Una Mirada

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 34

CITA E ST E CAPÍTULO

Cuartas, Deisy L. (2020). Configuración del universo femenino en la escritura


de Vera Carvajal. Una mirada de historia cultural en las voces vallecaucanas. En:
Rojas Miranda, J. S. & Zamudio Tobar, G. (editores científicos). Narraciones y
experiencias literarias en el Valle del Cauca (pp. 64-96). Cali, Colombia: Editorial
Universidad Santiago de Cali.
Configuración del universo
femenino en la escritura de Vera
Carvajal. Una mirada de historia
cultural en las voces vallecaucanas

Deisy Liliana Cuartas


Orcid: https://orcid.org/0000-0001-6993-2904

“La escritura significa poder


comunicarse en secreto,
individuo con individuo”
Carmen Rubalcaba

Escriturario femenino, cuatro elementos de representación

Mujer escritora

En este capítulo se exploran algunas percepciones literarias vistas desde


los cuatro elementos naturales relacionados con la historia cultural de la
escritura femenina, las representaciones de ese universo simbólico en la voz
de la autora vallecaucana, Vera Carvajal y su obra Érase una Mujer.

¿Qué significa escribir para una mujer?


Una materialización de la palabra, de su ser y su intimidad. Es mostrar por
medio de palabras las representaciones que posee del mundo y que colocan
en evidencia unas prácticas socioculturales. En palabras de Rosa Montero es
la “manera de soportar los miedos por la noche, de soportar la zozobra de
vivir, es mi manera de mantenerme en pie, es el esqueleto exógeno que me
mantiene en pie. Y yo creo que sin escribir me descocería y me convertiría

Universidad Santiago de Cali. Cali, Colombia.


[email protected]

64
DEISY LILIANA CUARTAS

en un moco pegado en el suelo” Montero (2018, 36 min.). Otras mujeres


simplemente piensan en la posibilidad de pintar el mundo cotidiano con
palabras, usar su poder y la resignificación de esta para respirar desde ellas
en la vida. Así mismo, Carmen Rubalcaba plantea que “la escritura invade
las escrituras de la vida individual y comunitaria” (Rubalcaba, 2006, p. 9),
es por ello por lo que cada territorio y sujeto se encuentra permeado por ella
en su cotidianidad, para este caso, la mujer como sujeto de escritura en la
voz de una escritora vallecaucana.

Vera Carvajal, escritora caleña que muestra su perspectiva de escritura en un


recorrido histórico cultural de la mujer en un libro de 97 páginas, Érase una
Mujer (2016). Una narración que no tiene fin, que deja una apertura para
encontrar otras historias y que debe ser terminada por el lector. En su estilo
narrativo presenta 22 historias que relatan de forma magistral cómo las
mujeres han configurado sus mundos, sus representaciones y la influencia
de estas en cada sociedad.

Por ello, es importante pensar en cómo la reconstrucción de los usos y


prácticas de escritura se reconoce en el acercamiento y la reflexión que
se puede dar de los diferentes formatos que una comunidad produce,
es decir, acercarse a un significado de sus prácticas y la forma en la que
se originan. Por eso es importante preguntarnos ¿Cómo se configura la
escritura femenina en la voz de esta vallecaucana? ¿Qué imagen de mujer
develan sus historias y la escritura de Vera Carvajal? ¿Qué nodos de sentidos
se estructuran y en qué formas discursivas se narran? Y finalmente, lo que
plantea Roger Chartier (1995) ¿Qué representaciones devela la escritura
femenina? ¿Qué prácticas de escritura están presentes en los personajes de
las mujeres que describe Vera Carvajal? En el presente texto exploraremos
algunos átomos de sentido, tal y como lo plantea Gilbert Durand (1993),
para relacionar lo que la autora ofrece para el lector en el reconocimiento
de una voz femenina en su escritura, pero también el recorrido histórico de
lo que implica escribir para una mujer.

Las mujeres han elaborado muchos acercamientos con diferentes


perspectivas para acercarse a la escritura, es decir, desde un discurso
situado, una mirada subjetiva que reinterpreta su mundo simbólico y las
genealogías femeninas. Pero también han hecho la reivindicación para tener
una habitación propia desde el discurso hacia la libertad para que su voz,

65
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

antes silenciada, represente otras voces, las de otras mujeres y acatar el


consejo de Virginia Woolf, cuando dijo que “lo que importa es que escribáis
lo que deseáis escribir; y nadie puede decir si importará mucho tiempo o
unas horas” (Woolf, 2008, p. 76). Y por lo general ese deseo se materializa
en palabras y alegorías que pintan imágenes ensoñadas.

Agua; unos recorridos que fluyen en el ser de escritura. Un


acercamiento a lectura y escritura en historia cultural.

Configuración de los espacios de escritura femenina.

La mujer crea su espacio en la escritura para configurarse como sujeto en la


sociedad por eso es importante revisar el cómo el poder de la palabra y la
resignificación de esta se ha dado en el transcurso de la historia. En estudios
y ensayos elaborados desde el contexto americano la llegada de la palabra y
su incorporación en los órdenes sociales, económicos, políticos, ideológicos
y religiosos evidencian por ejemplo en trabajos como el de Ángel Rama
(2004) que el conocimiento, personificado en la élite perpetuó el poder y
su conservación desde y en la palabra, así “El sueño de un orden servía para
perpetuar el poder y para conservar la estructura socioeconómica y cultural
que ese poder garantizaba” (Rama, 2004, p. 45). Y por eso, es importante
mencionar que estas dinámicas ofrecían una sola voz, la masculina. Es por
ello, que el proceso de transculturación que Ángel Rama evidencia tiene
un reconocimiento en la historia de las prácticas culturales y las formas
de entender la escritura, en especial para el territorio americano. De ahí
que ese poder describe el cómo hoy permite encontrar otros tejidos y otras
manifestaciones, ellas envueltas en la renovación historiográfica de los
estudios desde la escritura.

De esta forma, la representatividad del otro es reflejo de una construcción


de lenguajes simbólicos que se diferencian notablemente de las sociedades
progenitoras y grupos sociales. Dichos lenguajes involucran en nuestro
contexto un discurso situado, poetizado, unas voces femeninas que han
sido poco reconocidas. Así, plantear la influencia de la transculturación se
entiende esta como un eje importante de referencia para las investigaciones
alrededor del discurso del otro, es decir, de la mujer, que permite revisar el
paradigma que ofrece el reconocimiento del discurso para construcción de
cultura. Es por ello por lo que Rama (2008) propone una reflexión importante

66
DEISY LILIANA CUARTAS

en el paradigma denominado transculturación de la narrativa en América


Latina, en la cual se da un reconocimiento a la producción literaria propia
del territorio y a la voz situada, en especial en los principios de originalidad
y representatividad que pueden tener comunidades discursivas, para el
caso, las femeninas y ellas ubicadas en las manifestaciones de un mundo
posible en su discurso escrito.

Desde esta misma perspectiva, Ángel Rama (2004) también ofrece en la


Ciudad Letrada primacía para el conocimiento, su personificación en la élite
y el cómo este se perpetuó en el poder para su conservación de la palabra.
Así, este proceso evidencia el cómo el saber, por lo general, hace parte
de la expresión patriarcal en lo denominado por el autor como el “anillo
protector del poder y el ejecutor de sus órdenes: una pléyade de religiosos,
administradores, educadores, profesionales, escritores y múltiples servidores
intelectuales, todos esos que manejaban la pluma” (Rama, 2004, p. 57). De
esta forma, La ciudad Letrada es la encarnación simbólica del poder de la
palabra de una élite sobre las periferias y los grupos de mujeres que para la
época se tornaban invisibles. Se evidencia una réplica desdibujada de una
cultura europea que trae la transculturación una serie de hechos violentos e
irrespetuosos por los otros y por las otras. Una muestra de ello es la cruzada
evangelista, la administración colonial representada en la Monarquía y la
reinvención de los ismos que llegaban a tierras americanas desdibujados
en reinterpretaciones para el contexto y que como lo menciona Lucrecia
Infante Vargas “Las mujeres habían sido por mucho tiempo marginadas
del acceso a las sagradas llaves del conocimiento: la lectura y escritura”.
(Infante, 2005, p. 284).

En efecto, ejemplos como este muestran el hecho de que la Ciudad Letrada,


materializada en la investiación hecha por Ángel Rama (2004) articula
voces y discursos, pero ¿De qué tipo de personas, de cuántas mujeres? Por
otro lado, es preciso mencionar que las herencias en el lenguaje han tenido
mucha influencia de Europa, en especial de España y desde los estudios
tenidos por Carmen Rubalcaba Pérez en la Provincia de Santander muestra
una investigación de la escritura con esta población y relaciona algunos
datos que son importantes para esta reflexión. Es así como en el siglo XIX
se referencian hechos importantes de la escritura pues a lo largo de este
periodo “como venía sucediendo en una perspectiva de la larga duración
desde la Baja Edad Media Moderna, la escritura se configura como una

67
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

necesidad social. Junto a la mayor importancia de las actividades de escritura


ejercidas por el poder y el crecimiento de la maquinaria burocrática y la
Administración, se produce una multiplicación de las prácticas privadas de
escritura” (Rubalcaba, 2006, p. 11) que ayuda a ubicar las prácticas de
escritura con la necesidad surtida por esa ciudad letrada y su influencia en
el poder, de esta forma lo esbozado por Rubalcaba conversa como lo que
describe Ángel Rama (2004) e invita a revisar unas prácticas de escritura
más allá de lo estipulado y regularmente establecido en ese “anillo de poder”.
Esto significa que la escritura permea múltiples ámbitos que dan otros
significados a estas prácticas en lo social y que éstas se pueden organizar
expresiones individuales o prácticas privadas que permiten, como es el caso
de Vera Carvajal, elaborar unas representaciones de la mujer colombiana en
la historia de otras mujeres protagonistas de su vida.

Aire; escrituras y pistas femeninas.

En la revisión de la herencia traída desde occidente se reconoce que en


1834 se empezó a leer y a escribir de forma simultánea, pero el mismo
Chartier (1978, citado por Rubalcaba, 2006) muestra cómo “la educación
de la mujer, en particular, a menudo excluida en el aprendizaje de la
escritura” Chartier (1978, citado por Rubalcaba, 2006, p. 65). Y por
ello, la lectura tenía un predominio, que en su mayoría era religioso, al
contrario, con la escritura que era cohibida para no tener expresiones
sublimes de amores idealizados.

Así mismo, se encuentra desde la idea de una segunda alfabetización,


la cual fue vivida en Francia en el siglo XIX hubo una mayor “difusión
de la escritura bajo todo tipo de formas y soportes” Chartier (1978,
citado por Rubalcaba , 2006, p. 66). Y así, de igual forma, se relata la
evidencia de cómo escribir para el poder se hace desde los esquemas
estructurados impuestos y que la escritura popular o la literatura
femenina solo se menciona como un punto en la historia, pero sin
mayores trascendencias. Esto suscita de cierta forma, la influencia de la
Ciudad Letrada, que mostró las diferentes clases sociales la necesidad
de saber leer toda serie de signos que se daban en las calles y los cuales
no solo estaban dirigidos al poder de centralización de grupos sociales,
al contrario, temas como recibos, prensa y avisos conformaban otros
tipos de formato y usos de grupos de lectores ideales. Esto significa que
en el siglo XIX la escritura y, por lo tanto, también la lectura estaba más

68
DEISY LILIANA CUARTAS

presente en la vida cotidiana, hecho denominado por Rubalcaba como


la prevalencia de la civilización de la escritura.

Por eso, en la perspectiva de revisar el origen de los discursos situados, se da


una relación horizontal de la escritura, es decir, entre los mismos ciudadanos
y para sí mismos, no solo como respuesta a situaciones o requerimientos con
el estado desde el orden jurídico sino como manifestaciones de otras formas,
para nuestro caso la producción literaria de la una mujer vallecaucana, Vera
Carvajal.

Al escudriñar la historia de la cultura escrita se evidencia una mínima


referencia de las mujeres en la escritura, ya como se mencionó anteriormente,
Ángel Rama (2004) muestra un referente importante para América, Sor
Juana Inés de la Cruz y ello, quizás debido a la proliferación que ella tuvo
entre la literatura y el actual reconocimiento del canon. Pero ello no fue fácil
aceptarlo, por eso, Rubalcaba menciona que:

La verdadera extensión de la alfabetización femenina se encuentra


con mucha probabilidad oculta en las estadísticas basadas en la
capacidad de firmar debido a que muchas mujeres sabían leer –en
la escuela o el hogar habían aprendido a leer el catecismo u otros
libros religiosos–, pero no sabían escribir. De hecho, la iglesia católica
no era favorable a que las mujeres aprendiesen a escribir. La lectura
era útil para que pudiese cumplir las obligaciones cristianas –recitar
oraciones, leer salmos–, pero escribir era actividad potencialmente
más independiente y crítica (Rubalcaba, 2006, p. 65).

Es así como desde esta mirada se buscaba anular la voz femenina


y así se perpetuó por mucho más tiempo. El Yo que aparece ahora, para
ese entonces era poco imaginado. Relaciones binarias propuestas por
Gianni Rodari (2003) eran casi intangibles, por ejemplo, binomios que se
representan para afianzar relaciones con la cultura; mujer–cultura, mujer–
vecinos, mujer–cuerpo, mujer–territorio, mujer–espíritu, mujer–oralidad,
mujer–enfermedad, no eran concebidas. Pensar en que la mujer escribiera
era considerado como peligro. Así, Carmen Rubalcaba (2006) cita a Roger
Chartier para mostrar cómo la educación de las niñas fue limitada y
estrictamente de carácter religioso, o desde el orden del saber ser, es decir,
madre, esposa, una idea de mujer perpetuado y el cual se evidenciaba en los
textos dados para el cuidado de los niños y la economía doméstica.

69
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

De allí, que las listas y libros de cuentas se convirtieran en expresiones usadas


en el ámbito femenino y ejemplos citados por F. Fluret y Ozanf (1977, citado
por Rubalcaba, 2006) sobre la prohibición de cartas en algunas localidades
no se les permitía, según la escolaridad, debido a que “las jóvenes pudiesen
escribir cartas a sus enamorados” (Rubalcaba, 2006, p. 86) o que pudieran
estar inmersas en el mundo intelectual. Estudios como el de Anne Marie
(2000) citada por Rubalcaba (2006) muestran cómo las mujeres de Francia
escondían que sabían leer y simulaban no tener el hábito lector desde la
ficción por lo que se consideraba una pérdida de tiempo, pero además, un
hecho hermoso que devela esta práctica es que estas mujeres se organizaron
como comunidades discursivas, como lo plantea Carlino (2006), alrededor
de la lectura y así paulatinamente organizaron sus producciones artesanales
para compartir con las otras y lograr tener un producto escritural, o como
lo menciona Roger Darton “escribir la historia basándonos en el material
archivado significa componer un cuadro lo más coherente posible a partir
de todo aquello que podemos comprender” (Darton, 2010, 72).

Estas mujeres crearon sus propios textos para poder leer, así la historia
recompone desde los materiales documentales de estas damas que se
atrevieron a escribir en su cotidianidad y desde el reconocimiento de otras
dinámicas. Todo este panorama ayuda a reflexionar sobre el papel de la
mujer como sujeto de lectura y escritura. Y por eso, cuando tenemos una
producción escrita por una mujer no solo reconocemos una obra en su
materialización, sino también un recorrido que generación tras generación
permitieron que mujeres como Vera hoy puedan escribir su historia, nuestra
historia.

Fuego, cocinar la escritura desde una nueva mirada

La escritura de la mujer
siempre es femenina;
no puede ser más que femenina;
cuando es mejor es más femenina;
la única dificultad estriba en definir
lo que entendemos por femenina.

70
DEISY LILIANA CUARTAS

Virginia Woolf

El mundo femenino cobra hoy un nuevo sentido, los géneros literarios han
dado un vuelco a la historia de la literatura desde la mirada de mujer que se
ha empezado a gestar. Ahora se ha ganado un poco el espacio de la pluma
de las mujeres. Constantes reflexiones se han desarrollado en cuanto al
papel de la mujer en el contexto literario en la escritura y consigo el rol
que desempeña a nivel social y cultural. De esta forma, hoy la fémina juega
a cocinar historias y críticas que cambian, generan reflexión y replantean
las políticas del canon literario y “modos de vivir” en un entorno de
predisposiciones patriarcales.

¿Quién mejor para cocinar?

La mujer, sí, ella… la cual ha hecho un curso intensivo por largos siglos en
culinaria y sólo desde el siglo XIX ha incorporado unos nuevos ingredientes
que dan como resultado una receta poco concebible para los parámetros
establecidos por el sistema cultural en el que se desarrolla. Esta nueva
imagen de mujer ha agregado a la olla de sus historias y críticas situadas
el legado de autoras como Juana Inés de Asbaje, Virginia Woolf (2008),
Soledad Acosta (1867), Teresa de la Parra (1924), Mercedes Valdivieso
(1968), tomillo, orégano, sal y pimienta al gusto.

¿Cuáles serían los ingredientes para esta receta especial?

En la incorporación de otros insumos importantes se puede llamar a la


lectura y escritura femenina desde un aporte social, tal es el caso de poder
agregar los aportes antropológicos de Marcela Lagarde, quien sostiene que
“en la actualidad, y desde hace más de un siglo, las mujeres pensamos a
las mujeres, a la sociedad y a la cultura con los ojos y desde el lugar de las
mujeres” (Lagarde, 1997, p. 31), ella al igual que muchas norteamericanas,
inglesas y mujeres en general han puesto su voz en el papel y en la revelación
de una construcción de una nueva identidad desde la escritura femenina.

Esa voz que se tornó silenciada por muchos años encuentra el espacio en la
mirada que ofrece la ginocrítica, término propuesto por Elaine Showalter
(1971); la cual permitió que además de generar nuevas propuestas y
posturas de vida, se diera la creación o consolidación de un universo que

71
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

se representa en las ficciones, versos, artículos, ensayos, críticas, debates y


narraciones hechas, leídas y escritas por mujeres.

¿Cómo concebir esa mirada mientras cocinaba? Ritual de


maquillaje

Primero, fue necesario que procediera al ritual sutil que constantemente las
mujeres ejecutan para quitar el exceso de maquillaje, ese que adquirió con
el paso de los años al convivir o permitir que hicieran con ella un simple
objeto biológico o de servilismo genérico (Es decir, el producto patriarcal
legado). Para encontrar esta nueva mirada, mirada de mujer, en la lectura
y reflexión de mujer es necesario que con un clínex aplique la crema Nívea
desmaquilladora, frote circularmente el parpado del ojo hasta lograr quitarle
toda la carga patriarcal que trae la mujer como herencia histórica genérica
que como las “escritoras mujeres habían sido silenciadas y excluidas de la
historia y del canon literario” (Miloslavich, 2007, 563).

Como segundo procedimiento se incorporan uno a uno los elementos


teóricos que ayudaron a la desmitificación de los hitos o cautiverios que han
velado esa mirada. Sus ojos, por lo tanto, necesitan una nueva tonalidad,
un nuevo color; un estilo ignorado que le permitiera ver más allá. Por eso,
es importante el referente Showalter (1981), quien revisa la necesidad
de pensar la escritura desde la diferencia para “Considerar como objeto
principal a la escritura femenina nos obliga a dar el salto hacia una nueva
perspectiva conceptual y a redefinir la naturaleza del problema teórico que
enfrentamos.” (Showalter, 1981, p. 82), este nuevo aporte es el maquillaje
Iluminador Voge, el cual se aplica como primer procedimiento en todo el
parpado para conseguir escudriñar entre la mujer que escribe y la sociedad.
Después, para lograr un tono adecuado que conforma la percepción propia
de las mujeres se aplica el delineador café o negro y complementa con
la sombra Ésika; ello depende del color de la ropa o estilo que se quiera
derrocar o reclamar como reivindicación en la base del parpado.

Así, una sombra abana Voge queda en todo el parpado móvil y se aplica
con la intención de lograr en todo sentido que esa mirada sea revisionista,
que permita cuestionarse la pertinencia de las estructuras conceptuales
aceptadas. Luego, para darle profundidad al ojo se aplica un rojo o naranja
(colores oscuros para causar el efecto deseado), “ideologías encontradas

72
DEISY LILIANA CUARTAS

como lectoras, estereotipos de la mujer en la literatura, las omisiones y


falsos conceptos acerca de la mujer en la crítica” (Showalter, 1981, p. 78),
después una sombra dorada Avon en la base de la ceja para que ilumine todo
el ojo; esta parte es una de las etapas más importantes y la cual está ligada al
efecto de la reivindicación ya que la mujer asume su nueva postura con un
carácter iluminado lleno de proposiciones y acciones que benefician no sólo
su género sino también los otros lenguajes y agentes que han sido sujetos de
opresión ante el discurso de poder dominante.

Posteriormente, se encrespa las pestañas con una relectura del Canon y la


búsqueda de tipos documentales que develen otras formas de escritura. El
encrespador, diseñado para este oficio y con el objetivo de rastrear el por
qué las voces femeninas o marginales han sido silenciadas. Luego, se aplica
la Pestañina Voge, acto seguido el corrector de ojeras Ésika en la parte inferior
del ojo. De esta forma, la mirada de la mujer que sus inicios se dedicó sólo
a cocinar hoy ha quedado lista para ver la escritura femenina desde nuevas
perspectivas con muchas oportunidades teóricas.

Considerar como objeto principal a la escritura femenina nos obliga


a dar el salto hacia una nueva perspectiva conceptual y a redefinir
la naturaleza del problema teórico que enfrentamos. Ya no es más
el dilema ideológico de reconciliar pluralismos revisionistas, sino
la cuestión esencial de la diferencia ¿cómo constituir a las mujeres
como grupo literario definido? ¿Cuál es la diferencia de la escritura
femenina? (Showalter, 1981, p. 82).

Hoy la mujer ubicada no sólo en los contextos domésticos ha decidido


darle una nueva mirada a la vida, a la lectura y a la escritura; se interesa
por sí misma como productora y lectora de textos escritos por mujeres (o
donde se dan personajes femeninos). Y finalmente, consigue darle nuevos
significados a su papel como ser auténtico en la sociedad y en este punto
se retoma las palabras de Diana Miloslavich Túpac (2007) cuando expone
que leer como mujer implica “…una continuidad de la experiencia de
las mujeres con la experiencia de la lectura de las mujeres. Así, estamos
hablando de un diálogo permanente, interminable, cuya manifestación es
la producción permanente de nuevos significados” (Miloslavich, 2007, p.
567), para lograr lo que la crítica femenina del Siglo XIX expresa en cuanto
a que no hay que buscar continuidad sino rupturas en las mujeres escritoras.

73
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

Es decir, tensiones y contradicciones que muestran su vida cotidiana. Y todo


ello se ve reflejado en la conversación que Vera Carvajal logra con cada una
de las mujeres como protagonistas de sus historias.

Tierra, Vera Carvajal, alegoría de la escritura femenina en las voces


vallecaucanas

Lector eclipsado a primera vista

Cuando se acerca al discurso literario femenino se encuentra ante una nueva


forma de expresión, la mujer se hace dueña de la palabra, personifica sus
anhelos, deseos, enigmas y denuncia las ambivalencias que le ha impuesto
el mundo patriarcal que le rodea. Por eso, discursos que nos aproximan a
la visión de mundo de la fémina enriquecen nuestro quehacer lector, crítico
y literario. Así, Érase una Mujer, se toma como ejemplo de este tipo de
narrativa que se ubica en una cosmovisión de una nueva mujer; la voz de
la mujer contemporánea y la expresión de unas alegorías que se discurren
en nuevos entornos. De esta forma, el siglo XXI incorpora en sus estilos
los lenguajes y signos pertenecientes al mundo moderno, el mismo Nil
Santiáñez (2002) lo menciona en su texto Los vectores de la modernidad
“La revolución epistemológica de los siglos XVI y XVII trajo consigo una
nueva forma de subjetividad y una manera diferente de mirar el mundo”
(Santiáñez, 2002, p. 20), y esto es lo que ha heredado el mundo y escritoras
contemporáneas.

El primer contacto con el libro es importante para los sensores receptores


del lector, denominados también como un analizador periférico que “puede
definirse como el aparato u órgano periférico que recibe un estímulo.
Concretamente, se considera como estímulo a una determinada forma de
energía que excita estructuras con alto grado de especificidad y generan
una respuesta, transformándolo en un impulso nervioso” (Guía del Sistema
Nervioso, s.f., p. 72). Es así, que, en la generación de ese estímulo, las manos
que perciben el libro pueden crear afinidad entre lo que descubre y lo que
se teje en el texto en diálogo con el lector. El color, se convierte en una clave
para que las pupilas reconozcan los niveles de atracción y en cierta medida
de este depende que se generen simpatía o se rechacen algunos significados
para quien lee. Por eso, el primer acercamiento que lector tiene con el
texto de Vera Carvajal titulado “Érase una Mujer” (Tercera edición) logra

74
DEISY LILIANA CUARTAS

eclipsarlo, atraparlo y quizá se hace ello en correspondencia con lo que la


editorial LuaBooks persigue en su intención comunicativa al mencionar en
una “promesa” para sus lectores comprometerse con producir “libros con
sentido, de calidad literaria y gráfica, que guarden el más profundo respeto
por la infancia y la juventud” (2016) y el libro escrito por Vera Carvajal
logra además de una llamativa atracción por su concepción gráfica, una
correspondencia en su contenido literario para atrapar al lector para que lo
adquiera y disfrute en su lectura.

La narración que nos ofrece la escritora vallecaucana es sencillamente un


texto encantador para el lector, su despliegue narrativo lleva a cada Mujer
en una aventura desde territorio, en una denuncia social, con elementos de
solidaridad, fantasía y llena de todos los artilugios narrativos-argumentativos
que metaforizan la situación de la mujer en la sociedad. En todo el libro
se devela un discurso lleno de riqueza literaria, metáforas e imágenes
que cobran sentido por la forma en el que la autora presenta los hechos y
cómo describe las situaciones en las que las mujeres han sido protagonistas
de sus propias historias y precursoras desde la antigüedad. El discurso
narrativo que utiliza Vera Carvajal la hace ver como una voz importante
dentro de la narrativa femenina de Colombia. La autora nace en Cali en
1972 y pone en práctica lo que ella misma expresa como mujer-escritora
“creyente firme del poder de la palabra y de la urgencia de paz en su país”.
La autora de Érase una Mujer también posee otras obras publicadas como Días
de Cosecha (2009); Días de Guerra (2011); y Manuela en el Desierto (2014).

Esta mujer en su obra literaria elabora un discurso situado, no sólo devela


la condición de la mujer en contextos culturalmente oprimidos o envueltos
en situaciones de conflicto, sino que también asume una actitud política
ante su nación y la vida. Es por eso por lo que lugares como Turquía,
Colombia, Argentina, Nueva York, Rusia o cualquier otro sitio del mundo
se nos presenta con una voz diferente llena de esperanza, dolor, angustia,
solidaridad y fantasía, que quizás muchos no se han atrevido a decirlo en
la forma como ella lo hace y reafirma lo que expresa con relación al poder
que tiene las palabras y lo que pueden generar en los lectores. Todo esto, se
materializan en la voz de la mujer. Una mujer narradora y protagonista de
vericuetos materializados en una extensión dada entre dos y cuatro páginas.

75
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

De esta forma, encontramos en la voz de la narradora una posición crítica


de la autora por enunciar juicios de valor con relación a cada una de las
historias que se tejen y las situaciones contextuales que enmarcan un nivel
de historia cultural sobre la capacidad que ha tenido y tiene la mujer para
ser protagonista de su vida. Por esto, realiza una reflexión expansiva de lo
que piensa para llevar con los personajes del texto hacer lo que Paul De Man
menciona, es decir, Vera Carvajal “intenta establecer un punto de vista que
lo trascienda, y resolver así, en el plano de la ficción, la tensión que existe
entre él y el mundo” (De Man, Paul, citando a Schlegel, 1991, p. 243). Es
un poco la reflexión y postura de la voz femenina que ha sido silenciada en
la historia y que magistralmente Vera Carvajal fabula entre una narrativa
juvenil y una denuncia situada.

En un principio un desprevenido lector pensaría catalogar su libro como de


literatura juvenil, pero luego, al deleitarse con cada relato que magistralmente
está acompañados de unas hermosas mamushkas, como alegoría de las
historias que contienen más historias, se da cuenta que la autora utiliza sus
narraciones como denuncia, la cual la presenta por medio de su ficción y
de esta forma trasciende las fronteras juveniles en literatura. Es por ello por
lo que la obra de Vera Carvajal invita a navegar en ese universo ficcional,
regala unas hermosas narraciones donde las protagonistas son mujeres que
se salen de los parámetros sociales y esquemas predeterminados. Ella crea
otros mundos, juega con el lenguaje, muestra a la mujer con cualidades
oníricas, idealistas y humanas.

Algunos aspectos para revisar

Es importante señalar que la forma en la que está escrita el texto de Vera


Carvajal coloca en diálogo dos posturas de la teoría literaria, primero el
nivel de referencialidad de la narratología feminista, en segundo lugar, el
reconocimiento de la sintaxis de la imagen literaria. Ambas conversan con
los niveles de correspondencia de ese mundo narrado, la forma en la que lo
presenta y los niveles de coincidencia o retrato que las mismas imágenes se
ofrecen en el texto.

En efecto, la narratología feminista plantea la postura de que esta se permite


reconocer en las diferentes semióticas “la orientación principalmente
mimética de la mujer por parte del pensamiento feminista (angloamericano)

76
DEISY LILIANA CUARTAS

sobre la narrativa” (Lanser, 1996, p. 277). De allí que Vera Carvajal con su
obra logra una perspectiva de significación del mundo femenino como una
“representación de la vida, una explicación de la realidad, un documento
mimético) (Lanser, 1996, p. 278). Por eso, en cada historia, la escritora caleña
juega con el lenguaje para mostrar unas representaciones de la vida de la
mujer, en especial en la perspectiva que Susan Lanser (1996) propone en la
revisión de las teorías literarias y la necesidad de pensar una narratología
femenina. De esta forma, hay otros aspectos de la narración que va más allá
del análisis de los personajes en su reconocimiento como personas y por ello,
se puede entender unas lógicas narrativas que permite identificar que sus
textos “son profundamente (si no simplemente) referenciales, e influyentes,
en sus representaciones de las relaciones de género” (Lanser, 1996, p. 277).

Así mismo, la voz de la narración en Érase una Mujer se encuentra en


tercera persona, la cual combina en forma adecuada las dos condiciones
que Susan Lanser (1996) propone, es decir, la narratología se reconoce en
su dualidad, por un lado, semiótica (abstracta) y, por otro lado, mimética
(condiciones reales de la vida). Todo esto es percibido por el lector en las
diferentes historias, las cuales ofrecen varios niveles de representación de
la mujer en la sociedad al romper los estereotipos cotidianos y logra que
ambas condiciones se conjuguen con hechos que afectan la vida cotidiana
de la misma, en relación con el otro. En este sentido, en la obra que se pone
como ejemplo de la autora, se encuentra un ejercicio de reivindicación de
la referencialidad de la narrativa, puesto que se evidencia que “interpreta
los textos en relación con la experiencia de la realidad y en función de
transformarla en el sentido efectiva igualdad entre hombres y mujeres”
(Lanser, 1996, p. 278).

Un segundo elemento importante para revisar es el concepto de mundo


posible. Umberto Eco (1996) plantea la configuración de los mundos
posibles como construcciones culturales que “pueden interpretarse como
un desarrollo de acontecimientos” (Eco 1996, p. 242) y en la propuesta
narrativa de Vera Carvajal se refleja ese mundo posible, desde y con la
mujer, en la exploración de su rol a nivel social y cultural. Es por eso, que
para revisar ese mundo narrado es preciso ver cómo se manifiesta cada
imagen alegórica en las 22 historias que organizan el libro. De allí que se
hace necesario mostrar unas relaciones que existen entre cada intención
comunicativa, aspectos y estructuras que se cuestionan en esa visión de

77
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

mundo, es decir, la estructura patriarcal, esto debido a que “un mundo


narrativo debe tomar prestado los individuos y sus propiedades del mundo
“real” de referencia” (Eco, 1996, p. 245) y todas aquellas relaciones que
reflejan los mundos textuales posibles ofrecidos por la vallecaucana.

Así mismo, para revisar historia por historia también se tendrá en cuenta lo
propuesto por Carmen Rodríguez y Felipe Vayas (2018), quienes plantean el
reconocimiento de algunos artificios literarios para darle sentido a algunos
planeamientos lingüísticos que intervienen en el lenguaje, y que, a su vez,
ayudan en una reflexión gramatical que consigue lo propuesto por Gastón
Bachelard (1998), es decir, presentar una imagen poética que evoca la
ensoñación en los textos.

Por eso, Rodríguez y Vayas exponen la sintaxis de la imagen en la perspectiva


de reconocer que en la literatura “no debe copiar ni traducir la realidad, sino
crear realidades nuevas con las palabras” (Camps 218, p. 68). Por eso, esta
postura no está en contravía con el nivel de referencialidad expuesto por
Susan Lanser (1996), sino que las formas gramaticales que las imágenes
narradas ofrecen le ayudan a entender al lector esos mundos posibles, lo
que significa, la representación de la voz femenina en algunas ensoñaciones
dadas por greguerías, es decir, la figura retórica que se utilizó con gran auge
en los movimientos de vanguardia y la generación del 27.

Por eso, los principios que Vera Carvajal quiere dar con sus greguerías o
aforismos con los que cierra sus historias develan el diálogo que la autora
utiliza para mostrar la situación de la mujer, la ficción y el contexto histórico
de países y culturas que coinciden en esos átomos de sentido.

Fragmentos de sentido, ensoñaciones y representaciones:

A continuación, se muestra historia por historia en las relaciones de sentido


para el lector.

78
DEISY LILIANA CUARTAS

N° Título Contexto Elemento Greguería de cierre


Mujer/Rol histórico configurador en la historia
La Rebelión de Turquía, 2014. “Todas terminaron
1 las risas. Gobierno con una felicidad
La risa -
prohíbe la inédita, ingrávida.
Desafiante
Érase una carcajada de La risa es rebelión,
mujer de las mujeres en descubrieron”
sonrisa público.
luminosa

En esta historia se muestra en el contexto histórico de Turquía, donde las


directrices del gobierno se manifestaron hechos convertidos en tiranía y
que Vera Carvajal los narra con ironía en una alegoría de la risa. Por eso,
describe lo que implica un desafío colectivo femenino “mujeres que resisten”
(Carvajal, 2016, p. 12).

N° Título Contexto Elemento Greguería de cierre


Mujer/Rol histórico configurador en la historia
Los muertos de Puerto Berrío, Adjetivo “Y sin importar
ellas. Antioquia, posesivo bando, procedencia,
2 Colombia. “hacen suyos” le nombraron; le
Érase una Últimos los muertos parieron de nuevo,
mujer que sesenta años. que trae el le bautizaron e
tenía el Conflicto río. inventaron una
corazón de armado. historia feliz y una
paloma. muerte noble, con
nombre y epitafio”
(Carvajal, 2016, p.
17).

En esta conmovedora narración se muestra el cómo las mujeres asumen


con solidaridad los rezagos de la violencia. “Cada día la historia comenzaba
de nuevo […] Inventaban una historia feliz” (Carvajal, 2016, p. 15) y
para contar este hecho Vera Carvajal usa lo que plantea Veena Das desde

79
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

las “lógicas sistemáticas responsables” (Das, 2008, p. 20) de la violencia


social, el reconocimiento del cómo se “configura la subjetividad” (Das,
2008, p. 21), sus transformaciones, resignificaciones y tejidos discursivos
en una comunidad. De esta forma, el lenguaje cobra un valor importante
para la revisión de significados que se tejen en las comunidades, es decir,
se crean “redes simbólicas” que configuran la vida social y cotidiana. Por
eso, la narrativa de Vera Carvajal dialoga con lo expuesto por Veena Das
(2008) porque muestra diferentes ejemplos de interpretaciones que ayuda
a resignificar la voz del otro, es decir, de la mujer que es testigo de la muerte
y la violencia en territorios colombianos.

Así, lo expuesto por Veena Das, el testimonio se convierte en un espacio


de resistencia, con dos tipos de registros, el corporal y el discursivo. Desde
esta perspectiva, la narrativa de Vera Carvajal se evidencia como un acto
social, de sanación, para establecer la relación con el otro, por ejemplo, el
reconocimiento de la audiencia en el papel de la violencia, los testimonios
y las relaciones que emergen. Esta mirada plantea un ejercicio ético y
de corresponsabilidad para presentar la descripción de los hechos, en la
ayuda de las víctimas para seguir adelante desde la ubicación del discurso
y no caer en la defensa de los “poderosos”. Así, lo planteado por Das y lo
percibido en la obra de la caleña, permite a los lectores hacer una reflexión
del cómo revisar los hechos históricos vividos en el país, dado que existe
una imperante necesidad de consolidar los procesos tenidos como nación
con relación al posconflicto, concepciones de paz y el fenómeno de violencia
social. Por ello, es necesario que se haga otro aporte desde las humanidades
y se piensen desde otras alternativas. Es decir, alrededor de la palabra
sanadora, mediadora y reconciliadora con y para los actores de sus contextos
próximos. De esta forma, se hace necesario no solo tener una perspectiva
del reconocimiento de que en la violencia se configuran subjetividades,
transformaciones y resignificaciones de una comunidad. Sino que se hace
preciso que se dé la construcción de procesos desde y con la palabra y Vera
Carvajal lo hace con un artificio literario inigualable.

80
DEISY LILIANA CUARTAS

N° Título Contexto histórico E l e m e n t o Greguería de


Mujer/Rol configurador cierre en la
historia
Los hijos de Argentina. Caminar “Así, el hijo
todas. Entre marzo de juntas, con de una fue el
1976 y diciembre los pañales de hijo de todas:
3 Érase una de 1983 este país telas atados a huesito a
mujer que padeció una de la cabeza. huesito, pisada
decidió salir las más atroces Resistían por pisada,
a buscar a su dictaduras militares. marchando. huella tras
hijo, el día Más de quince mil huella, cada
que no volvió desaparecidos. La hijo fue el
a casa. plaza de Mayo como hijo de todas”
representación de la (Carvajal, 2016,
verdad, la memoria p. 21).
y la justicia.

Vera describe unas marchas de esperanza, las muestra “en sentido contrario
a las manecillas del reloj para echar el tiempo atrás” (Carvajal, 2016, p. 20).
Las mujeres de Argentina y otras partes del mundo marcharon y marchan
por sus hijos, por los desaparecidos.

N° Título Contexto Elemento Greguería de


Mujer/Rol histórico configurador cierre en la
historia
Pan y rosas. New York. Manos “-Tenemos voz…
En 1911, 123 rápidas como tenemos voz
4 Érase una obreras textiles golondrinas. -se decían una
mujer que no murieron en la a la otra, como
tenía más que Triangle Shirwaits una noticia
sus manos Company. de esperanza”
para ganar el (Carvajal, 2016, p.
pan de cada 21).
día.

81
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

El artificio narrativo que usa Vera Carvajal convierte de forma hermosa


hechos tristes, trae alegorías de las greguerías en animalismos para darle
a la mujer una voz de esperanza. Todos conocen el por qué se celebra el
día de la mujer, pero la autora caleña recrea con magistralidad la denuncia
que hicieron las mujeres para poder contar su historia actual. “Las mujeres
prestaron sus manos, rápidas como golondrinas, para que los hilos se dejaran
tejer con gusto” (Carvajal, 2016, p. 23). Las mujeres se estaban volviendo
invisibles, por eso, “Iluminaron la oscuridad de aquellos días como una sola
flama rojo y rebelde” (Carvajal, 2016, p. 24). ¿Qué color deben tener las
mujeres?

N° Título Contexto Elemento Greguería de


Mujer/Rol histórico configurador cierre en la
historia
El delicado Rusia o cualquier Muerte en “Hubo una vez una
aroma de lugar del mundo. libertad por no chica que murió
5 los claveles Las mujeres de soñar con ser en alguna pradera,
rojos. la revolución princesa. en alguna calle,
de Octubre en alguna calle,
Érase una obtuvieron, en alguna plaza,
mujer que además de en algún sótano,
vivió en otros logros, el con la convicción
un lejano reconocimiento de de ser abono para
país donde los derechos de las un mejor mañana”
las chicas mujeres. (Carvajal, 2016, p.
soñaban con 29).
ser princesas
de su reino.

El pronombre indefinido de “alguna mujer” convierte a todas las mujeres


en ellas, en las muertes que han tenido miles de mujeres por luchar por
los estereotipos impuestos. Las anáforas con las que insiste en la narración
ayudan a pensar en esos posibles sueños de libertad que aún se poseen.

82
DEISY LILIANA CUARTAS

N° Título Contexto histórico Elemento Greguería de cierre


Mujer/Rol configurador en la historia
La resistencia El pueblo Lakota, Las mujeres “Un día dejó que el
de la vida. pueblo menos parieron para olor del pino y de la
numeroso de la tribu resistir. lluvia la abrazaran,
Érase una sioux. se puso en el cabello
6
mujer que la Campaña de flores del viento y
voz del viento exterminio a los cuando su vientre
le susurró pueblos originarios tuvo nueve lunas,
benevolencias de América del tejió un atrapasueños”
para la Norte. (Carvajal, 2016, p.
criatura que Genocidio hecho por 33).
pronto daría a los colonos ingleses
luz. y luego por Estados
Unidos

En este hermoso texto existe una evocación en la greguería de la vegetalización.


La madre tierra cobra vida, los “buenos sueños te acompañarán” (Carvajal,
2016, p. 31). “Así somos, así nos sentimos” (Carvajal, 2016, p. 32). Vera
muestra formas de resistir y los tejidos con los que pueden lograrlo ¿Cuál es
la forma de resistir como mujeres?

N° Título Contexto Elemento Greguería de cierre


Mujer/Rol histórico configurador en la historia
Una lluvia de Mujeres masái Igualdad. “Cuando llegó
estiércol. luchan por sus Su corazón a la casa de su
6 derechos civiles. le habla y le nueva familia fue
Érase una mujer Agnes Siyiankoi cuestionaba recibida con una
que amando abogan por la por: ¿Y si lluvia de estiércol
profundamente nueva tradición los hombres como anuncio de la
a su pueblo, como la ablación y mujeres difícil vida que le
soñó con de la historia caminamos esperaba” (Carvajal,
cambiar la futura. juntos? 2016, p. 37).
tradición.

83
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

En esta historia, se relatan las tradiciones absurdas a las que han sido
sometidas miles de mujeres, sin importar su cuerpo ni sus anhelos. “Érase
una mujer que amaba profundamente a su pueblo, decidió cambiar la
tradición. Su corazón así le hablaba:

- ¿Y si los hombres y mujeres caminamos juntos?” (Carvajal, 2016, p. 36).

La estructura narrativa que ofrece Vera Carvajal deja siempre la posibilidad


de pensar en otros interrogantes como lector, por eso, ¿Qué cambios
queremos hacer como mujeres? Esta historia y muchas más que aún no se
han contado han ofrecido una sola mirada, para este caso el sesgo del poder
en el discurso de una sola voz y la legitimidad de este requieren con urgencia
una reflexión y es el punto de partida de la investigación de Danna Haraway
que conversa con facilidad con lo expuesto por la caleña. Es por ello, que al
reconocer las propuestas de la autora como “el privilegio de la perspectiva
parcial” (1995) se encuentra desde los “debates sobre el modernismo y el
posmodernismo es el tipo de relación entre cuerpos y lenguaje, y dentro de
éstos” (Haraway, 1995, p. 5).

Desde esta perspectiva, la propuesta de Haraway (1995) se enmarca en el


“conocimiento situado” (Haraway, 1995, p. 11). Así, ofrece un significado
y metaforiza la vista para determinar cómo la visión falsa a la que nos
hemos acostumbrado ha repercutido en las concepciones, tal es el caso
de las tradiciones que son llevadas de generación en generación sin ser
cuestionadas, en la trascendencia de todos los límites y responsabilidades
que no permiten ver las particularidades. Es decir, lo que la autora plantea
es la posibilidad de encontrar en la particularidad de una visión aquello que
se convierte en objetivo.

Por eso, un retruécano que muestra un cuerpo estructurante, estructurado


desde la complejidad, por la estructuración de diversas lecturas por diferentes
culturas. Por ende, el feminismo y la postura de la perspectiva parcial busca
que se tenga otras visiones de mundo, en contraposición del conocimiento
racional que se sitúa desde todas las partes y a su vez desde ninguna. Para
que la parcialidad resuene con “las conexiones, y aperturas inesperadas que
los conocimientos situados hacen posibles la única manera de encontrar
una visión más amplia es estar en algún sitio en particular” (Haraway, 1995,
p. 22), lo que permite elaborar conversaciones para situarse en el mundo,

84
DEISY LILIANA CUARTAS

diálogos con el otro, identificación de imágenes a partir de estas relaciones.


Es decir, Haraway propone un círculo universal de conexiones porque
“Necesitamos el poder de las teorías críticas modernas sobre cómo son
creados los significados y los cuerpos, no para negarlos los significados y los
cuerpos, sino para vivir el significado y cuerpos que tengan una oportunidad
en el futuro” (Haraway, 1995, p. 9). Este debate permite situar el discurso
en la mujer y en resignificar el vivir desde su individualidad una objetividad
y que desde los debates que ofrece Vera Carvajal en sus historias se puede
encontrar este mundo posible.

De manera que, es necesario reconocer primero a la mujer como sujeto


discursivo, debatirse en lo propuesto por el constructivismo radical y
pensarse, tejerse, dibujarse, narrarse desde el feminismo empírico. Es
decir, desde la mujer-cuerpo-lenguaje, que “favorezca la contestación, la
deconstrucción, la construcción apasionada, las conexiones entrelazadas y
que trate de transformar los sistemas del conocimiento y las maneras de
mirar” (Haraway, 1995, p. 14).

N° Título Contexto Elemento Greguería de


Mujer/Rol histórico configurador cierre en la
historia
Tribuna o Revolución La mujer “Sabía con
cadalso. francesa. común, la certeza que la
8 La mujer de libertad tenía
Érase una ilustración. la plaza de rostro y pechos
mujer que Mujeres mercado. de mujer”
creyó en un anónimas Libertad. (Carvajal, 2016,
sueño. que también p. 40)
hicieron
historia.

Vera embellece el lenguaje, ensueña situaciones, por eso, “Los discursos


eran ríos crecientes y caudalosos que alimentaban las ganas de justicia”.
O “Semilla eres, mujer. Semilla de tus sueños-decía a lo lejos la mujer que
luchó por la libertad, la igualdad y la fraternidad” (Carvajal, 2016, p. 39).

85
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

Los niveles de representación llevan al lector a espacios soñados para la


libertad, ellas hablaban de tribus, y ¿Nosotras, de qué hablamos?

N° Título Contexto histórico Elemento Greguería de


Mujer/Rol configurador cierre en la
historia
Un burro Tradiciones chinas. Sustitución. “Tendió su
para Hua Mulán, una mujer Deshonra por cama al Oeste,
regresar a disfrazada de guerrero los hombres descubrió el
9 casa. en el ejército del que pelearon a espejo al Norte,
imperio. su lado. se vistió con
Érase una La Balada de Mulán, ropas de mujer
mujer que poemas líricos y en el Sur y
tomó el baladas hechas por recogió sus
lugar de Maoqian en el siglo cabellos como
su padre XII. una nube en sus
para ir a la sienes” (Carvajal,
guerra. 2016, p. 45)

La evocación a los sujetos de guerra, pero también la necesidad de un


reconocimiento. En este hermoso relato se muestra la alegoría del viaje,
“Sus pensamientos tejían el centro de la memoria de agua que guardaba
recuerdos” (Carvajal, 2016, p. 42). ¿Qué viajes queremos hacer como
mujeres para encontrarnos?

86
DEISY LILIANA CUARTAS

N° Título Contexto Elemento Greguería de cierre


Mujer/Rol histórico configurador en la historia
La hermosa La conquista La procreación “En sus tejidos, las
costumbre de de España y como protesta mujeres escribían
10 criar. Portugal en el ante la historias. Historias
Abya Yala, en barbarie. de sus hijos, de
Érase una el continente Las conexiones las siembras y las
mujer para la americano, de la mujer con cosechas, historias
que todo en costó su cosmos. de las memorias
el universo cincuenta y floridas, como las
era pariente seis millones retamas” (Carvajal,
cercano. de vidas. 2016, p. 49).

La diversidad, el discurso situado, “Todos los seres estaban hechos de la


misma esencia amorosa, todos distintos y complementarios” (Carvajal,
2016, p. 47). En este texto se hace la invitación para tejer nuestra propia
historia, “La vida se hace puntada a puntada” (Carvajal, 2016, p. 47).

N° Título Contexto Elemento Greguería de


Mujer/Rol histórico configurador cierre en la
historia
La belleza Después de la La belleza “- ¿Belleza? - ¿Qué
11 infinita. conquista de desde una es la belleza? –
Constantinopla, perspectiva Preguntó la joven
Érase una mujer 1453. subjetiva. mujer” (Carvajal,
que había nacido El sultán y su 2016, p. 53)
colmada de harén.
belleza.

La resignificación del concepto de bello y la esperanza de mirar de otras


formas, “Sus ojos sonrieron llenos de sol en el ocaso de la tarde” (Carvajal,
2016, p. 53).

87
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

N° Título Contexto histórico Elemento Greguería de


Mujer/Rol configurador cierre en la
historia
La otra mitad Mujeres vikingas, Llaves de bron- “Todos en la gran-
12 del lecho. las llamadas “hus- ce, símbolo de ja dependían del
freyjas” poder. mando y la for-
Érase una taleza de aquella
mujer que mujer de llaves al
era dueña de cinto que guarda-
las llaves del ba las lágrimas de
universo. los adioses como
pozos de sus aden-
tros” (Carvajal,
2016, p. 57).

El poder como representación en una llave, la greguería de la cosificación


que desborda la imagen poética. Eran las llaves, las del universo en el
poder femenino, que según el diccionario de símbolos de Cirlot son
“representaciones simbólicas de la iniciación del saber…confiere el poder”
(Cirlot, 2008, p. 295). Y que por muchas circunstancias y por esa autoridad
que fue entregada debe soportar pesadumbres.

También en la descripción de ese poder se muestra el cómo el amor llega,


“Era cierto que ella no le había elegido, pero aprendió a amar sus ojos
celestres, su cabello al viento, la inclinación de su mano certera, el dulzor
que escondía su armadura de guerrero y haberle hecho madre” (Carvajal,
2016, p. 56). Y por eso, cabe preguntarse ¿Cuáles son aquellos o aquellas,
elegidos o sin elegir que acompañan a las mujeres? No cualquiera lo hace.

88
DEISY LILIANA CUARTAS

N° Título Contexto histó- Elemento Greguería de cierre


Mujer/Rol rico configurador en la historia
El fuego del Mariam “Al-Astro- El conoci- “Soñaba con viajes
cielo y del labiya” Al-Ijliya miento. que nunca haría,
13 error. vivió en el siglo X Poner el cielo soñaba con los
en Aleppo. en las manos. sonidos del mar y del
Érase una Reconocida astró- viento, con tierras
mujer a la que noma, matemáti- jamás vistas y desde
los cielos se le ca y constructora luego, soñaba con las
posaron sobre de astrolabios. estrellas” (Carvajal,
la palma de la 2016, p. 60)
mano.

La historia de Al-Astrolabiya es la historia de muchas mujeres que han


sido invisibilizadas con sus avances, reconocimientos a nivel intelectual y
científico. Maire Curie es un ejemplo de ellas.

N° Título Contexto histórico Elemento Greguería de


Mujer/Rol configurador cierre en la
historia
Soy tú. India. 1982. Los ojos y la “-Danza y
Niñas y mujeres danza para danzante son
14 Érase una son ofrecidas liberarse inseparables en
mujer que se por sus familias mediante el su esencia, como
encontró en los como esclavas fuego. lo es la llama y
ojos de otros. “modernas” el fuego. He ahí
devadasis. lo sagrado de tu
oficio” (Carvajal,
2016, p. 65).

Se organiza el reconocimiento propio y de los otros, “-la mujer de la danza


de fuego se hizo cada vez más una gran maestra, pues los ojos de los otros
fueron espejos para ver su propio ser” (Carvajal, 2016, p. 64). El cosmos
bendijo su nacimiento y así “Por fin vio rostros de todos los colores y en ellos
aprendió a reconocerse” (Carvajal, 2016, p. 63). ¿Quién es cada mujer que
teje su vida diariamente?
89
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

N° Título Contexto Elemento Greguería de cierre


Mujer/Rol histórico configurador en la historia

La primera Las mil y una La palabra. “Pero la joven


noche. noches. mujer insistió con la
15 Scheherezade. convicción dispuesta:
Érase una La tradición en la palabra reside
mujer de y la memoria la luz secreta que
la que como una nos hace humanos”
nacieron forma para (Carvajal, 2016, p. 68)
universos domesticar
con el la fiereza
soplo de su humana.
palabra.

El artilugio de la palabra. Gastón Bachelard (1998) presenta la riqueza


de las palabras para ensoñar la vida, así mismo, Vera Carvajal le da
propiedades a ella, la conjuga con los conocimientos enciclopédicos que
posee y los convierte en ensoñación para el lector. Se conjuga así, la
palabra viva y ésta es la gran fuente para encontrar las cosmovisiones
de un pueblo, de la mujer en la configuración de su universo. El evento
que representa la palabra hablada simbólicamente es una colectividad,
el decir de sus gentes, esa constitución del ahí, de la inmediatez, de lo
personal y lo más cercano. Todo esto lleva una interacción social rica en
significados. Ese universo simbólico que encierra cada historia revalúa
las concepciones que se le ha otorgado comúnmente a la mujer e invita
a sumergirse en la amalgama del contacto de la palabra y el ser en
relaciones más cercanas, más próximas.

90
DEISY LILIANA CUARTAS

N° Título Contexto Elemento Greguería de cierre


Mujer/Rol histórico configurador en la historia
En la casa de Cultura central La abuela “En los atardeceres,
la memoria. maya. la abuela abría las
16 Las abuelas puertas de la casa de
Érase una con su palabra, la memoria, prendía
mujer que experiencia y la hoguera y quemaba
dibujó la autoridad. copal para avivar el
memoria de corazón de los nietos”
los tiempos. (Carvajal, 2016, p.
73)

La abuela como la encarnación de la sabiduría y de la palabra. La influencia


de estas en la vida de muchos otros es grande; por ello, su rol invisibilizado
y a veces olvidado se revindica en las culturas ancestrales, aquellas mujeres
que nos enseñaron a ver con otros ojos “El corazón del cielo y de la tierra
habita en cada cosa que vive” (Carvajal, 2016, p. 71).

N° Título Contexto Elemento Greguería de cierre


Mujer/Rol histórico configurador en la historia
Lo posible Juicios y Contacto con la “Desde muy pequeña
de lo ejecuciones naturaleza. aprendió con esmero
17 imposible. de la iglesia “Brujería” a descifrar en el aire,
católica. el agua, la tierra y el
Érase una Predominante fuego, el pulso que
mujer que en occidente. anima el espíritu de
conoció el todo lo que vive”
lenguaje (Carvajal, 2016, p.
secreto del 75).
universo.

El desconocimiento ha ayudado a sacrificar miles de vidas. Doctrinas se han


impuesto y como seres humanos necesitamos reconocer la diferencia y la
diversidad.

91
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

N° Título Contexto histórico Elemento Greguería de


configurador cierre
Mujer/Rol en la historia
Mujeres con En 329 a. C. en Gre- Las mujeres “Pero las primeras
barba. cia, Aristófanes se con el gobier- horas de la maña-
atrevió a poner en no de la ciu- na llenaron todos
18 Érase una tono de comedia la dad. los rincones de la
mujer que posibilidad de que las inquietante noti-
vistió ropas mujeres tomaran el Ropa. cia: ¡El gobierno
de hombre poder en la misma ciu- de la ciudad había
para dad donde les era ne- sido dado a las
descubrirse gado hasta el ejercicio mujeres!” (Carva-
mujer de la actuación. jal, 2016, p. 81).
entera.

El texto presenta el cuestionamiento de Vera Carvajal sobre el ejercicio


de la ciudadanía, el poder y la democracia. Culturalmente ha sido muy
cuestionado las capacidades que tienen las mujeres para el ejercer el poder.

N° Título Contexto Elemento Greguería de


Mujer/Rol histórico configurador cierre en la
historia
La faraona que Antiguo Locura. “-Abran también
enloqueció. Egipto. Asesinato. las puertas del
19 Reinas palacio, que el
Érase una mujer faraonas. banquete sea para
que liberó todos -Ordenó la
los pájaros faraona” Carvajal,
encerrados en 2016, p. 85).
jaulas de oro.

Hay una fuerte discusión a la fragilidad de la mujer. Al reaccionar la faraona


en contra de los parámetros establecidos fue asesinada y denominada de
loca.

92
DEISY LILIANA CUARTAS

N° Título Contexto Elemento Greguería de cierre


Mujer/Rol histórico configurador en la historia
La danza de Celtas, La “-Tu vientre es muchos
la luna roja. egipcios, los menstruación. más que el cuenco
20 Érase una maorí, los maravilloso en el que
mujer que primeros yacen las semillas
danzó con la taoístas, los que han de germinar.
luna de sus tantristas y Honra el ser mujer,
adentros. los gnósticos, honra tu naturaleza”
la sangre (Carvajal, 2016, p. 89).
menstrual
llegó a tener
carácter
sagrado.

Una invitación a encontrar la voz interior y el propio conocimiento, “afila tu


intuición, siente el pulso de tu sangre y entenderás el significado genuino de
lo sagrado” (Carvajal, 2016, p. 86).

N° Título Contexto Elemento Greguería de cierre


Mujer/Rol histórico configurador en la historia
Lucy. El 24 de diciembre de 1974 El reflejo en el río. “-Somos poderosas,
una expedición encabezada libres y hermosas
Érase una por el paleontólogo Don cuando le sonreímos
21 mujer que Johanson descubrió en a nuestro reflejo en el
vivió bajo Hadar, Etiopía, el esqueleto espejo de agua del río
un cielo con casi completo de los más de la vida” (Carvajal,
diamantes. antiguos predecesores del 2016, p. 93).
humano moderno.

Hembra, especie
Australopithecus afarensis
y data de 3,2 millones de
antigüedad.

93
CONFIGURACIÓN DEL UNIVERSO FEMENINO EN LA ESCRITURA DE VERA
CARVAJAL. UNA MIRADA DE HISTORIA CULTURAL EN LAS VOCES VALLECAUCANAS

Una hermosa evocación al “lenguaje misterioso que impregna la memoria,


el secreto más importante guardado por las mujeres desde entonces hasta
ahora” (Carvajal, 2016, p. 91), la libertad, la belleza y el poder que poseen
las mujeres en sus comunidades.

N° Título Contexto Elemento Greguería de


Mujer/Rol histórico configurador cierre en la
historia
Madre Comunidades La Madre “-No todo está
nuestra. ancestrales. de todas las perdido. La tierra
22 La Madre Tierra madres, la no tiene fronteras
Érase una como cuidadora. madre tierra. para sus hijos, es
mujer que madre de todos…
mantuvo somos hermanos,
siempre vivo somos familia…
su telúrico curar…curar…”
corazón de (Carvajal, 2016, p.
fuego. 97).

Vera Carvajal finaliza su historia veintidós con la alegoría de la maternidad,


La Madre Tierra como encarnación de poder, bondad y curación. Así mismo,
invita al lector a contar su propia historia.

Todo este entramado de contextos, culturas, tipos de situaciones históricas y


contextuales, no solo muestran la audacia de Vera Carvajal para saber contar
hechos que pocos han prestado atención, sino también la maravillosa forma
en la que narra cada historia. Así, su producción literaria no solo devela a la
mujer en su reivindicación como sujeto, sino que elabora ensoñaciones que
cuentan de forma hermosa la configuración del universo femenino.

Referencias bibliográficas

Bachelard, Gastón. El agua y los sueños. Santafé de Bogotá: Fondo de


Cultura Económica, 1993.
Bachelard, Gastón. El derecho de soñar. México: Fondo de Cultura
Económica, 1993.

94
Bachelard, Gastón. La poética de la ensoñación. Santafé de Bogotá: Fondo de
Cultura Económica, 1998.
Bachelard, Gastón. El aire y los sueños. México: Fondo de Cultura Económica,
2006.
Bachelard, Gastón. La poética del espacio. México: Fondo de Cultura
Económica. Decimosegunda reimpresión, 2011.
Camps, Ana. Y otros. Secuencias didácticas para aprender gramática.
Barcelona: Editorial GRAÓ de IRIF, S. L, 2008.
Carvajal, Vera. Érase una Mujer. Tercera edición. Bogotá: Editorial Luabooks,
2006.
Carlino, Paula. Escribir, leer y aprender en la universidad. Una introducción a
la alfabetización académica. El Salvador: Fondo de Cultura Económica
de Argentina S.A, 2006.
Cirlot, Juan. Diccionario de símbolos. España: Siruela, 2008.
Culler, Jonathan. Sobre la deconstrucción. Teoría y crítica después del
estructuralismo. Madrid: Ediciones Cátedra S.A, 1998.
Das, Veena. Sujetos del dolor, agentes de dignidad. Bogotá: Universidad
Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Humanas: Pontificia
Universidad Javeriana. Instituto Pensar. Editor: Francisco A. Ortega,
2008.
Darton, Roger. Las razones del libro, futuro, presente y pasado. Traducción
Roger García Lenger. Madrid: Trama Editorial, 2010.
De la Cruz, Sor Juana. Respuesta a sor Filomena. Recuperado de:
www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/respuesta-a-sor-juana-ines, 1669.
De Man, Paul. Visión y Ceguerra: Ensayos sobre la retórica de la crítica
contemporánea. Editorial Universidad de Puerto Rico. Río Piedras,
1991.
Durand, Gilbert. De la mitocrítica al mitoanálisis. España: Editorial
Anthropos, 1993.
Eco, Umberto. El concepto de mundo posible. En Teoría de la novela:
antología del texto del siglo XX. P.242-245, 1996.
Guía del Sistema Nervioso (s.f.). Recuperado de: https://docplayer.es/
amp/72565805-Receptores-guia-de-estudio.html
Infante, Lucrecia. Escritura de la historia de las Mujeres en América Latina.
El retorno de las diosas. Del “Diario” personal al diario de México.
Escritura femenina y medios impresos durante la primera mitad del
siglo XIX en México. Perú: Centro de Estudios La Mujer en la historia
de América Latina CEMHAL, 2005.

95
Haraway, Donna. Ciencia, cyborgs y mujeres. La invención de la naturaleza,
Madrid, Cátedra, 1995. Recuperado de: https://lascirujanas666.
files.wordpress.com/2014/04/haraway-conocimientossituados.pdf
(11/11/2018).
Lagarde, Marcela. Los cautiverios de las mujeres: madreesposas, monjas,
putas, presas y locas. Universidad Autónoma de México. México, 1997.
Lanser, Sussan. La posibilidad de una narratología feminista. En Teoría de la
novela: antología del texto del siglo XX. P.276-283, 1996.
Miloslavich, Diana. Escritura de la historia de las Mujeres en América Latina.
El retorno de las diosas. Voces femeninas, discurso femenino, o nuevas
alternativas en la literatura de las mujeres. Ponencia: Hacia una teoría
feminista de la lectura. Perú: Centro de Estudios La Mujer en la historia de
América Latina CEMHAL, 2007.
Montero, Rosa. (Autora). (18 Nov. 2018, 36 minutos). [PAREDRO. T2
Bonus. Un Paredro con Rosa Montero]. Recuperado de: https://open.
spotify.com/episode/2dZiKMYfa79moVdAG6HOwQ?si=QH3-
48swSOa3OcVYe4r3FA
Rubalcaba, Carmen. Entre las calles vivas de las palabras. España: Ediciones
Treda, S.L., 2006.
Rama, Ángel. La ciudad letrada. Chile: Tajamar Editores Ltda., 2004.
Rama, Ángel. Transculturación narrativa en América Latina. 2da Edición. Buenos
Aires: Ediciones El Andariego, 2008.
Rodari, Gianni. Gramática de la fantasía. Introducción al arte de contar
historias. Traducción Alessandra Merlo. Bogotá: Panamericana
Editorial, Ltda., 2003.
Rojas, C. (2006). Genealogía del giro lingüístico. Medellín: Editorial
Universidad de Antioquia.
Santiáñez, Nil. Investigaciones literarias. Modernidad, historia de la literatura
y modernismos. Barcelona: Editorial Crítica, 2002.
Showalter, Elaine. La crítica feminista en el desierto. Critical Inquiry,
vol.8.invierno de 1981, pp. 75-115.
Woolf, Virginia. Una Habitación propia. Editorial Seix Barral S.A., España,
2008.

96

También podría gustarte