/ j oven dios del maíz. Copán, Honduras, copia de la montaña mitolúgica Yax Ha.! Witz (montaña
Este glifo simboliza la esencia que habita en todas las edificio J0L-22; clásico tardío, 715 d.C.; piedra toba veide, verde}, en la que brotb el primer maíz, personificado por el
cosas S<lgradas. La personificación dr k'uh era un hombre altura 89, 7 cm; Londres, British Museum dios joven del maíz Hun Ye Na! (un grano de maíz).
cuya cabeza formaba el glifo. Originariamente, este busto formab..1 parte del friso Jel edi- Precisamente a ese acontecimiento se refiere la escultura del
ficio 22 de Copán. Erigido por Waxakl,1juun Uhaah Kºawiil hermoso joven, designado por Paul ScheUhas e.orno dios E.
para celebrar el primer k'atun de su reinado, ene templo si- en cuya ca~7.a crece d maíz.
414 Glifos para la pareja de dio;,s del cielo y la Tit:rra tuado en d margen norte del patio este de la acrúpolis es la
L.1 inscripción de la cara posterior de la t:stela 31 dl' 1ikal
informa sobre la fundaci6n de la dinastía y sobre sus pri~
meros soberanos, pero también menciona a diversas <lei~
dades que fueron convocada~ por Siyaj Chan K'awiil en la Otro paso importante en los estudios de las creencias religiosas de los mayas fue la
consagración del monumento. Entre ellas se encut·ntra
identificación de los seres way, un subgrupo fascinante de diose\ estrechamente rela-
k'uh Chan.
cionados con el oscuro inframundo. Se trata de espíritus com pañeros en forma de
animales fantásticos. Se creía que estos seres tenían alma humana, pe ro vivían en el
inframundo.

Grupos de divinidades
Gracias a las investigacio nes llevadas a cabo durante más de 100 años, se sabe
mucho m ás de la esencia y de los atributos de los dioses mayas prehispánicos. L o pri-
mero que llama la atención es la notable armonía existente en la representación de di-
Chan k'uh (dios del cielo) Kab k'uh (dios de la Tierra)
versas div.inidades, tanto en los textos como en el arte. La mayor pa rte de las deidades
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y de los episodios mitológicos relacionados con ellas se puede ohservar en
diversos lugares, como Palenque, Copán o Calakmul.
No obstante, el papel específico de los dioses podía ser muy distinto, de-
pendiendo de la política dinástica predominante y de la ideología local.
Los soberanos de Palenque se refieren sobre todo a una tríada de dio-
ses como patronos de su dinastía. Otras ciudades, como po r ejemplo T ikal
y Caracol, estaban claramente al amparo de sus propias triadas de d ioses.
Además de éstos, también surgen grupos de cuatro dioses, en los que cada
uno encarna aspectos propios de un punto cardinal.

Fusión de divinidades
Algunas veces, se fu sionan en un único ser dos o más dioses q ue, ge-
neralmente, son criaturas afines, como por ejemplo el ardiente dios del
rayo, K 'awiil, y el dios de la lluvia Chaak. Sin embargo, esta unión tam-
bién puede ser un medio para caracterizar mejor a una deidad y en cierto
modo exhibir las facetas de su personalidad.
Un ejemplo especia lmente complejo de ente formado por la unión de
divinidades se presenta en la estela 3 1 de Tikal, una obra del clásico tem-
prano que en la parte frontal muestra al monarca Siyaj Chan K'awiil,
cuyo nombre significa "K'awiil nacido del cielo" (fotografía 417). La más-
cara que este soberano lleva en el ci ntu rón representa a t res dioses amal-
gamados, que ind ividualmente también aparecen como deidades de los
números tres, cuatro y siete (fotografía 418). Los d ioses de las dos últimas
cifras representan al sol del día y de la noche, y la d ivinidad del número
tres es un dios del viento. Los ojos de ese ser mixto tienen las pupilas ca-
racterísticas del sol del día, pero se enma rcan en las "bolsas" decré pitas del
sol nocturno. La cinta de flores tejidas de la frente y las señales de las me-
jillas son distintivos del dios del viento, que tiene mucha importancia en
las creencias mayas sobre la vida, la muerte y la invocación de las di vini-
dades y los ancestros. En el texto de la parte posterior de la estela 3 1 apa-
recen estos mismos tres dioses justo por debajo del jeroglífico "dioses del
cielo" que se aplica a la pa reja de divinidades del ciclo y la tierra ya men-
cionados. De igual modo, el ser divino mixto de la máscara es concebido
como ser celestial: el cinturón en el que se sujeta la máscara forma lo q ue
se da en llamar cuerdas celestes, una convención corriente en el sistema
simhólico de los mayas clásicos.
Esta forma de unión entre cuerda celeste y cinturón tamhién se puede
ver en la estela 40, excavada en Tikal en el año 1996. La parte frontal
muestra al rey K'an Joy Chitam, y los laterales, a su padre Siyaj C han
K 'awiil y a su madre. En este caso, no es Siyaj Chan K'awiil quien lleva el
cinturón, sino su esposa.

417 1-:strlu 31. Tikal. Petln, Guatemala, edificio cínturón, cu el brazo izquierdo y en su rocado .1pa-
5D-13-1; d ásico temprano, 445 d.C,; piedra cali- recen las cabe1...as de los t.lioscs protectores de 1~
za; altura 245 cm, anchura 70 cm, gro.mr 5 I cm; reyes, de su dinastí:i y de su ciudad. Porencima del
Tikal; museo Sylvam,s C. Morley soberano aparece b cabeza de su Jifunto padre,
F~<ita estela mucsLrn al rey Siyaj Chan K'awiil Y.1x Nuuu Ayiin. Un.1 larga inscripción en b cara
(411-456 d.C.) en d momento de su entronización. posterior de la estela ínforma del origen Je la casa
Con su mano derecha sostiene d tuc~1do real. En su re;:il y dt" los anrecesores de Siyaj Chan K'awiíl.

420 Vasija del clásico tempro110, decorada con Dos de d ios llrvan un glifo con un nombre en la
eszucn. Tikal. Petén. Guatemala. edijirio 5D-14. cabeza, 4.ue se diferencia Je. todos los dem:ís )'
tumba /O; ddsico temprano, 300-600 d.C.; que los caraClcri z.1 como dioses importantes del
madera y rstucó pintado ;1verno. Un joven dios <Id viento St' eleva en el
Esta vasija decorada cn csn1co proviene de la océano <ld inframundo, en tanro 4.uc otro dios
wmbo dd rey Siyaj Chon Kºinich. Representa a sostiene t'll su mano un:i serpiente que circunda
seres del in frJmundu que csr:ln cubiertos hasta c:I el ~ímholu utilizado para representar "noche" Y
pecho por las aguas, donde flotan lirios acuáticos. ··oscuridad ...
418 Unión de tres dimes en uno. Tikal, Peté11 Guatemala,
1
de Tikal reúne rasgos característícos dt' los dioses del 419 Estatua de u11 comediame co11 matraca. Copá11, siruado por dehajo de sus aguas. Un comediante reprc-
nlificio 50 -11-1, mela ¡¡ /detalle); cMsico temp,0110, Sol, dél fuego y Jcl viento. Estas tres divinidades, junto Honduras, pario Ol'ste, edificio /0/...-l l; clásico tardío, senr:indo un mono emerge de esas aguas, simbolizadas
445 d.C.; piedra calizo; Tikal, Museo Sylvanus G. Morley a otras, aparecen mencionadas en la inscripción de la 769 d.C.; piedra tobo verde por caracolas de piedra en d margen de la terraza. La
F.n las representaciones mayas de dioses se suelen comhi- parte posterior ele la estela. Un componente de los glifos F.n 13 zona inferior ele b car3 sur <le este templo diseñado matraca que lleva en b mano iz4uierda lleva inscrito d
n:u los at ributos de distintas Jeidadcs. La másc.ara colo~ con los nombres de esas deidades se encuentra en sus c:1- como copia dd cosmos, la escalt:ra central y la tcrr:11.:1 re- símbolo ik', "viento", una prueba m:'ts de la relación que
cada en el cinturón de Siyaj Chan K'.nviil en la estela 31 bczas y se lec como ikal ajaw. presentan un juego de pelota mitológico <ld inframunrlo, t'Xistt' entre b música y los suni<lus con el viento.

La pa rte central del cinto, represe ntada frontalmente, reproduce la fusión de los conocimiento del simbolismo religioso, pues ayuda a identificar y comprender los atri-
t res dioses que, además, son mencionados uno detrás de otro e n el texto que aparece butos manifiestos de ciertas deidades.
en la cara posterior de la estela.
U na vasija preclásica d e la ciudad de Tikal, adornada con estuco pintado, repre-
srnta a esos mismos seres sumergidos hasta la cintura en el agua. F.l dios del viento Lugares del nacimiento
juvenil, con la cinta adornada con flores a la frente y una larga cabellera, se al za en el
centro de la escena (fotografía 420). Asimismo, estos seres divinos múltiples tuvieron Es sabido que los mayas, como todos los humanos, crearon a los dioses a su imagen y se-
una gran influencia en el nombre de los reyes. Los soberanos mayas se ponían nom - mejanza, lo que significa que éstos eran la expresión directa y muy arraigada de las relacio-
bres de dioses para remarcar que su poder era semejante al divino. Al hacerlo, tam- nes y valores sociales. Según los mayas, las divinidades nacen como _los hombres, y sus vidas
bién combinaron distintos nombres de divinidades. Este dato es importante para el están marcadas por los mismos plazos y conflictos, amistades e intrigas, alegrías y penas.

Dos dioses de la montaña Dios jaguar del inframundo

Dios de las plantas acuáticas Dios remero


Dios de las plantas acuáticas

Dios remero (?) Aguas del inframundo Dios del Sol Dios del viento Dios de las plantas acuáticas
\
'121 K'awiil. Procedencia dnconocida; clásico tardío, prehisp{micos como K'awiil. A menudo se le rcprcsenrn en nacidos en eÍ arte' maya- y a veces incluso parece que agiten los brazos y pataleen. Si
600-900 d.C.; artilla cocida pintada; altura 14 cm, forma de cetro cun figuras, un símbolo del poder de los
ditlmetro 13 cm; colección privada (Kerr 3150) monarcas. En esta rt:present:1ción de su nacimiento, la di- los soberanos se hacían retratar con bebés divinos en los brazos, evidentem ente era
El nombre de este ser, incluido como dios K en la lista Je vinidad se escapa de las fauces dr una M:rpientc de visión para completar su pode r te rrenal con un com ponente religioso y espiritua l basado en
Paul Schdlhas, aparece en numerosos escritos de los mayas configurada corno viga ceremonial en forma de tubo.
sus singulares lazos coa las divin idades. No obsta nte, el significado de esta relación
entre los soberanos y un niño dios todavía no se ha podido explicar de fo rma unívo-
La llamada "tríada de dioses de Pa lenque" añade además nuevos datos precisos, ca. Aunque pudieran renacer como niños, las deidades clásicas mayas eran seres an-
pues en esta ciudad se erigió un templo para cada una de las t res deidades. Los pe- tiquísimos, de tiempos inmemoriales. Con este modelo del m undo de los dioses, la
q ueños adoratorios situados en el interior de esos templos, q ue en las inscripciones se elite clásica pudo glorificar su historia dinástica a lo largo de los siglos y rem ontarla
mencionan como pib naah (baño de vapor), son la principal característica de unos a los orígenes.
recintos que, tanto en la región maya como en el resto de Mesoamérica, se equiparaban El sacrificio de sangre, tal y como aparece desc rito en fo rm a metafórica en el
a luga res de nacimiento. Popal Wuj, tenía el objeti vo de alimentar a las d ivinidades. Los textos de los libros
Una pintura sobre una vasija cilínd rica del clásico tardío muestra el nacimiento de sagrados de los m ayas eq u iparan los conceptos de "amamantar" y "abrazar": ambos
una divinidad en tiempos muy remotos (fotografía 421). El dios K'awiil es alumbrado manifiestan q ue, en cierto modo, los monarcas aprietan contra su pecho a los dioses
por una serpiente a través de un bastón ceremonial decorado en los extremos con flo- como si fue ran bebés. Los sobera nos mayas se te nían por padres cuidadosos de las di-
res y jade, y extiende la mano izquie rda pa ra alcanzar una flor de piedras preciosas. vinidades y med ia nte los actos religiosos de la alta sociedad se les atendía y mantenía
Como dios del rayo nacido del cielo, K'awiil está estrechamen te relacionado con la ser- con vida. E l Popo{ Wuj relata q ue los ídolos de piedra de Tojil y otras dos deidades
piente del cielo. se transformaba n en seres animados y cánd idos m ediante los sacrificios de sangre.

"Luego se punzaban las orejas y los brazos ante la divinidad, recogían su sangre y
Sacrificios para el renacimiento de los dioses la ponían en el \'aso, junto a la piedra. Pero en realidad, no e ran de piedra, sino que se
presentaba cada uno bajo la figura de un muchacho.
L os ri tuales celebrados por los mayas para conjurar a los dioses y a los ancestros Alcgrabánse con la sangre de los sacerdotes y sacrificadores cuando llegaban con
por medio de sacrificios de sang re representan una especie de nacimiento simbólico. esta muestra de su trabajo(...)".
Com o rayo a rdiente y celestial, el dios K 'awiil con su largo pie en forma de serpien-
te person ifica el renacimiento de deidades y a ncestros (fotografía 423). Según el libro En el arte maya clásico, el renacimiento de dioses y ancestros se representaba me-
Popo! Wui el centro de los rituales de sacrificios era ocupado po r el dios Tojil, el eq ui- diante las llamadas "serpientes de visión", que surgían de las ofrendas de fuego. O tra re-
va lente k ' iche' del dios K 'awiil. Los in vestigadores N ikolai Grube y W crner Nahm presentación habitual en el arte maya es el bastón ceremonial que llevan los reyes, en
descubrieron que en las in scripcio nes existe el jeroglífico del verbo tzal(, un término cuyos extrem os aparecen seres q ue han vuelto a nacer.
que en la lengua colon ial yukatek significa "conj ura r a las nubes o al viento". En los
textos que acompañan a algunas escenas con la "serpiente de visión", la d ivin idad in-
vocada suele ser K 'awiil, como si la serpiente rep resentara a su ser. El pago de tributos a los dioses
Las deidades entran en su mu ndo celestial com o bebés; tambi én en esto son exac-
tame nte igual a los hombres. En el a rte maya clás ico se suele represen tar a los dioses Así pues, son dos los aspectos q ue se asocian a los dioses mayas: por un lado, son
com o niños peq ueños en brazos de los soberanos. Los pequeños dioses suelen apare- niños protegidos por los soberanos, pe ro por otro son señores poderosos que exigen
cer asimismo tendidos de espaldas - una forma habitual de representar a los recién el pago de t ributos en forma de ofrendas rituales. La creencia en un tributo simbólico
a las deidades se refleja asimismo en los tres objetos característicos que con tanta fre- ~ ~-JT~¡ A-
, .. n ,~~---

cuencia ~e rcpresen wn y q ue se e ncuentran en los cuencos con ofrendas decorados ,,. ~i~,
con el símbolo del Sol k'ín (fotografía 422). Los dos elementos exteriores, siempre dis-
puestos del mismo modo, son una valva de espóndilo y un haz de plumas, ambos muy
.1preciados en las cortes reales como tributo a los señores. Estos bienes singulares
acentúan el ,·alor del objeto intermedio, que consiste en una esp ina de man tarraya, el
:{,# _.
,r., ....
instrumento más importante para celebrar los sacrificios en los que se ofrecía la pro- - ,
pia s;ing rc a lo~ dioses y los ancestros. La bandeja en cuestión es en real id ad un incen-
sa rio, en el que se quemaban sangre y otra s ofrendas.
Las ofrendas rituales de sangre y de o tros objetos preciosos eran ante todo un acto
de de\'oción, pero también tenían un componente político. Los tributos que se satis-
facían a los dioses de una comunidad se asemejan mucho a los que se pagaban al
Estado, pues ambos suponen decl:uaciones de lealtad y dependencia . En el Popo/ Wu,i
se de,crihe q ue o tros mayas de las tierras altas ya había n expl icado que alimentaban
a Tojil con su sa ngre y sus corazones a cambio de obtener el fuego. Sólo los kaqchi-
kcl rehusaron la sumisión religiosa y política:

·'No pid ieron el fuego los kaqch ikel porque no qlllsteron entregarse como venci-
dos, de la mane ra como fueron vencidas las demás tribus cuando ofrecieron su pecho y
su sobaco para que se los abrieran''.

422 BundtJtl dt· ofrenda. Procedencia desconocida; dási'co d ,i¡,~10 k"in (dfo, Sol) y que aluden a la salida del astro rey
ttJrdlo, 600-900 d.C.; arcilla cqcida p;nrada; didmetro y al este. Rdacion,ufo con la representación <lcl renaci-
JO , m; colemón pnvada (Km 1270) miento del Jios <ld maí1. aparece el glifo para b rcnov,,-
El fon<lo Je tsta p1e1.., muenrn una serpiente de visión, de ci611 qui.~se provoca medi:rnrc l;-i ofrcnd;:i,
cuya!i faucc!i s.1lc b c.1heza de un joven dios del mníz.
Pcrtc:necc.1 a un upo <le ban<lejas <le ofrenda que presentan

423 K'awiiJ. Procedencia desconocida; clásico tardío, como pequeño ser. sentado sohre b mano de una dama y
600-900 d.C.; piedra caliza; Clevcland, C!evela11d M11seum mirándola con la cabeza vuelra hacia arriba. Los rasgos
ofArt (Km 2879) caracrerísricos del dios son un rostro con una nariz larga,
Este fragmento rlc un relieve muestra a K'a,\.·iil represen- la ancorcha humeante en l.1 frente y el pie en forma de
tado de forma extraorrl inariamente viv a. Nú aparece serpiente. Un cetro con su retraco se cuenta enl rc las in-
como suele ser h:1biru:1l en su enca rnación de ceLro, sino sig nias Je la monarquía.
En el arte clásico se encuentran a menudo representaciones de divinidades alejadas nobles que fl otaba n en los cielos po r encima de pcrsona1es histó ricos era de uso
de los hombres, ocupando el trono en templos semejantes a palacios, a unque en el en- corriente en el periodo clásico y apareció por primera vez en los monumentos mayas
torno cotidiano se manifestaban de otro modo. Los dioses eran venerados como una es- en el preclá sico tardío. En la estela 4 de Tikal, del pe riodo preclásico, K'awiil aparece
pecie de ancestros lejanos, a los que se podía reque rir mediante ritos especiales de invo- en el cielo como a ncest ro. Los antepasados solían llevar una anto rcha o hacha hu-
cación y súplica. Los textos de las inscripciones designan a los ado ratorios como waybi/ meante en la frente, atributos que en el a rte maya corresponden a aquella divinidad.
(dormitorio), por lo que se supone que no sólo eran los habitáculos de dioses y ancestros, Otro m onumento preclásico de Tikal, la estela 3 1, glorifica al rey Ya x N uun Ayiin
sino también sitios donde se les podía despertar y conjurar (fotogra fías 425 y 426). Según como dios del Sol y, aunque el nombre del soberano aparece en su tocado, el retrato se
el Popal Wuj, los dioses tribales Tojil, Awili x y Jakawitz podían hablar, pero con los pri- asemeja claramente al del dios que aparecía en la estela 2 de Abaj Takali k, erigida
meros rayos del sol se transfig uraban en piedras inertes. hacia el siglo I a.C., durante el pe riodo preclásico ta rdío. K'inich Yax K'uk' Mo', el
funda-do r de la dinastía de Copán, apa rece representado como dios del Sol pájaro en
el edificio clásico designado como templo Rosalila. En el templo 16, construido enci-
La glorificación de los ancestros ma del ante rior, se encuentra una escultura significativa que también reproduce al
fund ador como dios del Sol, esta vez ejecuta ndo una dan za de la g uerra en un "escu-
Las fronteras entre los dioses de la época clásica y los miembros difuntos de la no- do de disco sola r" (fotog rafía 424).
bleza son inciertas. A los antepasados célebres se les convertía en deidades y como a ta- Otros ancestros eran glorificados como el dios del maíz, q ue muere simbólicamen-
les se les veneraba. El tema de las divinidades o de las personificaciones de a ntepasados te con la siembra y vuelve a nacer al brota r las nuevas plantas.

424 Yax K'uk' Mn' cr1 la danza de la guen·a con es,.·udo


del Sol. Cnpán, Honduras, edifit·io J0L-/6; clásico tardío,
después de 76~ d.C.; pirdra wba verde; ruinas dr Copá11,
Muse() dr Effultura
El cent ro cle Cop:ín t>stá formado por el ll'mplo 1(,. d
adoratorio ele los ancestros dl' los soberanos de la ciudarl.
El erlificín presenta una snic de constru(cioncs ,1ntcrít1
res y ~ eleva, como d primn santuario, sobrr la tumba
del funrl,dor <l< la dinastía K'inich Yax K'uk· Mo·. Uno
rle los alt:m:s Je la csc~1kra del templo 16 lo muesir:1
como dios Jd Sul, bailanJo la danza ele b guerr:1 en el
disco solar. Al igual que el astro rey cuando sale. él sube
desdt" el inframundo. L1 estatua de Yax K'uk • Mo' se:
halla en un nicho orlado de m:rnera que represt:nta uní'!
mezcla <lt' Jisco solar y escudo recr:rngular. El tocado y
los rasgos del rostro de la csculmra presentan dcmenros
dd quetzal y del papagayo ara, así como Jd dios dd Sol
y, por tantu. simbolizan el nombre ele K'inich Yax K'uk'
Mo· (papagayo ara-quetzal verde con el rostro del Sol).

425/426 Pequeños adoratorios en fom1a de casa. Copd11,


Honduras, edificio J0L-29; clásico tardío, despuf; de 763 d.C.,
piedra toba verde; rtÚ11as de Copán, Abiseo de F..sculwra
Al sur de la acrópolis de Copán se encuentra la res1dc-n-
cia de los familiares Jd rey ló Je Copón, Yax Pasaj. El
edificio I0L-29, situaJo (•n d margen noroeste del com-
plejo, era el adoratorio <ll· los ancestros lk diversos
miembros dt la familia real. Junto a él se descubrió la
copi:i en piedra de unas casas sencillas, techndas con paja.
L.1s inscripciones de: l.1s paredes ind ican que son adorn-
rorios {waybil) para la esencia divina de una determina-
da persona, y en la entrada <lr una de estas m.1quetas
ap:1rcce sentada la personificación del glifo para fuh
{mmcria clivina). En los teja<los aparece el jeroglífico del
há lito del alma. Además Jo los Jatos sobre el propietario
y el tipo de adoratorio, prestnla o lra inscripción en el te-
jado que no se puede leer por completo debido a su mal
estado. Prohahlemcnte se trata dt: una dedicatoria. Se
sabe de la exisrencia de inscripciones similares en los m:\s
diversos monumentos de pit<lra <le Copán. Aparte de la
fecha de consagración, se solía mencionar el tipo de oO-
jcto consagrado y a su propietario u mandante.
Una cerámica preclásica de Tikal representa en relieve al rey Gran Garra de Jagua r maya clásica k'uh (dios) y designa el alma interior que anida sobre todo en el corazón y
en la forma de esa divinidad. En el texto incorporado se le imponen títulos q ue lo vin- en la sangre de los hombres.
rnlan al dios del maíz como creador. Un incensario figu rativo preclásico, que se util iza-
ba para invocar a dioses y ancestros, muestra también a l soberano como dios del maíz.
Los reyes K'inich Janaab Pakal de Palenque y Yax Pasaj de Copán , ambos de la época Creencias sobre la divinidad y el alma
del clásico tardío, también son representados como dios del maíz y, además, con la an-
torcha humeante de K'awiil en la frente. Los debates má s recientes sobre las creencias de los mayas prehispánicos respectp
Las divinidades y los ancestros que están en el cielo o que surgen de las fa uces de a la divinidad y al alma suelen concentrarse en la im portancia y santidad de la sangre.
la serpiente del cielo suelen estar acompañados por remolinos que si mbolizan nubes No obstante, como sustancia etérea que reside pri ncipalmente en el corazón, el ch'ule/
o humo, dos imágenes fu ertemente arraigadas en la cosmovisión y en los rituales de es más que simple sangre. Su aspecto inmaterial es descrito así por los tzotzil de
Mesoamérica. Si bien esas criaturas llevan claramen te el signo de las nubes, los remo- C henalho: "E s como ai re, es la imagen del cuerpo( ...) es la esencia inaprensible del in -
linos también al uden a los sacrificios de fuego. L os rituales con este tipo de ofrendas dividuo(...)". Esta sustancia es comparable al alma interior o áanma de los mayas mam
desempeñaban un papel importante en las ceremonias de los mayas prehispánicos, de C himaltenango. E l lugar del áanma de los mam (palabra derivada del vocablo es-
motivo por el cual se les concedió un luga r destacado en las inscripciones de los tem - pañol "ánima") es también el corazón.
plos y en la iconografía. El humo q ue ascendía de las ofrendas constituía el al imento El hálito está considerado como la auténtica sustancia del alma, q ue resucita tras la
Y a la vez la esencia de un ser sobrenatural. Los mayas tzotz il de C hiapas creían q ue muerte de una pe rsona. En lugar de consumir a limentos materiales, los espíritu s ingie-
las nubes ca rgadas de lluvia contenían el incienso d ulce ch'ulel, la sustancia del espíri - ren el hálito o el aroma de comestibles, flores, incienso o sangre. Tanto en los informes
tu del universo animado. E l concepto tzotzil ch'ulel está emparentado con la palabra redactados en la época de la invasión espa ñola como en las representaciones del periodo
427 Quet~alcoatl como serpieme con barba>. Cawrrld,
Tia.rea/a, México, edificio ,1: hacia 750 d.C.
A unos 2'; km al sudoe!ite de b ciudad J e Tl.n.caJ,1 k!.!,t-
cfo feder:il Je Tlaxc:ila, Méxiro) se l'ncuc:nlr::in la, ru 111, 1..,
de C:1caxtlá. En unas txcav:iciunes rt,lliz.:ul:l!. haci:i l'Crl.
los ar4ueólugos Llt:scubrieron pmtur.i:; 1nur;1le~ de ;?,r.m
formato, con 1co11ograBa y simbolismo típico, ck ~1:·x•¡;n
ct'.ntral. pero trabajadas en esrílo maya. L.1 pintura d1,.• b
t."ntrnda al edificio t\ muestra a un person::i1c n1.1,cul1r111
lujosamente vcsrid() y con d cuerpo pinta.do ele: nq.~ru:
montado sobre una serpiente t:mplumada. Ésl,1 úlum.1 1:,
el dios del viento Q11etzalro:itl, cnc:irnad() e11 u11a 'L rpit·n
te cmp!um.1da verde y con h:1rba. La idL"nt1daJ del pcrv,
n:1jc m:1sculino, por el conrrario. no "C pue:1.,h: dulullr ;1
p:irrir del contexto.

prehispá nico se puede observar que en los sacrificios, además d e copa!, la resina o celestial que conduce a los dioses y a los ancestros. En el arte del clásico tardío, el d ra-
"sangre" del árbol del mismo nombre, se solía quema r papel impregnado de sangre. gón con barba aparece a men udo en forma de serpiente que expulsa llamas arremoli-
En la actualidad, los sacerd otes mayas quem an resina de copa] junto a ot ras sustanci as nadas por sus fau ces abiertas. En Cacaxtlá, un yacimiento situado en México central y
aromáticas y va liosas (flores secas, alcohol, tabaco y sangre de animales sacrificados). célebre por sus pinturas murales al estilo maya, se encuentra una representación de
Para los mayas prehispánicos no e ra la sang re lo q ue unía el mundo de los seres vivos Quetzalcoatl como dios del viento en forma de serpiente emplumada y con ba rba, que
con el sobrenatural , sino esa otra sustancia, el "hálito"' del alma. exhala llamas (fotografía 427). Los rem olinos de fuego, nubes y humo que rodean a los
seres celestiales son mecidos por el viento. Este elemento es precisamente el que acerca
el fuego al ciclo y estimula los sacrificios de fuego. De las fauces del dragón con barba
El hálito del alma celestial surgen habitualm ente cl signo ik' (viento), que tiene forma de "T', y moti-
vos vegetales. En un caso concreto, la serpiente exhala la cabeza del dios del viento,
El concepto de "hálito del a lma" estaba, y todavía lo está, ampliamente extendido que supone una personifi cación del hálito del alma. En el a rte maya existen inn ume-
en Mesoamérica. Por un lado, se lo vinculaba a olo res como, por ejemplo, las pene- rables figu ras q ue huyen de las fauces de se rpientes y de otros reptil es: representan
trantes fragancias de las fl ores y el copa!; pero por otro lado, también a sonidos, espe- entes divinos que son resucitados a través del há lito y los conjuros.
cialmente a la música (ambos son elementos efímeros, a los que se lleva el viento o el
aire). D esde el arte olmeca del preclásico medio hasta los códices del posclásico tardío,
el hálito del alma se simboliza mediante una flo r o un jade que se coloca en la nariz o Ofrendas de incienso como hálito del alma
flota ante el rostro. Sobre la captura ritual de esa al ma a la mue rte de un mo narca de
los mayas pokomam se dice: El hál ito o el vie nto no son tan sólo alim ento de dioses y ancestros, sino q ue tam-
bién representan su esencia y presencia espirituales, igual que la fragancia de las flo-
(...) ya tenían preparada la piedra preciosa, que colocaron en su boca, cuando pare- res y el incienso. E sta creencia se manifiesta en los incensarios figurativos compuestos
cía expirar; c reía n capturar así su espíritu y mientras expiraba, la friccionaban con cui- por dos partes de los mayas (fotografía 410) y otros pueblos mesoamericanos. Alg unos
dado sobre su rostro. La piedra recogió el aliento, el alma o el espíritu (...). ejemplos clásicos de Kaminaljuyú, Tikal y otros estados mayas son retratos de dioses
y soberanos, cuyas bocas se constituyen en o rificios de salida.
En e l a rte maya preclásico, el motivo del hálito suele aparecer acompañado por el En el incensa rio mencionado ante riormente, el rey Gran Garra de Jaguar apa rece
rostro de una serpie nte hecho con ornamentos semicirculares. Esta "serpiente del há- sentado sobre una flo r abierta, realmente una guirnalda, semejante a la q ue se obser-
lito" no es otra cosa que una figura del dragón con barba, una vía de comunicación va en el extremo de muchas varas de ceremonia.
-
Para los m,1yas prehispánicos, las bolas de copa! solían simbol i-
7,ar d corazón, la cuna del a lma. En el Popo/ Wuj, la doncella Xk ik'
entrega una bola de copa! com o si se tratara de su corazón y de este
modo logra engañar a los dioses de la m ue rte. A lg un as pelotas de
copa! ha lladas en pilas sagradas de C hichén ltzá están adornadas
cun bolitas y parecen corazones con vasos sanguíneos sepa rad os.
C uando se quema b,1 un "corazón" de copa! e n un incensario de dos
p,1rn:s, su rgía el há lito del al m a del ser representado en la pieza y
entonces resucitaba .
En la estela 40 de Piedras Negras se reproduce la representación
m~, impresionante de una invocación del háli to mediante inc ienso.
La estela m uestra al soberano 4 de esa ciudad echando incienso en
b tumha de su m ad re, que se asemeja a una cueva. U na cue rda do-
blada se extiende entre la sepultu ra y el cielo, donde acaba en una
cabeza estilizada de serpie nte. La soga está ad o rnad a con nudos tri-
ples y plumas, elem entos que a pa recen en la iconografía maya junto
a instrume ntos pa ra realiza r sacrifi cios de sang re. Estos artefactos
,olían presentar rostros y así parecían ani mados. En la estela 40 se
representa cómo la esencia del alma de la m adre del soberano 4 se
eleva desde la tumba basta el cielo media nte una ofrenda de fuego.
La cuerda doblada en ángulo recto recuerda a l famoso pasaje de las
almas, el t únel q ue co nduce a la cámara m o rtuoria del templo de las
!nscripciones de Palenque, en la que está enterrado K'inich Janaa b
Pakal (véase Eberl, pág. 314).

El dios del viento como personificación


del hálito del alma
E l d ios del viento, design ado por los científicos como dios H ,
personifica el há lito del alma y, además, e n la época clásica se le
tenía po r el d ios del número tres y protector del m es mak (fotogra-
fía 429). Tanto las representaciones clásicas como las posclásicas lo
muestran en la fig u ra de un joven hermoso con una cinta ce ñida a
la cabeza y un d ibujo de fl o res en re lieve sobre la frente. En las
imágenes de la época clásica, esta d ivinidad lleva el sig no, cla ra-
mente reconocible, de ik' (viento) en la zona de las me jillas o de los
adornos de las ore jas.
Por regla general, los jeroglíficos clásicos con retratos del dios del
viento presentan marcas en las mej illas que por lo general única-
mente se encuentran en las representaciones de mu jeres.
E n este contexto, probablemente aludían a La belleza especial del
dios. La flor que caía sobre la frente era el punto de part ida general
de a lgunos pa res de líneas curvas, que en el arte maya suponen la

428 l'asija incensario. Palenque, Chiapas, L1 mayor parre de esros incensarios mut:str:1n
,\Jixica; c/ás,a, ta.-dío. 600-900 t!.C.; arcilla d roslro del dios del furgo con los rasgos de
cocida pi111t1da; altura l 14 t m, undum1 noche e infierno del dios del Sul. Atizar y
f>(), 5 cm; Ciudad dr Aféxico, J\,bueo ,'fl../acional ap;1g;1r el fuego. actos que acompañ:rn :i cier-
do , l111mpalugía tas divinidades (entre ellas, la JeiJaJ citada),
La 4utma J e incitnsu era t"senc:ial en b ma- era una parte importamc de la~ ceremonias
yoría Ue los rinialcs. En las excavaciones ri.:;1- que ~ mencionan en los textos jeroglíficos.
liz.aJ:is en P:il:rnqw.: se Jescubrieron numero- Este hecho se podrfa explicar en base a 4ue la
\Os incensarios en la zona <le los templos <Id creación del fuego supone un tema central en
grupo dC' l..1 Cruz. Estos cilindros Je :u ri lb se los primeros mi ros arcaicos.
t:mpl:1zaban en las U:: rrazas y rn las plarnfor-
mas )' encim:1 se colocaban las bamkjas en l::is
4LJe ,;;(' depositaba incienso y otra~ ofrcnd:1s.
con vención visual para represen tar la fragancia y el aroma. No obstante, al dios del
vie nto no se le relaciona únicamente con flores de d ulce fragancia, sino también con
Flor Cinta
sonidos musicales. Así, en la tahla del palacio d e Palenque se puede ver a esta deidad
como protector del m es mak, ca ntando y sosteniendo unas matracas. En la represen-
tación ya mencionada de Tikal, q ue muestra a tres dioses sume rgidos e n el agua hasta
la cintura, el dios d el viento también parece estar ca ntando. Vuelve la cabeza hacia el
d ios del Sol, que sujeta en lo a lto una vasi ja de agua. Con toda certeza, esta escena re-
presenta el fenómeno natura l d e la eva poración de la h umedad traída por las lluvias
por la acción del sol y del vien to.
En la época clásica, el dios del viento no quedaba limitado en modo alguno a con-
textos numé ricos y del calendario, sino que aparecía en múltiples escenas mitológicas.
En Tika l se le menciona en las inscripciones de las estelas preclásicas 31 y 40, así como
en dos textos preclásicos de la tumba 116, practicad os en huesos. Uno d e los textos jero-
glíficos se refiere a d os episodios del calendario que describen su quema y su muerte.
El dios del viento era la deidad del número tres. En algunas lenguas mayas, la pa-
labra para designar ese número suena muy parecida a la utilizada para aliento, fraga n- Signo de lk' (viento)
cia y espíritu. Una forma d e expresar "muerte", m uy extendida en las inscripciones clá-
sicas, describe la disolución d e dos elementos: sak nik (flor blanca) e ik' (vie nto). La "flor
blanca", como el hálito, también se refiere al alma, p ues en el arte m aya existen repre-
sentaciones de cráneos d e muertos que tanto exhalan el signo ik' como flores. (compá- '
motivo fl o ral, se señalaba como itz, una palabra maya que significa tanto "nécta r'"
rese la "co ncie ncia de la flor bla nca" en el a rtículo d e Eberl, pág. 3ll y ss.). como "rocío". En un texto pe rte necien te a la época colonial se d ice que ltzam naaj era
el rocío de las nubes y el cie lo. Los mayas lo recolecta ban d e las hojas y utilizaban el
agua sagrada en múltiples actos ritua les. Diversas representaciones del periodo pos-
El dios del cielo ltzamnaaj clásico retrata n a ltzamnaaj como sacerdote, distribuyendo el rocío con la ayuda del
ruido que p roduce una serpiente de cascabel.
El anciano dios conocido como l tzamnaaj es una d e las "divinidades supe riores" A Ttzamnaaj se le asociaba asimismo con el árbol del mundo, el eje central que
del panteón maya. En las pinturas sobre vasijas clásicas suele aparecer en un tronn ce- un ía el ciclo, la tie rra y el inframundo. De hecho, a lg unas escenas lo representan en
lest ial y reina sob re las demás deidades (fotografía 430). En algunos documentos de metamo rfosis con Wuqub' Kaqix, el enorme pájaro que aparece e n el Popo! Wuj
la época colonial d e Yucatán se le descri be como señor supremo del cielo. ltzamnaaj
y el dios del viento son criaturas a fines y en los manuscritos posclásicos a veces inclu-
430 ltzamnaaj )' los héroo gemelo;. LJ1ga1 del halla=gn pero que en este caso aparecen en su \'ersión clásíca.
so se confunden sus nombres. Dios anciano y sabio, a ltzamnaaj se le representa con dtKOnoddo; clásico tardío, 600-900d.C.; arc,llu coáda Odantc de ltzamn;'l3j aparen~: un cesto. en el que se en-
pimada; altura 20 en,, diámetro 17 cm; coltet1611 cuentr:i un h.1tillo abierto, de modu 4ue se puede ver su
na riz agui lefia y unos gra ndes ojos cuadrados, como los que posee el d ios del Sol. El
pl'ivuda (Km· 1183) conttnido: una cahcz..'l adornada con flores y orejeras,
adorno d e su tocad o parece com ponerse d e una alhaja de va lva de molusco, que Encarnado como homhrc, h zamn:1::1 j celebra una :l U· que prohahlcment< sea d cráneo Je )un Junajpu, d
cliencia en el cirio, simholiza<lo por un trono de cuerda padre <le los gemelos. El glifo ik" (hál1to, vicnrn, vida)
sobresa le en lo a lto d e su cabeza, y d e una cinta con un llamativo espejo en for ma
celeste. Frc:ntc a él están sentados los hl·rocs gemelos adorna el resto y señala que ftz:im,waj resucita con sus
de flor que se a poya en su frente. La ba nda ad ornada con perlas, d e la q ue pende el Junajpu y Xh"alanke, conocidos a partir del Popo/ W,9·. poderes mágicos a lo~ muertos.
429 /)rfü del tJU7llO
En d glifo que introd uce la fecha <le la serie inicial, lija-
Jo rn una rabia en rdinc de la regi6n de Bonampak,
apJrecc d dios del viento como prottctor del mes mac.
Sin L:mb,1rgut su rctralU tambié n se utiliza como v::irianp
h.' par:1 d número tn:s. Esra divinidaJ, conocida a plrtir

Je manuscritos m~1yas }' rlesignada como dios H por


Scbcllhas. se reprcscnra en fornrn dt homhre joven con
una cinw de ílorcs en IJ frente y un adorno en l.i oreja,
,dén11cu al gliío para el día ik' (viento, hálito).

•Bl lr:ummaaj m suí encamaciones de hombre y pájaro.


/magrn drse11rollada fotográfic,mrente de una vaJJja; lugar
del ha/1,rz.go desconocido; cldsiw temprano, 200-600 d.C.,
<tralla cocula pimada; altum 17 cm, diámetro 19,5 cm;
tnlrmó11 ¡,rivada (K,rr 3863)
La reprcscnración de esta vasija muestra al dios hzamnaaj
en <los fisonomías. Por un lado, aparece en figura humaJ
na, con el rostro Je un hombre .rnciano, con un enorme
ojo cuadrado y nari z aguileña. J.,uce además una dí:irlema
Je la que cudga una flor de pi.srilns brgo:i. Por orrn lado,
M.: presenta cumo un ser p:irecido a un p{1jaro1 con plumas
t.·11 bs abs que rcsulran ser c::iheza:, Je serpiente estiliza ...
d:1s. En i.:~ta forma de encarnacibn, ltz.arnn;1:1j rambit'n M.'
:ulorn.i la caheza con la diadema.

(fotografía 43 !). En una representación precisa de este e pisodio, diversos a nimales del El dios del Sol K'inich Ajaw
bosque, com o venados, jaguares, a rdillas y armadillos, alcanzan a los hermanos ge-
melos vencedores algunas vasijas con alimentos y bebidas, como si pagaran t ributos a Ju nto a Itzam naaj , el d ios del Sol K'inich Ajaw era una de las deidades más
unos sefiores de la guerra triunfadores. En otra escena, Itzamnaaj representado en impo rtantes (fotografía 433). Tal y como su nombre indica, con stituía un a figura
fo rma <le p:ijaro y un venado miran a una figura adornada con pieles de jaguar, la re- poderosa y majestuosa, y se le relacionaba con el poder de la nobleza y con la insti-
presentación clásica maya del gemelo Xb'alanke del Popo/ Wuj. En la época clásica, tución de la m onarq uía. Asimism o, el dios del Sol era también un ser de la guerra y
éste era seguramen te el dios de la caza. El disparo que abatió al monstruo pájaro ha- de los sacrificios. Diego de Landa m enciona q ue los mayas de Yucatán e jecutaban
bría de interpretarse como victoria de Xb'_~lanke sobre el mundo a nimal (fotografía danzas guerreras y sacrificios de sangre para K'inich Ajaw e n una de las cere monias
432). De la misma manera en que Ju najpu o "uno ajaw", el hermano gemelo de de Año Nuevo.
Xb'alankc, reina sobre los hombres como personificación de la institució n de la reale- Un episodio sem e jante es el que se re presen ta en la cáma ra 3 del edificio I de
za (ajaw), Xb'a lanke es el señor del bosque. Teniendo en cuenta la victoria de los hé- Bonampak, donde unos danzantes ejecutan un a danza del sacrificio de sangre blan-
roes gemelos sobre el pájaro, podría parecer extrafia la estrecha relación e ntre d iendo hachuelas, justo debajo del retrato del dios del Sol. Esta misma danza aparece
ltzamnaaj y esta criatura. En cualquier caso, como moradores celestiales del eje del representada también en la escultu ra ya menc ionada de K'inich Yax K'uk Mo', en el
mundo, ta nto uno como otro tienen competencias en el acceso al mundo de los d ioses templo 16 de Copán. Este monumento retrata al fu ndador de la d inastía de Copán
y en la invocación a los antepasados. como dios del Sol, encabezando una danza bélica y de sacrificio de sangre delante de

432 1-.'/ monstruo pájaro abatido. Lugar del hallazgo


drsco11ocido; rláúco tardín, 600-900 d.C.; arcilla cocida
pmtada; altura/ J,4 cm, diámetro 12,5 c:m; ROJ"toll,
Mus<'Um o/ Fine rlrfj (Kcrr 1226)
Esta escena figurn un episodio narrado en el Popo/ Wuj:
uno de los héroes gemelos, d tirador de cerbatanas
Junajpu, acaba de disparar ,1 pájaro Wuqub Kaqix, que
:,e ha posado L'H la copa de un árbol. En la pintura de
\':l~us clásicos, cumo éste, Junajpu recibe el nombre de Jun
A¡aw y Jisp.-ra contr:1 el dios ltz.amnaaj, encarnado en
pájaro. En cstr mo tivo se aprecia la ,rnrígüedad dl' unos
lllllos que :1pcnas han cambi:i.Ju .i lo largo <le:- los siglos.
una especie de g ran espejo, que representaría a esa d ivi nidad. Los cráneos q ue hay en
las esq uinas de ese espejo han sido identi ficados po r Werner í\'ahm y N ikolai G rube,
dos estudiosos de los jeroglíficos, como de mi riópodos. Además, G rube determi nó
que los mayas de Yucatán tenían la creencia de q ue los rayos del ast ro rey podían
transfo rmarse en miriópodos. Po r este m ot ivo, estos insectos esqueléticos ta mbién
aparecen representados junto al dios del Sol, porque son seres d e la muerte y la oscu-
ridad y, como tales, acompañan a l Sol del amanecer cuando inicia su ascenso desde el
in framundo.

El dios de la muerte Kimi

Una de las figu ras divin as más importantes de las que habitan e l in fram undo es
.el dios de la muerte (fotografía 434), q ue en algunas fuen tes documentales del pos-
clásico ta rdío y de la é poca inmediatamente posterior rec ibe e l nombre de "Kimi".
Todavía no se sabe si e n el pe ri odo clásico también se le llamaba así. En las repre-
sen taciones clásicas aparece tanto en for ma d imi n uta y grotesca com o atroz, y a
El sacrificio k'ex
veces ejec uta con su gran barriga una danza salvaje, rad icalmente opuesta a las mag- Una de estas acciones ritua les es el sacrific io k'ex, desc rito e n el Popo! Wuj y to-
nífi cas danzas de la a lta sociedad. Pa rece ser que los mayas veían al dios de la m ue r- d av ía practicado por los mayas. En la obra, la doncella X kik' em ba razada sustituye
te como a un ser repug nante y no demasiad o ingenioso, al que se podía cnga!'iar fa- su co raz<~n por una bo la de resina de copa! y de este modo puede hui r y alumbrar a
ci lmen te con actos rit uales y t retas intel ige ntes. Así, los héroes gem elos de l Popo/ los gem elos en la superfi cie de la T ierra. Los mayas contem poráneos suelen obse-
Wid consiguieron bu rl a r con n u merosas a rtim a ñas a esas d ivi nid ades sim plonas y. quia r a los dioses y demo nios de la muerte y la e nfe rmedad con gall inas y otras
fina lmente, las venc ieron. ofrendas a cambio de la salud de los enfe rmos. Algunas escenas representadas en el

433 El dios del Sol K'inich A¡aw. Capán, J-lond11ras,


edificio 8N-66; clásico tardío, 600- 900 d.C.; piedra toba
verde; ruinus de Copá11, Museo de Escultura
El trono en forma de banco situado en el recinto central
del edificio SN-66 esrá dccorn<lo en relieve. En él apare-
cen rcprcscntaJos cu:nro diosts, a los que corresponden
los cuadrantes del ciclo rzuk :,imboliza.dos en este caso
1

mediante máscaras. Este fragmento muestra .il dios del


Sol K'inich Ajaw asomando por el disrn solar. Como
<lios salicrue, St' le asocia con el este. Esta iconografía.
clefinc el lugar como copia del cosmos, en cuyo centro ~e
hall, el trono <le los reyes.

434 El dio_; de la muerte. Proadencia desco11otid";


cldsiro tan/fu, 600-900 d.C.; arálln cocida pintada;
alrura 18,3 an, diámetro 18 cm; colección priwdu
(Kerr 7287)
El dios dt' la muerte. sciiala<lo como dios A por P:wl
Schellhas, es una rle las divinidades m;is importantes del
pnnlCÚn maya. En el :utc apart'ce con numerosos alribu-
tos, aunyue siempre en la figura de un rndávt"r humano~
romplela u pJrcialmentc csqUt·lético. En csla imagen apa-
rece en las aguas cid mundo suhterdnco, en la~ yue cre-
cen lirios acuáticos. Con ambas manos soslicne t'n altu un
objeto. probahlemenrc un hatillo con huesos.
a rte maya clásico dan a entender que en las cerem onias k'ex se sacrificaban niños signo"%", sino que éste tamhién puede sustituir a l signo way. Asimismo, muestra
para los miembros de la alta sociedad. Algunos hallazgos de huesos de niños en cue- q ue en el tex to jeroglífico del templo 14 de Palenque aparece un ser huesudo desig-
vas parecen certifica r esa pr.íctica, q ue quizá se remita incluso a creencias olmecas nado com o el w ay del dios K'awiil. Él es el sak baak naah chapaat (ciempiés blanco
preclásicas. Las figuras de jade y arcilla de los olmecas representaba n sacrificios de de la casa de los huesos), una criatura de la oscur idad y el averno. Su boca forma una
niños con los rasgos faciales de jaguares. Muchos de los objetos de jade de este pue- parte del jeroglífico que designa el último mes del año, wayeb, q ue sólo tiene cinco
blo q ue presentan la forma de "bebés jaguar" son supuestam ente una indemnización días y en el q ue muere el año viejo. E n e l a rte maya, el porta l del inframundo suele
val iosa por los niños q ue no se estaba dispuesto a sacrifica r. N umerosas escenas de aparecer simbolizado por la boca de ese insecto. Al contrario que el dragón con
sacrific ios en las cerám icas a l estilo códice, q ue muestran un bebé jaguar desapare- ba rba, este way de K 'awiil no ay uda a l renacim iento celestial, sino a la caída en el in-
ciendo e n las fa uces a biertas del infra m undo, parecen re ferirse asimismo a u n sac ri- framundo q ue conllev_a la muerte.
ficio k'ex (fotografía 435). C uriosame nte, no se acostu mbraba a incinera r a las vícti-
mas, sino que se las enterraba.
Al con trario q ue el dios del viento, con su há lito d ulcemente aromatizado, el
dios de la muerte es un ser que propaga fetidez y pu t refacción. Po r este motivo, uno
de los nombres que le dan los mayas yukatek es kisin, una palabra q ue literal mente
se t raduciría po r "el pedorrero".
Las ofrendas y los ma nja res pa ra los seres way me ncio na dos anteriorm ente tam -
bién son objetos de la muerte y de la descompos ición. En m uchas escenas se puede
ver a estos seres sosten iend o bandejas con ma nzanas pod ridas, huesos, ma nos
y cabezas cortadas. Los way de la é poca clásica, del mismo modo que los de los
mayas contemporáneos, se asociaba n segura m ente a la hec hice ría, los rituales de cu-
f5 Sacrificio del bebé jaguar. Lugar del hallazgo desm- sacrificio del hehé jaguar. Blandit.:n<lu una hachuda. d
nocido; dd.rico tardío, 600-900 d.C.; arcilla cocida pintada; <líos <le la lluvia Cha:ik lanza a ese ser mixto, mita<l hom-
ración y las enfermedades. Al ig ual que el dios de la muerte, se t rataba de criatu ras altura 16,3 cm, diámetro JO cm; Nueva York, A4etropolita11 bre y miw.<l animal, a las fauces del inframun<lo, donde ya
Mu;rnm oftlrt (Kerr 521) esperan d botín el dios <le: la muerte, extendiendo sus
de la oscu ridad, la noche y el infra mundo letal. Un estudio sobre el glifo way deter-
La pintura de vasijas demuestra la gran riqueza mitoló- manos con cudici:i, y un animal que pnrccc un perro. Unn
m ina que pa ra significar " m uerte" no sólo se aplica un símbolo en fo rma de nuestro gic.1 de los mayas prchisp.lnirns. Un episodio popular es el luciérnaga alumbra b oscurid:id con una antorcha.
ENANOS DE LA CORTE: ACOMPAÑANTES DE LOS SEÑORES
YMENSAJEROS DEL INFRAMUNDO
Christian Prager

Son numerosas las vasijas de barro policromo, Jescu- K'awiil (forografía 437). En su función de k'uhul ajaw o
hienas básicamente en enterramientos de la época clási- "sefior diYino" de Motu! de San José, el personaje repre-
ca. que rc.:prcsrntan la vida cotidiana en la corte de los sentado recibe obsequios. La tez oscura, la majestuosa
príncipes mayas. Estos objetos cerámicos contienen tex- actitud sedente, el elegante ropaje y el suntuoso tocado le
tos jeroglíficos, de donde se deduce que su producción es- distinguen claramente de las restantes personas. En la
taba destinada casi en excl usi va a la capa política y social mitad derecha de la imagen :1parece sentado a los pies
dominante, porque sólo la elite, pero no la masa del pue- del trono y, con un aba nico, un corpulento oficial de la
blo maya, sabía leer esta t:scritura. corte, a quien se le ha confiado la custodia de los libros
Con la ayuda de estas rcpresenrnciones puede el ob- de jeroglíficos desplegables situados ante él. El sefior
snvador actual hacerse una idea de la vida diaria en la contempla su perfil en un espejo q u~ le presenta un
corte. Entre el personal que se cuidaba del bienesta r ma- enano de la corte arrodillado. Hay un segu ndo ena no
terial y espiritual de b fomilia reinante y de sus invitados que tal vez comprueba la calidad ele las bebidas de las ca-
figuraban también "curiosidades h umanas", como los labazas y tina jas. Al jorobado que aparece junto a los
enanos de la corte (fotografía 438) y jorobados que al enanos se le puede identificar. a causa de su peinado
igual que en lm palacios de los príncipes europeo~, diver- característico, como funcionario de la corte. Las repre-
tían a los nobles con sus Janzas cómicas y su burlesco sentaciones de los vasos y los texto, jemglíftcos indican
comportamiento. Entre sus funciones figuraban también que los enanos tenían también encomend:1das tareas de plumas, pl:1tos y bandejas de tres pies, calabazas con
las tareas culinarias: sen·fon los manjare~ exquisitos y administrativas. Recibían los reg:iln, de los invitados, cacao o fríjoles, espejos y otros objetos va liosos. En ~11

comprobaban la ca lidad de las bdiidas. el ajuar en las celebrac iones de m atrimon ios (fotogra- condición d e snvidores del soberano, portaban :1 me-
Una cerámica policroma de origen desconocido re- fía 439) y lo~ tributos, y controlaban la ca lidad de los nudo un cetro con l,1 imagen de K'awiil, una de las
produce una escena en la residencia señorial de Siyaj productos. Entre éstos últimos figuraban abanicos, haces divinidades rn;ís importantes p:1ra el ejercicio de la rea-
leza en la época clásica.
La misión de estos hombres de escasa estatura no se
~ 436 Nevu,-o de un e.ipejo repruen -
rando a 101 rncmo da,,z"nte. Proce- limitaba, por supuesto, a proporcionar di versión a la no-
denáa desrnrwcula; clúi;CO tardío.
600 -900 d.C.; p1.:,arra; diámetm b leza cortesa na, sino que colabora ban también en la
9 cm; Colunw, Raute11.arauch-foe;1- construcción de monu mentos pétreo~. Del jeroglífico de
A!uJ·eum
El reverso c,culpido de t"Ste e,;pe¡o
la firma de una estela esculpida de origen desconocido se
de pizarrn rnurstra a un enano ves- deduce que el artista era uno ele estos hombres de redu-
tido Jl:' plumas cicnuando un:1 ,bn-
za ceremonial. Los cron1st:l.1"o esp.1ño-
cida talla.
les n:irran t¡rn: hombres de pequeña Los conquistadores españoles dieron testimonio de
estmura o jurubados :irnrnhan con
frecuenria como actore" pua clivcr-
que también en las cortes d e los aztecas había enanos, jo-
s1ún dt' la cortl'. y que, en esras 0G1- robado~, deformes y albinos, que se cuidaban del mante-
s1tme~. v<::~tían un ropc1jr que 1muaba
d batir <le la~ alas y el movi1111ento nimiento y del bienestar corporal del soberano y actm1-
de b~ ,1.vc~. )' r1ds rn concreto el Je ban como portadores de espejos (fotogr.1fía 436). Esto,
las garza~.
hombres de escasa estatura hacía n asimismo de servido-
res y de fuente de entreten imiento entre los sobe ranos
incas de Sudamérica.
Los reyes divinos de los maya~ representaban el cen-
437 f11a11os 1:11 la cu,rr. /muge,, de•
Jenml/adu dt una vasija dt anímica tro del cosmos y podían incluso personificar a detcrn1i -
pohcmma (dnallr, vilm)ig. 277): nadas divinidades y entrar en contacto con ellas a través
Pmadcuc1a dcsconuoda; dásico rar-
dio, (>{J(). 900 d. C.; rnlrffiún pnvadu de acciones rituales (véa.,e Grube/ Martin, pág. 153). Co-
I.os en:rnos dc:~t.'mpt·1l.ab,rn múlti-
mo las proporcione, de su cuerpo se alejaban de las habi-
ple-o; funcionc:5. Ayui. unu d<: din~
presenta, arro<lilbdu. d cspc¡n ;1nte tuales se consideraba que los ena nos, jorobados y otros in-
un rey, mientra!! t¡Ul' otro comprur-
dividuos contrahechos eran seres sobren,nuralcs bajo
ha l:1 calubd (.lt, lm alimclltn., dr b:-.
c:1bh:izas y las tinajas. apariencia humana. Y ciado que se les tenía -a l igual que
a lü, reyes- por mensajeros y vínculo de conexión con el apa recen en la iconografí.1 enanos en escenas relaciona-
universo trascendente de los dioses. los soberanos los ele- das con el uni\·erso subterráneo.
gí.in con frecuencia como acompa11an1es. Tal vez los No es menos importante la función que d esempeñan
m,1ps partiera n aquí ele la idea de que la presencia de un los enanos en la mitología maya. Así. en las concepcione,
ser ., obrenatur:il en tre ellos hacía posible que los dioses de los mayas clásicos se les asignaba ,1 cuatro crwnos la
p,1nic ip,1ran en la vida humana. Así se explicarían las nu- tarea de mantener en alto la pcsad;1 bóveda celeste. Ya lo,
nwn;¡sas t'sccnas de vasijas cerámicas y monumenw, pé- olrnecas creían en este misma leyenda, ljUt estu\O en
trer1s q ue muestran a los enanos de la corte asistiendo a vigor hasta la é poca posclásica, en la que fi guras de pie-
cerem onias tanto rituales como profanas. Para subrayar d r:1 cn fimna de enanos con los brazos en alto serl'Ían de
s\ 1 absoluto poder social y su significación religiosa, los soportes de los .1ltarcs, que tal \'eZ simbolizaban la hó\·e-
s,,beranos se hadan representar acompañados de grupos da celeste. También en el cielo estrclbdo habí;1n descu-
de personas de rango inferior, como vasallos, oficiales de bierto los m,1ya, dm en,rnos que representaban una cons-
l., curte o prisioneros, p ero también de dioses y de otros telación hasta entonces no iclentil1cada. A menudo
seres sobrenaturales, e ntre ellos, precisamen te, los ena- aparecen los enanos también como acomp,1ñantes o ser-
no, de la corte. vidores del dios del Sol o del dios del m aíz. En numero-
Se atribuía asimismo a los enanos una conexión con sa,··estelas, el soberano muestra en la faja (]Lle lle\a en
el 111framundo. imaginado a mudo de contrarréplica del torno a las caderas un adc¡rno con la faz del d ios solar.
unive rso humano. Según la concepción maya, se trataba Se explica así por qué los gobernantes aparecían ,1 menu-
1.k l mundo del más allá. En él habría que buscar el espa- do rodeados de enanos y se hacían inmortalizar en su
cio vital y la esfera de acción de los se res divinos y de los compañía. Parece, en efecto, que con esta comiti\·a, y vis-
restantes fenómenos sobrenaturales. Los mayas suponían tiendo un determinado ropaje. el rey podía introducirse
q11,· J;i entrada y la frontera ele este mundo se hallaba en en el papel del dios del Sol y unir en cierto modo en su
las honch~ quebradas de los bosques, en las sombrías ca- persona el centro del mundo real y el del más allá.
'" ernas y en las profundas grietas de la Tierr;1. También
,e rnmideraba n puerta de acceso al infrarnundo las cen- 438 Figura de aráll,, repre1e111,mdo 11 un e1111rio, Jmm.1, Cmnpeche, Mfx,co; 439 Caámica incisa con represemaáón Ji, e11r11J(h". Origen deJC,moádo;
c/Jnrn tardío, 600-900 d. C.: aro/la roetda y pintada; ulrum 11, 1 cm; Cimlud de ddúco tardío, 6ü0 {_)()() d.C.; arcillt1 iucúa, abura /6,5 cm, didmetJ"o 15, .¡. tm;
telleantes superficies de las aguas rnbierras de ve rdes .Vléxicn, /\lu.;co .'1lanonal dl.· !lmropología colecci611 prit ada
1

nenúfa n::s o los oscuros cenotes. Este espacio a caballo Esta figmill:1 muestra .1 un rn:1110 con b <:into1natologfa tipic,l Je l.1 condro- La e~cen:a izguinda de las dos secuencw.s ele imágenes muesrra un co.1t1 gm:
d1spb .. i:1, l:1 y;1ri:1nte m:1~ fre:(Uente de his m.'l'i de 100 dasc::s de rn,ini~mtJ: cx- :icompañJ. como espírilu arnm:il o alta ego, :1 un gohern:inte. El textü ¡tro-
entre d mundo perceptible y el sobrenatural esta ba glífico d1ct' 4ut" "nu Ja mucho tributo". El en~rno Je" la derecha. de: p1t .llltc.:
trt:m1d:11le,; ;1cort.1d:i'i e h1nch:1,l:t'i, \'ienrre ,1hulr:ido, c1hezíl 'i11pcr\loluminm;1.
poblado por ra nas, serpientes acu;íticas y escorpiones, l,1bio 1nfe:r1nr en1umendn y cnlg:1nte y n:1r1z :tpl:u,,:ul:l. FI rn:1no llcv;\ un un;i d,1m:.1 nubk. din.:: ··Rt.:cilK la v 1-:,1ta. hnrnosa mujer". T.d vez ;)t.: tr,fü_• ,lt
tocado 3 modo dr r.1hez.1 de :1ve y un3 foi:1 enrnl lad:1; 3 1:-i .1ltur3 del pcrho una recomend:iciún para qul' ~1n:ptt· :11 ju\-'en por m,mJu. Pt· ru !IU n pínlll
¡x:ro también por seres antropomorfos, como gnomos, :rnimal ..tcomt"la. t:n c.imhio. t.11 Vl'L pu r raLOOl'!I mJtt n.t!i!lt.1:,, 4ut rl'ch,1ct d
cudga. de un cordón un:1 pe-china que puede: ser Ínterprcr.1d:1 rnmo símholo
espíritus de los bosques y hombrecillos. Por esta razón dd rnframundo. m:irrimonio.
MITOS DE LA CREACIÓN Y COSMOGRAFÍA DE LOS MAYAS
Elisabeth Wagner

El pueblo maya poseía una mitología muy evolucio naJa cuyo rico universo icono-
gráfico ha llegado hasta nosotros en numerosas vasijas cerám icas y mo numentos pé-
treos. Estas representaciones escénicas g iran - al igual q ue la mayoría de los textos jero-
glífico~- en torno al principal de los mitos, e l de la cn:ación del cosmos. El universo
fue creado, según los datos de la literatura jeroglífica del periodo clásico, el día 4 ajaw
8 kumk'u, que corresponJc, en el calendario g regoriano, al 28 de septiembre del año
3113 a.C. Pero, según las concepciones mayas, este mundo nuestro no habría sido el pri-
mero. N uestra era habría sido precedida por al menos otra creación. Las tradiciones
hablaba n de episodios que debieron acontecer mucho antes d e la fecha de la creación
del munJo. Las investigaciones iconográficas comparadas han llevaJo a la conclusión
de que las ideas de los maya s acerca de su origen se a poyaban en una trad ición mucho
más antigua, cuyas huellas pueden rastrearse hasta la etapa de la cultura de La Venta
de los olmecas. Estos precursores de los m ayas contaban ya con u na teoría plenamente
elaborada en aquella temprana época (1000- 800 a.C.).
Gracias a los progresos en el descifre de la escritura je roglífica de los m ayas se está
consiguiendo una v isión cada vez más precisa de la concepción del mundo de esta avan-
zada cultura del pasado. De todas formas, siguen siendo todavía fragmentarios los
conocimientos q ue se tienen -sobre la mitología y las conce pciones religiosas de los ma-
yas. Existen pocos testimonios de tal amplitud y de tan inequívoca interpretación para
que pueda extrae rse de ellos una secuencia completa.

El nacimiento de la primera pareja divina

La información más completa sobre la leyenda d e la creación del mundo actual pro-
, iene de las inscripciones de los tres templos del g rupo de la C ruz de Palenque, sobre todo
Je la pl,1ca central, con relieves, del templo d e la C ruz (fotografía 442). El texto comienza
con el nacimiento de la pri mera m aJrc, unos seis afios antes del inicio de la época actual.
Este nacimiento estaba precedido por el del primer padre, u nos ocho años antes del dfa de
la creación. Pero esta era pretemporal se remonta muy atrás en el pasado. En una escritu-
ra del trono recientemente descubierta en el templo XIX de Palenque se narra no sólo el
nacimiento del p rimer padre sino también su entronización por ltzamnaaj, que J ebió de
haber cxi~tido, por consiguiente, mucho antes que la pareja divina primigenia. l tzamnaaj
era, a todas luces, la divinidad su prema en el panteón celeste de los mayas (fotowafía 443).

440 El árbol del mllndo 441 Este/" C de {)uiriguá. ht1bül, Gtwtenwla, drlame
E~ta cc1h,1 (Cribu pcmtJrulra) <le ca!loi 40 m rle: altura st alza dt:I edifitw JA -J; dáúro Jardío, 775 d.C.; piedra arrnísca
a 1, entrada dd sitio aryueológico de Tikal (Pt tén, rojiza; altura 400 cm
Guattmala). Los m:iyas lo tenían por árho! s:igrac.lo, como Las ínscripciones larer:ilcs de la t·stda h:.iblan <le la crt'a-
encarn;iciún <lel {1rhol Je! mun<lo que unía los Jivl'rsos ción Jel mundo y rle l:i colocación de tres piedras rn
Ol\'des del universo. Su nombre en lcngu.1 maya es yuxche d centro <ld cosmos. El texto contiene aJemá~ datos so-
u •·~rbnl verde", no sólo por d color de sus hojas sino por- bre d áñu en que K':ik' Tiliw Yoaat erigió d monu-
que d verde es d color dd punto céntrico cid cosrnos. mento (775 cJ.C.). E! lado fronta l muestra a este monarca
TociJvia hoy Jfa se trata a estos árOOlcs con sumo re.speto y rn d papd Jd dios q ue colocó la '"pied ra hato-jaguar" ti
no~ los tala ruando se rotura un espacio en la selva "irgcn <lb de la creación. La hrcve inscripción Jel zócalo desig-
para 'it·mhrar un campo de maíz.. na al monumento como 111ak ajaw 1mm ("pieJ ra 6 aja u/'),
::iludiendo al día en que fue erigido. un día 6 ajaw dd
calendario dt' 260 dí.:ls.
442 Tabla con relieves del templa de lo Cmz. Palenque, trata Je. un:i •repre-.entación acu:.arbmente ei,,tilizaJ;.1 .Jcl 443 Tabla con rc/it~ui'i del /arlo meridional de la platafor se mn:1 ele una representación <.k ~u rc-<'scernfican\ n
Chiapas, México; clásico tardío, 69] d.C.; caliza; alrura /90 rirbol .Je) munrlo, que hrora de un recip1ence para la) nw del trrmn dt'I templo XIX. Palrnqur, Chiapas, México; con morivo de b ascensión al trono Je K'mich Ahbl Mo·
cm; a,zchura 125 cm; grosor 13,5 cm,; Ciudad de México, ofrt"ndas y en cuya copa se sienta lrzam naai co n aspcclU clásico tardío, 716 d.C.; cahw; altura 45 cm, ,mrhura 248 >Jaab Ifl. en el año 721 d.C. Los pnsonajcs hisróricm ~l' h:m
Musco i'Vacirmal de 1~ntropología f H1~·toria dt avl:. Este :írhol marca el ctnrro del universo :.il y_ut cm, grosor 5-f> cm ~1propinclo ele la fonnón c.lt' los Jioscs. El ~oher.11111 de
El templo de la Cruz es el más ,;;cptentrional y el 111:iyor alude la banda celeste sobre b que está situado. LJ posi- L.1 imcripción del b efo mt'riJional Jt' la plataforma narra l:i Palenque h, >sum1dod p:1pd defun Yd1 '.'Jal C:haak yapa
de lo:. tres erlificios del llarnaclo ,;grupo de b Cruz". ción Jcl templo de la Cruz señala el cuadrante st'pkn- entronización del dios Jun Yt'h Na! Ch.1,1k por lrz:mrnaaj. rece un nohle en representación t.k ltz.imn:rn1. b 1nrert"-
Recibe- su nomhre del motivo central de la taLla ron rel ie- tric.mal cid cosmos t¡ue está coordinado con el cielo. d dí., 12.10.1.13.2 9 ik' 5 mol, t'll una l'poca muy :interior al s..1nte tener en cuenta tste último detalle:, porque es un intl1-
ve~ de la pared dd fondo del santuario, t n el interior del inicio del tiempo acrual. La c.::sct:na central del relieve p:.irt·~ cio de la i r:m importancia t¡lll' ,1dquirió la :1 ri~tixr:i.ci.1
templo, cuy:i form:i rccucrd:i a una cruz. En re:ili&1cl se ce ;1crualiza.r aquel acontt'nmiento mítico. aunque <le hecho durante el reinado de K'i111ch Ahkal Mo' Kaab lll.
La creación del mundo actual
Después del nacim iento y la entronización e.le la primera pareja divina, vino el d ía
13 (20~ Tun)
u 13 (20" Tun)

13 (20" Tun)

1
de la creación: el 4 ajaw 8 kumk'u. Aquel día se cerró la era anterior al llegar a su pun to
final el decimotcrccr bak'tun ( 1 bak'tun ~ un ciclo <le 400 años), con lo que se inició el 13 (20" Tun) 13 (20" Tun)

cc'1m putu actual. 13 (20" Tun) 13 (20" Tun)

a
Algunos monumentos, como el altar I de Pied ras Negras, la estela I de Cobá o la
13 (20" Tun) 13 (20" Tun)
estela 23 de Copá n, pero sobre todo la larga inscripción del lado occidental de la estela
C de Quiriguá, no sólo describen la transición de la era an tigua a la nueva, sino que 13 (20" Tun) 13 (20" Tun)
emplean también, muy a menudo, el giro formal "se manifestó la imagen" o ''se erigió
13 (20" Tun) 13 (20' Tun)
el hogar" (fotografía 444). Se trata de una de las afirmaciones más frecuentes relativas al
dc\enir del universo. U na inscripción en el frag mento de u na estela de origen descono- 13 (20' Tun) 13 (20' Tun)
cido informa de que se había visto "la primera imagen d e la tortuga marina". L os mayas
13 alawtun (20' Tun) 13 k'inchiltun (20; Tun)
se imaginaban la Tierra a modo de tortuga que flotaba en el mar p rimigenio. La men-
cionada insc ri pción de la estela C de Quirigu,í proporciona más in formación. 13 ka/abtun (20' Tun) 13 piktun (20' Tun)
A la creación de la T ierra le siguió la colocación de t res pic<lras en u n lugar mitoló-
13 bak'tun (20' Tun) Ok'atun (20' Tun)
g1rn llamado Na Ho C han, "el p rimero de cinco cielos". Dos divinidades, llamadas "dio-
ses remeros", pusieron la primera piedra, la "piedra-hato jaguar". A continuación, otro O Tun O Winal

dios, cuyo no mbre no ha podido ser descifrado con seguri<lad, puso la segunda pied ra, OK'in 4Ajaw
la "pie<lra-hatu serpiente", e n un lugar asociado con la Tierra. La tercera y última fue la
G9 lleva su banda en la frente

m
'"piedra-hato agua", y fue Itzamnaaj, la d ivinidad su p rema, quien la colocó en el lugar
mitológico "Ciclo Decl inante" o "P rimer Sitio de las Tres Piedras". 3 dias tras luna nueva
Estas tres piedras desempeñan un papel fundamental en la mitología maya. Concuer-
X e es el nombre de la joven [luna]
dan con aquellas otras tres del hogar que desde hace ya milenios se sitúan en el centro de
todas las viviendas mayas. Para los mayas la casa es una metáfora de la totalidad del cos-
[del 29 [días] a Kumk'u
mos. Del mismo modo que las tres piedras del hogar son el centro de la casa, así también
aparecieron k'oob (las piedras del hogar)
l.1s tres pied ras colocadas en el curso de la creación config u ran el centro del u niverso.
Gracias a ellas fue posible alzar el cielo por encima del océano primigenio. se cumplieron 13 Bak'tun
F.l miro de la creación, tal como lo describe l:J estela C de Q uiriguá (fotografía 441 )
concluye con la cul minación del dccimotercer bal(tu11 por Wak Chan Ajaw, "señor del
SC'Xto cielo". Por otros escritos jeroglíficos sabemos que se trata de un sobrenom b re
444 /;'.,1,./a l. Cnbá, Q11mra1111 Roo, Méxicu, rd,fiáo , J.9; 13 hak'tun''). En lugar de b dcscripciún de esta fecha como
del <lios del maíz.
ddsico tmdío, 680-750 d.C.; caliza; ,1/tura 292 cm. u11rhum 13.0.0.0.0, t¡ut' t's b h:ihitu:'.11 en l.1 cucnra hlr_ga, figuran aquí
En la escena del llamado "vaso de los sic1c dioses", pieza cerámica pintada de color 14] cm, grwor )6 cm \'t.·intc p~1s,1jt's cuyo signo llern. ~iemprc amcpuesto d coeti-
L.1 in~cripciún comien7..l con d día de la crc,lción. el ➔ ajaw cic.nk IJ. Este espacio tempor:1I equivale a 20'1 X 1~ X ~60
verde oscuro procedente del taller de N aran jo (fotografía 445), hay una evidente refe-
8 kumfu, 4ue fi¡:::u r:i 11111rlo a ha/aj k'oob (""aparecieron las días. Es evi<lt'ntt' 4ue el inictn de b crración acrnal no ~efiJ-
rencia a la colocación de b s tres piedras mencionadas en la estela C. En ella, uno d e los pin lras dd ho~.1r..) y homt1j n:ralahun pih ("se cumplieron la el punto Lle p:utida de nue.lirr:1 era.
445 /:'/ vaJ·o de los :Úete dioses. Procedencia dcKonocida; evidente que In escena !óie rlesarrolla de noche o en el infra- Las inscripciones en tres secuencias encontradas en Palenque hablan de esta eleva-
cldsico tardío, 600-900 d.C.; arcilla C()('Ída y pintttda; altura munJo. L, inscripción, que habla del ordenamiento del
ción del cielo sobre el océa no cerca de un año y medio después de la colocación de las
17, 5 cm, diámerro I 1,5 cm; colección privada (Kerr 2796) universo en aquel día. menciona t:1mbién los nombres de las
La pintura negra sobre fondo coloreado mut'stra a los St'Í!i sei~ divinidades. Form;in rres parejas contrapuestas, con tres piedras. La primera de las inscripciones se inicia con la entrada en el cielo del pri-
dioses que el dfa de la creación -el 4 ajaw 8 kmnk'u- ~ rt'u- diferente~ ámbitos de competencias en el mundo superior o
mer pad re, el d ios del maíz, )un Ye Na] ("el que descubrió el maíz"), y concl uye con la
nieron anre el dios L. señor del inframundo, que aparece esfera celtstc y en el inframundo,
sentado en un irono con forma de jaguar en una cueva. Es consag ración de la "casa del norte", en el "lugar del dios del maíz". Esta "casa del
norte" es una metáfora del firm amento que gira a lrededor del polo norte celeste, con
sus cuatro o rientaciones p rincipales y otras tantas secunda rias. Éstas últimas seña lan los
antig uos señores del mundo su bterráneo se sienta, en un trono de jagua r, frente a seis áng ulos del cielo. Para llega r a este lugar, Jun Ye N al alzó el cielo y lo a puntaló colo-
seres d ivinos. El trono del jaguar se identifica con la piedra-hato jaguar. El texto escrito ca ndo en el centro del universo el á rbol Wakah Cha n. En una vasija p rocedente del
que acom paña a la escena representada menciona la fecha 4 ajaw 8 kumk'u y es ind uda- depósito de ofrendas de T ikal se reproduce este episodio ba jo una forma m ás simplifi-
ble q ue se refiere a un episodio del mi to de la creación. El acon tecimi-ento está descrito cada (fotografías 446 y 447). Con la ayuda de los d ioses rem eros, el dios del maíz, ) un
con los je roglíficos "pusieron en orden el negro centro". Sig uen los nom bres de los seis Ye Nal, levanta el cielo, aquí representado com o una ser serpentiforme de dos cabezas.
seres representados, q ue evidentemente se reunie ron con motivo del inminente aconte- D os jeroglíficos colocad os junto a la cara del dios del m aíz le designan como Wak Chan
cimiento de la creación. "El negro centro" describe la situación del universo en el ins- Winik, "hom bre de los seis cielos". Confirman, pues, el relato de la creació n de
tante mism o de la creación , cua ndo el cielo estaba oscu ro y aún no había sido alzado por Palenque, en el que se menciona a Jun Ye N a! oculto bajo el título de wak chan ajaw,
encima del ma r prim igenio. "señor del cielo levantado".
nombre del

dios remero wak chan winik no/ dios remero


serpiente de la visión serpiente de la visión

El cielo estaba a hora, pues, levantado en lo a lto y separado d e la T ierra y el uni- 446/447 Vasija para el dcp6siro de las nfrmdas. Dibujo su sucesor, Chak Tok lch 'a.1k. :'vfrrccc la pen::i ohserv:1r que
1lm11rollado (arriba) y fotografía (abajo); Tikal, Petén, aJ nombre mencionado en pnmer lugar se le ha añ::irlicfo b
verso había sido creado mediante la colocación del ár bol del mund o en su centro. Pero
Guatrmala, rdificio 51).46, depósito d,~ ofrendas 198: expresión wak cha11 te, denominación cid 5rh{,\ dd munrlo.
la creación no alcanzó su consu mación fi nal hasta tra nscur ridos otros dos ciclos bak'tun , dás,._o temprano, I50- i78 d.C; arcilla cocida; Tikal. & establece jSÍ unJ conexió n enrre la creación y b ÍUn·
Mmeo Sylvantü G. Morlcy daciún Je la Jinastfa reinJ.nte de T ik:1I. LJ escena muestr:.1
cuando el primer pad re puso en movimiento "el corazón del cielo levantado", es d ecir,
La ins.cripci(rn <le la t:.ip:.idera n3rra la consagración <lt' la la invocación qut d dios del m:iíz, \ V:ik Ch:m \Vinik
d centro del fi r mamento. En u na con cepción geocéntrica del universo la frase significa casa <ld fun<la<lor Je la dinastía de Tikal, Yax Eeb Xuok. y (''hombre de los seis cielos") dirige a los dioses remeros.

que la bóveda celeste in ició su g iro. Med iante este acto creador se insufló vida en el
orden hasta entonces inerte del u niverso. La rotación d el cielo en torno a su eje, el curso
de las estrel las en el firmamento y la traslación del Sol y d e la Lu na fueron los cimien-
tos ele los ciclos ast ronómicos (véme Voss, pág. 13 1 y ss.), cuyos movimientos regula res
ob,crvaron los mayas con enorme fascinación y rigor, hasta que fueron, a l fin , capaces
<le explicarlos y calcularlos con u na exactitud asombrosa.

El nacimiento de los dioses protectores


En Palenque, este mito de la creación est:i rel acionado con el posterior n acimiento d e
tre~ seres divinos, la lla mada ''tríada Je Palenque", d ivinidades protectoras de esn; luga r
y <le su dinastía reinante (fotog rafía 448), q ue son los descend ientes de la primera pareja
divina. Por p rimera vez, en el año 1963, éstos fu eron interpretados como tales d ivi ni -
dades protectoras de Palenque por el investigador ele la cultura m aya H einrich Berlí n.

La leyen da cu enta q ue 800 años después de la llegada <le estos tres seres a un luga r mito-
La pareja divina lógico llamado Marn wil, la p rimera madre llevó a cabo un rito de conjuro q ue tuvo lugar
originaria en "la primera 'rnontai'ia reverd ecida", el lugar de nacimiento de ''la primera planta de
maíz''. Proba blemente este mito tiene alg una relación con el o rigen d el maíz, con el q ue
fueron creados los p rimeros h ombres. Po r lo dcm,ís, las inscripciones hasta ahora dcs-
cuhiertas no mencionan de fo rma explícita esta creación de la ra7.,l humana, q ue sólo es
1
1
conocida ind irectamente por fu entes de la época colon ial. El origen del maí7, sigue sien-
padre: Jun Ye Nal Chaak 1 madre: Jemnal lxik Matan
do, todavía huy d ía, un tema central del folclore maya. En Pa lenque, la h istoria mítica

l l finaliza con la im plantación del dominio de la primera mad re, 809 años después d e la
creación del un iverso. La vincu lación de esta figu ra mitológica con la Tierra se percibe
cla ramente en su nom bre adicional: Jemnal Ixik, "mu jer del lugar del valle", como figu-
ra en la inscripción del tem plo de la C ru7, Foliada.

448 Lus diuses dr la tdada de I'aler1quc' y .Hl.i podrN. Lm, trt', dmse\ cfo P.1knqt1l\ ruyos nombres en ese mur ,1 jt.:ro-
Retvnsrmaión dt' las rrlaácmn rÍ( ¡mrente.cm basada t:n glífic:i rnue~rr:i el dibuiu de !J izyuin<.b , :i.on hiim <le l.1 pan:-
dios 1 (Jun Ye Nal Chaak 11) dios 2 (K'awiil} dios 3 (K'inich Ajaw} la.• imc,.;pciom:s de Palenque j:i divina ori_gin:uia. A ello:, e!lt:.Ín <ledica<lo!l lrn. trt:, ti:mplo,
del grupo de la Cruz (fotografía 442).
Son frecuentes en el arte Je la é poca chísica las representaciones g ráficas sobre la
creación del hombre. Así, por ejemplo, Chaak, el dios de la lluv ia, hendió con su hacha
relámpago la montaña Yax Hal W itz para que brotar a·de ella el pr imer maíz, del q ue
luego fueron creados los primeros hom bres. A menudo este monte aparece sustituiJo
por otros seres que simbolizan la Tierra, como por ejemplo el pécari o la tortuga rnari-
na. D e ellos surge luego la planta bajo la fig ura del joven dios del maíz (fotografía +l'J).

La configuración del cosmos

Los fragmentos de mitos y las representaciones de rituales llegados h asta nosotro;


permiten reconstruir la cosmografía de los m ayas. La estructu ra de su con cepción del
universo tiene amplias coi ncide ncias con el modelo cósmico del chamanismo descri to
por el conocido estudioso d e las rel ig iones M ircea Eliade (1907-1986): el u n iverso está
dividido en cuatro partes y tiene un eje central que une los niveles cósmicos del ciclo,
la T ierra y el inframundo (fotografía 450).
En la mayo ría de las tradiciones de los mayas se describe la superficie terrestre:
como un cuadrilátero con un centro claramente marcado. Esta plataforma flota sobre
una gran ma sa J e agua que establece la frontera con el inframundo. En el arte clásico
449 Nacimicmn del dios del maíz. Procedencia deJco,wtida; Por la abertura posterior dd caparazón asoma una divini- maya la\Tierra está a men udo rep resentada com o una tortuga marina, u n cocodrilo o
ddúco tardfo, 600-900 d.C.; arcilü, cocida y pintada; Boston, clad acuática. Los gemelos Jun Ajaw y Yax Balam asisten al
u n péca ri. Los lados de este uni ve rso cuadrangular están orientados según los cuatro
M11srnm uf Fine ,-frtJ (Ke,T /892) nacimiento del dios del maíz. L.1 inscripción Je la parte
El fon<lu <le la vasija muestra el maíz bajo la figura Jcl joven superior de la escena menciona d tipo de vasija. y a su pro~ puntos cardinales y sus ángulos están determinados por los lugares del orto y el ocaso
dios del maíz Jun Ye Nal, que brota de la tierra, simbolizada pictario: 11 lak Tojam K'arviil &1k Way (''la bandeja <le To-
de los solsticios de verano e in vie rno. E n el centro de cada uno d e los lados se alza una
por una tortuga marina que se rnuC\'e en el océano primi- jam K'awiil Sak Way").
genio, aquí indic:,.do con el signo cid ;1gua y los nenúfares. montaña mítica con una cueva en cuya entrada se alza un árbol. Aquí se encuentran
los accesos al in framundo y a l mítico océano prim igenio situado en cima de él. En este
lugar moran los antepasados y otros seres sobrena turales. Cuatro ca minos conducen
Los mitos de la creación en los documentos de la época colonial desde el centro a estas cuevas, situadas cada una en un punto cardinal.
Al igual que la superficie terrestre, el océano primigenio y el mundo subtcmíneo,
Una se rie de docu m entos de la época colonial, esc ritos en alfabeto latino pero también el cielo está dividido en cuatro partes. Se le concibe -de m odo parecido al
redactados en una lengua maya y basados en parte en manuscritos je roglíficos anter io-
res, narran algunos e pisodios míticos relacionados con la creación d el universo.
Norte
Se cuenta entre ellos el Popo/ Wuj (Libro del con sejo), consignado por escrito hacia
el año 1530 a parti r de testimonios orales. Este libro vincula la historia de la dinastía
reinante d e los mayas k 'ich e' ,ll mito de la lucha de los héroes gem e los, hijos de los
ltzamnaaj como ave celeste
antepasados de los k' iche', contra los señores d el infram undo . En sus primeras pági-
nas habla ta mbién de la creac ió n d el mundo. A lgun os de los episodios del Popo{ Wuj Eclíptica Cabeza oriental
del gigante
aparecen ya representados en obras escultór icas anterio res d escubie rtas en las ruinas
protoclásicas de l zapa, en el estado te<lcral mexicano de Chiapas, y reaparecen más
tarde en el arte de los mayas clásicos.
E l Popo! Wuj ha bla repetidamente de creaciones y destrucciones de mundos ante-
riores al nuestro. Llama la atenció n el hech o de que estos relatos describan la medi-
ción del universo con las m ismas palabras que se emplean para preparar y disponer un
Oeste Este
ca mpo de maíz (milpa) o para construir una casa. Para ca lcular las dimensiones de la
bóveda celeste y d e la Tierra, las divinidades creadoras midieron u n cuad rilátero con
una cuerda . Una vez creado el mundo, con los an imales y las pla ntas y ue lo poblaban,
el primer padre y la pr ime ra madre formaron a los hombres con masa de maíz.
Habían fracasado todos los intentos anteriores de crea rlos a partir de otros mate riales,
com o tierra o madera. Por consiguiente, los m ayas se denominan a sí mismos e n su Fauces del Fauces del
lite ratura y hasta el día de hoy "hombres de maíz". inframundo inframundo

450 Esquema chamJmco del universo. Rccomtrncción t~lán coord inados con lo$ pun10s cardinales y asociados
basuda en lm mscripciones de Palenque y m el Códice con colores; en el centro se ye rgue el árbol del mun<lo.
de JJrnde
Las relig1one~ chamánicas han <l1fundido po r doquier la Sur
concepción de un univl'rw Jt- varios ni1,-rlcs, cuyo~ \:ufos
451 Ln "bandtya cósmica". Procedem:ra descrmncida: c/dstco tardío, {¡()fJ- C){)() d.C.;
arú lla coctda y pmrada; diámetro 31 , m; colecciá,r privada (Kerr 1609)
La "ban<lc.- ja cósm1c.:i .. rlt" tres r:1rns, obra cerámica en d estilo códice, es, ~i n
lugar a duJas. unJ dc- la!'i creaciones maestras de !:i pintura <lt' \·asijas dd clási-
co maya. El Jc.- ~cur.ocido artista cit' b región Je Nakhé, en Guatemala. ha tra-
zado con mano ~t·gura líneas negras y ,:?riscs sobre un fondo color crema. Por
rodo el borde de la bandc.--ja discurre un:-i banda ro1a que pone un fi rme acento.
I.os nenúfa res csciliz.1dus <ll' la cara exterior tienen la funci{)n <.k simbol1z,ir b
superficie :1c.u~ric;.1 del mundo subterráneo. Hay pocas reprcscntaciont:S dd
cosmo~ en d :irre m.1ya l<lll phhticas y expre~iv;1s como ¿st:1.

4;¡ Rrprad11cció11 delfo11do d,- la buml,;á


En el borde <le.-- la bandeja ap:1rc,c un gigante bicéfalo que c11carna d cielo: su
cuerpo l'unfigura c.--1 ~ignu que !iimholi z,1c.: I firmamento en cuyo centro st' sienta
ltzamna:1j bajo la forma Je ave celeste. E.I dios <Je l., llu via, ChaJk. ~e yl!rguc.
como árbol dd m undo, desde el océano primigenio, que marc,1 la fruntna del
inframundo )' cst;i representado con r.1yas negras paralelas, F.I "lugar dd agua
negrn" clc~rnnsa en l.as fauces, dibracbmcntL' ab1tn:i~. <le Sak R,urk Chapt1üt, l'I
"ciempirs de los huc.su~ blancos... en b entrada Jd inframundo. rnyo~ mor;1du-
re'i :i p.,reccn también t.11 la pintura.

ltzamnaaj Símbolo de estrella


como ave celeste

Jaguar Copa del


árbol del mundo

Cabeza oriental
del gigante cósmico
Cabeza occidental
del gigante cósmico

mundo subterráneo- como compuesto por varios niveles. Los puntos de los solsticios
ma rcan los límites de la región cósmica o riental y occidental. La cúpula celeste, asimis- Rama del árbol
del mundo
mo div id ida en cuatro partes, está sostenida por cuatro d ioses (los bakab o pawajtuu11). configurada
En el arte maya se representa el cielo como un ser bicéfalo con cuerpo de cocod ri- como serpiente
de la visión
lo. A menudo, el cuerpo del animal es sustituido por la llamada "banda celeste", con
símbolos de estrellas y de planetas, o por espira lo que representan las nubes. Una masa
de agua cubierta de nenúfares y poblada por peces, moluscos y otros animales marinos,
configura el océano primigenio, sobre el q ue flota la plataforma terrestre. En el centro
del cosmos se yergue una giga n tesca ceiba, sustituida a veces, en h1 iconografía. por una
planea de maíz. E n la copa de este árbol d el mundo, en el punto más elevado, se sien ta
el ave celeste ltzam Ye, que es una d e las encarnaciones de la divinidad suprema
ltzan1 naaj o de Yax l t7,am, el "primer sacerdote", como se le llama en las inscripciones
cl,ísicas. Pue su arte el que insufló el alma a l u niverso.
Fauces del
A cada uno de los puntos cardinales o regiones cósmicas le correspondía un color. inframundo
El rojo estaba asignado al este, el blanco al norte, el negro al oeste y el amarillo a l sur.
La referencia central para la marcha del universo y de todas las cria turas es el curso Símbolo
del Sol; aquí tiene también su fundamento la excepc io nal importancia del eje este- del agua

oeste d el cosmos. En la concepció n del m undo de la cultura maya el este está asociado
al Sol y al día, y el oeste a la oscuridad y la noche. El dios de la llu·
El sur es la dirección del planeta Venus o del cielo estrel lado en general, y el norte via, Chaak, como
árbol del mundo ik' Naabnal, el "lugar del negro
e~tá coo rdinado con la Luna. Entre otros lugares, estos motivos aparecen también en Plantas acuáticas océano', las aguas del inframundo
ltzmanaaj como ave celeste
en la copa del árbol del mundo

Florescencia
del árbol del mundo
la, bandas celestes y consti tuyen en el arte la forma m;ís simple del cosmograma, por acerca de la creación y de b estructura d el universo sobreviv ieron no sólo al hundi-
ricmplo, en el margen del rd ievc de la placa sepulcral de P:dcnquc. Las bandas miento de la cultura maya clásica sino también a las radicales transformaciones desen-
celestes f'iguran con frecue ncia en los bancos del t rono, por ejemplo, en uno esculpi- cadem1das por la conquista española. Se han conservado en numerosas comunidades
do del edi ficio 8 N'-66, que fue una de las residencias de la aristocracia del sector hasta n uestros días y constituyen l;1 base de sus creencias y ritos. Las ceremonias que
oriental de la ciudad de Copán. Aquí, el mencionado cosmograma muestra además acompafon a la construcción d e una casa, a la disposición de una milpa o a b siembra
ta disposición de los símbolos, que acen túan e l eje norte-sur del cosmos, cada uno de se fundamentan, también hoy día, en estas antiquísimas creencias que hunden sus raí-
ellos sepa rado por un mascarón que hace las veces de símbolo de los tzuk o "cua- ces en la época precolombina.
drantes cósmicos".
Una de las más bellas representaciones del cosmos ll egadas hasta nosotros se
encuen tra en la vasija pintada denom inada "bandeja cósmica" (fotografías 451 y 452). La cosmografía como principio del orden espacial
Aquí el cielo est;\ representado con la fo rma de un coloso de dos cabezas situado en
el borde super ior de la bandeja; su cuerpo está constituido por signos t JUC simboli7.a n Dondequiera que los mayas intervinieron en el e.,paciu natural, ya fu era para esta-
la bóveda celeste. En med io del cielo se encuentra Itzam Ye. F.n el centro del con ju nto blece r un asentam iento, para constru ir un edificio o un altar o para roturar la selva y
de la escena se yergue Ch;1ak, el di os d e la lluvia , como árbol del mundo que su rge dedicarla a la agricultura, reprodujeron el modelo del universo distribuido en cuatro
del océano primigenio. Debajo de esta banda de agua pueden verse los moradores partes. Las plazas, pidmides, templos y palacios imitaban bajo formas sim bólicas el pai-
del mundo subterráneo. Uno de ell os, cn el lad o occidental , representa un muerto saje mítico cun f'igu rado por los dioses el día de la creación. Y así, cada vez que se cons-
que camina por este universo con los ojos cerrados. E n el lacio oriental distingui mos truía u n edificio o se medía un terreno con una cuerda, se repet ía y confirmaba aquel
b c;1beza del joven dios del maíz, cuyas hojas y brotes verd es evocan las ideas de la actn mítico. La m ilpa así dispuesta, o los asentamientos humanos en su conjunto, ya se
fertilidad y de la renovac ión. El mar, el " lugar del agua negra" como se le denomina tratara de la senci lla cabañ,1 de un cam pesino o de un edif'icio de culto en el cent ro de la
en los jeroglíf'icos de la band a hídrica, desca nsa sobre las fouces tota lmente abiertas cittdad, todos ellos reproducían el modelo del cosmos.
de un monstruo. Se trata d e Sa k Baak Chapaat, el "ciempiés de los h uesos blancos", También los se pulcros debían ser, a tenor d e las concepciones mayas, una copia
en la entrada del mundo subterrfo eo. del uni ve rso. Ofrecen en este sentido ejem plos singula rmen te bellos las cámaras
Estas concepciones cosmog ráficas se encuentran a grandes rasgos en todas las sepulcrales decoradas de Río Arnl, al nordeste de Guatemala. Sus pa redes, con los
comunida d es mayas y también e n otros p ueblos mesoamerican_os. Sus h uellas pueden nomb res jeroglíf'icos (fotografías 454 y 455), represen ta n los lados y los á ng ulos de las
rastrearse hasta los remo tos tiempos de la época p reclásica. Las ideas fundamentales cuatro partes del cosm os; sei'íalan también las montañas míticas en los lados del

Este

Norte Sur

Oeste

454 Tumba 12. Río Azul, Petb1, Guatemala, edificio r.:unhién ''am" n "piedras dt.: l.1 adivin:1cibn ... F.n las esquinas 4;5 Jeroglífico.; de Íos cuatro punto; cardinales. drl norte y d sur. Al este se le llama el k'in ("<lon<lc rnrge
,·1~4, tumba 12; dáúco umprano, 450 d.C.; pimum mural del sepulcro a¡xirccen también los nomhre~ rle los pumos Reprvdru:ción de lm jeroglíficos i11fcriores de- las parrdr., el Su!") y al oeste ooch k'in ("duncle el Sol entra len el
Los jcroglíficns ele los nombrL·s de los cuarro punt~ cardin:1- angulares de los Cl1adrantcs, que almlen proh:1hlcmcntc a los laterules de la t11mba 12 de Río Az11/ inframundo"l). F.I glifo del sur pndrfo tal vez rr,duci rse
lcs han sido grabados l'n las corrcsponrlientes paredes de la puntos equinocci:1les dd Sol ~n d horízonre. Así, b tumb..1 se En las paredes <lel sepulcro se han escrito l01, jeroglíficos por nojol (clerecha), porque en esta dirección se encucntr:i
dmar:i sepulcral y en los cuatro ángulos. I..os nombres de sus convierte en una imagen del cosmos. en cuyo centro rcpos..1 el de los cuatro puntos cardin.1les. Los signos p:u:1 el este y el sur cu:mdo se mira hacia el este.
pkdras de seii:iliz.ación cstfo coordinndos con los cu;.1lrO rua- soherano difumo. l in.i inscripc1bn en b p:1rerl .seprc-mrion.il el oeste se orientan según el curso del Sol, pero no se ha
<lrantes dd cosmos que aquí son, por ta ntot Jc:nominados informa efe su inhumación. podiJo aclarar hasra ahnrn b significación rle los glifos
, 1
mundo y el océano primigenio. E l cadáver del soberano d ifunto era depositado en el
1
suelo, en el cent ro de este cosmograma. El monarca yacía, pues, <:11 el infr:im undo; cuya El grupo norte (Salamar)
capa superior era el mítico mar originario.

La ciudad maya como paisaje simbólico

Las pirámides, con los templos q ue las corona n y los sepulc ros en su interior, son • 1

la répl ica , const ruida por la m ano del hombre, de montañas y cuevas míticas. En ellas
moran los antepasados d ifun tos y los seres del infra m undo (fotografía 457). Las pla -
zas en las que sé alzan las montañas piramidales simbolizan a menudo un determi-
nado lugar m ítico de la T ierra o de la superficie de l agua o riginar ia. Ta mbién de las j\r;-::·
denomi naciones aplicad as a los d istintos tipos de edifi cios se des prende q ue: las cons- . -<,;· ..;·

truccio nes de una ciudad reprod ucían los elementos del cosmos. Así, naab (plaza) sig-
ni fi ca tambié n "océa no'', "mar'' y, en general, "aguas re ma nsadas". Sobre ell as se
alzaba n las monta i'ias sagradas (witz) imitadas por la mano del hombre y mate riali-
zadas en los templos pi ramidales con sus plataformas.
., :-·
.. ,
456 Plano tlt'I mírll'o urbano dr- Cvpdn, Honduras cumrn puntos car<linales }' tn dlas muraban h1s familias de
El plano muestra d llamado "grupo ¡mncip:il", tn ¡_•] rcntn,, la nohlez:1 1 sus :irtesanus y sus rnnesanus. Las zonas rcsi-
., ..
rodeado clc cuatro gran<lts zunas r6i<lcnci:1lts situildas a dcncialt's dd u<.:~lt.: y <,:! l'Sll' estaban u11i<las con el centro
mediante una talza<la (_;akbt>). L1 riuda<l de Cop,ín. insc.rr:l
~,, ~
1 km de dist;rnci;:1 aproxim;ubmcntc:. J\quí, sobre l:1 rumha
de Yax K"t,k · .\fo", f unJ aJur de la dinastía, se halla d se¡rnl- en el p:usaJl' con sus rorritmcs 1k ,1g:ua )' '-US montaña.~, es
o -~ 500 m
cro rcn1ra\ de lo~ anll'pasados y la residencia dr la fo.mili:, un mo<ldo ideal dd cusmos maya.
(lrl sohcrano, L,s zonas rl'sidcm:iak s se encm'nWm en lm
Pero no sólo la configuración de las plazas y de los edific ios se atenía al modelo
de las cuatro partes del cosmos. T a mbién las ciudades, en su conj unto, estaban o rga-
nizadas como una réplica del uni verso, para demost rar así su carácter de sede del
poder político y religioso. Las ciudades reproducían el paisaje mítico formado y hahi-
wdo por los d ioses. Por consiguiente, el trazado de una ciudad maya era un cosmo-
gr,1ma proyectado sobre una superficie horizontal (fotografía 456). Pero la ciudad
como centro religioso y político no era tan sólo una réplica del orden d ivino del cos-
mo~, sino que representaba también la estructur;1 del mundo te rrenal. Allí se hallaba
la residencia de l soberano y los sepulcros de sus antepasados; el monarca m ismo
rncarnaba y mantenía en pie la armonía <le! m,1cro y del mi crocos mos.
En el trazado <le las ciudades los ejes estaban a menudo señalados por a nchas cal -
zadas llamadas "sakbe", q ue partían de l centro y lo unían con los barrios peri fé ricos.
Se destacaba en especia l el eje este-oeste. L os depósitos, q ue se ponían en las cuevas,
en las ci mas de los montes y al pie de los ríos, señalaba11, en el marco del paisaje cir-
cundante, los límites de la ciudad. Otras veces se colocaban junto a las estelas y alta-
res alzados en la periferia u rbana y, en alg unas ocasiones, sus inscripciones los defi-
nían explíc itamente com o puntos de señ."d ización ele los co rrespond ien tes cuadrantes
có,micos (fotografía 458). Los lugares e n que se a lzaban estos monumentos eran con-
siderados como aperturas o caminos de comunicación con los diversos ni veles cósmi-
cos. La elección del luga r d e los asentamientos en las ce rcanías de determinadas mon-
tañas, cuevas, ríos o fuentes no respondía únicamente a criterios prácticos, sino q ue
obedecía también al modelo del paisaje ideal transm itido en la cosmografía. Las
montañas con cuevas en el entorno de un asentamiento eran y siguen siendo enten-
d idas como réplicas de las montañas y las cuevas míticas, en las q ue residen los ante-
pa~ados y los dioses protecto res locales (véase Brad y, pág. 298 y ss.).
La disposición cosmográfica de una ciudad y su inserción en una geografía míti-
ca perseguían el objetivo de establecer una sintonía entre el mundo terrestre y el
orden divino. En todo el territorio maya se puede percibir este mod elo subyacente,
aunque con variedades regionales o locales. También en la iconografía de los adornos
de las fac hadas, tanto si se trataba de trabajos de estucado como de esculturas en pie-
dra, se reprod ucían los atributos de los lugares sagrados o de los vinculados con ellos.
Surgía así un espacio santo parecido a un mapa de la geografía sacra.

Cosmografía y estructura social

El cosmograma como esque ma de l o rden fundamenta l fue la base sob re la que


le alza ron todos los niveles de la organización espacial de las ci udade·s. Q uedaban
incluhlos en é l desde las viv iendas individua les basta el plano total de la ciudad,
pasando por el gru po d el pat io central de cada zona res idencial. Esta jerarquía

457 Cnn(dm dtl santuario del templo 22. Coptín, 458 /-~'tela /9. Copón, /-1011d111as, 5,5 km 11/ oeste del
Hondmt1s,· edificio JOL-22; c/áJ°tcn tardío, 715 d.C.; cemro; cMsico tardío, 652 d.C.; tvba verde; alwra 317 cm,
tobu tie,d~ anchura (j~ cm, gro.rol' 43 cm
Ert!tulo pnr Waxakla juun Ub:1:ih K'awiil con oc:isi(m tld Humo lmix, d soberano 12 Je Cop:ín. erigió en ti ,1ñu
pnmer 1uhilr1.1 k'mun de su reinado. el Lcmplo 12, en el 652 clC., en un lugar apanarJo dd vc1lle <lt Cop:m, una
bord1: 'iC'plt:nlrional del p:uio oriental de la :icr6pohs, serie de esreLu como picdr.is de !.t.'ñalizan6n de lo!t cua-
reprc,\'.nla b <:opia <le la mftic:i montaña !vlo' \Virz, sede: drantes oriental }1 occidental de su uudaJ. Un,1 <ll' ella~
de un t.lu,~ protector de la clin:1sría de Cupán. Las e'ículrn- es la esreb 19 que, )unto con un altar, stñala el <ltp6sito
r;h <ld corn:dor interior del ~a ntu:1rm s1mboli1.an el cos- limírrofe occidenral. Ln inscripc1ún, mu)' Jtter1urada <.'11
m:,; en su e1t: rstc-cxste, csro cs. el cle b eclíptica. F.M:1 sec- nlgunas p,1rres, informa. rnln.' olra!t cmas, <le c..¡ue d
non cele\te- e~tá representada por un ~t'r scrpenrtformc: monumenro fue erigido por los príncipes.
hicd'alo, n in un CUL'rpo formado por espirales de nuhe~ y
~JSltr11d,1 pnr d,J~ figur:is de atlance~. Esto~ bakab opt1Wl1J~
hum t'\t,in Jcudillados sobre calaveras c..¡m.: n:present:rn d
lnframundn.
espacial se reflejaba a su vez en u na jer:1rquí::i social, como se desprende de las in s-
cr ipciones, al menos pa ra la aristocracia. En el centro de este cosmos se sitü:1 d
k'uhul ajaw (señor divino). Los sobera nos mayas se consideraban a sí mismos como
axis mundi y se hací:rn representa r en nu merosos monumentos como l:i encarnación
de este cje. A menu do, cstas creaci ones artísticas muestran a l sobera no vistie nd o
un ropaje q ue simbol iza el árbol del mun do Wa kah C ban, con el rostrn-twk del
trunco de l á rbol en el centro de la fa ja que les ceñía la cin tura, a menudo flanquea-
d o por cabt:zas de serpientes que representan ramas o flores. E l tocado reproduce
con rrecuencia la cabeza y el plumaje del pájaro celeste ltzam Ye, posado en la copa
del árbo l.
E l sober:1110 pretend ía desempeña r tanto el papel del hombre q ue mantiene en
pie el ord en terreno como el del d ios que d eterm ina el o rden cósm ico, incluidos los
fenóm enos meteorológicos, astronómicos y nat urales q ue revestían impo rtancia p,ira
los ciclos agrarios (fotografías 459 y 460). Los gobe rn antes residían en el centro d e la
ciudad y e je rcían la func ió n de suprem os sace rdotes y med iadores. A través del
ri tual t ransm itía n energía d ivina a la comunidad ter restre y legitimaban de est e
m od o su posición dom inan te. Se establecía, pues, un,1 eq uivalencia entre el cent ro
d el pod er político y rel ig ioso y el ce ntro del universo.
Todos los jefes de fa mil ias pertenecien tes a la nobleza infer ior utilizaba n en la
o rg a nizl ció n de su s residencias y en sus acciones rituales los mismos símbolos cns-
mográ f"icos que el so berano y consolidaba n den tro de su esfcr,1 de poder la firme
estabilidad del ord en di vino. La s ciudades mayas rep resen tan el tipo de ciudad
" reg ia y ritual " am pl iam en te extendido e n las cultu ras prei nd ustriales. Esta clase de
ciudad c m u n símbolo cósmico en el que qued aba n incorporadas tod as la s u ni dades
socia les incl uidas en la esfe ra de dom inio de la realeza: era ta n to m orada del sobe-
ra no como zona residencial d e la nobleza. C ada una d e las uni dades inferiores,
depend ie ntes, e n o rden descenden te, de las superio res, reprod ucía el esquem a del
o rd en cos mográfi co.

Cosmografía y ritual
El acon tecimien to de la creació n tuvo u na gran im porta ncia para la fijación del
calenda rio y d e las d iversas celebraciones rituales en él establ eci d as. Deben co nsid e-
ra rse ce rem o n ias d e renovación los ritos ejecutad os con ocas ión del fi nal d e los
period os, y más en concreto y sobre tod o, los celebrados cua ndo llegaba a su fi n un
l( atun . E n tre ellos cabe d estacar la con strucción de estelas y a ltares, ente nd id os como
u na repet ició n simbólica d e la colocació n d e las pied ras en el in icio de la creación, y
el cam bio arquitectó nico, a veces inh eren te, de plazas y edi ficios. E l soberano des-
truía simbó licam ente el m und o y lo creaba d e n uevo . E ra preciso de rribar los tem-
plos y palacios del mona rca precedente y crea r un espa cio pa ra las nuevas ed ifi ca-
ciones d e los sobera nos siguientes.
O t ro e jem plo d e este tipo d e nuevas escen ifi caciones rituales de la d est rucción y
recreació n d el mund o es el q ue propo rcionan los ritos d el año nuevo d e q ue hablan
ta n to el Códice de Dresde como el cronista cspa i'iol D iego d e L anda (1524-1579).
Entre las acciones esenciales que for man parte d e estos ritos se encuen tra n la pla n-
459 Est<ill 11 de Copán. Litogmfí11 en color de Frcderick 460 Estela R. Copán, Hondura_;, Plaza Mayor; clásirn
Carhcrw()()d, 1841 tardío. 731 d.C.; toba verde; altura 373 cm, anchum tación d e á rboles, la instalación de imágenes d e los dioses y la colocación d e pied ras
F.I dihuj.:mrc FrcJcrick Catherwuod no sólo se sintió fosci~ I /8 cm, grosor /()() CTJI
en los cuat ro puntos card inales.
nJdo por la magia de este lugar, que visit6 en el ::i.ño 1840 El monumenro fue t'rigido por \Vaxaklajuun Ub;.1ah
en compañía de John Lloyd Stcphcns. ~ino que fue. ade- K'.1wiil, soberano 13 <ll' Copán. y en él se: muestra cumo En consecue ncia, cad a 819 d ías se er ig ía u na fi g ura del d ios K'awiil. A l cabo de
más, :.tutor de los primeros dibujos fi:ihles de los monu~ encarnación de varios Jio~cs en una cueva rle Mu' \Vitz este ciclo d e 819 días, el d ios penctraba en u n nuevo cu:1d rante cósmico y cambiaba
mentos J)t'treos de los m:iyas. como el de la csreb H aq\lÍ ("monte del p.1pagayu ara"), una de las monr.1ñas situada~
rcprnduciJo. Durnntt' largo tiempo se crty6 que b figura en los cumro \arios del cosmos y sede de un rlios prott-ctur de colo r, asum ie nd o el to no de la cor respond iente región celeste.
rcpresenta<la en la e.suda e.ra una mujer d<:bido :il largo ves; de la <linastí:J reinante. T,1\ vez Mo' \ Vicz fuera. d nom- A sí, p ues, al crea r el m und o los d ioses no se li m itaron a poner los cim ientos
tido. Hoy sabt-1110s, sin embargo. 4uc la cstcb es uno de los hrc: dd gran macizo que St' alza al norte ele b ciudad.
muchos retratO~dd soberano \Vaxaklajuun Ubaah K':l\viil. F.! rostro en la faja cid sobtrano significn ··secror'' (tzuk) e materiales del se r human o. L a creación fu e el in icio d el t ie m po y d e todo el orden.
L1 larga falda le prl'SClll<l como una m~rnifestació11 cid dios indica que el persnnajt rtprcst·ntado se cncuentr:1 en deje Fue un m od elo pa ra la convivencia hu mana. Con el r itual se asegu rab;1 que el hom-
<lel maíz, Jun Ye l\'al. central de. un cu:idrante ró.smico.
bre no d est rui r ía el equilibrio d e la creación sino que lo m antend ría en pie m ed ian-
te nuevas creacio nes sim ból icas y el ofrecimiento d e sac ri ficio s.
EMBRIAGUEZ Y ÉXTASIS
Nikolai Grube

Uno de lo, a,pcctós de la cultura maya que mayor La bebida aquí desc rita por Linda era probable-
repugnancia suscitó entre los clérigos españoles fue el mente balché, un brebaje alcohólico a base de agua,
consumo - a su parecer excesivo-de alcohol y drogas con miel de abejas sil vestres y corteza del árbol llamado
ocasión de las festividades religiosas. Diego de Landa balché (Lonchocarpu.i longistylus), cultivado en las
(1524- 1579) fue uno de los muchos misionero, q ue com- huertas de muchas casas con este fin específico. El con-
probaron que casi todas la, restil'iclades rituales mayas tenido alcohólico d e la bebida es muy bajo, de mudo
ac;1baban en una gran o rgía. El religioso relaLaba: "Los que tiene que ser ingerida en grandes cantidaJes para
indios consumían alcohol y drogas en cantidades desme- producir un efecto embri agador. Esta bebida se sigue
surada,, de donde se derivaban muchos males, incluidos produciendo y consumiendo todavía en nuc,tros días
asesinatos. Fabricaban vino con miel, agua y b raíz de en ocasiones ceremoni ales en toda la península de
un cieno árbol que cultivaban expresamente con esta fi- Yucatán. E n tre: los lakanJon de Na ha se echa la corte-
nalidad. El vino tenía un , abor muy fuerte y un olor pes- za al agua, a tempranas horas dc h1 maúana, en un
ti leme. Bailaban, se di vertían y se sentaban por parejas o tronco de árbol vaciado; a la miñana siguiente puede:
ya iniciarse el ritual balché: una baca nal ante las imá-
genes de los dioses que Jura tocio el día.
Junto a l balché hubo, en la época clásica, otro tipo
de bebida alcohól ica 4 11e se obtenía de la savia fer men-
tada d e una clase: de he neq uén. Los mayas la ll amaban
chi, que es también el nombre de la planLa. Las repre-
sentac iones de bacanales de las cerámicas mayas clási-
cas muestran con frecuencia grandes vasijas con el jero-
g lífico chi (fotografía 463). F.stas escenas ilustran otros
aspectos del consumo de alcohol entre los mayas: como
el contenido alcohólico de las bebidas apenas era supe-
rior al de una cerveza ligera, era preciso ingerirla, en
d osis muy elc:vadas para consegui r el estado de embria-
ele cuatro en cuatro para comer. Después del banquete, los guez. Se consumía, por tanto, todo d brebaje de que se
coperos -que de ord inario no bebían- traían varias ti na- era capaz. Lo que se vomitaba se recogía en bolsas que se
jas grandes ele vino. Los comensales bebían entonces hasta llevaban colgadas al pecho, a modo de baberos, en estas 462 Fumador. Lugar dd lwlla:go de.ffmwcido; cldúco wrdío1 700 -720 d.C.:
que se producía un tumulto generalizado. Las mu jeres ceremonias. Para que para el organismo pud iera absor- arcilla pintada; colrccrón prir,adtl
F.'it::i imagen de un fuma<lor es una <le bs poca~ reprc~cntacinnes frum,1les Je
tenían mucho m iedo cuando sus maridos retornaban ber más alcohol y con mayor rapidez, se recu rría a je rin - rostros Jd arte maya. El inusitado sombrero tn forma de rnheza Je anim,11
g as de enema a base de calabaza y arcilla, introducidas añade a la cscen3 un toque humorís1ico ad icmnal.
borrachos a casa".

461 Akan, dws dr la rmlmaguc::.


U.l'prodmnán de la pmrura de una
VúSJJO certim1ca poliau11w
La:, manchas ncgr;1:, alrededor de \o:,
oio~ y lu:, '\ignos Je po rcentajes" t'll
el rut:rpu ~on los ;1tnbuLUs de Akan.
dins de la cmbri:.iguez. n.:pre.-.em::iJu
::iq11í en actnu<l Je vomitar y con una
iennga de 1.:111:ma en la m:ino.

463 Racanal. lmagt.'ll drsenrmllada


d,· una vasya poli'cromu; procede,uw
descononda; clifoco temprt.111(),
í50-7()1) d.C.; arcillo pi111ada
I..1 escena muestra una fie:,ta orgii,~-
rica con consumo intensi\·o dt' ako-
hol. nos ele bs t1n:qa:, llenen e( glifo
''c.hi" (savia de maguey frnnc1u~1cb).
L.1~ dos íigur:i-. cenrr::iles e~tán equi-
p:ic.L...s con bols:is c-n prevención de
vómitos.
por el recto (fotografía 464). Este procedimiento pe r-
1111 ua alca nzar niveles ext rem os de embriaguez. Son
~ l t?'-
numero,.ts las representaciones de c,cenas de borrache-
ras con hombres que danzan, tropiezan y caen (foto-
:,
c,r.ifía -lid). A las bebidas se les añadían con frecuencia j
",u h,c,111c1:i s tóxicas que por un lado potenciaban el efec-
to embriagan te pero por e l otro empeoraban nota-
bkimntc el sabor. T ambién por esta razón se recurría a
]o, enem.1,, ya que con su ayuda podían introducirse
l'n el org:i nismo líquidos que, consumidos por vía oral,
hahrun estragado excesivam ente los ner vios terminales
del gusto. Había incluso una d ivinidad que tutelaba los
ri w,des dtc las lavativas y t enía "competencias" en las
bar.males. A este dios A kan le describieron los españo-
ks rnmo el Baco de los m ayas (fotografía 461). 464 Represemaci(m de un em-ma; pmcedeuda dnconuoda; clásico rardío, El consumo de estos hongos se remonta probablemente
fiJ0--900 d.C.; arcilla negra; altura 17,5 cw, diámetro JJ,J cm
A.] pa recer, estas orgías tenían lugar especialme nte a l ú ltimo periodo prechísico; se han desc ubierto escultu-
Echado en el ~uclo. el protagurn~ta de la escena, qul' l 1t'ne una pierna doblada
en cue,·as, que e ran consideradas accesos al mundo en ;íngulo, se deía adminü,trar un enem:i rectal con una lavativa exagerada~ ras en piedra con forma de hongo en K am inalj uyú y en
subterrán eo . Como luga res de perpetua oscu ridad no mcntt: grande. Mientras se sostit.'.nt' la cabeza con una m~rno. signo ele gran ten~
sión, ayuda con la otr:i a dirigir .il recto la punta de la jeringa.
roda la zon a de las tierras altas guatemaltecas.
séilo n ,in atemporales sino que estaban también más Además de las d rogas de origen vegetal, los mayas
al l.1 tk l,1s reglas de la convivencia social vigentes en el f obtenían substancias psicoactivas también de la segre-
465 Funzador. Procedenaa drsconuoda; clásico tardfo, 600-900 d.é..; va/tl(J
m undo d e la luz. En una regió n en tinieblas quedaban de molusco; altura 26,5 cm; Clevdand, The (/evtlond Mu.sl'um nfrln, gación ponzoñosa de la rana huey (Bufo marinus).
Thr Nunyt·b Cnllection
ampl1 .1mente desplazados los o jos como órganos d e El veneno segregado por este animal contiene bufote-
El príncipe-, vestido con una simple foja y cnn toc,1du t'.11 forma de cabeza de
pnccpc iones sensibles, pero se podía , en cam bi o, con vcnadu. aparece scnmdo ante un tritón dd que sale una serpiente. nina, emparentada con el L SD y, en grandes dosis,
b ayu da de substa nc ias estimulantes, entrega rse sin puede incl uso producir la muerte. En la era preclásica
c,torbo alg uno a las imágenes y \'isiones interiores. estuvieron mu y difundidas las representaciones de
De hecho, en algunas cuevas se han e ncontrado las ranas, en las que se destacahan de forma especial las
mi;mas gra ndes vasijas panzudas que se descubren en g lándulas situadas d etrás de las o re jas del animal.
la, pm turas de vasos con recipientes para la sav ia de Recientes investigac iones del etnólogo californiano
henequén ferme ntad o (clií) . Johannes W ilbert indican que también tenía efectos
Las bebidas alcohó licas eran sólo uno de los much os alucinógenos el espónd ilo (Spondylus .,pp.), hallado con
géneros de drogas que los mayas consumía n para d eja r frecuencia en los sepulcros y d epósitos de sacrificios.
a ,us espaldas el m undo visible y poder experimen tar, a Esta circunstancia podría explica r por qué se le atri huía
tra\ é, de \'is iones y del éxtasis, o tra realidad. Hasta tan si ngu lar importancia en todo el terri torio maya a
cie1 tn p unto, disponían d e todo un abanico de substan - este molusco que era, además, un destacado atribu to
n:1, p,icoactivas q ue, junto con e l :iyuno prolongado del dios de la lluvia, Ch aak .
d urante días, la música monocorde y la danza extática, En la mayoría de los casos la ingestión de drogas
hacía n po,ible el trán sito de un mundo a otro. La produce efectos inmediatos como náuseas, sensihilidad a
111;1y(Jría de las drogas eran de origen vegeta l y actua- la luz y entumecimiento de los miembros, pero luego
ban d irectamente sobre el sistema nervioso central, surgen también los efectos deseados: se d iría que el alm a
mod1íícando la percepción, la conciencia y la sensibi- abandona el cue rpo y emprende un via je hacia los an-
lid.1d. Entre las plantas psicotrópicas más antiguas tepasados y los dioses, aparecen animales míticos, los
dd :-iuevo Mundo se encuentra e l tabaco, del que ex is- muertos rompen a hablar y se tiene la sensación de que
tían 111:is de 35 especies en el territorio m aya (fotogra- lugares distantes están muy próximos. Las visiones vivi-
n.1s -161 y 465). No sólo lo fumaban, s ino que tambié n das distan mucho d e ser fenómenos casuales, pues se
lo .1 spi raba n y lo masticaban. H ,1bía asimismo una infu- b,1san en los contenidos tradicion ales de la mitología, en
swn de esta planta . Pocas veces cons umían los mayas las experiencias culturales y en las concretas expectati vas
el rahaco solo. Para aumentar sus múltiples y variados d e lo; afectados. En el arte de la época clásica estas visio-
efectos, lo mezclaba n con hojas de angélica (Brugman.iÍa nes aparecen siempre represen tadas bajo la forma de ser-
sp¡,.) )' con semi llas de estramonio (Datura spp.), especies pientes: de sus fouccs, ampliamente abie rtas, proceden
l]Ut contienen numerosos alcaloides alucinógenos y los antepasados y los dioses con los q ue, al alcanza r el
estim ulantes. éxtasis, el simple mortal consigue comunicarse. La
E n las tierras altas crecía n hongos de los que se ingestión de drogas era, po r t:rnto, una parre irrenuncia-
extrae el alcaloide psilocibina. Todavía en nuestros día s ble del ritual y a ella recurrían tanto los curanderos cha-
lo, chamanes los secan y, con pied ras de moler, los redu- mánicos como los reyes divinos para obtene r el consejo y
Ct·n a polvo, que posee acusados efectos alucinógenos. la ayuda de los dioses y los antepasados.
LOS OSCUROS SECRETOS DE LOS MAYAS:
LA EXPLORACIÓN ARQUEOLÓGICA DE LAS CUEVAS
James E. Brady

Los tres punLOs de referencia centrales de la vicia rel igiosa de los mayas son las pirá- los pueblos indios consideraban que la Tier ra es u n ser sacro y vivo (fotografías 470 y 471),
miJe,-templo, las montañas y las cuevas. Pero, aunque era un hecho sabido, lo cierto es conce pción ajena a las religiones monoteístas occidentales. El modo de trabajar la tie-
q ue hasta fechas recientes los investigadores no han tenido e n cuenta y apenas si han rra sig ue siendo todavía hoy día una parte im portan te de la concepción del mundo de
com prendido la significación de las cuevas y su in mensa importancia en la mitología. los mode rnos campesinos mayas. Los etnólogos han descubierto q ue Tzuultaq 'a, que
No hay explicación para este olvido, sobre todo si se recuerda que ya en la década de en b lengua de los q'eqchi' signifi ca "set'ior de la Tierra", es, también en la actu:ili-
]840 hubo científicos que se ocuparon de este aspecto. Así lo testifica la célebre litogra- clad, la d ivinid ad más importante en la relig ión de muchos de estos pueblos. L a pala-
fía de Frcdc.:rick Cath erwood, que muestra la g igantesca escalera de Bolonchén. El bra tzuultaq'a sign ifica "montafia-va lle" e incluye siempre una connotación d e lo
ta maño verdad eramente impresionante d e esta construcción ilustra el enorme esfuer- sobrenatural, incluso cua ndo en el habla cotidiana se la utiliza para referirse a estos
zo desplegado por los mayas pa ra llegar h;1srn el fo ndo de la caverna (fotografía 467). accidentes geográficos. Dado que son numerosas las lenguas mayas que para desig-
En l:is posteriores tentativas de exploració n de estos lugares subterráneos, las difíciles nar fJI "seiior d e la Tierra " emplean un vocablo que, traducido, significa "mon tañ:1-
condiciones externas, por ejemplo, las penosas marchas a pie por lugares cubiertos por valle", puede considerarse q ue se trata de un patrón de valid ez general. L os mayas
una tupida vegetación bajo un calor agobiante y con elevados índ ices de humedad, personi fican y divi nizan el paisaje que los rodea. En muchas lenguas mayas la palabra
contribuyeron a mantener inviolados los secretos ele las cuevas m ayas. El descenso a
la g ruta de C hac, por ejemplo, presentaba tantas dificultades que el agotamiento físico
impedía a muchos arqueólogos explo rar o documentar el abundante materi,J del inte-
rior de la ca\' id ad.
Con todo, el problema principal e ra que se ig noraba el hecho ele q ue las cuevas no
eran viviendas sino lugares religiosos de una significación centra l en la religión me-
soamericana (fotografía 469). Por citar un caso, el fundador de la mexicanística en
Aleman ia, Eduarcl Seler ( 1849-1922), se negó a aceptar que el nombre de las ruinas de
Qu en Sanro era una combinació n del maya y el espafio l, y que debía traducirse por
"cueva santa". Por consiguiente, no consideró la posibilidad de que las tres cuevas
situadas deba jo del yacimiento hubiesen sido el cent ro relig ioso de aquella ci udad
prehispana, sino tan sólo un paraje en e l que los mayas dejaron sus esculturas cuando
abandonaron el luga r. Esta circunstancia fue es pecialmente lamentable po rque estas
cuevas contenían impresionantes elementos arquitectónicos y esculturas m o numenta-
les, muchas de las cuales fueron más tarde saqueadas o destruidas. La explorac ió n sis-
temática de las cuevas no se inició hasta la década de 1980 y se acentuó notablem ente
en la década de 1990, de m odo que todavía están saliendo a la luz descubrimien tos q ue
apo rtarán nuevos conocimientos.

La religión maya y su entorno geográfico

Sólo puede estimarse en su justo valor la importancia que las cuevas tenían para los
mayas recordando la sing ular significación del paisaje en su religió n. Al parecer, todos

466 La cueva de Lolt:ín Yucatán Mérico 467 El pozo de llolm1ché11. LitogmjTa de Fredcrick
La foto¡!rnfí;.1 mucsrra u;}a <le bs :alas.de mavores dimen- Cathml!Oód, principios del siglo XIX
siones <lt la cuna de Loltún. La techumbre ~e ha desplu- En el norte de Yucatán, clondc no hay ríos ni l:igos, eran los
mado de modo que puede penerr;ir la luz solar; en el cen- ccnolcs y las lagunas <le la~ cuevas subterráneas, junto con las
tro se arumul311 los rascotcs. ~c;tas aberturas en la superficie cisternas, los que abastecían de agua a la pohlación asentada
de la Tierra constituían en las concepciones mayas la cone-
1 en la zona. El agua de las cuevas cumplía a.demi~ funciones
xión cntn: d mun<lo su~riur y el infrarnunclo. rituales. La litografla muestra la impresion.:intc disposición
del pozo de Bolonchén a comienzos del siglo XIX. Una gigan-
tesca escalera Je madera descicnJe1 desde una emrada late-
ral. hasta una pequeña laguna en el fondo del cenote.
468 JeroglfjicoJ mayas para "rtt(V(I", 11111Ce., del giga,ue
d,· la Tierru", "mn111a,ian y jeroglíficu o:::tt'ca de "u udatl"
Los topónimos ele b.s inscricpiones mayas contiene 11 fJm-
bi¿n. a mcnurlo. jtmglíficus 4uc: dc>ignan l:i forma lid
paisaje correspondit:nte. Sc:gún una concepci6n del mun
do durante largo tíempo diíundida en el c.-spac1o lllC:',(tJ.-
rncricano, d paisaje ideal es la munt:1ña sagrada qur \!.:'
,111.a sohre d agua del inframundú. Aquí st htha lambil·n
el concepto aztéC3 de ciudad, altépt:tl, quC" traducido litL
ralmente significa ··rnonr:¡ña-agua".

ch'een (cueva) "Fauces del gigante de la Tierra" altepetl (ciudad-estado) witz (montaña)

"cueva" quiere decir también, a la vez, "casa de piedra", porque se entiende q ue el construcciones arqui tectónicas creadas por los hombres se les aplica con sorprendente
"serior de la Tierra" reside en las cuevas de la montai'ía a él consagrada. frecuencia el concepto metafórico de "montillia".
En épocas pasadas se tendía a concebir las montalias y las cuevas como elementos Surge, pues, fác ilmente la conjetura ele que las antiguas pirámides-templo debí:111
contrapuestos, dado q ue representan respectiva mente "lo ele arr iba" y "lo de abajo" o el de re prese nta r montañas sagradas. Las entradas ele los templos construidos en la parte
"cielo" y el "inframund o", pe ro esta idea no parece concordar con las ideas mayas. Para superior de las pirámides eran consideradas, por tanto, como accesos a cuevas simb6-
éstos, en efecto, la noción "montalia-valle" abarca ambas dimensiones. Entendían que licas. Una característica muy difu ndida en las cuevas son las fachadas que representan
las montalias están huecas y creían q ue en su interior se hallaban las moradas de los las fauces abiertas del coloso Tierra. Las cuevas, montalias y pirámides-templo conli-
seliores de la Tierra, y también corrales en los que había toda clase de ani males, o cáma- guran, eif los luga res de culto, una especie ele tríada. Su contenido religioso gira en
ras llenas a rebosar de maíz, agua o tesoros. También pa ra los mayas modernos "mon- torno a un único tema básico: la Tierra.
ta11a" y ''valle" constituyen una unidad. Los q'eqchi' conoce n 13 grandes montalias
sagradas, en cada una de las cuales mora un importante tzuultaq'a. A cada montalia le
corresponde una cueva q ue represe nta el espacio sagr:Jdo por excelencia y es el lugar Cuevas, paisaje y asentamientos mayas
ritual de la veneración del tzuultuq'a. Cuando un q'eqcbi' dice que va a Xukaneb', la
más importante ele sus montalias sagradas, su meta final es la cueva. Si la T ierra era tan importante para los mayas que su arquitectura monumental
La combinación ele montalias y cuevas - los elementos más dcsrncados del pa1sa1e pública imitaba los elem entos del paisaje natural, es evidente que los accidentes geográ-
sacro- para formar un solo símbolo santo tiene otras consecuencias. David Stuart, de la ficos debieron de ser dete rminantes a la hora de fija r los asentam ientos humanos. La
uni versidad de H arvarcl, especialista en la investigación de jeroglíficos, ha descubierto elección ele un lugar concreto se fu nd amentaba en la mitología local. Según esto, los dio-
que en la escritura jeroglífica las pi rám ides llevan el nombre de witz (colina o monta- ses revelaban a los hombres los luga res elegidos o se los d aba n a conocer mediante seña-
ña, fotografía 4ú8). i\l descifrar los topónimos de esta escritura, Stuan y su compa1iero les especiales. El ejemplo mesoam ericano más célebre es la fundación de la capital de los
Stcphen H ouston, de la universidad Brigham Young, pudieron comprobar q ue a las aztecas, Tcnochtitlán. Fue edificada en el lugar exacto en que habían visto cómo un
águila, con una serpiente entre las garras, se posaba sobre un cactus.
De las tuentes de la época colonial sobre los rituales ele funda ción de asentam ientos
469 Snciún lrmgirmlinal de- la cm:vu de- Lolfrtn, c:xploró en la dtCJLb Je 1890 para obtl·ncr infornrnción se desprende que en todas las regiones ele Mesoamérica ciertos accidentes geográ ficos
Yucard11, Méxffu sobre su prímiti va. utili zación como lugar dl· asenwmien-
tenían una importancia clave. No se escogían lugares sin ellos, aunque fueran más fa vo-
En b <.:Ul'va de Lohú11 se lk varun a caho estudios 3 í(IUCO- to y de culto. Midió y dilmjú la caviJaJ y tsbozó \•ari:is
lógu.:rn. ya a íinall. ' !i Jl'i ~iglo XI X. Henry C. Merctr la secciones de c.-: xcavaciún. rables desde el punto de vista económ ico, estratégico o ecológico. Los asentamientos

o 50 m
Escala
dcbí,in e,tar si mados entre montañas y agua, tener urrn elevación en el centro y d ispo-
ner de Cuentes o pozos y ele cuevas. Así, pues, al igua l q ue en otras muchas culturas, la
fundanón de un poblado era una especie de nueva creación, es decir, una repetición del
111 ,tante en que se produjo la sepa ración del agua y el ciclo y surgió la Tierra .
. \demás, debe tenerse en cuenta que los graneles actos creadores ,1contecieron siem-
pre en d centro del cosmos, de modo que todo nuevo asentam iento podía reclamar para
sí ,er e,te lugar central de poder real y significación mítica. Por consiguiente, en el cen-
tro de la región debía haber u na cueva natural que tuviera agu,1 o estar rodeado de ella
(fotografía -178). A mcnu<lo. los mayas excavaban grutas con sus propias manos, par:1
darle~ la form a más parecida posible a su lugar de or igen mitológico. Las cuevas consa-
g radas a los d ioses configuraban el corazón de b nuev,1 ciudad y poseían los signos cos-
mogónicos de los q ue los hombres derivaban su derecho a instalarse en este lugar espe-
cífico y fundamentaban b autoridad del soberano sobre el mismo.
El hecho de que en los rituales de funda ción ele.: tod as las regiones de Mcsoarnérica
,e crnplc.:a ran los mismos sím bolos permite con jeturar q ue el complejo m ontaña-cueva-
agu:1 constituía d núclc.:o del sistema ideológico mesoamerica no. Las cuevas y las mon-
tañas que las cubren están vinculadas con los ante pasados, con el lugar de o rigen de la
comunidad e incluso con la identidad étn ica. De aquí se desprende que los elementos
pai,ajísticos tienen u na fuerte carga religiosa. En México central esta estrecha conexión
entn: comunidad y pa isaje se refleja en d térrninoaltepetl, utiliz,1do por los aztecas y los
pueblos emparentados con ellos para describir la un idad política más determinante, una
especie ele pequeño estado. En su traducci6n lite ral significa " mo nt:1ña llena ele agua" y
en ,u e~critur.i se la re presenta como montat'ia bajo la que hay u na cueva (fotogratía 468).
T,1mbién entre los mayas actua lo se descubren vestigios ele esta sorprendente
Barba
orientación hacia las cuevas en las fundaciones de asentamientos. Así, los ind ígenas de
una aldea lacandona de la selva de Chiapas eligieron por su propia volu ntad vivi r cerca
ck un;i cueva sagn1da, aunq ue el suelo de la región e ra notoriamente poco fértil. En este

170 LJ¡_rimas d~I i,,framundn


Los accidt'ntes geográficos, r:¡\cs rnmo munt~111~1s. n11.:va:,
~ n·nok!i 1 son rtpresenr:1dos ;1 menudo en el anc maya
corno :,t"re~ mít,cos. La.~ fonces .lbitrtils del qur \;l~ in~-
cripnones mayas lbman S::ik Raa k Chapílat (ciempiés de
los hue~::. blancos) ~1mboliz:tn un cenote rnmn ••foucc,
<ld infram undo t:'n bs que de,;cans;in la.s agu:.h dd 1nfrn-
mun<l11". Sun motldos n:itur.1le~ de este lu~;1r mítico Ot'l
!!Olamc.:rllt' los cenote:. sino r:unhién bs bgun:1~ inreriorcs
ck las c Ut'V;1!i.

471 Altar m fonna dr monta,111 con rmrada 11 fu cue11t1.


To11i11á, Chiapili, M(:r,co, edf/iáo 1:·5_5_. cldsico
/emprimo, 300- 600 d.C.; ntum modelado sobre obrü
de mampvstería; altun1 151.J cm, anchura 250 cm
l~os t'Li iíicios 11 1ayas, subrt to<lr, los destinados al culto. 1m1~
ran con frt-cm·11na lugares 9ue desempeñan un impurt;m~
té pa~I en la mitulogía. I.os remplo!i y .-.:m infrat:)ltructura)I
pir:.imidall'!i ::.i111boliz.:in monrnñas sagrada~, rtpre:ienta<l:,)I
en el arte cum o .-.eres .-.erpcmiformrs y sun. como escuhu~
ras arquítectónicas. copias cn.:ad:is por la mano del homhre
de lug:m~s míticos. Los rn.:1yas con~truy<:'run altares :il mo-
do de entrada:.; 'ilmh61icas ;1 las cunas l'n b ~ que se lleva-
h;in :i c;ihn !ns mJ,;mos sacrificios ljUl ' en b s cuevas natura-
les: se quemah:i incienso y se Jcpositaban ofrendas.
472 Chul&1:111go. la roca"' relieve "Ji/ Rry". Cholcar- ~imboli7.an d vicnm que .sopln cles<lc: las c:1vern;1s y trae
zmgc,, Morl'lns, Mi.uco; o/meca, prriodo predás,co mrtlin, comigo nul,cs cargada> de :lJ!Ul. La figura !iiosticnc en 1~
7(/()..5000.r:. brazo~ el símbolo de: la "nube-" y t:s rcprcscntatlil como diu!:.
Un,1 figur:i humana con ricos adornos. probablemc:mc un t.lt la IIU\ 1a. Es p.1tentc: quC' d relieve se h.1sa en la crcenci.1.
1

sobcr:1no o el alllt:pas:ulo ele: un soherano de: Ch:1lc~1tzingu, muy d ifu ndirla ha>t..1 hoy db en Mcso.:,menca. de que bs
se- sienta en un trono h:1Jo, en la~ fouccs dd gigante de: la nuhc!ii, y m,'5 en panicubr las que aporr:in la lluvia, tienen
TiC'rra. que- >l'iiala la cntr;1da a unJ cucv:1. l.as cspiraks >ll nrigc:n en b.s cuevas y a.sc1t'11Jtn <lcsdc: t:llas.

mismo sentitlo, los asentam ien tos de los mayas tzeltal, en las tierras altas de Chiapas, se
sitúan junco a cuevas perfectamente conocidas, de las l¡ue los poblados toma n su nom-
bre. En el seno de la comunidad, la responsabilitlad del cul to y el cuidado de la cueva
se I ransmite tic generación en generación, porque los mayas creen que en ella vive el
"señor de la Tierra", a quien pertenece el territorio de la comunidad.
Un fenómeno similar se observa en los mayas tzotzil de L ar raínzar. El asenta-
miento se fu ntló cerca d e una gran cueva en una roca blanca y se le llamó Sakanch'en
(cueva blanca). Po r influencia azteca, el nombre fue traducido al nahuatl y pasó a d eno-
minarse lstacostoc. L os españo les le añatlieron el nombre de un santo, así que hasta la
década d e 1930 fue conocido como San Andrés lstacostnc. Los asentamientos de los
mayas tzotzil d eben con frecuencia su no mbre a estas cuevas, que han tenido siempre
una importancia especial para las respectivas comun idades y son consitlcradas como
lugar de residencia de los d ioses antepasados de cada g rupo.

La exploración de las cuevas de Dos Pilas


Hasta fechas recientes los arqueólogos no se habían cuestionado si los asentamien-
tos de los mayas prehispanos fue ron planificados desde la misma perspectiva que los
mencionados en los documentos de la época colonial. Pero un proyecto llevado a c:1ho
en Dos Pilas, en el llano g uatema lteco, demostró que los t res grupos a rquitectón ico,
Golfo de México <le esta ciudad est,í n relacionados con grandes e importantes cuevas. La construcción
r
Uxil
Balankanché
• • Dzibichén
mayor -y también la más importante- es la pi rámide d e El Duende, si wada en la ele-
vación natural más alta d e totla la región. En esta zona se llevaron a cabo modifica-
• ch'on
Arui Caactún
• . •Kaua ciones para crear una maciza plataforma piramida l sobre la que se erigió un templo
{ Xcosmil ; oltún .
Xtacumbilxunan • Xkukicán de pietlra. Po r las insc ripciones de las estelas colocadas junto a la pir,ím idc se sabe que
• • Tixkuytún
Miramar Xyatil el conjunto recibió en el pasado el nombre de k'i11alha' ("agua sola r" o "agua cal iente").
• El templo se dispone a partir de una fu ente subterránea que emerge a la superficie en
este lugar. En la excavación de una garganta en el lado oriental del edific io se descu-
brió una cueva de 1,5 km de longi tud , que se extend ía por debajo del templo. En la
parte situada inmediata mente d ebajo de la pirámide hay un lago subterráneo,
MÉXICO
la mayor reserva de agua de toda la región de Dos Pi las. La abundancia de utensilios
Mar caribe
y de huesos huma nos en la cueva demuestra q ue fue utilizada en épocas pasadas por

Joloniel
••
J BELICE {
los habitantes de la zona (fotografías 474 y 475). No existe, pues, la meno r dutla de que
todo el complejo Jebe su nombre de Dos Pilas a esta cueva.
Ap roximatlamente medio kilómetro al oeste <le la pirámide tic El Duende se sitúa
Yaleltsemen Santo o/n:go Naj Chechem:J
ta Cobanerrta• . ~ un~• Cueva , de Bladen el complejo arquitectónico -tercero por sus dimensiones- llamado "palacio de los
San Migue¡. [ lil_ •
Cueva ile Machaquil& • • Sistema e cuevas de Chiquibul
Murciélagos". Aquí residieron en el pasado los <los últimos soberanos <le Dos P ilas.
~ Pilas • • 1· l:>hl>
Pusil'/&
a de Robe~ ., ~ Justo debajo del palacio se encue ntra la e ntrada a la cueva de los Murciélagos, por la
• Quen Santo
que eme rge a la superficie un sistem a fluvia l subterráneo de más de 10 km de lon -
g itud. En épocas tic fu ertes preci pitaciones, el agua brota por esta en trada con tal
GUATEMALA ímpetu que puede oírse su fragor d esd e la Gran Plaza, a medio ki lómetro de tlistan -
Océano Pacifico ~
cia. Para los mayas se trataba, si n lugar a dudas, de una teme rosa visión, m ediante la
HONDURAS cual la Tierra mani festa ba a los hombres su sagrado poder. Estos fenómenos de

o 100km

Fronteras estatales 473 Uu cueuaJ ,mis conocidas de la rtgi611 maya clt_scubrimitntos de nu~vas cuevas, con y3cim1entos a vccrs
• Cuevas utilizadas por los mayas En bs zonas cársucas dt" la pcnínsul:i ele Yucariin hay innu- t'SJ>CCtacubrt:). Son de npcrar en d futuro nuc,os hallaz•
mc rablt!s cuc,•a."i; muchas rlc t'llas ~n ut.ili1.ada) hoy por gos. sobre todo en las regiones ele difícil acceso Je la M:lva
los mayas como lugares para el rnlro. Son constanrcs los virgen del P~tén y al oeste de Re:licl'.
la naturaleza anunciaba n el comienzo de la estación de las llu vias y
rambién. por tanto, del ciclo agrícola.
La conexión del palacio real con la impresionante fuente e ra
prueba fehac iente del domi nio del soberano sobre el agua, la lluvia y
la ferti lidad. Es inte resante advertir q ue u n monarca no maya del
primer m ilenio a.C . g rabado en la placa de " El Rey" en b roca de
Chalcazmgo, en Murcios, reclamaba para sí este mismo poder. En
este grabado, que se encuentra cerca d e la entrada de una caverna, se
representa al soberano con el sím bolo estilizad o ele la cueva. D esde la
entracl.1 de ésta sopla el viento y cae la lluvia del cielo (fotograHa 472).
La orientación del complejo arq uitectónico de Dos Pilas con-
rnrdando con los accesos a las cuevas no se lim itaba a las p rincipales
comtrucciones o ficiales. También ot ros n um erosos pa lacios y edifi-
cios adicionales fuero n construidos siguiendo la disposición de las
dos docenas ele cuevas existentes en el luga r. Llama aquí la atención
el hecho de que incluso las zonas residenciales modestas y las vivien-
das particulares están com unicad as con cuevas m u y pequeñas, q ue
conrienen toda clase ele u tensi lios.
F.n las exploraciones llevadas a cabo basta ahora las entradas a las
cue\'as se hallan inmediatam ente detrás ele la plataforma d e la pirámi-
de. Un sistema ele tú neles se extiende po r debajo de los edificios. Esta
orientación ele la arquitectura u rbana sigu iendo los elementos d el pai-
saje tenidos por sacros y los símbolos santos de Dos Pilas respo nden a
normas que eran, al parecer, vinculantes para tocios los habitantes de
la ciudad, con independ encia de su posición en la escala social.
No menos ii1 teresames son las interconexiones arqueológicas e his-
tóricas que encontra mos en la utilización de las cuevas. De los jeroglí-
ficos cabe deducir q ue Dos Pilas fu e un lugar importante hacia el año
640 cl.C., es decir, en una fecha m uy ta rd ía ele la historia de los mayas.
Así pa-recen confirmarlo las excavaciones arqueológicas de la u qui-
tectura ele la su perficie, porque son m uy escasos los restos descubiertos
pertenecientes a una fase de asentam iento entre los años 300 y 550 d .C .

47~ ViN;a, n:rdmicas depositadas como 475 Cuevd de la Sangre. Das Pilas. Petén,
ofrendd, en la cueva de la Sangre. /Joi Pílas, Guatemala
l'nén, Gu01emala; arcilla cocida Los maps consideraban las cuevas como lu-
C1m10 l.1 m:iyoria ele las cuevas, también csrn gares s..1cros que crnn a mcnu<lo determinan-
Ctlt'\iJ <le la Snngre en Ou.s Pibs na consiJc- tes para l:1 disposición de los asentamienws.
raJa por In,;; ma)':lS comu un lugar secrrto Dos Pihls no es, en cstt aspecto. una excep-
:,,ano. Sólo se l.t visitaOa p<Ha b ctlebr:1clón ción. La cuev:i de la Sangrt' es un lug:H dt'
dt ntu,1ks y la entrega Je ofrtnc.bs . rnlto de gran imporrancia para los m:iyas.
Cuevas artificiales
En los rituales de hm dación los mayas recurrieron, al parecer, a sím bolos cuya difu-
sión geogrM1ca desbordaba ampliamente la zona específic;1 del :isentarnienLo. Es intere-
sante comprobar que esta circu nstanci:1 es aplicable también a regiones con conÍ!gura-
cione, geológica~ completamente diferentes. De ordina rio, las cueYas , urgen en wna,
drstica, en las que el agua d isuelve la roca (generalmente c:ili za), cre.1ndn caverna, y dolt-
na,. Ahora bien. una g ran parte del territorio mesoamericano est;í constituido por zona,
volcá nicas no cárstica,, en las que normalmente no hay cuevas. Si tenemos en cucma yuc
las rnevas con figuraban el centro ritual de un grupo deseoso de buscar un asentanm:nto"
parti r clel cual poder for mula r su pretensi6n de legíri mo dominio sobre aquella tierr.1.
surge la pregunta de cómo solucionar este problema en regiones carentes de gruta, naru -
n1lcs. Es paradójico adverti r que donde mejor documentada est{l su importancia e, en
regiom:, no drsticas, donde no hay cavernas naturales. Los pu eblos prehispánicos no ,t

a rredraron ante esta circunstancia; muy al contrario, volcaron todas sus energías en crear,
con su esfuerzo personal, cuevas - que constituían un demento importante de su paisaj,·
sacro-- dond<.: no las había (fotografías 476 y 477). Se conocían desde tiempo atr,í s indicio,
de la existencia de túneles artificiales, :1 unque nunc;1 se les conced ió mucha im portancia,
hasta que en el a,io 1990 los científicos exploraron algunos d<.: ellos y descubrieron q ue la,
cuevas,hechas por mano humana respondían a un esquema aryui t<.:ctónico. Escas cue,·,1s
parecen estar relacion:1das con asentamientos o con lugares s,1crns. Entre los mejore~ ejem-
plos ele emplaz:rn1ientos dotados ele una cueva artificial se encuentra el de La Lagunita, en
el actual departam<.:nto Quiché, en la zona del altiplano guatemalteco. El túnel arrancaba
en la escalera de una de las cuatro pirámides principales que rodeaban la Plaza Mayor }'

476 Un mundo .wbtemineo ar11f,cwl. Trmimí, Chwpas, episodio:, de contenido rdigio:iu. !unto :1 bs mo11tnñ:1s )' finalizaba en el centro de dicha plaza. En la cueva se encontró un impresionante almacén
Méúc:o, segunda tamw dt /u acrópo/Ji; ddúro Jardío, b s aguas s:1gradas !lt' utilizaban cucv.1s, rnn frccu('nci:1 con más de 400 vasijas ccr:ím icas y otros utensilios. La ausencia de huesos humanos per-
600-900 d. C. muy ramific:idas. Ofrece un buen ejemplo d labcrintú de
L h crcaciunc:, arqui1ecuínicas may:1s n·prnrlucfan d pai- una de l;1s terr:izas Je la acrópolis de Tonint1. Pero tam- mite concluir que estos objetos no eran o frendas funerarias.
saje mítirn en el quc1 en un remoto pasado, actuaron lo:, hi~n en otros muchos lugares de la culrura maya se h:1 des~ Más espectacular aú n es el sitio de Q'uma rkaj, que fue en el siglo XV I capital de los k'i-
dioses. En esta arquirecrur:1 de mhicos pais:tíes anifici:1ln cubierto 1:-i exlsttnn.1de C':il:1S maci7.:is construcrionei- cnn
se rq)CtÍ;ln ri1u:ilmc:nte b ht!!.toria dt la cre.1ción y otro:, estrechos y retorcitlus pa~adizos y oscuros rt'crntos. che', conquistada por los esp:1ñoles bajo Pedro d e Alvarado. Aquí existían tres cuevas al
menos. La más larga de ellas conwba con un sistema ele tú neles de más de 125 m d e lon-
Por d contrario, todas las g raneles cuevas contienen numerosos enseres preclásicos que gitud y terminaba debajo de la plaza central. P or la d isposición de los pasillos laterales se

permiten concluir que ya siglos ;1ntes del repentino crecimiento de la ciudad-estado de puede deducir que repn:semaba la cueva con las siete cámaras - tan importante para la his-
Dos Pilas estas cuevas eran elementos importantes del paisaje sacro y fueron utilizadas toria maya ele la creación- por h1 que salieron a la luz del mundo en el pasado los k'iche'

como lugares sagrados. C uando posteriormente, en el periodo clásico tardío, se pusieron y en la que el dios Toj il entrega a los reyes el derecho a la soberanía. La cueva sigue sien-
en m arch a poderosos proyectos arquitectónicos, se insertaron dentro del complejo urba- do, hasta nuestros días, un importante centro de peregri nación de los mayas k 'iche'.
nístico varios luga res considerados santos que tal vez habían existido y habían siclo vene- Existen cuevas artificiales hacia el este que llegan hasta H o nd uras. En las Bay lsland,

rados desde hacía mil al'ios. Es probable que los p rime ros soberanos de Dos Pilas tuvie- se descubrió un,1 ele ellas y o tra en el lugar llamado Tenampua. H oy día se sospecha que

ran especial interés en usar sím bolos ele conexión entre la nueva ciudad y el pasado. en las tierras altas mayas hay num erosas cuevas a las que se atr ibuye significado ritua l.

477 El Laberinro. \'axchi/ár,, Chiapas, Méxiro, edificio 19


El llamado L1bcrinro de Yaxchil:ín e:, unn más <le ht
numerosa serie de edificios parl'cidos tic mela la región
maya. A csla mis1na estructura responde el e<liíiriú S:1-
LUnsa:H de Oxkintok, en Yucat,ln, y los pasadizos abovc-
dadns bnjo d ¡xil:-icio de Palen4uc. I.a mcuricb<l ;¡bsoluw
en e::\ interior Qtorg:i crtdibilidad :-i In opmitm tic qut' se
trar:1 de 1111 mundo suhtt:rdnto .urific1al en el <.JllC se llc-
,,ah:in :i c:-iho imporr:rnres cnt moni;is rdiginsa.!!..

Sección transversal Plano general

o 50 m
Adc111ás <le las cuevas anificiaJes dentro d e los yacimientos a rqueológicos se conocen otras 478 Lago subterráneo en 1ma cueva. Xtacumbilxunán, frontera entre el mundo supl:riur )' d inferior o 1nfr,1-
Yurntdn, México munrlo. Esta creencia se aplicaba Lanto a los cenotes lk nus
que señalan clararrn.:nte lugares sacros que los mayas aún util izan para sus ceremonias rel i-
En la cosmoirnfía de l<JS maya)) un:::i rnJs:::i de agua oscura de agua como a las nmncrosas cuna~ con lagunas in1c·-
giosas. Dos de el las se encuentran en Esquipu las, el g ran centro de peregrinación cen- y rem:ms:::ida en una gran cavidad ter reste marcaba la riores, como ésta (1e Xtac11mhi\x1mtín.

troan,ericano, en el que se venera al "Cristo negro". Está n situadas junto al río Milagro y
es interesante com probar cuán difundida está la creencia de que la corriente sólo tiene
poden:s sobrenaturales fren te a la enuada a la gran cueva, cuyas pa redes están recubiertas y term ina en el centro del edifici o, se pensó en un primer momento que se trataba de una
de una espesa capa de hollín porque en su interior los numerosísimos peregrinos q ueman caverna. Pero hoy día todo indica que la gig,111tesca pirámide y la cueva son parte de un
rncesantcmemc copal. Es probable que estos lugares ha yan sido centro d e veneración de cosmograma artificial, dispuesto de acuerdo con los más importantes centros de orienta -
los dioses ya en la época prehispánica y que más tarde se los apropiara d cristianismo. ción de la bóveda cc.:lestc
Más arri ba, en una cresta d e las cerrnn ías de Xab'aj , hay otras dos cuevas a rtificiales. La creación de cuevas artific iales parece apoya rse en la costumbre de incluir las cavi-
Atraen d esde hace tiempo a peregrinos ven idos d esde lejanos puntos, tal vez porque dades natu rales dentro de las const rucciones a rquitectónicas, corno puede verse en lugares
creen que aquí se encuentra uno de los lugares d e "sal ida d el Sol" desde el que, segú n el como Dos Pilas. D esde el descubrimien to de estas cuevas artificiales, q ue pueden retro-
mito de la creación del Popal Wu1: los k'iche' fuero n testigos del primer orto solar. traerse corno mínimo hasta el pe riodo preclásico tard ío (300 a.C.~250 d .C.), gana terreno
Ta111,hién b cavidad situada bajo la p irámide del Sol d e Teotihuacá n es de origen artifi - la hipótesis de q ue la idea de insertar los asentamientos dentro del paisaje natural dehe ser
cial. Cuando en el año 1971 se descubrió la cueva, q ue comienza bajo la escalera principal m ucho más antig ua de lo que se había supuesto hasta ahora.
peregrinos dentro ele los lím ites de estas ciudades fu era considerada como se11al de q ue
Centros de peregrinación
gozaban de favores sobrenaturales, lo q ue justificaría la exh ibición públ ica d e una eleva-
En todas las regiones del planeta ex isten lugares considerados sacros que responden da autoestima. Los dirigentes políticos de todo el mundo buscan, también hoy, el p resti-
rnn perfectamente al ideal de lo que en la respectiva cultura se tiene por santo que se les gio y la autoridad moral vinrnladus a los centros de peregrinación. Esta razón sería moti-
concc:de una especial impo rtancia y poder y son visitados por innumerables personas. vo más que suficiente para em prender la costosa rcmoclclación ele r:1les centros.
Apen,1s si es posible exage rar la trascendencia de estos crntros de peregrinación, porque
confluyen en ellos g randes masas humanas. Este fenómeno tiene relevancia para el tema
Je la ,ignificación de las cuevas, dado que los centros de peregrinación mesoamerica nos Cuevas y ritos
cst,ín con frecuencia vinculados con divinidad es asociadas al agua o a la lluvia. Como,
según las creencias de los mayas, los dioses de la lluvia moran en cuevas y es en ellas Hasta ahora la exposición se ha centrado básicamente en los tipos ele cuevas de mayor
donde , e genera la lluvia misma, no es de extrañar que sea n estas cavernas las que cons- tama ño e importancia, es decir, en las situadas en los núcleos ceremoniales ele los asenta-
tituyen la mayor parte de los centros de peregrinación conocidos. Entre los más célebres mientos mayas, que eran, por consiguiente, el punto neurálgico de todas las ciudades-
se encuentra el cenote de Chichén I t,,á. El obispo Diego de ! ,anda (1524-1579) narra que, estado y ele todos los ritos oficiales (fotografía 473). H abía casos en que se habían conver-
en el \tglo XVI, los peregrinos arrojaban allí o frendas, incluidos los sacrificios hu manos. tido en lugares de peregrinación a los que acudía gente de regiones situadas más allá <le
A comienzos del siglo XX se desecó una parte d el cenote para confirmar la información las fronteras de la ciudad -estado. Jun to a toda gran cueva existían docenas o incl uso tal
de Landa y se encontraron, efectivamente, n umerosos objetos d e oro y jade y también vez hasta centenares de cuevas 111,\s pequeñas y modestas, en las que celebra ba sus ritos el
huesos humanos. Otro centro, asimismo mencionado por Landa, se hallaba en la isla de pueblo llano. Como ya se ha dicho a propósito d e Dos Pilas, a veces las casas se construían
Cozumel, consagrado a la d iosa I xchel y también relacionado con el agua. En las cuevas encima de gr utas muy pequeñas, q ue probablemente sólo servían a los moradores de las
Je esta isla se han descubierto numerosos ídolos y vasijas para incienso, de donde se puede respectivas viviendas como centro sacro de sus actividades religiosas. E n la mayoría de
concluir q ue también aquí hubo importantes puntos de actividad religiosa. los ca~s las cuevas no estaban agrupadas en torno a los centros urbanos sino disemina-
Dado que sólo en época reciente han acometido los arqueólogos el estudio ele los cen- das po r todo el país y recibían únicamente las ofrendas de los campesinos del entorno. En
tros ele peregrinación, todavía carecemos, por desgracia, de conocim ientos seguros sobre prácticamente todas ellas, con in dependencia -d el lugar en q ue se encuentran, existen
las peculiaridades arqueológicas de estos lugares. Una característica no sólo de Me- indicios de haber sido utili zadas desde tiempos remotos.
soamérica sino común a otras muchas regiones de la Tierra parece ser la conexión con los Los ritos celebrados en las cuevas estaban relacionados sobre todo con el ciclo agríco-
elementos más destacados del paisaje. Varias d e las cuevas de peregrinación de los mayas la (fotografía 479). Si en la p roximidad inmediata de un campo había una cueva, se utili-
(por ejemplo, Naj Tunich, Seamay en Alta Verapaz, tal vez también Santo Domingo, la zaba, muy probablemente, para sol icita r en ella permiso del "señor d e la T ierra" para cor-
cueva de las Pinturas en Petén y Loltún en Yucatán) cuentan con gigantescas entradas y tar árboles y poder lleva r a cabo la tala por fuego. Si no había cuevas, se celebraba el ritual
cámaras de acceso. Además, Naj Tunich, la cueva de las Pintu ras, Loltún (fotografías 480 al aire libre, en el campo m ismo. La más importante de estas ceremonias -toda vía hoy d ía
y 466) y Seamay muest ran amplias modificaciones a rquitectónicas d ictadas por criterios practicada en Mcsoamé rica- se celebra eo los primeros d ías de mayo, inmediatamente
culturales que abarcan desde la primera etapa preclásica hasta la última fase posclásica.
Mucha~ de estas remodelaciones parecen tener la función de limita r el acceso del público
general al interior de las cámaras, lo que indica ría q ue sólo podían penetrar hasta los luga-
res más sacros y más recónditos los visitantes d istinguidos. Todas las cuevas mencionadas
atestiguan, además, el esquema típico <le Mesoamérica; a saber, que los centros de pere-
grinación estaban le jos de los núcleos habitados.
En tres de las cuevas (Na j Tunich, Santo Domingo y cueva de las Pinturas) hay escri-
turas jeroglíficas. En las inscripciones de Naj Tunich (fotografías 481 y 482) y de cueva
de las Pinturas aparece el signo il, q ue significa "visitar" o "esta r presente" y, en este con-
texto, se lo ha relacionado casi siempre con los centros de peregrinación. Se con firma,
pues, la hipótesis d e que estos jeroglíficos aluden a la visita de personas importantes.
l .a identificación d e estas cuevas con centros de peregrinació n plantea la pregunta de
qué e~ lo q ue movió a las ciudades-estado a desplegar ta ntos esfue rzos para su con figu-
ración arquitectón ica. Es probable que la existencia d e un importante lugar de cita de

-179 Oji·endas m la cueva de Ra/anka11cl1i, Yucarán, 480 Nelieuc en la rrKa a lo emrnda de la tuevt1 de L.ol1tí11,
Atbirn. Clásico tardío y pnsdásicn temprano, Yucarán, México. Prcclá.n"cn ta,.tfío, 300 ,,.C.-100 d.C.
800-1150 d.C. L., p:ired rocos:1 en el !:ido dcrcrho de la entrada de lri
La cue,·:1 dl' Ral.:rnka nché se encuentra unos rocos kilú- cueva de Lultún ofrece un;i ele las m,is antiguas rcprc-
mctros al -,uJeste de Chichén Irz:i. 1.as ofrcnd:is 3quí t..lc:s- scnracíones en te rrirorio 111:1y:1 de. un soberano con los
c~.bien;is tesufican que er~ un lugar simbólico de b crea- :itrihutos del dios de 1n ll uvia. Chaak. En la parte supe-
cion. Los v:hns de incienso presentan el rosrro riel dio!i rior de b cabeza de l:1 figura h,1y una inscripción ;,tpcnas
inexic.tnl1 <lr l.1 lluvia. Tia!()(', :i quien los ,nayas asociJban legihle. Se traw prohahlemcntc de un solx:ranú ya follc-
con b funJ.1ción de la dinaMía real. Las pcquerl:ls mole~ cidn que. como an rep:isado divino, cs. en funciones del
tas Je m,1iz M~explican por la creencia <le q ue el mundo clios ele la ll uv1,, el gar,nre del agua y de la ícnilidad.
anttritir h~1hfa estadu ha.bit:uio por enanos a los qut se Tanto el rd1eve como su posirión anticipan los posterio-
quería, cviJenrc-mcme. nfrteer este: tri hulo. res trabajos maya$, que reproducen en el inltrior de las
cue\·a~ a sus antepasados y :il dios de- la lluvia.
481 Pintura m la cueva de Naj Turltch, Perén, que visitó b cueva como peregrino. Así se desprenJe Je\
Guatemala. Dibujo 68; cláúco tardío, 600-900 d.C.; jeroglífi co inferior, que menciona el rítulo Ho Kab Ajaw.
carbón tJef!.etal Jobre roca calizo Ap.1rece como glifo emblema en lo~ monumentos del va-
Uno de los numerosos d ibujos en la roca de la cueva de cimiento arqueológico hoy conocido haJo el nombre.ch·
Naj Tunich muestra a un ari~tócrata en compañía <le un lxtutz, unos 40 km al noroeste e.le Naj Tunich.
enano en una bacanal. La inscripción entre am bas figuras
señala claramente ti nombre de un príncipe de lxtutz,

'
483 El dios de /u lluvia, Chüak, en la t:11tmda de 1111a ,.-ueva. qur en la iconografía y la escritura jeroglífica se ernplca 482 Inscripción en la cueva de Naj Tumch, Perén, descubierra en la cutva J4: :"Jaj Tunich. '.\Jo testific::i. una
para la palabra witz ("montafi~{). Hay un g rupo <le gente Guatemala. Dibujo 82; dáúcn tardio, 600-900 d. C.; estaná1 en el lugar sino que informa ~obre un proceso.
Pnx"edencia dficonoci,la; dá1ico rardio, 600-900 d.C arcilla
reunida para un banquete y, como af)fritivo, se han inge- carbón vegetal .cobre roca caliza todavía no bien conocido, de la "traída del fuegu", rn d
coáda y pinwda; iiltura 24 cm; d,'ámetrn 16,7 cm; colecxión
privada rido bebidas embriagantes. A esta circunstancia aluJcn las Ha y una serie de cuevas en cuyas p.art:t!e.s rocosas apart - que parricip:iron un cierto Tum Ynol K'inich e.le Ca racol.
Este deta lle de una escena en una vasija cerámica pintada dos tinajas y las jering::is para lavativas. Se supone que cen inscripciones pintadas, puestas allí t'vidcntemente por un gobernante de lxkún y también. ral vez, d sobérnrw
muestra al dios de la lluvia. Chaak, sentado a la entrada de las acciones clllticas llevadas a cabo en bs cuevas estuvieron dignatarios de alto rango para perpetuar d recuerdo de del lejano Calakmul.
una CUC\'a, simbolizada por b s fauces abiertas de un ser acompañadas de excesos en las celebraciones fes tivas. su visita como peregrinos. Una de las más bellas ha siJo
antes de la época de las lluvias. Aldeas enteras se trasladan a sus cuevas para pedir 484 Pcregri110J en mw rneva de Sicrrito de Chamá, Alta Nuevo" del calendario maya ele 260 rlías. Se celebra el día 8
Vcmpa:;, Guaunwla mono, fe-cha en b que comienza el año. En las rocas se ofre-
al ·'señor de la Tierra" o a Chaak, dios d e la lluvia (fotog rafía 483), abundantes cosechas.
En el interi or de una cueva, t'n el "corazón de la monrafl.a", ce incienso, licor de caña <le azúc:ir, flores, tabaco y anima-
En determinadas circunstancias, por ejemplo, en situaciones de sequía extrema o de un grupo rie peregrino!! t ncit:n<len cienros de velas en la lt:s a los <lioses de las montañas, que velan por his alm,1~ de
g randes cala midades, interpretadas como seña l d el d esagrado de los d ioses, son necesa- uscurid:iri para preparar d lugar sanro para la fiesta los Jifuntos pero que tamb,6.n pueden traer tcrrcmows y
\Vaxaqih' R'atz'. Está fiesta es l::i •·celebración del Año desgracias.
rias ceremonias adicionales. El culti vo d el maíz tiene en todas las regiones mesoamerica-
nas rasgos profundamente religiosos y está acompaiiado d e numerosos ritos. Se encuen-
tran, ad emás, po r doquier, rituales para la cosecha que varían de unos lugares a otros. El
hallazgo d e m inúsculas mazorcas de 4 a 5 cm en lugares como Na j Tu nich y Gordons
Cave, en Copá n, permite deJucir q ue d u rante el periodo clásico (250-900 d.C.) existía cantidades de ellos, probablemente llevados allí po r los chamanes para determinados
probablemente la costumbre de entregar como ofrenda los primeros frutos de la nueva ritos. Estos chamanes eran, no pocas veces, m arginados sociales, respetados por sus cono-
cosecha. Las cuevas Jesempeñaban, por tanto, una función en todos los cultos agrícolas. cimientos y sus poderes especiales, pero también sospechosos J e brujería y hechicería y,
El bien y el mal no son, en el universo conceptual mesoamericano, magnitudes abso- en consecuencia, temidos. Los mayas sig uen creyendo, también en nuestros d ías, que los
lutamente contrapuestas, como ocurre en las religiones occidentales. La tierra, que es la hechiceros se trasladan a pequeñas grutas en la selva virgen pa ra practicar la magia negra.
fuente de la lluvia, de la fe rtilidad y de la vida, es también el origen d e las enfermedades. Los tzutzil admiten que pueden incluso llegar a ce rra r pactos mediante los cua les com-
En Yucatán, a las enfermed ades se las relacionaba con los vientos procedentes de las cue- pran al "seño r J e la Tier ra" el al ma d e otra pe rsona.
vas o de los cenotes. Se depositaban, por tanto, ofrendas en las cavernas si tuadas cerca de Existen también informes q ue hablan ele ceremonias en las cuevas que gi ran en torno
la, viviendas pa ra impedir que los vientos las abandonaran (fotografía 484). Cuando al ciclo vital de los seres humanos y al calendario. L os hallazgos arqueológicos testifican
alguien enfermaba, entre las ceremonias pa ra su curación se incluían con frecuencia ritos que los antig uos rituales de las cuevas eran m ucho más sofisticad os que los que se practi-
en una cueva. En muchos casos, los chamanes podían expulsar a los agentes desencade- can en la actualidad. Hace poco, en el curso de las in vestigacio nes en Dos Pilas, se han
nan tes de la enfermedad pasando por el cuerpo del enfermo un huevo o chupando y descubierto miles y miles de objetos, como hachas, vasijas cerámicas, utensilios de obsi-
expubando una substancia venenosa q ue desviaba la e nfermedad a otro objeto. El huevo d iana, huesos humanos y a nimales seccionados, espejos de hem atita, adornos de jade y
0 el objeto cargado con la enfermedad eran luego depositados en una cueva, con lo que valva s exóticas que probablemente modifica rán profu ndam ente nuestra concepción
se simbolizaba d regreso d el mal a su lugar de origen. sobre la religión d e los antig uos mayas. Estos objetos son restos de ceremonias im portan-
Las cuevas eran consideradas de ordinario luga res específicos d e chamanes y d e sacer- tes desarrolladas en las cuevas y pued en contribuir a una m ejor comprensión de su evo-
dotes, porque es de la tierra de donde extraen a menudo su poder. Para sus predicciones y lución y su fin alidad . H a au mentado también n uestra estima y respeto ante el valor d es-
diagnósticos, así como para el tratamiento ele las enfe rmedades, se servían con frecuencia plegado por los mayas, q ue se atrevía n a penetrar kiló metros y kilómetros ba jo tierra sin
ele cristales. Recientem ente, los arqueólogos han d escubierto en alg unas cuevas g randes más ayuda q ue simples antorchas.


... ■■■ ■

¡r
· ISLA NECRÓPOLIS ■

Una tupida l'cgetación com puesta de manglares pal-


Christian Pr, gcr

-
1
lug;1r de enterramientos, du rante ! 1 periodo chísico los

meras, gramíneas y otras qpecies de plantas recubre en la moradores acarrearon y amontonaron grandes can tid:1dés
actualidad la isla c;le }aína, situ;ida unos 40 km al nó rte de de piedra de cantera con l:ls que alzaron terrazas elevadas
la ciudad de Campeche. Con una superficie que ni siquie- y ganaron espacio apto para las reremoni,1s fúnebres y la
ra llega a 1 km', Jaina apenas pasa de ser una m ancha construcción de viv iendas.
imperceptible en el mapa (fotografía 485). En el área central, y en diagon;il sobre la isla, h.iy una
Li isla fue durante m;\s de cinco siglos, en la época pequeña plaza rcct:1ngular, delimitada al este y el oeste por
prehispánica, la más importante necrópolis de la costa poderosas plataformas piramidales y oLros edificios. En
occidental de Yucat.ín. }aína debe $U fama /1 una enorme este recinto se hallaba el ceJ,:tro ritual y admin istrativo de
cantidad de magistrales figu ras sepulcrales de barro coci- la elite dominante de Jaina, cuyos dominios y zona d e
do, descul~icrtas en el curso de los últimos decenios. El est i- influencia se extendían con mucha probabilidad , a
lo, sumam ente realista, en q ue fu eron reali zadas estas comienzos del siglc,) VII, hasta muy clent~o del territorio
esculturas ha despertado el interés de los investigadores, continental.
po rque permite conocer más datos sobre la vida de los '
No obstante, la mayoría ele las tu mbas no está n situa-
das e11 este eje administrativo-rel igioso, sino en zonas en
m ayas precolombinos.
l ,a palabra ''Jaina'' puede derivarse de ja'ilnah o de torno al centro ceremon ial, donde se encontraban las
ja'nal, "casa del agua" o "lugar del agua". Un estrecho viviendas del pueblo llano. Algunos cálculos estiman que 486 Vista dd canal que septlra la isla de }aína del cominente
Un c::mal Je unos 60 1n dr: :inchura sep:i.ra la isla Je Jaina de la costa pobh1da
canal. de unos 60 111 de anchura, entre la isla y la cenagosa en la etapa entre 500 y 1000 d.C. pud ieron llevarse a cabo de manglares de C.1mpeche. Antiguamente, un tcrrapl~n artifirial la unía con
orilla de la tierra continental fue relknado en el pe riodo en Jaina unos 20.000 enterramientos. H asta la fecha sólo se la tierra firme. a la c¡ue sr: podía ;:1ccecler a pie. J:11na es una dr.: las numero'.:1s

-
idas <le la costa occidental rle ~1éxico en bs que st' l,¡¡n descubierto ricos sepu\.
clásico tardío con un terraplén arti ficial en su parte más han estudiado desde el punto de vista arqueológico y eros eón figu ras ccdmica.~ como ofrcfü.l,1 s.
angosta (fotografía 486). De este modo, los moradores y publicado los resultados de un millar de ellos. Los muertos
visitantes podían alcanzar el lugar a pie. Dado que Jaimi se eran depositados en fosas y urnas funerarias. A los cadáve-
encuentra situada a muy escasa altura sobre el nivel del res de 16s adultos se les colocaba en la boca, en d curso de
mar, el fluctuante movimiento de las olas crea en el terre- un ritual fune rario todavía indescifrado e11 sus detalles,
no insular pet¡ueñas corrientes de agua y cinturones pan- perlas de jadcíta. A continuación se envolvía al d ifunto, en primeros y segundos enterramientos, se pi,n t;1ba antes d
tanosos, de modo q ue el sudo presenta una consistencia posición acurrucada, en un lienzo mortuorio y se le depo- sudario con materias colora ntes m inerales de fuerte color
fangosa y blanda. P:i ra consegu tr que, de todas form as, la sitaba en la tumba, junto con las ofrendas. De acuerdq con rojo, como cinabrio o hematita, que simbolizan la sangre ó
isla fuera habitable y pud iera ser uti lizada también como una costumbre muy extend ida en la época clásica en los savia de la vida. Los n iños pequeños eran enterrados de
cuclillas y con los brazos cruzados y colocados en tinajas
de barro que llegaba n a la a ltura de las (odillas. Después,
48; Mapa de la isla de Jaina
La isla de laina se eleva
cos metrm, sohre el
:i muy po~
nivel del m :1r.
1 l.1y :implias zonas pantanos:a.s, .-.ur-
t~1
. --.:
las vasi jas eran tapadas con delgados platos cenímicos c;le
tres patas y depositada.~ en el suelo calcáreo .
Para proteger a los d ifuntos en su pclig rpso viaje por el
cadas por pequeñas corriente:, Je . Comple¡oae
agua. La pirámide más alta es b dd ,..,
tnframundo, en !;1 tumba se les proveía con alim entos,

~
complejo dt Zacpool. Los sepulcros
más suntuosos no ,;e encuentran e n utensilios de la vida cotidiana y objetos sagrad os. Así,
d entumo inmerllato de los edifi- ·%) junto a las conocidas figuras de barro q ue los habían de
cic)~ ct'remoniales c.inn en las zonas
dcsunadiis ::i. VÍ\!1endas de b. pobb - guiar a través del inframundo y que se les colocaba nor-
deZacpool ~

IJf¿
c:i611. Su profundidad v:iría deM.le malmente al lado de la cabeza o sobre el pecho, aparecen
60 cm hJ...r::i varios metros b.'.ljo la
impcríiner~ también joyas, piedras de moler y m anos dt: mortero, _pun-
tas y cuch illas de pedernal, así como herramientas de pie-

;¡_~
Q}@ -- Arquitectura

Excavaáones 1957
Excavaáones 1964
Otras excavaciones
Terreno pantanoso
dra y valvas.
Las figuras de barro cocid o ele Jaina son piezas maes-
tras de las artes plásticas. En ellas, los artistas supieron
modelar con gran realismo y plasmar con enorme fue rza
expresiva la complejidad del cuerpo y de los sentimientos
h umanos. Al igual que en la pintu ra, también en las escul-
tu ras ele barro el arte fue más allá de la naturaleza mera-
--2-+ o tOOm
mente estática de sus pcrson,ijt:s e infundió vida en las
ftguras. f nsertas en el rico mundo de sus circunstancias cuerpo de las esculturas estaba vacío, se las podía utilizar de preciosas formas de los ropajes, :i<lornos y otros deta-
existenciales, estas figuras muestran distintos estados aní- también como matracas, introduciendo en su interior lles, las figuras de la isla de Jaina son el reflejo de un seg-
micos y elegancia corporal, pero retratan rarnhién la enfer- pequeñas bolitas de barro. mento de la socic<lad maya. Junto ;¡ los señores, que
mcd,1d, la degenernción y la fealdad . Gracias a estas figuras, y más en especial a las que fue- desempeñan el papel de guerreros o jugadores de pelota,
Para la creación de sus figuras de barro los mode- ron cuidadosamente modeladas a mano, a lo~ obsenado- aparecen también en las representaciones sacerdotes y una
listas <le Jaina se sirvieron fundamentalmente de dos téc- res actuales les cs dado contemplar algunos aspectos de la parte de la servidumbre. El interés de los artistas por la
nica~ básicas. En una primera fase, entre los años 500 y vida cotidiana de la elite maya del periodo clásico tardío. :rnatomía humana se refleja en su interpretación plástica
800 d.C., las piezas e(an macizas. La cabeza, el tronco Junto a los escasos motivos d e animales, dioses y elementos de las situaciones corporales extremas, tales como la
)' las extremidades se confeccionaban a m:1no y las figu- arquitectónicos, en el centro de las representaciones apare- ancianidad (fotograffo -188) y la enfermedad. La represen-
ra, se traba.jaban una a una. Aunque los motivos del arte ce el hombre en su entorno soci:1I. A los miembros de la tación arthtica de rostros desfigurados por el dolor n de
figurativo de la isla de Jaina se repetían con bastante nobleza se les representa a menudo como guérrcros mag- los vejados cuerpos de lo., p risioneros de guerra era segui-
frecuenc ia, las figurns individua lmente ejecutadas de níficamente equipados (fotografías 487 y 489). Hay tam- da con el mistnc) mimoso cu idado que la <le los ciegos o los
e~ra época llegadas hasta nosotros ir radian emoción y bién ágiles bailarines y temerarios jugal:lores de pelota. enanos. Al igual que en muchas otras civilizaciones. t:1111-

elegancia. Todos ellos se adornan la cabeza, el pecho y las caderas con bién en la sociedad maya la rnuerteestaha ro<lcada de múl-
Entre los años 800 y 1000 d.C su rgió la fabricación en esplén<lidos atavíos. Las damas de la aristocracia, repre- tiples ritos. Las figuras encontradas en Jaina for man parte
serie. Así, los artistas recurrieron a méto<los más producti- sentadas con mucha menor frecue ncia, aparecen enga- ele un ritual del tránsito -todavía envuelto en numerosos
vos para satisfacer !;1s exigen~ias de una creciente deman- lanadas con preciosos vestidos y costosas alhajas, peinados enigmas- del micmbro <le u na comunidad hacia el mun -
da. Se sirvieron para ello ele moldes, gracias a los cuales Ostentosos y objetos gal:intes, como abanicos y bolsos. Por do de los muertos o de los antepasados (véase Eberl, pág.
podía lograrse un gran número de.estatu illas en m uy corto otra ¡x1rte, algunas estatu illas muestran adornos faciales 311 y ss.). Qué función específica desempeíh1ba cada una
espacio <le tiem po. Pero al utilizar este nuevo proceso de en fo rma de alargamientos artificioso/de la nari z, m;ísca- de las innumerables figuras de barro encontradas respecto
producción, más económico, las obras per<licron su car:k- ras y aderezos en la frente y las mej ilhis, q uc se lucían de al más allá sigue siendo en la actualidad uno de los gran-
tcr ind ividua liza<lo y su capacidad expresiva. D ado que el forma temporal o permanente. En la am plia variedad des m isterios al que se en frenta la investigación maya.

487 Guerrero noble con armadura completa. Jaina, Campahe, Nltxir.n; 488 E.statttilla de un anciano. Jaim1, Campeche, México; clús,co tmdfu, 489 Figura di' w1 guurero. }aína, Campeche, J\,Jérit·o; clásico tardío,
clásiw tardío. W0-900 d.C.; ardlla cocid11 y pintada; a/Jura 20,6 cm; Ya/e, 60ó-900 d.C.; arcilla cocida; ultt11ü J6, 4 cm; a11ch11111 14 cm; Nueva York, (,00...900 d.C.; arcilla axidt1; ,dtura 18 cm, anchura /2~ 7 cm; Ciudad de
)'ale Unwe,riiry Art Gallery, Stephen Carlton Ciar~ Natiónal Museum oflht' American Jndian, H~ye Formdation México, Mrm,o Naáo,ia/ de Amrvpnlngía
Una vestimenta acorazada hasta las rodillas hecha de plumas y de algodón Los ~tctos y las ceremonias rirnales est::iban ., menudo ~,cómpaña<las; Je con~ ProtegiJo con una turaza dt algodón y lucien<lü un ímprcsion.lntc adorno de
fuertemente prensado protege el cuerpo de este altivo guerrero contra l:1s flc- torsiones corporales extrcm:1s, danzas euf6ricas y bacanales. Esta figurilla ele pluma!!. en la espalda, cslt' guerrero está preparado p:irn enfrcnrnrsc al cnc,nigo.
l'has y lm ~olpts de._sus adversarios. En la mano derl'cha sostiene un escuelo barro muestra .l un hombre borracho. En la mano izquierda lle.va dos v:1sijas En la m:mo izt¡uierda sostiene un gran escudo rectangular1 micnrras que- con la
pintarlo de azul, mien(ras que en la izquierda ll(')vaba probablemenre un !:irgo y con b derecha se rasc;.1 la barbilla. Proh::ihlemcmt~las vasijas contenfan lico- derech:i empuña un::i lanza dr madera yue se ha perdido. De su cuello cud ra
vcn:1hlo, hoy desaparecido. Un sólido collar, embellecido con p,ezos de jade, res embriagantes que podían servir de behicb o como lavativj . una cadena, prnbahlemente de perlas de jade y con un::i val ya ele S¡}<)ndylus.
Prnlegl· d cuello y el pecho, a~ornado con un espejo de pirita.
LA MUERTE Y LAS CONCEPCIONES DEL ALMA
Markus Ebcrl

El día 28 de agosto del a110 683 d.C. murió K'inich Janaab Pakal, el hombre que Las concepciones del alma
había regido dura nte casi t res gene raciones la ciudad maya de Palenque (Baak). A los
81 aüos de edad, se apagaba -por decirlo con el tono poético de su jeroglífico- la "blan- La "blanca conciencia de la florescencia" que se extinguió a la muerte de K 'inicb
ca conciencia de la florescencia" de K'inich Janaab Pakal. Janaab Pakal forma parte del pequefio grupo de eleme11to5 o conceptos con los que
Baak es el antig uo nombre de la ci udad hoy día llamada Palenque. Ésta debe suele describirse la noción de alma. La concepción del pueblo maya tanto clásico
en gr.in parte su fama actual precisamente a la actividad con structo ra del soberano com o moderno sobre el alma se basa en una peculiar visión del hombre y de su rela-
K'inich janaab Pakal. Una de las insc ripciones que anuncian su fallecimiento men- ción con el entorno. A diferencia de las creencias europeas, al hombre no se le con-
ciona en térm inos expresos el hec ho de que el monarca fue e l señor y constructor de side ra como individuo autárquico (con la dualidad contrapuesta de cuerpo y alma)
cinco pidmides-te mplo. 5ino más bien como parte constituti va del mundo circundante, al que se e ncue ntra
Pero el monarca no ha entrado en la historia de Pá1eque sólo como constructor: el unido de múltiples formas. De este m odo, pueden designarse como almas toda s las
lugar q ue antes de su llegada al pode r, a principios del siglo VII, había sufrido una serie fuerzas y conceptos anclados en ambas esferas que actúan a modo de vínculos de
de humillantes y devastadoras derrotas, recobró con él su antiguo y brillante esplendor. unión ~ intermediación entre el hombre y su entorno. Las almas no son para los
K'inich Janaab Pabl reclamó para sí el mérito de haber insuflado nueva vida a la mayas algo invisible e intangible, sino que pueden asumir formas concretas y mate-
influencia política, al poder militar y a la dignidad ce remonial de la ciudad. Su muer- riali zarse a t ravés de ritos especiales, por ejemplo, a través de los sac rificios cruentos
te sig nificó para sus sucesores y descendientes un aconteci miento tan determinante y de las danzas (fotografía 495).
como memo rable.

Un sepulcro regio de la época prehispánica


Son muchas las inscripciones pétreas que hablan de la muerte de K'inich Janaab
Pakal, aunque lo hacen siempre con expresiones abreviadas y estereotipadas. En aquel
28 de ago~to del año 683 d.C. - así se menciona dos veces en el templo de las
Inscripciones- "entró en el camino de la muerte". Las fórmulas mortuorias destacan los
dos aspectos que ofrecía la muerte a los ojos de los mayas: por un lado, al mori r, se des-
ligan las di\'ersas almas - aquí la "blanca conciencia de la florescencia" del cuerpo- y,
por otro, el difunto emprende el cam ino hacia el mundo de ul tratum ba.
Todavía en la actualidad pueden percibirse estas dos concepciones en el ajuar y la
disposición del sepulcro de K'inich Janaab Pakal (y también de otros soheranos mayas).
El cuerpo fue enterrado en el templo de las I nscripciones, que él mismo había proyec-
tado y constru ido en vida como su monumento funerario personal. Desde este templo,
en la cima de la pirámide, una serpenteante escalera desciende hasta la tumba del sobe-
rano, ubicada en el interior de la pi rámide (fotografía 491). El plano y la situación de la
tumba producen la impresión de ser un lugar del inframundo (fotog rafía 497). Desde
el sepulcro, un pequeño cai'lo conduce hacia arriba, hacia el templo. A este caüo se le
denomin;1 "canal del alma", porque permite al a lma desligarse del cuerpo muerto y
ascender a las alturas.

190 F.l 1rípodr de IJerlíu. Proutlencia desconocida; clds1cu 491 'Escalera de lll cdmara s,rul,·n1/ rn el lt'mplo dr /cu
tr_,~,pram,, W0-600 d.C.; urollt1 grabada: altum 12, 9 cm, lnsa,pcionr;. Palenque, ChiapOJ·, A-léxico; clásico tardío
dmmctrn 17,J nn; llerlín. Almcrmifiir l'Olkakwuft H~1sta 19~9 no logró descubrir el ;irqueólogo mexicanu
El mu:,co bc:rlmé::. adq uirió est,1 v.1::.i ja rie tn:::. píe,;; hecha Albcno Ruiz Lhuillicr t>I inicio <le la esc3lerJ, cui(b<losa-
de arc1lla _gn$ y clahoratla con la tfr nic;1 del gr;1h;1do. Se mentc cegada por loo;. may:1s, que desciende, en el templo <le
<ltsmncx1,; 'iu urigt=n ex.ano, :1un4uc lo m{1~ proh:1hle es la.s lnscri¡xionc.:;, h;ist:i b cámnra <;epulcral de K'inich
9Uf prrxc:<lJ <lt: .1lgún puntu dd Pt'tén <"tntr:11 (al norte <lt J:maab Pakal. Oc,;.pcj:irla exigió rre"' años rle trah:ijo. A la
b actu.1\ Gu:nc:mab), Pudo ser una ofrenda sepulcr3I <ld derecha de fa. imagen :1p:i.recc el re<;IO ele tm ruho de arcilla:
nuble m.iy:i nll'OCmnado i.:n bs pal,IS rnmo prupict;1rio. ,;e trataba de un "psicr.ductn" o C'..10:11 del ;1lm:1 que mante-
nb al difunto en cont;irto con el mundo de lo~ humanos.
La "hlanca co nciencia de b floresce ncia" es el alma que rrnnsm ite ;il hombre t i de las tier ras altas gua tema ltecas se hace patente la especial significación de l niaíz
curso segu id o po r la naturaleza en el ciclo de nacimirnto y muerte de las plantas. para los mayas: tras haber fr acasado todas las tcntati\'as anteriores para crear a lo~
"Bhnca conciencia de la florescencia" es la traducción ele la expresión "sal( nik homhrcs a partir del barro y de la madera, finalmente los d io,cs decid ieron hace rlos
11ahal". Una comparación de las inscripciones en q u e figu ra esta expresión indica de masa de maíz. Sólo los homhres de maíz demostraron tene r capacidad de vi\'ir.
que a cada hombre se le implanta, cuando nace, una "bla nca conciencia de la flores~ De ellos procede todo el género humano. Los mayas dependían del maíz bajo 171 Cii-
cencia". El cu rso de la vida humana es equiparado al nacim iento y muerte de una t iplcs aspectos: de una manera d irecta e inmed iata en su cx istencia material, porque
planta: lo que se inicia e n el nacimiento con la implantación del sak nik nahaf ll ega a u na cosecha abundante sign ifica ba bienestar pa ra el p ueblo y una pobre implicaba
su fin cuando el hombre m u ere, cuando el sak nik nahaf se exting ue. pasa r h ambre; y en su cspíritu, po rque se consid eraban nacidos de esta planta. FI
Los mayas representan la "bla nca concien cia ele la florescenci,1" (fotogrn fí,1 494) nac imiento y muerte de la ''hlanca co nciencia de l.1 florescenc ia" parece ser, pues, u n
con <.:I mismo signo que empica n para "seño r" y que también sig ni fica "florescencia", símbolo m uy logrado para exp resa r la conex ió n ínt ima entre el maíz y el hombre
porqu e los soberanos, como signo de su d ig n idad, entre lazaban flo res en la banda (véase Grube, pág. 80 y ss.).
con que se ceñían la frente. D e este signo brotan renuevos d e pl an tas y rep resenta- Junto a la "bla nca concie ncia de la florescen cia ·•, los mayas cl:lsicos conocían el
ciones estil izadas d e jóve nes tallos de maíz. F.n el mito de la creación de los k'iche' alma-way (fotogr:1fía 494). El way es el espíritu protector y el acompañante de l

49Z F.smia dtl trípode de /!crlin <luelo. ¿Son los hijos del hombre fallcci<lo u tal l'CZ 493 Futografla desc11rmllada del trfpode de /Jcrlín. ataúd de pitllra. Lt' lloran rre5 hombres a b derecha\' mrn,
El reci piente p.1ra incienso rtproducido abajo en una príncipes vasallos que- lk,r:rn con tnSLCZi1 rolccti,•a a su Proct'flencw desconooda: cldúco rempnmo1 300-600 d.C.: tantos a b izquinJa. Sohre él se b:il,mcea. su :iln~a-ílnr,
fmogr3fí:1 rlcscnrolb.cb es una singular ulm:i maestra señor? En In e,;cena de ln ck rcrha el difunlO 3parcc(" arcillt1 grabada; altura /2, 9 cm, diámetro 17.J cm; Balín, mientras sus sosias animales del destino (un mono .1 1.1
tlel clásico re:mpr:1no. Poca~ veces se ha rcprcscnr:ido transformado en :írhol y se sienta al lado de su,; padres. Afoseum fiir l'Olkaktmdr <ll're<:ha y un jaguar a la derecha) cst;in en cuclill:1s. En l.1
con tan :1cus:ido rc:ilismo la tristt:zJ t:'11 torno a un 4ut: ljmbién son árhnlcs que ofrecen su fruto: ~rholrs El registro pictórico se artirnla t:'n do)¡ escrnas relacionadas cso:na de la derecha. d difunto, ya ec;quclcuz:1tlo, dr~am,i
difunto. No hay una res puesta clara J b prcp.u11t:1 sobre' rninu los 4ut: crecen en bs huerras de bs cas:1s mayas y ron el ritual funerario u. rt'spectivamente, con las conrqx10- n los ptes de una pir.ími<lt' t."scalon:lfb y se. trnnsti.,rma t'n
la l<len[J(bd del grupo Je pcrs0nas st:'midcsnudas en acompa{1an calla db a los vivos. ncs ,,brc la vida de ultr,.1tumba JL' los ma}'as. A la izquil'r- un Vt'nerahle antl'pasadu, es decir, r:n un ftrlx,I anrro¡><i-
d:1 se rcproduc(" el enterramiento Je un noblt'. El rlifuntu. morfo t¡ue crece desde la us::11m:nta, l .e ílanyuean SUs
vestirlo ron ropaje funerario con nucvt' nudos, rtpos:1 en un padrt:s. tJmhién b,1Jo la forma Je :írholes-nntcpa~;ltlos.

Grupo en duelo

La bandeja en el disco solar


u wayfsu woy, su alma-woy" "su blanca conciencia de la florescencia"

494 Jrmgl~Ji," dt /,,, drufomw..-dt'I alma c:n t~h.: ra'.')o equi\·ale al nombre del difunto. El 1croglífico
f.l j<'íü.ditlrn dd ,d n,;HC'fl\, (·.;, denr. d :ilma zoomorfa del uiak mk 11ahc1/ (''su hlanra concienci:i de la ílorc,ct:nci;t'°)
,.." 1•1 dt'I dr•mn11. de u n:1 cabeza cslili-
11~nt' l.1 ,1p:1rit'nn,1 se rdicrr, por el contr:irio, al alma que ~e le implanta a
a d.'.I. culm:rlJ h.!,t.1 p1d Je jagu.1r. l ..1
l,1 11wJd cun un:1. roda pC'rsona cu:m<ln n ;H.T y que, cu:-inclo fata m UL'ít'.
nuwri,1 1k l,1, \t'CO "·= le .m teponr el rrono111brc "u,. que ;1h:rnrlrin;1 el n 1npo.

hombre y puede asum ir varias formas. En la mayoría de los casos se presenta bajo
la apanencia de un anima l. Las alm as-way a barcan todo el abanico de la fauna de
Yucat:ín, desde los mamíferos (como venados, monos, perros, cte.) basta los insectos,
pascrndo por lo~ n:pril es. Los soberanos mayas sentían preferencia por el "alma-
way jagua r··. e l más poderoso y peligroso de los an imales de la lla nura. Los a nima-
lcs-way estaban cuidadosa men te cl asifica dos y o rdenados mediante dive rsos atribu-
tos y caracrcrí-.tic;is. Así, del jaguar se conocen cerca de: 15 representaciones: existe:,
por cjrn1plo. el " jaguar-fuego", el " j,1gua r-,1gu:1'' y el " jagua r-nube". Figuran tam-
bién como animales-way seres q ut> combinan vari os a nimales. La "ser pien te-vena-
do" acumula en sí las cualidades de ambos . C:ierni n la lista d e las almas-way seres
fa ntásticos, m itológicos y divinos (en tre ellos, las divinidades de la muerte y de los
sacri ficios) y fenó menos naturales, como com etas y rayos.
El way existe como un alter ego del hombre: s us destinos se encuent ra n íntima e
intrínsecamen te unidos. Cua lquie r cambio que se produzca e n la vida del way o del
hombre (y, de una manera especial, las heridas, las enfermedades o, en el peor de los
casos, la muerte) afecta po r un igual y al instante a los dos. Si e l hombre en fer ma,
también enferma su way; un way mortalmente he rid o acarrea la mue rte a su com -
pañero humano. La fec ha ele nac imiento del hombre es el elato d ete rminante para
averiguar el ruay que le acompaña. También los acontecimientos o lances sing ulares
pueden servir pa ra conseguir un way o para que un h ombre descubra a su sosia ani-
mal. hasta entonces desconoc ido. De este modo, pues, hay personas que pueden
tener varios sosias animales, muy d iferen tes e ntre sí. Existe además la creencia d e
que d car:íctcr individual y l,1s cualidades personales del hombre coinciden con las
del an imal que le acornpai'ía .
Los sosias an imal es no están exclusivame nte reser vados ,1 los seres humanos.
En opinión de los mayas, las a lmas-way son un fenómeno na tural y sobrenatural a l
mismo tiempo, que pued e abarcar a los animales e incluso a las plan tas. También los
~lioses y lo, scres sobrenaturales tienen un way. K 'awiil, una de las di vinid ades m ás
1
mportamcs del pa nteón maya, tiene por way a la divin idad Ya x Loot Jun Win ik Na
Kan, inl'ocada en los sacrificios cruentos.

195
ludo llf1lt>nur dr !t1 estela 40 de Pirdnu Negrai, ceremonia 1.::1rrificial t'n honor de- lu~ antep:1sndos difuntos:
Prrtn e; . ,
• uarenw1,1, t•dific,o J<J; clásico tard,o, 746 d.C.; arrodill::ido, <leja f .a1.:r Je su m:rno Jerecha got:is de sangrr
1
CJJ 1•a· u/1 . .¡o•
C .. ' tm, o) cm, unchum // 8cm,¡:roJ·or-16cm; o granm de incicll)O en un pozo que conduce .1 una cáma-
lkdud de Gutttema/a, J\fu.<eo Nacional dt .rlrqueología ra mortuoria abovc.:dada seii.alada en l:1 partr infcnur.
Y E:1nograffo
.Sobre un lecho rcpos~m :imortajadm los resro~ :irados con
Esta '"d a cr 1 1 _ _ .
, 1g1c a~ ano 14ó cLC.. mucstr:1 rn su registro cuercb~ de un difuntu. Es p:-irricularmente nornble d pcxho
superi,,r al soherano-1 Je Pieclr:1s Ncgr,1s en d curso cle un::i :ilz.1do y ricamente.:- aJornacio con jaJt'.
!'-o es sorprendente q ue se menc ionen como acompa-
ñantes a way asociados con la muerte y los sacr ificios
cruentos, porqu e la creencia-way implica una nuc,·a
dimensió n que desborda la existencia de los sosias, sea n
an imales o seres sobrenaturales. En la lengua de las ti t'-
rras bajas way tiene ta mbién el sentido de "dormir" 0

"soñar'', significados que se adaptan perfectamente a rea-


lidades q ue se le esca pan al hom bre, pe ro que le acompa-
ñan de forma permaneme. También expresa la idea ck
"tra nsformació n" y ''embrujamiento''. A algunos hom -
bres, entre ellos a los chamanes, ,e les atribuye la capa-
cidad de transformarse, por medio de ritos ext:ltico, }
de l consumo de drogas, en animales cuyas cualidade,
adqu ieren (por e jemplo, poder volar como las a\'es), aun-
que po r poco t iempo. En la é poca clásica ,e :Hurnía qut·
los sobe ranos mayas disponían de este poder de tram-
formación. Las ceremonias con que se celebraba el final
de lo, pe riodos tempo n1 les im portantes, acompañadas de
sacrifi cios cruentos y danzas extáticas, les ofrecía n la oca-
sión ele transformarse en un animal o en un ser ,obren;1-
tural. Para estas ocasioncs se adorna ba n con las máscaras
de los dioses o de los animales correspondientes y en las
inscripciones de los glifo, se les desig naba como encama-
ción del animal o del dios.

Entrar en el camino de la muerte


La m uerte de K ' inich Janaab Pakal de Palenque est,\
descrita no sólo com o disolución y extinción de sus alma,
sino también como marcha hacia el más a llá (sin que,
como es obv io, amhos conccptos se excl uyan m utua men -
te). El más allá era para los mayas clásicos un uni verso
subterráneo acuáti co, unido al mundo de los seres hu mJ-
nos a t ravés de las supe rficies de agua (realmente existen-
tes) o de las cuevas. Con el enterram iento, se consumó la
marcha de K' inich Janaah Paka l a ese mundo. Su cue rpo
fue depositado en la cámara sepulcra l, en el centro del
templo de las Inscripciones, y se sumergió sim bólicamen -
te, por la escale ra q ue conduce al infram undo, en el inte-
rio r de la Tierra.
La inscripción de la tapa que cierra el sarcófago de
K' inich Janaab Pakal (fotografía 496) describe de modo
expresivo el destino que le espe ra después de la muerte:
siguiendo la llamada de sus predecesores y antepasados,
emprende el cam ino hacia el m undo subterráneo que ya
antes q ue él recorrieron sus antecesores. Para los mayas,
los antepasados difuntos no eran, en modo alg uno, seres

496 Tapa dél sarcófago de la cámara el soberano dcscirnrle :i las csboz.u.lJs


septdcml de K'1111ih Janaab Pakal. fauces dd inframundo bajo b figura dd
Palenqur, Ch,apa.<, Méxtcv, templo dr lus joven cliu:. <ld m.ií7, es decir, ha .1lr.ln·
lmm('Cionrs; d,üiro tardio, 683 d.C: zado la v1JJ Je ultmumha. Oe él brotJ
roli:a; t1!1Ura .Ji9 cm, a,u-huru 120 cm el :írhol tld mundo cruciformr, que..
La rn.p:1 del ~arcófogo reproduce un mo• scñal:l el c unino h:ici:1 el más nll:1 dd
mt'nto dec1si\'o del c.1mmo al m:í.i; allá difunro y s1mboliz.1 13 rr:insfunn:1ción
<mprcndido por K'inich JJnaah Pakal: dd -.ohcr:mo en un :rntc:pa,¡aJo.
pasivos, sino que intervenían en el acontecer diario de los humanos y se manifestaban a
Trazado de una cámara sepulcral
rravés de las ceremonias y los ritos.
Dado q ue en su viaje hacia el más allá el difunto tenía que superar varios obstácu-
los, sus fam iliares se esforzaban por facilitarle el cam ino. Quen~ar plantas aromáticas o
consagradas mantendría alejados a los malos espíritus. Los mayas actuales temen sobre
todo a los okol-pixan, los "ladrones d e almas", de los que podría ser víctima el alma del
difunto cn su camino ascend ente. Algunas aberturas concretas en los tejados de las casas
-o el canal del alma en el templo de las Inscripciones de Palenque- servían a las almas
de da de escape.

La cámara sepulcral se preparaba normal· Se comenzaba por excavar en la "plaza"


mente una vez muerto el soberano. Algunos una fosa de 3 a 4,3 m de profundidad.
De soberano a dios monarcas empezaban a proyectar su cámara
sepulcral poco antes de su muerte, aunque
esto era poco habitual.
La más impresionante descripci6n del descenso al inframundo procede de las tierras
:ilras guat<:maltccas. Entre los temas centrales del Popo! Wuj de la primera época colo-
nial se encuentra el relato de las experiencias de la pa reja de gemelos divinos Junajpu y
Xb'alanke. La na rraci6n de su descenso al infram u ndo, sus enfrentamientos con los
señores de este universo subterráneo y su muerte, así como su reg reso t riun fal, es consi-
derada como la más profunda y d etallada desc ripci6n d e las concepciones sobre la muer-
te y el más allá de los mayas prehispánicos. La historia se inicia con el desd ichado desti-
no de )un Junajpu (1 cerbatana) y Wuqub Junaj pu (7 cerbatanas), antepasados de los
hermanos gemelos Junajpu y Xb'alanke. Una de sus aficiones p referidas era el juego de

Acontinuación se preparaba el suelo de la Cadáver de un noble con espléndido ajuar. Al difunto


cámara, el banco y las paredes y se enjabel• le acompañaban cerca de 50 objetos cerámicos, pla-
497 l'isw de la cámara sr:pulcral de K'inich /amwb Pakal. templo de la~ Inscripciones. De!.Je la panc posterior, y gaba con una capa de cal. Los trabajadores tos llenos de alimentos, diversos utensilios domésti·
hajan<lo por una escalera t'll c:l interior, sr lleg:i hasta la accedían al recinto por escaleras de madera cos, vestidos y sus objetos personales, cosas todas
/>alnu¡ue, Cluapas, iWéxico, templo de lüs lnscripáo11es; ellas que probablemente utilizó en vida. Dado que
sepulwra. L, est:rncia está Juminacla por el sarcófago. con
o de piedra sin labrar.
c/Js1(0 wrdío, altun1 7 m, longitud JO m, anchum 4 m esta sepultura estaba colocada en el centro de un
E.I camino a la c:ímara sepulcral <le K'inich Janaah Pakal los restos del soberano. L.i tap<l, adornada con relieves, l'S, patio, cabe suponer que la ceremonia del enterra-
cont.lucr primcrn a b pirámide de nueve e,calones <lcl sin lugar ::i duelas, la obra má!i ct'k brc del arte maya. miento no tuvo carácter privado, sino que fue cele-
brada con pompa y esplendor.

Sobre la abertura del sepulcro se extendió un lienzo de Se apilaron tres hiladas de piedra de la mampos·
algodón, tal vez para proteger al cadáver y las ofrendas tena de la bóveda en saledizo. La cámara no fue
de la suciedad que pudiera caer y de la mirada profana techada con piedras sino con vi~as del llamado
de los trabajadores. En las excavaciones se encontró la "tinto" (Hematoxylum campechronum), madera
huella de uno de estos lienzos en torno a la abertura. azulada de Campeche, lo que facifüó la rápida
Hubo que recurrir a objetivos especiales para poder ejecución de los trabajos. Estos maderos se han
fotografiarlo. conservado en parte hasta nuestros días.

- Roca natural

Obra de mampostería
recubierta de estuco
Techo de "tinto"
(Hemotoxylum compechianum)

Relleno

Los sacerdotes distribuyeron sobre las vigas miles de trozos de obsidiana negra mezclados con escombros.
Acontinuación se inició la edificación del templo, que completaba la cámara mortuoria y la cerraba bajo su
maciza estructura. Ni ventanas ni puertas ni conductos subterráneos permitían acceder a la tumba desde el
exterior. Excavaciones de varios meses de duración efectuadas en la tumba 196 del edificio 5D·78 de Tikal han
proporcionado información precisa sobre la construcción del templo, y más en especial sobre el enterramiento
del cadáver. Tras las excavaciones de 1965-1967, los arqueólogos llegaron a la conclusión de que el templo fue
construido después de la muerte del noble y por encargo de sus sucesores, para mantener intacto el prestigio
de la dinastía.
pelota. En uno - d e estos enfrentamientos (los dos jugabai1 contra los hijos d e )u n 498 Dimtl del clásico temprano. OnKe11 eracro dcicn110cido 1 representado un nohle maya. Sentad o a la derecha figurad
t11la región de Usumucinra; clá.sico temprano, 521 d.C.; calí:::a; señor reinante de Bonampak, que e.nrnrgó c:ste dintd p:1rn
Ju najpu), los seño res del inframu ndo se irritaron por el enorme estruendo que se pro-
rolección privada el sepulcro Je su abudo y or<lenó trasb<l.:irlo a este lugar. A
ducía en la superficie de la Tierra. Jun Junajpu y Wuqub Juna jpu interrumpieron el ;\ ambos lados del texto jcroglifiro central. que fecha la la izguin<la puede verse a este venerado ~mtepasaJo, de
consagración de este dintel (rnmbién llam:iclo "Po Throne Lacanja: su perilla indica que hacía ya mucho tÍt'Inpo qur
partido, de modo que no se vio confirmada la suspicacia de los señores del inframun- Panel") en el día 30 de junio del año 521 <l.C., aparece había muerto.
do dl'. que les fal taban al respeto. Pero, para ponerlos a prueba, les in vitaron a un par-
tido de pelota en el inframundo. A mbos aceptaron la invi tació n sin el menor recelo.
Los mensajeros los condu jeron al inframundo: u n cam ino difícil y peligroso a lo largo
de empinadas escale ras, cruzando grandes torrentes y angostos d esfilade ros. Los seño- Los señores del infram u ndo volvieron a enfadarse por el estruendo y una vez más
res los rec ibieron intrigantes y seguros de su victoria. Como salud o, les invitaron a sen- invitaron a los jugadores a demostrar su habilidad bajo la t ierra. Junajpu y Xh'alanke
tarse en un banco que era en realidad una piedra candente. C ua ndo los herma nos se aceptaron la invitación y descend ieron po r el peligroso camino que lleva al espacio infe-
sen taron y saltaron con la ca ra desfigurada por el dolor, los soberanos del infram u ndo rior. Llegados allí superaron con gran éxito, al con trario que sus antepasados, las pri-
estallaron a reír a carcajadas. meras pruebas. También a ellos se les asignó la "casa de las tinieblas" pa ra dormir, pero
Como d partido de pelota tendría lugar al día siguiente, llevaron a los hermanos sustituyeron la tea que se les dio ya encendida, y cuyos restos se les reclamarían, por la
a dorm ir a la "casa d e las tinieblas". A causa de la oscuridad reinante, se les dio a cada hrillante pluma de un ara y colocaron en el extremo de sus cigarros u na luciérnaga.
uno de ellos una tea e ncendida y un cigarro ya em pezado, con l:1 exigencia de q ue de- C uando, a la mañana sigu iente, entregaron las teas y los cigarros sin consumir, los seño-
bían devolverlos a la mañ ana sigu iente todavía sin consum ir. Pero en el curso de la res del inframundo se quedaron muy sorprendidos.
noche teas y cigarros se consu mieron en su tota lidad. Cua ndo, ya pasada la noche, se les Su asombro iba en a umento a cada nueva p rueba, pues los gemelos las superaban
preguntó por el resto de las antorchas y de los cigarros, tuvieron q ue confesa r que se con g ran astucia. Afrontaron con éxito las pruebas d e la "casa del cuchillo d e obsidia-
había n acabado por completo. Al instante, los sobera nos del in framu ndo los mataron a na'', la "casa d el frío" y la "casa del ca lor". Pero fracas:1ron en b última, en la "casa del
los dos. Jun Junajpu fue decapi tado (fotografía 500) y su cabeza colgada de un árbol que murciélago". Obligados a pasa r una noche entre murciélagos de d ientes afilados como
se alzaba a la vera del cam ino. cuchillos, los hermanos se ocu ltaron d e m ilagrosa m anera en sus cerbatanas. P ero
Un día, una de las hijas de los señores del inframundo pasó junto a l :írbol, que ten ía cuando J unajpu intentó averiguar si ya había amanecido, no tomó las precauciones
frutas ya maduras, y se acercó para alcanzar una. Entonces la calavera de Jun Junajpu necesa rias y sacó imprudentemente la cabeza fuera de la ccrb:ltana. Al insta nte, un
habló con ella, escupió en la mano tendida de la joven y la fecundó con su saliva. murc iélago le decapitó. Al día siguien te, mientras jugaba a la pelota con los señores
Temiendo q ue se descubriera su embarazo, la muchacha huyó del inframundo. del inframundo, Xb'a lanke consiguió sustituir b ca beza de su hermano por una cala-
Finalmente, dio a luz a los dos gemelos divinos, Juna jpu y Xb'alanke, que crecieron y baza, pero no pudo ev itar la derrota y la muerte. L os sefiores d el mundo subterráneo
se convirtieron en diestros cazadores. Cierta vez, cazaron un ratón que les dijo dónde mataron a los gemelos divinos (fotografía 501 ), despedazaron sus cuerpos y arrojaron
habían escondido J un Jum1jpu y Wuqub Junajpu su equipo de juego de pelota antes de sus h ucsos al río.
haj:ir al inframundo. Empujados por la curiosidad, prolx1rnn el equipo y se ejercitaron Pero, en el lecho del río, los huesos se reagruparon y crecieron hasta convertirse
en el juego. de nuevo en cuerpos. Al quinto día de su ases inato los gemelos divinos salieron del
DE CÓMO LOS ENVIDIOSOS HERMANASTROS
FUERON TRANSFORMADOS EN MONOS

I ~t,/ w,,,ahon/4 ti lnN tk (ljmo npliar,. nulffall Jun B'atz' y Jun Chuwen eran grandes másicos y cima del irbol. Y Juaa1pu y Xb'alankc la coo1araron:
dtl 1i..1 r a, rua/ y M s,u Uh11t1tt1n. El 11p,e,,u ntroao da- cantores; hablan creado en medio de muchos trabajos 'Dentad vuestros ealzontJ, aiadloo debaio dd vicnire,
cn," ngm d~ los fflOIIOS"""1¿f,
y necesidades y pasaron por muchas proas, pero llep- dej,¡ndo largas las pumas y tirando de ellas por detrás
\ 1, pues, dircm01cómo fue su nacim1t nto. ron a ser muy sabios. Eran a un tiempo flaurisias, c1n- de ese mqdo podms andar fáctlmeore' As! 1.. diJcron
, ando llegó d dfa de •u naciuuento, d,o a luz la 1ores, pintores y talladores; rodo lo sablan hacer. a sus hermanos menores.
Iº" , '" se llamaba Xq'ik; pero la abuela no loo vio 1-. 1 'Estf. bien', <001CSt11ron, tirando la punta de su,
cu,' 11 1 n.1cicron. En un uutante fueron dad01 a luz los Un dla, llegaron 1Juna1pu y Xb'alanke) al pie del ceftldores.f)Cto al ,naunte se conY1n1el(>n ésto& en rolas
dos 11.11,huhos llamados )una1pu y Xb'alanke. Allt en árbol que ,e llama Árbol Amarillo. Iban acompallados y se transformaron en monoa araAa. En seguida se fue~
rl 1111 n·,· Íutrnn dados a luz. de sus hermanos m•JOres y tirando con la cerbatana. ron sobre la, ramas de los árboles, por entre los montes
1 1 ¡t◄ 1 llegaron a la casa, pero no podlan dormirse. No era posible coniar los pájaros que caniaban sobre el grandes y pequeños y se unernaron en el bosque,
, _,¡, • botarlos afuera!', dijo la viej,¡, 'porque 4rbol y sus hermanos mayom se adll)iraban de ver 1an- haciendo muecas y eolump,oindoot en las ramas de los
ver•1 1( ( rJ1 ncnte es mudio lo que gritan~ Y en seguida 1os pájaros. Habla páJaros, pero ni uno solo cala al pie árboles. Asl ~ron vencidos Jua Chuwen y Jun B'atz'
íuc. ro11 • ¡,oncrlos ~ un hormiguero. Allí durmieron del árbol. por Juaa1pu y Xb'alanko".
tra m.Jlll arncnte. Lurgo los quitaron de ese lupr y l01 'Nuestros pájaros no caen al suelo. Tenéis que tre-
pu~1, on ~ol.,re las espinas. par', les dijeron a sus hermanos mayort1.
\h >r> hien, lo que querlan Jun B'a1z' y Jun ·Muy bien', contestaron lstos. Y en seguida subie~
Ch11w l (,rns hermanastros de mayor edad) era que ron al árbol, pero el 4rbol aumentó de 1amallo y su
mm H·r 11 ,lill mismo en el hormiguero, o que murieran tronco se hinchó. Luego quisieron bajar Jun B'atz' y
sohr•· l.,., cspina5. Descáhanlo a1( a causa del odio y Jun Cbuwcn, pero ya no pudieron descender de la 490 L, _ _ ,,,,..B'.... ,/.. c...... - -
de rm ,.¡,, que por dios sentfan Jun B'aiz'y Jun cima del 4rbol. '"""'- 600-,oo,c,,...u...,.
/6no; .....,.,,_ 11<"7 ll20/
,,__...,.,u,..,"'-
Cill l\t\ "\, Entonce, eJ<clamaron desde lo alto del b bol: '¿Qué Ya en d ,m dt la n&hura maya ditiaa IC' eacuea.1,an ttpl'(lduttiones ,Ir~
\I p 1ncipio se negaban a recibir en la casa a sus nos ha sucedido, hermanos nuestrool IDcsgraciad05 de ti,.,,.,
mlbcol mu, ptretidol a let pcl'IOftSltl trlllSl'DÍIÍdol m W-:,. Fpan
aure clloe cb tmt d1v111Dt con car. dr fflOhO q• concspondtn cl.raMrn1t
hnm H menores; no los conocían y asf se criaron en nosotros I Este árbol nos causa tJpantodc sólo verlo, ral
t Jwi. Baiz" ~ lwa Cbuwai. hermanNttol -do M háen ¡¡emclol Junaipu y
el 1" 111 el su aspecto, ¡oh hermanos nuestros!', dijeron desde la n·.taru:~
Asimi smo les ponían algunas d e las pie<l ras que utilizaban en sus transacciones, para
que no les faltase el al imen to en el más allá.
La ulterior existencia d e los muertos en la vida de ultratumba dependía, según la,
creencias mayas, d e que pudieran satisfacer sus necesidades básicas, como comer y beber.
Los cuidados regulares dispensados a los muertos eran el barómetro que scfolaba el
grado de relació n de los vivientes con sus fam iliares difunto~. Pocas d ichas podían c,pe.
rar los vivos en este mundo si sus muertos pasaban hambre. Las ofrendas de dinero O dcc
piezas d e ja<lcíta demuestran -tal como dice en sus informes Diego de Landa- qut> la
existencia ele ultratumba no er;1 para los mayas una concepción abstracta, sino que e,ta-
ba regulada, como la vida en la Ti<.:rra, por reglas y necesidades ma teriales
El sepulcro -denominado mukna/ (lugar del enterramiento) en las inscripciones- c.:s
el punto final d e la existencia física del individuo, pero no afecta a su exi~tcncia ulll:n or
como antepasado (fotografías 491 y 492). La descripción del camino hacia el má~ allá ilu,.
tra las complejas creencias que: ~e asociaban con este lugar. l ,os indi viduos de rango
excepcional, como los soberanos, avanzaban en la vida y en la muerte a lo largo de la línea
fronteriza y po<lían oscilar entre este universo y d otro. Si bien a su muerte estaban obli-
gados -<:orno cualquic.:r mortal- a emprender la ruta hacia el inframundo, tam bién po-
dían divini za rse y superar la muerte, de acuerdo con el mito de los gcmdos divino,.

500 Fnso del quinto e1cal611 ,le /u acrópnlu dt Tomnú, de lo~ mayas cl.'.isico~ wbrc la muerte y d inframundo. Lis 502 Tumba de /l'U prínClpe. l<íu i l:ul. Peti11, Guatemala; fue pmtada <le rojo: !tubrc d fraJ?mcntn ele roc:1 que ,1,brc-
Chw¡,,,.,, México; cláilcn rardíu, 600-800 d.C.; e;tucu. c3hetas de los c.lt'capn:ulos señ:ibn lo!> puntos ele int~r!>i:c- rumba 23; dJsiro temprano, siglo I d.C. sale del sepulcro están rl'prrscnradm la d1vinicbd !un.ir \,
L..i presencia de la muené encuentra rn el friso rstucado dé c11ln de los rt"g1stros pictóricos, Ü1\'inidadcs esbozada!> o El nuble maya aquí cntcrr;u.iu en d (,iglo \' J.C. en b tumba probablemente, un monstruo rlel inframun<lo.
Toniná su m~s cl,rcct3 expresión. Fue realizado tras unJ presentarlas baio forma~ 1oomorfas, \'lllculadas al sacrifino 23 pertcm.:cfo a 1:1 clase dm~l'nte cie Río Azul. Así lu 1ml1-
\·ictona del soberano de esta ciudad e instrt,\ el sacrificio de: y b mucnc. r1.;pitcn l:1 mac;1nza ntuJI Je los vt"ncidm. can. t'n particular, las nurm:ros.,s ofrl"nda) <k b.1rro, platos,
lo~ prisioneros ele guerra ~n d rontcxrn de.: las rnnccpcionc~ han<lej;1s )' vnsijas cilíndrica) provistJs de tapa. LJ cripta

agua y tomaron al instante la d ecisi ón de venga rse de los señores del inframundo.
D isfrazados de mendigos, se hicie ron famosos por la perfecta ejecución de sus dan -
za~ y por los prodigios que realiza ban . Cuando los seño res del inframundo se ente-
raron, les in vitaron a su corte. E staban tan contentos con su prcsenci,1 que les roga -
ro n que hicieran una exh ibición de todas sus ha bilidades. Junajpu y X b'alanke
m ataron a un per ro y le devolvieron la vida. Incendiaron la n:sidencia d e los sc.:ño res
<l el inframundo sin que los edificios sufrieran da1ios. Entusiasmados, los soberanos
les pidieron q ue se mata ran en tre sí y luego resucirnran. Xb'alanke mató y luego resu-
ci tó a juna jpu. Entonces les pidie ron que les m ata ran a ellos y a contin uac ió n les resu -
citaran. Al instante, los herma nos les abric.:ron el pecho, les a rrancaron el corazón y
abandonaron su s cadáveres sin devoh•e rles la vida. Y así fu e como se vc.:ngaron de los
se ño rc.:s J c;I inframundo y acabaron con su pode r. Pinalmcnre, ellos m ismos se trans-
fo rmaron en el Sol y la L una.
Los soberanos de los m ayas clásicos imitaban, al morir, el d estino de los gemelos
di vinos. Como en carnación d e éstos últimos, la mue rte les llevaba por un camino sem-
brado J e obstáculos y peripecias al infram u ndo. A diferencia del pueblo llano, los sobe-
ranos divini zados tenían, como Ju najpu y X b'alanke, la facul tad de su perar con astucia
las pruebas del infram undo, de quebrantar su poder y, con ello, el de la muerte, y d e
ascender desde las profund idades transformados en sc.:res di vinos.

La presencia de la muerte
La c reen cia en una existencia u lterior a la mue rte e ra uno de los elementos bási-
cos d e la religió n maya prehispá nica. Así se ad vierte de inmed iato por la costu mbre
de deposita r en la tumba, al lado d el difunto, comida y bebida (fotog rafía 502). El
ya citado Diego de Landa testifica que esta costumbre seguía vigente en el sig lo XVI.
501 T:omfJ<111t/1 (rolgudtrt, dt las calaveras}. <:h,chén lt::á, es un:i pbt.Jfurma de p1edr3 ,lesde 1., 1.1ut. ,t>~t'm fm·nu.·,
In fo rma, e n efecto, de que e n aquel entonces, tal como se sig ue haciendo h oy en Yr1cará,1, Mi:flco, Pla:a Muy()r; cláúco fmal!posclásico t:spañolas, las calx:Z,'l'- ron:hl.1s t·n lo~ ~u:rtlino, hum,1111"-
remp,~110, 850 I IUO J.C.: cu/iza cran colocatb~ en la,; punt;'.l,~ de b, buzas y t:xpue~1.1, a
día, acostumbraban c.:nterrar a sus difuntos envueltos e n un sudari o y les llenaban la
El llamado 1:nmpantli, que ramh,én ~ cncucmrn t'll otros todas b'i miradas. Sus l,,do-. btcr.1ll, 1,:,t.ín ,1d11rn,ulm con
boca con m ;:¡íz molido, que los m ayas llaman k'oyem y designa com ida y bebida. lugares ele Me~oamt'nca. y m.l~ en ~renal en ~é.xico n:mral, cab\cr:1~ tmpala<l.1~.
,
• DEL CLASICO
,
• AL POSCLASICO
LLENTO DECLIVE O NUEVO COMIENZO?
EL CAMBIO DE LA CIVILIZACIÓN MAYA CLÁSICA
EN LA REGIÓN DEL PUUC
icholas P. D unning

"La, colinas se elevaban a nuestro alrededor y el paisaje de la región ofrecía u11 aspecto que el curso de las etapas tardía y fina l de la época clásica (600-950 d.C.). En un momento en
habría que calificar de ahsolwamente fasci11a11te, pero por doquier dominaban la soledad y el si- que estaban siendo abandonadas la mayor parte de las ciudades de las tierra~ bajas,
lmoo. Una quiewd mortal, sólo rota por el canto de 1111 pequeiio pájaro mosca,jlotaba sobre la.r muchos de los asentamientos dd Puuc y sus dinastías reinantes tuvieron la capacidad de
minas... Alamzamosji11almente u11 edificio que Catherwood dibujó m1ís ta,de." (Fotogmfía 504) mantener en pie sus antiguas tradiciones hasta los primeros años del siglo X d.C., es d ecir,
100 años más que los mayas del sur. Este periodo, que los arqueólogos denominan a
A,í describía John Lloyd Stephens, en 1842, las antiguas ruinas mayas de Xculoc, en menudo "<)ásico terminal" (790---909 d.C.), se caracteriza de una parre por un gra ndioso
Cam peche. A través d e los apasionantes relatos de Stephens, Frederic Wa ldeck, O esiré ílorecimiento de la arquitectura y el arte y, de otra, por una enorme decadencia que pro-
Charnay, Teobert Maler y otros oploradores del siglo XIX, tuvo el mundo noticia del vocó cambios pnlíticos decisirns y el abando no de numerosos asentamientos, un cambio
extraordinario legado arquitectónico de los ma yas del Puuc, región montañosa que se que preparaba el terreno para la irrupción de b época posclásica.
extiende por el sur del estado federa l mexicano de Yucatán y el norte d e Campeche.
Alguno~ de los edificios construidos en estilo Puuc, como por e jemplo el palacio del
504 El "palac,o de las Figuras", Xrnloc. Grabado de accesos ele palud,~mu, C.itherwoú<l dibujó este' palacio que
Gohernador de Uxmal (fotografía 523), se inscriben en el g ru po d e las m;ís brillantes Fredtrick Cathml!OOd. 1841 ddx ~u nombre a bs Lrts pequc,l::t~ C:SCulturas de.: pierlra que
En ¡., cmciún lluviosa de 1842. Stephcn, y C.11hcrwoon, ci«oran el fri~ y qut' )OSticm:n el recho. como los atbntcc;.
creaciones de la arquitectura universal. Estos complejos arquitectónicos son el resultado
¡?t11ados por un joven que ~ lo lkv:iha un sombrero rle paja y l.a!, figuras fueron robad;ili y hace pocos nños .tpMrcierun de
y a la ve,. el símbolo del cambio registrado en la sociedad maya de las tierras del Puuc en unJs sanclahas, llegaron a Xculoc. Cam~chc F.ntrr dos nuno en el mercado internacional del .irte.

503 .\laitiirunt's del ala norte dtl Convemf> o rnadrár,gulr,


de lus Mo,yus, U.rmal, Yucatti11, Mé:rico; clásico final,
9{J/J...9JIJdC
Lo~ Jn;hcaroncs dr mm:iicu. apilados los unos sobre lm
otrm, g,n r.uactcrísucos de la decuraciém :1rquircctónic:i
dd tsul1l Puuc Esras torre::. de masc;1m11cs :ikanz.111 en
el ru,lllr.1ngulu tlt lal!i Mon1.1s de: Uxmal su mis alto ni\'el
tic- pt:rÍt'cuñn. Tr,cb b fuch.u.la dd :1la septcmrion:1I. que
form,1 IJ ,ca1ón principal tk la cfopo,;iciún cuaLripartira.
l'")tj .1dornJ1b con símholo!. rela tiv0<; a tcnus lklictX.
Tumhién C!ltos m arro m~1sc;,1rones csr5n coronados por
un,1 rcpn.:~t'.ntJc1ón csriliza<la cid <l10s mexicano Tlaloc.
Son up1ru .. <lt la cl1\'101cbd de la gucrr3 los ojo~. sorprcn~
c..lcnic:mtntc.: redondos y agr,indaclo).

l.1~,le p;í~ina .1mrr111r:


Lü pm.ímuk de K'uk'11lkan en C/11chl11 ft~í. Yurattfo, ,'\/hm)
\'i,.r,1 d1.: l.1 plat3ÍOrma de \·enu'- rn el íl:rnro M:prenmo-
n,il dt l,1 p1r,1111ulr de K'11k'ulk.1n. tamh1~11 conoód.1 co-
mo "El (',1-.tillu" l ...1csculrur3 qur se \'C en priml'f pl.1n,1
rtprt·)t'nr,1 b c:;-ihc1.1 C)fil11:aJ~, de un:1 ~crptentr. (lllC
dnt:11tpc.:ñ:t lltlJ funóón tlommanrC' en la 1rnnogrrifíJ de
( 111<:ht:n ltz.l
llamadas ak'alche, para construir depósitos de agua. Pero básicamen te rccurneron a
chultunes, es decir, cisternas subterráneas, bacia las que canalizaban el ag ua de la llu-
via a través de cuencas recolecto ras empedradas en forma ele embudo (fotografía 'iO(>).
En la práctica, cada complejo de viviendas d isponía de uno o varios ch ulrune, corno
elemento esencial de sus instalaciones. Un chultún ele tamaño medio pod ía contl·ncr
unos 30.000 litros de agua y era cerratlo de o rdinario con una gran losa plana.
Mientras q ue, po r un lado, la escasez de agua obl igaba a las poblaciones maya, del
Puuc a hacer frente a grandes dificultades, po r otro, la abundancia de excelentes rn rc-
nos hacía muy atractiva la región. Amplias superficies de suelo fértil, dcnominad.1, por
los mayas actuales pus/u 'um ("tierra blanda"). ek'lu'um ("tierra negra") o k'ankab
("tierra amarilla") la co nvertían en una de las zonas agrícolas m ás fru c1ífc ra, del
te rritorio maya. Este tipo de suelo abunda sobre todo en torno al valle de Santa Elena.
No tiene, pues, nada de sorprendente que m uchos de los mayores cent ros de la región.
por e jemplo, Kahah, se encuentren en las pendientes del vall e, donde mejor se podía
explotar el enorme potencia l agrícola. En el paisaje montaiioso de Bolonchén las gran-
des extensiones ele suelo fértil son más escasas; aparecen sólo en puntos aislados de lo;
valles calcáreos. Aq uí, los ase ntamientos mayas estaban organi zados de tal modo q ue
posibilitaban, desde una posición estratég icamente fa vorable, el control sobre esto, ter-
riles valles, a unque se extendieron también por las vecinas serranías, por ejemplo. en
~
torno a Balche' (fotografía 507).

505 F./ selvático pais,ljt "witzH (cerro,( úirsficoj) de las grupos rlc edificios aisla<los en las cima~ Je las colinas (IUe 506 Esquema de la dJJposiciún típica de rma 11v1r11du
1 supi:rvÍ\•cnc1:i de los mayas en la región del Puuc, dondt.·
colmas de Ho/011chin t ll Bakhf, Camp«he. Albiro. fueron un dC'mCnto cscm:íal Je muchos emph1z.1micntos, e11 elPuur son muy c~c:is:is las fucmc~ n:iturale~ pcrmanL'nte~ ~· h.l~
Fotografía dd 111io /989 bien como:i.l..'iializacinncs oficiales de sus fronteras o porque F.n el suelo. y , 1la<lo de la vivienda. hay un chulrún o ci<- que contar con prolonga<lus pcno<lo~ rlc )cquí.,. Lr.1 IJm
F.n primer pbno puede , crsc d pequeño c<lificio A-6. En acentuaban los ejes vi~uales que discurrían cmrc la plaza rc:rna excavado en d ;ahkah (capt1 <le m:trga c:iki1rea). hién consecuentemente p.arco el cun~mnu ele a~ua. rrxr
la zon:1 d rstic:i de Bolonchén los pohlados ~ JScntaban de cemrnl de la ciud;1<l en cuestión y los principales punms car- Aquí se :ilmnccnaba el agua durante la C:ttación dl' la~ vada tn cxclusiv.l ~1 b sati)faC'ción dt l:ls rtl'.Ctsicb d1.: .. h.i..1-
ordinario l'n l(X valles, aunque huho 1:1mbién J. mcnu<lo Jinak~ u otros puntos C'osmol6gicamentc importantes. lluviJ.s. F.s t(J) depósuos eran de \lital im portancia pJr.1 la c:1s tlr la economía <lom6 uca.

Condiciones geográficas y adaptación cultural


Conseguir un conocimiento profuntlo de la sociedad maya de la región del Puuc
requiere como contl ición previa tener presentes los fu ndamentos geomorfológicos de

L :r J
su zona de asentamiento. La zona del Puuc - término q ue en maya yuka tek significa
"colina a rbolada "- debe su nombre a una cadena de col inas cuyas dislocaciones hacen
de frontera entre la "zona montañosa" y la región relativamente llana de las tierras sep-
tent rionales (fotografía 505). El territorio aba rca, en su con junto, la sierra del Puuc,
el área de montañas del valle de Santa Elena y el esca rpado complejo cárstico de coli-
nas en torno a Bolonchén. Es de gran importancia para la disposición de los asenta-
---· ·-
l . ..
.
-0 - --; ______ _

Zócalo de •.. _.•. •· :


mientos el hecho de que el n ivel de la capa frcática de la región del Puuc esté siempre
par ~ s::lº del
unos 65 m por debajo de la superficie terrestre y sólo sea accesible a través de algunos
sistemas de cuevas muy profundas. En cambio, en las veci nas llanuras occidentales y
septentrionales el agua subterránea está a menor profundidad y puede ser utili zada
la

ci~ : ~mpo ~'"

mediante numerosos cenotes o la excavación de pozos. Para los pro pósitos de las pobla-
cio nes mayas de la región del Puuc esta carencia de fuentes tanto su perficiales como sub-
tcrdneas capaces de garantizar el abastecimiento de agua durante todo el año significa-
ba una enorme lim iwción, mucho más si se tiene en cuenta que las ll uvias en esta región
están estrictamrnte limitadas a unas concretas épocas del afio. Como en todas las tierras
Edificio
bajas mayas, también en la región del Puuc predomina un clima mixto tropical-subtro-
pical, e n el que estaciones muy húmedas alternan con otras extremadamente secas. Las
precipitaciones an uales alcanzan en el Puuc una media anual de 1.100 mm, de los que el Recubrimiento de mampostería
90% se recoge en la époc:1 de las lluvias, es decir, de fin ales de mayo hasta noviembre.
Pa ra poder vivir d urante todo d a i10 e n e l Puuc y supe rar los pe riodos de sequ ía Superficie de roca
LJl Cuenca recolectora 1

del invierno y la primavc r,1, los ma yas se veían forzados a explotar al máximo la
1
posibilidad de captar el agua de la llu via y de retene rla e n grandes cantitladcs. En
a lgunos ele sus poblados y ciudades más extensas utilizaron las tlepresiones na tu ra les,
• Kanachén Pero los arquitectos d e la región del Puuc comenzaron a desarrollar una nueva técni-
LLANURAS SEPTENTRIONALES º~~~-~1~5 km
Centro de
ca q ue liberó a los mayas d e una buena parte de las limitaciones de los métodos tradicio-
.t. 1• magnitud nales. H acia el a ño 600 d.C. se fue im poniendo en la región una n ueva arqu itectura pétrea,
• Xulmil • Sodzil
• Centro mayor
conocida com o "estilo P uuc tem prano''. Ahora las piedras se sujetaban con masas de arga-
• Centro menor
- Sakbe (Calzada masa cada vez más gruesas, lo que m ejoraba considerabk mente la estfoca de los edificios.
....... ceremonial)
VALLE DE SANTA ELENA L as grandes láminas y los silla res de piedra de las an teriores construcciones fueron susti-
Probable calzada
ceremonial tuidos por delgados lad rillos de revesti m iento e nsamblados con el núcleo de la mam pos-
Dislocación
tería hecha de pied ras de cante ra cem entadas. A unque todavía se ma ntenía la bóveda falsa
tradicional, a hora las bóvedas no se hacían a base dt: acumulación d e h ile ras de pied ras
salientes sino que e ran soportadas ú nicame nte m ediante la resistencia de las paredes
maest ras cementadas. Esta libe ración d e las limitaciones impuestas por las leyes físicas,
conseguida m ed ia nte la construcción de "auté nticas" bóvedas fal sas, perm itió a los arqui-
tectos del Puuc c rear espacios interiores significativam ente m ás a m plios (fotografía 512).
La nueva arqu itectura, basad a e n la utilización del cem ento, resultaba ser, ade más, m ucho
más económica que las a nteriores técnicas. La consecuencia de esta prim e ra a rq u itectura
" • Xcochá Puuc fue un gran a uge de la con strucción. Antes de su introducción - y en otras regiones
r r- d e .las tier ras bajas mayas- los edificios de bóveda de piedra pertenecían al ámbito de lo
• Kanki exclusivo y esta técnica estaba básicam ente reservada a la a rquitectura monumental y las
,... zonas residenciales de la clase social d irigente. Pe ro a hora se construían edificios de bóve-
da de p ~ dra para múltiples usos, en tre ellos tam bién para viviendas.

507 Map,i dr /11 reg1ó11 del Puuc con Sfü princtpales más férti l de toda la zona. Son también fértiles las depre-
asrntam1e11tas siones de las zonas monta ñosas de Bolonchén. Una red de
La SicrrilJ de Ticul, l.1 cumhrc más e!tvada del Puuc, carrereras p.avimentadas cruza la zona central del estado
kp;ara csrn rt:jtión dt' kis tierras bajas con las que limira regional, cuya ca pital era. hacia el año 900 d.C., Uxmal.
por el norte. F.l .1rnphu \"allt' Je Santa Elena posee el sudo

508 Arr¡wt('{ftm1 dt.· talud v rahlrrn. Oxki111ok, Yucatá11, direct::imente de la mclrópoli o si llegó hasta el norte por
\flx1co, edificio CA. 4: m,lo U,ki11mk 1em¡m11m, W0-5/JO d.C. vías indirectas. a t ravés de T ik::il o de algún otro punto de
J..;a pir:ímid~ CA-4, en el centro de la ciudad rlc Oxkintok, la región maya. Oxkintok fue durante el chlsico tempra-
testifica b futrt e iníluenna d<.' Teotihuaci n sohre b ::irqui- no un imporranre centro y su siruación. cerca de los
lN:tura snnplc dd 11oroc~1c J e la península. Los inves- yacimientos de s::il de la costa, pudn ra l vez convertirla l'n
tigldorcs s1gut'n estud1.:imlo s1 esta influencia procedía punto Je conexión p:tra el comercio de este producto.

Historia de la cultura y la arquitectura


Es indudable que ya desd e épocas tempra nas h ubo e n el P uuc, y m ás concreta m e nte
en las cue\"as montaüosas, asentam ientos prearq uitectón icos. Las primeras construccio-
nes pétreas no surgie ron hasta el preclásico tard ío (300 a.C.- 250 d.C.). Se las pued e, pues,
considerar jó,·enes e n comparación con las resta ntes regiones d e las t ierras bajas. A d e m ás,
en el Puuc hasta muy entrada la p rimera época clásica sólo se encuentra n alg unos edifi-
cios de piedra dt: modesrn magnitud. Sólo en torno al 400 d.C. com e nzaron a construir-
se en esta región ed ificios monum entales cada vez ma yor<:s y m ás complejos. D u rante
todo el primer periodo clásico Oxki ntok fue, con d ifer e ncia, el m ayor centro d e la r egión.
La estampa de: la ciudad estaba dominada por varios tem plos piram id ales monumentales.
Al mismo tiempo se desarrollaban en Oxkin tok y otros luga res del Puuc occide ntal,
' ki e lc hmac, esu·1os arqm·tectonicos
como Kan ' · reg1·ona 1es propios,
· ca 11·fi1ca d os e:1e " tem -
prana
fí _ arquitect ura O xk'1ntok" o - respecti. vamente- " protoarq u1tectura
. p uuc,, (e10togra-
1ª )ÜS). Su, características ern n la bóveda en saledi zo en la que se iba n a pi.lando piedras
<:n orden 1· h
d sa ientc ;1sta llegar a u n hueco salvable, y las pa redes d e sillares basta m ente
st
_esba ados, que ~e cubrían con espesas capas de estuco. En cuanto al estilo, estos edifi-
cios e ran m .
uy parecidos a los de la a rquitectura d e Pale nque de aquella m ism a época.
509 Arquiteauro Che11es. Dúbilnna1r, Óimpechr, México, camh10, una peculiaridad del estilo Chenes la, enira<las en colu mnas y cordones torsionad os han sido inter pretadas como elementos de apoyo unidos
edificio ti- /; clásico mrdíu, (i(J(J...'}(J(Jd.C. form.1 de fauces abiertas, que en Ozibilnoc:ic e:~hibt:n una
F.I t':,Lilo Chcne:s está estrechamente e:mparcnr::ido con d de :,ingular ri4ue1.a de forrna5. Las fauces dt' los mascarones con sogas, como ocu rre aún hoy, por ejem plo, en las típicas chozas techaclas con paja de los
Ríu 8cc, que tnmbién m.trca con su sello la arquitectura del rcprt:,enran montañas )" scrpicm~ personiíica<las )' recu- campesi nos mayas. Los mayas llamaban naah (casa) a los gigantescos palacios péueos, es
sur y dd ccmrn Je la pcnímul::i. Entrr IJs car:tctcrí~ticas bren con sus desbordantes detalle< barrocos todo el ,Jificiu
comunes .:1 ambos csrilos e:sr:ín bs torrc1- fingidas. Son. en del t<mplo, situado sobre la plataforma de una p1dmidc, decir, les aplicaban el m ismo concepto q ue se utiliza en la actualidad para d esignar las
cabaii.as hechas con haces d e estacas)' recubiertas de paja, Las columnitas son también con
frecuencia elementos o rnamentales d el estilo clásico de mosaicos. E ntra dentro del catálo•
En el periodo clásico tardío y final, cuando las construcciones respondían en un pri- go creativo de las esplénd idas fachadas de mosaicos el desarrollo artístico de elemento;
mer momento aJ estilo Puuc tem prano y, en una etapa posterior, al clásico, los alfareros decorativos figurativos (fotografías Sl S y S 16) que los artistas componían combinando
mayas de la región del Puuc crearon una gran varied ad de utensilios de cuarzo y cerámi- cien tos de piedras previamente talladas. L as fachadas ostentan también motivos geomé-
ca muy característicos, conocidos en la arqueología como "complejo de Cehpech". A d ife- tricos, como los que se encuenuan en la arquitectura de elite del clásico tardío en O axar,t
rencia <le otras m uchas regiones de las tierras bajas, enue los trabajos de alfarería apenas y Veracruz, en Yucatán, Este dato insinúa la existencia de una ampl ia red m<:soamcrirana
hay vasijas policromas. Tal vez se deba a esta circunstancia el hecho de que se hayan con- de relaciones de C(lmercio e intercambio en la que se incluía la región del Puuc.
servado muchas ruinas de los mayas del Puuc, pues en com paración con lo ocu rrido en Sobre las entradas y en las esquinas de los ed ificios se colocaban con frecuencia mas•
otras zonas los saqueos se mantuvieron aquí dentro de ciertos límites. L1 época de apogeo rarones de dioses narigudos. Muchos de ellos muestran como símbolo típico u na repro-
de la arquitectu ra Pu uc temprana se sitúa ent re el 600 y el 770 d,C. A unque en los traba- ducción del d ios C haak , pero también se representaban otros d ioses, como, por ejemplo,
jos de los muros y en el labrado d e las piedras de sillería se percibe un claro progreso n:s- ltzamnaaj, el d ios creado r, y K'awiil, el d ios protector de la dinastía reinante. En alguna,
pcrto a los estilos anteriores, la forma básica de la decoración seguía siendo el adorno de fachad as puede verse además un uen zado de esteras esti lizado, que su puestamente pre-
las partes superiores d e la~ fachadas, con d ibujos y fig uras en estuco pintaJo, E n algunos tende demostrar q ue d edificio es d igno del "señor de la estera", es decir, que es una rasa
rasos la zona decorad a abarcaba también las cresterías de los tejados, lo q ue permi tía a los q ue pertenece al soberano o a la alta a ristocracia (fotografía 511). E n conjunto, e,tos gru-
art istas crear complejas escenas (fotografía 509). Poco a poco fue en aumen to la riqueza de pos figura tivos de las fachadas con mosaicos se proponen afirmar de manera clarn e ine-
los elemen tos decorativos de las fac hadas de los ed ificios de piedra, que alcanzaron su q uívoca la importancia y la posición social privilegiada de los moradores del edificio,
plena expansión en los esti los típicos de la arquitectura clásica del Puuc (fotografía 515). En el periodo clásico del Puuc se registró un notable aumento demogr.ífico en la re-
Las const rucciones de la arquitectura clásica Pu uc surgieron entre aproxi mad amente gión. Se ampliaron muchos de los antiguos asentamientos y se fundaron otros. Pero mien-
el aii.o 770 )' el 950 d .C. y pueden articula rse en dos fases, el estilo clásico de columnas y el tras en los primeros años del siglo X d.C. en la zona se producía el máximo incremento de
estilo clásico de mosaicos, que confluyeron )' llegaron a su perponerse en u na medida tocia- la población y un:t intensa actividad u rbanística, en la segunda mitad del siglo se registró
vía no bien definida. Pertenecen al estilo clásico de colu mnas las columnatas, a menudo una drástica despoblación y el abandono de muchos territorios perifé ricos. De todas for-
separadas med ian.te "elementos de cordones" (fotografía 516). Estas combinaciones de mas, algunos centros estuvieron habitados hasta el posd ásico, después del aiio 1000 d.C.
510 f./ td,jiao Cud:-Pnop. Kahah, Y11,atán, Miri,o, ed1ficofri Puuc b parte inferior de los muros exteriores no 51 J J:.'ntrada t1I patio inrrrwr del t u11dnfogulo dt> las 1nerid1on:1I. kt mi~ hJ j;1 Je la:( cuatro <le qur rumtJ el edi-
td,jino lC-6; cla,,w final. 8(///-l)(}0 d.C. . presentaba, en general, dccor:ición. aquí rodas h1s focha- Mon;as. Uxmal, Yucarán, México, u/u sm; cMsiw ji11al, ficio. en do,; partts ,;;imüncal'i, cn,:ando ric este modo un
El <d1fic10 r.oJ,-Poop, 1•mb1én llamado "polocio de lo, das c:srán ricamente recubiertas <le mascarones mm,ivos. 'J(}()-910 d.C. cquilibrm ópuco ya que <le otra mancra SC'ría J ummantc
~1.asaroncs... C.\ l,1 comtrucnón má~ famosa de: 1:1 ciudad t:n gr.ln pane repetidos. Una alta crcsterfa corona el pala- Se entra de or<lin:uio al patio interior del gran Convento d ., la norte. Si <les~Je: el patio interior ,;;e rlirigc la mirada
Je Kabah y, :il nw!lmo 11cmpo, uno <le los más célebres cm, ante el que .se .tlzahan -t'n d btlo no recogido en la o cuaddn~ulu <le las Mon jas. comtruido por el rey Chan a la Jirecc1ón uPueqJ. 6w C3(' sobre el cit.: n ·ntral clr-1
<¡cmplus del «ulo Puuc iarJío. Tiene 4(, m de longirnd y fotogratia- cinco figuras de piedra Je t:lmaf10 namral. Chaak K'ak'nal Ajaw de Uxmal, a lra\'és del munumc11- campo <le jue~u J e pclo1a.
postt d1cL 'i,11:i, onlcnJtbs por pare). ~1ientr:is que en los ral pon.:11 ::ibo\'cdado dd ala sur. L:1 t'ntr:ufo articula el ala

Núcleo de mampostería de piedra y mortero de cal

Revestimiento --1Fh;e,,A
de piedras
bien labradas

)12 &cr,6n de w, u/,1 del cuodufogulo dr lth ,\lmy,u.


ú'xmol, Y11C111dn1 ,\Jfx,co; dásirofi11al, 'XIO-'Jl(Jd. C.
TJnto L.1'> búveda'> co1nu las ¡Mrcdes de los edifir iu::i J>uw:
tienen un núclt'o .1 Wse de rocalla y mortero. Súlu IJ~
foclucb, eM.Ín reruhtcrt3!- de :::,¡\lares quc:1 :i la ,1ILurJ del
nrrJnque ~k b hó,•c<lJ. se ,1r,icubn en <los ni\'ck:::,,
Asentamientos urbanos y rurales
Comparados con los de otras muchas regiones de las t ie rras bajas mayas, los asen -
tamientos de las ciudades del Puuc se concentraban en torno a un núcleo, d e d onde se
derivaba una densidad demográfica relativamente elevada. A pesar de ello, tamhién
aquí cerca del 70% del perímetro urb:1no estaba despoblado. En cualqui er caso, ape-
nas puede hablarse de te r reno desocupado, porque el suelo estab:1 destinado a diver-
sos usos, por ejemplo, cultivos agrícolas, producción y almacenam iento de víveres y
actividades de alfarería. Las huertas do mésticas de explotació n intensiva y los campos
ci rcundantes eran un componente básico del pa isaje urbano y ser vía n para el auroa-
bastecimicnto ele la población. E s, pues, perfectamen te lícito cali11ca r a los centros
urbanos de la región del Puuc de ciudades-jardín, dacio q ue grandes extensiones del
sucio urbano estaban destinadas a huertas, cultivos de legumbres y hortalizas de cui-
dados intensi vos, plantas de adorno e incluso a campos de maíz, frijol es y cabbazas.

5B A/opa de Say,I y de los amro; ba;o su tona ascnrnmienms sarélires dependic:ntt's Jt· las ciuda<l<:S di.'
de wfluencia m:1yor t:1m.1ño. De ordinJrio se t'ncontraban en la zon.1
Los centros m:is impurta1Hl'-3 de la regiún nuroril'll - exterior ele un estado pe9ueño. tal vi:z: con el objeto Je ,1se-
tal d~ Puuc <listaban gt'nnalmtntC' entre sí de 6 a 8 km. gur:i r la fronter::t. Otras a!Jt:as tc.:nfan. al parecer, fint'i
Los centros mt'nore!!i rn ::iu entorno eran prnbablc:mt,;ntC' exclusivJmente agrícola,;.

514 El Gran Palacio dr Say,I, vúto de.rde el sudneslr. Sayi!. fue c<ms1ruido a lo brgo de varias etapa~. entre los años 650
..... Yuci1tdn, Mfx1cu; clásico tardío, 650-90(} d.C. y ?00 d.C. A medida que. por razont:s Jt.: 1.:~L.'Ític:1. se fueron
Como el palacio Jd Gobc.:rnador ele J.;xm3I, tambi~n esta rcrraplenanrlo y sellando con pu~Jra tk mamposterfrt los
grandiosa construcción fue rcsitlcnci:1 y centro aJministra- c.~p:icios 1nrerinres de los niveles preccJcmcs. se fueron
tivo, es Jecir, Jesempt.:ñaba una dnble función. Parl'CC que añ:1dienclo nuevas plat::iforma~ y rrig1cndo otr,1s ala~.
515 El simhol,smo de 101 mascarón mrwvo Puur. Uxm11/,
Yucauí11, México, ala oriemal del cuadrángulo de lm
Boca del mascarón superior Ojos del mascarón superior Banda en la frente del mascarón Monjas; dibujo de Karl V0'1 den Stei11~11
F~'itOS dos mascarones est.1n colocadm vc rticalmenrt' sobre
b puerca central dd ala c:sre. t\ primera \'iSt;.1 parecr:n idén-
ticos ~ambos t'xhihen una b:inrh en b frente con un::i flor
en el cenrro y c~nín enc-uaJrados por c:ihe-7,ilS de serpienre'i
Jcusamentr c.~stilizadas- pero se d iferencian en múlt1plec;
dt"tJlles. No se conoce suficientemente d simbolismo de
los masc:ironcs musivos de los edificios Puuc, pul'~ bs
invcst1gac1one~ cst:í.n dando :ihorJ sus primt'rns pa(()S.

516 Fachada prinopnl del Gran Palucm. Sayd, Yuca1cfo,


Méx1Co; c/dJico tardío, 650-900 d.C.
El Palacio o ''Casa Grande'· Je Sayil es un excdemc
ejemplo del eqilo de columnirns clás1co. ! .a decoración rlc
l,1 parte superior ch: la pared -d dttalle mucstr~1 b foch:1 -
da sur Je! segundo piso- se limita h:ísicamcntt a hileras
de columnit:is. Esta~ pequeñas scmicolumnas. unidas cnn
el nlldcu de cemento tlt b pared. :.un imerprctadas como
reprc~cntación estiliza<l::i de las cstac:is de madera ur1liza-
Cabezas de serpiente rbs en la consrruccó11 de bs c;tsas mayas rípirns. Sólo en
Nariz del mascarón inferior Boca del mascarón inferior Banda en la frente Orejeras
estilizadas algunos puntos se imcrrumpe fo secuencia mcdianlt' mas-
del mascarón inferior carones Je mosaicos que muestran a un rlios th: larga
nari1, y sin mandíbulas.

En el cur~o de excavacio nes intensi vas ha poJ ido fotografiarse exhaustivamente


la ciudad de Sayil, en las cvlin,1s de Bolonchén. El pe rímetro del asentamiento urba-
no abarc:1ba cerc~ ele 5 km' y albergaba entre 7.000 y 8.000 habitantes. F orman parte
tic la urba ni zación algunos g ru pos de edificios monumenrnles d e piedra unid os
<:nrre sí por ca lza das ceremoniales asimismo ele pied ra. La más im presionante de las
construcc iones de Sayil es el Gran Palacio o "Casa Grande" (fotog rafía 514), cuyas
obras duraron segurame nte de 100 a 200 años. Con toda probabilidad este edificio
era la rcsidrn cia ofic ial de la fomilia reinante o del linaj e aristocrá ti co más ¡)Odero-
~o del lugar y por tanto se util izaba también como ce ntro ad min istrativo.
Sayil se halla si tu,1da en un gra n v,1ll c de ma rga caliza con J edi ves irregulares y
~uelo muy fcni l (fotog rafía 513). Es probable que el pcquei\o asentamiento Chak II, en
s
e rc mismo \':1lk, íuern el origen de un temprano desarrollo urhano y que, hasta bien
entrado el siglo VIII d .C., el cen tro de g ravedad del crecimie nto se fuera despl azando
cada \'ez más clara men te hacia Sayil. En esta zona era determina nte el principio de
"primera ocupación de la tierra" para la legítima posesión del suelo agrícola mente uti-
lizable de b mejor calidad . Así se desprcnJc sin la más mínima duela del hecho de q ue
los complejos ele vivienclas ·cle las familias reinantes limitaban directamente con los
terrenos má, aptos para el cul tivo hortofrutícola intensivo. Este modelo ele primera ocu-
pación estaba también vigente a una escala regiona l más amplia, porque g racias a su
situación Sayil ejercía su dominio sobre zonas del valle en las que abundaban los lerre-
~os fértiles. Se ad mite la hipótesis de que la ciudad extendía su radio ele acción sobre un
ª_rea de más d<: 70 km' (fotografía 513). Entraban dentro de su esfera de in flu encia polí-
tica varios pequeños poblados. En algunos casos, la situación de éstos últimos justifica
la sos1)e 1 1
' c 1a te que fueron funclaJ os expresamente para poder explotar una mayor
superficie de tierras fértiles situadas a cierta distancia de Sayil. Otros fu eron probable-
mente creados pa ra proteger la frontera entre Sayil y las ciudades-estad o vecinas.
E s posible que durante la etapa del crecim iento demográfico algunos sectores de la
población vivieran en pequdios caseríos o granjas, dedicados a la explotación de las
t ierras más alejadas.
L os g randes centros del P uuc competían entre sí por los suelos más aptos para la
ag ricult ura. /\ lo largo de l siglo IX J.C. varias ciudades-estado rivales se repartieron
la parte nororiental de la región; el á rea de dominio de cada una de ellas abarcaba de
50 a 100 km'. Los centros de estas ciudades-estado podían ser relativamente pequeños,
como Labná, un asentam iento de 2 a 3 km' (fotografías 517 y 518), pero también ci u-
dades relativamente grandes, corno Yaxhom y Uxmal. La zona de asentamiento de
Yaxhom abarcaba cerca ele 8 km' y la de Uxmal se ex~endía por más de 20. Las capi-
tales de las ciudades-estado estaban ornamentadas con los elementos de la arquitectu-
ra monu mental. como viviendas regias (fotografía 514) y otros palacios, templos pira-
midales y, a menudo, campos de juego de pelota.
En muchos de los principales centros del Puuc oriental se han descubierto estelas.
La mayoría están dedicadas - al igual que en las tierras bajas meridionales- a la repro-
ducción de una sola perso nalidad d irigente (fotografía 5 19), casi siempre con espléndi-
do ropaje. Con frecuencia aparece un corto texto jeroglífico q ue ident ifica, en gene ral ,
En la zona del poblamiento maya prehispa no del Pu uc se encuentran po r doquier, a la persona representada con un ajaw (soberano o rey). De las imágenes y textos de las
en torno a los pequeños y los grandes centros, aglome racio nes de casas de bajos cim ien- estelas se desprende que la estructu ra política de las ciudades-estado dd Puuc oriental
to, y zócalos de paredes, restos de cabañas construidas en su m ayoría con materiales en el si_ilo IX estaba orientada a la adquisición del poder. Del linaje aristocrático domi-
frágiles. Un aspecto fasc inante de estos asentamientos rurales es la ausencia casi abso- nante de una ciudad se elegía un miembro que, a partir de ese momento, gobe rnaba a
luta de chultunes para la captación y conservación .del agua de lluvia, ind ispensable la comun idad como señor su premo. Es posible que, como ocurría en otras ciudades del
para poder sobrev ivir en las estaciones secas. Esta carencia de cisternas es ind icio casi clásico tard ío, los d irigentes del Puuc com partieran - den tro de ciertos límites- su
seguro de que estos poblados tenían una ocupació n humana m eramente estaciona l. poder político y económico con los jefes de las casas aristocrát icas competidoras.

517 t.'/ Gran Arco. Labná, Yucauín, México; cldsito


tardío, 600 900 d.C..
El lir;rn Arco de Lahná, considtTado como uno de los
m:h1 hellm ejemplos del estilo Puuc, configuraba la en~
lrJlb al fl.l ltu interior de una residencia cuyo edificio
pnncip,11 rcsiMt:' perfrctamente la comp:iración con el
pal.trio de SayiL En las zcmas supcriore~, b fochad;i del
arrn n t:í encuaJraJa en sus <lm lados por esculwr:-as de
mo<;al(m de sencillas chozas recubierta<; de paja.

518 l:J , lrro de l,1b11á, hacia d ario 900. I.Abná, YucauÍII,


Méxrrn, ,·l,í;,m tardío, 601/-90li d.C.; Jowgrafía dr ·1,oberr
Mu/cr
El mfol1gaLle invntigador y fnt(igrafo Teohert Malcr fue:
unn Je los primeros viajeros que visitó Lnbn:í, a finales del
._,glo XIX. Pvr aqudlas mismJs fechas llegó también n k1s
rum,1:1,, l'nlOnces parcialmente despejadas, d cónsul de
EE.ULJ <n Mérida, E<lword Thompson.

519 P!a:u1 dd itltnfino. P1cl1 Xcorrnlche, )'ucatdn,


M(x1co: dtis,co turdln, 600-900 d.C.; caliza: medida;
de lu C'Jtt/u: altura H 5 cm, anchura 90 cm;fatograf!a dr
Teobm 1\fafer dd aüo 1888
¡\ e~ta P<lílt ele Xcorralchc se la denomina ,;pbza Ud
~acnÍlno". El fr<1gmcnto dcl primer pbno form-:lh:i parte
dr unJ tmrad;i al e:<lificio. L:i: j!í:rn estda de centro tstá
rota\' la parte superior se ha pc.rdído. Su relieve muestra
a un ~1,berano de t~ta localiJad en un:i danza ceremonial.
D(' t \lJ e,;,tda y J~ las que: ap;.1rcccn rietr<ls existen copias
en Vcso. b,tos rnonum<·ntú., se ~17.::ihan sobre zócalo~
Y C,;taban unido~ ::i un gran complejo dt eJificios en d
ctntrn del lugar.
520 Cuadningulo d~ le1s Mnnjas e,, Uxmul, visw desde la icunogdficnmentt como la ..c:1s:1 cid cielo". En rl lugar mis
Ascensión y caída de Uxmal pmlmtde del Mago. Uxnwl, Yucatán, México; clásico final, bajo se sirll:i d edificio mericiional . .idornadn con lm
900- 911) d.C. shnbolos del infc:unundo. Los eclificios dd c.:stc y del ot:.lt..
L:1 plnnr::i cuadr,1nguh1r rlel edifino yuc lm españoles lb - se alzon en un nivd i11tcrmedio: sm im1.íg~ncs dernrat va~
Textos de fuentes mayas consignad os por escrito en los siglos XVI y XVII establecen aluUcn ;11 ''munJo Jd rcnrro" o respectiva1ncnte a b supcr-
m:'lrnn Convt'ntO o cuadrángulo Jl· l::is MonJJ!- reproduce
una conexión en tre la fundació n de Uxmal y la aparición J e la dinastía de los T utul la forma h:bica del cosmm nuya. La consrrucciún scprrn~ firn: de l., Titrra y al n 1rso del Sol, de este a ocsre. En d pr1~
crion:1\ se alza sobre l:l meseta m,h dcvacb y es prcscnrncb mtr pl::mn puttle verse un.1 p:1rre dd pal..u.:io de lm P:íjaros.
X iw. Por aquel entonces, Uxmal era un asentamiento h umano relativamente pequeño
cuyos edificios monumen tales se reducían a alg unos grupos al norte y al sur del núcleo
del luga r (fotografía 521). A lo largo del siglo IX Uxmal fue uno m ás d e los numerosos indic io ta l vez de que la población o la mano d e obra se sentían atrakbs por la nueva
centros que com petían por el dom inio de la región y el con t rol sobre los ter renos agrí- ca pital. Tam b ién otras ciudad es vecinas, como X koch y Ra ncho Mex, pa recen haber-
colas del Puuc o riental. A comienzos del siglo X d .C. la ciudad impuso su hegemonía se visto afectadas por este mismo fenóm eno. En Oxkin tok, que por lo dem ás cont i-
en todo el ter rito rio del valle de Santa Elena y posi blemente tam bién m ás ali~ (foto- nuó siend o un centro urbano de densa población, se redujo d rásticame nte la cons-
grafía 507). Los puntos de a poyo para la transformación de U xmal en la capital de un trucción monumental, lo q ue ind uce a los arqueólogos a asum ir la h ipótesis de que la
estado regional fueron , entre otros, la construcción de u na red de carreteras, un aumen- ciudad fue sucumbiendo poco a poco al poder pol ítico en expa nsión de los soberanos
to espectacu lar ele los edificios monumentales, la sorprend ente pérdida de poder de los de Uxma l.
estad os vecinos rivales, la creciente im portancia d e la capacidad militar q ue permitía Por esta época se impulsaron en la ciudad ambiciosos proyectos arquitectónicos
expediciones de conquista y el desarrollo e.le estrechas relacion es con C h ichén Itzá, el nunca acometidos hasta en tonces. Formó parte de esta actividad constructora el pala-

centro e.le pod er de las tierras bajas septcnt rion,1 les. cio del Gobem:1dor, alzado sobre la plataform a form ada por una de las mayores pirá-
Uxmal estaba un icla con Noh pat, otro im portante centro, mediante una .iakbe (cal- mides e.le las tier ras bajas mayas, cuya ejecució n exig ió muchísima m ano de obra (foto-
zada cen:monial). Esta vía de comunicación arrancaba en C hetuli x, suburbio consti tuido g ra fías 522 y 523). El palacio unía en sí la fun ción de residencia real y de popo/ naah o
por un mo numental com plejo de ed ificios con puerta de piedra que marcaba la entrada edificio para las asambleas d e la nohleza. Esta ob ra espectacu lar fue ejecutada por
for mal al interior de la ciudad de Uxmal. Dese.le Noh pat, otra sakbe llevaba a la ciudad o rden d el p ríncipe C han Ch aak K 'ak 'nal Ajaw (fotografía 520). A este soberano de
de Kabah. También en el resto d e territorios del llano septentrional se había creado u n Uxmal se le relaciona también con la construcción del campo de juego de pelota l, del
sistem a de ca rreteras (véase Eberl, pág. 232 y s.). U na sakbe de 100 km unía las grandes llam ado Convento o cuadrángulo de las Mon jas y de otros edi ficios, todos ellos llev:1-
ciudad es de Cobá y Y:1 xuná, lo que se interpreta como ind icio ele importantes relacion es dos a cabo en tre los años 890 y 915 d .C. (fotografías 524 y 525).
políticas. La densa sucesión de pequeños asentamientos a lo largo de la sakbe N oh pat-
K abah permite conjetu rnr q ue esta ruta fu e usada d urante much o tiem po, lo q ue refleja
probablemente la existencia de una alianza de larga duración entre am bos centros. ;21 Mapa del dre,, a111ral de Uxmul parte c-1 Templo Sur y F.I P:1lomJr. Éstt úhimo es un (:di-
En Uxmal y en las ciud ades "aliadas" de Nohpa t y K abah comenza ron a cons- l .:l mayor part(• Jcl rccinro ce rt'monial csr~ cercada por ficio longitudinal en el r:srilo Puuc simpk y recibe csre
un muro. Gracias a las cxc:wacinne!l se ha descubierto que nombre a crnsa t.k su,;; cresterías en forma <le pidm1dc.
t ruirse a fina les del siglo IX y comienzos del siglo X d.C. edificios m onumentales. Pero este muro fue cunstruido en una frcha tarrlía dt' la his- imci:llmente adornada~ cnn estuco, y de sus ahenurns
rona ele 13 ciudaJ 1 probJhlemente como rl1spositi\/O de nmdrangubres. Un.a buena parte dd complejo arqmt<:c-
en ot ros cen tros de la región la situ ación no era ta n fav orable. L as excav:1ciones inten-
defensa. Los edificios más antiguos de Uxmal se agrup:,n t6nicamenre rn;h dc~tacado <le Uxmal ~e rc-monr:1 a una
sivas llevadas a cabo en Xkipché, al sudoeste de Uxmal, indican q ue a med ida en torno al patto mtcrior nsc-endente del grupo /\:ortc y al fecha en rorno al afiú 900 d.C.
q ue Uxmal ascendía, descendía notablemente la actividad constructora e.le Xkipché, patio interior Jt'Sct:"ndcntc del grupo Sur, del que forman
cuadrángulo de las Monjas Pirámide del Mago o Adivino Casa de las Tortugas

Palacio del Gobernador

El Palomar

Templo principal
El cuadrángulo de las Monjas es una magnífic;1 expresión del poder político de esta
ciudad y de su señor (fotografía 520). El complejo de edificios del Convento configura,
en defi nitiva, un cosmograma del universo maya de gigantescas proporciones. Las alas
del edificio se alzan en tres niveles diferenres. La más baja es la del sur; está adornada
con símbolos del inframundo y se la relaciona iconográficamente con el dios ltzamnaaj.
La construcción está unida arquitectónicamente con el campo de juego de pelota I,
/ \
entrada simbólica al inframundo del cosmos maya. El ala norte ocupaba un nivel más
elevado que el resto del cuadrángulo de las Monjas y fu e decorada con símbolos celes-
tes; su denominación iconogr:ifica es "chan-naah" (casa del cielo). Las alas este y oeste

EB Ef L__ 113 B3 1 1
fue ron construidas en un nivel intermedio y corresponden al m undo del centro del uni-
verso maya. La ornamentación del edificio oriental está dedicada a la creación del
mundo, mientras que el interés principal del ala occidental se situaba en los temas de la
guerra, los sacrificios, la muerte y el renacimiento. El centro del Convento estaba ocu-
pado por una gigantesca estatua en forma de columna del wakaf chan o árbol del
mundo y por un trono-jaguar o altar-jaguar que representaba a la mítica piedra fun -
damental del hogar cósm ico (véase Wagner, pág. 283 y ss.). En conjunto, los elementos
522 ;llzadr, y plano del palacio del Gobemador en Uxmal ;23 Palaáo del Gnbernadu,: Uxmal, Yucarán, Mb1co; del Convento dan como resultado un diagrama gigantesco y complejo del cosmos maya
En opiníém del Jrquitecto estadounirlense Frank Lloy<l clásico final, 900--9/IJ d.C. cuyo punto central está constituido por el árbol y el hogar cósmico.
Wright, el pabcio <le! Gobernador de Uxmal es uno de El e<lifirio fue construido sobre un poderoso h:isamento
los m3s 1mpres1onantcs testimonios aryuitcnónicos de pira.mida! por orden de Clian Ch:lak K'ak'nal Aja"\ que La transformación de Uxmal de ciudad provinciana a estado regional implicó,
torio el contintntt aml'firano. W ríght se sinti() singu- reinó en Uxmal h:Jcia. el 900 d.C. L1 gr:m escultura <le:- pic- sin duda, uJil'proceso marcado por la violencia. En el arte y la ornamentación arqui-
l:mnente fascinado púr la configur::mún de la fachada, cir.1 sobre la entrada principal muestra al monarca sent;.ido
que se caracteriza pur d contr:'lsrc entre la parte supe- en d lrOno y rodeado (.k serpientes cclcsres. Su palacio. que tectónica de Uxmal, Kabah , Oxkintok y otros lugares en los decenios e n torno al afio
rior, ricamente dt'curada, y la sohria mitad inft'rior. El combina los elementos JL" residencia real y complejo admi- 900 d.C. predominan los temas bél icos. La estela 14 de Uxmal , en la que p ueden
edificio se :.,Iza sobre una plar.aforma de <limensiones nistrativo, siguió el t'stilo musi\'o tradicional. En hi parte
monumentales de tres niveles y 15 m Je altura. Sus H füperiur de la fachada se coloc,uon cerca ele 20.000 pit.dras verse, bajo el soberano Chaak, prisioneros atados y desnudos, es un ejemplo típico
espacios se articulan en tres unicfades se.par:1das cmre sí previamente trabajadas parn crcu ornamentos geométri- más (fotografía 520). La esce na dotada de mayor fuerza exp resiva para describir esta
por altas pu(•rtas apuntadas. cos. mascarones y figuras.
situación es, probablemente, la que ofrecen las imáge nes murales de un pequcfin
524 Vi.mi del u ntro de Uxma/ 525 Alzado y plano de la pirámide del Mago. Uxmal,
La visr:1 del centro muc:srr:i algunos de los-edificios más des-- Yurntán, lelixico, clásico tardío, 6{)0---900 d.C.
tacados de Uxmal, entre ellos, a la izquierda. una parte del El alzadu Je la pirámide del Mago, también llamada "d
paLlno del Gobernador. En mc:dio se alza la pidmi<le Adivino", revela que los arquitectos mayas la construye-
riel Mago, una <le las pocas ele pbnra oval. Fue sobreedifica- ron sobre un templo anterior. La entrada <ld edificio
do al menos cuatro veces y en su est.a.clio final qucd.1rnn prece<lentt', construida e n estilo Chent'~, se encuentra
mte.gradas algunas creaciones de las er.::i.pas pn;ccdcntcs, re:1~ inmediatamente al final de la escalinata occiJenrnl. El
li1..acfa~ en estilo Chenes. Las dimensiont:> Je la base de eJificiu Je l tt mplo propiamente dicho, llevaJu ;1 cabo en
la p1r.ím1de eslaban limit:1das por los edificios)'ª c.xistenres, la fose fiiwl Jt: la :icrividad constructor.1 dt' Uxmal, fue
dt· modu que rn lugar de crecer en sentido horizontal alzaJu por encima de b escalera oriental. añadida algo
\() h11.o rn vertical, con el resulmclo de que las cscnlcras s.on m{1.s t,irJc .
.sin~ubrrnentc crnpinacbs.

lugar llam ado Mulchic, cerca de Noh pat (fotografía 527). E l fresco muestra g uerre-
ros con suntuosos ropajes q ue atacan a otros hombres, los hacen prisioneros y, final-
mente, los sacrifican. Algunos d e los representados en las creaciones artísticas de esta
época g ua rda n un asombroso parecido con los guerre ros itzaj d el arte contemporá-
neo de Chichén Itzá; es posibl e que en las inscripciones de Uxma l se mencionen
algunas importantes personalidades d e dicha ciudad, lo q ue reforzaría la hipótesis
ele que el sobe rano Chaak y otros señores d e Uxmal m ante nían una especie d e alian-
za con C hichén ltzá y podía n a lista r guerreros itzaj en sus ca mpafias bélicas. Pero en
tocio caso, si se admite la existencia d e esta alianza, está claro q ue quebró al poco
tiempo, porq ue lo más tarde hacia el afio 950 d .C. Uxmal era ya sólo una sombra ele
sí misma. Aparecen , en efecto, objetos cerámicos ele la llamada "esfera Sotuta ''
arqueológica mente relacionados con Chichén ltzá , así como pequefios edificios e n
forma de "C" en el estilo d e esta ciudad d entro d e y en torno a l cuadrángu lo ele las
Monjas, en la plataforma del palac io del G obernador y en otros importantt:s lugares
de la capital. Se ve tambié n claramente que hay persona jes itzaj tomando parte en
los ritos de consag ración de a lgunos edificios de U xmal y en el templo Redondo. !\'o
pu dieron concluirse los tnibaj os d e va rias ob ras monume nta les ya iniciadas en 15 m
Uxma l. La poster ior construcció n de una muralla e n torno a la ciudad insinúa que
los habitantes de Chichén ltzá habían sometido por la fuer za a Uxmal y que
Antepasados fallecidos los mayas de la región del Puuc se defendieron vigo rosame nte contra sus ata-
cantes (fotogra fía 521).
Aproximadamente por la época en que la ciudad-estado de U xmal fue de,-
truida o abandonada, se registró una creciente d espoblación d e la región oriental
del Puuc. N o se trató, al parecer, de una migración precipitada y repen tina. 1\sí,
por ejemplo, en Kabah, con una población urbana reducida, se siguieron constru-
Los dioses remeros
como dioses de la lluvia yendo edificios monumentales, aunque de d imensiones más modestas, hasta pro-
bablemente el año 1050 d.C. En X kipché vivía un pequeiío g rupo residual de la
población de ampl ias zonas alejadas del centro que derribó antiguos edificios pa ra
reutilizar los sillares. El área del Pu uc oriental quedó totalmente abandonada en
Trompeta de
los primeros aiíos del siglo XI d.C. Tan dramática desolación indica cla ramente
hacha y valva
que este territorio estuvo despoblado al menos durante algún tiempo. Si se tiene
en cuenta q ue los habitantes de estas zonas dependían total mente d el agua de la
lluvia, la explicación más probable del abandono de aquellas tierras fue u na per-
tinaz sequía. De hecho, cada vez más datos paleoecológicos refuezan la hipótesi,
d e que varios periodos d e sequías rcgionalc:s prolongadas d urante la época clásica
final convirtieron en desierto alg unas partes de las tierras bajas mayas.
Llama la atención el hecho de que incluso Juran te la fase posclásica, cuan-
do 1':1 región oriental quedó abandonada, subsist ieran en el Puuc occid ental
algunos cent ros habitados y que algunas importantes ciudad es pudieran sobre-
vivi r hasta el siglo XVI d .C. Es ev idente que en numerosos pu n tos d el oeste
la evolución política caminaba por de rroteros claramente diferentes a los del
Puuc oriental.

Retrato de Cambios en el Puuc occidental en la época clásica


y en el clásico tardío
Algunas regiones d el Puuc occid enta l se disti nguen d el resto del territo rio
Chan Chaak por un factor medioambiental determinante: la mayor abunda ncia de aguas
subte rráneas. Sobre todo en las áreas m arginales de estas tierras occidentales,
donde se registra la trans ición de las tierras altas a las zo nas bajas coste ras d e
Campeche, el nivel d el agua subte rránea se mantiene constan te a mu y poca
Bolsa para
la resina -t-----'-='t,-. profundid ad d e la superficie terrestre. I ncl uso a veces se pued e acced er al agua
de incienso
a través d e los cenotes. Ésta es la causa esenc ial que expl ica q ue en esta parte
d el Puu c se encuentren los asentamientos más antiguos y también los más
recientes de la región. Ya d esde aproximadamente el a ño 650 d .C. hay inscrip-
ciones que hablan de la fo rma de gobierno, que se fu ndamentaba en la d irec-
ción ;1 tra vé s d e un grupo de personas del mismo rango, el llamado saja loob.
Este sistema sugiere una modalidad temprana d el mu{ tepal, un principio d e
di visión del poder o de jefatura colegiada como la ejerc ida en las épocas clási-
ca y posclásica en Ch ichén ltzá y Mayapán (véase Masson, pág. 343 y ss.).
So rprend entemente, en el siglo XVI d.C. el Puuc occidental pertenecía en su
mayor parte al estado de Aj - Kanu l, que estaba gobernado por un consejo
■ (kuuchkaba/) bajo la supremacía de la fam ilia Kanu l. Sería i nte resante com-
proba r si esca espec ie d e pod er colegiado que se d esarrolló en Xca lumkin y

Trono en forma
de jaguar bicéfalo 526 Rep1<><11Toc1011 Je Chan Chaak K'ak'nal Aja,11. Repm- va rios puntos de vista, la rica ornamentacibn del sobe-
ducción del dihu¡o de la estela 14; fJxmal, Yucatd11 México,
1 rano, por ejemplo, el cinturón con m,íscaras.-ajaw y val-
rstela /4; clásicofinal hacia 900 d.C; piedra ca/i'¡:11; aÍJura vas, o la cínta ck la frente, 4uc muestra a Sak 1-fu'unal.
271 cm, 1111chtm1 I JI cm; Uxmal, ,\fugo del S1110 dios de la d ignidad real. También el adorno de pluin:.is

Este monumenro se alzaba. jumo con orr.,s 15 cstcb s, de la cabcz..1, saliente y i.k amplio vudo, permite s:.i l:>t'r
sobre un, ploraforma especial al oeste del cuadr:í ngulo que el dirigente viste el ropaje Je Chaak, es decir. el de
Prisioneros desnudos de las Mnnjos. Ch,ak aparece flanqueado por sus súb- la enca rnación ritu~ll dd dio~ t!t" la tem pestad. Delante
Fauces del inframundo
d itos como vencedor de los prisioneros situados a sus pueden verse J su:, acompañantes, los <lio~s del vienw.
pies. Este {ipo de representación es propio del periodo El príncipe Chaak está sentado en un trono en forma <le
cl:h ícn. También es característica de tsta época, desde jaguar bicéfalo moteado.
527 l<rpmd11a1ó11 dtl dihry() ,ie 1mt1 pintum mural. Mu/d,ic,
Yucatán, A/frico: cliüico tardío, 770-925 d.C.
La escena repre~enra sacrificios hununos y festiv1J adt:s:
Guerreros atacando con hachas el sol.x:Tano está senrn.do en un ¡¡hu zócalo y sost1ent' un

2_~~ curhillu sacrifici:11. Los prisioneros son lapic.la<l(,s y colg-a-


dos. alguno~aguniz:..in escupiendo sangre. L1~ <los figuras
de b izquinda con hach;is rlc guerra <.'ncarnan ,ti dim Je
b. ll uvi:1, Ch~l:lk, )' forman parte de una on,na rn.b mnpli.l

-
t.¡ue muesrrn una danza ritu::il par:i cckbrar u11a victoria
mili tar. Otro de los moti•ws es un violento rnml.Ktt<· en el
4ue sun hechos muchos prisHmerns.

Guerreros vencidos y atados

otro, lugares del Puuc occide ntal en el sig lo Vil J.C. se mantu vo en vigor hasta la reto rnan a l Puuc y cultiva n los ricos suelos d e la región. Sistemas d e rega<l ío que
época d e la invasión española. explotan pozos más profund os y que se sirven ele maqu inar ia d e bombeo m od erna
Las investigaciones llevadas a cabo en la región de Xculoc perm iten conocer que, permiten obtener hoy e n día, en muchas zonas, <los y hasta tres cosechas anua les.
a difere ncia Jcl Puuc oriental, e n algunas zonas al menos d e la sección occiden tal no Pero la m ayor pa rte Je l país está cubierta po r la selva, en la q ue se sigue a lzando el
cristali zó la hegemonía de los g randes ce ntros. Pa rece, pues, ev idente que en estos ca nto de las aves por en cima de los de rruidos lugares Jond e en el pasad o un p uchlo
puntos las estructuras de poder estahan menos jerarquizadas. A excepción de Oxkintok, construyó con esmero ed ific ios ta n espl énd idos (fotografía 19).
en el Puuc occid ental la presencia d e estelas es prácticamente inexistente, lu que, una
vez más. es indicio Je que en el oeste no existó la organizació n estatal je rárquica con
concentrac ió n del poder q ue fue caracte rística del P uuc orie ntal.

La región del Puuc tras el abandono de las ciudades


Es un dato seguro que la metró poli de Oxk intok qu ed ó totalmente abandonada
hacia el aiío 1050 d .C ., pero algunos centros del P uuc occidental sobrevic ro n a la
etapa de tra n sició n del pe riodo clásico al posclásico. Así, po r ejemplo, junto a X uch ,
unos 15 k m al sudoeste de U x mal , puede comproharse un a activid ad ininterru mpi<la
en la construcción de edific ios mo numentales y de o tras obras hasta el siglo XVI d.C.
Est,1 continui<lad entre el period o clásico y la conq uista española corrohora la hipótt: -
sis de que d ura nte la é poca clásica se desarrollaron en el Puuc occidental nu evas for -
mas de gobie rno que d ieron consistenc ia y acuñaron la cu ltura m aya de la época
poscl,ísica (véase Masson, pág. 346 y ss.).
Durante los siglos XVI y XV II la poblac ió n m aya quc<ló diezmada como come-
curn cia ele las e nfermedades importad as desde el Viejo M u ndo y J e la implantación
- dictada por las necesidades econó micas de los colo nizadores españoles- J e las ll a -
niadas "red ucciones", que ex igía n el asentamiento obligatorio de la población en un
pequeño número d e ciudades. En esta época desaparecieron prácticame nte los mora-
clore\ d e los lugares todavía habitados del Puuc occid ental y toda la región q uedó des-
pobl ada hasta que a fina les del siglo XVIII se inició una lenta repoblación.
H oy día, el P u uc es una regié>n d e sorprend entes contrastes. El turismo preten- 528 Rec,pit::nlc artÍmu:o dt' estilo Chochold. Procedcnda inconfundibles va~ij:-.s a unos dtterminados artistas y talle•
destonocula; periodo cldsico tardío, 600-900 ,/.C.; arci/111 res de Xcalumk1 n (Camptche, México). Lo:, ubíl'lü:, ctrá~
de conseg ui r una especie d e revivificación Je alg unas antig uas a cró polis mayas. Son
cocida; altum 10,6 cm, didmnro /5 cm; lVueva York, micos de Chocholií son los únicos de k1 región Ud Puuc
dt:ccnas d e mi les los visitantes que acuden anualm ente a Uxma l para experimenta r Americun Ñlmtum of Nmural 1-/isru,y adorn3dos con motivos figurativos. Aquí aparen: rl"pre:,¡en-
Esrns magníficos objetos cer,imirns adornados con rdit'ves tac lo u n joven. q ue pint.1 con un pincel d <.-uc..:rpu dl' una
por ~í 111ism os la im presión <le la gran<l eza J e su arq uit ectura pasada y la tragedia d e
fueron producido:, en d Puuc occi<lt'ntal en el clásico ta rdío. mujer scnt3da frente :i él.
su cksaparición. Son cada vez m,ís numerosas las personas d el pueblo maya que I .as inscripciones grab~1Jas atrihuyen algun:1s de esr:1s
. . . Y LUEGO FUE ESCULPIDA LA PRECIOSA PIEDRA
CANTEROS Y ESCULTORES MAYAS
Elisabeth Wagner

Entre las grandes creaciones artísticas que nos han ciudades, a veces incluso dentro de la misma zona urba-
legado los mayas se encuentran sus numerosos monu- na. E s de suponer que el primer paso consistiría en cor-
mentos de piedra. La tradición de esculpir monumen- tar los hloques de piedra con rudimentarios utensil ios en
tos pétreos y de alzar estelas y altares se remonta al la cantera. Luego éstos serían transportados a su lugar de
periodo preclásico. Este arte vivió su época de máximo destino, donde los escu ltores iniciaban su tarea. Como
florecimiento durante la etapa clás ica; en el pe riodo todavía puede verse en los relieves inacabados de las
clásico tardío surgió una g ran variedad de estilos paredes de piedra del sarcófago de Pakal , en Palenque,
regionales. se comenzaba por trazar en la piedra alisada un dibu jo
El material empleado fue, en la mayoría de las ciu- previo de los motivos y las inserí pciones.
dades, la piedra cal iza existente en la zona (fotogra- No se conocían las herramientas de mttal , de modo
fía 529), mientras que en las á reas mayas meridionales, que se recurría a las de piedra y madera. En la can te ra
en las montañas de Guatemala y Chiapas, en las regio- se extraían los bloques principalmente con hachas rud i-
nes de las Montafías Mayas de Belice y en el área de mentarias y escoplos de pedernal. Para los traba jos d e
Copán, al oeste de Honduras, predominaban otros pul imento más delicados y para la talla d e las escultu -
t ipos de roca. En Quiriguá, Toniná y Pusilhá se empleó ras se cmpleahan escoplos de d iversos tamafíos de p ie -
la piedra arenisca propia del lugar. En Copán, la toba dras duras afiladas y pulidas, y barrenas. Como mazos
volcá nica, sing ula rmente blanda y muy fácil de traba- se utilizaban martillos de piedra e instrumen tos de
530 Cabeza del dios Chaak. Copdn, Ho11dwas, cdificm I/JL-26-sub ("/·1,jo/c"");
jar, no sólo hizo posible el desarrollo de represcnta- madera. L os materiales especialmente blan dos y finos, cldiia, tardío, 600---900 d.C.; wba verde; ulum1 90 cm, grmor 47 cm; Copáll
ci(mes plásticas ovaladas en las estelas y en los altares, como las rocas calcáreas de la región de Palenque, se Ruinas, Museo de E rnltrm1
Our:inte d reinado de \Vaxaklajuun Ubaah K':1wiíl se <lesarrnlló en C.op:\n
sino que desembocó en una excepcional pluralidad y trabajaban también con cuchillos de tallista. Este im- un e~tilo esculcórico c:ir:1.cterizado por s.u pla,;ricicl:1d y su ric..¡uez;.1 Je det:11lt~.
calidad d e la escultura arq uitectónica (fotografía 530). t rumental aparece reproducido en una placa con rel ie- I.os artistas no \imir:iron su campo dr ;1cti v1cl:1cl a bs estelas y los allares, sino
que crearon una escultura arc..¡ uitcctónica de sing-ub.r varit'd,u..l y calidad. L,
En las ciudades de las tierras altas se trabajaba sobre ves de origen desconocido (fotografía 531 ). r:iheza aquí rcpresenrncla Jt> un ser de la rg.1 n:iri1., del que !,,Obre.!ialcn el rnt·-
toclo con material volcánico, como el basalto. Los artistas mayas dominaban todas las técnicas llo y la cabezJ de un cormorán, cs. probablcmenre uno de los a!ipt:ctos del J,u.,
Cha:ik. En el pico del 3\'t se agita un pez recién c::iprurado. El trabajo, c;1~1 l'fl
Las canteras en las que se extraían y p reparaban los escultóricas, si bien para la mayoría de sus creaciones fi ligrana , y la superficie cuidJdusamcnrc pulirla testifican un dumrnio total del
bloques para los talleres se encontraban ce rca de las p referían el bajorrelieve. En el pe riodo clásico tardío se m.naiJ\ por parte del armta.

529 U,w cantera modt:ma en 'Jikal, desarrolló en alg unos lugares un estilo escultórico a base de
f'(lé n, Czwtcmala
líneas ov,1ladas, por e jemplo en Copán y Ton iná, donde
1.m hloquf'_"de piedra para la~csrul-
mr:¡,;; y Jrn; editic1os eran corta<los rn podían moldea rse con mucha fac ilidad las pied ras blan-
las cerc:rnfr+,;, ele bs ciucbdt's, a menu- das ta l como se encon traban en su estado n atural. Era
do mclu:-.o clt ntro cid mismo recinto
nrh:rno. En Tikal tocb,·ij ~e sigucn menos frecuen te la técnica d el relieve hu nd ido, en la q ue
t:xplor:rndo algun:1s ele esta~ came- la im;gcn labrada n o sohresa le por enci ma del plano
r:1~. Desde :1quí los bloqut'~ ~e trasla-
i. l.rn ., los lug.tre:-- donde hay trJba jo~ sino q ue está wllada hacia adentro, y el llamado '"inta-
de rtst.rnrac1ón en curso. Ü l·jandu
glio", en el q ue el moti vo sólo está esculpido a modo de
.1p.1rk l.1 n rcunstanc1j Je c..¡ ur l'll b
.u:tu.ilid.HI \t." emrle:i.n herr~ll1lKl11il~ líneas incisas, rnmo en los grabados .
dL' mual, l.l~ tt'cmc1~ de trabajo no En un cierto n ú me ro de m o nu mentos del periodo
:--e- d1,tmg t1L'll lxh1camente Je: las de
b r-r:1 prdlispámca. En la rUla célli- clásico aparecen breves textos esculpid os en la base de l
za. hbnd,1 y situada :.1 mu y t:~casíl
relieve, todns ellos con una m ism a estructura (fotogra -
pr11fundicbd tlt· L.1 ~upafiric s.e
.thrt.: n pnmcro r:10m ,1s hasta d t:Spc- fía 532). Al prin cipio figu ra u n jeroglífi co q ue llama
~or dl':te.1d11 y .1 connn11.1rión -.e r-.;-
pa rticu larmente la aten ción po r su sig n o inicial, 13
tr.1e11 In~ bluque\ C'Oll ayud.1 de p:i-
lanc.1~ ) tuii,1,. cabez:1 de un murci élago. Este m ismo jeroglífico rea-
pa rece en lo, objetos cerá m icos con incisiones o relie-
ves. C uando se trata de cerámicas pintad as p uede leer-
se II rz'ibal, '\u escr ito" o " la pintur:1 ele". D e aquí se
clecl uce q ue la cabeza de murciélago es u n a expresión
qnc indica "grabado" o "esculpir". Dado que ambos con algún otro, p robablemente con un artista de ran-
jeroglíficos fueron utilizados de una manera :1náloga y go superior. Pero no hay datos biogdficos y existen
lk, an un p ronombre -que indica posesión- antepuesto todavía muchas pregun tas sin respuesta en lo que con-
al nombre de una persona, puede concluirse que los cierne a la formación d e los artesanos, la estructura y
mrnrnmados textos breves con el jeroglífico del murcié- organización del trabajo en los talleres y la asignación
1:igo ,on la firma de los escultores. En la in scripción de la de tareas para la planificacón y la ejecución de los pro-
plac1 dd Musco de Emiliano Zapata (fotografía 531) se yectos escultóricos.
describe la acción de esculpir con este jeroglífico: i uxul- En las firmas, junto a los nom bres personales apa-
ji /(,1111111t11 " ... y luego fue esculpida la preciosa piedra". recen también diversos títulos o denominaciones profe-
L.1 inmensa mayoría de estas firmas ha sido dcscu- sionales, como grabador, tallista o escultor. Ni las en-
b1en.1 en lugares de la región del alto Usumacinta, tradas de los diccionarios de la época colonial española
y 111,í, en conc reto en Yaxchilán y Piedras Negras, don- ni sus traducciones de las inscripciones de los mayas
de durante el periodo clásico tardío se desarrolló un es- clásicos para estos conceptos pe rmi ten determ inar has-
til 11 dt' rdieves que se caracteriza por las representacio- ta qué punto estos títulos correspondían a una clasifica-
nn escénicas y por un acusado realismo. Estas obras ción estricta de las distintas profesiones dentro de la
flrm:1das abundan especialmente entre los escu ltores división del trabajo en un taller. Gracias a sus firmas,
que tr:1 baj,1ron en el decenio del año 785 al 795 d.C., los artistas escapaban del anonimato y dejaban tras de
b;1 jo el soberano 7 de Piedras Negras. Se trata, eviden- sí datos sobre su posición social en el seno de la comu-
temente, de un gobernante que encomendó trabajos a nidad maya. A través de estos títu los, que les señalan
muchos e importantes escultores, que desarrollaron como miembros de la aristocrac ia: ch'f>k (niño o joven 532 Firma del escultor. }'axch1M11, Chiupas, Mbicu, rd~ficin 44, dintel 46
(detalle); clásico tardío, 71 l d.C.; caliza
un a escuela regional propia cuyo estilo dinámico y rea- noble), se percibe claramente su elevado rango. A veces
El :irtisrn esculpió ~u firma en el rc-l icvc del <lintel <le la puerra. Se inicia con
li,r,1 no se limitó a Pied ras Negras sino que influyó en la denominación está precedida por el atributo chak con un jeroglífico cuyo primer signo es, sorprcndentnncntt', la c:ihez:i de nn mur-
ciélago¡ ~e tr:ua de una expresión para indicar ''grabado" o ''esculpir''. l.m
otros varios estilos provinciales. la significación de "grande", de modo que es posible
componentes del jeroglífico dan el término y-uxul, 4ue se ba~:i en la raíz ver-
En un mismo monumento pueden aparecer hasta que el título compuesto chak ch'ok des igne a un miem- bJI uxul (cortar, hender, raspar). A conLinuaciún íigura d nombre dd :1.rtista:
Tz'ib Ch,,k.
nuel'c fir mas, se!'íal evidente de que trabajó en aquella bro perteneciente a la familia reinante.
obra todo un g r upo de escultores. Hay casos en los que Insinúa una jerarquía dentro del taller la califica-
la firma de un mismo artista figura en monumentos ción de ba uxul (primer escultor). Debe asumirse que proceso de ejecución. Propo rcio na un nuevo test imonio
de dive rsas fechas y a lo largo de un dilatado periodo de entre los mayas existían talleres de escultores organi- a favor de la existenc iJ de una jerarqu ía dentro de los
tiempo. Como también pueden d etectarse coinciden- zados sobre la base de la división del trabajo, que ba jo talleres la placa en relieve, ele origen desconocido, con
cias est ilísticas, este dato permite hasta cierto punto la dirección de uno o varios maestros escultores daban el retrato de una mujer en un lugar, hasta ahora no
seguir la evolución de la obra de un determinado escul- ocupación a otras fuerzas laborales auxiliares. Así lo identificado, llamado Yomop (véase Tcufcl, p{1g. 173
tor. Estas firmas p roporcionan también, a veces, infor- indican también las antes mencionada s firmas de y ss.). Fue fir mado po r d os artistas, de los que uno se
111,1ciún sobre el estado social del artista o sobre la orga- varios artistas en una misma escultura. Es probable cal ifica cb ramente, a través d e la exp resión yanabil ("es
niz,1nón interna de un taller. El artista no sólo menciona que hubiera un maestro responsable de la totalidad el escultor d e ... ") como el artista a quien se le enco-
su nombre sino también su relación con el comitente o del proyecto del monum ento y de la coordinación del mendó la obra, mientras que el otro menc io na su rango
tomando como referencia ,il c~culto r que ocupaba cla -
531 PlcJrt1 r11 rdie11r: ru11 la repre ramente una posición más elevada. Puede admitirse
-scmac10,i de un r¡¡l/ma. Procedencia
dcsconoáda: cldmv umlfu, 6{)() 9()() con seguridad que, además de la piedra, los escu ltores
d.í..; de.qwls del 9./3./0.1.5 m:1yas cultiv:1ba n otros campos de la creación artística.
( /fJ.2.70? en el C:(l/mdanu gr<gon~mo),
r:aíi:::a,' alrnm 60 rm; amh1m.1 lí5 cm: Así, el perfecto trazado ele las líneas d e algunas inscr ip-
h'm1Íía110 Z1pt1111, Muse-u Mmúe1pal ciones, y en es pecia l en la placa de los 96 jeroglíficos de
Un r.1l11·'it:l nl:Í :,e11t.1Ju frentt' J un:1
c.1hez.1 de pinlr,1 llllt: lleva i:n l.1 fren- Palenq ue, permite conjetu ra r que su auto r trab:1jaha
te el !iiµno "k'an" qut significJ ·'Jma- también, probablemente, como e~critor o pinto r o, al
nlln" y t.1mb1C'11 "noble'" y "v3Jioso•·.
L'tdi7:l romo hLrr,m11t·nta un cu- menos, que fue una mano caligráficamente culti\'ada la
ch1lln ti(' t,,111',l.l o gr~1b;ul11r, cuyo em- responsable d e este dibujo magistral.
pleo en Palenque ntú tesrificJdo por
b-. h11dl.1s que L., m~mipu\Jc1ún del A partir sobre todo de los monumentos d e la región
m.1ttr1;1I h,1 c.kjadu c.·n d relieve. de Usurnacinta se p uede comprobar que las tradiciones
Conq;1 c.k dos hoFIS o cuchill.1~ dt
pit'dr:1 11HJnl,1tbs en un mango curvo.
escultóricas se difundían desde los centros a los lugares
l .;i 1n-.cripc1ón I u.rulj, k'a11 !mm más pequeños dependientes de ellos. Debido p robable-
("y luego fui.:: csculp1cla l.1 prenu.-.a
piedra··) informa de qul' ,e: h;i e~ul- mente a l,1s relaciones d inásticas, y también como pago
p1dn una p1cdr.1";_1111anll,i" o "nuble". por serv icios mil itares o de ot ro tipo en fo vor de la casa
Se habL1. ,1d1..:m~h. dd nacimirnw )
dt L1 n1ut·rtc: tlt Balam K,1n II t.k reinante ccntrn l, los gobernad o res de las prov incias
P,1knqt1('. podían acometer tareas que ele ord in:1rio sólo compe-
tían a la dinastía en el poder. Entra en este ap,irtado el
derecho a enca rgar la construcciún d e sus propios mo-
numentos e inscripciones.
LA DINÁMICA DEL PROCESO DE MADURACIÓN DE LA
ORGANIZACIÓN DEL ESTADO EN LA SOCIEDAD POSCLÁSICA
Maril yn Masson

Los puntos de vista tradicionales sobre la sociedad La tradición literaria en la era posclásica
maya posclásica Existen numerosos testimonios según los cuales también en la etapa posclásica se alza-
ron monumentos con inscripciones. En muchos puntos de su zona de ocupación, desde los
El periodo posclásico de las tier ras bajas mayas abarca una etapa q ue se ext ien- lagos del Petén, pasando por el norte de Belice, hasta Quintana Roo y Yucatán septentrio-
de aproximadamente d esde los años 900- 1000 cl.C. hasta la ll egada de los españoles, nal, los mayas erig ieron estelas sin esculpir que probablemente estaban recubiertas de estu-
t:n 151 7. El concepto de "posc hísico'' implica l:1 idea de q ue en esta época la cultura co y pintadas. Pero hay además, en Mayapán y TayasaJ, estelas posclásicas cinceladas en el
maya e ra ya tan sólo una pálida imagen de su pasada grandeza. Esta valoració n y estilo clásico, con datos en escritura jeroglífica que testifican el fi n de los ciclos k'atun . Por
esta desa fortunad a d enominación se basan en primera línea e n el hecho de que e n e l desgracia»n la mayoría d e estos monumentos, con mucha frecuencia sin esculpi r, no se
ilano merid ional no existen monumcnLOs pétreos esculpidos ni edificios importantes ha conservad o el revestimiento d e estuco ni la pintura, de modo que se ha perdido la infor-
bien conscrv:1dos d e esta fase y de que se registra el abandono de muchos centros mación que contenían. El mismo destino sufrieron las pinturas murales, tan admiradas en
urbanos. Los utensilios del periodo posclásico descubiertos e n la ll anura meridiona l el periodo posclásico. Los pocos ejemplos llegados hasta nosotros demuestran que alber-
en las capas s uperiores sobre edificaciones a nterio res fue ro n interpretados como res- gaban importantes textos escritos y que su ni vel a rtístico era elevado. De los códices del
to~ dejados por "peregri nos", "ocupantes de casas a bandonadas" o "fugiti vos''.
Las recientes in vestigaciones arq ueológicas ponen en duda esta concepción de la
sociedad maya posclásica. Es cie rto que el in i1:io de esta é poca se caracte ri za po r pro-
fun da~ conv ulsiones y cambios sociales, pero la clase y la di recció n de estos cambios
en la sociedad presentan notables divergencias en las d ifere ntes regiones d e las t ie-
r ras bajas. Los científicos tomaron como p unto de pa rtida para su va loración de la o 130km

sociedad maya posclásica el enorm e retroceso demográfico J e los a ntiguos centros Je


Á Dzibilchaltún
poder. A penas existen d ud as, en efecto, de que hubo g rupos de población que aban- Poblados Á Mérida
donaron sus ce ntros urbanos y se asentaron en otros lugares en los que no se ha des- Frontera estatal
Mayapán Á
cubierto basta a hora ningún vestigio de a rq uitectura monumental espectacular bajo
las ca pas de vegetación de la selva tropical.
Si se conside ran las tierras bajas mayas meridionales y septentrionales como un
todo, hay documentados, para el posclásico, seis siglos de evolución in interrumpida, Á Xkichmook San Miguel/Chamax
Á Okop
desde el año 900 al 1500 d.C., que Jibujan un cuadro de crec im ie nto económico a
largo plazo, aumento de la población en las regiones costeras y lenta integración Lagartera Jt.
norte-sur. A la llegada de los españoles existfa u na sociedad estable, a ltamente d esa- Valle Hermoso Á Las Panteras
Uomul Á .Á lt. Chacchobén
rrollada, próspera y cultivaJa, que mantenía una red intern acional m u y extensa de Margar~a Masa de JuarezÁ Celerain ~ 11
lchpaatún/Tanalcab - ~ - - - -.i. El Cedral
m últiples y variadas relaciones comerc iales (fotografía 534). 8 1
Bahía de ~:~~-a-1::::_• _ San Gervasio
Á San Antonio San Miguel
Silvituc/Las Ruinas
Santa Rila
CayoCocor--:-;:-
Laguna de On
Á EITígre

Lamanai Á
533 Viúa ,le[ Ct1111rnl de Mayapán, Yuca1d11, México 534 Map,1 de lus poblados y la., provinciw dtf pusdásin)
El centro Je la ciucbd <le Mar1p;ín cuhrí:1 una superfi- El hi:,turia<lor y etnólogo Ralph Roys h:i recomtn11do.
cie dt unos 5 km! y est;1ha Orn.'iamr:nre cubierto de cdi- p~ira la t'¡JOca Je b conquisra cspailola. 16 pruvmcias o
íinu, que muestran ser copias dr las ohras, mayores y territonos. llama<los "kuchkahalo'ob'', aunyue :,us fronte•
rn;.is l''lptctaculares, de Chich<.:n lr-z:L Y así 1 también ras t"ran fluidas )' camhiaban ron frccut.:nna. Los tt.:rri-
M.iy:1p:ln pmcía un t dificio t·ircul:ir lbmaJu, al igual wrím :,e intt:grahan políricamcntc c(Jmu :,ubJiv1siunes Típu
¿::;;;;;;, Topoxté 1
qu1: su mnUdo, "El Caracol". Dr tncbs form.is, Ó lC de regionales rn:í.s o menos csr:iblcs y Sl1 anicubciú11 jn:ír- Tayasal A lt.
~ ayap,ín es 1nuch11 rn:ls modesto y caree~ dt la l'Sl·a\c r;i
111 lt:rtor que conduce hacia arriba. ! ,a p!Jz~1 4ut.' hny
quic 1 ..,prtst'nt:16~1 clife rt:nres grado:, de dnarrollo.
Chicht'n ltz.í y M::iyap.'in er:111 los ccntrú:, m;h poderosos

delante c-.tü chnninada por plataformas que imit,rn la de dt ~u tiempo , pt>ro "-t veían obligado~ :1 rcaíirmM una y
bs C.ii,wcras y b plataforma de \'t·nus de b Plaza otra ve z s u pretensión de dominio sol>rc los tnritu nus
.\1.1)''" de C hichén ltzá. clist:rntes, e n los gue estah:rn intr rcsaJos como aliaJos o
como socios comerciales.
posclásico se desprende que la escritura jeroglífi ca y el sistema calendárico de la época cl:í-
sica estuvo en uso, sin cesu ras, hasta la llegada de los espaüolcs. Es, por oLra pa rte, cieno
q ue la cucnLa la rga quedó interrumpida a partir de comienzos del siglo X, pero este hecho
re fleja más u na ren uncia volun ta ria a esta convención cronológica q ue u n retroceso de lo,
conocim ientos científicos, porq ue d icho cómputo servía en primera línea pa ra legitimar
la pretensión d e dominio de las d inastías y para glo rificar sus hazañas. El rechazo de la
m onarquía pudo, por tanto, afectar tam bién al cómputo calend:írico, que había siclo desa-
r rollado precisamente para la redacción protocola ria de las crónicas dinásticas.
Dado que el periodo posclásico fue inmed iatamente ante rior a la época colonial espa-
fiola, es posible reconstruir el modelo de la sociedad maya precolombi na con la ayuda
de numerosos docum entos de la época colon ial, redactados en alfabeto latino por auto-
res tanto indígenas como europeos. Los más im portantes para nuestro pro pósito son el
detallado t ratado de Relación dt' las cosa.< de Yucatán del franciscano Diego ele Landa
(1524-1579) y las crón icas h istórico- mitológicas de los sacerdotes mayas conocidas como
Chilam Ualam (los "libros d el sacerdote-jaguar", fotografía 535). La relación ele Landa
aporta una gran cantidad de detalles sobre la historia de los mayas (véase Eggebrecht,
pág. 398), tal como la narraban los informadores indígenas d e la época colonial en el
sig lo XVI basándose en sus t rad iciones o com o se d esprend ía de las observaciones perso-
nales del franciscano en lo refe rente a h1s instituciones políticas, sociales y culturales ele los
mayas. Lo~ibros d e Chi/am Balam se apoya n probablemente en la tradición h istórica oral
de varias ciudades de Yucatá n septentrional, consig nada por escrito muchas generaciones
después de la llegada ele los españoles.

Cronología del posclásico


E l Yuca tán septe n trio nal estuvo d om inado d ura nte todo el pe riod o poscl:í -
sico po r poderosos centros políticos. E l colapso d e las formac iones estata les ele la
é poca clásica en las tie rras ba jas, cuyo rastro p ued e segui rse aprox im :1damente a par-
tir d el ai'io 750 d.C ., coincidió con u n fortalecim ie nto d e l pode r ele Chichén Itzá.
q ue fu e dura nte cierto tie m po el centro m:ís im portan te del norte (fotografía 537).
Esta g ran met rópoli impuso su d o m inio so bre amplias zonas d e las tierras bajas

535 L,.brú Chilam Balum dt' Chmnayel, ptfgma S7. Ht1cía


1780-1790; papel; ////lira i// cm. 1111cham 21 c111; Pnuil-
t1t11úa, Filuddjia, U11ive1"J·iry Mwmm
l lan lkgaUo hast:1 nosotros dit'z li bros Clúlam Halam de b
época culonial ('~p.1ñol:1, rnnocid05 por lo~ nombrl'.S de los
lug,m:!) l·n qur han sido rnnsnvtldos. Se Lr~t:1 Je. escritos
compilados que informJn :icerca de los acomccimirntn~ de
la r ¡.xKa prchispfoica. N:irr:m sobre todo i:pisodiu!i de con-
quÍ!it<b, aunque induyen t:imbitn temas rdigioso~. el :-inri-
guo ,ílkndario y profcrfos referidas a los periodos k'atun dt'
20 a1l.os. El mús célebr~. y prvbablcmentc wmhién d m:ís
impurLantc. d(' rstus lihros Chilam Bulam, es d de Chum.iyd.
Con,u dr I07 p,\gin:is y fue prub:ibkmentr rop1:1Jo )' rcco-
pilacfo en su form:J :1r.rual por luan José Hoil a partir cit.'
documcnlüs rn5s an tijruos. La p:Igin.1 rt'pr0t.lurilh1 1nuestr:1
¡1J sc1lor d" un periodok'auw. Se le reprt:sent:i con calx-z.i de
rey porqut· ,iqudla unid:1d temporal sólo pudí:l fin:1li7M tn
1111 rifa a1,uu (1i(' 1lor. rey}.

536 Pmtm" mrmd ,,,, rl rdiji,'ln 16, J'ulum, ()umuma


Roo, :\ fé.nto; dús,w tardío
El i.krnli<- mlu.:slra gru¡x,s dr ftgura!i scpar:ufas por sl'r-
pícnrcs enrrd:1?;1d:.1s con "ojo¡¡ de eslrd l:1 \ 'enu-s'' q ul' se
dcvnr:10 c:nrre sí. I .:t<; hancl:1s con serpiente!, l'Xpres.m a
nwnudn un l:1zo dt' un iún con d cosmos sobrrn:nural y
w n .símbolo tld cordón umbilical y. en general. de b com'-
xión t:nfré los cl1o~s y los !il'.ri.·~ hu1n:10os. Lis figuras prc-
!trnt;rn romü ofrl'ndas tamales y exhiben baswnes y otra~
rnsignLis. L:is pintur:1s murales um:n elementos de
Oaxaca ron mrns t¡ ue rl'C LIC'rd:tn los códice~ may,1s del
¡x-rioJo pu:,cl5s1co.
septentrionales y forjó uno de los estados más pujantes y exte nsos d e la historia ;37 Vi;ra de la pirtimide de /!/ Castillo de,de el templo los lugares m3yas poscltisicos. L is b.ilaustr::ubs .,;;erpenti-
de los mayas. La ciudad d e Chic hén Itzá fue sustituida por Mayapán, un centro ri- de los Gut·rrem;. C/1irhfn ltzd, Yuca1dn, 1\1éxico formcs pueden t.11 ve1 rcn cr alguna relación cnn la dina!\-
L1 pirámide <le El Castillo se sitll.1 en el ccnlrO de b zon::i tia rcinantt' cuya legitimidad pretenden subrayar me-
val del norte (fotografía 533), que se apoderó de una gran parte del impe rio eco- scptn1trion:1I de la ciudad. Ofrece una dispo)ición ra<li:1! rliantc una vincubción ret roaniva con los mitus <le origen
nómico de C hichén ltzá y marcó el d estino político y económico d e muchos peque- simétrica con escalinata) en los cu:1rro costados típlG1 <le de K'uk"ul kan (serpiente emplumada).

ños estados de las tierras bajas hasta poco antes de la llegad a d e los español es, en
el año 15] 7 d .C. Ascensión de los itzaj a potencia estatal
Los datos históricos h an sido inte rp retados de varias mane ras, de modo qu e se
han prod ucido ampli os y vivos d ebates científi cos en to rno a la fecha d e la ascens ió n l ,a identidad étnica de la entonces capa dominame es objeto hoy d ía de vivas discu-
Y caída d e los centros d e poder político de C hichén ltzá y Mayapán. La secuencia siones, porque los informes históricos aluden repetidas veces a la supremacía de señores
cronológica tiene además, en el norte d e la península de Yucatán, la dificultacl aña- '·extrnnjeros". Los paralelos entre la arquitectura de Chichén l tzá y la de Tula - una po-
dida de q ue las capas de depósitos d e los yaci m ien tos son mu y superficiales y pue- blación contcmporáne,1 d e México central- inducen a algunos cien tíficos a suponer que
den haberse acumulado en pocos centímetros del suelo yacimientos de fases d e asen- debió producirse una invasión g uerrera. Pero en todas la partes del mu ndo se encuentran
tamientos ele varios siglos de d uración. La mayorfo d e los espec ialistas parten h oy día historias de: nuevos linajes dominantes que intentan legitimar su ascensión al poder alu-
de la hipótesis d e que Chichén Itzá fu e fu n dada en la fase clásica final (s ig lo IX) diendo a su origen exótico o extranjero, sin q ue pueda dem ostrarse esta pretendida pro-
e impuso su dominio como potenci a hegemónica sobre la regió n septe ntrional has- ceden cia. Debe, por consiguiente, someterse a comp robación si estas reclamaciones se
ta muy entracb la primera fa se posclásica (1000-1 200 d.C.). Poco d es pués del año basa n en invasiones o conquistas efectivas o si se trata simplemente de poner de rclive
1200 fue su stituida por Mayapfo, que comroló l,1 m,1yor parte d el n o rt e casi du ran- ;11ianzas matrimoniales o d e otro tipo con u na potencia extr,mjera a través de las cuales
te la totalidad del periodo posclásico posterior (1200- 1500 d.C.). Segú n los docu- una elite local intenta destacar por encima de sus competido res locales.
mentos de la época colonia l, M,1yapán fue destr uid,1 en el año 1441 d .C. La impor- La arquitectura singu lar y ecléctica de C hichén Itzá proporciona argumentos para
tancia del centro des pués d e esta última fecha es o bjeto de investigacio nes defend er las dos hipótesis (fotografía 538). En la zona sur d e la nec rópol is se encuentran
arqu eológ icas tmh1vía en curso . ejemplos d e la arquitectura Puuc convencional (fotografías 539 y 540), al igual que en
Templo de los Guerreros
Ygrupo de las Mil Columnas

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El Castillo

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El Caracol "1ndt.
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V.
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Casa de las Monjas


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otras regiones d e Yuca tán septentrional, m ientras que en el sector norte predomina más Las opiniones estfo divid idas en el tema de la región de origen d e esta nueva capa
bien una especie de '·estilo internacional", como los "atbntes" del templo del Jaguar, los dominante de los itzaj. L as diferentes hipótesis seiialan desde las altas tierras mexicanas
llamados "altan:s Chacmol" en fo rma de guerrero yaciendo d e espaldas y el templo de los (tol tecas de Tula), pasando por los mayas putun "mexicanizados'' de las costas del golfo,
Guerreros con sus hileras de columnas. La pirámide cuadrada principal, llamada "El hasta los grupos de p<)blación d e los estados de las tierras baj,1s merid ionales en descom-
Castillo", seiiorea una gran plaza en esta zona (fotograffo 537); al noroeste de este edifi- posición, que se destrozaban mutuamente en una serie de con flictos bélicos. Algunas de
cio se encuentra la mayor cancha de juego de pelota d e toda Mesoamérica. las migraciones citadas en las Íuentes escritas se refieren probablemente a pueblos de d i-
L i mayoría de los investigadores coinciden en que Chichén l tzá mantuvo su firme versas regio nes que alcanzaron sucesivamente el norte de Yucatán. Entra, además, den-
dominio hasta el clásico tardío. Los descubrimientos arqueológicos, los testimo nios del tro de lo probable que ya en épocas anteriores surgieran alianzas multiétnicas con pue-
arte y las insc ripciones co rroboran que se produjo u n ataque militar a ca rgo de un blos distantes y se produjeran m ig raciones a grandes d istancias, de modo que este
grupo que no procedía de Yucatán septentrional y que suplantó o absorbió a la clase fenómeno no introd uciría ninguna novedad en la fase posclásica.
local do,rnnante. Esta irrupción extranje ra tuvo luga r en los primeros aiios del siglo XI Fueran las que fueren las raíces étnicas de los itzaj, es un hecho claro que la elite que
y marcó el inicio de la época posclásica. Al parecer, los grandes centros de poder que elevó C hichén ltzá a la categoría de potencia hegemónica en el primer periodo poschísi-
hasta entonces había n dominado en el no rte, como Ek Balarn y Yaxun:-í, fueron some- co estaba compuesta por un g rupo cosmopolita revisionista, agresivo, rígidamente orga-
tidos en esta época mediante la intervención armada de este nuevo y poderoso estado nizado y firmemente orientado hacia el exterior tanto en los aspectos económicos com o
en expansión. ! ,a destrucción de los edificios y las instalaciones defensivas de estos Juga- en los culturales. Las investigaciones han mostrado que los itzaj no sólo no ignoraron - ni
re, rnrrií, paralela a b conquista mi li tar llevada a cabo por los invasores procedentes mucho menos aún repri mieron- las instituciones religiosas nucleares existentes en las tie-
del estado itzaj. r ras bajas mayas, si no que integraron hábilmente algunos de sus elementos esenciales,
como el mito de la creación, y los pusieron al servicio de sus nuevos objetivos políticos.
538 l'l,mr, dr (luthfn /1:á n1iíicios en estilo Puuc s~ agru¡xrn en el centro meridional
y se distinguen clararnenti: <le los de las resrnnccs 1.onas.
La fose de transición desde el clásico al posclásico está marcada en muchas comunidades
Ch1cht'n lt.d 1·nmt.1 de un:.i cimb<l st.:ptcnrrional y otr:.i
mcmltun,tl. wmo St' advu:rtt' nu sólo pür la rfütrihucibn <lt.: que siguen oricntarionc:, t·stilísticas innovadoras y supra- mesoamer.icanas por una acentuada apertura de sus relaciones hacia el exterior. Las am-
los edifi, in-.. ,;mo ramb1én por la orientación y b repetición rrcgionales equiparables <l la arquirecrur:i mexicana de
aquella época. Chichl'.n ltzá era, sin la menor ducfa, una
plias red es comerciales entre las poblaciones de las tierras altas y las bajas aceleraron las
d,: mst:1\:icione~ !:i imibrt·~ (pir:ín1id1.:s de pl:rnta cuadrada,
pbt.1fnrm.h Je Vt'nm y cenote~) en los dos distriltl~. Los riudari cosmopolita y multit'tnica. relaciones y los intercambios de mercancías y de ideas y fomentaron, por consiguiente, la
expansión de lo que los teóricos de la cultura denominan "estilo internaciom1I".

539 La "/1;/t'siu''. Arquitec:tum Puut de Chichén lrzá, f\,lonjas y 1\kab Dzib. Está recuhicrrn de m:\scaroncs de ; 40 Mascarón en mosaicn en e.iÚ/o Puuc. Chichén ltZLÍ, Yu- de múltipl~s piedrecir:1s. ¡\ c:iu~1 dt~ su larga nariz. ('!)LO:,
r,mmín, Atlt:i<'o, d1í.;icu final. dioses de largas narices y mues1ra los fri sos rebajados C(l!Ün, México, casa de /a; Monjas, clásico final, 800- 900 d.C. mascarones fueron tenidos dur:intc mucho 1icmpo por
Ll IJJnucfa "Iglesia" :-t.:.:: encuentra en d bor<le meridion:.il car<.Ktcrísticos de la arc.¡uitectura ele! periodo clásico final Entr~ bs características del estilo Puuc se encuentr:m los reproducciones e-Id dios Chaak, pero hoy día se está abrien-
del cmpbz:1miento y forrna partt· ck un grupo de t'Úi- de lJ región del Puuc. al noroeste ele Yuc,u5n. mascarones dt> dioses de tamJño superior al natural forma~ do paso la hipótesis de que se rbn muchas diferencias cmrc
ficios Puuc. enrrr lm que se cncucnLran la casa de las dos, ele acutrdu con el estilo musivo. mediante combinación ambos y de que represenmn, por ranto, distintas divinidades.
541 l/i.,,u del edifino Q-80 <11 el a11tm de MayapJ11
El etiificio, que los arym·ólogrn, bautizaron con d térmm 11
técnico de: "Q~80", se t'ncucntra t n d centro de Mayap,ín.
al norte de b pirámiJ e Je El Castillo (fotografía 543). El
cdifirio se J!za subrt' una plataforma }' albergaba ~ci,
dmaras. Al <lt'st'ntcrrar la cámara pinc1pal h<1cc tan \<)lo
unm años. los ary ucólogos mexic.1nos descubrieron quf 1,1
pared postenur estaba rir,1mcntc- dccor;1Ja con pintura,
murale~. El ttcho del edificio estaha probahlcrnentt' for
madu por vigas de m:lder:i que desc:rnsaban sobre ~opor-
tts <lt pin.Ir;\ y dr m;ider:1. L3 poca calidaú t!e los niurn,
provocó su caída. así como b de gran parte <lt' bs p:irede(,,
lmtraks. Se desconoce la función J la que cstah:1 de~un,1
da t:sta iir1pon:rnre construcción.

eficacia. Cuando las paredes de estas construcciones eran de madera, se las recubría con
El legado de Mayapán
yeso y estuco y se techaban con materiales vegetales. Con frec uencia, las paredes interio-
Mayapán se apropió del imperio económico creado por Chichén Itzá. Las fuentes res de los edificios públicos de esta época estaban ricamente ornamentadas así como los
históricas alimentan la sospecha de que llegó a convertirse en centro del poder gracias muros exteriores de estuco. Sirven de ejemplo los emplazamientos de Tulum y Santa Rita,
a una secuencia de intrigas políticas, traiciones y alianzas de grupos políticos con tra aunque sólo nos han llegado restos fragm entarios. Mayapán era una ciudad fortificada de
Chichén l tz á. Los relatos bélicos aluden al apoyo militar q ue este "golpe" obtuvo por más de 3 km de longitud por casi 2 de ancho (fotografía 542). Los gobernadores de los
parte de los aliados mayas de la ciudad portuaria de Xicalango, en la costa mexicana es.tados que se hallaban incluidos en la esfera de poder de Mayapán debieron vivir dentro
del golfo. de sus muros. Las casas de la ciudad sacadas a la luz muestran zonas densamente pobla-
Los ed ificios de Mayapán no son ta.n grandes ni están tan bien conservados como los das tanto dentro como fuera de las murallas. Las amplias dimensiones de las viviendas
de Chichén ltzá (fotografía 541). Esto indu jo en un primer momento a hablar de una indican que se había asentado aq uí de forma permanente tanto la clase pudiente como
sociedad maya de la edad posclásica tardía "decadente", si no ya dege.nerada. Pero las una población probablemente dedicada a labores agrícolas. La arquitectura monumental
ulteriores investigaciones sobre este periodo han sacado a la luz una sociedad extrema- de Mayapán se concentra en un área de 2,5 hectáreas, en la q ue domina, en el lugar cen-
damente "eficiente" en los aspectos político y económico. En este sentido, la parcial tral, un templo cuadra ngular, llamado, como en Chichén !tú , E l Castillo (fotografía 543),
reducción de la monumentalidad y la fastuosidad a rqu itectónica se considera aho ra como si tuado inmediatamente al oeste de un cenote. La plaza está rodeada de pórticos colum-
la expresión de una reorientación de la organización política y económica. Según esta nados (fotografía 54 1), viviendas de la aristocracia, tem plos, sepulcros, oratorios y edificios
interpretación, las energías sociales se invirtieron en la producción y el intercambio de circulares. Es en esta zona donde se ha descubierto la mayoría de las creaciones escultóri-
mercancías y los sistemas de mercados bien desarrollados promovieron una m,ís justa cas del emplazamiento, entre las que hay figuras humanas, jaguares, serpientes, estan-
participación de todos los miembros de la sociedad en la prosperidad económica, con la dartes con inscripciones y estelas (fotografía 542). Más allá de esta plaza central se extien-
posibilidad de obtener beneficios por las prestaciones laborales. Este sistema económico den en todas las direcciones, hasta los muros de la ciudad, y muy juntas entre sí, casas y
abierto recompensaba al espíritu empresarial emprendedor y reducía, finalmente, las patios de la nobleza y del pueblo llano. Las pequeñas esculturas, como tortugas, y las figu -
desigualdades sociales entre la casta d ominante y el resto de la población, porque ahora ras de dioses que se asoman desde el cielo halladas en estos barrios residenciales indican
era mayor el número de personas que podían beneficiarse de la bonanza económica gene- que también fuera del centro ceremonial se llevaban a cabo acciones rituales.
ral. En este clima social, una arquitectura menos dispendiosa --que, por lo demás, sólo
afectaba a los edificios públicos y a las residencias de la clase superior-- no debe juzgarse
como un " retroceso" frente a la precedente época clásica sino como el refl ejo de nuevas Los asentamientos mayas de la costa oriental
pautas sociales y de nuevas prio ridades económicas. En térm inos generales, puede ras-
trearse este cambio de los objetivos en todas las fo rmaciones estatales que, en la historia Las expediciones arqueológicas y los recorridos por la su pe rficie de la costa oriental
mundial, caminan hacia la madurez. Este proceso se produce, en cierto modo necesaria- de la península de Yucatán han permitido descubrir una zona densamente poblada d~
mente, en el curso de la evolución a la rgo plazo de las culturas. la edad posclásica tardía. Los centros políticos se hallaban en los lugares cla ve de esta
La técnica con que se construían las viviendas y los edificios públicos en Mayapán, extensa fran ja costera (fotografía 534). Se cuentan entre ellos El Meco, los yacimientos
Cozu mel y otros centros del final del periodo posclásico d io pruebas de una notable de San Gervasio y Buena Vista en la isla de Coz umel, Tulum , Ichpaa tún, Santa Rita Y
Hl Muf"' de Afoyap,in
;\byap;ln íue una ciudad-estado densamente pobbJa pro-
tejttdJ por unJ murall:1 dt'fcnsiva que se extt'.n<lía sobre .. ,· .
un:i supcrfin<" de 3 X 2 km. En el punto medio dd gran ,rº
ccniro ceremo111:1I, de 25 hectáreas, se alza, sobre una
pi.in!> ,u.,dr.1d.1. la pirámide de El Castillo (edificio 162),
ro(k.1d:1 pur un observatorio, una pbrn.forrna para cs{elas,
templo!-, orawrim y 3c.:pulcros. En este {trca, en b q ue
morJh.m l.1\ famili3s gobernantes. se encuentran asimis-
11,o los m,1n1rt·.-. pórticos columnaJos. Como Chichén ltz5,
tJmlnén \LH·.1~ín er,1 multié-rnica y sus sober:rnm man-
rt·ní.1n unport~rnces rchtcinm.-:,, co1ncrcialcs que nlc:rnzab:m
tlc3tk d golfo de México ha!ILa el golfo de Honduras.

;u L,,I r1l'1Jm1tlc de HI Cu.Ni/lo. Afayapán, Yucatán,


México, duJ1CO rardia. J20~ 1500 d. C.
En pnmer pl:rno, ~1 la derecha, se encuentra la pirámide
tk El C.1sullo. a nccs rnmbién ll:1m:1<l:1 "pmimidc de
Kºuk'ulbn" copia menor de un célehre mo<ldo de Chi-
chtn lv,.;í- Jomrnando el cenrro ele b ciu<la<l. A l:1 i1.-
quil'rd:t .1p;m:n.: d Cnr:,cnl. r:1mhién copia, <lt· menor t ;1-
mai10, dt' IJ cunstruc:ción hnmónim:i Oe C h1d1L·n Itz:1. Fs
cvultntt que c:nn csr:is imit.1ciones los moradores de M:1-
ya p:ín 11lll.'IH:'th:m vi ncubrse :i la importancia )' la signifi-
canó11 de Ch1chén lrz:í.
algunos más. Cada una Je estas comunidade~ creó sus propia s combinaciones de tem-
plos, viviendas y sepulcros. Al igu,il que Maya pán , rnmhién Tulum e kh paan'.111 estaban
íortif1cados. Tulum y Santa Rita son conocidos adem ás po r el huen estad o de consen a-
ción tk las pinturas murales del posclásico tardío (Ímografías 536 y 547). Todos estos
lugares costeros fueron probablemente impo rtantes plazas come rciales. En ellas se inter-
cambiaban las 111anuE1cturas regionales por las materias primas Je bs provincias de la,
tie rras bajas y mercaderías del comercio a gran J istanci,1. Ambas categorías de bienes ,e
comercializaban con la ayuda de mercmle res que se desplaza han por vía marítima.

La dinámica demográfica de las tierras meridionales

Las invest igaciones llevadas a cabo en el ámbito ele las tierr:1s hajas meridionale, han
mostrado que tras el colapso de las ci uclades-esrndn esta región, núcleo de los may:1s cl:\-
sicos. quedó casi enteramen te despoblada. Algunos estudios específicos en las zonas de
Tibl y del área de Petexbatún señabn q ue los amiguos centros ceremonia les y sus ,até-
li tes tu vieron mu y escasa pobb ción - y en algunos casos nula- durante todo el periodo
poschísico. Los nue\'os asentamientos de esta época se limitaban excl usivamente a la,
zonas ribereñas, por e jemplo, del lago Petén, y aun entonces en menor número que
durant5,la fose clúsic:1. Si se recuerd a que d urante d icha fase estas tierras baja, me-
ridiun:iles estuvieron densamente pobladas, se pl.1ntea la pregunta del destino de aque-
llos gru pos humanos. ¿Perecieron a ca usa de guerras, hambre o epidemias' De hecho,
se han encontrado algunos indicios en apoyo de b h ipótesis de un aumento de las acti-
vidades bélicas :il f-1nal del periodo clásico, pero no aparece n, por otra parte, enterra-
mientos masivos ni otros signos de una rá pida extinción de la población.
Cabría pensar que sencillamente los moradores de estas zonas las abandonaron
para trasladarse a otros lugares. Por lo que concierne a los lagos del Pctén, parecen
haberse fund ado algunos caseríos o aldeas rura les :1 lo largo de sus riberas, mientras
q ue otros grupos buscaron territorios más tranquilos. Durante los primeros siglo~del
dominio colon ial espa11o l se registraron en todo el ií mbito de las t ierras bajas meridio-
tmles desplazamientos regionales de 1:1 població n. También, y de for m a similar, d
d errumbamiento de las ciudades-estado en el siglo IX debió provoca r importantes
migrac iones.
En algunas regiones, como Belice septentrional, existen síntomas de que en la pri-
mera etapa posclásica h ubo una elevada densidad demográfica en l;1s áreas próximas a
las riberas, por ejemplo, en las lag unas, ríos y costas caribeñas. En Lamanai, centro de
esta zona de Belice situ:ido en una isla en el interior de una lagu na y unido por vía flu-
vial con el mar Caribe, no se han encontrado huellas de un colapso político. Llama la
atención el hecho de que, al parecer, pudo desempeñar de forma ininterrumpida su fun-
ción d e centro importante desde la época clásica a la posclásica. Es tarea difícil hacer e~ti-
maciones, sobre todo acerca de la publ:1ción regional asentada fuera de las tierras ba jas
meridionales centrales. Los numerosos asentamientos q ue se han descubierto en las fér-
ti les zonas costeras de Bel ice y Quintan;1 Roo permiten concluir q ue en el periodo pus-
clásico las costas de las t ierr:1s bajas o rientales fueron el hogar de m uchos gru pos de
pobladores. La concentración en islas o penínsulas es una forma de asentamiento coste-
ro que se registra en numerosa~ regiones. Co mo puede deducirse de los casos de Santa
Rica, lchpaatún, Ambergris Caye, Tulum, Coz11mt>I y otros lugares, los poblados coste-

~ ros tuvieron además, en el periodo posclásico, una importancia determinante para las
zonas interiores cercanas a la costa oriental de Yucatán. Algunos asentam ientos del inte-
rior carecían por completo de rutas fluv iales y parecían depender de la explotación de
los recursos locales. Así se advierte claramente en el caso del asentamiento posclásico
de Colha, situado en una de las mayores reservas de sílex de la región maya. La infl uen-
544 F.stclas. AlayafNÍJJ, Yucután, México; pusdásiro nu·d;o, En lo~ 200 años precedentes no se hahía erigitlu ni una :i.Ola
1/85 d.C. (?): mli:a: medidas dela mela I (ü):a/11m1 csreb en rndo el territorio n1:1y:i. L1s de la ilustración cia de las tierras bajas meridionales centrales y de Ch ichén Itzá ha dejado su huella en la
175 t m; ,mchuro ;9 cm, grosor 20 rm señ;ibn fech;is difícilmente co ncil i::ihles con nuesl ro G1kn-
cerámica incisa de la primera época poscl;ísica del norte de Belice. Esta influencia se basa-
Las l'stclas tc.stific:in el renarnnicnlu cultural del .')imbolis- rlario; tres Je ellas se refieren, sin <IU(b , J la época del ílo-
1110 cl:'1sico gracias :il apoyo J1: los sober=inos de May:ip:ín. renmil'ntu Je .Vb.yap{m. ba probablemente en una combinación de di versos factores, tales como movim iento~
jerárquicamente.: anicuhHlos y eran gobernados por un setior, c.:ljalach winik, que rc.:si-
día en la capital. F,ste tenía b;1jo sus órdenes funcionarios (batab) que controlaban, c.:n
cali<lad de lugartenientes, cada una de las comunidades, cobraban los tributos y desem -
peñaban otra~ tareas de organización para él. F.n otras provincias, en cambio, la estruc-
tura era m enos jerárquica y sólo reconocían , en lo q ue.: aca,iía a la dirección d e su comu-
nidad, la au to ridad del batab, pero no la del jalach winik. La organi zación más <lébil
cor respondía a los lugares escasamente poblados de las zonas marginales, que.: se confe-
deraban entre sí y en la, que no existía n ing uno d e los ca rgos anteriores.
Rev iste un gran inte rés par:i la comprensión de la sociedad maya su tipo de orga-
nizació n política. Las fuente~ de l:1 é poca colon ial testifican que cuando los espa ñoles
llegaron a c,t:1 zona exi~tían señores regionales que contaban con el apoyo de un apa-
rato de funcionarios especializados. Pc.:ro no hay una respuesta clara a la pregunta
sobre la estahili<larl d e este funcio nariado y sobre su área de competencias en to<lo el
:ímbito de la península. Ma yap,í n estaba regida por una especie de gobierno colegiado,
el mu/ tepal. fate sistema fue.: el re~ultado de la confederación de d i,·e rsos tc.:rritorios
y de ~m linajes rectores, conocida bajn el nombre de "liga de Mayapán". La existencia
<le I arias residencias <le elites y de alargados ediGcos o pórticos col umnados, y también de
otro~ sin columnas, en torno al cent ro urbano d e.: Mayapán y de otros lugares posclási -
cos en todo el ;imbi to d e la, tierras baja\ señala la presencia simultá nea de ,arias fomi-
lias poderosas en estos centros po líticos. F.n ,·irtud <le.: la implantació n del principio de
rotación de k>s cargos políticos, las modernas comunidades m ayas d e las tierras altas
545 L.1 u ,-,dmrn, drl m/Jerano. Tulm11, (jmr1w1111 T?oo, En el 111ttr11tr, :-.ohrl d v:1no <.k una puerta, se rncucnrr:i un dispone n d e conse jos o asambleas parecidos a los d el pasado. Los cand idatos compiten
.\fr.rn o, t'dfi, ,u 15; f'<1.•c/ú;,m ntcllCl con In escultur:i mu.-,iv,, rlel dios prec1p1tándo¾
por un puesto en el consejo m ediante.: a íios ded icados al servic io de la comunidad. Este
1:-1 p11r11w culumn:ulu Íut· probJhlcmemc.: nn tl·mplu o l.t cleMle: b ,1hur:1. mot1\'n frecul'ntr en darle poq-Lh1co.
Jc..'~1du1l°1.1 ~IL ,11µ,nn:i dt.: \.1.-, fom1l1,1, g,ohtn1.1nte<io de Tul111n. sistema de gobierno del mu/ tepal implic:iba, en todo caso, una diferencia radical
respc.:cto al poder rotalita r io d e los reyes divinos. Esta forma política era una rc.:nunci:i
inequívoca a las instituciones de d o minio d e la era clásica, en las que el d estino de
un pueblo dependía d el éxito o el fracaso de reyes guerrc.:ros ca rismáticos que recla-
migratonos de la población y la creación <le las importantes relaciones comerciales no r- maban para sí el título de sucesores de lo, dioses y la pretensión de poseer poderes
te-sur qut· caracterizaron aquella época. En el poscl:lsico tardío ( 1200- 1500 d.C.), el sobrenaturales. L as recientes investigaciones sobre los c;im hios <le las formas estatales
norte de Helice manturn una elevada <len~idad demog ráfica. Tan to aquí como en Petén.
la alfarería refl ejó una estandarización y una destrcl.a en las técnicas de producción
supniorcs a las d e los periodos precedentes. Estas tendencias delatan una situaciún esta-
ble a largo plazo par:1 la població n de esta~ regiones entre lo, sigl os X y X\'I, y de becho
las tradiciones cerámicas permiten concluir que buho en esta zorrn un d esarrollo lento e
inmtcrru mpido. Para el periodo posterior al año 1250 <l .C. c.:,tá testificado. ror ejemplo,
en d norte de Belice, el surgim iento de una serie d e nuevos centros regionales, lo que da
pil a Li conjetura de una reestructuración Política de.: esta zona como consecuencia <le l.1
:l\ctmión ele M:iyapán, en d none de Yucatfo. F.I dato de que a los objetos cerámico,
loc:des, t:tnto a los de uso profono como a los cercmoni:iles, ~e les vinie ran a añadir en las
tierra~ ba jas d el este y del sur, hasta los lagos del Petén , vasijas de :tlforería en estilo
Mayapán, revela la amplia influencia de este centro septentrional.

Geografía política y estructura regional

Según las Cuentes h istór icas, a la llegada d e los es pañole, estaban ya marcadas las
fronteras <le.: las k'uuchkabalo'ob, calificadas como prm·incias. E xistían diíerencias en
lo conce rniente a la e,tructura interna de estos terr ito r ios polít icos. Alguno, estab:1n

546 /',m,a, wlum,uulu. Mt1yupú11, Mauu. rdifir,o /61 mtnprt'lÚ ronw ca~:1._ de v;1roncs ¡6vtncs. nm:111r,1s qul'
L.,,\ J"M 1n1cn, cnlumn.tdu,. rom1, C:~tc <lel ctlificiu 163 . .-,nu,.1- otrm crttn qut· ~ tr:ua c.k dific1os paríl los cun..e1n~. l'l1
dci tnmnli;Jl,1mt·r1tt· ,il tX'-IC de El C'a.,tillo. l¡f)ll un dt:- lm (]lit' .-,c.,• reunían lo, reprt'.'ic:nrantt:~ lk \:is fo111il1:1s 111,b
rntnro tip1cu tic l.1 ,m..¡u1tcrtnra M;1\on;il d,~ .\-1ayap.ín )' ,h.- mf1uyt'm<:, Algunm dt' l')lO'i púrt1Ct1) c,,lumn:irlos er.m
lftri" lugarc:,. dr Yuc,1d11, L..1 :1n.¡u11a r.1 T:it1;1n;1 Prn:.knu- wrnh1tn proh:1bkmrme pJlnl'10'i.
n.1~1111, 4u1.· p:1nin¡ll'1 en la, rxcJ\ ,1ri, ,nt., 1lc.: .\1 :1 vap.ín, lo,
mesoamericanas t estifican para la época posclásica una política "colectiva" que acen - En el arte maya las serpientes con fig u ran el víncu lo de conex ión entre el cielo y
tuaba el carácte r consultivo del gobierno y promovía un "planteamiento igualitario" la Tierra o, respectivamente, entre este mundo y el m:ís allá. Con lazos de serpiente
para la actividad polít ica y para el sistema d e valo res subyacente. Este tipo de procesos o kuxa'an Sttum se un ían rnmbién entre sí las ramas de los lina jes. Se las consideraba
ha pod ido tener su or igen histórico en la resistencia contra el dominio tiránico de é po- como una especie de cordón umbilical que mantenía unidos a todos los m iembros de
Gts anteriores. D e hecho, así ocurrió en el caso de los mayas de la era posclásica, que una mism a estirpe. Las imágenes de serpientes de las pintu ras murales de Tulum
establecieron sobre nuevas bases su sociedad como reacción a las monarquías auto ri - mantie nen unidas a las pcrson:1s concretas a las que se les atribuye un mi smo o rigen .
tarias del periodo clásico. Aquí la representación se combina con ornamentos de esteras, que son también un
Las diversas agrupaciones q ue gobernaron la sociedad maya posclásica tienen su símbolo de relaciones de pa re ntesco. En las pinturas murales de la const rucci ón ]6
reflejo rn la arquitectura de sus centros políticos. La plaza principal de estos lugares de Tulum las serpientes establecen una conexión en tre el ciclo y e l techo del tem plo
está rodeada por varias reside ncias d e la capa dirigente, templos o sepulcros familiares (fotografía 536). Las se rpien tes son como sogas por las q ue los dioses d esc iende n cid
y pórticos abie rtos (fotografía 546). En Tulum, por ejemplo, hay una serie de templos ciclo. A unque estos símbolos im pl ican una integración, por las fuentes escritas s,l bl'-
fami liares y pórticos columnados (fotografía 545). Entre los edificios pi'.1blicos de mos que en las provincias de la era posclás ica fue ron frecuentes los conflictos. Lm
Chichén ltzá, M;1yap;\n y Utatlán hay pirámid es cuad radas, es deci r, provistas d e esca- límites fro nterizos era n imprecisos y los cont rastes soc iales obligaban una y otra vez
linatas en sus cuatro flancos. Expresan así el círculo sim bólico de los cuatro puntos car- a entablar negociaciones. A la llegada de los españoles algum1s region es estaban nü,
dina les que fo rman pa rte del arte maya de muchas épocas y son, en cuanto tales, un i ntegradas y m,ís cohesio nadas med iante tratados con sus vec inos que otras: un
poderoso símbolo d e la integració n de h1s diferencias locales y regionales. esquema sujeto a las vicisitudes d e los tiem pos. Los cent ros m:ís d estacados d el po,-
Las escalinatas de los templos cuadrados o las entradas a otros templos están pro- clásico tardío, Maya pán, Cozumel , Tulum y San ta Rita, parecen haber fo rmado una
vistas no poc;1s veces de balaustradas o de columnas serpentiformcs. No en va no, el tér- red econó mi ca que unía Mayapán con la costa o rienta l ele Yurnt~ n. Esta red incluía
mino clian sign ifica "cuatro" y rnmbién, a la vez, "ciclo" y "serpiente". también las tierras altas g uate maltecas. Esto se d educe del hecho de q u e la mayoría
d e los c~hillos d e obsi diana del posclásico ta rdío q ue se han encontrado en las t ie-
rras bajas procedían de I xtepeque, en la regió n d el altiplano de Guatema la. En la,
ct,1pas an te riores se importaban de otras fue n tes situadas en México o en el alti pla-
547 Detalle de fa; pinturas mum/fs del edificio l de S(lfl!U Por desgracia, fueron destruidas inmediatamente dcspué·s n o maya, pero en cambio en el posclásico tardío estas fuentes se vieron d espla zada~
Rita Coroza/. Copia dr Thomas Gann; Santa Uita Coroza/, de su hallazgo, de modo que en la actunlidad sólo se l:1s
en beneficio de la obsid ia n;1 del mencio nado emplazamien to d e l xtepeq ue. Aunque
/Jd,á, edificio /; posclásiffi tardío, /440-/500,/. C. pueJe reconstruir con b :i.yud:1 de los dibujos clr su descu-
La~ pinruras mur:ilcs del edificio 1 de Sant;1 Rita, que fue bridor. Thomas Gann. Representab;rn a los dioses qur es también posible que el pode r político d e los k 'iche' durante la etapa posclásica ta r-
probablemente c.l centro más import:in1e dt: la provinci:1 de vdan por lus perioJos flw. Desde el punto de vista estilísti-
día h unda sus raíces en este en t roncamiento con la red comercial de los yukatek
Uaymil dur:rnre el posclñsico, forman part<· del grupo co se <ll·tectan influencias de México cemr.11y de O:ixac.1.
ck los m~s impowrnre.s tcsrimonim del artt de csu époc:1. (véase Sachse, pág. 360 y ss.).

5 6
El a nálisis de los e nte rramientos en los emplazamientos posclásicos revela que las
ca racterísticas de las inhumac iones y las ofrendas funerarias eran simihires para
la mayorfr1 d e los m iembros de una misma comunidad. Dejando aparte los casos
excepcionales d e Santa Rita y Lamanai, resulta d ifícil establecer d ife rencias entre los
difuntos que pertenecían a los grupos de elite y los d el resto de la población a partir
exclusivamente d e esta comparación. Los enterramientos se encuentran en la vec in-
dad inmediata de las vivienda s famil ia res y evocan la imagen d e una sociedad lx\si-
camente acomodada , con d ifcrenci;is J e estatus puco acentuadas, que en cada lugar
concreto sólo significaban una mínima gradación dentro J e un todo. No pueden
detectarse drásticas diferencias de clase y probablemente el ascenso en la escala social
de aquellas com unidad es era no sólo posible, sino también frecuente.

Religión

Los relatos d e los franciscanos espaiioles que desde 151 7 hasta 1697 d.C. rea liza-
ron considerables esfuerzos por cristianizar a los hahitanres ele la~ tierras bajas nos
han transmitido algunos conocimientos sob re los rasgos esenciales de la rel igión de
los mayas en el periodo posclásico. Las informaciones del ob ispo D iego de Land a en
el siglo X'J y las descripciones de las "ex ped iciones" de los monjes Fuensalida, Orbita
y Avcndaño en las zonas fronterizas todavía no conqu istadas en el siglo XVII hablan
repetidas veces de "cultos idohítricos". Landa reseña muchos ritos que él mismo
548 J<eup1entt trípode decorado. L,umilnili, Belice, codu: los inicios de la fase posd:ísica. Las v::isijas er:rn model:i- había presenciado todavía en la etapa de los primeros contactos. Los monjes, que
NJ0--11/1; del f!<JSdds,m medio al tardío, / 150---1 iOO d.C.; das y adornadas con rclicvc:s. constab:m de v:mas piez:is
urcJ//11 con recubrimiento tuwru111ado; ,,!tura / 1,6 cm, diámr- que lueg◊ se uní:m y llevaban un t'ngobe an:ir:mjado. Por
penetraron mu y en el interior de las selvas vírgenes ele Belice y G uatemala, comba -
rm 18, 9 cm; Belmo¡xin, Drpartmmt of Arrhaenlngy lo demás, esw.s mercancías Lil' arcilla compuestas e-le v:irios tieron la persistencia de las ceremonias a que se entregaban los m ayas rebeldes que se
Esrn fu ente figurativa i.:ngul.,ada dr tres pnt::is es, por su elementos se produrí:Hl tn Bclict' ya J fin:1les del periodo
oponían al catolicismo y a la conq uista. Muchos de los ritos d escritos se encuadran en
m:isa, fo rm~1 y colo r, un ril'mplo típico de: l.1 categoría dásico. Sus técnicas de fabricación se mantuvieron en uso
espt'c Í;1\ de objetos cerámicos producidos en Lamanai tn -con o sin engohc- hasta la conquist:i t'spaf10la. el contexto de las solemnidad es y de las fiestas dlendáricas que tenían lugar en el

Estructura social, familia y Estado


L a pertenencia a unas determinadas líneas Je origen o procedencia era un factor
clave del poJer político en la época poscl;ísica. Durante a lgún tiempo, Mayapán estu-
vo regido por una federac ión J e poderosas dinastías y es sabido que algunos linajes
de inmigrantes, como por e jemplo los Aj Kanul, fundaron su propio Estado. No se
conocen con exactitud las relaciones de caJa una de las personalidades concretas que
pertenecían a estos grupos de parentesco de sangre. A l pa recer, estas relaciones se
fundamentaban en la descenJcncia o el m atrimonio y también, además, en los alia-
d os importantes. Es posible que estas líneas de lina je desemperiaran una función
parec ida a la de las "casas" de las tierras altas mayas (véa_¡e Sachse, pág. 366 y ss.).
En la arquitectura posclásica la di versidad de los grupos de parentesco dentro de
la capa dirigente e ncuentra su expresión en los di versos complejos de edi ficios de los
pal acios, los templos y los sepulcros en torno a las zonas centrnlcs y en las gran des
construcciones o las gale rías column adas (o, respectivamente, los pórticos abiertos,
sin colum nas), como pueden verse e n Mayapán (fotografía 546), en los poblados
lacu stres de los lagos del Petén y en otros centros de toda esta región. Se t rataba pro-
bablemente de in stalaciones comunes para va rias fam ilias dirigentes en los centros
posclásico s, uti lizadas para las asambleas y las discusiones de los asu ntos públicos. La
soci edaJ maya posclásica no estaba articulada exclusivame nte po r las líneas de los
linajes. Más bien, la medida en que los lazos famil iares podían ser determinantes a
549 lnce,uario.r con fnmw dr relojes de arena de Be/i"e ejecut.1h::in ceremonias n:g1das por d mismo calendario y
la hora de negocia r los asuntos públicos variaba según el lugar y la época. Es tam- central. Proa de11da de:.;cmwcidd; poscldúw tardío. accionrs cúlticas pdcticamentc idénticas. cuyo origen se
/201/-1500 d.C.; arcilla cocida; /Jclmopán. Depurtme111 sirú:1 probabkmc:nte en Chichén ltz5 y, más t:ir<le, en
bié n u n dato seguro que existían instituciones políticas que s uperaban los vínculos
ofArchdeology Mílyap,in. Las pdcricas riwaks comunes er:in un impor-
tri ba les, por ejem plo, los cargos desempeñados según e l principio Je rotació n, q ue En:is dos v:isij:i!<í cedmicas son eicmplu típico dl· rc::cipirn- tantl' factor ele inregraciún. Promovieron b rnhtsi()n tk la:,,
tts p:ir:1 incienso, fobric:tdM y tmp!t'Jdm, t n ti.Xlo el círculu elites políticas y C()nsolidaron lo:'.> vínculos cumnciaks
presionaban hacia las negociaciones y la integración de las diversas agrupaciones
cultural de l:is tierr:is baj;is posclá~ic:as. Su ampliJ difmión enrre b .,; prnvincia!I de las tierras b:11:::is.
semi i nclepcnd ientes. indic:i r¡ne los rlirigenres de las rlivers;is ci11d.1de!i-est:1do
);O Vasija p'1rn máo,,;fJ ,·11 /ürllltJ dl'I dins /t:;amuuuj. Ma ~ sugieren que el dios n:prtsent:irl() e~ ILzamn:1aj, uno mh 551 f{uij'u pam incitwo w 11 la imagen dt· t111 dio.f dl·scono- número. Cunfig-uralxrn el punrn C'C ntr;il <ll' mut h;'ts frs-
yapdn, Yurntdn, México: pOJ'cltíJico 1,,,r!ín, 1200- 1500 d.C.; de la serir lil' divinid:ides que figuran l'll b ~ vasija~ par;1 cidn. Dzibu,1chi. ()uimano Rm,. Múico; posclá.ilm tardín, ri vid:Hks l·all'nd:incas s:1Cr.1s ch·! periodo posc\{1sirn }' de
tJrá/lu toáda y pmtada; altum ({J cm, anchura J-1 cm, grosor incienso del c::stilu Clu:n Mu!. En b s manos ~ostient'. I W0-1400 d.C.; arcilla rnoda 1:-i etapa culunial }' surgic:rn11 probalilr nn·ntc en c,mr-
1-1 cm; Ciudad dt Aléxiro, Musto Nacio'1aÍ de Antro/'(Jlo{!,ía como ofrc:-nd:l. un objeto con puntas: u11 p:m de rn:1íz Sr rrnr..i de un.:1 figura represc:nr:u ív:1 de la!- cerámic1s xión con un rnlto rdig1n,;n r;irdío promovido por lus
El ,·il·jo rostro ron b n;iriz ganclrnd.1 y los :1cenLU:tdos t:spcci::il o mi vez resina de inricnso prensada. modtbdas en l'Stilu Chen Mul. Esr:1s imágenes de jefes \k la ciud:1d. Much:1s ck estas l'Statu illa~ -cnmo l..1
colmillos que sohrr.s:ilcn por las comisur:1s dt la boca d iversos dio.ses, locall's o extr:rnje rns, que podbn fohri- :1quí reproducid., m11estr;1n ~ lo~ dio~t:~ ofra il'ndn :1li-
c:1rsc t:nnbi~n con otros rn:1teri:1le.,; 1 ~e des:1rroll:1ron en mentu~ u incienso. En b p:lrt(' po:.1>tcrior Jd rl'cipiente
M:1y,1p.ín y e~ .14u i donde se enc11entr;1n en mayor '-C" qunn~1b:.i incienso.

ciclo a nual , al final del :uio, o d e un k'at1111. En d ete rmi nadas ocasionrs, por ejemplo, vasija , de incienso rotas o barnizadas (fotografía 549), en los figuri nes, reci pientes para
en las cere monias del Año Nuevo (wayeb) , se e rigía n nuevas estatuas y se derr ibaban alimentos y bebida,, cadáve res d e animales sacrificados y ot ros ind icios, corn o cuchi-
las a ntig uas, se ofrecía incienso, se sacrificaban piezas d e caza y se organ izaban ban- llos d e obsidiana, o bj etos hechos con valvas o herra mientas de piedra. E n Santa Rita,
quetes fes tivos. F o rmah:1n t,unbién a menudo pa rte de estas solemnid ades, que se al norte d e Belice, se han id entificado ofrendas para los días solemnes bajo la fo rma .d e
celehrab;rn en las casas de los dirige ntes, l~s procesiones por el pohl:1do. Pueden con- figuras barnizad as hal ladas en los p;nios interiores d e las 1·ivicndas d e la clase diri-
firmarse argueológicament(' los \'estigios de estas ceremonias en los yacimientos de gente. En otros centros d el posd ásico se ha encont r;1do en los templos, sepu lcros y
otro' monu mentos significativos um cantidad aún mayor ele incensarios (fotografías 55() diversas etnias y a superar las d iferencias regionales. Los expertos que han analizado la
\' 5SI ). C:01110 la descripción de su uso en los ct,dices testifica, eran muy numerosas las cere- estructura económica de la sociedad maya posclásica h:1n calificado esta etapa de " periodo
;iwni.is - y en particular las calendáricas- en las que se quemaba incienso. Estas festivida- económicamente m uy activo", en el que la mayorí:1 de los miembros de la sociedad p:1rti-
des debían ejercer un acusado efecto integrador en cada uno de los participantes. Se han cipaba di rectamente en la producción e intercambio de bienes. El "surgim iento de una
enconrr:1<.lo asimismo fragmentos de vasij;1s de incienso en las dependencias de las vivien - clase comerciante" ejerció una influencia determinante en los cambios de esta sociedad.
d,i, ¡i:iruculares, aunque no en tan gran número como en los edificios específicamente des- Ahora era perfectamente posible el ascenso social y no existfan diferencias esenci:iles en1re
tinado, al culto. Esta muestra distributiva señala la existencia de fuertes vínculos simbóli- los niveles de hienestar de la, capas más amplias de la población y l,1 aristocr.1cia. Las eli-
co, entre los miembros de una casa y los santuarios de un:1 comu nidad o de un linaje. tes promovían importantes cerem onias integradoras y negociab,1n con sus socios comer-
E~i,tcn dos tipos básicos ele incensarios cerámicos: los figurativos y los no figurati vos. ciales los temas militares y de política exterior, aunque más parecían apoyar que controlar
F.sto, segundos adoptaban a menudo la form:1 de un reloj de arena y est,iban provistos ele la producción e intercambio de bienes, 1anro cle los 11eccs,1rios como de los suntuosos.
un .,,ócalo w rno b:isc (fotografía 5-19). Otros semejab:m tarros o jarras trípodes. Estos
incienso~ no figurativos estaban decorados con rosetas o merbllones de barro y picos en
form :1 d,· espita, o con handas ornamentales asimismo de barro, impresas mediante la pre- La maduración de la sociedad maya
siún de los dedos. H abía piezas primorosamente trabajaclas adornadas con una guirnalda
ele hoj,1, de trébol que ascendí:1 o descendía por el cuello de b vasija. l .os incen sarios figu - La remoclelación del orden social registrada al f-1nal del posclásico esturn concliciona-
ratiYos ,e componían a m enudo de una ,·asija base en forma de dntaro a la que se le aña- da por la amplia integración geogr:.ífica de peque,ios estados autónomos, unidos ahoni por
día una figura antropomor fa (fotogr,1fías 550 y 551 ). redes comerciales. La civilización may,1 de esta época refl eja la evol ución de este nuevo
En Mayapán hay un pequeño porcentaje de estas imágenes que pueden ,er relacio na - orden social. Las conqu istas cultu rales de este periodo, que hasu no hace mucho era tacha-
da, run d L:tcrminadas divinidades corno las que se cncu<"ntran en los códices mayas y tam - do de "decadente", son valoradas hoy día corno el producto global ele la crnlución positi-
bién fuera de esta región (fotografía 550). Estos objetos litúrgicos se remontan ;1 finales de va, mant91ida durante mucho tiempo, de una pobl:ición de gran amplitud geográfica y
l:1 era posclásica y fueron hallados en g randes cantidades en Mayapán, que parece ser el gran variedad étnica. Por un lado, los mayas ab:111donaron la arquitectura monumental,
lug;1r de origen de las ceremonias. El hecho cle que aparezcan en prácticamente todos los rechazaron la tiranía de los ambiciosos dominadores dinásticos del pasado y clccidieron
asentamientos de las tierras bajas del periodo poschísico tardío, cuando los artesanos loca- recorrer la send,1 opuesta, transformando la sociedad en un estado económicamente flore-
les seguían d e cerca los modelo~ ck Mayap:í n, sdiab una dependencia geogdficamente ciente en el que más se destruían que se favorecía n las diferenci:is sociales d entro de la
muy extensa respecto de una ideología religiosa procedente de la citada capital. colectividad y reinterpretando sus tradiciones históricas bajo formas nuevas y 1mís aco-
modadas a los nuevos tiempos. El resultado de estas transformaciones fue, en numerosas
comunidades de las tierras bajas, un crecimiento estable a largo plazo. En los territorios
La evolución económica en la península de Yucatán aliados con Chichén Itzá o con Mayapán se prod ujo un desplazamiento geográfico del bie-
nestar, pero en conjunto las tierras bajas de la península se vieron insertas, desde el prin-
Chichén ltz:í creó un poderoso imperio económico fundamentado en un comercio cipio hasta el fin del posclásico, en un ciclo evolutivo ascendente. Es evidente que también
m:1ríti1110 que unía, directa o indirectamente, la península de Yucatán con el sur de las tierras altas guatemaltecas estuvieron en el posclásico vinculadas a las tierra; bajas
Centroamérica, l.1s tierras altas mayas, la costa m exic,ina del golfo y el altiplano de México. mayas. La expansión de este mundo mediante la intervención m ilitar y la consol idación
La isla de Cerritos, situada frente a l,1costa, servía ele puerto para bs canoas de los comer- económ ica de las tierras altas afianzó la creciente integración económica en el territorio
ciante,, q ue intercambiaban allí una gran variedad d e bienes ta nto d e uso y consumo como maya, cuyo punto culminante se sitúa en la época cle la ascensión al poder de Mayapán.
ele lujo (fotografía 552). Entre las mercancías con que se comerciaba a lo largo d e la costa
figuraban piedras cle moler, tejidos, pieles, sal, miel, cera, cacao, obsidiana, copa!, plume-
552 l:~·taquiras de oro parll las urqas. Sa111t1 l?irt1 Coro.za/, torno a In pl'.IIÍn!)ula tle Yuc:n,ín. t\ lr.ivt'.·!> de e~r:i:,, rurns
ría, adornos y campanill.1s de cobre, exóticos ornamentos <le piedra y otros muchos. Los JJdicc, edificio 216; posdúsico turd/o, /2011-/500 d.C.; oro, lleg:ih:rn hasta fo~ c:1s.1s dt lt1s scñorc~ lk la!> tierr.1~ h:ií:ts
objetos m ás indispensables para las necesidades diarias se fabr ic;1ban por doquier, a nivel turq11cH1 y obs11/iww; altura 6, 4 cm, ,mchura >, 9 cm, grosur objetos dt': ore, o Je cobrt'. hronces y otra!> alcaciont's mer:l-
-1, I cm; Relmopá111 Dcpartment u/ArdwMlogy licas. Este adorno para b s orejas lleva incru~tado turques:1
local, en la península. Los materialts no existentes en la zona, como la obsidiana, la jadeí- Lu::t centros maya~ Je finales del f)t'riodo posd:lsico. como <le México scpLCnlrional sujeta :1 bs rst.1quilas n líndric:1'i
ta, las herr,1mientas d e piedra previamente elaboradas y los rnet,iles se importaban de las S:mt.1 Rita, fuuon puntos de conexión de arnplias redes de ohsirli:1n:1 negra prucetlente proh:1hlemcnll' Je bs tie-
rnmerci:1lcs imt"rnacionales CU)'ª importancia e rnflucnciJ rras alr:1s gu;ucmalt1..:ca),
tierras altas rnayas o de las distantes regiones montañosas de México central o del sur de contah.1 con d apoyo de puertos marítimos :1liados en
Centroamérica. fate comercio proporcionó un g ran impulso económico a los luga res cer-
cano, a la costa. En Chikinchel, por ejemplo, los nuevos m ercados en expansión dentro del
sistema comercial mesoamericano elevaron la obtención de sal al nivel ele producción
inclu~trial. Cuando, en el siglo XI II, Mayapán reemplazó a Ch ichén Itzá en su posición
política hegemónica en el norte de Yucatán, pasó también a controlar el comercio maríti-
mo yucateco. Los estados aliados clc Mayapán de la era poscl.ísica conocieron una etapa de
florecim iento. Tulum, El Meco, algunos emplazamientos de Cozumel, Santa Rita y otros
actuaron como pla,.as com erciales de los territorios mayas asociados de la costa oriental.
Una característica común a todos estos puntos fue la edificación de suntuosos centro; cere-
moniales, lo que sugiere que junto a los objetivos comerciales existieron también peregri -
naciones religiosas transétnicas. Corno ya se ha dicho a propósito de Cozumel y T ul um, los
santuarios de estos lugares ofrecían un suelo neutral para el comercio de trueque - poten -
cial generador de conflictos- con mercaderes extranjeros. El "estilo internacional" cid arte
Y de la pintura de c.:stos centros podía contribuir a promover la comunicación entre las
EL ARTE DE TEJER
Stefanie Teufel

El arte de tejer de los mayas tiene una tradición de Bastón lateral - Aun siendo más difícil de trabajar que el aga\'e, el
más de mil años (fotografía 55-1). Al ser un dominio algodón ofrecía ventajas decisivas: era blando y, poi
de las mujeres, se hallaba bajo la protección de la diosa tanto, adecuado para el uso diario y resultaba fácil dé
Chak Chel y se le relacionaba con el don de dar a luz. Por Bastón de arrastre- reñir. Además, su fibra se puede trabajar inmediata-
desgracia, debido al clima caluroso y húmedo se han con- mente después de haber sido recolectado, limpiado ,.
servado pocos tejidos de la época prehispánica, de modo Elevador- compuesto. Algunos objetos hallados en tumbas sencillJ,
que únicamente se nos brinda una pequeña posibilidad de Espada -
demuestran que esta materia no se reservaba en modo
estudiar la variedad de técnicas teXLiles utilizadas. L1 alguno a la alta sociedad, como se suponía hasta ahora. El
mayor parte de las piezas conservadas. unas 600, proceden algod6n se p reparaba con verticilos que se colocaban en
del pozo de los sacrificios de Chichén ltzá, donde el fango un huso. Con una mano se preparab,1 la torsión de l,1
las mantuvo a cubierto del oxígeno. Estas telas en concre- fibra y con la otra se daba vueltas al huso. Una vez reali-
to se crea ron en el periodo poscLísico. Hasta ahora, los zada la hilatura, se podía teñir el hilo, au nque segura-
fragmentos de tejidos más antiguos se han encontrado en mente ya se conocía la técnica del jaspeado, consistente en
Río Azul, en las tierras bajas scptentrionaks de los mayas. anudar los hilos antes de timarlos. El color azul se ex-
Mediante análisis químicos fueron datados entre los añus traía de las plantas de índigo; el carmín, de las cochinilla,;
250 y 550 d.C. Estos hallazgos certifican que los mayas de y el violeta oscuro, de las púrpuras. La paleta de colore,
l:1 época dominaban no sólo algunas técnicas sencillas, 553 l?t•prciemari(m esquemdtic'a de u11a maninialu para teJer de aquella época era muy ampl ia, tal y como aún puede
Este ripo lle urensilios son u~aJos por los mayas probablemente desde hace
sino también procedimientos complic;idos como el tejido observarse en las cerámicas y pinturas murales clásica,.
m:b rle mil ;1fios. Son ligeros y fáciles de tr:insportar. con lo cual t~unbié.n sr.:
de muselina fina, la técnica del brocado y el bord ado. pueden llevar <lt: un sitio a otro. Sin embargo. no permiten tejer telas muy La acción de tejer seguía a la de urdir, es decir, sl'
.tnch:.is, por lo que ::ilAunas prendas <le vcsrir se deben coser con ,·arias picz.i..,.
Los hallazgos arqueológicos y algunas fuentes docu- rea lizaba despu és de clasificar los hilos por colore,,
m entales de la época colon ial testitican que el material
554 Una rejedom de San Anromo Palopó, Guatemala, t·n un telar rrad1ctonal 5;5 1\rlu;er teju:ndo. Jaina, Campe-<"he. México; dás1cu /ardía, 600---Y00 d.C.:
utilizado ern f,bra de agave de H enequén o de algo- San A11to1110 l'alopú e:-.t:í s1tu:ulo :i orillas dd lago Atitl:in. un:.i región cono- a,nlla wutlu; altura 17 cm, lung,tml 16 cm, aruhura 10cm; Ci11dad
dón blanco y marrón (fotografía 557), plant~1, que se- cida por la producc1é1n y vtntJ de te1idos. Ahí las técnicas trad1cwna les se de México. Ac/weu Nacionul de AnuopolugítJ e I li.-rurra
,;igu1.:n lra11sm1tiendo de madres a hi1as. Esta figur~, Je arcilla J(.· la isla Je Jaina mu~trJ a una mujer juvcn \'C<;rtd:i t.:utl
gún los análisis de polen se cultivan en la zona al menos lunp,I y falJa. El tch1r tradicional cstcl ccllidu ,l su cuerpo y, por el ntro extr<.:-
desde 1500 a.C. mo. ~nadu a un ~írUul t·n d que se ha posaJo un pájaro.
Quechquemitl Collares de perlas de jade abando nar su indumentaria, parcial o totalmen te. Los
Quechquemitf esfuerzos de los españoles por agrupar a los indígenas en
Perlas de
-jade y varillas determinadas zonas hicieron que las vestimenta; de cada
de jade lug ar el'oluciona ran de manera específica para facili tar
Puños de
- varillas el control sobre cada una de las comunidades.
de jade Con el tiempo, a partir d e esa mezcla de culturas \e
Cabeza de desarrolló el vestuario de los mayas modernos. En la
tiburón estilizada
Valva de
actual idad, la mayoría de las mujeres sigue vistiend o bs
espóndilo prendas tradicionales: una blusa ancha y larga, el huipil,
Falda
una falda cruzada y una faja. Lo; colo res y los estampa-
Sarong Huipil Faja y Quechquemitl La indumentaria de la diosa de
falda dos está n sometidos a los cambios de la moda, siendo con
y falda la Luna y de las reinas
frecuencia difícil disting uir si los motivos se han tomado
longitud y entrecruzado, y luego de encordar el aparato 556 La modu de la.< prenda.r fcmcnma; de la antigua tradición maya o del diseño europeo. El sig-
La ropa de las mujeres 111ue5tr:i una gran vanaoón. La prl'nda b{1sica era
p.ua te jer. La anchura máxima de la tela que se elabo- n ificado de las diferentes indumentarias, es decir, lo que
siempre una fo Ida cruzada, que: ,;e podía combinar con Ji:,t1ma~ capas, fofas o
rab,1 dependía d e la longitud del brazo de la tejedora. pieza,; de- adorno. L.1 indumentaria de b~ rt'líla~ tambu:n contenía un manto manifiestan sobre la edad y la posició n de q u ien las luce
dr coll;HCS ele jade y ;1\haja.~,imhóltc.1s. c.¡ue las debí.in identificar como rctra•
Una fi gura de Jaina (fotografía 555) muestra la ,mtig ua y sobre la ocasión en que se llevan, sólo es válido dentro
to rle lo dios,, de la Luna.
térn1rn de tejer con una martingala en la cintura, que d e una misma comunidad, pues el vestuario es local y los
actualme nte se sigue utilizando (fotografía 553). En lana, sino que también dispusieron de nuevas herra- pueblos vecinos prefieren Yestir otros colores y otro, es-
este c:1so, los extremos superior e inferior de los hilos de mientas y técn icas, como el corte a med ida de la tela y el tampados. Au nque a través de sus prendas cada sociedad
la urdimbre, tensados paralelamente, se fi ja n a unos trabajo con telares a pedal, que pasó a se, tarea de hom - maya haya creado algo así como un signo de reconoci-
palos . La parte superior cuenta con una cuerda y se bres. Sin embargo, las causas de que desapa reciera n miento inconfundible, casi un código visual, actualmente
anuda a un punto estable, por ejemplo a un á rbol. La muchas prendas trad icionales no fueron tanto las nove- se ma nifiesta, sobre tocio en las mujeres, una especie de
parte infe rior posee un cinto que la te jedora se ciñe a dades técnicas como las normas sobre el vestir que se movimiento maya en expansión que combina elementos
las caderas. Mediante dos bastones , un separador y un establecieron en la é poca colonial. Por un lado, a los de distintas regiones. Para muchos hom bres jóvenes, ves-
liw o la nzadera, al que se han atado los hilos p erpen- misioneros les pareció impúdica la ind umentaria local, tir tra jes tradicionales significa redescubrir y ex hibir la
diculares, se crea una ca lada por la que se pasa el hilo puesto que las mu jeres solían dejar sus senos al d escu- identidad cultural.
de la trama. La tej edora guía la tram,1 con un bastó n al bierto. Éstas tu vieron que cubrirse el torso y ponerse un
que se ha atado una madeja, siguiendo constantemen- pañuelo en la cabeza o una ma ntilla para ir a la iglesia.
te el movimiento de atraer y desplazar m arcado por el Por otro lado, los hombres ntvieron q ue llevar calzones 557 Fragmcmo de tqido. Chichén ilzd1 Yucatá111 Méx-icn; c/ásirn 111,'lÍÍo u
sepJrador. Con la ayuda d e l a espada, el te jido se va encima del taparrabos y, para aquellos que ocupaban un posc/d,iicn temprano, 6{)(j...J200 d.C.; algodón u,Jido; anchura 11,5 cm; Cambndge,
Peahod}' 1\1luseum ofArchaeology a11d Erlmolof{Y, Harvard U,iiven1ty
tu piendo. Una vez concluida, la tela se pued e bordar, cargo público, se prescribió el uso de calzado, pantalón En el pm.o de los sacriíicim <le Chichén lrzá ~e rnmerv::iron muchm ub¡t:tos lk
tintar o simplemente troquelar y seguir siendo trabaja- largo, chaqueta y sombrero. Esto obligó a los mayas a material org:ínico. corno c~ta tda Je al~odón. tejicb en l::i récn1ca <ld lirocaJu.

da hasta ser convertida en prendas de vestir.


Los tej idos servían para el comercio, como pago d e
tn hutos o para cubrir las necesidades propias. N ume-
rosa, reproducciones en obras de a rte muestran lo que se
lle, aba en la época y las modas que gustaban a los mayas.
C cncralmcntc; la tela no se cortaba, sino que se simple-
men te se ponía a lrededor d el cuerpo. La prenda princi-
pal de los hombres de todas las clases sociales era el tapa-
rrabos y la de las mujeres. el huipil, u na piez;1 superior
si n nrn ngas q ue e n aquella é poca se llevaba siempre larga
(li,tog rafía 556). La indu m rntaria v:iriaha segú n la oca-
sión y el rango social. Es muy posible que sólo las perso-
nalidades que ocupaban um1 posición elevad a tuvie ran
un mandi l corto o h1rgo. o u na fa lda y una capa. En las
batallas, los mayas vestían una falda corta, una chaq ueta
acolchada y una especie de ch al de algodó n como pro-
tecriún. Para el juego de pelota se ceñían un cinturón
ancho por encima d e la ropa. Un ado rno accesorio en el
tocado marcaba la posición social de quien lo lucía: por
ejemplo, u n haz de papeles o un pincel aludían a l oficio
ele escribano. Después de la conquista española, h1 ind u-
m rn taria de los mayas cambió radicalmente: éstos no
sólo con taron con materiales nuel'os, como la seda y la
LAS DINASTÍAS GUERRERAS: EL POSCLÁSICO
EN LAS TI ERRAS ALTAS MAYAS
Frauke Sach se

Al fi naliza r el periodo clásico maya, en Mesoamérica ir rumpió una era que según prehispánica la región se haya disgregado en numerosos g rupos lingüísticos y no se la
d cn rc.:rio de las invest igaciones actuales transcu rrió, como la oscura Edad Media, pueda considerar un espacio étnicamen te homogéneo (fotograffa 559). En la actuali -
entre l.1 época <le esple ndor maya d ocumentada en la arqueología y en las imcripcio- dad , en ese terri torio existen 18 leng uas mayas y sus habb ntes se dividen en di versas
ne, ~ b rnltura indíge na d e la época colonial descrita por los espario lcs. 1 ingún o tro etn ias. Los grupos lingüísticos m ás im portantes son los que representan las lenguas de
period o en la evolución ele la civiliz:1ción m aya es ca n difíci l de com p render e inte r- la fami lia k 'iche' (k 'ic he', kaqchikel y tz' ucujil), el q'eqchi', el poqom, el m am y el ixil.
prc1,1r como el posclásico (hacia 900- 1520 d .C.). La o rganización étnica y territorial ele las tierras a ltas contempo rá neas es en parte el
Esta época se caracterizó por las g uerras, los mov imientos migratorios y una pro- resultado de diversos trasl.1dos de población india ba jo la ad m inistración colonial
funda t rilnsforrnación que afectó a casi todos los ámhitos culturales. Los rasgos d istin - cspai'\ola, pero también se remonta a la evolución regio nal de la época posclásica.
tivm del posclásico se deben considerar de forma unitaria pa ra todo el territo rio maya,
I
aunque la evolución en las tierras bajas y en las tie rras altas debe tratarse por separa -
do. El ca mbio rn ltural mencionado se asen tó bastante antes en las tierras bajas que en La revolución hacia el posclásico
las alta~, donde se con servaron m uchos elementos de la cultura maya clásica. Los ma -
yas del posclásic-o de las tierras altas tuv ieron un cont:1c10 mínimo con los po rtadores La nueva época posc lásica, se d esprende e n much os sentidos del periodo clásico
de la cultura cl:ísica de las tierras baja s. Sin em bargo, ambas regiones tienen en común precede nte. En tod o el territorio m aya se apreci:1 cl arame nte una serie de elementos
el hecho ele que en todos los ámbitos culnrrales (arte, a rquitectura, a rmamentística, que demuestran la influencia ele México central. L a modificación de formas en cerá-
rcligiún, cte.) se aprecian influenc ias de Méx ico central, que pueden ser conside radas mica y arquitectura per m ite reconocer la evide ncia ele um1 tra nsform ación cultu ral
como el elemento que marcó con más fuer za a la cultura maya posclásica. y religiosa en las tierras altas. La arquitectura posclásica ele ed ificios construidos con
Durante este periodo, en las tierras alus surgió un:1 fo rma de cultur:1 maya que pied ra resisten te y m o rtero supo ne una evolución frent e a las construcciones de
aCLu:ilmcnte presc::ma patrones relativamente hom ogéneos, aunq ue desde la época ladrillos d e arci ll a que predomim1ron en l:i zon a duran te el clás ico.

558 Uma ,rpulc mi ,Id /~JtMúco umpnmu. Ongt11 t 'Xdt. ru


dexu'1fx ,d,,, lunus ,1/tu¡ 1/e Guutemalu; posr/Jsicu temprllnu,
hac,11 rl 'Jfl(J d.C.; ,m ,lla tvridu pimada: altuni I15 rm,
unrh11m (IJ un; Ciudad dt Guutcmllltl, Mu,ro Popo/ 1'u/J Cobán A Sitios arqueológicos

Est:i 11rn;1 'i<·pulcr.tl. lr.1haj:1da con del11,:adcz:1. l·:,d pint:1- Nebaj • Volcanes
Chelchisan • Sacapulas
d:i t.'n V.lf10, C'Olorl'!. )' lll'llC' una r.1p., cl1111Gt en form.1 ck
JJguJr ,4,:m.ulo. El cun pu dr l:t ,-."'11.1 mm:<;tr.l, fr111u.1l-
mtntc, d ro'itro de: un .1c.livin1d:ul ljllc: ,1.;0111:1 pur (;1,; f.,u-
Huehuetenango
Zaculeu A . /
l Xotixtiax /
¡7
XolpocholA ¿ • Mixcolaja
• Ciudades modernas
Fronteras estatales
ces tlt: 11n~1 ,crpicmc:, un nlol ivo frc:cm·11h· en c.:l r1,1nr1:.,lu SerchilA • • A • A Agua Colorada
Je l,1) ofr1:nda1, Je mcu:mo. Comita'ñcillo Los Cimientos
- -Xepatzac
A Chuitinamit
K'ICHE' La Laguna.. .. Cahyup • Salamá
PIPIL
Tajumulco Santa Cruz del Quiché Cubulco
Momostenango • Rabinal
• Uta!1án M Zacualpa--"' •
• San Marcos Chichicastenango Joyabaj
Toton~ pán • A Cucu CH'OL
KAQCHIKEL Mixco ViejoA rio Motagua
Quetzaltenango • Nahuala•
Sololá• Chiquimula

POQOMAM
Zunil • =. lTecpán •
tximché San Martín Totepeque
Chuitinamit--.-1 __,, • Chimaltenango
San Pedro ---:--. • • "
Santiago Atrtlán Tolimán • Antigua
Retalhuleu
• • TZ'UTUJIL Acatenango • Ciudad Vieja
••Fuego •Agua
Mazatenango
559 Mupll de lw ascntamu:ntus arqurnlríg1coi pnsdtiúrns
Pacaya
en el 11lt1rlu110 de Guarrm11/a Cuilapa Asunción Mita
En t,k map.1 ~ scfü1bn lm :tsc:m.1mit'ntm arqul·ológ1 • PIPIL • Jutiap~ Á

'"' m., .. 1mportante1, cid pcm.><.lu posd.í,;1co en d ,1lt1pl::i- Escuintla


no dt· Guarcm:.ib y ,;e muestra la clistrihu('tÓn di..' los
XINKA
grul" 1' lingüísticos m:h ~ij!nificati\'n,c;, l..1 den.;1d,1d de
robbuun era mayor. pcrn mucho~ luj!.an.·) de t',;,1 (poca
JÚn no ltJn siclo in vcstig:iclos y por cc;o nn ap:Hccu1 l'n el
•napa ~u legado es poro espcct~1cuLir ~·. c·n muchos
<':l)n'i c.i..1 lírC'conocihlc.
Co n los nue vos materiales también se mod ifi caron las técn icas y los estil os arqui- altas también dem uestran esa transformación religiosa. Así, los g randes incensarios
tectónicos. Poco a poco se fue ron imponiendo los tipos de ed ifica ciones que segu ían so n representaciones esculpidas de d ioses. Entre ellas ta mbién se encuentran divini-
los modelos de México central, de los que también se encue ntran algunos e n las tie- dades com o X ipe Totec, asociado a la práct ica de los sacrificios h um anos en los que
rras bajas. se arra ncaba la piel a los in molados. Todas son sin duda a lguna de origen mexicano.
En muchos luga res aparecen nume rosas form as arq uitectón icas nuevas, propias Asim ism o, alg unos hallazgos de cerá m icas ce rtifican el creciente uso de vasijas-
del posclásico ta rdío, como palacios (fotografía 575), templos co lum narios, tem plos urna . Se tenía noticia de la existencia de estas pic;,,as en contextos sepulcrales del clá-
redon d os, plataformas para u n altar o pa ra d a nzas, campos de juego de pelota en sico, pero la g ra n ca nt idad de urnas posclásicas halladas in dic.1 que se había consu-
forma de ")" y plata formas de pied ra que servía n para exhibir los cráneos de los pri- m ado un cambio al pasarse del enterram iento de cadáveres cl ásico a la incineración.
sio neros sacrificados (fo tog ra fías 561- 563). Un tipo de arq uitectura que se extend ió Esto tam bién permi te ded ucir q ue los conten idos religiosos se habían alterado (foto-
ampliame nte por las tierras altas (sólo conocido allí y en México central) es el q ue g rafía 558). L os hallazgos de ce rámicas sum in istran ad emás una serie de datos sobre
conforman los lla mados "templos gem elos" (d iferentes de los compkjos de pirá mi- la evol ución cultural de las t ierras altas d urante el posclásico.
des gem elas, véase H arrison, pág . 229), que son d os edificios d ispuestos en pa ralelo y
erigidos sobre una plataform a común (fotografías 562 y 576).
l.as tra nsfo rm aciones en la arq u itectura de los tem plos, la com pleta m odifica-
560 Incensario. Nebaj, El Quiché. Guatemala; posclásico figura esculpida que lleva una dia<lt:ma, orejer:is y un 1.·ul-
ción de las construcciones sac ras, los nuevos cam pos de juego de pelota y las p lata- ganre en forrnJ Je c..l isco en el cuello. Este upo de rcpresrn
tardía, 121/0-/500 d.C.; arcilla coc,da; 11/111r11 24,8 cm,
fo rmas para e xh ibir cráneos indican la existencia de un culto rel ig ioso y bélico, de diámdro 21 cm; Ciudad de Guatemala, Mweo Nacw,wl raciones plásticas sobrt n:r;ímic:.i es típico cld poscl~s1rn d1.
d, Arqueología y lir11ograf,a las ricnas :1ltas maya:,.
influencia ce ntrom exicana y celebrado públicamente, q ue despla zó y sustituyó las
Estt' incensario poscl{1::.icu tstá pintado en el "azul nMyJ"
prácticas rel ig iosas ante rio res. L os objetos de ce rá m ica del posclásico en las tierr:is característico dt la época y muestra en h1 c~ra frumal un:1
561 El cemro de Cahyup, Hoja Veropaz, Guatemala. con rempln.'li gemelos y naves longitudinales en fas carns 562 Chravitina!i,, Be1jo llcropaz, Cuatenwla. l)ibujo mu y bien Jcfr11JiJo. AJcmás de los templos gemelos y
D1bu;o en perspectiva de Id ri-construcción de Tatia11a norte y sur de IJ pbz:J central, se pueden separar d ar;imcn- en perspectivti de la reconHmrrión de Tariana las navt's lungitudinalcs, el campo t.lc juego de pelorn en
/',·o;kmmokoff del a,io 1946 tc <le lo, de lo, k'iche'. Poco antes de la llegada de los espa- Proskouriakoff Je/ ario 1946 forma Jt: ''J'' que se- obsava al fondo es característico ele
Situad., en la periferia em: de b zona de influencia k'ichc'. ñoles, Cahyup se convirri6 en d objetivo de una campaña Al igual que otros muchos y:icirnientos arqueológicos dt' la arquitectura del posdásico tMdío en las ticrr.ls altas.
Cah)'up era b capit:il de los rahinales. Sus ascnramientrn,1 militar dt los k¡14chikel. b época posclásica, esre centro se .117.:i en un montículo

Así. las nuevas forma s d e vasijas indican un ca mbio e n los hábitos alime ntarios.
Los gra ndes platos planos de arcilla, los llamados ''coma/es", que se han venido u ti-
liz:111do hasta la actualidad para preparar torti llas, y los morteros para el ají, los mol-
cajetes, no se conoc ieron en las tie rras altas hasta la época posclásica y se introduje-
ron como novedades de origen centromexicano . Aún no se ha podido aclara r si las
tortillas ya se con ocía n corno alimento en la é poca cl:lsica. Las representaciones sobre
cerámica de este periodo clan a entende r q ue los mayas más bie n elaborab:111 paneci-
llos de ma íz (tamaks).
Todas las cerámicas del pe riodo poscl:ísico ele las tierras altas son d e origen local
o bien regiona l (fotografía 560). En el posclásico temprano, cun la cerámica plom iza
llegó un nuevo producto, que procedía d e la región costera del sudoeste de la actua l
Cuaremala, h a bitada po r pipil ck lengua na hua (fotogra íía s 564 y 566). Las influen-
cias estilísticas ele México central se muestran en vasijas a islad as, elaboradas con ar-
cilla fina de color narn nj a claro y conoc id as comofi11eornnge, o en ce r:ímicas al esti-
lo mixteca d e Pu ebla (fotografía 565).
Con la tra nsformació n d el m etal, el pue bl o maya del per iodo posclásico d esa-
rrnllú un a rte que en la é poc.1 clásica :1ún no se dominaba. Se trabajaron el oro y el
cobre, pero tambié n mew les com o la plata, el cinc y el estaño. Los ma yas elaboraron
joyas rnn rnbre y oro, como col lares (fotografía 567), aros, o re jeras, d iadem as y va ri-
lla, para adornar los labios, que suelen g uarda r un g r,111 pa rec ido con las alhajas
típica, del actua l México centra l y se apa rtan d e las formas clás icas. Con el m etal
también se crearon figu ras, h ach as, discos, agujas y a lambre. Ot ra novedad en
el :ímbiro de los objetos d e culto fu e ron unas ca mpanillas hechas d e bronce, que
scrví:1n de adorno a los danza ntes y que probablemente tambié n se colgaban a
los ídolos. El posclásico fue una é poca marcada por los confli ctos bél icos.
Numerosas re presentaciones de guerreros y divinidades de l:1 gue r ra, tanto en el 563 'laculru, l-Juehue1e11a11go, Gulltt·mala. Vista de la
pluu, c:011 rl tem¡,lo pri11cipul
arre como e n los cráneos d e enemigos sacrificados, que eran expuestos sobre estruc-
En d fltJ1,d{1MCO tardío, Zaculeu fue el centro dt los may:1s
tura\ de madera, ilustran l:1 gran re levancia que tenían l:1 s con fro taciones bélicas. mam. Est~Í ubiradn en un valle, no muy lt'jus tk la nudad
lk H u1,:huc.:tc11:lng(1. En 1:1 dtc:i.d:i. dt' (l)-W la riuthtd (e
Algunas armas nuevas d e procedencia ctntromexicana clan cue nta de eficie ntes
t'Xcavó y !<>t.:' reconstru yó .1mpliamente con subvrnciont!>
técnica~ militares. <le la Unill.'J f.ruit Company.
El lanzadardos (atlatl) se conocía d esde el cl:.ísico temprano, pero , 1 partir d e ese La supremacía de los k'iche'
momento los g uerreros mayas increm entaron su uso, tambié n u tilizaron el arco y la
!lecha y vistie ron indume ntarias guerreras elaboradas con varias capas de algodó n, A principios del posclásico tardío, el pueblo k 'iche' destacó entre los demás grupos
que se impregnaban d e salmue ra como re fue rzo para protege rse de las fl echas lan- de las tierras altas; mediante una política expansio nista agresiva, sometió primero a la~
zadas po r los enemigos. poblaciones vecinas y después a casi la totalidad de las tierras altas. En el Popo/ Wuj, una
En el periodo posclásico, las tierras altas mayas estu vieron marcadas por la fuente escrita de la época colo nial que narra en lengu;1 k' iche' la creación del mundo,
guerra y los desplazamientos de pohl,;ción. E ste hecho se pued e deducir d e la crecien- el nacimiento de los pueblos mayas y la historia d e los k'iche', se explican mitológica-
te falta d e productos importados en la región, con zonas inseguras, pero sobre tocio se mente los inicios del dominio de ese pueblo y la apa rición en la culwra de clcmemo,
reconoce en un nuevo modelo de asentamiento, dete rminado por aspectos defensivos. propios de Méx ico central. Como muchas otras elites soberanas d e Mesoamérica, la~
En el transc urso de la época posclásica, en todas partes se abandonaron los g ran des cen- casas nobles de los k 'iche' legitimaron su supremacía en el origen de sus amepasado~ de
tros ceremonia les clásicos, como Kaminaljuyú, en el va lle ele Guatemala, o Chujuyuh', Tuhín. Se considera que ese asentamiento es el lugar del o rigen donde los dinse, cre.i-
en el territorio ce ntral k'ich e', en favo r ele colonias más pequeñas, más idóneas para las ron a los padres fundado res de las dinastías sobera nas. En la mitología ele México ctn-
tácticas d efensivas, semejantes a ciudadelas y situadas en elevaciones o al tiplanicies. De tral, Tulán es el lugar donde moraban los toltecas, venerados por ser portadores de cul-
forma aislada, como en Baja Ve ra paz, sig uiero n existiend o en el va lle algunos asenta- tura. Se supone que ese pueblo existió de verdad y se le asociaban la prosperidaJ
mientos meno res d e la época clásica que se caracterizan por una posición est ratégica económica y la riqueza cultural. Sin embargo, no se ha podido aclarar si el o rigen de
favorable, a pesar de esta r en una hondonada. No obstame, los centros políticos se los a ntepasados lejanos de los nobles k 'iche' bay que buscarlo realmente en México cen-
encuentran sin e xcepción alguna en puntos elevados. tral. El Popo! W1q" relata las nuevas costum b res y creencias relig iosas q ue llevaron con-
Las gue rras provocaron o bie n d esplazamientos de población o hi cn imegra- sigo los antepasados emig rantes y que fueron impuestas mediante la guerra y la con-
c iones políticas d e las regiones vencidas por parte del grupo ve ncedor. Muchas ciu- quista de la población asentada en las tierras altas. Lá obra continúa relatando que
dades q uedaron abandon:1das y en otras zonas se modificó el mode lo de ase nta- contrajer~n ma trimonio con mujeres de la zona y así se convirtieron en los padre, fuu-
miento de alg unas localidades recién fundad as. d adores de las etnias k 'ichc', kaqchikel, rabinal y tz'urujil.

564 Jan'tl t'fl formu de pJJ(JfO. !lmm:ión Mira, Jutiupa, La lurnlidad Je Asunru'rn Mita, en el suroeste de G ua- 565 Cámaro de Mi.reo Viejo, Chimaltenango, Guatemala; 566 Recipieme en forma de <'üheza. JLm1cró11 M,ra, /urwr(J.
Guatemala; ¡x,s,:Múm tempmno, 900-1150 d.C.; ardlla temala, era uno dt· los n.:ntros <lomle se ebboraba cerá- posclásico tardío. I /011- 1500 d.C. ; arcilla p1111ada; altura Guatemaw; 12()()..1500 J.C.; anilw toada ¡,lomr::a; a/111ru
ton vrdriadn de plomQ; ,dtum /5,8 cm; Ciudad de Gwue11wla, mica plomiza, las únicas piezas de :alfa rería en toda la 27,5 cm; Ciudad de Guatemala, Museo Naáunal de 17 an; Gua1twak1, Mu;,'(J Nucirmal de Arqut'ulugía y /:.'tnulngi11
Museo f\/acirmal de llrqueología y F.tnogrufic1 Aml:rira prchisp;.inira con un vi<lna<lo autént ico. Est:ín AJ'{¡ueologia y 1-.'tnografía El reci piente muestra un hnm hrt" m ayor. Lo!i rectpu:nle\
htchas de licrrn arcill usa rica l'll plomo y cocicbs :i tem- En <l1:coraciún y colores, la alforeria dt" Mixco Vit:jo ~,pc- Je! posclásicu son la única cerámica vidriada conoc1J.1 de
pc r:llur,1s cxtrcmad:unt:ntc· altas en hornos cerrados. n~~ se distingue de lo.!. mocldm Jd yacimitnl◊ vecino, la Ml'soaméric.1 prt'h isp:ínica.
Según esta historia, los tres g rupos de habla k 'iche' confederados, los nimak'iche' 567 Joyu de oro hallada en la tumba de u11 prfocipc. procede de la riquísima tumba Je un príncipe de lximché.
/ximthé, ChimaÍlcnango, Guatemala, tumba 27-A; posdá- Además de este collar, entre la indumentaria del Jifunru
("gran o a ntig uo k'iche'"), los Ilokab' ("espías") y los Tamub' {"tambores") fueron con- sico tardío, /20ü--/;Oo d.C.; 27 un de lo11gi111d; Ciudad de wmbién se encuentran una dia<lnna y un disco, ambo~ <lt.'
ducidos por los cuatro padres fundadores de los k' iche' (B'alam Kitze', B'alam Aq'ab', Guatemala, Museo Nacional de Arqueología y f.1110gra.fía oro. El príncipe murió a causa de una fr:1crnra craneal.
Los trabajos en metal son característicos del pusch\sico. scgur:imente recihlda en una batalla. Con él se enterró :i
Majukutaj e Jk'i B'alam) a la región de Chujuyub', en las tierras altas centrales, donde Esta obra de orfehrería con cabezas de jaguar y pe.rlas tres de sus sirvientes.
se establecieron y entablaron las primeras luchas decisivas para conseguir la supre-
macía política. Según la leyenda, el más importante de estos enfrentamientos fue la
batalla de Jakawitz, una m ontaña legendaria que actualmente se considera el primer
asentamiento k'iche'. Ese combate, en el que los tres grupos k'iche' confederados (los centro de su soberanía a lsmachi, situado unos 15 km al sudoeste, no muy lejos de la
nimak'iche', los Tamuh' y los llokab') sometieron a la población precedente, conocida posterior capital Q'umarkaj (Utatlán) y cerca de la actual localidad de Santa Cru z del
como "los hombres venado", es uno de los mitos más impresionantes: con armas nue- Quiché. En ese lugar estratégicamente favorable, los tres grupos con federados de los
vas, arco y flechas, lanzadardos y hachas para el combate, los k 'ichc' aventajaron a la k'iche' vivieron juntos al principio y engrandecieron constantemente su área de
población local. Las abejas y las avispas fu e ron sus aliadas y reprim ieron al enemigo dom inio bajo la dirección de los nimak 'iche', que ganaron la partida gracias a una
con sus aguijones. F inalmente, éstos se sometie ron a sus nuevos señores y les_ pagaron hábil política de al ianzas. L a supremacía de éstos pasó a ser un punto de controver-
tributos. sia en tre los grupos confederados y, en la época del rey k'iche' Q'uq'kumatz, se pro-
Según las fuentes documentales, el primer asentam iento mitológico de los mayas dujo la disolución de la com unidad. Los nimak'iche' se asentaron en Q 'umarkaj Y
k' iche', en el monte Jakawitz, fue el punto de partida de las campañas militares del acabaron por convertirse en el grupo k'iche' más poderoso (fotografías 570 y 571). Si
soberano Tz'ikin contra Rabinal, al este del C hujuyub', e lqomaq'i, en la zona de se sigue la leyenda, los gobernantes k'iche' que eje rcieron la autoridad política y los
Cubulco. De este modo, los k' iche' desarrollaron pa ulatinamente su poder militar, controles militares en el reino salieron siempre de las filas de los nimak 'iche'. Tres de
cuyo objetivo era someter a otros grupos y con vertirlo~ en vasal los que debían ren - sus casas goberna ntes se apoyaron en los padres fundadores k'iche': los Kaweq' en
dirles tributos. R'alam Kitze', los Nijaib' en B'alam Aq'ab' y los Ajaw K ' iche' en Majukutaj. Como
En el Popo! Wuj, la fortuna milita r de los k'iche' se debe a la superioridad de sus sede de los nimak 'iche', Q'umarkaj se convirtió en el centro pol ítico de una zona de
divinidades, Toji l, Awilix y Jakawitz, frente a las deidades de los demás pueblos de influencia, que se iba amplia ndo. Situada en una altiplanicie de difícil acceso, a la que
las tie rras altas. Los prisioneros y los miembros de los grupos sometidos se sacrifica- tan sólo se llegaba por caminos bien controlados, Q'uma rkaj era una fortaleza inex-
ban a Tojil, el dios del rayo y el trueno. pugnable, en la q ue los miembros de las casas grandes de los señores k'iche', abaste-
Cuando la hegemonía en las montañas del C hu juyub' pareció estar asegura- cidos de alimentos y bienes por los vasallos de los con tornos, estaban segu ros ante los
da, cuatro generaciones después de la batalla de Jakawitz, los k' iche' trasladaron el ataq ues de sus enemigos (fotografía 569).
569 Plano de Q'1111wrku¡. Utc1tláu, El (J11whé, G11J.1 tnnu/11
S1tu:Hlu l'II una nH-:set J de difícil :l.CC"cso, el Cl'ntm tlt 1
re ino th: lo, nunnk'iche· es un:i fortaleza ine~pugn.ihll·,
de la qm: ~)n típicos los cumpleim de pario~ compuntti,
de templo. p:1bcio y edificio ad miniqratiH1. Estt lug.1r
se <."onocr unto por d llOlll brc k'ichc' de Q'un1Jrh,11
como Por b des1gnarió11 azLL:ca Je Utatl:ír1, recih,d.,
cuando lm conqu1stadorcs cspa1\oks llegaron ac<1in¡uñ.i
dus de -ms rrnpa, ~lllxili~1rcs aztecas

Escalera principal '

;70 Templo de To;íl r.11 Q'11mt1rka). Grabadr, en at"em


dr Frederíck Cathrrwuud. /84 1
Es,e ~rah:.1do muntr<t las ruinas del templo dd din~
Tojil. siru:i<lu en d centro de Q'umarkaj. Cu.indo
o so m
Cathenvood y Stephl'IIS visit:1ron la Jnt1gu:.1 mt·trup11li
nimak'ichc'. situada en lns cerc~nbs de b actu:il n u~
da<l de Sant.i Cruz del Quiché, éste n:1 el ú111cu l·dill~
cio que :ilrn M.' mantenía en pie.

En e l prime r cua rto del siglo X\', el fundador ele Q\1markaj y sobcr:rno 8 de los
k'ichc ', Q'uq' kumatz , inició una política d e expansió n radical y sometió a los p ue-
blos vecinos. Con las co nquistas d e su su ceso r, K ' iq 'ab ', apoyad o m ilitarmente por
sus aliados kaqchikel, la zona d e pode r d e los k ' ichc' alcan zó su m áxima ex tensió n
a med iad os de l sig lo XV. A final es de su reinado, los k'iche' control.i ban casi todas
las ti erras altas g uatemaltecas y la costa oeste d el Pacífico.

Desmoronamiento de las relaciones de poder


El p rograma de colonización d el sobe rano K 'iq'ab' y el envío d e representantes
d e la dinastía a las regi o nes conquistadas exig ieron la reorga ni zac ió n d e la sociedad
d e Q \ 1m arkaj . Corn o mayo r fu erza milita r del s iste ma , los ma yas k aqchikel que-
Vi,:"'' u\" tl11• 1'\u,·.- or ,'-l.ucrifolil m .l:\11iu1<
d a ron exo nerados de su condi ción ele vasa llos, se integra ron en el sistem a de pod er
,-,•r /"IJ\N'T ,\ 1'11117. 111(.'1, ttlll t l ll.::,

como g rupo social y con C hiawar T z\ 1pitaq'.1j cons igu ie ro n su p ropia ca pital. D os
documentos ele la época colonia l. El título de Toto nicapdn y L os ana fes de los cakchi-
q ue fes, escri tos en lengua k 'ic he' y en kaqchikel res pect ivame nte, na r ra n que
los vasallos se subleva ron contrn K' iq'ab' hacia el :1 ño 1470 y q ue intenta ro n ma-
ta rlo . ¡\ con~ecucncia d e esa rev uelta, los kaqc hikel aband ona ron Q'um:1rka j y
C hiawa r T z\1 pi taq 'aj y fund aron su propi o centro pol íti co en la ciudad el e I ximch é

ÍA~
(fotogra fía 573),
/\ la muertl'. de K 'iq 'ah' comenzó una época de gue rras permanentes y asaltos vio-
lentos, q ue se pueden reconstruir g racias a los d ocume ntos d e l peri od o colo nial. Los ,'4-11•11,.., .... r t.lu• I' \,.,,.. uf /'\\O~,rtr...,. rJw.,•e ol" Nth•rllÍ \•e 11lwwin\! Un· l'l:lll
o( U,., Xttlfl"' " -"'""!',1;..g i,,'\)l,• lt•t1, 10 , :,.,t'"
k 'ic he' inte ntaron vencer a los kaqchihl en lximché y fu eron d e r rotados po r losan- r l!1U.WL
.1"ror/,,,,· ;;tl
On O..i Wu~ ,<qdr tl"•r.-. :fU'l' "" 141.•-yJK

•~ _ _ .L__ ... , _ JI• •- ' " "!."


tig uos vasallos q ue, expe rimen tados en b lucha, m a taron a m uchos k' ichc' y les a rre-
bata ron el ídolo d e Toji L
571 El templo de TupL Q'umarkaj, Utatlá11, El Q11id1é, arqueológicos. Para los k'ichc' que hahiran en los alre- "Valiente guerrero de los Kaweq'-K'iche':
Guau:mala; posdásuv tardío, hacia 1250d.C. dedores, ~ste lugar, crigiJo por encima de una serie Je
El 1emplo Je Tojil sigue siendo una de las pocas obras c.ucv;:1s natur:iles, es un snio s:igraJu. Los ajq'ijaab (s,1- sólo a ti te sigo, sólo tú eres mi hermano.
arc¡uill'.ctónicas destacadas de la capital de los nimak'i- ccrdoLes calenddricos) hacen ofrcnJas en las cuevas y Efect iva m ente también perdí mi a lma, :d contempla rte
chc', donde has1:i ahora apenas se lrnn realizado trabajos ante el km pin.
en la vasta fortaleza.
Eras tú , sin duela,
e l que imitaba el grito del coyote, el del zorro, el de la comad reja y
Despojados de su poder div in o, los m ayas k 'iche' no volvieron a aventurarse el d el jagu;ir en la vasta forta leza.
a atacar a los kaqchikel en su terreno. Entre los k'iche' y los tz'utujil también estal ló Eras tú, sin duela, el que asustaba a los niños bl ancos,
la enemistad, que fue aumentando en una serie de guerras, en la s cuales rcsultó el que nos echó de la fortaleza.
muerto el regente k'iche' T ekum, el hijo de K ' iq'ah', a fina les dd sig lo XV. Cada ve,, Para recoger amarilla y verd e mie l,
fueron más las regiones que intentaron e ludir el pago dc tributos a Q 'uma rkaj, el a limento para m i pueblo y mi estim ado señor Job' Toj."
de modo que los k' iche' se vieron obligados a procurarse los bienes en camparías
rnilirnres.
Determinar hasta qué punto· este drama reproduce acontec im ientos históricos
Una de estas expediciones se dirigió contra la poblac ión de la localidad ele concretos y cuál ele los enfrentam ientos entre los k 'iche' y los rabinal es el que des-
Rabinal, unos 40 kilómetros a l este de la población de Q'umarkaj, y de Cubulco. c ribe, sigue siendo objeto de la investig,1c ió n etnoh istórica , aun que es de suponer
Durante el periodo posclásico, el primero de estos pueblos fue varias veces víctima que la temática surgió en la época del desmoronam iento.
ele los mayas k' ichc'. El Rab'i11al Achi, una danza d ram :ítica de Rabi1rnl com- El avance de K'iq'ab' hasta la fromera de Soconusco puso en contacto a los k'i-
puesta en lengua k'iche', transcrita y p u blicada en c l año 1862 d.C. pur el francés che' con el área de dominio de los aztecas. En el posclásico, éstos gobernaban la
Charles f~tien ne Brasseur ele Bourbourg (]814~1874), sacerdote católico y com- localidad mencionada y la utilizaban como centro para el comercio con las regio nes
pilador destacado de textos escritos a parti r de la tradición oral , trata de una lucha septentriona les dc Mesoamérica. De: este modo, los elementos culturales d e México
territorial e ntre los mayas rabinal y lus k'iche ' en la época a nterior a la lle- centra l se extendieron hasta el sur de Mesoamérica. Las circunstancias políticas
gada ele los esp,11iol'es. Dicha obra narra la infiltración de un guerrero de la cas,1 inestables y la débil posición de los k'iche' condujeron a que en e l año 1510
real de In~ Kaweq' en territorio d e Rabinal , su captu ra, juicio y posterior ejecución. ()'umarkaj t:1mbién se viera ex hortad a a satisfacer tributos a los aztecas. La supe-
En un discu rso impresiona nte, un guerrero de Rabinal acusa :il ele Kawe4' de haber rioridad de Tenochtitl:ín y la presencia d e comerciantes aztecas, quizá r:1mbién de
convenido a sus antiguos hermanos de habh k'iche' en vasallos y pagadores de diplomáticos, en Q\1markaj acabó con las gucrras permanentes en las tierras alta s
tributos:
hast:1 la conquisrn cspañola.
El sistema social
El sistema de o rga nización social y política de la región durante el posclásico ofre-
ce una clave para comprender la evolución de las gue rras a consecuencia de las cua-
les los k'iche' se hicieron con la supremacía e n las tierras a ltas y la volv ie ron a perder
(fotografía 574). La unidad política m enor en las tierras altas posclásicas era el chi-
namit (nahua: "lugar acotado"), un territorio con habitantes que estaban subordi-
nados a la misma casa real y que se Jefinían como comunidad. Mantenían relaciones
ficticias de parentesco con la casa soberana y llevaban su nombre. E n el chinamit, la
sociedaJ se J ividía en dos capas: nobles o príncipes (ajaw) y soldados rasos o vasallos
(al k'ajol).
La nobleza formaba la auténtica dinastía, que se constituía sobre la línea paterna.
Sus miembros ejercían los ca rgos políticos y religiosos y actuaban como caudillos mili-
tares. En Q'umarkaj, los miembros de las casas grandes de los nim ak'iche' poseían los
cargos políticos más importantes. El soberano (ajpop) y su sucesor elegido (ajpop k'am-
ja) procedían de las filas de los Kaweq'; los jueces Sllpremos (q'a lel) eran nombra<los
por los Nijaib' y los Saqik, y el orador (atzij winaq) pertenecía a la casa de Ajaw

572 F.scultura eu forma de fauces de serpiente abierraj. Viejo, pas.1n por ser innovaciones características de la ar-
Miuv Viejo, Chimalrenango, Guatemala, Juego de Pelota; quitcctur:i posclásica <lt'. las tierras allas mayas. La es-
posclcísiro cultura arquitectónica tSt~l instalada en el muro lateral
Algunos elementos e~tilísticus Je México central, como situado por encima dd centro del terreno de juego y pro-
esta escultura en forma de cabcz,1 de serpicnre con las bablemente marcaba una línea importante en d <ltsarro-
fauces abiertas y situada en el J ucgo de Pdota de Mixco llo del juego.

;73 Vista del palacio de Ahpo Sorz'il. lximché. original con un altar central se rcmoddó para sn conver -
f.himalunango, Guatnnala tido en una rc-.sidcncia compuesta por varios grupos de
El palacio <li: Ahpo S01:z'il era la sede <lt'. la casa real de los patios. En t'Sto se refleja l.1 división de la dinastía Sotz'il
kaqchikd. Erigido en lrcs foses, el complejo <le parios en diversos chinamit (líneas de ascendencia).
K'iche'. E l cronista Zorita relata q ue los k 'iche' que ocu paban los cargos eran elegidos Las casas reales aliadas en ligas chinamit no sólo conformaban una zona de poder
por sus capacidades, no siendo decisivo su linaje. unitaria, sino que se mancomunaban en un amaq', término q ue a veces se traduce por
Los príncipes vivían en un lugar fortificado con a rquitectura en piedra (tinamit) y "tribu'' o "pueblo". Cada uno de los g rupos confede rados (los n imak 'iche', los l lokab'
recibían tributos ele sus vasa ll os. Al p rincipio, el rango social de guerrero correspon- y los Tamub') formaba n un amaq' y se les llamaba winaq k'iche' (gente k 'ichc'). Parece
día únicamente a los nobles, pero con el paso de los años y debido a las gran necesidad ser q ue en la época posclásica las fron teras étn icas y las lingüísticas no coincidían con
de militares también se otorgó a los vasallos. AJemás Je las capas sociales menciona- las unidades políticas. Las personas se identificaban sobre todo en el plano amaq' y no
das, las fuentes Jocumentalcs informan de otros grupos: esclavos (munib'), campesi- en una lengua común. Por ello, el paisaje político de la época presentaba una imagen
nos siervos (nima'q achi), comercia ntes (ajb'eyom) y artesa nos (ajtolteka t). s umamente parcelada.
En tanto que las capas socia les dentro del chinamit no se pueden iden tificar con E l sistema social descri to explica tanto la creación como el desmoronamiento de la
seguridad, los lugares fortificados con sus modelos de asentam iento correspondien tes sobe ranía k'iche'. Con el chinamit como unidad política menor, cuya casa real podía
explican las relaciones entre las distintas casas reales. Su d esig nación como nimja (casa formar alian zas flexibles con otros chinamit para ejercer el control militar y territoria l,
grande) se debe a los grandes edificios admin istrativos que se pueden identificar como las tierras altas posclásicas muestran una o rganización social q ue faci litó a los nima-
parte elemental de los típicos grupos de patios k'iche'. Se supone gue uno J e estos k 'iche' extender continuamente su poder polít ico por esas tierras. Los matrimonios
complejos, compuestos de templo, palacio y nave principal, utili zado como edificio entre las familias de los p ríncipes k'iche' y las casas de amaq' conquistadas o al iadas,
admin istrativo, era la sede de una casa real. Segú n esto, las poblaciones como Ismach i así como la delegación de representantes de las casas reales k'iche' en ter ritorios some-
o Q'u marka j, en las gue se encuentran diversos g rupos d e ese estilo, debieron ser sede t idos crearon un sistem a de soberanía hegemón ica q ue, a pesar de las rev ueltas y divi-
de varias casas gra ndes que estaban vi nculadas por alianzas matrimoniales y fo rm a- siones de fi nales del siglo XV, se mantuvo íntegra en g ran pa rte de las t ierras altas hasta
ban u na u nidad política superio r al chinamit. la época colon ial.
En la historia de los k'iche' siempre se llegaba a nuevas combinaciones dent ro de
las casas reales. M ediante fraccionam ientos y separacio nes políticas, hasta principios
ele la época colo nial surgieron un total de 24 principados a partir d e las cuatro casas
poderosas de Q'umarkaj: Kaweq ', N ijaib', Ajaw K'iche' y Saqik. Como represen tan-
tes pol íticos de un chinamit, las casas rea les tendían más a u n irse con otros g rupos chi-
11a111it mcJ iante m atrim onios y alianzas políticas que a fo rmar una unidad con un
nimja confede rado. Según la s fuentes de la época colonial y las d esc ripciones d e edi fi-
574 ReprCJ"entaciñn eJquemdtica de /(I 01ga111'zación socwl y chwamit (lug3r acotado). Varios chi11amit estahan suhor-
cios que éstas ofrecen , es posible adscribir determinados distritos de la ciudad de
política de los k'icht•'. Reconstrucción .;cgún Robett Uinados a un:1 <linasria que dc:sctndia <le uno de los gru-
Q'umarkaj a las cuatro casas grandes de los nimak'iche'. Así, el único campo d e juego Ct1nnatk pos k'iche'. La unión de estos grupos formah::i ti puehlo
Esta rl'construcción cie l.1 es1rucwra política y soci;1l tk· los k'iche'. Sin emb:ugo, .1 nivel de !u~ chinamit también .se
de pelota de esa localidad se ennicn t ra en el sector de los Kaweq', descri tos como los
k'ichc'. :1ún poco conndcl:1, se basa sobre to<lo en don1- mantení:rn conr.1cros dirccws con din,mías <le los m:iyas
señores nimak 'iche' más importantes. m1.:nl0s etnohisc/1ricns. l.:1 menor unidaJ política na d kaychikel.

WINAQ K'iche' Kaqchikel

AMAQ' Tamub' Nimak'iche' llokab'


1 1 1 1

NIMJA
(casas reales) Kaweq' Nijaib' Saqik Ajaw K'iche'

Soberano (ojpop)
Sucesor (ojpop k'omjo)

Juez superior (q'o/elj


Cargos
políticos Orador superior (otzij winoq)
superiores

Otros Jefes de provincia/funcionarios rurales/


cargos funcionarios de la administración
políticos

Alianza militar
CHINAMI CHINAMI CHINAMlT
Vinculos matrimoniales
Nobles (ajaw)
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EPOCA HISPANICA "
:-
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Cortés 1519
11111 Córdoba 1517 Gallegos 1675

Grijalva 1518 Mazariegos 1694-1695


Grijalva l 518
Cortez 1519 López-Margil 1695

Alvarado 1523-1524
1111 Cano 1695
J éiudad de Dzilán
Salamanca de Chauaca Conil

Cortés 1524-1525 Avendailo 1695

Mazariegos 1527- 1528

Montejo, fase 1, 1527-1528


Barrios 1696

Ciudades fundadas por los españoles


Colonias del siglo XVII
( Mérida lzamal

Valladolid
Salamanca de Xamanhá

Avila por orden de Montejo 1527-1528


,.
Sitios arqueológicos Ciudad Real de
Montejo, fase 11, 1529-1531 Salamanca de Xelhá
Monasterios ,Mani Chichén ltzá
,',<,"l'-
4 ..o;
Montejo, fase 11, 1531-1534
~-
f
,,C\1>'>"-
Montejo, fase 111, 1535-154B ,¿;,~,,,,\º'
~o
Fuensalida 1618
San Francisco 1e Campeche

/ Salama ca de Campeche

San Pedr

Salamanca de Bacalar

- ~

Santa María
de la Vid orja
Xicalan
de

· - \ase\\, 1
t,¡\onte10,

San Pedro de Tanoche

Ocosingo

Ciudad Real de Chiapa

Comitán/San Cristóbal
Sak Balam
de los Llanos

~ o de Caballos

Cahabón
Cobán

Zaculeu/
Huehuetenango

Utatlán

Xelajú/
Quetzaltenango ,,;:.. lximché

Tz'ikinajay Santiago de Guatemala

o 1Mir"'
LA CONQUISTA ESPAÑOLA DE YUCATÁN Y GUATEMALA
EN LOS SIGLOS XVI YXVII
C hristian P ragcr

El descubrimiento, la conquista y la colonización del continen te americano desde el Aun cuando los primeros contactos ent re la población nativa y los españoles fueron
siglo XVI al XVIII y la evangelización de la población autóctona llevada a GJho po r repre- muchas veces pacíficos y se ca racterizaron por la curiosidad y el interés recíproco, lo cier-
sentantes de las grandes potencias europeas (España, Portugal, 1nglaterra y Francia) per- to es que las expediciones d e los conquistadores terminaban gene ralmente en guerras, en
filaron definitivamente la imagen moderna del mundo y estimularon durante varios saqueos, en la destrucción de aldeas y ciudades, en la esclavitud de los pueblos autóctonos
siglos la fantas ía artística y científica de la humanidad (fotografía 579). La historia de la y en masacres. El éxito de los conq uistadores no d ependía sólo de la determinación radi-
conquista de lberoam érica demuestra q ue la situación política y económica era práctica- cal de los soldados o de su superio ridad técnica, sino también del ni vel de civilización de
mente la misma en todas las regiones y que la conquista se desarrolló según los m ismos los pueblos sometidos. Únicamente la colonización de pueblos con un alto nivel de des:1-
patrones. Los privilegios y plenos poderes otorgados por los reyes españoles o portugue- rrollo prometía ben efici os efectivos.
ses para conquistar y colonizar tierras desconocidas autorizaban a los conquistadores Los m iembros de las casas reales de los pueblos indígenas termina ron sucum -
españoles a organizar expediciones militares, generalmente financiadas con capital pri- biendo ante fl pod er milita r. C edieron a los españoles el ejercicio del poder, q ue se
vado y con préstamos reembolsahles. En muchos casos los colonizadores se dirigían a un mostró implacable con la población ind ígena, al im pone r el beneficioso sistem a eco-
grupo de gente con dinero para que les sufragase parcialmente los viajes de exploración nó m ico J e la encomienda (véas,· Gu nsenheimer, pág . 384 y ss.). L istas interminables
y las campañas de conquista. El patrimonio de los conquistadores se incrementaba nor- de pe rsonas llenan miles d e p:ígi n as con sus expe riencias en la conqu ista del N uevo
malmente por la repartición d el botín de guerra y de las tierras, por la utilización de una Mundo. De ahí que los sig uie ntes capítulos ú nicame nte puedan ofrecer un breve
mano de obra no remunerada y por la acumu lación de las riquezas así adquiridas, hasta resumen de la conquista d e la penínsul a de Yucatán y de Guatemala em prend ida por
el punto de q ue en la mayor parte de los casos las deudas se saldaban rápidamente. los españoles en el siglo x,·1.

Oobk página anterior:


577 Ruinas de Tulum, en la costa estr dt' Yucatán
Por su situación costera, de gran interés éstrarégico. la ciu-
t!Jd maya <le Tulum, en b cost:1 e.stt Lit Yurnt:ín, fue muy
imp0rtante t'll el peri()(!o pt:)scl:ísirn corno lugnr de encutn+
tro y cmb;.1rcadero de los numerosus comerciantes y uc
m.1nrenfon por mar un comerc io <I distancia muy activo en
Centroamérica. Ttxbví:..t hoy sus suntuosos edificios)' sus
pmtums rnuralcs reflejan d esplendor y hi riqueza Je la
ciu<l::id en lus viejos tiempos.

li8 L."' expediciones de to11q11¡;·ta md., im¡,or/011/ei de /o;


.>1glr,s x vr y x1 111
E~te- m::ipa de la pcní11:ioula de Yucar:ín .señ.th las rur;i~
'¼:gmdas por los cspai'iuk1> en los siglns \.\'I y X\'11 en l:t,;
expediciones de exploración y de conquista y ut lkv:iron
a cabo en la costa y en tierra íirmc. El control del no-
rr.>ei;.tc..· de la península fue un objcti\'o muy imporrante
que venían pcrsiguicn<lú d(•5(1(' l 52i y que no alcanz:iron
form,1l mentr hast:i d aiio ! )48. Sólo en l:i segunda mirad
dd ,i;,,glo X\'11 \05 l'.5pañoks pudicmn conquistar hts regio-
nes ct:ntr:ilcs de Yucat,in, que eran de difícil a CCl'SO, Por
d contr:-irio, l:l ''pacificación'· Je p:lrte rl~ Chiapas y ele
\.15 ricrr.1c; ailal> <le Guatemala se lo¿?_ró ya en 1530.

579 Alapü dt'I a,;u J587. Fuente:. lbmham ()¡ te!, Ortcliu,
'fh,·utrum Orb,s Tem 1111m. 15t17
En e,te m:lp<t del .ul~" t.ltl cartógrafo ílnmenco Al>r,1ham
1 >rtd ( 1527- 1598), muy fa111o~u l'O su ép~ ;c:1..1parccc el
;\Jurvo :'v1undo en b inugcn 4uc Jl C.:- 1se rení:i rn:.·n :1ños
dc:,pués d(' :m Jcscubrmrn.·nto por Cris1óbal Colón.
580 Cristóbal Colón /1451- /506) cuales no dejó <le escribir su dia rio. Los textos se han pcr• 581 J11a11 de Grijalva (1480-1527) una segunda expedición a la~ órdenes J e Crijalva, 4ul'
El na,•egante nJcidocn el año 1451 en el puerto italiano de <lido; sólo se conserv.:m los resúmenes contenidos en la Grijalvtt intcn 1ino 1 con su tío Diego Vcl:\2.que1.1 en la con, entonces lt'nÍ..I38 años. Vol,·ió a Cuba con poco oro, Jlt'íO
Génova que respondÍ.1 al nombre de Cristoforo Colombo extensa biografí:i escrita por su hijo Hcrnando cmrc 1)37 quiSla de Cuba (1511). Tras el primer viaje <le explor,ri6n cun noticia). J e un reino situado mucho m;ís :11 norte t'll d
fue, seglm los historiadores, el <lcscuhridor de América. y 1539. Colón fue el primer europeo que entró en contaclO, de Yucatán realizado por Francisco Hernándc-z de t¡ue supuestamente había gramks cantidades del codin,ulo
Entrt: 1492 y 1506 re3lizócuatro viajes por mar, Jurante los hacia 1502. con los mayas <le Yucatán. Córdoba. en 1518 los colonizadores organizaron en Cuha metal.

El m érito de haber descu bi erto la península de Yucatá n para la corona espa i'íola
Contactos y primera fase de la conquista (1502-1529)
debe atribuirse al navegante español Francisco H erná ndez de Córdoba (1475- 151 8);
Entre los primeros contactos establecidos e ntre los e uropeos y la poblac ió n de en el año 1517 pa rt ió de Cuba con el objetivo de hacerse con metales preciosos y
Yucatán está el encuentro de Cristóbal Colón (1451 - 1506; fotogra fía 580) con un esclavos, pero una tormenta lo lanzó a b costa nordeste de Yucatá n, d onde, en el
grupo J e comerc iantes de la provincia Maia, q ue, según H ernando Coló n, hijo del curso de un via je de exploración realizado a lo largo de la costa norte en dirección a
a lm irante, tuvo luga r en el año 1502 frente a las costas de la península de Yucatán, Campeche, se e ncontró con una civilización hasta entonces desconocida. L a expedi-
no descubierta todavía. ción de De Córdoba dejó a un lado Campeche y se d irigió hacia Champotón, d onde.
Unos años después, en 1511 , un ba rco expediciona rio español, q ue había partido atacado ferozmente po r la población maya y grave mente he rido, no tuvo más reme-
en busca de esclavos y de oro, naufragó frente a las costas m eridionales de Yucatán; dio que em prender la fuga.
sólo logró sobrevivir una pequeña parte de la tripulación. Entre los supervivientes se En C uba, un g rupo de colonizado res adinerados, entre e ll os Pedro de A lvarado
encontraban Gerónimo de Agu ilar ( 1489- 153 1) y Gonzalo de G uerrero (muerto en (1485- 1541 ; fo tografía 583), fut uro conq uistador de G uatemala, t uvo noticias del pah
1536). Capturados junto con el resto de los náufragos por un soberano maya, fueron recién descubierto, llam ado Yucatán, y decid ió sufragar los gastos de una segu nda
destinados al sacrificio. Poco antes de real iza rse el sacrificio ritual, am bos huyeron, expedición, a cuyo frente se encontraba Jua n de G ri jalva ( 1480-1527; fotografía 581)
a unque otro cacique maya los hi zo de n ucvo prisioneros y los redujo a la esclavitud. con la esperanza de obtener g randes beneficios J e ta l empresa. Gri jalva exploró la
Durante los a ños siguien tes se integraron en la sociedad indígena. En el año 1519 costa este del país hasta llega r a la bahía de la Ascensión y dirigió su expedición a
Aguilar se encon tró con el conqui stador H ernán Cortés (1486-1547), qu ien estaba la lagun a de Términos, donde los españoles encont raron joyas Je oro y objetos de tur-
explorando Yucatán mientras buscaba a los marineros ná ufragos. Aguila r se puso al quesa , artículos procedentes del desconocido pe ro prometedor reinn de los aztecas
se rvicio de Cortés como intérprete e informador, en tanto q ue Guerrero se q uedó con (fotografía 584).
los mayas y, al frente de su ejército, organizó con éxito sublevaciones y bata llas con - Estimulados pnr los tentadores in form es de G rijal va, va ri os colon izadores
tra los invasores espaiíoles. acaudalados prepararon e n Cuba un a n ueva exped ició n, la tercera, a Yucat,ín. En el
582 Hm1á11 Cortés (/485-1547) Tenochtitlán (1521) )' por haber puesto fin al reinu azteca. 583 !'edro dullvamdn (1485- 1541) los estados mayas ele las tierras ah:1s de Guatemala. El
Hernán Cortés St' ast'g:uró un lugar en los manuales de his• dd que había ttnitlo nuticias a travt's <le luan <lt Grijalva. Ln catedrnl de Antigua, (iuatemala. guarda los resros incansable conquistador pcrdi6 l::i \'ida en d ,,ño 1541
1ona )' logró fama )' riquezas menos por las camp3ñas <le En 1519 organizó una expe<lición y <los allos <lespu~s con- mortales del hornhrc que intervino en 1521 en la conquis~ durante una expedición de conquistJ por el norte ele
exploranón y dt' c:onquü,la que llevó .:i cabo en Yucatán cluyó su misión con total l'xito. ta del reino az:reca y que tres años <lespués sometió, con la México.
(1519, 1524- 1525) yue por su espectacular conquista Je colaboración de algunos solda<los y Je aliados indígenas.

mes de febrero de l año 1519, once caravelas, con una tripula ción to tal de 500 hom- Estimulado por los éxitos económicos de Cortés en Nueva E spaña, Montejo trató
bres, se h icieron a la mar bajo las ó rdenes de H ernán C ortés (fotografía 582) e n de hacer su propia carrera como conqui sta dor y solicitó al monarca autori zación
dirección a la península de Yucatán. pa ra colonizar Yucatán. C uando el matrim on io real atend ió su solicitud en el año
Primero navegaron a lo la rgo de la costa este, donde al su r de isla Cozumel se les 1526 y lo nom bró "adelantado" o "gobernador de una prov incia dotado de amplios
unió Gerónimo de Aguilar, que había naufragado unos años antes. Cortés dio med ia poderes", Monte jo equipó una fl ota, organizó un ejército colon izador de 400 hom-
vuelta, rodeó la costa norte de Yucatán y exploró la costa oeste. Tras haber luchado bres y en 1527 se h izo a la mar en di rección a Cozumel. Pasó a tierras continentales,
victoriosamente contra los mayas de Xica la ngo, dejó, en la desembocadura del río conquistó la región de Xe lh á en nombre del rey de España sin que la población in-
Grijalva, una g uarnición española bajo el nombre de Sa nta María de la Victoria, d ígena opusiese gran resistencia y finalmente fundó la ciudad de Salamanca de
también conocida con e l nombre de "Potonchán". C o rtés continuó su viaje de explo- Xelhá. Pe ro los oficiales y soldados es pañoles sufría n mucho a causa del cl ima tropi-
ració n y en el otoño del año 1519 navegó en dirección norte hasta San juan Ulúa, cal, de la flora y la fauna desconocidas y de la mala alimentación. Aunque agotaron
desde donde partió para explora r y coloni za r el reino azteca. Con el fin de proteger incluso las mercancías tra ídas de Cuba, no consig uieron con ello m ejo rar ni su con-
sus intereses ante el monarca español, Cortés dec idió enviar a Francisco de Mo ntejo d ición física ni su disposición espiritual.
(1473-1553) a E spaña, donde permaneció con a lgunas interrupciones hasta el año D esentend iéndose de las g raves penalidades que com portaba, Montejo empren-
1526, defe ndiendo con gran eficac ia los asuntos de Cortés y, desde luego, los suyos dió un viaje de varios m eses de duración al interior del país, en di rección norte, y
propios. se aseguró la fidelidad sumisa de los influyentes caciq ues m ayas. :-Jo obstante, h ubo
Segunda fase de la conquista de Yucatán (1531-1534)
Fn tre 1529 y 1531, Montcj o y su hijo Franc isco (1507-1 564), Mon tejo h ijo (fo-
tografía 586), conquistaron y colonizaron la provincia de Tabasco y la región limí-
t rore de Aca lán . Montejo hi jo y Alonso de Á vila, que ha hía partido de Salamanca de
Xamanbá a Tabasco con este objeti vo, real izaro n d iversas in cursiones en aqudt,1
región Lan de nsamenLc poblada y tan pantanosa y sometieron a los ind ígena~, qu(· ~e
de rcndicron encarnizadamente de los invasores españoles, a los que ocasiona ron
n umerosas pérd idas. En contra ele lo esper,1do, la zona n o e ra lu crativa, pues no
tení:1 oro, que era lo que incitaba a los conquistadores a realizar nuevas expedino-
nes. E l movimiento comercial entre los mayas, tan floreciente e n épocas pasada,, ~e
había extinguido por completo y la producción agraria reportaba escasos beneficios
(fotog rafía 585).
En el año 1531 Monte jo intentó la conquista del país desde el oeste y t rasladó su
centro de operaciones a Salamanc:1 de Campeche, ciudad fundada en el m ismo aiio.
Tras asegurarse la lealtad de los caciques mayas d e Campeche, decidi6 conqui,tar d
país por t ierra y por mar.

585 M<iscaras de om 4t1 Po:.:o Sagrado. Ch;chén ltzá, territorio m:iya fue importado en d pusclásico p:ir;l fahri
Yucardn, Méx;co, ccnole Sagnulu; posdásico tardío, ,-r'glo car joy:i.~y ohjctos s,1graJus. Estas pequeñas má:,cJra:. for-
Xffl; /dmr'nu fina de oro; olrwv t1pwxm10da 1 cm; man parre de In larga serie <le piezas <ll' orfebrería dtpo-
Cambridge, Pcabod)' A/11,eum ofArduiclogy and Erhnolof!.)• sitadas con c.1ráctcr Je ofrencbs. vot.i vas en d cenote
l .os invasores esp::iñoles no cnconlraron en Yuc:lt,ín wnto Sagrado de Chichén l tzá.
oro romo el que: se llev::iron dt lo:. aztecas, en el centro de
México, o del reino inc:i. F.I mcLal noble enconrrado en el

584 Juan de Grij'alva llcga11do a la costu de Tabasco; ide3liz;1 un c:pisocfio de la histori:i de América. Reprcscma
siglo Xl'lff; ñleo sobrt' licm:n, St'f.:Úll u,1 dibujo de A. Solís; 1, llegad, en daño 152] de Juan rle Grijalva (1480-1527) a
Ma,lrid, Mu.ieO de A,m~rr'ca la c-lesemboc3dura e-Id río Grijalv:1 - así llam;ido posterior-
Según la literatura europea de los siglo:, X\'111 y XIX. el mente en su honor-, en T.:1basco, México: d saludo entre
primt:r conracto tntre Iris hahirnntts del Nrn.:vo Mundo y Grij::ilv.:i., :i b i1.qu!erda 1 y d r.1c1q11e mnya, ..t la cierech:1, ful'
los cunquisrndorcs tuvo en muchos casu:, carácter de :lC"Oíl- amisrmo.
tc( imiento nrmónico. Este cuadro de mediado!, de siglo

sangrientas batallas en Ake y Chauaca y los espa ñoles degollaron a muchos mayas
rebeldes. Con sus bruta les campa1ias militares, Montejo se granjeó el respeto y el
som etimiento d e los caciques d errotados.
Una vez. sometido e l nordeste d e YucaL¡l n a l poder colo nial español, el adelan-
tado continuó por mar sus conquistas en dirección su r. Llegó a Chetumal, pero se
marchó de allí sin hahu logrado su propósito por carecer d e soldados y de sum i-
nistros, para emprender poco d espués una nueva campaña d e con quista. En 1528
volvió a Salamanca de Xamanhá (lo desfavorable de la sit uació n había impuesto
anteriormente el abandono de Salamanca de Xelhá). Montejo nombró a Alonso ck
Ávila su lugarteniente en Xamanbá y navegó h¡1 cia Nueva E spaña; así terminó e l
prim er intento de Montejo de conq uistar Yucat,ín.
Montejo envió por vía terrestre a su sobrino Francisco de Monte jo ( 15 17 ' - 1572?)
l' ,1 su fit:I lugarteniente Ávi la en dirección este, a Chctumal. A su ll egada encontra-
ron una ciudad desierta; ente rados de que los españoles estaban a punto ele llegar, sus
habitan Le, se trasbdaron a un lugar csLratégicamcntc más íavnrabk. Los cs1x1Jioles
permanecieron dos meses en Chelllmal sin q ue nadie los m olestara, cirrnnstancia que
inrerp ret;1ron como que la población nativa estaba dispuesta a somete rse a la ,1dmi-
ni str:1ción cspañola. A pesar de los éxitos milita res de los conquistad ores, los mayas
,e resistían a acepta r la su p rem acía española; bloquearon la ciudad y los espar'i oles no
tu\ ieron más remedio que salir de Chctumal para no mo rir d e hambre. Tambié n en
el oest(: los mayas de las provincias de Campeche y Aj Canul se rebelaron contra los
usurpadores, pero el 11 de junio de 15.l l tuvieron que recon ocer la supremacía es pa-
1iola rras pe rder una batalla .
En el año 1532, Montejo hij o recibió la orden de som ete r las provincias sep-
tentrion,1les. Sin encontrar grnn resistenc ia, fundó C iud:1d Real en Ch ichén l tzá e
int rod ujo el sistema d e encom icndas. También en esta ocasión los mayas se rebe-
1:iron contra su situación de inferioridad y bloquearon la ciudad, de forma que
\'ctrios m eses despu és, en el año 1533, los espai'íoles, con Montejo hijo al frente, tu-

\'iernn que aba ndonar el lugar. F ue entonces cuando Montejo pad re se hizo ca rgo
personalmente de la conquista del te rritorio y en 1534 impuso la supremacía espa-
11ola en varias provi ncias, entre ellas Campec he, Champotón, Aj Kan ul, Mani y Aj
K'i n C he!.
Aunque reforzó la posición política y estratégica de los españoles, Montejo se vio
obligado en 1534 a abandonar Yucatán, ya q ue muchos de sus soldados y colon izado-
res ,e marcha ron a Perú, donde Juan Pi zarro (1478-1 541) conq u istó el reino inca y
encontró eno rmes cantidades de oro. Era la. r iqueza que en vano habían estado bus-
cando en Yucat,í.n.
En d efi nitiva, la emprcsa se vio frustrad a debido a que los soldados y seguidores
de Montejo no eran colonizadores a la búsqueda de un país, sino más bien aven ture -
ros y buscado res de oro (fotografía 585). Montcjo subest imó en muchos casos b resis -
tencia maya, que sólo con dificultad podía q uebrar con s us t ropas expediciona rias
de menos de 300 hombres, por lo que sus fra casos militares no fue ron infrecuentes.
Adem:is, los espa110les se en contraron en Yucatán con un sistema político q ue se les
escapaba de las manos. El país se encontraba div idido en va rias provincias y en ellas
se imponían los clanes más infl uyentes, que mantenían est rechas relaciones ent re sí y
no estaban subordinad os a un poder central, tras cuyo sometimiento los espaiioles
hubiera n aca bad o d ominando el país, como suced ió en N ueva Espa Jia. Por otra parte
la poblac ión indígena no residía en aldeas facilme nte controlables, sino q ue se dise -
mim1ba en poblados dispersos y ,1lejados los unos de los otros, en los que era muy difí- 586 l?l'tn.JM de Francisco de :\lo,uejo hijo como, r(lr ejemplo, b ciuclatl de Yttfida, qut· fue funJ~d:i
R:i jo b <lirecrión ele Fr:rncisco de Montejn hijo. lo~ c~palio- el 6 ele enero de 1542 sohre b!. ruina~ J1.: la ciudad may,1 ele
cil establecer un con trol.
lf"s conquisr:iron r.nrre 1541 y 1548 haluartes 1mporta11tc-~ Tiho y que es Jctu.1lrnente b capital Jtl estado federal rlC"
C"n el norre de- Yucar:ln y crearon a,;enramientus nwblcs. Yur;-it:l n.

La última fase de la conquista (1535- 1548)


mando de una tropa de 300 hombres pa ra someter a sus habita ntes)' obligarles a pagar
T ras este revés, Montejo padre abandonó definitiva mente Yucatán y dejó de intere- tributos. Finalmente el sace rdote tuvo que ceder a la p resión miliw r y poner término :1
sarse por su colonización. Entretanto centró toda su atención en la conquista de su empresa de paz. Pero ni Godoy ni Mnntejo, el sobrino. consiguieron la pacificación
Honduras- H igueras (Hibueras), donde, tras la ocupación, fue nombrado gobernador y de la ciudad rcbcldc de Cham potón, ele modo que, para calma r lr1 situ,1ciún , <.:n 1540
general en jefe. Por las mismas fechas el adelantado de G uatemala, Ped ro de J\lvaraclo, Montejo hijo prometió a la nobleza dirigente maya que e n adelante no pagaría tributos
reclamó l:i jurisd icción sobre el territorio y Montejo pad re, dada su situación de in fer io- ni tendría que contribuir con su trabajo.
ridad en aquella lucha por el poder, hubo de retirarse en 1539 t ras sólo dos ar'íos de pre- T ras establecer en Campeche su nueva bas<.:, exigió nuevamente ftrlelid:1d a los prín-
sencia en la zona. ci pes mayas regionales y sometió con las armas los territorio~ cuyos caciques se negaban
Entretanto, el fraile fra nciscano Jacobo dc Testera intentó en el afio 1535 someter a prestársela. En 154 1 Montejo hijo prosig uió su avJ nce hacia el norte y en las ruinas de
Champotón a la corona utilizando medios pacíficos. Aseguró a la población indígena la antig ua ciudad maya ele Ti ho construyó una fortaleza desde la cm1l se manifestó dis-
que los soldados españolés se mantendrían alejados del país mientras él ll evase a cabo su puesto a someter las ciudJdes del entorno.
piadosa empresa. Pero Montejo h ijo, a quien su padre concedió plenos poderes para con- El día 6 de enero de 1542 fu ndó all í mismo la ciudad de :Vlérid.i , actualme nte
q uista r el país, envió a C hampotón en el año 1537 al capitán Lorenzo de Godoy al capitn l del estado federal de Yucat;\n. El reducido g rupo ele soldados y colonizadores
t8

t;tcpanatttlan,.

;g7 Los espafloles conquiswn Atitlán, en Guatemala. dd ct'ntro lk Ml'x1co, buenos conocedores <ld krrt'nu, 588 Conquúta de Qmmhtemalldn por Pedro de Alvarodo. Tzaporitlfo (pág. 76), Qucrzaltcnango (pi,g. 77) y Tcc-
Fueute: Lic:nzo de Tl'1rtala, pdg. 78 grnarun <l lo~ invasores l..'n su :ivance f)Or tierras d('sconu~ Fueme: Lienzo de Tlaxca(a, pág. 79 panatitHn (pág. 78) del año 1524, en la página 79 se rcprn·
En esta ilustración de la crónica de Tbxcah1 aparecen cida:. y les ayudaron a wmetc:r 1:is cimbdcs y los publa<los. Lus dibu jos (págs. 76-i9) del L;enzo de Tlaxcala recucr- Juct' el ataque esp:iñol :1 la ciudad ck Q uauhtemall.in,
los inv;.1surt's esp3ñoles que en 1,;24 rnnquist..lron Arirl:ín, Jan b conquisto. de cnarro ciudades dt: las tinr;.1s altas de cuyos habitantes se defendieron de los conquisr.:1Jorcs rnn
en las tierras airas de Guatcmaht, con la cohlOOración Je Guatemala por lm e~pañolcs y sus tropas auxiliares Llax- !lechas)' pieJras.
tropas auxiliares tbxc:1.lrecas. Aquellos guerreros indígenas caltecas. Adem:is de l.1s expediciones militares rontr;.1

comandado por Montejo hijo logró con tener con éx ito los ataq u es m ayas y al mismo a interesarse po r la "salud espiritu al" de los mayas, es decir, a apartarles de sus creen-
tiempo ampliar su zona de influen cia; colonizó el este de la prnínsula de Yucat;Í n cias y a transm itirles la rel igión cristiana. De 1541 en adelante la evangelización corrió
entre 1542 y 1545, tras unas exped iciones de conq u ista rea lmente sangrientas. Fue a cargo de los fran ciscanos, que h icieron grandes esfuerzos por consegu ir la conver-
sobre todo Alonso Pacheco quien destacó po r su brutalidad; m andó degoll ar siste- sió n de los infieles anulando la cultura mate ri al y espiritual de los mayas, constru-
máticamente a la población establecida en Uaymi l y Chetumal. Por este motivo, yendo iglesias sobre las ru in as de sus tem plos y quemando los libros de s us sacerdo-
muchísima ge nte abandonó sus a ldeas y buscó refu gio en el oeste, en la provincia de tes, con lo q ue les a rrebataron su historia y su identid ad.
Pctén I tzá.
Los conquistadores españoles que estaban a las órd en es <le Monte jo hi jo dieron
por concluida la conq ui sta de Yucatán con el sometimiento de esta región. No obs- Ataques españoles contra los pueblos mayas de Guatemala
tante, e n los años 1546 y 1547 los may:1s de las provincias oriemalcs, dirig idos por sus
influyentes sacerdotes, se conj uraron y se rebelaron contra los ocupantes españo les,
(1524-1527)
con éx ito du rante cuatro meses, defendiendo val ientemente sus a ldeas y sus poblados, En lo que es en la actual idad el estado de Guatemala, al sur d e Yucatán, se
d estruyendo sus tierras y sus recursos (así privaban a los españoles de sus medios de habían establecido dura nte la época p rehispáni ca d iversos pueb los mayas, q ue man-
vida) y man tenie nd o una sa ng rienta guerra d e gue rrillas q u e n o te rm inó hasta el afio tuvieron ent re sí g uer ras de varias décadas de duración para hacerse con la su-
1547 con la e jecuc ió n d e los cabecillas. Aplasta ndo aq uelia última gran rebelió n, los premacía en las tier ras al tas g u atemal tecas. L as que m ás duramente combatieron
conq uistadores se aseguraron el sometimiento d e los infl uyentes caciq ues mayas y de por controlar la zona fueron las etnias mayas de los k'ic he' y d e los kaqchi kcl (véa..-e
sus fa milias. Impusieron su a utorid ad política y econó mica a los mayas d el norte de pág. 360 y ss).
la penínsul a y crearon una administración civil y religiosa tenie ndo en cuenta las El 13 de agosto de 152 1, H e rn án Cortés ve ncía e n Te nochtitlán la úl tima resis-
posic ion es d e poder precolombinas, sobre todo las d e la nobleza au tóctona, q ue ter- tencia ind ígena y conquistaba el rein o azteca. Fue entonces cua ndo se presenta ron
m inó in tegrándose en el nuevo sistem a administrativo. La población dispersa empe - an te él em isarios ele los jefes indígenas d e Nueva España y d e otras regiones para
zó conce ntrándose en comunidades rurales f:ícilm en te controlables; cada lugar con - prometer lealta d a los nuevos señores. E ntre ellos estaban también los rep resentan-
taba con su propia administración civil y el cacique disfrutaba de la posición superior, tes d e Iximché, la capital del reino de los kaqchikel (fotografía 573), qu ienes ya en
ya que esta ba al fren te d e tnda una serie de autoridades que eje rcían el poder ejecu - 1520 tu vie ron noticia de la llegada d e los españoles a l reino d e los mex icas y espera-
tivo. Tras la introducción del sistema de las encomiend as en el año 1542, los mayas ban sacar partido d e ellos en las luchas q ue mantenían contra los k 'iche', por lo cual
debían ent rega r a los conl¡u istadores espa ñoles p roductos tal es como cera, pavos o aceptaron su d om in io y les garantizaron que les prestarían s u apoyo en la conqui st a
maíz y ponerse al servicio d e los encomenderos, quienes, a su vez, se comprometían de Guatemala.
En el año 1522, Herná n Cortés envió destacamentos de reconocimiento, forma-
dos por sus aliados mexica nos, a la provincia ele Soconusco (en el actual estado fcde-
r,11111cx1cano d e Chiapas), situada en l,1 fr ontera meridio nal d e l territorio maya; de
este: modo se enteró de que se cstaban produciendo insurrcccio nes y disturbios. En-
ronccs env ió a Guatemab a su lugarteniente Pedro d e Alvarndo con la m isión ele
pacificar la zona y dc someterla a la corona española. El 6 de diciembre de 1523
Alvarn do partía d e Tenochtitlfo con un :1lto contingente de soldados espa ño les e
indígen.1s y, sig·1 iendo una antig ua ruta comercia l, el 12 de e nero d e 1524 llegaba a
Tehuante pec, en la provincia ele Soconusco. Encontró los primeros focos de res is-
tencia e n los alrededores d e Tonala. /\!va rado supe ró los ataques mayas y su ex pe-
dición continuó a lo largo de la cosca e n dirección sudeste. Los espafioles atravesa-
ron con sus al iados mexica nos un desfiladcro situad o al no rte de Zapotitlán y
fi nalmen te llegaron a la ci udad k'iche' de Xelajuj , que conq uistaron sin luchar,
pue, sus habitantes la habían abandonado. Pe ro entretan to, los g uerreros k ' iche' se
agruparon por miles y atacaron po r todas partes a las t ropas espafiolas y mexica nas.
o obstante, Al varado pudo superar e l ataque maya y consiguió la muerte o la cap-
rn ra de muchos cabecillas.
Lo~ k'ic he' no se d iero n por vencidos; a pesa r d e que uno d e sus jefes m;ís
importantes, Tckum Uman, había muerto a manos españolas. H ábilmen te, incita-
ron cn secreto a las restantes pueblos mayas a lucha r contra los conquistadores
mien tras los soberanos d e Xclajuj y de otras ciudades prometía n a los españoles
fidelidad y amistad y les in vitaban ;1 acudir a Uta tl án, la actual ciudad de Santa
Cruz del Quiché.
No obstante, en cuanto llegaron a Utatlán, Al va rado y sus hombres descubrie-
ron la emboscada y en el último minuto lograron ponerse a sal vo. En el combate
q ue se libró a continuació n, Alvarado capturó a dos destacados mi embros d e la
nobleza k 'iche' , a los que mandó quemar. Con el fin d e quebrar defi nitivame nte

589 1<,11~10 de /Janolnmf d, /...,u Casas (/474-1566),


obi,pa 1ft Chiapas
ne L;.1!l, Ca.c;:1s dtnunci6 abiertamente el brnr:11 cumporramu:rno
rlc lo!i- conquista<lorcs con la pohlanún indígc.-na. El rclcs1.ht1co
exigió que :ic:1ba!i-C I;¡ explotación física y m:ueri.d de los mc..líj.!c•
na~ a m:rno!l- de I()~ culonizarlorts ts pnñolcs y propug116 la
incurpor:1cii'm Je csclavo!l- ,tfric:1nos nq~ro1; como m:mo t.le ubra.
Su propuest;1 dio lugar a 4ue se incrt'.rrn.:nr:ic:t" L1 tr:ua ele t~cl:1,11~.

590 Truptu tspatwlas romu11dad11s por Pedro de A/varado utacando


y mai1.1cromlo 1J la pohluciú11 maya. Grabado al tuhrr coloreado;
Juemr: Theodor dr Rry. ... lmenca par1 quima", fróncfun /594
Existe"n dncumcnros qtu~ cit"munlr:ln que: PeJro dr Alv:irnclo
(1-185-1511 ) tu,..o 4uc.- rrsponJc:r t·n <los oca1;1unes :rntt' lus tribuna-
les an1sacio di: procnkr hrut:1lmt·ntc conrr:i b poblac1ún indígena
cid :'-Juevo Mundo, liarrolomé de l.h Casas (1 17'4-1)()6) Jt·nunció
en numeruw'- escrum y canas d crud tr.uamirnrn al 4ut" los con-
4u1!iladon.~) csp;iñolt') sometían a \o:, indígenas e insisliú c,pcnal-
nu:ntc en l:1 bruralidad Je Alvar:ulo, yuit"n Stj!Ún ,;us dato) pu<lo
haht·r darlo muenc a cuatro millones de pt'f)01tas. Aum.1m.· dc,;cfe la
persp,.:-ctiv., :1ctual t.:St:1 cifra st·a cx:1gcra&1, lo cieno es que.: las acrns
juciicialrs ronfirm:m el comportam1cnro hrut.11 de Alv.1r:1do en l.is
ticrr:1s alrns de Gu;.tttmal-1.
tuvieron que acept:i r la auto rida d cspaiiola y los te rritorios situados al sur del Ligo
Ciudad de O~ilán Salamanca• ~ nil \
A tiil rin quedaron bajo control sin lucha.
• de Chauaca Salamanca )
t lzamal de Xamanhá Alva rado regresó a la s tierras altas guatemaltecas y el 25 de julio del año l 'i2~
Mérida Salamanca : J fundó en Tximché, :1ntigua capi1al de los mayas ka qchi kel, la pri mera ca pi tal cspa-
Ciu!ad R~~I de de Xelhá • ,,,.-

j San Francisco
• de Campeche
~ani', t Chichén ltzá iiola de G u:llemala, a la que, por cierto, no aguardaba un dest in o demasiado af.,r-
runado (/"otugrafía 592). Su insac iable sed de oro llevó ;1 Al\'arado a exigir a los jefr,
mayas sometidos y a los aliados que le abonasen los tribuws con uro o con otros
ohjetos ele valor. Miemras Pedro de Al varado permanecía en H onduras, rn hcrm".
San Pedro/Salamanca
de Champotón no Gonzal o actuó drásticamente con tra la población de Ixim ché quc no pudieron
/ Salamanca
Bacalar sa tisfo cer in med iatamente las exigencias del pr imero y dio muerte a numeroso,
Puerto Deseado
mi embros de la d inastía real. En el año 1526, esta manera de proceder induj o a !",
--·-- .'f.\
Santa·Maria Salamanca
kaqch ikel, aliados de Espaiia e n los aiios precede ntes, a rehel:1rse contra sus oprl'-
de la Victoria • de Acalán sorcs, pero al final tuvi eron qu e incl inarse ante su su perioridad. 1\ pesar de su ,·,c-
tu ri a, los cspaiioles ,1bandonaron lximché y el 22 de noviembre del aiio de 1527 fun-
San Pedro daron al pie del vokán Agu:1 una nueva capital, la actual Ciudad Vieja, que H ,tiio,
~
• de Tanoche
después quedaría sepulrnda bajo la :ivalancha el e lodo y piedras provocada por L1
. ..: , . • Ocosingo
,... e rupci,1 n del volc:ín.

·,Ciudad Real
En la hiHoria ele Cuarc ma la, Alvaraclo y sus hombres pasan po r ser unos c,>,1-
de Chiapa quistadores implacables, ávidos de oro y de riquo.as. En dos ocas iones, en 1127)
Comitán/
San úistóbal de
los Llanos
,.. Sak Balam

,.. Cahabórt_/
/ Nito
uerto detabállos
en 1536, hu~o de respo nder Alvaraclo ante los tri bunales espa iiolcs ele su crud
mane ra de actuar co ntra los indíge nas. Bartolomé de Las Cas:1s (H 74-156ú; fot11-

Zacueleu/,..
,.. cobán y g rafí:1 589), el eclesiásti co que tanto destacó en la clef"ens,, de los in tereses dt: Li

Huehuetenango Utatlán A Rabinal


población na tiva, acu,ó a los conquistad ores de lm mayores crímenes; según el,
Xelajuj/ . ·• -M" V · en tre 1524 y 154() Al varado dio muerte a un os cuatro mil lono de indígenas. Con la
Poblaciones de Quetzaltenango . ·'· ~ ,xco ,e¡o
• fundación es¡,ai\ola
• · ~ 1ictmché • Santiago de cru z en un:1 mano y la Bi blia en la otra, De Las Cas;1s y sus compafieros de ord rn
A Ciudades mayas
conquistadas Tz'iktnajay Guatemala apostaron abien,1mcn te por la conquista y la evangelización pací ficas el e la pohl,,-
t Conventos ci(rn nativa.
□Territorios realmente
conquistados h.icia 1550 Es un hecho hi stórico que !'edro de Al varado dejó unas h uellas mucho 111:i~ ~an-

o
; 60 km
g ricntas y e nt:1bló menos negociaciones que Muntejo hijo en Yucat:ín. Desde l.1
'-------'
perspec1iva actua l es ev id ente que dominaba el oficio de las Mm as y que era buen
eslratega pero mal po lítico. Montejo, por el contrario, fue un mi lit:1 r con olí:110
político y un hábil negociador.
591 Ma¡,u de fin((!ts del SJglo XI '! de 10.i taritunfJi d nOrll' <ll" la pt nín,;ub de Yuc.it:ín. N(I ohsr.1n tr. tn r<.'J;
commlados por lru e.•¡,a,iulcs lidad a fin.de:-. del .:;1glo X\'I .;úlu do111m.1b.1n .ilgu11.1/, co-
Tra$ d apbsr:1min1to dt la úllima gr~111 in.:;urrrcnón m.1rra:.. En ti nup:1 ap;:trt'Cen la~ rt'gionc~ h:1Litad:h y
nK•)':l co11tr:1 lm mH.·,o~ señorc;; lleg;idu, dl' Eurnpa, 111, ,Hlmi11 i:.tr.1<lis pnr lo~ csp.lllulc::-. en a4t1t.·lla épora.
tsp.1ñoln conrroL1rrJ 11 Íorm:1lnwna: dt: 15-18 1.'1l ,Hlt:l:rntr

l:i resiSl(: ncia de los k'iche' ele Utatlán, Al va rado in cen dió la ci udad y, contando con
sus aliados indígenas, entre los q ue también había mayas kaq chi kel, emprendió
diversas exped iciones contr:1 las aldeas y ciudades de los alred edorn. L a zona
qued ó prácti ca mente contrul.ada el día 11 de ab ri l de 1524 y los k'iche' pasaron a ser
súbditos de la en rona espa1íola, por lo que Al va rado pudo ded ica rse a conqu ista r el
resto del país.
Los kaqchikcl se aliaron con los españoles y colaboraron dccidicLime nte en el
someti miento de los k'ichc', pues su terr itorio for maba pa rte d el .í rea co nt rolada
po r los conqu is tadores. Al varado y sus tropa s acept,1ron una propu esta de los kaq-
chik el e iniciaro n la "pacificación" de otros ene migos sec ula res suyos, lm mayas
tz\nujil , cuya capital fortihcada, T z' iki najay, se encontraba en una is la del l:1go
Ati tl:ín y estaba unida :1 l;i tierr;i firme a tr;ivés de puentes. Los esp:111oles y s 11~ alia-
do., cu nqui$ta ron la ciud ad a ntes de q ue H l S habita ntes, sorpre nd id os por el ataque,
pudi esen derribar los enlace, con rierr;1. Los jefes ele los derrotarl os ofrecieron tri -
bu tos y prometi eron fidelidad al rey de Espa11a. El triun fo que Alvarado obtuvo en
l:1 supucsta menre inexpugnable ciucbd clt: Tz'ikinajay sofocó cualq uie r intento ele
resistenci,1 por parle de las ald eas y las ciudad es próximas, de modo que sus jcíes
;9) f/ ,1111, 1n dd Sumidnu
i\P 11i:.pm•,111, .l rentlir,t' ni ,1 ,ometerse .1 la~ twp:1s c:-.!1~;
fltll,1, que h1~;\l'O\.tb,rn. UIIO\ 2.ono mJya:, tíWt7.il M. Sl\ 1(1;
d.iron lPln:tn.1111UHl' l.ul7jndose al ríu CriJ:ilv:1 dndt'
un.1 rt l(.I <',r:1rpJd,1.

592 l.rm1ché. CarJ!al de los IIW\'US kaqchikd


Tra5 hahnl.1 llru¡udn en b prim.n·crJ d~ 152-1, Pc:dro (ll'
AkJr:td11 hi10 dL hunché Lt primt'r,, capital esp:1ñula
tk Cu:ttl'm,1l ,1, ,1unyut tlejarb <le serlq t res a nos despufa,
tn 1527. cu:rn<lu l;1 lapita lnl:ul pas<'> a Cwd<ld \'iejJ. Oc
h1 residi.:11c1.1 ele: lo" gulx:rnalllL':io tic lo~ kaqrhir¡uel s<'>lu
qucd:ih.1n n11n.1'i

El sometimiento de Chiapas (1524-1 527) A p rincip ios c.lcl a11 0 1527, el c;1 p it,í n D iego ele Maz,1ricgos recibió la orden de sofo-
ca r la nueva insurrección de C hi apas y ele fu nda r allí una ciudad es pañola. Partie ndo
Al igual que en G uatema la, e n l:1 p ro1·incia c.l c C h ia pas había d iversos JJlH: hlos c.lcsde el ce nt ro d e México, sigu ió con s us solda d os y sus tropas a uxil iares indígenas
mayas, como los tzotz il, los tzclta l, los labndon o los c h ia pa ne k -c:stos últimos no la m ism a ruta q ue Ma rín hab ía recor rido tres años antes. Se e n fren tó m il ita rmente
formaban parte del grupo lingüísti co m a ya- que, cuan do los españ o les llegaron en a los m ayas tzotzil al norte d e Toc htla , ac tua lmem e Tuxtla G utiér rez, en el cañó n
el siglo XVI, viYía n en estados a utónomos y no dejaban d e luc har po r a lcan za r la de Sum idero (l"otograf'ía 593); se libró así la bata lla de Su m id ero. Los tzot'l,il lucha-
Supremacía en Ch iapas. Fo rma lmente la zona pc rtc nccí,-1 a los colo nizado res espa- ron en carn izada m en te contr,1 los v:dient·es y bie n equipad os soldados y co ntra las
ñoles ele C:o:nzacoalco q u ien es, tras la im p la n tac ión del sistema d e en com iendas, tropas auxil ia res m ex icanas. Los espa fio les acosaron a un g rupo de u n as 2.000 per-
estaban autor izados a ex igi r tr ibutos :1 la población ind íge na . sonas, en tre las cuales h abía ta mbi én m u jeres y niííos, hasta el borde de u nos abrup-
Cuando e n el aiío 1522 los ch ia panek se negaron a pagar su s t r ibutos, el capitán tos acantil:i d os sobre el río Cri jalva. Tocios ell os term inaron lanzfodose al río; p re-
Luis Marín, obed eciendo órdenes de H ernán Co rtc:s, e mpre ndió a pr incipios de fir ieron el sui cid io a la escla vitud . Aquel s ui cid io mas ivo scñ.d ó el momento
l524 una expedición de cast igo contra los " re beldes". q ue en to nces constitu ía n la culm ina m e de la resiste nci a indígena y represen tó ,1 I m is m o tiem po el l'inal de la
etnia m,b influye n te de Ch ia pas y llegaba n incl uso a cobrar t r ibu tos de sus veci nos cta p;1 de co nq uistas en C h iapas.
mayas. Con la colaboració n de estos últimos, q ue, a liándose con los cspa 11oles, es pe- La época colon ia l com enzó e n C h iapas cuando efectivos espafioles se establecie-
~aban una oportun idad pa ra actuar contra su s r ivales, Martín logró sofoca r la ro n con carácter perman ente en Ci udad Rea l, :1ctu;1 l111entc San Cristóba l de las
rebelión" y ~om eter a los habi tantes de C h iapas aparentemente sin e jerce r la fue r- C asas. Va lién dose de su fue rte presrnc ia en la zona, los espa11 oles logr aron someter
za. Sin embargo, un soldado de M ar ín actuó por su cu en ta y t ra tó de consegu ir oro d efinitivamente C hi apas al control ele la adm inistració n colonial cuan do sojuz-
extorsionando a los tzotzil de chamula. No obtu vo el oro que esperaba, por lo que garon a los mayas ch'ol en el año 1695. L os itzaj fueron som etidos en el año 1697
niató a sus caciques. E n tonces los cham ula se negaro n a recon ocer la au tor ic.l,1d (véfüe Vayh inger-Schccr, pág. 382 y ss.). Desd e e ntonces la adm inistración espa ño-
española y Marín no t u vo m ás rem ed io q ue proceder m ilita r mente con tra ellos. la se im p uso definitiva m en te en las tie rras baja s t ropicales y en las t ie r ras altas;
A pesar de los recursos m ilitares de q u e dis pon ía, el ca pitán no logró so m eter hab ían pasado 195 años c.lcsd e que se produjo el primer contacto entre los mayas y
definitiv amente Ja zo na 111• asegu ra r en c h·1apas una presen cia
· esp,1ño 1a perm a nente. los españoles (fotograf'ía 591 ).
KANEK': EL ÚLTIMO REY MAYA ITZAJ
Temis Vayhinger-Sch eer

en que en 1623 los itza j habían matado a un francisca no 1---1 echó1m : de repente dicho rey la mano sobre m i cora-
y a sus acompañantes en el ú ltimo intento de evangel i- zón para ver si le tenía yo :1lborota<lo[,) y al rrnsnw tiem-
zación emprendido. Escribe Avcndaño: po me lo preguntó: yol,] q ue antes estaba muy contentó,
"Vinieron de ochenta canoas para a rri ba, llenas de por ver que se ihan logrando mis deseo~, y el traba jo de
ind ios embijados y ve~tidos d e guerra, con g randísimos mis pasosl,J le respond í:['-¿ ]Porqué ha de esta r turbado
carcajes de flecha~, au nque tud as echadas en la~ ca noas, m i cora;,:ónl? 1Ante:~ cstal ba l muy contento, viendú que
tocias con\'Oya ndo, y acompañando al reyezuelo, q ue yo soy el dichosol,I que d:, cumpl imiento[,] a \'UCStras
con cerca d e quinientos indios, nos s:1lió a recibir. Em- profecías de q ue habéi~ d e ser cristianos [.. .'l."
barcáron-nos con gran ímpetu, sin hacer c:1~0 de la músi- Kanek ' cumpli mentó fo rma lmente a sus huc'.·spedcs
c;1, de las chirimías con que le esperábamos 1---1comen- en la isla . Les ofreció po.wle, que era una bebida de maíz,
z.a ron de ,irrancad a a llevarnos por la laguna (que por en el atrio de su casa en u n acto en d que i111crvinieron
aquella parte tend rá t res leguas de atra\'e,ía en dista ncia. activame nte tod os los \ ecinos.

Los itzaj fueron los últimos mayas ind ependientes 594 Visttl OÓ'(IJ dr Flor<i, Pnr11,
(:uaremola oriente
de las tierras ba ja~ meridion:1lcs de la península de

)
l..1 1!ila pr.ÍC'llC"amt'nte ci rcular <le
Yucatán. Conservaron su forma de vida, su organización Flores futogrnfiada <le~de el sudl'!ite.
A la izt¡u1enb ,1p.1rect' la len~u.t Jt'
política y su propia religión ha~ta 200 a ños después d el tierra <ll' San Benito, en la p.1rtc.: su•
primer encuentro entre europeos y mayas. Tuvie ron pcrtor Cl'ntral l:i ¡x:qucñ:1 1sb de
S:tnla Bárb:trn y a la J «ech:t la pc:-
su fic iente habilidad pa ra mantener a distancia a los visi- nímula de T:1y:l'-:ll. Un dique 1ransi-
tantes y mi~ioneros españoles y hasta lograron rechazar- 1.1hlc ck uno!, 500 m e.le longitud une Sakatan
Flore-e; cun b población ck Sant;1
los po r la fue rza de las armas. La selva vi rgen, con su Elen:i, situ.1d;1 t"O tierra firmr, :11.!.llr.
clima tropical húmedo y cálido y sm numerosos ha jos, ln d Prtl'n ccn1r.1I. t"ntrc los rÍO!i mopanes
U,umac.inlJ y San Pe<lro al OCStl
que formaba n una auténtica ba rrera sobre wdo en la y Mopán y Bdicc al nte. se n rirn<.k· ' a
'Yat{ ·: , , ••.
estación ll u viosa, los protegía e ficazmente de los posibles un paisa j1: dt b gos a lo largo de "'
100 km. El l'ttén lid t'!l d m.wor J<.· "' -
invasores. Según los documentos de la época colo ni;il, el iodo, ell~. yuc ~ formaron tn la!>
i
supremo representante de In~ mayas irza j fue el rey dl'pres,onn de l.i OlC'M'U c.1lc.1rra JL
1
Yuc:irán; !ill 111\d ele .1gu;1 e~r~ <,omc-
Kanek ', tJlle resid ía en Noj Petén, en el interior de l lago tido a fucrtn 0~1lanom.'!l. 1
de Petén ltzá, en lo q ue hoy e~ Guatemala (fotografía
594). La campaña mili tar contra K anek' comenzó en /J "g~o" J1
I ~! '.: ~
l ú95 con el proyecto de construcc ión de u na g ran ruta
que se abordaría simultánea mente d esde el norte y desd e I
;¡¡
·~·•
º 1
i
el sur. El impulsor decisivo d el proyecto fue el política y 595 Mapa de la rcgió11 dd lago 8.
económicamente influyente gobernador interino vasco Pnin ltzá. Fut'nlt': FriJ)'. lndrh de · como lo vi
lundoiio )' Lvyola, "'Reluoón de Ía.i h-··
que respo ndía al nombre d e Ma rtín d e Ursúa y
dos entradas qur h,a 11 /11 ,onvrmón s,
Arizmendi. de los gentileJ ytzarx y crharhr/', o (),:_,
()
mtJmucrito, /J(,)Jlt'TJor a /696
Los condicionamientos políticos fijaron la fecha de
F.I franciscano A\'cnclaño rcJl 11b en
una misión dirigida por el francisca no A ndrés 1695 un via je de tvanj!d1zanún al
la)'.:o Petén h :t;Í. Su rdación incl uye
Avendaño y Loyola {bautizado el 13.11.1 657-d espués de un t:M¡uema J<.· No) Pctén. que re- camino e esta provincia a Guatemala
1705), o ri undo también d el país vasco. Avendaño inten- fleja la si1uación cid lago enrre la Advierto que todo esto no est.l compasado
provmci.1 cspa,iola de Yucatán .11 sino sólo puestos los parajes, pueblos y nacio-
tó llegar a Noj Petén antes que el ejército y otros ecle- nOrtt' y la i\uJitncia de Guatemala nes al rumbo que caen según me mostraban
y sellalaban cuando yo pregooté • los itzaj
~iásticos. Para legitimarse y hacer publicidad d e su al sur. Arlcmá~ del camino recorri-
dichas naciones. y para¡es.
do por el íranc1scanos y ~u,; com-
orden, el franciscano remitió al gobernador inte rino
paiteros, aparcct'n las rulJS cons-
Ursúa un importante informe directo soh re su encuen- truidas el m1~mo año <.·n ambas
d1rcccioncs que: Avendaño confun-
tro con Ka ne k ' (fotografías 595 y 597). T ras un mes de
de totalmente. La comarca 1mcrior
marcha a pie desd e Mérida, Avendaño y sus compañeros no colonizada se califica dt prós-
pera. En el mapa aparecen también
llega ron a las orillas del lago Petén Itzá el 14 de enero de
los nomhrcs {le los distintos grupos poniente
1696, al med iodía, con la esperanza de acceder al lugar indígena~ que: vivían en la región.
596 Flore>vúta desde Santa Elena entretanto había pactado con la ig lesia diocesana,
l.a residencia del soher:rno itza j
K:rnek', la anual isla de Flores, se mandó construir allí mismo una pequeña galera. Tras
encuentra al sur de l lago Petén Itzá. la misa celebrada a p ri mera horas d e la mañana del d ía
Al este de la plaza prinnpal, que e.s
el punto rn:ís Jito de b isla, st" alza 13 de ma rzo del año 1697 se dio la orden de entrar en
la iglesia, blanca, visiblt" a <liMancia. acción. Surca ron el lago ca noas totalmente llenas. Los
con fachaJa Je doble lorrc. Al
fondo aparece la península de Taya-
agresores fueron recibid os con fl echas. Tam bién en
sal. La capital Je la provincia del Noj Petén lucharon los mayas por su independencia.
Pctén. que con sus casi 36.000 k,n1
de superfitic es el m:lyor dcp:urn-
Pero sucumbieron ante los españoles armados y se die-
mcnto de Guatcm;1l:1, es un lugar ron a la fuga tratando d e alcanza r la tierra firm e a
ex:relcmr como punrn de partida
hncia Tik:il y orros yacimientos arr nado. La isla fue conquistada con un ataque po r sor-
queológicos de los alrededores. p resa; al atardecer los soldados die ron por concl uid a su
obra de destrucción . Kowoj fue ejecutado e n julio del
año 1697 como in stigador de otra conjura. Ent regado a
U rsúa por su sob rino Aj Chan, Kanek ' fu e trasladado
a Santiago de Guatemala, la actual Antigua , d on de
q uedó bajo a rresto domiciliario. Desde el año 183 1
su vie ja residencia ele N oj Petén se llam a o fici a lme nte
Flores y actualmen te forma parte de la capital, d el
mismo nom bre, del d epartam ento d e Petén (foto -
grafía 596). La mayor parte del pueblo itzaj pereció
o murió a causa de las cnfc rmcdades con t raídas al esta-
A continuación, actuando en nombre de su prov in - una interve nción m ilitar de g ran en vergadura? blece rsc en unas tierras altas mucho m ás frías. En
cial y del gobe rnador interino Ursúa, Avendaño invitó ¿Buscaban Kanek' y Aj Chan u n aliado exte rior pode- la actu alidad, en una pequeña población del norte
a la el ite maya congregada a acepta r la fe católica y a roso para conservar o conseguir el poder' Es mu y pro- del lago Pctén ltzá viven unos 300 itzaj, que están fir-
somete rse a la corona española. Los mayas pid ieron bable que Kanek' tuviese en cuenta ambas considera- memente decididos a conserva r su leng ua y su cu ltura
tiempo para reflexionar: "Cato vale". Pero el francisca- ciones a la hora de actuar. y que tratan de d efende rse d e la podnosa cultura
no cstaba impaciente. Aquella misma noche asistió a El acuerdo al que terminó llegándose fue cuestio- nacional h ispanoparl.inte.
una reu nión de los sacerdotes mayas y les urgió a que nado aq uella misma noche por el cac ique Kowoj. Poco
tomasen una decisión. Kanek' le respondió en nombre d espués eran cada vez más los mayas que criticahan
de todos: "Cato vale". Enton ces basó su demora en su a biertarn cntc a Kanck ', quien corría el peligro de per-
desconoc imiento del bautismo, pero a la mañana der el control sobre sus súbditos. El traje d e ce remonia
597 Primtn1 pdgi,,a ma,mscritu de /11 "Rtlaáún •· de Av<ndaño con m largo título
siguiente accedió a que el tenaz misionero realizara el español que le rega ló Ursúa lo sefialaba también exter-
En d siglo A\ . en b penínsub Ibérica apareció la ··rclarión" junto :1 los gént~
primero de un total aproximado de 300 bautizos. namente como colaborador d c la potencia irnperial. rus rUsirns de b h1~toria y dt' la crórm:a. El tlTmino es al mis,no riempn un
tecnicismo 1urídico. L..1 Nelac1ón e:; d único Je los apuntes de :\venrbño <-¡ue
Sin c mbargo, pronto advirtió Avenclaño que sus ¿H asta qué punto les parec ió g rotesca a los mayas )C.: conserva. Actualmente t'n Id Ayer Collcn1on de la Newherry Lihr~1ry

in tcnros e ncontrarían mayores resistencias de otro t ipo. aquell a for ma de presentarsc .' La multitu<l m a nte nía Chic.1_1:;o hay una copia de l.1l'poca 1 d manuscrito núm. 1.íl~O. Al texto pro-
piarncnre dicho precede, :rnle) e.Id folio l. un l:trgo título con los d,uo~ orit.'n-
En efecto, Kanek' no era un monarca soberano de corte una sorprendente calma, pero el conflicto se enconaba lalivos de b expe(lici6n.
occidental. En plena ceremonia bau tisma l se presen ta- por d entro. Kanek' advirtió a los m isione ros de la exis-
ron en la isla el caciq ue Kowoj y otros guerreros mayas tenc ia de un complot con intenciones homicidas; sus
de los a lrededores, quienes no tardaron en mostrar su riva les trataban de impedir quc la noticia d el acuerd o
oposICión al supremo soberano itzaj y al fra nciscano. y el conocim iento del recorrido llegasen a la brigada ,
Segun consta en su relación, Avendaño, apoyado por cada vez más cercana, quc construía la carrete ra, a
Kanek ·, negoció con las fracciones mayas un pl azo de Campeche o a Mérid a. Con la oposición d e su esposa,
cuatro meses hasta el bautism o de los adultos. En una el soberano itzaj condujo a sm huéspedes en la noche
especie d e protocolo adicional secreto, Kanek · se mos- d el 17 de enero al extremo este del lago. En su via je de
tró dispuesto a entregar los territorios en que ejercía su regreso, fueron abandonados a su sucrtc por los mayas
soberanía con la condición de q ue U rsúa eliminara a conoce<lores del terreno, no dieron con Tipuj, que
sus ad versarios políticos agrupados en torno al cacique estaba a unos doce días Je viaje, y se perdieron en la
Kowo j. selva virgen. Un acom pañante de Fray Andrés Je
El hccho de que una delegación itzaj , con Aj C han , Avendaño murió por agotam iento y los d emás esca-
sobnno de Kanek', al frente, aceptase en nombre del paron a duras penas de morir por inanición. Cuando,
rey el sometimiento y el bautismo a finales de dic ie m - poco después de la huida ele Avcndaño, los it za j libra-
bre de 1695 en Mérida, complica todavía más la valora- ron bata lla a una tropa de choque procedente del norte
ción actual de tales acuerdos. Las pregu ntas son ine- y m ataron después a todos los integra ntes d e u na expe-
vitables: ¿Adoptaron los mayas una táctica dilatoria dición g uate malteca, se desvanecieron las esperanz.as
mostrá ndose di spuestos a colaborar ante la amenaza de de una solución pacífica del conflicto. Ursúa, que
ENTRE LA ADAPTACIÓN Y LA REBELIÓN:
LA SOCIEDAD MAYA EN LA ÉPOCA COLONIAL (1546-1811)
Antje Gunsenhc im e r

En la estela de los conquistadores: el nuevo orden político cabild os, los mayas disfr utaban en buena m edida de una administració n autónoma.
Cada aldea y cad a ciudad tenía su cabildo, constituido po r cuat ro autoridades: el
La conquista española d el territorio maya y la subsig uien te administración colo- gobe rnador, el tribu na l de justicia, el regidor y el nota rio. El único que percibía
nial establec ida introduj eron un cambio drástico en la vida de los mayas y del resto un sueldo fij o era el notario . Exceptuado el de gobe rn ador, todos los demás cargos
de los p ueblos d el continente amer icano. Al término de las expedi cion es de conquista podían ser ocu pados varias veces (fotografía 599). Las a utoridades desempei'iah:111
(1546), la impla ntació n d e los órganos administrati vos españoles y la cristianización diversas fun ciones. En primer lugar satisfacía n las exigen cias de las a utorid ades
de la población dieron lugar a q ue el pode r colo nia l se implan tase totalmente. Los españolas, n ombrando, por ejem plo, corredores para el servicio d el cur reo y las co-
cambios políticos y religiosos fu eron paralelos a las nuevas circunstancias económicas m unicacio nes. Además era n respo n sabl es de que la co rona españo la percibiese
y sociales. Las reacciones oscihiron entre la adaptación y la rebeldía y fue ro n tan puntua lmente los tributos, cons istentes e n tejidos, m aíz, a lubias, cera, pavos, sal,
1·ariadas en sus formas como los propios te rritorios mayas. pimienta y 'frám ica. Organizaba n los serv icios y t en ían la respo nsabilidad de dictar
Cua ndo las conquistas concluían, la seguridad mil itar y políti c;1 de los territori os sentencia en los litig ios, d e a rch ivar la documentación de todos los asuntos locales y
quedaba en ma nos de los jefes de las expediciones. La institución de la encomienda de mantener los establecimientos públicos (plaza del pueblo, iglesia, cárcel, posadas
dirigió la t ransición a la colonización sistemática. Au torizaba al e ncom endero a apro- y calles). Este tipo de organización se man tuvo práctic;1mente sin cambios hasta l 750
piarse del trabajo y a percibir los tributos d e los ha bitantes d e una o va rias aldeas o más o men os.
incl uso de tada una región. El derecho a la encomiend a se otorgaba con carácter vita-
licio en reconocimiento de los méritos contraídos durante la fase de conquista, pero
no tardó e n ad quirir la condición de hereditario. El encomendero, por su pa rte, esta-
ba obligado a resid ir en la zona, a defenderla militarmente y a garantizar la protec-
ción y la cri stianización de su s habitantes. Rey de España
Los litigios en torno a la propiedad de la tie rra y al derecho a la m is ma pro-
movidos por los d escend ientes de los primeros conquistadores obligaron a la corona
española a crea r un sistem a adm inistrativo que evitase la formación de latifundios
desmes urados. D e ahí que entre 1529 y 1559 se desarroll ase una ad ministración
territorial inspirada en el m ode lo español y basada en la a uto ridad e jecutiva. Pua
evitar abusos, el ejercicio del ca rgo tenía una limitación tempora l y estaba sometido
a controles regula res. El apa rato adm in istrativo se articulaba en grupos d irectivos Virrey y/o capitán
Funcionarios de la
jerarq uizados; la autoridad suprema recaía en el Consejo d e I nd ias, q ue rendía general lgl_esia
corona española
dircct;1 mente cu en tas al rey y regulaba todos los asun tos desde Españ.a. Se crea ron
audiencias e n las poses iones d e ultrama r; representaban a las autoridades supremas
en las colon ias como tribunales ele apelación y a su frente es taban los virreyes de los
distintos virreinatos. El virrey era el represen tante del rey de Espa ña y tenía los Autoridades regionales
/
Audie~cia ,\--► Gobern!ad!or provincial
'""'f"'
1 1 ,
1 1 ,
derechos y poderes co rrespo ndi entes. En con cre to, el te rritorio maya era com pete n- 1
1
1
1
,
,


1 1 ,
cia del virrey de Nueva España y d e la capita nía genera l d e Guatem a la (fotografía
1). En el plano regio nal, el sistem a administrativo establecía que el v irrey nombrase ••
\ Corregidor o
Administración local Encon;iendero alcalde mayor Sacerdote

i
1
funciona rios n:alcs, que conocía n la jurisprudencia y la direcc ió n administrativa d e 1
1

¡
1
1
las comun idades indias. En el nivel d e la admi nistración municipal, es decir, en los 1
1

1+
Autoridades l

;9g Cmlt'e11to de San Franúsco. Antigua, Guatemalt1; 599 Autoridadc; y jemrquftJs en lo.- tcrn'roriu; esptuJolcs de
Autoridades locales
indl¡enas cabildo de t espanoles eai: :::sreligiosas
Cofradlas

'
t:pocu rnloni11/, prinopios del siglo Xt'll ulmmwr a prinápini del s~glu XI'/! Alcaldes
En la éµoca coloni<ll. Antigu::1 fue d centro t'spiriw:d y Tra:. la:. l'Xpedicione~ de conquistJ. habb qul' impbnt:ir Escribientes/No Regidores Maesuocantor
rtl1 g1oso de Cenr roa,m:rica; era conocid:i como ciuJ~td Je una aJministraciún :idccuada a los nnc\'OS ttrr ituri1►s. En
ig!e),,1,1~ \' d<..· convcntús. todos ellos construidos en el esti~ cs tt= se11tido empezó creándose:' d Consejo de: Indias, que Competencia para impartir órdenes
lo b.trrorn plateresco típico de b E~p:11\:1 de l:a t'poca. En hada llegJr sus instrucciones J lo" virreyes u a los gober.
l 5~ 1. una erupción vukánic::1 )' un rt:rremoto destruyeron na<lun'.'~. A nivel local. la corona ei;pañola d1:cid1ú tras. --------- ► Competencia para impartir órdenes en determinados asuntos
b c1u<l:id, q ue :H·ababJ J e fun<lari;e; reconstruiJa poste• b dar .t la::, divers:is poblaciuncs ti modelo de b Jdminis•
rinrmtntt:, :.ufrill un nuevo temhlor de tier rJ en 1773. traciún munic1p:il esp:liíolrt. Influencia teórica sobre los obispos
ATROCIDADES DE FRANCISCO DE MONTEJO
CONTRA LOS MAYAS DE YUCATÁN

t:t Ji,tt,ro ob11po tk CJu,1f1J1 , U,.mofoml de La1 (llJal, abogó '-'t'. Oa dus o ele conc1os 1 un d1a , no ha lla ndo qui- c.i 1r11 ,
,mu /,J umma e•paiíokl panJ que se 1raw,u /u,ma,wmrn" 11 fo,¡ ,...u r,c iúlt" q ue lr nían hamhr e lo" perro~, l tnm .1 un
mww, }' ltu hti p,n acaba, ,v,, la ,,,d"v,1114. ~u ,i.¡14r nugN"ó n, murh Mho ch1q11íto a \ ll m:11lre r r,111 un pu ñal ró rta lr ,t
ti.s c,¡ias y t'fJ Ul d"1cnp,.·tf>n ik los hrd,m, J)r Ul , ( ,mu ro,1,1•
i m o que lu ronmu cJf <Jlll •l,i 11rrt>dwru ll rur,nQl'e, dnrmt1aaJ11J
tar:1zoncs lrl'i br.:tzo,; y las pierna <,, da nrfo .1 c.ub per r11
Jc, ulws" /w mdlgr,uu. rn p .11 te; y dc~puts clr <0 111 1111 1\ ,ttf Ut·lle,, 1.1r J 21.m e s ¿( hJ
le:. todo r I rorpc, 110 c·n d sudo a lod o, 1untos. \'fase
.1yu1 cuJ nta <) la ms.cns1 hiltdad dt' los- e, pa1111lcs t·n
Barlolom f- dt· Las ( a ~as. J1ret•fo ma húr,.,.,-a de la dl'J· .11..1ud las lll'íl,U t: 1. f1mo 1(,S lt3 !l aid o l>io:it , ,n ,·e¡i,(lbUJ
t rn, n ón dr lllf /,1dim, 155.l. r"uenrc·· lkutolomc <le LJs frmu.,, y en yuC r-~11 111.1 llt-1 11 :n ;1 :u p1d la ~ i:, nks. rri tda,
<·a.-..i \ , Ohr.i ind1gcni'i1,1, Ld dé J Ak 111.t 1:r,m< h, p.1g~ a la image n de 1>1os e n:d1 m11l a-. por ,u ~angrc · 6IO M,1..,_,, tk ,,,JiJ,flMI , f nn Ji: Tlk-odl,,.., lit tJ, ·, tJ {.'.·t,,. ~,/(}¡.,¡, ~
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JOf) IU1J, Al1.10za Ediori.. l, Lihro J e Boh1 ll0, Madru.l . h, ;i., ¡,rofu•!lffl~n ti ,lll.!u ~11, , ,t,,e el d,1<u hnru1f11 \(' y 1, ro.111111 "1..
1, ,nr m rn1c- , n ,r,, .,1:.1, f..n rl!l -<-"UU h , .Je crur-:®1+ , lo~ c.:,n..¡oi-1 l. \,
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1.1s. r~:httmCo:::lu , · t ~U •$ Jnhft , 1rn l,,r u ln m, 1.cr11 c-c-U,n I;, rc-1.IChJ~ u
1-' I a fln dt' mil e q11 101e n tPS ,, n· inte )' $C'1S fue 0 1m l.u ( aus ,,brc , J 1m u~, 10 " e, las In fo.i, o, ul1 i!iln,

inte li cc l1omhre prm•tif'io por


golu. rnn1i1 1r 1k l re 11 11 1 de Yui: Jt.'111 ,
por l.i ~1nen1111 .u y f'1bf'cbdes qu t'
di1u \' , d rt ~Ctnlltllto ) •fUC hizo
al rn c o 11 1u los l •lto ,; ti 1,11lo'i 1: s n

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Jº ,n f1111t.is g(' ntc Y i"'n pu· h
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luo; .tnh.ua: P4· 1r, p1 1r ha, cr 0 11, ,le:


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-HlUl'llos p•,r \¡u, en Jc-.uu iHo mu-
rn •1 hac~ lhJ rr tsn,, todos los •jUC
1m matab., n, csda vm 1 e ot 111ud11J~
n.:ivíus (]Ue YC-n l:111 al •>l•,r y fo ma
de lo:s r-scb \'OS c- 11 v1;1ln11 lknos de
gc- nte~, vcnd1dJ.s poi vmo, y act:1
t1· .y vinagre, y pi rr tocino$, e por
y,-,;111l n ... y por i;aha ll n ,; e por In
q ut.; ~ 1 y e llos hahian menester.,
l: n e~ce reino o t' I\ un..1 prr1-

\'111C1a el <' l3 l\"u t vd f :,; po¡ña, ye n


th> ne rt o c: :-,pa ño1 IF r.11K1sco
MontC"jo] con SU $ perros ,.1, co1u de
Antiguas y nuevas elites en Xicalango, en el golfo de Campeche, en Bacalar o en Nito, en la costa del Caribe.
A llí se encontraban los cent ros de intercambio, a los que acudían come rciantes desde
El nuevo sistema político favoreció a las antiguas elites de la sociedad maya (foto- largas distancias, incluso desde la metrópoli azteca de Tenochtitlán, para hacerse con
grafía 601). La corona española las elevó a l rango que ostentaba la nobleza castellana. productos tales como cacao, algodón, piedras preciosas y plumas de aves. Otro artí-
Sus socios varones fueron autorizados a llevar el título de "hida lgos" o de "don" y las culo de trueque, muy importante e n el periodo posclásico, e ran los esclavos; proce-
mujeres nobles podían llamarse "doñas". T ales títulos comportaban la exención tri- d ían e n parte del centro de México y eran vendidos a los mayas en Xicalango. La
butaria por un lado y garantizaban la voluntad de colabo ración de los antiguos sobe- población maya incorporó rápidamente las herramientas traídas por los españoles,
ranos por otro. los an imales de carga (caballos, mulos, burros y bueyes) y otros animales útiles (galli-
El hecho de que los distintos cargos de los cabildos se cor respondi esen claramen- nas, cabras, ovejas, cerdos y vacas), pero nada de ello determinó un cambio radical de
te con los precoloniales de la sociedad maya fac ilitó la implantación del sistema. Por tendencias. Así, todavía hoy se ma ntienen prácticamente intactos los métodos de cul-
ejemplo, en los documentos de la época el título de gobernador se equiparaba con fre- ti vo tradicionales de Yucatán. El intento de cultivar cereales para satisfacer la
cuencia al de batab o al de halach winik. Así se designaban los principales d irigentes demanda española fracasó, pues la larga duración de la estación seca hacía que el
políticos de la sociedad maya, cuyas atribuciones coincidían cla ramente con las del clima fuera inapropiado. Por el contrario, las cofradías indias se ded icaron cada vez
gobernador español. La función de los concejales era equivalente a las de los ah kuch con mayor éxito a la cría de ganado vacuno. Producían carne pa ra los me rcados de
kab de la época precolombina. Mérida y de Valladolid. En las tierras altas g uatemal tecas, la aclimatación del gan a-
El e jemplo de la fa milia Pech refleja perfectamen te el proceso de formación de do ovino dio lugar a una nueva industria. Tanto los mayas como los españoles se
una fam ilia noble indígena e n la época colonial. Según sus propios docume ntos, a la dedicaron a la producción de lana y se organizaba n periód icam ente mercados para
llegada de los conquistadores españoles esta familia se encontraba dispersa en va rias propicia r su venta.
poblaciones d e la costa noroccidenta l de la península de Yucatán, e n la provincia del
mismo nombre de Ceh Pech . Desde la primera fase de la conquista española, los Pech
se pusie ron claramente del lado español y se convirtieron al cristianismo. Fue una 6-01 Árbol genealógico de la familia Xiu. Página los componentes de la familia real Xiu compusieron en
manuscrita del año 1557; Cambridge, Tozzer Library, 1557 un árbol gcnc.alógico en d que hacían constar que
estrategia realmente afortunada. Las actas de los cabildos de la región de Ceh Pech
Harvard UniverJity descendían del legendario fundador <le la ciudad, Hun
indican q ue, en el afio 1567, miembros de dicha familia ocupaba n el puesto de gober - En su intento de legitimar antes las nuevas autoridades Uitzil Clrnc Tutul Xiu, que api\rece a4uí <ltscansando t'n
españolas su derecho a la ciudad de Uxmal y su entorno, presencia de su esposa.
nador en 21 de sus 25 aldeas. En los siglos XVII y XVIII consta oficialmente que la
fami lia Pech gobernaba las poblaciones de Yaxkukul , Ixil, Motul, C huburna y
Chicxulub. E l clan fam iliar logró mantener su elevado rango d urante va rias genera-
ciones. El prestig io social y político implicaba, entre otras cosas, prosperidad econó-
mica. Así, en I xil la fami lia Pech era con mucho la que mayores propi edades tenía
(fotogra fía 5).
Según los precede ntes espai'íoles, los cargos del cabildo debían elegirse y reno-
varse cada a ño. No obstante, la documentación existente, como po r ejemplo la pro-
cedente de la población yukatek de Tcka nto, fac ilita m uy poca información sobre
quienes te nían derecho a voto. Es probable que fueran los notables de la a ldea quie-
nes se el igiesen a sí mi smos.
Del m ism o modo, cooperando con la potencia colo nial espa ñola Iskin N ij aib',
un k ' ichc' de Momosrena ngo, en Guatemala, conservó su posición social y política
en los Jos sistemas. Poco después de la conquista se hizo bautizar con el nombre de
Francisco Vico. Se esforzó por rei nstalar en Momostenango a quienes se habían
marchado huyendo de los españoles y por promover su cristiani zación. Ocupó en
Mon10stenango el cargo de gobernador indio y obtuvo pri vilegios, por ejemplo, el de
llevar el título de "don", el de disponer de una espada espa ño la y el de vesti r trajes
españoles. Por iniciativa de la corona, se le reconocieron todos los de rechos q ue tenía
en la sociedad maya precolombina. El reconocimiento de la población k' iche' se
debió segu ramente a su nombram iento como jefe supremo (fotografía 605).

En la tierra del pavo y de la miel

Basta re pasar brevemente la época prehispánica para comprende r mejor la situa-


ción económica existente durante la época colonial. Como se despre nde de los informes
de la poblac ión de Yucatán de alrededores del a110 1580, el país producía maíz, frijoles
Y diversas verduras y criaba pavos. La apicultura y la producción de mi el constituían
un facto r económico fundamental. Se fa bricaban g randes cantidades de te jidos. En
genera l, todos estos productos estaban desti nados a satisface r las propias necesidades y
al pago de tribu tos a los batab locales. El algodón necesa rio para los tejidos se adquiría
6 . mi ·e region{I/ femenino dr \-'uu.min.
02 A/e_;fi::.us yukutek. r; . "L ef ,moe1111ei l'Jl/r_,,
, . é Chamay. Fuemr,
Gmbado de De,11 ,: I885 .
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do llega gencr mrnl~lo;1st,1S patrones flurab. que en
:incha y bonLuJ.1 con s :,e corn pll'mt'nt:1 con un c:mrt-
(ln, modelos m:1, t k g.1~::orde de las t'naguas )' dd >t111-
lc'>s de enrn¡e. adorn,1 in :unpl10 ch:11 Je <:nfa qut:
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603 Hanenda. de smJ. I en ,Yucatdn,


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. e.sperit.: Je csdav1llll . ' M 1ch:1s <le :-iquellas as
un;1vida en enormes hac1cndas.nd~11adas tras la rnolu,
:osas haciendas qucdaro)11 ab.~ hov han siclo habiliwd.,,.
., mt'xic.ma(l9W-
non · l?ll .p<r ·.
cumu hutdes y muscos.

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. d I ("ht!am Halam. h tma, )'ucatdn, M_!.rico,
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604 colnmal,e..,,g·,o XIX; lugar dr tYmH·rv,,n .
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colecáó11 ¡mv11 ';· inve.stigarlores se h1neron_' rnknri.1,
En ti , 1glo \IX
cukccioncs de ,cxto _l
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ihieron el nombre g n·
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trn1a11ca, y , B l m., titulo de prn iu<"
de 'ºlib ros de Chi/11m . a a •ue se encontr6. l .o, t . '"
carancrisurns q I clas1fic.1du, p
11) Je estas . . . ' 11l011CC< ~\!Cí .uon rh 1·u .19111
libros halladus h.1stla e. Cuncret.1ment< el ' 1 l J le ¡,,
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'-U lugar leOproccc cnc1n. 1 1 l"hro cie , , . /Ja/am f cri
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· • ¡ rocetk t e 1 ·,mpl.1r. es
rcprudum P 1, V·tlb dr,lirl. F.m CJ /l , l.1
IJt'a J, K,wa. cerca e e_ ·. : del ,iglo XI X. re . e¡. b <
a . bl . urntc ,1 pnn c1 p10, . - l• cicrfl(> "' r
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....... ,___ • , _ los mayas. 4u 1c11rs. por <.JCI
cmnt!- turopcas.
La desgracia de los conquistados
Una conq uista significa in variab lemente la ocupación violenta de u n p:-1ís y d e un
p ueblo, q ue qued:rn o puestos ,il p el igro d e sufrir la violen cia del conqu istado r. En
este caso, los colon izadores españoles n o fu eron distintos d e los otros ejércitos d e orn -
pació n. Había q ue soCocar por medio d e la represión violenta cualqu ier intenw
d e resistencia d e los p ueb los indígenas. Las ex igencias excesivas im puestas práctica -
m en te en tod os los ám bitos d e la vida con virti eron a los conquistados en verdaderos
esclavos (fo1ograíí::i 603).
Las enfermedades contagiosa s como l:1 g ripe, la viruel a, el sa rampión y la esca rl a-
t ina t ra ídas por los europeos supusieron una d esgracia mu ch o mayor pa ra el con ju n-
to d e l:i pobL1ció n. Desconocid as en el continen te americano a ntes d e la llegada d e los
conquistadores, causa ron graYísimas epide mias en las p rime ras décadas ele la coloni-
zación. 1\ sí, po r e jemplo, según d i\"ersas estim aciones, la ciudad de Mnm ostcna ngo
pe rd ió hasta el 70% d e su població n d u rante los 50 años , iguicntcs a l:i conq ui sta. Se
calcula que la població n d e Yucatfo pasó d e 2,3 mill ones de habitantes a m enos d e
medio mi lló n. Pueblos en teros q ued a ron vacíos o fueron abando nados por sus esca-
sos supe rv ivientes tras sufrir epid emias d e g ripe o de viruela. L as calamidad es se
rep it ieron h ast:1 los últimos ,1ños de la época colonial y d iezma ron d rástica mente la
pobl ación; la t'1 usencia ele llu vias y la aparición ocasional d e plagas d e langosta cons-
titu ía una com bin;1ción íu11est,1 q ue daba luga r a epidemias y a desast res mortales.

Nuevos oficios y división tradicional del trabajo


Ta mbién introduje ron cambios rad icales en la vida ele los ma yas los nuevos o fi -
cios im plantados po r los conqui stadores españoles: h erreros, o rfebres del hier ro, el
oro y la plata, sastres, sombrere ros, zap:1tcros, ce reros y jabon e ros. Los indi os fuc ro n
autorizad os a aprende r y practi car cualqu ie ra de ellos, por lo q ue d isfrutaban d e la
posibilidad d e alcanza r una posición digna en la sociedad y ele ascender en b je ra r-
quía social a través del éxito económ ico y :il ma rge n d e sus lazos famili ares. La
sastra P asq ua la M:1t u, f:1llccirla e n la ald ea yukatek d e Ixil el 25 d e agosto del año
1776, dejó e n su testa mento a sus he rede ros - su esposo, sus cuatro h ijos y sus dos
hijas- una casa con su fin ca y dos pozos y 40 prendas de vesti r, tanto mascu lin as
como fe meninas. Dadas las circu nstancias sociales y económicas en q ue se desen vol-
vían los m ayas en el siglo XVIII , Pasquala Matu podía co nside rarse una m uje r más
bien acomod ada.
No obstan te, los a rtesa nos n o podía n fo rma r pa rte d e los grem ios espa ñoles,
de lo q ue se d educe que traba jaban fund ame ntalmente pa ra sus cli entes indios,
como lo d em ucstr:-1 el caso d e la citad a Pasquala Matu. S u colección d e prend as d e
vestir i ndica q ue cosía exclusiva mente para satisfacer las necesidad es d e sus conve-
cinos yukatek: pantalo nes, fajas y ca misas pa ra los ho mbres, vestidos, enagu as
y blusas pa ra las muje res, ropa q ue tod avía se continúa lleva ndo en la act ualidad
(fotog rafía 602).
Del re parto d e la here ncia se deduce q ue la mu je r ten ía su á mbito d e traba jo
funda me ntalmen te e n el inte rior y en los alrededores de la fin ca. Te jía, cocinaba,
cuidaba a sus hij os, cri ab a ce rd os y aves y culti va ba verdu ras y á rboles frutales junto
a su casa. El ámbito laboral masculino se repa rtía entre el corte d e lel'ia, la produ c-
ción d e miel y la ag ricultura. Por tan to, los es posos trabajaban e n ámbitos labo rales
distin tos, pe ro fo rm aba n una comunidad d e abastecimie nto. L as muj eres vendían
las telas que fa bricab an y los an imales q u e criaban. El a rte d e tejer e n concreto
desem pe ñaba una fun ción básica, pues los te jidos re presentaban la contri bució n más
impo rtante a la corona espai'ío la . Los exced e ntes podía n vend erse en los me rcad os
ind ígenas.
La cristianización: el nuevo ropaje de la religión
La cvangelizaci6n comenzó con las expediciones de conquista de H ernán
Cortés, quien en 1519, durante su estancia en la isla Cozumel, hizo que se celebra-
sen los prim eros bautizos. Los francisca nos, los dominicos y los agustinos, miembros
todos ellos de órdenes mendicantes, acompañaban a los conquistadores o los se-
guían (fotografía 606). En el transcurso de los años siguientes, las ó rd enes se esta-
blecieron rápidamente en los te rritori os recién conquistados fundando diócesis y
conventos (fotografías 610 y 6 11 ). Concretamente llegaron muchísimos francisca nos,
quienes persistían con gran tenacidad en sus tareas evangelizadoras, lo cual les per-
mitió obtener g randes éxitos en los primeros 30 años y d esem peñar un papel muy
d estacado en la cristianización.
Los misioneros trataban al principio d e transmitir la doctrina cristiana a través de
determinados gestos y ceremonias: la señal de la cruz, la be ndición impartida con la
mano y la genuflexión ante la cruz. Cuando aprendieron las lenguas indígenas y logra-
ron transcribirlas ortográficamente utilizando el alfabeto latino, los monjes pudieron
traducir a los diferentes idiomas sus cartillas, sus catecismos y sus sermones. La crea-
ción d e escuelas para los niños de las clases a ltas contribuyó eficazmente a que se difun-
diese y propagase el crist ianismo ele una manera continuada. Quienes habían recibido
esta instrucción, influirían en la población por su función paradigmática y formarían

606 Alegoría de la conquista española y de la evangeliza~ se juMificahan por los intereses hegemónicos de lm
ción. Grabado tn cobre. Fuente: "Rcthol'ica chriitia,10 11
, Austrias, sino como cruzadas emprendidas para difun -
Perngia 1579 dir la fe rristiana. La legitimación religiosa de la violen-
La nave con un crucifijo como m:ístil es una alegoría cia y del somcrimiento no se distinguía de la de lo~ _guc>
q ue reflejad entrdazamiento de la conquisra y b evan- rrcros mayas,
gelización. Üt' hecho, las experliciones de conquista no

605 Diego Vico. Lienzo existente en lo iglesia de San derivaba de sus actividades políticas y de su prosperidad
Vicente Buenabaj, El Quiché, Guatemala; época colonial, económicai basada en la crí:t de ganado vacuno. Donó 3 l,i
primera mirad del siglo XVII iglesia de San Vicente de Buenabaj, entre otras cosas. un
Diego Vico fue d cacique k'ichc' más imporcamc de cáliz de plata y su propio retrato; ambos objetos purden
Momostenango, en las tíerras altas de Guatemala, duran- contemplarse todavía hoy en la misma iglesia.
te la primera mitad del siglo XVII. Su significación social
una generación de predicadores segla res que su pliría la falta crónica Je m isioneros
procedentes de la madre patria (fotografía 607).
En su propia literatura, es decir, en los libros de Chifam Balam, los mayas
describían su conversión a la nue va religión cristiana como un cambio de traje, pues
desde su punto de vista la cristianizaci6n se asociaba con un cambio obligado J e
vestuario, en virtud del cual el varón tenía q ue llevar calzado, pa ntalón y cam isa
(fotogra fía 604).
D e todos modos, la evangelizaci6n cristiana no supuso la desaparición total
de las viejas creencias del pueblo maya. Muchos ind ígenas empezaron a mezclar
los nuevos d ogmas crist ia nos con sus antig uas t radiciones religiosas. Diego Vico
(1 595-1675), un dignatario k' iche' de Momostenango y desce nd iente de Iskin
Nijaib' (fotog ra fía 605), promovió la const rucci6n de iglesias y de conven tos e n su
tierra nata l, pero también tenía en su casa un a ltar tradicional en el que practicaba
los vie jos ritos de los k'iche'. E n su época se rumoreaba que poseía un ídolo pre-
colombi no; pos iblemente se trataba de la estatuilla de un ave rapaz negra bicéfala.
Segú n sus ri vales, Diego Vico debía sus éx itos económ icos a la protección de este
qab'awil. No fue sólo en Centroamérica don de la jerarqu ía católica pcrsigui6 estas
tendencias "supersticiosas" m edia nte el inst rume nto de la Inquisición. En cualquie r
caso, no consigu ió errad ica r en su totalidad las di versas manifestaciones de la prác-
tica religiosa. t

flxkokob Motul Dzidzantú;.:.:n_ _,,...__.__.....__~5

Conkal~ ,- 1
t.,-Tekanto
t Tizimin
o 100km Hunucma-- -t L
~l.
1:t
Iza mal
Ti
mum
t Chancenote
Ménda Í "-Hocaba t Valladolid
t Conventos franciscanos
Cªlkin.1 llomuh :t Sotuta
Marn
Conventos dominicos t .+f Tekax
Instituciones seculares de la Iglesia t l
t t t lchmul
\ Oxkutzcab Peto
Ambos
Campeche\
Hecelchakán
GOLFO DE
MÉXICO
CARIBE
Bacalar

607 Fra11ciJca110 predicando a los indígwas. Grabado en De todos modos, las aspiraciones exclusivistas a la conver+
Lago Petén ltzá
cobre. P11e111e: "Re1horica chrútiana", Pemgia 1579 sión de los mayas dieron lugar en los primeros cinco años a ,F"'
Chiapa
L, ordtn franciscana se hizo c.:irgo de la evangelización de una foha de religlu50s )' s.acé'r<lotes. Para remediarla. los + Ocosingo
toda la península de Yucatán y no atlmitió la colabúración francisc.:inos escribieron c.irtas a to<la Europa solicitando el '),... Ciudad Real Pasión
tic- otras órdenes. Más al sur, en Chiap<1s y Gu.:iremala, tra- envío de más correligionarios y nu tardaron rn formar pre- "ó>~
bajJron tam bién los dominicos y los jesuitas, los últimos Jicadores seglares indígenas, que col.iborab~10 con ellos en
sobre todo en las tierras ;titas septentrionales de Guatemala. las aldeas en c.ilidaJ <lt' mat:slrus c,1num:s,
~ om~án
Lago~zabal
-+ Cobán ...,,,~,:,'b
Huehuetenangdf' Zacapula ~o
t Momostenango 1 Cazabastlan
Totonicapán
~
Lago Atitlán ¡ 1
Santiago, Guatemala
Antigua, Guatemala

608 MisioneJ. y cemms urbanos en el territorio maya utilización J e los territorios conquistados. En Yucatán, los
huc,u 1600 españoles sólo pudieron asegurar su dominio en el noroes+ ocruo
En la difusión del cristianismo destacaron inicialmente bs te y en la costa. L1 falta de comunicac-ione.s en la zona pro- PACIACO
órdenes de los franciscanos y de los tluminicos. La distri- fundamente desconocida de Chiapas y de Guatemala dio
bución de las sedes misionales y de los centros urbanos lugar a q ue los primeros centros misione-ros se fundasen a
reílcja las dificuhadcs y las inseguridades que planteaba la orillns rle los ríos.
los nuevos cu ltos religiosos relacio nados con dive rsas apariciones de santos. Así, por
e jem pl o, la Virgen María se apareció en otoiío ele 1711 a la maya tzotzil D om inict
López de Santa Marta mie ntras t ralx1 jaba en el campo y le encomendó la construc-
ción ele un edificio pe rm anente en el lugar de la ap,t rición . La Mad re de D ios se apa-
rt:ció en varias ocasiones m,ís, por lo que fue incrementándose el nú m ero de sus d eio-
tos. El culto de la Virgen adqui rió ca r.í ctcr autónomo; los tzotzil con srruyerun u n.1
capilla y orga n izaron gra neles fiestas a las q ue acudían peregr inos desde largas di,-
ta nci,1s. Las autoridades españoh1s y la m isma Iglesia, que ya no controlaba los acon-
tec im ien tos, pensaron en rituales paga nos y prohibieron las celebraciones. E~tc
m ismo tipo de cultos aparec ió en las com u n idades tzotzil d e Zinacan tán , Santa /\bn a
y Chenalho. La persecución y rep resión a que se vieron sometidos sus practicantes
sofocaron rápidamente todos aquellos mov imientos.
Di fe rente fue el caso de l.i com u nidad de Ca ncuc, de habla tzel tal. En mayo de
1712 la Virgen María se a parec ió a una joven llam:1d,1 Ma ría de b Candelaria en un,1
peq ueña alde,1 de !.is arueras de Cancuc. El cu lto se propagó del mismo m odo que en
San ta Marta, sólo que la d esaprobación eclesi,ística deter mi nó la separación clt- Lt
Ig les ia católica . Su s partidarios decidieron que las cere m onias corr iera n exclmi \.1-
rnentc a cargo de vicarios indígenas, algo total m ente prohi bido en b1 legisl.ic1ón
vigente. Varias cornuniclacles se re u n ie ron pa ra hace r fre n te a las sanciones que pre-
visiblemente i~1pondrían l:i s au10ridades espai'\olas. L as tensiones entre los dos c:1m-
pamentos, las comu nidades m ayas aliadas por un lado y los españole, armados pur
o tro, culmin aro n en el ataque lanzado po r las pr im eras contra C iudad Rc,il ele
C h iapas. L os en fre ntam ien tos se prolo ngaron hasta med iados del año 1713, cuando
las trop as gubernamentales se impusieron y consiguieron supr imir el culto y disper-
sa r a sus practican tes. Los historiadores no se ponen todavía ele acuerdo acerc 1 de ,i
la rebeli ón de Q uisteil , e n Yu catán , q ue duró ele 1761 a 1762, fue real mrnte una insu-
rrecc ió n o sólo el intento fr u strado d e p rolongar u na fiesta rural. C uando un comer-
cia nte español no accedió a la d emanda de m ás ;1lcohol formula da por algunos hom -
b res em br iagad os, fue m ortal m ente _herido en el cu rso ele una pelea. Rápidamente ,e
extend ió el ru mor ele q ue los mayas prepa raba n una insur rección en Quisteil. Lo,
609 ''El kochc". Cuadro de Ranm·d Lc-mert1er segzin ntro ,írbolcs h:icí:rn imposibles las rutas llanas y donde L.1s llu- conq u istadores no t;1 rd aron en env iar un grupo reducid o ele solcl aclos, que no pudo
Frhléric Waldeck: 18 ?8; Ciudad de Mb:rw, Fomenta
1/t' "ias rropic1les originah:in profundos lodawlcs. los cspa-
hacer fre n te a la suprem acía maya . Tras aquell a de rrot;i, cundió el pán ico entre la
Cultural llanamex f10\cs rccurrbn a bli. silbs de m:lnO, q\l Cro;itro IH<lyas car-
En la época coloni:il, b silb de m:rno era el meclio <le gaban ,;obre sus homhros. F.1 término m.iya par.i designar población de h abb española. Se decía que se había for m ado un ejército de 3.000 hom -
lransportt' preferido en la peninsub de.: Yucat:ín. En un la si\1:i de mano era ''k'och", que rerminft ciando lugm .,
b res a las órdenes d e un tal Jacinto Ca nek, q ue se h,1bría autoproclamado rey. Lo,
ttrr<:nu sin cam ínos, donde las meas y las raíces cie lo:i "kochc".
espa ñoles enviaron u n ejército m ás n um eroso, que tuvo q ue hacer fren te a los mayas,
los cua les e ran muchos, pero estaban ma l armados. Las tropas g uberna mentales sofo-
caron la re bel ión sin su fri r apenas p érdidas. Jacin to Ca nek y sus adeptos fueron cap-
turados t ras va rios días de persecución. Un tribunal lo condenó a muerte junto a ocho
Rebeliones de sus segu id o res. El di scurso que Jacinto C anek pronun ció ante sus pa rtidarios reu-
nid os tuvo g ran repercusión. H abló d e la penosa situ,ición del pueblo maya, explota-
Aho ra bie n, la aceptación pasiva ele la conq u ista española y d e la ocupació n Je do y rn;iltratado, de los abusos de las auto r idades civiles y ele los eclesiásticos, que
su espac io no fu e la ú nica reacc ión del p ueblo m aya. Sucedió tod o lo contra r io. En imponían t ributos y ser vicios desproporcionados. A raíz de ,tq uell os sucesos, la ciu -
n ing una otra pa rte de Mesoam érica hubo tantas insurrecciones corno en los terri to- dad de Q uisteil fue a rrasada y la sal derramada h izo improductivas sus tierra s.
r ios m ayas. :'\Tunea jamás volvió a se r habitada y todavía hoy se desconoce su localización exacta.
La se rie de re bel iones com enzó en el año 1546 con una insur recc ión ,il este de la
pen ínsula de Yucatán . E n esta zon a, escasamente pobLida, los g rupos mayas ele
C u pul, Cochua, Sotu ta y Uayamil-Chetumal se o rganizaron mili ta rme nte. Ataca ron
por sorpresa y mataron a los pocos residentes españoles. El ya anciano conq u istad or
F ra nc isco Montejo d io órdenes a su hijo y a su sobrino para que p,:irtiesen con t ropas
d esd e Cam peche en dirección <:ste. Logr,1ro n aplasta r la re belió n y desplaza r a los
m ayas de los te rri torios ocu pados, en t re otros de las ciudades de Va lladolid y 611 (m,vento fiwu:i.(r<mo, Iza mal, Yurauín. México,· ,:p<u'{l prd iispáuica. Fm:, por lantu, una dccisi6n muy pcmadn ,.
co/011ial, /553-1562 calculada la Je conslruir precisamente en dla un eJ ific 1o
C hetumal. Los cabecillas fueron condenados a mue rte, pero obtuvieron el ind ul to a impresionanle para destacar ante los may;is la g r¡¡mJeL:i Y
''Sohcrhia estampa, p{'fO rnmbién un csdnrb lo que segu~
instancias d el fra ncisca no Villa lpando. Entre los años 1708 y 1713 di versos movi - ramentc S:1n Fran(isco no hubicrn tolcr;1<lo'·, senrenci(i, d tsplt·ndor Je la fe cristiana. El arquirecto fot' el s.,cer
.,egún parerc, Francisco Toral, primer obispo de Yucat:ín, (Jote luan dt· Mfritla, 4 uil'n st: atuvo b:lsicatnenu~· a J.i,
m ientos relig iosos o riginuon distu rbios en las tierras a ltas de C h iapas q ue concluye- mdiraciunes Lid prdado Dic::go Je. Land,1.
:d contemplar el espléndido convenio fr:-1nci.\C:rnn de
ron con una rebelión sangrienta cont ra el pod er español. El o rige n de tocio estuvo en 1za mal. Esrn ciudad t'ra ya un gran santuario en 1:1 época
6!0 l.1.r rla;.~tl del c'OIIV(fl/0. Mu,,;, Yuc:atdr,. ,Hé.rico: (poca
rn/rwJ11I, tvmirn:::,v tÍt la rn11ilrnniUn /549
t~,t' 1mprrsion.111tc convtnlO de Mani empezó a cons-
1n11r1,~ en 1549. Pmm:ro se ronstrnyó un:i gran rnpill.a
,1ll1l rt.t. dd:rnte dr la rual los may.1s evangelizádo1: asis-
n:lll .1 mÍ!-;1 ,il ,tire libre. E~rr 1ipo de iglesia!!, de pbnt.a
de ,.1\fln er.t muy frcr uenrc; fueron los pri mero~ edifi-
011, cn,1 i,rnl1~ de la península. La iglesia propi:rn1entc:
ti1rhJ t·, pti!!ltl'fiM. Fue t n b pl:iz.a situaJa delante Jd
(11nH·n10 donde el di:i 12 de julio Je 1562 Diego tic
L.ind.1. nb1spo rle Yuc.ar:in, man<lú qul'.IOílf lo~ có<liet.:s
11uy.i~ recúgulos en muchas :.1lde1s. Los raciques fue-
ron prt.'\'l<llnenre sometidos a torturas para obligarle~ ;1
(OIIÍt:\;H 4ue i.egulan venerando al diablo.
•• ,

•• 1NVESTIGACION
...
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EN BUSCA DE VESTIGIOS: EL DESCUBRIMIENTO
DE LOS MAYAS A TRAVÉS DE LA CIENCIA
Eva Eggebrccht

.\ final es del verano de 1519, justo antes de part ir hacia el altiplano de México Cortés aca m pado a la intemperie abandonara el país, o por lo menos que se ma ntu-
d esde la cos ta de Verac ru z p:ua conqu istar el I mperio azteca, H crn,\n Cortés vie ra alejado ele la metrópoli de Tenochtitlán. Los cronistas de l:1 época desc ribieron
(l-lH'i- 15-17) envió dos cor reos a Espai'ia. Alonso Hcrnánd ez de Puercocarrero y las piezas m:b hell as con las , iguiente, palabras: "La primera e ra una ob ra especial-
Fr.1nc isco d e Moncejo, uno de los futuros conqu istadores de Yucatán, debían llevar me n te bella. un d isco ele oro ricamente decorado del tamaño de una rueda ele carro
un mensa je a la corre española. Con ello Cortés pretendía asegura rse el favor del rey y cuyo valor ~cgún lo, expertos era d e \'Cinte mil pia,1 ras de oro. Representaba el sol.
y obtener pe rmiso pa ra sus planes de co nquista e n México. l'\ecesi1aba asegura rse Luego ll egó la luna , un pesado disco de tamaño mayo r, de plata y decorado con
hicn, ya que entonces se encontraba en situ aciírn d c rebelió n com ra la monarquía num erosa, rig uras. [ ... 1 Y por último los caciques cmregaron un yel mo I un yelmo
e, pañola: extral imi ta ndo s us poderes y en contra de la voluntad de la corona, había español de ,·isitantes anterio res] col111 ,1dn d e finas pepitas de oro, en el mismo esta-
fu ndad o la ciudad ele Vcracruz Llave . do en que lleg an d e las minas. Su valor era po r lo me nos de tres m il piastras. Pero
L.1 nave t1 ue debía hacer llegar las n oticias a la mad re patria llevaba una carga a un rnanclo su \ ·alor hubiese ,ido diez veces mayor, siempre hubiera , ido poco fren-
mu ) valiosa a bordo: con el objeti vo de h acer prosperar , us pericioncs e n la corte te a la certc,.a de que e n ese país ha bía ricas minas d e o ro y plat.1 ·•.
real. C orté, crw iab.1 al rey el "qu into" que le corres pondía del prime r g ran tesoro Con esta t:íctica d e apacigua mi rn10, Moclezuma logró ju~tamentc lo contrario
recaudado en aq uell as ti erras, que poco desp ués iba n a se r bau tizadas con el nombre d e lo que pretend ía . En lugar de conn:nce r a los espa1ioles de que se ,dejasen de
de .. ' ueva España" y cuyo primer vir rey español iba a ser el propio Cortés (foto- la co~ta de \'e racruz, los lujo,os obsequios die ron rinda suc lrn a su codicia y les ani-
grafía ú l 4). El tesoro cstah,1 fo rmado por los botinc, y objeto, de inccrc:1mhio que su maron a traslad a r la bfoqu eda de nro. que hasta entonces habí~1 rewltado in fruc-
e jé rcito expedicionario había reunido d ura nte los "co mac tos" con nativos que había tuo,a en la zona d e Yu ca tán, ;11 Impe rio azreca. Así, pues. una vez convencida de la
reali Lado en el rra yecto desde Cuba hasta la costa mexicana, bordea ndo la península magnifi cencia, el alLO grado artbtico y el incalculable valor de los obseq uios en,·ia-
de Yuc:11án (fotografía 613). clos por H crn:.ín Cortés, la corte esp,1ñola dio lu z ve rde a la conquista de México, es
Pero las piezas más valiosas del tesoro e ran rega los del propio sohera no azteca, decir, del Impe rio azteca.
Moctezuma , quien los había e nviad o hasta la costa en un recorrido de cuarro días a Teniendo e n cuen ta los pe ligros que una travesía a tUnt ica representab:c1 e n la
tra,c:, de las mon ra i'i:l, con va rias cuad rillas d e n :loces cargad ores dirigidas por cor- é poca, fue tocia una suc rte que la nave y su v:1lioso c:1rgamento llegaran a España
Lc,a nos ele a lto rango. Su objet ivo era consegui r que el cue rpo exped icio na rio de sa no~ y salvo,.

612 f:_,1t/,1 L {Jmugud, /:;¡1bal, Guatemala; 25 de diúl'fn -


brr dr ;--5 d.C.. pu·dr11 urrmset1
(Jumgu.í fue un:1 ele bs pr111l('í,\'i nud:u.k, mayas explo r:1-
11:i \l\tr111:iuc.1mente con mú<IOn,. n enLíficn)i. Fue dcscn-
bKrt.1 pc,r J1>hn I.li1y,I Stepht.n,} Fretll:rirk (:.1Lherwood y
,1 ti1uk, tld ,1gln \IX Alfre<l .\ lmul,l.1) b vi,uó en \·;1r1:1.,
i,ca,1,tnt"ll, 1\bmlsl:-iy financió l.i'i primtr;lS exca\ ;1c11111c-. en
d n·111ro \ forogmfiú l:is estd,1) de Yariu!I métro~de .,ltur:\.
;\ prm"P'~ tld 'i1glo XX. tc.lgar l..t'e l lcwett ) Syl \,lOIL"-
~lork~· tlt,c:nterr:iron (n.,, f.111\0'io,; monnlnm de \.l ri:1s

tond,1d.1, de pe", ronondo:., cuino "zoomorÍt)s".

613 Caá,1ue1 111d(t(em1s huren rn/l'ega de obJeqmo.> ti


Cimt:1. Dibu;o de"/ listoria de las Indias de Nueva E.(ra11u"
dr [)"Kº D11rJ11, J5118; .\ladnd, U,bliotero i\aaon11/
E11 ,u, 011merr,(,{1!) ,.:ru;uc-ntro, con J,.1 población 1ndígt'na
de l.1 p<ninsulo de Yucalán y <lr la ct»l.1 dd golfo <le
\k,ico. Ht'rnán Curt6 r<"cihiú l icmprt' obo;;et¡u1~. t,tl
cum" 1lu'ítr,1 este d1lmjo del ~iglu X \'I. Con t:llo. lus nohlt'!>
miligi:11.1, t?:, per{1!Ja11 p1:rsunt-lir a los avt nturcro~ l'Sp:iño-
le~ para <tllt' .'.lhandun;.iran rl país o por lo menm m:intt'-
nrrl1i-, ,tlqat.lo~ de l.1 mcu l,poli <le Trnochtitlán. Mucho)
dr c-.to, prl-sentt.'!> funun cnvi:tl.los a Europa, pul.'!>lO <.¡ut·
"un <¡u1mo" pertt.·nc:cía :1 la cnron~1. Poco dcspufs ,e con-
\'Jrtier1111 r-n l:i ~ l!>t' lll.· !Js roleccionc~ mt"~i(an:b de los
fnll'í(O'\
D e hecho, el envío de Hernán Cortés despertó una gran expectación en toda
Europa. Los historiadores de la época incluyeron el acontecimiento en sus crónicas y los
artísticos trabajos e n oro y plata, las piedras preciosas, y las pieles y plumas de ani-
males exóticos fueron admirados en Sevilla, Valladolid y Bruselas como testimon ios
de la corte azteca, una civilización con un inesperado grado de desarrollo. Alberto
Durero pudo contemplarlos en la ciudad de Bruselas y escribió con entusiasmo que
en toda su vida no había visto nada tan bello. D esde e ntonces se ha lamentado en
muchas ocasiones q ue no las dibujara.
Aun así existen listas con breves desc ripciones de los contenidos de este g ran lote
de obras de arte americanas. La investigación moderna ha inte ntad o rastrear el reco-
rrido de estos objetos a través de las galerías reales de a rte y de curiosidades, pe ro
desgraciadamente se ha constatado que ninguna <le las piezas de la lista puede iden-
tificarse con certeza en tre las colecciones y museos actuales. Además, es casi im pen-
sable que las obras de oro y plata hubiesen pod ido sobrevivir a las guerras y los
saqueos que han tenido lugar en el continente europeo durante los últimos 500 años.
Por su parte, es muy p robable que tejidos, plumas y pieles se pudrieran a causa de
una a lmacenaje incorrecto.

614 Mapa dr la ptnfosula de Y11t:at<Í11, del golfo de Ha11d11 - J>t'fCataron de que estaba uni<la a México y, por el sur, ;.1
nis y de la isla de Cuba. Finales del siglo XJI/, principiós del Honduras y I\'ic::i. ragua. Em: mapa dt'muestrn que, t n un
úgla x1·11; Sevilla, Archivo Real de lndia.r princi pio, los cartógrafos rspa1iolcs sólo conocían el reco-
En los primeros mapas, la península de Yucatán apare- rrido del litoral. El inttTior, par runtra. pc.rman('rÍÓ casi
ce rcprcsct)tada como una isla. Fueron bs expeJiciones inexplorado. Las ''zonas t'n blanco" sólo !.C ven animadas
de Cortés y de otros conquistadores españoles las que se par 1:-ts ciucbdes y los monasterios n.:cif n fundados.

615 Alexandcr vtm Humboldt, pimura al óleo tic' Georg biología y la siw::ición polític::i de los países larino,rn1rn,
Fricdrich Weiuch, 1806; JJalín, Staat!icht' A/uJ·tt:11 canos. f inalmente abordó también su historii'I en t'poc:.b
Prerwichcr K11ltu1bcs1tz. prt'hisp;ínicas. Dur;-inte los viajes que.: realizó (·ntrt lo!> ,1ñtl'
Al""x:rnrler von Humholdr abordó d contincmc :1merir:1- 1799 y 1804 no csmvo Jamás en lt'rritorio mayn. pero prc,-
no com o eMudi oso uni,·ers:1I. Pr.:lcticamt'ntc no habfa 6reJ tó un gran servicio ;-i la investig:ición sobre esta C1vil1z.1
cicnrífic.1 que no le interesase. Así put'~. ~e dedicó :il esru- ciún publit'ando por primera vez cinco p.:íginas Jcl Cád,á
dio rle b geogr:ifí:i, b g-eologia, la minnía1 la zoologb , la de Dnsde.

Libros mayas en Europa


A mediados del siglo XVI, un tal Francisco López de Gómara (151 !- hacia 1566)
escribió por encargo de la familia Cortés su Historia general de las Indias con la con-
quista de México y Nueva Espaiia. En esta representación, también entró en detalle~
sobre las obras de arte aztecas entregadas por Cortés a la co rte española. En primer
lugar citaba los artículos de oro y plata, las piedras preciosas y otras piezas, aunque
tamhién incluyó lo sigui ente: "Pusieron también con estas cosas algunos libros
de figuras por letras, que usa n los m ejica nos, cogidos como paños, esc ritos por todas
partes J ... j, de hojas de metal[ .. . ], cosa muy digna de ve r. Pero como no los enten-
dieron, no los est imaron". Otra fuente se presentaba más pormenorizada: "Son dig-
nas tam hié n de mención unas pinturas que no alcanzan el palmo, dobladas en forma
de libro y que se despliegan. Las letras son muy diferentes de las nuestras y recuer- en Viena para la Sachsischc Kurfürstliche Hofbibliot hek, fu e ca lificado por los
dan más bien la escritura de los (antiguos) egipcios. L os libros est~n hechos de la cor- hibliotecarios responsables como "raro tesoro", "tesoro de pri me ra magnitud" o
teza dt: un á rbol y recubiertos por una fina ca pa de un material al estuco. Las cubie r- com o "la obra espiritual m ás sohresaliente ele la parte occidental del planet a conoci-
tas exterio res son tableros de madern con figuras de hombres y animales y de ot ros da hasta el mom ento".
objetos. Se ord enan en líneas regulares y relatan las gestas de antiguos reyes, cono- En 181 O, el e rudito A lexander von Humboldt (1769- 1859; fotog rafía 615) pre-
cimientos astronómicos, cálculos y los usos de sacrificios y de la sementera". paraba la publicación de los resultados de sus cinco años de investigac ión en
A partir de estos datos, pa rcialme nte inexactos o equívocos, no resul ta demasia- Sudamérica y Centroamérica y solicitó copias en color de alg unas páginas del Códice
do d ifíci l ded uci r desde el punto de vista actual que la palabra " li bros" hacía refe- de Dresde, del cual tuvo noticia gracias a Ca rl August Bi:ittige r (hacia 1760-1835), un
rencia a los manuscritos mayas. Según una hipótesis plausible, entre estos manuscri- experto en antigüedades de la ci udad de Dresde (fotografía 616). Humbold t o bse r-
tos podía haberse encontrad o también el Códice de Dresde. Adquir id o e n el año 1739 vó en seguida que "el códice se d iferenciaba de los demás !mexicanos] en su econo-
mía". Pero el m anusc rito siguió siendo considerado "mexica no", que entonces era
si nónimo de "azteca". Con la reproducción de cinco páginas del cód ice en la ed ición
parisina ele Humboldt, Vue des Cordi/Leres et monuments des peuples indigenes de
616 Códice d,· Dmdr. página., 47, 4~ y 49. Repmducci611 En una cana del 10 de agosto de 1810, Alcxandcr von
l'Amérique, por primera vez se había publicado un "m o num ento jeroglífico'' m aya.
de. "Alexondrr de 1-iumboldt, Atlas piuore.<quc. Vues Humboldt agradcrfa al >rqueólogo Car! 1\ugust Bottigcr
dn Cvrdillhrs, fl mumm,ents dt'S peuples imligCn<> de (1760-1835) sus indic.1ciones sobre el Códice de Dmde. El g rado de conocimiento del Códice de Dresde creció de manera proporcional a la
/'.lmirrque", /',irís 1813, KI. 45 Üt'spués de cp1e Humholclt reprodujer:1 cinrn páginas del
popularidad de las obras de Humbo ld t y desde entonces tuvo un papel centra l en
códice. los e!io fuer7.o5 rle interprer:1ci6n se concentraron
principalmenre en este m:inuscrito. la investigació n sobre los m ayas.

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617 .-lit, vrrc·nrul ti" la w.ct1 dt ltb r\lunj1.J, ::1;/a dr_,·¡f, d
c•;tr. Chic/1!,, Íf:Á, Yuwtún, McZrim:JUrogrcfíu de Tc:ribur
Mala dt·I ,11!11 1891; Ralir1, /be10-Amt'/"/kar11s, ht·• fo,u,,,,,
Bildurdm· Prt·1u.,i1, lwr /•:. ulturbc•u:;
L,~ forogrnfb~ de Tcoh(·rt .Vlali:r. un ~1w-,trn,1lc111.ín pit1
nnn en l.1 1nn'.,;rig:1c11ln maya, ~etluct·n l.31l l 1J f>11r \II IHll-
dn. y ncpia,l dt' dt"r.111es Cl)lllo por d l'Ít·cLD tlt- lun.\,
,;omh r;1~ mericulo,c1mente c:llruL.1Jo.. \ mrnudu. \1.dvr
esper:ib;.1 tlur:intc: tifas l.1 ,;tttucii',n .1dcn1.1d.1 dt:"1 \ni p.ir.i
rc:.1l1zu un.1 tleu·nntn.td.1 forogr.-iíía. Con frutirnnJ
c:mpl.1z.1b.1 .1 :-u:- .1yud.111tc, mJya:- <llltt' L\:,, con,trnn 11 ,
nt~. p.1r,1 9uc: .t::-. Í l.1:, ti1111.1, rdlcj:t:,1.:11 ,11, <l1 11it-1hi,1ih,
rt'a \t":,,. Rc:\dalx1 los ncg,ttin,::-. inmnhat;1n1enti: 111 ,uu.
p:1r<1 protq.~t:rlrn. <.k pu:,,1bll·::-. <liños dur.tnte d 1r.t1hpt1r1t..
" cnnt robr ,u (";tlidad.

618 J>c111onmm de· los uwp/u; y palc1C1rH dr•1luclu,b.


1ludio/,, Cumpnhr:, ¡\/lx1co;jUtognfíu di· Teobar ,\/uh·,.
/~8~; Hrrli'n, lbrru-. lmrnkt1111.,·clu'J J,wiwt. 1/t!du,dm
l'u,wm,hn /..."11/tmlw,,r,~
En d tr:111,r11 r,;;n dr In,, i,1it'' lJlli.' rl',il1zú por l.1!1 n·_:.'.1111h.,
.1h.1ndon:1tJ;1, rk·l 11o r1 1t' ,ll' ~k b pr11ín~11l.1 dt' ) \lC.ll,m
t 111n.: lm :1110, 1885 y 1~94, lm 1naya, llevaron .1 ·1~•olx·,1
~bkr. t·1Hrt otro:-, :1 l;1~ ruin,1~ de l lud10h, nm,i( id.1,
dnck hada 1wmpo por' l.1 pohl:iríú11 local. !.r" m.n;1, ti<·
Í)71\ukht'n h:lhí:111 pl.111rado milpas en lo, ;iJrnltdurn,
Ht1l17ahan Lb ,;:11.1, de los p:1lacio(, paw alm,h·uur l 1,
m :-i1o rr;1,. ík ,1hí d numhr"t" Hnchob.qm l'll 111,1ya ,1.l!m-
fi c,1 "rn,rrha ".

61 9 Edif,cm 33. fo.rdii!tin, Chiap<u, Mi:nco;


fo111imj7,1 de . 1/frnl Pt'rt:il,al MautMay, 1882; Lom/rrJ.
Rnruh ,·\-lu/t'lWI
El pioncrn inglt~ Alfr~·d Pcrrival .\·fau<.hl.1y 1,k~rnhrt11
Y,1'-rhil;ín t..'1l d año I X81. unos clí:1s anre-,; rle l.1 llcg.ulJ
cld franl"és Dc~1ré \.harnay. Cnmo un aur¿nricn cJbJ\lv
rn n ·dió .1 su rOIC'g:i ti honor de ~cr ('I pr1111érn en publi-
C..lí un onilo sobrl" l~St.l import;inte ciucbd. Ch .. rn.w
b,1uti76 Y,1xchil;ln ronio "Cltl; 1,orilbrd" 1:n honor ,1 ,u
¡xurorin:ldor. Fur Tcobcrt :,..t.iler quien le dio ::-.u nomhn:
:1ctu:1I. M,rndslny mandl, algunos de su~ dintd...-, .1rt1,-
lil"anH:n!C' csculpidf1(, :'I Londres. pero los dd l'l.lifirn 1 ;;
han pnm:1ncridn e n su lugnr hasi:i In ;1cru.tl1tl.1d.

Ciudades hundidas Pero en la crónica de Landa uno espera en vano det:dles sobre la arquitecll!ra
de las épocas chísica tardí,1 o posc lásica. D el mis mo m odo, resu lta inútil buscar ,·n
Resulta fácil e ntender la posibilidad de que la existencia d e los manuscritos o de los pri m eros registros históricos ind ic ios sobre los cen tros clásicos de arquitectura
las tumbas permaneciese en secreto. Pero ¿qué suced ió con lm monumentos que por monumental, tales como Ti kal , Yaxchilán o Palenque. Situadas en las tie rras bajas,
sus dimensiones y materia l no pueden pasarse por al to y que actualmente por s u pa rece ser que estas ciudades se habían "hundido" bajo e l techo de la vegetaci6n tro-
número y difusión son los testimonios más importantes de extensos periodos de la pical. Y, en re;il id,1d, cuando se habla del redescubrimiento de las m etrópoli,
cultura maya' ¿Podemos llegar a pensar que los templos erigidos sobre las pirámi- del pe riodo clásico, se utiliza una y otra vez el concepto "hu ndid:1 s". Copán consti-
des, los palacios, las es telas o las enormes ciudades era n invisibles? Para responde r :1 tuye una exce pción, ya que está sittrnd:1 en el extremo meridional d el Mayab, en la
esta pregunta, debe remos diferenciar entre región y época. Cuando los españoles lle- actual Honduras, donde el clima y la situación gcogrMica impidi eron que la sch '1
g;iron a l mundo maya posc lásico en el siglo XVI, no lo hi cie ron en calidad de aman- creciera hast,1 cubri r las rui n:1, por completo. Pero los posteriores habitantes dl' l,i
tes del arte, sino como conq uist,1dores en busca de riquezas. En un:1 e xtensa crónica región de Copán no s upieron interpretar el legado d e sus a ncestros, a pesar del hecho
de la segunda m itad del s iglo XVI, Diego de Landa (1524-1579; fotografía 620) q ue el acceso a la metrópol i era mucho m ás rácil que en otros centros de las tierrJs
expresa lo siguiente sobre la arquitectura hallada en el norte de Yucatán: bajas centrales.
"Si Yucatán hubie re de cobrar nombre y reputación con muchedumbre, gran- Diego García de Palacio, que por encargo d e la Aud iencia de Guatemala ll e,·ó a
deza y hermosura de edificios, com o lo han alcanzado o tras partes de las Indias cabo un via je d e in spección a Cnpán, informa en su "Carta d irigida al Rey d e E spañ,i
con oro, plata y riquezas, ella hubiera cxte nd ídose tanto como el Perú y la Nueva por el Licenciado Dr. Don Diego García de PalJcio" de 1576: "En las cercanía,,
Espa ña , porque es así e n esto d e ed ificios y muchedumbre de ell os , la más señalada junto :11 camino de San Ped ro, en la primera ci udad ele la provincia d e H ondu ra,.
cosa de cuantas hasta hoy en las Indias se han descubierto, porque son tantos y llamada Copán, se encuentran las ru inas y los vestigio~ d e una gran pobl aci<'> n. de
tantas las partes donde los hay y tan bien edificados de c:1ntería, a su modo, que una impresiona nte belleza, e rigidos con tal destreza que nunca pod rían haber sido
espanta ... " const ruidos por unas gentes tan toscas como las d e ahora. Están e n la orilla de un
hermoso río, en un lugar de clima moderado. La zona es fértil, con grandes reservas
de pesca y caza. 1 ... 1 Antes de penetrar en las ruinas encontramos un águila grande
de piedra, con un escudo también de piedra, de casi un metro <le di,ímetro, cubierto
con signos desconocidos. 1- .. 1 A continuación siguen unas construcciones en ruinas.
1---1 y una estatua de más de tres metros de altura que parece un obispo con los orna-
mentos pontificales, con una mitra bellamente tejida en la caheza y anillos en los
dedos. 1- .. 1 Hay, además, una plaza con más estatuas. Creo que estas estatuas eran
ídolos, puesto que ante ellas hay grandes piedras con pequeñas hondonada~ en las
que se recogía la sangre de las víctimas."
Con algo de buena voluntad, en el "águila., es posible reconocer al papagayo que
aparece en uno de los mosaicos de piedra que adornan el campo de juego de pelma
de Copán (véase Colas/VoB, pág. 191) y en la escultura con c:I atuendo de un obispo,
una de las estelas como las que describió el explorador Freder ick Catherwood unos
250 aiíos más ta rdc.
De todos modos, cuando Catherwood hizo su descubrimiento, la crón ica de
Palacios era casi desconocida. Desde el año 1576 se encontraba en los archivos de la
Administración española, y no fue dada a conocer al gran público hasta 1840, a tra-
vés de una edición francesa no demasiado cuidada. En 1859 fue publicada en un a
edic ión bilingüe español-inglé,.
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620 Obi..po D,rgo de l ,.andu ( 1524 1579), 1580: óleo sobre lu:11:::0; convento 62 1 Charle, Élien11e lims..-,'llr d, fluurbourg ( 1814--/ 87-1). Litogmf!a 622 /oh11 Lluyd Stcphcns /1805- /851). L11ugmfo1
dt' l:.:,111111/, Yurntdn, México Si Br:isseur de Bourhour.g puede rc:cbrn:1r ro&1vía un puesto en b historia Tr:1., sus cxpnlic,one-s de inve~1iganón en CrntroamC:ric:1, Stt'phen, q • d1·di-
s~ le con,;idna d oh1<;po rc~ pt11b;.16le de b 4ue111:J <le manu~crí tos nuyas tk la im esrig.ación maya, no se ddx: t:mto a sus numerosas y ::i vece$ ('Xll'n-
1
c6 a import<.lllll'~ empresas indu'itrialc:,, c:n EE.UU. Como prl'~idcntt' dl" l.1
llt·\·ad,1 :1 cabu t· n l ) 6~. Por utr:i pant', :-.u cr6nica sobrt' la situación d e l:i ~a~ public:1cioncs tll' t:'ntre los años 185 1 y 187), 1-ino m,í.s hien :d hecho Lll' Or<":rn Stt.~,rn1 t\avigatiun C(Jmpany, vulviú <le nuevr, a Europa. En Berlín n
Jll'IIÍmub dl.' Yuc.irán antt.:) de la con1.1u ist;1 e~pJñob cstj consi<ler:1da haLer descuhicno manuscriro~ t.k impon:mc1a, entre dios el de l .:mda. q ue ~1ró :1! r:isi vnogtnario Alexandcr von l lumholrh. ron quien discutió. 1::ntn.
corno b fuente e)crir:i más importante sohre los mnyas que h.ib1talx1n l:1 tra<lu10 }1 puhlicó con su l13hiw:1I rnn:ictitud. mrns asuntos. la pmihil ubd de comtruir un c:1na! f iltre d Atl:í11tiro , d
zuna y un tc.xto clave p:u;.1 descifr ar los ¡eroglificos m:i)·as. P.1cítiro.

El redescubrimiento de la relación de Landa por Abbé Charles o rig ina l, que nunca se ha llegado a localiz,1r. L a cantidad de material y el valor in -
formativo de este manuscrito es tan impresionante que asegu raron a su descubridor,
Étienne de Bourbourg Abbé C harles Étienne Brasseu r de Bourbourg (18 14- 1874; Fotografía 621), un lug-ar
d est,1c:1do en los ana les ele la invest igació n maya.
La relación d e Diego d e LanJ,1 C:1lde rón (fotografía 620) corrió una s uerte si- Una vez. acabados sus estud ios de Teología, Filosofía e Historia, Brasseu r de
milar a la d e Palacios. En 1549, con 25 años ele edad y en calidad d e mi sionero d e la Bo urbourg orientó su interés cada vez más haci a la búsqueda de fuentes h istóricas y
orden franciscana, Landa llegó a Yucatán, donde no tardó en alcanzar el máximo hacia la in terpretació n d e la hi storia y de los pueblos indíge nas Je Améric,1, aunque
ra ngo d e la jerarquía J e la orden. A ca usa de su s rígidas medidas inquisitorial es con- en ocasiones defendía concepcion es abstrusas, sobre tod o en lo que respecta a la col o-
tra la població n local, gran parte de ell a acusaJ,1 J e recaer en sus antiguas costum- nización d el continente. Muchas de sus tesi s e ran, por tanto, equívocas, pero sur11e-
bres relig iosas (es decir, ele cometer he rejía), la máxima a utoridad d e la Admi- ron e fecto gracias a la gran cantidad de obras que publicó . Con los ca rgos y cometi-
nist rac ión colonial es paiíola obligó a Diego d e Landa a regresa r a Espaií a en el añ o dos más d ive rsos, viaj6 con frecuencia en tre las metrópoli s eu ropeas y el Nue, o
1563, donde fue in culpado de sobrepasa r las competenci as de su cargo. Duran te las Mu ndo. Su interés prin cipal ern la in vestig ació n en bibliotecas públ icas y pr ivada,.
preparaciones del proceso, que se prolong,1 ron seis años, el franciscano redactó el Teniendo en cuenta la subjetivid ad con que valoraba las fuentes, así com o la mani-
me morándum Relació11 de las cosas de Yucatán, que se convertiría e n una fu ente in- pulació n que rea lizaba de ediciones y trad ucciones, en la actual id ad resulta pr:íni-
dispensable p:1ra la investiga ción sob n: los ma yas. cam ente imposible evaluar ele forma posi tiva su infatigable actividad. No obstante,
En t>I año 1572 y tras haber reci bido la bendición papa l como o bispo Je Yucatán, su búsqueda de vestigios y su papel impulsor prestaron un servicio in calculable a l:1
Landa volvió a Mé rida, proba blemente llevando e l manuscrito con sigo. A su muer- investigación de la cultura maya. Uno d e sus hallazgos fue el Códice Tmano, que
te en e l año 1579 d ebía existir como mínimo un ejemplar man uscrito J e su Relación forma parte del Códice de Madrid. Además, a mediados d el s ig lo XIX y durante un
de las co;as de Yucatán, puesto que algunos libros sobre esta península redactados poco solo aiío ejerció como s;1cerdote e n Rabin al, una loca lidad del a ltiplano gu atemal-
después se basaban e n sus notas. Los fundame ntos ele la re lación d e Landa, actual- teco, con lo cual dio a conocer, entre otros, el Popo/ Wuj, una obra que recopila los
mente traducida a muchos id ioma~ y comentad a hasta la extenuació n, fueron halla- mitos mayas ancestra les. Segú n las interpretaciones m :ís rec ien tes, este "escri to ~a-
dos en 1863 en l:1 biblio teca d e la Academia Real de la Historia d e M adrid , en la grado" ele los k ' iche' está considerado como u na clave muy impo rtante pa ra la com·
form a d e un manuscrito n o cata logado. La copia no es tota lme nte fi el al manusc rito prensi6n d e la m itología clásica may,1.
Frederick Cather wood (fotografía 623), un "amigo y cxpcrimentado viajero que
Los viajes de John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood
había empleado más dc diez años <le su vida en dil igentes estu dios de las an tigüe-
Si por su parte d ebemos considerar a Brasseur de Bourbourg como uno de los vi- dades del Viejo Mundo" acom pañó a Steph ens com o dibu ja nte. El arquitecto inglés
sionarios más significativos ent re los primeros americanistas, desde h ace más de 150 Cather wood había medi d o y dibujado las ru inas de Italia y G recia. También había
aiios a John Lloyd Stephens (1805-1852; fotografía 622) y a Freder ick Ca ther wood form ado pa rle Je la famosa cxpcdición Hay que plasm ó en dibu jos los monumentos
(1791)- 185-l) les corresponde c.:I rango de re<lcscu h ridores de la cultu ra maya. Stephens de Egipto y había t raba jado en Jerusalén como restaurador de a rquitecturas.
partió en su primer viaje a Centroamérica el 3 de octub re de 1839 desde Nueva York,
..con un cometido de ca rácter confidencial" del ento nces p residente de E E.UU.
De,pués de llevar a cabo su m isión diplomática, gozó de com pleta libertad para hacer
realidad sus ambiciones viaje ras. No e ra la prime ra vez que este ju risrn q ue for maba
parte de la fl o reciente y educada socied ad de la costa este aband onaba su país, puesto
que había concluido ya el grand tour qu e po r entonces los eu ropeos y americanos
pudientes realizaba n por los países mediterráneos cuna d e la cul tura clásica g reco- 623 Ct1ther111ond y Stephen; en 'Ji,lum. Luugrufiu tulurrmlt1 un pbct'r, y por la!> ilustranones <le C:1thfrwnod. <.k una
a :1;11110 de Fr(derirk Cuthrrwood, 1844 gran pn:cisiún y carga :imbit'ntal. F~sta lnogr.1fi:1 es l.1
romana, Egipto y Próximo O riente. Stephens p ublicó sus im p resio nes en el volumen
John Lloy<l Srcphcns y Frcdcrick Cathcrwood son. ,in única l'll b yue Jparect'n ambos trabajando: a l;i i7quic-r-
J:gypt, Ambia Petraea and the Holy Lm1d, un auté ntico éxito de vemas a ambos lados del <luJ:i, figur:is ccnrralcs en l,1 historia de los c..ksculnimicn- da, Cathnwooc.l b.aj:1 Je uno de lrn, t'dificios ele Tul11m
t~ dt' la cultur;i map. l.os libros que publicaron $C ca- con una cint:1 métrica en la mano. A b <lerr:ch3. junto J b
Adfotico. Con los ing resos q ue éste le reportó pu do fi n anciar tranquila mente ot ros via-
ractt'rizan por el senri<lo <lcl humor de Stcphcns, que con- cmrada, Sl" divi~a a Stl·plin1:, ayu<lan<lo a Cathenvnorl.
jes de exploración de naturaleza más extensa. v1t'rll' la lectura de bs clescripcionc-s de sus vijj(·s en f()dn

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Tras una breve visita al gobernador de la Honduras Británica, el actual Belice, elites de ri va ron cada vez más hacia luchas m ilitares y disturbios sociales gen eraliza-
ambos se dirigieron a Copán. Allí descr ibieron y dibujaron los restos arquitectónicos y dos. F.n el fondo, tuda la región se e ncontraba en guerra civi l, ya fuera en estado
escultóricos todavía visibles bajo la espesa capa de vegetación. Para ello, Catherwuud latente o de forma abierta. Las consernencias para todas las clases sociales eran de-
recurrió a la ayuda técnica de la cámara lúcida, un prisma de cristal que proyectaba el vastadoras. Los grupos dispersos de soldadesca. a menu do sin ningún tipo de or ien-
objeto divisad o sobre una lámina colocada en posició n ho ri zontal. Con ello consiguió tación , y las bandas de merodeado res eran cau~a de inseguridad general.
una precisión desconocida hasta entonces en la documentación de este tipo de monu- Stephens, cuyo debe r no sólo consistía en juzgar la situación política, sino q ue tam-
mentos. Stephens describió principalmente "los ídolos que dan el carácter distintivo de bién debía impulsa r determinados acuerdos entre Washington y los estados cemroa-
las ruinas de Copán", en tre ellos una estela q ue Cathcrwood coloreó en un aguafuerte mcricanos, fue literalmente en busca del gobierno central y de sus representantes en la,
(fotografía 624): distintas capitales de los estados miembros. Fi nalmente escribió:
'·La parte de delante 1 ... 1 pa rece representar el retrato de un rey o héroe, quizás " . .. no pude ocultarme a mí mismo que el gobierno central ya no existía. Tampoco
exaltado a divi ni dad . Se presume que es un retrato por ciertas señales de individuali - había la menor perspecti va de que fuera restaurado, por no habla r, pues, de que a largo
d,td en las facciones, también observables en la mayor parte de los otros. [.. . ] Se levan- plazo otra institución ocupara su puesto. 1 .•. ] Por lo tanto comun iqué formalmente a
ta al pie de una muralla que se eleva en gradería a la altura de trei nta o cuarenta pies; Washington que a pesar de una búsqueda minuciosa no se había encontrado gobierno
orig inalmente mucho más dcvada, pero el resto caído y arruinado. Su cara mira al alguno. Entonces volví a ser señor de mí mismo y pude viajar adonde quise corriend o
norte; su altura once pies y nueve pulgadas, el ancho de sus lados t res pies, y el pedes- con los gastos personalmente. Oc inmediato inicié los preparativos para mi partida
ta l de siete pies e n cuad ro. Frente a él, a una distancia de doce pies, se halla un enorme hacia Palenque".
altar. Éste es de buena ejecución, y ha estado pintado de rojo, aunque apenas queda E n un principio, Catherwood permaneció durante más tiempo cn Co1xí n. A conti- ·
:1lg ún vestigio de la pintura, y la superficie está gastada por el tiempo, f... ] ricamente nuació n t rabajó en Quiriguá, que cnw nces, todal'Ía propiedad privada de una hacien -
esculpido en todos sus lados. El frente representa una calavera. La parte superior está da, era totalmente desconocida como ciudad maya. Ello d io pie a que Stephens empe-
esculpida y tiene ra nuras, tal vez para q ue escurriera la sangre de las víctimas, huma- za ra a considf rar un plan realmente aventurero:
nas o a nimales, ofrecidas en sacrificio." "Aparte del hecho de q ue allí encontramos algo completamente n uevo, de un
Por último, Srephens resume sus impresiones: inmenso in terés para la arqueología, los monumentos estaban situados a una milla
"Del efecto mu ral de los propios mon umentos, esta ndo como están en el corazón escasa del río, a la altura de la orilla . A partir de aquel punto, el río era navegable, razón
de una selva tropical, si lenciosos y solemnes, raros en el diseño, de excul tura excelen- por la cual la ciudad podía desmontarse en toda su extensión y reconstruirse de nuevo
te, ricos en ornamentos, d iferentes de las obras de cualquier otro pueblo, de sus usos y en Nueva York."
propósitos, con toda su historia tan enteramente desconocida, con jeroglíficos que lo E l viaje de Ciudad de Guatemala a Palenque significó para Stcphens unos l .úOO km
explican todo pero per fectamente ininteligibles, yo no pretenderé expresar ninguna a lomos de mulos, acompañado de arrieros más o menos expertos por senderos que
idea [ ... ] le cond ujeron al lago de Atitlán, circundado por volcanes, y a través de la Sierra Madre
Con respecto a la antigüedad de esta desolada ciudad yo al presente nn haré ni n- y la meseta de C hiapas hasta la pendiente norte de las montañas de Tumbalá, donde
guna conjetura. Alguna idea podría tal vez formarse po r las acumulaciones de tierra y la tierra se extiende hasta la llanura de Tabasco. Tuvieron que cru zar ríos por puentes
los g igantescos árboles que crecen encima de las derruidas estruct uras, pero ésta sería colgantes de lianas, o bien encima de truncos de árboles, aca rreando el equipaje mien-
incierta y puco satisfactoria. Tampoco ofrece ré de momento ning una conjetura con re- tras los animales los atravesaba n nadando.
lación a l pueblo que la edificó, o de la época de su desocupación y la íorma en que fue Del nuevo gobernante de Guatemala, Rafael Carrera, Stephcns había obtenido un
despoblada, y convertida en una desolación y ruina; ni sobre si acabó por la espada, o pasaporte válido para todos los miembros de su exped ición q ue le servía de escudo y
por el hambre, o pestilencia. [ . . .J Una cosa yo creo, que su historia está g rabada en sus fra nq uicia en todo lo referente a alojamiento y aprovisiona1i1icnto. Sin embargo, el país
monumentos. [ .. .] La vista de este inesperado mo numento hi zo descansar nuest ra no estaba todavfa com pletamente pacificado y en las tierras altas Stephens 11 menudo
mente de una vez y para siemp re de toda incertidumbre con respecto a las antig üeda- tuvo la fu ndada sospecha de que la hora de la justicia vengativa estaba cercana y de que
des america nas y nos dio la segurid;1d que los objetos q ue estábamos buscando eran in- en tre los ind ígenas existía la voluntad de ofrecer a sus ancestros un sac rificio de sangre
teresan tes, no solamente como restos de un pueblo desconcido, sino como obras de arte, pa ra recuperar su legado.
probando, como recuerdos históricos nuevamente descubiertos, q ue los pueblos que an- Sa nto Domingo Je Palenque, una localidad situada a u nos 15 km de las ruinas,
tiguamente poblaron el Continente Americano no e ran salvajes." había experimentado un cierto periodo de fl orecim iento, ya q ue en ell a tenía lugar el
Desde Copán , Stephens viajó hasta la ciudad de G uatema la, entonces sede del transbordo de las importaciones con d irección a Guatemala. Sin embargo, el t ráfico se
gobierno ce ntral de las Provincias Un idas de Centro Amé rica, organizació n procla- ha bía trasladado a Belice y una epidemia Je cólera ha bía afectado a una g ran pa rte de
mada en 1823 y fo rmada por Guatemala, El Salvad o r, N icaragua, H o nduras y Costa la población. Así, pues, a la llegada de Ste phens y Catherwood, el estado de desespera-
Rica. A partir d e 1826, los intereses económicos d e cada estado y la rivalidad de sus ción no podía ser mayor. Stephens vio q ue para poder trabaja r realmente en las ruinas
debería instalarse en ellas y asegurarse el sum in istro de ali mentos. La pequeña carava-
na creó un sendero a través de la profu ndidad de la selva y el primer edificio con el que
Loparon fue el palacio de Palenque.

624 Vista de Cupón, estela D y su airar los monos 1.. . J, estas falsas representaciones dt' nosotrm,
Steph~ns supo expres:ir magi..,tralmcnte, y a mt.nuJo con 1- .. j <le vez en cuando, ni clavar su mirada sobrt nosotros,
un ligero tono irónico, la.., ubscn•aciones, sensaciones y parecían a punto Je intnrogarnos por qué pnturbába-
pensamientos acerca <le las ciudades "hundidas" Jcl Ma- mos d resposo de las ruinas''.
yob: "L1 gen1e Je Copán nu padía comprender lo que es-
tábamos haciendo y pens.aba t¡uc practid hamm alguna
magia negra para descubrir tesoros cscon<lirlos I... J, y aun
625 i'nmern pannní,nira de Kabuh. Litogn~ffa
colom11/1111 lápi: de Fredmck C111hrr111ood, IM4
Duranle su viaje ¡)Qr el noroc.SlC' de la ¡)(:nínsuhi
dr Yuc.-it~ín. .Stephens y CnLhcrwvoJ visitaron t:lm-
h1én ~abah. sítuad:1 en el actual ntaJu dt Yuc.uán.
F.n uno Je ~us pabcios cncomr.tron di nteles de ma-
der,1 tallada 9ue enviaron a Nueva York y que al
cabo de poco tiempo quedaron calcinados por un
incc_ndio.

626 L, punta de Lohnd. Litogm/fa ro/oreada


11 l,ípiz de Fmhick Cathmvood, 1844
Para realizar dihu¡ns ;1rquitcCLónicos con la má-
xima rrecisión. Cacherwood utilizaba un nuevo
instrumenrn llamado ··dmilr,1 lúcida". En un ar-
m :lZÓn :-l' monr.1b,1 un pri!im:l qlll· reíle jaba d objc-
m vi:>u,dizat.lo ,;nhrl' l'I papel del c,1baill·tc. Dl· esta
form:1. -.ólo h:1hía q ul' rep:isar ;1 ];\piz la proyn·ción.
Con n tc imtrum<'nt(1 pudo reproducir ron una
mayor prl'CJ!!>!Ún b-. proporciones ele las consLruc-
cio11cs. t;,I como r¡ucda ilustr:ido en este caso: el
arc-11 dl' entrada de 1.abrd. en d c::~iado mexic:ino clf"
Yur~1t:in.
627 J:.'/ Coilillo de Chiché11 /tui. Litagrafí11 rnloreada
a ldpio de Frederick Cathmvood. hacia 1840
Con ~u~ lirograffas, Cathc:rwood no sólo pre1endia rt'a,..
liLar una representación corrtCla y proporcionada de
l,1 :irqt11lntura y la C!'icuhura. sino rnmbién capt:ir la
a1mú,;fcra c-1~ las ruinas rn mt.:<lio clc un.1 ,;elvri exubc-
r3nlt y bJ¡o un ciclo rnmbluntc. AJtmás de :irr:u.·r b
,1ttnc1ón de lflS cicntíficm. HIIHO Stephens como
Catherwoo<l cicscaban tambi(·n ofrcrcr una lectura l'll-
tr~trnida a la hurgut·sía europea )1 amcrir:ina.

628 1'im, del rnadrd11guln de las Monjas y dt'I Gnm Te(x.:alli,


l.hma/. Llfn¡:n!fTa coloreada a lápiz ,cgún 101 d,bujo dt·
fredrrick (.luhem1o<"llÍ, hacia J840; fuente: Johfl L. Stephcns.
lncidenuof~fravrl in Yucatan, 18-ll
Panur;;un:i ch:sde b Gran Pirámide ele Ux mal, ciuJ:ul si-
llJ;irb t:n el .actual e-.tndt1 mex1c:rno de Yuc:Hán. ~·on ti
niadr;ingulo Je las \fonj.1~ e n el centro. A la Jcrcch:1 ,e
•:nrul'nrr.1 la pidmide riel Mago rnn sus empinadas esca•
lmata,; y una pl:rnra oval que en su dín ya 11.ainú la aren~
ciúu di.: Stcphens y C:nherwond.
Bernasconi, aunque sus informes y dibujos no llegaron a España hasta pasad o~ uno,
Las primeras exploraciones en Palenque
años. Con el decreto d e 15 de m a rzo de 1786, Estachería recibió instrucc iones d e la
De entre todas las ciud ades mayas del pe riodo clásico, Palenque ha sido la que corona d e reunir objetos procedentes de Palenq ue y de realizar excavaciones. Era
ha disfrutado d e m ayor atención durante más tiempo (fotografías ú29 y (,30). Los ha- la época en que Europa se empezaba a volcar con entusiasmo en la inve\tig 3 ción
b itantes de T umbalá, l.1 segunda ciudad en tamaiio d e la región, co nocían ya desde científica del pasado: era el nacimiento de la arqueología.
mediados del siglo XV III la existencia en bs proximidades de Santo D o m ingo de rui - Estachería se puso en marcha con una rapidez asombrosa y e nvió a Pa lenque ,d
nas arquitectónicas de sus antepasados, a las que denominaron s implemen te "casas capitán de a rtillería An ton io del Río y al dibujante Ricardo Almendári z. Con
de piedra"' hasta b ien entrado el siglo XIX. A principios d e la década de 1770, el re- el apoyo de un centenar d e habitantes d e las inmediaciones, Del Río se pu~o 111 ,1110~

presentante de m ayor rango d e la corona espa ñola en Guatemala, José Estachería, a la obra con hachas, azadas y palancas. La fue rza hruta de sus inter vcncion e\ fue
tuvo noticias d e las ruinas de Palenque, que no se em pezaron a investiga r in situ proverbial , aunque de hecho en otros lugares (por ejem plo en las excavaciom:s dt
hasta al cabo d e una década. Uno de los explo radores fue el arquitecto real Anton io Egipto) tampoco se utili zaron métodos más cautelosos. En el aiio 1787, los resulta-
dos d el trabajo de D el Río sal ieron a la luz: _
'"Desde el principio pensé que si queríamos formanos una imagen de sus prirne-
629 Palacio ,v torre de Pale114m·. Litografía gg/Ín tm lo cual el e,;pt:ct:1<lor no con,;iguc hacerse un:1 idea de 1;1
ros habitantes y de la antig üedad de las construcciones, si q uería mos encontrar me-
dibujo del rnnde de Wuldcck, 1866 altura de la construcción. Los relieves del intradós de
En esta represent:1ci6n dasicisra, d condt: de \.V;-ildeck ha IJ enrrarb presentan motivo!- de b antigüedad clásica dallas, inscripciones y otros monumentos que arroja ran lu z a tanta oscu ridad, dehb-
tr,msfurmadu b vej!et3c1ún tropical en un ,irbol que podría europea. Esta m:rnipul::ición va li~::id.:i a b.s inconsistentes
mos excavar (a lo cual d ediqué mi mayor atención}; así, pues, me puse mano, a la
cnrontrnr~r perftct.:1mente jumo a la \'ia Api,1. F.sre ,xulta u·orbs que w~1ldeck d1fund1b sohre el origen de los ¡me-
l.1 p~1rtt supt.:nor Uerrumbada dt" b torrt ,k P,1lenque, ron blos americanos. ohra inmediatamente. 1-. -1 Al final no quedó ve n ta mi o put:rta alguna sin abnr,

6JO Pa/ario y torre dr l'ulmque. Cwbadn J·egún u,1 dibujo entr.aJa. 4ut \V:tldr.:ck fal~tó adrnk t·n l:>Ul, r~producriu-
de /)rnré Chamu¡•. /885 nn. Ch;irnay habfa sido enviado por d gobierno fr:rncó
En d dihuju que ~in íi', de h.i,;;e para t s h: .i.:r~1h:1do, y un nfo pmrorinaclor para c.:.xplorar y ckl,.n1bnr <:iuda-
ChJrn:iy captó d 1111..,m11 mnt1, 0 que- \V,t!dtá, .1unque
1
dt:s ma)'áS.
su rt:producción del edificio y t.lc l:1 ve~etarn'm lº' mucho
rn!1s rt':1lisr:1 y obj("riv:l. También lo ,;on los rdin rs de l:t
1
"Fi ·. 16.

b ca:,a E de la residencia, que en la:, mscripc-ioncs recihe la 632 f .a estela de Madrid, {!rabado de 1787: Madrid. ronsr~mcia l.k ~us csfuerzv:-. pnr ::1lc:10z~1 r un:1 prcc1siún
631 L, melt1 de Madrid. Palenque, Chiapa.,, México, pala-
á,,, üJSa l:.:; 702-7JJ d.C.; piedra caliza cou resrm de pin1w11 rlcnominación "gr:rn casa bl:rnca". Antonio del Río íue d Rih/ioreco di·/ Palacio Real documental. :Hinque ~t' limirar:i a b:- p.lrl('\ que pudo
primero e n rc:1liz:u exc.1vacioncs l'n Palenque: mandó re- L:1 com par;1ción cun la n:prnducci6n fotugráfic:1 :inLnior iden tificar. Por i:u parte lo:. jcroglifo.·o,, tutalmcntt' inac,
rop1 Vnegra; t1ltura 46,5 cm, anchum 29,5 cm; Madrid,
tirar la parte frontal de b b:1:,e Jcrtcha y la envió :l M:ithid po ne rle m:inifil'stu qui.: Almend:ínz enfoc6 d rdinT ces1hle!!, 4uc<l:1ron rcdur,<lns a mt'f05 ornainentns,
Afuseo de América, calta:ió11 A,mwio del Río
Con 1x::151(m de: su lk'-ga<lri al podn, el soberano 13 Je junto con otros objetos an.¡ueol6gic11:,. La b..lsc m uestra a maya dc~clc la ¡ll' rSpt:C'll\'3 de un .:inista fornrndn en l.1 tra -
P.ilrnque, K'a" Joy Chiwrn. encnrgó construir un rrnno t'll Paw:tjtuun, el dios que sostiene b bón-da rclesre. dición europea Jd !ligio X\'111. >lo ,,bstantc, h.iy 4ut· dcj,1r

ni Ji visión ni nicho en pie Y no hubo sala, pas illo, patio, torre, te mplo o pasaje sub- piedras hallaJas, sin va rwc1ones ni d ife rencias ni en la ca lidad ni en el estil o. [ ... 1
terrán eo en los que no excav~ ramos a dos varas o más d e profundidad." Para fac ilitar un tra nsporte más ligero he mandado rebajar cst;1 p ieza a la mi tad de
A Mad rid llegaron informes, dibujos y objetos "rescatados", e ntre los que d esta- su grosor". U na comparación entre el d ibujo de Almendáriz y la re producción foto-
ca la denominada "estela ele Madrid" (fotografías 631 y 632) , que inicialmente for- gráfica de la estela de Madrid. refl e ja la clificulrnd que e ntra1íaba par,1 un dibu jante
maba pa rte d e la base <le un trono de principios del sig lo VII I: " El n." 1 ... 1 muestra c:I formado en la escuela a rtística europea, pese a tocios sus empeños, el hecho <le ilus-
orig inal que env ío, por una parte, para fac ilitar la comprensión ele los bajorrel ieves trar con detalles el lenguaje formal del clásico maya, q ue en Palenque alc.m zó una ex-
Y, por otra, como ejemplo de la gran calidad que conseguían los antiguos h abitantes presió n particular. En su dibujo, los sig nos naab t 1.1 u11 ("piedra <le nenúfar") q ue for -
de este país en este tipo ele esculturas y que se repite en la mis ma forma en tocias las man el asiento del dios de los atlantes, Pawajtuun, se parecían más a la imagen
63.~ 1;,b/cro.i con l'elieves de ü.mt,w.r, Plllenque.
L,rngrufía segtín tl/J dibujo de F,·ederic·k Ca1hl'I wood
hacia /MI) ·
Carhnwoo<l 1~rentó do(11mrnt:ir con la máx ima prc.:( 1" 1111
~si ble los ~d1eves de_c~utivus rlc la casa A e.Je P,tlnh¡Ut:.
Sm po<lt·r :.14u1era ad1vm:1r d contnto histl,nco, lohn l..
Slt·µlil'm logró raptar !,U mensaje. Dt·scrib10 l:·1' íigur I\ rl·-
prl':.rntadas cumo "o:.curos Aiganrcs rnya;; pn1¡kir¡;innn
nn.u6mica:, cstñn rqm;sl"nt:1cbs de form,1 t:>.tr,111rJm,ir,.,
mente inrnrrccta. Aun a.sí, 'iU i11ten:,.1 expn.:-.ind.ul di:
mue:srr.i una gr:1n fuerza mug111at1va cont<'n1d,1 \ un.i
grnn hahdlrbd J.rtÍ'illCJ. }' arte:,:m:ll".

634 ·foblero_; tór1 relievrs de caurh•(Js. Palenq11e, Chttt{',b,


Mlxico, Palacio, /ad(J mr del pario oncm1al, ct1sa l. s,;:Jo
l'fl; piedra coliw; altura 3 m
En el p:1rio oriental ck·l pabcio de Palent¡ue, 111111, mu
nument:ile" r:ihlcros de pínlra c:iliz..i to'>C,I íl.111...¡ut.m l.l
:rnrigu,1 e'ic:d inarn de entrada, urilizac..l.1 ¡x,r ltJ.:, \· i,it,m-
tes J. los que se h:1hí.1 concctJi<lu :iuditnci:t L,h r('ht·H·,
muesrr:in figurns que nnuncian su sumisión con un, 1 \, 1
ried:id de- gestos: lucen ndcm;.h m:ignífic:is joyas. toll.1
res. pectorales y exuberantes orejeras, atnhurm, que n:
flejan su anri~uo ;i\ro rango y 4ue mam fint.1 11 c-u11
mayor énfasis su actu:tl im potcncí:1. Comun1cJn ti1n
gran expresivulad su vej:nori:'I y dnc:spernda ::i1tu,1c1ú11.1l
t.:.pntadur, sobre todo rlehido a qut· su re¡m:~t'nt,1,1im
difinl' claramt'nte de la image n de los gobernante,;; rn In
qul' ::it rcfil'rt' a los d nones de proporcionec; ) ,1 l.1 1..·x-
prcsividad artbtica.

de una val va que a la de un jeroglífico maya. Cuando Del Río interpreta los relieves producían errores e n la interpretación de las re producciones de re lieves, que a su vez
de Palenque haciendo uso del vocabulario militar y habla de "gue rreros con lanzas ya no era n muy fieles a los originales. Ello tomaba un cariz especialmente funesto en
que hacen alusi ón a su legión o antiguo cue rpo y que representan sus hitos bélicos al la representación de los jeroglíficos. Además, el proceso para trasladar los jeruglíl1-
se rvicio de la patria", hay que adm itir que, fundamentalmente, comprendió correc- cos a papel con todos sus detalles y una buena calidad e ra costoso, razón por la cual
tamente a los príncipes de Palenque. De hecho, las lanzas indican que los soberanos los editores de París, Londres o Nueva York no se disputaban este tipo de proyectos.
representados en los relieves, K 'inich Janaab Pakal y Kan Balam, eran generales de La obra más opulenta en este sentido, Antiquities of Mexico, abarcaba nueve volú-
g ra n éxito. menes de tamaño folio imperial y llegó acostarle la vida a quien la financió, Edward
Los resultados d e la expedición no fueron publicados. No obstante, en 1822 salió King, vizconde de Kingsborough: tras invertir toda su fort una, el emprésti to le lle\'Ó
a la luz en L ondres una publicación inglesa titulada Description of the Ruins of an a la cárcel para de udo res, donde murió en 1837. Actualmente, las pu blicaciones de
Ancient City (descripción de las ru inas de una ciudad antigua) que resultó ser La tra- Kingsborough se cuentan entre las piezas más valiosas de unas pocas bibli otecas
ducción del informe de Antonio del Río y que había sido puesta en circulación por de l mundo.
un inglés residente en Guatemala llamado McQuy y que obviamente debió encon- Kingsborough también contra tó al arreglista de ilustraciones originales m:í, fa-
trar los originales. El volumen despertó gran inte rés, tanto en Europa como en moso de entonces, Jean Frédéric Waldcck (fotografía 635), y se alió con la fracción
Estados Unidos. Este libro fue uno de los alicie ntes que motivó a Stcphens y a de los denominados visionarios entre los primeros americanistas, quie nes apuntaban
Catherwood a ir en busca de P alenque.
Entretanto se habían producido otros descubrimie ntos. En 1807, justo después
del inicio de los disturbios que en 1820 condujeron a la ind ependencia de México y
de otras zonas de C entroamérica , Guillermo Dupaix llegó a Palenque por urden del
rey de España. Los dibujos que José Luciano Castañeda realizó Jurante dicha mi-
sió n pasaron décadas enteras en e l gabinete de hi sto ria natural de Ciudad de México
antes de aparecer impresos en Europa hacia 1930. Dupaix y Castañeda fueron vícti-
mas de los disturbios po líticos, al igual que el coronel Gal indo, quien visitó Palenque
en ca lidad de gobernador de la provincia guatema lteca del Petén (en 1831, la revis-
ta londinense Literary Gazette le había reconocido incluso como descubridor de las
ruinas). En 1840, Galindo, partid ario del general Morazán, fue asesinado.
Por una parte, la situación política contribuyó a que el público no recibiera noti-
cias sohrc las antigüedades americanas de forma continuada. Por otra, las condicio-
nes técnicas de la época dificultaban una difusión más amplia de los resultados de las
investigaciones llevadas a cabo en el Nuevo Mundo. Para convertirlos en litografías
que sirviesen de base para la impresión, los dibujos rea lizados a mano por los artis-
tas que participaban en las expedic iones debían retocarse. En el proceso, a menudo se
:1 todo el O ri ente (desde Egipto hasta la Ind ia) como zona de proced en cia de las cultu-
ras mesoa merica nas. Las dos ve rsiones g rá fí c:1s de los .. ca m ivos d e Palenque .. (fotogra-
,.,
fías 633 y 634) il ustran lo equívocas que podían resul ta r es te tipo de publicacio nes mar-
cadas por p rejuicios. En sus reproducciones, Wald eck d ividía las super fic ies to talmente

·-,~~ lisas d e las figuras representadas en múscu los proporcio n:1dos de estilo neoclásico.

~ } - -✓ -,.
Ade más, el aspecto del toc:1do se acercab,1 sospechosamente a las tocas rea les egipcias.
De este modo transmitía la id ea d e unos atletas ligeramen te en t rados en carnes, m ie n-
r: tras que Stephens, por su parte, a l con templ ar los reli eves percib ía más bien el dolor y el
m iedo en los rostros, una interpretació n tot:d mente acertada que se cor respond ía con las
representaciones de C athe rwood.
*'
En un segundo viaje a Yuc;1tán en el que se estudiaron -H yacimie ntos hasta en ton-
ces desconocid os , Catherwood d isponía ya de un equipo que le pe rmitió apl icar el d es-
cubrimie nto más reciente en técn icas de docum entación (fotogra fías 625- 628). En el año
1839, el pinto r francés D ag uerre había pa tentad o un proceso pa ra l:1 reproducción m e-
dn ica de objetos que marcó el inicio d e la fotografía. Con la publicación d e los cuatro
vol úme nes d e lncidents of Travel iu Central America, Chiapas and Yuca tan, de 1841 (inci -
d entes de via je a Cen t roa m é rica, C hiapas y Yucatán) y de lncidents of 1i·a.vel in Yucatan,
de 184.3 (incidentes de via je a Yucatá n), John Lloyd Stephe ns no sólo puso los cimientos
~
pa ra la in vestigación del pasado, sino que ;1 la vez t ransm itió u n cuadro temporal y de
L
costumbres d el n,undo maya d e m ediados del sig lo XIX cuyo colorid o no ha sid o supe-
/
M
rado h asta el momento.
( M

635 Jwi Frédér,r IValdeck. Cr"badu del 111iu /889


Jcan Frédénc WalJcck trahajó en Palenque Je 1832
a 1833 y l'nvió ilustracione..,¡ esti!ístic:um:'nH: ligada~
al cl:hicv a import:intts puhlicacioncs. Si estos libros
no llrrnran las iniciales JFW, podría dudarse de l.:i
c.'(istencia de \1/alclcck: ni d .1ño de su nacimicmo,
1756, ni d lugar (se han insinu;ido las ciudades de
Viena. Praga y P:,rís) han podido ser vcrifir,1dos y
su biografía pnrece estar formada m.ís por ficcione.s
que por hcchus; según dicha hingraffa, en 1875. a los
IU'J anos de edad, ruc a1ropdbdo por un coche de
caballo!) en París, mientras .se giraba para observar a
una JOH'n.

636 l'utu del palacio de Palenque. Lirogmf/o coloreado


de / ran Fridér;c Waldeck;fueme: "Vue Piuoresque"
W:1ldcck fue uno de los muchos visit:rnres que
Pa1t~n9ue recibió en el siglo XIX. A menudo sus ilus-
traciones se convertí:rn l'n auténticos caprichos, C'i
decir, vistas fantásticas, fX>r eJemplo cu:1ndo empb-
Z.iha esculruras rlc la An tigüedad :intc: los edificios
rnaya~. En su época cstt' tipu de obras se vcnrlfan
muy h1en.
CIUDADES MAYAS: HUNDIDAS, EXCAVADAS, CONSERVADAS
Markus Eberl

Para la historia de las ciudades mayas, el declive de fue mejor. Va rias ciudades se disputaban la hegcm on 1,1
la cultu ra clá,ica reprcsema tan solo 1111 (inal aparente. en la región y cstu\' icron <:n gunra u nas con tra 01 r.i,
Tras su rcdcsrnbrimiento en los últimos 150 años, po- sin que ningu na logra ra imponerse. En lugar de el!,,_
demos seguir escrib iendo su historia h:ista la ,1ct uali- los asentam ie nto, quedaron devastados uno a uno) ,n,
dad, ,rnnqll(: ,ca desde otr:1 perspectiva. Los antiguos habitantes los a bandonaron. Ha cia el a iio 800 el.(
poblados de la región d e Petexbatún ilmtr;1n esto ele la región ha bía sido abandonada casi por complcr,,
manera ejemplar. (fotografía 637).
L1 r<.:gión de Petex batún <.: , un territ(lrio d e apro- Durante la época colonial e incluso hasta el pas.ido
ximadamente 200 km' circundad() por el río de la m ás recien te:, !:is tie rras bajas d el nort e de Guaternal.1
Pasión , en el noroest<.: de (;uat.emala. La s ruinas se e n- eran una ele las franjas menos pobladas de Centro,imc
c uentran en una meseta que se eleva varias d ece nas ele rica, con d os habitantes por k ilóme tro cuadrad"
metros por encim,1 de hondonadas pantanosas y co- A p rincipi os del sig lo XX se c reó una infraest r uctur.1
rrien10 de agua. Tamarind ito, Dos Pil:1, y Aguateca d es ti nada a fac ilitar la búsqueda de chicle, petróko
fün los yacimientos de mayor tamaiio, y también los y maderas tropicales. Se construyeron ae ro puerto, 1

más conocidos (fotografía 640). carreteras, y los diminutos asentam ientos agrícola, ne-
La zona fue poblada en los in icios del p<.:rioclo clási- cieron hast:1 convertirse en grandes local id :ulo. La de-
co. Tamarindito d ispone de un suelo especialmente Íértil 633 111.,ta de la plaw prwnpa! de .igua1ec11, Pctin, Guatemala manda de trabajadores y de se rvicios atrajo cada 1ez .1
LJ zon:1 ~1rquc11lbgiCl dt.: Ag-u:uec:1 fue de... cuhil'rtJ c.-n l<Vi7 r. l<Vi8 por chi -
y, con toda probabilidad, es la primera ciudad que ~e dtru.'i. t:n la jungh. 1ustu enc1m:1 dt' la bgun~1 dt' Pekxh:1tún. Es m:h pe:
má s gente a la regió n. La gran densidad de pohla<'tún
fun dó. Entre los años -100 y 600 d .C., las clin,1stías yuclia 4uc: su , ecm:1 IJos P1b.s. pero presentJ un em plazam iento c.-spt'ct:icu en el altiplano g ua tema lteco y la consiguiente csca,u
lar. sobre un ..1 colin.1 de p1edr:1 caliza d1v idHb por un profundo de~fi!adero.
de Tamarindito y de Arroyo ele Piedra (una pequeña d e sucio fue la causa por la cual muchos pequc1im
Al Ol'.'itl' dd fmo .'it' encut'ntra un.1 plaza ro<leJ.d.1 por pb tafornM)I y grupm
localidad de las inmediaciones) dominaron la región de t.:difici o.'i t'II Jo:,i 4u<: se hJn h,1llado numt'ros:1s e~td:1s Jt' cu1tbd.a t'Jt'CU- agri cultores maya, se trasla da ron a las tierras ba ja,.
riún. L>id1u:i. monumc:ntos demuc:i.trJn 4uc Agu~lll'c,1 smtlluyú J Üus PilJ:i.
de Petcxbatún. La situación política c:, m bió en el , i- Ni la, ad ve rsas condiciones climáticas ni las enferme-
ro11irJ t .1pital de un pellul'ño ntado muy 1níluyu1tc polít1c1mtnlc. LJ 111.1-
g lo \111, con la llegada de una nueva dinastía de soberanos yorfo de l'~tu:i,. mo11umcnto:i. h.1 ..,¡Jo dt"Hruitb l'rl !u.., ú\ wn os aiio'>. dades como la mal ari:1 o la íichrc d e ngue lograron

637 La p1rd1111dc pnncrptil dt' Topn.rrf durante su rrsltlumcirín. To/)(}:rté, con raíces en la gran ciudad maya de Tikal. Rajo su 639 l:xa1vMi6n drl paluoo de X~ipchr!, )'ucatdn, .\J¿xiw; rldit((I rardio h,1 ,t u'
/'('ti n, Gu,ucm,d,1 finalci del dJsU·,), fJ(J() 951) d.C.
reinado se fundó y colonizó la ciudad de Dos Pilas.
Tr.1:, !,U colapsr, lhacia el ,1ño 9011 cl.C.). l;is c1udadn d:í.,;1c1s m:i~ .1, habi.rn .\Ido Xkipché es una pe4ueña ciud,1d dl' l.t rt·g i(m Je Puuc. Yur.ir;ln. Fn d L ,,
n:conqu1st.ubs por l.1 ,eh1:1. La m:iyorb fut' rt'dc,ruh1trt.1 en c..: 1 ,;iglo XX po r desde la cu,1 ! la di nastía impuso rn domi nio sohrt: toda encuentra el 111:1.yor p:1bn o de toda l:i zo n.1. Entrl' \o, :iñn~ Jtl1}2 \' 11)(>"1, l.1
arqU<.· ()logos y, r.1d.1 va. t:"ll un:1 m:-iyor propnrcii'1n. por 1urn,la,. l ,a CXC.1\':1nún Uninr,idad 1le Bnnn dirigu\ 1:i~ cxr:1 vacionn tanw Je! p:1l:ic10 corno d, In,
"1 región en tan solo u nas décadas. L os medios más etl1ticio,; colmd.mtn. El objl'll\o ua lkgar , 1 una 1m:j11r comprt'n,1ún dt:
y cxploraciún de l.1,; rurn.1,; 1lehe ir ,1comp,1ñ.ala dr mrclul.1.\ con,cn•;1rnin1:,t,l'•
,ukcu.1lla, c...¡m.: ..1 brgo plazo, puedan prott::gtr Jo,;; monumt:ntus dd cl1m.1, pop u lares para doblegar a !ns reinos vecinos eran la fo,es Jrqu11ectó111c.1~ y tk la nunulogía tic la ar4u1t1..Tlt1ra r1111c. f>Jralebmtr •IL
principalmente dt IJ, ,1hunil ..111tes prt:cipit~KIIHH.'~. F.n d ca:-i, de Topoxt( ' L' a su excav.tciún. d p.1L1c111 fue comtJ!idado par.i n itar ,u dtsm11rona1111t'prj
g ue rr;1 y las alia nzas ma trimon iales. Aguateca (foto-
han rt:alrz.ido t:sfuerzm, de,;rinaclm J mcluH lo:, tr:1h:1jo, an~ucol/,g-icos ) dt: Xk ipchC: ~ed dcclarJd.1 oficialmulll' no aC'tüibk ;d tunsmc,.
rntaur.1c1ún en un concepto gloh.il cuyo objcti\.'o es el dnarrullo clt' b rl'gi,'in grafía 638) desempeiió un pape l destacado, ya que es
y d fomento de un Lunsmc i sostcnihll'.
probable q u e d u rante u n tiempo fuera una especie de
segunda capital de la dinast ía d e Dos Pila~. Los ,obe-
ranos llevaban ,t cabo impu rt;rn tes rituales simultánea-
mente en las dos localiclades, donde se inmor1,iliz:1ron
con mon u mentos pétreos de formas idénticas.
La dinastía ele Dos l'ila, sólo logró prolongar su su-
premací:i dur;1nte un periodo quf' no llegó a los 150 afios.
Los asentam ientos subyugados se vengaron de la políti-
ca rcprc,i"" de los gobernantes: hac ia el año 760 cl.C., el
cua r to soberano de la dinastía de Dos Pilas fue
expu lsado. Aun así, los muros defensivos erigidos rápi-
damente dan testimon io ele los graneles csíunzos q ue se
hicieron por proteger el luga r. :--Jo obstante, fueron inú-
ti les: Dos P ilas fue aba ndonada por completo transcurri-
dos 11no.s pocos años. Con todo, a los vencedores no les
640 Mapa de I« rt'gilm dt· Pt>te.rb,11tín
1.a rrg1ón de Pctexh:itún t'- especialmente rica en 7.on ris arquc:::ológica... rspec-
r:-icul:1rc~. F.sd ,;iruafl:1 en la parte meridional del mayor departamento de
(iu:irem;ila, b prO\ inc1a dd Pt'tén, antaño recuh1err:i com ple1:uncn1r por b
El Patoe selva. Aum¡ut' el acce~o j Lt zo11,1 fue muy difíc il dur:rnre largo r1empo, en las
• El Chorro O• últ1rn.1s dl'cadas ha ~1Jo <ll'mamentc poblada y. t'íl consecuencia, ,;;e b ha pri-
vaJ11 dl' su vl'gttaciún natur,11. En la anuali<lad sólo quedan :ilgun:is manch;t"i
Chapayal •
Aguas tk ::icl\'a trop1r:d y lm colono:, han pcnctr.1Ju 1nclmo en l.1s zonJs prucegiJ.1!-i
ltzáne Calientes prt1.,1tna:, ,l In,;; ya(irrnrntos ,1rquc:ol6gico:,. dc::itruyenJo b vegct.JCiún y, cun

• El Caribe
clb, la~ rnin:1,;.


La Amelía Anonal • •
Arroyo Seibal
de Piedra Seibal•

El Pabellón
• Altar de
Sacrificios Dos Pilas•
La Paciencia•
¡ • Tamarindito
• • El Cedral •
El Excavado Punta de tumba o una., ruin,1, remota, supo ne un gran a tractivo.
Aguatecae Chimino No obstante, los saq ueos a gran escala son producto ele
bandas organizadas y bien equipadas.
Machaquilá• Actualmente, la región de Petexbatún se cuenta
emre las regiones más saqueadas ele Centroamérica. Casi
no quedan ruinas intactas; los ed ificios han sido disec-
Lar Reforma• cionados y totalmente destruidos en busca de tesoros y
Tres Islas • tumbas. Los monumentos pétreos exentos han sido frag-
mentados para saca rlos del país. A menudo, el único tes-
o 20km timonio que queda ele su existencia son unos restos en el
sucio. En Agua teca, los que presentaban u n m ejor esta-
do de conservación fueron clestru idos y clespeclazados ele
• Chinaja e Cancuén t:11 modo que los fragmemos m:is hel ios pud ieran llegar
al mercado neg ro extranjero (fotogra fía 6-l l ). En D os
Pilas fue saq ueada una escaler:i jeroglífica en un exce-
reducir l:1 a fluencia d e gente en la segunda mit~1d del número de ca mpos fértiles y de buena calidad es limi- lente estado de conservació n: con una sierra cortaron
,iglo \.\. En unas pocas d écadas, la población de las tado, en la actualidad las tierras bajas vu c:11 en a pade- una parte de este elemento arquitectónico, que tras las
tierras bajas creció rápidamente. A diferencia ele los cer un dé fi cit de suelo. Para los colonos, las zonas pro- excav;1ciones rc:iliz:1d as a principios de la década de
ch1clero~ nómad as y ele las compañías petrol íferas, tegidas de la selva re sultan extraordin a ri ame nte 1990, había siclo cubie rto de nuevo con tierra. Su locali-
los colonos en busca de tie rra se asentaron ele forma atracti vas, puesto que a llí la tierra aún es virgen y pro- zació n e.xact:i ~úlo era conocida por u nos pocos iniciados.
perma ne nte y masiva. Cada vez se reconvertían ma- mete una gran producción. D esd e entonces, el tramo robado no ha sid o recuperado.
yore, supe rficies de ,clva virgen para destinarlas a uso Con tocio, la descuidada inter vención humana que
agrírola. Los antiguos asentamientos agrkola, se t ra ns- pro,·oc;1 la modificación del entorno natural ele las ruinas
fornu ron en ciudades. no ha siclo el único fenómeno d e efectos deva,tadore,
l:. I asentamiento ele una población muy d ensa en para las :mtig u::is construcciones mayas. Desde que el co-
grande's exte nsiones de las tierras bajas ha sacado a la mercio internacio nal de arte descubrió esta ci\'ilización,
luz nuLvas ruinas hasta ese momento totalmente des- sus objeto, se han visto expuestos a una gran demanda a
con oc idas, arrancándolas del olvido que las protegía. escala mundial. Pero sólo algunas de las obras que se ad -
En general, la explotació n agr ícola d e la, exuberantes quieren libremente en el mercado del arte proceden ele
zona, d on de se encuentran las ruinas suele ir acompa- museos y colecciones privadas. De ahí que se ignoren las
ñ:llb de su d estrucc ión. La implantación de milpas, po r disposiciones nacionales e internacionales una y otra vez
ejemplo, requiere la roza ele la selva tropica l. Para ello para satisfacer la creciente demanda ilegal.
se talan los ,írboles (actualmente con sie rras a motor) y Para los actuales habitantes de las tie r ras bajas, de
se ljllema n junto con tocio el te rreno. El fu ego no sólo repente los tesoros artísticos de los mayas han adquirido
afecra a las ruinas de forma directa, , ino que también va lor económ ico. Así, pue,. en las tie rras bajas d el Ma-
h1s priva del abrigo protector que representa la vegeta- yab, la posibilidad de gana rse unos dóla res robando un,1
ción. Las autoridades de la región han intentado poner
frenrJ a esta evolución declarando zonas naturales pro-
tegida, los alrededores de los principales yacimientos.
641 l:.Strla 2. Aguatt>ra, Pcrb1, Guatemala. Edijino L8-5, parte superior; e/timo
Se espera que relacionando la cun,ervación de los mo-
tardío, 736 d. C.; p1t>dra caliza: alrnru 19() cm, anchura YJ cm, gruwr 33 nn
numuuos arqueológicos con la protl:cción de la se lva En la e~tcl.1 ~ <le Agu:1te:c1, el soberano 3 de la dinastía Je Oo:i. Pil,l) se prc-
-,ent..1 corno Yencedor ,;obre el ._ohcrarw de Scibal. El monu mento fut consa-
trnp1<al se logre una mayor eficacia ele dichas medidas.
grado en d ,lllo Tlfi d.C.. y ¡;uando ,e rcdc:i.cubri6 Agu;itt.:ca h,1ct· uno!! ·W :1110::.
No obstante, la evolución <le los últimos aiios d emues- toda vía se enconrr:1h:1 en un magnílico c::.tado de cunsnvación . A la it.quicr-
J¡1 <le b. G1hez:1 del ~oher.1110 { ~e dí.s11ng uc d w rttJc una sil'ír.1 c!:.pccial, prJc-
tra sm limitaciones. Puesto que la explotación agrícola
tirndu a mediados cie la di:rnd:I de 1990 por uno:i. ladronc.::i. Je arll' qut: funun
debilita rápidam ente el suelo tropical y ciado que el Je,..cubiertos perpt:rranclo rl :1cto y tll\'ic-ron que huir.
. LOS MAYAS EN
LA ACTUAL! DAD
LOS MAYAS DE HOY: DE LA PRIVACIÓN DE
DERECHOS AL MOVIMIENTO INDÍGENA
Nikolai Cruhe

Don Agapito se enj uaga el sudor de la frente. Inmed iatamen te vuelve a hundir adqu irido un nuevo significado y ello se manifiesta con m ucha más fuerza en
el bastón plantador en la t ierra pedregosa de Yucatán y practica un orificio en la tie- Guatemal a, donde hace diez aiíos que un sólido movimiento h a dacio lugar al re na-
rra para pla ntar g ranos de maíz y frijoles. Con un movimiento rápido, llena el :1gu- cimie nto étnico; pe ro esta refl exión sobre la iden t idad may,1 también se observa en
jero de tie r ra, avanza un paso y vuel ve a clavar el bastón. L leva así desde la madru- otros pa íses.
gada. Don Agapito debe trabaja r rápido, ya qu e pronto llegarán las primeras ll uvias; En la actualidad, la tier ra ele los mayas se encuentra d ividida entre cinco países:
en tonces será d emasiado tarde p;ira p lantar en su nueva m il pa. México, Guatemala, Belice, H o nd uras y El Salvador. En tres de ell os ex iste u na
Florentino A jpaca ja Tum suelta unos tacos. De nu evo se ha interrumpido el población consid era ble de mayas (ma pa 643). En el pequet'ío estad o multicul-tu ra l
suministro eléctrico en el pequeño y remoto pueblo mon tañés dt: Santa Catarina de Belice, los mayas constituyen aproximadamen te el 20% d e la población total del
l x1ahuacá n, en el altiplano de Guate mala. Justo en este momento tenía la intenc ión pa ís. En cam bio, en Méx ico t ienen m ucho más peso numérico, y a pesar d e no cons-
d e imprimir un par d e páginas de su enciclopedia k 'iche' en la nueva impresora láser tituir un porcenta je tan alto respecto al to tal de los habitantes del país, en los
que ha comprado con el dinero ele una funda ción estadounidense. No, su m onu- estarlos sep ten t r,ionales ele Ch ia pa s, Tabasco, Campeche, Yuc:nán y Qu intana Roo
mental obra no es uno más de los muchos dicciona rios k'ich e'-espafíol que existen. re presentan una gran p arte ele la población, incluso la mayoría . Pero el auténtico
Flon:ntino cree que los diccionarios siempre han sido un vehículo pa ra misione ros país de los mayas es Guatemal a. De los casi diez mi llones de g uatem altecos, a proxi-
y co nquistadores: instrumentos para roba r el idioma a los m ayas e hispanizarlos. Su m adamente seis millon es per tenecen a esta etnia y tienen como idioma materno una
enciclopedia no sólo será ele utilidad a los ex tranj eros, sino a los propios mayas. Está d e las 29 lenguas m ayas.
escrita exclusivamen te en k 'iche' y consti tuye un monumental reflej o ele la cultura
k 'iche' basado en miles ele palabras recopiladas con gra n esfuerzo. 643 La dwribt1c1ón dr las lenguus mayas un 'Arado de parenresrn similar al de l:1s rom3nirn:,,. por
En M~xico, lklice y Guatemala. unos ~ci!ó: millones de pcr- poner un ejemplo. Guatenub es el país con un m ayor nú-
J\ ngelina Coyoc es g uardabosques en la reserva de Cockscumb- )aguar d e Belice. :mnas titn<.'11 una lcngu.1 rnayc nre corno idioma matt·mo. mero rle ha hia ntes rnay::i.s, entre los cuale:,, dl.'Mara d gru po
Con orgullo y en el inglés c riollo de su pequefío país, informa al grupo ele viaj eros Las 29 lt·nguas ma)'ªS hahlad;1s en la acru:1.lida<l pn.·st:ntan lingüísrico k'iche'.

que en esta reserva ele jaguares, la única d el mundo, viven d e 60 a 80 felinos, la


mayor y más esta bl e población ele toda Centroamérica. Más de u na tercera parte d e
la nac ión, dice, es reserva natu ra l protegida, gracias, en gran parte, a sus hermanos
y herm:rna s del sur d el país (los mayas mopan y q'eqchi ' del selvático distrito d e
Toledo), quienes han logrado d efende rse con éxito de los consorc ios interna,cion::d es
que, sin escrúpulos, q uerían converti r el bosque en muebles y papel. Yukatek
Tres personas de tres países unidas po r la ide n tid ad maya. Actual m ente, en la
misma tierra que sus antepasados labraron y cultivaron dura nte milenios, todavía
MÉXICO
viven ocho millones ele m ayas debatiéndose entre la tradición y la modernidad , la
ad aptación y la resistencia, la global ización y el aislamiento. "Todavía", una pal abra
con regusto insípido, puesto q ue relega a los mayas al pasado e implica u na obstina- ~ ~
~ · ---i:- Chontal
ción por la tradición y las costumbres, un a imagen que no reíle ja sufi cienteme nte la
d ive rsidad de la realidad. Y es que los mayas d el presente ya no son sólo agriculto-
res que viven aislados, que cultivan maíz para la propia subs ist<.:ncia e n p ueblos re- ~ Chol GUATEMALA
motos y que posan como exótico objetivo ante las cá maras de los turistas. También
son políticos, obre ros de fábricas y profesores d e u n iversi dad. La id entid ad maya ha
~'Jotzil Tzeltal
'ª.f.
Tojolab'al ª"u 0 ,,
ltzaj

Q'eqchi'
Chiapanek
Tzehal ,
, ~ ;:, · Akatek
Tzotzil TPl<o < t ~ ~ Q'anjob'al

Doble página :.rntcrior:


}dx Pt1saj y l.....olmay. Copán, Honduras, umplo 18;
Jntogmfíu del a110 / 992
Pasa<lo y futuro: ni 500 ::iño.c; <le colonialismo, ni la po-
642 Mayas k'iche'. /oy,rbaj, El Quich/, Gw11m111/a
Joy.1baj cst;í sirnad:i en el :tltiplano de Guatemala y es
un centro para la cultur:1 y la lengua k'ichc·. Los k'i-
che· !'Ion d mayor grupo lingüístico Jl: Guatemala y ----
o 100km
$!/-s
0

S
-y Awakatek Uspantek

~ Mams ~
1 lxil /

., \
_¡;;Tz'utujil
Poqomchi'
'-Sakapultek
Kaqchikel K'iche'

~
Ch'Mi'
HONDURAS

brt'1..a, m una opresión ::ihierta han podido robar a los viven t'll el centro y en b p:1 r1e occidental del ahipl:inn Lenguas mayas
rn,1ya.s su identidad y su..; perspectiva), de futuro. Lolmay, gua[em:.ihcco. Han conservado numerosos clcmenros Español Sikapense A Poqomam V lenka
de su antigua n1ltur:1, en1re ellos el calendario de 260 Inglés
P.1p1·1 F[ S."'l[v.
que h:-ibia siclo haurizado como Pc<lru Garcin Matzar, ha
días, que denominan cho/ q'i,j {''cuenta de los elfos"). Lenguas no mayas
::idopt:idu Je nuevo un nombre maya. E~ lingüista y uno
Fronteras pollticas '9Do~
de lol! principales intelectuales <le la juventud may:l. H.-i Fronteras lingülsticas
aprendido ;i leer b e!ó:critura ;eroglífica: sólo quien cono-
et ~u historia riene un futuro.

mediante títu los de propiedad, sino po r derecho consuetudinario. Durante el boom


del café, entre los años 1870 y 1900, en G uatemala y en el vecino estado m exicano de
Chiapas esta situación dejó a las ,1ldeas indefensas ante la expropiac ión de 1·ierras por
parte de los barones del café. En todo el altiplano fue p rin cipalmente el cul tivo de
este producto, con un,1 ,J ita partic ipació n europea , lo que acarreó el d esm orona-
m iento de la economía agra ria tradicio nal. P or contra, y a raíz d el establecimienio
de plantac iones bananeras, las tierras ba jas guatemaltecas y los demás países centro.i-
mericanos se vieron some tidos a la influencia de los inversores estado uni demes.
Dado que ambos productos necesi tan gra ndes ex tensiones ele terreno, las fin ca, dt· la
Iglesia fue ron secu la rizadas y las tierras comunales indias sistcm,íticamcnte des,1ni-
culadas y expropiadas. La concentración d e extensos latifundios en manos <le una
pequeña el ite agrícola fue increment,índose conside ra blcmen1e. Para satisLKer la
crecien te dem anda de mano de ob ra barata en las p lantacion es, el p residente gua-
tem a lrecn Ru rino Barrios (1873-1885) aprobó un a "ley contra el vagabundeo": ,i
querían evitar la reclusión en la cárcel o los traba jos forzosos en la construcciún de
ca lzadas, los indígenas d ebía n demostrar q ue habían trabajado un número detenni-
nado de jornadas en bs pla ntacione; (íotografía 644). Bajo el con1rol militar que el
genera l Jo rge Ubico ( 193 1-1944) llevó a ca bo en grandes extens iones, el servicio que
prest.iban los i ndios se conv irtió en u na disposición genernlizada. Ello provocó gran-
eles migraciones de Pfblación en el país, puesto q ue los m ayas se establ ecían cerca de
las pl.i ntac iones en las que trabajaban (fotografía 645). Una consecuencia d e esto,
trastornos fue la crec iente sign ificac ión de l espaiíol como idiom a de comunicación
entre los distintos grupos m ayas de una plan tación. En Guatema la, el sistema neo-
colo nial h,1 sobrev ivido hasta la act ua lid:1d, a pesar de la gue rra civil y de los in te n-
tos de reforma. Gran parte d e la economía de l país se basa todavía en las exporta-
ciones de productos tradicional es como e l café, las bana nas y e l a zúca r; la oscilación
de los precios en el mercado mu ndial provoca graves tensiones económicas y socia-
les. La mayoría de la poblac ió n maya está condenada a alternar el autoaba,teci-
miento con el t rabajo en las p lan taciones.

644 (o.:;echa del rafé en F.icuimla, Guaumala, dcher, era <kltnido. Los niños t:1mhién dehfan ayudar para
Fotografía del ,ulo 1914 apmxi11wdt11m·mt• conrrihuir a la .ilimcnr:ición de b familia. Hnr en dfa. la t co- La guerra de castas en Yucatán
l.:i "ley rnnrr3 el vi1g:ibuncleo" del presidente Rufinu Rarrios nomía de Guatcmab sigue basándose principalmtnte en la
(187~1885t. enclurecub aún más por sus sucti.orcs. ohlig6 ~1 cxport:1C1Ón de uno.\ pocos producms, como por e1emplo d
los 111:-1ya~ gmirem:ilrerns :i rr:1haj:ir un determinado número café, el azúcar y el carcbmomo, todos expuestos :1 granc..les F in,1 lizada la é poca colon ial , los mayas de l vecino país de México no corrieron
ele jornacbs en l.1s pbnr~1ciones. Q11ien m>cumplfa co,, d1chc1 o~cibc1011c!, de prccim en el 1w:rcu.lo mundial.
una su erte mejor. La antigua oligarquí;1 pudo consolida r su poder y basar su éxito
económico, entre otros, e n la asimi lación de las comunidades indias. E n la penín-
La continuidad de las condiciones coloniales sula de Yucat,ín se establecieron gra ndes plantaciones de caña de azúcar. Otra d e la,
pbntas q u e también mostraba un buen crecim iento en e l suelo calc,íreo y pobre ,k
r:n 182 1, con la separación del an'l'iguo virreinato de N u eva Espaifa y del Ca p i- la región-'<! r:I e l :1gave sisal. Con el inicio de la indus tri al izac ión )e n Europa Y
tanado General d e G uatem ala de la corona española, los p,1íses rn los que ha b irn ban l\one-:ímé rica creció la demanda de los hilos y las cuerdas que se fabricaban con ,us
los mayas alcanzaron su autonomía for m a l y se convirtieron en estados soberanos. fibras. Am bos productos, azúcar y sisal, preci~ban d<.: ex tensas su perficies pa ra su
México fue el primer país en declarar su independencia y en breve le sig uie ron mu- plantac ión. Así, pues, a partir de mediados del siglo XIX em pezó a aumentar la ne-
chos otros estados lati noamericanos. Pero para los indígenas, ello no comportó en cesidad de ticrr:1.
absoluto la recuperació n de la libertad. En Méx ico, por e jemplo, se ha bía fo rm ,1do y A pesar de que e l oeste de Yucatán había estado hajo cont rol esp.iñol desde el año
estab lecido desde hacía tiempo un a oliga rquía hispano-criolla: las fortunas secu la res 1542, el pode r colonia l nunca llegó ,1 domi nar de forma prolongada el im penetrable
y l.1 Ig lesia católica se mantuv ieron unidas para segui r goz,111do de los pri vilegios y selvático este de la pe nínsula. Durante todo el per iodo colonia l, a lgunos gr upo'
adquiridos. En los nuevos estados desapareció la d ependencia política del exter ior, de m ayas yu ka tck habían conseguido aíirm arse en esta zona y alcanzar·una con-
pero no las dependencias internas, ni 1.is minorías dominantes d e propi ewrios, ni la siderable independencia. Pero a medida que las plantaciones crecían, iban encon-
inte rminable sucesión de d ictaduras. trándose cad:1 vez m:\s bajo la influencia de los propietarios de las mismas. Fi-
nalmente, en julio ele 18-17, e n las inmedi:icioncs de Valladolid - en la parte o riental
d el actu,il cst:-1do de Yucatán- se produjo un leva ntamirn to : los mayas se oponían •1
Los efectos de la economía basada en las plantaciones los altos tributos e impuestos. Pe ro el con fli cto no em pezó a propagarse rea lmente
hasta que íuc ej ecutado su líde r. Los mayas de la regi ón s<.: o rganizaron según el
Uno de los problemas centrales de las comunidades indígenas de amhos p,1íses mod elo ele las milicias yukatck y se rebelaron contra la clase alta blanca. F.n poco
(Méxiro y Guatemala) era la cuestión de la propiedad de la tierra, que no era regu lada tie mpo y ;1rm:1dos ún icamente con machetes y fusil es, habían logrado conquistar casi
toda la península (fotogr;ifí.:1 646). En el mes de mayo del año 1848, los soldados
mayas se enconrraban a las pue rtas d e Mfrida, preparados para asalta r la mayor ciu-
dad de la península. Pero el triunfo nunca llegó. En agosto, los mayas fueron derro-
tados y al cabo de poco tiempo se vieron obligados a ret roced er hacia el esre. Hasta
ahora no se sabe a ciencia cierta qué impid ió ;1 los mayas tomar Mérida y, con ello,
probablem ente obtener un a victoria segura. A menudo se ha seña lado como expli-
cación el inicio de Li é poca de lluvias y la necesidad de los mayas d e regresar a sus
cam pos para dedicarse al cultivo del ma íz y g,1rantizar el autoahastccimiento. O tra
645 Día de paga en una f,,m, de a~/1. Fotogn,jlu cunhiado dt forma si~nificmva. F.I s,dnrio mínim11 lt:g:il
de las razones mencionad as, seguram ente más plausible, se rí:rn las dispu tas en tre sus
dt·ltJ!lr, IYU (que poc:l:-. vece:, lkga :..1 pag:irst') ;1scienJt: n1 la actu~1lid.ul
cabecillas, los cuales no consigui ero n ponerse de ac uerdo sobre la estrategia a segu ir Dt·..,dt.· que.: 1..'I café fue 111tr()(l11,ido t·n Guatcm:tla. princi- :1 De ahi 4uc hoy
unos 2 dóbrtnliarios. un sueldo irrisorio.
p:dnll'ntt: gracia~ .:il c.1pir:il Jlem~n y s.uizu. las fincas in- en db d 87% rk los g u~Hl'mal tt'CO~ \' IV:tn por ddujo dd
a largo plazo.
corpor.iron 111.1110 de ohr:i inrlíg:en;L í>('sck t:lllunct's, ni l.1s umbr:tl de la pobrrz..1. El 73% de lo,; niño~ rnt·nurts de
condirionf::S Je trabajo n1 b propierfrtd dc- b tierra han cinco año"i p.1derr dr..:; nutnnún.
Un Estado maya independiente
Obligados a retroceder a la impenetrable selva oriental,
los supervivientes consiguieron reagrupar~e. En el año 1850,
en las inmediaciones de un cenote en cuya entrada habían
encontrado una supuesta "cruz santa", fundaron la locali-
<lad de :-Joj K.aj Santa Cruz Xbalam !\'aj, que no Lardó en
convertirse t:11 la capital de un estado maya independiente.
Siguiendo el modelo de las iglesias coloniales, en el centro
construyeron un templo para la adoración de la cruz, la
principal actividad religiosa ele los rchclcles. Se decía que
la cruz encontrada en la enmiela dd cenote podía hablar y,
en el la, los mayas reconocían a su Mesías, qut: habí;i llegado
a la Tierra exclusivamente para ellos, con el objeti vo de
comunicar la s nuev::is al pueblo e legido de Dios. En un p rin-
cipio, tras la "cruz parlante" se escondí:1 un maya con apti-
tudes ventrílocuas. Cuando éste murió la cruz siguió h;1-
blando, pero sólo por cscrito. Las ardientes exhortaciones
que los escribas hallaban a sus p ies por la mañana iban diri-
gidas a los reheldes y les an imaban a seguir con la lucha. E n
su combinación d e elementos cristia nos e indígenas, el culto
a la cruz constituye un producto típico del contacto cultura l
frmo ele las relaciones coloniale,. Su ideología mesdnica y
n;1tiv ista pretendía la reinstauració n de un m undo prehisp;Í-
nico ficti cio y sagrado y fue tan influyente que la resistencia
contra los odiados forasteros siguió siendo s u objetivo du-
rante v;1rias décadas. E l poder ele los mayas era tan g rande
que incluso mantenían relacio nes comerciales con la colonia
de Honduras Hritá n ica, limítrofe con su territorio por el sur.
Los habitantes de esta pequeiia colo nia \'ivían d e la madera
tropical, que en Gr,1n Bretañ;1 gozaba de una gran deman-
da. Los may,i,, permitían a los ingleses t,1 lar caoba y madera
de campeche en sus extensas selvas. Co mo contrapa rtida ob-
tenían pól vora, a rmas y ,ilimentos. De este modo podían im-
pedi r b e ntrada de las tropas mexicanas en su territorio.
En 1901, el ejército finalmente consiguió penetrar en el
este de Yucatán y tomar la capital de los rebeldes. Ello fue
posible.: debido a que algunos soldados lograron internarse
en la zona fronteriza entre el terri torio maya y la colonia
británica para imped ir el suministro de armas y de o tros
productos. Pero mucho antes de la conq uista mexican:1. los
mayas ya habían vac iado su c.1pital y escondido b "cruz sa-
grada" en la selva. En la mayoría de libros se considera el
año 190 1 corno e l del ftn de la guerra el<' castas, ;1unque de
hec ho sólo fue el año en que los mexicanos h icieron su en-
trada en una ciudad ;1banclonada. Lis luchas se prolongaron
hasta la década de 1940, cuando se produjeron violentos
enfremamientos. Y aun entonces, los mayas cruzoob d e
Quintana Roo, tal como se denomina actua lme nte a los des- 646 l'ua r:a,w dt' la g11crrn de ,fülf1i. (j/aJ .,obrr lil'n::o,
hacia H50
cen dientes de los rebel d es, rec hazaron su total integración al El cuadro Inuc,rr,1 \ns horrores pro\-·oc:Hl11s pür la gul'rril
csLado m ex icano. En los p ueb los de los ,1 l recledores de Felipe Üt' c~1sUls. Cun tod:1 prnb:1biliJ:1J rcpresent.l d Jtaquc a
un purbln yukarek por p:trtt' Lk lo:. m;1y;i:-. n:bt::IJi:~. <-¡llll'-
Carri llo Pue rro, nornhre q ue recibe en la actualidad la anti - ncs dur;mlt' la segund:.1 miud del sig-lo X!X utiliz,1ban
g ua capita l de los rebeldes, se org,111izaron compafüas arm a- este rcl'ur;;o p:ir:1 intentar reu 111r ,1rnus y otroi. ::1.rticulos.
Pul'stu 4uc los rdx~ldc:~ m1 tenían tonr:1ctos comnc1:1IL's
das para proteger el santuario de la cruz, que ha sobrev ivi- (cxctptu,11h.ln b colnnt!l bridnini 1.k Rel1ce}, se: ,·dan for-
do hasta nuestros elfos. z~1do:i .1 ir c.:n husc3 de: estl' upo de hmines.
La guerra <le castas ha sido el levantamiento indígena más prolongado y con más
éxito de todo el con1inente americano, aunque en mo<lo alguno fue el único. También
en Ch iapas y tras conseguir la in<lepcn<lencia española se produje ron rebeliones ar-
madas de varios años de duración, como por ejemplo la "gue rra <le las rosas", que
entre los años 18(,7 y 1870 conmovió la ciudad de Chamula y los alrededores de la
ciudad <le San Cristóbal d e las Casas. En todos los casos, los mayas lucharon sin es-
peranza contra regímenes que les derrotaron. No contaban con un ejército regular,
ni cun las infraestructuras ni los medios económicos necesarios para me<lirse con sus
oponentes. Los numerosos intentos fallidos de sublevación contra el poder ayudan a
comprender por qué una g ran parte de los mayas prefirió el aislamiemo o e l recha-
zo cultural al conílicto abierto con d régimen. Una estrategia con éxito consistía en
hacer concesiones supe rficiales a los mi sioneros y a los funcionarios colonia les, unas
concesiones que no m od ificaran la sustancia de sus va lores y convicciones. La ca pa-
cidad de los mayas para incorporar ele m entos culturales fo ráneos a su modo de vida
sin 4ue éstos lleguen a destruir la integridad de su propia cultura ha contribuido
esencialmente a s u supervivencia.

Tierra quemada: Guatemala y la guerra civil


Como consecuencia de su inhabilitación política, los mayas se replegaron en a l- los movimientos revo lucionarios de N icaragua y El Salvador tam bién se dejó se ntir
deas. Durante mucho tiempo, este autoencierro les proteg ió d e un mundo ex terior e n Guatemala. En el afio 1976, el país sufriú un gra n terremoto que a fectó a extensas
hostil, pero también impidió el surgimiento de iniciativas y la defens;1 de sus intere- regiones del altiplano y motivó la llegada de organizacion <:s hum anitarias extran-
ses a esca la s uprarreg ional y con eficacia política. jeras que apoya ron la formación d e grupos d e :1utoayuda. Las com u n id::t<les indíge-
En Guatemab , esta situación cambió durante la segu nda mitad d e la década nas entraron de este modo en contacto directo con orga ni zaciones internacionales y,
de 1970, cuando principalmente la Ig lesia c.nólic:1 inició acciones en las zonas rurales y a través de e llas, consiguieron fu entes de financiac ión ind epend ientes de l Estado.
fomentó la fundación de cooperativas indígenas. Simultáneamente, la repercusión de Así se inic ió un p roceso de toma de conc ie ncia y emancipación. En c l año 1978 se

647 Mmmmento en mt:morin dt foJ ast•.1m,ulo$. l¡;/es,l,


de Neha1, El {)mthi. Grwtcnwla:fntogiufía dtl a,ia /998
Dur:rntr la, pn.::,id1.:11cia~ dt'. los generalt"s RomL:n Luca::.
G:trcfo y F.fraín Ríu, Muntt, t'n el dcnc,minado "tri,ín-
gulo 1xil'· . ..,;,u~<lo L'ntrt lo~ e~t:ulrn de f\ch,'lj, Ncnr{m y
C:rnr6n1 fucrun M r.1-iadrJ:,, m:1s Lit' (¡{J puehlns 1xil. E..,11.:
grn po rn:ty:1 imcntb rnanlL'llt'f un:1 neurr:1!1d,1tl 1.k11ca,
pero ,1c.1hú ;Hr,11x1dcJ t:ntn.: lo:. rnov1mil.'nto) 1le gucrrilb y
lo:- mili1arc,.

648 "l)eft111tt: de la wbmia dd st11gc1110 mayor''. Sun l.uau


Tolimdn, Solofd, Guaremala;foto¡:rufí" clt:I wlO /9/ 3
L1 creciente expansión dt b cconumLt de ('Xporrnciún
tuvo romc) <'◊!UlTUL~ncia la forrnanún de: nucv:h dilL's
agr:Hia~ jumu a bs criqllas (antigu:1~ fomilias prncnkn-
rcs dt..· Esp:tfia). E~t:t:-o nur·vas ditC:' )I t:stah:1 0 íormathi:-o por
b~ dast!. meJias m esri za~ )! por exrranjt::ros. Para los
llllt.:\'OS pre ►pictanos no indígt'nas se acrn1ó c-1 t(rminu 'ºla-

dino'·. 4ue .1ctu:1lmrntt.' sigue .iplidndosr a la t l.tsc alw


de origc:n europeo. hÍ como a los grupo~ele· población d1..·
procn lenn,1 amerindia 4ue <ltse:in nbandonar '\U identi-
dad mayJ.
creó la asociación <le agricultores CUC (Comité de Unidad Cam pesina), que en poco 649 Viudas n, el a-11wuerio de Xeat::::án JJajo en un gran número de fosas comunes, que ac1unlmen1c
En 198 l, b org.1niz:1ción en ddcnsa Je los derechos hum:i- están siendo identificadas, al igual que los difuntos, qrn: re
tiempo consiguió movilizar a gran parte de la población del alti pla no. Estas tenden-
nos Amnistía lnternncional habló <ld asesinato pnlítico cuperan su nombre y reciben sepultura por parte de sm. p.1-
cias, que en un prin cipio única mente recihían el impulso d e unos pocos funcionarios, como programa del gobierno guakmaltecu. Lis víctimas rie;nrcs: sus viudas y sus huérfanos.
nan principalmente mayas. Los muertos fueron enterrados
maestros y rel igiosos de las áreas rurales, eran consideradas una amenaz,1 por la elite
en el poder y, po r consiguiente, fueron combatidas m edia nte un a represiva política
de desplaza mientos de poblac ión cuyo objetivo final era acabar definiti vamente
con el modo de vida y la cultura indias. En opinión d e los mili ta res y de la ol iga r-
q uía, los g rupos d e población indígena no e ran simples pedigüe ños que impedían el de sang re y d e la miseria humana vivid os durante esos años, que los mayas recuer-
avance ec_onóm ico de l país, sino que además les consideraban colaborado res de los dan con el término espa iiol "violencia": 150.000 muertos, un mínimo de un millón
movimientos revolucionarios. De ahí q ue a p rin cipios de la década de 1980 la repre- de refugiados en el propio pa ís y 400.000 en los estados vecinos, E stados Unidos Y
sión de la población maya tomara las dimensiones de un genocidio. Miembros de Europa (fotografía 649).
sindicatos, acti vistas católicos y maestros fue ro n secuestrados, torturados y asesi- Los actos violen tos no e mpezaron a disminuir hasta los años 1983 y 1984, bajo la
nados por los escu ad rones <le la muerte; numerosas m anifestaciones populares se so- presión de la opinión pública internaciona l. En el año 1986 se celebraron las prime-
focaron con una ll uv ia de balas y en algunos puehlos se fus iló y enterró en fosas co- ras elecciones libres en Guatemala desde que, en el año 1954, y con la colaboración
munes a toda la población m asculina. Las m uje res fu eron violach s y los niiíos de la C IA, fu e derrocado el gob ierno de Jácobo Arbenz, el último presidente elegi-
ohligados a cum plir el se rvicio mil itar. Los pueblos mayas desaparec ieron de l mapa; do democ rá ticamente. El motivo d e este golpe de Estado fue el temor de los lati-
comarcas ente ras, como por e jemplo la región I xil , quedaron despobladas (fotogra- fund istas a que el gobierno d e Arbenz in staurara la reform a agraria q ue estaba pla-
fía 647). Se obligó a los su pervivientes que no habían buido a trasladarse a los deno- nifi ca ndo. A pesar de todo, hasta el día d e hoy la nueva democracia tampoco ha
minados "pueblos modelo", cuya cuad rícu la de calles estaba vig ilada por soldados. conseguido modificar las cond iciones de propiedad d e la t ie rra, q u e se remontan a
Las cifras transm iten una impres ión sólo aproximada de las proporc iones d el baño la época colon ial.
Los indios: entre la represión abierta se im pa rten clases en lengua ma ya dura nte los p rimeros años, el obj etivo de la ma-
yoría de estos programas es educar a los jóvenes mayas para que utilicen el español
y el desprecio silencioso en detrimen to de su idioma m aterno. La id eología reinante deja m uy poco espacio a
la idiosincrasia maya.
La guerra, la violencia, la represión social y la alie nación cultu ral han determi- Las culturas nacionales no sólo les roban la identidad lingüística, sino también el
nado la vida de los mayas tanto en la época colonial como e n el pasado reciente. pasado (fotografía 651). En los textos escolares d e México y Guatema la no se ded ica
En Guatemala el conflicto se pe rcibe abie rta me nte y divide el país e n mayas y no ni una sola palabra a la historia previa a la invasión española. La idea de que la his-
mayas. Por otro lad o, la g uerra civil que d esde 1994 tiene lugar en C hiapas demues- to ri a d e la región empezó con la conq uista todavía está muy extend ida. Los jóvenes
tra que ni la revolución d e 19 10- 191 1 ni la consig uiente redistribución de las tierras mayas lo saben todo sobre la Revolución Francesa, pero nada sobre quién erigió los
llegaron a este estado mexicano. En otras regiones, como po r e jem plo en la penínsu- ed ificios de Tika l. La supresión de la h istoria maya ll ega hasta tal punto que sus
la de Yucatán, aunque las fronteras entre m ayas y no mayas no son tan claras existen, gra ndes ciudades son declaradas obras de otras civili z,1ciones. Los in tentos de inter-
si bien se articulan de forma sutil. E l com portamien to d e los no mayas, que lleva n la p reta r los logros d e la an tigua cultu ra maya como creaciones <le una t ribu de Israel,
voz cantante en todas las instituciones, viene determ inado por el desconocimiento del d e sacerdotes hindúes o incl uso de extrate r restres ta mbién son muy populares entre
mundo y de la historia d e este pueblo, así como po r la arroga ncia frente a su cultura nosotros y alimenta n las tesis que quieren separar a los m ayas actuales de sus a nte-
(fotografía 648). Para no te ne r que esforzarse en aprender las lenguas m ayas, las de- pasad os p rehi spánicos. Hay quien ca li fica a los mayas actuales de "i ndi o~"- Al elegir
claran si mplemente dialectos, un térmi no peyorativo q ue en Latinoamérica puede sig- esta palabra, d a a entender que no existe una continuidad <le los sujetos históricos y
nificar algo así como " jerga" o "balbuceo". Con el mantenimiento dd español como su identidad. La alienación cultu ral de las propias raíc<.:s es tan g rande que muchas
única lengua oficial consolidada y fijada se pretendía que las lenguas mayas queda ran personas desean borrar todo signo de identidad maya. La fuerte infl uencia de la cul-
arrinconadas a favor de un id ioma y una id entidad naciona l únicos. Pese a q ue en las tura pop norteamericana tam bié n contribuye a que muchos mayas, pri ncipalme nte
regiones donde viven los indíge nas existen escuelas con formación bilingüe en las que los jóvenes, quie{a n abandona r sus raíces.

650 Chudu¡ajaw en Chichicastmango, El Quiehé. Guatemala debe pertenecer a una cofrnclía y haber cie:sempcl\:uln v.1# 651 M;rada educa al iJrte mara uetual. Palenque, México csd rtpkto de heroicos monurnrn ros 4u~ glori-
En muchos lugares de Gu:Hcmala, las cofradí.1s religiosas nos c.:1.rgos. En los dfas de mercado, los miembros de l:i co- Chiapas, Allr,ro fican c.:I pas::ulo prccolomb1110. pero no curnra con ningu-
siguen e1crricndo una gran influ~ncia sobre la cornunid.td. fradía tic Samo Tum,is en Ch1chicas,cnango rccolcrr.:1n <li- Una cabt.--ia mara mirando h.1cia el c1du. hcch::i de hormi- no dcd,cacfo a los actuales descendientes cfd re¡ Pakal.
Su papel no se limita a velar por las figuras s.1graJ,s y las nero para ohr.,s caritativ:1~. St: les rcconcx:c par d lrJJe y gón blanco, anuncia :11 visitante de b modrrna localiclil!I Los mar:1s de Chiapas wn uno de lm puchlos m{1~ pnhres
fiestas religiosas, sino que también toman decisiones políti• wbre todo por ti tocado. St: dtnomin:rn 3 sí misrnos chuch- de San10 Domingo de- Palt'nquc que en este puntu el C;l- Jd país.
cas. Un homhre: :u.luho que desee alcanzar prestigio socfal qajaw (""rnarfre, p.1drc"). mino se .-les1,fa hacm l:Jc¡ ruinas de b Jnt1gu:1 c1uthd m:1y:1.
La cultu ra maya está realmente viva. Durante la última década , los mayas han
fundado o rgan izaciones propias en todas partes, ya sea en México, Guatemala 0
Belice. Q uie ren asegurar tanto sus raíces como su futu ro. Reclaman las ciudades ck
sus antepasados, excavadas por arqueólogos ex tranjeros y reconstruidas para el tu-
r ismo. La editorial maya C holsamaj edita publ icaciones científicas, li bros de texto en
lenguas mayas y reproducciones de los cód ices. En Guatemala, los mayas han fun-
d ado sus propias escuelas, donde las clases se impa rten en k'iche', tz ' utujil o q'an-
job'al. Las m u jeres y hombres ma yas se han ganado puestos decisivos. L a socióloga
Amanda Pop, la d iputada y líder de la organización de viudas de guerra Rosalina
Tuyuc y, evidentemente, la ga nadora del Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú
Tum visten su t raje tradicional: ya no esconden avergonzadas su condición de ma-
yas, sino q ue afirman públicamente su identidad (fotografía 653). En México, los e,-
critores mayas se reúnen para encontrar n uevas fo rmas de expresión literaria en su,
lenguas maternas. Pe ro la mirada también se dirige al pasado. La cuestión de la pro-
pia identidad, del propio origen, sólo puede ser respond ida teniendo en cuenta la
h istoria . Por ello, la arqueología y la hi stor ia, así como la e pigrafía, han adquirido
una nueva dimensión. L o que empezó en los n idos de estudiosos y en las bibliotecas
de Europa y Norteamérica como una ciencia exótica, actua lmente tiene una gran
importancia para el renacimiento cultural maya.
Los m isionerfs católicos solían ciar a los mayas un nuevo nombre como signo
de haber recibido el bautismo crist iano. En la actualidad, los jóvenes mayas han
652 Ni,io,- /akmulun: los últimos mayas "salvajes" pfütUJ nínic::i hbnc:i., y sus larg:is cabelleras. En n.:aliJaJ, muchos abandonad o sus nombres cristianos y para recuperar su "antigua ident idad" utili zan
ante la rámara. Naha, Chiapas, México, fotografía del rir' ellos han sido convertirlos al cristianismu, aum,1ue en
de nuevo la onomástiGl 1m1ya: Nikte', Lolmay, 1xkem ... Sin emba rgo, el autor ele
,uJn 1998 la rlécacb de 1960 un grupo ahra1.ó el proLcstantismu <lt' hi
Los :iproximadarnt'nte 500 m::iy:i..,;; lak:rndon qm: actual- m:1.no de a<lvt."ntist:i.s est::iclouniclcnscs. Todavfa vistt'n sus la enciclopedia no qu iso cambia r el su yo, Floren t ino, porque con 68 años de edad
mente viven en los pueblos Je ;\J°:1h:i y L1c:rnhá. ti! d esta- brgos .:itut'n<lu~ para los turisr:i.s.
do mexic:ino de Chiapas. son fals::imenre consi<lcrndos los
ya e ra d emasiado mayor para ello. A u n así, se sen tó en el m ismo autobús que los
últimos mayas "~1lvaj<_.s" a causa de su tr:1je tradicional. b jóvenes para ir a visitar las excavaciones d e las ruinas de Copán. " Las estelas de
Copán tienen tanto significado para nosotros como la Acró pol is de Atenas para los
europeos", d eclaró. Y mientras Lolrnay se dejaba fotografiar junto a un rel ieve con
la representación del soberano 16 d e la dinastía de Copán, Yax Pasaj, Don
Renacimiento cultural y el movimiento panmaya Florentino se esfon,aba por anotar los nombres de los reyes de Copán en su
kematz'iib' ("telar de escritu ra"), la palabra k 'iche' para "computadora portátil'".
En (;uatcmala se ha formado un sólid o mov imiento maya como reacción a la Esto d emuestra que también los avances más recientes de n uestro tiempo tienen un
guerra civil y a consecuencia de la concesión del Prem io Nohel dt: la Paz de 1992 a lugar en las leng uas mayas.
la maya k' iche' Rigoberta Me nchú Tum. Actualmente, tanto en la p rensa como en
otros med ios de comun icación se ha desencadenad o una dis putada lucha en pro de
la autentic idad ck la cultura maya. A los mod ernos sace rdotes mayas se les reprocha
que util icen libremente las con vicciones y prácticas espi rituales de otras religiones.
Y es cierto que el dios cristiano ha pasado a formar pa rte de la relig ión maya m o-
derna y que ju nto a los dioses de origen prehispánico se invoca a los santos cristia-
nos. Pero los sace rdotes mayas u tilizan también símbolos de las épocas p rehi spá-
n icas: las impresiones de t extos jeroglíficos, principal mente d e los cuatro códices
conservados, forman parte del ritual d e algunos ajq'ii;; nombre que reciben actual-
men te los sace rdotes ca lendáricos mayas en el altiplano guate malteco. Los críticos
de l m ovimiento maya ven e n e llo una prueba ele que la religión maya, tal como se
practica hoy en día, ya no es "a utén tica", sino q ue más bien se trata de u na creencia
sincrét ica que no m erece tal cali ficación. Pero por su parte, los intelectuales mayas
opina n que prec isamente la ílexibiliclad y la capacidad de la cultura para incorporar
elem entos forá neos son signos de su vivacidad.

653 Rmalina Tuyuc siendo presi<ll'ntl. T::imhién es diputada tn d parlamento y


Pese a una fuerte oposición, las mujeres indíg~nas han ido un:1 de bs p<>c1s represent::inres mayas tn la institución,
ocupan<lo irn¡x,rt:i.nres posicionC!t en la socit'<laJ gualcmal- :rnnque más <le la mitad de: b población dd país pertenez-
ll'Ca. RusalinJ Tuyuc fundó la CoordinaJorn Nacional de ca J <licha etnia.
Viudas J e Guntem,b (CONAVIGUA). de la nial sigue
EXPLORAMOS NUESTROS ROSTROS

ltS1 Higr,l,(1t11 Mt11thú T11rn.


l',unio .Vobd de: 4' l'1"
F.n d aii<l 1•m, la k'ichc' R,i!i~rtt
Mench1l Tum, quien 1luunte l.1 guc.-•
rr; n~,I 1~nl1óa ,::as1 " •b .\11 f:11rn l1;1,
rtt1tliód Premk• Nubd ,k b Paz P'"
iu lu..h.a 61 pro Jt. lu, ,kttth11J i.k 10,
1h Ir>\ ¡,urhlo~ 111<U¡¡~·1w. Drr.ik .-n-
1,,iia, \'l.lla l~lf t:odl1,·I ,nun,~1 f()ln◄ 1
tm™j:.1J001 t"Sp«i,d ,k 1~ r-:Jctll~
UmcW en u hJaJ ,k reprov11;1n,r
clt lo, put-blo~ mdi~l'n.l). Tu., b
firm.i de: l:.i pai mm: Idl(utrrilla y 1,,.
m,1,urn en d añc1 l'l?ti y d"pub 1k-
un rro!,111g-.ufo c-11hu. \',,lvul 2 ( iua•
h mal> AIU, cun rl dinno Jd pn:-
m10. C1ro UN! fWl,L.cK1n ,J,~l10tl;111
b defen'l:I Je l,11,lcrtthw,cuh ur-.1!,--. ~
('<JltK,-. ct1 e peri.i.l ,k lus Jllk'blo~
inJtxen.lll Jt- ~• ¡1,1;ÍK1 amnec,-nr».

En 1992, 500 años drsputs del descubr1m1et110 oficial dr con nuestras ma nos. Hemos leva nta<lo las obra~ má s e ra más puro o menos puro, que si los ladinos Jehían
lmt'rlt-a, Rigobtrtu Mt:nd,U rrrihi6 rl Prunlo Nobel de lu Paz grandes con nuestro sudor. H emos calculado nuestros ser más puros o menos puros, o s1 los ladinos <lc.: bcn ~ r
f"" su i1,Jatig1Jble ludia a favor dr la igualdad dr derechos de los pa5o), liemos impuesto n uestro ritmo al ed ifi car, Tam- indígenas. Tamhién nos e nseñaron que la guerra des-
1ndfgetta$. El destino de sufomilia se hu ,-epctlda de f,,rma Slmi -
r,,,. e:n dec,nw dr miles Je hugart:1 y /111 servido de bast: para -1u bién hemos contri buido a fo r jar la rica d iversidad de tru ye la d igni<la<l indigena, <leslruyc la unidad. Por
,,u1obiografla. nuest ros pueblo$ de Amé rica. Tanto, que nadie po- ejemplo, si estás afiliaJ o aquí, en tonces e res un ind íge-
<lría Jifercnc1ar hasta dónde llega lo indíge na y h asta na puro. Si no ere-s de mi grupo entonces no eres pu ro.
Fuc:nrc: Rigoberta Menchú: La nieta de /ns mayas. RI dónde no ll ega lo ind ígena . Porque la cultura tampoco Los u1q',ij no se perdieron e n esos d ife re ntes tbpicos.
País/ Aguibr, Madrid, 1998 es pura. F.s una d inámica. Es algo d ia léctico. Es algo Los ujq'iij e ran muy sencillos. Decían: ' Ha ll egado la
q ue carnina, q ue evoluc1nna. No puede decir un o esto hora de.: que c.iiga la llu via, que la llu,•1a haga retoñar
"Mucha gente piensa yue los indígenas hemos !.ido es pu ro y csro no es puro, porque la pu reza en esto la semi ll a, nuestra se.m ili~ que está re posa ndo sobre la
, -.¡ pectadotes de estos quinientos arios, pues dicen que n3 J ic podría <letcrminarla. Yo pienso q ue nuestros Tierra y que fl orezca nuestra cult ura. Que la discordia
~1>mos los ,·cocidos. Efec tivamente, ha atravesado por pueblos nunca fu eron espectadores ajenos, pasivos . se aleje de nosotro,¡,' Di)e ron que e ra l,1hora <le la llu-
1msor ros el racismo, la d isc riminación, la marginación, Tocios los ava nces nos pertentccn porq ue hemos con - via . L.1 hora ele la dariJad . Iniciaba la claridad de
!.1 opresión . Somos el pueblo q ue podría testifi car con tribuido a ellos, aun dent ro de la más completa y com- nuestros cam inos. La cla ridad nos iba a iden tificar y
1n:h precisión las consecuencias de una coloni7.aci6n, pleja diversidad étn ica y cultural.. . nos íbamos a volve r a reco nocer e n nuestros rostros, 6e
la s consecuencias de las cadenas de una e xplotac ión Yo creo que el rescate de profundos valores mi le- iban a reconstruir nuestros pensamientos. Se ll enú un
viva, las consecuenciils de u na (fücrim inaci6n hum1- narios ya no sólo es el in te rés de pueblM indígenas. d elo, se llenó un periodo. Y a hora estam os en otro."
Han te, absoluta, y somos un poco mjs precisos y visí- Este concepto lo encontré más en losajq'iij - sacerdotes
bles en este sentido. Pe ro es bueno recordar q ue los mayas-. Los sacerdotes mayas no S(" ucuparon en dec ir
pueblos indígenas hemos fo rj ado las gra ndes ciudades que si los abuelos eran mejores o peores, o que si uno
ANEXO
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GLOSARIO
Danid Cr:iña- Ht:hren,; y Niknbi Crul x:

inscripción que aparece encima: dii (bebida de Análisis del pole n el más famoso dt" sus reyes, rcc íbió en 151 <) al
ag-~1ve fe rmentado). Procedimiento que estud ia el pole n de una exca~ cnnqu_istndor l l er11;'1n Cortés, quien poco des-
v:1cic',n arq ueol6gic1 para determinar, por ejem- pués. con su ejército, iba a a nexionar el imperio
Aguada plo, qué tipo dr vege1acilln existía en una época azteca :1 b corona española.
Se trat:1 de un ~ ce,wte enarenado. con form:1 concreta. Con e llo se obtienen conocimientos so-
de embudo o de c ue nco, e n el que se rr:cog:ía el bre todo acere:, de la agricultura y de los ali- Bajo
agua de lluvi:1. rnentos vegei:ilcs del momento. D enomi nación p;H:i una Jcpresi6n cubicrt:1 J e
barro y en genrr;il extensa e n la que ~e a cu1nu-
Ajaw (may", "sobcrann", " rey") Animales domésticos la d agua. En el sur de la península de Y11cat:ín ,
Término aplicado al soher:J110, príncipe o rey, o F.111rc los ma yas, los an im:ilt':-. domésticos te n ían los bajos fonn:1 11 una zona pantanosa.
en general a cualq uier nohlc. E n un sentido 11 11 papel poco destacad o. Ade más de perros.

mí1s t::sl ricto, ajaw cksigna el principal c;:1rgo c riaban principalme nte pavos y palomas. No Bakab
político de los mayas en el pe riodo cl:hico. A ut ilizaban los perros únicame nte p:1ra la caza, ..ríti.d o de signific:ic ión descono citb que dura n-
m e nudo aparece acompnñado del :irrihut.ü s ino qu<:: :il p:irecer también los consumían, ta l te d periodo clásico t~1rdío solí:1 reservarse a lo'i
k 'uhul (di vino), especia lmente en ➔ g li fos em - como rcbtan c ronistas españoles del cent ro de soberanos. Algu nos cie ntííicos lo equiparan al
blema. E n el calendario, ajau.1 c.s el úl timo día i\iléxico. M uc hos otros anim;iles considerados concepto ➔ batah, de sonoridad similar y q ue
d el ~ tzolk'in, así como un:i unidad de tiempo salv:1jes, como papagayt~, tort ugas, a gu t ks, e n el periodo posclásico designaba un cargo im -
para la -) c ue nta corta. co:11 íes y ciervos vivían en cautividad, pt' ro no portan te en el norte de Yucatá n.
e ran do m esticados.
Akan (dios A) Bak'tun
,\k:,n es el dio, de las bebidas alcoh ó licas, de las Apron molding (inglé,, "dcLmtal'', "moldt":1do..) Periodo de 14-1.000 días. co111puesto por 20 ➔
su,;;t:incias alucinbgcnas y, p robablerne ntt, tam- Co nfig urac ión especial d e las focha<.bs co11 zó- k'atrm d e 7.200 días. En l:1 ➔ menta larga era 1:,
bién de las a lucinaciones en sí. En la li:.1:1 d e calos piramidaks escalonados, t..speci:J l111ente m;1yor unidad para d:iwciones.
d ivinid ade,; ele Paul Schellh:1s 'it lt:: de n01nin ~1 popular en el centro del Pctén, Tibl y Uaxac-
"dios A". Se le distingue por lucir en b c1hcz:1 rún. La p:1ne frontal de cada escalón prcsent:-i Balam (maya, "jaguar"')
los símbolo:-. dr la oscuridad, la muerte y la ma- dos 7.0 11:1s: una s uperio r, b isdacla, y otra situada Es el ma yo r íd ino de México y Cenrroamé rica
gia. En las p inturas que a dor n:1n recipientes ju'ito clch:1jo y algo hacia :1tr:ís. P uesto q u c: d (Fe/is onca). F.n el periodo clásico, balam solía
C:'ll'lr1,11 drl 1li◄ ►~ cid m:1b.. C:op:ín. l lc111Jura>, nlifiri;, 1111 .-12; s uele :1pareccr reprt::~entado e n orgiásticas baca- t r:11 no sobresa liente pued e compara rse a un d e- form ar p:1r1e dd nombre de los Kobcrnantes: e::\
cl:hico t;ud iu. 715 J .C.; wb:1; :tl1~1ra H rm; ( :opán. Ct:nlr•i príncipe de b c iudad-estado de Tortugue ro,
nales e n las que d alcoho l es ingerido tanto oral 1:mlal colgando, el pe rfil fue denominado apron
Rt:)!iun.1 \ de lnn~t1gacinm:s Arqucolúg ica~. Ju,t1lllto l lunJurc·1io
de :\nunpol11¡;i;1 e: Hi,tori.1 como rectalmen te. molding. La rítmica horizont:11 queda intensi íi- por e jemplo, se lla maba Bal:im Ajaw (~ol1t· -
cad a por los efectos d e I uccs y sombr:1s. rano... jagua r). Los mayas tt'mÍ:111 cspcci;ilmcntc
Altar a t'ste anim:11, aunque al misrn o tiempo lo vcnr-
Achiote o bija l .:1:-. mesas dt:: sacrificio solían ser red o ndas y de Argamasa raba n. Numerosas cer;í.mic1!\ m uestran i lusrra.-
Designación espa1'iola para un ;í r hol del género piedra, y en general sr s ituaban anlt:: la.'i estdas. Aglomt:r:111te para la construcción ele muros. cioncs de gobernantes ent ronizados sobre u n<l
Nixa orellcwu y para los colo ranl t:S o hlcnidos a t'll el sudo o bien sobre t res pata.'i ele piedr~-.. En el periodo cl:.ísico maya solía compone rse de piel de jaguar, que re prt'sc nt:l tambié n :1 un ,11 u -
pa rtir d e las semillas de dicho :írbol. que pre- Supuesta m ente en e ll;:1s se co locaban b s oírcn- ➔ .wskah y cal. 111a l del inframundo (➔ X ibalba): d ➔ Popo/
sentan tonal idades desd<;; d amarillo anaran- (bs. así como los recipiente:-. para ti incienso. Wuj menciona una casa dd jaguar e n el cosmn!'I
jado hasta el rojo. A caus.i dt: su arom:1, e l Paree<:: ser que las for mas c uadradas y rcctan- Arquitectura megalítica donde fue ron encer rados los ➔ htrues gemclo!'I
achiote tam bi¿n .st:: utili za en la prc par;1ciún d e gulare:-. n<, aparecieron hasta el pe riodo clás ico F.stilo arquitectónico extendido por toda la pe, para prob:1r su v:1lor.
ce irn id:is. ta rdío . .\1uchos :1liarcs esr;ín esculpidos y pre• níns ula de Yu cat:'in. Se c:1r:icLeriza por t· I uso de
scnt:m inscripcione!\ que índican el año de su bloques de piedra gigantes cuida d osamente b -
Acrópolis (d e l g riego, "ciudad a l ta") con . . 1rucción. hr:ulos. Encontra m o:-. ejnnplos e n l zamal, Akc C:ihcza Je Paw:ijtuu11. Cop,in, Ho nduras, cJilinu l(Jl.- 11;
En h1 :irqucología m aya se entiende por acrópo- y C ansah cab, Tres Lag unas y Xpu lyaxché11. La cl:ísirn l,lrllio. 7(l9 d.C.; 1ob:1: :1!ltlr:t SO un

lis cualquier g ran plataforma q ue s irv;i de base A lucinóge nos :uquitcccura m eg:11í1 ic:i a lcan zó su máx imo es-
para ot ros edificios. Una acrópoli-.; podía esi-:1r S ust~1ncia~ vegeLalcs o animales q ue provocan la plendo r e n d pt rioclo clásico temprano.
ded icad a a la veneración de los dioses y los :111- alteración ele la percepc ión. Se cree que los ma-
tc pasados, es de cir, tener u na orientación m~ís yas de la tpoca clásica comían ho ngo:s y mez.cla- Atole o atol
bien religiosa (como la acrópo1i.,;; norte de Ti- k,n la secreción de una <::s ptc ie de sapo con el Hcbida elaborada a hose de harina d e maíz y
bl), o bien constituir un CCJmple jo habitacional tabaco p:ir3 fu marlo en forma d e cig:uro. P ro- a gua condimcntaJa con distintos ingred ientes,
(co mo la acrópolis centra l dt: l:i misrn::i c iudad). bablemente, e l (mico objetivo d e los aluc inóge- como por e jemplo sal o miel. La d enominación
nos e r:1 alca nzar d estad<> de t r:.1ncc durante los proviene cid a zteca . En los recipie nt es de cerá-
Adobe rinwlt:s. mica d e la é poca clásica mar:1 fi gu ra el concep-
Ladrillo de b:irro uriliz:ido en la construcción to u/. A menudo se precisa incl11s11 sak 11/ (atole
de casas d esde l:1 é poca precolom bina. Dado que Amé rica Central blanco) o hie n sak ch'aj u/ (atole hbnco amargl,
no St' cu<::cc, experimenta una rá pid~1 e rosi6n. Mientras q ue los conceptos "'Mcsoamé rica'' y n sin e ndul zar).
"Centroam érica ·• se defin e n desde el punto de
A gave o pita vista cultu ral y geográfico res pectivamen te, el A z tecas
Género vegeta l con unas 300 cspecit:s. Todavía de Améric;1 Central es un término político que Pue blo ➔ nahua del centro de México cuya ca-
hoy los nrnyas siguen dt:.!itila ndo una bebida al- designa la tot:-i lidad de los estad os situados t'n d pital e ra Tenochtitlá n, situad:1 e n el cent.ro de b
cohó lica de las hojas de la Agave umerimno q ue puente dt tie rra entre Norteamérica y S uda- actual Ciudad d e México. Hac ia 1300 d.C., i<,s
ya aparece docu m entada en los jeroglíficos del mérica. Se trata de Belice, Guatemala. Hon- a ztecas se expand ieron hasta forma r la con feclc-
periodo clásico. En los rccipirntrs de cer:ímica d uras, El Salvador, Nica ragua, Custa Rica y Pa- ració n de estad os con m ás poJ er político d e la
policroma a veces se distinguen representaciones namá. Dic hos estados forman un.i cien :1 un idad región. Contaban con un aparato ad1ninistr~1tivo
de hojas de agave sobresaliendo d e unas tinajas; a rrav6 d e distintos acuerdos e instituciones eficaz y obligaban a los pueblos que some tían a
conocemos el contenido de dichas tina jas por la conjuntos. rendirles tributo. Moctezuma ll , probablt'me nte
Balché U11:1 11,rm:1 espl·rü,lmcnte clcg:antt' de s illares, c:1- t·nt re Norteamérica y Sudamérica. Gt:ogr:í f'ir:1-
lkhid., de h:1jo co ntcnídú alcohf'>lico a hase d e rane ris1 ic:1 del Puuc. son las picdr:1s bot:i. me nte, unn g ran parte de M éxico perte11ect>
,1g11:1 y con c za f"ermcntada del :írhol homónimo todavía a Nortca111C:ri c:1: Por su parce, Centroa-
(Lo11d1t)t,'t11y,m· longisty!us). Actualmcntc suele Broca para el fuego mérica e m pieza a l sur d el i~trno de Tehua ntcpcc
e ndulzarse con miel y se: be be· úniranH: nte con 1nstrumento parcl la p roducción Je fue_go. St· y en glol,;i el estado de Chiapas, l:i península de
oc1sión de algún r itual. coloca la broca en posicii'm Vt"rtical sobre- un:i Yucacán y los t's tados <le l:klicc-1 Gu:11em:1b,
tabla de ma<lt>ra bhrnda y sc frnt:i t· ntrc las ma- l lo nd uras, El S;ilv:ulor. l\ ica rngua, Cost:1 Ric;i
Banda cdestial d polvo de mackra
no!) hasta qu<· se::. e nciende y Pan:imá. La rcgi,·m maya est¡\ sicuaJa en lazo-
En el :irle de los ma yas, el ciclo csd re presen• producido. Emre los ➔ aztecas m exicanos. la 11:i 11 ortt.'" de Crntro~1mérica .
t;1do por las denominadas bandas cdcstia les; ceremonia de encend e r fuego con u na hroc1 <.·ra
-.on franjas y CSl!ln divididas e n tramos t'n los muy imponantl'; tr~,s l:i fin alización del e-ido Cerámica Copador
qut· !<-C' encuentra n d escripciones g líficas del Sol, calend:irico de 52 alios, los ruegos se cnccn di:111 A fina les del pe riodo cl:lsico, la ccr.í111ica C.:opa~
l.i Luna, los planetas y oL ro:-. fCnúmcno:-. dd fir- J e nuevo p:1ra sciíalar el inicio <..k una nueva do r estaba muy extend ida. Se claborah:1 en l:i
manwnto, como los eclipses y b:-. nuhc)). era. En cam hio, todavía no se h:1 pod iJ o diluci - pc:ri fer i,1 o ricnLal d e:: la regi6n maya y se carac~
dar qué signiíicado tenía csle ri to para los m¡1- Lc ri z:1ba por ser policrom:1 y por sus d enomi na-
Baños de vapor yas <le ac uerdo con l:t reprcscnrnció11 dt:> distin- dos pse::udo·glifos. que imi1ab:111 lo.~ ::,ignos de b.
Edificio o rccinw especial en el que el agua se tas divinidaJes en la p;igina 37a del ➔ C6dic,· escritu ra pero no se podían leer.
tr;rnsforma ba en vapor :d ~e r roci;.1da sobre p ie- d e Madrid .
dras ralit'ntc·s. Con el :-.uclo r se purificaha el Cerámica Chocholá
cuerpo. Al pt1rcccr, los mayas cl:'isicos y:1 co110- Café Recipientes de arcill:i negra si n p intar, e n gcncr:il
c1.1n e:-. 1;1 construcción habitual e::nlre illuchos Contr;lri;lmt111e :, una crecnci:1 muy extendida, provistos de complic:Hla::, representaciones e~cé-
pueblos 111e::~0;1mericanos. La d enom inaban el café procede nriginariamcnt<.· d e Etiopía y no nicas y textos jeroglííicn~, tan to mod elados como
rih(il) 1111h (casa de baños). de Centroamérica, donlk no llcg(, :i implantar- inci~os. En ;ilg unos casos put:'.d e::n haher i;ido for-
se h:t$ta el siglo XIX, p rincipalmente a través d{" mados a partir Je moldes. Est:1 Ct:'.dmic;1 t:s la
Bastón plantador/ Coa colonos ;alemanes y suizos. r ,as grandes planr:i- única con decoración figurativa en b regitm del
Bastón de madera acabado e n punta o con el fi- ciones provocaron la expropiación de cie rra~ in• l'uuc y recibe el nombre del pueblo de Chrn:hol:í, Ah.ir con d rc1r;110 dd diq~ j.1~u;11 dtl m frnmunclu. Cop,i 11,
n.11 end 11re::cido a l fuego. Se u t ilizaba cxclusiva- cJi¡1s y, desde e ntonces, los indígenas. a m enudo en Yucacán, d onde fue ron hallados los prime ros 111,ndur:i.s. l"1hfirio l flL-14 lt·sc.1lin;'.ll:I del f:1~11:ir): cti,m o t.1rJío.
!1,11 i.1t·I 7í0 J.C.~tub:t: :dtura 170 l·m
me11 te en la bbranza. Con él se podí:1 re move r emigrantes, Lrah:1ja n como :1y11dantes mal p;1- ejemplares. Crac?.1s a las insc ripciones y a las fir-
b Licrra o cxc:1var una hondonad:1 e n el sudo. gados en dichas lineas. J\nualmentt' en Gua te- 111:1.s ele los a nislas, ha sido posible demostrar la
mala una gran pa rr t: de los ing resos por expor- cxistt:ncia Je dos cc111 ros de pro<lucci6 n. Xca.-
Batab taciones sigue procedit>ndo clcl c:1Jt'. lu111kin y Oxkintok, desJc los cuales se exporta- con cera, q 11t" , lurante la cocción del objeto se <le-
Junto al ➔ halad, wi11ik, princi pal cargo politi- ban eslo~ t:'.xq uisitos artículos de :11f':1rería a c:x- rretfo forman do la d ecoración sobre la :1rcilla.
r11 <.h: un escado-provinci;1 maya de la pe nínsub C alabaza tens~s parles de Yucatán en el clasicismo 1ard ío. Nl uchos de los recipien tes Usuludn ~e ~o~tit:"ntn
de Yuc;H(in d uranle el periodo posd;ísico. El tí- Fruta dt:'. gr~m tamaño y normalmente con Íor~ .sobre eres patas en Íor,,-1:1 de senos.
LUio de:: riva de la voz d e rivad;1 del maya yuka- ma de pe ra de la pla nt~l ho m émima (Crt:Jct:ntia Cerámjca de estilo códice
tek bat (h acha d e piedr;i} y significa "portador cujete L.) . Cr:1ci:1s: a su durez:i, l;i corteza t.:r:i En b cuenca de F.I Mir;iJor, en el norte Je G u:1- Cerbatana
di: un hacha". Con frecue ncia. los batab d e las mu y apropiada p:1r:i la conservación y el Lrans- 1ern:ila, los mayas p rCHJucían cerámica policroma A rma consistente en u n:.1 cuí:i de madera o J e
distintas confederaciones dc cs1:1do re ivindica- porte d e agua potable o d e líqu idos en genera l. de 11n:1 gran d iversidad dt! formas, con finos lx,mhú que sirve para disparar un proyectil (bola
han un anLe p:1sado común. En el periodo cLí.sico. los mayas ya bs vaciaban dihujo~ a rayas negras sohre un fondo de color de arcilb, flecha) soplando. La cerhatana es fa-
con dicho objetivo, tal com o document~m las crema. Presentaban sie m pre las mism:i.s escenas mosa por un e pisodio m ítico represenwdu e n los
Biosfera maya pinturas de varios recipie ntes. mitológ-ic:1s, q ue al parecer eran copias de lu.s có- recipientes d e ced m ica d el pe riodo cl;ísico
En el año 1992, el tercio norte del departame n- d ices, razón po r la cual se habla de ..estilo cúdice". y d el cual rnmhién d;i c uenta el ➔ f'o¡,ol Wuj de
to guaremaltcco dd f>etén, en la fronte ra con Capitel (del latín mpitulum, "'cabcciLa ") la época colonial. U no de los 4 héroe~ gemelos,
México y lklicc, fue d eclarado "biosfera ma ya". Piez:1 que corona una colum na o un pilar. Se di- Cerámica de tipo PabeUón modelado l lunahpú (uno-cerbar;ma) mató con este a r111;1
Con d io se pretende consc:rvar y proteger los fcrcn ci:111 seg:\m la fo rma de decoración: hoj:1~, Grupo de eedmic;1.s que aparece por pr im era :il :.1ve celestial d enomin;1d ~1 ➔ l tzam Ye en el
yacimientos a rqueológicos ma yas d e l:1 zon~l e n ílo res o figuras. ve¡,, a finales de la época clásica (800-'i00 d .C.) ¡x,riodo cl:ísico y ➔ Wu,1ub' Kayix en el Poro!
un.1 sclv¡i 1ropical q u e sigue sie ndo casi virgen. «:: n la región cerc:111:i a las localidades de Altar Wuj.
l)urantc mucho tiempo~ e n la regi(>n no hubo Casa absidial ele Sacrificios y Scih:il, d esde donde se expandió
nmgún Lipn <le población sedentaria, cxcep- La casa típica d e las t ie rras ba jas :ig rícol:1s era a la 1ot:i lid ad de las tierras ba jas centrales. Sus Cetro-maniquí
luanc.lo la d e dos pue blos que viven d e la rcco- Je madera o de piedra y se edificah:1 sobre una comple j~1s deco raciones escénic:1s e inscripcio- ücsig naciún primera del cetro ~1nu:1lmcn1 c co-
leccibn de la resin;1 del chlcozapote, la ma te ria phnatOrma ova l. L os extremos e ra n redonJea- nes je rog líficas se fo rma. ha n me::dian te molde!, y nocido cmno ·•ct:tro K 'awiil" o "cetro dd dio~ K ".
prima parn la el:ibora ción Je chicle biológico. <los, d e ;1hí la d e no mi11:ir i(,n "casa ahsidi:il ". El no esta han pintadas. Este símholn d e podt: r, de con fi gu raciún figur:1 -
Con lodo, e n :1iios recientes alg unos colonos tt:'.cho t:'. ra de paja d e g ua no (Sabal mexicana). tiva , es una rcprcsenta rifm escu ltó rica Je pc-
hLln pene trado en 1a zona y han roturado gran- Cerámica plom iza t¡ueño rnma i'iú de l:1 di vinidad ➔ K \1wiil. Este
de~ supe rficies p:1r:1 practicar la agrir11lt11r:1. Ceiba Se trata de la ú nica cerámica vidriada conocida ti po de cetro se caracll'riza porque una lk las
Adt'n"l:Ís, la exístern:i;1 de esta región sdv:ítica, Á rhol amt'ricano (Ceiba /Jl'nlandra) que e n m :1y;1 de la Mesoamé rita prehispán ica, y est,í don1 1
piernas del dios tie ne íornta dc serp iente.
l.t qui n1a e n extensiú n Jd plane ta, se ve 1:11n - es d c nomin:ulo yaxche (primer ;írbol) y equipa- mentada desde lm, in icios del posclásico. O rigi-
h1én gr:1vcm e ntc ame::naz;1<la por la rala d e [1r- rado al árhol dd mundo. Para los ma yas sin 1ho- naria de la costa gu:m; malteca del Pacífico, e r:l Chaak (dios l:l)
hules (con frecuencia, ilegal). A l m ;1rge n de m - liza el e je del mundo y acru:dmente s igue siendo obicto ele comercio. dio~ de l:i ll uvia en {"I ¡x.-riodo pn~cl:ísico 111:iy:1.
<lo d io, ciertas compañías pe trolífe ras han venerado como :.írhol sagrad o. D ura nte..: t.:I d;isico, C:haak se presentaba en v:1ri:1,
construido ra mbién carreteras tJLI C conducen a Cerámica Swascy fnrm:ts y contaba con d i~ti nlu~ nombres :ulic.:io-
algunas plantas de extracci(rn .o,;iruadas e n la Cenote F.I g-ru pn más anciguC> de n:d: m icas de las tic- na k·s, como por cjc111plo Y;ixj:il Chaak (verdc:s
binsfe::ra m :1ya. De presión na tural cuhierta de agua e n la zon a rr:1~ haias, docu m ent,Hlo en C:udlo y otros yac i- de Chaak), Muyal C ha:1k (nubes Chaak), ➔
calcírca d el no rte de l:1 penínsu la de Yucatán . mienlns e n d norte ele Bdict:'.. Con d mt!rodo l lttn Nal Yeh Chaak (➔ Lrbda d e Palenque},
Bóveda ➔ ílí,ved a falsa Se fo rma por el dcsp n: ndimicnLo d e capas cal- del c:nhono 14 (➔ daLación por radiocarhono), Ox ílolon Chaa k (trcs/ mucho,/nue ve Chaa k ) y
r~reas s uperiores. Su de::nominación deriva d e la la cer:'irnica Swascy ha podido ser f'ech ada e n e l Yax ílolon Cltaak (verdc/utto, nueve Chaak).
Bóveda fa lsa pabbr;1 maya t z'o110'01. l .os cena res constituye n per i(ido entre 1200 y 800 a.C. Los rnsgos c:1r:1cr-e rí,;;ticos de e::.,ta d ivinid ad son
l.onstrucci(m para tec humbre tamhil~n d e nomi- importa ntes reservas d e :1g ua potable::. F.n las un:1 nariz :,g-uilclla. orejera~ t'II fOrm :1 de concha
nada "bóved,i' por aproximación d e hi ladas" é poc 1!-. precolombina~ e ra n decisivos a la hora Cerámica Usulután y la denom inada Jiadcma dt c:-onchas. A Vt'cts
o "bóveda may:i", ya yue d esd e el punto de vista de elegir d lugar Je un :1scntamicnto. Este grupo d e ctr:ímicas surgió durante el pre- sobre,.-ilen serpientes ele la~ {"CJmisuras de ~ 11 hora
e!-.t:.ítico no es s us1encante. En las bóved as <le pit:'. - clásico medio t n l~s tierras a lcas y d u rante el pe- y a menudo se le:- rcpre ~c111a con un hacha en la
clras saled izas, lo::-. sillares de ambos lados van Centroamérica riodo prccl:ísico 1:1rdío se extenJi6 por gr;rn pa r- mano.
avanza ndo entre sí hasta que la bóved a queda cc- A difc rc-nci:1 d el térm ino "Mcsoarnérica··, utili 1
ce e.le las tierras hajas. Se c;1racte riza por un
rr:1d;1 con la picdr:1 clave, ta mbié n dcnnmln:1d:1 zaJ o d e forma l"rró nea como su sinón imo, patrón de raya~ d e tonalidades clara"i obte nido C h 'ahom
"piedra de cierre". En d periodo clásico, los n13- "Cencroarnéric 1" es un término geográfico <lc- mc.:d iantc el proccdimieni-o de la pintura ntgati- Títu lo procedente de la época clásica que no cs-
yas la pintaban y b d otab:in de:. un:i inscripción. finido. ü esign:1 d pue nte d e 1ierra situado va: los fragmentos corre~po ndi(:ntts se c ubrían cah:, rbtrv:1do únicamcnre :1 los soberanos, sino
también :i sus no bles. Tod~ní~1 se desco noce ~ 11 entre otro!'i, mitos sobre la creación del mundo, su estilo. t'!-tk cúdicc seriamente d eteriorado
signific1do. crónicas históricas y tr;1taclos proféticos y sobre q ue actualmente se encuentra en la :,c.,•cción ti,:
meclícin:1. Todavía no St' sa be cúrno surgieron los nu nuscritos o rientales de la Biblinthl.'quc.•. N;a
Chak Mo'ol (rn:iya. "jaguar rojo/grande') textos Chilam Balam, que presentan ~im11h:írn::1- tinnalc Je París, procnlt- de b costa orient.il de
Designación inLroduc:ida por primera vez en el 111cntc elem entos culturales precolombinos y Yucat:ín.
año 1875 por A. Le Plonge<>11 para un determi- coloniales: se cree que en el los confluyen, por una
nado tipo de esculturas de pied ra. Se trala de parre, bs tradiciones o r;des y el modelo de losan- Códice G rolier
figura~ hum;mas recostadas en el suelo con las tiguos 111:rnuscriws a111eric:1nos co n imágenes y. Conservado parcialm ente, el Códice Crolier rc.•-
rod illas y los codos flexionados. Con la caheza por mr:1, lns puntns de vista y parront!s europeos. cioc el nombre de b galería donde se exl 11J,,.-,
miran hacia un la<lo y en c::I vic::n t re mucstr:in por primera vez. H ace aproximadamente .30 año:,
un:i dcp rcsi6n o hicn snsr ienen un recipiente. Es Ch'ol fue hallado por unos ladrones de ;-irte en un~i cuc
posibk q ue durarne l os ➔ sacriíicios hu m;rnrn, Grupo mayence del estado mexicano de Chiapas. va seca del est;ulo m exicano de T:ibasco. En un
St'. culoG1r:i el corazón del sacrifica.do sobre el Su lengua. el ch 'ol. pertenece a la rama occiden- p rincipio se pe nsó c.¡ue este m anuscritf) de once.·
chak mool. tal de la fomil ia lingüística maya. El ch ·01, el ➔ pá.ginas e ra una falsificación, puesto que •w
ch'orti' y el ➔ chnn1al est:ín muy emp;uentados compone únicamente de signos numé:ricos. Pe-
Chamán y su a ntecesor común. el protoch 'ol. er~, el idioma ro al cabo de poco tietnpo se const::uú que d p.,
Designación para un:i penmna que en un esrndo mil izado en los je rog líficos y cnLre la nohle.z~,. pel databa del periodo precolombino y <¡ue, .,1
psíquico excepcional (éx1asi~) podía comunic:ir- H oy unos 150.000 ch'ol viven en la zon.i de Tila, forr:1 fon palrún r;1y:ulo, Puma Pi1.·dn, (Juini:rna Roo, Mb,ico: igual que el ➔ Códice de Dresde, contiene un
posdásico, IOOU-1500 cl.C.: ahur:i O cm. d iámetro 18 cm;
.se con los poderes sobre n aLuralcs. Es el inte rme- T umbalá. Palenq ue y Yajalón. La falta de tie rra ca le ndario de Ven us. por lo que y:1 no se tlud,1
C.rndin. Mn~cn Arl¡m·11lú~ir11 tk Cam:-ú n
diario directo entre las esferas divi na y te rren.1l. e n sus asenta mie ntos originales ha hecho q ue de su ~1ute n1icid:ul.
Para <1ue u na persona fuera d csi~nada c h;.i 1mín, muchos c.1t: ello~ pt:.ndn:n e n la selva Laca ndon::i
su c:1risma (es decir, las capacidades corporales y par:t esrahlect'rse e n ella:, brg:o pkizo. Cofradía
anímicas) t::ra dt'.cisivo. Códice Las cofradías eran hermandades qu t: tc11ian un, 1
Chontal Libro de pliegues e laborado con corteza de hi- estricta jerarquía y pertenecían a las ónlcnc..;
Chencs Gru po maycnce residente en el estado mexicano g-uer;1. Se peg;rn tiras largas unas junto a otras, franciscana, dom inica, agusti na y jes ui ra, aun
Plural del térm ino maya ch·eer1 (fuente). C he- de Tabasco. Su le ngua, el c hontal, est.l est re- se cuhre n con un:1 imprimació n <le Gil y se pin- que t'.st;1ban dirigidas por laicos. Su prinnd.1d
ncs es la reg ión o riental del :\ctual estado mc:xi~ chamente e mparentada con el ch'ol y el c h'oni'. lan con ➔ _glifos y re prt::sent;1ciones de distintos er;1 el culto :1 un santo del cual tomaban el num-
cano de Campeche, donde muc h:is loc:il id:1dcs Actun lme nte, unos 60.000 c honrnl vive n e n un colores. D e la reg:i1m maya sobme nte se h.:111 hrc. Procede n res d e Europa, estas comunitbde~
incluyen r::.l sufijo ch'ecn e n su nombre, co111n es á rea prc'Jxim:i ;il golfo de México. en los alrcde- conservado cuaLro, que recihen b d enom ina- cspiriLuales tu vie ron muy buena acng-ida cmn·
el c:iso d e ílulonc hé n ( nueve fue ntes). l'n arqui- dort::~ dt: N a cajuca. ción de su lugar de conser vación: los códices d e los n,ni vo s del imperio colonial esp.a,lol. pro
tectura, t'~te térm ino design:i d ntilo local pre- O rescle, Madrid y París, así como el Códice bablcmente porque .intcs de la llegada d e 111,
colombino, ca ractt::rizado por fachadas con re- Cb'orti' Gro lier. Parece ser que todos datan del periodo conquistadores los indígenas St:: o rganizah:rn
cargados motivos gt:ornt'.trico~ y e nLradils en Crupo maycnce d e la zona orien1~1I de los depar- posclásico o del de la conquista cspafiola. Con- en estructuras se111c jantes. Sin cmharg:o, mu Je
tamentos d(" Chiquimu la y z~1n1pa e n Guate ma- rie nc n profecías y oráculos, nociones de astro- las consecuencias de este éxito fu e la Íorm:i(iém
la. También se. denominn así s u lcngu:l - d ch'or- nomía y c:ilc nd:1rios. de cofradías no autorizadas por la Iglesia. Di~
ti'-. Los 60.000 ch ·orti' viven en pcquefias aldeas. chas comunidades han pervivido hasta la anu.1-
prinfip:ilrnente t::n la regió n situada en los a lre- Códice de Dresde lidad y sigue n d etermi na ndo la vida n:lij!io~a
ded o rt::S de las ciud:ulc:s de Jocotán. Camotán El más bello y m ejor conservado de los cuatro ele muclus comunidades may=is en Guall'm:tla
y $ ;in Juan Ermita. Su idioma ha conse rvado códices precolomhinos m ayas que han llegado y en las Licrr::1s a ltas de Chi3¡):is, México.
m uc hos ele m entos de la lengua jeroglífica y es hasta nuest ros días. Este códice posclásico, d e 78
q ui zás el idioma maya más cercano :il que se páginas y una longitud total de 365 cm, se en- Coma!
hablaba en la corte durante la época cl:ísica. Ha- cuentra e n Drcsdc desde 1739 y actualmente se Oc la denominación azteca p:ira un disco tle ar-
ce unos años, el ch'orci' tod a vía se corn;ervab:i exhibe en el Musco del Libro de la Sachsische cilla en el que se cocinan las tortillas de m aíz. Se
en b zon:i ce rca na a la ciudad de Copán, Hon- T.andesbibliothe k . Sus 74 páginas manuscri tas coloca directamente encima del fuego y actual-
d uras. H oy en día se ha perdido. contie nen comple jas tablas astronómicas para mente suele ser de ho jalata.
la predicción de la posición de Venus y de los
Chultún (d el m:1ya, "ciste rna") eclipses solares y lunares, así C"omo almanaques Complemento fonético
Depósito par:1 reservas <le agua o de alimentos basad os e n e::I calc rnbrio ritual d e 260 dfas. Su Sig no sil:íbíco de la escritur~1 m aya cuya función
b:ísicos. ccuno el maíz. Estos recintos subterrá- función e ra hacer predicciones, es decir, i<le ntifi- consiste e n garantiz.;1r l:1 correcta lectura dl' un
neos e ran a rti fici ales y ,1 m e nudo presentaban car los días favor:ihles o tlesfovnr:1hles ¡ur~1 un:i ➔ logogrnma. P or ejemplo, el logograma ba-
una forma acampanada. F.r:in especial mente d ive rsid ad de ceremr,ni"'· F.! Códice de Drcsdc úim (jaguar) se escrihe únicuncnre con la c.1hc-
importantes e n zonas con ca restía d t: :igua o e n dcscmpefió un papel clave en los inicios Oc la in- za de un jag uar, ¡)ero se le a ñad e la sílaha "ma ..
épocas de sequía., para garantiz:1r el suministro vestigación sobre los mayas. porque la palabra termina con la conson:1n1c
del p reciado líquid o. Los s urcos prac ticados e n " m " . Los complementos fonéticos también puc 4

el sudo conducían el agua hacia los dt::púsitos. Códice de Madrid den preceder a un logograma. PM ejemplo, el
Con 112 páginas con inscripciones, es el más logograma ajaw (soberano, rey) normalmente
Re,ipienk 1:rn1 lkrnr:icit'm inn~a. Lug-ar tkl halb z~o tk-M:i,n,K:id◄t: Ciclo ele los 819 días largo de toJos los códices mayas conservados. va precedido del signo vocal "a ...
rl{1sico tardío, t-,01}- 1.l(JO ,1.C.: Mcill ,1 cocida ron decoración 111ns.1: En los textos jeroglíficos~ constelación de ele- T':imbit:n es conocido como i.códice Tro-Corte-
.1hma 15/i r m, di:ímclro l'i,2 rm; Nuc.:va York. 1\mcr ican
Mwwum of N:1tur:il l lisrory m e ntos místicos lijos y coordinados. Está for- si:1110", designación derivada del no1nbrc de su Construcción con enchapado
m ada por una cli vinicl"d, un punto cardinal y u n an tiguo propit:tario. Su ejecució n es m enos cui- Técnica considerada predecesora e.le l:i cotH-
color. L:1 misma posici6n se repi te cada 8l9 días. cbd nsá que en los dem ás manuscritos y proba- trucción con hormigón , en la c.¡uc la mampo~tc-
form:i d e fo uces d e serpiente q ue simbolizan el A los dioses ➔ C haak o ➔ K 'awiil les corres- hlcmenLe fue realizado por un escriba sin expe- ría básica se "vierte" con la ayuda de cncofraJos
acceso al ➔ inframundo. ponde el color rojo e n el este, el amarillo e n el riencia según un m odelo m :ís antiguo. E l de piedra realizados previamente con argama ~
sur, el negro en el oeste y el blanco en el norte. Códice de Madrid C"ontiene alm;maques ba- sa. A pe-sa r ele estar extendida e n todo el terri-
Chilam Balam sados en el ➔ tzolk'i11, el calendario ri t ual de to r io maya, alcanzó su máximo esplendor en b
arquitectura ➔ Puuc, con sus complejos m os:u-
1
(ma ya, 'jag:uar-trnducwr·•. ujaguar-intérprctc") Cinabrio 260 días, dedic:11los a la agricultura, a la lluvia,
Nombre de un profeta maya que: viví{, d urante la T a mbié n denominado bermellón (s ulfa to de a la caza e incluso a la apicultura. cos de piedra.
conquista española y que ha dado nombre a nu- me rcurio), es un mineral de wnalida<l d t:scle ro-
merosos m a nuscritos procedentes del norte dt:: jiza hasta negra. Con frecuencia ha sid o hallado Códice de París Copa!
Yucat,ln lijados por escrito en los sig los XVII y esparcido e n tum bas. Se c ree que serví:1 parn El Códice de París es un pliego de jeroglíficos Desig nació n derivada del azteca p:ira la res ina
XVIII en maya ➔ yukate k pero con el alfabeto la- "sellarlas", a la vez que probableme nte simboli- conservado sóln parcialmente . Las 22 páginas ahumada. En le nguaje científico se ha impues-
tino. L1 nrnyorfo de estos m a nuscritos agrupa<los zaba la sangre com o sustancia que da la vid.1. q ue nos han llegado conl ienen profecías par:1 to a la voz maya pom. El copa! es muy apreciado
bajo el concepto "libros C hilam llalam" recibe n la los 13 periodos k'atur1 ele la ➔ cuenta corta y po r el inte nso aroma que desprende c uando s<::
designación de su lug;i r de procedenci:i. Los m;ls Coa para algunos años concretos. Arlem{is tamhién quema. Actualmente s ig ue utili:dnJose exclu-
conocidos son el C/,ilam /Jalam de Chumayel y el Palabra nahu~1 <..1 ue designa un basLón e ndure, habla de la c reación del universo y de las 13 sivam ente e n acontecimientos rituales. En lo~
Chilam Halam de Tizimín. Lus librus incluyen, ciclo al fuego (➔ bastón plantador). constelaciones del zodíaco maya. A juzgar por monumentos clásicos mayas puede verse e n for-
111:1 de una pequeña bola sob re incensarios~ o un dererminado periodo ➔ k'atun únicamcncc al este d d Pctén, Guacemab. se dio :.1 est:1:s figu- Dios bufón
bien quemado e n pequeñas bo lsas. mediante el día ➔ ajatv y su coeficien te. Debido ras d e a parición can reg ular el nornhre de "d:in- Nombre inioal q ue rccihió un ser sobrenarnral
a la estructura del calendario, la misma fech;i se zantcs H olrntd''. en forma humanil o animal a causa de la simili-
Correlación repite tras 260 tun o a proximadam enle 256 años tud entre su toc;ido de tres punras y el sombrero
Confronración d e dos o más sisLcmas de cale n- sola res. Datación por radiocarbono que llevaban los bu fones d e las cortes medievales
d:uio distintos, por ejemplo, la cuenca larga m a* Procedimiento de datación l jUt:: 1:--i :irq u(;"nlngfa europeas. Actualmente. sin emba rgo. se inter-
ya y el calendario jul iano europeo. P:ir;1 comp:1* Cuenta larga uLiliza para las materias o rg-~\nieas. especi:ilmen- preta com o el símbolo de una planta con tres ho•
ra rlos es necesario calcula r una const:mle de El calendario de datación m ,\s import,mte de los te b m:ult'r:i y los huesos. Trirnbién es conocido j:1s. Las diademas de la n,¡1yc 1rfo <le los sohernnos
cor relación. Ésl~l indic1 exactam e nte d nl1mero mayas que rcparLe los <lías en dist.i nLos periodos como ··carbono 14". Se basa en q ue todos los mayas muestran la imagen de uno de estos ..dio-
de días que separan un sistema de otro en rela- y los acumula de forma lineal y progresiva. organismos :1hsorhen carbono 1-t mientra~ viven. ses hufón"'. cuyo nombre jcrog-lífico es Hu\inal.
ción " 1:, fecha cero. En el caso d e la cuenta lar- Según los g lifos, los periodos son los siguientes: Trns s u mue rte, el contenido de carbono 14 va
ga de los m:oyas y del calendario ju liano. d k'i11 (1 X 20 d ías), winal ( 18 X 20 día;), tu11 (20 X reduciéndose a consecuencia de b desnm1po- Dioses remeros
v:olo r de 584.285 días calculado por Goodman, .360 días), k'atu11 (20 X 7.200 días) y bak'tun (20 Pareja de dioses q ue sim holi1.an la contraposi-
Martínez y Thompson es conocido de forma X 144.000 días). La fecha cero o de comienzo es ción entre eJ día y la noc he, representada asi-
abreviada como GMT 584.285. Esta constante el día d e la ➔ creación d el mundo según los mismo en los jeroglíficos de los nombres k'in
de correlación permite c:1lcu la r la fecha julia- mayas, es decir el U bak'tu,1, O k'atun, O tu11, O (dí:i) y ak'bal (noche). Algunas representaciones
nn o g:regoriana de codas las fechas mayas y winal y O k'in (en esc ritura convenc ional , 1n ues.tran 3. am bús dioses rem ando por el infra-
vicever sa. 13.0.0.0.0). La cuenta larga también se conoce nnrndo en una canoa q ue transporta a los m uer-
por su denominación inglesa: " long counc". En tos, o bien el remo en tre las nu bes, flotando
Cortezador las inscripciones, la cuenta la rg~ sude preceder encima del sobe-rano. A vece!-i ta mbién desem-
Placa de picdr;i d e la medida aproximada de la la mención d e la correspondiente ➔ rueda peñan un pa pd en los rituales de aucosacrificio
palma d e la mano p:ira la fabricacibn d e papel. ca.lcndá. rica. cu y.a fecha de com ienzo es el y en la construcción de m onumentos. Los dioses
Est;i herramienta presentaba acanaladuras en 4 ajaw 8 kumk'u. En la cuenta larga, el period o remero.s t~mbién reciben el nomhre Je ➔ Na
los extrem os a modo de asa. Con la m ano de clásico abarca d esd e el 8. 15.0.0.0 hasta e l H o Ch;in Ajaw (soberano sobre el luga r celes-
morLero se trabajaba la corteza de los amates 10.5.0.0.0 aproximadamente. A continuación tial primero ld el cinco cielos).
hasta que se obtenía una masa d e fibras similar sigue e l posclásico, que se prolonga h asta
a la del papel. el 11.1 6.0.0.0. Mediante las constantes d e ➔ Ecüptica
correlación, las fechas de la cuenta larga pueden Úr bita circular que parece seguir el Sol en el
Cotzumalhuapa calcularse según las de la e ra c ristia na. cielo cu ando se contcm plo clescle la Tierra. Se-
Grupo de yacimie ntos arqueológicos cercanos, gún la mitología occidental de 1:, Antigüedad,
situados en la llanura litor:ol del Pacífico en Cultivos empantanados se desplaza por 12 figu ras de anim ales. los sig-
G uatemala. El término t~1 mhié n desig na el arte Un método de cultivo muy extendido que los nos dd i'.odíaco. En cambio, los mayas, tal como
q ue allí surg ió. Su d at~lción es Lcx lavía materia mayas practicaban d esde la época precl:ísica. se deduce del ➔ Códice de París, partían de
de discu sión , pe-ro la mayoría ele los científicos Consistía e n llenar de plantas y lodo las aguas crece constel:iciont:s, en las que descub rie ron.
la relacionan con la llegada de los pueblos pipil poco profund as, por ejemplo a lo la rgo de las entre otros, un.1 tortuga y un búho.
de habla n:ihua, a principios del periodo poscl;Í- h ondonadas de los ríos, para d e este modo for~
sico (900- 1200 ,I.C.). El estilo Cotzumalhuapa mar camp<>s. Ejército Zapatista de Liberación Nacional
~e caracteriz a especialmente por las esculturas H<!cipienre piniadu con un:, escena t!t: ¡,?Ut'rra. l.u~::ir cid ha!l:17- (EZLN)
ele basalto y las estelas con un simbolismo inspi- Cultura Vcracruz gu tkKomKidu; d:hicu rard ín. 6!)(~900 d.C.: arcill:i cori1b
F.~te movimiento empezó a funcionar m ilitar-
policroma: :1ltur:\ 17 cm. di:imeuo 15.5 cm; colccc16n pn\'ada
rado en el del centro de México. Cultura poco cstudia<.la que floreció durante la (Km 2352) m ente t::n el estad o mexicano de Chiapas :i prin-
época clásica (300- 900 d .C.) y el poschlsico tem- cipios del ano 1994. Su nom bre se remite al
Craquelé prano (900-1 200 d.C.) en la costa d e l golfo de legendario revolucionario Emiliano Zapat¡l,
Rctícul:1 de finas grietas formadas a propósito México, estado de Ve racr uz. Es famosa por sus quie n a principios del siglo XX se sublevó para
en el vidriado de cerá1nicas. Se :iplican varias lujosas cedmicas, que incluyen fig u ras de ta~ sición radioactiva. Midiendo la intensid:u.1 d e la defender los intereses de los agricul tores. L os za-
capas ele ➔ engobc en la superficie de un reci- maño real, y por su arquitectura. La ciudad radi:ición se puede c:1lcubr y determinar su ;1nti- palistas actuales no luchan únicamente por la cie-
piente y, al cocerlo, la película exterior encoge y más ímportante de la cuhurn Veracruz es El g üedad. rra. sino ante todo por la :u1todt::re rminación cul-
se rompe. Este tipo de decoración es car;1cte rís- Tajín, en las cercanías d e la actual ciudad de tural y política y por la justicia social para
tico de mediados del periodo preclásico d e la ce- Papan tia. Deformación craneal la población de C h iapas, m ayorit;iriamente de et-
r:ímica 1nambn. El ideal d e belleza maya era u na fren te pl,111a. nia maya. El conflicto aún no ha cesado, a pesar
Danzantes Holmul razón por b cual a los recién nacidos se les mo- de los numerosos intentos para restahkcer la paz.
C restería Motivo q ue aparece en recipienLes de cedmica d ificaba la forma del crá neo comprimiéndolo
Piez;i decorativa que corona el tejado de un edi- precolombina de d istintos lugares. Presenta en la parte delantera y trasera con una cons- Enanos
ficio de piedra. Su forma permite la determina- uno o varios baibrines, normaln-1ente vestidos trucción rígid a formada por dos tablas de ma- A l pa rece r, en !;1 cult ura maya. los seres huma-
ció n del estilo d e la arquitectura. com o el dios del m aíz, lJUe llevan en la espalda dera fi jadas con cuerdas a la cabeza. nos d e con.,;;titución e nana gozaban de: un gran
un gran armazón. Puesto <.Jue este tipo d e reci- prestigio. Vivían en la corte real y no sólo tra-
Cruzoob pientes fue hallado por primera vez en H o lmul, Día de la creación del mundo bajaban pa ra el enLreteni mien111 del rey, sino
Designación para los mayas ins urrectos de la Según los mayas precolombinos. el mundo fue q ue también e ran sus sirvientes fovori tos. Los
➔ guerra de castas (1847- 1901) que en el Yu- cread o el 4 ajaw 8 kumk'u ( ➔ rueda calend.íri- enanos e ran considerados m ensajeros del infra-
catán oriental adoraban una cru z santa que s u- Rccipit:ntc con tapa con la represent:iciún dt· un papagayo ara ca, ➔ tzolk'in, ➔ haab), que se corresponde con mundo. En muchas estelas están representados
"likal, Pl'tén, Guatemala; clá~ico temprano, lOll- f-10() J.C.:
puestamente hablaba. El centro de culto se en- :1rcilla cncid:1 policroma; ciudad ele Gua1i;:nrnla. MuKo Nacional la fecha 13.0.0.0.0 de la ➔ cuenta larga (o el 8 d e haciendo entrega :il rey de insignias como el ➔
contraba en C han Santa C ruz Xbalam N;ih, de Arqueología y Etnologla septie mbre del 3 113 a.C. en el calendario jul ia- cetro- m an iquí o flores, presum iblemente por
una localidad actualmente denominada Felipe no). Las inscripciones indican que ese dfo se encargo de :rnte pas:idos fallecidos . con q uienes
Carrillo Puerto. Bajo el signo de esta cru z coloc:1ro n en el lu~ar celestial '"Primer Sitio de mantenían un conlactn especia lmente est recho
se organizaron militarmente en el año 1847 pa- las Tres Piedras'(➔ Nah Ho C han) los tronos según la concepción maya.
ra d efender los intereses de los mayas de la del jaguar, de la serpiente y del agu a.
peníns ula d e Yucatán. De a hí proviene la , leno- Encomienda
m inación ··cru zoob", en la q ue la palabra espa- Dintel Entrega feudal de mano d e obra indígena que la
ñola "cruz" se une a la forma plural maya Elemento arquitectl>nico de soporte que con- corona española hacía a los conquistadores por un
"o'obH. Este movimiento profético marcado por form~l b te rminación horizontal <le la abertura pe ricKlO limitado. El propietario d e una enco-
las creencias católicas e indígenas inte ntaba d e una puerta. Los d inteles eran p rinci¡x1l- mienda, el '"encomendero", se comprometía, a
establecer un nue vo orden religioso, político y m ence d e piedra y podían estar d ecorados con camhio, a dar protccci6n ;i los trahaja<lores que le
socia l. je roglíficos o representaciones simhól icas. L as ha bían asignado y" evangdizarlos. La institución
inscripciones que en ellos apa recen suelen ser de la encomicndn cond u jo a la explotación des-
Cuenta corta indicac iones sobre la consagración del ed ificio o piad;ida de la población indígena y no tardó en ser
Método de datación conocido por la denomina- sobre la cim entación propia del din tel, cuya de- modificada par:i que el encomendero recibiera
ción inglesa ..shon count''. C'.,onsistc en anotar nominación jeroglífica es pakab. tributos en lugar de prestación de tralx1jo.
Engohe en:,,, que :-.e combin:1h:in pa r:1 formar palabra:,, Estela del altipl.1111> dc Gu:11em.1b. Dur:111te l.1 fow F...,
Barro filtr:1do \:arias veces y ohrenido a s 11 Vl'Z dc- completas. Los signos ,e orde11:1ban e n bloque~ de Pil:1 r dt' piedrn o p l.1c:1 \-Trl1cal Vij:1da en e! ~uc- pnanza (h:1c1a -100-(,0() d.C.). la ciud.1d "" '"
,1rc-illa fin:i repetidamcrllc cribada. Sirve par:l rc- jeroglíti co.., por rolumn..ts. L~t c~critur;i m,1ya mili- lo. Lo:-- m;1 y;1:- cLísicos la\ ll:1111;1h:111 l,1~am tuun un ,1uge cultu ral lusad o en un in tcn..-o to11t~1 n ,,
ruhrir los rccipic:::ntes c.k ccr.ímica <lntcs de cocer- zah:1 tmo:-. 1.00() :-.igno:-. jl'roglífico:,, y M: b:1:,,:1 t.·n u na (gr3n picd r:1). Normalrncnte Sl· e rigían durame ron Trotihuac.ín, porcnc1=1 qut' quiz;ís llcg,,l r.1 . 1
los y así hacerlo.. impe rmeables y aportarles una g ra111:llic1 y o rtog-r:db propi,ls cuyc, estudio t""'tá c.\111 \'C-rsa rio~ y d ritu.d se llamaba acto de "pla11- cor1<p1i:;:ta rl.1. F, n dicha (·poc~l l'iu:ron cons rru ,-
.:;upedicit' lisa y un color m;ís ,ltractivo y un iforme. .1lln en sus i111c10.,. t:1r"' ,, d e ..alincl r.. la piedra. Con frecuenna do:-. \:1rio:-. ediricin, n1 t."1 e~tilo de perfi les d e l,1-
presentaban grabado:,, o pinrnr;1~ t:n rod ,ts su:- ludc:-- y l:1hlen,..,, c:1r:1tft"ríq ico de [;i metrúp,,11
Entrada Espejo cara!'. y t"~taban J ..:cor:1da!'. L:011 in scri prinn e~ y rncso.11ncnc;1na.
flcnctrnciún de:: soldado..-. o rcligio,o:-. l'l1 la~ rcgio- l .os c~ptjo/\o dt' pirita d e hiL'rro (pirita) y ,lb~i- rtpn.:~l·ntacionn que e n ~u lllayor p:1rte i11dic1-
ne:, todavía no exploradas d e l imperio colonial dian:i ¡mlid :i:,,. e nmarcado:-. l'l1 n1:1de r:1. «:" ran ban fechas o ge.~t:is de -,ober~\11os. Fin~ ornnge
<::!-.p,1ñol maynri1ari:1111ente cubiertas por st:lv;:i. ( .;1 c1111sidl.'r:1do!'. artículos d e lujn en la~ cortn n:;1- De . . ig-naci1'111 ingk,a p.tr.1 la cedmic:i de pare
cnl r:Hl:1 tenía crn110 ohjc:·tin1 l,1 cnnqui-a~1 ,kl lt'- lc:-.. A 111enuJo ,e- llcv:1h:1n c:ncima a modo dt" Estuco de:-- 111 uy li 11:1-' con rolor~1ei6 n en tono, que v.1n
rritorio. la evangtlizaci(lll de lo:-, indíge n:1~ del objetos decorativos. Nu111cros:1s pinturas ,nbrc (dt·l ita liano,;rm·,·o; "tal:1du". ·'cnrteza'') dc:-.de d :tllla rill o :inara11¡ado hns1:1 c:l roj o . L 1
lugnr y d ,1fianz.am1cnw dd dominio colo11ial. ccdmica nn1 e~tran J igrn11;1rio!'. v1.;nén<losc: lo., \-1t·zcl.1 de escayol.l, cal, ;1rtn:1 ) .1g11:i d<: st·rado superficie n li~a y C:Hl'Ct: por completo de or n, 1
ment~1ei611 n cst;l d ecor:1da con Sllllplt:s i11 n ~o,.
E p igrafía F.s101, obietns de cedmic~ rueron algunos de:: In,
Ciencia que C-'Ludia los ➔ g l1fos y las mscrip- 111;b impon.mees en la zon:, m:1ya y se t'lahor;1
ciones. Su cometido e;:-:, dncifrar la escritura. t'\• ron d11r:1nte un pc:riodo de <>-50 :1fio :s.
tudi:1r su evolución hi:-.túric:1 y l:1 del lt' nguaje. y
analizar los testimonios hi~tó riro, de lo..; tc.-:xlm,. Fresco (del i1:1li;1110,./l'cscn)
A difcrt:ncia e.le la c gip1ologL1, q ue e,111di,_1 in~- Técn1Ca d e pintu ra 111ura l t'n la que los colore:--
rnpcinne:-i., la epigrafía 111:iy:1 se !'.i rve no ,blo de "'t: aplican súhrc el revoq u e t're!oco, tod av ía hú-
todos los 111:1tt'ri:i1e~ con 111scr1pcionc~. como ,;on medo. Dada b rapidez con q u e se sec:i. ~c',!11
los códices. s ino también de los m onumentos tJ- pu~de aplic.irse- revoque sobre el :írea que d .1 r-
11:idos en ptcJr:1, d e. la cedmica y e.le: IJs pintu- ti!'ota pued.1 pint.1r en un día. A:--í .\urgen lo, (k
ras murJles con i11!'. cripcione~. no111i11ados t r:1hajos de un día. Comparado cn n
b ➔ pin1u r;1 u/ •ct.H>, apl icada snhre u n:\ h;1\("
Epiolmecas seca. si ia_.., co11diciont::.\ clirn;itica~ son buenas los
Tr:ts el dt'clive de la civili /.aciún olmrc1. r11 b cos- frescos se cnnscrv;111 durante más t iempo.
ta Jcl golfi, de México (desde el is11no de Tchuan-
tepcc hast~1 la costJ e.Id Pacífico en CuaLcmala) Glifo emblema
surgió un~1 cultura - IJ cpiolmeca- en su rn isma Término p~1ra un título Íon nadn por va rio :-- --t
trad ición pero con muchos puntos d ift~rcnci,1Jos. g lifi,..... ldcnt it!G1 a quien lo lleva como k'uhul -4
corno por e jemplo l:1 uti lización de la cscriwra jt:- ajutv (~oht:rano divino) de una c iud ad -estado o
roglífic.1. Los epiolmc:cas contaban con un sis1·t:- de una conf'eder;1cic'in política cuyo 110111hre suelt~
m:1 ele e..;critura nrny de~a rrollado. m uy parecido tener un orig-en gengdfico o bien mi to!{)gico.
a l de lo:-- mayas. El testim1111in t~xtua l m:b impor-
tJntc de esta cultura e~ la estela de ( ,; 1 Nfojarra. Glifo introductor
que dm;i del año 156 d.C., dcscuhicrra en el esta- Designación p:ira U II !,!oque u e ➔ g lifos que
do m exicano <le Veracruz en el afio l 98ú. <:1)lt1tn n:11.1 en d 1trn pl(1 <le 11,s Ct1t'rrcros. (:hicht:n 111.:\, Yur.1t:ir1. 1\léxiC1); fi,ulcs pcr1od1>clás10 ,. 900-IUOO d.C. introduce formalmente un:1 lnscripción .

Equinoccio G lifos
/ o rnada en la que el día y la noche tienen la mis- Signos de una --4 cscritu r;l 110 a l fah¿ t ica t¡uc en
ma duración: 2 1 de marzo y 23 de septiembre. sirvientes, a menudo enanos, sostenían un espe- rápido. D ependiendo d e los aditivos, co1111> por el caso maya podían sc-r ➔ lt>gogr:1111;1~ o bien
jo Jclantc de ellos. Los espejos también deco ra- ejemplo el 111~hmol o la cal. se diferencia entre c:,,- ➔ signo~ sil:lbicos (CV). Si se u nc.: n varios gl ifo~
Era actual ban las imágenes de lo_, J ioses. wco de escayola, e.:,ruco bbnco, mármol de estu- para Íormar una palabra o una oración enter;i y,
Tal como se desprende del - ¡ Popo/ Wuj, los co (srucco lu:u ro)J equco d e cnl, estuco de cemen- adem:ís, úpt icamentc forman un todo, ha bla-
maya:-. c reían que In e ra acrual iba precedida de Espina de mantarraya to y estuco g r is. Cr:1cias ;i su fáci l maleabi lidad es mos de h lo<¡11c jerog lífico.
o tras tre~ en las que los diose:-. in tent:1 ro11 e n va- Propia Je la nrnntarrnya ca r ibeña; los mayas de un material mu y popular para la dccoraci,ín
n o crc:,r al hombre. Los Lrc:-- primero., intentos la época cl:ísica lo util izahan como ➔ perfo- pl:ística de techos y muro~. Debido a sus p ropie- G lotocronología
frncasaro ri, ya q ue el ser de aspecto humano no r:1dor p;1r:1 l:i~ :,angrías. dad es se utiliza especialmt:11tt: p:ira decoraciones Nlétodo de d:u:icic'm dt la li ngüística que corn~
poJía comunic;1rse, era débil o no rcnÍ:1 almJ . aplicad as li bremente, para d d ihujo de pc..--rfile.:, para ➔ lcngtws emp;1rentad:is para determin.1r
Los dioses no tlH•ieron éxito hasr.a el c uarto in- Estación lluviosa con p:1t rorn.:s o para revoque pulido o lijado en el m omento en ti que st: desv inculan c.ldinit iv:1-
tento. cuand o cn:.ir on al hombre con harina de F.11 el ttr riwrio rn:iy:1se difercnci.:t e ntre dos esta- pareclt::--. ment<::. El crite r io b:hico ele este m étod o , actu~1l-
maíz. En un p ri ncipio. la creación no era menos ciones: la seca y la lluviosa. El inicie, y e::I fi n al de men te muy criticado, e:-- tp1e en un periodo de
com ple.ta que sus p ropios creado res, por lo q ue l:i cst~ición lluviosa pw:Jen vclriar según b re- Etnohi.storia 1.000 años el vocahul.i r io d e 11110 de los idiorn3'>
és to!> nublaron la vista a l hombre para que sólo g ión, aunque a l igual q ue en el resto del rn)pico, Ciencia hisr6r ica centrada en el est ud io de dt"- se haya visto mod ificuln en un 8 J,Y,,..
pudiera ver las co.,;as ''pequeñas" del univenm y , uelcn coincidir con e l verano , cuando el Sol al- termin:idos pueblos y q u e, a diferen cia dt· la
no la~ "grandes··. canza el cenit. Las precip itaciones a lGrnzan sus historingra ffo t ra dicional, n o se basa únic:11ne11- Grupo E
valores m,lximos en iunio y septiembre, coinci- te en las fuent e!'. escritas sino también en l:1!i tra - T'ip o de complqo arqu itc·c1(H1iro que recibe el
Escalera o escajjnata jeroglífica dienc.Jo con los <los pasos por d ccniL Mie ntras dici o nes orale., )' tn los objetos arqucoli',gico~. numhre de gr upo E. de U:txactún, lugar e n que
1,,1~ e~caler.is jeroglífica!'. t.)1-;'in dtcnrada!:> con tex - que en G u;itemab y Yuc.a1:.ín b llu via empiez:1 a Su objetivo 110 se lim ita sólo a entender lo-' c1¡_..,_ Cu e idenriticado ror primera vez. Por lo genc -
to:-. jeroglíficos. P o r regla general se 1-ra1a d e esca- ced er en octubre. e n las tie rra~ lx1jas dd sur pue- t intos pueblo:-- desde' el punto de vista científico, r:d, en b p:1rte oriental se encuentra una pirá-
lrnatas que unen las plazas púhlic.1s con !:is plata- de prolongarse hasta novi c m hrt: y diciembre. sino que permite ta mbién que éstos se expresen. mide elevada y d t'. pl:inta cuadrada frente a rrc:--
for ma., Je lCmplos o palacio:-.. l .:t.\ inscripciones edi ficios alineados sobre una plataforma co-
suden re latar e xpediciones 111ili1:\re!'. dl.' gran éxi- Estación seca Excéntricos de pederna 1 y de obsidiana mú n. L:1 m.1yorí;i de las veces. ft1rman una pl:1-
to, pero :.1 vr::ces también resumen l:1 h i!'.LOri~, de to- Uno dt' lo:-- dos grane.les periodo, climáticos dd Objetos de formas extravagantes hechos de ➔ za en l.-1 que h:1 y monumentos cubiertos con je-
da la din<l..,lÍa de u11~1 ciudad, co1110 por ejemplo ;iño. St:gt'm la región, la estac i{,n .st:c:1 e mpieza ptdernal o J e obsiclian;1 4ue n o tenían función rnglílico.,. St: CTt"t' que a lgunos de estos grupos E
en b famnsa c,calinata ele Cnp,\n, con 2.200 glifos. e nrre octuhre y diciembre y dura h~n,ta finalec:; pdctica alguna, !'.it111 que cnnstituí:rn valiosa~ eran ohst:rv;11orio~ para la fij ación de la sal id,1
dt' 111:1 yo o principios d e junlo, cu:indo aparecen ofrernJas. H an sido h:ilbdos e n tumbas. bajo cs- del Sol. Contcrnpl:ulas d esd e la construccilln oc-
Escritura b:-- pri1rn.:ra:,, precipitaciones importantes de b 1cla1-, y a lta res y en punios <le sacrific io. Con frc- cidental, las do~ pir:ímldes <.'. Xtc r iort:s del trío se
Signos estan cbriz:u los sobre un ,11po rte. Los ma- c:st:1cic'm lluvios<1. Sus <los últimos mest:'i. marzú c.- uenci:1 representan ,ere~ ;intropomnrfos y zoo- encuentran cu l:i linea visual del punto en que el
yas ncribian snhre difcreme~ matr.-:rialc:.. como y ab ril. ~on lo~ 111:h ca lurosos Jd :111,,. En la es- 1norfos marcadamente c..;tiliz:1dos. Sol a1x1recc en el horizonte durante los sobucio~
piedrJ. m:iclL·r:1, J:1de., ce-dmic:t o p:1pcl. Sus ,ig-nos tacir'1n ~tea pueden produc-i rse t;1mhié n pn.· cipi- Je junio y dicieinhrc:. Punlt' qut el l·d ificio cen-
jeroglíficos (➔ glifos) podían ser ➔ lngogrnrnas taciones. por ejemplo cuand o los vientos Jel Fase E speranza tral sirviera para n i vebr l:t marc;1ción del Sol
(signos abstracto~ y simbólicos) o ➔ sig nos silábi- norte traen aire frío d el mar y nubes. ~:poca en la historia d e K"minaljuyú. local idad d urante los equinoccio:-- de marzo y ~cpticmhrc.
En n::ilid.,d. no todn-; los ,l{rupos F. prL'SC-ntan t'' - T ras haber rcal1zad n su cometido, subieron al pre-:cnrnba fl ores. por In cual era consid e ra do, algunos cargo~ púhlícos. C on fn..c ue ncia. lo,; go-
t.1 oric11taciú11 , pe ro 110 h:,y d ud:, Je q ue" r r:in ciclo e n forma d e Sol y de l . una. r:. n el Popo/ W1y además, !;1 pcr.sonifi c:-1ción de una tlor. lH: rn:ul()rc~ ma yas 1a111hi~ n ostenr:1h:in el tí1uln
1111pnrt:rnu:, :,;~1ntu~1rio!'! din;:islicos l ·n lo:-, t J LJC se- se lc-s denomina J1111:ij¡rn (u110-cerli;1t;rna) y Xh':1- de itz'aat, aunque n o est~\ cl:iro si :-.e le:,; co m.idc-
'cncrah:t .1 In.., ~Hllepasado, fallecidos. La 111ayo- l:inkt.. (j:1gu:1r). En los rccipit:rHt'~ d e ced111ica Incensario raba e ru ditos, sa bios o art is tas, o si se les otnrg~1-
ri.1 fu(· c<1n,trui da durant1.'. la t r an:-.ici!',n del pe- cl:bic:1 ap:1rcccn con los nombres H un Ajaw En todo el te rritorio 111:1y:1 ,e h:111 ha llado rcci- b,1 e-1 titulo por<.JUt' ocu p;:iban el cargo correspon-
riodo pred:ísico rtcit:n re al cl:ísico 1c111pr.1110 . St: (ww-sobcr,1110) y Yax l:lalam (m:ís verde/primc·r picntc-s de ccd.1nica para quem ar incic:.·nso qu(..· se dit"tlle. F.n Lis repre:,,.e111:1ciorn:•.1, g r:ífir;1s. el itz 'aat
h,111 1dc 111iric1do diveno~ grupo!-- F., e n t re otro~. pgu:1r). Jun:iipu se carancriz,1 por unas manchas re m o ntan hasta el penodn precl:ísico rerit-ntt'. ,e di~t ingue por un :Hlor110 :,,.imil:ir :1 u n turh.111-
c.: n Uaxacu'm. N:1:iclui'in, (;üiro. Caracol, Yax- negras o;;ohrc:- el cuerpo dt"snudo y por l:i rcrhata- \ttuestran unri conside r;1hk v;, ri ed:icl: de~cle , im - tc. Un:1 punta J e- la tela que lleva o;;ohre b calx..·✓-: 1
h.í, Tikal y Calakmul. n~1. y X hº:i b nkc por la on: j:1 de j:1guar o por h pÍt:."i cue n co:-. a recipit"tlte~ con decoración figu r~tli- cae hacia d e lante o hac ia a trás. A menudo. L'l1 el
b:irha de piel de este :1ni111al. v:.1, com o los hall:u ln:,,. e11 Palc114uc y en las tic-rras tocadc, luce u n p incel o un buril para escribir.
G uerra de castas al Las d e G u atc1n ala. E n e l poschlsicn se e-laboraban
C:tH~rra entre los mayas y el _gohie rno yukat~k Huipil incluso e n forma de figura~ d ivin;1s policroma-.. l tzaj
qut" se produjo c:n e l s iglo XIX . En daño 18-17. Des igna r i/rn d e nrigt"n azteca p~1ra las prend as Hny en día , los lakandn n ,;1gue n practicando la re- C rupo mayc-n cc qu e habita c-n c-1 extremo <;cp -
los 111:1y:l:,,., cuyas condiciont:., polítiCas. soci:1k:-. y extt'rinre~ tr:idicionale~ d e l:is indígen;1o;; mtxi- nov:1ción llerió<liG1 tlt' "ill~ incen.,:1ri<1.,. l lecnr;ulo., tent ri o nal del lago Pctén ltzá . en el centro Jcl
tcnnórn1c1s habían empeorado dráslic:amcntr c 111;1s y ccntro:1111e rica11as. Se tr:ll'a de un:1 hl us:1 con las im :'1genes de sus dí vi11idad es. depart~mcnto guatemalteco dd Petén. Su idio-
1 ras b independencia mexicana d e 182 11 prota- com puesLa por pic1.as tejidas d e fnnn:, cuadr~1- ma rec ibe la misma dennm inacii'm : itz;ij . P erte-
gonizaron un leva n tamiento contr:1 las tro pas d ~1. con u na abcrcura en el centro por donde p~l- Incienso nen.! ;i b rnm:1 yukatek:111 de b f:1111i li:1 111:1y:1 y
Jcl gobierno y uk a tek m exicano. J.,a insurrt'c, san la cabeza. Se elaboran ron distin tas técnicas, El incie n so u til izado po r los mayas provenía d e se cl ife r e nci:1 poco del q ue se h..ihl:1 e n el reslo ele
ci(rn arm:1d:i se con virtió r;'1picl:1me 11re en g uerra en gene ral con un td:ir d e cintu ra. una m ezcla de resi na de cnpal /Protium mpal; b pe11í11s11la rle Yucatán. Los 500 it z:1j que quc-
entre un:1 sociedad dividid:1 c11 dos cl:1st::s. De en 111:iya. pom) con carhón vegt::ta l, quern:ul:1 e 11 d:111 en la anualida d rcsidc n ·cn los pueblos de-
,1lií l:i dcnom i11:1ciú11 "gucrr~1 de cast{1s". F.nlrc Hun Nal Yeh recipientes especiales. El incienso e ra considc- San Andrés y San José; e n el s ig lo XIX, un pc-
lo, ,1110s 1847 y 1901. los ma yas controbrnn mi- (dd m:1ya. ··un-grano d e 111:iÍ)'." ~ dios E) r:1do el alimenro di vino. Sim ult~íne3111c-nte se queí1o g rupo e migró a Belice. d o nde se ase n tó
litarmente la región oriental Je la península dt' ~0111brc clásico Jcl Jio:,,. dd maíz. :1.soci;1<J<, :1 --) q uc-mahan tamhié n olr,,~ (1frc ndas, cnmo tiras en l:lénq ue Viejo y S:i n Jnsé Succnr z. Ya s(,lo 51)
YuGw.ln y desarrollaron su s propi:1s cstrucrura.s Chaak (GI) y a l padre de la ➔ tría,b de Palen- d e papel con gotas de san¡!re. Actualmente. las anci~mus dom inan el idioma. au nque se es1:'m
estatales. Fue muy importante: l:1 vcncraci6n d l.' q ue. Sus rasgos característicos son u n rostr o jo- ofrendas de inc ie n so siguen formando un;i par- rt::1lizand o esfu erzo ~ p ar:1 Cfl n Servarl o. l ,11,, i1z:i j
un:1 cruz sagrad a que s upues1aincnte h~1hbha ven y el roc:u.lo, qu e ron frecuencia inc luye los te bás ica d e las ceremonias mayas. f11e ron m u y im por l~liHCS du r¡\ntc la é pocj pre-
(➔ mayas cruzoob) t'. n Sania Cruz Xb,d:1111 Naj, glifo.;; "maíz'' o •·111:1 zorc;1 de maíz''. Las repre- coln mhina. Segú n la leyenda, provenían de las
localidad l )Ut.' ;1ctualme111e lleva el nornlirc de sentacione~ e n recipientes ele cedmic~ mut~- lnframundo licrras hajns del su r y avanzaron hasta el n o rte,
rctipé C3rrillo Pue r lo. Tras el som e1 iznic nto tr:111 :.11 dios a rr;.m ca 11do un:1 pl:inr:1 de maíz en F.n l:1 concepci(m rd igios:i de los m:1yas, en con- don de funda ron Chichén ltz :í. Tras la caída d e
mil itar e n e l afi o 1901. los mayas aseguraron la germinac1lm d e unn g ricL~1 del cap:1r;1z(m d e tr:1posición : 1 b.;; esÍerns cdc:-.1 i:d y Ler restrc. el in- est a ciudad, algunos se marcharon a May:i pá n
salvación ele- b "cruz parbntc" trasladánd ola :d una tortuga. símbolo Uc l:l LÍcrr:i. o i>ic11 h;1ila11- Írarnundn e r:1 el lug-a r d nndc los muertos llevaban y o t ros regres:1ro n ~il ~ur. <lo nde fo rmaron un
pueblo de Tixcacal, e n Guatem;i);i. d o a su alrededor. A veces le- ayw.bn los --, hé- a cabo la tra nsmig-raciOn d e bs a lmas. Siwado en eq;1do t::n l:1 isl:i :\1oj Pt:'rén en d lago Pt'fé 11 lt-
roes g:c·melns, quienes tiran de l~l. Esta escena se el interior de la tierra, c.:n él vivía n lúg-ubre-; sc:re~ z;Í. l l :1'it:1 el :iiio IC.97 pwlit.::ron d dt' nde r , u in-
Haab intcrprew como d nacimie nto d el m~lfz y Sl'" rcla- qm.~ inspiraban te rror y qm: puedr:n \'t'rsc repr~- d e pe11de nc i:1 íre nl t' :1 lw, o mqui~1:ulo re~ cspa -
C :.1leml:ir io de un :1ño sola r d e .)ú) d ías. dividi- cion.1 con la .mrigu:i cn:t.'nci,1 maya d e la ren ova- scntados d e forma muy g-r~ífica c:n rer;ímic:i~ poli- 1lolc~.
do en 18 tnt':,.e~ d t' 20 días y un m es adicional de r icl n o dt' b rcgeneracic'in . croma:-.. Lo\ rna y:1,;; CTt'.Cn qut' l:i t· n t r:u b nat11ral .1\
c rnco d fa.-;. C ada uno de los 1<J meses t it:nt su i11fr:11nundo t:sr:í encarn:uLi pri11cip;1lmcntr por Itzam Ye
propw n o rnhrc y glifn. En las in:-.cripciones, Hu\mal b s c ueva~. r;1zú11 por la tll:i l en d las sue len encon- Ave celestia l mitoló gica. En el periodo cl:biro
después de la fech a Jcl calendario haab sud,· Dios ele la r ealeza. !\"orma lmc n tc ~e lt: reprc~en - tr~1r:-.l' p intur~lS muralc~ y ohicto~ de culto que p <.1- era interpre tada com o un:, pt"rsoni ficaric'i n d t' l:i
indicarse la del calendari o ➔ tzolk'in ( ➔ ru ed:1 t:1 con u n cocado de tres puntas. D a d:i la seme - rcccn estar rcbcionad os con esta temútic:.1. En la di v ini dad ➔ ltz.amna,1j. A menudo se l:1 rt:p re-
e:, knd:í rica). janza entre dicho adornn y c-1 gorro que lle vaba n época colonia l, el ➔ l'opol 1-Viy introdu jo el tér- sent:1ha coron;111do l:i cop:1 del :írh o l cid 1nu1u lu
los bufnne..; medit::vales, a m t nu d o se le denom i- m i no ➔ X ibalba para dcsi¡!nar ,,1 infram 11ndo. ( ➔ ceih:1). 1\"o t.'\t:í rb r o
~i e:-. idé ntica al ~l\' C de l
Hacha n a camhién "dios bufó n''. Su nombre rea l. 111ur1<lo ➔ \Vuq uh' K:1c¡i x (sietc -p ~1 pa_gayo) que
Este té rmin o clesign:1 do'.-1 ohjt:'lúS complt: t:i111t.:n- Hu'unal. provien e d e b voz. /11/1111, qut· entre Intradós .:;q~ún el milo del ➔ Popo/ ~Vuj mu rió a man ns
te dist into'i. Por 11n lado, un hac hn convenc iona l orrm, tiene: d :-.ignific:u lo d e "h:1nd:1 p:ir:i la fn:.n- S11pc.: rficic: d e co rte vc:rtic:il c:n l:1s :1lx:nur:1~ dt: un d e lo~ --) hé roe~ gcmd\•S.
de piedra que en e l peri odo cl:\sico era utilizada te•·. Y n q ue b im~lgcn de e.ste dios !'-Olí;1 t'St:lr m u ro. e ntre otros c:n arro'i, Vt'nt:111as y pon:ilcs.
como arma de g uerra e inSLrurne nto ritual, por n.:prcscnt:ula en la diadt:m:1 del rt'.y, o :1 veces en Itza mnaaj (dios ü}
e jl:"mplo para la decapitación. En invt:stig-ación 1 :,,.u escudo pectoral. D u r a nte d per iodo preclá~i- ltz'aa t (maya. '"h o111hrt:.'. sahio ". "erudito '') Du ra nte d posrlásico, dio:.,. de los e~c riha~ y di..'
por contra, d Lé rmino dcsign;1 una ,.: sculwr:i c:n y también posteriormente. s u nr11amcntaci(rn T ítulo que dcsign ::1lx1 a sahius y artistas. a sí co mo los artistas. Sin emb:1rgu, las inscripcionc'i del
pl:ina tallada en piedra que prt'sen r:i un a fonn:i pe riodo cl:ís ico y:1 h:icí:1 11 re rcrc nci:1 a dicha di-
sim ilar a la hoja de un hacha y que algunos vin idad. :1 <1uie 11 lb111~1ban Itzam n aaj, un a pala-

ctc111ificos cons ideran p ane d el eq ui po d e u11 hr:1 q ue h:ist:.1 ~1hn r:i. nn h~1 podido ser trad uc ida
jug,1<lnr de pdota ( ➔ juego d e pe loca ). d e for m a concluyente. También relatan que es-
1.~1ba presente durante la ➔ c-rt'ariú n del mu n --
Halad, \Vinik (m;iya, "ho ,nh r e vercla<lero") d n, po r Lanto se le otorgó un p:ipd de im por-
T ítu lo del cargo político de m ás rango e n :llgu- tancia respecto a las d e rn:h d ivi11 id;ule~ 111:1y:1.,.
nas provincia!\ del nn rte d e Yu catán durante el Se caracteriza por una n:iriz :iguilc i1~t, unO!'i r~1~-
per iodo po~cl:hico. Corno gobcrn:1dor d e la gos c n vcjecic.los y un 1ocadn d e lln r c~ que- c:ie
provincia, el halt1d1 winik también ostentaba d sobre su rostro.
tít11lo de ➔ aja1v. Y si todavía conservaba el d e
➔ batab. e r a simultáneam e nte admin istr:id or Ix C hel (di11sa O)
de la capital de un estado al cual c.st:.1ban subo r, Dio :,,,1 dd a rte de te jer y del a g; ua. que \ ierre de
di nados el resto de los batab. í)11r:1ntc la époc1 11n:1 j:.ura. Sus ra.sgo..; c:1rac1erí,ricos son un ro!i-
coloni;:d. los españoles aplicab:111 este término a tro a rruga d o y 11n:1 n:1ri z :1g11ilc1l;1. En los re-nos
los ohispos, gobernadores y o tro:-. altos cargos. jeroglífico, se le dcnnm i n:t C h:ik Chel (arco irn
rojn/ <le coln r/g rand c . 1T1uchos a rco iris), p ero en
Hcmatita lo:, rt:xtos. Chi/am Balam d c:" l.1 época colo n ial
Minc r;i l h em:1tite, Je c rist a les de brillo negro y í111icamentc lx C hc l (rnuj e r a rco iris).
metálico.
l xil
Héroes gemelos Grupo maycncc que ha birn e n el n orte de las
Pareja d e héroes cuyas gestas se d escriben e n el zon as m o nrnii.os:.is dd <lepartamc-nto g uate m :11,
➔ Popo/ Wuj, ti libro sagrad o de los mayas k'i- tcco d e El Quiché. Ta m b ién designa su id ioma:
chc'. Se trata de dos gemelos de o rigen mitológi- el ixil. L os 80.000 ixil viven en la zona situada
co q ue lograron c n.caii.a r a los dioses del ➔ i11- entre Chajul, "1ebaj y N e ntón, en e l d e nnrn in a -
fram u ndo y restablece r el ord e n en la Tie rra. do "tri(mgulo ixil'', En el transcu rso de la gue-
rra civil guatemalteca, finalizada en 1996, los Kaqchikel
militares arrasaron casi todos los p ueblos de Grupo maycnce que habita en los dcparrnmentos
los ixil. guatem::iltecos de Sacatepéquez, Chimaltenango,
Solulá y Guatemala. Su idioma, el kaqchikel,
Jade penenecc a la ra.m a k'iche'. Tras la conquista.
Designación general para una piedra fina <le durante un tieir1po, fue d idioma oficial de todo
brillo verdoso compuesta de jadeíta o de mine- el altiplano. En é pocas precolombina,, los kaq-
rales similares al jade. Antiguamente:, est~l pie- chikel que rivalizaba n por la supremacía con los
dra era muy preciada y estaba reservada a las k'iche\ constitufan un poderoso estado c uya ca-
el ites. Durante el periodo clásico sólo se utiliza- pital e ra lximché. Actualmente, este grupo cuen-
ha el jade del río Motagua, en el sudeste d e ta con 700.000 personas y, por tanto, es el te rcero
Guatemala, razón por la cual se convirtió en un en número del país. Gracias a su proximidad a la
bien muy codiciado. Los mayas elaboraban con capital, los kaqchikcl participan con m:ís inte ns i-
éste distintas piez.as decorativas y objetos rit ua - dad que otros grupos mayas en la vida política y
les. También muchas máscaras para difuntos cultural de Guatemala y están fuertemente re-
están hechas de este material) q ue probable- presentados en la elite q ue dirige el movimienLO
mente simbolizaba la riqueza y el estatus del p~mmaya. Disponen de sus propias emisoras de
dignatario fallecido. radio, periódicos. escuelas y editoriales. adernás
de una academia de lengua kaqchikel con sede
Jawante (maya, "cuenco ancho") en Chi Pokob' (Chimaltenango), Guate mala.
Las inscripcione~ del periodo clásico designan
con el nombre de jarvantc un cuenco h,1stantc K'atun
plano que reposa :-.obre 1rc::-. pie:-.. F.n la!-. ilustra- Oe:,,ignación g-eneraliz.•1da para un pe riodo de
ciones sobre recipiente!- d e cerámica clásica sue- 7.200 días, es decir. de 20 años de 360 días, al cual
le contener ➔ ramales. lús rnayas concedían una gran importancia. Con Glifos de estuco. Palcnq_m:. Chiap:1), México; cl:ísico tardío, 60H- 900 d.C.; estuco de c:il; Palenque,
él no sólo expresaban la edad del soberano, sino Mustu J\lbcno Ruz Lhuillic:r

Jucgo de pelota que también celebraban an ive rsarios y esta.blecfan


Juego muy extendido por toda M esoamérica. sus profecías, ral como d emuestran lo.s libros ➔
Los mayas lo denominaban pitúl. Se jugaba con Chilam Balam de la época colonial. Por otra par-
una pelota de caucho lJUC no .se podía tocar ní te, k'atu11 también es d té rmino que des.igna el Totonicapán, Qucrz,\lienango, Solol;í, Retahu- K'uh (maya, "dios")
con las manos n i con los pie:>. Probablemente glifi, <le la misma longitud temporal que se utili- leu y Suchitepéquez. C on 1.500.000 hablantes, Por una parte es el nombre del dios C . Por otra,
e ra impulsada con las caderas, tal como sigue z¿1 tanto en b ➔ cuenta la rga corno en los ➔ nú- el k'icht: 1 es el idioma maya más extendido y es el 1érmino general utilizado en las inscrip-
haciéndose en algunas regiones de México. Du- meros de distanci~L tarnhién uno de los idiomas indígenas m~ls im- ciones mayas par:1 designar a un dios. 0t" ella
ran te el clásico, los mayas constru yeron canch;1:-. portantes d t: toda América. Se cree que los k'i- deriva la forma adjetivada k'uhu/ (divino) qoc
específicas para este juego en forma de ''H" o de K'awiil (dios K) chc' penetraron e n la zona que actualme nte ha- acompaña muchos títulos de soberano. como
"I". Los muros que los rodeaban caían form a n- H asta ahora no se h:i podido descifrar <le forma bitan durante el pericxlo clásico temprano, pero por ejemplo e n los ➔ glifo, emblema.
do una inclinación. lo cual focilirab:i el rebote concluyente úe qué tipo de divini<lad se trata. no dc.sarrollaron un estado hasta el posclasicis-
de las pelotas. Se obrenían puntos cuando la pe- Las inscripciones clásicas y los ➔ códices del mo. Su capit:il era Q'umarkaaj (Utatlán), situa- K'uk'ulkan (maya, "serpiente emplumadaºº)
lota atravesab~l los J ro~ fi Jaclo.s sohre los mu ros poscl:ísico la denominan "K'awiil''. Sus signo~ da en las proximidades de la acrual Santa f:ru'l. Legendario soberano maya de finales del perio-
inclinados o bien lOGlha una rnarcfl de piedra si- son una \'a riante de cabeza con voluta s d e humo del Q uiché. r..1ed iantc conquistas y a través de la do cl:ísico o del posrlásico temprano correspon-
tuada en el sucio. No se sabe nada sobre la fuer- o un rostro con n~1 riz e n forma de flecos. Si du- diplomacia, la.s dinastías k'iche' lograron con ~ diente al Qu,:tzalcoatl del valle de México. Se-
za de los equipos durante la época clásica . A rante el periodo clásico aparecía en el cetro figu- trolar amplias zonas del altipbno situ ado e n el gún la leyenda ➔ azteca, Quetzalcoatl e ra un
menudo, las inscripciones muestran al gober- rati vo del soberano. posteriorm ente se le- re-pre- centro de Guate mala. E l ➔ Popo/ Wuj relata la soberano ➔ tolteca que se marchó d e su capital,
nante de un.1 ciudad-estado corno jugador d e sentaba con una pierna en forma <le serpiente y historia de su expansión y de su sometimiento Tula 1 en dirección a levante prometiendo vol
pelota, como aj pitzil (el jugador de pelota). No a menudo servía para sostener una antorcha. o por parte d e lo, españoles. Durante la época ver. Los documentos yukatek de la época colo-
ha sido den1ostraJo <le forma con tundente que un hacha en la frente. Es el dios de las dinastías, colonial, intentaron liberarse de la dominación nial, por el contrario, relatan que K 'uk'ulkan
al final del juego también se realizar;.,n ➔ sa- razó n por la cual la denominación ·'K'awiil' 1
extranjera con va rios lcvant~1111ientos. En la era un soberano llegad o de poniente y c.1uc en
c rificios humano), tal corno se h ;1 conjeturado :,,uele formar p~1rte del nombre d e los soberanos. guerra. civil guatemalteca murieron muchos k·i- C hic hén ltz.1 fue adorado como d ivinidad. Tra,
a veces. Ademfü,. una li,rma verbal derivada de s u va- che' y miles de ellos se vieron obligados a huir. un tiempo volvió a México. La conexión históri-
ri,rntc ele cabeza dc.:signa la e ntron ización . En 1992, Rigoberta Menchú, Je b etnia k 'iche', ca entre ambos relatos no ha sido comprobada.
Kakaw recibió el Nobel de la Paz por su lucha en pro de Oe ahí <.Jue se crea que tanto en el c:iso de Quet-
Término maya para el árbol del cacao (Tht'obro - K'ichc' los derechos de los pueblos indígenas. zalcoatl com o en el de K 'uk 'ulkan no se trata de
ma cacao) y para la golosina que se obtenía <le Pueblo maya que habirn en los departamentos personajes h istóricos, sino de la figura. mística
sus granos~ adaptada casi con el mismo soni<lo al guatemaltecos de El Quiché. Baja Verapaz, K'in (maya, "día", "Sol", "tiempo") del Salvador, cuya fuerza legendaria puede ac-
español. El cacao era una be bida de la elite ma- Se trata de un término con distintos significa- tuar incluso después de muerto y desde Jugare,
ya que se preparaba con agua y se cond imentaba dos. En el cale ndario, k'i11 encarna la mínima remotos. Tamhién los k'iche' del altiplano de
con distintas especias, corno por ejemplo el chi- ln~mpuú11 m la p:trll· µo5tr riur <l e la eMd.1 F (dnallc:). Copán. unidad para el cómputo del tiempo en la cul- Guatemala hablan de una serpiente emplumada.
le. Las semilh,s de c;icao punbién se utilizaban H11ndur:h. C,ran Pl.11,1: cl:h1c111.1rJ ío. 721d.C.; tnhJ tura maya, es decir! el día q ue: en la c ue nta lar- aunque sólo a partir del periodo posclásico t:tr-
como moneda d e cambio. En los iexros je roglífi- ga posee un glifo propio. En un senti<lo más dío. En su idioma se le denomina Q'uq'kumat1.•
cos de muchos recipientes a parecen los nombres a mplio, k'in s ignifica Sol y es el símbolo de la que es también el nombre de uno <le sus sobera-
de distintos tipos de bebida a base de cacao. cifra 4. nos, cuyo ➔ linaje tiene sus raíces en Toll:ín, hi-
potéticamente Tula, en el valle de México.
Kalorn K'inich
Título que designa un cargo público y que en el (maya, "rostro del Sol", "el d e los ojos del Sol") Ladino
pe riodo clásico temprano a veces también ocu- Porrn;i abreviada del dios del Sol (➔ Kºinich El té rmino .. bJino" se utiliza principalmc:nrc
paba el lugar del título de ➔ a;aw, en principio Ajaw). K'inich suele aparecer junto a lo.s nom- e n Guatemala p;1r~1 designar a toda la poblactón
de mucha más irr1pu rtancia. Con frecuencia, es- bres de los soberanos, lo cual indica que dichos de hahla castell:rna y a la población no indi'1.
te: titulo va precedido de un punto cardinal. reyes se identificaban con el dios del Sol. También hace referencia a los habitantes Je
Una variante e'i el kalom te, 4ue literalmente o rigen espall.o l a:-.ent.idn~ t'.ll Cen1ro:1m éric:,
~ignif-i ca ··c1 que ahrc::". Con todo, no ~e dispone K 'inich Ajaw (maya, 44señor ojo solar"; dios G) desde b inv¡1si{m, a.sí como a los inmigr:mcc~
de una interprernci(m concluyente de ambos Dios d el Sol, tambié n d enominad o K'in Ajaw europeos q ue se han integrado a l:1 cultura Jo-
término:>, aunque poJrían estar relacionados a (maya, "sobcrann del Sol"). En las representacio- m inantc, la cspall.ola y, cada vez más, ;1 b nor~
u,w d eterminada acción de un ritual, ya l JUt: los nes, sus rasgos característicos son la barba inci- tcamcricana. También se califican de ladino,;
jeroglíficos muestran una divinidad con un ha- piente y un rostro envejecido, a.sí como el glifo los indígenas que se han alejado de su forma de
c ha, e~ d ecir. un instrumento para partir o ➔ k'in (maya, "Sol") en algunos puntos d e su vida originaria y que han renunciado a su id io-
:1hrir. cuerpo. m:i en favor del español. Aunque en Guatein:1-
la los ladinos representan una minoría respecto primeras gramáticas y diccionarios de los distin- Marimba Milpa (azteca, "maizal")
al conj unto de la población, desde la conquista tos idiomas m ayas, que han servido a los estu- 1nstrumento musical similar al xilófono y q ue en T érmino tomado d el a zteca. En la zona maya,
pertenecen a la clase d01ninante y siguen ejer- diosos de la ➔ epigrafía como base para desci- Me~oamérica tocan cxclusivamc::nte los hombres. todavía hoy las milpas se crean mediante la
ciendo el poder frente a los 2 1 grupos mayas. frar los je roglíficos. Actualmente, en los países Se compone de barras de madera su jetas a un ➔ roza de selva virgen.

Para los mayas, el té rmino presenta connotacio- de México, Guatemala, Belice y Hond uras aún armazón también <le madera. Se toca con ma-
nes negativas, ya que desde su punto de visea, siguen vivos31 idiomas mayas. Se crata,al igual zas de caucho. Mira flores
los ladinos son enemigos de clase de los que hay que sus a ntt"cesoras, de leng uas crgativas, es de- Fase de la evolución d e la ciudad de Kaminal-
que desconfiar. cir, existen formas de los objetos de un verbo Maximón juyú en la época preclásica reciente d urante la
transitivo que d esignan el agente d e una acción Nombre de una imagen m ilagrosa ele los tz\1- cual esta localidad alcanzó su m áximo poder.
Lak (maya, "plato") verbal. Como las lenguas latinas, trabajan con tujiles venerada por la ➔ C ofradía Santa Cruz Su influencia se extend ía a la tOtalidad de las
Término de las inscripciones de la época clásica la flexión de las palabras, aunque los sustanti- de Santiago de Ati tlán. cierras altas de Guatemala. L a mayoría de es-
que designa un plato de arcilla de forma plana vos no se declinan. Además, disponen de una culturas de Kaminaljuyú, incluidas las q u e pre-
para d iferenciarlo de los cuencos que reposan construcción de la frase interna en las palabras. Mecapa! sentan inscripciones jeroglíficas, data de esta
sobre pies de arcilla (➔ jawante). Algunos de El orden no rmal de la o ración con objeto direc- T érmino del azteca para designar una faja de car- época.
los motivos populares que ornamentaban di- to es verbo-objeto-sujeto. En las oraciones sin ga. Consiste en una tira de cuero con un nudo co-
chos pi.otos eran los seres mitológicos o las di vi- objeto directo es verbo-sujeto. rredizo sobre la cual primero se coloca la carga a Mixe-zoquc
nidades, por ejemplo el dios del maíz ➔ H un transportar. Luego el otro extremo se sitúa sobre C ru po de lenguas mesoamericanas que engloba
Nal Yeh en el acto de su renovación. Linaje la frente dd porteador de manera que la carga le- el rníxe, el zaque y el popoloca, hablados to-
Agrupación d e grandes familias en dife rentes vantada pueda ser transportada sobre la espalda. d avía hoy en el sur rle México. Es posible que. la
Lak.:rndon estirpes cuyos miembros se ren1itc n a un ante- lengua d e los olmecas, es decir el idioma de
Grupo maye nce del estado mexicano de C hia- pasado común. Existe n líneas d e linaje mater- Mesoamérica la "cultura mad re'' d e Mesoamérica, pertene-
pas. Su idioma, el lakando n, perte nece a la ra- nas y paternas. T érmino cultural y geográfico que fue inventa- ciera a este grupo.
ma yukatekan d e la familia maya. L os lakan- do por P. Kirchhoff en e l ;oño 1943 y q ue hace
don son falsamente considerados los m¡1yas Línea de ascendencia referencia a la región de las grandes culturas de Mixtecas
..auténticos" o e.salvajes". Se cree que son o rig i- Sucesión genealóg ica d e personas que provie- Centroamérica. Compre nde g randes zonas de Pueblo perteneciente a l estado mexican o de
narios de Guatemala y que durante la época co- nen de un antepasado común, real o mítico. Pa- México, la 1n1alidad de Guatemala, 1-londuras y Oaxaca que durante el periodo posclásico
lonial temprana huyeron d e los itzaj. No llega- ra los mayas, ta nto la ascendencia pate rna como Belice y llega h asta El Salvador y Nicaragua. (1000- 1500 d .C.) ejerció una gran influencia en
ron a su asentamiento actual, la denominada la materna tenían un papel central en la dete r- Las culturas mes(\1mericanas tiene n en común, extensas znnas del sur de México. El gran arte
selva Lacandona, hasta el siglo XVII o XVIII. La minación de la posición social. Por lo general, entre otros aspectos, el cultivo d el maíz como mixteca se hace patente, en tre o tros, en los có-
organización social en ➔ linajes probableme nte los mona. reas únicam ente se remitían a la línea alimento básico, la utilización de un calendario dices que registran la historia y la genealogía d e
se remonta al periodo JXlSclásico. Aunque los masculina y al fundador de su familia. En la ciu- profético d e 260 d ías, la apreciación del jad e co- las dinastías a las cuales pertenecían los sobera-
lakandon están e n contacto cún el mundo exte- dad de Copán, la tumba del fundador de la cli- mo piedra p reciosa y la pnlctica del juego de nos de sus ciudades-estado, que estaban en con-
rior desde la época colonial, siempre se o pusie- nastÍ:.l fue hallada e n la acrópolis; otrns casas pelota. tin ua rivalidad.
ron a la evangelización y no se han cris- reales, por el contrario, reivindicaban antepa-
tianizado hasta la actualidad. Con todo, ha n sados divinos que habrían vivido en tiempos in-
conservado ~tlgunos elem e ntos e.le las antiguas memoriales.
religiones, como por ejemplo la renovación pe-
riódica de las imágenes de los dioses y los in- Logograma
cen sarios. Actualmente, en los pueblos de Naja Signo abstracto o simbólico para una palabra.
y L1canhá, unos 500 lakandon viven de la agri- En la ➔ escritura maya, un logogra m a también
cultura, de la tala de m¡idera y de la venta de puede ser sustituido o verse complementado
souv,-,,irs a turistas. por un ➔ signo ,ilábico.

Lanzadardos Madera de za pote


Arma de g uerra. En azteca recibía el nombre Madera extrcmadarncntc d ura y resistente a las
<le atlatl. Se trata ele una vara <le madera con termitas. En é poca precolombina era utilizac.la
pernos y un surco, que se sostenía con la mano ante todo en la construcción y en la elaboración
horizontalmente a la altura del hombro y en la d e dinteles.
que se colocaba una lanza d e marlcra. Gracias a
la pro longación del brazo d e palanca, el disparo Malacate
alcanzaba un efecto y una distancia considera- Pequeño disco pe rforado d e p ied ra. hueso, ce-
bles. Dado que el arco y l.o fl echa era n descono- rámica o m:ider~1, en el que se sujeta el huso pa-
cidos en Centroamérica y entre los mayas o bien ra hilar el algodón. F.I disco sirve para darle un
no se utili~ 1ban, el lanzadardos e r~1 su arma mayor em puje al huso y, al mismo tiem po.
m:ís e fectiva a la rg a distancia. mantenerlo sujeto al sucio. En los yacimientos
arque<>l6gicos se han e ncontrado con frecuenci:1
Lengua m alacates ricamente decorados. Indican en q ué
Tal como demuestran los estudios rea lizados(➔ puntos de una casa excavada se elaboraba el hi-
g lotocronología), en el altiplano g uatemalteco ya lo o la tela.
existí;, un idioma protom aya hacia el añ o 2200 RcC1p1tntt' Je cnfimic::i de cs11\o ChochoM (dc.•talld. Lugar dd halbzgo <lt·sco11ofido; dá~ico tardío, 600-900 d.C.; arcilla cocida
y dccor:1d.1 con rclit'\'t:S
a.C. En el periodo clásico, es d eci r, en la época ele Mam
las inscripciones, este idioma o ris:;inal se había Grupo m;-iyence dt: los depart:1mentos guate-
dividido en los dos subg rupos lingüísticos más maltecos dt' 1-1 ue h uetcna ngo, s~rn NIarcos,
importantes de las tie rras hajas mayas: el ch'olan Quetzalten:rngo y Toronicapán, así como ta m- Metate Monstruo Witz
y el yukatek. Se cree <¡ue el ch'olan se dividió en bién del estado me xicano de C hiapas. Su idio- T érmino deri vado del azteca para designar las Los mayas clásicos creía n que las montañas
las ramas orient;ol y occidental a partir d el año ma, el marn. pertenece a la rama orie ntal de b piedras de moler. Normalmente eran cuadradas (witz) estaban animad as y las representaba n con
700 d.C. L e nguas como el ch'orti', el ch'ol y el famili:1 maya. pc:::ro podían mostrar distintas formas. En époJ aspecto de: monstruo o con fo rma de animal.
chontal, que surgieron entonces, siguen vivas en cas prehispánicas solían presentar una concavi- Con frecuencia, estas rep roducciones ,;imbólicas
la actualidad. Po r su parce, el yukatek, el mopan, Mandioca dad y se utilizaban para moler maíz, frutos u muc:stran un gran ojo medio cc:rr:ido en el que
el it~.,j y el lakandon, procedentes del grupo yu- Raíz alimenticia muy extend ida en roda 1.i otro~ m ateriales o rgf1nicos con un rodillo de tu<.bvi'a se adivina el pa rpadeo. Estas montañas
katck, surgieron más tarde, entre los años 800 y América tropical. Los tubérculos de esta plant;1 mano. En el contexto arqueológico, el metate es viv ientes recihían variados nomhre:. mitológi-
900 <i.C. Desde el punto de visw lingüístico, la (lvfanihot esculeuta) se cosech an entre t:nero y uno d e los instrumenrn~ domésticos más impor- cos c:orgados d e significado, como por ejemplo
transición de la lengua protomaya a las lenguas marzo . El ácido p rúsico que contiene dehe ser tantes para los may:os y uno de los que se halla K 'uk· L~ kam Witz (gran m ontaña quetzal),
ch'olan o rientales y occidenta les, y al procoyu- eliminado. Pueden consumirse igu:11 que pata- con más frecuencia. En la actualidad sigue u t i- Yaxhal Witz (la montaña [se vuelve] verde),
katck se manifiesta en las inscripciones clásicas. tas, tricur:irse p~r:i obtener ha ri n:1 o prepararse lizándose, sobre todo parn In trituració n de gra- Wuk Ek' K 'an >lal W i1z (l ugar montaña siete
Durante la época colonial se rcdaciaron las en forma de puré. nos de maíz . negro ama rillo), Ox Witz (tres m ontaña), Wak
Chan :>.,Ju yal Witz (montaiía cielo ,ci, nubes) o vab.1n ru:in d o por matrimoni o pas:iban a pcrte- oh . . c::rvalxin y dirigían los acontecimien Lo, dd
H o Hanah Wir,. (montaña cinco flores). Tam- n eec::r ;1 otra c;isa real. Cuando c.bban a luz com b:uc.- desde lo alto del tron o . Tras la bacall.1
hi¿n aparece en nombres de persona. como :i un hen=dero ;i] trono se les co11cedí:i el círulo el ven cedor tnm:1h:1 poscsi,ln tlel palanquín tlt•i
Witz C han (rnnmañ:i cielo) o Sak W itz ll:ibm l·s p ccial dl." "m:idn: " y se las n omhr:ib;1 en contrario, como si se tratase de una espccit' d e
(blanco montaiía j,1guar). las inscnpcioncs . De éstas se dcspre11cle q ue trofeo.
a veces incluso se le~ dedicaban eJificios d e
Monte Al bán piedr,1. Pawajtuun (dios N)
Ciudad precolombina situada sobre una colin;1 El nomb re jl'rog:lífico de c::,,t:i JiviniJad que ro-
en el valle de Oax:ica, no muy lejos de l., locali- Multepal nocemo~ g racia~ a 1:1'~ inscripcio ne ., w d:n-Li n e1
dad que lleva el 111i!\mo nombre en d sur d e Mé- Forma de gohit: r nn Jescrita l'l1 Jo_.., lihros ~ ha sido de set frado. I .:i., marea~ ca r,u:tcr Í\I ic,1,
xico. ivlontt' Albán, fundad:1 por los zapoicc \ s y Chilam Halam. Parece st'r que duramc d perio- dd Paw.1Jruun son u n r n:-.tro ,1rrug ad o con una
habitada desde el año 1200 a.C. aproximada- do p osdásico . en !vfay,1p:í n. t" I poder po líti co n o 111:mdíhub promine nte y c 1si ~i11 diente , . ..\dt'-
men te . cxpt:rimentó su 111~1yur cspkndor en los e~rab.i e n manos Je u ru -"<il:1 persona, sino dt u n m:h, .\e c uhrt' b rabez,1 con 11n tocaJ o ,uniL 1r ;\
~iglos inmedi:namente anteriores y posteriores consejo formado por dign;11arios del mismo u na red o :) u11 tu rbante;:'. En bs n:prescntacmnl"\
al ;1ño0dc nue:-.rra c ra,al convertirse en b c 1pl- r.111go y ele! mismo ➔ linaje. clásicas. llcv~1en l:1 espa lda uu c:apar:17,.(111 de wr-
t <.t l de un pode roso estado zapoteca. Enrn: lo., si- tuga o una Lela de :1 r;1Jla . , \ vece-. .sall" arr:i"itdn
glos 111 y\' d.C., Mome Alb;',n, al igual que mu - Nag ual ➔ Wa)' dose del caparazón d t' un car~\tol. l\1rcce sm1 -
chas otr;1~ c iudades de Nfeso:nnéric~1, 111amuvo bo li7ar d mundo terrenal )', por lo tanto , ddl111 r
un csln:cho contacw con Te0Lih u..1c..l.n: d urante Na Ho Chan l:1_.. fronrc::ra~ e ntre el mundo rerrcstr(' y t:l ➔ 111
el poscl{1sico cayó en el ,líca Je influencia de los (maya. " primero !del cinco cielos') fr1-m1t11Hlo. Pawajtuun es con-'"iider:1do d dw,
➔ mixn::cas. ( ,Uj{ar mirológico de g ran irnporrnncia p,,r,1 1th que mantiene unidos este inundo co11 d del m .í..
maya~ del periodo clásico. Es1.:í re bcio nado con a ll ñ. T :1111hién ~e lt: ,1,;;oc1a a In~ cuatro punto-..
Mopan los ➔ d iose~ remeros y e n é l se e rigiero n las t res cardin nlcs y en las represe n tacio n es simbólica,
Grupo maycnce que h :1bita e n C!I sucle~tc: del piedras cósmic:1:-. que: constituyen la base del sost iene el tech o del cido.
dcpar1amento guatcm~ilteco d el Petén. ~1sí co- universo may:.1. Adem5s , <le las inscripciones se E~trunura rnpu1nr di: u n !ll~ tmanu. cu11 d rt•lfatu del
mo en el distrito Je T oledo, e n Belice. Su len- deduce que, a veces, los sarri fi r ios de sa11grt' Je fund.1dor de l,1d i11,1~tiJ K'rnich \'ax K·uk' ~lo' Copfo,
Pedernal
Hm,J ur,1~. l·J1ficius IOl. -211 ,llllr b tumli:c XXX \111 -4: d:íMrn
g u a rccihe el mismo nombre -mop::tn- y pcrte- los sobe.ranos mayas tenían luga r en el !'<a 1-lo t;mlío, {)50-7!~11LC.; .unll:1cociJ,1. rnoddJd:.i y pinr.1cl.1; :dmra !vline ra l d e silicato . r oca sedimenta r ia con un .il -
nt:ce a b. r~11n:1 yukatckan de la familia maya. C han, lo cual probablcmenre d ebe in te rpretarse (,l cm: C:op.í11. ~lmco d<é~rq ueolog1.1 Lo contenido de silic io. H aciendo ~airar pequ e
Actualmeme hablan este idioma unas 20.000 co mo 1111 a cto simbólico de L1 ren ovac ión del o r - ñ.os fragmc11 tos se elaboraban cuch illas y punt,h
personas que h:.1hit~1n en las pro ximidades de d e n divino o dt: la fuerza soher:ina. de lanza, pero 111::,: mayas extendieron su u,o
San Luis, en Gua te m.ib. y de San Antonio, en la primt:ra cultura urha n ~ de M~so:1rnéric;1. En- también a lo s ohje10_... r ituales. L os denomin adn~
Belice. Los rnopan con s iguieron oponerse ,1 N ahua tre su~ c:iud:1des más i1T1portantes de~t:ican S;m "excé ntricos de pedernal'', qu e muest ran :i se rc,
.Designación gcnéric:1 para un grupo ele pueblos Lorenzo. l .:1 Venta. Wlanatí y Cerro Las M esa~. h umanos o sobrenau1rali:s nm rasgos a vcce1- cx-
cuyas lenguas provienen del uro-a1.1ec:1 y q u e que cmrc los :iños 1200 y 300 a.C. experimenta- t r~1vagantes, son un ejemplo de esta técnica.
antes Je la llegada de lo, españoles habitaban en ro n una g ran p r ospt'ric.lad. L os o lmecas son co-
d centro de !v[éxico. Los m::is famosos son los ➔ nocidos por sus rnonumenta le-s escultur:\s, sobre P erforador
:1z 1cca~ y lns ➔ toltecas. todo po r unas cabeza, de p ied ra que llegan a al- Instrumenlo para las sanirrías r iL ua le:-.. Si: i:n-
canzar tres metros de altura~ tamb ié n es fa mosa cucntra rc presenra do y desc ri to jeroglíficame 11-
Nixtamal su artístiG1 fo rma d e trahaj~1r d jade. Como p ri- tc en los monumentos d e piedra o en los rec i-
Masa de maíz cún la que se clahor:m las torti- rne ra civilización urban;:i e jercie ron una fuerte pientes de ce rámi ca. r.os h ombres de la elite
llas. Para que el cuerpo humano pueda apro- influe n cia sob re roda ivkso américa, c re:1nd n un uti liza ban hojas de ➔ obsidiana, huesos punti,1-
vecha r las protcín.,1s que contiene el maíz, éste cspacfr, c11lt11ral común. gudos o ➔ cspin;'ls de mantarr.1ya para practi~
debe cocerse en una solución alcal in:a. Para ello carse punciones e n el pen e. P or su parte, l :1~ mu-
se utiliza cal dis u elta en agua o las cen izas del Oro jeres se tra spasa ba n una s,1r t:i d e espi nas a tr¡l\'l"'-
horno. En la regi ó n rnay~1 n o ha y oro, tal como pudie- cle un agujero p revia menle perforado en l,1
ron constatar lo~ conquisr:id o res espafiolcs qu e len~ua.
Número d e distancia (ND) ib:tn en busca de riL¡uezas. Los pocos objetos de
D esignac ic'ln p;1 ra un núme ro u serie de n úme- este p reciado m etal hallados en la zona habían Pcté n (rnay:1, "isla'', " provincia")
ros que expresa l:i d istancia e ntre d os fechas en ::-.ido impo rtados d e l sur d e Centroamérica o del E s el d ist rit o m ;Ís seprcntno n:il de Guatemala }'i
días. Al igu.11 <¡ut: en la ➔ cuenta larga, para centro de M é xico. En el perio<lo poscl,1Sico, los con 36.000 km', también el de mayor superficie.
la re presentación de los númer<,_... de distancia, ll13>'ª·" t::mpt'zaron a repujar y troquelar oro la- Su capital es Flores. E l término proced e del y11-
los días se resurn e n en periodos. min~1do de im portación, pero su técnic:1 se l irn i- katck y también se apl ica a la zona central de la
r,,lx1 sólo a eso. En el mundo may;i, la m ;1yorí:1 cultura clásica ma ya ... itua<la e n lns proximiJ,1~
Obsidiana de nbje10, dt oro ha sido hallada en el cenote des de Tikal y Uaxact1ín, as í romo a l estilo ar~
Cristal volcánico con e l que pueden e b horarse sagrad o d e Chichén ltzá. quitectónico de la región ele Tikal.
Flaut:1 en forma de un:1 p:m:ja. Cop:ín, l londuras, Las Scpullmai., hojas muy afiladas. Pues10 q ue en las tierra, ba-
grupo 9N~8. tumba en d pari<1 D; :ircilb cocid:1, 1nodc-l.1cl:i; jas n u existe, tenía que importarse del valle <lt O toch / Otoot (m aya, "casa") Pibil (maya, ''horno de tierra")
:ihur:1 13 cm; T ej.'lJc;ig:1l p:1, Boi.kg:1 Cent ral dd lnsututo
Hondureño de Ant ropología e Hi~tnria Wfé xico o d e l altiplano guate malteco. Como ➔ logograma, simboliza prácticamente H orno de t ierra utilizad o ra mhién para Ll prc-
u na casa, ya que rt:produce jer oglíficamente de paracic'm d e manj:ires r ituales. Consistía t:n un:i
Ocarina manera muy visible el tradicional tejado de pa ja o hondonada profunda en el sudo en la que se co-
Instru me n to de \·iento hecho d e arc illa que a de.:: hojas, tod aví::i cónstruido e n l:i actualid:id. D e- locah:1n pic<lras c:alen tadas. Los a limentos se si-
la conq u ista cspailol:-1 duran te muchú tie mpo menudo presenta una deco ra c ión figurativa . hi<lo a la cstrucrur;l de su ➔ escriwra, los mayas tua ban e n c im a y se c ubrfan con matas y la tic:-
y, provisionalmente se al ia ron con lo~ itzaj Muchas de las figurn, de a rcilla d e ht isla de Jai- pod ían d ifere n ciar emrt su s distintas lenguas con r rn e xcavada µ; ira cocinarlo s.
en el none. :"-lo llegaron a llel ice h:ista el si- na eran ocarinas . el u.so d e los ➔ signos silábicos. Añad iendo la sí-
g lo X IX, cuando huyer o n ...1 b colo nia británica laba ..ti" al logograma correspondiente a "ca sa•·. Piedra clave ➔ llóved a falsa
para e,rnpar de los trabajos l,)rzadc)S y d e la Ocote el clú,I expresaba la palabra otoot, diferenciándo-
represión. Madera sin corteza de u na especie de pino tropi- la del término yu katck ntod, (➔ lengua). Pintura al secco (italia no, secco. "st::co'')
cal. Se utiliza para encender el fuego debido a su Técnica de p intura mural en la que los colores,
Mujeres alta combustibilidad. Se cree que los haces d e este Palanquín de composición muy diversa, se a p licahan sobr~
En b época cliisica may;1 1 las m ujeres de la alta {i rbol L1ue llegaban a las tie rras bajas dcsJe el ,.,J,i- P lacaforrn:1:,;: movibles, n o r malmt'nte Je made- d revoque seco.
nohleza gozaban de: d e rechos sociales. l nclu~o plano er:in un artíc u lo d e comercio muy cotizado. ra, similares a un a lit era y en las que había una
po d fan accede r :.il tron o cuando la sucesión especie de tro no. /\ veces llevaban baldaLJUÍn. Pin tu ra negativ a
di n;htic:1 q u edaba truncada. Diversos rítu lús Olmecas Tanto las inscr ipciones clásica s com o !os docu- T écn ica c.lerorariva para cedmica en la que el
docum e ntan este esta t us privilegiad o. Además L os olmccas, c u ya principal :zon ,1 de asen tamie n - mentos colonialt"S de las tierras a lt as guatemal- mo1ivo no se pinta, sino que surge d urante el pro-
de ostentar los títulos <le ➔ bakab y ➔ kalom, to era la costa del golfo de México, en los actua- tecas atestiguan el uso de palanq uines durante ceso de cocción, tras haber aplic;;1<ln cera de aheja
tJm b ién poseían g li fos emblema qut: conse r- les estados de Tabasco y Veracruz, desarrollaron los conflictos bélicos. Al parecer, los soberanos (o sim il:ires) a la superficie.
Pipil Pom ➔Copa! falsos. una ddg:ub c:ipa d e mampostería recu- ,1cccsibles t'n lo!> tejado~ y entradas con forma clt"
Pueblo de habla nahua <¡uc habita e n la zona d e bierta con pt<¡uei\os bloque, de piedr:r rn llados fauces dt: .,erpicntt'. L;l frontera cn1 re el estilo
los actuales países de Guatemala y F.! Salvador. En P opo! Wuj con mucha precisión. o las pir-z.1\ de recubri- Rfo !lec y el ➔ Chenes es controvertido. au nq ue
tiempos de l;1 expropiación de titr ras española. h ;1- Lihro sagr:11l0 de los k ºiche del alupl:mo de miemo de la bó\·ed.1 en forma de cui'ia y provi,- ,1mllt>, sc difc:'rencian del e~tilo ➔ Puuc ~lt>r b
hía distintos !?TllJXh p1p1I en el valle de Sal:-tn1,í. en C.u;\tc-mala. l:SCrito en ,11 lengua pcrn ron el ~ll~ t:1 de un fuste. A diferencia de lo~ c-;tilos--+ Río :i u~c ncia Je columnas.
las tierras hajas del río l\fotagua, e n l:i costa del i"flhcto latino. Se cree que fue rt'dactado en Rec y ➔ C hene,, e n la fachada , 6lo st decoraba
Pacífico y en el centro de El Salvador. Los cicmí- el siglo X\º111. F.l lihro habla de lo, mi tus y de la, la parte , iruada encimJ de b.s cntr.1da.!t con Ritual de los bakab
fico~ no se han put"S(O ele acuerdo M)bre L1 C:·poc;1 conccpcion<."S rdigiosas de lo~ k'ichl'', cuya len . . un fri~o de piedras de mosaico. nnrmalmcntt" 1'1anu,crito 1113)'0 que data del siglo X \ ' I y que con-
<·xacta en que dejaron .,u lugar <le origen en el cen- g ua es la que cuenta con rn:ís h:1.hlantes en el me:rndro:\, limitado por un:1 corni,~1. La partt.' tiene conjuros para b curacit'm de ent'ermedades.
t ro de Mt'xico y se t raslaJaron hacia el sur. Algu- paí~. T:imbit;n trata dt' la creación del m undo, inferior, e n cambio. no presc:-n1a ornarnt:11 10!'>. E,t,i escrito en la lcog-u:r yukatek. pero con el
nos ar4ueúlogo., creen que llegaron a Guarem:1la <le los coníliclos entre lo, dioses por el gobierno Otr, de las particularidades de la arquitectura a lfabeto latino. El manu,crito. que recih.: el nom-
a consecuencia de la expansión de T~0Lih u:1c~ín, del mundo y del origen de los kºichc·. En el Po- Puuc son las columnas y los capiteles <¡11c divi- bre d e'"" di, intdades ➔ bokob l:1> cuales men-
mienlras que otros los rdacinnan con la cult11r:1 ~ po/ Wuj se manifiesta también el grado d e den las :rbert u ras de las puertas y que en ocasio-
cotzu111alhuapa del pmd:ísico temprano. En Gua- tran~formaci(m que sufric;ron dicha~ concepcio- nes muc:st ran inscripciones.
temala, la lengua nahuaLI de los pipil se extinguicí nc::, culturalc., duranle- 1~1 é poc:1. clásica pn:co-
en la década de 1950 y)'ª sólo ,igue viva entre 1111 lombm;i. ral como demue,tra el ejemplo de los Q'eqchi'
pequeño grupo de F.! Salvador. ➔ hé roes gemelos Junajpu y Xb'alanke. Grupo mayencc de los departamentos guJte-
1naltccos de Aira Vera paz, fz:rhal y í'nén y del
Pirámides gemelas Portador dd año distrito de Toledo en Belice. El término tam-
Tipo arquitectónico originario de la ciud.ul de: Oe,ignación para el día del calcndarro ➔ bién designa su lengua, de la rama k 'ichc· de l:r
Tik:il en el que dos pirámides se cncuc ntr~in lzolk'iu corre,rmndicnte :i un dc1crmin3.do dí:! familia ma ya. que se: tncucntra entre las cu:11r11
u11a frente a la otra en b misma plat.1form:1. en del mes pop cid calcndari" ➔ l111ab que intrrn lu- m :ls importantes dt Guatemnl:1. Muchos de ~us
,lirl'cción cste-ocMc. En este: lu~ar a mhas p rc- ce el nuevo .ulo. J\tlem.í,. el portador del :1ño da 500.000 hablantes siguen siendo monolingües.
,cnrnn un:1 planta cuadrada y escaleras e n todas !-.Unomhre :11 afio emc:ro. De ahí su denomin:1- Tradicionalmente los q'cqch iº habtta b:rn en las
,us c:1r:1:,.. F.n e l extremo nonc de l:i 1neseta se c1ó n. Oe bido a l:1 e~t ructura de lo~ c 1lt:ndarios tie rras nl t:n,. pero e n las últimns tre, década!-
encuentra 11n patio Ct'TG1do, con una estela que 1zolk'i11 y haab, ~(,lo cuatro dfos comhin.,dos con han ido avanzando hacia la selva de la, t1crrn'-
documenta el fin de un periodo fa11111. En el 13 cifras pu<den introducir el :rño. Por ello un hajas del Pctén. donde se procuran tierra d e
extremo meridional ~e lcvan t.1 un edificio con portador dd afio con c-1 mi.)mo nurnhrc. tanto en cultivo mc-di:uuc lt ➔ roza.
nueve:: puertas que prohablcmt:ntc simholiz:1 el cif"rn como t'n g lifo, se repite sólo cada 4 X I l
inframundo. El complejo de l,,s pirámides ge- ,iilos. es decir.. c:1da 52 año~ ,obres aproximada- Quetz al
melas era un moddo del co~rnos e rigido para rnentc. H asrn ahora. eMc método de da tación Ave de los bosque, del altiplano de Guatemala
festejar un periodo k'atun y probahlcmc:ntc ,ólo se ha documentado durante lois periodos y d el sur de México (Pharomachrus mocinno). Es
también lugar de exhib1ci(m de s untuosas cere- poscl;bico y colonial. pero no dur:mte el an tep especialmente :1preciada y muy csquiv:1. En b
monias. Al m a rgen de Tikal. también han sido rmr. el clásico. actualidad e,t:í casi extinguida. Los nohlcs pre-
document.ubs en otra~ localid :1<.lt:~ dept:ndicn- colombino, cons1clcr;1ban muy va lio~:l:\ Ja,;; l.,r-
tc.~ dt: t:~1:, metrópoli. com o en Yaxh;:\. Zacpettn Purhcpechas (Tarascos) ~as y hrill:Hllcs plum:1, ve rdes ele ,u cola. q ue
e lxlu. Pueblo del cst:l<lo n1exic:1110 ele Mic hoacán <.JUl' tran~fnrrnaban en enronas de p lu mas o en orna-
durnnte d penado poscthicu construyó un eM:l - mento de los arma'l..oncs para b C:\J)3.lda.
Pirita do cenrr:1liz:1do con capital en Tzintzuntz;\n. El cl1,is J~ l., llm1J t :h.1Jk. con d hach:a y d n.c:mll,. l.u)!:ar \Id
S ulfu ro de hierro que los m ayas de la ,po- Fue unn de los pocos pueblos de la rcgiún que Rabinal A cbi h,1 ll.11R11 deswm,cit.lo; 1 l.í,;ico 1,1rJío. (,Ofl~'l{MJ tl.C,: l·,turo d,.- cal:
:iltm.1 l íO cm: rnlccc1611 pri\':ld:1
ca clásica pulía n y pegaban sobre una tabla de se opLL,o :.1 la cxpansif>n aztCC3. Los purl1t::pcch as Crónica de un suceso trágico de la époc::1 preco-
madera o dt: pizarra para u tiliz..,rla a modo de crnn f.:unosos por su anesanía, t:s¡>ccialmente lombina que Ahbé 8rasseur de liourhourg fijó
espejo. por los objeto!'- ele cobre. que cmnercializaban en escritura en el siglo XIX. Est:I rdatado en l:i
en amplias :ln::as d e Mcso.1n1é ric:1. lengua k ºichc' de la alta nobleza gu:rternaltera y
Plataforma de calaveras su título hace rcfcrenci:r a la localidad de R:rbi- cion:itn numcrn:-.as ocasiont":-.. representa una de
Término arquitecrúnico para d esignar un edi ~ Putun nal, t: n la que ejercían sus funciones los ~;1ct:"r- la, fuentes m.ís importante~ para d estudio
ficio de piedra simil.1r a una pl:n a forma cuyo!'> Grupo maycncc descrito comn pueblo de c<>- dott:~ seculares. También menciona el t¿rmino de la religión maya y un tt::~timonio .)Ígnificati-
muros presentan calaveras csc11lpid:1!). merci:i n tes y m c rcaJerc!'- en los documen tos de k'ic he º ac/1i (sacerdote). C u en 1:r c6mo Kawck. rn de la liter:rt uro yukatek.
la época de la coloniz:ici6n. Con frecuencia se- un dirigente militar de los mayas kºichc·. fue
identifica :i los mayas pulun con lo:,. mayas apresado durantt: un ataque de los sober:1nos de Roza (o si>tenrn de tumba y qu<rn:l)
c hont:t! de la rnst:r del golfo de M,xico, quienes la reg ión de R:rhi nal. /\1 no q uerer confesar s u P ráctica del cultivo que consiste en incendiar b
F1gurill.1 wn J;i rc;'pré.~nranún Jt.· una mu1cr, C.1mpo P1ne1fo, <lurante el periodo posd3siro comerci:1han con o rigen, fue: 'iacriíicado. vegetación natural d e un trozo de sdv~1 p,1ra
... a.lle Sula. Corl..'.--s. Hu11Ju1,1~; clásico l;mlio, Ml(~9{)(l 11.\•••1mllJ canoas por el litoral del golfo y dd C.1ribc yu- cono;;eguir una nu~va superficie Je cuh i\'o. Las
ct1cnl.t y mn,lrbrl:a; :ahurJ 115 cm. anchur., 17 cm, },!msor 11 ero;
S.m Pc::drn Sul:a, Mu.seo ele- Arqumlo~i,1 karek. El inve,tigador Erre T hompson conside- Ramón cenizas sirven corno abono p::ira. la tierra. Es un
raba a los p111un uno clt lo:,. gr upos mayas m:b Árbol ele:: g rnn crecimiento (Hrosimum alicas~ m,todo que s i¡¡ue apl ic:índose para l:i ➔ mr lpa .
in íluidos por la c ultura del va lle de México. que trum: m;1ya, ox) cuyo~ frutos posc:en una pulpa
durante d periodo poscl;hico lemprano domin6 de buen >ahor. Lo< huesos son duros y se utili- Rueda calendár ica
ampli:is zon:ts de Yucat;Ío, ent re otras la cimlad zan , ohrc todo en épocas de necesidad como Forma dt' c:~pcc1fic;1ción calend:írica que result.1
d e C hichén l tzá. La "'h i p6tcsis putun "' de ad iti vo para la ma!-i:.l de rr1aíz. de la combinación y el engr:in:1je de los calen-
Thompson también :ipunt:t que a finales del pe- darios ➔ tzolk'in y---, haah. Debido a la estruc-
riodo clásico este pue blo pe netró en l:r, t icrras Relacion es histórico-geográficas d e Indias tura e.le ambos .. un3 rueda c;1(cnd::írica se repite
ba jas del sur, contrihuycrulo así a la decadencia C ucstion:i rio de la corona espatiola sobrt: b his- cada 18.980 día,, es decir, unos 52 año,. F.! dfrl
de l:r cultura cl:ísica maya . La presencia ele los to ria, demog rafía, geografía y capacid:irl de de l:r c reación d el mundo fue el .¡ ªJ<"" (tzolk'in)
putun e n la regi6n se manifiesta. entre otros. en rendimien to económico d e :1lgu nas loc:i lidade.; y el 8 kumk'u (hnnb). con lo que el rcsultadu e,
la cerámica y e n las escu lturas de Seihal )' Altar de ultramar. En la segunda mitad dd siglo X\'t. el.¡ ajaw R kumk'u.
de S:tcrificio~. Con todo. en año~ recientes I:~ bajo el rein:rrlo de Felipe 11 , fue enviad o a l:i,
'*hipfJtesis putun" ha si<lo muy cuestionada. ya a utoridade, española, y a los ti tula re, d e ➔ en- Sacrificios de sangre
qut." se basa t:: n una valor,1cir'm poco crítica de comienda.). Su o b jt:tivo era contar con una me- Los 111icmbro.!t m~ís impon3.ntes de la polí1ica
fuentes heterog,éncas. jor base para tomar dccisionc:~ y conseguir una may.1 llc\'aban :r c:,ho el acto ritual de la sangría
m ejor eficacia tn la organización y explornción con un 4 perl(,rador. Su objet ivo era sah·ag:uar-
Puuc cconú m ica de las colu11ia.!t. dar lfls inten.~sc:s din:btic:os y el o rde n cosmnlógi~
Designación para la zon:r sudoccicknt:tl del ac- co. L.1. sangre era considerada como el bien hu-
tual estado mex1c:1no de Yucatán. así corno para Río Bec m:1110 más \':ilioso y, por tanto. d mayor
el e~tilo arq u itectónico de la región, c.1ue une Región m erid ional del act ual Campeche. S u s:.1crificio. T al como st: h:1 ilustrado :1 veces, la
técnicas constructivas y m edios decor:11ivos muy arquileclur:i se carac teriza por edificios de pic- sangre µ;oteaba sobre tiras rlc papel que, pmte-
variados. Dcst:1can, por ejemplo, los muros drJ con to rre:~ fingi<.bs 1 s upcn:slructu rns no riormente, eran quemada.:; junto con--+ copal.
Sacrificios humanos Serie lw1ar de t rance después <leun ➔ sacrificio Je sangre. En el telar de cintura, uno de los cxtre: 111os del
En el territorio maya. los sacrifi cios huma- Designación para distintos jeroglíficos rel aciona- D e sus fauces tot:dmen te a bie rt:.i~ salía el rostro ci nturón se ata a un objeto fi jo y el otro seco
nos. practicados en Liempns p rehispánicos y du- dos con el ciclo lunar y que se presentan dentro del antepasado o dios i nvocad o. loca al rededor de la cade ra.
rante el pc-riodo clásico, están representados de un a ~ seri e in ici:-1I. Probablemente indican
p rincipalmente e n los recipientes d e cedrnica y distinto~ aspectos que hi T,una encarnaba en sus S ig no silábico Temascal
a lguna~ veces en irmnumentos pét reos. S uelen diferentes foses según la concepción maya y que Signv onogr;íf,co que en la ➔ e,cr itu ra jero- O esign:1ción azteca par;:i el ➔ bail o de va por.
m ostrar a los s;1crificados tu mbados sobre un todavía n o se entiende e n todos sus detalles. g lífica maya se compone de la unión Je una
i ncensario o sohre un;.1 p iedra. De su pecho Ade más. estos jeroglíficos indican también el es- consonante y de u na vocal. D esde e l punto de Tcotihuacán
abierto sobresale un ha, il lo que probablem e nte tado ele dicho astro, según parece partiendo de la v ista de la historia de la escritura, los signos si- La mayor ciudad de M eso:.1mé.rica, situad a a lgo
le~ era introducido trns sacarles el cor::izón. En luna n ueva, y la lo n g itu<l me<lia de un mes lunar. lábicos m ayas pueden tener su origen en los ➔ m~s al nvrte: de la :1ctual Ciudad de Méxin,. En
genera l. los sacrificios humanos dcbtn enten- Un mes lunar sinódico presen ta una media de logogramas, como por ejemplo en el caso d el su momento de m:ís esplendor t u vo 200.000 h.,-
derse cumo un acto ritua l destinado a l:.i conser- 29,5 días, pero como los mayas no cono cían el signo silá b ico T73 8 (ka ) del término "pez bita n1es a p roximadame nte. Fundada e n el \ iglo
vació n del o rden cósn1ico y a con~eguir el favo r cálculo de fracciones, daba n a los meses luna res !kay!. 1 a.C., su decadencia tuvo l ugar entrc los añoc;
de los dioses. una longitud a lternativa de 2'1 y 30 días. 600 y 700 d .C. por razones que tndav ía se de,
Sílex ➔ P edernal con ocen. En el centro se e n c uentra la ca17.,éhLi
Sajal Serie supleme ntaria de los Muertos, con la pirámide de 1:, Lun;r
Supuestamente. título o cargo d e gobernador. La parte de la ➔ serie inic ia l en la que apare- $jsrema aritmético y la dd Sol, así como otros comple jos arc1w
El s ignificado de esta palabra, q ue ap;,rece en cen h1s fechas lunares y otros c iclo.:, calentl:i r icos Los mayas clásicos no utilizaban un sistema de- tectúnico.-. monumentales. Fue una ciuda d den-
las inscripciones clásicas mayas. no est¡i claro. (➔ ciclo de los 819 d ías) normalme nte derivados c imal comú los {irabes y los europeo~, sino un sa me n te poblada que llevó a cabo tr iunfan
Dt los textos se desprende 4ue d saja/ era nom- de concepciones mítológicas. sis1ema vigesi mal , es d ecir, con la c iCra 20 como tes campañas bélicas y que no desa p roveche')
brado por el sober anf) y c.. 1uc, en consecuencia, lt unidad básica. Condición fundamental para su m onopolio en el comercio d e ohsid ia na. Su
seguía en grad o jedn¡uico. En la región <lt: Serpiente de visión ello fue la invención de l número O. Las cifras influencia inmediata se e xtcnd i(J hast~, la /.on. 1
Usumacinrn, e n las proximidades de los yaci- Según la concepció n may;i d e la época clásicn, podían represen tarse con puntos o barras, o maya.
mientos de Yaxchilán y Pie dras Negras. el títu- serpiente 4ue s upue~wmen te ;iparecfo en estado bien con ay uda de la s variantes de cabeza de los
lo se otor gaba a los gobernadores d e las provi n - g lifOs. Para l.i c ifra O existían varios s ignos. uno Termoluminiscencia
cias de una c iudad -estado, quienes h:ihían sido d e dios representado por una valva. M éwdo ele d a tació n pa ra la cerámic.::a.. Se b;1~1
invcSLido.-,, en su cargo por el m onarca. Se des- .futd.1 3. Scibal. Pclén. Gualcmala; clú~ico tardío en que h1 rad iación que des pi<le un cuerpo b
conoce si cm un rango hc:rec.litario. 850-900 d.C.; piedra caliza; ciudad de Guatrmala, Sistema de taludes t tableros primera vez q u e se calienta puede tn edir,;:c y
~1u,co Nacional de Arqueología y Etnología Una configuració n p:1r:1 facha d:,s cspcci.1lmcn- tambié n fecharse.
Sakbe (maya, "c,,mino blanco", ·'calzada") te extend ida en el cent ro de México y en m enor
Y;1 durante la época cU.sica, los mayas constru- grado en el terri torio maya. En él se suceden un Tlaloc
yeron calzadas permanentes tan to en lm, cen - trozo de muro saledizo inclina d o (talud ) con Nombre que recibía el dios de la llu via en
Lros de más im portancia política com o entre las un a cornisa amp lia y decorada (tablero). el valle d e México y que a partir del peri0<ln
ciudades-est:1do. A veces tenían vario:-. metros clásico también aparece en las t ie rras: b.1 j;1:i.
d e anchura. Levantaban paredes y las llenaban Sistema vigesima) ➔ Sistema aritmét icú rnayas. Sus rasgos caracteríslicos son una p ro-
de guijarros. A continuaciím cubrían la calzac.b minente h ilera superior de dientes y u no~
con una capa brillante de cal: de ahí el nornbrt' Site Q d iscos en forma de an illo alrededor ele los o¡os.
d e ''ca1T1ino b(;lnn, .. _ L:i~ he r ramientas u tíliz:1- Des ignac ió n p:1ra d hipotético lugar de origen T anto la cabeza del dios T laloc como sus at r i-
d :is para la consrruccibn de c:1lzadas, como los de una serie de escu ltu ras y de escrituras jero- butos solían estar representados c:n d tocado
cilindros de piedrn de \'anas tonelacl.1., , 1.-·rnn glíficas que aparecieron en el mercado interna- lJUe los sobera nos mayas del perintlo cl:í s1co lk -
t r•m~portados lmicamentc mediante l:1 fuerza cional del arte durante las décadas de 1970 vab:m com o gue r rero~. F.n d periodo posd.í#
humana, y:1 que n o exisdan los animales de ti - y 1980. Puesto q ue muchas de el las prest'ntan sico, Tbloc ap:1rece pri n c ipa lmente: e n l(h
ro. L as conexiones e nrre ciucfades Í11n1.." ionalxrn d mi!)mo g:lifu e mblema (b cabe,..a dt: 1111;.1 ser- ince n s¡t ri os.
como vías de transporte y comun icación .•1<..le- pien1c:). ~e c rcyr'> c.1ue unos sat.¡uea<lore~ de tum-
m ás de cxp re:-.;1 r públicamen te las r elacione!- di ~ bas la s hahían descubierto y sustraído de una Toba
n:ísticas y fam1liare.-.. E11 camhío, parece ,1;er Lj lll ' g r,Hl ciudad ocuha en la selva. Sin e mbargo, Roca blanda de origen volcánico f:k~I de t ra -
las calzadas que cruzaban el p:lÍ.-., incluso ;1 tra- invc-~tig:aciones reciéntes h¡1n demost rado que ba jar. P resenta una característica tona lidad vc-r,
vés de puentes. casi no se utilizaban p~1 ra el este ➔ glifo emhlcm:r es el rírnlo del rey de Ca- de claro. En la ciudad de Copán, los escultor<'
transporte de m e rcancías, sino que m ás bíen re - laknnd y que a lgu nos de los monumt'ntos <le cr e:1ron monumentos exentos y e scultu ras .1r-
ílej~1ban la política de alianzas entre ciudades-es- Sit e Q no proceden del propio Cala km ul sino quitect6nicas con toba. Las antiguas cante ra:. Jt·
tad<1 o 'iimple mcnte tenían carácter ceremon ial. de otras localidades ba jo s u dominio. Es proba- Co¡>;Í n se encuentran a l nnn>este del ce ntr o d e l.1
b le que muchos provengan de pequcria~ r u in:1:, ciu<bd .
Saskab (maya, " tie r ra blanca") del norte de Guatemala; en L;i Corona, por
Capa blanca de b tierra q ue se us:-1h:-1 como susti- ejemplo, ::.e h:in encontrado vestigios de e.-.cult u- Toltecas
n no de la arena para la elaboración de ➔ arg;1 ~ rm, .-.e rrada.-. en d estilo <le los monuménlo.,;; de Pue b lo que tenía su cent ro más imporwmc t'll
masa. junto con cal y agua. SitcQ. Tula, situada en el anual estado mcxic;rno dt.·
Hida lgo. Tula existió c as i simul t,íneamc-nte ;1 l.,
Secuencia primaria estándar ( PSS) Solsücio ciudad maya de C hich<'n ltzá e n lo pení nsul., de
Textos cstandari7.ados en cscrilllra jernglífic, El solsticio d e vc r:.1.no es el 21 de- ju nio, el día más Yucatán. Las so r prendentes coincidencia !) enrn:
que aparecen en el borde superior de p~quelios largo del afio. El solsticio de invierno coincide am bos yacimientos pro bablemen te ,;e explicin
objcto.li, mayoritariamente en recip ientes de ce- con el 2 1 ele diciembre, el día m,\s corto del año. por un horizonte c u ltu ral común, así como por
rámica. y que informan sobre las funciones d el Se cree que los mayas obser vaban los solsticios la influencia murua.
objeto (por ejemplo. vaso} o sobre su propietario. -<lía, e n los que el Sol se encuentra más al norte
(en ve rano) o m ás a l su r (en invierno) del hor i- Tortilla
Sepultu ra secundaria mn te- con todo detalle d esde los ➔ grupos E. P an :ízimo de m:-tÍí'. qm: sigue siendo uno <.k In ~
Segundo entcrrnmiento de los muertos. Ra zo, Parece ~t:r que también les dedic..1ron div inidadt:~. p r in cip:ilt:~ a limento:-. h:ísicos en Centroa m érica
nes culturales o histó rica~ podían hacer nectsa, y M éxico y que se cuece en u n -4 camal. E l 1ér-
rio que se diera de nUC\O 'iepultur:-1 ~1 un Gtd:ín'.r Tamal mino may:1 p ar:1 tor1illa que ~µa rece c-n );1.-. io,-
o a sus restos. Especie de e m panada de m::1sa de maíz cuya d c - .:ripcionc!) e s waaj, un término qul~ t()(_laví.1 ,e
nomin:i.cíón deriva cid .1'l.teca. l .:1 p:ist:1, cnvuclt:l utiliza en la actu:1lidad.
Serie inicial e n h o jas de maíz 11 clt" han.ina, .lie c ut:ce l'.'11 hallo
Designación para b parte in1 roductori~ (inici:ll} de vapor o t:n hornos s11htcrr:'111cos. Tríada de Palenque (Gl, G Ii, GIII)
e.le una inscripción en l.i que se da1:1 b mi::,m:l. D cnorninaci6n par~1 tres d ivinid:1dt:s nia y:1~ q lll'
Se compone de un ➔ glifo introducto r, de la ➔ Tdar de cin t ura según b leyenda d csc<."ndían del mismo m:1 rri-
cuenta larga, de la ➔ rueda calendárica y d e l:i D ispositivo par a el tejid o d e telas moneado so- mon10 y que nac1<."ron cnn pocos día~ d<." d i
➔ sen e suplementaria. b re una fa Ja, razó n por la cual se denomina así. ferc n c ia. En P a!t.'nque y t·n oun-. punto , 1.-' r, 111
c~peci:dmen1e venerados como dioses de la c iu- expresión u way (su sueño). A vec:e.s. tras la expre- idioma. Después del k 'iche', el 1nayn yukarck es
dad. Dado que sus jeroglíficos en un principio sión way sigue el ➔ glifo em blema de una cono- el se¡:undn idinrna may:i e n número de hablan-
no pudieron ser descifrados, se les t.lenominó cida ciudad-csrndo. No ohst:.1ntc. ha!-.t:J ;1hora no tes, 1.200.000 aproximadamente. Se habla en
con los caracteres y bs cifras rornan~1s G l , Gil y se ha podido d e.terminar si se tr:lLa re:1lmenre de los estados mexicanos de Cam peche, Quintana
Gil!. Acrualrncntc, a l primogénito, Gl, se le un;, concepci(m dd ait<·r ego. Roo y Yuc::Hán. así como e n el norte y centro de
Jenornina ➔ H un Nal Yeh Chaak (el aspecto Helice.
de dios dd maíz de ➔ Chaak), al segundo, Winal
GIII, ➔ K'inich Ajaw (dios del Sol) y al úl1imo, Mes de 20 días. En b, in,cripciones además de Zapote
Gil, ➔ K'awiil (dios de las dinastías reale,). winal se le denomina tainhién winik. Término azteca para un tipo ele árbol c uya ma-
dera se utilizaba p:u:1 la construcción de "iga.s u
Tuun (maya, .. piedra"') Wuqub' Kaqix (maya. "siete papagayo") dinteles y para la extracción de chicle.
Por una parte designa un periodo d e tiempo de Ave mitológ:íc:i dd mundo que aparece t'll t:I ➔
~60 días y por otra, un monumento de piedra si~ Popo/ IVuj v,quc posiblemente cleríva del ave del Zapotecas
1111br a una estela o un altar. mundo dC'l periodo cl:ísico. ➔ lrzam Ye. En una Pueblo del estado mexicano de Oaxaca que ha-
époc:i en que todavía nn h:1bí:in siJo creados los cia el año l 200 a.C ya h:ihía desarrollado una
Tz'iib (maya, "escritura') seres más poderosos y altivos del mundo, d Sol y cornplqa civilización. La locali<.hid zapoceca
Sólo se ap)ie¡1 ~1 lo escrito con pincel y tin t.~l. En la L una, Wm¡ub' Kaqix se consideraba el St 1_ más imporrnnlc era , Nl nnte Alb;in, c:n d va-
maya. el escrib:t prnfl:sion:11 era denominado aj Tras 1111 intento fallido de hacerle ca er dd árbol lle de Oaxaca, futura capital de un gran estado
tc!iib (el que escribe dihuj.,). Los jeroglíficos
1) con b ~ cerbatana, los audaces ➔ héroe!'o gc.::me- za po teca que entre los a ños 600 a.C. y 400 d.C.
cincelados en piedra o inci:-.os en .ircilb rcribfon lnf.. le arre-hala ron el orgullo SU!-oLiLuyendo "ill.) t:'je rc i() su dominio en extensas zonas del MH ele:
designaciones especiales cuy;, lectura todavfa e:,, dientes d<: 0ro por grn nos de m.iiz. W uc1uh' Yft'xico. Lo, za pocecas desarrollaron un J. forma
materi~1 de controversia. En algunas zonas dt:I Kaqix pahJcci6 y murit, .dlí mismo. dt· rscritur;.1 jeroglífica indepen<licntc de la Je
Jominiu m:iya. los escultores incluso cení:rn de- lo., maya!'\ y que ~1penas h;1 podido ser descifra-
recho a firm~1r ~IIS obras. El término m:1y:1 p:1r:1 Xibalba da. ,\cLUal1nentt, le., zaporecas ,iguen sien<lo el
1croglífico es woj. Nombre del ➔ 111framuncl11 en el ➔ Popo! Wu¡. 111.1yor grupo amcrindto del e:-.uulo de Oaxaca.
l'robablenwme significa "lug;1r cid miedo". En
Tzolk'in el Xih:1lh1 residían los scfinrt::'\ ele la noche:- y de Zoomorfos
Cale ndario ritual de zr,O días. Se cornpom· de Li de,lrUl::ciún, t.¡uienes v1gdaban la G1!-ia ele lo, Bloque:::,, monumentales de piedra :1reni:"1G1 con
20 signos para los día~, que !'\C' combinan con la.s murciél:igo!',, \;i o~n1ridad, los cuchillo!'\ de ob"íi~ rr::prtst:"ntaciones en relieve e inscripciones.
cifr;is del I al 13. Cada signo se representa ron diana, los jaguart:!'\, el fuego y el fríu. Pero lo:-. ~ Pue:-.to que: :1 menudo .son rrncclados en form,1
un glif~) específico. héroes gemelos logr:1nm vencer a los scfiorc, del de :.inirnales. c-omo tortugas. jaguares o cocodri-
inframun<lo e n el juegü de pelota y nsí liberar a lo,;;, reciben el nornhre de zoomorfos. L os c1em-
Tzompantli (:izteca, "plataforma de cal.,veras") los hombrci. del miedo .1 dicho lugar. La nuc\'a plarcs mús impr6io n;intes fueron erigidos en-
PlatJforrna <le:: piet.lra que funciona como base creación del cosmo~ empe:,ú ~n Xibalba, ya que tre los años 785 y 795 d.C. por orden del rey d e
de una construcci(m y en la que:: se e xhihían las fue ali i donde los gemcl11,, después de morir ()uiriguá. Ciclo Xul. F.I ,.,,.,morfo P de Quiri-
cabezas decapitadas de enemigos vencidos o de vnluntari,1mtnte. Jcspcrtaron de nut'vo p;1ra mi- guú es una escultura gigante de 20 1nndad:i!'\ de
víct imas de sacrificios. Aunque: nn se sabe con ci:1r !'\U c 11nino hacia el firmamento tran.sforma- pt:::io con una suntuosa configuración .
wda seguridad si la ➔ platafnrm:.1 de calave ras do., en el Sol y t'n la Luna. Las cerámica-, poli-
vc rdade::ramentc tenía csla íunci6n. lo que sí es croma~ d:.\sicas muestran rcpresentacione'i dt::
cicnc, es ,111e e l 1zompa11tli de Chichén Itl.;Í est:í 'icrcs :tlcrradnrcs qut:: probablemente pertenecen
adornado con 6:-qorrclicvc-s que rnucstran cala- al mframundo. No e~t:í claro s1 para los m:.iya!'\ la
veras c-mpabdas. rnucrtc..· significaba el i11icio t le una especie de
cransm1g:ración de las almas <.JUt: pasab:1 por el in-
Tzotzil fr:irnunc.lo o bien conducía ddiniti\'amencc a él H ue~o rnlladü dt" b tumba l llJ. 1íkc1l, l't'lén. Gultl'mala.
templo l; cl,s,co wdío. huna d aliu 734 J.C.: Tibl, Mu-
Grupo mayence del estado m exic:mo de Chia-
seo Syh-Jnu,;, Morlry
pas. Tamb ién d:esign:a su lengu:1, el lzotzil. Hoy, Xinka
los 200.000 Lzorzil viven mayuritari~,mentc en Puehlo vecino de los maya_... Je b~ ticrr;i') :1lras del
los pueblos de San Juan Charnula, Zinacantán, q ue du r:1111e mucho titmpo no se ~upo nada, Se
Huist:ín, Larrinzar y San Pablo, a l norte de la cree que vivían e11 el sudeste. principalmente en
c iudad de San Cristóbal de las Casas. la cosla gumcm:.ihec:1 del Pacífico. Su irliom:1 - d región del ➔ Puuc n o hahlahan maya yuka te k,
xinka- no csc~í c:mp,1rentado con ninguna de );_¡.., ..;Íno ch 'o!, probable-men te porque e r a la lengu a
Vara con forma de serpiente de dos cabezas lenguas mayas y actualrnenle sólo lo hahlan un11s escrita y );:1 de más p restigio. Las inscripciones
V:1ra ritua l e n forma de serpiente ele d os cabezas pocos ancianos d c-1 dcpart:1mento de Santa Rosa, yukatek de más antigüedad, halladas en la lo -
que, a l igual ,1ue un cetro, simboliza el poder del por lo que está a,ne n::izado :1 la desaparición. calid:id de Xcalumkin, datan de principios del
soberano. D e las fouces de las dos c;,bezas so- s iglo ,·111. Al prrxlucirse la invasión española,
bresale la caheza d e una divinidad, por ejemplo Yugo en el norte de la península se hablaba exclusi-
uno d e 1os ➔ dioses remeros o un :111Lcpasado Objdo dt piedra en forma d e h erradura o de vamente el yukatc::k, 1al como docu m entan nu-
del gobernante. "U". F.n ge neral, pesa I O k¡: y tiene 40 cm rn c-rosos rliccionarios ele los inicios de la épor;1
d e lm1g,i1ud y 30 c m de anchura. Nflrmalmente colonial. A pesar de tener un lenguaje y un.i
Waxtek 110 sólo cstci pulido s ino que presenta también cultura comunes, los yukatek no formaron
Gru po maye ncc que hace unos 3 .500 arios se se- un:i rica dccor~1ción. Su signific,1do y funcic'Jn nunca unn unidnd polícic:1. Oc ~1hí que:: lo~ e., p.1-
paró del resto de pueblos mayas y se tras ladó rcaks no están claro~. Tal como demuestr:1n ñoles pudieran conquistar :ilg11nas partes d e:: l :1
hacia e l n o rte. En la é poca precolombin a , los b s rep resentaciones simbólicas, este nhje10 pe nínsula mientras que otra~ zonas, como por
w:ixtck eran fomosos por su escul t ura tallada e n formaba parte del equipo del ➔ juego d e ejemplo todo el levante, ~e convirt ieron en d
píedra y por su s trabajos con valvas d e molus- pelota: el jugador lo llevaba alrededor de la reducto de los mayas ''libres". Las Lensiones
cos. Actua lmente unos 70.000 waxtek viven en cinnira. Se han h a llado yugos e n la costa d e l provocadas por dicha situación estalla r o n en
la costa del gol fo d e M éxico, en los es1adns d e golfo de México y en todo el territorio rna y,1, nu rncrusas rc\'udtas contra el domin io colonial
Vcracruz, S an L uis P otosí y Tamaulipas. pe;o p r incipalmente en b s tierras altas de espa ñol. En e l año 1847, u na gra n parte de
Oobk págrna siguiente:
G uate::m;i l;i. los mayas yuk;itck se levantó contra e l Estado
\ "1ilt:1 Jd tnnplo 1..k las ln~crtpc1oncs tlesJc: d nordeste-.
Way (maya , "s ueño") m cxic..1110 en la denominada ➔ g uer ra de
l':.dl·nqur , Chiapas, J\il~x1co: cl:l~1co lardío, 692 <l.C.
Durante la época clásica , el término way d esigna- Yukatek casc.1s; e::I lev:int:imiento tu vo por resu ltado la
En 1949, ti a rqueólogo mexic,1no Alberto Ruz Lhuillier
h~1 un determinado St:r t:n forma de ,mi ma! o un Grupo m:iytnce de la pcnínsub de Yuc:1t;ín. Se c r c:1ció11 de u11:.i zona maya independiente en el (190&-J971J) Jrscubric'i en el imcrior <le t'Stt· lt'mplo una
ser mix to, medio homb re m edio a nima l. En los cree q ue lo.'> an1·cpa~;1dos de los mayas yukate k levante de la península. Los mayas yuk~1tek h:111 cámara funt'rariJ inr::icta que albngaba los n:stus de:\
recipientes de cerámica el nombre d e este cipo de se inst a la ron en e::I centro y en el norte tle Yuca- poJ ido conserva r much os elemen tos d t su cul- rey K'inich Jan,ah Pakol (603-683 d.C.). L, cun>truc-
c riatur;1s, que norm almente concordaba con su tán durnntc e l per iod o preclásico. Lo., flt)b1c:s <le tu ra trndicinnal l J Ut: se m a nifiestan princi- ciún fut' rnncehicb en vida del rey Pakal y terminada
representación gráfica, solía ir precedido de la las principales c iuclacle, d e la pcnfnsul:i y ele la palmente en la religión. la cu ltura ru ra l y el por su h,jo, K'inich Kan Balam (635- 702 J.C.)
RESUMEN DE LOS CENTROS HISTÓRICOS
C hristian Prager y N ikolai G rube

Abaj Takalik protección contra los peligros geológicos n~1turales (hacia el 1000 a.C.). Sin embargo, la monumen tal centro de Becán fue ampliad o co n la con..,trucci<'>n
Plataformas de tierra artificiales, plazas públicas que representaba n e l desmoronarnicnLo de los arquitect ura que todavía podemos contempla r es de suntuosos templos y palacios. L :i ciu<laJ t'."\tu-
y patios flanqueado~ por edificios conform an el ;icantilados y el desfil ade ro c..¡ut:: recorría el centro producto del periodo clásico. De los más Je .lOO edi- vo habitada hasta el año 1450 y fue descnh,crtJ
centro de esta ciu dad p recbísica. Se consi<lera c.1ue ceremonial de Aguateca. A pesar de estas monu- ficios est udiados y de valiosas tumbas de la elite de en 1934. Su arquitectura muestra el típico ntilo
las más de 25 estelas csculpiJ:Js y con inscripciones ment~des defensas, la ciud ad fue conquistada a fi- A ltun- H a se deduce que los soberanos de esta ciu- Río ílec.
<1ue se han hallado e n Abaj Taka lik son las prede- ~alcs de l siglo \'111. dad se beneficiaban de la red de comercio entre las
cesoras de los monumcnLOs pétreos del periodo tie rras bajas centrales y la costa d el Caribe. Du- Bonampak
clásico en las tie rras bajas. Se calcu la que fueron Akc rante su period o de mayor esplendor, se calcula que L as pinluras murales policromas descubierta!!. en
colocadas entre los años 36 d .C. y 126 d.C. Ake est:í situada 35 km al este de Mérida y fue des- en la ciudad vivían de 8.000 a 10.000 personas. Honampak (México) en 1946 se cuenta n entre l."
cubierta en 1842 por John Lloyd Stcphens. Ju nto obras de arte mús importantes de !vle!->oamérira.
Acanceh co n AGrnceh e lzam al es una <le las pocas ciudades Balamkú Se tr:ita de un grupo qne contien e los t(•Mimonu J,
El yacimiento arqueolbgico de Acanceh se en- de las tierra~ ba jas del no r te en que los edificios Con una superficie: de un escaso k ilómetro cua- gr:íficos y escritos más importantes pa ra la rccon,.
cuentra bajo la localidad act ua l del mismo nom- construidos en d cl;lsico temprano st;:guían habita- drado, Balamkú forma u n yaci m iento rclaLiva- trucciún de las gue r ras. los rituales y otros ~iconte-
bre. Acanceh vivió su periodo de m~íximu esplen- dos en e l periodo poscl:lsico. Ake vivió su m{íximo mente pequeño compuesto por tres grupos arqui- cimit:ntos de la vida de b elite m aya. F.I centro dt."
dor durante d preclásico reciente y el clásico esplendor du rante la época clásica (300-950 d.C.). tectónicos. El ascnLa m iento fue descubierto en Bonampak se com po ne de lres grandes complt'¡o,
temprano. Su centro está dominado por la pirá- 1990 y debe su fama actual al espectacular hallaz- arquitectónicos constru idos entre los añú!-> 600 \
mide principal, cuyos m onumentales masca rones Altar de Sacrificios go de una fachada de estuco rnuy bien conservada 800 d .C. Las inscripciones y pinturas cid dintel dd
de estuco han sido excavados recientemente. AJ Altar de Sacrificios, un:.1 de las ciudades más a nti- que darn de entre los a ños 550 y r,50 d.C. E l friso edificio 1, así como las estelas escul pidas de l:i pla-
sur de esta construcción se e ncuentra o tro ed ificio guas de las ti<'.rras ha jas centrales, fue fun dada a policromo de c:sta fa~ada se considera una de las za p rincipal, relatan la vida del ,;;ubera ntJ Yajaw
q ue m uestra inílu~ncias de Tcotihuacán e n la fa- orillas del río Usumacint;l debiJo al uso intensivo obras de e.stuco más bellas de las tierras bajas del C han Muwaan y la de su hijo, quienes rc:inaron
c hada d e estuco decorada con figuras. que ~e hacía dt esta vía flu vial para el comercio. Mayab. T ie ne una longitud de unos 17 m y un al- entre el 780 y el 792 d.C. Con la llegada al trnno de
Los hallazgos realizad os d ur;i nte su descubri- tura de más de 4 m . Yajaw C han Muwaan, la d inastía de llona mpak
Aguateca m iento en el siglo XIX ind ican c..¡ue fue construida experimentó un nuevo auge, d espués de que una~
Esta ciudad, situad a en h\s inmed iaciom:s cid lago a mediados del periodo preclásico. Las excavacio- Becán décadas antes hubiera perdido su inde pendencia
Pe texbatún sobre una meseta que te r m ina ahr up- nes se dieron por final izadas en e l último te rcio Los primeros vestigios de fkcán se remontan al si- como consecue ncia de una guer ra contra Tnnin;Í.
t:1mentc por tO<.los sus lados, fue descu bierta en el del siglo XX. Los nu m e rosos mon umentos )' este- glo VII a.C. E ntre el 200 y el 600 d.C., la zona cen-
año 1957. El complejo de palacios y ceremonia.les las encontrados fueron construidos por los sobera- tral de la c iudad estaba rodeada por un foso y un Caba l P ech
del centro dan testim onio de su pe riodo de mayor nos de la ciudad entre lns años 455 y 849 d.C. e in- anillo defensivo de c m paliz.adas. Se acced ía al cen- En la parte alta de la moderna ciudad ele San Igna-
esplendor, el sig lo VIII (cl:ísico ta rdío). En d icha <lican que la ciudad vivill su mayor esplendor tro a tr avés d t siete puentes. Más ta rde, durante el cio, en Belice, se encuentran las ruinas del cent ro clt:
époc~, la región d e Aguateca fue escenario de nu- cultural e n el clásico tardío. periodo clásico ta rdío (entre el (~)() y el 730 d.C.), el ceremonias de Cahal Pech, de tamaño medio pero
merosos conflictos bélicos, por lo que la ciudad tu-
vo q ue dotarse de e lt:mentos defensivos. Adem;ís, A ltun-H a
sus hahitantes ta1nhién construyeron extensas em - En Al tun-Ha, los primeros vestigios de población Chichén lt1.á (Yucat,ín, Mt'Xíco). El d ihujo de la reconstrucción dd ct'nt ro sagrado, obr:1 de Tati,ma 1-'ruskuuriakoff.
palizada~ en el inte rior y exterior del núcleo corno se remontan :1 mediados del periodo preclásico ilustra la impresionante y monument.'.l! arquiteclUrn de este irnportantt" yacimiento.
grande~ crnnpk-jos ceremoniales con templos pira- costa de Yuc:at;:in, lo cual se refleja en los aproxima- cautivos en bs es1das, lo cual indica que durante su
d(' una gran importancia. Fueron descubiertas en
midales y barrios resideucin.lcs para la elite. De las damente 100 palacios y pirámide'.>, (.¡uc conforman d máximo :1t1ge, Chinkultic era una potencia reg-i,inal
la década de 1950 y están formadas por 34 edifi-
escd:1!'- presentes !-e deduce que Cancuén vivió su núcleo del asentamiento. algunos suntuosamente que incrcmcnrnba su prestigio m:mtenicndo presos
cios. dos c,1mpos dt: juego de pelotJ y varias estela_')
111;'1ximo esplendor e ntre el 790 y d 800 d.C. No decorarlos con obras de esr11cn. Las novedos;.1s for- en la ciudad a nobles ele alto rango. Chinkulric fue
si n rnllar. L 1 ciudad fue abandonada haci<.1 el año
obst~tntc-, exi~t~n indicios de que y:1 est:1h:-1 habitada mas :1nísticas y arqu itectónica:-. de l~rro:> marcaron descubierta a principio~ del siglo XX y su mkleo
800 d.C., e:-. decir, a finales dd preclásico reciente.
alrededor del ;1i\o 741, cuando la ciudad fue some- la evolución de la iconografía y arquitectura de las cuenta con m:h de 200 edificio~. J .;1 an..¡uitectura
tida por el ,obcrano de Do, P ib,. A finales del si- tierras bajas du r-;-rnte el periodo cl:bico. que p(Xlemo!'- contc1nplar ac111al111c..:ntc es del perio-
Calakmul
glo \'111 la ciudad consiguió liberarse. do clásico. Sin embargo. la cerám ica hallada de-
Se rrata del mayor de t·odos los yacimientos mayas
C hich én Itzá muestr;1 que el asenramienlú se remonta al llretkbi-
y i'uc descubierto en 19,1. Su importancia queda
Caracol 1unto con bs de T u lum, situ.1da en la costa orientLtl co tardío )1 que sigui6 h:1hitado hasta el posclásico.
reileiada en b, 117 estelas hall:1<l;is en la ciudad.
A raíz de su mal estado de conservación (las ins- Caracol es el mayor y:Kimic-nto arqueoli'lg-ico de d e Yuc:1t~í11 1 bs ruinas de Chichén lrzj son l:i, ,nás
cripciom:~ se.:: han dcscompuesm debido a b m~la Belice )' fue de,cubic rto en 1937 por un lei\ador. famosas del norte de la pe nínsula. Poco después de Cobá
1 Jal,itado de,de finales del period o preclásico. los la inv~1sión española. Fr,rncisco Mo nte jo (1479- Con una superficie ocupada d e 43 km ', Cob:í fue
calidad de la piedra caliza local), durante mucht>
inicios de b d inastÍ:l real local se remontan como 1548) ocu pó las ruina, y estableció en ellas la pri- el centro m:h impo rtante del nordeste de Yuc:11:ln
tiempo 110 .r; e tuvo en cuenta la h istoria del lugar.
mínimo al :1110 .B I d .C . Ba jo los rei nados de Yajaw mera capital española en Yucatán, que 1.uvo que ser durante c:I periodo clásico tardío. Los complejos
Aunque la construcciún de las do~ pirámides
T e K'inich 11 (553--599 d.C.) y d e su h ijo K'a n 11 abandonada al cabo de poco tiem¡x). Aunque la arquittctf>nicos estaban crnnunic:ados por 45 sak-
principales, la estructura I y la estruClura 2 (:-im -
(618--658 el.C.), Caracol consiguió liberarse de la ciudad nu nca c;1yó en el olvido, no empezó a servir bes, uno de los cuale.) conducía incluso has1:1 Ya-
ba, de 45 m de altura), se inició a mediado, de la
suprem:u.:ía de T ikal y converlirse en un:1 <le la!, sirnda por científicos europeos hasta mediados del xuná. situada a más de 100 km de distancia. Mo-
época p redásic.a 1 C:il:1kmul no est.1 documentada
ciud;ules más infl uyentes de las tierras bajas dd es- siglo XIX y n o fue estudiada de,dc el punto de vis- nume111.1lcs templos y reside ncias dan testim onio
como dinastía real importante h:ista el 500 d.C.
te. l'.I centro de la c iU<i:id está dominado por la ta arqueológico hasta principios del siglo XX. Chi- del poder que llegó a alcanzar b elite local, cuya
.1proxinw.tbrntnte. Calakmu l no se convirtió en
pir:ímidr de C;:1;1n;1. e r igida duran te el pre:cl:ísico chén ltzú presenta dos estilos arquitectónicos do- historia se ha conservado en unas 50 inscripciones
una "super¡m1encic1 .. suprar regiona l capaz <le
y continuamente :11n pliada hasta alcan;.,.:u los 46 mina n tes: el estilo Puuc, que recibe el nombre de la jeroglíficas. Col,:í ya estaba habitada hacia el an,,
compdir con T ik,11 hrist:1 el reinado de Tuun K ';1h
m tic alrnra. Kilbmt::tros de- sakbes com unican los región donde se encuentra la ciudad (600- 900 d.C.) 100 d.C.. pero no creció hasta el clásico tardío, y
Hix (h:icia 520- 550 tl.C.). Con Yu knoom ti Gran-
distin tos comple jos de la ac rópolis con las inmc- y el estilo denominado ··me xicanizadu" (h acia 900-- fue abandonada :1 finales de la e ra clásica. H:ici:i el
de, C:1b k111ul alcanzó su máxirna infl uencia. pc.::rn
di:.1ciones, donde la población era rnuy densa. Se 1200 cl.C.), que reúne bs influenci:i, de la costa del año 1200 d.C. volvió a pohlacse.
su h ijo, Yuknoom Yich':iak K·ak' (686--695 d.C.),
fut' elnrmado e n la bata lla ele Tikal en e l 695 el.C. han documentarlo más de 3.000 plataformas pa- g<>lfo, Oaxaca y el centro de Méxicn. Algunos de
F.n 1997, el descubrimiento de la c:írnara funera- ra vivic:.nd:1s, aunq ue en towl se es1i ma que c.n los ~U!'- famosos ed ifici<f. como E l Ca:-.tillo, el templó Comalcalco
88 km: del asen tam ien to d ehía haber unas de los G uerreros y el I ucgo de Pelota cons titup::n Esta ciudad del cl:lsico tardío situada en los terre-
ria de este regente en b estr uctu ra 2 levantó g-ran
.l6.0IJO. 1.as inscripciones d e 2.l estelas y 23 al tare, ejemplos típico.,; de la influencia mexicana en Chi- nos ele aluvión ele T;1lmsco se caractai;.,. .a por sus
expectación. En el ano 909 d .C. desa parecen las
registran la h istori a d in:í...,t ic:1 de la ciudad ha~r:i ch én ltz:í. C:on mjs de 50 inscripciones, C hich én construcciones de ladrillos de adobe. Debido a la
inscripciones que da n testimonio del lugar, aun-
él :i no 859 d.C. ltzá es uno de los lugares m:ís interesantes epigrá- inexistencia de piedra, los habitantt!'- de la región St'
que estelas en miniatura tosc~1mcnte trahajada~
ficamen te del norte de Yuc:-1tún. L a persona m ás vieron obligados a servirse del m;1te rial que encon#
111diran que ">iJ!ui ú pohlado.
Ce rros im portante y nombrada del asentam iento es trab:.111 en d subsuelo lodoso. Los tt'xtos jeroglíficos
l .a~ rui nas de Cc.::rros c:-t.á n situadas en u n :1 pcn í n- K ":ik ·u¡,akal, quien a medi:id os del sig lo IX camb ió tam bién se fi jaban sobre ladrillos de adobe. Tres
Cancuén
~ub q ue se :1clen1ra t:n b bahía <.k Corozal, Relice. la cst rclb de esta metrúpoli. g:r;l n des complejos ceremoniales dominan el nú-
1>esc11hier1a po r T cnhert :Vb ler en 1908, Cannu.~n
H:icia ti :iño 1900, T hornas Gann ,brnhrió el lu- cleo de la ciudad, el m ás extenso del clásic<J tardío:
t'St:í si1u:hb 40 k m al sur de Scih,tl. a orill:,s dd ritl
g:u. que no fue cxc;wado hast;1 las décadas de 1970 Chinkultic la gran acr6polis, el grupo norte y la acrópolis este.
dL" la Pasión. y presenta 1:i~ mayores rui na~ cono-
y 1•1811. F11t re lo , a fins 50 a.C. y 100 d.C .. C erro, era A pesar de la considerahlc cantidad d e monu mc:n ~ Com~k:tlco tuvo relaciones d inásticas con los últi-
cidas a In largo dc-1 curso d~ esta v ía fl uvial. F.I nú-
uno de.: los principak·s n:ntros romc rciales d l' la tns pét reos con in~cr ipciones (co n fechas desd t el mos snheranns d r Paknque.
cleo ocupa 05 k nr y se.:: com pon(.~ de d os o trl'S
,uio 591 hast:i d 1N7 d.C.). la historia dinásticí d e
esta ciudad sit uada ~1 orillas de la lag-una de C hu- Copán
nujabab ha permanecido inexplor:Kla en su m ~iyor La ciudad de Cnp:ín, ~ituada a o r illas del río ho-
Chichfn ltz;i. Yt1Gll:Ín. Mt'xin •, p1dm i1.k d,· K't1k"ulkan. El monumcnt:11 n lifícío fue l" XC1vado y n·ronstruido rn b
parte. H ay 4uc destacar las rc::prcscntacioncs de rn,) n imo, se encue nt ra en el extrem o noroeste dt'
tlt'r:ul.1dl' 11}.m. En ~u inh:rior Sl' dc:-.n1hriaon a11!ig-uos t.·dilicios prc(ur:-ores dd :Ktu:11.
Dzihilnocac, Campeche, México. Em fotugr:.-fía fue tomaJa por Troben Maler en 1887 y muestra la car;, occidenral dd Dzibilnornc, Campeche, México. Fotografía actual del mismo edificio t;n Dzibilnoc:ic. Su denominación arqueológica es
templo que flanquea el gran tcmplo-p:1lacio de Dzihilnocac. por su b Ju oricnr:1I. "e,lificio AJ".

H onduras y sus ruinas han sido las mejor y m:ís mmn11nentos con inscripciones que se ha n hallado é poca colonial. Hac ia el año 250 a.C., se prod ujo Según se desprende de sus inscri pciones, es posible
estudiadas. La ciucbd se dio a conocer y se hizo e n la ciudad y en la región. Ve los textos se des- un gran a un1ento de la poblaciónJ que registró su que las estelas más a ntiguas íueran colocadas an-
fomos:1 sohre todo por l:1 precisión de las ilustra- prende que la dinastía de ü os P ilas había sido cota más alta hacia el año 830 d.C. De dicha épo- tes del año 435 d.C. (? ). El último monumento íuc
ciones de: Frederick C:1the rwood, q uien visitó Co- desterrada d e T ikal y que se asentó m ás al sur, e n ca data también la mayoría de las inscripciones e rigido en el año 8 1O. Durante el periodo clásico
p:\n e n 1839 junto con John Lloyd Stephen,. Des- b región de Petcxba tú n. La fecha histórica m;ís conservadas, con refe rencias a los soberanos y sus tardío, E dz n;í formó parte del estado hegemónico
Je comie nzos del sig lo XX se ha realiz:1do una ,.nnigua qut: ha podido documentarse hace n:fe- relaciones d inásticas. Entre 1000 y 1200 d.C., la de Calakmul.
serie de irnpnrl~HHCS excav:1cioncs y obra~ de res- rcncia :11 nacimiento de su primer soberano, en el actividad constructora d isminuyó, a l ig ual q ue d
tau ración en el cc,nro de la ciudad. dur:111Lc las ai\o 625 d.C. Hacia el año 73 1 d.C., el gobernador número de ha bitantes; d e 1200 a 1540, la pobla- Ek Balam
cuales se han descubierto algu nas tumhas de sus de D os Pilas perdió su supn:m acía en la reg ión a ció n local volvió a pohhir e l centro cultural de En los últimos afios se ha n realizado espccrncuh,-
antiguos sobe ranos, incluida la del fundador de la favor de los reyes de Aguatec:1. Se tiene la úlLinrn D zibilchaltún. res descubrimientos que han despenado el interés
dinastfa, Yax K' uk Mo' (42ó--hacia el 437 d.C.). mcnci6n de un habitante de Oos Pilas h:tci~1 el ::iño público por el estudio de las r u inas de E k Balam.
Las cerám icas enco ntradas en las cuevas de las in- 807 d.C. Al igual yue en otras ciudad es de la re- Dzibilnocac El núcleo se extiende por una supe rficie de unos
mediaciones, así como alg unos h~1\lazgos puntua- gión, los rege ntes de Dos Pilas intentaron conti- E n 1842, Stephens y Catherwoocl d escubrie ron los 6 km' y está separado del resto de la ciudaJ por
les e:: n los vados <le! río Copán 1 ::1tes1.ig uan que el nua m ente fort;ilecer su poder y ampliar su área de restos ;.1rquenlógicos de D z ibilnocac, situados hajo d os m uros. La estructura 1 d el centro tiene una
v:ille ya estaba poblado en d siglo XIII a.C . La his- influencia. G uerras, políticas matrimoniales y la actual ciudad de lturbidc, en Campeche. Aun- longitud de 150 m y e,;, por lo tanto, la mayor
t,)ria din;btica <le Copán ha quedado registrada conLactos pe::rsonalcs c.ran las tácticas que contri- yue el lugar se encuentra en la región de C henes y construcción de Ek Balam. Gracias a las exc:l\'a-
h::1sta la ép<>C:1 de su fon<lador en numerosos mo- buían a l man tenim iento del poder, especialmente su a rquiteCLura es del c.stilo homónimo, D z ibil- ciones rea lizadas durante 101) dos últimos años ha
numen t.O!-. pétreos. En un pt:riodo de más de 400 t'. ll esta regió n. noca c tamhién presenta algunas construcciones en aflorado una fachada de estuco m uy bien const:r-
años, un total d t: 17 sobt:r:rnos gobernaron la c iu- estilo Río Bec. El mayor edific io de la c iudad es la vada y una entrada co n escali nata cubier ta de tex-
dad con más o menos éxito. La mayoría de los edi- Dzibanché estrucLUra Al , el de nominado "tt:m plo-pa lacio", tos jeroglíficos. La mayoría de los edificios exca-
ficios que podemos cc)11tem plar en la actualidad Junto con Cobá, Dz ibanché es uno de los mayores en el cual se unen las dos construcciones. Los pri- vados hasta e l momento son de fi nales del periodo
fueron erigidos b::i.jo el reinado de sus tres últimos yacimienios del estado 1rn::xicano de Quintana Roo. meros habitantes llegaron a la ciudad a mediados cl:ísico, pero algunos hallazgos del preclásico re-
mo narcas (73S-822 d.C.). El último monumento L1s ruinas, descubiertas por Thomas Ga nn en del periodo preclásico, a unyue la mayo ría de las ciente permiten presupo ne r q ue el lugar ya esrab:1
fechado data del afio 822 d .C. y no fue termi nado. ' 1927, se encue.ntran en d sur, a1 oeste de Racalar. construcciones q ue pod emos contemplar hoy e n habitado durante d icha época.
Copfo saltó a la fama sobre tocio a raíz de la cali- Las exrnvacio nes realiz;1clas ¿1 princ ipios de la déca - día data n del clásico tardío. D,.ibilnocac fue aban-
dad y be lleza de sus estelas, a ltares y fochad as es- da de 1990 demuest ran que l:1 c iudad alcanzó su donada hacia el año 950 d.C. El Baúl
culpidas. Durante el reinado de Wax.iklajuun cenit e n el periodo cl::\sico te mprano y que era mu- Situado e n la regi6n de Santa L u cía de Cotzumal-
Ubaah K 'awiil (695--738 d.C. ) se desarrolló un esti- cho más importa nte ele lo que en un principio se Edzná h uapa, El Baúl pertenece a un grupo de yaci-
lo escultórico único por su plasticidad y vi vacidad. había s upuesto. l.....-7S tumb:1s ricamente decoradas Au nque en la región era conocida d esd e h.icía m ientos que presenLan formas arquikctónicas si-
indican la import;incia de la n nble,.a local y una es- tiem po, la cie::ncia no e mpezó a i,ncrcsarse por el m ilares. La zo na íuc po blada a m edia dos del
Dos Pilas calera jeroglífica con la re presen1aci6n de cauti vos, estudio de Edzná hasta la década de 1920. Uno de periodo preclásico (80()-400 a.C.). L os hallazgos
En d año 1954, unos habita ntes de b ciudad de que Dzi banché rendía vasallaje a Calakmul. los edificios más llamativos de l á rea ha bitada (con a rqueológicos caracte rísticos de esta regió n so n
Sa)'a xché, en el cor:1zón de Petexhatú n, descubrie- una su perficie de 3,7 k m') es el tem plo princi¡"'I, unas pesadas estelas de basalto que presentan una
ron la!- ruinas de Dos Pilas. En un á rea de un es- Dzibilchaltún con cinco niveles. G racias a su e mplazamien to iconografía típica influida por las o hras phísticas
caso kiló me tro cuad rado se hallaron 500 edificio:-., Co11 una superficie de unos 16 k m ' y m ás de 8.000 - sobre una plat¡1Í<.Jrrna artificial-y a una a ltura d e de Te otihuadn.
entre ellos algunas construcciones píram icblt:s de edificios, Dzihilchaltún es u no d e los mayores casi 40 m nfrece excele ntes visLas del e nto rn o. Unas
gra n t;1maño y un gran núme ro de pequeños g ru- centros del norte d e Yucat.'Í.n . Se tienen testimo- 35 estelas, pandes .Y escaleras jeroglíficas cut:nlan El Cayo
pos residenciab. La hi,turi:i del lugar ha podido nios de que d asentamiento estuvo poblad o ele la historia del lugar, hahitadn ya e n el año 400 a.C. L1s rui nas de la pequeña loca lidad de El Cayo están
str reconstruida casi pnr complcrn gracias a los .35 forma continuada desde el siglo IX a.C. hasta la y aba ndon,1<Jo en el año 1500 a proximadame nte. situadas a am bas orillas del rív Usumacinta, cnLre
Yaxchilán y Piedras Negras. El Cayo data de la é po- 1970, el pcirnienlO fue víctima de despiadados la- construccíonc::~ más importanLcs del lugar es la cs- lxlu
ca clásica tardía y entre los años 600 y 800 d.C. se hc- d ro nes de arte, quienes cortaron un~1 gran parte de lructura 2, con una fachada sur construida en for- En la orilla oriental tld lago Petén lrz:., unos l0 km
ncfici6 del comercio a larga d istancia q ue se llevab.1 las estelas para retirarla> del lugar. T ras años d e la- ma de fauces de serpiente abierta> de par en par. al ~u rde T ik:11. se encuentr3 el pequeño y~cimien-
a caho por el río Usumacinta. Por entonces consti- bores detectivescas, lan G raham consiguió locali- Los primeros vestigio~ de población se remonLan 31 to de Ixlu. Syh-anu, :>furlcy ,bnrbri6 la Ciudad en
tuía un estratégico puesto avanzado de Piedras Ne- zar algunas de estas piezas y las agregó de nuevo al periodo protoclásico, entre los anos 50 y 250 d.C. la d¿cada de 1830: ('ntonct", Jocum~ntó do:-. estcb'í
gras. Tcohcrt Malcr descubri6 las ruinas en 1897, conjunto. El papel h istórico de El Perú sólo se co- Bajo los edificios erigido, duranlC el periodo cl:ísi- y un altar erigidos ern rc los año, 859 y 879 d.C. r ~is
pero los principales trabajos arqueul6gicos tu vieron noce de forma fragmentaria, pe ro .se:: sabe a ciencia co tardío se han encontrado restos <le construccio- ciudades de lxlu y Jimbal. en la perife ria de Tikal.
lugar en las décadas de 1950 y 1990. De una serie de cierta que Tikal emprendió una gucmt contr:r el nes más antigua!, que muestran d estilo Río 8cc ;1kanz.aron su m:íxirno esplendor culLUral a finale:,.
inscripciones se deduce que El Cayo estaba gober- lugar y que se llcv:r ron el palanquín del monarca temprano (550-600 d.C.). Igual que las demás ciu- del perindo cl,ísico, en una época en que ya empe-
nado por un virrey, el denominado saja/, q uien de- como botín de gue rra. Además, e, posible que d u- dades de la zona de Río lkc, carece d e inscripciones zaba a perfilarse la decadencia gradual d e Tikal. El
sempeñaba su cargo bajo los au,picius del soberano ran le d periodo clásico tardío El Perú formara jeroglíficas. monumento más reciente de la rcgi<'m fue erigido
de Piedras Negras. parte del estado hegemónico de Calakrnul. hacia el 889 d.C., sólo 20 ar,os de,pués de que el úl-
l tzán timo sober~rno de Tikal erigicr:1la úh ima t~tda do-
El Meco E l Tabasqueño Aunque hasta ahora no se han podido iniciar las curncnt;1da en su ciudad.
Las ruinas d e El Meco están situadas al norte de F.n 1895, Teobert Maler clescuhrió algunosedificios excavaciones en 11.Zán, el luga r ya se ha hecho fa-
Cancún y fueron dcscubienas en 1877 por August de Tab.1squcño. En este yacimiento predomina el moso gracias al gran núrnero de inscripciones que l xtutz
Le Plongeon. Probablemente se trata del antiguo esti lo C hencs, tal com o atestigua la estructura 1, presenta. Este yacimiento se encuentra unos 13 km lxtutz es una ciudad rd :ui,·:1mcn1e pe4ucfü1 situa-
asentamiento en que Francisco Montcjo erigió sus una de sus construcciones más impresionantes fe- a l nordeste de Altar de Sacrificios y ya cstaha po- da unos 1O km al noroeste de Machaquil:í. Du-
cuarteles durante unos meses del año 1528 y que chada hacia d año 71Od.C. blado durante la época preclá,ica. h zán conservó rante el periodo clásico tardío fue muy importan-
denominó Belma. La principal construcción de El su independencia hasta el clásico tardío y también te. De las inscripciones se rlcs prcnde <1ue el lugar
Meco es el d enominado "Castillo", un edificio pi- E l Zotz mantuvo rdacionc;~ dinásticas con Dos Pilas. Entre mantenía rel~cione, con los soberanus de Dos Pi-
ramidal de cinco niveles que adquiri6 su forma Las ruinas de la peq ueña ciudad de F.I Zotz se en- los años 685 y 807 d.C. se han podido documentar las y Aguateca y que llevb a caho un:r g uerra con -
actual durante el periodo posclásico. El Meco em- cuentran al norte del lago Petén ltzá. A finales de cincú generaciones de soberanos. La inscripci6n tra el a:'ICntamicnto vecino de Mach~1quil:í.
pezó a poblarse hacia el año 250 d.C. y fue ahan- la década de 1960, unos ladrones de arte se lleva- más reciente data del año 829 d.C.
donado alred ed or del año 1100. Con todo, duran- ron de uno d e sus templos un dintel de madera es- !zapa
te el posclásico tardío seguía siendo uno de los culpida, q ue poco después volvió a ver la luz en el lximché lzapa, situada en la costa del Pacífico, en C h iapas.
principales ceneros comerciales de la región. Denver A rt Museum. En 1998, la pieza pudo vol- Al oeste de la ciudad de C himaltenango, en Guate- fue poblada hacia el año 8UO a.C. Los ed ificios que
ver a Guatemala. Los dinteles de madera esculpi- mala, se encuentran las ruinas rlc la antig ua C'api- podemos contemplar ac111:rlmente datan del pe-
El Mirad or dos y con inscripciones son muy escasos y hasta tal del grupo maya ,)e los kaq chikcl. Alrededor de riodo comprendido entre los años 300 y 50 a.C. En
Los restos de la metrópoli más antigua del Mayab, ahora s6lo se han encontrado en Tikal, Dzibanché cuatro plazas se ordenan grupos de edificios erigi- l zapa, el estilo constructivo se ca racte riza por
El Mirador, están em plazados en las profundida- y El Zotz. d os con piedra trabajada. En un principio, los mu- unas plataformas dt tierra ar1 ifirialcs revestidas
d es de la selva del norte de G uatemala. La ciudad ros estaban estucados y pintados e n el e<Lilo Mix- por piedras 110 trabajadas y una c:rpa adicional
alcanzó su máximo auge entre los años 150 a.C. y H ochob teco-Puebla. El estilo a rtJUitectó nico muestra de estuco o arcilla. lzap~t es famo~a gracias a ~us
150 d .C. En d icha época, su superficie era de unos En 1888, Teobert Maler descubrió cerca de la ciu- claras influencias mexicanas y se denomina "cpi- 89 estelas de piedra, en su mayor ¡,arte no escul-
16 k m'. El centro está formado por un espeso con- dad de Dzibalchén, en Campeche, u n g ru po de toheca" . 1ximché fue poblada por primera vez du- pid:is. La ciudad se cuenta entre los centros rnás
glomerado de edificios sacros y profanos. L1 cons- ocho edificios sobre una meseta. La arquitectura rante el posclá;ico ta rdío y con la llegada d e los es- im po rtantes en lo que se rellcre a escultura pre-
trucción denominada "El 1igre", un gigante com- d e este pequerio yacimiento d e Hochob es d e estilo paiiole, fue declarada capital de Guatema la clásica ((1ue a men udo es calificada también co-
plejo con una superficie de 5,6 ha y una altura que C henes y gracias a su buen estado de conservación durante un corco periodo d e tiempo. mo escultura de estilo !zapa: un estilo de transi-
supera con mucho las copas d e los árboles, es la se conside ra e jemplar d entro d e dicha corriente es- ción entre el arte plástico olmeca y l:1 iconografía
máxima expresión del poder absoluto que llegaron tilística. Prohablemcnte todos sus edificios fueron lxkún cl:ísica ma)·a).
a ejercer sus soberanos. Durante la época preclási- construidos en el pe riodo clásico tardío, aunque se La influencia de lxkún, una ciudad situada al norte
ca tard ía, F.I Mirador dominó y e jerció su influen- ha comprobado que este estratégico lugar estuvo de Poptú n y muy poderosa en la región du rante el Jaina
c ia sobre los acontecimie ntos políticos y económi- poblado desde el preclásico temprano h:ista bien periodo clásico tardío, llegaba hasta Najtunich. U na La isla de Jaina, que se encuentra en la costa at:stc
cos de la zona central del Petén. entrada la época d e la conquista. serie de inscripciones del siglo VIII relatan las cam- de Campeche. fue d u rante el periodo clásico una
pañas militares contra las ciudades vecinas, un indi- necrópolis tanto regional cor110 suprarrcgional.
E l Perú Hormiguero cio de que lxk ún ejercía la supremacía sobre la re- Entre los años 500 y 1000 d.C ., en los asentamien-
Las ruinas de la ciudad maya de F.I P erú están Entre los edificios más impresionantes y me jor gión. No obstante, este tipn de concentración de tos de la isla se construyeron más de 20.000 tum-
situadas unos 20 km al no roeste de Laguna Per- conservados de estilo Río 8cc se encuentran las poder solía ser de corta duración, puesto que entre bas. Un centro ceremonial con pirámides y edifi -
dida, en el Petén. Durante las décadas de 1960 y ruinas de Hormi¡,•uero, en Campeche. Una de las las ciudades la lucha por la supremacía era continua. cio~ residenciales ritravicsa Jaina de: este a oeste.

Hochob, Campeche, México, palacio Cabeza de Serpiente, fachada sur. l .1 fotografia de este palacio de Hochoh fue Hochob, Campeche, México. Un siglo más tarde, el csr,do de conservación de la fachada del palacio Cabc7.a <le
tomada en el año 1887 y muestra la ,.on, de entrad, <ld edificio central. Serpiente apenas ha variado.
Sus construcciones d e viviendas, así como la!'- tres el clúsico t:irdío y súlo estu vo habitada e ntre los Mixco V iejo Unas -W cslclas en mal estado de conservación da-
estelas co n inscripciones y repre1>ent:icionn de aiíos 700 y '!00 J.C. Dur:inte dicho pe riodo, la ciu- La capital del grupo maycncc poqomam, Mixco tan del clásico temprano.
cautivos, demuestran que el lugar estaba habitado da d flo reció: gracias a Sll situac.ión junto a Río Viejo, fue co,u1ruida en el posclásico ta rdío (haci:,
¡x,r una dina,tfo local que llegó a tener un papel Grande. Lubaa nrún fue unn de los cc:ntros comer- el año 1250) y estuvo habitada hasta la llegada de Nadzcaan
clest:1cado en b región. cia le!-. m;h importantes del sur y se benefició del los españoles. En 1525, Pedro d e J\lvaraclo con- A princi p ios de la década de 1990, unos arqueúki-
comercio en! red sudeste y el norLe dt la penínsu- qui~t6 est a ciudad for1iflc:1d;1 .situada en el altipla- gos me xicano!'- e ncon tra ron en c~1mpeche lo, re~-
Kabah la. El centro ceremonial se compone de 11 cons- no gu:11ern:1lteco y mandó deportar ;1 sus habitantes tos de un::i en o rme met rópoli. L as estelas hallaJa,
En 184.l, Stephens y Cather wood publicaron las trucciones d e grarnles d imensiones, agr u¡,:idas al- a o tras regiones. L a s co nstrucciones piram i<b les. hasta el momen to demue.-.t r:in que el lugar com.i-
primeras informaciones sobre las antigw1s ruinas rededor d e cincn plaza'.'.I, Puesto que lo~ niveles las residencias y los campos de juego de pelot:1 ca- ba con un glifo emblema propio y que d urantt' c:I
de Kabah, situadas en las proximidades d e Ux- su perio res de las pirám ides solían estar forrn:ulos ractC'rizan el estilo de Mixco Viejo, red e~cubierto periodo clásico se convinió en u na gran potencia
rnal. El punte, central de la ciudad está formado por muros de material :-,eco i r:ícilmentc erosiona- en 1896 por Ka rl Sapper. su1>rar regional.
por g randes complejos :1.rquitcctón icos, como por ble, sólo se han co nserv:1do b:-. bases d e las m is-
ejemplo e l palacio y d templo de las Columnas, m;1:-.. A pe!>ar de la import::mci:i regional de Lu- Moral Nakbé
eri g idos en el carncterbtico estilo Puuc durante el baantún, hasta ahora sólo se han descubierto tres Las rui n~1s de Moral, tarnhié n conocidas como Ba- U nos l.l km al sudeste d e El :Vlirador se encuen-
periodo posclásico. Otro t:d iticio desrncado, cons- marcadores de juego d e pelma esculpidos y con lancín, Bahrncán- M o rales, La Reforma u i'Vlora- tran las ruina) de Nakb¿. una ciud a d p reclásic;-i
truido entre los años 8.l() y 1000 d .C., es el 11:im:i- inscripciones. En el lugar n o se han en contrado lcs, se han convertido en uno de los Ct'.ntros m;h dedicada a l rnmerci11 y descu bicn,1 en 1930 du-
do "Codz Puup'': su fachacb sep1e111rional está estelas. interesantes del estado mexicano t !e T::ihascc, (lthi- rante u n reeonocirnienro ;1é reo y explorada por
adornada ton unos 400 masc1rones del rey de la do a las inscripciones halladas en ellas. F.I núcleo p r imera vez en 19(i2 por l:i m Graha rn. El núcleo
lluvia. En K:ibah hay indicios rk que el lugar ya Macbaquilá central se compone de siete construccionc!;, enlre de la ciudad está formado ¡x,r d os gr;indc, com-
estaba habitado durante el periodo p reclásico. En 1957, un geólogo descubrió las ruinas de Ma- las que destaca n pidm ides y residen cias. De las p lejos d el periodo p rccl..ísico rnc;d io. Se trata, por
chaqu il:l junto al río de l mismo nombre. Corno inscripciones se d esp re nde que hacia el 6.33 d .C. lo ranto, del primer yacimie nio a rqueológico cid
Kaminaljuyú aílutnte Jel río de la Pasión, en épocas preco lom- Moral era ya un C!->t;ido independiente que a mplió Petén t:'.n d que se han e ncontr:•1do construcciont,
Las ruinas de K~uninaljuyú. el mayor centro ar- •hinas el Machaquilá era utilizado como vía para c:-1 su esfera de poder gr;1cias ;1 In expansión bélica. d e esta époc:i. L ;,s peque ñas pla tafo rmas d:i tan del
queológico del a ltipbno t,.ruatemalteco, est~n si- come rcio a larga distancia, en el <.JlH:! la ciudad de- HDy en día, e l m usco reg-ion:il de Balandn exhi be peri,xln comprendido entre los años 1000 y /,(111
tuad3s bajo tierra, en la actual capital d e Guate- sempeñaba un papel impo rrnnie. El com ercio unos 12 monumentos con inscripcio nes. a.C., mien tras que los edificios monumentalc.,
mala. Hacia d año 2500 a.C., puehlm :igrícobs se también llevó In, progresos culturales del centro fueron erigidos e ntre los a ños 600 y 200 a.C.
asentaron e n la zona. L.1 importanc ia de Kami- de México a la reg ión: las estelas de l,nales del pe- Motu! de San José
na lj uyú aumentó gracias a l crecie12te comercio de riodo clásico muesLran influencias mexicanas. Los En 1895, Trnbert M~cr descubrió la.s ruinas de Nakum
obsidiana tntn: d altiplano y las t ic rr~1s b~1j3s. En 18 monumentos con i nsc ri pciones del lugar cm::n- Moru l de San José. Este pequeño centro del d:.si- Estas ru inas simadas 18 km al este d e T ika! fueron
el periodo p recl:lsico, desempeñó un importante rnn q ue e ntre los afos 711 y 841 d .C. Machaqu ilá co tardío está situado al no r te del lagn Pctén ltz:í descubiertas en 1905 1'""
M a urice de Périgny. Lo,
p:ipd como puerto de intercambio e ntre el centro era un pequeño estado i ndependiente que hasab;.¡ y e stá considerado como el lugar de procedencia restos arquitectónicos de este;; centro rcla tiv;1mentc
de México y el 1crritorio maya. Existen pruebas de su supremacía regiona l en políticas matrimoni~1le) de muchos de los recipientes de ce rámica sustra.í~ g:r:inde data n del periodo clásico tard ío, m ientr.1s
que Kaminaljuyú estuvo habitada hasta el año y en l:1 gue rra. dos en los que se o bserva el glifo em blema de M o- que las estelas son de m edi"dus del siglo 1·111. Uno
800 d.C. tu! de San José. De las inscripcio nes de Macha- de los c;dificios m ás interesantes d e Nakum es el
Mayapán qu il;í se d esprende que los sober a nos de Mocul de templo A , puesto que presenta unas entradas en
Kohunüch Durante el periodo posclásico tardío, Maya pán San l osé fueron apr esados en el año 731 d .C . Forrna de arco que fueron tapiacbs a fina les del pe-
Este centro está situado al sur de Quintan:.1 Roo, fue el principal centro ceremonia l del norte de riod o cL1sico.
unos 40 km al oeste de Che tumal. Son fornosos los Yucatán. Después de <¡ue Chichén ltd empeza- Naachtún
mascarones de estuco de su est ructura l . Datan del ra a perder significación en el siglo XII, entre Naaclnún es una gran ciudad d e d ifícil acceso Naranjo
periodo preclásico y se cue ntan e ntre los ejemplos 1250 y 1450, Mayap!in se impuso como princ ipal descubie r ta en 1919 por Sylva nus Morl ey y que L os saqueadores <lañaron la rnayoría de los edifi -
rn,ís bellos de su estilo. L a arq u itectura es de estilo centro comercial de la península, a un,1ue Chi- hasrn ahora no ha sido somctid:1 a un:-1 invest iga- cios de este centro sit uado en el Peté n a l construir
Río Bec y fue erigida a finales del periodo clásico, chén ltzá siguió e jerciendo su influencia en la ar- ción sistern:'irica. Su extenso grupo F. ind ic;1 que el largos túneles y excavar grand es za njas en busca
entre los afios 800 y 1050 d.C. :-,Jo obstante, los edi- q u itectura, com o por ejemplo en el Cast illo de lugar ya est,1ba habitado en e l preclásico tard ío. de t umbas con ohjetos valiosos. De estos botine~
ficios <le la primer;1 fose .se remontan al periodo Mayapán. Para proteger b c iudad d e at:iques
cl.ísico temprano, entre los años 450 y 60(1 d .C. enemigos, los 3.600 ed ificios del núcleo de la ciu-
dad fueron rcxleados por un a muralla de 8 km de Lahná, Yucat,ln. México. Est:i. forogrnfí.i reciente mue)tra el pal..Kio de l....ahn:í., de 120 m de longitud y C(')nsr ru id() a prin-
L abn:í longitud. cipios del cl:\sico tardío. Una c:ilzad::i osakbe rruz,1 la plaza en J irección sur.
Al ig u,11 4 ue muchos otros centros de Yucat;ín.
esta ciudad relati vamente peq ue ña l legó al cono~
cimiento cid g ra n público en 1843, de la mano d e
Stephtns y Catherwo<HI. 1.as construcciones m:'1~
importante~ son el Palacio. el Arco dt: entrada y el
Mirador, trnbs erigidas en el estilo Puuc. F.I pala-
c io data de principios del cl:bico 1:1rdío y e~ t:! tdi-
íkio de mayon::s d imcnsionc.:s del l11g:1r, con una
longitud de 111:b de U0 m. l.:ts dem:'t.o:; construc-
cio nes se rcinont,111 ~11 cl.bico y : 1 fin:ile:,,; del m ismo
periodo.

Lamanai
El hecho d e cMar s ituada junto a la laguna del
Ncw Ri\c.:r i••:rc mentó su importancia como cen-
t ro c111tll'r(ial , Id preclásico tard ío y el clñsico tcm-
pr:mo: en él -.e rL";diz;1ba el intercambio d e mer-
can cías c ntrt" la co~t;1 y las ciudades riel Petén. L a
mayo ría d e l:1'.'> ce msrrucc iones q'ue podemos admi-
ro, hoy en día (m:i, d e 7 18 edificios) datan de di-
cho peri,hlo ..1u1KJUt_' la prime:-ra fase de población
se produjo t:n d pn: cl:lsico tt'mprano. J\ diferencia
de otras ciudadc:., l ..1man:1i fot habitada ininte-
rrumpilla1nt·nt1.: (lc~1lt" d peri t ►( lo c ljsico tcmpra 4

no hasta Li ll t:gada d e lo, c,pa1-H1il'~.

Lubaant(tn
A diferen ria de los centros ,·ecino,; ( Pusilh:í, Nim
L 1 P unir y Uxbenka), I.uh:1:1111(111 ful'. fund ,td~1 en
proceden varias dcce n:o, de: rtc ipic: nres d e cerámi- Palenque mayor ¡x1rtt' d e los 60 monumentos pétreos escul- zoom orfos escu lpidos son muy not ab les y se cucn-
ca que h oy están en mann~ d e especuladores de ar- J...,~ ru inas de Pa lenq ue son conocidas desde el si- pidos de P iedras Negras fue erigida durante el ¡x,- l:ln entre la~ prod ucciones m,ls h rilbntes dd ,1ne
te. F.ll la década de 1960, las estebs que Teobe n glo X\'111 :1u11q11t no se emprendieron las exG1vo- riodo d e florecimiento de la ciudad, e ntre los años de grnb:ido en piedra e n el Mayab. Adern:ís, docu-
Malc r había descubierto a fina les del siglo XI X cin11es de for ma intensiva hasta la déc;ida de 1940. 71O y 790 d.C. F.n las décadas d e 11J60 y 1970 se mentM1 los lu:clms histcírlcos acon tecidos en torno :i
todavía c 11 huen estado de co nservació n fue ron D cscic enwnccs se: h:in re~lizado hallazgos muy produjo el robo de w 1:1 parte considera ble de sus Quirigu:\ entre los a110, 426 y 8 1Od .C. La mayoría
partidas y vendida~ de contrabando al ex1r:rnjcro. interesantes. como por t: je rnplo el trono de l tem- monume n tos, aunque ;a lgunos de ellos volvie ron a de los monumentos arquitectónicos que podemos
De las inscripcione~ ~e despre ndt que dur:tntc el plo 19 dcscubicrcn recientemente: o bien la cámar:i :1paren:r en el mercado dd ~irte poco de~pués. admirar hoy en diíl fue ron erigido:- baju lrn, a uspi-
clásico tardío, Nar,111)0 em pre ndiú catnp~l ñas mi- funeraria del templo 21. C on casi 200 textos jero- cios dé K'a k · T ili\.v, el soberano m ás influye nte de
litan:s contra sus vecinos y que, por su parte, rnm- glífico::., Palenque es considerada una d e las ciu - P omoná Q u irig u:í. Durante su reinado logró a firmar MI ~u-
bién fue objeto de a lgunos ataques hé licos. daclt:s con m{is inscr ipcio nes de wdo d M:1yob. El L as r u in a!ii del cent ro histórico de Pomoná cst¡'in p re111:icb en l:1 regi6n romando preso y cjccu1:111do
tt: mplo d e la:-. 1m,cripcioncs, con su dm;1r:1 fune- sittwd a s a orillas del río Usuma rinta, cerca de b e n el a110 i.l8 d .C. al ,oher:mo de Copán, 'v\laxakla-
N im Li Punit rari:l y el sarc6fagu dt::I famoso soberano ma ya ,iudad actual de Tennsiq ue en C hiap.i~. A l igual juu n U baah ((>'15- 7.l8 d .C.). Con la derrota de Co-
E n 197(, uno~ geólogos descubrieron l.1s r11in:1s d t:: K 'inich H a nab P.rk:il ((, 15- 683 d.C.), es uno de los que o tras localidadts ~l n rilbs dd Us n macinta. es- pán, que d urante el period o cl:hico había tenido
:'\·im Li Punit :il nordeste de Lubaantún, e n el dis- hallazgos arqueológico) 111:h, espectaculares del si- ta c iudad del clásico tar<lín ~e hen dici6 del flore- una gra n im portancia ceonómic.\ y política e-n el
tri to d e Toledo, Belice. F.n la plaz:, central de este glo XX. E l núcleo de P :ilen,¡ ue está formado por ciente com e rcio entre la cosla y c:I Pcu: n cent ral. sur dd territorio maya, Q uirig uá se hi:r.o con l:i he-
centro del clásico tardfo, los a rq utúlogos han e n - imponentes ronstruccioncsJ como d templo de las E n el centro cerem onial de Pomo n:í se ck:-.cuhríe- ¡!emonía de la región entre el 740 y el 810 d.C.
contrado 26 cstclas1 seis d e ellas con ínscrípciones. 1nscripciones. d complejo del pa lacio. la Gran ron vari:ü dece::na.s de fragmentos de ínscripcin-
~1ienrras que Lubaanu'.i n cst;í considerado corno Pbza y :ilgunos templos y residencias menores ncs, que fueron rc:.:compuestas con el máximo cui- Río Azul
d centro económico y políLico de b rq:6ón, se c ree cli..¡rne~1us al rede<lor d<." dicha plaz:-i. T.os vestigios dado . AcLw,ilrnen te St' exponen en un pcq uefio Río Azul se enrnentra 80 km al no rdeste rle Tik:il
que Nim Li Punir era e l centro de cu lto din ~ístico m:'1s antiguo, de población datan del siglo 111 ,J.C., muse-o. Pomon:í !Se convirtió en motivo de contro- r fue una de las ciudade~ m(is importantes cid Pc -
d e la elite gobernante. aunque Ll mayo r p;1rte de las co n struccio ne , y de:: versia en t re b s ciud:1dt"s de Piedras Nt"gras y P a - tén d urante el per iodo cl:'tsico témprano. ,:\ seme-
bs fachadas orn:-1mentadas que podemo:-. c1111te m - lenque que se di~put:ihan la !)Uprem:1cí:1 en la im- janza de los principales astnt:1111ientos de la época.
Nohmul plar en la actualid:1d fueron e rigidas e n la época porta nte vía co1ncrci:1I del río Us umacin ta . 1bci:i Tikal y lJaxactún, Río Azul también llegó a con-
En 1897 Thnmas Gann d esc u b rió t:sta:-. ruinas si- de máxim n esplendor de Pa lenqu e, entre los :111os d añu 795 d.C .• Pomon á fue con qm~l:l{b por P ie- verti rse en un centro de puder de la regibn del
tuadas a l norle de: Orangc:- \Va lk . c:n ílelicc. Con 600 y 800 d .C. La ciudad si¡;ue rnostrando la mis- dras Negras y a partir de entonce~ viv ió h:1jo su non.leste . p r incipalmente debido a su situación
una supcrficil'. pobbda d e: unos 18 km\ Nohmul ma imagen que d u ranLe el reinado de sus tres so- iníluen cia. junto :1 una vía flu\' ial m u y importante p:lí:1 d co-
es uno de los principales centro~ 1nay;1s del :Vlayab beranos m ás influyentes: K'inic:h f:maab Pakal y mercio. A ;1111bos lado!> del río se con.~1 ruyen111
o ri{'. ntal. E l gran n lmH~ro d e c:::dificios indica que e l sus <los hijos, K"an 8alam (684- 702 d.C.) y K'an Pusilhá \ m ,í, de 5.000 edificios, adern,ís de diques, ca na les
lugar estaba d ensamente poblad o. La ciudad al- Joy C:hit:1m (702- 711 d.C.). l .a l ínea dinástica A poco~ ki lt'm1t:tros de la frontern guatemalteca se y fn r1i !icaciones. Innumerables rnmbas ricamen te
can:r.ú s u m ayo r auge en el preclásico tard ío, épo- <.¡uedó inrerrwnpida cuando Tonin:í apresó a cncu cntnl el centro :1rqueol6gico m ás .septentr io- prnvi~la.-. fue ron ~aqueadas por ladrones de tt11n-
ca e11 que las relaciones comercin.lcs de Nohmul K ':111 fo)' Chit:irn en el afio 711 d.C. A partir n al de Belice. Se tra ta de Pusilhá, un centro que b:1s e n la d éc:ub de 197(1 y l <)80. Los arqueólogos
llegaban hasta e l centro de M éxico. del at10 7~2 d.C. y ron K ' inich Ahk:il Mn' Kab, .e cuenta con inscripcion e~ jnoglífica~. J )esd<: su pudieron salv:ir ~11 ex rraonJinariri p i nturn. que
impuso una líne:1 col:1ttral de la d in:i~lía que en- desru brimic nto e11 el a1111 192(1 se han hallado 26 pertenece a uno de los eiemplos más bellos dd ar-
Oxkinrok carg6 el templo 19. monu1T1C"ntos pé-tren~ ~scL1l¡,i<l(1~ (2 1 tstt:la:s, do::, te del cl!ls1co tcrnprano.
En la época cl:ísica, Oxk1ntok fue una loralid:1d im- fragmen tos y tr l':-. ~llLan:s), de lo:-. c u:ilt::-. :il meno:-.
portante de la rt"gión del Puuc. Su núcleo SL com- Piedras Negras 13 pn::st:nUrn inscr ipcio nc:-.. Todos dios fuero n do .. R ío Hcc
pone de lrcs comple jos unidos por sakbc.~. Un:l de las Tcobcrt Malcr dcscuhri6 los. restos d e este centro, cumentac..lns en e l propio cent ro y t:xpw..·sto~ l'.11 b La denom inación Río Bec h~1cc refcn:m.-i.1 ;1 14 y.1ci~
construccion e.,; m :h interesa ntes es d denominado quf:" d uranrc el periodo d:bico tardío luchó contra plaz:1 d e las Estelas. m icntos del periodo cl:ísico tard ío (Río Rcc A -N)
"'T zat Tun T z1t"', puésto que presenta un sistema otras ciudades-estado por b supremacía y el con- :1grup:Hlos c:n una mism:i zona, s-itu:tda unos ~o km
clt' cámaras comunicad as po r pc:q11el1as pue rtas y cs- trol dtl com ercío en el río u~umaci nta. Dur:111te Quiriguá al !>Ur dt: Xpuhil. tn Campeche. La mayoría de l'.~10:-.
trt·chas escalera:-.. Oxkintok cuenta con una gran l:i época cl:ísica. el lugar rccihía d nombre de yo- Las ru ina.\ dt' Quirig u á 1 en el valle d e Jvloragua, complejo.-:, :trquitectCJnicos. a menudo form:.1<lo~ por
cantidad de textos jeroglíficos que engloban el pe- kih. Fue poblada por primera vez al reded or del llegaron a l conocim iento del gra n público en un solo edificio, Íueron descubiertos en la década de
nodo comprend idn cnlre In:-. ;1ilo:-. 474 y 859 d.C. año -!Oíl a.C. y abandonada liaci:1 el 800 d .C. La 1841 d e la mano de Stepht'ns y Cathc rwood. Co- 1920 por R:iymond ~,ft:.rwi n. ( )eros grupos presen-
mo importante centro ceremonial y administra- tan un mayor n úmero dt' í"On,truccíones. E l estilo
tivo. durante el periodo cl(i~iro Quirigu;Í d o minó a rqt11tcctó 111cn Río íkc 'ie deriY:i J<.:' t~tos tdificim.
LJhn:i. )·ur:nán. f\llxicu. En 1886. Tcoben Malcr forogr:1 fi6 el edific io cemr:11 )' el .,L1 izquil·rda Jd p;.1bno de- l .::ihn;Í el comercio con l:1 co::,t;i c.1ribe ñ.1 y las tie rras
,mte, de que fuua n:M,1urado. baj:1s próxima~. Sus den:n:1s de e::steb::., alt;1res y Sacul
E n 1970 Jan Graham ~ituó en el 111:1p:i por pri 1m'.'~
ra vez las ruinas de Sacul. em plazadas al oc'il e cid
río Ylopán. En e lla~ d('>Cumcnt(i seis c,Lcla:-. con
in::--cripcionc..:,. Tanto las cstebs como una gran
parte de la!> construccio nes han sido destru idas o
han dt'~a parecido del país d e la mano de algunos
l:id rone~ de .irte. L~1s tstda) document~m el perio-
do comprendido e ntre d 731 )' el 790 d .C. y mon-
cion:111 lug,1rt:-. de b regi{m. como por c:1emplo
Uc:111:11. Una compar;1ciú11 con lrn, dem:h centro:,
de l:i zona d em11e~1r:1 c¡uc d11r,1111c el cl:'asicu t;trdío
tamhién en la pcquct1a localidad d e Sacul, l:i elite
local llegó :1 ejercer un mayor grado d e poder y
po r e llo manci(, construir las estelas.

Santa R ita Coroz a!


ücbido 3 su .,ituacic'!n junto a b costa, du r:intt' el
periodo d:hiC<, C1>n,z:1l nintrolaba las rur.i:-. comcr-
,ialt's del lirornl y de b .. vías fluviales de río r fun d o
y !\"ew Ri\'tr. Estt>:-. do~ ríos consti tuÍ:111 lu~ prinri-
p:ilc.::-. eje~ comcrcialt:~ entre la c iudad maya dt' La ~
m;rnai y los principale~ centros del Pctén. C:uando
M:1yapfln c:m ¡)(:zú :1 perder import:1m:i:1 <lur~inle el
periodo poscl:ísico. Coroza! se hizo con d dominio
dcl comercio, t.:il como demuestra n vari o~ ()hjcw~
h :1lbd11, p r<l("edcntes del ctntro y del norlc: ele Mé-
xico. Pohlad:1 clesdc el ario •2000 a .C., Coroza! fue
habit:1d:1 ininterrumpidamente hasla la llegada de
lo~ e~p:1 iiolt), principalmentc durante d periodo
Uxmal, Yurntán, México. El dibujo dt" T:nian;i Pmskouriakoff r~cunstruyr el ccmro de Uxmal con el cuadrángulo de las Uxnul, Yucatán, México. El estado Je n111St"rvarión actual dd6adrángulo ele las Monjas y b pirámide del Mago. En
Monjas a la izquiat.1::i y b pir{1mi<lt" tld ~ago ~ su clen:cha. primer plano se ohservan los resto:. del !uL"go di.: Pelma de Uxmal.

posclisico, época en que fueron realizadas las fa- Tamarindito ciud ad con la e nLroni ✓.ación de un noble d e Teo- U axaetún
mosas pinturas murales de inf1uenci;1s mexicanas. Tamarindito, junto a b h1gun:_¡ de Petex:batún, fue tihuac;.ln. Dur:-1ntc el P\ríodo cl.isico creció la im- Unos 23 km al norte de Tikal se encuentran lm
uno de los primeros lugares habitados de b región portancia de Tik~d en la región. lo cual provocú restos de uno de los centros históricos rn;ís ami-
Santa Rosa Xtampak de Petexb;1tún, situada en el c:orazó11 del Petén y conflictos con o tras metrópolis en expansión. L1 guos que vivió su mayor auge durante el periodo
Las ruinas de Santa Rosa Xtampak están situad:1s con infinidad de pcqucfios grupos de ruinas, a competencia alcanzó su clím ax en el cl:ísico Lar- clásico. Uaxactlln estu vo habitado desde m ed ia-
en una meseta al nordeste de f lopdchén y fueron 1nenud o formados por un pequeño ccnlro cere- dío, cuando el regente de Tikal, /asaw C han dos del preclásico hasta el clásico tardío, aunque
documentadas por primera vez en 1843 por Ste- monial y unos pocos edificios destinados a resi- K'awiil (682- 734 d.C.), h izo prisionero a l sobera- con interrupciones. La fecha más antigua rcg1s-
phcns y C:11herwood. Aunque en Xtampak domi- dencias. La historia dinástica de Tamarindito se no de Calakmul , Yuknoom Yich'aak K'ak' tracla se remonta a l :iño 328 J.C., y la m:ís reciente
na el estilo C:hene!), t:imhién se detectan influen- conoce sólo de forma parcial: el nacim iento del (68&--695 d.C.) hacia el año 889 d.C. Entre sus edificios má, fa-
cias de las regiones de Puuc y Río Bec. El lugar primer soberano tuvo lugar hacia el año 472 d.C. mosos dt:staG1 la est ructur:1 E-VII-R, un observa-
presenta una alta densidad de construcciones y Asimismo, el nomb re de Tamarindito se mencio- Toniná torio µara cálculos astronómicos. Se trata de una
durante su periodo de mayor esplendor contaba na por última"ª en el año 762 d.C., ya que en el Junto a la c iudad de Ocnsi ngo, en Chiapas, la construcción piramidal cuyos cuatro lados presen-
con unos 10.000 habitantes. La importancia d e 731 d.C. Dos Pilas se h izn con el dominio de la ;1crópolis de Toniná corona una cadena de colinas ta n una entrada con escalinata flanqueada por
Xtampak queda subrayada por la existencia de ciudad y la di nastía local penliú impon~ncia. situada sobre el valle que da nombre a la ciudad. mascarones de estuco.
una docena de textos jeroglíficos con d:-nos acerca Toniná es conocida por su característica a rquitec-
de sus soberanos y de algunos sucesos histórico.s. Tancah tura de bloques ele guijarros y fragmentos de pie- Ucanal
Unos k ill>rne lros a l norte de Tulum se e ncuentran dras, pero sobre todo por el gran número de esie- En l<J 14, Raymond Merwin descubrió este peque-
Sayil los re~to.-, de Tancah. Sus primeras construcciones las. al tares, paneles y frisos de estuco con ño asentamiento situado u nos 35 km al sudue..;tc:
Durantt: d periodo cl:lsico tardío, SayiL un asen- d:itan de finales del periodo clásico y de principios inscripciones que todavía h oy pueden contem- ele la ciudad de Melchor de Mencús, en la m ill.i
tamiento de casi _l km-, tenía 9.000 habitantes. Al del pc.sclásico (hacia 770-1200 d.C.). Otra serie de plarse in :,1/u o blen en d museo local. Las inscrip- occidental del río Mopán. f ,a fecha trd.s reciente
igual que l'll otros cent ros dd nor te de Yuc::n:ín, el edificios fue erigida durante el pe riodo posclásico ciones cubren el periodo comprendido entre los registrada en sus diez monumtnLos pétreos escul-
suministro de :tgua par;.1 t:11 cantidad de gente (hacia 1200---1400 d.C.). En las construcciones del años 495 y 909 d.C. El tem:i de muchos monu- pidos se remonta a l año 849 d .C. Los jeroglíficos
quedaba garantizado por estanque$ artificiales. cl:ísico tardío, los arqueólogos han encontrado pin- mentos y obr:1.s <le estuco es h1 representación de de dichos monurnenws muestran influencias pro-
los denominados "chultuncs". Entre las construc- turas murales con distintos motivos clásicos. El es- hombres y mujeres que los soberanos de Toniná cedentes del centro de México, las mismas 4 ue
ciones más notables de Sayil destaca el Palocio <.le tilo de estas pinturas es idéntico al de las figuras apresaron <l ur;lnte sus camp:1ñas m ilitares contra presentan las estelas de Ixlu o Seiba l. D e los textos
tres niveles en el norte y el grupo de estelas en la que aparecen en el Crídia: de Madrid, <1ue prob;,ble- otras regiones en los siglos Vil y VIII, un hecho se desp rende que el soherano de Ucanal rec ihía el
parte sur. La construcción del Palacio se inició al- mente también se remonta al peri(Xlo poschísico. confirmado también por los depósitos de huesos título de k'ulzul k'a11 witznal ojaw ("soberano d ivi-
rededor del año 670 d.C. y terminó hacia el año humanos - prohahlemente de cautivos muertos-- no del lugar de la montaiía amarilla"). Puede q ue
1000. con la finalización del último ni vel. La ma- Tikal clescuhíertos por los arqueólogos. Manifiesta- ésta íuera la antigua denomi nación de Ucanal.
yoría de las estelas datan del primer tercio del si- Con una extensión de más de 64 km:, d asenta- mente, los soberanos de Toniná utiliza ron n1e-
glo IX, lo cual hace suponer que este centro de la miento de T ikal es uno de los conjuntos habi,ados dios hélicos para intentar ampliar continuamente Utatlán
región del Puuc vivió una époc;-1 de flo recimiento con mayor superficie del territorio maya. Sólo el su zona de influencia y así reforzar su s ituación Para referirse a su capital Utatlán, los k'icht!. Uti-
cnLre los años 800 y 1000 d.C. núcleo comprende 16 km ' y se compone ele unos frente a la ele los grandes asentamientos ele Chia- lizan b dcnomínaci6n "el lugar de la c;1Tl.a vieja''.
3.000 edificios, templos y grupos ele patios. Se esti- pas, el Pe tén y el río Usumacinta. Ton iná alcanzó o hien "Q'umarkaaj". Utatlán, situada unos k iló-
Seibal ma que durante el periodo clisico vivían en Tikal su máximo poder político al apresar en 711 d.C. meLros al noroeste ele Chich icastenango, fm: erigi-
El centro de Seibal, una ciudad situada a o rillas rn:ís de 50.000 personas. La metrópoli estuvo habi- al soberano ele Palenque K 'an Joy Chitam da en lo alto de una colina rodeada por un desfi-
del río de la Pasión, se compone de tres gr~rndcs tad;1 desde el año 800 a.C. hasta el 900 cl.C. Sus pri- (702- 711 cl.C.) y a un noble ele Calakmul, el otro ladero. Fueron estas condiciones naturales que
complejos arquitectúnicos emplazados en un:1 su- meras construcciones datan del siglo IV a.C. En gran centro de poder del Pctén. brindaban un alto g rado de protección las que en
perficie de aprnxi mad:11nente 1,7 km'. Seibal fue las ac rópolis norte y central, el núcleo adminis- el posclásico, hacia e l año 1400, motivaron la fun-
poblada a principios del periodo clásico y abando- 1ra1ivo de la ciudad, residía la nobleza y se ciaba Tulum dación ele Utatlán, que permitió a los mayas k' i-
nada a mediados del sig lo 1'11. Gracias a la arqui- sepultura a algunos soberanos. Desde el pe riodo En 1518, Grijalva navegó por la costa o riental de chc' afirmar su supremacía sobre sus vecinos. En
tectu ra y al ;irte monurnenral hemos sabido que preclásico hasta el siglo IX, 39 soberanos conduje- Yucarán y descubrió un lugar llamado Tz.,ma a la 1524, Alvarado conquistó la ciudad y mandó d e-
Seibal y otras regiones de Pe tcxbatún fueron re- ron el destino de la ciudad, que se vio obligada a altura ele Tulum y Tanach. Autores m:ís recientes moler los edificios.
pobladas a finales del clásico tardío por culturas luchar continuamente por la supremacía política suponen que se trataba ele la ciudad de Tulum.
no mayas de la región de la costa del Pacífico. )' económica e n d centro <lel Petén contra otros Po r d hecho de estar situada junto a la custa 1 ésta Uxbeoka
Hasta el año <J30 d ,C., Seibal volvió a ser el centro asentamientos, como Uaxactún. Naran jo, Cara- se convi rtió en un importante centro de intercam- Algunos de los mo numentos mayas más antiguos
comercial de la región pero íue abandonado a me- col o Calakm ul. Durante el periodo cl:lsico tem- bio y en base de numerosos mercaderes que desde del llelice actual se encuentran en Uxbenka, loca-
diados del siglo X. Posteriormente se produjo un:1 prano, la iníluencia de la m etrópoli del valle de a1lí comerciaban a larga distancia . .H oy en día, sus lizada por primera vez e n 1975 por Nonnan Ham-
tercera colonización. durante la cual se convirtió México, Teotihuacán, marcó b expresión de la suntuosas construcciones y la gran cantidad de mond. Hace aproximadamente una déc.ida, los ar-
en un importante centro económico y político de arquitectura e iconografía de Tikal. f ~os m exica- pinturas murales dan testimonio del a ntig uo es- queólogos descubrieron 22 estelas de piedra, n ueve
la región de Pctexbatlin. nos ll~g-arnn a fundar una nuev,1 dinastía en l;i plendor y ri4ueza del lugar. de ellas con motivos figura tivos y textos je roglífico~.
por lo que el lugar recibió el nombre de "Plaza de edificios y nombran a sus propicwrios, quienes origina l de Xultún aparece en las inscripciones Negras demuc:stran q ue los soberanos de Yaxchi-
l:i!) Estelas". De sus textos e inscripciones se des~ ejercían la función de saja/ (gobernador) de Xca- del lugar y en la cueva de N a j Tunich, pero has- 1:ín fueron vas:1110:-. dt Piedras Negra:,,. durante
prende que hacia el aiio 396 d .C . se formó una po- lumkin. Los científicos todavía no se han puesto ta ahora no ha podido St!r descifrado. muchos ~,ños y que no "e indt:pendizaron hasta
derosa elite cuya influencia puede documentarse de acuerdo sobre la existencia de un glifo emble- que ltzamnaa j Balam II llegó al trono.
hasta d año 782 d.C. D ebido al mal estado de con- ma de la ciudad y, por lo tanto, de la institución Xunantunich
servación de las estelas, ha sido imposible determi- del k'uhul ajaw (soberano di vino). La mayoría El centro de Xunancunich está emplazado en la Yaxhá
nar si la ciudad tuvo relación con otros ascntamien~ de los monumentos esculpidos de Xcalumkin cima de una colina sobre el río Belice. Se compo- 1,as ruinas de unn de lo~ mayores yacimientos ar,
tos mayas de la re!,>ÍÓn. Es posible que Uxbenka h.1 sido trasladada a m useos de C iudad de Méxi- ne de seis plazas grandes y 111:ís de 25 templos y t.¡ueolúgico~ de Guatemé"lla se e ncuentran a orillas
tuviera su propio glifo emblema. co y Campeche para evitar que sean destruidos o palacios. Con unos 40 m, el Castillo es la cons- del lago Yaxh:í. En tiempos prehispánico,, llevaba
sustraído.s. trucción de más altura de Xunantunich. La plata- el mismo nombre. El centro del asentamiento
Uxmal forma superior del mismo se encuentra rodeada abarcaba 500 construcciones, entre las que dcstac:a
No hay duda de que las ruinas de Uxrn;i l son uno Xcaret por un suntuoso friso de estuco. Algunas de las ce- uno de los pocos complejos de pirámides gemelas
de los lugares más conocidos de la región del Al atracar en la costa o rie nta l de Yucatán en 1517, rámicas halladas datan del preclásico temprano y que existen fuer:, de Tik:tl. L:i arquitectur;t del lu-
Puuc. Su arqu itectura data de las épocas clás ica los conquistadorc~ esp:1fioles J ie ron el nombre de varias construcciones, del clásico tem prano, pero gar .se caracttriza por los enormes templos pira-
tardía )' final , entre los años 900 y 1000 d.C. Í.¡i Pole a la ciudad de Xcaret (Quintana Roo, Méxi- la m ayoría de los edificios que se. han conservado rnid:-ilt!s y bs gigantescas á reas residencia les de l;i
mayoría de .sus construcc io nes fuc ron e rigidas en co). Las excavacio nes realizadas en las décadas de hasta b actualidad, así como las ocho este hls1 p<:r- nobleza. Yaxbá fue pohlada hacia finales del pe-
estilo Puuc, aunque ,iJ.gunas e xcepciones prt':sen- 1950 y 1960 han confirmado que Xcaret ya estaba 1enecen ;1 J cl;isico ta rdío. Xunantun ic h fue ahan- riodo preclásico y no fue abandonada hasta el si-
rnn motivos mexicanos y tres edificios, estilo poblada en d preclásico ta rdío. Durante el posclá- donada en e l s iglo x, pero en el periodo posdásico g lo X. Unas 20 estelas con inscripciones ofrecen in-
Chcncs. La construcción más importan1·e de Ux- .sico, é poca en que fueron erigidas las construccio- a.lg unos grupos volvie ron a asentarse en los ed ifi- formación sobre la historia del lugar.
mal es la pirámide del Mago, un ed ilicio de más nes que .se han conservado hasta la actualidad, cios medio derruidos.
de 34 m de altu ra al que se le añadieron cinco su- Xcaret fue un importante lugar de transbordo pa- Yaxuná
perestructuras durante el periodo clásico y q ue ra el comercio con e l centro rd igioso de Cozumel. Yaxchilán E~te asentamit:nto rebtivamente pequeño estfi si-
no alcanzó su altura ac tual hasta finales de dicho En los edificios de la ciudad se han conservado Las ruinas de Yaxchilán fueron descubiertas en tu:ido uno, 20 k m al sur de Chichén ltz:L La, pi'-
periodo. Uxm~d también post:e una gran canti- numerosas pinturas murales del pnsclásico, con 1881 por F.dwin Rockstroh y están situadas en rámides de Y:1xuná eran b.~ c(,nstruccione~ de
dad de rnonumenws con inscripciones, e ntre los un estilo muy similar a las figu ras de 0 1ros asenta- un recodo del río Usumacinta. Se extiende n a lo mayor tamal)o e n las tierras ba jas del none y fue-
que destacan I i estelas y algunas plataformas del mientos de la costa oriental. largo d e la urilb sobre la:,; cirn::1s ni veladas de ron erigidas por sus soberanos de mediados del
periodo compmidido entre el 895 y el 907 d.C . unas colin.-ls, en dirt:cción al inte rior. D ebido a preclásico y del clásico. Ch ichén ltzá, que d uran-
Debido a su mal estado de const: rvac i6n sólo Xultún su monume nta\ arquitectura y a su singu lar es- te el clásico tardío ejercía su dominio en la región.
ofrecen información fragmentaria sobre la histo- Descubierta en 1920 por un chiclero, X ultún fue c ultura, Yaxchilán es u no de los centros arqueo- y sus soberanos en Cobá obligaron a Yaxuná a
ria din:ística del lugar. explorada arqueológicamente al cabo de poco lógicos más im portantes de Chiapas. La zona construir una calzada (sakbc) de 100 km hacia
tiempo por la Carnegie l nstitution of Washing- central , la Gran Plaza, se compone de dos gru- Chichén l tz:í para subray;1r sus p rete n.siones sobre
Xcalumkin ton. Sylvanus Morley, el director de la expedi- pos principales: la acrópolis grand e y la pe<Jueña. la ciudad.
Unos 13 km al este de la ciudad de H ccelchakán ción, bautizó el lugar con e l no mbre <le "X ultún'', Dicha zona compre nde un total de 130 edifici(is.
(Campeche, México) se extiende la zona ar<1ueo- que s ign ifica ula última piedra" y hace referencia Fue ron principalmente dos soberanos los que con- Zaculeu
lógica de Xc.a lumkin, que ocupa un área tic unos a una estela erigid a allí en un est,id io m uy tardío firie ron a Yaxchilán la grandeza que: presenta en la Ju nto a b ciud ad de Hue huctenango se encuen-
2,5 km' . Las ruinas son de estilo Puuc y fueron (hacia el año 889 d.C.) y que durante la década de actualidad: lt,.amnaaj R;ilam 11 ("Escudo-Ja- tran los restos de la antigua capital del grupo ma-
descubiertas en marzo de 1887 por Teohert Ma- 1930 fue considerada la más reciente de todo el g uar''), que gobernó entre los años 681 y 742 d.C. y ycncc de los mam (1250- 1525), el histórico asenta-
ler, aunque sólo mucho después, en 1935, fueron Mayab. E n 1975, los arq ueólogos hahían encon- su hijo Yaxuun Ralam fV ("Pájaro Jaguar"), quien miento de Zaculcu. La ciudad fortificada fue
sometidas a una inspección de tres semanas por trado Y" unas 24 estelas y altares, la mayoría de fue regente entre los ai\os 752 )' 768 d .C . Este últi- conquistada en 1525 por 1\ lvarado, quien expulsó
pan e de la Carnegie lnstitution oí Washington. ellos con· textos jeroglíficos y representac io nes mo caracterizó la imagen de la ciudad con grandes a sus habitantes. Gracias a las distintas fases cons-
En 1988 se habían hallado ya 40 monumentos s imhólicas d emasiado erosionadas para poder construcc.iones como las q ue podemos apreciar tructivas y a los restos a rqueológicos ha poditlo
con lt:xtos jeroglíficos dd perioc.lo com prend ido ofrecer detalles sobre la historia d inástica de los hoy día. La mayoría de los 11 O textos jeroglíficos docum entarse que Zaculeu estuvo habitada desde
entre los años 728 y 744 d.C. Tocias las inscrip- soberanos del lugar.. Cont:1ndo a partir de la este- que se encuentran en buen estado de conservación el periodo clásico temprano y que a partir del pos-
ciones encontradas se h.1llaban exclusi vamente la 1nás antigua, el periodo e n que fue ron erigidos data ~el periodo de regencia de ambos soberanos y clásico se convirtió en un centro dedicado :11 co-
en el "edificio d e l:1 st!rie in ic iar ', situado en el los altares y las estelas abarca 300 años. Los dos de sus sucesores y contiene datos sobre la historia mt:rciu a t 1rga c.list~mcia con México: la :1 rquitec-
centro de Xcalumkin, y en el "grupo jeroglífico", grandes complejos arq uitectón icos (grupos A y de Yaxchilán entre los años 359 y 808 d.C., de los tura dd lugar m uestra iníluencia.'\ mexicanas y
un com plejo a rquitectó nico emplazado al sur. B) de este im portante ase ntarn ie nto maya se e.n- cuales .se desprende que la ciudad tuvo un p;qx:1 dur:inte las excav:c1ciones se h~1n e ncontrado o bje-
F.n general, los rextos de los monumentos hacen cuentran unidos por una calzada d e unos 200 m importante en la región del Usumacin ta. No ohs~ tos de lujo procede ntes de este país, com o por
referencia a la consagración de dete rminados ele longitud y unos 20 de anchura. El nom bre 1:inte, (lt ro~ textos p rocedentes <le fue ra de Pit"d ras ejemplo recipientes de alabastro .

Santa Rosa Xtampak , Campecht', Mó:ico. Fach:ub <Kci<lcntal del tcmplo-palncio ele tres niveles t:n S:rnta Rosa Santa Ros.1 X1ampak, Campeche, México. l..a foto muestra el estado de cnnserv:ici(m actual de la íachada occidcnt.11 del
Xtampak. Fotograíía Je Teobert Mak-r del añn 1891. 1emplo-palacio. En el interior, un::is escaler.1s conducen J los niveles superiores.
UNA S_ELECCIÓN DE COLECCIONES Y MUSEOS
elaborada por Elisabeth Wagner

R.1., ile:i (Suiza) Dit::M.:ldorff. Edu;1rd Sele r. quien entre: los a,-10!>, relit:ves t: inscripciones de la región d e Ho nampak Carneg-ie lnstitution lkvaron ~ cabo :1 párt1r tk l.1
Aluscum dcr A:ulturen 1890 y 1911 ernprernliú v:1rios viajes a CcnLroa- y algunos fr:igmentos d e esculturas de Copán. Sin déc:ub de 1920 y q u e aportaron nuevos h.ill.i,gos
mérica, regresó a Berlín cw~ algunas piezas; mu- cn1:hargo, se de~crn1ticc: ti lugar de proced encia t k de los yacimiemo!>, d t= Altar de Sacrificios. Bartun
L'1 hase dd conjunto d e halbzgos mayas que hoy ch:is de ellas proceden Jt.' Ch:icula, t;11nbién cono- muchos otro:-. ohjeros. com o por ejemplo a lgunos Ramic. Holmul, 1.ahnfi o U:1xac1(1n. L:i, cxc.1,;1-
se expone en este: ''musl'O de las culturas" fu(; reu~ cida con el nombre de "Qucn Samo". Adc m.1s, recipientes y figurillas d e cer:ím ic:i con pintur;1:, cinncs de la Carnegic ln~titution of \V:.1,hi11gt1m
nida por el doctor y naturalista Gusrav ílernmilli. Srlcr consiguió adqui rir para el museo berlinés 1:1 especialmente artístic:,s u 11rna111e111n~ e n relicvt:. fuc,-;ron un ejemplo en cuanto a la document:lCJt'm ,
de Basilca. quien e n l 87i. durante el cu r.)o d e una colección '".r\lvarado " de objetos proced e ntes de publicación de los objetos descubiertos. ·
expedición por el Petén. también visite', Tikal. la zona de Antig11;1 (Guaternnla), así como algunas
Con el permiso del gohic:rno guatemalteco. cer:ímit:1!'-i pintada,,. F.ntr~ bs piezas más dcsL;1ca- C ,mhridge (MA. EE.UU.)
fkrnoulli retiró tres dinieles de madera de los da~ del mu,;eo se encuentran algunas estelas de es~ Peahody Arfu.icwn of.iúnerican /lrchaeology and Campeche (México)
templ<>, 1 y IV, que llegaron a Hasilca en 1878, tilo Cotzumalhuapa, h,ilbd:is en las ruinas d e la F.thrwlogy AJuseo de ú.1s F:srt/u_,- "Rmná,1 Pirm Cluín ''
poco <lc!-ip116 de la muerte del investigador. ciudad homónima, en el sur de Guatemala. Una
La parle central con relieves del dintel 3 procede de las adquisiciones m:ís rccitnles del museo es un La mayor panc de l:1 sc:cci6n m esoamericana del Una fortificación colonial del siglo X\'111 es. de,Je
del templo l. Por su parte. rl dintel :2 , del te m - recipiente del clásico temprano de tres pies que musen Pcalx)(_I)' dt" C:1mbrigde ,;e cornpom.· de 1895, b sede de este musco d t:dicad o a lo!>, mnnu-
plo IV. se ha conservado t:'ntero a excepc i{m de un luce la escena de una inhumación cincelada. v:1rias colecciones individualü d e oh}tros 111:1y;1~. tnt:nto~ prtreos de las ruinas mús d cst:1c:ul.1s d1:.•I
tr:ivesaf10. El mu:-.eo ex hibe todos los trave~:111.os Destacan nurncrosas piezas reunida!>, dur:rnte los e -;tado mexicano de C ampeche. F.mre los ohjcto,
d el dintel 3, que tamhién form:--ih:1 parle dd t em- primeros viajes de invcs1igaciñn rcaliz:Hln~ por expuestn., desta can estebs, intrado!>,e~ y d intelt':-.
plo IV y es el más completo de los tres proceden- Bosron (MA, F.F..UlJ.) encargo del museo. Además. al disohcrsc la Car- procedentes d e distinto~ centros rnay:l~ de c~im-
tes d e Tikal. Entre bs piezas del musco dcsrnca Aluseum of Fine Arrs negie lnstitution of Washington en 1958, los pcchc, como por eje111plo Xcalumkin, Edzn1,
asimismo un cuenco con la representación del colecciones de:. su secci\n arqucológirn fuero n Jaina e ltzim.té, así como co lumnas de Tu11 kuy1 y
d ios del maíz, hallado por Rernoulli en Tikal. F.1 musco de Hcllas Arte, d e íloston alberga una t raspasada., a l Peabody Museum. J:::dward H. Cansacbc. La colección induye otros monu111tn-
ele las colecciones rnús notahles de reci pientes de Thompsn n, d irector de una de las primeras e xpe- tos de la región de C hencs, cnmo Dzibilnncac.
ccdmica pintados, procedente:-. dt: todas las cul- diciones, coru;iguiú para d museo de Cambridge Dzibilún y Ku tza. El musco fue d edicado :t
Berlín (Alem:in i:t) turas mayas. En cualquier caso, el museo dispo- artefactos de jade, m:1dera y otros materiales pro- Rom:ín Piña Ch:ín, uno de los arqueólogos m,í,
Ethnologi'.icht's 1\lfu.it'utn, Staatliclte ,,\Jusc1.·11 -zu l?t.'rli11, ne de esta antigu a colección privad:1 ~ólo en cali- ceden tes de la cxc:.iv;1ci(m dd gran cenote de famosos de México. oriundo de Campeche.
Prcusú.scher Kulturhesitz dad de p réstamo. .Entre las pieza, m,ís be llas Chichén ltzá. Además. Teobert M:iler tr:imfirió
dest:1ca e l "cuenco cósmico", con b re present;1- al rnuseo algunas cscultur:1s de Piedras Negr.-1~
Un;1 parte importante de la exposición ¡~rm:1ncn- ción dd co!'-mos maya más completa q ue se cono- y los tableros con relieves I y 2. Sin e mbargo , la Chic:igo (IL, EE.UU.)
te "Arqu eología american;i" del Ethnologischcs ce hasta la ac1ualidad. colección se compone principalmente ele escultu- Fie/d A1useum of 1Vawral Hútory
Museum de Berlín cst:\ formada por vestigios de- ras p roced entes de Copán , halladas en el transcur-
la cu lturn maya. Desde la fundación d e l museo !>,<J dt las primeras expediciones del musco y de las La sección dcd icarb a Mesoaméric:1 del mw,eo de
e n e l año 187 3. la sección ha sido continuamente Rrusclas (Hélgica) exrnv,1ciones de la Carnegie Jnstitution, como por Historia Natural de Chicago alberga, ent re mro'i,
ampliada. Gracias a Adolf Rastia n (1826--1905), Musée; Royaux d'1lrt et d' f !istoirc ejemplo una e.st:1 tua sedente, varios bloques de la una notable colección de rccipicnlcs d e ccdmica,
primer clirt'.ctor del musco etnológico. adem:ís escalera jernglíf,ca del edificio I0 L-26. un expre- reunida hacia 1900 en el transcurso de varias expe-
de otra.,;; aclc1uisiciones. en 1881 la institución conr La sección ded ica.da a Amé ri ca de los tvluscos sivo busto del dins dd maíz procedente del edifi- dicio nes a las ruinas mayas de Yucatá n y Belice.
siguió la colección "Ji meno de Yucatán .., tn la cu:-d Reales de Arte e Historia de Rrw.;t:l a~ reúne una cio I 0L-22 y una diversidad de esculturas proce- L:1s pie zas son, por consiguiente, de una cspeci,il
destacan numerosas figurillas de Jaina. Asimismc,, importa.nte colección de objcws <lt' la é poca maya. dentes de la clecor:ición d e fo e hadas. El surtido del im portancia, ya que se con oce con exactitud :-,u
el musco expone recipientes y figuras de cedrnica Destacan una estela con la representació n d e un musco se vio am pliado g racia~ ~1 bs nueva!) iniria- lugar de proced encia: fue ron d ocumentaJa.s con
de Alta Verapaz, legadas al museo por Erwin P. gobernante m:iy:t, d fragm ento de un t:ihle ro con tivas arqueológicas que e l P e:tl»dy M us eum y l:t tod:1 b precisi6n correspondiente a los est:í ndarc"-

Clevdund, Tire Cleveland Afmeum of Arr; valva con la Wmhwgm11 nr., /)umhanrm Oak.< Rese<1rch L1bmry {lfUÍ Ciudud dr Grwtrmala, Mwco Nocw,111I de :-f.rqueologiii y l1frich, Muscum Rletberg; e.uela con un pr!ncrpc maya de
rcprcgruuciún de un fumador; lugar del hullazgn dcJco - Collecrirm; rolgame de jaddru con d perfil de 1111 noble; lugar Etnología; ú<Yll'JTW con la fanna de u11 noble col/ marrac<1; pie; lugar del hallazgo dú·conocido; dásico lürdfn, s,glu l 'fl
11ncido: c//Í.<110 tardío, f,/)(l-900d.C. del halla:gn de,nwocidn; dá.>ico temprww, 250--IOOd.C. Neba;~ El Quiché, Guarrmala,finalcs del periodo dás1cn,
800-900 d.C.
Dt'n1·e1; /Jm1 er rlrt i\fusrum; ore1erus dt valva con la
1 Afhida, Museo Rrgional de Yucatán "Palacio C1Jrlló11"; LondrtJ, Thc Bruúh M11uum: The Mexicon Gallery; Rrim,u de Copdn, Mu¡ro d,· Arq11rulogfa; colguntt dr va/tJa
11nllgt11 dr unni c,11,tivns: luRar del hallo!gu dr1ror10rulo: r~ápie111e dr cerdmira en forma de totruRt1; M,,r,,pán, orep'J'(t dr jade mn 111scripC1611; lugar del hallazgo drscrmo - ro11 mcmst1.1rmnr.• dr1udr y ob.,,'d,ar,a, Ho11dura1; rlás,w
c/(fr/C() trmprono, 100--IOOJ.C. }'ut'llftÍn, AUxiro, posdásu·o 1anlío, ltooa 1150 d.<:. ádo; p,·,d,foro tardío, 511 u.C.-50 d.C. tardío, 6//!J-9//0 d.r..

cicmíficos de la época. Our:11nc c:I siglo ~X. el completa panorámica d e: la an.1ueoloj?Ía y etno- altar I d e Naranjo, C'on la reprt-,entación del dios n11nple1a de b cám:l r:i funerari:, del suhcr:ino clr
musco :1dquirió un., extensa colcC'ción de tejidos grafía de 1oda, las re¡:iones de la Guatemala pre- de b muerLc y una c:xLc n~a ínscripcibn, n!I.Í como Palenque, Pakal. en In que )'.C exponen \arios or-
de la~ zonas m ayas _guatc::rnaltccas. colombina, c.le:,.dc l:i época colon i:il hasta la :ic- bs grandes urnas fu nerarias de la z.on;1 de los n.unentos de jade procedentes de su tumba. Otra
tualidad. Cabe destacar la rotonda siw.ub en el m:1yas k ' iche·. Además de piezas prccolombi nas, de las magníficas piezas ch..J musco e~ u n enorme
centro del musco. dond e se exhiben nu111cros:1s <'I museo pre.-. c n ta 1a m bién una importante co- rclie- e de estuco de la t,,chada d e un 1cm plo
Ciudad de Guatemala (Gua1em ala) estdas. aleares, tableros con rclie \ CS y otros mo- lección de .ortc, obras de- platería, esculturas y que en la década de 1960 fue incautado a unos
MIi.feo frchel dd Tm;c Indígena n mnenLos pétreos del periodo cl:í~1co de la,;; tic- pint u ras d e b época colon 1al, así como una colec- ladronc·s de arte y cuyo lugar de procedc::nc.i:1 ,e
rr:is bajas guate,nah ccas. T:unbié n pueden visi- ción de ar te popular con trajes típicos para d:rn- desconoce.
En 1973 fue inaugurado el Museo l xchel, que tarse las recon, irucciones d e las tumbas de Tikal z3s y máscaras de madera de distinras comuni-
lle\'a el nombre ele la d iosa del anc de tejer. Se y Río Azul. En una $ala con medidas de seguri- dades ma y:\s guatcma,tcca ....
t ra ta de una fundación privada y e¡, la (mica ins- dad r.:speciale!> se expone una selecci(m de objeto~ Ckvcl:md (OH. í'.E.UU.)
1itucic',n cstahlecic..la en Guatemala q ue c:onn:n- de jade. principalmente procedentes de Tikal: T/1e Cl,veland Musewn of Art
tra su:,. esfuerzos en la investi~ación y con~~rva - una máscara de jade de la tumba 1(,() y unos re- Ciudad de .Vléxico (México)
ción de tejid os mayas aCLuales. E l musco :ilbc rga cipientes ele m adera con incrustaciones de mo~:1i- l\lu1eo 1711•/aoom,/ de .~11/ropología El mmco de 1\nc de Clcveland posee una de la<
una importante colección de trajes y tejidos pro- cos ele jade procedente, de las tu mbas 116 y 196. coleccione~ de arLC" maya ,nás c:xtcn:,,,as y de 111:ís
cedentes de unas 120 comunidades mayas. prin- que St' cue ntan entre las obras e.Je piedra rnlbda F.I Yluseo Nacional de Ciu dad de Mé xico fue calidad de EE.UU. Entre los monumento, de pie-
cipalmen1c d el altiplano gua te m alteco. Desde m:ís bellas del cl:\s1Co m aya. inaugu rado e n 19<>4. l .:l planta su perior alherg:i dra destaca la e,tcla H ele El Pe r ú y un ta hiero wn
1993 el museo cu enta con una nuc:\ :t ~edc en d las seccione~ ctnogr:Hicas, mient ras que, por su relieve, de l:i ,.ona de E l Cayo, en los proxim,da-
c:11npus de la U ni versidad Frnncisco Nfarroq uín . parte, las 12 sal.is d e la planta baja exponen ha- dt',. de Piedras Ncgr.1s. Ambos monurne,nos
V:u1as ::.alas d e expm,ici6n prc~ent:1n trajes de fi - Ciudad de Guatemala (Guatemala) llazgos arqucol6gicos de todos los periodos y las muestran b rcprc::se ntnción de un:1clama dt· l:1 no-
nales del sigl11 XIX hasta la ac tualidad. Alu.<co l'opol Vuh regio nes culturales mexicanas. En c:llas ~e h:i d e ~ bleza, a~í crnno 1111 número inus11:1I de firmas de
dicado un gran csp:1cio :1 b cultura m ay.,. Entre c::~cultorcs. F.ntre los uhjew, de pcqut.110 t:1m:1ño
Además de una e...,tcnsa colección de recipientes la~ pieza~ expuesta!-. ~e encuentran monumentos destacan lm, rccipicnies de ccdmica policrorn.1,
Ciudad de Guatema la (Guatemala) de ccdmtC'a policroma de las tierras hajas. el pét reos, recipie nte~ de ctr3m ica y pcq11efü1s es- las figurillas de cer:ímica y alguno, trabajos en
Museo Nacio110/ de ihqueo/ogí11 y F.molngía 1\luseo Po pol Vuh ele Guatemal:i al be r¡:a tam- cultura:,,,. asf como objetos ele ja<le. hue,o. va l\'a, jade. F.I musco exhibe tambié n una medalla con la
bi¿ n una serie de csculru ras de piedra dc:-1 altipla - pedernal y obsidiana procedente< de las ciuda- representación de un dign:.\tariu maya fumando.
L;,s cxpu,icione, pc-rmanentcs de las sci, salas del no y de In znn:1 d e la costa del Pacífico. F.ntrc las t.ks mayas m~ís conocidas de: Nféxiro. F.n la plrin- finamente cincelad,1. Se tr,na una de la,;; ohras de
Musco i\'acion;il <.h.- Cu;1re1nala presentan una. picza!-1 m:1.., conocida~ del musco ~e cncucntr.rn el t,t inferior puede admirarse u na rcconstruccilln v:-i lvas m(1s bdbs del arte maya.

/ ,/uem Ym·k, Amuirnn Mmmm u/Naumil Hmory; hueja Pruu ttr,n, Tlu:. In M11,eum, Pnnuto,1 Unil•rrs1t,·; Nuew )Ork, i\',11irm11I Musrum ofthr Anuncan lnd1a11; l'illahem1o.stJ, 1\/1m·o Reg1011al th.· Antropolo;:íü "Carlos
1

hwmmo rallado ron 1múge1u1 de iertJ subrenaturales; luga, figunlla de crrdmiru dt r,11 ca 1111110: lugar dt'i hlllltr:,gn 111.urumento music,,1 con fnrma dr mujer; Joma, Camprrhr, f'ellicer CanJt'ra"; b11.tc- de un imer1iar,n; Túp1p,lap,1,
del Ji,,1/azgo dtJro,10cido: clris,co tt'mpra,,o, 100--l()Od.C. drffnnoc:irln, dú;1co /(Jrdio, 700- 9()() d.C. i\/tx,ro; clús,ro tardlo, 600-900 d.C. 'f'ubasco, Mrx,co:, l,IHni turdíu, 61XJ- 9fJO d.C.
Colonia (Akm:1111.1) estilo ci'Mlicc: con la reprcscnt;,1ci6n d e una c~cn,1 d e cu;11 ro manuscriLos mayas <.Jue se conon~n hasta monumen tos pétreos, recipie ntes de ccr,ímic,l
Rautenstratuh-Jru•.it-.\lrt.•,·um juego d e pelota. la acwalid ad, d Códia de Madrid. policroma modelada, figurillas d e cerámica l pc-
(Muscwn fiir Volk,rk1111dl') quer)os :1rtefoctos procedentes de d istintas ruinas.
corno RalanGÍ n Morales, Comalcak o o "Jbnu-
Los ohjcros rna y:1s con~l·n ·ado, l"n d ~t usc.·o l .o n dr<'S (C r.111 llrcta ña) :-.lérida (M rxico) gucro. Por \U parte, las p iezas olmccas del musco
Etnológico ele Coloni., (.1um111, rn l., .1rn1.1li d .11l '/"/11· llritúh A/u;rnm: The Mexiran Gt1/h-,y 1
hluseo N.cgírmo/ de Yucatcí11 'Palacio Cantón" o frccc::11 una buena panorá1nica de la evolucit'm
ric) se encuentran expu1..·,tns) form.111 p.1r11..· tic.· la cultu ral l.Jlle ruvo lugar en la époc1 prt:hisp.ánir~,
:mtig ua colección " Lud wig... L1, ubr;p, d l' .1rtt.· L.1 ,l·rnún d..., ,u1c mexica n o dt:I Britísh Muscum D esd e e l :11io 1980, el Museo Regional dé Méri da en b zona del actual eMaJo mc:xic1110 de T ,1ba!-tto.
adqui ridas por Pc1cr e I rcnt' l..udwi~ 1,,• 11 t·I m e rca dt· l.ondn,.-~ dt·lx· la g-ran variedad de su colección se ~ncuentra en el edi ficio conocido como P,ilacio
do del arte conslilllyen una dl.' las rolL'.cciunL":-, ck principal ml·nie ;\ l:is l'XpcJicio ne!) de Alfrcd P. C:ant6n. que fue const r uido como reside n cia dd
ri rte prc hisp,ínico m:h importante..·, y cxtc.·11,.1s tk ¡\ •laud,lay, uno de.: los gr~tnde~ pioneros e n la in- general F rnncisco C:1ntbn Ros;uio entre lo~ año~ Washington D C (EE .UU.)
toda Europa. ,csri¡:aric'in rn:1y.1. Enirc los a ños 1881 y 1894, 190 1 y 19 11. Lo~ objetos expuestos e n el musen Vumbarton Oaks l<esetm·h L1b1"tJry all{/ Colln11011
M.111d,l.1i p.irt,b haci., d M ayab e n un to ta l de o frecen una panor,\mica J e l.1 .irqueología d el Yu-
ocho nca~iom:"-. E xpluró y documentó sobre todo cat;ín precolombino. Se exhihc n en él numerosos La sección p recolo mbina de Dumbarton 0:1b ,.,
Filadelfia (PA, EE.UU.) la, ru in as de Cop:ín. (,luiriAu:Í, Yaxc hil:ín, C hi- monum~ntos pétreos d e las ru ina~ má~ fo m osas u na de:: las mayores colecciones priva<.b s qul.·
Unívr,:•ity Aluseum r h én ltz:í y Palenque. También fotografió lo, del estado de Yucat:\n, como C hich é n 112:\, M a- existe n y se: e ncue ntra e n b antigua re~idenc1,1
monu1th:.".ntos de dichas ciucbd es y re:1lizó nume- yap:\n, Oxkin to k y Uxmal. L,s pinturas mura lc, d d m:itrimnnio de coleccion istas Roben Wcxxl,
Las ohrns mayas ex puesta~ e n el Yl. u!<.c1) Uni- rosa, copias e n C!)cayol.1 que e nvió a Inglaterra. proceden de Mulchic y Chacmultún, pero otra, Bliss y Mildred Tlarne, Bliss. l .a colección reúne
versi1ario ele F iladelfia p roceden principalm en- Sus m {i~ d e 400 copias form a n pa rt e en b :1ctu:1- p icz:1s de menor ta maño, los ohjctos de ctdm ica o bjetos <le a n tiguas cultura!) colombianas, cos-
te de ciudades que el 111 11,eo exploró durante la, lid:1<I de la t:norm c colccciún de v;1ciado!) en ye~o y lo~ jade~ tienen su o rige n tn todo el estado d e tarricen ses, guaLernaltccas, m cxic.inas, panamc-
d écad as d e 1930 y 1950 e n el transcurso d e gran- del Hritish Nf11scu111 1 que documenta pr:íc- Yuc:Hfo. ñ:is y peru:m as. Tras la muerte: ele Rohc::n
des proyectos a rq ueol6gicos. La estda 14 proce- t ica 1nc nte 10tbs l:t!) c ulturas cid mundo. Pc:ro el Woods, la colección del musco se vio ampliad;\
d e de Piedras N egras (Cuate mala) y muestra a l ve rd ad er o n úcleo Je la colecció n m esoamericana por la:,- d onacione!) de su vi uda y ele otros colec-
soberano ele l:i ciudad e n un t ro n o ricame nte d e- :-.on las escu lturas o riginales tra nsportadas a In- 1u cva York (NY, EF..UU.) c ionist as privado~. Adtmás se: realiza ron algu
corado. En Cara col, u n yacirnic nto s ituado e n e l g late r ra po r Ma udslay: e ntre otros, och o din te- The Afc1ropolita11 Museum of Art nas adquisiciones en el mercado del a rte. F.n e~1.1
act ual estad o de Bdicc. se e n contraron u n altar les d e Ya xrhilán y nue, e esculturas de Copán. cxrem,a colección, darte maya está rc::prc"enrndo
esculpid o y las cstdas 6 y 16. Ambas presen tan J\dem:ís de la colccciún d e M a ud,lay, el museo La sección dcdic:1da a l:i Amé rica an t ig u.i de este por una serie d e importan te!) picz.,~, entre l.1)
el re1rnto de un sohcranu y con1icncn un:1 la rga cambié n cuenta con u n gran n úmero de objetos famo~ musco d e Nu~va Yorl\ pre~nt..1 una ~x- q ue Jcstacan monumentos pét reos, como los drn.
inscripció n. La colección incluye a!)imis mo un reunidos por Tho m:1s Uann J urante ~us viajes tc ns:i colección tic.: arte maya e n 1:i que e~t5.n re~ ta bleros con relieve, de Pa lenque l' E l Cayo ,
escudo de piedra con la representac ió n d e l dios e.le in vcsrig:-.ción, así como algunas estelas de la presentadas las d isti ntas mcxla.lidades ;1 rtísticas: el dintel l de Ku na- Lacanhá, la caheza del clins
d el fuego proced e nte d e la ciudad de Copán, así ciudad m aya de Pusilh:1, s ituada en Belice. desde recipie ntes Je cerámica polic ro ma con relie- dd maíz d el te m plo 22 de C opán, rccipie111cs d e
como figuril las y recipie n tes c h1borados e n arci~ ves hast:1 esculturas pétreas, pas;m do por o rna - cerámica policroma con relieves. un rec1picn
ll:1 policrom a. m entos d e jade y de valva. Entre los m o numentos 1e de :1labas1ro, figurill a, de Jaina y ornamcn10,
Mad rid (España) más fa mosos d e la exposición destaca la estela 5 ele de jade.
Aluseo de Américo Piedrns N egra s, así corno una columna con relie-
Leiden ( Países Bajos) ves de: p roced e nc ia descon ocida. Una escullura dl"'.'
l<íjksmuscum tJOOr Volkenkunde El núcleo de la colección maya del Museo de made ra dd pcri<Mlo preclásico reprcscn1:1 a 1111 Zúr ich (Suiza)
Amé ri ca de Madml esiá formad o po r lo, a rtefac- dignalario e n posición ~cdente y e~ uno de los Museum Rietbcrg
El Musco F.tnológico d e Leiden exhibe una im - tos que Antonio cid R ío llevó a España tra s su pocos objetos pre hispá nicos d e made ra que se han
pmtante colecció n d e obras maya,. Esta colec - expedici(in a Pale nque en el año 1787. L a s piezas conser vado hasta la fecha. U na de las principales :\reas del m useo está dcd,
c ión sin igual en Europa presenta recipientes más not:1hlcs d e cst;1 colección de a r te m aya , pro- cacb a Mcsoamé ric:11 co n una cspeci.i l rcprtscnta-
de cerámica policrom a y m odelada, figuri llas d e bablemen te la n1.is :rntigua que: existe, son distin- c ió n dd arte mexicano de: va rio~ pe riodos y zona);
n:r,\lnica, escu lturas d e estuco y, ante todo, la tas escultu ra!) pérreas, co mo l:1 pata de un t ro n o, Villahermnsa (México) culru r;,lcs. Adcm:\., de las fig urilla s d e Jaina,
plaque ta de Leiden, h allada por u n ingeniero la d cnomin:u la '"estela de M:id rid" y dos 1able- Museo Regio11t1l de A11tropología entre las o bras mayas más no1ables desraca un~1
h o land~s durante b~ obra!) rlc const rucció n ele ros con relieves e inscripcio n es dd pa lacio de "Carlos Pellircr Camera" estela ele procedencia de,con ocida que prcsen1a l.,
un canal en las proximidades de Pue rto 8 :1rrios, Pa lenque. Durante las cxo1vacio ncs [)t:I Río 1 figura de 1111 soberano maya. Un 1a blero con r<-
G uatemala. F.I anve rso de l:.t plaque ta muestra a tamhién descubrió una determinada cantid a d F.I Musco Regiona l de A ntropo logía Cario, lieve m uestra a un dignatario rnaya en po~iciún
un soberano, mientras que el reverso o frece infor- de fragmentos de csruco, así com o o hje tu~ d e pt:-- Pell icer p re,cnt:t los hallazgos a rqueoló gico, sedente. A juzgar por su est ilo, procede de l.,
maci(1n sobre su entronización e n el año 320 d.C. <lern;d y obsidiana p roced e n tes <le va ri o~ tle pó!,i- rca li;,.ulos e n el estado mexicano de 1:1hasco, zona de Pomon:\ (Tabasco, M éxico).
Otras p ie,,1> s ignificativas son el d intel 2 de 1., tos d e sac rifi c ios. En la biblio teca del m usco ~e principalmt·ntc objeto!) <1lmcc;1s y ma yas. L:i p.irlc
Pasad ita y 1111 recipiente de ccr(imica po licro ma tic conserva una pieza de e norme valo r: uno d e lo, más i111 por1a nte d e la colección est.í form:1da por

l,,mbridgr. Prob<Kiy M11sr11m ofAmmca11 Archarology 011d Pall'nqm·, Musro •,-tlbt'rln Nuz [.Juullier"; busto de m1 <:i11d<1d dr México, Museo Nacion•I dr Antrop<>logía;Jig11ri- Ciudad de G11attmula, Mu.ceo Pop<>/ Vuh; d,ra/1, dr 1111
/;,/hnology. I lurt.1c1rd Uniuersíty; ornamemm paro el roSlm; unblr con uxtos jeroglfjirns, piedra caliza: Pale.nque, lla dr' anímica con /" ímagrn de 1111 d1of dentro de w, pira/o, ina:mariu mndelodQ,' lttg'1r dl'I h,;l/a:go dril'u11<>eidn;
Ch1chi11 lfzlí, Y11catá11, Ménro;finalrs tkl clásico, 81XJ-9(XJ ,J.C. Chiapas. Mixico; c/ás,co r•rdío, 61)8 d.C. /11gar del halla:go d<SC011ocido; clásico tardío, 61/0-'}(J(/ d.C. clásicn trmpra110, 250 6/JO d.C.
DIRECCIONES
Alemania Melbournc Chile Monteada . H
Berlín N,11ionul Callery of Victoria San tiago 08003 B:o rcclona
F.1h11ologisches Musmm, Sl(//1//iche 285-32 1 Russcll Strcct 1W1ueo Chileno de. Irte Precolomb//lo Madrid
Afuscen z u Berliu, Preu/Jist,her Kul!11rbes1tz Melbourne, V JC 3000 ílandcr:i .361 ¡\fu>·eo dt· , l,nérica
Lanss1ralle 8 Santiago A venid., Rt)'t'~ C;11úlico,. h
14195 Berlín Austria Ciud,ul Univcrsit.1 ri~
Colonia Viena Costa Rica ~8040 Madrid
Rau1enura11ch Joe,·/ A/ureum Jür Viilkerku11de Mu;cum fiir Volkcrkuude San José
Uhierring -15 Neue H ofhu rg 1\1useo 1Vaciom,I Estados Unidos
50678 Colonia IO H Viena Calle 17, Ave nid as Crntr:11 y Segu nd a Boston
Dresdc San Jo,é Muse,,m of Fine .11'1.<
Buchmu.seum dcr Siichsischen Bélg ica Mu;co Nucio1111/ del Jade "Fidel ]i·imíu Castro" Avenue of the Art,
La11d,·sbibliod1ek, Bruselas Instituto Nacion.11 de Seguros (1.:-J.S), l'i,o 11 465 J-lunting ton A,cnue
Staats- u nd Universit:ítsbibliothck D rcsdcn Musécs Roya11:r d'Art et d'Hiswire Avenida 7, Calle <J y 11 Boston, MA 02115- 5523
Ma ricnallee 12 Pare du Cinquantenaire 10 San José Brooklyn
01099 Dresd e 1000 firusclas /Jrookly11 Musewn ofArt
Friburgo Dinamarca 200 Eastern Park way
Museum für Volkakimde Belice Copenhag uc Rrooklyn, NY 11238
Addhau,erstralk B Belice Nmionalmuscct Cambridge
79098 F riburgo 13/iss lnstitute Ny Vesterg:ide IO Peahody !vluseum of Amrncttn. lr,lwcolo,t:.\ ,,mi
Hamburgo Sou thern F oreshore 1471 Copenhaguc Etluwlogy, Harvard U11iversitv
Hamhu 1f(1sc/1e.< Museum Jür Volkerkund,· Belize C ity 11 D iviniry Avcnue
Rothen baum chaussee (,4 Belmopán El Salvador Cambridge, MA 021.$8
20148 Hamburgo Departmmt ofArchaeology San Salvador Chjcago
Mannhcim F-1St Rloc Museo Naáo11al de A11tropología Th<' Art fo.rtitutt of C!,irngo
Volkerk1111dliche Sammlunge11 der S111d1 Belm opán D1: David /o(lquí11 G11zmú11 111 South Michigan Avcnue
A1u,wheim im Ueiss-Museum Avenida l-1 Revolución/Carretera" Santa Tecla Chicago, I L. 60603-ú l 10
N cubau 0 5 Canadá Col. San Benito Field Museum 0JN11111ml H,,wrv
68159 Mannheim Montréal San Salvador 1400 South Lakc Shorc D rivc
Múnich The Mo11rreal Muse11m of Fi11c Arts Chakhuapa Chicago, 1L (~)605-2-196
S1aallic/1es Museum Jür Volkerku11d1· Jean-Nod D esmarai, Pav ilion Mus,·o Regional de Ch11lch11apa Clevdand
Maximilianstrallc 42 1 380 Shcrbrookc Strect West Sitio A rqut'Ológico Tazumal The Clevcla11d Museum of. lrt
80538 M ú nich Montrbl, Québec H .lG 2"1'9 C halchuapa, Sant:o Ana 11 150 E ast Boulevard
Stuttgarl Toronto Cereo Clevcland, OJ-1, 44 106--- 17'17
L inden - Museum S1uttgart Gardiner Museum ofCcramic Art Museo Joya de Caen Dallas
St:i:11liches Muscum für 111 Queen's P ark Sitio An¡ueol6gico Joya de 0:ren D11/las Mu;eum ofArt
Viilkerku ndc Toronto, Onta rio M5S 2C7 Cercn, La Libertad 1717 N. H arw,\Od Strect
l lcgclpla1,. 1 l<oylll Omurio Museum San Andrés Dallas, T X 75201
70174 Stu ttgart 100 Queen 's P:irk Museo ele San Andrés Daylon
1iironto. Onta rio M5S 2C6 Sitio A rqueolbgico de San Andrés Th,· D11yto11 Art fo.,1i1111c
Australia Vancouver San Andrés, ¡_, Libertad 456 Rclmonte Park
Canbcrra M11scum ofA111hropology at the ü ay tnn. O H 45405
A11stralia11 National Gallery Univ,·niiy of Rritish Columbill España Denver
Parkes P lace 6393 N.W. Marine Orive Barcelona Dt·nver Art Arluseum
Canberra, A CT , 260 1 Va ncouver, Colu m bia Británica V6T I Z2 Museo /Jarbier-M11e/ler de Arte Precolombino 100 West 1-lth ,h cnue Parkwa)

Ruinas dt Copón. Musro dr llrqurologío; instrumemo de Campeche, M,uro Hwóriro Fuerlt dr San Afigurl: Cmdad dr Mixú·o, Musto Naciuflal dr Antropología; monr1- Cimlad dr MI.rica, Mu1eo Nadonal dt· .fo/l'r,púlogJa,
pedernal con la upresemación del dios K'«wiil; Co¡xfn, máscartJ dt jude, obsid1am1 y náaJr; Calakmul, Camprchr, mrn10 proccdrntr dr ,m campo dr jurgo dr pelota, pitdru ro- munsar,o Je cerámica; Muyapd11. }'ua11ti11, .\lbun.
Honduras; clásico tardío, 763 d.C. México; cláúco tardío, 600-'){)0 J.C. li::o; Chi11k11ftir, Chiapa;, Méxíro; clásico rempru110, 591 J.C. posdásico tardío, lwciu I 150
De ,wer, CO 80204-2788 Nueva York , NY 10028-0198 1400 Gilcreasc Museum Road Tikal
Denver Museum of,Vatuml H1~-io1)1I National Museum of rl,e American /11d/a11 - T ulsa, OK 74127 1\,fuseo Lítico
Den ver Muscum of N11t11ré ,md Scicnce Heye Fou11datio11/Smithsonia11 l11sritutio11 Washington Pa rque J\:acional Tikal
2001 Colorado Boulcvard T he Gcorge Gustav H eye CcnLcr Dumbart<m Oaks l<cseurch Libra,y and Col/ection T ikal, Petén
De n ver, CO 80205 Alexandcr H amilron U.S. C ustom H ouse 1703 32nd Strect, l\".W. Mt1seo "Sylva1111s G. Morlq"
Detroit O ne Bowling Green Washington, D.C. 20007 Parque Nacional Tikal
The Detroit lnstitute of Arts l\:ucva York , N Y 10004 T ikal, Petén
5200 Woodward Avcnuc Amencan A,fuseum of 1\!atural History Finlandia Uaxactún
Detroit, MJ 48202 Central Park West at 79th Strect Helsinki Nluseo "Juan Anronio Valdés" und
Durham N ucva York, NY 10024-5912 Didrichse11 Art A1u.,t·tm1 Stdenpark "Nikol11i Grnbe"
Dukc Univl'rsity !l'/useum ofArr O cala Kuusilahdcnk uja 1 U:1xactún, Petén
Bucl1anan Roulevard :u Trin iLy Avcnuc Tl,e Applc1011 Musrnm o.fArt 00340 Hdsin ki
Durham , NC 27708-0732 4333 East Silvcr Spring Blvd Honduras
Filadelfia Ocala, FL 34478- 3 l'JO Francia La Entrada
University Nluseum Orono Burdeos Mt1.<eo Arq11eol6gico
33rd ami Spruce Strcet.s Hudson A1.useum Muséc d'Etlmographie La Entrada, Copán
Filadelfia, PA 19104 University o í Maine Universitf Víctor Scgalcn 13ordcaux 2 Ruinas de Copán
Philaddphia Muscum ofrlrt 5746 Maine C.:ntcr for che Ares, 3 Place de la VicLoire Museo de Arqueologfa
Benjamín Frank lin Parkway and 26th Strect Orono, ME 04469-5746 B076 Burdeos !'arque Central
Filadelfia, PA 19130 Princeton París Copan Rui nas, Copán
Fon Wonh Pri,1ceto11 Univer.,·ity Art A1uscum Bibliothcque Narionale de Fmna, Museo de Escultura Maya
Kimbe/1 An lvluseum Princcton UnivcrsiLy, :vlcCorrnick Tbll JJ[1111neme11t des .i\lla11uscrir.s, Rid1elicu -Louvois Parq ue Arqueológico
3333 Camp Bowie Boulcvarrl Princcton, NJ 08544-10 18 58 Ruede Richclieu CL2 Ruc Louvois Rui nas de Cop:ín, Cupán
Fort Wo roh, TX, 76107- 2792 Pri11ceton University Librmy 75002 París San P edro Sula
Gaincsville Princcton University Mrisfe de l'Homme Afoseo de rl11tropologí11 e H istoria del Valle de Sula
Samuel P. Harn Musc-um ofArt Princeton, 1') 08544 Musée l\:ati(Jnal d'Hi,toire Nacurellc 3' Avenida y 4' Calle NO
UniversiLy ofFlorid:o Raleigh Palais de C h aillut. 17 Pl'lfe du Trocadéro San Pedro Su la, Corte,
SW 34th Strect anti H ull Road J\Tort/1 Ca,·olina lvfuü•wn of Are 751 16 Parí, Tegucigalpa
Game,villc, FL 32611-2700 2110 íllue Ridge ko:id Museo Nacional Villaroy
Houston Raleigh, NC 27607- 6433 Gran Bretaña Calle :'vlordus 3A
l lou.rron Museum of Fine Arrs Recllands Livcrpool Harrio Rucnos Aires
1001 Bissonnct San ller11ardi'10 County Alusrum 1Vatio11al .Husrum and Ga/lerie; 011 A1erscyside, Tegucigalpa, Francisco Morazan
H ou>ton, T X 77005 2024 Orange Tree l.ane L,veipool ,\,fuse11m
Tl,e Meni/ Colleaio11 Rcdland,, CA '!2374 William Brown Strccl Hungría
1515 Sul Ross Richmond Li,e rpool U 8EN Budapest
Houston, T X 77006 lli1-x111ia Museum of Fine 111'1.; Londres Népra1:1 M,ízeum
Kansas City 2800 Grove Al'enue Hritish A11tseum, 'J'l,e M,·xican Gal/e,y J,;.ossulh J.ajos ter 12
William Rockl,ill Nc/.,on Galle,y of Arr - Richmond, VA 23221 - 2466 G rcat Russcll Street 1055 Buda pcst
Atk111-' Museum of Fi11e 1lr1s Saint Louis l,omlon WCIB 3DG
4525 Oak St. M 111 St. Louis M11se11m ofArt Israel
Kansas C it1•, MO 64111 Forcst Park Guatemala Jerusalén
Los Ángcle¡ 1 Fine Aris Orive Antigua ÍJTael i\luseum
Los Angeles County Muscum ofArr St. Louis, :v!O 63 110 M 1,seo Arq11eol6gico Ruppin Boulcvard
5905 Wilshire Boulevanl Salt Lake City Hotel "C:i,a Santo Domingo" Jerusalén 91il0
Los Á ngeles, CA 90036 The Utah Museum of Fme .4rt.r h C alle Orienre Nº 28
Lo.< Angeles County Mu.<e1t1n 0JN11tural Hisro,y Univcrsity ofUtah Antigua Guatemala, Sacatepéquez Italia
N:iturol History Museum of 1530 Easl SouLl1 Campus Driw C iudad de G uatemala Génova
Los An¡:des County Sah Lake C ity, UT 8411 2-0360 Museo lxchel del Traje Indígena l\111ueo AmcrÍl'lmistico "F. Lurwrdi"
900 F.xpo,ition Boulevard San Antonio Un iversidad Francisco Marroquín Villa De '.\11:,ri-Gruhcr
Los Á ngeles, C A 90007 San l luronio A4uscum of Art Campus Central C orso Solícrino 25
Milwaukee 200 West )<mes Avcnue 6' Calle Final, Zona IO 1(1122 Gén(1va
Milw111tkce l'ublic M1tse1tm San Antonio, TX 782 15 Guatcm:ila C iudad 01010 Roma
800 West Wdls Strcct San Diego Aluseo Nac1011al de Arqurología y Emologío ,\fu.seo /\/a::ionalc J>reistoricu-E111oxn1fico
Milwaukec, W l 5323.l San Diego Muscum ofArt Parque L1 Aurora, Local 5, Zona 13 "L. Pigori11 i"
Minncapolis Fine Arts Gallcry of San Diego Guaccmala Ciudad 01013 Piazza Gugl,clmo M.irconi 14
'/'/,e Mim,eapolis lnstitute of1lrts Balboa Park Musto Popo/ Vuh 00144 Roma
2400 T h ird Avenuc South S:rn O icgo, CA 92 11 2- 2107 Universidad Francisco Marroquín
:vlinneapo lis; MN 55404 San Diego M11se11m ofMan C ampus Central Japón
New H avcn l.l50 El Prado 6a Calle Final, Zona I O Osaka
Ya/e U11iversity Art Galle,y Balboa Park Guatemala Ciudad 0 1010 Minpaku - Mus<'O Nacio11al de Etnología
1111 Chapel Strcet San Oiego, CA 92 10 1 Cobán 10-1 Scnri Expo Park, Suita
Ncw Ha ven, CT 06520 San F rancisco Museo "P,·fncipe Maya" Osa ka 565- 85 11
l'eabody Museum, Ya/e U11iversity De Young Museum Cob:\n, Alta Verapaz
170 Whitney Avcnuc 75 Tea Garden Orive Escuintla México
New H avcn, CT 06520-8118 Golden Gate Park Museo Regiomd de Arqueología O/meca y Bacalar
Nueva Orleans San Francisco, CA 94 11 8 F.xposiciones Antropol6gicas, Mmeo l<eg1011al de B11calar
New Orleans Museum ofArt Santa Ana Museo denominado Ruhén Ch:lvez V,,n D u rne Fuerte de San Felipe
1 Collins C. Diholl Circlc Bowers Museum of Cultural Art F_scu intla, F.scuintla .l8 km al norclesLc tic C hetum:il
Nueva Orleam, L A 70179-0123 2002 l\"orth Mam Strcet Qurtzaltenango Bacalar, Qumarana Roo
M,ddle American Rcsearch /nslltute Santa Ana, CA 92706 Casa de !.A Cultura Campeche
Dinwidclie Ha ll, 4th floor Seattle de la Antigt1a Ct1atemula Museo de /..as F.stelas "l<omún Piria Chón"
Tul:ine Univcrsity Sea11/e Art Museum 4' Avenida Norte y 4' Calle Oriente :'vluseo de Escultura Maya
Nueva Orleans, LA 701 18 100 Un iversity Strect Quetzaltcnango. Quctz:oltenangu Baluarte ele Vi rgen de la Soledad
N ueva York Seaule, WA 98 101 - 2902 Must·o Quczaltenango Calle 8 sin
The Metropolitan Museum of.~rt Tulsa 7' Calle 11- 09, 7..ona 1 Colonoa Centro
1000 Fiíth Avcnuc at l!lnd Strcet Gi/rrrasr ',\1u;eum Quer,c1lten:1ngn, Quetzaltenango Campeche, C:1111pechc
i\4useu Hútórico Fuerte de San 1\tligul'I E m iliano Zapata Tenosiq ue Fredcriks Cate 2
Avcnid:-1 Escénica s/n Musco Municipal Mu.'t'o de Sitio OH,4 Oslo
Campeche. Campeche F.miliano Zapata, l~1basco Zona Arqueológica de Pomoná
!vfu.)·eo Regionul de Carnpt·cht H ecelchaká n Tenosique, Tabasco Países Bajos
"Ca.<a Tenie11re del Rey" A4u.seo Arqueológico del Camino Real Toniná Leiden
Calle 59 N" 40 Domicilio Conocido ;'v/ust'o de Sitio H.iji,smuseum voor 1/ollíenkwulc
Colonia Centro Hccekhakán. Campeche Zona Arqueológica de Toniná Steensrraat 1
C;impeche. Campeche H o pelché n Toniná. Chiapas 1300 AE Leiden
Cancón 1\1/11.<eo Municipal Tuxtla G utierrez
Centró Cultura/ Cancrin H opclchén, C"mpechc lvfus,·o Nt•gional de flntrnphlogía Suecia
A\'cnida Kukulc:ín Izamal C:il~ada de los Hombres Ilustres 885 Estocolmo
Centro de Convencione~ Aluseo Comunitario de ltza,nal Kavil
1
29000 Tuxtb Guticrrez, Chiapas 1Va1io11almuseum
Cancún, Quintan~• Roo "Guacamaya de Fuego" Uxmal Siidra Blasich<ilmshamnen
Chableka l Calle 31 con 28, lvluseo de Sitio de U.r:mal 10324 Estocolmo
Museo del Pueblo Maya l zamal, Yucatán Zona Arqueológica de Uxmal Folkens Mu.-eum t.'111ografiskt1
Zona Arqueológica de Dzibilchaltún Jonuta antigua carrett:r:1 de. Campeche: ;1 Santa E lena, Djurg:irdsbrunnsviigcn 34
O ,ablckal. Yucatán l\Jusco A rqueológico ProfeJ"or Ornar! lru:rta E. km 78 10252 Estocolmo
Clúchén ltzá Calle fuárez sin VaUadoli d Gotemburgo
,\1/useo de Sitio de Chid,én /tzd Jonura, Tabasco i\t/useo San Roque F.tnografi.•ka ,'vfosecr I Gotcbo,g
Zona Art¡ueológica de Chichen Ílza La Venta Calle 42/esquina con Calle .38 Avagen 24
Carrcter.1 \iférida#C;rnc(m#Ti11111 n, km 120 Museo de Sitio Col. Centro .l-402 Gmemburg"
Ciudad de México Calle Pri ncipal sin, Ex-Pista Aérea 97780 Valladolid, Yucatán
lvfuseo Nacional de Antropología La Venta. Tabasco V illahe rmosa Suiza
Av. Paseo de la Reforma y Calzada Gandhi sin Mérida Museo Regional de A111ropología Basilca
Col. C hapultcpcc Polanco 1'1ust·o Reg/onnl deYucaM,, "Palacio Cantón" "Carlos Pelliccr Ca mara" lv/useum der Ku!turen
Delegación Miguel Hidalgo Calle 43 y Paseo Montcjo Aven ida Carlos Pd liccr 511 Augustinergassc 2
11560 México D.F ~v1érida, Yucatán Zona C lCOM 405 1 Hasilea
Comalcalco Oaxaca Villahcnnosa, ·11h:isco G inebra
Al/us~o de Sitio M1<<eo de Anc Prthispdnico Ruji,w Tamayo Parque lY!useo de la Venta Muséc· d'Eth11ographit' de la Vil/e de Geneve
Zona An.1ue.ológica de Com alcalco Av. Mordos 503 Avenida Adolfo Ruiz Cortines s/n Boulevard Carl-Vogt 65
Comab,lco. 1:,basco OaxaG1, Oaxaca Villahermosa, Tabasco 1205 Ginebra
Cornüán de D omíng uez Pale nque Yaxcopoil Musée Rarbler-Nlud/cr
Museo An¡ueológico dd Valle de Cmni"ín Museo "Alberto Ruz Lhuil/ier" Amigua Hacienda y Museo Rue Jean-Calvin JO
2' Avenida O riente, es<¡uina lª Calle Sur Palenque, C h iapas Ca rretera Federal 26 1, km 33 1204 Ginebra
Col. Centro Pue bla Yaxcop<.)il, Yucatán Schaffhausen
30000 Comitán de Domíngue,c. Chiapas At/useo A.JnptJro Zinaca ntán 1\1useum z u Allerheiligen, Sammlung Ebni.itht·r
Casa de /,1 Cultura de Comitd,, 2" Calle Sur 708 1\1/useo 'fradidonal ulk'al Ojov" Klosterplatz 1
Avenida Rosario Castellanos, esq. 1' Calle Sur Centro Histórico Av. Insurgentes 4 8200 Schaffhauscn
Col. Centro 72000 Puebla, Puebla 29.350 Zinacantán, Chiapas Zúrich
30000 Comitán de Domíngucz, Chiapas San Cristóbal de las Casas Museum Rietbe,g
Cozumel Museo de· los Altos de Chiapt1s Noruega Gablerstrasse 15
Mu.reo de la Isla de Cozumel A\ e n ida 20 d e N oviembre sin
1
Oslo 8002 Zúrich
Avenid;, Rafael Melgar, entre Calles 4 y(, Norte Colonia Cerrillo Univerútetets F.th,mgraphúkc ,'·vfuscum
Cozumcl. Quin ta na Roo S:111 Cristúb:il de las Casas, C hiapas Universidad de Oslo
LA DINASTÍA REAL
DE COPÁN

K'inich Yax K'uk' Mo'


426-hacia 437

K'inich Popol Jol Butz' Chan


hacia 437 578-628

·. ....

Soberano 3
hacia 455

~J Humo lmix
628-695


Ku IX
hacia 465
Waxaklajuun
Ubaah K'awiil
695-736
736:
Ataque de
Quiriguá
Soberano 5
hacia 475

K'ak' Joplaj
Chan K'awiil
738-749

Soberano 6
hacia 485

K'ak' Yípyaj
Chan K'awiil
749-hacia 761
Nenúfar-Jaguar
hacia 504-524

\.- , lJ l Soberano 8

~
hacia 551

Soberano 9
551-553

Luna-Jaguar
553-578 U Kit Took'
822?

i Sigue arriba a la derecha


Soberana Garza
612-?
K'uk' Balam 1 LA DINASTÍA REAL
431- 435
DE PALENQUE

K'an Mo' Hix

Tltere
435-487

m
.
.
1


K'inich Janaab Pakal 1 ..
615-683 . Señora Tz'akbu Ajaw
.

Butz'aj Sak Chiik


487-501

K'inich Kan Balam 11


684-702

Ahkal Mo' Naab 1


501-524 K'inich K'an
Joy Chitam 11
702-711

Soberana Kinuw Batz' Chan Mal


K'an Joy Chitam 1
529-565

Mo'Naablll
K';okhMOI
721-736
U
.o. .'~:.
-.J
Señora Men Nik

Ahkal Mo' Naab 11


565- 570

Upakal K'inich
Janaab Pakal
hacia 742

Kan Balam 1 K'inich K'uk' Balam 11


572-583 764-hacia 783

Soberana Yohl lk'nal


583-604
Wak Kimi
Janaab Pakal
799-?
599y611:
Ataques
de Calakmul

Aj Ne Ohl Mal
605-612
Yax Eeb Xook
hacia 80

LA DINASTÍA REAL
DE TIKAL
Yax Nuun Ayiin 1
Señora K'inich 379-404?

Soberano 2


Soberano 3 1
.

~
Soberano 4 Soberano 23
fl Soberano 5
Soberano 24
Soberano 6
Entre los soberanos 4 y a Soberano 7 1
hubo uno que probable- Soberano 8 Balaj Chan K'awiil
mente recibía el nombre (Dos Pilas)
de 'Hoja-Jaguar" Soberano 9 Siyaj Chan K' awiil 11
Señora Ayiin 411-456 Nuun Jo! Chaak
hacia 657-679
"Animal-Tocado" 1

~ Señora Jaguar-Trono

~
Señora Calavera

K'an Chitam \
458-486) Soberana Tzutz Nik Jasaw Chan K'awiil 1
682-734
Siyaj Chan K'awiil 1
Señora
hacia 307
Kalajuun Une Mo'

Yík'in Chan K'awiil


Chak Took lch'aak 11 734-746
Soberana Une Balam hacia 486-508 Señora Mano
hacia 317

Soberano 28

K'inich Muwaan Jo!

Señora Balam Way


?-359

fF1 Soberana de Tikal


511-hacia 527
Yax Nuun Ayiin 11
768- 794

Nuun U Jol K'inich


Chak Took lch'aak 1 hacia 800
Kalomte' Balam
360-378
hacia 511-527

~
Pájaro-Zarpas Sol Oscurecido
Lanzadardos-Búho hacia 810

(de Teot~~~~~;i ~
Wak Chan K'awiil
562: Conquista 537- 562
de Tíkal por par-
te de Calakmul
Fuego-Cruz Señora Mano-Cielo Joya-K'awiil
378: Invasión
de Teotihuacán hacia 849
bajo Siyaj K'ak'

Yax Nuun Ayiin 1


379- 404)

Jasaw Chan K'awiil


Calavera de animal
hacia 869
hacia 593- hacia 628

Sigue arriba o/ centro


LA DINASTÍA REAL
DE YAXCHILÁN Pájaro-Jaguar 11
hacia 467-? Señora
Chuwen

Nudos-Ojos-Jaguar 1
hacia 508-518

K'inich Tatbu Joloom 11


526-537
Yoaat Balam 1
359-?

Nudos-Ojos-Jaguar 11
\ hacia 564

ltzamnaaj 1
?-? Pájaro-Jaguar 111
Señora Pakal
629-hacia 669

Pájaro-Jaguar 1
378-389
11 o o
o
Señora K'abal Xook

Señora Sak Biyan


ltzamnaaj
Balam 11
681-742
m m. _ 1

Señora lk'
Calavera
(CalakmuQ
-

voaat Balam 11
Yax-Cuernos de Ciervo-Calavera hacia 749 Pájaro-Jaguar IV
389-402? 752- 768
Señora Chak Joloom

Soberano 5 ~a,,a wak '""" ,~ 1


402-? Señora Wak Jalam Chan Señora Mu (?) Balam

K'inich Tatbu
Joloom 1
?-?
ltzamnaaj Balam 111
769-hacia 800 Señora Ch'ak
Ajaw

Luna-Calavera 1

~
hacia 454- 467

K'inich Tatbu Joloom 111

~
hacia 808
-

1800 1700 1600. 1500 1400 · 1300 . 1200 ° 1100


. 1000 900
. .
p R E e L A s o T E M p R A N o p R E e L A s
Durante la última glaciación, varias olas migratorias de nómadas cazadores y recolectores cruzaron el es-
~ trecho de Bering y poblaron el continente americano. Los restos más antiguos hallados en el Mayab se
oe remontan al periodo comprendido entre los años 9000 y 7000 a.c.: instrumentos de piedra, como por
""iji ejemplo punzones o las denominadas "puntas de lanza Clovis", junto con restos de animales ya extingui-
"'O dos, como el mamut. Los habitantes de la costa se especializaron en la pesca de crustáceos y moluscos.
Vl
ro Hacia el año 5000 a.c. se cultiva el maíz por primera vez. Los primeros asentamientos permanentes con
. ,ij'
..o práctica de agricultura y elaboración de recipientes de cerámica aparecen hacia el 2000 a.c.
Vl·
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·.= t:un ;1tk IA1lrún.hm.1 l·l 1'1MI .1.C

1000-600 Cerámica Swasey en Cuello.


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• ~ {-,\..
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111
""iji
- Época temprana del arte y la cultura
mayas en Belice: plataformas estucadas,
"'O ~ ! ,) cerámica elaborada, uso de cultivos.
111
ro 600-250 Época de esplendor en Nakbé,
. ,ij'
..o .,, uno de los centros más importantes
del preclásico medio en el centro del
111

...
ro
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ln~1rumt nt01i lít1o~dc Cudlo. ISo:1 ,1.C.
Petén: arquitectura monumental y
monumentos pétreos esculpidos
i= F1~uu de un, (,1ht;7..J, Cudh
h;icw 1300.J C:.

8000 Los Tapiales, refugio para cazadores y reco- 1500-1200 Cerámica Ocos. La alfarería preclásica .\i1.11numntu 11 dt"('h.ikhuJp;a.
l!lNI--IUIJ;C.
lectores con los restos más antiguos de las tierras temprana de la costa del Pacífico indica la existencia
altas guatemaltecas: entre otros, punzones y pun- de asentamientos y poblados estables habitados por
Vl
10 tas de lanza Clovis, hechas de pedernal pescadores y agricultores
.:!:
10 1000-500 Fase Las Charcas de Kaminaljuyú.
11'1

...
10
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Aumento de la población en el valle de Guatemala.
Producción de figurillas y esculturas
i=
Ü:-rám 11.1 K.1rr.1i d 11p11\ m,1\
JOIIJ.:UII tk ~frSIIJIIN'fK'a,
fl..ll l ,I l(~•f .1.l..,

1200-900 San Lorenzo


(ciudad olmeca)
12oo-aoo Cultura tlatilco en
México central
too-600 Época clásica de La Venta
(ciudad olmeca)

Mnnumcmn 3 ,k "un J•~


Mu¡.,"1tc. 1 >1Jll~~1)r, .1 l'

. ,. .
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1800 1700 1600 1500 1400 1300 1200 1100 1000 900
• • 1

2040- 1650 Egipto, imperio medio A partir de 1555 Egipto: Pcf1(1tl1.1 Shan~ tudio, tuci..l l.?fl)-10:'lfl a(' ., Hada 960-925 Rey Salomón
rc:'\1ptt; ntt r1mal p;¡r:i cu11)1tl.i; l'clm, ~tust:o
1700 Escritura linear cretominoica nuevo imperio tras la Nac,on.,I 814 Fenicios procedentes de Tiro fundan Cartago
expulsión de los hiksos
1600 Alfabeto fenicio J 753 Fundación de Roma
587 Nabucodonosor destruye Jerusalén
551-479 Confucio funda una doctrina
Tu1.111bmc-.n, miKar.i tlt oro
. __ _~_ _ _ __;
muy estricta
1 700 .600 . 500 400 300 200· 100 O 100 200 ·
. .

o M E D o p R E e L A s e o T A R D f o (PROTOCLASICO)

Rl>c1p11:nk d(' P1mtJ 1'1\-dr,1,. 100 Relieve en la entrada de la cueva de Lol-


()mnlJ ll,I R1111. 4110-
IOO .1.('
tún: la escultura con la fecha más temprana -t
del arte maya, representa a un soberano maya.
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6111)..)l_kl,.C.
~l.tK"Jra en NUCotk (:hal...mh.,k.'ln, Siglo I Fundación de la dinastía real de Tíkal
(Jumt.:lll:J Roo =:i.
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M.1:',cJrJ de. íurn1.11k b
mmhJ Ni Je Tibl. ~,glo 1

Pbto de 1~, Ch.nas., IOOll--100 :a.C. 500-200 Fase Miraflores de Kaminaljuyú, con un 36 a.c. La estela 1 de El Baúl (Guatemala)
alto indice de población. Se erige la mayor parte de presenta la fecha más temprana expresada
las construcciones conservadas hasta la actualidad. en la cuenta larga partiendo de un punto
-t
Esculturas pétreas, tumbas ricamente adornadas, cero, con unidades temporales de 144.000, ¡:¡;·
comercio floreciente 9.600, 360, 20 y 1 días, cada una multipli-
....
Ctram1<.a U~ulul.iu, JOO .i.C.-0 ~
300-150 Estilo lzapa. Gran yacimiento con más de cada por un coeficiente y sumada VI
Q1
80 platafonnas para templos al este de Tapachula, 200-400 Fase Aurora de Kaminaljuyú ;:::;:-
Q>
VI
Chiapas. Gran sentido artístico en los monumentos
de Tres Zapotes, la costa de Veracruz, y las llanuras
de Chiapas y Guatemala en el Paáfico

EPIOLMECAS
500-900 Monte Albán, en el valle
Ei.1dJ de L1 Mo1.1ru. 36 d.C. Fecha más tem-
de Oaxaca. Gran ntímero de edificios l~t.cl.L
de piedra, singular diversidad de es- prana de Mesoamérica,
culturas con un sistema de símbolos Chiapa de Corzo
similar a la escritura. Centro religioso 30-220 Cultura epiolmeca
y económico de los zapotecas Hada el 100 Pirámide
del Sol en Teotihuacán
Hada el 150 Estela de La
Mojarra
lnctni.:arto§Jc- ("111tmlrn, hat1.1 d 1011¿,C.

11■:IIIB llil:I
Aten.Is. Acrópolis. el Pvtrnón; 448-368 Siddharta Gautama se convierte en Buda
o Nacimiento de Cristo
tli- Hl ,C. 64 Incendio de Roma durante el m
447-432 Construcción del Partenón en Atenas e
reinado de Nerón. Persecución de a
336-323 Alejandro Magno conquista Persia
Hada el 300 Lao-tse funda el taoísmo en China
221 Inicio de la construcción de la Muralla China
los cristianos
70 Tito destruye Jerusalén
98-117 Con el emperador Trajano, el
--
"'O
Q1

.►
... -
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183 Suicidio de Anibal Imperio romano alcanza su máxima
ovn~nr.\ñn tu,
250 300 350 . 400 450 500 550 600 650 ',
' 1

e L Á s 1 e o T E M p R A N o e L As e o

-Q)
,_
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Cimtaro di.: Sa)'II, 150--550 il.C. 250-500 Pirámide de fachada de
estuco, Ancaceh; una de las obras
arquitectónicas y escultóricas más
Di11td 11Je Oxkintuki 475 d.C. Ri:opin11e dr
"JCodhuacin. Btdn.
1111--IIXJ d.C.
Tcmpl<17 t i(' la) 1',·luñ«:1~ en
Dzihilchahún, hacia el 700 d.C.

-a; tempranas de las tierras bajas


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Xp11hil. Campt.·chl·, (,t)(J-1JIX) d.C.
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Q) FJchada tk estuco dt
¡.:= t\m~i(t h. 150- 51:ill d,C.
Tt'mpl11 de: b s Culuma.s.
Ah. 2511--1511 ,LC.

Siyaj K":1k' c:n la c-,1d.1 Rccipirnk 1ríp,"lc. Cop:íu.


,_ 292 Primera estela de Tikal 562 Calakmul conquista Tíkal Rl'lrJto r lll\Hlco , I, j·.J, 1,q11 .
31d, T, k,I, H5 d.C. 1511--'SXI ,I.C. h,1t·i.1d U~ id.( .
::::,
Vl 178 Siyaj K'ak' de 599 Calakmul ataca Palenque
-a; Teotihuacán conquista Tíkal 611 Calakmul ataca Palenque
"O
Vl 426 Entroniza- Alw t..> tic: Copá11, i75 11.C.
611 Calakmul conquista Naranjo
~
·ro ción de Yax K'uk'
657 Calakmul conquista Tíkal
..o Mo' de Copán
Vl 695 Tíkal toma preso al soberano
~ de Calakmul
aj
¡.:= M,hc;1r;1de fucsita J e IUi, 716 Quiriguá ataca Copán
,hui, li,lr 1;1 d ~lWl d.C.
1-".1lilicio E- Vil-sub
t'll U,1xanüu

250-900 Estilo Cotzumalhuapa. 400-600 Fase Esperanza de


Singular apariencia del arte arqui- Kaminaljuyú. Relaciones con
Vl
tectónico y monumental en la Teotihuacán en arquitectura, lnn·ns.'lno de Amami.fo,
i l! l--51KI,1.C-.
~ costa guatemalteca del Pacífico. cerámica y otros artefactos.
~ Influencias mexicanas y mayas, Época de florecimiento
Vl
~
utilización del calendario ritual de
,_
Q) 260 días, arte escultural con uso
¡.:= de bocadillos similares a los de
los tebeos y de un sistema de
símbolos, a menudo sobre la Rt=e:1p1cnlc trÍ(JIMlc,
muerte y el juego de pelota K:uninahuyú, 401~-bikl d.C.

CULTURA C L Á S 1
]00-900 D-600 Teotihuacán, una de las mayores metrópolis de 600-650 Decadencia de Teotihuacán, cultura
Cultura clásica de Veracruz Mesoamérica, situada en la parte septentrional del valle clásica Veracruz en la costa del golfo de Méxi-
de México, alcanza su época de esplendor y una super- co, con centro en El Tajín. Cerámica, arquitec-
ficie de más de 20 km1. Famoso sistema regular de cal- tura monumental (palacios, templos y pirámi-
zadas, pirámides del Sol y de la Luna, pinturas murales. des escalonadas) e imágenes del juego de
Gran influencia en el centro de México y hasta la región pelota, de guerra y de sacrificios
maya

\'ist;1 Je Tt11r1h11Jcin.
21ll-l'if)d.C. ,
TEOTi H UACAN -

'

250 300 350 400 450 500 550 600 650 ·


1' 1 ' 1 1

'

216 Construcción de las JI] Constantino aprueba el edicto de Milán 419 Los vándalos conquistan 517 El emperador Justiniano ordena 610 Mahoma ocupa Hacia 706-751 Primera
termas de Caracalla sobre la libertad religiosa Cartago construir la iglesia Hagia Sophia en la Meca y la antigua impresión conocida en
]20-515 Dinastía Gupta en el norte de la India 476 Caida del último emperador Constantinopla Kaaba árabe Corea
195 División definitiva del Imperio romano tras
.,
la muerte de . . .. •1~.~
Teodosio el
Grande ....~~•;

,
.W!:.w.~ ..~
' :
750 800 850 900 950 1000 1050 1100 1150
1

Ro I o tL.AtieQ INAL POSCLASlCO T&MPRANO

998 Última fecha en Chichén ltzá


905-915 Último periodo de esplendor en Uxmal bajo el reinado de Chan Chaak
'li:111plu d<:' lm G ut·rrr-rn~. Cl111 hcn 111::i.
, r 1m1Lt Chuchol.i. ;Ol.-\UII .I_( '
Pal.,uu cid (~illc:m.1dur('n L'>.mJI, 1)1'MI ltrn d.(' •KíJ.. 1050 J.C

l·.J1fü·10 Chl'n~~ rn '-;,1nc.1 Ro\,I


X1.1111p.1k. h ,ICIJ ('l \(•1 J.C

Fi¡.:unll.1 dr J.unJ.
t,00 1HMI d.C.

fonplu l de Tik.11, Hada el 909 Toniná, última


hJu d 730t!C. --1
estela con fecha expresada en
el método de la cuenta larga
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( :CrJmw;-,1 Jt, r-s,iliicl.JKt f_(h.lJ IO 1lc: !x-1li;1I. Zuomorfo Je.· Qmnh'li.i.
Je :S:,ll,. U!l--'XII d.C. ll-l? J.C. i'>S d.C. ~luou1n('nlo 1111 Jt· 1iw111u, 'ltr> ,l.(~

Apartir del año 800, en las tierras bajas del sur empiezan a surgir por primera vez nuevos tipos
de cerámica y elementos estilísticos que muestran influencias foráneas, del centro de México y de
la región del goHo. Desaparece la nobleza que gobierna las ciudades y el pueblo llano permanece ::l.
~
....
en los distritos de las afueras hasta aproximadamente el año 1200. En el altiplano se abandonan o,
V'I
las antiguas ciudades y se fundan nuevas urbes (generalmente asentamientos sobre colinas sólida- o,
mente fortificados). En la región de la costa del Pacifico se desarrolla un estilo escultórico propio ;::.
o,
(Santa Maria Cotzumalhuapa), determinado por influencias foráneas y por la llegada de grupos de VI
población de habla nahua, los pipil
E._¡dn dt· <·u11um,1lhu.1p.1, lnceM.mu tk El C.)\udlr.
~u1-•)1• 1d.( h:u:i:1d 1il.H11l.t

A D E V E R A C R U Z TOLTECAS
Hada el • Inicio de la época de l.,_1511 Los mixtecas, un grupo muy influyente en la
111111111.1, 111ur.1I,, 1k l '.,1\ .l\tl,j,
florecimiento de la ciudad de lula sierra de Oaxaca, dominan un gran territorio en distintos
l,hull '- •1..:i11,1,I (
900-1100 Toltecas de lula reinos. Estilo artlstico con gran difusión

l■■I
7l2 Carlos Marte! derro- 800 Coronación de Carlomagno 901 Los normandos descubren Groenlandia 1066 Los normandos Hacia 1100 Construcción de Angkor
ta a los árabes en Tours como emperador 961 Otón I es nombrado emperador del Sacro conquistan Inglaterra Wat en Camboya
YPoitiers de Roma m
Imperio Romano Germánico. 1096- 1099 Primera cruzada 1187 Saladino conquista Jerusalén e
861 El normando Rurik a
'"O
P.1,111 tld 'l"'SI)••\k,i1.:u. o,
funda el Imperio ruso

-....
~,,lb.s1¡,:l,"\I - \II .........
)>.

Q.
~
TARD Í O

Pmtun mural Je Tulum. 1517 Hernández de Córdoba llega a)


Ccoo <k ChKhén h l.J.
l~IO-l'IOO J.C.
1283 Mayapán se hace luw llllO 1511-1541 Conquista de Yucatán
con el poder

lncrns:ir10 Je Mavapfo.
hxi, HIO
C:m,ol ,I< Mmpln. ll1Mi-H50 J C

1514 Cortés atraviesa


lnctnSlriu de Ot1b:lnché. 1iUl~l;UIJ
la península de Yucatan

P1mur.1 murJI JcSJni¡ Ru., (A>foul, h.Jct.1 1 ◄00


Tcinpl,<tn Topoxti.121MI

A partir de 1400 Hegemonía k'iche',


el grupo maya más poderoso e influ-
(~J,n, Je woJdxun,;hi, l:!tJll...l,._1 yente de las tierras altas mayas duran-
te el posclásico
Hada 1'15 Se funda lxímché

H.ci1ptcntt ~Ir plumh.1uJ! t·auu."'ab.ttl-li Je SCrptrnlt,camrudc, ~Je


ton fomu Ot Ílp.ur2. pdou ,k bunchf. ;¡ Jl,Jrllr ik t ~ñ
11,,o...1"1U11

TA R A S COS / A I T ECA S
1511-1521 Cortés conquistl
1211 Los aztecas se establecen TI.AW.1.-uhur• mnlCJ.
( limi~c Cuauh'llíA México
cuhur.a muec;1:, JC;(l2- 1~20
en el ahiplano de México u~ 1m 1542 Nuevas leyes prohiben
1211-1521 Tarascos esclavizar a los indios
1211-1521 Aztecas
1J25 Se funcfa Tenochtitlin

Ptc~lu Jd Sul.mlr,1r.1 ntt:un.


11;q~1

Rc1,-a1n 1k Cmtobal l:o&ón, 1504 Leonardo y Miguel Angel


1453 Los turcos
1302 Bula Unam Sanctam: ~bdnd. Mu><0 Je Arnénca
en Aorencia
1175 Marco Polo visita conquistan Bizancio
China el Papa es nombrado 1517 Las 95 tesis de Lutero
1491 Colón llega a
1100-1546 Imperio primer soberano del mundo Guanahaní 1555 Libertad religiosa
de Mali en el África 1341 La peste negra de Augsburgo
occidental devasta Europa 1588 Los ingleses derrotan ª la
Armada española
·ucatán 1648- 1650 Epidemia de fiebre amarilla 1847-hacia 1936 Guerra de castas en Yucatán
¡;¡
llustr.1 nón ....
contcmpodne.1 de a1
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la ~ui:rra Je castas.
hana 1850 O"
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CJtilam &fam de ro
Chuma)'d, hacia 1750 \lm;¡ J.,- Cancun

1697 Conquista de Tayasal Sip, m11 Los ingleses se establecen 1981 Indepen-
en la costa del Caribe (Belice) dencia de Belice =1
FrJnrisco Momejn lleg:.1 a
\ UlJ.lJn ....OJro....
V,

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V,
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Oibujo dt· C:uherw(l(')(J.
med1aJ05 Jcl siglo XIX

1712 Rebelión de los mayas 1121 Independencia de Guatemala 1992 Premio Nobel de la Paz para
tzeltal 1161 Rebelión de los mayas tzeltal Rigoberta Menchú
S.in CriRóbaJ de lu Cas1s, Ch1ap'Js,
iglesia c.lominic.1, 154i- 1560, 1994 Revuelta zapatista en Chiapas
resuuraJ.a dur:1ntt" d b:tmx:o
1954-1996 Guerra civil en Guatemala

Antigua, Guatem:ila, P\~7~


MayQr, t:atedt-.11, 15ó5, rcmui-1d:.1
a partir de 1n3 R1gobcrta Mtnchú

H«nin Conú, gnhodo en Mapa de América coa L, ,mag,n desu, Alcunckr ~on li umbnkh
m.ck-ra, siglo Xl'1 c.nquisrad,wn, Theodor de Bry, 1i96
1121 Independencia de México f.mili,no Z:ipou (IN79- 1917) 1911-1920
INS-1141 Revolución mexicana
Guerra entre EE.UU. Slsfo n Investigación
y México y excavación de
1114-1"7 Emperador Teotihuadn
Maximiliano

1616 Muere Shakespeare 1m Boston Tea 1115 Waterloo \'ista de la Torre f'..Jffel 1914-18 Primera
Party, EE.UU. y de la faposia6n Unn.i:rs.al,
1616-1648 Guerra de los 1821 México se inde- Parb, 1819 Guerra Mundial m
Treinta Años en Alemania consigue la e:
....
pendiza de España 1939-45 Segunda o
independencia
1613 Los turcos llegan a Viena 1141 Primer parlamento Guerra Mundial -i:::,
1719 Revolución ...___
OJ
alemán en la iglesia de 1991 Disolución del )>,
Francesa San Pablo, Frándort ~
Pacto de Varsovia, ¡:::¡·
1895 Teoría del psicoaná- fin de la guerra fría OJ
~
CONSEJOS PARA LA ESCRITURA Y PRONUNCIACIÓN
DE LA LENGUA MAYA
Nikolai Grube

En la fomi li:1 de bs le11gu:1s 1nayas existen muchos mayas. La p ronu nciación de los ~ignos ortográficos L.a ··x·' se correspondt: fonéticamente :il sonido no s<>n mayas. sino que le!) fueron ntnrg::u lo'\
sonidos qrn:: pueden parecer inusuales a cualqu ier se basa en gran ¡x1.rrc en d t:sp,11lo l, aunque cuenta "sh" del inglés. por los investigadores du rante lo s siglos XIX
h:1bl:intc espaúnl. Y por contra, algu nas ele las uni- con una serie de particula ridades: y XX. Muc hos de ellos son de o rige n es p.1-
c.l:ide~ sonoras que nos.otros considtramos na rurales - La "ch" ::.e pronunci3 como en castdlano. ñol, como Car;icol. mientras qur. o tro~ ~on
son desconocidas para los mayas. C:uando los pri- En todas las lenguas mayas, acle.más de conso- términos ma ya~ de nueva formac i{m, como
meros españoles aprendieron a hahlar las lenguas nantes sim ples c:xistcn consonantes glntaliza~ En muthas lenguas mayas, :1sí como en los jero- Xunantunich ("piedr:i de la muje r joven ").
mayas en el siglo XVI y empezaron a redactar dic- da.s; entre su articulación y la d t l:i siguiente glífico~, las vocales largas y cnnas van ligadas .1 Lo.:,, nombres origi nales mayas caye ron en el
vocal se cierra b }{iotis por el espacio ele un se- distint'ús sig nifica dos. Las largas se in dican me~ olvido ya antes de la con<.¡u ista cs¡x11-lOIJ y
cionarios y gramáticas con la intención de conven ir
a los m ayas y a nexionarlos a su imperio colo n ial, gundo. Las consonantes glot;ilizadm, se ma r- d iantc una doble vocal. Así) pues, chak significa est:ín siendo dcscífrados ahora por prim er.l
primero tuvieron qut: inventar letras o com binacio- can con un apóstrofe: " rojo", m ientras que "C.haak'' es el nombre del vez. Así, pues, sabem os por cjen1 plo q ue e n d
nes de letras par:i los sonidos que les eran extrafi.os. dios de la lluvia. periodo clásico Tikal se llamaba ·-~lutul" y
k11b ..Tierra.. k_'ab' "mano" P a lenq ue, " Lakamha"·, Con todo. seguire m os
Puesto que c:n el mundn maya habfrl distintas ó r-
dtncs e nca rgadas de b evangelizació n y dado q ue koj ..puma·· k'nj ··máscara .. - En los jeroglíficos también se dife rencia en - utilizanJo las dcnom inacionts usuales. ya l¡t1e
t zu1z "man teca" tz'u1z' "beso" tre el sonidos de fondo "j" y el g lotal ··1, " . E ste d hech o d e rt:b:iut iza r los yacimie ntos a rq ueo~
n o todas bs lenguas fueron rcgistrad .-1s por escrito
pat "dar forma a algo•· p'at "dejar algo a tds· último se aspira lige ramente y en rnuchos lógicos podrb causar gran co n íusión.
;il mismo tiempo, surgieron va ria:, o rtogra fías. Y
podía ocurrir que las reglas válidas para uno de los casos p ued e llegar a desaparecer, mientras q ue
l<o sólo se glotalizan las consonantt::s~ sino el primero suena ig ual que en espaiiol (reloj). Algunos ejemplos de pronunciación pn ra lo:-.
idiomas rnayas no tuvieran raz ó n de ser en o tro.
Pero d esde d afio 1989 existe un a o rtografía uni- tamhién las vocah::s. E n tal caso suena como si Este li bro se ha basado en i,1, ortografía para lectores hispanohabla n tes:

ficada pa ra la escritura alfabética de todas las len- se retuviera b revemente la respirn cir'm tras escrihir las palabras may;ts que en él, con
pronun ciarlas. la c::xcepción de algunos topóni m os como Xuna ntu nich Shunantuni~h
guas mayas. Fue desarrollada por m iembros de la
propia etnia para foment;1r la comuniG1ció n y, D z ibilchaltú n (Tz'ib ilchaltu n) o Tíkal (T ik 'al), Uxmal Ushm:il
con e llo, la cohesión política y cultural de los dis- - En las le ng uas mayas del alti planó existe una cuya forma lleva muchos años preíijada . Kamina ljuyú k:nninalíuyú
tintos grupos. En un p rinc ipio sólo los mayas "q" gutu ra l postvclar. Aunque lingüísticamente tendría sen tirlo cs- )oyab'aj )oy ah-a j
guatemaltecos utilizaba n esta o rtogra fía oficial, t;rndarizar d ic hos té rm inos, su forma no seco-
pero ;ictualmenle se ha irnpuesto también en - La combinación " tz" m a rca un sonido siseante rrespondería con la que aparece tn los mapas.
México y c:1d,1 vez se respcla más como estándar en sordo du rante el cual la punta de la lengua choca A diferencia de lo que pueda parecer, el nom-
la investigación y en las instituciones políticas no contra la parte posterior J e los d ientes. bre d e la mayoría de yacimientos :irqueológicos
AUTORES

Dr. James Brady PO Dr. Nikolai Grube de investigación: b agriculn1ra intt!nsiva de lo, Tcmis Vayhinger-Scheer, M. A.
Los Ángdes, California State Univcrsity, Dc- Austin, Univcristy of Texas, Departrncnt fo r mayas y la arquitc:cmr:i. Bonn, Rhein ische F ned rich-W ilhdms-Uni-
partment of Anthropology, proft:~or a:-.oci.:1do; A rt a nd Art I fistory, cátedra lsinda and versira1., l nsti lut fü r Altamerikanistik und
director de proyectos de cxcavacibn en bs cue~ David Schelc; Tlonn, Rhein ische F ricd rich- Prof. Dr. Annegretc Hohmann Ethnolog ie, doctoranda; principa les árc:is de
vas de la región maya, e nt re o tras N ajtunich W ilhelms-Un iveristiit, lnstit ut für Altamcri- Graz, Tcchnische Universit:ü,' lnsLitut für investigación: etnohistoria <le las tie rras ba ja,
y Dos Pilas; principal área de investigación: kan isrik und Et hnologie; beca H eiscnberg d e Stad1cbau, profesora de u rba nismo; ¡>rincipalcs del sur1 m ayas itzaj.
arqueología especializada en cuevas. la Dcutsche Forschungsge meinschaft; p rinci- árt".1~ de investigación: urhanisrno y o rdenación
pales áreas de invesLigación: escriLUra jeroglí- terriLDrial en la cullUra m aya. Dr. Karl A. Taube
Pierre Robert Colas, M. A. fica, hisLoria y ctno lingüística; desde el ano Ri verside, Univcrsity of California, Depart-
Bonn, Rhcinischc F riedrich-W ilhelms-Uni- 1986 experto en je roglíficos para distimos prn- Simon Martín mcnt uf A nthropology, profesor; pri ncipales
vc:rsit5t, l nstitut für AlcarncrikanisLik und ycctos a ry ucológicos (Cop:ín, Carneo!. La Lond rc,, Univcrsity Collcge, inve><igadnr áreas de investigación: la iconografía, la reli-
Ethnolog-ic, docrnrando; invesrigacione~ ele Milpa, Yaxh:í). asociadn, proyecto-epígrafr del proyecto ar- gión y el p;mtcón divino mesoamericanos.
rampo arqueológicas y epig ráficas en el proyec- q ueológico de Calak mul, Campeche, México;
to gco-arqucológico d e la meseta de Northcrn Marta G ru be principal e-) :írcas de invc::stigación: e~critura jc- Stefanie Teufel, M. A.
Vaca (fk lice); arqueólogo espccializ:i<lo en cue- Bo n11, colaboradora e n distintos pro yectos ar- roglfíi ca e historia de los mayas clás icos. Bonn, Rhein ischc F ricdrich-Wilhclms-Un i-
vas dd Proyecto A rqueulógico Pied ras Negras queológicos en Belice. versittit, 1nstitut fü r Altamcrikanisl"ik und
(Guatemala). Dr. Marilyn Masson Ethnologic, dnctoranda; colabor:id ora en di,-
Antje Gunsc,nheimcr, M.A. Alhany, State U niversity of New York, De- tinLos proyectos arqueológicos tn G uaLCm}da
Dr. Nicholas Ounning 8 onn , Rheinische Friedrich-Wilhelms-Uni- p;irtment of Anthropology, prolcsora asocia- y Belice; principales área!-. de investigación: es-
Cincrnnati, O hio, University of Ci ncinnati, vcrsitiit, lnstitut für Altamcrikan istik u nd d:1; dirc::nora de lasl excavaciones de L1guna cultura e iconografía de Piedra, Negras.
D cpartment of Gcogr:iphy, profesor asociado; Eth n<>logie, doctoranda; pri ncipales ,íreas de On, Belice; principales :'Írt!aS de investigación: Guatemab.
princip:ilcs á reas de inve,tigación: arqueolo- inve,tigación: literatura maya yukatck y so- arqueología d el poscl:ísico e n las tier ras bajas e
gía de ascntam icntrn,,, agricultura y arqueolo- ciedad maya de los in icios de b época co lonial. inscripciones za potecas. Dr. Michacl Vallo
gía de la región del P uuc. Bonn. Rhein ische Fricdrich-Wilhclm,-Uni-
Dr. Norman Hammond Dr. Mary lillen Miller versirat, ( nstitut für Alt:i mcrikanistik u nd
Markus Eberl, M.A. Boston Unive rsity, cated rático d e a rqueología ,ew Haven, Vale Univen~ity. c:í tcd r.1 \!in.- Ethnologie, doctorando; colaborador del pro-
Bon n, Rhein ische Friedrich-Wilhclms-Uni- y protesor a,ociad o en arc1ueología maya d el cent Scully de h istoria d el arte; principales yecto arq ueológ ico d e la Universidad d e Bonn
ver~i t5t, [nstitu l für Alramcrikanistik und Peabody Muscum de la H arvard Un iversity; :ín:as de investigaci(m: hi,toria del :1rre en en Xkipché (Yucarán); pri ncipales :\reas de in-
Ethnologie, doctorando; pri ncip;1lcs áreas de:: miembro de la Rrit ish Aeademy y de la Mesoamé rica e iconografía d e las pinturas vestig;1ci6n: cronología de la región del Puuc
investigación: arqucolop;fo. de las Licrras bajas, Societ)' of Antiq uarie, o f London; colabora- m ura le> de Bonampa k. y ccdmica.
eo;;cntura mnya, escat<1logía. ción en d i.;;tinto~ proyectos arqueológicos en
Belice, incluido, los d e Lubaantún, Nim Li C hristian P rager Alexander W. Vo8, M.A.
Dr. Eva Eggcbrecht Punit. Nohmul, Colh:1 y Cuello. Desde 1992, Ronn, Rheinische Fried rich-Wilhelms-Un i- Bon n, Rheinischc Friedrich-Wilhcl,m -Uni-
H ildesh cim, Roem er-und Pcliz.acu.,- Mu- director de in vestigaciones en La Milpa, al vcrsitfit. Jnscirut für Altamerik:i nistik und ver~itat. lnstitut für Altaincrikanistik uml
scum. colaboradora; principales áreas <le in- noroeste <le Belice, c::n co1aho ració11 con Gair Ethnologie, colaborador; principales áreas cié Eth nologic, doctorando; colabo rador d el
vestigación: Eg ipto, culturas del mund o, Tuu rtellot. investigaci6n: cscriLUrn jeroglífica. inscripcione~ proyecto ar<.¡ucológico <le la U niversidad
historia del d cscuhrimien to. de I:" tierras baja, del Mayab hcliceiio, etnoh i,- de Bonn en Xkipché (Yucatán); p rincipales
Dr. Richard Hauscn toria de la época colonial en las tierras baias. 5reas <le investigación: e~critura jeroglífica,
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Ciudad de G uatemala, Universidad d el Valle, gional A rchaeoh,gical fn vcstigation ,,r the Dr. Ooric Rcents-Budet de pequeñas dimensiones en d proycc111 d e
arquitecto y u rba n ista; 1980- 198~ emb:ijador North Pete n, Gu,1tem ab. d orectnr de p royec- Wilmington. Thc Un iver>ity of North Caro- Xkipché.
en EE.UU., vicc::ministro ele asuntos exteriores to; d irector de las exca vaciones de :--lakbé, El lin:1, <lirectora del Muscum of World Cultures
en Guatc::mahl y direc10r de la o fi cina de LUri~- Mir.1dor y muchas otr.1s ruinas dd norte del )' profi::,;;:ora asoci.1da adjunta. Ocparrmcnr ElisabcLh Wagncr, M.A.
mo l~GUAT. Desde 1984 participa aettva- Petén: principa l :írea de rnvc.::~tig::1cic'in: perin• of Anth ropolngy; p rincipales :irc:ts de inves- Bonn, Rheimschc 1-'riednch-W,lhclrm-Um
mcnte en In investigación de la cultura maya, do prccl:ís1co. 1igaciún: cerámica policroma. iconogr.1fía y ver~itii.t, lnstitu t für Alr~11n(•rik.mi•nil... uml
co n especialización e n escritura jeroglífic:1 y activación ele neut.rone~ de la cer:í.m k a del E.th nologit', doc1nramla: artiMa imlqx~n~lil'nll'
arq ue1Jlogía dt: las tierras alcas. Dr. Petcr Harrison clásico. (e~cultur:1 y grnb.1dos en piedra!-i prcrirn..,~): m-
/\lhuqucrquet Univcrsity o f N e\.V .'v1exico, rerc::scs como investigadora: cscriwr;1 Jt"rogli -
Daniel Graña-Behrcns, M. A. J\ nthH1pology D epartm t'nl, profc,or a:,.ocia• Fraukc Sachse, M.A. fir,1, historia d inástica~ iconografía y :1rce~1ní.1
Bonn, Rhcinischc Fried rich-Wilhcl1m - Um- do adjunto: inve,tigador asoci.,do del Mid- Bon n, Rheinische F ritdrich-W il hclms- Uni- may~1 prtcolomhina.
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Ethnologie, doctorando: principales :í rea> de Uni,c::rsiry: director y partic1 p.1n1c en proyec• E thnologic.:::, doctoranda; principales árc:1.s Je
invc::~tigación: arc.¡ucología e inscripcionc~ je• tos de cxcavac"ir'm en T ik:11. Q11111tan:1 Roo invt!Migación: lmgühtica maya, ctnohi,;;:mri.1 1

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Citas

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189-1 90
ÍNDICE

Ávila, Alonso dc!,73, 376 calendario, sacerdntc del 131, 141 ss, l07 r:t,i/am /Jalam, lil,ro de 11. 131. 134 s., 141. 144,
A
Abai Takalik '!IJ, 'i3 , 442 Awilix :no. 3(,1 calzada terr:iplenada 51. 21 O, 232, 232 ,., l.l2 342,389, .191
abastecimiento de- agua 3:?i anecas 99 s., 180, 182, l75, 428 cámara sepulcral 3 11 , 314,315 chile 71
J\canceh 442 Campeche 21, 24. 377. 417 Chimalrenang:o
máscara de c:.stuco 60 ~. B canal del alma 3 11 dintel 16
Acosta, José de 128 l:l':tl:un Aq'ab' l<,2 C:i ncuén 443 :VIi xco Viejo 360, 366, 368
:1crúpoli~ 52,428 13':il:un Kitze .l62 c:inihalismo 179 chinamit 366 s.
achiole 428 b:icanal 294 canteros 338 Chin:impas 76
f\:ija Vera paz 359,360 cat1ón de Sumidero 380 Chinkultic H.l
adelantado .l76
hajorrdievc 60 caoba 27 s. Chocholá 93, 337
adobe 248, 428
ha jns 58. 72. 428 capitel -129 ccdmlca Chocholá 429
agave 428
agricultura 62 . 71 ss., 71, 79 bak'tun 428 Caracol 132, IC.2 ss., 169, 173. 198. 199, 232, chontal -1 IO
aguacate 45 bakah l.l6 ss.. 287. 428, 437 266. 340, +B chuchq:,jaw 423
Ba!:tj C han K':iwiil 1(,5 ss. pir:ímide de Caana 163 Chujuyuh' l(,O
aguada 428
balam 428 c:1rre1e ra ceremonial(➔ cal ✓.ada) chultún 200,324,430
Aguatcc;i 18-1,-112,-1-11
fhl:imkú 198,442 cas:t ahsidial 36 s.. 429 Chuwitinamit 359
""da 2 413
Ag11il:ir, Certinirno <le 31-1 B:ilankanché 304 Castañeda, José 1.uciano ..JI U ciclo de 819 día, 139. 4 l0
A.gurci:1, Ricardo 211) fhlberra 88 Castas, guerra de 16, 418 ss., -133 ci nahrio 43(1
Ahpo Smz' il 366 halché 82,294,324, 429 Cathe rwood, Frederick 13. 121, 202, 21 l.1'!2, cistc-rna ( ➔ rhullún)
297, 323, 3M, 401, 403, 405. 4\J6 s., 4 1O, .¡ 11 ciudad prdín l28
.\ i \laxam 259 banda celestial 2S7 ss., 429
a¡aw H'J, 428 bandeja cósmica 287, 289 cedro hisp;ínico 17 Ciudadela 101
ajk'inoh (--0 sacerdote c:tlend:írico) baños de vapor 429 ceiba 27,429 clima 21 , 22
Barra, fose 88 cenote 279, .l24, 429 clovis, cultura 35
i\kan 294,428
1\ke 4-12 bastón plantador 419 Centru;i1né ric3 429 coa HO
alcohol 29-1 bat:ih 428 cedmica 42, 61. 64, 88, 103, 110, 125, 127 s., 130, C:obá 2 l2, 443
alforería l-19 13ec:ín (,3, 184. 442 146 s., 247 s., 251 s., 255, 278, 34') estela 1 283
.ilgodún 22 , 71 ediltcio 1 209 cedinlca Copador --129 Cohwd, Swamp 35
ali:111z:1s m;Hrimoniaks 367.1 I~ edificio I V 208 s. cedrnirn plomiza ~59, 41() Corns-Chicanel. fo,e 42
íkjucal 107 cerb,uana 429 d,dicc 430
alma 27 1 ss., 31 1,313
Belice 21, l2 . !,48, 41 7 cereales .l87 Códice de Dresde 11(,, 122, 129, 137, 140, 141,
~d1n:1-1oa} 312 ~.
Bcrlin, Hcinrich 11 8. 119 Cc-rros 51 , 63 ,., (,9, 443 144 s.. 145, 178, 286,399,430
;\lmend.ínz, Rica rdo 408
Bcrnasconi, Antonio -W8 máscara de e:-tucn (JO C6d ice de M,,drid 129, 16!,, 4311
altar 428
:\ltar de Sacrificios -111. -!(,, 51. 57,118,254,442 hiosÍtra maya 419 cetro 152 Códice de P:irís 12'1, 140,145,261, 430
alter ego 1)7, l lfl, 251. 259, 26-1, 313 Black m:111 Eddy 51 cctro-m:iniqui 435 Códice de \'icna 116
1\ltun-H.< H2 Bladen, fase 36, l8, 40 ss., '14 ch'ahom HO Códice Grolier 129, -130
~1\urinógt:no!'.I 428 bbnc:1 concienci:1 de b florescencia ~ 11 s. Ch'ok 150 Códice ·1·rn Cortesiano 129
Ah·:irado, Pedro ele l02. l74 s., 375. l77. bo:t lO ch'ol 90, 92 ss., 122, 126. lH 1, 4 lO Códice Trmno 402
13olonchén 297,324, 329 ch'ol, cultura 92s. códice, estilo ú4, 4311
378, 379 '·
Allspice, tipo .l5 Hllnampak 181,235 ss., 442 ch 'ort i' -1.lll Codz-Poop 327
amasijo 179 acrópolis 236 s. Ch:i:ik 41J, 66, 82. 129,233, 26ú, 28(,, 289, 305 , .. cofr:u lía 430
Arn:1tit l,u1 87 emla 3 105 306, l26. Jó!J. 4.lU. 437 Co)(oiludo, Fray Diego IJ,pcz de 233
AmaLle, fase 1!5 pinmr:1~ murales 234 ss. ch:ik mo'ol 430 C:olha 4.l, 46, 51 , .. 64
anacardo 45 Bf>tttger, Carl 1\ugu" l99 Chak Tok lch'a:ik 1 159 Colón, Cristóbal 374
análisis del polen -118 Rourbourg, i\bbé Ch:irle, (:ticnnc Chalcarzingo cnlnni1.ación 3i3 ~~.
ancestros 270 l:lrasseur de 402 relieve en la roc:1 300 columna doble 11(,
:\ndrews. E. Wyllys 6 l bóveda 1-1, 199, 429 Chalchuapa 51, 87 rnmal 431
animales domésticos 428 bó"ed:, fo Isa 14 s, 199,315, 42') chamancs 307. -1.lO Comalcalco H.l
broca para el fotgo 42') Chan C haak K'ak' nal J\jaw 336 Comité de Unidad Campesina (CUC) 422
/\ntigua
l:lry, Thcodorus ele 386 Chan !vluw:,,111 105 complemento foné:lico ~31
com·t'nto de San Pranti~t c) 384
apron molJing 57,428 Buen;1vista 34ú Chcncs 200, 326, 4 lll conejos, V.'.lso de lo:-. 127

:írbol del mundo 5(,, 21lú, 280,281,288 Buenavista dd Cayo 251 Chetum:d l77 conquistador l7l
Arenal. C1~e 92 Chiapa de Corzo 60, 63 construccit'm con C"nchapado 431
418
argain:t'la e Chiapanec:t< .l81 copa! 272, 4 l 1
a rmas 18() caheza colos:d 88 s. Chiapa,26, 186,381,401, 417 copa!. resin:i de 57
c.,hiklo 385, l87 Chicanna Copán 51 , 92, 10'! ss., 120, 169 s., 1911 , ., 205,290,
arquitectur:, 195 ,.
arquttectura megalítica 428 c:,c.,o 22. 32s., 111'1, 236, 249, 25 1, l87 edificio 11 200 400 s.. 404,405, .¡43 s.
1\ rroyo Je l'iedra .¡ 12 C:icaxtlá 272 chicle 28 altar l. 170
astronomía 131 ss. cacicazgo 87 s. Chichén ltzá 16, 68, 96, 133, 187, 190,273.305. campo de juego de pdot:i 189, 191,206
1\sunciún ~lit:, 360 c:,íé 26,4 18 s., 429 H 2, 344,345 s., 353, 400, 44.l edif,cin .¡ 205
Atetelco C:ihal !'ech 51 s., +12 ,. ca,:, d e las .\-lonjas 185,212, 401 edificio 8N-6ó 276
pinturas muralc~ 111 Cahyup 359 Cenote 25,376 eclif,cin 9 206
Atitl:ín 378 c:ilabaz:, 45, 42<J El Castillo 194, 215,343, 407 edif,ci" IOL-IU 190, 428
,-\titl:ín, lago 21, 23 Calakrnul 14, l ó, 51, r,u, ú-1, 14'! , ., 157, 159. Iglesia 345 edil,cio IOL- 11267
:ulatl 101. 1113 , .. 18IJ. 36ll, 435 162 ss., 1(,5 ,., 1(,8, 171 " ·· 1')8, 443 juego de pelota 186 ss. edificio IOL-22 264,291,428
atole ~ l, 428 calend:1 rio 116, 118. 134, l.l8, 142, 142 s., 292 pirámide de K'uk'ulk:m 320 s., 443 edificio IOL-24 429
Aurnr:t, fase '14 calend:t rio haab de l(,5 días 134 templo de lo, Guerreros 213 s., 432 edificio IOL-26-sub 338
:1utori(bdcs, jerarquía de 3~5 calendario ritual(➔ 120/kin) C h ichicastenango 75 edificiolOL-29 270 s.
Avend:u10 y Loyol:1. ,\ndrés de 115. l82 s. calend:irio tzofk'in de 2611 días 134 Chilam /Jalam 430 escalera jeroglífica 111 , 1r,5, 207, 4 l 1
estela A 121 economfa de plantaciones 418 fresco 102 ltzamnaa j 274 s., 28 1. 283,287,352.434
estela B 293 Edzná -18, 51, 63 s .. 444 mapa del centro urbano 100 ltzarnnaa j Ralam 106
estela 1) 292 Ejército Zapatista de Liberación 1'acional pintura:-. murales 103 1lzamnaaj Rabm lll 173
estela F 434 (EZLN)43 1 pirámide de la Luna 87. 100 ltzán 445
templo 26 195,206 F.k Ral:tm .l45, 444 pirámide del Sol 87, 100 lx Chel 305. -134
Córdoba. Francisco Hernández 374 acrópolis 12 plaza de la Luna 100 ixil 357. -134
corozo 27 El Baúl 88. 90, 93, 4H palacio de Quctzalpapalotl 100 lximché 16, 186. 379, 380,445
correlación 431 estela 1 91 sustanc.ia sagrada 104 palacio de Ahpo Sotz"il 366
corte de los soheranos 249 El Cast,llo 346 templo de Quetzalcoatl 99 s., 101 ,. tumha 27-A 362
corte real 150 El Cayo 444 s. fresco 432 lxkún 445
Cortés, 1--lcrnán 374 s., 375, 378 s., 381, 390, .l97 El Chayal 48. 55, 87, 89 s., 93 fri joles 45, 71 ss. lxlu 4-15
cosmografía 281, 286. 28'!, 29 1 s. El Chiquero Frutal 87. 94 lxtepcque -19. 55
Costa Rica 22 estela 1 63 lxtutz 445
Cotzum:1lh11:ipa 23,431 El Manantial 245 G lzabal 2-1
Cozumcl .l05. .l48 El Meco 346. 445 glifoemblema 121, 432 lzamal
craquelé 4 1, 4 l 1 El Mirador 51, 55 s., 58, 63, 94, 176, 197, 4-15 glifi., intmductor 432 convt:nto Íranci:,cano 393
nestcría 1'J9, 20 1. 431 El Mirador, cuenrn de 51, 56, 63 s. glmocrnnnlogía 433 !zapa 88,445
cristianismo 387 El Perú 168 Cómara, Pr;mcisco Lú pez de 398 estela 7 91
cristianización 390 ss. El Port6n 87, 89, 91 Gran (;arra de Jaguar 107, 22.l, 27 1, 27.l estela 50 14
cruzoob 420,431 El Quiché 35, 358 Grijalva, Juan de 374, 376
Cuadros 88 El Salvador 21, 23 s., 417 grupo de patios 200
4 ajaw 8 kumk'u 136,259,264,28 1,284 s .. 431, F.I T:ibasquei\n 445 grupo E 133, 430 jade 66 ss., 96, 43-1
429. H7 El Tigre 51, 58, 60 guacamayo 30 jagu:ir 31. 277, 313
Cuca 185 estela 2 63 guano 27 Jaina 184,279,308 s., -+45
Cuello .l<,, .l8, 40 ss., 41, 43, 44, 48, 51 grupo oeste 58 Guatcmal;, 21, 23 s., 26,417 s., 421 ss. Jabvitz l62
cuenta corta 4_) 1 máscara de estuco 50 guayaba 45 Janab Pakal (,7
cuenta larga 138 s., 342, 4.l 1 El Zotz 445 guerra 103, 105, 164 s., 175 ss., 178, 182, 18.l, 184, Jasaw Chan K'awiil ú9, 168,221. 225 s., 229s,.
Cueva del Sangre 475 enanos 157, 278 s., 305 s., 432 185,2 13 ss., 270, to9 jawantc 434
cuevas 178, 191, 295, 296 ss., 300 ss., 303 s., .l05, enanos de la corte 278 s. guerra civil 421 ss. jeroglífico de nombre 109, 119, 172
306,307 enrnmienda 37.l, 377 s., 385, 432 guerra de las estrellas 178, 18.l jeroglíficos 15, 33, 6.l, 90, 106 ss., 115 s., 117, 118,
cultivos empan tanados 74, 76, 77 s., 431 engvbe, cer:ímica de 41, 62, 64, 88, 247s., 432 Guerrero, Gonzalo de 374 119, 122 ss., 125, 126 ss., 133, 133 s., 138 s., 142,
cultura Veracruz 431 entrada 4.l2 149, 151,158, 172, 178, 188,233,250,252,254,
entronización 153 H 264, 289, 298, 313,431
D epigraÍía 432 haab 134 s., 138, 142,433 Jocotal 88
danzantes H olmul 431 cpiolmccas 432 hacha 433 Joyabaj 417
datación por radiocarbono 431 época colonial 385 ss. halach winik 433 juego de pelota 155, 179, 186 ss., 190, 195,
deformación cra neal 43 1 equinoccio 432 hematites 433 .l 15 s.,434
depósito sagrado 68 s. era actual 432 héroes gemelos 247, 433 )un Junajpu 186,264,315 s.
día de la creación (➔ 4 apw 8 kumk'u) escritura 432 higuera 128 Junajpu 186 s., 191, 275, .l l 5 ss., .l69
día de la creación del mundo 43 1 escritura cuneiforme 121 higuera asfixiante 2i
días intercalados 135 escudo de disco solar 270 Hochob 445 K
d inastía s reales Escuintb 94 hombres de maíz 286, .l 12 K'abal Xook 107, 155
Copán 456 escultura 5(, s., 60, 63,309,346 Honduras 21, 417 K'ak· Tiliw Chan Chaak 252
Palenque 457 esp:iñoles .l7.l ss., 378, 390 Hor miguero 445 K"an Joy Chitam 97
Tikal 458 espejo 4.l2 horno de tierra(➔ pibil) k'atun 129. 138. 229. 434
Yaxchilán 459 Esperanza, fase 49, 90, 95, 432 Hu'unal 54 s., 96, 433 K'awiil 06, 2'.i9, 268 s., 270 s., 277 s., 292,338,434
d intel 116, 155, 157, 168, 169, 172, 174,431 espin.1 de manrarraya 4.32 hu'unal 61, 96 k'iche' 16, 26, 92 s., 94,186,286,302 s., 350,357,
d ios bufón 431 esquema del universo 286 Huehuetenango 35, 359 360,362, 365s, 367,369.380, 417, 424,437
dios de la lluvia(➔ Chaak) Esquipulas 303 huerto 75 k'in 138,434
dios del maíz 155, 239,256, 258, 2(,4, 270, 286, estación lluviosa 432 huesos 153 K'inich 434
428 estación seca 432 huipil 433 K "inich Ahkal Mo' '.\'aah 97
dios del Sol 274 ss. Estachería, José 408 Hurnll<.>idt, Alexander von 11 6, 398,399 K "inich Ajaw 275, 276, 4.l4
dios del viento 267, 274, 275 estado pequei\o 149 1--lun Ye Nal 284, 4.l.l K"inich Janaab Pakal 97. 202,27 1,273,3 11,314
dios E(➔ Hun Ye Na!) estela de Madrid 409 K'inich Yax K'uk' Mo' 109 s, 11 0,270
dios C (➔ K"inich Ajaw) estelas 15, 56, 63, 9 1 ss., 127, 156 ss., 169, 291 s., K'iq'ab" 364
dios K (➔ K'awiil) 338. 34 1, 432 iconografía 104 k 'uh 434
dios L 258, 21>4 ~sreras. motivos de 55, 92 s. lchpaatún l46, .l48 k'uhul ajaw 149
dios N 26-1 estilo internacional 345, J53 ídolo 128 K\,k\dkan 320 ,:, 43-1
diosa 1--1 ( ➔ lx Chcl) estilo mixtec:1 ele Puebla 359 iguana 30 Kabah 233, 327, 406, H6
dioses 263 ss. estuco 13, 15, 46, (,1) , •• 198 s., 266, 432 lk' 252 SS. kakaw 434
diost:S remero, 284..Bú. 431 estuco de c:1 \ 57 .,. 1k ·¡ B"alam 362 kalorn 432
tlipl(11naci~1 hasad~1en el matnm,,nio 172 ~- et nohistoria 43~ llokab' 362 Karninaljuyú 49. 88, 89, 90, 92 ss.• 95, 109. 197,
di.-,tinti\.'OS 'H, <)(,, 104 evangelización .l7.l, 391 incensario 92, 95, 148, 149, 273, 312, 352 s., 358, 360,446
Dos Pilas 150. 152. 165, 1(,5 s.. ln<J. 172. 412. -IH éxtasis 294 436,433 estela 9 92
pidmidc de El Duende 31111 incensarios 27 1,351 s., 43.l, 451 s. estela 1O92
drogas 21)4 s. F incienso 82, 148,294,433 estela 11 93
Dur.ín, Diego 397 faisán 30 incineración 369 Palangana. acrópolis 95
Durcro. Alberto 31)8 fauces del inframundo 299 inframundo 186 s., 191,200,255,278 s., 284, Kanek' 382 s.
Dzibanch,' 77. 162 s., 163,352, -144 figuras compa,icras del alma 253 286,299,302, 438 kaqchikcl 16, 186, .l57, 364 , ., 369,380 s., 429
Dzibilchidtún 51, 64, 444 fine orauge, cerámica 359,432 inscripció n de inauguración 33 Kaweq' 367
Dzibil nocac 326, 444 firma 253, 259, 339 intaglio 338 Kaxob 46
Dzitnup 260 s. Flores 382, 383 intradós 433 Kimi 276
Fiirstemann, Ernst 116, 118 Isla Cancún 64 Kingsborough. Edward King vizconde de 4iU
E fortificaciones 63 itz"aat 433 s. Knorozov, Yurii 119,1 21 , .
eclipse 141 , 144 franciscanos 378. 391,393 itzaj 381 ss., 433 Koh unlich 208. 446
eclíptica 431 búho de la guerra 103 ltzarn Ye 287,289,292,434 Komchén 4 1. 46, 51 , <,4
L miel 387 oficio 389 Popo! W u j 94, 186 ss., 263 s., 268, 270, 273,
La Blanca 88 milpa 26, 71 ss., 72, 76, 78,289,435 ofrenda, bandeja de 269 276, 286, .l 15, 360, 368 s., 369, 402, 437
La Lagunita 51, 89, 302 Miraflores 435 ofrenda, pan de 80 ss. poqom 92, 272, .l57
La Manteca 59 mito de la creación 281 ss., 286 ofrendas de fuego 226, 268 portador del año 437
La Muerta 64 Mixco Viejo 446 ofrendas rituales 82 s., 301,304 Portugal 373
La Muralla 64 mixe-zoque 134,435 ojos saltones I OI s., 104s, 109 s. Po rvenir 64
La Pied ra del Coyote .\ 5 mixttcas 435 olmeeas 39, 51 , 55, 66, 88, 93, 281, 436 prendas protectoras 187
La Venta 46 Moctczuma 397 orejera 67, 68, 353 p rimera ocupación de la tierra 329
La Vema, cultura de 281 m ono araña 30 oro 48, 362,376,436 p rincipio de rotación 351
laberinto 302 mono aullador 30. 31 otoch/owut 436 p ropiedad de la tierra 418
Labná 88, 232, 330 s., 406,446, 446 s. m o nstruo w itz 435 Oxkintok 325,447 P roskou riakoff, Tatiana 118, 11 9, 172, 189,
Laca nhá 235 montaña 297 Oxku tzcab 138 237, 359
ladino 435 Monte Alhán 134, 436 Pulltrouser Swamp 35, 77 s.
Ladyville 35 Monte Alto 88 p puma 31
lak 435 Montcjo, Francisco de 47,375, 377, 392, Pabellón modelado, cerámica de ti po 429 P usilhá 447
lakandon 381, 424, 434 397 Pacheco, Alonso 378 putun 437
Lamanai 59 s., 446 mopan 436 Pachuca 49, 102 Puuc 324, 329, 345
pla,no urbano 59 Moral 446 Pájaro-Jaguar 153 Puuc, estilo 213,216, 343,345
pirpm ide N 10-43 197 Mo rley, Sylvanus 235 palacio 195, 200, 222 Puuc, región del 210, 2 16 s., 323 ss., 352, 437
Land~, Diego de 115, 121 s., 128, 131, Motagua 9.l palacio de los Murciélagos 222, 300
1351s., 138, 263, 275, 292, 305, 318, 342, 351 , Motagua, río 66 palanquín 436 Q
400, 402 Motu! d e San José 253 s., 446 Pale nque 46, 97, 116, 163, 169, 172,178, 202, q 'anjob'al 424
lanzadardos (➔ atlatl) muerte 99, 276, 311 236, 266, 268, 281, 286, 311, 405, 408, 41O, q 'eqchi' 92,357,429
L1s Casas, Bartolomé de 379,380 mu jeres 243,354, 355,436 447 Q'umarkaj 302, 362, 364 s., 364 ss., 368
lazos lle serpiente 350 Mulchic 337 edificio 3 14 Quauhtema llán 378
Lemercier, Bernard 392 Multepal 436 estela de Mad rid 409 quetzal 24, 31, 96, 437
lengua 435 m úsieo 235, 239 glifos de estuco 434 quetzal, plumas de 109, 240
lenguas mayas 126 Inscripciones, templo/pal~cio de 116,204, Quetzalcoatl 99, 272,369
1ibro plegable 44 N 311, 314, 440 s. Quintana Roo 21 , 24,348, 41 7, 420
linaje 435 Na H o Chan 436 Palacio 198,203, 408 ss. Quiriguá 11 0,1 16,405,447
líneas de ascendencia 351 s., 428 Naachtún 59, 446 tablero de los 96 glifos 158 s. estela A 396
Linneo, Carlos de 32 nacimie nto 267 s. tablero ovalado del Palacio 96 estela C 281
Locona 88 Nadzcaan 446 templo de la C ruz 115,204,282 estela E 156
logog rama 435 nagual 436 templo Olvidad o 15 Izaba! 133
Loltún, cueva d e 35, 296, 297, 298, 305 Nahm, Werner 268, 276 templo XVI! 179
López- Mamon, fase 39 ss., 42 nah ua 369, 436 templo XIX 282 s. R
Los Tapiales 35 nahuatl 366 s. tríada (➔ tríad a tle Palenque) Rabinal Achi 362, 437
Lowe, ti po 35 N aj Tunich 306 torre 407 ramón 27, 74, 437
Loyola, Fray Andrés de Avendaño y 115 cueva d e Naj Tunich 191 papel de amate 128 rebelión .385 ss.
Lubaantún 446 N akbé 51 ss., 55 s., 59 s., 6.l s., 94, 176, pa reja d ivina 281 ,285 s. región de Petexbatún 184, 4 12
lucero del alba 178 197, 446 pavo 30, 387 rehén 97
lugar/plaza de las tres pied ras 223, 256, 259, 283 campo de juego de pelota 55 Pawajtuun 287, 436 reino 149
luna 144 cerámica 53 peca ri 155 Relaciones histórico-geográficas de Ind ias
hallazgos clásicos 65 pectoral 67, 69 437
M hallazgos preclásicos 54, 56 pedernal 43, 436, 438, 453 religión 351
Maa n 248 edificio 84, 62 pereg rinos 303,305, 307 reliquias, haces de 135
MacNcish, Richard 36 estela 1 56 perforador 436 re nacimie nto 268
Machaquilá 446 excavaciones 53, 57, 62 per ro 30 Rethorica C hristiana 390 s.
estela d e Machaquilá 97 mapa del centro 52 Petén 24s., 26, .l5, 244, 436 Río, Antonio del 409 s.
maíz 45, 71, 80 s. Nakum 446 pibil 436 Río Azul 51, 77, 107, 289, 447
Majukutaj 362 Naranjo 118, 162, 164 ss., 173,245,252,446 s. Pich Xcorralchc 331 edificio A-4 289
ma lacate 435 estela 24 167 pietlra arenisca 338 tumba 23 319
Maler, Teobcrt 16, 116, 11 8,216,226, 235 Nebaj 181 piedra de moler (➔ metate) Río Bec 231, 437, 447
mam 357, 435 iglesia 421 Pied ras :-.legras l 18 s., 166 s., 273 ritos 351
mand ioca 35, 45, 435 necrópolis 308 estela 12 170 ritual 298 s., 302,305,309, 311 ,437
Man í Ni jaib' 366s. estela 14 119 ritual de iniciación 43
convento 393 Nim Li P unit 447 estela 40 313 ritual de sangre 106
mano 43, 81 N irnak 'iche' 362 tablero m ural 158, 166 roza 71, 76, 437
marcador 186, 190 nixtamal 436 pinole 83 rueda calendárica 136, 432
marimba 435 Nohm ul 447 pintu ra al secco 436
máscara 63, 96, 322, 329, 345, 376 Nohoch Ek 51 pintura mu ral 111, 185,234 s., 238 ss., 337, s
máscara funer;-:i ria 66 Noj Ka j Santa C ruz Xbalam N aj 420 342, 350 sacrificio 179,277, 331
matemáticas 131 ss. Noj Petén l 15, 382 s. pintura negativa 436 sacri ficio k'cx 277
Maudslay, Alfred P. 11, 11 8, 201 nombre de d ía 134 s. pintura sobre cerámica 24 7 sacrificios de sangre 150, 152 s., 155 s., 180,
Maximón 435 nú mero d e distancia 436 pipil 94, 436 s. 265, 268, 273, 276, 3 14,429, 4.l7
Mayapán 16, 340, 343, 346, 351, 353, 446 Nuun U Jol C haak 165 s., 168 pirámide 195, 197,290 sacrific ios humanos 175, 179,240 s., 305,337,
estelas 348 pinímides gemelas 358, 436 438
pirámid"e de El Castillo 347 o piri ta 437 Sacul 447
pórtico columnado 349 Oaxaca 35 pitzil 188 saja! 438
mecapa! 435 objetos funera rios 42, 43 placa de Leiden 176 Sak Hu'unal 336
Menchú Tum, Rigoberta 42~ s. obsidiana 48 s., 89 s., 102, 108, 436 plataforma 52, 197 sakbc 46, 232, 291 , 438
Mérida 419 ocarina 43, 436 plataforma de calaveras 437 San Gervasio 346
Mesoamérica 435 océano primigenio 283,286 s. pochote 74 San Lorenzo 186
metate 43, 81,435 ocelote .ll poclueca 102 San Martín Jilotepeque 48 s., 93
México 22, 417 s. Ocos 88 pom 437 Santa An a
Michoacán 186 ocotc 436 Pomoná 447 El Salvador 24
Tcpeapulco 102 grupo A-5 196 Yax Ecb Xook 149, 159
Santa L ucía Cuwmalhuapa
te rmolum in iscencia 438 gru po H 61 Yax H al Witz 286
esculturas 23
Santa Ri ta 346,348 terra sigillata 24 7 s. pirámide E -Vil-sub 46, 47 Yax ltzam 287
terrazas 62 plato trípode 250 Yax K'uk' Mo' (➔ K'inich Yax K'uk' Mo')
Santa Ri ta Coroza! 350,353,447
terrazas, fornw::ión de 79 Uc,mal 448 Yax Mayuy Chan Chaak 167
Santa Rosa Xtampak 64, 448
Thom pson, Eric 118, 121 estela 4 175 Yax Nuun Ayiin 159 s.
tem plo-palacio 449
Tikal 16, 41,5 1, 60,62,94, 107s., 110, 149s., Ujuxte 88 Yax Nuun Ayiin 1 107 s., 109,270
Saqik 366 s.
157, 159 S., 161, 164, 166 S. , 168 S., 171 SS. , Ursúa y Arizmendi, Martín de 382 Yax l\'uun Ayiin 11 230
saskab 438
184,219 SS., 220,222,223,236,274,348,412, Usulután, estilo 64,429 Yax Pasaj 271
Sawmill, tipo 35
448 . Utatlán 186,364,448 Yaxchilán 107, 118, 155s., 161, 172,235,449
Sayil 329, 448
G ran Palacio 328, 329 acrópolis central 192 s., 221, 224 s. Uxbenka 448 s. acrópolis 143
acrópolis norte 201, 219, 22 1, 230 Uxmal 210,323.332 ss.. 333, 334,335, 3.37. 407, edificio 19 302
Schellhas. Paul 122, 263 s.
secuencia primaria estándar (PSS) 438 altar 5 228 448, 449 cdificio2 l 17
campo del juego de pelota 225 cuadrángulo de las Monjas 210,322,327, edificio 33 188, 401
sedenta rizaci6n 87
Seibal 41, 46, 48, 51. 64, 11 8. 171,448 edificio 5C-54 47 329, 332,334 edificio 44 339
estela 3 438 edificio 5O-3.l-1 267 estela 14 33 estela 11 139
edificio 50-34 262,266 palacio del Gobernador .l23, 328,329, Jl2, estela Yomop 173
estela 10 171
edificio 50-46 223 334,366 templo 23 155
Selcr. Ed uard 297
edificio 50-46 285 pirámide dd Mago 335 Yaxhá 77, 118. 149,449
selva lacandona 24
edificio 50-52 224 Uxul 5 1 Yaxhá-Sacnab 51
selva tropical 26, 27, 45
edificio 5-0 84 47 Yaxkukul 138
sepultura secundaria 438
estela 5 167 V Yaxun:í 46, 51,449
serie inicial 438
serie lunar 438 estela 16 228 vara con forma de serpiente: de dos cabezas 439 Yaxuun Balam 172
estela 29 160 vasija "Dazzler" 110 Yik 'in Chan K 'awiil 168, 221, 230
serie suplementaria 438
estela 3 1 109, 266, 267 vasija trípode 110,258.310, 312,351,360 Yucatán 21, 24,373 s., 380, 389,398, 417
serpiente de coral 30
estela 40 161 vaso de Buenavista del Cayo 250 yugo 439
serpiente de guerra 105 s.
grupo de pirámides gemelas 228 s. vaso de los siete diose\ 258, 284 yukatck 439
serpiente de la lluvia 90
marcador 108 vaso del "cacique gordo" 252 Yuk noom 166
serpiente de visión 4.38
siem bra, ceremonia de la 104 Mundo Perdido, grupo del 46 s., 101, 159, Vclasq uez, Juan L uis 55
signo de día 134 s., 136 198,22 1, 225 s." Venus 141 ss., 178 z
palacio d e los Cinco Pisos 224 Verapaz 24 Zacatal 64
signo silábico 438
pirámide de Mundo Perdido 226 Verbena, fase 92 Zaculeu 359,449
signos del zodíaco 140 s.
templo 1 168, 201,218,221,226,227 volcanes 22 s. zapote 27s., 28, 45, 439
sílex 35,438
silvicultura 74 templo 11 201,2 18 zapotecas 439
Sinaloa 186 templo 111 201 w zoomorfos 439
sistem a aritmético 116,438 templo IV 182 s., 201 Wak C han Ajaw 173
sistema vigesimal l.l 1, 438 T inta! 51, 56, 59, 63 Wak Chan K'awiil l6 1s.. 165
Site Q 438 tinto 27 Wakná 51 , 59, 62 s., 64
Siyaj K'ak ' 107, 110 T laloc 101,438 Waldeck. Jean Frédéric 115, .392, 407 s.,4 1O s.
Siya j K'awiil 159,278 toba 338, 438 w axtek 4.33
Solano, cultura 93 ss. tocado 97, 104, 149, 180 way 439
soldados-comerciantes(➔ pnchtequa) Toj il 268,270,302,362, 364 s., 369 Weitsch, Georg Friedrich 398
Sololá 421 toltecas 360, 438 winal/winik 90, 135, 138. 439
solsticio 438 Tallan 105 s., 107,11 1,360 witz 298, 327
Spondylus, valvas de 44 Toniná 111, 169,448 Wuqub' Junajpu 186,315 s.
Stephens, John Lloyd 11, 12 1,323, 402,403, acrópolis 302,318 W uqub' Kaqix 274,439
405,4 11 edificio E5-5 299
Strombus gigas 54 monumento 153 176 X
sucesión a I trono 15 1 s. monumento 155 179 Xab'aj 303
Sumidero Topoxté Xb'alankc 186,191 ,275,31 5 ss.. 369
caiión 381 pirám ide 412 Xcalumkin 116, 449
Swasey, fase 36, 38, 40 ss., 42, 48,429 tortilla 27, 80 ss., 438 Xcaret 449
trabajo en estuco 198 Xculoc 323
T trabajo en metal 362 Xeatzán Bajo 422
tabaco 295 tríada de Palenque (GI, Gil, Glll) 439 Xibalba 439
Tabasco 21, 32, 196, 417,376 tríada de Palenque 285 Xicalango 346
Usumacinta 25 tribu tos 76, 93, 102, 157, 175,236, 268, 278,387 xinka 439
tablero 152, 158, 166 tuc:ín 30 Xipe Totec 369
talud y tablero, arquitectura de 95, 101, 107 ss., Tulum 346,348,370 s., 373,448 Xiu
325, 438 edificio 16 342 árbol genealógico 387
tamales 27, 80 s., 250, 438 edificio 25 349 Xiuhcoatl 104
Tamarindito 4 12, 448 tumba 38, 64, 69, 226, 250, 289, 308, 311, 315, 318 Xkik' 186
Tamub' 362 rumbas, saqueadores de 12,244 s. Xkipché 216 s., 336
Tancah 448 tun 138,439 palacio 412
tapir 30 T uyuc, Rosalina 424 Xlabpak
Tarascos 4.37 s. tz' iib 438 edificio 1 211
Tehuacán 35, 7 1 tz'utuj il 357,365,369, 380 Xoc 46
te jidos .l87, 38'.I tzeltal 300, 381 Xtacumbilxunán
telar 354 tzolk'in 13 1, 134 ss., 439 lago subterráneo 303
telar de cintura 438 tzompantli 318,439 Xultún 149, 449
remascal 438 tzotzil 27 1,300,381,439 Xunantunich 449
templo 195, 226 Tzuultaq'a 297 s.
y
templos gemelos 368
Tenochtitlán 298,397 u yacimientos preclásicos 51, 87
Teotihuacán 16, 49, 84 s., 87, 94 s., 101 ss., 159, Uaxactún 47, 51 s., 55, 60, 64, 94, 107, 149, Yajaw Chan Muwaa n 181 , 236,240 ss.
180,438 159,448 Yajaw Te K'inich 164
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lizad:is y c..1uc poseen derechos ,obre las reproducciones u1ilizad:1s que \t.' pong.111 en conraclO con la editorbl. Ju,rin Kcrr. Nue\'a York ('.\/Y): 128 ab i: © K VG, Coloni,v' Kikol.,i Grubc, Bonnll'eter r-rc-.c, Múnicli: 128
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N:uional Geogr:ophic Society, Wa.,hingt<m O .CJS1ephcn Northup; 51: Richard D. Hanscn/Petcr Frese, Frese, Múnich; 173: fotografía © Galerie Merrnoz, París - fotografía: Rngcr A,selberghs: 174: Jus1in Kerr,
Múnich; 52: Richard D. l lanscn. Abe! Morales, Lopez Wayn K/Rolli Arts. Essen; 53 ar i: F. R. Hillman; 53 Nue\'a York (NY); 175: Andreas M. Cross. Múnich; 176 i: Justin Kerr. N ueva Ynrk (NY); 176 d: Nikolai
a r d: C. D. Bidx:r; 53 ab/54 ar i: Richard D. Hanscn, Los Ángcle, (CA); 54 ar d: Ami reas M. Gross. Múnich; G rulx:, ílonn/Rolli Arts, E,.-.en; 177: Justin Kerr, N ueva York (NY): 178 ar: Akademische D ruck- und
54 ab i: Richard D. Han,en. Los Ángeles (CA); 54 ab d: F. R. Hillman: 55: Juan Luis Vclas4uedRolli Arts, Verlagsanstalt, Graz; 178 ah: © K VC, Coloni:v'Nikolai Grulx:, Bonn/Petcr Frese, Múnich; 179 ar: Rafael
Essen: 56 ar: C. D. Bielx:r: 56 ah i: Ortegu/Richard D. Hanscn/Rolli Arts, Essen; 56 ab d: F. R. H illman; 57: Doniz. Ciudad de Mbcico; 179 ab: ! .inda Schele & David Freidcl/Rolli Arts, Essen; 180: Linda Schelc/Rolli
Rich:1rJ D. 1 lansen, l,os Ángeles (CA): 58 ar: Richard D. H ansen/Rolli Art,, Esscn; 58 ab: Natinnal Arts, Es.sen; 181 ar: Justin Kerr. N ueva York (NY); 181 ab: '.\/a1ional Geographic Sociery, Washingion D.C.;
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G inebra: 67 ab i: :Vlichel 7..abé, Ciudad de México; 67 ah d: Justin Kcrr, '.'Jucva York (NY): 68 ar: Adrian Cortesía del Peabndy Muscum, H arvard Univcrsity, Cambridge (MA): 188 e: © K VG, Coloni:v'Nikolai
Digby/llolli Arts Essen: 68 e (1) K VG. C.olonia/Eli,alx:th Wagner/Rolli Ans. fascn; 68 e ab/d: Justin Kcrr, Grulx:, Bonn/Pe1er Frese. Múnich; 189 e: Tatian:1 Proskouriakoíl; 189 ab: Linda Schcle/Pe1er Matt-
'.'Jueva York (NY); 68 ah i: E. Thicrn/1.orosfilm, Kaufbeurcn; 69 ar: Univcrsity of Pennsylvania Museum, hcws/Petcr Frese, Múnich; 190 ar i: H. Zaglitsch, Muiden; 190 ar d: H enri & Arrne Stierlin. Ginebra: 190
Filadelfia; 69 e ab: Jus1in Kerr, 1ueva York (NY); 69 ab i: Henri SLierlin. Cinebra; 69 ab d: The Art ab: Konrad Wothc/Look, Múnich; 191 ar: Archiv Grube, Bonn; 191 ab: Andreas M . Gross, Múnich:
Archive, Londres; 70: J. Pérez de Lara. C iud:1d de México; 71: Andrcw Harri,on/Rolli Arts, Essen; 72 ar i: 192/193: 2000 M:icd uff Everton. Santa 13,orbara (CA): 194: FPG/Bavaria Biklagentur. Diisseldorf: 195:
Tony Stone lmages. Múnich/ David H iser: 72 ar d: Tony Stone lma!(CS, Múnich/ Jac4ues Jangoux: 72 ab d: Williarn R. Coe 11/Pcter Frese, Múnich; !96 ar: F.lisalx:th Wagner, Ronn; 196 ab: Annegrct Hohmann-
Doro Schüi,.c/\'crsion. Colonia; 72 ab i: Herby Sachs/Vcrsion, Colonia; 73: Akademische Druck- und Vogrin, Graz; 19'7 ar: J\ndreas M. Cross, Múnich; 197 ab: Frank Ducotc/Nicholas H ell, mtth/Pe,er Frese.
Verlagsanstal,, Graz: 74 ar i: Pe1er D. Harrison, rs:ucvu México: 74 ar d: l\rchiv Grulx:. flonn; 75 a r: Pctcr Múnich; 198 d: Andreas M. Gross, Múnich; 198 i: Archiv Grube. 801111; 199 ar: Elisahc1h Wagner, llonn:
D. H arrison, Nuevo México: 75 ab: Tony Stunc lmagcs, Múnich/Paul Edrnondson; 76 a r: Peter D. 199 ab: Hasso Hohmann, Gra7./Peter F rese. Múnich; 200: H . Zaglit,ch. Muiden; 201 a r: J. Pérez de 1""·'•
Harrison, Kucm México: 76 ah: H erbcrt W ilhehny/PeLer Frese, Múnich; 77 i: Pctcr D. Harrison/Petcr Ciudad de México; 201 ah: Univer,i1y of Pennsylvania Museum, Filadelfia (l'A): 202 ar: AKG. ílc rlín; 202
Frese, Múnich; 77 d: 8. L. Turner 11 .; 78rl9 ar: Robert l'rancis, Sou1h American Pictures; 79 ab: Norntan ab: The Art Archive, Londres/J\lburn/J. Enrique Molina; 203 ar i: lg n:,cio Marquina/Pc1c.·t Frese, Múnich;
HammomVRolli J\rts, Esscn; 80/81 ar: 2000 Macduff Evcrton, Sarlla Bárbar:1 (CA); 81 ab: Justin Kcrr. 203 ar d: Herby Sachs/Version, Colonia; 203 ab: Mcrlc Grecne Robenson/Pe1cr Frese, Múnich; 204 ar i:
Nueva York (NY): 82/83: l\ndreas M. Gross; 84/85: 2000 Macduff F.,crton. Santa B:írb:ora (CA): 86: E. Picture Findcrs/Ravaria Bilclagentur. Üiisseldorf: 204 ar d: Herby Sachs/Version. Colonia; 204 ab i: Merk
Thicm/ l.01osfilm, Kauíhcuren; 87: Federico r:ahscn/Rolli /\ns. Essen: 88 ar: l knri Stierlin. Ginebra; 88 ab: Greene Roberr,on/Rolli Arts. Es,cn: 204 ab d: Ignacio Mar4uin:v'Rolli Arts, ¡,_,sen: 205: Konrad
Tony Stune lmages. Múnich/Suzanne Murphy: 89: Archiv Eggehrecht. Hildesheirn: 90 ar: Elis:1beth Wothke/1,ook; 206 ar. Hasso H ohrn:11111/Rolli Am. Essen; 206 ab i: Anclrcas M. Gross. Múnich; 206 ab d:
Wagner, Bonn; 90 a b: © K VG. Colonia; 91 ar i: Robert J. Sh:orer: 91 ar d: Archiv Eggebrccht, Hikbheim: R. Kiedrowski. Ratingcn; 207: i\ndreas M. Cros,. :vlúnich; 208 ar: H a.so l lohmann. Cra,./Pc1er Frese.
91 ah: Fede rico Fahsen, Guatemala: 92 ar: E. T h icrn/Lotosfil rn, KautlJCuren: 92 ab: H enri S1ierlin, Ginebra: Múnich; 208 ab: Henri & Anne Stierlin; 209 ar: i\rdm Eggehrecht. H ildesheirn: 210 ar: The /\rt Archive,
93: l lenri S1ierlin, Ginebra: 94: Federico Fahsen/l'cter Fre,c. Múnich; 95: Collection (;aston llu rr n:1nd. Lonc.lre,/Mirclle \lauticr; 210 ab: AKC. Berlín; 211: Archiv Eggcbrech1. Hilc.le,hcim: 212: AKG, Berlín; 213
Ginebra/Gérald Berjonncau, P.orís; 96 ar: Andreas M. Gros,; 96 ab i: F_ T hiern/Lotosíilm. Kauflx:urcn; 96 ar: Ediz ioni Whi1c Star. Vcrcdli: 213 ab: The 1\rt Archive. 1.ondm.f:vlireille Vautin: 214: Fl'(;/tt.,v:rria
ab d: luSLin Kerr. Nueva York (NY); 9'7: Hen ri Stierlin, Ginebrn: 98: TCUBav:oria Bildagcntur, Dü,sddorf: Bildagentur. Dü,sclclorf: 215 ar: lrnages/Ba,ana Bild:ogentur. Diisseldnrf: 215 ab: Ignacio .\l.mJ11i11.t/Pctcr
99: Roger-Violctt, Park 100 (1 - 4): Andrcas :VI. Gross :(5): TCl./ll:l\aria Bildagcntur. Düssddorf; 100 e: W. Frese, Múnich; 216 ar: :Vlich:td Vallo, Bonn; 216 ab: Michael Vallo/Carsten Dcichmann/ 1-lann, f. Prcm,
1-laherbnd/ Rolli Art,. F.sscn; 101: R. Kiedrvwski, Ratingen: 102: Fine Arts Mw,e um ofS:111 Franci,rn/C,1ft Bonn/Rolli 1\n,. Esscn; 2 17: Michad \'all,v'C\rsten Deichrnann/ Hanns J. l'rcrn. Bonu; 218: l imy S,one
ofJack Tanzer. 1986.74. San Francisco (CJ\}; 103 ar: Fine Art, Mu,c11111 ofSan Francisco/ ílequest ofHarald lrnages, Múnich/Si,ncone l luhcr: 219: Willi:nn R. Coc. Filadelfia (l'A)/Pctcr Frese. M(mich: 220 e: Pctcr D.
J. Wagner. 1985.llH.9. San Franciscn (CA); 103 ab: Michd Zahé. Ciud.ul de Mt"xirn: 104: O KV(;. H.1rriso11. :"Juevo Méxicn/ Pe1t.:r Frese, Múnich; 220 ar i: J. Pérc-z de 1~ara. ( :iudad dt' México; 220 ar d:
Coloni:v'Simnn Martin/ Pcter r-resc. Múniclo: 105: O KV(;, Coloni:v1'ikol.,i Grulx:. ílonn/l'cter r-resc. Hcrlx:n H .mm:11111/Bavari,1 ílildagen1 ur, Düssddurf; 220 e ar: Kichola, Hcllmuth. St. l .ouis (MO): 220 c
Mún ich; 106: J11,1in Kerr, Nueva York (!\:Y): 107 ar: O K \'G. Coloni:t/'.\likobi Grubc.\ ílonn/ l'eter l'rc,c. ab: /\ ndrcas yJ. Gro», Múnich; 220 ab i: Pcter D. H:orrison. '.\/ucvo México: 220 ah d: 1\rcl11v Grulx:, Bonn;
Múnich; 107 ah: Univc.-rsity of Pcnnsylvani.v'Rolli ,\n,. F.sscn: 108 i: Justin Kerr. :--Jucva York (NY): 108 ar 221: Rogcr-Violle1. París; 222: Kicholas Hcllmuth. St. Loui, (MU); 223 ar: Pc1cr D. H:lrrison, Nuevo
d: O K \'(;. Col,mia/Simon Martin/Petcr r:re,c. Múnich: 108 e d: O K \'G. Colnm:v'Niknl., i Cruhe. Méxirnll'cter Frese. :Vlúnich: 223 ab: Petcr D. H arri,un. rs:ucrn i\·léxirn; 224 ar i: F:lisalx:th Wagner. Bonn:
Bonn/ Rnlli Am. Esscn: 109 ar: Thc r\rt Archive. l.ondr,·,JFrancc><n \'en111ri: 109 ab: Hans Zagli1,ch. 224 ar d: J. Pérez de ' -"ª· Ciudad d e Méxicn; 224 ab: Tcobc.·n :\-lalcr, lh,:ro:uncrikanisch,·, lnstitu t. Berlín:
Muidrn: 110: )11,tin Kcrr. ¡,:ue,·.1 York ('.\/Y): 11!: R.d:tel l)oniz, Ciudad de México; 11 2/113: J. Pérc,. e.le 225 ar: Tcrry Rutledge según un dibujo de Pe1cr Spier/1\·ter Frc.·S<·. Múnich: 225 ab: Archiv Gruhe. llonn:
Lara. Ciudad e.le \1.'xico; 114: Thc Arr 1\ rch,ve. Londrcs/Franccsrn \ 'entu ri: 115: lliblioll1eca e.Id l'abrn, 226: Anclrcas M. Cross. Múnich; 227 ar: Tenbcrt Malcr/lhc.:ro.,merik.tnische, lnstitut. lkrlín: 227 ab:
Rt•;1I. Palrimnnio l\::1cion:d. M:ulrid: 11 6: Siifn111g Pn:11Bi.;ci1t."r Kuh11 rbcsitz/llx.:roarrn.;•rikanisch1.:s [rn,titut, Hcrlx:r1 H:trtm:11111/ B:tvan.1 ílild:1gcn1ur. Oü»cldorl; 228 ar. J. Pérc, de 1-"ª· Ciudad de México: 228 ah:
Roge r- Viollet, París; 229: Rolli Arts, Essen; 230 ar: H. Stanley l .oten/Peter F rese, Múnich; 230 ab: Peter D. University, Cambridge (Mi\); 359 ab: Rogcr-Violkl, París; 360/361/362 ar: F.. Thiem/Lmosfilm,
Harrison, Nuevo México/ Peter Frese, Múnich; 231: P. D. Harris,in, Nuevo México; 232 ab: Andreas M. Kaufüeu ren; 364 ar: Rolli Arts, F.ssen; 364 ab: llaycrischc Staatshibliothek, Múnich - Photostelle; 365: R:
Gross, Múnich; 232 ar: Diane & Arlen Chasc, Orlando (FL)/Pctcr Frese, Múnich; 233 i: © K VG, Colonia/ Kicdrowski, Ratingcn; 366 ar: A rchiv Grube, Bonn; 366 ab: 2000 M:rcduff Everton, Santa llarhara (CA);
Markus F.herl/Peter Frese, Múnich; 233 ab: ISKA-Archiv, llcrlín/Ve rsinn, Colonia; 234: National Gen- 367: © K VG, Colonia/Frankc Sachse, ( ;anderkese; 368 ar: John Wceks/Rolli Arts, Essen; 368 ab: Archiv
graphic Society, Washington D.C./F.nrico Fcrrorelli; 235: Andreas M. Gross, Múnich; 236: E.Thiem/ Gnrbc, Bonn; 369: The Newherry Lihr:rry, Chicago (IL); 370/371: Tnny Stone lmages, Múnich; 372: ©
Lotosfilm, Kaufbeuren; 237 ar: Christophcr J\. Klein/National Gcographic Society, Washington D.C.; 237 KVG, Colonia/Christian Pragcr, Bonri/Rolli Arts, Essen; 373: Courtcsy, Speci:rl Collcclion.s Division, T hc
e: Andrcas M. Gross, Múnich; 237 e i/d: National Geographic Sociery, Wa, hington D.C.; 237 ab: Karl University of Texas at Arlington Lihraries, Arlington (TX); 374/375 i: AKG, Berlín; 375 d: A rchivo
Ruppert/Peter Frese, Múnich ; 238 ar i: T:niana Falcim; 238 ar d: Hcnri Stierlin, Ginebra; 239 ar: David Oronuz, Madrid; 376 i: The J\rt Archive, Londres/Mireillc Vauticr; 376 d: H illd Burger/President &
Wooddcll;239 ab: National Gcographic Society, Washington D.C.; 240/241: H . flurger/Pcahody Muscum Fellows, H arvard Uni versity, Peabody Museurn, Cambridge (Mi\); 377: Andre,rs M. Cross, Múnich;
of Harvard University, C ambridge (Mi\); 241 ab: Henri Stierlin, Ginebra; 242/243: H . llurgcr/Presi<lent & 378/379: AKG, Rerlín; 380 ar: © K VG, Colonia/Christian Prager/Rolli J\rts, E s.sen; 380 ab: Andreas M.
Fcllows of Harvard College, Peabody Museum, Harvard University, Cambridge (MA); 243 ar: National Cross, Múnich; 381: Archi v Eggebrecht, H ildcshcirn; 382: Temis Vayhingcr-Scheer, flonn; 382 ab: según
Ccographic Socicty, Washington D .C.; 244 ar/e: Andreas M. Gross, Múnich; 244 ab: Stcphan Wagner, F ray Andrés de Avcnd,1110 y l .oyola/l{olli Ares, Esscn; 383 ar: Ternis Vayinger-Schcer, Bonn; 383 ab: Thc
Múnich; 245: Nikobi Grubt:, Bonn; 46: Justin Kcrr, Nueva York (NY): 247/248: Dnrie Reents-lludet; 249 N cwberry Library, Chicago; 384: E. Thiem/Lotosfilrn, K,wfheu ren; 385: ID K VG, Colnnia/ Aneje G un -
ar: Justin Kerr, Nueva Ynrk (NY); 249 ab: Doric Rccnts-Hudct; 250 ar: E. Thicm/1 ..m nsfilm, Kaufüeuren; scnhcirner; 386: llPK. Berlín; 387: ·¡¡,zzer Libray, H arvard College Library, Harvard Univcrsity,
250 ab: Justin Kcrr, Nueva Ynrk (NY); 251: Doric Reents-Budct; 252 ar: Justin K err, Nueva York (NY); 253 Cambridge (Mi\); 388: Haycrische Sta.>tsbibliothek, Múnich- Photostelle; 389 ar: Dr. H . J. Aubert, llonn;
ar d: © K VG, Colonia/Elisahed1 Wagne r, Bonn; 2;2 ab: Doric Rccn ts-fludet; 253 ar i: Justin Kerr, Nueva 389 ab: RPK, Berlín; 390 i: R. M. Carrnack/State Univcrsity of Nueva York (NY) at Albany; 390 d/391 i:
York (NY); 253 ar d: Nikobi Gruhe, Bonn/Peter F rese, Múnich; 253 ab: Justin Kcrr, Nueva York (NY); Gillcs Mcrmet/AKG, llcrlín; 391 d: Antje Gunsenheimer/Pcte r Frese, Múnich; 392: Fomento C ultural
254/255/256 ar: D orie Rccnts- Budct; 256 ab i: Justin K err, Nueva York (NY): 256 ab d: Dorie Reents-Budet; Banamcx, Ciudad de México; 393: J. Pérez de I c1r:1, Ciudad de México; 394/395: Bl'K, llcrlín; 396: Rogcr-
257: H cnri Stierlin, G inebra; 258/259: D oric Rccnrs-Budet; 260/261: Tnny Stone lmages, Múnirh/Rolx:rt Viollet, París; 397: AKG, llcrlín; 398 i: SCA LA Group S.p.A., Antclla/Firenze; 398 d: AKC;, Rerlín: 399:
Frerck; 262: Justin Kcrr, Nucv.t York (NY); 263: Günter Zimmcrman n/Rolli Arts, Es.sen; 264 ar: Justin Akadem ischc Oruck- und Verlagsanstalt, Graz; 400: BPK, llerlín; 401 ar: The British Muscurn, Londres;
Kerr, Nueva York (NY); 264 ab: © K VG, Colonia/ Elisabeth Wagner/ Roll i Arts, Essen; 265: Akademische 401 ab: BPK, Flerlín; 402 i: Musco Comunitario de li,a1111al Kawil/l zamal; 402 c: Michacl D. Coe; 402 d:
Druck- und Verlagsanstalt, Graz; 266: Andreas M. Gross, Múnich; 267 ar i: F.lisabeth Wagner, Bonn; 267 Rayerische Staatshiblinthek. Múnich - Phmostcllc; 403: AKG, Berlín; 404: Archiv Eggebrecht, H ildesheim;
ar d: H. Zaglitsch, Muiden; 267 ab: Linda Scheelc; 268/269: Justin Kcrr, Nueva York (N Y); 270: Elisabcth 406/407 ar: AKG, Berlín; 407 ab: BPK, llcrlín; 408: Henri Stierlin, Ginebra; 409 ar i: M usco de América,
W agnc r, Bonn; 271: Hasso H ohmann, Graz; 272: Rafod Doniz, Ciudad de México; 273: Michel Zabé, Madrid/Javier Mar1i11ez de la Torre; 409 ar d: Biblioteca dd Palacio Real, Patrimon io Nacional, Madrid;
Ciudad de México; 274 ar:© K VG, C olonia/F.lisaheth Wal\"ner, Bonn; 274 ab/275: Justin Kerr, Nueva York 4IO ar: Bayerischc St:iatsbibliothek, M únich - Photostelle; 410 ab: H crby Sachs/Version, Colonia; 4 11 ab:
(NY); 276 ar: Elisabt:th Wagncr; 276 ab/277: Justin Kerr, Nueva York (NY): 278 ar: E. Thicm/1 .ntosfilm , Bibliothi:4ue Nationale de France, París; 411 ar: Mich:rd D. Coc./Th:rmcs and Hudsun, Londres; 412:
Kaufbeurcn; 278 ab: Justin Kerr, Nueva York (NY); 279 ar: J. Pérez de L1ra, Ciudad de México; 279 ab: A rchiv Grubc, llonn; 413 ar: Petcr Mathews, Calgary/Rolli Arts, Esscn; 413 ab: :vlarkus Eberl, Bonn;
Justin Ke rr, Nueva York (NY); 280: H erby S:icl,s/Version, C olonia: 28 1: Andre:is M. Cross, M únich; 414/415: Thomas H ocpkcr/Focus, 11:rmhurgo; 416: Ulli Stelzner/lSKNVcrsion, Colonia; 4 17: © K VG,
2821283 ab: J. Pc réz de ! aira. C iudad de México; 283 ar: © KVG, Colonia/Elisalx:th W agner/ Peter Frese, Colonia/Nikolai Gruhe, Ronn/Rolli Arts, Essen; 418/419: ISKA- Archiv. Bcrlín/ Vcrsion, Colonia; 420:
Múnich; 284: Dorie Reents--Budet; 285 ar: Linda Schelc/Rolli Arts, Essen; 285 ab: © K VG, Colonia/ Narional G eograptic Socicty, Washington D.C.; 421 ar: Thornas I loepker/ Focus, Harnburgo; 421 ab:
E lisabeth Wagncr/ Rolli Arts, Essen; 285 e: Petcr D . H arrison, Nuevo México; 286 ar: Dorie Rccnts-fludet; ISKA- Archiv, Berlín/Version, Colonia; 422: Thomas H ocpkcr/Focus, 1-1:rmburgo; 423 ah i: A ndreas M.
286 ab: © K VG, Colonia/F.lis:ibeth Wagncr/ Rolli Ares, Esscn; 287 ar: Justin Kerr, N ueva York (NY); 287 Cross, Múnich; 423 ab d: Tcd Wood - Das Futoarchiv, Esscn; 424 ar: Cindy Carp - D as Fotoarrh iv, Esscn;
ab: Linda Schelc/Peter F rese, Múnich; 288: © KVG, Colonia/Elisalx:th W agncr/Rolli Arts, Esscn; 289 i: 424 ab: A ndreas M. Cross, Múnich; 425: d p:r, Fr:íncfort del Meno; 426/427: Justin Kerr, N ueva York (NY);
National Geographic Sr,ciety, Washington D .CJGcorgc Mobky; 289 d: Nikulai Gruhe, llon n/Pctcr Frese, 428 ar: H cnri Stierlin, Ginebra; 428: H + Z fl ildagentur GmbH, H annnver 429: Andreas M. Gross, M(mich:
Múnich; 290 a r: Pctcr D . Harrisnn, N uevo México/Rolli J\rts, Esscn; 290 ab: H enri Stierlin, Ginebra; 291: 430 i: Justin Kerr, Nueva York (NY); 430 d: Michel Zabé, Ciudad de México; 431 ar: Werner
Nikolai Grubc, llonn; 292: flilda rchiv Preuflischcr K ulrurbcsitz, Berlín; 293: Elisalx:th Wagner, llonn; 294 Forman/AKG, Berlín; 431 ab: Henri Stierlin, Ginebra; 432/433/434 ar/ab: 11. Zaglitsch, M u iden; 435: Anne
i: N ikobi Grubc, Bonn/Rolli Arts, F.ssen; 294 d/ab/295: Justin Kcrr, Nueva York (NY); 296: J. Pérez de Stierlin, Ginehr:r; 436 i: T hc Art A rchive, 1..o ndres/G. Dagli ü rti. París/Museo de Arqueología, Copán; 436
Lira, Ciudad de México; 297: Archiv Eggcbrccht, H ildesheim; 298 ar: © K VG, Colonia/Nikulai Grube, d: Andrcas M. Gross, Múnich; 437 i: e;. Dagli Orti, París/The Art Archive, Londres/Musco de Antm-
llonn/Peter Frese, M únich; 298 ab: Henry C. Mercer/ Rolli Arts, Esscn; 299 ar: Linda Schele/Peter Frese, pología, San Pedro Sula; 437 d: Hcnri Stierlin, Cineb«t; 438/439: Andre:is M. Gross, Múnich; 440/441:
Múnich; 299 ab/300 ar: J. Pé rez de !..ara, Ciuda<l de México; 300 ab: Andrea Joyce Stone/Peter Frese, Bavaria Bildagentur, Düsseldorf; 442: Tatiana P roskou riakoff; 443: Bavari;1 flildagentur, Düsscldorf; 444 i:
Múnich; 301 i: Gcorge Veni; 301 d: Enrico Fcrordli/Focus, H amburgo; 302 ar: J. Pércz de !..ara, C iudad de BPK, Berlín; 444 d: J. Pérez de Lara, Ciudad de México: 445 i: llPK, Berlín; 445 d: Archiv Grubc, Bonn;
México; 302 ab: Tcobcrt Malcr/Rolli Arts, Essen; 303: H . Zaglitsch, Muiden; 304: E. Thiem/Lotosfilm, 446: H. Zaglitsch, Muiden; 447: llPK, Berlín; 448 i: T. Proskouriakoff; 448 d: Jens H olst/Vcrsion, Colonia;
Kaulbcuren; 305: Archiv Eggchrecht, Hildesheim; 306 ar i: C hip & )ennifer Cbrk; 306 ar d: James E. llrady, 449 i: BPK, Berlín; 449 d: J. Pérez de L1ra, Ciudad de México; 450: (l, 2): Justin Kerr, Nueva York (NY),
Los Ángeles; 306 ab: Justin Kcrr, Nueva York (NY); 307: Thomas H éipker/ Magnum/Agentur Focus, (3): E. Thicm/1...otosfilrn, Kaufbeurcn, (4): Muscum Rietberg, Zürich/We11stein & K:ouf; 451: (1 , 3, 5, 8):
H amburgo; 308 ar: J. Pérez de Lara, Ciudad de México; 308 ab: Frank D . Piercc, Leonardo de la L uz ),~stin Kerr, Nueva York (NY), (2): K. Furth, D. H cakl/N:rtional Muscum ofthe American lndian, N ueva
Morino/Rolli Arts, Esscn; 309 ab i/c ab: J.Pérez de L:ira, Ciudad de Méxicn; 309 ab d : Henri Sticrlin, York (NY), (4): A.P. Andrews, (6): Justin Kerr, N ueva Ynrk (NY), (7): Courtesy, N:rtional Musc um of che
Ginebra; 3IO: Claudia ü brocki/ Staatliche Museen w Berlín, Berlín; 311: Roger-Viollct, París; 312 ar: American lndian, Srnithsoni:rn l nstitution/Karcn Furth; 452: ( 1): H. llurgcr/Peah<Mly Museum of H arvard
Nikolai Grube, Bonn/Rolli Arts, Esscn; 312 ab: Justin Kerr, Nueva York (NY); 313 ar i: Elisabcth University, Cambridge (MA); (2, 3): Michel Zabé, C iudad d e México, (4): H cnri Stierlin, Ginebra; 453: ( 1,
Wagner/Peter Frese, Múnich; 313 c ar: © K VG, Colonia/Markus EbcrVPeter Frese, Múnich; 313 d: 2): Michd Zabé, C iudad de México, (3): Henri Stierlin, Ginebra, (4): J. Pércz d e l~cr:r, Ciudad de México;
Presidcnt & Fellows of che H arvard Collcge, Peab<w ly Museum, H arvard University. Cambridge (MA); 456-459: Markus Eberl, Nikol:ri Grubt:, Bonn/Rolli Arts, Essen; 460/46I: (R egistro 1) (1): J. Pérezde L1ra.
314: Mcrlc Greene Robcrtson 1976; 3 15 i: Herby S:ichs/Versi(,n, Colonia: 315 d: Frank D ucote, N icholas Ciudad de México; (2): Michd Z:rbé, Ciudad <le México; (R egistro 2) ( 1): N orm:rn l l:11nmnn<l, Boston
H d lmutli/Rolli Arts. Esscn; 316: Karl Herbcrt Mayer, Graz; 317: Justin Kcrr, Nuev¡o York (NY); 3 18 ar: R. (MA); (2): Martha Cooper; (.l, 4, 7): E. Thieni/Lotosfilm, K:rufheuren; (5): D cpan rnent of Arch:reology,
Doniz, Mexico; 318 ab: FPG/ llavaria Bildagenlur, Di.isseldnrf; 3 19: National Geographic S,xiety, Rclrnop:m, Belize; (6): J. Pérez de La r:r, Ciudad de México; (8): Justin Kcrr, Nueva York (NY); (Registro
Washington D.C./George Moblcy; 320/321: ·rony Stonc lrnages, Múnich/Robcrt Frerck; 322: J\KG, Berlín/ 3) (1): Jnhn Clark, Ncw W orld Arch:reological Foundation; (2): Robt:rt J. Sha rcr; (.l): Michael D. Coe; (4):
Werner F orman; 323: Archiv Eggebrecht, Hildesheim; 324 ar: Nicholas Dunning, C incinnati (OH ); 324 Michel 7~1bé, C iudad de México; (5): Museo Nacional d e Antr., El Sal vador; (Registro 4) (1, .l): Rafod
ab/325 ar: Nicholas Dunning, C incinnati (OH)/Petcr Frese, Múnich; 325 ab: J. Pérez de Lara, Ciudad de Doniz, Ciudad de México; (2): Timy Stone lmages, Múnich/Suz.mne Murphy; (4): Fondo d e C uh 11ra,
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Nicholas Dunning, Cincinnati (OH)/Peter Frese, Múnich; 328 ah: Picture F indcrs/Tbvaria Hildagentur, (Registro 5) (1 , 3, 4): Erich Lessing/AKG, Berlín; (2): AKC, Berlín; (5): John Hios/AK G , Rerlín; (1,):
Düssddorf; 329 ar: Eduard Scler 19 17/Perer F rese, Múnich; 329 ab: H . ZagliLsch, Muiden; 330: Picture SCAI..A g roup S.p.J\., Antella/Florencia; (7): )ean-Louis Nou/AKC, Berlín;462/463: (Registro 1) (1, 5, 14):
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( ; r:,ham, Cambridge (MA)/Peter Frese, Múnich; 333 (1): H enri Stierlin, Ginclm1; (2): H. Zaglitsch, (4): H ,isso Hohmann, Graz; (7): l-lenri & Anne Stierlin, Ginebra; (8, 10): Justin Kcrr, Nueva York (NY):
Mu iden; (3): J. Pérez <le Lira, Ciudad de México; (4): J. PérC'l. de b ra, C iudad de México; (5): NichcJlas (12): The Art Archive, Londres/:vti reille Vautier; (U): l. Groth, Cirr,l:id de México: (Registro 2) ( 1): Arcl,i,·
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México; 341: Marilyn :vlasson, Albany (NY)/Peter Frese, Múnich; 342 ar: Thc Uni versity Muscum, Uni- Kauflx:uren; (R egistro 4) ( 1): J. Pérez de !.ara, Ciudad de México; (2): Andreas M. Gross, Mírnich;
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Ki'inigswintcr; 346: l l. Zaglitsch. Muiden; 347 ar: Morris R. Joncs/Rolli Arts, Essen;347 ab: J. l'ércz de Lara, University of f'ennsylvania Museurn, Filadelfia (PA); (7): Nation:rl Geographic, Washington D.C.; (8): Ton y
C iudad de México: 348: í'eabody Museurn of Archacology and Ethnology, l larvard University, Cambridge Stone lm :rges, Múnich/Bob Krist; (Registro 2) (1): Nikolai Grubc, llonn; (2): :vlichel Zabé, C iudad de
(MA); 349: Marilyn Masson, Albany (NY): 350: BPK. llerlín/Dietm ar Kat z; 351 ar: E . Thiem/ Lotosf,lm, México; (3): Dietmar Kat7JRPK, flerlín; (4): F.. Thiern/l_otosf,lm, Kauflx:uren; (5): llPK, Rerlín; (6): Archiv
Kaulbeuren; 351 ab: M. Masson. J\lbany (NY): 352 i: Michel Zabé, Ciudad de México: 352 d: J. Pérez de Eggehrecht, Hildesheim; (Registro 3) (1 , 2): F.. Thiern/1...otosfilm . Kauflx:uren (3): Arch iv Grubt:. Bonn: (4):
La ra, Ciudad de México; 353: E. Thicm/1.ornsfilm, Kaufbeuren; 354 ar: Sus:rnne Baizerrna nn/Rolli Arts, Sipa lrnage/P:ttrick Frilct, París; (5): H + Z Rildagen tur, l lannuvcr; (6): dp:r. Fr:íncfon del Meno; (Registro
Essen; 354 ab i: Dnro Schützc/Vnsinn, Colonia; 354 ab d: Michel Zabé, Ciudad de :vléxico; 355 ar: Michad 4) ( 1): Ginv;mni Dagli Orti, P:rrí., ; (2): An:r Cas:rs Bro<l,tf Museo del Templo Mayor, C iud:rd de México: (.l):
Ros.rl'eter Frese, Mú nich; 355 ab: H . B11rgcr/The Peabody Museum of H arvard Univcrsity, Cambridge i\n.i C:rsas Bruda/Musco N acional de Antropología, C iudad d e Méxicn; (4-6): i\K(;, Rerlín; (7. 8): Ullstcin
(MA); 356: E. T hiem/1...otosfilm. Kaufbeurcn; 357: Fraukc Sachse, Gandcrkesce/Rolli Arts, F.ssen; 358: F.. llilderdienst, Berlín; (Registro 5) (1): Steph,rn Drechsel/AKC. Berlín: (2- 5, 7): SC:ALA grnu p S.p.A.,
Thiern/L otosfilrn, Ka utbnrrcn; 359 ar: Pcabody Museum of i\rchaeology :rnd Ethnology, H arvard Antcll:r/Florencia; (6, 8, 9): AKC, flerlín.
Guar<la,
M:í<cara <le esc,1yola en J,.unal. Yucaián, México; precl:lsico t,irclío, 150 d. C.

Frontispicio
M,iscara de mosaico. Tikal, Pctén, Guatemala, tumba 160: cl,ísico tempr.tno,
hacia el 600 d.C.: jade, cliopsita, valvas y caparazones ele car.,col.
madrepcrl.,. pint.1; altura: 34,5 cm. anchura: 1'1,5 cm; Ciud,,cl <le Gu.11em:il,1.
~1use,, Nacional de Arqueología y Etnología

© 2000 de la edición orig inal:·


Konemann Verlagsgesdlschaft mbH
Bonner Stra8e 126, 50968 Colonia

Dirección cdicnnal y artística: Peter Fcierabend


Coordinación del proyecto: Ute Eclda Hammer; Kerstm Ludolph
Ayudantes: Ann Christin Artel. Till Busse,
Kcrstin Déinickc, Vera Diedrich
Colaboración especializada: C h ristian Prager, Bonn:
Elisabeth W.,gner, Bonn
Maquetación: Carmen Strzelccki, Colonia
Diseño gráfico: Petcr Frese, Múnich; Rolli Am, fasen
Composición: argus Korrekrurscrvicc. Colonia
Documenwción fotog ráfica: Steffi H uber
Reproducciones: C.0.N. Prcssing, Ca,elle di Sommacamp.,gna, leal,:,

Tirulo original: Maya. Cottkonige im Rege11111ald

© 2001 de la edición española:


Konemann Verlagsgesclbchai't mbH

Traducción del alemán: Mariona Gratacos i Grau. :1-larciano Villanueva.


Lidia Álvarez Grifoll y Ambrosio Berasain Villanucv;i para LocTeam, S.L.,
Barcelona
Redacción y maquet:ición: LocTeam , S.L., Barcelona
Coordinación del proyecto: Laura Duane Patilio
Producción: Oliver Beneckc
Impresión y encuadernación: Grafcdit. Bcrgamo

Printed in ltaly-lmpreso en Italia


ISBN: 3-8290-4097-0
10987654321

Tanto la editorial como el editor agradecen enormemente la colabor.,ción


prestadn por pa rte de expertos e instituciones. Merece un ag:rac.lccimienco
especial el lnstitut für Ahamerikanistik und Vülkerkunde de la
Uni,,ersidad de Bonn: el departamento de arte e historia. la universidad
de Texas, Austin; el departamento de arqueología, Belmupán. Belice; el
Instituto Nacional de A ntropología e H istoria (INAH), Y1éxico: d Instituto
H ondureño de Antropología e Historia (IHAH). Tegucigalpa; el Instituto
de Antropologfo e Historia de Guatemala: la Organización Cultural Maya
Mayaón y su coordinador. Bartolomé Alfonso Ca,unal, Valladolid, Yucatán,
y d Oxlajuuj Kcej Maya· Aj1.7.'iib' (OKMA), L1 Antigua, Guatemala.

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