Covadonga
Covadonga
“Viage por los reinos de León, Galicia y Principado de Asturias” Ambrosio de Morales, 1572
Carta del Obispo al Secretario del Real Patronato, D. Francisco García de Heredia (Oviedo, 3 de
abril de 1604)
Bernardo Caballero de Paredes 1645 “Orden que sea de guardar en celebración de los Oficcios
divinos en la Real Casa y Santuario Nra. Señora de Cobadonga”
Puntual diseño del devoto santuario de María santísima de Cobadonga, Antonio Miranda,
Gerónimo Gil, 1759.
Clarissima explicación del modelo, que representa el Sagrado Sirio, y Templo de María
Santissima de Covadonga, opúscuo, sxviii.
Cuarta Asamblea de a Confederación católica de Padres de Familia del año 1934, placa
conmemorativa en la basílica.
Covadonga. Directorio pastoral del Santuario y estatutos del Cabildo Colegia, 1986.
Andrés Martínez Vega, “Las peregrinaciones a Covadonga”, Oviedo, Real Instituto de Estudios
Asturianos, 2001.
2018, décimo tercer centenario de los orígenes del reino de Asturias (718), centenarios de la
declaración de parque nacional de la Montaña de Covadonga por Alfonso X (figura como
primer parque Natural de España, en 1995 cambiará su denominación a Parque Nacional de los
Picos de Europa), y a su vez de la coronación canóniga de la virgen de Covadonga, La Santina,
ambos a año 1918.
Rodeada especies autóctonas, robles, castaños, fresnos, avellanos , nogales… que contrasta
con la abundancia de piedra caliza. Vinculación de Covadonga con España, Europa y América
dentro del orbe cristiano por el culto y espiritualidad mariana.
Desde el último tercio del s. XIX labores de reestructuración y renovación de Covadonga como
un “moderno” santuario, del tipo de los grandes santuarios europeos, se conserva su valor
natural y paisajístico, con claras resonancias cristianas como la Fuente de los siete caños (o del
matrimonio) como elemento simbólico de los sacramentos, además de formar parte de los
ritos y costumbres populares. Cóva dómnica - > Cueva de una señora (con tradición de culto
mariano) Domina, dominica, una señora poco común, vírgen, presencia mariana anterior a
Pelayo, ermitaño en la cueva, carácter sacro por pueblos colindantes. Cultos divinización
elementos de la naturaleza, cristianización del lugar s iv o posterior. Crónicas asturianas,
mediación de la Madre de Dios, texto redactado con un siglo de posterioridad bajo un
contexto político e ideológico restauracionista del reino visigodo. Alfonso iii
Crónicas confusas origen Pelayo, a veces se le atribuyéndole en ocasiones origen real y último
monarca godo que se acogió en la “tierra de los asturianos” En Asturias viviría algún tiempo
bajo la autoridad el gobernador musulmán Munuza, y tras marchar a Córdoba y ser
comunicado del matrimonio de su hermana con aquel (junto con otros factores como el pago
de impuestos a los gobernadores) huirá a Asturias cruzando el río Piloña para esconderse en la
zona de los Picos de Europa, finalmente tras participar en una asamblea popular (concilium) de
los habitantes de la comarca cercana a Covadonga es elegido como “ su príncipe”,
capitaneando la rebelión cuyo comienzo se da en el año 718.
A grandes rasgos durante la Edad Media encontramos un importante vacío documental con
respecto al conjunto, podemos aseverar la permanencia de peregrinos (junto con la Cámara
Santa de la catedral ovetense) obligando a los canónigos a prestar atención pastoral a lo largo
del año, marcando festividades tales como la Epifanía, la Resurreción o la ascensión, entre
diversas festividades marianas como a Anunciación o la Asunción de María.
En cuanto a la vida canóniga encontramos constancia desde e s XIV de una comunidad que
atendía el santuraio, regidos por la Regla de San Agustín, en cierto momento forman un
colegio de canónigos regulares, dejando atrás el modelo monástico. La falta de la presencia de
cabeza rectora episcopal, teniendo en cuenta de la no residencia de los abades en la colegial,
acarreó una gran crisis que desembocará en un considerable abandono de la abadía, este
problema permanecerá a lo largo del tiempo junto con la extrema pobreza que , provocada
por la malversación de limosnas, diezmos, beneficios eclesiásticos y canonjías, circunstancias
que explican el estado deplorable y abandono pastoral durante el último cuarto del siglo del
sxvi e inicios del xVII.
Es bajo orden de Felipe II que comienza la construcción de la colegiata de San Fernando,
desarticulando las construcciones medievales alrededor del templo rupestre, levantada sobre
el solar del antiguo monasterio, impulsando la relación entre obispos ovetenses y los
monarcas, los cuales poseían derechos que el Patronazgo real les otorgaba sobre Covadonga.
Bajo el reinado de Felipe III y siguiendo los consejos del canónigo Gregorio Leguizano se decide
procesar al abad Fase de la Rocha, que llevaba ocho años sin asistir a Covadonga, por lo que la
corona dispone a una persona apropiada junto con concesiones monetarias para asegurar su
estancia y tratar de subsanar el problema. Así en años de Felipe IV Covadonga se configura
como un santuario de protección real, posteriormente y bajo consejo de Bernardo Caballero
de Paredes se deciden situar unas casas, denominadas El Collado, próximas a la colegiata de
San Fernando para lograr la estricta residencia de los canónigos en la colegial para así cesar la
ausencia de vida capitular y atención espiritual adecuada a la gran afluencia de peregrinos.
(VENTURA Y SANTUARIO DEL MILAGRO) Adriana + Sara Templo de la corona, intereses por la
monarquía ilustrada que, conscientes de la trascendencia histórica del santuario deciden
inmediatamente reconstruirlo, también en su lucha como paradigma arquitectónico en contra
del barroco autóctono, siendo de corte clásico y revolucionario, no se llevó a cabo debido a un
presupuesto desacertado y el rechazo del Cabildo de Covadonga, quienes se encontrarían
incomodos con la propuesta de corte laico y regalista malograron el proyecto.
Tras quince años tan solo se consiguió erigir el basamento (1781-1796) (-)
“Viage por los reinos de León, Galicia y Principado de Asturias” Ambrosio de Morales, 1572.
Primera descripción del Santuario para Feipe II y la corte, con gran difusión en el siglo sXVIII.
Spelunca B. Mariae de Covadonga in Asturiis in Hispaniarum montibus publica religione olim a
Pelagio cantabro dedicata, Josephus Geldolphus Ryckel, 1635, provenientes del monasterio de
Santa Gertrudis de Lovania (Bélgica). Describe la cueva y se encuentra acompañada de tres
grabados con gran interés para la iconografía mariana de Covadonga, porta un pesado
componente ideológico político-reigioso al servicio del enaltecimiento de la casa española de
Hasburgo. Puntual diseño del devoto santuario de María santísima de Cobadonga, Antonio
Miranda, Gerónimo Gil, 1759, de varias ediciones tras el incendio de 1777, se trata de un plano
del santuario acompañado de indulgencias y gracias para atraer devotos y visitantes.
Con la llegada del romanticismo y la exaltación tanto natural como nacional que este conlleva
se redirige la mirada hacia Covadonga, su origen mítico. Se deja atrás la idea de colocar un
templo delante de la Cueva, asentando la basílica en el cerro de El Cuetu, no restándole así
protagonismo ni al Auseva ni a la Cueva, manteniendo los valores tradicionales de esta. Tras la
caída de la monarquía Isabelina, el ensayo de Amadeo de Saboya y la efímera primera
república la coyuntura y valores de la Restauración termina de solidificar la estrecha relación
entre Covadonga y la Corona.
Alfonso XII encenderá el primer barreno para la voladura de El Cuetu, con la Infanta Isabel
como madrina en diversos acontecimientos del santuario. Asimismo, los Obispos Benito Sanz y
Forés y fray Ramón Martínez Vigil abordaron enormes tareas de renovación y ampliación del
conjunto para paliar la pobreza que aún le asolaba y construir un templo digno, además de
restaurar la Santa Cueva. A la cueva se le añadió una pequeña capilla o camarín, mientras que
el templo inicia su desarrollo con la estrecha colaboración de Roberto Frassinelli y el Canónigo
Máximo de la Vega.
En 1874 bajo el mando de Frassinelli se pone a primera piedra del camarín de estilo ecléctico,
esta construcción ubicada donde supuestamente había estado un templo erigido por Alfonso I
en el siglo VIII pone fin a la concepción tradicional desde El Templo del Milagro que cerraba la
Cueva, además de restaurar el templo de la colegiata de San Fernando. El templo basilical
debido a problemas económicos pospone la colocación de su primera piedra hasta el año
1877, el alemán elaboró su idea definitiva colaborando con Sanz y Forés, el arquitceto
diocesano Lucas Palacios, que proporcionó la autorización profesional, el ingeniero Javier Sanz,
el maestro de obras Mariano Esbrí y el canónigo Máximo de la Vega.
El proyecto muestra una iglesia de carácter historicista de tres naves con crucero integrado y
fachada flanqueada por dos torres, inspiradas en obras del románico italiano y
centroeuropeos, el autor Vidal de la Madrid especula quizás por la ausencia de modelos con
suficiente amplitud en la arquitectura altomedieval asturiana, con la marcha de Sanz y Forés a
Valladolid las obras cesaron en 1881, habiéndose finalizado los cimientos y las paredes de la
cripta, desarrollándose el trabajo de la explanada, la cual se encontraría rodeada de almenas.
Retomándose en 1884 de la mano del nuevo obispo Fray Martínez Vigil, quien decidió sustituir
a Frassinelli por un arquitecto de carrera, Federico Aparici al encontrarse las arcas vacías y
ausencia de planos.
De nuevo, el autor Vidal de la Madrid apunta que el arquitecto se vio condicionado por la
orientación estilística de la cripta, que a su llegada se encontraba casi finalizada, desarrollando
su proyecto siguiendo el gusto romántico de inspiración europea. De esta manera, conservó
algunos aspectos del proyecto de Frassinelli, como las dos torres, la arquería de la fachada y
algunos recursos decorativos, proporcionando al conjunto una orientación más francesa, en la
línea de las soluciones propuestas por Viollet-le-Duc, en el momento de su construcción la
propuesta fue visya como un modelo para la arquitectura española de inspiración medieval,
pero su influencia posterior resultó escasa. Así tras diecisiete años se concluyen las obras de la
basílica y la reorganización de la vida capitular con los Estatutos de 1901, el santuario se
configura así como u lugar santo donde los habitantes de España podían observar el origen
más remoto de su pueblo. (-)
Con el desastre colonial español del 98 se aboga por una regeneración profunda de la sociedad
española, donde Covadonga como cuna de la reconquista se difundió su carácter de “misión
espiritual” que debía desempeñar para con la sociedad. En este contexto se da la coronación
canónica de la santina en 1918 coincidiendo con el decimosegundo centenario de la Batalla de
Covadonga. En 1901 se consagra la basílica y se efectúa la declaración oficial del Parque
Nacional de la Montaña de Covadonga. Prosiguen y aumentan enormemente la devoción a la
santina y se verá favorecida por la significativa mejora en las comunicaciones, gracias a la
carretera y al trazado del ferrocarril Arriondas-Covadonga. Así quedaría asumida en la cultura
popular llegando a formar tradiciones como “casarse en Covadonga”, acudir familiarmente al
menos una vez al año o subir a través de la Escalera de las Promesas.
Finamente tras la Guerra Civil se remodelará el camarín de Frassinelli por la actual capilla de
mano de Menéndez-Pidal, añadiendo a su vez un calvario en año 1944 a la entrada de la Santa
Cueva, se edificará la Casa de Ejercicios y se reemplazarán la antigua Casa Capitular y las
viviendas de los canónigos por las actuales. Finalmente, el parque es declarado como Parque
Nacional de los Picos de Europa que invita a mirar a Covadonga.
p.42 Ventura Rodríguez, Sara y Adriana. El proyecto de un gran santuario nacional. Templo del
milagro anterior madera, 1777 incendio. (Añadir)
“Museo de Covadonga Catálogo de sus colecciones”. 2018, Del Templo del Milagro al Templo
de España: una propuesta de interpretación histórica del conjunto arquitectónico del
Santuario de Covadonga, Vidal de la Madid, pp-67-108.