Oidos de Mariposa

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Orejas de mariposa

bullying verbal y social (luna)


Desde los 4 años hasta los 13 años.
Desde muy pequeña sentí que no encajaba en ninguna parte. No hacía
amigos con facilidad. Mi experiencia en el colegio no fue mala en general,
pero algunos episodios me marcaron y me hicieron sufrir.

Un día cuando tenía unos cuatro años, en mi primer año de escuela , tuve
que salir a cantar en clases una canción sobre los números en ingles . La
profesora tuvo que salir un momento, justo cuando yo iba a empezar. A las
dos frases dos niños de la primera fila me llamaron gorda, se rieron y con
ellos el resto de la clase, este suceso cambió mi forma de verme. Cada vez
que alguien ha criticado mi peso, intento justificar hablando de lo que como
o lo que dejo de comer,me ha venido a la mente este recuerdo y me ha hecho
sentir pequeña, que valía menos por pesar unos kilos de más y mi
autoestima se ha resentido.

En 6°, además de “gorda”, ya tenía gafas y unos zapatos ortopédicos para


corregir mi pisada. Lo siguiente fueron las risas por las escaleras de niñas
incluso de otros cursos, y frases como “esos zapatos son de subnormal” ,
cuatro ojos y además de fea gorda.
Yo llegaba a mi casa llorando y cuando le contaba a mi madre simplemente
decía que eran “cosas de niños”, y que yo no tenía que hacerles caso y que
debia hacer oídos sordos ante tales ofensas.

Recuerdo que en una ocasión una niña me empujó contra las escaleras, caí y
me di un fuerte golpe en la espalda, en la zona lumbar. Al llegar a casa un
morado cubría toda esa parte de mi espalda. Mi madre se asustó, pero
jamás se quejó al colegio ni se hizo nada al respecto. Y por suerte nunca se
volvió a repetir.

Todo esto afectó mi infancia, mi adolescencia y ha llegado incluso a


afectarme en mi etapa adulta; la baja autoestima ha hecho de mí muchas
veces una persona insegura, y en ocasiones ha atraído a cierto tipo de
“amistades” que se han aprovechado de ello.

No me atrevería a comparar mi experiencia con la de otras personas que han


sufrido bullying de manera brutal, pero en mi experiencia personal diré algo:

No son cosas de niños ,no debemos hacer de oídos sordos si estas en una
situación similar o peor pide ayuda a un adulto si tus padres ignoran la
situación habla con los profesores pero no te guardes esto por miedo a que
pueda ser peor nadie merece pasar por estas situaciones humillantes solo
por ser diferente .

Juan de los 13 a los 15 años


Mi nombre es Juan ,Cuando estaba en la escuela primaria, solía ser un niño
tranquilo y estudioso. Esto, desafortunadamente, hizo que algunos de mis
compañeros comenzaran a burlarse de mí. Siempre me llamaban 'ñoño ' o
'lambón', y se reían de mis notas altas.

Lo que comenzó como simples burlas pronto se convirtió en algo más grave.
Empezaron a aislarme a mí y a otros chicos que consideraban 'diferentes'.
Durante el recreo, nadie quería jugar conmigo, y me sentía solo y excluido.

Las agresiones verbales eran constantes, y me afectaron profundamente.


Me costaba concentrarme en mis estudios y empecé a dudar de mí mismo.
Sentía que algo estaba mal conmigo por ser quien era.
Mis padres finalmente se dieron cuenta de lo que estaba pasando cuando
vieron que mis notas bajaron drásticamente y que me volví retraído.
Hablaron con el personal de la escuela, y se tomaron medidas para detener
el acoso. Afortunadamente, con el tiempo, la situación mejoró, pero las
cicatrices emocionales perduraron.

Hoy en día en día me alegra no haber ignorado tales agresiones verbales y


haberme hecho el sordo ante esto pues si no me hubiese abierto hacia mis
padres mi situación probablemente hubiera sido diferente y aunque aun me
siento inseguro sobre mi mismo por la experiencia mis padres han sido un
excelente apoyo .

Daniel (13 a 15)


Hace algunos años, cuando tenía 13 años, no experimente una situación de
acoso escolar si no que fui cómplice de este y a causa de esto cambió mi
vida de muchas maneras. En aquel entonces, asistía a una escuela
secundaria en una pequeño pueblo . Todo comenzó de manera sutil, con
burlas y comentarios hirientes por parte de un grupo de compañeros de
clase hacia Alejandro un chico que tenia comportamientos mas delicados y
era muy sensible . Al principio, intentaba ignorarlos y pensar que
desaparecerían con el tiempo y que no debería interferir pues no queria
que se me acusara de marica o gay .

Sin embargo las burlas se convirtieron en insultos crueles y constantes. Lo


llamaban con nombres bastante ofensivos y se burlaban de su apariencia,
sus gustos y su forma de hablar. A menudo, se burlaban de el enfrente de
otros compañeros, lo que me hacía sentir avergonzado y sentía mucha
lastima por el pues a veces no solo era abuso verbal en muchas ocasiones
le tiraron sus cuadernos y llenaron su bolso de tierra y en muchas ocasiones
lo empujaron y golpearon y yo observaba esto sin decir nada porque no
queria que me pasara lo mismo y seguí haciéndome el de oídos sordos y
ojos ciegos .

A medida que el acoso escolar continuaba, se podía ver como Alejandro se


volvía mas ansioso y se ausentaba demasiado en algún momento pensé
que su madre que era madre soltera vendría a interceder por el pero eso
nunca paso pienso que el nunca le dijo nada sobre el constante abuso que
sufría para no preocuparla , Alejandro fue humillado muchísimas veces por
ser según mis compañeros un afeminado .

Este acoso duro casi dos años hasta que un día me entere por parte de una
vecina de Alejandro que el había atentado contra su vida y que estaba en el
hospital su madre estaba desconsolada y confundida pues no entendía
porque su hijo había hecho tal cosa , fue varias veces al colegio a preguntar
si alguien podría saber que llevo a su hijo a hacer esto pero nadie le conto
nada ni siquiera los profesores pues ellos realmente nunca prestaron
atención a estos incidentes y aunque Alejandro se quejo de los comentarios
los profesores dijeron que son cosas de niños y ignoraron lo demás .

Finalmente, encontré apoyo en un consejero escolar y le conté todo el


abuso que sufría Alejandro pues la culpa no me dejaba en paz porque
aunque no me involucre en estos me sentí cómplice al mantener silencio y
fingir no escuchar el sufrimiento de Alejandro, el consejero hablo con la
madre de Alejandro y le conto la situación .
El único castigo que tuvieron los abusones fueron 2 semanas de suspensión,
no supe mucho sobre Alejandro después solo que se había mudado junto a
su madre a otro lugar y en cuanto a mi el consejero no revelo que fui yo
quien conto la historia por lo que no me paso nada me arrepiento de no
haber dicho todo antes y así evitar tanto sufrimiento para Alejandro y su
madre así que solo puedo decir que si en algún momento ves una situación
similar no te hagas el de oídos sordos y cuéntalo no permitas que alguien
sufra tales actos crueles .

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